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Capítulo 1

Epidemiología de la infección por VPH


y del cáncer de cuello de útero.
Nuevas opciones preventivas
X. Castellsagué Piqué, S. de Sanjosé Llongueras y F. X. Bosch Jose

Introducción éste poniendo especial énfasis en el cáncer de


cuello de útero y el nuevo escenario emergen­
Uno de los descubrimientos más importan­ te para su prevención global.
tes en la investigación etiológica del cáncer de
estos últimos 25 años ha sido la demostración
de que el cáncer de cuello de útero está causa­ Epidemiología y evolución natural
do por el virus del papiloma humano (VPH). de la infección por VPH
La evidencia científica acumulada a partir de
estudios virológicos, moleculares, clínicos y El VPH
epidemiológicos ha permitido demostrar y des­
cribir de forma inequívoca que el cáncer de El VPH representa una de las infecciones
cuello de útero es, en realidad, una secuela a de transmisión sexual más comunes, aunque
largo plazo de una infección persistente por todavía poco conocida. La familia de los VPH
ciertos genotipos de VPH, un virus de trans­ cuenta con más de 150 tipos virales que, en re­
misión primordialmente sexual. De esta ma­ lación con su patogenia oncológica, se clasifi­
nera, podemos afirmar que el cáncer de cuello can en tipos de alto y de bajo riesgo oncológi­
de útero es el resultado final de una enferme­ co. El paradigma de los primeros lo constituyen
dad venérea no resuelta. La implicación causal los VPH de tipo 16 y 18 y el de los segundos,
del VPH en el cáncer de cuello de útero está los VPH de tipo 6 y 11. Las infecciones por ti­
revolucionando las opciones preventivas de que pos de alto riesgo siguen predominantemente
se disponía hasta ahora, ofreciendo una opor­ un curso silente, tienden a establecer infecciones
tunidad única para introducir nuevas estrate­ persistentes y generan alteraciones citológicas
gias de prevención primaria y secundaria ba­ características englobadas mayoritariamente en
sadas en el VPH. En este capítulo se repasa la el grupo de las neoplasias cervicales (CIN, del
epidemiología y evolución natural de la infec­ inglés cervical intraepithelial neoplasia) de gra­
ción por VPH y de los cánceres asociados a do 1 (CIN‑1) o lesiones escamosas intraepite­

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liales de bajo grado (L‑SIL). En una proporción mucosas del cuello del útero, la vagina, la vul­
menor, las infecciones por VPH de alto riesgo va, el ano y el pene. La detección de los tipos
pueden progresar a lesiones escamosas intrae­ de VPH mediante técnicas de reacción en ca­
piteliales de alto grado (CIN‑2 / 3, H‑SIL) y a dena de la polimerasa (PCR) presenta una gran
cáncer de cuello de útero. Algunos de los tipos variabilidad en la población general, según la
virales de alto riesgo están también asociados a edad y la situación geográfica, tal y como se ha
tumores en otras localizaciones anogenitales. puesto de manifiesto en un análisis combinado
Una fracción considerable de las infecciones por llevado a cabo por la Agencia Internacional de
VPH es autolimitada, particularmente las que Investigación sobre el Cáncer (IARC) 2 y de un
se asocian con variaciones morfológicas de tipo metaanálisis de estudios publicados 3.
CIN‑1 / 2. Los VPH de tipo 6 / 11 rara vez se En mujeres asintomáticas de la población
encuentran en lesiones neoplásicas y cursan pre­ general, la prevalencia de infección por VPH
dominantemente con infecciones clínicamente oscila entre un 2 y un 44 % 4. Un metaanálisis
visibles, denominadas verrugas genitales o con­ reciente ha estimado la prevalencia del VPH
dilomas acuminados (CA). Ocasionalmente, en mujeres con resultados normales en la ci­
las infecciones por VPH se transmiten de la tología de Papanicolaou a partir de datos pro­
madre al recién nacido abocando a infecciones cedentes de 78 estudios publicados 3. Tal y
de las vías respiratorias superiores y ocasionan como muestra la tabla 1‑1, la prevalencia glo­
una rara entidad clínica denominada papiloma­ bal ajustada es del 10,41 %, con una variabi­
tosis laríngea recurrente. lidad regional considerable. Para la realización
del estudio, no se dispuso de datos referentes
a Oceanía. De acuerdo con esta evaluación,
Prevalencia y variación geográfica el número estimado de mujeres portadoras
de la infección por VPH de ácido desoxirribonucleico (ADN) del VPH
en todo el mundo en un momento dado es
La infección genital por el VPH es la infec­ de 291 millones. Se estima que alrededor de
ción de transmisión sexual (ITS) más común 105 millones de estas infecciones serán debi­
entre las mujeres 1. El VPH infecta las áreas das a los VPH 16 o 18. El análisis combinado

TABLA 1‑1   Prevalencia del VPH a estimada a partir de un metaanálisis de 78 estudios de mujeres con resultados
normales en la citología de Papanicolaou, por regiones mundiales
Número Número Número Prevalencia ajustada
de estudios de mujeres testadas de mujeres VPH+ del VPH (%) [IC 95 %]

Estimación global 78 157.879 15.764 10,41 [10,16‑10,67]


África  8    6.226   1.429 22,12 [20,87‑23,43]
América 24   40.399   6.291 12,95 [12,41‑13,51]
Europa 27   70.129   4.649 8,08 [7,77‑8,41]
Asia 19   41.125   3.395 7,95 [7,53‑8,40]
a 
Prevalencia de VPH ajustada por región, tipo y diseño del estudio, año de publicación, medio utilizado para la obtención de muestras, medio de almacena‑
miento de células, método de detección del VPH, cebadores usados y edades mínima y máxima de las participantes de cada estudio.
Adaptada de Burchell et al. 5

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

25

Modelo ajustado
No ajustado
20
Prevalencia del VPH (%)

15

10

0
<20 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 >69

Grupo de edad

Figura 1‑1   Prevalencia específica por edad del VPH entre mujeres con resultados normales en la citología de Papa‑
nicolaou. Se presentan estimaciones brutas y ajustadas basadas en el metaanálisis de 78 estudios. Las estimaciones
de prevalencia específica por edad se han calculado mediante el uso de modelos logísticos basados en un análisis dis‑
criminatorio que incluye región geográfica, tipo y diseño del estudio, valores de edad mínimos y máximos de cada es‑
tudio, año de publicación, medio utilizado en la obtención de muestras, método de almacenamiento de células, método
de detección del VPH, cebadores usados y detección del VPH tipo‑específica.
Adaptada de Burchell et al. 5

de la IARC utilizó el mismo método de PCR Este mismo patrón se observa en numero­
para evaluar muestras recogidas sistemática­ sos estudios llevados a cabo en todo el mundo,
mente en todo el mundo y sus resultados co­ con la excepción de Asia, donde las curvas de
rroboran, en general, estas observaciones 2. prevalencia específica por edad descienden pro­
Los resultados del metaanálisis también po­ gresivamente a medida que aumenta la edad,
nen de manifiesto que la prevalencia es máxi­ sin que se observe un segundo pico 4,6. Los mo­
ma en mujeres jóvenes y disminuye en los gru­ tivos del segundo pico y su variación geográ­
pos de mediana edad (fig. 1‑1). A partir de los fica no están claros pero pueden estar influen­
65 años de edad, se observa un incremento de ciados por uno o varios mecanismos 4. Por
la prevalencia del VPH en el análisis bruto. ejemplo, por una reactivación de infecciones
Sin embargo, al ajustar por posibles factores previamente no detectables adquiridas a una
de confusión (como diseño del estudio, medio edad más temprana causadas por una pérdida
utilizado para la obtención de muestras y mé­ gradual de la inmunidad tipo específica oca­
todo de detección del VPH), se observa una sionada por influencias hormonales durante
disminución de la prevalencia específica para los años de la posmenopausia. Este segundo
estos grupos de edad. pico también podría explicarse por la adquisi­

