Está en la página 1de 241

, , MiMISieSiiHI»

K_SI-FL_V JL O « ">

SÂHâ&UN.
HISTORIA

DJË
EVA ESPAÑ
HISTORIA GENERAL
DE

LAS COSAS D E NUEVA ESPAÑA,


QUE EN DOCE LIBROS Y DOS VOLUMENES

ESCRIBIÓ,

EL R. P. FR. BERNARDWO DE SAHAGUN,

DE LA OBSERVANCIA DE SAN FRANCISCO,

y UNO DE LOS PRIMEROS PREDICADORES DEL SANTO BVANGELIO

EN AQUELLAS REGIONES.

DALA A LUZ COK NOTAS T SUPLEMENTOS

CARLOS MARIA DE BUSTAMANTE,


DIPUTADO POR EL ESTADO DE OAXACA
EN E L CONGRESO G E N E R A L D E L A F E D E R A C I O N MEXICANA:

Y LA DEDICA

A NUESTRO SANTISIMO PADRE


v m .

TOMO TERCERO.

MÉXICO:

Imprenta del Ciudadano M e j a n i T v S d é s , calle de Santo Domingo,


y esquina de l a c u b a .
f/1/1

0 1

Si bien se considera la predicación evangélica y


apostólica, hallarse ha muy claro, que la de los c a -
tólicos predicadores, ha de ser de vicios y virtudes,
persuadiendo lo uno, y disuadiendo lo otro; y lo
mas continuo ha de ser el persuadirlos á las virtu-
»
Yo traeré sobre vosotros una nación de lejos: tudes teologales, y disuadirles los vicios á ellas
una nación robusta y antigua: una nación cuya
lengua no entendereis... Talará vuestras mieses
contrarios. De esto hay mucha materia en los
y devorará vuestros hijos 6 hijas... seis libros primeros de esta Historia, y en Apos-
JEREMIAS CAP. 5 . f . 1 5 A 17.
tilla sobre las epistolas y evangelios de los do-
mingos de todo el año que hice, y muy mas resuel-
tamente en la doctrina cristiana, que los doce pri-
meros predicadores, anunciaron á esta gente India-
na, la cual yo como testigo de vista, compilé en e s -
ta lengua mexicana, y para dar mayor oportunidad
y ayuda á los predicadores de esta nueva Iglesia,
en este volumen ó libro; he tratado de las virtudes
morales, según la inteligencia, práctica, y lenguage,
que la misma gente tiene de ellas. No llevo en es-
FONDO H STORICO te tratado el orden que otros escritores han llevado
RICARDO COVARRUB1AS #

1 5 5 tí 4 9

W m X
en tratar esta materia; mas llevo el de las perso-
nas, dignidades, oficios y tratos, que entre esta gen-
LIBRO DECIMO
te hay, poniendo la bondad de cada persona, y lue- DE LA GENERAL HISTORIA
go su maldad. Contiénense también por el mismo es- DE LOS VICIOS Y VIRTUDES

tilo en este t r a t a d o ó libro, todas ó las mas de las ASI ESPIRITUALES COMO CORPORALES,

enfermedades, á q u e los cuerpos humanos son suje- DE TODA MANERA DE PERSONAS.

tos en esta tierra, y las medicinas contrarias; y jun-


to á esto casi t o d a s las generaciones que en esta
C A P I T U L O I.
tierra han venido á poblar. t 1] •' . J ' - - • • . -'' : -'

De las calidades y condiciones de las personas conjuntas


por parentesco.

E L PADRE es la primera raíz y cepa del parentes-


co: la propiedad de éste, es el ser diligente y cui-
dadoso, que con su perseverancia rija su casa, y la
sustente. El buen padre cria y mantiene á sus hi-
jos, dales buena crianza y doctrina, ríñelos, y dales
buenos consejos y ejemplos, hace tesoro para ellos
y guarda; tiene cuenta con el gasto de su casa, y
arregla á sus hijos con él, y provée las cosas de ade-
lante. L a propiedad del mal padre és, ser perezoso,
descuidado, ocioso, no se cura de nadie, deja por
flojera de hacer lo que es obligado, y pierde el t i e m -
po en valde.
L a propiedad de la madre, es tener hijos y
darles leche: la madre virtuosa es vigilante, ligera,
veladora, solícita, congojosa: cria á sus hijos, tiene
continuo cuidado de ellos: tiene vigilancia en que no
les falte nada, y regálalos, es como esclava de todos
los de su casa: congójase por la necesidad de c a -
da uno: de ninguna cosa necesaria en casa se des-
en tratar esta materia; mas llevo el de las perso-
nas, dignidades, oficios y tratos, que entre esta gen-
LIBRO DECIMO
te hay, poniendo la bondad de cada persona, y lue- DE LA GENERAL HISTORIA
go su maldad. Contiénense también por el mismo es- DE LOS VICIOS Y VIRTUDES

tilo en este t r a t a d o ó libro, todas ó las mas de las ASI ESPIRITUALES COMO CORPORALES,

enfermedades, á q u e los cuerpos humanos son suje- DE TODA MANERA DE PERSONAS.

tos en esta tierra, y las medicinas contrarias; y jun-


to á esto casi t o d a s las generaciones que en esta
C A P I T U L O I.
tierra han venido á poblar. t 1] •' . J ' - - • • . -'' : -'

De las calidades y condiciones de las personas conjuntas


por parentesco.

E L PADRE es la primera raíz y cepa del parentes-


co: la propiedad de éste, es el ser diligente y cui-
dadoso, que con su perseverancia rija su casa, y la
sustente. El buen padre cria y mantiene á sus hi-
jos, dales buena crianza y doctrina, ríñelos, y dales
buenos consejos y ejemplos, hace tesoro para ellos
y guarda; tiene cuenta con el gasto de su casa, y
arregla á sus hijos con él, y provée las cosas de ade-
lante. L a propiedad del mal padre és, ser perezoso,
descuidado, ocioso, no se cura de nadie, deja por
flojera de hacer lo que es obligado, y pierde el t i e m -
po en valde.
L a propiedad de la madre, es tener hijos y
darles leche: la madre virtuosa es vigilante, ligera,
veladora, solícita, congojosa: cria á sus hijos, tiene
continuo cuidado de ellos: tiene vigilancia en que no
les falte nada, y regálalos, es como esclava de todos
los de su casa: congójase por la necesidad de c a -
da uno: de ninguna cosa necesaria en casa se des-
tada, bien criada, doctrinada, enseñada de persona
cuida: es guardadora, es laboriosa, ó trabajadora. L a
madre mala, es boba, necia, dormilona, perezosa, des- avisada, discreta, y guardada.
perdiciadora, persona de mal recaudo, descuidada Hija viciosa.
de su casa, deja perder las cosas por pereza, ó por
enojo: no cura de las necesidades de los de su fa- L a hija mala ó bellaca, és mala de su cuer-
milia: 110 mira por las cosas de su casa: no corri- po, disoluta, puta, pulida: anda pompéandose, ata-
ge las culpas de los de ella, y por eso cada día se víase curiosamente, anda callejeando, dase al vicio
empeora. Hay entre esta gente hijos legítimos, é hi- de la carne, ándase á la flor del berro, y esta és su
jos bastardos. vida y su placer, anda hecha loca.

Hijo virtuoso, [a] Hijo, ó Hija regalados.

El hijo bien acondicionado és obediente, hu- Muchacho ó muchacha, que sale á los suyos,
milde, agradecido, reverente, imita á sus padres en de generación noble, ó generoso ó generosa, es hija de-
las costumbres, y en el cuerpo es semejante á su licada y regalada, tierna y hermosa.
padre ó á su madre. Hija mayor ó primogénita, hija segunda, hija
tercera, ó hija postrera, no se debe ofender si es
Hijo vicioso. honesta y prudente, en que se ponen solamente vo-
cablos y no sentencias, en lo arriba puesto y en
El mal hijo es travieso, -rebelde, ó desobe- otras partes adelante; porque principalmente se pre-
diente, loco, no acogido á buen consejo: echa á las tende en este tratado, aplicar el lenguage indiano,
espaldas la buena doctrina con desden, és desasose- para que sepan hablar los vocablos propios de ésta
gado, desvaratado, fanfarrón, vanaglorioso, mal cria- materia de vitiis et virtutibus.
co, bobarron ó tosco: no recibe ninguna buena doc-
trina. Los buenos consejos de su padre y de su ma- Muchacho ó Muchacha virtuosos.
dre, por una oreja le entran, y por otra le salen,
El muchacho ó muchacha de buena condi-
aunque le azoten y castiguen, no por eso aprovecha.
ción, es vigilante, vivo, agudo, ligero, comedido, dis-
Hija virtuosa. creto y obediente, que hace de buena gana lo que
le mandan.
L a moza ó hija que se cria en casa de su p a -
dre, estas propiedades buenas tiene: es virgen, de Muchacho vicioso.
verdad nunca conocida de varón; és obediente, r e - El muchacho bellaco tiene estas propiedades:
catada, entendida, hábil, gentil muger, honrada, aca- es perezoso, pesado, gordiflon, bobo, necio, tosco, in-
ofífi;f tftífíí' >• f¿> \i j>£*f3 :ña0f0Bii03 •BIJ^HÍOS
discreto, que entiende las cosas al revéz, y también
( a ) El P . Sahagun ha deslindado los caracteres, como pudie-
las hace al revéz: inhábil, sisón, alocado ó loco, y
ra hacerlo Teofrastro, ó L ' Bruyere. Entiéndase que lo hace, re-
firiéndose á la idea de las virtudes y vicios que tenian los a n - que siempre anda de casa en casa, y de lugar en
tiguos mexicanos. H a y en su relación muchas •perogrulladas que hacen lugar; bellaco fino, ó enfermo de todas enfermedades.
reír, y muestran bien el candor del historiador.
Tio fiel. ' i tre estos naturales un vocablo usan los hombres pa-
re decir sobrino, que es machtli, y otro las mugeres
El tio. Tenian p o r costumbre estos naturales, que es tepilo 6 püatL El sobrino tiene necesidad de
de dejarle por curador ó tutor de sus hijos, de su ser doctrinado, enseñado, castigado y azotado El buen
hacienda, de su muger, y de toda la casa. El tio obrino tiene la condicion del buen hijo, hace^ lo,
fiel, tomaba á su c a r g o l a casa de su hermano y oficios humildes de su casa, es p a c i e n t e cuando le
muger, como la propia suya. reprenden. El sobrino mal acondicionado, es huy-
dor, perezoso y dormilon, escondese, si»av hurta de
Tio vil.
lo que le dan á guardar.
L a propiedad del m a l tio és, ser desperdicia-
Abuelo.
dor, desbaratado, és aborrecedor, y despreciados
Tia fiel. El abuelo tiene las propiedades que se siguen:
tiene el cuerpo duro y correoso, tiene los cabellos
L a tia suele ser sustentadora y yandeadora de canos, la cabeza blanca, es impotente, inútil o in-
sus sobrinos: la buena tia és piadosa, favorece á los fructuoso, es como niño, y está hecho santo. El buen
suyos, tiene continuo cuidado de ellos, tiene real con- abuelo tiene las propiedades del buen padre, demás
dición, es congojosa en buscar lo necesario para los de esto, es caduco y de poco seso.
suyos. Abuela.
Tia vil.
En esta tierra para decir abuela, tienen v o -
L a tia que es mal acondicionada, és braba, cablo particular que és citli ó teci: la abuela- tiene hi-
cari-enojada,' rostrintuerta, nadie se halla bien con jos, nietos, y tataranietos: la condicion de la buena
ella, es desapegada: siempre mira con ojeriza, á to- abuela és, que reprende á sus hijos y nietos, ríñe-
dos: estima en basura, mira con desden ó menosprecio. los, castígalos, doctrínalos, y ensenalos como han de
vivir Las condiciones de la mala abuela son estas:
Sobrino ó Sobrina. es vieja, boba, tocha, de mal concierto, y de mal re-
caudo, desperdiciadora y de mal ejemplo.
De una manera llaman los hombres á sus so-
brinos, y de otra m a n e r a los llaman las mugeres: Visabuelo.
los hombres dicen al sobrino noinach, y las mugeres
le dicen nopilo nopilotzin. L a condicion del buen so- El visabuelo es decrépito, es otra vez niño;
brino es comedirse á hacer lo que conviene, sin que pero visabuelo que tiene buen seso, es hombre de
nadie se lo mande: lo que le mandan una vez, no es buen ejemplo y de buena doctrina, de buena fama,
menester decírselo otra. L a s condiciones del sobri- de mejor nombradía: deja obras de feliz memoria en
no vicioso, que se cria sin padre ni madre, entre sus vida, en hacienda, en generación, escritos como un
tios y tias que no tienen cuidado de castigarle, en- libro. El visabuelo malo es como muladar, como rin-
tíendese de todo muchacho vicioso y travieso. E n - cón, como obscuridad, digno de ser menospreciado.
Tóm. III 2
digno de ser reprendido ó reñido, digno de que los que honra á los suyos, empolvoriza su honra es; d i s d u
viven los murmuren donde está, en el infierno t o - t 0 y absoluto, no toma parecer de nadie en lo que
dos le escarnecen y escupen, dá pena ó enojo su me- ha de decir, rígese asimismo como quiere, juzgase
moria ó su vista como se le antoja, y es fino bellaco.
Visabuela. CAPÍTULO II.

L a visabuela es decrépita, es como niña en De los grados de afinidad


la condicion: la visabuela buena es digna de ser loa- Suegro.
da, digna que se le agradezca el bien que hizo á
sus descendientes, gloríanse estos de nombrarla por El suegro es aqu «„¿jcnp.
su visabuela, es principio de generación ó de lina- vivos, si son muertos U á m a s e m i c o a ^ f e : el s u j
ge. L a mala visabuela es aborrecible, nadie oye de irro busca la muger para su hijo, casa a sus hijas,
buena gana su nombre, su presencia ó su memoria f tiene cuidado d°e s¿s nietos. El buen suegro tiene
proboca á nauséa, ó asco, da enojo. cuidado de dar lo que han menester a su yerno y a
su nuera, y de ponerlos en su casa. El mal suegro siem-
Tatarabuelo. bra ódio entre su hija y su yerno, á nadie quiere
tener en casa, es escaso y avariento.
Tatarabuelo y tatarabuela: tíemblale la cabe-
za y el cuerpo, anda siempre tosiendo y ascadillan- Suegra.
do de flaqueza, ya está en lo último de la vejéz. El L a suegra hace de su parte para con sus hi-
buen tatarabuelo ó tatarabuela es en lugar de padre
jos, todo lo que se dijo del suegro. L a buena sue-
y madre de sus descendientes: es como preciosa raíz
l a guarda á su nuera, y cela con discreción. L a
ó fundamento, y el mal tatarabuelo 6 tatarabuela,
es viejo ruin, raíz ruin y desechada, hizo mala vida,
mala suegra huelga que su nuera de mala
cuenta
de sí, es desperdiciadora de lo suyo y de lo a g e -
y deja desabridos á los suyos.
no, é infiel á su nuera.
Nieto ó JYieía. Padre del Suegro.
El nieto ó nieta, es amado, es querido, es es- El padre ó señor del suegro tiene todas las
timado, procede de sus antepasados como las espi- condiciones que se dijeron del suegro: el buen s e -
nas en que nacen, ó como el ripio de la piedra que ñor es rico, tiene muchos tesoros que con su t r a -
se labra, ó como los hijos de la mazorca ahijada, bajo ha ganado. El ruin padre ó señor, es vil, p o -
que se llama zacamatl, mendrugo vivo, preciado co- bre, mezquino, desaprovechado, y nunca sale de l a -
mo piedra preciosa y como pluma rica, imitador de ceria.
los suyos en el gesto y en las obras. El buen n i e - Madre de suegro ó de suegra.
to sigue los buenos consejos de los suyos, es i m á -
gen viva de ellos, les dá honra con su* buena vida, L a madre señora, madre del suegro ó s u e -
brota como flor entre los suyos. El nieto travieso des- gra, tiene las condiciones^ de ésta; la buena madre
señora, es vieja h o n r a d a , amable, venerable. La ruin cenerosa, la buena curiada es agradecida, la mala,
madre señora, daña, p e r j u d i c a á sí y á los suyos, sisa, [ó escatimadora] é interesal.
deja deudas hechas que después pagen sus succesores. Hermano mayor.
Yerno. Hermano mayor lleva toda la casa de su pa-
dre, doct n a a n á s u s W a n o s menores, relebalos del
El yerno es m a n c e b o casado, es esento de la
orden de los Tlamacazques y telpuchtles. El buen yer- trabajo, hasta que sean de edad para el.
no es honrador, reverenciador, y amador de sus sue- Padrastro.
gros. El ruin yerno es desvergonzado, arañador, co-
dicioso, hurta de la c a s a de su suegra lo que pue- El padrastro es el que se casa con muger de
de, y es a m a n c e b a d o s

Nuera.
L a nuera es p e d i d a , es muger legítima: la bue-
na nuera no es parlera ni vocinglera, es callada, es

f&SSSEEp*
sufrida, recibe en paciencia las reprensiones, ama,
regala, y alhaga á su m a r i d o y apacigúale. L a nue-
ra mal acondicionada e s respondona, emperrada y
corajuda, colérica, b r a b a , es furiosa, envidiosa, enó-
jase y embrabécese.
cía a sub entenraob y b ncorosa , mal encarada,
Cuñado. r " r í c 0 : ojosEntenados.
girados [poc'a, son buenas.]
Entenado ó entenada, ó a n d a d o ó andada, es
Cuñado debe ser de condicion blanda, suave,
ganador, trabajador, oficioso, benigno y llano. Cuñado
mal acondicionado, es envidioso, rencoroso, incomó-
dase, y emperrase: el c u ñ a d o tiene cuñado y cuña-
da; tiene suegro y suegra; tiene parientes y parien- es atrev do y presuntuoso, hace con repugnancia
tas: el mal cuñado a m a n c é b a s e con la cuñada y con cuando le mandan, ó achácase, es murmurador o
su suegra, es importuno para que lo den alguna ha- detractor! á todos menosprecia y tiene en poco.
cienda. L a cuñada tiene hermano ó hermanos m a -
yores ó menores. L a b u e n a cuñada es mansa, b e - C A P I T U C O III.
nigna, ayudadora, pone paz entre su hermano y su
cuñado. L a mala c u ñ a d a siembra discordias ó ren- Viejos.
cillas entre su cuñado y su hermano: la muger di- El viejo es cano, tiene la carne dura, es an-
ce á su cuñada novezvi, es persona que tiene p a -
tiguo de muchos dias, es esperto, muchas, cosas ga-
rientes, es hermana m a y o r ó menor, es regalada ó
10
nó por sus trabajos: el buen viejo tiene fama y hon- MañcebiÜo.
ra, es persona de buenos consejos y castigos, cuen-
t a las cosas antiguas, y es persona de buen ejem- El mancebo de bien, es gentil hombre, bien
plo. El mal viejo finge mentiras, es embustero, bor- dispuesto, ligero, suelto, gracioso en hablar, donoso.
racho y ladrón, es caduco, fanfarrón, es tocho mien- El mancebo bien acondicionado, es obediente, p a -
te y finge. cífico, cuidadoso, diligente, casto, trabaja, y vive avi-
L a vieja está siempre en casa, es guarda de sada y cuerdamente.
ella: la vieja honrada m a n d a á los de la casa lo que Mosuela.
han de hacer, es lumbre espejo y dechado: la ruin es
como rincón, engaña y deshonra. L a doncella buena, es gentil, muger hermo-
sa, bien dispuesta, avisada, presume de la honra pa-
Mancebos. r a guardarla, 110 consiente que nadie se burle con
ella. L a doncella virtuosa, es esquiva, recóndita, ce-
Mancebo, el varón es fuerte, recio, fornido* losa de sí misma, guárdase casta, y tiene mucho cui-
esforzado: el buen varón es trabajador, ligero, y di- dado de su honra y de su fama. L a doncella d e s -
ligente: el ruin varón es perezoso, pesado, flojo, trai- honesta hace buen barato de su cuerpo, es' desver-
dor, y robador. gonzada y honrada, es loca presuntuosa, tiene mu-
Muger mosa. cho cuidado de lavarse y bañarse, tiene andar des-
honesto, requebrado, y pomposo.
L a muger de media edad, tiene hijos, hijas
y marido: la buena muger es diestra en la obra de Muchacho.
tejer y labrar, es buena maestra de guisar la comi- El muchacho bien afortunado es delicado, tie-
da y bebida, labra y trabaja, es diligente y discre- ne padre y madre, es amado de ellos bien, como
ta: la ruin es muger tonta é inútil. único hijo," tiene hermanos mayores y menores, es dó-
Hombre de perfecta edad. cil y bien mandado, tiene reverencia á los mayores
y es humilde. El mal acondicionado es bellaco, tra-
El hombre de perfecta edad, es de robusto vieso, é incorregible, mal inclinado, y de mal cora-
corazon, es esforzado, prudente, entendido y vivo: el zon, fugitivo, ladrón y mentiroso.
buen varón de perfecta edad, es trabajador, es s u -
frido en los trabajos: el malo es mal mandado, es Niño ó Niña.
atronado, y desatinado El infante é infanta, es delicado, bien dispues-
La muger de perfecta edad, es honrada y dig- to, sin taclia corporal, hermoso, bien criado, sin nin-
na de ser reverenciada: es grave, muger de su ca- guna enfermedad del cuerpo, generoso, criase deli-
sa, nunca reposa, vividora, y esfuérzase á trabajar: cadamente y con mucho cuidado. El travieso que
la mala es bellaca, deshonesta, mala muger, putéa, no cura de su generosidad, es feo, desgraciado, mal
atavíase curiosamentej es desvergonzada, atrevida, acondicionado, enfermo, apasionado de diversas p a -
borracha.
siones, y manco de los pies ó de las manos. El ni- cosa que tiene gran circuito para hacer sombra, por-
ño de cinco ó seis años bonito y bien acondiciona- que el mayor ha de amparar á todos chicos y gran-
do, es alegre, risueño, gracioso, regocijado, salta y des: puchotl es un árbol que hace gran sombra y
corre. El mal acondicionado de esta edad, llora, in- tiene machas ramas: abebetl és de la misma m a n e -
comódase, es encorajado y emberrinchado. ra, porque el señor ha de ser semejante á estos ár-
boles, donde sus subditos se amparen. El mayor ha
C A P I T U L O IV. de ser reverenciable, espantable, preciado, y temido
de todos. El mayor que hace bien su oficio, ha de
De los oficios, condiciones y dignidades de personas,
llevar á sus subditos, a unos acuestas, á otros en el
nobles y generosas.
regazo, á otros en brazos; halos de allegar y tener
Persona generosa. debajo sus álas, como las gallinas á los pollos.
L a persona generosa ó de gran linage, es de Senador.
gran estima, es d e " g r a n precio, es digna de ser re-
El senador tiene estas propiedades, ser juez y
verenciada, y d e ser temida: es persona de espan-
averiguar bien los pleitos: ser respetado, grave, s e -
to y digna de ser obedecida. L a persona generosa y
vero, espantable, y tener presencia digna de mucha
bien acondicionada, es a m o r o s a , piadosa, compasi-
gravedad y reverencia, y ser temido de todos. El
va, liberal, imprime reverencia en los que la vén. L a
buen senador es recto juez,, y oye á entrambas par-
persona generosa mal acondicionada, es insufrible, te-
tes, pondera muy bien la causa de los unos y de
merosa, quiere ser temida y reverenciada, imprime te-
los otros, dá á cada uno lo que es suyo, y siempre
mor y espanto, e s alborotador de los suyos. Este nom-
hace justicia derecha: no es aceptador de personas
bre tlacatl quiere decir, p e r s o n a noble, generosa, ó
y hace justicia sin pasión. El mal senador por el
magnífica; y su compuesto q u e es alacatl es contra-
contrario, es aceptador de personas, apasionado, acués-
ditorio, significa persona vil y de baja suerte: y lo
tese á una parte, ó es parcial amigo de cohechos o
compuestos de tlacatl que s e componen con nombres
interesable.
numerales, significan p e r s o n a común, como diciendo
cetlacatl, una persona h o m b r e ó muger: umetlacail, dos Noble en linaje.
personas hombres ó m u g e r e s , y diciendo cuixtlacatly
quiere decir, es persona vil y de b a j a suerte; y cuan- L a persona noble de linage es de buenas en-
do dicen caeencatlacatl q u i e r e decir, es persona muy trañas, de real condicion, y de honesta vida, humil-
de bien, es noble ó muy g e n e r o s a . de, avisado, recatado, amado de todos, pacifico, hom-
bre cabal, sosegado, de buena y limpia vida, sabio
SeTior, Rey, Emperador, Papa, Obispo. y prudente. Por el contrario la persona que es de
L a s escelencias del s e ñ o r , rey, emperador, obis- buen linage y mal acondicionada, es muy e n t r e m e -
po ó papa, pónense por v i a de metáfora ceoallohecau- tido, entonado, inquieto, soberbio, alocado, medio cho-
hio, quiere decir, cosa q u e hace sombra, porque el carrero, molesto y penoso á todos, burlador atrevi-
mayor ha de h a c e r s o m b r a á sus subditos: malacaio, do, y determinado.
Tóm. III. 3
siones, y manco de los pies ó de las manos. El ni- cosa que tiene gran circuito para hacer sombra, por-
ño de cinco ó seis años bonito y bien acondiciona- que el mayor ha de amparar á todos chicos y gran-
do, es alegre, risueño, gracioso, regocijado, salta y des: puchotl es un árbol que hace gran sombra y
corre. El mal acondicionado de esta edad, llora, in- tiene muchas ramas: abebetl és de la misma m a n e -
comódase, es encorajado y emberrinchado. ra, porque el señor ha de ser semejante á estos ár-
boles, donde sus subditos se amparen. El mayor ha
C A P I T U L O IV. de ser reverenciable, espantable, preciado, y temido
de todos. El mayor que hace bien su oficio, ha de
De los oficios, condiciones y dignidades de personas,
llevar á sus subditos, a unos acuestas, á otros en el
nobles y generosas.
regazo, á otros en brazos; halos de allegar y tener
Persona generosa. debajo sus álas, como las gallinas á los pollos.
L a persona generosa ó de gran linage, es de Senador.
gran estima, es d e " g r a n precio, es digna de ser re-
El senador tiene estas propiedades, ser juez y
verenciada, y d e ser temida: es persona de espan-
averiguar bien los pleitos: ser respetado, grave, s e -
to y digna de ser obedecida. L a persona generosa y
vero, espantable, y tener presencia digna de mucha
bien acondicionada, es a m o r o s a , piadosa, compasi-
gravedad y reverencia, y ser temido de todos. El
va, liberal, imprime reverencia en los que la vén. L a
buen senador es recto juez,, y oye á entrambas par-
persona generosa mal acondicionada, es insufrible, te-
tes, pondera muy bien la causa de los unos y de
merosa, quiere ser temida y reverenciada, imprime te-
los otros, dá á cada uno lo que es suyo, y siempre
mor y espanto, e s alborotador de los suyos. Este nom-
hace justicia derecha: no es aceptador de personas
bre tlacatl quiere decir, p e r s o n a noble, generosa, ó
y hace justicia sin pasión. El mal senador por el
magnífica; y su compuesto q u e es alacatl es contra-
contrario, es aceptador de personas, apasionado, acués-
ditorio, significa persona vil y de baja suerte: y lo
tese á una parte, ó es parcial amigo de cohechos o
compuestos de tlacatl que s e componen con nombres
interesable.
numerales, significan p e r s o n a común, como diciendo
cetlacatl, una persona h o m b r e ó muger: umetlacail, dos Noble en linaje.
personas hombres ó m u g e r e s , y diciendo cuixtlacatly
quiere decir, es persona vil y de b a j a suerte; y cuan- L a persona noble de linage es de buenas en-
do dicen caeencatlacatl q u i e r e decir, es persona muy trañas, de real condicion, y de honesta vida, humil-
de bien, es noble ó muy g e n e r o s a . de, avisado, recatado, amado de todos, pacifico, hom-
bre cabal, sosegado, de buena y limpia vida, sabio
SeTior, Rey, Emperador, Papa, Obispo. y prudente. Por el contrario la persona que es de
L a s escelencias del s e ñ o r , rey, emperador, obis- buen linage y mal acondicionada, es muy e n t r e m e -
po ó papa, pónense por v i a de metáfora ceoallohecau- tido, entonado, inquieto, soberbio, alocado, medio cho-
hio, quiere decir, cosa q u e hace sombra, porque el carrero, molesto y penoso á todos, burlador atrevi-
mayor ha de h a c e r s o m b r a á sus subditos: malacaio, do, y determinado.
Tóm. III. 3
El que desciende de personas nobles, es gen-
Caballero. til hombre, maravilloso en sus cosas. El que descien-
El verdadero caballero es muy estimado, ama- de de buen linage, y bien acondicionado, es discre-
do, y de buena condicion, á todos quiere bien, y to, curioso en saber, y buscar lo que le conviene,
y tiéneles en mucho, y con todos vive en paz y amor: Y en todo tiene prudencia, y consideración. L1 que
á todos honra, y muestra benevolencia, y con todos desciende de buen linage, y mal acondicionado, es
es bien hablado, ( a ) El caballero mal acondicionado, soberbio, codicioso en gran m a n e r a , y quiere ser te-
es de bajo quilate, imprudente, tonto, desatento, pre- nido en mas que los otros. L a persona noble de
cipitado, ó inconsiderado en todo, y á todos es pe- buen linage, simpre procura de tomar buenos ejem-
noso, fastidioso y enojoso. plos, y sacar buenas costumbres de los buenos. L a
noble persona de buen natural, es dócil, y reme-
Ilustre. meda á los buenos: es ejemplar, y tiene otras m u -
chas propiedades muy buenas; y por el contrario los
El que es ilustre ó generoso, es como una
malos, que descienden de gente noble y de buen li-
piedra preciosa, ó como una joya rica, ó como la
nage; son soberbios, revoltosos, é incapaces de bondad
pluma preciada; y así es digno de ser muy bien tra-
tado, y regalado, y tenido por hombre noble y g e - alguna.
neroso, al fin de muy esclarecido linage, y de los fi- C A P I T U L O VI.
nos y mejores caballeros.
De los varones fuertes.
C A P I T U L O Y. Hombres fuertes.
De las personas nobles.
Entre los hombres hay estas propiedades ge-
Hidalgo. neralmente; que unos son altos, y otros son chicos
El hidalgo tiene padre y madre lejitimos, y de cuerpo: unos son gordos y otros delgados: unos
sale y corresponde á los suyos, *en gesto y en obras; son bien dispuestos y otros no, unos de buena pre-
y entre los hijos hidalgos, hay primogénito, unigé- sencia y otros no, y otros de media estatura y otros
nito, mayor, y hijo segundo y tercero, hijo postrero, no. Las propiedades de hombres fuertes son: ser ami-
y que hay hijo hidalgo, que tiene hermanos, y her- gos de guerra: ser de buenas fuerzas, de gran áni-
manas, abuelos y abuelas, y hay hidalgos muy que- mo y fuerte corazon. El varón que de verdad es fuer-
ridos, delicados, regalados y servidos. Él buen hidal- te, es esforzado, colérico, muy determinado, y pelea
go es obediente, imita á sus padres en costumbres, varonilmente; determinado para acometer, desbaratar,
es recto, justo, pronto y alegre para todas la3 cosas, es y matar á los enemigos sin temer á nadie.
figura, ó traslado de sus antepasados. El mal hidal-
go es alocado, torpe, mal acondicionado, desgra- El cobarde.
ciado, perverso, infernal, deshonra y afrenta de su El varón cobarde por el contrario, por su di-
linage. simulación echa á perder á los suyos y los vende,
(a) H é aquí el caracter del general D . Nicolás Bravo. *
siendo el hombre doblado, malicioso, descuidado pa-
siempre sus armas consigo; y el que es tal, es dies-
r a con sus amigos, y muy medroso.
tro, esperimentado en la guerra, y suele inventar ar-
Hombre valiente Tiacauh. dides, buscar lugares, y caminos contra los enemi-
gos, y poner á todos espanto y miedo, y es muy con-
El hombre valiente que se dice tiacauh es de fiado en su valentía. Y el que no es tal, es muy da-
estas condiciones: es invencible, robusto, recio y fuer- do al sueño, en todo descuidado, y tal que echa á
te, el cual nunca vuelve atrás, ni tiene en nada los perder á todos por ser medroso, y espantadizo.
peligros: el que de verdad es tal tiene estas calida-
des:^ que con ánimo pelea, vence, cautiva, al fin aso- Capitan general.
la á los pueblos, de modo que parece los vá b a r -
riendo, pues no queda señal, al cabo triunfa de los El capitan general tiene por oficio, el mandar
vencidos. El malo y fingido tiacauh por el contrario, en la batalla, dar orden y manera para efectuar-
es vanaglorioso, jactancioso, diciendo que es una águi- la, y concertar los escuadrones, teniéndose por gran-
la y un león en la guerra por ser muy valiente, sien- de águila y león, presumiendo de ser victorioso por
do por el contrario muy medroso. los buenos aderezos con que vá adornado á la guer-
r a de águila, y dando á entender, que su oficio es
Hombre valiente Quachic. morir en la campaña por los suyos. El buen capitan
general, es vigilante, dispone bien los escuadrones,
El hombre ó varón fuerte llamado quachic, tie- y con su industria y sagazidad, inventa ardides pa-
ne estas propiedades, que es amparo, y muralla de ra vencer; por lo cual manda proveer á todos de ar-
los suyos, furioso, rabioso contra sus enemigos, va- mas y vituallas, y hace abrir caminos, y hállase
lentazo por ser membrudo, al fin es señalado en la presente á todo, y hace asentar tiendas, y sitiar el
valentía. El que es tal, es dispuesto, y hábil para la tianguiz ó plaza del real, y señalar centinelas, y repartir
guerra, y .socorre á los suyos sin temer la muerte: los soldados para desafiar, provocar, y hacer e m b o s c a -
á todos los desbarata, y en todos hace risa, por lo das, y para espias. El que no es tal, suele ser cau-
cual pone grande animo, osadía y confianza á los que sa de muchos males y muertes, y poner á los s u -
manda, hiriendo, matando, y cautivando á los enemi- yos en trabajos y en peligros.
gos sin perdonar á nadie; y el que no es tal, es afe- y
minado, y de todo se e s p a n t a , apto mas para huir,
que para seguir á los enemigos, muy delicado, e s - C A P I T U L O VII.
pantadizo, y medroso que en todo se muestra c o -
barde y mugeril. De los oficiales plateros, y oficiales de pluma.

Maese de campo. El oficial de cualquiera oficio mecánico p r i -


mero es aprendiz, y despues es maestro de muchos
El maese de c a m p o , ó capitan de esta ca- oficios, y de tantos que de él se puede decir, que él
lidad, es el que para mostrar su oficio trae coleta de es omnis homo.
cabellos que cuelga atrás, bezote y orejeras, y trae
Oficial mecánico.
jadera, majar, ó martillar, y usar de fragua, de fue-
El buen oficial mecánico, es de estas condi- lles, de carbones, y cortar el fierro de presto como
ciones, que á el se le entiende bien el oficio en f a - si fuese alguna cera. El mal herrero es mentiroso,
bricar, é imaginar cualquiera obra, la cual hace des- ó burlador, perezoso, descuidado, de pocas fuerzas, y
pues con facilidad, y sin pesadumbre, al fin es muy hace mal hechas las obras por hacerlas de prisa, y
apto, y diestro para trazar, componer, ordenar, apli- hace la obra falsa, allende de ser prolijo.
car cada cosa por sí á proposito. El mal oficial es
inconsiderado, engañador, ( a ) ladrón, y tal, que nun- Lapidario.
ca hace obra perfecta.
El lapidario esta bien enseñado, y ecsamina-
Oficial de pluma,
do en su oficio, es buen conocedor de piedras, las cua-
El oficial de plumas, es único hábil, é inge- les para labrarlas quítales la roza, cortálas, y las jun-
nioso en el oficio. El tal oficial si es bueno suele ta, ó pega con otras sutilmente, con el betún para
ser imaginativo, diligente, fiel, convenible y d e s e m - hacer obra de musaico. El buen lapidario, artificio-
barasado" para juntar, y pegar las plumas, y ponerlas samente labra, é inventa labores sutilmente, escul-
en concierto, y con ellas siendo de diversas colores piendo, y puliendo muy bien las piedras con sus ins-
hermosear la obra; al fin muy hábil para aplicarlas trumentos que usa en su oficio. El mal lapidario sue-
á su proposito. El que no es tal, es tosco, y de ru- le ser torpe, ó bronco, no sabe pulir, sino que h e -
do ingenio, bozal, y nada vivo para hacer bien su cha á perder las piedras lábrandolas atolondronadas,
oficio, sino que cuanto se le encomienda todo lo ó desiguales, ó quebrándolas, ó haciéndolas pedazos.
echa aperder.
Platero. C A P I T U L O VIII.
El platero, es conocedor del buen metal, y de
él hace cualquiera obra, sutil, é artificiosamente. El
De otros oficiales como son carpinteros, y canteros
buen platero tiene buena maña, y todo lo que h a - Carpintero.
ce, lo hace con medida y compás, y sabe apurar bien
cualquiera metal, y de lo fundido hacer planchue- El carpintero, es de su oficio hacer lo siguien-
las ó tejuelos, de oro ó de plata; también sabe h a - te cortar con hacha, ender las vigas, y hacer t r o -
cer moldes de carbón, y echar metal en el fuego pa- zos, y aserrar, cortar ramos de árboles, y hender con
ra fundirlo. El mal platero no sabe acendrar la pla- cuñas cualquiera madero. El buen carpintero suele
ta, déjala rebuelta con ceniza, y es astuto para sacar medir, y compasar la madera con nivél, y labrarla
y hurtar algo de la plata, con la juntera para que vaya derecha, acepillar, em-
Herrero. parejar, entarugar, encajar unas tablas con otras, y
y poner las vigas en concierto sobre las paredes, al
El buen herrero, es vivo, hábil, de buen juicio fin ser diestro en su oficio. El mal carpintero d e s -
y sentido en sus obras, y suele hender con la t a - parpaja lo que esta bien acepillado, y es descuida-
ra) Traslado á los nuestros q u e por tales nadie los ocupa y
do, tramposo y dañador de la obra que le dan pa-
se quejan de que los estrangeros les hacen mala obra; ocupanles
de preferencia 'por que son puntuales en entregar las obras al
tiempo que prefijan.
20
r a hacer, y en todo lo que el hace es torpe, y na- De los Cantores.
da curioso. El cantor alza la voz y canta claro, levan-
Cantero. t a y baja la voz, y compone cualquier canto de su
ingenio. El buen cantor es de buena, clara y sana
El cantero tiene fuerzas, es recio, ligero y dies- voz, de claro ingenio y de buena memoria, y c a n -
tro en labrar y aderezar cualquiera piedra. El buen t a en tenor, y cantando baja, sube, y ablanda ó tem-
cantero es buen oficial, entendido, hábil en labrar la pla la voz, entona á los otros, ocúpase en compo-
piedra, en desbastar, esquinar, y hender con la c u - ner y en enseñar la música, y antes que cante en
ña, hacer arcos, esculpir, y labrar la piedra artificio- público primero se ensaya. El mal cantor tiene voz
samente. También es su oficio trazar una casa, hacer hueca, áspera ó ronca, es indocto y bronco, mas por
buenos cimientos, poner esquinas, hacer portadas, y otra parte es presuntuoso ó jactancioso, desvergon-
ventanas bien hechas, y poner tabiques en su lugar. zado ó envidioso, molesto y enojoso á los demás pa-
El mal cantero, es flojo, labra mal, y en el hacer j a cantar mal, é muy olvidadizo y avariento en no
de las paredes no las fragua: hácelas torcidas, y acos- querer comunicar con los otros lo que sabe del can-
to, y es soberbio y muy loco.
tadas á una parte, y corcobadas.
De los Súbios.
Albañil.
El sábio es como lumbre ó hacha grande, es-
El albañil tiene por oficio hacer mezcla mo- pejo luciente y pulido de ambas partes, buen decha-
jándola bien, y echar tortas de cal, emplanarla y do de los otros, entendido y leido; también es c o -
bruñirla bien. El mal albañil por ser inhábil, lo que mo camino y guia para los demás. El buen sábio,
encala es atolondrado, ni es liso, sino holloso, aspe- como buen médico, remedia bien las cosas, y dá
pero y tuerto. buenos consejos y doctrina, conque guia y alumbra
á los demás, por ser él de confianza y de crédito,
Pintor. y por ser cabal y fiel en todo; y para que se h a -
gan bien las cosas, dá orden y concierto, con lo cual
El pintor es de su oficio saber usar de colores
satisface y contenta á todos; respondiendo al deseo
y dibujar, ó señalar las imágenes con carbón, y ha-
y esperanza de los que se llegan á él, á todos fa-
cer muy buena mezcla de colores, y saberlas moler
vorece y ayuda con su saber. El mal sábio es como mal
muy bien y mezclar. El buen pintor tiene buena ma-
médico, tonto y perdido, amigo del nombre de s á -
no y gracia en el pintar, y considera muy bien lo bio y de vana gloria, y por ser necio es causa de
que ha de pintar, y matiza muy bien la pintura, y muchos males y de grandes errores, peligroso y des-
sabe hacer las sombras, y los lejos, y follages. El peñador, engañador ó embaucador.
mal pintor es de malo, y boto ingenio, y por esto
es penoso, enojoso, y no coresponde á la esperanza del De los Médicos.
que dá la obra, ni dá lustre á lo que pinta, y m a -
El médico suele curar y remediar las enfer-
tiza mal, todo vá confuso, ni lleva compás, ó p r o - medades; el buen médico es entendido, buen cono-
porcion lo que pinta, por pintarlo de prisa. Tóm. III, 4

•ss*
cedor de las propiedades de las yerbas, piedras, ár-
Nigromántico.
boles é raíces, esperimentado en las curas, el cual
El hombre que tiene pacto con el demonio,
también tiene por oficio saber concertar los huesos, pur-
se transfigura en diversos animales, y por odio d e -
gar, sangrar, sajar al enfermo, dar puntos, y al fin librar,
sea muerte á los otros, usando hechicerías y m u -
de las puertas de la muerte. El mal médico es burla-
chos maleficios contra ellos, por lo cual él viene á
dor, y por ser inhábil, en lugar de sanar empeora
mucha pobreza, y tanta, que aun no alcanza tras
á los enfermos con el brebage que les dá, y aun á pue parar, ni un pan que comer en su casa, al fin
veces usa hechicerías y supersticiones, para dar á que en él se junta toda la pobreza y miseria, pues
entender que hace buenas curas. anda siempre malaventurado, [a]

C A P I T U L O IX. Del Procurador.


El procurador favorece á una banda de los
De los Hechiceros y Trampistas, [a] pleyteantes, por quien en su negocio vuelve mucho
y apela, teniendo poder, y llevando salario por ello.
Brujos y Hechiceros. El buen procurador es vivo y solícito, osado, dili-
gente, constante, y perseverante en los negocios, en
El JYaoalli propiamente se llama brujo que de los cuales no se deja vencer; sino que alega de su
noche espanta á los hombres é chupa á los niños. derecho, apela, tacha los testigos, ni se cansa has-
Al que es curioso de este oficio, bien se le entien- ta vencer á la parte contraria y triunfar de ella. El
de cualquiera cosa de hechizos, y para usar de ellos mal procurador es interesable, gran pedigüeño, y de ma-
es agudo y astuto, aprovecha y no daña. El que es licia suele dilatar los negocios: hace alharacas, es
maléfico y pestífero de este oficio, hace daño' á los muy negligente y descuidado en el pleito, y fraudo-
cuerpos con los dichos hechizos, saca de juicio y lento de tal modo, que de entrambas partes lleva
ahoga, es envaydor, ó encantador. salario.

Astrólogo. Solicitador.
El solicitador nunca para, anda siempre s o -
El astrólogo judiciario ó nigromántico, tiene lícito y listo. El buen solicitador es muy cuidadoso,
cuenta con los di as, meses, y años, al cual pertene- determinado, y solícito en todo, y por hacer bien
ce entender bien los caractéres de éste árte. El tal su oficio, muchas veces deja de comer y de d o r -
si es hábil nigromántico, c o n o c e y entiende muy bien mir, y anda de casa en casa solicitando los nego-
los caractéres en que n a c e cada uno, y tiene en la cios, los cuales trata de buena tinta, y con temor ó
memoria lo que por estos se representa, y por ello recelo, de que por su descuido no tengan mal suceso
dá á entender lo venidero; y si es inhábil "nigromán- los negocios, [b] El mal solicitador es flojo y des-
tico, es engañador, mentiroso, amigo de hechicerías
conque engaña á los hombres. ( a ) Esto es una patraña, no hay ya nigrománticos porque con
la muerte del redentor enmudecieron los oractilos. L o que hace
( a ) E s menester negar el s u p u e s t o de los primeros pues no ver á los hombres visiones es la mala conciencia que los atormen-
ecsisten: de los segundos abundamos gracias á Dios, ta dia y noche presentándoles fantasmas,
( a ) ¿Quis est hic, et lauiabimus cum?
24
cuidado, lerdo, y encandilador para sacar dineros, y lar la urdiembre ó tela, y mueve las primideras
fácilmente se d e j a cohechar, porque no hable mal con los pies, y juega de la lanzadera y pone la te-
el negocio ó que mienta, y así suele echar á per- la en los lizos. L a buena tegedora suele apretar y
der loé pleitos, golpear lo que teje, adereza lo mal tegido con e s -
C A P I T U L O X. pina ó alfiler, ó tupe muy bien p a r a hacer ralo lo que
vá tupido: sabe también poner en telar la tela, y
De otros oficiales como Sastres y Tegedores.
estirarla con la medida que es una caña que la es-
Sastres. tira para tegerla igual; sabe hacer también la t r a -
E l sastre s a b e cortar, proporcionar, y coser ma de la dicha tela. El mal tegedor es perezoso,
bien la ropa. El b u e n sastre es buen oficial, enten- descuidado, mal oficial, daña cuanto tege, y hace ma-
dido, hábil, y fiel en su oficio, el cual sabe muy la tela, y lo que fabrica vá ralo.
bien coser, juntar los pedazos, repulgar, hechar ri-
betes, y hacer vestidos conforme á la proporcion del C A P I T U L O XI.
cuerpo: pone a l a m a r e s y cayreles, al fin hace todo
su poder por dar contento á los dueños de las ro- De Personas viciosas, como Rufianes y alcahuetes,
pas. El mal s a s t r e usa engaño y fraude en el ofi- De los Rufianes.
cio, hurta lo que puede, (a) y lo que sobra del paño
iodo lo toma para sí: cose mal y da puntadas lar- El hombre perdido y alocado, es desatinado,
gas, pide mas de lo que es justo por el trabajo, ni y atontado en todo, liciado en alguna parte del cuer-
sabe hacer c o r t e s í a , sino que es muy tirano. po, muy miserable, amigo del vino y de las cosas
que emborrachan al hombre: anda como endemonia-
Hiladores. do que no teme ni respeta á nadie, y se espone á
El hilador d e torno ó de huso en su oficio, cualquier peligro y riesgo. El mozo desbaratado, an-
suele usar de a m b a s cosas, y sabe destejer lo vie- da como hechizado ó muy beodo, fanfarronéa mu-
jo. El buen hilador lo que hila vá parejo, delgado cho, ni puede guardar secreto, es amigo de mugeres,
y bien torcido, y así hilado lo compone en mazor- perdido con algunos hechizos, ó con algunas cosas
c a y lo devana h a c i e n d o ovillos y madejuelas, y al que sacan al hombre de su juicio, como son los
fin en su oficio e s perseverante y diligente. El mal malos hongos, y algunas yerbas que desatinan. El viejo
hilador por el contrario, lo que hila es tosco y grue- putañero es de poca estima y de mala fama, a l o -
so, ni vá parejo ni bien torcido, ni vá igual sino cado, tonto y necio.
atramojado y flojo, nada curioso es en su oficio, sino
Alcahuete.
descuidado, p e s a d o y desmadejado.
Tegedor. El alcahuete es comparado al ratón, porque
anda á escondidas engañando á las mugeres, y p a -
El tegedor ó tegedora, hurde y pone en te-
ra engañarlas tiene linda plática, usa muchos alhagos y
( a ) ¡Cuantos t e n e m o s de estos! Los que necesitan hacerse ves- engaños conque parece que embauca á las muge-
tidos, a n t e s de c o m p r a r el género, preguntan á los cajeros por la
cantidad q u e entra, y n o se fian de los sastres porque van en ella.
res, y los engaños y embustes arriba dichos, son
¡Ojalá q u e este vestido a o viniera á muchos Sastres!
24
cuidado, lerdo, y encandilador para sacar dineros, y lar la urdiembre ó tela, y mueve las primideras
fácilmente se d e j a cohechar, porque no hable mal con los pies, y juega de la lanzadera y pone la te-
el negocio ó que mienta, y así suele echar á per- la en los lizos. L a buena tegedora suele apretar y
der loé pleitos, golpear lo que teje, adereza lo mal tegido con e s -
C A P I T U L O X. pina ó alfiler, ó tupe muy bien para hacer ralo lo que
vá tupido: sabe también poner en telar la tela, y
De otros oficiales como Sastres y Tegedores. estirarla con la medida que es una caña que la es-
Sastres. tira para tegerla igual; sabe hacer también la t r a -
E l sastre s a b e cortar, proporcionar, y coser ma de la dicha tela. El mal tegedor es perezoso,
bien la ropa. El b u e n sastre es buen oficial, enten- descuidado, mal oficial, daña cuanto tege, y hace ma-
dido, hábil, y fiel en su oficio, el cual sabe muy la tela, y lo que fabrica vá ralo.
bien coser, juntar los pedazos, repulgar, hechar ri-
betes, y hacer vestidos conforme á la proporcion del C A P I T U L O XI.
cuerpo: pone a l a m a r e s y cayreles, al fin hace todo
su poder por dar contento á los dueños de las ro- De Personas viciosas, como Rufianes y alcahuetes,
pas. El mal s a s t r e usa engaño y fraude en el ofi- De los Rufianes.
cio, hurta lo que puede, (a) y lo que sobra del paño
iodo lo toma para sí: cose mal y da puntadas lar- El hombre perdido y alocado, es desatinado,
gas, pide mas de lo que es justo por el trabajo, ni y atontado en todo, liciado en alguna parte del cuer-
sabe hacer c o r t e s í a , sino que es muy tirano. po, muy miserable, amigo del vino y de las cosas
que emborrachan al hombre: anda como endemonia-
Hiladores. do que no teme ni respeta á nadie, y se espone á
El hilador d e torno ó de huso en su oficio, cualquier peligro y riesgo. El mozo desbaratado, an-
suele usar de a m b a s cosas, y sabe destejer lo vie- da como hechizado ó muy beodo, fanfarronéa mu-
jo. El buen hilador lo que hila vá parejo, delgado cho, ni puede guardar secreto, es amigo de mugeres,
y bien torcido, y así hilado lo compone en mazor- perdido con algunos hechizos, ó con algunas cosas
c a y lo devana h a c i e n d o ovillos y madejuelas, y al que sacan al hombre de su juicio, como son los
fin en su oficio e s perseverante y diligente. El mal malos hongos, y algunas yerbas que desatinan. El viejo
hilador por el contrario, lo que hila es tosco y grue- putañero es de poca estima y de mala fama, a l o -
so, ni vá parejo ni bien torcido, ni vá igual sino cado, tonto y necio.
atramojado y flojo, nada curioso es en su oficio, sino
Alcahuete.
descuidado, p e s a d o y desmadejado.
Tegedor. El alcahuete es comparado al ratón, porque
anda á escondidas engañando á las mugeres, y p a -
El tegedor ó tegedora, hurde y pone en te-
ra engañarlas tiene linda plática, usa muchos alhagos y
( a ) ¡Cuantos t e n e m o s de estos! Los que necesitan hacerse ves- engaños conque parece que embauca á las muge-
tidos, a n t e s de c o m p r a r el género, preguntan á los cajeros por la
cantidad q u e entra, y n o se fian de los sastres porque van en ella.
res, y los engaños y embustes arriba dichos, son
¡Ojalá q u e este vestido a o viniera á muchos Sastres!
mado para ello, y en lugar de gracias dice mali-
comparados á las rosas, que aplacen á los hombres
con su hermosura y buen olor. cias y torpedades.
Chocarrero.
Embaucadores. El chocarrero es atrevido, desvergonzado, alo-
El embaucador ó la embaucadora, tiene e s - cado, amigo de vino, y enemigo de buena fama. El
tas propiedades, que sabe ciertas palabras conque en- buen chocarrero es suave ó gracioso en su habla, y
gaña á las mugeres, y ellas por el contrario conque en- hábil para decir muchos donayres.^ El mal chocare-
gañan á los hombres, y así cada una de estas ha- ro es penoso en su hablar, tonto é inhábil para de-
cen á los hombres y á las mugeres andar elevados cir las gracias, y las dice fuera de propósito y de
ó embelezados, hechizados, vanos, locos, atónitos y tiempo, con las cuales dá mas enojo que placer á
desvanecidos. los que las oyen, por mas que ande bailando y can-
Somáticos. tando.
El sometico paciente es abominable, nefando Ladrones.
y detestable, digno de que hagan burla y s e rian El ladrón por mas que hurte, siempre anda
las gentes de él, y el hedor y fealdad de su p e c a d o n e - pobre, miserable, y lacerado, escaso, hambriento, y
fando, no se puede sufrir por el asco que dá á los codicioso de lo ageno, y para hurtar sabe mil mo-
hombres: en t o d o se muestra mugeril ó afeminado dos; miente, acecha, horada las casas, y sus manos
en el andar ó en el hablar, por todo lo cual mere- son como garabatos conque apaña lo que puede, y
ce ser quemado. de pura codicia anda como un perro, carleando ó
Homiciano. rabiando para hurtar lo que desea. El ladrón que
El homiciano tiene estas propiedades, que es encantaba sabia muy bien los encantamientos, con
de malas entrañas y muy malicioso, brabo c o m o un los cuales hacia amortecer ó desmayar á los de la
perro rabioso, sediento en derramar sangre: su es- casa donde él entraba, y así amortecidos, hurtaba
tudio y cuidado es armar pleitos á otros, ser chis- en casa, y aun con su encantamiento sacaba la tro-
mero y levantar testimonios, herir y matar. ge y la llevaba acuestas á su casa, y estando en la
casa donde hurtaba (estando estos encantados) t a -
Traidor. ñia, cantaba, bailaba, y aun comia con sus compa-
El traidor á todas partes siembra cizañas aun en- ñeros que llevaba para hurtar, (a)
tre los amigos, es gran chismero y mentiroso, al fin Del salteador.
revolvedor de todos.
El salteador es comparado á una bestia fie-
De los Juglares. ra, por ser bravo, cruel, é inhumano sin piedad a l -
El j u g l a r suele decir gracias, y donaires: el (a) El encanto de los ladrones lo causa la destreza con que
buen juglar es suave en el hablar, amigo de decir roban. Hoy tenemos unos zapadores prodigiosos ¡que bien trazan
cuentos, y cortesano en su habla. El mal juglar di- un socabon! ¡con que maestría los ganzueras d e un vistazo al pa-
recer indiferente, conocen las guardas de un candado ó cerradura
ce disparates, y es perjudicial en sus palabras, sue- para forzarlo! ¿Y qué diré de los nuevos taladros con que hov bar-
le entremeterse en las pláticas de otros sin ser 11a- renan las puertas en el silencio de la noche sin ser sentidos? dan
23
guna, el cual usa mil modos y engaños, para atrae?
á sí los caminantes, y despues de atraídos róbalos, semilla, ahugerar la tierra para sembrar los frijoles,
y mátalos. ceo-ar los hoyos donde está el maíz sembrado, ó a c o -
gombrar ó allegar la tierra, á lo nacido: quitar el va-
CAPITULO XII. llico. entresacar las cañas quebrándolas, y apartar las
mazorquillas, y quitar los hijos de éstas y los tallos,
De otra manera de oficiales, como labradores y mercaderes. porque crezca bien lo nacido, entresacar á su tiem-
po las mazorcas verdes: al tiempo de la cosecha,
De los ricos.
quebrar las cañas cogiéndolas, é coger el maíz cuan-
El rico es r e c a t a d o y de buen ingenio, tie- do está ya bien sazonado: desollar ó desnudar las
ne de comer y mucha hacienda, y en buscar y a u - mazorcas, é atar las unas con otras, añudando las
mentarla es muy diligente. El buen rico es piadoso, camisillas una con otra, y hacer sartales de mazor-
misericordioso, y agradecido por los bienes que tie- cas atando unas con otras, y acarrear á casa lo co-
ne, los cuales guarda y gasta á su tiempo, y con cido y ensilarlo: quebrar las cañas que nada tienen
ellos grangea. Él mal rico es desperdiciador ó des- aporréandolas, trillar, limpiar, aventar, levantar al
baratador de su hacienda, avariento y gran logrero, viento lo trillado. El mal labrador es muy negligen-
su oficio es prestar dineros y pedir mas por ellos, (a) te, aragán, y á él se le hace grave y molesto t o -
do trabajo; en su oficio es tosco, bruto, groserazo,
De los Labradores.
villanazo, comilon, escaso, enemigo de dar, y a m i -
El labrador es dispuesto, recio, diligente y ap- go de tomar.
to para labranzas. El buen labrador es fuerte, dili-
De los Hortelanos.
gente, y cuidadoso, m a d r u g a mucho por no perder
su hacienda, y por aumentarla deja de comer y de El hortelano tiene de oficio sembrar semillas,
dormir, t r a b a j a mucho en su oficio, conviene á sa- plantas y árboles, hacer eras, y cabar ymollir [ó ablandar]
ber, en romper la tierra, cabar, desenyerbar, cabar bien la tierra. El buen hortelano suele ser discreto, cui-
en tiempo de seca, desmontar, allanar lo cabado, hacer dadoso, prudente, de buen juicio, y tener cuenta por
camellones, mollir [ó ablandar] bien la tierra, ararla en el libro con el tiempo, con el mes, y con el año.
su tiempo, h a c e r linderos y vallados, y romper también
la tierra en tiempo de aguas, saber escoger la buena De los olleros.
p a r a labrarla, hacer hoyos para echar la semilla y El ollero es robusto, ligero, buen conocedor
regarla en tiempo de seca; sembrar derramando la del barro, sabe y piensa muy bien el modo y la for-
una porcion d e taladros sobre una tabla, y ya que esta debilitada ma de hacer ollas de cualquier suerte que quisiere.
por medio de ellos, la dan u n porrazo, la echan abajo, y por el El mal ollero es torpe, tonto, y necio.
ahugero se c u e l a n á maravilla.
( a ) E n el diu los estrangeros lo son á un punto indecible: hay Mercaderes,
varios Judios, búrlanse de las leyes que prohiben la usura, y la lle-
van ¡cosa monstruosa! 6 un diez por ciento mensa], cuando antes El mercader suele ser regatón, y sabe ganar
solo era un c i n c o anual.,.- Dicen que por este medio estamos me- y prestar á logro, concertarse con los comprantes,
jor gobernados y sernos felices. ¡Que burla!
' Tóm. III. 5
y multiplicar la hacienda. El buen mercader lleva Señora de familia.
fuera de su tierra las mercaderías, y las vende á mo-
derado precio, cada cosa según su valor, y como és, L a señora que mantiene familia, es generosa,
no usando algún fraude en ellas, sino temiendo á digna de ser obedecida y muy c a b a , por tener tér-
Dios en todo. El mal mercader es escaso y a p r e - minos y partes de las buenas y nobles señoras; m
tado, engañador, parlero, porfiado, encarecedor, gran hace cosa indigna de su persona, es gentil muge
logrero, ladrón mentiroso, y con mala conciencia tie- muy honrada, grave y brava. L a tal si es buena, es
ne cuanto gana y poseé, y lo que gana todo es mal muy honrada y de buena fama y mucha estima: a
ganado, y en vender tiene linda plática, y alaba tan- todos los ama, á nadie tiene en poco sino que a
to lo que vende, que fácilmente engaña á los c o m - todos tiene en mucho como si fuesen sus hijos; y si
pradores. es mala, es brava y de mala digestión, enojadiza,
desabrida y desgraciada, inquieta, acelerada, suspira,
C A P I T U L O XIII. y de nonada se corre, todo le da pena.
De las mugeres nobles. Muger Principal
Mugeres Nobles.
L a muger principal rige muy bien su f a m i -
L a muger noble es muy estimada, digna de lia y la sustenta, por lo cual merece que la o b e -
honra y reverencia, y por su virtud y nobleza, en dezcan, la teman y sirvan; gobierna varonilmen-
todo dá favor y amparo á los que acuden á ella; y te es a m i - a de fama y honra. L a tal si es bue-
la tal si es buena, tiene estas propiedades, que de- na, es sufrida, mansa, humana, constante, varonil,
bajo de sus álas se amparan los pobres, los ama y bien acondicionada, y gobierna también, como cual-
los traía muy bien amparándolos; y si es apasiona- quier principal en paz y concordia; y si es mala, es
da de malas entrañas, no tiene en nada á los otros, arrojada, alborotadora, y tal, que por nada suele
por ser soberbia y presuntuosa. amenazar y poner á todos gran miedo y espanto, ,
que querría comer vivos á los otros.
Muger Hidalga.
L a muger hidalga es m u y estimada y queri- De las Señoras.
da de todos, honrada y reverenciable, grave y e s -
quiva. L a tal si es buena, s a b e bien regir su f a - L a señora principal gobierna y manda como
milia y mantiénela, y por su bondad á todos mues- el señor, la tal si es buena, rige muy bien sus v a -
tra amor y benevolencia, dando á entender ser no- sallos y castiga á los malos; á ella se tiene r e s -
ble é hidalga; y si no es tal, e s mal acondicionada peto. pone leyes, y dá orden en lo que conviene y
y de malas entrañas, mira con ojeriza y desden es es obedecida en todo. L a que es mala, es descui-
austera y mal encarada, corajuda, pesada y malc'on- dada y floja, deja perder las cosas por negligencia,
tentadiza. es ecsageradora, en todo dá mal ejemplo, pone las
cosas á peligro y riesgo, y es muy escandalosa.
De las Doncellas. Muger de noble sangre y de señores.

L a infanta ó la doncella generosa, tiene la L a que es buena, sigue las pisadas de sus pa-
crianza del palacio, es bien acondicionada, digna de que dres, les imita en virtudes y da buen ejemplo: es cas-
sea amada y bien t r a t a d a d e todos: la que es bue- ta siguiendo lo bueno y evitando lo malo: es m a n -
na, es generosa, de ilustre y limpio linage, de bue- sa y° magnífica, y en todo muestra su nobleza, y vi-
na vida, mansa, amorosa, pacífica, humilde, y bien ve conforme á su genealogía correspondiendo á su
criada en todo: la que e s mala, es vil, plebeya, so- alcurnia: es humilde, pacífica, de apacible conversa-
berbia, al fin hace obras d e macegual, muger per- ción, muy agradecida á sus bienhechores, y enemi-
dida, amancebada y descuidada. L a doncella deli- ga de v a r i o s loores entre las gentes, y de ser estima-
cada es de buen linage y de buenos y honrados pa- da; es compasiva y no menosprecia á los pobres;
dres; la tal sí es de buena vida y de vergüenza, es ce- sino antes los ama é ayuda: es elocuente; y aunque
loza de sí misma, c o n s i d e r a d a y discreta, siempre se sea bastarda, es muy vergonzosa y tiene empacho
arrima á los buenos, y les sirve humillándose, y res- de todo lo malo: es de buenas entrañas y amoro-
petando á todos. L a que e s mala no sabe guardar sa, grave, temerosa, estimada, y muy temida de to-
secreto, es muy p r e c i p i t a d a en sus cosas, y por na- dos y reverenciada. Otras muchas propiedades y vir-
da se altera y se enoja fácilmente, menosprecian- tudes tienen las buenas mugeres que descienden de
do á los otros, y no r e s p e t a n d o á nadie. claro y noble linage, y de caballeros y señores; y las
que son malas tienen todas las cosas contrarias [a]
Hija de buen linaje. y todos los vicios contrarios á estas virtudes dichas,
y otras muy peores á que su inclinación mala las
L a hija de claro linage es honrada y a m a - guia.
da de todos: la que es b u e n a quiere bien á todos,
y sabe agradecer por el bien que se le hace, y es muy CAPITULO XIV.
mirada en sus cosas: la que es mala, es muy loca, De las condiciones y oficios de las mugeres bajas.
incorregible, torpe, desvergonzada, que fácilmente
afrenta su linage. L a h i j a noble y de buen solar y Muger Popular.
linage, es hidalga, gloria, y reliquia de sus padres;
y la que es buena r e s p o n d e bien á su linage, y no La muger popular de buenas fuerzas, es tra-
deshonra á sus padres, antes con su bondad, se re- bajadora y de media edad, recia, fornida, diligente,
sucita la buena f a m a de sus antepasados, y es pa- animosa, varonil y sufrida: la que de este jaez es
cífica, noble y a m o r o s a , y tiene respeto á todos. La buena, vive bien y castamente, y ninguna cosa r e -
mala afrenta su linage, e s de vil y baja condicion, prensible hace, sino que cuanto obra es de buena
desvergonzada, presuntuosa, disoluta, absoluta y atre- honrada muger, y bien dispuesta, y por esto es es-
vida, soberbia, íanfarrona, á todos menosprecia y no
los tiene en nada. L a muger noble y de buena ra- ta] Con esta razón que se hubiera puesto en todos los c a r a o
lea, es de buena parte, y desciende de caballeros. téres, se ahorraría mucho tiempo y papel.
De las Doncellas. Muger de noble sangre y de señores.

L a infanta ó la doncella generosa, tiene la L a que es buena, sigue las pisadas de sus pa-
crianza del palacio, es bien acondicionada, digna de que dres, les imita en virtudes y da buen ejemplo: es cas-
sea amada y bien t r a t a d a d e todos: la que es bue- ta siguiendo lo bueno y evitando lo malo: es m a n -
na, es generosa, de ilustre y limpio linage, de bue- sa v° magnífica, y en todo muestra su nobleza, y vi-
na vida, mansa, amorosa, pacífica, humilde, y bien ve conforme á su genealogía correspondiendo á su
criada en todo: la que e s mala, es vil, plebeya, so- alcurnia: es humilde, pacífica, de apacible conversa-
berbia, al fin hace obras d e macegual, muger per- ción, muy agradecida á sus bienhechores, y enemi-
dida, amancebada y descuidada. L a doncella deli- ga de v a r i o s loores entre las gentes, y de ser estima-
cada es de buen linage y de buenos y honrados pa- da; es compasiva y no menosprecia á los pobres;
dres; la tal sí es de buena vida y de vergüenza, es ce- sino antes los ama é ayuda: es elocuente; y aunque
loza de sí misma, c o n s i d e r a d a y discreta, siempre se sea bastarda, es muy vergonzosa y tiene empacho
arrima á los buenos, y les sirve humillándose, y res- de todo lo malo: es de buenas entrañas y amoro-
petando á todos. L a que e s mala no sabe guardar sa, grave, temerosa, estimada, y muy temida de to-
secreto, es muy p r e c i p i t a d a en sus cosas, y por na- dos y reverenciada. Otras muchas propiedades y vir-
da se altera y se enoja fácilmente, menosprecian- tudes tienen las buenas mugeres que descienden de
do á los otros, y no r e s p e t a n d o á nadie. claro y noble linage, y de caballeros y señores; y las
que son malas tienen todas las cosas contrarias [a]
Hija de buen linaje. y todos los vicios contrarios á estas virtudes dichas,
y otras muy peores á que su inclinación mala las
L a hija de claro linage es honrada y a m a - guia.
da de todos: la que es b u e n a quiere bien á todos,
y sabe agradecer por el bien que se le hace, y es muy CAPITULO XIV.
mirada en sus cosas: la que es mala, es muy loca, De las condiciones y ojicios de las mugeres bajas.
incorregible, torpe, desvergonzada, que fácilmente
afrenta su linage. L a h i j a noble y de buen solar y Muger Popular.
linage, es hidalga, gloria, y reliquia de sus padres;
y la que es buena r e s p o n d e bien á su linage, y no La muger popular de buenas fuerzas, es tra-
deshonra á sus padres, antes con su bondad, se re- bajadora y de media edad, recia, fornida, diligente,
sucita la buena f a m a de sus antepasados, y es pa- animosa, varonil y sufrida: la que de este jaez es
cífica, noble y a m o r o s a , y tiene respeto á todos. La buena, vive bien y castamente, y ninguna cosa r e -
mala afrenta su linage, e s de vil y baja condicion, prensible hace, sino que cuanto obra es de buena
desvergonzada, presuntuosa, disoluta, absoluta y atre- honrada muger, y bien dispuesta, y por esto es es-
vida, soberbia, fanfarrona, á todos menosprecia y no
los tiene en nada. L a muger noble y de buena ra- ta] Con esta razón que se hubiera puesto en todos los c a r a o
lea, es de buena parte, y desciende de caballeros. téres, se ahorraría mucho tiempo y papel.
34
timada como una piedra preciosa; y la que de é s - parejo é igual, y así tiene buena mano y es dies-
tas es mala, es mal m i r a d a , mal criada, atrevida, tra en el hilar; también sabe hacer buena mazor-
atontada, precipitada en sus cosas, y mal conside- ca en el huso, y devanar ó hacer ovillo, y sabe
rada que no mira bien en lo que hace. concertar el huso que está en la devanadera para
la ordiembre, y saber triplicar los hilos, é hilarlo
Muger Honrada. grueso y flojo; la que no es tal, hace tramojos y
es floja y perezosa, y tal, que de pura pereza no
L a muger honrada e s cabal y cuerda, la tal vé la hora para dejar lo que hace.
si es buena, es constante y firme y que no vuelve
atrás en sus obras, y tal, q u e con ánimo de varón, Costureras.
sufre cualquier mal que le viene, y aun se hace fuer-
za así misma, por no ser vencida de algún infortu- L a costurera sabe coser, labrar, y hechar bue-
nio, sino que todo lo que s e ofrece adverso, lo su- na labor en todo lo que labra; la que es buena cos-
fre con grande y mucha paciencia. La que de és- turera, es buena oficiala de su oficio, .y hecha l a -
tas no es tal, es flaca y vil muger, que hace caer bores trocando bien, primero lo que ha de hacer.
las alas á las otras, ni d á animo ni esperanza de L a que no es tal, hecha puntos largos y manoséa
alguna cosa, muy desconfiada, que fácilmente se can- lo que cose, hace mala labor en todo, y burla y en-
sa, es mala en todo, y de m a l a fama y vida. g a ñ a á los hombres y dueños de la obra que se le
encomienda.
Tejedores de labores.
Guisanderas.
L a tejedora de labores, tiene por oficio tejer
L a muger que sabe bien guisar, tiene por ofi-
mantas labradas, ó g a l a n a s y pintadas: la que és
cio entender en las cosas siguientes: hacer bien de
buena de éste oficio, es entendida y diestra en su
comer, hacer gachas, amazar, sabe echar la levadu-
oficio, y así sabe matizar l a s colores, y ordenar las
ra, para todo lo cual es diligente y trabajadora, sa-
bandas en las mantas, al fin hácelas labradas y ga-
be hacer tortillas llanas, redondas, y bien hechas;
lanas de diversas colores. T a m b i é n tiene por oficio
y por el contrario, hácelas prolongadas y delgadas,
saber hacer orillas de m a n t a s , hacer, labor del
ó hácelas con pliegues ó arrolladas con axi, y s a -
pecho del vipil, y hacer m a n t a s de tela rala, como
be echar masa de los frijoles cosidos, en la m a -
es la toca, y por el contrario, hacerlas gruesas de
sa de las tortillas, y hace estos de carne como empanadi-
hilo gordazo ó grueso, á m a n e r a de cotonia de Cas-
llas y otros guisados que usan. L a que es buena en
tilla: la que es mala, és i n c a p á z de este oficio, es tor-
este oficio, sabe probarlos si están buenos ó no, y
pe, y hace mala labor y e c h a á perder cualquier tela.
es diestra y esperimentada en todo género de gui-
sados, entendida y limpia en su oficio, y hácelos lin-
Hilanderas.
dos y sabrosos. L a que no es tal, y no se le entien-
L a hilandera tiene p o r oficio hacer lo siguien- de bien el oficio, es penosa y molesta, porque «mi-
te: saber escarmenar y s a c u d i r bien lo escarmena- sa mal, es sucia y puerca, comilona, golosa, cue-
do. L a que es buena h i l a n d e r a , sabe hilar delgado,
/

C A P I T U L O XV.
se mal las tortillas, y los guisados de su mano es-
tán ahumados, salados ó acedos, y tal, que en to-
De muchas maneras de malas mugeres.
do es grosera y tosca.
De las mugeres públicas.
Médicas.
L a puta es muger pública, y tiene lo siguien-
L a médica es buena conocedora de las propieda- te- anda vendiendo su cuerpo, comienza desde m o -
des, de las yerbas, y raíces, árboles y piedras, y en co- ca y no lo deja siendo vieja; anda como borracha
nocerlas tiene mucha esperiencia, no ignorando mu- y 'perdida, y es m u g e ^ g a l a n a y pulida, y con e s -
chos secretos de la medicina. L a que es buena m é - to muy desvergonzada, y á cualquier hombre se da
dica, sabe bien curar á los enfermos, y por el be- y le vende su cuerpo, por ser muy lujuriosa, sucia,
neficio que les hace casi los vuelve de muerte á vi- sinvergüenza, habladora, y muy viciosa en el acto car-
da, haciéndoles mejorar ó convalecer, con las c u - nal Púlese mucho, y es tan curiosa en ataviarse, que
ras que hace. Sabe sangrar, dar la purga, echar me- parece una rosa después de bien compuesta, y pa-
lecina, untar el cuerpo, ablandar palpando lo que pa- ra aderezarse muy bien, primero se mira en el e s -
rece duro en alguna parte de él, concertar los hue- pejo. báñase, lábase mucho, y refrescase para m a s
sos, sajar y curar bien las llagas, la gota, el m a l a g r a d a n suélese también untar con ungüento a m a n -
de los ojos, y cortar la carnaza de ellos. L a que es Uo de la tierra que llaman axi, para tener buen ros-
mala médica usa de la hechicería, es supersticiosa en tro y luciente, y á las veces se pone colores o afei-
su oficio, tiene pacto con el demonio, y sabe d a r tes en el rostro, por ser, perdida y mundanal. T i e n e
bebedizos conque m a t a á los hombres, y por no sa- también de costumbre teñir los dientes con grana,
ber bien las curas, en lugar de sanar enferma y em- v soltar los cabellos para mas hermosura, y a las ve-
peora, y aun pone en peligro de la vida á los en- ces tener la mitad sueltos, y la otra mitad sobre la
fermos, y alcabo los mata, y así engaña á las g e n - oreja ó sobre el hombro, y tranzárselos, y venir a
tes con su hechicería, soplando á los enfermos, a t a n - poner las puntas sobre la mollera como coraezue-
do y desatando sutilmente los cordeles, mirando en lo* V despues andarse pavoneando como mala mu-
la agua, echando los granos gordos del maíz, q u e gen desvergonzada,, disoluta é infame. Tiene asimismo
suele usar en su superstición; diciendo que por ello costumbre de sahumarse con algunos sahumerios olo-
suele conocer las enfermedades y las entiende. P a - rosos, y andar mascando tzictli [a] para limpiarlos dien-
ra usar bien su superstición, da á entender que d e tes, lo cual tiene por gala, y al tiempo de mascar,
los dientes saca gusanos, y de las otras partes del suenan las dentelladas como castañetas. Es andorra
cuerpo, papel, pedernal, nabaja de la tierra, s a c a n - ó andariega, callejera y placera; ándase paseando ous-
do todo lo cual, dice que sana á los enfermos, s i e n -
M H o y llaman chicle que es sustancia lechosa del arbor•chi-
do falsedad, y superstición notoria. cozapote: ¿sanio las rameras de tercera clase que en nada d.fie-
í e n hoy de las d e la época del bend.to P . Sahagun. Las de pri-
mer g/ado se llaman Coquetas, cuya definición dio esactamente
el poeta español Iriarte.
6
Tóm. ¡II.
38
cando vicios, anda riéndose, nunca para, y es de co- oreja del diablo, al fin es como mensagera suya. Es-
razon desasosegado, y por los deleytes en que anda ta tal muger suele pervertir el corazon de otras, y
cíe continuo, sigue el camino de las bestias, iúníase las trae á= su voluntad á lo que ella quiere: es muy
con unos y con otros. Tiene también de costumbre retórica en cuanto habla, usando de unas palabras
llamar haciendo s e ñ a s con la cara, hacer del ojo sabrosas p a r a engañar, con las cuales como unas ro-
a los hombres, hablar guiñando de él, llamar con la sas, a n d a convidando á las mugeres y asi tiae con
mano, vuelve el ojo asqueando; andarse riendo pa- sus palabras dulces, á los hombres abobados, y em-
r a todos, encoger al que mejor le parece, y querer
belezados.
que la codicien, e n g a ñ a r á los mosos ó mancebos,
y querer que le p a g u e n bien, y andar alcahuetean- CAPITULO XVI.
do las otras para otros, é andar vendiendo otras mu-
geres. De los Tratantes. ^
Mercaderes.
JVIuger adúltera.
El mercader es tratante, y para mercadear,
L a adúltera es tenida por alevosa, ó es trai-
tiene cuenta con los mercados: el buen mercader sa-
dora, por 10 cual n o es tenida en alguna reputación,
vive muy deshonrada, y cuéntase como por muerta be multiplicar su caudal y guardar bien lo ganado,
por cuanto tiene perdida la honra: tiene hijos bas- vende v compra por justo precio, es recto en todo
tardos, y con bebedizos se provoca á vómito y mal- v temeroso de Dios, sabe también concertarse en el

parir, y por ser t a n lujuriosa con todos se echa, y precio, y es bien convenible. El mal mercader muy
hace traición á su marido, engáñale en todo, v trae- lindamente engaña, vendiendo y regateando mas de
le ciego. J lo que es justo: es mentiroso y gran embaucador, y es
gran encandilador, engaña en mas de la mitad del
Del Ilermafrodito. justo precio, ó dálo á logro.
L a muger q u e tiene dos secsos, ó la que tie-
ne natura de h o m b r e y natura de muffer la cual se Mercader de Esclavos.
llama hermafroáta, e s muger monstruosa, la cual tie-
ne supinos, y t i e n e muchas amigas y criadas, y tie- El tratante en esclavos, es? el mayor merca-
ne gentil cuerpo c o m o hombre, anda y habla c o - der de todos, por ser sus riquezas los mismos hom-
mo varón, es bellosa, usa de entrambas naturas, sue- bres: es muy v e n t u r o s o , privado, y conocido del lez-
le ser enemiga de los hombres porque usa del s e c - catlipuca, al fin por tener muchos esclavos, es m a -
so masculino, ( a ) yor y principal de todos los mercaderes; el que^ de
este oficio es bueno y diestro, sabe guardar sus bie-
Alcahueta. nes, y con devocion se los pide á Tescatlipuca, y por
L a alcahueta cuando usa alcahuetería, es co- ellos es muy agradecido, y es la flor y suma de los
mo un diablo, y t r a e forma de él, y és como ojo y mercaderes. El que es malo, es desperdiciador, y cuan-
to gana lo gasta en lo que no es necesario, y a la
[a] Si hay ó no hermafroditas es qüestion que ha ventilado con postre queda muy pobre, y es avariento y escaso.
sabiduría el sabio J e s u í t a Hervás, lease.
Señor ó Principal entre ellos. Lapidarios.
El que es mayor ó principal entre los m e r - El que vende piedras preciosas, ó lapidario,
caderes se suele llamar puchtecatlaiktlac, ó acxolecatl, es de esta propiedad, que sabe labrar sutilmente las
que es tanto, como si dijésemos que es gobernador piedras preciosas y pulirlas, para hacerlas relucir, y
de los mercaderes, y estos dos nombres y otros m u - algunas las pule con la caña maciza que llaman me-
chos que están puestos en la letra, se atribuyen al tlatl, y algunas lima, y otras adelgaza. El que ven-
que es mayor principal gobernador ó señor, ó que de las piedras sin engaño, es buen conocedor de las
es casi padre y madre de todos los mercaderes. El piedras preciosas como son la esmeralda fina, p e r -
que es buen gobernador de estos, es padre y ampa- la neta, azabache, y de otras piedras -pintadas y
ro de los pobres, á los cuales socorre y favore- jaspeadas, y de otras muchas colores que por ser
ce como padre en sus necesidades: todos le tienen finas resplandecen ó relucen, y las que tienen por
reverencia y obediencia como á mayor y goberna- buenas despues las vende á los otros según lo que
dor, el cual tiene esta propiedad, que á los que van c a d a una puede valer, mirando la virtud y propiedad
a tratar en otros pueblos, les encomienda sus mer- de ellas. El que vende piedras falsas es engañador
caderías para que allá se las vendan, y es de t o - por hacer preciosas las que no lo son, ó las que son
dos amado y respetado como principal de ellos, y comunes, que no son de estima alguna; en vender
gobierna y aconseja muy bien á los suyos, no dejan- es carero, al fin las vende con palabras engañosas.
do de castigar á los que lo merecen. Y el que es
m a
L g°kernador de estos, suele ser interesal, pedi- Platero de oro.
güeño, engañador del cuidado, no quiere usar lo que
es de buen gobernador de los mercaderes. E s el que vende cuentas de oro, plata, ó cobre,
ó trata en cadenas ó collares de oro, y en sartales
Tratantes. de las muñecas de las manos: el que es de este
oficio suele ser platero. Si es buen oficial con t e -
cnw tratante es de esta propiedad, conviene á mor y buena conciencia, las vende según lo que ca-
saber, que lleva a fuera á vender sus mercaderías. da una puede valer moderando su precio, á él le
tA que de este oficio es bueno es discreto, y p r u - conviene también hacer y vender piezas de oro an-
dente que sabe de caminos, y de la distancia de chas, y redondas, y hacer camarones de oro; y el
las posadas, para ver donde pueden ir á dormir co- que no es tal, suele mezclar oro bueno, con oro fal-
mer, merendar ó cenar. El que no es bueno, e s ' bo- so, ó dar algún metal bajo para darle lustre, con lo
zal, ^ tonto, que camina sin saber á donde va. de pri- cual engaña á los que compran, y en el precio s u e -
sa, a ciegas, y así muchas veces le acontece ir á le regatear mucho, y nada es convenible, sino que
es porfiado.
K las c a m i n o t 8 ' ^ 7
P * no
Oficiales de plumas.
El oficial de plumas, se cuenta entre los mer-
caderes, y el que es buen oficial, tiene en mucho
las plumas, las guarda, trata muy bien, su oficio es mendadas, y falsas pues que las sabe remendar, ó adobar
vender plumas estimadas de todos géneros de aves, con el vetun de masa, que echa éncima para dar
de todos colores. Las plumas muy verdes, y las que color, y peso á la manta, y las viejas las cuesen en
son muy preciadas, tienen corbada la punta, y las legia para blanquearlas, y algunas les echan el atole
que relumbran haciendo unas aguas como tornasol. espeso encima, y despues las bruñe muy bien, y pa-
Y el que no es tal hace plumas falsas, y las viejas recen nuevas y buenas, y hacen otros engaños y frau-
nuevas con colores falsos. des semejantes. El mercader de las mantas, suele
comprarlas de los mercaderes mayores, y su oficio
Rescatador de plata y oro.
es tratar en las mantas de los hombres, y en las ca-
El que rescata plata es mercader, y tiene ha- misas de las mugcres de esta tierra que se llaman
cienda, oro y plata; el que bien rescata, sabe el va- vipiles, que son galanos, y muy bien labrados. El
lor del oro y plata, conforme al peso y quilates, y buen tratante en mantas es hábil y entendido, y
es diligente y solicito en su oficio, y en el pesar no véndelas según el precio y valor de cada una de ellas,
defrauda, antes pone mas que quita en el peso. El y las que vende son buenas fornidas, y que duran
rescatador regatón suele e n g a ñ a r en lo que vende, mucho, galanas y al fin muy bien labradas. El mal
pide mas de lo que suele valer lo que se vende, y tratante en las mantas, no es discreto ni prudente:
es muy porfiado, y regatea en gran manera. en venderlas usa engaños y mentiras, encareciéndo-
las mas que pueden valer, y las que vende; ora sean
CAPITULO XVÍI. mantas; ora sean enaguas ó vipiles, son ya traídas,
viejas, renovadas, y curadas como se dijo arriba, y
De los que venden mantas. tales que llevan falsas, y postizas labores.

Tratantes en mantas. C A P I T U L O XVIII.

El que vende mantas, tiene por oficio que com- De los que venden cacao, maíz y frisóles.
prar junto para vender por menudo: el que sabe bien
vender las mantas no usa algún fraude, sino que en Cacahuateros.
venderlas es recto y justo, y en su oficio muy s o - El que trata en cacao, suele tener gran copia
segado y convenible, y vendelas á justo y moderado de ello, y tener heredades de cacao, y lo lleva á fue-
precio; y las mantas que vende, son las que son ra á vender, ó lo compra junto para vender por me-
nuevas, recias fornidas, y delgadas, ó ralas, como to- nudo. El que es buen tratante en esta mercadería,
ca, lisas, y de tela igual, a n c h a s y largas. El que las almendras que vende son todas gordas, macisas,
es mal tratante en esto, es d e mala conciencia, en- y escogidas, y vende cada cosa por sí, aparte las
gañador, mentiroso, y alaba su mercadería de man- que son gordas y macisas, y aparte las que son me-
tas con palabras bien compuestas, regatéa mucho, nudas, y como huecas ó quebradas, y á parte el ri-
disminuyéndo el precio que p a g a n los comprantes, y pio de ellas, y cada género por sí, las de Tochte-
las mantas que vende están dañadas, ó podridas, re- pec, las de Anaoac, las de Guatemala, las de Gua-
las plumas, las guarda, trata muy bien, su oficio es mendadas, y falsas pues que las sabe remendar, ó adobar
vender plumas estimadas de todos géneros de aves, con el vetun de masa, que echa éncima para dar
de todos colores. Las plumas muy verdes, y las que color, y peso á la manta, y las viejas las cuesen en
son muy preciadas, tienen corbada la punta, y las legia para blanquearlas, y algunas les echan el atole
que relumbran haciendo unas aguas como tornasol. espeso encima, y despues las bruñe muy bien, y pa-
Y el que no es tal hace plumas falsas, y las viejas recen nuevas y buenas, y hacen otros engaños y frau-
nuevas con colores falsos. des semejantes. El mercader de las mantas, suele
comprarlas de los mercaderes mayores, y su oficio
Rescatador de plata y oro.
es tratar en las mantas de los hombres, y en las ca-
El que rescata plata es mercader, y tiene ha- misas de las mugcres de esta tierra que se llaman
cienda, oro y plata; el que bien rescata, sabe el va- vipiles, que son galanos, y muy bien labrados. El
lor del oro y plata, conforme al peso y quilates, y buen tratante en mantas es hábil y entendido, y
es diligente y solicito en su oficio, y en el pesar no véndelas según el precio y valor de cada una de ellas,
defrauda, antes pone mas que quita en el peso. El y las que vende son buenas fornidas, y que duran
rescatador regatón suele e n g a ñ a r en lo que vende, mucho, galanas y al fin muy bien labradas. El mal
pide mas de lo que suele valer lo que se vende, y tratante en las mantas, no es discreto ni prudente:
es muy porfiado, y regatea en gran manera. en venderlas usa engaños y mentiras, encareciéndo-
las mas que pueden valer, y las que vende; ora sean
CAPITULO XVII. mantas; ora sean enaguas ó vipiles, son ya traídas,
viejas, renovadas, y curadas como se dijo arriba, y
De los que venden mantas. tales que llevan falsas, y postizas labores.

Tratantes en mantas. C A P I T U L O XVIII.

El que vende mantas, tiene por oficio que com- De los que venden cacao, maíz y frisóles.
prar junto para vender por menudo: el que sabe bien
vender las mantas no usa algún fraude, sino que en Cacahuateros.
venderlas es recto y justo, y en su oficio muy s o - El que trata en cacao, suele tener gran copia
segado y convenible, y vendelas á justo y moderado de ello, y tener heredades de cacao, y lo lleva á fue-
precio; y las mantas que vende, son las que son ra á vender, ó lo compra junto para vender por me-
nuevas, recias fornidas, y delgadas, ó ralas, como to- nudo. El que es buen tratante en esta mercadería,
ca, lisas, y de tela igual, a n c h a s y largas. El que las almendras que vende son todas gordas, macisas,
es mal tratante en esto, es d e mala conciencia, en- y escogidas, y vende cada cosa por sí, aparte las
gañador, mentiroso, y alaba su mercadería de man- que son gordas y macisas, y aparte las que son me-
tas con palabras bien compuestas, regatéa mucho, nudas, y como huecas ó quebradas, y á parte el ri-
disminuyéndo el precio que p a g a n los comprantes, y pio de ellas, y cada género por sí, las de Tochte-
las mantas que vende están dañadas, ó podridas, re- pec, las de Anaoac, las de Guatemala, las de Gua-
tulco, las de Xolotepec; ora sean blanquizcas, ó c e -
nicientas, ó coloradas. El mal tratante, vende las fal-
El que vende frisóles si es buen tratante de
sas porque las cuece, y aun las tuesta para que pa-
ellos, vende cada género de por sí, y los aprecia
rezcan buenas, y á las veces échalas en la agua pa-
según sil valor y sin engaño, y los frisóles que ven-
ra que parezcan gordas, y hacelas como cenicien-
de, son los que son nuevos, limpios, gordos, y que
tas ó pardas, que son las mejores almendras para
no están dañados, sino tales, que como pie-
engañar. Tiene también este modo para adobarlas,
dra preciosa, se pueden guardar en el arca ó en la
que las que son nuevas, para que parezcan gordas,
troje, como son los frisóles amarillos, colorados, blan-
suelelas tostar en la ceniza caliente, y después las
cos y menuditos, y los que están como jaspeados,
envuelve con greda, ó con tierra húmeda p a r a que
y de otras diversas colores, y los que son muy gor-
las que parecían menudas parezcan gordas y nuevas.
dos como habas que se dicen en la lengua mexi-
Otro modo tiene para engañar, que en las c a s c a -
cana aiocotli. El que es mal tratante de ellos, e n -
ras de las almendras, mete una masa negra, ó cera
g a ñ a á los comprantes á quienes se los venden, por-
•negra, que parece ser semejante al meollo de ellas,
que siempre mienten envolviendo los que son bue-
y algunas veces los huesos de ahuacetes los hacen
nos con los ruines y dañosos.
pedazos, y redondéanlos, y así redondeados los me-
ten en las cáscaras vacias de las almendras, y las Que venden semillas.
que son menuditas, ó pequeñitas, todas las mezcla,
ó las envuelve con las otras almendras que son c e - El que vende semillas de cenicos, vende las
nicientas, ó frescas, y aun con las otras bastardas que que son nuevas ó las que son de dos ó tres años, y
parecen ser también cacaos, ó tienen por nombre son de muchos y diversos géneros, como las que
quauhpotlaxtli, lo cual hace para engañar á los que van aquí nombradas. El que es mal tratante en es-
to, las que son buenas mésclalas con las que están
compran.
¿ *
dañadas, y con otras aparentes y no verdaderas; el
Los que venden maíz. que vende las semillas que parecen linaza, que se
dicen chian, vende las que son blancas ó las que es-
El que vende maíz suele ser labrador, ó lo com- tán pintadas como jaspeadas, ó las que no estuvie-
pra de los labradores para tornarlo á vender. El que ron bien sazonadas por causa del yelo cada una por
es buen tratante en este oficio, véndelo limpio, gordo sin sí: el que es mal tratante de éstas, las que son bue-
alguna falla, recio, macizo y duro, y cada género nas envuélvelas con las que son aparentes y daña-
de maíz lo vende por sí, el blanco, el prieto fyc. das, que son unas semillas de que no se puede sa-
El m a l , tratante engaña vendiendo su inaiz que tie- car óleo, (aceite)
ne gorgojo, ó con el maíz menudo ó dañado, y el Los que venden axi.
que es nuevo mezclado con él, de dos ó tres, y aun
de diez años, ó con el maíz dañado, y cuando lo El que es tratante en axi que es la pimien-
vende alábalo mucho, y tiénelo en gran estima, po- ta de esta tierra, lo vende de todos los géneros que
niendo encima el mejor maíz, y encubriendo el ruin. van aquí nombrados, como los que son largos ó an-
Tóm. III. 7
•" v'3

46
chos; y los que no son tales y grandes, son menu- ñas, de gallina, ó de otra cualquiera manera, como
dos, verdes y secos, los que son del verano y del se dijo en el copítulo trece del octavo libro: el que
estío, y todos los que se hacen en diversos pies, y es buen oficial hácelas bien hechas, sabrosas y lim-
los que se cogen despues de tocados del yelo. El pias; y el que es mal oficial en esto, suele vender
que es mal tratante en ésta mercadería, vende los tamales mal hechos, sucios, desabridos, y revueltos
que están dañados y hediondos, y los reviejos, y los con otras semillas, y los que están podridos y h e -
que no están bien sazonados, sino muy verdes y chi- diondos, por ser ya "de muchos dias; al fin tamales
quitos. que no valen nada.
Que venden tortillas.
Los que venden tomates.
L a que vende solamente tortillas, las vende
El que trata en tomates, suele vender los que
de muchas maneras, como se dijo en el libro octa-
son gruesos y menudillos y también los que son de
vo capítulo trece, y otras tortillas que tienen d e n -
muchos y diversos géneros, según se trata en el tes-
tro axi molido ó carne; las que son untadas con él
to, como son los tomates amarillos, colorados, y los
y hechas pella entre las manos, y las que están un-
que están bien maduros. El que es mal tratante en
tadas con chilmolli; las tortillas de huebos y las de
esto, vende los que están podridos y machucados, y
masa mezcladas con miel, que son como guantes,
los que están aun acedos, ni bien maduros, que no
y cosidas debajo del rescoldo, y otras muchas ma-
dan sabor alguno sino que provocan las reumas.
neras de tortillas.
Las que venden pepitas. Que venden guisados.
El que vende pepitas de calabazas tiene por El que vende cazuelas hechas con chile y to-
oficio vender t o d a s las que son de diversas espe- mates, suele mezclar lo siguiente: axi, pepitas, toma-
cies, y las que se tuestan y se envuelven con algu- tes, chiles verdes, tomates grandes, y otras cosas que
na masa mezclada con sal, que son apetitosas de hacen los guisados muy sabrosos: tienen también por
comer. El mal tratante en esto, venden las que es- oficio vender asados y carne asada debajo de tier-
tán podridas y dañadas, y las que amargan, están ra, [barbacoa] chilmolli de cualquier genero que sea, y
tostadas, y demasiado saladas. otros muchos guisados como se dijo en el octavo libro-
Panaí/eros.
CAPITULO XIX.
Be ios que venden tortillas, tamales, y pan de Castilla. El que es panadero tiene éstas propiedades:
que sabe bien cernir la arina, amasarla, sobarla, hiñir los
Que venden tamales. panes, leudarlos [ó íermentarlos] y hacer tortas, meter
en el horno, y coser bien el pan; y el que vende es blan-
El que es oficial de hacer tamales, los com- co, bien cosido, tostado, y á veces es tostado ó mo-
pra para venderlos, y suélelos vender de cualquie- reno, es sabroso, suave y dulce.
ra manera y género, ya sean de pescado, ó de ra-
Labradores de trigo. hechas en hebra torcida; y por el contrario algunas
E l que Vende trigo, es labrador y tiene here- que son gordas, tupidas, y otras labradas, o bastas
dades: vende trigo de todo género, blanco, amarillo, tre- y gruesas, ya sean de pita, ya de hilo de maguey.
chel, ( a l g o moreno) candeal, gordo, maciso y duro; y si
Que venden cotaras.
no es labrador, cómpralo de ellos para tornarlo á vender.
El que usa mal de éste oficio, suele vender trigo El que hace cotaras suele hacer lo siguien-
bien ruin, menudo, vano, podrido, mohoso, y que tie- te: coserlas bien, hechar suelas, sacudir bien los hi-
ne neguilla y helado; y el trigo bueno lo revuelve los, y torcerlos para las cotaras que se han de ha-
con lo que es ruin, y con el vano, mal sazonado, y cer A el también le conviene tener punzón, suelas
comido de gorgojo, (a) gordas, labar las viejas con lejía, escoger é apartar
los hilos mejores, hacer calcañar de zapato: hechar
Que vende harina. travillas á estos cuando ya se han de traer, hacer
E l que vende la harina de Castilla, suele lle- trenza con los dedos, ó hechar el boton á las co-
var el trigo al molino, y la harina que vende es bien taras y hacerlas de cuero bien tupido: hacerlas flo-
molida y deshojada, tan blanca como la nieve: el que jas, ó cocer junto ó ralo, y despues de hechas las
es mal tratante en esto de la harina que vende, es bruñe bien, y corta las puntas al sesgo; al fin hace
mal molida ó frangollada, y para aumentarla, suele las cotaras de hilo de maguéy, teñidas de diversas
mezclarla con maíz molido que parece también harina. colores; despues de cocidas ó tejidas, tienen lindas
C A P I T U L O XX. labores hechas de plumas ó de lanas teñidas: algu-
nas hace bastas, mal hechas y mal cocidas. El que
De los que venden mantas delgadas que llaman aiatl,
es regatón en este oficio, es muy carero y encare-
y de los que venden caciles y cotaras.
cedor^de las cotaras que vende, y las alaba mucho
Que venden mantas. para venderlas bien. Las que son viejas adóbalas ó
E l que vende mantas delgadas de maguéy, renuévalas con algo conque parezcan nuevas, y así
suele tener lo siguiente: conviene á saber, saber tos- héchales alguna labor y buenas correas.
tar las ojas y rasparlas muy bien, echar masa de maíz
en ellas, y "lavar bien la pita, é limpiar y sacudirla Que venden miel y pulcre.
en el agua; y las mantas que vende son blancas,
a d o b a d a s con masa, bruñidas, bien labradas, y de pier- El que vende miel tiene mageyes, y suele ven-
nas a n c h a s , angostas, largas ó luengas, gordas ó grue- der vino de la tierra que hace de la miel de ma-
sas, t i e s a s ó fornidas, al fin todas las mantas de ma- guéy, la cual cuese primero ó la hierbe, y porque nun-
guéy q u e tienen labores; algunas vende que son muy ca le falte la miel, suele plantar los hijos de estos,
ralas q u e no parecen sino toca, como son las man- y despues que son ya grandes, caba ó ahugera, ó a h o -
tas m u y delgadas, tejidas en hebras de nequen, y las ya el meollo de ellos, y así ahoyados, ráspalos muy
bien para que mane la miel de que hace pulcre,
( a ) E n México los panaderos tienen nna ciencia aparte para cosiéndola ó herviéndola primero, é hinche cántaros
mezclar e l trigo d e las inmediaciones de la capital con el de Atlix- ó cueros de ella para guardarla, y esto despues que
co y t i e r r a - d e n t r o : es punto de cálculo que saben á maravilla, por
el i n t e r é s que llevan en multiplicar no ios panes sino el dinero.
tiene raíces. L a miel qué vendé es espesa, y en tan-
cada esquina quita un poco de algodon, y los ca-
to grado, que p a r e c e que está cuajada, muy dulce,
pullos ó cascos, vacíalos é hinche tupiéndolos de otro
sabrosa, y á veces vende la que raspa la g a r g a n -
algodon, ó espeluzándolos con ahujas sutilmente, pa-
ta, agria ó rala que parece agua. El buen tratan-
te en este oficio no adoba la miel con alguna cosa, ra que parezcan líenos.
sino que como es virgen asi la vende, ya sea miel Que venden chicntzotzotl.
de abejas, ya de otro género blanca ó prieta. El mal El que vende chientzotzoll que es una semilla
tratante dáñala mezclándola con cosas que la hacen como lentejas blancas, tiene sementeras de ellas, des-
espesa, como son mctzalli, ó sean raspaduras del meo- gránalas fregándolas entre las manos, y cada géne-
llo del maguey, y el agua mezclada con cal conque ro de éstas semillas según que viene de cada pue-
cuese el maíz ó con algunas raíces, como son las blo vende por sí; también vende por separado las blan-
de las malvas y algunas semillas, las cuales molidas cas y las prietas, y por sí las que son macizas, mal
y mezcladas con la miel, hácenla parecer buena y granadas ó bofas, y las que son verdes y desmedra-
espesa, ó s o l a m e n t e la hechan agua y lejía. das, á cada una de estas vende por sí.
Que venden algodon. Que venden mantas.
El que vende algodon suele tener sementeras El que hace y vende las mantas que se ha-
de él y siémbralo; es regatón el que lo merca de cen de palmas que se llaman iczotl de la tierra, llé-
otros para tornarlo á vender: los capullos de algo- valas fuera á vender, y véndelas á mas de lo que
don que vende son buenos, gordos, redondos, y lle- valen. Las mantas que vende son de dos brazas, y las
nos de algodon. E l mejor algodon y muy estimado, que son sin costura y bien proporcionadas al cuerpo,
es el que se d á en las tierras de riego, (a) y en y las que tienen las bandas como arcos de pipas, y
segundo lugar el algodon que se hace ácia oriente: las que son como arpilleras para envolver cosas: es-
también es de segundo lugar el que se dá ácia el tas mantas son de muchas maneras como en la l e -
poniente. Tiene t e r c e r lugar el que viene del pueblo que tra parece.
se llama Veytlalpan, y el que se dá ácia el septen- C A P I T U L O XXI.
trión; y el de postrer lugar el que se dice quauhich-
catl, y cada uno de estos géneros de algodon, se ven- De los que venden colores, (a) tochomitl, y jicara.
de por sí según su valor sin engañar á nadie: tam- Que venden colores.
bién por sí se vende el algodon amarillo, y por sí El que vende las colores que pone encima de
los capullos quebrados. El mal tratante de esto, de un cesto grande, és de ésta propiedad: que cada gé-
( O Hoy lo es el algodon lana de la India, que crece como nero de color, pónelo en un cestillo encima del gran-
un arbo!. bi nos a p l i c á r a m o s á su cultivo tendríamos dentro de bre- de, y las colores que vende son de todo genero, á
ve tiempo ia hilaza fina q u e necesitamos para fomentar mas telares
de telas tozcas la c u a l viene únicamente de Inglaterra, v en aquel ( a ) Nótase que por lo común los colores antiguos de los I n -
mere acó se e n c u e n t r a d e las posesiones q u e tiene en la india. Su- dios, eran estractos de sumos de yerbas, que hoy son desconocí-'
plico a mis lectores q u e no hechen en saco roto esta nota que es dos, y por eso hay mucho que admirar en sus pinturas antiguas,
muy importante á n u e s t r o común beneficio.—B. que no se pueden imitar por los profesores; por venganza d e los
•spañoles han ocultado muchos y esquisitos secretos. °
tiene raíces. L a miel qué vendé es espesa, y en tan-
cada esquina quita un poco de algodon, y los ca-
to grado, que p a r e c e que está cuajada, muy dulce,
pullos ó cascos, vacíalos é hinche tupiéndolos de otro
sabrosa, y á veces vende la que raspa la g a r g a n -
algodon, ó espeluzándolos con ahujas sutilmente, pa-
ta, agria ó rala que parece agua. El buen tratan-
te en este oficio no adoba la miel con alguna cosa, ra que parezcan líenos.
sino que como es virgen asi la vende, ya sea miel Que venden chientzotzotl.
de abejas, ya de otro género blanca ó prieta. El mal El que vende chientzotzotl que es una semilla
tratante dáñala mezclándola con cosas que la hacen como lentejas blancas, tiene sementeras de ellas, des-
espesa, como son mctzalli, ó sean raspaduras del meo- gránalas fregándolas entre las manos, y cada géne-
llo del maguéy, y el agua mezclada con cal conque ro de éstas semillas según que viene de cada pue-
cuese el maíz ó con algunas raíces, como son las blo vende por sí; también vende por separado las blan-
de las malvas y algunas semillas, las cuales molidas cas y las prietas, y por sí las que son macizas, mal
y mezcladas con la miel, hácenla parecer buena y granadas ó bofas, y las que son verdes y desmedra-
espesa, ó s o l a m e n t e la h e d í a n agua y lejía. das, á cada una de estas vende por sí.
Que venden cdgodon. Que venden mantas.
El que vende algodon suele tener sementeras El que hace y vende las mantas que se ha-
de él y siémbralo; es regatón el que lo merca de cen de palmas que se llaman iczotl de la tierra, llé-
otros para tornarlo á vender: los capullos de ateo- valas fuera á vender, y véndelas á mas de lo que
don que vende son buenos, gordos, redondos, y lle- valen. Las mantas que vende son de dos brazas, y las
nos de algodon. E l mejor algodon y muy estimado, que son sin costura y bien proporcionadas al cuerpo,
es el que se d á en las tierras de riego, (a) y en y las que tienen las bandas como arcos de pipas, y
segundo lugar el algodon que se hace ácia oriente: las que son como arpilleras para envolver cosas: es-
también es de segundo lugar el que se dá ácia el tas mantas son de muchas maneras como en la l e -
poniente. Tiene t e r c e r lugar el que viene del pueblo que tra parece.
se llama Veytlalpan, y el que se dá ácia el septen- C A P I T U L O XXI.
trión; y el de postrer lugar el que se dice quauhich-
catl, y cada uno de estos géneros de algodon, se ven- De los que venden colores, (a) tochomitl, y jicara.
de por sí según su valor sin engañar á nadie: tam- Que venden colores.
bién por sí se vende el algodon amarillo, y por sí El que vende las colores que pone encima de
los capullos quebrados. El mal tratante de esto, de un cesto grande, és de ésta propiedad: que cada gé-
( O Hoy lo es el algodon lana de la India, que crece como nero de color, pénelo en un cestillo encima del gran-
un arbo!. bi nos a p l i c á r a m o s á su cultivo tendríamos dentro de bre- de, y las colores que vende son de todo genero, á
ve tiempo ia hilaza fina que necesitamos para fomentar mas telares
de telas lozcas la c u a l viene únicamente de Inglaterra, v en aquel ( a ) Nótase que por lo común los colores antiguos de los I n -
mere acó se e n c u e n t r a d e las posesiones q u e tiene en la india. Su- dios, eran estractos de sumos de yerbas, que hoy son desconocí-'
plico a mis lectores q u e no hechen en saco roto esta nota que es dos, y por eso hay mucho que admirar en sus pinturas antiguas,
muy importante á n u e s t r o común beneficio.—B. que no se pueden imitar por los profesores; por venganza d e los
•spañoles han ocultado muchos y esquisitos secretos. °
unas amarillas, otras pardas, unas bruñidas encima,
saber las colores secas y molidas, la grana, amari-
otras untadas con barnices que les dan lustre; unas son
llo y azul claro, la greda, el cisco de teas, cardeni-
pintadas, otras llanas sin labor; unas son redondas,
llo, alumbre, y el ungüento amarillo que se llama axi,
otras larguillas ó puntiagudas; unas tienen pie, otras
y el chapuputli mezclado con éste ungüento amarillo
asillas ó picos; unas asas grandes y otras como cal-
se llama izicili, y el almagre. Vende también cosas
deruelas, unas son para beber agua, y otras para be-
olorosas como son las especies aromáticas; vende
ber atoli; fuera de éstas vende también las jicaras
también cosillas de medicina, como es la cola del
muy pintadas de Izucan, las que parecen vacmes, an-
animalejo thquatzin, y muchas yerbas y raíces de di-
chas para lavar las manos, otras grandes y redondas,
versas especies; á mas de todo lo dicho vende tam-
vasos trasparentes, y jicaras ahujeradas- para colar,
bién el betún que es como pez, el incienso blanco,
(a) estas suélenlas comprar de otros para tornarlas
agayas para hacer tinta, y la cebadilla, [a] panes de
á vender fuera de su tierra.
azul, guisachi. y margagita.

