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SÂHâ&UN.
HISTORIA
DJË
EVA ESPAÑ
HISTORIA GENERAL
DE
ESCRIBIÓ,
EN AQUELLAS REGIONES.
Y LA DEDICA
TOMO TERCERO.
MÉXICO:
0 1
1 5 5 tí 4 9
W m X
en tratar esta materia; mas llevo el de las perso-
nas, dignidades, oficios y tratos, que entre esta gen-
LIBRO DECIMO
te hay, poniendo la bondad de cada persona, y lue- DE LA GENERAL HISTORIA
go su maldad. Contiénense también por el mismo es- DE LOS VICIOS Y VIRTUDES
tilo en este t r a t a d o ó libro, todas ó las mas de las ASI ESPIRITUALES COMO CORPORALES,
tilo en este t r a t a d o ó libro, todas ó las mas de las ASI ESPIRITUALES COMO CORPORALES,
El hijo bien acondicionado és obediente, hu- Muchacho ó muchacha, que sale á los suyos,
milde, agradecido, reverente, imita á sus padres en de generación noble, ó generoso ó generosa, es hija de-
las costumbres, y en el cuerpo es semejante á su licada y regalada, tierna y hermosa.
padre ó á su madre. Hija mayor ó primogénita, hija segunda, hija
tercera, ó hija postrera, no se debe ofender si es
Hijo vicioso. honesta y prudente, en que se ponen solamente vo-
cablos y no sentencias, en lo arriba puesto y en
El mal hijo es travieso, -rebelde, ó desobe- otras partes adelante; porque principalmente se pre-
diente, loco, no acogido á buen consejo: echa á las tende en este tratado, aplicar el lenguage indiano,
espaldas la buena doctrina con desden, és desasose- para que sepan hablar los vocablos propios de ésta
gado, desvaratado, fanfarrón, vanaglorioso, mal cria- materia de vitiis et virtutibus.
co, bobarron ó tosco: no recibe ninguna buena doc-
trina. Los buenos consejos de su padre y de su ma- Muchacho ó Muchacha virtuosos.
dre, por una oreja le entran, y por otra le salen,
El muchacho ó muchacha de buena condi-
aunque le azoten y castiguen, no por eso aprovecha.
ción, es vigilante, vivo, agudo, ligero, comedido, dis-
Hija virtuosa. creto y obediente, que hace de buena gana lo que
le mandan.
L a moza ó hija que se cria en casa de su p a -
dre, estas propiedades buenas tiene: es virgen, de Muchacho vicioso.
verdad nunca conocida de varón; és obediente, r e - El muchacho bellaco tiene estas propiedades:
catada, entendida, hábil, gentil muger, honrada, aca- es perezoso, pesado, gordiflon, bobo, necio, tosco, in-
ofífi;f tftífíí' >• f¿> \i j>£*f3 :ña0f0Bii03 •BIJ^HÍOS
discreto, que entiende las cosas al revéz, y también
( a ) El P . Sahagun ha deslindado los caracteres, como pudie-
las hace al revéz: inhábil, sisón, alocado ó loco, y
ra hacerlo Teofrastro, ó L ' Bruyere. Entiéndase que lo hace, re-
firiéndose á la idea de las virtudes y vicios que tenian los a n - que siempre anda de casa en casa, y de lugar en
tiguos mexicanos. H a y en su relación muchas •perogrulladas que hacen lugar; bellaco fino, ó enfermo de todas enfermedades.
reír, y muestran bien el candor del historiador.
Tio fiel. ' i tre estos naturales un vocablo usan los hombres pa-
re decir sobrino, que es machtli, y otro las mugeres
El tio. Tenian p o r costumbre estos naturales, que es tepilo 6 püatL El sobrino tiene necesidad de
de dejarle por curador ó tutor de sus hijos, de su ser doctrinado, enseñado, castigado y azotado El buen
hacienda, de su muger, y de toda la casa. El tio obrino tiene la condicion del buen hijo, hace^ lo,
fiel, tomaba á su c a r g o l a casa de su hermano y oficios humildes de su casa, es p a c i e n t e cuando le
muger, como la propia suya. reprenden. El sobrino mal acondicionado, es huy-
dor, perezoso y dormilon, escondese, si»av hurta de
Tio vil.
lo que le dan á guardar.
L a propiedad del m a l tio és, ser desperdicia-
Abuelo.
dor, desbaratado, és aborrecedor, y despreciados
Tia fiel. El abuelo tiene las propiedades que se siguen:
tiene el cuerpo duro y correoso, tiene los cabellos
L a tia suele ser sustentadora y yandeadora de canos, la cabeza blanca, es impotente, inútil o in-
sus sobrinos: la buena tia és piadosa, favorece á los fructuoso, es como niño, y está hecho santo. El buen
suyos, tiene continuo cuidado de ellos, tiene real con- abuelo tiene las propiedades del buen padre, demás
dición, es congojosa en buscar lo necesario para los de esto, es caduco y de poco seso.
suyos. Abuela.
Tia vil.
En esta tierra para decir abuela, tienen v o -
L a tia que es mal acondicionada, és braba, cablo particular que és citli ó teci: la abuela- tiene hi-
cari-enojada,' rostrintuerta, nadie se halla bien con jos, nietos, y tataranietos: la condicion de la buena
ella, es desapegada: siempre mira con ojeriza, á to- abuela és, que reprende á sus hijos y nietos, ríñe-
dos: estima en basura, mira con desden ó menosprecio. los, castígalos, doctrínalos, y ensenalos como han de
vivir Las condiciones de la mala abuela son estas:
Sobrino ó Sobrina. es vieja, boba, tocha, de mal concierto, y de mal re-
caudo, desperdiciadora y de mal ejemplo.
De una manera llaman los hombres á sus so-
brinos, y de otra m a n e r a los llaman las mugeres: Visabuelo.
los hombres dicen al sobrino noinach, y las mugeres
le dicen nopilo nopilotzin. L a condicion del buen so- El visabuelo es decrépito, es otra vez niño;
brino es comedirse á hacer lo que conviene, sin que pero visabuelo que tiene buen seso, es hombre de
nadie se lo mande: lo que le mandan una vez, no es buen ejemplo y de buena doctrina, de buena fama,
menester decírselo otra. L a s condiciones del sobri- de mejor nombradía: deja obras de feliz memoria en
no vicioso, que se cria sin padre ni madre, entre sus vida, en hacienda, en generación, escritos como un
tios y tias que no tienen cuidado de castigarle, en- libro. El visabuelo malo es como muladar, como rin-
tíendese de todo muchacho vicioso y travieso. E n - cón, como obscuridad, digno de ser menospreciado.
Tóm. III 2
digno de ser reprendido ó reñido, digno de que los que honra á los suyos, empolvoriza su honra es; d i s d u
viven los murmuren donde está, en el infierno t o - t 0 y absoluto, no toma parecer de nadie en lo que
dos le escarnecen y escupen, dá pena ó enojo su me- ha de decir, rígese asimismo como quiere, juzgase
moria ó su vista como se le antoja, y es fino bellaco.
Visabuela. CAPÍTULO II.
Nuera.
L a nuera es p e d i d a , es muger legítima: la bue-
na nuera no es parlera ni vocinglera, es callada, es
f&SSSEEp*
sufrida, recibe en paciencia las reprensiones, ama,
regala, y alhaga á su m a r i d o y apacigúale. L a nue-
ra mal acondicionada e s respondona, emperrada y
corajuda, colérica, b r a b a , es furiosa, envidiosa, enó-
jase y embrabécese.
cía a sub entenraob y b ncorosa , mal encarada,
Cuñado. r " r í c 0 : ojosEntenados.
girados [poc'a, son buenas.]
Entenado ó entenada, ó a n d a d o ó andada, es
Cuñado debe ser de condicion blanda, suave,
ganador, trabajador, oficioso, benigno y llano. Cuñado
mal acondicionado, es envidioso, rencoroso, incomó-
dase, y emperrase: el c u ñ a d o tiene cuñado y cuña-
da; tiene suegro y suegra; tiene parientes y parien- es atrev do y presuntuoso, hace con repugnancia
tas: el mal cuñado a m a n c é b a s e con la cuñada y con cuando le mandan, ó achácase, es murmurador o
su suegra, es importuno para que lo den alguna ha- detractor! á todos menosprecia y tiene en poco.
cienda. L a cuñada tiene hermano ó hermanos m a -
yores ó menores. L a b u e n a cuñada es mansa, b e - C A P I T U C O III.
nigna, ayudadora, pone paz entre su hermano y su
cuñado. L a mala c u ñ a d a siembra discordias ó ren- Viejos.
cillas entre su cuñado y su hermano: la muger di- El viejo es cano, tiene la carne dura, es an-
ce á su cuñada novezvi, es persona que tiene p a -
tiguo de muchos dias, es esperto, muchas, cosas ga-
rientes, es hermana m a y o r ó menor, es regalada ó
10
nó por sus trabajos: el buen viejo tiene fama y hon- MañcebiÜo.
ra, es persona de buenos consejos y castigos, cuen-
t a las cosas antiguas, y es persona de buen ejem- El mancebo de bien, es gentil hombre, bien
plo. El mal viejo finge mentiras, es embustero, bor- dispuesto, ligero, suelto, gracioso en hablar, donoso.
racho y ladrón, es caduco, fanfarrón, es tocho mien- El mancebo bien acondicionado, es obediente, p a -
te y finge. cífico, cuidadoso, diligente, casto, trabaja, y vive avi-
L a vieja está siempre en casa, es guarda de sada y cuerdamente.
ella: la vieja honrada m a n d a á los de la casa lo que Mosuela.
han de hacer, es lumbre espejo y dechado: la ruin es
como rincón, engaña y deshonra. L a doncella buena, es gentil, muger hermo-
sa, bien dispuesta, avisada, presume de la honra pa-
Mancebos. r a guardarla, 110 consiente que nadie se burle con
ella. L a doncella virtuosa, es esquiva, recóndita, ce-
Mancebo, el varón es fuerte, recio, fornido* losa de sí misma, guárdase casta, y tiene mucho cui-
esforzado: el buen varón es trabajador, ligero, y di- dado de su honra y de su fama. L a doncella d e s -
ligente: el ruin varón es perezoso, pesado, flojo, trai- honesta hace buen barato de su cuerpo, es' desver-
dor, y robador. gonzada y honrada, es loca presuntuosa, tiene mu-
Muger mosa. cho cuidado de lavarse y bañarse, tiene andar des-
honesto, requebrado, y pomposo.
L a muger de media edad, tiene hijos, hijas
y marido: la buena muger es diestra en la obra de Muchacho.
tejer y labrar, es buena maestra de guisar la comi- El muchacho bien afortunado es delicado, tie-
da y bebida, labra y trabaja, es diligente y discre- ne padre y madre, es amado de ellos bien, como
ta: la ruin es muger tonta é inútil. único hijo," tiene hermanos mayores y menores, es dó-
Hombre de perfecta edad. cil y bien mandado, tiene reverencia á los mayores
y es humilde. El mal acondicionado es bellaco, tra-
El hombre de perfecta edad, es de robusto vieso, é incorregible, mal inclinado, y de mal cora-
corazon, es esforzado, prudente, entendido y vivo: el zon, fugitivo, ladrón y mentiroso.
buen varón de perfecta edad, es trabajador, es s u -
frido en los trabajos: el malo es mal mandado, es Niño ó Niña.
atronado, y desatinado El infante é infanta, es delicado, bien dispues-
La muger de perfecta edad, es honrada y dig- to, sin taclia corporal, hermoso, bien criado, sin nin-
na de ser reverenciada: es grave, muger de su ca- guna enfermedad del cuerpo, generoso, criase deli-
sa, nunca reposa, vividora, y esfuérzase á trabajar: cadamente y con mucho cuidado. El travieso que
la mala es bellaca, deshonesta, mala muger, putéa, no cura de su generosidad, es feo, desgraciado, mal
atavíase curiosamentej es desvergonzada, atrevida, acondicionado, enfermo, apasionado de diversas p a -
borracha.
siones, y manco de los pies ó de las manos. El ni- cosa que tiene gran circuito para hacer sombra, por-
ño de cinco ó seis años bonito y bien acondiciona- que el mayor ha de amparar á todos chicos y gran-
do, es alegre, risueño, gracioso, regocijado, salta y des: puchotl es un árbol que hace gran sombra y
corre. El mal acondicionado de esta edad, llora, in- tiene machas ramas: abebetl és de la misma m a n e -
comódase, es encorajado y emberrinchado. ra, porque el señor ha de ser semejante á estos ár-
boles, donde sus subditos se amparen. El mayor ha
C A P I T U L O IV. de ser reverenciable, espantable, preciado, y temido
de todos. El mayor que hace bien su oficio, ha de
De los oficios, condiciones y dignidades de personas,
llevar á sus subditos, a unos acuestas, á otros en el
nobles y generosas.
regazo, á otros en brazos; halos de allegar y tener
Persona generosa. debajo sus álas, como las gallinas á los pollos.
L a persona generosa ó de gran linage, es de Senador.
gran estima, es d e " g r a n precio, es digna de ser re-
El senador tiene estas propiedades, ser juez y
verenciada, y d e ser temida: es persona de espan-
averiguar bien los pleitos: ser respetado, grave, s e -
to y digna de ser obedecida. L a persona generosa y
vero, espantable, y tener presencia digna de mucha
bien acondicionada, es a m o r o s a , piadosa, compasi-
gravedad y reverencia, y ser temido de todos. El
va, liberal, imprime reverencia en los que la vén. L a
buen senador es recto juez,, y oye á entrambas par-
persona generosa mal acondicionada, es insufrible, te-
tes, pondera muy bien la causa de los unos y de
merosa, quiere ser temida y reverenciada, imprime te-
los otros, dá á cada uno lo que es suyo, y siempre
mor y espanto, e s alborotador de los suyos. Este nom-
hace justicia derecha: no es aceptador de personas
bre tlacatl quiere decir, p e r s o n a noble, generosa, ó
y hace justicia sin pasión. El mal senador por el
magnífica; y su compuesto q u e es alacatl es contra-
contrario, es aceptador de personas, apasionado, acués-
ditorio, significa persona vil y de baja suerte: y lo
tese á una parte, ó es parcial amigo de cohechos o
compuestos de tlacatl que s e componen con nombres
interesable.
numerales, significan p e r s o n a común, como diciendo
cetlacatl, una persona h o m b r e ó muger: umetlacail, dos Noble en linaje.
personas hombres ó m u g e r e s , y diciendo cuixtlacatly
quiere decir, es persona vil y de b a j a suerte; y cuan- L a persona noble de linage es de buenas en-
do dicen caeencatlacatl q u i e r e decir, es persona muy trañas, de real condicion, y de honesta vida, humil-
de bien, es noble ó muy g e n e r o s a . de, avisado, recatado, amado de todos, pacifico, hom-
bre cabal, sosegado, de buena y limpia vida, sabio
SeTior, Rey, Emperador, Papa, Obispo. y prudente. Por el contrario la persona que es de
L a s escelencias del s e ñ o r , rey, emperador, obis- buen linage y mal acondicionada, es muy e n t r e m e -
po ó papa, pónense por v i a de metáfora ceoallohecau- tido, entonado, inquieto, soberbio, alocado, medio cho-
hio, quiere decir, cosa q u e hace sombra, porque el carrero, molesto y penoso á todos, burlador atrevi-
mayor ha de h a c e r s o m b r a á sus subditos: malacaio, do, y determinado.
Tóm. III. 3
siones, y manco de los pies ó de las manos. El ni- cosa que tiene gran circuito para hacer sombra, por-
ño de cinco ó seis años bonito y bien acondiciona- que el mayor ha de amparar á todos chicos y gran-
do, es alegre, risueño, gracioso, regocijado, salta y des: puchotl es un árbol que hace gran sombra y
corre. El mal acondicionado de esta edad, llora, in- tiene muchas ramas: abebetl és de la misma m a n e -
comódase, es encorajado y emberrinchado. ra, porque el señor ha de ser semejante á estos ár-
boles, donde sus subditos se amparen. El mayor ha
C A P I T U L O IV. de ser reverenciable, espantable, preciado, y temido
de todos. El mayor que hace bien su oficio, ha de
De los oficios, condiciones y dignidades de personas,
llevar á sus subditos, a unos acuestas, á otros en el
nobles y generosas.
regazo, á otros en brazos; halos de allegar y tener
Persona generosa. debajo sus álas, como las gallinas á los pollos.
L a persona generosa ó de gran linage, es de Senador.
gran estima, es d e " g r a n precio, es digna de ser re-
El senador tiene estas propiedades, ser juez y
verenciada, y d e ser temida: es persona de espan-
averiguar bien los pleitos: ser respetado, grave, s e -
to y digna de ser obedecida. L a persona generosa y
vero, espantable, y tener presencia digna de mucha
bien acondicionada, es a m o r o s a , piadosa, compasi-
gravedad y reverencia, y ser temido de todos. El
va, liberal, imprime reverencia en los que la vén. L a
buen senador es recto juez,, y oye á entrambas par-
persona generosa mal acondicionada, es insufrible, te-
tes, pondera muy bien la causa de los unos y de
merosa, quiere ser temida y reverenciada, imprime te-
los otros, dá á cada uno lo que es suyo, y siempre
mor y espanto, e s alborotador de los suyos. Este nom-
hace justicia derecha: no es aceptador de personas
bre tlacatl quiere decir, p e r s o n a noble, generosa, ó
y hace justicia sin pasión. El mal senador por el
magnífica; y su compuesto q u e es alacatl es contra-
contrario, es aceptador de personas, apasionado, acués-
ditorio, significa persona vil y de baja suerte: y lo
tese á una parte, ó es parcial amigo de cohechos o
compuestos de tlacatl que s e componen con nombres
interesable.
numerales, significan p e r s o n a común, como diciendo
cetlacatl, una persona h o m b r e ó muger: umetlacail, dos Noble en linaje.
personas hombres ó m u g e r e s , y diciendo cuixtlacatly
quiere decir, es persona vil y de b a j a suerte; y cuan- L a persona noble de linage es de buenas en-
do dicen caeencatlacatl q u i e r e decir, es persona muy trañas, de real condicion, y de honesta vida, humil-
de bien, es noble ó muy g e n e r o s a . de, avisado, recatado, amado de todos, pacifico, hom-
bre cabal, sosegado, de buena y limpia vida, sabio
SeTior, Rey, Emperador, Papa, Obispo. y prudente. Por el contrario la persona que es de
L a s escelencias del s e ñ o r , rey, emperador, obis- buen linage y mal acondicionada, es muy e n t r e m e -
po ó papa, pónense por v i a de metáfora ceoallohecau- tido, entonado, inquieto, soberbio, alocado, medio cho-
hio, quiere decir, cosa q u e hace sombra, porque el carrero, molesto y penoso á todos, burlador atrevi-
mayor ha de h a c e r s o m b r a á sus subditos: malacaio, do, y determinado.
Tóm. III. 3
El que desciende de personas nobles, es gen-
Caballero. til hombre, maravilloso en sus cosas. El que descien-
El verdadero caballero es muy estimado, ama- de de buen linage, y bien acondicionado, es discre-
do, y de buena condicion, á todos quiere bien, y to, curioso en saber, y buscar lo que le conviene,
y tiéneles en mucho, y con todos vive en paz y amor: Y en todo tiene prudencia, y consideración. L1 que
á todos honra, y muestra benevolencia, y con todos desciende de buen linage, y mal acondicionado, es
es bien hablado, ( a ) El caballero mal acondicionado, soberbio, codicioso en gran m a n e r a , y quiere ser te-
es de bajo quilate, imprudente, tonto, desatento, pre- nido en mas que los otros. L a persona noble de
cipitado, ó inconsiderado en todo, y á todos es pe- buen linage, simpre procura de tomar buenos ejem-
noso, fastidioso y enojoso. plos, y sacar buenas costumbres de los buenos. L a
noble persona de buen natural, es dócil, y reme-
Ilustre. meda á los buenos: es ejemplar, y tiene otras m u -
chas propiedades muy buenas; y por el contrario los
El que es ilustre ó generoso, es como una
malos, que descienden de gente noble y de buen li-
piedra preciosa, ó como una joya rica, ó como la
nage; son soberbios, revoltosos, é incapaces de bondad
pluma preciada; y así es digno de ser muy bien tra-
tado, y regalado, y tenido por hombre noble y g e - alguna.
neroso, al fin de muy esclarecido linage, y de los fi- C A P I T U L O VI.
nos y mejores caballeros.
De los varones fuertes.
C A P I T U L O Y. Hombres fuertes.
De las personas nobles.
Entre los hombres hay estas propiedades ge-
Hidalgo. neralmente; que unos son altos, y otros son chicos
El hidalgo tiene padre y madre lejitimos, y de cuerpo: unos son gordos y otros delgados: unos
sale y corresponde á los suyos, *en gesto y en obras; son bien dispuestos y otros no, unos de buena pre-
y entre los hijos hidalgos, hay primogénito, unigé- sencia y otros no, y otros de media estatura y otros
nito, mayor, y hijo segundo y tercero, hijo postrero, no. Las propiedades de hombres fuertes son: ser ami-
y que hay hijo hidalgo, que tiene hermanos, y her- gos de guerra: ser de buenas fuerzas, de gran áni-
manas, abuelos y abuelas, y hay hidalgos muy que- mo y fuerte corazon. El varón que de verdad es fuer-
ridos, delicados, regalados y servidos. Él buen hidal- te, es esforzado, colérico, muy determinado, y pelea
go es obediente, imita á sus padres en costumbres, varonilmente; determinado para acometer, desbaratar,
es recto, justo, pronto y alegre para todas la3 cosas, es y matar á los enemigos sin temer á nadie.
figura, ó traslado de sus antepasados. El mal hidal-
go es alocado, torpe, mal acondicionado, desgra- El cobarde.
ciado, perverso, infernal, deshonra y afrenta de su El varón cobarde por el contrario, por su di-
linage. simulación echa á perder á los suyos y los vende,
(a) H é aquí el caracter del general D . Nicolás Bravo. *
siendo el hombre doblado, malicioso, descuidado pa-
siempre sus armas consigo; y el que es tal, es dies-
r a con sus amigos, y muy medroso.
tro, esperimentado en la guerra, y suele inventar ar-
Hombre valiente Tiacauh. dides, buscar lugares, y caminos contra los enemi-
gos, y poner á todos espanto y miedo, y es muy con-
El hombre valiente que se dice tiacauh es de fiado en su valentía. Y el que no es tal, es muy da-
estas condiciones: es invencible, robusto, recio y fuer- do al sueño, en todo descuidado, y tal que echa á
te, el cual nunca vuelve atrás, ni tiene en nada los perder á todos por ser medroso, y espantadizo.
peligros: el que de verdad es tal tiene estas calida-
des:^ que con ánimo pelea, vence, cautiva, al fin aso- Capitan general.
la á los pueblos, de modo que parece los vá b a r -
riendo, pues no queda señal, al cabo triunfa de los El capitan general tiene por oficio, el mandar
vencidos. El malo y fingido tiacauh por el contrario, en la batalla, dar orden y manera para efectuar-
es vanaglorioso, jactancioso, diciendo que es una águi- la, y concertar los escuadrones, teniéndose por gran-
la y un león en la guerra por ser muy valiente, sien- de águila y león, presumiendo de ser victorioso por
do por el contrario muy medroso. los buenos aderezos con que vá adornado á la guer-
r a de águila, y dando á entender, que su oficio es
Hombre valiente Quachic. morir en la campaña por los suyos. El buen capitan
general, es vigilante, dispone bien los escuadrones,
El hombre ó varón fuerte llamado quachic, tie- y con su industria y sagazidad, inventa ardides pa-
ne estas propiedades, que es amparo, y muralla de ra vencer; por lo cual manda proveer á todos de ar-
los suyos, furioso, rabioso contra sus enemigos, va- mas y vituallas, y hace abrir caminos, y hállase
lentazo por ser membrudo, al fin es señalado en la presente á todo, y hace asentar tiendas, y sitiar el
valentía. El que es tal, es dispuesto, y hábil para la tianguiz ó plaza del real, y señalar centinelas, y repartir
guerra, y .socorre á los suyos sin temer la muerte: los soldados para desafiar, provocar, y hacer e m b o s c a -
á todos los desbarata, y en todos hace risa, por lo das, y para espias. El que no es tal, suele ser cau-
cual pone grande animo, osadía y confianza á los que sa de muchos males y muertes, y poner á los s u -
manda, hiriendo, matando, y cautivando á los enemi- yos en trabajos y en peligros.
gos sin perdonar á nadie; y el que no es tal, es afe- y
minado, y de todo se e s p a n t a , apto mas para huir,
que para seguir á los enemigos, muy delicado, e s - C A P I T U L O VII.
pantadizo, y medroso que en todo se muestra c o -
barde y mugeril. De los oficiales plateros, y oficiales de pluma.
•ss*
cedor de las propiedades de las yerbas, piedras, ár-
Nigromántico.
boles é raíces, esperimentado en las curas, el cual
El hombre que tiene pacto con el demonio,
también tiene por oficio saber concertar los huesos, pur-
se transfigura en diversos animales, y por odio d e -
gar, sangrar, sajar al enfermo, dar puntos, y al fin librar,
sea muerte á los otros, usando hechicerías y m u -
de las puertas de la muerte. El mal médico es burla-
chos maleficios contra ellos, por lo cual él viene á
dor, y por ser inhábil, en lugar de sanar empeora
mucha pobreza, y tanta, que aun no alcanza tras
á los enfermos con el brebage que les dá, y aun á pue parar, ni un pan que comer en su casa, al fin
veces usa hechicerías y supersticiones, para dar á que en él se junta toda la pobreza y miseria, pues
entender que hace buenas curas. anda siempre malaventurado, [a]
Astrólogo. Solicitador.
El solicitador nunca para, anda siempre s o -
El astrólogo judiciario ó nigromántico, tiene lícito y listo. El buen solicitador es muy cuidadoso,
cuenta con los di as, meses, y años, al cual pertene- determinado, y solícito en todo, y por hacer bien
ce entender bien los caractéres de éste árte. El tal su oficio, muchas veces deja de comer y de d o r -
si es hábil nigromántico, c o n o c e y entiende muy bien mir, y anda de casa en casa solicitando los nego-
los caractéres en que n a c e cada uno, y tiene en la cios, los cuales trata de buena tinta, y con temor ó
memoria lo que por estos se representa, y por ello recelo, de que por su descuido no tengan mal suceso
dá á entender lo venidero; y si es inhábil "nigromán- los negocios, [b] El mal solicitador es flojo y des-
tico, es engañador, mentiroso, amigo de hechicerías
conque engaña á los hombres. ( a ) Esto es una patraña, no hay ya nigrománticos porque con
la muerte del redentor enmudecieron los oractilos. L o que hace
( a ) E s menester negar el s u p u e s t o de los primeros pues no ver á los hombres visiones es la mala conciencia que los atormen-
ecsisten: de los segundos abundamos gracias á Dios, ta dia y noche presentándoles fantasmas,
( a ) ¿Quis est hic, et lauiabimus cum?
24
cuidado, lerdo, y encandilador para sacar dineros, y lar la urdiembre ó tela, y mueve las primideras
fácilmente se d e j a cohechar, porque no hable mal con los pies, y juega de la lanzadera y pone la te-
el negocio ó que mienta, y así suele echar á per- la en los lizos. L a buena tegedora suele apretar y
der loé pleitos, golpear lo que teje, adereza lo mal tegido con e s -
C A P I T U L O X. pina ó alfiler, ó tupe muy bien p a r a hacer ralo lo que
vá tupido: sabe también poner en telar la tela, y
De otros oficiales como Sastres y Tegedores.
estirarla con la medida que es una caña que la es-
Sastres. tira para tegerla igual; sabe hacer también la t r a -
E l sastre s a b e cortar, proporcionar, y coser ma de la dicha tela. El mal tegedor es perezoso,
bien la ropa. El b u e n sastre es buen oficial, enten- descuidado, mal oficial, daña cuanto tege, y hace ma-
dido, hábil, y fiel en su oficio, el cual sabe muy la tela, y lo que fabrica vá ralo.
bien coser, juntar los pedazos, repulgar, hechar ri-
betes, y hacer vestidos conforme á la proporcion del C A P I T U L O XI.
cuerpo: pone a l a m a r e s y cayreles, al fin hace todo
su poder por dar contento á los dueños de las ro- De Personas viciosas, como Rufianes y alcahuetes,
pas. El mal s a s t r e usa engaño y fraude en el ofi- De los Rufianes.
cio, hurta lo que puede, (a) y lo que sobra del paño
iodo lo toma para sí: cose mal y da puntadas lar- El hombre perdido y alocado, es desatinado,
gas, pide mas de lo que es justo por el trabajo, ni y atontado en todo, liciado en alguna parte del cuer-
sabe hacer c o r t e s í a , sino que es muy tirano. po, muy miserable, amigo del vino y de las cosas
que emborrachan al hombre: anda como endemonia-
Hiladores. do que no teme ni respeta á nadie, y se espone á
El hilador d e torno ó de huso en su oficio, cualquier peligro y riesgo. El mozo desbaratado, an-
suele usar de a m b a s cosas, y sabe destejer lo vie- da como hechizado ó muy beodo, fanfarronéa mu-
jo. El buen hilador lo que hila vá parejo, delgado cho, ni puede guardar secreto, es amigo de mugeres,
y bien torcido, y así hilado lo compone en mazor- perdido con algunos hechizos, ó con algunas cosas
c a y lo devana h a c i e n d o ovillos y madejuelas, y al que sacan al hombre de su juicio, como son los
fin en su oficio e s perseverante y diligente. El mal malos hongos, y algunas yerbas que desatinan. El viejo
hilador por el contrario, lo que hila es tosco y grue- putañero es de poca estima y de mala fama, a l o -
so, ni vá parejo ni bien torcido, ni vá igual sino cado, tonto y necio.
atramojado y flojo, nada curioso es en su oficio, sino
Alcahuete.
descuidado, p e s a d o y desmadejado.
Tegedor. El alcahuete es comparado al ratón, porque
anda á escondidas engañando á las mugeres, y p a -
El tegedor ó tegedora, hurde y pone en te-
ra engañarlas tiene linda plática, usa muchos alhagos y
( a ) ¡Cuantos t e n e m o s de estos! Los que necesitan hacerse ves- engaños conque parece que embauca á las muge-
tidos, a n t e s de c o m p r a r el género, preguntan á los cajeros por la
cantidad q u e entra, y n o se fian de los sastres porque van en ella.
res, y los engaños y embustes arriba dichos, son
¡Ojalá q u e este vestido a o viniera á muchos Sastres!
24
cuidado, lerdo, y encandilador para sacar dineros, y lar la urdiembre ó tela, y mueve las primideras
fácilmente se d e j a cohechar, porque no hable mal con los pies, y juega de la lanzadera y pone la te-
el negocio ó que mienta, y así suele echar á per- la en los lizos. L a buena tegedora suele apretar y
der loé pleitos, golpear lo que teje, adereza lo mal tegido con e s -
C A P I T U L O X. pina ó alfiler, ó tupe muy bien para hacer ralo lo que
vá tupido: sabe también poner en telar la tela, y
De otros oficiales como Sastres y Tegedores. estirarla con la medida que es una caña que la es-
Sastres. tira para tegerla igual; sabe hacer también la t r a -
E l sastre s a b e cortar, proporcionar, y coser ma de la dicha tela. El mal tegedor es perezoso,
bien la ropa. El b u e n sastre es buen oficial, enten- descuidado, mal oficial, daña cuanto tege, y hace ma-
dido, hábil, y fiel en su oficio, el cual sabe muy la tela, y lo que fabrica vá ralo.
bien coser, juntar los pedazos, repulgar, hechar ri-
betes, y hacer vestidos conforme á la proporcion del C A P I T U L O XI.
cuerpo: pone a l a m a r e s y cayreles, al fin hace todo
su poder por dar contento á los dueños de las ro- De Personas viciosas, como Rufianes y alcahuetes,
pas. El mal s a s t r e usa engaño y fraude en el ofi- De los Rufianes.
cio, hurta lo que puede, (a) y lo que sobra del paño
iodo lo toma para sí: cose mal y da puntadas lar- El hombre perdido y alocado, es desatinado,
gas, pide mas de lo que es justo por el trabajo, ni y atontado en todo, liciado en alguna parte del cuer-
sabe hacer c o r t e s í a , sino que es muy tirano. po, muy miserable, amigo del vino y de las cosas
que emborrachan al hombre: anda como endemonia-
Hiladores. do que no teme ni respeta á nadie, y se espone á
El hilador d e torno ó de huso en su oficio, cualquier peligro y riesgo. El mozo desbaratado, an-
suele usar de a m b a s cosas, y sabe destejer lo vie- da como hechizado ó muy beodo, fanfarronéa mu-
jo. El buen hilador lo que hila vá parejo, delgado cho, ni puede guardar secreto, es amigo de mugeres,
y bien torcido, y así hilado lo compone en mazor- perdido con algunos hechizos, ó con algunas cosas
c a y lo devana h a c i e n d o ovillos y madejuelas, y al que sacan al hombre de su juicio, como son los
fin en su oficio e s perseverante y diligente. El mal malos hongos, y algunas yerbas que desatinan. El viejo
hilador por el contrario, lo que hila es tosco y grue- putañero es de poca estima y de mala fama, a l o -
so, ni vá parejo ni bien torcido, ni vá igual sino cado, tonto y necio.
atramojado y flojo, nada curioso es en su oficio, sino
Alcahuete.
descuidado, p e s a d o y desmadejado.
Tegedor. El alcahuete es comparado al ratón, porque
anda á escondidas engañando á las mugeres, y p a -
El tegedor ó tegedora, hurde y pone en te-
ra engañarlas tiene linda plática, usa muchos alhagos y
( a ) ¡Cuantos t e n e m o s de estos! Los que necesitan hacerse ves- engaños conque parece que embauca á las muge-
tidos, a n t e s de c o m p r a r el género, preguntan á los cajeros por la
cantidad q u e entra, y n o se fian de los sastres porque van en ella.
res, y los engaños y embustes arriba dichos, son
¡Ojalá q u e este vestido a o viniera á muchos Sastres!
mado para ello, y en lugar de gracias dice mali-
comparados á las rosas, que aplacen á los hombres
con su hermosura y buen olor. cias y torpedades.
Chocarrero.
Embaucadores. El chocarrero es atrevido, desvergonzado, alo-
El embaucador ó la embaucadora, tiene e s - cado, amigo de vino, y enemigo de buena fama. El
tas propiedades, que sabe ciertas palabras conque en- buen chocarrero es suave ó gracioso en su habla, y
gaña á las mugeres, y ellas por el contrario conque en- hábil para decir muchos donayres.^ El mal chocare-
gañan á los hombres, y así cada una de estas ha- ro es penoso en su hablar, tonto é inhábil para de-
cen á los hombres y á las mugeres andar elevados cir las gracias, y las dice fuera de propósito y de
ó embelezados, hechizados, vanos, locos, atónitos y tiempo, con las cuales dá mas enojo que placer á
desvanecidos. los que las oyen, por mas que ande bailando y can-
Somáticos. tando.
El sometico paciente es abominable, nefando Ladrones.
y detestable, digno de que hagan burla y s e rian El ladrón por mas que hurte, siempre anda
las gentes de él, y el hedor y fealdad de su p e c a d o n e - pobre, miserable, y lacerado, escaso, hambriento, y
fando, no se puede sufrir por el asco que dá á los codicioso de lo ageno, y para hurtar sabe mil mo-
hombres: en t o d o se muestra mugeril ó afeminado dos; miente, acecha, horada las casas, y sus manos
en el andar ó en el hablar, por todo lo cual mere- son como garabatos conque apaña lo que puede, y
ce ser quemado. de pura codicia anda como un perro, carleando ó
Homiciano. rabiando para hurtar lo que desea. El ladrón que
El homiciano tiene estas propiedades, que es encantaba sabia muy bien los encantamientos, con
de malas entrañas y muy malicioso, brabo c o m o un los cuales hacia amortecer ó desmayar á los de la
perro rabioso, sediento en derramar sangre: su es- casa donde él entraba, y así amortecidos, hurtaba
tudio y cuidado es armar pleitos á otros, ser chis- en casa, y aun con su encantamiento sacaba la tro-
mero y levantar testimonios, herir y matar. ge y la llevaba acuestas á su casa, y estando en la
casa donde hurtaba (estando estos encantados) t a -
Traidor. ñia, cantaba, bailaba, y aun comia con sus compa-
El traidor á todas partes siembra cizañas aun en- ñeros que llevaba para hurtar, (a)
tre los amigos, es gran chismero y mentiroso, al fin Del salteador.
revolvedor de todos.
El salteador es comparado á una bestia fie-
De los Juglares. ra, por ser bravo, cruel, é inhumano sin piedad a l -
El j u g l a r suele decir gracias, y donaires: el (a) El encanto de los ladrones lo causa la destreza con que
buen juglar es suave en el hablar, amigo de decir roban. Hoy tenemos unos zapadores prodigiosos ¡que bien trazan
cuentos, y cortesano en su habla. El mal juglar di- un socabon! ¡con que maestría los ganzueras d e un vistazo al pa-
recer indiferente, conocen las guardas de un candado ó cerradura
ce disparates, y es perjudicial en sus palabras, sue- para forzarlo! ¿Y qué diré de los nuevos taladros con que hov bar-
le entremeterse en las pláticas de otros sin ser 11a- renan las puertas en el silencio de la noche sin ser sentidos? dan
23
guna, el cual usa mil modos y engaños, para atrae?
á sí los caminantes, y despues de atraídos róbalos, semilla, ahugerar la tierra para sembrar los frijoles,
y mátalos. ceo-ar los hoyos donde está el maíz sembrado, ó a c o -
gombrar ó allegar la tierra, á lo nacido: quitar el va-
CAPITULO XII. llico. entresacar las cañas quebrándolas, y apartar las
mazorquillas, y quitar los hijos de éstas y los tallos,
De otra manera de oficiales, como labradores y mercaderes. porque crezca bien lo nacido, entresacar á su tiem-
po las mazorcas verdes: al tiempo de la cosecha,
De los ricos.
quebrar las cañas cogiéndolas, é coger el maíz cuan-
El rico es r e c a t a d o y de buen ingenio, tie- do está ya bien sazonado: desollar ó desnudar las
ne de comer y mucha hacienda, y en buscar y a u - mazorcas, é atar las unas con otras, añudando las
mentarla es muy diligente. El buen rico es piadoso, camisillas una con otra, y hacer sartales de mazor-
misericordioso, y agradecido por los bienes que tie- cas atando unas con otras, y acarrear á casa lo co-
ne, los cuales guarda y gasta á su tiempo, y con cido y ensilarlo: quebrar las cañas que nada tienen
ellos grangea. Él mal rico es desperdiciador ó des- aporréandolas, trillar, limpiar, aventar, levantar al
baratador de su hacienda, avariento y gran logrero, viento lo trillado. El mal labrador es muy negligen-
su oficio es prestar dineros y pedir mas por ellos, (a) te, aragán, y á él se le hace grave y molesto t o -
do trabajo; en su oficio es tosco, bruto, groserazo,
De los Labradores.
villanazo, comilon, escaso, enemigo de dar, y a m i -
El labrador es dispuesto, recio, diligente y ap- go de tomar.
to para labranzas. El buen labrador es fuerte, dili-
De los Hortelanos.
gente, y cuidadoso, m a d r u g a mucho por no perder
su hacienda, y por aumentarla deja de comer y de El hortelano tiene de oficio sembrar semillas,
dormir, t r a b a j a mucho en su oficio, conviene á sa- plantas y árboles, hacer eras, y cabar ymollir [ó ablandar]
ber, en romper la tierra, cabar, desenyerbar, cabar bien la tierra. El buen hortelano suele ser discreto, cui-
en tiempo de seca, desmontar, allanar lo cabado, hacer dadoso, prudente, de buen juicio, y tener cuenta por
camellones, mollir [ó ablandar] bien la tierra, ararla en el libro con el tiempo, con el mes, y con el año.
su tiempo, h a c e r linderos y vallados, y romper también
la tierra en tiempo de aguas, saber escoger la buena De los olleros.
p a r a labrarla, hacer hoyos para echar la semilla y El ollero es robusto, ligero, buen conocedor
regarla en tiempo de seca; sembrar derramando la del barro, sabe y piensa muy bien el modo y la for-
una porcion d e taladros sobre una tabla, y ya que esta debilitada ma de hacer ollas de cualquier suerte que quisiere.
por medio de ellos, la dan u n porrazo, la echan abajo, y por el El mal ollero es torpe, tonto, y necio.
ahugero se c u e l a n á maravilla.
( a ) E n el diu los estrangeros lo son á un punto indecible: hay Mercaderes,
varios Judios, búrlanse de las leyes que prohiben la usura, y la lle-
van ¡cosa monstruosa! 6 un diez por ciento mensa], cuando antes El mercader suele ser regatón, y sabe ganar
solo era un c i n c o anual.,.- Dicen que por este medio estamos me- y prestar á logro, concertarse con los comprantes,
jor gobernados y sernos felices. ¡Que burla!
' Tóm. III. 5
y multiplicar la hacienda. El buen mercader lleva Señora de familia.
fuera de su tierra las mercaderías, y las vende á mo-
derado precio, cada cosa según su valor, y como és, L a señora que mantiene familia, es generosa,
no usando algún fraude en ellas, sino temiendo á digna de ser obedecida y muy c a b a , por tener tér-
Dios en todo. El mal mercader es escaso y a p r e - minos y partes de las buenas y nobles señoras; m
tado, engañador, parlero, porfiado, encarecedor, gran hace cosa indigna de su persona, es gentil muge
logrero, ladrón mentiroso, y con mala conciencia tie- muy honrada, grave y brava. L a tal si es buena, es
ne cuanto gana y poseé, y lo que gana todo es mal muy honrada y de buena fama y mucha estima: a
ganado, y en vender tiene linda plática, y alaba tan- todos los ama, á nadie tiene en poco sino que a
to lo que vende, que fácilmente engaña á los c o m - todos tiene en mucho como si fuesen sus hijos; y si
pradores. es mala, es brava y de mala digestión, enojadiza,
desabrida y desgraciada, inquieta, acelerada, suspira,
C A P I T U L O XIII. y de nonada se corre, todo le da pena.
De las mugeres nobles. Muger Principal
Mugeres Nobles.
L a muger principal rige muy bien su f a m i -
L a muger noble es muy estimada, digna de lia y la sustenta, por lo cual merece que la o b e -
honra y reverencia, y por su virtud y nobleza, en dezcan, la teman y sirvan; gobierna varonilmen-
todo dá favor y amparo á los que acuden á ella; y te es a m i - a de fama y honra. L a tal si es bue-
la tal si es buena, tiene estas propiedades, que de- na, es sufrida, mansa, humana, constante, varonil,
bajo de sus álas se amparan los pobres, los ama y bien acondicionada, y gobierna también, como cual-
los traía muy bien amparándolos; y si es apasiona- quier principal en paz y concordia; y si es mala, es
da de malas entrañas, no tiene en nada á los otros, arrojada, alborotadora, y tal, que por nada suele
por ser soberbia y presuntuosa. amenazar y poner á todos gran miedo y espanto, ,
que querría comer vivos á los otros.
Muger Hidalga.
L a muger hidalga es m u y estimada y queri- De las Señoras.
da de todos, honrada y reverenciable, grave y e s -
quiva. L a tal si es buena, s a b e bien regir su f a - L a señora principal gobierna y manda como
milia y mantiénela, y por su bondad á todos mues- el señor, la tal si es buena, rige muy bien sus v a -
tra amor y benevolencia, dando á entender ser no- sallos y castiga á los malos; á ella se tiene r e s -
ble é hidalga; y si no es tal, e s mal acondicionada peto. pone leyes, y dá orden en lo que conviene y
y de malas entrañas, mira con ojeriza y desden es es obedecida en todo. L a que es mala, es descui-
austera y mal encarada, corajuda, pesada y malc'on- dada y floja, deja perder las cosas por negligencia,
tentadiza. es ecsageradora, en todo dá mal ejemplo, pone las
cosas á peligro y riesgo, y es muy escandalosa.
De las Doncellas. Muger de noble sangre y de señores.
L a infanta ó la doncella generosa, tiene la L a que es buena, sigue las pisadas de sus pa-
crianza del palacio, es bien acondicionada, digna de que dres, les imita en virtudes y da buen ejemplo: es cas-
sea amada y bien t r a t a d a d e todos: la que es bue- ta siguiendo lo bueno y evitando lo malo: es m a n -
na, es generosa, de ilustre y limpio linage, de bue- sa y° magnífica, y en todo muestra su nobleza, y vi-
na vida, mansa, amorosa, pacífica, humilde, y bien ve conforme á su genealogía correspondiendo á su
criada en todo: la que e s mala, es vil, plebeya, so- alcurnia: es humilde, pacífica, de apacible conversa-
berbia, al fin hace obras d e macegual, muger per- ción, muy agradecida á sus bienhechores, y enemi-
dida, amancebada y descuidada. L a doncella deli- ga de v a r i o s loores entre las gentes, y de ser estima-
cada es de buen linage y de buenos y honrados pa- da; es compasiva y no menosprecia á los pobres;
dres; la tal sí es de buena vida y de vergüenza, es ce- sino antes los ama é ayuda: es elocuente; y aunque
loza de sí misma, c o n s i d e r a d a y discreta, siempre se sea bastarda, es muy vergonzosa y tiene empacho
arrima á los buenos, y les sirve humillándose, y res- de todo lo malo: es de buenas entrañas y amoro-
petando á todos. L a que e s mala no sabe guardar sa, grave, temerosa, estimada, y muy temida de to-
secreto, es muy p r e c i p i t a d a en sus cosas, y por na- dos y reverenciada. Otras muchas propiedades y vir-
da se altera y se enoja fácilmente, menosprecian- tudes tienen las buenas mugeres que descienden de
do á los otros, y no r e s p e t a n d o á nadie. claro y noble linage, y de caballeros y señores; y las
que son malas tienen todas las cosas contrarias [a]
Hija de buen linaje. y todos los vicios contrarios á estas virtudes dichas,
y otras muy peores á que su inclinación mala las
L a hija de claro linage es honrada y a m a - guia.
da de todos: la que es b u e n a quiere bien á todos,
y sabe agradecer por el bien que se le hace, y es muy CAPITULO XIV.
mirada en sus cosas: la que es mala, es muy loca, De las condiciones y oficios de las mugeres bajas.
incorregible, torpe, desvergonzada, que fácilmente
afrenta su linage. L a h i j a noble y de buen solar y Muger Popular.
linage, es hidalga, gloria, y reliquia de sus padres;
y la que es buena r e s p o n d e bien á su linage, y no La muger popular de buenas fuerzas, es tra-
deshonra á sus padres, antes con su bondad, se re- bajadora y de media edad, recia, fornida, diligente,
sucita la buena f a m a de sus antepasados, y es pa- animosa, varonil y sufrida: la que de este jaez es
cífica, noble y a m o r o s a , y tiene respeto á todos. La buena, vive bien y castamente, y ninguna cosa r e -
mala afrenta su linage, e s de vil y baja condicion, prensible hace, sino que cuanto obra es de buena
desvergonzada, presuntuosa, disoluta, absoluta y atre- honrada muger, y bien dispuesta, y por esto es es-
vida, soberbia, íanfarrona, á todos menosprecia y no
los tiene en nada. L a muger noble y de buena ra- ta] Con esta razón que se hubiera puesto en todos los c a r a o
lea, es de buena parte, y desciende de caballeros. téres, se ahorraría mucho tiempo y papel.
