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Nada te turbe consumir vanidades de la vida

que consumir la vida en vanidades.


Nada te turbe;
nada te espante; Hombres necios
todo se pasa;
Dios no se muda, Hombres necios que acusáis
la pacïencia a la mujer sin razón,
todo lo alcanza. sin ver que sois la ocasión
Quien a Dios tiene, de lo mismo que culpáis:
nada le falta.
Solo Dios basta. si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
Gutierre de Cetina Madrigal ¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Ojos claros, serenos,
Si de un dulce mirar sois alabados, Combatís su resistencia,
¿Por qué, si me miráis, miráis airados? y luego con gravedad
Si cuando más piadosos, decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Más bellos parecéis a aquel que os mira,
No me miréis con ira,
Queréis con presunción necia
Porque no parezcáis menos hermosos. hallar a la que buscáis,
¡Ay tormentos rabiosos! para pretendida, Tais,
Ojos claros, serenos, y en la posesión, Lucrecia.
Ya que así me miráis, miradme al menos
¿Qué humor puede ser más raro
Soneto a Cristo crucificado (Anonimo) que el que falta de consejo,
No me mueve, mi Dios, para quererte él mismo empaña el espejo
el cielo que me tienes prometido, y siente que no esté claro?
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte. Con el favor y el desdén
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte tenéis condición igual,
clavado en una cruz y escarnecido, quejándoos, si os tratan mal,
muéveme ver tu cuerpo tan herido, burlándoos, si os quieren bien.
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, si no os admite, es ingrata
que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y si os admite, es liviana.
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
Siempre tan necios andáis
No me tienes que dar porque te quiera, que con desigual nivel
pues aunque lo que espero no esperara, a una culpáis por cruel
lo mismo que te quiero te quisiera. y a otra por fácil culpáis.

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas? ¿Pues cómo ha de estar templada


la que vuestro amor pretende,
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas? si la que es ingrata ofende
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento y la que es fácil enfada?
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas? Mas entre el enfado y pena
Yo no estimo tesoros ni riquezas; que vuestro gusto refiere,
y así, siempre me causa más contento bien haya la que no os quiere
poner riquezas en mi pensamiento y quejaos enhorabuena.
que no mi pensamiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades, Dan vuestras amantes penas
ni riqueza me agrada fementida, a sus libertades alas,
teniendo por mejor, en mis verdades, y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido venció lo que imposible parecía:
en una pasión errada, pues entre el llanto, que el dolor vertía,
la que cae de rogada
el corazón deshecho destilaba.
o el que ruega de caído?
Baste ya de rigores, mi bien, baste;
¿O cuál es más de culpar, no te atormenten más celos tiranos,
aunque cualquiera mal haga: ni el vil recelo tu quietud contraste
la que peca por la paga con sombras necias, con indicios vanos,
o el que paga por pecar? pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Volverán las oscuras golondrinas
Queredlas cual las hacéis
Volverán las oscuras golondrinas
o hacedlas cual las buscáis.
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
Dejad de solicitar jugando llamarán;
y después con más razón
acusaréis la afición pero aquéllas que el vuelo refrenaban
de la que os fuere a rogar. tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
Bien con muchas armas fundo ésas... ¡no volverán!
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia Volverán las tupidas madreselvas
juntáis diablo, carne y mundo. de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;

Al que ingrato me deja, busco amante


pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
Al que ingrato me deja, busco amante; y caer, como lágrimas del día...
al que amante me sigue, dejo ingrata; ésas... ¡no volverán!
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
Al que trato de amor, hallo diamante,
tu corazón, de su profundo sueño
y soy diamante al que de amor me trata;
tal vez despertará;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante. pero mudo y absorto y de rodillas,
Si a éste pago, padece mi deseo; como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
¡así no te querrán!
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo, por mejor partido, escojo XXI
de quien no quiero, ser violento empleo, ¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
que, de quien no me quiere, vil despojo. en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba


Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
(Juana de Asbaje y Ramírez;)

Soneto CXLV A su retrato


(Procura desmentir los elogios que a un retrato de
la poetisa)

Este que ves, engaño colorido,


que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;

éste, en quien la lisonja ha pretendido


excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido,

es un vano artificio del cuidado,


es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:

es una necia diligencia errada,


es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.

Detente, sombra de mi bien esquivo


Soneto

Detente, sombra de mi bien esquivo,


imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

Feliciano me adora y le aborrezco

Feliciano me adora y le aborrezco;


Lisardo me aborrece y yo le adoro;
por quien no me apetece ingrato, lloro,
y al que me llora tierno, no apetezco.
A quien más me desdora, el alma ofrezco;
a quien me ofrece víctimas, desdoro;
desprecio al que enriquece mi decoro,
y al que le hace desprecios, enriquezco.
Sor Juana Inés de la Cruz
Si con mi ofensa al uno reconvengo,
me reconviene el otro a mí, ofendido; Queréis con presunción necia
y a padecer de todos modos vengo, hallar a la que buscáis,
pues ambos atormentan mi sentido: para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
aquéste, con pedir lo que no tengo;
y aquél, con no tener lo que le pido.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
Soneto CXLVII A una rosa él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Rosa divina que en gentil cultura
eres, con tu fragante sutileza, Con el favor y el desdén
magisterio purpúreo en la belleza, tenéis condición igual,
enseñanza nevada a la hermosura. quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Amago de la humana arquitectura,
ejemplo de la vana gentileza, Opinión ninguna gana,
en cuyo ser unió naturaleza pues la que más se recata,
la cuna alegre y triste sepultura. si no os admite, es ingrata
¡Cuán altiva en tu pompa, presumida, y si os admite, es liviana.
soberbia, el riesgo de morir desdeñas,
y luego desmayada y encogida, Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
de tu caduco ser das mustias señas, a una culpáis por cruel
con que con docta muerte y necia vida, y a otra por fácil culpáis.
viviendo engañas y muriendo enseñas!
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas? si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento Mas entre el enfado y pena
poner bellezas en mi entendimiento que vuestro gusto refiere,
y no mi entendimiento en las bellezas? bien haya la que no os quiere
Yo no estimo tesoros ni riquezas; y quejaos enhorabuena.
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas. Dan vuestras amantes penas
Y no estimo hermosura que, vencida, a sus libertades alas,
es despojo civil de las edades, y después de hacerlas malas
ni riqueza me agrada fementida, las queréis hallar muy buenas.
teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida ¿Cuál mayor culpa ha tenido
que consumir la vida en vanidades. en una pasión errada,
la que cae de rogada
Hombres necios o el que ruega de caído?

Hombres necios que acusáis ¿O cuál es más de culpar,


a la mujer sin razón, aunque cualquiera mal haga:
sin ver que sois la ocasión la que peca por la paga
de lo mismo que culpáis: o el que paga por pecar?

si con ansia sin igual


Pues ¿para qué os espantáis
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien de la culpa que tenéis?
si las incitáis al mal? Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Combatís su resistencia,
y luego con gravedad Dejad de solicitar
decís que fue liviandad
y después con más razón
lo que hizo la diligencia.
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar. pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.
Bien con muchas armas fundo Baste ya de rigores, mi bien, baste;
que lidia vuestra arrogancia, no te atormenten más celos tiranos,
pues en promesa e instancia
ni el vil recelo tu quietud contraste
juntáis diablo, carne y mundo.
con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido humor viste y tocaste

Rosa divina que en gentil cultura mi corazón deshecho entre tus manos.
Soneto
Rosa divina que en gentil cultura
eres, con tu fragante sutileza,
magisterio purpúreo en la belleza,
enseñanza nevada a la hermosura.
Amago de la humana arquitectura,
ejemplo de la vana gentileza,
en cuyo ser unió naturaleza
la cuna alegre y triste sepultura.
¡Cuán altiva en tu pompa, presumida,
soberbia, el riesgo de morir desdeñas,
y luego desmayada y encogida
de tu caduco ser das mustias señas,
con que con docta muerte y necia vida,
viviendo engañas y muriendo enseñas!

Al que ingrato me deja, busco amante

Al que ingrato me deja, busco amante;


al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante
Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.
Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, MANUEL GUTIERREZ NAJERA


Non omnis moriar
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
¡No moriré del todo, amiga mía!
que el corazón me vieses deseaba;
De mi ondulante espíritu disperso,
y Amor, que mis intentos ayudaba, algo en la urna diáfana del verso,
venció lo que imposible parecía: piadosa guardará la poesía.
¡No moriré del todo! Cuando herido ni los querubes que vio Jacob,
caiga a los golpes del dolor humano, fueron tan bellos cual la coqueta
ligera tú, del campo entenebrido de ojitos verdes, rubia griseta
levantarás al moribundo hermano. que adora a veces el Duque Job.
Tal vez entonces por la boca inerme No tiene alhajas mi duquesita,
que muda aspira la infinita calma, pero es tan guapa, y es tan bonita,
oigas la voz de todo lo que duerme y tiene un cuerpo tan v’lan, tan pschutt;
¡con los ojos abiertos en mi alma! de tal manera trasciende a Francia
…. que no la igualan en elegancia
Y acaso adviertas que de modo extraño ni las clientes de Hélène Kossut.
suenan mis versos en tu oído atento, Desde las puertas de la Sorpresa
y en el cristal, que con mi soplo empaño, hasta la esquina del Jockey Club,
mires aparecer mi pensamiento. no hay española, yanqui o francesa,
Al ver entonces lo que yo soñaba, ni más bonita, ni más traviesa
dirás de mi errabunda poesía: que la duquesa del Duque Job.
era triste, vulgar lo que cantaba...
¡mas qué canción tan bella la que oía!
Y porque alzo en tu recuerdo notas
del coro universal, vívido y almo;
y porque brillan lágrimas ignotas
en el amargo cáliz de mi salmo;
porque existe la Santa Poesía
y en ella irradias tú, mientras disperso
átomo de mi ser esconda el verso,
¡no moriré del todo, amiga mía!

Para entonces
Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo;
donde parezca sueño la agonía,
y el alma, un ave que remonta al vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz, triste, retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira:
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven: antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: soy tuya,
aunque sepamos bien que nos traiciona.

La duquesa Job (FRAG)

En dulce charla de sobremesa,


Salvador Diaz Miron
mientras devoro fresa tras fresa
Paquito
y abajo ronca tu perro Bob,
Cubierto de jiras,
te haré el retrato de la duquesa
al ábrego hirsutas
que adora a veces el Duque Job al par que las mechas
No baila Boston, y desconoce crecidas y rubias,
de las carreras el alto goce, el pobre chiquillo
y los placeres del five o’clock. se postra en la tumba,
Pero ni el sueño de algún poeta, y en voz de sollozos
revienta y murmura:
«Mamá, soy Paquito; me ofrece una tunda.
no haré travesuras». Mamá, soy Paquito;
Y un cielo impasible no haré travesuras».
despliega su curva. Y un cielo impasible
«¡Qué bien que me acuerdo!
despliega su curva.
La tarde de lluvia;
las velas grandotas
ESPINELAS
que olían a curas;
y tú en aquel catre
tan tiesa, tan muda, Que como el perro que lame
tan fría, tan seria, la mano de su señor,
y así tan rechula! el miedo ablande el rigor
Mamá, soy Paquito; con el llanto que derrame;
no haré travesuras». que la ignorancia reclame
Y un cielo impasible al cielo el bien que le falta.
despliega su curva.
Yo, con la frente muy alta,
«Buscando comida,
cual retando al rayo a herirme
revuelvo basura.
soportaré sin rendirme
Si pido limosna,
la gente me insulta, la tempestad que me asalta.
me agarra la oreja, No esperes en tu piedad
me dice granuja, que no inflexible se tuerza:
y escapo con miedo yo seré esclavo por fuerza
de que haya denuncia. pero no por voluntad.
Mamá, soy Paquito; Mi indomable vanidad
no haré travesuras». no se aviene a ruin papel.
Y un cielo impasible
¿Humillarme? Ni ante aquel
despliega su curva.
que enciende y apaga el día.
«Los otros muchachos
Si yo fuera ángel, sería
se ríen, se burlan,
se meten conmigo, el soberbio ángel Luzbel.
y a poco me acusan El hombre de corazón
de pleito al gendarme nunca cede a la malicia.
que viene a la bulla; ¡No hay más Dios que la justicia
y todo, porque ando ni más ley que la razón!
con tiras y sucias. ¿Sujetarme a la presión
Mamá, soy Paquito; del levita o el escriba?
no haré travesuras».
¿Doblegar la frente altiva
Y un cielo impasible
ante torpes soberanos?
despliega su curva.
Yo no acepto a los tiranos
«Me acuesto en rincones
solito y a obscuras. ni aquí abajo ni allá arriba.
De noche, ya sabes,
los ruidos me asustan.
Los perros divisan
espantos y aúllan.
Las ratas me muerden, Rosalía de Castro
las piedras me punzan… ORILLAS DEL SAR
Mamá, soy Paquito; VII
no haré travesuras». Ya que de la esperanza, para la vida mía,
Y un cielo impasible triste y descolorido ha llegado el ocaso,
despliega su curva. a mi morada oscura, desmantelada y fría,
«Papá no me quiere. tornemos paso a paso,
Está donde juzga porque con su alegría no aumente mi amargura
y riñe a los hombres la blanca luz del día.
que tienen la culpa.
Si voy a buscarlo, Contenta el negro nido busca el ave agorera;
él bota la pluma, bien reposa la fiera en el antro escondido,
se pone muy bravo, en su sepulcro el muerto, el triste en el olvido
y mi alma en su desierto.
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
NEGRA SOMBRA las fuentes de la vida,
Cuando pienso que te fuiste, y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
negra sombra que me asombras,
a los pies de mis cabezales,
mientras la humanidad siempre avanzando
tornas haciéndome mofa.
no sepa a do camina,
Cuando imagino que te has ido, mientras haya un misterio para el hombre,
en el mismo sol te me muestras, ¡habrá poesía!
y eres la estrella que brilla, Mientras se sienta que se ríe el alma,
y eres el viento que zumba. sin que los labios rían,
Si cantan, eres tú que cantas, mientras se llore, sin que el llanto acuda
si lloran, eres tú que lloras, a nublar la pupila,
y eres el murmullo del río
mientras el corazón y la cabeza
y eres la noche y eres la aurora.
batallando prosigan,
En todo estás y tú eres todo,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
para mí y en m misma moras,
¡habrá poesía!
ni me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras. Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
Alma que vas huyendo
Alma que vas huyendo de ti misma, mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
¿qué buscas, insensata, en las demás?
mientras exista una mujer hermosa,
Si secó en ti la fuente del consuelo,
¡habrá poesía!
secas todas las fuentes has de hallar.
¡Que hay en el cielo estrellas todavía,
XI
y hay en la tierra flores perfumadas!
—Yo soy ardiente, yo soy morena,
¡Sí!... Mas no son ya aquellas
yo soy el símbolo de la pasión,
que tú amaste y te amaron, desdichada.
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.
—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.
—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz.
Soy incorpórea, soy intangible,
Gustavo Adolfo Bécquer
no puedo amarte.
(Rimas, IV)
—¡Oh ven, ven tú!
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Volverán las oscuras golondrinas
Podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.
Volverán las oscuras golondrinas
Mientras las ondas de la luz al beso en tu balcón sus nidos a colgar,
palpiten encendidas, y, otra vez, con el ala a sus cristales
mientras el sol las desgarradas nubes jugando llamarán;
de fuego y oro vista,
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
mientras el aire en su regazo lleve tu hermosura y mi dicha al contemplar,
perfumes y armonías,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
mientras haya en el mundo primavera,
ésas... ¡no volverán!
¡habrá poesía!
Volverán las tupidas madreselvas Que es mi barco mi tesoro,
de tu jardín las tapias a escalar, Que es mi Dios la libertad,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas, Mi ley la fuerza del viento,
sus flores se abrirán; Mi única patria, la mar.

pero aquéllas, cuajadas de rocío, «Allá muevan feroz guerra


cuyas gotas mirábamos temblar Ciegos reyes
y caer, como lágrimas del día... Por un palmo más de tierra:
ésas... ¡no volverán! Que yo tengo aquí por mío
Cuanto abarca el mar bravío,
Volverán del amor en tus oídos A quien nadie impuso leyes.
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño »Y no hay playa, Sea cualquiera,
tal vez despertará; Ni bandera De esplendor,
Que no sienta Mi derecho,
pero mudo y absorto y de rodillas, Y dé pecho A mi valor.»
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate: Que es mi barco mi tesoro,
¡así no te querrán! Que es mi Dios la libertad,
Mi ley la fuerza del viento,
XXI Mi única patria, la mar.
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul. «A la voz de “¡barco viene!”
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Es de ver
Poesía... eres tú. Cómo vira y se previene
A todo trapo escapar;
XXIII Que yo soy el rey del mar,
Por una mirada, un mundo; Y mi furia es de temer.
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡Yo no sé »En las presas
qué te diera por un beso! Yo divido
Lo cogido
Por igual.
Sólo quiero
Por riqueza
La belleza
Sin rival.»
Jose de Espronceda
La canción del Pirata Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
Con diez cañones por banda, Mi ley la fuerza del viento,
Viento en popa, a toda vela, Mi única patria, la mar.
No corta el mar, sino vuela
Un velero bergantín: «¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río:
Bajel pirata que llaman, No me abandone la suerte
Por su bravura, el Temido, Y al mismo que me condena,
En todo mar conocido Colgaré de alguna antena,
Del uno al otro confín. Quizá en su propio navío.

La luna en el mar dela, »Y si caigo,


En la lona gime el viento, ¿Qué es la vida?
Y alza en blando movimiento Por perdida
Olas de plata y azul; Ya la di,
Cuando el yugo bendigo tus desdenes,
Del esclavo, adoro tus desvíos,
Como un bravo, y en vez de amarte menos
Sacudí.» te quiero mucho más.

A veces pienso en darte


Que es mi barco mi tesoro,
mi eterna despedida,
Que es mi Dios la libertad,
borrarte en mis recuerdos
Mi ley la fuerza del viento,
y huir de esta pasión;
Mi única patria, la mar.
mas si es en vano todo
y mi alma no te olvida,
«Son mi música mejor Aquilones:
¿qué quieres tú que yo haga
El estrépito y temblor
pedazo de mi vida?;
De los cables sacudidos,
¿qué quieres tú que yo haga
Del negro mar los bramidos
con este corazón?
Y el rugir de mis cañones
……
Yo quiero que tú sepas
»Y del trueno
que ya hace muchos días
Al son violento
estoy enfermo y pálido
Y del viento
de tanto no dormir;
Al rebramar,
que ya se han muerto todas
Yo me duermo
las esperanzas mías;
Sosegado,
que están mis noches negras,
Arrullado
tan negras y sombrías
Por el mar.»
que ya no sé ni dónde
se alzaba el porvenir.
Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
¡Que hermoso hubiera sido
Mi ley la fuerza del viento,
vivir bajo aquel techo.
Mi única patria, la mar.
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos, un alma sola,
los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Díos!
MANUEL ACUÑA
Nocturno a Rosario ¡Figúrate qué hermosas
las horas de la vida!
Pues bien, yo necesito ¡Qué dulce y bello el viaje
decirte que te adoro, por una tierra así!
decirte que te quiero Y yo soñaba en eso,
con todo el corazón;
mi santa prometida,
que es mucho lo que sufro,
y al delirar en eso
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto, con alma estremecida,
y al grito que te imploro pensaba yo en ser bueno
te imploro y te hablo en nombre por ti, no más por ti.
de mi última ilusión. ………….
Esa era mi esperanza...
Comprendo que tus besos mas ya que a sus fulgores
jamás han de ser míos; se opone el hondo abismo
comprendo que en tus ojos que existe entre los dos,
no me he de ver jamás; ¡adiós por la última vez,
y te amo, y en mis locos
amor de mis amores;
y ardientes desvaríos
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores, tan bonita como tú.
mi mira de poeta,
mi juventud, adiós! Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla


decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas


se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,


bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,


por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Canción de otoño en primavera


Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
RUBÉN DARÍO y a veces lloro sin querer.
Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
A Margarita
Era una dulce niña, en este
Margarita, está linda la mar,
mundo de duelo y aflicción.
y el viento
Miraba como el alba pura;
lleva esencia sutil de azahar;
sonreía como una flor.
yo siento
Era su cabellera obscura
en el alma una alondra cantar:
hecha de noche y de dolor.
tu acento.
Yo era tímido como un niño.
Margarita, te voy a contar
Ella, naturalmente, fue,
un cuento.
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...
Éste era un rey que tenía
Juventud, divino tesoro
un palacio de diamantes,
¡ya te vas para no volver...!
una tienda hecha del día
Cuando quiero llorar, no lloro,
y un rebaño de elefantes.
y a veces lloro sin querer...
La otra fue más sensitiva,
Un kiosko de malaquita,
y más consoladora y más
un gran manto de tisú,
halagadora y expresiva,
y una gentil princesita,
cual no pensé encontrar jamás.
tan bonita,
Pues a su continua ternura
Margarita,
una pasión violenta unía. Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
En un peplo de gasa pura porque nunca me diste ni esperanza fallida,
una bacante se envolvía... ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé... Porque veo al final de mi rudo camino
Y le mató, triste y pequeño que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
falto de luz, falto de fe... que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
Juventud, divino tesoro, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
¡te fuiste para no volver! cuando planté rosales coseché siempre rosas.
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer... ...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡Mas es mía el Alba de oro! ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;


mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
SONATINA(FRAG.) y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
La princesa está triste . . . ¿qué tendrá la princesa? ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas vanales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la líbelula vaga de una vaga ilusión.

JOSE JUAN TABLADA


AMADO NERVO
Peces voladores
Cobardia
Al golpe del oro solar
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! Estalla en astillas el vidrio del mar.
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza Heroísmo
de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul…
Pasó con su madre. Volvió la cabeza: Triunfaste por fin, perrillo fiel
¡me clavó muy hondo su mirada azul! Y ahuyentando por tu ladrido
Quedé como en éxtasis… Con febril premura, Huye veloz el tren…
«¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
…Pero tuve miedo de amar con locura, La Luna
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura, Es mar la noche negra,
cerrando los ojos, la dejé pasar! la nube es una concha,
la luna es una perla.