Tintoreros. Que vende papel, [b]


El que es tintorero tiene por oficio el teñir El que trata en vender papel, mójalo si es
la lana con diversas colores, y á veces con colores de la tierra; también vende el de Castilla, el cual
deslabadas y falsas: la lana que vende es bien te- es blanco ó recio, delgado, ancho, largo, gordo, o
ñida y dále buen punto, y tiñe de diversas colores, grueso, mal hecho, gorolloso, podrido, medio blan-
amarillo, verde, leonado, morado, verde obscuro, cla- co ó pardo.
ro, fino, encarnado, con las cuales colores tiñe la
Que vende cal.
lana.
Que venden jicaras. El que trata en cál, quiebra la piedra de que
El que vende las jicaras cómpralas de otro, la hace, la cuese y despues la mata; y para coser-
para tornarlas á vender, y para venderlas bien, pri- la ó hacerla viva, junta primero toda la piedra que
mero las unta con cosas que las hace pulidas, y al- es buena para hacer cál, y métela despues en el h o r -
gunos las bruñen con algún betún conque las hacen no donde la quema con harta leña, y despues que
relucientes, otras las pintan rayando ó raspando bien la tiene cosida ó quemada, mátala para aumentar-
lo que no está llano ni liso, y para que parezcan la. Este tal tratante, unas veces vende la cál viva,
galanas, úntalas con el axi ó con los huesos de y otras muerta, y la que es buena, sácala de la pie-
los zapotes amarillos molidos, y endurécelas ó curá- (al O sean Pichanchas, tisanse en las cocinas de O a x a c a .
las al humo colgándolas en la chiminea, y todas las :
( b ) Hasta el año de 1827 no se vió en México una fábri-
jicaras las vende, poniendo aparte ó por sí, las que ca de buen papel, que planteó en el pueblo d e S. Angel el Lic.
traen de Guatemala, de México, y las de otros pue- D José Manuel Zozaya Bermudes; tal era el sistema opresivo co-
blos, unas de las cuales son blancas, otras prietas, lonial en que nos tenían los Españoles, y por el que carecíame?
tle éste importantísimo artículo. S e a entre nosotros loable y eter-
na, la memoria de Zozaya.
(a) P a r a matar peojos,
Túrn. III. 8
dra que se llama cacalotetl quemada, ó de la piedra
que se llama tepetlatl. [a]
r - = f i r s s S t - a v =
venden por fruta.
CAPITULO XXII, Pescadores.
El que vende pescado es pescador, y para pes-
De los que venden frutas y otras cosas de comer. ear suele usar redes y anzuelos y en el tiempo ^de
las aguas espera las avenidas de los n o s y toma
El que t r a t a en fruta vá por ella á donde t peces á menos, y para ganar su v ^ s u e l e ^
se cosecha, y despues de traída, llévala á otros pueblos der camarones y pescados de todo g e n e r o : vende
para vender, y cómprala toda junta para venderla po- también unas sabandijas del agua menudas.como
co á poco ó por menudeo, y si tiene huerta de ella, na, y las tortillas y tamales que se hacen de ellas,
procura el plantar ó trasponer los árboles de fruta, los huebos de pescado, los coguillos del agua^ co-
y cuando está bien sazonada, cógela para hacer di- mo pulgones cosidos, de que hacen también buñue-
neros de ella; vende cañas dulces, xilotes y mazor- los prietos y larguillos, y unos gusanos blancos que
cas verdes, y las desgrana á veces para hacer ta- son buenos para aves ó pájaros.
males y tortillas de ellas. Vende también las mazor-
cas tostadas y las tortillas de masa mezclada con Carniceros.
miel, y los granos tostados envueltos con la misma,
harina de maíz tostada y mezclada con la misma: pepi- El que trata en carne tiene ganado, caza y
tas de calabaza hervidas, y cascos de ésta cosidos, cria, y así vende carne de todo género, de gallinas,
y otras comidas que están en la letra. Vende tam- de conejos, de venados, de liebres, de ánsares, de
bién unos herizos de fruta, una como nabos que patos, de pájaros, de codornices, y la de aguila y
llaman jicamas, ó s e a n raíces de árboles que son co- de bestias fieras, y la del animalejo que trae sus hi-
mo batatas y patatas silvestres, unas raíces comes- jos en una b o l s a , ' [tlaquatzin] y la de los animales de
tibles llamadas tocimatl, piñas, fruta, y tzapotes de Castilla, aves, vacas, puercos, carneros, cabritos: ven-
todas maneras, peruétanos, anonas [ó chirimollas,] ma- dela cosida ó por coser, y la cecinada y asada de-
meyes, ciruelas [b] de todas maneras, guayabas, man- bajo de tierra. El que no es fiel en esto, vende la
zanillas de la tierra, cerezas de cualquier especie, carne podrida, hedionda aceda, ó mayugada, y por
engañar á los comprantes, dice ser comestible la car-
ne de perro.
(a) Ya hoy se vá haciendo común el uso del yeso, que fo-
mentó el artífice D . M a n u e l Tolsa. Leñadores.
(b) En el dia está e s t e comercio muy aumentado con frutas
esquisitas, muchas traidas d e regiones remotísimas, como el man-
El que trata en leña tiene montes, y para cor-
go de la India que se coge en Villa de Córdova. L o mismo di-
go de las flores: los jardines de México reúnen flores de las cua- tarla usa de hacha, conque la corta, raja, cercena,
tro partes del mundo, éste comercio es debido á la ilustración del y parte, y la pone en rimero; vende todo género de
siglo, y libertad que gozamos. leña, ciprés: cedro, pino: vende también morillos, pos-
tes, pilares de madera, tablas, tajamaniles y t a b l a -
cosidos, medio prietos ó de otro color, que tienen
zones,^ ya sean nuevas, ya sean viejas y podridas. El mal sonido por estar quebrados, ó resquebrajados del
que vá por leña al monte, vende la de roble, de pi- fuego.
no, de fresno, de madroños, y la que responda y
humea mucho; vende también leña trozada ó tron- Que venden cestos.
cada y cortada á manos, y las cortezas de cedros
y de otros árboles secos y verdes: vende también ja- El que trata en los cestos que se llaman chi-
ra, pencas de maguey, cañas secas, y tagarnos. cuites, antes que los haga echa las cañas en el agua,
para que se remojen y humedezcan, y despues las
quiebra y así quebradas, pónelas en orden para h a -
CAPITULO XXIII. cer de ellas cestos, á las cuales hecha un cordonci-
llo de nequen, y una caña partida por medio al re-
De los que hacen loza, ollas y jarros, y de los quo fa- dedor en el hondon por defuera. Los cestos que ven-
brican chicuites y petacas. den son hechos en diversas maneras; unos que tie-
nen divisiones como escritorios, y otros que tienen
Olleros.
las orillas almenadas y prolongadas, y otros que ha-
El que hace loza, vende ollas, tinajas, cánta- cen para poner en ellos las tortillas, unos de los cua-
ros, cantarillas, vacines, braceros, vacillos bruñidos, les son bastos y otros bien hechos; vende también
y todos los vasos de cualquiera manera, cucharas, cestos grandes de cañas gruesas, y unos cestillos lla-
casuelas, candeleros, unas están bien cosidas y otras nos, otros de estos son mal tejidos, flojos, gordazos,
mal: unas resquebrajadas del fuego, y o t r a s ' m e d i o al fin mal hechos, [a]
cosidas, y porque no están bien sazonadas y tienen
mal sonido, para que parezcan buenas y muy bien
Que vende petacas.
cosidas, echales alguna color encima, ó "tíñelas con
amarillo. El que trata en petacas de mugeres, unas
Que venden comales. hace cuadradas, otras largas y altas, otras rollizas,
ya sean de cañas ó de palmillas, ya de cuero ó de
El que vende comales que son tortas de bar- v madera, todas bien hechas y bien tejidas.
ro cosido para hacer las tortillas en ellas, moja muy
bien la tierra y la soba y mezcla con el flojel de las Que venden sal.
espadañas, y estando así beneficiada, hace comales,
adelgazándolos y allanándolos muy bien y acicalán- El que trata en sal, hácela ó la compra de los
dolos, y despues que están ya muy bien aparejados otros para revenderla, y para hacerla junta la tierra
' para coserse, mételos en e l ' h o r n o calentándole muy salitrosa, y despues de junta, remójala muy bien y
bien; y viendo que están bien cosidos, manda apa- destílala ó cuélala en una tinaja, é hace formas pa-
gar el fuego del horno, y así los comales que ven-
de, son buenos y tienen buen sonido, bien fornidos ( a ) Hoy se hacen muy particulares de pita floja y pintada en
y recios, á las veces vende los que no están bien la cárcel de corte, con esquisitas labores.
58
r a hacer panes de sal. El que revende la sal que Oficial de navajas
compra de otros, llévala fuera para ganar con ella, El oficial de navajas de la tierra, sácalas de
Y así no pierde ningún mercado de los que se h a - piedra negra con un instrumento de palo, (a) estri-
cen por los pueblos de su comarca, donde v e n - bando con los pies y con las manos, y cada vez
de panes redondos ó largos, como panes de azúcar hace saltar una nabaja de la misma piedra, y las
gordos y limpios sin alguna arena, muy blancos sin que así saca, unas son para rapar la cabeza, y otras
resabio, y á veces vende panes que lo tienen de cal, para otras cosas; unas salen de la superficie, y otras
y es desabrida. Vende también á veces panes d e j a - son de dos filos para raer los meollos de maguéy
dos, arenosos; vende también sal gruesa, y que no para que manen, y algunas de estas navajas son blan-
sala bien, (a) cas, otras jaspeadas, otras amarillas, y otras comu-
nes que son buenas para raer las sedas y cerdas
C A P I T U L O XXIV. de puercos, cuando los matan despues de c h a m u s -
cados.
De los que venden gallinas, huevos, y medicinas.
Que venden huevos. Boticarios.
El que trata en huevos suele criar gallinas El que trata en cosas de medicina conoce
eme los ponen; vende también los de pato y de co- las yerbas, raíces, árboles, piedras, el incienso de la
dornices, buenos y recientes, y de ellos unas veces tierra, y todas las cosas medicinales que sean r a í -
hace tortillas, y otras algún guisado de cazuela. ces, y yerbas, de las cuales se trata en el libro on-
que es mal tratante en esto, engaña vendiendo hue- ceno de cada género por sí; pénelas aparte en al-
bos podridos y de añades, cuerbos, auras, y de otras gún petate en el tianguiz para vender.
aves cuyos huevos no se comen.
Los que hacen esteras.
Que venden gallinas.
El que es oficial de hacer esteras, tiene mu-
El que trata en vender gallinas también cria c h a s juncias ó hojas de palma de que hace los pe-
las aves, y á veces cómpralas de otros para tornar- tates, y para hacerlos, primero estiende los juncos
las á vender, ya sean de la tierra ó de Castilla, gor- en algún lugar llano para asolearlos, escoge los me-
das, tiernas, nuevas, pollos y gallos que tienen p a - jores y pónelos en concierto, -y de los petates que
pada El que es m a l t r a t a n t e en esto, vende galli- vende, unos son lisos pintados, y otros son de hojas
nas viejas, duras, flacas y enfermas, que tienen p e - de palma; de estas también se hacen unos cestos
pita, mortecinas y hediondas. que llaman coiatompiatl [b] que son como espuertas,

(&\ E n el barrio de Tlaltelolco se fabrica d e esta sal que usan ( a ) Este invento se há perdido de todo punto, de modo que
se escita la curiosidad de saber como podrían sacarse tantas y
en las panaderías, es muy mala y pudre la dentadura. E s suscep-
tan buenas navajas.
tible éste artículo de fomento, por medio de buenas y químicas
destilaciones. (b) Hoy tompeates e n Veracruz y en Oaxaca llaman tenate
58
r a hacer panes de sal. El que revende la sal que Oficial de navajas
compra de otros, llévala fuera para ganar con ella, El oficial de navajas de la tierra, sácalas de
Y así no pierde ningún mercado de los que se h a - piedra negra con un instrumento de palo, (a) estri-
cen por los pueblos de su comarca, donde v e n - bando con los pies y con las manos, y cada vez
de panes redondos ó largos, como panes de azúcar hace saltar una nabaja de la misma piedra, y las
gordos y limpios sin alguna arena, muy blancos sm que así saca, unas son para rapar la cabeza, y otras
resabio, y á veces vende panes que lo tienen de cal, para otras cosas; unas salen de la superficie, y otras
y es desabrida. Vende también á veces panes d e j a - son de dos filos para raer los meollos de maguéy
dos, arenosos; vende también sal gruesa, y que no para que manen, y algunas de estas navajas son blan-
sala bien, (a) cas, otras jaspeadas, otras amarillas, y otras comu-
nes que son buenas para raer las sedas y cerdas
C A P I T U L O XXIV. de puercos, cuando los matan despues de c h a m u s -
cados.
De los que venden gallinas, huevos, y medicinas.
Que venden huevos. Boticarios.
El que trata en huevos suele criar gallinas El que trata en cosas de medicina conoce
oue los ponen; vende también los de pato y de co- las yerbas, raíces, árboles, piedras, el incienso de la
dornices, buenos y recientes, y de ellos unas veces tierra, y todas las cosas medicinales que sean r a í -
hace tortillas, y otras algún guisado de cazuela. ces, y yerbas, de las cuales se trata en el libro on-
oue es mal tratante en esto, engaña vendiendo hue- ceno de cada género por sí; pénelas aparte en al-
bos podridos y de añades, cuerbos, auras, y de otras gún petate en el tianguiz para vender.
aves cuyos huevos no se comen.
Los que hacen esteras.
Que venden gallinas.
El que es oficial de hacer esteras, tiene mu-
El que trata en vender gallinas también cria c h a s juncias ó hojas de palma de que hace los pe-
las aves, y á veces cómpralas de otros para tornar- tates, y para hacerlos, primero estiende los juncos
las á vender, ya sean de la tierra ó de Castilla, gor- en algún lugar llano para asolearlos, escoge los me-
das, tiernas, nuevas, pollos y gallos que tienen p a - jores y pónelos en concierto, -y de los petates que
pada El que es m a l t r a t a n t e en esto, vende galli- vende, unos son lisos pintados, y otros son de hojas
nas viejas, duras, flacas y enfermas, que tienen p e - de palma; de estas también se hacen unos cestos
pita, mortecinas y hediondas. que llaman coiatompiatl [b] que son como espuertas,

(&\ E n el barrio de Tlaltelolco se fabrica d e esta sal que usan ( a ) Este invento se há perdido de todo punto, de modo que
se escita la curiosidad de saber como podrían sacarse tantas y
en las panaderías, es muy mala y pudre la dentadura. E s suscep-
tan buenas navajas.
tible éste artículo de fomento, por medio de buenas y «jumacas
destilaciones. (b) Hoy tompeates e n Veracruz y en Oaxaca llaman tenate
vende también unas esteras de juncias gruesas y lar- raspa con el instrumento que llaman teuxalli, y la
gas, unos de estos petates son bastos y ruines, y otros asierra con un betún hecho de estiercol de murcié-
lindos y escogidos entre los demás; de los petates lagos, y púlelos en unas cañas macisas que se lla-
unos son largos y anchos, y otros cuadrados, largos, man quetzalhutlatl; vende espejos de dos ases pulidos
angostos y pintados: hace también y vende, unos de ambas partes, y de una as solamente: espejos
asientos con espaldar, y otros para sentarse que son cóncavos todos muy buenos, y algunos de piedra blan-
cuadrados: otros para cabezeras que son cuadrados, c a y negra, ya estos poco se usan, (a)
y largos, unos pintados y otros llanos sin labor. El
que no es buen oficial de esto, vende esteras hechas Herreros y Agugeros.
de juncias y dañadas. El que trata en agujas, fúndelas y límpialas aci-
calándolas muy bien: hace también cascabeles, agui-
Que hace cestos.
jillos, punzones, clavos, hachas, destrales, [ó hachas
El que es oficial de hacer cestos de cañas ma- de dos cortes] azuelas, y escoplos, (b)
cisas, ó el que los merca para venderlos poco á po- Que venden ulli, goma.
co, primero hiende las cañas, y despues de partidas
entretegelas: de ellas hace los cestos tegiéndolas muy El que trata en la goma negra que se llama
bien, echándoles un bordo ó orilla, al rededor de la ulli, que se derrite como torresnos puesta en sazón
boca, unos hace redondos y largos, y otros anchos y no se torna á cuajar, tiene árboles de que la sa-
y angostos, y otros que tienen asiento por pie, y ca; hace unas masas redondas, otras anchas, y otras
tapadera. delgadas y largas: és goma muy saludable, de ésta
se hacen las pelotas conque juegan, que fácilmente
Buhoneros. saltan como las de viento, haciendo sonido semejan-
te al de éstas, (c)
El buhonero que vende sartales de vidrio, vende
Que vende escobas.
también sartales de navajuelas labradas, y cristal blanco
morado y del viril, de azabache y de otras cuentas El que vende escobas válas á coger al m o n -
de fruslera, y joyas fundidas de oro, como canutillos, te (d) con hoces, y véndelas en el tianguiz, siendo
y como bodoquillos; vende también las joyas de Cas- largas, recias, limpias, y algunas cercenadas las puntas.
tilla, collares ó sartales, manillas que parecen como
( a ) Hoy ya no se conoce ninguna clase de éstos espejos; so-
esmeraldas, ó como cristal blancos, amarillos, verdes,
ló usamos de cristal de E u r o p a que en México saben estañar.
rubios, negros, azules leonados, colorados, verde obs- ( b ) Hoy es desconocido todo instrumento antiguo fundido en
curo, morados, todos estos son teñidos y falsos. bronce para la agricultura y carpintería; solo se usan de fierro d e
Europa.
Que vende espejos. ( c ) D e éste comercio solo hay en la sierra d e Orizava.
( d ) Las escobas delgadas que se usan en México, se cortan
del monte del volcán de Popocatepetl, y las gordas del pedregal
El que vende espejos es de los lapidarios, por- de S. Angel, el cual es una erupción del volcán de Axusco, que
que también corta sutilmente piedras de espejo, y las se entra en el mar d e Acapulco.
Tóm. III. 9
Que venden engrudo. peados, v otros hay donde están pintadas flores, pes-
cados, águilas íi-c.: unos se hacen para venderlos en
El que vende engrudo primero saca las r a í - el tianguiz, los cuales son comunes y mal hechos, y
ces de que se hace, y habiéndolas sacado, límpialas se les^cae fácilmente el carbón conque están e m -
y mójalas ó machúcalas, y despues de esto, sácalas barrados. Hay muchas maneras de estos cañutos, y
al sol, y estando secas, muelelas bien: algunas ve- se hacen de muchas y diversas especies de yerbas
ces engaña con el engrudo, porque sus raíces van olorosas, molidas y mezcladas, unos con otras con-
mal molidas, y mézclalas con cañas de maíz d e s - que los tupen muy bien de rosas, de especies aro-
pues que están muy bien secas, y con granos del máticas, del betún llamado chapuputh, y de hongos
mismo ó de frisóles bien molidos, con los cuales mez- de rosa llamada poiomatli y de otras.
clado el engrudo parece bueno.
Chapuputli quid.?
Que vende resina.
El chapuputli [a] es un betún que sale de la
El que vende resina ó dorisera, si es buen
mar, y es como pez de Castilla que fácilmente se
hombre, vende la que es buena que no tiene algu-
deshace, y el mar lo echa. de sí con las hondas, y
na mistura, y si es mal hombre, vende la que es
esto ciertos y señalados dias, conforme al crecien-
aparente y no es verdadera: mézclala ó envuélvela
te de la luna; viene ancha y gorda á manera de
con harina de frisóles ó de maíz.
manta, y ándanla á coger á la orilla, los que mo-
Cañutos de humo. ran junto al mar. Este ohapuputli es oloroso, y apre-
ciado entre las mugeres, y cuando se echa en el
El que vende cañutos para chupar humo, (a) fuego, su olor se derrama lejos.
primero corta las cañas y las desnuda ó monda de Hay dos maneras de este betún; el uno es del
las ojas limpiándolas muy bien, y muele el carbón conque se mezcla la masa ó la resina olorosa, que
bien molido, con el cual siendo mojado emborra los se mete en los cañutos conque dan buen, y trascen-
cañutos, y despues algunos los pinta, y otros los ha- dente olor. El otro es de la pez que mascan las mu-
ce dorados; algunos de estos son llanos que no lle- geres llamada tzictli, (b) y para que la puedan mas-
van pintura, y muy largos, bien embarrados con el car, mézclanla con el axin, con el cual se ablanda,
carbón molido, ó bien emblanquecidos con la g r e - de otra manera no se puede mascar antes se d e s -
da que les echan ensima del carbón, ó muy relu- hace: la mayor parte de las que lo mazcan, son las
cientes con el oro conque los doran; otros hay que muchachas y mosas que ya son adultas y mugeres;
tienen pintura encubierta que no se vé, sino c u a n - pero no lo mascan todas en público, sino las sol-
do se van gastando con el fuego: otros están j a s - teras y doncellas, porque las casadas y viudas, d a -
do caso que lo masquen, no lo hacen en público si-
( a ) Ya no se usan para chupar, solo para zahumerios de alta-
res en la quaresma. P a r a las fiestas de Dolores se venden en el
(a) Conocido hoy por chapopote, 6 chicle prieto.
portal de las flores d e México, y algunos se confeccionan d e muy
csquisitos aromas, mezclados y remolidos con el carbón, llámanles (b) E s t e se saca" de la leche del chicozapote y es blanco, abun-
Pebetes. da en Jalisco.
64 65
no en sus casas; y las que son públicas mugeres, hagan grietas; ablanda ó aplaca la gota, poniéndo-
sin vergüenza alguna, lo andan mascando en todas lo sobre la parte donde se siente tal dolor: untan
partes, en las calles, en el tianguiz, sonando las den- también los lábios con él para que no se hiendan. P a -
telladas como castañetas: las otras mugeres que no r a que sea bueno contra la gota, mésclase con una
son públicas si lo mismo hacen, no dejan de ser no- yerba molida que se dice colotzitzicaztü, y para que
tadas de malas y ruines por aquello. L a causa por sea bueno contra el frió, mésclase con cisco porque
que las mugeres mascan el tzictli, es para e c h a r l a no se derrita: también es bueno contra las cámaras
reuma, y también porque no les hieda la boca, ó por- que no se pueden estancar; primero será necesario
que el mal hedor que ya tienen no se sienta, y por coserlo muy bien, y estando un poco blando y tibio,
aquello sean desechadas. L o s hombres también "mas- con el echarán la melecina al enfermo que las tie-
can el tzictli para echar la reuma, y para limpiar ne, y con esto se estancarán fácilmente las dichas
los dientes; empero hácenlo en secreto. Los que son cámaras.
notados de vicio nefando, sin vergüenza lo mascan,
y tiénenlo por costumbre andarlo mascando en p ú - Clases de tzictli.
blico; y los demás hombres si lo mismo hacen, no-
Hay un género de tzictli que se llama por es-
tantes de somáticos. Este betún mésclase con el co-
tos nombres: tepetzictli, tacanaltzicili, que es tanto, co-
pal ó incienso de la tierra, y con la resina odorí- mo si dijésemos tzictli agreste: este también se mas-
fera, y así mesclado, hace buenos zahumerios. c a como el otro ya referido, salvo que no es n e -
gro sino amarillo como la cera; cuando se masca
Axin quid.? no se siente algún dolor de la cabeza, antes le ale-,
El ungüento amarillo llamado axin tiene lo gra siéndole dulce ó sabroso. El otro género de tzic-
siguiente: que es muy amarillo, blando y cálido; este tli que es del chapuputli, mascándose fatiga á la ca-
axin se hace de unos cuquillos como moscas que na- beza. El tepetzictli es una yerba, y de la raíz de ella
cen en el árbol que se dice axquavitl, cuyas moscas se toma este betún. J
las comen, y ponen huevos de que se engendran los
dichos, y como van creciendo páranse redondillos, y CAPITULO XXV.
siendo grandecillos, sacúdenlos del árbol y cógenlos
para coserlos, y estando cosidos, de ellos esprimen De los que venden candelas, bolsas, cintas.
el axin que es como ungüento amarillo, y lo envuel- Candileros.
ven con cáscaras de mazorcas de maíz.
El que trata en candelas tiene de oficio lo
Calidades y virtudes de éste axin. siguiente: saber adobar la cera, derretir, emblanquear,
lavar, coser, y hervir, y despues que está derretida,
L a calidad de este axin es ser caliente, s e - echarla sobre el pavilo, arrollarla con tabla, y so-
gún dicen los que lo han esperimentado, y tan ca- bre otra mezclar camisas de cera negra dentro de
liente que. parece fuego, con él se untan los pies la blanca, y poner los pavilos. Vende también las can-
los caminantes para guardarlos del frió, y que no se delas de cera de cualquier color que sean, blancas,
amarillas, prietas, y de las que son falsas, y de las ro negro, y traerlo al tianguiz para ponerlo en la
que tienen gordo pavilo, unas de las cuales son li- cabeza á los que lo quieren,, y echar encima las di-
sas ó bruñidas, otras atolondronadas, unas delgadas chas yerbas estando molidas y mezcladas con las ho-
y otras gordas. jas de un árbol que se dice vixachi [ó huizachi,] y
con la corteza llamada quauhtepuztli: á veces vende
Que trata en bolsas. el barro mezclado solamente con las dichas hojas
y con la corteza sin las dichas yerbas.
El que trata en bolsas, córtalas primero, có-
selas muy bien, y échales cerraderos de cuero ó de
Que venden plumas hiladas con cdgodon.
cordones, ya sean de esto ó de manta; unas son an-
chas, grandes y capaces, y otras son angostas y chi- L a que vende plumas hiladas, suele criar mu-
quitas. chas aves de que pela las plumas, y peladas envuél-
Que vende talabartes. velas con greda, y quita las de arriba y las que es-
tán debajo, que son muy blandas como algodon, y
El oficial de cintas ó talabartes cuando los hace todo lo siguiente: que hila pluma, hila parejo,
corta, unos son angostos y otros anchos, á todos les hila atramuexos, hila mal y bien torcido, tuerce la
hecha evillas p a r a ceñirse; otros corta angostos y pluma, hila nequen con huso, conque hilan las m u -
gordos, otros ni muy anchos ni muy angostos, unos geres otomis, hila con torno la pluma pelada y tor-
amarillos, otros blancos, otros negros, otros verme- cida: hila también la pluma de pollos, y también la
jos ó colorados. de ánzares mociñas, la de añades, la de estos del
Perú, la de labancos y de gallinas.
Zapateros.
El zapatero corta primero los zapatos, y des- Que vende yerbas comestibles.
pues échales suelas y cócelas apretándolos muy bien;
unos son angostos y otros anchos, bien hechos y p u - L a que vende yerbas de comer, algunas de
lidos que son p a r a señores ellas las planta, y otras las coje en el campo al tiem-
po de las aguas; y de cualquier especie ó manera
Buhonero. que sean, todas las vende como sean comestibles,
El buhonero compra junto para tornar á ven- cuyos nombres están declarados en el libro onceno
der por menudo, como son papel, tigeras, cuchillos, capítulo sétimo, como son las hojas de las matas del
agujas, paños, lienzos, orillas, manillas, cuentas, y otras chile, bledos, acederas [ó acelgas,] mastuerzo, poléo,
cosas muchas qne él puede comprar junto. y otras yerbas buenas para comer.

Las que embarran la cabeza.


L a que embarra las cabezas con unas yer-
bas llamadas xiuhquilitl, que son buenas contra las
enfermedades capitales, tiene por oficio buscar el bar-
máticas y aun miel de abejas, y alguna agua r o s a -
De las que venden atulli y cacao hecho para beber, te- da; y el cacao que no es bueno tiene mucha m a -
sa' y agua, y así no hace espuma sino espumarajos.
quixquitl, y salitre.
Que vende salitre, greda y yeso.
Las que venden atulli.
El que vende salitre amontónalo en el lugar
El que vende atulli que es mazamorra, vénde- donde hay copia de él, y vende el que es blanco,
lo ó caliente ó frió: el caliente se hace de masa de colorado que tiene costras, amarillo, ó el que es me-
maíz molido ó tostado, ó de las tortillas y e s c o b a - nudo, y todo es viscoso ó blandujo. El que vende
jos de las mazorcas quemadas y molidas, mezclán-
greda, amásala con las manos y la cuese, y así se
dose con frisóles y a g u a de maíz aceda, ó con axi,
hace fofa y hueca. El yeso cocido es piedra que se
agua de cál ó con miel. El que es frió, hácese de
saca de las venas donde se forma, (a)
ciertas semillas que parecen linaza, y con semilla de
cenizos y de otras de otro género, las cuales se Que venden piciete.
muelen muy bien primero, y así el atulli hecho de
estas semillas, parece ser cernido, y cuando no es- El que vende piciete, muele primero las h o -
tán bien molidas, hacen un atulli que parece tiene jas de él, mezclándolas con una poca de cál, y asi
salvado, y á la postre le echan encima para que mezclado estrágalo muy bien entre las manos; a l -
tenga sabor, axi ó miel. gunos lo hacen del incienso de la tierra, y puesto en
la boca, hace desvanecer la cabeza ó emborracha:
Que venden cacao hecho. hace también digerir lo comido, y hace provecho
para quitar el cansancio, (b)
L a que vende cacao hecho, muélelo prime-
ro en este modo, que la primera vez quiebra ó ma- CAPITULO XXVII.
chuca las almendras: la segunda vez van un poco
mas molidas: la tercera y postrera vez muy molidas, De todos los miembros csteriores é interiores, asi del
mezclándose con granos de maíz cosidos y lavados, hombre como de lo muger.
y hecho esto, les echan agua en algún vaso; si les
echan poca, hacen lindo cacao, y si mucha? no ha- De este capítulo no tradujo en lengua c a s -
cen espuma, y para hacerle bien hecho se hace y tellana alguna cosa el Autor, porque en lugar de la
guarda lo siguiente: conviene á saber, que se cuela, traducción de él, puso el dicho Autor la relación si-
despues de colado se levanta para que chorree, y con guiente, la cual es digna de ser notada y mas g u s -
esto se hace la espuma y se echa á parte, y á ve- tosa, que pudiera ser la declaración del testo.
ces espésase demasiado, y mézclase con agua d e s - ( a ) Hasta la venida del estatuario D . Manuel Tolsá, no so
pues de molido; y el que lo sabe hacer bien hecho, comenzó á hacer uso en México del yeso en las obras de alba-
ñilería, es decir por los años de 1796 y siguientes: suplíanlo c o a
lo vende bueno y lindo, y tal que solo los señores cal y arena muy fina: hoy es artículo de gran comercio.
le beben; es blando, espumoso, vermejo, colorado y (a) Causa porque lo usaban I03 caminantes, y aun hoy los in-
puro, sin mucha masa: á veces le echan especies aro- dios se refriegan hortiga en las piernas cuando caminan
Tóm. III. 10
•n

y en especial se ponía gran diligencia en que no be-


RELACION DEL AUTOR biese uctli, la gente que era de cincuenta años aba-
digna de ser notada. jo; poníanlos en muchos ejercicios de noche y de día,
y criábanlos en grande austeridad; de manera que
Despucs de haber escrito las habilidades y ofi- los vicios é inclinaciones carnales, no tenian s e ñ o -
cios que estos mexicanos naturales tenian en t i e m - río en ellos así en los hombres como mugeres. Los
po de su infidelidad, cuenta los vicios y virtudes que des- que vivían en los templos tenian tantos trabajos de
pués acá han adquirido. Cuanto á lo primero, tene- noche y de dia, y eran tan abstinentes que no se
mos por esperiencia que los oficiales mecánicos son les acordaba de las cosas sensuales. Los que eran
hábiles para aprenderlos y usarlos, según que los es- del ejercicio militar eran tan continuas las guerras
pañoles los usan, como son oficios de geometría, que tenian los unos con los otros, que muy poco
que es edificar, pues los entienden y saben, y hacen tiempo cesaban de ellas y sus trabajos. Era esta ma-
como los españoles también el oficio de albañilería, nera de regir muy conforme á la filosofía natural y
cantería y carpintería: también los oficios de sastres, moral, porque la templanza y abundanza de esta tier-
zapateros, sederos, impresores, escribanos, lectores, ra, v las constelaciones que en ella reinan, ayudan
contadores, músicos de canto llano, y de canto de ór- mucho á la naturaleza humana para ser viciosa y
gano, tañer flautas, chirimías, sacabuches, trompetas, ociosa, y muy dada á los vicios sensuales; y la filo-
órganos: saben gramática, lógica, retórica, astrología sofía moral enseñó por esperiencia á estos natura-
y teología; todo esto tenemos por esperiencia que tie- les, que para vivir moral y virtuosamente, era nece-
nen habilidad para ello, y lo aprenden, lo saben y sario el rigor, austeridad, y ocupaciones continuas,
lo enseñan, y no hay arte alguna, que no tengan ha- en cosas provechosas á la república. Como esto ce-
bilidad para aprenderla y usarla. En lo que toca que só por la venida de los españoles, y porque ellos der-
eran para mas en los tiempos pasados, así para el rocaron y echaron por tierra todas las costumbres y
regimiento de la república como para el servicio de maneras de regir que tenian estos naturales, y qui-
los dioses, es la causa, porque tenian el neo-ocio de sieron reducirlos á la manera de vivir de España,
su regimiento conforme á la necesidad de la gente, así en las cosas divinas como en las humanas, t e -
y por esto los muchachos y muchachas, criábanlos niendo entendido que eran idólatras y bárbaros; per-
con gran rigor h a s t a que eran adultos, y esto no dióse todo el regimiento que tenian: necesario fué
en casa de sus padres porque no eran poderosos pa- destruir todas las cosas idolátricas, y todos los edi-
ra criarlos como convenia cada uno en su casa, si- ficios, y aun las costumbres de la república, que es-
no que por esto los criaban de comunidad, debajo de taban mezcladas con ritos de idolatría, y a c o m p a -
maestros muy solícitos y rigorosos, los hombres á su ñados con ceremonias y supersticiones, lo cual h a -
parte, y las mugeres á la suya. Allí los enseñaban bía casi en todas las costumbres que tenia la r e p ú -
como habían de honrar á sus dioses, y como habían blica conque se regia, y por esta causa fué necesa-
de acatar y obedecer á la república y á los regido- rio desbaratarlo todo, y ponerlos en otra manera de
res de ella: tenian bravos castigos para penar á los policía, de modo que no tuviesen ningún resabio de
que no eran obedientes y reverentes á sus maestros, cosas de idolatría. Pero viendo ahora que estarna-
*
ñera de polieia cria gente muy viciosa, de muy ma- viesen el hábito, y los ejercitasen en las cosas de
las inclinaciones, y muy malas obras, las cuales los esta santa religión: hallóse por esperiencia que no
haee á ellos odiosos á Dios y á los hombres, y aun eran suficientes para tal estado, y así se les quita-
los causa grandes enfermedades y breve vida; será ron los hábitos, y nunca mas se lia recibido indio
menester poner remedio, y parécenos á todos que en la religión, ni aun se tienen por hábiles para el
la principal causa de esto es la borrachera, que co- sacerdocio. En este tiempo como aun los religiosos
m o cesó aquel rigor antiguo de castigar con pena no sabían la lengua de estos naturales, como me-
de muerte las embriaguezes, aunque ahora se casti- jor podian instruían á los que les parecían hábiles y
gan con azotarlos, trasquilarlos, y venderlos por es- recocidos, para que ellos predicasen delante de los
clavos por años ó por meses; no es suficiente c a s - religiosos al pueblo; pero despues que estos supie-
tigo para cesar de emborracharse, y aun tampoco ron la lengua y comenzaron á predicar, quitáronlos
las predicaciones muy frecuentes contra éste vicio, de la predicación, por bajos que hallaron en ellos,
ni\ las amenazas del infierno bastan para refrenarlos, en mostrarse en presencia de los religiosos hones-
y son estas borracheras tan destempladas y p e r j u - tos y recogidos, no siendo tales; cosa que ellos s a -
diciales á la república, á la salud y salvación de ben muy bien hacer, y no me maravillo tanto de las
los que las ejercitan, que por ellas se causan m u - tachas y dislates de los naturales de esta tierra, por-
chas muertes, pues se matan los unos á los otros que los españoles que en ella habitan, y mucho m a s
estando borrachos, se maltratan de obras y de p a - los que en ella nacen, cobran estas malas inclina-
labras, y se causan grandes disenciones en la r e - ciones muy al propio de los indios: en el aspecto
pública, y los que la rigen se deshonran y se amen- parecen españoles, y en las condiciones no lo son.
guan, hacen grandes faltas en sus oficios, y los juz- L o s que son naturales españoles, si no tienen mucho
gan por indignos de ellos; y aun por este vicio son aviso, á pocos años andados de su llegada á esta
tenidos por indignos é inhábiles para el sacerdocio; tierra se hacen otros, y esto pienso que lo hace el
y también porque la^ continencia ó castidad que es clima ó constelaciones de esta tierra; pero es gran
necesaria á los sacerdotes, no son hábiles para guar- vergüenza nuestra que los indios naturales, cuerdos
darla en especial los borrachos. A principios se y sabios antiguos, supieron dar remedio á los d a -
hizo esperiencia de hacerlos religiosos, porque nos ños que esta tierra imprime en los que en ella vi-
parecía entonces que serian aptos para las cosas ecle- ven, oviando á las cosas naturales con contrariog
siásticas, y para la vida religiosa, y así se dió el ejercicios, y nosotros nos vamos al agua abajo de
hábito de S. Francisco á dos mancebos indios los nuestras malas inclinaciones; y cierto se cria una
m a s hábiles y recogidos que entonces habia, y que gente asi española como indiana, que es intolerable
predicaban con gran fervor las cosas de nuestra san- de regir, y pesadísima de salvar, (a) Los padres y las
ta. F é Católica á sus naturales; y pareciónos, que si
aquellos vestidos de nuestro hábito, y adornados con (a) Sobre el contenido de las observaciones del P . Sahagun, re-
las virtudes de nuestra santa religión franciscana, comiendo á mis lectores el artículo Americanos del diccionario geo-
gráfico de Alcedo, que se insertó en la Enciclopedia francesa tra-
predicasen con aquel fervor que predicaban antes, ducida al castellano; allí se demuestra que estos males tienen su
harían grandísimo fruto en las ánimas, luego que tu- origen precisamente en la educación mimamada que aquí se dá á
madres no se pueden entender con sus hijos é h i -
jas, para apartarlos de los vicios y sensualidades que eomo no Se ejercitaban en los trabajos corporales
esta tierra cria: buen tino tuvieron los habitadores como solían, y como demanda la condicion de su
de ésta región antiguos, en que criaban sus hijos é briosa sensualidad, también comían mejor de lo que
hijas con la potencia de la república, y no los de- acostumbraban en su república antigua, porque ejer-
jaban criar á sus padres; y si aquella manera de re- citábamos con ellos la blandura y piedad que entre
gir no estuviera tan inficionada con ritos v supers- nosotros se usa; comenzaron á tener brios sensua-
ticiones idolátricas, paréceme que era muy buena; y les, y á entender en cosas de lascivia, y así los echa-
sí limpiada de todo lo idolátrico que tenia, y hacién- mos de nuestras casas para que se fuesen á dormir
dola del todo cristiana, se introdujese en esta repú- á las de sus padres, y venían á la mañana á las es-
blica indiana y española, cierto sería gran bien, y cuelas á aprender á leer, escribir y cantar, y esto es
seria causa de librar así á la una república como á lo que ahora se usa. Pero como se han venido re-
la otra, de grandes males y trabajos á los que r i - lajando de poco en poco estos ejercicios, y entre
gen. Ya tampoco nosotros no nos podemos a g u a n - ellos casi no hay quien tenga orgullo é industria pa-
tar con los que se crian en las escuelas, porque co- r a por sí enseñar estas cosas; si nosotros mismos
mo no tienen aquel temor y sujeción que a n t i g u a - no entendemos en ellas, no hay ya en las escuelas
mente tenian, ni los criamos con aquel rigor y aus- de nuestras casas quien á derechas enseñe á leer,
teridad que se criaban en tiempo de su idolatría, no escribir, cantar, y á las otras cosas de música, por lo que
se sujetan ni se enseñan, ni toman lo que les acon- casi todo se vá cayendo. También se hizo esperiencia
sejan, como si estuvieran en aquella empresa pesa- en las mugeres, para ver si como en el tiempo de
da de los viejos antiguos. A los principios como ha- la idolatría había monasterios de ellas, que servían
llamos que en su república antigua, criaban los mu- en los templos y guardaban castidad, serían hábiles
chachos y muchachas en los templos, y alli los dis- para ser monjas y religiosas de la religión cristia-
ciplinaban y enseñaban la cultura de sus dioses y la na y guardar pepetua castidad; y á este propósito
sujeción á su república; tomamos aquel estilo de criar- se hicieron monasterios y congregaciones de m u g e -
los en nuestras casas, y dormían en una que para res, y fueron instruidas en las cosas espirituales, y
ellos estaba edificada junto á la nuestra, donde los muchas de ellas supieron leer y escribir, y las que
enseñábamos a levantarse á la media noche, y á de- nos parecían que estaban bien instruidas en la fé, y
cir los maytines de nuestra Señora; y luego de m a - eran matronas de buen juicio, las hicimos preladas
ñana las horas, y aun los enseñábamos á que de de las otras, para que las rigiesen y enseñasen en
noche se azotasen y tuviesen oracion mental; pero las cosas de la cristiandad, y de todas las buenas
costumbres; y cierto á los principios tuvimos opinion
los hijos, debida sobre todo á la abundancia en que se crian, no que ellos serían hábiles para sacerdotes y religiosos,
menos que á la nulzura del clima. Hoy la desmoralización es ge- y ellas para monjas y religiosas; pero engañónos es-
neral y se atribuye al trastorno de ideas, pues se bá equivocado ta, pues por esperiencia entendimos que por enton-
la libertad con el libertinage, la superstición con la fisolosofía re-
ces no eran capaces de tanta perfección; y así c e -
gulada por la razón y la verdadera piedad. Lease la Devocion re-
gulada del Sabio Muratori, só la congregación y monasterios que á los princi-
pios intentábamos; ni aun ahora vemos indicios pa-
ra que este negocio se pueda efectuar. Hízosc tam- mos bien en la cuenta como ahora lo habernos en-
bién á los principios una diligencia en algunos pue- tendido. Acerca de los otros sacramentos como fué
blos de ésta Nueva E p a ñ a donde residen los reli- el de la confesion y comunion, ha habido tanta di-
giosos, como fué en CMutta y en Vexotzinco frc., ficultad en ponerlos en el camino derecho de ellos,
que los que se casaban los poblaban por sí junto á que aun ahora hay muy pocos que vayan via rec-
los monasterios, y allí moraban, y de allí venian to- ta á recibirlos como se debe, lo cual nos dá gran fatiga
dos á misa cada dia al monastesio, y les predica- el mucho conocimiento que tenemos'de lo poco que han
ban el cristianismo, y el modo de la cohabitación aprovechado en el cristianismo. A los principios ayudá-
matrimonial, y era muy buen medio éste para sacar- ronnos grandemente los muchachos, así los que criá-
los de la infección de la idolatría, y otras malas bamos en las escuelas, como los que se enseñaban
costumbres que se les podían pegar de la conversa- en el patio; porque como al tono de lo antiguo criá-
ción de sus padres; pero duró poco, porque ellos hi- bamos á los hijos de los principales dentro de nues-
cieron entender á los mas de los religiosos, que t o - tras escuelas, allí los enseñábamos á leer, escribir,
da la idolatría con todas sus ceremonias y ritos, es- y cantar, y á los hijos de los plebeyos, los enseñá-
t a b a ya tan olvidada, que no habia para" que tener bamos en el pátio la doctrina cristiana; juntábanse
este recata miento, pues que todos eran bautizados y gran copia de ellos, y despues de haberse enseña-
siervos del verdadero Dios; y esto fué falsísimo como do un rato, iba uno ó dos frailes con ellos, y s u -
despues acá lo hemos visto muy claro, que ni aun bíanse en un Cú, y derrocábanlo en pocos dias, y así
ahora cesa de haber muchas heces de idolatría, de se derrocaron en poco tiempo todos los Cues, pues
borrachería, y de muchas malas costumbres, lo cual no quedó señal de ellos, y otros edificios de los ído-
se hubiera remediado si aquel negocio fuera adelan- los dedicados á su servicio, (a) Estos muchachos sir-
te como se comenzó; y si como fué en pocas par- vieron mucho en este oficio, los de dentro de casa
tes hubiera sido en todas y perseverára hasta aho- ayudaron eficazmente para estirpar los ritos idolá-
ra: ya casi está imposibilitado de remediarse. Fueron tricos que de noche se hacían, y las borracheras y
grandes los trabajos y perplegidades, que tuvieron á areytos que en secreto celebran y también de noche á
los principios para casar á los casados, y que tenían honra de los ídolos, porque de dia estos espiaban don-
muchas mugeres, para darles aquellas que el d e r e - de se habia de hacer algo de esto de noche, y en
cho manda que tomen, porque para ecsaminar los pa- la misma á hora conveniente, iban con un fraile ó
rentezcos, y saber cual fué la primera para dársela, dos, sesenta ó cien de estos criados de casa, y da-
nos vimos en un laverinto de gran dificultad, porque ban secretamente sobre los que hacian alguna cosa
ellos mentían en decir cual fué la primera, y h a - de las arriba dichas, como es idolatría, borrachera
cían embustes para casarse con aquellas á quienes ó fiesta, y aprendíanlos y atábanlos, y llevábanlos al
ellos teman mas afición; y para saber con cual ha-
bían hecho la ceremonia que uáaban cuando toma-
(a) P o r tal motivo nq se presentan ni aun vestigios de lo que
ban muger lejítima, fué necesario revolver y saber fué México, y á muchos p a r e c e fabulosa la historia de su grande-
muchas ceremonias y ritos idolátricos de la infide- za. E s t e sistema de destrucción se siguió por los españoles en
lidad; y como sabíamos poca lengua, casi nunca c a í - los tres siglos de su bárbara dominación en toda la América.
Tóm. III. 11
monasterio donde los castigaban, y hacian peniten- delito, (a) De esta manera ellos cantan, se embor-
cia, los enseñaban la doctrina cristiana, y los hacian rachan, y hacen sus fiestas cuando quieren y como
ir á maitines á la media noche y se azotaban, y quieren, 'y cantan los cantares antiguos que usaban
esto por algunas semanas, hasta que ellos estaban ya en el tiempo de su idolatría, no todos sino muchos,
arrepentidos de lo que habian hecho, y con propó- y nadie entiende lo que dicen por ser sus cantares
sito de no hacerlo mas, y así salían de allí c a t e - muv cerrados; y si algunos de éstos usan que ellos
quizados y castigados, y de ellos tomaban ejemplo hayan hecho despues acá de su convertimiento, en
los otros, y no osaban hacer semejante cosa, y si la que se trata de las cosas de Dios, y de sus santos,
hacian luego caían en el lazo, y los castigaban co- van envueltas con muchos desatinos y heregias, y aun en
mo dicho és. F u é tan grande el temor que toda los bayles y areytos se hacen muchas cosas de sus
la gente popular cobró de estos muchachos que coa supersticiones antiguas, y ritos idolátricos; especial-
nosotros se criaban, que despues de pocos dias, 110 mente donde no reside quien los entienda. Entre los
era menester ir con ellos ni enviar muchos cuando mercaderes mas comunmente pasa esto, cuando ha-
se hacia alguna borrachera de noche, pues envian- cen sus fiestas, convites y banquetes: esto vá ade-
do diez ó doce de ellos, prendían y ataban á todos lante, y cada día se empeora, y no hay quien procu-
los de la fiesta ó borrachera, aunque fuesen ciento ó re remediarlo porque no se entiende sino de pocos,
doscientos, y los traían al monasterio para hacer pe- y ellos no lo osan decir. L a s cosas de la borrachera
nitencia, y de esta manera se destruyeron las cosas también cada dia se empeoran, y los castigos que se ha-
de la idolatría; pues nadie en público ni de mane- cen no son de manera que el negocio se remedie,
ra que se pudiese saber, osaba hacer nada que fue- mas antes de que se aumente; bien es verdad
que algunos de los muchachos que se criaban
se de cosas de idolatría, ó de borrachera ó fiesta.
en nuestras casas á los principios, porque nos d e -
Cuando ellos querían hacer alguna para su rego-
cían las cosas que sus padres hacian de idolatría
cijo temporal, ó convidar á sus parientes y amigos,
siendo bautizados, y por ellos les castigábamos, los
hacíanlo con licencia de los religiosos, protestando
mataban sus padres, (b) y otros los castigaban recia-
primero que ninguna cosa de idolatría ni de otra mente, y aun ahora habiendo sabido que pasan al-
ofensa ' d e Dios habia de haber en el negocio. Des- f a ) Hasta el reinado de Carlos I I I no se cumplió con esta
pues acá cesó aquella solicitud que los religiosos te- providencia, quitándoles los curatos á los frailes. E s verdad que
nian en las cosas ya dichas; porque públicamente no I, a bia en esto sus demasías; pero también resultaban bienes a los
parecía cosa ninguna que fuese de castigo, y ellos mismos indios. Los frailes fueron los mas tenaces perseguidores
perdieron el temor que á los principios tenian, por- de la idolatría, y propagadores del culto cristiano:- veanse sus
que también los que se criaban en casa, dejaron de Iglesias y culto, que dan testimonio de esta verdad.
dormir y comer dentro de ella, y ahora lo hacen
( b ) Bien sabida es la historia del niño Cristobalito de Tlax-
en casa de sus padres; y aunque ven y saben a l - cala, cuyo padre le dio muerte porque no quiso tornar á la Ido-
gunas cosas idolátricas ó de borracheras, no las osan latría á que lo inducia, y temía que lo denuncíase á los P P . F r a n -
decir. También se há prohibido á los religiosos, que á ciscanos que lo educaban; por tal motivo su cadaver se há v e n e -
rado como de un santo mártir. E l día primero de enero de 1535,
ninguno encierren ni castiguen en sus casas por ningún
fueron quemados los templos de T e z c o c o que los habia hermosos
gunas cosas dignas de repreension y de castigo, y las mas de ellos se quemaron (a) al tiempo que se des-
repreendemos en los pulpitos, comienzan á rastrear truyeron las otras idolatrías; pero no dejaron de que-
á los que las hacen, para saber quien fué el que dió dar muchas escondidas que las hemos visto, y aun
noticia de aquello que se reprendió en el pulpito, y ahora se guardan por donde hemos entendido sus
casi siempre caen con la persona, y los castigan ma- antigüallas. Luego que venimos á esta tierra á plan-
lamente con solapacion y disimulación, cargándoles tar la fé, juntamos los muchachos en nuestras casas
como está dicho, y los comenzamos á enseñar á leer, es-
la mano en los servicios corporales y personales, y
cribir, y cantar; y como salieron bien con esto, pro-
haciéndoles otras vejaciones de que los pasientes ni
curamos luego de ponerlos en el estudio de la gra-
se pueden quejar, ni se saben remediar; quéjanse-
mática, para el cual ejercicio sé hizo un colegio en
nos en secreto, y con habernos conjurado que nin-
la ciudad de México, (b) en la parte de Santiago
guna cosa digamos de lo que nos dicen, por no pade- del Tlaltelolco, en el cual de todos los pueblos c o m a r -
cer mayores agravios, así tenemos necesidad de callar, canos y de todas las provincias, se escogieron los
y encomendar á Dios los negocios para que los remedie. muchachos mas hábiles y que mejor sabían leer y
Hemos recibido y aun recibimos en la plan- escribir, los cuales dormían y comían en el mismo
tación de la fé en estas partes, grande ayuda y mu- colegio, sin salir fuera sino pocas veces. Los espa-
chedumbre de aquellos á quienes hemos enseñado la ñoles y los otros religiosos que supieron esto, reían-
lengua latina. Estas gentes no tenían letras ni e a r a c - se mucho y hacían burla, teniendo por muy averi-
téres algunos, ni sabían leer, ni escribir, comunicá- guado que nadie sería poderoso para poder enseñar
banse por imágenes y pinturas, y todas las antigüa- gramática á gente tan inhábil; pero trabajando con
llas suyas y libros que tenían de ellas, estaban pin- ellos dos ó tres años, vinieron á entender todas las
tados con figuras é imágenes de tal manera, que sa- materias del árte de la gramática, y hablar latin, en-
bían y tenían memorias de las cosas que sus ante- tenderlo y escribirlo, y aun á hacer versos heroycos. ( c )
pasados habían hecho y dejado en sus anales, por Como vieron esto por esperiencia los españoles s e -
mas de mil años atrás, antes que viniesen los españo- glares y eclesiásticos, espantáronse mucho de como
les á esta tierra. D e estos libros y escrituras los aquello se pudo hacer: yo fui el que los primeros
cuatro años trabajé con ellos, y los puse en todas
y torreados, y las vestiduras gentílicas de los sacerdotes. E n é s -
las materias de la latinidad. Como vieron esto iban
t e tiempo sucedió en T l n x c a l a , que saliendo á la plaza un S á - adelante, y aunque tenían habilidad para mas, c o -
trapa vestido en la figura del dios Ometoctli, los ninos de la es-
cuela se lanzaron sobre él, y lo mataron á pedradas tapándolo con
( a ) Por el Obispo D . J u a n Zumárraga.
ellas. En México quisieron también incendiar las hermitas, por-
( b ) Donde ahora está en S. Francisco la capilla de Sr. S.
que templos no habian q u e d a d o como en Tezcoco, pero no se atre-
José, se puso la primera cátedra de gramática. Este colegio fué
vieron á ello los e s p a ñ o l e s porque no estaba en la ciudad Cortés
S . J u a n de Letran fundado por el P . Motolinia, y reunieron en
y habia poca tropa; sin embargo se pusieron en espia los niños mas
él talleres de ártes y oficios por su buen celo.
d e treinta dias luego q u e se esparció el rumor de lo que se in-
tentaba. Es muy curiosa la relación que hace el P . Velvncurt en ( c ) Como D. Antonio Valeriano de Aizcapotzulco; una carta su-
su teatro mexicano, c u a r t a parte capítulo tercero, sobre el modo ya está en latin en la biblioteca del señor Eguiara, en su a r t i -
que tuvieron los frailes p a r a catequizar á los Indios. Remitimos á culo respectivo, v es modelo de correspondencia epistolar. ( ma-
este autor á nuestros lectores. nuscritas de la biblioteca Turriana donde la hé leido.)
menzaron así los seglares eomo los eclesiásticos, a en esto rebeldes, castigarlos como á hereges, pues
contradecir este negocio, y á poner muchas objecio- hay autoridad de poder eclesiástico y seglar para ha-
nes contra él para impedirle; porque yo me hallé cerlo. Muchas otras altercaciones se tuvieron a c e r -
presente en todas estas cosas, pues leía la gra- ca de este negocio, las cuales sería cosa prolija po-
mática á los indios del colegio, y podré decir con nerlas aquí.
verdad las objeciones que ponían, y las respuestas H á ya mas de cuarenta años que este cole-
que se les daban. Decían: que pues estos no habían gio persevera, y los colegiales de él en ninguna co-
de ser sacerdotes, ¿de que servia enseñarles la gra- sa han delinquido, ni contra Dios, ni contra la igle-
mática? que era ponerlos en peligro de que hereti- sia, ni contra el rey, ni contra su república; mas
casen, y también de que leyendo la sagrada escritu- antes han ayudado y ayudan en muchas cosas á la
ra, entenderían en ella como los patriarcas antiguos )lantacion y sustentación de nuestra santa fé cató-
tenían juntamente muchas mugeres, que és confor- ica, porque si sermones, postillas, y doctrinas se han
lecho en la lengua indiana que puedan parecer, y
me á lo que ellos usaban, y que no querían creer
sean limpios de toda heregia, son los que con ellos
lo que ahora les predicamos, que no puede nadie
se han compuesto; y ellos por ser peritos en la
tener mas que una muger, casado con ella in facie
lengua tetina, nos dan á entender las propiedades de
eclesics. Otras objeciones de esta calidad ponían, á
los vocablos, y las de sn manera de hablar, y las
las cuales se les respondía: que puesto caso que n o incongruidades que hablamos en los sermones, ó es-
hubiesen de ser sacerdotes, queríamos tener sabido cribimos en las doctrinas: ellos nos las encomiendan,
á cuanto se estendia su habilidad; lo cual sabido y cualquiera cosa que se ha de vertir en su len-
por esperiencia podríamos dar fé de lo que en ellos gua, si no vá con ellos ecsaminada, no puede ir sin
hay, y que conforme á su habilidad se haría con defecto: ni escribir congruamente en la lengua latina,
ellos lo que pareciese ser justo según progimidad. ( a ) en romance ni en su lengua; por lo que toca á la
A lo que decían que les dábamos ocasion de h e - ortografía y buena letra, no hay quien la escriba, si
reticar, se respondía: que con no pretender aquello no es los que aquí se crian. Enseñaron los frailes á
sino lo contrario, conviene á saber, que pudiesen los colegiales y estuvieron con ellos mas de diez
entender mejor las cosas de la fé, y con estar su- años, enseñándolos toda la disciplina y costumbres
jetos á un príncipe cristianísimo, estaba muy en la ma- que en el colegio se habían de guardar; y ya que
no cuando algo de esto pareciese remediarlo. A lo habia entre ellos quienes leyesen, y quien al p a r e -
de las mugeres como está en el evangelio la cor- cer fuesen hábiles para regir el colegio, hiciéronles
rección que nuestro Redentor hizo, acerca de lo que sus ordenaciones, y eligiéronse rector y consiliarios
antiguamente se usaba, de que un hombre tenia mu- para que rigiesen el colegio, y dejáronlos que leye-
chas mugeres, son obligados á creerlo predicándo- sen y se rigiesen ellos á sus solas por mas de vein-
selos como ordinariamente se les predica, y siendo te años, en el cual tiempo se cayó todo el regimien-
to y buen concierto del colegio, parte por el m a -
( a ) L a causa de estas contradicciones y la mas principal, fué
yordomo que tenia cargo de él, que era español; par-
la rivalidad que hubo entre los niños indios, y los hijos de los es-
pañoles conquistadores, que se mordian al ver que los primeros te por la negligencia y descuido del rector, y conci-
les eccedian, porque n o se les chiqueaba y hacia estudiar con tesón.
O'l
tiléncia presente acontece lo mismo, y en todas las
liarios; también por descuido de los frailes que no que se ofrecieren será otro tanto hasta que se a c a -
curaban de mirar conso iban las cosas, hasta que ben- (a") y si se hubiera tenido atención y advertencia,
todo dio en tierra. Cuarenta años despues de la tun- á que estos indios hubieran sido instruidos en la gra-
dacion del colegio, tornóse á ecsammar el estaco mática, lógica, filosofía natural y medicina, pudieran
en que estaban las cosas de éste, y hallóse estar haber socorrido á muchos de los que han muerto;
perdido, y fué necesario dar otro corte, y hacer otras porque en esta ciudad de México vemos por nues-
ordenaciones de nuevo sobre las primeras, qara que tros ojos, que aquellos que acuden á sangrarlos y
el colegio fuese adelante, como parece por las mis- purgarlos como conviene y con tiempo sanan, y los
mas ordenaciones que se hicieron de nuevo. Yo que demás mueren; y como los médicos y sangradores
me hallé en la fundación del dicho colegio, me na- españoles que lo saben hacer son pocos, y a p o -
llé rambien en la reformación de él, la cual tue mas cos socorren, y ya casi están cansados, enterraos y
dificultosa que la misma fundación. L a pestilencia muertos los sangradores y médicos, y no hay ya quien
que hubo ahora treinta J un años há, dió gran ba- pueda ni quiera acudir ni ayudar á los indios p o -
ja al colegio, y no le ha dado menor esta pestilen- bres, y así mueren por no tener remedio ni socorro.
cia de este año de mil quinientos setenta y seis, que
casi no está ya nadie en él, muertos y enfermos ca-
CAPITULO XXVIII.
si todos son salidos. Recelo tengo muy grande que
esto se ha de perder del todo, lo uno porque ellos
son pesados de regir, y mal inclinados á aprender; De las enfermedades del cuerpo humano, y de las medi-
lo otro porque los frailes se cansan de poner con cinas contra ellas.
ellos el trabaio de que tienen necesidad para lle-
varlos adelante; y juntamente porque veo que ni en- El primer párrafo es de las enfermedades de la cabeza,9
tre los seglares ni entre los eclesiásticos, no nay al- ojos, oídos, dientes y narices.
guno que los favorezca ni con solo un tomín, bi el
señor D . Antonio de Mendoza [que en g l o r i a seaj Contra la dolencia de la enfermedad de l a
virey que fué de esta N. España, no los hubiera orquilla que suele dar en los cabellos, es menester
proveido de su hacienda, y de una poca de renti- cortarlos muy á raíz, y rasparse muy bien la c a b e -
11a que tienen conque se sustentan pocos y mal, ya za, y lavarse con orines, y untarla con una yerba
no hubiera m e m o r i a del colegio ni del colegial, y p u - que se dice nanacace, y para quitar la yerba hase d e
diérase haber h e c h o gran bien á toda esta repúbli- lavar con orines, y si no se cortaren los cabellos,
c a indiana, y el r e y nuestro señor tuviera mas va- se han de lavar con los mismos, y untarse con axin
sallos en elia, de los que tiene y tendrá, porque siem-
( a ) Afortunadamente no es así, pues la vacuna ha n e u t r a l i -
pre van en diminución; y la causa que yo he vis- zado la peste de viruelas: si han muerto algunos es porque n o
to con mis ojos é s , que en la pestilencia de ahora han qnerido recibir en tiempo este antídoto; es cosa escandalosa
há treinta años, p o r 110 haber quien supiese sangrar ver como se resisten muchos del bajo pueblo á tomar este p r e s e r -
ni administrar las medicinas como conviene, murie- vativo, casi con ciencia cierta de que si lo resisten se m u e r e n ; é.
tal estremo llega la ceguedad é ignorancia ¡cosa increíble!
ron los mas de ellos y de hambre. En esta pes-
Tóm. III. 12
O'l
tiléncia presente acontece lo mismo, y en todas las
liarios; también por descuido de los frailes que no nue se ofrecieren será otro tanto hasta que se a c a -
curaban de mirar conso iban las cosas, hasta que ben- (a") y si se hubiera tenido atención y advertencia,
todo dio en tierra. Cuarenta años despues de la tun- á que estos indios hubieran sido instruidos en la gra-
dacion del colegio, tornóse á ecsammar el estaco mática, lógica, filosofía natural y medicina, pudieran
en que estaban las cosas de éste, y hallóse estar haber socorrido á muchos de los que han muerto;
perdido, y fué necesario dar otro corte, y hacer otras porque en esta ciudad de México vemos por nues-
ordenaciones de nuevo sobre las primeras, qara que tros ojos, que aquellos que acuden á sangrarlos y
el colegio fuese adelante, como parece por las mis- purgarlos como conviene y con tiempo sanan, y los
mas ordenaciones que se hicieron de nuevo. Yo que demás mueren; y como los médicos y sangradores
me hallé en la fundación del dicho colegio, me na- españoles que lo saben hacer son pocos, y a p o -
llé rambien en la reformación de él, la cual tue mas cos socorren, y ya casi están cansados, enterraos y
dificultosa que la misma fundación. L a pestilencia muertos los sangradores y médicos, y no hay ya quien
que hubo ahora treinta J un años há, dió gran ba- pueda ni quiera acudir ni ayudar á los indios p o -
ja al colegio, y no le ha dado menor esta pestilen- bres, y así mueren por no tener remedio ni socorro.
cia de este año de mil quinientos setenta y seis, que
casi no está ya nadie en él, muertos y enfermos ca-
CAPITULO XXVIII.
si todos son salidos. Recelo tengo muy grande que
esto se ha de perder del todo, lo uno porque ellos
son pesados de regir, y mal inclinados á aprender; De las enfermedades del cuerpo humano, y de las medi-
lo otro porque los frailes se cansan de poner con cinas contra ellas.
ellos el trabaio de que tienen necesidad para lle-
varlos adelante; y juntamente porque veo que ni en- El primer párrafo es de las enfermedades de la cabeza,9
tre los seglares ni entre los eclesiásticos, no nay al- ojos, oídos, dientes y narices.
guno que los favorezca ni con solo un tomín, bi el
señor D . Antonio de Mendoza [que en g l o r i a seaj Contra la dolencia de la enfermedad de l a
virey que fué de esta N. España, no los hubiera orquilla que suele dar en los cabellos, es menester
proveido de su hacienda, y de una poca de renti- cortarlos muy á raíz, y rasparse muy bien la c a b e -
11a que tienen conque se sustentan pocos y mal, ya za, y lavarse con orines, y untarla con una yerba
no hubiera m e m o r i a del colegio ni del colegial, y p u - que se dice nanacace, y para quitar la yerba hase d e
diérase haber h e c h o gran bien á toda esta repúbli- lavar con orines, y si no se cortaren los cabellos,
c a indiana, y el r e y nuestro señor tuviera mas va- se han de lavar con los mismos, y untarse con axin
sallos en elia, de los que tiene y tendrá, porque siem-
( a ) Afortunadamente no es así, pues la vacuna ha n e u t r a l i -
pre van en diminución; y la causa que yo he vis- zado la peste de viruelas: si han muerto algunos es porque n o
to con mis ojos é s , que en la pestilencia de ahora han qnerido recibir en tiempo este antídoto; es cosa escandalosa
há treinta años, p o r 110 haber quien supiese sangrar ver como se resisten muchos del bajo pueblo á tomar este p r e s e r -
ni administrar las medicinas como conviene, murie- vativo, casi con ciencia cierta de que si lo resisten se m u e r e n ; é.
tal estremo llega la ceguedad é ignorancia ¡cosa increíble!
ron los mas de ellos y de hambre. En esta pes-
Tóm. III. 12
. 86 87
que es un ungüento amarillo meselado con el cis- suerte que entren en las narices, y si crecieren los
co de la c h i m i n e a , ' y despues se ha de poner en la dichos dolores tomarás y mezclarás con una poca
cabeza cierto barro negro que se usa para teñir de de agua, y echarás ciertas gotas en las narices, y si
el mismo color, y encima poner ciertos polvos de con esto ño se acabare el dolor, se ha de tomar una
una corteza del palo que en la lengua mexicana se
punta de nabaja de la tierra, y punzar la cabeza, ó
dice quauhtepuztli, que es como alcornoque, salvo que
sangrarse de ella.
es pesado.
Contra las heridas y descalabraduras de la ca-
Contra la caspa será necesario cortar muy á beza, el remedio és, que se han de lavar con orines 3
raíz los cabellos, y lavarse la cabeza con orines, y y sacarse sumo de la penca del maguey, y cocido
o _ despues tomar hojas de ciertas yerbas que en me- ponerselo en la herida, y viendo que la herida cria
tUvvoi^ * xicano se llaman coioxocochitl^é iamolli, itztauhiatl, que materia, será necesario moler la hoja de la yerba
el agenjo de esta tierra, ó con el hueso del agua- que se llama en la lengua chipilli, ó de la yerba 11a-
0 cate molido y meselado con el cisco que está dicho - — m a d a toloa^y mezclarla con clara de huevo, y se pon-
arriba, y sobre esto se ha de poner el barro n e - drá encima de la herida, y si hubiere mas, que el cas-
gro que está referido, con cantidad de la corteza co esté quebrado, tomarás nn huevecito fútil, y jun-
ya dicha. tarás el casco uno con otro, y pondrás el sumo de
Contra la enfermedad de postillas y sarna que la penca del maguéy cocido, ó crudo.
suelen nacer en la cabeza, se ha de usar del m i s - Contra la dolencia y enfermedad de los oídos
mo remedio de raspársela y untarse con orines, mo- cuando sale materia, los remedios serán tomar el su-
ler el hueso del aguacate, y ponerlo en la cabeza, mo tibio de la yerba llamada en la lengua coioxochitl
ó untarla con el agua que haya estado con la re- mezclado con chile, y echar tres veces al día a l -
sina llamada oxitl, mesclada con la semilla del a l - gunas gotas de la dicha yerba, y por el consiguien-
godón molida, ó con el agenjo de la tierra, calen- te otras tantas de noche, y así saldrá el humor, ó
tándolo primero y poniéndolo en la cabeza. materia de los oídos, ó raspar los polvos de un cier-
Contra las apostemas, y nacidos de la cabeza to marisco llamado cuechlli, y mezclarlos con agua
se han de poner estos remedios, á saber, una poca de tibia y sal, y echar algunas gotas en los oídos.
J J U x * - - cal mezclada con la yerba del (picietej y que sea en Contra las llagas que están fuera de los oídos
cantidad, ó abrirlas á m a n e r a de cruz, y sacar la se tendrán estos remedios: que se ha de tomar la
materia de la dicha apostema, y lavarse con orines hoja de coioxochitl, molerla, y mezclarla con ucocote
y despues poner una bilma de oyocozotl, ó de oxitc, y ponerla en la llaga, ó molerla y mezclarla con el
con su pluma. axi ya dicho, y ponerla en la propia llaga; ó tomar
Contra los continuos dolores de la cabeza, usa- la yerba llamada en la lengua cieimaíic, y mezclar-
remos de estos remedios, oler cierta yerba llamada la con clara de huevo, y ponerla en la llaga, ó to-
ccuxo, ó la yerba de píetele siendo verde, y apretar- das las demás yerbas que son contra las llagas po-
se la cabeza con un p a ñ o y sahumarse con algunos dridas, como es la yerba llamada chipilli, y hueso
sahumerios, y si se empeorare, se molerá cierta yer- de aguacate.
ba nombrada cocoiatic, y huelánse los polvos de ella de (Gt)- J ^ . —
Contra las hinchazones del rostro que proce- mar algunos baños, y con las mismas yerbas y raí-
den del dolor de los oídos, que en mexicano se dice na- zes saliendo del baño moliéndose se ha de untar to-
cazqualiztli, se ha d e poner la hoja de qualquiera yer- do el cuerpo, ilatlanhquipatli, tlacocacaliccoztomatl.
ba que queme molida, y mezclada con el oxite, y Los hoyos y asperezas del rostro que suelen
proceder de las viruelas, ó de otras semejantes en-
con el cisco arriba dicho.
fermedades, se curan tomándose los orines calientes
P a r a los que tienen el rostro abohetado, 6
y lávandose el rostro, y despues untarse con chille
hinchado, se usará d e los remedios siguientes: que se
amarillo molido, y despues de esto se ha de tornar
tome un animalejo llamado en la lengua tapaiaxin, y
á lavar con orines, ó con el sumo de los inciensos
cocerlo muy mucho, y comerlo el enfermo con el
de la tierra, y lavarse siempre con el sumo caliente
cual espelerá la d i c h a enfermedad, y para la misma
de la yerba llamada azpa, y despues beberá el sumo
dolencia también aprovechará qualquiera purga que
de la yerba nombrada tlatlauhqui mezclada con agua,
se bebiere, mayormente la purga de la raíz dicha en
con todo lo cual se espelerá por la orina sangre, ó
la lengua, ó ololtic con la cual por arriba ó por
materia, ó arenas. Aprovechará también mucho p u r -
abajo saldrá la enfermedad; y si al enfermo se le re-
garse y guardarse del vino, grosura, pescado y de
volviere el e s t ó m a g o demasiadamente, beberá cierto
otras cosas que pueden dañar
género de atulli que en la lengua se llama isllatolli,
Cuando comienza el dolor de los ojos, sera
ó el caldo de gallina cosida, y para que el enfermo
provechoso moler la yerba nombrada iztecauhticmixitl,
vaya convaleciendo h a de beber algunos dias el agua
y ponerla á la redonda de ellos, ó echar en los ojos
cocida, del palo tlailauhqui, con tal que se quite la
ciertas gotas de pulcre trasnochado ó serenado, ó el
corteza.
sumo de las ojas del cerezo (capulín) ó la leche de la yer-
L a s enfermedades del paño del rostro ó man-
ba ó cardo, llamado en la lengua chicalotl, ó el su-
chas que suelen p r o c e d e r de la enfermedad de las
mo de los grirnos del árbol del mezquite, y desde á
almorranas, ó de las bubas, de alguna llaga interior,
pocos dias echar algunas gotas del sumo de la yer-
ó del mal de las ingles, se suele curar con cierta
b a nombrada tonalchichicaquititl, ó la leche de lu yer-
yerba llamada en mexicano tletlcmaill, moliéndose y revol-
ba nombrada tlachinoltetzmitl: aprovechará también
viéndose el sumo c o n a^ua, y volviéndose; y habién-
purgarse, y beber cierto brebaje llamado xoxouhca-
dose tomado este t r a b a j o cuatro veces el enfermo,
palli, y mojarse con él la cabeza, y no será malo
despues tomará algunos baños, con los cuales sana-
sangrarse.
rá tomando la yerba molida, que en mexicano se dice
L a s cataratas de los ojos se han de raspar
yéchcaio, y poniéndose sobre las dichas enfermedades.
y raer con la raíz que se llama en mexicano cocozíic, y
Esta dicha enfermedad del paño, ó de las manchas
de noche sacar el sumo de ella, y echarlo en los
del rostro, las suelen tener las mugeres recien pari-
ojos, ó rasparse lo interior de los parparos con cier-
das especialmente habiendo hecho algún escesibo tra-
ta yerba aspera llamada cacamaünalU, que es á ma-
bajo, para cuyo remedio usarás de las yerbas y raí-
nera de espartillo, y echar incontinenti algunas go-
ces suso nombrados, cociéndose todas juntas en una
tas del pulcre serenado, y untarse á la redonda con
basija con agua, y despues de cocidas, la cantidad
cierta reciña ó bálsamo llamado en la lengua acau-
del agua que quedare cocida se ha de beber, y to-
ntl. Aprovechará t a m b i e a beber el agua del árbol ños, se suele también echar cierta viima de ocuco-
que se llama iztocquaviti, que se cria en tierra c a - te sobre las propias narices, y guardarse de los in-
liente: aprovechará también sangrarse y purgarse. convenientes arriba dichos.
L o enramado de los ojos, se ha de procu- L a aspereza, ó sequedad de las narices cu-
rar cortar la telilla alzandola con alguna espina, y rarse ha ni mas ni menos, como la aspereza y pa-
echar ciertas gotas despues en los ojos, de leche de ño que arriba dijimos; y si no fuere muy grande, ó
muger mezclada con el sumo de la yerba chichica- muy grave esta dicha aspereza y sequedad, bastará
quilitl; y echar también unas gotas del sumo de cier- tan solamente que se lave con orines, ó con el agua
ta yerba nombrada, yiztaquiltic, y así la deshace. caliente de cierta yerba llamada ozpan, ó derretir un
El cegajoso débese guardar de la demasiada poco de uüi mezclado con sal, y puesto sobre las
claridad, ó del sol, del viento y del frió. narices, y por el consiguiente será bueno lavarse con
P a r a la enfermedad de los ojos anublados se el agua de los inciensos de la tierra caliente.
han de echar algunas g o t a s del sumo de la yerba Contra la enfermedad de las postillas de las
llamada azccitzontccoma.il, y si escociere mucho, echar- narices, que proceden del caminar, y del demasiado
se han en los ojos algunas gotas de la yerba lla- sol, se ha de tomar la raíz llamada iztacpatli, y mez-
m a d a tiatlaiotli, y será bueno sangrarse. clarse con cierta yerba llamada chickipiltic, y con los
L a enfermedad de las nubes de los ojos, que inciensos de la tierra echados en agua, é incorpo-
se crian sobre las niñas de ellos, se ha de curar con rados, y lavarse con agua las narices, y despues be-
la freza de la lagartija, y mezclarse con el cisco, ó ber el sumo de los tomates amarillos, y con él la-
con agua, y echarse dentro de los ojos algunas go- barse las narices, los labios y los dientes; ó tomar
tas de esta mezcla, ó tomar el cardenillo y m e z - un poco de miel de abejas, ó de maguéy ó axin, que
clarse con el tomate, y echarse algunas gotas en es un ungüento amarillo, y untarse las narices con él.
ellos. L a ronquera se suele curar con frotarse la
Contra la enfermedad del romadizo ó catar- garganta con ulli, y beber la miel de abejas, y ha- \
ro, se ha de tomar la yerba llamada en mexicano, ye- cer echar algunas gotas de la dicha miel en la3 J
- cuxoton ó el (picietc,) y olerse estando verde, ó hechas narices.
polvo, y flotar con el dedo lo interior de la boca La cortadura, y herida de las narices, habién-
para probocar, á echar la reuma fuera, y guardar- dose derribado por alguna desgracia, se ha de cu-
se de comer ó beber cosa fria, y ni mas 111 menos rar cosiéndose con un cabello de la cabeza, y po-
del aire, del frió y del sol. ner encima de los puntos y herida miel blanca, mez-
El romadizo de los niños recien nacidos, cu- clada con sal; y despues de esto si se cayeren las
rarse ha con el rocío de la mañana, echando algu- narices, y sino hubiere aprovechado la cura, las pon-
nas gotas de él en las narices de los dichos niños, drás postizas de otra cosa, [a]
ó la leche de sus madres, ó el sumo de cierta raíz L a s heridas de los labios se han de coser con
que en la lengua se llama cirnail, ó flotarlos con el un cabello de la cabeza, y despues derretir un po-
dedo mojado en el t o m a t e , ó en sal. ( a ) o se comprarán en el mercado como quien compra hue-
P a r a el cerramiento de las narices de losni- vos ¡Que candor!
y sal, y póngase en los dientes: también ponerse há cier-
co de sumo de maguey, que se llama meulli, y echar- ta medicina llamada tliltictlamiavalli, aunque esto sirve pa-
lo en la herida; y si después de sano quedare algu- r a los dientes puestos, ó para enjaguarse con orines los
na señal fea, para cerrarla se h a de sajar y quemar- dientes, ó labarse con los inciensos de la tierra, o V
i
se, y tornarse á coser con el cabello de la cabeza, con el agua de cierta corteza de árbol nombrada
y echar encima el ulli derretido. auauhtepuztli, ó póngase los polvos de esta corteza en

¥
I •
Cuando se levantan los cueros en los labios los dientes: será bueno quitar la toba endurecida
por demasiado frió y calor, se han de curar con la de los dientes, con algún hierro, y luego ponerse
miel blanca, ó la miel de maguéy untándose, ó con un poco de alumbre molido y grana, sal y chille. f;
el ulli derretido; pero si procediesen de calor del hi-, Los nacidos, é hinchazones de la lengua sera
gado, pondránse en los labios los polvos de la raíz necesario que se puncen, y así saldrá la sangre, ó j! t
nombrada tlatlauhcapatli, y lavarse con ella los dien- materia, y sobre lo que se punzare pónganse algunas hi-
tes, y beber el agua. las con sal, y bébase el agua del palo llamado iztac-
L a hinchazón de las encías, se curará con quavitl, con "la cual saldrá sangraza ó aguadija
punzarse, y echarse e n c i m a un poco de sal, y con el con alguna arena por la orina. i •
dedo flotarse. P a r a la enfermedad del dolor de las Cuando se engrosare, ó hinchare la lengua se-
i ^ _
muelas, será necesario buscar el gusano revolton que rá necesario lavarse con algunos lavatorios de cosas
se suele criar en el estiercol, y molerse juntando con
agrias, ó sangrarsela por debajo.
ocucote, y ponerlo en las mejillas, ácia la parte que
P a r a las ampollas, ó calor de la lengua, sera
está el dolor, y calentar un chille, y así caliente
necesario curarse tomando un poco de alumbre cru-
apretarlo en la misma muela que duele, y apretar un
do, y traerlo en la lengua, y lavarla con cierta agua
grano de sal en la p r o p i a muela, y punzar las en-
sias, y poner encima c i e r t a yerba llamada tlalcacaoatl, llamada en mexicano xocoatl, y también lávese con
-fvniciU dt-
í
y sí esto no bastare, s a c a r s e la muela y ponerse en el sumo de tomates dulces, que en la lengua se di-
él lugar vacio un poco de sal. cen h n i l t o m a t e s _ , .
P a r a cuando se cuelga la lengua luera de la
P a r a que no s u c e d a e s t a enfermedad de las 1
boca, será necesario frotar la misma lengua con ulli.
muelas susodicha, será bueno guardarse de comer
El tartamudear en los niños, procede de que siendo i %
cosas muy demasiadamente calientes, y si se comie-
grandes, maman, y para esto conviene los deteten, • < ti
ren, no beberán por e s t o a g u a muy fria, y limpiar- y los hagan comer.
se los dientes y muelas despues de haber comido, L a s mordeduras de la lengua se curan con el
y quitarse la carne de entre medias, con un palito, agua de chille cociéndose, y echándose una-poca de sal,
porque se suele podrir y dañarse la dentadura. úntese con la miel blanca, ó con la de maguéy. ü
P a r a la enfermedad de la toba de los dien-
Párrafo segundo: de las enfermedades, y medicinas
tes y muelas, será necesario para que no la tenga-
del pescuezo y garganta.
mos, lavarnos la d e n t a d u r a con agua fria, y limpiar-
se con un paño, y c o n carbón molido, y lavarse P a r a la enfermedad de las paperas, é hincha-
con sal: también lavarse ó limpiarse há, con cierta raíz zones de la garganta, será necesario frotar con la
llamada tlatlauhcapatli, y m e z c l a r l a grana con chile Tom. III. 13
94
mano la garganta, sangrarse y untarla con cierta yer- con los algodones, y dándola á beber al niño, y no
ba llamada cocoxivitl, mezclada con cisco de la olla, será malo que el ama de la criatura la beba. Ln
y beber el agua de la yerba llamada ahacaxilotic.. los grandes se entenderá que han de beber la dicha
Cuando estubiere envarado el pescuezo será acrua como está dicho, y despues de esto se írota-
bueno tomar algunos baños, y apretarse con la mano rán como va i n d i c a d o , y bébase agua hervida con chi-
la parte adolorida; y si n o aprovechare este remedio, lle que se llama cilcoponalli, y cómanse cosas asadas,
será necesario buscar t o d a s las yerbas de suso n o m - ó las tortillas tostadas, y guárdese de cosas frías,
bradas, molerlas y ponerlas en el pescuezo, (tecoma- y beba el agua de la yerba nombrada chipilh, o del
rrzucaitl,) coioxochitl, quimichpatlí-{tzitzicaztli:) palo nombrado coátli, ó un poco de vino, y guárdese
L a enferme
^tuW d a d de las sequillas de la gargan- de beber cacao, de comer fruta, y de beber el pul-
ta, se cura abriéndose el lugar donde están con ere amarillo, que llaman auctli, y guárdese también
alguna navaja, y despues de sacada la raíz de ellas, del aire, y del frió, arrópese y tome baños.
se ha de echar el pídete molido, y mezclado con la
yerba llamada yietl, y con sal, todo caliente, y pues- Párrafo tercero: de las enfermedades, y medicinas,
to en aquel lugar; y c u a n d o la carne se fuere p u - contrarias á los pechos, costado y espaldas.
driendo, se ha de t o m a r la penca de maguéy d e s -
menúzase pénese al sol, y despues de muy seca, P a r a el dolor de los pechos, será bueno to-
hácese polvos, y púnese en el dicho lugar. mar las raízes aquí nombradas, y molerse, cocerse y
L a s apostemas del pescuezo, se han de curar beber el agua de ellas siendo tibia y esto dos ó tres
lavándose con orines, y poniéndose las yerbas de suso reces, ó convendrá beber el agua d e l ^ / w f / t f h e c h o de di- ¿ j T
nombradas, moliéndose, y en las dichas apostemas y al versas yerbas, cociéndose mucho, y mezclándose con
rededor de ellas ponerse há cantidad de sal iztauhiatl, pepitas y chile, y procure de comer siempre tarde;
calcuechtli, iapaxivitl. los correos ó mensageros, que van muy de prisa,
P a r a la enfermedad de la tos, será necesario suelen beber esta agua caminando, para que no se
frotarse ia garganta con el dedo, y beber el a g u a de les abra el pecho.
ta raíz llamada tlacopopotl, ó beber el agua que h a - P a r a las mugeres que tienen poca leche en
ya estado con cal mezclada con chille, é beber el agua los pechos, será necesario moler la raíz llamada caía-
cocida de los asencios (ó agenjos) de la tierra, y el agua nulquiltic, y bebería dos ó tres veces saliendo del ba-
de la raíz que se llama pipítzaoac. De estas bebidas ño. y lavándose primero los pechos con el tcquixqvite,
en los grandes se entiende, que se han de beber un con ' l a primera leche, que sobreviniere de e s - f=>
cuartillo de esta agua, y á los niños se les d a r á la ta cura, la criatura se corromperá algún tanto, y
cuarta parte de un cuartillo, con la cual espelerá las para acabarle de purgar, será bueno darle dos ó
flemas por abajo, ó por la boca; ó bébase el agua tres gotas de esta agua, empapando algún poco de Ü>
de la yerba llamada yiztaqultic, y para las criaturas algodon, como está dicho. El ama 110 coma aguaca-
se tendrá este aviso, y és empapar tanto algodon co- tes, y beba el agua cocida de calabazas blancas, ó
mo medio huevo en la propia agua de la dicha yer- d e ' l a yerba llamada cuetlaxzuchifl, y coma asado el
ba una vez ó dos, esprimiendo el agua que tomaren vergajo de los perrillos, ó coma el izcavilli.

OJAM-WM civjl-cvl^n^ /tíX&A/CK •


P a r a la hinchazón d e las tetas para curarse, se- del nacido, y toman un poco de agite, y ponenlo en
rá necesario moler la yerba que se llama ixiaiaoal, la propia boca del nacido, de suerte que poniendo
mezclada con otra nombrada cheloquhtltic, y p o - fuego sobre el agite quede quemado el nacido; y he-
nerla al rededor de aquella hinchazón ó dureza, y c h o esto se pondrá una vilma de ococote, mezcla-
con esto vendrá á m a d u r a r ó se resolberá la hin- d o con la yerba nombrada yiauhtU: la comida del
chazón; y sino aprovechare este remedio, se sajará, enfermo serán tortillas tostadas y huevos, y guardar-
y pondrá al rededor las dichas yerbas mezcladas, y se há de comer chille, carne, beber el atole caliente,
cuando se fueren pudriendo las heridas de la saja- cacao y vino: su bebida será agua fria, ó el agua
dura, se echará una vilma de las dichas yerbas, y del guayacan.
de los polvos de la llamada chichicaquilitl, y el L a s quebraduras del hueso del espinazo, de
ococote, y beberá el a g u a de la yerba nombrada te- las costillas, ó de los pies, ó otro cualquier hueso
tetzmitic. del cuerpo, se curarán tirándose y poniéndose en su
Cuando se tuviere dolor en los pechos, ó en lugar, despues de lo cual, se ha de poner encima
las espaldas, ó en las costillas, ó molimiento en de la tal quebradura, la raíz molida que se llama
todo el cuerpo, molerse han las yerbas y raízes aquí cacacili, y pónganse á la redonda algunas tablillas, y
nombradas, y revolverse y mezclarse con el cisco y átense bien porque no se torne á desconcertar, y si
el axin, y untarse lávandose primero con el agua ca- á la redonda de la tal quebradura, estuviere hincha-
liente de los asencios de la tierra, y cuando sintie- da la carne, se ha de punzar, ó poner la raíz que
re alguna comezon, t o m a r á algunos baños, y despues se llama cacalic, molida y mezclada con la raíz nom-
de haberlos tomado, beberá el agua de estas yer- brada temcmetlatl, y con el agua de esta raíz postre-
bas aquí nombradas, y asi espelerá el mal tlalque- r a lávese el cuerpo, ó bébase en vino y tómense al-
quetzul tonalxivitl. gunos baños; y cuando se sintiere alguna comezon,
L a s niguas que n a c e n en las espaldas y pies, que úntese con la yerba llamada xipetziuh, mezclada con
en la lengua se llaman qualocatl, curarse han no la- la raíz llamada iztaccacalic; si con esto no sanare se
vándose ni bañándose: algunos se curan con la yer- h a de raer, y legrar el hueso de encima de la quebra-
ba que llaman toloa, s e c a d a al sol y hecha polvos, dura; cortar un palo de teas [ocote] que tenga mu-
puesta en los dichos nacidos, y si con esta se Man- cha resina, y encajarlo con el tutano del hueso pa-
daren, echarse han los polvos de la raiz que se lla- r a que quede firme, y atarse muy bien, y cerrar la
m a iztacpatli; y si con esto no sanare cortarlo en carne con el patle arriba dicho.
cruz, y sacarse han de dentro ciertas sabandijas, á L a s hinchazones que proceden de los huesos
manera de aradores, y juntarse han las yerbas aquí desconcertados, se curarán con los polvos de cier-
nombradas, molidas y mezcladas con el cisco y cal, tas mazorcas de maíz que nacen anchas, jaspeadas
y poniéndolas encima, y sobre todo se ha de poner ó leonadas, que en la lengua llaman tzatzapallixochi-
una vilma de ococote: y algunos curan esto con la cintli, quappachcintli, quemadas y molidas, y puestos
penca del maguéy, cortando un pedazo á manera los dichos polvos en la hinchazón, y apretarla con
de parche, y poniéndola en el nacido, y abriéndo- la mano.
dola por medio para que quede descubierta la boca P a r a los que siempre andan tociendo, y tie-
nen una tos perpetua, y echan mucha flema, mate- 99
ria sangraza cuaxada, sera necesario beber el agua ba llamada xoxócoioltie, mezclado con otra yerba nom-
de la yerba que se llama teuvaxin, mezclada con chi- brada xococotl, la cual melecina limpiará todo el es-
lle y sal, cociéndose muy bien, ó bébase el agua de tómago, y echará algunos gusanillos ó lombrices, con
cierta raíz que se nombraba iztacchichicquavitl, cocién- los cuales remedios, por la orina espelerá también
dose primero con el pulcro, y cuando bebiere esta el mal, y á la postre beberá el brebaje que se lla-
agua no coma luego, ni coma fruta, ni cosas muy ma yamancaipatli, y con esto se asentará el estómago.
frias, aunque puede beber algún trago de pulcre. T a m - L a enfermedad de la colicapasio, será bueno
bién aprovechará beber el agua del palo nombrado curarla con el ollin mezclado con el tequixquite, el
chichiioalquavitl, mezclado con agua, y puesto al sol, ulli y chille, haciendo algunas calas de esto, y p o -
y también beber el agua del palo nombrado tlapa- niéndolas al enfermo con las cuales hechará lo que
lezquavitl, cociéndose primero, y echando en la agua tuviere en el estómago, y hará cámara.
un poco de tequixquite colorado: entiéndese que un L a s cámaras de materia blanca, ó materia re-
dia ha de beber el agua de un palo, y otro dia la vuelta con sangre, curarse han tomando las hojas de
del otro. una mata llamada cioapatli y cocerlas, revolviéndose
primero con el cisco, y con la clara de huevo, y
Los que escupen sangre se curarán bebiendo despues de esto así cocido se ha de beber esta agua,
el cacao con aquellas especies aromáticas, que se o beber el cacao mezclado con el agua de cal; pe-
llaman tlilxochitl, mecaxochitl, y veynacaztli, y con cier- ro el agua de esta cal, ha de ser hecha de un dia
to género de chille llamado chiliecpin muy tostado, y p a r a otro, y echar también en el propio cacao, un
mezclado con ulli, y también esto que está dicho se poco de chille tostado: comerá el enfermo las torti-
podrá beber en el vino; pero no ha de llevar ulli, ó llas de granos de maíz cocidos: no muy labados, ó
beberá el agua del palo llamado tlapclezquavitl, ó el tortillas tostadas: guardarse há de todas carnes co-
panecillo que se llama azpatli, que se hace de di- cidas y asadas, y si le diere muy grande deseo po-
versas yerbas moliéndolo, y revolviéndolo con el dra sorber el caldo, echándole alguna sal. [a]
agua. P a r a la enfermedad de la estangurria, será
necesario beber el agua de la raíz nombrada amax-
Párrafo cuarto: de las enfermedades, de estómago, tta, y esta agua se beberá también en cacao, ó en
vientre y vegiga. el vino mezclado con chille y pepitas, ó el agua
tan solamente.
P a r a el dolor del estómago, será necesario P a r a la enfermedad de la begiga, molerse
purgarse comiendo dos ó tres piñones tostados, que han estas raízes aquí nombradas, y el agua de los
en la lengua mexicana se llaman quauhtlatlatzin, y pa- polvos que se sacare, se há de beber, y revolverse
ra estancar las cámaras beberá yollatoüi, ó el sumo también en el cacao, ó en el vino; pero será nece-
de los tomates amarillos mezclado con chille y pepi-
tas, ó beberá el agua del palo llamado chichicquavitl, (a) E s muy notable el uso de los estímulos que hacían los
ó el agua que haya estado con cal; y será también e n ia medicina ios
bueno, echarle al enfermo alguna melecina de la yer- r x r r s > * «*• ^ * * «* p»-
sario primero que beba esta agua, que sea el enfer- P a r a la enfermedad de los empeines cuando no
. mo geringado con los polvos de la raíz que se lla- son muy grandes, será necesario hacer un pegote de
m a cacamocti, ó beberá el agua del palo iztacquavitl, acocote pegándolo muchas veces para que salga la
que se cria en Quauhtitlan, ó beber á el agua de los raíz, y poner encima cierto animalejo carraleja que
polvos de la cola de cierto animalejo nombrado tla- en la lengua se dice tlalxipiqui/li, y esprimirlo en-
quatzin, que sea un poco de la cola del macho, y cima del empeine, y despues se echará una bilma de
otro poco de la hembra, todo mezclado, ó beberá el acocote mezclada con la raíz que se llama llalamatl,
agua de la raíz nombrada iztácaxiripalli, y esto en ó se pondrá la yerba molida verde, que se llama atle-
en vino. putli, que se colocará sobre el empeine; y cuando to-
L a enfermedad de las almorranas se curará rnare algunos baños labarse ha con el agua de la
con el agua de la yerba llamada tetemaíll, bebien- hoja de cierta yerba llamada üzcuínpatli.
dose, y tomando algunos vasos, o echarse también A los que tienen la enfermedad de la lepra
una melecina de la propia yerba, y esto entiendase les suele acaecer pelárseles las cejas, y tener gran-
estando dentro las almorranas; pero si estuvieren de hambre, y para curarla será necesario tomar los
fuera, será necesario moler la dicha yerba y los pol- baños dos ó tres veces, y saliendo de ellos, será
vos ponerse sobre ellas. también bueno untarse con las yerbas y raíces de
suso molidas, y beber el agua de cierta raíz que
Párrafo quinto: de las enfermedades y medicinas, se llama tecpalli; y cuando no aprovecharen estos re-
contrarias. medios, se apartarán de la conversación de la otra
L a enfermedad de las bubas, se cura bebien- gente porque no la peguen.
do al agua de la yerba nombrada tletlemoitl. y toman- L a correncia de las cámaras acontece á los
do algunos baños, y - e c h a n d o encima de ellas los niños ó á los ya grandes, la cual se remedia con el
polvos de la yerba nombrada tlaquequetzal, ó las lima- agua cocida de cierta raíz llamada tzipipalli bebida,
duras del cobre. Estas bubas son en dos maneras, y también será bueno que la tome la ama que
las unas son muy sucias que se dicen tlacaconanaootl, cria á la criatura ó niño que tuviere esta enferme-
y las otras son de menos pesadumbre que se llaman dad; y si fuere en los grandes, beberá el atole he-
tecpilnanaoatl, y por otro nombre puchonanaoatl, y e s - . cho de cierta semilla que se nombra chiantzotzol, mez-
tas lastiman mucho con dolores, y tullen las manos, . ciado con la torta otra que se llama chian, y d e s -
y los pies, y están arraigadas en los huesos; y cuan- pues para que el enfermo lo pueda beber con a l -
do salieren fuera beberá el atolle mezclado con cier- gún gusto, echará encima algunas gotas de chile mo-
ta semilla nombrada michivauhtli, ó beberá el agua de lido; pero si fuere niño beberlo há sin él, ó tomará
la raíz que se llama quauhtepatli, cuatro ó cinco ve- el agua de la corteza de un árbol que se llama iz-
ces cada dia, y tomará algunos baños; y si se tu- tacquavitl, el cual árbol se dá y cria en el pueblo
llere el enfermo beberá el agua de la raíz llamada de Quautitlan, cociéndose con un poco de cacao m o -
tlatlapanallic, y sangrarse ha á la postre; de los cua- lido; y si esto no bastare para estancar la correncia
les dichos remedios se usará para el otro género de y cámaras, cocerse há en cantidad como tres o n -
bubas ya dichas. zas ó cuatro de axin, y echarle han una melecina
Tóm. III. 11
al enfermo, ó beber esta agua del axin muy bien co- P a r a los que son calorosos aprovechará b e -
cida, y si no la quisiere beber, tomará á lo menos ber el agua de la raíz de la yerba que se llama chi-
el caldo de una gallina ( a ) ehipilli, y la de otra también, llamada chichicaquihtl
P a r a las hinchazones ó lobanillos de las ro- mezclada con el agua nombrada xocoatl: será tam-
dillas, será necesario que se punzen, y así saldrá la bién bueno que se purgue, y despues de purgado,
sanguaza ó aguadija, y ponerse há despues una bil- beba el agua de la raíz de tomates que se dicen
ma hecha de la hoja molida de cierta yerba que se xaltotomatl, mezclada con la de la yerba que se lla-
llama toloa. m a taca?ialquilitl, y la raíz de dichos tomates es grue-
P a r a las hinchazones de los pies será bueno sa, y cocerse há en tanta cantidad de agua como
punzarse como está como dicho, y echarse una bil- un azumbre, y los grandes pueden beber de ella la
ma de ococote mezclado con los polvos de unos gra- cantidad de un cuartillo, y los muchachos la de me-
nillos ó semilla de la yerba nombrada coalxoxouhqui. dio cuartillo; beberá también la mata llamada aitz-
Los humores de los pies, y el adormecimien- iohn, molida y mezclada con el agua agria que se
to perpetuo de ello-, curarse há, cociéndose los dice xocoatl. (En Chiapas usan el zumo de la o r e -
agenjos de la tierra, y con el agua y un paño, em- jona para refrescar la sangre, y de ella esportan mucha
papar el pie estando caliente esta ó cocer la á Europa por Tabasco.)
yerba llamada tlatlanquaxivitl, y labarse con el agua Los humores de los pies que se llaman xo-
de ella el pie, ó untarlos con el axin mezclado con teuconaviliztli, se curan con cierta yerba que se lla-
los polvos de las hortigas. ma veipatli que se cria en Tcpepulco, molerse y po-
Acontece taparse el caño de la orina por la nerse há sobre los pies, y también aprovechará es-
mala digestión del estómago, y por algunas m a t e - to para la hinchazón de ias ingles. L a s heridas cu-
rias gruesas que tapan el caño, y al que esto s u - rarse han con los polvos de un palo que se dice
cediere, echarle han una lavativa de una raíz que se chichicquavitl, y con clara de huevo mojados en ella
llama cococpatli, y de otra nombrada tzontecomaxochitl, y puestos en las heridas.
y esto se hará dos ó tres veces. Esta medicina de Párrafo sesto: de las medicinas para heridas, huesos
estas raíces ya dichas, aprovecha también cuando á quebrados y desconcertados.
alguna criatura chiquita por alguna caída se le r e -
vienta alguna tripa, y cuando de gran tós se amor- L a s quebraduras de los huesos de los pies,
tece, entonces se han de mascar y chupar el sumo curarse han con los polvos de la raíz que se llama
y tragarlo. Aprovecharán también estas dichas r a í - acoeotli, y la de tuna que deberá ponerse en la que-
ces para el dolor de la cabeza, echando el sumo bradura del pie, y envolverse, y atarse con algún lien-
de ellas por las ventanas de las narices, con lo cual zo ó paño, y despues de puesto, se han de poner
salen muchos mocos ó sangre cuajada, y si esto no cuatro palitos ó tablillas á la redonda de la q u e -
aprovechare no abrá remedio ninguno. bradura, y atarse han fuertemente con algún corde-
lejo, para que de esta manera salga la sanguaza, y
( a ) E s t e medicamento me p a r e c e muy cruel y peligroso, aun
hoy vemos curar algunas disenterias comiendo chile y bebiendo
también se sangrará de las venas que vienen á jun-
pulque; pero es menester atinar con la causa d e que provienen. tarse entre el dedo pulgar del pie y el otro, porque
no se pudra la herida; [a] y los palillos ó tablillas' una vez solamente; y cuando fuere encostrándose la
se han de tener atados por espacio de veinte días, tal descalabradura, se pondrá un parche para a c a -
y despues de éste tiempo, se ha de echar una vil- bar de sanar.
ma de ocuzotle con polvos de la raíz de maguéy, con L a s heridas de estocada, puñalada, ó cuchi-
alguna poca de cal, y sintiendo alguna mejoría, po- llada hechas con palo ó con hierro, curarse han de
dranse tomar algunos baños. la misma manera que está dicho.
L a s desconcertaduras de las manos 6 de los Los cardenales, ó señales hechas con azote ó
pies, se curan apretando con la mano el lugar don- con vara, hinchándose se curarán untándose con el
de están, y despues estirándose el pie ó mano p a - patle que se nombra pocavalizpaíli, y esto una vez,
r a que el hueso se vuelva á su lugar, y molerse han y despues tomará algiinos baños, y beberá el agua
las raíces que se llaman cucucpátM, y mezclarse han de la raíz que se llama izlacpatli mezclada con chi-
con algún cisco [b] y ponerse há esto dos, tres, ó le, ó beberá el agua con el vino blanco de la tier-
cuatro veces; y si se fuere hinchando la desconcer- ra: con esto quedará sano.
tadora y estuviere muy inflamada, sangrarse há en Cuando alguno tropezare cayendo, y que ha-
el mismo lugar. L a s torccdvras de las cuerdas del ce golpe en los pechos, beberá luego los orines ca-
pescuezo, frotarse han blandamente con la mano, y lientes, con tres ó cuatro lagartijas molidas, y echa-
no-será malo beber el agua de la yerba que es muy das en los propios orines, y á bulto también echa-
fría que se llama coaxivitl, con la cual se desparece rá un poco de cisco, y despues beberá el agua de
y no se congela la sangre que en aquel lugar se las raízes y yerbas aquí nombradas, siendo bien co-
podría recoger, y sangrar el lugar donde se torció cidas; y sangrarse ha de la vena del corazon, poi-
la vena de la misma cuerda. que no se empeore, y vaya el enfermo secándose
L a s descalabraduras de la cabeza, se han de poco á poco, ó se le haga alguna hinchazón en la
lavar con orines calientes, y esprimir una penca de barriga, ó escupa sangre, ó ande tociendo; y para
maguéy asada sobre la propia herida, y que el su- esta tos, ó el escupir sangre, beberse há el agua
mo que se sacare sea caliente; despues sobre éste de la raíz llamada cocavicpatli, cociéndose muy bien
tal, se ha de echar otro poco del sumo de la mis- y ha se de dejar entibiar, y así beberse há dos, ó
ma penca asada, con tal que sea mezclada con la tres veces; y cuando esto no bastare, purgarse há el
enfermo, ó echarle han alguna melecina.
.yerba llamada mathlxivitl, y con un poco del cisco
y sal puesto en la herida, atarse há con un paño
porque no se pasme, y con esto se encarna la heri- EL EDITOR.
da; y para el que fuere muy caloroso se le pondrá Aunque nos parece muy bueno el uso de cier-
esta medicina postrera dos ó tres veces, y al que no, tos remedios indicados, suplicamos á nuestros l e c -
tores no se aventuren á practicarlos sin previo co-
• ( a ) En el dia se evita esta clase de sangrías muy aventura- nocimiento y dirección de médico; sobre todo en
das, aplicando sanguijuelas que tienen un uso general. cuanto á las dosis, ó cantidades que deberán usarse,
. ( b ) Para evitar la falta de equiübrio en la atmósfera, que pro- pues si fueren escesivas en vez de dar la salud, tal
d u c e espasmo.
vez quitarán la vida al enfermo.
C A P I T U L O XXIX. dras preciosas, como esmeraldas, y turquezas finas.
Los tultecas todos se nombraban chichimecas, y
Que trata de iodas las generaciones que & esta tierra no tenian otro nombre particular sino este que t o -
han venido á poblar. maron de la curiosidad, y primor de las obras que
hacían, que se llamaron obras tultecas, ó sea como
Parrafo primero: que trata de los TULANOS, 6 de los si digesemos, oficiales pulidos y curiosos, como aho-
TULTECAS, primeros pobladores de esta tierra que fueron r a los de Flandes, y con razón, porque eran sutiles
como los TROYANOS. y primorosos en cuanto ellos ponian la mano, que
todo era muy bueno, curioso y gracioso, como las
Primeramente los tultecas. que en romance se cosas que hacían muy bellas, de dentro muy ador-
pueden llamar oficiales primos, según se dice fue- nadas, de cierto género de piedras preciosas muy
ron los primeros pobladores de esta tierra, y los pri- verdes por encalado, y las otras que no estaban así
meros que vinieron á estas partes, que llaman t i e r - adornadas, tenian un encalado muy pulido, que era
ras de México, ó tierras de chichimecas, y vivieron de ver, y piedras de que estaban hechas, también
primero muchos años en el pueblo de Tullantzinco, labradas y pegadas, que parecía ser cosa de musai-
en testimonio de lo cual dejaron muchas antiguallas co; con razón despues se llamaron cosas de primos,
allí, y un Cú, que llamaban en mexicano vapalcalti, y curiosos oficiales, por tener tanta lindeza de pri-
el cual está hasta ahora, y por ser tajado en p i e - mor y labor. Habia también un templo, que era de
dra y peña ha durado tanto tiempo ( a ) su sacerdote llamado Queizalcoatl, mucho mas puli-
De allí fueron á poblar á la ribera de un rio do y precioso que las cosas suyas, el cual tenia cua-
junto al pueblo de Xócotitlan, el cual ahora tiene nom- tro aposentos, el uno estaba ácia el oriente, y era
bre de Tullan, ó Tula, y de haver morado, y vivido de oro, y llamábanle aposento ó casa dorada, p o r -
allí juntos hay señales de las muchas obras que allí que en lugar del encalado tenia oro en planchas, y
hicieron, entre las cuales dejaron una que e s - muy sutilmente encala Jo. El otro aposento estaba
tá allí, y hoy en dia se vé, aunque no la acabaron ácia el poniente, y á este le llamaban aposento de
que llaman quetzalli, que son unos pilares de la h e - esmeraldas y de turquesas, porque por dentro tenia
chura de culebra, (b) que tiene la cabeza en el sue- pedrería fina de toda suerte de piedras, todo pues-
lo por pie, y la cola, y los cascabeles de ella tie- to y junto en lugar de encalado, como obra de mu-
nen arriba. Dejaron también una sierra, ó un cerro, saico, que era de grande admiración. El otro aposen-
que los dichos Tultecas comenzaron á hacer, y no la to estaba ácia el medio dia, que llaman sur, el cual
acabaron, y los edificios viejos de sus casas, y el en- era de diversas conchas mariscas, y en lugar del en-
calado parece hoy dia: háüanse también hoy cosas calado, tenia plata, y las conchas de que estaban he-
suyas primorosamente hechas, conviene á saber, pe- chas las paredes, estaban tan sutilmente puestas,
dazos de olla, ó de barro, vasos, escudillas y ollas: que no parecía la juntura de ellas. El cuarto apo-
sácanse también de debajo de la tierra joyas y pie- sento estaba ácia el norte, y este era de piedra co-
lorada de jaspes y conchas muy adornado.
( a ) ¡Ojalá q u e algún c u r i o s o lo solicite y descubra!
( b ) Según esto, es m u y probable que los Palacios fabricados
e n Mictlan, estado d e O a x a c a , f u e r o n obra d e los T u i t e c a s .
También había otra casa de labor de pluma,
porqué casi por todas partes estuvieron derramados
en la que por de dentro estaba la pluma en lugar
los dichos Tultecas. (a)
de encalado, y tenia otros cuatro aposentos, uno e s -
Los que se decían Amantecas, que son los que
taba ácia el oriente, y este era de pluma rica ama-
hacían obra de pluma, eran muy primos y curiosos
rilla que estaba en lugar de encalado, y era de t o -
en lo que hacían, y tanto que ellos fueron inven-
do género de pluma amarilla muy fina: el otro apo-
tores del arte de hacer obras de pluma, porque ha-
sento estaba ácia el poniente, se llamaba aposento
cían rodelas de ella, y otras insignias que llamaban
de plumages, el cual tenia en lugar de encalado to-
apanecaiotl, y así todas las demás que antiguamente
da pluma riquísima que llaman Xiuhtototl; es decir
usaban, fueron peculiarmente hechas de su invención
pluma de una ave que es de un azul fino y estaba
amarillas, y con gran artificio, y mezcla de plumas
toda puesta, y pegada en mantas y redes, muy su-
ricas. P a r a hacerlas muy pulidas, primero antes que
tilmente por las paredes de dentro, á manera de ta-
saliesen á luz, trazaban y tanteábanlas, y al cabo ha-
picería por lo cual le llamaban quetzalcalli, que es
cíanlas con toda curiosidad y primor.
decir aposento de plumas ricas; al otro aposento que
Tenían así mismo mucha esperiencia, y cono-
estaba ácia el sur, llamábanle la casa de pluma blan-
cimiento los Tultecas, en cuanto que conocían las
ca, porque toda era de pluma de este color, por
calidades, y virtudes de las yerbas, y sabían las que
de dentro á manera de penachos, y tenia todo g é -
eran de provecho, las que eran dañosas y mortífe-
nero de rica pluma blanca; el otro aposento que es-
ras, las que eran simples, y por la gran esperiencia
taba ácia el norte le llamaban el aposento de pluma
que tenían de ellas, dejaron señaladas, y conocidas
colorada, formado de todo genero de aves precio-
las que ahora se usan para curar, porque también
teas, y por de dentro entapizado. Fuera de estas di-
eran médicos, y esencialmente los primeros de esta
cas casas hicieron otras muchas muy curiosas, y de
arte que se llamaban Oxomococipactonatl, Tlatecuinxo-
gran valor.
chicaoaca, los cuales fueron tan hábiles en conocer
L a casa ú oratorio de Quetzalcoatl, estaba en las yerbas, que ellos fueron los primeros inventores
medio de un rio grande, que pasa por allí por el de la medicina, y aun los primeros médicos herbolarios.
pueblo de Tulla: allí tenia su lavatorio el dios, y le Ellos mismos por su gran conocimiento, hallaron y
llamaban Chalchiuhapan. También allí hay muchas co- descubrieron las piedras preciosas, y las usaron los
sas edificadas debajo de tierra, donde dejaron muchas primeros, como son las esmeraldas, turquesas y pie^
cosas enterradas los Tultecas, y no solamente en el dra azul fina, y todo género de piedras esquisitas.
pueblo de Tullan y Xococotitlan, se han hallado las F u é tan grande lo que alcanzaron acerca del
cosas tan curiosas, y primas que dejaron hechas así conocimiento de las piedras, que aunque estuviesen
de edificios viejos, como de otras cosas fyc. sino tam-
bién se encuentran en todas partes de la Nueva Es- ( a ) Recomiendo á mis lectores ecsaminen cuidadosamente Ja
paña, donde se han hallado sus obras, como son «aleria de principes mexicanos que p u b l i q u é - e n Puebla en 1821,
ollas, pedazos de tejuelas de barro, de todo género donde doy idea de la grandeza del imperio Tolteca. Hoy se es-
tán haciendo escavaciónes no muy lejos de T u l a , y he visto el
de servicio, y muñecas de niños, joyas y otras mu-
croquis de lo que se ha descubierto por una casualidad, es un
chas cosas por ellos hechas: la causa de esto es, suntuosp palacio subterráneo,
Tóm. III. 15
metidas dentro de alguna grande, y debajo de la tier-
ra, con su ingenio natural v filosofía las descubrían ron, y dejaron señales y memoria de ello, y lo mis-
y sabían donde las habían de hallar, averiguábanlo mo el ambar, cristal, y las piedras llamadas amatis-
ta perlas, y todo género de ellas, y demás que traían
ae esta^ manera: madrugaban muy de mañana, y se
por joyas que ahora se usan, y traen así por cuen-
subían a un lugar alto puesto el rostro ácia donde
tas como por joyas, y de algunas de ellas su bene-
sale el sol: en saliendo, tenian eran cuidado en ob-
ficio y uso está olvidado y perdido.
servar y mirar á unas y á otras partes, para ver
conde, en que lugar y parte debajo de la tierra e s - Eran tan hábiles en la astrología natural los
taba, o había piedra preciosa, y buscábanla mayor- Tultecas, que ellos fueron los primeros que tuvieron
cuenta, y la compusieron de los dias que tiene el
mente en parte donde estaba húmeda ó mojada la
año, de las noches, sus horas, de la diferencia de
tierra: en acabando de salir el sol, y especialmen-
tiempos &c. conocían y sabían muy bien los que eran
te en empezando á salir, hacíase un poco de humo su-
sanos y los que eran dañosos, lo cual dejaron ellos
til que se levantaba en alto, y allí hallaban la tal
compuesto por veinte figuras ó caractéres: [a] t a m -
piedra preciosa debajo de la tierra, ó dentro de al- bién inventaron el árte de interpretar los sueños, y
guna piedra, por ver que salia aquel humo. eran tan entendidos y sabios, que conocian las es-
También los Tultecas hallaron y descubrie- trellas de los cielos, y les tenian puestos nombres y
ron la mina de las piedras preciosas que en Méxi- Rabian sus influencias y calidades: sabían así mismo
co se dicen xivitl que son turquezas, la cual mina los movimientos de los cielos, y esto por las estrellas.
según los antiguos, está en un cerro grande situa-
También conocian, sabían y decían, que h a -
do ácia el pueblo de Tepotzotlan, que tiene por nom-
bía doce cielos, donde en el mas alto estaba el gran
bre Xivhtzone. D e allí sacaban las dichas piedras,
Señor y su muger: á aquel le llamaban Ometecutli, que
y despues las llevaban á lavar á un arroyo quiere decir dos veces Señor, y á su compañera le
que llaman toiac, y como allí las lavaban y lim- llamaban Omecioatl, que quiere decir dos veces Señora,
piaban muy bien, por esta causa le llamaron á es- los cuales dos así se llamaban, para dar á entender
te arroyo xippacoian, ahora se llama con este nom- que ambos enseñoreaban sobre los doce cielos, y
bre el propio pueblo que allí está habitado junto al sobre la tierra. Decían que de aquel gran Señor de-
pueblo de Tulla. T a n curiosos eran los dichos Tul- pendía el ser de todas las cosas, y que por su man-
tecas, que sabían casi todos los oficios mecánicos, dado, de allá venia la influencia y calor, conque se
y en todos ellos eran únicos y primos oficiales, por- engendraban los niños 6 niñas en el vientre de sus
que eran pintores, lapidarios, carpinteros, albañiles, madres, (b) Estos dichos Tultecas eran buenos hoin-
encaladores, oficiales de pluma, de loza, hilanderos y
tegedores. Ellos mismos también como eran de buen
(a) Poséo el Calendario Tolteca copiado del que íenia el L i c .
conocimiento, con su ingenio descubrieron y alcan- D . Mariano Veytia y Echeverria: lo tengo litografiado, pero no lo
zaron á sacar y descubrir, no solo dichas piedras hé publicado por falta de una buena prensa litográfica. El señor
preciosas, sus calidades y virtudes, sino también las Ministro de Relaciones D. Juan José Espinosa, no me quiso pres-
tar la que estaba arrumbada en Palacio.
minas de plata y oro, cobre, plomo, oropel natural,
( b ) E n la palabra Teotloquenahuaque conque llaman á la Su-
estaño y otros metales, que todos los sacaron, labra- prema Divinidad, se encierra una definición semejante á la que dá
bres y allegados á la virtud, porque no decian men- denes. Finalmente fueron persuadidos y convencidos
tiras, su manera de hablar y saludarse unos á otros por el dicho Quetzalcoatl, para que saliesen del pue-
era: señor, y señor hermano mayor, y señor hermano blo de Tulla, y así salieron de allí por su m a n d a -
menor: su habla en lugar de juramento era, es verdad, do, aunque ya estaban allí mucho tiempo habia pobla-
es así, asi es, está averiguado, y sí por sí, y no por no. dos, y tenian hechas lindas y suntuosias casas de su
Su comida era el mismo mantenimiento que ahora templo y de sus palacios, que habían sido edifica-
se usa del maíz que sembraban y beneficiaban, así dos con harta curiosidad en el pueblo de Tulla, y
el blanco como el de mas colores conque se sus- en todas partes y lugares donde estaban derramados,
tentaban, y compraban y trataban en ello por m o - poblados, y muy arraigados los dichos Tultetecas,
neda: su vestir era manta ó ropa que tenia alacra- con muhas riquezas que tenian. Al fin se hubieron
nes pintados de azul; su calzado eran cotaras t a m - de ir de allí, dejando sus casas, sus tierras, su pue-
bién pintadas de azul, y de 'lo mismo eran sus cor- blo y sus riquezas, y como no las podían llevar to-
reas. Los Tultecas eran altos, de mas cuerpo que das consigo, muchas dejaron enterradas, y aun aho-
los que ahora viven, y por ser tan altos, corrían y r a algunas de ellas se sacan debajo de la tierra, y
avanzaban mucho, causa por la cual les llamaban cierto, no sin admiración de primor y labor; y así
tlanquacemilhuique, que quiere decir, que corrían un dia creyendo y obedeciendo á lo que dicho Quetzalcoatl
entero sin descansar. Eran también buenos cantores, y les mandaba, hubieron de llevar por delante aunque
mientras cantaban ó danzaban, usaban atambores y con trabajo, sus mugeres é hijos, enfermos, viejos y
sonajas de palo que llaman aiacachtli: tañían, compo- viejas, y no hubo ninguno que no le quisiese obede-
nían y ordenaban de su cabeza cantares curiosos: cer, porque todos se mudaron luego que él se salió del
eran muy devotos, y grandes oradores; adoraban á un pueblo de Tulla para irse á la región que llaman
solo señor que tenian por Dios, al cual le llama- Tlapallan, donde nunca mas pareció el dicho Quet-
ban Quetzalcoatl, cuyo sacerdote tenia el mismo nom- zalcoatl. Estos dichos Tultecas eran ladinos en la len-
bre, es decir Quetzalcoatl, el cual era muy devoto y gua mexicana, aunque no la hablaban tan perfecta-
aficionado á las cosas de su dios, y por esto era te- mente como ahora se usa. Como eran vivos y h á -
nido en mucho entre ellos; y así es que lo que les biles, en breve tiempo con su diligencia, adquirie-
mandaba lo hacían, y cumplían, y escedian de ello, ron riquezas que decían les daba su dios y señor
y les solía decir muchas veces, que habia un solo Quetzalcoatl, y así se decia entre ellos que el que en
señor y dios que se decia Quetzalcoatl, y que 110 breve tiempo se enriquecía que era hijo de Quet-
quería mas que culebras y mariposas que le ofre- zolcoaü. L a manera de cortarse los cabellos era se-
ciesen y diesen en sacrificio; y como los dichos Tul- gún su uso, pulido, porque los traían desde la me-
tecas en todo le creían y obedecían, y no eran me- dia cabeza atrás, y el cerebro tusado como á sobre
nos aficionados á las cosas divinas que su sacerdo- peine, y estos también por su nombre se llamaban
te, y muy temerosos de su dios, ejecutaban sus ór- Chichimecos, y no se dice aquí mas en suma, de la
manera y condicion de los que primero vinieron á
poblar esta tierra que llaman México. Resta por de-
S. Pablo: aquel por quien vivimos, nos movemos y ecsistiinot. No
puede darse idea mas precisa, verdadera y hermosa.
cir otro poco de los dichos Tultecas, y és que to-
dos los que hablan claro la lengua mexicana que les s - • 115