De las Doncellas. Muger de noble sangre y de señores.
L a infanta ó la doncella generosa, tiene la L a que es buena, sigue las pisadas de sus pa-
crianza del palacio, es bien acondicionada, digna de que dres, les imita en virtudes y da buen ejemplo: es cas-
sea amada y bien t r a t a d a d e todos: la que es bue- ta siguiendo lo bueno y evitando lo malo: es m a n -
na, es generosa, de ilustre y limpio linage, de bue- sa v° magnífica, y en todo muestra su nobleza, y vi-
na vida, mansa, amorosa, pacífica, humilde, y bien ve conforme á su genealogía correspondiendo á su
criada en todo: la que e s mala, es vil, plebeya, so- alcurnia: es humilde, pacífica, de apacible conversa-
berbia, al fin hace obras d e macegual, muger per- ción, muy agradecida á sus bienhechores, y enemi-
dida, amancebada y descuidada. L a doncella deli- ga de v a r i o s loores entre las gentes, y de ser estima-
cada es de buen linage y de buenos y honrados pa- da; es compasiva y no menosprecia á los pobres;
dres; la tal sí es de buena vida y de vergüenza, es ce- sino antes los ama é ayuda: es elocuente; y aunque
loza de sí misma, c o n s i d e r a d a y discreta, siempre se sea bastarda, es muy vergonzosa y tiene empacho
arrima á los buenos, y les sirve humillándose, y res- de todo lo malo: es de buenas entrañas y amoro-
petando á todos. L a que e s mala no sabe guardar sa, grave, temerosa, estimada, y muy temida de to-
secreto, es muy p r e c i p i t a d a en sus cosas, y por na- dos y reverenciada. Otras muchas propiedades y vir-
da se altera y se enoja fácilmente, menosprecian- tudes tienen las buenas mugeres que descienden de
do á los otros, y no r e s p e t a n d o á nadie. claro y noble linage, y de caballeros y señores; y las
que son malas tienen todas las cosas contrarias [a]
Hija de buen linaje. y todos los vicios contrarios á estas virtudes dichas,
y otras muy peores á que su inclinación mala las
L a hija de claro linage es honrada y a m a - guia.
da de todos: la que es b u e n a quiere bien á todos,
y sabe agradecer por el bien que se le hace, y es muy CAPITULO XIV.
mirada en sus cosas: la que es mala, es muy loca, De las condiciones y ojicios de las mugeres bajas.
incorregible, torpe, desvergonzada, que fácilmente
afrenta su linage. L a h i j a noble y de buen solar y Muger Popular.
linage, es hidalga, gloria, y reliquia de sus padres;
y la que es buena r e s p o n d e bien á su linage, y no La muger popular de buenas fuerzas, es tra-
deshonra á sus padres, antes con su bondad, se re- bajadora y de media edad, recia, fornida, diligente,
sucita la buena f a m a de sus antepasados, y es pa- animosa, varonil y sufrida: la que de este jaez es
cífica, noble y a m o r o s a , y tiene respeto á todos. La buena, vive bien y castamente, y ninguna cosa r e -
mala afrenta su linage, e s de vil y baja condicion, prensible hace, sino que cuanto obra es de buena
desvergonzada, presuntuosa, disoluta, absoluta y atre- honrada muger, y bien dispuesta, y por esto es es-
vida, soberbia, fanfarrona, á todos menosprecia y no
los tiene en nada. L a muger noble y de buena ra- ta] Con esta razón que se hubiera puesto en todos los c a r a o
lea, es de buena parte, y desciende de caballeros. téres, se ahorraría mucho tiempo y papel.
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timada como una piedra preciosa; y la que de é s - parejo é igual, y así tiene buena mano y es dies-
tas es mala, es mal m i r a d a , mal criada, atrevida, tra en el hilar; también sabe hacer buena mazor-
atontada, precipitada en sus cosas, y mal conside- ca en el huso, y devanar ó hacer ovillo, y sabe
rada que no mira bien en lo que hace. concertar el huso que está en la devanadera para
la ordiembre, y saber triplicar los hilos, é hilarlo
Muger Honrada. grueso y flojo; la que no es tal, hace tramojos y
es floja y perezosa, y tal, que de pura pereza no
L a muger honrada e s cabal y cuerda, la tal vé la hora para dejar lo que hace.
si es buena, es constante y firme y que no vuelve
atrás en sus obras, y tal, q u e con ánimo de varón, Costureras.
sufre cualquier mal que le viene, y aun se hace fuer-
za así misma, por no ser vencida de algún infortu- L a costurera sabe coser, labrar, y hechar bue-
nio, sino que todo lo que s e ofrece adverso, lo su- na labor en todo lo que labra; la que es buena cos-
fre con grande y mucha paciencia. La que de és- turera, es buena oficiala de su oficio, .y hecha l a -
tas no es tal, es flaca y vil muger, que hace caer bores trocando bien, primero lo que ha de hacer.
las alas á las otras, ni d á animo ni esperanza de L a que no es tal, hecha puntos largos y manoséa
alguna cosa, muy desconfiada, que fácilmente se can- lo que cose, hace mala labor en todo, y burla y en-
sa, es mala en todo, y de m a l a fama y vida. g a ñ a á los hombres y dueños de la obra que se le
encomienda.
Tejedores de labores.
Guisanderas.
L a tejedora de labores, tiene por oficio tejer
L a muger que sabe bien guisar, tiene por ofi-
mantas labradas, ó g a l a n a s y pintadas: la que és
cio entender en las cosas siguientes: hacer bien de
buena de éste oficio, es entendida y diestra en su
comer, hacer gachas, amazar, sabe echar la levadu-
oficio, y así sabe matizar l a s colores, y ordenar las
ra, para todo lo cual es diligente y trabajadora, sa-
bandas en las mantas, al fin hácelas labradas y ga-
be hacer tortillas llanas, redondas, y bien hechas;
lanas de diversas colores. T a m b i é n tiene por oficio
y por el contrario, hácelas prolongadas y delgadas,
saber hacer orillas de m a n t a s , hacer, labor del
ó hácelas con pliegues ó arrolladas con axi, y s a -
pecho del vipil, y hacer m a n t a s de tela rala, como
be echar masa de los frijoles cosidos, en la m a -
es la toca, y por el contrario, hacerlas gruesas de
sa de las tortillas, y hace estos de carne como empanadi-
hilo gordazo ó grueso, á m a n e r a de cotonia de Cas-
llas y otros guisados que usan. L a que es buena en
tilla: la que es mala, és i n c a p á z de este oficio, es tor-
este oficio, sabe probarlos si están buenos ó no, y
pe, y hace mala labor y e c h a á perder cualquier tela.
es diestra y esperimentada en todo género de gui-
sados, entendida y limpia en su oficio, y hácelos lin-
Hilanderas.
dos y sabrosos. L a que no es tal, y no se le entien-
L a hilandera tiene p o r oficio hacer lo siguien- de bien el oficio, es penosa y molesta, porque «mi-
te: saber escarmenar y s a c u d i r bien lo escarmena- sa mal, es sucia y puerca, comilona, golosa, cue-
do. L a que es buena h i l a n d e r a , sabe hilar delgado,
/
C A P I T U L O XV.
se mal las tortillas, y los guisados de su mano es-
tán ahumados, salados ó acedos, y tal, que en to-
De muchas maneras de malas mugeres.
do es grosera y tosca.
De las mugeres públicas.
Médicas.
L a puta es muger pública, y tiene lo siguien-
L a médica es buena conocedora de las propieda- te- anda vendiendo su cuerpo, comienza desde m o -
des, de las yerbas, y raíces, árboles y piedras, y en co- ca y no lo deja siendo vieja; anda como borracha
nocerlas tiene mucha esperiencia, no ignorando mu- y 'perdida, y es m u g e ^ g a l a n a y pulida, y con e s -
chos secretos de la medicina. L a que es buena m é - to muy desvergonzada, y á cualquier hombre se da
dica, sabe bien curar á los enfermos, y por el be- y le vende su cuerpo, por ser muy lujuriosa, sucia,
neficio que les hace casi los vuelve de muerte á vi- sinvergüenza, habladora, y muy viciosa en el acto car-
da, haciéndoles mejorar ó convalecer, con las c u - nal Púlese mucho, y es tan curiosa en ataviarse, que
ras que hace. Sabe sangrar, dar la purga, echar me- parece una rosa después de bien compuesta, y pa-
lecina, untar el cuerpo, ablandar palpando lo que pa- ra aderezarse muy bien, primero se mira en el e s -
rece duro en alguna parte de él, concertar los hue- pejo. báñase, lábase mucho, y refrescase para m a s
sos, sajar y curar bien las llagas, la gota, el m a l a g r a d a n suélese también untar con ungüento a m a n -
de los ojos, y cortar la carnaza de ellos. L a que es Uo de la tierra que llaman axi, para tener buen ros-
mala médica usa de la hechicería, es supersticiosa en tro y luciente, y á las veces se pone colores o afei-
su oficio, tiene pacto con el demonio, y sabe d a r tes en el rostro, por ser, perdida y mundanal. T i e n e
bebedizos conque m a t a á los hombres, y por no sa- también de costumbre teñir los dientes con grana,
ber bien las curas, en lugar de sanar enferma y em- v soltar los cabellos para mas hermosura, y a las ve-
peora, y aun pone en peligro de la vida á los en- ces tener la mitad sueltos, y la otra mitad sobre la
fermos, y alcabo los mata, y así engaña á las g e n - oreja ó sobre el hombro, y tranzárselos, y venir a
tes con su hechicería, soplando á los enfermos, a t a n - poner las puntas sobre la mollera como coraezue-
do y desatando sutilmente los cordeles, mirando en lo* V despues andarse pavoneando como mala mu-
la agua, echando los granos gordos del maíz, q u e gen desvergonzada,, disoluta é infame. Tiene asimismo
suele usar en su superstición; diciendo que por ello costumbre de sahumarse con algunos sahumerios olo-
suele conocer las enfermedades y las entiende. P a - rosos, y andar mascando tzictli [a] para limpiarlos dien-
ra usar bien su superstición, da á entender que d e tes, lo cual tiene por gala, y al tiempo de mascar,
los dientes saca gusanos, y de las otras partes del suenan las dentelladas como castañetas. Es andorra
cuerpo, papel, pedernal, nabaja de la tierra, s a c a n - ó andariega, callejera y placera; ándase paseando ous-
do todo lo cual, dice que sana á los enfermos, s i e n -
M H o y llaman chicle que es sustancia lechosa del arbor•chi-
do falsedad, y superstición notoria. cozapote: ¿sanio las rameras de tercera clase que en nada d.fie-
í e n hoy de las d e la época del bend.to P . Sahagun. Las de pri-
mer g/ado se llaman Coquetas, cuya definición dio esactamente
el poeta español Iriarte.
6
Tóm. ¡II.
38
cando vicios, anda riéndose, nunca para, y es de co- oreja del diablo, al fin es como mensagera suya. Es-
razon desasosegado, y por los deleytes en que anda ta tal muger suele pervertir el corazon de otras, y
cíe continuo, sigue el camino de las bestias, iúníase las trae á= su voluntad á lo que ella quiere: es muy
con unos y con otros. Tiene también de costumbre retórica en cuanto habla, usando de unas palabras
llamar haciendo s e ñ a s con la cara, hacer del ojo sabrosas p a r a engañar, con las cuales como unas ro-
a los hombres, hablar guiñando de él, llamar con la sas, a n d a convidando á las mugeres y asi tiae con
mano, vuelve el ojo asqueando; andarse riendo pa- sus palabras dulces, á los hombres abobados, y em-
r a todos, encoger al que mejor le parece, y querer
belezados.
que la codicien, e n g a ñ a r á los mosos ó mancebos,
y querer que le p a g u e n bien, y andar alcahuetean- CAPITULO XVI.
do las otras para otros, é andar vendiendo otras mu-
geres. De los Tratantes. ^
Mercaderes.
JVIuger adúltera.
El mercader es tratante, y para mercadear,
L a adúltera es tenida por alevosa, ó es trai-
tiene cuenta con los mercados: el buen mercader sa-
dora, por 10 cual n o es tenida en alguna reputación,
vive muy deshonrada, y cuéntase como por muerta be multiplicar su caudal y guardar bien lo ganado,
por cuanto tiene perdida la honra: tiene hijos bas- vende v compra por justo precio, es recto en todo
tardos, y con bebedizos se provoca á vómito y mal- v temeroso de Dios, sabe también concertarse en el
parir, y por ser t a n lujuriosa con todos se echa, y precio, y es bien convenible. El mal mercader muy
hace traición á su marido, engáñale en todo, v trae- lindamente engaña, vendiendo y regateando mas de
le ciego. J lo que es justo: es mentiroso y gran embaucador, y es
gran encandilador, engaña en mas de la mitad del
Del Ilermafrodito. justo precio, ó dálo á logro.
L a muger q u e tiene dos secsos, ó la que tie-
ne natura de h o m b r e y natura de muffer la cual se Mercader de Esclavos.
llama hermafroáta, e s muger monstruosa, la cual tie-
ne supinos, y t i e n e muchas amigas y criadas, y tie- El tratante en esclavos, es? el mayor merca-
ne gentil cuerpo c o m o hombre, anda y habla c o - der de todos, por ser sus riquezas los mismos hom-
mo varón, es bellosa, usa de entrambas naturas, sue- bres: es muy v e n t u r o s o , privado, y conocido del lez-
le ser enemiga de los hombres porque usa del s e c - catlipuca, al fin por tener muchos esclavos, es m a -
so masculino, ( a ) yor y principal de todos los mercaderes; el que^ de
este oficio es bueno y diestro, sabe guardar sus bie-
Alcahueta. nes, y con devocion se los pide á Tescatlipuca, y por
L a alcahueta cuando usa alcahuetería, es co- ellos es muy agradecido, y es la flor y suma de los
mo un diablo, y t r a e forma de él, y és como ojo y mercaderes. El que es malo, es desperdiciador, y cuan-
to gana lo gasta en lo que no es necesario, y a la
[a] Si hay ó no hermafroditas es qüestion que ha ventilado con postre queda muy pobre, y es avariento y escaso.
sabiduría el sabio J e s u í t a Hervás, lease.
Señor ó Principal entre ellos. Lapidarios.
El que es mayor ó principal entre los m e r - El que vende piedras preciosas, ó lapidario,
caderes se suele llamar puchtecatlaiktlac, ó acxolecatl, es de esta propiedad, que sabe labrar sutilmente las
que es tanto, como si dijésemos que es gobernador piedras preciosas y pulirlas, para hacerlas relucir, y
de los mercaderes, y estos dos nombres y otros m u - algunas las pule con la caña maciza que llaman me-
chos que están puestos en la letra, se atribuyen al tlatl, y algunas lima, y otras adelgaza. El que ven-
que es mayor principal gobernador ó señor, ó que de las piedras sin engaño, es buen conocedor de las
es casi padre y madre de todos los mercaderes. El piedras preciosas como son la esmeralda fina, p e r -
que es buen gobernador de estos, es padre y ampa- la neta, azabache, y de otras piedras -pintadas y
ro de los pobres, á los cuales socorre y favore- jaspeadas, y de otras muchas colores que por ser
ce como padre en sus necesidades: todos le tienen finas resplandecen ó relucen, y las que tienen por
reverencia y obediencia como á mayor y goberna- buenas despues las vende á los otros según lo que
dor, el cual tiene esta propiedad, que á los que van c a d a una puede valer, mirando la virtud y propiedad
a tratar en otros pueblos, les encomienda sus mer- de ellas. El que vende piedras falsas es engañador
caderías para que allá se las vendan, y es de t o - por hacer preciosas las que no lo son, ó las que son
dos amado y respetado como principal de ellos, y comunes, que no son de estima alguna; en vender
gobierna y aconseja muy bien á los suyos, no dejan- es carero, al fin las vende con palabras engañosas.
do de castigar á los que lo merecen. Y el que es
m a
L g°kernador de estos, suele ser interesal, pedi- Platero de oro.
güeño, engañador del cuidado, no quiere usar lo que
es de buen gobernador de los mercaderes. E s el que vende cuentas de oro, plata, ó cobre,
ó trata en cadenas ó collares de oro, y en sartales
Tratantes. de las muñecas de las manos: el que es de este
oficio suele ser platero. Si es buen oficial con t e -
cnw tratante es de esta propiedad, conviene á mor y buena conciencia, las vende según lo que ca-
saber, que lleva a fuera á vender sus mercaderías. da una puede valer moderando su precio, á él le
tA que de este oficio es bueno es discreto, y p r u - conviene también hacer y vender piezas de oro an-
dente que sabe de caminos, y de la distancia de chas, y redondas, y hacer camarones de oro; y el
las posadas, para ver donde pueden ir á dormir co- que no es tal, suele mezclar oro bueno, con oro fal-
mer, merendar ó cenar. El que no es bueno, e s ' bo- so, ó dar algún metal bajo para darle lustre, con lo
zal, ^ tonto, que camina sin saber á donde va. de pri- cual engaña á los que compran, y en el precio s u e -
sa, a ciegas, y así muchas veces le acontece ir á le regatear mucho, y nada es convenible, sino que
es porfiado.
K las c a m i n o t 8 ' ^ 7
P * no
Oficiales de plumas.
El oficial de plumas, se cuenta entre los mer-
caderes, y el que es buen oficial, tiene en mucho
las plumas, las guarda, trata muy bien, su oficio es mendadas, y falsas pues que las sabe remendar, ó adobar
vender plumas estimadas de todos géneros de aves, con el vetun de masa, que echa éncima para dar
de todos colores. Las plumas muy verdes, y las que color, y peso á la manta, y las viejas las cuesen en
son muy preciadas, tienen corbada la punta, y las legia para blanquearlas, y algunas les echan el atole
que relumbran haciendo unas aguas como tornasol. espeso encima, y despues las bruñe muy bien, y pa-
Y el que no es tal hace plumas falsas, y las viejas recen nuevas y buenas, y hacen otros engaños y frau-
nuevas con colores falsos. des semejantes. El mercader de las mantas, suele
comprarlas de los mercaderes mayores, y su oficio
Rescatador de plata y oro.
es tratar en las mantas de los hombres, y en las ca-
El que rescata plata es mercader, y tiene ha- misas de las mugcres de esta tierra que se llaman
cienda, oro y plata; el que bien rescata, sabe el va- vipiles, que son galanos, y muy bien labrados. El
lor del oro y plata, conforme al peso y quilates, y buen tratante en mantas es hábil y entendido, y
es diligente y solicito en su oficio, y en el pesar no véndelas según el precio y valor de cada una de ellas,
defrauda, antes pone mas que quita en el peso. El y las que vende son buenas fornidas, y que duran
rescatador regatón suele e n g a ñ a r en lo que vende, mucho, galanas y al fin muy bien labradas. El mal
pide mas de lo que suele valer lo que se vende, y tratante en las mantas, no es discreto ni prudente:
es muy porfiado, y regatea en gran manera. en venderlas usa engaños y mentiras, encareciéndo-
las mas que pueden valer, y las que vende; ora sean
CAPITULO XVÍI. mantas; ora sean enaguas ó vipiles, son ya traídas,
viejas, renovadas, y curadas como se dijo arriba, y
De los que venden mantas. tales que llevan falsas, y postizas labores.
El que vende mantas, tiene por oficio que com- De los que venden cacao, maíz y frisóles.
prar junto para vender por menudo: el que sabe bien
vender las mantas no usa algún fraude, sino que en Cacahuateros.
venderlas es recto y justo, y en su oficio muy s o - El que trata en cacao, suele tener gran copia
segado y convenible, y vendelas á justo y moderado de ello, y tener heredades de cacao, y lo lleva á fue-
precio; y las mantas que vende, son las que son ra á vender, ó lo compra junto para vender por me-
nuevas, recias fornidas, y delgadas, ó ralas, como to- nudo. El que es buen tratante en esta mercadería,
ca, lisas, y de tela igual, a n c h a s y largas. El que las almendras que vende son todas gordas, macisas,
es mal tratante en esto, es d e mala conciencia, en- y escogidas, y vende cada cosa por sí, aparte las
gañador, mentiroso, y alaba su mercadería de man- que son gordas y macisas, y aparte las que son me-
tas con palabras bien compuestas, regatéa mucho, nudas, y como huecas ó quebradas, y á parte el ri-
disminuyéndo el precio que p a g a n los comprantes, y pio de ellas, y cada género por sí, las de Tochte-
las mantas que vende están dañadas, ó podridas, re- pec, las de Anaoac, las de Guatemala, las de Gua-
las plumas, las guarda, trata muy bien, su oficio es mendadas, y falsas pues que las sabe remendar, ó adobar
vender plumas estimadas de todos géneros de aves, con el vetun de masa, que echa éncima para dar
de todos colores. Las plumas muy verdes, y las que color, y peso á la manta, y las viejas las cuesen en
son muy preciadas, tienen corbada la punta, y las legia para blanquearlas, y algunas les echan el atole
que relumbran haciendo unas aguas como tornasol. espeso encima, y despues las bruñe muy bien, y pa-
Y el que no es tal hace plumas falsas, y las viejas recen nuevas y buenas, y hacen otros engaños y frau-
nuevas con colores falsos. des semejantes. El mercader de las mantas, suele
comprarlas de los mercaderes mayores, y su oficio
Rescatador de plata y oro.
es tratar en las mantas de los hombres, y en las ca-
El que rescata plata es mercader, y tiene ha- misas de las mugcres de esta tierra que se llaman
cienda, oro y plata; el que bien rescata, sabe el va- vipiles, que son galanos, y muy bien labrados. El
lor del oro y plata, conforme al peso y quilates, y buen tratante en mantas es hábil y entendido, y
es diligente y solicito en su oficio, y en el pesar no véndelas según el precio y valor de cada una de ellas,
defrauda, antes pone mas que quita en el peso. El y las que vende son buenas fornidas, y que duran
rescatador regatón suele e n g a ñ a r en lo que vende, mucho, galanas y al fin muy bien labradas. El mal
pide mas de lo que suele valer lo que se vende, y tratante en las mantas, no es discreto ni prudente:
es muy porfiado, y regatea en gran manera. en venderlas usa engaños y mentiras, encareciéndo-
las mas que pueden valer, y las que vende; ora sean
CAPITULO XVII. mantas; ora sean enaguas ó vipiles, son ya traídas,
viejas, renovadas, y curadas como se dijo arriba, y
De los que venden mantas. tales que llevan falsas, y postizas labores.
El que vende mantas, tiene por oficio que com- De los que venden cacao, maíz y frisóles.
prar junto para vender por menudo: el que sabe bien
vender las mantas no usa algún fraude, sino que en Cacahuateros.
venderlas es recto y justo, y en su oficio muy s o - El que trata en cacao, suele tener gran copia
segado y convenible, y vendelas á justo y moderado de ello, y tener heredades de cacao, y lo lleva á fue-
precio; y las mantas que vende, son las que son ra á vender, ó lo compra junto para vender por me-
nuevas, recias fornidas, y delgadas, ó ralas, como to- nudo. El que es buen tratante en esta mercadería,
ca, lisas, y de tela igual, a n c h a s y largas. El que las almendras que vende son todas gordas, macisas,
es mal tratante en esto, es d e mala conciencia, en- y escogidas, y vende cada cosa por sí, aparte las
gañador, mentiroso, y alaba su mercadería de man- que son gordas y macisas, y aparte las que son me-
tas con palabras bien compuestas, regatéa mucho, nudas, y como huecas ó quebradas, y á parte el ri-
disminuyéndo el precio que p a g a n los comprantes, y pio de ellas, y cada género por sí, las de Tochte-
las mantas que vende están dañadas, ó podridas, re- pec, las de Anaoac, las de Guatemala, las de Gua-
tulco, las de Xolotepec; ora sean blanquizcas, ó c e -
nicientas, ó coloradas. El mal tratante, vende las fal-
El que vende frisóles si es buen tratante de
sas porque las cuece, y aun las tuesta para que pa-
ellos, vende cada género de por sí, y los aprecia
rezcan buenas, y á las veces échalas en la agua pa-
según sil valor y sin engaño, y los frisóles que ven-
ra que parezcan gordas, y hacelas como cenicien-
de, son los que son nuevos, limpios, gordos, y que
tas ó pardas, que son las mejores almendras para
no están dañados, sino tales, que como pie-
engañar. Tiene también este modo para adobarlas,
dra preciosa, se pueden guardar en el arca ó en la
que las que son nuevas, para que parezcan gordas,
troje, como son los frisóles amarillos, colorados, blan-
suelelas tostar en la ceniza caliente, y después las
cos y menuditos, y los que están como jaspeados,
envuelve con greda, ó con tierra húmeda p a r a que
y de otras diversas colores, y los que son muy gor-
las que parecían menudas parezcan gordas y nuevas.
dos como habas que se dicen en la lengua mexi-
Otro modo tiene para engañar, que en las c a s c a -
cana aiocotli. El que es mal tratante de ellos, e n -
ras de las almendras, mete una masa negra, ó cera
g a ñ a á los comprantes á quienes se los venden, por-
•negra, que parece ser semejante al meollo de ellas,
que siempre mienten envolviendo los que son bue-
y algunas veces los huesos de ahuacetes los hacen
nos con los ruines y dañosos.
pedazos, y redondéanlos, y así redondeados los me-
ten en las cáscaras vacias de las almendras, y las Que venden semillas.
que son menuditas, ó pequeñitas, todas las mezcla,
ó las envuelve con las otras almendras que son c e - El que vende semillas de cenicos, vende las
nicientas, ó frescas, y aun con las otras bastardas que que son nuevas ó las que son de dos ó tres años, y
parecen ser también cacaos, ó tienen por nombre son de muchos y diversos géneros, como las que
quauhpotlaxtli, lo cual hace para engañar á los que van aquí nombradas. El que es mal tratante en es-
to, las que son buenas mésclalas con las que están
compran.
¿ *
dañadas, y con otras aparentes y no verdaderas; el
Los que venden maíz. que vende las semillas que parecen linaza, que se
dicen chian, vende las que son blancas ó las que es-
El que vende maíz suele ser labrador, ó lo com- tán pintadas como jaspeadas, ó las que no estuvie-
pra de los labradores para tornarlo á vender. El que ron bien sazonadas por causa del yelo cada una por
es buen tratante en este oficio, véndelo limpio, gordo sin sí: el que es mal tratante de éstas, las que son bue-
alguna falla, recio, macizo y duro, y cada género nas envuélvelas con las que son aparentes y daña-
de maíz lo vende por sí, el blanco, el prieto fyc. das, que son unas semillas de que no se puede sa-
El m a l , tratante engaña vendiendo su inaiz que tie- car óleo, (aceite)
ne gorgojo, ó con el maíz menudo ó dañado, y el Los que venden axi.
que es nuevo mezclado con él, de dos ó tres, y aun
de diez años, ó con el maíz dañado, y cuando lo El que es tratante en axi que es la pimien-
vende alábalo mucho, y tiénelo en gran estima, po- ta de esta tierra, lo vende de todos los géneros que
niendo encima el mejor maíz, y encubriendo el ruin. van aquí nombrados, como los que son largos ó an-
Tóm. III. 7
•" v'3
46
chos; y los que no son tales y grandes, son menu- ñas, de gallina, ó de otra cualquiera manera, como
dos, verdes y secos, los que son del verano y del se dijo en el copítulo trece del octavo libro: el que
estío, y todos los que se hacen en diversos pies, y es buen oficial hácelas bien hechas, sabrosas y lim-
los que se cogen despues de tocados del yelo. El pias; y el que es mal oficial en esto, suele vender
que es mal tratante en ésta mercadería, vende los tamales mal hechos, sucios, desabridos, y revueltos
que están dañados y hediondos, y los reviejos, y los con otras semillas, y los que están podridos y h e -
que no están bien sazonados, sino muy verdes y chi- diondos, por ser ya "de muchos dias; al fin tamales
quitos. que no valen nada.
Que venden tortillas.
Los que venden tomates.
L a que vende solamente tortillas, las vende
El que trata en tomates, suele vender los que
de muchas maneras, como se dijo en el libro octa-
son gruesos y menudillos y también los que son de
vo capítulo trece, y otras tortillas que tienen d e n -
muchos y diversos géneros, según se trata en el tes-
tro axi molido ó carne; las que son untadas con él
to, como son los tomates amarillos, colorados, y los
y hechas pella entre las manos, y las que están un-
que están bien maduros. El que es mal tratante en
tadas con chilmolli; las tortillas de huebos y las de
esto, vende los que están podridos y machucados, y
masa mezcladas con miel, que son como guantes,
los que están aun acedos, ni bien maduros, que no
y cosidas debajo del rescoldo, y otras muchas ma-
dan sabor alguno sino que provocan las reumas.
neras de tortillas.
Las que venden pepitas. Que venden guisados.
El que vende pepitas de calabazas tiene por El que vende cazuelas hechas con chile y to-
oficio vender t o d a s las que son de diversas espe- mates, suele mezclar lo siguiente: axi, pepitas, toma-
cies, y las que se tuestan y se envuelven con algu- tes, chiles verdes, tomates grandes, y otras cosas que
na masa mezclada con sal, que son apetitosas de hacen los guisados muy sabrosos: tienen también por
comer. El mal tratante en esto, venden las que es- oficio vender asados y carne asada debajo de tier-
tán podridas y dañadas, y las que amargan, están ra, [barbacoa] chilmolli de cualquier genero que sea, y
tostadas, y demasiado saladas. otros muchos guisados como se dijo en el octavo libro-
Panaí/eros.
CAPITULO XIX.
Be ios que venden tortillas, tamales, y pan de Castilla. El que es panadero tiene éstas propiedades:
que sabe bien cernir la arina, amasarla, sobarla, hiñir los
Que venden tamales. panes, leudarlos [ó íermentarlos] y hacer tortas, meter
en el horno, y coser bien el pan; y el que vende es blan-
El que es oficial de hacer tamales, los com- co, bien cosido, tostado, y á veces es tostado ó mo-
pra para venderlos, y suélelos vender de cualquie- reno, es sabroso, suave y dulce.
ra manera y género, ya sean de pescado, ó de ra-
Labradores de trigo. hechas en hebra torcida; y por el contrario algunas
E l que Vende trigo, es labrador y tiene here- que son gordas, tupidas, y otras labradas, o bastas
dades: vende trigo de todo género, blanco, amarillo, tre- y gruesas, ya sean de pita, ya de hilo de maguey.
chel, ( a l g o moreno) candeal, gordo, maciso y duro; y si
Que venden cotaras.
no es labrador, cómpralo de ellos para tornarlo á vender.
El que usa mal de éste oficio, suele vender trigo El que hace cotaras suele hacer lo siguien-
bien ruin, menudo, vano, podrido, mohoso, y que tie- te: coserlas bien, hechar suelas, sacudir bien los hi-
ne neguilla y helado; y el trigo bueno lo revuelve los, y torcerlos para las cotaras que se han de ha-
con lo que es ruin, y con el vano, mal sazonado, y cer A el también le conviene tener punzón, suelas
comido de gorgojo, (a) gordas, labar las viejas con lejía, escoger é apartar
los hilos mejores, hacer calcañar de zapato: hechar
Que vende harina. travillas á estos cuando ya se han de traer, hacer
E l que vende la harina de Castilla, suele lle- trenza con los dedos, ó hechar el boton á las co-
var el trigo al molino, y la harina que vende es bien taras y hacerlas de cuero bien tupido: hacerlas flo-
molida y deshojada, tan blanca como la nieve: el que jas, ó cocer junto ó ralo, y despues de hechas las
es mal tratante en esto de la harina que vende, es bruñe bien, y corta las puntas al sesgo; al fin hace
mal molida ó frangollada, y para aumentarla, suele las cotaras de hilo de maguéy, teñidas de diversas
mezclarla con maíz molido que parece también harina. colores; despues de cocidas ó tejidas, tienen lindas
C A P I T U L O XX. labores hechas de plumas ó de lanas teñidas: algu-
nas hace bastas, mal hechas y mal cocidas. El que
De los que venden mantas delgadas que llaman aiatl,
es regatón en este oficio, es muy carero y encare-
y de los que venden caciles y cotaras.
cedor^de las cotaras que vende, y las alaba mucho
Que venden mantas. para venderlas bien. Las que son viejas adóbalas ó
E l que vende mantas delgadas de maguéy, renuévalas con algo conque parezcan nuevas, y así
suele tener lo siguiente: conviene á saber, saber tos- héchales alguna labor y buenas correas.
tar las ojas y rasparlas muy bien, echar masa de maíz
en ellas, y "lavar bien la pita, é limpiar y sacudirla Que venden miel y pulcre.
en el agua; y las mantas que vende son blancas,
a d o b a d a s con masa, bruñidas, bien labradas, y de pier- El que vende miel tiene mageyes, y suele ven-
nas a n c h a s , angostas, largas ó luengas, gordas ó grue- der vino de la tierra que hace de la miel de ma-
sas, t i e s a s ó fornidas, al fin todas las mantas de ma- guéy, la cual cuese primero ó la hierbe, y porque nun-
guéy q u e tienen labores; algunas vende que son muy ca le falte la miel, suele plantar los hijos de estos,
ralas q u e no parecen sino toca, como son las man- y despues que son ya grandes, caba ó ahugera, ó a h o -
tas m u y delgadas, tejidas en hebras de nequen, y las ya el meollo de ellos, y así ahoyados, ráspalos muy
bien para que mane la miel de que hace pulcre,
( a ) E n México los panaderos tienen nna ciencia aparte para cosiéndola ó herviéndola primero, é hinche cántaros
mezclar e l trigo d e las inmediaciones de la capital con el de Atlix- ó cueros de ella para guardarla, y esto despues que
co y t i e r r a - d e n t r o : es punto de cálculo que saben á maravilla, por
el i n t e r é s que llevan en multiplicar no ios panes sino el dinero.
tiene raíces. L a miel qué vendé es espesa, y en tan-
cada esquina quita un poco de algodon, y los ca-
to grado, que p a r e c e que está cuajada, muy dulce,
pullos ó cascos, vacíalos é hinche tupiéndolos de otro
sabrosa, y á veces vende la que raspa la g a r g a n -
algodon, ó espeluzándolos con ahujas sutilmente, pa-
ta, agria ó rala que parece agua. El buen tratan-
te en este oficio no adoba la miel con alguna cosa, ra que parezcan líenos.
sino que como es virgen asi la vende, ya sea miel Que venden chicntzotzotl.
de abejas, ya de otro género blanca ó prieta. El mal El que vende chientzotzoll que es una semilla
tratante dáñala mezclándola con cosas que la hacen como lentejas blancas, tiene sementeras de ellas, des-
espesa, como son mctzalli, ó sean raspaduras del meo- gránalas fregándolas entre las manos, y cada géne-
llo del maguey, y el agua mezclada con cal conque ro de éstas semillas según que viene de cada pue-
cuese el maíz ó con algunas raíces, como son las blo vende por sí; también vende por separado las blan-
de las malvas y algunas semillas, las cuales molidas cas y las prietas, y por sí las que son macizas, mal
y mezcladas con la miel, hácenla parecer buena y granadas ó bofas, y las que son verdes y desmedra-
espesa, ó s o l a m e n t e la hechan agua y lejía. das, á cada una de estas vende por sí.
Que venden algodon. Que venden mantas.
El que vende algodon suele tener sementeras El que hace y vende las mantas que se ha-
de él y siémbralo; es regatón el que lo merca de cen de palmas que se llaman iczotl de la tierra, llé-
otros para tornarlo á vender: los capullos de algo- valas fuera á vender, y véndelas á mas de lo que
don que vende son buenos, gordos, redondos, y lle- valen. Las mantas que vende son de dos brazas, y las
nos de algodon. E l mejor algodon y muy estimado, que son sin costura y bien proporcionadas al cuerpo,
es el que se d á en las tierras de riego, (a) y en y las que tienen las bandas como arcos de pipas, y
segundo lugar el algodon que se hace ácia oriente: las que son como arpilleras para envolver cosas: es-
también es de segundo lugar el que se dá ácia el tas mantas son de muchas maneras como en la l e -
poniente. Tiene t e r c e r lugar el que viene del pueblo que tra parece.
se llama Veytlalpan, y el que se dá ácia el septen- C A P I T U L O XXI.
trión; y el de postrer lugar el que se dice quauhich-
catl, y cada uno de estos géneros de algodon, se ven- De los que venden colores, (a) tochomitl, y jicara.
de por sí según su valor sin engañar á nadie: tam- Que venden colores.
bién por sí se vende el algodon amarillo, y por sí El que vende las colores que pone encima de
los capullos quebrados. El mal tratante de esto, de un cesto grande, és de ésta propiedad: que cada gé-
( O Hoy lo es el algodon lana de la India, que crece como nero de color, pónelo en un cestillo encima del gran-
un arbo!. bi nos a p l i c á r a m o s á su cultivo tendríamos dentro de bre- de, y las colores que vende son de todo genero, á
ve tiempo ia hilaza fina q u e necesitamos para fomentar mas telares
de telas tozcas la c u a l viene únicamente de Inglaterra, v en aquel ( a ) Nótase que por lo común los colores antiguos de los I n -
mere acó se e n c u e n t r a d e las posesiones q u e tiene en la india. Su- dios, eran estractos de sumos de yerbas, que hoy son desconocí-'
plico a mis lectores q u e no hechen en saco roto esta nota que es dos, y por eso hay mucho que admirar en sus pinturas antiguas,
muy importante á n u e s t r o común beneficio.—B. que no se pueden imitar por los profesores; por venganza d e los
•spañoles han ocultado muchos y esquisitos secretos. °
tiene raíces. L a miel qué vendé es espesa, y en tan-
cada esquina quita un poco de algodon, y los ca-
to grado, que p a r e c e que está cuajada, muy dulce,
pullos ó cascos, vacíalos é hinche tupiéndolos de otro
sabrosa, y á veces vende la que raspa la g a r g a n -
algodon, ó espeluzándolos con ahujas sutilmente, pa-
ta, agria ó rala que parece agua. El buen tratan-
te en este oficio no adoba la miel con alguna cosa, ra que parezcan líenos.
sino que como es virgen asi la vende, ya sea miel Que venden chientzotzotl.
de abejas, ya de otro género blanca ó prieta. El mal El que vende chientzotzotl que es una semilla
tratante dáñala mezclándola con cosas que la hacen como lentejas blancas, tiene sementeras de ellas, des-
espesa, como son mctzalli, ó sean raspaduras del meo- gránalas fregándolas entre las manos, y cada géne-
llo del maguéy, y el agua mezclada con cal conque ro de éstas semillas según que viene de cada pue-
cuese el maíz ó con algunas raíces, como son las blo vende por sí; también vende por separado las blan-
de las malvas y algunas semillas, las cuales molidas cas y las prietas, y por sí las que son macizas, mal
y mezcladas con la miel, hácenla parecer buena y granadas ó bofas, y las que son verdes y desmedra-
espesa, ó s o l a m e n t e la h e d í a n agua y lejía. das, á cada una de estas vende por sí.
Que venden cdgodon. Que venden mantas.
El que vende algodon suele tener sementeras El que hace y vende las mantas que se ha-
de él y siémbralo; es regatón el que lo merca de cen de palmas que se llaman iczotl de la tierra, llé-
otros para tornarlo á vender: los capullos de ateo- valas fuera á vender, y véndelas á mas de lo que
don que vende son buenos, gordos, redondos, y lle- valen. Las mantas que vende son de dos brazas, y las
nos de algodon. E l mejor algodon y muy estimado, que son sin costura y bien proporcionadas al cuerpo,
es el que se d á en las tierras de riego, (a) y en y las que tienen las bandas como arcos de pipas, y
segundo lugar el algodon que se hace ácia oriente: las que son como arpilleras para envolver cosas: es-
también es de segundo lugar el que se dá ácia el tas mantas son de muchas maneras como en la l e -
poniente. Tiene t e r c e r lugar el que viene del pueblo que tra parece.
se llama Veytlalpan, y el que se dá ácia el septen- C A P I T U L O XXI.
trión; y el de postrer lugar el que se dice quauhich-
catl, y cada uno de estos géneros de algodon, se ven- De los que venden colores, (a) tochomitl, y jicara.
de por sí según su valor sin engañar á nadie: tam- Que venden colores.
bién por sí se vende el algodon amarillo, y por sí El que vende las colores que pone encima de
los capullos quebrados. El mal tratante de esto, de un cesto grande, és de ésta propiedad: que cada gé-
( O Hoy lo es el algodon lana de la India, que crece como nero de color, pénelo en un cestillo encima del gran-
un arbo!. bi nos a p l i c á r a m o s á su cultivo tendríamos dentro de bre- de, y las colores que vende son de todo genero, á
ve tiempo ia hilaza fina que necesitamos para fomentar mas telares
de telas lozcas la c u a l viene únicamente de Inglaterra, v en aquel ( a ) Nótase que por lo común los colores antiguos de los I n -
mere acó se e n c u e n t r a d e las posesiones q u e tiene en la india. Su- dios, eran estractos de sumos de yerbas, que hoy son desconocí-'
plico a mis lectores q u e no hechen en saco roto esta nota que es dos, y por eso hay mucho que admirar en sus pinturas antiguas,
muy importante á n u e s t r o común beneficio.—B. que no se pueden imitar por los profesores; por venganza d e los
•spañoles han ocultado muchos y esquisitos secretos. °
unas amarillas, otras pardas, unas bruñidas encima,
saber las colores secas y molidas, la grana, amari-
otras untadas con barnices que les dan lustre; unas son
llo y azul claro, la greda, el cisco de teas, cardeni-
pintadas, otras llanas sin labor; unas son redondas,
llo, alumbre, y el ungüento amarillo que se llama axi,
otras larguillas ó puntiagudas; unas tienen pie, otras
y el chapuputli mezclado con éste ungüento amarillo
asillas ó picos; unas asas grandes y otras como cal-
se llama izicili, y el almagre. Vende también cosas
deruelas, unas son para beber agua, y otras para be-
olorosas como son las especies aromáticas; vende
ber atoli; fuera de éstas vende también las jicaras
también cosillas de medicina, como es la cola del
muy pintadas de Izucan, las que parecen vacmes, an-
animalejo thquatzin, y muchas yerbas y raíces de di-
chas para lavar las manos, otras grandes y redondas,
versas especies; á mas de todo lo dicho vende tam-
vasos trasparentes, y jicaras ahujeradas- para colar,
bién el betún que es como pez, el incienso blanco,
(a) estas suélenlas comprar de otros para tornarlas
agayas para hacer tinta, y la cebadilla, [a] panes de
á vender fuera de su tierra.
azul, guisachi. y margagita.
(&\ E n el barrio de Tlaltelolco se fabrica d e esta sal que usan ( a ) Este invento se há perdido de todo punto, de modo que
se escita la curiosidad de saber como podrían sacarse tantas y
en las panaderías, es muy mala y pudre la dentadura. E s suscep-
tan buenas navajas.
tible éste artículo de fomento, por medio de buenas y químicas
destilaciones. (b) Hoy tompeates e n Veracruz y en Oaxaca llaman tenate
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r a hacer panes de sal. El que revende la sal que Oficial de navajas
compra de otros, llévala fuera para ganar con ella, El oficial de navajas de la tierra, sácalas de
Y así no pierde ningún mercado de los que se h a - piedra negra con un instrumento de palo, (a) estri-
cen por los pueblos de su comarca, donde v e n - bando con los pies y con las manos, y cada vez
de panes redondos ó largos, como panes de azúcar hace saltar una nabaja de la misma piedra, y las
gordos y limpios sin alguna arena, muy blancos sm que así saca, unas son para rapar la cabeza, y otras
resabio, y á veces vende panes que lo tienen de cal, para otras cosas; unas salen de la superficie, y otras
y es desabrida. Vende también á veces panes d e j a - son de dos filos para raer los meollos de maguéy
dos, arenosos; vende también sal gruesa, y que no para que manen, y algunas de estas navajas son blan-
sala bien, (a) cas, otras jaspeadas, otras amarillas, y otras comu-
nes que son buenas para raer las sedas y cerdas
C A P I T U L O XXIV. de puercos, cuando los matan despues de c h a m u s -
cados.
De los que venden gallinas, huevos, y medicinas.
Que venden huevos. Boticarios.
El que trata en huevos suele criar gallinas El que trata en cosas de medicina conoce
oue los ponen; vende también los de pato y de co- las yerbas, raíces, árboles, piedras, el incienso de la
dornices, buenos y recientes, y de ellos unas veces tierra, y todas las cosas medicinales que sean r a í -
hace tortillas, y otras algún guisado de cazuela. ces, y yerbas, de las cuales se trata en el libro on-
oue es mal tratante en esto, engaña vendiendo hue- ceno de cada género por sí; pénelas aparte en al-
bos podridos y de añades, cuerbos, auras, y de otras gún petate en el tianguiz para vender.
aves cuyos huevos no se comen.
Los que hacen esteras.
Que venden gallinas.
El que es oficial de hacer esteras, tiene mu-
El que trata en vender gallinas también cria c h a s juncias ó hojas de palma de que hace los pe-
las aves, y á veces cómpralas de otros para tornar- tates, y para hacerlos, primero estiende los juncos
las á vender, ya sean de la tierra ó de Castilla, gor- en algún lugar llano para asolearlos, escoge los me-
das, tiernas, nuevas, pollos y gallos que tienen p a - jores y pónelos en concierto, -y de los petates que
pada El que es m a l t r a t a n t e en esto, vende galli- vende, unos son lisos pintados, y otros son de hojas
nas viejas, duras, flacas y enfermas, que tienen p e - de palma; de estas también se hacen unos cestos
pita, mortecinas y hediondas. que llaman coiatompiatl [b] que son como espuertas,
(&\ E n el barrio de Tlaltelolco se fabrica d e esta sal que usan ( a ) Este invento se há perdido de todo punto, de modo que
se escita la curiosidad de saber como podrían sacarse tantas y
en las panaderías, es muy mala y pudre la dentadura. E s suscep-
tan buenas navajas.
tible éste artículo de fomento, por medio de buenas y «jumacas
destilaciones. (b) Hoy tompeates e n Veracruz y en Oaxaca llaman tenate
vende también unas esteras de juncias gruesas y lar- raspa con el instrumento que llaman teuxalli, y la
gas, unos de estos petates son bastos y ruines, y otros asierra con un betún hecho de estiercol de murcié-
lindos y escogidos entre los demás; de los petates lagos, y púlelos en unas cañas macisas que se lla-
unos son largos y anchos, y otros cuadrados, largos, man quetzalhutlatl; vende espejos de dos ases pulidos
angostos y pintados: hace también y vende, unos de ambas partes, y de una as solamente: espejos
asientos con espaldar, y otros para sentarse que son cóncavos todos muy buenos, y algunos de piedra blan-
cuadrados: otros para cabezeras que son cuadrados, c a y negra, ya estos poco se usan, (a)
y largos, unos pintados y otros llanos sin labor. El
que no es buen oficial de esto, vende esteras hechas Herreros y Agugeros.
de juncias y dañadas. El que trata en agujas, fúndelas y límpialas aci-
calándolas muy bien: hace también cascabeles, agui-
Que hace cestos.
jillos, punzones, clavos, hachas, destrales, [ó hachas
El que es oficial de hacer cestos de cañas ma- de dos cortes] azuelas, y escoplos, (b)
cisas, ó el que los merca para venderlos poco á po- Que venden ulli, goma.
co, primero hiende las cañas, y despues de partidas
entretegelas: de ellas hace los cestos tegiéndolas muy El que trata en la goma negra que se llama
bien, echándoles un bordo ó orilla, al rededor de la ulli, que se derrite como torresnos puesta en sazón
boca, unos hace redondos y largos, y otros anchos y no se torna á cuajar, tiene árboles de que la sa-
y angostos, y otros que tienen asiento por pie, y ca; hace unas masas redondas, otras anchas, y otras
tapadera. delgadas y largas: és goma muy saludable, de ésta
se hacen las pelotas conque juegan, que fácilmente
Buhoneros. saltan como las de viento, haciendo sonido semejan-
te al de éstas, (c)
El buhonero que vende sartales de vidrio, vende
Que vende escobas.
también sartales de navajuelas labradas, y cristal blanco
morado y del viril, de azabache y de otras cuentas El que vende escobas válas á coger al m o n -
de fruslera, y joyas fundidas de oro, como canutillos, te (d) con hoces, y véndelas en el tianguiz, siendo
y como bodoquillos; vende también las joyas de Cas- largas, recias, limpias, y algunas cercenadas las puntas.
tilla, collares ó sartales, manillas que parecen como
( a ) Hoy ya no se conoce ninguna clase de éstos espejos; so-
esmeraldas, ó como cristal blancos, amarillos, verdes,
ló usamos de cristal de E u r o p a que en México saben estañar.
rubios, negros, azules leonados, colorados, verde obs- ( b ) Hoy es desconocido todo instrumento antiguo fundido en
curo, morados, todos estos son teñidos y falsos. bronce para la agricultura y carpintería; solo se usan de fierro d e
Europa.
