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Capítulo 3: MANTENIMIENTO DEL VOLUMEN

CELULAR

En un estadio temprano de la evolución, antes del desarrollo de las células, la vida podría haber
sido nada más que una asociación de sistemas de enzimas y moléculas autoreplicativas. Un gran
problema que enfrentaron tales sistemas acelulares debe haber sido cómo mantener sus partes
constituyentes a partir de la simple difusión hacia la oscuridad circundante.

La solución a este problema fue el desarrollo de una membrana celular que era impermeable a
las moléculas orgánicas. Este fue el origen de la vida celular. Sin embargo, la membrana celular,
mientras resolvía un problema, trajo consigo un nuevo problema: cómo llevar a cabo el balance
osmótico. Para ver cómo este problema se origina, será útil empezar con una revisión de las
soluciones, osmolaridad y ósmosis. Luego, pasaremos a un análisis de los mecanismos celulares
usados para combatir estos problemas del balance osmótico.

Molaridad, Molalidad y Difusión de Agua

Fig. 3-1 Cuando las moléculas de azúcar


(círculos pintados) son disueltas en un litro
de agua, la solución resultante ocupa un
volumen mayor que un litro. Esto se da
porque las moléculas de azúcar han ocupado
un espacio anteriormente ocupado por
moléculas de agua (círculos blancos). De esta
manera, la concentración de agua (número
de moléculas de agua por unidad de
volumen) es menor en la solución azúcar-
agua.

Analice la situación ilustrada en la Fig. 3-1. Tomamos 1 litro de agua pura y disolvemos azúcar en
ella. Las moléculas del azúcar disuelto ocupan un espacio que estaba anteriormente ocupado por
moléculas de agua, y por ello el volumen de la solución aumenta. Recuerde que la concentración
de una sustancia está definida como el número de moléculas de esa sustancia por unidad de
volumen de solución. En la Fig. 3-1, esto significa que la concentración de agua en la solución
agua-azúcar es menor de lo que era en el agua pura antes que el azúcar sea disuelto. Esto es
porque el volumen total aumentó luego de que el azúcar fue agregado, pero el número total de
moléculas de agua presentes es el mismo antes y después de disolver el azúcar en el agua.

Para comparar las concentraciones de agua en las soluciones que contienen diferentes
concentraciones de sustancias disueltas, usaremos el concepto de osmolaridad. Una solución
que contiene 1 mol de partículas disueltas por litro de solución (una solución 1 molar o 1M) se
dice que tiene una osmolaridad de 1 osmolar (1 Osm), y una solución 1 milimolar (1 mM) tiene
una osmolaridad de 1 miliosmolar (1 mOsm). Mientras más alta sea la osmolaridad de una
solución, más baja será la concentración de agua. Para propósitos prácticos en las soluciones
biológicas, no importa qué partícula esté disuelta, o sea, la concentración de agua es
efectivamente la misma en una solución de glucosa 0.1 Osm, sucrosa 0.1 Osm o úrea 0.1 Osm.
Para estar estrictamente correctos al discutir la concentración de agua en varias soluciones,
tendríamos que hablar de la molalidad, en vez de la osmolaridad de las soluciones. Mientras que
la molaridad es definida como moles de soluto por litro de solución, la molalidad es definida
como moles de soluto por kilogramo de solvente. Esta definición quiere decir que la molalidad
considera el hecho que los solutos que tienen un peso molecular más alto desplazan más agua
por mol de soluto que los solutos con un peso molecular más bajo.

