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De las Cosas de
Nueva Espana
por et M. R. P.
TOMO 1
De las Cosas de
TOMO 1
La
reimpresion de la monumental Historia General de las
Cosas de Nueva Espana, de fray Bernardino de Sahagùn, era
una empresa de aHos atras nece~ à y urgente, pues ademàs
de alcanzar a la fecha elevados precios los ejemplares de la edi-
ci6n que hizo don Carlos Maria Bustamante, vienen siendo ya
tan escasos que no se tes encuentra con facilidad en el comer-
c!o. Pero habia una razôn mas y muy digna de ser atendi-
da, tas notorias y graves deficiencias que demeritan a tas tres
ediciones en lengua castellana de que podiamos disponer, la c!-
tada antes y la que ~!ev6 a cabo Lord Kingsborough al incluir a
Sahagun en su espléndida recop!tac!6n de «4H~~M~o~M Mé-
.rico; la tercera fue la de Ireneo Paz (1800-05), que reprodu-
ce la de Bustamante.
Estas ediciones reconocen una misma fuente, que fué el
côdice que perteneci6 al convento de frailes franciscanos de
Tolosa; este documento se presto por orden d~t rey al cronista
de Indias don Juan Bautista Munoz, quien !o copi6 o !o hizo
copiar, y por circunstancias de amistad facitito igualmente, en
el ano de 1793, que se tomase otra copia para uso del coronel
don Diego Panes; acaso el primer traslado a que se alude vino
a parar, andando los anos, a manos de Kingsborough, y el que
trajo a la Nueva Espana Panes sir~'io a Bustamante para su edi-
cion y ahora pcrtenece a nuestra Biblioteca Nacional. Don Joa-
qu!n Garcia. Icazbalceta creia que este côdice de Tolosa debio
ser, a su ve2, copia tomada del manuscrito que a Espana t!ev6
fray Rodri~ de Sequera~(segùn tas noticias que nos conserve
el propio Sahagun) y que al presente se encuentra en Florencia
VII
pero solo se tomô la parte del texto en castellano, por no in-
teresar a quien la hizo la version en lengua nâhuatt. Esta opi-
nion la juzgamos fundada, pues il confrontar el texto de! ma-
nuscrite Panes con la copia que hizo de su puiio y letra don
Francisco del Paso y Troncoso, ''n Florencia y en Madrid, en
la parte que de esta existe en el Museo Nacional de Arqueolo-
gia, Historia y Etnologia de
México, hemos encontrado muy es-
casas discrepancias, imputables tat vez a descuidos del copis-
ta o a tropiezos paleograficos en que no podia incurrir el se-
nor Troncoso.
Para preparar los originales usados en esta ediciôn recurri-
mos al manuscrito Panes, haciendo en seguida un escrupuloso
VIII
Con referencias al texto en lengua nâhuat!, repetidas veces
fray Bernardino de Sahagùn se excusa para no extenderse a
mas prolijos detalles en castellano, cuando trata de asuntos que
a él le parecian de poco valor y que ahora son para nosotros
del mas elevado interés; aqui y alla, a !o largo de su obra y a
cada paso nos dice que no se detiene a mas explicar alguna co-
sa, porque esta tratada ya con amplitud ~M la letra", o por-
que pueden quienes !o deseen preguntar a testigos vivientes; pe-
ro esto,
por desdicha, es imposible para el lector de hoy. Y
este nos sirve aqui para declarar, y no incidentalmente, que el
caracter de esta edici6n es de vutgarizacion, que aspira a poner al
alcance de todos los tec.ores y en un texto cuidadosamente re-
visado, !os tesoros de una obra tan plena de noticias de varia
indole, etnogrâf!cas, fito!6g!cas, sobre arqueologia y de historia
antigua de los pueblos que vivieron sobre este suelo que hoy es
México; esta ediciôn no pretende realizar, en ningùn aspecto,
el magno designio que se propuso don Francisco del Paso y
Troncoso; oja!à el Museo Nacional de Arqueologia de México
logre dar cima a la edic!6n por é! iniciada, que sera material
insubst!tuib!e para los trabajos de sabios y eruditos. En reali-
dad, sera necesario traducir integramente, a! castellano, los ma-
nuscritos que en lengua nahuatl nos !eg6 Sahagùn.
Considérâmes pertinente, para explicar con toda honestidad
al lector cômo se ha procedido al hacer esta nueva ediciôn, alu-
dir un
poco a detalles de tas dos castellanas que citamos, consi-
derando que es el mismo texto el de tas impresas en México, en
ï 820-183o y en !8<)o. Don Carlos Maria Bustamante puso e! ma-
nuscrito mismo de Panes en manos de los cajistas de la im-
prenta, y, como resotvio modemixar el texto y ponerle la indis-
pensable puntuaci6n, fue tachando palabras y frases enteras,
substituyendo a menudo !o escrito por el P. Sahagùn con pala-
bras y frases entrerrenglonadas, y cuando no le hasto este re-
curso agregô largos pertodos en hojas adicionales; et texto ori-
ginal qued6 asi lamentahlementc adulterado. El editor Kings-
borough no se tomo talcs lihertades, pero aparté de tas deficien-
IX
cias de copia a que ya nos referimos, se advierte al leer su ver-
si6n que hubo en la impresibn scrit's y frecuentes descuidos
La copia que utitizamos se tomo del manuscrito Panes, dese-
chando las tachaduras y los anadidos de Bustamante, asi como
las notas que éste fue poniendo en innumerabtes paginas, pues
ninguna de ellas pudimos aprovechar. La ortografia fue mo-
demizada, a fin de que ct lector no familiarizado con las formas
de escribir del siglo XVI pueda estudiar a Sahagùn y aprovc-
charse de sus ensenanzas comodamente; pero este se hizo con
suma atencion, conservando el texto original escrupulosamente,
prefiriendo siemprc la version de la copia del senor Paso y Tron-
ooso cuando aparecian diferencias con el manuscrito Panes; y
como en ocasiones et discurso resultaba obscuro o dificil a la
lectura, la necesidad nos obtigo a intercalar una o dos palabras,
pero en todos los casos van entre paréntesis, para que se entien-
da que no pertenecen al autor. La puntuacion se procuré tgua!-
mente ponerla con la mayor discrecibn posible. Asi, se notarà
que en algunos periodos et texto es desatinado y aûn de defi-
ciente claridad, mas preferimos que asi quedase.
Toda la antecedente actaracion se aplica a los once prime-
ros libros de la Historia General. porque en tratàndose del duo-
décimo es indispensable agregar algunas palabras. El manus-
crito Panes no contiene este libro, y Bustamante pubticô dos
versiones que difieren basta.nte; la primera la dio a la estam-
pa en 1829, con el titulo de Historia la CoMç«M/a México,
Mcn~o ~ot R. P. Fr. J9crMO''<~tMO de ~'o/<a~<ÏM; y la segunda
con el largo y extrano titulo que dice: La ~~onftJtt de Ntra.
.S'ocra de G'«a~o/M~<' de México, Cotu~ro&a</o con la ~/M/af<<<M
del arguniento t«"~a<tt.'0 que presenta n. /M<ÏU B<ÏM<M~<Ï ~M~.7,
/MMj<ÏMcfo~ <*« /t<noM<o del P. Fr. Z~Mar~nto de ~'o/<o~<it<;
0 sea: Historia Got~ro~ de este Mentor que altera la publicada
CM ï820 M ~Mt:'OCO~ concepto de ser la tÏMtCO y on<~MO/
dicho autor. Este impreso tué del ano de ï840. Nos encontra-
mos en presencia (te dos textos que ofrecen muchas variantes, es-
critos en espanot, que el uno muestra sobre el otro modifica-
x
ciones que fué introduciendo va que sabemos
el autor, c6mo du-
rante largos anos no dej6 de trabajar sus escritos en constantes
rcviMones; ademas, el t<:xto en lengua nâhuatl es noto-
pero,
riamente mas extenso. Y ante una semejante situacibn hemos
XI
en el XVI cada uno libérrima facultad para es-
siglo ~ozab&
cribir çpmo queria, no es posibte pcnsar que en nahuatl, cuyos
extranos sonidos trataban de representar con los recursos del
alfabeto negaran los frailes de aquel siglo a adoptar re-
espanol,
glas fijas y las distintas formas en que estan escritas estas pa-
labras, y los defectos de las copias, constituyen realmente un
serio problema, que en mucho ha sido ya resuelto por el meri-
tisimo trabajo de Rémi Siméon, en la traduccion francesa que
se cita. En esta reimpres!6n nos hemos guiado por la autori-
dad de este autor, por la muy valiosa del senor Paso y Tronco-
so, por la de don Cecilio Rcbe!o y otros autores, sin ahorrar las
consultas directas a Molina y varias "artes de la lengua mexi-
cana". Pero tamanas dificultades deben de tomarse a buena
cuenta para juzgar de los errores en que hayamos incurrido. En
uno de sus informes et senor Troncoso calificaba de "ruda" la
forma en que esta escrita la parte nâhuatl de la ohra, y de "gro-
tesca" la copia castellana del codice f lorentino.
Damos cumplidamente gracias al senor Director de la Bi-
blioteca Nacional de México, Prof. don Aurelio Manrique, por
!:abemos dado toda suerte de facilidades para copiar el manus-
crito de Panes; y al senor Director del Museo Nacional de
Arqueotogia, Historia y Etnologia, don Luis Castillo Led6n,
por habcrnos permitido asimismo el cotcjo de nuestro original
con los manuscritos del senor Paso y Troncoso, y habemos
franqueado la traducciôn de las obras (let Dr. Seler, que posee
tu Biblioteca de dicho establecimiento, a fin de realizar nues-
tros deseos de ~frecer un Sahagùn !o mas fiel y completo que
fuera dable.
Va precedida esta cdicion de un estudio sobre la vida y la
obra de fray Bemardino de
Sahagùn, cscrito especiatmentc por
ci Prof. don
Wigberto Jiménez Moreno, quien nos da a cono-
cer en claray documentada sintesis los resultados de las ùlti-
mas investigaciones en la materia. Los trabajos de copias, co-
tejos e impresi6n se han hccho bajo el cuidado de don Joaqu!n
Ramirez Cabanas
XII
FR. BERNARDINO DE SAHAGUN
Y SU OBRA
NOTA PRELIMINAR
S U M A H 1 0
xni
ï–Conocidos o ident i ficados.
2-Desconocidos o inidentificados.
b) Otros que se le han atribuido, o que podrian atri-
buirsele.
III. "Historia de las Cosas de Nueaa E~o~o".
a) Los movites de la empresa.
b) El plan de la obra.
c) Et método en la investigaciôn.
d) Las varias etapas en la etaboraciôn de la "Historia".
e) Los manuscritos de la misma.
f) Las ediciones.
g) Observaciones complementarias sobre la "M~to".
INTRODUCCION
XIV
u<&r, fué usado antes por el benemérito franciscano, y que su
obra contrasta con la mayona de tas de su siglo, tan desprovis-
tas, casi siempre, de verdadero espiritu cientifico. Nada mejor
tmr!a un modemo lingüista para investigar a fondo un idioma,
conocer su vocabulario y penetrar sus secretos, que tratar de
obtener el mayor numéro de textos en que todos los posibles t6-
picos fueran tocados, ni hallaria mejor medio para conocer el
verdadero sentido de tas palabras, que provocar una repetici6n
de los mismos conceptos, pero con diferentes vocaMos, tal como
!o ide6 y reatizo Sahagûn. AI mas concienzudo etnôgrafo nada
le convendria mas que formular un cuestionario previo de todos
los asuntos referentes a la cultura material y espiritual del pue-
blo que estudia–y ésto mismo hizo Sahagûn al redactar su "mi-
MMf<t", antes de emprender el pormenorizado estudio de las
costumbres e instituciones de los antiguos Aztecas. Cu.mdo se
recorren con deten:miento las paginas de la "Historia General
de las Cosas de A~K~'o E~o~o". sorprende encontrar en élla los
mas diverses asuntos, aunque todos conexos con el tema funda-
mentalmente etnogrâfico y iinguistico que inspiraba la obra, y
desde luego se sospecha, que, antes de lanzarse a una semejante
empresa, Sahagûn hizo, sin duda, un minucioso anâtisis, una ver-
dadera diseccion de cada uno de los puntos que habian de ser
tocados, a fin de captar todas las facetas y los matices todos, y
para que nada se perdiera ni. omitiera al intentar aquella recons-
truccion admirable. Su maravillosa intuicion revétase no menos
sorprendente cuando se entera uno del M~/o~o <tcn~/<co por él
seguido: al escoger primeramente los mejores informantes, cui-
dadosatnente scteccionados por su ciencia y por su probidad; al
lograr, después, que cstos se decidieran a comunicarte sin recelo
todo !o que sah!an; a! admitir que los mismos proporcionaran
sus datos en la forma para ellos mas f&ci! y ascquibtc. en la ma-
nera a que estaban acostumhrados: con sus pinturas indigenas:
al utilizar al mismo tiempo, como imprescindibles auxiliares, a
sus antiguos discipulos ind!gcnas de T'/o/~o/ff. que a mas de co-
nocer muy bien su lengua nativa cran peritos en la latina y en la
XV
castellana y, finalmente, al hacer pasar tod'M los informes asi re-
cogidOs por varios tamices –pt-imtfo el de T~~eo, después
el de Tlatelolco y al fin et de México- .So/Mt~M .M~M~o, sin sa-
berlo, el mds n~Mro~o y f~cn~' método de las CîMc<m' antropo-
/<tM.t.
Aparté del carâcter etnogràfico y Hnpuistico atras aludido,
tiene la obra de Sahagùn, en su texto Nâhuatt, grandes méritos
literarios, y sobre este particular merece especial mencibn el Li-
bro Sexto, del que en otro estudio nos hemos ampliamente ocu-
pado (3). Baste decir ahora que, al allegar materiales de tan al-
to vator poético como los himnos a los dioses
y como las plegarias
y discursos del precitado libro y al tratar los mas variados asun-
tos en otras partes de su obra, Sahat~ûn sento tas bases de la
Literatura Nahuatl, y puede, por to mismo, considerarsete como
el fundador o padre de ella.
Debo entrar de tteno ahora al desarrollo del plan que en el
Sumario ha sido expuesto.
XVI
que la supo, s6!o Molina puede Uno de los
equipararsele (4).
primeros conventos en que residio fué el de 7'MM~co, y le
toc6 presenciar aH!, hacia 1532 o 1533, un éxtasis memorable
de Fr. Martin de Valencia; también, quiza, en esa época, ascen-
di6 al Popocatepetl y al 7.c<ocdAMO~, (<;), aunque otros datos
sugieren que ello ocurri6 anos m&s tarde (6). El 6 de enero de
!53Ô fundôse elImperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco
(7) y a su inauguracibn concurrib Sahagun y desde entonces
permanecib en é!, hasta 1540, por !o menos, instruyendo a los
ind!gcnas que alli se educaban, algunos de los cuales fueron
mis tarde sus mas eficaces colaboradores. AI mismo tiempo
desempenô el cargo de intérprete en algunos procesos contra in-
dios idolâtras y hechiceros (8).
Hay una laguna en su biografia desde 1540 hasta 1545, pe-
ro sus mismas indicaciones permiten inferir que anduvo enton-
ces por el Valle de Puebla y que aUa presenci6 la notable erup-
ci6n del Pico de Orizaba, ocurrida el uttimo de esos aSos; vol-
vi6 luego a Tlatelolco, y residiendo a!!t, ocurri6, en 1546, una
terrible peste, a causa de la cual hubo de
enterrar, segun dice,
"mas de diez mil cuerpos", hasta que al fin le a!canz6 el conta-
gio y fué entonces llevado, para su curaciôn, al Convento grande
de México, antes de tSgi estuvo, quixâs, en el de XocAt~fo,
pues varios datos hacen sospecharlo ~9), y entre ellos el hecho
de que haya escrito la "Vida ~r ~aM Bernardino", en Mexicano.
a ruego de los indios de ese pueblo (10) el ano de 1552, era
"definidor". y anos mas tarde, pero seguramente antes de t558,
fué como Visitador a la Custodia de Michoacan (! ï).
El Provincial electo en 1557 -Fr. Francisco de Toral- or-
den6 a Fr. Bernardino que escribiera en Lengua N&huatî cuanto
considerase "ùtit para la doctrina, cultura y manutenencia de la
cristiandad destos naturate-~ de la Nueva Espana y para aynda
de los obreros y ministros que los doctrinasen". Redactô enton-
ces nuestro biografiado una extensa "minuta" o cuestionario de
todos los puntos que le interesaha averiguar, y durante dos anos
--de 1558 a 1560– estuvo en 7'M/co allegando los materia-
XVII
les primerizos de su magna "Historia", los cuates se identifican
con !o que hoy conocemns como "Pn~r~ Jtf<'Mon< Trans-
ladado después a Tlatelolco desde ï 560 –en que vino a J~Anro
para asistir al Capitulo en que ~e etigio Provincial a Fr. Fran-
cisco de Bustamante-- revis6 los materiales de ella y la rehizo
XVIII
vi6 a su Convento de Tlatelolco, y al cabo de algunos dias votvio
a recaer, y entonces dijo, "Agora si es Hegada mi hora", y man-
dé traer ante s! a sus hijos los indios que criaba en el Colegio,
y despidiéndose de ellos, fué llevado a México, donde acabado
de recibir devotamente todos los sacramentos en el Convento de
San Francisco, murio y esta alli enterrado". (18)
Aduce Chavero un texto de los ya citados "Anales" para pro-
bar que Sahagûn murib y fué enterrado en Tlatelolco, pero la ver-
dad es que, bien analizado ese texto, s6!o se infiere de él que habi-
tualmente vivîa en ese convento, y, en cuanto a su inhumacibn, es-
ta bien claro que tuvo lugar en el de San Francisco de México
(19). Beltrami, citado por Biondelli (20), asegura que: "Ses
restes sont le dépot le plus précieux de ce couvent de Saint-
Francois ils sont l'objet sublunaire le plus digne de vénération
que j'ai recontré dans mon péterinage mexicain. ~e crois
qu'on doit m'avoir pris aussi pour un Indien, car on m'a vu sou-
vent et bien dévot devant son tombeau.
No tenemos otra noticia acerca del sepulcro de Saha~ùn, ni
creemos que fuera fâcit localizarlo después de tantas vicisitudes
que atraveso el antif~uo Convento de San Francisco, del que ya
casi no queda rastro.
II.–BIBLIOGRAFIA SAHAGUNTINA.
XIX
a ellas la desapariciôn fatal de
res razones, y se anaden algu-
nos manuscritos -especialmente a(luellos que el Santo Oficio
ESCRÏTO:5 CONOCIDOS.
XX
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Dice Chavero que cunsta74 fojas t'c
y una de indice: é~
ta de diversa letra, y todo !o otro de la de Sahagûn. Ignoro el
actual paradero de este manuscrito: hay dos con titulos sente
jantes, pero con mucho mayor numéro de paginas, que pertene-
cen a la "Edward E. Ayer Collection", y han sido atribuidos
a Oros el uno, y a Molina el otro. De éllos se tratarâ en la
seccién "b", asi como de otro de anâtogo contenido, que guar-
da la Biblioteca Nacional (23).
i B.–Al MS. Gbmez de Orozco le ha impuesto su dueno
el titulo de "Euangelario en lengua Mexicana"; tiene 84 fo-
jas y esta escrito con letra muy semejante a la del "JEu~oM~/M!-
nw~ (24).
ï C.–Det MS. original det "E?'<ïMp~tonMMt" dicenos Bel-
trami que tiene 250 paginas, y que esta escrito con bella le-
tra, en hojas de pape! de inaguey, formando un gran votumen
infolio; otras hojas, de idéntico material, se encuentran en las
XXI
".S~tOMM" y se escribian los "CoMo~Mto.f" y la "Doffn~M f~rM-
liana" (26).
Ltàmame poderosamente la atenciôn que el lenguaje que en
el "Evangeliarin" hallamos, parezca mas semejante al de Mo-
lina que al que en sus obras uso Sahagun (27), y si no fuera
porque el nombre de este –segùn Beltrami- puede leerse aùn
en la pasta del manuscrito, y porque los bibtiôgrafos –unani-
mes y seguros- se !o atribuyen, sospecharia que anduvo en
él la mano de Molina, quien también tradujo al Nàhuat! los
cvangetios y epistolas (28).
2.-Menciona Icazbatceta un MS. (N* 762 del Catalogo Ra-
mirez) que hoy para en la famosa "Ayer Collection" (29).
Dice el mismo bibtiôgrafo que esta en grueso pape! de magttpy,
lamano folio mayor, y que en la primera hoja, cuya parte in-
ferior falta, lleva este titulo:
"Siguense unos Sermones de Dominicas y de Santos en
lengua mexicana: no traducidos de Sermonario alguno sino
compuestos nueuamente a la medida de la capacidad de los in-
<tios: breues en materia y en lenguaje congruo venusto y lia-
no facit de entender para todos los que le oyeren altos y ba-
xos principales y macegales (sic en Icazbalceta) hombres y mu-
XXII
2 B.-Hay en la Biblioteca Nacional un MS. en 4' de ".S~-
MMM~ AfMtcoMM", que tiene, ademas de la portada, 263 fo-
jas numeradas, y una m&s al fin, en que termina el indice que
en la portada principia. Dice la primera foja de este MS.:
"Tabla
de los sermones que se trata en el presente libro pri.* mente
vn auiento y sermones de la natiuidad del senor y las dni-
cas. Lxx-. Lx*. !o
y La. y vna quaresma y Resur rectivm
qua! es compostura y lengua del pe. frai bnar dino de
sahgun.
Item se trata !ucgo otrv aviento con los demas que son
fiestas y dnicas. del senor y es lengua del pe. fray alonso de
escalona" (30).
3.-Los de Sahagùn
bibtiografos mencionan dos obras lla-
madas
"Libro de la venida de los primeros Padres, y tas plà-
ticas que tuvieron con los sacerdotes de los idolos", y
"Catecismo de la Doctrina Cristiana en Lengua Mexi-
cana impreso por Ocharte en 1583".
Estas son s6!o tas partes primera y segunda de los "Collo-
quios y doctrina c/tn~~oMO cott que los ~o~ frayles de San FroM-
cisco MMod'M ~or Papa.4driano sesto y ~o~~ Emperador Car-
los quinto COMMrft~rOM a los indios de la N«<t'0 Espaiia, en /CM-
gua Mtf.ncoMo y c~oMo~o". Dicho libro, que se creia perdido fué
hallado por el P. Pascual Saura entre tas miscelâneas del Archi-
vo Secreto del Vaticano, y to pubtico luego el P. Jos~ Maria Pou
y Marti en el folleto titulado "Et libro perdido de tas ptàticas o
coloquios de los doce primeros misioneros de México"; con el
mismo titulo se reimprimio en el apéndice de documentos det To-
mo I, de la "Revista Mexicana de Estudios Historiées".
Exptica Sahagùn, en et prôtogo de esta obra, cômo los "Co-
Iloquios y Doc~n'Mo" habian permanecido "en papetes y memo-
rias hasta este ano de mil quinnentos y sesenta y quatre, porque
antes no uvo oportunidad de ponerse en orden ni convertirse
en lengua mexicana bien congrua y limada; la quat se bo!vi6
XXIII
y Hmu en este Cute~iu de Santa Cruz dci Tbttttulco e&te sobre-
dicho aiio con los colegiales m&~ habiles. Limôse asimismo
con quatro viejos muy pràcticos entendidos ansi en su lengua
como en todas sus antiguedades'.
Estaba el MS. dividido en dos libros: et primcro con 30 ca-
pitulos, de
los que s6!o se conocen los <~ primeros, y el segun-
do con 21, de los que nada se conserva. Es, a pesar de estar
trunco, sumamente interesante, tanto por los asuntos que trata,
como por el estilo tan sabroso con que esta escrito. A juzgar
por las indicaciones que hace Sahagun en el Prôtogo, !tab!a
pensado para esta obra en un plan mucho mas vasto, pues en
seguida de las dos partes que propiamente forman los ~'Co~o-
quios y Doctrina", vendria una tercera que trataria acerca
"del succeso que tuvo esta conversion en las manos destos doze
padres y de los que vinieron en espacio de seys anos después
(entre los quales yo vine)", y una cuarta que habria de ser
'una declaraciôn o "Postilla" de todas las epistolas y evange-
lios de las dominicas de todo el ano. la quat se esta limando
y sera otro volumen por s!, porque éste no sea muy grande".
Esa tercera parte no la escribi6, como explica en el mismo pr6-
logo, porque va se habia ocupado con amplitud el famoso Mo-
tolinia de los asuntos a ella pertenecientes, y la "Postilla", por
ser, segùn parece, bastante voluminosa, y porque no se habia
terminado su correccion, fué separada de los "CoUoquios y Doc-
trina" para formar una ohra aparte. Iba a ser publicada la que
nos ocupa juntamente con la "Psalmodia" --que !o fué en
1583– y se habia dado para f!!o la necesaria licencia, pero se
interpusieron, indudablemente, obstaculos poderosos que su
tmpresion estorbaron (31).
4.–De todas las obras de Sahagùn, ninguna ha dado tan-
to qué hacer, ni ha causado ta ntos tropiezos a los biblibgrafos,
como la famosa "Postilla" o "Libro de las Postilas", que cons-
taba de tres partes: la "Postilla" misma (que quizà nohaya si-
do otra cosa que el "Et'o~/<tonMM<, Z~M~anMMt Z.M~oM~
rium" atras citado), tas '~</<ft/<OMM a la Postilla" (cuyo titulo
XXIV
se cantbiu pur el de D~~ofect~M
después de las Ires ~M~M~M
XXV
el Pr6logo de las ~JJ~MC~ a la "Po~Mo", se dice que
aprovecharan "para que el predicador tendra mucha oportuni-
dad de meter estas Addiciones o alguna dellas en qualquiera
sermbn que predicare: porque no hay JE~~o/o Mt ~'OM~/to
~M esta Postilla, cuya letra no demande alguna dellas".
Dedùcese de tas anteriores citas que la "Postilla" contenta
epistolas y evangelios, que estaba escrito su texto en Nahuat!
muy elegante y castizo, y que los temas de que trataba tenian
muy especial afinidad con los de la "D~c~oroctJM de las <fM
Virtudes TM~o~M". En el "~OH~MnMw" encuéntranse
precisamente tas traducciones de epistolas y evangelios en muy
bello y correctisimo lenguaje, y ésto nos ha hecho dudar de si
acaso existib otra obra desconocida, que fuése la "Postilla", o
si debe tomarse como tal la que tan I~rmosamente édité Bion-
deili. Aunque, como indica Icazbalceta, "Po~~&t" es voz de la
baja t~tinidad y "significa notas, especialmente notas ~MOtr~t-
M<~M y ~~fM<M a la ZKMM", dudo mucho de que tales notas
o explicaciones existieran, y me inclino mas bien a creer que el
famoso "Libro de las Postilas" no era otra cosa que el "EtWt-
~ton«w", seguido de tas '~cMt~oMM" o "Declaraci6n de las
ires Virtudes Teologales" y del ~<M~ desta Postilla".
No hay que olvidar, por uttimo, que los "Colloquios y Doc-
trina Cristiana", y la "Postilla" con sus ".<4<Mt~oMM" y 'tt-
~M' componian originatmente una misma obra, como clara-
mente !o indica el prblogo de Sahagùn a los citados "Co~o-
~Mto~ y la referencia transcrita de Betancurt, y que este ùtti-
mo asegura que en su "Postilla" habla Sahagùn de c6mo en
los primeros veinte anos después de la Conquista hubo mucho
fervor de parte de los naturales, pero que luego se inclinaron a
la idolatria, y una referencia anâtoga puede encontrarse en una
advertencia "al prudente lector", enseguida del prblogo de los
"Colloquios" (37).
5.-De la "PM~oJto CnjftOMo Sernronario de los San-
tos del a~o ~M lengua mexicana"' se ha ocupado ampliamente
Icazbalceta, y no hay, por !o mismo, necesidad de hablar mucho
XXVI
de eUa. Conviene saber que fu< el ùnico libro de Sahagun, pu-
Micado durante su vida, y que se ha hecho tan raro, que no se
conocen de él sino unos tres o cuatro ejemplares, debido a que
Fr. Francisco de la Rosa Figueroa, Notario y Revisor de li-
bros por el Santo Oficio, tom6 espedal empeno en perseguirlo
XXVII
Cn~MMa"; pudimos mas tarde examinar un trunco ejemplar
de la misma (42)y tuego nos dimos cuenta de que no apare-
cen, en la parte que conocemos, tate? reminiacencias.
Tanto la "P~wo~M" como la "Po~ftMo" fueron dictadas
por Sahagtin durante su estancia en 7'co (43), pero pro-
bablemente habia empezado a trabajar, desde mucho antes de
la redaccion de la ùttima. (44).
6.–Icazbatceta menciona asi otro de sus trabajos: "J?.<*cr-
cicios OMo/t~MHoj <t< ~M~M~ tMc.v<coHo. MS. en 4*. Tiene 43
fojas. En la primera pagina se lee:
"Comienza un exercicio en lengua mexicana sacado del
sancto Evangelo y distrihu!do por todos los dias de la semana
contiene meditaciones devotas muy provechosas para cualquier
xpiano que se quiera Hegar a Dios".
AI fin: "Este exercicio halle entre los indios, no sé quien
!o hizo ni quien se to dio tenia muchas fallas e incongruidades
mas con verdad se puede decir que se hizo de nuevo que no
enmendô. Este ano de 1574. fray bernardine de sahagun".
Este manuscrito, registrado en el Catàiogo de Ramirez con
el numéro 764, fué vendido a Quaritch, y actualmente se halla
en la "Ayer Collection", cuyo Catàtogo !o designa con el nu-
,mero 1484 (45).
7.-Al referirse Icazbalceta al "Manual del Cristiano", !o
describe en estos términos
"Son 4 hojas (en 8" segun el Sr. Chavero. y en 4° segùn el
Catàtogo Ramirez) de letra de Sahagun, o por !o menos ig~tat
a la de los Evangelios, Doctrina, apostillas del Sermonario y
primera foja del Tritingùe. Tiene por encabezamiento el titulo
siguiente: "Izcatqui yn innemiliz yn teuiutica omonamitique
Inic ce Capo vncan mitoa &c". Siguese el capitulo por 2 fojas,
y al fin de la segunda comienza otro con este ntbro "Inic 6.
Cap" & A la hoja inmediata al fin dice: "In!c. 7. Capo & Tie-
ne la ùttima la licencia del Virrey para que la obra se imprima,
y es de fecha del 16 de febrero de :578.
XXVIII
Estas hojas, que pertenecian también a la Colecci6n Rami-
rez (Catâ!ogo, N" 544), no sabemos dônde se hallen.
Entre los escritos no identificados de Sahagun, de que nos
habla Torquemada, hay tres que por su titulo parecen de asun-
to anatogo al de! "A~OMMof del Cnj~oMo", pues segùn el epigra-
fe que en nâhuatt tteva esta obra (46), el contenido de ella era
el mismo, o, por to menos, muy semejante, al de los tres opuscu-
los que a los Casados se refieren: la "Regta" y los "Manda-
mientos" de los mismos, y el "Impedimento del Matrimonio".
8.-Por !o que respecta al "~o<'o&M~ono rn~M~Mc, C<Mf~-
~MO, ~o/mo y Afc.woMO", de cuya existencia mucho se duda,
sabemos por Chavero que formaba parte de su bibHoteca. y
que era "un volumen grueso en 4° menor espanol, escrito con
XXIX
logo de la "Ayer Collection", después de haber figurado con el
545 en el de Ramirez.