Que vende espejos. ( c ) D e éste comercio solo hay en la sierra d e Orizava.
( d ) Las escobas delgadas que se usan en México, se cortan
del monte del volcán de Popocatepetl, y las gordas del pedregal
El que vende espejos es de los lapidarios, por- de S. Angel, el cual es una erupción del volcán de Axusco, que
que también corta sutilmente piedras de espejo, y las se entra en el mar d e Acapulco.
Tóm. III. 9
Que venden engrudo. peados, v otros hay donde están pintadas flores, pes-
cados, águilas íi-c.: unos se hacen para venderlos en
El que vende engrudo primero saca las r a í - el tianguiz, los cuales son comunes y mal hechos, y
ces de que se hace, y habiéndolas sacado, límpialas se les^cae fácilmente el carbón conque están e m -
y mójalas ó machúcalas, y despues de esto, sácalas barrados. Hay muchas maneras de estos cañutos, y
al sol, y estando secas, muelelas bien: algunas ve- se hacen de muchas y diversas especies de yerbas
ces engaña con el engrudo, porque sus raíces van olorosas, molidas y mezcladas, unos con otras con-
mal molidas, y mézclalas con cañas de maíz d e s - que los tupen muy bien de rosas, de especies aro-
pues que están muy bien secas, y con granos del máticas, del betún llamado chapuputh, y de hongos
mismo ó de frisóles bien molidos, con los cuales mez- de rosa llamada poiomatli y de otras.
clado el engrudo parece bueno.
Chapuputli quid.?
Que vende resina.
El chapuputli [a] es un betún que sale de la
El que vende resina ó dorisera, si es buen
mar, y es como pez de Castilla que fácilmente se
hombre, vende la que es buena que no tiene algu-
deshace, y el mar lo echa. de sí con las hondas, y
na mistura, y si es mal hombre, vende la que es
esto ciertos y señalados dias, conforme al crecien-
aparente y no es verdadera: mézclala ó envuélvela
te de la luna; viene ancha y gorda á manera de
con harina de frisóles ó de maíz.
manta, y ándanla á coger á la orilla, los que mo-
Cañutos de humo. ran junto al mar. Este ohapuputli es oloroso, y apre-
ciado entre las mugeres, y cuando se echa en el
El que vende cañutos para chupar humo, (a) fuego, su olor se derrama lejos.
primero corta las cañas y las desnuda ó monda de Hay dos maneras de este betún; el uno es del
las ojas limpiándolas muy bien, y muele el carbón conque se mezcla la masa ó la resina olorosa, que
bien molido, con el cual siendo mojado emborra los se mete en los cañutos conque dan buen, y trascen-
cañutos, y despues algunos los pinta, y otros los ha- dente olor. El otro es de la pez que mascan las mu-
ce dorados; algunos de estos son llanos que no lle- geres llamada tzictli, (b) y para que la puedan mas-
van pintura, y muy largos, bien embarrados con el car, mézclanla con el axin, con el cual se ablanda,
carbón molido, ó bien emblanquecidos con la g r e - de otra manera no se puede mascar antes se d e s -
da que les echan ensima del carbón, ó muy relu- hace: la mayor parte de las que lo mazcan, son las
cientes con el oro conque los doran; otros hay que muchachas y mosas que ya son adultas y mugeres;
tienen pintura encubierta que no se vé, sino c u a n - pero no lo mascan todas en público, sino las sol-
do se van gastando con el fuego: otros están j a s - teras y doncellas, porque las casadas y viudas, d a -
do caso que lo masquen, no lo hacen en público si-
( a ) Ya no se usan para chupar, solo para zahumerios de alta-
res en la quaresma. P a r a las fiestas de Dolores se venden en el
(a) Conocido hoy por chapopote, 6 chicle prieto.
portal de las flores d e México, y algunos se confeccionan d e muy
csquisitos aromas, mezclados y remolidos con el carbón, llámanles (b) E s t e se saca" de la leche del chicozapote y es blanco, abun-
Pebetes. da en Jalisco.
64 65
no en sus casas; y las que son públicas mugeres, hagan grietas; ablanda ó aplaca la gota, poniéndo-
sin vergüenza alguna, lo andan mascando en todas lo sobre la parte donde se siente tal dolor: untan
partes, en las calles, en el tianguiz, sonando las den- también los lábios con él para que no se hiendan. P a -
telladas como castañetas: las otras mugeres que no r a que sea bueno contra la gota, mésclase con una
son públicas si lo mismo hacen, no dejan de ser no- yerba molida que se dice colotzitzicaztü, y para que
tadas de malas y ruines por aquello. L a causa por sea bueno contra el frió, mésclase con cisco porque
que las mugeres mascan el tzictli, es para e c h a r l a no se derrita: también es bueno contra las cámaras
reuma, y también porque no les hieda la boca, ó por- que no se pueden estancar; primero será necesario
que el mal hedor que ya tienen no se sienta, y por coserlo muy bien, y estando un poco blando y tibio,
aquello sean desechadas. L o s hombres también "mas- con el echarán la melecina al enfermo que las tie-
can el tzictli para echar la reuma, y para limpiar ne, y con esto se estancarán fácilmente las dichas
los dientes; empero hácenlo en secreto. Los que son cámaras.
notados de vicio nefando, sin vergüenza lo mascan,
y tiénenlo por costumbre andarlo mascando en p ú - Clases de tzictli.
blico; y los demás hombres si lo mismo hacen, no-
Hay un género de tzictli que se llama por es-
tantes de somáticos. Este betún mésclase con el co-
tos nombres: tepetzictli, tacanaltzicili, que es tanto, co-
pal ó incienso de la tierra, y con la resina odorí- mo si dijésemos tzictli agreste: este también se mas-
fera, y así mesclado, hace buenos zahumerios. c a como el otro ya referido, salvo que no es n e -
gro sino amarillo como la cera; cuando se masca
Axin quid.? no se siente algún dolor de la cabeza, antes le ale-,
El ungüento amarillo llamado axin tiene lo gra siéndole dulce ó sabroso. El otro género de tzic-
siguiente: que es muy amarillo, blando y cálido; este tli que es del chapuputli, mascándose fatiga á la ca-
axin se hace de unos cuquillos como moscas que na- beza. El tepetzictli es una yerba, y de la raíz de ella
cen en el árbol que se dice axquavitl, cuyas moscas se toma este betún. J
las comen, y ponen huevos de que se engendran los
dichos, y como van creciendo páranse redondillos, y CAPITULO XXV.
siendo grandecillos, sacúdenlos del árbol y cógenlos
para coserlos, y estando cosidos, de ellos esprimen De los que venden candelas, bolsas, cintas.
el axin que es como ungüento amarillo, y lo envuel- Candileros.
ven con cáscaras de mazorcas de maíz.
El que trata en candelas tiene de oficio lo
Calidades y virtudes de éste axin. siguiente: saber adobar la cera, derretir, emblanquear,
lavar, coser, y hervir, y despues que está derretida,
L a calidad de este axin es ser caliente, s e - echarla sobre el pavilo, arrollarla con tabla, y so-
gún dicen los que lo han esperimentado, y tan ca- bre otra mezclar camisas de cera negra dentro de
liente que. parece fuego, con él se untan los pies la blanca, y poner los pavilos. Vende también las can-
los caminantes para guardarlos del frió, y que no se delas de cera de cualquier color que sean, blancas,
amarillas, prietas, y de las que son falsas, y de las ro negro, y traerlo al tianguiz para ponerlo en la
que tienen gordo pavilo, unas de las cuales son li- cabeza á los que lo quieren,, y echar encima las di-
sas ó bruñidas, otras atolondronadas, unas delgadas chas yerbas estando molidas y mezcladas con las ho-
y otras gordas. jas de un árbol que se dice vixachi [ó huizachi,] y
con la corteza llamada quauhtepuztli: á veces vende
Que trata en bolsas. el barro mezclado solamente con las dichas hojas
y con la corteza sin las dichas yerbas.
El que trata en bolsas, córtalas primero, có-
selas muy bien, y échales cerraderos de cuero ó de
Que venden plumas hiladas con cdgodon.
cordones, ya sean de esto ó de manta; unas son an-
chas, grandes y capaces, y otras son angostas y chi- L a que vende plumas hiladas, suele criar mu-
quitas. chas aves de que pela las plumas, y peladas envuél-
Que vende talabartes. velas con greda, y quita las de arriba y las que es-
tán debajo, que son muy blandas como algodon, y
El oficial de cintas ó talabartes cuando los hace todo lo siguiente: que hila pluma, hila parejo,
corta, unos son angostos y otros anchos, á todos les hila atramuexos, hila mal y bien torcido, tuerce la
hecha evillas p a r a ceñirse; otros corta angostos y pluma, hila nequen con huso, conque hilan las m u -
gordos, otros ni muy anchos ni muy angostos, unos geres otomis, hila con torno la pluma pelada y tor-
amarillos, otros blancos, otros negros, otros verme- cida: hila también la pluma de pollos, y también la
jos ó colorados. de ánzares mociñas, la de añades, la de estos del
Perú, la de labancos y de gallinas.
Zapateros.
El zapatero corta primero los zapatos, y des- Que vende yerbas comestibles.
pues échales suelas y cócelas apretándolos muy bien;
unos son angostos y otros anchos, bien hechos y p u - L a que vende yerbas de comer, algunas de
lidos que son p a r a señores ellas las planta, y otras las coje en el campo al tiem-
po de las aguas; y de cualquier especie ó manera
Buhonero. que sean, todas las vende como sean comestibles,
El buhonero compra junto para tornar á ven- cuyos nombres están declarados en el libro onceno
der por menudo, como son papel, tigeras, cuchillos, capítulo sétimo, como son las hojas de las matas del
agujas, paños, lienzos, orillas, manillas, cuentas, y otras chile, bledos, acederas [ó acelgas,] mastuerzo, poléo,
cosas muchas qne él puede comprar junto. y otras yerbas buenas para comer.
¥
I •
Cuando se levantan los cueros en los labios los dientes: será bueno quitar la toba endurecida
por demasiado frió y calor, se han de curar con la de los dientes, con algún hierro, y luego ponerse
miel blanca, ó la miel de maguéy untándose, ó con un poco de alumbre molido y grana, sal y chille. f;
el ulli derretido; pero si procediesen de calor del hi-, Los nacidos, é hinchazones de la lengua sera
gado, pondránse en los labios los polvos de la raíz necesario que se puncen, y así saldrá la sangre, ó j! t
nombrada tlatlauhcapatli, y lavarse con ella los dien- materia, y sobre lo que se punzare pónganse algunas hi-
tes, y beber el agua. las con sal, y bébase el agua del palo llamado iztac-
L a hinchazón de las encías, se curará con quavitl, con "la cual saldrá sangraza ó aguadija
punzarse, y echarse e n c i m a un poco de sal, y con el con alguna arena por la orina. i •
dedo flotarse. P a r a la enfermedad del dolor de las Cuando se engrosare, ó hinchare la lengua se-
i ^ _
muelas, será necesario buscar el gusano revolton que rá necesario lavarse con algunos lavatorios de cosas
se suele criar en el estiercol, y molerse juntando con
agrias, ó sangrarsela por debajo.
ocucote, y ponerlo en las mejillas, ácia la parte que
P a r a las ampollas, ó calor de la lengua, sera
está el dolor, y calentar un chille, y así caliente
necesario curarse tomando un poco de alumbre cru-
apretarlo en la misma muela que duele, y apretar un
do, y traerlo en la lengua, y lavarla con cierta agua
grano de sal en la p r o p i a muela, y punzar las en-
sias, y poner encima c i e r t a yerba llamada tlalcacaoatl, llamada en mexicano xocoatl, y también lávese con
-fvniciU dt-
í
y sí esto no bastare, s a c a r s e la muela y ponerse en el sumo de tomates dulces, que en la lengua se di-
él lugar vacio un poco de sal. cen h n i l t o m a t e s _ , .
P a r a cuando se cuelga la lengua luera de la
P a r a que no s u c e d a e s t a enfermedad de las 1
boca, será necesario frotar la misma lengua con ulli.
muelas susodicha, será bueno guardarse de comer
El tartamudear en los niños, procede de que siendo i %
cosas muy demasiadamente calientes, y si se comie-
grandes, maman, y para esto conviene los deteten, • < ti
ren, no beberán por e s t o a g u a muy fria, y limpiar- y los hagan comer.
se los dientes y muelas despues de haber comido, L a s mordeduras de la lengua se curan con el
y quitarse la carne de entre medias, con un palito, agua de chille cociéndose, y echándose una-poca de sal,
porque se suele podrir y dañarse la dentadura. úntese con la miel blanca, ó con la de maguéy. ü
P a r a la enfermedad de la toba de los dien-
Párrafo segundo: de las enfermedades, y medicinas
tes y muelas, será necesario para que no la tenga-
del pescuezo y garganta.
mos, lavarnos la d e n t a d u r a con agua fria, y limpiar-
se con un paño, y c o n carbón molido, y lavarse P a r a la enfermedad de las paperas, é hincha-
con sal: también lavarse ó limpiarse há, con cierta raíz zones de la garganta, será necesario frotar con la
llamada tlatlauhcapatli, y m e z c l a r l a grana con chile Tom. III. 13
94
mano la garganta, sangrarse y untarla con cierta yer- con los algodones, y dándola á beber al niño, y no
ba llamada cocoxivitl, mezclada con cisco de la olla, será malo que el ama de la criatura la beba. Ln
y beber el agua de la yerba llamada ahacaxilotic.. los grandes se entenderá que han de beber la dicha
Cuando estubiere envarado el pescuezo será acrua como está dicho, y despues de esto se írota-
bueno tomar algunos baños, y apretarse con la mano rán como va i n d i c a d o , y bébase agua hervida con chi-
la parte adolorida; y si n o aprovechare este remedio, lle que se llama cilcoponalli, y cómanse cosas asadas,
será necesario buscar t o d a s las yerbas de suso n o m - ó las tortillas tostadas, y guárdese de cosas frías,
bradas, molerlas y ponerlas en el pescuezo, (tecoma- y beba el agua de la yerba nombrada chipilh, o del
rrzucaitl,) coioxochitl, quimichpatlí-{tzitzicaztli:) palo nombrado coátli, ó un poco de vino, y guárdese
L a enferme
^tuW d a d de las sequillas de la gargan- de beber cacao, de comer fruta, y de beber el pul-
ta, se cura abriéndose el lugar donde están con ere amarillo, que llaman auctli, y guárdese también
alguna navaja, y despues de sacada la raíz de ellas, del aire, y del frió, arrópese y tome baños.
se ha de echar el pídete molido, y mezclado con la
yerba llamada yietl, y con sal, todo caliente, y pues- Párrafo tercero: de las enfermedades, y medicinas,
to en aquel lugar; y c u a n d o la carne se fuere p u - contrarias á los pechos, costado y espaldas.
driendo, se ha de t o m a r la penca de maguéy d e s -
menúzase pénese al sol, y despues de muy seca, P a r a el dolor de los pechos, será bueno to-
hácese polvos, y púnese en el dicho lugar. mar las raízes aquí nombradas, y molerse, cocerse y
L a s apostemas del pescuezo, se han de curar beber el agua de ellas siendo tibia y esto dos ó tres
lavándose con orines, y poniéndose las yerbas de suso reces, ó convendrá beber el agua d e l ^ / w f / t f h e c h o de di- ¿ j T
nombradas, moliéndose, y en las dichas apostemas y al versas yerbas, cociéndose mucho, y mezclándose con
rededor de ellas ponerse há cantidad de sal iztauhiatl, pepitas y chile, y procure de comer siempre tarde;
calcuechtli, iapaxivitl. los correos ó mensageros, que van muy de prisa,
P a r a la enfermedad de la tos, será necesario suelen beber esta agua caminando, para que no se
frotarse ia garganta con el dedo, y beber el a g u a de les abra el pecho.
ta raíz llamada tlacopopotl, ó beber el agua que h a - P a r a las mugeres que tienen poca leche en
ya estado con cal mezclada con chille, é beber el agua los pechos, será necesario moler la raíz llamada caía-
cocida de los asencios (ó agenjos) de la tierra, y el agua nulquiltic, y bebería dos ó tres veces saliendo del ba-
de la raíz que se llama pipítzaoac. De estas bebidas ño. y lavándose primero los pechos con el tcquixqvite,
en los grandes se entiende, que se han de beber un con ' l a primera leche, que sobreviniere de e s - f=>
cuartillo de esta agua, y á los niños se les d a r á la ta cura, la criatura se corromperá algún tanto, y
cuarta parte de un cuartillo, con la cual espelerá las para acabarle de purgar, será bueno darle dos ó
flemas por abajo, ó por la boca; ó bébase el agua tres gotas de esta agua, empapando algún poco de Ü>
de la yerba llamada yiztaqultic, y para las criaturas algodon, como está dicho. El ama 110 coma aguaca-
se tendrá este aviso, y és empapar tanto algodon co- tes, y beba el agua cocida de calabazas blancas, ó
mo medio huevo en la propia agua de la dicha yer- d e ' l a yerba llamada cuetlaxzuchifl, y coma asado el
ba una vez ó dos, esprimiendo el agua que tomaren vergajo de los perrillos, ó coma el izcavilli.
llaman ñafióos, son descendientes de los Tultecas, Jos, mugeres y mnos, que mataron indefensos los Xa-
y fueron de los que se quedaron y no pudie- liscos cuando saquearon las ciudades. De estos mu-
ron ir y seguir á Quetzalcoatl, como fueron los vie- rieron dos millones cuatrocientas mil personas, que
jos y viejas, ó enfermos, ó las paridas, ó que de su haceu el total de cinco millones, y seiscientas mil por
voluntad se quedaron. ambas partes: ¡tal fué el encarnizamiento de unos y
otros, y tales los funestos estragos que causan á la
EL EDITOR. humanidad las demasías de los Reyes!
Párrafo segundo: en que se pone cuantas maneras de
L a instrucción que dá el P. Sahagun acerca Chichimecas ha habido en esta tierra.
de los Toltecas, es muy limitada y superficial; por tan-
to, vuelvo á remitir á mis lectores á la Galería de prín- Los que se nombran Chichimecas eran tres gé-
cipes mexicanos, y por ahora solamente digo que el neros, los unos eran los Otomies, los segundos Tos
imperio Tolteca, se fundó 719 años de la era cris- que llamaban Tamime, y los terceros sonlos que se
tiana: que su primer monarca se llamó Chalchiutla- dicen Teuchichimecas. L a condicion y vida de los Oto-
netzin. El segundo Ixtlilcuechahuac. El tercero Huetzin. mies, despues se dirá. Este vocablo que dicen Tcmi-
El cuarto Totepeuh. El quinto JVacaxóc. El sesto Mitl. me, quiere decir tirador de arco y flechas, y los de es-
El sétimo Xiuhtlaltzin. El octavo Tecpancaltzin. El te género de Tamimes son deudos, y de la genera-
nono Topiltzin. El reino Toltecatl duró 397 años, en ción de los que llamaban Teuchichimecas, y fueron al-
cuyo espacio de tiempo, se estendieron sus límites go republicanos; y aunque por la mayor parte vivían
á casi mil leguas de Norte á Sur, y ochocientas de en cuevas, y peñascos, algunos de ellos hacian cho-
Levante á Poniente. Cuando se fundó esta m o n a r - zas, ó casillas de paja, hacian también alguna s e -
quía se estableció una ley por la cual se dispuso, menterilla de maíz, y venían despues á tratar, y vi-
que aunque los reyes viviesen mucho, no pudiesen vir con algunos mexicanos ó nahóas, y con algunos
gobernar mas que cincuenta y dos años, que era un Otomies, y con intento de oír el leneuage de los
siglo Toltecatl, pues suponían que pasado este tiem- unos, y de los otros, y así hablaban ~en alguna ma-
po, ningún hombre puede tener espeditas sus poten- nera la lengua mexicana, y la de los Otomies, ve-
cias para regir con acierto. Los Régulos de Xalis- nían también á ver y aprender la policía de su vi-
co no queriendo reconocer por legítima la succesion vir. En cuanto á su vestir se ponían algunas ropillas
al trono de Topiltzin hijo de Tecpancaltzin habido en viejas y hechas pedazos, ó algunos trapos r o t o s r e n
cuanto a su mantenimiento hacian algunas semen-
la joven Xóchitl, aunque despues lejitimó la prole por
tenllas donde cocechaban lo que les era necesario para
el subsecuente matrimonio; le declararon la guerra en
su sustentación, y la causa de su nombre que e s T a -
la que peleó esta señora denodadamente á la cabe- mime, que como se ha esplicado, quiere decir tira-
za d e - u n ejército de mugeres, y murió en el com- clores, es porque de ordinario, traían sus arcos y fle-
bate: fué tan sangrienta esta campaña, que duró tres chas por todas partes, para tirar y cazar con ellos,
años y dos meses, y perecieron en ella tres millo- i ^ t o s tales Tamimes eran vasallos de señores ü de
nes doscientas mil personas, inclusos sacerdotes, vie-
ban á toda la gente, que tenia á su cargo el tal se-
principales en cuyas tierras ellos vivían, y les daban ñor, y se lo llevaban delante de él, y á la muger,
y contribuian en lugar de tributo, la caza que hacían y los sentenciaba, y daba por sentencia, que todos
de conejos, venados y culebras, y eran grandes co- sus vasallos cada uno de ellos, emplease cuatro fle-
nocedores de muchas yerbas y raízes, y de sus vir- chas en los tales adúlteros, y estando vivos los fle-
tudes y calidades, y de las muy ponzoñosas con que chaban. Este señor traía una manta puesta de
se morian luego las gentes, ó se secaban poco a po- pellejo de gatos monteces, ó de pieles de tigre, ó
co, hasta que morian. También conocían cierto ge- león, ó hecha de pellejos de ardillas; y poníanse en
nero de sierpe, que llaman macacoatl, y solían andar la cabeza, una guirnalda hecha de la piel de una
con unas petaquillas acuestas, y entre las casas an- ardilla, de manera que la cabeza venia sobre la fren-
daban vendiendo las yerbas medicinales, que llaman te, y la cola al colodrillo, (a) y un plumaje á ma-
patli, y no andaban trasquilados, antes traían el ca- nera de aventadorico redondo de pluma encarnada;
bello crecido, largo y tendido, así hombres como su muger traía unas enaguas, y camisa de los mis-
muge res. mos pellejos, y también las demás mugeres, traían
Los que se llamaban Teuchichimecas, que quie- faldellín y vipil de pieles, y ríe ordinario portaban
re decir del todo barbados, que por otro nombre se consigo sus arcos y carcaxes de flechas: cuando ca-
decían Cacachimecas, ó sea hombres silvestres, eran minaban, y cuando comian los tenian consigo, y cuan-
los que habitaban lejos, y apartados del pueblo, por do dormían, ponían los arcos en sus cabeceras, y de-
los campos, cabañas, montes y cuebas, y no teman cían que les guardaban. Traían por calzado unas co-
casas ciertas sino que de unas partes en otras, an- taras de hojas de palmas, y la cama en que d o r -
daban vagueando, y donde les anochecía, si nabia mía el señor, y su silla y asiento, era de pellejos de
cueva se quedaban allí á dormir, y teman su señor los dichos leones y tigres, todo muy curioso. Lle-
y caudillo, que los regia y gobernaba, y la caza vaba consigo muchos Teuchichimecas de guarda, y lo
que mataban, se la daban: si acertaban a matar mismo andaban los demás Teuchichimecas, vestidos de
algún león, tigre, gato montés, conejos o venados otros pellejos de venado ó de adives, y no traían
le presentaban el pellejo y la carne, y la caza que ninguno de los pellejos de leones.
le daban así en reconocimiento, era para el susten- L a condicion y calidad de estos tales Teuchi-
to del tal señor; todo se lo presentaban y daban co- chimecas, es que eran lapidarios, porque conocian y
mo tributo, y también arcos y flechas, y tenia palacios labraban los pedernales, y navajas para las puntas
que eran unas casas de paja, ó las mismas cuevas. de las flechas. También traían espejos consigo, col-
Este tal señor tenia una sola muger,y lo mismo te- gados en la cintura, y cuando caminaban iban en
nian todos 1 "estos Teuclúchmccas, cada uno una sola rende, siguiendo á la guia, el cual y los demás, lle-
muo-er, ninguno podía tener dos, y cada uno anda- vaban cada uno, un espejo colgado de la cintura de
ba, y vivía" de por sí con su esposa sola, buscando las espaldas, en que se iban mirando, los que iban
lo necesario para la sustentación de su vida. detras. También labraban, y aderezaban muy bien
Dícese que estos tales, no cometían adulte-
rio v tarde, y casi nunca se hallaba algún adulte- (a) Tal es la usanza de los dragones de nuestro actual ejercito.
x o ' cuando se hallaba alguno lo mataban, y llama- Tóm. 111. 16
las piedras azules, devastándolas que se llaman en nocían y sacaban debajo de la tierra; y todas las
mexicano teuxivitl, que son turquesas, y hacian de ellas carnes de conejo, de liebre, de venado, de culebras,
joyas, cuentas, zarcillos y orejeras de muchas mane- y de muchas aves, y por comer de estas comidas
ras. Tenian así mismo gran conocimiento de yerbas que no iban guisadas con otras cosas, vivían mucho
y raízes, y conocian sus calidades y virtudes; ellos y andaban sanos y recios: por maravilla moria uno,
mismos descubrieron, y usaron primero la raíz que y el que moria era ya tan viejo y cano, que de es-
llaman peiotl, y los que la comian y tomaban, la usa- to acababa; y si á alguno le daba alguna enferme-
ban en lugar de vino, y lo mismo hacian de los que dad y dentro de tres ó cuatro dias no sanaba, h a -
llaman nanacatl que son los hongos malos que e m - cian junta todos los Teuchichimecas y lo mataban, me-
borrachan también como el vino; y se juntaban en tiéndole por la hoya de la garganta una flecha; y los
un llano despues de haberlo bebido, donde bailaban que ya eran mvy viejos y viejas los mataban así mis-
y cantaban de noche y de dia á su placer, y esto mo con flechas, diciendo que con aquello les d e s -
el primer dia, porque el siguiente, lloraban todos mu- penaban, porque ya no penasen mas en el mundo,
cho, y decían que se limpiaban y lavaban los ojos y porque no tuviesen ya lástima de ellos, y los en-
y caras con sus lágrimas. terraban con muy gran regocijo, y les duraba la fies-
T a m b i é n eran oficiales de plumas y hacian ta del entierro dos ó tres dias con gran baile y cau-
obras de ella muy pulidas, como los plumages á ma- to. También por causa de su poco comer y vestir,
nera de aventadericos, hechos de pluma encarnada. á mas de ser sanos y recios, y tener grandes fuer-
También había zurradores que aderezaban los p e - zas, eran muy ligeros, pues subían por las sierras
llejos de venados, que les servían de faldellines y ro- arriba muy recia y ligeramente, pues parecía que
pa: hacian las mugeres la comida para los hombres volaban por su gran ligereza, y no criaban vaso ni
así asados como guisados, y no los hombres para grosura demasiada que se los impidiese, y traían con-
las mugeres, la causa de lo cual era, que los hom- sigo cada uno á su muger como ya está dicho; y
bres decian que eran obligados á guardar la vista de cuando ella estaba preñada, el marido le daba c a -
los ojos para poder cazar, y que el humo se los echa- lores con fuego por las espaldas, y le echaba agua,
ba á perder; y así estos tales Teuchichimecas t e - diciendo que le servia aquello por baño; y despues
nian muy larga vista, pues veían muy de lejos y eran que ella habia parido, dábale el marido dos ó tres
muy acertadores, porque á lo que tiraban del pri- cozes en las espaldas, porque acabase luego de salir
mer flechazo le derrivaban y acertaban, y por muy la sangre. Hecho esto tomaban la criatura, y metían-
pequeña cosa que fuese y estuviese lejos, le acerta- la en un huacalejo, y echábala luego acuestas la mu-
ban. L a comida y sustento de estos Teuchichimecas, ger, y caminaban hasta donde les anochecía, y allí dor-
era hojas de tunas, las mismas tunas, y la raíz que mían, y lo mismo hacian cada dia, hasta que llega-
llaman cimatl, y otras que sacaban debajo de tier- ban á su viage; y si paria muger despues que ya era
ra que llaman tzioacíli, nequametl, mizquites, palmi- de cuatro ó cinco años, le daban luego á otro mu-
tas, y flores de éstas que llaman yccotl, y miel que chacho de su edad, el cual la recibía y andaba con
ellos sacaban de muchas cosas, como de pal- ella, y si paria hombre, en siendo de un año, le p o -
mas, de maguéy y de abejas, y otras raíces que co- nían en las manos un arco conque le enseñaban á
tirar, y no le enseñaban ningún juego sino solamen- tes. Xolotl: Nopaltzin: Huetzin: Quinantzin: Techotlala-
te éste. Sabian y usaban maleficios para enhechi- tzin: Ixtilxdchitl: Teozozomoc. Este y Maxtla su succe-
zar; traían también el cabello largo, crecido, tren- sor fueron usurpadores del reino que reconquistó Net-
chado, y no se tresquilaban así hombres como m u - zahualcóyotl: Netzahualpilli: Cacamatzin: Coanacotzin: Ix-
geres. tUlxochiil; este fué el último monarca por quien Her-
De estos Chichimecas unos habia que se d e - nán Cortés conquistó á México, y con cuyos ausilios
cían Nahwzchichimecas llamándose de Nahóas y de Chi- aumentó la conquista hasta mas allá de G o a t e m a -
chimecas, porque hablaban algo la lengua de los Na- la, y aferró la usurpación que hicieron los Españoles,
hóas ó Mexicanos, y la suya propia Chichimeca. Otros del llamado reino de [a] N. España. H é aquí el hilo
habia que se dccian Otonchichimecas, los cuales t e - de la historia que no debe perderse de vista, para
nian este nombre de Otomis y Chichimecas, porque entender al P. Sahagun.
hablaban la lengua suya y la Otomí. Otros habia que
Párrafo tercero: donde se declara quienes eran, y se
se llamaban Cuextecachichimecas, porque hablaban la
decían los NAHOAS.
lengua Chichimeca y Guaxteca; todos los cuales vi-
vían en policía y tenian sus repúblicas, señores, caciques,
L o s Nahoas, eran los que hablaban la len-
y principales, poblados con sus casas, abundantes en
gua mexicana, aunque no la pronunciadan tan cla-
el comer y vestido, cuyo oficio era también traer y
ra, como los perfectos mexicanos; y estos Nahoas,
usar flechas y arcos, [a]
también se llamaban Chichimecas, y decían proceder
de la generación de los Tultecas, que quedaron cuan-
EL EDITOR.
do los demás salieron de su pueblo, y lo a b a n d o -
naron, lo que acaeció en tiempo, en que el dicho
T a l es la idea que nos presenta el P . Saha-
Quetzalcoatl, se fué á la región de Tlapallan. No
gun de la barbarie de los Chichimecas. Seguramen-
eran inhábiles estos Nahoas, porque tenian su repú-
te siguiendo el curso de la naturaleza que fija^ en
blica con señor, Caciques, y principales que lo r e -
las naciones lo mismo que en los individuos, una épo-
gían, y procuraban de engrandecer, y aumentar su
c a de infancia, otra de virilidad, y otra de senec-
estado: tenian su manera de regocijo, de cantar y
tud, ya habían pasado á la segunda cuando Topil-
bailar con que regocijaban su república, y toda la
tzin destronado y prófugo, se presentó en la corte del
gente tenia bien de comer y beber. Tenian también
rey Acauhtzin que lo "hizo su ministro, y confió el
gobierno de su reino que desempeñó cumplidamen- ( a ) Los Otomíe-s conservaron e n los lugares remotos d e las c a -
te. Xolotl hermano de Acauhtzin, se dedicó á poblar pitales su primitiva ferocidad; hoy dia los carboneros d e Huixqui-
lucan y Monte alto, a u n q u e casi inoran todo el a ñ o en México, s e
el imperio Toltecatl, poseyéndolo por ocupacion, pues distinguen luego por sus m a n e r a s bruscas, y parece q u e son indo-
lo encontró desierto, y fundó la monarquía Acuilma, ó mables. E n tiempo d e la Conquista sacó C o r t é s partido d e la opo-
Tezcocana, en la que se cuentan los reyes siguien- sicion en q u e vivian con los mexicanos, pues cuando estos lo echa-
ron de México, tan solo por este principio de oposicion, lo socor-
( a ) E s t a descripción p o c o difiere de l a q u e hoy se nos ha- rieron con víveres en su f u g a , y á esto debieron los españoles el
Ge d e los indios A p a c h e s y Comanches, q u e son verdaderos Chi- s o haber m u e r t o todos,
c h i m e c a s , y tal e s s u e s t a d o salvage.
oficios, eran prospero« y ricos, en poseer ropas, jo- república. Los hombres traían mantas y maztles con
yas, plumas bellas, y otras riquezas, casas, semente- que se cubrían las partes secretas, y andaban cal-
ras y trojes llenas: tenian dios á quien adoraban, zados con cotaras, y las mugeres traían enaguas y
invocaban, y rogaban pidiendo lo que les convenia vipiles, que son sus camisas. L a s mantas que traían
y le llamaban Yoalliehccatl, que quiere decir noche los hombres, eran buenas y galanas, y el calzado
y aire, ó opú invisible y le eran devotos, y g r a n - pulido, ni mas ni menos las mugeres traían muy
des oradores, y la noche que le velaban, se p a s a - buena ropa, enaguas y camisas: entre ellos habia se-
ban en cantar con el atamboril, que llaman tepo- ñores y mandones que regiau á sus subditos. Habia
naxtli. Hacíanle sacrificio punzándose, y cortándose principales, personas conocidas, como los que lla-
..con espinas, ó puntas de maguéy, con que se s a n - man Calpixques que regían á los demás: habia otros
graban, y para ello tocaban un caracol grande en que les llamaban Otonilamacaoque: habia un supremo
lugar de trompeta, porque sonaba muy lejos; l a v a - y gran sacerdote que se decia Tecutlato. También ha-
banse también á la media noche, por mas que h i - bia entre ellos adivinos que se decían tlaciuhque, que
ciese^ frió: hacian fiesta cada veinte dias, y sacrifi- quiere decir, allegados y semejantes á su dios, los cu a -
cio^ á su dios: eran habilísimos de grandes trazas, es decían, que sabían y alcanzaban, lo que su dios
.sutiles, y curiosos mexicanos, porque eran oficiales disponía y determinaba de las cosas, porque los ta-
de pluma, pintores, encaladores, plateros, doradores, les le hablaban, y él les respondía, y así á estos co-
herreros, carpinteros, albañiles, lapidarios muy p r i - m o á sábios, les preguntaban cuando, y como habían
mos en devastar, y pulir las piedras preciosas: hi- de ir á las guerras los Otomies, y el suceso que en
ladores, tegedores, pláticos y elegantes en su habla, ellas tendrían, y si habia aquel año de llover bien
curiosos en su comer y en sa traje, muy aficiona- ó no, y si habia de haber hambre, enfermedad, ó mor-
dos á ser devotos, y á ofrecer á su dios, é incen- tandad y otras muchas preguntas; de esta suerte se
sarle en sus templos: valientes en las guerras, a n i - hacian á los tales adivinos, y por las respuestas
mosos, y de muchas ardides con que hacian g r a n - que les daban, que eran como oráculos. Si salían
des presas: esto solamente en suma se dice de es- alguna vez verdades, los adoraban y tenian por dio-
tos Nahoas, porque habia mucho que decir de su re- ses, y por esta fama concurrían gentes de muchas
pública, y manera de vivir. y lejas partes á verlos. También los dichos Oto-
mies, tenian sementeras y trojes, comian buenas co-
midas, y tomaban buenas bebidas: su dios se lla-
Párrafo cuarto: de quien son los OTOMIES y de su m a b a Yocipa, al cual le tenian hecho muy buen^M
manera- de vivir. que era un jacal hecho de paja muy atuzada, cuya
echura solamente á su Cú era dedicada, y nadie ha-
El vocablo Oíonatl, que es el nombre de los cia casa de aquella manera ni forma; porque sus
Otomies, tomáronlo de su caudillo, el cual se llama- jacales en que vivían eran de paja no muy pulida;
ha Otón, y así sus hijos, sus descendientes y v a - ni á estos tales Otomies, se les daba nada tener sus
sallos que tenia á cargo, todos se llamaron Otomies casas ó jacales con sobrados. En su Cú habia los
y cada uno en particular se decia Otomitl, y no ca- sacerdotes que llamaban Tlamacazque, los cuales cria-
recían de policía, vivían en poblado, y teñían su
124 t
ban v doctrinaban allí muchachos: allí hacían peni- que quedaba de azul muy fino, pintada en la m i s -
tencia por todos, velaban toda la noche en tiempo ma carne, cortándola con una navajuela. Su comi-
de los sacrificios, punzábanse ó sangrabanse de los da y mantenimiento, era el maíz, frisóles, axi, sal y
labios ó muslos, con las puntas de maguey, y á la tomates: usaban también por comida los tamales co-
media noche se lavaban al tiempo de ios fríos: ayu- lorados que llaman xocotamales, y frisóles cocidos, y
naban y traían su atamboril ó teponaztli, encima del comían perritos, conejos, venados y topos.
Cú, y decían que velaban y guardaban, con aquel
instrumento de tañer. Estos tales cuando muchachos Párrafo quinto: de los defectos y faltos de los OTOMIES.
/
226 . . . .
Hay otros que se crian a las raizes de los Hay unos escarabajuelos, que se llaman temolt,
magueyes, que son muy colorados, ni son buenos, ni son leonados, debajo de las conchas tiénen alas y
son malos. vuelan, andan en el tiempo del verano, y en el tiem-
Hay otros que también se hacen en las rai- po de las aguas comen las flores.
ces de los magueyes, son blancos, ni tienen bien ni Hay otros escarabajuelos como los ya dichos,
mal. Otros gusanos hay que son blancos, críanse en y andan en el estiercol.
el estiercol, ni son buenos ni malos. Hay otros cómo los ya dichos, que se man-
Hay otros gusanos que se crian dentro del tienen en las flores de las calabazas.
cuerpo, el que los tiene parecesele en la cara, por- Hay otros que se llaman quauhtemoli, dicense
que la tienen, macilenta, amarilla y manchada. asi porque se crian dentro de los maderos, y son
Las lombrices que se crian dentro del cuerpo vermejos y grandecillos: ni hacen bien ni mal.
y salen por la cámara, llámanlas tzoncoatl. A los gusanos que se crian dentro de los ma-
Hay otros gusanos que se crian en la chian deros llaman quauhocmli: son muy blancos, y siempre
verde, son gruesos entre blancos y verdes, hácense están dentro del madero, allí se crian, allí comen y
tan largos como un palmo, tienen cuernos en la se mueren: tienen el piquito muy recio, embarrenan
cabeza, ni son buenos ni malos, sino parece que es- el madero, y andan por de dentro de él, y estos son
pantan cuando los ven. los que llaman carcoma.
Hay unos gusanos, que se crian debajo de la Párrafo decimocuarto: de las luciérnagas que hay
tierra, son del largo y grosor de un dedo. Cuando muchas diversas de ellas: de las moscas, moscardones, y
no llueve, roen las raizes del maíz y sécase: tienen mosquitos.
pies, y no andan con ellos, si no echados de espal-
Hay muchas maneras de luciérnagas .(a) en es-
das; y de aquí toman un adagio que los que hacen ta tierra, y á todas las llaman icpitl. Unas son co-
las cosas al revez los llaman nextecuili, que así se mo langostas un poco mas larguillas, y andan en el
llaman ellos. tiempo de las aguas, vuelan de noche muchas de ellas,
Hay otros gusanos, que les llaman del maíz,
críanse dentro de las mazorcas cuando están ver- ( a ) E n t r e estos obtiene el primer lugar el cvcullo, que a b u n -
da en Veracruz, y llanuras de tierra caliente: los mas particulares
des, cómenlas y destruyenlas: son de comer. son los de Omealca cerca de Tilla de Cordova: semejan á la cu-
Hay otros gusanos que les llaman del estiér- caracha, en la barriga y resto del cuerpo: abundan dé un humor
col, son medianos y pardillos, ni hacen bien ni mal. fosforico, su luz es tan brillante y hermosa, como dulce y a g r a -
Hay otros que se crian en los árboles de las tunas dable. Las señoras los atan á las peinetas unos contra otros atra-
vesándolos con un hilo por una especie de argollita que tienen en
y en las mismas dañan. Hay otros que se crian en a u n t u r a : colócanlos como laureles en la cabeza: las bailarinas sué-
los brazos ó miembros de los conejos y ratones, y lenlos poner en los zapatos, y en México los han pagado á vein-
estos los matan, y están metidos dentro de la car- te reales para lucirlos en el coliseo: métenlos en xaulitas chicas
ne, mirando acia fuera, (a) en \ eracruz, y los alimentan con azúcar, y los bañan: duran des-
de marzo hasta jumo: son cosa prodigiosa que no pueden verse con
indiferencia: son los brillantes con que se engalana la linda natu-
( a ) Estos los aplican l o s indios para curar la optalmia ó en- raleza á honra de su magnifico autor.
fermedad de ojos.
y tienen luz, así como una candela en la cola, y las moscas comunes que acuden á lo que comemos
algunas veces alumbran mas que candela como hacha y bebemos, y á la miel, se llaman cuitlacniolh.
de téa, cuando es la noche muy obscura. Algunas ve- Hay otras mosquillas pequeñas que en todas
ces van volando muchas en rencle, y algunos bo- partes andan, no dan mucha pena; pero en tierra
bos piensan, que son aquellos hechiceros, que andan caliente si dan mucha, y pican.
de noche, y echan lumbre por la cabeza ó boca. Hay otras verdecillas, que no son penosas:
Otras luciérnagas hay, que son como mari- hay mosquitos zancudos que se llaman moiotl, son
posas y tienen en la cola luz. Hay unos gusanos que pardillos, y también son como los de Castilla, y pi-
también tienen luz en la cola, y relucen de noche. can como los de allá.
Hay otras también lo mismo, y hay unas que tie- Hay otras muy menudas, que andan en las
nen álas, y á trechos cubren la lumbre, y á trechos tierras calientes, y son muy penosas.
la descubren. Todas estas andan de noche, y relum-
bran volando, escepto los gusanos que no vuelan. CAPITULO Vi.
Hay un escarabajuelo que se llama rnaiatl, es
muy hermoso, relucenle las conchas como esmeralda, De los árboles, y sus propiedades.
ningún daño hace, (a) Hay abispas en esta tierra co-
mo las de Castilla. Párrrafo pi imero: de las calidades de las montañas.
Hay un moscardon que se llama tecmilotl, pien-
so que es tabano, pican mucho á las bestias, y chu- Las condiciones de las montañas son estas:
pantes la sangre. Hay moscas de bélesa que se lla- que tienen mucho heno muy verde, son airosas, ven-
man miccazayulin, como las de Castilla. tosas, húmedas, y en ellas yela- Son lugares tristes,
Hay unas mosquillas que andan en el tiempo solitarios y llorosos: muy cavernosos, riscos, pedre-
de las aguas que son verdes obscuras, y relucen y gosos, lodosos, tierra dulce y amarilla, lugares de
ru<*en cuando vuelan: no hacen mal. grandes cuestas y lomas riscosas, llenas de heno y
3
Hay otro moscardon que se llaman tzonoa- de árboles muy espesos y también ralos. Hay llanu-
tzalton, es negro, anda por los caminos, y entierra ras en las montañas, y muchos maderos y árboles
los gusanos; llámase así porque tiene muy poca car- secos; hay lugares sombríos y piedras redondas: hay
ne, y dicese tetotoca, porque entierra los gusanos también en ellas tierras razas y llanas, donde no hay
que "halla por los caminos, pica y lastima. yerbas ni heno: hay lugares peñascosos y cóncavos
Hay unos mosquitos que se llaman chlton, son como valles. Son también las montañas
pequeñitos, acuden á los ojos, y sus picaduras escue- pantosos y temerosos, donde moran bestias fieras, y
sen como chile, y si entran en los ojos, dan mucha pena. no hay recreación para los hombres, sino piedras se-
Hay unas moscas que andan en los mulada- cas, riscos y cuevas, donde moran los tigres, osos,
res. donde hay estiercol ó suciedad, llámanse cuitla- y gatos cerbales, y donde nacen magueyes silvestres
caioli, quiere decir mosca de suciedad. Y también V muy espinosos, matas de zarzas, espinos, tunas sil-
vestres y pinos muy recios. Son lugares de donde cor-
( a ) B a j o las alas y anillos de la parte inferior, abundan en tan leña y madera, donde arrastran vigas para edi-
ladillas; por lo que n o se pueden tomar. Tóm. III. 30
y tienen luz, así como una candela en la cola, y las moscas comunes que acuden á lo que comemos
algunas veces alumbran mas que candela como hacha y bebemos, y á la miel, se llaman cuitlacniolh.
de téa, cuando es la noche muy obscura. Algunas ve- Hay otras mosquillas pequeñas que en todas
ces van volando muchas en rencle, y algunos bo- partes andan, no dan mucha pena; pero en tierra
bos piensan, que son aquellos hechiceros, que andan caliente si dan mucha, y pican.
de noche, y echan lumbre por la cabeza ó boca. Hay otras verdecillas, que no son penosas:
Otras luciérnagas hay, que son como mari- hay mosquitos zancudos que se llaman moiotl, son
posas y tienen en la cola luz. Hay unos gusanos que pardillos, y también son como los de Castilla, y pi-
también tienen luz en la cola, y relucen de noche. can como los de allá.
