Está en la página 1de 6

El león sin miedo

En una lejana sabana africana, andaba perdido un león. Llevaba más de veinte días alejado
de su territorio y la sed y el hambre lo devoraban. Por suerte, encontró un lago de
aguas frescas y cristalinas. Raudo, corrió veloz a beber de ellas para así, apaliar su sed y
salvar su vida.

Al acercarse, vio su rostro reflejado en esas aguas calmadas.

– ¡Vaya! el lago pertenece a otro león – Pensó y aterrorizado, huyó sin llegar a beber.

La sed cada vez era mayor y él sabía que de no beber, moriría. A la mañana siguiente,
armado de valor, se acercó de nuevo a lago. Igual que el día anterior, volvió a ver su
rostro reflejado y de nuevo, presa del pánico, retrocedió sin beber.

Y así pasaron los días con el mismo resultado. Por fin, en uno de esos días comprendió
que sería el último si no se enfrentaba a su rival. Tomó finalmente la decisión de beber
agua del lago pasara lo que pasara. Se acercó con decisión al lago, nada le importaba ya.
Metió la cabeza para beber … y su rival, el temido león ¡desapareció!

Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen.
No dejes que tu imaginación descontrolada usurpe el lugar de la realidad ni te pierdas en
las creaciones y reflejos de tu propia mente.

Ya sabes que tus sueños, tus anhelos, están justo detrás de tus miedos y la única forma
de vencerlos es enfrentándolos. ¿Qué harás para enfrentarlos? ¿Cuál es el coste
real que estás pagando por no enfrentarlos.. por no vencerlos? ¿qué es lo
peor que te puede pasar si lo haces?. Reflexiona y verás que distorsionados están
algunos de tus miedos. Ellos son los que no te dejan avanzar, los que te bloquean.

Recuerda que “El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de
soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños”.
SOCIOS
Este es el cuento para mujeres emprendedoras más corto y más bonito
que hayas escuchado en tu vida. Había una vez una muchacha que le
preguntó a un chico si quería asociarse con ella para realizar el proyecto
de su vida. El chico le dijo que no. Y la muchacha vivió feliz para
siempre, sin perder una amistad, sin rendirle cuentas a nadie, saliendo
adelante con su proyecto y haciendo realidad su sueño, consolidándolo
como una gran empresa y cosechando numerosos y felices clientes. Y
colorín colorado…

–El problema es que es tan maravilloso nuestro sueño o proyecto


que queremos compartirlo y asociarnos con personas que
creemos que lo verán de la misma manera. Sólo tu puedes verlo
así y lo llevarás al final con éxito.-

EL HADA MADRINA
Érase una vez una pareja que cumplía bodas de plata,ambos de 60
años de edad y eran socios de una gran empresa muy consolidada.
Durante la celebración tuvieron la visita de un hada madrina.
 Como
premio por haber tenido un matrimonio ejemplar durante 25 años, les
concedió a cada uno un deseo.
 La esposa se adelantó y dijo al hada;
pues yo… ¡yo quiero hacer un viaje alrededor del mundo junto a mi
querido esposo y excelente socio!. El hada movió la varita mágica
y…los boletos de avión aparecieron en las manos de la mujer; ¡Ohhhh,
qué maravilla!
 , exclamó la esposa. Después le tocó el turno al marido.
El esposo

 lo piensa unos momentos y dice; Eh… Este… ¡Una
oportunidad así sólo se da una vez en la vida!,y le dice a la mujer;
perdóname, mi amor, pero…… mi deseo es… tener una mujer 30 años
más joven que yo y que la empresa sea sólo mía… ¿Cómo?
 , exclamó
su esposa. La mujer quedó dolida, pero un deseo es un deseo. El hada
hizo un círculo con la varita mágica y…¡el hombre pasó a tener 90 años
y ya con esa edad no tenía mente ni fuerza para dirigir la empresa.

–Algunos hombres y socios son tremendos pero las hadas


madrinas… ¡son mujeres!-

LA CUERDA
Once personas se aferraban a la misma cuerda que colgaba de un
helicóptero, diez hombres y una mujer. La cuerda no era
suficientemente gruesa como para soportar el peso de todos, por lo que
decidieron que una persona debía soltarse, de otro modo todos caerían.
No lograban elegir quién sería esa persona, pero entonces, la mujer con
voz firme, anunció que se ofrecía a hacerlo voluntariamente para
soltarse de la cuerda. Después de todo, dijo, estaba acostumbrada a
relegar sus intereses propios, ya que:

-Como madre, siempre daba prioridad a sus hijos.

-Como esposa anteponía los intereses de su marido a los propios.

-Como hija, se doblegaba ante su padre.

-Como profesional permitía que su socio obtuviera el crédito por sus


logros.

Como mujer, dijo alzando la mirada al infinito y poniéndose una mano


sobre el corazón; su misión era sacrificarse por los demás sin esperar
nada a cambio. Eufóricos de emoción, los diez hombres aplaudieron y
al hacerlo se soltaron de la cuerda cayendo al vacío.

-Como mujeres somos muy inteligentes y tenemos todo para


conseguir nuestros objetivos. Nuestra naturaleza es ser nobles
pero nunca tontas-.

Como diría Jostein Gaarder (escritor noruego) -un cuento siempre


adquiere los colores que le otorgan el narrador, el ámbito en que se
encuentra y el receptor.