Hubo, por !o menos, otro MS. distinto que también Hev6 el
nombre de ~~oco&M~ono T'n~t~M~ y cuyo contenido era bas-
tante diferente, como to comprueba el hecho de que Fr. Juan
Bautista, en sus "Advertencias para los Confesores de los Na-
turales", copie de é! un trozo con este rubro:
"Stguense algii-
nas Abusiones antiguas que estos naturates tuvieron en su gen-
tiudad, segun que escribe el P. Fr. Bernardino de Sahagun en
el libro segundo de su Vocabutario Tnîingue". "Los parrafos
que copia" –nos dice Icazbalceta- "son veinticinco, y colo-
cados en el mismo orden se encuentran en el Apéndice del libro
V. de la Historia, donde
hay doce mas. En los fragmentosque
adelante publicamos (48) habla el autor de un ~occ~o~n
7'nKMpt!~ que estaba haciendo en 1585. en el cual se trataba
de la fiesta secutar de los mexicanos, como en el lib. VII, Cap.
Q, de la "Historia". Por esta raz6n explica leazbaiceta la exis-
tencia de aquel "Vocabalario" suponiendo que, al verse despo-
jado Sahagun de las copias en limpio de su querida "T~M~on~,
emprendiô, hacia 1585, la reconstrucciôn de la misma, con los
apuntes y recuerdos que conservaba, y con los traslados parcia-
les que habian quedado en manos amigas desde que fueron es-
parcidos los libros por toda la Provincia". Y, como el mismo
Icazbalceta dice, Sahagun. que toda su vida se propuso "dar
desmenuzada la lengua mexicana. para to cual no temi6 ïe-
cargar la Aft~ofM a trueque de amontonar en un solo lugar to-
dos los vocablos Je cada cosa v todas las MOMcraj decir de
cada ~M~HCta. acab6 por considerar que el conjunto de
tantas voces y frases mexicanas const!tu{a un verdadero ~o-
fo6M~ono; pero dar tal nombre a la reconstruccibn de la ~M-
toria, con el agregado de trilingiie, cuando faltaba del todo la
XXX
.ftcoMo, Latino y Castellano" y "Arte Ditinatoria", y se hallan
contenidos en el mismo volumen de los famosos "CoM<o~.t".
Icazbalceta los describe pormenorizadamente, y transcribimos.
por eso, los datos que acerca de ellos nos suministra. He aqui
le que nos dice respecto al primero "Le precede un breve pro-
logo inédite que adelante puede ver el lector. No me es dable
trasladar aqui el Calendario, y menos entrar en disquisiciones
acerca de su orîgen: tampoco es lugar éste de investigar qué
relacién tenga con otros que los autores mencionan, y que pu-
dieran atribuirse a Sahagùn. Este trabajo, que en su mayor
parte habria de fundarse en conjeturas, por faltar los docu-
mentos, exigiria un tratado especial. Baste con una sencilla
XXXI
tMpc~ Tititl, y~MW, y Quauitl <<MO. Hay ademâs otra foja con
la figura de los M~MOM~Mt o dias finales del ano. Este calen-
dario se escribio sin duda en 1585, y en todo caso después de
ESCRITOS DESCONOCIDOS.
XXXII
Wa", (54), !o hizo su autor en 1569, habiéndose sacado enton-
ces un trastado limpio de la misma obra. En ï~Sg fué redacta-
da de nuevo; pero ni de esa refundicion, ni del original anti-
Ruo, se han encontrado, hasta ahora, trazas ningunas.
3.-Los tratados sueltos que Torquemada menciona, son
los siguientes:
~DM&!fac«!M ~ero/n~nco del Simbolo de Quicumque t'H~
(de S. ~/CMftO)".
"Otra <~&!foc«!M del mismo Simbolo ~or manera de Did-
logo".
"PMttCOJ para ~M~M~ bautismo de los N?0~.
"Z.M~& M~tyt<Ma<
"LMA~ M~tn~M<
"Fof~M M~tn~M~
"E~~O M~tft<M<
"JE.f~M'~M<~ A~OM/ar ~~Mo".
"Escalera M~<n<M<
"/?c<~ de los casados".
"FyM~e espiritual".
"/Mt~JtM<CMfO del fM~HtMOMtO".
"Los J~OMJo~M~<M los Casados".
"Doc/ftM« para los 3fM<fo~
De los tres opûscutos para !os Casados, y de su retacion con
el "MoMMa~ Cristiano", nos ocupamos va al hablar de éste.
Afirma Icazbalceta que en el "CoMttMo Jc~ Cielo", de Fr. Mar
tin de Léon. dedarasc en lengua Nâhuatt el Simbolo de ~4/o-
<<<ïf!o, y p!ensa que tal obra bien puede ser la de Sahagun, de
la que Fr. Martin se aduenaria, haciendo !o propio que con su
"Co/<'M</ort'o" (54). De los otros tratados cuya lista hemos
transcrito, nada se sabe. Icazhalceta sospecha que, si efectiva-
mente escribio Sattagùn una "Doctritta para los 3/~co~ la
embeberia mas tarde en el XI libro de su tnonumental Histo-
ria" (55).
XXXIII
b) Otros escritos que se le hait atribuido o que
pudieran O~&M~~C.
XXXIV
tomo VIII de no sabemos qué coleccibn (quizà, segùn se ha
dicho, de nuestro rico Archivo General) y que en cabeza de
él se hallaba la "t)octrina Cristiana" de Fr. Alonso de Moli-
na. Notable es t.
semejanza que entre el lenguaje del libro
VI y el de las anhriores "Piâticas" existe, y a veces las analo-
R<as son tantas, que cualquiera creeria que uno y otro textos se
deben a un misn-<t autor, mas !o que en realidad sucede es
XXXV
III.-LA "HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS
DE NUEVA ESPAÇA".
xxxvi
ta gente no hay mas pecados que los de borrachera, hurto y
carnalidad, porque otros muchos pecados hay entre ellos.
Los pecados de la idolatria y ritos idotatricos y superstisiones
(sic) idoiatricas y agueros y abusiones y ceremonias idotatri-
cas no son aûn perdidos de! todo. Para prcdicar contra t'
tas cosas, y aun para saber si las hay, menester es de saber c6-
mo tas usaban en tiempo de su idolatria, que, por falta de no
saber ésto, en nuestra presencia hacen muchas cosas idotàtri-
cas sin que !o entendamos. Y dicen algunos, escusândotos, que
son boberia y ninerias, por ignorar la raiz de donde salen (que
« mera idolatria). Y los confesores ni se las preguntan, ni
piensan que hay tal cosa, ni ~o&CM ~~Mo~ para se /o ~~«M-
ïo~ ni aun !o entenderàn aunque se to digan; pues porque los
ministros del Evangelio que subcederàn a los que primero vi-
nieron. no tengan ocasion de quejarse de los primeros por
haber dejado a obscuras las cosas de estos naturales desta
Nueva Espana, yo Fray Bernardino de Sahagun. escribi do-
ce libros de tas cosas divinas. o por mejor decir idotàtricas, y
humanas y naturales desta Nueva Espana.
Tan palpable como el movil religioso en el anterior texto,
esta el intento lingüistico en este otro
"Cuando esta obra se comenzô, comenzôse a decir de los que
!o supieron que se hacia un colepino, y aùn hasta agora no ce-
san muchos de me que ~en qué termines
preguntar anda el ca-
f~MO.~ Ciertamente, fuera
harto provechoso hacer una obra
tan ûtit para los que quieran deprender esta lengua mcxica-
na. pero. no ha habido oportunidad porque Calepino sa-
c6 los vocablos y tas significationes de ellos, y sus equivocatio-
nes y metàphoras de la tection de los poetas y oradorcs y de los
otros autores. el cual fundamento me ha faltado a mi, por
no haber letras ni cscriptura entre esta gente, y ansi me fué
!mposi!)te haccr co/c~n~. Pero eche los fundamentos para (que)
quien quisiere, con facilidad le pueda hacer, porque, por mi in-
dustria, se han escripto doce tibros: de lenguaje propio y na-
tural, desta lengua mcxicana donde allende de ser muy gusto-
xxxvn
sa, y provechosa hallarse
escnptura: han también en ella, to-
das las maneras de hablar,
y todos los vocablos, que esta len-
gua usa: tan bien autorizados, y ciertos; como !c que escribiô
Virgilio y Cicerôn, y los demas authores, de la lengua latina.
Van estos doce libros, de tat manera trazados, que cada plana,
Heva tres columnas la primera, de lengua espanola la segun-
da, la lengua mexicana: la tercera, la dectaraci6n de los voca-
blos mexicanos: senalados con sus ci f ras".
En otra parte de la obra se define aùn mas el intento lin-
gu!stico, como cuando dice:
"Es esta obra como una red barredera para sacar a luz
todos los vocablos desta lengua con sus propias y metaphôricas
significaciones y todas sus maneras de hablar".
Para extirpar, pues, las idolatrias y supersticiones antiguas,
por una parte, y descubrir, por la otra, los mas intimos secre-
tos de la lengua- a fin de ser capaz para penetrar en la psi-
cologia indigena y como utilidad pràctica de ésto acertadamente
desempenar el ministerio de la confesion– para ésto era
para to que Sahagùn llevaba a cabo su magna empresa. Pero
al realizarla sucedio que se fué poco a poco interesando en mu-
chos temas, cuya discusiôn habia provocado con fines puramen-
te tinguisticos, y vino asi a resultar una amplia descripciôn aûn
de aquellos asuntos que a su celo religioso poco o nad impor-
taban.
b) El plan de la obra.
El
primitivo plan de la ohra debe rastrearse, naturalmente,
en los "PntMfro~ Mc~MonofM", el manuscrito que redactb Sa-
hagùn en T~c~Mfco y que contenta en embribn los temas todos
de su "Historia General". C~atro partes integran ese preli-
minar estudio, tas cuates tuego se sutxUviden er p&rrafos. Las
partes, !!amadas "capitulos", son las sigu<entes:
Dioses (Teteo).
Cielo e infierno (Ilhuicayotl iuan Mict!ancayot!).
XXXVIII
Senor!o (Tiatocayott).
Cosas Humanas (Ttacayott).
Cada une de estos cuatro capitulos se convirtib después en
un Libro, al terminarse la redacci6n del MS. de Tlateloko, que
conocemos hoy por la edicion de Troncoso (63) y fué enton-
ces cuando se anadiô, como Libro Quinto, la extensa "Historia
Natural", en el plan primitivo
que no aparece. Lo que en T'&t-
teloko, hasta
1565, constituia el Primer Libro, es en nuestras
ediciones un terceto (I, II, III); a otro anatogo equivale el
Segundo (VII, IV, V) a un par el Tercero (VIII, IX), y
s6!o el Cuarto (X) y el Quinto (XI) no se subdividieron. Ha-
bra notado el lector la ausencia de otros libros los de la "Re-
t6rica" (VI) y de la "Conquista" (XII), que no se encuen-
tran en los C6dices Mo~n~M~M, y que tampoco se incluian
–segûn sospecho- en aquel antiguo plan de la obra. Sabe-
mos por nota de su autor, al fin del Libro VI, que éste conta-
ba, en 1577, treinta anos de haberse escrito (~ ï547? o 1548?)
pero es probable que hasta mas tarde, al residir en México, (c.
~565), pensara incluirlo en su "Historia". Fué en esta capi-
tal, por ese tiempo, cuando empezô a escribir el Libro XII, y
anos después habria de reformarlo.
En aquellos tres anos en que, residiendo en México, se ocu-
t)6 Sahagùn en "pasar y repasar a sus solas" todos sus manus-
critos, sufrieron éstos varios y sucesivos ordenamientos: Comen-
xose por dividir en tres (-1. II, III) el primer Libro, y por cam-
hiar en IV el Segundo (64), en VI 11° el Tercero, en Vo et
Cuarto, y en VF el Quinto, anadiendo luego el de la "Retorica"
como Vil" (65), y el de la "Conquista" como IX*' (66); fué
esta la primera révision de México, en que la obra constaba de
9 libros. Hizose luego una segunda, en que los tres sacados
det Primero, siguieron, por su orden, al principio de la "Histo-
ria" el Cuarto (antes Segundo), que no se habia partido. dio
origen también a tres; el IV (hoy V II), el V (hoy IV) y el
VI (hoy V); del Octavo (antes Tercero) sacaronse soto dos
(VIII y IX); el Quinto (que fué antes Cuarto) cambiose en
XXXIX
X, y el Sexto (que fué antes Quinto), volvi6se XI; la "Re-
torica" qued6 como VII, y !a "Conquista" como XII. Vi-
no después a hacerse un nuevo arreglo, y quedaron los libros
en su orden definitivo, que es el del C<MM*<*de Florencia y de
tas ediciones que de su texto en espaiiol se han hecho.
Las distintas modificaciones que sufrié el primitivo plan
de la obra, han sido indicadas en la tabla adjunta, y ella darà
al lector una noci6n mas clara de to que anteriormente se ha
explicado. Por medio de élla se haran palpables los evidentes
progresos que, para su mayor perfecciôn, fué sucesivamente su-
friendo aquel esquemàtico plan primitivo, y que nosotros pu-
dimos descubrir, después de fijamos c6mo, al fin de cada li-
bro, Sahagûn le asignaba el orden que en cada ordenamiento
le correspondia, y al ocurrir otro, testaba el anterior (67).
c) El Método en la 7MfM~OCt~M.
XL
TABLA DE LOS SUCESIVOS ORDENAMIENTOS DE LA "HISTORIA"
PLANES DE MEX)CO 156:.69
P<M d. T<p<px)co, Pt<n de T)<t<!e)ee
155t. 60 1564.65 I~.PttM :e.P)<t) n 3M.Phnt n
u_ de de de
"Ptl
"P~.t..M.,M~
M 1l "I..jl
"CM!c..M.Mt. México México M4.:«~.<)
1 =Lib. 1 =Lib. ï
f=L)b.
ter. Cap.: "Dioses" =Libro Primcro. < =!<ib. II Lib. II =Lib. II
(r<<-o) (~IJb. III ==L;b. III =Lib. III
IV =IJb. VU I
C =!Jb.
2°. Cap.: "Cielo e in- =Libro Secundo. =L:h. IV =Lib. V =Lib. IV
(t)
fierno". =Lih. VI =Lib. V
(/~Ktf<!vn~
~MM 3/<f-
//onf<<YO//)
"Co~~t.
El orden actuat –fjuc data de! '~n~M~n/o </<* !5~Q"– esta indicado en la
uttima cotumna y sera faci! encontrar las correspondencias en ntanuscntos
anteriorcs de la "<.f/ono", hasta He~ar al plan siniptictsimo de <os "n'wff~
/t/('M!fr<n/<t".
ta Nueva Espana, y para ayuda de los obreros y ministros que
los doctrinan", redact6 una "minuta", en lengua castellana, "de
todas las materias que habia de tratar" –"que fué !o que esta
escrito en los doce libros, y la postilla y cdnticos"- y, trans-
tadandose a Tepepulco (1558), reunio alli a los principales y
al Senor de ellos, y tes comunicb sus propositos, pidiéndoles
que le proporcionasen los mas habites y autorizados informan-
tes, "con quienes pudiese platicar y le supiesen dar razon de !o
que les preguntase". Después de algunos dias le fueron su-
ministrados, y con ellos, y con cuatro discipulos, que ademàs
de su lengua y de la castellana conocian la latina, a
empezo
trabajar en la e!aborac!ôn de su "Historia". Los indigenas de
7'co le comunicaron sus informaciones por medio de pin-
turas, y al pie de ellas escribieron la explicacibn correspondien-
tes los estudiantes "latinos". Después de trabajar asi, duran-
te dos anos (1558-60), en aquel puebto, fué mudado Sahagùn
al de Tlatelolco, y alli reunib también al got)emador y a los al-
caldes, en demanda de ayuda para su obra, y ellos entonces le
"senataron hasta ocho o diez principales escogidos entre todos,
muy hâbues en su lengua y en tas cosas de sus antigua!!tas, con
los cuales, y con cuatro o cinco colegiales, todos ~/tM~«<'y, por
espacio de un ano y algo mas encerrados en el Colegio (~156!-
62 ?), se enmendô de claro, y anadio todo to que de Tepepulco
traje escrito, y todo se torno a escribir de nuevo de ruin letra.
XLI
lolcas y de los tepepulcas. Concluida la copia, pidiô Sahagûn
que tres religiosos !a examinasen y que en el definitorio expu-
siesen qué tes parecia; hizose asi, e informaron los peritos que
cran aquéttas "escrituras de mucha estima, y (que) debian ser
favorecidas para que se acabasen". Pero como algunos de los
definidores estimasen contrario al voto de pobreza el que se pa-
gara a amanuenses por escribirlas, mandaron at autor "que des-
pidiese a los escribanos, y que él s6!o escribiese de su mano !o
XLII
ida, sobrevinieron nuevas desgracias para aquella obra, pues, en-
terado el Consejo de Indias de que Sahagùn tenia escritos
va-
rios vo!ùmenes en lengua Nahuat!, sobre costumbres antiguas
y ritos idbtatricos de los indtgenas, tuvoto por peligroso para
éstos, y prestamente ordeno recogerlos (1577-78). Sattagùn
entreg6 al Virrey, segùn parece, el texto Nahuat! que habia con-
cluido en ts6o, y con el cual tal vez iba una versibn espanota
apenas comenzada. Exigiôse mas tarde que se entregaran tam-
bién todos los originales y copias que de su obra existiesen; al-
go, a pesar de todo, hubo de conservarse, puesto que pudo Sa-
hagun –pasados algunos anos– rehacer, en parte su obra (70).
Otra copia de ésta -la que iba "muy historiada"- !!ev6se con-
e) Los tM<!M<wn/<M.
xï.ni
que ser la "xn~M/a" con la que p!ane6 su obra; mas, no estim&-
mos preciso el remontamos tan tejos, y volveremos los ojos al
borrador de Tepepulco, que contenta las pinturas que los an-
danos suministraron, las que !!evaban a un lado (72) su expli-
cacion respectiva. Tal documento se identifica con los "Pn-
wcro~ Memoriales", que estân en el tomo sexto de la edicion
de Troncoso, y son un simple bosquejo de !o que seria la "M-
toria", puesto que varios asuntos que en el definitivo texto ocu-
pan largos capitulos, se tocan en aquéllos en forma esquemà-
tica hay sin embargo, algunos tôpicos que en el de Tepepuko
se encuentran, y que después ya no se hallan en manuscritos pos-
teriores (73). Ya en este primer esbozo adviértese muy clara
la preocupacibn tinguistica, y asi !o comprueban los extensos
XLIV
ro y este û!t:mo. Tal vez at redactar éste, fuéronse interca-
!ando en ét –en los lugares
correspondientes– algunas hojas
del manuscrito "transicional", tas que no fueron rehechas, por
considerarlas correctas. Hemos encontrado algunas que fue-
ron, sin duda, de estas (78). Este primer borrador se redac-
tô, quizas, en 156~-62 (79), y bien podria !tamârse!e: "~KM-
dos AfcMtono~f~.
3.–De 1564-65 data el "Jt~oMMJcn/o de Tlatclolco", y el
que Hamantos asi, ocupa -casi totalmente- los dos vo!ùme-
nes (séptimo y octavo) de la edicibn de Troncoso, en los que
fueron publicados los ~C~tCM 3/o~n~M~M". Se nota desde
!nego que faltan alli los libros sexto y duodécimo (80), y ello
podria explicarse suponiendo que –como ya se dijo- ni el
uno ni el otro entraron en el primitivo plan de la obra. Ya
atràs se h dico también que este manuscrito estuvo original-
mente dividido en "capitulos", que luego pasaron a ser "ti-
hros", y se expHco, a! mismo tie'npo, como -gracias a un mi-
nucioso es'udio de las tachaduras que nay al final de los li-
hros– put.osc reconstruir la serie de sucesivos ordenamientus
(lue todos ellos sufrieron, hasta quedar cada uno en el !u~ar
XLV
toria (que comprende los libros VIII, IX, X y XI), y e! de la
Biblioteca del Real Palacio. Este ùttimo encierra los libros I, II,
III, IV, V y VI, que en nuestras ediciones corresponden .retpec-
tivamente, a! I, II, III, VII, IV y V, segùn 1o que ya se dijo al
hablar del plan de la obra. El primero de estos eôdices fué adquiri-
do por la Academia de la Historia en 1762, e Icazbalceta relata las
circunstancias de ese hattazgo (83). Consta de 342 fojas de las
cuales algunas pertenecen a los "PnutcrM ~f~ttono~" (84)-
y lleva el disparatado titulo de "Obras de Sor Maria de la Anti-
gua". El segundo tiene 303 fojas, y las numeradas del 25o al 303,
asi como algunas otras, corresponden también --como en el caso
anterior- at "MaMM.fcn~o T'M/fo". Ignoro en qué cir-
cunstancias vino a ser adquirido por la Biblioteca del Real Pala-
cio. Troncoso remedié en su
-aunque edicion
no 1o dijo- el
desorden con que ambos codices estaban encuademados.
Et ten{;uaje de este MS. es mucho mas correcto –en opinion
de Troncoso- que el que en et CJchcf de F/o~MCM hallamos.
Débese el de éste a los /<'nof/tco~ y el de los Mo<n~MM a tlaltc-
lnlcas y Mrfocono.t (85).
4.-Debemos tratar ahora del .UaHM~cr~o de i56(). qoe iba
XLVI
contiene los dos
primeros libros. Hàttanse el 1 y el V en los
"Mone/~ en M~o~ publicados por Troncoso al fin de
su tomo séptimo, y no sabemos si acaso datan de estas mismas
fechas, o si se trata, tan soto, de posteriores "translados".
Dicenos Sahagitn que al irse sacando en limpio la copia a
que nos referimos, anadieron a ella muchos datos -y <:orri-
~ieron otros- sus amanuenses ~noc/tca~. Aun en el '~oHM.t-
crito de f/o~Mco", hay adiciones de esta clase, y hàHanse al-
~unas de estas en las primeras fojas del libro VIII, sirviendo
alli para fijar la duracion de los reinados de los tecuhtlis azte-
cas, y habicndosido tomadas"de la relation que dieron los te-
nuchcas al canonigo Juan goncales en pintura y en escripto", re-
!aci6n que quizà no era otra cosa que el "C<Mtfc A/CMt~oct-
no". (88).
FI texto nahuat! de 1569 era. sin
duda, el mismo que fué
vaciado después a la copia de Sequera, a la cua! se le conoce
por "CMtCC de F~orcMCto".
xLvn
guarda en Roma quedo concluido el 25 de diciembfc de ese
ano.
6.-La copia de
Sequera, en la que los doce libros, muy
"historiados", estaban escritos a dos columnas –castettana y
nàttuatt– y repartidos en cuatro
infolios, ha sido bien identi-
ficada con el
"C<!<f«'<* f/orcM/t'MO", del que diô noticia, desde
1793, el bibliotecario Bandini, haciendo notarque ya en esa cpo-
ca, formaba s6!o tres cuerpos, en vez de los cuatro de que Saha-
j~ùn nos habla (91). Troncoso pudo mas tarde examinâr!os y
copiartos, y dispuso entonces para la imprenta su espléndida co-
p!a manuscrita, distribuyéndoia correctamente en cuatro tomos
abarcaba el primero los cinco libros iniciales: iba el VI en el se-
gundo el VII, VIII, IX y X, en tcrcero; y el XI y XIT en el cuar-
to. Las numerosisimas pinturas –hechas, quizà, por Agustin de
la Fuente, y muy influenciadas ya por la cultura europea (92)–
encuéntranse en aquel côdice interrumpiendo el texto en que se
habla de ellas, y fueron impresas aparte, y con sus colores pro-
pios, en el tomo quinto de la edicion de Troncoso. Los cuatro
anteriores no fueron publicados, pero el Museo conserva los
dos primeros de la citada copia manuscrita, y busca con ahin-
co los dos que faltan y cuyo paradero se ignora.
No estamos -a pesar de !o arriba dicho- enteramente se-
~uros de que la "c~ta Troncoso", tan fiel y tan esmeradamen-
te hecha, corresponda, en verdad, a los dos textos -nahuatl y
castellano- del C~~tcc de F/orcMfto. Aunquc Troncoso no te-
nia en mucho la calidad ten~uaje del na!u<att
con que esta es-
crito –considcràndoto "rudo" y "de pronunciaciôn mas difi-
c: nos consta que !o copio alli, y que senato sus variantes
tespecto a los "C~~tc~ ~fa~n'/fn~.t"; pero la duda subsiste
acerca de si el texto castellano de Florencia, --que para su pro-
yectada edicion pensaba "descchar absolutamente", utilizando
en vez de él "el del CMtfc co~oMo de Madrid"- fué, a pe-
sar de todo, vaciado en aquella copia, o si tenemos en ella aquel
preferido texto matritense (93). Varios indicios parecen apo-
XLVin
has-
yar la primera hipôtesis (94), mas no estaremos seguros
ta tener fotocopias del "CMtf~ Florentino".
Et "CMtC~ castellano de Madrid", a que Troncoso se refie-
re, es, sin duda ninguna, aquella antigua copia que Juan Bau-
tista Munoz, provisto de una Real Orden, se hizo prestar por
los franciscanos de Tolosa, y que después (1801) tué cedida
la biblioteca del monarca, quien -a cambio de ella- dio
para
a aquellos religiosos un modemo translado que se tom6 de la
misma, y el cual pereciô mas tarde -segùn parece- al incen-
diarse el convento durante la intervenci6n francesa (95). La
XLIX
primera es el tenguaje indiano asi tosco como ellos !o pronun-
ciaron. ï~a se~unda. es enmienda de la primera, asi en vo-
cablos como en sentencias. La tercera cohnnna esta en roman-
ce, sacado segùn las enmiendas de la segunda columna". Hicié-
ronse de este libro varias copias (99), y una de ellas, rubri-
cada por Sahagun, fué quizas la misma que, tras muchas vici-
situdes, paso a poder del Conde de la Cortina, quien la trajo de
Espana a México en 183.2, y se la presto a Bustamante para
que fuera publicada. Ya éste habia hecho imprimir antes el li-
bro de la "Conquista" -pero sirvicndosc del texto del manus-
crito de Panes- y en i84o di6 a conocer la reformada copia,
dândo!e --como !o acostumbraba- un titulo inadecuado (100).
Paso después esta
copia a la propiedad de Chavero, y al disper-
sarse la biblioteca de éste, fué vendida en Europa junto con
sus otros libros. En ï~~g la tenia en venta una libreria de Bar-
celona, y pretendia por ella el precio de ï 5,000 pesetas. (i0ï)
Hay que recordar, por ùttimo, que en la misma época en
que se reformaba asi aquel "libro dozeno", desordenaba Saha-
gun los otros once de su obra, componianse de nuevo el ~4~-
te ~JtMMo~ono'* y el "C~Mt/o~o", y refundiase todo e!!o en
e! "~oco&M~ono 7'n~!<yMC".
f)Z.<M<tc<oMM.
L
que la otra nos da una parte- pero es, a pesar de todo, la me-
nos incompleta.
Utiliz6 Bustamante para su
empresa el manuscrito de Fa-
nes, copiado del de Tolosa. Talcopia sirvi6, sin duda, de ori-
ginal para la imprenta, y testé en ella misma todo to que le
plugo, hizo frecuentes alteraciones, suprimi6 varios parrafosy
aun élimine un capitulo. L!en6, ademas, su ediciôn, de notas
impertinentes, prodige advertencias innecesarias y aiiadi6 su-
plementos inoportunos. Hay que reconocer, a pesar de ello,
que -antes que nadie en México- supo apreciar la 'WM~o-
rio", y que, para darla al pûMico, hizo grandes y muy loables
sacrificios (103). Otra ediciôn espanota es la de Don Ireneo
Paz: consta de 4 pequenos tomos y fué impresa en México en
'890-95 (104)
Existe una estimable traducci6n francesa –tomada princi-
palmente del incorrecto texto de la de Bustamante– y el mé-
rito mayor de aquétta son las profusas notas lingüisticas, el
indice alfabético de voces nahuas, y la importante introducci6n,
dividida en dos partes: de Jourdanet la primera, y de Siméon
la segunda. La obra satio attâ impresa en ï88o, y ha sido para
los investigadores un libro de los mas utiles (ïos).
Hay, asimismo, una traducci6n inglesa, la que hasta hoy
s6!o abraza los cuatro primeros libros. Fueron vertidos éstos
por la Sra. Fanny Bandelier, y la puMicacion se hizo en Nash-
ville, en!032. Incluye la traductora alli una Bibliografia de
Sahagun –version del texto de Icazbalceta- y no hace men-
ci6n explicita de que traduce obra ajena (ïo6).
Hay que dar cuenta también, de una edici6n alemana, y es
ésta m&s importante que todas las anteriores. Es una version
directa –aunque tan soto parcial-- del texto nâhuatl de la
obra, y débese tat version al mexicanista Seler. Lleva por titu-
!o el de '~tMt~c Kapitel OM~ dem C<fcA<f/wr~ t/M Fray Ber-
nardino de
~cAo~tÏM", y se pub!ic6 en Stuttgart en 1927. Esta
traducido alli todo el duodécimo libro, y hattanse también en
ella la mayor parte de otros, y fragmentos de mas. La
algunos
LI
traducciôn es fidetisima y –cornu de Seler podria esperarse-
es un trabajo magistrat. Se utilizaron para ella los "C6dices
.Vo~nffM~M", pero aun en mayor escala se hizo use dcl "Flo-
rentino" (107).
Réstanos, finalmente, la magnifica edicion proyectada por
Troncoso, de la que s6lo una parte hubo de realizarse. Los
pla-
nes que para ella se habia
trazado, sufrieron al fin varias mu-
dificaciones, como to harâ saber un estudio cuya pubticacion
se halla proxima ( io8). Pensaba editar Troncoso, en los cinco
primeros tomos, el texto bilingue del "CMtcc F/offM~MO",
acompanado de sus laminas ( 100) iria en el sexto un estu-
dio de todos los
Matritenses, yendo enseguida los textos de los
"Pnwcro~ M~Mtono/M" y de los if JI e,oriales con escolios";
hallarianse en el séptimo y en el octavo los C~tf~r Matritcit-
ses del Real Palacio y de la Real Academia de la Historia
-que juntos forman et ~fanttKTt~o de Tlatelolco"-e irian
con ellos los "<'M<ono/M ft
M~eMO~ que s6!o abarcan los ti-
bros primero y quinto. Otros votumenes se seguirfan, de cuyo
objeto no estamos ciertos. Ltevose a cabo la proyectada publi-
caciôn, saliendo a la luz pûbtica los tomos V, VI, VII y VIII,
y quedando sin editarse los cuatro primeros (1, 11, III y IV).
Del sexto faltô una parte, y es ésta el anunciado estudio de
Troncoso sobre los "C<M<cM 3/o<n~«. Fatto, ante todo, la
traducci6n, que habia emprendido este sabio, y que abarcaba
toda la obra. Nadie como él la hubiera podido llevar a cabo, y
es una tastima que no !o hiciera. Proyecta ahora nuestro Mu-
seo completar ta ediciôn, que Troncoso planeara, y le servira
para ella su hermosa copia manuscrita.
El libro de la
"CoM~MM~o" ha sido editado aparte en tres
distintas ocasiones: la primera en !82o, la segunda en 1840, y en
ambas hizo la pubticaciôn Bustamante; la tercera fue cuando en
1020, hizo to mismo nuestra Universidad Autônoma. Aquel !o
habia publicado antes de dar a la luz pûbtica la 'W~ono", y
al imprimirlo de nuevo -usando el texto reformado- cambi6
et verdadero titulo por otro de su cosecha, y asi le otorgo por
LU
nombre: "La /<~onctOM de Nuestra Seiora de C<M~e/«~, de
J~~M'o"~ utHtzando este libro para comprobar tal hecho.
Son estas las ediciones de que hasta ahora tengo noticia, y
no me ocupo de dar detalles, ni de senatar defectos, porque en
todo ello entiende persona bien informada. Ella aportara, sin
duda, los datos que aqui he omitido.
LIII
en la lengua", es decir, en lengua mexicana (ïïï). No existe,
en realidad, ninguna version completa de este ûttimo texto,
pues hasta ahora sôto hay varias traducciones parciales de al-
gunos de los doce libros. Tan s6!o el duodécimo hubo de tra-
ducirse integro, por el Dr. Seler, y es su version fidetisima. Et
mismo hubo de traducir también gran parte de los otros libros,
y hoy conoctn?os todo esto en una edici6n postun~ (ïï2). Te-
nemos también noticias de que el Dr. Alcocer tradujo diversos
trozos de la mencionada "Historia". Otros ha vuelto al inglés
el mexicanista Comyn, (113), y aun el autor de estas lineas
se halla ocupado ahora mismo de traducir y anotar aquel bo-
rrador precioso de los "Primcros Memoriales".