Es decir, un litro de solución que contiene 1 mol de una molécula grande como una proteína,
contendría menos agua (y por tanto menos gramos de agua) que un litro de solución que
contiene 1 mol de una molécula pequeña, como la urea. Por ello, la molalidad de la solución
proteica sería más alta que la molalidad de la solución de urea, incluso cuando ambas soluciones
tienen la misma molaridad (1 M) Para nuestros propósitos, sin embargo, será adecuado tratar la
molaridad y osmolaridad como equivalentes de la molalidad y osmolalidad. Es importante que al
determinar la osmolaridad de una solución, se considere cuántas partículas disueltas resultan de
cada molécula de la sustancia disuelta. Las moléculas de glucosa, sucrosa y urea no se disocian
cuando se disuelven y por ello 0.1 M de solución de glucosa es una solución 0.1 Osm. Una
solución de cloruro de sodio, no obstante, contiene dos partículas disueltas un ion sodio y un ion
cloruro de cada molécula de sal que entra en la solución. Por ello, una solución de NaCl 0.1 M es
una solución 0.2 Osm. Para ser estrictos, tendríamos que considerar las interacciones entre los
iones en una solución, para que la osmolaridad efectiva pudiera ser menos del que esperaríamos
al asumir que todas las partículas disueltas se comportan independientemente. Pero para las
soluciones diluidas como aquellas que usualmente encontramos en biología celular, tales
interacciones son débiles y pueden ser ignoradas con seguridad. Por ende, para propósitos
prácticos asumiremos que todas las partículas disueltas actúan de manera independiente al
determinar la osmolaridad total de una solución. Bajo esta premisa, entonces, las soluciones que
contienen glucosa 300mM, NaCl 150 mM, NaCl 100 mM + glucosa 100 mM, o NaCl 75 mM + KCl
75 mM todas tendrían la misma osmolaridad total de 300 mOsm. Cuando las soluciones con
diferentes osmolaridades son colocadas en contacto a través de una barrera que permite que el
agua la atraviese, el agua se difundirá a través de la barrera a favor de su gradiente de
concentración (es decir, desde la solución osmolar más baja a la más alta). Este movimiento de
agua a favor de su gradiente de concentración se llama ósmosis. Considere el ejemplo mostrado
en la Fig. 3-2a, el cual muestra un recipiente dividido en dos compartimentos iguales que están
llenados con soluciones de glucosa. Imagine que la barrera que divide el contenedor está hecha
de un material elástico, para que pueda expandirse libremente. Si la barrera permite que crucen,
tanto la glucosa como el agua, entonces el agua se moverá desde el lado 1 al lado 2, a favor de
su gradiente de concentración y la glucosa se moverá desde el lado 2 al lado 1. El movimiento del
agua y la glucosa continuará hasta que sus concentraciones en los dos lados de la barrera sean
iguales. Por ello, el lado 1 gana glucosa y pierde agua y el lado 2 gana agua y pierde glucosa hasta
que la concentración de glucosa en ambos lados sean 150 mM. No habrá cambio neto en el
volumen de la solución en ningún lado de la barrera, como se muestra en la Fig. 3-2b

Si la barrera en la Fig. 3-2a permite que el agua, pero no la glucosa cruce, no obstante, el
resultado será bastante diferente del mostrado en la Fig. 3-2b. Otra vez más, el agua se moverá a

Fig. 3-2 El efecto de las propiedades de la


barrera que separa dos diferentes soluciones
de glucosa en los volúmenes finales de las
soluciones. Las condiciones iniciales se
muestran en [a]. (b) Si la barrera permite que
tanto la glucosa como el agua crucen, los
volúmenes de las dos soluciones no cambian
cuando se alcanza el equilibrio. (c) Si la
barrera permite que solo el agua cruce, las
osmolaridades de las dos soluciones son las
mismas en el equilibrio, pero los volúmenes
finales difieren.

favor de su gradiente de concentración del lado 1 al lado 2. Aunque en este caso, la pérdida de
agua no será compensada por una ganancia de glucosa. Mientras el agua continúa dejando el
lado 1 y se acumulado en el lado 2, el volumen del lado 2 se incrementará y el volumen del lado
1 disminuirá. El agua acumulada ejercerá una presión en la barrera elástica, causando que se
expanda a la izquierda para acomodar los cambios de volumen (como se muestra en la Fig. 3-2c).
Los cambios de volumen resultantes incrementarán la osmolaridad del lado 1 y disminuirán la
osmolaridad del lado 2 y este proceso continuará hasta que las osmolaridades de ambos lados
sean igual a 150 mOsm. Para prevenir los cambios de volumen, tendríamos que ejercer una
presión en contra de la barrera elástica del lado 1 para conservarlo de la expansión. Esta presión
sería igual a la presión que mueve el agua a favor de su gradiente de concentración y brindaría
una medida de la presión osmótica a través de la barrera.

Balance Osmótico y Volumen Celular

Fig. 3-3 Un modelo celular simple que


contiene moléculas orgánicas, P. El FEC es una
solución de soluto, S, en agua; tanto el agua
como S pueden cruzar la membrana celular,
pero P no.