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ción de infecciones nuevas a través de contac­ gicos del VPH en varones; el de mayor tamaño
tos sexuales con parejas nuevas a una edad más comunicó una seropositividad menor en com­
madura. El comportamiento sexual de las mu­ paración con las mujeres y una tasa de preva­
jeres y de sus parejas masculinas puede dar lencia máxima en edades comprendidas entre
lugar a diferentes tasas de adquisición de nue­ los 30 y 39 años 9. En conjunto, los datos dis­
vas infecciones por VPH. El comportamiento ponibles sobre el VPH en los hombres sugieren
sexual de los hombres de mayor edad puede que la prevalencia del VPH es menor en éstos
tener más importancia que el de las mujeres. (7,9 %) que en las mujeres (17,9 %) y que el epi­
Otra explicación probable sería un efecto co­ telio del pene puede ser menos receptivo a los
horte en el que la variación de la prevalencia tipos del VPH de alto riesgo 7.
observada en distintas edades fuera consecuen­
cia de los posibles cambios en la exposición a
Duración de la infección por VPH
los factores y cofactores de riesgo (p. ej., taba­
quismo, paridad, uso de anticonceptivos ora­
La duración de la infección es un compo­
les) de cohortes de nacimiento sucesivas 5.
nente importante de la tasa de propagación de
una ITS en la población, ya que las infecciones
de mayor duración tienen un impacto poten­
Prevalencia del VPH en los hombres
cialmente mayor 1. Las investigaciones longitu­
dinales llevadas a cabo hasta la fecha han mos­
Se ha identificado claramente ADN del
trado de forma consistente que la mayoría de
VPH en los genitales, la mucosa anal y la cavi­
las infecciones por el VPH detectadas median­
dad oral del hombre. Los métodos de muestreo
te técnicas de hibridación molecular son tran­
de ADN del VPH en los hombres ofrecen di­
sitorias, pasando a no ser detectables al cabo de
ficultades ya que son más variables, no han sido
1‑2 años 4. Las infecciones por tipos del VPH
validados completamente y hay dificultades
de alto riesgo parecen persistir durante más
asociadas con la obtención de muestras celula­
tiempo que las producidas por tipos de bajo
res mediante exfoliación de epitelio queratini­
riesgo. Entre los tipos de alto riesgo, existe cier­
zado, lo cual contribuye a una mayor heteroge­
ta evidencia de que el VPH tipo 16 puede per­
neidad en los métodos. Partridge y Koustky 7
sistir durante más tiempo que los otros tipos 4.
llevaron a cabo una revisión de 13 estudios y
La infección por el VPH en los hombres
observaron que la prevalencia del VPH oscila
también parece tener una duración corta, y
entre el 3,5 y el 45 % para todos los tipos y en­
la mayoría de las infecciones no son detec­
tre el 2,3 y el 34,8 % para los VPH de alto
tables transcurrido 1 año 10,11, aunque se dis­
riesgo (AR). En todos los estudios, salvo en
pone de cierta evidencia de una mayor per­
uno, el tipo más común es el VPH 16. La pre­
sistencia de infecciones masculinas de alto
valencia de los VPH de bajo riesgo (BR) oscila
riesgo frente a las de bajo riesgo 11,12.
entre el 2,3 y el 23,9 %. La prevalencia del
VPH en el pene aumenta paralelamente al nú­
mero de parejas sexuales y el número de con­ Incidencia
tactos con prostitutas 7,8. Se ha observado que
los varones homosexuales y bisexuales presen­ Las mujeres jóvenes presentan tasas eleva­
tan una prevalencia especialmente elevada del das de adquisición del VPH, aunque la in­
VPH. Se han realizado pocos estudios seroló­ fluencia de la edad no está tan clara en los

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

hombres. Varios estudios han comunicado in­ ser mínimo. De modo similar, la infección por
cidencias acumuladas en mujeres del 40 % o VPH mediante transmisión perinatal o en ni­
superiores después de 3 años de seguimiento 4. ños también ocurre, ya que se ha detectado
Las tasas de infección por el VPH en mujeres ADN de VPH y anticuerpos séricos en bebés
jóvenes son altas después del inicio de las pri­ y niños. Los datos disponibles sugieren que se
meras relaciones sexuales completas («inicia­ trata de casos poco frecuentes y con escasas
ción sexual») y se mantienen elevadas con cada probabilidades de desencadenar una infección
nueva pareja sexual 13,14. Las tasas de incidencia persistente.
son, generalmente, más altas para los tipos del
VPH de alto riesgo, en particular el VPH 16,
Comportamiento sexual y exposición al VPH
que para los de bajo riesgo 4. Las evidencias
disponibles hasta la fecha sugieren que las ta­
Para la comprensión de la dinámica de
sas de incidencia son tan altas en los hombres
transmisión del VPH, es fundamental cono­
como en las mujeres, con incidencias acumu­
cer los patrones de comportamiento e interre­
ladas que oscilan entre el 14 y el 21 % trans­
lación sexual de las poblaciones en estudio 18.
curridos 3‑8 meses de seguimiento 7.
Generalmente, en muchos países occidentales
se ha tendido a incrementar la permisividad
en las conductas y actitudes sexuales 1. Muchos
Vías de infección
de los aspectos implicados en el comporta­
miento sexual afectan a la probabilidad de te­
Los datos que hacen concluir que el coito
ner relaciones sexuales con una pareja infec­
es la vía primaria de infección genital por VPH
tada por el VPH (tabla 1‑2) 5.
están respaldados por: a) la transmisión docu­
mentada de verrugas genitales entre parejas
sexuales 15; b) la concordancia observada entre Edad de las primeras relaciones sexuales
parejas sexuales en la detección de ADN de
tipos específicos de VPH y de variantes espe­ Varios estudios transversales han comuni­
cíficas de VPH 16; c) las bajas tasas de infec­ cado que la iniciación sexual temprana o el
ción genital por VPH observadas en mujeres hecho de que se dé un lapso más corto de tiem­
vírgenes 16; d) las asociaciones documentadas po entre la menarquia y la iniciación sexual
entre el número de parejas sexuales a lo largo constituyen factores de riesgo para el desarro­
de la vida y la prevalencia del VPH en las mu­ llo de infecciones prevalentes por VPH 19. Sin
jeres 16 y en los hombres 7, y e) el riesgo aumen­ embargo, las razones de esta asociación no es­
tado de adquisición de VPH mediante la prác­ tán claras. En un reciente estudio longitudinal
tica de relaciones sexuales con parejas nuevas y con inclusión de mujeres de 15‑19 años de edad
recientes 17. Cabe destacar que «el coito» inclu­ de las que se tomaron muestras durante el pri­
ye tanto el coito vaginal como el coito anal. mer año después de su iniciación sexual, el
Aunque son probables, las vías de transmi­ riesgo de infección por el VPH comunicado
sión genital del VPH distintas al coito son aumentó paralelamente con el tiempo trans­
menos comunes. A pesar de que la infección currido entre la menarquia y el primer coito,
oral y digital de tipos de VPH genitales es un probablemente debido a la tendencia de las
hecho establecido, el riesgo de transmisión por mujeres de mayor edad a formar pareja con
contacto digital‑genital u oral‑genital parece hombres también de mayor edad y con más

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

TABLA 1‑2   Factores de riesgo propuestos para la adquisición y transmisión del VPH, según su mecanismo
de acción hipotético: síntesis de resultados de estudios epidemiológicos publicados
Modula Modula la probabilidad de transmisión del VPH
la probabilidad de
exposición al VPH Infectividad / duración Susceptibilidad

Iniciación sexual en edad temprana ↑ ↑


Mayor número de parejas ↑
Similitud o diferencias entre individuos
y su(s) pareja(s) sexual(es) ↑ / ↓

Nueva pareja ↑
Parejas concurrentes / parejas distintas a la habitual ↑
Intervalos de tiempo breves entre parejas ↑
Infección concomitante con otra ITS ↑ ↑ ↑
Circuncisión masculina ↓ ↓ ↓
Condones ↑ / ↓ ↓
Inmunosupresión (VIH, trasplante, etc.) ↑
Determinados alelos y haplotipos del complejo
de antígeno leucocitario humano (HLA) ↑ ↑

Anticonceptivos hormonales ↑ ↑
Dieta deficiente en determinados micronutrientes ↓
Tabaquismo ↑ ↑
Las flechas indican el sentido de la asociación, es decir, si aumentan o disminuyen el riesgo mediante el mecanismo propuesto.
ITS, infección de transmisión sexual; VIH, virus de la inmunodeficiencia humana; VPH, virus del papiloma humano.
Adaptada de Burchell et al. 5

experiencia sexual 14. Algunos mecanismos bio­ dad de detectar ADN del VPH en muestras
lógicos, incluyendo la inmadurez cervical, las del tracto genital femenino son sólidas y con­
deficiencias de flujo cervical protector y la ecto­ sistentes 20,21. La tasa de nuevas parejas (tasa
pia cervical aumentada, pueden conducir a una de contacto) desempeña una función clave en
mayor susceptibilidad para la adquisición de el proceso de transmisión de las ITS 22 . En
una infección por VPH en mujeres adolescen­ relación con las diferencias entre hombres y
tes y adultas jóvenes 19. mujeres, se observa que los hombres comu­
nican haber tenido un número mayor de pa­
rejas sexuales y de parejas extraconyugales
Número de parejas y adquisición que las mujeres y con mayor frecuencia en los
de parejas nuevas más jóvenes en comparación con los de ma­
yor edad 1,23. Las características de las parejas
Las asociaciones entre el número de pare­ masculinas desempeñan una función impor­
jas sexuales nuevas y recientes y la probabili­ tante en la probabilidad de adquisición del