Quicra el lector perdonar los errores, las omisiones y otros
defectos que en esta "Introduccion" encuentre, y oja!â sirvan
las anteriores lineas para justiprcciar mejor los mérites de Sa-
hagûn y las ensenanzas de su obra.
LV
Xochimilco apellidado Toledo. ur MS. de letra del tigto XVI y como
de 20 fojas, que contenia una Vida de San Bernardino de Sena, en len-
gua mexicana. Supone que ese MS. puede ser el mismo que se atribeye
a Sahagun, pero no tiene mis dates porque no le fu< posible haeer de él,
sino un rapide examen, y no sabe ahora euat haya sido su paradero.
(t!)–Tcatbatceta. p. 257. y 258-1.
(t2)–Por ejemplo, los "Sermones de Dominicas y de Santos en tengua me-
xicana". que comenzô a "corregir y anadir" en 1563. El "EwMp~M-
WtMM" estaba siendo corregido también en esa fecha.
(13)-Los C<oçw<M y Doctrina CA~M<M<M', habtan permanecido "en papeles
y memonas" hasta 1564. y fueron etaboradoa en este ano. como to in-
dia Sahatfun en el prôtogo de eta obra (Rev. Mex. de E<t. Hht6rico<,
T. I, p. ni del apéndice que contiene una coteceion de documento*).
()4)–Et motivo que tenemos para afirmar que Sahagûn rettdtô en Tlatelol-
co hasta tgôs, por to menos, es el :izu!ente: Asegura Fr. Bernardino,
en el prôtogo de su segundo libro, que, deapues de haber<e encerrado
"por espacio de un ano y at~o mas" en el Colegio de Ttatetotco, don-
de "se emend6, dectarô y anadiA todo to que de Te~eputco truxe es-
cripto", "todo (es decir, todos sus libros) se tom6 a escriujr de nueuo
de ruin letra, porque se eschujo con mucha priesa". Ahora bien, at final
del Libro V. (IV. en nuestras ediciones) det "C6d:ce de Ttattetotco",
que es uno de los matritenses, Mttase una "tabla de los s~ *"o< y de
tes 260 signes de dias", y en ella se encuentra este dato relativo a la fe-
cha en que se escribiô la citada tabla
"yxpan omochiuh yn totlazotatzi Pe. fray bernardine de tahagun;
nican omochiuh Collegio Sta. yn o dezien. 1564 a*s, auh yn nican xip-
»
poalli ypa 7.
La traduccion de estas palabras es la siguiente:
"Delante de él se hizo, de nuestro amado Padre Fray Bernardino de
Sahapûn aqui se hixo (en et) Colegio (de) Santa+ (el) noveno (de)
dezie. !s64 a's, y cuando aqui (se estaba, segùn la) cuenta de los anos,
en el (de) 7.
Hemos indicado con una serie de puntos suspensivos el tugar que
ocuparian una< tres o cuatro palabras que siguen después de la cifra 7,
y que no pueden ser leidas por compteto porque estan cortadas en la
repro<tucci6n fototipica hecha por Troncoso, seguramente por defecto
de encuademacion del codice original (T. VII de la edicion Troncoso,
p. 386). El ano de 1564 era. segùn el calendario indtaena, el de 7 tec-
patl. Como se ve, el Libro V estaba siendo terminado et o de dicifm-
bre, de modo que e! Libro VI (V de nuestras ediciones) oue le sigue.
seguramente fu< escrito en los restantes dias de ese ano. Como –se-
gûn tt' hfmos explicado al hablar del plan de la obra- este sexto libro
LVÏ
era eritimumente la parte finat del "capitulo <e<undo", e inmediata.
mente detpuea de et empezaba el "tercer capitulo", que se iniciaba con
to que hoy et el libro VIII, retutta que necesariamente todos los tibro*.
dd VIII a! XI, que originalmente formaban los "caphuhM" tercero,
cuarto y quinte, debieron ser escritos en Ttatdotco al ano siguiente, es
dedr en el de ts6s. La dedaradôn de Sahagùn acerca de que "<o~o se
torn6 a escribir de nuevo de ruin letra" en tt&tetotco, quita toda posi-
ble duda acerca de que los cuatro utt!mo< citados libros que hoy inte-
grtn el "C6dice Matritense del Real Palacio", hub:enm podido ser es-
crito, en Mexico.
('S)–Ve<ne el "C6dice de Thtetotco" del que se puMicm attuno* extractos
en el T. II dd 'C6dice Mendieta" (Nueva Cotecci6n de Documentos pa-
nt la Historia de México, edit. por Icazbalceta T. V. Mexico t8oa
P~S4) ·
(!6)–Loc. Cit. p. 2sN.
(t7)–Se tnm de una carta de Fr. Chttoht! de Briviesca ai loquisidor Gene-
rt! de México, fechada en Tiaimamtco el ïa de febrero de !S73 y en
la cual, refiriendoM a Sthagun, dicese de et que "tgont esti por pre-
dicador de los indios en este pueblo" (Archivo GenenJ. RtMno de In
quisici6n, tomo 76. Siglo XVI. a~ parte). VeMe Toro, "L<t Importan-
cia etnogrifica y lingûistica de las obras del Padre Fr. Bernardino de
StJMgûn", en los Anales det Museo Nacional, 4<L Epoca, T. II, p. 3 (et
documento eat& reproducido alll en el grabado de la limina reprodu-
cida en la p~gint.
(!8)–Mend:eta. Hist. Edes. Indiana, Lib. V., pte. i'. Cap. 4t.
(<o)–En efecto, se lee en los "Anales Mexicano* de los Que IcMb<t!ceta ci-
ta atgunoa ptrrafos (Ob. cit. p. a6t) "Et dia 5 del tae< de febrero de
!590 muri6 nuestro querido y venerado Padre Fr. Bernardino de Sa-
hagùn que ~<a&a en Ttatitotco. Fué sepultado ta~MAt dentro de
la Igtesia de S. Francisco, a cuyo acto asistieron los principales y seno-
ret de Tlatilolco".
Como Icatbatceta to demisestra, citando textos anteriores de los mi!-
mos "Anales", "et también. viene enlazado con to que le precede re-
ferente a otros padres enterrados en el Convento de S. Francisco de
Mexico". Et "se Aa/Atte" no indica mis que la residencia habitua) de
Sahagùn en Ttatetotco, pero ese texto no se deduce que en este
pueblo muriera.
(ao)–VeaK el "HMMp~MnMM" de Biondelli, (Mi!in. t8s8) p. X.
(at)–At!, por !o que respecta al cambio de t'tdos, recuerdete como las
"Additionea a ta Postilla" pasaron a ser Uamada~ "Dectaraci6n de las
tres Virtudes TeoloRales". En cuanto a los nuevo! arreglos que Saha-
Lvn
gûn introduda en su< librol, veMe to que mis adelante decinios,'al ha-
blar del plan de la "~M~oWo".
(~2)–La Inquisicion persegula tas traducciones de textes sagrados en len-
guas ind!gcnas. y este fué precisamente el motivo que invoc6 Fr. Fran*
cisco de la Rosa Figueroa. N'otario y Revisor de libros del Santo Ofi-
cio para denunciar el "libro manuscrito en idioma mexicano en que es-
taban traducidas todas tas Epistolas y EvangeHo! contra la rcgta
del Expurgatorio, que expresamentc ~ro~<&~ las traJMCCtPHM de /«
~<MM en ~M~tM Mt/~or, ~fCN/MMM<f las B~tt<0&!J y ~EvaK~/M~ Pof
esta misma razAn persigui6 y dennnc!6 aquel Notario y Revitor la fa-
mosa "Psalmodia Cristiana" de Sahagûn, y cuantas obra: emcontraba,
que estuvieran comprcndida!! en el mismo caso, las "consum<a en car-
ton" !ntpediatamente.
(23)–Los dos manuscritos de la 'Erward E. Ayer Cottectton" )te registran
de esta manera en el Httimo catjHogo, publicado en Chicago, togy (Bu-
tler-"A Check list of Manuscripts in the Edward E. Ayer Collection")
14% BIBLE-NEW TESTAMENT SELECTIONS.
Tncipiunt, Ep!tto!c et Evangelia que in diebus Dominicis et festibus per
totius ani circulum leguntur. Traducta in linguam Mexicanam, (50? pp.
13.4 cm. Photograph. W. E. Gates, from original in British Museum
Translation attributed to Pedro Oroz).
1467 Incipiut Epte et Evangelia, que in dicbus dominicis anni tot!m
circulum legutur. Traducta in linguam Mexicanam. t6 th c. (553 pp.
14.5 cm. Translation attributed to Alonso de Molina).
(24)-Este MS. tiene 84 fojas y las u primeras estan paradât con los nit-
meros del 7 al 27, (de a!)! en adelante esta sin paginar). Se des-
prende de esto que el MS. tenta 3 fojas mas a! principio, que llevaban
la paginaciAn del t al 6. Ya atras se dijo que el texto de este MS.
corresponde al que se encuentra entre las paginas 8t (linea !2) y 249
dei "EfaH~MftMMt", pero hay que advertir que en el MS. G6mez de
Orozco tan s6to se halla et texto nahuatt y no el latino. Haciendo un
cilculo aproximado de to que podrian contener las tres fojas restan-
tes, estoy casi seguro que este pequet!o codice empezaba con el mi!
mo texto que hay en las pp. 73-8! del "EwMtpf/MrtMM Precisa-
mente en esa pagina 73 de la citada obra terminan las partes pri-
mera y segunda de ella y comienza entonces una tcrcera que tteva
este titulo "rncipiunt Evangelia Ferialia cum Epistolis". Este mi!
mo fué, seguramente. el titulo propio del M S. G6mex de Orozco
(25)–faM~/MWMM<" p. XIII.
(a6)–Et MS. que Chavero consigna como primera ohra de Sahagùn, y que
ha de considerarse como primer borrador det "Et'aM~toWMMt"– pudo
haberlo escrito cuando residia por primera vez en Ttatetotco ('536-
LVIII
40) porque, <egun aquel MNiografo, "la letra todavh es f'nne y clara,
MM de que la traducdon fué hecha y redactada no mucho después
del afio de la Uegada de nuestro buen Padre, y con te~uridad ante< del
de t563, en el cuat, segùn algunos renglones que oonservé, la letrs estaba
ya muy camada" (Bib). de autores mexicanos, T. gs, p. 94). Ademat.
para un trabajo tan delicado como éste, le era injiapentabte a Sa-
hagûn la efiatx ayuda de sus colaboradores indios de Tlatelolco.
Las dos pnmerM veces que estuvo Fr. Bernardino en zqu<t cotex'"
fueron, respectivamente en !5TO-40~ y despuet hacia 'S40; treo que
fue en una de estas dos estancias cuando escribi6 de su propio pufto
tque! MS., porque mis tarde ya no podria hacerlo por sf mittno. Me
inclino & creer que este primer borrador de los Evangelios y Eptitto-
las en mexicano data de la misma fecha que el Sermonario, el cual
–como se recordari- fué redactado por primera \et en ts~o.
(ay)–En efecto, en casi todos los MS. de Sttmgûn, prefiere este autor,
o sus amanuenses, el u<o de la "o" tt de la "u", y escribe. p. ej.,
"tMw" en vêt de "««M", y ''y~a<t<M" en lugar de "y~«<M<M< o
"y«<<BtnM", mientras que el tenguaje y ortogntfh del "BtM~f/M.
Wttwt" es tn&* semejante al estilo y escritura de Molina.
(28)–VeMe Icazbalceta (Ob. cit. p. :MM) donde se tnMMtchben parrafos
en que un fraile Megurt que Molina "h* trabajado muchos anos
en traducir en la dicha tengua (mexicana) atguno: libros que son
muy neceM~ios para la erudid~n de cualquiera naci6n cristiana, co-
mo son las JE~tt<o/<M y ~MM~c/tc~ que se cantan en la Itte~m por
todo el tno".
(ao)–Figura en el Ctttitogo de dicha Colecci6n –Ktr&t cittdo-- con
el numéro t~Ns (p. 189). y alli se le describe en estos terminot:
"1485 Stttuense unos sermones de dominicas y de sanctos. no tra-
duzidos de sennonario alguno sino compuestos nneva<f'en:e a la medi-
da de la capacidad de los in~ios. !540-!s63. (202 pp. 3~5 cm.).
(3o)--Icazbalceta, p. 263.
(3')–VeMse en Icazbalceta (p. 2.f8) la "Licencia" para la impretion de
de la *<t/M<o<~M", !o mismo que el "Examen" de la misma: en am-
bas piezas se habla de un *'f.<&fo de los CoHo~ttMj de DectfMM Cris-
<t<MM. y de una PMtmodia de Cantares", y por el contexto pa-
rece que originalmente formaban los dos un <6to votûmen.
(j2)–A<! to esmMecio el Sr. Alfredo Barrent Visquez, en et detallado y
muy importante informe que rindiô con fecha de m&yo de ton.
ttt Director de nuestro Museo Nacional.
(33)–IcMtMttcetz asegura (p. a66-t) que "no se halla este tratado en el
MS." (de las "<4<M<<tOM<r"). pero Barrera Vasque*, dice en su in-
forme –atraa citado- que hay en et "una hoja con la palabra Apén-
LIX
d!t" por tituto, y otra con tt de "De la Pottutt". Agrega tuef{0: "yo
Mtpecho que MM el pr!ac!t'!o y el fin del famoso Apendiz que con-
tiene muchos aecreto*" y m terta dificil que parte de tM otfM ho-
JM contengan ffa<pneate< de au texto.
(34)–En et catatogo de h "Ayer Collection", pertenecieate a CM ya cita-
da biblioteca, se registra asi este MS.: "M Tratado. Siguense
veynte y <eit addiciones Desta Postilla. (tS~o) M pp. ao.7 cm.
(35)–V<an!e los pirrafoa que hemos transcrito del importante informe
del ténor Barrera V&<quez, en el Apend:ce de esta Introducci~n.
(36)–Sanagun –L:b. X de la "Historia", (Pr<Hogo)
(37)–Bettncurt dice en <u "Menotogio" (p. 113, Ed. de ~697) que Sah*-
~run "ce!6 la honra de Dios contra la idolatria y de))e6 se imprimiese
la fe cristiana en los convertidos muy devera*. y a<t dice como mi-
nistro experimentado que a los veinte primeros (juto*) fue grande
el fervor de los ntturtteB, pero que de~pue* se indimMxm a la ido-
latria y andaban en la fe muy tibios. E<to dice en et Libro d, f<M
Pe~<<tt, que tengo, de donde he aprendido mucho".
En la advertencia "at prudente tector" que se halla emezuid* del
Pr6logo de los "Cot!oqu!ot", se lee !o siguiente
"por espacio de veinte afios poco nti< o menos, hubo grandisi-
mo fervor en la conver<!6n de estos infieles; con gran fervor tos re-
!if!'OMt deprendian esta ten~ mexicana y hac!an aftet y vocabula-
rio< de ella.
La cita de Batancntt trata del fervor entibiado de los indios, mict<-
tras que la referencia que en los "Colloqwios" hattamot. atafie at de
sus tnitioeerot. Pero en uno y en otro p&rrafo< el lapso de tiempo
tnuttcumdo, que alli se menciona, e< el mismo, y bien pudiera ser
que Betancurt. conociendo –como conocio quiza–. los pArfatot que
en su Pr6togo a la "Arte Adivinatoria" de <s8s. dedica Sahafïun at
asunto de la reincidencia de los indios, en la idolatria y recordando,
al mismo tie'o, to que en ta advertencia de los "C~Mo~Mto~" se
dice acerct de) ~rvor de tôt religiosos en los primeros veinte ano:.
mezclara ambo< dates --que tat vez estaba citando de memoria- y
asi fetuttara la referencia que nos ocupa.
(38)–Et <enorGôtnet de Orozco nos hace esta obKrvacion importante
"Teneate en cuenta que Fr. Francisco de la Rosa era ComiMrio
del Santo Oficio y por to tanto ~to cumplia <m cometido".
(39)–He aqui unot importante, dato< que Sahagùn nos suminxtra en cl
Pr6logo de *t) "M/wo<~M": "Entre otras cosas en que fueron muy
famoto* los indiol desta Nueva Etpana' {«M una la cultura de sus
dioses, que fueron muchol, y los honraban de diversas maneras vy
tamMen tôt loores, con que tos alababan de noche y de dia en !o*
LX
templos y oratorios: cantando himnM y haciendo coros y danzt* en
prettnda dd!os; atabandotos. Cuando esto hadan, se componhn de
dtversas maneras, en diversas fiestas. y hacien diversas diferencias
en los meneos de la dan~a: y cantaban diversos cantares en loor de
aquellos dioses falsos, cuyas fiestas celebraban. Hase trab&jado des-
pues aca. que son baptizadoa, de hacerlos dejar aquellos cantares
antit{uos. y que canten sotamente tos loores de Dios y de sus ~n-
tos. Y a este proptjsito se tes han dado cantares de Dios y de sus
santos en muchas partes, para que dejen los otros cantares antiguos:
y han!os recebido, y hinlos cantado en algunas partes, y todavia los
cantan: pero en otras partes y en las mis porfian de volver a can-
tar sus cantares antiquos en sus casas o en *us <~<M: (!o cual paoe
harta sospecha en la sinceridad de su Fe Cristiana) porque en los
cantares antiguos por la mayor parte se cantan cosas idolitricas en
un estilo tan obscuro, que no hay quien bien to<L pueda entender, sino
ellos s6)os: y otros cantares usan para persuadir al pueblo a lo que
ellos quieren, o de guerra, o de otros negocios que no son buenos,
y tienen cantares compuestos para esto, y no tos quieren dejar.
Hay una referencia de Sahagûn en su "~M<efM (Ed. Bustaman-
te, T. Hï. p. yo). que viene como de molde a los cantares de! MS
de la Biblioteca Nacional:
"Cantan los cantares antiguos que usabtn en el tiempo de su ido-
latria, no todos sino muchos. y nadie entiende !o que dicen por ser
sus cantares muy oerrados; y si algunos destos usan, que ellos hayan
hecho despues de su convertimiento, en que se trata de cosas de
Dios y de sus santos, van envueltas en muchos destines y herejias"
Icazbalceta –a) transcribir la anterior cita– sospecha que "Saha-
<[ûn habla aqui como quitn habia visto y '"ttudiado los dichos can-
tares". Nos informa luego de que este reti~ioso "cita ademis en dos
partes de su obra (Ed. mex., ï. 207; II. 308) los cantares Hw~.r~-
<~<MfatM~ y C«f;~M<M~. que eran de los que uitaban en sus ritos, y
que estan en la Coteccion de la Biblioteca Nacionat". Anade en se-
truida: "séria conveniente que si attrun dia s<' hace edidon com-
pleta de Sahagim, se inctuyeran en ella esos Cartarcs. ya intercalân-
dotos en el texto, v~ en notas at pie de los pasaj' < correspondientes
(Ribl. Mex. dct Siglo XVI. p. 300).
Guiado por esta referencia. busqué en ~t tcxtn mexicano corre.-
pondiente. datos mas amptio!' que los que ta par.frasis castetlana
nos proporciona, y encontré una extensa lista de cTmtarcs que es la
siguiente
Cuextecaiotl,
ttaoancacuextecaiott.
LXI
vex<<z!ncaiot!,
aMMOUOtt,
oztomecaiotl,
nonoalcaiotl,
cozcateoMot),
tenicaiotl,
tepetlacaiotl,
chtdtimecaiott.
metztitlancalcaiotl,
otoncuicatl,
quatacuicatl,
tochcaiMtt,
tepooMCUtcatt,
cioacuiatt),
attotzocoteutcatt,
zan aui!cu!cati,
ixcuecuechcuicatl,
cocoeuicatl,
quappitzcu'catt,
auilcuicatl.
LXII
Corretpondiendo, quita, a to que en la "Historia" le llama "0<M-
<<M«tco<F', vemos, en el M S. tantas veces citado, un canto ttamado
'*J~e<&t<.KMMye< que esta contenido en fol 53 verso y 55 verso, y
que encierra interesantes datos historicos. entre otros atgunoa rela-
tivos a las conquistas de Axayacatl en territorio mattatzmca. Detf
recordarse que a los mattatzincas se tes ttamaba también "~M/M"
o "<~tM~<M<oj", como !o indica Sahagûn en su "H!stor!a" (Fd. Mex.
T. III, pp. !a8-ta9).
No hallamos en nuestro MS., ningûn "Tochcuicall", pero en \cx
de et encontramos -principiando en el fol. yy recto- un "Toch Car~
ftttfetf.
Dos "T~c<M.:CMtc<t~' encontramos: uno en fol. 26 verso y aB, y
otro en fol. 3t. Et primero de estos "T'~otMMCtKca~" tiene una
primera parte cuyo contenido es auténticamente indfgena y que con-
t!enc reminiscenc!as de la huida de "Nacxitl T'o~t/Mt" y de la des
trucciôn de los nahuatottecas de Tula este cantar ha sido traducido
al alemin por el Dr. Walter Lehmann en "Seler Festschrift". p~.
a<3to. En cambio, la segunda parte de ese mismo priMer "7'~c
<xMfMMO< no tiene nada que ver con la primera es un canto cris-
tiano en loor de Santa Maria, y ha tido publicado por el P. Cuevas,
en su "Album Gnada!upano," con su traduccion respectiva, hecha
por el Lie. Manuel M. Moreno. Esta segunda parte lleva el siguier-
te titulo: "7'«'0 toco ~<'0 t~M<<<~Mt<t ~Mttt <yM<<0 C<Mt<fM<eft<~<<M/)"
Estas dos ùtttmas palabras "ca Mtfwofx~<M<A", pueden traducirse
por "que yo !o voy mudando (o modificando)," y supongo que esta
mutacién o cambio consistii, en alterar el contenido mismo del can-
to –conten!do seguran~ente gentilico- dindole en vez de aquel un
asunto netamente cristiano.
Un "CtAtM ft<«a~' hattase contenido en el fol. 4~ verso, pero este
fue compuesto. segùn rcza el eptgrafe nihuatl por don Baltasar To-
que~quauttyo, Sefior de Colhuaan, en 1536.
No encontramos ningim "ixcutcrrtche~icatl" en nuestro :liS., pem
et) vez
esi vcx de etél hatta<no<!
hallamM un
un "Nochicuicait
".YofAtCMtfo~ cuectdcchili"
fM<'fMffA<M" en
en elet fol.
fot pero
67-611.
cl cuat pudiera tener atguna retacl~n con el anterior.
Un **Ce<'on«f<tt/" ccupa et final del fol. 74 verso y tos fots. 7'; y
76 integros.
De todo lo anterior se deduce que, de la lista que hay en el texto
mexicano de la 'Historia". y que contiene 23 nombres de cantares.
hay, por to menos, 8 de igual nombre o de nombre muy semejante
en tos "Cantares" que public6 Penafiet. Ademis, se encuentran en
esta ûttima obra otros cantares como et *<f<!y<!< (fol. 37) que
Mguramcnte datan, por to menos en parte, de la época prccolombi-
LXIII
na, no obstante que no se hallan contenidos en h lista que Sahagun
nos propordona. Vale la pena ttamar la atendon sobre el hecho de
que este "J~fjWceyo~ contiene reminiscencias hist<Mca< sobre la
salida de los mexicanos de Tula, la fundaci6n de Mexico y la terri-
ble lucha con Azcapotzatco
(4o)--En el fol. 46 recto, del MS, de la Biblioteca Nadonat, hay un can-
tar, Ilamado "Pt/c«<fa~' (es decir, "canto de los muchachos") que
lIeva este titulo: "Nican onpehua yn Pilicuicatl ahnozo Piltoncuicatl
yehuecauh meuh (ompa) México S. Fr-. ypan Hhuitzin Tomatian
mochiuh y quac inotnpa teopan tinemia oc tipipiltotonti". La tmdnc-
ci6n de este texto es la siguiente: "Aqui se empieza el PtttWtce~ o
~<<MM«Mo~, (que) )Tt hace tiempo se entono atti en Mex!co, en su
fiesta de San Francisco: en nuestro tiempo (o "a nuestro conoci-
miento"), se hizo, cuando aM& en la iglesia viviamos, aun (eramos)
nosotros muchachos".
(41)–En el fol. 6 recto del MS. de los "Cantares". se lee to sigu!ente:
"Cantares antiguos delos naturales otomies quetoHan cantar en los eom-
bites y casamientos bue!to en lengua Mexicana siempre tomando et
jugo yel atma det canto yrrazones, metaf6ricas q ellas (sic) dec&m.
como V. r*. to entender& imejorquenoyo por mi poco talento yran
y ban conrazonable estito y pr!m para que V. r*, las apruebe yen.
tremeta A sMst!empos queconuin~re como buen maestro quees Vuesa
reueren*
(42)–Este ejcmptar nos fué suministrado bondadosamente por el seaor
don Salom6n Hale.
(43)-En et prôto~o at segundo libro de su "Historia" -que Bustamante,
en su ed!a6n, cotocô al frente de la obra- nos dice Sahagun renrien-
dose a sus labores en Tepeputco:
"Tambien en este tiempo, dicté la apostilla, y los cantarts; es-
criuieronlos los latinos, en el mismo pueblo, de <f~tJfû".
Los "Cant.tres" de que habla aqui, son, por supuesto, la 'Tsal-
modia".
(44)–Recuerdese to que dijimos acerca de aquet MS. de los Evangelios y
Epistolas, que dcsignamos con el numéro !A, y que Chavero con-
sideraba como ta primera obra de Sahagun: hicimos ver que este
era un primer borrador del "EMM<p<H<MtMHt" -que era parte inte-
grante de la famosa "Poj<t//< y expusimos nuestra hipëtesis de
que tal borrador haya sido redactado en la misma época que los
"Sermones de Dominicas y de Santos en lengua mexicana". los que,
como se reeordara. habtan sido escritos por vez primera en ï'~o, du-
rante la primera estancia de Sahagun en Ttatetoteo.
LXIV
(45)-En h p. 'M del catilozo de esa colecci6n, <e te describe en ett*
forma:
"t~ SAHAGUN. BERNARDINO DE (d. ï~o).
Comiemt Va. Exerddo en lengua mexictm*
dd sacado
tMtcto
Evmg*. y distribuido por todos to* dhs de la temant contiene me-
ditMione* deuotas muy prouechotM para qualquier xpiano que ae
quiere ttet~r a dios. !S74. 86 pp. M. o. an.
(46)-El titulo que encabeza las cuatro hoJM del "JtfcMtM~ del CfMfMtM",
el este:
"Yzcatqui yn innemiliz yn teuiutica omonamitique".
La tntducei6n de et seWt:
"He aqui M vida de los aMado:
Es de suponer que en esta "Vida de los CtsadM". se d~HM las "Re-
g!M* "MmdMnientos" e "Impedimentos" del Matrimonio. que son el
asunto de tres de los opûzcuto! que Torquemada met~iomt ("Mo-
narchia Inditm". Lib. XX, cap. 46).
(47)–C!Mtvere, Opu<cuto<, T. I. (T. 52 de h Biblioteca de A~ueros, pp.
too-!0t. ïcMb~tcettt, aM-YI y 969-
(48)–EstM fnt)pnentot corresponden al *~MM <~< ~tM~'e Z.t~'< det
que Bustamante om!t!6 la parte castellana, despuis de haber substi-
tutdo h latina pnr una traduction espatiola de lus textos de la Bi-
M!a que alli se daban. Otros fragmentos corresponden al "Arte Adi-
vinttona" y ~< "Calendario". TodM ellos estir publicados en las pp.
~00-23 de la 'BiMiogntfh Mexicana det Sigto XVI" por Icazbalceta.
(40)–ïcMh)t!cet*. 303-1.
(So)–ïcMb)ucet<. aot-1.
(St)-VeMe to dicho en la nota 9.
(5~)–Et Mnor G6niez de Orolco que ha tenido la amabilidad de teer unn
parte del orierinzt de est* ïntroducc'ôn. me comunica la Mguiettte
noticia
'Tor el tHo de 19:0 vivht en Xoch!m!!co un indigena apellidado
Toledo, quien en cierta ocasi6n me mostr6 un pequene MS. como d~ unas
so~ fojat en 80, un poco deteriorado, en que se encontraba escrita en
lengua mextCMt. una vida de San Bernardino de Sent. En el ripido
extmen que hice del citado documento no pude descubrir nombre
~tguno del autor, pero por el tipo de letra, del Siglo XVI, y mit
aûn, por el asunto supuse que bien podh ser la perdida obra del P.
SatMttun que, como es bien sabido, etcribi6 para los indios de aquel
lugar.
No obstante mil empeno*. no pude obtener en prettamo el MS. ni
verlo m&a.
Hoy no t< en poder de quien esti, pues <u poseedor de entonces
LXV
es fallecido, y su familia no me conoce, Io que ha hecho imposible
volver a ver tan curitso documento".
Seguramente hattariamos algunas noticias de esta obra en un ar-
ticulo que se cita en d "Handbook of Latin American Studies" de
1996 (Cambridge, Mass !937), P ~36:
"0/w<f, Litrario. Bernardino di Sahagun, 0. F. M. e una sua vita
di S. Bernardino in tmgm Nahuatl. Estratto dal Bullettino di stud!
bernardiniani, anno 2. No. 3. Siena. 8. p.
(53)-En el prôto~o que va td irente de la "Historia", se asegura que "es-
tos dote libros con et a~~ y ~ocoM<tWo o~~MfM, se M~bafon de sa-
car en blanco este ~no de wM ~MMM~M<My M<~t<a y MttMM.
En su advertencia "At Lector". al frente del Libro Xïl (Ed. !!<
tamante, t&to, p. 2). nos da Sahagûn esta referencia
"T&mb!en me movi & enmendar este tractado, porque tengo prf'
nnsito que en acabando el arte y vocabulario de la lengua mexicana,
(en que ahora voy entendiendo) leer a nuestros religiosos el arte de
esta lengua mexiama, y tambien el vocabulario, y esta conqu!sta.
leyendo la lengua propia mexicana como att! esti escrita, y tas fattas
que lleva aumentadas en la segunda cotumna".
Como se vé. esta ûttima meneion de esa obra, data de una fecha
muy cercana a aquella en que tnun6 el autor, y no hay, por to mis-
mo, datot bastantes para creer que Sahagun haya concluido el ".<r
<< y et "~aM&M~Wo" en que "?0 fM<Mtd<fM<fo". Ten~o la Mspt
cha de que este ultimo pudicra ser identificado con el "t~eM~w/~Wo
T'W~Mt~M~" que posey' Chavero. y que hoy se custodia en la "Ayer
Collection FI senor John Cornyn, que to ha examinado minxciosa-
mente, tiene formulada una nota sobre et "~ocoMeWe 7'W/M~M~"
<S4)–Icazbatceta. 269-11.
(55)-En fois. tëj-tya det "Codice Matritense de la Reat Academia de la
Historia", est~ conttnido el texto mexicano del cap. XXVIII del Li-
bro X de la "Htïtoria", que trata "De las enfermedades del cuerpo
humano. y de las medecinas contra ellas", y al final de ese capitulo
se le di. a la retacion que contiene. el nombre de "t'ft a~c~ ) se
mencionan los nombres de la, personas que cxaminaron o corrigie-
ron ate trabajo, todos ellos mexicanos. Seguramente que este "/<ft
awM~ esti lejos de contener los a<mntos que debicron ser tratado:.
en la "Dcf<rtne para wMtfcj" a que Torquemada alude, pero,
por tratar asunto conexo, to he menc!onado aqui, y transcribo ahora
la lista de las personas que colaboraron con Sahagun en la reda'
ci6n de ese capitulo de su obra:
LXVI
Ju* perez. deSan pablo
Pedro perez. de san Juan
Pedro hemandez. de S. Juan
Joseph hemandez. de S. Juan
Miguel garc!a. de s. Sebastian
Fran.co de la Cruz Xivitonco.