llaman ñafióos, son descendientes de los Tultecas, Jos, mugeres y mnos, que mataron indefensos los Xa-
y fueron de los que se quedaron y no pudie- liscos cuando saquearon las ciudades. De estos mu-
ron ir y seguir á Quetzalcoatl, como fueron los vie- rieron dos millones cuatrocientas mil personas, que
jos y viejas, ó enfermos, ó las paridas, ó que de su haceu el total de cinco millones, y seiscientas mil por
voluntad se quedaron. ambas partes: ¡tal fué el encarnizamiento de unos y
otros, y tales los funestos estragos que causan á la
EL EDITOR. humanidad las demasías de los Reyes!
Párrafo segundo: en que se pone cuantas maneras de
L a instrucción que dá el P. Sahagun acerca Chichimecas ha habido en esta tierra.
de los Toltecas, es muy limitada y superficial; por tan-
to, vuelvo á remitir á mis lectores á la Galería de prín- Los que se nombran Chichimecas eran tres gé-
cipes mexicanos, y por ahora solamente digo que el neros, los unos eran los Otomies, los segundos Tos
imperio Tolteca, se fundó 719 años de la era cris- que llamaban Tamime, y los terceros sonlos que se
tiana: que su primer monarca se llamó Chalchiutla- dicen Teuchichimecas. L a condicion y vida de los Oto-
netzin. El segundo Ixtlilcuechahuac. El tercero Huetzin. mies, despues se dirá. Este vocablo que dicen Tcmi-
El cuarto Totepeuh. El quinto JVacaxóc. El sesto Mitl. me, quiere decir tirador de arco y flechas, y los de es-
El sétimo Xiuhtlaltzin. El octavo Tecpancaltzin. El te género de Tamimes son deudos, y de la genera-
nono Topiltzin. El reino Toltecatl duró 397 años, en ción de los que llamaban Teuchichimecas, y fueron al-
cuyo espacio de tiempo, se estendieron sus límites go republicanos; y aunque por la mayor parte vivían
á casi mil leguas de Norte á Sur, y ochocientas de en cuevas, y peñascos, algunos de ellos hacian cho-
Levante á Poniente. Cuando se fundó esta m o n a r - zas, ó casillas de paja, hacian también alguna s e -
quía se estableció una ley por la cual se dispuso, menterilla de maíz, y venían despues á tratar, y vi-
que aunque los reyes viviesen mucho, no pudiesen vir con algunos mexicanos ó nahóas, y con algunos
gobernar mas que cincuenta y dos años, que era un Otomies, y con intento de oír el leneuage de los
siglo Toltecatl, pues suponían que pasado este tiem- unos, y de los otros, y así hablaban ~en alguna ma-
po, ningún hombre puede tener espeditas sus poten- nera la lengua mexicana, y la de los Otomies, ve-
cias para regir con acierto. Los Régulos de Xalis- nían también á ver y aprender la policía de su vi-
co no queriendo reconocer por legítima la succesion vir. En cuanto á su vestir se ponían algunas ropillas
al trono de Topiltzin hijo de Tecpancaltzin habido en viejas y hechas pedazos, ó algunos trapos r o t o s r e n
cuanto a su mantenimiento hacian algunas semen-
la joven Xóchitl, aunque despues lejitimó la prole por
tenllas donde cocechaban lo que les era necesario para
el subsecuente matrimonio; le declararon la guerra en
su sustentación, y la causa de su nombre que e s T a -
la que peleó esta señora denodadamente á la cabe- mime, que como se ha esplicado, quiere decir tira-
za d e - u n ejército de mugeres, y murió en el com- clores, es porque de ordinario, traían sus arcos y fle-
bate: fué tan sangrienta esta campaña, que duró tres chas por todas partes, para tirar y cazar con ellos,
años y dos meses, y perecieron en ella tres millo- i ^ t o s tales Tamimes eran vasallos de señores ü de
nes doscientas mil personas, inclusos sacerdotes, vie-
ban á toda la gente, que tenia á su cargo el tal se-
principales en cuyas tierras ellos vivían, y les daban ñor, y se lo llevaban delante de él, y á la muger,
y contribuian en lugar de tributo, la caza que hacían y los sentenciaba, y daba por sentencia, que todos
de conejos, venados y culebras, y eran grandes co- sus vasallos cada uno de ellos, emplease cuatro fle-
nocedores de muchas yerbas y raízes, y de sus vir- chas en los tales adúlteros, y estando vivos los fle-
tudes y calidades, y de las muy ponzoñosas con que chaban. Este señor traía una manta puesta de
se morian luego las gentes, ó se secaban poco a po- pellejo de gatos monteces, ó de pieles de tigre, ó
co, hasta que morian. También conocían cierto ge- león, ó hecha de pellejos de ardillas; y poníanse en
nero de sierpe, que llaman macacoatl, y solían andar la cabeza, una guirnalda hecha de la piel de una
con unas petaquillas acuestas, y entre las casas an- ardilla, de manera que la cabeza venia sobre la fren-
daban vendiendo las yerbas medicinales, que llaman te, y la cola al colodrillo, (a) y un plumaje á ma-
patli, y no andaban trasquilados, antes traían el ca- nera de aventadorico redondo de pluma encarnada;
bello crecido, largo y tendido, así hombres como su muger traía unas enaguas, y camisa de los mis-
muge res. mos pellejos, y también las demás mugeres, traían
Los que se llamaban Teuchichimecas, que quie- faldellín y vipil de pieles, y ríe ordinario portaban
re decir del todo barbados, que por otro nombre se consigo sus arcos y carcaxes de flechas: cuando ca-
decían Cacachimecas, ó sea hombres silvestres, eran minaban, y cuando comian los tenian consigo, y cuan-
los que habitaban lejos, y apartados del pueblo, por do dormían, ponían los arcos en sus cabeceras, y de-
los campos, cabañas, montes y cuebas, y no teman cían que les guardaban. Traían por calzado unas co-
casas ciertas sino que de unas partes en otras, an- taras de hojas de palmas, y la cama en que d o r -
daban vagueando, y donde les anochecía, si nabia mía el señor, y su silla y asiento, era de pellejos de
cueva se quedaban allí á dormir, y teman su señor los dichos leones y tigres, todo muy curioso. Lle-
y caudillo, que los regia y gobernaba, y la caza vaba consigo muchos Teuchichimecas de guarda, y lo
que mataban, se la daban: si acertaban a matar mismo andaban los demás Teuchichimecas, vestidos de
algún león, tigre, gato montés, conejos o venados otros pellejos de venado ó de adives, y no traían
le presentaban el pellejo y la carne, y la caza que ninguno de los pellejos de leones.
le daban así en reconocimiento, era para el susten- L a condicion y calidad de estos tales Teuchi-
to del tal señor; todo se lo presentaban y daban co- chimecas, es que eran lapidarios, porque conocian y
mo tributo, y también arcos y flechas, y tenia palacios labraban los pedernales, y navajas para las puntas
que eran unas casas de paja, ó las mismas cuevas. de las flechas. También traían espejos consigo, col-
Este tal señor tenia una sola muger,y lo mismo te- gados en la cintura, y cuando caminaban iban en
nian todos 1 "estos Teuclúchmccas, cada uno una sola rende, siguiendo á la guia, el cual y los demás, lle-
muo-er, ninguno podía tener dos, y cada uno anda- vaban cada uno, un espejo colgado de la cintura de
ba, y vivía" de por sí con su esposa sola, buscando las espaldas, en que se iban mirando, los que iban
lo necesario para la sustentación de su vida. detras. También labraban, y aderezaban muy bien
Dícese que estos tales, no cometían adulte-
rio v tarde, y casi nunca se hallaba algún adulte- (a) Tal es la usanza de los dragones de nuestro actual ejercito.
x o ' cuando se hallaba alguno lo mataban, y llama- Tóm. 111. 16
las piedras azules, devastándolas que se llaman en nocían y sacaban debajo de la tierra; y todas las
mexicano teuxivitl, que son turquesas, y hacian de ellas carnes de conejo, de liebre, de venado, de culebras,
joyas, cuentas, zarcillos y orejeras de muchas mane- y de muchas aves, y por comer de estas comidas
ras. Tenian así mismo gran conocimiento de yerbas que no iban guisadas con otras cosas, vivían mucho
y raízes, y conocian sus calidades y virtudes; ellos y andaban sanos y recios: por maravilla moria uno,
mismos descubrieron, y usaron primero la raíz que y el que moria era ya tan viejo y cano, que de es-
llaman peiotl, y los que la comian y tomaban, la usa- to acababa; y si á alguno le daba alguna enferme-
ban en lugar de vino, y lo mismo hacian de los que dad y dentro de tres ó cuatro dias no sanaba, h a -
llaman nanacatl que son los hongos malos que e m - cian junta todos los Teuchichimecas y lo mataban, me-
borrachan también como el vino; y se juntaban en tiéndole por la hoya de la garganta una flecha; y los
un llano despues de haberlo bebido, donde bailaban que ya eran mvy viejos y viejas los mataban así mis-
y cantaban de noche y de dia á su placer, y esto mo con flechas, diciendo que con aquello les d e s -
el primer dia, porque el siguiente, lloraban todos mu- penaban, porque ya no penasen mas en el mundo,
cho, y decían que se limpiaban y lavaban los ojos y porque no tuviesen ya lástima de ellos, y los en-
y caras con sus lágrimas. terraban con muy gran regocijo, y les duraba la fies-
T a m b i é n eran oficiales de plumas y hacian ta del entierro dos ó tres dias con gran baile y cau-
obras de ella muy pulidas, como los plumages á ma- to. También por causa de su poco comer y vestir,
nera de aventadericos, hechos de pluma encarnada. á mas de ser sanos y recios, y tener grandes fuer-
También había zurradores que aderezaban los p e - zas, eran muy ligeros, pues subían por las sierras
llejos de venados, que les servían de faldellines y ro- arriba muy recia y ligeramente, pues parecía que
pa: hacian las mugeres la comida para los hombres volaban por su gran ligereza, y no criaban vaso ni
así asados como guisados, y no los hombres para grosura demasiada que se los impidiese, y traían con-
las mugeres, la causa de lo cual era, que los hom- sigo cada uno á su muger como ya está dicho; y
bres decian que eran obligados á guardar la vista de cuando ella estaba preñada, el marido le daba c a -
los ojos para poder cazar, y que el humo se los echa- lores con fuego por las espaldas, y le echaba agua,
ba á perder; y así estos tales Teuchichimecas t e - diciendo que le servia aquello por baño; y despues
nian muy larga vista, pues veían muy de lejos y eran que ella habia parido, dábale el marido dos ó tres
muy acertadores, porque á lo que tiraban del pri- cozes en las espaldas, porque acabase luego de salir
mer flechazo le derrivaban y acertaban, y por muy la sangre. Hecho esto tomaban la criatura, y metían-
pequeña cosa que fuese y estuviese lejos, le acerta- la en un huacalejo, y echábala luego acuestas la mu-
ban. L a comida y sustento de estos Teuchichimecas, ger, y caminaban hasta donde les anochecía, y allí dor-
era hojas de tunas, las mismas tunas, y la raíz que mían, y lo mismo hacian cada dia, hasta que llega-
llaman cimatl, y otras que sacaban debajo de tier- ban á su viage; y si paria muger despues que ya era
ra que llaman tzioacíli, nequametl, mizquites, palmi- de cuatro ó cinco años, le daban luego á otro mu-
tas, y flores de éstas que llaman yccotl, y miel que chacho de su edad, el cual la recibía y andaba con
ellos sacaban de muchas cosas, como de pal- ella, y si paria hombre, en siendo de un año, le p o -
mas, de maguéy y de abejas, y otras raíces que co- nían en las manos un arco conque le enseñaban á
tirar, y no le enseñaban ningún juego sino solamen- tes. Xolotl: Nopaltzin: Huetzin: Quinantzin: Techotlala-
te éste. Sabian y usaban maleficios para enhechi- tzin: Ixtilxdchitl: Teozozomoc. Este y Maxtla su succe-
zar; traían también el cabello largo, crecido, tren- sor fueron usurpadores del reino que reconquistó Net-
chado, y no se tresquilaban así hombres como m u - zahualcóyotl: Netzahualpilli: Cacamatzin: Coanacotzin: Ix-
geres. tUlxochiil; este fué el último monarca por quien Her-
De estos Chichimecas unos habia que se d e - nán Cortés conquistó á México, y con cuyos ausilios
cían Nahwzchichimecas llamándose de Nahóas y de Chi- aumentó la conquista hasta mas allá de G o a t e m a -
chimecas, porque hablaban algo la lengua de los Na- la, y aferró la usurpación que hicieron los Españoles,
hóas ó Mexicanos, y la suya propia Chichimeca. Otros del llamado reino de [a] N. España. H é aquí el hilo
habia que se dccian Otonchichimecas, los cuales t e - de la historia que no debe perderse de vista, para
nian este nombre de Otomis y Chichimecas, porque entender al P. Sahagun.
hablaban la lengua suya y la Otomí. Otros habia que
Párrafo tercero: donde se declara quienes eran, y se
se llamaban Cuextecachichimecas, porque hablaban la
decían los NAHOAS.
lengua Chichimeca y Guaxteca; todos los cuales vi-
vían en policía y tenian sus repúblicas, señores, caciques,
L o s Nahoas, eran los que hablaban la len-
y principales, poblados con sus casas, abundantes en
gua mexicana, aunque no la pronunciadan tan cla-
el comer y vestido, cuyo oficio era también traer y
ra, como los perfectos mexicanos; y estos Nahoas,
usar flechas y arcos, [a]
también se llamaban Chichimecas, y decían proceder
de la generación de los Tultecas, que quedaron cuan-
EL EDITOR.
do los demás salieron de su pueblo, y lo a b a n d o -
naron, lo que acaeció en tiempo, en que el dicho
T a l es la idea que nos presenta el P . Saha-
Quetzalcoatl, se fué á la región de Tlapallan. No
gun de la barbarie de los Chichimecas. Seguramen-
eran inhábiles estos Nahoas, porque tenian su repú-
te siguiendo el curso de la naturaleza que fija^ en
blica con señor, Caciques, y principales que lo r e -
las naciones lo mismo que en los individuos, una épo-
gían, y procuraban de engrandecer, y aumentar su
c a de infancia, otra de virilidad, y otra de senec-
estado: tenian su manera de regocijo, de cantar y
tud, ya habían pasado á la segunda cuando Topil-
bailar con que regocijaban su república, y toda la
tzin destronado y prófugo, se presentó en la corte del
gente tenia bien de comer y beber. Tenian también
rey Acauhtzin que lo "hizo su ministro, y confió el
gobierno de su reino que desempeñó cumplidamen- ( a ) Los Otomíe-s conservaron e n los lugares remotos d e las c a -
te. Xolotl hermano de Acauhtzin, se dedicó á poblar pitales su primitiva ferocidad; hoy dia los carboneros d e Huixqui-
lucan y Monte alto, a u n q u e casi inoran todo el a ñ o en México, s e
el imperio Toltecatl, poseyéndolo por ocupacion, pues distinguen luego por sus m a n e r a s bruscas, y parece q u e son indo-
lo encontró desierto, y fundó la monarquía Acuilma, ó mables. E n tiempo d e la Conquista sacó C o r t é s partido d e la opo-
Tezcocana, en la que se cuentan los reyes siguien- sicion en q u e vivian con los mexicanos, pues cuando estos lo echa-
ron de México, tan solo por este principio de oposicion, lo socor-
( a ) E s t a descripción p o c o difiere de l a q u e hoy se nos ha- rieron con víveres en su f u g a , y á esto debieron los españoles el
Ge d e los indios A p a c h e s y Comanches, q u e son verdaderos Chi- s o haber m u e r t o todos,
c h i m e c a s , y tal e s s u e s t a d o salvage.
oficios, eran prospero« y ricos, en poseer ropas, jo- república. Los hombres traían mantas y maztles con
yas, plumas bellas, y otras riquezas, casas, semente- que se cubrían las partes secretas, y andaban cal-
ras y trojes llenas: tenian dios á quien adoraban, zados con cotaras, y las mugeres traían enaguas y
invocaban, y rogaban pidiendo lo que les convenia vipiles, que son sus camisas. L a s mantas que traían
y le llamaban Yoalliehccatl, que quiere decir noche los hombres, eran buenas y galanas, y el calzado
y aire, ó opú invisible y le eran devotos, y g r a n - pulido, ni mas ni menos las mugeres traían muy
des oradores, y la noche que le velaban, se p a s a - buena ropa, enaguas y camisas: entre ellos habia se-
ban en cantar con el atamboril, que llaman tepo- ñores y mandones que regiau á sus subditos. Habia
naxtli. Hacíanle sacrificio punzándose, y cortándose principales, personas conocidas, como los que lla-
..con espinas, ó puntas de maguéy, con que se s a n - man Calpixques que regían á los demás: habia otros
graban, y para ello tocaban un caracol grande en que les llamaban Otonilamacaoque: habia un supremo
lugar de trompeta, porque sonaba muy lejos; l a v a - y gran sacerdote que se decia Tecutlato. También ha-
banse también á la media noche, por mas que h i - bia entre ellos adivinos que se decían tlaciuhque, que
ciese^ frió: hacian fiesta cada veinte dias, y sacrifi- quiere decir, allegados y semejantes á su dios, los cu a -
cio^ á su dios: eran habilísimos de grandes trazas, es decían, que sabían y alcanzaban, lo que su dios
.sutiles, y curiosos mexicanos, porque eran oficiales disponía y determinaba de las cosas, porque los ta-
de pluma, pintores, encaladores, plateros, doradores, les le hablaban, y él les respondía, y así á estos co-
herreros, carpinteros, albañiles, lapidarios muy p r i - m o á sábios, les preguntaban cuando, y como habían
mos en devastar, y pulir las piedras preciosas: hi- de ir á las guerras los Otomies, y el suceso que en
ladores, tegedores, pláticos y elegantes en su habla, ellas tendrían, y si habia aquel año de llover bien
curiosos en su comer y en sa traje, muy aficiona- ó no, y si habia de haber hambre, enfermedad, ó mor-
dos á ser devotos, y á ofrecer á su dios, é incen- tandad y otras muchas preguntas; de esta suerte se
sarle en sus templos: valientes en las guerras, a n i - hacian á los tales adivinos, y por las respuestas
mosos, y de muchas ardides con que hacian g r a n - que les daban, que eran como oráculos. Si salían
des presas: esto solamente en suma se dice de es- alguna vez verdades, los adoraban y tenian por dio-
tos Nahoas, porque habia mucho que decir de su re- ses, y por esta fama concurrían gentes de muchas
pública, y manera de vivir. y lejas partes á verlos. También los dichos Oto-
mies, tenian sementeras y trojes, comian buenas co-
midas, y tomaban buenas bebidas: su dios se lla-
Párrafo cuarto: de quien son los OTOMIES y de su m a b a Yocipa, al cual le tenian hecho muy buen^M
manera- de vivir. que era un jacal hecho de paja muy atuzada, cuya
echura solamente á su Cú era dedicada, y nadie ha-
El vocablo Oíonatl, que es el nombre de los cia casa de aquella manera ni forma; porque sus
Otomies, tomáronlo de su caudillo, el cual se llama- jacales en que vivían eran de paja no muy pulida;
ha Otón, y así sus hijos, sus descendientes y v a - ni á estos tales Otomies, se les daba nada tener sus
sallos que tenia á cargo, todos se llamaron Otomies casas ó jacales con sobrados. En su Cú habia los
y cada uno en particular se decia Otomitl, y no ca- sacerdotes que llamaban Tlamacazque, los cuales cria-
recían de policía, vivían en poblado, y teñían su
124 t
ban v doctrinaban allí muchachos: allí hacían peni- que quedaba de azul muy fino, pintada en la m i s -
tencia por todos, velaban toda la noche en tiempo ma carne, cortándola con una navajuela. Su comi-
de los sacrificios, punzábanse ó sangrabanse de los da y mantenimiento, era el maíz, frisóles, axi, sal y
labios ó muslos, con las puntas de maguey, y á la tomates: usaban también por comida los tamales co-
media noche se lavaban al tiempo de ios fríos: ayu- lorados que llaman xocotamales, y frisóles cocidos, y
naban y traían su atamboril ó teponaztli, encima del comían perritos, conejos, venados y topos.
Cú, y decían que velaban y guardaban, con aquel
instrumento de tañer. Estos tales cuando muchachos Párrafo quinto: de los defectos y faltos de los OTOMIES.

se rapaban las cabezas, dejando unos pocos de ca-


bellos en los colodrillos ó colodrillo, que llaman pío- Los Otomies, de su condicion eran torpes, tos-
cktli, y solían ahugerar el labio de abajo, y las ore- cos, é inhábiles: rifiéndoles por su torpedad les sue-
jas juntamente en el labio así ahugerado. Ponían por len decir en oprobio, ¡ah! que inhábil!.... eres como
ornamento un bezote, y en los ahugeros de las ore- otomite que no te alcanza lo que te dicen! por ven-
jas, piedras preciosas ó joyas, y otras cosas á m a - tura ¿eres uno de los mismos otomitest cierto que
nera de sarcillos ó orejeras; y los hombres ya de no lo eres semejante, sino que eres del todo, pu-
edad, traían el cerebro atuzado, como á sobre peine ro otomite; todo lo cual se decía por injuriar al que
hasta la media cabeza, y lo demás dejaban con ca- era rudo y torpe, reprendiéndole de su poca c a -
bellos largos, y llamaban á estos tales piocheque. Los pacidad y habilidad. Estos tales suelen ser codicio-
que eran señores ó principales, traían en el labio sos de diges, y así las cosas que les parecen b o -
un bezote de chalchivite 6 esmeralda, ó de caracol, nitas y graciosas, codícianlas tanto, que aunque no
ó de oro, ó de cobre; y los que eran hombres va- las hayan menester las compran. Estos Indios eran
lientes en la guerra traían orejeras de oro, ó de co- pulidos en sus trages, y cuanto veían traer á otros
bre, ó de caracol, ó de la piedra de que se hacen los se ponian, y aunque perteneciese solamente á los se-
espejos, ó de turquesas labradas, de obra de musai- ñores y principales, lo tomaban y se lo vestían, y
co: la demás gente traían bezotes hechos de pie- poníanselo tan mal y desairadamente que por aquello
dra de cristal, ó de ía piedra de las navajas, ó cai- les llamaban otomies por injuria; y lo mismo h a -
chi vites fingidos, y en las orejas, traían orejeras de cían las mugeres que indiferentemente se ponian cual-
lo mismo, ó orejas hechas de barro cocido bien bru- quier cosa que veían de ropa, y con todo esto no
j i d a s , ó de caña, que eran las mas bajas y viles, sabían ponerse bien las enaguas ni el vipil; y tanto
entre todo el género de orejeras. L a s mugeres cuan- querían estas pulirse, que las mosas por galanía se
do" niñas, también se rapaban la cabeza, y cuando emplumaban con plumas colorodas los pies, piernas y
ya mosas'í dejaban criar los cabellos, y los traían lar- brazos, y el rostro se afeitaban con un betún ama-
gos y sueltos, nunca los tocaban, y los de la fren- rilio que llaman tecocavitl, y teñíanse los dientes de
te solo cortaban á manera de hombres, y cuando negro, y sobre el betún ya dicho se ponian color,
alo-una era va muger hecha y habia parido, tocaba- y las viejas se cortaban el cabello un poco de la
se° el cabello. También traían sarcillos ó orejeras, y frente como los hombres, y lo componían como las
•se pintaban los pechos y los brazos, con una labor mosas. También se emplumaban los pies, piernas, y
Tóm. III. 17
brazos con las dichas plumas, y se teñian los dien- ñas. y raíces; decian que sus antepasados habían
tes de negro, y en el rostro ponian colores todo al dicho, que éste mundo era asi, que unas veces lo
uso y costumbre de las mosas; y aunque viejas, tra- habia de sobra, y otras faltaba lo necesario; y asi
tábanse y vestíanse como mosas, de ropas galanas del que en breve se comia lo que tenia, se decía
y pintadas, enaguas y vipiies. También los otomies por injuria, que gastaba su hacienda, al uso y ma-
eran muy perezosos, y aunque recios y para m u - nera de los otomies, como si dijeran de él, que bien
cho, y trabajadores en labranzas, no eran muy parecía ser animal. Estos otomies comían los zor-
aplicados á ganar de comer y usar de continuo el rillos que hieden, culebras y lirones, y todo género
trabajo ordinario, porque en acabando de labrar sus de ratones, comadrejas, y otras sabandijas del cam-
tierras, andaban hechos holgazanes sin ocuparse en po y del monte, lagartijas de todas suertes, y a b e -
otro ejercicio de trabajo; salvo que andaban cazan- jones y langostas de todas maneras. De las m u g e -
do conejos, liebres, codornices y venados, con r e - res habia muchas que sabian hacer lindas labores
des, flechas, liga, ó con otras arterías que ellos en las mantas, enaguas, y vipiies que tejían muy cu-
usaban para cazar. T a m b i é n ahugeraban los mague- riosamente; pero todas ellas labraban lo dicho de
yes para que manasen la miel para beber, ó para ha- hilo de maguéy que sacaban y beneficiaban de las
cer pulcre, y emborracharse cada dia, ó andar vi- pencas; hilábanlo y tegíanlo con muchas labores, y
sitando las bodegas de los taberneros, y todo esto lo que hacian no era de mucha labor, aunque s a -
era para pasatiempo de ellos. Al tiempo que el mai- bian hacer éstas y diferentes maneras de ropas, y
zal estaba crecido, y empezaba á dar mazorcas, c o - vendíanlo barato. Estos otomies adoraban á dos dio-
menzaban luego á coger de las menores para comer ses, al uno llamban OtontecutU, el cual és el primer
ó para comprar carne ó pescado, y el vino de la señor que tuvieron sus antepasados, al otro llama-
tierra para beber; y de lo mismo servían las cala- ban Yoxippa, y á éste hacian mayor fiesta que
bazas y los chiles verdes que se daban en tiempo al otro; para celebrarla iban al campo á dormir y
del verano; cuando el maíz estaba ya sazonado, á holgarse, comían allí cuatro dias, y cada vez que
gustaban lo que podían de las mazorcas grandes, la celebraban, aparejaban para aquellos dias todo gé-
para comprar con ellas lo que habían menester, y nero de comida y bebida, y no se gastaban pocos
para comerlas cocidas y hacer de ellas tortillas y tamales colorados, y tortillas hechas de masa mez-
tamales, y así al tiempo de la cosecha no cogían clada con miel: esta era la mayor fiesta que ce-
sino muy poco, por haberlo gastado y comido an- lebran, y llamábanle al dia de ella, totopaina ciocip-
tes que se sazonase; luego que habían cogido lo patoloca, y tenian por sus dioses mayores á estos dos
poco, compraban gallinas y perrillos para comer, y que se ha dicho atrás; tras estos dos tenian otro que
hacian muchos tamales colorados del dicho maíz, y llamaban Atetcin, y siempre iban á hacer oracion y
estando hechos hacian banquete, y convidábanse unos sacrificios á las alturas de las sierras. Tenian uso
á otros, y luego que habían comido bebían su vi- y costumbre los otomies, de que los varones siendo
no, y así se comían en breve lo que habían cogido muy muchachos y tiernos se casasen, y lo mismo
de su cosecha, y decían unos á otros, gástese t o - las" mugeres, y así á los muchachos les daban
do nuestro maíz, que luego daremos tras las yerbas, tu- niñas de la misma edad, y se las buscaban por
*
la cabeza eeñida con la honda; por lo cual el voca-
mugeres, y á los que regian, gobernaban y eran prin-
blo se decia qüa por abreviatura, que quiere decir
cipales, les pedian sus hijas, y si alguna de ellas era
quaitl que és la cabeza, yta que quiere decir tama-
ya muger hecha y no la habian pedido para que
tlatl que es la honda, y así quiere decir, quatlatl hom-
no se le pasase la vida sin dejar hijos, la daban co-
bre que trae la honda en la cabeza por guirnalda:
mo en don los principales sin ser pedida, ó le p e -
también se interpreta de otra manera, que quiere de-
dia marido con quien casarla, y según dicen, si cuan-
cir hombre de cabeza de piedra. Estos dichos Qua-
do dormía el hombre con la muger 110 tenia cuen-
quatas, como en su tierra de ellos que es en el valle
ta con ella diez veces, descontentábase la muger, y
que llaman Matlatzinco, hace grandísimo frió, suelen
apartábase el uno del otro; y si la muger era fla-
ser recios y para mucho trabajo, y como usaban de
c a para sufrir hasta ocho ó diez veces, también se
las hondas conque de lejos hacian mal con ellas,
descontentaban de ella, y la dejaban en breve. Esta
eran muy atrevidos, determinados y mal mirados así
es en suma la vida y costumbres de los otomies.
en la paz como en la guerra, por lo cual al que es
mal mirado y de poco respeto, para injuríale le di-
Párrafo sesto: de los QUAQUATAS, MATLATCINCAS, y
cen: bien parece qüata, como quien dice mal criado y
TOLOQUES. atrevido, ni mas ni menos que el vino recio, que lue-
go se les subía á la cabeza por la fuerza, y los em-
El nombre Matlakincatl, tomóse de Matlatl que
borrachaba y los sacaba de juicio, era llamado qua-
es la red con la cual desgranaban el maiz, y h a -
tlatl, como si dijesen que aquel vino hacia al h o m -
cian otras cosas. Los que se llamaban Matlatzincas pa-
bre mal mirado y desatinado.
ra desgranar el maíz, echan en una red las mazor-
L a razón de llamarse tolueas, cuando son mu-
cas, y allí las aporrean para desgranarlo; también
chos, y tolucatl, cuando es uno es, porque dicen que
lo que cargaban no lo llevaban en costal sino en red
en el pueblo de Toluca, está una sierra que se lla-
que tenia dentro paja, porque no se saliese por ella
ma Tohitzin ó Toloiepetl, de la cual toman el nom-
lo que llevaban, ú otra cosa. También se llaman Ma-
bre les tolueas y otros, y aun los mismos del p u e -
tlatzincas de hondas que se dicen tlemathte, y así Ma-
blo dicen, que se llaman del mismo, que por su
tlatzincas por otra interpretación quiere decir, honde-
nombre se dice Toluco. También se dicen tolueas,
ros ó fondibularios; porque los dichos Matlatzincas
del Tulli que es la juncia de que se hacen petates
cuando muchachos, usaban mucho traer las hondas,
porque en el dicho pueblo se dan mucho á las jun-
y de ordinario las traían consigo, como los Chichi-
cias. (a) Estos tolueas, y por otro nombre Matla-
mecas sus arcos, y siempre andaban tirando con ellas.
tzincas, no hablaban la lengua mexicana, sino otra
También les llamaban del nombre de red por otra
diferente y obscura; aunque á la verdad también en-
razón que és la mas principal, porque cuando á su
tre ellos hay Nahoas y mexicanos, y su lengua pro-
ídolo sacrificaban alguna persona, le echaban den-
pia de ellos, no carece de la letra R, y en la tier-
tro en una red, y allí le retorcían y estrujaban con
r a de estos Quaquates, solamente se dá maíz y fri-
la dicha red, hasta que le haciaa echar los intes-
tinos. L a causa de llamarse coatí cuando es uno, y ( a ) C e r c a d e T o l u c a hay todavía un pueblo llamado S. P e d r o d e
qüaqüatas cuando son muchos és, porque siempre traían los P e t a t e s .
130 . .
soles, y unas semillas que son de mantenimiento, que guage es diferente: pero son de la misma calidad y
se llaman hoauhtli, carecen de sal y de axi, su co- costumbres de los de Toluca, aunque son también
mida es tamales y frisóles, y su bebida, la m a s a m o r - inhábiles y toscos, porque las muy viejas, como mo-
r a que llaman xocoatolli. También en su tierra se ha- sas se afeitan con el dicho betún tecococavitl, ó con
ce el maíz tostado que se llama mumuehitl, que es color, y se empluman los brazos y piernas, y tam-
como una flor muy blanca cada grano: su ropa era bién bailan con las sonajas llamadas aiacachtli. Los
mantas de maguéy. También eran muy malencos hombres de aquesta tierra, de ordinario traen las
porque usaban de hechicerías. dichas sonajas, y cuando se les ofrece hacer alguna
Su ídolo de estos tolucas era llamado Coltzin, fiesta, átanse la cabeza con alguna correa, y allí po-
hacíanle muchas maneras de fiestas y honra, y cuan- nen una de las dichas sonajas. Son dados mucho al
do celebraban su fiesta, ellos solamente la hacían, trabajo de labrar sementeras: también son recios, y
sin que les ayudasen para ella los mexicános y tec- para mucho. H a c e en su tierra grandisimo frió,
panecas; y cuando hacían sacrificio de alguna per- porque están poblados debajo de una sierra nevada
sona, lo estrujaban retorciéndolo con cordeles pues- á la cual llaman Xocotepetl, y este nombre de ma-
tos á manera de red, y dentro de ellos le opri- caoas, se les quedó de su primero y antiguo caudi-
mían tanto, que por las mayas de la red, salían los llo por lo que se llaman Chichtmecas.
huesos de los brazos y pies, y derramaban la san- Estos Totonaques están poblados á la parte del
gre delante del ídolo. L a bondad, ó virtud de e s - norte, y se dice ser guastemas: tienen la cara lar-
tos ya dichos, era que eran grandes trabajadores en ga, y las cabezas chatas, y en su tierra hacen gran-
labrar (a) sus sementeras, y recios, y para mucho, dísimos calores: hay en ella muchos bastimentos y
y cargábanse grandes cargas: tenían costumbre de frutas, y no se dá allí cacao, ni el veinacaztli, sino
bañarse por la mañana. liquidambar, ó la reciña olorosa que llaman xuchio-
cocotl, y al presente se dan allí en gran abundancia
Párrafo sétimo: de los OCUILTECAS, MACAOAQUES y la frutas de castilla. Allí se da algodon, y se hacen
petates y asientos de palma pintados de color, y el
TOTONAQUES.
otro género de algodon que llaman quaichcatl, que
se hace en árboles: estos viven en polícia, porque
Estos que se llamaban ocuiltecas, viven en el traen ropas buenas los hombres y maztles, andan cal-
distrito de T o l u c a , en tierras y términos suyos, son zados, y traen joyas y sartales al cuello, y se ponen
de la misma vida, y costumbre de los de Toluca, plumages, y traen aventaderos, y se ponen otros di-
aunque su lenguage es diferente: usaban también, y ges, andan ropados curiosamente; míranse en espejos, y
muy mucho de los maleficios y hechizos. las mugeres se ponen enaguas pintadas, galanas ca-
Estos macaoaquez son diferentes de los otros, misas ni mas ni menos: son pulidas, y curiosas en
aunque están y viven en una comarca de Toluca, todo, y porque decían ser ellas de Guastelas, y solían
y están poblados en el pueblo de Xocotitlan, y su len- traer las enaguas ametaladas de colores, y lo mis-
mo las camisas, y algunas de ellas traían un vestua-
( a ) T o d a v í a lo s o n y 'muy apreciados por su laboriosidad,
honradez, valor e n la g u e r r a , y amor p o r la c a u s a d e la l i b e r t a d .
rio que se llamaba camitl, que es vipil como de red
que quiere decir, lugar por donde pasan, que es á
y esto que está dicho, traían los principales, y sus
orillas, ó riberas de la mar, y dicen qe la causa por-
mugeres. T o d a la demás gente traen otro trage di-
que les pusieron nombre de Panoaya es, que dizque
ferente. porque las mugeres plebeyas traían enaguas
los primeros pobladores que vinieron á poblar á es-
ametaladas de azul y blanco, y las trenzaderas de
ta tierra de México, que se llama ahora india occi-
que usaban para tocar los cabellos, eran diferentes
dental, llegaron á aquel puerto con navios, con que
colores, y torcidas con pluma. Cuando iban al mer-
pasaron aquella mar, y por llegar y pasar de allí>
cado, se ponían muy galanas, y eran grandes tege-
les pusieron nombre de Pantlan, que antes le llama-
doras de labores: todos hombres y mugeres son blan-
ban Panotlan, quasi Panaoagan, que quiere decir como
cos, de buenos rostros, bien dispuestos, de buenas
ya está dicho, lugar de donde pasan por la mar, y
facciones, su lenguage muy diferente de otros, aun-
en este lugar hacen grandísimos calores^ y se dán
que algunos de ellos hablaban el otomi, y otros len-
muy bien todos los bastimentos y muchas frutas que
gua d é l o s JYahoas ó mexicanos. Otros hay que e n -
por acá no se hallan, como es la que dicen qiieqüex-
tienden la lengua G u a s t e c a , y son curiosos y buenos
quic, y otras muchas admirables y las batatas. Hay
oficiales de cantores, bailan con gracia, y lindos me-
también todo género de algodon, árboles, flores ó r o -
neos. Usaban buenos guisados y limpios: de allí se
sas, por lo cual le llaman tunacatlalpan, ó lugar de bas-
traen las buenas empanadas de gallinas [nacatamalh]
timentos, y por otro nombre xuchiilalpan, lugar de ro-
sus tortillas eran del grandor de un codo redondo,
sas. L a manera de su trage y la disposición de su
su comida ordinaria, y el mantenimiento principal
cuerpo és, que son de la frente ancha, y las cabe-
era el axi, en el cual despues de haber sido molido
zas chatas: los cabellos traíanlos teñidos de diferen-
mojaban las tortillas calientes sacadas del comal y
tes colores, unos de amarillo, otros de colorado, y
comíanlas todos juntos.
otros de otras colores diferentes; unos traían los ca-
bellos largos en el colodrillo, y otros los diferencia-
Párrafo octavo: quien son los CÜEXTECAS, TOVEIOME,
ban; tenían los dientes todos ahugerados y agudos,
y PANTECAS Ó PANOTECAS . que los aguzan á posta: tenían por ornamento bra-
zaletes de oro en los brazos, y en las piernas unas
El nombre de todos estos tómase de l a p r o - medias calzas de pluma, y en las muñecas de las
viucia que llaman Cuextlan, donde los que están po- manos unas de chalchivites, y en la cabeza junto á
blados se llaman Cüextecas, (a) si son muchos, y si la oreja, poníanse plumas hechas á manera de aven-
uno cuextecatl, y por otro nombre toveiome cuando son tadoriCos, y en las espaldas unos plumages redon-
muchos, y cuando uno toveio, el cual nombre quie- dos á manera de grandes mazorcas moscadores de
re decir nueétro prójimo. A los mismos llamaban Pan- h o j a s / d e palmas, ó de plumas coloradas y largas, pues-
teca, ó Panoteca, que quiere decir hombres del lugar tas a manera de rueda, y en las espaldas unos aven-
pasadero, los cuales fueron así llamados, y son los taderos también de plumas coloradas. También so-
que viven en la provincia de Panuco, que propia- lían traer arcos y flechas delgadas y pulidas, que en
mente se llaman Pantla?i, ó Panotlan, quasi panoaia, las puntas tenían unos casquillos de pedernal, de gui-
jarros, ó de piedras de navajas, y á. cuantos en las
(a) Hoy Huasteca, Tóm. III. 18
guerras tomaban les cortaban las cabezas, y dejan- euextecatl, ó toveio; de manera que por injuriarle le di-
do los cuerpos, se las llevaban y las ponian con sus cen estos nombres dichos, y aun nótanle de o t o m i -
cabellos en algún palo, puestas en orden en señal de te diciéndole, eres otomite. Los defectos que tienen
victoria. Estos andan bien vestidos, v sus ropas y son, que andan demasiadameute ataviados y con ro-
mantas son muy pulidas y curiosas con lindas labores, sas en las manos, y eran muy tímidos, toscos ó torpes.
porque en su tierra hacen las mantas que llaman
cenlzontilmatli, cenzonquachtli, que quiere decir, mantas De los COVISCAS TLAPPANECAS.
de mil colores: de allá se traen las mantas que tie-
nen unas cabezas de monstruos pintadas, y las de Estos Coviscas y Tlapanecos, son unos que á
remolinos de agua engeridas unas con otras, en las uno solo llaman coviscatl y ilappanccatl, y están po-
cuales y en otras muchas, se esmeraban las tejedo- blados en Tepecuacuilco y Tlachmalacac, [a] y en la
ras. Tienen muchas joyas, esmeraldas, turquezas fi- provincia de Chilapan, los cuales hablan lengua me-
nas, y todo género de piedras preciosas: las muge- xicana y son ricos.
res se galanéan mucho, y pénense bien sus trages,
De los YOPIMES Y TLAPPANECAS.
andan muy bien vestidas, traen sus trenzas en las
cabezas conque se tocan de colores diferentes y re- Estos Yopimes y Tlapanecos, son de los de la
torcidos con pluma. Los defectos de los -Guaxtecas comarca de Yopitzinco, llámanles yopes (b) porque
son, que los hombres no traen maxtles con que cu- su tierra se llama Yopinzinco, y llámanlos también
brir sus vergüenzas, aunque entre ellos hay gran can- tlapanecas que quiere decir hombres almagrados, por-
tidad de ropa: traen las narices ahugeradas y con que se embijaban con color, y su ídolo se llamaba
hojas de palma las ensanchan, y en el ahugero de Totectlatlauhquitczcatlipuca, quiere decir ídolo colorado,
ellas ponian un cañutillo de oro, y dentro de él atra- porque su ropa era de éste color, y lo mismo ves-
vesaban un plumage colorado, y aguzaban sus dien- tían sus sacerdotes, y todos los de aquella comar-
tes á posta, y los teñian de negros colores. ca se embijaban con color. Estos tales son ricos,
ojffófíLBiilO' ICíí ' fluía • ' & Ú£SU$J> 8©í 81» hablan lengua diferente de la de México, y son los
Párrafo noveno: de los que llaman TLALHUICÁS. que llaman propiamente tenimes, pinome, chinquime, cho-
íifil sb 3ÑÜ-9XFIJtíí SX>I no Y f 6fnurq SO FEÜISLJII) SBLOÁTTI chonti, y á uno solo llaman pinotl-chochon. A estos ta-
Estos Tlalhuicas son los que están poblados les en general llaman tenime que quiere decir gen-
en tierras calientes, y son Nahoas de la lengua m e - te bárbara, y son muy inhábiles, incapaces y toscos,
xicana: dase en su tierra mucho algodon, axi, y to- y eran peores que los otomies, y vivían en tierras
dos los demás bastimentos, y al presente se dá en estériles y pobres, con grandes necesidades y en tier-
grandísima abundancia' todo género de frutas de Cas- ras fragosas y ásperas; pero conocen las piedras ri-
tilla, y están poblados ácia el mediodía. Los Totona- cas y sus virtudes.
ques y Toveiome están poblados ácia el norte: estos ( a ) H o y T e x m a l a c a , lugar célebre, por haber sido allí apri-
vocablos ya dichos, tlalhuicatl, toíonac, y toveio, deno- sionado el G e n e r a l Morelos, en 5 d e noviembre d e 1814.
tan en sí p o c a capacidad ó habilidad, y así el que ( b ) E n O a x a c a llaman Yopcs á los indios todavía por dea-
es inhábil ó tosco, precio.
.3 le llaman de tlalhuicatl totonac¿
136 /
Párrafo décimo: de los OLMECAS, TIXTOTI, Y MIXTECAS.
nos c o los demás, arcos, flechas, y anchas navajas pa-
m o

r a defenderse de bestias fieras que veían en las mon-


Estos tales así llamados, están acia el n a c i - tañas. Muchos de estos hay que son JYahocts ó Me-
miento del sol, y llámanles también icnimc porque xicanos.
hablan lengua bárbara, y dicen que son Tultecas, Párrafo undécimo: de los de Michoacan, y por otro
que quiere decir oficiales de todos oficios primos, nombre QUAOCHPANME.
y sutiles en todo, y que son descendientes de los
Tultecas de que arriba se ha hecho mención, y son Michóacaque cuando son muchos, y cuando uno
poderosos porque sus tierras son muy ricas, fértiles, michoa: quiere decir, hombre, ó hombres abundan-
y abundosas donde se d á todo género de bastimen- tes de peces, porque la provincia de estos, es la
to en abundancia; allí se dá mucho cacao y la ro- madre de los pescados, que es Michoacan: llámase
sa ó especie aromática llamada teunacaztli. Dase tam- también Quaochpanme, que quiere decir hombres de
bién allá el ulli que es una goma negra de un á r - cabeza rapada ó raída, porque antiguamente estos
bol que se llama olli, y la rosa que llaman iploxu- tales no traían cabellos largos, antes se rapaban la
chitl, y todas las demás rosas que son muy apre- cabeza, así los hombres, como las mugeres, aunque
c i a r e s . Allí es la m a d r e de las aves que crian plu- fuesen ya viejas, si no eran cual y cual, que traían
ma muy rica, y papagayos grandes y chicos, y el ave cabellos largos: en su tierra se dan muy bien los
que llaman quetzatltototl; también se traen de allá las bastimentos, maíz, frisóles, pepitas y fruta, y las se-
millas de mantenimientos, llamada oauhtli, y chian.
piedras muy ricas de chalchivites, y las piedras tur-
El traje de ellos, era que traían unas jaquetillas sin
quesas: allí se halla también mucho oro y plata; tier-
mangas, á manera de vipiles, con las cuales de con-
r a cierto fértilísima, por lo cual le llamaron los an-
tinuo traían sus arcos, flechas y carcaces de^ saetas;
tiguos Tlalocan, que quiere decir, tierra de riquezas, y
su vestido era el pellejo de gato montés, ó de ti-
paraiso terrenal. El trage de ellos era de diversas ma- gre, ó de león, ó de venado, ó de ardilla, y por
neras, unos traían mantas, otros como unas xaque- atavio ó aderezo, traían plumage redondo, á mane-
tillas, y otros los maxtles conque cubrian sus ver- ra de aventadorico de pluma encarnada, metida en
güenzas: sus mugeres son grandes tejedoras, muy pu- la guirnalda, que traían en la cabeza, hecha de pe-
lidas en hacer labores en la tela, y con razón lo son, llejo de ardilla. Sus casas eran lindas, aunque todas
pues son de tan buena y rica tierra. Traen imán, axor- eran de paja: los hombres lindos, y primos oficia-
cas muy anchas de oro, y sartales de piedra á las les, carpinteros, entalladores, pintores, lapidarios y
muñecas, y joyeles de éstas y de oro al cuello: traen buenos oficiales de cotaras, y sus mugeres lindas
también cotaras como los hombres; pero las de es- tegedoras, buenas trabajadoras, y labranderas de man-
tos son mas pulidas: usaban también cotaras hechas tas galanas, y de las grandes que traen dobladas:
de ulli. De estos porque eran ricos y no les faltaba hacían su comida para dos, ó tres días, y aun pa-
nada de lo necesario, se decia que eran hijos de r a ocho dias por no hacerla cada dia. ( a )
Quetzalcoatl, y así creían los antiguos, que el que era
próspero, rico, y bien afortunado, que era conocido (a) Señal de flojas.
y ami^o del dicho Quetzalcoatl: traían ni mas ni me-
marón eitli-liebre; y porque en lugar de cuna lo cria-
L a falta que teman es, que antiguamente loá ron en una penca grande de un maguéy, de ahí en
hombres no traían con que tapar sus vergüenzas si- adelante llamóse Mecitl, como quien dice, hombre
no las jaquetillas con que las encubrían, y todo el criado en aquella penca de maguéy; y cuando ya
cuerpo, las cuales llegaban hasta las rodillas, y llá- era hombre fué sacerdote de ídolos, que habla-
manse cico oxicoüi, que son á manera de vipiies, que ba personalmente con el demonio, lo cual era teni-
son camisas de las mugeres de México: ahugeraban do en mucho, muy respetado y obedecido de sus
también el lábio de abajo y las orejas, en el lábio vasallos los cuales tomaron su nombre de su sacer-
ponian sus bezotes, y en las orejas sus orejeras por dote, se llamaron Mexicas, ó Mexicác, según lo cuen-
via de galanía. L a s mugeres traían sus enaguas, m a s tan los antiguos. Estos tales son advenedizos p o r -
eran angostas y cortas que llegaban hasta las rodi- que vinieron de las provincias de los Chichimecas, y
llas, y no traían vipiies; y en la comida ni los unos, lo que hay que contar de estos Mexicas, es lo si-
ni los otros eran curiosos, y limpios. guiente.
Su dios que tenian se llamaba Toras, del cual H á años sincuenta [a] que llegaron los primeros
tomaron su nombre los Michogues, y también se dicen pobladores, á estas partes de la Nueva España que
tarascas-, y este Taras, en la lengua mexicana se di- es casi otro mundo, y viniendo con navios por la
ce Mixcoatl, que era el dios de los Chichi?necas, an- mar aportaron al puerto, que está ácia el norte; y
te el cual sacrificaban culebras, aves y conejos, y porque allí se desembarcaron se llamó Panutla, quasi
no los hombres aunque fuesen cautivos, porque se Panoaia, lugar donde llegaron los que vinieron por
servían de ellos, como de esclavos. A su rey t o - la mar, y al presente se dice, aunque corruptamen-
dos le tenian reverencia y respeto, y le obedecían t e Pandan, (b) y desde aquel puerto comenzaron á
en todo, conociéndole por su señor los demás s e - caminar por la ribera de la mar, mirando las sierras
ñores, y principales de su provincia, y dándole t r i - ncbadas, y los volcanes, hasta que llegaron á la pro-
buto todos los indios, en reconocimiento del v a s a - vincia de Guatemala; siendo guiados por su sacerdo-
llage, y no era menor que el rey de México, ( a ) te, que llevaba consigo su dios de ellos, con quien
siempre se aconsejaba para lo que ha.bian de hacer
Párrafo duodécimo: de los MEXICANOS. y fueron á poblar en Tctmoanchan, donde estuvieron
mucho tiempo, y nunca dejaron de tener sus sábios,
Este nombre Mexicall, se decia antiguamente 6 adivinos que se decían amoxoaque, que quiere decir
mecitl, componiéndose de me, que es metí, por el ma- hombres entendidos en las pinturas antiguas, los cuales
guéy, y de citl por la liebre, y así se habia decir aunque vinieron juntos, pero no se quedaron, con los
mecicatl, y mudándose la c. en x. corrómpese y dice- demás en Tamoanchan; porque dejándolos^allí, se tor-
se mexicatl, y la causa del nombre según lo cuentan naron á embarcar, y llevaron consigo todas las pin-
los viejos es, que cuando vinieron los mexicanos á turas que habían traído de los ritos, y de los oficios
estas partes, traían un caudillo y señor, que se l l a - mecánicos, y antes que se partiesen, primero les hi-
maba Mecitl, al cual luego despues que nació le 11a-
( a ) Seguii Clavijero, M é x i c o s e f u n d ó el a n o d e 1325 d e la E r a
( a ) S o b r e el m o d o de elegir el R e y ( q u e e s curioso) vease á Vulgar, pág. 2 3 1 tóm. l . c ( b ) H o y P a n u c o ai norte d e Y e r a c r u z .
Chimalpain.
140
f 141
cicron este razonamiento. „Sabed: que manda nues-
y mandaron que se quemasen todas, para que no vi-
tro señor dios, .que os quedéis aquí en estas tierras
niesen á manos del vulgo, y fuesen menospreciadas.
de las cuales os h a c e señores, y os dá posesion, el
Desde Tamoanchan iban á hacer sacrificios al p u e -
cual vuelve á donde vino, y nosotros con él; pero
blo llamado Teutioacan, (hoy Teotihuacan seis leguas
vase para volver, y tornar á os visitar cuando fuere
al norte de México) donde hicieron á honra del sol
ya tiempo de acabarse el mundo; y entre tanto v o -
y de la luna dos montes, y en este pueblo se ele-
sotros estareis en estas tierras, esperándole y pose-
gian los que habían de regir á los demás, por lo
yéndolas, y todas las cosas contenidas en ellas, por-
cual se llamó Teutioacan que quiere decir Veitioacan,
que para tomarlas y poseerlas venisteis por acá, y
ó lugar donde hacian seriales. Allí también se enterra-
así quedaos en buena hora, y nosotros nos v a m o s
ban los principales y señores, sobre cuyas sepulturas
con nuestro señor dios." Y así se partieron con su
se mandaban hacer túmulos de tierra, que hoy se ven
dios que llevaban envuelto, en un envoltorio de m a n -
todavía, y parecen como montecillos hechos á ma-
tas, y siempre les iba hablando, y diciendo lo que
no, y aun se notan todavía los hoyos donde sacaron
habían de hacer; y fuéronse á c i a el oriente, llevando
las dichas piedras ó peñas de que se hicieron los
consigo todas sus pinturas, donde tenían todas las
túmulos; y los que hicieron al sol y á la luna, son
cosas de antiguallas, y de los oficios mecánicos: y
f como grandes montes edificados á mano, que pare-
de estos sábios no quedaron m a s de cuatro con es-
t a gente que quedó, que se decian Oxomoco, Cipac- cen ser naturales y no lo son; y aun parece ser co-
tonatl, Tlaltetecui, Xuchicaoaea, los cuales despues de i sa indecible, asegurar que son edificados á mano, y lo
idos los demás sábios, entraron en consulta, donde j[ ' son ciertamente, porque los que los hicieron entonces
trataron lo siguiente diciendo. „Vendrá tiempo en I' eran gigantes, y aun esto se vé claro en el cerro
que haya luz, para el regimiento de esta república; C ó monte de Chollollan, pues manifiesta estar hecho á
mas mientras estuviere ausente nuestro señor dios mano, porque tiene adobes y encalado, y se llamó
¿que modo se tendrá para poder regir bien la gen- Teotioacan el pueblo de Teutl que es dios, porque los
te? ¿Qué orden habrá en todo, pues los sábios señores que allí se enterraban, despues de muertos
llevaron sus pinturas por donde gobernaban? P o r lo los canonizaban por dioses, y decian que no se mo-
cual inventaron la astrologia judiciaria, y el a r t e de rían sino que despertaban de un sueño que habian
interpretar los sueños: compusieron la cuenta de los vivido; causa porque decian los antiguos, que cuando
dias, de las noches de las h o r a s y las diferencias morían los hombres no parecían, sino que de n u e -
de tiempos, que se guardaron mientras señorearon, y vo comenzaban á vivir, casi despertando de un sue-
gobernaran-ios señores de los Tultecas, y de los me- ño, y se volvían en espíritus ó dioses, y así les decian:
xicanos, idéelos Tepanccas y de los Chichimecas; por „Señor ó Señora, despierta que ya comienza á amanecer,
la cual cuenta^ no se puede s a b e r que tanto t i e m - ya es el alba pues ya empiezan á cantar las aves de
po estuvieron en Tamoanchan, y se sabia por las pin- plumas amarillas, ya andan volando las mariposas de di-
turas, que s e quemaron .en tiempo del señor de Mé- versas colores" y cuando alguno se moria de él, s o -
xico que se decia Itzcóall, en cuya época los seño- lían decir que ya era teutl, que quiere decir que ya
res, y los principales, que habia entonces, acordaron era muerto para ser espíritu ó dios; y creían los a n -
tiguos engañándose, que los señores cuando morían
Tóm. III. 19
142 . . ....
einco p o r q u e n o s e e m b o r r a c h a s e n , y hubo u n Cuex-
se convertían en dioses, lo cual decían porque f u e - teco que era caudillo y señor de los Guaxtecas que
sen obedecidos ó temidos los que regían; también bebió cinco tasas de él, con las cuales perdió su jui-
decian que unos se convertian en sol, otros en lu- cio, y estando sin él, echó por ahí sus maxtles des-
na, y otros en varios planetas. Estando todos en Ta- cubriendo sus vergüenzas, de lo cual los dichos in-
moanchan, ciertas familias fueron á poblar á las pro- ventores del vino, corridos y afrentándose mucho,
vincias que ahora se llaman Olmeca Vixtoh, los cua- se juntaron todos para castigarle; empero como lo
les antiguamente solían saber los maleficios ó hechi- supo el Cuexieco, de pura vergüenza se fué huyendo
zos, cuyo caudillo y señor tenia pacto con el demo- de ellos con todos sus vasallos, y los demás que en-
nio, y se llamaba Olmecatlvixtotii, de quien tomando tendían su lenguage, y fuéronse ácia Panutk de don-
su nombre, se llamaron Olmccavixtoti. De estos se de ellos habían venido, que al presente se dice Pan-
cuenta que fueron en pos de los Tultecas, cuando sa- flan, y los españoles la dicen Panuco-, y en llegando al
lieron del pueblo de Tullan y se fueron ácia el orien- puerto no pudieron ir adelante, por lo cual alli poblaron,
te, llevando consigo las pinturas de sus hechicerías, y son los que al presente se dicen Tooeiomc, que quie-
y que llegando al puerto se quedaron allí y no pu- re decir en mexicano tooampohoan y en romance nues-
dieron pasar por la mar, y de ellos descienden los tros prójimos, y su nombre que és Cuexteca, tomáron-
que al presente se llaman Anaoacamixteca; fueron á lo de su caudillo y señor, que se decia Cuextecatl; y
poblar allí sus antepasados, porque su señor que era estos Cv.extecas volviendo á Panuda, llevaron consigo
escogió aquella tierra por muy buena y rica. Estos los cantares que usaban cuando bailaban, y todos los
mismos inventaron el modo de hacer el vino de la aderezos que usaban en la danza ó areyto. Los mis-
tierra: era muger la que comenzó y supo primero, mos eran amigos de hacer embaimientos, con los
ahugerar los magueyes para sacar la miel de que se cuales engañaban á las gentes, dándoles á entender
hace el vino, y llamábase Maiaoel, [a] y el que ha- ser verdadero lo que es falso, como es hacer creer
lló primero las raíces que echan en la miel se llama- que se quemaban las casas, cuando no había tal:
ba Pantecatl. Los autores del árte de saber hacer el que hacían parecer una fuente con peces, y no ha-
pulcro así como se hace ahora, se decian, Tepuzte- bía nada, sino ilusión de los ojos: que se "mataban
eatl, Quatlapanqui, Tliloa, Papatztactzocaca, todos los á sí mismos haciendo tajadas y pedazos sus carnes,
cuales inventaron la manera de hacer el pulcre en y otras cosas que eran aparentes y no verdaderas,
el monte llamado Chichinauhia; y porqne el dicho vi- y nunca dejaron de ser notados de borrachos, p o r -
no hace espuma, también llamaron al monte Popoco- que eran muy dados al vino; y siguiendo é imitan-
•naltepetl, que quiere decir monte espumoso. Hecho el do á su caudillo ó señor, que habia descubierto sus
vino, convidaron' los dichos á todos los principales vergüenzas por su embriaguéz, andaban también sin
viejos y viejas, en el monte que ya está referido, don- maxtles los hombres, hasta que vinieron los españo-
de dieron de comer á todos, y de beber el vino les; y porque el dicho su señor habia bebido cin-
que habían hecho, y á cada uno estando en el co tasas de vino, en el monte que se dice Popoconal-
banquete, dieron cuatro tasas de vino, y á ninguno tepetl, los vasallos suyos siempre han sido tenidos
por m u y b o r r a c h o s , porque p a r e c í a n a n d a r c a s i s i e r a -
(a) El Sr. Yeytia atribuye &te descubrimiento e n Tulan á X ó -
chitl, hija do Papanttia
144 rio* t o d a s a q u e l l a s g e n t e s . Allí iban á hacer^ sacri-
pre tocados del vino c o n poco juicio; y asi por in- ficio todos los t i e m p o s que t e m a n d e costumbre. 1 ara-
íuria, y como a l o c a d o , le llamaban de Cuextecatl, di- poco hay memoria ni cuenta de todo el — que
ciendo que él también había bebido cinco tasas del estuvieron en aquel lugar. Estando a i l l o s Tuüecas
vino, y que las acabó de beber sin dejar gota, y c o n los d e m á s , dicen que su diosles rabo a parte,
que por esto andaba como borracho; y como por m a n d á n d o l e s q u e volviesen d e
largos tiempos se habia tenido señorío y mando en p o r q u e n o h a b í a n d e p e r m a n e c e r allí, l o c u a l o d o p o r
Tamoanchan, d e s p u e s s e traspasó al pueblo llamado f o s TuUecas a n t e s q u e s e p a r t i e s e n d e a q u e l P ^ t o Pri-
Xumiltepec, d o n d e e s t a n d o los que eran señores y an- m e r o fueron á hacer sacrificios a f q u f a s X I o n ' á
cianos, y s a c e r d o t e s d e ídolos se h a b l a r o n unos a otros habiéndolos acabado, se partieron todos y fueron a
diciendo, q u e su diosles habia dicho, que no habían d a r á e l p u e b l o d e Tullantzinco, y ^ d e A despues
de estar siempre en el pueblo de Xumiltepec, smo que p a s a r o n k Xicocotitlan, q u e é s e l p u e b l o d e Tulla, d e s -
habían d e ir mas adelante; y así todos los mucha- p u e s d e e s t o s v o l v i é r o n s e t a m b i é n \os Michoaques c o n
chos, viejos, viejas, mugeres y hombres, comenza- s u s e ñ o r q u e l e s g u i a b a , l l a m a d o dmtnutl; fuéron-
ron á caminar, y fuéronse poco apoco, hasta que s e ácia el o c c i d e n t e e n aquellas p a r t e s ¿ o n d e es-
llegaron al pueblo de Teutioacan, donde se eligieron tán poblados ahora: hicieron también sus sacrificios
los que habían de regir y gobernar á los demás; y en h s cuevas, antes que se partiesen. Succesivamen-
fueron electos los que eran sábios y adivinos, y los t e s e v o l v i e r o n l o s JVahoas, q u e s o n l o s Tepanuas
que sabían secretos d e encantamientos. H e c h a la elec- los Jcolhoaques, los Cháleos, los Vcxotzmcas,lo i to-
ción de los señores, luego se partieron todos d e allí, eaUecas, c a d a f a m i l i a p o r s í , y v i n i e r o n a estas par
yendo cada uno de éstos con la gente que era de tes de México. Despues de esto á los mexicanos que
q u e d a b a n , á la p o s t r e les h a b l ó su dios diciendo: q u e
su lenguage, y guiando á cada cuadrilla su dios:
t a m p o c o h a b í a n de p e r m a n e c e r e n a q u e l valle, sino
iban siempre delante los Tultecas, y luego los Oto-
quehabian d e ir m a s a d e l a n t e p a r a d e s c u b r i r mas
míes, los cuales con su señor en llegando a tóate-
tierras, y fuéronse á c i a el poniente, y c a d a u n a l a -
me no fueron mas adelante con los demás, porque
milla de estas ya dichas antes q u e se partiesen, hi-
de allí el que era su señor, los llevo á las sierras
z o sus sacrificios en aquellas siete cuevas; por lo»cual
para poblar allí; y por esta causa estos tales t e -
todas las naciones de ésta tierra gloriándose suelen
man de costumbre, hacer sacrificios en las alturas
decir, que fueron criados en las dichas cuevas, y que
de las sierras, y poblarse en las laderas d e ellas; y
de allá salieron sus a n t e p a s a d o s , lo cual es falso, por-
las demás gentes como los Tultecas, y los Mexica-
q u e n o s a l i e r o n d e allí, s i n o q u e i b a n a h a c e r s u s
nos ó JVahoas y t o d o s los otros, prosiguieron su ca-
s a c r i f i c i o s c u a n d o e s t a b a n e n el valle y a d i c h o , i
mino por los llanos ó páramos para descubrir tier- así venidos todos á estas partes y t o m a d a la p o s e -
ras, cada gente ó familia yendo con su dios q u e les cion de las tierras, y puestas las m o h o n e r a s entre
guiaba. Cuanto tiempo hayan peregrinado, no hay me- c a d a familia, los dichos mexicanos prosiguieron su
moria de ello: fueron á dar en un valle e n t r e unos v i a g e á c i a el p o n i e n t e , y s e g ú n lo c u e n t a n l o s vie-
peñascos, donde lloraron todos sus duelos y trabajos j o s ; llegaron á una provincia que se diceCulhuacan
porque padecian mucha hambre y sed: en este va-
lle habia siete cuevas que tomaron por sus orato-
146
México, y de allí tornaron & volver; que tanto tiem-
butarios del pueblo de Atzcapotzalco. T o d a s las d i -
po duró su peregrinación viniendo de Culhoacan, no
chas familias se llaman Chichimccas, y aun de tal
hay memoria de ello. Antes que se partiesen de Cul-
nombre se jactan y glorían, y és porque todas an-
hoacan dicen, que su dios les habló diciendo: que vol-
duvieron peregrinando como Chichimecas por las tier-
viesen allí donde habían partido, y que les guiaría
ras antes dichas, y de allí volvieron para estas par-
mostrándoles el camino por donde habían de ir; y así
tes, aunque á la verdad no se llamaban tierras da
volvieron ácia esta tierra que ahora se dice Méxi-
Chichimecas por donde ellos anduvieron, sino Tlaotlal-
co, siendo guiados por su dios; y los sitios donde se
pan, Tlacohcalco, Mictlanpan, que quiere decir: campos
aposentaron á la vuelta los mexicanos, todos están
llanos y espaciosos, que están ácia el norte. Llamáronse
señalados y nombrados en las pinturas antiguas, que
tierras de Chichimecas, porque por allí suelen habitar
son los anales de los mexicanos; y viniendo de pe-
ahora estos, que son unas gentes bárbaras que se
regrinar por largos tiempos, fueron los postreros que
sustentan de la caza que toman, y no pueblan; y
llegaron aquí á México, y viniendo por su camino
aunque los Mexicanos se dicen Chichimecas, e m p e -
en muchas partes no les querían recibir, ni aun los
ro propiamente se dicen Atlacachichimeca, que quie-
conocían, antes les preguntaban quienes eran y de
re decir pescadores que vinieron de lejas tierras. L a s
donde venían, y los echaban de sus pueblos; y pa-
gentes JVahoas que son los que entienden la l e n -
sando por Tulla y lchpuchco, y por Ecatepec [S. Cris-
gua mexicana, también se llaman Chichimecas, por-
tóbal hoy,] vinieron á estarse un poco de tiempo en
que vinieron de las tierras ya dichas, donde están
el monte que se dice Chiquiuhio, que és un poco
las siete cuevas que ya están referidas, y son las
mas acá de Ecatepec, y despues estuvieron en Cha-
que se nombran aquí: Tepanecas, Acolhoacas, Cháleos,
pultepec viniendo todos juntos. En éste tiempo había
y los hombres de tierra caliente, y los Tlateputz-
tres cabezeras las mas principales, conviene á s a -
cas que son los que viven tras de las sierras ácia
ber: Atzcapot zaleo, Coatlichan, y Culhoacan, y entonces
el oriente, como son los Tlaxcaltecas, Vexotzincas, y
no habia memoria de México, porque donde aho-
Chololtecas y otros muchos, y todos traían arcos y fle-
r a está, no habia otra cosa sino cafíasverales; y
chas. Los Tultecas también se llaman Chichimecas, y
estando los mexicanos en Chapultepec, dábanles guer-
los Otomíes y Michóacas, ni mas ni menos; pero los
ra los comarcanos, y de ahí pasaron á Culhoacan,
que están ácia el nacimiento del sol, se nombran
donde estuvieron algunos años, y de ahí vinieron á
Olmecas, Vixtoti, Nonooalca, y no se dicen Chichimecas,
tener asiento en la parte que ahora se dice Tenuch-
tillan México, que cae en los términos de los Te-
panecas que son los de Atzcapotzalco y Tlacopan: (y
estos Tepanecas, partían términos con los de Tez-
coco) y vinieron á poblar allí entre las cafíasvera-
FIN DEL LIBRO DÉCIMO.
les que había • muchas, porque todo lo demás esta-
ba ya ocupado, y las tierras tomadas y poseídas to-
das, por los que vinieren primero; y por estar en
los términos de los Tepanecas, fueroa sujetos y tri-
LIBRO UNDECIMO:
EL EDITOR.
D E LAS P R O P I E D A D E S DE LOS ANIMALES,
Haviendo mostrado u n a dolorosa esperiencia que uno de los
oraves males qbe aquejan á la humanidad en esta a m e n c a , es el d e AVES, PECES, ARBOLES, YERBAS, FLORES, METALES,
Herpes, y deseando aliviarla e n esta parte, me parece justo rete-
PIEDRAS Y COLORES.
rir el modo con que se cura radicalmente, esta dolencia en el es-
tado de las Chiapas.
T ó m e n s e cinco Ó seis granos de cacao medio tostados en
el rescoldo, y puestos á hervir despues con una orejuela [yerba q u e
allí abunda] en una poca d e a g u a con que se hace un cocimien- C A P I T U L O I.
to- estando ya frió, mezclésele un poquito de achtote o lo que e s
l o ' mismo panecillo, y endulzado con azúcar, tómense eos vasos DE LOS ANIMALES.
en horas competentes, uno por la mañana, y otro a la tarde,
efecto es endulzar la sangre erisipelada, y hacer que se caigan pron-
t o los costrones, que por lo común aparecen en las piernas. Párrafo primero: de las bestias fieras.
L a s ulceras que p u e d a n haber provenido de la misma enter-
medad se curan moliendo e n almirez ó metate hasta reducir á pol-
vo una de dichas orejuelas c o n cogollos de la yerba llamada pag-
tipinahuistU 6 sea zaragatona, y de guayavo agrio, y P ^ t a s a m -
bas verbas en un liencecito s e espnme sobre las llagas repetidas
E.
j L l i l tigre anda y bulle en las sierras, y entre las
peñas y °riscos, y también en el agua: y dicen es
principe y señor de los otros animales, y es avisa-
v e c 4 al dia con lo que s e cierran. Para sanar radicalmente s e d e -
do, recatado, y regálase como el gato, y no tiene
b e seguir tomando dicho cocimiento en ayunas, y la e n t e r m e d a a
terminará con arrojar sangre por la cámara. trabajo ninguno, y tiene asco de beber cosas sucias
Ecsiste en Chiapas u n a fruta silvestre del t a m a ñ o d e u n a y hediondas, y tiénese en mucho. Es bajo, c o r p u -
nuez aue abunda allí escesivamente lo mismo que la orejuela en lento, su cola es larga, y las manos son grue-
las montañas incultas Con dicha fruta molida se curan os i t o s zas y anchas, y tiene el pescuezo grueso: tiene la
la sarna untándosela diariamente, y sanan pronto. Esta íiutüla esta
cabeza grande, las orejas son pequeñas, el hocico
tan impregnada de aceite Ó manteca, que remolida y puesta a ca-
lentar en"paila, metida en l a prensa dá una g r a s a copiosa c o m o grueso, carnoso, corto, y de color prieto, y la nariz
manteca de cacao, v l u e g o t o m a mucha consistencia: h a c é n s e oe grasienta: tiene la cara ancha, y los ojos relu-
ellas velas que producen u n a luz azulada "y también muy b u e n ja- cientes como brasa: los colmillos son grandes y
lón, la pasta es muy b l a n c a . . . . H e aquí un artículo de comercio gruesos, los dientes menudos, chicos y aguzados
nue allí seria muv lucroso, p u e s abundan los á r b o l e s conocidos con
el nombre de tzahuisoya, ó Chaohuisoya, que dan en estraordma-
las muelas anchas de arriba, y también la boca muy an-
ria abundancia la frutilla d i c h a . c h a ^ tiene uñas largas y agudas. Tiene pescuños en los
brazos y en las piernas, el pecho blanco, el pelo
lezne, y como crece se vá manchando, y crécenle
las uñas y garras: crécenle los dientes, las muelas
y los colmillos, y regaña, muerde, y arranca con los
dientes, corta, gruñe y brama, sonando como trom-
peta. El tigre blanco dicen que es capitan de los
Tóm. III. 20
LIBRO UNDECIMO:
EL EDITOR.
D E LAS P R O P I E D A D E S DE LOS ANIMALES,
Haviendo mostrado u n a dolorosa esperiencia que uno de los
oraves males qbe aquejan á la humanidad en esta a m e n c a , es el d e AVES, PECES, ARBOLES, YERBAS, FLORES, METALES,
Herpes, y deseando aliviarla e n esta parte, me parece justo rete-
PIEDRAS Y COLORES.
rir el modo con que se cura radicalmente, esta dolencia en el es-
tado de las Chiapas.
T ó m e n s e cinco Ó seis granos de cacao medio tostados en
el rescoldo, y puestos á hervir despues con una orejuela [yerba q u e
allí abunda] en una poca d e a g u a con que se hace un cocimien- C A P I T U L O I.
to- estando ya frió, mezclésele un poquito de achtote o lo que e s
l o ' mismo panecillo, y endulzado con azúcar, tómense eos vasos DE LOS ANIMALES.
en horas competentes, uno por la mañana, y otro a la tarde,
efecto es endulzar la sangre erisipelada, y hacer que se caigan pron-
t o los costrones, que por lo común aparecen en las piernas. Párrafo primero: de las bestias fieras.
L a s ulceras que p u e d a n haber provenido de la misma enter-
medad se curan moliendo e n almirez ó metate hasta reducir á pol-
vo una de dichas orejuelas c o n cogollos de la yerba llamada pag-
tipinahuistU 6 sea zaragatona, y de guayavo agrio, y P ^ t a s a m -
bas verbas en un liencecito s e espnme sobre las llagas repetidas
E.
j L l i l tigre anda y bulle en las sierras, y entre las
peñas y °riscos, y también en el agua: y dicen es
principe y señor de los otros animales, y es avisa-
v e c 4 al día con lo que s e cierran. Para sanar radicalmente s e d e -
do, recatado, y regálase como el gato, y no tiene
b e seguir tomando dicho cocimiento en ayunas, y la e n í e r m e d a a
terminará con arrojar sangre por la cámara. trabajo ninguno, y tiene asco de beber cosas sucias
Ecsiste en Chiapas u n a fruta silvestre del t a m a ñ o d e u n a y hediondas, y tiénese en mucho. Es bajo, c o r p u -
nuez aue abunda allí escesivamente lo mismo que la orejuela en lento, su cola es larga, y las manos son grue-
fas montañas incultas Con dicha fruta molida se curan os , '« zas y anchas, y tiene el pescuezo grueso: tiene la
la sarna untándosela diariamente, y sanan pronto. Esta íiutiila esta
cabeza grande, las orejas son pequeñas, el hocico
tan impregnada de aceite Ó manteca, que remolida y puesta a ca-
lentar en"paila, metida en l a prensa dá una g r a s a copiosa c o m o grueso, carnoso, corto, y de color prieto, y la nariz
manteca de cacao, v l u e g o t o m a mucha consistencia: h a c é n s e oe grasienta: tiene la cara ancha, y los ojos relu-
pilas velas que producen u n a luz azulada "y también muy b u e n ja- cientes como brasa: los colmillos son grandes y
lón, la pasta es muy b l a n c a . . . . H e aquí un artículo de comercio gruesos, los dientes menudos, chicos y aguzados
nue allí seria muv lucroso, p u e s abundan los á r b o l e s conocidos con
el nombre de tzahuisoya, ó Chaohuisoya, que dan en estraordma-
las muelas anchas de arriba, y también la boca muy an-
ría abundancia la frutilla d i c h a . c h a ^ tiene uñas largas y agudas. Tiene pescuños en los
brazos y en las piernas, el pecho blanco, el pelo
lezne, y como crece se vá manchando, y crécenle
las uñas y garras: crécenle los dientes, las muelas
y los colmillos, y regaña, muerde, y arranca con los
dientes, corta, gruñe y brama, sonando como trom-
peta. El tigre blanco dicen que es capitan de los
Tóm. III. 20
150 cae v llega la saeta, y pásale ó hierele, y luego
otros tigres, y es muy blanco. Hay otros que son este dá un salto ácia arriba, y tornando a caer
blanquecinos, manchados d e prieto: hay otro tigre de en tierra, tórnase á sentar como estaba antes, y a1»
pelo vermeio, y manchado de negro. muere sentado sin cerrar los ojos, y aunque esta
L a propiedad del tigre es, que come animales muerto, parece vivo. Cuando el tigre caza prime-
como son ciervos, conejos, y otros semejantes, es re- ro ija, y con aquel aire desmaya & lo que h a d e
salado, y no es para trabajo: tiene mucho cuidado cazar; la carne del tigre, tiene mal sabor y r e -
de sí, báñase, y de noche vé los animales que ha de
cazar: tiene muy larga vista, aunque haga muy obs- qUem
H a b i a unas gentes que eran como asesinos, los cua-
curo, y aunque haga niebla vé las cosas muy peque- les se llamaban Muotzalcque,, era gente usada, y
ñas; cuando vé al cazador con su arco y saetas, no atrevida para matar, traían consigo del pellejo> de
huye, si no sientase mirando ácia él sin ponerse de- tigre, un pedazo de la frente, y otro del pecho, el
trás de alguna cosa, ni arrimarse á nada, luego co- cabo de la cola, las uñas, el corazon, los colmillos
mienza á hipar, y aquel aire enderezale ácia el ca- Y los hocicos: decían que con esto eran fuertes,
zador á proposito de ponerle temor y miedo, y des- osados y espantables, á todos, y todos los temían,
mayarle el con el hipo, y el cazador comienza lue- v á ninguno habían miedo por razón de tener con-
go á tirarle, y la primera saeta, que es de cana, tó- sigo estas cosas del tigre. Estos se llamaban tam-
mala el tigre con la mano, y hacela pedazos con bién Pixequetecolpachoani.
los dientes, y comienza á regañar y gruñir, y echán- Al gato cerval Uámanle por este nombre, con-
dole otra saeta, hace lo mismo. Los cazadores te- viene á saber thcoocelutl, tlacomiztli, porque es p e -
nían cuenta con que no habían de tirar al tigre queño, del tamaño de un gato, es pardo, tiene unas,
m a s de cuatro saetas: esta era su costumbre o d e - V manchas obscuras como el tigre pintado.
voción, y como no le matase con las cuatro saetas, Hay un animal en esta tierra, que se llama
luego el cazador se daba por vencido, y el tigre tlacaxolotl es grande, mayor que un gran buey, tie-
luego comienza á esperezarse, sacudirse, y a relamer- ne gran cabeza, largo el hocico, las orejas muy
se: hecho esto recógese, y dá un salto, como vo- anchas, los dientes y las muelas muy grandes; pe-
lando, y arrójase sobre el cazador; aunque este le- ro de la forma de una persona: tiene muy grueso el
jos diez ó quince brazos, no dá mas de un salto: va pescuezo y fornido, los pies y las manos gruesas,
todo encrespado como el gato con el perro, luego las uñas como buey, pero mayores; tiene las ancas
m a t a al cazador, y se lo come. Los cazadores dies- grandes y anchas, la cola gruesa y larga, es de
tros, en echando la primera saeta, si el tigre la hi- color de buey rojo, tiene muy grueso el cuero, la
zo pedazos, toman una hoja de un árbol de roble o carne es de comer: dicen que tiene ésta el sabor
de otro semejante, é híncanla en la saeta, y tiran con de todos los animales, aves y aun de hombres. Ls-
ella al tigre, y la hoja así puesta hace ruido, asi te animal es raro, vive en las provincias de Mzac-
como cuando vuela una langosta, y cáese en el can, de Teputzonihn, y Tlanquikpan, que son acia
suelo al medio del camino, ó cerca del tigre, y con honduras: habita en las montañas y desiertos entre
esto se divierte el tigre (a) á llegar la hoja que las peñas: come cacabates monteses, y otros c a c a -
[a] Conviene en esto c o n el Gato, que gusta de oír algún ruido.
\
bates que se llaman quapatlachtli: come también maíz compare de los que conocemos; es belloso de lar-
verde, y mazorcas de maíz: cuando topa con un mai- ga lana, tiene la cola muy bellosa como la
zal, destruyelo sin dejar nada. Cuando le falta la co- de la zorra, pero de color pardo obscuro, la lana
mida, come hojas de matas y árboles: cuando e s - vedijosa, cuando es ya viejo; tiene las orejas peque-
tercola, echa los cacaos enteros, casi una carga de ñas y angostas, la cara redonda y ancha, casi re-
ellos cada vez; andan los habitantes de aquella tier- trae á la cara de persona, el hocico grueso, echa-
ra á buscar su estiercol para coger el cacao que el aliento ponzoñoso para emponzoñar cuanto to-
echa este animal: no teme á las gentes, ni muere pa, el báho ó aire que arroja es de muchos colores
con saetas: témanle haciendo un hoyo grande, y cu- como el arco del cielo, es muy avisado, y pénese
briéndole con ramas y yerbas, para que caiga den- en acecho para matar ó cazar.
tro, allí le matan y le sacan con sogas, y comen su El león es del tamaño del tigre, no es man-
carne que tiene muy buen comer, ( a ) chado, tiene el pelo también lezne, y en el cuerpo es
Hay un animal que se llama tczoniztac, cria- de la manera del tigre, sino que tiene las uñas ma-
se ácia el mar del sur, en la provincia de Toz- yores, y también pescuños muy largos, es rojo obs-
tlan, y llamánle tezoniztac, porque tiene la cabeza curo: hay leones vermejos, y otros blanquesmos, es-
muy blanca, tan solamente es del tamaño del tigre, tos se llaman leones blancos.
ó casi es bajo de pies, y de grueso cuerpo, come Hay un animal que se llama quanmiztli, por
carne de las bestias silvestres: cuando quiere cazar sus propiedades parece ser onza, y sino lo es, no
regaña como gato, y luego arrebata la caza: tiene se á que otro animal sea semejante: dicen que es
las manos y los pies como tigre, es muy negro t o - parecido al león, sino que siempre anda en los ár-
do el cuerpo, y la cola larga. Este animal muy po- boles saltando de unos á otros, y allí busca su co-
cas veces parece, y si alguno encuentra con él, y mida, pocas veces anda en el suelo.
le ve la cabeza amarilla, es señal que morirá pres- Hay un animal en estas partes que se llama
to, y si alguno le encuentra, y le parece la cabe- Macamiztli, quiere decir ciervo león, el cual no sé si
za blanca, es señal que vivirá mucho en pobreza le hay en otra parte: es del tamaño del ciervo, y
aunque mucho trabaje: este agüero se tenia cerca de la color de este y sus uñas lo mismo: los machos
este animal, mátanle con saeta. tienen cuernos como ciervo, pero tiene pescuños co-
Hay otro animal, que por la relación parece mo león muy agudos, y los dientes y colmillos como
que es oso, y sino es oso, no se á que animal se este: no come yerbas, anda entre los otros a n i m a -
les, y cuando quiere comer, abrázase con un ciervo
( a ) Ignoramos que animal pueda ser éste, tal vez será de las y con el pescuño abréle por la barriga, comenzando
especies perdidas como el Mastodonte cuya osamenta se há encon- desde las piernas hasta la garganta, y así le echa
trado en el desagüe de H u e h u e t o c a y hacienda de Chapingo, y del
Elefante. E n el dia no t e n e m o s cuadrúpedo mayor que un b u e j
fuera todos los intestinos, y le come; en ninguna co-
grande, pues el Cíbolo a p e n a s es igual. T e n g o para mí, que al- sa le conocen los otros ciervos, sino en un mal he-
gunas descripciones de estas son tan fabulosas como la de los Cen- dor que tiene.
tauros, Grifos, y Avefenix. E l P . Sabagun tradujo las relaciones Hay otro animal en esta tierra, qne se llama
de los Indios, del m e x s c a n o al castellano, no es responsable d e
cuitlamzlli, que quiere decir león bastardo, este según
la ecsactitud.
r a vengarse de él, matándole sus gallinas, ó otros
animales de su casa; y si no tiene cosa de estos en
que se vengue, aguarda al tal cuando vá camino, y
pénese delante ladrando como que se le quiere co-
mer por amedrentarle; también algunas veces se acom-
paña con otros tres ó cuatro de sus compañeros pa-
r a espantarle, y esto hacen ó de noche ó de dia.
Este animal tiene condiciones esquisitas y es agra-
decido. Ahora en estos tiempos aconteció una co-
sa digna de notar con uno de estos animales.
Un caminante yendo por su camino vió uno
de estos animales que le hacia señal con la mano
para que se llegase á él; espantóse de esto el ca-
minante, y fué ácia donde estaba, y como llegó cer-
c a de él, vió una culebra que estaba enrredada en
el pescuezo de aquel animal, y tenia la cabeza por
debajo de sobaco de éste, y estaba muy apretada
con él: esta culebra era de las que se llaman cin-
coatl; el caminante como vió éste negocio, pensó
interiormente diciendo: ¿á cual de estos ayudaré? y
determinó ayudar á aquel animal: tomó una vardas-
c a y comenzó á herir á la culebra, y luego ésta se
desenroscó, cayó en el suelo, y comenzó á huir y
meterse entre la yerba, y también el animalejo se
fué huyendo: de ahí á un rato tornóse á encontrar
con el caminante entre unos maizales, y llevaba
dos gallos en la boca por los pescuezos, y púsolos
delante del caminante que le habia librado de la cu-
lebra, é hízole señal con el hocico que los toma-
se; se fué tras él hasta que llegó á su casa, y co-
mo vió donde entraba, fué á buscar una gallina y
llevósela á su casa, y dentro de dos dias le llevó
un gallo. Este animal come carne cruda, y también
mazorcas de maíz secas y verdes, cañas, gallinas,
pan y miel. Tómanle con trampa, alzapié, lazo, ó flé-
chanle, y también le arman en los magueyes cuando
vá á beber la miel.
Otro animal de esta especie hay en esta tier- árbol, y comienza á ahullar, cuyo ahullido se oye
ra que llaman Cuitlachcoioitl, y tiene las mismas con- muy lejos, y luego las otras bestias fieras como ti-
dioiones arriba dichas, salvo que en el pelo es s e - gres, leones que oyen aquel grito, luego en-
mejante al oso, y tiene cerviguillo grueso, y muy be- tienden que son llamados para comer, y van presto
lioso, y en el pecho y en la c a r a tiene un resello de donde está el ocotochtli, ven la presa, y luego lo
pelos grandes que le hace espantable. primero beben la sangre, y despues d e s p e d á z a l e , y
Hay otro animal de esta especie, al cual cómenle, y en todo esto él está mirando aparte co-
llaman Azcatlcoiotl, tiene las mismas condiciones ar- mo comen los otros, y despues que ellos han c o -
riba dichas, salvo que se sienta sobre los h o r m i - mido, él también come lo que sobra, y dicen que hace
gueros, y por esto se llama azcatlcoiotl, y también esto porque tiene la lengua tan ponzoñosa, que si co-
cuando ahulla de noche hace muchas voces juntas miese emponzoñaría la carne, y morirían las otras
unas gruesas, otras delgadas, y otras mas del- bestias comiendo de ella. (Según el padre Molina,
gadas. ^ ^ Q t r o a n - m a ] ¿ e e 5 t a especie, al cual lla- este animal es gato montés ó marta.)
man tlalcoiotl, tiene las condiciones arriba dichas; Hay otro animalejo que le llaman Oztoa, y
pero no se cria en las montañas como los otros, llámanle con este nombre, porque siempre habita en
si no cerca de los pueblos; á estos le llaman al- cuevas y allí cria sus hijos: es pequeñuelo, tiene el
gunos zorro, ó raposo, come gallinas, fruta, ma- hocico como un porquezuelo, tiene el pelo lezne y
zorcas de maíz, cosas muertas y sabandijas. un poco áspero, es de color obscuro, come ratones
y ardillas, y también come conejos, (es raposa)
Hay otro animal que se llama ocotochth, que Hay otro animalejo que llaman mapachith, y
también habita entre las p e ñ a s y montes, es del también le llaman cioatlamacazqui, y Tlamaton, quie-
tamaño de un podenco, bajo y corpulento: tiene el re decir viejecilla: tiene las manos y los pies como
pelo pardo por el lomo, y por la barriga blanque- persona, destruye los maizales cuando están verdes
cino, con unas manchas negras, ralas y pequeñas, comiéndolos, sube á los árboles y come la fruta de
el pelo blanco, la cabeza redonda, y las orejas pe- ellos, y la miel de los magueyes, vive en cueva, h a -
queñas como de gato: la cara redonda, el ho- ce su habitación en las montañas, en los riscos, y
cico corto, la lengua aspera ó espinosa, el ahulli- entre las espadañas del agua. En el tiempo de i n -
do delgado cemo tiple, es muy ligero, y salta mu- vierno cuando no hay fruta ni maíz, come ratones y
cho como que vuela. Este animal tiene una singu- otras sabandijas; algunas veces anda en dos pies co-
lar propiedad, que caza p a r a dar de comer á otras mo persona, y otras en cuatro como animal: hurta
b e b í a s fieras: caza hombres ó ciervos, ú otros ani- cuanto halla,'por ser así ladrona, y por tener manos
males. y caza de esta manera, que viendo que se acer- de persona, le llaman mapachitli: es bajo y rollizo,
ca l o ' q u e quiere cazar, se esconde tras de un ár- tiene larga lana, la cola dura, crecida, y pelosa á mane-
bol y en llegando junto él, arremete, y pásale la ra de zorro, la cabeza grande, las orejas pequeñas, el ho-
cico largo, delgado, y prieto, el cuerpo pardo, y peloso.
lengua por los ojos, y es t a n ponzoñosa, que l u e -
Hay otro animalejo que se llama pczoth, és
a 0 mata en tocando: como c a é el animal, o hom-
como el arriba dicho, salvo que no tiene pies ni ma-
bre que mató, cúbrele con heno, y súbese sobre an
Tóm. IIL 21
nos como persona sino c o m o animal, es de color obs- zales, moran en cuevas y entre las piedras, y allí
curo, llámase pezotli c o m o si se dijese gloton, p o r - crian á sus hijos como topos, y son muy dañosos
que de todas cosas come, y nunca se harta, y de aquí se para estas plantas.
tiene costumbre de llamar pezotl al que come mucho y Hay otro animalejo que se llama totli, es pe-
nunca se harta, siempre a n d a comiendo, y donde vé al- queñuelo y de color buró, tiene la cola larga y blan-
guna cosa de comer, luego arremete á tomarla. quecina, el pelo muy blando, come todas las cosas
Otro animal hay q u e se llama Coiometl, ó Quauh- que comen las ardillas. . ,
coiometl: es muy semejante al puerco de Castilla, y Hay otro animalejo que se llama motoiavitl, es
aun algunos dicen que e s puerco de allá; tiene cer- semejante al de arriba dicho, y de la misma espe-
das largas y ásperas, y también tiene los pies como cie: es pardo obscuro, del color de los ratones, y
éste, y de las cerdas h a c e n escobillas como las de habita debajo de la tierra como ellos.
cerdas del puerco de Castilla. Este animal come be-
llotas que se llaman quouhcapulin, come también maíz Párrafo cuarto: de aquel animalejo que se llama
frisóles, raíces y fruta, como el citado puerco, y por tlaquatzin, que tiene una bolsa donde mete á sus hijuelos,
la semejanza que tiene con éste, llaman también pe- cuya cola es muy medicinal.
rotó al puerco de Castilla, porque come como éste
animalejo á que dicen, glotón ó pezotli. Hay un animalejo que se llama tlacuatl, ó tla-
cuatzin, del tamaño de un gato poco menos, y es
Párrafo tercero: de otros animalejos pequeños como ardi' pardillo obscuro, tiene el pelo largo, y muy blanco
lias, ú otros semejantes. v cuando son viejos caénsele los pelos: tiene el ho-
Hay muchas m a n e r a s de ardillas en esta tier- cico laro-o y delgado, la cara pintada, las orejas pe-
ra, unas de ellas son grandecitas y largas, y de co- queñas, l a cola larga y pelada, vive entre los mai-
lor moreno, tienen el pelo blanco, pequefiitas las ore- zales, entre las piedras hace cueva, donde mora y
j a s y delgadas, la cola espadañada, el pelo duro y en cria á sus hijos: tiene una bolsa entre los pechos y
las puntas negro, c o m e cuanto hay, pan, carne, fru- la barriga, donde mete sus hijuelos, allí maman y los
ta, todo cuanto puede haber come, aunque se le de- lleva á donde quiere. Este animalejo, ni sabe m o r -
fiendan: no tiene miedo, ni por eso lo deja, ni per- der. ni arañar, ni hacer algún daño aunque le tomen,
ceptiblemente hurta, y por eso come lo que está y cuando le cazan, chilla y llora, y sálenle las lá-
guardado, por cuya c a u s a llaman á los ladrones techalotl: grimas de los ojos, como á persona: cuando le t o -
el chillido de éste animalejo es delgado y vivo. man los hijos, chilla mucho, y llora por ellos. Este
Otras ardillas hay que se crian en las m o n - animalejo come maíz, frisóles y raeduras de los ma-
tañas y en los árboles: estas comen piñones y guéyes, que sacan de ellos cuando los ahugeran pa-
los grumos tiernos d e los árboles, y los gusanos r a sacar la miel, y también come de ella. L a carne de es-
que se crian en ellos, y juntamente los descortezan, te es comible y sabrosa, como la del conejo, y los
por sacar los que están dentro. huesos de este animalejo, ni la cola son de comer:
Hay otra m a n e r a de ardillas que llaman tlal- si alguno los come aunque sea perro, ó gato, lue-
techalotl: llámanse así, porque se crian en los mai- go echa fuera todos los intestinos. Aconteció una
vez que un perro royó los huesos de uno de estos» nos, hace cueva donde cria sus hijos, y hace nido
y dende á rato lo vieron que andaba con las tripas para ponerlos, escóndelos en parte secreta, tiene la
arrastrando, que las había echado por detrás. L a co- carne sabrosa.
la de este es muy medicinal, saca cualquiera cosa L a comadreja es delgadilla, tiene la cola lar-
que se halla en la carne, ó en el hueso, la saca ga, tiene la cara manchada, es vermejuela, el pe-
poniéndola muchas veces: las mugeres que tienen d i o lo tiene blanco, come ratones y gusanos; tam-
mal parto bebiendo una poca de agua de la cola bién come gallinas chupándolas por el seso, tiene el
de este animal pues paren luego. Los que tienen cerrada estiercol muy hediondo, es muy amiga de los p o -
la cámara, que no pueden bien purgar, bebiendo un llos y de los huevos, cómelos mucho, y desea topar
poco de la cola molida, purgan luego, porque abre con las gallinas, y que están echadas sobre los hue-
y limpia los poros; los que tienen tós, bebién- vos para comérselos; no es de comer.
do la misma sanan. También para esto es bueno Hay un animal en esta tierra que echa gran
aquella especie, que llaman venacaztli, y la otra que hedor, y por gran espacio hiede: es del tamaño de
llaman tlilzochitl, molido todo, y bebido con cacao; un gato, tiene los pelos largos, es de color negro,
y esto también aprovecha para los que no pueden tiene la cola espadañada, es bajuelo, tiene las o r e -
digerir, y los que tienen estragado el estómago con jas agudas y pequeñas, el hocico delgado, habita en-
opilaciones, (a) tre las piedras y en las cuevas, y allí cria sus hi-
jos: su comer és escarabajos y gusanos, y unos es-
Párrafo quinto: de las liebres, conejos, y comadrejas. carabajuelos que vuelan; mata las gallinas y come
los huevos como la comadreja. Despues que está har-
L a liebre tiene largos miembros y bien hechos, to de comer, mata las gallinas y come las cabezas,
pelos rojos, y uñas, el cuerpo largo, el pescuezo lar- y despues de satisfecho, déjalas por ahí en el sue-
guillo, las orejas agudas, largas, anchas y cóncabas: lo muertas. L a orina de éste animal ó su freza, és co-
tiene el hocico redondo y corto, el pelo pardillo, sa espantable del hedor que tiene, y parece cosa infer-
las puntas de los pelos negrestinas, el pelo blanco, nal y pestilencial, y la esparce por gran espacio, y si al-
ni es muy largo ni corto, es medianamente liso: es- guno le quiere tomar, luego alza la cola y le rocía
te animal es muy ligero, corre mucho, cuélase c o - con la orina ó con la freza; donde toca esta sucie-
mo saeta, tiene la cola corta, el pecho blanco, la dad en la ropa, aparece una mancha amarilla, que
freza hecha r e d o n d a como maíz, la carne es c o - jamás se puede quitar, y si á alguno le toca en los
mestible. ojos le ciega, y si le comen los que tienen bubas,
El conejo es casi como la liebre un poco me- sanan, y la carne si la comen los gotosos también
sanan, [a] . .
Monas ó micos hay muchas en esta tierra: [bj crian-
( a ) El tlacuatzin m e r e c i ó tanto aprecio á los españoles por
sus virtudes medicinales y rara configuración, que H e r n á n Cortés, se en las partes que llaman Anaoac, que es ácia orien-
mandó algunos de ellos al emperador Carlos V . luego q u e conquis- ( a ) Conocérnoslo con él nombre de Zorrillo: en otra parte h e -
tó á México con otras esquisitas producciones y artefactos, (según mos hablado de él. ( b ) Efectivamente abundan demasiado en
Herrera, y Chimalpain.) Clavijero dice q u e este animal e s el ester-
México; sobre todo en los portales.
piinio de los gallineros.
162 - t ..... , , -
tienen el hocico tierno y grasiento, tienen las uñas
te respecto de México. Son estos animales b a r -
hendidas y pescuños: son gruesos de la parte trase-
rigudos, tienen larga la c o l a y enróscanla, tienen ma-
ra, la cola corta y ancha, son de comer y su car-
nos y pies como persona, y también uñas largas; gri-
ne es sabrosa: el color es ceniciento, en naciendo,
tan, silvan y cocán: a r r o j a n piedras y palos á los
luego se levantan y andan como los corderos y potri-
caminantes, tienen cara casi como de personas, son
llos; el ciervo es muy ligero, come maíz en yerba, frisó-
peludos y bellosos, tienen las ancas gruesas; se crian
les, y las hojas de éstos, y las de los árboles, y come
en los riscos, y no paren m a s de un hijo: comen maíz,
madero podrido, y los gusanos que nacen de los ma-
frisóles, frutas, y carne, y esto lo hacen como per-
deros, come heno, y hojas de arbustos.
sona: también comen los grumos de los árboles ver-
Los ciervos muchos tienen cuernos de color
des. P a r a tomar á estos, usan de éste embuste: ha-
de madero seco y blanquecino, y los tienen lleno»
cen una grande hoguera donde habitan estos anima-
de gajos: mudan los cuernos metiéndolos en una h o r -
les, y cercánla de m a z o r c a s de maíz, y ponen en el
cada de árbol; para despedirse de ellos, tiran ácia
medio del fuego una p i e d r a que se llama cacalotetl,
atrás y déjanlos en el árbol; de ésta manera arrancan
y los inventores de e s t a caza, escóndense ó entiér-
los cuernos de su cabeza, y vuélvense mosos, ó m u -
ranse, y como ven el f u e g o las monas y huelen el
chachos.
humo, vienen luego á calentarse y ver que cosa es
L a cierva no tiene cuernos: cuando es chiqui-
aquella, y las hembras t r a e n sus hijos acuestas; t o -
llo el ciervo ó cierva, está pintado de unas pintas
dos se sientan luego al rededor del fuego calentán-
blancas y espesas por todo el cuerpo. Este mazatl es
dose, y como la piedra se calentó, da un troni-
cabra montes.
do grande, y derrama l a s brazas y la ceniza sobre
Hay ciervo blanco, (a) dicen que este es rey
las monas, y ellas e s p a n t a d a s echan á huir, y dejan sus
de los otros ciervos; raramente parece, juntánse á
hijuelos por ahí, ni los ven porque van ciegas con
él los otros ciervos, el pelo no lo tiene del todo
con la ceniza: entonces los cazadores leváníanse de
blanco, si no blanquecino obscuro, y no muy blando.
presto, y toman los monicos y crianlos, amánzanlos»
Hay otra manera de ciervos que llaman tía-
pues estos a n i m a l e s fácilmente se domestican: siéntan-
macazcamacall, es largo y alto, la cara tiene mancha-
se como persona, c o c á n á las mugeres, búllanse con
da al rededor de los ojos negro, y abajo de los
ellas, y demandan de c o m e r estendiendo la mano, y
ojos tiene una veta de blanco, que atraviesa por to-
gritan.
dos los hocicos.
Los perros de esta tierra tienen cuatro nom-
Párrafo sesto: de los ciervos, y de diversas maneras de bres, llámanse chichi, itzcuintli, xochiocoiotl, y tctlamin,
perros que estos naturales criaban. y también tevitzotk son de diversas colores, hay unos
negros, otros blancos, cenicientos, buros, castaños
Hay ciervos en ésta tierra de muchas mane- obscuros, morenos, pardos y manchados. Hay algu-
ras, viven" en las m o n t a ñ a s , son a l t o s de cuerpo, tie-
nen las piernas largas y bien hechas, son gruesos, (a) Se encuentran en la sierra de Zacatlan de las manzanas,
y en la del volcan d e Orizava por el rumbo de san Andrés C h t l -
tienen barriga, y el pescuezo y hocico, largo y del-, chicomula.
gado, tienen las orejas largas, agudas y cóncavas:
nos de ellos grandes, o t r o s medianos, algunoá de cada parte cerca de estos: tiene recios dientes,
de pelo lezne, otros de p e l o largo: tienen largos lio- los cuatro grandes son algo corbados, las orejas pe-
cieos, los dientes agudos y grandes, las orejas cop- queñitas y redondas: este animal es de comer, sabro-
eabas y pelosas, cabeza grande; son corpulentos, tie- so V muy gordo, y á quien róe sus huesos, entumen-
nen uñas agudas, son m a n s o s y domésticos, acom- sele los dientes, ó hácesele dentera. Tiene corta vis-
pañan y siguen á su a m o ó dueño: son regocijados, ta v á la claridad no ve nada: hace cuevas por de-
menean la cola en señal de paz, gruñen, ladran, bajo de tierra, y siempre vive debajo de ella, y cuan-
abajan las orejas ácia el pescuezo, en señal de do sale afuera, no acierta atinar a su cueva, y
amor: comen pan, m a z o r c a s de maíz verde, carne luecro hace un ahugero donde se esconde. Co-
cruda y cocida: comen c u e r p o s muertos y carnes me°raízes de todas maneras de arboles, yerbas y
magueyes: come las raízes de las cañas de maíz y
corruptas. . , l a s ° mismas cañas cuando son tiernas, y también los
Criaban en esta t i e r r a unos perros sin pelo elotes mete debajo de tierra, y los frísoles en yerba,
ninguno, y si algunos pelos tenian, eran muy pocos. Y el maíz lo mismo, y allí lo róe, y come aunque
Otros perrillos criaban q u e llamaban XoloitzcmntU, sea caña de maíz, pues la mete debajo de tierra y
que ningún pelo tenian, y d e noche abrigábanlos con allí la come.
mantas para dormir: estos perros no nacen asi, si
no que de pequeños los u n t a n con reciña que se lla-
Párrafo sétimo: de los ratones, y otros animalejos
ma oxitl, y con esto se les c a é el pelo, quedando
semejantes.
el cuerpo muy liso. O t r o s dicen que nacen sin pelo,
en los pueblos que se l l a m a n Tcutlzco, y Tocilan. Los ratones son de muchas maneras, y tienen
Hay otros perros que s e llaman tlalchichi, bajuelos muchos nombres, llámanse quimiehi, que quiere d e -
rodondillos, son muy b u e n o s de comer. cir ratón, y llámase tepanehichi, que quiere decir perrillo
Hay otro animal al cual llaman perro de de pared, y llámase tepanmanzál, que quiere decir barreno
agua, porque vive en ella, estos son los que nosotros de pared, y llámase calxoch, que quiere decir casero. Los
llamamos Nutrias: es del g r a n d o r de un podenco, tiene . ratones son de color ceniciento, tienen el pelo lezne
el pelo hosco obscuro, y muy blando, no le entra son pardos obscuros en el lomo, son larguillos, y la
el agua, deslizase esta d e él, como si estuviese gra- cola larga, el hocico agudo: comen nuestros mante-
ciento: come este animal peces, y todo cuanto hay nimientos, maíz, chile, cacao molido y almendras:
en el agua. . ' comen todas maneras de frutos y pan; finalmente de
Los topos de e s t a tierra, son grandes como todo lo que comemos, todo lo muelen, y todo lo es-
ratas: tienen el pelo vermejo, son canudos y gordos, tragan, hacen nido de pajuelas y otras cosas blan-
de les pies bajos: casi a r r a s t r a n la barriga, tienen la das°, roen las cosas de vestir, y trozan las mantas y
cola no muy larga, las u ñ a s grandes y corbas, los plumas ricas, y todo lo que se guarda, en arcas y
dientes dos de la parte d e abajo largos, y otros dos cofres, todo lo roen y destruyen: hurtan las piedras
de la parte alta también grandes, y otros pequeños preciosas, y escóndenlas en sus ahugeres: no dejan
f a l El chichi 6 techichi l l a m a d o perro mudo porque 110 ladra- cosa que no destruyen por muy guardado que esté,
ba á falta de carne comían los indios, capábanlos, y eran de carne Tóm. III. 22
sabrosa, los españoles acabaron c o n la casta.
De aquí tomaron nombre los que espían, ó escuchan lores, tiene el pico agudo y amarillo, y los pies de
lo que se dice, y hace otras cosas para irlo á de- éste mismo color: tiene un tocado en la cabeza de
cir en otra parte, á estos llaman niquimichii, ó ratones, piuma como cresta de gallo: és tan grande como
una ave que se llama tzanatl, que és tan grande co-
y de aquí sale un adagio que dicen quimichin, quie-
m o una urraca ó pega de España: tiene la cola de
re decir: de los ratones supe secretamente lo que hacían, y de-
forma y composicion de estas aves que se llaman
cían mis enemigos, enviando espías que oyesen 6 viesen
tzanatl, ó teuzanatl, que se crian en los pueblos. Las
sus palabras y obras. Los ratones se toman con ga-
plumas que cria en la cola, se llaman quetzalh, son
tos vivos, y con otros de madera, [ó trampas] y con muy verdes y resplandecientes; son anchas como unas
yerba que se llama quimichpatli. hoias de espadañas, dobléganse cuando las toca el
Hay ratones de a g u a que se crian en ella, sa- a i r e , resplandecen muy hermosamente. Tiene esta ave
ben nadar, pasan el a g u a á nado, son gruesos y unas plumas negras en la cola conque cubre estas
tienen la cola larga y son de la color de los otros plumas ricas, las cuales están en el medio de estas
ratones. Hay otros que s e crian en los montes y son negras. Estas plumas negras de la parte de afuera son
gruesos. Hay también o t r o s ratones que se crian en muy obscuras, y de la parte de adentro que es lo
los maizales: á los que s e crian en casa, llaman- que está junto con las plumas ricas, és algo verde
tes calquimíchti. Otros h a y que también se crian en obscuro, y no muy ancho ni largo. El tocado que
casa y tienen los ojos chiquitos, llámanse tccoconton, tiene en "la cabeza esta ave, es muy hermoso y res-
ó tecocon: hay otros que s e llaman vicacotl, tienen lar- plandeciente; llaman á estas plumas tzinitzcan. Tiene
gas las colas, y lo m i s m o el cuerpo y delgado, [a] esta ave el cuello y pecho colorado resplandeciente,
Hay unos animalejos como ratas ó como t o - es preciosa esta pluma, y llámanla tzinitzcan. En el
pos y no son ciegos; crianse debajo de la tierra en pescuezo por la parte de atrás y todas las espaldas,
los maizales, cómense é s t e y los frisóles, hurtan cuan- tiene las plumas verdes muy resplandecientes: d e b a -
to pueden, y despues d e hartos de ellos, escónden- jo de la cola y entre las piernas, tiene una pluma
lo en su cueva, tienen unos papos como la mona delicada del mismo color, clara, resplandeciente, y
^en ambas partes; hínchenlos de lo que hurtan, y mé- blanda: en los codillos de las álas tiene plumas ver-
tenlo en su cueva en u n o s hoyos que hacen para des y debajo negro; y las de mas adentro de éstas,
son de color de uña, y un poco encorbadas, son an-
ello, y despues vanlo comiendo poco á poco.
chuelas y agudas, y están sobre los cañones de las
C A P I T U L O U. plumas delgadas del ála, que se llaman quetzalvitzth,
son verdes claras, largas, derechas y agudas de las
De las Aves. puntas, y resplandece su verdura. Habitan estas aves
Párrafo primero: de las aves de pluma rica. en la provincia que se llama Tecolotlan, que es ácia
H a y una ave en e s t a tierra que se llama quet- Honduras ó cerca, viven en las arboledas y hacen sus
saltototl, (b) tiene p l u m a s muy ricas y de diversas co- nidos en los árboles para criar á sus hijos, (a)

( a ) L o s hay blancos con o j o s encarnados; he visto muchos en


O a x a c a , y los hay en la c á i c e l d e aquella ciudad.
( b ) Ya hemos descripto é s t a s aves en el tóm. 2 o . pag, 194. ( a ) T a m b i é n abundan en Vera-Par.
con las mismas palabras del A b a t e Clavijero: véalo el lector.
De aquí tomaron nombre los que espían, ó escuchan lores, tiene el pico agudo y amarillo, y los pies de
lo que se dice, y hace otras cosas para irlo á de- éste mismo color: tiene un tocado en la cabeza de
cir en otra parte, á estos llaman niquimichii, ó ratones, piuma como cresta de gallo: és tan grande como
una ave que se llama tzanatl, que és tan grande co-
y de aquí sale un adagio que dicen quimichin, quie-
m o una urraca ó pega de España: tiene la cola de
re decir: de los ratones supe secretamente lo que hacían, y de-
forma y composicion de estas aves que se llaman
cían mis enemigos, enviando espías que oyesen 6 viesen
tzanatl, ó teuzanatl, que se crian en los pueblos. Las
sus palabras y obras. Los ratones se toman con ga-
plumas que cria en la cola, se llaman quetzalh, son
tos vivos, y con otros de madera, [ó trampas] y con muy verdes y resplandecientes; son anchas como unas
yerba que se llama quimichpatli. hoias de espadañas, dobléganse cuando las toca el
Hay ratones de a g u a que se crian en ella, sa- a i r e , resplandecen muy hermosamente. Tiene esta ave
ben nadar, pasan el a g u a á nado, son gruesos y unas plumas negras en la c o l a conque cubre estas
tienen la cola larga y son de la color de los otros plumas ricas, las cuales están en el medio de estas
ratones. Hay otros que s e crian en los montes y son negras. Estas plumas negras de la parte de afuera son
gruesos. Hay también o t r o s ratones que se crian en muy obscuras, y de la parte de adentro que es lo
los maizales: á los que s e crian en casa, lláman- que está junto con las plumas ricas, és algo verde
les calquimichti. Otros h a y que también se crian en obscuro, y no muy ancho ni largo. El tocado que
casa y tienen los ojos chiquitos, llámanse tccoconton, tiene en "la cabeza esta ave, es muy hermoso y res-
ó tecocon: hay otros que s e llaman vicacotl, tienen lar- plandeciente; llaman á estas plumas tzinitzcan. Tiene
gas las colas, y lo m i s m o el cuerpo y delgado, [a] esta ave el cuello y pecho colorado resplandeciente,
Hay unos animalejos como ratas ó como t o - es preciosa esta pluma, y llámanla tzinitzcan. En el
pos y no son ciegos; crianse debajo de la tierra en pescuezo por la parte de atrás y todas las espaldas,
los maizales, cómense é s t e y los frisóles, hurtan cuan- tiene las plumas verdes muy resplandecientes: d e b a -
to pueden, y despues d e hartos de ellos, escónden- jo de la cola y entre las piernas, tiene una pluma
lo en su cueva, tienen unos papos como la mona delicada del mismo color, clara, resplandeciente, y
^en ambas partes; hínchenlos de lo que hurtan, y mé- blanda: en los codillos de las álas tiene plumas ver-
tenlo en su cueva en u n o s hoyos que hacen para des y debajo negro; y las de mas adentro de éstss,
son de color de uña, y un poco encorbadas, son an-
ello, y despues vanlo comiendo poco á poco.
chuelas y agudas, y están sobre los cañones de las
C A P I T U L O U. plumas delgadas del ála, que se llaman quetzalvitzth,
son verdes claras, largas, derechas y agudas de las
De las Aves. puntas, y resplandece su verdura. Habitan estas aves
Párrafo primero: de las aves de pluma rica. en la provincia que se llama Tecolotlan, que es ácia
H a y una ave en e s t a tierra que se llama quet- Honduras ó cerca, viven en las arboledas y hacen sus
zaliototl, (b) tiene p l u m a s muy ricas y de diversas co- nidos en los árboles para criar á sus hijos, (a)

( a ) L o s hay blancos con o j o s encarnados; he visto muchos en


O a x a c a , y los hay en la c á i c e l d e aquella ciudad.
( b ) Ya hemos descripto é s t a s aves en el tóm. 2 o . pag, 194. ( a ) T a m b i é n abundan en Vera-Pax.
con las mismas palabras del A b a t e Clavijero: véalo el lector.
Hay una ave en esta tierra que se llama tzi- H a v otra ave qne también se llama aiogua,
nitzcan, ó teutzinitzcan: ésta tiene las plumas n e - Y es ave del agua, todas las de esta se acompanan
gras y vive en el agua: las plumas preciosas que í o n ella, como con su principe. Tiene el pico ama-
tiene, criálas en el pecho, en les sobacos, y debajo rillo, y los codillos de las alas verdes, las plumas
de las álas, son la mitad prietas, y la mitad verdes grandes, y las de la cola las tiene ametaladas con
resplandecientes. blanco y verde; la pluma de todo el cuerpo la tiene
Hay otra ave que se llama tlauhquechol, ó teuh- vermeja tirante, á colorado.
quechol, vive en el agua y es como pato: tiene los HaY otra ave que se llama chalchzutotol, y cria-
pies como éste anchos y colorados, también el pico se en las montañas de Pequeña: tiene el pico agudo,
es colorado y como paleta de boticario que ellos lla- la cabeza, y la cola verde, y también las alas
man espátula: tiene un tocadillo en la cabeza colo- los escudos de ellas, los tiene verdes obscuros, la
rado, el pecho, barriga, cola, espaldas, álas, y los co- pluma debajo d é l a s álas, y de todo el cuerpo tie-
dos de éstas, del mismo color muy fino; el pico y ne la color de azul claro.
los pies son amarillos: dicen que ésta ave es el prín- H a y otra ave que se llama Xuihtototl, que asi-
cipe de las garzotas blancas que se juntan á él don- mismo se cria en las provincias de Anaoac, que es ácia
de quiera que le ven. la costa del mar del sur en pueblos que se llaman
Hay otra avecilla de plumas ricas que se lla- Tecpaíla, Tlapilollan y Ozlotlan: es ésta ave del tamaño
ma xiuhquechol; tiene la pluma verde como yerba, y de una graja, tiene el pico agudo y negro, las plu-
las álas azules y juntamente la cola: criáse esta ave, mas del pecho moradas, la de las espaldas azul,
ácia las partes que llaman Anaoac, [a] que és al y las de las alas azules claras: la cola tiene de plu-
oriente de México, ácia la mar del Sur. m a s ametalades de verde, azul y negro: esta ave s e
Hay otra ave que se llama caq'úm, tiene el pi- caza en el mes de octubre: cuando están maduras
co agudo y las plumas de sobre él, son coloradas: las ciruelas; entonces las matan con cebratanas en
tiene las demás leonadas por todo el cuerpo, las de los árboles, y cuando caen en tierra, arrancan algu-
la cola son amarillas muy finas y resplandecientes, na yerba para que tomándola no llegue la mano a
y tiene en la misma cola otras negras conque cu- l a s plumas, porque si llega, dicen que luego pierde
bre las amarillas, cuando vuela y estiende la cola» la color y se empaña.
entonces se aparecen éstas, reverbera la color ama- Hay una ave que se llama Xionpalquechol, tie-
rilla con las negras, y así parecen como llama de ne el pico largo, y los pies negros: tiene la cabe-
fuego y oro: criánse en Anaoac. za, la cola, las alas y las espaldas de color azul
Hay otra ave que se llama aioqüan, mora en claro, el pecho leonado, y los codillos de las alas
las montañas de Cuextlan y Michuacan: tiene el pico también leonadas.
agudo y negro, y toda la pluma es de éste color, Hay otra ave que se llama Xochitenacatl, m o -
ecepto la cola que tiene las plumas, medias blancas r a en las montañas y en los árboles, críase en la
y medias negras. provincia de Totonacapan, ( a ) y Cuextlan, hace nidos
(a) Verdadera ide'a del local de Anaoac que hoy llaman Ana- (a) Hoy Totonicapan en Goatemala.
httac.
en las palmas; el nido que h a c e es como una talega pesas árbolédas, son domesticabas, tienen el pico
que está colgada de la r a m a del árbol: tiene el pi- amarillo y corbo como alcon, los pies y piernas ca-
co cóncabo y largo, muy amarillo, la cabeza y el llosos, la lengua aspera, dura, redonda y prieta, los
cuerpo verde, las alas y la c o l a leonada, y a m e t a - ojos colorados y amarillos, el pecho y la barriga,
ladas de negro y blanco. también amarillo, las espaldas moradas, las plumas
Hay otra ave que se llama guapachtotol, es de de la cola y de las alas tienen vermejas, casi colo-
color leonado todo el cuerpo. radas: llámanse estas plumas cuetzalin, que quiere decir
Hay otra ave que s e l l a m a elutototl, tiene las llama de fuego, la cobertura de las alas, que cubre
alas de color morado, tiene el pico verde obscuro, las estremidades de las plumas grandes, y también
É I íl las que cubren la estremidad de la cola, son azules
y azul.
V: con unos arreboles de colorado.
I I Párrafo segundo: de los papagallos, y tzinzones. Otra manera de papagallos hay que llaman
tocho, es muy semejante al que llaman ioznene tiene
fll I el pico amarillo y corbo, la cabeza colorada, y to-
Hay muchas maneras d e papagallos en esta
tierra, unos de ellos llaman toznene, tiene el pico das las plumas del cuerpo moradas, los codillos, y
amarillo y corbado como gavilan, la cabeza colora- todo lo esterior de las alas, tiene colorado obscuro,
II í mezclado con amarillo, las plumas pequeñuelas que
da, criánse en la provincia q u e se llama Cucxtlan,
cuando son pequeños que e s t á n en el nido, son ver- están sobre la carne de ellas que llaman xolotl, son
des, en el pescuezo, cola, a l a s y codillos: tienen ver- del mismo color: el bello, como pelo malo, que tie-
des y amarillos, las plumas pequeñas de las alas ne cerca de la cola y de las alas es del color ya
que cubren las otras g r a n d e s de estas, las del pe- dicho. Esta ave canta, parla, y habla cualquiera len-
cho y las de la barriga, son amarillas obscuras: 11a- gua que le enseñan, arrienda á los otros animales,
mánse xolotl: las orillas de las plumas de las alas responden diciendo lo que les dicen, cantando lo que
y de la cola, son coloradas, crian y hacen nido en cantan, es muy dócil.
los riscos muy altos, y en las ramas de los árboles; Hay otra mañera de papagayos que se llaman
en estos lugares hacen nido, ponen sus huevos y los guiliton: son estos chiquillos, tienen la cabeza colora-
empollan y sacan sus pollos en estos lugares, los to- da, y el cuerpo todo verde, los escudos de las alas
man y los amanzan. colorados, comen maíz y frizoles, aprenden á hablar
lo que les enseñan.
Otra manera de papagallos llaman toztli, y son
Hay otra manera de papagallos que se llaman
estos mismos: cuando ya son grandes vuelan y crian,
tlatacuccalli, criánse en las mantañas, tienen el pico
entonces tienen las plumas muy amarillas y resplan-
amarillo y corbo, la cabeza colorada, los codillos de
decientes, cuanto mas va creciendo en años este
álas de color encarnado obscuro, el pecho amarillo,
papagallo, tanto mas va amarilleciéndose, y por esto
las álas, la cola y las espaldas de color verde.
fe llaman toztli, quiere decir, cosa muy amarilla.
Hay unas avecitas en esta tierra, que son muy
• Hay otra manera de papagallos, que llama»;
pequeñitas, que mas parecen moscardones que aves:
Alo, criáse en la provincia q u e llaman Cuextlan, vive
hay muchas maneras de ellas, tienen el pico c h i -
en lo alto de los montes y riscos, crian en las es-
quito, negro y delgadito, así como ahuja; hace áii Hay otra avecilla que se llama iollolototl, cria-
nido en los arbustos, allí pone sus huevos, los em- se en l a ' provincia nombrada Teutlixco, és ácia
polla y saca sus pollos, no pone mas de dos h u e - ia mar del sur, es ave pequeñuela como una codor-
vos; come y mantiénese del rocío de las flores c o - niz; llámase yollotototl, porque los habitadores de aque-
m o las abejas: es muy ligero, vuela como saeta, es lla provincia dicen, que los corazones de los difun-
de color pardillo, renuévase cada año; en el tiempo tos ó sus ánimas se convierten en aquella ave; su
de invierno cuélganse de los árboles por el pico: allí canto es dulce y suave, la cabeza, el pecho, y las
colgados se secan y se les cae la pluma. Cuando espaldas, son entre pardo y amarillo, tiene la cola
el árbol torna á reverdecer, él vuelve á revivir, y negra, las plumas de las álas ametaladas, y las
tórnale á nacer la pluma, y cuando comienza á tro- puntas blancas, és de comer.
nar para llover, entonces despierta, vuela, y resuci- Hay una ave que se llama pohpocales, y vi-
ta: és medicinal para las bubas comiéndolo, y el que ve en las montañas: tiene este nombre, porque can-
los come nunca las tendrá, (a) pero hace estéril al ta diciendo pohpocales á la puesta del sol, y antes
que los come, (b) que salga repite lo mismo. Mora en las barrancas
de la provincia de Toztlan y Catemahco: come peces,
Hay unas de estas avecitas que se llaman quet-
es tan grande como un pato; pero tiene las piernas
zahitzili, tienen las gargantas muy coloradas, y los
largas y el pico agudo, redondo y colorado, y los
codillos de las colas vermejos, el pecho verde, las
ojos también colorados: tiene la cabeza amarilla obs-
álas y la cola, y se parecen á los finos quetzales.
cura, el cuello, las espaldas, los pechos y la cola
Otras de éstas avecitas son todas azules, de un azul
pardos, y las plumas de debajo la cola, pardillas, tie-
muy fino, y es claro á manera de turquesa resplan-
ne los pies colorados, y es de comer.
deciente. Hay otros verdes claros á manera de yer-
Hay otra ave que se llama tecuciltototl, y llá-
va: otros hay que son de color morado, y juntamen-
mase así, porque cuando canta dice: tecucilton, tecu-
t e colorados y mezclados con pardo: hay otros que
son resplandecientes como brasa: otros que son leo- cilton: tiene delgada la voz, es del tamaño de una co-
nados como amarillo: otros que son larguillos, unos dorniz, es de comer, criáse en las provincias de Teu-
de ellos son cenicientos, otros son negros; los ceni- tlixco y Toztlan.
cientos tienen una raya de negro por los ojos, y los "Hay otra ave que se llama ixmatlatototl, vive
negros tienen una raya blanca. en las montañas ácia la mar del sur: llámase por
este nombre, porque su habla ó cantar es como ha-
Hay otros que tienen la garganta colorada y
bla de persona, y dice cuando canta: campavéé, campa-
respladeciente como una brasa, son cenicientos en
véé, que es una palabra que usa la gente de aquellas
el cuerpo, y la corona de la cabeza y la garganta,
partes, y parece que los arrienda: tiene el pico pla-
resplandecientes como una brasa.
teado, la cabeza, el pecho, las álas, la cola, todo el
Hay otros que son redondillos cenicientos, con cuerpo y los pies cenicientos, es de comer.
unas motas blancas.