La historia de unos jóvenes de Finlandia.

En 2003 unos jóvenes finlandeses decidieron convertir su amor por los


videojuegos en una compañía que creara sus propios videojuegos.
Diseñaron y crearon un juego tras otro con la esperanza de que
alguno de ellos tuviera el éxito suficiente para justificar el proyecto en
el que se habían embarcado.
Después de 51 proyectos y 6 años trabajando en la empresa crearon
su juego número 52. Era un simple juego en el que el jugador lanzaba
unos pequeños pájaras con la intención de derribar edificios y
estructuras.
Como probablemente hayas adivinado, la empresa se llama Rovio y
su juego es el mundialmente famoso “Angry Birds”.

Hoy en día, tienen más de mil millones de usuarios, 500 empleados y


han creado acuerdos de colaboración con Star Wars, la NASA e,
incluso, el gobierno chino.

Sin embargo, la historia nos sirve para entender que el éxito


impresionante que consiguieron les llevó 51 fracasos previos (algunos
no tanto porque les permitió subsistir como empresa).

La historia de Ferrucio.

Ferruccio era originalmente un agricultor que tenía conocimientos de


mecánica. Para mejorar sus cultivos ideó fabricar mejores tractores.
Creó una empresa de tractores a la que finalmente dedicó todos sus
esfuerzos.

Finalmente, su negocio tuvo tanto éxito que fue uno de los hombres
más ricos de Italia. Con su fortuna se dio caprichos que antes no
podía. Incluso se llegó a comprar un Ferrari último modelo. Sin
embargo el Ferrari del que era propietario le empezó a dar problemas
en su funcionamiento. Al ser él mismo un buen mecánico trató de
solucionar el problema por su cuenta. Descubrió que su Ferrari tenía
el mismo embrague utilizado en uno de sus tractores que fabricaba.

Como es lógico Ferruccio montó en cólera porque entendía que un


modelo deportivo como el Ferrari necesitaba piezas de mayor calidad
que las que monta un modesto tractor agrícola.

Ni corto ni perezoso se dirigió a la sede central de Ferrari en Módena


para quejarse de la baja calidad de un componente tan importante en
un deportivo. Enzo Ferrari, dueño de Ferrari, que era un hombre muy
arrogante le trató de malas maneras afirmando que el problema era
debido al agricultor Ferruccio y no debido al precioso automóvil que
fabricaba.
Ferruccio se sintió insultado. Tanto fue su impotencia y rabia al ser
tratado tan injustamente que se comprometió a hacer un coche digno
de superar a un Ferrari.

Sus esfuerzos y la venganza se tradujeron en la creación y desarrollo


de uno de los automóviles más potentes y renombrados que compite
de tú a tú con los últimos modelos de Ferrari hoy en día.

Por cierto, ¿te he dicho lo que es el nombre completo de Ferruccio?

Se llamaba Ferruccio Lamborghini.

La historia de Fred Smith

En 1965, mientras asistía a la Universidad de Yale, Fred Smith


escribió, como parte de las tareas académicas encomendadas, un
estudio económico que exploraba la forma en la que las mercancías
eran transportadas en los Estados Unidos.

En aquella época, los transportistas centraban sus esfuerzos en el


transporte de grandes paquetes en Estados Unidos. Con ese fin
usaban aviones de pasajeros de líneas aéreas domésticas y camiones
principalmente.

Smith pensó que una empresa que llevara pequeños, pero esenciales
(en importancia y en urgencia) paquetes podía constituirse en un
transportista más eficiente que las empresas que existían por aquel
entonces.
Fred Smith redactó este estudio económico con prisas y en el último
minuto (como casi todos los estudiantes mediocres). Por lo que no le
dio tiempo a entrar en detalles de cómo ejecutar realmente un
proyecto de este tipo. Su profesor le calificó con una muy baja nota.
Sin embargo, la idea y ese concepto de entrega de mercancías tan
revolucionario permanecieron en la mente de Fred.

En 1971 creó una compañía de transporte para hacer realidad la idea


que tenía en su mente durante varios años.

Por desgracia, tres años después de que la creación de la compañía,


esta estuvo al borde de la bancarrota. El rápido aumento de los
combustibles llevó a que las pérdidas fueran elevándose hasta
generar un ritmo de pérdidas de más de 1 millón de dólares al mes.

En su punto más bajo, la compañía solo disponía de 5000 dólares a su


nombre. Esta cantidad era notoriamente insuficiente para afrontar los
gastos de combustible. Fred Smith intentó obtener financiación
adicional de empresas como General Dynamics, pero su petición fue
rechazada.

Como última medida desesperada Fred Smith tomó los 5000 dólares,
voló a Las Vegas y empezó a jugar al “Black Jack” ese fin de semana
con esos fondos.

El lunes siguiente para sorpresa del resto de los altos directivos 32000
dólares habían aparecido, como por arte de magia, en la cuenta
bancaria de la compañía. Esta cantidad fue suficiente para cubrir el
gasto de combustible durante unos pocos días más.

La compañía poco después fue capaz de recaudar una importante


cantidad de dinero. Ya en 1976 generó sus primeras ganancias, a
pesar de los grandes desafíos por los que había pasado.

Desde entonces no han mirado para atrás.

Por cierto la compañía se llama FEDEX y es el mayor transportista


urgente del mundo.

También podría gustarte