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

VPH en las mujeres. En los estudios de casos ca de 1.000 mujeres, con cáncer de cuello de
y controles de cáncer de cuello de útero, las útero invasivo confirmado histológicamente,
parejas masculinas de los casos refieren un de 22 países. Después de reanalizar los casos
mayor número de parejas que las de los con­ inicialmente VPH negativos, se detectó ADN
troles 21. del VPH en el 99,7 % de los tumores, lo que
llevó a concluir que la presencia de infección
por VPH es una causa necesaria para el desa­
Evidencia epidemiológica rrollo del cáncer de cuello de útero 24,25.
del papel causal del VPH La distribución de los tipos del VPH en el
en el cáncer de cuello de útero cáncer de cuello de útero publicada en un aná­
lisis combinado de unos 3.000 casos incluidos
Series de casos en los estudios de la IARC 26 y en un metaa­
nálisis de unos 10.000 casos 27. Los ocho tipos
La mayor serie de casos de cáncer de cuello del VPH más comunes detectados en ambas
de útero invasivo investigados utilizando un series, de mayor a menor frecuencia, son los
mismo protocolo estandarizado fue elaborada VPH 16, 18, 45, 31, 33, 52, 58 y 35; en con­
por la IARC. En este estudio participaron cer­ junto, son responsables de, aproximadamente,

Carcinoma escamoso celular Controles Casos


Control VPH VPH
Neg/Pos Neg/Pos OR (IC 95 %)
92,4 127/18 10/122 110,1 (45,1-268,9)
Argelia 12,4
97,0 162/34 5/164 177,0 (65,5-478,3)
Brasil 17,3
96,0 133/51 7/169 64,1 (28,1-1.46,3)
India 27,7
96,9 8/4 2/63 109,2 (10,6-1.119)
Mali 33,3
97,1 138/38 5/170 113,7 (42,3-305,3)
Marruecos 21,6
98,1 73/18 2/104 208,1 (46,4-932,8)
Paraguay 19,8
95,3 144/31 8/163 115,9 (48,6-276,4)
Perú 17,7
96,4 346/35 12/319 276,8 (139,7-548,3)
Filipinas 9,2
96,5 220/41 12/327 163,5 (82,0-325,9)
Tailandia 15,7
78,4 103/21 24/87 18,4 (9,4-36,0)
Colombia 16,9
83,4 129/9 28/131 67,4 (30,3-149,8)
España 6,5
94,1 1.583/300 115/1.819 90,0 (71,3-113,5)
Global 15,9
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1 10 100 1.200
Prevalencia de VPH (%) OR (IC 95%)
Escala logarítmica

Figura 1‑2   Izquierda: Prevalencia del ADN del VPH por país en mujeres con carcinoma escamoso celular (CEC) y
en mujeres control. Derecha: odds ratio (OR) para CEC cervical e intervalos de confianza (IC) del 95 %. Las OR están ajus‑
tadas por centro y edad.
Adaptada y ampliada de Muñoz et al. 29

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

Adenocarcinoma y carcinoma adenoescamoso Controles Casos


Control VPH VPH
Neg/Pos Neg/Pos OR (IC 95 %)
100,0
Argelia 127/18 0/10 79,55 (12,2- d)
12,4
94,4
Brasil 17,3
162/34 1/17 76,23 (8,6-672,4)
100,0
India 133/51 0/12 36,71 (5,6- d)
27,7
92,3
Marruecos 21,6
138/38 1/12 35,82 (4,0-318,0)

85,7 84,87 (1,9- d)


Paraguay 19,8
73/18 1/6

92,0
Perú 17,7
144/31 2/23 55,34 (11,6-263,6)

90,9
Filipinas 9,2
346/35 3/30 112,7 (30,8-412,0)

92,3
Tailandia 15,7
220/41 3/36 111,4 (24,5-507,1)

93,0
Global 16,5
1.343/266 11/146 81,27 (42,0-157,1)

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 1 10 100 1.200


Prevalencia de VPH (%) OR (IC 95%)
Escala logarítmica

Figura 1‑3   Izquierda: Prevalencia de ADN del VPH por país en mujeres con adenocarcinoma cervical (ADC) y en mu‑
jeres control. Derecha: odds ratio (OR) para ADC cervical e intervalo de confianza (IC) del 95 %. Las OR están ajustadas
por grupo de edad, años de escolarización, edad en el primer coito y número de citologías cervicales realizadas antes de
los 12 meses previos a la inclusión en el estudio.
Adaptada de Castellsagué et al. 30

el 90 % de todos los casos de cáncer de cuello vo llevados a cabo por la IARC en 11 países 29,39.
de útero en el mundo. En esta actualización se incluyen dos estudios
adicionales de Argelia e India. Los datos com­
binados abarcan unas 2.500 mujeres con cán­
Estudios de casos y controles cer de cuello de útero y unas 2.500 mujeres
control sin cáncer de cuello de útero. Las figu­
En 1995, el grupo de trabajo del Programa ras 1‑2 y 1‑3 resumen la prevalencia de ADN
de Monografías de la IARC concluyó que exis­ del VPH entre los casos y los controles y sus
tía evidencia suficiente para confirmar la car­ correspondientes cocientes de probabilidades
cinogenicidad de los VPH 16 y 18 y evidencia (odds ratio) para carcinoma escamoso celular
limitada en relación con la carcinogenicidad de (CEC) y adenocarcinoma / carcinoma adenoes­
los VPH 31 y 33 28. Desde entonces, han fina­ camoso (ADC) del cuello de útero, respectiva­
lizado al menos 10 estudios más de casos y con­ mente 29,30. Los VPH 16 y 18 fueron los dos ti­
troles de cáncer de cuello de útero que permiten pos más comunes en ambos tipos histológicos
estimar el riesgo de cáncer asociado a la pre­ pero la fracción de CEC atribuible a los
sencia de tipos específicos de VPH. VPH 16 y 18 fue del 70 %, siendo del 86 % en
El estudio de mayor tamaño corresponde el caso de los ADC 26,30. La figura 1‑4 resume
al análisis combinado de 11 estudios de casos las odds ratio para cáncer de cuello de útero
y controles de cáncer de cuello de útero invasi­ invasivo (CEC y ADC) asociadas a los 15 tipos

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

Controles/casos OR (IC 95 %)

VPH-16 76/ 859 281,99 (196,3-404,8)

VPH-18 20/ 205 222,50 (130,8-378,4)

VPH-45 11/ 81 157,90 (79-315,5)

VPH-31 8/ 41 124,90 (55,3 -281,6)


VPH-52 4/ 39 190,60 (65,4-555,3)
VPH-58 7/ 32 91,30 (38,2-218,1)
VPH-33 1/ 22 573,40 (74,6-4.402,9)
VPH-51 4/ 18 88,30 (28,3-275,5)
VPH-56 6/ 16 70,30 (25,8-19,8)
VPH-35 6/ 15 62,00 (22,5-171)
VPH-59 2/ 18 205,80 (46,1-917,7)
VPH-73 1/ 8 164,50 (19,6-1.375,5)
VPH-6 6/ 1 3,60 (0,4-31,9)
VPH-11 3/ 1 7,50 (0,7-76,2)
VPH-68 1/ 2 44,40 (3,7-523,1)
Otros individuales BR 34/ 1 0,70 (0,1-5,7)
Otros individuales AR 0/ 23 d
VPH 16-18 7/ 41 146,20 (61,9-345,1)
VPH-16 + otros BR 5/ 26 126,00 (46,1-344)
VPH-16 + otros AR 3/ 5 38,80 (8,9-169,5)
VPH-18 + otros AR 3/ 31 258,3 (75,9 -879,3)
Otros dos tipos de VPH 17/ 50 79,3 (42,2 -149)
Tres tipos de VPH 6/ 15 62,7 (23 -171,1)
Cuatro o cinco tipos de VPH 2/ 4 48,8 (8,3 -287,8)
VPH-X 37/ 47 26,1 (15,6 -43,6)