Hay otras también lo mismo, y hay unas que tie- Hay otras muy menudas, que andan en las
nen álas, y á trechos cubren la lumbre, y á trechos tierras calientes, y son muy penosas.
la descubren. Todas estas andan de noche, y relum-
bran volando, escepto los gusanos que no vuelan. CAPITULO VI.
Hay un escarabajuelo que se llama maiatl, es
muy hermoso, relucenle las conchas como esmeralda, De los árboles, y sus propiedades.
ningún daño hace, (a) Hay abispas en esta tierra co-
mo las de Castilla. Párrrafo pñmero: de las calidades de las montañas.
Hay un moscardon que se llama tecmilotl, pien-
so que es tabano, pican mucho á las bestias, y chu- Las condiciones de las montañas son estas:
pantes la sangre. Hay moscas de bélesa que se lla- que tienen mucho heno muy verde, son airosas, ven-
man miccazayulin, como las de Castilla. tosas, húmedas, y en ellas yela- Son lugares tristes,
Hay unas mosquillas que andan en el tiempo solitarios y llorosos: muy cavernosos, riscos, pedre-
de las aguas que son verdes obscuras, y relucen y gosos, lodosos, tierra dulce y amarilla, lugares de
ru<*en cuando vuelan: no hacen mal. grandes cuestas y lomas riscosas, llenas de heno y
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Hay otro moscardon que se llaman tzonoa- de árboles muy espesos y también ralos. Hay llanu-
tzalton, es negro, anda por los caminos, y entierra ras en las montañas, y muchos maderos y árboles
los gusanos; llámase así porque tiene muy poca car- secos; hay lugares sombríos y piedras redondas: hay
ne, y dicese tetotoca, porque entierra los gusanos también en ellas tierras razas y llanas, donde no hay
que "halla por los caminos, pica y lastima. yerbas ni heno: hay lugares peñascosos y cóncavos
Hay unos mosquitos que se llaman chlton, son como valles. Son también las montañas
pequeñitos, acuden á los ojos, y sus picaduras escue- pantosos y temerosos, donde moran bestias fieras, y
sen como chile, y si entran en los ojos, dan mucha pena. no hay recreación para los hombres, sino piedras se-
Hay unas moscas que andan en los mulada- cas, riscos y cuevas, donde moran los tigres, osos,
res. donde hay estiercol ó suciedad, llámanse cuitla- V gatos cerbales, y donde nacen magueyes silvestres
caioli, quiere decir mosca de suciedad. Y también V muy espinosos, matas de zarzas, espinos, tunas sil-
vestres y pinos muy recios. Son lugares de dónde cor-
( a ) B a j o las alas y anillos de la parte inferior, abundan en tan leña y madera, donde arrastran vigas para edi-
ladillas; por lo que n o se pueden tomar. Tóm. III. 30
tos, y hacen gran rueda y sombra, tienen siempre
ficar, y en los que los vientos hacen grandes ruidos y hoja, y ésta es anchuela; de ellos se coge el maná,
remolinos: son lugares de grandes frios y heladas, y que es medicinal, dulce y blanco. Hay también en
donde no se hace ninguna cosa comestible: lugares esta tierra robles, que se llaman avaquavitl; hay tam-
de hambre, y frió; y finalmente, son lugares donde bién carrascas y matas, que las llaman avatetzmolli.
se para yerto el cuerpo, y donde las bestias comen á
los hombres, y éstos matan á traición.
Párrafo tercero: de los árboles silvestres medianos.
Párrafo segundo: de los árboles mayores.
Hay en esta tierra también madroños y ma-
Hay en esta tierra cipreses silvestres, están droñeras: hay unos robles cuya corteza es gruesa,
las montañas llenas de ellos; no son copados como como uno ó dos dedos, usan de ella para teñir, y
los de España, tienen las ramas ralas, son muy de- para curtir los cueros: hay otros robles ó carrascas
rechos y altos, tienen la madera muy olorosa, crian muy rectos de que hacen coas, nacen en las peñas
manzanillas como aquellos: la madera de estos es y en los riscos: á la leña ó maderos que respenda,
preciosa para toda manera de edificios, y para ha- en el fuego llámanlos necalizquavitl, de cualquier gé-
cer cajas, cofres, y escritorios, lábrase muy bien. nero que sea.
Hay otros árboles en esta tierra que se lla- Hay un árbol silvestre bajuelo que se llama
man oiametl, no hay en España árboles de esta ma- teocutl, la cual raíz cuando se quema huele como in-
nera, que yo sepa: de estos se coge un licor muy cienso, solían usar de él solos los señores 6 princi-
precioso y medicinal que se llama abeto, no le usa- pales, á los demás no les era lícito usar de él, ni
ban los Indios ni le conocían, ahora en estos tiem- quemarlo en su casa.
pos se há hallado. Estos árboles son muy grandes y Hay un árbol silvestre ó mata que se llama
altos, están las montañas llenas de ellos. coatli, de que hacen belortos para hacer espuertas
Hay otros árboles que soii como especie de que llaman basales, es muy correoso, y si le echan
pinos: son silvestres, largos y gruesos, tienen la ma- en acrua, ésta se pone azul, y es medicinal para la
dera liviana y es muy estimada: usaban mucha de orina? Hay un árbol silvestre que se llama matopo-
esta en el servicio de los Cues y de los dioses. Hay can, tiene la corteza delgada, hace copa, es bajue-
pinos en esta tierra como los de España: hácense lo, tiene las hojas anchas de dos colores, de la una
en ellos pinos y piñones, y sacanse las téas, la pez, parte son muy verdes, y de la otra blancas, vellosas,
y la resina: son muy poblados de hojas ó de cabellos, y huelen mal, es medicinal este árbol; la raíz de él
hacen un crugido con el aire como los de España. cocida con agua, es buena para purificar la orina,
Hay fresnos en esta tierra: también hay unos para hacer buena digestión, y para templar el calor.
árboles muy grandes, y dícense cedros, tienen la ho- Hay salces [sauces] en esta tierra de dos maneras, los
ja muy menuda, y dá agallas como las de los cipreses, unos que son muy bastos, y los otros no tanto. Hay
aunque mas pequeñas: esta madera es muy olorosa; también otros salces que son mas apreciados que los
son muy altos, hacen gran rueda, y siempre están dichos, tienen la hoja menuda y muy verde, las ra-
verdes. Hay otros árboles que son lisos y muy al- mas derechas, y la madera recia y correosa.
\
232
i. . 7 vieio cúrtanle, y torna á echar de nuevo.
Hay unos árboles que se llaman iczotl, son Hay una manera de árboles silvestres que tie-
gruesos, la corteza negra ó vermeja como la de pal- nen la madera muy liviana y recia, hacen de esta
ma, y tiene las hojas casi como ésta: es árbol bo- madera jicaras y vasos.
fo y tierno el meollo, tiene flores muy blancas casi Hay otros árboles, de los cuales mana aque-
como las de la palma, pero no llevan ningún fru- lla resina'blanca que se llama copal, que es el in-
to: usábanlos poner delante de los Cues. cienso que ofrecen á sus dioses: mucho de ello se
Hay unos magueyes pequeños y silvestres, tie- vende ahora en los tianguiz, porque es^ muy bueno
nen puntas y hojas como los demás, y espinas co- para muchas cosas, y es medicinal: hacese en las
mo de zarzas de Castilla. Hay en esta tierra pal- provincias de Tepecuacuilco, de Yovala, y de Covixco.
mas naturales que son como las de España, son al- Hay otra manera de árboles que llaman acoizoqua-
tas y gruesas como aquellas, llevan flores y fruta, y vitL son altos, gruesos, y tienen las hojas como ahsos:
esta es dulce y de comer, es como dátiles, hácen- mana de ellos "una resina, de ella hacen las canas
se ácia Panuco. de humo que chupan. Hay otros árboles que se lla-
Hav unos árboles silvestres que se llaman tía- man olquavid, son grandes, altos y hacen gran copa:
cuiloltlquavitl, que quiere decir, tiene madera pinta- de estos árboles mana aquella resina negra que se
da, porque ellos son vermejos, y tienen las vetas ne- llama ullv, esta resina que se llama ulli, es muy me-
gras que parecen pinturas sobre el vermejo; es ár- dicinal, casi para todas las enfermedades es prove-
bol muy apreciable, porque de él se hacen teponaz- chosa, es medicina para los ojos, para apostemas y
tles, tamboriles y vihuelas: suenan mucho estos ins- pudrimientos, y también se bebe con cacao: es pro-
trumentos cuando son de ésta madera, y por ser muy vechosa para el estómago, para los intestinos, para
pintada y de buen parecer, es muy apreciable. los pudrimientos interiores, para la cámara cuando
Hay unos árboles silvestres, que son altos, se cierra. Esta resina hácese muy correosa, hacen de
delgados y derechos, hacen de ellos cebratanas, por- ella las pelotas para jugar, y saltan mas que pelotas
que se pueden ahugerar fácilmente. Hay un árbol de viento.
silvestre no muy alto, tiene las hojas coloradas, y Hay otros árboles que son colorados, y tinen
lo mismo la madera. con la madera de ellos el tochomid, son del tamaño
Hay otros árboles silvestres que se llaman ckt- de duraznos: estos árboles tienen la hoja como los
chíquavitl, ó chichipatli, que quiere decir, medicina amar- madroños: este nombre quavid, se toma por árbol ver;
ga; la corteza de éste árbol molida, es medicinal, de, ó que es pequeñuelo, que crece y se riega, ó
hace buena digestión, y limpia los intestinos, es bue- por árbol que ya está grande, ó que es ya viejo; las
na para la orina, bébense los polvos molidos con propiedades de los árboles, en nacer y crecer, es-
agua: el meollo de éste árbol es muy recio, sacan tán muy á la larga en la letra.
de él los tarugos para las saetas en lugar de cas-
quillos.
Hay en esta tierra unos árboles que se lla-
man amaquavitl, tienen lisa la corteza, y las hojas muy
verdes, son del tamaño de durazno, y cuando ya es
Párrafo cuarto: de las partes de cada árbol, corno de madero, estas son gruesas, largas y recias, y fi-
raízes y ramas. nalmente se hacen todas aquellas cosas, que de
madera se pueden hacer, como parece en la letra.
Las partes que tiene un árbol son las si-
guientes: raízes gruesas, delgadas y redondas, ó ro- Párrafo sesto: de las cosas accidentales á los árbo-
llizas: estas raízes métense debajo de la tierra, pro- les, y de ellos.
fundízanse ácia lo hondo, hácense á la tierra, por
ellas recibe aumento el árbol. La cepa de este es El árbol plántase, y siémbrase, y trasplántase:
gruesa y redonda, tiene cortezas ásperas, de esta ce- hay unos árboles que se llaman tzapotl, es liso, tie-
pa salen las raízes á todas partes: esta de donde na- ne la corteza verde, las hojas redondas, la madera
cen ellas es recia y fornida, está muy bien apreta- blanca, blanda y liviana: hacen de ella sillas de ca-
da con la tierra, las raízes son sus ataduras, esta deras: la fruta de estos es como manzanas grandes,
cepa sustenta á todo el árbol, teniéndole sobre sí. por fuera son verdes ó amarillos, y por dentro blan-
Las demás partes, como son el tronco, hor- dos y blancos: son muy dulces, tienen tres ó cuatro
cadas, nudos, pimpollos, ramas, la sima, ó copa del huesos blancos, y si se comen muchos dan cámaras. Hay
árbol, los grumos, los tallos, el meollo, son todas: las otros zapotes que se llaman cochiztezapotl, porque pro-
demás claras y manifiestas, están en la letra á la lar- vocan á dormir, son como los de arriba, sino que
ga escritas. son menores: hay otros como los de arriba, pero son
muy grandes. Hay otros árboles que se llaman atza-
Párrafo quinto: de los árboles secos que están en pie, ó
potl, son lisos, el fruto de estos se llama atzaputl, y
caídos en tierra, y de los maderos labrados para edificar.
son amarillos de dentro y fuera, son muy dulces tie-
sos, á manera de yema de huevo cocida, tienen hue-
Los árboles secos que están levantados ó caí- sos de color castaño obscuro.
dos, llámanse quavitl, puédense labrar: hay algunos se- Hay otros árboles que se llaman xicotzaputl,
cos con que tifien: hay otros árboles secos que llámanlos los españoles peruétanos, son muy dulces,
los hienden para quemar, de los cuales hacen vigas y muy buenos de comer, hácense en tierra caliente.
y planchas, también de ellos toman leña para que- Hay otros árboles que se llaman totolcuitlatzaputl: há-
mar. Hay un árbol de que se hacen tablas, cuya cense en tierra caliente, la fruta de estos se llama
madera arde muy bien, llámase tlatapantli, ahora sea de la misma manera, son grandes, por fuera son ver-
verde ó seco, las tablas se llaman uapalli, unas de des, y por dentro negros, son muy dulces, y muy bue-
ellas son delgadas, otras gruesas; unas llanas, otras nos de comer. Hay otros árboles que se llaman te-
cóncavas. contzaputl, son de la hechura y grandor del corazon
de carnero, tienen la corteza aspera y tiesa, son co-
Los tablones son gruesos y anchos, unos lar- lorados por dentro, son muy dulces, y muy buenos
gos y otros cortos. Hay pandillas de que hacen liaros de comer, y los huesos negros muy lindos, y relu-
de cedazos, son muy delgadas y corriosas, hacen de cientes. Hay otros árboles que se ¡laman etzaputl, y
ellas haros. Hay viguetas de todas maneras, gruesas, la fruta eeiotzaputl, son las anonas, que tienen mu-
delgadas frc., maderos rollizos, planchas ó carreras
las ojas y las ramas ralas, el fruto de estos se lla-
chas pepitas negras como frisóles: también estos sé ma xalxocotl, son por fuera amarillas, ó verdinegras,
llaman quazhtzaputl. y por dentro unas blancas, y otras coloradas: tienen
Hay otros árboles que se llaman aoacatl, tie- muchos granitos por dentro, son muy buenas de co-
nen las hojas verdes obscuras, el fruto de ellos se lla- mer, y estancan las cámaras. A el árbol donde se ha-
ma aoacatl, y son negros por defuera, verdes y blan- ce el cacao llaman cacaoaquavitl, tiene las ojas anchas,
cos por de dentro, son de la hechura de corazon, es acopado y mediano: el fruto que hace es como
tienen un hueso dentro de la misma hechura: hay otros mazorcas de maíz, ó poco mayores: tienen de den-
aoacates, que se llaman tlacocátaoacatl, son grandes, co- tro los granos de cacao, por fuera es morado, y por
mo los de arriba, las mugeres que crian no los osan la parte interior encarnado ó vermejo: cuando es nue-
comer, porque causan cámaras á los niños que ma- vo, si se bebe mucho emborraca, y si se bebe tem-
man. Hay otros aoacates que se llaman quilaoacatl, pladamente refrigera y refresca.
la fruta "de estos se llama de la misma manera, son Hay unos árboles que se llaman teunacaztli, las
verdes por fuera, y también muy buenos de comer y flores de éste árbol. son muy aromáticas y preciosas,
preciosos. tienen fuerte olor, y son muy amarillas: úsanse mu-
cho para oler y para beber molidas con cacao, y
Párrafo sétimo: de las frutas menudas, como ci- si se bebe destempladamente emborracha.
ruelas, &{C. Hay unos árboles que se llaman vaxi, son me-
dianos y lisos, y lo mismo las hojas, casi son como
Los árboles en que se producen ciruelas, ó las de los árboles del Perú: crian una fruta como
guayabas y manzanillas, se llaman xocoquavitl: los ár- algarrobas, es de comer, y véndese en el tianguiz.
boles en que se crian las manzanillas de la tierra, Hay unos árboles que se llaman mizquitL, tienen
son árboles medianos y acopados: tienen recia ma- la corteza' baza, ó morena, y lo interior de ella ' es muy
dera, el fruto de ellos se llama como el árbol te- blanco y correoso, es medicinal, bébese, y hácese
xocotl, (a) son amarillas, y coloradas por fuera, y pulcre con ella. Este árbol tiene la madera muy re-
por dentro blancas, y los huecillos de dentro son muy cia, las hojas como el avevetl, y éstas y sus grumos
buenas de comer. A los árboles en que se hacen son medicinales para los ojos, echando el zumo en
las ciruelas llaman macaxocotl, hácense en tierras ca- ellos. El fruto son unas vainillas redondas que tie-
lientes: el fruto de estos árboles unas son coloradas nen dentro unos granos, y estas vainas son dulces
y otras amarillas, unas gruesas, y otras menudas. y buenas de comer, y si se toman muchas hinchan
Atoiaxocotl, son ciruelas gruesas, dulces, sabrosas y la barriga: para comerlas máscanlas y no las tragan,
buenas de comer, crudas y cocidas: hácese de ellas sino solamente chupan el zumo.
pulcre para beber, y emborracha mas que la miel: Hay morales en esta tierra, llámanlos amaca-
todas las ciruelas tienen huesos grandes dentro. poli, es liso y acopado, tienen muchas ramas y ho-
Los árboles en que se hacen las guayabas se jas, y estas son verdes, y algo verdosas por el re-
llaman xalcocotl, son estos árboles pequeños, y tienen véz: tienen moras como las de Castilla, pero peque-
(a) C o n este se hacen los e n j e r t o s de peras y manzanas, pues es
ñuelas.
muy propio para ello.
Tóm. III 32
238 ,
Hay unos árboles en e9ta tierra que llaman las tunas que se hacen de éstas, son coloradas por
capulí y los españoles los llaman cerezos, porque son fuera, y por dentro moradas, son grandes y tienen
algo semejantes á los de España, en la hoja y en grueso el hollejo.
e f fruto; la fruta se llama capulí, que quiere decir Hay otros árboles que las frutas que en ellos
cerezas, de esta tierra: las hojas y grumos de éste se dan, son coloradas por fuera, y por dentro son
árbol son medicinales para los ojos, echado el zu- gruesas y largas. Hay otros de estos que tienen las
m o en ellos. Son dañosas estas cerezas cuando se hojas redondas, pardillas y verdes, son medianas, no
comen muchas, porque causan cámaras, los meollos ahijan, son bajuelos, la fruta de estos es redonda c o -
de los cuescos cómenlos tostados. Otros de estos ce- mo tzapotes. Hay otros árboles de estos, cuyas t u -
rezos se llaman elocapuli, porque son mayores, y lo nas son moradas obscuras, y redondas como tzapo-
mismo el fruto: son muy sabrosas de comer estas tes: hay otros cuyas tunas son blancas, que tienen
cerezas. Hay otros cerezos que se llaman tlaolcapu- el hollejo grueso y acedo; pero el meollo es dul-
ii porque son menores, y también tienen el fruto me- ce. Hay otros árboles de estos que son muy espi-
nudo. nosos, pues tienen las espinas agudas y largas; las
Otros cerezos se llaman xitomacapuh, h á c e n - tunas de estos son agrias y blancas, tienen los ho-
se cerezas gruesas, el meollo de ellas es pequeño, llejos acedos y gruesos que hacen dentera, (a) cómense
tiene mucho zumo, y el hollejo gruezesuelo. Hay unos crudas, y también cocidas, el meollo tiénenle peque-
árboles que se llaman quauhcamotli; las raíces de es- ño y dulce.
tos cuácense y hácense como batatas, y son de buen Hay otros árboles de estos silvestres, que s e
comer. llaman tenopalli, y se crian en los riscos, en las pe-
ñas y cabañas; el fruto que en ellos se hace, se lla-
Párrafo octavo: de las diversidades de Tunas. ma cacanocktli, tienen los hollejos agrios, son peque-
ñas estas tunillas, cómense cocidas y crudas. H a y
Hay unos árboles en esta tierra que llaman otros árboles de estos silvestres, cuyo fruto llaman
nopalli, que quiere decir tunal ó árbol que lleva tu- azcanochtti, son de muchas colores, unas blancas, otras
coloradas, y otras moradas, son muy dulces, y re-
nas: es monstruoso este árbol, el tronco se compo-
dondillas, tienen los granillos menudos.
ne de las hojas, y las ramas se hacen de éstas. L a s
hojas son anchas y gruesas, tienen mucho zumo y Hay otros árboles de estos, cuyas tunas t i e -
son vizcosas, tienen espinas las mismas hojas: la fru- nen los hollejos muy gruesos: el nombre propio de
ta que en estos árboles se hace se llama tuna, son tuna es nochtli. (b)
•¿Jdtómoo «9 toAptt ñr..
de buen comer, es fruta apreciada, y las buenas de
ellas son como camuesas: las hojas de éste árbol (a) Dentera, es decir q u e producen una sensación aspera y des-
agradable por el accido fuerte d e que abunda, esto se verifica prin-
cómenías crudas y cocidas. En unos árboles de e s -
cipalmente en la tuna llamada xoconoctli, cuya conserva es escelente.
tos se dan tunas que son amarillas por dentro: otros 7 b ) E n el estado de S. Luis Potosí abundan mucho las tunas,
las dan, que por dentro son coloradas ó rosadas, y v tanto que en agosto se salen multitud d e gentes á los c a m -
estas son de muy buen comer. Otros árboles de es- pos. á alimentarse con ellas. También se presentan grupos d e b a p
tos hay, que tienen en las hojas vetas coloradas, y
Párrafo noveno: de las~raizes comestibles.
•"i • •. '. : ",-< -ci?-á'ioiiT cnJíisD Ion v
En que se trata de otras yerbos.
Las raices del árbol que se llama quauhcamo-
tü, son comestibles como está dicho. Hay otras raí-
Párrafo primero: de ciertas yerbas que emborrachan.
ces buenas de comer, que se hacen como nabos de-
bajo de la tierra, á las cuales llaman camotli: estas
con batatas de esta tierra, cómense cocidas, crudas Hay una yerba que se llama coatlxoxouhqui. y
y asadas. cria una semilla que se dice ololiuhqui; esta semilla
Hay unas raíces que se comen crudas, á las emborracha y enloquece, danla por bebedizos para
cuales llaman xícama, son blancas, dulces, y matan hacer daño á los que quieren mal, y los que la co-
mucho la sed. También hay otras de éstas que men paréceles que ven visiones y cosas espantables:
se llaman cimatl, cómense cocidas pues si se toman danla á comer ó á beber, los hechiceros ó los que
crudas hacen daño, son de suyo blancas, y cuando aborrecen á algunos para dáñarlos. Esta yerba
se cuecen hácense amarillas. Hay otras que se co- es medicinal, y su semilla usase para la gota moliéndola
men crudas y cocidas, que llaman tocimatl, son redon- y poniéndola en el lugar donde está. Hay otra yer-
dillas y blancas, y despues de cocidas son amarillas. ba como tunas de tierra, se llama peiotl, es blanca,
Hay otra raíz que es casi como xícama, llámase ca- hácese ácia la parte del norte, los que la comen ó
capxon: otras hay que también se comen^ se llaman beben vén visiones espantosas ó irrisibles; dura esta
cacotnitl, témanse cocidas, tienen cáscaras y hojas ca- borrachera dos ó tres dias y despues se quita; es co-
si como de cebollas, el meollo es blanco y comes- mún manjar de los Chichimecas, pues los mantiene
tible, tienen sabor de castañas: también el de las raí- y da ánimo para pelear y no tener miedo, ni sed
ces de las espadañas suele comerse cocido y crudo. ni hambre, y dicen que los guarda de todo peligro.
Hay otras raíces que llaman atzatzamolU que también Hay otra yerba que se llama tlapatl: es co-
las comen: hácense en el agua dulce, y son como fru- mo mata, cria unas cabezuelas sin espinas como li-
to de unas yerbas que se crían en la agua; tienen mones, tiene la cáscara verde, las hojas anchuelas,
las hojas anchas como platos que hacen unas rosas las flores blancas, la semilla negra y hedionda, qui-
blancas. Hay otra raíz que se llama catatezili, es re- ta la gana de comer á los que la toman, embor-
donda y pequeña como grano de maíz, cómese co- racha y enloquece perpetuamente. Esta semilla es
cida y es sabrosa. Hay otra que se llama cuecuexqui, buena contra la gota, untando con ella donde es-
no es en tierra caliente, cómenla cocida: otra hay tá el dolor; también ella es dañosa como la mis-
de una yerba que se llama xaltomatl, es comestible ma semilla.
cruda, cocida y asada, es agridulce, [a] Hay otras yerbas de estas que se lkman tzit-
sintlapatlllámanse así porque tienen las cabezuelas
reteros d e las minas d e G u a n a j u a t o cascados del pecho con los espinosas, y producen las mismas operaciones de la ar-
golpes de la barrena y apuradora, á beber colonche, e3to es tuna riba dicha. Hay otra que se dice mixitL, es peque-
molida y mezclada con pulque y azúcar, y regresan por lo común sanoa. ñuela y esparrada, verde, y tiene semilla; es bue-
(a) E n el dia abundan loa nabos de Castilla, coli-nabos, chi- na contra la gota poniéndola molida donde está el
¡rlvias. puerros, alcachofas y espárragos traídos d e E s p a ñ a .
Párrafo noveno: de las raizes comestibles.
•"i • •. '. : ",-< -c.i/ís'softT (nTíisc ion v
En que se trata de otras yerbos.
Las raices del árbol que se llama quauhcamo-
tü, son comestibles como está dicho. Hay otras raí-
Párrafo primero: de ciertas yerbas que emborrachan.
ces buenas de comer, que se hacen como nabos de-
bajo de la tierra, á las cuales llaman camotli: estas
con batatas de esta tierra, cómense cocidas, crudas Hay una yerba que se llama coatlxoxouhqui, y
y asadas. cria una semilla que se dice ololiuhqui; esta semilla
Hay unas raíces que se comen crudas, á las emborracha y enloquece, danla por bebedizos para
cuales llaman xícama, son blancas, dulces, y matan hacer daño á los que quieren mal, y los que la co-
mucho la sed. También hay otras de éstas que men paréceles que ven visiones y cosas espantables:
se llaman cimatl, cómense cocidas pues si se toman danla á comer ó á beber, los hechiceros ó los que
crudas hacen daño, son de suyo blancas, y cuando aborrecen á algunos para dáñarlos. Esta yerba
se cuecen hácense amarillas. Hay otras que se co- es medicinal, y su semilla usase para la gota moliéndola
men crudas y cocidas, que llaman tocimatl, son redon- y poniéndola en el lugar donde está. Hay otra yer-
dillas y blancas, y despues de cocidas son amarillas. ba como tunas de tierra, se llama peiotl, es blanca,
Hay otra raíz que es casi como xícama, llámase ca- hácese ácia la parte del norte, los que la comen ó
capxon: otras hay que también se comen^ se llaman beben vén visiones espantosas ó irrisibles; dura esta
cacotnitl, témanse cocidas, tienen cáscaras y hojas ca- borrachera dos ó tres dias y despues se quita; es co-
si como de cebollas, el meollo es blanco y comes- mún manjar de los Chichimecas, pues los mantiene
tible, tienen sabor de castañas: también el de las raí- y da ánimo para pelear y no tener miedo, ni sed
ces de las espadañas suele comerse cocido y crudo. ni hambre, y dicen que los guarda de todo peligro.
Hay otras raíces que llaman atzatzamolU que también Hay otra yerba que se llama tlapatl: es co-
las comen: hácense en el agua dulce, y son como fru- mo mata, cria unas cabezuelas sin espinas como li-
to de unas yerbas que se crían en la agua; tienen mones, tiene la cáscara verde, las hojas anchuelas,
las hojas anchas como platos que hacen unas rosas las flores blancas, la semilla negra y hedionda* qui-
blancas. Hay otra raíz que se llama catatcziti, es re- ta la gana de comer á los que la toman, embor-
donda y pequeña como grano de maíz, cómese co- racha y enloquece perpetuamente. Esta semilla es
cida y es sabrosa. Hay otra que se llama cuecuexqui, buena contra la gota, untando con ella donde es-
no es en tierra caliente, cómenla cocida: otra hay tá el dolor; también ella es dañosa como la mis-
de una yerba que se llama xaltomatl, es comestible ma semilla.
cruda, cocida y asada, es agridulce, [a] Hay otras yerbas de estas que se lkman tzit-
sintlapatlllámanse así porque tienen las cabezuelas
reteros d e las minas d e G u a n a j u a t o cascados del pecho con los espinosas, y producen las mismas operaciones de la ar-
golpes de la barrena y apuradora, á beber colonche, e3to es tuna riba dicha. Hay otra que se dice mixitL, es peque-
molida y mezclada con pulque y azúcar, y regresan por lo común sanoa. ñuela y esparrada, verde, y tiene semilla; es bue-
(a) E n el dia abundan los nabos de Castilla, coli-nabos, chi- na contra la gota poniéndola molida donde está el
¡rlvias. puerros, alcachofas y espárragos traídos d e Españ».
dolor: no se come ni se bebe, pues provoca á vó- ca á éste, luego hace ampollas; es contra las virue-
mito, aprieta la garganta y la lengua, y si se come las, bebido el zumo de ella échalas fuera. Hay otra
ó bebe no da mal sabor ni gusto; pero luego qui- yerba que se llama tenxoxoli, tiene las hojas como es-
ta todas las fuerzas del cuerpo, pues si tiene abier- padañas delgadillas, la raíz de esta yerba provoca á
tos los ojos el que la toma no los puede mas cer- vómito y también hace salir sangre.
rar, y si los tiene cerrados no los puede mas abrir, Hay otra yerba que se llama quimichpatli, es
si está enhiesto no se puede mas doblar ni ba- como mata, es moral: esta yerba mata á los rato-
jar, y pierde la habla: el vino es contra esta yer- nes mezclada con alguna comida que ellos acostum-
ba. (a) bran: puesta esta yerba en las llagas podridas, co-
me toda la pudredumbre de ellas, y descubre la car-
Hay unos honguillos en esta tierra que se lla- ne viva.
man teonanacatl, críansc debajo del heno en los cam-
pos ó páramos: son redondos, tienen el pie altillo, Párrafo segundo: de las Setas, [a]
delgado y redondo, comidos son de mal sabor, da-
ñan la garganta y emborrachan: son medicinales con- Las setas (hongos ó nanacatl) hacen genus campos
tra las calenturas y la gota: hanse de comer dos agrorum en los montes, son buenas de comer; cué-
ó tres no mas: los que los comen ven visiones y sien- cense para esto, y si están crudas ó mal cocidas,
ten bascas en el corazon, á los que comen muchos provocan á vómito ó cámaras y matan; para reme-
de ellos provocan á lujuria, y aunque sean pocos. dio de esta corrupción que causan las setas, es bue-
Hay otra yerba ponzoñosa que se llama toch- no el ungüento amarillo que se llama axi echado por clis-
tetepo, tiene las hojas menudas como las del árbol del tel ó lavativa. Hay unas de estas setas que se llaman
Perú y las raíces blancas, y si alguno la come ó tzontecomanatl, son grandes y redondas; hay otras que
bebe, luego muere porque le hace pedazos las tripas, nacen muchas juntas en un pie, unas altas, y otras bajas.
y si esta yerba la echan en el pulcre ó en el agua, Hay otras setas que son anchas y redondas
aunque la saquen luego, deja la ponzoña y muere él á manera de platos; todas estas son comesti-
que la bebe; esto se dice de los hechiceros que en- bles, pero han de ser muy cocidas. Hay otras que
• hechizan con esta yerba. Hay otra que se llama atle- son blancas y redondas; no son recias de cocer, pres-
patli, criase en las orillas del agua y cerca de las to se cuecen y también se asan en comales, y son
ciénegas, es mortal: el que la come ó bebe de los muy sabrosas. Hay otras que son altas de pie y lo
animales luego muere, hace ampollas como fuego si tienen delgado, son redondas y llanas, cuécense de
la ponen sobre la carne, es contra la lepra que se presto y son muy buenas, hácense en los páramos
llama ziotl. cuando comienzan las aguas: hay otras que son bue-
Hay una yerba que se llama aquizili, tiene las nas de comer, asadas y cocidas.
ramas largas y delgadas, es como mata, y tiene es- Hay una raíz que se llama cimatl; la yerba de
ta propiedad, que si alguno la mea ó escupe, lue-<- esta raíz se llama quavecoc y también cimatl: esta yer-
go se le hincha la cara y todo el cuerpo, y si to- ba hace unas habas que son como los frísoles gran-
(a) Especie de hongo.
(a) P o r q u e es estimulante, así como la yerba lapsante.
244
i 1 Párrafo tercero: de las yerbas comestibles cocidas.
des y son éstos, pero silvestres. Esta yerba echa las
ramas largas y parradas sobre la tierra; la raíz Una de las yerbas que se comen cocidas se
de ella si se' come cruda ó mal cocida provo- llama vauhquilill, que son bledos, es muy verde, tie-
ca á vómito ó á cámaras y mata: contra este daño ne las ramas delgadas y altas, y las hojas anchas,
es el ungüento amarillo que se llama axi echado por los tallos de esta yerba se llaman vauhtli, la semi-
ayuda. Para comer estas raíces es menester cocerlas lla se dice de la misma manera: esta yerba se cue-
dos dias, y que hierban consecutivamente. ce con sal para comer, sabe á cenizos: esprímese
Hay una yerba que se llama amolli, tiene las el agua: hácense tamales de ella, los cuales se 11a-
hojas como espadañas chicas, y el tallo blanco, man °quiltamalli, y también se hacen tortillas, es muy
la raíz de esta yerba es como jabón para 1 abal- común y cómenla mucho, es como los cenizos de
la ropa, y con las delgadas laban la cabeza, y tam- España. Otra yerba se come, cocida llámase quilto-
bién son como morga para emborrachar los peces, nilli, tiene las hojas anchuelas: cuando es pequeña
y si alguno bebe de esta raíz, ó muere, ó recibe mu- esta yerba es comestible, y cuando ya es grande llá-
cho bien, [a] y si alguno ha bebido alguna sangui- mase petzicatl, cúecese con salitre, (es decir tequix-
zuela y la tiene en el cuerpo, bebiendo el agua de quitle) esprímese del agua para comerla: esta yerba
esta raíz la mata. cria una semilla negra que se llama pitzitl. Hay otra
Hay una raíz que se llama tecpaili: es pega- yerba que se come también cocida que se llama itz-
josa como liga, y de la manera de la raíz del ja- miquilitl, es parda, tiene las ramas grandes, las ho-
bón, es medicinal para las quebraduras de huesos, jas redondas y llanas.
y también usan de ella como' de liga para tomar aves: Las flores de las calabazas llaman aioxoch-
untan con ella pajas largas, y pénenlas donde co- quilill: cómenlas también cocidas, son muy amarillas
men ó beben, y con esto las toman. También llaman y espinosas, móndanlas para cocer quitando el ho-
á esta liga tlacoü porque es muy pegajosa, y tam- llejudo de encima: los grumos ó las estremidades de
bién tecpaolotl. Hay otra yerba que se llama hyiamo- las ramas de la calabaza, se comen también coci-
lli, en ella se hacen unas manzanitas negras y son das. [a] Hay otra yerba que se llama axoxoco: tie-
muy amargas, son medicina para la caspa de la ca- ne las hojas largas y anchas, cómese cocida, y es
beza. (b) sabrosa y agráz. Hay otra yerba que se llama miz-
quilitl cómese también cocida, es altilla y muy ver-
de, con las hojas aspadas, es sabrosa de comer. Otra
hay que se llama acuitlalpali, es parrada y larga, ha-
(a) Está demostrado que cura l a R a b i a : un rabioso deborado
con la sed, n o encontrando agua c o n q u e satisfacerla, se echó á
cese á la orilla del agua, es buena de comer co-
pechos una porcion d e legia d e amolli que encontró á mano; lue- cida. Hay otra que se llama tzivinquilitl: hácese á
go que la bebió le tomó un s u e ñ o muy plácido, del que se le- (a) E n Oaxaca se comen juntamente con las guias y tallos de la
vantó sano, por cuyo motivo c o m u n i c a m o s este feliz descubrimien- calabaza verdes, mézclanle unas bolas de masa de maíz con sal,
to, en el primer Diario d e México q u e publicamos en 1804. y unos chiles verdes cocidos; es comida d e pobres campesinos y
(b) E n T e h u a c a n hacen infusión d e la corteza de un Espino muy deleitable, porque preside en ella la franqueza, la sencillez,
q u e allí llaman Tlapacon, y p r o d u c e los efectos del jabón p u e s y el buen humor del campo.
limpia y emblanquece la ropa. Tóm. III. 32
dos la comen seguramente. Hay otra que se llama
la orilla dol agua, tiene las hojas arpadas y azules, tzonquilitl, es muy verde, y tiene unas cahitas huecas
es buena de comer cocida. Otra hay que se llama como aquella yerba que se llama haxalli, y críase cer-
conalquilitl, la raíz de esta yerba se llama tocanalli ha- ca del agua, y cuando se masca suena entre los dien-
cese en los montes, es de color de ceniza, cómese tes: hay otra iztacquilitl, es bajuela y acopadilla, tie-
cocida y asada. Hay otra que se llama mamaxtes ne sabor de sal, cómese cocida y cruda. Hay otra
semejante á la yerba que se llama acuitlalpali, há- que se llama tepicquilitl, tiene las ojas larguillas y pun-
cese á la orilla del agua, cómese cocida, y es sa- tiagudas; si comen mucha, dá cámaras: hay otra eco-
brosa. Hay otra que es como hortiga, y cómese co- quílitl, son las ojas y ramas de los frisóles, y son un
cida. Hay otros bledos silvestres que se llaman vei- poco ásperas y vellosas, cómense crudas, provocan
quauhquilill, cómense cocidos, y son sabrosos; antes á regoldar. Hay otra vitzquilitl, son cardos de la tier-
de cocerse son amargos. Hay otra yerba etenquilitl, ra, tienen espinas, y las ojas de abajo son cenicien-
es la de los frisóles que se derraman cuando los tas, y las de arriba son verdes, son buenas de co-
cogen, cómese cocida. Finalmente hay otra que mer: tienen dentro hilachas como los cardos de Cas-
se llama tlalaioquilitl, que son calabazas silvestres, có- tilla, hácese á la orilla del agua, y también es yer-
mense cocidas, xaltomaquilitl, cómese cocida, (a) ba hortense. Hay unos cardos silvestres, que son co-
Párrafo cuarto: de las yerbas que se comen crudas. mo los de arriba dichos, salvo que se crian en las
montañas, llámanlos qaavitzquilitl, y dicen: yo como, á
De las yerbas que se comen crudas, hay una aquel que me come, porque son espinosos, y pican
que se llama tzitziqmlitl: es muy tierna, hace flores y al qué-, los come: hay otra manera de yerba comes-
semilla, es verde obscura, y muy buena de comer: tible que se llama chichicaquilill, críase cerca del agua,
hay otra eloquilitl: es muy verde y tierna, engendra y en tierra dulce y labrada, es muy tierna, y tiene
flores, es muy sabrosa: otra quauheloquilitl., es silves- las raízes blancas, y es algo amarga: hay otra to-
tre, especialmente nace entre los tunales, es muy tier- nalchichicaquilitl, hácese en tierra seca, y en los pá-
na y buena de comer: hay otra mozoquitlitl, es ver- ramos, y en las montañas, es verde, cenicienta y muy
de y muy tierna, es bellosa y sabrosa. También hay amarga, es contra el calor interior, buena para la
otra tzaianalquilitl, que se hace en el agua, tiene las digestión, y purifica los intestinos, especialmente cuan-
ramas huecas y arpadas, y es buena de comer: hay do se come en ayunas. Hay otra coiocuexi, es seme- "--
otra achochoquilitl verde clara, hácese cerca del agua, jante al vitzquilitl que arriba se dijo; no es espino-
es buena de comer: dicen de esta yerba que si los sa, tallece y florece, no la usan comer los muchachos
muchachos ó muchachas la comen, se hacen impo- ni muchachas, es amarga, y empece á la garganta,
tentes para engendrar; pero despues de grandes to- porque hace la voz ronca especialmente á los niños.
Hay otra que se llama popoiauh, es como mata, es
( a ) El que no conozca perfectamente estas yerbas, no se aven-
ture ú comerlas. Una familia pobre en Tlalpuxahua comió unos que-
pintada de negro y verde, cómese cruda y cocida,
lites que trajo la madre de ella del campo, venenosos, y los equivo- amázanla con maíz, y hacen tortillas de ella: hay
có con otros inocentes muy parecidos á él; mas toda la familia mu- otra que se llama cxixi, es quemosa, tiene pequeñi-
rió en el mismo dia. E l general D . Ignacio R a y ó n presenció este tas hojas, cómese cruda y cocida, y hacen con ella
horrible espectáculo, y se estremece al figurarse la vista de aque-
llas criaturas convertidas en cadáveres.
ten, tallecen y florecen, son desabridas: la raíz, ó la
tortillas y tamales, y si comen mucha de ella cria
cabeza de estas cómenla cocida, nacen muchas j u n -
ampollas y hace demasiado calor. L a semilla de es-
tas. Hay otra yerba que se llama papahquiUtl, es olo-
t a yerba es a m a r i l l a , y de la hechura, cómenla mu-
rosa y sabrosa, tiene las hojas redondas; hácese en
cho, hacen atul, ó mazamorra, para los que tienen ca-
tierras calientes: hay otra que se llama aiauhtonv, há-
maras de materia y sangre: esta semilla tiene p r o -
cese por los campos, y por los montes, es s e m e -
piedad de purificar los intestinos. Hay otra yerba que
jante á la de arriba dicha, es silvestre, y acopadi-
se llama xoxocoiolli, y son las acederas de esta tier-
11a y bája, florece, y las flores de ella son olorosas.
ra, son acedas, y cómense cocidas y crudas: hay otra
Hay otra yerba comestible, y es la yerba de las ba-
yerba que se l l a m á xuxocoiopapalla, tienen los pies
tatas: también las hojas de las xicamas se comen:
altos y delgados, las hojas redondas y anchas: las
hay otra yerba que se llama tolcimoquilitl, y es co-
hojas que están á l a punta del pie son sabrosas de
mestible: las flores de esta yerba, son muy h e r m o -
comer cocidas. H a y otra yerba que se llama xoxo-
sas y muy delicadas, la raíz de esta yerba es c o -
co iolcuecuepoc, tiene " l o s pies gordos y redondos, las
mestible, arriba se trató de ella. Hay una frutilla que
hojas raras, florece s o n sabrosas como los xitomates, [ a j
se llama xaltomatl, ó xaltotomatl, que es fruta que se
n a c e esta yerba c u a n d o comienza á llover. Hay otras
hace en una yerba que se llama xaltomaxihuitl: esta
de estas yerbas q u e se llaman xoxacocololvivila, es par-
frutilla alguna de ella es blanca, y otra negra, es
rada, tiene las h o j a s chicas y redondas, es sabrosa:
muy zumosa, dulce y redonda: la raíz de esta y e r -
hay otra yerba d e esta manera que se llama micca-
ba es comestible, cruda, asada y cocida. Hay una
xoxocoioli, es de l a manera que a r r i b a s e dijo xoxo-
yerba que se llama coiototomatl, nace en ella una fru-
coiolpapatlac; p e r o tiene grueso el pie y velloso, las
tilla, que es como los tomates chiquitos, que se lla-
hojas anchas, son muy acedas y hacen dentera. Hay
man miltomatl, tiene la cobertura amarilla son dul-
otra de estas q u e se llama quauhxoxocoioli, es como
ces, traban un poco de la garganta, son comestibles:
la de arriba, s u a v e de comer, y son mayores que las
la raíz de esta yerba si se bebe, no mucha, sino
ya dichas. H a y o t r a yerba que llaman quananacaqm-
templadamente, es medicinal, limpia los intestinos: las
htl, quiere decir yerba que comen las gallinas de Es-
mugeres que crian la beben, purifícaseles la leche
paña, estas son l a s serrajas de Castilla, dicen que
con ella. Hay una yerba que se llama atlitiliatl, que
no las habia en e s t a tierra antes que viniesen los
cria unas frutillas negrecillas y dulces, que declinan
españoles, y a h o r a hay tantas, que toda la tierra
á agridulces: las hojas de esta yerba son buenas para
está llena d e ellas, y como la semilla, tiene álas y
los temazcales para adobar el agua con que se b a -
vuela, háse multiplicado por todas partes. Hay cebo-
ñan los enfermos. Hay una yerba que se llama tlalilotl, es
llas pequeñitas en esta tierra que se llaman xona-
comestible: hay otra que se llama tlalaiotl, es comestible.
call, tienen el c o m e r de la3 cebollas de España, es-
tas plántanlas, y son hortenses: hay otras cebolle- Párrafo quinto: de las yerbas medicinales.
tas silvestres q u e se hacen por estos campos y que- Hay una yerba medicinal que se llama cocoiac-
man mucho: h a y otras pequeñitas que se llaman max- tic, de esta usan los médicos en principio de su cu-
( a ) J á m a s , j a m a s l o s nombres mexicanos se escribon con J . obra del padre Clavijero, y no puede leerse sin vomitar su traducción.
siempre con X . ó ( G ) el extravagante de Mora proscribió la X en la
ra: hácese como cabeza de ajos debajo de la tier- ra purgar, desecha los malos humores por la bo-
ra. Cuando comienzan á curar algún enfermo, mue- ca, y por la cámara, bebese poca para purgar: tam-
len esta yerba juntamente con su raíz, y su semi- bién tiempla el demasiado calor: tiene las hojas verdes,
lla, echan un poquito en las narices del enfermo, y claras y redondillas, que no aprovechan de nada, y si
si echan en cantidad, luego saca sangre de las na- por ventura las cámaras son muchas para estancar-
rices, hácese en el lugar que se llama Motlauhxauh- las, hace de tomar un poco de caldo de ave, ó unas
can, que es á la orilla de las montañas de Quauhnahuac. poleadas que se llaman iolatolli. Esta yerba se hace
Hay otra yerba medicinal que se llama pipit- en la provincia de Tezcoco, en los páramos y cam-
zaoac, es así como heno crecido: la raíz de esta yer- pos, y es rara en las montañas. Hay otra yerba que
ba se muele, y se dá á beber al que tiene calor se flama ilacatziuhqui, tiene la raíz á manera de un
interior demasiado, y con ella purga vomitando, y cordel torcido: esta yerba es quemosa y dulce, tie-
también hace cámaras, y con este se aplaca el ca- ne lo esterior negro, y lo interior blanco: una raíz
lor interior: hace purgar por la orina materia, así de estas molida se dá en cuatro veces, para purgar
á los hombres, como á las mugeres. Despues de ha- y remover los humores, y hace echar por la boca,
ber purgado, comerá el enfermo, y beberá yolaiolli, y por á bajo todos los malos humores; no se ha de
que se compone de maíz molido: hácese esta yer- tomar mucha, sino poca, tiempla el demasiado ca-
ba en las montañas de Chalco. Hay otra yerba me- lor: tiene las hojas pequeñas y redondas, no son de
dicinal que se llama iztacquavitl: la raíz de esta yer- provecho; y si hace demasiado fluxo tomará el en-
ba es como la de la nombrada cimatl, es tan grue- fermo un poco de caldo de ave, ó las puchas que
sa como ella, y muy blanca, es algo dulce y bo- llaman iollatolli, hállase esta yerba en la provincia de
fa, es contra el calor: el agua de esta raíz beben Tezcoco en los páramos y en los montes, raramen-
los que se han purgado, esta es su bebida despues te se halla.
de la purga, y purifica la orina, sana el miembro ge- Hay unos magueyes que se llaman teometl, que
nital, así á los hombres, como á las mugeres; si tienen una lista de amarillo por la orilla de la pen-
alguna apostema hay en él échala fuera: esta mis- ca, y lo demás verde: es medicinal, cuecen la pen-
ma raíz si á alguno le han herido en la cabeza, y se ca debajo del rescoldo, y despues de cocida espri-
la ponen verde ó mojada molida, sánale. Esta raíz men el zumo, y revuelven con ella hasta diez pe-
también aprovecha á los que tienen mal de ojos, que pitas de calabaza molidas, y el zumo de mil tomates
tienen los párpados hinchados y vermejos de calor, todo revuelto. Dando á beber al que ha recaído de
untándoles livianamente sanan. Las hojas de esta yer- alguna enfermedad, halo de beber sobre comida, y
ba son algo vermejas ó moradas, y las ramas son no ha de beber otra cosa, con esto sana: hácense
delgadas y arpadas y no son medicinales, críase es- estos magueyes en todas partes, en los montes, y
ta yerba por los montes. también sobre los tlapancos: el^que bebe esto ha de
Hay otra yerba medicinal que se llama coa- tomar un baño sobre ello.
nenepilli, tiene la raíz blanca y tiesa, es algo dulce, Hay un arbusto ó mata que se llama chapol-
y de color moreno, lo superficial y el meollo es blan- xihuitl, no tiene ramas, y las hojas, nacen en el mis-
co, una de estas raízes se toma en cuatro veces pa- mo tronco: tiene el palo verde; este se muele con
252 , _ cuitfoxcoli, tiene las hojas coloradillas, redondas, y ar-
las hojas, y sí alguno le quedó algún pedazo de fle- padas, las ramas vermejas, algunas de éstas, están
cha en el cuerpo, ó tropezando se le quedó algún la mitad coloradas y la mitad verdes; la raíz de és-
pedazo de astilla en el pie, alguna espina ó hueso, ta yerba por dentro es blanca, y por fuera vermeja:
poniéndolo allí lo saca, y también sana las llagas tiene muchas raíces y redondillas asidas unas con
ó cortaduras que se han apostemado; en toda par- otras. Esta raíz molida con un chile tuéstase, y des-
te se hace este árbol, en los llanos, en los tlapan- pues cuécese con agua; esta medicina de ésta ma-
cos, y en los montes. nera hecha, sana las cámaras de sangre: despues de
Hay otra yerba medicinal que se llama toton- bebida baja aquel humor, y hace mas cámaras de
caxihuitl, tiene las hojas redondas y muy verdes; no las que hacia, y luego antes de un poco aplaca. Des-
es parrada sino altilla: con las hojas y raíz molida pues de esto se ha de beber agua mezclada con
se sanan las apostemas como diviesos é incordios, chian tzotzol, y de allá un poco el enfermo podrá co-
poniendo los polvos mezclados con agua, encima de mer. Las hojas de esta yerba no aprovechan de nada:
la apostema, con esto algunas se abren, y otras se críase en las peñas, riscos y montañas.
resuelven: hácese esta yerba en los montes. Hay otra medicinal que se llama coztomatl, es
Hay otra raíz medicinal que se llama huey- muy amarga la raíz de esta yerba, es blanca y re-
patli, son estas raíces redondas como turmas de tier- dondilla, tiene la corteza como amarilla, y lo demás
ra, están trabadas unas con otras, tienen las hojas blanco, las hojas son como la yerba que se llama
redondas y puntiagudas, y no son de provecho. Es- miltomatl, cria una frutilla amarilla, dulce, y buena de
tas raíces molidas y bebidas con agua, aprovechan comer. La raíz de ésta, ayuda á la digestión, y tam-
á los que tienen estragada la digestión, y los niños bién templa el calor demasiado: hállase en los lla-
que tienen cámaras, bebiendo un poco de ella con nos, cuestas, montañas y páramos.
agua, sanan; hácese por los campos y páramos. Hay otra también medicinal que se llama ca-
Hay otra yerba medicinal que se llama yxia- cacilli, párase á raíz del suelo: las hojas son an. hue-
iaoal, es algo quemosa, tiene las hojas redondillas las y delgadillas, hácerise en esta yerba unas flores
y verdes, la raíz negrestina, quita el demasiado ca- blancas que no son de provecho: la raíz de ella es
lor bebida con agua, y purifica la orina: con las algo dulce, es contra las cámaras de sangre, bebi-
hojas de ésta yerba molidas, puestas sobre la ca- da y molida con un poco de chiantzotzol, bébese so-
beza á los niños, quítaseles la sarna de ella, y tam- bre la comida. También se toma contra las quebra-
bién las cámaras y el calor demasiado. Muélese la duras de huesos, digo que es buena, puesta encima con
raíz con la hoja de la yerba celoquikic, y es buena alguna cosa que pegue como tzavitli ó xochiocotzotl;
para los que tienen restriñida la cámara, y luego la también es provechosa contra las apostemas é in-
hace: hállase en riscos y peñas. cordios, ú otras cosas semejantes, pues poniéndola enci-
Hay otra yerba medicinal, que se llama ec/o- ma las hace madurar: también es buena para sacar
quiltic, tiene las ramas altas y delgadas: las hojas astilla, espina, hueso, ó pedazo de flecha del cuerpo:
molidas y bebidas, ayudan á la digestión, y refres- nace esta yerba en las montañas de Xochimilco, y
can y provocan la orina; hácese en las montañas. en todas las demás.
