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Construir el puente – Cuentos para

la Cuaresma

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían


en granjas adyacentes empezaron a discutir.
Ésta fue su primera discusión seria que tenían en 40 años de cultivar juntos
hombro con hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y
bienes de forma continua.

Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.

Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una
diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras
amargas, seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un


hombre con herramientas de carpintero. “Estoy buscando trabajo por unos
días”, dijo el extraño, “quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones
aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”.
“Sí”, dijo el mayor de los hermanos, “tengo un trabajo para usted”.

Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho
es mi hermano menor”.

“La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él cogió su
tractor y desvió el cauce del río para que quedara entre nosotros”.

“Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una
mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?”

“Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero
verlo nunca más.”

El carpintero le dijo: “Creo que comprendo la situación”.

Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes
y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho.”

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la


granja durante todo el día para ir al pueblo a por comida.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando.

El granjero regresó cuando se acercaba la noche, el carpintero justo había


terminado su trabajo.

El granjero quedó con los ojos completamente abiertos y la boca abierta. ¡¡¡No
había ninguna cerca de dos metros!!! En su lugar había un puente. ¡¡Un puente
que unía las dos granjas por encima del río!!- Era un bonito puente con
pasamanos.

En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y


abrazando a su hermano le dijo: “Eres un gran tipo, mira que construir este
hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!!”.

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el


carpintero tomaba sus herramientas. “¡No, espera!”, le dijo el hermano mayor.
“Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti”, le dijo el
hermano mayor al carpintero.

“Me gustaría quedarme”, dijo el carpintero, “pero tengo muchos puentes que
construir”.

– ¿Cómo te has sentido con esta lectura?


– Pon ejemplos de esas veces en que eres como el hermano mayor y quieres
construir cercas o vallas que te separen de los demás, como por ejemplo:
papás, hermanos, amigos.
– ¿Es bueno que los enfados, riñas, peleas nos separen de las personas a las
que queremos?
– ¿Qué actitudes son constructoras de puentes como el que hizo el carpintero?
Como p.e. No hacer caso de insultos, tener paciencia con los compañeros,
evitar las peleas…

¿Qué es la Cuaresma?

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca


la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es
tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar
algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de
Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y


termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves
Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del
domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo
de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de
Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa


luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de
conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio
pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La


Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia
Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando,
compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos
invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan
a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro
pecado, nos alejamos más de Dios.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la


reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos
de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia,
los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los
hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la
Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar
nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la
resurrección.

40 días

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del


número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los
cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha
del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de
Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que
pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública,
de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material,
seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la
tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se


da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de
renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de
la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en
un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial
de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente,
pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.

La Semana Santa
Es la semana más intensa del Año Litúrgico, en la cual se reza y
reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo.

Explicación de la celebración

La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin


embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de
descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos
dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de
Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.

Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar
en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.

A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se


le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos.
Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo
de Pascua.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y


el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia
en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo


padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su
entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es
primicia de la nuestra.

La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección


nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a
Dios.

Domingo de Ramos:

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo


alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras
palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

Jueves Santo:

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la


que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena,
Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su
sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al
terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó
toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.

Viernes Santo:

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los


interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la
crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia
de la Adoración de la Cruz.

Sábado Santo o Sábado de Gloria:

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un


día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se
cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia
pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y
noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el
agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta
de los católicos.

Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua:

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los


católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir
que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre
felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?

El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la


esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la
fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno.
Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le
hace coincidir con la luna llena.

En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían a comer cordero asado y


ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban
por la liberación de la esclavitud.

Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado
y de la muerte.

Sugerencias para vivir la Semana Santa


 Asistir en familia o a los oficios y ceremonias propios de la Semana
Santa porque la vivencia cristiana de estos misterios debe ser comunitaria.
 Se puede organizar una pequeña representación acerca de la Semana
Santa.
 Poner algún propósito concreto a seguir para cada uno de los días de la
Semana Santa.
 Elaborar unos cartelones en los que se escriba acerca de los días de la
Semana Santa y algunas ideas importantes acerca de cada uno de los días.
¿Cuándo empieza la semana Santa? ¿Qué se festeja cada día?