SANDÍA
¡Del verano, roja y fría
En Paz carcajada,
Artifex vitae artifex sui rebanada
de sandía!
A fuerza de quererte
LUCIÉRNAGAS me he convertido, Amor, en alma en pena.
Luciérnagas en un árbol... ¿Por qué, Fuensanta mía,
¿Navidad en verano? si mi pasión de ayer está ya muerta
y en tu rostro se anuncia los estragos
LA TORTUGA de la vejez temida que se acerca,
Aunque jamás se muda, tu boca es una invitación al beso
a tumbos, como carro de mudanzas, como lo fue en lejanas primaveras?
va por la senda la tortuga. Es que mi desencanto nada puede
contra mi condición de ánima en pena
LA PAJARERA si a pesar de tus párpados exangües
y las blancuras de tu faz anémica,
Distintos cantos a la vez; aún se tiñen tus labios
La pajarera musical con el color sangriento de las fresas.
Es una torre de Babel. A fuerza de quererte
me he convertido, Amor, en alma en pena,
Estrella errante. y con el candor angélico de tu alma
Fugaz como el instante en que la miro seré una sombra eterna.
Une el cielo a la tierra
Y a su llanto de oro mi suspiro... La Suave Patria
PROEMIO
Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
Ramón López Velarde como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.
El campanero Diré con una épica sordina:
Me contó el campanero esta mañana la Patria es impecable y diamantina.
que el año viene mal para los trigos. Suave Patria: permite que te envuelva
Que Juan es novio de una prima hermana en la más honda música de selva
rica y hermosa. Que murió Susana. con que me modelaste por entero
El campanero y yo somos amigos. al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
Me narró amores de sus juventudes y pájaros de oficio carpintero.
y con su voz cascada de hombre fuerte, SEGUNDO ACTO
al ver pasar los negros ataúdes Suave Patria: tú vales por el río
me hizo la narración de mil virtudes de las virtudes de tu mujerío.
y hablamos de la vida y de la muerte. Tus hijas atraviesan como hadas,
o destilando un invisible alcohol,
-¿Y su boda, señor? vestidas con las redes de tu sol,
-Cállate, anciano. cruzan como botellas alambradas.
-¿Será para el invierno? Suave Patria: te amo no cual mito,
-Para entonces, sino por tu verdad de pan bendito;
y si vives aún cuando su mano como a niña que asoma por la reja
me dé la Muerte, campanero hermano, con la blusa corrida hasta la oreja
haz doblar por mi ánima tus bronces. y la falda bajada hasta el huesito.

ALMA EN PENA
Quien gana en amor se pierde, en amor quien pierde,
gana

TIEMPO PERDIDO QUE, COMO DICE EL DICHO, LOS


SANTOS LO LLORAN

Sabia virtud de conocer el tiempo;


a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo...
que de amor y dolor alivia el tiempo.

Aquel amor a quien amé a destiempo


martirizóme tanto y tanto tiempo
que no sentí jamás correr el tiempo,
tan acremente como en ese tiempo.

Amar queriendo como en otro tiempo


—ignoraba yo aún que el tiempo es oro—
cuánto tiempo perdí —ay— cuánto tiempo.

Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,


amor de aquellos tiempos, cómo añoro
la dicha inicua de perder el tiempo...

CANCIÓN DE CUNA
PARA ADORMECER NIÑOS MUY DESPIERTOS
El pescado grande cómese al chiquito
Renato Leduc
y el marrano grande pare al marranito.
PEQUEÑA CANCIÓN DEL OPTIMISTA

El peral da peras y el nopal da tunas


Llovía desesperada el agua turbia del cielo,
y por las ventanas de los rascacielos
desesperada llovía, poniendo un áspero velo
absorben fortunas
entre te quiero y me quieres, entre tu anhelo
banquerillos magros y gordos banqueros.
y mi anhelo.

El pescado grande se come al pez chico


Amor que disuelve el agua en una simple inmersión;
y al pobre pendejo le devora el rico...
amor que se desgañifa invocando a la razón;
amor que piensa en mañana, no es amor de corazón.
El banquero tiene las nalgas enjutas
de tanto mecerlas en muelle sillón.
Tal vez la quise mucho, pero tal vez la quiero.
Duérmete mi niño... Ahí vienen las putas
Esta frase te ofrezco, cuyo único pero
a darte la teta o el biberón...
es que la dijo antes un autor extranjero.

El pescado grande se come al chiquito


Ay de mí, ay de ti. De tus desdenes en vista,
mas banquero grande pare banquerito.
yo fe ofrezco mi cabeza como el señor Juan Bautista.
No hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista
Rascacielos negros, rascacielos rojos
por arriba calvos, por abajo cojos...
La penuria de mis penas, el dolor de mis dolores.
Duérmete criatura, duérmete y no gruñas
Puedo ofrecerte inclusive duelos de todos colores,
que viene el banquero con sus largas uñas.
y aún cosas inusitadas, por ejemplo, sinsabores.

Duérmete pequeño y ya no hagas gestos.


Un amor se pierde ahora, otro amor ahora se gana;
Duérmete y reposa cual si fueras sordo
la mañana será noche y la noche será mañana,
que pronto... un día de estos
y se abrirá en el silencio —breve y única ventana—
los peces chiquitos comerán pez gordo...
como voz de la esperanza, la verde voz de una rana:
una mitad es envidia,
EL SEÑOR MAGISTRADO y la otra, no es caridad.
A la memoria de Rubén
Jaramillo y su familia. XXI

El señor magistrado expedita expedientes Ayer soñé que veía


con criterio cretino pero afilados dientes. a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía...
Se delibera en pleno —sentenciase en privado Después soñé que soñaba.
para halagar al rico y fregar al fregado.

Con la solemne toga y el birrete cuadrado A UN OLMO SECO


es un costal de mañas el gordo magistrado. Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
Obrero, campesino, pueblo desamparado con las lluvias de abril y el sol de mayo
sólo fusil en mano no serás humillado... algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
¿Dónde está la Justicia...? Debajo de una mesa que lame el Duero! Un musgo amarillento
contempla al magistrado que eructa y que bosteza... le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antonio Machado
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
Proverbios y Cantares
te convierta en melena de campana,
I
lanza de carro o yugo de carreta;
Nunca perseguí la gloria
antes que rojo en el hogar, mañana,
ni dejar en la memoria
ardas en alguna mísera caseta,
de los hombres mi canción;
al borde de un camino;
yo amo los mundos sutiles,
antes que te descuaje un torbellino
ingrávidos y gentiles
y tronche el soplo de las sierras blancas;
como pompas de jabón.
antes que el río hasta la mar te empuje
Me gusta verlos pintarse
por valles y barrancas,
de sol y grana, volar
olmo, quiero anotar en mi cartera
bajo el cielo azul, temblar
la gracia de tu rama verdecida.
súbitamente y quebrarse.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
XXIX
otro milagro de la primavera.
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
La saeta
y al volver la vista atrás
Dijo una voz popular:
se ve la senda que nunca
¿Quién me presta una escalera
se ha de volver a pisar.
para subir al madero
Caminante, no hay camino,
para quitarle los clavos
sino estelas en la mar.
a Jesús el Nazareno?
VI

Oh, la saeta, el cantar


De lo que llaman los hombres
al Cristo de los gitanos
virtud, justicia y bondad,
siempre con sangre en las manos, que la calor, la nevada,
siempre por desenclavar. se equivocaba,
se equivocaba.
Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras Que tu falda era tu blusa
anda pidiendo escaleras que tu corazón, su casa,
para subir a la cruz. se equivocaba,
se equivocaba...
Cantar de la tierra mía Paloma desesperada
que echa flores (Rafael Alberti)
al Jesús de la agonía Paloma desesperada,
y es la fe de mis mayores. ¿dónde estás?
Te oigo cantar en el alba,
¡Oh, no eres tú mi cantar pero no sé dónde estás,
no puedo cantar, ni quiero ni en qué árbol, ni en qué rama.
a este Jesús del madero Te oigo cantar en la siesta,
sino al que anduvo en la mar! pero no sé dónde cantas.
¿Dónde estás?

Triste paloma desesperada,


di, ¿por qué desesperada?
Pero no sé dónde estás,
ni en qué árbol, ni en qué rama
Paloma desesperada,
Rafael Alberti)
¿dónde estás?
La Paloma
Se equivocó la paloma
Te oigo cantar en la tarde
se equivocaba.
ya junto a mí, ya lejana,
Por ir al norte, fue al sur
pero no sé dónde estás.
creyó que el trigo era agua,
¿Dónde cantas?
se equivocaba.
¿Dónde cantas?
Te oigo cantar en la noche
Creyó que el mar era el cielo
y siempre desesperada.
que la noche, la mañana,
¿Dónde estás?
se equivocaba,
se equivocaba.
Triste paloma desesperada,
di, ¿por qué desesperada?
Que las estrellas, rocío
Pero no sé dónde estás,
que la calor, la nevada,
ni en qué árbol, ni en qué rama.
se equivocaba,
Paloma desesperada,
se equivocaba.
¿dónde estás?

Que tu falda era tu blusa


De ti
que tu corazón, su casa,
De ti,
se equivocaba,
¿qué será de ti?
se equivocaba.

Cuando te quedes sin mí,


Ella se durmió en la orilla,
¿qué luz te llevará a ti,
tú en la cumbre de una rama.
qué sombra a mí?

Creyó que el mar era el cielo


Dolor de sienes, de ojos,
que la noche, la mañana
dolor de corazón y de huesos,
se equivocaba,
de sangre y alma...
se equivocaba.

Cuando te quedes sin mí.


Que las estrellas, rocío
¿Qué será de ti? Donde yo sólo sea
Cuando te quedes sin mí. Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Te digo adiós (Rafael Alberti)
Te digo adiós, amor, y no estoy triste. Donde mi nombre deje
Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado, Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
un solo beso lento y prolongado Donde el deseo no exista.
que se truncó en dolor cuando partiste.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No supiste entender, no comprendiste No esconda como acero
que era un amor final, desesperado, En mi pecho su ala,
ni intentaste arrancarme de tu lado Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
cuando con duro corazón me heriste.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen
Lloré tanto aquel día que no quiero suya,
pensar que el mismo sufrimiento espero Sometiendo a otra vida su vida,
cada vez que en tu vida reaparece Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

ese amor que al negarlo te ilumina. Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Tu luz es él cuando mi luz decrece, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
tu solo amor cuando mi amor declina. Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Miguel de Unamuno Disuelto en niebla, ausencia,
LA ORACIÓN DEL ATEO Ausencia leve como carne de niño.

Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,


Allá, allá lejos;
y en tu nada recoge estas mis quejas, Donde habite el olvido.

Tú que a los pobres hombres nunca dejas


Si el hombre pudiera decir lo que ama
sin consuelo de engaño. No resistes
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
Cuando Tú de mi mente más te alejas, como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
más recuerdo las plácidas consejas
para saludar la verdad erguida en medio,
con que mi ama endulzóme noches tristes. pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
la verdad de sí mismo,
que no eres sino Idea; es muy angosta que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
la realidad por mucho que se expande
yo sería aquel que imaginaba;
para abarcarte. Sufro yo a tu costa, aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
Dios no existente, pues si Tú existieras la verdad de su amor verdadero.
existiría yo también de veras.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en
alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
Luis Cernuda la única libertad que me exalta,
DONDE HABITE EL OLVIDO la única libertad por que muero.
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Tú justificas mi existencia: Si ves un monte de espumas,
si no te conozco, no he vivido; Es mi verso lo que ves,
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.

Mi verso es como un puñal


Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.

Mi verso es de un verde claro


Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:


Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.

José Martí
Vierte corazón tu pena...
Sólo el amor, engendra melodías.

Vierte, corazón, tu pena


YO SOY UN HOMBRE SINCERO...
Donde no se llegue a ver,
Yo soy un hombre sincero
Por soberbia, y por no ser
De donde crece la palma,
Motivo de pena ajena.
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.
La niña de Guatemala
Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy: Quiero, a la sombra de una ala,
Arte soy entre las artes, Contar este cuento en flor,
En los montes, monte soy. La niña de Guatemala
La que se murió de amor.
Con los pobres de la tierra Eran de lirios los ramos,
Quiero yo mi suerte echar: Y las orlas de reseda
El arroyo de la sierra Y de jazmín: la enterramos
Me complace más que el mar En una caja de seda.
Ella dio al desmemoriado,
Tiene el leopardo un amigo... Una almohadilla de olor,
Tiene el leopardo un abrigo Él volvió, volvió casado,
En su monte seco y pardo: Ella se murió de amor.
Yo tengo más que el leopardo, Iban llevándola en andas,
Porque tengo un buen amigo.
Obispos y embajadores,
Atrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.
Cultivo una rosa blanca...
Ella por volverlo a ver,
Cultivo una rosa blanca,
Salió a verlo al mirador,
En julio como en enero,
Él volvió con su mujer,
Para el amigo sincero,
Ella se murió de amor.
Que me da su mano franca.
Como de hierro candente,
Y para el cruel que me arranca,
Al beso de despedida,
El corazón conque vivo,
Era su frente la frente,
Cardo ni ortiga cultivo,
Que más he amado en la vida.
Cultivo una rosa blanca.
Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor,
Si ves un monte de espumas...
Dicen que murió de frío, el mejor de los caminos,
Yo sé que murió de amor. montado en potra de nácar
Allí en la bóveda helada, sin bridas y sin estribos.
La pusieron en dos bancos, No quiero decir, por hombre,
Besé su mano afilada, las cosas que ella me dijo.
Besé sus zapatos blancos. La luz del entendimiento
De tarde al oscurecer, me hace ser muy comedido.
Me llamó el enterrador, Sucia de besos y arena
Nunca más he vuelto a ver, yo me la llevé del río.
A la que murió de amor. Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
FEDERICO GARCÍA LORCA me dijo que era mozuela
LA CASADA INFIEL cuando la llevaba al río
Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela, Verde, que te quiero verde
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago (Federico Garcia Lorca)
y casi por compromiso. Verde, que te quiero verde.
Se apagaron los faroles Verde viento. Verdes ramas.
y se encendieron los grillos. El barco sobre la mar
En las últimas esquinas Y el caballo en la montaña.
toqué sus pechos dormidos, Con la sombra en la cintura
y se me abrieron de pronto Ella sueña en su baranda,
como ramos de jacintos. Verde carne, pelo verde,
El almidón de su enagua Con ojos de fría plata.
me sonaba en el oído, Verde que te quiero verde.
como una pieza de seda Bajo la luna gitana,
rasgada por diez cuchillos. Las cosas la están mirando
Sin luz de plata en sus copas Y ella no puede mirarlas.
los árboles han crecido, Verde, que te quiero verde.
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras, No te lleves tu recuerdo
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo No te lleves tu recuerdo.
hice un hoyo sobre el limo. Déjalo solo en mi pecho.
Yo me quité la corbata. Temblor de blanco cerezo
Ella se quitó el vestido. En el martirio de enero.
Yo el cinturón con revólver. Me separa de los muertos
Ella sus cuatro corpiños. Un muro de malos sueños.
Ni nardos ni caracolas Toda la noche, corriendo
tienen el cutis tan fino, Los membrillos de veneno.
ni los cristales con luna Algunas veces el viento
relumbran con ese brillo. Es un tulipán de miedo.
Sus muslos se me escapaban Es un tulipán enfermo,
como peces sorprendidos, La madrugada de invierno.
la mitad llenos de lumbre, Un muro de malos sueños
la mitad llenos de frío. Me separa de los muertos.
Aquella noche corrí La niebla cubre en silencio
El valle gris de tu cuerpo. Otros de rubor cansado
Por el arco del encuentro encendieron un candil.
La cicuta está creciendo. Y cuando los cuatro primos
Pero deja tu recuerdo llegan a Benamejí,
Déjalo solo en mi pecho. voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.

Muerte de antoñito el Camborio


Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
**** Miguel Hernandez)
Bañó con sangre enemiga Para la libertad
su corbata carmesí, Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
pero eran cuatro puñales Para la libertad, mis ojos y mis manos,
y tuvo que sucumbir. como un árbol carnal, generoso y cautivo,
Cuando las estrella clavan doy a los cirujanos.
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan Para la libertad siento más corazones
verónicas de alhelí, que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
voces de muerte sonaron y entro en los hospitales y entro en los algodones
cerca del Guadalquivir. como en las azucenas.
*
Antonio Torres Heredia. Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
Camborio de dura crin, ella pondrá dos piedras de futura mirada
moreno de verde luna, y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
voz de clavel varonil: en la carne talada.
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir? Retoñarán aladas de savia sin otoño,
Mis cuatro primos Heredias reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Hijos de Benamejí. Porque soy como el árbol talado, que retoño
Lo que en otros no envidiaban, y aún tengo la vida.
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto, Llego con tres heridas
medallones de marfil, Llegó con tres heridas:
y este cutis amasado la del amor,
con aceituna y jazmín. la de la muerte,
¡Ay, Antoñito el Camborio, la de la vida.
digno de una Emperatriz! Con tres heridas viene:
Acuérdate de la Virgen la de la vida,
porque te vas a morir. la del amor,
¡Ay Federico García, la de la muerte.
llama a la guardia civil! Con tres heridas yo:
Ya mi talle se ha quebrado la de la vida,
como caña de maíz. la de la muerte,
* la del amor.
Tres golpes de sangre tuvo Menos tu vientre
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca Menos tu vientre
se volverá a repetir. Menos tu vientre,
Un ángel marchoso pone todo es confuso.
su cabeza en un cojín. Menos tu vientre,
todo es futuro caballero del honor,
fugaz, pasado ponme a la grupa contigo,
baldío, turbio. y llévame a ser contigo
Menos tu vientre, pastor.
todo es oculto. Por la manchega llanura
Menos tu vientre, se vuelve a ver la figura
todo inseguro, de Don Quijote pasar...
todo postrero,
polvo sin mundo. Nadie fue ayer (Leon Felipe)
Menos tu vientre, Nadie fue ayer,
todo es oscuro. ni va hoy,
Menos tu vientre ni irá mañana
claro y profundo. hacia Dios
por este mismo camino
León Felipe que yo voy.
Llamadme publicano Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
Yo no sé muchas cosas, es verdad. y un camino virgen
Digo tan sólo lo que he visto.
Dios.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
Colofon
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con
cuentos, Luz...
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, Cuando mis lágrimas te alcancen
que los huesos del hombre los entierran con cuentos, la función de mis ojos
y que el miedo del hombre... ya no será llorar,
ha inventado todos los cuentos. sino ver.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos... Así es mi vida
y sé todos los cuentos.
Así es mi vida,
VENCIDOS
piedra,
Por la manchega llanura
como tú. Como tú,
se vuelve a ver la figura
piedra pequeña;
de Don Quijote pasar.
como tú,
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
piedra ligera;
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
como tú,
va cargado de amargura,
canto que ruedas
que allá encontró sepultura
por las calzadas
su amoroso batallar.
y por las veredas;
Va cargado de amargura,
como tú,
que allá «quedó su ventura»
guijarro humilde de las carreteras;
en la playa de Barcino, frente al mar.
como tú,
Por la manchega llanura
que en días de tormenta
se vuelve a ver la figura
te hundes
de Don Quijote pasar.
en el cieno de la tierra
Va cargado de amargura,
y luego
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.
centelleas
¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
bajo los cascos
en horas de desaliento así te miro pasar!
y bajo las ruedas;
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
como tú, que no has servido
y llévame a tu lugar;
para ser ni piedra
hazme un sitio en tu montura,
de una lonja,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
ni piedra de una audiencia,
que yo también voy cargado
ni piedra de un palacio,
de amargura
ni piedra de una iglesia;
y no puedo batallar!
como tú,
Ponme a la grupa contigo,
piedra aventurera; Aire
como tú,
que tal vez estás hecha El aire juega a las distancias: acerca el horizonte,
sólo para una honda, echa a volar los árboles
piedra pequeña y levanta vidrieras entre los ojos y el paisaje.
y
ligera... El aire juega a los sonidos:
rompe los tragaluces del cielo,
y llena con ecos de plata de agua
el caracol de los oídos.