Hay otra muy medicinal que se llama tocan- Tóm. 111 33
Hay otra medicinal que se llama iztacpalanca- da las ramas no son de provecho: aprovecha tam-
patli, es muy verde, tiene las ojas muy delga- bién á los que son tosigosos: purifica la garganta
das, las flores son la mitad blancas y la mitad co- de las rehumas, y también el pecho, y en todos los
loradas, éstas y las hojas no son de provecho. Tie- montes se hace.
ne muchas raíces largas, gruesas, blancas y recias Hay otra que se llama xaltomatl,, es mata, y
como de árbol: esta raíz no se bebe sino molida, lleva unas uvitas que son buenas de comer: tiene
échanse los polvos en la llaga podrida, ó hecha par- raíz como rábano y es algo dulce, y ésta cocida
che cuando ya va sanando para que cierre: criase con agua, beberá el que fué purgado por enferme-
por las cuestas y altos. dad de la orina: en toda parte se hace esta yerba,
Hay otra saludable que se llama cototzauhquixivilh en los llanos y en los montes.
las hojas y ramas de esta yerba son angostas y del- Hay otra que se llama ixnexton, párase sobre
gadas, y la raíz es algo quemosa y dulce, es pur- la tierra, tiene las hojas verdes, redondillas y pun-
gativa y hace correr las rehumas, bébenla los que tiagudas, no aprovechan nada; la raíz es algo amar-
tienen seco el pecho y la garganta para quitar aque- ga: molida ésta raíz con unos granos de maíz, da-
lla sequedad; beberse há molida y poca, y así hace se á las paridas á beber, y despues toman los ba-
echar las flemas cuajadas y materias: las ramas de ños: criase en todas partes.
ésta no son para nada, criase en los altos. Hay otra yerba medicinal que se llama laca-
Hay otra yerba que se llama cococxihuitl ó co- nalxivitl, tiene las ramas muy verdes y vellosas, las
cocpalli, no tiene mas de una vara y tres ó cuatro hojas son largas y angostas, no son para nada pro-
ramillas en ella, tiene la verdura algo amarilla en vechosas, las raíces de ésta son blancas y redondas,
las ramas y en las hojas: ambas cosas no valen están ensartadas unas con otras, son dulces como
nada. La raiz es como rábano, es provechosa para xícama: muélense con un poco de maíz, y bébela
los que están restriñidos de la cámara: no se be- el que siente demasiado calor; la yerba se come co-
be, sino dase por lavativa, es quemosa casi como chi- cida, hácese por los maizales y montañas.
le, hase de tomar templadamente y no mucha: há- Hay otra saludable que se llama xoxocoioltic,
cese esta yerba en todos los montes. tiene una rama larga, y otras que salen de ella, las
Hay otra medicinal que se llama chichientices, hojas á manera del corazon, arpadillas y coloradi-
es mata: tiene las hojas y las ramas algo coloradillas, llas: no son para nada provechosas. Tiene una raíz
la raíz como rábano delgado, es algo dulce. A los sola y redonda como piedra, ésta en la sobre haz
que purgan con la yerba que arriba se dijo, dánse- es vermeja, y por dentro es blanca y amarga: es me-
la á beber y no toman otra agua, es fria, y dase dicinal para los que tienen dañado el miembro echán-
en todos los montes. Hay otra yerba medicinal que dola con geringa dentro, y también para los que es-
se llama cococxivitl, es mata, tiene las ramas delga- tán restriñidos tomándola por lavativa, hase de mez-
dillas y romas, tiene las flores como de chian, y mu- clar con un poco de pulcre blanco ó sin mezcla, y
chas raíces espesas y algo amarillas por encima; vomitará con ella. También echará fuera la materia
aprovecha á los que tienen demasiado calor por den- que está dentro en el miembro; habiéndola tomado
tro y sudan mucho: no se bebe sino dase por ayu-
de esta manera, beberá el e n f e r m o un poco de cal- sana: también se bebe cruda, molida, y revuelta con
do de ave ó pechugas, que l l a m a n yolatotti, y toma- agua, cuando alguno comienza á estar enfermo, y
do esto comerá; pero no h a de b e b e r agua fria: há- con esto echa cólera 'y flema por la boca, y tam-
cese esta yerba en los riscos y p e ñ a s . bién la beben los que tienen demasiado calor y an-
Hay otra medicinal que s e llama tlacoxihuill: gustias en el corazon, y con esto se aplaca. Despues
es mata, y tiene todas las r a m a s verdes como las de bebida toman un poco de caldo de ave: es ra-
mismas hojas, las flores son amarillas, las ramas es- ra esta yerba, hácese en las montañas.
quinadas, las raíces delgadas y espesas, la yerba no Hay otra medicinal que se llama chilpanton,
es para nada. Las raíces de ésta muélense mojadas, es altilla, y tiene las hojas largas y anchuelas, tiene
y los que sienten demasiado c a l o r interior y tienen unas flores coloradas; las hojas y ramas no aprove-
la cara encendida, bébenla, y r o c i a n s e ésta y los ojo3 chan de nada. Las raíces de esta yerba son negras
con ella: hase de echar en a g u a clara para beber por fuera, y blancas por dentro: son espesas, lar-
y rociar con ella, pénese el a g u a como morada, y gas, y son amargas, tostada en un comal y molida,
hace sudar al que la bebe: c r i a s e ésta en las mon- aprovecha al que le sale sangre por las narices, to-
tañas. mándola por éstas deshecha en agua, y al que tie-
Hay otra yerba medicinal que se llama acoco- ne tós, dánsela á beber con agua, y echa por la bo-
xivitl, es mata, tiene las hojas a n g o s t a s y larguillas, ca flemas, y ablanda el pecho: hácese esta yerba
las ramas altillas, las cuales no t i e n e n virtud: ia raíz en todas las montañas.
es algo quemosa y tiene olor d e yerba molida, da- Hay otra yerba que se llama chichilquiltic, es
se por ayuda. También es b u e n a u n a poca revuelta vermeja la" sobre haz, tiene las ramas largas y ra-
con agua, al que tiene a p o s t e m a en el miembro ó las, las hojas son angostas de abajo, y anchuelas y
dentro, ó hecha materia por la orina, y que se vá puntiagudas por arriba: las ramas tienen las coyun-
secando todo el cuerpo; con é s t a se purga toda la turas como cañas, la yerba no es de provecho; pe-
enfermedad; pero no ha de ser m u y espesa la lavativa ro la raíz si lo es bebida para los que tienen des-
ni lo que se ha de beber h a d e ser caliente. Tam- templado calor dentro del cuerpo, y frialdad por fue-
bién modera el calor interior e s t a medicina: se dá ra ó en los nervios, pues sale el calor afuera. Cuan-
esta yerba en las montañas. do se bebiere no se han de comer tortillas calien-
Hay otra medicinal que s e llama arbustu, y se tes ni cosa agria: en todas partes se hace, en los
eleva: tiene las hojas redondillas y muy verdes, unas llanos y en las cuestas.
flores moradas que no son de provecho; la raíz de Hay otra yerba medicinal que se llama tlatla-
ésta yerba es grande y negra c o m o d e árbol, cocían- layotli, párase por la tierra así como las calabazas
la para aprovecharse de ella, y h e c h a astilla c u á - monteses. Las hojas de estas son comestibles, la raíz
cense juntamente pepitas d e c a l a b a z a y granos de es como el tocimatl entre dulce y amargo: molida y
maíz, cuélase el agua despues d e cocida, y dase á revuelta con resina [ocotzotl] sana las apostemas que
beber á los que recaen. Si a l g u n a muger despues se untan con ella, y también se beben los polvos pa-
de la enfermedad tuvo su m a r i d o acceso á ella y ra lo mismo: hácese en los llanos y altos.
por eso recae, bébela dos ó t r e s veces, y con esto Hay otra medicinal que se llama tepeamalacotl,
es como la yerba que se hace en la agua, que se iztacquavitl, ya se dijo arriba que es contra el calor
llama amamalacotl: tiene las hojas redondillas y lla- demasiado, y para la hinchazón ó podredumbre del
nas, las ramas delgadas, largas y huecas, y la ho- miembro: para esto hase de moler juntamente con
ja en la punta de la rama, desde la raíz hasta la las hojas y flores de la yerba que se llama matlalli,
hoja de arriba no tiene nada. La raíz es como unas y revuélvase con agua caliente. También esta yerba
pelotillas redondas, es quemosa y provechosa para molida y bebida, es contra el tabardillo, cuando co-
la tós y digestión, cómense cuatro de estas pelotillas mienza á aparecer con unas pintas como de carde-
cada vez, y á los niños dase una solamente: hácese en nillo, y bebiéndola luego sale fuera, es menester san-
los riscos y peñas. grar al enfermo. También es provechosa para el que
Hay otra medicinal que se llama iztaquiJtic, tiene cámaras continuas, bebida la raíz con agua ca-
tiene las ramas coloradas y las hojas verdes un po- liente, y mezclada con un poco de chian, en todas
co cenicientas, y estas y las ramas no son de pro- partes de las montañas se hace.
vecho, la raíz es larga y provechosa para los que Hay otra medicinal que se llama tlacoxihuitl,
tienen sarna, molida y bebida; no la beben sino una es altilla, y tiene las hojas y ramas ralas, delgadas,
vez, y también se embarran con ella el cuerpo y así larguillas, y muy verdes, sus flores son blancas; pe-
sanan: dáse por las cuestas y montes. ro ni éstas ni las ramas aprovechan para nada. Las
Hay otra medicinal que se llama tlalmizquitl: raíces tiénelas espesas y blancas, cuécese en agua
es mata, tiene las hojas como el árbol que se lla- una poca de esta raíz, y tómalas el que tiene cáma-
ma mizquitl, ni estas ni las ramas son de provecho; ras, y despues de haberlas tomado, sorbe unas pu-
la raíz de esta yerba es amarilla como la del cimaü, chas que llaman iolatolli; también es medicinal con-
y no tiene mas de una, pero larga y sabrosa: mué- tra las apostemas é hinchazones, ábrelas ó resuél-
lese y bébese molida en ayunas, es provechosa pa- venlas; en todas partes se hace esta yerba, en los
ra los que tienen cámaras y demasiado calor interior, llanos y en los montes.
pues con ella se templa, y comerá el paciente cosas frias Hay otra medicinal que se llama tlalchipilli,
despues de haberla bebido: criase esta yerba en los es altilla como dos palmos, tiene las hojas verdes,
llanos y en los montes. anchuelas y puntiagudas con muchas venas, y no son
Hay otra también medicinal que se llama po- de provecho; la raíz de esta yerba es verde obscu-
cávizpatli, tiene las hojas anchas, la hechura es co- ra por encima, y por dentro cárdena y amarga; mo-
mo de higuera aunque pequeñas, son muy verdes, ar- lida y mezclada con resina ó cotzotl untada sobre
padillas y puntiagudas, están paradas por el suelo, las apostemas las sana: hácese en los llanos y en
son amargas las hojas, la raíz es como el rábano, las montañas.
por fuera amarilla, y por dentro blanca; muélese és- Hay otra yerba medicinal que se llama aca-
ta con las hojas, y es provechosa para los que es- xilotic, es mata, tiene hojas muchas y juntas por sus
tán hinchados, ó que les salen llagas por el cuerpo, tercios, en algunos dos, en otros tres, y en otros
poniéndola molida en los lugares de ellas é hincha- cinco, las ramas son delgadas, y las hojas largas y
zones, y así sanan: críase^en las montañas. anchuelas, y ambas cosas no son de provecho: las
Hay otra medicinal que se llama vavauhtzin ó raíces de esta yerba son largas, blancas, pequeñas,
y estíticas: molida y d e s h e c h a en agua, aprovecha tienen sus tercios, y las hojas anchuelas y puntia-
á los que han recaído d e a l g u n a enfermedad, y tie- gudas, largas y grosezuelas; la flor de esta yerba
nen demasiado calor, pues e c h a n p o r la boca con ?s azul claro, las hojas y ramas 110 son de prove-
ella, cólera, flema y materia; despues d e haberlo echa- cho: la raíz es medicinal, es quemosa en la gargan-
do, se toma unas puchas (iolatolli:) h á c e s e esta yerba ta: molida y bebida con agua, aprovecha á los que
en las montañas. tienen calor demasiado interior, y no ha de beber
Hay otra medicinal q u e se llama chichilquiltic, otra agua sino aquella. También se bebe en sanidad
tiene la raíz como cepa, las r a m a s larguillas, las ho- y aprovecha á la orina: en todas partes se hace, [es
jas redondillas, arpadas y coloradillas, no son de decir en monte y llanura] pero son raras.
provecho. L a raiz es algo dulce, por fuera es negra, Hay otra yerba medicinal que se llama huy-
y por dentro blanca, molida c o n unos granos de maíz, vitzquiltic, es como los cardos de Castilla, que se
aprovecha á los que tienen g r a n calor interior, y pu- comen; pero son chicas las hojas como un palmo, y
rifica la orina, y provoca á orinar: despues de to- tallece y florece, y las flores son amarillas, y la yer-
m a d a se han de comer c o s a s frias: h á c e s e en las mon- ba es de provecho: la raíz huele á orines, y por fue-
tañas. ra es negra y por dentro blanca: cuécese con agua
Hay otra medicinal que se llama vavauhtzin, es y ésta aprovecha á los que han recaído de alguna
altilla, y tiene las hojas algo cenicientas y vellosas, enfermedad. Hase de beber en ayunas dos veces, tem-
la raíz espesa: en lo esterior e s amarilla, y en lo in- pla todo el cuerpo, y el que la bebe, no ha de co-
terior blanca. Molida la raíz con l a rama aprove- mer cosa de chile: hácese en los montes y en los riscos.
cha al mal de los pechos: en los llanos y cuestas Hay otra medicinal que se llama memeya, que
se hace esta yerba. quiere decir mana leche: tiene una rama sola, las ho-
Hay otra medicinal que se llama iztaquiltic es jas largas, anchuelas y puntiagudas, la flor es blan-
mata, tiene las r a m a s largas, las h o j a s menudas co- ca, y las ramas y hojas no son de provecho; la raíz
mo las de cedro, es muy lisa. L a raíz de esta yer- de esta yerba es como de color castaño por fuera,
ba no aprovecha nada; la r a m a es algo quemosa, y por dentro es blanca; no tiene ningún sabor sino
aprovecha para los que están restriñidos de la ori- como agua, hase de tomar molida con unos granos
de maíz, y mezclada con agua tibia una de estas
na, hánla de beber molida y m e z c l a d a con agua, y
raices ó cebollas, se reparte en tres ó cuatro veces
no se ha de beber otra a g u a sino esta. También apro-
para beber: aprovecha así tomada para los que tie-
vecha á los que echan s a n g r e por la boca, purga
nen mal de barriga, les rugen las tripas, y la t i e -
los malos humores por la m i s m a , y á los que tienen
nen hinchada, con esto sanan, pues hace hechar por
gota coral, si se la dan á beber á l o s principios, sa- la boca cólera, flema y materia: hase de tomar en
nan, y también aprovecha á los q u e escupen m a t e - ayunas y despues de tomada, ha de beber el enfer-
ria: hase de mezclar con la yerba arriba dicha que mo el yolatotti, y luego ha de comer, pero no cosa
se llama avauhtzin, y hacele purgar los humores por de chile: también provoca la cámara, y echa f u e -
abajo: dase en las montañas y riscos. ra las lombrices, hácese en todas las montañas, ( a )
Hay otro yerba medicinal que se llama quauh-
( a ) Por lo común las plantas lechosas son venenosas, según
eloquiltic, ó quauheloxochitl, es mata: l a s ramas de ella
los botánicos.
Tóm. III. 34
. H a y «Ira medicinal que se llama telzmitic es Hay otra medicinal que se llama ilalietl, las
semejante a la mata que se llama tctzmctl, también hojas salen luego desde la tierra, y son muy ver-
se llama quauholh: tiene las hojas muy verdes cor- des, anchuelas, y arpadillas, y echa una flor ama-
reosas y redondillas, también mana leche,, y tiene las rilla, tiene las raíces delgadas y espesas. Estas y las
ramas coloradas: mana la leche de las hojas v de hojas de dicha yerba son quemosas, y molido todo
los grumos cuando se corta, y ésta echada en los junto, raíces y yerbas, son provechosas para las al-
ojos, templa el calor, quita la bermejera de ellos, aclá- morranas hecha polvos, y pénense encima de ellas
ralos y purifícalos; las raíces de esta yerba son dul- y sanan; pero hanse de echar muchas veces: háce-
ces, espesas y larguillas; por fuera tienen color cas- se en todas partes en los campos, y en los montes.
taño, y por dentro blanco: lo interior de ésta raíz Hay otra que se llama mexixilL tiene muchas
molida, provoca á la orina, y purifícala, también tem- ramillas en un pie, las hojas coloradillas y también
pla el calor demasiado; hácese en las montañas y las ramas: produce flores de éste color, y las hojas
en las cienegas. ' anchuelas y arpadillas, es quemosa al gusto, y se mue-
len las hojas y raíz en polvo: aprovechan contra los
t^irmn^l T * y e r b a m e d i c i n a l <1™ se llama iza- incordios y contra los aradores, mezclan el polvo de
tzaxanalquillic: las ramitas de esta verba salen muchas
sobre la tierra, tiene las hojas como la yerba que ella con un poco de resina de pino, ponen encima
s e j a m a tzaranalquiliil, tiene las hojas pequenas y l r - plumas y péganlas: hácese entre magueyes, y tam-
padillas muy verdes, no tallece, de la yerba no hay bién en los montes.
provecho; la raíz es una, y parece como cuentas que Hay otra que se llama huitzocuitlapilxihuitl es
arbusto; las ramas tiene algo coloradillas, y no tie-
ro v n o f d f r ? 0 r n G r a SOn d e c o l o r castaño Sa! ne mas de una rama derecha, y de ella salen otras
ro y por dentro son blancas: bébese molida y mez- pequeñas que van agusadas ácia arriba: tiene las ho-
clada con agua, aprovecha á las mugeres que crian jas anchuelas, arpadillas, muy verdes y puntiagudas,
cuando se les aceda la leche, y bebida muchas vC
ees la purifica, y también se la dan á beber al n i y produce unas flores amarillas: las hojas y ramas
no que tiene cámaras, pues con ella se le quitan no son provechosas; pero la raíz si lo es, y esta
También se maja y el zumo que sacan de ella pul es neerra por fuera y amarilla por dentro: es quemo-
rifica la orina á los niños; las que dan leche P n o sa; molida y mezclada con agua tibia, se dá por ayu-
han de comer aguacates, porque causan cámaras á da, y purga la materia cuajada del miembro viril
los que crian: hácese en las montañas y peñas ó femenil.^También aprovecha al dolor de la vedija
Hay otra medicinal que se llama ichcavo 'fie y al restriñimiento de la cámara: hase de tomar
ne las hojas larguillas y michas, y leváníase "deba-" en ayunas, y no comer hasta haber purgado: ha-
cese en todas partes, en los llanos y en las cuestas.
L n t A ? : SOn l a r S U Ü l a s c o m o ™ dedo y de Hay otra que se llama iztacpatli, es parrada
la po ura del maguéy, algo cenicientas, vellosas y7
no tallecen: son medicinales estas hojas molidas na sobre la yerba, tiene las hojas como las del cedro
ravebell] m e n u d a s ; son verdes claras, tiene unas «ore-
,as los'nneT 6 1 1 V ^ ^ ^ K cillas encarnadas entre las hojas; las raices son blan-
gas los que tienen bubas no comen pescado ni car-
ne; hacese esta yerba en las montañas. cas, gruesas, y amargas al gusto, y muchas son pro-
vechosas. Estas raíces molidas aprovechan para las camatic, tiene las hojas como de miltomatl, ralas las
podredumbres ó apostemas que están intercutaneas, flores, son amarillas, no son de provecho ellas, ni las
puesta por encima untada, y se ha de beber el a gua hojas, ni ramas. Tiene la raíz redonda y grande co-
de la raíz que se llama iztacquavitl: hácese en los mo nabo, es esta provechosa para los que tienen
llanos y en las cuestas. hinchazón en la barriga y le gruñen las tripas. Hase
Hay otra que se llama quauhtlacalhoaztli, es ar- de beber molida en ayunas: purga y quita el calor
busto, tiene las hojas verdes y anchuelas, ralas, ar- demasiado, despues de bebida toma el enfermo el yo-
padas y redondillas: tiene las flores leonadas, las raí- latolli: esta raíz es algo dulce, y en una hay para
ces de este arbusto son medicinales, gruesas, blan- beber tres veces: hácese en los montes y en los
cas, amargas y correosas. Estas raíces hechas hasti- llanos.
llas y echadas en agua en la cual deberán estar Hay otra yerba medicinal que se llama yz-
algún tiempo para que ésta tome la substancia de la tauhiatl, es como los ajenjos de Castilla, también
raíz, se dará á beber á los que tienen sarna de la es amarga molida, ó mojada: esta yerba aprovecha
tierra que se llama nanavatl: liase de beber en ayu- á muchas cosas. Molida y bebida con agua, hace
nas, y también se bebe molida con agua y purifica echar la colera y flema, también es buena bebida
la orina. Los polvos de ésta raíz se echan sobre la para los que están ahitos, echa fuera el calor dema-
dicha sarna y se alivia: es asimismo provechosa á siado interior, purifica la orina y aprovecha al que
los que tienen mal de pecho y mala digestión; tam- tiene ardor en la cabeza. También es provechosa mo-
bién aprovecha á los que tornan á recaer de algu- lida juntamente con los meollos de las grumas de la
na enfermedad, y al mismo tiempo purifica la leche yerba que se llama quauhyayaoal para los que tienen
de las mugeres que crian. Esta raíz pone el agua angustias en el corazon por razón de algún humor
en que se echa muy azul: hácese en los montes, que le oprima; bebela cocida con agua, y sana: há-
llanos y campos. cese por todas partes en los campos.
Hay otro arbusto que se llama haavaton ó tlal- Hay otra que se llama quauhyayaval, tiene las
capuli, es mata espesa, tiene las ramas coloradillas ramillas larguillas y verdes, ácia las estremidades de
obscuras, y lo interior muy colorado. Las hojas del las hojas delgadas y redondas: la yerba se muele
albercoque (ó chavacano) lleva unos almendrucos, seca y con incienso, es bueno para sahumerio: la
cuando maduran, estos son algo colorados por de- raíz no es provechosa, en todas las montañas se
fuera, las ramas, hojas y fruto no son de provecho, hace.
la raíz es coloradilla y larga como un codo ó co- Hay otra que se llama mamaxtl, es de comer
mo una vara de medir, es estítica, y enhiesta ó pa- cruda y cocida: la raíz es medicinal para los trope-
sa la lengua: la corteza de esta raíz es provecho- zones de los pies: hácese en las cienegas.
sa y el corazon de ella. Cocida esta corteza de la Hay otra que se llama saltomatl, la raíz de
raiz con agua, bébenla los que tienen cámaras de esta yerba molida con la de arriba es buena para
podre y sanan con ella: hácese en los montes, en los que orinan mal: también se mezclan con ellas
los llanos y en las cuestas. algunos granos de maíz; bébese en ayunas, ó despues
Hay otra yerba que se llama ololiuhqui, ó xixi- de comer, y que no se beba otra agua sino esta, y
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así purifica la orina, y la adelgaza: en toda parte Hay otra que se llama tlacoxoehitl, levántase
se hace, en los prados, y en las cabañas. altilla en lo alto, cria ramas, es delgadilla, produ-
Hay otra que se llama quapopultian, tiene las ce una3 flores blancas y pequeñuelas, y tiran á mo-
ramillas largas, delgadas y orcajadas: en las horca- rado: las ramas no son de provecho, la raíz de es-
das nacen las hojas y son verdes, las horcadas ama- ta yerba es negrestina por fuera, es gruesa como
rillas, y las flores también de este color. Tiene las nabo, y lo interior es blanco, y es algo dulce. Es-
raízes espesas, delgadas y amargan: esta raíz es pro- ta raíz molida con las ramas de la yerba que se lla-
vechosa para el que siente calor interior: cocida con ma chilpanto, es buena para los que les sale san-
agua, hase de beber despues de comer, no se ha de gre de las narices para estancarla, poniéndola mo-
beber otra, y con esto purga y templa el calor: lida dentro: también es provechosa para los que tie-
hácese en las montañas. nen gran calor interior: hase de beber en ayunas
Hay otra que se llama tlalamatl, tiene las ho- mezclada con agua. También purifica la orina "cuan-
jas muy verdes, y de tres en tres en cada pezón; do se espesa: hácese en las montañas y en toda
las flores son amarillas, y arpadas, no son de pro- parte.
vecho: la raíz es blanca por fuera, y por dentro es Hay otra que se llama ócctpiaztli, ótlilpoton-
vermeja y larga: es buena para curar las quemadu- qui, sus hojas salen de la tierra sin ramas, son tan
ras poniéndola encima molida, y también para las largas como un palmo, son arpadas, hecha tallo, y
podredumbres es buena poniéndola encima: en toda las flores son verdes y acopadas, ó redondas, tiene
parte se hace. las raízes espesas, delgadas y largas. Molidas las ho-
Hay otra que se llama xoxotlatzin, es parra- jas con la raíz es provechosa contra las hinchazo-
da, sobre la tierra, es muy verde y huele mal, tiene nes que proceden de calor: pénese molida sobre ellas
flores entre las ramas y hojas. Esta yerba molida y también se bebe un poco mezclada con agua en
es buena para las apostemas que proceden de ca- ayunas, y si la bebe despues de comer, se ha de
lor, y puesta sobre ellas las abre: también se en- hacer la digestión: puesta sobre las hinchazones á
vuelve con un poco de tcquixquitl; para despues que las veces las abre ó las resuelve: hase de poner
se ha abierto la apostema con el teqvixquitl revuel- muchas veces mezclada y molida con la raíz de la
ta, untando unas mechas, métenlas en la abertura yerba que se llama xalacocoili. Mezclada con pulcre
sana
blanco, se bebe contra las hinchazones arriba dichas;
y - esta yerba xalacocotl, es hueca como caña de Cas-
Hay otra que se llama tonalxihuitl: las hojas tilla; pero tiene muchas ramas, y comienzan desde
son cenicientas, nace parrada junto á la tierra, tie- la raíz: tiene muchas ramillas como horcadas divi-
ne las hojas tiernas, quebradizas y angostillas: hace didas, son arpadillas y verdes: las flores que echa
unas flores blancas, y en el medio son amarillas: mo- son amarillas, las ramas no son de provecho; pero
lidas las hojas y ramas, son buenas contra la sarna: la raíz aprovecha como arriba se dijo: hácese en to-
pénese sobre ella. La raíz de esta yerba no es de das las montañas.
provecho, y esta yerba empece á la lengua si se
come: esta siempre se hace entre las aguas, en los Hay un árbol medicinal que se llama lepozan,
llanos y en los altos. üene las hojas anchas, redondas y puntiagudas, son
(raste la mitad del agua: el que tiene cámaras con-
verdes, algo blanquecinas y vellosas: tiene algo de tinuas bebiéndola sana. También aprovecha para el
mal olor, es contra el calor demasiado de la cabe- que recae de alguna enfermedad, tomaudola antes,
za, así en los niños, como en los grandes: las raí- ó despues de comer, y la muger que torna á recaer
ces son gruesas y largas, huelen algo mal, estas por haber tenido parte con un hombre, ó el hom-
raízes hendidas, molidas y mezcladas con las raízes bre con la muger, hánlo de beber en ayunas. Bé-
de la mata que se dice tepexiloxochitlacotl, son buenas benla también Tos niños que tienen cámaras, molida
para restriñir la sangre que sale de las narices, mo- esta raíz coa cinco almendras de cacao, deshecho todo
lida y echándola dentro de ellas: hácese en los mon- en a<ma, y quita las cámaras.
tes y en las barrancas. 3
Hay otra yerba que se llama hueypatli, tiene
La yerba xiloxochitlacotl, es mata: tiene las ra- las ramas larguillas, espesas y verdes, las hojas re-
mas macizas, delgadas y redondas, como los pim- dondillas de abajo, y puntiagudas, arpadas ó almena-
pollos del membrillo: no tiene muy espesas las ho- das: son un poco vellosas: las flores son como cam-
jas, sino ralas, verdes y arpadas: las flores colo- panillas moradas, blanquecinas, y soa muchas y no
radas, pocas son hechas de la manera del xiloxo- de provecho: tienen las raízes recias como de árbol
chiil, los cabellos como ellas, no son de provecho, y gruesas, son dos ó tres, blancas por dentro y por
solamente la raíz es medicinal como arriba se dijo: fuera: tienen la corteza delgada, todo es meollo, la
hácese en todo tiempo en las montañas. raíz es entre dulce y amarga, y requema un poco:
Hay un árbol medicinal que se llama quctzalhue- molida con unos granos de cacao, y pepitas de ca-
xotl, que es salce [ó sauce] delicado, las hojas y renuevo labaza, es buena para los que escupen sangre: hase
de este árbol molidas con tortillas secas ó tostadas, .de beber en ayunas revuelta con agua, y 3Í la be-
y con chian, mezclado todo con agua fría ó tibia, ben despues de comer ha de ser ya hecha la di-
aprovecha á los que tienen cámaras de sangre. Son gestión: hase de beber cuatro ó cinco veces, y con
mejores para esto los meollos de las ramas descor- esto se cierra la sangre. En la enfermedad cuando la
tezados, y con las hojas de este mismo árbol mo- bebe el enfermo no ha de comer carne, ni pescado: tam-
lidas y puestas sobre la cabeza.; también se bebe bién se bebe el agua hervida con ella, y hace la misma
con agua tibia contra el demasiado calor interior, operacion, y con esto se arroja la enfermedad por
y se hace en todas partes. abajo: hácese esta raíz en donde quiera, y es rara.
Hay una yerba medicinal que se llama tlaia-
panolixivitl, echa ramas y hojas como el xoxocoiolli, Hay otra raíz medicinal que se llama ololiuh-
son coloradas las ramas y redondas, las hojas ver- qui 6 hueyytzontecon, páranse sobre la tierra sus ra-
des, y estas están en las puntas de las ramas: son mas y hojas, y estas son verdes obscuras y de tres
arpadillas, están divididas en cinco hojuelas, y echa en tres; las flores están revueltas con las hojas, y
esta yerba un tallo y florece; la flor tira á leona- tienen las flores moradas y blanquecinas: la raíz tié-
do, no es provechosa para nada. La raíz de esta nela redonda, y por fuera es negra y por dentro es
tiene la corteza gruesa y por fuera es morada, y blanca: tiene sabor dulce como de yerba: la corte-
por dentro colorada con muchas raizes: hendida y za es delgada, y molida es buena para dolor de bar-
cocida con agua y bien hervida, de manera que le riga y rugimiento de las tripas, para el que tiene
Tóm. III. 35
desmayos del corazon, y que le laten las sienes y se vá secando todo él, si se lava con ella ó la po-
venas: hase de beber revuelta con agua en ayunas, ne mezclada con resina y emplumado, con esto se
y con esto purga y echa cólera y flema por la bo- mitigan los dolores. También bebida en ayunas la
ca, y se le quitan los latidos del cuerpo. El agua semilla molida y mezclada con agua, amansa el do-
conque se ha de beber ha de ser tibia para pur- lor. Dicen que cuando uno tiene enfermedad que los
gar por la orina: á los que tienen calenturas ter- médicos no entienden ni saben dar remedio para ella,
cianas ó cuartanas, dársela han á beber en tomán- se bebe esta semilla molida y mezclada con agua,
doles las calenturas, y con esto se les quita ó apla- emborráchase con ella el enfermo y luego da señal
ca. En todo lugar se hace, en cuestas'y llanos, pe- donde está la enfermedad. También dicen que es sa-
ro es rara: en otra parte se puso este nombre ola- ludable para las llagas podridas que no les hallan
liuhqui, pero son diferentes yerbas. medicina: molida ésta con las hojas y pue ta en pol-
Hay otra que se llama aitztoli, es toda ver- vos ó mojada, sana las llagas viejas é incurables:
de y nacen muchas juntas: tiene las hojas duras y hácese esta yerba en tierra caliente.
son agudas como las de cañas, de manera que cor- Hay otra que se llama acocoxivit!, tiene las
tan apuñándolas con la mano: echan tallos, las flo- ramas verdes y delgadas, es áltilla y tallece: las flo-
res son leonadas obscuras, y las hojas de estas son an- res de esta yerba son verdes por encima, y tienen
gostillas y están de tres en tres, y de cuatro en cua- un colorado interior; no aprovechan de nada, tie-
tro; son de comer estas flores, y quitan la hambre: ne la raíz gruesa como de árbol, es larga y echa
de ellas hacen tortillas y cuácenlas para comer. Tie- de sí otras raíces: por encima es negrestina y den-
ne la raíz redonda, por fuera negra y por dentro tro amarilla, la corteza es delgáda y requema; mo-
blanca, hase de quitar la corteza á la raíz para mo- lida y bebida con agua es provechosa para los que
lerse; es provechosa para el que no puede evacuar, recayeren de alguna enfermedad, y esta raíz hase de
hase de beber en ayunas cuando quisiere, y con es- beber cuando ya quiere entrar en el baño el enfer-
to evacuará, y también echa las arenas y espesura mo, para que no sienta el calor de él, y despues que
que impedia la orina: en todas partes se hace, y en salga ha de beber otro poco; también la beben los
la orilla del agua dulce. sanos para la digestión y para aplacar el calor in-
Hay otra que s e dice quauhxozouhqui, ó xoxouh- terior: hase de beber en ayunas, y despues de co-
capactli: esta es una yerba como la yedra, que su- mer también se puede tomar: hácese en todas las
be por los árboles y por las paredes, tiene las ra- montañas.
mas verdes, y las hojas redondillas y puntiagudas: Hay un arbusto que se llama tepstomatL, tie-
echa flores y son blanquitas, hacen semilla, y esta ne las ramas espesas y verdes, las hojas son ra-
es redonda, y en cada flor no se hace mas que uno; las, anchuelas, y arpadas por las orillas, y hace unas
las hojas y semilla molida, mezclada con agua y tin- flores amarillas, van juntas, las hojas y no son de pro-
ta, lavado el cuerpo con ella es contra la gota, y vecho; hace unas hojillas que no son de comer, tie-
también se pone en el mismo lugar donde está, mez- ne las raíces delgadas y recias, tocando con ella en
clado con un poco de resina, y cuando la gota ha la lengua la enhiesta. Estas raíces molidas con al-
cundido por todo el cuerpo, y dá grandes dolores, y gunas de las hojas, son provechosas para los que se
les ha cerrado la orina y la cámara; también es pro* se de poner dentro en el miembro femenil ó viril, y
vechosa para los que tienen cerrada la esperma, de luego por allí purga lo que hacia daño al cuerpo:
manera que no pueden regir ni hacer cámara, ni co- lo mismo es para los que se estragaron teniendo ac-
mer. Deshecha en un poco de agua tibia, y bebida ceso á la muger. Esta raíz molida y mezclada con
en ayunas ó despues de comer cuando ya es hecha la raiz de la yerba que se llama chilpanton, es pro-
la digestión, arroja por debajo los malos humores vechosa para los que tienen hinchazón de la barriga
y sana. por razón de alguna apostema interior: hase de be-
Hay otra que se llama tlatlacotic, es larga, y ber en ayunas con agua, y con esto purga por aba-
alta, tiene muchas ramas macizas, y son verdes y jo la apostema que hacia daño. De esta yerba chil-
nudosas por sus tercios, y en estos nudos tiene las panton arriba se dijo: esta yerba texoxocoioli en las
hojas, que son anchuelas, verdes, puntiagudas, larguillas montañas y en los páramos se hace.
y no son de provecho: las raíces son espesas, mu- Hay otra que se llama tlatlanquaye, es largui-
chas y delgadas, por encima son negras y por den- 11a y no tiene mas de una rama como árbol, arri-
tro algo amarillas: tienen la corteza delgada y son ba tiene algunos gajos y muchas rayadas: de la par-
sabrosas. Esta raíz molida se bebe despues que al- te de abajo son anchas, y de la de arriba son agu*
guno se há purgado: hase de moler y mezclar con das: tiene flores entre las hojas, leonadas, larguillas,
agua, y puédenía tomar antes y despues de comer, y redondillas, hacen semilla blanca semejante á los
luego que haya comido las puchas que se llaman bledos: moliendo las flores juntamente con las hojas,
yolatolli: hácese en todas partes, en los llanos y en
los montes. son de buen sabor: esto se hierbe con agua, y se
bebe antes de comer, es provechosa para los que
Hay otra yerba que se llama texoxocoioli, tie- tienen cámaras de sangre, y con esto se restriñen:
ne las ramas larguillas, y también los pezones de las es también contra flujo de vientre, y contra el vo-
hojas, y éstas son anchuelas y ametaladas de ver- mito como arriba se dijo. También es buena con-
de y morado; solamente hace una flor y es mora- tra el dolor de hijada, tomándola como esta dicho.
da, y tiene un sabor como de yerba ó heno y amar- Es asimismo provechosa para la perlesía bebiéndola
ga un poco: esta yerba molida es provechosa para y lavándose con ella: para esta enfermedad no se
las hinchazones poniéndola molida sobre ellas. La raíz ha de moler, sino cocerse entera la rama y la flor,
de esta yerba es una y redonda, por defuera es ne- y labar con el agua todo^eí cuerpo. También es pro-
gra y por dentro amarilla, tiene unas raíces peque- vechosa para los que tienen cámaras de materia':
fiuelas, delgadas y espesas en que está revuelta: tie- tiene esta yerba una raíz sola y gruesa, con algu-
ne^ un sabor áspero que se hace á la lengua. Esta nas raízes pequeñas que salen de ella; pero no "es
raíz molida es buena para las mugeres que torna- provechosa para nada. También es medicinal esta yer-
ron á recaer, por haber tenido su marido acceso ba para los que tienen hinchada la barriga; bebien-
á ellas antes que estuviesen bien sanas, y también do el agua cocida con ella como arriba se dijo sa-
para el hombre que tornó á recaer por haber teni- nan y deshechan el humor dañoso, y purifica lo inte-
do acceso á su muger antes de estar bien sano. Mo- rior: es también buena contra unas frialdades que
lida hase de revolver con un poco de algodon, y ha- metidas en el cuerpo, dan dolores en todo él, y aa-
275
gustias en el corazón: hácese esta yerba en las mon- hácese en todas partes, en las montañas, y en los
tañas, en tierras templadas es rara. páramos.