Regresemos ahora a la hipotética célula primitiva, a inicios luego del desarrollo de una
membrana celular. Para que la membrana celular haga su trabajo, debe ser impermeable a las
moléculas orgánicas dentro de la célula. Pero si las composiciones de los fluidos extracelular e
intracelular son los mismos, con excepción de las moléculas orgánicas internas, la célula
enfrenta un desbalance de agua en los dos lados de la membrana. Esta situación se muestra
esquemáticamente en la Fig. 3-3. Aquí, los solutos en común en el FIC y FEC están agrupados
juntos y simbolizados por S. El soluto extra dentro de la célula, las moléculas orgánicas
(simbolizadas por P, por proteína) causan que la concentración de agua dentro de la célula sea
menos de lo que es afuera. Pongámoslo de otra manera, la osmolaridad total dentro de la célula
es más grande de lo que es fuera de la célula. Hay dos solutos adentro, S y P y solo uno afuera. El
agua, por ello entrará a la célula y continuará entrando hasta que la osmolaridad en los dos lados
de la membrana sea la misma. Como el volumen del mar es esencialmente infinito en relación al
volumen de una célula y puede, por ende, ser tratado como constante; este punto final podría
ser alcanzado solo cuando la concentración interna de los solutos orgánicos es cero. Esto
requeriría que el volumen de la célula sea infinito. Las membranas celulares reales no son
infinitamente elásticas y por ello el agua entrará a la célula, causando que se hinche hasta que la
membrana se rompa y la célula reviente. Será conveniente resumir esta situación en forma de
ecuación. Si una sustancia está en equilibrio de difusión a través de una membrana celular, no
hay movimiento neto de esa sustancia a través de la membrana. Para cualquier soluto, S, que
pueda cruzar la membrana celular, este equilibrio de difusión será alcanzado cuando [S]i = [S]o
(3-1). Los corchetes indican la concentración de una sustancia y los subíndices i y o hacen
referencia a la parte interna y externa de la célula. Por ello, para que el agua esté en equilibrio,
esperaríamos que [S]i + [P]i = [S]o (3-2), lo cual es lo mismo que decir que en el equilibrio, la
osmolaridad total dentro de la célula debe ser el mismo a la osmolaridad total fuera de la célula;
para la célula de la Fig. 3-3, el equilibrio de difusión será alcanzado solo cuando las
concentraciones de todas las sustancias que puedan cruzar la membrana (en este caso, S y agua)
sean los mismos dentro y fuera de la célula. Esto requeriría que las ecuaciones (3-1) y (3-2) sean
verdaderas simultáneamente, lo cual puede suceder solo si [P]i es cero.

Respuestas a los Problemas del Balance Osmótico

¿Qué soluciones existen a este problema aparentemente fatal? Hay tres estrategias básicas que
se han desarrollado en diferentes tipos de células. Primero, el problema podría ser eliminado
haciendo a la membrana celular impermeable al agua. Esto resulta ser bastante difícil de realizar
y no es una solución comúnmente encontrada para el problema del balance osmótico. Sin
embargo, ciertos tipos de células epiteliales han logrado muy poca permeabilidad al agua. Una
segunda estrategia es comúnmente encontrada y fue probablemente la primera solución al
problema. Aquí, la idea básica es usar la fuerza bruta: crear una pared inelástica alrededor de la
membrana celular para prevenir físicamente que la célula se hinche. Esta es la solución usada
por bacterias y plantas. La tercera estrategia es aquella encontrada en las células animales:
lograr el balance osmótico haciendo a la membrana celular impermeable a solutos extracelulares
selectos. Esta solución al problema del balance osmótico funciona balanceando la concentración
de moléculas no permeables dentro de la célula con la misma concentración de los solutos no
permeables fuera de la célula. Para ver cómo la tercera estrategia funciona, será útil resolver
algunos ejemplos usando un modelo celular animal simplificado cuya membrana es permeable al
agua. Suponga que la célula modelo contiene solo un soluto: moléculas de proteínas no
permeables, P, disueltas en agua a una concentración de 0.25M. Luego, realizaremos una serie
de experimentos en este modelo celular ubicándolo en varios fluidos extracelulares y deducir lo
que le sucedería a su volumen en cada caso. Asuma que el volumen inicial de la célula en un
billón de un litro (1 nanolitro, o 1 nL) y que el volumen del LEC en cada caso es infinito. Esta
última suposición quiere decir que la concentración de los solutos extracelulares no cambia
durante los experimentos, porque el volumen extracelular infinito brinda un reservorio infinito
tanto de agua como de solutos externos. El primer experimento será colocar a la célula en una
solución de sucrosa 0.25 M, la cual no cruza las membranas celulares. Esto se muestra en la Fig.
3-4a. En esta situación, solo el agua puede cruzar la membrana. Para que el agua esté en el
equilibrio, la osmolaridad interna debe igualar a la osmolaridad externa, o: [P]i = [sucrosa]o (3-
3). Como las osmolaridades externas e internas son 0.25 Osm, esta condición se cumple. Por ello,
no habrá difusión neta de agua y el volumen celular no cambiará.
Fig. 3-4 Efectos de varios fluidos extracelulares en el volumen de un modelo simple.
[a] El FEC contiene un soluto impermeable (sucrosa) y la osmolaridad es la misma que el interior de
la célula. (b) el FEC contiene un soluto impermeable y la osmolaridad es menor que el interior de la
célula. (c) El FEC contiene un soluto permeable (urea) y las osmolaridades externas e internas son
iguales, (d) El FEC contiene una mezcla de solutos permeables e impermeables.
En el segundo ejemplo, mostrado en la Fig. 3-4b, la célula es colocada en sucrosa 0.125 M, en vez
de sucrosa 0.25 M. de nuevo, solo el agua puede cruzar la membrana, y la ecuación (3-3) debe
ser satisfecha para que se alcance el equilibrio. En sucrosa 0.125 M, sin embargo, la osmolaridad
interna (0.25 Osm) es mayor que la externa (0.125 Osm) y el agua entrará a la célula hasta que la
osmolaridad interna caiga hasta 0.125 M. esto sucederá cuando el volumen celular sea el doble
del normal, es decir, 2 nL. ¿Cuál sería el equilibrio del volumen celular si colocamos a la célula en
sucrosa 0.5 M en vez de 0.125 M?