El aire juega a los colores:


Xavier Villaurrutia
tiñe con verde de hojas el arroyo
y lo vuelve, súbito, azul,
AMOR CONDUSSE NOI AD UNA MORTE
o le pasa la borla de una nube.
Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
El aire juega a los recuerdos:
es un querer saber todo lo tuyo
se lleva todos los ruidos
y a la vez un temor de al fin saberlo.
y deja espejos de silencio
Amar es reconstruir, cuando te alejas,
para mirar los años vividos.
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.
Amar es una cólera secreta,
nocturno muerto
una helada y diabólica soberbia.
Primero un aire tibio y lento que me ciña
Amar es no dormir cuando en mi lecho
como la venda al brazo enfermo de un enfermo
sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y que me invada luego como el silencio frío
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
al cuerpo desvalido y muerto de algún muerto.
acaso en otros brazos te abandonas.
Amar es escuchar sobre tu pecho,
Después un ruido sordo, azul y numeroso,
hasta colmar la oreja codiciosa,
preso en el caracol de mi oreja dormida
el rumor de tu sangre y la marea
y mi voz que se ahogue en ese mar de miedo
de tu respiración acompasada.
cada vez más delgada y más enardecida.
Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
¿Quién medirá el espacio, quién me dirá el momento
hasta que de la brisa de tu aliento
en que se funda el hielo de mi cuerpo y consuma
se impregnen para siempre mis entrañas.
el corazón inmóvil como la llama fría?
Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.
La tierra hecha impalpable silencioso silencio,
Amar es provocar el dulce instante
la soledad opaca y la sombra ceniza
en que tu piel busca mi piel despierta;
caerán sobre mis ojos y afrentarán mi frente.
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
SUITE DEL INSOMNIO
provisional, desgarradora, oscura.
Eco
Amar es una sed, la de la llaga
La noche juega con los ruidos
que arde sin consumirse ni cerrarse,
copiándolos en sus espejos de
y el hambre de una boca atormentada
sonidos.
que pide más y más y no se sacia.
Silbatos
Amar es una insólita lujuria
Lejanos, largos
y una gula voraz, siempre desierta.
—¿de qué trenes sonámbulos?—,
Pero amar es también cerrar los ojos,
se persiguen como serpientes,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
ondulando.
como un río de olvido y de tinieblas,
Tranvías
y navegar sin rumbo, a la deriva:
Casas que corren locas
porque amar es, al fin, una indolencia.
de incendio, huyendo
de sí mismas, Y en el juego angustioso de un espejo frente
entre los esqueletos de las otras a otro cae mi voz
inmóviles, quemadas ya. y mi voz que madura
Espejo y mi voz quemadura
Ya nos dará la luz, y mi bosque madura
mañana, como siempre, y mi voz quema dura
un rincón que copiar como el hielo de vidrio
exacto, eterno. como el grito de hielo
Cuadro aquí en el caracol de la oreja
Qué temor, qué dolor el latido de un mar en el que no sé nada
de envidia en el que no se nada
hacer luz y encontrarte porque he dejado pies y brazos en la orilla
—mujer despierta siempre—, siento caer fuera de mí la red de mis nervios
ahora que crees que no te veo, mas huye todo como el pez que se da cuenta
dormida. hasta ciento en el pulso de mis sienes
Reloj muda telegrafía a la que nadie responde
¿Qué corazón avaro porque el sueño y la muerte nada tienen ya
cuenta el metal que
de los instantes? decirse.
Agua
Tengo sed.
¿De qué agua?
¿Agua de sueño? No,
de amanecer.
Alba
Lenta y morada
pone ojeras en los cristales y en la mirada.
DÉCIMA MUERTE
a Ricardo de Alcázar
I
Nocturno en que nada se oye ¡Qué prueba de la existencia
En medio de un silencio desierto como la habrá mayor que la suerte
calle antes de estar viviendo sin verte
del crimen y muriendo en tu presencia!
sin respirar siquiera para que nada turbe mi Esta lúcida conciencia
muerte de amar a lo nunca visto
en esta soledad sin paredes y de esperar lo imprevisto;
al tiempo que huyeron los ángulos este caer sin llegar
en la tumba del lecho dejo mi estatua sin es la angustia de pensar
sangre que puesto que muero existo.
para salir en un momento tan lento II
en un interminable descenso Si en todas partes estás,
sin brazos que tender en el agua y en la tierra,
sin dedos para alcanzar la escala que cae de en el aire que me encierra
un y en el incendio voraz;
piano invisible y si a todas partes vas
sin más que una mirada y una voz conmigo en el pensamiento,
que no recuerdan haber salido de ojos y labios ¿qué son en el soplo de mi aliento
labios? ¿qué son miradas y en mi sangre confundida,
que son labios? ¿no serás, Muerte, en mi vida,
y mi voz ya no es mía agua, fuego, polvo y viento?
dentro del agua que no moja III
dentro del aire de vidrio Si tienes manos, que sean
dentro del fuego lívido que corta como el de un tacto sutil y blando,
grito apenas sensible cuando
anestesiado me crean; de mi más secreta herida;
y que tus ojos me vean si mi muerte te da vida
sin mirarme, de tal suerte y goce mi frenesí,
que nada me desconcierte ¿qué será, Muerte, de ti
ni tu vista ni tu roce, cuando al salir yo del mundo
para no sentir un goce deshecho el nudo profundo,
ni un dolor contigo, Muerte. tengas que salir de mí?
IV X
Por caminos ignorados, En vano amenazas, Muerte,
por hendiduras secretas, cerrar la boca a mi herida
por las misteriosas vetas y poner fin a mi vida
de troncos recién cortados, con una palabra inerte.
te ven mis ojos cerrados ¡Qué puedo pensar al verte,
entrar en mi alcoba oscura si en mi angustia verdadera
a convertir mi envoltura tuve que violar la espera;
opaca, febril, cambiante, si en vista de tu tardanza
en materia de diamante para llenar mi esperanza
luminosa, eterna y pura. no hay hora en que yo no muera!
V
No duermo para que al verte
llegar lenta y apagada,
para que al oír pausada
tu voz que silencios vierte,
para que al tocar la nada
que envuelve tu cuerpo yerto,
para que a tu olor desierto
pueda, sin sombra de sueño,
saber que de ti me adueño,
sentir que muero despierto.
VII
En el roce, en el contacto,
en la inefable delicia
de la suprema caricia
que desemboca en el acto,
hay el misterioso pacto
del espasmo delirante
en que un cielo alucinante
y un infierno de agonía
se funden cuando eres mía
y soy tuyo en un instante.
VIII
¡Hasta en la ausencia estás viva!
Porque te encuentro en el hueco
de una forma y en el eco
de una nota fugitiva;
porque en mi propia saliva
fundes tu sabor sombrío,
y a cambio de lo que es mío
me dejas sólo el temor
de hallar hasta en el sabor
la presencia del vacío.
IX
Si te llevo en mí prendida
y te acaricio y escondo;
si te alimento en el fondo
para que el vaso de agua campesina

se convierta en alegre limonada.

Vuelo de voces

JOSE GOROSTIZA
Carlos PELLICER MUERTE SIN FIN
Iza la flor enseña,
Mariposa agua, en el prado.
¡Oh, qué mercadería
Mariposa, flor de aire, de olor alado!
peina el área de la rosa.
Todo e s así, mariposa ¡Oh, que mercadería
cuando se vive en el aire. de tenue olor!
Y las horas del aire son ¡cómo inflama los aires
las de las voces que vuelan. con su rubor!
Sólo en las v oces que vuelan
lleva alas el corazón. ¡Qué anegado de gritos
Llévalas de aquí, que son está el jardín!
únicas voces que v uelan. "¡Yo, el heliotropo, yo!"
"¿Yo? El jazmín."

Angustia: Es sombra de la puerta/ Ay, pero el agua,


que no se abre de noche ni de día. ay, si no huele a nada.

Vida: Es apenas/un milagroso reposar de barcas en la Tiene la noche un árbol


blanda quietud de las arenas. con frutos de ámbar;
tiene una tez la tierra,
ay, de esmeraldas.
Flores: Un poco de agua llena de confeti El tesón de la sangre
Carlos Pellicer anda de rojo;
anda de añil el sueño;
Sueño: El tiempo sin el tiempo. la dicha, de oro.
Carlos Pellicer
Tiene el amor feroces
galgos morados;
Fuego: Sombra sola entre inmensas claridades. pero también sus mieses,
Carlos Pellicer también sus pájaros.

Ay, pero el agua,


Colinas ay, si no luce a nada.
Pero esos zopilotes estandartes...

Les envidio a ustedes la tarea Sabe a luz, a luz fría,


sí, la manzana.
de recoger estrellas
¡Qué amanecida fruta
que quedan tiradas en la mañana. tan de mañana!
-Sí; tenemos ya una colección bastante completa.
¡Qué anochecido sabes,
Dicen que las pagan muy bien en Groenlandia.
tú, sinsabor!
¡cómo pica en la entraña
¡Dibujar las colinas! Repartirles los ojos tu picaflor!

y llevarles palabras finas.


Sabe la muerte a tierra,
Mojar largo el pincel; apartar la neblina la angustia a hiel.
Este morir a gotas
de las nueve de la mañana,
me sabe a miel.
Ay, pero el agua,
ay, si no sabe a nada. Pausas II
[ Baile ]
Pobrecilla del agua, No canta el grillo. Ritma
ay, que no tiene nada, la música
ay, amor, que se ahoga, de una estrella.
ay, en un vaso de agua.
Mide
Faro: Rubio pastor de barcas pescadoras. las pausas luminosas
con su reloj de arena.

Pausas I Traza
sus órbitas de oro
¡El mar, el mar! en la desolación etérea.
Dentro de mí lo siento.
Ya sólo de pensar La buena gente piensa
en él, tan mío, -sin embargo-
tiene un sabor de sal mi pensamiento. que canta una cajita
de música en la hierba.
¿Quién me compra una naranja?
A Carlos Pellicer

¿Quién me compra una naranja


para mi consolación?
Una naranja madura
en forma de corazón.

La sal del mar en los labios


¡ay de mí!
La sal del mar en las venas
y en los labios recogí.

Nadie me diera los suyos


para besar.
La blanda espiga de un beso
yo no la puedo segar.

Nadie pidiera mi sangre


para beber.
Yo mismo no sé si corre
o si deja de correr.

Como se pierden las barcas


¡ay de mí!
como se pierden las nubes
y las barcas, me perdí.

y pues nadie me lo pide,


ya no tengo corazón.
¿quien me compra una naranja
para mi consolación?
Con estos cubos de colores
Salvador Novo yo puedo construir un altar y una casa,
y una torre y un túnel,
Breve Romance de Ausencia y puedo luego derribarlos.
Pero en la escuela
Unico amor, ya tan mío querrán que yo haga un mapa con un
que va sazonando el Tiempo: lápiz,
¡qué bien nos sabe la ausencia querrán que trace el mundo
cuando nos estorba el cuerpo! y el mundo me da miedo
Mis manos te han olvidado yo solo puedo
pero mis ojos te vieron construir un altar y una casa,
y cuando es amargo el mundo
para mirarte los cierro.
No quiero encontrarte nunca,
que estás conmigo y no quiero
que despedace tu vida
lo que fabrica mi sueño.
Como un día me la diste
viva tu imagen poseo,
que a diario lavan mis ojos
con lágrimas tu recuerdo.
Otro se fue, que no tú,
amor que clama el silencio
si mis brazos y tu boca
con las palabras partieron.
Otro es éste, que no yo,
mudo, conforme y eterno
como este amor, ya tan mío
que irá conmigo muriendo.

La historia

¡Mueran los gachupines!


Mi padre es cachupín,
el profesor me mira con odio
y nos cuenta la guerra de Independencia
y como los españoles eran malos y crueles
con los indios –él es indio-,
y todos los muchachos gritan que mueran los
gachupines.

Pero yo me rebelo
y pienso que son escupidos:
Eso dice la historia
pero ¿Cómo la vamos a saber nosotros?

La geografía

JAIME TORRES BODET


Manzana

Conciencia del frutero campesino, Gilberto Owen


manzana, entre las uvas y las nueces
¡de qué rubor tardío te embelleces
con el otoño que te presta el vino! La pompa de jabón

Gira en la piel de tu contacto fino una Te saludan los pájaros, las cosas
dulzura sana, sin dobleces, todos afinan para ti
su mejor alba de sonrisa
y del reflejo en que tu forma acreces
llenas, sincera, el vaso cristalino.
Y recuerdan tus viajes, cuando ibas
como un poco de río
Porque es tan limpia la pulida esfera de tu redondo y frágil, por el cause
carne de plata y tan segura que el paisaje innúmero del viento.
que mira, refrigera.
Y te recuerdan, Arca de Noe,
Y corre por la helada dentadura porque le regalan a los niños,
una acidez, al verte, que no altera transmutando en juguetería
la sed, sino la moja y la madura. de Noche Buena, el Mundo.

Lluvia: Tumulto en puntas de cuchillos.

Música oculta
Jorge Cuesta

AMOR EN SOMBRA
Como el bosque tiene
tanta flor oculta,
parece olorosa Abro de amor a ti mi sangre rota,
para invadirte sin saberte amada.
la luz de la luna. El íntimo sollozo es negra espada
que en la dureza de su luz se embota.
Como el cielo tiene
Al borde de mi sombra tu alma brota,
tanta estrella oculta, así mi linde está más amparada.
parece mirarnos Y aunque la fuga es más precipitada
la noche de luna. tu ausencia es cada vez menos remota.

Tu luz es lo que más me apesadumbra


¡Como el alma tiene y si enciendes mis ojos con tu vida
su música oculta, el corazón me dobla la penumbra.

parece que el alma


Mi soledad tu nombre dilapida
llora con la luna! ... a la sombra del aire que te encumbra
y apaga el lujo de tu voz vencida.
PABLO NERUDA
Ángel González
OTRAS VECES Sube a nacer conmigo, hermano.

Quisiera estar en otra parte, Dame la mano desde la profunda


mejor en otra piel, zona de tu dolor diseminado.
y averiguar si desde allí la vida, No volverás del fondo de las rocas.
por las ventanas de otros ojos,
No volverás del tiempo subterráneo.
se ve así de grotesca algunas tardes.
No volverá tu voz endurecida.
Me gustaría mucho conocer No volverán tus ojos taladrados.
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras, Mírame desde el fondo de la tierra,
comprobar si el pasado labrador, tejedor, pastor callado:
impregna los tejidos del mismo zumo acre, domador de guanacos tutelares:
si todos los recuerdos en todas las memorias albañil del andamio desafiado:
desprenden este olor aguador de las lágrimas andinas:
a fruta madura mustia y a jazmín podrido. joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla:
Desearía mirarme
alfarero en tu greda derramado:
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
traed a la copa de esta nueva vida
para que así el desprecio
destruya los despojos vuestros viejos dolores enterrados.
de todo lo que nunca enterrará el olvido. Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
CUMPLEAÑOS no entregó a tiempo la piedra o el grano:
Yo lo noto: cómo me voy volviendo señaladme la piedra en que caísteis
menos cierto, confuso, y la madera en que os crucificaron,
disolviéndome en aire encendedme los viejos pedernales,
cotidiano, burdo las viejas lámparas, los látigos pegados
jirón de mí, deshilachado
a través de los siglos en las llagas
y roto por los puños.
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro. Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
¡Mover el corazón todos los días A través de la tierra juntad todos
casi cien veces por minuto! los silenciosos labios derramados
Para vivir un año es necesario y desde el fondo habladme toda esta larga noche
morirse muchas veces mucho. como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
LA VERDAD DE LA MENTIRA ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
como un río de tigres enterrados,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
y dejadme llorar, horas, días, años,
- ¿Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira? edades ciegas, siglos estelares.
Y él respondió: Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
- Lo sé; Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
pero lo que yo siento es de verdad. Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.

POEMA 20
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, Como todas las cosas están llenas de mi alma
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos." emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
El viento de la noche gira en el cielo y canta. y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. Déjame que te hable también con tu silencio
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Ella me quiso, a veces yo también la quería. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.


Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. ODA A LA ALEGRÍA


La noche está estrellada y ella no está conmigo. ALEGRÍA
hoja verde
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. caída en la ventana,
Mi alma no se contenta con haberla perdido. minúscula
claridad
Como para acercarla mi mirada la busca. recién nacida,
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. elefante sonoro,
deslumbrante
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. moneda,
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. a veces
ráfaga quebradiza,
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. pero
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. más bien
pan permanente,
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. esperanza cumplida,
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. deber desarrollado.
Te desdeñé, alegría.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Fui mal aconsejado.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. La luna
me llevó por sus caminos.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, Los antiguos poetas
mi alma no se contenta con haberla perdido. me prestaron anteojos
y junto a cada cosa
Aunque éste sea el ultimo dolor que ella me causa, un nimbo oscuro
y estos sean los últimos versos que yo le escribo. puse,
sobre la flor una corona negra,
sobre la boca amada
un triste beso.
Aún es temprano.
Poema 15 Déjame arrepentirme.
ME gustas cuando callas porque estás como ausente, Pensé que solamente
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. si quemaba
Parece que los ojos se te hubieran volado mi corazón
y parece que un beso te cerrara la boca. la zarza del tormento,
si mojaba la lluvia Con el vuelo entreabierto
mi vestido de la estrella,
en la comarca cárdena del luto, y con el regocijo
si cerraba de la espuma!
los ojos a la rosa Voy a cumplir con todos
y tocaba la herida, porque debo
si compartía todos los dolores, a todos mi alegría.
yo ayudaba a los hombres. No se sorprenda nadie porque quiero
No fui justo. entregar a los hombres
Equivoqué mis pasos los dones de la tierra,
y hoy te llamo, alegría. porque aprendí luchando
Como la tierra que es mi deber terrestre
eres propagar la alegría.
necesaria. Y cumplo mi destino con mi canto.
Como el fuego
sustentas
los hogares.
Como el pan
eres pura. POEMA 12
Como el agua de un río Para mi corazón basta tu pecho,
eres sonora.
Como una abeja para tu libertad bastan mis alas.
repartes miel volando. Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Alegría,
Es en ti la ilusión de cada día.
fui un joven taciturno,
Llegas como el rocío a las corolas.
hallé tu cabellera
Socavas el horizonte con tu ausencia.
escandalosa. Eternamente en fuga como la ola.
No era verdad, lo supe
cuando en mi pecho
desató su cascada. He dicho que cantabas en el viento
Hoy, alegría, como los pinos y como los mástiles.
encontrada en la calle, Como ellos eres alta y taciturna.
lejos de todo libro, Y entristeces de pronto como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
acompáñame:
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
contigo
Yo desperté y a veces emigran y huyen
quiero ir de casa en casa,
pájaros que dormían en tu alma.
quiero ir de pueblo en pueblo,
de bandera en bandera.
No eres para mí solo.
A las islas iremos,
a los mares.
A las minas iremos,
a los bosques.
No sólo leñadores solitarios,
pobres lavanderas
o erizados, augustos
picapedreros,
me van a recibir con tus racimos,
sino los congregados,
los reunidos,
los sindicatos de mar o madera,
los valientes muchachos
en su lucha.
Contigo por el mundo! ROSARIO CASTELLANOS
Con mi canto!
MEMORIAL DE TLATELOLCO
para los dos. Y no basta la tierra
La oscuridad engendra la violencia para los cuerpos juntos
y la violencia pide oscuridad y la ración de la esperanza es poca
para cuajar el crimen. y el dolor no se puede compartir.
Por eso el dos de octubre aguardó hasta la noche
para que nadie viera la mano que empuñaba El hombre es animal de soledades,
el arma, sino sólo su efecto de relámpago. ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
¿Y a esa luz, breve y lívida, quién? ¿Quién es el que mata?
¿Quiénes los que agonizan, los que mueren? Ah, pero el odio, su fijeza insomne
¿Los que huyen sin zapatos? de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
¿Los que van a caer al pozo de una cárcel?
¿Los que se pudren en el hospital?
El ciervo va a beber y en el agua aparece
¿Los que se quedan mudos, para siempre, de espanto?
el reflejo de un tigre.
De Lívida Luz
¿Quién? ¿Quiénes? Nadie. Al día siguiente, nadie.
La plaza amaneció barrida; los periódicos
LÍMITE
dieron como noticia principal
el estado del tiempo. Aquí, bajo esta rama, puedes hablar de amor.
y en la televisión, en el radio, en el cine
no hubo ningún cambio de programa, Más allá es la ley, es la necesidad,
ningún anuncio intercalado ni un la pista de la fuerza, el coto del terror,
minuto de silencio en el banquete. el feudo del castigo.
(Pues prosiguió el banquete.)
Más allá, no.
No busques lo que no hay: huellas, cadáveres
que todo se le ha dado como ofrenda a una diosa,
a la Devoradora de Excrementos. NOCTURNO
No hurgues en los archivos pues nada consta en actas.
Para vivir es demasiado el tiempo;
Más he aquí que toco una llaga: es mi memoria. para saber no es nada.
Duelo, luego es verdad. Sangre con sangre ¿A qué vinimos, noche, corazón de la noche?
y si la llamo mía traiciono a todos.
No es posible sino soñar, morir,
soñar que no morimos
Recuerdo, recordamos.
y, a veces, un instante, despertar.
Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca
sobre tantas conciencias mancilladas,
sobre un texto iracundo sobre una reja abierta,
sobre el rostro amparado tras la máscara.
Recuerdo, recordemos
hasta que la justicia se siente entre nosotros. RETORNO

Has muerto tantas veces; nos hemos despedido


en cada muelle,
en cada andén de los desgarramientos,
DESTINO
amor mío, y regresas
con otra faz de flor recién abierta
Matamos lo que amamos. Lo demás
que no te reconozco hasta que palpo
no ha estado vivo nunca.
dentro de mí la antigua cicatriz
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
en la que deletreo arduamente tu nombre.
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
ELEGÍA
de respirar con un pulmón ajeno!
Nunca, como a tu lado, fui de piedra.
El aire no es bastante
Tú me quieres nívea,
Y yo que me soñaba nube, agua, Tú me quieres blanca,
aire sobre la hoja, Tú me quieres alba.
fuego de mil cambiantes llamaradas,
Tú que hubiste todas
sólo supe yacer,
Las copas a mano,
pesar, que es lo que sabe hacer la piedra
De frutos y mieles
alrededor del cuello del ahogado.
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
PROPOSICIÓN DE LA BOA Negros del Engaño
(A las puertas de la Tour d'Argent) Vestido de rojo
Corriste al Estrago.
No comas nunca nada
que no seas capaz de digerir,
Tú que el esqueleto
que no seas capaz de vomitar.
Conservas intacto
No sé todavía
Una palmera Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
Señora de los vientos, (Dios te lo perdone),
garza de la llanura, Me pretendes casta
cuando te meces canta (Dios te lo perdone),
tu cintura. ¡Me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,


Gesto de la oración
Vete a la montaña;
o preludio del vuelo,
Límpiate la boca;
en tu copa se vierten uno a uno Vive en las cabañas;
los cielos. Toca con las manos
La tierra mojada;
Desde el país oscuro de los hombres Alimenta el cuerpo
he venido, a mirarte, de rodillas. Con raíz amarga;
Alta, desnuda, única. Bebe de las rocas;
Poesía. Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Alfonsina Storni Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Tú me quieres blanca Entonces, buen hombre,
Tú me quieres alba, Preténdeme blanca,
Me quieres de espumas, Preténdeme nívea,
Me quieres de nácar. Preténdeme casta.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
peso ancestral
De perfume tenue.
Corola cerrada
Tú me dijiste: no lloró mi padre;
Ni un rayo de luna tú me dijiste: no lloró ni abuelo;
Filtrado me haya. no han llorado los hombres de mi raza,
Ni una margarita eran de acero.
Se diga mi hermana.
Así diciendo te brotó una lágrima No dejes que tus labios hallen mis once letras.
y me cayó en la boca... más veneno.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.
Yo no he bebido nunca en otro vaso
así pequeño. No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto:

desde la oscura tierra vendría por tu voz.