Hay una flor medicinal que se llama tornea- Hay un árbol medinal que se llama quctzalmiz-
xochitl, es olorosa, parase por la tierra, y encaráma- quitl, es árbol pequeño, tiene muchas ramas, tiene
se por los árboles y por las peñas; tiene las hojas las hojas como las del cedro, son muy verdes y lar-
verdes, larguillas y anchuelas, las flores entre las ho- gas como un palmo, llevan unas flores amarillas y
jas. Son estas flores amarillas tirantes á colorado, lar- se caen, no hace semilla tampoco como el sauce. Las
gas como un dedo, huecas y algo vellosas, tiene hojas de este árbol son provechosas molidas con la
suave olor: muélense estas flores juntamente con la raíz de la yerba que se llama cozlomatl; molidas to-
yerba que se llama tlachichinoaxihuilL bebida y mez- das juntas, bébense con agua y son provechosas pa-
clada con agua, es contra el calor interior; también ra el que tornó á recaer de alguna enfermedad por
aclara la orina. Esta flor suélenla todos beber, en- haber caído, ó tomado alguna cosa pesada, ó por
fermos y sanos, hecha en cacao: esta yerba y flor haber ejercitado el acto carnal, ora sea hombre, ora
se hace en tierra templada, entre las peñas, y entre sea muger; hase de beber tres ó cuatro veces, y si
los árboles. . <• habiéndola bebido entrare en el baño, despues al
Hay otra que se llama tlachichinoaxihuitl, es pe- salir, bebería ha el enfermo. La raíz de este árbol
queñuela y tiene las ramas verdes y delgadas, las no es provechosa: la calidad de estas dos yerbas
hojas de tres en tres, delgadillas y puntiagudas: mo- con quien se junta ya se dijo arriba: este árbol se
lida es buena contra el calor de la boca, y el es- hace en las tierras calientes.
tómago: hase de beber con agua. Es también prove- Hay un árbol medicinal que se llama yohoal-
chosa contra las llagas podridas, y contra la sarna xochitl, es grande como una higuera, las hojas tie-
molida y puesta sobre ella: la raíz de esta yerba no ne muy verdes, largas, anchas y puntiagudas, y con
es de provecho, hácese en los riscos, y también en mal sabor y olor. Las hojas de este árbol, y los gru-
las peñas. mos molidos son provechosos contra la hinchazón que
se llama iztactotonqui, poniéndola encima sana: algu-
Hay otra yerba medicinal que se llama tía- nas veces se resuelve, y otras veces madura y sale
coxochitl, es altilla, tiene las hojas divididas de dos la materia: también contra la sarna y ampollas, pues-
en dos, ó de tres en tres, son verdes, anchuelas, ar- ta encima molida: tiene las flores blancas, solamen-
padas y algo vellosas; tiene las flores naranjadas, re- te de noche se abren y dan gran fragrancia, y de
dondillas y huecas, no son de provecho: las raízes dia no, raro es este árbol, ó mata: hácese en los mon-
de esta yerba son gruecezuelas, por encima negres- tes, en los páramos y en el pueblo que se llama
tinas, y por dentro blancas; tiene la corteza delga- Ecatepec.
da, sabe entre amargo y dulce, es buena contra el
calor demasiado y desmayo de corazon; hase de be- Hay otra mata que se llama cozcaquavhxihuitl,
ber molida y mezclada con agua, y con algunos gra- es bajuela esta mata, tiene muchas ramas, y son ver-
nos de maíz hasta quince, y con otros tantos de des por de fuera: son las hojas anchuelas, larguillas
cacao, todo molido y bebido con agua muchas veces y puntiagudas; hácense en ella ubitas redondillas y
en ayunas, y despues de comer mitígase el calor, verdes; por dentro de ellas se hacen unos granos
277
que son la semilla: muélense secas las hoja3, r e - ar con ellas las espaldas para que no se sientan
vueltas con las de la yerba que se llama guauhya- os azotes.
yaval, es remedio para los huesos quebrados por caí-
Hay una yerba medicinal que se llama cihua-
da, y para los nervios lisiados: despues de habérse-
patli, es mata, tiene muchos virgultos (a) tan altos co-
los concertado, pénenlo ensima de la quebradura, re-
mo un estado, tiene las hojas cenicientas, anchuelas
vuelto con resina, por via de bilma. También se re-
y puntiagudas, muchas ramas, flores amarillas y blan-
vuelven estos polvos con tinta de la tierra, pegado
cas, cria semilla como la de los bledos, las hojas
con su pluma, cuando el enfermo no tiene calentu-
de esta mata son provechosas cocidas en agua bien
ra. L a raíz de esta m a t a no es de provecho: hácese
hervidas: la muger preñada que ya está para parir,
en los términos de Chiconauhll, y en las tierras calien-
bebe esta agua para facilitar su parto sin pena, y
tes, y sembrándola nace.
al momento le sale sangre, y es señal que ya quie-
El maguéy de esta tierra especialmente el que re nacer la criatura: las raíces de esta mata son
llaman tlacametl, es muy medicinal por razón de la delgadas y largas, y muchas en la sobre haz son ne-
miel que de él sacan, la cual hecha pulcre, se mez- gras y por dentro amarillas, tiene un olor desabri-
cla con muchas medicinas, para tomarlas por la do. Esta raíz molida y cocida con agua tibia, es pro-
boca, como atrás se dijo. También este pulcre es vechosa al que tiene cámaras de sangre; puédenla
bueno y especial para los que han recaído de alguna beber en ayunas y también despues de comer, y el
enfermedad, bebiéndolo mezclado con una vaina de que la bebiere ha de comer cosas templadas: en to-
axi, y con pepitas de calabaza, todo molido y bebi- das partes se hace esta yerba, en los campos, en las
do dos ó tres veces, y despues tómase el baño y así montañas, y entre las casas.
sana. También la penca de maguéy nuevo asada en El árbol que se llama tuna, tiene las hojas
el rescoldo: el zumo de este ó la agua de que se grandes, gruesas, verdes y espinosas. Este árbol echa
coció hervido con sal, echado en la llaga del que flores en las mismas hojas, unas son blancas, otras
se descalabró, ó del herido, de qualquiera herida sa- vermejas, otras amarillas, y otras encarnadas; h á c e -
na: también la penca del maguéy seca y molida mez- se en este árbol una fruta que se llama tuna, son las
clada con resina de pino, y puesta con su pluma tunas muy buenas de comer, nacen en las mismas hojas,
en el lugar del dolor, ya sea gota, ya sea qualquiera y estas descortezadas y molidas, danlas á beber con
otra cosa la sana. También el pulcre se mezcla con a<ma á la muger que no puede parir, ó que se le
la medicina que se llama chichicpatli, y hervido con ladeó la criatura, con esto pare bien, y á la que es-
ella es provechosa para el que tiene dolor de pechos, to sucediere, padece do3 ó tres dias gran pena an-
de barriga, de espaldas ó tiene alguna enfermedad tes que para: esto acontece por la mayor parte á las mu-
con que se vá secando, bebiéndola en ayunas, una geres que no se abstienen del uso del matrimonio antes
ó dos veces, ó mas, sana. Esta medicina que se lla- de parir. L a semilla de la chian molida con un poco de
ma chichicpatli, es corteza de un . árbol que se llama la cola del animal que se llama tlaguatzin, en tanta can-
chichicqucinitl, solamente la corteza de este árbol es tidad como medio dedo, mezclado todo con agua,
provechosa, hácese este en las montañas de Chalco: y bebiéndolo la muger que no puede parir, al ins-
también e s t a s pencas de maguéy son buenas para fre- tante lo consigue: éste brebage es mejor para esto
Tóm. III. 36
( a ) O varejones.
vechosa para el hombre ó muger, que porque no aca-
que no los de arriba, y esto no lo saben muchos. La bó de espeler la simiente humana, ó por miedo o
raíz de esta yerba verde y cruda, con la del salce por otra ocasion que se ofrecio, y queda cortado o
(ó sauce) que se llama quetzalvexotl todo molido, há- estragado, por esta causa se va secando, le da
cese con ello atole, y es provechoso para los que una tós continua, y se vá poniendo negro el cuer-
escupen sangre, y que tienen continua tos que sale po, y aunque haya un año, dos ó tres que e s t e a ,
del pecho. También con esto sana la tos vieja ó de tomándola por lavativa, espete un humor ^ hedion-
muchos días: juntamente es bueno para los que tie- do, y por espacio de dos ó tres días, acaba de sa-
nen cámaras de materia bebiéndola dos ó tres ve- lir el humor corrupto, y por el miembro echa la ori-
ces. La semilla de esta yerba cruda muélese, y sa- na blanca como agua de cal y muy hedionda, y lo
cándola el zumo y bebiéndolo en ayunas limpia el mismo hace la muger. Esto mismo es medicina1 pa-
pecho, y mezclado con aiul antes de comer hace lo rí cuando alguno en sueños no acabo de espelei el
mismo: este zumo de esta chian [ó chia] es como el óleo hunior sementino. La cantidad de esta raíz ha de ser
de linaza de Castilla conque los pintores dan lustre. como medio dedo, molida para una vez: hallase es-
Hay otra yerba medicinal (que se llama Aac- ta verba en los campos de Tullan tzinco(ó Tu ancmgo.)
xoatic, es delgadilla y verde, no tiene mas de una Y
Hay otra medicinal que se llama tlamacazqui
rama tan alta como un palmo, las flores son blan- «pampa, tiene las ramas muy espesas y tan altas
cas, las hojas como las de la yerba que se llama c o m o un estado, son como verdazcos de membrillo,
iztacquilitl, y no son de provecho; la raíz de esta yer- de una parte cenicientas y de otra verdes, van de-
ba es una y redondilla, tan larga como un palmo,, rechas las ramas y tienen flores amarillas y aspe-
de la parte de fuera es blanca y un poco quemosa: ras, no tiene hojas la flor y éstas, las ramas y ho-
la sobre haz ó la corteza de ésta raíz es provecho- jas no son de provecho; las raíces son delgadas y
sa, el meollo no, molida es contra el tabardete ó ta- muchas, largas como un palmo, y espesas como un
bardillo, pues bebida con agua luego vomita la có-
lera ó flema, y así se templa el calor y el cuerpo. hacecillo- sSn estas raíces quemosas en la gargan-
Esta yerba se hace en los llanos, en las cuestas y ta po encima son algo coloraditos y por dentro
en todas partes, sécase en invierno, y en el verano ermejas: la corteza de la raíz es delgada, el meo-
la misma raíz torna á brotar. llo tiene muchas hebras como de nequen correosas
V delgadas. Esta raíz molida y bebida en ayunas con
Hay otra medicinal que se llama oqxdchpatli, L ú a es provechosa para la enfermedad que se di-
nace parada sobre la tierra como la yerba de la go- jo a r r i b a / c u a n d o por alguna ocasion se corta el hu-
londrina, tiene las hojas muy verdes y redondillas co- mor s e m i n a l . Bebida como está dicho, purga por aba-
mo lentejas, y algo puntiagudas: éstas y las flores io el mal humor que estaba opilado: hase de beber
van entrepuestas unas con otras como plumas blan- una vez, y muy de mañana, y no se ha de comer has-
quillas, llévase el viento á las flores, y éstas y las ta el" medio dia, y lo que se comiere sea templado con
hojas no son de provecho. La raíz es una y redon- chile: hácese en todas partes, en las montanas y en
dilla tan larga como un palmo; por encima es un
poco amarilla y por dentro blanca, es quemosa es- las cuestas. .. .
Hay otra medicinal^ que se llama cictmaüc, na-
ta raíz y está como en relata: (a) molida ésta es pro-
(a) Parece quiere decir enrredada.
289 esto sucede se deshace: es provechosa para las cá-
ce parrada, tiene muchas hojas, muy verdes y an- maras continuas de humor como agua; hase de mo-
chuelas, y de tres en tres: es de la manera de los ler tanto como un dia para otro día, y hanla de re-
frisóles; no hace flores: la yerba no es provecho- volver con agua tibia, de m o d o que se incorpore:
sa para nada; la raíz es desabrida y recia como hase de beber en ayunas, y si se bebe despues de
un tronco, casi como una cabeza de persona y l a r - comer, hase de mezclar con un poco de t u t o T a m -
ga como un codo; tiene la corteza gruesa; por en- bién es provechosa q u i e n tiene camaras de san-
p a r a
cima es negra, y por dentro tiene unas pintas c o - gre ó la escupe; pero entonces no se ha de m e z -
loradas espesas: molida es buena para el que tiene clar con tinta; también es buena esta resina para las
mal de los ojos que se cubren de carne, que llaman hinchazones de apostemas: puesta encima ablanda-
ixnocapachivi: envuelta con un paño esprímenla s o - fas y ábrelas: estos árboles se hacen en tierras ca-
bre los ojos, y luego se quita aquella carne que cu- lentes como ácia Quauhnaoac, ¿re. [hoy Cuernavaca ]
bría al hojo: hácese en todas las montañas. Hav otra que se llama cocopt, muy semejante
Hay otra medicinal que se llama cuitlapaíli, al maíz: los granos de esta yerba tuéstanse de ma-
tiene las ramas larguillas y ahugeradas por dentro, nera que se convierten en carbón, y también a l g u -
de cada pie nacen dos ó t r e s ramillas verdes, las nos granos de trigo de la misma manera tostados,
hojas son anchas como las acelgas de Castilla, las todo molido y hecho puchas, rociado con un poco de
flores blancas, y éstas y las ramas no son de pro- chilmolli, (ó salsa de chile) es provechoso para los que
vecho: las raíces de esta yerba son gruesas como tienen^cámaras de sangre: hace de beber tres veces en
rábanos, por fuera son blancas y por dentro amari- un dia, una vez á la mañana, otra á medio día, y otra
llas claras: tiene las cortezas gruesas como las de á la tarde: esta yerba se hace en los maizales, n a -
éstos, y también lo de dentro; seca esta raíz y mo- die la siembra; algunas de ellas nacen antes de sem-
lida, es provechosa para I03 que tienen landrecillas (a) brar y otras despues de haber sembrado, es entre
en la garganta, y también p a r a los que tienen lam- el maíz como el vallico ( a ) entre el trigo.
parones. Estos polvos hanse d e revolver con resina,
y puestos en los lugares de la enfermedad, cúbren-
los con plumas: también es buena esta raíz para las
mugeres ú hombres que se les pudrece el miembro:
asimismo lo és contra la enfermedad que se lla-
m a xochiciviztli: (ó sean almorranas) esta raíz no se
bebe: hácese en los montes.
Hay una resina en e s t a tierra, que es ni mas
ni menos que incienso: el árbol de donde mana se
llama tepecopalquavitl; hácese cuando no llueve, y si
(a) Landrecillas son pedacitos d o carne redondos q u e se ha-
llan en varias partes del cuerpo, c o m o enmedio de los músculos (b) Especie de grama que se eria en el trigo. [Diccionario
del muslo, entre las glándulas del s o b a c o , d e las ingles, y d e otras Español.]
partes. (Diccionario Español.)
<
Párrafo segundo: de la esmeralda, y otras piedras de su Párrafo tercero: de las turquesas finas y otras piedras.
especie.
Teuxivitl quiere decir turquesa de los dioses,
Las esmeraldas que se llaman quetzalilztli las la cual á ninguno le era lícito tenerla ni usarla, si-
hay en esta tierra muy buenas, son preciosas, de no que habia de estar ofrecida ó aplicada á los nú-
menes: es piedra fina y sin ninguna mácula, y muy
( a ) Podrá ser Tecali cerca de Puebla, y d e que toma nombre lucida, son raras estas piedras preciosas, traenlas de
esta piedra, es mármol blanco trasparente para ventanas, y suplen
por el cristal. lejos. Hay algunas de estas redondas y llámanse xiuh-
( b ) E n el Museo nacional ecsiste un diamante de esta n a t u - ' tomalli, son como una abellana cortada por el me-
aleza. A b u n d a n en las márgenes del Goazacoalcos, dentro de u n a s dio. Hay otras anchuelas y llanas: algunas de ellas
piedras redondas como quesos de Flandes. son ahoyadas como carcomidas.
Hay otro genero de piedras que se llaman tía* Párrafo cuarto: del jaspe, y otras piedras de su especie, [a]
palteuxihuitl, quiere decir turquesa fina colorada, y
creo que son rubíes de ésta tierra; son raras y pre- A mas de las piedras arriba dichas, hay tam-
ciosas. Hay también perlas en esta N. España, y llá- bién piedras jaspes de muchas maneras y colores:
manse epiollotli, quiere decir corazon de concha, por- una de ellas es muy blanca como cáscara de hue-
que se cria en la concha de la ostra: las perlas son vo, es alabastro: algunas de estas piedras entre lo
bien conocidas de todos. El cristal de esta tierra blanco tienen unas verdes, y por eso se llama iztac-
se llama tcvilotl, es piedra que se halla en minas y chalchivitl: otras tienen vetas verdes ó de azul cla-
en montañas: también entre estas se crian los ama- ro, y también otras colores entrepuestas con lo blan-
tistos que son piedras moradas claras. co: todas estas piedras tienen virtud contra las en-
El ambar de esta tierra se llama apÓconaUi, fermedades. Hay otra que se llama miztecatetl: tam-
dícese de esta manera, porque estas piedras asi lla- bién se llama piedra manchada como tigre, es pie-
madas (ambar) son semejantes á las campanillas 6 dra de poco valor, y asimismo tiene virtud contra
ampollas del agua, cuando les dá el sol en salien- alguna enfermedad.
do, que parece son amarillas claras como oro: es- Hay otras piedras negras que se llaman ytz-
tas piedras hállanse en mineros en montañas. Hay tetl, de estas sacan las navajas, y á ellas llaman ytz-
tres maneras de aquellas, la una se llama ambar ama- tili, con estas raspan las cabezas y cortan cosas que
rillo, estas parece que tienen dentro de sí una cen- no sean muy duras: hay muchas y grandes piezas
tella de fuego, y son muy hermosas: la segunda se cuando están en piedra que son muy negras, muy
llama tzalapoconalli, dícese así, porque son amarillas lisas y resplandecientes; cuando se labran y se ha-
con mezcla de verde claro: la tercera iztacapoconalli, cen navajas, son trasparentes y muy lisa3 sin otra
llámase así, porque son amarillas blanquecinas, no mezcla de color alguna: varias de ellas son rojas,
son trasparentes ni muy preciosas. y otras blanquecinas; estas piedras creo que son es-
meraldas negras, por la virtud que de ellas he es-
Hay una piedra que se llama quetzalitzepiollo-
perimentado, pues molidas como harina y echadas en
tU, que parece tienen muchas colores, y varianse con-
llagas recientes ó heridas, las sana muy en breve,
forme ó según el modo conque les dá la claridad:
y no las dejan criar materia; molidas como se di-
es preciosa por razón de la variedad de sus colo-
jo, y mezcladas con carne de membrillo, ó con cual-
res en la luz. Hay otra piedra que se llama tlilaio-
quiera otra conserva muy amasada, de manera, que
tic, es de género de los chalchivites, y tiene mezcla
la conserva tome la harina en cantidad, comida tan-
de negro y verde.
(a) L a cantera principal de donde sacan J a s p e para las obras
d e México, estfi en términos de la villa de Cadereyta estado d e
Querétaro, en el cerro llamado Bizarron; sácanlas también del es-
tado de Puebla. E n el ciprés de aquella Catedral se han reuni-
do los mejores J a s p e s que se habian conocido, hasta que se co-
menzó aquella bella obra de arquitectura, cuyo costo llegó á
increíbles sumas como dirigida por D . M a n u e l Tolsa.
Yo tenso esperiencia de la virtud de esta piedra, por-
to como una pildora, dos ó tres, son muy provecho-
que poséo una tan grande como un puño o poco
sas para las rehumas, y dan gran sonoridad á la voz,
menos, es tosca como la quebraron de la roca, la
.y mitigan cualquiera calor interior; esto sé por es-
cual en este año de 1576, en esta pestilencia ha da-
periencia de muchos dias. Hubo antiguamente en es-
do la vida á muchos que se les salta la sangre, y la vi-
ta tierra, y aun todavia las hay, según se hallan pe-
da por las narices, (a) y tomándola en la mano y
dazos de ellas en diversos edificios antiguos, unas
teniéndola algún rato apuñada, cesaba de salir la san-
piedras verdes claras que llaman toltecaiztli, son pre-
gre, y sanaban de ésta enfermedad de que han muer-
ciosas, y pienso mas virtuosas que las de arriba. Hay
do y mueren muchos en toda esta N. España: de
otras piedras de este género que se llaman matlalitz-
esto hay muchos testigos en este pueblo del llal-
tli, son azules obscuras, otras hay claras, y otras muy
telolco de Santiago.
azules, son preciosas, lábranse como las de las na-
vajas, son raras, y pienso que de mas virtud que Párrafo quinto: de las piedras de que se haccn los
las arriba dichas. espejos, y navajas.
Hay también otras piedras que son del gé- Hay en esta tierra piedras de que se hacen
nero de las de arriba, las cuales se llaman xinhma- espejos; hay venas de ellas, y minas de donde se sa-
ílaliztU, y según la relación de la letra es zafiro. Di- can. unas son blancas, de las cuales se hacen bue-
cese que es piedra muy mas preciosa que todas las nos espejos, son para señores y señoras. Cuando es-
otras, y que es como la gota de agua que sa- tán en piedra, parecen pedazos de metal; mas cuan-
le de la leña verde cuando se quema, la cual gota do los labran y pulen, son muy hermosos, lisos sin
es clarísima, y algo azul muy claro. Dicha piedra raya ninguna, son preciosos, y hacen la cara muy
siendo labrada como las navajas, resplandece de no- al propio, (b)
che: hállase en las mismas minas donde se sacan Hay otras piedras de este metal que son ne-
las piedras de las navajas; pero aparecen raramen- gras cuando las labran y pulen: hácense unos es-
te, y guárdanlas mucho, son de gran virtud mas que pejos de ellas, que representan la cara muy al revés
la esmeralda: yo tengo esperiencia de la virtud y her- de lo que es, pues hacen grande y desformes
mosura de esta piedra. Hay ciertas piedras negras todas las partes del rostro: labran estos espejos de
que se llaman teutetl que tienen apariencia de aza- muchas figuras, pues unos son redondos, y otros
bache, son. raras, tienen un negro muy fino sin mez- triangulados. &c.
cla de ningún otro color, el cual, y su fineza y pu- Hay también en esta tierra pedernales muy
reza no se halla en ninguna otra piedra: no care- buenos, y de muchas maneras en su construcción, y
ce de mucha virtud, aunque yo no tengo esperien- de muchas colores, como en la letra se esplica muy
cia de ella. por menudo.
Hay también unas piedras que se llaman ex- Hay una manera de pedernales verdes que se
tetl, quiere decir piedra de sangre, es parda, sembra- ( a ) E s t a desoladora enfermedad que há acabado con los I n -
da de muchas gotas de colorado como de sangre, dios, se llama Cocolixtli.
y otras verdecitas entre las coloradas: esta tiene vir- ( b ) E n el colegio de Mineria ecsisten dos grandes trozos, uno
tud de restañar la sangre que sale de las narices. netrro v otro blanco diáfano, que brilla contra la luz agradablemente.
Tóm. III. 39
/
llaman xoxouhquitecpatl, tiran á chalchivites: los lapi-
darios los llaman tceelic, porque son blandos de la- podrido; pero por dentro son lisas, vidriadas, y muy
brar, y tienen unas pintas de azul claro. A las piedras lindas como esmaltadas de todas colores, que pare-
labradas y curiosas que traen atadas á las muñe- cen al arco del cielo.
cas, ora sean de cristal, ó de otras piedras precio-
sas, llámanlas chopilotl: este vocablo se puede apli- CAPITULO IX.
car á cualquiera piedra curiosamente labrada, ó muy De los metales.
hermosa.
Hay unas pedrezuelas muy blancas que tie- Hay en esta tierra oro que se cria en mi-
nen algunas vetas ó rayas de otras colores, llá- nas, hay señales donde hay minas de oro, porque la
manlas tepuchtli. Hay en esta Nueva España már- madre (a) se parece sobre la tierra: ella denota que
mol, y llámanle aitztli, es como el de España. se cria este metal debajo de tierra. Aparece espe-
También hay unas piedras preciosas que se cialmente esta señal cuando llueve; en la letra está
llaman vitzitziltotl, es decir piedra que parece al tzin- bien declarada esta señal: quien quisiere saberla ó
zon: esta piedra es pequeñuela y blanca; pero la entenderla, pregunte por los vocablos en la misma
luz la hace parecer de diversas colores, como á lengua mexicana, como están aquí.
la pluma del tzinzon, según la diversidad de la luz Hay también plata, cobre, y plomo, críase en
que le dá: tiene hechura como de hormiga. Hállase diversas partes, ó en barrancas, ó en rios. Antes que
esta piedra á las orillas del mar entre la arena, y viniesen los españoles á Nueva España, nadie se cu-
también se halla en un rio que corre por la tierra raba de la plata ni del plomo: los naturales busca-
de Totonacapan: véenla de noche porque resplandece ban solamente el oro en los arroyos, porque de don-
á manera de luciérnaga, ó como una candelita pe- de corre el agua lo sacaban con jicaras, lavando
queña que está ardiendo, y de lejos no parece sino la arena, y así hallaban granos de este metal, unos
luciérnaga: conocen ser la piedra dicha, en que es- tan grandes como granos de maíz, otros menores, y
tá queda aquella luz y no se mueve: es rara y pre- otros como arena.
ciosa: no la usan sino los señores: es asimismo trans- Despues de haber tratado en los capítulos pa-
parente, ó á lo menos de la color de una perla muy sados de las yerbas medicinales, y de las piedras
fina. Son de muchas maneras: las conchas de que que tienen muchas virtudes para la sustentación de
usan estos naturales por cosa preciosa, llámanlas atz- nuestra salud, y también del oro que tiene propie-
calli, son de diversas maneras y colores, por dentro dades muy favorables á ella; (b) parecióme que se-
que parecen unos esmaltes muy ricos, y el aspecto ría bien poner aquí las propiedades de las gomas
de la luz los varía en diversas formas, que en esta tierra hay, y de que los naturales usan
Hay también caracoles de muchas maneras mucho para su salud: yo tengo mucha esperiencia de
y colores, como parece en la letra donde está bien la virtud de ellas.
, . ; • >) !; • • • •f.'jü-r >. -•>.'..•) OT"' 'D l'.'i?
esphcado todo esto. Las conchas de las ostras don- (a) O veta.
de se hacen las perlas, por fuera son toscas, y de (b) El grano de oro que poseía el virey D. J o s é Iturrigaray,
ninguna apariencia, y de color pardillo como hueso [ q u e tuve en mis manos] era del tamaño de la fruta mango, y
tenia la misma fisura como de corazon, el centro era de guija blanca.
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llaman xoxouhquitecpatl, tiran á chalchivites: los lapi-
darios los llaman teeelic, porque son blandos de la- podrido; pero por dentro son lisas, vidriadas, y muy
brar, y tienen unas pintas de azul claro. A las piedras lindas como esmaltadas de todas colores, que pare-
labradas y curiosas que traen atadas á las muñe- cen al arco del cielo.
cas, ora sean de cristal, ó de otras piedras precio-
sas, llámanlas chopilotl: este vocablo se puede apli- CAPITULO IX.
car á cualquiera piedra curiosamente labrada, ó muy De los metales.
hermosa.
Hay unas pedrezuelas muy blancas que tie- Hay en esta tierra oro que se cria en mi-
nen algunas vetas ó rayas de otras colores, llá- nas, hay señales donde hay minas de oro, porque la
manlas tepuchtli. Hay en esta Nueva España már- madre (a) se parece sobre la tierra: ella denota que
mol, y llámanle aitztli, es como el de España. se cria este metal debajo de tierra. Aparece espe-
También hay unas piedras preciosas que se cialmente esta señal cuando llueve; en la letra está
llaman vitzitziltotl, es decir piedra que parece al tzin- bien declarada esta señal: quien quisiere saberla ó
zon: esta piedra es pequeñuela y blanca; pero la entenderla, pregunte por los vocablos en la misma
luz la hace parecer de diversas colores, como á lengua mexicana, como están aquí.
la pluma del tzinzon, según la diversidad de la luz Hay también plata, cobre, y plomo, críase en
que le dá: tiene hechura como de hormiga. Hállase diversas partes, ó en barrancas, ó en rios. Antes que
esta piedra á las orillas del mar entre la arena, y viniesen los españoles á Nueva España, nadie se cu-
también se halla en un rio que corre por la tierra raba de la plata ni del plomo: los naturales busca-
de Totonacapan: véenla de noche porque resplandece ban solamente el oro en los arroyos, porque de don-
á manera de luciérnaga, ó como una candelita pe- de corre el agua lo sacaban con jicaras, lavando
queña que está ardiendo, y de lejos no parece sino la arena, y así hallaban granos de este metal, unos
luciérnaga: conocen ser la piedra dicha, en que es- tan grandes como granos de maíz, otros menores, y
tá queda aquella luz y no se mueve: es rara y pre- otros como arena.
ciosa: no la usan sino los señores: es asimismo trans- Despues de haber tratado en los capítulos pa-
parente, ó á lo menos de la color de una perla muy sados de las yerbas medicinales, y de las piedras
fina. Son de muchas maneras: las conchas de que que tienen muchas virtudes para la sustentación de
usan estos naturales por cosa preciosa, llámanlas atz- nuestra salud, y también del oro que tiene propie-
calli, son de diversas maneras y colores, por dentro dades muy favorables á ella; (b) parecióme que se-
que parecen unos esmaltes muy ricos, y el aspecto ría bien poner aquí las propiedades de las gomas
de la luz los varía en diversas formas, que en esta tierra hay, y de que los naturales usan
Hay también caracoles de muchas maneras mucho para su salud: yo tengo mucha esperiencia de
y colores, como parece en la letra donde está bien la virtud de ellas.
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esphcado todo esto. Las conchas de las ostras don- (a) O veta.
de se hacen las perlas, por fuera son toscas, y de (b) El grano d e oro que poseía el virey D . J o s é Iturrigaray,
ninguna apariencia, y de color pardillo como hueso [ q u e tuve e n mis manos] era del t a m a ñ o d e la fruta mango, y
tenia la misma fisura c o m o d e corazon, el centro era d e guija blanca.
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3 0 4
7 encima de esta, y otra por medio del muslo,
La goma que se llama copal blanco, y otra
y otra por encima, á la estremidad de él. Atadas
que se llama chapopotli, que es como pez de Cas-
de esta manera las piernas, puedenlas traer, ó tener
tilla, y otra que se llama ulli, que es negra, y ner-
de noche ó de dia los dias que quisieren, y que-
viosa muy liviana; estas tres gomas derretidas jun-
riéndolas quitar puedenlas guardar, para ponerlas
tamente, hechas como brea, aplicadas á las piernas
cuando gusten, y durarán por muchos dias. Apro-
y al cuerpo, hacen gran bien á todos los miembros
vecha esto para cualquiera mala disposición que se
interiores y esteriores. Es de saber que el copal, y
ofreciere. Quien quisiere hacer un jubón de la misma
el chapopotli, bien se puede derretir en una olla pues-
manera para vestírsele á raíz de la camisa, ó de
ta sobre las brasas, habiéndolo desmenuzado todo
la túnica, sentirá también gran provecho para cual-
junto primero, tanto de uno como de otro; pero el
quiera mala disposición, y si no quisiere hacer jn-
ulli, hase de derretir por sí, poniéndolo en un asador,
bon, haga una faja de anchura de un palmo, ó po-
y encendiéndolo á la llama del fuego, y en comen-
co mas, del mismo cuero con los lienzos dichos, tan
zando á arder, comienza á gotear un licor negro co-
larga que dé una vuelta justa al cuerpo, é igual tra-
mo tinta, y ha de gotear en una escudilla, y así
za dé con el jubón.
queda hecho licor líquido, y pueden asi derretir la
Hé también hallado por esperiencia que mo-
cantidad que quisieren, aunque no sea tanta como lo
lida la piedra de navajas (itztli ú obsidiana) de que
demás; bien que cuanto mas fuere de esto, tanto se-
arriba hicimos mención diciendo que es esmeralda
rá mejor la brea. Despues de derretido este ulli por
negra, (atado con un paño sobre la gota la quita)
sí, hase de juntar con lo otro que está derretido, y
y con una clara de huevo mezclada la arena,
no es menester que hierva, sino revolviéndolo todo
y hecho todo lodo, poniéndolo sobre unas estopas
porque se mezclen, por tres ó cuatro dias ó mas
y atado con un paño sobre la gota, la quita, y to-
revolverlo puesto al sol por intervalo para que se
das las veces que volviere, poniéndola la quita, y es-
mezcle bien. Para que esta brea, ó unguento apro-
te emplasto aprovecha para muchos dias y aun años,
veche para muchos dias, y se pueda aplicar al cuer-
teniéndolo guardado aunque no se renueve mas.
po todas las veces que se quisiere, córtense unas
Quien quisiere poner el unguento arriba dicho en los
calzas de cuero de venado labrado, que lleguen des-
pies, compre unas cuatro servillas de badana iguales,
de los pies hasta las ingles, y no se han de coser.
y haga lo que arriba se dijo, poniendo las servillas
Puesto este unguento por la parte interior de ellas
(especie de calzado) de manera que estén embéz con
todo tendido, déjenlo embeber por dos ó tres dias
embéz, y el lustre por fuera, y así las podrá traer.
en el cuero, y despues tornen á poner mas hasta
que ya el cuero no lo embeba, sino que quede por CAPITULO X.
encima sobrado. Sobre este unguento así tendido, pón-
ganse dos lienzos cortados al tamaño de la cabeza
del cuero, cósase por las orillas, y puestas unas cor- De otras cosas provechosas que se crian en la tierra.
reas cosidas á las mismas calzas, la una se ponga
á la garganta de la pierna para que se ate con ella El esmeril se hace en las provincias de Anáoac
la calza, y otra por debajo de la rodilla, y otra por y Tototepec: son unas pedrezuelas pequeñuelas, unas
son coloradas y otras diversas y los lapidarios las mue- las hojas de la tuna, ó ixquiimluihqui, que daña á
len, y con la arena limpian y pulen las piedras pre- las cochinillas de la buena grana, y secan las ho-
ciosas. Una manera hay de margagita que sale del jas de las tunas donde se pone: (a) también esta
metal cuando se laba despues de molido: otra ma- la cogen para mezclarla con la buena grana para
nera de margagita negra hay que se hace en muchas venderla, lo cual es grande engaño. Al color ama-
partes. Otra manera de arena hay que sale de los es- rillo fino llaman xuchicali, quiere decir tintura de flo-
pejos cuando se pulen, ó se labran. Otra de esme- res amarillas, este color se cria en tierras calientes.
ril de pedernales molidos, son unos pedernales ó pie- A la color azul fina llaman matlalli, quiere decir azul;
dras recias que se hacen ácia Huaztepec en los ar- hácese de flores azules, es color muy preciado, y
royos; traídas por acá muelenlas, y con aquellas des- muy apacible al ver.
bastan las piedras preciosas, para despues purificar- Hay un color que es amarillo claro que lla-
las con el otro esmeril arriba dicho. man zacallaxcali, quiere decir pan de yerba, que se
amasa de unas yerbas amarillas que son muy delga-
CAPITULO XI. das, son como tortillas delgadas, y usan de ellas pa-
ra teñir ó pintar.
De las colores de todas maneras. Hay una color dorada blanquecina que se lla-
ma chiotl, hácese en tierras calientes, es flor que
Párrafo primero: de la grana, y de otras colores se muele, es medicinal para la sarna; y si se mezcla
finas. con el unguento que se llama axt, se hace de color
de vermellon.
A la color con que se tiñe la grana llaman
Párrafo segundo: de otro colorado no tan fino, y de
nocheztli, quiere decir, sangre de tunas porque en cier-
otras colores.
to género de tunas se crian unos gusanos que lla-
man cochinillas apegadas á las hojas, y aquellos Hay en esta tierra un árbol grande de mu-
gusanos tienen una sangre muy colorada, esta es la chas ramas y grueso tronco, que se llama vitiqua-
grana fina que es conocida en esta tierra, y fuera vitl, (b) tiene la madera colorada: de este madero
de ella, y hay grandes tratos de este artículo, llega hendiéndolo hacen astillas, májanlo y remójanlo, en
hasta la china, y Turquía; casi por todo el mun- agua, hácela colorada, y este color no es muy fi-
do es apreciada y tenida en mucho. A la grana no, es como negrestino; pero revolviéndolo con pie-
que ya esta purificada y hecha en panecitos, llaman dra alumbre, y con otros materiales colorados, háce-
grana recia ó fina, vendenla en los tianguiz hecha es muy colorado. Con este color tiñen los cueros, y
en panes, para que la compren los pintores y tin- para hacerle que sea tinta negra, mézclanle aceche,
toreros. (ó huisache) y otros materiales negros que revuel-
Hay otra manera de grana baja, ó mezclada ven con el agua, y hácese muy negra, y tiñen con
que llaman tlapalnextli, quiere decir grana cenicienta, ella los cueros.
y es porque la mezclan con greda ó con harina: (a) Llámanle en Oaxaca grana silvestre.
también hay una grana falsa que también se cria en (bj Campeche ó Brasil, grande artículo de comercio en Yucatán.
ella, porque los tintoreros la usan mucho. Hay tam-
Hay en esta tierra un fruto de un árbol que bién verniellon, y lo usan mucho como en España, (a)
se cria en tierras calientes que no es de comer, Hay greda de que usan mucho las mugeres para hi-
llámase este fruto nacazcolotl, (cascalote,) con el cual lar, llámase tizad. Hay piedras de que se hace el
y el aceche, y otros materiales se hace muy bue- barniz, llámanlas teticatl, son piedras que se hacen
na tinta para escribir. en los arroyos ácia Tulan, usan mucho de ellas pa-
Hay en esta tierra una mata ó arbusto que ra embarnizar las xicaras. Hay otros materiales co-
se hace en tierras calientes que se llama tezoail, las mo en la letra se declaran.
hojas de esta mata ó arbusto, cuácense juntamente
con piedra alumbre, y con tlaliac, y hácese una co- De las cosas compuestas, (b)
lor colorado muy fino: ha de hervir mucho. Del color amarillo que se llama zacatlax'caüi,
Hay una yerba en las tierras calientes que se mezclado con color azul claro que se dice texotli, y
llama xiuhquilitl, majan esta yerba y esprímenla el con tzacutli, hácese un color verde obscuro que se
zumo, y échanlo en unos vasos: allí se seca ó se llama yiapalli: mezclando grana colorada con alum-
cuaja. Con este color se tiñe lo azul obscuro y res- bre que viene de Meztitlan, y Contzacudi, se hace co-
plandeciente, es color preciado (Xiquilite ó yerba lor morado: mezclando azul claro con amarillo, echan-
del añil.) . do mas cantidad de amarillo, hace un color verde
Hay una color azul claro como el del cie- claro fino. Para hacer color leonada, toman una pie-
lo que llaman texotli, y xoxovie, es color muy usado dra que traen de Tlavic que se,llama tecoxlli, mué-
en las ropas que se visten como mantas y vipiles: lenla y mézclanla con tzacutli, y hácese color leo-
hácese de las mismas flores que se hace el ma- nado: otras mezclas hay en la letra puestas. Este
llalli.
nombre tlapalli quiere decir color, y las cpipprende
Hay una piedra amarilla que molida ce na- todas de cualquier suerte que sean, negro, blanco, &c.
ce color amarillo, de que usan los pintores, lláman- CAPITULO XII.
la tecocavitl. Hacen estos naturales tinta del humo de
las téas, y es tinta bien fina, llámanla tlilliocotl: tie- De las diversidades de las aguas, y de varias calidades
nen para hacerlo unos vasos que llaman tilcomalli, de la disposición de la tierra.
que son á manera de alquitaras, vale para muchas Párrafo primero: del agua de la mar y de los rios.
tintas para escribir, y para medicinas mezclándolo En este primer párrafo se trata del agua de
con ellas. la mar, al cual llaman tevatl, y no quiere decir dios
Hay aceche que se llama tlaliac, hácese en
[a] Hoy es articulo de comercio estrangero.
muchas partes como es en Tepexic kc. y sirve pa- (b) E s t e y los anteriores capítulos son. interesantes para los
ra muchas cosas de teñir y hacer tinta. pintores; tanto mas que los Indios han ocultado los secretos del
Párrafo tercero: de ciertos materiales de que hacen arte á los Españoleé, y por eso Cabrera y otros célebres artistas,
colores. han disertado tanto para entender los colores raros que se notan
en los lienzos antiguos, cuyo colorido no han podido imitar los
La piedra alumbre es cosa bien conocida, y Profesores Romanos, aunque también influye la atmósfera, el agua,
el occígeno, & c . Con el sumo amargo de la sábila, impedían que las
hay mucha en esta tierra: hay no poco trato de moscas ensuciasen las pinturas. Tóm. III. 40.
ella, porque los tintoreros la usan mucho. Hay tam-
Hay en esta tierra un fruto de un árbol que bién vermellon, y lo usan mucho como en España, (a)
se cria en tierras calientes que no es de comer, Hay greda de que usan mucho las mugeres para hi-
llámase este fruto nacazcolotl, (cascalote,) con el cual lar, llámase tizad. Hay piedras de que se hace el
y el aceche, y otros materiales se hace muy bue- barniz, llámanlas teticatl, son piedras que se hacen
na tinta para escribir. en los arroyos ácia Tulan, usan mucho de ellas pa-
Hay en esta tierra una mata ó arbusto que ra embarnizar las xicaras. Hay otros materiales co-
se hace en tierras calientes que se llama tezoatl, las mo en la letra se declaran.
hojas de esta mata ó arbusto, cuécense juntamente
con piedra alumbre, y con tlaliac, y hácese una co- De las cosas compuestas, (b)
lor colorado muy fino: ha de hervir mucho. Del color amarillo que se llama zacatlax'caüi,
Hay una yerba en las tierras calientes que se mezclado con color azul claro que se dice texotli, y
llama xiuhquilitl, majan esta yerba y esprímenla el con tzacutli, hácese un color verde obscuro que se
zumo, y échanlo en unos vasos: allí se seca ó se llama yiapalli: mezclando grana colorada con alum-
cuaja. Con este color se tiñe lo azul obscuro y res- bre que viene de Meztitlan, y ContzacuÜi, se hace co-
plandeciente, es color preciado (Xiquilite ó yerba lor morado: mezclando azul claro con amarillo, echan-
del añil.) . do mas cantidad de amarillo, hace un color verde
Hay una color azul claro como el del cie- claro fino. Para hacer color leonada, toman una pie-
lo que llaman texotli, y xoxovie, es color muy usado dra que traen de Tlavic que se,llama tecoxlli, mué-
en las ropas que se visten como mantas y vipiles: lenla y mézclanla con tzacutli, y hácese color leo-
hácese de las mismas flores que se hace el ma- nado: otras mezclas hay en la letra puestas. Este
llalli.
nombre tlapalli quiere decir color, y las cprpprende
Hay una piedra amarilla que molida ce na- todas de cualquier suerte que sean, negro, blanco, &c.
ce color amarillo, de que usan los pintores, lláman- CAPITULO XII.
la tecocavitl. Hacen estos naturales tinta del humo de
las téas, y es tinta bien fina, llámanla tlilliocotl: tie- De las diversidades de las aguas, y de varias calidades
nen para hacerlo unos vasos que llaman tilcomalli, de la disposición de la tierra.
que son á manera de alquitaras, vale para muchas Párrafo primero: del agua de la mar y de los rios.
tintas para escribir, y para medicinas mezclándolo En este primer párrafo se trata del agua de
con ellas. la mar, al cual llaman tevatl, y no quiere decir dios
Hay aceche que se llama tlaliac, hacese en
[a] Hoy es articulo de comercio estrangero.
muchas partes como es en Tepexic kc. y sirve pa- (b) E s t e y los anteriores capítulos son. interesantes para los
ra muchas cosas de teñir y hacer tinta. pintores; tanto mas que los Indios han ocultado los secretos del
Párrafo tercero: de ciertos materiales de que hacen arte á los Españoleé, y por eso Cabrera y otros célebres artistas,
colores. han disertado tanto para entender los colores raros que se notan
en los lienzos antiguos, cuyo colorido no han podido imitar los
La piedra alumbre es cosa bien conocida, y Profesores Romanos, aunque también influye la atmósfera, el agua,
el occígeno, & c . Con el sumo amargo de la sábila, impedían que las
hay mucha en esta tierra: hay no poco trato de moscas ensuciasen las pinturas. Tóm. III. 40.
del agua, ni dios agua, sino agua maravillosa, en pro- casas llenas de ella, y que cuando fuere menester,
fundidady grandeza. Llámase también Ylhuicaatl, que se romperán los montes, y saldrá el agua que den-
quiere decir agua que se juntó con el cielo, (a) porque tro está, y anegará la tierra; y de aquí acostum-
los antiguos habitadores 'de ésta tierra, pensaban bran llamar á los pueblos donde vive la gente, al-
que el cielo se juntaba con el agua en la mar, como
lopeih que quiere decir monte de agua, ó monte lle-
si fuese una casa; que el agua son las paredes, y no de ella. También decian que los nos salían de
el cielo está sobre ellas, y por esto llaman á la mar
Ylhuicaatl, como si dijesen agua que se juntó con los montes, y que aquel dios Chalchivitlycue los en-
el cielo (amictlan;) pero ahora despues de venida la viaba: pero sabida la verdad de lo que es, ahora
fé, ya saben que el cielo no se junta con el agua ni dicen, que porque es la voluntad de Dios. La mar
con la tierra, y por eso llaman á la mar veyatl, ó entra por la tierra, por sus venas y caños, y anda
veyavccatlan, que quiere decir agua grande, temerosa por debajo de ella y de los montes, y por donde
y fiera, llena de espumas, de olas, y de montes de halla camino para salir fuera, allí mana, ó por las
agua: agua amarga, salada, y mala para beber, don- raíces de los montes ó por los llanos, y despues mu-
de se crian muchos animales que están en conti- chos arroyos se reúnen, y juntos hacen los gran-
nuo movimiento. A los ríos grandes llaman atoyatl, des rios; y aunque el agua de la mar es salada,
qüe quiere decir agua que vá corriendo con gran y la de los rios dulce, es porque pierde el amar-
prisa, como si se dijese agua apresurada en cor- gor ó sal colándose por la tierra, ó por las piedras
rer. Los antiguos de ésta tierra decian que los rios y , arena, y se hace dulce y buena de beber; de ma-
todos 'salían de un lugar que sollama Tlalocan, que nera que los rios grandes salen de la mar por se-
es como Paravso (b) terrenal, él cual lugar es de cretas venas debajo de la tierra, y saliendo se ha-
un dios que se llama Chalchivitlycue; y también de- cen fuentes y rios. (a)
cían que los montes que están fundados sobre él, i r r ( ¿ -v;», «>Ki :/•>.';• IX}« ul abüíltO IJ / OÍ
que están llenos de agua, y por de fuera son de tier- Párrafo segundo; de diversos nombres de rios y fuentes.
ra, como si fuesen vasos grandes de agua, ó como
^»aoíJSM ?.\M''.:Í\Í sn n m 8» fc^oawPtws» as» 5«. Hay un rio que se llama chicnaoatl, (b) es el
tolucan y otros rios semejantes á él, y es porque tie-
(a) Está conforme con la idea de Moysés, que hablando de la ne nueve fuentes poco mas ó menos de donde na-
mi creación dice: que Dios dividió las aguas superiores de las infe- cen. Hay otro rio en la tierra caliente ácia Covix-
riores. Los globos celestes q u e giran sobre nuestras cabezas son co, que se llama anacotzatl, crianse en él caymanes y
de agua, que herida con los rayos del sol, produce esos reflejos
maravillosos diamantinos; de otra manera no es posible entender
otros pescados grandes, casi como tiburones.
;^ la teoría de los astros, principalmente la d e las estrellas matuti- Hay otro ácia la provincia de los Cuextecas,
P í l "íll na y vespertina, qué p r e c e d e n , y siguen al sol.
(b) Los principales y mayores rios d e la Asia, salian del P a - (a) El agua es el resultado del occígeno, hydrógeno, y fuego
ravso según el testo sagrado. L a teoría d e los Indios en cuanto eléctrico, observación debida á los conocimientos químicos del s i -
á la creación, está muy conforme con la idea que tienen de ella glo pasado, que ignoraron aun las mas sábias naciones.
&
los cristianos. ¡Cuantas analogias no encontramos entre ellos y no- (b) Cerca de Zacatlan de las manzanas, hay un pueblo llama-
sotros en puntos esencialísimos de creencia! acordémonos de la fór- do Chicnahitapan, y en él un manantial formado de nueve ojos de
mula de su bautismo. agua.
v. ei OÜ ogtsras occuafe ÍIOV- .dio on&g¡: • «
*' ,Qt 7\W .raoT .gsiüííiiq naaeiousao esotra
Í
313
que se llama quetzalatl, quiere decir, agua como plu- vergüenza de los que pasan los contiene, y por es-
ma verde rica; llámanla así, porque es muy clara y to la llaman pinaoatl, que quiere decir agua ver-
muy buena, y donde está profunda parece verde. gonzosa. Las fuentes que manan en la tierra llana,
Hay otro rio grande que está al camino de llámanlas ameialli, que quiere decir agua que mana:
Quauhtimalan donde hay muchos caymanes, y lláman- las aguas de éstas son salobres, y de mal sabor y olor,
le tequanatl (a) que quiere decir, agua en que hay y algunas que hacen daño al cuerpo bebiéndolas, y
bestias fieras que comen hombres, y porque se crian causan enfermedad. A las fuentes que manan de su
en él aquellos animales fieros. Al rio de Tullan, llá- profundidad levantando la arena, que parece que ella
manle tullwiatl, ó sea el rio ya dicho, porque pasa misma mana, llámanlas xalatl, que quiere decir agua
por medio del pueblo: es el agua como negrestina, de arena: tienen á ésta por muy buena agua.
es pedroso, cenegozo, y resvaladizo: corre con ím- A las lagunas ó estanques donde se crian es-
petu, y muchas veces lleva abajo á los que pasan padañas ó juncias, que no corren por ninguna p a r -
por él. te, y á las que se hacen de agua llovediza, las lla-
Hay un rio que se llama nexatl, que quiere man amanalli, ó sea agua que está queda. Acuecue-
decir legía ó agua pasada por ceniza: de esta ca- xcatl, es una fuente que está cerca de Coioacan, que
lidad está un rio entre Vexotzinco y Acapetlaoacan, que han probado en tiempos pasados el traerla á Mé-
desciende de la sierra que huméa, que es el volcán xico para sustento de la ciudad, y reventó tanta agua,
(Popocatepetl) que comienza desde lo alto de él: es que anegó la ciudad y á todos los pueblos que
agua que se derrite de la nieve y pasa por la1 ce- están en estos llanos.
niza que echa el volcán: súmese bien cerca de él, Otra vez siendo visorey D. Gastón de Peralta,
y torna á salir abajo por entre Vexotzinco, y Acape- se probó de traerla á México, se hizo harto g a s -
tlaoacan. Yo vi el origen y lugar donde se sume, to, y nunca pudieron conseguirlo, dejáronla, y el visorey
que es junto á la nieve, y el lugar donde torna á D. Martin Enriquez, proveyó de agua á la ciudad de
salir. México en gran abundancia, de la fuente de santa
Hay otro que se llama totolatl, que quiere de- F é , como ahora la vemos muy próvida, en este año
cir rio donde beben las gallinas silvestres: hay rios de 1576. A la fuente que solía venir á México, con-
que se llaman agua prodigiosa, porque mana y cor- que se proveía la ciudad de agua ab antiquo, la lla-
re algún tiempo, y otro deja de manar y correr. Yo man Chapoltepec, (a) que quiere decir: monte como ci-
vi dos arroyos, uno entre Vetxotzinco y S. Salvador, garra ó langosta, porque ella nace al pie de un mon-
y otro entre Vexotzinco y Calpan, que manan y cor- tecillo que parece langosta. El agua de ésta fuente
ren en el tiempo que llueve, y cesan de correr y es mala, y no suficiente para el abastecimiento de
manar en el tiempo de secas. Hay algunos arroyos
que corren y tienen fuente donde manan; á veces [a] Esta agua la introdujo en México el rey Netzahualcóyotl
de Texcoco, en el reinado de su tio Yzcóatl, y delineó el aqüe-
corren, y otras dejan de correr. Dicen que cuando ducto sobre el que se formó el actual por los españoles. Netza-
pasan por ella, para su curso, ó se seca, porque la hualcóyotl fué d u e ñ o del bosque d e Chapoltepec, y él lo planteó.