(a") E s mucho asegurar ésto,


^b) Circunstancia extraordinaria. Tóm. III. 23
pies negros y anchos, viven en el agua y en los mon-
Párrafo tercero: de las aves que viven en el agua,
tes, unos de ellos son pardos, otros negros, otros ce-
ó que tienen alguna conversación en ella.
nicientos, y otros blancos, tienen la pluma muy blan-
Muchas m a n e r a s d e patos hay en esta tierra da, hácese de ella mantas: estos comen peces y tam-
que viven en el agua, y comen peces, coquillos, gu- bién maíz.
sanos, y otras s a b a n d i j a s de ella. Hay una manera Hay unos patillos como cercetos que hacen
de patos que se llaman concanauhtli, son grandecilios, ruido cuando vuelan.
bajuelos de pies, de c o l o r ceniciento; tienen el pico Hay unas aves en el agua que se llaman ato-
y las patas anchas, c r í a n s e en las lagunas, entre las toli, quiere decir gallina de agua, tiene boca ancha
espadañas hacen su n i d o , alií ponen sus huevos, los y muy hendida hasta el cuello, pescan abierta la bo-
empollan, y sacan sus hijos: éste el mayor de todos ca, ó la abren como red para pescar; es tamaña c o -
los patos. mo un gallo' de papada: hay unas de éstas aves blan-
Hay otros p a t o s q u e se llaman canauhtli, tie- cas, y otras ametaladas. __
nen el pecho y la b a r r i g a blanca, el cuerpo pardi- Estas aves dichas van á criar á diversos pun-
llo, en los codillos d e l a s álas tienen plumas verdes tos, y vienen al invierno por estas partes al tiem-
obscuras, son de m e d i a n o cuerpo, mas menores que po de los maizales. ^tfff*
los de arriba, tienen el pico ancho y negro; también Hay otra ave en la*l§Wa que se llama qua-
las espaldas son a n c h a s y negras, tienen cañones en ehilton, tienen la cabeza muy colorada, el pico agu-
las álas y plumas á m a n e r a de conchas, y también do, los pies negros, es de color ceniciento, críase
entre las espadañas en el agua.
pluma delicada como algodon.
Hay otra ave semejante á esta que se llama
Hay otra m a n e r a de patos que tienen en la
xacozintli, tiene los pies largos y el pico lo mismo,
cabeza plumas verdes obscuras resplandecientes; en
son buenas de comer; comen peces, y criánse en ella.
lo demás son como las d e arriba: todas estas aves
Hay otras aves en la agua que se llaman vexoca-
ya dichas son de c o m e r .
nauhtli, tiene las piernas largas y verdes obscuras,
Hay muchas á n s a r e s monciñas que se llaman el pico agudo y verde, la pluma parda obscura.
ialalacatl por estos n a t u r a l e s : éstas son grandes c o -
Hay otra ave que se llama colin, quiere d e -
mo las de E s p a ñ a , t i e n e n los pies colorados, el pi-
cir del agua, y por otro nombre se llama coquiaco-
co amarillo, tienen b u e n a carne, y son de plumas
lin, quiere decir codorniz del lodo, ó que vive en es-
blancas y blandas, y d e éstas se aprovechan p a - te: tiene el pico agudo, las piernas grandes, las plu-
r a hacer mantas: las p l u m a s de encima son recias, mas de la manera de la codorniz, vive entre las es-
tienen buenos c a ñ o n e s p a r a escribir. padañas en el agua.
Hay grullas en e s t a tierra, y son como las Hay otras avecillas en el agua que se llaman
de España, tienen el p i c o grande y agudo como cla- atzitzicuilotl (a) son redondillas, tienen los pies l a r -
vo, son pardas ó c e n i c i e n t a s , tienen el cuello y las pier- gos, agudos y negros; (b) son cenicientas, tienen el pe-
nas largas y negras, son zancudas, y t i e n e n buen comer.
( a ) Chichicui ote. ( b ) Los niño3 d e México se divierten con
Hay una m a n e r a de patos que se llaman xo- «líos poniéndoles sobre las álas unos birlochitos. muy bien hechos y
moíl, tienen tocadillo e n l a cabeza, son bajuelos, de ligeros de papel, ú ojadelata de que tiran muy airosos.
el cuerpo largo y grueso: tiene las alas y las plumas
cho blanco, dicen que nacen en la provincia de cortas. Esta ave no se recoge á los espadanales, siem-
Anaoac, vienen á esta laguna de México entre las pre anda en el medio del agua dicen que es cora-
aguas ó lluvia, son muy buenas de comer: dicen que Son de esta, porque anda en el medio de e l l a siem-
estas y los t o r d o s de ella por este tiempo se vuel- pre, y raramente parece: sume las canoas en la agua
ven en peces, y que los ven entrar á bandadas en la Ion la gente, dicen que dá voces, llama al viento
mar dentro del agua, y que nunca mas parecen. v entonces viene este recio, y las sume; esto hace
Hay aviones en esta tierra como los de Cas- cuando la quieren tomar. El cuarto día aparejante
tilla y crian c o m o aquellos en sus casitas de tierra. todos los cazadoros de agua, y van a donde esta,
Hay t a m b i é n golondrinas como las de Casti- como aparejados para morir, porque tienen costum-
lla, crian, c a n t a n y vuelan como las de allá, (a) bre de perseguirla cuatro dias, y todos estos esta el
Hay u n a s aves blancas aztatl: en algunas par- atotoli, e s p i a n d o á los cazadores sobre el agua, y
tes de E s p a ñ a se llaman dorales, y acá las llaman cuando vienen está mirando, no huye de ellos; y si
garzotes b l a n c a s los españoles: son muy blancos co- el cuarto dia no la cazan antes de puesto el sol,
mo la nieve, tienen poca carne, el cuello muy l a r - luego se dan por vencidos, y saben que han de mo-
go y doblado, el pico corbo agudo y negro, las rir porque ya se les acabó e U e r m i n o en que la po-
piernas largas y n & g r ^ J a cola corta, ninguna otra dían matar; y como aquel flift se acaba, comienza es-
color tienen: c r i a n péñfchos, en los muslos y en los ta á vocear como grulla, f llama al viento para que
sobacos, c o m e n peces, su carne no es comestible. los suma, y luego viene este y levanta las olas, y
Hay u n a ave en esta tierra, que se llama comienzan á graznar las aves, y pónense en vandas
azoquen, es d e l color de las grullas; pero mucho me- y sacuden las alas, y los peces saleu arriba; e n -
nor: tiene las piernas y el pico largo, anda en la tonces los cazadores no se pueden escapar aunque
agua, come pescado, y tiene el olor de este. quieran, muerensele los brazos, súmense, y ahogán-
Hay gallinas y gallos montéses, son como las se; y sí en alguno de los cuatro dias cazan esta ave,
domesticas d e esta tierra, así en el tamaño, como lueoo la toman, y trábanla por el pico y échenla en
en la pluma y en todo lo demás: son de muy buen la canoa, y estando viva le abren la barriga, con un
comer, a n d a n en los montes. dardo de tres puntas que se llama minacachalli.
Hay u n a ave de agua en esta tierra, que se L a causa porque la toman por el pico es, por-
llama ototolli, quiere decir gallina del agua, la cual que no vomite lo que tiene en la barriga, y si así
dicen que es reina de todas las aves del agua: viene no lo hicieran lo vomitaría luego, y cuando la abren
á esta l a g u n a de México cuando vienen las otras le sacan la molleja abrenla, y hallan en ella una pie-
aves, que es en el mes da julio: tiene esta ave la dra preciosa, ó plumas ricas en todas maneras, y si
cabeza g r a n d e y negra, el pico amarillo, redondo y no hay piedra preciosas ni tampoco plumas, hallan
largo, como u n palmo, el pecho y las espaldas blan- un carbón, y esto es señal, de que el que la tiró ó ma-
cas, la cola tiene corta, las piernas lo mismo, los tó morirá luego, y si hallaban lo arriba dicho, era
pies juntos a l cuerpo: son anchos como un palmo, señal de que ef que la tiró, había de ser venturoso en
la caza y en la pesca, y habia de ser rico; pero
(a) A p a r e c e n en México á mediados de febrero.
173 .
sus nietos habían de ser pobres. Comían la carne llegan á los alcances para matarla, espeluzase toda
de esta ave, todos los p e s c a d o r e s y cazadores del y comienza á dar voces llamando el viento, y l u e -
agua, repartí uní a entre t o d o s , y á cada uno cabía go se levanta el agua en grandes olas, y así desa-
poquita, y teníanlo en m u c h o por ser aquella ave parece delante de los ojos de los pescadores, me-
corazon del agua, y c u a n d o ella se vá, allá donde tiéndose debajo del agua: raramente se puede flechar,
crian, también todas las d e m á s se van trás ella, y no cria por aquí, si no lejos, y es de buen comer.
van ácia occidente. L o s q u e las cogían, teman por Hay otra ave en la agua quo llaman tenitztli,
se espejo á esta, decían q u e en ella vivían los que quiere decir pico de piedra de navaja: esta ave hue-
habían de ser prósperos ó n o -en el oficio de cazar, la de noche, y de djfL no parece: es del tamaño de
y pescar, (a) . una paloma, tiene la cabeza pequeña y negra, el pe-
Hay otra ave en l a agua, que se llama acowtl cho como ahumado, las espaldas negras, las plumas
es de la manera de la gallina del agua;*como la de de las á l a s ^ e q u e ñ a s , el cuerpo redondo, la cola pe-
arriba dicha; también viene por Santiago á esta la- queña, los pies y los dedos como de paloma, tiene
guna de México. T i e n e la cabeza tan grande como tres picos, uno sobre otro, dos bocas, dos lenguas,
una gallina de esta tierra, tiene el pico agudo y ne- come por ambas bocas; pero 110 tiene mas de un
gro y redondo, las orillas de este amarillas, el p e - tragadero. Tienen por agüero que el que caza esta
cho blanco, las espaldás, las álas y la cola, pardo ave luego ha de morir, y también cuantos están en
como pato, el cuerpo l a f g o y grueso: las piernas cor- su casa, y por esto llamaban á esta, ave de malagüe-
tas, los pies anchos c o m o una mano de persona, y ro, come las moscas del agua, las hormigas que vue-
tiénelos muy ácia la cola; también es rara esta ave, lan, la carne de esta ave es de buen comer.
pocas veces parece, y s u m e á los que andan en las Hay otra ave en la agua que se llama qua-
canoas: toda la fábula q u e se dice del atololi, de petlaoac, ó quapetlanqui, quiere decir cabeza sin pluma,
arriba, se dice también d e este acoiotl, es de muy así cmo el ave que llaman axoque, que pienso es
garza. Tiene la cabeza como la de un gallo de papa-
buen comer.
da, es calvo, las uñas coloradas, largo el pescuezo, el
Hay otra ave en el agua que se llama acitli,
pico grueso, largo y redondo, á la manera de arco
quiere decir liebre de ésta; también es rara, viene
corbado: es negro, las álas y todo su cuerpo ceni-
á esta laguna de México cuando las demás ya di-
ciento, los codillos muy negros, la cola corta. Viene
chas: tiene pequeña c a b e z a y negra, el pico agudo
á esta laguna cuando las otras: es ave que pocas
y largo, los ojos colorados como brasa: es larguilla
veces parece, teníanla por ave de mal agüero; d e -
y gruesezuela, el pecho blanco, y las espaldas ne-
cían cuando cazaban alguna de ellas, que algún prin-
gras, las plumas esteriores, de las álas blancas, los
cipal ó señor, havia de morir, y si iban á la guer-
codillos y los pies negros, ácia la cola como los pa-
ra, que habían de haber mal suceso: tenian de esto
tos: anda siempre ácia el medio del agua, cázanla
esperiencia los cazadores de las aves del agua
con red. Esta ave no vuela mucho: cuando van al-
que todas las veces que cazaban una de estas h a -
gunos con canoa trás ella para flecharla, y cuando ya
bía algún infortunio en la república. Esta ave come peces
y otras sabandijas, tiene muy buen comer su carne.
( a ) T a l era la creencia supersticiosa que tenian los indios de ésta ave.
180 „ ,
Hay otra ave del agua que llaman quetezcatl, poco; cuando canta toda la noche, dicen que es s e -
quiere decir cabeza de espejo: ésta ave viene con las ñal de que vienen ya las aguas cerca, que lloverá mu-
demás á esta laguna: es del tamaño de una palo- cho, y habrá abundancia de peces; y cuando
ma, tiene un espejo redondo enmedio de la cabeza: no ha de llover mucho, ni ha de haber muchos p e -
representa la cara como espejo, tiene las plumas al ces, conócenlo en que canta poco, y esto de tres
rededor de él pequeñas y cortas como un perfil ce- en tres dias, ó mayor espacio.
niciento: el pico es pequeño y redondo, las espal- Hay un animal en el agua que llaman m -
das y el pecho azul, las álas y la cola también azu- tlachtli, es del tamaño de un gozco, y semejante en
les, ácia la carne tiene blancas las plumas, los pies todas sus faciones al cuitlachtli que anda en los mon-
amarillos: nada en la agua, y cuando se bulle, pare- tes, ecepto que la cola tiene como águila de largo
ce por debajo de ella, como una brasa que va res- de un codo y pegajosa, apégase á las manos: c a -
plandeciendo. T e n i a n por mal agüero cutndo ésta ave zan a l g u n a ^ e c e s á este animal. Los pescadores no
aparecía, pues decían que era señal de guerra, y el que há muchos años que tomaron uno, en el lugar de
la cazaba en el espejo veía si habia de ser cauti- ésta laguna que llaman quabacalco, que es la fuente
vo, porque en él se le representaba como le llevaban que viene al Tlaltelolco: hace éste animal hervir el
agua y salen los peces ácia arriba; algunas veces
prisionero los enemigos, y si habia de ser victorioso
entra só el cieno, y la turba toda. Son aun vivos
en la guerra, ó veía en él que él cautivaba á otro, [a]
algunos de los que cazaron éste animal, uno se lla-
' H a y otra ave del agua que se llama tolcomoc-
ma Pedro Daniel, há cuarenta y tres años que le ca-
tli, y también ateponaztlt, es de t a m a ñ o como un c a -
zaron, siendo señor de éste Tlaltelolco, un Juan Ave-
pón de Castilla, tiene la cabeza negra, las puntas litoc, y despues se lo mostraron, y él se espantó al
de las plumas son algo amarillas y el pico; el pe- verle, y le hizo enterrar cerca de Tepeízinco, [ h o y
cho, álas y cola, de la manera que está dicho, y jun- Tepito según me parece.]
tamente los pies: llámase tolcomotli por la voz grue-
sa que retumba, y ateponaztli, porque de lejos pare- Hay una ave del agua que llaman covixin, y
ce que se tañe alguno de éstos: ésta ave siempre llámanla así, porque cuando canta, dice covixicovix:
vive en ésta laguna, y aquí cria: entre las espadañas és aloo mayorcilla que una paloma, tiene la cabeza
pequeña, el pico colorado junto á la cabeza, y del
pone hasta cuatro ó cinco huevos. Los pescadores
medio adelante negro y redondo: las espaldas, las
y cazadores del agua, toman congetura del canto de
álas, y la cola tiénelas de la color de la codorniz:
ésta ave para saber si lloverá, y si será mucho o
el pecho leonado, las piernas largas y cenicien-
tas, muda las plumas cada año, vuélvese leonado to-
/a~\ E s probable que ésta ave fuese la que llevaron unos caza- do el cuerpo, y poco á poco vuelve á quedar como
dores á Moctheuzoma, cuya vista dizque le horrorizó, porque vio en antes de color de codorniz; esta ave es advenedi-
el espejo de la cabeza exercitos de hombres y caballeros armados. za como las otras, come peces y tiene buen comer.
Sobre ésta patraña han discurrido mucho los escritores españoles.
Moctheuzoma verla culebrinas, porque sabemos que estaba enton- Hay una ave que se llama yoxixoxouhqui, que
ces aquejado de la mas negra melancolía, y los que padecen ictéri- quiere decir pies verdes, y llamánle así, porque los
c a todo lo ven amarillo. Mes ¿e espejo llaman los naturalistas 4 tiene de éste color: el pico es redondo, delgado, no-
todas las que tienen unas plumas muy brillantes. Tom. III. 24
gro, y corcobado ácia arriba, la cabeza pequeña y colorados, el pecho blanco, las espaldas cenicientas
blanca, el pescuezo larguillo, el pecho y las espal- un poco amarillas, tiene la cola de la misma c o -
das blancas y también la cola, y es corta. L o este- lor y pequeña, las plumas de los sobacos, son ame-
rior de las álas tiene negro, y lo interior blanco, y taladas de blanco y ceniciento, los pies son ceni-
los codillos de éstas son negros: muda la pluma c a - cientos tirantes á colorado, y anchos: tiene las plu-
da año, y cuando la renueva sale colorada; cria en mas debajo blancas y blandas como algodon, labran
esta laguna, saca tres ó cuatro pollos en el tiempo con ellas las mantas: no crian en esta laguna, van
de las aguas, es de comer, y también se vá cuan- lejos á criar, y son de muy buen comer.
do las otras aves. Hay otra ave del agua que se llama ecatototl,
Hay otra ave del agua que se llama quetzal- llámase de ésta manera, porque tiene unas rayas ne-
tecololton, llámase así, porque tiene plumas ricas v e r - gras por la cara, á manera de los que se c o m p o -
des, és pato, y las tiene en la cabeza,*^ ésta, la tie- nían ésta cbn dichas rayas, á honrra del aire: es del
ne vetada cerca de los ojos con plumas verdes; en tamaño de un pato, tiene pequeña cabeza, un toca-
el medio de ella las tiene amarillas obscuras; el pi- dillo en ella, las plumas leonadas obscuras, el
co es negro y anchuelo, el cuello amarillo o b s c u - pecho blanco, unas vandas negras en la barriga, los
ro; en las álas tiene unas plumas verdes resplande- pies negros y anchuelos: no crian en ésta laguna, si-
cientes; éstas, las espaldas, y la cola, tiénelo c e n i - no en otras regiones, de allá vienen muchas á ésta,
ciento, el pecho es blanco, los pies aunque cenizos y tienen buen comer.
mas tiran á colorados y son anchuelos: no cria en Hay otra ave del agua que se llama amana-
estas partes, y es de buen comer esta ave. coche, llámanla así, porque tiene las sienes blancas
Hay otra del agua que se llama meizca- como papel, es como si dijesen, ave que tiene ore-
nauhtli que quiere decir, pato que tiene como m e - jeras de papel: es del tamaño de una cerceta, tiene
dia luna en la cara, formada de plumas blancas, en- ceniciento lo alto de la cabeza y el cuello: el p e -
medio de la cabeza tiene unas cenicientas, y lo mis- cho blanco, las espaldas negras y también la cola:
mo en las espaldas y en la cola, así como de co- en ésta tiene dos plumas blancas, una de una par-
lor de codorniz: en las álas tiene plumas de tres co- te y otra de otra, y los codillos de las álas blan-
lores, unas de ellas plateadas que están primero, las cos de ambas partes: la mitad de las plumas de las
segundas son blancas, las terceras que están en los álas son negras y la mitad blancas. Tiene los pies
cabos de las álas, son verdes como pluma rica; los negros, tampoco crian en éstas partes, vienen m u -
cuchillos de éstas los tiene negros, las plumas de chas á esta laguna, y son buenas de comer.
debajo de los sobacos son blancas; tiene los pies H a y otra ave del agua que se llama atapal-
amarillos y anchos, no cria en ésta laguna sino por catl, también se llama iacatextli; es pato, viene á e s -
allá lejos,yes buena para comer. t a laguna primero que todas las otras aves: lláman-
Hay otra ave del agua que se llama quacox- se atapalcatl, porque cuando quiere llover, un dia an-
tli, quiere decir, que tiene la cabeza amarilla o b s - tes y toda la noche hace ruido en la agua, y con
cura, y el cuello leonado hasta los hombros: es del esto entienden que se acerca ésta. Llámause iacatex-
tamaño de un pato de los del Perú, tiene los ojos tli,, porque tienen el pico azul y anchuelo, un p e r -
fil blanco sobre el pico, la cabeza leonada: tienen ma3 largas en las sienes al rededor de los oídos;
las álas, las espaldas, la cola, y el pecho leonado, estas plumas son leonadas, la de enmedio de la ca-
la barriga mezclada de blanco y negro, los pies de beza es pluma cenicienta obscura, tiene los ojos co-
éste último color y anchuelos; por aquí crian, p o - mo brasas de fuego. El pescuezo y las espaldas es
nen diez, quince, ó veinte huevos, algunos años que- ceniciento obscuro, y el pecho tiene algo blanque-
dan acá muchas de ellas, y son de comer. cino: la cola también es cenicienta y pequeña, las
Hay otra ave del agua que se llama tziizioa: álas negras, y las plumas de debajo son blancas, los
es pato, llámase así, porque tiene unas plumas muy pies son como los de gallina algo anchuelos los de-
blancas en la cola, son dos éstas plumas blancas y dos; no cria en estas partes sino que á otras se vá á criar:
largas, una sobre otra, y en el medio de ambas, su comer es sus mismas plumas; algunas veces co-
otra pequeña del mismo color: las puntas de éstas me peces, no tiene sabor de estos como otras aves
plumas son algo corvadas ácia arriba. Tiene la ca- del agua, sino que es de buen comer.
beza cenicienta, el cuello y la garganta blanca, por Hay otra ave del agua que se llama tzoniaiauh-
el lomo del pescuezo es cenicienta, y al mismo tiem- qui, y llámase así, porque tiene la cabeza como car-
po la cola; el p e c h o tiene blanco, los pies negros y bón negra hasta el pezcuezo, los ojos amarillos, el
anchuelos, no c r i a en estas partes sino lejos, cuan- cuello y los pechos muy blancos, las espaldas ceni-
do vienen es á v andas: tienen muy buen comer y sin cientas obscuras, la cola de la misma color y p e -
resabio de peces como otras aves del agua. queña: la barriga es negra, y cerca de la cola tiene
Hay o t r a ave del agua que se llama xalqua- unas plumas blancas de ambos lados, los pies son
ra, quiere decir que come arena, y es porque su man- negros y anchuelos: no crian en estas partes, van á
jar es ésta: p o c a s veces come algunas yerbezuelas criar lejos, vienen muchas vandas de ellas á esta la-
del agua, son del tamaño de los patos de Castilla ó guna: come arina de las troxes y las semillas de
poco "menos. E n el medio de la cabeza tiene plumas las habas: son buenas de comer estas aves, y son muy
blancas, y en l a s sienes verdes y relucientes: las del gordas.
cuello tiene c o m o codorniz, las espaldas cenicientas, Hay otras del agua que se llaman colca-
los pechos blancos, la cola cenicienta obscura: c e r - nauhtli, que quiere decir, patos de color de c o -
ca de ella tiene pluma blanca de ambas partes, las dorniz, porque tiene la pluma como ésta, ellas son del ta-
álas son plateadas, la mitad blancas, y los cuchillos maño de los patos del Perú, solamente tienen blan-
de ellas negros: tiene los codillos leonados, los pies cos los codillos de las álas, el pico es anchuelo, los
negros y anchuelos: no crian por aquí, vienen á van- pies negros y también anchuelos: comen yerbas del
das á esta l a g u n a al tiempo del invierno, y son de agua, ó lentejuelas de la misma, no crian en esta
muy buen c o m e r . laguna, pues de lejos vienen á ella en cantidad, tienen
Hay o t r a ave del agua que se llama yacapit- buen comer estas aves.
zacac, tiene también otro nombre que es nacaztzone: Hay otra ave del agua que llaman chikanauh-
llámase así p o r q u e tiene el pico delgad.0 y redondo, tli, y llámase así, porque la cabeza, el pecho, las es-
hiere con él, a n d a casi siempre debajo del agua, paldas y la cola, tiene de color de chile leonado, y
llámase también nacaztzone, porque tiene unas plu- también los ojos y las álas tiene plateadas, las pun-
ís ,¿iV 694 "¿ÍO rfiíaa DO £110 OH ;30Í £K>Í00 29ICT B0Í
1$6 f criar lejos, es de comer, y hay muchas de éstas aves.
tas de los sobacos son p l a t e a d o s , ametalados y ama-
Hay otra del agua que se llama oactli que és
rillos: la barriga la tiene negra, los pies colorados pato, llámanle así, porque cuando canta dice, oac,
y anchuelos, come peces: no cria en estas parte,, va oac, es del t a m a ñ o de un gallo. Hay otra ave que
á criar á otras, y después vuelve; vienen muchas de se llama pipilztli.
ellas á esta laguna, y son de comer. Hay otra en esta laguna que se llama
Hay otra ave del agua que se llama ochala- acachichictli, y llámase así, porque su canto es achi-
lactli; llámase por éste nombre, porque su canto es chichic, anda entre las espadañas y las juncias: de
chacha,, chuchu, chala,, chala, chola; es de tamano de su canto toman los pescadores señal de cuando quie-
una cerceta. Esta ave n o anda , en la laguna gran- re amanecer, porque un poco antes que amanezca
de, porque es enemiga del a g u a salada, siempre an- comienza siempre á cantar, y luego responden las
da en la dulce, y h a b i t a en los barrancos: no a n - demás aves del agua también cantando: siempre h a -
da sobre el agua sino sobre los arboles, y de allí bita en la laguna, y es de comer.
se abate á ella á p e s c a r lo que come, que son ra-
Párrafo cuarto: de las aves de rapiña.
nas ó peces, y t o m a d a la pesca tornase a los a r -
boles á comer: tiene tocada la cabeza con plumas Hay águilas en esta tierra de muchas mane-
c e n i c i e n t a s : las s i e n e s son blancas, el pico negro re- ras, las mayores de ellas tienen el pico amarillo,
dondo y agudo, el cuello larguillo: tiene las plumas grueso, éncorbado y recio, los pies amarillos, las uñas
de él mezcladas de blanco y-negro, el pecho es blan- grandes, corbas y recias, los ojos resplandecientes
co, la cola parda, obscura y pequeña, tiene los co- como brasa, son grandes de cuerpo, las plumas del
dillos de las álas blancos, las plumas de estas par- cuello, de los lomos y hasta la cola, son de hechu-
das obscuras; los pies son negros algo anchuelos, ra de conchas llámanlas tapalcatl: las álas de esta
siempre habita por estas partes: por aquí cria, y nun- ave llaman mamaztli, ó aaztli, á la cola quaquetzalli:
las plumas que tiene debajo de las grandes son blan-
ca se sabe de que parte son estas aves raras, y
cas como algodon, llámanlas quauhílaxcaiotl. L a águi-
buenas de comer. la tiene recia vista, mira al sol de hito en hito, gri-
Hay otra ave del a g u a que se llama yacapa-
ta, y sacúdese como la gallina: es parda obscura, es
tlaoac es pato, y llamase por éste nombre, porque
cogollegc, caza y come animales vivos, y no come
tiene largo el pico y muy a n c h o en el cabo: es del
carne muerta.
tamaño de los patos mayores. Cuando viene a esta
laguna, tiene las plumas t o d a s pardas y muda dos Hay una águila, que es grande como las de
veces, la primera m u d a el pelo malo, y cuando arriba dichas y és cenicienta, [a] y tiene el pico y
va se quiere ir vuelve á mudarlo. Tiene la cabeza los pies amarillos. Hay otra que llaman águila noc-
negra y reluciente hasta los hombros, los ojos ama- ( a ) Llámanlas Cabdales. Una d e estas ha muerto ahora poco
rillos- ¿1 pecho blanquecino, las espaldas cenicien- e n él Jardin botánico de Palacio, enviada por el general D. J u a n
t a , en la cola t i e n e ' plumas, mitad negras, y mi- Pablo Anaya dé Chiapas. Llegó á domesticarse en términos, d e
q u e jugaba con ella él jardinero Lázari q u e la cuidaba: habría
tad blancas, los codos de l a s álas plateados, las plu- vivido mucho, si donde tenia la xaula le hubieran afloxado la tier-
m a s verdes y resplandecientes, y al [cabo negras- Las r a para revolcarse, pues solo pisaba sobre un atravesaño de madera.
cuchillas de éstas son cenicientas, la barriga leona-
á a los pies colorados; no cria en estas partes va, a
188 r , -las plumas negras, con un arrebol de amarillo o b s -
turna, porque de dia raramente parece, y de noche curo, tiene los pies amarillos: hay muchas de estas,
busca caza. Hay o t r a que le llaman media águila: en
y son cazadoras.
la color, quiere parecer al cernícalo, tiene ios pies
T o d o género de águila cria y hace nido en
y el pico amarillos. Hay otra que llaman aguila del las sierras muy altas, en los riscos que no se pue-
agua, es mediana, vive en los riscos, y caza las den subir, y para cazarlas usan de este ensayo.
aves de ella. Hay otra águila que se llama xtzquauh- T o m a n un chicuite grande de cañas ó palmeras,
tlu es tan grande como la que arriba se dijo, tie- mátensele en la cabeza, y comienza á subir el c a -
ne el pico y los pies amarillos, dicése asi porque zador por el risco arriba con su chicuite metido en
las plumas del cuello de las espaldas, y _del pecho la cabeza: de que llega cerca de donde está el
tiene doradas muy hermosas: las de las alas y de la -águila, abate al cazador, y ase el chicuite con las
cola ametaladas, ó manchadas de negro o pardillo: uñas, y llévale asido por el aire, y pensando que
e s gran cazadora, acomete á los ciervos y otros ani- lleva al hombre súbese muy alta, y dejale caer, y
males fieros: m á t a l o s dándoles con el ála grandes desciende sobre el golpeándole; entre tanto el caza-
golpes en la c a b e z a , de manera que los ataranta, dor tómale los hijos y vase con ellos, (a) T o d a s las águi-
V luego les saca l o s ojos y se los eome. Caza tam- las comen la carne, que toman, y no otra.
bién grandes culebras, y todo género de aves, y llé- Hay otra ave que es de la raléa de las águi-
vaselas por el aire á donde quiere, y se tes va co- las, es parda, y las plumas de las álas corvas, el
miendo. t a m b i e n en esta tierra águilas pescado- pico lo mismo, y se parece á ellas.
ras que son casi semejantes á las arriba dichas, escep- Hay una ave que se llama oactli, es s e m e -
to que no tienen las plumas tan doradas: tienen el jante á la que se llama cozcaquauhlli, tiene un c a n -
DÍCO negrestino, el pecho, las espaldas y las alas n e - to de que toman unas veces buen agüero, y otras ma-
gras, la cola a l g o manchada, á manera de alcon, lo: algunas ocasiones pronuncia esta palabra ieccan,
v larga como u n codo: tienen los pies entre amari- ieccan, y mucho la repite, y cuando rie dice, á! á!
llos y verdes; c a z a n peces en el agua desde lo alto á! y esta risa es cuando ve la comida.
del aire donde a n d a n volando, y cuando quieren pes- Hay en esta tierra unas aves que corriente-
car arróianse s o b r e e l l a , y prenden al pez que quieren mente se llaman auras, son negras, y con la c a b e -
comer, y sacanle en las uñas sin recibir nmgun d a - .Zá fea, andan; en vandadas, y ellas de dos en dos, comen
ño- y volando s e la comen. carne muerta,por todas partes andan, cercan los pueblos,
; y no son de comer, [b] Hay tambien en esta tierra buhos,
Hay en e s t a tierra unas águilas que se lla- son como los de España, y cantan lo mismo que los deallá.
man mixcoaquauhili, no son t a n grandes como as ya Hay también.en,esta tierra mochuelos como los
dichas, son del t a m a ñ o de una gallina de la tierra, de España llámanlos mecatecolotl. Hay también cuerbos
»amanse así p o r q u e en el cogote tienen unas p h - como * los de España llamánlos calutl, ó cafo, 6 cacallu
*as grandes y pareadas de dos en dos, C a n t a d a s
á S a arriba, n i n g u n a otra ave las tiene de esta ma- ( a ) P a r a "valerse d é este arbitrio; j q u e estudio y tiempo n o ne-
" cesitarisn los indios? E s operacion muy arriesgada.
nera: la c i b e z í negra, y una raya blanca a t r a v e s a - (b) E l l a s a n u n c i a n la ecsislencia d e algún c a d a v e r .
da por los ojos, el pico amarillo, corvado y todas Tóm. III. 25
190 x
Hay también cuerbos m a r i n o s ó del agua co- ma la helada, y también tletleton, que significa fuego:
m o los de España. es pequeño, con el pico agudo y corbo, come ra-
Hay unas aves en e s t a tierra, que llaman pi- tones, lagartijas y avecillas que se llaman cacacilin,
pizcan, son blancas y del g r a n d o r de palomas, y coa es manchado de vermejo y negro como cernicalo:
alto vuelo: críanse ácia la m a r , y al tiempo de co- dicen que no bebe esta ave. Despues de haber co-
ger maíz vienen acá, porque entienden que ya es tiem- mido, abre la boca al aire, y este le sirve en lu-
po de cogerlo. gar de bebida, también en esto conoce cuando vie-
Hay también en e s t a tierra aleones, son co- ne la helada, y entonces da gritos, viene por estas
mo los de España, y t a m b i é n son grandes cazado- partes al invierno, no es de comer.
res Hámanlos thoth. Hay una avecilla que se llama tentzompanma-
Hay también azores c o m o los de España, ca- mana, tiene las álas ametaladas de blanco y negro,
zan conejos, llámanlos tlocjuauhtli, y hay entre ellos el pico agudo como punzón: llámase así porque des-
sacres. pues que ha comido lo que basta, no cesa de c a -
H a y una m a n e r a d e aleones en esta tierra, zar ratones, ó lagartijas, y no las come, sino cueh-
que andan pareados h e m b r a y macho, y la hembra galas en las puntas de los magueyés, ó en las ramas
es mayor, y mejor c a z a d o r a : cuando caza no hiere de los árboles.
con el ála á la presa, si n o h a c e l a con las garras,
y luego le bebe la s a n g r e por la garganta, y cuan- Párrafo quinto: de otras aves de diversas maneras.
d o ha de comer la c a r n e del ave que ha cazado,
primero la pela por aquel lugar, por donde la ha de Hay una ave que se llama xochitototl, quiere
comer. decir ave como flor, tiene la garganta, el pecho y
H a y también cernícalos c o m o los de España, la barriga amarillo como flor muy amarilla, y en la
y la color de ellos, c o m o los de allá. cara unas vetas, la cabeza, las espaldas, las alas, y
Hay también gavilanes, c o m o los de españa, la cola ametaladas de negro y blanco, y los pies
de la misma color, t a m a ñ o y costumbres. negros.
Hay también estas a v e s atrás dichas en esta Hay otra ave de color leonado que canta co-
tierra, conviene á saber: aleones, azores y gavilanes me suenan, las sonajas, que llaman aiacachtli dice cha,
y aun dicen los españoles, q u e son mejores que las cha, cha. xi, xi, xi, charexi, charexi, cho, cho, cho.
de España, solamente gerifaltes no hay. Hay otra ave que es verdezuela y redondilla,
H a y también aleones y esmerejones, grandes mora en las montañas, acompaña á los caminantes
cazadores, unos de estos h a y q u e de noche vén y cantando, llámase tachitovia porque canta diciendo,
cazan, y llámanlos cooaltlotli, quiere decir, ave de ra- tachitovia....
piña que caza de noche. Húv una ave en esta tierra, que se llama quanh-
H a y también en esta t i e r r a ave de rapiña que totopceli, quiere decir que ahugera los árboles, tiene
m e parece es esmerejón d e E s p a ñ a , llámanle heca- el pico agudo como punzón, recio, y fuerte como
chichingvi, quiere decir el q u e c h u p a viento, y por piedra de navaja, es ceniciento y muy ligero, sube
otro nombre es cenotzqui, q u e quiere decir el que 11a- por los árboles arriba, vuela de uno á otro ahuge-
Hay otra ave que es colorada como la de
ralos con el pico por duros que sean, come g u s a -
arriba dicha, pero no es de comer, ni cr.a sangre
nos, hace nido, y cria dentro de él.
sino que tiene una m a n e r a de aguadija en lugar
Hay una ave que se llama paxacuatl, quiere
decir tonto (creo es tzinzon) parece á la lechuza, dG
gorriones en esta tierra; pero difieren de
tiene las plumas espeluzadas, vuela como la lechuza
los de España p o r q u e son algo menores, aunque tam-
á tontas y á necias, y por eso se llama paxaquatl.
bién traviesos como los otros: cantan muy bien, y
Hay otra ave que mora en las montañas, es
críanlos en las jaulas para gozar de su canto: mu-
como gallina montesa, es parda obscura, como ahu-
dan las plumas cada año, y los ^ a c b u e k ^ e n ^
mada, tiene un tocadillo de plumas, y es de comer.
unas de ellas, coloradas en medio.de la cabeza y en
Hay lechuzas, y tienen los ojos, y todas las la garganta: andan en los pueblos, y crian en los
otras condiciones^ c o m o las de España. edificios, y son buenos de comer, y cazanlos con
Hay otra ave que es como la lechuza, salvo
que cuando canta suena como cuando golpean una ligereza. ,,
teja con otra. Los machuelos de estas aves, se llaman qua-
Hay una avecilla en esta tierra que se llama ehichitl y díceseles así porque tienen parte de la ca-
tlamatototl quiere decir ave como vieja, es pardilla y beza colorada: también les dicen á estas aves no-
redondilla, y con el pico grueso y corto, tienen tocadi- chtototl, quiere 1 d e c i r pájaros de las tunas, porque su
llo, y anda por entre las casas y por los pueblos. comer mas continuo, es esta fruta, y comen t a m -
bién chian, maíz cocido y molido.
Hay otra avecilla que es semejante á la de
Hay unas avecillas en esta tierra que ,se lla-
arriba en la corpulencia, y en la color, pero diferen-
man cocolli, y todos los .españoles las llaman torto-
te en el canto, porque esta tiene costumbre d e c a n -
lillas, no son tan g r a n d e s como las de Castilla; pero
tar antes que amanezca: canta en los tlapancos, y
son de aquella color y bajuelas, tienen las álas r u -
sobre las paredes, y despierta á la gente con su can-
bias, son pintadillas, y la pinta muy lisa, los pies
tar, que dice tlatuicicitli, como que quiere decir ola! ola!
colorados v bajuelos: llámanse cocotli, porque cuan-
ya amanece.
do cantan %icen coco, coco, comen semillas de-las yer-
Hay una ave que tiene el pico agudo, y el
bas* y también chian: no s e casan mas de una vez,
pecho amarillo, y los lomos, álas y cola de color
y cuando muere el uno, ó el otro siempre anda co-
pardillo, como codorniz.
mo llorando, y solitario diciendo coco, coco; dicen que
Hay otra q u e es redondilla, y de color a h u - la carne de estas aves, comida es contra la triste-
mado, y dicese cacatatlon, porque anda por las c a - za. A las mugeres celosas, danles á comer de es-
bañas y entre el heno, y come las semillas de los tas aves, para que olviden los celos, y también los
bledos. hombres.
Hay otra a v e que se llama tlapaltototl, que
quiere decir ave colorada: tiene todo el cuerpo del Párrafo sesio: de las codornices.
mismo color pero fino, las álas y la cola pardillas: Hay codornices en esta tierra que se llaman
canta de noche c u a t r o ó cinco veces, es bueno de culli, ó culi, son tan grandes como las de Castilla y
comer, no tiene grosura.
son de mejor comer, porque tienen pechugas como Hay otra que se llama teutxanatl, tiene el pi-
de perdiz, el pico agudo, entre verde y pardo, son co larguillo, recio y agudo, la cola larga y e s c o -
de la color de las codornices de España: corren mu- plada, canta bien y dá grandes voces: las hembras
cho, ponen muchos huevos, sacan á treinta, ó á c u a - no son muy negras, pero los machos tienen un n e -
renta pollos, comen maíz y chian. A los machos de es- gro muy fino, y son mayorcillos que las hembras: llá-
tas aves llaman tecucoli, tienen grandes pechugas, el manse así teutzanal, que quiere decir, ave rara, ó tza-
pecho leonado y pintado, con un tocadillo. Las co- natl, preciosa porque no son naturales de esta tier-
dornices hembras llámanlas ooaton, y son mas peque- ra: no ha muchos años que vinieron á estas partes
ñas que los machos, hacen sus nidos algunas de de México. Cuando era señor Avitzotl, por su man-
ellas angostos, cuanto una de ellas puede caber: otras dado fueron traídas de las provincias de Cuextlan y
hácenlos anchos para que quepan dos, y así se echan Totonacapan, y entonces tenían cargo de darlas de
ambos sobre los huevos; pero en el que es angos- comer, y á poco se comenzaron á multiplicar, y se
to, remudase el macho y la hembra. Críanse en jau- derramaron por todas las comarcas de México: es-
las, estas avecitas, en el campo andan muchas j u n - t a s comen lagartijas, y otras sabandijas semejantes.
tas á vandas, y si las avientan témanse otra vez á A los principios nadie las osaba matar ni tirar, por-
juntar, llámandose las unas á las otras. Los que ca- que estaba vedado por el rey.
zan cuando las avientan, allí en el lugar donde se Hay otras maneras de estas aves que se lla-
levantan, tienden la red, y la que quedó escondida, man czánatl, unas son pardillas, y otras negras, hay
de que se va el cazador comienza á silvar, llaman- muchos y andan en vandas, comen el maíz hacen
d o á las otras y luego ellas vuelven, y así ellas caen en gran daño en él, no son de comer.
la red y las cazam cuando alguno topa con los hi- Hay otra ave que se llama coioltototl, son co-
juelos de la codorniz, que aun no vuelan: su madre m o los tordos ya dichos, salvo que tienen las gar-
siempre anda £ón ellos, comienza á revolear á cer- gantas, los pechos y las álas coloradas, las plumas
ca de aquel que los topó, y finge que no acierta de la cola de á par: algunas de ellas, tienen el pe-
á huir, y llégase cerca por divertir, á aquel para cho amarillo, los Codillos de las álas blancos, y cán-
que no tome sus hijuelos, y tengan lugar de escon- tan muy bien, por esto se llaman coioltototl que quie-
derse; en viendo que están escondidos, luego vuelan re decir ave que canta como cascabel, crian entre las
y dende aun poco silva para que vayan á donde espadañas.
está ella pie á tierra, esta es astucia: dicen que tam- Hay otra ave que se llama viloll, que es co-
bien la usan las perdices de España. m o paloma, tiene el pico delgado y agudo: es de co-
lor ceniciento, las piernas largas y delgadas, la co-
-gf; oh "5.0.110P £ 89ÍííCÍ> ,3B.aoíi>0 SS'iO'gUííl 3BÍ.
la larga: es altilla de pies, el cuello larguillo, come
Párrafo sétimo: de los tordos, grajos, urracas y
( maíz, chian, semilla de bledos, y otras yerbas. Esta
palomas. •
ave es boba, cuando hace nido junta unas pajas mal
V ¡*{
puestas, y no bebe entre dia, hasta la tarde, es ce-
Hay una ave que se llama izanatl, es negra, gajosa, tiene las condiciones de la tortolilla, son bue-
con el pico corbo, y es del tamaño de un tordo, no nas de comer estas aves.
son buenas de comer,
196 , .
Hay tambien en esta t i e r r a palomitas, son eó- tocadillo como colorado deslavado, el pico es blan-
mo las palomas torcaces de Castilla, son pardas unas co, las plumas de todo el cuerpo son negras y pin-
tadas de pardo, el cuello de delante es amarillo: tie-
mas obscuras, y otras claras como las torcazas de
ne los pies como tordo, come gusanos que se crian
Castilla y muy buenas de comer.
en los árboles, hace nidos dentro den los maderos
Párrafo octavo; de los Pájaros que cantan lien. de aquellos, ahugerándolos con el pico: tiene can-
Hay una ave en esta tierra que se llama, cui- to agudo y delgado, gorgéa, algunas veces dá silvos,
tlacochtotot'k ó cuitlacochin, tiene los pies larguillos y otras parla como si muchas aves estuvieran juntas,
delgados, el pico delgado, agudo y algo corbo, es y cuando gruñe como ratón, es señal de enojo y tÓ¿
de color ceniciento tirante á morado, canta muy bien, mase mal agüero de este chillido por los indios, y
llámase así por razón de su canto: dicen cuiUacoh, los que la oyen dicen: chilla contra nosotros el chiqui-
cuitlacoch, taratitaratj tatatati M-: tománlos chiquitos, moli, mina, vé con aviso de que algún mal nos ha de acon-
y crianlos en jaulas por amor de su canto quedes tecer; y cuando silva, toman señal que está alegre,
muy suave: cantan tres meses del año, y en todas y los caminantes que le oyen dicen.... silva el chiquimo-
partes se crian: hace nido en los árboles, también li, alguna buena ventura nos ha de venir. A los que
en los ahugeros de l a s piedras y l u g a r e s altos:, co- están' riñendo unos con otros, mugeres y hombres,
men gusanos, moscas, carne, y maíz molido: en el les suelen decir que son chiquimoli, porque están vo-
invierno no cantan p e r o sí en el verano, y ponen- ceando los unos con los otros: si alguno entra de
se siempre el pico á viento para cantar. fuera donde algunos están juntos y regocijados, y co-
Hay una avecita en esta tierra que se llama mienza á reñir con ellos, ó con alguno, y sin p r o -
centzontlatole, ( a ) es pardillo,, tiene el pecho blanco, las pósito, dícenle, vete de ahí chiquimoli.
álas ametaladas, unas vetas blancas por la cara, es Hay una avecilla en esta tierra que se llama
larguillo, criase en las montañas y en los nfecos,.can- chachalacametl, es del tamaño de una graja, la plu-
t a suavemente y h a c e diversos cantos, y a r r e m é d a l a ma de todo el cuerpo tiénela de color de un ama-
todas las aves, por lo cual le llaman ccntzontlatole; rillo mortecino, la cola ametalada de blanco y n e -
tambien arremeda á la gallina, y al perro y gato, gro, come fruta y - m a í z molido; cria en lo alto de
cuando anda suelto; c a n t a también de noche, criase los árboles, canta en verano, y por eso la llaman
chachalacametl. Cuando se juntan muchas de estas aves
en Í a u l ^ s a a a v e c i t a q u e es como verdejoncillo, can-
una de ellas comienza á cantar, y luego la siguen
todas las otras. Tiene en el pescuezo corales como
t a muy bien, a g r a d a mucho su canto, y es peque-
la gallina de ésta tierra aunque pequeñitos, y de no-
nlta
" Hay una ave en esta tierra que se llama chi- che canta tres v e G e s como gallo de Castilla, dicen
miimolli es del t a m a ñ o de un tordo, es como el pi- que despierta para que se levanten los que dlieímefl.
.B2(>'i «íjÍOL £ yjjp $i)gílítl i»í
H e España en su propiedad, tiene en la cabeza un Párrafo nueve: da los gallos y gallinas de esta tierra.
U-) O cefiizonüi. E l p r i m e r o es su verdadero nombre mexicano L a s gallinas y gallos de ésta tierra, se lla-
s i u n Clavijero. P e r t e n e c e á la familia d e los tordos, y suelen, man totolli: son aves domésticas y conocidas, tienen
hablar algunas palabras c l a r a m e n t e . Tóm. III. 26
l a cola redonda, y plumas en las álas, aunque no vue-
lan: son de muy buen comer, y es la mejor carne de
De los animales del agua.
t o d a s las aves. C o m e n maíz mojado cuando pequeñas,
y también bledos cosidos y molidos, y otras muchas Párrafo primero: de algunas aves que siempre moran
yerbas: ponen huevos, sacan pollos, y son de diver- en ella.
sas colores, unos blancos, otros rojos, otros negros,
y otros pardos: los machos se llaman vexolotl, tienen L a s ánseras montecinas son en parte de a g u a
g r a n p a p a d a , p e c h u g a , y pescuezo, y unos corales y en p a r t e de tierra, porque en ambas andan: vie-
colorados, [texcates] la cabeza de un azul especial: cuan- nen de acia el occidente á estas partes de M é x i -
d o se enoja es sejijunto, tiene un pico de c a r n e que le co. T o d o s los patos del agua se llaman c a n a * vie-
cuelga sobre el otro, bufa, hínchase, ó enherízase; los nen de las partes de occidente á esta laguna de Mé-
que quieren mal á otros, danlos á comer ó á beber xico; éstas y t o d a s las d e m á s que son de agua, es-
aquel pico de c a r n e y blandujo que tienen sobre el tán puestas atrás.
otro, p a r a que no pueda a r m a r el miembro gentil.
L a gallina h e m b r a es: menor que el gallo, es Párrafo segundo: de los pezes.
bajuela, ; tiene corales en la c a b e z a y garganta, tó- •i * vfiffi'"\-ii sflsit Oíí ,030 OílIOP OiU.'jnillB '{ OÜ 1 - -
mase del gallo, p o n e huevos, h é c h a s e sobre ellos, y L o s pezes de ésta tierra son parecidos á los
s a c a sus pollos: es muy s a b r o s a su carne, y gorda: de Castilla, llámanse michi, son semejantes en la co-
es corpulenta, y sus pollos mételos debajo de sus álas, la que la tienen hendida ú horcajada, y también en
y da á sus hijuelos de comer buscándo los gusani- las alillas, en las escamas, y en tener el cuerpo an-
llos y otras cosas: los huevos que concibe primera- cho, el cuello grueso, y en ser ligeros, pues se des-
mente, se cuajan, y crian una telita, y dentro su cás- lizan de las manos. L o s pezes d é l a mar se llaman
c a r a tierna, y despues de que le pone la gallina, tlacamichi, quiere decir pezes grandes, y que andan
se endurece la c á s c a r a . en la mar, que son buenos de comer: estos pezes
• OÍ)- £ • .01) B Í ' í ' i52'3íllfi íi O ' ) ¿i yOfllQ. ¡10ÍH - -H grandes comen á los pequeños
Párrafo déctmo. L o s ancmilas ó congrios se llaman coamicht, que
;
p r.! . •) ion 7 .¡)::> ns '•• • quiere decir, culebra pez. Dícese culebra, porque es
El texto del décimo p á r r a f o que trata d é l a s larga y tiene la cabeza c o m o ésta, y diqese pez,
partes de las aves así interiores como esteriores, to-
porque tiene la cola c o m o éste, y tiene alillas c o -
dos son sinónimos, y en la traducción se ponen los
mismos en la lengua, diciendo en romance para que mo t a l . ^ t o r t u g a d e ] a m a r g e H a m a chimalmichi,
parte d'ei la ave se aplican, ó á cual de ellas sirven; que quiere d e c S miela pez, porque tiene redonda.la
y así no puse de él nada, p o r q u e mas pertenece á .concha como la rodela, y dícese pez, porque tiene
la lengua mexicana que á o t r a cosa. d e n t r o pescado.' •
Hay un pescado e n - l a , mar que se llama to-
_f.il- 9 3 . , . 6 T f : i n-0 e ! ,soIb?, x • elwmichi, que quiere decir ave pez. Dícese ave, por-
zoaoit x ífiúhiimoi egr,.i roa sffiofo*
í)2 A\\ •««> _
la cola redonda, y plumas en las álas, aunque no vue-
lan: son de muy buen comer, y es la mejor carne de
De los animales del agua.
todas las aves. Comen maíz mojado cuando pequeñas,
y también bledos cosidos y molidos, y otras muchas Párrafo primero: de algunas aves que siempre moran
yerbas: ponen huevos, sacan pollos, y son de diver- en ella.
sas colores, unos blancos, otros rojos, otros negros,
y otros pardos: los machos se llaman vexolotl, tienen L a s ánseras montecinas son en parte de agua
gran papada, pechuga, y pescuezo, y unos corales y en parte de tierra, porque en ambas andan: vie-
colorados, [texcates] la cabeza de un azul especial: cuan- nen de acia el occidente á estas partes de Méxi-
do se enoja es sejijunto, tiene un pico de carne que le co. T o d o s los patos del agua se llaman c a n a * vie-
cuelga sobre el otro, bufa, hínchase, ó enherízase; los nen de las partes de occidente á esta laguna de Mé-
que quieren mal á otros, danlos á comer ó á beber xico; éstas y todas las demás que son de agua, es-
aquel pico de carne y blandujo que tienen sobre el tán puestas atrás.
otro, para que no pueda armar el miembro gentil.
L a gallina h e m b r a es: menor que el gallo, es Párrafo segundo: de los pezes.
bajuela, ; tiene corales en la cabeza y garganta, tó- •i * vfiffi'"\-ii s f l g i t Ou f o i o o n t o p oiit.'jniiiB '{ oü'ioo
mase del gallo, pone huevos, héchase sobre ellos, y Los pezes de ésta tierra son parecidos á los
saca sus pollos: es muy sabrosa su carne, y gorda: de Castilla, llámanse michi, son semejantes en la co-
es corpulenta, y sus pollos mételos debajo de sus álas, la que la tienen hendida ú horcajada, y también en
y da á sus hijuelos de comer buscándo los gusani- las ahilas, en las escamas, y en tener el cuerpo an-
llos y otras cosas: los huevos que concibe primera- cho, el cuello grueso, y en ser ligeros, pues se des-
mente, se cuajan, y crian una telita, y dentro su cás- lizan de las manos. Los pezes d é l a mar se llaman
cara tierna, y despues de que le pone la gallina, tlacamichi, quiere decir pezes grandes, y que andan
se endurece la cáscara. cu la mar, que son buenos de comer: estos pezes
• oí¡- £ • ob BÍ'i; £J'3í1lfí í¡ o ' ) ¿ ¡ yOfliQ. ¡ i o n * - -n grandes comen á los pequeños
Párrafo déctmo. Los ancmilas ó congrios se llaman coamichi, que
;
p r.! . • ) ion 7 .¡)::> íts /'/•"• '.• •
quiere decir, culebra pez. Dícese culebra, porque es
El texto del décimo párrafo que trata d é l a s
larga y tiene la cabeza como ésta, y diqese pez,
partes de las aves así interiores como esteriores, to-
dos son sinónimos, y en la traducción se ponen los porque tiene la cola como éste, y tiene ahilas c o -
mismos en la lengua, diciendo en romance para que mo t a l . ^ t o r t u g a d e ] a m a r g e H a m a chimalmicht,
parte del la ave se aplican, ó á cual de ellas sirven; que quiere d e c h miela pez, porque tiene redonda.la
y así no puse de él nada, porque mas pertenece á c o n c h a como la rodela, y dícese pez, porque tiene
la lengua mexicana que á o t r a cosa. •dentro pescado.* ••
Hay un pescado e n - l a , mar que se llama to-
:
-f.il- 93.,.6Tf i n-0 el ,30Iffit, X -3 ; elwmichi, que quiere decir ave pez. Dícese ave, por-
zoaoit x ífiúhiimoi egr,.i r o a sffiofo*
í)2 A\\ wb _
que tiene la cabeza y el pico como ésta, y m u e r - vos, y son mas sabrosos que los de las gallinas. P a -
de como tal; y dícese pez, porque tiene las álas y r a tomar estas tortugas ó galápagos, espéranlos de
la cola c o m o éste. noche á que salgan del agua, y entonces corren á
Hay un pez en la mar que se llama vitzit- ellos los pescadores, y vuélvenlos la concha abajo y
zilmichi, llámase así, porque tiene el piquillo muy del- la barriga ácia arriba, y luego á otro, y despues á
gado como la avecilla que se llama Tzinzon, que an- otro, y así trastornan muchos de presto, y ellos co-
da c h u p a n d o las flores. mo no se pueden volver, quédanse así, y el pesca-
H a y otro pez en la mar que se llama papa- dor coge á veces veinte, y á veces quince.
lomichi, que quiere decir, pez como mariposa, porque A los caracoles de la mar llámanlos tecciztli,
es de la h e c h u r a de ella. tienen cuernos y son de comer; la concha es muy
H a y otro pez en la mar que se llama ocelo- blanca como hueso, es retorcida, es como una cu-
michi que quiere decir, pez como tigre: llámase así, lebra donde se esconde, á «veces hecha á fuera me-
porque es semejante á dicho animal, en la cabeza, dio cuerpo y los cuernos, y á veces se esconde den-
y en las m a n c h a s , y no tiene escamas. tro.
H a y otro pez que se llama quauhxovili: lláma- A las conchas del agua llaman tapachtli, así
se así, p o r q u e tiene la cabeza como águila, el pico á las de los ríos como á las de la mar: por éste nom-
corbo y amarillo como oro, no tiene escamas, es li- bre llaman al pescado que tienen d e n t r o ^ ; á la con-
so como águila, grande y largo, no tiene huesos, es cha por sí: llámase tambiénticicaxitl, porque las usan
las médicas para agorear. Estas conchas son cónca-
de buen c o m e r , todo es pulpa.
vas y anchais: en algunas de ellas se crian perlas,
Párrafo tercero: de los Camarones y Tortugas. son recias como, hueso y de diversas colores,"unas
•52:- "33 c9.£JC| ' 33 íli i «• -'0 S blancas, otras verdes, otras coloradas, • algunas de
A l o s cangrejos de la mar llaman tecutzitli: ellas tienen i por dentro un estóalte que representa di-
son sabrosos de comer como los camarones de las versas colores; estas son aquellas en que: se hacen
lagunas; p e r o son mayores, y lo comestible de ellos las perlas, que por otro nombre se llaman ostiones:
son los hombros, el cuerpo no es de comer, y los á las ostias de los rios llaman atzcaüi, véndenlas
intestinos d e ellos son negros y tampoco se comen. y cómenlas,« tienen Ja concha negra como las dé Es-
Los c a m a r o n e s buenos crianse en la mar, ríos gran^ paña que ;ae h a c e n m o l o s - r i o s s o s q '.OHJ .
des, y en los manantiales de ellos: son mayores que El betún que es como pez que se usa en es-
los c a m a r o n e s de por acá; son colorados, y muy saj- t a tierra, se llá'ma chapbpotli, báce^e;. en la mar que
brosos. lo echa á la .orilla, y de allí s e coge.
H a y tortugas y galápagos, llámanlos ayutl, son $ f ^ f o ^ cuarto: del animal que llagan el Armado, de la
buenos p a r a comer como las ranas, tienen conchas Yaoana, [a] y de los pezes del rio ó. lagim^s..,fim
gruesas y pardillas, y por debajo es blanca, y cuan-
do han miedo, enciérranse en la concha: crian en etw que se; -lla-
la arena, ponen huevos, y entiérranlos debajo de ella, ma aiotochtli, que quiere decir conejo como calaba-
y allí' se empolla» y nacen: son de comer estos hue- is) -|güaoasri.K?r y¡»)II (;!) « u ! aios v t-j/us^i ;
parte á otra, y son ligeros en andar. H a y otros mu-
. f e s todo — í chos peces pequeñitos, á los barbones llaman tentzon-
michi: estos se crian en los rios y en los. manan-
S T S S i t c ° a s t 3 de° calabazas, muy duros ,
tiales, son grandecillos, y tienen escamas y barbas.
Tecios
- • 1 ^r, tierra que se llama . L,b I¡- í • iHii fií lüq H08 .¿Unf»y

Párrafo quinto: de los Renacuajos y otras sabandijas del


agua, que comen estos Naturales.
-TM AOUR YS.-J WI»• ;< - AI- RSO&'JQ .ÜU^Ü B B SBÍÍ NO
y amarillo, c o m e y o ^ H H a y renacuajos que llaman atepocatL, unos s e
4 tiempos anda. en 1 « a r b o t e é p ^ pa_ crian en buena a g u a y entre -las juncias, o v a s ^ y en-
n o tiene ponzoña n h a c e rmu ^ tre las otras yerbas de ésta. T a m b i é n se crian en las
r a comer: e s t é s e c u a t r o o cinco i » lagunas, pero no en a g u a salitrosa: comen cieno y
m e n t ó , susténtase d e l . aire. M m a n l o s teco- algunos gusanillos del agua, son negros en el lomo,
Hay lagartos « , e g W m y ^ a si,va_ son barrigudos, tienen el pescuezo metido y la co-
vixin, Ea^j5^1 ¿c lagartos hay ^ ^
la ancha como cuchillo, cómelos en esta tierra la
gente baja.
A las ranas llaman cueyatl, unas son negras,
otras pardillas, son barrigonas y cómense desolladas.
A las ranas grandes llámanlas tecalatl: estas dichas
m e
r a n a s ponen huevos, y estos se vuelven renacuajos y
despues ranas. H a y unas ranillas que -se llaman «co-
*<>/>* son pardillos, c f * n * e ¡ eces blancos
cuiatl que quiere decir, ranas de cieno, y crianse en
buenos de c o m e , y nombre es
las ciénegas, aunque se seca el a g u a no se m u e -
llaman arríilotl, ó ^ e r U e s o s : *o-
ren, métense en la humedad de la tierra, son de comer.
amihtl especialmente de,. I » * * « * ® * ^ n a n e n el
H a y unos animalejos en el a g u a que se lla-
man axolotl, tienen pies y manos como lagartijas, y
tienen la cola como Anguila y el' ctférpó: tamnien
swessaBSSrsi
xdinichí ' ,¡ I' ;
• ti. ^aTtitfttdillos que s e crista
tienen muy ancha la boca, y barbas en el pescuezo,
es muy bueno de comer, y es comida de los señores.
s H a y unos anirtialejos en la a g u a que llaman
f el ' ü í í S S S t s á n a l e s acocili, son ¡casi como camarones, t i e n e n M cabeza
á modo de langostas, son pardillos,,y, cuando Ifeg cue-
p a r a los n^ñoe. ,, p e t ó o s q u e se 11a- cen páranse colorados como camarones, s o n d e co-
mer cocidos y también tostados. Hay otro animales-
jo en el a g u a que se llama aneneztli, es larguillo y
redondo, tiene manos, pies, ancha la cabeza y es x par
' l o • ^ a . - C U ^ 00 Hoy llaman
dillo- son de comer, vuélvense aquellos coquiUos que tiene la boca muy ancha y lo mismo el tragadero,
tienen cuatro álas y vuelan, y llámanlos gavilanes en los grandes de ellos tráganse un hombre entero: tie-
nen el pellejo negro, conchas en el lomo muy d u -
Castilla.
ras, y sale de ellas mal hedor: atraen con el alien-
Hay unos coquiUos del agua que llaman axa-
to lo que quieren comer: estos no andan en la mar,
xayacatl, son por la mayor parte negros del t a m a -
sino en las orillas de los rios grandes.
ño del pulgón de Castilla y de aquella hechura, vue-
Hay un animal en la mar que se llama aci-
lan en el aire, y n a d a n en la agua, y se comen. Hay
paquitli, es largo, grande y grueso: tiene pies y m a -
también unas mosquillas que llaman amoiotl, anclan
nos, grandes uñas, álas, cola larga y llena de g a -
en haz del agua, péscanlas y cómenlas. Hay unos gu-
jos como un ramo de árbol, hiere, mata, y corta
sanos en la agua que s e llaman ocuihztac, son muy
con ella lo que quiere: come peces y trágalos vivos,
ligeros en ella, y se comen. y aun á personas traga, desmenuza con los dientes,
Hay unos coquiUos en el agua que se llaman y estos y la cara son como de persona. A la n u -
mchpili, son muy pequeñitos c o m o aradores, péscan- tria llaman aitzcuintli, la cual también anda en el
W y dicen que son de muy buen c o m e r . Hay otros
agua. Hay un animal de ésta que llaman acoiotl, es
-coquitos que se llaman milpichtetey, son como los de del grandor de un gozco ó de un podenco, tiene la
airriba dichos, y cómenlos. lana larga y lisa, y no le cala el agua, tiene el p e -
Hay otros g u s a n o s del agua que se llaman
cho blancp: ya está dicho este animal entre los co-
tzcavitü, no tienen c a b e z a s sino dos colas, son colo-
yotes.
radillos, hacen de ellos comida.
Hay unas urronas que se crian sobre el agua, Párrafo segundo: de un animalcjo llamado AVITZOTL Ó
Ahuitzotl ( a ) notablemente monstruoso en su cuerpo y en
míe se llaman tecuitlate, (a) son de color de azul
sus obras, que habita en los manantiales ó venas de las
-claro, despues que e s t á bien espeso y grueso: cogen-
fuentes.
do tiéndenlo en suelo sobre ceniza, y despues n a -
cen unas tortas de ello, y tostadas las comen. Hay un animal en esta tierra que vive en la
1
agua, y nunca se há oído, el cual se llama Avitzotl,
í C A P I T U L O IV. es de tamaño como un perrillo: tiene el pelo muy
-fili r j.j e POÍIRÍTI Y ?9Íí! ílSfloiJ >vAf--f.:> fifiíffl
v fie otros Animales del agua que no son comestibles. lezne y pequeño: tiene las oregitas pequeñas y pun-
tiagudas, así como el cuerpo negro y muy liso, la co-
Párrafo primero: de los Caimanes y otros animales la l a r »a y en el cabo de ella una como mano de
persona: tiene pies y manos, y son como de mona:
¡ e s t i S lüg«" j habita este animal en los profundos manantiales de
BS-UB? Hay en esta t i e r r a unos?' grandísimos lagartos ( a ) E l octavo R e y m e x i c a n o tuvo este nombre, pues acostumbraban
<me ^lloS»-llaman acuetzpalin. }'• denominan los españoles los Indios t o m a r l o d e los animales, plantas, aves, y d e cualquier ob-
¿amanes, son largos f gruesos, tienen pies, manos, j e t o reparable d e la naturaleza. E n varias partes se vé q u e el P .
c o l a s 'largas r y dividida la punta en tres o cuatro, la S a h a g u n coloca la V per H , así es q u e n o escride Huitzilopucili,
v olíiüSW ' 9 •;u- m * * ' m ' , sino C Viizilopuehtll, Fexoeingo por Huexocingo.
^ P a r e c e q u e e e el q u e llamamos Aguauhelé, Tóm. III. 27
las aguas, y si alguna persona liega á la orilla de prósperos en este mundo. Tenían también otra su-
donde' él habita, ^ luego le arrebata con la m a - perstición los parientes de estos, pues decían que al-
no de la cola, y le mete d e b a j o del agua y le lle- guno de ellos habia también de morir de aquella
va al profundo, 'luego turba á ésta y le hace vertir muerte, ó herido de rayo, porque á petición de su
y levantar olas, parece que es tempestad de agua, pariente fuese llevado al Paraíso terrenal donde el
y las olas quiebran en las orillas, y hacen espuma; estaba, y por esto se guardaban mucho de bañarse.
y luego salen muchos peces y ranas de lo proíun- Decían también que usaba este animalejo de otra
do, andan sobre la haz del agua, y hacen grande cautela para cazar hombres, cuando ya mucho tiem-
alboroto en ella; y el que fué metido debajo allí mue- po habia que no habia cazado ninguno, y para tomar
re, y de ahí á pocos dias, el agua arroja fuera de alguno, hacia juntar muchos peces y ranas por allí
su seno el cuerpo del que fué ahogado, y saie sin donde él estaba, que saltaban y andaban sobre el
ojos, sin dientes, v sin uñas que todo se lo quitó el Jvtt- agua, y los pescadores por codicia de^ pescar a q u e -
zotl: el cuerpo ninguna llaga trae, sino todo lleno de llos peces que parecian, echaban allí sus redes, y
cardenales. Aquel cuerpo nadie le osaba sacar, ha- entonces cazaba alguno, ahogábale, y llevábale á su
cíanlo saber á los Sátrapas de los ídolos, y ellos so- su cueva. Decían que usaba otra cautela este a n i -
los le sacaban, porque d e c í a n que los demás no eran malejo, que cuando habia mucho tiempo que no po-
dignos de tocarle; y también decían que aquel que día cazar ninguna persona, salíase á la orilla del agua
fué ahogado, los dioses Tlaloqucs habían enviado su y comenzaba á llorar como niño, y el que oía aquel
ánima al Paraíso terrenal, y por esto le llevaban lloro, iba pensando que era realidad, y como llega-
en unas andas con gran veneración á enterrar, á uno ba cerca del agua, asíale con la mano de la cola,
de los oratorios que llaman Jyauhcalco. Adornaban y llevábale debajo de ella, y allá le mataba en su cue-
las andas en que le llevaban con espadañas, é iban va. Decían también que si alguno veía á este ani-
tañendo flautas delante del cuerpo; y si por ventu- malejo y no se atemorizaba de verle, ni éste le aco-
r a alguno de los seglares queria sacar aquel cuer- metía, que era señal que habia de morir presto.
po del agua, también se a h o g a b a en ella, ó le da- Dicen que una vieja que iba por agua, cazó uno de
b a gota artética; decían q u e éste que así mona, era estos animalejos, lo metió en el cántaro, lo tapó con
porcuna de dos causas, ó porque era muy bueno y el vipil, y lo llevó á mostrar á los senadores del
por su bondad los dioses Tlaloqucs le querían lle- pueblo, y de que lo vieron, dijeron á la vieja que
var á su compañía al P a r a í s o terrenal, ó porque por lo habia tomado, que habia pecado en tomarle, por-
ventura tenia algunas p i e d r a s preciosas en su^ po- que es sugeto de los dioses Tlaloques y su amigo,
der, de lo cual estaban enojados los dioses Tlalo- y mandáronsele volver adonde le habia tomado.
gues, porque no querían que los hombres poseyesen
piedras preciosas, y por e s t a causa le mataban eno- Párrafo tercero: de una culebra ó serpiente del agua,
jados contra él, y también le llevaban al Paraiso muy monstruosa en ferocidad y obras.
terrenal. Los parientes de estos tales, consolábanse
por saber que su deudo estaba con los dioses del H a y una culebra en esta tierra que se llama
dicho Paraiso, y que por él habían de ser ricos y atoatl ó tlilcoatl, que anda en el agua y en el cíe-
• *
no, es tan gruesa cuanto un hombre puede a b r a - hombre, y tan reciamente se aprieta, que allí mue-
zar y muy larga: (a) tiene grande cabeza, y barbas tras re enroscada al árbol, y el que lleva los peces es-
de ella, como las de barbo grande: es muy negra cápase. De otra manera mata esta culebra á los que
y hasta reluce, tiene los ojos como brasas, horca- pasan por donde ella mora, pues sale á la orilla del agua
j a d a la cola; mora en las cuevas ó manantiales que y arroja como escupiendo la ponzoña en aquel que
hay debajo del agua: c o m e peces, y atrae con el pasa, y luego cae tendido como borracho, y al ins-
aliento desde lejos ácia sí, y ahoga en la agua lo tante le atrae á sí con el aliento por fuerza, y vá
que atrae, ya sea persona ó animal. P a r a cazar per- perneando el que así es llevado, métele en la boca,
sonas tiene esta culebra una astucia notable, y e s , ahógale en el agua, y allí le come.
que hace nn hoyo c e r c a del agua del t a m a ñ o de
un lebrillo grande, t o m a peces grandes de las cue- Párrafo cuarto: de otras culebras y sabandijas del agua.
vas como barbos ú otros de otra manera, traelos
en la boca, y échalos en el hoyo que tiene hecho, A las culebras del agua llaman acoatl, y son
y antes que los arroje, levanta el cuello en alto y como las de Castilla: se pone en la letra las faccio-
mira á todas partes, y luego los echa en la lagu- nes y maneras de estas culebras, y como se delez-
nilla, y vuelve otra vez por otros. Algunos indios atre- nan con mucha ligereza, y lo que comen: hay en
vidos, entretanto sale o t r a vez, témanle los peces esta relación muy buenos vocablos y muchos.
de la lagunilla, y echan á huir con ellos. De que sa- Hay unos lagartillos del agua que no son bue-
le otra vez la culebra, luego vé que le han toma- nos de comer, y son pintados con unas estrellitas,
do los peces, y al instante se levanta en alto s o - tienen la barriga verde pintada de blanco.
bre la cola, mira á t o d a s partes, y aunque vaya Hay otro animal como sapo que se llama ca-
algo lejos el que lleva los peces, le vé, y si no por eatl, canta mucho mas que las ranas, es enojoso. Hay
el olor le vá rastreando y echa tras el tan recio sapos en esta tierra como los de España, y lláman-
como una saeta, pues parece que vuela por enci- los tamacolin por la torpedad conque anda y salta, an-
ma de los zacates y d e las matas, y tan luego co- dando poco y parándose muchas veces; sacaron de
mo llega al que le lleva los peces, enróscale al cue- él un adagio contra los que tardan, cuando son en-
llo y apriétale reciamente, y la cola como la tiene viados á algunas parte dícenlos: vé presto como el sa-
hendida, métesela por las narices, cada punta por po, que dá un salto, y se para á mirar como ató-
cada ventana, ó se l a s mete por el sieso. H e c h o es- nito. Pénense en esta relación muchos vocablos y
to apriétase reciamente al cuerpo de aquel que le muy buenos, acerca de la forma y manera de es-
hurtó los peces y mátale; y si aquel es avisado, antes tos sapos. Otra manera de estos hay, que llaman mil-
que acometa á tomar los peces, busca ó hace una con- ealatl, son algo mas verdes que los de arriba: ( e s
cavidad en algún á r b o l que esté por allí cerca, y una ranilla.)
cuando huye vase á a c o g e r al árbol en la concavi-
dad que hizo, y la culebra enróscase á él, y aprié-
tase reciamente pensando que está enroscada con el 90
(a) .Abundan en el no de Goatzacoalco,
CAPÍTULO V. la letra la manera que hay para cazarla que es con
el piciete, (ó tabaco) con el cual también se toman
De las serpientes y otros animales de tierra, de diversas todas las serpientes ponzoñosas.
maneras. L a enjundia de esta culebra es medicinal pa-
Párrafo primero: de las serpientes ponzoñosas. ra la gota, untando con ella el lugar donde está,
luego se aplaca el dolor: el pellejo de esta serpien-
Del Aspid. te también es medicinal contra las calenturas, dándo-
Hay una culebra en esta tierra que se lla- le á beber molido al que las tiene.
ma tecutlacozauhqui, [a] dicen que es el príncipe ó prin- Hay una culebra muy ponzoñosa que se lla-
cesa de todas las culebras, es gruesa y larga, tie- m a iztaecoatl, que quiere decir culebra blanca: es lar-
ne eslabones en la cola c o m o víbora: es de cabe- ga y rolliza, tiene la cabeza grande, dientes y col-
za grande y también la boca: tiene dientes, lengua millo, la lengua es horcajada ó hendida, escupe pon-
horcajada, tiene escamas gruesas, es de color ama- zoña, tiene eslabones, escamas y conchas, es ligera
rillo parecido al de la flor de calabaza, y también en deleznarse, vuela, es brava, acomete volando á
tiene unas manchas negras como las del tigre. Los las personas, y enróscase al pescuezo y ahoga. Otras
eslabones son pardillos y duros: silva esta serpiente, muchas culebras engendra ésta de diversas maneras,
come conejos, liebres, y aves, y cualquiera clase de que hacen esto mismo: esta culebra es rara.
animales; y aunque tiene dientes no los masca sino Hay otra culebra que se llama tleoa, que quie-
los traga, y allá dentro los digiere ó desmenuza; si re decir, que trae consigo fuego, es gruesa y larga,
alguna "ave topa, trágasela entera, y si están encima tiene las condiciones de la de arriba dicha; el lo-
de algún árbol, arrójales la ponzoña conque los ha- mo es pardo, el pecho colorado ó vermejo, tiene la
ce caer muertos. Un cazador vió la manera que tie- cola de éste color, es ligera en deleznarse, vuela so-
ne en cazar las aves ó animales que están encima bre las matas y yerbas, y cuando esto hace, vá le-
de los árboles, como aquí está escrito en la letra. vantada sobre la cola, vuela como viento: llámase
E s t a serpiente siempre anda acompañada con su hem- tleoa, porque á quien hiere ó pica, parece que se que-
bra, y ésta con su macho, aunque siempre andan el ma con fuego, y no hay remdio contra esta ponzo-
uno apartado del otro, y cuando se quieren juntar, ña sino que mata.
«silva el uno, y luego viene el otro; y si alguno ma-
t a á alguno de ellos, el que queda persigue al que Párrafo segundo: de otra culebra muy monstruosa y fiera.
le mató hasta que se venga: en los eslabones apare-
ce si ésta serpiente es d e muchos años, porque en Hay una culebra en esta tierra que se lla-
c a d a uno produce un eslabón. Esta culebra ó ser- ma ehiavitl, es larga y gruesa, tiene gran cabeza y
piente no puede andar por tierra rasa, mas vá por eslabones en la cola, y escamas gruesas: escupe pon-
encima del heno y de las matas como volando; si zoña, es de color pardilla, es manchada de unas pin-
no le hacen mal, t a m p o c o ella lo hace. Pénese en tas prietas, es espantable, pica, mata, y acecha á
los que pasan por los caminos especialmente á las
( a ) El P . Molina en su diccionario mexicano la define....Vibc- moniacas, pónese cerca de ellas un poco apartada,
ra grande, pintada, y muy p o n z o ñ o s a .
tanto, cuanto puede saltar para picar al que pasa, rilla, es muy ponzoñosa, á quien pica no tiene reme-
y primero se prueba en un árbol, salta contra él y dio: es fraudulenta, engaña con su canto á las per-
pícale, y viniendo un caminante hace lo mismo y má- sonas y codornices: canta como éstas aves, y las que
tale. Esta culebra es mas brava y muerde mas ve- le oyen, piensan que es codorniz, y vanse á ella y
ces en tiempo de las aguas, porque tiene entonces arrebátalas y cómelas. Algunos indios bobos como
mas ponzoña, y esto á la mañana, porque á medio oyen su canto, piensan que es ésta ave, y van ácia
dia y á la tarde, no tiene fuerza su ponzoña: don- donde ella está y entonces los pica y mata: los que
de pica luego se hincha y comienza á manar agua- son avisados, cuando oyen que canta esta culebra,
dija; y si á esta mordedura no la socorren de pres- escuchan si la responde otra codorniz, y si no la res-
to muere el mordido, y si en el pie ó en la mano ponde, ella torna á silvar ó cantar en el mismo lu-
gar que de antes, entienden que es ésta culebra col-
pica, ya que no muere, sécase la parte mordida.
coatl, y guárdanse de ella: dicen que vuela esta culebra.
La medicina contra las mordeduras de las cu-
lebras, es chuparle luego el lugar donde mordió, y Párrafo tercero: de la culebra de dos cabezas.
sajarle y ponerle una tela muy delgada y trasparen- Hay una culebra en esta tierra que tiene dos
te, que se hace en la sobre haz de la penca del cabezas, una en lugar de ésta, y otra en lugar de
maguéy, y llegan al fuego la mordedura calentándola, cola: llámase maquizcoatl: (a) en cada una de las cabe-
y friéganle con t a b a c o montés molido. Estas culebras zas dichas tiene ojos, boca, dientes y lengua, no tie-
hay en muchas partes, así en los montes como en las ne cola ninguna, no es grande ni larga sino peque-
cabañas, p a r a criar hacen su nido y paren en - él á ña, tiene cuatro rayas negras por el lomo, otras cua-
sus hijos, ( a ) , r - tro coloradas en un lado, y otras tantas amarillas
Hay otra serpiente muy grande y teroz, que en el otro; anda ácia ambas partes, á veces guia la
llaman ulcoatl, gruesa y larga como la que se llama una cabeza, y á veces otra. Esta culebra se'llama
tecutlacocauhqui; es prieta todo el cuerpo, ecepto que culebra espantosa, pues raramente aparece: tienen cier-
tiene la boca colorada y el pecho amarillo, es pon- tos agüeros acerca de ésta culebra como están en
ñosa y m a t a , criase en las montañas y en los riscos. la letra. A los chismeros llámanlos con el nombre de
Hay o t r a culebra que se llama colcoatl, quie- ella porque dicen tiene dos lenguas y dos cabezas.
re decir la culebra enemiga de las codornices, por- Hay una serpiente en esta tierra que se lla-
que las e n g a ñ a con su canto y las come; es media- ma mazacoatl, es muy grande y gruesa, de color par-
na ni muy g r u e s a ni muy larga, es pintada como do obscuro, tiene eslabones en la cola, y en la ca-
las codornices, tiene el pecho blanco y la boca ama- beza cuernos como ciervo, y por eso la llaman ma-
zacoatl: mora en las montañas mas ásperas, y cuan-
(a) E n el dia se usa el álcali fluido volátil aplicado con un ca- do llega á edad perfecta, recógese á algún.íugar ó
bezal á la mordedura, y tomado en agua en cantidad de ocho á do- cueva, y desde allí sin salir afuera, atrae con el alien-
c e gotas. Dícese q u e el mayor antídoto contra la culebra es el to conejos, aves, ciervos y personas, y cómelos, y
Guaco, especie d e b e j u c o traído de las Chiapas, y propagado en el
( a ) Esta palabra es su definición en el diccionario mexicano.
jardín botánico por el General D. Juan Pablo Anaya. D í c e n m e que
Aguila de dos cabezas, también se ha descubierto en la Misteca
esta planta bastardéa en México, y querría que sobre esto se hi- de Oaxaca, véase á Feyjóó.
ciesen observaciones médico-botánicas.
Tóm. III. 2»
de esto se mantiene estándose queda en su cueva. tan ciertas supersticiones como en la letra están puestas.
Hay otra culebra que también se llama ma- Hay otra culebra que se llama coapetlatl, es
zar,oatl, es negra, gruesa, y larga, no tiene eslabones ancha como un pliego de papel, y en la una esqui-
en la cola ni t a m p o c o dientes, es perezosa, manza na tiene la cabeza, y en la contraria tiene la cola,
y doméstica, algunas l a s crian en sus casas para co- anda de través como cangrejo, y va haciendo rui-
mer pues son muy buenas. do icomo cuando se arrastra un petate, raramente
paréce esta culebra.
Párrafo cuarto: de algunas culebras con cuernos, y de Hay otra que se llama chimalcoatl, es una cu-
su monstruosa propiedad. lebra larga y gruesa, tiene eslabones en la cola, y
H a y otra culebra que también se llama ma- en el medio del lomo hecha de su misma carne una
zacoatl es pequeña, tiene cuernos, es prieta y no ha- como á modo de rodela muy pintada; raramente pa-
ce mal, ni tiene eslabones en la cola: de la carne rece esta culebra: los que la vén unos toman de
de ésta usan los que quieren poseer potencia, para ella mal agüero y otros bueno; los unos piensan que
tener cuenta con m u c h a s mugeres; los que la usan luego han de morir por haberla visto, y otros dicen
mucho ó toman demasiado de cantidad, siempre tie- que han de ser prósperos y valientes en cosas de
nen erección, siempre despiden simiente y mueren guerra.
de ello, ( a ) . Hay otra culebra ó serpiente que se llama
Hay unos caracoles en esta tierra como los citlakoatl, ó tlaüinimiuh, es verde y pintada de estre-
llas, en muy pocas veces aparece, es ponzoñosa, y
de Castilla, llámanlos también mazacoatl, son provo-
su ponzoña es mortal: tienen ciertas supersticiones
cativos á lujuria, y el que los usa sin medida mue-
acerca de ésta culebra los Chichimecas como está
re de ello, como arriba se dijo con el que come la en la letra.
culebra.
Iíay una culebra que se llama metlapilcoatl, que
H a y una culebra en esta tierra que se llama quiere decir, culebra rolliza, como la piedra conque
tétzaukcoatl, ni es grande ni larga, tiene el pecho co- muelen las muge-res. Esta culebra es gruesa, y si se
lorado, y el pescuezo así como brasa: pocas veces mira de lejos, no parece donde tiene la cola ni la
aparece, y el que la vé cobra tal miedo, que muere boca, pues parece que de ambas partes tiene cola;
de él ó queda muy enfermo, por eso la llaman tét- es parda obscura, deléznase cuando anda, á veces
zaukcoatl, porque m a t a con espanto. vá rodando como piedra de moler, no es ponzoño-
Hay otra culebra que se llama tlapapalcoatly sa ni hace daño alguno, criase en la provincia de
no es grande sino mediana, llámase así, porque es Totonacapan. ( a )
pintada ^de casi todas las colores.
Hay otro monstruo de culebras que se llama
petlacoatl: dizque se juntan muchas culebras y se en- ( a ) Entiendo que estas culebras domésticas habitaban en los an-
tiguos templos d e la Grecia, y de que tanto hablan los historiado-
tretejen como petate, y andan de acá y de allá, por- res. Entre los Indios so domestican, y maman las tetas fi las muge-
que tienen todas las cabezas ácia afuera, aquella te- res dormidas, apartando ü los niños del pecho de la madre, y me-
la está cercada de cabezas de culebras: de éstas cuen- tiéndoles la punta d e la cola en la boca para acallarlos.
ca) E s decir q u e p r o d u c e Priapismo.
Párrafo quinto: de una culebra monstruosa en grandor y zo, es parda obscura, y llámase palancacoatl, porque
en ponzoña, con otras de su manera. hiede á carne podrida, y parece que tiene llagas por
todo el cuerpo: andan con ella muchas moscas c o -
Hay una serpiente muy grande que se llama miéndola, por donde quiera que vá, vá hediendo, y
aveiactli, ( a ) es larga como una viga de diez brazas, tie- las moscas van tras ella zumbando; es muy ponzo-
ne cascabeles en la cola ó eslabohes, tiene dientes ñosa, á quien muerde no escapa, no tiene medicina
y colmillos: es muy deleznable, es parda obscura del púdrese, y así muere, (a)
color de la culebra que se llama tlilcoatl: tiene el pe-, Hay otra serpiente que se llama ecacoatl, es-
cho como amarillo, el ocico colorado: es ponzoño- ta culebra es mediana, no es muy gruesa pero sí
sa, y su ponzoña n o tiene remedio. Criase esta cule- muy larga: llega á tener hasta tres ó cuatro b r a -
bra en las tierras calientes, especialmente en la pro- zas, es amarilla y colorada, verde y blanca por los
vincia de Totonacapan, muerde, pica, y traga: aguar- lomos, y rayada con estas colores: 110 es ponzoño-
da á los caminantes en los caminos: pénese en las sa; pero cuando la hacen mal ó cuando caza, r e -
estrechuras de ellos atravesada en el medio, para vuélvese á lo que quiere matar, y mátalo apretan-
que nadie pase sin que le vea y caze; y si alguno do: llámase esta culebra ecacoatl, que quiere decir
viéndola huye, luego vá tras él como volando, y los culebra de viento, porque cuando vá á alguna parte,
que conocen ya e s t a serpiente ó culebra, llevan mu- si es tierra llana, yá levantada sobre la cola como
chos papeles" hechos como pelotas y llenos de pi- volando, y si son matas ó zacatales, vá por encima
cietl (ó sea tabaco montés) molido, y tíranle con ellos, de ellos lo mismo, y por donde transita parece qne
ó llevan unos jarrillos llenos de esta misma yerba, echa de sí un aire delgado.
y también le tiran con ellos. Como se quiebra el jar- Hay otra culebra que se llama tzoakoatl, ni
rillo y se derrama el picietl, con el polvo de él se es muy gruesa ni muy larga, 110 tiene cascabeles ni
emborracha y adormece, y de que está adormeci- dientes, es parda obscura: no tiene ponzoña ni ha-
da, con un palo ó vara larga, métenla en la boca ce mal á nadie; es bobilla, ándase por ahí sin ha-
una manta en que vá revuelta la yerba molida, y en- cer mal á persona.
tonces pierde todo el sentido y así,la matan. Cuan- í '!, ¿ •yii':ú,n • ."-i 0 6 ciíjjflfsi teb .bít/ji!) . ac\ü!>v>-*,
do se llega esta culebra á los manantiales de las
Párrafo sesto: de otras monstruosas culebras, en propie-
aguas, come y t r a g a cuantos peces y animales hay allí.
dades estrañas.
Hay otra culebra que se llama palancacoatl, es
tan larga como u n a braza, y gruesa como un bra- Hay otra culebra que se llama cincoatl, es me-
diana no tiene cascabeles ni muerde, es amarilla, co-
( a ) Entiendo quo á esta familia pertcnecia la culebra cuya piel
se hallaba en la librería del colegio de Santos, cuyos alumnos
( a ) L a hay por el sur de Acapnlco. U n infeliz dormía bajo d e
vendieron á un Inglés privando á la Nación de esta producción ra-
un árbol donde esta culebre estaba enredada, echó sobre él su ba-
ra, y sobre lo que r e c l a m a m o s inútilmente. Mandóla un oydor de
ba, y en el momento comenzó á gangrenarse y murió. L a palabra
Goatemala en cuyo r e y n o estaba la provincia d e Totonicapun y asi
palani en mexicano es podrirse d e donde toma el nombre este
es que coincide con l a relación que h a c e de este reptil el P . Sa- apestoso y venenosísimo reptil.
hagun.
4orada, y parda o b s c u r a : tiene la cabeza ancha y k que echa de un golpe toda su ponzoña y con ella
boca grande, no p a r e , m a s hace nido, pone huevos, la vida, (a)
y de allí saca sus hijos; enróscase al cuerpo del Párrafo sétimo: de otras cidebras monstruosas, en su
que quiere matar, p i c a con la lengua y traga, no tie- ser y propiedades.
ne ponzoña. Aquí s e pone otra vez en la letra, lo
que aconteció al coiotl con la culebra porque dicen Hay otra culebra que se llama xicalcoatl, quie-
que era de éste g é n e r o de culebras: vease la pág. 155. re decir, culebra de jicara, hay unas grandes y otras
Hay otras culebrillas que son delgadas casi pequeñas, críanse en la agua; cuando son grandes
como los cabellos d e la cabeza, y cuando andan van tienen eilomo naturalmente como nacida una jicara muy
enroscadas; pocas v e c e s aparecen estas culebras. pintada de todas colores y de todas labores. Esta cu-
H a y también otras que se llaman mecacoatl, son lebra cuando quiere cazar personas, llégase á don-
•gruesas como el pulgar d e la mano, pero la largu- de pasan los caminantes, y demuestra la jicara so-
r a de ellas no se sabe cuanta es, porque cuando, bre el agua, que anda nadando, y ella escóndese de-
alguno la vé, n u n c a a c a b a de ver el cabo de ella: bajo de esta que no parece, y los que pasan por
criase en tierras calientes, en lugares riscosos y ja- allí como la ven, entránse á tomarla, y poco á po-
rales, y en m o n t a ñ a s muy espesas. co se va llegando ácia lo hondo, y el que va á to-
' H a y otra culebra que se llama tetznolcoatl, es marla vase trás ella, y llegando á donde está hon-
de la manera del cincoatl en grosura y longitud: es do, comienza a turbarse el agua y hace olas, y allí
verde pintada de pardo, es muy ponzoñosa, y arre- se ahoga el que iba á tomarla. Dicen que esta cu--
mete á la gente c o m o volando: enróscase al pes- lebra es negra, sola la barriga es de diversas
cuezo y mata; a p r i e t a t a n recio, que ño hay quien colores.
se pueda valer de ella, y a sea bestia, ya sea per- Hay otra culebra que es mediana, y tiene
sona. unas rayas de diversas colores, no es ponzoñosa.
Hay otra culebra que se llama Qüetzalcoatl: Hay otra que es pequeñuela y negrilla, ni tie-
hay muchas de ellas en la tierra caliente de Toto- ne ponzoña, ni hace daño.
nacapan, es m e d i a n a , del tamaño de las culebras del Dicen que hay unas culebras, que se hacen
agua: llámase quetzalcoatl, porque cria plumas de la todas como una pella redonda, las colas de dentro,
misma manera de las plumas ricas que se llaman y las cabezas de fuera, andan rodando, y llaman á
quetzalli, y en el pescuezo tiene unas plumas que se este barajón de culebras, si alguno encuentra con ellas
llaman tezinitzcan, y son verdes claras y pequeñas, y luego se desbaratan, y hechan á huir por diversas
en la cola y eslabones, tiene pluma como el ave que partes.
se llama xmhtotol, que es azul, y el pecho colorado: Hay otra que se llama culebra redonda y es
raramente aparece esta culebra, ni se sabe lo que co- como una pelota redonda, y negra como ulli, y tie-
me. Cuando a p a r e c e es para picar al que la vé, y
( a ) Mucho se há escrito acerca de ésta culebra, con cuya denomi-
su ponzoña es mortal, á quien muerde luego mue-
nación ó metáfora se há querido conocer el apóstol Stó. Tomás. (Véase
re súbitamente. E s t a culebra vuela cuando quiere pi- la Disertación del P . Mier agregada al primer tomo dg ésta obra.)
car, y cuando esto ljace, también ella muere, por-
220 ' > .
ne cabeza y cola, como de culebra en el medio de es muy medicinal para muchas enfermedades, c o -
lo redondo. mo está en la letra: hallan por medicina para apla-
H a y en esta tierra aquellos gusanos que llama- car este dolor, el beber pulcre fuerte, que llaman vitztli.
mos cien pies, 6 cientopies ni mas ni menos como los de Otras arañas hay quo no son ponzoñosas ni
Castilla, pénense en la letra las facciones y condiciones hacen daño. Hay chinches en esta tierra como las de
de estos gusanos: hay muchos y muy buenos vo- Castilla, y llámanlas texcan.
cablos: pénense también las facciones y miembros Hay unos cucarachuelos son pardillos, y tie-
corporales de todas las culebras, dicen que las cu- nen dos maneras de álas con que vuelan, son pon-
lebras son rollizas, delgadas: largas, y tienen la co-' zoñosos, donde pican imprimen comezon é hinchazón,
Ja y la cabeza ancha, pican, tragan, deleznanse, cu- acuden de noche á la candela.
lebrean, rastrean por el suelo, y cazan como gato. Hay otros cucarachos que son de hechura
Algunos tienen cascabeles, ó eslabones, y otras no: de una hormiga, pero grandes como ratoncillos: los
algunas tienen escamas, ó conchas, y otras son li- que los yen toman mal agüero de su vista, y pien-
sas, algunos se roscan con lo que quieren matar; son san que les ha de acontecer algún desastre: péne-
espantables, tienen ponzoña, y algunas escupen la se en la letra el razonamiento que hace el que to-
ponzoña contra lo que quieren matar. pa á alguna de estas sabandijas.
Párrafo noveno: de diversas maneras de hormigas.
Párrafo octavo: de los alacranes, y otras sabandi-
jas como arañas. Hay muchas maneras de hormigas en esta tier-
ra, las hay grandecillas, que muerden y son ponzoño-
Hay alacranes en esta tierra, son como los sas, no matan; pero dan pena.
de España, y ponzoñosos: críanse especialmente en Hay otras, .que son mayorcillas que las ya di-
las tierras calientes, y allí son mas ponzoñosos. Hay chas, la ponzoña sube ácialas ingles, y á los sobacos.
unos pardos, blanquecinos y verdes: para aplacar Hay otras que son inas vermejas que las ya
las mordeduras de estos alacranes, usan chupar la dichas,, no hacen cuevas, ni viven juntas, sino an-
picadura y fregarla con picicte molido; pero mejores dan solas, llámanías solitarias.
son los ajos mojados, y puestos sobre la picadura, Hay otras que se crian en los árboles que muer-
( a ) Hay unas arañas en esta tierra ponzoñosas, son den y son ponzoñosas.
negras, y tienen colorada la cola, (b) pican la picadu- r Hay otras hormigas que se llaman cuitlaazcatl,
ra°de gran fatiga por tres ó cuatro dias, aunque no de estas unas son pardas, blanquecinas, y otras ama-
matan con su picadura; el aceite de estas arañas rillas obscuras, huelen mal, críanse en los mulada-
res, y en las raízes de los magueyes; pican y e s -
( a ) E n el dia se curan tomando ocho gotas de álcali fluido cuese su picadura, muchas de estas andan á vandas.
volátil, y aplicándose en la picadura un cabezal de lo mismo.—Lo Hay otras hormigas que se crian en tierras
mismo se usa para las picaduras de las arañas.
( b ) Llamanlas en Oaxaca (.hintatlahuatl, su picadura es mor-
frias: son pequeiiuelas, negras, muerden, y sus huesos
tal, cfirase c o n alcali, y los Indios con un frixolillo de igual configura- son blancos, en algunas partes las comen, y por
ción á la a r a ñ a , mitad negro y mitad blanco que remuelen y beben eso las llaman azcamolli.
en atole. Tóra. III. 29
Hay otras hormigas que son casi semejantes de ella, y con esta se mantienen, y se crian los hi-
á las de arriba dichas, críañse en los lugares hú- jos de este animalejo, y despues que son graijdeei-
medos, y donde hay cosas de comer. llos comen moscas.
Hay una culebra que se llama tzicatlynan, por Hay unos gusanos en esta tierra que también
que dicen que es madre de las hormigas; es grue- los hay en España, llámanse coiaiaoal, en lengua es-
sa y críase en los hormigueros, en lo profundo de pañola no sé como se llaman. Algunos de ellos son
ellos, es pintada de todas colores, es espantable. amarillos obscuros,, otros colorados, otros blanqueci-
Hay otras hormigas que se crian en las tier- nos, y otros pardos obscuros; son larguillos como
ras calientes, y destruyen los árboles y cuanto hay, medio dedo, y gruesos como una pluma de gallina
andan en escuadrones como gente de guerra, son de Castilla, pero por lo mas grueso. Tienen muchos
grandes detruidoras. (a) pies, en topando con ellos luego se enroscan y es-
Hay otras de estas que llaman nequazcatl. quie- tanse quedos, no muerden ni hacen daño; pero si
re decir hormigas de miel: ¿ríanse debajo de tierra, alguno los come ó bebe dizque matan: usan de ellos
y traen en la cola uria vegiguita redonda llena de por medicina contra dolor de muelas ó dientes-, pénen-
miel, es trasparente esta como una cuenta de am- los majados sobre la mejilla, y se quita él dolor,
bar, es muy buena esta miel, y cómenla como la Hay otros gusanos en esta tierra que se lla-
de abejas. „ . man tlalomitl, que quiere decir hueso de la tierra; llá-
'JÜ. '„ÍVNUMTT- ^VCÜJÜJ •c.Ü manlos así, porque son blanquitos, duros, y relucen,
Párrafo décimo: de otras sabandijas <k< la tierra. son pequeñuelos y andan siempre debajo de la tier-
Hay en esta tierra unos gusanos que en Cas- ra, nunca se enroscan siempre están derechos, no
tilla la vieja se llaman corralejas, que se crian en las son ponzoñosos, ni hacen mal; los que no arman -pa¿
viñas, son muy ponzoñosos, aca-matan cuando muer- ra el acto natural, comentos ó bébenlos crudos, diz-
den, llámanlás tlalviquipilli. - : 1 que para esto. Hay unos escarabajuelos que' son blan-
Hay Unos cucarachuelos, que se crian deba- quecinos, ni hacen bien ni mal.
jo de la tierra, tienen pies-y manos* algunos de ellos Hay también escarabajos como los de Cas-
son colorados, blanquecinos y blancos, críanse en lu- tilla, que hacen pelotillas del estiercol, y Hévanlas ro-
gares húmedos, no tienen ponzoña ni hacen mal. dando, llevan una ó; ¡dos: ni hacen bien ni mal.
Hay unos animalejos que andan por los caminos,' Hay también escarabajos como los-de Espa-
son como lagartijas, un poco mas anehuelos, y tie- ña, son negros como aquellos y hieden, no tienen
nen espinas pbr el cuerpo, y una grande en la co- otro mal ni otro bien.
la, son pardillos: en el juntarse el macho con: la Hay también en esta tierra martinetes como
hembra, son como personas. Cuando pare la hem- los de España, llámaúlos pies de cabellos, porque
bra revienta y muere, y salen sus hijos-por la ro- tienen los pies largos y delgados, el cuerpo peque-
tura de la barriga, y luego van y buscan una yer- ño y redondo; huelen mal estas arañuelas.
bezuela que nace por los caminos qüe sé llama me-
meta, y llamase así. porque quebrándola mana leché
(a) Llámanla los n a t u r a l i s t a s Hormiga-soldado Formica-miles.
Párrafo undécimo: de las abejas que hacen miel, que hay man acachapoli que quiere decir, langostas como sae-
muchas diferencias de ellas y de las mariposas. ta. Dícense así, porque van recias cuando vuelan y
rugen como una de éstas, suélenlas comer: hay otras
Hay unos abejones en esta tierra que hacen que son medianas y coloradas, andan en el tiempo
miel, y hacen cuevas en la tierra donde la fabrican: de coger los maizales, y son de comor. Hay otras que
es muy buena esta dicha miel; pican como abejas, son langostas de verano, son grandes y gruesas, no
lastiman, é hínchase la picadura, (a) vuelan sino andan por tierra, comen mucho los fri-
Hay otra manera de abejas que son meno- sóles; unas de ellas son prietas, otras pardillas, otras
res que las ya dichas, también hacen cuevas para verdes, y suélenlas comer. Hay otras que llaman lan-
fabricar su miel, y la hacen muy amarilla, es bue- gostas ciegas: de éstas hay muchas y son peque-
na de comer. ñas, andan por los caminos y no se apartan aunque
Hay otras abejas que hacen miel en los árbo- las pisen, son de comer. Hay otras que son pintadas
les; hacen una caja á manera de alquitara, y dentro á manera de codorniz, también son de comer. Hay
hacen sus panales, é hínchenlos de miel; no engen- otras que cantan siempre diciendo: chi, chi, chi, y an-
dran como los otros animales, sino dentro de los pa- dan siempre entre el heno, también son de comer.
nales crian sus hijos como gusanillos blancos, haijan A los brugos que se crian en los cerezos ó en
como las abejas de Castilla, y hacen buena miel. los otros árboles, llaman capolocuili; estos hacen ca-
Hay muchas maneras de mariposas en esta tier- pullos en los árboles, comen toda la verdura de ellos,
ra, y son de diversas colores, y muchas mas que en y vuélvense mariposas, no son de comer.
España. Hay una manera de éstas que son muy pin- Hay otros brugos que también se crian en los
tadas de diversas colores, que ][&vad.xixiculpapalotl: hay árboles, unos son negros, otros rojos y muy bellosos,
otras negras y rociadas con unas pintas blancas que los pelos que tienen pican, y las picaduras duelen
llaman tUlpapalotl: hay otras que son leonadas y relu- como las de alacran, también se vuelven mariposas,
ce su color: otras hay que son blanquecinas, entre Hay otros brugos que se crian entre los ma-
amarillo y blanco: hay otras que son muy pintadas: gueyes, son grandes y bellosos.
otras que son azules claras: otras muy bien pintadas
á las mil maravillas; y finalmente hay otras maripo- Párrafo décimotercio: de diversas maneras de gusanos.
sas que.son coloradas y pintadas, y muy hermosas, (b)
Hay unos gusanos que los llaman medidores,
Párrafo duodécimo: de muchas diferencias de langostas, pues cuando van andando parece que van midien-
y de otros animalejos semejantes y de los brugos. ( c ) do como á palmos, y por eso los llaman tetatama-
ehluhqui: ni hacen bien ni mal.
Hay muchas maneras de langostas en esta tier-
ra y son como las de España, á unas de ellas 11a- Hay otros gusanos que se llaman meocuili, quie-
re^ decir gusanos de maguéy: son muy blancos, y
(a) Xicotes. cnanse en ellos, ahugeranlos y métense dentro, van
( b ) L a s he visto de estraordinaria belleza en la sierra d e I^Ia comiendo y echando la fresa por el ahugerillo por
zateopan en el estado de P u e b l a .
( c ) Entiéndase Pulgón.
donde entraron, son muy buenos de comer.