Débil mujer, pobre mujer que entiende
No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre.
dolor de siglos conocí al beberlo:
¡Oh, el alma mía soportar no puede Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.
todo su peso!

COMO TÚ

YO COMO TÚ
amo el amor,
la vida,
el dulce encanto de las cosas
el paisaje celeste de los días de enero.

También mi sangre bulle


y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan,
de todos.

Y que mis venas no terminan en mí,


sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.

ROQUE DALTON CESAR VALLEJO


Piedra negra sobre una piedra blanca
Alta hora de la noche
Me moriré en París con aguacero,
Cuando sepas que he muerto un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París –y no me corro–
no pronuncies mi nombre tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.
porque se detendría la muerte y el reposo
Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos, a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
sería el tenue faro buscando por mi niebla. con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban


Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas. todos sin que él les haga nada;
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta. le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

MASA
AL FIN DE la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:


«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,


clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,


con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra


le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.

INTENSIDAD Y ALTURA

Quiero escribir, pero me sale espuma,


quiero decir muchísimo y me atollo;
TOMAS SEGOVIA
no hay cifra hablada que no sea suma,
1
no hay pirámide escrita, sin cogollo.
Algo más que la noche está cayendo
Está cayendo mudamente tiempo
Quiero escribir, pero me siento puma;
En un fondo de copa irrecobrable
quiero laurearme, pero me encebollo.
No hay tos hablada, que no llegue a bruma
2
no hay dios ni hijo de dios, sin desarrollo.
Un tesoro de tiempo inempleable nieva

Vámonos, pues, por eso, a comer yerba,


carne de llanto, fruta de gemido,
3
nuestra alma melancólica en conserva.
Más allá de mi vida se despliegan
Blancas llanuras desde siempre intactas
¡Vámonos! ¡Vámonos! Estoy herido;
La nieve verdadera de las horas
Vámonos a beber lo ya bebido,
Cayó siempre detrás de mis balcones
vámonos, cuervo, a fecundar tu cueva.

4
Hoy lo sé más
Hoy que me exalta tanto 11
El desolado amor de las desolaciones Tócame tiempo
Y admiro sin mesura entre sus velos Para tus dedos aún estoy desnudo.
Trozos de vida bellamente en ruinas

5
Hoy quisiera saber un poco más
Si algo esperaba y si sería esto
Un poco más quisiera saber dónde
Dónde mi vida se ha estado viviendo
Si esperaba tal vez este momento
De mudez no buscada
O esta desolación que es buscar nada
O es nada este momento que esperaba
Y no esperaba desde nunca nada
6
Cae el oscuro anochecer huraño
La ciudad se cobija
Para entrar en las sombras embozada
Con una mano en sueños entre las de la noche
Y la frente desnuda bajo el frío
Algo más que la noche se despierta
En mí desde muy lejos se despierta
El que puesto a mirar desde mis lentos ojos
Ve que es de amor la miel de los faroles

7
Navegar junto a él en pensamientos
Menos veloces que el veloz instante
Para ver que se alejan los minutos
Horas que caben dentro de las horas
Y pisa el pie su propio paso
Y se espera el compás a que lo alcance
Su melodía ELISEO DIEGO
Comienza un lunes
8 La eternidad por fin comienza un lunes
Ese que cuenta como su fortuna y el día siguiente apenas tiene nombre
Vanos ruidos de sílabas sin peso y el otro es el oscuro, al abolido.
Ese sólo podría afirmar sin mentira Y en él se apagan todos los murmullos
(Pero precisamente no hace caso) y aquel rostro que amábamos se esfuma
Que está del todo en el lugar que llena y en vano es ya la espera, nadie viene.
La eternidad ignora las costumbres,
9 le da lo mismo rojo que azul tierno,
Encerrado en mi casa oía al tiempo se inclina al gris, al humo, a la ceniza.
Rondar afuera hecho una fiera airada Nombre y fecha tú grabas en un mármol,
Pero otro en mí ese que habla ahora los roza displicente con el hombro,
Estaba ya rendido a su torrente ni un montoncillo de amargura deja.
Y sin embargo, ves, me aferro al lunes
10 y al día siguiente doy el nombre tuyo
Pero di pero atrévete a decir y con la punta del cigarro escribo
Que ése desde el comienzo había vencido en plena oscuridad: aquí he vivido.
Habla hueco viviente ausencia alma
Mentira oracular dime “aquí estoy” Testamento
Habiendo llegado al tiempo en que
la penumbra ya no me consuela más
y me apocan los presagios pequeños;
habiendo llegado a este tiempo;

y como las heces del café


abren de pronto ahora para mí
sus redondas bocas amargas;

habiendo llegado a este tiempo;

y perdida ya toda esperanza de


algún merecido ascenso, de
ver el manar sereno de la sombra;

y no poseyendo más que este tiempo;


no poseyendo más, en fin,
que mi memoria de las noches y
su vibrante delicadeza enorme;

no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;
decido hacer mi testamento.

Es este:
les dejo

el tiempo, todo el tiempo.

Voy a nombrar las cosas


Voy a nombrar las cosas, los sonoros
altos que ven el festejar del viento,
los portales profundos, las mamparas
GIOCONDA BELLI
cerradas a la sombra y al silencio. Uno no escoge
Y el interior sagrado, la penumbra
que surcan los oficios polvorientos, Uno no escoge el país donde nace;
la madera del hombre, la nocturna pero ama el país donde ha nacido.
madera de mi cuerpo cuando duermo.
Y la pobreza del lugar, y el polvo Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
en que testaron las huellas de mi padre,
sitios de piedra decidida y limpia, pero debe dejar huella de su tiempo.
despojados de sombra, siempre iguales. Nadie puede evadir su responsabilidad.
Sin olvidar la compasión del fuego
en la intemperie del solar distante Nadie puede taparse los ojos, los oidos,
ni el sacramento gozoso de la lluvia
enmudecer y cortarse las manos.
en el humilde cáliz de mi parque.
Ni tu estupendo muro, mediodía, Todos tenemos un deber de amor que cumplir,.
terso y añil e interminable.
Con la mirada inmóvil del verano una historia que nacer
mi cariño sabrá de las veredas
una meta que alcanzar.
por donde huyen los ávidos domingos
y regresan, ya lunes, cabizbajos. No escogimos el momento para venir al mundo:
Y nombraré las cosas, tan despacio
que cuando pierda el Paraíso de mi calle Ahora podemos hacer el mundo
y mis olvidos me la vuelvan sueño,
en que nacerá y crecerá
pueda llamarlas de pronto con el alba.
la semilla que trajimos con nosotros.
Y Dios me hizo mujer
Y Dios me hizo mujer,

de pelo largo,

ojos,

nariz y boca de mujer.

Con curvas

y pliegues

y suaves hondonadas

y me cavó por dentro,

me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios

y balanceó con cuidado

el número de mis hormonas.

Compuso mi sangre

y me inyectó con ella

para que irrigara

todo mi cuerpo;

nacieron así las ideas,

los sueños,
VIOLETA PARRA
el instinto.
Gracias a la vida
Todo lo que creó suavemente

a martillazos de soplidos Gracias a la vida que me ha dado tanto.


Me dio dos luceros que, cuando los abro,
y taladrazos de amor,
perfecto distingo lo negro del blanco,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días y en el alto cielo su fondo estrellado,
y en las multitudes el hombre que yo amo.
por las que me levanto orgullosa

todas las mañanas Gracias a la vida que me ha dado tanto.


Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
y bendigo mi sexo.
graba noche y día grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Dios dijo

Dios dijo: Gracias a la vida que me ha dado tanto.


Me ha dado el sonido y el abecedario,
Ama a tu prójimo como a ti mismo.
con él las palabras que pienso y declaro:
En mi país madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.
el que ama a su prójimo

se juega la vida.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.


Me ha dado la marcha de mis pies cansados; Aún creo que algunas veces
con ellos anduve ciudades y charcos, lo espantaba con la escoba.
playas y desiertos, montañas y llanos, Ya la mañana siguiente,
y la casa tuya, tu calle y tu patio. ya estaba otra vez conmigo, despeinado y dulce,
claro y amarillo:
Gracias a la vida que me ha dado tanto. ese sol con sueño
Me dio el corazón que agita su marco que sigue a los niños.
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro el bueno tan lejos del malo, (El fuego de mayo
cuando miro el fondo de tus ojos claros. me armó caballero:
yo era el Niño Andante,
Gracias a la vida que me ha dado tanto. y el sol, mi escudero.)
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto. Todo el cielo era de añil;
Así yo distingo dicha de quebranto, toda la casa, de oro.
los dos materiales que forman mi canto jCuánto sol se me metía
y el canto de ustedes que es el mismo canto, por los ojos!
y el canto de todos, que es mi propio canto. Mar adentro de la frente,
a donde quiera que voy,
Gracias a la vida que me ha dado tanto. aunque haya nubes cerradas,
¡oh cuánto me pesa el sol!
¡oh cuánto me duele, adentro,
esa cisterna de sol
que viaja conmigo!

Yo no conocí en mi infancia
sombra, sino resolana.¬
Cada ventana era sol,
cada cuarto era ventanas.
ALFONSO REYES Los corredores tendían
Jitanjáfora arcos de luz por la casa.
En los árboles ardían
Filiflama alabe cundre las ascuas de las naranjas,
ala alalúnea alífera y la huerta en la lumbre viva
alveolea jitanjáfora se doraba.
liris salumba salífera
Los pavos reales eran
Olivia oleo ororife parientes del sol. La garza
alalai cánfora sandra empezaba a llamear
milingítara girófara a cada paso que daba.
zumbra ulalindre calandra.
Y mí el sol me desvestía
para pegarse conmigo,
Sol de Monterrey despeinado y dulce,
claro y amarillo:
No cabe duda: de niño, ese sol con sueño
a mí me seguía el sol. que sigue a los niños.
Andaba detrás de mí
como perrito faldero; Cuando salí de mi casa
despeinado y dulce, con mi bastón y mi hato,
claro y amarillo: le dije a mi corazón:
ese sol con sueño -¡Ya llevas sol para rato!¬-
que sigue a los niños. Es tesoro -y no se acaba:
no se me acaba- y lo gasto.
Saltaba de patio en patio, Traigo tanto sol adentro
se revolcaba en mi alcoba. que ya tanto sol me cansa.-
Yo no conocí en mi infancia y al costado de ella,
sombra, sino resolana. yo me doblaba…

La dejé que muriese,


robándole mi entraña.
Se acabó como el águila
que no es alimentada.

Sosegó el aletazo,
se dobló, lacia,
y me cayó a la mano
su pavesa acabada…

Por ella todavía


me gimen sus hermanas,
y las gredas de fuego
al pasar me desgarran.

Cruzando yo les digo:


—Buscad por las quebradas
y haced con las arcillas
otra águila abrasada.

Si no podéis, entonces,
¡ay!, olvidadla.
Yo la maté. ¡Vosotras
también matadla!
GABRIELA MISTRAL
MEZO A MI NINO
La otra

El mar sus millares de olas


Una en mí maté:
mece divino.
yo no la amaba.
Oyendo a los mares amantes
mezo a mi niño.
Era la flor llameando
del cactus de montaña;
El viento errabundo en la noche
era aridez y fuego;
mece los trigos.
nunca se refrescaba.
Oyendo a los vientos amantes
mezo a mi niño.
Piedra y cielo tenía
a pies y a espaldas
Dios padre sus miles de mundos
y no bajaba nunca
mece sin ruido.
a buscar “ojos de agua”.
Sintiendo su mano en la sombra
mezo a mi niño.
Donde hacía su siesta,
las hierbas se enroscaban
de aliento de su boca
y brasa de su cara.
Vergüenza
Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
En rápidas resinas
como la hierba a que bajó el rocío,
se endurecía su habla,
y desconocerán mi faz gloriosa
por no caer en linda
las altas cañas cuando baje al río.
presa soltada.

Tengo vergüenza de mi boca triste,


Doblarse no sabía
de mi voz rota y mis rodillas rudas.
la planta de montaña,
Ahora que me miraste y que viniste, no en señor,
me encontré pobre y me palpé desnuda. sino decirle compañero como se dice en español.

Ninguna piedra en el camino hallaste Tengo, vamos a ver,


más desnuda de luz en la alborada que siendo un negro
que esta mujer a la que levantaste, nadie me puede detener
porque oíste su canto, la mirada. a la puerta de un dancing o de un bar.
O bien en la carpeta de un hotel
Yo callaré para que no conozcan gritarme que no hay pieza,
mi dicha los que pasan por el llano, una mínima pieza y no una pieza colosal,
en el fulgor que da a mi frente tosca una pequeña pieza donde yo pueda descansar.
y en la tremolación que hay en mi mano…
Tengo, vamos a ver,
Es noche y baja a la hierba el rocío; que no hay guardia rural
mírame largo y habla con ternura, que me agarre y me encierre en un cuartel,
ni me arranque y me arroje de mi tierra
¡que ya mañana al descender al río al medio del camino real.
la que besaste llevará hermosura!
Tengo que como tengo la tierra tengo el mar,
no country,
no jailáif,
no tennis y no yatch,
sino de playa en playa y ola en ola,
gigante azul abierto democrático:
en fin, el mar.
Nicolas Guillen
TENGO Tengo, vamos a ver,
que ya aprendí a leer,
Cuando me veo y toco a contar,
yo, Juan sin Nada no más ayer, tengo que ya aprendí a escribir
y hoy Juan con Todo, y a pensar
y hoy con todo, y a reír.
vuelvo los ojos, miro,
me veo y toco Tengo que ya tengo
y me pregunto cómo ha podido ser. donde trabajar
y ganar
Tengo, vamos a ver, lo que me tengo que comer.
tengo el gusto de andar por mi país,
dueño de cuanto hay en él, Tengo, vamos a ver,
mirando bien de cerca lo que antes tengo lo que tenía que tener.
no tuve ni podía tener.

NO SÉ POR QUÉ PIENSAS TÚ


Zafra puedo decir,
monte puedo decir,
No sé por qué piensas tú,
ciudad puedo decir,
soldado, que te odio yo,
ejército decir,
si somos la misma cosa
ya míos para siempre y tuyos, nuestros,
yo,
y un ancho resplandor
tú.
de rayo, estrella, flor.
Tengo, vamos a ver,
Tú eres pobre, lo soy yo;
tengo el gusto de ir
soy de abajo, lo eres tú;
yo, campesino, obrero, gente simple,
¿de dónde has sacado tú,
tengo el gusto de ir
soldado, que te odio yo?
¡es un ejemplo¿
a un banco y hablar con el administrador,
Me duele que a veces tú
no en inglés,
te olvides de quién soy yo; Caridá te mantiene, te lo dá tó.
caramba, si yo soy tú,
lo mismo que tú eres yo. Te queja todavía,
negro bembón;
Pero no por eso yo sin pega y con harina,
he de malquererte, tú; negro bembón,
si somos la misma cosa, majagua de drí blanco,
yo, negro bembón;
tú, sapato de dó tono,
no sé por qué piensas tú, negro bembón.
soldado, que te odio yo.
Bembón así como ere
Ya nos veremos yo y tú, tiene de tó;
juntos en la misma calle, Caridá te mantiene, te lo dá tó.
hombro con hombro, tú y yo,
sin odios ni yo ni tú,
pero sabiendo tú y yo,
a dónde vamos yo y tú Y TÚ NO SABE INGLÉ
¡ no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo! Con tanto inglé que tú sabía,
Bito Manué,
con tanto inglé, no sabe ahora
CANCIÓN desí ye.
¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo, La mericana te buca,
como si fuera la primavera ! y tú le tiene que huí:
¡Yo, muriendo! tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.
Y de que modo sutil
me derramo en la camisa Bito Manué, tú no sabe inglé,
todas las flores de abril tú no sabe inglé,
tú no sabe inglé.
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto, No te namore ma nunca.
como si fuera Bito Manué,
la primavera? si no sabe inglé,
¡No soy tanto! si no sabe inglé.

En cambio, ¡Qué espiritual BURGUESES


que usted me brinde una rosa
de su rosal principal! No me dan pena los burgueses vencidos.
Y cuando pienso que van a dar me pena,
De que callada manera aprieto bien los dientes, y cierro bien los ojos.
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera Pienso en mis largos días sin zapatos ni rosas,
¡Yo, muriendo! pienso en mis largos días sin sombrero ni nubes,
pienso en mis largos días sin camisa ni sueños,
NEGRO BEMBÓN pienso en mis largos días con mi piel prohibida,
¿Po qué te pone tan brabo, pienso en mis largos días Y
cuando te dicen negro bembón,
si tiene la boca santa, No pase, por favor, esto es un club.
negro bembóm? La nómina está llena.
No hay pieza en el hotel.
Bembón así como ere El señor ha salido.
tiene de tó;
Se busca una muchacha. al ruiseñor en la flor,
Fraude en las elecciones. abre la muralla…
Gran baile para ciegos.
Alcemos una muralla
Cayó el premio mayor en Santa Clara. juntando todas las manos:
Tómbola para huérfanos. los negros, sus manos negras,
El caballero está en París. los blancos, sus blancas manos.
La señora marquesa no recibe. Una muralla que vaya
En fin Y desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
Que todo lo recuerdo y como todo lo recuerdo, allá sobre el horizonte…
¿qué carajo me pide usted que haga?
Además, pregúnteles,
estoy seguro de que también
recuerdan ellos.

Ali Chumacero
La muralla
Poema de amorosa raíz
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos: Antes que el viento fuera mar volcado,
los negros, sus manos negras, que la noche se unciera su vestido de luto
los blancos, sus blancas manos. y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo
la albura de sus cuerpos.
Ay,
una muralla que vaya Antes que luz, que sombra y que montaña
desde la playa hasta el monte, miraran levantarse las almas de sus cúspides;
desde el monte hasta la playa, bien, primero que algo fuera flotando bajo el aire;
allá sobre el horizonte. tiempo antes que el principio.

—¡Tun, tun! Cuando aún no nacía la esperanza


—¿Quién es? ni vagaban los ángeles en su firme blancura;
—Una rosa y un clavel… cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;
—¡Abre la muralla! antes, antes, muy antes.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es? Cuando aún no había flores en las sendas
—El sable del coronel… porque las sendas no eran ni las flores estaban;
—¡Cierra la muralla! cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,
—¡Tun, tun! ya éramos tú y yo.
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés…
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,


abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
piedra del sol
todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno

LA VISTA, EL TACTO

Octavio paz
A Balthus
Canción mexicana

La luz sostiene —ingrávidos, reales—


MI ABUELO, al tomar el café,
me habla de Juárez y de Porfirio, el cerro blanco y las encinas negras,
los zuavos y los plateados. el sendero que avanza,
Y el mantel olía a pólvora. el árbol que se queda;

Mi padre, al tomar la copa, la luz naciente busca su camino,


me habla de Zapata y de Villa, río titubeante que dibuja
Soto y Gama y los Flores Magón. sus dudas y las vuelve certidumbres,
Y el mantel olía a pólvora. río del alba sobre unos párpados cerrados;

Yo me quedo callado:
la luz esculpe al viento en la cortina,
¿de quién podía hablar?
hace de cada hora un cuerpo vivo,
entra en el cuarto y se desliza,
(MÉXICO: OLIMPIADA DE 1968) descalza, sobre el filo del cuchillo;

LA LIMPIDEZ
(quizá valga la pena la luz nace mujer en un espejo,
escribirlo sobre la limpieza desnuda bajo diáfanos follajes
de esta hoja) una mirada la encadena,
no es límpida:
la desvanece un parpadeo;
es una rabia
(amarilla y negra
acumulación de bilis en español)
extendida sobre la página. la luz palpa los frutos y palpa lo invisible,
¿Por qué? cántaro donde beben claridades los ojos,
La vergüenza es ira llama cortada en flor y vela en vela
vuelta contra uno mismo: donde la mariposa de alas negras se quema:
si
una nación entera se avergüenza
es león que se agazapa la luz abre los pliegues de la sábana
para saltar.
y los repliegues de la pubescencia,
(Los empleados
arde en la chimenea, sus llamas vueltas sombras
municipales lavan la sangre
en la Plaza de los Sacrificios.) trepan los muros, yedra deseosa;
Mira ahora,
manchada
antes de haber dicho algo la luz no absuelve ni condena,
que valga la pena no es justa ni es injusta,
la limpidez.
la luz con manos invisibles alza
los edificios de la simetría; Coronado de sí el día extiende sus plumas.
¡Alto grito amarillo,
la luz se va por un pasaje de reflejos caliente surtidor en el centro de un cielo
y regresa a sí misma: imparcial y benéfico!
es una mano que se inventa, Las apariencias son hermosas en esta su verdad
un ojo que se mira en sus inventos. momentánea.
El mar trepa la costa,
La luz es tiempo que se piensa. se afianza entre las peñas, araña deslumbrante;
la herida cárdena del monte resplandece;
un puñado de cabras es un rebaño de piedras;
LIBERTAD BAJO PALABRA el sol pone su huevo de oro y se derrama sobre el mar.
Todo es dios.
Allá, donde terminan las fronteras, los caminos se borran. ¡Estatua rota,
Donde empieza el silencio. Avanzo lentamente y pueblo la columnas comidas por la luz,
noche de estrellas, de palabras, de la respiración de un agua ruinas vivas en un mundo de muertos en vida!
remota que me espera donde comienza el alba. Invento la
víspera, la noche, el día siguiente que se levanta en su lecho Cae la noche sobre Teotihuacán.
de piedra y recorre con ojos límpidos un mundo En lo alto de la pirámide los muchachos fuman marihuana,
penosamente soñado. Sostengo al árbol, a la nube, a la roca, suenan guitarras roncas.
al mar, presentimiento de dicha, invenciones que desfallecen ¿Qué yerba, qué agua de vida ha de darnos la vida,
y vacilan frente a la luz que disgrega. Y luego la sierra árida, dónde desenterrar la palabra,
el caserío de adobe, la minuciosa realidad de un charco y un la proporción que rige al himno y al discurso,
pirú estólido, de unos niños idiotas que me apedrean, de un al baile, a la ciudad y a la balanza?
pueblo rencoroso que me señala. Invento el terror, la El canto mexicano estalla en un carajo,
esperanza, el mediodía -padre de los delirios solares, de las estrella de colores que se apaga,
falacias espejeantes, de las mujeres que castran a sus piedra que nos cierra las puertas del contacto.
amantes de una hora. Invento la quemadura y el aullido, la Sabe la tierra a tierra envejecida
masturbación en las letrinas, las visiones en el muladar, la
prisión, el piojo y el chancro, la pelea por la sopa, la Los ojos ven, las manos tocan.
delación, los animales viscosos, los contactos innobles, los Bastan aquí unas cuantas cosas:
interrogatorios nocturnos, el examen de conciencia, el juez, tuna, espinoso planeta coral,
la víctima, el testigo. Tú eres esos tres. ¿A quién apelar ahora higos encapuchados,
y con qué argucias destruir al que te acusa? Inútiles los uvas con gusto a resurrección,
memoriales, los ayes y los alegatos. Inútil tocar a puertas almejas, virginidades ariscas,
condenadas. No hay puertas, hay espejos. Inútil cerrar los al, queso, vino, pan solar.
ojos o volver entre los hombres: esta lucidez ya no me Desde lo alto de su morenía una isleña me mira,
abandona. Romperé los espejos, haré trizas mi imagen, que esbelta catedral vestida de luz.
cada mañana rehace piadosamente mi cómplice, mi delator. Torres de sal, contra los pinos verdes de la orilla
La soledad de la conciencia y la conciencia de la soledad, el urgen las velas blancas de las barcas.
día a pan y agua, la noche sin agua. Sequía, campo arrasado La luz crea templos en el mar.
por un sol sin párpados, ojo atroz, oh conciencia, presente
puro donde pasado y porvenir arden sin fulgor ni esperanza. Nueva York, Londres, Moscú.
Todo desemboca en esta eternidad que no desemboca. Allá, La sombra cubre al llano con su yedra fantasma,
donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, con su vacilante vegetación de escalofrío,
invento la desesperación, la mente que me concibe, la mano su vello ralo, su tropel de ratas.
que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento al amigo que A trechos tirita un sol anémico.
me inventa, mi semejante; y a la mujer, mi contrario: torre Acodado en montes que ayer fueron ciudades, Polifemo
que corono de banderas, muralla que escalan mis espumas, bosteza.
ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación Abajo, entre los hoyos, se arrastra un rebaño de hombres.
de mis ojos. Contra el silencio y el bullicio invento la (Bípedos domésticos, su carne
Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día. -a pesar de recientes interdicciones religiosas-
es muy gustada por las clases ricas.
Hasta hace poco el vulgo los consideraba animales impuros.)
HIMNO ENTRE RUINAS Ver, tocar formas hermosas, diarias.
Zumba la luz, dardos y alas.
Huele a sangre la mancha de vino en el mantel.
Como el coral sus ramas en el agua
extiendo mis sentidos en la hora viva:
el instante se cumple en una concordancia amarilla,
¡oh mediodía, espiga henchida de minutos,
copa de eternidad!