Balthasar Xuarez. de s Sebastian
Antonjo martinez. de s. Juan
Mattin. Martin
Tiego. Diego
Patacisco. Francisco
Capilcl. Gabriel
Lxvn
Joano.Jihua.Xihua. Juan
Hetnanto. Hernando
Xcsuquitiato. J<< ~o
Petolo. Pedro
Papoto. Pabto
Cozman. Guzman
Caxtaneta. Castalieda
<6o)–ïcMMceta 270.11.
(6!)–Descr!bense asi exto: manuscritos en el cat6logo respectivo:
t466 BIBLE- NEW TESTAMENT. SELECTIONS.
Incipiunt Epistole et Evangelia que in diebus Dominicis et fes-
tibus per totius ani circulum teguotur. Traducta in linguam Mexica-
nam.
5<M tj.4 ctn. T~Aot~fo~ W. E. Ca<M, /eM< original in Bri-
<MA JtftM~MMt. Tfo~f/aiMM n~r~t~ <a Pedro Ofo~.
t467 Incipiut Evangelia. qu~ in dicbus dominicis anni totius cir-
euïnn) lenguntur. Traducta in linguam Mexicanam. !6 th c.
'!53 PP. *4~5 7'nKM/o~MM oMn~M~J <<*Alonso Jtfo/ttM.
(6.!)–Icatbatceta (a6.I). dice:
"En la Biblioteca Nacionat hay un M S. en 4*. que contiene ta<n-
hien las Ephtotat y Evangelios de las Dominical en Mexicano, pcro
no tienen nombre de autor ni indicio que ayude a deacubrirlo".
(63)–Forman el "J~ <f< T'/o~/o/cc" los dos "C<<fM AfotWtMj~: el del
Real Patacio y el de la Academia de la Historia, pubticados. res-
ftectivamente, en los tomos VII y VIII de la Ediciun de Troncoso
LXVIII
(Madrid, !go6-!go7). Ya at hacerte e<ta, fueron Mparada* por e!
éditer lu pa~inM que correspondian a los "PnwMfM Af~Mftf~t"
–y que en aquellos codice: hatt4ban<e interpolados- para for-
mar un tomo aparté T. VI). Los "Mf«MMo~ <M Bj~a~of, publi-
cados al fin del T. XII. no forman parte del "MS. d. T'/o~Mco".
(64)–E<te libro, (que contenta los que hoy se Maman VII, IV y V), fué
luego subdividido al hacerte un nuevo ordenamiento y entonces se
reparti6 en dos partes: la primera (que comprendia los libros VII
y IV) conserv6 el mismo orden, quedando como libro IV; la se-
pnda (equivalente al libro V) conttituyô por un momento un Quin-
to Libro, pero como mis tarde erigiô Sahagun su "Ctp!tuto 4* -des-
puet "Libro Cuarto"– en Libro V, arrepintiose sin duda de haber
pttrtido en dos aquel otro libro, y la parte que de et tMtbh quitado
para constituirla ettmenunente en Libro V, dej6 de serto y fue
reineorpontdt a aquel Libro IV.
(6s)–Hty en la "Copia Troncoso" del Codice Ftorentino, al pie de la
pâg. y del tomo en que se contiene el libro de la "Ret6rica y Fi-
lotofla Moral", una nota det e<mer*do copista, que se refiere a una
modification que <ufri6 el epfgrafe con que este libro se inic! pue*
en et se leia antes: "Nican umpeot in ic cAtcoMt amuxtli" ("Aqut
empieM el septimo libro") y la palabra f~Mew« (siete) fn< cam-
bmda <n "f~t~M~M" (tei:), como Troncoso Io explia, tntdiendo
tueze eate autor que "e!t< libro, cuando se escribi6 en tHi~tt* mexica-
na, era el y* (v. bis. del Real Palacio de Madrid) y tuego qued6 en
6'
(66)–Sahagùn mismo, en la advertencia "AI Lector", con que principia el
Libro de la "Conquista", nos dice:
"Cuando esta escriptura se e*cribi6. En el Libro M<M<odondt
M trata esta f<Mt~ttMta, M hicieron varias defectos.
Se ve. pues, que le corre~pondi6 el noveno lugar. en la "Historia",
antes de tener el duodécimo.
(67)–He eatudiado, para establecer c6mo se sucedieron los varios ordena-
mientos que Sahagun hizo sufrir a su "Historia", todo to que él
test6 al principio y al fin de cada libro. AI final de cada uno -ex-
cepto en el VIII- hatlase siempre, at pie. la firma de Sahagun con
la indieaeion consabida: "Fin del libro (décimo, sexto, etc.)", se-
fialando et orden que a cada uno le correspondia. AI modificar este
orden, testaba el numeral ordinal, poniendo un nuevo guarismo u otro
nuevo adjetivo numeral. Como un ejemplo que permitira entender
como deacubrimot estos varios ordenamientos. se darin los fun-
damentot que comprueban que to que originatmente fué "Capitulo
4' pa<o después a ser Libro IV, tuego se le hito Libro V, y e<
LXIX
hoy Libro X. Examinando tM "~M~M/M fM ~fû/M' (publicados
por Troncoso a! fin del T. VI de su edieioo). vemos que to que
hoy es Libro X, ttevaba (v<ase p. top de ese tomo VI) inicialmen-
te este epigrafe:
"Ynic M<MMcap.* ytech ttatoa )-n tlacayotl". ("E! cuarto capitulo
habla acerca de cosas tmmtmas").
La palabra *xtMt (cuatro) fué tuega testada, como atti se ve, y )o
propio se hizo con la palabra "cap* y entoncel se eacribiô arriba
de ellas "MMfMttowttMr~t" ("Libro Quinto"). Finatmente. se testé
esta palabra "MMC<tt/<!MtM'<M" y arriba de ella se eMribi6: "libro de-
cimo". De modo que !o que fué capitulo 4* se conv!rt!6 después
en libro s* y finalmente en libro 6*.
(68)–Esta publicado en pp..ïM-3'7 del T. 1 de la Revota "Aathropo<
con este titulo
Fray Bernardino de Sahaptn 0. Fr. M. "Un breve conpendio de
los ritos ydolatricos que los yndios desta nueva Espafta uaavan en el
tiempo de au infidelidad".
(69)–Dice Icazbalceta (p. 276) que "realmente no debi6 SahagAn ta! fa-
vor at P. Comisario, sino a! Presidente det Consejo de Indias Lie.
Juan de Ovando, quien, por haber visto el ~MMMtWc, entré en deteo*
de conocer la obra completa, y encarg6 al P. Sequera que le env!a-
se copia de ella" Agrega Icazbalceta que "el verdadero favore-
cedor de Sahatûn en ta Corte fué et P. Mendieta, uno de tôt portado-
res del Sumario". Dice que Mend'eta intere:6 a Ovando en la obra
de Sahagùn y afiade que "de ahi vendria el encargo expreao al P.
Sequera de que le enviase la copia completa del manuscrite de Saha-
~un. Para complacer a aquel seflor, que de seguro no entendta la len-
gua mexicana, era preciso acabar la version castellana. Verdad es
también que de las encarecidas expresiones de gratitud que el P.
Saha~ûn dirige at P. Contiftario en las dedicatorias, se desprende que
ai bien este venia dispuesto a cumplir el encargo de un personaje
como el presidente Ovando, favorecio ya de propio movimiento at
autor, luego que hubo visto aqui sus libros".
(70)–De este periodo (c. 1585) de la reconstruccion de la "Historia" da-
tan el "Arte Adivinatoria" y el "Calendario", el reformado libro de
la "Conquista", asi como el scgundo "Vocabulario Tritingûe" (aquel
del que copi6 una parte Fr. Juan Bautista en sus "Advertencias para
tos Confesores de los Naturates" y que mencionamos ya en la p.
XXX de esta Introduccion).
(7!)–Vease la "Advertencia at lector", at frente del Libro XH (Ed.
Bustamante, ~840, pp. t-~).
(72)–Dice Sahagûn, en el Pr6togo at Libro 11, que los "Gramaticot" de-
LXX
dtHMren "en su tengua" (mexicana) las pinturas que entreptron los
indios de Tepepulco, "escriuiendo la dedMtticn at pie de la pin-
te~ EttM pinturas son tM contenidas en los "P'wwtfo~ MM<M-
<~< pero, exMnimndo tM primerax p<<mM de este MS., vemos
que d texto mexicane que "déchue" esas pinturas va a un lado de
et!M, y no al calee, como S~ht~un to indice
(y3)–Per ejempte, t6to en este manuscrito, y no en los po<teriore<, en-
euentfMe el hermoso catitoeo ilustrado de ÏM intigntM de los tue-
rreros (Ed. TronceM, p. VI, pp. tSt-t6y).
(74)–VeMne lu pp. !4S-~8. !Z7.iao. !73-'7S. '34-'40. y '69-17% fe<pee.
t!v)unente, en el T. VI de la Ed. Troncoso.
(75)–En el Prologo t! Libro I!, hablando Sth~tûn de sus borradores de
Tepepulco dice "tengo aun agort (tS76) estos ontimte<
(76)–TreacoM ne habla de estas interpehdeoet, pero se dedncen eUu
de un cuidadoso examen de los "C6dices M~tritenBea" por él publi-
etdot, to mismo que de los datos que td de*crtb!f uno de eUos apor-
ta Don José Fernando Ramirez, en <u estudio sobre los "C6dioes
mex!otoot de Fr. Bernardino de S~t~tun" (An. Mus. Ntd, a* épo-
Ot, T. 1. pp. t-34: vemue las pp. 6 a 8 de ese estudio, que descri-
ben el "C6dice M<Hriten<e de la Academia de la Historia" el det
Real Palacio no to conociô Ramirez, no obstante que de et le di6
noticias D. Manuel de Goîcoechet). Icazbalceta. en su "Bibl. Mex.
del Siglo XVI" (pp. a8s-aM). compendi6 los datos de Ramirez <o-
bre el C6d:ce de la Academia, y antdi6 hn incompletas nom que
-por gettionet myM– le fueron proporciontMhn de Espaft acerca
del C6d!ce del Real Palacio de<cnben estas notas s6lo la parte cas-
tellana, con que este c6dice principia, pero no hacen mendôn de
la extenshimt parte mexicana que va enseguida de eth, y que
abarca la casi totalidad de este Codice.
A fin de que este asunto de las interpot~cione* sea tteitmente
comprensibte, y ptrt que se ve* también et mérito de la edicxin de
Troncoso que -sin decirlo- pone las cosas en su tu<*r, hemos for-
mado una tabla de corre~pondenciM entre los codtees mismos y la
edid6n que de ellos se MM, y ella Mhntri este punto y al tector ttho-
rntrt etfuertot.
LXXI
TABLA DE CORRBSPONDBNCIAS ENTRE LOS
LXXII
<f.K~Mt<n(EaMMee).
ff.M~–w. –attt.
ff. )W–W –fattan (En btMco).
ff. :MO–34~ –aMi.
<<tf<cfe<Mf<M
P. M~tM.PftMfroj A~MtOfM/M".
MfMt.Ejf.MfMt<M~M con MfeKet".
JV~M:
LXXIII
<~M«!– no ttfva ~attinaci~n C<ando las paginât del C6dice original no
han sido '.eparada* por Troncoso para publicarlas en otro tomo, se dicc.
en la columna correspondiente at T. VIII: "a//(".
Troncoso de~cubriô las hojas de estes côdice: que estaban -y ettan–
interpotadas en ellos. par defcctuoaa encuademacion, y al editarlas las co*
tocu en los lugares que les correspondian. Suprimi6 en su edie!on lu
hojas en blanco, y es ese el motivo de que fatten algunos folios. Pueden
checarse estos datos con tos que proporciona Ramirez, a! describir el C<
dite la .4f<~<'M<ta de la Historia (An. Af«j. JVo/ a* epoca. T 1, pp. y-8).
Del CMt< del Real Palacio aun no conotco una descripci6n -aunque se-
guramentc existe- y por eao no te con certeta si ta< hojas que no re-
produjo Troncoso en ninguno de los tomos por et puM!atdo<, son hoja* en
blanco en et Codice original.
(77)-Estas traduccinnes de Seler hillanse en el T. 11 de sus "Getam-
melte Abhandlungen" y en su obra pôttuma "E!n'ge Kapitel aus dem
Geschichtawerk dei Fray Bemardino de Sahagùn" (Stuttgart, toay).
Hablamos preparado una lista de ellas, pero la reservamos para
otro estudio, por no abuttar esta nota.
(78)–Por ejempto: tal fojat 2. 3. 4 y 5. con que se inieia el Libro VIII
en el C6d!ce Matritense de la Academia de la Historia. En ellas
!o escrito abarca casi todo to ancho de la pagina, mientras que en
las restantes hojas de este MS., el texto, areneratmente, ocupa una
angosta columna, y a ta derecha de esta se déjà en blanco un espa-
cio muy suficiente para otra. Me ocurre la h!p6teais de que en el
primer "AfaMM.tcn<c T'/o~/o/fo" (al que he Ilamado "~FWtM~M Me-
MtoWa/ft") ocupara et texto mexicano todo el espacio disponible a
causa de no haberse pensado aûn en que una traducci6n o parafra-
sis castrllana habria de acompaftarlo, mientras que en el segundo
"A~OHtMfW/c 7*/a~/o/fo" habla de ir esa veraion al lado del texto
nihuatl, y <:omo soto éste hubo de ser escrito, vino a dejarte en
blanco el espacio destinado para la traducci6n espanota. Mis tarde
se conttderô necesario afiadir una expticacion de las tna* importan-
tes voces nahuas, y asi nacio la idea de dispuner la "Historia" en
tres columnas, tal como la lamina de la pag. LXXVII to ejemptifica; asi
qued6 arreglado el "A~ iS69", para el cual sirvieron de mues-
tra los "Af~MO~M/t'~ con escolios"
Las ya citadas hojas can que principia el Libro VIÏÏ, nos dan la
lista de los Senore< de México y Tlatelolco, y, –se~un )o< datos
')ue aportan sobre la duracion de sus reinado*– el de niaguno de
estos termina después de !S6!. sino que el del uttimo –et goberna-
dor de Tenochtitian, D. Crist6bal Cecepotic- fenece precisamente
en e<e ano, y es esto muy significativo porque de ello parece dedu-
LXXIV
cirse que estaban siendo redactadu esas hejas en h mendonada
fecha.
(yo)–Hipoteticamente seRatamos esta fecha basaadonos en to dicho en la
nota anterior, y en el dato de Sahagùn, quien, en su Prétogo al Se-
gundo Libro, nos dice que, despues de haberse transladado a Tla-
telolco -ya entrado et ano de ts6o– p!di6 a tes principales de ese
pueblo le suministraran algunos informantes habiles, y con ellos "y
con cuatro o cinco colegiales. ,or M~<tf<o «H a<ïo y algo <H<{t
encerrados en el colegio, M enmendo de daro y tn~d)6 todo to que
de Tepepulco truxe escripto. Las palabras de SatM~n que siguen
inmediatamente a éstas, y que enseguidt copiamos, creemos son
lu ùn!cM que propiamente se refieren al segundo "A~ d, 77«~/o/-
co", de !S64-6<:
"y todo se tom6 a escribir de nuevo de ruin letra, porque se
escribi6 con mucha prisa".
No todo el Ms. de tS<4-6s escrito de ruin letra, pues la pri-
mera parte de et–équivalente al C6dice del Real Palacio- tiene una
ouigrafit muy beiht, pero, inedid& que &pfem!ob* el tiempo. des-
cMdt la letra de aquellos esmerados amanuenses, o se empleaba
otros mis ripidos para el trabajo. Los ejemptos de esa "ruin tftr&"
MUMMe precisamente en los ûttimos tibros. contenidos en el Codiee
de la Academia de la Historia.
(8o)-Decimos que ftttn ttt! et libro sexto porque el que se ttMnt sexto
en el codicc del Real Palacio corresponde al quinto de nuestras edi-
ciones.
(8t)–IcMbtttceta. 29t-it.
(82)-Véase la nota t4. Los "Af~Mona~t con srcolios" de que tn&s ade-
lante tmbtatno~. presentan ta disposidôn en tres cotumna'. tal como
la ttevaba et t'ioç".
(83)–IcMba!eeta. zM-ï.
(84)–V<ase to dicho en la nota 76 y ta ''Tabla de correspondcdas ~ntre
tos Codices MatrïtenMS y su edici6n".
(85)-D. Luis Gonzalez Obregôn transcribe algunos parrafos de un infor-
me de Troncoso en sus "Cronistas e Historiadores". Tomamos de
de attt (pp. !!<s-t86) to que enseguida copiamos:
"et Codiee Florentino, es. fitot6t;icamente inferior en mucho
a los matritenscs, porque su lenguaje mexicano es rudo, y el cas-
tellano grotesco, a veces. to cual se explica recordando que todo Io
escrito en et Codiez de Ftorenda fue desempeflado por indios de la
tribu mexicana. que hablaba su lengua rudamente y la castellana
con los vicios de ten~aje que hasta el dia se usan; mientras que
Io esento en 'os Cudices de Madrid, es obra. fn la parte nahuatt. de
LXXV
indios de la tribu tMCocana (que habtabâ el mexicano con mayor
etegancia), y en la parte castellana de copistas espanotes.
(86)–Sahagùn. advertencia "AI sincero lector", enseguida del Protogo que
encabez* la obra.
(8y)–Vease, como muestra, la limina adjunta, que contiene "JL<t /dMe
M cotM~e <f)M </<a en la <M<M". Es la p. t8o det T. VI en la Ed.
Troncoso.
(88)-Las hojas que conticnen esas adiciones son las que Ilevan los nûme-
ros 2, 3, 4. y 5 en el C<!dMt ~.ttcaMo /<t JPto~ ~fa<MtM Jf la
Historia. R c6mputo de !ot reinados, <egûn ellas, corresponde apro-
ximadamente con el del CJ~t JtfoMfeewM. si ae toma en cuenta
que eate -por tu Otricter pict6r!co– tiene que de<entenderae de lu
fracciones de anot, o computarlas como attot comp!etox' ML mien-
trM en las adiciones precitadas (fol. a verso) informa StUMftun, re-
firiéndose a Itzc&&t!, que "dizen los tenuchcM reyno doze ttno< y
medio", el "CMM< .MfMdocMO" cuenta !3 (fol. S verso). Troncoto se
referia a este documento nombtindoto "et ttMnado CJ<Mcf Jtf~e-
cwM" y parece que –segûn datos del aenor GAmez de Orozco– M
reservaba et revelar mis tarde cual habia sido el verdadero compi-
lador de <
Del can6nigo Juan Gon~Uez sabemos que desde tempranM fechM
aprendtô la lengua mexiauM. y que en el afto de tS30 funai6 como
interprète de ese idioma en el proceso seguido contra don Cartot
Chichimecatecuhtli (Cuevas, Historia de la Iglesia en México", T. I,
p 376). De <u biografia se ocupan varios Mton:s modemos. como
el Dr. Micot&s Le6n (Album de la Coromcion de la Sma. V!rgen
de Guadalupe, México, ï8os-o6), el P. Jésus Garcia Gutiérrez (Bol.
Soc. Geogr. y Est., sa. Epoca, T. VII), y el P. Mariano Cuevas
(Ob. Cit.. T. 11. pp. !a&ao).
(Bo)-En la p. 151 de la "Copia Troncoso del Codice Florentino", después
de los tp primeros capitulos con que comienza el Libro 11. hay ena
nota de este investigador, en la que dice "Estos to caphutos ante-
riores, cuyo asunto repiten tos que siguen, deben ser et sumario de
los libros a* y 4*, que, con los demis de la obra ttev6 et P. Navarro
a Espana y que tat vez votvio a traer cuando regreso: es et ûnico
material conocido de aquel sumario".
(oo)–Puede constatarse esto leyendo el texto del libro 1 de ese Suma-
rio en
"Athropos", T. I, pp. 3to-3t7.
(ot)-Transcribe esas noticias lcazbalceta en su Dibt. Mex. dft Siglo XVI
pp. 3«o-aoo.
(~a)–Esta hipétesis sustenta et Lie. Alfonso Toro en su estudio sobre la
"Importancia Etnogrifica y Lingûfstica de las obras del P. Fray Ber-
LXXVI
~~htJ–<~ <)r3~&~
t ~f~<<.<
~x~&~6.yt<-<M~M
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< ~.«~9~?~
t~ <t~t~t
~.t~<<
~TrM~
<M~M~.
tt~!f~<
LXXVII
nardino de Sahagûn". (An. Mus. Na! 4a. Epoca, T. I, pp. t3-t4).
pues att! dice:
"Et examen cuidado*<' de taa figura* mueatra que, en tanto que
las del Codice dei Reat Palacio de Madrid presentan un caractet
mis primitivo y mas cercano a la escrito-pintura de loi aatituea me-
xicanos, !aa del Codice Horentino, conservado en la Bibliotecs Lau-
renziana, muestran una patente influencia europea. Atimittne se
observa que las pinturas que repreaentan a !o< dioses de los antigtios
mexicanos, si bien son <emejante< en uno y otro Côdice, pt~entM
notables variantes en la forma y colores de las vestituras, no obstan-
te que cstot son rituales simb6!icos y est&n determinados en el texto.
LXXVIII
eewio de<ech*r to e<crite en CMtethno por los !adi<M de México,
a canttt de los barbarismos y MtM de tint~dt en que abundt; vi-
dos que seria indigne conservar en una edidon monmnenttt como
li nuettnt".
(<X)–<re et0< indicios esta una apostilla al texto ontethmo en la "Co
pit Troncoso det C6dice Ftorentino" p. 558, en la que el copiste
dice
"Texto e<pt. parcte hecho al dict.* de otro escrito ~Et de
Acad. Hist. Md?".
De esto parece deducirse que el texto que Mt& copiando Tronco-
so es CMt dtxtint~ det que contieae el Cédice CMtettano de la .~t
demMt de la Historia de Madrid, puelto que piensa que de e*te <e
sirvi6 StUMtgaa para J<f<ef el que TroncoM copia. En efecto, es-
te investigador va haciendo notar en M copm conttantemente como
muctMH frMet parecen estar escritas al dtc<a<<e, debido a las fat-
hM de concordancia y algunos otros errores que contienen, y esto
1o indicia por medio de una apostilla, escrita t lipiz, que dice "dict*"
y que va Mempre a la itquierda del ren~Mn de ese texto cutelJano
donde ae comète alguna de esas MtM. Como un ejemplo de este
veMe este rengMn que es el Mtepenuttimo det texto castellano en
la p. 709 de la "Copia Troncoso"
"(Y M) et fuego <o<'<o«o en salir, det'Mt: quera ae(ftat).
Como se ve, el e<crib!ente de Sahagùn no oy6 bien la palabra '?'
<<ete" y e<crib!6 "<ef<otM~.
(9S)–ïcMtMttce< aM-IÏ.
(a6)–ïcMb)tteet*, a64.IT.
<oy)–TcMbtttceta. aM-IÏ y a~-I
(o8)~VcMe este asunto en Icazbalceta, (pp. ~6~aNo), quien to trata am-
pliamente.
(op)–tcMbtucett (p. a8t) iiienciona las diversas copms y las vicHttndM
que tufrieron.
(<oo)–He aqui et titulo de la nueva edicion. tal como to copia IcMhtIcett
(pp. aoB-1)
"L<t// Aptrici6n// de// Nra, Senont de Gu!M!t!upe// de Mexico.
Comprobtdt con t* refutadon dct ~rgumento neg~tivo que
pretenta D. Juan Bautista Munot. fundtndOte en et teatimonio
del P. Fr. Ber-nardino Sthatûn; 6 <et Hittorit Original
de este escritor, que ttttent la publicada en t8a9 en et equi-
vocado concepto// de ser la unie* y oritina! de dicho autor.
Publtala precediendo una Disertaci6n sobre la Aptricion
Guadalupana, y con notM sobre la Conquista de México, C&rtos
Ma. de Bustamante, Individuo del Suprême Poder Conserva-
LXXIX
dor. México. Impreso por Ignacio Cumplido. 1840 Calle de
tm Rebe!de< N* z" En 4' Una Htograth de Ntra. Sra. de Gua-
dalupe. Pagx. XXII. 1 foja sin numerar. Pag<. !-a4y. a f(. fn-
d!ee".
(!0!)–La "Libreria Laietana" de Barcelona, la ofreci6 en e<e precio at
Museo Nacional de México, en carta del 24 de enero de ïMS, de
la que conserva copia el Senor G6mez de Orozco.
(t02)–Icatbateeta, ao3-I! y 204-
(toj)–No< abstenemos de dar dtt~!te< por falta de espacio y porque ÏCM-
bfttceta da cuenta extensa de este asunto en las pp. aos-apë de su
BiM: Mex. del sicto XVI.
(t04)–He aqui et titulo de esa edicion:
"too Tomos. Biblioteca Mexicana. CodigM nac!ona!e< vi-
gentes. Historia, Uteratura, Ciencias, Novelas, Oficios. To-
<no V!?e<imo Secundo. Historia Générât de !M CoMU de
Nueva E<t<na Escrita por El R. P. ~r. Bernardino de Sa-
ha~ûn ) dada a tuz con notas y suplementos por D. Carlos
M&r!~ de Bustamante. Tomo ï. Precio 75 cenMvos Mc-
xico. Imp., Lit. y EncMitdemadon de Ireneo PM. Ctt))ejoo
de Santa Ctzra nùm 6. !8oo". !35 cms.–4voh.: 3~ 431, 376+7
f. y 3~+9 s. f. p~t.
(tOS)–"H!ttoiTe Gen<m!e des choses de !a NouveHe-Etpttgne
par R. P. Fray Bernardino de S~tM~n Traduite et Mnotee
te
par D. Jourdanet Auteur de divers ouvrages Mf la cli-
matologie du Mexique et traducteur de la Chronique de Bcma:
Dun del Ctttitto et par Remi Simeon Editeur avec com-
menta!re<, de la Grammaire Mahuat!. du R. P. Fr~y André* de
Olmos Paris G. Masson, Editeur Librairie de t'Ac~demie de
Médecine iao. Boulevard Saint-Germain, !ao !88e.a6 cm<.
LXXIX y 808 pp.
(to6)–Cterttmente la tenont Bandelier dice haber "extractado" la Biblio-
grafMt de SttMMtun, eacrita por Icazbalceta, pero el texto que traduce
a! inglis me ha parecido casi idéntico al del ilustre MMi6)p~fo. La
descripcién del vo!ûmen ea ta at~iente: "!547-t577 A H~tory of
ancient México By Fray Bernardino de SatMUïun Translated
by Fanny R. B<u)detier From thé Spanith Version of Car!ow
Maria de Bustamante Volume I Fiatt Univertity Preas !Ma.
22.s 5 cnx.–VÏÏI, ï tin foliar, mis 315 pip.
(!07)–"Einige Kapitet au* dem GeMhichttwerk des Fray Bernardino
de Sahaftn au< dem Attekitchen übersetzt von Eduard
Seler Herau<tteteben von Caecilie Seter.Sactm in Ge-
meintchaft mit Profe<or Dr. Walter Lehmann LettM des Fon-
LXXX
meinschaft mit Profetor Dr. Watter
Lehmann Leitcr des Fort-
chungt-instituts des Museums fur Volkerkunde in Berlin und
Dr. Walter Kndtebefg Kustos am Muséum Fur Volkerkunde in
Berlin Mit Abbildungen im Text und auf T&fetn Vertegt von
Strecker und Schroder ih Stuttgart MCMXXV!I"jo cm~
XVI y 574 pp.
fto8)–"Lt mxiAn cientifica de Don Francisco del Paso y Tronco~o en Eu-
ropt". Se e*t~ imprimiendo yt este libro -que contiene una docu-
mentaciôn riquisima- y que fue preparado por el Dr. Silvio A. Za-
v<th.
(t09)–EttM t&ntinat si fueron publicadas, y consthuyen el T. V. de la Ed.
de Troncoso.
(no)–Entre sus cottbot~dores "gramitico!" -algunos de los cuatea sir-
vieron también de <unMMen<e<– menciona StttMt~ûn a: Martin Ja-
cobita, Antonio Valeriano, Alonso Vegenmo y Pedro de S. Buent-
ventura.
Entre los "eter'banot'* nombra a Diego de Grado, Mateo Scveri-
no y Bonifacio Mtunmit&mo.
A esta lista habrfa que; a~ret~r el nombre de Agustin de la Fuente,
tegun )o que dijimot en la nota <? De Pedro de San Buenaventura
hty una carta que dirige a Stthtgun, eobre la pregunt* que «te le bi-
to acerca de cuit em antiguamente el verdadero principio del ano'
hàtune pubticad* en pp. 4t-4a del T. VII de la Ediden de Troncoso.
Firma con ét esa carta otro informante llarnado Pedro Gonzétet.
(nt~- -ProporcioM ejemptot de este el Lic. Atfonso Toro (An. Mut. Nal.
<(* Epoca, T. I. pp. t0-n) citando alli los pArrtfos relativos.
(tta)–DeMribimot esta edicion en la nota t07.
(t!3)–"The Song of Quetsalcoatl". Yellow Springs, Ohio, !Mt.
Po- falta (te tipos especiales nos fu< imposible, ttt cittr algunos tex-
tos antiguo*. conservar las vocales con tilde y las c con cedittt. En et
primer caso se ttgreg6 la M, o wt corretpondientes; y en el caso segundo se
u<6 de la .f.
LXXXÏ 1
APENDICE A LAS NOTAS.
LXXXII
habri. descubierto muette cosas, y entre ettM, una perdida ohra de St-
htgun He <tqu! tnuMcri~ mai que bien la leyenda del titulo
NICAN VN PEOA YN NEMACHTILIZTLATOLLI~ VNCAN/
MOMELAOA YN ETLAMANTU NEMOALONJ: INJTOCA VÏR/
TUDES THEOLOGALES: TLANELTOQUILIZTLI, TEUJUTICANE.
TE/MACHILÏZTLL YOAN TEUTLATLAZOTLALIZTLI, YN VEL/
MAUJZTIC TLATÔLU CECA TETECH/ MONEQUJ/
OQUJCHIUH FRAY BERNARDINO DE SAHAGUN.
De donde se ve que este es el "Tratado de las Virtudes Teotogttet en
Megicano. MS. en dicho colegio" (de San Gregorio) de que nos habla
Berist~in en M libro (P)tg 02), y que también cataloga y comenta don Jo<t-
qutn de esta m<mer*
"VÏH. Tratado de las. Virtudes Teologales en mexicano.
"M S. que v!6 ~er!<tain en et colegio de S. Gregorio. Podrh ser un
fn<)ttnento de la Doctrina o-Postilla, porque de Esta se expresa que tM adi-
rioncs enut '1o mismo que esti "al principio" debajo del titulo de dedtrtdon
'te las tres Virtudes Teotea~jet". Si ese tratado ataba "tt principio" de la
Doctrimt. me inclino a créer que el M.S. visto por BerMtiin era la Doetrina
misma, a la cual pu«o el primer tttuie que teyo en ella".
Ahora b!en. aquellas palabras de "es to milmo que eati a! pr!nd)Ho det
dtub de dechrMion de las Tres V!rtude« Tee!o~e<" que se encuenttM en
la portada de las Adic!onet, y que esta vez mal transcribe tqut. puesto que
el original d!ce "Es to mismo que e*ti al principio <f~<M-c dt «ht~o de de-
darMiôn de las tres virtudes theotog~tea", claro dicen que las tales Adicio-
)te* a la P<Mtita y la DectAraeion ~Mf M<d a/ ~Mft~o, son una mis= cosa.
Con efecto, y en. esto e&t& !o curioso. comparando los dos textot, se we
que la parte mexicana del segundo esti contenM& pauabrt por palabra en
et pntnero, salvo que a éste te le han hecho leves correcc!enet en to que
es propiamente el texto. Toclavia m&< La DedMMion tuvo orizin<tm«)te
el t!h)to de "Siguense veynte y seis addiciones desta Potilla. y aMh
capitulo (cada uno de los cuales cs precisamente una "td!c!6n") tuvo ori-
Ktnatmente también su titulo en espanol tal como ap~rece en la segunda
tfarte de csta mal tttmadt Doetrina. Los titulos de los capitulos fueron
cubiertos con tirillas de papel hibilmente pet~dM: encima de tales remien-
dos fué escrito et nuevo tituto en mexicano. La hoja de la portada fue
tatnbién cubierta con otra que tapa el prototo e~p~Bot y que contiene el
proto~o tnexictmo. Et titulo de la portada e*t& remendado con un frtg-
mcnto de hoja bastante para taparlo, encima del cul ahora se lee el que
arriba he transcrito.