0,1 1 100 1.000 OR


OR (IC 95%)
(Escala logarítmica)

Figura 1‑4   Odds ratio (OR) específicas por tipo de VPH e intervalos de confianza (IC) del 95 % para el carcinoma de
cuello de útero (escamoso celular y adenocarcinoma combinados). Los casos VPH negativos constituyeron la categoría
de referencia. Las OR están ajustadas por país y grupo de edad.
AR, alto riesgo; BR, bajo riesgo; VPH X, tipo de VPH no determinado.
Adaptada y ampliada de Muñoz et al. 29

de VPH más comunes; su magnitud oscila en­ Pocos estudios han evaluado el riesgo ti­
tre 3,6 para el VPH 6 y 573 para el VPH 33 29. po‑específico de desarrollar CIN‑2 / 3, aun­
que en todos ellos se ha comunicado de for­
ma consistente un riesgo aumentado para
Estudios de cohortes CIN‑2 / 3 asociado con la detección basal de
VPH 16. Además, algunos de estos estudios
Varios estudios prospectivos han mostra­ han informado de un riesgo aumentado aso­
do que las mujeres positivas para ADN del ciado con la presencia del VPH 18 y de otros
VPH en el inicio del estudio presentan un tipos relacionados filogenéticamente con los
riesgo mayor de desarrollar CIN‑3 o cáncer VPH 16 y 18 31,32.
cervical invasivo durante el seguimiento que En varios estudios de casos y controles ani­
las mujeres con resultados negativos para dados se han examinado las citologías anti­
ADN del VPH. guas de mujeres con cáncer de cuello de útero

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

TABLA 1‑3   Clasificación epidemiológica de los tipos de VPH


Grupo Tipos de VPH

Tipos de alto riesgo (evidencia establecida) 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59
Tipos de alto riesgo (evidencia probable) 26, 53, 66, 68, 73, 82
Tipos de bajo riesgo (evidencia establecida) 6, 11, 40, 42, 43, 44, 54, 61, 70, 72, 81, CP6108
Riesgo alto establecido o tipos oncogénicos: tipos del VPH cuyas odds ratio (OR) altas se basaron en 10 o más casos de cáncer de cuello de útero positivos
para el tipo analizado. Riesgo alto probable o tipos oncogénicos: tipos del VPH cuyas OR altas se basaron en 9 o menos casos de cáncer de cuello de útero
positivos para el tipo analizado. Riesgo bajo establecido: tipos del VPH con OR moderadamente elevadas pero con el límite inferior de sus intervalos de con‑
fianza del 95 % por debajo de 1 o aquellos tipos del VPH que sólo se detectaron en las mujeres control y no en las mujeres con cáncer de cuello de útero.
Adaptada de Muñoz et al. 29

invasivo y de mujeres control. En todos ellos, Función de los cofactores


se detectó una prevalencia mayor de ADN del en la carcinogénesis cervical
VPH 16 en las citologías y biopsias diagnós­
ticas de las mujeres que desarrollaron poste­ Aunque muchas mujeres contraen infec­
riormente cáncer de cuello de útero que en las ciones cervicales por el VPH, la mayoría de
citologías de las mujeres control sin cáncer de éstas no progresan a cáncer de cuello de úte­
cuello de útero. 31. ro. Por lo tanto, es probable que otros cofac­
En una monografía reciente de la IARC se tores intervengan en el proceso patológico.
concluye que hay suficiente evidencia epidemio­ Los tres grupos de cofactores potenciales son:
lógica a favor de la función carcinogénica de los 1) cofactores medioambientales o exógenos,
VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, incluyendo anticonceptivos hormonales, há­
59 y 66 en el desarrollo del cáncer de cuello de bito tabáquico, paridad y coinfección con
útero en humanos 31. Una actualización recien­ otras enfermedades de transmisión sexual;
te de la evidencia acumulada propone la clasi­ 2) cofactores virales, como infección por tipos
ficación en tres grupos según sean de bajo o alto específicos, coinfección con otros tipos del
riesgo y con evidencia establecida o probable VPH, variantes del VPH, carga viral e inte­
(tabla 1‑3). En resumen, gracias a los numerosos gración viral, y 3) cofactores del huésped, in­
estudios epidemiológicos se dispone de pruebas cluyendo hormonas endógenas, factores ge­
sólidas que permiten concluir que ciertos tipos néticos y otros factores relacionados con la
de VPH son la causa central y necesaria del respuesta inmunitaria.
desarrollo del cáncer de cuello de útero 33. Recientemente se ha publicado una revisión
La persistencia del VPH 16 o 18 se asocia de la evidencia acumulada de la función de los
estrechamente con un riesgo elevado de pre­ anticonceptivos orales, la paridad y el hábito
cáncer comparado con los otros tipos de alto tabáquico 36, que ha sido actualizada gracias a
o bajo riesgo (fig. 1‑5) 32,34. Sin embargo, en la disponibilidad de los resultados de una serie
cohortes prospectivas con seguimiento minu­ de análisis combinados de un gran número de
cioso e intensivo, se están documentando rá­ estudios epidemiológicos agrupados en la Co­
pidos desarrollos a CIN‑2 y CIN‑3, a veces laboración Internacional de Estudios Epide­
pocos meses después de la infección inciden­ miológicos del Cáncer de Cérvix (Internatio­
te 35. Se desconoce el significado biológico de nal Collaboration of Epidemiological Studies,
estos diagnósticos «tempranos» de CIN‑3. ICESCC). Esta iniciativa ha recopilado y com­

10

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

20
VPH 16
VPH 18 / VPH 16
Tasa de incidencia acumulada 15 VPH / VPH 16 / VPH 18
VPH

10

0
4,5 15,0 27,0 39,0 51,0 63,0 75,0 87,0 99,0 111,0 119,5
Tiempo de seguimiento (meses)

(A) N.º de mujeres visitadas durante el intervalo de seguimiento


VPH 16 339 184 140 99 84 68 61 49 57 21 1
VPH 18 / VPH 16 110 62 50 34 26 26 26 21 23 13 1
VPH / VPH 16 / VPH 18 1.249 663 514 407 352 312 261 228 229 112 7
VPH 5.498 2.896 2.349 1.957 1.695 1.493 1.285 1.214 1.083 543 23

25
VPH 16
VPH 18 / VPH 16
Tasa de incidencia acumulada

20
VPH / VPH 16 / VPH 18
VPH
15

10

0
4,5 15,0 27,0 39,0 51,0 63,0 75,0 87,0 99,0 111,0 119,5
Tiempo de seguimiento (meses)

(B) N.º de mujeres visitadas durante el intervalo de seguimiento


VPH 16 16 63 50 45 41 44 33 35 32 14 2
VPH 18 / VPH 16 44 23 24 17 17 15 10 16 12 3 0
VPH / VPH 16 / VPH 18 962 545 502 455 403 389 339 300 318 144 10
VPH 11.893 6.863 6.323 5.856 5.441 4.986 4.675 4.337 4.195 2.078 133

Figura 1‑5   Incidencia acumulada de neoplasia intraepitelial cervical de grado 3 y cáncer (> CIN‑3) a lo largo de un
período de 10 años en (A) 7.285 mujeres menores de 30 años de edad, y (B) 13.229 mujeres de 30 o más años, según
la observación individual de infección por VPH oncogénicos en el momento de la inclusión. La categoría de infección por
el VPH se define según la siguiente clasificación jerárquica: positiva para VPH 16 (círculos rojos), positiva para VPH 18
(círculos blancos), positiva para VPH oncogénicos distintos a los VPH 16 / 18 mediante el uso de la captura de híbridos 2
(HC2) (triángulos negros), y negativa para tipos de VPH oncogénicos (triángulos blancos).
Reproducida de Khan et al. 32

binado datos individuales de participantes de apartados se resumen los principales hallazgos


24 estudios epidemiológicos, incluyendo, de la ICESCC respecto a la alta pa­ridad y al
aproximadamente, el 85 % de las mujeres con hábito tabáquico. La tabla 1‑4 muestra los co­
cáncer de cuello de útero incluidas en estudios factores «establecidos» y «probables» más estu­
epidemiológicos publicados 37. En los siguientes diados en el cáncer de cuello de útero 38.