Mis pensamientos se bifurcan, serpean, se enredan,


recomienzan,
y al fin se inmovilizan, ríos que no desembocan,
JORGE LUIS BORGES
delta de sangre bajo un sol sin crepúsculo.
¿Y todo ha de parar en este chapoteo de aguas muertas?
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
¡Día, redondo día,
feliz. Que los glaciares del olvido
luminosa naranja de veinticuatro gajos,
me arrastren y me pierdan, despiadados.
todos atravesados por una misma y amarilla dulzura!
La inteligencia al fin encarna,
Mis padres me engendraron para el juego
se reconcilian las dos mitades enemigas
arriesgado y hermoso de la vida,
y la conciencia-espejo se licúa,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
vuelve a ser fuente, manantial de fábulas:
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
Hombre, árbol de imágenes,
palabras que son flores que son frutos que son actos.
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
Nápoles, 1948
del arte, que entreteje naderías.
piedra del sol (frag)

Me legaron valor. No fui valiente.


—¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
No me abandona. Siempre está a mi lado
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
La sombra de haber sido un desdichado.
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos Poema de los dones
la vida —pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—, Nadie rebaje a lágrima o reproche
soy otro cuando soy, los actos míos esta declaración de la maestría
son más míos si son también de todos, de Dios, que con magnífica ironía
para que pueda ser he de ser otro, me dio a la vez los libros y la noche.
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo, De esta ciudad de libros hizo dueños
los otros que me dan plena existencia, a unos ojos sin luz, que sólo pueden
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros, leer en las bibliotecas de los sueños
la vida es otra, siempre allá, más lejos, los insensatos párrafos que ceden
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena, las albas a su afán. En vano el día
que nos inventa un rostro y lo desgasta, les prodiga sus libros infinitos,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)


muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente


y el Occidente, siglos, dinastías, Infinitos los veo, elementales
símbolos, cosmos y cosmogonías ejecutores de un antiguo pacto,
brindan los muros, pero inútilmente. multiplicar el mundo como el acto
generativo, insomnes y fatales.
Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso, Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
yo, que me figuraba el Paraíso paredes de la alcoba hay un espejo,
bajo la especie de una biblioteca. ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.
Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas; Todo acontece y nada se recuerda
otro ya recibió en otras borrosas en esos gabinetes cristalinos
tardes los muchos libros y la sombra. donde, como fantásticos rabinos,
leemos los libros de derecha a izquierda.
Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado Que haya sueños es raro, que haya espejos,
los mismos pasos en los mismos días. que el usual y gastado repertorio
de cada día incluya el ilusorio
¿Cuál de los dos escribe este poema orbe profundo que urden los reflejos.
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra Dios (he dado en pensar) pone un empeño
si es indiviso y uno el anatema? en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
Groussac o Borges, miro este querido del cristal y la sombra con el sueño.
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga Dios ha creado las noches que se arman
que se parece al sueño y al olvido. de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo
y vanidad. Por eso no alarman.
Los espejos
Yo que sentí el horror de los espejos
no sólo ante el cristal impenetrable Mis libros
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos Mis libros (que no saben que yo existo)
son tan parte de mí como este rostro
sino ante el agua especular que imita de sienes grises y de grises ojos
el otro azul en su profundo cielo que vanamente busco en los cristales
que a veces raya el ilusorio vuelo y que recorro con la mano cóncava.
del ave inversa o que un temblor agita No sin alguna lógica amargura
pienso que las palabras esenciales
Y ante la superficie silenciosa que me expresan están en esas hojas
del ébano sutil cuya tersura que no saben quién soy, no en las que he escrito.
repite como un sueño la blancura Mejor así. Las voces de los muertos
de un vago mármol o una vaga rosa, me dirán para siempre.

Hoy, al cabo de tantos y perplejos


años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.

Espejos de metal, enmascarado


espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado,
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos
trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
ERNESTO CARDENAL se le recomendó el
Psicoanálisis.
Esta Será Mi Venganza ( Ernesto Cardenal) Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
Esta será mi venganza: y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada
Que un día llegue a tus manos escena
el libro de un poeta famoso y cómo se fue haciendo mayor el horror
y leas estas líneas que el autor escribió para ti y mayor la impuntualidad a los estudios.
y tú no lo sepas.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra
ORACIÓN POR MARILYN MONROE interpreta y archiva.

Señor Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados


recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el que cuando se abren los ojos
nombre de Marilyn Monroe, se descubre que fue bajo reflectores
aunque ése no era su verdadero nombre ¡y se apagan los
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita reflectores!
violada a los 9 años Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido cinematográfico)
matar) mientras el Director se aleja con su libreta
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje porque la escena ya fue tomada.
sin su Agente de Prensa O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos Río
sola como un astronauta frente a la noche espacial. la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia Windsor
(según cuenta el Times) vistos en la salita del apartamento miserable.
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo La película terminó sin el beso final.
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas. La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras. Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno Fue
pero también algo más que eso... como alguien que ha marcado el número de la única voz
amiga
Las cabezas son los admiradores, es claro y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz). NUMBER
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox. O como alguien que herido por los gangsters
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo alarga la mano a un teléfono desconectado.
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox Señor:
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones. quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
Señor y no llamó (y tal vez no era nadie
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad, o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda Ángeles)
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de ¡contesta Tú al teléfono!
cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del
tecnicolor).
Me rodean los tanques blindados
estoy apuntado por las ametralladoras
y cercado de alambradas
Ayer te vi(Ernesto Cardenal) las alambradas electrizadas
Todo el día me pasan lista
Ayer te vi Me tatuaron un número
en la calle, Me han fotografiado entre las alambradas
Myriam y y se pueden contar como en una radiografía todos mis
huesos
Te vi tan bella, Me han quitado toda identificación
Myriam, que Me han llevado desnudo a la cámara de gas
y se repartieron mis ropas y mis zapatos
(¡cómo te explico Grito pidiendo morfina y nadie me oye
que bella te vi!) grito con la camisa de fuerza
grito toda la noche en el asilo de enfermos mentales
Ni tú Myriam, en la sala de enfermos incurables
te puedes ver en el ala de enfermos contagiosos
tan bella en el asilo de ancianos
ni imaginar agonizo bañado de sudor en la clínica del psiquiatra
que puedes ser me ahogo en la cámara de oxígeno
tan bella para mi lloro en la estación de policía
y tan bella te vi en el patio del presidio
que parece que en la cámara de torturas
en el orfanato
Ninguna mujer estoy contaminado de radioactividad
es más bella que tú y nadie se me acerca para no contagiarse

Ningún enamorado Pero yo podré hablar de ti a mis hermanos


ve ninguna mujer Te ensalzaré en la reunión de nuestro pueblo
tan bella, Resonarán mis himnos en medio de un gran pueblo
Myriam, Los pobres tendrán un banquete
como yo te veo a ti Nuestro pueblo celebrará una gran fiesta
Y ni tú misma El pueblo nuevo que va a nacer
Myriam, En la hamaca
eres quizás En la hamaca sentí que me decías
tan bella no te escogí porque fueras santo
o con madera de futuro santo
¡Por qué santos he tenido demasiados
no puede ser te escogí para variar.
real tanta belleza!
Tomarse
Como yo te vi Tomarse con los brazos el uno al otro,
de bella ayer en la calle dándose cada uno a los brazos del otro.
Qué diferente sentirte dentro de uno
O como hoy me parece, que sentirse uno solo dentro de uno
Myriam es decir, vacío.
que te vi ¿Será que es soledad tu abrazo
y tus besos sólo sed?
Me parece oírte que de mí no te sacias nunca.
SALMO 21 Yo que fui antes buen catador de amarguras.
Dios mío Dios mío ¿por qué me has abandonado?
Soy una caricatura de hombre Imitación de Propercio
el desprecio del pueblo
Se burlan de mí en todos los periódicos Yo no canto la defensa de Stalingrado
ni la campaña de Egipto
ni el desembarco de Sicilia JAIME SABINES
ni la cruzada del Rhin del general Eisenhower:
Yo sólo canto la conquista de una muchacha. TLATELOLCO, 68

Ni con las joyas de la Joyería Morlock 1


ni con perfumes de Dreyfus Nadie sabe el número exacto de los muertos,
ni siquiera los asesinos,
ni con orquídeas dentro de su caja de mica
ni siquiera el criminal,
ni con cadillac
(Ciertamente, ya llegó a la historia
sino solamente con mis poemas la conquisté.
este hombre pequeño por todas partes,
incapaz de todo menos del rencor.)
Y ella me prefiere, aunque soy pobre,
a todos los millones de Somoza. Tlatelolco será mencionado en los años que vienen
como hoy hablamos de Río Blanco y Cananea,
EPIGRAMA pero esto fue peor,
Al perderte yo a ti aquí han matado al pueblo:
tú y yo hemos perdido: no eran obreros parapetados en la huelga,
eran mujeres y niños, estudiantes,
yo porque tú eras
jovencitos de quince años,
lo que yo más amaba
una muchacha que iba al cine,
y tú porque yo era
una criatura en el vientre de su madre,
el que te amaba más. todos barridos, certeramente acribillados
Pero de nosotros dos por la metralla del Orden y la Justicia Social.
tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras A los tres días, el ejército era la víctima de los
como te amaba a ti desalmados,
pero a ti no te amarán y el pueblo se aprestaba jubiloso
como te amaba yo. a celebrar las Olimpiadas, que darían gloria a México.

2
Yo he repartido
El crimen está allí,
Yo he repartido
Cubiertos de hojas de periódicos,
papeletas clandestinas con televisores, con radios, con banderas olímpicas.
Gritando El aire denso, inmóvil,
¡Viva la Libertad! el terror, la ignominia.
en plena calle Alrededor las voces; el tránsito, la vida.
desafiando a los y el crimen está allí.
guardias armados
Yo participé en la 3
Habría que lavar no sólo el piso: la memoria.
rebelión de abril
Habría que quitarles los ojos a los que vimos,
pero palidezco
asesinar también a los deudos,
cuando paso por tu casa
que nadie llore, que no haya más testigos.
y tu sola mirada Pero la sangre echa raíces
me hace temblar. y crece como un árbol en el tiempo.
La sangre en el cemento, en las paredes,
Salmo 1 en una enredadera: nos salpica,
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del nos moja de vergüenza, de vergüenza, de vergüenza,
Partido
ni asiste a sus mítines Las bocas de los muertos nos escupen
una perpetua sangre quieta.
ni se sienta en la mesa con los gangsters
ni con los generales en el Consejo de Guerra
4
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
Confiaremos en la mala memoria de la gente,
ni delata a su compañero de colegio ordenaremos los restos,
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios perdonaremos a los sobrevivientes,
comerciales daremos libertad a los encarcelados,
ni escucha sus radios seremos generosos, magnánimos y prudentes.
ni cree en sus slogans Nos han metido las ideas exóticas como una lavativa,
Será como un árbol plantado junto a una fuente. pero instauramos la paz,
consolidamos las instituciones;
los comerciantes están con nosotros, Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
los banqueros, los políticos auténticamente no encuentran, buscan.
(mexicanos, Los amorosos andan como locos
los colegios particulares, porque están solos, solos, solos,
las personas respetables.
entregándose, dándose a cada rato,
Hemos destruido la conjura,
llorando porque no salvan al amor.
aumentamos nuestro poder:
ya no nos caeremos de la cama
porque tendremos dulces sueños. Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Tenemos Secretarios de Estado capaces Siempre se están yendo,
de transformar la mierda en esencias aromáticas, siempre, hacia alguna parte.
diputados y senadores alquimistas, Esperan,
líderes inefables, chulísimos, no esperan nada, pero esperan.
un tropel de putos espirituales
enarbolando nuestra bandera gallardamente.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
Aquí no ha pasado nada.
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Comienza nuestro reino.
Los amorosos son los insaciables,
5 los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
En las planchas de la Delegación están los cadáveres, Los amorosos son la hidra del cuento.
Semidesnudos, fríos, agujerados,
algunos con el rostro de un muerto. Tienen serpientes en lugar de brazos.
Afuera, la gente se amontona, se impacienta, Las venas del cuello se les hinchan
espera no encontrar el suyo: también como serpientes para asfixiarlos.
"Vaya usted a buscar a otra parte".
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
6
En la oscuridad abren los ojos
La juventud es el tema
dentro de la Revolución. y les cae en ellos el espanto.
El Gobierno apadrina a los héroes. Encuentran alacranes bajo la sábana
El peso mexicano está firme y su cama flota como sobre un lago.
y el desarrollo del país es ascendente.
Siguen las tiras cómicas y los bandidos en la televisión. Los amorosos son locos, sólo locos,
Hemos demostrado al mundo que somos capaces, sin Dios y sin diablo.
respetuosos, hospitalarios, sensibles Los amorosos salen de sus cuevas
(¡Qué Olimpiada maravillosa!),
temblorosas, hambrientas,
y ahora vamos a seguir con el "Metro"
a cazar fantasmas.
porque el progreso no puede detenerse.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
Las mujeres, de rosa, de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
los hombres, de azul cielo, de las que creen en el amor
desfilan los mexicanos en la unidad gloriosa como una lámpara de inagotable aceite.
que construyen la patria de nuestros sueños.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Los amorosos Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
Los amorosos callan. y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
El amor es el silencio más fino, en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan, Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
los amorosos son los que abandonan, a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
son los que cambian, los que olvidan. complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas. de nosotros, de ese,
Los amorosos se ponen a cantar entre labios desgarrado, partido,
una canción no aprendida, me muero, te muero, lo morimos.
y se van llorando, llorando, Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
la hermosa vida. en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
Me encanta Dios en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
Me encanta Dios. Es un viejo magnifico que no se toma en y mi mano tu mano
serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y todo yo te sé como yo mismo.
y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero Morimos en el sitio que le he prestado al aire
esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de para que estés fuera de mí,
las manos. y en el lugar en que el aire se acaba
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o cuando te echo mi piel encima
Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos dichosa, penetrada, y cierto , interminable.
conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al entre los dos, ahora, separados,
hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú del uno al otro, diariamente,
ni yo- la vida sea para siempre. cayéndonos en múltiples estatuas,
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero en gestos que no vemos,
¿qué importa si el universo se expande interminablemente o en nuestras manos que nos necesitan.
se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes. Nos morimos, amor, muero en tu vientre
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y que no muerdo ni beso,
distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es en tus muslos dulcísimos y vivos,
tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho en tu carne sin fin, muero de máscaras,
-frente al ataque de los anbióticos- ¡bacterias mutantes! de triángulos obscuros e incesantes.
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
flores o pinta el cielo de manera increíble. En el pozo de amor a todas horas,
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el Inconsolable, a gritos,
bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las dentro de mi, quiero decir, te llamo,
nubes, pedazos de su aliento. te llaman los que nacen, los que vienen
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda de atrás, de ti, los que a ti llegan.
tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas Nos morimos, amor, y nada hacemos
alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. sino morirnos más, hora tras hora,
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se y escribirnos y hablarnos y morirnos.
aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de
mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis Horal
hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la El mar se mide por olas, el cielo por alas,
piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más nosotros por lágrimas.
dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial El aire descansa en las hojas,
que soy. el agua en los ojos,
A mi me gusta, a mi me encanta Dios. nosotros en nada.
Que Dios bendiga a Dios. Parece que sales y soles,
nosotros y nada...
No es que muera de amor, muero de ti

No es que muera de amor, muero de ti


Muero de ti, amor, de amor de ti, El diablo y yo nos entendemos
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca El diablo y yo nos entendemos
y del insoportable que yo soy sin ti. como dos viejos amigos.
Muero de ti y de mi, muero de ambos, A veces se hace mi sombra,
va a todas partes conmigo.
Se me trepa a la nariz Morir:
y me la muerde Es tomar la eternidad como a destajo/
y me la quiebra con sus dientes finos. Y repartir el alma en la ceniza.
Cuando estoy en la ventana
me dice ¡brinca!
detrás del oído. La luna
Aquí en la cama se acuesta
a mis pies como un nino La luna se puede tomar a cucharadas
y me ilumina el insomnio o como una cápsula cada dos horas.
con luces de artificio. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia
Nunca se está quieto. a los que se han intoxicado de filosofía.
Anda como un maldito, Un pedazo de luna en el bolsillo
como un loco, adivinando es mejor amuleto que la pata del conejo:
cosas que no me digo. Sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
Quién sabe qué gotas pone y para alejar a los médicos y a las clínicas. Se puede dar de
en mis ojos, que me miro postre a los niños
a veces cara de diablo cuando no se han dormido,
cuando estoy distraído. y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos ayudan a
De vez en cuando me toma bien morir.
los dedos mientras escribo.
Es raro y simple. Parece Pon una hoja tierna de la luna debajo de tu almohada
a veces arrepentido. y mirarás lo que quieras ver.
El pobre no sabe nada Lleva siempre un frasquito de aire de la luna
de sí mismo. para cuando te ahogues,
Cuando soy santo me pongo y dale la llave de la luna
a murmurarle al oído a los presos y a los desencantados. Para los condenados a
y lo mareo y me desquito. muerte
Pero después de todo y para los condenados a vida
somos amigos no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y
y tiene una ternura como un membrillo controladas.
y se siente solo el pobrecito.

Algo sobre la muerte del mayor Sabines (FRAG)


Habana riviera
Papá por treinta o por cuarenta años,
¡Qué cantidad de agua tan enorme tiene el mar! amigo de mi vida todo el tiempo,
¡Cómo es posible atravesar el mar! protector de mi miedo, vaso mío,
¿Quién se baña en el mar, quién sale vivo, palabra clara, corazón resuelto,
quién sobrevive al mar?
Este edificio en que contemplo el mar, te has muerto cuando menos falta hacías,
esta ciudad, navega, cuando más falta me haces, padre, abuelo,
esta isla se mueve sobre el mar. hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,
pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño.
A mí me marea el mar.
Todo gira de pronto, Te has muerto y me has matado un poco.
se me echa encima el mar. Porque no estás, ya no estaremos nunca
completos, en un sitio, de algún modo.
Sube en el viento el mar.
El mar sale del mar. Algo le falta al mundo, y tú te has puesto
Altas olas golpean, se golpean, a empobrecerlo más, ya hacer a solas
vienen, pasan, retornan, todo es mar. tus gentes tristes y tu Dios contento.