Yo dedutco de todos estos hechos que Fray Bernardino de Sthn~un.
c<'cribiô UMH Adicione* a su Postilla y que, quitia. de<pue* de que Esta tu-
vo tM mal fin (<i es que ciertamente fué convertida en carton) tM dMfm-
LXXXIII
z6 con el nombre de Dedarteion de las tres Virtudes Teotogttes. oun-
biando para ello los titulos y e! t'~ogo. re<utt<mdo M! uri nuevo librw)
escrito totalmente en mex!omo. Père exht!a otra copia de ht Adieione* y
~<t fué anexada a la ya ditfntMdt. tgre~ando unifMnente en et titulo,
que "es to mismo que esti at principio debaxo de titulo de dedtnMi~
Y no bastando esta nota, que claramente se ve atfez)Mh poateriormente,
una mano ajena agregu at pié de la hoja: 'OQU! MOCHÏHUÏLt YN
FRAY BERNARDINO DE SAHAGUN YNIN TENONOTZAHZTL!
YTOCA, UIRTUDES THEOLOGALES".
La tnmtformMion la hizo el Padre fteitmente. puel la materia de
las Adiciones es precitamente las Virtudes Teotogt!ex. VeMe to que dice
et pfôtogo en eap~no! al exponer las ventaJM que fu trabajo ofrecm: "Et
aver atMMiido ettM veynte y seis addiciones a etta PottHut parece que ser-
viri de muchas coHUt. La primera.Lo Mtundo, ap)'ovedMn< de tener
muy a la numo. <fM/afo~M <~ <rM Mf<M~~ t~e~a~ Y de que
la Postilla era un tratado de Epistolas y Evangetios. te dice claro M tefcer
punto "L o tefeero. aprovectuni para que et predicador tendri mucha
oportunidad de meter estar addicione* o ~ganM deUM, en qualquiera Ier-
tn6n que predicare /~<M'~Mf Me hay jE~<o/a, K< ~tW~t/M <w M<a rM«M<t.
cuya letra no demande ttzun* dellas.
Como d!f[o nnut arribtt, nbtese que don JotMtuin dice que et "Apeadiz"
a que se refiere Sthagûn en Mt protogo etptnot, no se eacuentra !n-
duido en el M S. Pero a peur de ello no deberMt etBetturxe que ettuvtMe,
puelto que es un apéndice a la Postilla y no a sus adieSbne*, que son hMt*
cierto punto otra cosa, a pesar de eso, digo, entre las hoJM que dMifico
como tercera parte del volumen, y que ae encuentran tntercthdM entre las
dos primeras partes, aparece una hoja con la palabra "Apendtz" por thute~
y otra con el de "D< la Postilla". Yo sospecho que te<m el principio y el fin
del famoso "Apendit que contiene muchos tecreto* y no terit dificil que
parte de MM otras hoJM contengan otros fragmentos de au texto.
DEDICATORIA
CARTA DEDICATORIA DEL AUTOR
3
de Judas: mas nos vaHa no haber nacido, que nacer para ir a
pena eterna. La sentencia de estas pa)a!~ras, Padre Reverend!-
simo, cuadra muy bien para mis nbras. a las cuales fuera mejor
no estar hechas, que después de ~astado el cacr en el
trabajo
seputcro del perpetuo olvido De manera que todo !o que cHas
son y seran se ha de atribuir a V. P., como a su redcntor,
el cua! las rcdimio sacàndo!as de de!)ajo de ticrra y aun deba-
jo de la ceniza, y ponicndotas en lugar donde ten~an vida y
honra, y por ellas su autor ten~a a!~ùn provecho espirituat.
el cuai ninguna otra cosa prétende. Y por esto, no con im-
propiedad sino muy a proposito se puede decir de to que ade-
lante de !o arriba atc~ado, dice nuestra madre la Iglesia en
loor del Redentor que es: 0 /<<t CM/~o que /o/~< <!f/oM/«~t
MtfrM~ Afrc /?<CMt~~orrM</
Puedo yo decir estas mismas
pa!abras, teniendo por prbs-
pero el disfavor que a mis obras se ha dado, y por favorables
a los que le dieron, pues que por aquel camino vinieron a pa-
rar en manos de quien tanto las ha favorecido. De maner:'
clue el ser y vator que tiencn y tendràn, a soto el que las
favorecio para que sauesen a luz se ha de atribuir, mas que
no al autor. Por tanto, Reverendssimo Padre nuestro, suplico
a V.P. ten~a por bien de recibir en su amparo y proteccion
este primer volumen, de estas sus redimidas obras, el cuai con-
tiene cinco libros con otros lantos apéndices; y sera como el
primo~énito y pr~ncipat hijo, al cual sc~uiràn los dcmas, )os
cuales aunse (juedan criando con los alimentos de <juc V. P.
les ha prove!do; y no dudo (lue V.P. !os tomarà como por bi-
ios muy legitimos, para los favorecer, asi en ésta Nueva Espana
como en la Anti~ua en todo to que fuere menester. Y con
tener yo fundamentos muy suficientcs para tener esta confian-
za, no quiero muttipHcar palahras, mas conc!uyo con decir, co-
mo dice San Pabto, que mas debcmos al secundo A(tan que al
primero. Asi ellas dcben mas a V. P. que no a su autor.–Va!e
4
PROLOGO
5
/!Of<'M MtMf/tO.t fO.M.f fJoM/nfO~ .MM que /0 fM~t</0~().t; y </«<'M
0/~tO~ ~f~fd~Jo/O~ ~Mt* son ~0&~r«M 0 MtMf~M, por ignorar
la rais de donde ~~t< --que es M!<<! t~o/a/r~a, y los confe-
sores Mt se las ~r~MM~oM Mt ~« t~oM g«F hay tal cosa, ni sabeu
6
otros tMMW~M; ~&ro jMo~cttMo intitula La de
Conquista
México.
Estos doce libros, con el arte y vocabulario o~M~tf~
<M'aOOfOM de sacar en blanco este 0<ÏO de mil quinientos y sesenta
y nueve. Aun no se na ~oJt~O romanzar, ni ~OMff los f~CoKo.!
M~ÏM la trasa de la 0~0; MO /0 que .fC ~oJfMï hacer en el
OtÏO de setenta que se sigue, pues desde el dicho 0~0, hasta casi
el /tM de este 0<ÏO de mil y setenta
quinientos y cinco no se
~do tM<~f ~M~M~ en ésta obra, ~or gran disfavor hubo
que
de parte de /o~ que la debieron de favorecer: ~~ro como ~70
a esta tierra nuestro Rmo. P. Fray Rodrigo de Sequera, Co-
misario General de todas estas ~fOMMCt<M de esta Nueva Es-
~0~, Guatemala, etc., de la Orden de Nuestro Serdfico P. San
Francisco, de la observancia, MMÏM~J que estos libros todos se
rOMOtM'<M~ y OJ{ CM romance COWO en lengua M:~nCOtM
escribiesen de buena letra.
Es esta obra
como una red barrcdera para sacar a luz todos
los vocablos de
esta lengua coM .n<~ ~ro~<~ y wf/o/Jftfoj sig-
Mt/tcact'oM~, y todas ~M.? maneras de /M~~or, y las îtM~ de sus
antiguauas buenas y tMO/~t, es para f~JtMnr mil canas, porque
con harto menos trabajo de /0 que aqui me CM~~O, ~O~rjM los
que quisieren saber ~M poco tiempo ~MMf/tOJ de sus aistiguallas
y todo el lenguaje de C~~O gente mexicana.
~4~'Ot~C~M!rJ mu-
f/<o toda esta obra para conocer el quilate
de esta gente tM~n-
cana, el CMO~ aun no se lia conocido, porque vino sobre ellos
7
n'Jo a <o.f «tJto.f c~M los
f~o< o/M: /«fro~ /OM o~o~<oJ<~ v
V JM/rMt'Jo~ C//0~ y <oJ<M ~M.t f<.t<M, que WtM~K~M aparicncia /M
qued6 de /o que craM oM~.v. M/J~ ~MtJo-f por &<<r&or<?.v
y por ~CM~f de &0/MtM<0 ~Mt/O/C ––Ct~<~ ~<'</«« t'<!< CM las
<~<M de ~O~tC~O CC/Mt~t el pic </</<nt/<* 0 M!MfA<t ~<rO.<MMtOW.V
t/Mr /«*nC~ </f0t< ~f<n<MCtjM de ~0/<<<t(M, ~OCOHt/0 fuera O/~MtMt~
//rOH~<M que su MtaMCrO de regir fOM/CMM! Z~t' M~O poco
8
fM MX f~t/tftO //a<MOjo ~OC/MCO/fO. que M/<! CM los /<~rtM<MO.?Jf
()MOM/<tta/<M<K'; y casi CM toda M/o tierra /<ay seieales y rastro
tic cdificios y <tO/<M OM~M~HtO.t.
~.t, cierto, cosa de <on</<' oJM<tr<!f«!<t que haya )w~/ro se-
/?<~ Dios <aM~.f
.H<~<M OfM~<!</0 !<«<! .YC~'<! de ta»tas </<'H/<t t~
~o<f<M, CMyo~ /r«<o.t M~~fnMt~t .Tf!~< < Jftn~tno los ha cogido,
y CM el /«<o infernal /<M /t~M<* atcsorados; ni ~«fdo creer ~Mt
la /n<t de Dios «o .tfo ~'<<fo donde la .nt:a~o~o de Sa-
tanâs ~OM/O prosperidad ha ~MtJo, fOM/~tTMtf aqucllo ~C Sali
Pa&/o: o&Mtt~of~ la gracia abonde o~M~t/J < ~c/t~o. Del saber,
o M~M~a esta ~<*M~, hay /OMM que fué tMMf/Mt conto pa-
rece <'M libro décimo ~OMd< en fa~/M/0 XXIX, se habla
los ~t~Kfojr ~ot&Mtûff.t de ~/o ticrra, ~fK~f afirma gMf
~cyo~ /<MM/o.~ o! todas
fueron y <M/f<Mo<yM y ntny dt~<ro.~
las of~.t M«'c<!Mtc<M de la /or~<o~ cual cutre cllos cra Mtd~
M<tMt<tf/0 que MtM~MMO otra T'tf~M< y por la que .tH~tOM al M~/t-
)«o ~roJo del T'o~; /<'M{on de c.t/o </roM<~c.v ejercicios, fOtMO ~o-
rece fM t<u<fA<M partes < esta nbra. E<! /o que ~ra a la rc/t-
<~t<!M Y fM/O de .?«.' <~<W.t «0 crco Ao habido fM f~ tUM~Jo
«<<o/ro~ /OK r<T'<'r<*nf«M/or<t de sus dioses, «< tan a su costa,
fOMfO < de f~/O .VM~'O ~a~O, nt /0.~ /t~t~ ~< t«'M(/MMa
otra Maft<!M ~«t'o yM~o tan ~<Mfo y ~f /<t)t~.r ffrfMtnm'a~ f0!t)
le /<o<! ~tMa~o estos MO/Mra/M ~«r <t/'<ïf!'o </<* M<Mr/<o.t a~o-f. «)-
wo parccc par toda csta obra.
/~<
<'n<yc<t ~c csla ~<'M<f la rt'/of«~< <;t«* </<!H las :/c/o~ es
que por la Mtar T'«ncro«, de hacia < Hor/< y (!t'~<' es que
~rOM CM 0/</MMOJ T'<MO.Tde MM«<<! (~Mf) MO .tf .M~t' rOt~O f~'t
/a&~<tJo~ jftHO que ~<' fon/f/ura que sino /aM<<! o«<' Aay ~t~t'
/0</0.t M/O~ MO~M~«/<'J. OM<* .M/tt'ro~ de .t<t'/t' <t<t~0~, <<(' Cf/d.'
.~<<' CH<t 0.~ ~0« /0.t .n<t' «Ot'tO.f
0 </<</t'~0.t <'<t que 7'!«!t'r0« /«.'
~n<M<*ro.f ~o&~o~orc.t de <<! /<<'rra. jr<'</M« se fo~</<* par fOM/<
/Mr<M two.ntMt/M; la ~<'M/f ~n'tMcro t-tHo a ~<or a t'c /t'rr<j
Jf '«ï<t'o la F/onJo. y fO~f/t'anJo ft'to y (~<«~ar<'o fx /<<'r/')
de /<Mt'o, o«<' <o.t //<!M<a« /<'o. que </«!rrt' </f<ir luyar </«);</<'
9
M~OfOM los que pasaron el 0<yUO. ~.t/O ~fM~ venfa en demanda
del ~orot.to lerrenal, y ~o~OM par apellido Tamoanchan, que quie-
re decir, buscamos MMM/fO casa; y poblaban CFfCO de los tM<~
altos montes que hallaban. En venir hacia el mediodia a bus-
cor ~crc~fo ~ffCMO~, ttf) erraban, porque o~<Mt<~ es de los que
~rcn&M que debajo de la ~MM equinoccial; y en ~ttMr
que M 0~«n O~~MtO monte
tantpoco y~f~OM, porque <M( ~0 di-
c<*M los Mc~~orM, ~MC ~orotyo terrenal M<<t debajo de la ~M~a
f~M<MO<'CM/ y que es un monte altfsimo que M~O su cumbre
cerca de la luna. Parece que ellos, o ~M.~ OM~MO~O~ ~MMCfOM
0/~MM OfdCt~O CCfCa de esta ÎMO~fM, 0 de Dios, 0 del demonio,
o ~Ct~tCt~M de antiguos que vino de mano FM mano hasta
ellos. Ellos
&«.~0&OM /0 que ~Of ~a ÂM~MM MP ~M~F A<ï-
~of, y nuestro ~Mor Dios ~fc~Mj~o que la tierra ~.r/'o&~odo
se poblase para que algunos de sus descendientes fuesen a ~o-
blar el ~oro~o celestial, como oAofo vemos ~or ~~n~~Mto.
mas ~~Ora ~MJ me detengo en contar 0<~MM<tKF<M.~ pues es cer-
~~tWO que estas gentes todas son nuestros hermanos, proceden-
tes del ~Ot!CO de Addn COMtO ttOM~fO~, son nuestros ~fJ/tM<0.t.
S quien .tOM«M obligados a OtMOf como a nosotros mismos, quid
quid sit.
De /<! que fueron los
~Cttt~O.t pasados, vemos por CJf~~n~n-
cia ahora que .MM hdbiles
para todas las artes ~t~Mtcoj, y las
~rct~oM, ~OM /o~tM~t /«t&< para aprender todas las artes li-
beralcs, y la santa 7'co~to, coM<o por f.T~n~MHo ha visto
en aquellos que ~OM sido CtM~MOJo.t eu estas ciencias; ~Or quc
de le que sou ~M las cosas de guerra, .T~ <tfMC de
experiencia
ellos, 0~ en la conquista de esta tierra COtMO de otras par-
/tCM~r~ COM~Mt~ que J~M~ OC<Î se /<OM hecho, CM<ÏM fuer-
tes .to<t eu ~M/nr trabajos de /!<Wt&~ y sed, f rio y .tM~MO, <'«<!«
ligeros y dispuestos para acometer CMa/M~«~ro trances ~<7«yro-
~0~. ~<M MO ~OM menos A<t&t~ para nuestro crM~OMM~MO y<MO
en él d<?MJotM~M~ /«~rOM CMMMK<0.f; cierto, parece que <'M es-
los MM~~ff0.t tiempos, y en estas tierras y con esta getlte, lia.
10
querido Nuestro ~CH~f Dtot rutituir a la /~<tt'o /o ~<«' dc-
monio la ha robado (~M) /M~ro, .4~~MOMM y T~raMCto, fM
/4jt0 y Palestina, de ~o cual quedamos tMMy obligados d<* dar
gracias a Nuestro ~Mor y trabajar fielmcnte ~t esta su ~VM~a
~a~o.
AL SINCERO LECTOR
ït
docc Hbms; to de la lengua espano!a, y tes escolios no esta he-
cho, por no haber podido mas, por fa!ta de ayuda y de favor.
Si se me dièse la ayuda neces.uia, en un ano o poco mas se
acabar!a todo; y cicrto, si se ac~base seria un tcsoro para sat)er
muchas cosas di~nas de ser sabidas, y para con facilidad saber es-
ta lengua con todos sus secrctos, y seria cosa de mucha esti-
ma en la Nueva y Vieja Espana.
Ï2
LIBRO PRIMERO
'5
CAPITULOII.
Este <!ios !!amado P<!<~<t/ era como sota capitân de! arriha
dicho, porque el arriba dicho como tnayor capitân dictaba cnan-
do se hah!a de hacer Ruerra a at~unas Este, como
provincias.
su vicario, scrv!a de cuando repentinamente se ofrecia de Md!r
a! cncuentro a los cnemt~os, porque entonces era menester que
este PJ<M<r/, que quierc decir ligero, apresurado, salicse en pcr-
sona a movcr la ~ente para que con toda prisa satiesen a ha-
t)crsc con los enenligos.
Dcspués de muerto que le hacian
la fiesta era que une de
to. satrapas tomaba h ima~en de este f<KM< compnesto con
ricos ornamentos como dios, y hac!an una procest6n con él. bien
rAPITLLO Ht.
E! tlios ttatnado
7'<'?t~«t cra tenidu j~ vcrdadcrn dios,
c invisible, el cual
andaba en todo tuRar, en et cielo, en la tic-
rra y en e! infierno; y tcnian que cuando andaba en la tierra
!nov!a guerras, enemistades y discordias, de dcndc resuttaban
mucha fati~as y desasosie~os. Dcctan que et nusnio i<)tat)a
a unuh rontra otros tuvicscn
para que ~ucrras y pur csto le
ï6
Ilamaban Nécoc Vdo~, (luc quiere decir sembrador de discor
dias de ambas partes; y decian et sôlo ser el que entendia en
el regimiento del mundo, y que él sôto daba las prosperidades
y riquezas, y que él sôto tas quitaba cuando se le antojaba; da-
ha riquezas, prosperidades y fama, y fortaleza y seiiorios, y dig-
nidades y honras, y tas quitaba cuando se te antojaba; por
este le temian y reverenciaban. porque tenian que en su mano
cstaba cl levantar y al)atir, de la honra que se le hacia.
CAPITULO ÏV.
(APtTrLO V.
~*hMûn ). ï
'7
vientos, barria los gamines a icsdioses de tas ttuvias para que vi-
nicsen a llover.
Los sacrificios y ccrcmonias con que bonraban a este dios
cstân cscritas aclelante, en el
secundo tii'ro. Los atavios con
que le aderezaban eran los
si~tientes: Una mitra en la cabc-
za, con un penacho <!e plumas que se Haman <<?o~; la mitra.
era manchada como cuero de tigre; la cara tenia (en!da de ne-
j~ro, y todo el cuerpo; tenia vestida mia cannsa como so!)repc-
lliz, labrada, que ne !c Hegaha mas de hasta la cinta; tenta
unas orejeras de turquesas, de labor mosaica; tenia un collar
de oro, de que colgaban unes caracolitos mariscos predosos:
Hevaba a cuestas por divisa un plumaje a manera de Hamas
de fuego; tenia unas calzas desde !a rodilla abajo, de cuero de
ti~re, de las cuates colgaban unos caracolitos mariscos; tenta
ca!zadas unas sandalias tenidas de negro, revue!to con marga-
~ita; tenia en la mano izquierda una rodela con una pintura con
cinco ângulos, que Haman joyel del viento. En la mano dere-
cha tenia un cetro a manera de bàcu!o de obisjw: en )o alto era
cnroscado como bàcuto de obispo, muy lalrado de pedreria, pe-
ro no era largo como el bàcu)o; parcc!a por donde se tenia co-
mo empunadura de espada. Era este el gran sacerdote del
templo.
CAPITULO VI.
!8
bién la ttamaban 7'oxJn'~ut. ()uc quicre dccir nucstra m~dre.
En estas dos cosas parecc que esta diosa es nuestra madré
Eva, la cual fué en~anadn de la cutebra. y que ellos tenian no-
ticia det negocio que paso entre nuestra madré Eva y la cutebra.
Los atavios con que esta mujer aparcoa cran t)tancos, y los
cabellos los tocaba de manera que tenia como unos corne~ue-
los cruzados sobrela frentc: dicen también que traia una eu
na a cuestas, como quien trae a su hijo en ella, y poniase en
et /t0«<y!«~ entre las otras mujeres, y desapareciendo deiaba
la cuna. Cuando !as otras mujeres advertian que aquella
runa estaba alli otvidada, mira))an to que estaba en etti y ha-
ttaban un pcdernat como bicrro de tanzôn, con que ettos ma-
taban a los que sacrficaban; en csto enteiidiati que fué Ct/tKa-
t Jo~ la que !o dejo alti.
CAPITULO VII.
'9
CAPITULO VIIï.
Esta diosa
era la diosa de tas medicinas y de tas yerbas me-
dicinales adorâbanta los médicos y los cirujanos y los san-
gradores, y también tas parteras, y tas que dan yerbas para
abortar; y también los adivinos, que dicen la buenaventUra,
o mata, que han de tener los ninos, segùn su nacimiento. Ado-
ràbanla también los que echan suertes con granos de maiz, y
los que auguran, mirando el agua en una escudilla, y los que
echan suertes con unas cordezuelas que atan unas con otras,
que ttaman w<'co~o/'oM/t~M~/ y los que sacan gusanillos de la
boca y de los ojos, y pedrezuelas de tas
otras partes del cuer-
po, que se ttaman tetlacuicuilique. También la adoraban los
que tienc en sus casas banos o /f~torta~. Y todos pon!an
la imagen de esta d!osa en los hanos y ttamàbanta 7'<t<M'c<fff,
que quiere decir la abue!a de los banos.
Toclos los arriha dichos hacian cada ano una fiesta a esta
diosa, en la cuat comprahan una mujer, y la componian con les
ornamentos que cran de esta diosa, como parecen en la pintu-
ra que es de su imagen. y todos los dias de su fiesta hacian con
ella areito (i ) y !a regalaban mucho, y la halagaban porque no se
entristeciese por su muerte, ni Hnrase: le daban de corner dc-
licadamente y convidaban con !o f)ue hahia de corner y la roga-
har que conucsc, como a gran senora, y estes dias hacian de-
lante de ella ardides de guerra con vocerio y regocijo, y con mu-
chas d)\sas de guerra. y daban dones a los sotdados que do-
tante de cth peleahan por hacerla placer y regoc!jo.
I.te~ada la )K<ra cuando habia de morir, despucs de hahcrta
<))-t'~s t'atahra ))uc t'rocc')<- f)c las Antiths. qut' cl autor ctnptea pa-
ra <!csif:nar las <)an7as i'xtixcnas. D Estrban richardo. en su /~t'<'<'t<jn<!r<o
~r~tMf!< (/<* ~o~fj r<n<f<!j (Habaoa. tM2) <))< .~trft/0–N. s. m. Voz
iJ1lI.c~i," Pedro M-irtir Oviedo, cran las rimas 0 romalll'cs (iiie can- can-
).t))an Ic~s
tal~an )ts naturalcs
oaturatcs clc<!c csta
esta Iala; sCK"n las Ca·a·,
!s)a: sc~ùn Ca:.a' sus ficaa~
au. ficstax yy Janzas.
danzas.
20'
muerto con otros dos que la acompanaban en la muerte, !a de-
sollaban, y un hombre, o sàtrapa, vestiase su pellejo y traiate
vestido por todo e! pueblo, y hacian con ésto muchas vanidade"
Las vestiduras y ornato de esta diosa eran tenia la bo-
que
ca y barba, hasta la garganta, tenida con ulli, que es una goma
negra; tenia en el rostro como un parche redondo, de !o mi<"
mo tenia la cabeza a manera de una K"rra hecha de manta,
revuelta v anudada los cabos del nudo caian sobre tas espatdas
en el mismo nudo estaba injerido un p!umajc de! cual salian
unas plumas a manera de Hamas estahan colgando hac{a la par-
te trasera de la cabexa. Tenia vestido un huipilli, el cual en la
extremidad de abajo tenia una cortapisa ancha y arpada; tas
naguas que tenia eran blancas y tenia sus cotaras o andalias
en los pies; en la mano izquierda, una rodela co~ una chapa re-
donda de oro en el medio, y en la mano derecha tenia una es-
coba, que es instrumento para barrer.
CAPtTULO IX.
2!
peines que nacen en ta cara, o <as manos; es también con-
tra el usa~re, contra otras .nuchas enfermedades es buena; y
como esta mujer debi6 ser primera que hallô este aceitc, con-
târonta entre las diosas y hacianta fiesta y sacrificios aquc-
Ilos que venden y hacen este accise que se ttama tï.n~.
CAPITULO X.
22
Laimagen de estas diosas tienen !a cara blanquecina, como
si estuviese tenida con cotor como es et /<~o~, to
muy blanco,
mismo los brazos y piemas; tenian unas de oro, los
orejeras
cahe!!os tocados corno tas senoras con sus cornezuelos; el /tM!~
era pintado de unas olas de negro, las naguas tenia labraclas
de diversos colores, ténia sus cotaras blancas.
CAPITULO XI.
23
tnrquesas de obra mosaica; e'taba vestida de un /tMt~ y unas
naguas pintadas det mismo <otor azut claro, con unas fran-
jas de que colgaban caraco!ito:. mariscos. Tenia en la mano iz-
quierda una rodela, con una lioja ancha y redonda que se cria
en et agua; la ttan~n o~&M-M~OMO. Tenia en la mano derecha
un vaso con una cnu hecha a manera de la custodia en que se
)!eva et Sacramento, cuando uno solo le Iteva, y era como ce-
tro de esta diosa. Tenia sus cotaras blancas.
Los senores y reyes veneraban mucho a esta diosa, con otras
dos, que eran la diosa de los mantenimientos que !!amaban C/«
ro~t<'c~o/~ y la diosa de la sal, que tlamaban Uixtocihuati, por
que decian que estas tres diosas mantenian a la gente popular
para que pudiese vivir y multiplicar. Lo demas acerca de esta
diosa se verà en el capitule que he citado, det segundo libro,
porque alli se trata copiosamente.
CAPITULO XII.
24
bres carnales confesatxut sus pecados a estas diosas, cuanto
quiera que fucsen torpes y &ucios, que ellas tos perdonaban.
También decian que esta diosa, o diosas, tenian poder para
provocar a lujuria y para inspirar cosas carnales, y para favo-
recer los torpes amores y después de hechos los pecados dedan
que tenian también poder para perdonar!os, limpiar de etto~
perdonàndotos, si los confesaban a tos sus sàtrapas, que eran
los adivinos que tenian los libros de las adivinanzas y de las
venturas de los que nacen, y de las hcchicerias y agüeros, y de
las tradicciones de los antiguos que vmitron de mano en man«
hasta ellos. Pues desde que et penitente determinaba confesarse
iba luego a buscar a alguno de los ya dichos, detant~. quien
se solian confesar y deciale "Senor, querriame ttegar a dios
todopoderoso y que es amparador de todos, el cual se ttama
Yoalli-Ehécatl, esto es, r~cof~oco; querria hablar en secreto
mis pecados". Oido esto el sàtrapa deciale: "Seàis muy bien
venido, hijo, que to que decïs que queréis hacer para \-uestro
bien y provechc es". Dicho esto miraba luego el libro de !a>
adivinanzas que se Ilamaba <OMaMMto~, para por et saber que
dia seria mas oportuno para aquella obra y habiendo visto el dia
que convenia deciate: "para tal dia vendréis, por que en-
tonces reina buen para que esto &c haga
signo, prôsperamente".
Llegado et dia que le habia mandado que volviese, el pe-
nitente compraba un petate nuevo e irtcienso blanco, que !!a-
man copalli, y tena para el fuego en que se habia de quemar
el copalli; y si el pénitente era persona principal, o puesta en
dignidad, et sàtrapa iba a su casa para confesarte –o por ven-
tura el penitente, aunque fuese principal, iha a casa det satra-
pa–; Itegado, barria muy bien et lugar donde se habia de ten-
der et petate nuevo, para ponerse sobre et el confesor, y tueg~'
encendia fuego y echaba el copal en el fuego el sàtrapa. y
habtaba al fuego y deciatw "os. senor, que sois et padre v
la madre de tos dioses, y ;;ois et mas antiguo dios, <,abed que
es venido aqui este vuestro vasallo, este vuestro sier\o; y vie-
ne Unrando. vient con gran tristeza. y viene con gran dotor.
~5
y esto es por que se conoo' haber crrado, hatxT rest)a!ado y
tropezado, y encontrado atgunascor suciedades de pecados
y
con algunos graves delitos dignes de muerte, y de esto viene
muy penado y fatigado. Se~or nuestro muy piadoso, pues que
sois amparador y dcfensor de todos, recibid a pcnitcncia, oid
la angustia de este vuestro siervo y vasallo".
Acabada esta oraciôn, el sàtrapa volviase al penitente y
hab!àbate de esta manera: "Hijo, has venido a la presencia
del dios favorecedor y amparador de todos; veniste a publi-
c~rte tus interiores hedores y podredumbres; vienes a abrirle
los secretos de tu coraxon, mira que no te despenes, mira que
no te desbarranques mintiendo en su presencia de nuestro se-
nor. Desnudate, echa fuera todas tus verguenxas en presencia
de nuestro senor, e! cuat se Ilama Yoalli-Ehécatl, esto es, 7*
por cierto ocultas mis maldades que he hechu, por que todas
las cosas te son manifiestas y c!aras! Dicho esto, tue~o co-
26
mienxa a decir sus pecados, por el mismo ordcn que los hix~.
con toda claridad y reposo, como
quien dice un cantar muy des
pacio y muy pronunciado, comoquien va por un camino muy
derecho, sin desviar a una parte ni a otra. Y acabando de
decir todo to que habia hecho, comenzaha tuego a hahlar c)
satrapa, diciendo de esta manera "Hijo, bas babtado a nues-
tro senor dios diiciendo delante de él tus malas obras; ahora,
también en su nombre, te quiero decir lo que eres obligado a
hacer cuando descienden a la tierra las diosas tiamadas Ct/tMo-
~t~Mtt, o cuando se hace la fiesta de las diosas de la carna-
lidad que se Itantan /.rcM<Mawc: ayunarâs cuatro dias, afligien-
do tu estomago y tu boca; y Ilegado el dia de la fiesta de estas
diosas 7~CM<M<M~?, luego de manana, o en amaneciendo, para
que hagas la penitencia convenible por tus pecados, pasaràs la
lengua por el medio de parte a parte con algunas mimbres que
se ttaman ~oco~.s<îc< o /~o/ y si mas quisieres, pasarlas
bas por las orejas, to uno de dos; y ésto haras en penitencia
y satisfaccion por tu pecado, no por via de merecimiento sino
en pcnitencia det mal que hiciste. Traspasaràs la lengua ~r
el medio con alguna espina de rnaguey y después, por el mismo
agujcro pasaràs las mimbres; pasaràs cada una por delante tu
cara, y acabando de sacarla arrojarla has atràs de ti, hacia las
27
7't~A~ (!) y cuando fueres a hacer esta penitencia iras <!<
noche, iras desnudo sin que Heves ninguna utra cosa sino un
pape 1 delante y otro detràs, para cubrir tus partes vergonxo-
sas; y cuando hecha tu oracion te voivieres, los papeles con
que vas cenido detrÂs y delante arrojarlos bas delante de tes
dioses, que alli estàn".
Acabada la confesion y recibida la penitencia, et pénitente
ibase para su casa y procuraba de nunca ma:; volver a hacer
aquellos pecados de que se habia confesado, porqu, decian que
si otra vez reincidia en los pecados ne tenia remedio. No lia-
dan esta con feston sino los viejos, pur graves pecados como son
adulterios, etc., y la razôn por que se confesaban era por librar-
se de la pena tentpora! que estaba senatada a los que caian en
tales pecados, por librarse de no recibir pena de muerte. o ma-
chucandoles la cabeza o haciéndoselas tortilla en~e dos grandes
piedras.