11

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

TABLA 1‑4   Cofactores establecidos y probables en la carcinogénesis cervical


Cofactores establecidos Cofactores probables

Tabaquismo Coinfección por VHS‑2 a


Uso a largo plazo de AO a Coinfección por C. trachomatis
Coinfección por VIH Inmunosupresión
Alta paridad Dieta y alimentación b
a 
VHS‑2: virus del herpes simple tipo 2.
Efecto protector del consumo de cantidades elevadas de fruta y verduras.
b 

AO: anticonceptivos orales; VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.


Reproducida de Muñoz et al. 38

Alta paridad del riesgo respecto al tiempo transcurrido des­


de el cese del hábito tabáquico (tendencia
Los resultados de la ICESCC indican que p = 0,6). En las fumadoras actuales, el riesgo
el número de embarazos a término se asocia aumentaba en función del número de cigarri­
con un riesgo aumentado de carcinoma de llos fumados al día (RR = 1,98; IC 95 %:
cuello de útero invasivo después de ajustar por 1,78‑2,21 para más de 15 cigarrillos al día fren­
el número de parejas sexuales y la edad en el te a ninguno), pero no en función de la du­
primer coito 39. El riesgo relativo (RR) de cán­ ración del hábito tabáquico. No se encontró
cer de cuello de útero invasivo aumenta con ninguna asociación entre el hábito tabáquico y
el mayor número de embarazos a término el ADC.
(RR = 1,10; intervalo de confianza [IC] del
95 %: 1,08‑1,12 por cada embarazo adicional)
y con la menor edad en el momento del primer Anticonceptivos hormonales
embarazo a término (RR = 1,07; IC 95 %:
1,06‑1,09 por cada año menos). La última monografía de la IARC sobre
las hormonas y el cáncer clasificó los anticon­
ceptivos orales combinados como oncogénicos
Hábito tabáquico para el cuello de útero 41. Un metaanálisis so­
bre cáncer de cuello de útero y anticonceptivos
La IARC ha clasificado el hábito tabáquico hormonales, que incluyó en su mayor parte
como causa del cáncer de cuello de útero 40. En los mismos estudios que la ICESCC, encontró
los resultados de la ICESCC, después de ajus­ que el riesgo de cáncer de cuello de útero in­
tar por posibles factores de confusión, las mu­ vasivo aumentaba con la duración del uso de
jeres fumadoras presentaban un aumento sig­ anticonceptivos orales, de modo que el empleo
nificativo del riesgo de cáncer de cuello de durante 10 años o más se asoció con un au­
útero en comparación con las mujeres que nun­ mento de aproximadamente el doble de riesgo
ca habían sido fumadoras (RR = 1,60; IC 95 %: comparado con las mujeres que nunca habían
1,48‑1,73) 37. El riesgo fue menor para las ex‑fu­ tomado anticonceptivos orales. Los limitados
madoras (RR = 1,12; IC 95 %: 1,01‑1,25), pero datos disponibles sugieren que este riesgo dis­
no hubo ninguna tendencia en las estimaciones minuye después de interrumpir el uso de an­

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ticonceptivos orales pero aun así sigue exis­ Factores nutricionales
tiendo una elevación significativa del riesgo
incluso después de 8 años o más de haberlo Se ha publicado recientemente una revi­
suspendido 42. sión bibliográfica sistemática que valora la evi­
dencia epidemiológica del papel potencial de
la dieta y la nutrición en el riesgo de persis­
Otros agentes de transmisión sexual tencia del VPH y de neoplasia cervical 47. La
evidencia disponible hasta la fecha a favor de
Los agentes infecciosos de transmisión una asociación entre dieta, estado nutricional
sexual más estudiados y para los cuales se ha y carcinogénesis cervical por VPH todavía no
demostrado alguna asociación con el cáncer de es convincente, aunque parece que los nutrien­
cuello de útero son el virus del herpes simple tes antioxidantes podrían desempeñar una
tipo 2 (VHS‑2), la chlamydia trachomatis (CT) función protectora 48.
y el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH). En el amplio estudio multicéntrico de
casos y controles de la IARC, la seropositividad Distribución de genotipos
para VHS‑2 se asoció con un riesgo aumenta­ de VPH en mujeres con CIN
do tanto de cáncer de cuello de útero escamo­ y cáncer de cuello de útero
so celular (odds ratio, [OR] = 2,2; IC 95 %:
1,4‑3,4) como de ADC (OR = 3,4; IC 95 %: VPH y cáncer de cuello de útero
1,5‑7,7) entre mujeres positivas por VPH 43. La
detección de anticuerpos a la CT también se Un análisis combinado de 12 estudios lle­
asoció con un aumento del doble del riesgo de vados a cabo en 25 países estimó la prevalen­
cáncer de cuello de útero (OR = 1,8; IC 95 %, cia específica de tipos del VPH en 3.085 casos
1,2‑2,7) comparado con las mujeres negati­ de cáncer de cuello de útero 26. Se aplicó un
vas 44. Los individuos con inmunosupresión se­ protocolo de estudio estandarizado y deter­
cundaria a una infección por VIH o trasplan­ minación de ADN del VPH con cebadores
te de órganos presentan un riesgo aumentado PCR GP5+ / 6+ en un laboratorio central. La
de desarrollar cánceres anogenitales asociados prevalencia global de ADN del VPH fue del
al VPH si se comparan con individuos sanos 96 % y los 15 tipos más comunes fueron, por
de la misma edad 45. Se ha demostrado que las orden de frecuencia decreciente, los VPH 16,
mujeres VIH positivas presentan un mayor 18, 45, 31, 33, 52, 58, 35, 59, 56, 51, 39, 68,
riesgo de SIL cervicales al compararlas con sus 73 y 82 (véase la fig. 1‑6 A). Se estima que los
homólogas VIH negativas. Esta asociación pa­ VPH 16 y 18 son responsables del 70 % de ca­
rece ser más fuerte en las mujeres con un re­ sos de cáncer de cuello de útero en todo el mun­
cuento bajo de linfocitos T CD4. Las mujeres do y los ocho tipos más comunes (VPH 16, 18,
coinfectadas con VIH y VPH simultáneamen­ 45, 31, 33, 52, 58 y 35) son responsables del
te presentan un riesgo mayor de SIL que las 89 % de los casos.
infectadas con sólo uno de los dos virus. Los En un exhaustivo metaanálisis de 85 estu­
hombres y las mujeres infectados por el VIH dios publicados hasta febrero de 2002 (inclu­
presentan tasas de incidencia superiores de in­ yendo la serie mencionada anteriormente de
fección anal por VPH, neoplasia intraepitelial la IARC) se incluyeron 10.058 casos de cáncer
anal (NIA) y cáncer anal 46. de cuello de útero. Este metaanálisis ha sido

13

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

recientemente actualizado incluyéndose más las H‑SIL son similares a los más comunes en
de 14.500 casos procedentes de estudios pu­ el cáncer de cuello de útero, exceptuando la
blicados hasta enero de 2006 50. Los tipos del menor frecuencia del VPH 18 y la ausencia
VPH identificados con más frecuencia han del VPH 45 relacionado. El VPH 16 es el tipo
sido, en orden de prevalencia decreciente, los más común en las H‑SIL en todas las regiones
VPH 16, 18, 33, 45, 31, 58, 52, 35, 59, 56, mundiales incluidas en el análisis.
51, 39, 6, 73, 68 y 82. En la figura 1‑6B se Un metaanálisis de 53 estudios publica­
muestra también la prevalencia de tipos del dos hasta junio de 2004 incluyó un total de
VPH de alto riesgo del metaanálisis más re­ 8.308 casos de L‑SIL 51. La positividad para el
ciente. Los VPH 16 y 18 son responsables del VPH global en las L‑SIL varió entre el 29 y el
70 % de los casos de cáncer de cuello de útero 100 % en los estudios incluidos. Entre las 5.910
en todo el mundo y los ocho tipos más comu­ L‑SIL VPH‑positivas, el VPH 16 fue el tipo
nes (VPH 16, 18, 33, 45, 31, 58, 52 y 35) son más común (26 %), seguido de los VPH 31
responsables del 90 % de los casos. Por lo tan­ (12 %), 51 (11 %), 53 (10 %), 56 (10 %), 52
to, se obtienen hallazgos altamente coherentes (9 %), 18 (9 %), 66 (9 %) y 58 (8 %). También
si se compara el análisis combinado de la se detectaron muchos otros tipos de VPH en,
IARC con el metaanálisis (fig. 1‑6). al menos, el 5 % de las L‑SIL, lo cual pone de
El metaanálisis mostró que la distribución relieve la amplia heterogeneidad de los tipos
de tipos de VPH no varía mucho entre el CEC del VPH en las L‑SIL 51. El VPH 16 fue el tipo
y el ADC. Aunque los VPH 16 y 18 son los dos más prevalente en todas las regiones anali­
tipos más frecuentes en ambos tipos histológi­ zadas, aunque la proporción por VPH y / o
cos, la prevalencia relativa del VPH 18 es más VPH 18 presentó una variabilidad geográfica
importante en el ADC que en el CEC 49. significativa.