El cielo flota en el mar. He aquí que tú estás sola y que estoy solo...
tendida, cual la tierra contra el día,
He aquí que tú estás sola y que estoy solo. tus oscuras caricias me domaron
Haces tus cosas diariamente y piensas hasta volverme yermo y luz baldía;
y yo pienso y recuerdo y estoy solo. y ahí donde tus labios se gozaron
A la misma hora nos recordamos algo y sólo queda un hueco, un claro abismo,
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya de tan simple y desnuda soy Tú mismo.
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio. Vigilias
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo, Escuchar el rumor bajo la aurora
se me caerá la carne trozo a trozo. del día que se abre a la espesura,
Esto es lejía y muerte. mirar la madrugada aún oscura
El corrosivo estar, el malestar adelgazarse lenta en cada ahora;
muriendo es nuestra muerte.
estar ahí sin tiempo y sin demora
Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado contemplando el espacio en su mesura
quién eres, dónde estás, cómo te llamas. y sentirse atrapado en la atadura
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo, de su exacto equilibrio que enamora;
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos. y ser entonces árbol, agua y tierra
Con mi lengua y mis ojos y mis manos y luz donde la noche ya vacía
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne, delinea los contornos de la sierra,
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí. lo sabe aquel que vela a cielo abierto
En mis labios te sé, te reconozco, en espera de Dios y de su día,
y giras y eres y miras incansable lo sabe sólo quien está despierto.
y toda tú me suenas II
dentro del corazón como mi sangre. Herido por tu luz ya nada espero
Te digo que estoy solo y que me faltas. de mi cuerpo que es éxtasis del día,
Nos faltamos, amor, y nos morimos polvo absuelto en la luz del mediodía,
y nada haremos ya sino morirnos. paja seca quemada por Tu esmero;
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos es luz la suave tarde de este enero,
en nuestros brazos simples y cansados, luz mi pan y la alcoba húmeda y fría,
me faltarás, amor, nos faltaremos. mi mujer, la ciudad y la alegría
de mi alma que arde en tu brasero.

¿Qué puedo ya esperar si todo es fuego


que cotidianamente me calcina
y deja en lo más hondo su sosiego?

Todo en la vida es luz de tan amada,


sólo mi cuerpo es paja, leña y brizna
que consumido en luz es tierra, es nada.
De Vigilias ante los santos:

Agustín Pro
JAVIER SICILIA
Encuentro
Solo, ante el pelotón que lo ejecuta,
Me sedujiste, Amor, y me he dejado
Pro se ha puesto a rezar e invoca a Cristo;
seducir, me forzaste y me pudiste,
no lo alcanza el rencor, duro e imprevisto,
allanaste mi alcoba y le prendiste
de Calles, ni la befa y la disputa.
fuego a mi alto cuerpo amurallado;
violaste con tus labios mi costado,
Su dolor el via-crucis rememora
a tu placer rendida me tuviste,
cuando bajo las sombras amanece
mi goce a sequedad lo redujiste
y a la venganza jacobina ofrece
y a polvo mis encantos y mi agrado;
su cuerpo en cruz, altivo cual la aurora. canten atropellándose vivas de
furia de calor sin destino puede
A Cristo imita en ese aciago día ser que se niegue a sí misma como otra
en que de pie enfrentado al soberano manera de vencer a la muerte
hace vivir su fe con su agonía. así como se llora en los velorios
poetas de hoy
Vive al fin la verdad en esa muerte, poetas de este tiempo
y en el cuerpo de Pro que yace inerte nos separaron de la grey no sé que será de nosotros
se muere la victoria del tirano. conservadores, comunistas, apolíticos cuando
suceda lo que sucederá pero
Charles de Foucauld toda poesía es hostil al capitalismo

Sediento de aventuras fue un soldado


de Francia en las colonias africanas;
amó el desierto, el sol, las caravanas, Arte Poética
el goce de las hembras, lo vedado. Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
Una tarde en los yermos de Marruecos, como un amo implacable
bajo la hirviente luz que es un destello me obliga a trabajar de día, de noche,
fugaz de Dios, tal vez sólo un resuello, con dolor, con amor,
descubrió su placer, su goce seco. bajo la lluvia, en la catástrofe,
Buscó en la trapa, se hizo un monje austero; cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
se negó hasta ser sombra, polvo, nada, cuando la enfermedad hunde las manos.
y a los tuaregs sirvió, fue un pordiosero.
No conoció del triunfo la morada; A este oficio me obligan los dolores ajenos,
solo en su soledad fue oscuramente las lágrimas, los pañuelos saludadores,
un hombre que amó a Cristo intensamente. las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
Concha Armida todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Una mujer piadosa e iletrada;
vivió en un mundo dulce y venturoso, Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
tuvo un rancho, unos hijos, un esposo, rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
fue una vida pequeña y ordenada.
Nadie supo que en la aparente calma
de su hogar el Espíritu moraba,
que el amor de Jesús la devoraba
y vulneraba su quietud de alma.
Sólo el padre Rougier supo en secreto
que ese fuego interior, arduo y discreto,
era la confidencia misteriosa
del dolor de la cruz y su agonía.
Nos legó una orden religiosa
y una vasta y profunda teología.

JOSÉ EMILIO PACHECO


JUAN GELMAN
Alta traición

toda poesía es hostil al capitalismo


No amo mi Patria. Su fulgor abstracto
toda poesía es hostil al capitalismo
es inasible.
puede volverse seca y dura pero no
Pero (aunque suene mal)
porque sea pobre sino
daría la vida
para no contribuir a la riqueza oficial
por diez lugares suyos,
puede ser su manera de protestar de
cierta gente,
volverse flaca ya que hay hambre
puertos, bosques de pinos, fortalezas,
amarilla de sed y penosa
una ciudad deshecha, gris, monstruosa,
de puro dolor que hay puede ser que
varias figuras de su historia,
en cambio abra los callejones del delirio y las bestias
montañas
(y tres o cuatro ríos). el día alza su espada de claridad:
mar de luz que se levanta afilándose,
selva que aísla del reloj al minuto.
Copos de nieve sobre Wivenhoe
Entrecruzados Mientras avanza el día se devora.
caen, Y cuando toca la frontera en llamas
se aglomeran empieza a calcinarse. De tu nombre
y un segundo después brotan la luna y su radiante armada,
se han dispersado. islas que surgen para destruirse.
Caen y dejan caer
a la caída. Es medianoche a la mitad del siglo.
Inmateriales Resuena el huracán, el viento en fuga.
astros Todo nos interroga y recrimina.
intangibles; Pero nada responde.
infinitos, Nada persiste contra el fluir del día.
planetas en desplome. Al centro de la noche todo acaba
y todo recomienza.
Un marine
Quiso apagar incendios con el fuego. En la savia profunda flota el árbol.
Murió en la selva de Vietnam Atrás el tiempo lucha con el cielo.
y en vano.
El fuego se arrodilla a beber rescoldos.
Disertación sobre la consonancia
La única luz es la que da el relámpago.
Aunque a veces parezca por la sonoridad del castellano
que todavía los versos andan de acuerdo con la métrica; Y tú eres la arboleda
aunque parta de ella y la atesore y la saquee, en que el trueno sepulta
lo mejor que se ha escrito en el medio siglo último
poco tiene en común con La Poesía, llamada así Cirios
por académicos y preceptistas de otro tiempo. Cirios son nuestras vidas consumiéndose,
Entonces debe plantearse a la asamblea una redefinición le dijeron al niño en la profunda
que amplíe los límites (si aún existen límites), catedral de penumbra silenciosa.
algún vocablo menos frecuentado por el invencible desafío La visión permanece nítida:
de los clásicos. las llamas palpitantes en la zona intermedia
Un nombre, cualquier término (se aceptan sugerencias) entre la oscuridad y la luz enrarecida
que evite las sorpresas y cóleras de quienes por los vitrales
–tan razonablemente– leen un poema y dicen: y las fugaces mechas que al arder
"Esto ya no es poesía". devastaban la cera o la parafina.
Llama es la vida
Che y cirios nuestros cuerpos que se desgastan.
Pero su fin no es previsible:
Ellos Puede seguir el curso natural
al darle muerte O acabar por un soplo o una racha de viento.
le otorgaron
la vida perdurable. Gota de Lluvia
******* Una gota de lluvia tiembla en la enredadera.
No me preguntes cómo pasa el tiempo Toda la noche está en esa humedad sombría.
******** ***
En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas; De repente la Luna la ilumina.
me alejo sin cesar. ******
No me preguntes cómo pasa el tiempo. DRAGONES
El que derrota al monstruo
Árbol entre dos muros y ocupa su lugar
se vuelve el monstruo
" Sitiado entre dos noches
Tarde otoñal en una Vieja casa dé campo
Alguien tose en el cuarto contiguo. “Cuando todos se hallaban reunidos/
Un llanto quedo. los hombres en armas de guerra cerraron/
Luego pasos inquietos, las entradas, salidas y pasos./
conversaciones en voz baja. Se alzaron los gritos.
En silencio me acerco, / Fue escuchado el estruendo de la muerte./
abro la puerta: Manchó el aire el olor de la sangre.”
Como temí,
como sabía, dignamos
no hay nadie. Digamos que no tiene comienzo el mar
Empieza donde lo hallas por primera vez
¿Me tendrán miedo los fantasmas? Y te sale al encuentro por todas partes

Hoy mismo Mundo escondido


Mira las cosas que se van,
recuerdalas Es el lugar de las computadoras
porque no volveras a verlas nunca Y de las ciencias infalibles.
Pero de pronto te evaporas
“Este animal que gruñe con eñe de uña / -y creo en las cosas invisibles
es por completo intraducible. /
Perdería la ferocidad de su voz /
y la elocuencia de sus garras / LECTURA DE LOS "CANTARES MEXICANOS"
en cualquier lengua extranjera” "
El llanto se extiende
gotean las lágrimas
EXTRANJEROS
allí en Tlatelolco.
Si te molestan por su acento o atuendo,
(Porque ese día hicieron
por sus términos raros para nombrar
una de las mayores crueldades
lo que tú llamas con distintas palabras, que sobre los desventurados mexicanos
emprende un viaje, se han hecho en esta tierra).
no a otro país (ni siquiera hace falta):
a la ciudad más próxima. Cuando todos se hubieron reunido,
Verás como tú también eres extranjero. los hombres en armas de guerra,
Los demasiados libros los hombres que hacen estruendo,
A cambio de las horas que no regresan ataviados de hierro
fueron a cerrar las salidas,
se acumulan los libros
las entradas, los pasos.
Cajas de sueños, esperanzas, cóleras
(Sus perros van por delante,
que (es muy probable)
los van procediendo.)
no leeremos nunca. Entonces se oyó el estruendo,
Por todas partes entonces se alzaron los gritos.
libros en desorden Muchos maridos buscaban a sus mujeres.
Objetos de ansiedad Unos llevaban en brazos a sus hijos pequeños.
mudo reproche Con perfidia fueron muertos,
de no haberlos abierto. sin saberlo murieron.
Miedo a morirse
y el olor de la sangre mojaba el aire
sin hojearlos siquiera
y el olor de la sangre mojaba el aire.
Con qué cinismo
con cuánta desvergüenza o qué locura
y los padres y madres alzaban el llanto.
después de todo esto nos ponemos Fueron llorados,
a escribir otro libro. se hizo la lamentación de los muertos.
Manuscrito de Tlatelolco Los mexicanos estaban muy temerosos:
La vergüenza y el miedo cubrieron todo miedo y vergüenza los dominaban.
./ Nuestra suerte fue amarga y lamentable y todo eso pasó con nosotros.
/ Se ensaño con nosotros la desgracia. Con esta lamentosa y triste suerte
/ Golpeamos los muros de adobe”. nos vimos angustiados.
En la montaña de los alaridos,
Es toda nuestra herencia una red de agujeros.
en los jardines de la greda
se ofrecen sacrificios PASEO I
ante la montaña de las águilas Ahorita
donde se tiende la niebla de los escudos. Vengo
Voy a dar
Ah yo nací en la guerra florida,
Un paseo
yo soy mexicano.
Alrededor
Sufro, mi corazón se llena de pena.
De
Veo la desolación que se cierne sobre. el templo
cuando todos los escudos se abrasan en llamas. Mi
Vida
En los caminos yacen dardos rotos. Ya vine
Las casas están destechadas. DISTANCIA
Enrojecidos tienen sus muros, Del
Gusanos pululan por calles y plazas. Dicho
Golpeamos los muros de adobe Al
y es nuestra herencia
Lecho
una red de agujeros.
Hay
Esto es lo que ha hecho el Dador de la Vida
Mucho
allí en Tlatelolco.
Trecho
***
MANDAMIENTO EQUIS
No
Desearás
La
Poesía
De
Tu
Prójimo
CINISMO
Ayer
También
Tengo
Ganas
De
Emborracharme
***
PROTAGÓRICA
El
Hambre
Efraín Huerta Es
La medida
Poemínimos De todas
Las
A mis Cosas
Viejos ***
Maestros AY POETA
De marxismo Primero
No los puedo entender: Que nada:
Unos están Me complace
En la cárcel Enormísimamente
Ser
Otros están
Un buen
En el
Poeta
Poder
De segunda
Del
Tercer
Mundo Desnúdate
Que yo
Aclaro que... Te
Ayudaré
No no
Bella De plano
Y sexy
Doctora No hay
Yo no aspiro Peor
A ser Poesía
Nada más Que la
Su paciente Que no se
Sino su Hace
Pa'siempre
Discriminación
Aquiniana
¿Y
Hasta Por qué
No Nadie
Beber Habla
No creer De los
Presos
Arenguita Poéticos?

Paranoicos
De todos
Los
Matices
¡Uníos! El joven

Bien hecho Me voy


De aquí
Lo En busca
Fusilaron De
Porque era Mujeres
Miserable Horizontes
Hasta
El paredón Fórmula
De enfrente
La única
Bradburiana Valedera
Es la
Reporte Que proclama
Del Beber
Embustero: Y dejar
"Ficción Beber
Cumplida".
Galiléica
Con pasión
¡Y
Y así Sin embargo
Le dije Se
Con desolada Bebe!
Y cristiana
Bondad: Inútil
Del cielo azul y de las hojas secas
No por En donde todo y cada cosa tiene
Mucho Su singular y plácida leyenda:
Publicar Hasta en la propia sombra reconozco
Te consagras La mirada celeste de mi abuela.
Más Éstos fueron los hechos memorables
Temprano Que presenció mi juventud primera.
El correo en la esquina de la plaza
Handicap Y la humedad en las murallas viejas.
¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
No puedo Uno apreciar la dicha verdadera,
Dejar Cuando la imaginamos más lejana
De Es justamente cuando está más cerca.
Escribir Vamos por partes, no sé bien qué digo,
Porque La emoción se me sube a la cabeza.
Si me Como ya era la hora del silencio
Detengo Cuando emprendí mi singular empresa,
Me alcanzo. Una tras otra, en oleaje mudo,
Me detuve delante de una tienda:
El olor del café siempre es el mismo,
Siempre la misma luna en mi cabeza;
Entre el río de entonces y el de ahora
No distingo ninguna diferencia.
Lo reconozco bien, éste es el árbol
Que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
Fuera mejor que una ventana abierta).
Yo me atrevo a afirmar que su conducta
Era un trasunto fiel de la Edad Media
Cuando el perro dormía dulcemente
Bajo el ángulo recto de una estrella.
A estas alturas siento que me envuelve
El delicado olor de las violetas
NICANOR PARRA Que mi amorosa madre cultivaba
HAY UN DÍA FELIZ Para curar la tos y la tristeza.
Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
A recorrer me dediqué esta tarde No podría decirlo con certeza;
Las solitarias calles de mi aldea Todo está igual, seguramente,
Acompañado por el buen crepúsculo El vino y el ruiseñor encima de la mesa,
Que es el único amigo que me queda. Mis hermanos menores a esta hora
Todo está como entonces, el otoño Deben venir de vuelta de la escuela:
Y su difusa lámpara de niebla, ¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
Sólo que el tiempo lo ha invadido todo Como una blanca tempestad de arena
Con su pálido manto de tristeza.
Nunca pensé, creédmelo, un instante Epitafio
Volver a ver esta querida tierra,
Pero ahora que he vuelto no comprendo De estatura mediana,
Cómo pude alejarme de su puerta. Con una voz ni delgada ni gruesa,
Nada ha cambiado, ni sus casas blancas Hijo mayor de profesor primario
Ni sus viejos portones de madera. Y de una modista de trastienda;
Todo está en su lugar; las golondrinas Flaco de nacimiento
En la torre más alta de la iglesia; Aunque devoto de la buena mesa;
El caracol en el jardín, y el musgo De mejillas escuálidas
En las húmedas manos de las piedras. Y de más bien abundantes orejas;
No se puede dudar, éste es el reino Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas sólo nos va quedando el mañana:
Y una nariz de boxeador mulato yo levanto mi copa
Baja a la boca de ídolo azteca por ese día que no llega nunca
‒Todo esto bañado pero que es lo único
por una luz entre irónica y pérfida‒ de lo que realmente disponemos.
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla Aromos
De vinagre y de aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia! Paseando hace años
Por una calle de aromos en flor
Supe por un amigo bien informado
BIEN Que acababas de contraer matrimonio.
y ahora ¿quién Contesté que por cierto
nos liberará Que yo nada tenía que ver en el asunto.
de nuestros liberadores? Pero a pesar de que nunca te amé
-Eso lo sabes tú mejor que yo-
USA Cada vez que florecen los aromos
Donde la libertad -Imagínate tú-
es una estatua Siento la misma cosa que sentí
Cuando me dispararon a boca de jarro
Tres poesías La noticia bastante desoladora
De que te habías casado con otro.
Ya no me queda nada por decir
Todo lo que tenía que decir
Ha sido dicho no sé cuántas veces.

He preguntado no sé cuántas veces


Pero nadie contesta mis preguntas.
Es absolutamente necesario
Que el abismo responda de una vez
Porque ya va quedando poco tiempo.
Pedro casaldaliga
*********************************************
Sólo una cosa es clara:
YO, PECADOR Y OBISPO, ME CONFIESO
Que la carne se llena de gusanos.
Yo, pecador y obispo, me confieso
de haber llegado a Roma con un bordón agreste;
Ultimo brindis
de sorprender el Viento entre las columnatas
Lo queramos o no
y de ensayar la quena a las barbas del órgano;
sólo tenemos tres alternativas:
de haber llegado a Asís,
el ayer, el presente y el mañana.
cercado de amapolas.
Y ni siquiera tres
porque como dice el filósofo
Yo, pecador y obispo, me confieso
el ayer es ayer
de soñar con la Iglesia
nos pertenece sólo en el recuerdo:
vestida solamente de Evangelio y sandalias,
a la rosa que ya se deshojó
de creer en la Iglesia,
no se le puede sacar otro pétalo.
a pesar de la Iglesia, algunas veces;
Las cartas por jugar
de creer en el Reino, en todo caso
son solamente dos:
-caminando en Iglesia-.
el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos
Yo, pecador y obispo, me confieso
porque es un hecho bien establecido
de haber visto a Jesús de Nazaret
que el presente no existe
anunciando también la Buena Nueva
sino en la medida en que se hace pasado
a los pobres de América Latina;
y ya pasó...
de decirle a María: «¡Comadre nuestra, salve!»;
como la juventud.
de celebrar la sangre de los que han sido fieles;
En resumidas cuentas
de andar de romerías...
de cultivar la flor de la Esperanza sobre el camino
entre las llagas del Resucitado. cansado
por tantos pies caminantes.
EL CORAZÓN LLENO DE NOMBRES
Al final del camino me dirán: Piensa también, sobre todo,
—¿Has vivido? ¿Has amado? con el corazón
Y yo, sin decir nada, abierto
abriré el corazón lleno de nombres. a todos los corazones
que laten igual que el tuyo,
Muchos espejos te mienten como hermanos,
Muchos espejos de mienten, peregrinos,
muchos ojos te delatan. heridos también de vida,
Sólo te ven todo entero heridos quizá de muerte.
Dios y tu propia mirada.
Entre tú y yo,
la distancia, yo. Piensa vital, conviviente
Pero el puente, hermano, conflictivamente hermano,
nosotros dos. tiernamente compañero.

Decir tu nombre María SOMOS EN ÚLTIMA INSTANCIA


Decir tu nombre, María,
es decir que la Pobreza Somos, en última instancia,
compra los ojos de Dios. el Reino que nos es dado
y que hacemos cada día
Decir tu nombre, María, y hacia el que, anhelantes, vamos
es decir que la Promesa
sabe a leche de mujer. SUPRACARTESIANA
Pienso en Dios
Decir tu nombre, María, luego existo
es decir que nuestra carne capaz
viste el silencio del Verbo. del Infinito.

Decir tu nombre, María, EUCARISTÍA


es decir que el Reino viene Para Arturo Paoli
caminando con la Historia.
Mis manos, esas manos y Tus manos
Decir tu nombre, María, hacemos este Gesto, compartida
es decir junto a la Cruz la mesa y el destino, como hermanos.
y en las llamas del Espíritu. Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.