Es de saber que los sàtrapas que oian
los pecados <:enian
gran secreto, que jamàs decian !o que habian
oido en la confe-
siôn, porquc tenian que no lo habian oido ellos sino su dios,
delante de quien s6!o se descubrian los pecados; no se peusah~
que hombre los hubiese oido, ni a hombre se hubicsen dicho S)-
no a dios.
Cerca de !o arriba dicho sabemos que aun después acâ, en
el cristianismo, porfian a !!e\ar!o adelante, en cuanto toca a
hacer penitencia y confesarse por los pecados graves y pùb!icos.
como son homicidio, adulterio, etc., pensando que, como en el
tiempo pasado, por la confesion y penitencia que hacian se les
perdonaban aquellos pecados en el foro judicial, también ahora,
cuando alguno mata o adultera acogese a nuestras casas y mo-
nasterios y, callando !o que hicieron, dicen que quieren hacer
penitencia; y cavan en la huerta y barren en casa, y hacen !o
que les mandan y confiésanse de alli a algunos dias. y enton-
ces descaran su pecado y la causa por qu<: vinieron a hacer pe-
nitencia acabada su confesion, demandan una céduk firma<ta
(1) .-Locl dio~e!l dei vino eran lIamados ('rnfr~»ifofwhfin, "4oo en-
nejos".
28
de! confesor, con proposito de mostrarta a tes que ri~en, (;o-
tternador y atcatdes, para que sepan que han hecho penitencia
v confesadose y que ya nu tienc nada contra ellos la Justicia
Este emhuste casi nin~uno de los reti~i's ni cléri~os entien-
den por donde va, p<jr ignorar la costumbr<- antigua que tenian.
se~un que arriba esta escrito, mas antes piensan que la cedu!~
la demandan para mostrar como esta confcsado, aquel anfj 1~
to sabemos por mucha experiencia que de ello tenemos.
Dicese que se confesahan tes viejos, y de los grandes pe<a
(los de la carne; de esto bien se ar~uye que aunque habian hc-
cho muchos pecados en tiempo de su juventud. no <e confesa-
han de ellos hasta la vejez por no se obligar a césar de pecar
antcs de la vejez, por ta opinion que ten!ân que el que tomahA
a reincidir en los pecados el que se confesaha una vez no tenia
remedio.
En to arriba dicho no hay poco fundamento para argüir que
cstos indios de esta Nueva Espana se tenian por obticados de
se confesar una vex en la .'ida. v este. u! /Mnt!f na~Mra/t. sin
haber tenido noticia de las cosas de la fé.
CAPITULO XIII.
30
Hos det a~ua que se llaman c.t'o/< o aves o cuatesquier otros
animatejos, y es~os cchàhantos en las hrasas de) ho~ar; y dès-
que ya estaban tustados connantos tes ninos y decian. come cosas
tostadas nuestro padre ci fue~o; y t!e~ada !a noche los vicjos
y vicjas t(xlos t)ch!an ~c/ que es vino de la tierra, y de! w//t
que hebian derramaban antes que t)€bicsen en cuatro partes dei
hf~ar de! ~f~t que hab!an de tjehcr: a esto decian que daban a
)~u'<tar at fuego aquella bebtda, honrândote como a dios en c'to,
<)up era como sacnftcio u ofrenda. Y de cuatro en cuatro ano-'
):ac!ase esta fiesta niuy so!eninc, y hacia areito el senor con tfxtf~
sus principales, detante de la casa o templo de este dios y en esta
ficstas de cuatrc en cuatro anos nu sotamente los viejos y vieja-
ttcbtan vino, o /cr< pcro to<!os. moxos y moxas. niïm-. y nif);~
tu t)eb!an; por eso se llamaha esta fiesta ~<7/o~o< que quierc
decir fiesta donde tes ninos y ninas bcben c! vino o /'«/fr< y
daban padrinos y madrinas a los ninos
y huscabansetos sus p~-
<!re~ y madres, y les daban at~unos dones. Estos padrinos y
madrinas Hevahan a cuestas a tes ninos y ninas que cran su-
abi jades, at tcmp!o de este dios de! fue~o, (al cual) también
'-) Uamaban /.<'co~o«Af/tn.t){. delante de é!, agnjeraban !a'
orejas a todos los ninos y ninas: sena!àbantos de esta senal en
presencia de sus
padrinos y madrinas que les Hamaban twton~a't
N!on. Hecho esto comian todos juntos padres y madre~.
padrinos y madrinas, ninos y ninas.
La ima~cn de este dios se pintaha (como) un hombre dc"
nudo, el cu~t ténia la harha tenida con la rcsina
<{ue es ttamad t
que es ne~ra, y un bart~ote de pie<tra cotorada en et a~u-
jcro de ta ~arba; tenia en la cabexa una corona de papet pin
tado de d! ers(~s colores y de divcrsas tatx~rcs; en to atto d<.
la corona ~nia unos penacttos de plumas verdes. a manera de
Ilamas de uc~o; tema unas bortas de pluma hacia los lado".
como pend entes hacia las orejas; tenia unas orejera~ en to~
a~ujeros dt las orejas, tat)radas de turquesas. de tab~)r mosaica;
tenia a cuestas un pttnnajc becbo a manera de una cabeza de
un draKon, tabrado de plumas amarittas, con unos caracotitos
3'
mariscos; teniaunos cascabeles atados a tas gargantas de los
pies; tenia en
la man) izquierda una rodela con cinco pic-
dras verdes que se !!aman f/r/tt~Mt~ puestas a mancra (de)
cruz sobre una chapa de oro, (que) casi cubria toda la rodela.
En la mano derecha tenia una manera de cetro, que era una
chapa de oro redonda Rgujerada por et y sobre
medio,ella un
rcmatc de dos globos, uno mayor y otro con una pluma
menor,
sobre c! menor; ttamaban a este cetro ~ac/«<~OMt, que quicrc
decir miradero, o mirador, porque con et ocultaba la cara y
m!raha por c! a~ttjero de cnmcdio de ta chapa de oro.
CAPITULO Xt\
3~
prometimientos para que se aplacase y cesase
afligir de con
aquettas enfermedades. Cuando llegaba esta fiesta de este dios
que se Marnaba ~oc/M//<M!< que quiere decir la fiesta de las f)o-
res, como dicho es, ayunaban todos cuatro dias; algunos no co-
m{an chilli o o.n y comian sotamente at medio dia, y a la m<
dia noche bebian una mazamorra ( t ) que se !tamaba <~o<;MtV~a-
tolli, que quiere decir mazamorra pintada con una
puesta flor
encima, en el medio, Uamàbase este
ayuno el ayuno de las flores.
También los que ayunaban sin
dejar et chilli ni otras cosas
sabrosas que suelen corner, comian una vez sola al medtod!a.
Otros ayunaban comiendo panesàcimos esto es, que el maiz
de que se hacia el pan que comian no se cocia con cal, antes
de molerlo, que esto es como hormentar, (2) sino molian et
tnafz seco y de aquella harina hacian pan y cocianlo en el co-
ma!, y no comian chilli ni otra cosa con clio; no comian ma~
que una vez a medtodfa.
Llegado el quinto dia era la f iesta de este dios. En e>ta
fiesta uno se componia con los atavios de este dios, como si
fuera su ima~en n persona, que significaba al mismo dios; cf<n
éste hacian areito con cantares, y con teponaztli y atambor (y)
llegando al mediodia de esta fiesta, descabezaban muchas codor-
nices derramando la sandre delante de este dios y de su ima-
gen; otros sangràbanse de tas orejas delante de él; otros tras-
pasahan las ten~uas con una punta de ma~ey, y por aquel a~tt-
jero pasahan muchas mimbres detpadas derramando sangre:
también le hacian otras ofrcndas en su tcmpto. Hac!an tam-
t)!en una ceremonia. que hacian rinco tamales (que) son com<'
panes redondos hechns de maiz, ni bien rottizns ni bien rcdon
de
dus, que se ttnmaban pan de ayuno eran grandes; encima
aetar su sentido;
crctar ~mtido; parece go rcfiere
parcce que fo refiere a tas
las muchas
muchaji formas
pero de aitilli,
<«/ d/<
<11,,1/,
o atole. simple o con fruta< o cacao, que en buen numéro se toman aun en
Mexico.
(.!).-Horll\('nto, 10 mi.nu, quc inl11\'lItll Il Ina.!llIa.
~h".Ún
33
los cuates una saeta
iba hincada que ttamaban .t'M<<W! esta
era ofrenda (!e todo el ~uebto. Los particulares que querian
ofrecian en un pta~) de madera cinco tamates pet}uenos, a la
manera de los arriba dic~s que dijimos ser grandes, con
f/tt~o~t en otro vaso; ut'jtcian asi mismo dos pasteles que
ttaman ~oo~t, en lugar de tilli, gon~ negra, que otros ofrecian.
en unos platos de madera y el uno de estos pastele jos era negro
y et otro bermejo.
La otra gente ofrecia diversas cosas: unos ofrecian maiz
tostado, otros maiz tostado revuelto con miel y con harina de
semiHa de btedos (i) otros Lxho de pan una mancra de rayo,
como cuando cae del cielo, qu Haman .roMCCMtMt; otros ofrecian
pan hecho a manera de mariposa: otros ofrecian panes àchnos
que ellos llamaban To~a.fco~M, otros ofrecian unas tortas he-
chas de semillas de btedos; otros ofrecian unas tortas hechas
a manera de rodela, de la misma semilla; otros hacian saetas,
otros espadas, hechas de la masa de esta misma semilla; otros
ofrec!an munecas, hechas de la misma masa.
En esta misma fiesta todos los principales y c<F/~t.t'~M<' de
la comarca de México. que lindaban con los pueblos de guc-
rra, traian a México los cautivos que tenian, o comprados o
que por si mismos los habian cautivado, y entregàbantos a los
ra~t~Mc, para que los guardasen para el tiempo en que fuesc
menester ser sacrificados delante de los idolos; y si atguno de
estos esclaves se huia entretanto que ite~aba el tiempo de su sa-
crificio, el mismo ca~t.~Mt que !o tenia a cargo cra obtigado a
comprar otro y ponertc en cl lugar det que habia huido.
La imagen de este dios era como un hombrc dcsnudu que est a
tlesollado, o tenido de bermetton, y tenia la boca y la harba tc-
fiida de blanco y negro y azut cïaro; la cara tcnida de t)ermejo;
ténia una corona teiiida de verde claro, con unos penachos de!
mismo color; ten unas bortas que colgaban de ta corona hacia
las espaldas; teni; a cuestas una divisa o ptumaje, que era co-
mo nna bandera que esta hincada en un cerro, y en !o alto te-
~).–Huauht)i.
34
nia unos penachos verdes; tenia cenida por el medio det cucr-
po una manta bermeja, que colgaba hasta los muslos; esta man-
ta tenia una franja de que colgaban unos caracolitos maris-
cos tenia en los pies unas cotaras o sandalias, muy curiosamen-
te hechas: eo la mano izquierda tenia una rodela, la cual era
blanca, y en el medio tenia cuatro piedras puestas de dos en dos
juntas; tenia un cetro hecho a manera de corazôn, que en to
alto tenia unos penachos verdes y de lo tMtjo cot~aban también
otros penachos verdes y amariltos.
CAPITULO XV.
35
bebida, que no la podian tra~ar. y yend« y andando tropeza-
han y caian muchas vec's.
Y cuando hacian ftc.ta a c~c <Hus. ')uc cra de noche, co-
mutgaban con su cuerpo y para esta comunion h's principales
y ~fo~t.r~M~ y los que tenian cargo de los barrios, hacian de
tnasa una figura de un hueso ~rueso, redondo y tar~o conto un
codo, y llamâbanle et hueso de este dios: y antcs que comulga-
sen cotiiian y bebian ~M~ rc; despues de ttaber conudo y bebi-
do, en amaneciendo, a! que era la ima~cn de este dios pun-
zabanle en la barriga como ccn atf itères o cnn cnsa semejantc,
y tasiimàbante. Hecho esto, rtpart!an aquetta ft~ura de huc-
so que habian hecho de masa que se llama /.?ca<«, y dtvidîanta
entre s!, y comian cada uno !o que !e cabia.
Y todos estos que aqui comulgaban se tenia por dicho y
entendido, que el ano qr venia en esta fiesta, habian de con-
tribuir para hacer la fiesta de este dios proveyendo todo !o nc-
cesario que se habia de ~star en ella.
La imagen de este dios era como un hombre que esta scn-
tado sobre un haz de juncias: tenia la cara manchada de ne-
~ro y blanco; tenia una corona de papel apretada a la frente
con una venda larga y ancha. de dhersns colores, la cual es-
taba anudada hacia el co!odr:Uo con nna lazada que parecian
borlas; tenia revuelto a la corona unas cuentas de chalchihuites;
tenia puesta una manta a manera de red con que estaba cu-
bierto, la cuat tenia una franja ancha donde cstaban sembra-
das unas flores tejidas en la misma franja; tenia una rodeta
junto a si, de la cuat colgaban unas borlas anchas por la parte
de abajo; tenia en la mano derecha un cctro dondc estaba una
medalla redonda agujerada a manera de ctaraboya; estaba asen-
tada de canto sobre una empunadura redon(ta, y en !o alto tc-
nia unchapitel piramidal; a este cetro Hamaban //<!c/n'c~oH<, que
quiere decir miradero, porque encubria la cara con la medalla
y miraba por la ciaraboya.
36
CAPITULO XVI.
y con voces muy sonoras los loores de a()uct (tins a quien îes-
tejat)an. y to mismo usan ahora. aunque enderezadn de otra ma-
nera: enderezan los menées con tenencias y atavios conforme
a to que cantan, porque usan di\'er<)simns menées y <ti\ersisi-
mos tonos en et cantar: pero totto mny agraciado. y aun muy
mistic". t'~s p) tx)s<)uc de ta idutatria que no esta tat.nt~
37
Llegada como esta dicho la imagen de este dios a la casa
de! que la festejaba, !o primero que hacian era corner y beber.
después de to cual comcnzatan la danza y cantar de! dios a quien
festejaban. Después que este dios habia bailado con los otros
gran rato, entraba dentro de casa a la bodega donde estaba
el pulcre o vino que ellos usaban, en muchas tinajas, todas
tapadas con tablas o comales embarrados, las cuales habia cua-
tro dias que estaban tapadas. Este dios abria una o muchas, y
a este abrimiento llamaban tlayacaxapotla, que quiere decir es-
to abrimiento primero o vino nuevo; hecho este abrimiento, él
y los que iban con él bebian de aquel vino y salianse fuera, al
39
de una borla amarilla. Colgaban de esta corona unas borlas
targas, hacia las espaldas; t~!a una estola verde cruzada, a
manera de las que se ponen los sacerdotes cuando dicen mi-
sa ténia cenidos unes papeles verdes que le colgaban hasta
las rodillas; ténia unas o sandalias
cotaras blancas; tenia en la
mano izquierda una rodela tenida de colorado, y en el mcdio
de este campo una flor blanca con cuatro hojas a manera de
cruz, y de los espacios de las hojas salian cuatro puntos que
cran también hojas de la misma flor; tenia un cetro en la ma-
no derecha como un caliz, y de !o alto de él salia como un cas-
quillo de saetas.
CAPITULO XVIII.
40
dos, y personas belicosas y esforzadas que no tcnian en nada
la muerte osados, atrevidos que de su voluntad salian a comha-
tirse con los otros. AUi los unos con tos otros se ejercitaban
en el ejercicio de la guerra; perseguian los unos a los otros has-
ta su puesto, y de alli volv ian huyendo hasta su propio pues-
to acabado este juego aquéttos que ttevaban vestidos los pelle-
jos de los hombres, que cran de la parte de este dios ro<M,
ibanse por todo el pueblo, y etttraban en tas casas, demandan-
do que tes diesen alguna limosna por amor de aquel dios. En
las casas donde entraban los hacian sentar sobre unos hace-
cillos de hojas de tzapotes y echàbantos al cuello unos sarta-
tes de mazorcas de maiz, y otros sartales de flores, que iban
desde el cueUo hacia los sobacos, y tes ponian guimaldas y
les daban a beber ~M~ïf, que es su vino.
Si algunas mujeres enfermaban de estas enfermedades di-
chas arriba, en esta fiesta de este dios ofrecian sus ofrendas,
segun que haMan votado.
I~a imagen de este dios es a manera de un hombre desnu-
do que tiene et un lado tefiido de amarillo, y el otro de leo-
nado tiene la cara labrada de ambas partes a manera de una
tira angosta que cae desde la frente hasta la quijada; en la
cabexa, a manera de un capillo de diversos colores, con unas
borlas que cuelgan hacia las espaldas; tiene vestido un cuero de
ttombre; tiene los cabellos trenzados en dos partes y unas ore-
jeras de oro; esta cenido con unas faldetas verdes. que le !te-
~an hasta las rodittas, con unos caracolillos pendientes: tie-
ne unas cotaras o sandalias; y una rodela de color amarillo,
con titi remate de colorado todo alrededor; tiene un cetro con
ambas manos, a manera de la copa de la adormidera donde
tiene la semilla, con un casqui!to de sacta cncima. empinado.
4'
CAP1FULO XIX.
prando en una
parte y vendiendo en otra !o que hahiancom-
42
««!as las tierras
–aunquc s<an las tierras de enemi~os– y
muy astntos {tara tratar con t<~s extraf"'s, ai aprendicndo %us
lenguas como tratando con ett<~s con tx'nev'~encia. para atra-
erlos a sn famitiaridad
E~tos dcscuhren donde
hay las ptuma- preciosa' v tas pic-
dras preciosas y c! ore. y las cf<mpra)) )as lIevan a .'cnd<f
(tonde satten que han de valer tnuch' también cstos d<ct!
hren donde hay pellejos de animales exqutsit~s y preci~sos, y
los venden a donde valen mucho. 1 ratan también en vas~s
preciosos, hechos de diversas maneras y pintados con dner-
sas fieras, se~ùn que en diversas tierras se usan, unos con ta-
paderos hechos de conchas de
tortuRas y cucharas de !o mism<)
para revolver el cacao; otros con tapaderos muy pintados de di-
versos cotores, y figuras hechas a manera de una hoja de un
arho!. y otros pa!os preciosos para revJver el cacao
Si han de entrar en tierra de ~uerr~
primero aprenden el
lenguaje de aquella Rente, y toman el traje
de ella, para que nr)
parexca que son extranjcros sino que sf<n naturales.
Acontecia muchas veces que los enemigos los conocian y
los prendian y nMtaban: y si une. o dos o mas se podian esca-
par iban a dar mandado al senor principat de la tierra, como .~r.-
~<'Cf«row<a, u otros sus anteccsores, y ttevahan at~inas (!e aque-
ttas riquezas que habia en aquella tierra y prcsentàbantas al ~enor
y le contaban to que habian pasado y le daban la retaci''<n de la
tierra que habian visto. Et senor, en remuncracion de sm tra~-
jos para que fuese honrado en et pnehto y ~nido por va!ier)te. pt~-
niale un barbote de àmbar, que es una piedra tar~a atiiarilla,
transparente, que cuetRa det bexo bajo a~ujerado, en sénat que
era valiente y era noble, y esto se tenia en mucho.
Estos mercaderes partianse de sus parientes con grandes
rerenM'nias. seRun sus ritos antiques, cuande iban a tnerca-
dear a tierras extranas, y estahan pot allà muchos anos, y cttan-
do votvian a sus tierras venian car~ados de muchas riquezas;
y para hacer demostraciun de to que traian, y dar retacion de
las tierras por donde habian andade y de las cosas que ha-
43
bian visto, convidaban a todos mercaderes, tos en especial a
los principales de ellos y a los sonores det pueblo, y les hacian
gran convite. A este convite ttamàbante lavatorio de pies, y
los convidados reverenciaban grandemente al bacu!o con que
habian ido y vuelto; tenian que cra imagen de aquet dios y
que le habia dado favor pira ir y volver y andar los cMni-
nos que anduvo. Para esta hacer
honra at bàcu!o se ponîan
en una de las casas de oracion que tenian en los barrios que
ellos Ilamaban calpulli, que quiere decir iglesia del barrio o pa-
rroquia. En este co/~M~t donde se contaba este mercader po-
ntan el bàcu!o en lugar venerable, y cuando daban comida a
los convidados, primeramente ponian comida y Stores y acayietl,
etc., delante det bàcuto; y fuera det convite todas tas veces
que conna este mercader ofrecia primeramente comida y las
demâs cosas al bàcu!o, que le tenia en su oratorio, dentro de
su casa.
Estos mercaderes después que venian prospères de las tie-
rras donde habian andado, como tenian caudal compraban es-
clavos y esclavas para ofrecerlos a su dios, en su fiesta, el cual
principalmente era yM<'<c«//<, y este tenia cinco hermanos
y una hermana, y a todos los tenian por dioses, y como se in-
clinaba su devociôn sacrificaban esclavos a cada uno de ellos.
en su
fiesta, o a todos juntos, o a la hermana; el uno de los
hermanos se Ilamaba C/!tcou</M<d/tMt~. et otro A'otMocM<7 c! otro
.Vdc.n/ el otro CocAtM<~< et otro oftï/?<K«!t. la hermana se
ttamaba CAo/MtfCCftAMo~. A
atguno de ellos
éstos ofre- o
cian un esclavo, o mas, sacrificàndotos en su presencia, vestidos
con los ornamentos de aquél dios, como si fuese su imagen.
Habia una feria ordinaria donde se \endian y compraban
esclaves, hombres y mujeres, en un puebto que se llama Azra-
potzalco que es dos leguas de México.
A)H los iban a escoger entre mucttos, y los que comprahan
miraban muy bien que el esclavo o csctava no tuviese alguna
enfennedad o featdad en el cuert~o. A estos esctavos, hom-
bres y mujeres, después que los comprah.m criaban!os en mucho
44
regalo vcsHantos bien; dibantos a comer
y muy y beber abun-
dantementc banàttantus en a~ua de mancra
ra!icn(e. que los
cn~ordaban tos hah!an de cerner
forque y ofrecer a su dios;
también los cf;ocijaban haciendotes cant~r a las ve-
y t~aitar,
fes sobre la .tzotea de sus casas, o en la plaza; cantaban todos
los cantares que sab!an, hasta se hartaban de
que cantar, y no
estimaban ert nada la muerte que les cstaba Mata-
aparejada.
ban estos esclavos en la fiesta que se Hama ~cH~sa/t~ y
todo el tterrroo antes de !te~ar a aquella fiesta, !os regalaban
como esta < cho; y si entre estos esc!a\os habia a!gùn hum-
bre que parecia de buen juicio y que era diligente para ser-
vir y sabia bien cantar, o alguna mujer que era dispuesta y sa-
bia bien hacer de corner y de beber, y tabrar y tejer, a éstos ta-
les los principates los compraban para servirse de ellos en sus
casa y los escapaban del sacrificio.
La imagen de este dios se pintaba como un indio que i!~
camino, con su baculo, y la cara tenta manchada de blanco nc-
en
to: cabellos Hevaba atadas dos !x)r!as de ptumas ri-
gro
cas que se Hamaban ~Mf~oMt. iban atadas en los cabellos de!
medio de cabeza. recogidos como una ~a\'i!ta de todo to al-
to de la ca!)eza; tiene unas orejeras de oro; esta cuhierto ron
una manta ~zu!, y sobre el azul una red negra de manera que
el azul se parece por las mallas de la red; tenta una flocadu-
ra esta manta por todas las ort!!as, en la cuat estaban teji<!as
unas flores; tenia en la garganta de tos pies unas como <a!-
xue!as de cuero amarillo, de las cuates cotgaban unos carac~H-
tos marisco~. Tenia en tos pics unas cotaras nmy curiosas y
labradas; tema una rodela tcnida de amarillo con una mancha
en et medio, te axu! claro, que no ticnc ninj~uns lalx)r. Tenia en
la tnano derecha su bàcutu cun <)t)c \an can)in<
45
CAPÏTULO XX.
Este dios
A~o~o~cM~t t ra et dios de los que haccn esteras
de juncias, y es une de. los que tiaman T'/a/o~MM, dicen que es-
te es el que invente e! arte de hacer esteras, y por eso !o
adoran por dios los de este oficio, que hacen esteras que !ta-
man petates, y hacen sentaderos que !!aman tc~M, y hacen ca-
nizos de juncias que t!aman /<7fç«f.v~<, decian que por la vir-
tud de este dios nacian y se criaban las juncias y juncos, y ca-
nas con que ettos hacen su oficio, y porque tenian que este
dios produoa también las ttuvias, hacianle fiesta donde le re-
verenciaban y adoraban y le demandaban que diese las cosas
46
agradecido, y gastaba todo c<~tt« tenia
y decia: no se me da
nada de no quedar con na<b con tal que sea ~ni dios servi-
do de esta fiesta, y si me quisiere dar <nàs o dejarme sin na-
da, hàgase como et qut~<ore Dicho es:o cubria con una man-
ta blanca al que iba po~ itna~cn de fste <L'os, y asi se iba para
su templo con tes que habfan vet~drt cf~t él. !<t<) él, ccmia))
el que hacia convite y los parientes.
Estos oficiales de hacer pétâtes y otras cosas de junf~ t!
n!an cuidado de atav!ar y componer, y barrer, y limpiar y scn)-
brar juncia en et templo de este dios. Tenian asiniismn <w-
dado de poner petates y asentaderos de junctA, <;fc Uaman tf-
~o/M, y que hubiese alli toda limpieza y todo at~t~o, de mane-
ra que ni una paja, ni otra cosa estuviese caidu et~ el tcm-
pto.
T~imagen de este dios es como un hombre que <Mttà tenido
de ne~ro todo, asi' el cucrpo como la cara, satvo qtte la cara
tiene unas pecas htancas entre to negro; tiene una Corona de
))ape! pintada de blanco y negro; tiene unas borlas que cuel-
fian de la corona sobre las espaldas, y de las mismas borlas
sale un penacho hacia el colodrillo, que tiene tres plumas ver-
dés; tiene cenidas unas faldetas que le ttegan hasta la rodi-
lia, con unos caracolitos mariscos y pintadas de blanco y nc-
Rro; tiene tas cotaras btancas, y en la mano izquierda, tiene
una rodela a manera de ninfa. que es una yerba de a~ua. an-
cha como un ptato grande y en la mano derecha tiene un ttacu-
to ftorido; tas flores son de papct; tiene un banda a mancra
de estola, desde el hnmbro <tcrcc!x~ cruzada por el s~t'ac'~ )7-
quicrdo, pintada de unas flores ne~ras sobre btanco.
47
CAPITULO XXI.
ft).–E) t/tari)n)at).
(2).–K) Rico de Orizaba.
48
habia hecho voto. Los que las
hacian dientes de
ponianlei
pepitas de calabaza, y las ponian en lugar de ojos unos fri-
jotes negros que son tan grandes como habas. aunque no de
la misma hechura, y ttâmantos ayocotli; en los demâs atavios
pomansetos segùn la imagen con que los imaginan nt1
y pintan,
clios del viento, como Qnc~a/rJo~; al como a la diosa
agua,
dei agua; a la ttuvia como al dios de la Huvia, y a tes otros mon-
tes scgun las imâgenes con que los pintan.
Después de hechas estas imâgenes ofrecianles papel <!c to
flue ellos hacian, y era que un pliego de papel le echaban mu-
chas gotas de la goma que se nama ulli, derretido; hecho es-
to colgaban a! cuello de la imagen el papel, de manera que le
cubria desde los pechos abajo, y con el remate de abajo ar-
paban el papel también ponian estos mismos papeles goteados
con ulli, y colgados de unos cordeles delante de las mismas imâ-
genes, de manera que los papeles estabar asidos los unos de
los otros, y meneàbatos el aire porque estaban los cordeles en
que estaban los papeles colgados atados a las puntas de unos
varates, o bâcutos, que estaban hincados en el suelo y de la
una punta det uno a ta det otro estaba atado el cordet o tMfM~
Ofrecian asimismo a estas imâgenes vino, u octli o pulcre.
49
quinto dia (pasaban) aqu':tta noche vetand". cantando
y baitando
a honra de aquettas imà~enes, y de los clioses que representa-
ban, y aquetta noche ofrccian cuatro veces tamates, que son co-
mo unos pastetejos redondos hechos de maiz, a los que canta-
ban y t)aitaban, que eran tos sàtrapas que habian hecho estas
imà~enes, y otros convidados para esta fiesta. A todos daban
comida cuatro veces en aquella noche. y todas cuatro veces to-
caban instrumentos musicates, los que ellos usaban. fjue eran
sitbos que hacen metiendo el dedo menique en la boca y tocan-
do caracoles y ftautas de las que ellos usaban. Esto hacian
unos mozos juglares que usaban de hacer esta mùsica, y tam-
bién a estos les daban comida.
Esto se hacia cuatro veces en esta noche; en amaneciendo
los sàtrapas descabezaban imàgenes que habian hecho
aquettas
de masa; las descabezaban torciéndoles las cabezas, y tomaban
toda aquella masa y ttevabanta a la casa donde estaban todos
juntos los sàtrapas, que se llamaba Co/ntffoc; y aquéllos por
cuyo voto se habian hecho aquettas imàRenes, entràbanse luego
donde estaban sus convidados: estahan con ellos todo aquel dia,
y a la tarde, de par de noche, beb!an todos los viejos v viejas
vino que ttaman ~M~rf, u octli, por que estos tenian licencia
de beber este vino, y después que va estaban medio tx~rrachos,
o det todo, se iban para sus casas. Unos de ellos ihan Ilorando,
otros iban haciendo fieros como vatientes y haitando. y pom-
peàndose; otros iban rincndo unus con otros.
Los que hacian esta fiesta con\idaban y apercibian para
ella a los taberneros que hacian el ~</fr< y exttortàbantos para
que hiciesen buen vino, y los taberneros procuraban de hacer
bien su vino, y para esto se abstenian cuatro dias de ttegar a
mujer nin~una, por que tenian que si tte~asen a mujer aque-
t)os dias el vino que hiciesen se hahia de acedar y cstra~ar;
ahstenianse asimismoaquellos dias de tu ~r et ~M/frf, ni la
miel de que se hace. ni aun mojando et dedo en ella to tte~a-
han a la boca hasta en tanto que et cuarto dia se encetase
con la cercmonia que arriba se dijo. Tenian por aguero, que
50
si alguno beMa et vino, aunque fuesc muy poco, antes que se
tticiese la ceremon!a del abrimiento de las tinajas como arri-
ba se dijo, que se le hab!a de torcer la boca hacia un lado,
en pena de su pecado. Decian también que si at~uno sc le
sccaba la mano o el pie, o se le acucharaba la manu o el pic:
u le tembtatM la cara, la tx)ca o los labios, o si entraba en él
atgûn demonio, todo esto decian que acontecia por que estes
dioses de que aqui se trata se habian enojado contra él.
Después de acabada la fiesta. otro dia tue~o de manana c!
que habia hecho la fiesta juntaba a sus parientes y a sus ami-
~os, y a los de su barrio, con todos los de su casa, y acat)aban
de comer y t)eber todo to que habia sobrado de la fiesta; a
esto Ilamaban apcoalo, que quiere decir anadidura a to que cs-
taba cornido y bebido; ninguna cosa quedaba de corner, ni de
tteber para otro dia. Decian que los ~otosos haciendo esta
fiesta sanaban de la {~ota, o de cualquiera de las enfermedades
')ue arriba se dijeron, y los que habian escapado de atgùn pc-
ti~ro de agua con hacer esta fiesta cumplian con su voto. Aca-
bada toda la fiesta los papeles y aderezos con que habian ador-
nado estas imâgenes. y todas las vasijas que habian sido me-
nester para el convite, tomàbanto tudo y ttevàbanto a un su-
midero que esta en la ta~na de México, que se llama Po;
//an, y alli !o arroiaban todo.
( APtTUI.O XXI!