/
226 . . . .
Hay otros que se crian a las raizes de los Hay unos escarabajuelos, que se llaman temolt,
magueyes, que son muy colorados, ni son buenos, ni son leonados, debajo de las conchas tiénen alas y
son malos. vuelan, andan en el tiempo del verano, y en el tiem-
Hay otros que también se hacen en las rai- po de las aguas comen las flores.
ces de los magueyes, son blancos, ni tienen bien ni Hay otros escarabajuelos como los ya dichos,
mal. Otros gusanos hay que son blancos, críanse en y andan en el estiercol.
el estiercol, ni son buenos ni malos. Hay otros cómo los ya dichos, que se man-
Hay otros gusanos que se crian dentro del tienen en las flores de las calabazas.
cuerpo, el que los tiene parecesele en la cara, por- Hay otros que se llaman quauhtemoli, dicense
que la tienen, macilenta, amarilla y manchada. asi porque se crian dentro de los maderos, y son
Las lombrices que se crian dentro del cuerpo vermejos y grandecillos: ni hacen bien ni mal.
y salen por la cámara, llámanlas tzoncoatl. A los gusanos que se crian dentro de los ma-
Hay otros gusanos que se crian en la chian deros llaman quauhocmli: son muy blancos, y siempre
verde, son gruesos entre blancos y verdes, hácense están dentro del madero, allí se crian, allí comen y
tan largos como un palmo, tienen cuernos en la se mueren: tienen el piquito muy recio, embarrenan
cabeza, ni son buenos ni malos, sino parece que es- el madero, y andan por de dentro de él, y estos son
pantan cuando los ven. los que llaman carcoma.
Hay unos gusanos, que se crian debajo de la Párrafo decimocuarto: de las luciérnagas que hay
tierra, son del largo y grosor de un dedo. Cuando muchas diversas de ellas: de las moscas, moscardones, y
no llueve, roen las raizes del maíz y sécase: tienen mosquitos.
pies, y no andan con ellos, si no echados de espal-
Hay muchas maneras de luciérnagas .(a) en es-
das; y de aquí toman un adagio que los que hacen ta tierra, y á todas las llaman icpitl. Unas son co-
las cosas al revez los llaman nextecuili, que así se mo langostas un poco mas larguillas, y andan en el
llaman ellos. tiempo de las aguas, vuelan de noche muchas de ellas,
Hay otros gusanos, que les llaman del maíz,
críanse dentro de las mazorcas cuando están ver- ( a ) E n t r e estos obtiene el primer lugar el cvcullo, que a b u n -
da en Veracruz, y llanuras de tierra caliente: los mas particulares
des, cómenlas y destruyenlas: son de comer. son los de Omealca cerca de Tilla de Cordova: semejan á la cu-
Hay otros gusanos que les llaman del estiér- caracha, en la barriga y resto del cuerpo: abundan dé un humor
col, son medianos y pardillos, ni hacen bien ni mal. fosforico, su luz es tan brillante y hermosa, como dulce y a g r a -
Hay otros que se crian en los árboles de las tunas dable. Las señoras los atan á las peinetas unos contra otros atra-
vesándolos con un hilo por una especie de argollita que tienen en
y en las mismas dañan. Hay otros que se crian en a u n t u r a : colócanlos como laureles en la cabeza: las bailarinas sué-
los brazos ó miembros de los conejos y ratones, y lenlos poner en los zapatos, y en México los han pagado á vein-
estos los matan, y están metidos dentro de la car- te reales para lucirlos en el coliseo: métenlos en xaulitas chicas
ne, mirando acia fuera, (a) en \ eracruz, y los alimentan con azúcar, y los bañan: duran des-
de marzo hasta jumo: son cosa prodigiosa que no pueden verse con
indiferencia: son los brillantes con que se engalana la linda natu-
( a ) Estos los aplican l o s indios para curar la optalmia ó en- raleza á honra de su magnifico autor.
fermedad de ojos.
y tienen luz, así como una candela en la cola, y las moscas comunes que acuden á lo que comemos
algunas veces alumbran mas que candela como hacha y bebemos, y á la miel, se llaman cuitlacniolh.
de téa, cuando es la noche muy obscura. Algunas ve- Hay otras mosquillas pequeñas que en todas
ces van volando muchas en rencle, y algunos bo- partes andan, no dan mucha pena; pero en tierra
bos piensan, que son aquellos hechiceros, que andan caliente si dan mucha, y pican.
de noche, y echan lumbre por la cabeza ó boca. Hay otras verdecillas, que no son penosas:
Otras luciérnagas hay, que son como mari- hay mosquitos zancudos que se llaman moiotl, son
posas y tienen en la cola luz. Hay unos gusanos que pardillos, y también son como los de Castilla, y pi-
también tienen luz en la cola, y relucen de noche. can como los de allá.
Hay otras también lo mismo, y hay unas que tie- Hay otras muy menudas, que andan en las
nen álas, y á trechos cubren la lumbre, y á trechos tierras calientes, y son muy penosas.
la descubren. Todas estas andan de noche, y relum-
bran volando, escepto los gusanos que no vuelan. CAPITULO Vi.
Hay un escarabajuelo que se llama rnaiatl, es
muy hermoso, relucenle las conchas como esmeralda, De los árboles, y sus propiedades.
ningún daño hace, (a) Hay abispas en esta tierra co-
mo las de Castilla. Párrrafo pi imero: de las calidades de las montañas.
Hay un moscardon que se llama tecmilotl, pien-
so que es tabano, pican mucho á las bestias, y chu- Las condiciones de las montañas son estas:
pantes la sangre. Hay moscas de bélesa que se lla- que tienen mucho heno muy verde, son airosas, ven-
man miccazayulin, como las de Castilla. tosas, húmedas, y en ellas yela- Son lugares tristes,
Hay unas mosquillas que andan en el tiempo solitarios y llorosos: muy cavernosos, riscos, pedre-
de las aguas que son verdes obscuras, y relucen y gosos, lodosos, tierra dulce y amarilla, lugares de
ru<*en cuando vuelan: no hacen mal. grandes cuestas y lomas riscosas, llenas de heno y
3
Hay otro moscardon que se llaman tzonoa- de árboles muy espesos y también ralos. Hay llanu-
tzalton, es negro, anda por los caminos, y entierra ras en las montañas, y muchos maderos y árboles
los gusanos; llámase así porque tiene muy poca car- secos; hay lugares sombríos y piedras redondas: hay
ne, y dicese tetotoca, porque entierra los gusanos también en ellas tierras razas y llanas, donde no hay
que "halla por los caminos, pica y lastima. yerbas ni heno: hay lugares peñascosos y cóncavos
Hay unos mosquitos que se llaman chlton, son como valles. Son también las montañas
pequeñitos, acuden á los ojos, y sus picaduras escue- pantosos y temerosos, donde moran bestias fieras, y
sen como chile, y si entran en los ojos, dan mucha pena. no hay recreación para los hombres, sino piedras se-
Hay unas moscas que andan en los mulada- cas, riscos y cuevas, donde moran los tigres, osos,
res. donde hay estiercol ó suciedad, llámanse cuitla- y gatos cerbales, y donde nacen magueyes silvestres
caioli, quiere decir mosca de suciedad. Y también V muy espinosos, matas de zarzas, espinos, tunas sil-
vestres y pinos muy recios. Son lugares de donde cor-
( a ) B a j o las alas y anillos de la parte inferior, abundan en tan leña y madera, donde arrastran vigas para edi-
ladillas; por lo que n o se pueden tomar. Tóm. III. 30
y tienen luz, así como una candela en la cola, y las moscas comunes que acuden á lo que comemos
algunas veces alumbran mas que candela como hacha y bebemos, y á la miel, se llaman cuitlacniolh.
de téa, cuando es la noche muy obscura. Algunas ve- Hay otras mosquillas pequeñas que en todas
ces van volando muchas en rencle, y algunos bo- partes andan, no dan mucha pena; pero en tierra
bos piensan, que son aquellos hechiceros, que andan caliente si dan mucha, y pican.
de noche, y echan lumbre por la cabeza ó boca. Hay otras verdecillas, que no son penosas:
Otras luciérnagas hay, que son como mari- hay mosquitos zancudos que se llaman moiotl, son
posas y tienen en la cola luz. Hay unos gusanos que pardillos, y también son como los de Castilla, y pi-
también tienen luz en la cola, y relucen de noche. can como los de allá.
Hay otras también lo mismo, y hay unas que tie- Hay otras muy menudas, que andan en las
nen álas, y á trechos cubren la lumbre, y á trechos tierras calientes, y son muy penosas.
la descubren. Todas estas andan de noche, y relum-
bran volando, escepto los gusanos que no vuelan. CAPITULO VI.
Hay un escarabajuelo que se llama maiatl, es
muy hermoso, relucenle las conchas como esmeralda, De los árboles, y sus propiedades.
ningún daño hace, (a) Hay abispas en esta tierra co-
mo las de Castilla. Párrrafo pñmero: de las calidades de las montañas.
Hay un moscardon que se llama tecmilotl, pien-
so que es tabano, pican mucho á las bestias, y chu- Las condiciones de las montañas son estas:
pantes la sangre. Hay moscas de bélesa que se lla- que tienen mucho heno muy verde, son airosas, ven-
man miccazayulin, como las de Castilla. tosas, húmedas, y en ellas yela- Son lugares tristes,
Hay unas mosquillas que andan en el tiempo solitarios y llorosos: muy cavernosos, riscos, pedre-
de las aguas que son verdes obscuras, y relucen y gosos, lodosos, tierra dulce y amarilla, lugares de
ru<*en cuando vuelan: no hacen mal. grandes cuestas y lomas riscosas, llenas de heno y
3
Hay otro moscardon que se llaman tzonoa- de árboles muy espesos y también ralos. Hay llanu-
tzalton, es negro, anda por los caminos, y entierra ras en las montañas, y muchos maderos y árboles
los gusanos; llámase así porque tiene muy poca car- secos; hay lugares sombríos y piedras redondas: hay
ne, y dicese tetotoca, porque entierra los gusanos también en ellas tierras razas y llanas, donde no hay
que "halla por los caminos, pica y lastima. yerbas ni heno: hay lugares peñascosos y cóncavos
Hay unos mosquitos que se llaman chlton, son como valles. Son también las montañas
pequeñitos, acuden á los ojos, y sus picaduras escue- pantosos y temerosos, donde moran bestias fieras, y
sen como chile, y si entran en los ojos, dan mucha pena. no hay recreación para los hombres, sino piedras se-
Hay unas moscas que andan en los mulada- cas, riscos y cuevas, donde moran los tigres, osos,
res. donde hay estiercol ó suciedad, llámanse cuitla- V gatos cerbales, y donde nacen magueyes silvestres
caioli, quiere decir mosca de suciedad. Y también V muy espinosos, matas de zarzas, espinos, tunas sil-
vestres y pinos muy recios. Son lugares de dónde cor-
( a ) B a j o las alas y anillos de la parte inferior, abundan en tan leña y madera, donde arrastran vigas para edi-
ladillas; por lo que n o se pueden tomar. Tóm. III. 30
tos, y hacen gran rueda y sombra, tienen siempre
ficar, y en los que los vientos hacen grandes ruidos y hoja, y ésta es anchuela; de ellos se coge el maná,
remolinos: son lugares de grandes frios y heladas, y que es medicinal, dulce y blanco. Hay también en
donde no se hace ninguna cosa comestible: lugares esta tierra robles, que se llaman avaquavitl; hay tam-
de hambre, y frió; y finalmente, son lugares donde bién carrascas y matas, que las llaman avatetzmolli.
se para yerto el cuerpo, y donde las bestias comen á
los hombres, y éstos matan á traición.
Párrafo tercero: de los árboles silvestres medianos.
Párrafo segundo: de los árboles mayores.
Hay en esta tierra también madroños y ma-
Hay en esta tierra cipreses silvestres, están droñeras: hay unos robles cuya corteza es gruesa,
las montañas llenas de ellos; no son copados como como uno ó dos dedos, usan de ella para teñir, y
los de España, tienen las ramas ralas, son muy de- para curtir los cueros: hay otros robles ó carrascas
rechos y altos, tienen la madera muy olorosa, crian muy rectos de que hacen coas, nacen en las peñas
manzanillas como aquellos: la madera de estos es y en los riscos: á la leña ó maderos que respenda,
preciosa para toda manera de edificios, y para ha- en el fuego llámanlos necalizquavitl, de cualquier gé-
cer cajas, cofres, y escritorios, lábrase muy bien. nero que sea.
Hay otros árboles en esta tierra que se lla- Hay un árbol silvestre bajuelo que se llama
man oiametl, no hay en España árboles de esta ma- teocutl, la cual raíz cuando se quema huele como in-
nera, que yo sepa: de estos se coge un licor muy cienso, solían usar de él solos los señores 6 princi-
precioso y medicinal que se llama abeto, no le usa- pales, á los demás no les era lícito usar de él, ni
ban los Indios ni le conocían, ahora en estos tiem- quemarlo en su casa.
pos se há hallado. Estos árboles son muy grandes y Hay un árbol silvestre ó mata que se llama
altos, están las montañas llenas de ellos. coatli, de que hacen belortos para hacer espuertas
Hay otros árboles que soii como especie de que llaman basales, es muy correoso, y si le echan
pinos: son silvestres, largos y gruesos, tienen la ma- en acrua, ésta se pone azul, y es medicinal para la
dera liviana y es muy estimada: usaban mucha de orina? Hay un árbol silvestre que se llama matopo-
esta en el servicio de los Cues y de los dioses. Hay can, tiene la corteza delgada, hace copa, es bajue-
pinos en esta tierra como los de España: hácense lo, tiene las hojas anchas de dos colores, de la una
en ellos pinos y piñones, y sacanse las téas, la pez, parte son muy verdes, y de la otra blancas, vellosas,
y la resina: son muy poblados de hojas ó de cabellos, y huelen mal, es medicinal este árbol; la raíz de él
hacen un crugido con el aire como los de España. cocida con agua, es buena para purificar la orina,
Hay fresnos en esta tierra: también hay unos para hacer buena digestión, y para templar el calor.
árboles muy grandes, y dícense cedros, tienen la ho- Hay salces [sauces] en esta tierra de dos maneras, los
ja muy menuda, y dá agallas como las de los cipreses, unos que son muy bastos, y los otros no tanto. Hay
aunque mas pequeñas: esta madera es muy olorosa; también otros salces que son mas apreciados que los
son muy altos, hacen gran rueda, y siempre están dichos, tienen la hoja menuda y muy verde, las ra-
verdes. Hay otros árboles que son lisos y muy al- mas derechas, y la madera recia y correosa.

\
232
i. . 7 vieio cúrtanle, y torna á echar de nuevo.
Hay unos árboles que se llaman iczotl, son Hay una manera de árboles silvestres que tie-
gruesos, la corteza negra ó vermeja como la de pal- nen la madera muy liviana y recia, hacen de esta
ma, y tiene las hojas casi como ésta: es árbol bo- madera jicaras y vasos.
fo y tierno el meollo, tiene flores muy blancas casi Hay otros árboles, de los cuales mana aque-
como las de la palma, pero no llevan ningún fru- lla resina'blanca que se llama copal, que es el in-
to: usábanlos poner delante de los Cues. cienso que ofrecen á sus dioses: mucho de ello se
Hay unos magueyes pequeños y silvestres, tie- vende ahora en los tianguiz, porque es^ muy bueno
nen puntas y hojas como los demás, y espinas co- para muchas cosas, y es medicinal: hacese en las
mo de zarzas de Castilla. Hay en esta tierra pal- provincias de Tepecuacuilco, de Yovala, y de Covixco.
mas naturales que son como las de España, son al- Hay otra manera de árboles que llaman acoizoqua-
tas y gruesas como aquellas, llevan flores y fruta, y vitL son altos, gruesos, y tienen las hojas como ahsos:
esta es dulce y de comer, es como dátiles, hácen- mana de ellos "una resina, de ella hacen las canas
se ácia Panuco. de humo que chupan. Hay otros árboles que se lla-
Hav unos árboles silvestres que se llaman tía- man olquavid, son grandes, altos y hacen gran copa:
cuiloltlquavitl, que quiere decir, tiene madera pinta- de estos árboles mana aquella resina negra que se
da, porque ellos son vermejos, y tienen las vetas ne- llama ullv, esta resina que se llama ulli, es muy me-
gras que parecen pinturas sobre el vermejo; es ár- dicinal, casi para todas las enfermedades es prove-
bol muy apreciable, porque de él se hacen teponaz- chosa, es medicina para los ojos, para apostemas y
tles, tamboriles y vihuelas: suenan mucho estos ins- pudrimientos, y también se bebe con cacao: es pro-
trumentos cuando son de ésta madera, y por ser muy vechosa para el estómago, para los intestinos, para
pintada y de buen parecer, es muy apreciable. los pudrimientos interiores, para la cámara cuando
Hay unos árboles silvestres, que son altos, se cierra. Esta resina hácese muy correosa, hacen de
delgados y derechos, hacen de ellos cebratanas, por- ella las pelotas para jugar, y saltan mas que pelotas
que se pueden ahugerar fácilmente. Hay un árbol de viento.
silvestre no muy alto, tiene las hojas coloradas, y Hay otros árboles que son colorados, y tinen
lo mismo la madera. con la madera de ellos el tochomid, son del tamaño
Hay otros árboles silvestres que se llaman ckt- de duraznos: estos árboles tienen la hoja como los
chíquavitl, ó chichipatli, que quiere decir, medicina amar- madroños: este nombre quavid, se toma por árbol ver;
ga; la corteza de éste árbol molida, es medicinal, de, ó que es pequeñuelo, que crece y se riega, ó
hace buena digestión, y limpia los intestinos, es bue- por árbol que ya está grande, ó que es ya viejo; las
na para la orina, bébense los polvos molidos con propiedades de los árboles, en nacer y crecer, es-
agua: el meollo de éste árbol es muy recio, sacan tán muy á la larga en la letra.
de él los tarugos para las saetas en lugar de cas-
quillos.
Hay en esta tierra unos árboles que se lla-
man amaquavitl, tienen lisa la corteza, y las hojas muy
verdes, son del tamaño de durazno, y cuando ya es
Párrafo cuarto: de las partes de cada árbol, corno de madero, estas son gruesas, largas y recias, y fi-
raízes y ramas. nalmente se hacen todas aquellas cosas, que de
madera se pueden hacer, como parece en la letra.
Las partes que tiene un árbol son las si-
guientes: raízes gruesas, delgadas y redondas, ó ro- Párrafo sesto: de las cosas accidentales á los árbo-
llizas: estas raízes métense debajo de la tierra, pro- les, y de ellos.
fundízanse ácia lo hondo, hácense á la tierra, por
ellas recibe aumento el árbol. La cepa de este es El árbol plántase, y siémbrase, y trasplántase:
gruesa y redonda, tiene cortezas ásperas, de esta ce- hay unos árboles que se llaman tzapotl, es liso, tie-
pa salen las raízes á todas partes: esta de donde na- ne la corteza verde, las hojas redondas, la madera
cen ellas es recia y fornida, está muy bien apreta- blanca, blanda y liviana: hacen de ella sillas de ca-
da con la tierra, las raízes son sus ataduras, esta deras: la fruta de estos es como manzanas grandes,
cepa sustenta á todo el árbol, teniéndole sobre sí. por fuera son verdes ó amarillos, y por dentro blan-
Las demás partes, como son el tronco, hor- dos y blancos: son muy dulces, tienen tres ó cuatro
cadas, nudos, pimpollos, ramas, la sima, ó copa del huesos blancos, y si se comen muchos dan cámaras. Hay
árbol, los grumos, los tallos, el meollo, son todas: las otros zapotes que se llaman cochiztezapotl, porque pro-
demás claras y manifiestas, están en la letra á la lar- vocan á dormir, son como los de arriba, sino que
ga escritas. son menores: hay otros como los de arriba, pero son
muy grandes. Hay otros árboles que se llaman atza-
Párrafo quinto: de los árboles secos que están en pie, ó
potl, son lisos, el fruto de estos se llama atzaputl, y
caídos en tierra, y de los maderos labrados para edificar.
son amarillos de dentro y fuera, son muy dulces tie-
sos, á manera de yema de huevo cocida, tienen hue-
Los árboles secos que están levantados ó caí- sos de color castaño obscuro.
dos, llámanse quavitl, puédense labrar: hay algunos se- Hay otros árboles que se llaman xicotzaputl,
cos con que tifien: hay otros árboles secos que llámanlos los españoles peruétanos, son muy dulces,
los hienden para quemar, de los cuales hacen vigas y muy buenos de comer, hácense en tierra caliente.
y planchas, también de ellos toman leña para que- Hay otros árboles que se llaman totolcuitlatzaputl: há-
mar. Hay un árbol de que se hacen tablas, cuya cense en tierra caliente, la fruta de estos se llama
madera arde muy bien, llámase tlatapantli, ahora sea de la misma manera, son grandes, por fuera son ver-
verde ó seco, las tablas se llaman uapalli, unas de des, y por dentro negros, son muy dulces, y muy bue-
ellas son delgadas, otras gruesas; unas llanas, otras nos de comer. Hay otros árboles que se llaman te-
cóncavas. contzaputl, son de la hechura y grandor del corazon
de carnero, tienen la corteza aspera y tiesa, son co-
Los tablones son gruesos y anchos, unos lar- lorados por dentro, son muy dulces, y muy buenos
gos y otros cortos. Hay pandillas de que hacen liaros de comer, y los huesos negros muy lindos, y relu-
de cedazos, son muy delgadas y corriosas, hacen de cientes. Hay otros árboles que se ¡laman etzaputl, y
ellas haros. Hay viguetas de todas maneras, gruesas, la fruta eeiotzaputl, son las anonas, que tienen mu-
delgadas frc., maderos rollizos, planchas ó carreras
las ojas y las ramas ralas, el fruto de estos se lla-
chas pepitas negras como frisóles: también estos sé ma xalxocotl, son por fuera amarillas, ó verdinegras,
llaman quazhtzaputl. y por dentro unas blancas, y otras coloradas: tienen
Hay otros árboles que se llaman aoacatl, tie- muchos granitos por dentro, son muy buenas de co-
nen las hojas verdes obscuras, el fruto de ellos se lla- mer, y estancan las cámaras. A el árbol donde se ha-
ma aoacatl, y son negros por defuera, verdes y blan- ce el cacao llaman cacaoaquavitl, tiene las ojas anchas,
cos por de dentro, son de la hechura de corazon, es acopado y mediano: el fruto que hace es como
tienen un hueso dentro de la misma hechura: hay otros mazorcas de maíz, ó poco mayores: tienen de den-
aoacates, que se llaman tlacocátaoacatl, son grandes, co- tro los granos de cacao, por fuera es morado, y por
mo los de arriba, las mugeres que crian no los osan la parte interior encarnado ó vermejo: cuando es nue-
comer, porque causan cámaras á los niños que ma- vo, si se bebe mucho emborraca, y si se bebe tem-
man. Hay otros aoacates que se llaman quilaoacatl, pladamente refrigera y refresca.
la fruta "de estos se llama de la misma manera, son Hay unos árboles que se llaman teunacaztli, las
verdes por fuera, y también muy buenos de comer y flores de éste árbol. son muy aromáticas y preciosas,
preciosos. tienen fuerte olor, y son muy amarillas: úsanse mu-
cho para oler y para beber molidas con cacao, y
Párrafo sétimo: de las frutas menudas, como ci- si se bebe destempladamente emborracha.
ruelas, &{C. Hay unos árboles que se llaman vaxi, son me-
dianos y lisos, y lo mismo las hojas, casi son como
Los árboles en que se producen ciruelas, ó las de los árboles del Perú: crian una fruta como
guayabas y manzanillas, se llaman xocoquavitl: los ár- algarrobas, es de comer, y véndese en el tianguiz.
boles en que se crian las manzanillas de la tierra, Hay unos árboles que se llaman mizquitL, tienen
son árboles medianos y acopados: tienen recia ma- la corteza' baza, ó morena, y lo interior de ella ' es muy
dera, el fruto de ellos se llama como el árbol te- blanco y correoso, es medicinal, bébese, y hácese
xocotl, (a) son amarillas, y coloradas por fuera, y pulcre con ella. Este árbol tiene la madera muy re-
por dentro blancas, y los huecillos de dentro son muy cia, las hojas como el avevetl, y éstas y sus grumos
buenas de comer. A los árboles en que se hacen son medicinales para los ojos, echando el zumo en
las ciruelas llaman macaxocotl, hácense en tierras ca- ellos. El fruto son unas vainillas redondas que tie-
lientes: el fruto de estos árboles unas son coloradas nen dentro unos granos, y estas vainas son dulces
y otras amarillas, unas gruesas, y otras menudas. y buenas de comer, y si se toman muchas hinchan
Atoiaxocotl, son ciruelas gruesas, dulces, sabrosas y la barriga: para comerlas máscanlas y no las tragan,
buenas de comer, crudas y cocidas: hácese de ellas sino solamente chupan el zumo.
pulcre para beber, y emborracha mas que la miel: Hay morales en esta tierra, llámanlos amaca-
todas las ciruelas tienen huesos grandes dentro. poli, es liso y acopado, tienen muchas ramas y ho-
Los árboles en que se hacen las guayabas se jas, y estas son verdes, y algo verdosas por el re-
llaman xalcocotl, son estos árboles pequeños, y tienen véz: tienen moras como las de Castilla, pero peque-
(a) C o n este se hacen los e n j e r t o s de peras y manzanas, pues es
ñuelas.
muy propio para ello.
Tóm. III 32
238 ,
Hay unos árboles en e9ta tierra que llaman las tunas que se hacen de éstas, son coloradas por
capulí y los españoles los llaman cerezos, porque son fuera, y por dentro moradas, son grandes y tienen
algo semejantes á los de España, en la hoja y en grueso el hollejo.
e f fruto; la fruta se llama capulí, que quiere decir Hay otros árboles que las frutas que en ellos
cerezas, de esta tierra: las hojas y grumos de éste se dan, son coloradas por fuera, y por dentro son
árbol son medicinales para los ojos, echado el zu- gruesas y largas. Hay otros de estos que tienen las
m o en ellos. Son dañosas estas cerezas cuando se hojas redondas, pardillas y verdes, son medianas, no
comen muchas, porque causan cámaras, los meollos ahijan, son bajuelos, la fruta de estos es redonda c o -
de los cuescos cómenlos tostados. Otros de estos ce- mo tzapotes. Hay otros árboles de estos, cuyas t u -
rezos se llaman elocapuli, porque son mayores, y lo nas son moradas obscuras, y redondas como tzapo-
mismo el fruto: son muy sabrosas de comer estas tes: hay otros cuyas tunas son blancas, que tienen
cerezas. Hay otros cerezos que se llaman tlaolcapu- el hollejo grueso y acedo; pero el meollo es dul-
ii porque son menores, y también tienen el fruto me- ce. Hay otros árboles de estos que son muy espi-
nudo. nosos, pues tienen las espinas agudas y largas; las
Otros cerezos se llaman xitomacapuh, h á c e n - tunas de estos son agrias y blancas, tienen los ho-
se cerezas gruesas, el meollo de ellas es pequeño, llejos acedos y gruesos que hacen dentera, (a) cómense
tiene mucho zumo, y el hollejo gruezesuelo. Hay unos crudas, y también cocidas, el meollo tiénenle peque-
árboles que se llaman quauhcamotli; las raíces de es- ño y dulce.
tos cuácense y hácense como batatas, y son de buen Hay otros árboles de estos silvestres, que s e
comer. llaman tenopalli, y se crian en los riscos, en las pe-
ñas y cabañas; el fruto que en ellos se hace, se lla-
Párrafo octavo: de las diversidades de Tunas. ma cacanocktli, tienen los hollejos agrios, son peque-
ñas estas tunillas, cómense cocidas y crudas. H a y
Hay unos árboles en esta tierra que llaman otros árboles de estos silvestres, cuyo fruto llaman
nopalli, que quiere decir tunal ó árbol que lleva tu- azcanochtti, son de muchas colores, unas blancas, otras
coloradas, y otras moradas, son muy dulces, y re-
nas: es monstruoso este árbol, el tronco se compo-
dondillas, tienen los granillos menudos.
ne de las hojas, y las ramas se hacen de éstas. L a s
hojas son anchas y gruesas, tienen mucho zumo y Hay otros árboles de estos, cuyas tunas t i e -
son vizcosas, tienen espinas las mismas hojas: la fru- nen los hollejos muy gruesos: el nombre propio de
ta que en estos árboles se hace se llama tuna, son tuna es nochtli. (b)
•¿Jdtómoo «9 toAptt ñr..
de buen comer, es fruta apreciada, y las buenas de
ellas son como camuesas: las hojas de éste árbol (a) Dentera, es decir q u e producen una sensación aspera y des-
agradable por el accido fuerte d e que abunda, esto se verifica prin-
cómenías crudas y cocidas. En unos árboles de e s -
cipalmente en la tuna llamada xoconoctli, cuya conserva es escelente.
tos se dan tunas que son amarillas por dentro: otros 7 b ) E n el estado de S. Luis Potosí abundan mucho las tunas,
las dan, que por dentro son coloradas ó rosadas, y v tanto que en agosto se salen multitud d e gentes á los c a m -
estas son de muy buen comer. Otros árboles de es- pos. á alimentarse con ellas. También se presentan grupos d e b a p
tos hay, que tienen en las hojas vetas coloradas, y
Párrafo noveno: de las~raizes comestibles.
•"i • •. '. : ",-< -ci?-á'ioiiT cnJíisD Ion v
En que se trata de otras yerbos.
Las raices del árbol que se llama quauhcamo-
tü, son comestibles como está dicho. Hay otras raí-
Párrafo primero: de ciertas yerbas que emborrachan.
ces buenas de comer, que se hacen como nabos de-
bajo de la tierra, á las cuales llaman camotli: estas
con batatas de esta tierra, cómense cocidas, crudas Hay una yerba que se llama coatlxoxouhqui. y
y asadas. cria una semilla que se dice ololiuhqui; esta semilla
Hay unas raíces que se comen crudas, á las emborracha y enloquece, danla por bebedizos para
cuales llaman xícama, son blancas, dulces, y matan hacer daño á los que quieren mal, y los que la co-
mucho la sed. También hay otras de éstas que men paréceles que ven visiones y cosas espantables:
se llaman cimatl, cómense cocidas pues si se toman danla á comer ó á beber, los hechiceros ó los que
crudas hacen daño, son de suyo blancas, y cuando aborrecen á algunos para dáñarlos. Esta yerba
se cuecen hácense amarillas. Hay otras que se co- es medicinal, y su semilla usase para la gota moliéndola
men crudas y cocidas, que llaman tocimatl, son redon- y poniéndola en el lugar donde está. Hay otra yer-
dillas y blancas, y despues de cocidas son amarillas. ba como tunas de tierra, se llama peiotl, es blanca,
Hay otra raíz que es casi como xícama, llámase ca- hácese ácia la parte del norte, los que la comen ó
capxon: otras hay que también se comen^ se llaman beben vén visiones espantosas ó irrisibles; dura esta
cacotnitl, témanse cocidas, tienen cáscaras y hojas ca- borrachera dos ó tres dias y despues se quita; es co-
si como de cebollas, el meollo es blanco y comes- mún manjar de los Chichimecas, pues los mantiene
tible, tienen sabor de castañas: también el de las raí- y da ánimo para pelear y no tener miedo, ni sed
ces de las espadañas suele comerse cocido y crudo. ni hambre, y dicen que los guarda de todo peligro.
Hay otras raíces que llaman atzatzamolU que también Hay otra yerba que se llama tlapatl: es co-
las comen: hácense en el agua dulce, y son como fru- mo mata, cria unas cabezuelas sin espinas como li-
to de unas yerbas que se crían en la agua; tienen mones, tiene la cáscara verde, las hojas anchuelas,
las hojas anchas como platos que hacen unas rosas las flores blancas, la semilla negra y hedionda, qui-
blancas. Hay otra raíz que se llama catatezili, es re- ta la gana de comer á los que la toman, embor-
donda y pequeña como grano de maíz, cómese co- racha y enloquece perpetuamente. Esta semilla es
cida y es sabrosa. Hay otra que se llama cuecuexqui, buena contra la gota, untando con ella donde es-
no es en tierra caliente, cómenla cocida: otra hay tá el dolor; también ella es dañosa como la mis-
de una yerba que se llama xaltomatl, es comestible ma semilla.
cruda, cocida y asada, es agridulce, [a] Hay otras yerbas de estas que se lkman tzit-
sintlapatlllámanse así porque tienen las cabezuelas
reteros d e las minas d e G u a n a j u a t o cascados del pecho con los espinosas, y producen las mismas operaciones de la ar-
golpes de la barrena y apuradora, á beber colonche, e3to es tuna riba dicha. Hay otra que se dice mixitL, es peque-
molida y mezclada con pulque y azúcar, y regresan por lo común sanoa. ñuela y esparrada, verde, y tiene semilla; es bue-
(a) E n el dia abundan loa nabos de Castilla, coli-nabos, chi- na contra la gota poniéndola molida donde está el
¡rlvias. puerros, alcachofas y espárragos traídos d e E s p a ñ a .
Párrafo noveno: de las raizes comestibles.
•"i • •. '. : ",-< -c.i/ís'softT (nTíisc ion v
En que se trata de otras yerbos.
Las raices del árbol que se llama quauhcamo-
tü, son comestibles como está dicho. Hay otras raí-
Párrafo primero: de ciertas yerbas que emborrachan.
ces buenas de comer, que se hacen como nabos de-
bajo de la tierra, á las cuales llaman camotli: estas
con batatas de esta tierra, cómense cocidas, crudas Hay una yerba que se llama coatlxoxouhqui, y
y asadas. cria una semilla que se dice ololiuhqui; esta semilla
Hay unas raíces que se comen crudas, á las emborracha y enloquece, danla por bebedizos para
cuales llaman xícama, son blancas, dulces, y matan hacer daño á los que quieren mal, y los que la co-
mucho la sed. También hay otras de éstas que men paréceles que ven visiones y cosas espantables:
se llaman cimatl, cómense cocidas pues si se toman danla á comer ó á beber, los hechiceros ó los que
crudas hacen daño, son de suyo blancas, y cuando aborrecen á algunos para dáñarlos. Esta yerba
se cuecen hácense amarillas. Hay otras que se co- es medicinal, y su semilla usase para la gota moliéndola
men crudas y cocidas, que llaman tocimatl, son redon- y poniéndola en el lugar donde está. Hay otra yer-
dillas y blancas, y despues de cocidas son amarillas. ba como tunas de tierra, se llama peiotl, es blanca,
Hay otra raíz que es casi como xícama, llámase ca- hácese ácia la parte del norte, los que la comen ó
capxon: otras hay que también se comen^ se llaman beben vén visiones espantosas ó irrisibles; dura esta
cacotnitl, témanse cocidas, tienen cáscaras y hojas ca- borrachera dos ó tres dias y despues se quita; es co-
si como de cebollas, el meollo es blanco y comes- mún manjar de los Chichimecas, pues los mantiene
tible, tienen sabor de castañas: también el de las raí- y da ánimo para pelear y no tener miedo, ni sed
ces de las espadañas suele comerse cocido y crudo. ni hambre, y dicen que los guarda de todo peligro.
Hay otras raíces que llaman atzatzamolU que también Hay otra yerba que se llama tlapatl: es co-
las comen: hácense en el agua dulce, y son como fru- mo mata, cria unas cabezuelas sin espinas como li-
to de unas yerbas que se crían en la agua; tienen mones, tiene la cáscara verde, las hojas anchuelas,
las hojas anchas como platos que hacen unas rosas las flores blancas, la semilla negra y hedionda* qui-
blancas. Hay otra raíz que se llama catatcziti, es re- ta la gana de comer á los que la toman, embor-
donda y pequeña como grano de maíz, cómese co- racha y enloquece perpetuamente. Esta semilla es
cida y es sabrosa. Hay otra que se llama cuecuexqui, buena contra la gota, untando con ella donde es-
no es en tierra caliente, cómenla cocida: otra hay tá el dolor; también ella es dañosa como la mis-
de una yerba que se llama xaltomatl, es comestible ma semilla.
cruda, cocida y asada, es agridulce, [a] Hay otras yerbas de estas que se lkman tzit-
sintlapatlllámanse así porque tienen las cabezuelas
reteros d e las minas d e G u a n a j u a t o cascados del pecho con los espinosas, y producen las mismas operaciones de la ar-
golpes de la barrena y apuradora, á beber colonche, e3to es tuna riba dicha. Hay otra que se dice mixitL, es peque-
molida y mezclada con pulque y azúcar, y regresan por lo común sanoa. ñuela y esparrada, verde, y tiene semilla; es bue-
(a) E n el dia abundan los nabos de Castilla, coli-nabos, chi- na contra la gota poniéndola molida donde está el
¡rlvias. puerros, alcachofas y espárragos traídos d e Españ».
dolor: no se come ni se bebe, pues provoca á vó- ca á éste, luego hace ampollas; es contra las virue-
mito, aprieta la garganta y la lengua, y si se come las, bebido el zumo de ella échalas fuera. Hay otra
ó bebe no da mal sabor ni gusto; pero luego qui- yerba que se llama tenxoxoli, tiene las hojas como es-
ta todas las fuerzas del cuerpo, pues si tiene abier- padañas delgadillas, la raíz de esta yerba provoca á
tos los ojos el que la toma no los puede mas cer- vómito y también hace salir sangre.
rar, y si los tiene cerrados no los puede mas abrir, Hay otra yerba que se llama quimichpatli, es
si está enhiesto no se puede mas doblar ni ba- como mata, es moral: esta yerba mata á los rato-
jar, y pierde la habla: el vino es contra esta yer- nes mezclada con alguna comida que ellos acostum-
ba. (a) bran: puesta esta yerba en las llagas podridas, co-
me toda la pudredumbre de ellas, y descubre la car-
Hay unos honguillos en esta tierra que se lla- ne viva.
man teonanacatl, críansc debajo del heno en los cam-
pos ó páramos: son redondos, tienen el pie altillo, Párrafo segundo: de las Setas, [a]
delgado y redondo, comidos son de mal sabor, da-
ñan la garganta y emborrachan: son medicinales con- Las setas (hongos ó nanacatl) hacen genus campos
tra las calenturas y la gota: hanse de comer dos agrorum en los montes, son buenas de comer; cué-
ó tres no mas: los que los comen ven visiones y sien- cense para esto, y si están crudas ó mal cocidas,
ten bascas en el corazon, á los que comen muchos provocan á vómito ó cámaras y matan; para reme-
de ellos provocan á lujuria, y aunque sean pocos. dio de esta corrupción que causan las setas, es bue-
Hay otra yerba ponzoñosa que se llama toch- no el ungüento amarillo que se llama axi echado por clis-
tetepo, tiene las hojas menudas como las del árbol del tel ó lavativa. Hay unas de estas setas que se llaman
Perú y las raíces blancas, y si alguno la come ó tzontecomanatl, son grandes y redondas; hay otras que
bebe, luego muere porque le hace pedazos las tripas, nacen muchas juntas en un pie, unas altas, y otras bajas.
y si esta yerba la echan en el pulcre ó en el agua, Hay otras setas que son anchas y redondas
aunque la saquen luego, deja la ponzoña y muere él á manera de platos; todas estas son comesti-
que la bebe; esto se dice de los hechiceros que en- bles, pero han de ser muy cocidas. Hay otras que
• hechizan con esta yerba. Hay otra que se llama atle- son blancas y redondas; no son recias de cocer, pres-
patli, criase en las orillas del agua y cerca de las to se cuecen y también se asan en comales, y son
ciénegas, es mortal: el que la come ó bebe de los muy sabrosas. Hay otras que son altas de pie y lo
animales luego muere, hace ampollas como fuego si tienen delgado, son redondas y llanas, cuécense de
la ponen sobre la carne, es contra la lepra que se presto y son muy buenas, hácense en los páramos
llama ziotl. cuando comienzan las aguas: hay otras que son bue-
Hay una yerba que se llama aquizili, tiene las nas de comer, asadas y cocidas.
ramas largas y delgadas, es como mata, y tiene es- Hay una raíz que se llama cimatl; la yerba de
ta propiedad, que si alguno la mea ó escupe, lue-<- esta raíz se llama quavecoc y también cimatl: esta yer-
go se le hincha la cara y todo el cuerpo, y si to- ba hace unas habas que son como los frísoles gran-
(a) Especie de hongo.
(a) P o r q u e es estimulante, así como la yerba lapsante.
244
i 1 Párrafo tercero: de las yerbas comestibles cocidas.
des y son éstos, pero silvestres. Esta yerba echa las
ramas largas y parradas sobre la tierra; la raíz Una de las yerbas que se comen cocidas se
de ella si se' come cruda ó mal cocida provo- llama vauhquilill, que son bledos, es muy verde, tie-
ca á vómito ó á cámaras y mata: contra este daño ne las ramas delgadas y altas, y las hojas anchas,
es el ungüento amarillo que se llama axi echado por los tallos de esta yerba se llaman vauhtli, la semi-
ayuda. Para comer estas raíces es menester cocerlas lla se dice de la misma manera: esta yerba se cue-
dos dias, y que hierban consecutivamente. ce con sal para comer, sabe á cenizos: esprímese
Hay una yerba que se llama amolli, tiene las el agua: hácense tamales de ella, los cuales se 11a-
hojas como espadañas chicas, y el tallo blanco, man °quiltamalli, y también se hacen tortillas, es muy
la raíz de esta yerba es como jabón para 1 abal- común y cómenla mucho, es como los cenizos de
la ropa, y con las delgadas laban la cabeza, y tam- España. Otra yerba se come, cocida llámase quilto-
bién son como morga para emborrachar los peces, nilli, tiene las hojas anchuelas: cuando es pequeña
y si alguno bebe de esta raíz, ó muere, ó recibe mu- esta yerba es comestible, y cuando ya es grande llá-
cho bien, [a] y si alguno ha bebido alguna sangui- mase petzicatl, cúecese con salitre, (es decir tequix-
zuela y la tiene en el cuerpo, bebiendo el agua de quitle) esprímese del agua para comerla: esta yerba
esta raíz la mata. cria una semilla negra que se llama pitzitl. Hay otra
Hay una raíz que se llama tecpaili: es pega- yerba que se come también cocida que se llama itz-
josa como liga, y de la manera de la raíz del ja- miquilitl, es parda, tiene las ramas grandes, las ho-
bón, es medicinal para las quebraduras de huesos, jas redondas y llanas.
y también usan de ella como' de liga para tomar aves: Las flores de las calabazas llaman aioxoch-
untan con ella pajas largas, y pénenlas donde co- quilill: cómenlas también cocidas, son muy amarillas
men ó beben, y con esto las toman. También llaman y espinosas, móndanlas para cocer quitando el ho-
á esta liga tlacoü porque es muy pegajosa, y tam- llejudo de encima: los grumos ó las estremidades de
bién tecpaolotl. Hay otra yerba que se llama hyiamo- las ramas de la calabaza, se comen también coci-
lli, en ella se hacen unas manzanitas negras y son das. [a] Hay otra yerba que se llama axoxoco: tie-
muy amargas, son medicina para la caspa de la ca- ne las hojas largas y anchas, cómese cocida, y es
beza. (b) sabrosa y agráz. Hay otra yerba que se llama miz-
quilitl cómese también cocida, es altilla y muy ver-
de, con las hojas aspadas, es sabrosa de comer. Otra
hay que se llama acuitlalpali, es parrada y larga, ha-
(a) Está demostrado que cura l a R a b i a : un rabioso deborado
con la sed, n o encontrando agua c o n q u e satisfacerla, se echó á
cese á la orilla del agua, es buena de comer co-
pechos una porcion d e legia d e amolli que encontró á mano; lue- cida. Hay otra que se llama tzivinquilitl: hácese á
go que la bebió le tomó un s u e ñ o muy plácido, del que se le- (a) E n Oaxaca se comen juntamente con las guias y tallos de la
vantó sano, por cuyo motivo c o m u n i c a m o s este feliz descubrimien- calabaza verdes, mézclanle unas bolas de masa de maíz con sal,
to, en el primer Diario d e México q u e publicamos en 1804. y unos chiles verdes cocidos; es comida d e pobres campesinos y
(b) E n T e h u a c a n hacen infusión d e la corteza de un Espino muy deleitable, porque preside en ella la franqueza, la sencillez,
q u e allí llaman Tlapacon, y p r o d u c e los efectos del jabón p u e s y el buen humor del campo.
limpia y emblanquece la ropa. Tóm. III. 32
dos la comen seguramente. Hay otra que se llama
la orilla dol agua, tiene las hojas arpadas y azules, tzonquilitl, es muy verde, y tiene unas cahitas huecas
es buena de comer cocida. Otra hay que se llama como aquella yerba que se llama haxalli, y críase cer-
conalquilitl, la raíz de esta yerba se llama tocanalli ha- ca del agua, y cuando se masca suena entre los dien-
cese en los montes, es de color de ceniza, cómese tes: hay otra iztacquilitl, es bajuela y acopadilla, tie-
cocida y asada. Hay otra que se llama mamaxtes ne sabor de sal, cómese cocida y cruda. Hay otra
semejante á la yerba que se llama acuitlalpali, há- que se llama tepicquilitl, tiene las ojas larguillas y pun-
cese á la orilla del agua, cómese cocida, y es sa- tiagudas; si comen mucha, dá cámaras: hay otra eco-
brosa. Hay otra que es como hortiga, y cómese co- quílitl, son las ojas y ramas de los frisóles, y son un
cida. Hay otros bledos silvestres que se llaman vei- poco ásperas y vellosas, cómense crudas, provocan
quauhquilill, cómense cocidos, y son sabrosos; antes á regoldar. Hay otra vitzquilitl, son cardos de la tier-
de cocerse son amargos. Hay otra yerba etenquilitl, ra, tienen espinas, y las ojas de abajo son cenicien-
es la de los frisóles que se derraman cuando los tas, y las de arriba son verdes, son buenas de co-
cogen, cómese cocida. Finalmente hay otra que mer: tienen dentro hilachas como los cardos de Cas-
se llama tlalaioquilitl, que son calabazas silvestres, có- tilla, hácese á la orilla del agua, y también es yer-
mense cocidas, xaltomaquilitl, cómese cocida, (a) ba hortense. Hay unos cardos silvestres, que son co-
Párrafo cuarto: de las yerbas que se comen crudas. mo los de arriba dichos, salvo que se crian en las
montañas, llámanlos qaavitzquilitl, y dicen: yo como, á
De las yerbas que se comen crudas, hay una aquel que me come, porque son espinosos, y pican
que se llama tzitziqmlitl: es muy tierna, hace flores y al qué-, los come: hay otra manera de yerba comes-
semilla, es verde obscura, y muy buena de comer: tible que se llama chichicaquilill, críase cerca del agua,
hay otra eloquilitl: es muy verde y tierna, engendra y en tierra dulce y labrada, es muy tierna, y tiene
flores, es muy sabrosa: otra quauheloquilitl., es silves- las raízes blancas, y es algo amarga: hay otra to-
tre, especialmente nace entre los tunales, es muy tier- nalchichicaquilitl, hácese en tierra seca, y en los pá-
na y buena de comer: hay otra mozoquitlitl, es ver- ramos, y en las montañas, es verde, cenicienta y muy
de y muy tierna, es bellosa y sabrosa. También hay amarga, es contra el calor interior, buena para la
otra tzaianalquilitl, que se hace en el agua, tiene las digestión, y purifica los intestinos, especialmente cuan-
ramas huecas y arpadas, y es buena de comer: hay do se come en ayunas. Hay otra coiocuexi, es seme- "--
otra achochoquilitl verde clara, hácese cerca del agua, jante al vitzquilitl que arriba se dijo; no es espino-
es buena de comer: dicen de esta yerba que si los sa, tallece y florece, no la usan comer los muchachos
muchachos ó muchachas la comen, se hacen impo- ni muchachas, es amarga, y empece á la garganta,
tentes para engendrar; pero despues de grandes to- porque hace la voz ronca especialmente á los niños.
Hay otra que se llama popoiauh, es como mata, es
( a ) El que no conozca perfectamente estas yerbas, no se aven-
ture ú comerlas. Una familia pobre en Tlalpuxahua comió unos que-
pintada de negro y verde, cómese cruda y cocida,
lites que trajo la madre de ella del campo, venenosos, y los equivo- amázanla con maíz, y hacen tortillas de ella: hay
có con otros inocentes muy parecidos á él; mas toda la familia mu- otra que se llama cxixi, es quemosa, tiene pequeñi-
rió en el mismo dia. E l general D . Ignacio R a y ó n presenció este tas hojas, cómese cruda y cocida, y hacen con ella
horrible espectáculo, y se estremece al figurarse la vista de aque-
llas criaturas convertidas en cadáveres.
ten, tallecen y florecen, son desabridas: la raíz, ó la
tortillas y tamales, y si comen mucha de ella cria
cabeza de estas cómenla cocida, nacen muchas j u n -
ampollas y hace demasiado calor. L a semilla de es-
tas. Hay otra yerba que se llama papahquiUtl, es olo-
t a yerba es a m a r i l l a , y de la hechura, cómenla mu-
rosa y sabrosa, tiene las hojas redondas; hácese en
cho, hacen atul, ó mazamorra, para los que tienen ca-
tierras calientes: hay otra que se llama aiauhtonv, há-
maras de materia y sangre: esta semilla tiene p r o -
cese por los campos, y por los montes, es s e m e -
piedad de purificar los intestinos. Hay otra yerba que
jante á la de arriba dicha, es silvestre, y acopadi-
se llama xoxocoiolli, y son las acederas de esta tier-
11a y bája, florece, y las flores de ella son olorosas.
ra, son acedas, y cómense cocidas y crudas: hay otra
Hay otra yerba comestible, y es la yerba de las ba-
yerba que se l l a m á xuxocoiopapalla, tienen los pies
tatas: también las hojas de las xicamas se comen:
altos y delgados, las hojas redondas y anchas: las
hay otra yerba que se llama tolcimoquilitl, y es co-
hojas que están á l a punta del pie son sabrosas de
mestible: las flores de esta yerba, son muy h e r m o -
comer cocidas. H a y otra yerba que se llama xoxo-
sas y muy delicadas, la raíz de esta yerba es c o -
co iolcuecuepoc, tiene " l o s pies gordos y redondos, las
mestible, arriba se trató de ella. Hay una frutilla que
hojas raras, florece s o n sabrosas como los xitomates, [ a j
se llama xaltomatl, ó xaltotomatl, que es fruta que se
n a c e esta yerba c u a n d o comienza á llover. Hay otras
hace en una yerba que se llama xaltomaxihuitl: esta
de estas yerbas q u e se llaman xoxacocololvivila, es par-
frutilla alguna de ella es blanca, y otra negra, es
rada, tiene las h o j a s chicas y redondas, es sabrosa:
muy zumosa, dulce y redonda: la raíz de esta y e r -
hay otra yerba d e esta manera que se llama micca-
ba es comestible, cruda, asada y cocida. Hay una
xoxocoioli, es de l a manera que a r r i b a s e dijo xoxo-
yerba que se llama coiototomatl, nace en ella una fru-
coiolpapatlac; p e r o tiene grueso el pie y velloso, las
tilla, que es como los tomates chiquitos, que se lla-
hojas anchas, son muy acedas y hacen dentera. Hay
man miltomatl, tiene la cobertura amarilla son dul-
otra de estas q u e se llama quauhxoxocoioli, es como
ces, traban un poco de la garganta, son comestibles:
la de arriba, s u a v e de comer, y son mayores que las
la raíz de esta yerba si se bebe, no mucha, sino
ya dichas. H a y o t r a yerba que llaman quananacaqm-
templadamente, es medicinal, limpia los intestinos: las
htl, quiere decir yerba que comen las gallinas de Es-
mugeres que crian la beben, purifícaseles la leche
paña, estas son l a s serrajas de Castilla, dicen que
con ella. Hay una yerba que se llama atlitiliatl, que
no las habia en e s t a tierra antes que viniesen los
cria unas frutillas negrecillas y dulces, que declinan
españoles, y a h o r a hay tantas, que toda la tierra
á agridulces: las hojas de esta yerba son buenas para
está llena d e ellas, y como la semilla, tiene álas y
los temazcales para adobar el agua con que se b a -
vuela, háse multiplicado por todas partes. Hay cebo-
ñan los enfermos. Hay una yerba que se llama tlalilotl, es
llas pequeñitas en esta tierra que se llaman xona-
comestible: hay otra que se llama tlalaiotl, es comestible.
call, tienen el c o m e r de la3 cebollas de España, es-
tas plántanlas, y son hortenses: hay otras cebolle- Párrafo quinto: de las yerbas medicinales.
tas silvestres q u e se hacen por estos campos y que- Hay una yerba medicinal que se llama cocoiac-
man mucho: h a y otras pequeñitas que se llaman max- tic, de esta usan los médicos en principio de su cu-
( a ) J á m a s , j a m a s l o s nombres mexicanos se escribon con J . obra del padre Clavijero, y no puede leerse sin vomitar su traducción.
siempre con X . ó ( G ) el extravagante de Mora proscribió la X en la
ra: hácese como cabeza de ajos debajo de la tier- ra purgar, desecha los malos humores por la bo-
ra. Cuando comienzan á curar algún enfermo, mue- ca, y por la cámara, bebese poca para purgar: tam-
len esta yerba juntamente con su raíz, y su semi- bién tiempla el demasiado calor: tiene las hojas verdes,
lla, echan un poquito en las narices del enfermo, y claras y redondillas, que no aprovechan de nada, y si
si echan en cantidad, luego saca sangre de las na- por ventura las cámaras son muchas para estancar-
rices, hácese en el lugar que se llama Motlauhxauh- las, hace de tomar un poco de caldo de ave, ó unas
can, que es á la orilla de las montañas de Quauhnahuac. poleadas que se llaman iolatolli. Esta yerba se hace
Hay otra yerba medicinal que se llama pipit- en la provincia de Tezcoco, en los páramos y cam-
zaoac, es así como heno crecido: la raíz de esta yer- pos, y es rara en las montañas. Hay otra yerba que
ba se muele, y se dá á beber al que tiene calor se flama ilacatziuhqui, tiene la raíz á manera de un
interior demasiado, y con ella purga vomitando, y cordel torcido: esta yerba es quemosa y dulce, tie-
también hace cámaras, y con este se aplaca el ca- ne lo esterior negro, y lo interior blanco: una raíz
lor interior: hace purgar por la orina materia, así de estas molida se dá en cuatro veces, para purgar
á los hombres, como á las mugeres. Despues de ha- y remover los humores, y hace echar por la boca,
ber purgado, comerá el enfermo, y beberá yolaiolli, y por á bajo todos los malos humores; no se ha de
que se compone de maíz molido: hácese esta yer- tomar mucha, sino poca, tiempla el demasiado ca-
ba en las montañas de Chalco. Hay otra yerba me- lor: tiene las hojas pequeñas y redondas, no son de
dicinal que se llama iztacquavitl: la raíz de esta yer- provecho; y si hace demasiado fluxo tomará el en-
ba es como la de la nombrada cimatl, es tan grue- fermo un poco de caldo de ave, ó las puchas que
sa como ella, y muy blanca, es algo dulce y bo- llaman iollatolli, hállase esta yerba en la provincia de
fa, es contra el calor: el agua de esta raíz beben Tezcoco en los páramos y en los montes, raramen-
los que se han purgado, esta es su bebida despues te se halla.
de la purga, y purifica la orina, sana el miembro ge- Hay unos magueyes que se llaman teometl, que
nital, así á los hombres, como á las mugeres; si tienen una lista de amarillo por la orilla de la pen-
alguna apostema hay en él échala fuera: esta mis- ca, y lo demás verde: es medicinal, cuecen la pen-
ma raíz si á alguno le han herido en la cabeza, y se ca debajo del rescoldo, y despues de cocida espri-
la ponen verde ó mojada molida, sánale. Esta raíz men el zumo, y revuelven con ella hasta diez pe-
también aprovecha á los que tienen mal de ojos, que pitas de calabaza molidas, y el zumo de mil tomates
tienen los párpados hinchados y vermejos de calor, todo revuelto. Dando á beber al que ha recaído de
untándoles livianamente sanan. Las hojas de esta yer- alguna enfermedad, halo de beber sobre comida, y
ba son algo vermejas ó moradas, y las ramas son no ha de beber otra cosa, con esto sana: hácense
delgadas y arpadas y no son medicinales, críase es- estos magueyes en todas partes, en los montes, y
ta yerba por los montes. también sobre los tlapancos: el^que bebe esto ha de
Hay otra yerba medicinal que se llama coa- tomar un baño sobre ello.
nenepilli, tiene la raíz blanca y tiesa, es algo dulce, Hay un arbusto ó mata que se llama chapol-
y de color moreno, lo superficial y el meollo es blan- xihuitl, no tiene ramas, y las hojas, nacen en el mis-
co, una de estas raízes se toma en cuatro veces pa- mo tronco: tiene el palo verde; este se muele con
252 , _ cuitfoxcoli, tiene las hojas coloradillas, redondas, y ar-
las hojas, y sí alguno le quedó algún pedazo de fle- padas, las ramas vermejas, algunas de éstas, están
cha en el cuerpo, ó tropezando se le quedó algún la mitad coloradas y la mitad verdes; la raíz de és-
pedazo de astilla en el pie, alguna espina ó hueso, ta yerba por dentro es blanca, y por fuera vermeja:
poniéndolo allí lo saca, y también sana las llagas tiene muchas raíces y redondillas asidas unas con
ó cortaduras que se han apostemado; en toda par- otras. Esta raíz molida con un chile tuéstase, y des-
te se hace este árbol, en los llanos, en los tlapan- pues cuécese con agua; esta medicina de ésta ma-
cos, y en los montes. nera hecha, sana las cámaras de sangre: despues de
Hay otra yerba medicinal que se llama toton- bebida baja aquel humor, y hace mas cámaras de
caxihuitl, tiene las hojas redondas y muy verdes; no las que hacia, y luego antes de un poco aplaca. Des-
es parrada sino altilla: con las hojas y raíz molida pues de esto se ha de beber agua mezclada con
se sanan las apostemas como diviesos é incordios, chian tzotzol, y de allá un poco el enfermo podrá co-
poniendo los polvos mezclados con agua, encima de mer. Las hojas de esta yerba no aprovechan de nada:
la apostema, con esto algunas se abren, y otras se críase en las peñas, riscos y montañas.
resuelven: hácese esta yerba en los montes. Hay otra medicinal que se llama coztomatl, es
Hay otra raíz medicinal que se llama huey- muy amarga la raíz de esta yerba, es blanca y re-
patli, son estas raíces redondas como turmas de tier- dondilla, tiene la corteza como amarilla, y lo demás
ra, están trabadas unas con otras, tienen las hojas blanco, las hojas son como la yerba que se llama
redondas y puntiagudas, y no son de provecho. Es- miltomatl, cria una frutilla amarilla, dulce, y buena de
tas raíces molidas y bebidas con agua, aprovechan comer. La raíz de ésta, ayuda á la digestión, y tam-
á los que tienen estragada la digestión, y los niños bién templa el calor demasiado: hállase en los lla-
que tienen cámaras, bebiendo un poco de ella con nos, cuestas, montañas y páramos.
agua, sanan; hácese por los campos y páramos. Hay otra también medicinal que se llama ca-
Hay otra yerba medicinal que se llama yxia- cacilli, párase á raíz del suelo: las hojas son an. hue-
iaoal, es algo quemosa, tiene las hojas redondillas las y delgadillas, hácerise en esta yerba unas flores
y verdes, la raíz negrestina, quita el demasiado ca- blancas que no son de provecho: la raíz de ella es
lor bebida con agua, y purifica la orina: con las algo dulce, es contra las cámaras de sangre, bebi-
hojas de ésta yerba molidas, puestas sobre la ca- da y molida con un poco de chiantzotzol, bébese so-
beza á los niños, quítaseles la sarna de ella, y tam- bre la comida. También se toma contra las quebra-
bién las cámaras y el calor demasiado. Muélese la duras de huesos, digo que es buena, puesta encima con
raíz con la hoja de la yerba celoquikic, y es buena alguna cosa que pegue como tzavitli ó xochiocotzotl;
para los que tienen restriñida la cámara, y luego la también es provechosa contra las apostemas é in-
hace: hállase en riscos y peñas. cordios, ú otras cosas semejantes, pues poniéndola enci-
Hay otra yerba medicinal, que se llama ec/o- ma las hace madurar: también es buena para sacar
quiltic, tiene las ramas altas y delgadas: las hojas astilla, espina, hueso, ó pedazo de flecha del cuerpo:
molidas y bebidas, ayudan á la digestión, y refres- nace esta yerba en las montañas de Xochimilco, y
can y provocan la orina; hácese en las montañas. en todas las demás.
Hay otra muy medicinal que se llama tocan- Tóm. 111 33
Hay otra medicinal que se llama iztacpalanca- da las ramas no son de provecho: aprovecha tam-
patli, es muy verde, tiene las ojas muy delga- bién á los que son tosigosos: purifica la garganta
das, las flores son la mitad blancas y la mitad co- de las rehumas, y también el pecho, y en todos los
loradas, éstas y las hojas no son de provecho. Tie- montes se hace.
ne muchas raíces largas, gruesas, blancas y recias Hay otra que se llama xaltomatl,, es mata, y
como de árbol: esta raíz no se bebe sino molida, lleva unas uvitas que son buenas de comer: tiene
échanse los polvos en la llaga podrida, ó hecha par- raíz como rábano y es algo dulce, y ésta cocida
che cuando ya va sanando para que cierre: criase con agua, beberá el que fué purgado por enferme-
por las cuestas y altos. dad de la orina: en toda parte se hace esta yerba,
Hay otra saludable que se llama cototzauhquixivilh en los llanos y en los montes.
las hojas y ramas de esta yerba son angostas y del- Hay otra que se llama ixnexton, párase sobre
gadas, y la raíz es algo quemosa y dulce, es pur- la tierra, tiene las hojas verdes, redondillas y pun-
gativa y hace correr las rehumas, bébenla los que tiagudas, no aprovechan nada; la raíz es algo amar-
tienen seco el pecho y la garganta para quitar aque- ga: molida ésta raíz con unos granos de maíz, da-
lla sequedad; beberse há molida y poca, y así hace se á las paridas á beber, y despues toman los ba-
echar las flemas cuajadas y materias: las ramas de ños: criase en todas partes.
ésta no son para nada, criase en los altos. Hay otra yerba medicinal que se llama laca-
Hay otra yerba que se llama cococxihuitl ó co- nalxivitl, tiene las ramas muy verdes y vellosas, las
cocpalli, no tiene mas de una vara y tres ó cuatro hojas son largas y angostas, no son para nada pro-
ramillas en ella, tiene la verdura algo amarilla en vechosas, las raíces de ésta son blancas y redondas,
las ramas y en las hojas: ambas cosas no valen están ensartadas unas con otras, son dulces como
nada. La raiz es como rábano, es provechosa para xícama: muélense con un poco de maíz, y bébela
los que están restriñidos de la cámara: no se be- el que siente demasiado calor; la yerba se come co-
be, sino dase por lavativa, es quemosa casi como chi- cida, hácese por los maizales y montañas.
le, hase de tomar templadamente y no mucha: há- Hay otra saludable que se llama xoxocoioltic,
cese esta yerba en todos los montes. tiene una rama larga, y otras que salen de ella, las
Hay otra medicinal que se llama chichientices, hojas á manera del corazon, arpadillas y coloradi-
es mata: tiene las hojas y las ramas algo coloradillas, llas: no son para nada provechosas. Tiene una raíz
la raíz como rábano delgado, es algo dulce. A los sola y redonda como piedra, ésta en la sobre haz
que purgan con la yerba que arriba se dijo, dánse- es vermeja, y por dentro es blanca y amarga: es me-
la á beber y no toman otra agua, es fria, y dase dicinal para los que tienen dañado el miembro echán-
en todos los montes. Hay otra yerba medicinal que dola con geringa dentro, y también para los que es-
se llama cococxivitl, es mata, tiene las ramas delga- tán restriñidos tomándola por lavativa, hase de mez-
dillas y romas, tiene las flores como de chian, y mu- clar con un poco de pulcre blanco ó sin mezcla, y
chas raíces espesas y algo amarillas por encima; vomitará con ella. También echará fuera la materia
aprovecha á los que tienen demasiado calor por den- que está dentro en el miembro; habiéndola tomado
tro y sudan mucho: no se bebe sino dase por ayu-
de esta manera, beberá el e n f e r m o un poco de cal- sana: también se bebe cruda, molida, y revuelta con
do de ave ó pechugas, que l l a m a n yolatotti, y toma- agua, cuando alguno comienza á estar enfermo, y
do esto comerá; pero no h a de b e b e r agua fria: há- con esto echa cólera 'y flema por la boca, y tam-
cese esta yerba en los riscos y p e ñ a s . bién la beben los que tienen demasiado calor y an-
Hay otra medicinal que s e llama tlacoxihuill: gustias en el corazon, y con esto se aplaca. Despues
es mata, y tiene todas las r a m a s verdes como las de bebida toman un poco de caldo de ave: es ra-
mismas hojas, las flores son amarillas, las ramas es- ra esta yerba, hácese en las montañas.
quinadas, las raíces delgadas y espesas, la yerba no Hay otra medicinal que se llama chilpanton,
es para nada. Las raíces de ésta muélense mojadas, es altilla, y tiene las hojas largas y anchuelas, tiene
y los que sienten demasiado c a l o r interior y tienen unas flores coloradas; las hojas y ramas no aprove-
la cara encendida, bébenla, y r o c i a n s e ésta y los ojo3 chan de nada. Las raíces de esta yerba son negras
con ella: hase de echar en a g u a clara para beber por fuera, y blancas por dentro: son espesas, lar-
y rociar con ella, pénese el a g u a como morada, y gas, y son amargas, tostada en un comal y molida,
hace sudar al que la bebe: c r i a s e ésta en las mon- aprovecha al que le sale sangre por las narices, to-
tañas. mándola por éstas deshecha en agua, y al que tie-
Hay otra yerba medicinal que se llama acoco- ne tós, dánsela á beber con agua, y echa por la bo-
xivitl, es mata, tiene las hojas a n g o s t a s y larguillas, ca flemas, y ablanda el pecho: hácese esta yerba
las ramas altillas, las cuales no t i e n e n virtud: ia raíz en todas las montañas.
es algo quemosa y tiene olor d e yerba molida, da- Hay otra yerba que se llama chichilquiltic, es
se por ayuda. También es b u e n a u n a poca revuelta vermeja la" sobre haz, tiene las ramas largas y ra-
con agua, al que tiene a p o s t e m a en el miembro ó las, las hojas son angostas de abajo, y anchuelas y
dentro, ó hecha materia por la orina, y que se vá puntiagudas por arriba: las ramas tienen las coyun-
secando todo el cuerpo; con é s t a se purga toda la turas como cañas, la yerba no es de provecho; pe-
enfermedad; pero no ha de ser m u y espesa la lavativa ro la raíz si lo es bebida para los que tienen des-
ni lo que se ha de beber h a d e ser caliente. Tam- templado calor dentro del cuerpo, y frialdad por fue-
bién modera el calor interior e s t a medicina: se dá ra ó en los nervios, pues sale el calor afuera. Cuan-
esta yerba en las montañas. do se bebiere no se han de comer tortillas calien-
Hay otra medicinal que s e llama arbustu, y se tes ni cosa agria: en todas partes se hace, en los
eleva: tiene las hojas redondillas y muy verdes, unas llanos y en las cuestas.
flores moradas que no son de provecho; la raíz de Hay otra yerba medicinal que se llama tlatla-
ésta yerba es grande y negra c o m o d e árbol, cocían- layotli, párase por la tierra así como las calabazas
la para aprovecharse de ella, y h e c h a astilla c u á - monteses. Las hojas de estas son comestibles, la raíz
cense juntamente pepitas d e c a l a b a z a y granos de es como el tocimatl entre dulce y amargo: molida y
maíz, cuélase el agua despues d e cocida, y dase á revuelta con resina [ocotzotl] sana las apostemas que
beber á los que recaen. Si a l g u n a muger despues se untan con ella, y también se beben los polvos pa-
de la enfermedad tuvo su m a r i d o acceso á ella y ra lo mismo: hácese en los llanos y altos.
por eso recae, bébela dos ó t r e s veces, y con esto Hay otra medicinal que se llama tepeamalacotl,
es como la yerba que se hace en la agua, que se iztacquavitl, ya se dijo arriba que es contra el calor
llama amamalacotl: tiene las hojas redondillas y lla- demasiado, y para la hinchazón ó podredumbre del
nas, las ramas delgadas, largas y huecas, y la ho- miembro: para esto hase de moler juntamente con
ja en la punta de la rama, desde la raíz hasta la las hojas y flores de la yerba que se llama matlalli,
hoja de arriba no tiene nada. La raíz es como unas y revuélvase con agua caliente. También esta yerba
pelotillas redondas, es quemosa y provechosa para molida y bebida, es contra el tabardillo, cuando co-
la tós y digestión, cómense cuatro de estas pelotillas mienza á aparecer con unas pintas como de carde-
cada vez, y á los niños dase una solamente: hácese en nillo, y bebiéndola luego sale fuera, es menester san-
los riscos y peñas. grar al enfermo. También es provechosa para el que
Hay otra medicinal que se llama iztaquiJtic, tiene cámaras continuas, bebida la raíz con agua ca-
tiene las ramas coloradas y las hojas verdes un po- liente, y mezclada con un poco de chian, en todas
co cenicientas, y estas y las ramas no son de pro- partes de las montañas se hace.
vecho, la raíz es larga y provechosa para los que Hay otra medicinal que se llama tlacoxihuitl,
tienen sarna, molida y bebida; no la beben sino una es altilla, y tiene las hojas y ramas ralas, delgadas,
vez, y también se embarran con ella el cuerpo y así larguillas, y muy verdes, sus flores son blancas; pe-
sanan: dáse por las cuestas y montes. ro ni éstas ni las ramas aprovechan para nada. Las
Hay otra medicinal que se llama tlalmizquitl: raíces tiénelas espesas y blancas, cuécese en agua
es mata, tiene las hojas como el árbol que se lla- una poca de esta raíz, y tómalas el que tiene cáma-
ma mizquitl, ni estas ni las ramas son de provecho; ras, y despues de haberlas tomado, sorbe unas pu-
la raíz de esta yerba es amarilla como la del cimaü, chas que llaman iolatolli; también es medicinal con-
y no tiene mas de una, pero larga y sabrosa: mué- tra las apostemas é hinchazones, ábrelas ó resuél-
lese y bébese molida en ayunas, es provechosa pa- venlas; en todas partes se hace esta yerba, en los
ra los que tienen cámaras y demasiado calor interior, llanos y en los montes.
pues con ella se templa, y comerá el paciente cosas frias Hay otra medicinal que se llama tlalchipilli,
despues de haberla bebido: criase esta yerba en los es altilla como dos palmos, tiene las hojas verdes,
llanos y en los montes. anchuelas y puntiagudas con muchas venas, y no son
Hay otra también medicinal que se llama po- de provecho; la raíz de esta yerba es verde obscu-
cávizpatli, tiene las hojas anchas, la hechura es co- ra por encima, y por dentro cárdena y amarga; mo-
mo de higuera aunque pequeñas, son muy verdes, ar- lida y mezclada con resina ó cotzotl untada sobre
padillas y puntiagudas, están paradas por el suelo, las apostemas las sana: hácese en los llanos y en
son amargas las hojas, la raíz es como el rábano, las montañas.
por fuera amarilla, y por dentro blanca; muélese és- Hay otra yerba medicinal que se llama aca-
ta con las hojas, y es provechosa para los que es- xilotic, es mata, tiene hojas muchas y juntas por sus
tán hinchados, ó que les salen llagas por el cuerpo, tercios, en algunos dos, en otros tres, y en otros
poniéndola molida en los lugares de ellas é hincha- cinco, las ramas son delgadas, y las hojas largas y
zones, y así sanan: críase^en las montañas. anchuelas, y ambas cosas no son de provecho: las
Hay otra medicinal que se llama vavauhtzin ó raíces de esta yerba son largas, blancas, pequeñas,
y estíticas: molida y d e s h e c h a en agua, aprovecha tienen sus tercios, y las hojas anchuelas y puntia-
á los que han recaído d e a l g u n a enfermedad, y tie- gudas, largas y grosezuelas; la flor de esta yerba
nen demasiado calor, pues e c h a n p o r la boca con ?s azul claro, las hojas y ramas 110 son de prove-
ella, cólera, flema y materia; despues d e haberlo echa- cho: la raíz es medicinal, es quemosa en la gargan-
do, se toma unas puchas (iolatolli:) h á c e s e esta yerba ta: molida y bebida con agua, aprovecha á los que
en las montañas. tienen calor demasiado interior, y no ha de beber
Hay otra medicinal q u e se llama chichilquiltic, otra agua sino aquella. También se bebe en sanidad
tiene la raíz como cepa, las r a m a s larguillas, las ho- y aprovecha á la orina: en todas partes se hace, [es
jas redondillas, arpadas y coloradillas, no son de decir en monte y llanura] pero son raras.
provecho. L a raiz es algo dulce, por fuera es negra, Hay otra yerba medicinal que se llama huy-
y por dentro blanca, molida c o n unos granos de maíz, vitzquiltic, es como los cardos de Castilla, que se
aprovecha á los que tienen g r a n calor interior, y pu- comen; pero son chicas las hojas como un palmo, y
rifica la orina, y provoca á orinar: despues de to- tallece y florece, y las flores son amarillas, y la yer-
m a d a se han de comer c o s a s frias: h á c e s e en las mon- ba es de provecho: la raíz huele á orines, y por fue-
tañas. ra es negra y por dentro blanca: cuécese con agua
Hay otra medicinal que se llama vavauhtzin, es y ésta aprovecha á los que han recaído de alguna
altilla, y tiene las hojas algo cenicientas y vellosas, enfermedad. Hase de beber en ayunas dos veces, tem-
la raíz espesa: en lo esterior e s amarilla, y en lo in- pla todo el cuerpo, y el que la bebe, no ha de co-
terior blanca. Molida la raíz con l a rama aprove- mer cosa de chile: hácese en los montes y en los riscos.
cha al mal de los pechos: en los llanos y cuestas Hay otra medicinal que se llama memeya, que
se hace esta yerba. quiere decir mana leche: tiene una rama sola, las ho-
Hay otra medicinal que se llama iztaquiltic es jas largas, anchuelas y puntiagudas, la flor es blan-
mata, tiene las r a m a s largas, las h o j a s menudas co- ca, y las ramas y hojas no son de provecho; la raíz
mo las de cedro, es muy lisa. L a raíz de esta yer- de esta yerba es como de color castaño por fuera,
ba no aprovecha nada; la r a m a es algo quemosa, y por dentro es blanca; no tiene ningún sabor sino
aprovecha para los que están restriñidos de la ori- como agua, hase de tomar molida con unos granos
de maíz, y mezclada con agua tibia una de estas
na, hánla de beber molida y m e z c l a d a con agua, y
raices ó cebollas, se reparte en tres ó cuatro veces
no se ha de beber otra a g u a sino esta. También apro-
para beber: aprovecha así tomada para los que tie-
vecha á los que echan s a n g r e por la boca, purga
nen mal de barriga, les rugen las tripas, y la t i e -
los malos humores por la m i s m a , y á los que tienen
nen hinchada, con esto sanan, pues hace hechar por
gota coral, si se la dan á beber á l o s principios, sa- la boca cólera, flema y materia: hase de tomar en
nan, y también aprovecha á los q u e escupen m a t e - ayunas y despues de tomada, ha de beber el enfer-
ria: hase de mezclar con la yerba arriba dicha que mo el yolatotti, y luego ha de comer, pero no cosa
se llama avauhtzin, y hacele purgar los humores por de chile: también provoca la cámara, y echa f u e -
abajo: dase en las montañas y riscos. ra las lombrices, hácese en todas las montañas, ( a )
Hay otro yerba medicinal que se llama quauh-
( a ) Por lo común las plantas lechosas son venenosas, según
eloquiltic, ó quauheloxochitl, es mata: l a s ramas de ella
los botánicos.
Tóm. III. 34
. H a y «Ira medicinal que se llama telzmitic es Hay otra medicinal que se llama ilalietl, las
semejante a la mata que se llama tctzmctl, también hojas salen luego desde la tierra, y son muy ver-
se llama quauholh: tiene las hojas muy verdes cor- des, anchuelas, y arpadillas, y echa una flor ama-
reosas y redondillas, también mana leche,, y tiene las rilla, tiene las raíces delgadas y espesas. Estas y las
ramas coloradas: mana la leche de las hojas v de hojas de dicha yerba son quemosas, y molido todo
los grumos cuando se corta, y ésta echada en los junto, raíces y yerbas, son provechosas para las al-
ojos, templa el calor, quita la bermejera de ellos, aclá- morranas hecha polvos, y pénense encima de ellas
ralos y purifícalos; las raíces de esta yerba son dul- y sanan; pero hanse de echar muchas veces: háce-
ces, espesas y larguillas; por fuera tienen color cas- se en todas partes en los campos, y en los montes.
taño, y por dentro blanco: lo interior de ésta raíz Hay otra que se llama mexixilL tiene muchas
molida, provoca á la orina, y purifícala, también tem- ramillas en un pie, las hojas coloradillas y también
pla el calor demasiado; hácese en las montañas y las ramas: produce flores de éste color, y las hojas
en las cienegas. ' anchuelas y arpadillas, es quemosa al gusto, y se mue-
len las hojas y raíz en polvo: aprovechan contra los
t^irmn^l T * y e r b a m e d i c i n a l <1™ se llama iza- incordios y contra los aradores, mezclan el polvo de
tzaxanalquillic: las ramitas de esta verba salen muchas
sobre la tierra, tiene las hojas como la yerba que ella con un poco de resina de pino, ponen encima
s e j a m a tzaranalquiliil, tiene las hojas pequenas y l r - plumas y péganlas: hácese entre magueyes, y tam-
padillas muy verdes, no tallece, de la yerba no hay bién en los montes.
provecho; la raíz es una, y parece como cuentas que Hay otra que se llama huitzocuitlapilxihuitl es
arbusto; las ramas tiene algo coloradillas, y no tie-
ro v n o f d f r ? 0 r n G r a SOn d e c o l o r castaño Sa! ne mas de una rama derecha, y de ella salen otras
ro y por dentro son blancas: bébese molida y mez- pequeñas que van agusadas ácia arriba: tiene las ho-
clada con agua, aprovecha á las mugeres que crian jas anchuelas, arpadillas, muy verdes y puntiagudas,
cuando se les aceda la leche, y bebida muchas vC
ees la purifica, y también se la dan á beber al n i y produce unas flores amarillas: las hojas y ramas
no que tiene cámaras, pues con ella se le quitan no son provechosas; pero la raíz si lo es, y esta
También se maja y el zumo que sacan de ella pul es neerra por fuera y amarilla por dentro: es quemo-
rifica la orina á los niños; las que dan leche P n o sa; molida y mezclada con agua tibia, se dá por ayu-
han de comer aguacates, porque causan cámaras á da, y purga la materia cuajada del miembro viril
los que crian: hácese en las montañas y peñas ó femenil.^También aprovecha al dolor de la vedija
Hay otra medicinal que se llama ichcavo 'fie y al restriñimiento de la cámara: hase de tomar
ne las hojas larguillas y michas, y leváníase "deba-" en ayunas, y no comer hasta haber purgado: ha-
cese en todas partes, en los llanos y en las cuestas.
L n t A ? : SOn l a r S U Ü l a s c o m o ™ dedo y de Hay otra que se llama iztacpatli, es parrada
la po ura del maguéy, algo cenicientas, vellosas y7
no tallecen: son medicinales estas hojas molidas na sobre la yerba, tiene las hojas como las del cedro
ravebell] m e n u d a s ; son verdes claras, tiene unas «ore-
,as los'nneT 6 1 1 V ^ ^ ^ K cillas encarnadas entre las hojas; las raices son blan-
gas los que tienen bubas no comen pescado ni car-
ne; hacese esta yerba en las montañas. cas, gruesas, y amargas al gusto, y muchas son pro-
vechosas. Estas raíces molidas aprovechan para las camatic, tiene las hojas como de miltomatl, ralas las
podredumbres ó apostemas que están intercutaneas, flores, son amarillas, no son de provecho ellas, ni las
puesta por encima untada, y se ha de beber el a gua hojas, ni ramas. Tiene la raíz redonda y grande co-
de la raíz que se llama iztacquavitl: hácese en los mo nabo, es esta provechosa para los que tienen
llanos y en las cuestas. hinchazón en la barriga y le gruñen las tripas. Hase
Hay otra que se llama quauhtlacalhoaztli, es ar- de beber molida en ayunas: purga y quita el calor
busto, tiene las hojas verdes y anchuelas, ralas, ar- demasiado, despues de bebida toma el enfermo el yo-
padas y redondillas: tiene las flores leonadas, las raí- latolli: esta raíz es algo dulce, y en una hay para
ces de este arbusto son medicinales, gruesas, blan- beber tres veces: hácese en los montes y en los
cas, amargas y correosas. Estas raíces hechas hasti- llanos.
llas y echadas en agua en la cual deberán estar Hay otra yerba medicinal que se llama yz-
algún tiempo para que ésta tome la substancia de la tauhiatl, es como los ajenjos de Castilla, también
raíz, se dará á beber á los que tienen sarna de la es amarga molida, ó mojada: esta yerba aprovecha
tierra que se llama nanavatl: liase de beber en ayu- á muchas cosas. Molida y bebida con agua, hace
nas, y también se bebe molida con agua y purifica echar la colera y flema, también es buena bebida
la orina. Los polvos de ésta raíz se echan sobre la para los que están ahitos, echa fuera el calor dema-
dicha sarna y se alivia: es asimismo provechosa á siado interior, purifica la orina y aprovecha al que
los que tienen mal de pecho y mala digestión; tam- tiene ardor en la cabeza. También es provechosa mo-
bién aprovecha á los que tornan á recaer de algu- lida juntamente con los meollos de las grumas de la
na enfermedad, y al mismo tiempo purifica la leche yerba que se llama quauhyayaoal para los que tienen
de las mugeres que crian. Esta raíz pone el agua angustias en el corazon por razón de algún humor
en que se echa muy azul: hácese en los montes, que le oprima; bebela cocida con agua, y sana: há-
llanos y campos. cese por todas partes en los campos.
Hay otro arbusto que se llama haavaton ó tlal- Hay otra que se llama quauhyayaval, tiene las
capuli, es mata espesa, tiene las ramas coloradillas ramillas larguillas y verdes, ácia las estremidades de
obscuras, y lo interior muy colorado. Las hojas del las hojas delgadas y redondas: la yerba se muele
albercoque (ó chavacano) lleva unos almendrucos, seca y con incienso, es bueno para sahumerio: la
cuando maduran, estos son algo colorados por de- raíz no es provechosa, en todas las montañas se
fuera, las ramas, hojas y fruto no son de provecho, hace.
la raíz es coloradilla y larga como un codo ó co- Hay otra que se llama mamaxtl, es de comer
mo una vara de medir, es estítica, y enhiesta ó pa- cruda y cocida: la raíz es medicinal para los trope-
sa la lengua: la corteza de esta raíz es provecho- zones de los pies: hácese en las cienegas.
sa y el corazon de ella. Cocida esta corteza de la Hay otra que se llama saltomatl, la raíz de
raiz con agua, bébenla los que tienen cámaras de esta yerba molida con la de arriba es buena para
podre y sanan con ella: hácese en los montes, en los que orinan mal: también se mezclan con ellas
los llanos y en las cuestas. algunos granos de maíz; bébese en ayunas, ó despues
Hay otra yerba que se llama ololiuhqui, ó xixi- de comer, y que no se beba otra agua sino esta, y

/
267
así purifica la orina, y la adelgaza: en toda parte Hay otra que se llama tlacoxoehitl, levántase
se hace, en los prados, y en las cabañas. altilla en lo alto, cria ramas, es delgadilla, produ-
Hay otra que se llama quapopultian, tiene las ce una3 flores blancas y pequeñuelas, y tiran á mo-
ramillas largas, delgadas y orcajadas: en las horca- rado: las ramas no son de provecho, la raíz de es-
das nacen las hojas y son verdes, las horcadas ama- ta yerba es negrestina por fuera, es gruesa como
rillas, y las flores también de este color. Tiene las nabo, y lo interior es blanco, y es algo dulce. Es-
raízes espesas, delgadas y amargan: esta raíz es pro- ta raíz molida con las ramas de la yerba que se lla-
vechosa para el que siente calor interior: cocida con ma chilpanto, es buena para los que les sale san-
agua, hase de beber despues de comer, no se ha de gre de las narices para estancarla, poniéndola mo-
beber otra, y con esto purga y templa el calor: lida dentro: también es provechosa para los que tie-
hácese en las montañas. nen gran calor interior: hase de beber en ayunas
Hay otra que se llama tlalamatl, tiene las ho- mezclada con agua. También purifica la orina "cuan-
jas muy verdes, y de tres en tres en cada pezón; do se espesa: hácese en las montañas y en toda
las flores son amarillas, y arpadas, no son de pro- parte.
vecho: la raíz es blanca por fuera, y por dentro es Hay otra que se llama ócctpiaztli, ótlilpoton-
vermeja y larga: es buena para curar las quemadu- qui, sus hojas salen de la tierra sin ramas, son tan
ras poniéndola encima molida, y también para las largas como un palmo, son arpadas, hecha tallo, y
podredumbres es buena poniéndola encima: en toda las flores son verdes y acopadas, ó redondas, tiene
parte se hace. las raízes espesas, delgadas y largas. Molidas las ho-
Hay otra que se llama xoxotlatzin, es parra- jas con la raíz es provechosa contra las hinchazo-
da, sobre la tierra, es muy verde y huele mal, tiene nes que proceden de calor: pénese molida sobre ellas
flores entre las ramas y hojas. Esta yerba molida y también se bebe un poco mezclada con agua en
es buena para las apostemas que proceden de ca- ayunas, y si la bebe despues de comer, se ha de
lor, y puesta sobre ellas las abre: también se en- hacer la digestión: puesta sobre las hinchazones á
vuelve con un poco de tcquixquitl; para despues que las veces las abre ó las resuelve: hase de poner
se ha abierto la apostema con el teqvixquitl revuel- muchas veces mezclada y molida con la raíz de la
ta, untando unas mechas, métenlas en la abertura yerba que se llama xalacocoili. Mezclada con pulcre
sana
blanco, se bebe contra las hinchazones arriba dichas;
y - esta yerba xalacocotl, es hueca como caña de Cas-
Hay otra que se llama tonalxihuitl: las hojas tilla; pero tiene muchas ramas, y comienzan desde
son cenicientas, nace parrada junto á la tierra, tie- la raíz: tiene muchas ramillas como horcadas divi-
ne las hojas tiernas, quebradizas y angostillas: hace didas, son arpadillas y verdes: las flores que echa
unas flores blancas, y en el medio son amarillas: mo- son amarillas, las ramas no son de provecho; pero
lidas las hojas y ramas, son buenas contra la sarna: la raíz aprovecha como arriba se dijo: hácese en to-
pénese sobre ella. La raíz de esta yerba no es de das las montañas.
provecho, y esta yerba empece á la lengua si se
come: esta siempre se hace entre las aguas, en los Hay un árbol medicinal que se llama lepozan,
llanos y en los altos. üene las hojas anchas, redondas y puntiagudas, son
(raste la mitad del agua: el que tiene cámaras con-
verdes, algo blanquecinas y vellosas: tiene algo de tinuas bebiéndola sana. También aprovecha para el
mal olor, es contra el calor demasiado de la cabe- que recae de alguna enfermedad, tomaudola antes,
za, así en los niños, como en los grandes: las raí- ó despues de comer, y la muger que torna á recaer
ces son gruesas y largas, huelen algo mal, estas por haber tenido parte con un hombre, ó el hom-
raízes hendidas, molidas y mezcladas con las raízes bre con la muger, hánlo de beber en ayunas. Bé-
de la mata que se dice tepexiloxochitlacotl, son buenas benla también Tos niños que tienen cámaras, molida
para restriñir la sangre que sale de las narices, mo- esta raíz coa cinco almendras de cacao, deshecho todo
lida y echándola dentro de ellas: hácese en los mon- en a<ma, y quita las cámaras.
tes y en las barrancas. 3
Hay otra yerba que se llama hueypatli, tiene
La yerba xiloxochitlacotl, es mata: tiene las ra- las ramas larguillas, espesas y verdes, las hojas re-
mas macizas, delgadas y redondas, como los pim- dondillas de abajo, y puntiagudas, arpadas ó almena-
pollos del membrillo: no tiene muy espesas las ho- das: son un poco vellosas: las flores son como cam-
jas, sino ralas, verdes y arpadas: las flores colo- panillas moradas, blanquecinas, y soa muchas y no
radas, pocas son hechas de la manera del xiloxo- de provecho: tienen las raízes recias como de árbol
chiil, los cabellos como ellas, no son de provecho, y gruesas, son dos ó tres, blancas por dentro y por
solamente la raíz es medicinal como arriba se dijo: fuera: tienen la corteza delgada, todo es meollo, la
hácese en todo tiempo en las montañas. raíz es entre dulce y amarga, y requema un poco:
Hay un árbol medicinal que se llama quctzalhue- molida con unos granos de cacao, y pepitas de ca-
xotl, que es salce [ó sauce] delicado, las hojas y renuevo labaza, es buena para los que escupen sangre: hase
de este árbol molidas con tortillas secas ó tostadas, .de beber en ayunas revuelta con agua, y 3Í la be-
y con chian, mezclado todo con agua fría ó tibia, ben despues de comer ha de ser ya hecha la di-
aprovecha á los que tienen cámaras de sangre. Son gestión: hase de beber cuatro ó cinco veces, y con
mejores para esto los meollos de las ramas descor- esto se cierra la sangre. En la enfermedad cuando la
tezados, y con las hojas de este mismo árbol mo- bebe el enfermo no ha de comer carne, ni pescado: tam-
lidas y puestas sobre la cabeza.; también se bebe bién se bebe el agua hervida con ella, y hace la misma
con agua tibia contra el demasiado calor interior, operacion, y con esto se arroja la enfermedad por
y se hace en todas partes. abajo: hácese esta raíz en donde quiera, y es rara.
Hay una yerba medicinal que se llama tlaia-
panolixivitl, echa ramas y hojas como el xoxocoiolli, Hay otra raíz medicinal que se llama ololiuh-
son coloradas las ramas y redondas, las hojas ver- qui 6 hueyytzontecon, páranse sobre la tierra sus ra-
des, y estas están en las puntas de las ramas: son mas y hojas, y estas son verdes obscuras y de tres
arpadillas, están divididas en cinco hojuelas, y echa en tres; las flores están revueltas con las hojas, y
esta yerba un tallo y florece; la flor tira á leona- tienen las flores moradas y blanquecinas: la raíz tié-
do, no es provechosa para nada. La raíz de esta nela redonda, y por fuera es negra y por dentro es
tiene la corteza gruesa y por fuera es morada, y blanca: tiene sabor dulce como de yerba: la corte-
por dentro colorada con muchas raizes: hendida y za es delgada, y molida es buena para dolor de bar-
cocida con agua y bien hervida, de manera que le riga y rugimiento de las tripas, para el que tiene
Tóm. III. 35
desmayos del corazon, y que le laten las sienes y se vá secando todo él, si se lava con ella ó la po-
venas: hase de beber revuelta con agua en ayunas, ne mezclada con resina y emplumado, con esto se
y con esto purga y echa cólera y flema por la bo- mitigan los dolores. También bebida en ayunas la
ca, y se le quitan los latidos del cuerpo. El agua semilla molida y mezclada con agua, amansa el do-
conque se ha de beber ha de ser tibia para pur- lor. Dicen que cuando uno tiene enfermedad que los
gar por la orina: á los que tienen calenturas ter- médicos no entienden ni saben dar remedio para ella,
cianas ó cuartanas, dársela han á beber en tomán- se bebe esta semilla molida y mezclada con agua,
doles las calenturas, y con esto se les quita ó apla- emborráchase con ella el enfermo y luego da señal
ca. En todo lugar se hace, en cuestas'y llanos, pe- donde está la enfermedad. También dicen que es sa-
ro es rara: en otra parte se puso este nombre ola- ludable para las llagas podridas que no les hallan
liuhqui, pero son diferentes yerbas. medicina: molida ésta con las hojas y pue ta en pol-
Hay otra que se llama aitztoli, es toda ver- vos ó mojada, sana las llagas viejas é incurables:
de y nacen muchas juntas: tiene las hojas duras y hácese esta yerba en tierra caliente.
son agudas como las de cañas, de manera que cor- Hay otra que se llama acocoxivit!, tiene las
tan apuñándolas con la mano: echan tallos, las flo- ramas verdes y delgadas, es áltilla y tallece: las flo-
res son leonadas obscuras, y las hojas de estas son an- res de esta yerba son verdes por encima, y tienen
gostillas y están de tres en tres, y de cuatro en cua- un colorado interior; no aprovechan de nada, tie-
tro; son de comer estas flores, y quitan la hambre: ne la raíz gruesa como de árbol, es larga y echa
de ellas hacen tortillas y cuácenlas para comer. Tie- de sí otras raíces: por encima es negrestina y den-
ne la raíz redonda, por fuera negra y por dentro tro amarilla, la corteza es delgáda y requema; mo-
blanca, hase de quitar la corteza á la raíz para mo- lida y bebida con agua es provechosa para los que
lerse; es provechosa para el que no puede evacuar, recayeren de alguna enfermedad, y esta raíz hase de
hase de beber en ayunas cuando quisiere, y con es- beber cuando ya quiere entrar en el baño el enfer-
to evacuará, y también echa las arenas y espesura mo, para que no sienta el calor de él, y despues que
que impedia la orina: en todas partes se hace, y en salga ha de beber otro poco; también la beben los
la orilla del agua dulce. sanos para la digestión y para aplacar el calor in-
Hay otra que s e dice quauhxozouhqui, ó xoxouh- terior: hase de beber en ayunas, y despues de co-
capactli: esta es una yerba como la yedra, que su- mer también se puede tomar: hácese en todas las
be por los árboles y por las paredes, tiene las ra- montañas.
mas verdes, y las hojas redondillas y puntiagudas: Hay un arbusto que se llama tepstomatL, tie-
echa flores y son blanquitas, hacen semilla, y esta ne las ramas espesas y verdes, las hojas son ra-
es redonda, y en cada flor no se hace mas que uno; las, anchuelas, y arpadas por las orillas, y hace unas
las hojas y semilla molida, mezclada con agua y tin- flores amarillas, van juntas, las hojas y no son de pro-
ta, lavado el cuerpo con ella es contra la gota, y vecho; hace unas hojillas que no son de comer, tie-
también se pone en el mismo lugar donde está, mez- ne las raíces delgadas y recias, tocando con ella en
clado con un poco de resina, y cuando la gota ha la lengua la enhiesta. Estas raíces molidas con al-
cundido por todo el cuerpo, y dá grandes dolores, y gunas de las hojas, son provechosas para los que se
les ha cerrado la orina y la cámara; también es pro* se de poner dentro en el miembro femenil ó viril, y
vechosa para los que tienen cerrada la esperma, de luego por allí purga lo que hacia daño al cuerpo:
manera que no pueden regir ni hacer cámara, ni co- lo mismo es para los que se estragaron teniendo ac-
mer. Deshecha en un poco de agua tibia, y bebida ceso á la muger. Esta raíz molida y mezclada con
en ayunas ó despues de comer cuando ya es hecha la raiz de la yerba que se llama chilpanton, es pro-
la digestión, arroja por debajo los malos humores vechosa para los que tienen hinchazón de la barriga
y sana. por razón de alguna apostema interior: hase de be-
Hay otra que se llama tlatlacotic, es larga, y ber en ayunas con agua, y con esto purga por aba-
alta, tiene muchas ramas macizas, y son verdes y jo la apostema que hacia daño. De esta yerba chil-
nudosas por sus tercios, y en estos nudos tiene las panton arriba se dijo: esta yerba texoxocoioli en las
hojas, que son anchuelas, verdes, puntiagudas, larguillas montañas y en los páramos se hace.
y no son de provecho: las raíces son espesas, mu- Hay otra que se llama tlatlanquaye, es largui-
chas y delgadas, por encima son negras y por den- 11a y no tiene mas de una rama como árbol, arri-
tro algo amarillas: tienen la corteza delgada y son ba tiene algunos gajos y muchas rayadas: de la par-
sabrosas. Esta raíz molida se bebe despues que al- te de abajo son anchas, y de la de arriba son agu*
guno se há purgado: hase de moler y mezclar con das: tiene flores entre las hojas, leonadas, larguillas,
agua, y puédenía tomar antes y despues de comer, y redondillas, hacen semilla blanca semejante á los
luego que haya comido las puchas que se llaman bledos: moliendo las flores juntamente con las hojas,
yolatolli: hácese en todas partes, en los llanos y en
los montes. son de buen sabor: esto se hierbe con agua, y se
bebe antes de comer, es provechosa para los que
Hay otra yerba que se llama texoxocoioli, tie- tienen cámaras de sangre, y con esto se restriñen:
ne las ramas larguillas, y también los pezones de las es también contra flujo de vientre, y contra el vo-
hojas, y éstas son anchuelas y ametaladas de ver- mito como arriba se dijo. También es buena con-
de y morado; solamente hace una flor y es mora- tra el dolor de hijada, tomándola como esta dicho.
da, y tiene un sabor como de yerba ó heno y amar- Es asimismo provechosa para la perlesía bebiéndola
ga un poco: esta yerba molida es provechosa para y lavándose con ella: para esta enfermedad no se
las hinchazones poniéndola molida sobre ellas. La raíz ha de moler, sino cocerse entera la rama y la flor,
de esta yerba es una y redonda, por defuera es ne- y labar con el agua todo^eí cuerpo. También es pro-
gra y por dentro amarilla, tiene unas raíces peque- vechosa para los que tienen cámaras de materia':
fiuelas, delgadas y espesas en que está revuelta: tie- tiene esta yerba una raíz sola y gruesa, con algu-
ne^ un sabor áspero que se hace á la lengua. Esta nas raízes pequeñas que salen de ella; pero no "es
raíz molida es buena para las mugeres que torna- provechosa para nada. También es medicinal esta yer-
ron á recaer, por haber tenido su marido acceso ba para los que tienen hinchada la barriga; bebien-
á ellas antes que estuviesen bien sanas, y también do el agua cocida con ella como arriba se dijo sa-
para el hombre que tornó á recaer por haber teni- nan y deshechan el humor dañoso, y purifica lo inte-
do acceso á su muger antes de estar bien sano. Mo- rior: es también buena contra unas frialdades que
lida hase de revolver con un poco de algodon, y ha- metidas en el cuerpo, dan dolores en todo él, y aa-
275
gustias en el corazón: hácese esta yerba en las mon- hácese en todas partes, en las montañas, y en los
tañas, en tierras templadas es rara. páramos.
Hay una flor medicinal que se llama tornea- Hay un árbol medinal que se llama quctzalmiz-
xochitl, es olorosa, parase por la tierra, y encaráma- quitl, es árbol pequeño, tiene muchas ramas, tiene
se por los árboles y por las peñas; tiene las hojas las hojas como las del cedro, son muy verdes y lar-
verdes, larguillas y anchuelas, las flores entre las ho- gas como un palmo, llevan unas flores amarillas y
jas. Son estas flores amarillas tirantes á colorado, lar- se caen, no hace semilla tampoco como el sauce. Las
gas como un dedo, huecas y algo vellosas, tiene hojas de este árbol son provechosas molidas con la
suave olor: muélense estas flores juntamente con la raíz de la yerba que se llama cozlomatl; molidas to-
yerba que se llama tlachichinoaxihuilL bebida y mez- das juntas, bébense con agua y son provechosas pa-
clada con agua, es contra el calor interior; también ra el que tornó á recaer de alguna enfermedad por
aclara la orina. Esta flor suélenla todos beber, en- haber caído, ó tomado alguna cosa pesada, ó por
fermos y sanos, hecha en cacao: esta yerba y flor haber ejercitado el acto carnal, ora sea hombre, ora
se hace en tierra templada, entre las peñas, y entre sea muger; hase de beber tres ó cuatro veces, y si
los árboles. . <• habiéndola bebido entrare en el baño, despues al
Hay otra que se llama tlachichinoaxihuitl, es pe- salir, bebería ha el enfermo. La raíz de este árbol
queñuela y tiene las ramas verdes y delgadas, las no es provechosa: la calidad de estas dos yerbas
hojas de tres en tres, delgadillas y puntiagudas: mo- con quien se junta ya se dijo arriba: este árbol se
lida es buena contra el calor de la boca, y el es- hace en las tierras calientes.
tómago: hase de beber con agua. Es también prove- Hay un árbol medicinal que se llama yohoal-
chosa contra las llagas podridas, y contra la sarna xochitl, es grande como una higuera, las hojas tie-
molida y puesta sobre ella: la raíz de esta yerba no ne muy verdes, largas, anchas y puntiagudas, y con
es de provecho, hácese en los riscos, y también en mal sabor y olor. Las hojas de este árbol, y los gru-
las peñas. mos molidos son provechosos contra la hinchazón que
se llama iztactotonqui, poniéndola encima sana: algu-
Hay otra yerba medicinal que se llama tía- nas veces se resuelve, y otras veces madura y sale
coxochitl, es altilla, tiene las hojas divididas de dos la materia: también contra la sarna y ampollas, pues-
en dos, ó de tres en tres, son verdes, anchuelas, ar- ta encima molida: tiene las flores blancas, solamen-
padas y algo vellosas; tiene las flores naranjadas, re- te de noche se abren y dan gran fragrancia, y de
dondillas y huecas, no son de provecho: las raízes dia no, raro es este árbol, ó mata: hácese en los mon-
de esta yerba son gruecezuelas, por encima negres- tes, en los páramos y en el pueblo que se llama
tinas, y por dentro blancas; tiene la corteza delga- Ecatepec.
da, sabe entre amargo y dulce, es buena contra el
calor demasiado y desmayo de corazon; hase de be- Hay otra mata que se llama cozcaquavhxihuitl,
ber molida y mezclada con agua, y con algunos gra- es bajuela esta mata, tiene muchas ramas, y son ver-
nos de maíz hasta quince, y con otros tantos de des por de fuera: son las hojas anchuelas, larguillas
cacao, todo molido y bebido con agua muchas veces y puntiagudas; hácense en ella ubitas redondillas y
en ayunas, y despues de comer mitígase el calor, verdes; por dentro de ellas se hacen unos granos
277
que son la semilla: muélense secas las hoja3, r e - ar con ellas las espaldas para que no se sientan
vueltas con las de la yerba que se llama guauhya- os azotes.
yaval, es remedio para los huesos quebrados por caí-
Hay una yerba medicinal que se llama cihua-
da, y para los nervios lisiados: despues de habérse-
patli, es mata, tiene muchos virgultos (a) tan altos co-
los concertado, pénenlo ensima de la quebradura, re-
mo un estado, tiene las hojas cenicientas, anchuelas
vuelto con resina, por via de bilma. También se re-
y puntiagudas, muchas ramas, flores amarillas y blan-
vuelven estos polvos con tinta de la tierra, pegado
cas, cria semilla como la de los bledos, las hojas
con su pluma, cuando el enfermo no tiene calentu-
de esta mata son provechosas cocidas en agua bien
ra. L a raíz de esta m a t a no es de provecho: hácese
hervidas: la muger preñada que ya está para parir,
en los términos de Chiconauhll, y en las tierras calien-
bebe esta agua para facilitar su parto sin pena, y
tes, y sembrándola nace.
al momento le sale sangre, y es señal que ya quie-
El maguéy de esta tierra especialmente el que re nacer la criatura: las raíces de esta mata son
llaman tlacametl, es muy medicinal por razón de la delgadas y largas, y muchas en la sobre haz son ne-
miel que de él sacan, la cual hecha pulcre, se mez- gras y por dentro amarillas, tiene un olor desabri-
cla con muchas medicinas, para tomarlas por la do. Esta raíz molida y cocida con agua tibia, es pro-
boca, como atrás se dijo. También este pulcre es vechosa al que tiene cámaras de sangre; puédenla
bueno y especial para los que han recaído de alguna beber en ayunas y también despues de comer, y el
enfermedad, bebiéndolo mezclado con una vaina de que la bebiere ha de comer cosas templadas: en to-
axi, y con pepitas de calabaza, todo molido y bebi- das partes se hace esta yerba, en los campos, en las
do dos ó tres veces, y despues tómase el baño y así montañas, y entre las casas.
sana. También la penca de maguéy nuevo asada en El árbol que se llama tuna, tiene las hojas
el rescoldo: el zumo de este ó la agua de que se grandes, gruesas, verdes y espinosas. Este árbol echa
coció hervido con sal, echado en la llaga del que flores en las mismas hojas, unas son blancas, otras
se descalabró, ó del herido, de qualquiera herida sa- vermejas, otras amarillas, y otras encarnadas; h á c e -
na: también la penca del maguéy seca y molida mez- se en este árbol una fruta que se llama tuna, son las
clada con resina de pino, y puesta con su pluma tunas muy buenas de comer, nacen en las mismas hojas,
en el lugar del dolor, ya sea gota, ya sea qualquiera y estas descortezadas y molidas, danlas á beber con
otra cosa la sana. También el pulcre se mezcla con a<ma á la muger que no puede parir, ó que se le
la medicina que se llama chichicpatli, y hervido con ladeó la criatura, con esto pare bien, y á la que es-
ella es provechosa para el que tiene dolor de pechos, to sucediere, padece do3 ó tres dias gran pena an-
de barriga, de espaldas ó tiene alguna enfermedad tes que para: esto acontece por la mayor parte á las mu-
con que se vá secando, bebiéndola en ayunas, una geres que no se abstienen del uso del matrimonio antes
ó dos veces, ó mas, sana. Esta medicina que se lla- de parir. L a semilla de la chian molida con un poco de
ma chichicpatli, es corteza de un . árbol que se llama la cola del animal que se llama tlaguatzin, en tanta can-
chichicqucinitl, solamente la corteza de este árbol es tidad como medio dedo, mezclado todo con agua,
provechosa, hácese este en las montañas de Chalco: y bebiéndolo la muger que no puede parir, al ins-
también e s t a s pencas de maguéy son buenas para fre- tante lo consigue: éste brebage es mejor para esto
Tóm. III. 36
( a ) O varejones.
vechosa para el hombre ó muger, que porque no aca-
que no los de arriba, y esto no lo saben muchos. La bó de espeler la simiente humana, ó por miedo o
raíz de esta yerba verde y cruda, con la del salce por otra ocasion que se ofrecio, y queda cortado o
(ó sauce) que se llama quetzalvexotl todo molido, há- estragado, por esta causa se va secando, le da
cese con ello atole, y es provechoso para los que una tós continua, y se vá poniendo negro el cuer-
escupen sangre, y que tienen continua tos que sale po, y aunque haya un año, dos ó tres que e s t e a ,
del pecho. También con esto sana la tos vieja ó de tomándola por lavativa, espete un humor ^ hedion-
muchos días: juntamente es bueno para los que tie- do, y por espacio de dos ó tres días, acaba de sa-
nen cámaras de materia bebiéndola dos ó tres ve- lir el humor corrupto, y por el miembro echa la ori-
ces. La semilla de esta yerba cruda muélese, y sa- na blanca como agua de cal y muy hedionda, y lo
cándola el zumo y bebiéndolo en ayunas limpia el mismo hace la muger. Esto mismo es medicina1 pa-
pecho, y mezclado con aiul antes de comer hace lo rí cuando alguno en sueños no acabo de espelei el
mismo: este zumo de esta chian [ó chia] es como el óleo hunior sementino. La cantidad de esta raíz ha de ser
de linaza de Castilla conque los pintores dan lustre. como medio dedo, molida para una vez: hallase es-
Hay otra yerba medicinal (que se llama Aac- ta verba en los campos de Tullan tzinco(ó Tu ancmgo.)
xoatic, es delgadilla y verde, no tiene mas de una Y
Hay otra medicinal que se llama tlamacazqui
rama tan alta como un palmo, las flores son blan- «pampa, tiene las ramas muy espesas y tan altas
cas, las hojas como las de la yerba que se llama c o m o un estado, son como verdazcos de membrillo,
iztacquilitl, y no son de provecho; la raíz de esta yer- de una parte cenicientas y de otra verdes, van de-
ba es una y redondilla, tan larga como un palmo,, rechas las ramas y tienen flores amarillas y aspe-
de la parte de fuera es blanca y un poco quemosa: ras, no tiene hojas la flor y éstas, las ramas y ho-
la sobre haz ó la corteza de ésta raíz es provecho- jas no son de provecho; las raíces son delgadas y
sa, el meollo no, molida es contra el tabardete ó ta- muchas, largas como un palmo, y espesas como un
bardillo, pues bebida con agua luego vomita la có-
lera ó flema, y así se templa el calor y el cuerpo. hacecillo- sSn estas raíces quemosas en la gargan-
Esta yerba se hace en los llanos, en las cuestas y ta po encima son algo coloraditos y por dentro
en todas partes, sécase en invierno, y en el verano ermejas: la corteza de la raíz es delgada, el meo-
la misma raíz torna á brotar. llo tiene muchas hebras como de nequen correosas
V delgadas. Esta raíz molida y bebida en ayunas con
Hay otra medicinal que se llama oqxdchpatli, L ú a es provechosa para la enfermedad que se di-
nace parada sobre la tierra como la yerba de la go- jo a r r i b a / c u a n d o por alguna ocasion se corta el hu-
londrina, tiene las hojas muy verdes y redondillas co- mor s e m i n a l . Bebida como está dicho, purga por aba-
mo lentejas, y algo puntiagudas: éstas y las flores io el mal humor que estaba opilado: hase de beber
van entrepuestas unas con otras como plumas blan- una vez, y muy de mañana, y no se ha de comer has-
quillas, llévase el viento á las flores, y éstas y las ta el" medio dia, y lo que se comiere sea templado con
hojas no son de provecho. La raíz es una y redon- chile: hácese en todas partes, en las montanas y en
dilla tan larga como un palmo; por encima es un
poco amarilla y por dentro blanca, es quemosa es- las cuestas. .. .
Hay otra medicinal^ que se llama cictmaüc, na-
ta raíz y está como en relata: (a) molida ésta es pro-
(a) Parece quiere decir enrredada.
289 esto sucede se deshace: es provechosa para las cá-
ce parrada, tiene muchas hojas, muy verdes y an- maras continuas de humor como agua; hase de mo-
chuelas, y de tres en tres: es de la manera de los ler tanto como un dia para otro día, y hanla de re-
frisóles; no hace flores: la yerba no es provecho- volver con agua tibia, de m o d o que se incorpore:
sa para nada; la raíz es desabrida y recia como hase de beber en ayunas, y si se bebe despues de
un tronco, casi como una cabeza de persona y l a r - comer, hase de mezclar con un poco de t u t o T a m -
ga como un codo; tiene la corteza gruesa; por en- bién es provechosa q u i e n tiene camaras de san-
p a r a
cima es negra, y por dentro tiene unas pintas c o - gre ó la escupe; pero entonces no se ha de m e z -
loradas espesas: molida es buena para el que tiene clar con tinta; también es buena esta resina para las
mal de los ojos que se cubren de carne, que llaman hinchazones de apostemas: puesta encima ablanda-
ixnocapachivi: envuelta con un paño esprímenla s o - fas y ábrelas: estos árboles se hacen en tierras ca-
bre los ojos, y luego se quita aquella carne que cu- lentes como ácia Quauhnaoac, ¿re. [hoy Cuernavaca ]
bría al hojo: hácese en todas las montañas. Hav otra que se llama cocopt, muy semejante
Hay otra medicinal que se llama cuitlapaíli, al maíz: los granos de esta yerba tuéstanse de ma-
tiene las ramas larguillas y ahugeradas por dentro, nera que se convierten en carbón, y también a l g u -
de cada pie nacen dos ó t r e s ramillas verdes, las nos granos de trigo de la misma manera tostados,
hojas son anchas como las acelgas de Castilla, las todo molido y hecho puchas, rociado con un poco de
flores blancas, y éstas y las ramas no son de pro- chilmolli, (ó salsa de chile) es provechoso para los que
vecho: las raíces de esta yerba son gruesas como tienen^cámaras de sangre: hace de beber tres veces en
rábanos, por fuera son blancas y por dentro amari- un dia, una vez á la mañana, otra á medio día, y otra
llas claras: tiene las cortezas gruesas como las de á la tarde: esta yerba se hace en los maizales, n a -
éstos, y también lo de dentro; seca esta raíz y mo- die la siembra; algunas de ellas nacen antes de sem-
lida, es provechosa para I03 que tienen landrecillas (a) brar y otras despues de haber sembrado, es entre
en la garganta, y también p a r a los que tienen lam- el maíz como el vallico ( a ) entre el trigo.
parones. Estos polvos hanse d e revolver con resina,
y puestos en los lugares de la enfermedad, cúbren-
los con plumas: también es buena esta raíz para las
mugeres ú hombres que se les pudrece el miembro:
asimismo lo és contra la enfermedad que se lla-
m a xochiciviztli: (ó sean almorranas) esta raíz no se
bebe: hácese en los montes.
Hay una resina en e s t a tierra, que es ni mas
ni menos que incienso: el árbol de donde mana se
llama tepecopalquavitl; hácese cuando no llueve, y si
(a) Landrecillas son pedacitos d o carne redondos q u e se ha-
llan en varias partes del cuerpo, c o m o enmedio de los músculos (b) Especie de grama que se eria en el trigo. [Diccionario
del muslo, entre las glándulas del s o b a c o , d e las ingles, y d e otras Español.]
partes. (Diccionario Español.)
<