Decir tu nombre, María, Unidos en el pan los muchos granos,


es decir que todo nombre iremos aprendiendo a ser la unida
puede estar lleno de Gracia. Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida.
Decir tu nombre, María,
es decir que toda muerte
puede ser también Su Pascua. El vino de sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen nos convoca
Decir tu nombre, María, a ser Contigo el pan de cada día.
es decirte Toda Suya, Llamados por la luz de Tu memoria,
Causa de Nuestra Alegría. marchamos hacia el Reino haciendo Historia,
fraterna y subversiva Eucaristía.
PIENSA TAMBIÉN CON LOS PIES

Piensa también San Romero de America


con los pies
Tu pobrería sí te acompañaba, que tomaba su mate en los cuarteles
en desespero fiel,
pasto y rebaño, a un tiempo, de tu misión profética. uno no siempre hace lo que quiere
El Pueblo te hizo santo. uno no siempre puede
La hora de tu Pueblo te consagró en el kairós. por eso estoy aquí mirándote y echándote
Los pobres te enseñaron a leer el Evangelio. de menos

Como un hermano herido por tanta muerte hermana, por eso es que no puedo despeinarte el jopo
tú sabías llorar, solo, en el Huerto. ni ayudarte con la tabla del nueve
Sabías tener miedo, como un hombre en combate. ni acribillarte a pelotazos
¡Pero sabías dar a tu palabra, libre, su timbre de campana!
vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
Y supiste beber el doble cáliz del Altar y del Pueblo, y que los jugué en serio
con una sola mano consagrada al servicio.
y jugué por ejemplo a los ladrones
San Romero de América, pastor y mártir nuestro: y los ladrones eran policías
¡nadie hará callar tu última homilía! y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre

botija aunque tengas pocos años


creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana


MARIO BENEDETTI que casi me revientan los riñones
todas estas llagas hinchazones y heridas
Hombre preso que mira a su hijo que tus ojos redondos
Cuando era como vos me enseñaron los viejos miran hipnotizados
y también las maestras bondadosas y miopes son durísimos golpes
que libertad o muerte era una redundancia son botas en la cara
a quién se le ocurría en un país demasiado dolor para que te lo oculte
donde los presidentes andaban sin capangas demasiado suplicio para que se me borre

que la patria o la tumba era otro pleonasmo pero también es bueno que conozcas
ya que la patria funcionaba bien que tu viejo calló
en las canchas y en los pastoreos o puteó como un loco
que es una linda forma de callar
realmente botija no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad que tu viejo olvidó todos los números
era tan sólo una palabra aguda (por eso no podría ayudarte en las tablas)
que muerte era tan sólo grave o llana y por lo tanto todos los teléfonos
y cárceles por suerte una palabra esdrújula
y las calles y el color de los ojos
olvidaban poner el acento en el hombre y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
la culpa no era exactamente de ellos en qué bar
sino de otros más duros y siniestros qué parada
y éstos sí qué casa
cómo nos ensartaron y acordarse de vos
en la limpia república verbal de tu carita
cómo idealizaron lo ayudaba a callar
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército una cosa es morirse de dolor
y otra cosa morirse de vergüenza en la rígida máquina
por eso ahora que nunca
me podés preguntar nuca estuvo
y sobre todo con la cinta tan pálida
puedo yo responder
vergüenza tener frío
uno no siempre hace lo que quiere y arrimarse a la estufa como siempre
pero tiene el derecho de no hacer tener hambre y comer
lo que no quiere esa cosa tan simple
llorá nomás botija abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
son macanas sobre todo si es un cuarteto de Mozart
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos da vergüenza el confort
gritamos berreamos moqueamos chillamos y el asma da vergüenza
maldecimos cuando tú comandante estás cayendo
porque es mejor llorar que traicionar ametrallado
porque es mejor llorar que traicionarse fabuloso
nítido
llorá, eres nuestra conciencia acribillada
pero no olvides
Amor de tarde dicen que te quemaron
Es una lástima que no estés conmigo con qué fuego
cuando miro el reloj y son las cuatro van a quemar las buenas
y acabo la planilla y pienso diez minutos las buenas nuevas
y estiro las piernas como todas las tardes la irascible ternura
y hago así con los hombros para aflojar la espalda que trajiste y llevaste
y me doblo los dedos y les saco mentiras. con tu tos
con tu barro
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco dicen que incineraron
y soy una manija que calcula intereses toda tu vocación
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas menos un dedo
o un oído que escucha como ladra el teléfono basta para mostrarnos el camino
o un tipo que hace números y les saca verdades. para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis. así estamos
Podrías acercarte de sorpresa consternados
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos rabiosos
yo con la mancha roja de tus labios claro que con el tiempo la plomiza
tú con el tizne azul de mi carbónico. consternación
se nos irá pasando
Consternados rabiosos la rabia quedará
Así estamos se hará mas limpia
consternados
rabiosos estás muerto
aunque esta muerte sea estás vivo
uno de los absurdos previsibles estás cayendo
estás nube
da vergüenza mirar estás lluvia
los cuadros estás estrella
los sillones
las alfombras donde estés
sacar una botella del refrigerador si es que estás
teclear las tres letras mundiales de tu nombre si estás llegando
vamos juntos compañero
aprovecha por fin la historia tañe sonora
a respirar tranquilo su lección como campana
a llenarte de cielo los pulmones para gozar el mañana
hay que pelear el ahora
donde estés con tu puedo y con mi quiero
si es que estás vamos juntos compañero
si estás llegando ya no somos inocentes
será una pena que no exista Dios ni en la mala ni en la buena
cada cual en su faena
pero habrá otros porque en esto no hay suplentes
claro que habrá otros con tu puedo y con mi quiero
dignos de recibirte vamos juntos compañero
comandante. algunos cantan victoria
porque el pueblo paga vidas
VICEVERSA pero esas muertes queridas
van escribiendo la historia
Tengo miedo de verte con tu puedo y con mi quiero
necesidad de verte vamos juntos compañero.
esperanza de verte
desazones de verte
LOS FORMALES Y EL FRÍO
tengo ganas de hallarte Quién iba a prever que el amor ese informal
preocupación de hallarte se dedicara a ellos tan formales
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
tengo urgencia de oírte y hablaban con sospechosa objetividad
alegría de oírte de grandes temas en dos volúmenes
buena suerte de oírte su sonrisa la de ella
y temores de oírte era como un augurio o una fábula
su mirada la de él tomaba nota
o sea de cómo eran sus ojos los de ella
resumiendo pero sus palabras las de él
estoy jodido no se enteraban de esa dulce encuesta
y radiante
quizá más lo primero como siempre o como casi siempre
que lo segundo la política condujo a la cultura
y también así que por la noche concurrieron al teatro
viceversa sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
Vamos juntos y como a la salida hacía bastante frío
Con tu puedo y con mi quiero y ella no tenía medias
vamos juntos compañero sólo sandalias por las que asomaban
compañero te desvela unos dedos muy blancos e indefensos
la misma suerte que a mí fue preciso meterse en un boliche
prometiste y prometí y ya que el mozo demoraba tanto
encender esta candela ellos optaron por la confidencia
con tu puedo y con mi quiero extra seca y sin hielo por favor
vamos juntos compañero
la muerte mata y escucha cuando llegaron a su casa la de ella
la vida viene después a el frío estaba en sus labios los de él
la unidad que sirve es de modo que ella fábula y augurio
la que nos une en la lucha le dio refugio y café instantáneos
con tu puedo y con mi quiero
una hora apenas de biografía y nostalgias con franqueza
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo sé que voy a quererte sin preguntas
decir algo que realmente no sobre sé que vas a quererme sin respuestas
ARCO IRIS
él probó sólo falta que me quede a dormir A veces
y ella probó por qué no te quedás por supuesto
y él no me lo digas dos veces usted sonríe
y ella bueno por qué no te quedás y no importa lo linda
o lo fea
de manera que él se quedó en principio lo vieja
a besar sin usura sus pies fríos los de ella o lo joven
después ella besó sus labios los de él lo mucho
que a esa altura ya no estaban tan fríos o lo poco
y sucesivamente así que usted realmente
mientras los grandes temas sea
dormían el sueño que ellos no durmieron Sonríe
cual si fuese
BIENVENIDA una revelación
Se me ocurre que vas a llegar distinta y su sonrisa anula
no exactamente más linda todas las anteriores
ni más fuerte caducan al instante
ni más dócil sus rostros como máscaras
ni más cauta sus ojos duros
tan sólo que vas a llegar distinta frágiles
como si esta temporada de no verme como espejos en óvalo
te hubiera sorprendido a vos también su boca de morder
quizá porque sabés su mentón de capricho
cómo te pienso y te enumero sus pómulos fragantes
sus párpados
después de todo la nostalgia existe su miedo
aunque no lloremos en los andenes fantasmales Sonríe
ni sobre las almohadas de candor y usted nace
ni bajo el cielo opaco asume el mundo
mira
yo nostalgio sin mirar
tú nostalgias indefensa
y cómo me revienta que él nostalgie desnuda
transparente
tu rostro es la vanguardia y a lo mejor
tal vez llega primero si la sonrisa viene
porque lo pinto en las paredes de muy
con trazos invisibles y seguros de muy adentro
usted puede llorar
no olvides que tu rostro sencillamente
me mira como pueblo sin desgarrarse
sonríe y rabia y canta sin desesperarse
como pueblo sin convocar la muerte
y eso te da una lumbre ni sentirse vacía
inapagable Llorar
sólo llorar
ahora no tengo dudas entonces su sonrisa
vas a llegar distinta y con señales si todavía existe
con nuevas se vuelve un arco iris.
con hondura
no hasta dos
Síndrome o hasta diez
Todavía tengo casi todos mis dientes sino contar
casi todos mis cabellos y poquísimas canas conmigo
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos si alguna vez
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus advierte
o sea que no debería sentirme viejo que la miro a los ojos
pero el grave problema es que antes y una veta de amor
no me fijaba en estos detalles reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
TÁCTICA Y ESTRATEGIA ni piense qué delirio
a pesar de la veta
Mi táctica es mirarte o tal vez porque existe
aprender como sos usted puede contar
quererte como sos conmigo

mi táctica es hablarte si otras veces


y escucharte me encuentra
construir con palabras huraño sin motivo
un puente indestructible no piense qué flojera
igual puede contar
mi táctica es conmigo
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé pero hagamos un trato
con qué pretexto yo quisiera contar
pero quedarme en vos con usted
es tan lindo
mi táctica es saber que usted existe
ser franco uno se siente vivo
y saber que sos franca y cuando digo esto
y que no nos vendamos quiero decir contar
simulacros aunque sea hasta dos
para que entre los dos aunque sea hasta cinco
no haya telón no ya para que acuda
ni abismos presurosa en mi auxilio
sino para saber
mi estrategia es a ciencia cierta
en cambio que usted sabe que puede
más profunda y más contar conmigo
simple

mi estrategia es Pasatiempo
que un día cualquiera Cuando éramos niños
no sé cómo ni sé los viejos tenían como treinta
con qué pretexto un charco era un océano
por fin me necesites la muerte lisa y llana
no existía
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
HAGAMOS UN TRATO un estanque era océano
Compañera la muerte solamente
usted sabe una palabra
que puede contar ya cuando nos casamos
conmigo los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano está intacto sin vos
la muerte era la muerte
de los otros podés querer el alba
ahora veteranos cuando quieras
ya le dimos alcance a la verdad venir a reclamarte
el océano es por fin el océano como eras
pero la muerte empieza a ser aunque el pasado sea
la nuestra. despiadado
y hostil
Nuevo canal interoceánico
Te propongo construir aunque contigo traigas
un nuevo canal dolor y otros milagros
sin esclusas aunque seas otro rostro
ni excusas de tu cielo hacia mí
que comunique por fin NO TE SALVES
tu mirada No te quedes inmóvil
atlántica al borde del camino
con mi natural pacífico. no congeles el júbilo
no quieras con desgana
SABERTE AQUÍ no te salves ahora
Podés querer el alba ni nunca
cuando quieras no te salves
he conservado intacto no te llenes de calma
tu paisaje
podes querer el alba no reserves del mundo
cuando ames sólo un rincón tranquilo
venir a reclamarte no dejes caer los párpados
como eras pesados como juicios

aunque ya no seas vos no te quedes sin labios


aunque mi amor te espere no te duermas sin sueño
quemándose en tu azar no te pienses sin sangre
y tu sueño sea eso
no te juzgues sin tiempo
y mucho más

pero si
esta noche otra noche
aquí estarás pese a todo
y cuando gima el tiempo no puedes evitarlo
giratorio y congelas el júbilo
en esta paz ahora y quieres con desgana
dirás y te salvas ahora
quiero esta paz y te llenas de calma
y reservas del mundo
ahora podés
sólo un rincón tranquilo
venir a reclamarte
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
penetrar en tu noche
y te secas sin labios
de alegre angustia
y te duermes sin sueño
reconocer tu tibio
y te piensas sin sangre
corazón sin excusas
y te juzgas sin tiempo
los cuadros
y te quedas inmóvil
las paredes
al borde del camino
saberte aquí
y te salvas
entonces
he conservado intacto
no te quedes conmigo
tu paisaje
pero no sé hasta dónde
ROSTRO DE VOS cierra los ojos
Tengo una soledad
tan concurrida y es una soledad
tan llena de nostalgias tan desolada
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo Botella al mar
y besos bienvenidos Pongo estos seis versos en mi botella al mar
de primeras de cambio con el secreto designio de que algún día
y de último vagón llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
tengo una soledad y en lugar de versos extraiga piedritas
tan concurrida y socorros y alertas y caracoles.
que puedo organizaría
como una procesión
por colores
tamaños TODAVÍA
y promesas No lo creo todavía
por época estás llegando a mi lado
por tacto y la noche es un puñado
y por sabor de estrellas y de alegría

sin un temblor de más palpo gusto escucho y veo


me abrazo a tus ausencias tu rostro tu paso largo
que asisten y me asisten tus manos y sin embargo
con mi rostro de vos todavía no lo creo
estoy lleno de sombras
de noches y deseos tu regreso tiene tanto
de risas y de alguna que ver contigo y conmigo
maldición que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
mis huéspedes concurren
concurren como sueños nadie nunca te reemplaza
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba y las cosas más triviales
tras la puerta se vuelven fundamentales
porque quiero estar solo porque estás llegando a casa
con mi rostro de vos
sin embargo todavía
pero el rostro de vos dudo de esta buena suerte
mira a otra parte porque el cielo de tenerte
con sus ojos de amor me parece fantasía
que ya no aman
pero venís y es seguro
como víveres y venís con tu mirada
que buscan a su hambre y por eso tu llegada
miran y miran hace mágico el futuro
y apagan mi jornada
y aunque no siempre he entendido
las paredes se van mis culpas y mis fracasos
queda la noche en cambio sé que en tus brazos
las nostalgias se van el mundo tiene sentido
no queda nada
y si beso la osadía
ya mi rostro de vos y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más USTEDES Y NOSOTROS
todavía Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
TE QUIERO
Tus manos son mí caricia nosotros cuando amamos
mis acordes cotidianos es fácil de arreglar
te quiero porque tus manos con sábanas qué bueno
trabajan por la justicia sin sábanas da igual

si te quiero es porque sos ustedes cuando aman


mi amor mi cómplice y todo calculan interés
y en la calle codo a codo y cuando se desaman
somos mucho más que dos calculan otra vez

tus ojos son mi conjuro nosotros cuando amamos


contra la mala jornada es como renacer
te quiero por tu mirada y si nos desamamos
que mira y siembra futuro no la pasamos bien

tu boca que es tuya y mía ustedes cuando aman


tu boca no se equivoca son de otra magnitud
te quiero porque tu boca hay fotos chismes prensa
sabe gritar rebeldía y el amor es un boom

si te quiero es porque sos nosotros cuando amamos


mi amor mi cómplice y todo es un amor común
y en la calle codo a codo tan simple y tan sabroso
somos mucho más que dos como tener salud

y por tu rostro sincero ustedes cuando aman


y tu paso vagabundo consultan el reloj
y tu llanto por el mundo porque el tiempo que pierden
porque sos pueblo te quiero vale medio millón

y porque amor no es aureola nosotros cuando amamos


ni cándida moraleja sin prisa y con fervor
y porque somos pareja gozamos y nos sale
que sabe que no está sola barata la función

te quiero en mi paraíso ustedes cuando aman


es decir que en mi país al analista van
la gente viva feliz él es quien dictamina
aunque no tenga permiso si lo hacen bien o mal

si te quiero es porque sos nosotros cuando amamos


mi amor mi cómplice y todo sin tanta cortedad
y en la calle codo a codo el subconsciente piola
somos mucho más que dos se pone a disfrutar

ustedes cuando aman


exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial la ley amarga
de estos países
nosotros cuando amamos ustedes duros
es fácil de arreglar con nuestra gente
con sábanas qué bueno por qué con otros
sin sábanas da igual son tan serviles
cómo traicionan
el patrimonio
HAIKUS mientras el gringo
la mariposa nos cobra el triple
recordará por siempre cómo traicionan
que fue gusano usté y los otros
los adulones
HAIKUS y los seniles
los sentimientos por eso digo
son inocentes como señor ministro
las armas blancas de qué se ríe
de qué se ríe
aquí en la calle
¿De qué se ríe? sus guardias matan
(Seré curioso) y los que mueren
En una exacta son gente humilde
foto del diario y los que quedan
señor ministro llorando de rabia
del imposible seguro piensan
vi en pleno gozo en el desquite
y en plena euforia allá en la celda
y en plena risa sus hombres hacen
su rostro simple sufrir al hombre
seré curioso y eso no sirve
señor ministro después de todo
de qué se ríe usté es el palo
de qué se ríe mayor de un barco
de su ventana que se va a pique
se ve la playa seré curioso
pero se ignoran señor ministro
los cantegriles de qué se ríe
tienen sus hijos de qué se ríe.
ojos de mando
pero otros tienen
mirada triste hay pocas cosas
aquí en la calle tan ensordecedoras
suceden cosas como el silencio
que ni siquiera
pueden decirse son manos locas
los estudiantes de pianista o de herrero
y los obreros las que nos hablan
ponen los puntos los hombres odian
sobre las íes presumen sueñan pero
por eso digo las aves vuelan
señor ministro
de qué se ríe DESAPARECIDOS
de qué se ríe Están en algún sitio / concertados
usté conoce desconcertados / sordos
mejor que nadie buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas con su esperanza dura
contemplando las verjas de las plazas el sur también existe
los timbres de las puertas / las viejas azoteas con sus predicadores
ordenando sus sueños sus olvidos sus gases que envenenan
quizá convalecientes de su muerte privada su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
nadie les ha explicado con certeza con sus trapos de lujo
si ya se fueron o si no y su pobre osamenta
si son pancartas o temblores sus defensas gastadas
sobrevivientes o responsos sus gastos de defensa
son su gesta invasora
ven pasar árboles y pájaros el norte es el que ordena
e ignoran a qué sombra pertenecen pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
cuando empezaron a desaparecer hay hombres y mujeres
hace tres cinco siete ceremonias que saben a qué asirse
a desaparecer como sin sangre aprovechando el sol
como sin rostro y sin motivo y también los eclipses
vieron por la ventana de su ausencia apartando lo inútil
lo que quedaba atrás / ese andamiaje y usando lo que sirve
de abrazos cielo y humo con su fe veterana
el sur también existe
cuando empezaron a desaparecer con su corno francés
como el oasis en los espejismos y su academia sueca
a desaparecer sin últimas palabras su salsa americana
tenían en sus manos los trocitos y sus llaves inglesas
de cosas que querían con todos sus misiles
y sus enciclopedias
están en algún sitio / nube o tumba su guerra de galaxias
están en algún sitio / estoy seguro y su saña opulenta
allá en el sur del alma con todos sus laureles
es posible que hayan extraviado la brújula el norte es el que ordena
y hoy vaguen preguntando preguntando pero aquí abajo abajo
dónde carajo queda el buen amor cerca de las raíces
porque vienen del odio es donde la memoria
ningún recuerdo omite
El sur también existe y hay quienes se desmueren
Con su ritual de acero y hay quienes se desviven
sus grandes chimeneas y así entre todos logran
sus sabios clandestinos lo que era un imposible
su canto de sirenas que todo el mundo sepa
sus cielos de neón que el sur también existe.
sus ventanas navideñas
su culto a dios padre ¿Qué les queda los jóvenes
y de las charreteras ¿Qué les queda por probar a los jóvenes
con sus llaves del reino en este mundo de paciencia y asco?
el norte es el que ordena ¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
pero aquí abajo abajo también les queda no decir amén
el hambre disponible no dejar que les maten el amor
recorre el fruto amargo recuperar el habla y la utopía
de lo que otros deciden ser jóvenes sin prisa y con memoria
mientras que el tiempo pasa situarse en una historia que es la suya
y pasan los desfiles no convertirse en viejos prematuros
y se hacen otras cosas
que el norte no prohíbe ¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina? pero tampoco creas
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas? a pie juntillas todo
les queda respirar / abrir los ojos no creas nunca creas
descubrir las raíces del horror este falso abandono
inventar paz así sea a ponchazos estaré donde menos
entenderse con la naturaleza lo esperes
y con la lluvia y los relámpagos por ejemplo
y con el sentimiento y con la muerte en un árbol añoso
esa loca de atar y desatar de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
¿qué les queda por probar a los jóvenes horizonte sin horas
en este mundo de consumo y humo? en la huella del tacto
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas? en tu sombra y mi sombra
también les queda discutir con dios estaré repartido
tanto si existe como si no existe en cuatro o cinco pibes
tender manos que ayudan / abrir puertas de esos que vos mirás
entre el corazón propio y el ajeno / y enseguida te siguen
sobre todo les queda hacer futuro y ojalá pueda estar
a pesar de los ruines de pasado de tu sueño en la red
y los sabios granujas del presente. esperando tus ojos
y mirándote.
HAIKUS
después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida

HAIKUS
lo peor del eco
es que dice las mismas
barbaridades
HAIKUS
por si las moscas
hay profetas que callan
su profecía

Chau número tres

Te dejo con tu vida


tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
David Huerta
VICENTE QUIRARTE
Mi amigo Pánfilo
Belleza del astrónomo Dicen que Pánfilo
es "necio como una cabra".
El Sol que nos alumbra Mi amigo no se parece
no es un sol presente: a ese animal
ocho minutos tarda ni a ningún otro.
en llegar a la Tierra. (A él Y a mí nos gustan las cabras.)
Cuando dejas la casa No sé si es necio;
la hermosura prospera: pero creo que no,
tu perfume en la cama porque cuando está conmigo
lentamente madura suele fabricar -con mucha paciencia-
como un sol generoso artefactos de ramitas y alambres,
que en presente redime máquinas bellas
la pequeña hecatombe que no sirven para nada.
de la alcoba desierta,
la memoria viviente Luego me regala esos objetos
de dos planetas solos y yo los conservo en mi cuarto
que entre veinte millones y juego con ellos.
se encontraron. Pánfilo es mi amigo y si él es como dicen
yo también soy necio como una cabra.