5'
matan a otros estando bor radios; y todos estos efectos los atn-
buian al dios del vino y a! vino, y no al borracho y mas tenian
que et que decia mat de este vino o murmuraba de él, te habia
de acontecer atgùn desastre: to mismo de
cualquiera horracho,
que si alguno murmuraba de
él o te afrentaba, aunque dijese o
hiciese mit bellaquerias, decian que habian de ser ))or cllo casti-
~ados, porque decian que aquello no !o hacia et, sino el dios, o
por mejor decir el diablo que estaba en él, que era este T~s'ca~-
~!Mf< o alguno de los otros. Este T~a~Mfo~ era oriente o
hermano de los otros dioses del vino, los cuates se Uamaban, uno
F<a«A~co~. otro ~«~A<M. otro 7'~7Aoo, otro PoM~ro~, otro
)'~Mt<~f< otro 7~p/~co/ otro ~'o/'M~/of. otro T'/o/~cotooo,
otro OM~<A//<. otro 7'<ff<T/ otro CAf/wo~<tn~c<t/ otro
C<~Ao<t/~u<co~.
De to arriba dicho se colige clarameilte que no tenian por
pecado aquello que hac!an estando borrachos, aunque fnesen
~ravisimos pecados; y aun se conjetura con harto fundamento que
se cmttorrachaban por hacer to (lue tenian en su votnntad. y
que no les fuese imputado a culpa y se satiescn con etto sin cas-
ti);o: y aun ahora en el cristianismo hay algunos o mucttos que
se excusan de sus pecados con decir que estaban borrachos cuan-
<to los hicieron, y esto con pensar que la opinion erronea que te-
n!an de antes corre tantbién en et cristianismo, en to cual estàn
muy en~anados y es menester avisarlos de ello, asi en la confc-
sion como fuera de ctta.
5~
COMTRNZA EL APENDICE DEL PRIMERO ÏJBRO, EN
QUE SE CONFUTA LA IDOLATRIA ARRÏBA
PUESTA POR EL TEXTO DE LA SAGRA-
DA ESCRITURA. Y DECLARA EL
AUTOR SUFICIENTEMENTE
EL DICHO TEXTO EN
LENGUA VULGAR.
P 7? 0 A 0 C 0.
que o~M< fjf/<ï escrito, <~<f son /'n/o&rd.< dr ~f.f, las CMo/< o.~ <'«-
via ~t«'~<ro r<*y y seitor que f.~o <'<t J~.t/'ana il :tfono ~<* dios.
~*OM<0 /~0</rf, que M~ ft /?~~MT, y <0 es ~rj que C.t r.~<'<«
de las «<aMO~ M diablo ft. que /!0&t~ :r'< /<0.~d 0/tor< Y tt-
yd~ a rcutar con <V<o.tcft t'/ <tt'
53
CApfïULO xm
ja. Porque los tales yerran tal vez buscando a Dios, y de-
seando hallarle.
/Por cuanto conversando entre sus obras, le buscan; y
pstan persuadidos, que son buenas !as cosas, que se ven.
8.-Mas ni aun a estos se les dehe perdonar.
<).–Porque si pudicron saher tanto. que pod!an hacer con-
cepto clel mundo: ~conK) con mayor facitidad no hallaron at
Sconr de él ?
to.–Pero malaventuraclos son, y entre )o<! rnuerto'! esta t.'
54
n.–Como s! atgûn obrero habit cortase del monte atgun
madero derecho, y con destreza le rayase toda la corteza,
empleando su arte, hiciese con csmcro un mucbtc ùtil para u'
de la vida.
i2.-Y gastasc los rcsiduos de aquctta obra en aparejar la
comida
ï3.–Y !o que sobra de este.
que para ningùn uso es ùtit,
un madero torcido y tteno de nudos, fuese a ratos desocupados
(!esbastando!o cuidadosamente, y con la pericia de su arte !c
diese figura, y to hiciese semejar a imagen de hombre,
ï4.–0 que se pareciese a alguno de los animales, dândole
de bermellôn, y poniéndolo de color encarnado postizo, v ta-
pando todas las manchas, que hay en él:
55
CA!~T!'Ln X!V
("Md« !UM<J ~d el <'M//<' </<*los )(/0/(!~ /<) ~<'M««'.t/r<t «)M t'/ f/~W/f
t/('/<fn<<'<yt!M/<< ~'t'~<vfn7/<'<<)~'<;<'n~<).<«y<
56
~3–Porquc ni los habia al principio, ni seran si~~Tnpre
pan
t4–or cuanto la vanidad de los homhrt-. )'~ ha intr~
ducido en e! mundo; y por esto es t~ttado en bre'.e ~u tin
!$.–Pues penetrado un padre de amargo doter, hizo la ima-
gcn de) hijo, que le fuc arrchatado pronto; y a atluel que enfon-
ces habia nutertn con)u hf)mhrc, comit-nxa!c :t ad~rar ah~ra c~nv~
a dios, y le establece entre sus sier\os ccrcm~nias sacrificios.
16.–Después con el andar de! tiempo, tomando cuerpo la
inicua costumbre, este error fué observado como iey. y j~r ntan-
dato de los tiranos eran adorados los simutacros
17.–Y a aquellos, a quienes tos hombres no podian honrar
en presencia, por estar ausentes, haciendo traer de lejos la fi-
gura de ellos, hicieron ntanif testa la imagen de! rey, a quien
querian honrar: para con su soticitud dar culto a aquel, que
estaba ausentc, como si estuviera presente.
18.–A los ignorantes también los )!e\o a! culto de ellos
la extremada industria de! artifice.
57
no, corrupciun e infidelidad. turbulencia y perjurio, tumutto de
los buenos
26.–Otvido de Dios, contaminacion de tas atmas, tmeque
de nacimicnto, inconstancia <tc matrimonios, des<'rdencs de adu!-
tcrio y de impurexa.
~Porque et abt'nnnahtc culto (!c los idolos. es la causa,
y el principio, y fin de todo mal.
28.-Porque o mientras se a!egran, se enfurecen: o bien
vaticinan falsedades, o viven sin justicia, o perjuran pronta-
mente.
29.-Porque confiando en los Motos, que estàn sin alma,
jurande malamente esperan que no recihiràn dano.
30.-Mas por to uno y por to otro tendràn su merecido, por
cuanto sintieron mal de Dios, atendiendo a los idolos, y jura-
ron injustamente, menospreciando con dolo la justicia.
3!Porque no la virtud de aquellos por quien juraron, sino
la pena de los que pecan, es la que anda siempre en pos de ta
prevaricaciôn de los injustos.
CAPfTULO XV.
58
mata de los nombres, ni e! trabajo sin fruto de una pintura som-
59
para recibir el aire, ni oreja para o!r, ni dedos de manos pa-
ra tocar, y aun sus pies son perezosos para andar.
16.–Porque es hombre que los hizo: y el que recibiô el
CAPITULO XVI.
6o
5.-Porque cuando vino sobre ellos la cruel ira de tas bes-
tias, cran destruidos con mordeduras de culebras perversas.
6.–Mas tu ira no duro para siempre, sino que fueron tur-
hados por poco tiempo para correcciôn teniendo una seiial de
salud para tecuerdo det mandamiento de tu Icy.
7–Porque el que a ctta se volvia, no quedaba sano {x~r
aquello que veia, sino por ti, Salvador de todos.
8.–Y en esto mostraste a nuestros cnemigos, que ni cres
el que tibras de todo mat.
9.-Pues a aquellos los mataron tas mordeduras de tas lan-
gostas y moscas, y no se hattô sanidad para su alma porquc
cran dignos de ser asi exterminados.
10.–Mas a tus hijos ni los dientes de dragones veneno-
sos los venc!eron: porque sobrevtniendo tu misericordia los
sanaba.
!t.–Pues cran
probados en la memoria de tus préceptes,
y luego quedaban libres, para que no cayendo en un profundo
otvtdo. pudiesen sen~rsc de tu ayuda.
!2.–Por cuanto ni los sano yerha. ni cmplasto suave, sino
tu palabra, o Senor, que sana todas tas cosas.
6ï
imptos: a fin
que viéndoto c!bs nusnios, reconoc!cscn que por
juicio de Dios padecian ta penecucion.
!Q–Y en otro tiempo ardia de to<!as partes en el agua
et fuego sobre su virtud, para destruir )o nacido de una tierra
inicua.
20.–En lugar de )o cuat atunentastc a tu puebto con vianda
de Angetes, y les diste pan del ciclo aparejado sin tr~bajo. que
ténia en si toda la delicia, y la suavidad <!c t<M!o sat)or.
.jt.–Porquc tu substanc!a mostraba la dulzura, que tienes
para con tus hijos: y acotncxtàndosc a la voiuntad de cada uno,
se voh'ta en !o que cada uno queria.
2~Y la nieve y la helada sufr{an la fuerxa del
fuego. y
ne se derretian para que supiesen. que un fuego que ardia y
rchunbraba entre et granizo la Utnia dcstru!a los frutos de
)os enemi~os.
2~Y de nuevo este mismo aun de su virtud se oh'ido, pa-
ra que fuesen sustentados los justes
24.–Porquc la criatura sirv!érdote a t! su Hacedor, se
cnfurece para tormento contra los in justes: y se amansa pa-
ra hacer bien a favor de aquellos, que en ti confian.
25.–Y por esto transfigurada también entonces en todas las
cusas servia a tu gracia que todo !o nutre, a voltintad de aquc-
))os, que de t! la descahan.
26.–Para que supiesen tus hijo~. a quiencs antaste Scnor.
que ne los frutos naturaics aparientan a tos hombres. sino que
to pa)abra conserva a aquellos, que en tt creyeren.
2~Porquc !o fjuc c! fuc~o no podia destruir, catenta<
')c un pequcno rayo dcl s<jt, !ue~o se dcshaoa.
28.–Para que fucsc notorio a todos, que comicne adelan-
):trsc a! sol para tu !)cndici6n. y adorarte a! nacer de la luz.
2<).–Porquc la espcranxa de! ingrate se deshara corno la
he!ada de! inviemo, y se perdera comn a~ua inùti!.
62
CONFUTACION
63
OwA-o~ no es dios, /.t'/M~« no es dios, O~ocA/K, no es dios, Xi-
~c 7'd~c no es dios, Vto«!/<*tM~t no es dios, C/«coM~n<!AM< no
es dios, CAo~M<'t<ït'~Ma// no es diosa, .~f.t'(tMtMc«t~ no es dios,
.Vdc~~ no es dios, C'oc/n!«~ no es dios, Aïft~~Mooc no es dios,
A~o~a~M~ no es dios, 7~'c/~ott no son dioses, c! Sol, ni la
Luna, ni ta 7'tcrro, ni la .t~or. ni ninguno de todos los otros que
adorabais, no son dioses. todos son demonios: Asi to testifi-
ca la Sagrada Escritura dicicndo, owMM d</ </CM~M<tM <~woMto,
que quiere decir todos tos dioses de !os gentiles son demonios.
E.–)0h mal aventurados de aquéUos que adoraron y reve-
renciaron y honraron a tan ma!as criaturas, y tan enemigos de!
género humano como son' los diablos y sus imâgenes y por hon-
rarlos ofrecian su propia sangre y la de sus hijos, y los cora-
xones de los pr6jimos, y los demandaban con gran humildad
todas las cosas
necesarias, pensando fa!samente que ellos eran
poderosos para tes dar todos los bienes y librarlos de todos los
mates! Y para alcanzar esto hacian largas oraciones, y se afti-
gian con muchos ayunos y vigilias y hacian otras muchas as-
perexas en sus cuerpos, y tos ofrecian piedras preciosas y man-
tas ricas, y plumajes de gran valor, y flores y olores de mil
maneras. Adornaban, honraban y reverenciaban a sus morta-
les enemigos que no solamente no merecen honra ni reveren-
cia ninguna, pero merecen ser ahorrecidos. detestados y abomi-
nados por ser matditns y enemi~os de ni"s y de tfM!os los
hombres..
F.–{Oh, mucho mas matditos y mataventurados aquellos
<)nc después de ha!<pr o!dn !n palahra de Dios y la doctrina
<ristiana perseveran en la idotatria; y mucho mas di~os de
)!orar los que después de hauiixados y tiat)crsc convertido a Dios
tornan a hacer superticioncs, o a idolatrar! Todos los que tal
hacen son
hijos del diahlo y dignos de c''a" castigo en este
mundo, y en el otro de grande infierno.
G.-Esta fué la causa que todos vuestros antepasados tu-
vieron grandes trabajos, de continuas guerras, hambres y mor-
tandades, y a! fin cnvi6 Dios contra cttos a sus siervos los cri.
<4
tiano! que losdestruyeron a ellos y a tcdos sus dioses; y
algunos trabajos hay ahora, es 1 rque hay atgunos idolâtras
entre vosotros, porque aborrece Dios a los idolâtras sobre lo*
do género de pecadores, por scr c! pecado de la id~iatria e! ma-
yor de todos los pecados, y los idolâtras en el infiernu son ator-
mentados con
mayores tormentos (jue to<tos los otros pecadores
su ttoro y sus lastimcras palabras, sus lamentaciones y do!<-r
no remediable, en la Sagrada Escritura esta escrito.
A.–Dicen tos ntatavcnturados idolâtras: Z:~rotm!K.< t!t m'
Tcn~o~, etc. ~'o~tt~c 5. Ca~errado h~~ n~os en el cami-
no de la vcrdad, no nos atnmbro la luz de la icia, no nos na-
cio el soi de la inteligenda, nos fati~ô y nos <ans6 el mal ca-
tn!no de ta maldad y de la perdicion. Andu~ imos por camin~s
asperos y fra~osos, }qué nos aprovecho la soberbia y gloria de)
nmndo. que nos aprovecharon tas riquezas vanas! Todas aquc-
Has cosas como sombra pasaron, y romo un mensajero que va
de camino y con gran prisa, o como un navio que pasa con
~ran furia por La mar, (lue no deja senal alguna del camino;
como una ave que pasa votando por el aire con gran \e!oc)da<).
que jamàs se puede ver por donde paso como una saeta que
sale de la ballesta con gran impetu, y ttega a dondc la endc
reza el ballestero sin dejar rastro alguno de su pasada. De
esta manera nos acontecio a nosotros, nacidos, en brève tiem-
1. 1.
65
texto de la Sagrada Escritura arriba puesto; dice de ésta manera.
C.–0 quam bonus et ~M<tMJ est ~OtM~ spiritus /MM~ tM OMU!t-
&M~ etc., quiere decir oh se:ior Dios nuestro, cuàn bueno y suave
es el vuestro esp!ritu para con todos Y es como si dijese Oh
senor Dios nuestro! el vuestro omnipotente amor, que es el
vuestro divine esp!ritu, derrama su bondad y suavidad so-
bre todas las cosas
que criastes, dando a todas vuestras cria-
turas virtud de que et hombre se pueda aprovechar, y vos
mismo os comunicàis al hombre en diversas maneras, mostran-
do a vuestros siervos la vuestra benignidad; los dais lumbre
para que os conozcan y mandamientos para que os sirvan, pa-
ra que conociéndoos y sirviéndoos alcancen la inmortalidad; y
a los que de vuestros siervos os ofenden, no los condenàis tuc-
66
gucrras, y de encm!stadcs, causador de muchas mucrtes y alho-
rotos y desasosiegos. A este tan pésuno hombrc h&oan gran-
des fiestas vuestros antepasados cada ano; y en cada fiesta ma-
laban por su honra y de!ante de su imagen y en su capUta mu-
chos homhres, sacàndotcs los corax<~nes y ofreciendotos al mi'
nio //«t<:t~o~0t/<~<, derramandc dotante de et su sandre y co-
nxcndo !as carnes de
ettos, asi sacrificados. Estas s<~n cosas
tiorrendas, ahominahtes. crueles y muy ver~unxf~sa~.
F.–Tambien sat)emos por vuestra retacion que en toda'
estas tierras de esta Nue\a Espana, vuestros antepasados ado-
raban a un dios ttamado 7~<f0~t0 o 7t//f'<JMO<i, y por otr')
oombre itamado /aM/~ A~~< ) <t~ y p<~r otro nombre .Woy~-
<"vo A~on(!t<7/t: Este dio< dcctan scr csp!ritu, aire y ti-
))ieb!a; a este atribman c! rcgimiento de! cie)o y de la tierra, y
)c adoraban, reverenciaban y ofrecian como a hacedor y dador
ttc todas las cosas y de todos los bienes, y le rogaban por todas
:'us necesidades; a este hacian fiestas cada ano, y mataban a
su honra un niancebo cada ano en su fiesta, escogido entre mu-
chos, que ninguna tacha tuviese en su cuerpo, sabio en habtar.
en cantar y taner, criado por espacio de un ano en todas mane-
ras de deteites: matàbante en et mes Hamado ~~ra~, que csua
a veintitres d!as de abri t. En esta fiesta se hacia Rran solem-
nidad a honra de este dics. Este (!ios decian que perturbaba
t~'da pax y amistad, y sembraba enemistadcs y '«tics uurc
pucbios y rcyes: y n<' es )nara\i!)a que haga este en la ticrt ).
pues tambien to hixo en et cieto, cnnic esta cscrito en la Sa
~rada Escritura: /at/«<x f. /'r<<t/ut «;<)n<nt nt «'/< <f.î/
«f. 12.–Este es e! )na)\ado de I.ucifer, padrc de tuda mat<!
y mentira, ambiciosisuno y superbisituo, que cngano a \uc~
)ros antepasados.
G.–Tambien nos consta por vuestra propia retacion. que
\uestrus antepasados adoraron y tuvieron por dios a un di~
b)o que ellos Hamaban 77J/<'( o 77d/<~Mt' T'/aMtata~M!. A es
te diable con nutchos otros sus compancros Uantados T'/d/o~M:
a(ribu!a)t vuestros antepasados fa!samentc la !!u\ia, tes true-
<v
nos, rayos y granizo, y todas las cosas de manteniemiento que
se crian sobre la tierra, diciendo que este diattto, con los de-
mâs sus companeros, to criat)an y daban a los hombres para su:
tentar ta vida. A honra de este diabto
y sus companeros hacian
gran fiesta el primero di:L del ano. cada un ano. que era sc-
cundo dia de febrero. en et cuat dia mataban inumerabtcs ni-
nos sobre todos los montes cmincntes; esta horrcnda cruet-
dad hacian vuestros antepasados en~anados por los diat)tos, ene-
migos del ~énero t~nmano, y ttabicndose persuadido que cttos
los daban las ptuvias. C<~no soto Dios es el qu': da las plu-
vias y todo to que en la tierra se cria, como parece claro por
la Sagrada Escritura T~a~o t'oMjf ~Mït<M /OM~on&«~ jrMM, c/
/<'fra ~rwtna:'<< ~<'«<c<t .t«M)t < ~o~M.t or&or<f f<&t<M/Mf. –f-
Tt~ft, 26-, quiere decir: yo os daré pluvias en sus tiempos, y
la tierra por mi mandado cnj~endrara sus ycrbas y mantenimien-
tos y por mi mandado, los àrbotes se henchiran de frutos. Por
ignorar vuestros antepasados tas verdades de la Sagrada Es-
critura, se dejaron enRanar de diversos crrores de los demo-
nios nuestros enemigos.
A.–Dicc la Sagrada Escritura: 7~n««nt<'<!Mf n<un~<
/a~t'(/~t<.T et ~Mt'.t tMt~o~«cnn< –c~'f<t/t'<' !4–, que quiere de-
cir A tan gran locura y ceguedad vinieron los mataventurados
idolâtras, que et nombre que a soto Dios pcrtenece le aplicaron a
hombres y mujeres, y a los animales, y a los maderos y piedras.
Esta matdad y traioon hicieron vuestros antepasados, que cl
nombre maravittoso que es Dios, et cuat a sota la divinidad con-
vienc, le apticaron a cosas bajas c indi~nfsimas.
B.–Ltamaron dios a ()M<o/f<!o/ el cuat fué ttomt<re mor-
tal y corruptible, que aunque tuvo alguna apariencia de vir-
hx), se~n ellos
dijeron, pero fué j~ran n'~romàntico. ami~o de
tes diahlos y por tanto amigo y muy famitiar de ellos, di~no de
~ran confusion y de eterno tormento y no de que le festcjascn
como a dios, y le adorasen como a tal; erraron ~randemente
vuestros antepasados en la adoracion de este pobre ttomhre mor-
tal y corruptible, y dijeron de él mucbas y muy grandes mcnti-
68
ras, como en su historia esta
claro; to que dijeron vuestros an-
tcpasados que ~M~~o~-oo~ fué a 7a~a//on y que ha de volver,
y lo esperéis, es mentira, que sahemos que murio, su cuerpo esta
hccho tierra v a su anima nuestro scnor Dios la ccho en los
inficmos; a!!â esta en perpetuos tormentos.
C.-Erraron asimismo en la adoracion de un demonio que
pintaban como mujer, a! cual liamaron Ct/<Mo<'oo/ cuando apa-
recia, aparecia en forma de mujer del palacio; espantaba, asom-
braba y voceaba de noche y, segûn la retacion de vuestros an-
tepasados, este demonio daba pobreza y trabajos, Uoros y afhc-
ciones y hacianle fiesta y sacrificios y dàbante ofrendas por-
que no los ofendiese. Esta fué una gran locura, que hacian por-
que ignoraban que s6!o Dios puede librar de todo mal, y que
el demonio no
puede empecer a quien Dios guarda. Asi esta
escrito en los divinos libros ~MOMtow <HM«' speratit liberado
CMMt, ~fO~~OW eum ÇMOMMH<t cognobit MOMt~M tM~MW, C/a'M<m/
ad ««' et ego f~OM~MW cum, cum ipso .tMMt tM~n&M~Ott~Mf, fn-
~tOMt eum, <*< glorificab cum, –P.M/. 90.- quiere dccir: dicc
Dios: aquél que espera en mi yo le Hbrare, ampararle he porquc
conocio mi nombre, Hamarme ha, y yo le oiré, estaré con él en
la tributacion. defenderle he y ~ftorificarte he. En éstas divi-
nas palabras esta muy bien claro que soto Dios defiende y am-
para y consuela en las tributacioncs, a los que creen en él y
que esperan en él, y que soto él dehe ser ttamado para que nos
socorra en nuestras necesidades y, no otro, porque no hay otro
Dios alguno sino soto él.
D.-En muchas otras cosas los diab!os en~anaron a vues-
tros antepasados y t)urtaron de ellos, haciéndoles creer que al-
t~tnas mujcrcs cran diosas y por tales las adorat)an y reveren-
ciaban, como es una de ellas ( /«<~««'<'<!<t/ de la cual dedan <)up
clla hacia todos los mantenimientos y maneras de comidas de
que se mantienen los cuerpos humanos. t<a scanda de estas
decian ser 7~/co~Mttow, y por otro nombre la llamaban r/<t//t-
i.vollo, o por otro T~oct. decian que esta era la madre de los
dioses y que era su abueta; eran muy dévotes de esta los me-
69
dicos y mcdicas, tos hcch ccros y hechtferas. y los sonores de
los banos y /<'n<<!?t<< ttamabante 7'ona~tO~cft. Tfxta es-
ta gente le hacian fiesta cada ano, con muchos sacrificios y
ofrendas.
E.-La tcrcera de estas diosas se Itamaba /~<<o/rtto.
decian que era la inventera de! <n// y que ella sanaba de mu-
chas enfermedades, cran sus devotos y devotas los que hacen el
«.n~ y las que !o venden. y la hacian fiesta cada ano, y hacian sa-
cftficios ofrendas a su honra.
F.–La cuarta dinsa. era la diosa del agua, Hamada C/t0/
(~'«/~tr«< ésta atrilntian todos los peti~ros del agtta y de
la mar, como autora de ellos, y por esto la tem!an y reveren-
ciaban y le hacian sacrificios y ofrendas, en su fiesta; decian
70
otrn nombre 7:t'c<MO«/~M!, y por otro nombre Ct«'a/
pur otro nombre le tiamaban //«f/tMc/cû<<, también 7<'<a; a'
rahan al fuego como a dios y tenianle por dios p~~r tes mar;.
vittos<~s efectos que b:tcc de qucmar, calentar, asar, cocer, etc.
Hacian fiesta muy sotcmnc a este dios en et mes que se ttama
t~faMt, donde a su honra mataban muchos cautivos y hacian mu-
chas ofrendas y cercmonias. I~n la fiesta de este dios de cua-
tro en cuatro anos a~jcraban las orejas a los ninos y ninas
-hay conjetura que en este ano echaban seis dias de MfMt~Mtt'-
))«. y asi hacian bisiesto cada cuatro anos–. Grande cegueda<!
fué esta, de vuestros antepasados, que a la criatura irracional
<jue crié dios para servicio de todos los hombres la adorasen
por dios, como si entendiese.
B.Otro demonio adoraban
vuestros antepasados al cua!
ilamaban MacM<~<!f/!< por otro nombre .Y<?c/<<. iJecrn
de él que her!a con almorranas y con otras enfermedade~ de
las partes secretas, en especiat a los que cuando le ayunaban "u
71
ttamaron Opochtli. y dijeron que era et dios de los pescadores
y que de él habian proceclido todos tes instrumentos del pescar;
por esta causa todos los pesctdores cada un ano le hacian fies-
ta, y le honraban con muchas ofrendas y ceremonias, tan locas
como vanas. Otro demonio adoraron por dios vuestros antc-
pasados al cual llamaron J\'<~< V~/fc. el oficio dcl cual era hcrir
con diversas enfermedades, con especial con mal de ojos, sar-
na y viruetas y otras enfermedades; y los que estaban enfer-
mos de alguna de las enfermedades que é! daba hacian voto
de promesa de le servir con alguna oferta si le sanase; haaan-
le fiesta en c! mes que Haman //<!fa.t'<~<<Mo/<r//<, en el cual dia le
hacian muchas ofcrtas y muchas ceremonias Me-
y sacrificios,
nas de vanidad y crueldad.
E.-Otro diablo adoraron vuestros antepasados, al cual tta-
maron l'/oco~cM~t y por otro nombre r<K'ocM/<M/<~<M.. Este de-
cian ser el dios de los mercaderes, al cual todos los mercad<-
res tenian gran devociôn y le hacian fiesta cada ano; matahan
72
una jicara con
agua en una mano, y un ramo de satre ~n ta r.tra.
y rociaba con el ramo las casas y personas, bien como 'juicn t'c
cha agua bendita, y todos la recibian con gran devociôn.
G.–Otro diablo adoraron vuestros antepasados, e! cuat )c-
nia bajo de su obcdicncia otros muchos demonios; Hamarontc
Y~co~Jnco~; decian <}ue era el dios del ~n/crc, hac!ank fics-
ta muchas veces cada ano, en est~ccia! los que hacian el vino,
que se Hanta <~oc/n<~«'. Todos, hombres y mujeres, mozos y
mozas, nifios y ninas y en especial viejos y viejas, eran muy sus
devotos; hac!an a su honra mil fiestas y rc~ocijcs; eran sùbditos
de este o companeros los diablos que !tamaban Cuatrociettios
<'OM< FtOMA~ca~, ~co//«}o, V/t/Aoo. ~*aM~fa/ 1--quitécatl,
Tollécatt, /~<t~/<M-, Tlaltccaioa, 0<n<c/<<, r~o~~ca~. C/n-
73
casas de los
popuiares; y delante de estas imagenes hacian
crificios, ofertas y cerem~nias con gran regocijo y fiesta, y ~.t-
sada la fiesta, dividian entre s! las imagenes y comianlas. Es-
to mâs parece cosa de ninos y sin seso, que de hombres de razôn.
C–Otras locuras sin cuento y otros dioses sin numéro in-
\cntaron vuestros antepasados, que ni papel ni tiempo bastarian
para pscribirtas.
AL LECTOR.
Ruégote por Dios vivo, a quien quiera que esto leyeres, que
si sabes que hay alguna cosa entre estos naturales tocante a
esta materia de la idolatria, des luego noticia a los que tienen
cargo del regimiento espiritual o temporal, para que con hre-
vedad se remedie; y haciendo esto haras !o que eres obligado,
y si no to hicieres encargaràs tu conciencia con carga de gran-
disimas culpas; porque asi como este es el mayor de todos los
pecados, y mas ofensivo a !a divina majestad, as! también nues-
tro senor Dios castiga a los que en et ofenden, con mayor ri-
gor que a ninguno de todos los otros pecadores. Y a los que
encubren este pecado asimismo los castiga con gravisimos tor-
rnentos, en este mundo y en el otro. No se debe de tener por
huen cristiano el que no es perseguidor de este pecado, y de
sus autores, por medios licitos y meritorios.
i0)i infelicisima
y desventurada nacion, que de tantos y de
tan grandes enganos fué por gran numéro de anus enganada
y entenebrecida, y de tan inumerab!es errores destumbrada y
dcsvanccida! (Oh cruelisimo odio de aquét capital enemigo
del getiero humano, Satanâs, el cuat con grandisimo estudio
74
procura de abatir y envilecer con inumerahtcs mentiras, cnn'
dades y traiciones a los hijos de Adàn! ~Oh juicios divin'o.
profundisimos y rectisimos de nuestro senor Dios! iQuc e~
csto, senor Dios, que habéis permitido, tantos tiempos, que af~uc)
cnemigo del género humano tan a su ~usto se ensenorcasc f!<
esta triste y desamparada naciôn, sin que nadie le resisticse.
donde con tanta libertad derramo toda su ponzoiia y todas
sus tinieblas! i Senor Dios, esta injuria no solamente es vues-
tra, pero también de todo et género humano, y por la parie
f)ue me toca suplico a V. D. majestad que después de haber
quitado todo el poder at tirano enemigo, hagàis que donde abun-
d6 el delito abunde la gracia, y conforme a la abundancia de ias
tinieblas venga la abundancia de la luz, sobre esta gente, que
tantos tiempos habéis permitido estar supeditada y opresa de
tan grande tirania!
~51
LIBRO SEGUNDO
Todos los
escritores trabajan de autorisar sus escrituras /o
MtC/Or que pueden, M)t0~ con tcstigos fidcdignos, otros COM 0/fOV
escritores que a»tes de fMo.r AoM escrito, los testimonios de /o\
cuales son habidos por ct'cr~o~; otros con ~h'woHto de la Sa-
grada Escritura. A M~ nie /to<t faltado todos estos /MM~otncM-
tos para OM<OtT30f fo que CM estos JoCC libros tengo escrito, y
MO hallo otro /MM<<aMt<'ft/o para autorizarlo sino poner aqui la
rc~octOM de la ~</<~<'Mf<o ~«f hicc para saber la verdad de todo
/o que ~M M~o.? /t~o~ <n&<
Como ~M otros ~r<o~ f~/o obra he f/<c/to, a tM~ me /«~
mandado Qor .MM/a obediencia de mi ~rf~a~o MMtyor, que <
fnMcjrc en ~M<yMo Mtf.ncoMa t'o que t~c pareciesc jfcr <ï~ ~~r«
la t/oc~nno. CK~/Kra v wonM/<'M<'nc«t fn.f~!OM(/a~ de <
MO/Kra~ de c.v~o A~fT'o /t~M<f. v para oyK</<ï de ~t <'&r<'r~"
79
~t ~t<* Jt~cu ~crjoMo.f AoM~M y <t'~<'nM«'~<K/<M, con quien
~ttjt~c platicar y Mtf ~M~c-tfM dar nM<!n de /o g«<* les ~<*(/M«-
lasc. Ellos wc r~onJtC~OM CMC ~c ~o~~or~OM <ffo de pro-
puesto, Y g«<' otro J<o !<fC f~o'~<'rfc~, y o~t .rf ~f~~frott
(/<* xn. 0/ro Jfc ?'<n«'ron ~<Tof cot /o.t ~n~ct~aÏM. v hecho
<n< ~tMy .wfcMmf ~or/OMtCt~o, con<o ~MoA m~o~ccj M~a~ott ha-
r<'r, ~CtïoMroMtMf A~~o ~M o doce /'nnc<~o/<r onno~o~, di-
c~tMMMtfar y f;M<' ellos Mtf da-
/t~o)tM«' que con a<;M~M~~ podia
rlan ~0~) tic /odo les /MM<<M< ~/0&C)t /OMt&«~'
que
f<< /!<M/a CMO~O ~0<M!0~, a los CMC/M yo pocos 0~0~ OM~M ha-
/~o <'M~~o< Cf<ïMt<tfo en cf Co/~to de ~'o«/o CrM~ en
r/ T'~o~o~'o.