gran botica para curar muchas enfermedades esquisitas, pero q u e


no fueron desconocidas á los antiguos Aztecas! me atrevo á pro-
nosticar que llegará un dia en q u e conociendo el Gobierno me-
xicano, el gran mérito de la obra del P . Sahagun, la hará reim-
J L i l difuso capítulo anterior muestra á toda luz, el doble c o n o -
primir con la mayor exáctitud, la mandará anotar, y grabar lámi-
cimiento que los antiguos mexicanos tenian de la Botánica, y d e
nas de las descripciones que comprende de animales y plantas, re-
la Medicina, pues sabian aplicar las yerbas á las enfermedades co-
conociendo en estos libros la riqueza de sabiduría de que somos
nocidas. Los libros d e botánica del dia, tal vez solo se limitan á
deudores, al buen celo del esclarecido misionero Sahagun, cuya
las descripciones de las plantas. Mucho tiempo despues de la Con-
virtuosa vida se consagró toda á la enseñanza del Evangelio, á su
quista continuaron haciendo uso de ellas, y aun todavía se con-
glosa, á propagar la piedad por medio de varias obras ascéticas,
serva la memoria de un célebre curandero llamado el Doctor Indio
y finalmente, á dar idea al mundo antiguo, de la sabiduría de los
d e Valladolid de Michoácan, que confundió y humilló el orgullo
mexicanos. U n médico indígena que poséa perfectamente este idio-
del Proto-medicato d e México, cuando lo ecsaminó para castigar-
m a y la botánica, y rectifique las noticias del P . Sahagun, hará
lo como un empírico charlatan, y curandero. El suplicó á sus s i -
el mayor servicio fi la humanidad doliente. ¿Lo verémos en nues-
nodales que oliesen una yerba, la cual les produxo u n a f u e r t e einor-
tros días? ¡Plegue á Dios!
ragia, entonces les dijo que se la contuviesen; pero no pudiendo
hacerlo en lo pronto, les ministró polvos de otra yerba con los

que al punto restañó la s a n g r e Hé aquí (les dijo) cuales son


mis conocimientos en la medicina, y el modo conque curo las do-
lencias de los que me llaman De ésta yerba se h a c e memoria
en el anterior capítulo.
La pérdida casi total del buen lenguage mexicano, el aban-
dono conque se há visto éste idioma por los españoles, y la terri-
ble persecución que há sufrido á consecuencia de varias órdenes
d e la Corte de Madrid p a r a q u e se extinga, y no se hable mas
que el castellano, y solo e n él enseñen los curas la doctrina cris-
tiana y primeras letras, h a c e presumir que haya hoy muy pocos me-
xicanos que conozcan las plantas y virtudes del largo catálogo re-
ferido. Yo ruego al S u p r e m o Gobierno protector de las ciencias,
mande se haga una espedicion botánica en toda la República, cu-
yos profesores se dediquen especialmente á ecsaminar y clasificar
las plantas mexicanas con arreglo á su nomenclatura antigua ya in-
dicada, y su correspondencia con la de Lineo. ¡Qué tesoro tan c o .
pioso n o se abriría por e s t e medio á la humanidad doliente! ¡Qué
284 . f
Hay otra piedra medicinal que se llama aztetl%
Sigúese á tratar de las piedras medicinales.
la cual es" provéchosa, para restañar la sangre que
Hay una piedra medicinal que se llama quiauli- sale de las narices, tómandola en la mano, ó po-
teocuitlatl, es una piedra no muy dura, pero pesada: niéndola en el cuello de tal manera que toque en
es negra ó ametalada de negro y blanco; ni es sa- la carne. Esta piedra tiene muchas colores, pintas co-
brosa, ni es amarga ni dulce, sino como pura agua: loradas, blancas, verdes claras, amarillas, negras y
es provechosa para aquellos que los espantó algún cristalinas revueltas con todas las demás; antes que
rayo, y quedan como desatinados y mudos; bebien- se pulan 110 se parecen estas pintas de color, y después
do las raeduras de esta piedra con agua clara y fría de pulida, entonces se le manifiestan muy claramente:
vuelven en sí. E s también provechosa para los que hácense estas piedras, en esta tierra en muchas partes.
tienen calor interior, bebido como está dicho: t a m - Hay otra piedra medicinal que se llama atl-
bién hace lo mismo si se mezcla juntamente con las ekipin, es provechosa contra el calor interior dema-
raeduras de la piedra que se llama xiuhtomoltetl; tam- siado: también purifica la orina pulverizada, y be-
bién aprovecha de la manera arriba dicha contra el bida el agua en que haya estado una hora poco
mal de corazon, que derrumba y hace hacer bascas: ha- mas ó menos. Esta piedra no es muy recia, es como
lo de beber una ó dos veces. Esta piedra se hacia muzero: tiene muchas pintas y diversidad de hechu-
en Xalapa, Itztepec, y Tlatlauhquitepec, (a) y los na- ras, es tosca, fría y buena de moler, ó de raspar.
turales de aquellas partes dicen, que cuando comien- Cuando se toma esta medicina no han de comer
za á tronar y llover en las montañas y montes, caen • cosas calientes: críase esta piedra en las peñas, y
de las nubes estas piedras, y mótense debajo de la cada año crece; hácense como los muzgos apegadas
á las otras peñas, y bien se distingue que es naci-
tierra muy pequeñas, y cada año van creciendo y
da sobre la otra piedra: hácese en muchas partes de
hácense grandes, unas redondas, otras largas como
esta tierra especialmente ácia Mahnalco.
turmas de carnero, y mayores ó menores, y búscan-
las los naturales de aquella tierra; y donde ven n a - Hállanse en esta tierra huesos de gigantes
cido un zacate solo, conocen que allí está la piedra, por los montes y debajo de tierra, son muy g r a n -
caban, y sácanla. (b) También la beben los que están sa- des v recios: molido este hueso, ó un poco de el, es
nos como arriba se dijo, y templa el cuerpo del ca- bueno contra las cámaras de sangre y contra las
lor escesivo. . de podre, á las cuales otra medicina 110 aprovecha: hase
de beber con cacao, hecho como comunmente se hace.
Hay otra piedra medicinal que se llama xiuh- L a carne del tigre, dicen que es medicinal
tomoltetl, es como chalchivitl, verde y blanca, mezcla- para que los que han sido casados, estando viudos no
da, es hermosa, las raeduras de esta piedra bebidas se acuerden de muger, ni les fatiguen las tentacio-
como arriba se dijo, aprovechan para las enfermeda- nes carnales: hánla de comer asada ó cocida: [ a j tam-
des va indicadas: traen esta piedra de ácia Guate- bién es provechosa comida de esta manera para los
mala y de Xoconochco; (Xóconuxco) no se hace por que pierden el seso; asimismo es buena para los que
acá: hacen de ella cuentas para poner en las muñecas.
( a ) La oracion y ayuno son buen remedio para la primera en-
(a) Camino de Zacapuaxtla. ( b ) T e n g o esto por patrrña, V no fermedad, y para la segunda la casa d e san Ypohto.
creo en las virtudes que por lo común se atribuyen á las piedras. ' Tóm. III. 37
tienen calenturas con frió: hala de comer cuando co- bosos, allí los lavan, y despues de lavados los po-
mienza la calentura, y ha de beber un poco de cal- nen medicinas conforme á aquellas enfermedades: pa-
do. También comen esta carne los señores para ser ra estos es menester, que esté muy caliente el baño.
fuertes y animosos: también para los que son locos Esta relación arriba puesta de las yerbas me-
es bueno un pedazo de cuero, y de los huesos, y dicinales y de las otras cosas arriba contenidas, die-
también del estiercol, todo quemado y molido, y mez- ron los médicos del Tlaltilulco, [Santiago] viejos y
clado con resina ó ocotzotl, y sahumándose con ello muy esperimentados en las cosas de la medicina, y
sanan. que todos ellos curan públicamente; los nombres de los
Hay unos gusanos como los de España que cuales, y del escribano que lo escribió son como siguen,
tienen muchos pies, su cuero como concha, y yendo y porque no saben escribir rogaron al escribano que
andando y sintiendo algo, luego se enrroscan y es- pusiese sus nombres. Gaspar Matías, vecino de la
tan quedos: usan para medicina de estos gusanos en Concepción: Pedro Destrago, vecino de santa Inés:
esta tierra, molidos secos y mezclados con resina, Francisco Simón, y Miguel Damian, vecinos de santo
puestos sobre el lugar donde duele la gota, quitan Toribio: Felipe Hernández, vecino de santa Anna: Pe-
el dolor; también son buenos para los que se comen dro de Requena, vecino de la Concepción: Miguel Gar-
los dientes, ó las muelas, ó les duelen, molidos como cía, vecino de santo Toribio: Miguel Molilima, veci-
está dicho, mezclados con tinta y puestos en la qui- no de santa Inés, (a)
jada donde está el diente que se come ó duele, se
Párrafo sesto: de las yerbas olorosas.
quita luego el dolor; estos gusanos en todas partes
los hay. Hay una yerba que se llama axocopaconi, há-
Usan en esta tierra de los baños para muchas cese en las montañas, es muy olorosa, y tiene in-
cosas, y para que aproveche á los enfermos liase de tenso olor. Hay otra olorosa que se llama quauh-
calentar muy bien el baño que llaman temazcalli, xiuhtic, es muy'tierna echada en la agua, toma su
y háse de calentar con buena leña que no haga hu- olor, y bebiendola dá mucho sabor y contento.
mo. Aprovecha primeramente á los convalecientes Hay otra que se llama mecallxochitl, hácese en
de algunas enfermedades, para que mas presto aca- tierras calientes, es como hilos torcidos: tiene el olor
ben de sanar: aprovechan también á las preñadas intenso, también es medicinal. Hay otra que se lla-
que están cerca del parto, porque allí las parteras ma ayauhtona, es verde clara, tiene las hojas anchue-
las hacen ciertos beneficios para que mejor paran. las, redondillas y con muchas ramas, y en todas ha-
También aprovechan para las recien paridas para que ce flores, es de comer.
sanen, y para purificar la leche: todos los enfermos Hay otra que se llama tlalpoiomatli, esta yer-
reciben beneficios de estos baños, especialmente los ( a } H é aquí uno de los caracteres de la verdad y noble sen-
que tienen nervios encogidos, y también los que se cillez que campéa en todas las lineas d e esta obra, y que mues-
purgan despues de purgados: también para los que tran en el mejor punto de vista, la a n g e l i c é alma del padre S a -
hagun. E n esta relación hay cosas muy importantes y muy despre-
caen de su pie, ó de alto, ó fueron apaleados, ó mal- ciables. Fórmese una espedicion de sabios que reconozcan estas
tratados, y se les encogieron los nervios aprovécha- plantas y su3 virtudes, y se sacará gran provecho de ella.
les el baño. Asimismo aprovecha á los sarnosos y bu-
ha tiene las hojas cenicientas, blandas y vellosas: Hay otro heno mas áspero un poco, que el que es-
hácense en ella flores; por su olor, hacen de ella tá dicho, que se llama cacanovalli, sirve para lo pro-
perfumes para meter en los cañutos del humo, y di- pio. Hay otro heno muy áspero que se hace en tier-
funde su olor lejos. ra salitrosa que se llama tequixquicacatl, quiere de-
Hay otra que se llama yyauhtli, es muy ver- cir, heno de tequixquitl, es bueno para quemar, (a)
de, tiene muchas ramas y crecen todas juntas ácia Hay otro que es alto y delgado, es bueno pa-
arriba; siempre huele, es también medicinal para los ra techar, ó cubrir las casas, llámase cacamamaztli,
que tienen cámaras: molida y bebida con el cacao, ó teolcaleacaü. Hay otra manera de heno que se lla-
hase de tostar, y despues molida y mezclada con él: ma vauhcacatl, es altillo y delgado.
aprovecha también para los que escupen sangre, y Hay otro que se llama xiuhtecucacatl, es alti-
para los que tienen calenturas. llo y vermejo. Hay otra manera de heno que se
Hay otra que se llama ocoxochitl, tiene las ra- llama cacateztli, y es la yerba que comunmente pa-
mas verdes, parradas y delgadas, hácense en ella unas cen las bestias, y se hace por todos esos campos,
ubillas muy menudas, hállase en los montes, y donde y es señal de tierra estéril donde ello nace.
quiera que está, está oliendo. Hay otra que se lla- Hay otro que se llama elocacatl, es muy ver-
ma iztauhiatl, son los inciensos de esta tierra, que son de tiene porretas como el trigo y es blanco, có-
como los de España. menlo los conejos, y otros animales.
Hay otra que se llama itztonquavitl, tiene sua- Hay otro que se llama ococacatl: á la yerba que
ve olor. Hay otra que se llama epacotl, es de co- comen los caballos en esta ciudad de México lla-
mer, hacen con ella puchas y es sana. Hay otra que man callolti, hácese en la agua estancada, en al-
se llama etzpanxthuitl, es altilla y delgada, hace se- gunas partes de Castilla se llama carriso. Hay unas
milla y es amarga, aprovecha para ablandarse la ca- juncias que se llaman itztolli, son trianguladas, ha-
ra lavándose con ella. cen flores, estas y las raízes son medicinales. A las
Hay otra que se llama tlalguetzal, tiene las espadañas llaman tolpatlactli, son como las de España.
hojas arpadas -á manera de penacho, es medicinal A las juncias llaman tolmimilli, son como las de España.
para la tos, y también para el ahito, [b] Hay otra yerba Hay unas juncias medicinales de que se ha-
de mal olor que se llama ytzcuimpaili, es muy amarga. cen petates, y llámanlas petlatoli. Hay otras de que
Hay otra de mal olor que se llama ytztonquavitl, bé- se hacen petates, que son trianguladas y recias, llá-
bese con agua, y es provechosa para la digestión. manlas nacacetotli. Hay otras que se llaman toliama,
ó atoli. Hay otras que llaman tolnacochtli, de todas
Párrafo sétimo: de las yerbas que ni son comesti- estas hacen petates.
bles, ni medicinales, ni ponzoñosas. Hay juncos como los de España, Uámanse
xomalli. Hay unas yerbezuelas que son comestibles,
Hay una manera de heno muy blando, es bue- que nacen en el agua como junquillos, y llámanlas
no para mezclar con el barro para hacer edificios, ( a ) L a yerba llamada gobernadora, e s propia para quemar, v
y también hinchen con el albardas, ó enxálmas. (a) se usa de ella para las máquinas del vapor por el asiento de
minas del Catorce, y suple la falta de leña.
(a) Llámase z a c a t e de aparejo. [b] Indigestión.
291
aletetzon. Hay unas cañuelas que se hacen en el agua trata, nace por el campo y no tiene olor ninguno,
que se llaman acacapacquilitl. Hay unas yerbezuelas aunque tiene la apariencia como la de arriba, que
en el agua que tienen la hoja como tomin, anchue- nace en árboles. La flor de la yerba que se llama
la y estendida sobre el agua, llámanla malacotl. tolcimatl, es muy hermosa, y no -tiene olor ninguno:
Hay unas cañas altas, delgadas y hojosas, las esta yerba que se llama caxtlatlapan, hecha en un
hojas de estas son vellosas, ásperas y cortan. Hay mismo pie flores de diversas colores, son blancas,
unas yerbas en el agua que se llaman achili, son lar- amarillas, coloradas y ametaladas, no tiene olor.
gas y correosas, son algo coloradas y ñudosas. Hay Estas flores que se llaman cempoalxuchitl, son
también cañas que se hacen á la orilla del agua, son amarillas y de buen olor, anchas y hermosas que ellas
como las de Castilla. A los elechos llaman ocopetlatl. se nacen, y otras que las siembran en los huertos:
Hay una yerba campestre que se llama quammamax- son de dos maneras, unas que llaman hembras cem-
tla. Hay una yerba silvestre que se llama istzmoli, poalxuchitl, y son grandes y hermosas, y otras que
tiene las hojas lisas muy verdes y correosas. hay se llaman macho, cempoalxuchitl, no son tan her-
Hay otra silvestre que se llama quanhichpoli. mosas ni tan grandes, (a)
Hay doradilla en esta tierra, llámanla tetequetzal Es- Hay otras de este genero que se llaman ma-
tas yerbas y flores que se siguen de aquí adelante, cuilxuchitl, son pequeñuelas, aunque muy amarillas, y
son de poca importancia, y solamente se pretende olorosas: hay otras de este género y muchas.
poner, y saber los nombres de ellas en la lengua Párrafo noveno: de las flores y árboles que en ellas
indiana, y así muchas de ellas se dejarán de romanzar. se crian.
Párrafo octavo: de las flores, y de las yerbas silvestres. Las florestas son muy amenas, frescas, y de
Hay unas flores silvestres muy olorosas que muchos árboles y yerbas, y de diversas flores; tienen
se llaman omixuchitl, son de dos maneras, unas blan- aguas manantiales ó de rio con que se riega el lu-
cas, y otras coloradas. Hay otras que llaman tlaliz- gar de tierra fértil; es lugar apacible y muy delei-
quixuchitl, son muy olorosas, y hácense en unas yer- toso; están plantados en estas florestas árboles de
bas que son parradas por el suelo, son blancas. Hay muy olorosas y preciosas flores, que se llaman yollo-
otras flores, también son silvestres, hácense en las xochitl, y jel árbol que se llama yolloxochiquavitl: son
tierras calientes, son muy olorosas, la yerba en que estas flores olorosas y hermosas, y su hechura es co-
nacen se encarama por los árboles: cuando está en mo corazon. Antiguamente solamente los señores las
su yerba, es verde: cuando se seca es negra, es pre- usaban, especialmente'las que se llaman tlacaiolloxochitl,
ciosa y medicinal. porque hay otras de menos precio que llaman ytz-
Hay otras flores que se llaman cocauhqm, y cuiniolloxochitl, que ni son hermosas ni huelen, y usan
vexuchitl, son amarillas y olorosas, úsanlas mucho los de ellas la gente baja.
principales. Esta flor que se llama cacaloxuchitl, es Esta flor llamada yolloxuchiquavitl, hacese en
de dos maneras, unas de ellas que se hacen en árboles grandes como los nogales, llámase también
árboles, y en tierras calientes, tienen muy suave olor; el árbol yolloxochitl, son estas flores preciosas, y de
(a) En Europa clavel d e indio.
pero está que se llama tlalcacoloxuchitl, de que aquí
muy suave olor, tienen la hechura de corazon, por hermosas y por eso muy apreciadas. Hay unas flo-
dentro son muy blancas. Son estas flores de dos ma- res que también lo son de las florestas, se lla-
neras unas que se llaman thcaiolloxochitl, son gran- man teunacaztli, que quiere decir, orejas preciosas
des muy hermosas, úsanlas los señores y gente de ó divinas, y és, porque son muy olorosas, hermosas
arte: hay otras que se llaman iizcuinioUoxochttl, como y provechosas, pues son de especie aromática, que se
está dicho es muy medicinal, y la beben también en usa mucho para beber el cacao.
cacao, que le dá muy buen sabor. Asimismo en las florestas se hacen unos ár-
Hay también en las florestas otros árboles de boles que se llaman vitzteculxuchitl, que hacen unas
flores que se llaman aloxochiquavill, en los cuales na- flores que tienen el mismo nombre del árbol, unas
cen unas flores grandes, son de la hechura de las son .blancas, otras moradas, otras coloradas y nin-
mazorcas de maíz, cuando están en caña; son muy gún" olor tienen; son preciosas por su buen parecer.
olorosas y también se beben con el cacao, y si Hay también unos árboles que se plantan en las flores-
echan mucha emborracha, hace de echar poca. Tam- tas," que se llaman tzonpanqucivitl, este árbol es mediano,
bién echada en el agua la hace sabrosa. y tiene ramas acopadas, la copa es redonda y de buen
También hay otros árboles que se llaman quau- parecer, tiene unas flores que se llaman equimixuchitl,
heloxochitl, son pequeños: los árboles y las flores son co- son muy coloradas y de buen parecer, no tienen
mo las arriba dichas, pero de menos olor y hermo- olor ninguno: las hojas de éste árbol se llaman equi-
sura, Hay también otros árboles que se llaman ca- mitl. También hay unos árboles en las florestas, que
cavaxochitl, en que se hacen unas flores que se lla- se llaman mapilxuchitl, en que se hacen unas flores
man también cacaoaxochitl, son pequeñas, y á mane- que son á manera de mano con sus dedos, quie-
ra de jazmines, tienen muy suave olor, y muy in- re decir floresdedos, tiene las hojas gruesas y muy
tenso. espesas: también éste árbol se llama macpalxuchttl,
porque sus flores son como la palma de la mano
Hay otros árboles que se llaman izquixochiqua- con sus dedos: toma nombre de la palma y dedos.
vitl, en los cuales se hacen unas flores que se lla-
man izquixochitl, son blancas, olorosas, hermosas y Párrafo décimo: de loa arbustos que ni bien son árboles,
muy preciadas. ni bien yerbas, y de sus flores.
Hay otras flores que se llaman tlapalizquixo-
chitl, y llámanse así no porque sean del todo colo- Hay un arbusto que se llama teuhquauhxóchitl,
radas, sino porque son manchadas, i y rayadas de tiene unas flores coloradas que duran dos ó tres días
colorado. sin marchitarse, ningún olor tienen y son hermosas:
Hay otros árboles en las florestas que se lla- hácese esta yerba encima de los otros árboles, en
man cennetlaxuchitl que cuando quiebran las ramas de las ramas y "horcadas de ellos. Hay otra yerba que
estos árboles mana de ellos leche, ó un humor blan- también se hace en las ramas y horcadas, y lláman-
co; estos árboles crian unas flores que se llaman la quehxuchitl. ,
cuetlaxuchitl, las hojas de las cuales son como las Hay otra que se llama tecolotlyiatlia. Hay unos
del cerezo; pero muy coloradas y blancas, tiene el árboles que en parte parecen á las palmas, porque
colorado muy fino, no tienen ningún olor; pero son Tóm. III. 38
tiene unas hojas como ellas, pero no tienen ramas
como éstas: producen unas flores blancas y son de
la facción de los racimos y flores de las palmas, y De las Piedras preciosas.
hacen un fruto que parecen dátiles, y son muy dul-
ces y buenos de comer. Párrafo primero: de todas las piedras preciosas en ge-
Hay un arbusto que se llama cacaloxuchitl, tie- neral: como se buscan, y donde se hallan.
ne las hojas anchuelas, larguillas' y vellosas, las ra-
mas derechas y bofas, y éstas y las hojas cuando se Las piedras preciosas no se hallan así como
cortan manan leche, y ésta es pegajosa como miel. están ahora en poder de los que las tienen ó que
Las flores de este árbol son hermosas: llámanse tam- las venden, así hermosas, pulidas, y resplandecientes;
bién cacaloxuchitl, son de suave olor, y confortan el mas antes se crian en unas piedras toscas que no
corazon con él. Por estas comarcas de México se tienen ninguna apariencia ni hermosura, pues están
hacen estas flores, pero son mejores las que vienen por esos campos ó en los pueblos, las traen de acá
de tierra caliente que algunas son negras; eran reser- para allá, y otras de éstas muchas veces tienen den-
vadas estas flores antiguamente para los señores. De tro de sí piedras preciosas, no grandes sino peque-
las que vienen de tierras calientes, unas se llaman ñas, algunas las tienen en el medio, otras en las ori-
necuxuchitl, son cortas: otras se llaman vitzitziltentli, es- llas ó costados. Hay personas que conocen donde se
tas son muy preciadas: otras se llaman caxuchitl, y crian las piedras preciosas, y és, porque cualquiera
otras que tienen diversos nombres. de éstas donde quiera que esté, está echando de si
Hay unas flores que se llaman xilóxuchitl, son vapor ó ecshalacion como un humo delicado, y és-
coloradas á manera de bolas deshiladas, hácense en te se aparece cuando quiere el sol salir, ó á su sa-
una yerba que se llama xilóxuchitl, no son olorosas, lida, y ios que las buscan y conocen, pénense en lu-
pero muy hermosas. «xar conveniente cuando quiere salir, y miran ácia
Hay unas flores que se llaman tecomaxuchitl, donde sale, y si ven salir un humito delicado, luego co-
son amarillas, y están hinchadas como vegigas: son nocen que allí hay piedras preciosas, ó que ha na-
olorosas y hermosas, y bébenlas en cacao: también cido, ó que ha sido escondida, y al instante van a
la yerba en que se hacen se llama tecomaxuchitl, en- aquel lugar, y si hallan alguna piedra de donde sa-
carámase ésta por los árboles y paredes. También lía aquel humo, entienden que dentro de ella esta
esta flor se llama chichioalxuchitl, porque es á mane- alguna piedra preciosa, y quiébranla para buscarla, y
ra de teta de muger. La flor que se llama tonacaxu- si no hay nada donde sale aquel humito, caban en
chitl es colorada y morada, hácese de una yerba que la tierra y hallan alguna caja de piedra donde es-
se encarama y para por el campo, no tiene olor, tán algunas de ellas muy preciosas escondidas, o por
sino buen parecer. ventura está en la tierra misma escondida ó perdi-
da. También hay otra señal donde se crian piedras,
especialmente las que se llaman chalchivites: en el lu-
crar donde están ó se crian, la yerba que esta allí
nacida, siempre está verde, y es porque estas pie-
tiene unas hojas como ellas, pero no tienen ramas
como éstas: producen unas flores blancas y son de
la facción de los racimos y flores de las palmas, y De las Piedras preciosas.
hacen un fruto que parecen dátiles, y son muy dul-
ces y buenos de comer. Párrafo primero: de todas las piedras preciosas en ge-
Hay un arbusto que se llama cacaloxuchitl, tie- neral: como se buscan, y donde se hallan.
ne las hojas anchuelas, larguillas' y vellosas, las ra-
mas derechas y bofas, y éstas y las hojas cuando se Las piedras preciosas no se hallan así como
cortan manan leche, y ésta es pegajosa como miel. están ahora en poder de los que las tienen ó que
Las flores de este árbol son hermosas: llámanse tam- las venden, así hermosas, pulidas, y resplandecientes;
bién cacaloxuchitl, son de suave olor, y confortan el mas antes se crian en unas piedras toscas que no
corazon con él. Por estas comarcas de México se tienen ninguna apariencia ni hermosura, pues están
hacen estas flores, pero son mejores las que vienen por esos campos ó en los pueblos, las traen de acá
de tierra caliente que algunas son negras; eran reser- para allá, y otras de éstas muchas veces tienen den-
vadas estas flores antiguamente para los señores. De tro de sí piedras preciosas, no grandes sino peque-
las que vienen de tierras calientes, unas se llaman ñas, algunas las tienen en el medio, otras en las ori-
necuxuchitl, son cortas: otras se llaman vitzitziltentli, es- llas ó costados. Hay personas que conocen donde se
tas son muy preciadas: otras se llaman caxuchitl, y crian las piedras preciosas, y és, porque cualquiera
otras que tienen diversos nombres. de éstas donde quiera que esté, está echando de si
Hay unas flores que se llaman xilóxuchitl, son vapor ó ecshalacion como un humo delicado, y és-
coloradas á manera de bolas deshiladas, hácense en te se aparece cuando quiere el sol salir, ó á su sa-
una yerba que se llama xilóxuchitl, no son olorosas, lida, y ios que las buscan y conocen, pénense en lu-
pero muy hermosas. «xar conveniente cuando quiere salir, y miran ácia
Hay unas flores que se llaman tecomaxuchitl, donde sale, y si ven salir un humito delicado, luego co-
son amarillas, y están hinchadas como vegigas: son nocen que allí hay piedras preciosas, ó que ha na-
olorosas y hermosas, y bébenlas en cacao: también cido, ó que ha sido escondida, y al instante van a
la yerba en que se hacen se llama tecomaxuchitl, en- aquel lugar, y si hallan alguna piedra de donde sa-
carámase ésta por los árboles y paredes. También lía aquel humo, entienden que dentro de ella esta
esta flor se llama chichioalxuchitl, porque es á mane- alguna piedra preciosa, y quiébranla para buscarla, y
ra de teta de muger. La flor que se llama tonacaxu- si no hay nada donde sale aquel humito, caban en
chitl es colorada y morada, hácese de una yerba que la tierra y hallan alguna caja de piedra donde es-
se encarama y para por el campo, no tiene olor, tán algunas de ellas muy preciosas escondidas, o por
sino buen parecer. ventura está en la tierra misma escondida ó perdi-
da. También hay otra señal donde se crian piedras,
especialmente las que se llaman chalchivites: en el lu-
crar donde están ó se crian, la yerba que esta allí
nacida, siempre está verde, y es porque estas pie-
dras continuamente echan de sí una ecshalacion fres- mucho valor, llámanse así, porque quetzalli quiere de-
ca y húmeda, y donde esto está, caban y hallan las cir pluma muy verde, é itztli piedra de navaja, la
piedras en que se crian estos chalchivites. cual es muy pulida y sin mancha ninguna, y estas
Las turquesas hállanse en minas: hay de és- dos cosas tiene la buena esmeralda, que es muy ver-
tas donde las caban y sacan unas mejores que otras, de, no tiene mancha, es pulida, trasparente, y al
pues unas son claras, otras finas, unas trasparentes, mismo tiempo resplandeciente.
y otras que no lo son. También hay minas donde Hay otro género de piedras que se llaman
se halla ambar fino, cristal ó viril, piedras de nava- quetzalchalckivitl, dícese asi, porque es muy verde y
ja y jaspe; también las piedras de donde se hacen tiene manera de chalchivitl: las buenas de éstas, no
los espejos, unas negras que son como azabache, y tienen mancha ninguna y son trasparentes muy ver-
también las piedras de sangre: todas estas se hacen des: las que no son tales, tienen rayas y manchas
en los montes y las caban como minas: de éstas pie- mezcladas: lábranse estas piedras, unas redondas y
dras de jaspes muy preciosas, hay gran cantidad en ahugeradas, otras largas, rollizas y ahugeradas, otras
los términos del pueblo que se llama Santiago de trianguladas, otras cortadas al sesgo, y otras cua-
Telalco, (a) de ellas hacen aras y otras cosas muy dradas. Hay otras piedras que llaman calchivites, son
preciosas. Hállanse á la orilla del mar otras piedras verdes y no trasparentes mezcladas de blanco, úsan-
y perlas preciosas, conchas blancas y coloradas, y di- las mucho los principales, trayéndolas á las muñe-
ferentes piedras que se llaman vitzitziltetetl, que se cas atadas en hilo, y aquello es señal de que es per-
hallan á la orilla de los ríos en la provincia de sona noble el que las trae; á los Maceguales no les
Totonacapan. Cuando los que conocen las piedras ha- era lícito traerlas.
llan alguna de éstas preciosa dentro de ella, prime- Hay otras piedras que se llaman xixitl, estas
ramente la quiebran y sacan la preciosa de donde son turquesas bajas, y hendidas y manchadas, no son
está, y luego la desvaratan y raspan, y despues la recias, algunas de ellas son cuadradas y otras de
limpian para que resplandezca, y de ahí la esme- varias figuras, labran con ellas el musayco, hacien-
ran sobre una caña maciza, (b) do cruces ó imágenes, y otras piezas.

Párrafo segundo: de la esmeralda, y otras piedras de su Párrafo tercero: de las turquesas finas y otras piedras.
especie.
Teuxivitl quiere decir turquesa de los dioses,
Las esmeraldas que se llaman quetzalilztli las la cual á ninguno le era lícito tenerla ni usarla, si-
hay en esta tierra muy buenas, son preciosas, de no que habia de estar ofrecida ó aplicada á los nú-
menes: es piedra fina y sin ninguna mácula, y muy
( a ) Podrá ser Tecali cerca de Puebla, y d e que toma nombre lucida, son raras estas piedras preciosas, traenlas de
esta piedra, es mármol blanco trasparente para ventanas, y suplen
por el cristal. lejos. Hay algunas de estas redondas y llámanse xiuh-
( b ) E n el Museo nacional ecsiste un diamante de esta n a t u - ' tomalli, son como una abellana cortada por el me-
aleza. A b u n d a n en las márgenes del Goazacoalcos, dentro de u n a s dio. Hay otras anchuelas y llanas: algunas de ellas
piedras redondas como quesos de Flandes. son ahoyadas como carcomidas.
Hay otro genero de piedras que se llaman tía* Párrafo cuarto: del jaspe, y otras piedras de su especie, [a]
palteuxihuitl, quiere decir turquesa fina colorada, y
creo que son rubíes de ésta tierra; son raras y pre- A mas de las piedras arriba dichas, hay tam-
ciosas. Hay también perlas en esta N. España, y llá- bién piedras jaspes de muchas maneras y colores:
manse epiollotli, quiere decir corazon de concha, por- una de ellas es muy blanca como cáscara de hue-
que se cria en la concha de la ostra: las perlas son vo, es alabastro: algunas de estas piedras entre lo
bien conocidas de todos. El cristal de esta tierra blanco tienen unas verdes, y por eso se llama iztac-
se llama tcvilotl, es piedra que se halla en minas y chalchivitl: otras tienen vetas verdes ó de azul cla-
en montañas: también entre estas se crian los ama- ro, y también otras colores entrepuestas con lo blan-
tistos que son piedras moradas claras. co: todas estas piedras tienen virtud contra las en-
El ambar de esta tierra se llama apÓconaUi, fermedades. Hay otra que se llama miztecatetl: tam-
dícese de esta manera, porque estas piedras asi lla- bién se llama piedra manchada como tigre, es pie-
madas (ambar) son semejantes á las campanillas 6 dra de poco valor, y asimismo tiene virtud contra
ampollas del agua, cuando les dá el sol en salien- alguna enfermedad.
do, que parece son amarillas claras como oro: es- Hay otras piedras negras que se llaman ytz-
tas piedras hállanse en mineros en montañas. Hay tetl, de estas sacan las navajas, y á ellas llaman ytz-
tres maneras de aquellas, la una se llama ambar ama- tili, con estas raspan las cabezas y cortan cosas que
rillo, estas parece que tienen dentro de sí una cen- no sean muy duras: hay muchas y grandes piezas
tella de fuego, y son muy hermosas: la segunda se cuando están en piedra que son muy negras, muy
llama tzalapoconalli, dícese así, porque son amarillas lisas y resplandecientes; cuando se labran y se ha-
con mezcla de verde claro: la tercera iztacapoconalli, cen navajas, son trasparentes y muy lisa3 sin otra
llámase así, porque son amarillas blanquecinas, no mezcla de color alguna: varias de ellas son rojas,
son trasparentes ni muy preciosas. y otras blanquecinas; estas piedras creo que son es-
meraldas negras, por la virtud que de ellas he es-
Hay una piedra que se llama quetzalitzepiollo-
perimentado, pues molidas como harina y echadas en
tU, que parece tienen muchas colores, y varianse con-
llagas recientes ó heridas, las sana muy en breve,
forme ó según el modo conque les dá la claridad:
y no las dejan criar materia; molidas como se di-
es preciosa por razón de la variedad de sus colo-
jo, y mezcladas con carne de membrillo, ó con cual-
res en la luz. Hay otra piedra que se llama tlilaio-
quiera otra conserva muy amasada, de manera, que
tic, es de género de los chalchivites, y tiene mezcla
la conserva tome la harina en cantidad, comida tan-
de negro y verde.
(a) L a cantera principal de donde sacan J a s p e para las obras
d e México, estfi en términos de la villa de Cadereyta estado d e
Querétaro, en el cerro llamado Bizarron; sácanlas también del es-
tado de Puebla. E n el ciprés de aquella Catedral se han reuni-
do los mejores J a s p e s que se habian conocido, hasta que se co-
menzó aquella bella obra de arquitectura, cuyo costo llegó á
increíbles sumas como dirigida por D . M a n u e l Tolsa.
Yo tenso esperiencia de la virtud de esta piedra, por-
to como una pildora, dos ó tres, son muy provecho-
que poséo una tan grande como un puño o poco
sas para las rehumas, y dan gran sonoridad á la voz,
menos, es tosca como la quebraron de la roca, la
.y mitigan cualquiera calor interior; esto sé por es-
cual en este año de 1576, en esta pestilencia ha da-
periencia de muchos dias. Hubo antiguamente en es-
do la vida á muchos que se les salta la sangre, y la vi-
ta tierra, y aun todavia las hay, según se hallan pe-
da por las narices, (a) y tomándola en la mano y
dazos de ellas en diversos edificios antiguos, unas
teniéndola algún rato apuñada, cesaba de salir la san-
piedras verdes claras que llaman toltecaiztli, son pre-
gre, y sanaban de ésta enfermedad de que han muer-
ciosas, y pienso mas virtuosas que las de arriba. Hay
do y mueren muchos en toda esta N. España: de
otras piedras de este género que se llaman matlalitz-
esto hay muchos testigos en este pueblo del llal-
tli, son azules obscuras, otras hay claras, y otras muy
telolco de Santiago.
azules, son preciosas, lábranse como las de las na-
vajas, son raras, y pienso que de mas virtud que Párrafo quinto: de las piedras de que se haccn los
las arriba dichas. espejos, y navajas.
Hay también otras piedras que son del gé- Hay en esta tierra piedras de que se hacen
nero de las de arriba, las cuales se llaman xinhma- espejos; hay venas de ellas, y minas de donde se sa-
ílaliztU, y según la relación de la letra es zafiro. Di- can. unas son blancas, de las cuales se hacen bue-
cese que es piedra muy mas preciosa que todas las nos espejos, son para señores y señoras. Cuando es-
otras, y que es como la gota de agua que sa- tán en piedra, parecen pedazos de metal; mas cuan-
le de la leña verde cuando se quema, la cual gota do los labran y pulen, son muy hermosos, lisos sin
es clarísima, y algo azul muy claro. Dicha piedra raya ninguna, son preciosos, y hacen la cara muy
siendo labrada como las navajas, resplandece de no- al propio, (b)
che: hállase en las mismas minas donde se sacan Hay otras piedras de este metal que son ne-
las piedras de las navajas; pero aparecen raramen- gras cuando las labran y pulen: hácense unos es-
te, y guárdanlas mucho, son de gran virtud mas que pejos de ellas, que representan la cara muy al revés
la esmeralda: yo tengo esperiencia de la virtud y her- de lo que es, pues hacen grande y desformes
mosura de esta piedra. Hay ciertas piedras negras todas las partes del rostro: labran estos espejos de
que se llaman teutetl que tienen apariencia de aza- muchas figuras, pues unos son redondos, y otros
bache, son. raras, tienen un negro muy fino sin mez- triangulados. &c.
cla de ningún otro color, el cual, y su fineza y pu- Hay también en esta tierra pedernales muy
reza no se halla en ninguna otra piedra: no care- buenos, y de muchas maneras en su construcción, y
ce de mucha virtud, aunque yo no tengo esperien- de muchas colores, como en la letra se esplica muy
cia de ella. por menudo.
Hay también unas piedras que se llaman ex- Hay una manera de pedernales verdes que se
tetl, quiere decir piedra de sangre, es parda, sembra- ( a ) E s t a desoladora enfermedad que há acabado con los I n -
da de muchas gotas de colorado como de sangre, dios, se llama Cocolixtli.
y otras verdecitas entre las coloradas: esta tiene vir- ( b ) E n el colegio de Mineria ecsisten dos grandes trozos, uno
tud de restañar la sangre que sale de las narices. netrro v otro blanco diáfano, que brilla contra la luz agradablemente.
Tóm. III. 39

/
llaman xoxouhquitecpatl, tiran á chalchivites: los lapi-
darios los llaman tceelic, porque son blandos de la- podrido; pero por dentro son lisas, vidriadas, y muy
brar, y tienen unas pintas de azul claro. A las piedras lindas como esmaltadas de todas colores, que pare-
labradas y curiosas que traen atadas á las muñe- cen al arco del cielo.
cas, ora sean de cristal, ó de otras piedras precio-
sas, llámanlas chopilotl: este vocablo se puede apli- CAPITULO IX.
car á cualquiera piedra curiosamente labrada, ó muy De los metales.
hermosa.
Hay unas pedrezuelas muy blancas que tie- Hay en esta tierra oro que se cria en mi-
nen algunas vetas ó rayas de otras colores, llá- nas, hay señales donde hay minas de oro, porque la
manlas tepuchtli. Hay en esta Nueva España már- madre (a) se parece sobre la tierra: ella denota que
mol, y llámanle aitztli, es como el de España. se cria este metal debajo de tierra. Aparece espe-
También hay unas piedras preciosas que se cialmente esta señal cuando llueve; en la letra está
llaman vitzitziltotl, es decir piedra que parece al tzin- bien declarada esta señal: quien quisiere saberla ó
zon: esta piedra es pequeñuela y blanca; pero la entenderla, pregunte por los vocablos en la misma
luz la hace parecer de diversas colores, como á lengua mexicana, como están aquí.
la pluma del tzinzon, según la diversidad de la luz Hay también plata, cobre, y plomo, críase en
que le dá: tiene hechura como de hormiga. Hállase diversas partes, ó en barrancas, ó en rios. Antes que
esta piedra á las orillas del mar entre la arena, y viniesen los españoles á Nueva España, nadie se cu-
también se halla en un rio que corre por la tierra raba de la plata ni del plomo: los naturales busca-
de Totonacapan: véenla de noche porque resplandece ban solamente el oro en los arroyos, porque de don-
á manera de luciérnaga, ó como una candelita pe- de corre el agua lo sacaban con jicaras, lavando
queña que está ardiendo, y de lejos no parece sino la arena, y así hallaban granos de este metal, unos
luciérnaga: conocen ser la piedra dicha, en que es- tan grandes como granos de maíz, otros menores, y
tá queda aquella luz y no se mueve: es rara y pre- otros como arena.
ciosa: no la usan sino los señores: es asimismo trans- Despues de haber tratado en los capítulos pa-
parente, ó á lo menos de la color de una perla muy sados de las yerbas medicinales, y de las piedras
fina. Son de muchas maneras: las conchas de que que tienen muchas virtudes para la sustentación de
usan estos naturales por cosa preciosa, llámanlas atz- nuestra salud, y también del oro que tiene propie-
calli, son de diversas maneras y colores, por dentro dades muy favorables á ella; (b) parecióme que se-
que parecen unos esmaltes muy ricos, y el aspecto ría bien poner aquí las propiedades de las gomas
de la luz los varía en diversas formas, que en esta tierra hay, y de que los naturales usan
Hay también caracoles de muchas maneras mucho para su salud: yo tengo mucha esperiencia de
y colores, como parece en la letra donde está bien la virtud de ellas.
, . ; • >) !; • • • •f.'jü-r >. -•>.'..•) OT"' 'D l'.'i?
esphcado todo esto. Las conchas de las ostras don- (a) O veta.
de se hacen las perlas, por fuera son toscas, y de (b) El grano de oro que poseía el virey D. J o s é Iturrigaray,
ninguna apariencia, y de color pardillo como hueso [ q u e tuve en mis manos] era del tamaño de la fruta mango, y
tenia la misma fisura como de corazon, el centro era de guija blanca.
#
llaman xoxouhquitecpatl, tiran á chalchivites: los lapi-
darios los llaman teeelic, porque son blandos de la- podrido; pero por dentro son lisas, vidriadas, y muy
brar, y tienen unas pintas de azul claro. A las piedras lindas como esmaltadas de todas colores, que pare-
labradas y curiosas que traen atadas á las muñe- cen al arco del cielo.
cas, ora sean de cristal, ó de otras piedras precio-
sas, llámanlas chopilotl: este vocablo se puede apli- CAPITULO IX.
car á cualquiera piedra curiosamente labrada, ó muy De los metales.
hermosa.
Hay unas pedrezuelas muy blancas que tie- Hay en esta tierra oro que se cria en mi-
nen algunas vetas ó rayas de otras colores, llá- nas, hay señales donde hay minas de oro, porque la
manlas tepuchtli. Hay en esta Nueva España már- madre (a) se parece sobre la tierra: ella denota que
mol, y llámanle aitztli, es como el de España. se cria este metal debajo de tierra. Aparece espe-
También hay unas piedras preciosas que se cialmente esta señal cuando llueve; en la letra está
llaman vitzitziltotl, es decir piedra que parece al tzin- bien declarada esta señal: quien quisiere saberla ó
zon: esta piedra es pequeñuela y blanca; pero la entenderla, pregunte por los vocablos en la misma
luz la hace parecer de diversas colores, como á lengua mexicana, como están aquí.
la pluma del tzinzon, según la diversidad de la luz Hay también plata, cobre, y plomo, críase en
que le dá: tiene hechura como de hormiga. Hállase diversas partes, ó en barrancas, ó en rios. Antes que
esta piedra á las orillas del mar entre la arena, y viniesen los españoles á Nueva España, nadie se cu-
también se halla en un rio que corre por la tierra raba de la plata ni del plomo: los naturales busca-
de Totonacapan: véenla de noche porque resplandece ban solamente el oro en los arroyos, porque de don-
á manera de luciérnaga, ó como una candelita pe- de corre el agua lo sacaban con jicaras, lavando
queña que está ardiendo, y de lejos no parece sino la arena, y así hallaban granos de este metal, unos
luciérnaga: conocen ser la piedra dicha, en que es- tan grandes como granos de maíz, otros menores, y
tá queda aquella luz y no se mueve: es rara y pre- otros como arena.
ciosa: no la usan sino los señores: es asimismo trans- Despues de haber tratado en los capítulos pa-
parente, ó á lo menos de la color de una perla muy sados de las yerbas medicinales, y de las piedras
fina. Son de muchas maneras: las conchas de que que tienen muchas virtudes para la sustentación de
usan estos naturales por cosa preciosa, llámanlas atz- nuestra salud, y también del oro que tiene propie-
calli, son de diversas maneras y colores, por dentro dades muy favorables á ella; (b) parecióme que se-
que parecen unos esmaltes muy ricos, y el aspecto ría bien poner aquí las propiedades de las gomas
de la luz los varía en diversas formas, que en esta tierra hay, y de que los naturales usan
Hay también caracoles de muchas maneras mucho para su salud: yo tengo mucha esperiencia de
y colores, como parece en la letra donde está bien la virtud de ellas.
, .; • >) !; • • • •F.'JÜ-R >. -•>.'..•> OT"' 'D !'•;>
esphcado todo esto. Las conchas de las ostras don- (a) O veta.
de se hacen las perlas, por fuera son toscas, y de (b) El grano d e oro que poseía el virey D . J o s é Iturrigaray,
ninguna apariencia, y de color pardillo como hueso [ q u e tuve e n mis manos] era del t a m a ñ o d e la fruta mango, y
tenia la misma fisura c o m o d e corazon, el centro era d e guija blanca.
#
3 0 4
7 encima de esta, y otra por medio del muslo,
La goma que se llama copal blanco, y otra
y otra por encima, á la estremidad de él. Atadas
que se llama chapopotli, que es como pez de Cas-
de esta manera las piernas, puedenlas traer, ó tener
tilla, y otra que se llama ulli, que es negra, y ner-
de noche ó de dia los dias que quisieren, y que-
viosa muy liviana; estas tres gomas derretidas jun-
riéndolas quitar puedenlas guardar, para ponerlas
tamente, hechas como brea, aplicadas á las piernas
cuando gusten, y durarán por muchos dias. Apro-
y al cuerpo, hacen gran bien á todos los miembros
vecha esto para cualquiera mala disposición que se
interiores y esteriores. Es de saber que el copal, y
ofreciere. Quien quisiere hacer un jubón de la misma
el chapopotli, bien se puede derretir en una olla pues-
manera para vestírsele á raíz de la camisa, ó de
ta sobre las brasas, habiéndolo desmenuzado todo
la túnica, sentirá también gran provecho para cual-
junto primero, tanto de uno como de otro; pero el
quiera mala disposición, y si no quisiere hacer jn-
ulli, hase de derretir por sí, poniéndolo en un asador,
bon, haga una faja de anchura de un palmo, ó po-
y encendiéndolo á la llama del fuego, y en comen-
co mas, del mismo cuero con los lienzos dichos, tan
zando á arder, comienza á gotear un licor negro co-
larga que dé una vuelta justa al cuerpo, é igual tra-
mo tinta, y ha de gotear en una escudilla, y así
za dé con el jubón.
queda hecho licor líquido, y pueden asi derretir la
Hé también hallado por esperiencia que mo-
cantidad que quisieren, aunque no sea tanta como lo
lida la piedra de navajas (itztli ú obsidiana) de que
demás; bien que cuanto mas fuere de esto, tanto se-
arriba hicimos mención diciendo que es esmeralda
rá mejor la brea. Despues de derretido este ulli por
negra, (atado con un paño sobre la gota la quita)
sí, hase de juntar con lo otro que está derretido, y
y con una clara de huevo mezclada la arena,
no es menester que hierva, sino revolviéndolo todo
y hecho todo lodo, poniéndolo sobre unas estopas
porque se mezclen, por tres ó cuatro dias ó mas
y atado con un paño sobre la gota, la quita, y to-
revolverlo puesto al sol por intervalo para que se
das las veces que volviere, poniéndola la quita, y es-
mezcle bien. Para que esta brea, ó unguento apro-
te emplasto aprovecha para muchos dias y aun años,
veche para muchos dias, y se pueda aplicar al cuer-
teniéndolo guardado aunque no se renueve mas.
po todas las veces que se quisiere, córtense unas
Quien quisiere poner el unguento arriba dicho en los
calzas de cuero de venado labrado, que lleguen des-
pies, compre unas cuatro servillas de badana iguales,
de los pies hasta las ingles, y no se han de coser.
y haga lo que arriba se dijo, poniendo las servillas
Puesto este unguento por la parte interior de ellas
(especie de calzado) de manera que estén embéz con
todo tendido, déjenlo embeber por dos ó tres dias
embéz, y el lustre por fuera, y así las podrá traer.
en el cuero, y despues tornen á poner mas hasta
que ya el cuero no lo embeba, sino que quede por CAPITULO X.
encima sobrado. Sobre este unguento así tendido, pón-
ganse dos lienzos cortados al tamaño de la cabeza
del cuero, cósase por las orillas, y puestas unas cor- De otras cosas provechosas que se crian en la tierra.
reas cosidas á las mismas calzas, la una se ponga
á la garganta de la pierna para que se ate con ella El esmeril se hace en las provincias de Anáoac
la calza, y otra por debajo de la rodilla, y otra por y Tototepec: son unas pedrezuelas pequeñuelas, unas
son coloradas y otras diversas y los lapidarios las mue- las hojas de la tuna, ó ixquiimluihqui, que daña á
len, y con la arena limpian y pulen las piedras pre- las cochinillas de la buena grana, y secan las ho-
ciosas. Una manera hay de margagita que sale del jas de las tunas donde se pone: (a) también esta
metal cuando se laba despues de molido: otra ma- la cogen para mezclarla con la buena grana para
nera de margagita negra hay que se hace en muchas venderla, lo cual es grande engaño. Al color ama-
partes. Otra manera de arena hay que sale de los es- rillo fino llaman xuchicali, quiere decir tintura de flo-
pejos cuando se pulen, ó se labran. Otra de esme- res amarillas, este color se cria en tierras calientes.
ril de pedernales molidos, son unos pedernales ó pie- A la color azul fina llaman matlalli, quiere decir azul;
dras recias que se hacen ácia Huaztepec en los ar- hácese de flores azules, es color muy preciado, y
royos; traídas por acá muelenlas, y con aquellas des- muy apacible al ver.
bastan las piedras preciosas, para despues purificar- Hay un color que es amarillo claro que lla-
las con el otro esmeril arriba dicho. man zacallaxcali, quiere decir pan de yerba, que se
amasa de unas yerbas amarillas que son muy delga-
CAPITULO XI. das, son como tortillas delgadas, y usan de ellas pa-
ra teñir ó pintar.
De las colores de todas maneras. Hay una color dorada blanquecina que se lla-
ma chiotl, hácese en tierras calientes, es flor que
Párrafo primero: de la grana, y de otras colores se muele, es medicinal para la sarna; y si se mezcla
finas. con el unguento que se llama axt, se hace de color
de vermellon.
A la color con que se tiñe la grana llaman
Párrafo segundo: de otro colorado no tan fino, y de
nocheztli, quiere decir, sangre de tunas porque en cier-
otras colores.
to género de tunas se crian unos gusanos que lla-
man cochinillas apegadas á las hojas, y aquellos Hay en esta tierra un árbol grande de mu-
gusanos tienen una sangre muy colorada, esta es la chas ramas y grueso tronco, que se llama vitiqua-
grana fina que es conocida en esta tierra, y fuera vitl, (b) tiene la madera colorada: de este madero
de ella, y hay grandes tratos de este artículo, llega hendiéndolo hacen astillas, májanlo y remójanlo, en
hasta la china, y Turquía; casi por todo el mun- agua, hácela colorada, y este color no es muy fi-
do es apreciada y tenida en mucho. A la grana no, es como negrestino; pero revolviéndolo con pie-
que ya esta purificada y hecha en panecitos, llaman dra alumbre, y con otros materiales colorados, háce-
grana recia ó fina, vendenla en los tianguiz hecha es muy colorado. Con este color tiñen los cueros, y
en panes, para que la compren los pintores y tin- para hacerle que sea tinta negra, mézclanle aceche,
toreros. (ó huisache) y otros materiales negros que revuel-
Hay otra manera de grana baja, ó mezclada ven con el agua, y hácese muy negra, y tiñen con
que llaman tlapalnextli, quiere decir grana cenicienta, ella los cueros.
y es porque la mezclan con greda ó con harina: (a) Llámanle en Oaxaca grana silvestre.
también hay una grana falsa que también se cria en (bj Campeche ó Brasil, grande artículo de comercio en Yucatán.
ella, porque los tintoreros la usan mucho. Hay tam-
Hay en esta tierra un fruto de un árbol que bién verniellon, y lo usan mucho como en España, (a)
se cria en tierras calientes que no es de comer, Hay greda de que usan mucho las mugeres para hi-
llámase este fruto nacazcolotl, (cascalote,) con el cual lar, llámase tizad. Hay piedras de que se hace el
y el aceche, y otros materiales se hace muy bue- barniz, llámanlas teticatl, son piedras que se hacen
na tinta para escribir. en los arroyos ácia Tulan, usan mucho de ellas pa-
Hay en esta tierra una mata ó arbusto que ra embarnizar las xicaras. Hay otros materiales co-
se hace en tierras calientes que se llama tezoail, las mo en la letra se declaran.
hojas de esta mata ó arbusto, cuácense juntamente
con piedra alumbre, y con tlaliac, y hácese una co- De las cosas compuestas, (b)
lor colorado muy fino: ha de hervir mucho. Del color amarillo que se llama zacatlax'caüi,
Hay una yerba en las tierras calientes que se mezclado con color azul claro que se dice texotli, y
llama xiuhquilitl, majan esta yerba y esprímenla el con tzacutli, hácese un color verde obscuro que se
zumo, y échanlo en unos vasos: allí se seca ó se llama yiapalli: mezclando grana colorada con alum-
cuaja. Con este color se tiñe lo azul obscuro y res- bre que viene de Meztitlan, y Contzacudi, se hace co-
plandeciente, es color preciado (Xiquilite ó yerba lor morado: mezclando azul claro con amarillo, echan-
del añil.) . do mas cantidad de amarillo, hace un color verde
Hay una color azul claro como el del cie- claro fino. Para hacer color leonada, toman una pie-
lo que llaman texotli, y xoxovie, es color muy usado dra que traen de Tlavic que se,llama tecoxlli, mué-
en las ropas que se visten como mantas y vipiles: lenla y mézclanla con tzacutli, y hácese color leo-
hácese de las mismas flores que se hace el ma- nado: otras mezclas hay en la letra puestas. Este
llalli.
nombre tlapalli quiere decir color, y las cpipprende
Hay una piedra amarilla que molida ce na- todas de cualquier suerte que sean, negro, blanco, &c.
ce color amarillo, de que usan los pintores, lláman- CAPITULO XII.
la tecocavitl. Hacen estos naturales tinta del humo de
las téas, y es tinta bien fina, llámanla tlilliocotl: tie- De las diversidades de las aguas, y de varias calidades
nen para hacerlo unos vasos que llaman tilcomalli, de la disposición de la tierra.
que son á manera de alquitaras, vale para muchas Párrafo primero: del agua de la mar y de los rios.
tintas para escribir, y para medicinas mezclándolo En este primer párrafo se trata del agua de
con ellas. la mar, al cual llaman tevatl, y no quiere decir dios
Hay aceche que se llama tlaliac, hácese en
[a] Hoy es articulo de comercio estrangero.
muchas partes como es en Tepexic kc. y sirve pa- (b) E s t e y los anteriores capítulos son. interesantes para los
ra muchas cosas de teñir y hacer tinta. pintores; tanto mas que los Indios han ocultado los secretos del
Párrafo tercero: de ciertos materiales de que hacen arte á los Españoleé, y por eso Cabrera y otros célebres artistas,
colores. han disertado tanto para entender los colores raros que se notan
en los lienzos antiguos, cuyo colorido no han podido imitar los
La piedra alumbre es cosa bien conocida, y Profesores Romanos, aunque también influye la atmósfera, el agua,
el occígeno, & c . Con el sumo amargo de la sábila, impedían que las
hay mucha en esta tierra: hay no poco trato de moscas ensuciasen las pinturas. Tóm. III. 40.
ella, porque los tintoreros la usan mucho. Hay tam-
Hay en esta tierra un fruto de un árbol que bién vermellon, y lo usan mucho como en España, (a)
se cria en tierras calientes que no es de comer, Hay greda de que usan mucho las mugeres para hi-
llámase este fruto nacazcolotl, (cascalote,) con el cual lar, llámase tizad. Hay piedras de que se hace el
y el aceche, y otros materiales se hace muy bue- barniz, llámanlas teticatl, son piedras que se hacen
na tinta para escribir. en los arroyos ácia Tulan, usan mucho de ellas pa-
Hay en esta tierra una mata ó arbusto que ra embarnizar las xicaras. Hay otros materiales co-
se hace en tierras calientes que se llama tezoatl, las mo en la letra se declaran.
hojas de esta mata ó arbusto, cuécense juntamente
con piedra alumbre, y con tlaliac, y hácese una co- De las cosas compuestas, (b)
lor colorado muy fino: ha de hervir mucho. Del color amarillo que se llama zacatlax'caüi,
Hay una yerba en las tierras calientes que se mezclado con color azul claro que se dice texotli, y
llama xiuhquilitl, majan esta yerba y esprímenla el con tzacutli, hácese un color verde obscuro que se
zumo, y échanlo en unos vasos: allí se seca ó se llama yiapalli: mezclando grana colorada con alum-
cuaja. Con este color se tiñe lo azul obscuro y res- bre que viene de Meztitlan, y ContzacuÜi, se hace co-
plandeciente, es color preciado (Xiquilite ó yerba lor morado: mezclando azul claro con amarillo, echan-
del añil.) . do mas cantidad de amarillo, hace un color verde
Hay una color azul claro como el del cie- claro fino. Para hacer color leonada, toman una pie-
lo que llaman texotli, y xoxovie, es color muy usado dra que traen de Tlavic que se,llama tecoxlli, mué-
en las ropas que se visten como mantas y vipiles: lenla y mézclanla con tzacutli, y hácese color leo-
hácese de las mismas flores que se hace el ma- nado: otras mezclas hay en la letra puestas. Este
llalli.
nombre tlapalli quiere decir color, y las cprpprende
Hay una piedra amarilla que molida ce na- todas de cualquier suerte que sean, negro, blanco, &c.
ce color amarillo, de que usan los pintores, lláman- CAPITULO XII.
la tecocavitl. Hacen estos naturales tinta del humo de
las téas, y es tinta bien fina, llámanla tlilliocotl: tie- De las diversidades de las aguas, y de varias calidades
nen para hacerlo unos vasos que llaman tilcomalli, de la disposición de la tierra.
que son á manera de alquitaras, vale para muchas Párrafo primero: del agua de la mar y de los rios.
tintas para escribir, y para medicinas mezclándolo En este primer párrafo se trata del agua de
con ellas. la mar, al cual llaman tevatl, y no quiere decir dios
Hay aceche que se llama tlaliac, hacese en
[a] Hoy es articulo de comercio estrangero.
muchas partes como es en Tepexic kc. y sirve pa- (b) E s t e y los anteriores capítulos son. interesantes para los
ra muchas cosas de teñir y hacer tinta. pintores; tanto mas que los Indios han ocultado los secretos del
Párrafo tercero: de ciertos materiales de que hacen arte á los Españoleé, y por eso Cabrera y otros célebres artistas,
colores. han disertado tanto para entender los colores raros que se notan
en los lienzos antiguos, cuyo colorido no han podido imitar los
La piedra alumbre es cosa bien conocida, y Profesores Romanos, aunque también influye la atmósfera, el agua,
el occígeno, & c . Con el sumo amargo de la sábila, impedían que las
hay mucha en esta tierra: hay no poco trato de moscas ensuciasen las pinturas. Tóm. III. 40.
del agua, ni dios agua, sino agua maravillosa, en pro- casas llenas de ella, y que cuando fuere menester,
fundidady grandeza. Llámase también Ylhuicaatl, que se romperán los montes, y saldrá el agua que den-
quiere decir agua que se juntó con el cielo, (a) porque tro está, y anegará la tierra; y de aquí acostum-
los antiguos habitadores 'de ésta tierra, pensaban bran llamar á los pueblos donde vive la gente, al-
que el cielo se juntaba con el agua en la mar, como
lopeih que quiere decir monte de agua, ó monte lle-
si fuese una casa; que el agua son las paredes, y no de ella. También decian que los nos salían de
el cielo está sobre ellas, y por esto llaman á la mar
Ylhuicaatl, como si dijesen agua que se juntó con los montes, y que aquel dios Chalchivitlycue los en-
el cielo (amictlan;) pero ahora despues de venida la viaba: pero sabida la verdad de lo que es, ahora
fé, ya saben que el cielo no se junta con el agua ni dicen, que porque es la voluntad de Dios. La mar
con la tierra, y por eso llaman á la mar veyatl, ó entra por la tierra, por sus venas y caños, y anda
veyavccatlan, que quiere decir agua grande, temerosa por debajo de ella y de los montes, y por donde
y fiera, llena de espumas, de olas, y de montes de halla camino para salir fuera, allí mana, ó por las
agua: agua amarga, salada, y mala para beber, don- raíces de los montes ó por los llanos, y despues mu-
de se crian muchos animales que están en conti- chos arroyos se reúnen, y juntos hacen los gran-
nuo movimiento. A los ríos grandes llaman atoyatl, des rios; y aunque el agua de la mar es salada,
qüe quiere decir agua que vá corriendo con gran y la de los rios dulce, es porque pierde el amar-
prisa, como si se dijese agua apresurada en cor- gor ó sal colándose por la tierra, ó por las piedras
rer. Los antiguos de ésta tierra decian que los rios y , arena, y se hace dulce y buena de beber; de ma-
todos 'salían de un lugar que sollama Tlalocan, que nera que los rios grandes salen de la mar por se-
es como Paravso (b) terrenal, él cual lugar es de cretas venas debajo de la tierra, y saliendo se ha-
un dios que se llama Chalchivitlycue; y también de- cen fuentes y rios. (a)
cían que los montes que están fundados sobre él, i r r ( ¿ -v;», «>Ki :/•>.';• IX}« ul abüíltO IJ / OÍ
que están llenos de agua, y por de fuera son de tier- Párrafo segundo; de diversos nombres de rios y fuentes.
ra, como si fuesen vasos grandes de agua, ó como
^»aoíJSM ?.\M''.:Í\Í sn n m 8» fc^oawPtws» as» 5«. Hay un rio que se llama chicnaoatl, (b) es el
tolucan y otros rios semejantes á él, y es porque tie-
(a) Está conforme con la idea de Moysés, que hablando de la ne nueve fuentes poco mas ó menos de donde na-
mi creación dice: que Dios dividió las aguas superiores de las infe- cen. Hay otro rio en la tierra caliente ácia Covix-
riores. Los globos celestes q u e giran sobre nuestras cabezas son co, que se llama anacotzatl, crianse en él caymanes y
de agua, que herida con los rayos del sol, produce esos reflejos
maravillosos diamantinos; de otra manera no es posible entender
otros pescados grandes, casi como tiburones.
;^ la teoría de los astros, principalmente la d e las estrellas matuti- Hay otro ácia la provincia de los Cuextecas,
P í l "íll na y vespertina, qué p r e c e d e n , y siguen al sol.
(b) Los principales y mayores rios d e la Asia, salian del P a - (a) El agua es el resultado del occígeno, hydrógeno, y fuego
ravso según el testo sagrado. L a teoría d e los Indios en cuanto eléctrico, observación debida á los conocimientos químicos del s i -
á la creación, está muy conforme con la idea que tienen de ella glo pasado, que ignoraron aun las mas sábias naciones.
&
los cristianos. ¡Cuantas analogias no encontramos entre ellos y no- (b) Cerca de Zacatlan de las manzanas, hay un pueblo llama-
sotros en puntos esencialísimos de creencia! acordémonos de la fór- do Chicnahitapan, y en él un manantial formado de nueve ojos de
mula de su bautismo. agua.
v. ei OÜ ogtsras occuafe ÍIOV- .dio on&g¡: • «
*' ,Qt 7\W .raoT .gsiüííiiq naaeiousao esotra

Í
313
que se llama quetzalatl, quiere decir, agua como plu- vergüenza de los que pasan los contiene, y por es-
ma verde rica; llámanla así, porque es muy clara y to la llaman pinaoatl, que quiere decir agua ver-
muy buena, y donde está profunda parece verde. gonzosa. Las fuentes que manan en la tierra llana,
Hay otro rio grande que está al camino de llámanlas ameialli, que quiere decir agua que mana:
Quauhtimalan donde hay muchos caymanes, y lláman- las aguas de éstas son salobres, y de mal sabor y olor,
le tequanatl (a) que quiere decir, agua en que hay y algunas que hacen daño al cuerpo bebiéndolas, y
bestias fieras que comen hombres, y porque se crian causan enfermedad. A las fuentes que manan de su
en él aquellos animales fieros. Al rio de Tullan, llá- profundidad levantando la arena, que parece que ella
manle tullwiatl, ó sea el rio ya dicho, porque pasa misma mana, llámanlas xalatl, que quiere decir agua
por medio del pueblo: es el agua como negrestina, de arena: tienen á ésta por muy buena agua.
es pedroso, cenegozo, y resvaladizo: corre con ím- A las lagunas ó estanques donde se crian es-
petu, y muchas veces lleva abajo á los que pasan padañas ó juncias, que no corren por ninguna p a r -
por él. te, y á las que se hacen de agua llovediza, las lla-
Hay un rio que se llama nexatl, que quiere man amanalli, ó sea agua que está queda. Acuecue-
decir legía ó agua pasada por ceniza: de esta ca- xcatl, es una fuente que está cerca de Coioacan, que
lidad está un rio entre Vexotzinco y Acapetlaoacan, que han probado en tiempos pasados el traerla á Mé-
desciende de la sierra que huméa, que es el volcán xico para sustento de la ciudad, y reventó tanta agua,
(Popocatepetl) que comienza desde lo alto de él: es que anegó la ciudad y á todos los pueblos que
agua que se derrite de la nieve y pasa por la1 ce- están en estos llanos.
niza que echa el volcán: súmese bien cerca de él, Otra vez siendo visorey D. Gastón de Peralta,
y torna á salir abajo por entre Vexotzinco, y Acape- se probó de traerla á México, se hizo harto g a s -
tlaoacan. Yo vi el origen y lugar donde se sume, to, y nunca pudieron conseguirlo, dejáronla, y el visorey
que es junto á la nieve, y el lugar donde torna á D. Martin Enriquez, proveyó de agua á la ciudad de
salir. México en gran abundancia, de la fuente de santa
Hay otro que se llama totolatl, que quiere de- F é , como ahora la vemos muy próvida, en este año
cir rio donde beben las gallinas silvestres: hay rios de 1576. A la fuente que solía venir á México, con-
que se llaman agua prodigiosa, porque mana y cor- que se proveía la ciudad de agua ab antiquo, la lla-
re algún tiempo, y otro deja de manar y correr. Yo man Chapoltepec, (a) que quiere decir: monte como ci-
vi dos arroyos, uno entre Vetxotzinco y S. Salvador, garra ó langosta, porque ella nace al pie de un mon-
y otro entre Vexotzinco y Calpan, que manan y cor- tecillo que parece langosta. El agua de ésta fuente
ren en el tiempo que llueve, y cesan de correr y es mala, y no suficiente para el abastecimiento de
manar en el tiempo de secas. Hay algunos arroyos
que corren y tienen fuente donde manan; á veces [a] Esta agua la introdujo en México el rey Netzahualcóyotl
de Texcoco, en el reinado de su tio Yzcóatl, y delineó el aqüe-
corren, y otras dejan de correr. Dicen que cuando ducto sobre el que se formó el actual por los españoles. Netza-
pasan por ella, para su curso, ó se seca, porque la hualcóyotl fué d u e ñ o del bosque d e Chapoltepec, y él lo planteó.
En S. J u a n de los Llanos, obispado de Puebla, hé visto nn aqiic-
(a) Hoy Tehvantepec en el estado de Oaxaca. ducto antiguo de arcos q u e ecsiste, cuyas ánimas son d e madera.
toda la ciudad; por eso hizo bien el visorey D. Mar- téril. Hay otra pegajosa buena para hacer barro de
tin Enriquez, en procurar de traer la otra que ar- paredes, y suelos para los tlapancos, es fértil, pues se
riba se dijo. hace bien el maíz y trigo.
Hay pozos que son cabados debajo de tier- Otra manera de tierra fértil hay, que se lla-
ra, y manan y sacan de ellos agua para beber (a) ma sallalli ó sea tierra donde há estado edificada al-
y para lo demás, y no son muy profundos. Tam- guna casa, y despues que se caba y se siembra es
bién hay otros donde mana agua buena que son muy fértil. A la tierra estercolada la llaman ilalaviac, que
profundos, llámanlos ayoluaztli, y á los que no son quiere decir tierra suave, porque la han adobado con
profundos, llaman atlacornolli. A los manantiales pro- estiereol. Hay también tierras de riego que las lla-
fundos de las fuentes que corren, los llaman axoxo- man atlalli, que quiere decir agua ó tierra que se
villi, que quiere decir agua azul, pues por ser ésta puede regar. A la ladera, repecho ó falda de algún
tan pura y profunda, parece azul. monte ó collado, llaman tepetlalli que quiere decir tier-
ra de cuesta.^ En los repechos de las cuestas hay
Párrafo tercero: de diversas calidades de tierra. unas tierras pedregosas ó cascajosas, ásperas y se-
cas, llámanlas tetlalli, que quiere decir tierra pedre-
A la tierra fértil para sembrar, y donde se gosa ó cascajosa, hácese en ellas bien el maíz.
hace mucho lo que se siembra en ella, llaman atoc- Hay unas tierras que tienen mucho en sí la
tli, que quiere decir tierra que el agua lia traído: humedad de la agua, y por esto son fértiles: también
es blanca, suelta, hueca y suave; es tierra donde se hay otras que son húmedas por naturaleza por ser
hace mucho maíz ó trigo. Hay otra manera de bajas, y aunque no llueva, conservan la humedad y
tierra fértil donde se hace muy bien el maíz y el son fértiles, y cuando llueve mucho se pierde lo que
trigo, llámanla quauhtlalli, que quiere decir tierra que en ellas se sembró. Hay otras como en la letra está
está estercolada con maderos podridos, es suelta, bien esplicado.
amarilla, y hueca.
Hay otra también fértil que se llama tlalcoztli, Párrafo cuarto: de las maneras de tierra ruin.
que quiere decir, tierra amarilla, el cual color sig-
nifica fertilidad. Hay otra manera de ésta muy fér- La tierra salitrosa se llama quixquitlalli, que
til que llaman xalatoctli, porque es tierra arenosa que quiere decir tierra donde se hace el salitre, y es es-
el agua la trae de los altos, y es suave de labrar. téril, por razón de que éste es de mala condicion:
Hay otra manera de tierra fértil que se llama tla- también la tierra donde se hace sal es infructífera.
cotlali, es tierra donde las yerbas se convierten en Hay una blanquecina estéril, en que no se hace co-
estiereol, y sirven de abono enterrándolas en ella. A sa alguna. Hay otra blanca que es como cál y sin
la tierra arenisca y escasa, y que dá poco fruto, la provecho: hay una manera de ésta que llaman tlal-
llaman xalalli, que quiere decir tierra arenosa y es- teuextli, que quiere decir tierra de cál; no porque es
blanca ni tiene que ver con ésta, sino porque co-
(a) T a l es el famoso aqüeducto subterráneo de Guadalaxara en cida, molida, y envuelta con la cál, la hace muy fuer-
Xalisco, obra clásica en su linea, y de mas mérito ydraúlico que
el soberbio de Q u e r é t a r o .
te y auméntala; es tierra negra como de adobes.

y
MPJI

Hay una tierra bien conocida que se llama ros frc., porque dá un lustre colorado muy bueno.
tzontlali, que és y se usa para mezclar con la cál Hay otra muy pegajosa, es negra, mézclanla con cál
y hácela muy fuerte; véndese mucha aquí en Méxi- para edificar. . ;
co para los edificios. A la tierra seca donde no se Hay un cieno en ésta tierra en los caminos
dá nada por ser ella naturalmente seca, la llaman de las canoas, que se llama acoquitl, conque hacen
teuhtlalli que quiere decir tierra seca, ó tierra polvo. muchas cosas, y trasponen el maíz con ello. Hay una
Al polvo que se levanta de la tierra, llaman teuhtli. tierra que se llama palli para teñir de negro: hay
Hay una tierra que se llama atizatl, que es minas [a] de éste barro ó tierra, es precioso, con esto
blanca ó blanquecina, que tiene greda mezclada: á también tiñen los cabellos las mugeres, para hacer-
veces se convierte en greda, y hacen de ella ado- los muy negros. •v -'y ' --i
•• 1
• "•!£> -* • ;

bes: no es buena para otra cosa. A toda la comar- Párrafo sesto: de las alturas, bajuras, llanos y cuestas de
ca de México llaman MexicatlallL quiere decir la tier- la tierra, y de los principales montes de ésta.
ra de México. A las provincias donde habitan los iMUiWtWo'í ÍÜÍ1J3Ú 9 2 o o p OfíbsIliüO 9b J59190 S Í f l O f l l
Totonaques, llaman Totonacatlalli: á las de los Taras-
Aquí se ponen todas las calidades de. los cela-
cos., llámanla MichoacatMi: á la de los Mixtéeos, llá-
ros, cuestas altas ó montes, donde hay vocablos que
manla Mixtecatlalli, que quiere decir tierra donde ha- propiamente significan todas las maneras que hay de
bitan los Mixtéeos. A las provincias que están á la montañas: pénense también los nombres propios de
parte del Sur cerca de la mar en ésta N. España, algunos montes señalados. Hay uno muy alto
las llaman Anaoacatlalli, son tierra, de riscos, de oro y que huméa, que está cerca de la provincia de Chal-
de plumas frc. A las provincias donde moran los Chi- co, que se llama Popocatepetl, que quiere decir mon-
chimecas, las llaman Chichimetkicalli, es, tierra muypo- te que huméa, és monstruoso y digno de ver, y yo
bre, muy estéril, y muy falta de todos los mante- estuve encima de él. Hay otra sierra junto á esta,
nimientos. que es la sierra nevada, y llámase iztactepetl, que quie-
re decir sierra blanca, es monstruoso de ver lo alto
Párrafo quinto: de diversas maneras de tierra para ha- de ella, donde solía haber mucha idolatría: yo la vi
cer tinajas, frc. y estuve sobre ella.
Hay un monte que se llama Poyauhtecatl, (b)
Hay barro en esta tierra para hacer loza y está cerca de Aviüacapan (Orizava) y de Tecama-
basijas, es muy bueno y muy pegajoso; arnásanlo con
aquellos pelos "de los tallos de las espadañas, y llá- '(&) L a s famosas vetas d e Tonallán en Xaliscó, efe que hacen
mase tezoquitl, y contlalli: de éste barro se hacen co- los búcaros ó jarros de Guadalaxara tan apreciados en Europa, y
males, escudillas, platos, y toda manera de loza. Hay las de Coyotepeque cerca de Oaxaca al Súr: los cántaros son ne-
gros, delgados, y las campanas que hacen de éste barro son muy
una tierra de que hacen sal, que llaman iztlatalh, y sonoras.
conócenla los que la fabrican. Hay una manera de ( b ) Hoy volcán d e Orizava, llámase también Citlaltepetl, 6 sea
tierra amarilla conque enjalbegan las paredes. Hay cerro de la estrella, porque antiguamente arrojaba fuego, y de no-
L parecía • una estrella.
.11
otra que es colorada como almagre, llámanla tlachi- che
chilli, embarnizan con ella la coca de platos, y jar- Tóm. III. 41
318
chalco: há pocos años que comenzó á arder la cum-
bre de él, y yo le vi muchos años que tenia la cum- E L EDITOR.
bre cubierta de nieve, y despues vi cuando comen-
zó á arder, y las llamas aparecían de noche y de
día de mas de veinte leguas, y ahora como el fue- E l dia 2 2 d e mayo de 1793, reventó el volcán de f u e g o d e T u x -
g o h a g a s t a d o mucha parte de lo interior del mon- tla en el obispado de Oaxaca, á Sotavento d e Veracruz. A p o c o
d e haber salido el sol, se notó en O a x a c a donde yo me .hallaba,
te, ya no s e a p a r e c e el fuego aunque siempre e s - «me el disco de éste ástro se presentaba de color amanllo, seOTB
tá ardiendo. l o describe Mr. Rollín, cuando refiere la m u e r t e de J u l i o C e s a r
e n R o m a : fué aumentándose la opacidad de modo, q u e a las dos
H a y otro gran monte c e r c a de T l a x c a l a que de la tarde apenas se veía como un crepúsculo. Desde bien t e m -
llaman Matlalcueie, quiere decir muger ( a ) que t i e - prano comenzó á esparcirse una ceniza muy sutil, la cua se au-
ne las e n a g u a s azules. H a y otro cerca de Coyóa- m e n t ó tan estraordinariamente, q u e en los campos del \ alie gran-
can, (Axusco,) é Yztapalapan, aunque no es muy al- d e de Zimatlán, subió á cuatro dedos, y en el pueblo de h x u t l a
ae consternaron sus moradores en términos, de hacer p r o c e s a n d e
to, es muy a f a m a d o , llámase Vixachtecatl. H a y otro penitencia, sacando á Ntrá Srá. de la Soledad; ignoraban aquellos
monte c e r c a d e Cuitlaóac que se llama Yoaaliuhqui} c a m p e e m o s que a q u e l l o que lloraban como una calamidad, e r a un
todos estos m o n t e s tienen cosas notables, ( b ) beneficio del cielo, como les mostró despues la espenencia, pues
aquella ceniza abonó t a n t o la tierra, que jamás han recogido una
cosecha mas abundante de semillas.
Al hacer la explosion el volcán, se oyó en el castillo d e
P e r o t e una detonación tan terrible y continua, q u e el gobernador
OJlfi Olili .SObi'ifiiiOB eSiiICaì SOfiggifi d é aquélla fortaleza puso, un estraqrdinario al virey C o n d e de R e -
villa Gigedo, diciéndole que presumía fuese efecto de un desem-
-ÍJSÍIO S ' £?omvoiq si YB £0IÍ>">
1
ÈISO erjp ,»• .• * N & I : » > barco de franceses en la costa, [pues entonces estaba España e n
-noai 'lioab oioiup oup A'^Wjou. híu-Aí os ei p .00 guerra con aquella nación, por la decapitación de L u í s X V I . ] Sú-
•/.' 7 .'ÍS':/' C! ^"V-W pose dentro de breve la verdadera causa d e aquellos truenos, y
el gobierno mandó q u e D . Mariano M o z i ñ o q u e entonces e s t a b a
,,¡.?8C- ¿ {•''• 'I /i';':' ; j VX5I1 ' en Oaxaca, y pertenecía á la espedicion botánica, fuese á reco-
^ e ' j p OÍJp ttwmts 98£ívM \ ,sbfiV . . G - . ' i üJ p n o c e r dicho volcán. Efectivamente practicó el reconocimiento con
0JÍJ5 oí toy oh osoutíaiioai ¿r) <W»uyà jy>.w *.to?íb ot exactitud, y formó una relación muy circunstanciada en castellano,
Ì7 -ál oy :£hJsfóf>i juioum lodcd niíoa obnob >19 sì) y en unos versos latinos bastante bellos. Yo poseía este precioso
documento, p e r o cayó en manos de los enemigos de nuestra Inde-
.b!Í9 o'fdoa svojgs 7
pendencia, c u a n d o m e sorprendió con el Gral. R a y ó n el coronel D . L u i s
fr>~\ - o-1 {>jv?aIí c i $¡fn otnoíii íi¡' v f h de la Aguila con mil caballos e n Zacatlán, la m a ñ a n a del 25 de setiembre
de 1814. donde todo lo perdimos, menos el honor. D e b e notarse, q u e
d e O a x a c a al lugar del volcán, bien hay 130 leguas, y por aquí
( a ) Hoy l l a m a n e l cerro d e la Malinche, cerro bellísimo, y d e se conocerá lo fuerte de la explosion. Esta cesó á poco de su pri-
figura pintoresca, mitiva fuerza, y los daños habrían sido grandísimos, á no haber
( b ) E n las i n m e d i a c i o n e s de M é x i c o se ven montañuelas vol- tenido el cerro d e la erupción otro inmediato, donde eaían las la-
cánicas, y el Tezontii e s lava de ellas. E l volcán de A x u s c o efi vas q u e arrojaba. C u a n d o se aprocsima un temporal de aguas, se
altísimo, aun se vé s u cráter. E l famoso pedregal es erupción d e oyen grandes retumbos hasta Zacatlán de las manzanas, sin duda
él: faé un t o r r e n t e d e lava que llegó hasta el "mar d e Acapulco» porque habrá alguna horripila del mar, ó por las quiebras de las
así como la e r u p c i ó n del Cofre d e P e r p t e en el punto de la J o -
ya, jontó 6 J a l a p a q u e entra en el mar del n o r t e . L a faz de is- montañas e n cuya época h a c e sus revoluciones periódicas.
la República e n s u s u e l o , h á m u d a d o varios aspectos. *
ba dentro del agua; esto fué el año de l57ü y
CONTINUACION DEL AUTOR. uno de los que la vieron, fué el P F r . D i e g o de
Mendoza, el cual era al presente Guardian de Mé-
xico, y me contó lo que había visto.
H a b i e n d o tratado de las fuentes, aguas y montes, Hay otra agua ó fuente muy clara y muy lin-
me pareció lugar oportuno para tratar de las ido- da en Xuchimilco, que ahora se llama S t a . C r u z , e n
latrías principales antiguas, que se hacían, y aun se la cual estaba un ídolo de piedra debajo del agua,
hacen en las aguas y montes. Una idolatría muy so- donde ofrecian copál: yo vi el ídolo y entre debajo
lemne se hacia en esta laguna de México, en el lu- del agua para sacarle, y puse allí una cruz de pie-
gar que se llama j.Uauhcaltitlan, donde dicen que es- dra, que hasta ahora ecsiste en la misma fuente.
tán dos estátuas de piedra grandes, y que cuando se Hay otras muchas fuentes y aguas, donde oíre-
mengua la laguna quedan en seco, aparécense las cian, y aun ofrecen en el dia de hoy, que convendrá
ofrendas de copál y de muchas basijas quebradas, requerirlas para ver lo que allí se ofrece Cerca de
que allí están ofrecidas: también ofrecían corazones los montes hay tres ó cuatro lugares donde solían
de niños, y otras cosas. En él medio de la laguna hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos
donde llaman Xiuhchimalco, dicen que está un r e - de muy lejas tierras. El uno de estos és aquí en
molino donde se sume el agua de la laguna, allí México, donde está un montecillo que se llama Te-
también se hacian sacrificios cada año, echaban un peacac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora
niño de tres ó cuatro años en una canoita . nueva, se llama Ntra. Sra. de Guadalupe. En este lugar te-
llevábanla al remolino, y tragábala á ella y al niño. nían un templo dedicado á la madre de los dioses
Este remolino dicen que tiene un respiradero ácia que llamaban Tonantzin, quiere decir nuestra madre: allí
Tullan, donde llaman A pazco, (Santiago) donde e s - hacian muchos sacrificios á honra de ésta diosa, y
t á un pozanco profundo, y cuándo crece la laguna venian á ellos de muy lejas tierras, hasta de mas
crece él, y cuando mengua, mengua él: allí dicen de veinte leguas de todas éstas comarcas de Méxi-
que muchas veces se há hallado la canoita donde el ni- co, y traían muchas ofrendas: venian hombres, m u -
ño habia sido echado. geres, mozos y mozas á éstas fiestas: era grande el
Hay otra agua donde también solían sacrifi- concurso de gente en estos dias, y todos decían; va-
car que és en la provincia de Toluca, ó junto el pue- mos á la fiesta de Tonantzin: agora que está allí edi-
blo de Calimaya: es un monte alto que tiene enci- ficada la iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe, t a m -
m a dos fuentes que por ninguna parte corren: el bién la llaman Tonantzin, tomada ocasion de los pre-
agua es clarísima, y ninguna cosa se cria en ella dicádores, que á Ntra Sra. la Madre de Dios la lla-
porque es frigidísima. Una de éstas fuentes es pro- maban Tonantzin. De donde haya nacido esta funda-
fundísima, parecen gran cantidad de ofrendas en ella, ción de ésta Tonantzin, no se sabe de cierto; pero
y poco tiempo há que yendo allí religiosos á ver lo que sabemos verdaderamente és, que el vocablo
aquellas fuentes, hallaron que habia una ofrenda re- significa de su primera imposición, á aquella Tonan-
ciente ofrecida, de copál, papel, y petates pequeñi- tzin antigua, y es cosa que se debia remediar, por-
tos, que habia muy poco que se habia ofrecido, y esta- que el propio nombre de la Madre de Dios seño-
r a nuestra, no es Tonantzin, sino Dios, y mntzin. P a - liacion de la idolatría, debajo el nombre de Sta. Ana.
rece ésta invención satánica para paliar la idolatría El tercer lugar donde habia antiguamente mu-
bajo la equivocación de éste nombre Tonantzin, y vienen chos sacrificios, á~los cuales venian de lejas tier-
ahora á visitar á esta Tonantzin de muy lejos, tanto ras, és á la raíz del volcán, en un pueblo que s e
como de antes; la cual devocion también es sospe- llama Tianquízmanalco: (S. Juan) hacían en éste lu-
chosa, porque en todas partes hay muchas iglesias gar aran fiesta, á honra del dios que se llamaba 1 el-
de Ntra. Sra., y no van á ellas; y vienen de lejas puchtfi, que es Tezcatlipuca; y como á los predica-
tierras á ésta Tonantzin, como antiguamente. dores oyeron decir, que S. Juan Evangelista fué vir-
£1 segundo lugar donde habia antiguamente gen, y el tal en su lengua se llama Telpuchtli, t o -
muchos sacrificios, á los cuales venian de lejas tier- maron ocasion de hacer aquella fiesta como la s o -
ras, és cerca de la sierra de Tlaxcala, donde habia lían hacer antiguamente paliada, debajo del nombre
un templo que se llamaba Toci, en el cual concur- de S. Juan Telpuchtli como suena por defuera; pero
rían gran multitud de gente, á la celebridad de és- á honra del Telpuchtli antiguo que es Tezcatlipuca,
ta fiesta Toci, que quiere decir nuestra abuela, y por porque S. Juan allí ningunos milagros há hecho, ni
otro nombre tzapotlalnanque, que quiere decir la dio- hay porque acudir mas allí, que á alguna otra par-
sa de los temaxcales, y de las medicinas, y despues acá, te donde tiene iglesia. Vienen á esta fiesta el dia de
edificaron allí una iglesia de Sta. Ana, donde aho- hoy, gran cantidad de gente de muy lejas tierras, y
r a hay monasterio, y religiosos de nuestro P . San traen muchas ofrendas: en cuanto á esto es s e m e -
Francisco, y los naturales le llaman Toci, y concur- jante á lo antiguo, aunque no se hacen los sacri-
ren á dicha fiesta, de mas de cuarenta leguas, y ficios y crueldades que antiguamente se hacían; y ha-
llaman así á Sta. Ana, tomando ocasion de los pre- ber hecho esta paliación en estos lugares ya dichos,
dicadores que dicen, que porque Sta. Ana es abue- estoy bien certificado de mi opinion, que no lo ha-
la de Jesucristo, es también nuestra abuela de t o - cen por amor de los ídolos, sino por amor de la
dos los cristianos; y así la han llamado y llaman en avaricia y del fausto; porque las ofrendas que s o -
el pulpito Toci, que quiere decir nuestra abuela, y lían ofrecer no se pierdan, ni la gloria del fausto que
todas las gentes que vienen como antiguamente á recibían en que fuesen visitados estos lugares de gen-
la fiesta de Toci, vienen só color de Sta. Ana; pe- tes estrañas, muchas, y de lejas tierras; y la devo-
ro como el vocablo es equívoco, y tienen respeto á cion que ésta gente tomó antiguamente, de venir á
lo antiguo, mas se cree que vienen por lo antiguo visitar estos lugares és, porque como estos montes
que por lo moderno, y así también en éste lugar, son señalados en producir de sí nubes que llueven
parece estar la idolatría paliada; porque venir tanta por ciertas partes, antiguamente las gentes que re-
gente y de tan lejos sin haber hecho Sta. Ana allí sidían en aquellas tierras donde riegan estas nubes
milagros algunos, mas parece que es el Toci a n t i - que se forman en éstas sierras, advirtiendo que aquel
guo que no Sta. Ana; y en éste año de 1576, la pes- beneficio de la pluvia les viene de aquellos montes,
tilencia que hay, de allí comenzó, y dicen que ya no tuviéronse por obligados de ir á visitar aquellos lu-
hay gente ninguna allí: parece misterio el haber co- gares, y hacer gracias á aquella divinidad que allí
menzado el castigo donde comenzó el delito de la pa- residía, que enviaba el agua, y llevar sus ofrendas
en agradecimiento del beneficio que allí recibían; y
así los moradores de aquellas tierras, que eran re-
gadas con las nubes de aquellos montes, persuadi- EL EDITOR.
dos ó amonestados de los demonios ó de sus Sátra- g .:, C19KJÍ¡q la O? obk i'H ou Stop .OHIEÍ ioq f.'Aü^Ji
«wiieo<: .i ischul nf» iñ ,nuiohsq» «í a-Jibsilaoa >up oi.oxt >» ::ui
pas, tomaron por costumbre y devocion, de venir á
visitar aquellos montes cada año, en la fiesta que
C uando me p r o p u s e publicar ésta obra, lo hice con ciencia d e
allí estaba dedicada: en México, en la fiesta de Cioa- que se trataba de darla á luz en Londres al mismo tiempo q u e
coatl, que también la llaman Tonantzin: en Tlaxcala en México, pues D. Felipe María Bouzá habia vendido copia del
en la fiesta de Toci: y en Tianquizmanalco, en la de manuscrito por precio de 135 librad esterlinas, .[700 ps. fuertes] á un
Tezcatlipuca; y porque ésta costumbre no la perdie- librero dé Inglaterra, según lo escribió en carta particular á D. José Ma-
ría Bustamante, con quien llevaba estrecha correspondencia literaria, y
sen los pueblos que gozaban de ella, persuadieron á me la manifestó; también m é lo asegura nuestro enviado en Londres,
aquellas provincias á que viniesen como solían, por- el Sr. D. Vicente Rocafuerte. Gomo todo lo relativo á nuestra histo-
que ya tenían Tonantzin, Tocitzin, y Altepuchtli, que ria, se vé con estraordinario empeño en las naciones estrangeras,
esteriormente suena ó les há hecho sonar, á Sta. Ma- principalmente en la Inglaterra, según se nota por sus periódicos, y
acredita el intitulado r Ocios de los Españoles, en que, se há hecho
ría, á Stá. Ana, y á S. Juan Evangelista ó Bautis- un análisis de ésta obra: creí que si omitía publicar lo que se lee
ta; y en lo interior de la gente popular que allí vie- en ella relativo á la aparición "de Ntrá. Sra. de Guadalupe, se ten-
ne, está claro que no es sino lo antiguo; y así no dría por una superchería mi a luego que se presentase en México
es mi parecer que les impidan la venida ni la ofren- la edición inglesa, cotejándose con ella, y notándose ésta su-
presión. L a ley pues de Editor veráz, no me permite hacer seme?
da; pero sí lo és, que los desengañen del error que jante omision, muy fácil d e equivocarse con un fraude. H é aquí
padecen, dándolos á entender, que aquellos dias que el motivo porque doy á luz [aunque con repugnancia, y después
allí vienen es la falsedad antigua, y que no és aque- de haberlo pensado mucho]-.,eJ texto del P . • S a h a g u i ^ . tal cual se
llo conforme á lo antiguo. Esto deberían hacer pre- registra en su obra, sin añadiilé ni quitarle en esta p a r t e ni una
tilde, ni una coma. Unicamente hé puesto una llamada donde di-
dicadores bien entendidos en la lengua y costumbres c e nota, para que se entienda que es del Autor; hé obrando de és-
que ellos tenian, y también en la escritura divina. t e modo para evitar que se me hagan las mismas observaciones que
Bien creo que hay otros muchos lugares en éstas foimó el sábio Sr. Uribe sobre la segunda edición de la obra del
Indias, donde paliadamente se hace reverencia y P . Torquemada, en su Disertación Guadalupana, pág. 40.
ofrenda á los ídolos, con disimulación de las fies- Pero aun hay otra razón que me pone á cubierto de todo;
tas que la iglesia celebra á Dios y á sus Santos, lo cargo de imprudencia en esta parte, y sobre l a q u e llamo la aten-
ción de mis lectores. E n el año de 1820 publicó el Dr. D. José
cual sería bien investigarse, para que la pobre gen- María Guridi Alcocer en la oficina de D . Alejandro Valdés, un
te fuese desengañada, [a] del error que ahora padece. cuaderno intitulado: Apología de la aparición de Ntrá. Srá. ds
Guadalupe de México, en respuesta á la disertación que la impug-
;,•;'!> ¡r !': .2) 3' .üfftllftfí • ¿iq - a >
H na; es decir impugnando á D. Juan Bautista Muñoz, cronista d e
>- . ' .-' t '
fc.v'1 '• ' ' '' * • ' i: - . ¡C • - :
n
• • lJ Indias, que niega la aparición, fundado en un capítulo de carta á
Felipe II. enviada por el virey D . Martin Enriquez. Muñoz se fun-
dó ademas en el .texto del P. Sahagun, cuya obra estaba e n t o n -
ces inédita, y la acababa de sacar de orden real, de la librería de
[ a ] Entiendo que la g r a n fiesta á S. Antonio de Padua que
los P P . Franciscanos de Tolosa en Huipuscoa, para poder escribir la
s e hace en Calpulalpan d e p a r t a m e n t o de T e x c o c o , tiene el mis-
historia del Nuevo Mundo por mandado del rey Carlos III. A efecto d e
m o origen que las q u e se hacian á los dioses Tlaloques para im-
combatirlo el Sr. Alcocer, insertó á la letra la memoria de la real
plorar las aguas. L a sierra d e T e x c o c o era la sierra del agua.
Tóm. 111. 42
A c a d e m i a de la historia española, á la p á g . 2 0 5 del tora, quinto
impreso en Madrid en 1817, y en ella se copia literalmente el tex-
AK-IR,4! ©bf/fUiuo Y ojbulnüíq oí, «»aa.s8 HOISBOO
to del P . S a h a g u n . ,. , . . . . Despues de haber pasado montes, valles, cié-
Resulta por tanto, q u e no hé sido yo el primero en dar á negas, barrancas y caminos de diversas maneras, pa-
luz el trozo q u e contradice la aparición, ni en turbar la posesion recióme lugar oportuno éste para tratar de los) ca-
e n q u e se hallan de creerla piadosamente, los mexicanos. M e n o s
soy yo el que p r e t e n d a desarraigar de sus corazones la devocion
minos por donde la iglesia, ha* venrdo hasta llegar
q u e profesan & Ntrá. S r á . bajo la advocación de Guadalupe. T e n - á esta última mansión donde ahora peregrina, sem-
go para mi que sería u n a crueldad quitar consuelo tan dulce de brando la doctrina evangéíidají A l todos es ratono
los pechos mexicanos, así como lo sería dar á un afligido hijo, la. que la iglesia militante comenzo en el reino ^ P a -
noticia de la m u e r t e d e su padre, cuya alhagüeña ilusión d e su
ecsistencia le conservaba tranquilo. Y o respeto no solo las tradi-
lestina, y de allí caminó por diversas partes de mun-
ciones constantes, sino h a s t a las preocupaciones de I03 pueblos, so- do, ácia el oriente, acia el. occidente, ácia e nor-
bre t o d o cuando por ellas se siguen positivos bienes. N o permita te y mediodía. Sabemos que ácia la parte del nor-
Dios que falte algún dia la piedad y devocion de mis compatrio- te hay aun muchas provincias y tierras ocultas, don-
tas á la cooredentora d e l género humano, y á la dispensadora de
todas las gracias! ¡Ojala y siempre busquen su protección en el-
de eí evangelio aun no se há prédicado; y acía es-
P a n t u a ñ c de Tepeyac, y el recurso en sus tribulaciones, y q u e en él tas partes del mediodía, donde se pensaba que nin-
derrame la m a d r e de J e s u c r i s t o y madre nuestra, el bálsamo del gunas gentes habitaban; aun ahora en estos tiem-
consuelo sobre s u s espíritus afligidos! Yo uno mis votos á ios d e pos .se han descubierto muchas tierras, y remos muy
aquel piadoso poeta, que. para recordar en todos tiempos la memo-
ria de los beneficios d e b i d o s á nuestra S e ñ o r a en s u advocacioo
poblados, donde ahora se predica el evangelio. Far-
Guadahipana, sobre t o d o en la última inundación del a ñ o de 1820, dóse k iglesia de Palestina; mas ya en ella, viven,
inscribió e,n las p a r e d e s del Santuario e s t e voto ferviente. reinan, y señoréan infieles: de allí fué á Asia, en
la cual no hay ya sino turcos y moros: fué también
¡Mexice!
.
sis felix,

tantee sub virsinis aura, á Africa donde ya no hay cristianos: fué á Alema-
Sitque tuus vehemens, sitqvc Jidelis amor. nia, donde ya no hay sino hereges: fué a la Eu-
¿De quien es é3ta i m a g e n ? preguntaría como Jesucristo al tomar una
ropa donde en la mayor parte de ella no se obede-
m o n e d a en sus m a n o s . . . D e Cesar, respondieron sus oyentes... Pues ce á la iglesia. Donde ahora tiene su silla mas quie-
dad al Cesar lo que es del Cesar, y á Dios lo que es de Dios... tamente es en Italia, y en España, de donde pasan-
¿Es ésta la imagen de M a r í a ? sí, pues tributadla todo el amor y res- do el mar occéano, ha venido á estas partes de la
p'eto d e que es muy d i g n a la hija del P a d r e , la madre del H i j o , y la
esposa del Espíritu S a n t o . . . Sobre tales títulos está consignado
India occidental, donde había diversidades de gen-
nuestro amor y r e s p e t o . ¿Por ventura há llegado algún c o r a z o n tes y de lenguas, de las cuales ya muchas se han
afligido á este lugar santificado, que no haya salido consolado? Nin- acabado, y las que restan van en camino de aca-
g u n o por cierto: en él há obrado la gracia maravillas: Dios barse. Lo mas poblado y mas bien parado de todas
n á declarado a q u í m u c h a s vocaciones, y hombres criminales arre-
pentidos sinceramente h a n cambiado de vida, y convertídose d e
estas Indias occidentales, ha sido y és esta N. Es-
todo punto. E s t e lugar con quinado antes con abominaciones, y sacrificios paña, y lo que mas ahora prevalece y tiene lustre,
humanos y cruelísimos á los dioses Tlaloques, hoy se halla puri- es México y su comarca, donde la iglesia católica
ficado, y hecho el asilo d e la santidad, y clemencia. Verdaderamen' está aposentada y pacífica; pero en lo que toca á
tita es la casa do Dios? y la puerta, del cieh.
la fé católica, es tierra estéril y muy trabajosa de cul-
tivar, v donde ésta tiene muy flacas raíces, y con mu-
3
#
chos trabajos s(e hace muy' poco fruto, y con poca será en ésta pestilencia, como también en la otra1
ocasion se seca lo plantado y cultivado. Paréceme arriba dicha. Muchos murieron de hambre, y de no
que poco tiempo podrá perseverar la fé católica en tener quien los cuidase ni les diese lo necesario. Su-
estas partes; lo uno és porque las gentes se ván cedió y acontece en muchas casas, el que todos los
acabando con gran "prisa, no tanto por los malos de ellas caigan enfermos, sin haber quien los pu-
tratamientos • que se^lesi hacen, como por las pesti- diese dar un jarro de agua; y para administrarles los
lencias que Dios les- eñviaj Despues que esta tier- sacramentos, en muchas partes ni habia quien los
ra s e descubrió, h á habido tres pestilencias muy uni- llevase á la iglesia, ni quien dijese que estaban en-
versales y grandes, á mas de otras no tan grandes fermos; y conocido esto, andan los religiosos de ca-
ni tan universales: la primera fué el año ae 1520, sa en casa, confesándolos y consolándolos. Cuando
que cuando echaron de México por guerra á los es- comenzó esta pestilencia de ogaño, el señor viso-rey
pañoles, y ellos se recogieron á Tlaxcala, hubo una D. Martin Enriquez, puso mucho calor en que fue-
pestilencia de viruelas donde murió casi infinita gen- sen favorecidos los indios, así de comida como de
te. Despues de ésta^ y de haber ganado los espa- los sacramentos, y por persuacion, muchos españo-
ñoles esta N. España, teniéndola ya pacífica, y que les anduvieron muchos dias por las casas de los in-
la predicación del evangelio se ejercitaba con mu- dios dándolos comida, los sangradores sangrándolos,
cha prosperidad, el año de 1555, hubo una pestilen- los médicos curándolos, y los clérigos y religiosos,
cia grandísima y universal, donde en toda ésta . así de S. Francisco, como de Stó. Domingo, de S.
España murió la mayor parte de la gente que' en ella Agustín, como Tcatinos, (Jesuítas) andaban por sus
habia. Yo me hallé en el tiempo de esta pestilencia casas para confesarlos y consolarlos, y esto duró por
en ésta ciudad de México en la parte del Tlaltelol- obra de dos meses, y luego cesó todo; porque unos
co, y enterré mas de diez mil cuerpos, y al cabo de se cansaron, otros enfermaron, y otros se ocuparon
la pestilencia dióme á mí la enfermedad, y estuve en sus haciendas: ahora ya faltan muchos de los sa-
muy al cabo. cerdotes dichos, que ayudaban, y ya no ayudan.
Despues de esto, procediendo las cosas de la En este pueblo del Tlaltelolco, solo los reli-
fé pacificamente, por espacio de treinta años ó po- giosos de S. Francisco andaban por sus casas con-
co mas ó menos, se tornó á reformar la gente: aho- fesándolos, consolándolos, y dándolos pan de Casti-
ra en este año de 1576 en el mes de agosto, co- lla para que comiesen, comprado de las propias li-
menzó una pestilencia tan universal y grande, la cual mosnas. y todo se vá ya acabando, pues el pan va-
há ya tres meses que corre, y há muerto mucha gen- le muy caro, y no se puede haber, y los religiosos
te, muere, y vá muriendo cada dia mas: no sé que ván enfermando y cansando, por lo cual hay gran
tanto durará ni que tanto mal hará: yo estoy ahora tribulación y aflicción; pero con todo esto, el señor
en ésta ciudad de México en la parte del Tlaltelol- viso-rey, y el señor arzobispo, (a) no cesan de ha-
co, y veo que desde el tiempo que comenzó hasta cer lo que pueden. ¡Plega á nuestro Señor de reme-
hoy, que son ocho de noviembre, siempre ha ido cre- diar ésta tan gran plaga! porque á durar mucho, to-
ciendo el numero de los difuntos desde 10, 20, 30,
40, 50, á 60 y 80, y de aquí adelante no sé lo que ja] Eralo entonces el Sr. D. Pedro de Moya, y Contreras.
CAPITULO XIII.
CAPITULO XIII.
tres mugeres vestidas y tocados los cabellos como carlos, perdieron del todo la fé que les fué predica-
indias, sentadas como se sientan las mugeres indias, da. y se volvieron á sus idolatrías que de antes te-
y las dos estaban á la par, y la tercera estaba de- nían; [a] y esto congeturo por la dificultad grande que
lante de las dos en el medio, y tenia una cruz de lié hallado en la plantación de la fé en esta gente;
palo según significaba la pintura, atada en el ñudo porque yo há mas de cuarenta años que predico por
de los cabellos, y delante de ellas estaba en el sue- estas partes de México, y en lo que mas he insisti-
lo un hombre desnudo y tendido, pies y manos so- do y otros muchos conmigo, es, en ponerlos en la
bre una cruz, y atadas ambas cosas sobre ella, con creencia de la fé católica por muchos medios, y ten-
unos cordeles. Esto me parece que alude á Nuestra tando diversas oportunidades para esto, así por pin-
Señora y sus dos hermanas, y á nuestro Señor cru- turas, como por predicaciones, representaciones y lo-
cificado, lo cual debieron tener por predicación an- cuciones; probando con los adultos y con los peque-
tiguamente. ños, y en esto aun hé insistido mas en estos cinco
Otra cosa hay, que también me inclina á creer años pasados, dándolos las cosas necesarias de creer
que há habido predicación del evangelio en estas par- con gran brevedad y claridad de palabras; y ahora
tes, y és, que tenian confesion auricular en estas par* en este tiempo de esta pestilencia, haciendo esperien-
tes de México, donde los penitentes contaban sus cia de la fé que tienen los que se vienen á confesar
pecados al Sátrapa en gran secreto, y recibían pe- y antes de ella, tal cual responde como conviene; de
nitencia de ellos, y los ecsortaba el Sátrapa á la manera que podemos tener bien entendido, que con
enmienda con gran diligencia; y esta confesion ha- haberlos predicado mas de cincuenta años, si aho-
cíanla una vez en la vida ya cerca de la vejez, ó en ra se quedasen ellos á sus solas, y que la nación
ella, y tenian que el penitente que tornaba á recaer española no estuviese de por medio, tengo entendi-
en los pecados no tenia remedio, porque á nadie se do, que á menos de cincuenta años, 110 habría ras-
le perdonaban los pecados sino una vez en la vida. tro de la predicación que se les há hecho. Así que
Está esto escrito muy á la larga en el segundo li- digo concluyendo, que es posible que fueran predica-
bro que trata de las fiestas de los dioses. Tam- dos, y que perdieron del todo la fé que les fué en-
bién he oído decir, que en Pontochan ó en Cam- señada, y se volvieron á las idolatrías antiguas. Aho-
peche,, hallaron los religiosos que fueron allí á con- ra paréceme que Dios nuestro Señor, habiendo vis-
vertir primeramente, muchas cosas que aluden á la to por esperieucia la dureza de esta gente, y lo po-
fé católica y al evangelio; y si en estas dos par- co que en ellos aprovechan, los grandes trabajos que
tes dichas hubo predicación del evangelio, sin du- con ellos se tienen y han tenido, ha querido dar la
da que la hubo también en estas partes de Méxi- nación española, (a) para que sea como una fuente
co y sus comarcas, y aun en esta N. España; pe- de que mana la doctrina de la fé católica, para que
ro yo estoy admirado como no hemos hallado mas aunque ellos desfallezcan, siempre tengan presentes
rastro de lo que tengo dicho en estas partes de Mé- ministros nuevos y de nación española, para tornar-
xico; y aunque digo esto, paréceme que pudo ser muy los á los principios do la fé. Hay otra cosa, lo cual
bien que fuesen predicados por algún tiempo; pero ( a ) Véase la disertación del P. Mier tóm. 1. p. 277 [b] Véase el
que muertos los predicadores que vinieron á predi- epígrafe de los tomos d e ésta obra de Jeremías, cap. b. Í~. 1 5 á l 7 .
Tóm. III. 43 * "
fieras, y de árboles silvestres, de manera que no se
ha parecido en parte por esperiencia, y en parte per podría habitar. L o q u e mas se me asienta en este
profecía, el acabamiento de esta nación, y lo que negocio és, que con brevedad esta pestilencia ( a )
parece por esperiencia es, que desde las Canarias presente cesará, y que todavía quedará mucha gen-
hasta acá, y aquí en esta tierra, vemos por esperien- te hasta que los españoles se vayan mas multiplican-
cia así vá verificándose. También esto há parecido por do y poblando; de manera, que faltando la una ge-
profecía de un santo varón dominico, [a] Cuando los es- neración, quede poblada esta tierra de la otra que
pañoles llegaron á ésta tierra, estaba llena de gen- es la española, y aun tengo para mí, que siempre
te innumerable, y cuando por via de guerra echaron habrá cantidad de Indios en estas tierras.
de ésta ciudad de México los indios á los españoles,
y se fueron á Tlaxcala, diólos la pestilencia de vi-
ruelas que queda dicha, donde murió gente sin cuento, y
OSlE
despues en la guerra y trabajos conque fueron afli-
gidos, despues de la guerra murieron gran cantidad de
indios en las m i n a s , haciéndolos esclavos, llevándolos
cautivos fuera de su tierra, y fatigándolos con grandes
trabajos en edificios y minas; y despues que estas
velaciones se remediaron, con haber clamado los re- FIN DEL UNDÉCIMO LIBRO.
ligiosos al emperador Carlos V. en el año de 1545,
vino la otra segunda pestilencia dicha atras, clonde
toda la gente quedó muy menguada; muy grandes pue-
blos quedaron despoblados, los cuales despues nun-
ca se tornaron á poblar. Treinta años despues de es-
ta sucedióla pestilencia que ahora actúa mente rei-
( a ) Las epidemias principales que han afligido á la América,
na, donde se han despoblado muchos pueblos, y el ne-
ademas de las referidas, son la d e viruelas d e 1779, la de id, de
gocio vá muy adelante, y si tres ó cuatro meses du- 1796, la d e 1813 d e fiebre amarilla propagada por los soldados
?a como ahora vá, no quedará nadie. La profecía de espedicionarios del batallón español de Zamora, la escarlatina d e
que atrás hace mención dice, que antes de sesenta 1825, y la actual de viruelas d e 1830 venida por T e h u a n t e p e c de O a x a c a ,
y que habría hecho mayores estragos, si no hubiera neutralizado su ve-
S o s despues que fueren conquistados no ha de que- neno activo y furioso la prodigiosa vacuna. La raza de los Indios vá á m e -
dar hombre de ellos; y aunque á esta profecía yo no nos, y este déficit debe atribuirse en gran parte, al abandono en
b dov crédito, pero las cosas que suceden y han q u e viven. Absolutamente se há descuidado la policía en los pue-
blos: la embriaguéz es el mayor enemigo de la salud: el Indio be-
^cedído^ parece que van enderazadas b e chinguirito sin termino, y con él se traga la muerte, aguar-
dadera No es de creer empero que esta gente se diente, y agua fatal de muerte, son sinónimos. ¡Cuando reglamen-
tarán los congresos las costumbres de estos miserables? ¿Cuando
multiplicarán los establecimientos útiles de enseñanza para formar
S K S T i - c c sus costumbres? Se há equivocado la libertad con el libertinage, y
este trastorno d e idéas nos há hecho retrogadar. Dios nos alum-
bre p a r a el régimen de la República.
[a] P a r e c e que e s el Sr. Obispo Casas.
1
I

336 t .. ,
A q u í pongo téíinino á la edición de ésta obra, remitiendo
á mis lectores al libro doceno que habla de la Conquista, y lié im-
SUPLEMENTO
preso por separado, como también la Memoria de D. F e r n a n d o
Alva Yxtlilxóchitl, bajo el título de Horribles crueldades de los A LOS LIBROS DIEZ Y ONCE
Conquistadores de México, y de los Indios que los ausiharon pa-
ra subyugarlo á la corona de Castilla, que todo deberá formar u n
cuerpo de obra. Muchos afanes lié emprendido en la publicación DE LAS COSAS DE NUEVA ESPAÑA,
de ésta, cuya impresión há durado once meses. Cuando reine la paz y
con ella las ciencias, mis compatriotas me dispensarán el aprecio que QUE ESCRIBIÓ
tal vez no merezco de muchos de la generación presente: d e la veni-
dera solo pido un suspiro, y que al leer mis producciones digan....
A h ü Este hombre de bien amó Ú los Mexicanos, y se intereso en EL P. FR. BERJWdRDLVO SAHAGUJV.
sus glorias!!!