VPH en lesiones escamosas intraepiteliales Impacto del cáncer de cuello


de bajo (L‑SIL) y alto grado (H‑SIL) de útero en el mundo

Un exhaustivo metaanálisis de 53 estudios El cáncer del cuello de útero es el segundo


publicados hasta febrero de 2002 incluyó un cáncer más frecuente entre las mujeres de todo
total de 4.338 casos de H‑SIL 49. Este meta­ el mundo, con estimaciones de 493.000 nue­
análisis ha sido actualizado recientemente vos casos y 274.000 fallecimientos en el año
para incluir más de 7.000 casos procedentes 2002 52. Cerca del 83 % de los casos se produ­
de estudios publicados hasta enero de 2006 50. cen en países en vías de desarrollo, donde el
Los tipos del VPH más comunes identificados cáncer de cuello de útero representa el 15 %
son, por orden decreciente de prevalencia, los de los cánceres femeninos, con un riesgo acu­
VPH 16, 31, 58, 18, 33, 52, 35, 51, 56, 45, mulado antes de los 65 años de edad del 1,5 %.
39, 66 y 6 50. Los ocho tipos más comunes en En los países desarrollados el cáncer de cuello

Figura 1‑6   Porcentaje de casos de cáncer de cuello de útero atribuidos a los tipos del VPH más frecuentes en todas
las regiones del mundo combinadas, estimado a partir de: (A) el análisis combinado de la IARC con 3.085 casos (adap‑
tada de Muñoz et al. 26), y (B) el metaanálisis con más de 14.500 casos.
Adaptada de Smith et al. 50

14

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero
A Acumulativo (%)

VPH 16 53,5 53,5

VPH 18 17,2 70,7

VPH 45 6,7 77,4

VPH 31 2,9 80,3

VPH 33 2,6 82,9

VPH 52 2,3 85,2

VPH 58 2,2 87,4

VPH 35 1,4 88,8

VPH 59 1,3 90,2

VPH 56 1,2 91,4

VPH 51 1 92,4

VPH 39 0,7 93,1

VPH 68 0,6 93,7

VPH 73 0,5 94,2

VPH 82 0,3 94,5

Otros 1,2

VPH X 4,4

0 20 40 60 80 100

B Acumulativo (%)

VPH-16 54,6 54,6

VPH-18 15,8 70,4

VPH-45 4,4 74,8

VPH-31 3,7 78,5

VPH-33 3,5 82,0

VPH-52 3,4 85,4

VPH-58 2,5 87,9

VPH-35 1,8 89,7

VPH-59 1,1 90,8

VPH-56 0,8 92,2

VPH-51 0,7 92,9

VPH-39 0,7 93,6

VPH-68 0,5 94,1

VPH-73 0,5 94,6

VPH-82 0,2 94,8

0 10 20 30 40 50 60

15

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

 9,3  16,2  25,2  32,6  87,3


Tasas estandarizadas por edad (mundiales) (por 100.000)

Figura 1‑7   Tasas de incidencia estandarizadas por edad (según la población mundial) del cáncer de cuello de útero, 2002 52.

de útero sólo representa el 3,6 % de los nuevos 26,5) y sudeste asiático (ASR 18,3). Se obser­
casos de cáncer, con un riesgo acumulado van tasas muy bajas en China y en Asia Occi­
(edades 0‑64 años) del 0,8 % 52. Las tasas de dental; la más baja documentada es de 0,4 por
incidencia más altas se observan en África sub­ 100.000 en Ardabil, en el noroeste de Irán 54.
sahariana, Melanesia, América Latina y el Ca­ Las tasas de mortalidad son sustancial­
ribe, Asia central‑meridional y sudeste asiáti­ mente inferiores a la incidencia. En todo el
co (fig. 1‑7). mundo, la relación entre mortalidad e inci­
La figura 1‑8 muestra las tasas de inciden­ dencia es del 55 %. Las tasas de supervivencia
cia documentadas en registros del cáncer en varían de una región a otra, con un pronósti­
torno al año 1995 53. Estas incidencias varían co bastante bueno en las regiones de bajo ries­
hasta 20 veces en orden de magnitud. En ge­ go (73 % a los 5 años en los registros estado­
neral, las tasas más bajas (menos de 15 por unidenses 55 y 63 % en Europa 56), pero incluso
100.000) se identifican en Europa (excepto en en los países en vías de desarrollo, donde mu­
algunos países de Europa Oriental), Nortea­ chos casos se identifican en estadios relativa­
mérica y Japón. La incidencia es generalmente mente avanzados, las tasas de supervivencia
mayor en los países en vías de desarrollo de son aceptables (p. ej., el 30,5 % en la pobla­
América Latina (tasas de incidencia estanda­ ción africana de Harare, Zimbabue 57).
rizadas por edad (ASR) de 33,5 por 100.000) Puesto que el cáncer de cuello de útero
y el Caribe (ASR 33,5), África Subsahariana afecta a mujeres relativamente jóvenes, resul­
(ASR 31,0) y Asia Central‑Meridional (ASR ta la mayor causa de años de vida perdidos

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

Zimbabue, Harare: africanos 56,9


Uganda, Kyadondo County 44,5
Brasil, Goiania 43,7
Vietnam, Ciudad Ho Chin Minh 32,3
Tailandia, Chiang Mai 28,6
Ecuador, Quito 28,0
India, Bangalore 24,9
EE.UU., California: hispano-blancos 23,1
Eslovaquia 18,7
Singapur: chinos 17,4
Polonia, Baja Silesia 16,8
Estonia 16,0
Dinamarca 15,1
Argelia, Alger 13,6
Reino Unido, Escocia 12,4
EE.UU., SEER: negros 11,5
Australia, Nueva Gales del Sur 10,3
Canadá 9,0
Suiza, Zurich 8,7
EE.UU., SEER: blancos 8,4
Países Bajos 7,9
Italia, provincia de Varese 6,9
España, Navarra 4,4 Escamoso
Adenocardinoma
China, Pekín 2,7
Otros
Isarael, no judíos 2,5

0 10 20 30 40 50 60

ASR por 100.000

Figura 1‑8   Tasas de incidencia estandarizadas por edad (según la población mundial) de cáncer de cuello de útero
por subtipo histológico en registros del cáncer CIRCA seleccionados,1993‑1997 53.

AVP por cáncer en los países en vías de desa­ el síndrome de inmunodeficiencia adquirida
rrollo 58. En América Latina, Caribe y Europa (sida). Asimismo, de todos los cánceres, es el
Oriental, la contribución del cáncer de cuello que más contribuye a los AVP en zonas den­
de útero a los AVP supera la de enfermedades samente pobladas de África Subsahariana y
como la tuberculosis, problemas en el parto o Asia Central‑Meridional.

