Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
No tendrás queja. Te prometí no volver a molestarte con mis laberintos emocionales (todos
acababan en ti) y he cumplido mi promesa casi al pie de la letra. Estoy orgullosa de mis logros.
Ya sé que volví a contactar contigo, a sabiendas de que no ibas a entender mis debilidades a la
hora de zanjar relaciones tóxicas, pero me resistí justo hasta donde pude, aunque -como
demostró la evidencia- no fue suficiente.
Sé que te desconcierto y que ya no confías en mi palabra. Sé que dije lo que dije, pero también
sé que soy lo que soy y no puedo renegar de ello. Cada adiós es una bofetada por tu parte y un
nuevo intento por la mía. Se me están acabando las excusas para traerte a mí. Pienso que hay
esperanza, que no todo ha terminado, aunque sé que me engaño, pero quiero pensar así.
Quiero creer que el tiempo es nuestro aún, que una vida mejor y juntos es posible y nos espera
y que detrás de cada desastre emocional hay un haz de luz que nos marca el camino hacia el
otro.
Dios escribe con renglones torcidos pero trata de hacernos coincidir en algún punto de
nuestras vidas por muy complicado que parezca. Lo sé y te busco. Tal vez también tú lo sepas y
me busques a tu manera en medio de este caos, en medio de esta guerra, y por eso no hayas
cerrado definitivamente la puerta.