En S. J u a n de los Llanos, obispado de Puebla, hé visto nn aqiic-
(a) Hoy Tehvantepec en el estado de Oaxaca. ducto antiguo de arcos q u e ecsiste, cuyas ánimas son d e madera.
toda la ciudad; por eso hizo bien el visorey D. Mar- téril. Hay otra pegajosa buena para hacer barro de
tin Enriquez, en procurar de traer la otra que ar- paredes, y suelos para los tlapancos, es fértil, pues se
riba se dijo. hace bien el maíz y trigo.
Hay pozos que son cabados debajo de tier- Otra manera de tierra fértil hay, que se lla-
ra, y manan y sacan de ellos agua para beber (a) ma sallalli ó sea tierra donde há estado edificada al-
y para lo demás, y no son muy profundos. Tam- guna casa, y despues que se caba y se siembra es
bién hay otros donde mana agua buena que son muy fértil. A la tierra estercolada la llaman ilalaviac, que
profundos, llámanlos ayoluaztli, y á los que no son quiere decir tierra suave, porque la han adobado con
profundos, llaman atlacornolli. A los manantiales pro- estiereol. Hay también tierras de riego que las lla-
fundos de las fuentes que corren, los llaman axoxo- man atlalli, que quiere decir agua ó tierra que se
villi, que quiere decir agua azul, pues por ser ésta puede regar. A la ladera, repecho ó falda de algún
tan pura y profunda, parece azul. monte ó collado, llaman tepetlalli que quiere decir tier-
ra de cuesta.^ En los repechos de las cuestas hay
Párrafo tercero: de diversas calidades de tierra. unas tierras pedregosas ó cascajosas, ásperas y se-
cas, llámanlas tetlalli, que quiere decir tierra pedre-
A la tierra fértil para sembrar, y donde se gosa ó cascajosa, hácese en ellas bien el maíz.
hace mucho lo que se siembra en ella, llaman atoc- Hay unas tierras que tienen mucho en sí la
tli, que quiere decir tierra que el agua lia traído: humedad de la agua, y por esto son fértiles: también
es blanca, suelta, hueca y suave; es tierra donde se hay otras que son húmedas por naturaleza por ser
hace mucho maíz ó trigo. Hay otra manera de bajas, y aunque no llueva, conservan la humedad y
tierra fértil donde se hace muy bien el maíz y el son fértiles, y cuando llueve mucho se pierde lo que
trigo, llámanla quauhtlalli, que quiere decir tierra que en ellas se sembró. Hay otras como en la letra está
está estercolada con maderos podridos, es suelta, bien esplicado.
amarilla, y hueca.
Hay otra también fértil que se llama tlalcoztli, Párrafo cuarto: de las maneras de tierra ruin.
que quiere decir, tierra amarilla, el cual color sig-
nifica fertilidad. Hay otra manera de ésta muy fér- La tierra salitrosa se llama quixquitlalli, que
til que llaman xalatoctli, porque es tierra arenosa que quiere decir tierra donde se hace el salitre, y es es-
el agua la trae de los altos, y es suave de labrar. téril, por razón de que éste es de mala condicion:
Hay otra manera de tierra fértil que se llama tla- también la tierra donde se hace sal es infructífera.
cotlali, es tierra donde las yerbas se convierten en Hay una blanquecina estéril, en que no se hace co-
estiereol, y sirven de abono enterrándolas en ella. A sa alguna. Hay otra blanca que es como cál y sin
la tierra arenisca y escasa, y que dá poco fruto, la provecho: hay una manera de ésta que llaman tlal-
llaman xalalli, que quiere decir tierra arenosa y es- teuextli, que quiere decir tierra de cál; no porque es
blanca ni tiene que ver con ésta, sino porque co-
(a) T a l es el famoso aqüeducto subterráneo de Guadalaxara en cida, molida, y envuelta con la cál, la hace muy fuer-
Xalisco, obra clásica en su linea, y de mas mérito ydraúlico que
el soberbio de Q u e r é t a r o .
te y auméntala; es tierra negra como de adobes.
y
MPJI
Hay una tierra bien conocida que se llama ros frc., porque dá un lustre colorado muy bueno.
tzontlali, que és y se usa para mezclar con la cál Hay otra muy pegajosa, es negra, mézclanla con cál
y hácela muy fuerte; véndese mucha aquí en Méxi- para edificar. . ;
co para los edificios. A la tierra seca donde no se Hay un cieno en ésta tierra en los caminos
dá nada por ser ella naturalmente seca, la llaman de las canoas, que se llama acoquitl, conque hacen
teuhtlalli que quiere decir tierra seca, ó tierra polvo. muchas cosas, y trasponen el maíz con ello. Hay una
Al polvo que se levanta de la tierra, llaman teuhtli. tierra que se llama palli para teñir de negro: hay
Hay una tierra que se llama atizatl, que es minas [a] de éste barro ó tierra, es precioso, con esto
blanca ó blanquecina, que tiene greda mezclada: á también tiñen los cabellos las mugeres, para hacer-
veces se convierte en greda, y hacen de ella ado- los muy negros. •v -'y ' --i
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• "•!£> -* • ;
bes: no es buena para otra cosa. A toda la comar- Párrafo sesto: de las alturas, bajuras, llanos y cuestas de
ca de México llaman MexicatlallL quiere decir la tier- la tierra, y de los principales montes de ésta.
ra de México. A las provincias donde habitan los iMUiWtWo'í ÍÜÍ1J3Ú 9 2 o o p OfíbsIliüO 9b J59190 S Í f l O f l l
Totonaques, llaman Totonacatlalli: á las de los Taras-
Aquí se ponen todas las calidades de. los cela-
cos., llámanla MichoacatMi: á la de los Mixtéeos, llá-
ros, cuestas altas ó montes, donde hay vocablos que
manla Mixtecatlalli, que quiere decir tierra donde ha- propiamente significan todas las maneras que hay de
bitan los Mixtéeos. A las provincias que están á la montañas: pénense también los nombres propios de
parte del Sur cerca de la mar en ésta N. España, algunos montes señalados. Hay uno muy alto
las llaman Anaoacatlalli, son tierra, de riscos, de oro y que huméa, que está cerca de la provincia de Chal-
de plumas frc. A las provincias donde moran los Chi- co, que se llama Popocatepetl, que quiere decir mon-
chimecas, las llaman Chichimetkicalli, es, tierra muypo- te que huméa, és monstruoso y digno de ver, y yo
bre, muy estéril, y muy falta de todos los mante- estuve encima de él. Hay otra sierra junto á esta,
nimientos. que es la sierra nevada, y llámase iztactepetl, que quie-
re decir sierra blanca, es monstruoso de ver lo alto
Párrafo quinto: de diversas maneras de tierra para ha- de ella, donde solía haber mucha idolatría: yo la vi
cer tinajas, frc. y estuve sobre ella.
Hay un monte que se llama Poyauhtecatl, (b)
Hay barro en esta tierra para hacer loza y está cerca de Aviüacapan (Orizava) y de Tecama-
basijas, es muy bueno y muy pegajoso; arnásanlo con
aquellos pelos "de los tallos de las espadañas, y llá- '(&) L a s famosas vetas d e Tonallán en Xaliscó, efe que hacen
mase tezoquitl, y contlalli: de éste barro se hacen co- los búcaros ó jarros de Guadalaxara tan apreciados en Europa, y
males, escudillas, platos, y toda manera de loza. Hay las de Coyotepeque cerca de Oaxaca al Súr: los cántaros son ne-
gros, delgados, y las campanas que hacen de éste barro son muy
una tierra de que hacen sal, que llaman iztlatalh, y sonoras.
conócenla los que la fabrican. Hay una manera de ( b ) Hoy volcán d e Orizava, llámase también Citlaltepetl, 6 sea
tierra amarilla conque enjalbegan las paredes. Hay cerro de la estrella, porque antiguamente arrojaba fuego, y de no-
L parecía • una estrella.
.11
otra que es colorada como almagre, llámanla tlachi- che
chilli, embarnizan con ella la coca de platos, y jar- Tóm. III. 41
318
chalco: há pocos años que comenzó á arder la cum-
bre de él, y yo le vi muchos años que tenia la cum- E L EDITOR.
bre cubierta de nieve, y despues vi cuando comen-
zó á arder, y las llamas aparecían de noche y de
día de mas de veinte leguas, y ahora como el fue- E l dia 2 2 d e mayo de 1793, reventó el volcán de f u e g o d e T u x -
g o h a g a s t a d o mucha parte de lo interior del mon- tla en el obispado de Oaxaca, á Sotavento d e Veracruz. A p o c o
d e haber salido el sol, se notó en O a x a c a donde yo me .hallaba,
te, ya no s e a p a r e c e el fuego aunque siempre e s - «me el disco de éste ástro se presentaba de color amanllo, seOTB
tá ardiendo. l o describe Mr. Rollín, cuando refiere la m u e r t e de J u l i o C e s a r
e n R o m a : fué aumentándose la opacidad de modo, q u e a las dos
H a y otro gran monte c e r c a de T l a x c a l a que de la tarde apenas se veía como un crepúsculo. Desde bien t e m -
llaman Matlalcueie, quiere decir muger ( a ) que t i e - prano comenzó á esparcirse una ceniza muy sutil, la cua se au-
ne las e n a g u a s azules. H a y otro cerca de Coyóa- m e n t ó tan estraordinariamente, q u e en los campos del \ alie gran-
can, (Axusco,) é Yztapalapan, aunque no es muy al- d e de Zimatlán, subió á cuatro dedos, y en el pueblo de h x u t l a
ae consternaron sus moradores en términos, de hacer p r o c e s a n d e
to, es muy a f a m a d o , llámase Vixachtecatl. H a y otro penitencia, sacando á Ntrá Srá. de la Soledad; ignoraban aquellos
monte c e r c a d e Cuitlaóac que se llama Yoaaliuhqui} c a m p e e m o s que a q u e l l o que lloraban como una calamidad, e r a un
todos estos m o n t e s tienen cosas notables, ( b ) beneficio del cielo, como les mostró despues la espenencia, pues
aquella ceniza abonó t a n t o la tierra, que jamás han recogido una
cosecha mas abundante de semillas.
Al hacer la explosion el volcán, se oyó en el castillo d e
P e r o t e una detonación tan terrible y continua, q u e el gobernador
OJlfi Olili .SObi'ifiiiOB eSiiICaì SOfiggifi d é aquélla fortaleza puso, un estraqrdinario al virey C o n d e de R e -
villa Gigedo, diciéndole que presumía fuese efecto de un desem-
-ÍJSÍIO S ' £?omvoiq si YB £0IÍ>">
1
ÈISO erjp ,»• .• * N & I : » > barco de franceses en la costa, [pues entonces estaba España e n
-noai 'lioab oioiup oup A'^Wjou. híu-Aí os ei p .00 guerra con aquella nación, por la decapitación de L u í s X V I . ] Sú-
•/.' 7 .'ÍS':/' C! ^"V-W pose dentro de breve la verdadera causa d e aquellos truenos, y
el gobierno mandó q u e D . Mariano M o z i ñ o q u e entonces e s t a b a
,,¡.?8C- ¿ {•''• 'I /i';':' ; j VX5I1 ' en Oaxaca, y pertenecía á la espedicion botánica, fuese á reco-
^ e ' j p OÍJp ttwmts 98£ívM \ ,sbfiV . . G - . ' i üJ p n o c e r dicho volcán. Efectivamente practicó el reconocimiento con
0JÍJ5 oí toy oh osoutíaiioai ¿r) <W»uyà jy>.w *.to?íb ot exactitud, y formó una relación muy circunstanciada en castellano,
Ì7 -ál oy :£hJsfóf>i juioum lodcd niíoa obnob >19 sì) y en unos versos latinos bastante bellos. Yo poseía este precioso
documento, p e r o cayó en manos de los enemigos de nuestra Inde-
.b!Í9 o'fdoa svojgs 7
pendencia, c u a n d o m e sorprendió con el Gral. R a y ó n el coronel D . L u i s
fr>~\ - o-1 {>jv?aIí c i $¡fn otnoíii íi¡' v f h de la Aguila con mil caballos e n Zacatlán, la m a ñ a n a del 25 de setiembre
de 1814. donde todo lo perdimos, menos el honor. D e b e notarse, q u e
d e O a x a c a al lugar del volcán, bien hay 130 leguas, y por aquí
( a ) Hoy l l a m a n e l cerro d e la Malinche, cerro bellísimo, y d e se conocerá lo fuerte de la explosion. Esta cesó á poco de su pri-
figura pintoresca, mitiva fuerza, y los daños habrían sido grandísimos, á no haber
( b ) E n las i n m e d i a c i o n e s de M é x i c o se ven montañuelas vol- tenido el cerro d e la erupción otro inmediato, donde eaían las la-
cánicas, y el Tezontii e s lava de ellas. E l volcán de A x u s c o efi vas q u e arrojaba. C u a n d o se aprocsima un temporal de aguas, se
altísimo, aun se vé s u cráter. E l famoso pedregal es erupción d e oyen grandes retumbos hasta Zacatlán de las manzanas, sin duda
él: faé un t o r r e n t e d e lava que llegó hasta el "mar d e Acapulco» porque habrá alguna horripila del mar, ó por las quiebras de las
así como la e r u p c i ó n del Cofre d e P e r p t e en el punto de la J o -
ya, jontó 6 J a l a p a q u e entra en el mar del n o r t e . L a faz de is- montañas e n cuya época h a c e sus revoluciones periódicas.
la República e n s u s u e l o , h á m u d a d o varios aspectos. *
ba dentro del agua; esto fué el año de l57ü y
CONTINUACION DEL AUTOR. uno de los que la vieron, fué el P F r . D i e g o de
Mendoza, el cual era al presente Guardian de Mé-
xico, y me contó lo que había visto.
H a b i e n d o tratado de las fuentes, aguas y montes, Hay otra agua ó fuente muy clara y muy lin-
me pareció lugar oportuno para tratar de las ido- da en Xuchimilco, que ahora se llama S t a . C r u z , e n
latrías principales antiguas, que se hacían, y aun se la cual estaba un ídolo de piedra debajo del agua,
hacen en las aguas y montes. Una idolatría muy so- donde ofrecian copál: yo vi el ídolo y entre debajo
lemne se hacia en esta laguna de México, en el lu- del agua para sacarle, y puse allí una cruz de pie-
gar que se llama j.Uauhcaltitlan, donde dicen que es- dra, que hasta ahora ecsiste en la misma fuente.
tán dos estátuas de piedra grandes, y que cuando se Hay otras muchas fuentes y aguas, donde oíre-
mengua la laguna quedan en seco, aparécense las cian, y aun ofrecen en el dia de hoy, que convendrá
ofrendas de copál y de muchas basijas quebradas, requerirlas para ver lo que allí se ofrece Cerca de
que allí están ofrecidas: también ofrecían corazones los montes hay tres ó cuatro lugares donde solían
de niños, y otras cosas. En él medio de la laguna hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos
donde llaman Xiuhchimalco, dicen que está un r e - de muy lejas tierras. El uno de estos és aquí en
molino donde se sume el agua de la laguna, allí México, donde está un montecillo que se llama Te-
también se hacian sacrificios cada año, echaban un peacac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora
niño de tres ó cuatro años en una canoita . nueva, se llama Ntra. Sra. de Guadalupe. En este lugar te-
llevábanla al remolino, y tragábala á ella y al niño. nían un templo dedicado á la madre de los dioses
Este remolino dicen que tiene un respiradero ácia que llamaban Tonantzin, quiere decir nuestra madre: allí
Tullan, donde llaman A pazco, (Santiago) donde e s - hacian muchos sacrificios á honra de ésta diosa, y
t á un pozanco profundo, y cuándo crece la laguna venian á ellos de muy lejas tierras, hasta de mas
crece él, y cuando mengua, mengua él: allí dicen de veinte leguas de todas éstas comarcas de Méxi-
que muchas veces se há hallado la canoita donde el ni- co, y traían muchas ofrendas: venian hombres, m u -
ño habia sido echado. geres, mozos y mozas á éstas fiestas: era grande el
Hay otra agua donde también solían sacrifi- concurso de gente en estos dias, y todos decían; va-
car que és en la provincia de Toluca, ó junto el pue- mos á la fiesta de Tonantzin: agora que está allí edi-
blo de Calimaya: es un monte alto que tiene enci- ficada la iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, t a m -
m a dos fuentes que por ninguna parte corren: el bién la llaman Tonantzin, tomada ocasion de los pre-
agua es clarísima, y ninguna cosa se cria en ella dicádores, que á Ntra Sra. la Madre de Dios la lla-
porque es frigidísima. Una de éstas fuentes es pro- maban Tonantzin. De donde haya nacido esta funda-
fundísima, parecen gran cantidad de ofrendas en ella, ción de ésta Tonantzin, no se sabe de cierto; pero
y poco tiempo há que yendo allí religiosos á ver lo que sabemos verdaderamente és, que el vocablo
aquellas fuentes, hallaron que habia una ofrenda re- significa de su primera imposición, á aquella Tonan-
ciente ofrecida, de copál, papel, y petates pequeñi- tzin antigua, y es cosa que se debia remediar, por-
tos, que habia muy poco que se habia ofrecido, y esta- que el propio nombre de la Madre de Dios seño-
r a nuestra, no es Tonantzin, sino Dios, y mntzin. P a - liacion de la idolatría, debajo el nombre de Sta. Ana.
rece ésta invención satánica para paliar la idolatría El tercer lugar donde habia antiguamente mu-
bajo la equivocación de éste nombre Tonantzin, y vienen chos sacrificios, á~los cuales venian de lejas tier-
ahora á visitar á esta Tonantzin de muy lejos, tanto ras, és á la raíz del volcán, en un pueblo que s e
como de antes; la cual devocion también es sospe- llama Tianquízmanalco: (S. Juan) hacían en éste lu-
chosa, porque en todas partes hay muchas iglesias gar aran fiesta, á honra del dios que se llamaba 1 el-
de Ntra. Sra., y no van á ellas; y vienen de lejas puchtfi, que es Tezcatlipuca; y como á los predica-
tierras á ésta Tonantzin, como antiguamente. dores oyeron decir, que S. Juan Evangelista fué vir-
£1 segundo lugar donde habia antiguamente gen, y el tal en su lengua se llama Telpuchtli, t o -
muchos sacrificios, á los cuales venian de lejas tier- maron ocasion de hacer aquella fiesta como la s o -
ras, és cerca de la sierra de Tlaxcala, donde habia lían hacer antiguamente paliada, debajo del nombre
un templo que se llamaba Toci, en el cual concur- de S. Juan Telpuchtli como suena por defuera; pero
rían gran multitud de gente, á la celebridad de és- á honra del Telpuchtli antiguo que es Tezcatlipuca,
ta fiesta Toci, que quiere decir nuestra abuela, y por porque S. Juan allí ningunos milagros há hecho, ni
otro nombre tzapotlalnanque, que quiere decir la dio- hay porque acudir mas allí, que á alguna otra par-
sa de los temaxcales, y de las medicinas, y despues acá, te donde tiene iglesia. Vienen á esta fiesta el dia de
edificaron allí una iglesia de Sta. Ana, donde aho- hoy, gran cantidad de gente de muy lejas tierras, y
r a hay monasterio, y religiosos de nuestro P . San traen muchas ofrendas: en cuanto á esto es s e m e -
Francisco, y los naturales le llaman Toci, y concur- jante á lo antiguo, aunque no se hacen los sacri-
ren á dicha fiesta, de mas de cuarenta leguas, y ficios y crueldades que antiguamente se hacían; y ha-
llaman así á Sta. Ana, tomando ocasion de los pre- ber hecho esta paliación en estos lugares ya dichos,
dicadores que dicen, que porque Sta. Ana es abue- estoy bien certificado de mi opinion, que no lo ha-
la de Jesucristo, es también nuestra abuela de t o - cen por amor de los ídolos, sino por amor de la
dos los cristianos; y así la han llamado y llaman en avaricia y del fausto; porque las ofrendas que s o -
el pulpito Toci, que quiere decir nuestra abuela, y lían ofrecer no se pierdan, ni la gloria del fausto que
todas las gentes que vienen como antiguamente á recibían en que fuesen visitados estos lugares de gen-
la fiesta de Toci, vienen só color de Sta. Ana; pe- tes estrañas, muchas, y de lejas tierras; y la devo-
ro como el vocablo es equívoco, y tienen respeto á cion que ésta gente tomó antiguamente, de venir á
lo antiguo, mas se cree que vienen por lo antiguo visitar estos lugares és, porque como estos montes
que por lo moderno, y así también en éste lugar, son señalados en producir de sí nubes que llueven
parece estar la idolatría paliada; porque venir tanta por ciertas partes, antiguamente las gentes que re-
gente y de tan lejos sin haber hecho Sta. Ana allí sidían en aquellas tierras donde riegan estas nubes
milagros algunos, mas parece que es el Toci a n t i - que se forman en éstas sierras, advirtiendo que aquel
guo que no Sta. Ana; y en éste año de 1576, la pes- beneficio de la pluvia les viene de aquellos montes,
tilencia que hay, de allí comenzó, y dicen que ya no tuviéronse por obligados de ir á visitar aquellos lu-
hay gente ninguna allí: parece misterio el haber co- gares, y hacer gracias á aquella divinidad que allí
menzado el castigo donde comenzó el delito de la pa- residía, que enviaba el agua, y llevar sus ofrendas
en agradecimiento del beneficio que allí recibían; y
así los moradores de aquellas tierras, que eran re-
gadas con las nubes de aquellos montes, persuadi- EL EDITOR.
dos ó amonestados de los demonios ó de sus Sátra- g .:, C19KJÍ¡q la O? obk i'H ou Stop .OHIEÍ ioq f.'Aü^Ji
«wiieo<: .i ischul nf» iñ ,nuiohsq» «í a-Jibsilaoa >up oi.oxt >» ::ui
pas, tomaron por costumbre y devocion, de venir á
visitar aquellos montes cada año, en la fiesta que
C uando me p r o p u s e publicar ésta obra, lo hice con ciencia d e
allí estaba dedicada: en México, en la fiesta de Cioa- que se trataba de darla á luz en Londres al mismo tiempo q u e
coatl, que también la llaman Tonantzin: en Tlaxcala en México, pues D. Felipe María Bouzá habia vendido copia del
en la fiesta de Toci: y en Tianquizmanalco, en la de manuscrito por precio de 135 librad esterlinas, .[700 ps. fuertes] á un
Tezcatlipuca; y porque ésta costumbre no la perdie- librero dé Inglaterra, según lo escribió en carta particular á D. José Ma-
ría Bustamante, con quien llevaba estrecha correspondencia literaria, y
sen los pueblos que gozaban de ella, persuadieron á me la manifestó; también m é lo asegura nuestro enviado en Londres,
aquellas provincias á que viniesen como solían, por- el Sr. D. Vicente Rocafuerte. Gomo todo lo relativo á nuestra histo-
que ya tenían Tonantzin, Tocitzin, y Altepuchtli, que ria, se vé con estraordinario empeño en las naciones estrangeras,
esteriormente suena ó les há hecho sonar, á Sta. Ma- principalmente en la Inglaterra, según se nota por sus periódicos, y
acredita el intitulado r Ocios de los Españoles, en que, se há hecho
ría, á Stá. Ana, y á S. Juan Evangelista ó Bautis- un análisis de ésta obra: creí que si omitía publicar lo que se lee
ta; y en lo interior de la gente popular que allí vie- en ella relativo á la aparición "de Ntrá. Sra. de Guadalupe, se ten-
ne, está claro que no es sino lo antiguo; y así no dría por una superchería mi a luego que se presentase en México
es mi parecer que les impidan la venida ni la ofren- la edición inglesa, cotejándose con ella, y notándose ésta su-
presión. L a ley pues de Editor veráz, no me permite hacer seme?
da; pero sí lo és, que los desengañen del error que jante omision, muy fácil d e equivocarse con un fraude. H é aquí
padecen, dándolos á entender, que aquellos dias que el motivo porque doy á luz [aunque con repugnancia, y después
allí vienen es la falsedad antigua, y que no és aque- de haberlo pensado mucho]-.,eJ texto del P . • S a h a g u i ^ . tal cual se
llo conforme á lo antiguo. Esto deberían hacer pre- registra en su obra, sin añadiilé ni quitarle en esta p a r t e ni una
tilde, ni una coma. Unicamente hé puesto una llamada donde di-
dicadores bien entendidos en la lengua y costumbres c e nota, para que se entienda que es del Autor; hé obrando de és-
que ellos tenian, y también en la escritura divina. t e modo para evitar que se me hagan las mismas observaciones que
Bien creo que hay otros muchos lugares en éstas foimó el sábio Sr. Uribe sobre la segunda edición de la obra del
Indias, donde paliadamente se hace reverencia y P . Torquemada, en su Disertación Guadalupana, pág. 40.
ofrenda á los ídolos, con disimulación de las fies- Pero aun hay otra razón que me pone á cubierto de todo;
tas que la iglesia celebra á Dios y á sus Santos, lo cargo de imprudencia en esta parte, y sobre l a q u e llamo la aten-
ción de mis lectores. E n el año de 1820 publicó el Dr. D. José
cual sería bien investigarse, para que la pobre gen- María Guridi Alcocer en la oficina de D . Alejandro Valdés, un
te fuese desengañada, [a] del error que ahora padece. cuaderno intitulado: Apología de la aparición de Ntrá. Srá. ds
Guadalupe de México, en respuesta á la disertación que la impug-
;,•;'!> ¡r !': .2) 3' .üfftllftfí • ¿iq - a >
H na; es decir impugnando á D. Juan Bautista Muñoz, cronista d e
>- . ' .-' t '
fc.v'1 '• ' ' '' * • ' i: - . ¡C • - :
n
• • lJ Indias, que niega la aparición, fundado en un capítulo de carta á
Felipe II. enviada por el virey D . Martin Enriquez. Muñoz se fun-
dó ademas en el .texto del P. Sahagun, cuya obra estaba e n t o n -
ces inédita, y la acababa de sacar de orden real, de la librería de
[ a ] Entiendo que la g r a n fiesta á S. Antonio de Padua que
los P P . Franciscanos de Tolosa en Huipuscoa, para poder escribir la
s e hace en Calpulalpan d e p a r t a m e n t o de T e x c o c o , tiene el mis-
historia del Nuevo Mundo por mandado del rey Carlos III. A efecto d e
m o origen que las q u e se hacian á los dioses Tlaloques para im-
combatirlo el Sr. Alcocer, insertó á la letra la memoria de la real
plorar las aguas. L a sierra d e T e x c o c o era la sierra del agua.
Tóm. 111. 42
A c a d e m i a de la historia española, á la p á g . 2 0 5 del tora, quinto
impreso en Madrid en 1817, y en ella se copia literalmente el tex-
AK-IR,4! ©bf/fUiuo Y ojbulnüíq oí, «»aa.s8 HOISBOO
to del P . S a h a g u n . ,. , . . . . Despues de haber pasado montes, valles, cié-
Resulta por tanto, q u e no hé sido yo el primero en dar á negas, barrancas y caminos de diversas maneras, pa-
luz el trozo q u e contradice la aparición, ni en turbar la posesion recióme lugar oportuno éste para tratar de los) ca-
e n q u e se hallan de creerla piadosamente, los mexicanos. M e n o s
soy yo el que p r e t e n d a desarraigar de sus corazones la devocion
minos por donde la iglesia, ha* venrdo hasta llegar
q u e profesan & Ntrá. S r á . bajo la advocación de Guadalupe. T e n - á esta última mansión donde ahora peregrina, sem-
go para mi que sería u n a crueldad quitar consuelo tan dulce de brando la doctrina evangéíidají A l todos es ratono
los pechos mexicanos, así como lo sería dar á un afligido hijo, la. que la iglesia militante comenzo en el reino ^ P a -
noticia de la m u e r t e d e su padre, cuya alhagüeña ilusión d e su
ecsistencia le conservaba tranquilo. Y o respeto no solo las tradi-
lestina, y de allí caminó por diversas partes de mun-
ciones constantes, sino h a s t a las preocupaciones de I03 pueblos, so- do, ácia el oriente, acia el. occidente, ácia e nor-
bre t o d o cuando por ellas se siguen positivos bienes. N o permita te y mediodía. Sabemos que ácia la parte del nor-
Dios que falte algún dia la piedad y devocion de mis compatrio- te hay aun muchas provincias y tierras ocultas, don-
tas á la cooredentora d e l género humano, y á la dispensadora de
todas las gracias! ¡Ojala y siempre busquen su protección en el-
de eí evangelio aun no se há prédicado; y acía es-
P a n t u a ñ c de Tepeyac, y el recurso en sus tribulaciones, y q u e en él tas partes del mediodía, donde se pensaba que nin-
derrame la m a d r e de J e s u c r i s t o y madre nuestra, el bálsamo del gunas gentes habitaban; aun ahora en estos tiem-
consuelo sobre s u s espíritus afligidos! Yo uno mis votos á ios d e pos .se han descubierto muchas tierras, y remos muy
aquel piadoso poeta, que. para recordar en todos tiempos la memo-
ria de los beneficios d e b i d o s á nuestra S e ñ o r a en s u advocacioo
poblados, donde ahora se predica el evangelio. Far-
Guadahipana, sobre t o d o en la última inundación del a ñ o de 1820, dóse k iglesia de Palestina; mas ya en ella, viven,
inscribió e,n las p a r e d e s del Santuario e s t e voto ferviente. reinan, y señoréan infieles: de allí fué á Asia, en
la cual no hay ya sino turcos y moros: fué también
¡Mexice!
.
sis felix,
•
tantee sub virsinis aura, á Africa donde ya no hay cristianos: fué á Alema-
Sitque tuus vehemens, sitqvc Jidelis amor. nia, donde ya no hay sino hereges: fué a la Eu-
¿De quien es é3ta i m a g e n ? preguntaría como Jesucristo al tomar una
ropa donde en la mayor parte de ella no se obede-
m o n e d a en sus m a n o s . . . D e Cesar, respondieron sus oyentes... Pues ce á la iglesia. Donde ahora tiene su silla mas quie-
dad al Cesar lo que es del Cesar, y á Dios lo que es de Dios... tamente es en Italia, y en España, de donde pasan-
¿Es ésta la imagen de M a r í a ? sí, pues tributadla todo el amor y res- do el mar occéano, ha venido á estas partes de la
p'eto d e que es muy d i g n a la hija del P a d r e , la madre del H i j o , y la
esposa del Espíritu S a n t o . . . Sobre tales títulos está consignado
India occidental, donde había diversidades de gen-
nuestro amor y r e s p e t o . ¿Por ventura há llegado algún c o r a z o n tes y de lenguas, de las cuales ya muchas se han
afligido á este lugar santificado, que no haya salido consolado? Nin- acabado, y las que restan van en camino de aca-
g u n o por cierto: en él há obrado la gracia maravillas: Dios barse. Lo mas poblado y mas bien parado de todas
n á declarado a q u í m u c h a s vocaciones, y hombres criminales arre-
pentidos sinceramente h a n cambiado de vida, y convertídose d e
estas Indias occidentales, ha sido y és esta N. Es-
todo punto. E s t e lugar con quinado antes con abominaciones, y sacrificios paña, y lo que mas ahora prevalece y tiene lustre,
humanos y cruelísimos á los dioses Tlaloques, hoy se halla puri- es México y su comarca, donde la iglesia católica
ficado, y hecho el asilo d e la santidad, y clemencia. Verdaderamen' está aposentada y pacífica; pero en lo que toca á
tita es la casa do Dios? y la puerta, del cieh.
la fé católica, es tierra estéril y muy trabajosa de cul-
tivar, v donde ésta tiene muy flacas raíces, y con mu-
3
#
chos trabajos s(e hace muy' poco fruto, y con poca será en ésta pestilencia, como también en la otra1
ocasion se seca lo plantado y cultivado. Paréceme arriba dicha. Muchos murieron de hambre, y de no
que poco tiempo podrá perseverar la fé católica en tener quien los cuidase ni les diese lo necesario. Su-
estas partes; lo uno és porque las gentes se ván cedió y acontece en muchas casas, el que todos los
acabando con gran "prisa, no tanto por los malos de ellas caigan enfermos, sin haber quien los pu-
tratamientos • que se^lesi hacen, como por las pesti- diese dar un jarro de agua; y para administrarles los
lencias que Dios les- eñviaj Despues que esta tier- sacramentos, en muchas partes ni habia quien los
ra s e descubrió, h á habido tres pestilencias muy uni- llevase á la iglesia, ni quien dijese que estaban en-
versales y grandes, á mas de otras no tan grandes fermos; y conocido esto, andan los religiosos de ca-
ni tan universales: la primera fué el año ae 1520, sa en casa, confesándolos y consolándolos. Cuando
que cuando echaron de México por guerra á los es- comenzó esta pestilencia de ogaño, el señor viso-rey
pañoles, y ellos se recogieron á Tlaxcala, hubo una D. Martin Enriquez, puso mucho calor en que fue-
pestilencia de viruelas donde murió casi infinita gen- sen favorecidos los indios, así de comida como de
te. Despues de ésta^ y de haber ganado los espa- los sacramentos, y por persuacion, muchos españo-
ñoles esta N. España, teniéndola ya pacífica, y que les anduvieron muchos dias por las casas de los in-
la predicación del evangelio se ejercitaba con mu- dios dándolos comida, los sangradores sangrándolos,
cha prosperidad, el año de 1555, hubo una pestilen- los médicos curándolos, y los clérigos y religiosos,
cia grandísima y universal, donde en toda ésta . así de S. Francisco, como de Stó. Domingo, de S.
España murió la mayor parte de la gente que' en ella Agustín, como Tcatinos, (Jesuítas) andaban por sus
habia. Yo me hallé en el tiempo de esta pestilencia casas para confesarlos y consolarlos, y esto duró por
en ésta ciudad de México en la parte del Tlaltelol- obra de dos meses, y luego cesó todo; porque unos
co, y enterré mas de diez mil cuerpos, y al cabo de se cansaron, otros enfermaron, y otros se ocuparon
la pestilencia dióme á mí la enfermedad, y estuve en sus haciendas: ahora ya faltan muchos de los sa-
muy al cabo. cerdotes dichos, que ayudaban, y ya no ayudan.
Despues de esto, procediendo las cosas de la En este pueblo del Tlaltelolco, solo los reli-
fé pacificamente, por espacio de treinta años ó po- giosos de S. Francisco andaban por sus casas con-
co mas ó menos, se tornó á reformar la gente: aho- fesándolos, consolándolos, y dándolos pan de Casti-
ra en este año de 1576 en el mes de agosto, co- lla para que comiesen, comprado de las propias li-
menzó una pestilencia tan universal y grande, la cual mosnas. y todo se vá ya acabando, pues el pan va-
há ya tres meses que corre, y há muerto mucha gen- le muy caro, y no se puede haber, y los religiosos
te, muere, y vá muriendo cada dia mas: no sé que ván enfermando y cansando, por lo cual hay gran
tanto durará ni que tanto mal hará: yo estoy ahora tribulación y aflicción; pero con todo esto, el señor
en ésta ciudad de México en la parte del Tlaltelol- viso-rey, y el señor arzobispo, (a) no cesan de ha-
co, y veo que desde el tiempo que comenzó hasta cer lo que pueden. ¡Plega á nuestro Señor de reme-
hoy, que son ocho de noviembre, siempre ha ido cre- diar ésta tan gran plaga! porque á durar mucho, to-
ciendo el numero de los difuntos desde 10, 20, 30,
40, 50, á 60 y 80, y de aquí adelante no sé lo que ja] Eralo entonces el Sr. D. Pedro de Moya, y Contreras.
CAPITULO XIII.
CAPITULO XIII.
tres mugeres vestidas y tocados los cabellos como carlos, perdieron del todo la fé que les fué predica-
indias, sentadas como se sientan las mugeres indias, da. y se volvieron á sus idolatrías que de antes te-
y las dos estaban á la par, y la tercera estaba de- nían; [a] y esto congeturo por la dificultad grande que
lante de las dos en el medio, y tenia una cruz de lié hallado en la plantación de la fé en esta gente;
palo según significaba la pintura, atada en el ñudo porque yo há mas de cuarenta años que predico por
de los cabellos, y delante de ellas estaba en el sue- estas partes de México, y en lo que mas he insisti-
lo un hombre desnudo y tendido, pies y manos so- do y otros muchos conmigo, es, en ponerlos en la
bre una cruz, y atadas ambas cosas sobre ella, con creencia de la fé católica por muchos medios, y ten-
unos cordeles. Esto me parece que alude á Nuestra tando diversas oportunidades para esto, así por pin-
Señora y sus dos hermanas, y á nuestro Señor cru- turas, como por predicaciones, representaciones y lo-
cificado, lo cual debieron tener por predicación an- cuciones; probando con los adultos y con los peque-
tiguamente. ños, y en esto aun hé insistido mas en estos cinco
Otra cosa hay, que también me inclina á creer años pasados, dándolos las cosas necesarias de creer
que há habido predicación del evangelio en estas par- con gran brevedad y claridad de palabras; y ahora
tes, y és, que tenian confesion auricular en estas par* en este tiempo de esta pestilencia, haciendo esperien-
tes de México, donde los penitentes contaban sus cia de la fé que tienen los que se vienen á confesar
pecados al Sátrapa en gran secreto, y recibían pe- y antes de ella, tal cual responde como conviene; de
nitencia de ellos, y los ecsortaba el Sátrapa á la manera que podemos tener bien entendido, que con
enmienda con gran diligencia; y esta confesion ha- haberlos predicado mas de cincuenta años, si aho-
cíanla una vez en la vida ya cerca de la vejez, ó en ra se quedasen ellos á sus solas, y que la nación
ella, y tenian que el penitente que tornaba á recaer española no estuviese de por medio, tengo entendi-
en los pecados no tenia remedio, porque á nadie se do, que á menos de cincuenta años, 110 habría ras-
le perdonaban los pecados sino una vez en la vida. tro de la predicación que se les há hecho. Así que
Está esto escrito muy á la larga en el segundo li- digo concluyendo, que es posible que fueran predica-
bro que trata de las fiestas de los dioses. Tam- dos, y que perdieron del todo la fé que les fué en-
bién he oído decir, que en Pontochan ó en Cam- señada, y se volvieron á las idolatrías antiguas. Aho-
peche,, hallaron los religiosos que fueron allí á con- ra paréceme que Dios nuestro Señor, habiendo vis-
vertir primeramente, muchas cosas que aluden á la to por esperieucia la dureza de esta gente, y lo po-
fé católica y al evangelio; y si en estas dos par- co que en ellos aprovechan, los grandes trabajos que
tes dichas hubo predicación del evangelio, sin du- con ellos se tienen y han tenido, ha querido dar la
da que la hubo también en estas partes de Méxi- nación española, (a) para que sea como una fuente
co y sus comarcas, y aun en esta N. España; pe- de que mana la doctrina de la fé católica, para que
ro yo estoy admirado como no hemos hallado mas aunque ellos desfallezcan, siempre tengan presentes
rastro de lo que tengo dicho en estas partes de Mé- ministros nuevos y de nación española, para tornar-
xico; y aunque digo esto, paréceme que pudo ser muy los á los principios do la fé. Hay otra cosa, lo cual
bien que fuesen predicados por algún tiempo; pero ( a ) Véase la disertación del P. Mier tóm. 1. p. 277 [b] Véase el
que muertos los predicadores que vinieron á predi- epígrafe de los tomos d e ésta obra de Jeremías, cap. b. Í~. 1 5 á l 7 .
Tóm. III. 43 * "
fieras, y de árboles silvestres, de manera que no se
ha parecido en parte por esperiencia, y en parte per podría habitar. L o q u e mas se me asienta en este
profecía, el acabamiento de esta nación, y lo que negocio és, que con brevedad esta pestilencia ( a )
parece por esperiencia es, que desde las Canarias presente cesará, y que todavía quedará mucha gen-
hasta acá, y aquí en esta tierra, vemos por esperien- te hasta que los españoles se vayan mas multiplican-
cia así vá verificándose. También esto há parecido por do y poblando; de manera, que faltando la una ge-
profecía de un santo varón dominico, [a] Cuando los es- neración, quede poblada esta tierra de la otra que
pañoles llegaron á ésta tierra, estaba llena de gen- es la española, y aun tengo para mí, que siempre
te innumerable, y cuando por via de guerra echaron habrá cantidad de Indios en estas tierras.
de ésta ciudad de México los indios á los españoles,
y se fueron á Tlaxcala, diólos la pestilencia de vi-
ruelas que queda dicha, donde murió gente sin cuento, y
OSlE
despues en la guerra y trabajos conque fueron afli-
gidos, despues de la guerra murieron gran cantidad de
indios en las m i n a s , haciéndolos esclavos, llevándolos
cautivos fuera de su tierra, y fatigándolos con grandes
trabajos en edificios y minas; y despues que estas
velaciones se remediaron, con haber clamado los re- FIN DEL UNDÉCIMO LIBRO.
ligiosos al emperador Carlos V. en el año de 1545,
vino la otra segunda pestilencia dicha atras, clonde
toda la gente quedó muy menguada; muy grandes pue-
blos quedaron despoblados, los cuales despues nun-
ca se tornaron á poblar. Treinta años despues de es-
ta sucedióla pestilencia que ahora actúa mente rei-
( a ) Las epidemias principales que han afligido á la América,
na, donde se han despoblado muchos pueblos, y el ne-
ademas de las referidas, son la d e viruelas d e 1779, la de id, de
gocio vá muy adelante, y si tres ó cuatro meses du- 1796, la d e 1813 d e fiebre amarilla propagada por los soldados
?a como ahora vá, no quedará nadie. La profecía de espedicionarios del batallón español de Zamora, la escarlatina d e
que atrás hace mención dice, que antes de sesenta 1825, y la actual de viruelas d e 1830 venida por T e h u a n t e p e c de O a x a c a ,
y que habría hecho mayores estragos, si no hubiera neutralizado su ve-
S o s despues que fueren conquistados no ha de que- neno activo y furioso la prodigiosa vacuna. La raza de los Indios vá á m e -
dar hombre de ellos; y aunque á esta profecía yo no nos, y este déficit debe atribuirse en gran parte, al abandono en
b dov crédito, pero las cosas que suceden y han q u e viven. Absolutamente se há descuidado la policía en los pue-
blos: la embriaguéz es el mayor enemigo de la salud: el Indio be-
^cedído^ parece que van enderazadas b e chinguirito sin termino, y con él se traga la muerte, aguar-
dadera No es de creer empero que esta gente se diente, y agua fatal de muerte, son sinónimos. ¡Cuando reglamen-
tarán los congresos las costumbres de estos miserables? ¿Cuando
multiplicarán los establecimientos útiles de enseñanza para formar
S K S T i - c c sus costumbres? Se há equivocado la libertad con el libertinage, y
este trastorno d e idéas nos há hecho retrogadar. Dios nos alum-
bre p a r a el régimen de la República.
[a] P a r e c e que e s el Sr. Obispo Casas.
1
I
336 t .. ,
A q u í pongo téíinino á la edición de ésta obra, remitiendo
á mis lectores al libro doceno que habla de la Conquista, y lié im-
SUPLEMENTO
preso por separado, como también la Memoria de D. F e r n a n d o
Alva Yxtlilxóchitl, bajo el título de Horribles crueldades de los A LOS LIBROS DIEZ Y ONCE
Conquistadores de México, y de los Indios que los ausiharon pa-
ra subyugarlo á la corona de Castilla, que todo deberá formar u n
cuerpo de obra. Muchos afanes lié emprendido en la publicación DE LAS COSAS DE NUEVA ESPAÑA,
de ésta, cuya impresión há durado once meses. Cuando reine la paz y
con ella las ciencias, mis compatriotas me dispensarán el aprecio que QUE ESCRIBIÓ
tal vez no merezco de muchos de la generación presente: d e la veni-
dera solo pido un suspiro, y que al leer mis producciones digan....
A h ü Este hombre de bien amó Ú los Mexicanos, y se intereso en EL P. FR. BERJWdRDLVO SAHAGUJV.
sus glorias!!!
336 t .. ,
A q u í pongo ; término á la edición de ésta obra, remitiendo
á mis lectores al libro doceno que habla de la Conquista, y lié im-
SUPLEMENTO
preso por separado, como también la Memoria de D. F e r n a n d o
Alva Yxtlilxóchitl, bajo el título de Horribles crueldades de los A LOS LIBROS DIEZ Y ONCE
Conquistadores de México, y de los Indios que los ausiharon pa-
ra subyugarlo á la corona de Castilla, que todo deberá formar u n
cuerpo de obra. Muchos afanes lié emprendido en la publicación DE LAS COSAS DE NUEVA ESPAÑA,
de ésta, cuya impresión há durado once meses. Cuando reine la paz y
con ella las ciencias, mis compatriotas me dispensarán el aprecio que QUE ESCRIBIÓ
tal vez no merezco de muchos de la generación presente: d e la veni-
dera solo pido un suspiro, y que al leer mis producciones digan....
A h ü Este hombre de bien amó Ú los Mexicanos, y se intereso en EL P. FR. BERJWdRDLNO SAHAGUJV.
sus glorias!!!
LIBRO DECIMO.
.c!fi"l3ÍH\iÍÍ PAGINAS.