México 30 de Marzo d e 1830.


SINONIMIA DE PLANTAS.

NOMBRES NOMBRES NOMBRES


MEXICANOS. ESPADOLES. D E LINEO.

Achiotl. Achiote. Bixa Orellana.


Ahuacatl. Aguacate. Laurus P e r s e a .
Ahuehuetl. Ahuehuete. Cupressus disticha.
Ayauquahuítl Ayacahuite. Pinus.
Atzapotlquahuítl. Lucuma.
Cacaloxochitl. Súchil. Plumiería rubra.
Cacahuaquahuitl. Cacao: el árbol. Theobroma Cacao.
Cacomítl. Cacomite. Tigridiae Pavoniae radix.
Camotl. Camote. Convolvulus batatas.
Capolin. Capulín. Prur.us Capulín.
Cempoalxochitl. Sempuasuchil. T a g e t e s erecta.
Coatzontecon-
Toritos. Anguloa superba.
xochitl.
Chayo ti. Chayóte. Sycios edulis.
Chian. Chia. Salvia hispánica.
Chicotzapotl. Chicozapote. Achras zapotilla.
Chili. Chile. Capsicum annuum.
Chiltecpin. Chiltipiquin, Capsicum.
Cochitzapotl. 1 rt n f n n . T 9 r
Z a p o t e blanco. Casimiroa edulis.
Yxtactzapotl. ( ' ' ._;•!>i J¡S ¡X9U «Bill . u1 ob tnoíní»m sn^no j>¡
Costzapotl. Z a p o t e amarillo. L a c u m a saücifolium,
Copalquahuitl. Arbol del P e r ü . Schinus mollis.
Cihuapatli. Sihuapatle. Montannoa.
1
I

336 t .. ,
A q u í pongo ; término á la edición de ésta obra, remitiendo
á mis lectores al libro doceno que habla de la Conquista, y lié im-
SUPLEMENTO
preso por separado, como también la Memoria de D. F e r n a n d o
Alva Yxtlilxóchitl, bajo el título de Horribles crueldades de los A LOS LIBROS DIEZ Y ONCE
Conquistadores de México, y de los Indios que los ausiharon pa-
ra subyugarlo á la corona de Castilla, que todo deberá formar u n
cuerpo de obra. Muchos afanes lié emprendido en la publicación DE LAS COSAS DE NUEVA ESPAÑA,
de ésta, cuya impresión há durado once meses. Cuando reine la paz y
con ella las ciencias, mis compatriotas me dispensarán el aprecio que QUE ESCRIBIÓ
tal vez no merezco de muchos de la generación presente: d e la veni-
dera solo pido un suspiro, y que al leer mis producciones digan....
A h ü Este hombre de bien amó Ú los Mexicanos, y se intereso en EL P. FR. BERJWdRDLNO SAHAGUJV.
sus glorias!!!

México 30 de Marzo d e 1830.


SINONIMIA DE PLANTAS.

NOMBRES NOMBRES NOMBRES


MEXICANOS. ESPADOLES. DE LINEO.

Achiotl. Achiote. Bixa Orellana.


Ahuacatl. Aguacate. Laurus P e r s e a .
Ahuehnetl. Ahuéhucte. Cupressus disticha.
Ayauquahuítl Ayacahuite. Pinus.
Atzapotlquahuítl. Lucuma.
Cacaloxochitl. Súchil. Plumiería rubra.
Cacahuaquahuitl. Cacao: el árbol. Theobroma Cacao.
Cacomítl. Cacomite. Tigridiae Pavoniae radix.
Camotl. Camote. Convolvulus batatas.
Capolin. Capulín. Prur.us Capulin.
Cempoalxochitl. Sempuasuchil. T a g e t e s erecta.
Coatzontecon-
Toritos. Anguloa superba.
xochitl.
Chayo ti. Chayóte. Sycios edulis.
Chian. Chia. Salvia hispánica.
Chicotzapotl. Chicozapote. Achras zapotilla.
Chili. Chile. Capsicum annuum.
Chiltecpin. Chiltipiquin, Capsicum.
rt n * -t
Cochitzapotl. ! n n 9r
Casimiroa edulis.
Z a p o t e blanco.
Yxtactzapotl. ( ' ' ojio J ¡S ¡X9U Í18«i . u1 ob 6¡ioíní»fn sn^no j>¡
Costzapotl. Z a p o t e amarillo. L a c u m a saücifolium,
Copalquahuitl. Arbol del P e r ü . Schinus mollis.
Cihuapatli. Sibuapatle. Montannoa.
338
Chiestoti. Tlilzapotl. Zapote prieto. Diospiros obtresifolia.
Chicalote. Argemone mexicana.
Coati. Tetzontzapotl. Mamey. L u c u m a mammosum.
Taray, palo azul. Viborgia.
Cocolmecatl. Tepehuaxin, Tcpehuage. Mimosa.
Cocolmecal. Smilax.
Texocotl. Tejocote. Mespilus.
Cacahuaxochitl. Cacahuasuchitl. Lexarza fúnebris. ( a )
Tlacacahuatl. Cacahuate. Arrachis hipogea.
Hoitziloxochitl. Bálsamo. Myxoxilon Peruiferum.
Tlilxochitl. Vainilla. Epidendrum vanilla.
Huexiachiu. Huichachi. Mimosa.
Teoquahuitl. Cedro. Cedrela odorata.
Yezpahtli. Sangre d e drago. Croton sanguifluus.
Yczotl. Isote. Juca. Tlayoli. ! Cea maíz.
Maíz.
Ytzmiquilitl. Verdolaga. Portulaca rubris. Tlaoli. (
Yllamatzapotl. Tzoinpantli. Zompancle. Budlesa salicifolia.
Uamazapote. Anona.
Yxquixochitl. Tzilacayotl. Chilacayote. Cucurbita.
Huanita. Morelosia Huanita.
Tlapatl." Higuerilla. Ricinus communis.
Yoloxochitl. Y'olosuchil. Magnolia glauca.
Tlanepaquilitl. Tlanepaquelite. Piper.
Yepatzotl. Epazote. Chenopodium arabrosiodes.
Yeti. Phaseolus. Tornati. Tomate. Solanum lieo persicum.
Frijol.
Tecomaxochitl. Tecomasuchil. Cochlospermum hibiscoideì
Mattati. Matlale. Tradescantia Virgínica.
Tecomahiyac. Tacamahaca. F a g a r a octandra.
Matzatl. Piña. Bromelia ananas.
Tlahuilitocan. Caraña. Caragna oficinalis.
Mapalxochitlqua-
Manitas. Cheirostemon platanoides. Toloatzin. Toloache. Datura.
huitl.
Tlascan. Tlasca. Cupressus.
Mecapatli. Sarsaparrilla. Smilax Zarzaparrilla.
Matlalquahuitl. Guayacan. Guajacum officinale. Xaltomatl. Jaltomate . )
Metl. Maguey. Agave americaua. Miltoinatl. £. . . Miltomate. ^ . . . . Solanos.
Mitzquitl. Mezquite. Mimosa nilotica. Costomatl. ) Costomate.)
Nopale. Nopal. Coactus. Xocotl. Ciruela. Spondias bombin.
Oceloxochitl. Quacomite. Tigridia Pavonia. Xochiocotzotl. Ocozote. Liquidambar stirasifiua.
Olinquahuitl. Ule. Castilloa elastica. Xochiquahuitl. Xochiquaguil. Cordi a.
Oyametl. Oyamel. Pinus. Xocoxochitl. Pimienta malagueta Mirtus pimenta.
Pizietl. Tabaco. Nicotiana tabacum. Xalxocotl. Guayaba. Psidium pomiferum.
Pochotl. Pochote. Bombax Ceiba. Xiloxochitl. Leles. Carolinea princeps.
Papayan. Papaya. Carica papaya. Xícama. Jicama. Dolichos bulbosus.
Papaioquilitl. Papaloquelite. Kleinia porophyllum. Xocoyotl. Socoyole, Oxalis.
//e^t-o— Pachile. Pastle. Tidlansia Vsneoides.
Quapinoli. Quapinole. H y m e n e a Courbaril. Esta sinonimia se formó por el caballero D. Vicente Cer-
Quauhtzahuatl. Quausaguate. Convolvulus arborescens. vantes, catedrático de Botánica: se me franqueó por su succesor en
Quauhtlatlatzin. Tronador. Ura crepitans. la cátedra, el joven D. Miguel Bustamante, y se aumentó por el
Quauhcamotl. Huacamote. Jatropha maniot. Sr. D. Pablo de la Llave, nombres respetables en la botánica, y
Quimichpatli. Cebadilla. Verathrum album. que bastan para recomendar este catálogo que será útil, no menos
Quauhtzapotl. Anona. Anona. á los médicos mexicanos, que á los de Europa. Yo escribo para
Quauhxilotl. Quagilote. Rhus. todo el mundo, porque soy Cosmopolita.
Saqualtzapotl. Chirimoya. Anona.
3Í «l:
[ a ] Esta planta fué dedicada p o r . e l S. D. Pablo de la Llave,
á la buena memoria de D. J u a n Lexarza originario d e Valladolid
d e Michóacan, joven de grandes conocimientos botánicos, que for-
mó la estadística d e aquel estado, que há servido d e modelo á
otros, y que m u r i ó en sus m a s bellos dias.
.eioh'j' .fooqr.dil? INDICE
¿«Büsi'.jlíüí .!fí¡isU":.\ .V i - T •líoqpsí.-:•.> J . ? aivHor! -R-iñiHs?: íJiip sol 9U .VlXX
_ «fjixr.üii >q»T
DE LOS CAPITULOS, APÉNDICES,
.B^OÍfttJ silfo-,nA coilgoc'') .lírrffíonr.&ÉIT
I .»ftinsv mu v.-.^hj-M .8Í'i¡ílÍs¥" Y DE ALGUNAS NOTAS COMPRENDIDAS
> nioibcO- ; , ' . .. . . . t i oh orooa Wfflod teb
¿,'r.íu BQO .siálfl EN LOS DOS LIBROS DE ÉSTE TERCER TOMO.

LIBRO DECIMO.
.c!fi"l3ÍH\iÍÍ PAGINAS.
.9Í¡ÍSXÍ¡ sqsiíliil .IliüflpccinaTr
.ótótítoT Prólogo
.!jrioüxcroo>/r Capítulo I. D e las calidades y condiciones de las personas
I conjuntas por parentesco
Caracteres de éstas desde la pág. 2 á la - 7.
Cap. II. De los grados de afinidad, hasta la pág. . . . 9.
jjbgfilT ,iiepír>lT Cap. III. De las edades hasta el folio. . . . . . . . 12.
I í . SfSRÍÓifcXl
• .eJ¿iu,!Íi.x"
{ .!),-,nioJlcX
. < JJiiüíoiliK
Cap- IV. De los oficios, condiciones, y dignidades de perso-
nas nobles y generosas 12.
( .9ÍEn;cjf!0.0 ( .Ij;-.oiciaoO •a Cap. V. De las personas nobles 14.
.cíamiD .iíoooX \ • > Cap. VI. De los varones fuertes, y graduados en la milicia
.fl&Jcjí'ífjooX mexicana con sus denominaciones peculiares, de 15 á. . 17.
.ÚlUliCUJlilboX Cap. VII. De los oficiales plateros y de pluma, de 17 á. 19.
£}9JJ££I£(E í.'i" - ÍÍUI í .ÜiiiaoxopftX Cap. VIH. D e otros oficiales 19.
.Uoao/bZ Cap. I X . De los hechizeros y trampistas 22.
.iJirf&oxoBX Cap. X . De otros oficiales mecánicos de diversos oficios. . 24.
.}*mrr>?X Cap. X I , De las personas viciosas como rufianes y alcahue-
tes, marcadas cen ¿us respetivos caracteres. .
Nota sobre los ladrones de México
¿í,l:.H »¡ífHíflCfWe-BJBia Cap. XII. D e otra manera de oficiales como labradores y
SJ 10M • :G:>IÍ>K)OS >b oa i'Mvwi mercaderes 28.
i h 10.
."• .••ov'v? fo ni Cap. X I I I . D e las mugeres nobles 30.
Cap. XIV. De las condiciones y oficios de las mugeres bajas. 33.
Cap. X V . De muchas maneras de mugeres, y de las públicas. 37.
Cap. X V I . De los tratantes y otros oficiales mecánicos. . 39.
u,' J JÜ¿Í Cap. X V I I . D e los que venden mantas. . . . . . . 42.
Cap. XVIII. De los que venden maíz, cacao, frisóles & c . 43.
.j Cap. X I X . De los que venden tortillas, tamales & c . . . 46.
Cap. X X . De los que venden mantas delgadas que llaman
Ayatl, cacles, y cotáras 48.
Cap" X X I . De los que venden colores, tochomitl, [ó sea pe- •
lo de Conejo hilado] y xícaras 51-
Cap. X X I I . D e los que venden frutas, y otras cosas de comer. 54-
Cap. I V . D e los animales del agua que no son comestibles.
Cap. X X I I I . De los que venden loza, y fabrican chicuites
I. D e los caymanes y otros semejantes 204.
y petacas. . . . . . . . . . 56.
I I . Del Avizotl ó Ahuitzotl muy monstruoso 205.
Cap. X X I V . D e los que venden gallinas, huevos y medicinas. 58.
III. D e una culebra de agua, ó serpiente muy monstruosa. 207.
C a p . X X V . D e los que venden bolsas, cintas, candelas. . 65.
§. I V . De otras culebras y sabandijas del agua 209.
Cap. X X V I . D e los que venden atulli, (hoy atole) y cacao
§. V. D e las serpientes y otros animales de tierra. . . . 210.
hecho para beber, tequixqultl y salitre. 68.
I . Del Aspid. 210.
C a p . X X V I I . De los miembros exteriores é interiores, así
f . II. D e otra serpiente monstruosa y fiera 211.
del hombre como de la muger . 69.
III. De la culebra de dos cabezas llamada llamada M a -
Relación del Autor digna de ser notada. . . . . . . 70.
quizcoatl. 213.
C a p . X X V I I I . De las enfermedades del cuerpo humano, y
IV. De algunas culebras con cuernos, y de su monstruo-
d e las medicinas contra ellas, • 85.
sa propiedad 214.
Cap. X X I X . D e todas las generaciones que han venido á V. De una culebra monstruosa en grandor y ponzoñosa,
poblar esta tierra 106.
con otras de su manera 216.
Nota del Editor para la inteligencia de la historia, de las
V I . D e otras monstruosas culebras en propiedades es-
generaciones que han poblado este continente 114.
" trañas 217.
N o t a del Editor sobre la Genealogía de los R e y e s de T e x -
VII. De otras culebras monstruosas en su ser y p r o p i e -
coco. 120.
dades 219.
i). V I I I . De los alacranes, y otras sabandijas como arañas. 220.
LIBRO UNDÉCIMO, Y ULTIMO DE ESTA EDICION, (a)
§. I X . D e las diversas maneras de hormigas 221.
X . D e otras sabandijas de esta tierra 222.
C a p . I. De los animales y bestias fieras . 149.
X I . De las abejas que hacen miel, y de las mariposas. 224.
§. II. De los animales como zorros, lobos, y otros semejantes. 154. X I I . De varias clases de langostas, de otros animalejos
* I I I . —i-.—f
De las ardillas y otros w
«M» **Kítih«-it> animalejos.
«ffi w.r^r.v Bol 0< l ;. . 158. y de los brvgos 224.
§. IV. Del Tlaquatzin . §. X I I I . D e diversas maneras de gusanos 22¿.
§. V. De las liebres, conejos, y comadrejas . . . . 160.
. . . . 162. Cap. VI. De los árboles y sus propiedades '
VI. D e los ciervos y perros mexicanos
. . . . 165. §. I . D e las calidades de las montañas 229.
VII. D e los ratones y otros animalejos
§. II. De los árboles mayores 230.
Cap. II. D e las aves, y aves de pluma rica. . . . . . . .. . 167.
§. I I I . D e los árboles silvestres medianos. . . . . . , 231.
I I . De los papagayos y tzintzones . . . . 170.
§. I V. D e las partes d e cada árbol 234.
§. III. De las aves" que viven en el agua, ó tienen alguna V. De los árboles secos que están en pie 6 caidos, y de
conversación en ella 174.
los maderos para edificar. 235.
IV. D e las aves de rapiña 187,
§. VI. De las cosas accidéntalas á les árboles, y de ellos. . 234.
V. De otras aves de diversas maneras . 191.
VII. De las frutas menudas como ciruelas 236.
V I . De las codornices • 193. §. V I I I . De la diversidad de tunas 238.
1. VII. De los tordos, grajas, urracas, y palomas. . . . 194.
§. I X . De las raíces comestibles 240.
§. VIII. De los pájaros que cantan bien . • 196.
C a p . VII. que trata de las yerbas
Cap. I I I . De los animales del agua. . . . . . . . . §. I. De las yerbas que emborrachan 241.
§. I. De algunas aves que moran en ella 199. II. D e las setas ú hongos : . . . 243.
§'. II. D e Fos peces. 199. III. D e las yerbas comestibles cocidas 245.
i . I I I . D e los camarones y tortugas. 200. §. IV. De las yerbas que se comen crudas 246.
I V . De la Ygiiana, y de íos peces del rio 6 lagunas. . 201. §. V. D e las yerbas medicinales. 249.
I V.' De los renacuajos y otras sabandijas de comer. . . 203. Nota del Editor 282.
( a ) El libro Doceno trata d e la Conquista d e México por los Sigúese á tratar d e las piedras medicinales 284
Españoles; p e r o se há impreso por separado en la oficina de C a l - §. VI. D e las yerbas olorosas. . . , . . . . , . . 287
van, y se hallará en la librería del mismo e n el Portal de Agustinos.
HISTORIA

CONQUISTA D E MEXICO,

ESCRITA

POR E L R. P. F r . BERNARDINO SAHAGÜN


D E L O R D E N D E S. F R A N C I S C O , Y UNO D E LOS P R I M E R O S ENVIADOS
A L A NUEVA ESPAÑA P A R A P R O P A G A R EL E V A N G E L I O .

P U B L I C A L A POR SEPARADO DE SUS DEMAS OBRAS

CARLOS MARIA DE BUSTAMANTE,


Diputado de la cámara de representantes del congreso general de
la federación por el estado libre de Oaxaca, quien lo dedica á
los beneméritos generales Nicolás Bravo y Miguel Barragan, y
á sus dignos compañeros en la confinación que hoy sufren.

Y o t r a e r é sobre vosotros una nación d e lejos:


« n a nación robusta j antigua: una nación c u y a
lengua n o entendereis... T a l a r á vuestras mieses y
d e v o r a r á vuestros hijos é hijas... - < -
FIN DE LA OBRA JEREMIAS CAP. 5 . ° / t > 15 A 17.

MEXICO

Imprenta de Galvan á cargo de Mariano Arévalo, calle d *


Cadena núm. 2. tiQMOT&H • •
HISTORIA

CONQUISTA D E MEXICO,

ESCRITA

POR E L R. P. F r . BERNARDINO SAHAGÜN


D E L O R D E N D E S. F R A N C I S C O , Y UNO D E LOS P R I M E R O S ENVIADOS
A L A NUEVA ESPAÑA P A R A P R O P A G A R EL E V A N G E L I O .

P U B L I C A L A POR SEPARADO DE SUS DEMAS OBRAS

CARLOS MARIA DE BUSTAMANTE,


Diputado de la cámara de representantes del congreso general de
la federación por el estado libre de Oaxaca, quien lo dedica á
los beneméritos generales Nicolás Bravo y Miguel Barragan, y
á sus dignos compañeros en la confinación que hoy sufren.

Y o t r a e r é sobre vosotros una nación d e lejos:


« n a nación robusta j antigua: una nación c u y a
lengua n o entendereis... T a l a r á vuestras mieses y
d e v o r a r á vuestros hijos é hijas... - < -
FIN DE LA OBRA JEREMIAS CAP. 5 . ° / t > 15 A 17.

MEXICO

Imprenta de Galvan á cargo de Mariano Arévalo, calle d *


Cadena núm. 2. tiQMOT&H • •

M a t a » cobsa t? «iteoa «.stófe-i»Htí§9"'ol9[á9rioqorsíí ón ota^í


EL EDITOR.
E s bien sabido el esmero con que el rey de E s p a ñ a F e r n a n d o V i l ,
d e s p u e s d e haber perdido la dominación d e las Américas, ha m a n d a -
d o se soliciten de los archivos d e Indias, todos los documentos y noti-
cias importantes q u e t r a t a n d e su descubrimiento y conquista des-
d e que acometieron esta empresa los llamados reyes católicos. Pare-
ce que con esto s e h a propuesto justificar la conducta que ha obser-
vado el gobierno español, si no en la conquista, á lo menos en la con-
servación 0 d e estos dominios, y d e m o s t r a r al mundo la sinrazón con
q u e este nuevo mundo se h a substraído d e su obediencia.
Por consecuencia d e estas disposiciones, se ha impreso á espen-
sas de aquel monarca y en su i m p r e n t a real, u n a obra intitulada ...
Colee ció n de los viages y descubrimientos que lucieron -por mar los
españoles desde fines del siglo XV, con varios documentos inéditos
concernientes á la historia de la marina castellana, y de los estable-
cimientos españoles en Indias, por D. Martin Fernandez de Navatreie.

D e esta i n t e r e s a n t e obra no han llegado á México mas q u e el p r i .


mero y segundo tomo por la via d e F r a n c i a , y deseamos ansiosamen-
t e los r e s t a n t e s ; y a por la belleza con q u e e s t á n escritos, y ya por-
q u e se nos anuncia haber aparecido las cartas inéditas d e Hernán
C o r t é s q u e dabamos por perdidas, las cuales parece se insertarán en
el tomo 4.° y d a r á n mucha luz para la historia d e la conquista, y mo-
do d e establecer el gobierno español en esta A m é r i c a ; mas e n t r e t a n -
to llegan á mis manos no puedo menos d e acelerarme á publicar el
doceno libro del P a d r e F r . B e r n a r d i n o Sahqgun, de los frailes menores,
uno de los primeros, mas sabios y virtuosos misioneros q u e llegaron á
M é x i c o , que lo ilustraron con su predicación asi como con sus escri-
tos, y q u e como testigo casi presencial de los g r a n d e s y recientes acon-
tecimientos q u e trastornaron este imperio, se ha esplicado con la esac-
titud y crítica q u e ninguno lo habia hecho y pocos lo imitaron des-
p u e s . E n este libro t r a t a ú n i c a m e n t e d e cómo los es¡ anotes conquista-
ron á la ciudad de México-, reservóme para lo sucesivo la edición d e
los demás q u e hablan de la historia universal d e la N u e v a E s p a ñ a .
N o faltará quien atribuya á impolítica la impresión de esta obra
e n las actuales circunstancias en que nos hallamos; pero y o le pro-
Y.
l a córte contra los déspotas gobernantes? L a persecución en e3ta pav-
testo q u e no llevo por objeto escitar el odio c o n t r a l a nación castella-
t e llegó á tal estremo, q u e un prelado eclesiástico d e M é x i c o , p a r a
na, porque la generación p r e s e n t e española no f u e la q u e despojó á
que el rey supiera lo q u e habia pasado en sus dias, temeroso de la
M o c t h e c u z o m a d e su imperio: nosotros los mexicanos, sí debemos con-
interceptación d e las cartas, se valió del arbitrio d e m a n d a r por obse-
servar la memoria d e aquellos horrorosos sucesos para evitar que se
quio á la corte un hermoso crucifijo hecho por un indio, en cuyo p e -
nos repitan por el gobierno d e su actual monarca q u e _ s e resiste te-
cho hueco iba depositado un largo memorial de q u e j a s para el soberano.
n a z m e n t e á reconocer nuestra i n d e p e n d e n c i a , y t r a b a j a cuanto p u e d e
p o r reconquistarnos; desdichados nosotros si tal sucediera, pues t o r - Resulta por lo dicho, que la presente obra q u e hoy publico es la

naríamos á los años de 1521 y siguientes, y seriamos tan m a l t r a t a d o s q u e reformó el P. Sahagun, y si auu con la rebaja d e muchas co-

como lo fueron nuestros a n t e p a s a d o s ! H e aqui la mira con que doy á sas aparece t a n dura la relación ¿cuánto mas no e s t a ñ a la primera?

l u z este precioso y no publicado escrito. R e s u l t a asimismo, ó q u e el P . Betancourt se equivoca en decir que


el nono libro d e las obras del P . Sahagun es la historia de la conquis-
El lector d e él notará en el P . Sahagun cierta especie d e reca-
t a , ó que posteriormente escribió otros dos mas, pues s e m e j a n t e re-
t o y miramiento al tiempo d e r e f e r i r algunos hechos atroces de la
Lición ocupa el doceno y último libro q u e t r a t o despues d e publicar-
conquista, y que aun corta y t r u n c a ciertos capítulos. L a causa de
con los r e s t a n t e s . Este escrito va sin d u d a á causar u n a revolución
un obrar tan estraño, nos la manifiesta el historiador Betancourt en
en la historia d e la conquista, porque su autor con la noble senci-
su Crónica de la provincia del S a n t o evangelio d e México, pues for-
l l e z d e un hombre d e bien q u e habla la verdad, solo se ocupa d e de-
m a n d o el catálogo d e los varones ilustres d e ella, y hablando del P .
cir aquello que ha visto ó d e que está convencido, pero sin dete-
Sahagun dice (*) „ q u e el nono libro q u e compuso este escritor f u e
n e r s e en impugnar á los q u e le han precedido y dicho lo c o n t r a r i o .
la Conquista de México hecha por Cortés; q u e despues en el año d e
E l detalla muy circunstanciadamente los personages que intervinie-
1585 la volvió á escribir enmendada... c u y o original (añade) vide fir-
ron en las escenas d e horror que cuenta, los mienta por sus nom-
m a d o de su mano en poder del sr. D. J u a n F r a n c i s c o d e Monte-ma-
bres, designa sus cargos, sus empleos y acciones; señala el ubi ó
y o r , presidente de la real audiencia, q u e lo llevó á E s p a ñ a con inten-
lugar d e los sucesos, y algunas veces marca aquellos lugares, dicien-
ción d e darlo á la estampa, y d e él t e n g o en mi poder un traslado
do por ejemplo,., tal batalla se dió en el punto q u e hoy' se conoce
d o n d e i i e, que el s r . D . M a r t i n d e V i l l a - M a n r i q u e , vi r e y d e M é x i -
con este nombre... y lo refiere. E l real d e los mexicanos estaba d o n -
co, le quitó los doce libros y los remitió á S . M . para su c r o n i s t a - "
d e hoy se halla f u n d a d o el convento de la Concepción, q u e se llama-
E n el prólogo del libro s e g u n d o d e la obra g r a n d e del P . Saha-
ba Amaxác &c. &c. ¿Quién osará pues tachar de embustero é inesac-
gun consta su dedicatoria al P . comisario g e n e r a l d e S. Francisco d e
t o á un hombre sencillo q u e escribe d e este modo, q u e acomoda el
M é x i c o Fr. Rodrigo de Sequera, el cual g o b e r n ó según el mismo Be-
lenguage de sus relaciones á los modismos mexicanos, pues poseía su
tancourt, desde los años d e 1476 á 1582. C o n q u e habiendo sido des-
idioma á maravilla, habia formado un calepino para conservar su pu-
pojado el padre Sahagun d e sus escritos por el virey Villa M a n r i -
reza primitiva, é instruir á los párrocos en sus usos, costumbres é
q u e , que gobernó de 1585 á 1590, es claro q u e en la segunda con-
historia, para anunciarles el evangelio y dirigir con provecho sus con-
quista que escribió reformó la primera, h a b i e n d o sufrido persecucio-
ciencias? Yo no e n c u e n t r o quien pueda contrahacer el modo s o b e r -
n e s v desprecios por sus relaciones d e q u e en parte lo indemnizó
bio y p e t u l a n t e d e H e r n á n Cortés, á quien describe en la p r i m e r a
dicho P . comisario S e q u e r a , protegiéndolo, y por c u y a causa le dedicó
visita pública que tuvo acompañado de Quauhtemoelzfn y de su cor-
sus obras. ¿Y por q u e . p r e g u n t o , seria esta persecución sino por l a
t e repantigado en u n a silla, y pidiendo por principio d e c u e n t a s todo
verdad con q u e habló acerca d e las a t r o c i d a d e s d e los conquistadores?
el oro que poseia M o c t h e c u z o m a . . . Allí se v e saltar por los ojos del
¿ P o r que fueron tan vejados los q u e e u a q u e l l a época informaban á
conquistador la rabiosa pasión del oro, y concluir su razonamiento
cual pudiera el despechado Orestes con estas palabras... es menester
(*) F ágh,a 138.
til.
luego que parezca... H e aquí un hombre decidido á c o m e t e r l a s m a -
yores crueldades para encontrar ese metal por el q u e ha pasado los
AUTENTICA DE ESTA OBRA.
mares, afrontado los peligros de toda clase, y sufrido privaciones inde-
cibles; por el que h i z o a t o r m e n t a r á Q a a u h t e m o c t z i n , y morir a su
L a original historia general de las antigüedades de los
ministro en la t o r t u r a . Muchos rasgos de esta n a t u r a l e z a p r e s e n t a el
indios de Nueva España, y parte del tiempo de la con-
p a d r e Sahagun que no pueden referirse esactamente, y solo se reser-
quista, es bien sabido que fue el primer escritor el R. P .
v a n á un lector curioso y profundo: el q u e tuviere e n t e n d i m i e n t o q u e
F r . Bernardino de Sahagun, uno de los primeros predicado-
e n t i e n d a , el q u e tuviere alma sensible que llore... ¡Pobre h u m a n i d a d res del santo evangelio, y del orden seráfico, que á los
u l t r a j a d a ! ! ! Su idioma es el d e la sencillez, a n t i c u a d o y propio de principios de la conquista pasaron á aquellos dilatados do-
quien no s a b e esplicar las esencias de las co s as por sinommos, sino minios. Como esta original historia no se dió á luz ni se
con sus verdaderos t é r m i n o s . . , imprimió acaso por no haberse podido encontrar en el
E l P . Sahagun ha llamado á juicio á nuestros conquistadores, espacio de mas de dos siglos, lamentaron su falta varios
v los ha llenado d e rubor en el gran teatro del m u n d o filántropo, escritores é historiadores, que despues escribieron las cosas
d o n d e solo aparecen g r a n d e s y magnánimos los hombres d e su tem- de aquella América: con particularidad nota la falta de esta
p e , los C a s a ! , los L u i s e s de B e l t r a n , los Moto» n , ^ y otros g.nios obra el caballero Biturini en su tratado de idea general & c .
benéficos cuyos nombres n u n c a pronunciarán mis labios sin qu lata D. Juan Bautista Muñoz, oficial segundo de la secre-
m i corazon agradecido, asi como j a m a s proferirá el d e los B o t a d , las taria del despacho universal de gracia y justicia de Indias,
A v rados y P i z a r r o s , nombres execrables, sin q u e les a c o m p a n un cosmógrafo mayor de ellas nombrado por S. M . y sugeto
a n a t e m a . Sin embargo, y o ruego á mis lectores d.stmgan siempre bien conocido por su literatura y erudición, para empren-
gobierno español d e sus sábditos, y 4 la v e z tiranizados por 1 mis- der su vasta obra de historia general de Indias de la que ya
mo ¿Qué idea no presenta hoy por hoy aquella nación, sino la d e vemos el primer tomo que demuestra lo recomendable de
un pueblo desgraciado q u e ha luchado i n ú t i l m e n t e por ser libre, y la obra, recogió cuantas impresas y manuscritas se habian
q u e despues d i - h a b e r gozado del crepúsculo a egre d e « n a b pu- estendido, tanto de la América meridional, como de la sep-
b e r t a d , ha tornado segunda vez á la mas deplorable s e r v i d u m b r e . , O j a l a tentrional á espensas de su activo zelo y conato, y de los
e s p e j ó l e s , y os v e a n mis ojos libres y felices! ¡ojal* reconozca v u £ reales auxilios que para ello se le franquearon; mas no en-
t r o gobierno obstinado n u e s t r a i n d e p e n d e n c i a , para q u e se rompan la contrando la original historia de la Nueva España escrita
abas que hoy nos impiden a b r a z a r m u t u a m e n t e ! Somos h e r m a n o por el R. P . Fr. Bernardino de Sahagun, por todas partes
poi un origen, por una religión, por unos mismos usos y no debemo la solicitó, pasando á reconocer distintos archivos, como el
estar divididos: Dios nos dió el mundo hermoso d e Colon para q u e de Sevilla donde sin duda debian encontrarse buenos pa-
l o d i s f r u t e m o s en p a z , y n u e s t r a s satisfacciones sean reciprocas; l e- peles, y obras de las cosas de Indias.
gue este suspirado dia de concordia, y descienda y o a H e p u e r o ; este N o encontró la que buscaba del P . Sahagun ni tampoco
suelo dichoso en que hoy habito, sea u n a nueva c u n a del g e n e r o hu en el archivo de Simancas; pero despues supo que el único ma-
mano, y el asilo seguro d e la libertad perseguida por los Uranos nuscrito que habia, obra del referido religioso misionero, se
hallaba en el convento de S. Francisco de Tolosa de Navarra,
d e la E u r o p a . de donde efectivamente la pudo estraer, en virtud de rea-
les órdenes para que se le entregasen, y por la amistad que
tengo con D. Juan Bautista Muñoz no dejando de reconocer
los motivos poderosos que tengo para pretender leer, y aun
copiar la indicada obra del l J . Sahagun, me la ha facilitado.
Está en dos volúmenes gruesos de letra manuscrita,
muy metida, antigua y en estilo natural y s e n c i l l o del tiem-
DOCENO LIBRO
po en que se escribió. Asi la he hecho copiar a la letra,
QUE TRATA
sin variar en cosa alguna de como la escribió el autor
citado con intento de que en regresándome a Nueva Es-
paña tal vez podré conseguir que se de a luz, y se impri- D E COMO LOS E S P A Ñ O L E S C O N Q U I S T A R O N A L A
ma en México, no dudando del aprecio que haran los li- CIUDAD DE MEXICO.
teratos y escritores de una obra original, que hasta ahora no
se ha visto, por mas que se ha solicitado, y solo la casualidad
que llevo referida pudo facilitarme esta obra tan aprecia!) e.
Su autor la escribió en doce libros divididos en dos
volúmenes, que aun con letra muy metida abultaron mu- AL LECTOR.
cho- y como la copia en letra clara y moderna produci-
ría 'mas gruesos los volúmenes, la dispuse en tres que en-
cuadernados tengo en mi poder, con la sati.viccion de po- JÍunyue mucioi ácwi escrito m romance &o
seer una obra tan recomendable y deseada. Aun el mismo
D Juan Bautista Muñoz me advirtió, que si por casuali- confuida de uta Jfueva Sifiaiia je^wi ¿c
dad se me proporcionase imprimirla en M xico, procura-
se fuese sin variar cosa alguna según la había copiado de refacían de yue £x> co7U^ui¿taron} yuÍAeía yo
la original, porque así tendrá siempre su particular mentó,
y sin duda lo perdería si se variase la narración, y esti- ucriiír en ¿endita mexicana, no tanto ^ior fo-
lo del principal autor. Asi este primer tomo contiene cin-
co libros con sus apéndices: el segundo tomo cuatro libros car actinal verdades de relación de &s m¿f*
también con apéndices; y el tercer tomo tres libros lo mismo.
La obra se ha copiado á la letra y en mi presencia,^ <jmí indios íe ácMaron en canymta, cuan*
scffun y como está la original historia manuscrita del R .
Y Fr Bernardino de Sahagun, que devolví al cosmografo to ^wr^wner eí fencj,ua(j£ de coáaá de ¿a cj tier*
mayor de Indias D. Juan Bautista Muñoz. Aunque me ha
causado bastante costo, dedicación y trabajo por conseguir ra y de íai armas yue en ei&c man && na=
esta copia: uno y otro lo he mirado con mucho agrado por
la satisfacción de poder llevar á Nueva España un ejemplar turaái, J/bzra yue de a f f i fe J/iwedan focar vo=
d é l a historia tan deseada por los literatos y curiosos, coa
el fin de si allí se me proporciona imprimirá, ya sea por
caitos y maneras de decir, ^irofiias ^vara áa=
suscricion, ó por otros medios; de este modo consigan las
e-entes tener esta obra que ha sido tan recomendable en es-
Mar en ¿a tencua meociama acerca de uta ma=
ta corte el hallazgo de su original. Madrid de octubre
de 1 7 9 3 . - D i e g o Garda Panes.=Es copia del original que
teria. tÁ£¿é^ase tcvm&ien & uto yue fos yue
certifico—Bustamante.

/
ron conquistados juhieron vj dieron relación Je LIBRO DOCENO.
DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA E S P A S A QUE ES LA
mucáas cosa* que jiaiaron entre ellas durante
CIUDAD DE MEXICO.

(a guerra, las cuales ignoraron iw que ios con=


quistaron, jwr las cuales razones me jiarece que CAPITULO PRIMERO.

no lía jido trabajo mtierj-iico el iaíer escrito De las señales y pronósticos qve aparecieron antes que
los españoles viniesen á esta tierra, ni hubiese noticia
eda Áúftoria, ¿o cual'je escríiié en tiempo que de ellos, (a)

era/n vi/u-os ios que je Hafla)on en la misma


D i e z años antes que viniesen los españoles á esta tierra
conquista, y ellos dieron uta relación, y jíenonm pareció en el cielo una cosa maravillosa y espantosa, y es,
que pareció una llama de fuego muy grande, y muy resplan-
deciente: parecia que estaba tendida en el mismo cielo, era
jirincifia&s y de finen juicio, y que fe tiene
ancha de la parte de abajo, y de la parte de arriba aguda,
como cuando el fuego arde; parecia que la punta de ella lle-
kor cierto que djeron toda verdad. gaba hasta el medio del cieío, levantábase por la parte del
oriente luego despues de la media noche, y salia con tanto
resplandor que parecia de dia; llegaba hasta la mañana, en-
tonces se perdia de vista: cuando salia el sol estaba la llama
en el lugar que está el sol á medio dia, esto duró por espa-
cio de un año cada noche; comenzaba en las doce casas, y
cuando aparecía á la media noche toda la gente gritaba y se
espantaba: todos sospechaban que era señal de algún gran mal.
La segunda señal que aconteció fue, que el chapitel de
un Cú (b) de Vitzilopuchtli, que se llamaba Tlacoteca, se en-
cendió milagrosamente y se quemó: parecia que las llamas

(a) E s t á conforme con las relaciones del cronista H e r r e r a en el


capítulo octavo y noveno d e sus d e c a d a s lib. 2.°, y solo falta a q u i el
prodigio d e la piedra habladora q u e mandó labrar M o c t h e c u z o m a p a r a
a u m e n t a r los sacrificios, que no se dejó llevar y se hundió en la ace-
quia d e san Antonio Abad d e México, cuyo hecho refiere e n t r e va-
rios D. F e r n a n d o A l v a r a d o T e z o z o m o c . (Vease la vida d e M o c t h e c u -
z o m a que publiqué en el C e n t z o n t l i escrita por mi.)
(b) Templo-
luego Mocthecuzoma mandó llamar k los agoreros y adivinos
de fuego salían de dentro de los maderos de las columnas, y v preguntólos, ;no sabéis que es esto que he visto? que vie-
muy de presto se hizo ceniza: cuando ardía c o m e n z a r o n lo ne mucha gente"junta, y antes que respondiesen la adivinos
sátrapas á dar voces diciendo: ¡O mexicanos! venid p esto a desapareció el ave y no respondieron nada.
ana"aPr el fuego con cántaros de agua, y venida el agua La octava señal, ó pronóstico fue, que aparecieron mu-
echábanla sobre el fuego y no se apagaba, sino antes mas se chas veces monstruos en cuerpos monstruosos, llevábanlos a
encendía, y así se hizo todo brasa. , Mocthecuzoma, y en viéndolos luego desaparecian.
L tercera señal fue que cayó un rayo sobre el Cu de
de Xiuhtecutli, dios del fuego, el cual estaba techado con pa- CAPITULO II.
ia Namabase Tzumulco: espantáronse de esto porque no Ho-
l l ó no agua menuda, que no suelen caer rayos cuando as, De los primeros navios que aportaron á esta tierra, que
Hueve" ni hubo tronido, sino que no saben como se encendió. según dicen fue Juan de Grijalva.
La cuarta seBal, ó pronóstico fue que de día hacendó
sol cayó una cometa, parecían tres estrellas juntas que cor- La primera vez que parecieron navios en la costa de
v n T a par muy encendidas y llevaban muy grandes colas: esta Nueva España, los capitanes de Mocthecuzoma que se
Partieron de ácia el occidente, y corrieron acia el onen- llamaban Calpixques que estaban cerca de la costa, luego
?e iban echando centellas de sí: de que la gente las vio co- fueron á ver que era aquello que venia, que nunca habían
menzaron á- dar grita, y sonó grandísimo ruido en toda la co- visto navios, uno de los cuales fue el Calpixque de Cuexte-
catl que se llamaba Pinotl: llevaba consigo otros calpixques
" " " • " L a quinta señal fue que se levantó la mar, ó laguna de uno que se llamaba Yaotzin, que residía en el pueblo de M i c -
M é x i c o con grandes olas: parecía que hervía, sm hacer aire tlanquauhtla, y otro que se llamaba Teozinzocatl, que resi-
México » 8 se suele levantar sin gran viento: lle-
día en el pueblo de Teociniocan, y otro que se llamaba Cui-
m " S T : o as muvTeios y entraron entre las casas, sacudían tlalpitoc, este no era calpixque sino criado de uno de estos
enTos c i m i e n t o s de las Xsas, algunas de estas cayeron: fue calpixques, y principalejo, y otro principalejo que se llama-
grande espanto de todos por ver que sin aire se había em- ba Tentlil. Estos se fueron á ver que cosa era aquella, y
hravecido de tal manera el agua. llevaban algunas cosas para venderlas, só color de ver que
braveciQo p r o nóstico fue, que se oyo de noche
cosa era aquella: lleváronlos algunas mantas ricas que solo
en el a re uta voz de « l muger que decía: ¡O hijos míos ya Mocthecuzoma y ninguno otro las usaba, ni tenia licencia para
usarlas: entraron en unas canoas y fueron á los navios, dije-
nos perdemos! algunas veces decia: ¡O hijos míos, adonde os
ron entre sí, estamos aquí en guarda de esta costa, convie-
La séptima señal fue que los cazadores de las aves del
ll6Va
ne que sepamos de cierto que es esto, para que llevemos la
aeua, cararon una ave parda del tamaño de una grulla, y nueva cierta á Mocthecuzoma: entraron luego en las canoas y
l S la fueron á m o s t r a r á Mocthecuzoma, que estaba en una comenzaron á remar hacia los navios, y como llegaron jun-
to á los navios, y vieron los Españoles, besaron todos las

^pi^sxsaaM
r u S s p a n t ó s e y . ' J ^ ^ X S Z Í ^ Í
proas de las naos en señal de adoracion, pensaron que era el
Dios Quetzalcoatl que volvía, al cual estaban ya esperando
según parece en la historia de este Dios. Luego los Españo-
les los hablaron, y dijeron: ¿Quien sois vosotros? ¿de dónde
venis? ¿de dónde sois? Respondieron los que iban en las ca-
go diesen relación. Con esto se partieron los Calpixques y
noas: hemos venido de México: dijéronlos los Españoles, si
capitanes, y mandaron luego poner atalayas en las dichas
es verdad que sois Mexicanos, decidnos ¿como se llama el se-
estancias, y Mocthecuzoma juntó luego &us principales los
ñor de México? Ellos respondieron: señores nuestros, llámase
mas privados, y los comunicó las nuevas que habían llegado, y
Mocthecu/.oma, y luego le presentaron todo lo que llevaban
mostrolos las cuentas de vidrio que habían traído los men-
de aquellas mantas ricas, al que iba por general en aquellos
sageros y díjolos: pareceme que son piedras preciosas, guár-
navios que según dicen era Grijalba, y los Españoles die-
dense mucho en la recámara, no se pierda ninguna, y si al-
ron á los Indios cuentas de vidrio, unas verdes y otras ama-
guna se perdiere pagarla han los que tienen cargo de guar-
rillas, y los Indios como las vieron maravilláronse mucho, y
dar la recámara. Desde ahí á un año, en el año de trece
tuviéronlas en mucho, y luego se despidieron de los Indios
conejos, ( c ) vieron en la mar navios los que estaban en las ata-
diciendo, ya nos volvemos á Castilla, y presto volveremos, y
layas y luego vinieron á dar noticia á Mocthecuzoma con
iremos á México. Los Indios se volvieron á tierra, y luego
gran priesa. Como oyó la nueva Mocthecuzoma despachó gen-
se partieron para M é x i c o donde llegaron en un dia y en una
te para el recibimiento de Quetzalcoatl, porque pensó que
noche, á dar la nueva á Mocthecuzoma de lo que habían visto,
era el que venia, porque cada dia le estaban esperando, y
y trajéronle las cuentas que les habían dado los Españoles y
como tenia relación que Quetzalcoatl había ido por la mar
dijéronle de esta manera: señor nuestro, dignos somos de
ácia el oriente, y los navios venían de ácia el oriente, por
muerte, oye lo que hemos visto, y lo que hemos hecho. T ú nos
esto pensaron que era él: envió cinco principales á que le
pusiste en guarda de la orilla de la mar, hemos visto unos
recibiesen y le presentasen un gran presente que le envió.
dioses dentro en la mar y fuimos á recibirlos, y dánosles va-
De los que fueron el mas principal de ellos se llamaba Yalliz-
rias mantas ricas, y veis aqui estas cuentas que nos dieron, y
ehan; el segundo Tepuztecatl, el tercero Tizaoa9 el cuarto
dijéronnos, si es verdad que sois mexicanos, veis aqui estas
cuentas dadlas á Mocthecuzoma para que nos conozca, y dijé-
Vevttecutl, el quinto Veicaznecatlheca.
ronle todo le que había pasado cuando estuvieron con ellos
en la mar en los navios. Respondióles Mocthecuzoma y díjo- > CAPITULO IV.
les: venís cansados y fatigados, idos á descansar, yo he reci-
bido esto en secreto, y os mando que no digáis nada de lo De lo que proveyó Mocthecuzoma cuando supo la segunda
que ha pasado. vez que los Españoles habían vuelto, este fue D. Her-
nando Cortés.
CAPITULO III.
A los sobredichos habló Mocthecuzoma y les dijo: mi-
rad que han dicho que ha llegado nuestro señor Quetzal-
De lo que Mocthecuzoma proveyó despues que oyó las nuevas
coatí, id, y recibirle, y oíd lo que os dijere con mucha dili-
de los que vieron los primeros navios.
gencia: mirad que no se os olvide nada de lo que os dijere,
veis aquí estas joyas que le presenteis de mi parte, que son
Como hubo oído Mocthecuzoma las nuevas de los que
todos los atavíos sacerdotales que á él convienen: primera-
vinieron de la mar, mandó luego llamar al mas principal de
mente una máscara labrada de musaico de turquesas, tenia
ellos que se llamaba Cuextecatl, y los demás que habían ve-
nido con la mensageria, y mandolos que pusiesen guardas, y (c) Según Boturini f u e el año d e once Tochtli ó conejos, d e lo
atalayas en todas las estancias de la ribera de la mar, la q u e se infiere que el cálculo d e este está errado, y lo confirma el
una se llamaba NauSitlantoztlan, otra Mictlanquactla, para q u e Yeitia que lo conocía, vivió con el, y fue su albacea, dice, que
contaha fiado en su memoria.
que mirasen cuando volviesen aquellos navios para que lue-
ba este peto, muchos caracolitos sembrados y colgados por
esta máscara labrada de las mismas piedras una culebra do*
todo él: llevaban también un coselete de tela blanca pinta-
blada y retorcida cuyo doblez era el pico de la nariz, lue-
do, la orilla de abajo de este coselete iba bordada con plu-
go se dividía la cola de la cabeza, y la cabeza con parte del
mas blancas en tres listas por todo el rededor: llevaban una
cuerpo iba por sobre el un ojo de manera que hacia ceja, y
manta rica, la tela de ella era un azul claro y toda labra-
la cola con parte del cuerpo iba por sobre otro ojo, y hacia
da encima de muchas labores de un azul muy fino: esta
otra ceja. Estaba esta máscara engerida en una corona al-
manta se ponia por la cintura atada por las esquinas al
ta y grande, llena de plumas ricas, largas y muy hermosas,
cuerpo, sobre esta manta iba una medalla de musaico ata-
de manera que poniéndose la corona sobre la cabeza se
da al cuerpo sobre los lomos: también llevaban unos sar-
ponía la máscara en la cara: llevaba per joyel una medalla tales de cascabeles de oro para atar á las gargantas de los
de oro redonda y ancha: estaba asida con nueve sarta- pies, y también unas cotaras blancas como los seíiores las
les de piedras preciosas, que echadas al cuello cubrían solían traer. Llevaron también los ornamentos y atavíos del
los hombros y todo el pecho; llevaban también una rodela dios que llamaban Tlalocantecutli, que era una máscara con
grande bordada de piedras preciosas con unas bandas de su plumage, y una bandera como la que se dijo arriba: tam-
oro, que llegaban de arriba á abajo por toda ella, y otras bién unas orejeras de CJuilchivitl anchas que tenia dentro
bandas de perlas atravezadas sobre las de oro de arriba unas culebras de Ckalchivites, y también un coselete pinta-
abajo por toda ella, y los espacios que hacían estas bandas do de labores verdes y unos sartales ó collar de piedras
los cuales eran como mallas de red, iban puestos unos za- preciosas, y también una medalla con que se cenia los lo-
pitos de oro. Tenia esta rodela unos rapacejos en lo bajo, mos, como la que arriba se dijo con una manta rica con
iba asida en la misma rodela una bandera que salia desde que se ceñia como también arriba se dijo, y cascabeles de oro
la manija de la rodela, hecha de plumas ricas: llevaba tam- para poner á los pies, y su b'tculo (1) como el de arriba. Otros
bién una medalla grande hecha de obra de musaico que ornamentos también que llevaban eran del mismo Quetzalcoatl
la llevaba atada y ceñida sobre los lomos; llevaban también una mitra de cuero de tigre, y colgaba de la mitra una
unos sartales de piedras preciosas con unos cascabeles de capilla grande hecha de plumas de cuervo: llevaba la mi-
oro entre puestos á las piedras para atar á la garganta de tra un ehalchivitl grande y redondo en la pnnta, y tam-
los pies: llevaban también un cetro de obispo todo labra- bién unas orejeras redondas de musaico de turquesas con
do de obra de musaico de turquesas, y la vuelta de arri- un garabato de oro que llamaban Ecacozcatl, y una man-
ba era una cabeza de una culebra revuelta ó enroscada. ta rica con que se ceñia, y unos cascabeles de oro para los
También llevaban unas cotaras ( d ) como los grandes señores se pies, y una rodela que tenia en el medio una plancha de
las suelen poner: 2.° llevaron también los ornamentos ó ata- oro redonda, la cual rodela estaba bordada con plumas ricas.
En lo bajo de la rodela salia una banda de plumas ricas
víos con que se ataviaba Tezcatlipoca que era una cabe-
en la forma que se dijo arriba: llevaba un báculo labrado
llera hecha de pluma rica, que colgaba por la parte de
de musaico de turquesas, y en la vuelta de arriba pues-
atras hasta cerca de la cintura y estaba sembrada toda de
tas unas piedras ricas ó perlas eminentes. En lo alto de arri-
estrellas de oro: llevaban también unas orejeras de oro: lle-
ba también llevaban unas cotaras como los señores solían
vaban colgados unos cascabelitos de oro, y sartales de ca-
traer: todas estas cosas llevaban los inensageros y las pre-
racolitos marinos blancos y hermosos. De estos sartales col-
sentaron según dicen á D . Hernando Cortés. Otras muchas
gaba un cuero que era como peto, y llevábale ceñido de
cosas le presentaron que no se escriben, como fue una mi-
manera que cubría todo el pecho hasta la cintura: lleva-
tra de oro hecha á manera de caracol marisco con unosy

(d) E s p e c i e de c a l z a d o .
3
10 11
rapacejos de plumas ricas que colgaban acia las espaldas, las demás cosas se las pusieron delante ordenadas como sue-
len poner sus presentes. El capitan dijo: ¿hay otra cosa mas
y otra mitra llana también de oro y otras joyas de oro que
que esto? dijéronle, señor nuestro, no hemos traído mas co-as
no se escriben (2). Todas estas cosas metieron en sus petacas
que estas que aqui están. El capitan mandolos luego atar,
y tomada la licencia de Mocthecuzoma di joles: , , I d con pri-
(5) y mandó soltar tiros de artillería, y los mensageros que
sa y no os detengáis; id y adorad en mi nombre al dios
estaban atados de pies y manos como oyeron los truenos de
que viene, y decidle, acá nos envia vuestro• siervo Mocthe-
las bombardas cayeron en el suelo como muertes, y los Es-
cuzoma, estas cosas que aqui traimos os envia, pues ha- pañoles levantáronlos del suelo, y dieronlos á beber vino
béis venido á vuestra casa que es MéxicoTomaron luego con que los esforzaron y tornaron en sí. Despues de esto
el camino los mensageros y llegaron á la orilla de la mar y el capitan D. Hernando Cortés les dijo por su intérprete:
alli entraron en cañas (3), y llegaron á un lugar que se llama oid lo que os digo: hanme dicho que los mexicanos son va-
Xicalanco: de alli tornaron otra vez á entrar en otras cañas lientes hombres, que son grandes conquistadores y grandes
con todo su hato, y llegaron á los navios, luego les pre- luchadores, y son muy diestros en las armas; dícenme que un
guntaron de los navios: ¿Quién sois vosotros, de donde solo mexicano es bastante para vencer á diez y á veinte
habéis venido? dijeron los de la canoa: venimos de México, de sus enemigos, quiero probaros si es esto verdadero, y si
y dijeron los de la nao: ¿Por ventura no sois de México, sois tan fuertes como me han dicho; luego les mandó dar
sino que decis con falsedad que sois de México, y nos en- espadas y rodelas para que peleasen con otros tantos Es-
gañáis? y sobre esto tomaron y dieron, y de que se satisfacie- pañoles, para ver quien vencería á los otros, y los Mexi-
ron los unos á los otros, juntaron la canoa con el navio y Fle- canos dijeron luego al capitan Cortés: oiganos vuestra mer-
cháronles una escalera con que subieron al navio donde ced nuestra escusa, porque no podemos hacer lo que nos
estaba D. Hernando Cortés. (4) manda, y es porque Mocthecuzoma nuestro señor no nos
envió á otra cosa sino á saludaros, y daros este presente;
CAPITULO V. no podemos hacer otra cosa, ni podemos hacer lo que nos
£iiU r ijinl Jil «i) *i\»f»-¿í«v J V «J IJtl«i %2JJ l.ri^l*^ Jlf ••."w:«'.' T*lí» mandais, y si lo hiciésemos enojarse ha nuestro señor Moc-
De lo que pasó cuando los mensageros de Mocthecuzoma thecuzoma, y mandarnos á matar, y el capitan respondió-
entraron en el navio de I). Hernando Cortés. les: hace de hacer en todo caso lo que os digo, tengo de
ver que hombres sois, que allá en nuestra tierra hemos
Comenzaron á subir al navio por las escaleras, y lleva- oido que sois valientes hombres, aparejaos con esas armas,
ban el presente que Mocthecuzoma les mandó llevar. Co- y disponeos para que mañana nos veamos en el campo.
mo estuvieron delante del capitan D. Hernando Cortés be-
saron todos la tierra en su presencia, y habláronle de es-
CAPITULO VI.
ta manera: ,,Sepa el diosá quien venimos á adorar en perso-
na de su siervo Mocthecuzoma, el cual le rige y gobierna
la ciudad de México, y dice ha llegado con trabajo el dios" De como los mensageros de Mocthecuzoma volvieron á Mé-
y luego sacaron los ornamentos que llevaban, y se los pu- xico con la relación de lo que habían visto.
sieron al capitan D. Hernando Cortés ataviándole con ellos:
pusiéronle primeramente la corona y máscara que arriba se Hecho lo que está dicho, luego se despidieron del ca-
dijo, y todo lo demás: echáronle al cuello los collares de pitan y se bajaron á sus canoas, y comenzaron luego á ir-
piedras que llevaban con los joyeles de oro, y pusiéronle se ácia tierra remando con gran prisa, y diciendo los unos
(fen el brazo izquierdo la rodela que se dijo arriba y todas- á los otros: ea valientes hombres!, esforzaos á remar an^es
*

x:-'^- .• Jfc ... —-


que nos acontezca algo. Llegaron muy presto al pueblo de CAPITULO VII.
Xicalanco remando, allí comieron y descansaron bien poco,
y l ú e » ) entraron otra vez en las canoas, y remando con gran
p r i s a llegaron al pueblo que. se llama Tecpantlayacac, y de
De la relación que dieron á Mocthecuzoma los mensageros
alli comenzaron á caminar por tierra corriendo con gran que volvieron de los navios.
prisa y llegaron al pueblo que se llama Cuetlaxtla, (e) allí
Hecho lo que arriba es dicho, dieron la relación á Moc-
comieron y descansaron poco, y los del pueblo les rogaban
que descansasen siquiera un diaí ellos respondieron que no thecuzoma de todo lo que habían visto y oído, y dieron
podían, porque iban con gran prisa á hacer saber a M o c - la relación de la comida que comían, y de las armas que
thecuzoma lo que habían, visto, cosas muy nuevas y nunca usaban, y de todo lo que les aconteció con los españoles.
vistas, ni oídas, las cuales ninguno otro podía decir; y ca- Oida por Mocthecuzoma la relación que le dieron sus embaja-
minando con gran prisa de noche y de día, llegaron a M é - dores espantóse mucho y comenzó á temer: maravillóse de la
xico de noche. En el tiempo que estos mensageros fueron comida de los Españoles, y de oir el negocio de la artille-«
y volvieron Mocthecuzoma no podia comer ni dormir, ni ría, especialmente de los truenos que quiebran las orejas,
hacia de buena gana ninguna cosa,, sino que estaba muy y del hedor de la pólvora que parece cosa infernal, y del
triste y sospiraba espesas veces; estaba con gran congoja,, fuego que echan por la boca, y del golpe de la pelota que
ninguna cosa de pasatiempo le daba placer, ninguna cosa desmenuza un árbol de golpe; y de la relación que le die-
le daba contento y decía: ¿qué sera de nosotros, ¿quien ha ron de las armas muy fuertes que usaban asi ofensivas co-
de sufrir estos trabajos? ¿cómo es capaz? Llegando los men- mo defensivas, como son coseletes, cotas, celadas &c., espa-
sajeros á donde estaba la guardia de Mocthecuzoma di- das, ballestas, arcabuces y lanzas &c., también de la rela-
i f i r o n l o s : : aunque duerma nuestro señor Mocthecuzoma dis- ción de los caballos y de la grandeza de ellos, y cómo su-
pertadle y decidle, que somos venidos de la ribera de la bían en ellos los Españoles armados que no se les parecia
mar donde nos envió; luego los d e la guardia le dijeron nías que la cara, y de cómo tenían las caras blancas y los
aquello, y el respondió. N o quiero oír aquí las nuevas que ojos garzos, y los cabellos rojos y las barbas largas, y de co-
traen, allá quiero i r á la sala, allá me hablarán,, váyanse allá,, mo venían algunos negros entre ellos que tenian los cabe-
y luego mandó que untasen con greda todo el cuerpo á llos crespos y prietos: también dieron relación de los per-
ciertos capitanes para sacrificarlos. Los mensageros fuéron- ros que traían y de la manera que eran, y de la ferocidad
se á la sala, y también Mocthecuzoma se fue allá, y allí de- que mostraban, y de la color que tenian. Oída esta rela-
lante los mensageros mataron á los cautivos, y rociaron á
ción, Mocthecuzoma espantóse, y comenzó á temer, y á des-
los mensageros con- la sangre de los cautivos: hicieron esta
mayarse, y á sentir gran angustia.
ceremonia porque habían visto grandes cosas, y habían vis-
ta á los dioses y hablado con. ellos.
CAPITULO VIIL

De como Mocthecuzoma envió sus encantadores y malefi-


cios, para que empeciesen á los españoles,

Despues de lo arriba dicho luego Mocthecuzoma juntó


algunos adivinos y agoreros y algunos principalejos, y los
envió al puerto donde estaban los Españoles para que pro-
{e) H o y se llama C o t a x t a .
que nos acontezca algo. Llegaron muy presto al pueblo de CAPITULO VII.
Xicalanco remando, allí comieron y descansaron bien poco,
y l ú e » ) entraron otra vez en las canoas, y remando con gran
p r i s a llegaron al pueblo que. se llama Tecpantlayacac, y de
De la relación que dieron á Mocthecuzoma los mensageros
alli comenzaron á caminar por tierra corriendo con gran que volvieron de los navios.
prisa y llegaron al pueblo que se llama Cuetlaxtla, (e) allí
Hecho lo que arriba es dicho, dieron la relación á Moc-
comieron y descansaron poco, y los del pueblo les rogaban
que descansasen siquiera un diaí ellos respondieron que no thecuzoma de todo lo que habían visto y oído, y dieron
podían, porque iban con gran prisa á hacer saber a M o c - la relación de la comida que comían, y de las armas que
thecuzoma lo que habían, visto, cosas muy nuevas y nunca usaban, y de todo lo que les aconteció con los españoles.
vistas, ni oídas, las cuales ninguno otro podía decir; y ca- Oida por Mocthecuzoma la relación que le dieron sus embaja-
minando con gran prisa de noche y de día, llegaron a M é - dores espantóse mucho y comenzó á temer: maravillóse de la
xico de noche. En el tiempo que estos mensageros fueron comida de los Españoles, y de oir el negocio de la artille-«
y volvieron Mocthecuzoma no podía comer ni dormir, ni ría, especialmente de los truenos que quiebran las orejas,
hacia de buena gana ninguna cosa,, sino que estaba muy y del hedor de la pólvora que parece cosa infernal, y del
triste y sospiraba espesas veces; estaba con gran congoja,, fuego que echan por la boca, y del golpe de la pelota que
ninguna cosa de pasatiempo le daba placer, ninguna cosa desmenuza un árbol de golpe; y de la relación que le die-
le daba contento y decía: ¿qué sera de nosotros, ¿quien ha ron de las armas muy fuertes que usaban asi ofensivas co-
de sufrir estos trabajos? ¿cómo es capaz? Llegando los men- mo defensivas, como son coseletes, cotas, celadas &c., espa-
sajeros á donde estaba la guardia de Mocthecuzoma di- das, ballestas, arcabuces y lanzas &c., también de la rela-
i f i r o n l o s : : aunque duerma nuestro señor Mocthecuzoma dis- ción de los caballos y de la grandeza de ellos, y cómo su-
pertadle y decidle, que somos venidos de la ribera de la bían en ellos los Españoles armados que no se les parecia
mar donde nos envió; luego los d e la guardia le dijeron nías que la cara, y de cómo ttnian las caras blancas y los
aquello, y el respondió. N o quiero oír aquí las nuevas que ojos garzos, y los cabellos rojos y las barbas largas, y de co-
traen, allá quiero i r á la sala, allá me hablarán,, váyanse allá,, mo venían algunos negros entre ellos que tenian los cabe-
y luego mandó que untasen con greda todo el cuerpo á llos crespos y prietos: también dieron relación de los per-
ciertos capitanes para sacrificarlos. Los mensageros fuéron- ros que traían y de la manera que eran, y de la ferocidad
se á la sala, y también Mocthecuzoma se fue allá, y allí de- que mostraban, y de la color que tenian. Oída esta rela-
lante los mensageros mataron á los cautivos, y rociaron á
ción, Mocthecuzoma espantóse, y comenzó á temer, y á des-
los mensageros con- la sangre de los cautivos: hicieron esta
mayarse; y á sentir gran angustia.
ceremonia porque habían visto grandes cosas, y habían vis-
ta á los dioses y hablado con. ellos.
CAPITULO VIIL

De como Mocthecuzoma envió sus encantadores y malefi-


cios, para que empeciesen á los españoles,

Despues de lo arriba dicho luego Mocthecuzoma juntó


algunos adivinos y agoreros y algunos principalejos, y los
envió al puerto donde estaban los Españoles para que pro-
{e) H o y se llama C o t a x t a .
curasen que no les faltase comida y todo lo que demandasen,
y para que mirasen diligentemente para que le diesen la CAPITULO IX.
relación de todo lo que pasase, y envió con ellos algunos
cautivos para q u e sacrificasen delante del Dios, que venía, Del llanto que hizo Mocthecuzoma y todos los mexicanos
si viesen que convenia, y si demandasen sangre para beber. de que supieron que los Españoles eran tan esforzados.
Fueron aquellos embajadores y llegaron á donde estaban los
españoles, y ofreciéronles tortillas rociadas con sangre hu- Oidas las cosas de arriba dichas por Mocthecuzoma,
mana. Como vieron los españoles aquella comida, tuvieron concibió en sí un sentimiento de que venian grandes males
grande asco de ellas, y comenzaron á escupir y abominarla sobre él y sobre su reino, y comenzó á temer grandemente
porque hedia el pan con la sangre; esto se hizo por manda- no solamente él, pero todos aquellos que supieron aquestas
nuevas ya dichas. Todos lloraban y se angustiaban, y andaban
do de Mocthecuzoma, y él lo mandó hacer porque tema
tristes y cabizbajos, hacían corrillos, y hablaban con espan-
que aquellos eran Dioses que venian del cielo, y los negros
to de las nuevas que habían venido; las madres llorando to-
pensaron que eran Dioses negros; todos ellos comieron el
maban en brazos á sus hijos, y trayéndeles la mano sobre
pan blanco que llevaban sin sangre, y los huevos y aves, y
la cabeza decían: ¡ó hijo mió! ¡en mal tiempo has nacido,
la fruta que los presentaron, y recibieron también comida
qué grandes cosas haz de ver, en grandes trabajos te haz^
para los caballos. Envió Mocthecuzoma aquellos adivinos,
de hallar! Fue dicho á Mocthecuzoma como los Españoles
agoreros v nigrománticos, para que mirasen si podrían ha-
traian una india mexicana que se llamaba Maria, vecina del
cer contra ellos algún encantamiento ó hechicería, para con
pueblo de Teticpac que está á la orilla de la mar del N o r -
que enfermasen ó muriesen, ó se volviesen, y estes hicie- te, y que traian esta por intérprete, que decia en la lengua
ron todas sus diligencias como Mocthecuzoma les había mexicana todo lo que el capitan D. Hernando Cortés le
mandado contra los Españoles; pero ninguna cosa les apro- mandaba. Luego Mocthecuzoma comenzó á enviar mensa-
vechó ni tuvo efecto, y asi se volvieron a dar las nuevas a geros y principales á donde estaban los Españoles para que
Mocthecuzoma de lo que había pasado, y dijeronle que mirasen lo que se hacia, y procurasen lo que fuese menes-
aquella gente que habían visto era muy fuerte, y que ellos ter al servicio de los Españoles. Cada dia iban unos y vol-
no eran nadie para contra ellos. Luego Mocthecuzoma en- vían otros, no paraban mensageros que iban y volvían, y los
vió otros mensageros y embajadores principales y calpix- Españoles no cesaban de preguntar por Mocthecuzoma,
ques, para que fueran donde estaban los Españoles, y man- queriendo saber qué persona era, si era viejo, ó si era mo-
dólos só pena de la muerte, que con g r a n diligencia procu- zo, ó si era de media edad, ó si tenia canas. Respondían
rasen todo lo que les fuese necesario a los Españoles, asi los Indios mexicanos á los Españoles, hombre es de media
para en la mar como para en la tierra. Fueron estos mensa- edad, no es viejo ni es gordo, es delgado y enjuto. Cuando
jeros con gran priesa é hicieron todo lo que Mocthecuzoma oia Mocthecuzoma la relación de los mensageros, como los
les mandó? por todo el camino procuraban de proveer a los Españoles preguntaban mucho por él, y que deseaban mu-
Españoles de todo lo necesario, y servíanlos con gran di- cho de verle, angustiábase en gran manera, pensó de huir
ligencia. ó de esconderse para que no le viesen los Españoles ni le
hallasen: pensaba esconderse en alguna cueva, ó de salirse
de este mundo y irse al infierno ó al paraíso terrenal, ó
á cualquiera otra parte secreta, y esto trataba con sus ami-
gos, aquellos de quien se confiaba, y ellos le decían: hay
17
ballesteros mataron también á muchos, de manera que des-
quien sepa el camino para ir al infierno y también al pa- barataron á todo aquel ejército que venia, y huyeron los
raíso terrenal, y á la casa del sol, y á la cueva que se lla- que quedaron.- Los Españoles tomaron el pueblo y robaron
ma Cincalco, que está cabe á Tlacuyoacan, detras de Lha- lo que hallaron, y asi destruyeron aquellos pueblos. Como
pultepec que hay grandes secretos, en uno de estos luga- los de Tlaxcala oyeron lo que habia acontecido á sus sol-
res se podrá V . M . remediar: escoja V . M . el lugar que dados y otomies, espantáronse y comenzaron á temer: lue-
quisiere que allí le llevaremos, y allí se consolara sin reci- go se juntaron á consejo, y confirieron todos sobre el ne-
bir ningún daño. Mocthecuzoma se inclinó a irse a la cue- gocio para ver si saldrían de guerra contra los Españoles
va de Cincalco, y asi se publicó por toda la tierra; pe- ó si se darían de paz, y dijeron: sabemos que los otomies
ro no tuvo efecto este negocio, ninguna cosa de lo J o d i - son muy valientes y pelean reciamente y todos son des-
ieron los nigrománticos se pudo verificar, y asi Mocthe- truidos, ninguna resistencia hubo en ellos, que en un abrir y
cuzoma procuró de esforzarse, y de esperar a todo lo que cerrar de ojos los destruyeron; ¿qué podemos hacer noso-
viniese, y de ponerse á todo peligro. tros? ¿será bien que los recibamos de paz y los tomemos
por amigos? esto es mejor que no perder toda nuestra gen-
CAPITULO X. te, y asi acordaron los señores de Tlaxcala de recibirlos
de paz y tomarlos por amigos. Salieron luego los señores y
De como los Españoles comenzaron á entrar la tierra principales con gran multitud de tamemes cargados de co-
adentro, y de como Mocthecuzoma dejo la casa real y mida de todas maneras. Llegando á ellos saludaron de paz
se fue á su casa propia. á D. Hernando Cortés, y él los preguntó diciendo ¿de dón-
de sois vosotros? ellos dijeron, somos de la ciudad de Tlax-
Mocthecuzoma teniendo ya por averiguado, asi por las cala, y venimos á recibiros porque nos holgamos de vues-
cosas que habia oído de los Españoles como por los pronos- tra venida: habéis llegado á nuestra tierra, seáis muy bien
ticos que habían pasado, y profecías antiguas y modernas venidos, es vuestra casa y vuestra tierra donde estáis, que
que tenían, que los Españoles habían de remar en esta se llama Quauhtexcalla. La ciudad que ahora se llama
tierra, salióse de las casas reales y fuese a las casas que_ el Tlaxcala, antes que viniesen los Españoles se llamaba Tex-
tenía antes que fuese rey ó emperador. De que los Españo- calla.
les partieron de la ribera de la mar para entrar la tierra
CAPITULO XI.
adentro, tomaron un indio principal que llamaban Tlaco-
chcalcatl para que los mostrase el camino, a cual indio
habtan tomado de alli de aquella provincia los primeros De como los Españoles llegaron á Tlaxcalla, que enton-
navios que vinieron á descubrir esta tierra, el cual indio ces se llamaba Texcalla.
el capitan D. Hernando €ortés trajo consigo, y sabia ya de
la lengua española algo. E s t e juntamente con R a erán Los señores y principales de Tlaxcala metieron en su
intérpretes del capitan. A este tomaron por guia de su ca- ciudad á los españoles recibiéndolos de paz: lleváronlos
mino para venir á México, en llegando á la provincia de luego derechos á las casas reales: alli los aposentaron y los
Tecol que es tierra de Tlaxcala: alli estaban poblados los hicieron muy buen tratamiento administrándoles las cosas
Otomies y g e n t e de guerra que guardaba la frontera o ter- necesarias con gran diligencia, y también les dieron á sus
m oTde los tlaxcaltecas. Estas salieron de guerra contra hijas doncellas muchas, y ellos las recibieron, y usaron de
lo Españoles, quienes comenzaron á pelear con ellos y ellas como de sus mugeres: luego el capitan comenzó á pre-
o de á caballo alancearon muchos, y los arcabuceros y guntar por México diciendo ¿donde está México? ¿está le-
4
18 19
ios de aquí? dijéronle, no está, lejos, está andadura de tres eran grandes, traian las bocas abiertas, las lenguas saca-
días, es una ciudad muy populosa, y los habitantes de ella das, y venian carleando, y asi ponían gran temor en todos
son valientes y grandes conquistadores, en todas partes ha- los que lo veian (7).
cen conquista. Los tlaxcaltecas y cholu tecas no eran ami-
bos, tenian entre sí discordia, y como los querían mal di- CAPITULO XII.
feron mal de ellos á los E s p a ñ o l e s para que los maltrata-
sen: diiéronlos que eran sus enemigos y amigos de los me-
De como Mocthecuzoma envió á uno muy principal suyo
xicanos, y valientes como ellos. Los Españoles oídas estas
con otros muchos principales que fueron á recibir á
nuevas de Cholulla propusieron de tratarlos mal como lo
los Españoles, y hicieron un gran presente al capitan en
hicieron; partieron d e T l a x c a l l a todos ellos y con muchos
medio de la Sierra nevada y el volcan.
zempoaltecas y tlaxcaltecas que los acompañaron todos con
sus armas de guerra: llegando todos a Chollula, los cholul-
Cuando supo Mocthecuzoma que los Españoles habían
tecas no hicieron cuenta de nada, ni los recibieron de guer-
partido de Cholulla y que venian camino de México, des-
ra ni de paz, estuviéronse quedos en sus casas. De esto
pachó luego á un principal suyo el mas principal de su
t ,marón mala opinion de ellos los Españoles, y conjeturaron
corte que se llamaba Tzioacpupuca, y con ellos otros- mu
alguna traición, y comenzaron luego a dar voces a los
chos principales y otra mucha gente para que fuesen á re-
principales y señores, y toda la otra g e n t e para que vinie-
cibir á los Españoles, y (liólos un presente de oro que lle-
sen donde estaban los E s p a ñ o l e s , y ellos todos se juntaron
vasen. Partiéronse de México y encontráronse con los Es-
en el patio del gran Cú de Quetzalcoatl Estando allí jun-
pañoles en las dos sierras, que es la Nevada y el volcan;
^ tos los Españoles afrentados d e la poca cuenta que habían
allí los recibieron y presentaron el presente de oro que lle-
hecho de ellos entraron á c a b a l l >, habiendo tomado todas
vaban, y según que á los Indios les pareció por las seña-
las entradas del patio, y comenzaron á lancearlos y mata-
les esteriores que vieron en los Españoles, holgáronse y re-
ron todos cuantos pudieron, y los amigos indios de creer
gocijáronse con el oro, mostrando que lo tenian en mucho;
es que mataron muchos mas. Los cholultecas ni levaron
y como vieron al principal Tzioacpupuca preguntaron á
armas ofensivas ni defensivas, sino fueronse desarmados pen-
los que con ellos venian tlaxcaltecas y zempoaltecas secre-
sando que no se haria lo que se hizo: de esta manera mu-
tamente si era aquel Mocthecuzoma, y dijeronles que no
rieron mala muerte (6). T o d a s e s t a s cosas que acontecie-
era él, que era un principal suyo que se llamaba Tzioacpu-
ron, luego que ocurrieron los mensageros de Mocthecu-
cupa, y despues preguntaron al mismo principal si era él
zoma se las venian á decir, todo el camino andaba lleno
Mocthecuzoma, y dijo que sí, que él era Mocthecuzoma, y
de mensageros de acá para alia, y de alia para aca, y toda
dijéronle vete de ahi que mientes que no eres Mocthecuzo-
la s-ente acá en México y donde venían los españoles, y
ma, ¿piensas de engañarnos? ¿piensas que somos algunos ne-
en toda? las comarcas, andaba muy alborotada y desaso-
cios? no nos podrás engañar, ni Mocthecuzoma se nos po-
segada , parecia que la tierra se movía, todos andaban
drá esco"der por mucho que haga, aunque sea ave, y aun-
espantados y atónitos; y como hubieron hecho en Cho-
que se meta debajo de tierra no se nos podrá esconder; de
lulla a q u e l estrago los E s p a ñ o l e s con todos los Indios sus
verle habernos, y de oírle habernos lo que nos dirá, y
a m i g o s , venian gran multitud de escuadrones con gran rui-
luego con afrenta enviaron á aquel principal y á todos los
do y con gran polvoreda, y de lejos resplandecían las ar-
que con él habían venido, y ellos se volvieron á México,
mas, y causaban gran miedo en os que las miraban: asimismo
y contaron á Mocthecuzoma lo que habia pasado con los
pon an grande miedo los lebreles que traían consigo, que
españoles. (8)

*
eho esto desapareció aquel que les hablaba, y volviendo
en sí dijeron, esto que hemos visto convenia que lo viera
CAPITULO XIII.
Mocthecuzoma y no nosotros este que nos ha hablado no
/
es persona humana, es el Dios Tezcatlipoca. Estos men-
De COmo Mocthecuzoma envió otros hechiceros con los espa- sageros no curaron de ir mas adelante, sino volvieron á dar
ñoles, y de lo que aconteció en el camino. relación á Mocthecuzoma de lo que habia pasado. Venidos
los mensageros á la presencia de Mocthecuzoma, y cido lo
Como sopo Mocthecuzoma que ya venían los Españo- que dijeron entristecióse mucho, estaba cabiz-bajo, no ha-
les camino de M é x i c o , enviólos al encuentro muchos sátra- blaba, estaba enmudecido casi fuera de sí; á cabo de rato
pas de los ídolos, agoreros y encantadores, y nigrománti- díjoles: ¿Pues qué hemos de hacer varones nobles! Ya es-
cos, para que con sus encantamientos y hechicerías los em- tamos para perdemos, ya tenemos tragada la muerte. no
peciesen y maleficiesen, y no pudieron hacer nada, ni sus hemos de subirnos á alguna sierra, ni hemos de huir, me-
encantamientos los pudieron empecer, ni aun llegaron a xicanos somos, ponernos hemos á lo que viniese por la hon-
ellos; porque antes que llegasen a ellos toparon con un ra de la generación ¡mexicana; pésame ^ de los viejos y
borracho en el camino y no pasaron adelante: parecióles que viejas, y délos niños y niñas que no tienen posibilidad
era un indio de Chalco, y también parecíales que estaba ni discreción para valerse, ¿dónde los escaparán sus pa-
borracho. Traía ceñido á. los pechos ocho cabestros, asogas dres? ¿Pues qué hemos de hacer? J\ ácidos somos, venga
hechas de heno como de esparto, y venia de acia donde
estaban los españoles, y llegando cerca de ellos comenzo lo (¡ae viniere.
7 CAPITULO XIV.
con grande enojo á reñirlos y díjolos: ¿Para que porfiáis
vosotros otra vez de venir acá.' ¿Qué es lo que queréis?
De como Mocthecuzoma mandó cerrar los caminos por-
;Qué piensa Mocthecuzoma de hacer? ¿Ahora acuerda a
despertar? ¿ A h o r a comienza á temer." ya ha errado, ya no
que los Españoles no llegasen á México.
S remedio porque ha hecho muchas muertes injustas,
ha destruido á muchos, ha hecho muchos agravios y enga- Habiendo oido Mocthecuzoma todas estas cosas, y vien-
ño, y burlas. Como vieron este hombre los encantadores do que venían los Españoles derechos á M é x i c o , mandó
temieron mucho, y postráronse delante de el, y comenza- cerrar los caminos por donde habian de venir, mandó plan-
ron á rogarle é hicieron un monton de tierra como altar, tar magueyes en ellos y que los llevasen ácia Tezcuco.
v echaron h e n o verde encima para que se sentase, y el Los Españoles conocieron el cerramiento de los caminos
c o m o hombre enojado no quiso sentarse ^ h a c e H o que le y tornáronlos á abrir, y echaron por ahí los magueyes con-
roeaban, ni a u n mirarlos, por demás hicieron el altar o que estaban cerrados, durmieron en Amaquemecan, ( f ) y otro
asiento; mas antes se enojó y mas brava y mas reciamen- dia partieron de allí y llegaron á Cvitlahuac, ( g ) y en el pue-
te T c ^ e ñ i a con grandes voces, y con gran denuedo les di- d o de Cuitlahuac D. Hernando Cortés mandó llamar á to-
t no -demás habéis venido, nunca mas haré cuenta de dos los señores que estaban en Chinanpan, Xochimilco,
& X Í C O , para siempre os dejo, no tendré mas cargo de vo- Mizquic y todos los pueblos de la Chinanpa, alli los ha-
f t ^ ni os ampararé, apartaos de mí, lo que qnereis no se bló diciendolos la razón de su venida. Esta plática oyeron
S h eTr voWeos y mirad ácia México. Como vieron los de Tlalmanalco en Amaquemecan, de alli se partieron
L » e ^ o os encantadores desmayaron grandemente, y no pu-
hablar palabra, hízoseles un nudo en la garganta;
(t) Hoy rfrnecameca.
^ c S en la c'uesta qüe sube ácia Tlalmanalco: he- (g) Hoy Tlahua.
para Itztapalapan, pueblo que dista de México dos le- CAPITULO XVI.
guas. Llegados alii D. Hernando Cortés hizo juntar á los
principales que se llamaban Nauhtecutli que son itztapa-
De como Mocthecuzoma salió de paz á recibir á los Es-
lapan, Mexicatzinco, Coyohuacan, Vitzilopuchco: (h) alii
los habló de la manera que á los otros, ( i ) ellos se mostraron
pañoles á donde llaman Xoluco, que es en el acequia,
de paz y hablaron como amigos. Mocthecuzoma en todo es- que está cabe las casas de Jllvarado un poco mas acá
to ninguna cosa de guerra proveyó, ni mandó que se hi- que llaman ellos Vitzillan.
ciese enojo ninguno: mas antes proveyó que fuesen pro-
veídos de todo lo necesario antes que llegasen á México. En llegando los Españoles á aquel rio que está cabe
Estando los Españoles en Itztapalapan ninguno de los me- ( f ) las casas de Alvarado que se llama Xoluco, luego M o c -
xicanos fue á verlos, ni osaban salir de sus casas ni andar thecuzoma se aparejó para irlos á recibir con muchos se-
los caminos, todos estaban amedrentados de lo que habían ñores y principales, y nobles para recibir con paz y con
oído que los Españoles habían hecho por todo el camino: honra á D. Hernando Cortés, y á los otros capitanes; toma-
estaban esperando la muerte, y de esto hablaban entre sí ron muchas flores hermosas y olorosas hechas sartales, y en
diciendo: ¿Qué habernos de hacer vaya por donde fuere? guirnaldas, y compuestas para las manos, y pusiéronlas en
Ya es venido el tiempo en que hemos de ser destruidos, platos muy pintados y muy grandes hechos de calabazas,
esperemos aquí la muerte. y también llevaron collares de oro y de piedras. Llegando
Mocthecuzoma á los Españoles al lugar que llaman Vit-
zillan que es cabe el hospital de la Concepción, luego allí
CAPITULO XV.
el mismo Mocthecuzoma puso un collar de oro y de pie-
De como los Españoles partieron de Itztapalapan para dras al capitan D. Hernando Cortés, y dió flores y guir-
naldas á todos los demás capitanes; habiendo dado el mis-
entrar en México.
mo Mocthecuzoma este presente como ellos lo usaban ha-
Partieron los Españoles de Itztapalapan todos adere- cer, luego D. Hernando Cortés preguntó al mismo Moc-
zados á punto de guerra y en su ordenanza por escuadro- thecuzoma, y Mocthecuzoma respondió: yo soy Mocthecu-
nes: fueron algunos de á caballo delante á descubrir si ha- zoma. y entonces enhiestóse delante del capitan haciéndo-
bía alguna celada; llevaban también dos lebreles delante: le gran reverencia, y enhiestóse ( g ) luego de cara á cara
iba en la retaguardia D. Hernando Cortés con otros mu- del capitan cerca de él, y comenzole á üablar de esta ma-
chos Españoles todos armados y en su ordenanza, tras ellus nera. „ ¡ O señor nuestro! seáis muy bien venido, habéis llega-
iba el bagage y la artillería en sus carretones; iban mu- do á vuestra tierra y á vuestro pueblo, y á vuestra casa
chos Indios de guerra con todas sus armas, muchos tlax- México: habéis venido á sentaros en vuestro trono y en
caltecas, y Huexotzincas: de esta manera ordenados entraron vuestra silla, el cual yo eu vuestro nombre he poseído
en México. En todo lo restante de este capítulo no se dice algunos días. Otros señores (que ya son muertos) le tuvieron
otra cosa sino la orden que llevaban los Españoles y los antes que yo, el uno que se llanta Itzcoatl, el otro Mocthe-
Indios amigos cuando entraron en México (9). cuzoma el viejo, y el otro Axayacatl, y el otro TÍZOC,
y el otro Jhuitzotl. Y o el postrero de todos he venido á
(h) H o y se l l a m a Churubusco.
(i) E u estos r a z o n a m i e n t o s les hablaba de D. Cárbs de Austria
r de sus g r a n d e z a s , c o n c e p t o q u e él mismo d e s m e n t í a m o s t r á n d o s e (f) J u n t o , ó c e r c a d e las c a s a s .
ávido del oro; el q u e t i e n e q u e c o m e r en su casa no m e n d i g a e n l a (g) P o n e r s e d e r e c h o y con s e m b l a n t e lleno d e dignidad.
agena ni la r o b a .
para Itztapalapan, pueblo que dista de México dos le- CAPITULO XVI.
guas. Llegados alii D. Hernando Cortés hizo juntar á los
principales que se llamaban Nauhtecutli que son itztapa-
De como Mocthecuzoma salió de paz á recibir á los Es-
lapan, Mexicatzinco, Coyohuacan, Vitzilopuchco: (h) alii
los habló de la manera que á los otros, ( i ) ellos se mostraron
pañoles á donde llaman Xoluco, que es en el acequia,
de paz y hablaron como amigos. Mocthecuzoma en todo es- que está cabe las casas de Jllvarado un poco mas acá
to ninguna cosa de guerra proveyó, ni mandó que se hi- que llaman ellos Vitzillan.
ciese euojo ninguno: mas antes proveyó que fuesen pro-
veídos de todo lo necesario antes que llegasen á México. En llegando los Españoles á aquel rio que está cabe
Estando los Españoles en Itztapalapan ninguno de los me- ( f ) las casas de Alvarado que se llama Xoluco, luego M o c -
xicanos fue á verlos, ni osaban salir de sus casas ni andar thecuzoma se aparejó para irlos á recibir con muchos se-
los caminos, todos estaban amedrentados de lo que habían ñores y principales, y nobles para recibir con paz y con
oído que los Españoles habían hecho por todo el camino: honra á D. Hernando Cortés, y á los otros capitanes; toma-
estaban esperando la muerte, y de esto hablaban entre sí ron muchas flores hermosas y olorosas hechas sartales, y en
diciendo: ¿Qué habernos de hacer vaya por donde fuere? guirnaldas, y compuestas para las manos, y pusiéronlas en
Ya es venido el tiempo en que hemos de ser destruidos, platos muy pintados y muy grandes hechos de calabazas,
esperemos aquí la muerte. y también llevaron collares de oro y de piedras. Llegando
Mocthecuzoma á los Españoles al lugar que llaman Vit-
zillan que es cabe el hospital de la Concepción, luego allí
CAPITULO XV.
el mismo Mocthecuzoma puso un collar de oro y de pie-
De como los Españoles partieron de Itztapalapan para dras al capitan D. Hernando Cortés, y dió flores y guir-
naldas á todos los demás capitanes; habiendo dado el mis-
entrar en México.
mo Mocthecuzoma este presente como ellos lo usaban ha-
Partieron los Españoles de Itztapalapan todos adere- cer, luego D. Hernando Cortés preguntó al mismo Moc-
zados á punto de guerra y en su ordenanza por escuadro- thecuzoma, y Mocthecuzoma respondió: yo soy Mocthecu-
nes: fueron algunos de á caballo delante á descubrir si ha- zoma. y entonces enhiestóse delante del capitan haciéndo-
bía alguna celada; llevaban también dos lebreles delante: le gran reverencia, y enhiestóse ( g ) luego de cara á cara
iba en la retaguardia D. Hernando Cortés con otros mu- del capitan cerca de él, y comenzole á üablar de esta ma-
chos Españoles todos armados y en su ordenanza, tras ellus nera. „ ¡ O señor nuestro! seáis muy bien venido, habéis llega-
iba el bagage y la artillería en sus carretones; iban mu- do á vuestra tierra y á vuestro pueblo, y á vuestra casa
chos Indios de guerra con todas sus armas, muchos tlax- México: habéis venido á sentaros en vuestro trono y en
caltecas, y Huexotzincas: de esta manera ordenados entraron vuestra silla, el cual yo eu vuestro nombre he poseído
en México. En todo lo restante de este capítulo no se dice algunos días. Otros señores (que ya son muertos) le tuvieron
otra cosa sino la orden que llevaban los Españoles y los antes que yo, el uno que se llanta Itzcoatl, el otro Mocthe-
Indios amigos cuando entraron en México (9). cuzoma el viejo, y el otro Axayacatl, y el otro TÍZOC,
y el otro Jhuitzotl. Y o el postrero de todos he venido á
(h) Hoy se llama Churubusco.
(i) Eu estos razonamientos les hablaba de D. Cárbs de Austria
r de sus grandezas, concepto que él mismo desmentía mostrándose (f) Junto, ó cerca de las casas.
ávido del oro; el que tiene que comer en su casa no mendiga en la (g) Ponerse derecho y con semblante lleno de dignidad.
agena ni la roba.
25
tener cargo y regir este vuestro pueblo de México, todos
Tfpeoaízin tlaeochcalcatl, el otro Quetzalaztatzinticociaoa-
hemos traido acuestas á vuestra república, y á vuestros va- catl, otro Totomochtzinhecatcmpatiltzin, el otro Quappiat-
sallos, los difuntos ya no pueden ver ni saber lo que ahora zin; todos estos cuando fue preso Mocthecuzoma le des-
pasa; ¡pluguiera aquel por quien vivimos que alguno de ellos ampararon y se escondieron.
fuera vivo, y en su presencia aconteciera lo que acontece
CAPITULO XVII.
en la raia! Ellos están ausentes señor nuestro, ni estoy dor-
mido, ni soñando, con mis ojos veo vuestra cara y vuestra
persona: dias ha que yo esperaba esto: dias ha que mi co-
De como los Españoles con Mocthecuzoma llegaron á las
razon estaba mirando aquellas partes por donde habéis venido; casas reales y de todo lo que allí pasó.
habéis salido de entre las nubes, y de entre las nieblas,
lugar á todos escondido. Esto es por cierto lo que nos de- De que los Españoles llegaron á las casas reales con
jaron dicho los reyes que pasaron, que habiais de volver á Mocthecuzoma, luego le detuvieron consigo (12) nunca mas
reinar en estos reinos, y que habiades de asentaros en vues- le dejaron apartar de sí, y también detuvieron consigo á
tro trono, y en vuestra silla: ahora veo que es verdad lo Jtcuauhtzin gobernador del Tlatilulco: á estos dos detuvie-
que nos dejaron dicho. Seáis muy bien venido, trabajos ha- ron consigo, y á los demás dejaron ir, y luego soltaron
bréis pasado viniendo tan largos caminos, descansad ahora, todos los tiros de pólvora que traian, y con el ruido y
aquí está vuestra casa y vuestros palacios, tomadlos y des- humo de los tiros todos los Indios que allí estaban se pa-
cansad en ellos con todos vuestros capitanes y compañe- raron como aturdidos y andaban como borrachos; comen,-
ros que han venido con v o s . " (10) Acabó Mocthecuzoma zaron á irse pur diversas partes muy espantados, y así los
de decir su plática, y Marina declaróla á D. Hernando presentes como los ausentes cobraron un espanto mortal.
Cortés; como este hubo entendido lo que habia dicho Moc- Durmieron aquella noche, y otro dia luego muy de maña-
thecuzoma, dijo á Marina: „ D e c i d l e á Mocthecuzoma que se na comenzóse á pregonar de parte del capitan y de palo-
consuele y huelgue y no haya temor, que yo le quiero te de Mocthecuzoma que se trajesen todas las cosas ne-
mucho y todos los que conmigo vienen, y de nadie recibi- cesarias para los Españoles y para los caballos, y Moc-
rá daño: hemos recibido gran contento en verle y cono- thecuzoma ponía mucha diligencia en que trajesen todas
cerle, lo cual hemos deseado muchos dias há y se ha cum- las cosas necesarias, y los Piles y áchcauhtles, . y otros
plido nuestro deseo: hemos venido á su casa México, de oficiales á quien concernía esta provisión, no querían obe-
espacio nos veremos, y hablaremos." Luego D. Hernando Cor- decer á Mocthecuzoma, ni llegarse á él; pero con todo es-
tés tomó por la mano á Mocthecuzoma, y se fueron am- to proveian de todo lo necesario. De que se hubieron apo-
bos juntos á la par para las casas reales. (11) Los señores sentado los Españoles y concertado todo su repuesto y re-
que se hallaron presentes con Mocthecuzoma fueron los si- posado, comenzaron á preguntar á Mocthecuzoma por el
guientes: el señor de Texcoco, que se llamaba Cacamatz'-n: tesoro real para que dijese donde estaba, y el los llevó á
el 2.° el señor de Tlacupan que se llamaba Tetlepanquet- una sala que se llamaba 'leuhcalco, donde tenían los pluma-
-atzin: el 3.° el que gobernaba en el Tlatilulco que se lla- ges ricos, y otras muchas joyas ricas de pluma y de oro
maba Itzquauhtzin: el 4.° el mayordomo de Mocthecuzo- y de piedras, y luego lo sacaron delante de ellos. Comen-
ma que tenia puesto en el Tlatilulco que se llamaba lo- zaron los Españoles á quitar el oro de las plumas y de
pantemoctzin. Estos fueron mas principales, sin otros mu- las rodelas y de los otros atavíos del areyto que allí es-
chos menos principales Mexicanos que allí se hal aron, el taban, y por quitar el oro destruyeron todos los pluma-
uno de los cuales se llamaba MixcatzintlacateccatL el otro ges y joyas ricas, y el oro fundiéronlo é lucicr ^ -«