Desde el Domingo de Ramos, celebrado por la Iglesia Católica el pasado 9 de


abril, se inició la Semana Santa.
Se celebra la "semana mayor" que conmemoran litúrgicamente los
misterios de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo.
En el domingo de Ramos se recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén para
celebrar la Pascua. Se repite un rito que el pueblo de la antigua alianza
acostumbraba a realizar en la llamada "fiesta de las tiendas", cuando ellos
portaban ramos durante las conmemoraciones para significar la esperanza en
la venida del Mesías.
En la celebración del Domingo de Ramos, en la nueva alianza, también se
elevan ramos y se cantan hosannas para significar que el Mesías tan
esperado y deseado está en el medio de nosotros.
En este día la Iglesia recuerda que el mismo Jesús que fue aclamado a la
entrada de Jerusalén será llevado a los tribunales, condenado, crucificado y
muerto, pasando por humillaciones y tormentos que tenían en vista la
Redención, la salvación de la humanidad, la victoria sobre el pecado y la
muerte.

Semana Santa
Los momentos centrales de la Semana Santa comienzan el jueves, ya
durante el llamado Triduo Pascual que comprende, además del Jueves
Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo.
Los otros días de la Semana Santa también son ocasiones para
acompañar la Pasión del Señor. La Arquidiócesis de San Pablo, Brasil, a
través del folleto "Pueblo de Dios en San Pablo", sugiere actitudes y posturas
compatibles para bien acompañar las narrativas de los acontecimientos que
anteceden la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor:
Lunes Santo - La sugerencia es para ser recordado el gesto de la mujer
que unge los pies de Jesús y los seca con sus cabellos: una prefigura de la
unción que sería realizada en el Cuerpo del Señor antes de Él ser depositado
en el Santo Sepulcro.
Martes - Un día en que Jesús, con gran tristeza, anuncia su muerte y
también la traición a ser perpetrada por uno de los 12 más allegados a Él.
Miércoles - La sugerencia es que se recuerde el día en que Judas decide
traicionar a Jesús: Él va a vender a Jesús por treinta monedas. Este fue el
valor que el estableció para entregar aquel que en todo era infinito, hasta en su
valor...
Triduo Pascual
En el centro de las conmemoraciones de la Semana Santa está el Triduo
Pascual que conduce a los fieles de las tristezas y dolores de estos días
hasta las alegrías y glorias del Domingo de Resurrección.
Las sugerencias son para que los fieles permanezcan dentro del ámbito que las
conmemoraciones y los acontecimientos de cada día despiertan en las almas:
Jueves Santo - Es el día en que se conmemora la institución del
ministerio sacerdotal, la institución de la Eucaristía.
En la tarde la Iglesia se reúne para abrir solemnemente el Triduo Pascual, con
la celebración de las Cena del Señor, memorial del sacrificio de Cristo en la
Cruz. Es la ocasión en que se recuerda el gesto de Jesús de lavar los pies de
los discípulos indicándoles el mandamiento del amor.
La Iglesia permanece en vigilia de oración. Después la cena de aquel día en
que Jesús celebró con sus discípulos, Jesús fue traicionado y entregado a los
que lo irían a condenar.
Viernes Santo - La indicación es que el pueblo de Dios haga ayuno y
abstinencia de carne. Toda la Iglesia permanece en un profundo silencio
orante. Las reflexiones se vuelven todas para la pasión por la cual pasa el
Señor, por amor a cada uno de los hombres, para la salvación de la
humanidad y en obediencia al Padre.
Dentro de este silencio, se inicia la celebración de la Pasión y Muerte del
Señor. Se medita sobre el relato de la Pasión y habrá adoración del Santo
Madero de la Cruz. De la cual pendió nuestra salvación...
Sábado Santo - En este día "alitúrgico" la Iglesia entra en el silencio y en
la meditación, sobre el sepulcro del Señor y recomienda esa actitud a sus
fieles. Es en el Sábado Santo que se realiza la Vigilia Pascual que es
considerada "madre de todas las celebraciones" de la Iglesia, cuando ya
se evoca la Resurrección de Cristo.
Caminando dentro de la liturgia de la Semana Santa siguiendo las
recomendaciones y consejos de la Iglesia, se llega a la liturgia de la Vigilia
Pascual: la bendición del fuego nuevo del cirio pascual; la proclamación de la
Pascua, que es un canto de júbilo anunciando la Resurrección del Señor; la
serie de lecturas sobre la Historia de la Salvación; la renovación de las
promesas del Bautismo, por fin, la liturgia Eucarística jubilosa, honrando al
Cordero Pascual que venció la muerte, el demonio y el pecado.
Domingo de Pascua - Para los católicos será el gran día y la más
importante celebración de la Fe: "Este es el día que el Señor hizo para
nosotros". La sugerencia es de cantar así con el salmista para que de ese
modo sea proclamado que la Pascua de Cristo se hace viva en cada uno, en
cada familia, en toda a Iglesia y en toda la creación.

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