.9Í¡ÍSXÍ¡ sqsiíliil .IliüflpccinaTr
.ótótítoT Prólogo
.!jrioüxcroo>/r Capítulo I. D e las calidades y condiciones de las personas
I conjuntas por parentesco
Caracteres de éstas desde la pág. 2 á la - 7.
Cap. II. De los grados de afinidad, hasta la pág. . . . 9.
jjbgfilT ,iiepír>lT Cap. III. De las edades hasta el folio. . . . . . . . 12.
I í . SfSRÍÓifcXl
• .eJ¿iu,!Íi.x"
{ .!),-,nioJlcX
. < JJiiüíoiliK
Cap- IV. De los oficios, condiciones, y dignidades de perso-
nas nobles y generosas 12.
( .9ÍEn;cjf!0.0 ( .Ij;-.oiciaoO •a Cap. V. De las personas nobles 14.
.cíamiD .iíoooX \ • > Cap. VI. De los varones fuertes, y graduados en la milicia
.fl&Jcjí'ífjooX mexicana con sus denominaciones peculiares, de 15 á. . 17.
.ÚlUliCUJlilboX Cap. VII. De los oficiales plateros y de pluma, de 17 á. 19.
£}9JJ££I£(E í.'i" - ÍÍUI í .ÜiiiaoxopftX Cap. VIH. D e otros oficiales 19.
.Uoao/bZ Cap. I X . De los hechizeros y trampistas 22.
.iJirf&oxoBX Cap. X . De otros oficiales mecánicos de diversos oficios. . 24.
.}*mrr>?X Cap. X I , De las personas viciosas como rufianes y alcahue-
tes, marcadas cen ¿us respetivos caracteres. .
Nota sobre los ladrones de México
¿í,l:.H »¡ífHíflCfWe-BJBia Cap. XII. D e otra manera de oficiales como labradores y
SJ 10M • :G:>IÍ>K)OS >b oa i'Mvwi mercaderes 28.
i h 10.
."• .••ov'v? fo ni Cap. X I I I . D e las mugeres nobles 30.
Cap. XIV. De las condiciones y oficios de las mugeres bajas. 33.
Cap. X V . De muchas maneras de mugeres, y de las públicas. 37.
Cap. X V I . De los tratantes y otros oficiales mecánicos. . 39.
u,' J JÜ¿Í Cap. X V I I . D e los que venden mantas. . . . . . . 42.
Cap. XVIII. De los que venden maíz, cacao, frisóles & c . 43.
.j Cap. X I X . De los que venden tortillas, tamales & c . . . 46.
Cap. X X . De los que venden mantas delgadas que llaman
Ayatl, cacles, y cotáras 48.
Cap" X X I . De los que venden colores, tochomitl, [ó sea pe- •
lo de Conejo hilado] y xícaras 51-
Cap. X X I I . D e los que venden frutas, y otras cosas de comer. 54-
Cap. I V . D e los animales del agua que no son comestibles.
Cap. X X I I I . De los que venden loza, y fabrican chicuites
I. D e los caymanes y otros semejantes 204.
y petacas. . . . . . . . . . 56.
I I . Del Avizotl ó Ahuitzotl muy monstruoso 205.
Cap. X X I V . D e los que venden gallinas, huevos y medicinas. 58.
III. D e una culebra de agua, ó serpiente muy monstruosa. 207.
C a p . X X V . D e los que venden bolsas, cintas, candelas. . 65.
§. I V . De otras culebras y sabandijas del agua 209.
Cap. X X V I . D e los que venden atulli, (hoy atole) y cacao
§. V. D e las serpientes y otros animales de tierra. . . . 210.
hecho para beber, tequixqultl y salitre. 68.
I . Del Aspid. 210.
C a p . X X V I I . De los miembros exteriores é interiores, así
f . II. D e otra serpiente monstruosa y fiera 211.
del hombre como de la muger . 69.
III. De la culebra de dos cabezas llamada llamada M a -
Relación del Autor digna de ser notada. . . . . . . 70.
quizcoatl. 213.
C a p . X X V I I I . De las enfermedades del cuerpo humano, y
IV. De algunas culebras con cuernos, y de su monstruo-
d e las medicinas contra ellas, • 85.
sa propiedad 214.
Cap. X X I X . D e todas las generaciones que han venido á V. De una culebra monstruosa en grandor y ponzoñosa,
poblar esta tierra 106.
con otras de su manera 216.
Nota del Editor para la inteligencia de la historia, de las
V I . D e otras monstruosas culebras en propiedades es-
generaciones que han poblado este continente 114.
" trañas 217.
N o t a del Editor sobre la Genealogía de los R e y e s de T e x -
VII. De otras culebras monstruosas en su ser y p r o p i e -
coco. 120.
dades 219.
i). V I I I . De los alacranes, y otras sabandijas como arañas. 220.
LIBRO UNDÉCIMO, Y ULTIMO DE ESTA EDICION, (a)
§. I X . D e las diversas maneras de hormigas 221.
X . D e otras sabandijas de esta tierra 222.
C a p . I. De los animales y bestias fieras . 149.
X I . De las abejas que hacen miel, y de las mariposas. 224.
§. II. De los animales como zorros, lobos, y otros semejantes. 154. X I I . De varias clases de langostas, de otros animalejos
* I I I . —i-.—f
De las ardillas y otros w
«M» **Kítih«-it> animalejos.
«ffi w.r^r.v Bol 0< l ;. . 158. y de los brvgos 224.
§. IV. Del Tlaquatzin . §. X I I I . D e diversas maneras de gusanos 22¿.
§. V. De las liebres, conejos, y comadrejas . . . . 160.
. . . . 162. Cap. VI. De los árboles y sus propiedades '
VI. D e los ciervos y perros mexicanos
. . . . 165. §. I . D e las calidades de las montañas 229.
VII. D e los ratones y otros animalejos
§. II. De los árboles mayores 230.
Cap. II. D e las aves, y aves de pluma rica. . . . . . . .. . 167.
§. I I I . D e los árboles silvestres medianos. . . . . . , 231.
I I . De los papagayos y tzintzones . . . . 170.
§. I V. D e las partes d e cada árbol 234.
§. III. De las aves" que viven en el agua, ó tienen alguna V. De los árboles secos que están en pie 6 caidos, y de
conversación en ella 174.
los maderos para edificar. 235.
IV. D e las aves de rapiña 187,
§. VI. De las cosas accidéntalas á les árboles, y de ellos. . 234.
V. De otras aves de diversas maneras . 191.
VII. De las frutas menudas como ciruelas 236.
V I . De las codornices • 193. §. V I I I . De la diversidad de tunas 238.
1. VII. De los tordos, grajas, urracas, y palomas. . . . 194.
§. I X . De las raíces comestibles 240.
§. VIII. De los pájaros que cantan bien . • 196.
C a p . VII. que trata de las yerbas
Cap. I I I . De los animales del agua. . . . . . . . . §. I. De las yerbas que emborrachan 241.
§. I. De algunas aves que moran en ella 199. II. D e las setas ú hongos : . . . 243.
§'. II. D e Fos peces. 199. III. D e las yerbas comestibles cocidas 245.
i . I I I . D e los camarones y tortugas. 200. §. IV. De las yerbas que se comen crudas 246.
I V . De la Ygiiana, y de íos peces del rio 6 lagunas. . 201. §. V. D e las yerbas medicinales. 249.
I V.' De los renacuajos y otras sabandijas de comer. . . 203. Nota del Editor 282.
( a ) El libro Doceno trata d e la Conquista d e México por los Sigúese á tratar d e las piedras medicinales 284
Españoles; p e r o se há impreso por separado en la oficina de C a l - §. VI. D e las yerbas olorosas. . . , . . . . , . . 287
van, y se hallará en la librería del mismo e n el Portal de Agustinos.
HISTORIA
CONQUISTA D E MEXICO,
ESCRITA
MEXICO
CONQUISTA D E MEXICO,
ESCRITA
MEXICO
naríamos á los años de 1521 y siguientes, y seriamos tan m a l t r a t a d o s q u e reformó el P. Sahagun, y si auu con la rebaja d e muchas co-
como lo fueron nuestros a n t e p a s a d o s ! H e aqui la mira con que doy á sas aparece t a n dura la relación ¿cuánto mas no e s t a ñ a la primera?
/
ron conquistados juhieron vj dieron relación Je LIBRO DOCENO.
DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA E S P A S A QUE ES LA
mucáas cosa* que jiaiaron entre ellas durante
CIUDAD DE MEXICO.
no lía jido trabajo mtierj-iico el iaíer escrito De las señales y pronósticos qve aparecieron antes que
los españoles viniesen á esta tierra, ni hubiese noticia
eda Áúftoria, ¿o cual'je escríiié en tiempo que de ellos, (a)
^pi^sxsaaM
r u S s p a n t ó s e y . ' J ^ ^ X S Z Í ^ Í
proas de las naos en señal de adoracion, pensaron que era el
Dios Quetzalcoatl que volvía, al cual estaban ya esperando
según parece en la historia de este Dios. Luego los Españo-
les los hablaron, y dijeron: ¿Quien sois vosotros? ¿de dónde
venis? ¿de dónde sois? Respondieron los que iban en las ca-
go diesen relación. Con esto se partieron los Calpixques y
noas: hemos venido de México: dijéronlos los Españoles, si
capitanes, y mandaron luego poner atalayas en las dichas
es verdad que sois Mexicanos, decidnos ¿como se llama el se-
estancias, y Mocthecuzoma juntó luego &us principales los
ñor de México? Ellos respondieron: señores nuestros, llámase
mas privados, y los comunicó las nuevas que habían llegado, y
Mocthecu/.oma, y luego le presentaron todo lo que llevaban
mostrolos las cuentas de vidrio que habían traído los men-
de aquellas mantas ricas, al que iba por general en aquellos
sageros y díjolos: pareceme que son piedras preciosas, guár-
navios que según dicen era Grijalba, y los Españoles die-
dense mucho en la recámara, no se pierda ninguna, y si al-
ron á los Indios cuentas de vidrio, unas verdes y otras ama-
guna se perdiere pagarla han los que tienen cargo de guar-
rillas, y los Indios como las vieron maravilláronse mucho, y
dar la recámara. Desde ahí á un año, en el año de trece
tuviéronlas en mucho, y luego se despidieron de los Indios
conejos, ( c ) vieron en la mar navios los que estaban en las ata-
diciendo, ya nos volvemos á Castilla, y presto volveremos, y
layas y luego vinieron á dar noticia á Mocthecuzoma con
iremos á México. Los Indios se volvieron á tierra, y luego
gran priesa. Como oyó la nueva Mocthecuzoma despachó gen-
se partieron para M é x i c o donde llegaron en un dia y en una
te para el recibimiento de Quetzalcoatl, porque pensó que
noche, á dar la nueva á Mocthecuzoma de lo que habían visto,
era el que venia, porque cada dia le estaban esperando, y
y trajéronle las cuentas que les habían dado los Españoles y
como tenia relación que Quetzalcoatl había ido por la mar
dijéronle de esta manera: señor nuestro, dignos somos de
ácia el oriente, y los navios venían de ácia el oriente, por
muerte, oye lo que hemos visto, y lo que hemos hecho. T ú nos
esto pensaron que era él: envió cinco principales á que le
pusiste en guarda de la orilla de la mar, hemos visto unos
recibiesen y le presentasen un gran presente que le envió.
dioses dentro en la mar y fuimos á recibirlos, y dánosles va-
De los que fueron el mas principal de ellos se llamaba Yalliz-
rias mantas ricas, y veis aqui estas cuentas que nos dieron, y
ehan; el segundo Tepuztecatl, el tercero Tizaoa9 el cuarto
dijéronnos, si es verdad que sois mexicanos, veis aqui estas
cuentas dadlas á Mocthecuzoma para que nos conozca, y dijé-
Vevttecutl, el quinto Veicaznecatlheca.
ronle todo le que había pasado cuando estuvieron con ellos
en la mar en los navios. Respondióles Mocthecuzoma y díjo- > CAPITULO IV.
les: venís cansados y fatigados, idos á descansar, yo he reci-
bido esto en secreto, y os mando que no digáis nada de lo De lo que proveyó Mocthecuzoma cuando supo la segunda
que ha pasado. vez que los Españoles habían vuelto, este fue D. Her-
nando Cortés.
CAPITULO III.
A los sobredichos habló Mocthecuzoma y les dijo: mi-
rad que han dicho que ha llegado nuestro señor Quetzal-
De lo que Mocthecuzoma proveyó despues que oyó las nuevas
coatí, id, y recibirle, y oíd lo que os dijere con mucha dili-
de los que vieron los primeros navios.
gencia: mirad que no se os olvide nada de lo que os dijere,
veis aquí estas joyas que le presenteis de mi parte, que son
Como hubo oído Mocthecuzoma las nuevas de los que
todos los atavíos sacerdotales que á él convienen: primera-
vinieron de la mar, mandó luego llamar al mas principal de
mente una máscara labrada de musaico de turquesas, tenia
ellos que se llamaba Cuextecatl, y los demás que habían ve-
nido con la mensageria, y mandolos que pusiesen guardas, y (c) Según Boturini f u e el año d e once Tochtli ó conejos, d e lo
atalayas en todas las estancias de la ribera de la mar, la q u e se infiere que el cálculo d e este está errado, y lo confirma el
una se llamaba NauSitlantoztlan, otra Mictlanquactla, para q u e Yeitia que lo conocía, vivió con el, y fue su albacea, dice, que
contaha fiado en su memoria.
que mirasen cuando volviesen aquellos navios para que lue-
ba este peto, muchos caracolitos sembrados y colgados por
esta máscara labrada de las mismas piedras una culebra do*
todo él: llevaban también un coselete de tela blanca pinta-
blada y retorcida cuyo doblez era el pico de la nariz, lue-
do, la orilla de abajo de este coselete iba bordada con plu-
go se dividía la cola de la cabeza, y la cabeza con parte del
mas blancas en tres listas por todo el rededor: llevaban una
cuerpo iba por sobre el un ojo de manera que hacia ceja, y
manta rica, la tela de ella era un azul claro y toda labra-
la cola con parte del cuerpo iba por sobre otro ojo, y hacia
da encima de muchas labores de un azul muy fino: esta
otra ceja. Estaba esta máscara engerida en una corona al-
manta se ponia por la cintura atada por las esquinas al
ta y grande, llena de plumas ricas, largas y muy hermosas,
cuerpo, sobre esta manta iba una medalla de musaico ata-
de manera que poniéndose la corona sobre la cabeza se
da al cuerpo sobre los lomos: también llevaban unos sar-
ponía la máscara en la cara: llevaba per joyel una medalla tales de cascabeles de oro para atar á las gargantas de los
de oro redonda y ancha: estaba asida con nueve sarta- pies, y también unas cotaras blancas como los seíiores las
les de piedras preciosas, que echadas al cuello cubrían solían traer. Llevaron también los ornamentos y atavíos del
los hombros y todo el pecho; llevaban también una rodela dios que llamaban Tlalocantecutli, que era una máscara con
grande bordada de piedras preciosas con unas bandas de su plumage, y una bandera como la que se dijo arriba: tam-
oro, que llegaban de arriba á abajo por toda ella, y otras bién unas orejeras de CJuilchivitl anchas que tenia dentro
bandas de perlas atravezadas sobre las de oro de arriba unas culebras de Ckalchivites, y también un coselete pinta-
abajo por toda ella, y los espacios que hacían estas bandas do de labores verdes y unos sartales ó collar de piedras
los cuales eran como mallas de red, iban puestos unos za- preciosas, y también una medalla con que se cenia los lo-
pitos de oro. Tenia esta rodela unos rapacejos en lo bajo, mos, como la que arriba se dijo con una manta rica con
iba asida en la misma rodela una bandera que salia desde que se ceñia como también arriba se dijo, y cascabeles de oro
la manija de la rodela, hecha de plumas ricas: llevaba tam- para poner á los pies, y su b'tculo (1) como el de arriba. Otros
bién una medalla grande hecha de obra de musaico que ornamentos también que llevaban eran del mismo Quetzalcoatl
la llevaba atada y ceñida sobre los lomos; llevaban también una mitra de cuero de tigre, y colgaba de la mitra una
unos sartales de piedras preciosas con unos cascabeles de capilla grande hecha de plumas de cuervo: llevaba la mi-
oro entre puestos á las piedras para atar á la garganta de tra un ehalchivitl grande y redondo en la pnnta, y tam-
los pies: llevaban también un cetro de obispo todo labra- bién unas orejeras redondas de musaico de turquesas con
do de obra de musaico de turquesas, y la vuelta de arri- un garabato de oro que llamaban Ecacozcatl, y una man-
ba era una cabeza de una culebra revuelta ó enroscada. ta rica con que se ceñia, y unos cascabeles de oro para los
También llevaban unas cotaras ( d ) como los grandes señores se pies, y una rodela que tenia en el medio una plancha de
las suelen poner: 2.° llevaron también los ornamentos ó ata- oro redonda, la cual rodela estaba bordada con plumas ricas.
En lo bajo de la rodela salia una banda de plumas ricas
víos con que se ataviaba Tezcatlipoca que era una cabe-
en la forma que se dijo arriba: llevaba un báculo labrado
llera hecha de pluma rica, que colgaba por la parte de
de musaico de turquesas, y en la vuelta de arriba pues-
atras hasta cerca de la cintura y estaba sembrada toda de
tas unas piedras ricas ó perlas eminentes. En lo alto de arri-
estrellas de oro: llevaban también unas orejeras de oro: lle-
ba también llevaban unas cotaras como los señores solían
vaban colgados unos cascabelitos de oro, y sartales de ca-
traer: todas estas cosas llevaban los inensageros y las pre-
racolitos marinos blancos y hermosos. De estos sartales col-
sentaron según dicen á D . Hernando Cortés. Otras muchas
gaba un cuero que era como peto, y llevábale ceñido de
cosas le presentaron que no se escriben, como fue una mi-
manera que cubría todo el pecho hasta la cintura: lleva-
tra de oro hecha á manera de caracol marisco con unosy
(d) E s p e c i e de c a l z a d o .
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10 11
rapacejos de plumas ricas que colgaban acia las espaldas, las demás cosas se las pusieron delante ordenadas como sue-
len poner sus presentes. El capitan dijo: ¿hay otra cosa mas
y otra mitra llana también de oro y otras joyas de oro que
que esto? dijéronle, señor nuestro, no hemos traído mas co-as
no se escriben (2). Todas estas cosas metieron en sus petacas
que estas que aqui están. El capitan mandolos luego atar,
y tomada la licencia de Mocthecuzoma di joles: , , I d con pri-
(5) y mandó soltar tiros de artillería, y los mensageros que
sa y no os detengáis; id y adorad en mi nombre al dios
estaban atados de pies y manos como oyeron los truenos de
que viene, y decidle, acá nos envia vuestro• siervo Mocthe-
las bombardas cayeron en el suelo como muertes, y los Es-
cuzoma, estas cosas que aqui traimos os envia, pues ha- pañoles levantáronlos del suelo, y dieronlos á beber vino
béis venido á vuestra casa que es MéxicoTomaron luego con que los esforzaron y tornaron en sí. Despues de esto
el camino los mensageros y llegaron á la orilla de la mar y el capitan D. Hernando Cortés les dijo por su intérprete:
alli entraron en cañas (3), y llegaron á un lugar que se llama oid lo que os digo: hanme dicho que los mexicanos son va-
Xicalanco: de alli tornaron otra vez á entrar en otras cañas lientes hombres, que son grandes conquistadores y grandes
con todo su hato, y llegaron á los navios, luego les pre- luchadores, y son muy diestros en las armas; dícenme que un
guntaron de los navios: ¿Quién sois vosotros, de donde solo mexicano es bastante para vencer á diez y á veinte
habéis venido? dijeron los de la canoa: venimos de México, de sus enemigos, quiero probaros si es esto verdadero, y si
y dijeron los de la nao: ¿Por ventura no sois de México, sois tan fuertes como me han dicho; luego les mandó dar
sino que decis con falsedad que sois de México, y nos en- espadas y rodelas para que peleasen con otros tantos Es-
gañáis? y sobre esto tomaron y dieron, y de que se satisfacie- pañoles, para ver quien vencería á los otros, y los Mexi-
ron los unos á los otros, juntaron la canoa con el navio y Fle- canos dijeron luego al capitan Cortés: oiganos vuestra mer-
cháronles una escalera con que subieron al navio donde ced nuestra escusa, porque no podemos hacer lo que nos
estaba D. Hernando Cortés. (4) manda, y es porque Mocthecuzoma nuestro señor no nos
envió á otra cosa sino á saludaros, y daros este presente;
CAPITULO V. no podemos hacer otra cosa, ni podemos hacer lo que nos
£iiU r ijinl Jil «i) *i\»f»-¿í«v J V «J IJtl«i %2JJ l.ri^l*^ Jlf ••."w:«'.' T*lí» mandais, y si lo hiciésemos enojarse ha nuestro señor Moc-
De lo que pasó cuando los mensageros de Mocthecuzoma thecuzoma, y mandarnos á matar, y el capitan respondió-
entraron en el navio de I). Hernando Cortés. les: hace de hacer en todo caso lo que os digo, tengo de
ver que hombres sois, que allá en nuestra tierra hemos
Comenzaron á subir al navio por las escaleras, y lleva- oido que sois valientes hombres, aparejaos con esas armas,
ban el presente que Mocthecuzoma les mandó llevar. Co- y disponeos para que mañana nos veamos en el campo.
mo estuvieron delante del capitan D. Hernando Cortés be-
saron todos la tierra en su presencia, y habláronle de es-
CAPITULO VI.
ta manera: ,,Sepa el diosá quien venimos á adorar en perso-
na de su siervo Mocthecuzoma, el cual le rige y gobierna
la ciudad de México, y dice ha llegado con trabajo el dios" De como los mensageros de Mocthecuzoma volvieron á Mé-
y luego sacaron los ornamentos que llevaban, y se los pu- xico con la relación de lo que habían visto.
sieron al capitan D. Hernando Cortés ataviándole con ellos:
pusiéronle primeramente la corona y máscara que arriba se Hecho lo que está dicho, luego se despidieron del ca-
dijo, y todo lo demás: echáronle al cuello los collares de pitan y se bajaron á sus canoas, y comenzaron luego á ir-
piedras que llevaban con los joyeles de oro, y pusiéronle se ácia tierra remando con gran prisa, y diciendo los unos
(fen el brazo izquierdo la rodela que se dijo arriba y todas- á los otros: ea valientes hombres!, esforzaos á remar an^es
*
*
eho esto desapareció aquel que les hablaba, y volviendo
en sí dijeron, esto que hemos visto convenia que lo viera
CAPITULO XIII.
Mocthecuzoma y no nosotros este que nos ha hablado no
/
es persona humana, es el Dios Tezcatlipoca. Estos men-
De COmo Mocthecuzoma envió otros hechiceros con los espa- sageros no curaron de ir mas adelante, sino volvieron á dar
ñoles, y de lo que aconteció en el camino. relación á Mocthecuzoma de lo que habia pasado. Venidos
los mensageros á la presencia de Mocthecuzoma, y cido lo
Como sopo Mocthecuzoma que ya venían los Españo- que dijeron entristecióse mucho, estaba cabiz-bajo, no ha-
les camino de M é x i c o , enviólos al encuentro muchos sátra- blaba, estaba enmudecido casi fuera de sí; á cabo de rato
pas de los ídolos, agoreros y encantadores, y nigrománti- díjoles: ¿Pues qué hemos de hacer varones nobles! Ya es-
cos, para que con sus encantamientos y hechicerías los em- tamos para perdemos, ya tenemos tragada la muerte. no
peciesen y maleficiesen, y no pudieron hacer nada, ni sus hemos de subirnos á alguna sierra, ni hemos de huir, me-
encantamientos los pudieron empecer, ni aun llegaron a xicanos somos, ponernos hemos á lo que viniese por la hon-
ellos; porque antes que llegasen a ellos toparon con un ra de la generación ¡mexicana; pésame ^ de los viejos y
borracho en el camino y no pasaron adelante: parecióles que viejas, y délos niños y niñas que no tienen posibilidad
era un indio de Chalco, y también parecíales que estaba ni discreción para valerse, ¿dónde los escaparán sus pa-
borracho. Traía ceñido á. los pechos ocho cabestros, asogas dres? ¿Pues qué hemos de hacer? J\ ácidos somos, venga
hechas de heno como de esparto, y venia de acia donde
estaban los españoles, y llegando cerca de ellos comenzo lo (¡ae viniere.
7 CAPITULO XIV.
con grande enojo á reñirlos y díjolos: ¿Para que porfiáis
vosotros otra vez de venir acá.' ¿Qué es lo que queréis?
De como Mocthecuzoma mandó cerrar los caminos por-
;Qué piensa Mocthecuzoma de hacer? ¿Ahora acuerda a
despertar? ¿ A h o r a comienza á temer." ya ha errado, ya no
que los Españoles no llegasen á México.
S remedio porque ha hecho muchas muertes injustas,
ha destruido á muchos, ha hecho muchos agravios y enga- Habiendo oido Mocthecuzoma todas estas cosas, y vien-
ño, y burlas. Como vieron este hombre los encantadores do que venían los Españoles derechos á M é x i c o , mandó
temieron mucho, y postráronse delante de el, y comenza- cerrar los caminos por donde habian de venir, mandó plan-
ron á rogarle é hicieron un monton de tierra como altar, tar magueyes en ellos y que los llevasen ácia Tezcuco.
v echaron h e n o verde encima para que se sentase, y el Los Españoles conocieron el cerramiento de los caminos
c o m o hombre enojado no quiso sentarse ^ h a c e H o que le y tornáronlos á abrir, y echaron por ahí los magueyes con-
roeaban, ni a u n mirarlos, por demás hicieron el altar o que estaban cerrados, durmieron en Amaquemecan, ( f ) y otro
asiento; mas antes se enojó y mas brava y mas reciamen- dia partieron de allí y llegaron á Cvitlahuac, ( g ) y en el pue-
te T c ^ e ñ i a con grandes voces, y con gran denuedo les di- d o de Cuitlahuac D. Hernando Cortés mandó llamar á to-
t no -demás habéis venido, nunca mas haré cuenta de dos los señores que estaban en Chinanpan, Xochimilco,
& X Í C O , para siempre os dejo, no tendré mas cargo de vo- Mizquic y todos los pueblos de la Chinanpa, alli los ha-
f t ^ ni os ampararé, apartaos de mí, lo que qnereis no se bló diciendolos la razón de su venida. Esta plática oyeron
S h eTr voWeos y mirad ácia México. Como vieron los de Tlalmanalco en Amaquemecan, de alli se partieron
L » e ^ o os encantadores desmayaron grandemente, y no pu-
hablar palabra, hízoseles un nudo en la garganta;
(t) Hoy rfrnecameca.
^ c S en la c'uesta qüe sube ácia Tlalmanalco: he- (g) Hoy Tlahua.
para Itztapalapan, pueblo que dista de México dos le- CAPITULO XVI.
guas. Llegados alii D. Hernando Cortés hizo juntar á los
principales que se llamaban Nauhtecutli que son itztapa-
De como Mocthecuzoma salió de paz á recibir á los Es-
lapan, Mexicatzinco, Coyohuacan, Vitzilopuchco: (h) alii
los habló de la manera que á los otros, ( i ) ellos se mostraron
pañoles á donde llaman Xoluco, que es en el acequia,
de paz y hablaron como amigos. Mocthecuzoma en todo es- que está cabe las casas de Jllvarado un poco mas acá
to ninguna cosa de guerra proveyó, ni mandó que se hi- que llaman ellos Vitzillan.
ciese enojo ninguno: mas antes proveyó que fuesen pro-
veídos de todo lo necesario antes que llegasen á México. En llegando los Españoles á aquel rio que está cabe
Estando los Españoles en Itztapalapan ninguno de los me- ( f ) las casas de Alvarado que se llama Xoluco, luego M o c -
xicanos fue á verlos, ni osaban salir de sus casas ni andar thecuzoma se aparejó para irlos á recibir con muchos se-
los caminos, todos estaban amedrentados de lo que habían ñores y principales, y nobles para recibir con paz y con
oído que los Españoles habían hecho por todo el camino: honra á D. Hernando Cortés, y á los otros capitanes; toma-
estaban esperando la muerte, y de esto hablaban entre sí ron muchas flores hermosas y olorosas hechas sartales, y en
diciendo: ¿Qué habernos de hacer vaya por donde fuere? guirnaldas, y compuestas para las manos, y pusiéronlas en
Ya es venido el tiempo en que hemos de ser destruidos, platos muy pintados y muy grandes hechos de calabazas,
esperemos aquí la muerte. y también llevaron collares de oro y de piedras. Llegando
Mocthecuzoma á los Españoles al lugar que llaman Vit-
zillan que es cabe el hospital de la Concepción, luego allí
CAPITULO XV.
el mismo Mocthecuzoma puso un collar de oro y de pie-
De como los Españoles partieron de Itztapalapan para dras al capitan D. Hernando Cortés, y dió flores y guir-
naldas á todos los demás capitanes; habiendo dado el mis-
entrar en México.
mo Mocthecuzoma este presente como ellos lo usaban ha-
Partieron los Españoles de Itztapalapan todos adere- cer, luego D. Hernando Cortés preguntó al mismo Moc-
zados á punto de guerra y en su ordenanza por escuadro- thecuzoma, y Mocthecuzoma respondió: yo soy Mocthecu-
nes: fueron algunos de á caballo delante á descubrir si ha- zoma. y entonces enhiestóse delante del capitan haciéndo-
bía alguna celada; llevaban también dos lebreles delante: le gran reverencia, y enhiestóse ( g ) luego de cara á cara
iba en la retaguardia D. Hernando Cortés con otros mu- del capitan cerca de él, y comenzole á üablar de esta ma-
chos Españoles todos armados y en su ordenanza, tras ellus nera. „ ¡ O señor nuestro! seáis muy bien venido, habéis llega-
iba el bagage y la artillería en sus carretones; iban mu- do á vuestra tierra y á vuestro pueblo, y á vuestra casa
chos Indios de guerra con todas sus armas, muchos tlax- México: habéis venido á sentaros en vuestro trono y en
caltecas, y Huexotzincas: de esta manera ordenados entraron vuestra silla, el cual yo eu vuestro nombre he poseído
en México. En todo lo restante de este capítulo no se dice algunos días. Otros señores (que ya son muertos) le tuvieron
otra cosa sino la orden que llevaban los Españoles y los antes que yo, el uno que se llanta Itzcoatl, el otro Mocthe-
Indios amigos cuando entraron en México (9). cuzoma el viejo, y el otro Axayacatl, y el otro TÍZOC,
y el otro Jhuitzotl. Y o el postrero de todos he venido á
(h) H o y se l l a m a Churubusco.
(i) E u estos r a z o n a m i e n t o s les hablaba de D. Cárbs de Austria
r de sus g r a n d e z a s , c o n c e p t o q u e él mismo d e s m e n t í a m o s t r á n d o s e (f) J u n t o , ó c e r c a d e las c a s a s .
ávido del oro; el q u e t i e n e q u e c o m e r en su casa no m e n d i g a e n l a (g) P o n e r s e d e r e c h o y con s e m b l a n t e lleno d e dignidad.
agena ni la r o b a .
para Itztapalapan, pueblo que dista de México dos le- CAPITULO XVI.
guas. Llegados alii D. Hernando Cortés hizo juntar á los
principales que se llamaban Nauhtecutli que son itztapa-
De como Mocthecuzoma salió de paz á recibir á los Es-
lapan, Mexicatzinco, Coyohuacan, Vitzilopuchco: (h) alii
los habló de la manera que á los otros, ( i ) ellos se mostraron
pañoles á donde llaman Xoluco, que es en el acequia,
de paz y hablaron como amigos. Mocthecuzoma en todo es- que está cabe las casas de Jllvarado un poco mas acá
to ninguna cosa de guerra proveyó, ni mandó que se hi- que llaman ellos Vitzillan.
ciese euojo ninguno: mas antes proveyó que fuesen pro-
veídos de todo lo necesario antes que llegasen á México. En llegando los Españoles á aquel rio que está cabe
Estando los Españoles en Itztapalapan ninguno de los me- ( f ) las casas de Alvarado que se llama Xoluco, luego M o c -
xicanos fue á verlos, ni osaban salir de sus casas ni andar thecuzoma se aparejó para irlos á recibir con muchos se-
los caminos, todos estaban amedrentados de lo que habían ñores y principales, y nobles para recibir con paz y con
oído que los Españoles habían hecho por todo el camino: honra á D. Hernando Cortés, y á los otros capitanes; toma-
estaban esperando la muerte, y de esto hablaban entre sí ron muchas flores hermosas y olorosas hechas sartales, y en
diciendo: ¿Qué habernos de hacer vaya por donde fuere? guirnaldas, y compuestas para las manos, y pusiéronlas en
Ya es venido el tiempo en que hemos de ser destruidos, platos muy pintados y muy grandes hechos de calabazas,
esperemos aquí la muerte. y también llevaron collares de oro y de piedras. Llegando
Mocthecuzoma á los Españoles al lugar que llaman Vit-
zillan que es cabe el hospital de la Concepción, luego allí
CAPITULO XV.
el mismo Mocthecuzoma puso un collar de oro y de pie-
De como los Españoles partieron de Itztapalapan para dras al capitan D. Hernando Cortés, y dió flores y guir-
naldas á todos los demás capitanes; habiendo dado el mis-
entrar en México.
mo Mocthecuzoma este presente como ellos lo usaban ha-
Partieron los Españoles de Itztapalapan todos adere- cer, luego D. Hernando Cortés preguntó al mismo Moc-
zados á punto de guerra y en su ordenanza por escuadro- thecuzoma, y Mocthecuzoma respondió: yo soy Mocthecu-
nes: fueron algunos de á caballo delante á descubrir si ha- zoma. y entonces enhiestóse delante del capitan haciéndo-
bía alguna celada; llevaban también dos lebreles delante: le gran reverencia, y enhiestóse ( g ) luego de cara á cara
iba en la retaguardia D. Hernando Cortés con otros mu- del capitan cerca de él, y comenzole á üablar de esta ma-
chos Españoles todos armados y en su ordenanza, tras ellus nera. „ ¡ O señor nuestro! seáis muy bien venido, habéis llega-
iba el bagage y la artillería en sus carretones; iban mu- do á vuestra tierra y á vuestro pueblo, y á vuestra casa
chos Indios de guerra con todas sus armas, muchos tlax- México: habéis venido á sentaros en vuestro trono y en
caltecas, y Huexotzincas: de esta manera ordenados entraron vuestra silla, el cual yo eu vuestro nombre he poseído
en México. En todo lo restante de este capítulo no se dice algunos días. Otros señores (que ya son muertos) le tuvieron
otra cosa sino la orden que llevaban los Españoles y los antes que yo, el uno que se llanta Itzcoatl, el otro Mocthe-
Indios amigos cuando entraron en México (9). cuzoma el viejo, y el otro Axayacatl, y el otro TÍZOC,
y el otro Jhuitzotl. Y o el postrero de todos he venido á
(h) Hoy se llama Churubusco.
(i) Eu estos razonamientos les hablaba de D. Cárbs de Austria
r de sus grandezas, concepto que él mismo desmentía mostrándose (f) Junto, ó cerca de las casas.
ávido del oro; el que tiene que comer en su casa no mendiga en la (g) Ponerse derecho y con semblante lleno de dignidad.
agena ni la roba.
25
tener cargo y regir este vuestro pueblo de México, todos
Tfpeoaízin tlaeochcalcatl, el otro Quetzalaztatzinticociaoa-
hemos traido acuestas á vuestra república, y á vuestros va- catl, otro Totomochtzinhecatcmpatiltzin, el otro Quappiat-
sallos, los difuntos ya no pueden ver ni saber lo que ahora zin; todos estos cuando fue preso Mocthecuzoma le des-
pasa; ¡pluguiera aquel por quien vivimos que alguno de ellos ampararon y se escondieron.
fuera vivo, y en su presencia aconteciera lo que acontece
CAPITULO XVII.
en la raia! Ellos están ausentes señor nuestro, ni estoy dor-
mido, ni soñando, con mis ojos veo vuestra cara y vuestra
persona: dias ha que yo esperaba esto: dias ha que mi co-
De como los Españoles con Mocthecuzoma llegaron á las
razon estaba mirando aquellas partes por donde habéis venido; casas reales y de todo lo que allí pasó.
habéis salido de entre las nubes, y de entre las nieblas,
lugar á todos escondido. Esto es por cierto lo que nos de- De que los Españoles llegaron á las casas reales con
jaron dicho los reyes que pasaron, que habiais de volver á Mocthecuzoma, luego le detuvieron consigo (12) nunca mas
reinar en estos reinos, y que habiades de asentaros en vues- le dejaron apartar de sí, y también detuvieron consigo á
tro trono, y en vuestra silla: ahora veo que es verdad lo Jtcuauhtzin gobernador del Tlatilulco: á estos dos detuvie-
que nos dejaron dicho. Seáis muy bien venido, trabajos ha- ron consigo, y á los demás dejaron ir, y luego soltaron
bréis pasado viniendo tan largos caminos, descansad ahora, todos los tiros de pólvora que traian, y con el ruido y
aquí está vuestra casa y vuestros palacios, tomadlos y des- humo de los tiros todos los Indios que allí estaban se pa-
cansad en ellos con todos vuestros capitanes y compañe- raron como aturdidos y andaban como borrachos; comen,-
ros que han venido con v o s . " (10) Acabó Mocthecuzoma zaron á irse pur diversas partes muy espantados, y así los
de decir su plática, y Marina declaróla á D. Hernando presentes como los ausentes cobraron un espanto mortal.
Cortés; como este hubo entendido lo que habia dicho Moc- Durmieron aquella noche, y otro dia luego muy de maña-
thecuzoma, dijo á Marina: „ D e c i d l e á Mocthecuzoma que se na comenzóse á pregonar de parte del capitan y de palo-
consuele y huelgue y no haya temor, que yo le quiero te de Mocthecuzoma que se trajesen todas las cosas ne-
mucho y todos los que conmigo vienen, y de nadie recibi- cesarias para los Españoles y para los caballos, y Moc-
rá daño: hemos recibido gran contento en verle y cono- thecuzoma ponía mucha diligencia en que trajesen todas
cerle, lo cual hemos deseado muchos dias há y se ha cum- las cosas necesarias, y los Piles y áchcauhtles, . y otros
plido nuestro deseo: hemos venido á su casa México, de oficiales á quien concernía esta provisión, no querían obe-
espacio nos veremos, y hablaremos." Luego D. Hernando Cor- decer á Mocthecuzoma, ni llegarse á él; pero con todo es-
tés tomó por la mano á Mocthecuzoma, y se fueron am- to proveian de todo lo necesario. De que se hubieron apo-
bos juntos á la par para las casas reales. (11) Los señores sentado los Españoles y concertado todo su repuesto y re-
que se hallaron presentes con Mocthecuzoma fueron los si- posado, comenzaron á preguntar á Mocthecuzoma por el
guientes: el señor de Texcoco, que se llamaba Cacamatz'-n: tesoro real para que dijese donde estaba, y el los llevó á
el 2.° el señor de Tlacupan que se llamaba Tetlepanquet- una sala que se llamaba 'leuhcalco, donde tenían los pluma-
-atzin: el 3.° el que gobernaba en el Tlatilulco que se lla- ges ricos, y otras muchas joyas ricas de pluma y de oro
maba Itzquauhtzin: el 4.° el mayordomo de Mocthecuzo- y de piedras, y luego lo sacaron delante de ellos. Comen-
ma que tenia puesto en el Tlatilulco que se llamaba lo- zaron los Españoles á quitar el oro de las plumas y de
pantemoctzin. Estos fueron mas principales, sin otros mu- las rodelas y de los otros atavíos del areyto que allí es-
chos menos principales Mexicanos que allí se hal aron, el taban, y por quitar el oro destruyeron todos los pluma-
uno de los cuales se llamaba MixcatzintlacateccatL el otro ges y joyas ricas, y el oro fundiéronlo é lucicr ^ -«
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su lugar á D Pedro de Alvarado con los Españoles que
tas, y las piedras que les parecieron bien tomáronlas, y las quedaron aquí en México, el cual en ausencia del capi-
piedras bajas y plumages, todo lo tomaron los Indios de tan persuadió á Mocthecuzoma para hacer la fiesta de / it-
Tlaxcala, y escudriñaron los Españoles toda la casa real zilopuchtli porque querían ver como hacían aquella so-
y tomaron todo lo que les pareció bien (13). lemnidad. Mocthecuzoma mandó que se hiciese esta fies-
CAPITULO XVIII. ta para dar contento á los Españoles; aparejáronse asi los
sátrapas, ( j ) como los principales para hacer la fiesta. En to-
De como .los Españoles entraron en las propias casas de da esta letra que se sigue no se dice otra cosa sino la
Mocthecuzoma, y de lo que alii pasó. manera como hacían la estatua de Vitzilopuchtli de masa
de diversas legumbres y como la pintaban, y como la com-
Hecho todo lo de arriba dicho, procuraron de saber ponían, y como despues ofrecían delante de ella muchas
la recámara de Mocthecuzoma y él los llevó á su recá- cosas: y estando en esta solemnidad haciendo un gran arey-
mara que se llamaba 'fotocalco, que quiere decir, la casa to muy ricamente aderezados todos los principales en el
de las aves, y iban ios Españoles muy regocijadoa por pen- patio grande del Cú de Vitzilopuchtli donde estaba la Ima-
sar que allí hallarían mucho oro, y llegando luego sacaron gen hecha de masa de bledos, y muy ricamente ataviada
toda la recámara del mismo Mocthecuzoma, donde habia
con. muchos ornamentos los cuales están en la letra espli-
muchas joyas de oro y plata, y de piedras preciosas, y to-
cados, y otras ceremonias que se ponen en todo este ca-
do lo tomaron, y á los plumages ricos quitáronlos todo el oro,
pitulo....(k) C A P I T Ü L 0 xx_
y las piedras, y pusieron las plumas en medio del patio
para que las tomasen sus amigos, y luego mandó el capi-
tan D. Hernando Cortés por medio de Marina que era su De como los Españoles hicieron gran matanza en los In-
intérprete, la cual era una India que sabia la lengua cas- dios estando haciendo la Justa de Vitzilopuchtli en el
tellana y mexicana que la tomaron en Yucatán: esta comen-
patio mismo de Vitzilopuchtli.
zó á llamar á voces á los tecutles y piles mexicanos pa-
ra que viniesen á dar á los Españoles lo necesario para
Los Españoles al tiempo que les pareció convenible
comer, y nadie osaba venir delante de ellos, ni llegarse á
salieron de donde estaban, y tomaron todas las puertas del
ellos, todos estaban atemorizados y espantados: enviábanles
patio para que no saliese nadie, y otrt s entraron con sus
lo necesario para comer y los que lo llevaban iban tem-
armas y comenzaron á matar á los que estaban en el arey-
blando, en poniendo la comida no paraban mas allí, y luego
to, y á los que tañían les cortaban las manos y las cabe-
se iban casi huyendo.
zas. y daban de estocadas y de lanzadas á todos cuantos
topaban, y hicieron una matanza muy grande, y los que
CAPITULO XIX. acudían á las puertas huyendo de allí, los mataban: algu-
nos saltaban por las paredes, algunos se metían en las ca-
De corno los Españoles mandaron á los Indio? hacer la pillas de los Cues, allí se echaban y se fingían muertos,
fiesta de Vitzilopuchtli, esto fue en ausencia del capi- corría la sangre por el patio como el agua cuando llueve,
tan cuando fue al puerto por la venida de Panfilo de y todo el patio estaba sembrado de cabezas y brazos, y
Narvacz.
(i) P o r s á t r a p a s e n t i e n d e el a u t o r sacerdotes ó Temacaxtlev.
Habiéndose partido el capitan D. Hernando Cortés (k) — S e conoce que este capítulo está t r u n c a d o , sin embargo e »
el s i®
m i e n t e da idea d e la horrible maldad cometida # por los Españoles.
para el puerto & recibir á Panfilo de Narvaez, dejó en
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tripas, y cuerpos de hombres muertos: por todos los rin- y dardos ácia donde estaba el que hablaba junto con Moc-
cones buscaban los Españoles á los que estaban vivos pa- thecuzoma, y los Esüañoles arrodeláronlos, y así no recibie-
ra matarlos Como salió la fama de este hecho por la ciu- ron daño. Tenían gran rabia contra los Españoles porque
dad, comenzaron á dar voces diciendo ¡á la arma! ¡a la mataron á los principales y valientes hombres á traición,
arma! y luego á estas voces se juntó gran copia de gen- y por tanto tenían cercadas las casas reales que a nadie
te todos con sus armas, y comenzaron á pelear contra los dejaban entrar, ni salir, ni meter ningún bastimento por-
Españoles. que muriesen de hambre, y si alguno metía secretamen-
te comida á alguno de los de dentro, los de afuera en sa-
CAPITULO XXI. biéndolo luego' los mataban. Supieron los de fuera que al-
srunos Mexicanos entraban allá, y metían saetas secretamen-
Dé como comenzó la guerra entre los Mexicanos y los te, y luego pusieron gran diligencia en guardar que na-
Españoles en México. die entrase ni por tierra, ni por agua, y á los que halla-
ron culpados de haber metido algo matáronlos; y luego
Como (1) comenzó la guerra entre los Indios y lös se levantó gran revuelta entre los Mexicanos, unos se acu-
Españoles, estos se fortalecieron en las casas reales con saban á otros de haber entrado, y así mataron muchos, en
el mismo Mocthecuzoma y con Ytzquáuhtzin, el go- especial de los serviciales ó pages de Mocthecuzoma que
bernador de Tlatiluleo: los Indios los cercaron y los .com- traían bezotes de cristal que era particular librea ó se-
batieron reciamente, y los Españoles se defendían con los ñal de los de la familia de Mocthecuzoma, y también a
tiros de pólvora y ballestas y escopetas, y hacían gran da- los que traían mantas delgadas que llaman ayatl que er^
ño en los Indios, y luego echaron grillos á Mocthecuzo- librea de los pages de Mocthecuzoma: á todos los acusa-
ma, (11) y también los Indios comenzaron á enterrar los ban y decían que habían entrado á dar comida á su señor
que habían sido muertos en el patio por los Españoles, por y á decir lo que pasaba fuera, y á todos los mataban, y de
•cuya muerte se hizo gran llanto en toda la ciudad por- allí adelante hubo gran vigilancia que nadie entrase, y asi
que eran gente muy principal los que habían muerto. En- todos los de la casa de Mocthecuzoma se huyeron y es-
terráronlos en diversas partes según sus ritos; el mesmo dia condieron porque no los matasen. Dieron batería los M e -
y a la puesta del sol Jtzquauhtzin gobernador de Tlatiluleo xicanos á los Españoles siete dias, y los tuvieron cercados
Subióse soure los tlapancos de la casa real y comenzó á veinte y tres días, y en este tiempo ensancharon fy ahon-
d . r voces diciendo: ;Ah Mexicanos! ¡Ah Tlatilulcos! mirad daron las acequias, y atajaron los caminos con paredes, y
'que el señor Mocthecuzoma vuestro rey os ruega que ce- hicieron grandes baluartes para que no pudiesen salir los
seis de pelear, y dejéis las armas porque estos hombres »Españoles por niuguna parte (15).
; 'son muy fuertes más que nosotros, y sino dejais de dar-
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