5
- - ' ' 2 6
su lugar á D Pedro de Alvarado con los Españoles que
tas, y las piedras que les parecieron bien tomáronlas, y las quedaron aquí en México, el cual en ausencia del capi-
piedras bajas y plumages, todo lo tomaron los Indios de tan persuadió á Mocthecuzoma para hacer la fiesta de / it-
Tlaxcala, y escudriñaron los Españoles toda la casa real zilopuchtli porque querían ver como hacían aquella so-
y tomaron todo lo que les pareció bien (13). lemnidad. Mocthecuzoma mandó que se hiciese esta fies-
CAPITULO XVIII. ta para dar contento á los Españoles; aparejáronse asi los
sátrapas, ( j ) como los principales para hacer la fiesta. En to-
De como .los Españoles entraron en las propias casas de da esta letra que se sigue no se dice otra cosa sino la
Mocthecuzoma, y de lo que alii pasó. manera como hacían la estatua de Vitzilopuchtli de masa
de diversas legumbres y como la pintaban, y como la com-
Hecho todo lo de arriba dicho, procuraron de saber ponían, y como despues ofrecían delante de ella muchas
la recámara de Mocthecuzoma y él los llevó á su recá- cosas: y estando en esta solemnidad haciendo un gran arey-
mara que se llamaba 'fotocalco, que quiere decir, la casa to muy ricamente aderezados todos los principales en el
de las aves, y iban ios Españoles muy regocijadoa por pen- patio grande del Cú de Vitzilopuchtli donde estaba la Ima-
sar que allí hallarían mucho oro, y llegando luego sacaron gen hecha de masa de bledos, y muy ricamente ataviada
toda la recámara del mismo Mocthecuzoma, donde habia
con. muchos ornamentos los cuales están en la letra espli-
muchas joyas de oro y plata, y de piedras preciosas, y to-
cados, y otras ceremonias que se ponen en todo este ca-
do lo tomaron, y á los plumages ricos quitáronlos todo el oro,
pitulo....(k) C A P I T Ü L 0 xx_
y las piedras, y pusieron las plumas en medio del patio
para que las tomasen sus amigos, y luego mandó el capi-
tan D. Hernando Cortés por medio de Marina que era su De como los Españoles hicieron gran matanza en los In-
intérprete, la cual era una India que sabia la lengua cas- dios estando haciendo la Justa de Vitzilopuchtli en el
tellana y mexicana que la tomaron en Yucatán: esta comen-
patio mismo de Vitzilopuchtli.
zó á llamar á voces á los tecutles y piles mexicanos pa-
ra que viniesen á dar á los Españoles lo necesario para
Los Españoles al tiempo que les pareció convenible
comer, y nadie osaba venir delante de ellos, ni llegarse á
salieron de donde estaban, y tomaron todas las puertas del
ellos, todos estaban atemorizados y espantados: enviábanles
patio para que no saliese nadie, y otrt s entraron con sus
lo necesario para comer y los que lo llevaban iban tem-
armas y comenzaron á matar á los que estaban en el arey-
blando, en poniendo la comida no paraban mas allí, y luego
to, y á los que tañían les cortaban las manos y las cabe-
se iban casi huyendo.
zas. y daban de estocadas y de lanzadas á todos cuantos
topaban, y hicieron una matanza muy grande, y los que
CAPITULO XIX. acudían á las puertas huyendo de allí, los mataban: algu-
nos saltaban por las paredes, algunos se metían en las ca-
De corno los Españoles mandaron á los Indio? hacer la pillas de los Cues, allí se echaban y se fingían muertos,
fiesta de Vitzilopuchtli, esto fue en ausencia del capi- corría la sangre por el patio como el agua cuando llueve,
tan cuando fue al puerto por la venida de Panfilo de y todo el patio estaba sembrado de cabezas y brazos, y
Narvacz.
(i) P o r s á t r a p a s e n t i e n d e el a u t o r sacerdotes ó Temacaxtlev.
Habiéndose partido el capitan D. Hernando Cortés (k) — S e conoce que este capítulo está t r u n c a d o , sin embargo e »
el s i®
m i e n t e da idea d e la horrible maldad cometida # por los Españoles.
para el puerto & recibir á Panfilo de Narvaez, dejó en
29

tripas, y cuerpos de hombres muertos: por todos los rin- y dardos ácia donde estaba el que hablaba junto con Moc-
cones buscaban los Españoles á los que estaban vivos pa- thecuzoma, y los Esüañoles arrodeláronlos, y así no recibie-
ra matarlos Como salió la fama de este hecho por la ciu- ron daño. Tenían gran rabia contra los Españoles porque
dad, comenzaron á dar voces diciendo ¡á la arma! ¡a la mataron á los principales y valientes hombres á traición,
arma! y luego á estas voces se juntó gran copia de gen- y por tanto tenían cercadas las casas reales que a nadie
te todos con sus armas, y comenzaron á pelear contra los dejaban entrar, ni salir, ni meter ningún bastimento por-
Españoles. que muriesen de hambre, y si alguno metía secretamen-
te comida á alguno de los de dentro, los de afuera en sa-
CAPITULO XXI. biéndolo luego' los mataban. Supieron los de fuera que al-
srunos Mexicanos entraban allá, y metían saetas secretamen-
Dé como comenzó la guerra entre los Mexicanos y los te, y luego pusieron gran diligencia en guardar que na-
Españoles en México. die entrase ni por tierra, ni por agua, y á los que halla-
ron culpados de haber metido algo matáronlos; y luego
Como (1) comenzó la guerra entre los Indios y lös se levantó gran revuelta entre los Mexicanos, unos se acu-
Españoles, estos se fortalecieron en las casas reales con saban á otros de haber entrado, y así mataron muchos, en
el mismo Mocthecuzoma y con Ytzquáuhtzin, el go- especial de los serviciales ó pages de Mocthecuzoma que
bernador de Tlatiluleo: los Indios los cercaron y los .com- traían bezotes de cristal que era particular librea ó se-
batieron reciamente, y los Españoles se defendían con los ñal de los de la familia de Mocthecuzoma, y también a
tiros de pólvora y ballestas y escopetas, y hacían gran da- los que traían mantas delgadas que llaman ayatl que er^
ño en los Indios, y luego echaron grillos á Mocthecuzo- librea de los pages de Mocthecuzoma: á todos los acusa-
ma, (11) y también los Indios comenzaron á enterrar los ban y decían que habían entrado á dar comida á su señor
que habían sido muertos en el patio por los Españoles, por y á decir lo que pasaba fuera, y á todos los mataban, y de
•cuya muerte se hizo gran llanto en toda la ciudad por- allí adelante hubo gran vigilancia que nadie entrase, y asi
que eran gente muy principal los que habían muerto. En- todos los de la casa de Mocthecuzoma se huyeron y es-
terráronlos en diversas partes según sus ritos; el mesmo dia condieron porque no los matasen. Dieron batería los M e -
y a la puesta del sol Jtzquauhtzin gobernador de Tlatiluleo xicanos á los Españoles siete dias, y los tuvieron cercados
Subióse soure los tlapancos de la casa real y comenzó á veinte y tres días, y en este tiempo ensancharon fy ahon-
d . r voces diciendo: ;Ah Mexicanos! ¡Ah Tlatilulcos! mirad daron las acequias, y atajaron los caminos con paredes, y
'que el señor Mocthecuzoma vuestro rey os ruega que ce- hicieron grandes baluartes para que no pudiesen salir los
seis de pelear, y dejéis las armas porque estos hombres »Españoles por niuguna parte (15).
; 'son muy fuertes más que nosotros, y sino dejais de dar-

les guerra, recibirá gran daño todo el pueblo porquera


•han atado cón hierro (¿ vuestro rey. Oidas estas voces por
los Mexicanos y Tlatilulcas, comenzaron entre sí á bravear,
maldecir á Mocthecuzoma diciendo ¿que dice el puto de
"Mocthecuzoma (m) y tú bellaco con él? no cesarémos de la
Í 0 e r t a ' y luego comenzaron á dar alaridos y á tirar saetas
^ ó n t r a h a c e r s e : eT ''lengoage-ss i n d e c e n t e , ' per© p r o p i o ' d e u n pueblo, j » *
•{1} L e a s e , luego q u e comenzó. f u r e c i d o y quejoso d e la pusilanimidad d e su rey q u e los habia com-
••(r») -fié aqui u n o d e 'ios e a r a c t é r e s d e v e r d a d q u e n o puede p r o m e t i d o , y c a u s a d o p o r e l l a infinitos males.
con mucho orden, y llevaban sus escopetas y ballestas, y
comenzaron á subir muy despacio, y tiraban con las ba-
CAPITULO XXII.
llestas y escopetas á los de arriba: en cada rengle (ñ)
iba un escopetero, y luego un soldado con espada y rodela,
De romo llegó la nueva de que el capitón D. Hernan- y luego un alabardero: per esta orden iban subiendo al
do Cortés habiendo vencido á Panfilo de Narvaez vol- Cú, y los de arriba echaban los maderos por las gradas del
vía ya para México con otros muchos Españoles que Cú abajo, pero ningún daño hicieron á los Españoles, y lle-
de nuevo habían venido. gando á lo alto del Cú comenzaron á herir y matar á los
que estaban arriba, y muchos de ellos se despeñaban por
Estando las cosas como arriba se dijo, vino nueva co- el Cú abajo: finalmente, todos murieron los que habían su-
mo el capitan D. Hernando Cortés venia con muchos Es- bido al Cú. Tornáronse los Españoles á su fuerte y barreá-
pañoles y con muchos ludios de Z e m p o a l a y de Tlaxcala, ronse (o) muy bien. Los mexicanos enterraron á todos los
todos armados á punto de guerra con gran prisa, y los me- que alli murieron, porque toda era gente principal y de
xicanos concertaron entre sí de esconderse todos y no los
mucha cuenta en la guerra.
salir á recibir ni de guerra ni de paz; y los Españoles con
todos los demás amigos fuéronse derechos acia las casas rea-
CAPITULO XXIII.
les donde estaban los Españoles, y los mexicanos todos es-
taban escondidos que no los viesen los Españoles, y esto
De como Mocthecuzoma y el gobernador del Tlatilulco
hacian por dar á entender que ellos no habían comenzado
fueron echados muertos futra de la casa donde los Es-
la guerra; y como entró el capitan con toda la otra gente
en las casas reales, comenzaron á soltar todos los tiros en
pañoles estaban.
alegría de los que habían llegado y para atemorizar a los
contrarios, y luego comenzaron los mexicanos á mostrarse, Despues de lo arriba dicho cuatro días andados des-
y á dar alaridos, y á pelear contra los Españoles echando pues de la matanza que se hizo en el Cú, hallaron los me-
saetas y dardos contra ellos, y los Españoles asimismo co- xicanos muertos á Mocthecuzoma y al gobernador del Tla-
menzaron á pelear y tirar saetas y tiros de pólvora; fue- tilulco echados fuera de las casas reales, cerca del muro
ron muertos muchos de los mexicanos, tiraban los Españo- donde estaba una piedra labrada como galápago que llama-
les todos sus tiros muy certeros que nunca erraban y que ban Teoaioc, y despues que conocieron los que los hallaron
no matasen con ellos; y como vieron los mexicanos el daño que eran ellos, dieron mandado y alzáronlos de alli, y lle-
que recibían de parte de los Españoles comenzaron a cule- váronlos á un oratorio que llamaban Calpulco, y hiriéron-
brear por escaparse de los tiros y andar de lado: dieron los alli las ceremonias que solían hacer á los difuntos de
combate cuatro días arreo (m) k las casas donde estaban los gran valor, y despues los quemaron como acostumbraban ha-
Españoles, y desunes de estos cuatro días los capitanes me- cer á todos los señores, y hicieron todas las solemnidades
xicano escogieron muchos soldados viejos y valientes horn- que solían hacer en este caso; al uno de ellos que era
e e V y subieron sobre un Cú el q u e estaba mas cerca de Mocthecuzoma lo enterraron en México {16) y al otro en el
l a s c a b a s reales, y subieron allá dos vigas rol izas para des-
Tlatilulco; algunos decían mal de Mocthecuzoma porque
d a i eeharlas'sobre las casas reales y hundirlas para po. habia sido muy cruel; los del Tlatilulco lloraban mucho su
der entrar. Visto esto los Españoles, luego subieron al Cu
fñj O s e a ringlera ó fila, formación m i l i t a r .
(o) E s decir se fortifica, on con vigas, f o r m a r o n t r i n c h e r a s .
(ra) A r r e o equivale á continuo j sin p a r a r .
á otra acequia que se llama Petitcalco, y pasáronla con har-
gobernador porque era muy bienquisto. Después de algu- ta dificultad: habiéndola pasado alli se rehicieron todos y
nos dias que estaban cercados los Españoles y que cada día se recogieron, y llegaron á otro lugar que se llama Pupu-
les daban guerra, un dia salieron de su fuerte algunos de tla ( q ) ya cuando amanecía, y los mexicanos seguíanlos
ellos y cojieron de los maizales mazorcas de maiz y cañas con gran grita. Los Españoles con algunos tlaxcaltecas iban
de maiz, y tornáronse á su fuerte, ( p ) juntos por su camino adelante, y peleando los unos con los
otros siguiéronlos hasta cerca de Tiacupan hasta un lugar
CAPITULO XXIV. que se llama Tilihucan, y allí mataron al sr. de Tiacu-
pan, que era hijo de Mocthecozoma: también aqui murió un
De como los Españoles y Tlaxcaltecas salieron huyendo de principal que se llamaba Tlaltecatzin, y otro que se lla-
México de noche. maba Tepanecatltecutli; todos iban guiando á los Españo-
les y los enemigos los mataron. Llegaron los Españoles á un
Despues que los Españoles y los amigos que con ellos lugar que llamaban Otonteocalco ( r ) alli se rocogieron en
estaban se hallaron muy apretados, asi de hambre como de el patio y se refosilaron porque los Indios mexicanos ya se
guerra, una noche salieron todos de su fuerte, los Españo- habían vuelto á recoger al campo: alli los llegaron á re-
les delante y los Indios tlaxcaltecas detras, y llevaban unas cibir de paz los otomies del pueblo de Teucalhuican, y los
puentes hechas con que se pasaban las acequias. Cuando es- dieron comida.
to aconteció llovía mansamente, pasaron cuatro acequias, y CAPITULO XXV.
antes que pasasen las demás salió una mnger á tomar agua
y viólos como se iban, y salió dando voces diciendo: ¡Ah De como los de Teealhuican (s) salieron de paz y con bas-
mexicanos, ya vuestros enemigos se van! esto dijo tres o timentos á los Españoles cuando iban huyendo de México.
cuatro veces, luego uno de los que velaban comenzó á dar Estando los Españoles en este aposento arriba dicho,
v o c e s desde el Cú de Vitzilopuchtli en manera que todos le vinieron los otomies de Teucalhuican con su principal que
overon, y dijo: ¡Ah valientes hombres, ya han salido vues- se llamaba Otocoatl, y trajeron comida á los Españoles que
tros enemigos, comenzad á pelear que se van! Como oyeron estaban muy necesitados, diéronlos muchas tortillas y ga-
todos estas voces comenzaron á dar alaridos, y luego co- llinas asadas y cocidas, y otras maneras de comida, y ha-
menzaron á arremeter asi por tierra como por agua. Acur blaron al capitan D. Hernando Cortés, saludándole de paz
dieron á un lugar que se llama Mktlantmeomacutlcuitla- y rogándole que descansasen y comiesen. Entonces el ca-
pilco, y alli atajaron á los Españoles, los mexicanos de una pitan los habló por la lengua de Marina india, preguntán-
parte y los del Tiatilulco de otra, y alli comenzaron a pe- dolos de dónde eran, ellos dijeron del pueblo de Tacalhuican:
l e a r contra los Españoles y estos contra ellos, y asi tro- luego informado el capitan de qué tan lejos estaba el pue-
tón muertos y heridos de ambas partes muchos; y le- blo, díjoles, mañana iremos á dormir á vuestro pueblo; ellos
gando los Españoles á una acequia que se lla.na Tlantecayor hicieron gracias porque quería ir á su pueblo. Habiendo
% n como no pudieron pasar todos y les daban guerra por llegado eí capitan con los Españoles y los amigos á este
todas partes, los Indios tlaxcaltecas cayeron en ,1a acequia
y m u c h o s de los Españoles, y las mugeres con ellos, tan-
( q ) H o y Popotla. _ .. , ,,
t o s c a y e r o n que la acequia se hinchió, y los que iban, de-
(v) D o n d e e s t á el s a n t u a r i o d e los R e m e d i o s , Clavijero le l l a m a
t r a s pudieron pasar la acequia sobre los muertos. Llegaron
Otoncalpolco. .
(s) P a r e c e q u e este pueblo se conoce hoy con el nombre d e Huix-
f p ; ; E s decir, salieron á forragear p a r a su caballería. quilucan.
á otra acequia que se llama Pethcalco, y pasáronla con har-
gobernador porque era muy bienquisto. Despues de algu- ta dificultad: habiéndola pasado allí se rehicieron todos y
nos dias que estaban cercados los Españoles y que cada día se recogieron, y llegaron á otro lugar que se llama Pupu-
les daban guerra, un dia salieron de su fuerte algunos de tla ( q ) ya cuando amanecía, y los mexicanos seguíanlos
ellos y cojieron de los maizales mazorcas de maiz y cañas con gran grita. Los Españoles con algunos tlaxcaltecas iban
de maiz, y tornáronse á su fuerte, ( p ) juntos por su camino adelante, y peleando los unos con los
otros siguiéronlos hasta cerca de Tlacupan hasta un lugar
CAPITULO XXIV. que se llama Tilihucan, y allí mataron al sr. de Tlacu-
pan, que era hijo de Mocthecuzoma: también aquí murió un
De como los Españoles y Tlaxcaltecas salieron huyendo de principal que se llamaba Tlaltecatzin, y otro que se lla-
México de noche. maba Tepanecatltecutli; todos iban guiando á los Españo-
les y los enemigos los mataron. Llegaron los Españoles á un
Despues que los Españoles y los amigos que con ellos lugar que llamaban Otonieocalco ( r ) alli se rocogieron en
estaban se hallaron muy apretados, asi de hambre como de el patio y se refosilaron porque los Indios mexicanos ya se
guerra, una noche salieron todos de su fuerte, los Españo- habían vuelto á recoger al campo: alli los llegaron á re-
les delante y los Indios tlaxcaltecas detras, y llevaban unas cibir de paz los otomies del pueblo de Teucalhuican, y los
puentes hechas con que se pasaban las acequias. Cuando es- dieron comida,
to aconteció llovía mansamente, pasaron cuatro acequias, y CAPITULO XXV.
antes que pasasen las demás salió una mnger á tomar agua
y viólos como se iban, y salió dando voces diciendo: ¡Ah De como los de Tecalhuican (s) salieron de paz y con bas-
mexicanos, ya vuestros enemigos se van! esto dijo tres o timentos á los Españoles cuando iban huyendo de México.
cuatro veces, luego uno de los que velaban comenzó á dar Estando los Españoles en este aposento arriba dicho,
v o c e s desde el Cú de Vitz 'vlopuchtli en manera que todos le vinieron los otomies de Teucalhuican con su principal que
oyeron, y dijo: ¡Ah valientes hombres, ya han salido vues- se llamaba Otocoatl, y trajeron comida á los Españoles que
tros enemigos, comenzad á pelear que se van! Como oyeron estaban muy necesitados, diéronlos muchas tortillas y ga-
todos estas voces comenzaron á dar alaridos, y luego co- llinas asadas y cocidas, y otras maneras de comida, y ha-
menzaron á arremeter asi por tierra como por agua. Acur blaron al capitan D. Hernando Cortés, saludándole de paz
dieron á un lugar que se llama Mictlantoneomacuilcuitla- y rogándole que descansasen y comiesen. Entonces el ca-
Dilco y allí a t a j a r o n á los Españoles, los mexicanos de una pitan los habló por la lengua de Marina india, preguntán-
parte y los del Tiatiluleo de otra, y allí comenzaron a pe- dolos de dónde eran, ellos dijeron del pueblo de Tacalhuican:
l e a r contra los Españoles y estos contra ellos, y asi tro- luego informado el capitan de qué tan lejos estaba el pue-
tón muertos y heridos de ambas partes muchos; y le- blo, díjoles, mañana iremos á dormir á vuestro pueblo; ellos
gando los E s p i ó l e s á una acequia que se lla.na Tlantecayor hicieron gracias porque quería ir á su pueblo. Habiendo
% n como no pudieron pasar todos y les daban guerra por llegado eí capitan con los Españoles y los amigos á este
todas partes, los Indios tlaxcaltecas cayeron en la acequia
y m u c h o s de los Españoles, y las mugeres con ellos, tan-
( q ) H o y Popotla. _ •
t o s c a y e r o n que la acequia se hinchió, y los que iban, de-
(v) D o n d e e s t á el s a n t u a r i o d e los R e m e d i o s , Clavijero le l l a m a
t r a s pudieron pasar la acequia sobre los muertos. Llegaron
Otoncalpolco. .
(s) P a r e c e q u e este pueblo se conoce hoy con el nombre d e Huix-
f p ; ; E s decir, salieron á forragear p a r a su caballería. quilucan.
da, la cual tenian aparejada: regocijáronlos y recreáronlos
pueblo ya dicho, los mexicanos comenzaron á sacar la gen- mucho asi á ellos, como á todos los que con ellos iban, y tam-
te, asi "de los Españoles como tlaxcaltecas y zempoaltecas bién á los caballos dándolos cuanto habian menester, y ellos
que se habian ahogado en la acequia que se llamaba 7b/- tenian. Los otomies de Tlaxcaltecas que se escaparon de la
tecaucaloco, y en la que se llamaba Petlacalco, y en la guerra conociéronse con los de Teucalhuican porque eran
que se llamaba Mctlantanco; sacáronlos, y despojáronlos, todos parientes, y desde el pueblo de Teucalhuican, habían
y echáronlos desnudos por entre las espadañas y juncias ido á poblar á Tlaxcala, y luego todos ellos juntos se ha-
para que alli los comiesen las aves y los perros: á los Españo- blaron para saludar al capitan y á los Españoles. 1 amblen lue-
les á otra parte los echaron por sí, conocíanlos porque eran eo t o d o s juntos fueron á hablar/al capitan, y á los otros ca-
barbados y tenían los cuerpos muy blancos; también los pitanes diciéndolos, que aquella era su casa, y su pueblo,
caballos que se habian a logado y todas las cargas que lle- y ellos eran sus vasallos: también se quejaron al capitan
vaban, todo lo desbarataron y lo robaron, y todas las ar- del mal tramiento que Ies habia hecho Mocthecuzoma y los
mas que hallaron las tomaron; los tiros de pólvora tam- mexicanos, cargándolos mucho tributo y muchos trabajos,
bién los tomaron y derramaron toda la pólvora que había. y dijéronlos que si los dejaba, que mas mal tratamiento les
Tomaron muchas escopetas, y muchas ballestas, y muchas habian de hacer porque eran crueles é inhumanos los me-
espadas, y muchas alabardas, y muchos capacetes y cosele- xicanos. Como Marina hubo dicho al capitan lo que los
tes, y cotas, y muchas adargas y lanzas, y muchas rode- Indios decian, díjolos el capitan: „ n o toméis pena aunque
las: aqai también tomaron mucho oro en barretas y en va- me vaya, que yo volveré presto, y haré que esta sea cabe-
sijas, y oro en polvo, y muchas joyas de oro y de piedras. cera, y no sujeta á México, y destruiré á los mexicanos."
Comenzaron luego á buscar por todas las acequias lo que ha- Como oyeron estas palabras los otomies de Teucalhuican con-
bía caído de los despojos* asi de los vivos como de los muer- soláronse mucho, y cobraron presunción y orgullo para re-
tos; bs Españoles que iban en la vanguardia solos se sal- belarse contra los mexicanos, y los Españoles durmieron aque-
varon con los Indios que iban con ellos, y los que iban lla noche allí, y otro día antes que amaneciese aparejá-
en la retaguardia todos murieron, asi Indios como Indias, ronse para partir y tomaron el camino de Teputzotlan.
y los Españoles y todo el fardage se perdió. Durmieron ( t ) Los que vieron que iban á su pueblo comenzaron todos á
los Españoles que se escaparon en un. lugar que se llamaba huir, y metierónse en los montes, y escondiéronse por las
Acueco, y de alli muy de mañana se partieron, y los me- barrancas, no quedó nadie en el pueblo que recibiese á
xicanos iban en su seguimiento dándoles grita desde lejos. los Españoles, ninguna cosa llevaron consigo, dejaron to-
Llegaron á un lugar que se llama Calacoayam que está en- das sus haciendas, solamente salvaron sus personas, porque
cima de los cerros, destruyeron todo aquel pueblo, y des- tuvieron gran miedo que los habian de matar, y los Es-
cendieron ácia los llanos que se llamaban Tizapany y lue- pañoles entráronse en las casas principales ó palacios del
£0 comenzaron á subir ácia el pueblo de Teucalhuican. señor: en aquel pueblo durmieron aquella noche todos jun-
tos, y todos estaban con gran temor de que viniesen so-
bre ellos los enemigos. Otro dia en amaneciendo almor-
CAPITULO XXVI,
zaron de lo que hallaron por las casas del pueblo, y des-
pues que hubieron almorzado partiéronse, y por el ca-
£e como los Espartóles llegaron al pueblo, de Teucalhui-
can, y del buen, tratamiento que allí los hicieron.
Llegados los Españoles al pueblo de Teucalhuican an- (t) H o y T e p o z o t l a n , d o n d e existe u n colegio correcional en que
tes de media dia* fueron muy bien recibidos de los oto- se enseña teología m o r a l y m e x i c a n o .
*
mies cuyo era aquel pueblo, y diéronlos luego mucha comí-
37
los como ya los Españoles se iban . Oído esto luego los
mino donde iban, iban tras ellos los mexicanos dándoles mexicanos comenzaron á marchar tras ellos. Los Españo-
grita, y si alguno se acercaba á los Españoles, luego lo les como los vieron ir tras sí con gran prisa, entendie-
mataban. Fueron derechos al pueblo de Citlaltepec, y co-
ron que querían pelear, y paráronse, y pusiéronse en or-
mo vieron los de este lugar que iban allá los Españoles
den de guerra, y los mexicanos como eran muchos, toma-
escondiéronse, y ningún recibimiento les hicieron: comieron
ron en medio á los Españoles, y comenzaron á combatir-
de lo que hallaron por las casas, y durmieron alli aque-
los de todas partes; y los Españoles mataron muchos me-
lla noche, y de mañana almorzaron, y habiendo almorza-
xicanos v tlatilulcanos por cuanto se arrojaron mucho en
do partiéronse al pueblo que se llama Xoloc: los de aquel
los Españoles, y asi murieron muchos de ellos y fueron
pueblo todos huyeron, y nadie osó esperar, todos se su-
ahuyentados. Habiendo vencido los Españoles esta batalla
bieron al cerro que se llama Xoloc, y alli se escondieron,
prosiguieron su camino, y de alli adelante no los siguieron
y tuvieron gran temor. Los Españoles durmieron alli aque-
lla noche, y otro dia muy de mañana como hubieron almor- los mexicanos. Estuvieron los Españoles, desde que entra-
zado partiéronse y iban por el camino en dos rendes los de ron en México hasta que salieron 235 dias, y estuvieron
á Caballo, y todos los de á pie, y los que llevaban cargas iban en paz y amistad con los Indios 85 ( v ) . Cuando los Españoles
en medio de los de á caballo, y de camino quemaron todas las hubieron vencido la batalla arriba dicha, luego tomaron su
easas de los demonios que hallaron á mano porque eran paji- camino para Tlaxcala, y entrando en el término de esta repú-
zas. y c o m o las casas ardian espantáronse los que las veían. blica los mexicanos se volvieron, buscaron entre los muer-
Yendo por su caminoadeiantelos Españoles, iban tra&e'Uos dán- tos las personas señaladas que habían perecido y hicié-
doles grita los Maceoales de aquellos lugares, pero uoosaron ronles sus exequias, y quemaron sus cuerpos, y toma-
llegarse: aquel dia llegaron al pueblo que se llama Aztaqueme- ron las ceni/as, y volviéronse á México diciendo que los Es-
ean; este es un monte alto poblado: los Españoles subieron at pañoles habían huido y que nunca mas habían de volver. Co-
monte y aposentáronse á la fiilda del monte en una poblacion mo los Españoles hubieron entrado en los términos de Tlax*
que se llama Zacamolco que está en un collado, hospedáronse cala, según la relación de los Españoles que allí se halla-
en unCú dé los otomies, también los habitadores de aquel ron, los principales de Tlaxcala asi hombres como muge-
pueblo se huyeron y dejaron el pueblo. res, salieron á recibirlos con mucha comida, y lleváronlos
á la ciudad, cargando acuestas los que no podian andar, y
CAPITULO XXVII. curando los heridos; y llegados á la ciudad de Tlaxcala les
De como los mexicanos llegaron á donde estaban los Es- hicieron muy buen tratamiento, y se compadecieron y llo-
pañoles siguiendo el alcance. raron por el desastre que les había sucedido, y por los mu-
chos que quedaron muertos en México asi Españoles co-
mo tlaxcaltecas. Curáronse los Españoles, y esforzáronse
Estando los Españoles en este pueblo, llegaron gran
en la ciudad de Tlaxcala por mas de medio año, y eran
número de mexicanos con propósito de acabarlos, y asen-
muy pocos para tornar á dar guerra á los mexicanos. En
táronse cerca de una cuesta (u) que. se llama Tonan, que quie-
este medio tiempo llegó á Tlaxcala un Francisco Hernán-
re decir nuestra madre: enviaron luego espías los mexi-
dez, español, con 300 soldados castellanos y con muchos ca-
canos para que observasen á los Españoles, y viesen
ballos y armas, y tiros de artillería y munición. Con es-
cuando comenzasen á caminar, y como comenzaron á ca-
minar, las espías dieron voces á las mexicanos diciendo*
(v) Si á los seis dias d e llegados arrestaron á M o c t h e c u z c m a ,
es claro que d e s d e entouces d e c l a r a r o n la g u e r r a .
(u) Clavijero le l l a m a Tonanco
39
38
febrero; luego se sigue el segundo mes que llaman Tlaca-
to tomó áoimo el capitan D. Hernando Cortés y los que
xipcoaliztli que comienza á veinte y uno de febrero; lue-
con él estaban que habían escapado de la guerra para tor-
go se sigue el tercero mes que se llama Tocostontli que co-
narse á aparejar, y volverá conquistara Mexico.
mienza á quince dias de marzo; luego se sigue el cuarto mes
CAPITULO XXVIII. que se llama Vytocoztli, que comienza á tres de abril, en
este mes salieron los Españoles huyendo de México en el
De la primera fiesta que hicieron los Mexicanos despues
año pasado, ( y ) En este año volvieron algunos de ellos por
que los Españoles salieron de noche de esta ciudad.
la via de Cuauhtitlan y llegaron hasta Tlatpa, y no estu-
vieron mas de siete dias, y luego se volvieron, y dende á
Cuando los Españoles salieron de México, y fueron á
cuarenta dias volvieron otra vez, y destruyeron algunos lu-
Tlaxcalla era el mes que se llamaba Tecmlhuitenth ( x ) que
gares, y mataron mas de cuatrocientos hombres que eran
c o íiienza á dos de junio, y llegado el mes siguiente el os
llamaban Hueyteeuilhuitl, que comienza a veinte y dos Maceoales de Tlatilulco, y dende á cuarenta dias se contaron
de unió. Como ya estaban algo descansados de la guerra pa- dos años de su venida: volvieron todos en el mes que se
saba hicieron muy gran fiesta á todos sus Dioses, y saca- llamaba Toxcatl.
ron todas las estatuas de ellos y ataviáronlas con sus or-
namentos, y con muchos quetzales de pluma rica, y pusié- CAPITULO XXIX.
r o n l a s sus carátulas de turquesas, hechas de mosaico: esto
hic eron agradeciendo á sus Dioses porque los habían li- De la pestilencia que vino sobre los Indios de viruelas¡
li r T d o d e fus enemigos. Luego se sigue el otro mes suyo despues que los Españoles salieron de México.
nue se llama Vaxochimaco que comienza a doce d e j u -
? ^ e se sieue el mes que *e llama Jocotlvenzi, que Antes que los Españoles que estaban en Tlaxcala vi-
niesen á conquistar á México, dió una grande pestilencia
í r a L nrimero8 l l de agosto; tras este se sigue el mes
de viruelas (17) á todos los Indios en el mes que llamaban
^ T l a L S - ^ ^ q u e e s á veinte de agosto; tras
S e se sigue el mes que se llama Teutleco, que comien- Tepeilhuitl que es al fin de setiembre. De esta pestilen-
f a i diez de setiembre; tras este se sigue el mes que se cia murieron muy muchos Indios: tenían todo el cuerpo
„ Tpfipilhuitl que cae á treinta de setiembre; tras es- y toda la cara, y todos los miembros tan llenos y lastima-
llama f P ^ J je , l a m a n Quecholli, que comienza dos de viruelas que no se podían bullir y menear de un
6 nte de ocubrej luego se sigue el mes que llaman Pan- lugar, ni volverse de un lado á otro, y si alguno los me-
a V r , L , l - nue c^niena á nueve de noviembre; nego se si- neaba daban voces. Esta pestilencia mató gentes sin núme-
quetzaliztli que- m I e c 0 ( n i e n z a á veinte y nue- ro, muchas murieron de hambre porque no había quien
gue el que Mem ^ ^ ^ se llama Titiü pudiese hacer comida! los que escaparon de esta pestilen-
ve de T ^ f r ^ nueve de diciembre; tras este se si- cia quedaron con las caras ahoyadas, y algunos los ojos que-
que \ 0 X Z Z X n J l z c a l l i , que comienza á ocho de ene- brados; duró la fuerza de esta pestilencia sesenta días, y
g u e e l mes que nama dj u e e |l os llaman nemon- despues que fue aflojando en M é x i c o , fue hacia Chalco.
r o , y luego se, sig• ^ < ^ ò a c i a g o s , los cuales no En acabándose esta pestilencia en México, vinieron los
temí, que ^ , comenzaba otro año en el mes Españoles, que ya estaban en Tezcuco (18) y dejaron la
VuabUleva,^e se comienza segundo día de

(y) Parece quiere decir que fueron á Zempoala á atacar á Pan-*


(X) O sea mes de la fiesta pequeña de los señores. filo de Nafvaez.
con sus hijos y con sus mngeres, algunos llevaban acues-
laguna, y vinieron por Cuauhtitlan, hasta Tlacupan, y allí tes á q u d J y otros en canoas: todas sus haciendas de-
se repartieron en capitanías, y se pusieron en diversas es- jaban en sus casas, Y los Indios que podaban a los Es-
tancias. A D. Pedro Alvarado le cupo el camino que va pañoles entraban en las que dejaban y robaban cuan
derecho de Tlacupa al Tlatilulco. El capitan D. Hernando [o hallaban. También los Indios de Tlatilulco andaban allí
Cortés se puso en Coyoacan, y guardaba el camino que va peleando con sus canoas. C o m o llegaron los E s p a n d e a
de Covoacan á México. De ácia la parte del Tlati ulco donde estaba atajada una acequia con albarrada y pared,
se comenzó primero la guerra en un lugar que se llama desbarataron la acequia los castellanos que iban en los ber-
JVextlatilco, y llegaron peleando hasta el lugar que se lla- gantines, y comenzaron á pelear con los que estaban de-
ma JVonoalco, donde está ahora una iglesia que se llama fendiéndola: los Españoles que iban en los bergantines tor-
san Miguel, y los Españoles se retrugeron; no ganaron na- naban la artillería ácia donde estaban mas espesas las
da en esta escaramuza. También el capitan D. Hernando Cor- canoas, y hacían gran daño en los Indios con la arti-
tés acometió por su parte á los mexicanos por el cami- llería y escopetas. Visto esto los mexicanos comenzaron
no que se llama Acachinanco, y los mexicanos resistían- á apartarse y á guardarse de la artillería, yendo cule-
los grandemente. breando con las canoas, y también cuando veían algún ti-
ro que soltaban agazapábanse en las canoas, y comenzaron
CAPITULO XXX.
á retraerse ácia las casas, y asi quedó desocupado el cam-
De como los bergantines que hicieron los Españoles en po, Llegaron los Españoles á un lugar que se llama Vitzi-
llan que es cerca de la iglesia de san Pablo, allí estaba
Tezcuco vinieron sobre México
otro paredón hecho, y á las espaldas de él estaban mu-
Estando los Españoles en Tlaxcala labraron doce ber- chas gentes de los mexicanos, detuviéronse allí algo los
gantines, y antes que los armasen trujéronlos en piezas los bergantines entre tanto que aderezaban la artillería para
Indios h a s t a Tezcuco, y alli los armaron, enclavaron y ca- destrozar el paredón.
renaron, (19) los cuales hechos, y puesta en ellos la arti-
llería entraron en ellos los Españoles que para esto es- CAPITULO XXXI.
taban asignados, y vinieron por la laguna hasta un desem-
barcadero que se llama Acachinanco que es cerca de M é - De como los de los bergantines habiendo ojeado las ca-
xico, en derecho de san Antón, iglesia que esta cer- noas que les salieron por la agua, llegaron á tierra
ca de las casas de Alvarado; y el capitan D. Hernando Cor- junto á las casas.
tés luego se metió en los bergantines, y comentaron a son-
d a r eT agua para descubrir el alto que había por donde Despues que los Españoles aderezaron sus piezas ti-
h a b í a n de andar l o s bergantines. Como hubieron descubier- raron al paredón con ellas, y de los primeros tiros arruiná-
to b s c a m "os por donde podian andar los bergantines, pu- ronle todo, y de los segundos tiros dieron con él en el
siéronse á gest!) de guerra en los mismos bergantines con suelo, y los soldados Indios que estaban detras el paredón
determinación de destruir á los mexicanos, y luego pues- luego echaron á huir, y los Indios amigos luego segaron
tos en orden con su bandera delante, y tocando su tam- la acequia para pasar adelante con piedras y adoves y
bor Y Pífano, comenzaron á pelear contra los mexicanos, tierra y maderos. De que tuvieron llana la acequia luego
y muchos de estos que tenían las casas dentro en el agua, vinieron los de á caballo y entraron en la ciudad y alan-
l o m comenzó la guerra por el a g u a , comenzaron a huir cearon los que putíieton de ios Indios, y tornáronse á sa-
7
¿ una fl!rna nrofunda que llamaban tetamaculco
S í t e s e L a Trinco. (,) don-
lir, y luego entraron otros de á caballo é hicieron lo mis-
mo, y los Indios acogíanse á las casas reales: también alan- de están los baños.
cearon á algunos Indios, entre los cuales fue alanceado
un Indio del Tlatilulco, y este asió de la lanza con que es- CAPITULO XXXII.
taba atravezado y otros sus compañeros asieron también
de ella, y quitáronsela al de á caballo, y con ella le ma- De cómalos mexicanos se rindieron y comenzaron á sa-
taron y le derrocaron del caballo, y luego se juntaron ios lirse de la ciudad por miedo de los Españoles.
Españoles y entraron dentro del un patio que se llama-
ba quauhquiaoac, y llevaban consigo un tiro grueso y asen- Despues de las cosas arriba dichas, los Indios mexica-
táronle. En este lugar estaba una Aguila ( z ) de piedra gran- nos huyeron para Tlatilulco d e j a n d o la ciudad de M é x i c o
de v alta como un estado de hombre, y por eso llamaban en poder de los Españoles, y los Indios de riatilulco acu-
á aquel patio quauhquiaoac: de la una parte del Aguila es- dieron á México á h a c e r guerra á los Españoles, y D. P e -
taba un tigre de piedra, y de la otra un oso también de dro Alvaradoque estaba todos aquellos días peleando con-
piedra, y íos capitanes de los Indios escondíanse detras de tra los del Tlatilulco en aquella estancia que llaman Iliacac,
ocho columnas de piedra que alli estaban, y mucha otra cabe Nonoalco, no hizo ninguna cosa, porque los del Tlati-
gente estaba encima de la casa que estaba armada sobre lulco se defendieron muy bien por tierra y por el agua. Co-
las columnas; y los Españoles tiraron con el tiro grueso mo vió Alvarado que no aprovechaba con ellos nada, des-
que llevaban consigo aquel edificio que estaba alli, y con confiado volvióse á Tlacuba, y dende á dos dias los Espa-
el trueno y con el humo los que estaban abajo se espan- ñoles vinieron con todos los bergantines junto á las casas
ron y echaron á huir, y los de arriba se echaron de alli
del Tlatilulco, y dos de los bergantines fueron ácia el bar-
abajo y todos huyeron. Llevaron el tiro mas adelante acia
rio que se llama Nonoalco: ojearon de por alli todas las ca-
el patio de Vitzilopuchtli donde estaba una grande pie-
noas de guerra y saltaron en tierra, y comenzaron á entrar
dra redonda como rueda de molino, y sobre el Cú de Vit*
por entre las casas en concierto de guerra. Todos los In-
zihpuchtli estaban unos sátrapas sentados tañendo un te-
dios se apartaron, ninguno salió contra ellos. Como nadie
ponaztli y cantando; y aunque veian lo que pasaba, no ce-
osaba ir contra los Españoles, un valiente hombre que se
saban de tañer y cantar, y subieron dos Españoles, y ma-
llamaba Tzilacatzin salió contra los castellanos, y á pedra-
táronlos, y echáronlos por las gradas abajo del Cú. Como
das mató algunos de ellos porque tenia gran fuerza en el
los Españoles entraban por la ciudad, vinieron los Indios
diestros que andaban en las canoas, y saltaron en tierra, brazo, y salieron otros tras él, é hicieron retraer á los Es-
y comenzaron á llamar á otra gente para impedir la en- pañoles, y volvieron al agua ácia donde tenían los bergan-
trada á los Españoles. Luego vieron estos á los Indios que tines; y aquel Tzilacatzin tenia sus armas y sus divisas
venian sobre ellos con gran ímpetu y que los desbarata- como Otomiti, y con su ferocidad espantaba no solaviente á
ban, recogiéronse y comenzaron á. retraerse, y los Indios los Indios amigos de los Españoles, pero también á los mis-
peleaban reciamente: los Españoles se recogieron a su es- mos Españoles, y. estos ponían gran diligencia para ma-
tancia que llamaban Acachinanco y dejaron el tiro en el tarle, pero él disfrazábase cada dia porque no le conocie-
patio de Vitzilopuchtli, y de alli lo tomaron los Indios y sen; á las veces iba la cabeza descubierta como otoraí, y

(a) Este es el nombre que daban á la montañuela llamada hoy


(7.) Entiendo q u e es l a q u e incnlstafoti en la mera esquina d e sán el Peñón, y del que tememos una esplosion vulcánica.
Francisco, y despues la picaron: hoy asoma el bulto como e s d e ver.
' " ' * * "• <• •
¿ una fl!rna nrofunda que llamaban tetamaculco
S í t e s e L a Trinco. (,) don-
lir, y luego entraron otros de á caballo é hicieron lo mis-
mo, y los Indios acogíanse á las casas reales: también alan- de están los baños.
cearon á algunos Indios, entre los cuales fue alanceado
un Indio del Tlatilulco, y este asió de la lanza con que es- CAPITULO XXXII.
taba atravezado y otros sus compañeros asieron también
de ella, y quitáronsela al de á caballo, y con ella le ma- De cómalos mexicanos se rindieron y comenzaron á sa-
taron y le derrocaron del caballo, y luego se juntaron ios lirse de la ciudad por miedo de los Españoles.
Españoles y entraron dentro del un patio que se llama-
ba quauhquiaoac, y llevaban consigo un tiro grueso y asen- Despues de las cosas arriba dichas, los Indios mexica-
táronle. En este lugar estaba una Aguila ( z ) de piedra gran- nos huyeron para Tlatilulco d e j a n d o la ciudad de M é x i c o
de v alta como un estado de hombre, y por eso llamaban en poder de los Españoles, y los Indios de riatilulco acu-
á aquel patio quauhquiaoac: de la una parte del Aguila es- dieron á México á h a c e r guerra á los Españoles, y D. P e -
taba un tigre de piedra, y de la otra un oso también de dro Alvaradoque estaba todos aquellos días peleando con-
piedra, y íos capitanes de los Indios escondíanse detras de tra los del Tlatilulco en aquella estancia que llaman Iliacac,
ocho columnas de piedra que alli estaban, y mucha otra cabe Nonoalco, no hizo ninguna cosa, porque los del Tlati-
gente estaba encima de la casa que estaba armada sobre lulco se defendieron muy bien por tierra y por el agua. Co-
las columnas; y los Españoles tiraron con el tiro grueso mo vió Alvarado que no aprovechaba con ellos nada, des-
que llevaban consigo aquel edificio que estaba alli, y con confiado volvióse á Tlacuba, y dende á dos días los Espa-
el trueno y con el humo los que estaban abajo se espan- ñoles vinieron con todos los bergantines junto á las casas
ron y echaron á huir, y los de arriba se echaron de alli
del Tlatilulco, y dos de los bergantines fueron ácia el bar-
abajo y todos huyeron. Llevaron el tiro mas adelante acia
rio que se llama Nonoalco: ojearon de por alli todas las ca-
el patio de Vitzilopuchtli donde estaba una grande pie-
noas de guerra y saltaron en tierra, y comenzaron á entrar
dra redonda como rueda de molino, y sobre el Cú de Vit*
por entre las casas en concierto de guerra. Todos los In-
zihpuchtli estaban unos sátrapas sentados tañendo un te-
dios se apartaron, ninguno salió contra ellos. Como nadie
ponaztli y cantando; y aunque veian lo que pasaba, no ce-
osaba ir contra los Españoles, un valiente hombre que se
saban de tañer y cantar, y subieron dos Españoles, y ma-
llamaba Tzilacatzin salió contra los castellanos, y á pedra-
táronlos, y echáronlos por las gradas abajo del Cú. Como
das mató algunos de ellos porque tenia gran fuerza en el
los Españoles entraban por la ciudad, vinieron los Indios
diestros que andaban en las canoas, y saltaron en tierra, brazo, y salieron otros tras él, é hicieron retraer á los Es-
y comenzaron á llamar á otra gente para impedir la en- pañoles, y volvieron al agua ácia donde tenían los bergan-
trada á los Españoles. Luego vieron estos á los Indios que tines; y aquel Tzilacatzin tenia sus armas y sus divisas
venian sobre ellos con gran ímpetu y que los desbarata- como Otomiti, y con su ferocidad espantaba no solaviente á
ban, recogiéronse y comenzaron á. retraerse, y los Indios los Indios amigos de los Españoles, pero también á los mis-
peleaban reciamente: los Españoles se recogieron a su es- mos Españoles, y. estos ponían gran diligencia para ma-
tancia que llamaban Acachinanco y dejaron el tiro en el tarle, pero él disfrazábase cada dia porque no le conocie-
patio de Vitzilopuchtli, y de alli lo tomaron los Indios y sen; á las veces iba la cabeza descubierta como otoraí, y

(a) Este es el nombre que daban á la montañuela llamada hoy


(7.) Entiendo q u e es l a q u e incrustaron en la mera esquina d e sán el Peñón, y del que tememos una esplosion vulcánica.
Francisco, y despues la picaron: hoy asoma el bulto como e s d e ver.
' " ' * * "• <• •
ban; (b) solamente las mugeres, niños y viejas dejaban,
otras veces armábase con armas de algodon, y otras se po-
mataron algunas mugeres, y niños, y viejas, y á otros
nía la cabellera de manera que no le viesen ni le cono-
metieron en las canoas para llevarlos como esclavos. A l -
ciesen. Otro dia los Españoles hieieron lo mismo: vinie-
gunos soldados de los mexicanos vieron lo que pasaba y
ron en los bergantines con muchos amigos Indios al mismo
dieron aviso á los capitanes, y luego fueron contra ellos
barrio de Mnoalco, y comenzaron á pelear con los del
por agua y por tierra, y comenzaron á matar en ellos
Tlatilulco, trabóse reciamente la batalla, y pelearon todo
y á prenderlos, á todos los destruyeron y mataron, y de
el dia hasta la noche, y murieron muchos Indios de ambas
las mugeres y niños y viejas que habian cautivado y del
partes: señaláronse alli entonces tres Indios del Tlatilul-
robo no llevaron nada. Los Españoles se recogieron á sus
co muy valientes, el uno llamaban Tzoyectzm, el otro lla- estancias despues de la pelea, y á los de Xochimilco y Cui-
maban Temoctzin, y el tercero Tzilacatzin, que ya se dijo. tlaoac &c. que cautivaron lleváronlos delante del Quauh-
Como vieron los Españoles que ya venia la noche y no temo ti in que estaba en un lugar que se llamaba Yacalul-
ganaban nada, volviéronse á su estancia con los Indios sus co, donde está ahora una iglesia de Santa Ana ( c ) en el
amigos. Tlatilulco, y dijeron á Quauhtemotzin y Mayeoatzin la trai-
ción que hacian los de Xuchimilco y Cuitlaoac &c., y el
CAPITULO XXXIII. señor de Cuitlaoac reprendió á aquellos que habian hecho
mala obra, y Quauhtemotzin dijo á Mayeoatzin: hermano,
haz tu oficio, castiga á esos que han pecado; luego el Ma-
De como los Chinampaneeas, que son los de Xuchimilco, Cui-
yeoatzin comenzó á matar en ellos, y el Cuauhtemotzin le
tlaoac, Itztapalapan vinieron en ayuda de los mexicanos.
ayudó: mataron cada uno de ellos cuatro, y á todos los de-
mas que habian cautivado tos mexicanos mandáronlos ma-
Estando las cosas en la disposición que arriba se dijo, tar en los Cues de los ídolos, y murieron todos en los Cues
vinieron á socorrer á los mexicanos y tlatilulcos, que to- sacrificados. Por esta causa los mexicanos tomaron gran
dos estaban fortalecidos en el Tlatilulco, los chinampaneeas, enojo contra los de Xochimilco y dijeron: ¿estos de Xochi-
que son los de Xochimilco, Cuitlaoac, Mizquic, Itztapala- milco moran entre nosotros, y espíannos, y avisan á los de
pan, Mexieatzinco. &c. y venidos hallaron al señor de M é - su pueblo de lo que nosotros hacemos? mueran; y como hu-
xico que se llamaba Quauhtemoctzin, y á los otros principa- bieron determinado de matarlos, todos comenzaron á sacar-
les que con él estaban, y los capitanes habláronle diciendo: los de sus casas hombres y mugeres, viejos y viejas, y á
„ S e ñ o r nuestro, venimos á socorreros en esta ciudad, y pa- todos los mataron sin dejar á nadie, por odio de aquellos que
ra esto somos enviados de nuestros mayores para pagar la habian hecho la traición só color de ayudar. Dende dos á
deuda que debemos, y para esto hemos traido y están aquí tres dias vinieron los bergantines que estaban ácia la parte del
presentes los mejores soldados que entre nosotros hay, pa- Tlatilulco que se llama Yhauhtenco, y vinieron en ellos Es-
ra que a v u d e n por agua y por tierra." Oido esto, el se- pañoles solos sin ningunos Indios otros, y como arribaron lue-
ñor de México y los demás dijeron: „ E n merced tenemos go saltaron en tierra, y luego comenzaron á pelear, arrojar
lo que los señores hacen de enviaros para nuestra ayuda, saetas v pelotas, y los soldados del Tlatilulco agazapábanse,
aparejaos para pelear," y luego diéronlos armas con que y escondíanse detras de las piedras y paredes y de las ca-
peleasen, y diéronlos mucho cacao, y luego los pusie-
ron en el lugar donde habian de pelear, y puestos en (b) E s t a escena se repitió en M é x i c o en principios d e diciembre
sus lugares todos comenzaron á pelear, y los de Xo- d e 1828, en la r e v u e l t a llamada d e l a Acordada.
chimilco comenzaron á robar por las casas donde esta- (c) H o y es p a r r o q u i a d e México.
sas, y los capitanes que estaban mirando cuando seria tiem- no cabían por el camino, porque por una parte y por otra-
po, comenzaron á dar grita para pelear. había agua, y echaron tierra y adoves y maderos, para po-
der mejor pasar, y como hubieron ensanchado el camino,
CAPITULO XXXIV. luego comenzaron á entrar por él en orden de guerra con
su 'bandera delante, y tocando el tambor y pífano, y venían
tras ellos todos los Indios de Tlaxoala y-de otros pueblos que
De como los Indios mexicanos prendieron quince Espa-
eran amigos. Entraron los españoles con mucha fantasía que
ñoles. no tenían en nada á los mexicanos, y los tlaxcaltecas y otros
Iridios amigos iban cantando, y también los mexicanos can-
Decían los capitanes: ¡Ea pues mexicanos! ¡ea mexi-
taban de la misma manera según que solian hacer en las
canos' luego comenzaron todos á tocar sus trompetas y
guerras; y como llegaron á un barrio que se llama Tlioacan,
á pelear con los Españoles, y llevaban de vencida a los Es-
que es ahora San Martin, los soldados tlatilulcanos estaban
pañoles, y prendieron quince de ellos, y los demás Es-
escondidos y agazapados por temor de la artillería, espe-
pañoles huyeron con los bergantines á lo alto de la agua, y
rando la pelea y la grita de sus capitanes que mandasen pe-
í los presos quitaron las armas y despojáronlos, y llevaron-
lear; y cómo oyeron el mandato, luego arremetió á los Es-
tos á un Cu que se llama Tlacochcalco, alli les sacaron los
pañoles aquel capitan tlatilulcano que se llamaba Tlapane-
corazones delante del ídolo que se llamaba Maruiltotec, y
catlhecatzin y comenzó á dar voces esforzando á los suyos,
los otros Españoles estaban mirando desde los bergantines
y aferró con un español y dio con él en tierra, y tomáron-
como los mataban. Otra vez vinieron dos bergantines al bar-
le los otros soldados que iban con este Tlapanecatlhecatzin,
rio que se llama Xocotitlan, y como llegaron saltaron en
tierra por el barrio adelante peleando; y como vio aque ca-
pitan indio que se llamaba Tzilaeatzin que estaban pe ean- CAPITULO XXXV.
do, acudió á ellos con otra gente que le siguió, y pelean-
do los echaron de aquel barrio y les hicieron acoger a los De como los mexicanos prendieron otros Españoles mas
bergantines. Otra vez vinieron dos bergantines al barrio que de cincuenta y tres, y muchos tlaxcaltecas, tezcucanos,
se llama Couonacazco, y saltaron en tierra los Españoles y
chalcas, xuchimilcas, y á todos los mataron delante de
comenzaron á pelear. Venia alli por capitan Rodrigo de Cas-
los ídolos.
tañeda, y comenzaron á echar saetas, y Castañeda mato a
uno con una saeta, y saltaron contra el ciertos soldados Indios
Trabóse una batalla muy recia en este dia, de manera
y dieron con él en el agua, y estuvieron a punto de ma-
que los mexicanos como borrachos se arrojaron contra los
tarle sino que se escapó asido de un bergantín. Estaba otro
enemigos, y cautivaron muchos de los tlaxcaltecas y chai*
bergantín de los Españoles en el barrio que se llama Te te-
cas, y tezcucanos, y mataron muchos de ellos, y peleando
nantebutzco cerca de aquella iglesia que se llama Santa Lu-
hicieron saltar á los Españoles en las acequias y á todos los
c h ot o bergantín estaba en el barrio que se llama Toteceo
Indios sus amigos. Púso>e con esto el camino todo lodoso
a U ; e s c a b e la iglesia de la Concepción: estos bergan mes
que no podían andar por él: aquí prendieron á muchos Es-
estaban en la agua aguardando tiempo estaban todo el día, pañoles, y lleváronlos arrastrando. En este lugar tomaron á
los Españoles ( d ) una bandera donde está la iglesia de San
' i n l h e se iban, y dende á tres ó cuatro d.as deter-,
darles guerra por alli. Entraron
Z el camino que se llama Quavecatitlan que va derecho (d) Esta bandera la recobró al dia siguiente Ixtlilxochitl, auxiliar
acia donde venden la sal; iban tantos Indios y Españoles que de los Españoles, y en memoria de esta hazaña Carlos V, por cédula
Martin, y los Españoles huyeron, y siguiéronlos hasta el barrio pusieron fuego al Cú mayor que era de Vitzilopuchtli, y
que se llama Coíoacatonco, alli se recogieron y los Indios vol- todo se quemó. Como vieron los mexicanos que se que-
vieron á cojer el campo, y tomaron sus cautivos, y pusie- maba el Cú comenzaron á llorar amargamente, porque to-
ron en procesion todos maniatados: pusieron delante á los maron mal agüero de verlo quemar, y luego se tra-
Españoles, y luego á los tlaxcaltecas, y luego á los demás bó una batalla muy recia. Duró esta casi un dia,
Indios cautivos, y lleváronlos al Cú que llamaban Mumuzco, y derrocaron los Españoles unos paredones, ó albarradas
alli los mataron uno á uno sacándolos los corazones: prime- con la artillería de donde les daban guerra: despues de der-
ramente mataron á los Españoles y despues á todos los In- rocados acogiéronse á las casas de que estaba cercado el
dios sus amigos. Habiéndolos muerto pusieron las cabezas en tianquiztli, y subieron los soldados mexicanos sobre los so-
unos palos delante de los ídolos, todas espetadas por las sie- brados de estas casas, y de alli tiraban saetas y piedras:
nes; las de los Españoles mas altas, las de los otros Indios los mexicanos ahugeraron aquellas casas, y hicieron de ellas
mas bajas, y las de los caballos mas bajas. Murieron en es- guaridas para defenderse de los caballos. Otra vez entraron los
ta batalla cincuenta y tres Españoles y cuatro caballos. En Españoles, y los Indios amigos en el tianquiztli, y comenzaron
todo esto no cesaba la guerra por el agua: matábanse unos á á robar y cautivar Indios: como vieron esto los soldados me-
otros por las canoas, y habia gran hambre entre los mexica- xicanos, salieron tras ellos, y hiciéronlos dejar la presa, y
nos y grande enfermedad, porque bebian del agua de la la- aqui murió un capitan señalado de los mexicanos que se lla-
guna y comían sabandijas, lagartijas y ratones, porque no maba Axuquentzin, y luego se retrugeron los Españoles que
les entraba ningún bastimento, y poco á poco fueron acor- peleaban de las partes de san Martin, aunque de las otras
ralando á los mexicanos cercándolos de todas partes, partes todavia peleaban los Españoles y sus amigos. Una
capitania de soldados mexicanos hicieron una celada pa-
CAPITULO XXXVI. ra tomar á los Españoles y sus amigos descuidados, y dar
sobre ellos á la pasada; y algunos soldados de Tlaxcala
De la primera vez que los Españoles entraron en el tian- que ayudaban á los Españoles, subiéronse sobre los tlapan-
quintil del Tlatilulco (ó sea la plaza del mercado). eos y vieron la celada, y dieron voces á los demás para
que acudiesen á pelear con los de la celada; como vieron
Andando la guerra como está dicho, un dia entraron los de esta que los habian visto huyeron, y asi pa-
cuatro de á caballo en el tianquiztli del Tlatilulco, y die- saron aquel paso seguros para ir á su estancia. Habiendo
ron una vuelta por todo el alrededor é iban alanceando peleado todo el dia, volviéronse los Españoles sin romper
á cuantos topaban, y mataron muchos soldados mexicanos. á sus enemigos aquel dia porque los habian quitado las
Despues que dieron una vuelta atravezaron por enmedio puentes, de manera que no pudieron pasar á los enemigos.
del tianquiztli, y luego salieron huyendo, y salieron tras ellos
muchos soldados tirándolos. Esta entrada que hicieron fue CAPITULO XXXVII.
súbita que nadie pensó que osaran entrar, y el mismo dia
De como de noche abrían los caminos del agua que de dia
d a d a en 1551, le concedió la gracia d e t e n e r p o r a r m a s en su puer-
t a un coyote con un e s t a n d a r t e en la b o c a " - - ¡liberalidad sin p a r en los Españoles cerraban.
g r a n remuneración por el imperio d e T e z c u c o d e que lo habia d e s -
poseído! ¡Con razón 3e dijo q u e C a r l o s V f u e el tipo del Quijote d e Los Españoles y sus amigos cegaban de dia las ace-
C e r v a n t e s ! Véase mi Galería d e príncipes m e x i c a n o s q u e publiqué quias para pasar adonde estaban los enemigos, y todo lo
e n 1 8 á l en Puebla, c u a d e r n o l . ° página 2 3 .
que cegaban de dia, los enemigos mexicanos lo tornaban
8
Járonse mucho con los mexicanos, entre los cuales estaba
de noche á abrir: en esto entendieron algunos días, y por f u señor, y dijeron: ¿Por qué habéis muerto a nuestro e-
esto se dilató la victoria muchos. Los Españoles y los
ñ o p y su señor como estaba vivo supo que sus vasallo
tlaxcaltecas combatían por tierra, unos por la parte que
estaban enojados, habló al capitan Coiovevetzin y dijole:
se dice /acalco, y otros por la parte que se dice Tliloacan,
s ñ o r hermano, busque á uno de sus soldados que tenga
y otros por la parte que se dice Atezcapan; y de la par-
recia voz, y Coiovevetzin llamó á un capitan que se lia-
te del agua peleaban los de Xuchimiico y todos los chi-
n X Tlalaiocatl, y el señor de Cuitlaoac dyole: ve, y di
na mpanecas, y los tlatilulcanos del barrio de Atliceuhian:
A mis vasallos que yo te envió para que les ^asquees-
y los del barrio de Ayacac resistían por el agua, y no des-
toy vivo, y que miren acá y verme han Como aque capi-
cansaban en la pelea: eran tan espesas las saetas y los dar-
tán habló á los de Cuitlaoac y les dijo lo que le había man-
dos que todo el aire parecía amarillo, y los capitanes de
los mexicanos que eran del barrio de Vacacolco todos de- dado el señor Maieoatzin, ellos no quisieron creerle, mas
fendían las entradas porque no entrasen donde estaba re- dijeron que le habían muerto y que no era verdad lo que
cogida la gente, mugeres y niños, y peleando con gran per- les decía, y el otro respondió, no es muerto como pensáis,
severancia hicieron retraer á los dichos capitanes de la mirad v verleheis á donde está vivo, que allí se puso para
parte de la otra acequia que se llama Amame. Otra vez que le veáis, y habló el señor de Cuitlaoac y dijo: mirad
acometieron los Españoles, y llegaron á un lugar que se que no me perdáis nada de mis atavies, y joyas y armas,
llama Ayacac donde estaba una casa grande que se llamaba que vivo estoy. Como dijo estas palabras el stñor de Avi-
Telpuchcalli, pusieron fuego á la casa, y un bergantín de tlaoac, luego los Indios amigos de los Españoles, comenza-
los Españoles iba por el barrio que se llama Atliceuhian, ron á dar grita, y á pelear contra los mexicanos, y me-
con muchas canoas que les siguieron de los amigos, y un tiéronlos hasta dentro de tianquizth- á donde se vende el
capitan que se llamaba Coiovevetzin mexu-ano, que traía copal, y allí pelearon gran rato. Otra vez entraron en con-
las armas vestidas, la mitad de ellas era una águila y la sejo nuestros enemigos para acometernos y destruirnos, en
otra mitad de un tigre, vino en una canoa de acia la par- especial los otomies de Tlaxcalla, y otros capitanes mu-
te que se llama Tolmayecan, y seguíanle muchas canoas chos, y determinaron de entrar por una calle que esta-
con gente armada. Luego comenzó á dar voces a los su- ba junto donde es ahora san Martin, y la calle iba dere-
yos, que comenzasen á pelear, y luego comenzaron la pe- cha á una casa de un pilli tlatilulcano que se llamaba Tía-
lea, y los Españoles se r e t r u g e r o n , y este capitan con los catzin, y luego los salieron al encuentro los del Tlatilul-
suyos l o s s e g u í a n , y retrugéronse ácia un lugar que se lla- co un capitan que se llamaba Tlap^omecatl que iba de-
ma Atliceuya: también los bergantines se retrugeron acia lante; pero los que iban con él arrojáronse sobre los ene-
la laguna. De este alcance murieron muchos xoehimileanos; migos con gran furia, y tomáronles el capitan que lleva-
Otra vez tornaron los Españoles á encerrarse en un Cu ban preso que se llamaba Tlappanecatl', pero escapó con
que se llama Mumuztli, y otra vez volvieron tras ellos
una herida en una pierna, y cesó por entonces la guerra.
hasta donde estaba el telpuchcalli que llaman Atliceuhian:
yol vieron otra vez los Españoles tras los_ Indios con
CAPITULO XXXVIII.
Coiovevetzin en la acequia: revolvio un capitan mexica-
no que se llamaba Itzpapalotzin otoña, y hrzo retraer a Del trabuco que hicieron los Españoles para conquistar á,
los Españoles á los bergatines: entonces ceso la batalla y
los del Tlatilulco.
los del pueblo de Cuitlaoac pensando que su señor que
se llamaba Maieoatzin quedaba muerto con los demás eno- Como los Indios mexicanos todos estaban recogidos ea
un barrio que se llama Jimaxac y no los podían entrar, or-
*
Járonse mucho con los mexicanos, entre los cuales estaba
de noche á abrir: en esto entendieron algunos dias, y por f u señor, y dijeron: ¿Por qué habéis muerto a nuestro e-
esto se dilató la victoria muchos. Los Españoles y los
ñ o p y su señor como estaba vivo supo que sus vasallo
tlaxcaltecas combatían por tierra, unos por la parte que
estaban enojados, habló al capitan Coiovevetzin y dijole:
se dice /acalco, y otros por la parte que se dice Tliloacan,
s ñ o r hermano, busque á uno de sus soldados que tenga
y otros por la parte que se dice Atezcapan; y de la par-
recia voz, y Coiovevetzin llamó á un capitan que se lla-
te del agua peleaban los de Xuchimilco y todos los chi-
maba Tlalaiocatl, y el señor de Cuitlaoac dyole: ve, y di
na mpanecas, y los tlatiluicanos del barrio de Atliceuhian:
A mis vasallos que yo te envió para que les ^ a s que es-
y los del barrio de Ayacac resistían por el agua, y no des-
ten, vivo, y que miren acá y verme han Como aque capi-
cansaban en la pelea: eran tan espesas las saetas y los dar-
t a l habló á los de Cuitlaoac y les dijo lo que le había man-
dos que todo el aire parecía amarillo, y los capitanes de
los mexicanos que eran del barrio de Yacacolco todos de- dado el señor Maieoatzin, ellos no quisieron creerle, mas
fendían las entradas porque no entrasen donde estaba re- dijeron que le habían muerto y que no era verdad lo que
cogida la gente, mugeres y niños, y peleando con gran per- les decía, y el otro respondió, no es muerto como pensáis,
severancia hicieron retraer á los dichos capitanes de la mirad v verleheis á donde está vivo, que allí se puso para
parte de la otra acequia que se llama Amame. Otra vez que le veáis, y habló el señor de Cuitlaoac y dijo: mirad
acometieron los Españoles, y llegaron á un lugar que se que no me perdáis nada de mis atavies, y joyas y armas,
llama Ayacac donde estaba una casa grande que se llamaba que vivo estoy. Como dijo estas palabras el señor de Avi-
Telpuchcalli, pusieron fuego á la casa, y un bergantín de tlaoac, luego los Indios amigos de los Españoles, comenza-
los Españoles iba por el barrio que se llama Atliceuhian, ron á dar grita, y á pelear contra los mexicanos, y me-
con muchas canoas que les siguieron de los amigos, y un tiéronlos hasta dentro de tianquizth- á donde se vende el
capitan que se llamaba Coiovevetzin mexicano, que traía copal, y allí pelearon gran rato. Otra vez entraron en con-
las armas vestidas, la mitad de ellas era una águila y la sejo nuestros enemigos para acometernos y destruirnos, en
otra mitad de un tigre, vino en una canoa de acia la par- especial los otomies de Tlaxcalla, y otros capitanes mu-
te que se llama Tolmayecan, y seguíanle muchas canoas chos, y determinaron de entrar por una calle que esta-
con gente armada. Luego comenzó á dar voces a los su- ba junto donde es ahora san Martin, y la calle iba dere-
yos, que comenzasen á pelear, y luego comenzaron la pe- cha á una casa de un pilli tlatilulcano que se llamaba Tía-
lea, y los Españoles se retrugeron, y este capitan con los calzin, y luego los salieron al encuentro los del Tlatilul-
suyos los seguían, y retrugéronse ácia un lugar que se lla- co un capitan que se llamaba Tlappomecatl que iba de-
ma Atliceuya: también los bergantines se retrugeron acia lante; pero los que iban con él arrojáronse sobre los ene-
la laguna. De este alcance murieron muchos xoehimileanos; migos con gran furia, y tomáronles el capitan que lleva-
Otra vez tornaron los Españoles á encerrarse en un Cu ban preso que se llamaba Tlappanecatl', pero escapó con
que se llama Mumuztli, y otra vez volvieron tras ellos
una herida en una pierna, y cesó por entonces la guerra.
hasta donde estaba el telpuchcalli que llaman Atliceuhian:
volvieron otra vez los Españoles tras los_ Indios con
CAPITULO XXXVIII.
Coiovevetzin en la acequia: revolvio un capitan mexica-
no que se llamaba Jtzpapalotzin otoña, y hizo retraer a Del trabuco que hicieron los Españoles para conquistar á,
los Españoles á los bergatines: entonces ceso la batalla y
los del Tlatilulco.
los del pueblo de Cuitlaoac pensando que su señor que
se llamaba Maieoatzin quedaba muerto con los demás eno- Como los Indios mexicanos todos estaban recogidos ea
un barrio que se llama Jimaxac y no los podian entrar, or-
*
Otro día luego los Españoles acometieron al fuerte¡ qnc
dénaron de hacer un trabuco, y armáronle encima de un Cii era donde llaman Amame, donde está la iglesia de la Con
que estaba en el tianquiztli que llamaban Murnuzlli, y como cepcion, y palearon gran r a t o , y finalmente l egaron donde
soltaron la piedra no llegó á donde estaba la gente, cayó estaba el b a L e de los mexicanos: y como llegaron a una
mucho mas atrás junto á la orilla del tianquiztli, y como sa- c a s a grande que se llamaba Telpuehcalli á donde estaba mu-
lió el tiro en vacio comenzaron los Españoles á reñir entre cha lente, subiéronse á las azoteas de aquella casa dieron
sí. Como vieron que por vía del trabuco no pudieron hacer consilo en la agua por huir, y un capitan que se llamaba
nada, determinaron de acometer al fuerte donde estaban los Vitzfloatzin con m u c h o s soldados que estaban sobre los tía-
mexicanos, y pusiéronse todos en ordenanza: dispusieron los
pancos, comenzaron á resistir á los Españoles poniéndose por
escuadroues y comenzaron á ir contra el fuerte, y los me-
muro para que no pasasen á donde estaba el bagage, y los
xicanos como los vieron ir escondíanse por miedo de la ar-
Españoles arrojáronse contra ellos,, y comenzaron .a matar en
tillería, y los Españoles iban poco á poco llegándose al
ellos y á destrozarlos, V salieron otros soldados en favor de
•fuerte muy ordenados y muy juntos. Y uno de los me-
aquellos, de manera que no pudieron los Españoles pasar
dícanos del.Tlatil.ulco que se llamaba Chalchiuhtepeoa pú-
á donde querian y retrujéronse. A otro día los Españoles
sose en celada con otros soldados que llevaba consigo con
-propósito de herirá los caballos, y como llegaron los Es • pegaron fuego á aquella casa, en la cual había muchas esta-
«pañoles á donde estaba la celada, hirieron á un caballo, y tuas de los ídolos. Los Españoles peleaban contra los mexi-
luego el Español cayó en tierra y los mexicanos le toma- canos ya dentro de su fuerte, y á las mugeres y ninos no
ron, y luego salieron todos porque salieron todos los mexi- los hacían mal, sino á los hombres que peleaban. Aquel día
canos valientes que estaban en el fuerte, é. hicieron gran despartió la noche la pelea, y al otro los Españoles y to-
daño en ellos los amigos délos Españoles, y asi se retruje- dos los amigos comenzaron á camiuar ácia donde estaban
ron otra vez al tianquiztli al lugar donde llaman Copal- los mexicanos en su fuerte, y los mexicanos quisieron hacer
namacoyan á donde estaba un baluarte. Despues de esto, una celada para resistir á los Españoles ia entrada, y no pudie-
todos los Indios amigos, y enemigos de los mexicanos que te- ron: viéronlos, y asi los Españoles comenzaron á pelear. Casi
nían cercados á estos, concertaron de cegar una lagu- un dia duró la pelea; á la noche retrujéronse á sus estancias,
na que les hacia mucho embarazo para entrar al fuerte y á la mañana determinaron romper, y cercáronlos de todas
délos mexicanos, que estaban cerca de donde está ahora partes de manera que por ninguna parte podían salir, y es-
la iglesia de Santa Lucia, y asi otro día muy de mañana tando en esta estrechura murieron muchos (ningunas muge-
-cargáronse de piedras, y de tierra, y de adoves, y de la ma- r e s ) pisados y acoceados, y estando en esta pelea las muge-
dera de las casas que derrocaban, y robaban todas las oasas res también peleaban cegando á los contrarios con el agua
que estaban por allí cerca. Visto por los mexicanos lo que de las acequias, arrojándosela con los remos. Estando ya
:hacían los enemigos, sacaron eseondidamente cuatro canoas los mexicanos acosados de todas partes de los enemigos,
.con gente de guerra y cuatro capitanes con ellos, y como acordaron de tomar pronóstico ó agüero si era ya acabada
estuvieron á punto comenzaron á remar reciamente, y fue- su ventura, ó si les quedaba lugar de escapar de aqueí gran
ron contra los que cegaban la laguna dos canoas por la una peligro en que estaban, y habló el señor, de México que se
parte, y otras dos por la otra; luego comenzaron á pelear y llamaba Cuauhtemoctzin. y dijo á los principales que con
muchos murieron, unos en la laguna y otros en la tierra: él estabau: „Hagamos esperiencia á ver si podemos escapar
otros echaban á huir y caían entre los maderos que habían de este peligro en que estamos: venga uno de los mas va-
puesto, y de alli los sacaban arrastrando los mexicanos lle-
lientes que hay entre nosotros, y vístase las armas y divisas
nos de lodo. Murieron muchos en este reencuentro aquel día.
que eran de mi padre Auitzotziny luego llamaron á un
55 /,
• . - • • . .. I nantivar los enemigos, mas antes los que iban con él cau-
cautivar los e n g; » entonces cesó la p e l e a :
mancebo valiente que sé llamaba Tlapaltecatlopuehtzin que
era del barrio de Coatlan, donde es ahora la parroquia de r J - E S M r a n c h é y el dia siguiente tam-
Santa Catalina en el Tlatitulco, á aquel le habló el señor
poco pelearon. ^ ^
Quauhtemotzin y le dijo: ,,Veis aqui estas armas que se lla-
man Quetzaltecidotl que eran armas de mi padre Jlvitzot-
zin, vístetelas y pelea con ellas, y matarás algunos, vean es- De como los del Tlatüuko cuando estaban cercados vie-
tas armas nuestros enemigos, podrá ser que se éspanten en ron venir fuego del cielo sobre sí (20) de color de sangre.
verlas;" y como se las vistieron pareció una cosa espanta-
ble, y mandaron á cuatro capitanes que fuesen delante de El dia siguiente cerca de media noche llovía menú-
él, de cada parte dos de aquel que iba armado con las ar- do v á deshora vieron los mexicanos un fuego asi como
mas de Avitzonzin, en las cuales tenían gran agüero que torbellino que echaba de sí brasas grandes, y menores, y
saliendo luego los enemigos habian de huir. Diéronle tam-
centellas muchas, remolineando y respendando y estallando,
bién el arco y la saeta de Vitzilopwhtli que tenian también
anduvo al rededor del cercado ó corral de los mexicanos
guardado por reliquias, y tenian fé en aquel arco y saeta
donde estaban todos cercados que se llamaba Loionacaz-
que cuando saliese no podían ser vencidos, aquella saeta te-
co, y como hubo cercado el corral tiró derecho acia el
nia un casquíllo de pedernal. Estando estos cinco puestos á
medio de la laguna, y allí desapareció, y los mexicanos no
punto, un principal mexicano que se llamaba Cioacoatltla-
dieron grita como suelen hacer en tales visiones: todos ca-
cotzin dio voces diciendo á los cinco que estaban á punto;
llaron por miedo de los enemigos. Otro día despues de es-
, , ¡ 0 mexicanos, ó tlatilulcanos! el fundamento y fortaleza de
to no pelearon, todos estuvieron en sus ranchos, y D. H e r -
los mexicanos en Vitzilopuchtli es puesta, el cual arrojaba
entre los enemigos su saeta que se llamaba Xiuhcoatl y Ma- nando Cortés subióse encima de una azotea de una casa
maloaztli, la misma saeta lleváis ahora vosotros que es agüe- del barrio de Amaxac; esta casa era de un principal tla-
ro de todos nosotros; mirad que la endereceis contra vues- tilulcano que se llamaba Aztaoatzin. Desde aquel tlapanco
tros enemigos para que haga tiro y no se pierda en valde, estaba mirando ácia el cercado de los enemigos: alli en-
y si por ventura con ella mat:¡redes ó cautiváredes á algu- cima de aquel tlapanco le tenian hecho un pabellón co-
no, tenemos certidumbre y pronostico que no nos perdere- lorado, desde donde estaba mirando, y muchos Españoles
mos de esta vez, sino que quiere nuestro Señor ayudar- estaban al rededor de él hablando los unos con los otros.,
nos:" y dichas estas palabras, aquel que estaba armado con Es muy verosimil que D. Hernando Cortés habia enviado mu-
los otros cuatro comenzaron á ir contra los enemigos. Como chos mensageros al señor de México Cuauhtemoctzin pa-
los vieron los Españoles asi como los Indios, cayóles grande ra que se rindiesen antes que los matasen á todos, pues
espanto, no les pareció cosa humana, y aquel que iba ar- ya no tenian ningún remedio, y en este punto en que es-
mado con Quetzalteculotl subióse a una azotea, y los ene- taba ahora el negocio de la guerra es cosa muy cierta que
migos paráronse á mirarle qué cosa era aquella, y como co- ya el señor de México habia dado la palabra á los men-
nocieron que era hombre y no demonio acometiéronle pe- sageros del capitan D. Hernando Cortés que se queria ren-
leando, y hiciéronlo huir. El Quetzalteculotl tornó tras ellos dir, y á este propósito se puso en el pabellón en el tla-
con los que con el iban, y hízolos huir, y subió otra vez panco el capitan D. Hernando Cortés, esperando á que
en el tlalpanco donde los tlaxcaltecas tenían quetzales y viniese á su presencia el señor de México Cuauhtemoct-
cosas de oro robadas, y tomóselas, y volvió á saltar del zin con todos los principales que con él estaban. Viniéron-
tlalpanco abajo, y no se hizo mal ninguno, ni le pudieron se á donde estaba el marqués en canoas, Cuauhtemoctzin
corral saliesen libremente y se fuesen á sus casas, y co-
iba en una canoa y iban dos pages con él que llevaban mo comenzaron á salir los mexicanos se llevaban sus ar-
sus armas, y uno solo iba remando en la canoa que se lla- mas, é iban agavillados, y donde quiera que topaban a al-
maba Cenyautl, y cuando llegaron á la presencia de D. gunos Indios de los amigos de los Españoles matábanlos,
Hernando Cortés comenzaron á decir toda la gente me- y de esto se enojaron mucho los Españoles, y á vueltas de
xicana que estaba en el corral ya va nuestro señor rey los que se ibau algunos de los mismos vecinos del Tlati-
á ponerse en las manos de los dioses Españoles. lulco dejaron sus casas, y se fueron pensando que aun los
matarían, y asi sin esperar en sus casas unos se fueron
AUTOR.
ácia Tlacupan, y otros ácia san Cristóbal, y los que tenían
casa en la agua, unos se salieron en canoas, y otros se fue-
De las cosas arriba dichas, parece claramente cuan- ron á pie por el agua, y otros nadando, y llevaban sus ha-
to temporizó y disimuló el capitan D. Hernando Cortés ciendas y sus hijos acuestas, salían muchos de noche, y otros
con estos mexicanos por no los destruir del todo ni aca- de dia. Los Españoles y sus amigos pusiéronse en todos
barlos de matar: porque según lo de arriba dicho, muchas los caminos, y robaron á los que pasaban, tomándolos el oro
veces pudieron acabarlos de destruir, y no lo hizo, espe- que llevaban, y escudriñándolos todos sus hatos, y todas sus
rando siempre á que se rindiesen, para que no fuesen des- vestiduras, y ninguna otra cosa tomaban sino el oro, y las
truidos del todo. mugeres mozas hermosas, y algunas de las mugeres por esca-
parse disfrazábanse poniendo Iodo en la cara, y vistiéndose
CAPITULO XL.
de andrajos: también tomaban mancebos y hombres recios
para esclavos, pusieron los nombres de tlamacazque, y á mu-
De como los de Tlatilulco se dieron á los Españoles con
chos de ellos herraron en la cara. Rindiéronse los mexicanos,
los mexicanos y su señor que con ellos estaba.
y despartióse la guerra en la cuenta de los años que se
dice tres casas, y en la cuenta de los días en el signo que
De que llegaron á tierra el señor de México Cuauh-
se llama Cecoall. A l señor de México Quauhtemoctzin el
temoetzin con los que con él iban, saltaron en tierra cer-
mismo dia que se rindió le llevaron al lugar que se lla-
ca de la casa donde estaba él capitan, y los Españoles que
ma Acachinanco, con todos los principales adonde estaba
estaban cerca del agua, tomaron por las manos á Cuauh-
el aposento de D. Hernando Cortés, y luego otro dia vi-
t'emoetzin amigablemente, y lleváronle adonde estaba el ca-
nieron muchos Españoles al Tlatilulco todos ordenados á
pitan D. Hernando Cortés encima de la azotea. Como llegó
punto de guerra, y todos se tapaban las narices por el he-
á donde estaba el capitan, luego el le abrazó, y le mos-
dor de los muertos que estaban por enterrar, y traían con-
tró muchas señales de amor al dicho Cuauhtemoctzin, y
todos los Españoles le estaban mirando con grande alegría, sigo al señor de México Quauhtemoctzin, y á otro prin-
y luego soltaron todcs los tiros por alegría de la conclu- cipal que se llamaba Coanacotzin, y á otro que se lla-
sión de la guerra. Cuando esto aconteció salieron dos ca- maba Tetlepanquetzatzin', y los demás principales que guar-
noas de México, y entraron en la casa de un principa , daban el tesoro, y fueron derechos al lugar donde estaba
oue se llamaba Coiovevetzin, donde estaban Indios tlaxcal- el corral, donde se habian hecho fuertes los mexicanos que
tecas^ y revolviéronse los unos con los otros, y murieron se llamaba Atactzinanco, y entraron en la casa del Tlaco-
alli algunos, y los mexicanos huyeron, y escondiéronse: des- chcalcatl que se llamaba Coiovevetzin, y luego subieron á
pues de haber hecho esto luego mandó el capitan D. Her- la azotea, y sentáronse y pusieron alli un pabellón al ca-
nando Cortés á pregonar que todos los que estaban en el ditan D. Hernando Cortés y sentóse en su silla. La India
9
luego respondió Quantemoctzin, y dijo al principal Cioa-
que . era intérprete que. se llamaba Marina» púsose cerca
coa?!, ¿que es lo que dices? aunque es asi que los del Tla-
del capítan, y de la otra parte el señor de México Qt.auh-
tTulco lo tomaron fueron presos y todo lo tornaron: en el
temoetzin cubierto con una manta rica, y estaba cabe el
W a r de Texopan se juntó todo, y esto que esta aquí y no
señor de Tezcuco que se llamaba Coanacotzin, y tenia cu-
hay mas. Dijo luego Marina: el nuestro capítan dice que no
bierta su manta de nequen rica, y estaba también alli otro
está aqui todo, y respondió el principal Cioacoatl: ¿por
principal que se llamaba Tetlepanquetzatzin, el señor de
ventura algún Maceoal ha tomado alguno? buscarse ha, y
Tlacupan tenia cubierta otra manta, y estaban alli otros
traerse ha a l a presencia del capitan. Otra vez dijo M a n -
muchos principales.
na: el señor capitan dice que busquéis 200 tejuelos de oro,
tan grandes como asi, y señalóles con las manos el gran-
CAPITULO XLI.
dor de una patena de cáliz. Otra vez hablo el principal
Cioacoatl, y dijo: por ventura algunas de las mugeres lo
Be la plática que hizo D. Hernando Cortés á los seño- llevaron escondido debajo de las enaguas, buscarse ha, y
res de México, Tezcuco y Tlacupan, despues de la vic- traerse ha á la presencia del señor capitan. Luego alli habló
toria, procurando por el oro que se habia perdido cuan- otro principal que se llamaba Mixcoatlaylotlacaueliloctzin,
do salieron huyendo de México. dile al señor capitan, que cuando vivia Mocthecuzoma el
estilo que se tenia en conquistar, era este, que iban los me-
Como estuvieron juntos los tres señores de México,
xicanos, y los Tezcucanos, y los de Tlacupan, y los de las
Tezcuco y Tlacupan con sus principales delante de D. Her-,
Chinampas, todos juntos iban sobre el pueblo ó provincia
nando Cortés, mandó á Marina que les dijese donde estaba
que querían conquistar, y despues que lo habian conquis-
el oro que habia dejado en México; y luego los mexicanos
tado, luego se volvían á sus casas, y á sus pueblos, y des-
el sacaron todas las joyas que tenian escondidas en una ca-
pues venían los señores de los pueblos que habian sido
noa llena, y todo lo pusieron delante del capitan y de los
Españoles que con él estaban, y como lo vió dijo, ¿no hay conquistados, y traian su tributo de oro y de piedras pre-
mas oro que este en México? Sacadlo todo que es menes- ciosas, y de plumages ricos, y todo lo daban á Mocthecu-
ter todo, y luego un principal que llaman Tlacutzin hablo zoma, y asi todo el oro venia á su poder.
á Marina respondiendo: d í a nuestro señor capitan que cuan-
do llegó á las casas reales la primera vez, vió todo lo que
habia, v todas las salas cerramos con adoves, no sabemos
qué se" hizo el oro que habia, tenemos que todo lo lleva- i
ron ellos, y no tenemos mas de esto ahora: y el capítan
respondió diciendo que es verdad que todo lo tomamos,
pero todo nos le tomaron en aquel paso de acequia que
se llama Tollecaacaloco, es menester que luego parezca: y FIN.
luego respondió un principal mexicano que se llamaba
Mtlacutzin, y dijo á Marina: dile al señor capi an que
nosotros los mexicanos no peleamos por el agua con ca-
noas, ni sabemos esta manera de pelea, que solo los de Tía-
tilulco que peleaban por el agua, atajaron a nuestros seno-
res los Españoles, y creemos que solos ellos lo tomaron: y
*
NOTAS DEL EDITOR.

Para mejor inteligencia de algunos lugares oscuros de


esta obra.

(1) Cetro ó sea báculo de obispo. M u c h a s veces me aseguró el s á -


bio P- D. S e r v a n d o d e M i e r que a d e m a s d e este obsequio envió el
emperador d e M é x i c o á H e r n á n C o r t é s u n a capa d e obispo g r i e g o
toda sembrada d e c r u c e s , y que era. tradición c o n s t a n t e q u e habia
sido del apóstol s a n t o T o m á s venido á e s t a s regiones á p r e d i c a r el
evangelio, á q u i e n llamaban Quetzalcoatl, y también habia ofrecido
á los indios q u e algún d i a regresaría á este suelo; p a r e c e l e s dio
i . entender q u e t o r n a r í a al mismo á r a d i c a r la religión q u e él les a n u n -
ciaba; pero M o c t h e c u z o m a esperaba al mismo apóstol, y según su c á l -
culo ya era llegada la época d e su vuelta.
Por s e m e j a n t e equivocación la P r o v i d e n c i a d i s p u s o q u e no p u -
siese obstáculo á la e n t r a d a d e los españoles, habiéndole sido m u y
fácil cosa i m p e d i r l e s su internación con solo m a n d a r q u e se les n e -
il: ' gasen todos los víveres que n e c e s i t a b a n . E s t a orden habría sido l u e -
go obedecida; t a n t o m a s que habia f u e r t e s guarniciones en l a cos-
ta de V e r a c r u z como en Cuetaxtla (hoy C o t a x t a ) , Zempoalan, Ñau-
tlan y otros p u n t o s ; p e r o el cielo q u e r í a castigar la idolatría d e e s -
t a nación, por lo q u e ordenó q u e los medios d e q u e se valia el e m -
perador para alejar á los españoles sirviesen para a t r a e r l o s mas ahin-
cadamente á M é x i c o . C a d a obsequio q u e recibían ponia u n a n u e v a
espuela á sus deseos para v e n i r á ocupar u n a región d e oro p o r
que t a n t o habia a n s i a d o el mismo Colon, y héchole e m p r e n d e r su d e s -
cubrimiento.
N o me p a r e c e inoportuno referir aqui que los indios d e la e d a d
presente tenian i g u a l m e n t e formados sus cálculos sobre el t i e m p o
que debería d u r a r su s e r v i d u m b r e al gobierno español. En mi histo-
ria intitulada Tezcoco en tos últimos tiempos de sus antiguos reyes,
que publiqué en M é x i c o el año d e 1826, i n s e r t é un c a n t o q u e e n
compañía d e varios indios e n d e c h a b a D . J u a n d e Aguilar, indio go-
b e r n a d o r d e Cuatepec en la provincia d e T e z c o c o cerca del pueblo
d e Cuauhtlinchan, sacado d e un libro q u e copié d e la secretaria d e l
vireinato en q u e se v e i a n r e u n i d a s varias piezas históricas antiguas-
d e orden del rey d e E s p a ñ a : en dicho>romanee se predecía q u e t e r -
minaría la dominación castellana.
E n la historia d e la conquista d e Chimalpain q u e i g u a l m e n t e
publiqué en el mismo a ñ o , y en la q u e i n s e r t é el cómputo según
el calendario Tolteco q u e formó íBoturini, observé q u e e s t e al lle-
g a r , al año d e ¡1821 ¡en q u e se hizo la ¡independencia mexicana por
e i .general , i t u r b i d e , p u s o al m a r g e n d e su letra Cristus abreviado;
cié del archivo del congreso g e n e r a l á quien s e regaló por m a n o ,
nota q u e en dicíio libro vi existente en l a secretaria. E s t a s cir-
del ministro d e h a c i e n d a E s t e v a ; h e visto p i n t a d o e s t e pasage, la r e -
c u n s t a n c i a s no p u e d e n menos d e llamar la ateucion, p r i n c i p a l m e n t e
seña militar que hizo. C o r t é s d e sus t r o p a s para q u e se s o r p r e n -
si se reflexiona q u e B o t u r i n i f u e enviado á E s p a ñ a bajo p a r t i d a d e
diesen los enviados del e m p e r a d o r mexicano, y también á estos en
registro por decreto -del vi rey c o n d e d e F u e n c l a r a dado e n 7 d e oc-
actitud d e copiar aquellos estraños objetos. T a m b i é n se h a n d e s -
t u b r e d e 1743, según consta en la causa q u e le mandó f o r m a r á e s -
aparecido algunas m a n t a s m u y anchas e n q u e se veian e s t a m p a d o s m u -
t e sabio viagero á f o j a s S2. Algo m a s : mas d e 4 0 años antes d e q u e
se oyese la primera v o z d e i n d e p e n d e n c i a en el pueblo d e Dolo- chos pasages d e la historia a n t i g u a ; algunos solamente e s t á n d e l i n e a -
r e s ocurrió en M é x i c o la a n é d o c t a q u e paso á referir. dos y les falta el colorido. C u a n d o el señor P a n e s t r a t ó d e q u e se g r a -
basen por la academia d e la historia d e M a d r i d , le pidieron setenta
L o s licenciados I). Felipe d e Luna y D. N i c o l á s Quero habien-
y cinco mil pesos fuertes según me aseguró su paisano D . José M a -
d o salido u n a t a r d e á pasear, v t o m a d o por el barrio de la Cande-
riano A l m a n z a ; con los cinco mil se habria hecho la operacion si
laria d e los patos al s u r d e México, se vieron r e p e n t i n a m e n t e a t a -
cados por un f u e r t e chubasco de lluvia y viento : m i e n t i a s pasaba entonces se hubiera conocido el a r t e d e la litograjia n u e v a m e n t e des-
se entraron en el j a c a l d e un indio q u e estaba i n m e d i a t o , d o n - cubierto, por^taedio* del cual han grabado los ingleses á poca costa
d e e n c o n t r a r o n á e s t e t e n d i d o en el suelo sobre d e u n p e t a t e en el varios mapas y relaciones, como la peregrinación d e los Indios me-
q u e tenia un gran m a p a d e pintura, antigua mexicana, y puestos unos xicanos hasta llegar á situarse en ei cerro d e Chapoltepec, el plano
anteojos lo reconocía con tan prolija atención q u e no habia s e n t i d o antiguo d e M é x i c o , y p a r t e d e los del P a l e n q u e q u e remitió
la llegada d e aquellas p e r s o n a s : al levantar la cabeza los vio y no- el general D . J u a n Pablo A n a y a d e Chiapas al p r e s i d e n t e Victoria, el cual
tó que lo habian e s t a d o observando; entonces todo sobrecogido r e - los remitió qué sé yo por q u é conducto á L o n d r e s d e d o n d e han veni-
cogió el m a p a , lo dobló y g u a r d ó : p r e g u n t á n d o l e q u e e r a lo q u e leía, do incompletos. P r i m e r o ios h a n visto los mexicanos venidos de U l -
y a l e n t á n d o l o con d u l z u r a á q u e se los d i j e s e , respondió al fin»-" tramar q u e en el museo nacional como debiera s e r ; hasta en esto
, , E s t a b a y o mirando q u e según la c u e n t a q u e yo sacaba d e esta p i n - hemos sido desgraciados.
t u r a , ya se acerca el tiempo d e q u e este reino vuelva á los d e s c e n - (5) M a n d a r a t a r á unos mensageros que t r a i a n á los E s p a ñ o l e s
d i e n t e s d e sus antiguos s e ñ o r e s . " P e n e t r a d o s d e este concepto dichos lo que mas amaban y ansiaban que es el oro, es la cosa mas in-
abogados, y deseosos d e imponerse r a d i c a l m e n t e d e aquel anuncio* civil y b á r b a r a q u e pudiera hacer un hombre q u e d e tal solo tuvie-
volvieron á la t a r d e siguiente al mismo lugar, y ya no hallaron al ra la apariencia; n i n g ú n escritor lo ha dicho hasta ahora ¿Y qué d i -
indio viejo ni quien les diese r a z ó n del lugar d o n d e se habian m u - remos de m a n d a r d i s p a r a r e n esta sazón la artillería q u e j a m á s ha-
d a d o . E x i s t e de oidor en la audiencia d e T l a l p a n el Doctor D. A g u s - bian oido aquellos Indios, y sobre todo ¿qué j u z g a r e m o s d e la acción
tín Pomposo y F e r n a n d e z que oyó esta relación d e la m i s m a boca de mandarles d a r espadas y rodelas para q u e peleasen cuando v e n i a a
d e los abogados Luna y Quero. Sin necesidad de cálculos ni p r o - de paz y no podían aceptar s e m e j a n t e desafio? mas p r u d e n c i a y po-
fecías, m u y bien podia predecirse la r u i n a del imperio español e n lítica mostraron los I n d i o s en rehusarlo, p u e s conocían el c a r a c t e r
A m é r i c a ; ya sea p o r q u e era tiránico y d e consiguiente poco d u r a b l e j
de que venian investidos,
ya porque los mexicanos habian conocido el secreto d e sus f u e r z a s
(6) Recomiendo á mis lectores tas reflexiones importantes que h i -
para convertirlos contra sus o p r e s o r e s ; y a p o r q u e las luces del siglo
ce al cap. 57 t o m . l . ° d e Chimalpain, d o n d e m e encargo d e cuan-
habian p e n e t r a d o h a s t a las mas h u m i l d e s chozas, ó y a en fin p o r q u e
tas observaciones pudieran hacerse en pro y en contra d e este a t e n -
habiendo crecido y llegado á l a p u b e r t a d l a hijastra d e E s p a ñ a , es-
tado, el cual según F r a y Bartolomé d e las C a s a s lo ejecutaron los
t a necesitaba tomar estado e m a n c i p á n d o s e para hacer u n a familia a p a r -
t e , y conducirse por sí sola. Españoles por pasatiempo y sin causa, sobre el cual d e s p u e s de t o -
mado México algunos d e los primeros frailes franciscos f u e r o n á Cho-
(2) L a s piezas q u e compusieron este p r i m e r obsequio s e h a l l a n lula á recibir u n a información d e este hecho, y q u e resultó averi-
i n v e n t a r i a d a s c i r c u n s t a n c i a d a m e n t e en el cap. 27 t o m . l . ° d e la his- guado tal cual lo escribí. Es d e p r e s u m i r q u e uno d e los pesquisi-
toria d e Cbimalpain. dores de él fuese el P. Sahagun, pues de otro modo no pudiera r e -
(3) P a r e c e q n e era una especie d e a m a c a s en q u e se embar- ferirlo con el tono d e seguridad que lo hace, y con el que d e s m i e n -
caban las personas principales q u e corrían l a posta, suplían p o r li- te cuanto se ha escrito para sincerar la c o n d u c t a de Cortés. E s t e
t e r a s , y e r a n t r a s p o r t a d a s en hombros d e indios q u e hacian las v e - atentado semeja mucho al q u e d e s p u e s cometió Alvarado en M é x i -
ces d e bestias de tiro. co matando i n d e f e n s a á l a nobleza mexicana, a t a c á n d o l a sobre se-
(4) E n l a historia antigua d e México e s t a m p a d a , q u e poseía e l guro, y acaso f u e el tipo d e A l v a r a d o , y por el q u e se creyó a u -
b r i g a d i e r D . Diego García P a n e s d e la que p a r t e s e halla en el m u - torizado para cometerlo.
ose d e l a universidad d e M é x i c o , y d e l a q u e u n tomo desapare* {7) E s t a descripción con q u e v e n i a n los lebreles e s t á propísima:
tidos entre los mexicanos, pues algunos por a m o r á M o c t h e c u z o m a p r o -
¿Quién n o v é por ella que los Españoles venian como en montería?
curaban meter víveres para que no muriese d e h a m b r e , y esto ofendia
(8) P a r e c e que no merecía s e m e j a n t e despedida un hombre q u e
n o se p r e s e n t a b a con las manos vacias, pues t r a j o á C o r t é s d i e z platos d e á los sitiadores pues no acababan de conseguir q u e se les r i n d i e s e n :
oro q u e figuraban unas j i c a r a s p u l i d a m e n t e labradas, y mil y q u i - esto motivó el que se suscitasen dos partidos y pereciesen muchos
n i e n t a s m a n t a s d e algodón l a b r a d a s d e muchos colores d e pelo d e de entrambas partes. E s muy probable q u e los E s p a ñ o l e s los f o m e n -
conejo, y g r a n cantidad de aves y víveres para los E s p a ñ o l e s . tasen como hicieron en Zempoala, logrando i n t r o d u c i r s e á favor d e
esta división-•• Divide, y mandarás', quiera Dios que no perdamos d e
(9) H e a q u i compobrado lo q u e dije en el prólogo d e esta obra,
vista esta máxima, y tan fatal ejemp'.o, por el q u e esta América per-
q u e el P . Sahagun tuvo q u e rebajarla. Luego q u e M o c t h e c u z o m a su-
dió su libertad.
po lo ocurrido en Cholula se retiró al palacio d e Titluncalmecatl ó
del duelo á aplacar á sus númenes. (16) Hasta aqui se habia creido q u e Mocthecuzoma habia sido e n -
(10) E s t e razonamiento elocuentísimo en mexicano confirma el e r - terrado en Chapolíepec. Según Clavijero comenzaron los a t a q u e s del
r a d o concepto en que estaba Mocthecuzoma d e jque habia llegado cuartel el dia 25 de junio de 1520. En este dia p e r e c i e r o n ocho E s -
(¿uetzalcoatl á quien debia e n t r e g a r el imperio según t u s cálculos, pañoles, todos los demás que salieron fueron heridos incluso Cortés. E l
y lo confirma el haber a b a n d o n a d o su palacio para cederlo á los Es- dia 26 fue mas terrible el combate, y en él f u e r o n heridos mas d e 50 c a s -
pañoles y q u e lo habitasen. tellanos. En el asalto del templo murieron combatiendo de estos 64,
(11) N o están en esta circunstancia acordes los historiadores, pues y tuvieron muchos heridos. L a m u e r t e del e m p e r a d o r mexicano f u e
d i c e n que Mocthecuzoma se apartó pasándose á recibir á C o r t é s á el 30 de junio. El P a d r e Clavijero afirma q u e el P . Sahagun dice
l a casa d e alojamiento q u e le tenia p r e p a r a d o . que los Españoles lo mataron, y a hemos p r e s e n t a d o el testo d e es-
(12) Por luego pueden e n t e n d e r s e pasados seis dias d e haber l l e - te autor en que solo lo da á entender, acaso lo diria m a s espresa-
gado á México como refiere Chimalpain cap. 107" tom, 1.°. N o c a - mente en su primera obra; mas parece que n o estaba ni en la conciencia
be duda en que Cortés habia concebido el atrevido proyecto d e a r - ni en la política de los Españoles matar á un príncipe d e quien podian pro-
r e s t a r al E m p e r a d o r desde que desembarcó d e V e r a c r u z , y asL lo meterse mucho; pero la natural soberbia d e estos se habia a u m e n t a -
escribió á Carlos V . ; pero le faltaba un motivo q u e cohonestase u n do estraordinariamente con una serie no i n t e r r u m p i d a d e triunfos, y so-
hecho tan infame, y lo halló en la noticia que le daban los E s p a - bre todo con el aumento de f u e r z a s que t r a i a n d e N a r v a e z . C o r t é s
ñoles de la costa, de haber m u e r t o en un r e e n c u e n t r o con los me- no quiso ver á Mocthecuzoma cuando llegó á México, y entiendo f u e
xicanos á J u a n de Escalante. E n dichos seis primeros dias, C o r t é s a n - porque venia informado de que habia estado en correspondencia con
duvo observando la situación d e la ciudad y las m e d i d a s d e d e f e n - su enemigo Pánfilo de N a r v a e z prometiéndose sacar partido d e él.
sa que debia toir.ar para un caso desgraciado. Siguiendo el hilo de la historia en la d e r r o t a d e los E s p a ñ o -
(13) Tampoco en esto está acorde esta relación con la d e C h i - les á su salida de México, no vemos m a s sino q u e los Indios l e s
malpain, pues dice que pasados algunos dias d e s p u e s q u e M o c t h e c u - hostilizaban en su alcance. El pais estaba todo en armas, y y o c r e o
zoma dió la obediencia al e m p e r a d o r C a r l o s V. pidió C o r t é s q u e le que no eran mas que masas y pelotones q u e se p r e s e n t a b a n á r e -
diese algunas joyas y oro para m a n d a r l e : q u e accediendo á este pe- taguardia para hostilizarlos; por lo mismo p r e s u m o q u e el numerosí- 1
dimento, mandó Mocthecuzoma q u e f u e s e n algunos E s p a ñ o l e s con u n o s simo ejército de doscientos mil combatientes q u e Solís y otros supo-
criados suyos á la casa de las aves d o n d e t e n i a el tesoro, y e s p a n - nen que se presentaron en Otumba. f u e r o n como las m a n a d a s d e car-
tados de tanta riqueza no quisieron ó no osaron los Españoles to- neros que vió D. Quijote desde u n a a l t u r a , y q u e t a n t a risa ha cau-
carla sin que primero lo viese Cortés, y asi lo l l a m a r o n y f u e , y sado á los que en este pasage v e n el último e s f u e r z o d e una i m a -
t o n consentimiento del rey tomólo, y llevólo todo á su aposento. ginación exaltada, y sin duda la de los E s p a ñ o l e s lo estaba mucLo
Cap. 116. pág. 261 tom 1.°. por lo ocurrido en los dias anteriores. A mi juicio no pasó d e u n a
(14) Esta horrible circunstancia no la r e n e r e n i n g ú n h i s t o r i a d o r ; gruesa división la que alli opusieron los mexicanos, a u n q u e para ven-
están de acuerdo todos en que C o r t é s puso grillos al e m p e r a d o r de M é - cerlanecesitaba Cortés hacer el último e s f u e r z o d e la desesperación y del
xico durante la ejecución de' Quaiihpopoca, y concluido el acto se los valor, sin que se entienda que se hallaba en t a n deplorable esta-
auitó. Si tal sucedió en esta sazón no fue d e orden d e C o r t é s , pues do como ellos mismos se han p i n t a d o ; pues los Otomíes, enemigos
no sé hallaba en México sino en la espedicion sobre P a n f i l o d e de los mexicanos, le habian acudido con víveres. Sea d e esto lo q u e
Narvaez Alvarado pudo repetir la escena d e C o r t é s , pues era u n se quiera, lo que conviene saber es, que el g e n e r a l q u e dió esta a c -
b á r b a r o "desapiadado, y no respetaba los principios d e la moral y d e - ción se llamaba Cihuacatzin: que el e s t a n d a r t e q u e le sobresalía por
los hombros que en mexicano se llamaba Hahuixmatlaxopilti era una
cencia pública. .
(15) El P . Clavijero indica que en esta ocasion se suscitaron par« red de oro puesta en la p u n t a de una l a n z a q u e se alzaba c e r c a
10
. , t „ » w / a - a u e C o r t é s le tiró de las a n d a s en q u e í u a l g o b e r n a d o r del e s t a d o d e M é x i c o D. L o r e n z o Z a v a l a a b n r un
d e d i e z palmos sobre su ¿• , de SalamaQca canal para f a c i l i t a r el comercio d e T e z c o c o por agua, se ha gastado n-
estaba sentado d e u n bote d e l a n z a ai su , j _npraI in_¡rJ.0 ú t U m e n t e la c a n t i d a d de ocho mil pesos, y a paso que caminamos la laguna
le acompañaba con lo., de ; su e s c c . t a q o Unda " J g n n p d a r á d e todo p u n t o seca. N o s e r á inoportuno decir aqu q u e
le arranco el penacho d e la cabeza^, U p ¿j c¡udaS d e 2 p o « d i i n d a d í l e m b a r c a d e r o dicho, ó muelle d e
,o regaló 2 e m l m b a ^ h u b i e r a s i d c f t a n famosa como nos en t é r m i n o s de la h a c i e n d a d e Chapingo q u e e s hoy del e x - m a . q u e s
retirada. S la batalla d e W gu laconig_ d e Vivanco, ha c u a t r o años que se encontró u n a e n o r m e o s a m e n t a
tós«* r —de q u e al parecer es d e Mastodonte, d e la que alguna parte se halla en
el museo d e la u n i v e r s i d a d . Digo al parecer, porque n o ^ J a n p o h -
d o examinar las m a n d í b u l a s para fijarse en el concepto d e si es o
n o de esta bestia ó d e e l e f a n t e s e g ú n me aseguro e l ^ D - ^
e s p e d l c b n
d e N a r v a e z l l a m a d o Francisco Eguia. De estos obsequios
nos vienen en a b u n d a n c i a d e E u r o p a ; el año pasado llego a Y u c a t a n drés del Rio: lo cierto es que e s t e anima allí pereció; pe™ « q u e
nos vienen en du real dad es la cólera morbus de L e v a n t e m a s ha de a d m i r a r á mis lectores es q u e igual hallazgo se t u v o en
la peste llamada P i í i / o r q u s e n ba la vigiianc¡a el d e s a f i e d e Huehuetoca á la p r o f u n d i d a d d e c u a r e n t a varas. , Q u e
modificada por la suavidad J J c . 4 j u n t a s d e sanfdad. revoluciones no h a b r á s u f r i d o la t i e r r a para que su superficie haya e l e -
q v á d b s e á tal a l t u r a , y c u a n d o pudo haberse tapado este anima con
^%l L e s p e d c i o Í d e
e
C o K é s salió de T l a U el 28 de diciem-
a n t a s capas d e t i e r r a ! . . . . S o n d u d a s q u e yo no podre satisfacer.
b r e . 5 2 0 T r n a cSó p a r a Tcsmelucan El 30 se alojó en C o a t e -
P a r t e d e la o s a m e n t a d e este cetáceo se halla en la librería del c o -
„p e1e . IEl. ddía
í a 31o l alal l le
l e - aarr C
v o r t é s á T e z c o c o vio v e n i r c u a t r o pe. so-
_
& 3 2 oQza5Una ban l e r o de S a n Ildefonso d e México. M i e n t r a s tanto se a p r e s t a b a n lo s
ñas q n e tra an en una b a n a ! q P Coamco1zin le bergantines d e los E s p a ñ o l e s C o r t é s hizo varias e s c u r c o n e s por s.ly
dera en senal d e p a z . e r a n mensageros la m u e r t e d e por me lio d e Sandoval uno d e s ú s mayores capitanes, s o b , e l o , p e -
5 blos inmediatos á la laguna, y no en todas tuvieron entrambos b u e n
ofrecía su corte C o r t e s e p r e 3 ( ) ( ) t l a s c a l t e c a s q u e habian d e s t r u i -
35 Españoles, a r m a s para los Españoles que e s - suceso. Viéronse los E s p a ñ o l e s á punto de perecer en xtapalapan y
y
d o q u e v e m a n cargados d e ° J P ^ C o r t - s F e n T e z c o c o , los Xochiinilco d o n d e los l a d i . s les soltaron las c o m p u e r t a s d 4 a g í
toban en M e x c o . E n 31 d e n ^ , a M é x i c 0 te_ q u e los iba á i n u n d a r , y habrianlo conseguido si hubieran e j e c u t a -
I n d i o s evacuaron la c i u d a d , y . v v ^ do esta operación & la media noche despues d e que ya se creían allí s e -
euros. En un peñón cerca d e Jmecamecan fueron r e c h a z a d o s los cas-
^ f o ^ T l n t / c o n O u a u h t i m o t z i n c u a n d o hizo la espedicion d e tellanos con ignominia, y lo habrían sido con mayor a no haber aban-
las ^ X T l T l u c ? r d e aquel m o n a r c a q u e j u s t a m e n t e descon- d o n a d o los I n d i o s o t r o i n m e d i a t o por falta de agua. C o r t e s l u b . a lis-
puesto que T l a c o p a n f u e s e el punto d e reunión para distribuir des-
poseerlo d e allí las divisiones d e operacion sobre M é x i c o ; m a s los mexica-
i -- n i l P c P | e coronase r e y para tenerlo a »u vo- canos estaban d i s p u e s t o s & repetir allí las escenas d e h o r r a r d e a
e
ba en Tlaxcala j ^ d e r U s cooperadores d e la n o c h e t r i s t e del año anterior. E f e c t i v a m e n t e , trabóse un combate en
luntad y q u e f u í s « u n o ^ J P era i n d i s p e n s a b l e el que á i r e r c e d d e u n a emboscada con oportunidad puesta por los
conquista d e M e n c » q u e £ y £ ^ , u n a reü_
T e z c o c o , pues servia d e a p o ^ ^ d e s d e México á mexicanos iban á p e r e c e r los c a s t e l l a n o s : con tal motivo C o r t e s
rada, y formaba u n a cad na P se retiró para T e z c o c o , para sazonar el sitio d e México q u e le a u -
t comQ le girvi6 d e
T l a x c a l a . Cort,es ^ b a u t i z » r U s t a l e m a n d ó tkmblen tomar el n o m b r e m e n t a b a cada d i a m a y o r e s dificultades E n T e z c o c o se le urdió u n a
d n n o para esta ceremonia au0u=<- ' conspiración que e s t a b a á punto d e estallar c u a n d o fue descubierta su
a u t o r era Antonio d e Villafañe, á quien hi?o ahorcar, y la motivo
f l ^ T r a i d o s los bergantines en hombros d e indios y en p i e z a s d e el verlo decidido á a c o m e t e r la empresa d e México que se t e n i a por
(iy) l i a m o s ios u e i » c a r e n a r sirviendo d e grasa en e s t a t e m e r a r i a . N o le causó m e n o r desabrimiento el s a b e r q u e el general AÍ-
T l a x c a l a , se e K 6 * * de loslndios muer- cotencatl d e T l a x c a l a , herido en u n a disputa por un español, s e j a -
o pe ración paira• p u e r c o : para esta obra precisa abrieron bia retirado á su p á t r i a a b a n d o n a n d o la h u e s t e auxiliar q u e condu-
t o s a falta d e aceite o manteca d e f J ^ ^ ^ ^ ex¡ste h o y
cía d e ella para T e z c o c o : C o r t é s logró prenderlo y lo ahorco en esta
una zanja profunda. b i u ^ canto como muelle d o m i n a n ,
c i u d a d ; tal f u e el t é r m i n o d e este ilustre g u e r r e r o que s i e m p r e de-
y yo lo he visto, « J m a s d e u n a legua t e s t ó á l o , E s p a ñ o l e s , y habría acabado con ellos si el amigo d e estos
t e á la laguna, la a d e m a s l a superficie del t e r r e n o levanta» M a x i s c a t z i n no se h u b i e r a opuesto a que l e s diera segundo ataque. L e . -
p u e s el agua l , en t é r m i n o s d e q u e q u e r i e n d o el a c
d o sobre su antiguo aivei?

- . :
-

A u n q u e son ya pasados trescientos siete años d e este i m p o r t a n t e


t é s llevó á cabo 9U v e n g a n z a , p u e s le confiscó sus bienes, e n t r e los
acontecimiento, todavía conservamos vestigios de él. T o d a la I j a n u -
q u e habia gran cantidad d e oro q u e tanto a p e t e c í a ; bastaba t e n e r l o
r a del Santuario d e n u e s t r a Señora d e los A n g e l e s y d e Santiago T i a l -
para ser reputado criminal.
tilolco se ve sembrada d e f r a g m e n t o s d e l a n z a s cortantes, d e m a c a -
(20) E s t e acontecimiento parecerá á muchos fabuloso, p e r o se a c a -
n a s , y flechas d e piedra obsidiana d e q u e usaban los mexicanos ó
ba d e repetir el dia 8 d e mayo del p r e s e n t e año d e 1829; oigamos
sea chinapos, y yo he recogido no pocos q u e conservo en mi po-
l a relación que d e él se hace" en el periódico Astro moreliano de
d e r . E n los dias del segundo conde d e Revilla Gigedo al r e b a j a r
Valladolid d e 14 del mismo mes. artículo JS'oticias del estado d o n d e
l a calle d e la E n s e ñ a n z a y Cordovanes para nivelar la ciudad se halla-
s e lee lo siguiente. „ M a r a v a t i o mayo 11. E l dia 8 del p r e s e n t e , po-
r o n c r e c i d a s sumas d e macanas s e p u l t a d a s en ellas que remitió a
co antes de las nueve d e la noche pasó d e este pueblo d e n o r t e á.
E s p a ñ a ; también se encontró u n a p e q u e ñ a culebra p e r f e c t a m e n t e h e c h a
s u r , u n a hermosa exhalación que opacó la l u z de la luna q u e e s t a -
y enroscada d e piedra jaspe muy v e r d e q u e llamaban Chalchivitl o
b a á cielo raso, causando u n a g r a n d e sorpresa á cuantos la vieron.
s e a esmeralda ordinaria- El profesor d e platería D. José L u i s Alco-
D e s p u e s d e unos ocho ó d i e z minutos q u e terminó dividiéndose en
n e d o notó q u e en la lengua de d i c h a culebra habia un pequeño h a u -
t r e s fracciones, se oyó un sonoro estadillo á m a n e r a del d e u n c a -
g e r o ; introdújole un alambre, y ¡ c u á n t a f u e su admiración viendo q u e
non d e m u y grueso c a l i b r e , q u e d a n d o u n imponente r e t u m b i d o
e n t r a b a mas y m a s hasta salir por la p u n t a d e la cola! cómo pu-
q u e duraria siete minutos, el q u e hizo salir d e sus casas á porcion
d o hacerse un taladro s e m e j a n t e y sin i n s t r u m e n t o s á propósito, fue
d e g e n t e s que asustadas pedian misericordia. H e m o s sabido q u e en
cosa q u e llenó d e admiración á este artífice no menos que al virey,
I r í m b o y T u x p a n causó lns mismos e f e c t o s " • — ¿ Q u é mucho q u e e s t e
el cual mandó luego aquella curiosidad á la corte de M a d r i d . M é -
m e t é o r o acabara d e decidir á los mexicanos á e n t r e g a r s e , m i r á n d o s e
xico está lleno d e preciosos monumentos q u e irán apareciendo c u a n -
ya d e todo punto d e s t r u i d o s y q u e los acabase d e a c o b a r d a r ? H o y
d o el gobierno los pague y s e p a descifrarlos, entonces los s o l i c i t a r á
por hoy (27 d e mayo de 1829). el pueblo d e M é x i c o se halla a m e d r e n -
con encarecimiento, y le d a r á n m u c h a s luces para esta operacion los
t a d o con los varios e m p u j o n e s q u e ha sufrido esta c a p i t a l , efecto
escritos del P a d r e Sahagun q u e hoy e s t á n en la p r e n s a .
d e las agitaciones interiores del volcan d e Popocatepetl, y presume
* T a l s u e r t e cupo ó mexicanos á esta d e s g r a c i a d a nación por su idola-
q u e tiene sobre sí la cólera del cielo, t e n d i e n d o la vista sobre los acon-
t e c i m i e n t o s d e la A c o r d a d a del mes de diciembre próximo p a s a d o , t r í a , abominaciones y c r u e l d a d e s ; siguióse la dominación f é r r e a d e los
y en que se ejecutaron excesos que j a m á s se habian visto ¿ C o n c u a n - Españoles, las epidemias y h a m b r e s q u e casi h a n hecho d e s a p a r e c e r a q u e
t a mayor razón no se acobardarían los mexicanos rodeados d e c a d á v e - l i a i l u s t r e nación, y q u e h o y pase por paradógica la historia d e -
res, m u e r t o s d e h a m b r e , y temiendo su total ruina por la f u r i a y sa- su g r a n d e z a . Igual desgracia nos c a b r á ¡ó compatriotas! si no sa-
ñ a d e los auxiliares d e los Españoles venidos á la h u s m a del sa- bemos hacer buen uso de la libertad que hemos recobrado, si nos des-
queo d e esta rica capital? Su superstición les hizo predecir el m a l éxito m o r a l i z a m o s , si abrigamos en nuestro seno las facciones y p a r t i d o s
d e la guerra d e s d e q u e vieron a r d e r el templo m a y o r d e 1 laltilol- de cualquier naturaleza y con cualquier denominación que se nos pre-
co • ya lo habian creido con las horribles señales d e d e s t r u c c i ó n senten: si confundimos las ideas d e libertad con las de libertinage,
o u e observaron en los años anteriores, y con cuya relación d a p r i n - l a s d e liberalidad y despreocupación con las d e impiedad, las d e r e -
cipio esta historia; otro pueblo menos valiente q u e el m e x i c a n o h a - gularidad con las d e f a n a t i s m o - " M u c h a s veces os he presentado á
bría sucumbido por ellas á su destina como lo hizo M o c t h e c u z o m a ; la vista los horrores d e s e m e j a n t e s estravios; pero considerando que mis
p o r t a n t o es mucho de a d m i r a r su resolución, constancia y valor en 'f eshortaciones han sido i n f r u c t u o s a s , h o y o s desarrollo el v e r d a d e r o cua-
llevar la guerra tan a d e l a n t e y hasta este punto. dro, y os p r e s e n t o el espejo en que os debeis m i r a r . Si por vuestros esce-
(21) De este modo f u e conquistada la ciudad d e M é x i c o el día sos sois un dia reconquistados por los Españoles, esperad sufrir de ellos
13 de agosto d e 1521, ciento noventa y seis años d e s p u e s d e f u n d a - lo que sufrieron n u e s t r o s antepasados-••• A h ! a n t e s que tal s u c e d a
d a por los Aztecas, y ciento sesenta y nueve d e s p u e s d e erigida las salobres aguas d e n u e s t r a s lagunas se sorban esta capital, tor-
e n monarquía, cuyo trono ocuparon sucesivamente once r e y e s . Du- r e n t e s d e laba d e . Popocatepetl d e r r i t a n sus e t e r n a s nieves, é inun-
ró el sitió d e México, comparable con el de J e r u s a l e n , s e t e n t a y d e n el hermoso v a l f e d e la linda T e n o c t i t l a n - - - - S í mexicanos, prefe-
cinco días- murieron en él algunos millares d e doscientos mil h o m b r e s rible es la m u e r t e á la esclavitud, y esclavitud española.
q u e se h a l l a r o n p r e s e n t e s , y mas d e cien Españoles de los q u e la i n -
v a d i e r o n : se c r e e que el número de mexicanos muertos pasaron de cien
m i l sin contar los q u e perecieron de hambre acasionada por la m a -
la U u a q u e bebian, alimentos dañosos, é infección del aire, q u e s e -
g ú n C o r t é s asegura, pasaron d e cincuenta mil.

- •. Jtr V - - -*-J

También podría gustarte