17

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

Nuevas opciones en la prevención fabricada por GlaxoSmithKline (Cervarix), y


global del cáncer de cuello de útero otra tetravalente contra los VPH 6 / 11 / 16 / 18
producida por Merck (Gardasil). Ambas va­
El cribado cervical es la única estrategia que cunas profilácticas son generadas mediante
ha demostrado una reducción de la mortalidad ­tecnologías recombinantes y se componen de
por cáncer de cuello de útero en los pocos paí­ partículas similares al virus (VLP, del inglés
ses donde se ha implementado para la población virus‑like particles). Las VLP se producen me­
y con una alta tasa de cobertura y de segui­ diante clonación del gen principal de la cápside
miento y tratamiento de mujeres con anomalías viral (L1) de los distintos tipos del VPH, inser­
citológicas. A pesar de ello, el cribado con cito­ tándolo en vectores de levaduras o bacilovirus.
logía cervical se enfrenta a algunos retos im­ En estos sistemas se producen grandes cantida­
portantes. El más significativo es que a la ma­ des de proteínas L1 de cada uno de los tipos del
yoría de las mujeres del mundo se le ha negado VPH por separado en un sistema de cultivo
el acceso a cualquier forma de prevención, lo tisular eucariota 59. La vacuna bivalente se fa­
cual, de continuar, resultará en un millón de brica mediante un sistema de cultivo en células
muertes por esta enfermedad durante los próxi­ de insecto mientras que la tetravalente se pro­
mos 5 años. Para que esta situación pueda cam­ duce en levaduras. Posteriormente, las proteínas
biar, es preciso abordar esta desigualdad me­ L1 recombinantes se purifican y autoensam­
diante estrategias de prevención primaria, como blan de forma espontánea en VLP que se pare­
la vacunación. Alternativamente, deben imple­ cen estructuralmente a los viriones infecciosos
mentarse estrategias eficaces y coste‑efectivas del VPH pero carecen de ADN o ARN viral.
de prevención secundaria que sean factibles Por lo tanto, las VLP no son infecciosas ni on­
para regiones con pocos recursos disponibles. cogénicas en absoluto. Las VLP purificadas se
La implantación de nuevos métodos que mezclan con un adyuvante para producir la
usen la prueba de detección de ADN del VPH vacuna definitiva, que se administra por vía
como complemento –o incluso alternativa– a intramuscular en forma de tres inyecciones a
la citología de Papanicolaou como método de lo largo de un período de 6 meses. La vacuna
cribado primario puede resultar beneficiosa. bivalente utiliza un adyuvante, AS04, relativa­
mente novedoso compuesto por hidróxido de
aluminio y 3‑O‑desacil‑4’‑monofosforil lípido
Las vacunas VLP L1 actuales contra el VPH A. La vacuna tetravalente utiliza un adyuvante
patentado de sales de aluminio.
Como se ha descrito, la infección por VPH Ambas vacunas son altamente inmunogé­
es la causa necesaria, aunque no suficiente, del nicas y, cuando se inyectan por vía parenteral
cáncer de cuello de útero. Por lo tanto, la exis­ en humanos, producen niveles de anticuerpos
tencia de una vacuna que pudiera prevenir la neutralizantes sustancialmente superiores a los
infección por estos genotipos podría reducir producidos por las infecciones naturales. En los
sustancialmente la morbilidad, la mortalidad ensayos clínicos, la inmunogenicidad ha sido
y los costes sanitarios asociados al cáncer de excelente. Casi el 100 % de las receptoras de las
cuello de útero y sus lesiones precursoras. vacunas experimentaron seroconversión. Toda­
Existen actualmente dos vacunas profilác­ vía no se sabe la duración de la protección que
ticas contra el VPH disponibles para uso clíni­ conferirán estas vacunas pero los títulos de an­
co: una vacuna bivalente contra los VPH 16 / 18 ticuerpos neutralizantes se mantienen signifi­

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

TABLA 1‑5   Vacuna bivalente VPH 16 / 18. Análisis de eficacia para la prevención de la infección cervical
por VPH 16 / 18 y lesiones cervicales asociadas a los tipos vacunales. 47 meses de seguimiento posvacunación.
Combinación de estudios inicial y el de extensión

Evento preventivo de interés Número de mujeres Casos con evento Eficacia


Tipo de análisis
por VPH 16 / 18 (vacuna / placebo) (vacuna / placebo) (IC 95 %)

96 %
Infección persistente (6 meses) Según protocolo 414 / 385 1 / 23
(75‑100)

100 %
Infección persistente (12 meses) Según protocolo 414 / 385 0 / 9
(52‑100)

94 %
Infección persistente (6 meses) Por intención de tratar 481 / 470 2 / 34
(78‑99)

94 %
Infección persistente (12 meses) Por intención de tratar 481 / 470 1 / 16
(61‑100)

96 %
ASCUS o peor Por intención de tratar 505 / 497 2 / 44
(84‑100)

93 %
L‑SIL o peor Por intención de tratar 505 / 497 2 / 26
(71‑99)

100 %
CIN‑1 o peor Por intención de tratar 481 / 470 0 / 8
(42‑100)

100 %
CIN‑2 o peor Por intención de tratar 481 / 470 0 / 5
(< 0‑100)

ASCUS, lesiones citológicas cervicales de naturaleza incierta; CIN, neoplasia cervical intraepitelial 60; IC, intervalo de confianza.

cativamente por encima de los títulos produci­ cluyeron a 5.088 mujeres de 9‑26 años de


dos después de una infección natural durante edad que recibieron la vacuna tetravalente,
al menos 60 meses después de la vacunación 60,61. sólo el 0,1 % de las receptoras de la vacuna
abandonaron por reacciones adversas 62. Las
receptoras de la vacuna experimentaron mo­
Ensayos de fases I‑III de las vacunas lestias en el lugar de la inyección con una fre­
contra el VPH cuencia mayor que las receptoras de placebo,
pero la mayoría de las receptoras de la vacuna
Se han completado ya ensayos de fase I y II definieron estas molestias como de intensidad
tanto de la vacuna VPH bivalente (16, 18) leve o moderada. Una proporción ligeramen­
como de la vacuna HPV tetravalente (6, 11, te superior de receptoras de la vacuna experi­
16, 18). Dos de los ensayos grandes de fase III mentó fiebre (10,3 %) durante los 1‑15 días
de la vacuna tetravalente han terminado mien­ siguientes a la vacunación en comparación con
tras continúan otros ensayos de fase III. Tam­ las receptoras de placebo (8,6 %) 62.
bién se están realizando ensayos de fase III de Tanto la vacuna bivalente como la tetrava­
la vacuna bivalente. lente han mostrado una eficacia asombrosa en
La seguridad de ambas vacunas ha sido los ensayos de fase II y III. Los resultados de
excelente. En cinco ensayos clínicos que in­ eficacia se resumen en las tablas 1‑5 y 1‑6.

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

TABLA 1‑6   Vacuna tetravalente VPH 6 / 11 / 16 / 18. Análisis de eficacia para la prevención de CIN y verrugas genitales.
Análisis según protocolo a
Evento preventivo de interés Media de Número de mujeres Casos con evento Eficacia
y estudio seguimiento (años) (vacuna / placebo) (vacuna / placebo) (IC  95 %)

CIN‑2 / 3 o AIS por VPH 16 /18


Protocolo 005 b 4,0 755 / 750 0 / 12 100 % (65‑100)
Protocolo 007 3,0 231 / 230 0 / 1 NA
FUTURE I 2,4 2.200 / 2.222 0 / 19 100 % (79‑100)
FUTURE II 2,0 5.301 / 5.258 0 / 21 100 % (81‑100)
Análisis combinado 8.487 / 8.460 0 / 53 100 % (93‑100)
  CIN‑2 / 3 o AIS por VPH 16 0 / 44 100 % (92‑100)
  CIN‑2 / 3 o AIS por VPH 18 0 / 14 100 % (70‑100)
CIN‑1, CIN‑2 / 3 o AIS por VPH 6 / 11 / 16 / 18
Protocolo 007 3,0 235 / 233 0 / 3 NA
FUTURE I 2,4 2.240 / 2.258 0 / 37 100 % (90‑100)
FUTURE II 2,0 5.383 / 5.370 4 / 43 91 % (74‑98)
Análisis combinado 7.858 / 7.861 4 / 83 95 % (87‑99)
VIN‑2 / 3 o VaIN‑2 / 3 por VPH 16 / 18
Análisis combinado 7.897 / 7.899 0 / 24 100 % (83‑100)
Verrugas genitales por VPH 6 / 11 / 16 / 18
Protocolo 007 3,0 235 / 233 0 / 3 NA
FUTURE I 2,4 2.261 / 2.279 0 / 29 100 % (86‑100)
FUTURE II 2,0 5.401 / 5.387 1 / 59 98 % (90‑100)
Análisis combinado 7.897 / 7.899 1 / 91 99 % (94‑100)
a 
Incluye a mujeres que recibieron las 3 dosis de vacuna, no tuvieron ninguna violación importante del protocolo y fueron seronegativas por los VPH vacu‑
nales al menos en el día 1 y ADN negativas des del día 1 hasta el mes 7.
Evalúa solamente la vacuna monovalente VPH 16.
b 

CIN, neoplasia intraepitelial cervical; IC, intervalo de confianza; NA, insuficiente número de casos con evento; VIN, neoplasia vulvar intraepitelial.
De Gardasil Package insert 62.