Formas y colores de las palabras

Escucha una palabra con atención,


Fabio Morabito
cualquier palabra.
La lagartija
La lagartija, incapaz
Es puro sonido
de esfuerzos, trepa por muros
pero algo
amplios como vacaciones.
quiere decir:
Elige un rayo de sol,
uno solo, y se detiene
naranja, una fruta; avión,
sobre el muro a gozado.
máquina que vuela; Clodomiro,
Luego elige otro, y otro;
nombre de persona; Azucena,
cada rayo es un verano
flor blanca.
que ella absorbe con su lomo
gota a gota, hasta aturdirse.
Ahora vuelve a escucharlas
Cada mil insolaciones
Y encuéntrales
muda de piel, se renueva.
formas y colores:
También el muro y el sol
mudan de horror y fijeza,
¿no tiene espada
pero no se sabe cuándo.
un saborcito metálico
muy adecuado?

Perfume, con esa u


donde cae el acento
es profunda
y azul o verde.

Verónica tiene todas


las vocales, menos la u.

Carretera rechina
y serpentea.
Rubén Bonifaz Nuño
El caracol
y así por el estilo ...
Jugabas, a oscuras, a hacer caminos
en la arena. El mar no te alcanzaba.
Y era una gran sombra, y una cinta
blanca, y un rumor deshecho

HOMERO ARIDJIS
CUANDO UN ANGEL SUEñA

Cuando un ángel sueña


las cosas cambian de nombre
y las criaturas de forma.
Entramos en el reino
de la libertad de las imágenes
y de las formas que se transfiguran.
Cuando un ángel sueña
se oyen los sueños de los otros
como si fueran nuestros,
el hombre de cabello hirsuto
camina por la calle como un muerto
vivo; cada persona, cada cosa es
llamada por otro nombre,
por su nombre en los sueños.
Cuando el ángel despierta,
todo vuelve a su forma original,
pero el mundo ya no es tan real.

Autorretrato recién nacido


Un techo
U n lecho
un pecho
y yo
nadando en la novedad de mi mismo

Autorretrato a los trece años


Sobreviviente de mí mismo,
me siento en la silla del peluquero.

En un caballete está el espejo,


más allá el cerro.

Sobre el descansapiés miro las lenguas


de mis zapatos viejos.
Los resortes del sillón pican la espalda.
Paul Valery
Chon me hace la raya con el peine,
El cementerio Marino(frag)
Para mí solo, a mí solo, en mí mismo,
a tijeretazos avanza sobre mi cabeza un corazón, en fuentes del poema,
entre el vacío y el suceso puro,
echando mechones sobre el empedrado. de mi íntima grandeza el eco aguardo,
cisterna amarga, oscura y resonante,
Moscas sin vanidad se asolean en las piedras, ¡hueco en el alma, son siempre futuro!
o se pegan a la frente de Chon.

Él las ahuyenta moviendo las orejas.


el pueblo huele a estiércol y a rosas
WILLIAM HENLEY
El peluquero me muestra su obra maestra:
INVICTUS
un corte de pelo perfectamente redondo.
Desde la noche que sobre mí se cierne,
En el espejo de mano negra como su insondable abismo,
miro en el cerro el sol que se pone. agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
"Cantaré la luz", me digo,
sintiéndome ya poeta Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
No se quiere ir Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
No se quiere ir el niño del espejo.
Pasaron los años, terminó la vida
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
y allí esta parado el niño del espejo.
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
Cuento de amor me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
Una mujer y un hombre
se alojan uno en otro No importa cuán estrecho sea el camino,
como ojal y botón. cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
Loco en la noche soy el capitán de mi alma
Asomado a la ventana
cree que es mediodía
y con el cordón de la persiana en la mano juega con un rayo
de luz
cada cosa que toca se enciende BERTOLT BRECHT
y de sus ojos brotan corrientes doradas Cambio de Rueda
pues caminando por el cuarto oscuro
cree que su cara es el sol "Estoy sentado al borde de la carretera.
El conductor cambia la rueda.
No me gusta el lugar de donde vengo.
No me gusta el lugar adonde voy.
¿Por què miro el cambio de rueda con impaciencia?"

(Hans Magnus Ensz..)


Ráfagas

hay palabras
ligeras
como semillas de álamo

se levantan
llevadas por el viento
y vuelven a caer

difícil agarrarlas
porque se van muy lejos Tal es mi poesía: poesía-herramienta
como semillas de álamo a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
hay palabras con que te apunto al pecho.
que más tarde quizás
removerán la tierra No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
proyectarán tal vez alguna sombra Es algo como el aire que todos respiramos
una sombra delgada y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
o tal vez no
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
GABRIEL CELAYA Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
LA POESIA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
WALT WHITMAN
cuando se miran de frente
Surgirá un nuevo orden
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
y sus hombres serán
se dicen las verdades:
los sacerdotes del hombre,
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
y cada hombre será
su propio sacerdote.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
Oh Capitán, mi capitán!!
piden ser, piden ritmo,
Oh Capitán, mi Capitán:
piden ley para aquello que sienten excesivo.
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Con la velocidad del instinto,
Ya el puerto se halla próximo,
con el rayo del prodigio,
ya se oye la campana
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
y ver se puede el pueblo que entre vítores,
en lo idéntico a sí mismo.
con la mirada sigue la nao soberana.
Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
Poesía para el pobre, poesía necesaria
cómo los hilos rojos van rodando
como el pan de cada día,
sobre el puente en el cual mi Capitán
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
permanece extendido, helado y muerto?
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
tropeles de campanas.
decir que somos quien somos,
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.
Estamos tocando el fondo.
Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
Maldigo la poesía concebida como un lujo
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.
cultural por los neutrales
Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta
Es sólo una ilusión que en este puente
mancharse.
te encuentres extendido, helado y muerto.
Mi padre no responde.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
Sus labios no se mueven.
y canto respirando.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
personales, me ensancho.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
en tanto que camino con paso triste, incierto,
que trabaja con otros a España en sus aceros.
por el puente do está mi Capitán de esta tierra y de estos vientos.
para siempre extendido, helado y muerto. Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
NO TE DETENGAS de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
No te dejes vencer por el desaliento. Y con mi aliento puro
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, comienzo a cantar hoy
que es casi un deber. y no terminaré mi canto hasta que muera.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo Hojas de hierba (fragmento)
extraordinario. "Creo que una brizna de hierba no es inferior a la jornada de
No dejes de creer que las palabras y las poesías los astros
sí pueden cambiar el mundo. y que la hormiga no es menos perfecta ni lo es un grano de
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. arena...
Somos seres llenos de pasión. y que el escuerzo es una obra de arte para los gustos más
La vida es desierto y oasis. exigentes...
Nos derriba, nos lastima, y que la articulación más pequeña de mi mano es un
nos enseña, escarnio para todas las máquinas.
nos convierte en protagonistas Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás el origen
de nuestra propia historia. de todos los poemas.
Aunque el viento sople en contra, Creo en ti alma mía, el otro que soy no debe humillarse ante
la poderosa obra continúa: ti
Tu puedes aportar una estrofa. ni tú debes humillarte ante el otro.
No dejes nunca de soñar, Retoza conmigo sobre la hierba, quita el freno de tu
porque en sueños es libre el hombre. garganta.
No caigas en el peor de los errores: (...)
el silencio. No pregunto quién eres, eso carece de importancia para mí.
La mayoría vive en un silencio espantoso. No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te inculco. "
No te resignes.
Huye. Y tú, mar... También a ti me entrego. Adivino lo que quieres
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", decirme,
dice el poeta. Desde la playa veo tus dedos que me invitan,
Valora la belleza de las cosas simples. Y pienso que no quieres marcharte sin haberme besado.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, Debemos estar un rato juntos: me desnudo y me llevas muy
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. lejos de la costa,
Eso transforma la vida en un infierno. Arrúllame y durmiendo al vaivén de tus olas,
Disfruta del pánico que te provoca Salpícame de espuma enamorada, que yo sabré pagarte.
tener la vida por delante. Mar violento, tenaz y embravecido,
Vívela intensamente, Mar de respiros profundos y revueltos,
sin mediocridad. Mar de la sal de la vida, de sepulcros dispuestos aunque no
Piensa que en ti está el futuro estén cavados,
y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Rugiente mar que, a capricho, generas tempestades o calmas,
Aprende de quienes puedan enseñarte. Cantor de los amantes que duermen abrazados
Las experiencias de quienes nos precedieron También doy testimonio del amor a mis prójimos:
de nuestros "poetas muertos", ¿Haré sólo inventario de todos mis objetos olvidando la casa
te ayudan a caminar por la vida que los tiene y cobija?
La sociedad de hoy somos nosotros: No soy sólo el poeta de la bondad, acepto también serlo de
Los "poetas vivos". lo inicuo y lo malvado,
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ¿Qué son esos discursos que nos cuentan de vicios y
virtudes?
Canto a mi mismo El mal me sugestiona, y lo mismo la reforma del mal, mas
Me celebro y me canto a mí mismo. sigo imperturbable.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, ¿Soy un inquisidor, un hombre que desprecia cuanto
porque lo que yo tengo lo tienes tú encuentra a su paso?
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también. No soy más que aquel hombre que riega las raíces de todo lo
que crece.
Vago... e invito a vagar a mi alma. ¿Te temes que la terca preñez sólo engendre tumores?
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra ¿Pensabas que las leyes que rigen a los astros admiten ser
para ver cómo crece la hierba del estío. cambiadas?
Encuentro el equilibrio en un lado lo mismo que en su
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, opuesto.
Las doctrinas flexibles nos ayudan lo mismo que ayudan las ni tu sombra que al atardecer sale a tu encuentro;
más firmes, te mostraré el miedo en un puñado de polvo.
Las ideas y acciones del presente nos despiertan y mueven,
Ningún tiempo es más bueno para mí que este ahora que me Abril es el mes más cruel: engendra
viene a lo largo de millones de siglos. lilas de la tierra muerta, mezcla
No hay nada de asombroso en las acciones buenas de antes o recuerdos y anhelos, despierta
de ahora, raíces inertes con lluvias primaverales.
Lo asombroso es que siempre existan los malvados o los
hombres sin fe.
Se borran el pasado y el presente, pues ya los he colmado y
vaciado, Arthur Rimbaud
Ahora me dispongo a cumplir mi papel en el futuro.
Tú, que me escuchas allá arriba: ¿Qué tienes que decirme? Acaso no imaginas
Mírame de frente mientras siento el olor de la tarde, Acaso no imaginas por qué de amor me muero?
(Háblame con franqueza, no te oyen y sólo estaré contigo La flor me dice: ¡Hola! ¡Buenos días!, el ave.
unos momentos.) Llegó la primavera, la dulzura del ángel.
¿Que yo me contradigo? ¡No adivinas acaso por qué de embriaguez hiervo!
Pues sí, me contradigo. Y, ¿qué? Dulce ángel de mi cuna, ángel de mi abuelita,
(Yo soy inmenso, contengo multitudes.) ¿No adivinas acaso que me transformo en ave
Me dirijo a quienes tengo cerca y aguardo en el umbral: que mi lira palpita y que mis alas baten
¿Quién ha acabado su trabajo del día? ¿Quién terminó su como una golondrina?
cena?
¿Quién desea venirse a caminar conmigo?
FERNANDO PESSOA
Que aquel que camina sin amor una legua siquiera, camina
Si alguien toca un día a tu puerta...
amortajado hacia su propio funeral,
Que tú o yo, sin tener un centavo, podemos adquirir lo mejor
Si alguien toca un día a tu puerta,
de este mundo,
Diciendo que es un emisario mío
Que no hay oficio ni profesión tan bajos que el joven que los
No creas, ni aunque sea yo;
siga no pueda ser un héroe,
Que mi vanidoso orgullo no intentaría
Que el objeto más frágil puede servir de eje a todo el
Tocar siquiera la puerta irreal del cielo.
universo,
Pero si, naturalmente, y sin oír
Y digo al hombre o mujer que me escucha:
A alguien tocar, la puerta fueras a abrir
"Que se eleve tu alma tranquila y sosegada ante un millón de
Y encontraras alguien como a la espera
mundos."
De tocar, medita un poco.
Y digo a la humanidad: "No te inquietes por Dios,
Ese era Mi emisario y yo y lo que intenta
Porque yo, que todo lo interrogo, no dirijo mis preguntas a
Mi orgullo que desespera
Dios,
¡Abre a quién no llama a tu puerta!
(No hay palabras capaces de expresar mi postura tranquila
ante Dios y la muerte.)
Escucho y veo a Dios en cada cosa, pero no le comprendo,
Empiezo a conocerme, no existo
Ni entiendo que haya nada en el mundo que supere a mi yo.
Empiezo a conocerme. No existo.
¿Por qué he de desear ver a Dios mejor de lo que ahora le
Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me
veo?
hicieron,
Veo algo de Dios cada una de las horas del día, y cada
o la mitad de ese intervalo, porque además hay vida…
minuto que contiene esas horas,
Soy esto, en fin…
En el rostro de los hombres y mujeres, en mi rostro que
Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de
refleja el espejo, veo a Dios,
zapatillas en el pasillo.
Encuentro cartas de Dios por las calles, todas ellas firmadas
Quede sólo yo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo.
con su nombre,
Es un universo barato.
Y las dejo en su sitio, pues sé que donde vaya
Llegarán otras cartas con igual prontitud.
CHARLES BAUDELAIRE
¿Vienes del cielo profundo o sales del abismo?
¿Vienes del cielo profundo o sales del abismo,
Oh belleza? Tu mirada, infernal y divina,
Vierte confusamente la buena acción y el crimen,
T. S. ELIOT Y puedo por eso compararte al vino.
Tierra Baldía Contienes en tus ojos el ocaso y la aurora,
Y te enseñaré algo que no es Esparces perfumes como una tarde de tormenta,
ni tu sombra que te sigue por la mañana
Tus besos son un filtro y tu boca un ánfora El hombre es capaz de todos los heroísmos;
Que vuelven cobarde al héroe y valiente al niño. la mujer de todos los martirios;
¿Sales del negro abismo o bajas de los astros? el heroísmo ennoblece, el martirio sublima.
El destino hechizado te sigue como un perro; El hombre es un código;
Siembras al azar gozos y desastres, la mujer es un sagrario;
Y gobiernas todo sin responder a nada. el código corrige, el evangelio perfecciona.
Marchas sobre los muertos, belleza, de los que te burlas; El hombre es un templo;
De todas tus joyas, el horror no es la menos encantadora, la mujer es un santuario;
Y el asesinato, entre tus más queridos colgantes, ante el templo nos descubrimos, ante el santuario nos
Sobre tu vientre baila orgullosamente. arrodillamos.
La efímera deslumbrada vuela hacia ti, candela, El hombre piensa;
Crepita, arde y dice: ¡Bendigamos esta antorcha! la mujer sueña;
El amante jadeando inclinado sobre su bella pensar es tener en el cráneo una larva, soñar es tener en la
Parece un moribundo acariciando su tumba. frente una aureola.
¿Qué importa que tú vengas del cielo o del infierno, El hombre es un océano;
¡Oh belleza! ¡Monstruo enorme, espantoso, ingenuo! la mujer es un lago;
Si tus ojos, tu sonrisa, tus pies, me abren la puerta el océano tiene la perla que adorna, el lago la poesa que
De un infinito al que amo y nunca he conocido? deslumbra.
De Satán o de Dios, ¿qué importa?, ángel o sirena, El hombre es el águila que vuela;
¿Qué importa, si tú haces -hada de ojos de terciopelo la mujer el ruiseñor que canta;
Ritmo, perfume, fulgor, oh mi única reina- volar es dominar el espacio, cantar es conquistar el alma.
Menos horrible el universo y menos pesado cada instante? En fin;
el hombre está donde termina la tierra,
la mujer donde comienza el cielo.

EZRA POUND
Acerca de su propio rostro
reflejado en un espejo

¡Oh extraño rostro ahí sobre el espejo!


Oh blasfema compañía, oh santo anfitrión,
Oh mi tonto rostro barrido por la tristeza,
¿Cuál es la respuesta? ¡Oh tú, mirada
que te esfuerzas y vagas y por la que pasan
la burla, el desafío, la sinceridad!
¿Yo? ¿Yo? ¿Yo?
¿Y tú?

Una muchacha
El árbol ha entrado en mis manos,
la savia ha ascendido por mis brazos,
el árbol ha crecido en mi pecho−
hacia abajo,
las ramas brotan de mí, como brazos.
Eres árbol,
eres musgo,
eres violetas que el viento acaricia,
una niña −tan alta− eres,
y todo esto es incomprensible para el mundo.

VICTOR HUGO
El hombre y la mujer

El hombre es la más elevada de las criaturas;


la mujer el más sublime de los ideales.
El hombre es el cerebro, la mujer el corazón; GABRIEL ZAID
el cerebro fabrica la luz, el corazón el amor; LECTURA DE SHAKEASPEARE
la luz fecunda, el amor resucita. (Soneto 66)
El hombre es fuerte por la razón;
la mujer es invencible por las lágrimas; Asqueado de todo esto, me resisto a vivir.
la razón convence, las lágrimas conmueven. Ver la Conciencia forzada a mendigar
y la Esperanza acribillada por el Cinismo en qué horas del día
y la Pureza termida como una pesadilla repartía mis pequeños odios con el odio grande
y la Inquietud ganancia de pescadores de los miles que éramos.
y la Fe derrochada en sueños de café
y nuestro Salvajismo alentado como Virtud Es difícil explicarles a ellos.
y el Diálogo entre la carne y las bayonetas Los papeles del bolsillo, digo,
y la verdad tapada con un Dedo eran poemas, o casi,
y la Estabilidad oliendo a establo eran días asustados, gastados, sonrisas repartidas como
y la Corrupción, ciega de furia, a dos puños: volantes en las
con espada y balanza. esquinas,

Asqueado de todo esto, preferiría morir, eran pintas chiquitas,


de no ser por tus ojos, María, casi para mí mismo,
y por la patria que me piden. para situarme en el planeta genial
que era hoy la ciudad,
declaraciones insólitas de mi complicidad conmigo mismo,
con lo que estábamos haciendo.

Si entonces ese día,


No hay que perder la paz alguien hubiera dicho
¿Sigue usted indignado, ¿de dónde han salido?;
Señor Presidente? ¿quién los hizo?
Mala cosa es perder Son subversivos, reflejan tu anarquismo, tu desconfianza
por unos muertitos, del mundo,
que ya hacen bostezar tus problemas sexuales, tu falta de tristeza, tu soledad
de empacho a los gusanos, corrupta;
la paz. son muestra de que eres aún adolescente, de que en el
Todo fondo desconfías de tí mismo.. .
es posible en la paz.
1971 yo hubiera dicho:
ivete a la mierda! Son sólo poemas; poemas solamente,
y reflejan (nada refleja) todas esas cosas...y además,
todos tenemos papeles en los bolsillos.
Paco Ignacio Taibo
Pero hoy, otro día,
SEPTIEMBRE: si me preguntan qué pasó con ellos,
Inédito sería difícil explicar
explicar que estaban por aquí,
Un día, que se fueron por las alcantarillas mientras su autor
el día en que no me detuvieron, (corría,
en que ni siquiera me tocaron los golpes, que se derritieron de sudor entre los dedos,
porque la ley y el orden o que están aquí porque los he guardado.
me desprecian un rato ¿Acaso importa? Los volvería a hacer.
descuidados
(era de tarde, llovía).
se olvidaron de mí. Georg Friedrich Jün ger
Era un día en que caminé por Insurgentes y los
coches azules Regresando se adapta y se vincula
llenaban la calle sin descanso la ola con ola.
hasta sacarla. Sólo en el cambio lo que e s i gual sub siste,
y sól o en el cambio el manantial existe.
Ese día

tenía de papelitos arrugados


llenando los bolsillos.
Coral Bracho
Si me hubieran registrado
me hubiera sido imposible explicarles
TIERRA VIVA
cómo fueron escritos
(es difícil explicar cosas así),
bajo qué luz,
Tierra viva,
con quiénes,
tierra de entraña ardiente, ni rosa
encendido panal bajo los sepias ni petálo
de un manto espeso. ni polen.
Materia de ebriedad y de dulzura Soy espina
que a sí misma se engendra,
que en sí misma se vierte.
Tierra que funde
Dorothy Parker
y que concentra, en su cieno solar,
traducido por J. J. Blanco:
las ternuras huidizas que amasa el tiempo. Tierra
de floración. Tierra torneada en que cifra el goce
Lo que es la juventud
sus huellas íntimas, cera en que abisma y palpa
su memoria:
En la juventud, me esmeraba
cuenco; lugar oculto
Por agradar a mis amantes
donde el amor
Y cambiar -conforme cambiaba
es un fruto que pesa
De hombres -de gusto y semblante.
y que madura. Es el huerto ceñido
que se extiende hacia adentro:
selvas de nervaduras
en sus hojas;
Pero ahora que sé lo que sé
redes de bronce contra el mar.
Y que hago lo que me agrada,
Destellos finos
Si no te gusto como soy,
que alarga el sueño sobre sus lascas azuladas. Sal,
te Me vas, mi amor, a la chingada.
huellas de sal sobre esta tierra. Rastros
de plenitud; y el tejido del otoño al trasluz
de sus frutos.
Tachibana Akemi:
Sobre el amor
Encendido en los boscajes del tiempo, el amor Qué hermoso placer
es deleitada sustancia. Abre con hociquillo de marmota, Cuando saco unas hojas,
senderos y senderos Tomo mi pluma
inextricables. Es el camino de vuelta Y escribo mucho mejor
de los muertos, el lugar luminoso donde suelen De lo que podría haber previsto.
resplandecer. Como zafiros bajo la arena
hacen su playa, hacen sus olas íntimas, su floración Qué hermoso placer
de pedernal, blanca y hundiéndose Cuando sin ayuda
y volcando su espuma. Así nos dicen al oído: del viento Puedo comprender
de la calma del agua, y del sol El sentido de un texto
que toca, con dedos ígneos y delicados Al que se juzga dificilísimo.
la frescura vital. Así nos dicen
con su candor de caracolas; así van devanándonos
con su luz, que es piedra, y que es principio con el agua, y es
mar
de hondos follajes
inexpugnables, a los que sólo así, de noche,
nos es dado ver y encender.

Ana Rosa González Matute


Autorretaro

No soy
ni flor
ni tallo
ni raíz
No soy

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