El objetivo de los dos ejemplos previos es que el agua estará en equilibrio si la concentración del
soluto impermeable extracelular es el mismo al de la concentración del soluto impermeable
interno. Para que el soluto externo no deba ser capaz de cruzar la membrana celular, considere
el ejemplo mostrado en la Fig. 3-4c. En este caso, el modelo celular es colocado en urea 0.25 M,
en vez de sucrosa. A diferencia de la sucrosa, la urea puede cruzar la membrana celular y por ello
debemos tomar en cuenta tanto a la urea como al agua al determinar el equilibrio de difusión.
En forma de ecuación, el equilibrio será alcanzado cuando estas dos relaciones se lleven a cabo:

[urea]i = [urea]o (3-4)


[urea]i + [P]i = [urea]o (3-5)

Aquí, la ecuación (3-4) especifica el equilibrio de difusión para la urea y la ecuación (3-5) aplica
para el equilibrio de difusión del agua. Como el volumen externo es infinito, [urea]o será 0.25 M
en el equilibrio y de acuerdo a la ecuación (3-4) [urea]i debe ser también 0.25 M en el equilibrio.
Juntas, las ecuaciones (3-4) y (3-5) requieren que [P]i deba ser cero en el equilibrio. Por ello, el
volumen en el equilibrio es infinito, y la célula se hinchará hasta que explosione.
Cualitativamente, cuando la célula es primero colocada en 0.25 M de urea, no habrá movimiento
neto de agua a través de la membrana porque las molaridades internas y externas son 0.25 Osm.
Pero como la urea entra a la célula a favor de su gradiente de concentración, la osmolaridad
interna se eleva a medida que la urea se acumula. El agua, luego empezará a entrar a la célula a
favor de su gradiente de concentración. La célula empieza a hincharse y continúa haciéndolo
hasta que estalla. Por ello, un soluto extracelular que puede cruzar la membrana no puede
ayudar a que una célula logre el balance osmótico.

Un ejemplo interesante se muestra en la Fig. 3-4d. En este experimento, el modelo celular es


colocado en una mezcla de urea 0.25 M y sucrosa 0.25 M. El equilibrio para la urea una vez más
estará dado por la ecuación (3-4), y el agua estará en equilibrio cuando:

[urea]i + [P]i = [urea]o + [sucrosa]o (3-6),

ambas ecuaciones (3-4) y (3-6) serán satisfechas cuando [P]i = 0.25 M, la cual es la condición
inicial. De esta forma, en este ejemplo, el volumen celular en el equilibrio de difusión será el
volumen normal, 1 nL. El punto es que incluso si algunos solutos extracelulares pueden cruzar la
membrana, la presencia de un soluto externo no permeable a la misma concentración a la del
soluto interno no permeable permite que la célula logre el equilibrio de difusión para el agua, y
de esa forma mantener su volumen. Esta es la estrategia tomada por las células animales para
evitar estallar. Como se muestra en la Tabla 2-1, el soluto extracelular impermeable en el caso de
las células reales es el sodio.
En todos los ejemplos del equilibrio osmótico que acabamos de resolver, se llegó a la respuesta
usando solo una regla: para cada sustancia permeable (incluyendo el agua), la concentración
interna debe igualar a la concentración externa en el equilibrio.