El ensayo de fase II de la vacuna bivalente ceptoras de placebo. Después de 2 y 4 años de


contra los VPH 16 / 18 se dividió en un período seguimiento, la CIN‑2 / 3 asociada al VPH 16
de seguimiento inicial con una duración me­ o 18, confirmada mediante biopsia, se redujo
diana de 2,2 años y un estudio posterior de un un 100 % en las receptoras de la vacuna com­
subgrupo de las participantes originales con un paradas con las receptoras de placebo (ta­
seguimiento mediano de 4,0 años 60,63. En am­ bla 1‑5). Recientemente, se ha demostrado que
bos períodos de estudio, la infección persisten­ las mujeres vacunadas con la vacuna bivalente
te por el VPH 16 o 18 a 12 meses se redujo un contra el VPH presentan una protección cru­
100 % en las receptoras de la vacuna en la «po­ zada contra la infección incidente por los tipos
blación por protocolo» comparadas con las re­ del VPH 45 y 31 60. Las mujeres vacunadas con

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

la vacuna contra los VPH 16 y 18 presentaron inicio del cribado citológico hasta una edad
una reducción del 94 % de las infecciones in­ más avanzada, espaciar más los cribados y
cidente por VPH 45 y una reducción del 55 % adoptar un enfoque conservador en el manejo
de las infecciones incidente por VPH 31, com­ de resultados ambiguos o ligeramente anóma­
paradas con las receptoras de placebo. los en el cribado 66. La edad de la vacunación
La vacuna tetravalente ha sido estudiada probablemente influirá en los beneficios y cos­
en tres ensayos clínicos (tabla 1‑6) 62. La CIN‑1, tes relativos de la prevención primaria. Vacu­
CIN‑2 / 3 y el adenocarcinoma in situ (AIS) nar a adolescentes jóvenes antes de que inicien
asociados a los VPH 16 y 18 se redujeron un su actividad sexual, aunque produce el mayor
95 % en las receptoras de la vacuna en com­ impacto a largo plazo, retrasa el impacto de la
paración con las receptoras de placebo en los vacunación y podría presentar retos para lograr
tres ensayos combinados. De modo similar, una amplia cobertura. Por otra parte, los pro­
las verrugas genitales confirmadas mediante gramas centrados en mujeres de mayor edad,
biopsia atribuibles a los VPH 6, 11, 16 y 18 se que tienen más probabilidades de haber estado
redujeron un 99 % en las receptoras de la va­ expuestas previamente a los tipos del VPH 16
cuna comparadas con las receptoras de place­ y 18, serán menos efectivos.
bo en el análisis combinado. La vacuna tam­ Los modelos también indican que el empleo
bién mostró eficacia para neoplasia vulvar de una vacuna restringida a los VPH 16 y 18
intraepiletial (VIN)‑2 / 3, VaIN‑2 / 3 relacio­ probablemente aportará beneficios sustanciales
nadas con los VPH 16 / 18 62. en los países en vías de desarrollo que carecen
de programas de cribado del cáncer de cuello
de útero 67, en comparación con la situación ac­
Impacto potencial de la vacunación tual. La estrategia de prevención óptima depen­
contra el VPH derá, en gran medida, de las limitaciones en los
recursos (monetarios, humanos y de infraes­
Probablemente pasarán décadas antes de tructuras sanitarias) de cada país y de la capa­
poder evaluar el impacto de la vacunación cidad para lograr una cobertura amplia. Los
contra el VPH en la incidencia del cáncer de factores que más influyen en el coste‑efectivi­
cuello de útero utilizando datos empíricos. dad de la vacunación en los países pobres es el
Los modelos matemáticos 64,65 predicen que precio de la vacuna, los costes para lograr una
una vacuna para los VPH 16 / 18 reducirá, pero cobertura amplia de la población, la viabilidad
no eliminará, el riesgo del cáncer de cuello de de administrar tres dosis de vacuna a una po­
útero. En los países que ya tienen programas blación de adolescentes jóvenes y la duración
de cribado del cáncer de cuello de útero, una de la inmunidad inducida por la vacuna.
vacuna de este tipo puede reducir signifi­ca­
tivamente las lesiones CIN‑2 / 3 y el cáncer
de cuello de útero invasivo atribuibles a los Conclusiones
VPH 16 / 18, aunque la magnitud potencial de
los beneficios clínicos dependerá de la efecti­ La infección por el VPH es una enferme­
vidad subyacente del programa de cribado. En dad de transmisión sexual muy común en la
Estados Unidos y algunos países europeos, el población sexualmente activa. Aunque la ma­
coste‑efectividad de la vacunación dependerá yoría de infecciones suponen un curso benig­
sustancialmente de si será aceptable aplazar el no y se resuelven espontáneamente, la infec­

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Virus del papiloma humano y cáncer de cuello de útero

ción persistente por ciertos genotipos del VPH La comunidad científica y biomédica es
está asociada causalmente con el desarrollo muy optimista, y opina que en los próximos
del cáncer de cuello de útero y de una fracción 25‑30 años se observará una reducción de las
de otros cánceres anogenitales y de la cavidad tasas de incidencia de cáncer de cuello de úte­
oral y orofaringe. De los más de 30 genotipos ro. En el momento de finalizar esta revisión
del VPH que infectan la mucosa anogenital, (abril 2007), las autoridades sanitarias ya han
los VPH 16 y 18 son responsables a escala aprobado el empleo de la vacuna tetravalente
mundial de, aproximadamente, el 70 % de los en Estados Unidos 68, Canadá, México, Nue­
cánceres de cuello de útero y los VPH 6 y 11, va Zelanda, Togo, Brasil, Hong Kong, Singa­
del 90 % de las verrugas anogenitales. Por lo pur, Taiwán, Emiratos Árabes y en la mayoría
tanto, la existencia de una vacuna que pudie­ de los países de la Unión Europea. Se espera
ra prevenir la infección por uno o varios de que la vacuna bivalente se apruebe en los
estos genotipos podría reducir sustancialmen­ próximos meses. A pesar de ello, deberán de­
te la incidencia del cáncer anogenital y de las sarrollarse nuevas estrategias para que las va­
verrugas genitales. cunas del VPH sean asequibles y fáciles de
Ensayos clínicos con dos prototipos de va­ distribuir y administrar en los países en desa­
cuna de VLP de L1 (una con VLP de VPH 16, rrollo, donde el impacto del cáncer de cuello
otra con VLP de VPH 16 / 18, y otra con VLP de útero es un problema grave de salud en la
de VPH 6 / 11 / 16 / 18), han demostrado ser se­ mujer, pues de las 250.000 muertes por este
guras, inmunógenas y muy eficaces para la cáncer que se producen anualmente en el mun­
prevención no sólo de la infección persistente do un 80 % ocurre en estos países.
por los tipos virales incluidos en la vacuna,
sino también del CIN‑2 / 3 y el AIS, consi­
derados los precursores inmediatos y necesa­ Bibliografía
rios del carcinoma invasor de cuello de útero.
Los resultados de la vacuna tetravalente sugie­   1. Aral SO, Holmes KK. Social and behavioral determi­
ren que estas vacunas son también muy efica­ nants of epidemiology of STDs: industrialized and
ces para la prevención de verrugas genitales y developing countries. En: Holmes KK, Mardh PA,
otras lesiones genitales externas como el VaIN Sparling PF, et al., editores. Sexual transmitted dis­
ease. Nueva York: McGraw‑Hill, 1999. p. 39‑79.
y el VIN.   2. Clifford GM, Gallus S, Herrero R, Muñoz N, Sni­
Debido al largo período de incubación en­ jders PJ, Vaccarella S, et al. Worldwide distribution
tre la infección por VPH y el desarrollo de of human papillomavirus types in cytologically nor­
cáncer de cuello de útero, la reducción del mal women in the International Agency for Research
impacto de este cáncer no será una realidad on Cancer HPV prevalence surveys: a pooled analy­
sis. Lancet. 2005;366(9490):991‑8.
hasta dentro de 25‑30 años para las cohortes   3. De Sanjosé S. La investigación sobre la infección por
de niñas / mujeres vacunadas. Mientras tanto, virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer de
si se implementara un programa de vacuna­ cuello de útero en España. En: de Sanjosé S, García
ción con una cobertura aceptable, las tasas de AM, editores. Virus del papiloma humano y cáncer:
citologías anormales y de H‑SIL disminuirían epidemiología y prevención. (4.ª Monografía de la
Sociedad Española de Epidemiología.) Madrid:
sustancialmente y, en consecuencia, tanto el
EMISA, 2006. p. 141‑6.
número de colposcopias y biopsias como la   4. Trottier H, Franco EL. The epidemiology of genital
frecuencia de los controles citológicos proba­ human papillomavirus infection. Vaccine. 2006;24
blemente podrían reducirse. (Supl 1):S1‑15.

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Epidemiología de la infección por VPH y del cáncer de cuello de útero

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