Tonicidad

En los ejemplos de la Fig. 3-4, sucrosa 0.25 M y la urea 0.25 M tenían la misma osmolaridad: 0.25
Osm. Pero las dos soluciones tenían efectos dramáticamente diferentes en el volumen celular.
En sucrosa 0.25 M, el volumen celular no cambió, mientras que en urea 0.25 M la célula
explosionó. Para considerar la variación de los efectos biológicos de las soluciones de la misma
osmolaridad, usaremos el concepto de tonicidad. Una solución isotónica no tiene un efecto final
en el volumen celular; una solución que causa que las células se hinchen en el equilibrio se
denomina una solución hipotónica; y una solución que causa que las células se encojan se llama
solución hipertónica. Por ello, la solución de sucrosa 0.25 M era isotónica, y la solución de urea
0.25 M era hipotónica. Note que una solución debe tener la misma osmolaridad que el fluido
dentro de la célula, pero tener la misma osmolaridad que el FIC no garantiza que un fluido
externo sea isotónico.

Línea temporal de los Cambios de Volumen

Tiempo luego de colocar una célula en la solución de la Fig. 3-4d

Fig. 3-5 Línea temporal del volumen celular cuando la célula modelo
es colocada en la solución usada en la Fig. 3-4d.
Hasta ahora en la discusión del mantenimiento del volumen celular, hemos considerado solo el
efecto de equilibrio final de una solución en el volumen celular y hemos ignorado cualquier
efecto transitorio que pueda ocurrir. Para ver tales efectos transitorios, considere lo que sucede
a la célula modelo inmediatamente después de que es colocada en la solución en la Fig. 3-4d,
urea 0.25 M + sucrosa 0.25 M. Esto es resumido en la Fig. 3.5 Al comienzo, la osmolaridad
externa (0.5 Osm) es mayor que la osmolaridad interna (0.25 Osm) y el agua inicialmente saldrá
de la célula a medida que se difunda a favor de su gradiente de concentración. La urea, sin
embargo, empieza a difundir hacia la célula a favor de su gradiente de concentración.
Por tanto, la osmolaridad interna empieza a elevarse como resultado del incremento de [urea]i y
la pérdida del agua intracelular. La filtración de agua fuera de la célula enlentece y finalmente
cesa totalmente cuando [P]i + [urea]i = 0.5 M, es decir, en el punto cuando las osmolaridades
externas e internas son iguales. A este punto, sin embargo, [P]i es más alto que su valor inicial
(0.25 M) debido a la reducción en el volumen celular, y la [urea]i es por lo tanto menor que 0.25
M. La urea, de esta forma, continua entrando a la célula para alcanzar su propio equilibrio de
difusión, y la molaridad interna se eleva por encima de 0.5 Osm, para que el agua entre a la
célula y el volumen empiece a aumentar. Esta situación continúa hasta que el estado final de
equilibrio gobernada por las ecuaciones (3-4) y (3-6) es alcanzado. ¿Cuál esperaría que sea la
línea temporal si el modelo celular fuera colocado en un volumen infinito de una solución de
urea 0.5M?

Resumen

Si las células animales deben sobrevivir, es esencial que regulen el movimiento del agua a través
de la membrana plasmática. Dado que las proteínas y otros constituyentes orgánicos del LIC no
pueden ser permitidas cruzar la membrana, la difusión del agua se convierte en un problema. Las
células animales han resuelto este problema excluyendo un soluto extracelular compensatorio,
iones sodio. Discutiremos en más detalle luego, cómo exactamente se dedican a excluir Na+.
El equilibrio de difusión es alcanzado cuando las concentraciones externas e internas son iguales
para todas las sustancias que pueden cruzar la membrana. Para sustancias no cargadas, tales
como aquellas que hemos considerado en nuestros ejemplos hasta ahora, no tenemos que
considerar la influencia de la fuerza eléctrica en el estado de equilibrio. Sin embargo, los solutos
del FIC y FEC de las células reales llevan consigo una carga eléctrica. En el próximo capítulo,
consideraremos qué papel cumplen los campos eléctricos en el movimiento de estas sustancias
cargadas a través de las membranas de las células animales.

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