Co't c.v/o.t ~nMft/'a~M Y <yroM<o~t<'(M, /n~<&t<<« ~rutc~o~ pla-
/t~M<~ MtMf/tM < cerca de dos ono~, ~«/Mt<'n</o la o~t/cn </<*
la ~ttHM/O </Mf YO /<')t<0 hecha.
Todas las fo.t<M que cott/frt~tM me las <~«'ro<t por /~<<Mr<M,
O~MC~O fro la
~MC ~roMtd~co~
/o~ /0 t/cc~ororoM
f.KTt<<tn! ~MC ~Mo~
en ellos on<t~MO~t<'M<<'
/c~</t<a, «~O~OH,
~crt&t~MJ~ /o </<
y
los gramcfticos las dcclararorr cn su lcngua, escribirndu la clc-
t/aroc!<!u al pie de la ~<t/!<ro. 7<'n</o aun ahora ony/t-
Ma~y. 7'<t;H&~n en <~ <<CMt/)o f/tc<t! la apostilla y los conforf.t:
~cnM~ron~o.t los ~a/u<o~
<*)<f~ ~tt.ftMO /'t«'o de T'M/ro.
Cuando al Ca~t~f~o J<~(/c f«t<<! .~M /t<'Mot«aJo Padre
Fray FroncMfo Toral, el cual ~fc UM~M~o ésta carga, «h' «n<-
</oroM de Tepcpulco, M<t'onJu todas Mtt.~ <<'n/«r<M fui a ~toror
a yoM<<a</o del 7'/o//<co, J~nJf ;Mn/anJo (a) los ~nnft~o/M
/< ~ro~M.~c c~ M<'</oct(~ Je mt.t f.~rrt/Mro~ y les (/<'nMM</f ~t<* se-
~o/ojftt o~MMo.t ~rt/tCt/'o/r.ï /<o~<7<t, fo« t/Ktcn f.rotMtna~c
pla-
/t<(Mc las f.~crt/Mro.t que f/c
7c~c/'<f/c<~ /roto f.tfr~oj.
~/o-
/'t'rn<t</ff t~n /M <f/co/</< ««' .vfnot'ttrf'n /to.Y/o ~A~ o Jtf~ /'n'n-
<t/'a/c~, c.tcff/tjo.y fn/~<* /~< <nf<Y A<<7c.% fn .Yt< /<M<t v <<
/«t CMajr clc .TM.Ton/t~Mo/s, r~~ /(~ tMo/M Y con CMO~o 0 ftn< f
«'/f//t~M todos /n7tnf/Mf. por <oct~ de <fn alio y algo fn~.
r~fcrro~o.t en < Co~ .T<* f't~tfM~J, </<'f/or<! y ou<!<<«! /o</<'
/o CMC de 7'f~<t</c~ /r«/f CAf~t/c, y /o(~o .ff /ortt<! a <t<'rt~tr
<~ m«'T<~ (/<* rnm /<'<ro porquc Mfn~«! co« t<n<f/to prisa.
80
En M/c cscrulinio o cjt'owfn <
que «tjj /ro~o/J de /<~o.y
ro~ta~.T fué Afe~~M Jacotita, que entonces rro rector del C~-
/f</tU. T'ft'tMO de 7~0~/0/CO, del barrio de .~Ot~C ~M.
T/o&tfMJo hecho ~o <~«'/<o en el Tlatelolco, ?'tM<' a :norar n
~OM FroMfMco ~~jnco <*o<t todas ntis ~fn/Mro~, donde /'or
M~aft~ de Ires ailos ~<M~ Y ~~<M<f a mis solas <t/o.t mis escrilu-
ro.t, v los /orM~ a MtMMJof JtM<~t fM Jotï
y las ~or libros,
libros. cada libro ~or co~~M~ y algunos libros Qor fa~~M~o.Y
v ~rra/f~r. D~~MJ~ </f esto, .~M~o ~rottMft'o~ c~ /~oJr<' Fray
.<~M< A'«t'orrf) y <y«orJtOM f/<* .~c.nc'? Padre Fray A)t<
</<* .U<'Mf/MO. con su /0!'0f se .MfOrOM CM MoMfO. de ~tt<'t!0 /<
Ira, todos los ~cc libros, y jrf CMMtfM~~ y .toco CM &/onfo la
ntc~t-
<o.T~o y /o.\ caM/or~. y r<' /n~o un or/r de la ~tt<~a
rona Ct~t Mu t'oco&M/on'o u~. M<~tc< y tnf.n'co~o~ a<7o<<'rot! y
~Mt<'M</OrO)t tMMC/M.t cosas a </«<'<' /~r~.T, fMOHjo se t~OM .M-
c<!M</o CM &&M<co, de Mtoncro ~<«' f/ trôner c<'<~o~o por <M<~c
~tM obras cirnieron fucron los clc 7'C~f~M~CO, .t~M~tJo, los
estos <
de 7'o~co; tercero los de .nco. y f todos
crM~tMto.f /tM&o ~ro;n<t<<t'o~ colegiales. El /'rtKCt~< y MMfj sabio
/«<f ~M<oMto ~'o~rto~o, icc~to de .4~0~0~0/co. otro, poco Mn'-
nos ~t<~ fué ~~OMM ~C~rOMO t~CUt~ de CM<IM/<<t~OM: Ufro
/M<f ~a~~M /oco!t<a, de (/«<* arriba /<tf<* tMfMCtjM. Otro ~'c~ro
'/r ~'<ï<t BM<'MOT'<'M/«r<t. Tfftno de CMO«/t/t'on. ~</o.t <r~<*r/<~ fn
~T~ /('M<M. /o/<no. r.v/'<tn~/n f n«A<mc. ~.f~ t~tn~o~t quc
rarfUt de &M<'no /<o /f~o.\ las <~r<t.t .~on ~tff/u </<* ~roJ<' Tf-
<Hto de 7~/o/< </< ~«rrt~ </(' la (<'n«'( «!t<. /~<n/<!f«' .Uo-
rtnt</<o«< T'cctM~ dcl 77<<<~f, </f/ /'orrtf de Sait ~/ar/n<: .Uo-
~CT'fntt~, :'<'ct'M~ </c .\<)t/«H«7t('. </r la parle </r t/~f.
D~f/c que <<<t f.tcn/t<ra.t r.t/Mitcron .~co</<M c~ ~/oMfo, co;
<f /(!t'or </<* /t /'o</r<t arriba M<un~ro<t. <'n ~«( .v<' </<M/ort)~
/<ar/o~ /oM<t<t<*A tun los f.tfn~tftt/f~, < <t«/fr </f <o~ </fMtan<~
(</ P. CowtMon~ Froy /'r<tf<c~Tu </(' ~t~rra <~M<' se :<t'~<'t< de
/rc.t o fMO~o para <ynt* <~</t/<<M t/t/f~M ~c ~t'f
rc~yt<~(M.
/'ar<'ff<! </t' <<tA, <*n t'/ C a/'t/M/o ~r~unt ttf/ </Mt estaba /'ru~<'tt«f
/n.? («(f/< las 7't'rr~~ y <~rr<~t rc/~('t<!<! </c <<M al f/t'/nM/ortC
f*ht<~ 1. <'
8t
r~ t~to Co~t/M~o, f/tft'o~o que les /'orcf<o; y </t;'c~:< en
f/ ~c/ntt/ono ~<f<* ~w< MC~/Mr<M de !n;f(A ~/«?<~ y ~«f '/f-
/~<!t< ser /<î7'<!r<*f«AM para que se ofo/ft.«n~ (/<* los </<<-
tttf/orf.~ leç /'af~ft(! quc rra contra la /'o&r<o ~(M/<t~ </m<'ro~ en
c.~n&tr.vc oçn<n.t <'jffn/M~.t. Y asi tn<</of~t al of/~r ~«c </r.
<<vc a /v <f< rt~a~t v <~r < .v<<' r.< rtM~c (~ .<~ tn~no /o ç«<'
</<f<n'< en ellas. El <o/, f<) <o )n<r\~r </c .vr/~n/o on<?.\ T /'<
/<'w~or de la ~«!«<? xo ~«f</f ('.ffr<&r ~0(/o ni ~M<~o alcan-
~ar ~t~o).Mft<!M </c este !')<tH</a!ttt<'H<o, c.v/«t'«'ron las c.vcrtht-
ras sin Aocfr MoJo en ellas tWf!~ de t'tMCO ono~.
Ett este /«'tM~O. M <~ Capitulo yt~t<t<'H<< fué ~<*<~0 por
custos custodum para < Co~~M/o ~c~<?~a/, Padre Fray Miguel
~Vot'orro, Proitnc~ el ra</rc 7~rov .oM.vo de Z:~co~tt<t.
y ~~r
En este /«'M<~o el autor /n<o tn! .n<Mton'o de todos los libros y
de todos los ftt~~M~ cada libro, y los ~ro/o~o.?, ~oH~c ex
&r<T'cJod M ~Cto todo /o
~«c ~c fontfMta en los libros; (y)
este ~«wono /oron a ~.t/'ano f'/ Pof/rc Fray /tft<yt<< A~oTo-
rro y ~tf MtM~o~fro r/ Padrc Frov C<'r<!t«Mt~ </f .<!</«'/o. )'
o.~< ~t~o cit ~.t~on<t /o ~t«' M/o~tt escrito affrto ~<' las cosas
de esta /t<~ro. ~« <v/<* M/f~t'o /tf~<~o r/ /~o</rc Pr~MMC<a/ to-
~«) /od<M los M&ro.t al f/tfAo OM/or
T ~orct~rott ~or toda
la P~OttMCtO, </OM</<?/M<')'OM Tt.~M ~t' t;tMC/tO.V ~'<t<7<0.t0.t y a/'r~-
6<ïf/o.~ ~or WMi' ~rccto.A y ~roT'Cf/~M.v.
/?<MC.f de n~MMo.~ <ïn<M, T'<?/Ttrnf/~ </<' ro/'t<<f/« </<*t<t'ro< <
l'adrc Fray ~/«yt«'f A~T'orr~, < fMo~ T'nto ~or CoMMon~ f/r
r.o.\ ~or/c.t, en cr«.t«ro.t /~m<! (t r~r~</r~ /«.t ~tf/t /t~~ <t
del OM/or. y f/c.c ~«f <MT'<<'roH rr<n/y<~M, de alli
Il !< <7o poco wJ.v M«'M~.y, mncr~/t a poder dcl aM/o~. /<
<c /t0~~ M!'n<yMna cosa se /t~ et'
f//M, «t /n<&~ <y<«'~t (los)
<~frt~< /'aro oca~o~c <~ /ra~t<r<r ft< r~Mtonr< Ao~/a ~«r f/
/'<!(/rc ContMorto Gcnfra~ Fray Rndrigo de .?<'</«<'ra vino a es-
/)<tr/M y /M Tt' y ~r con/<'<f/<! ;~«f/~ de ellos, Y ~~anJf!
(t/ (7t//or ~nf /M /r<!f/M/M<' ctt r~!u<t.')rr Y ~roT'cyf! de /«(/~
ncffyart'o para que Mcrt~«'.t<'M de nt«'~<~ la /c~t<a ;;«'.v<tan«
en n~a to/MMtMO y < roMtonec fn otra, para lus ~'y<ar M
82
JE~O~O, ~O~U<* los ~r~CMfO t~f/r~tMtO .YCHOf J~~ /MO'< de
Ovando, Presiderttc del Con~c/o de 7«Jto~ porque <<fa t<o~-
ria de cstos libros por ra~ot del .n~Mono ~HC f~ dicho Padrc
AL SINCERO LECTOR
83
CAPITULO I.
(~)tn<:t<<e (uentadc)
'te Calendario
Catendario Romano.
f c. En este mes mataban muchos ni- e
2 f. n<)S:sacnficàbantnscnmuchostnt;ares f 3
y en las cumbres de los montes, sacàn-
4 a. dotes los corazones a honra de los dio- a
c; b. ses del agua, para que les diesen agua h 6
6 c. ottuvias. c 7
7 d. A los ninos que mataban componian- d
8 c. tosconr)cosata\tospara!!evar!osa e 9
84
9 f. matar, y ttev&banios en unas titeras so- f ic
!0 (;. hre los hombros, y las literas iban ador- n Ilr
11 a nadas con plumajes y con flores: iban a 2
12 h. tanendo, cantando y ha))an<t« delante h t~3
t~ c. de eltos. c t~
*4 d. < uandu Hcvaban a tns nit)«s a ma d <~
15 c. tar si lIoraban y crhahan tnuchas la- < t~
t<% f. ~Dmah, ate~ràt)anse los 'jue tos tte\a- f t~
17 ban, porque tomaban pronôstico de R
t8 a. que habian de tener muchas a~as ese a t~
t<) b. ano. h 20
20 c. También en este mes mataban mu- c 2 Y
chos cautivos a honra de los mismos dioses del agua; acuch
ttabantos primero, peleando con ellos, atados sobre una piedra
como muela de molino, y desque los derrotaban a cuchilladas,
ttevabantos a sacar el corazôn at templo que se ttamaba lopico.
Cuando mataban a estos cautivos los duenos de ellos, que
los habian cautivado, iban gloriosamente ataviados con ptuma-
CAPITUt.O Il.
TLACAX!PKHUAL!ZTU.
S5
K. L A los
cautivo! Cathedra
que ntataban arran
cabantos los cab<:Uos de la coronilla y pétri.
guardàbantos to~ mismos amos, como
1 d 2'2
reliquias; esto hacian en ci co/~M/ delan-
cI. e 2
te del fuego. f
Cuando Hevaban los senores de los
f. cautivos a sus esclavos al templo don-
de !os habian de matar, Hevàbantos por
) ).
los cabellos; y cuando tos subian por bc p
2p
7 las gradas del cu (t), de los
algunos
cautivos desmayaban, y sus duenos los
habet dlc!'
subian arrastrando por los cabellos ha
has- xxxï
ta el tajôn donde habian de morir.
8 fi
`l'
Ltegandotos al tajon, que era una
d
9 de tres en alto o poco
p!edra palmos
to f. f
mas, y dos de ancho, o casi, echaban-
J g. los sobre ella de espaldas y tomàbantos
cinco dos por las piemas y dos por 5o
h. b
n los brazos y uno por la cabeza, y c-
n!a luego el sacerdote que le habia de c oC
`l' CI
matar y dabale con ambas manos, con
una piedra de pedernal, hecha a mane- e
f f 10
o ra de h!crro de tanzôn, por los pechos, t I
P~ af~tjero que hacia met!a la
rn i
mano y arrancàhale et corazon, y lue- <
2). 1.,
~oicofrcc)aals<)l;cchàbaleent)naj)- Lcandri
cara. Archieui.
t~t '<))).)) ronf.
Despues de habenes sacado c) cora-
(').–H) oriKcn f)<* esta patat.ra parece que esta en )a voz maya ~M. ()uc
arnso oyero) tos e<patto)c< en cnntposiciot), s")o conscrvaron e) f.oni<)o fi-
na). ~tt es equivatente a "dins" y et Diecionario de Motu) re)ti''tra }'f~f/t-
~M para deo~nar "i{{)e''ia"K) capitan Conxatn Fernandex de Ovicdo. en sx
//<ff<'rht (7fMff~/ y A'«<Mrn/ </<* /<M /<t</t<t (T. )! paR. 2.<o) cmp)ea esta vo:!
ruaculo trata de la ronqui,ta de Yucatau: "1: Iodas la. rni. casas eran de
rantcria, e suc oratorios o qür.~ nlll)' extremadrts dc Luena Jahe.r. "Saha-
«t'm la u'.a en et sentido de <<'<'«)//). es decir. tempto.
86
rcc!b!a el scnor del
muerto, mismo
cchaban et cuerpo a rodar
por las gradas ahajo del cu, f iba a parar en una placeta, abajo;
de alli le tomaban unos viejos que ttamaban ~tfa<M!ftn//n< y le
Hevaban a su fo/~M~ dondc !c (kspedaxaban y Ic repart tao j~a-
ra corner.
Antes que hiciesen pedaxus :t los cauti\us tus dcsu!taban, y
otros vestian sus pellejos y escaranutxaban con ellos, con otros
mancebos, conio cosa de guerra, y se prendian los unos a tes
otros. Después de !o arriba dichu mataban otros cautivos, pe-
leando con ellos y estando c'tos atados por tnedio del cuerpo,
con una so~a que saHa por el ojo de una muela como de motino,
y era tan larga que podia andar por toda la circunferencia de
la piedra, y dâbante sus armas con (lue pelease y venian contra
él cuatro con espadas y uno a uno se acuchillaban con él
y rodelas,
hasta que le vencian.
CAP!TULO III.
TOXOZTONTH.
87
7 h. su diosa llamada Coatticue, y por otro b 20
8 c. nombre Coo~M'~MM. c 2t
88
CAPITULO IV.
UEY TOZOZTLI.
K. L. En esta fiesta a
pon!an espadanas
t b. las puertas de las casas; ensangrenta- b
2 c. banlas con sangre de las orejas o de c .t
<t. las esp!nit!as. Los nobles y los ricos, d 5
e. demàs de las espadanas enramaban sus e 6
§ f casas con unes ramos que ttan~an af- f 7
6 ~t'o~'o/ también enramaban a sus dioses K
a. y les ponian flores a los que cada une a f,
8 h. tenta ensu casa. h te
9 c. Después de esto i))an
por tcH ntaiza- c i
t0 d. tes, y traian canas de maiz –que aùn d t.~
nt e. cstaha con
pequeno– con)poman!as
t2 f. e ibantas a poner delante de sus f '4
flores,
'3 K dioses a la casa ttamaban g '5
que to/~M//<,
'4 a.
v también ponian comida dotante de a
b.
'os.
'S, i
Despues de hecho esto en tos harrios
'7 <' L d !(;ç
n than rit de ta diosa
at rn que Hantaban
e.
lc f. (/«'foM<<'«!< y alli delartte de ella
19
hacian escaramuzas a manera de pe!ea
20 g. 22
) todas las muchachas !!e\atjan a eues-
Sanctorun)
tas maxorcas de niafz det ano pasado, Sottr~.
ii
e~FM..<jF.~<t.
)t)an en proces!un a presentartas a !n ~ont:
ponut
89
hendito. Hadan de masa que ttaman ~f!n//< la imagen de esta
diosa, en et patio de su m, y delante de ella
todo gc- ofrecian
nero de maiz y todo género de frijoles, y todo género de ch!a,
porque decian que ella era t.t autora y dadora de aquettas cosas
CAPITULO V.
TÔXCATL.
90
6 f. los cabellos largos hasta la cinta. f 28
7 g. Cuando en esta fiesta matahan al tr 29
8 a. mancebo estaba criado 3~
que para esto,
luego sacaban otro, el cual habia de h~es
morir dende a un ano. Andaba {K)r XXX!.
b
9 todo el pueblo ataviado, muy con f lo-
~0 c c 2
res en la mano, y con personas que le
IlI d. d 3
acompanaban; saludaba a los que to-
todos sabian 4
paba graciosamente; que
f. f 5
era aquel la imagen de T~co~oco,
14 !? °
y postraban delante de él y le ado-
a a fi
7
15 raban donde quiera que le topaban. b o
Veinte dias antes que ttegase esta fies- c
c: 9
ta daban a este mancebo cuatro mo- d ~Q
.0 j
e. zas bien dispuestas y criadas para es- e 111
~0
20 f. to, con tas cuales todos los veintc dias f t22
ténia conversacioncarnal; y mudàbin-
Archilei
le et traje cuando le daban estas mo- ~qt. PM.
xas. Cortubantc los cabellos como capitân y dâbante otros ata-
\os mas galanes.
Cinco dias antes que muriese hacianle fiestas y banquetes,
en lugares frescos y amenos; acompanabante muchos principa-
les. Heptdo n dia donde habia de morir ttevàbante a un cu <i
oratorio que ttamaban T'/ofocAco~co, Ilegase y antes
alli, en que
un tu~ar que Hamaban 7'/o~t~o<<yaM, apartàbanse las mujeres y
dejàbante: Hegando al lugar donde le habian de matar, él mis-
mo se suhia por las ~radas y en cada una de ellas hacia peda
xns una f lauta, de las con que andaba tanendo todo el ano i!e
j~ado arr!t)a echahante sobre et tajon, sacàhante et corazon y tor
nahan a descender et cuerpo at)ajo, en palmas; abajo le corta-
ban la cabexa y la espetaban en un palo que se ttamaba /~oM<~n
fli. Otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta, las cua-
les estan escritas a la tar~a en su historia.
gi
CAPITULO VI.
ETZALQUAUZTU.
9~
su gusto–; todos comian en su casa y daban a los que venian,
y hacian mil locuras en este dia.
En esta misma fiesta, a los ministros de los idolos que ha-
h!an hecho a!gun defecto en el servicio de ellos,castij~bantos
terriblemente en et agua de la
laguna, tanto que los dejahan
por muertos y asi los dejaban alli a la orilla del agua. De
alli los tomaban sus padres o parientes, y los Hevaban a sus ca-
sas medio muertos:
En este mismo mes mataban muchos cautivos y otros es-
ctavos, compuestos con los
omamentos de estos dioses Ilamados
7'/o/oç«<r, por cuva honra los mataban en su mismo cu. l~s
corazones de estos que mataban ibanlos a echar en el remolino,
o sumidero de la taguna de México, que entonces se ve!a cta-
ramente. Otras muchas ceremonias se hacian.
CAPITULO VII.
TECUtLH t 'ÏTONTM.
9s
7 e. que se t!am~
M~oM/tyo~; guiàban!as e 8
8 f. unos viejos, y regian al canto; en me- f p
9 g. dio de ellas iba la mujer que era la ima- g ïc
10 a. gen de esta diosa, y que ttab!a de mo- a ït t
Ilc b. rir, aderezada con ricos omamentos. b ï2
t2 c. La noche antes de la fiesta velaban c 13
t,; d. las mujeres con la misma que habia d 14
!4 c. de morir, y cantaban y danzaban toda c 15
tg5 f. la noche; venida la manana aderezâ- f ï6
!ô banse todos los satrapas y hacian un g ï~
17 a. areito muy sotemne; y todos tes que a 18
iS b. estaban presentes al areito ten!Mt en la b 19
it) c. mano aquellas flores que se ttaman c 20
20 d. c~M~oo~cAt~. Asi bailando ttevaban d 2t t
muchos cautivos al c«, de 7'/<Hoc, y con ellos a la mujer que ha-
bia de morir, que era imagen de la diosa t/t.f/<M<t/ Alli ma-
taban primero a los cautivos, y después a etta:
Otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta, y tam-
bién gran borracheria, todo to cual esta a la larga puesto en la
historia de esta fiesta.
CAPITULO VIII.
94
K. L. ~c"
Daban de comer
a hombrcs y mu- Paulini
jeres, chicos d
y grandes, l
ocho dias con- 'f
tinuosantesdetafiesta.
1 e. c
Luego, muy de manana dàban!es a
2 f f 2
heber una manera de maxamorra que
4 ttaman f/ttcn~n~ cada uno t)eb!a
5 cuanto quer!a, y al nied!o dia {)on{an-
t.
los todost)or orden en sus renieras,
c.
,t sentados, y dâbanlos tamales. cl
E! que los daba, daba a cada uno c
8
cuantos podia abarcar con una mano,
f f ~j
y si alguno se desmandaba a tomar
hdtius
dos veces, maltratâbanle y tomàbante ~het d:es
~X~'
los que tenia, e {banse sin nada; esto
hacian los senores t)or consolar a los
pohres, porque en este tiempo ordina-
b. riamente hav falta de mantenimientos.
Todos estos. ocho dias hailaban y dan-
xaban, haciendo areito t~ombres y mu- J
jeres, todos juntos, todos muy atavia-
16 f.
dos con ricas vestiduras y joyas; las
g
mujeres traian los cabellos sueltos, an-
CJ
a. daban en cabello, bailando y cantando
t9 b. h t~
con los
~mt~ lms hombres;co)nenxaba
hombres; comenzaha estc arei-
este I
2o c'
r. l'
to en ;)onicndosc et so), y }M'rscteraban
Il;\10;1('
cncthastahoradctasnucve. Traian ctn'art
nutcbas tumbrcras cumo grandes t<ac!tas de tea, y ))ab<a nnKh"
braseros n tto~ncras, que ardian en c) tnismu patio domtc )'ai)a
)'an. f~n este ha!te o areito an<!aban trabados de tas ornx's,
:d)raxadus, e! brazo det uno asido det cucr))o, como atnaxado.
f! otro asi m!snto de! otro, hombres y muiercs. t.'n <!)a antc~
que tnatasen a la mujer que habia de morir a honra de la dio-
sa .Y<7(!«<'tt, las mujeres que serv!an en et fK –que se Uamaban
c<7<tfa~ac<t~«!<'<tjçt«'– hacian areito en et patio del mismo tM, y
cantaban tos !oores y cantares de esta diusa; iban tmtas rudca-
95
das la que habia
de de mo' ir, que iba compuesta con los oma-
mentos de esta diosa; de esta manera cantando y bailando vela-
ban toda la noche, précédente at dia en que habia de morir; y
en amaneciendo, todos los nobles y hombres de guerra hacian
la mujer
areito en el mismo patio, ) con ellos bailaba también
de morir, con otras muchas adercxadas co-
que hab!a mujeres
mo ella. Los hombres !ban por si, baitando delante, y las ntu-
jeres iban tras ellos.
todos asi bailando ttegaban al CM donde habia de
Desque
morir aquella mujer, subianla por las gradas arriba; itegada
arriba, tomabala uno a cuestas, espaldas con espaldas, y cs-
tando asi la cortaban la cabeza, y luego la sacaban el coraz6n y
le ofrecian al sot. Otras muchas cerernonias se hacian en es-
ta fiesta.
CAPITULO IX.
TLAXOCHÏMACO.
96
ro f. tales y collares de flores, y luego com- f 2t
tt ponian todas las otras estatuas de los 22
g
f2 a. a
c~M/M y telpochcales, y en las casas 23
de los b 24
cc~t'çMM, y prindpates y ma-
c
ceguales todos componian las estatuas
que tenian en sus casas, con flores.
f
c. Compuestas las estatuas de todos los r 27n
!0y
t8 c. diosesjuegocomenzabanacomeraquc- g
a. t!as viandas que tenian aparejada~ de a
J9 ~c
20 b. la noche pasada, y dende a un
)~<co b ~t r
clespués de corner comenzaban una mancra de baile o danxa. la
mat los hombres nobles, con mujeres, juntamentc bailaban, asi-
dos de las manos y abrazados los unes con los otros, cchados
los brazos sobre el cuello el uno del otro; no danxaban a mè-
nera de areito, ni hacian los mcncos como en c! areito, sin't
iban paso a paso al son de los que tanfan y cantaban, los cuales
estaban todos en pie, apartados un poco de los que bailaban,
ccrca de un altar redondo que ttaman Mo~to~~t.
Duraba este cantar hasta la noche, no solo en tos patios
de los c<!M, pero en todas las casas de principales y ~a~~Mo-
le.c; tanian y cantahan con ~ran voceria hasta la noche, y tes
bpbfan et <'c//t, pero nin~ùn mancebo ni mpza to
viejos y viejas
t'cb!a, y si alguno to t)ct~a rastit~àtMntc~ reciantcntc. Otras mu-
chas ceremonias se hadan, (~tc cstàn a la larga en la historia
de esta fiesta.
CAPITULO X.
X6COTL HUETZÏ.
Sthtttet.7 7
97
rir los sacaban arrastrandc de! fuego, para sacar e! coraz6n
(tc!:mte la imagen de este 'tios.
98
en rededor de un gran fuego
y gran monton de brasa; asi an-
dando ibanlos arrojando sobre
el monton de brasas, ahora uno,
y desde a un poco otro; y el que habian arrojado dejabanle
quemar un buen intervalo, y aun estando vivo y basqucando sa-
càbante fuera arrastrando, con cuatquier ~arabato, y echabanle
sobre el taj6n y abierto el pecho sacàbante el corazon; de esta
mancra padecian todos aquellos tristes cautivos. Estat~ el âr-
bol atado con muchas sogas de !o alto, como la jarcia de la nao
esta pendiente de la ~avia; en to alto de él estaba en pie la ima-
gcn de aquel dios hecha de masa que ttaman /~oo/M.
Acabando el sacrificio ya dicho, arremetian con gran im-
pctu todos los mancebos. ()tras muchas ceremonias se hacian,
scgûn a la larga esta escrito adelante en esta fiesta.
CAPITULO XI.
OcHPANtZTLÏ.
99
9 c. ro de mujeres con ella, especialmente c 2ç
!0 d. las medicas y partiras, y partianse en d 30
tt t c dos handos y pe!<'aban apcdrcàndose e ~tt
con t)eUas de ~oc/~K y con hojas de
ha dies
tunas, y con Il
pellas 1
Itechas
1 d
de h'
hojas 'XXX."
!2 f. de espadanas y con flores que îtaman f
~3 f~M~oo/.v<!c/«~; este regocijo duraha 2
g
i4 a. cuatro dias. a
5 t). Acabadas estas ceremonias y otras b 4
i6 c. de esta calidad, procurahan que aque- c 5
17 d. tta mujer no entendiese que habia de d 6
ï8 e. morir porque no ttorase, ni se entris- e 7
!0 f. teciese, porque !o tenian por mal a~ue- f 8
20 ro; venida !a noche en que habia de 9
morir, ataviàban!a muy ricamente y hacianla entender que la
llevaban para que durmiese con ella atgùn gran senor; y tte-
vàbanta con gran silencio al cu donde habia de morir. Subida
arriba, tomabala uno a cuestas, espaldas con espaldas, y de
presto la cortaban la cabeza, y !ue~o la desollaban y un man-
cebo robusto vestiase el pellejo.
Este que vestia el pellejo de ésta que mataban !!evâbante !ne
jàbatos para que los nmtasc el sàtrapa. En este mes hac!a alar-
<tc el seiior de toda la gente de guerra y de los mancebos que
nunca habian ido a la guerra; a estes daba armas y divisas y
ascn<aban por soldados, para que de alli adelante fuesen a ht
~uerra. Otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta, que
cstan a la larga puestas en su historia.
JOO
CAPITULO XII.
TEOTLECO.
viejos
y viejas que bebian vino por la ,,p
f. Ilehrada del dios y decian que le la- f ~q
\aban los pies con este regoci jo. Dedionio
Sanet!
E postrero
Et d'
dia d
de este mes era la 1 MiS!)
u i_
~mmcn.
pran fiesta porque d!cen que todos los dioses !te)?aban entonces:
h vigilia de este dia, a !a noche, hacian encima de un petatc
tOt
de harina de maiz un montoncillotupido,muy de la forma de
un queso. En este montoncillo imprimian los dioses la pisa-
da de un pie en seiial que hahian ttegado; toda la noche et
principal sàtrapa velaba, e iba y venia muchas veces a mirar
cuando ver!a la pisada.
En viendo el sàtrapa la seiial de
la pisada luego daba vo-
ces, diciendo Llegado ha nuestro
senor luego comenzaban los
ministros del cu a taner cornetas y caracoles, y trompetas y
otros instrumentos de los que ellos entonces usaban. Luego
que se oian los instrumentos acudia toda la gente a ofrecer
comida en todos los c~M y oratorios; y otra vez se regocijaban
lavando los pies de sus dioses, como arriba esta dicho.
El dia siguiente deciau que Uegaban los dioses viejos, a la
postre de todos, porque andaban menos por ser viejos. Es-
te dia tenian muchos cautivos para quemar vivos; y hecho gran
menton de brasa, andaban baitando alrededor del fuego ciertos
mancebos, disfrazados como monstruos, y asi bailando iban arro-
jando en el fuego estos tristes cautivos, de la manera que arri-
ba esta dicho. Otras muchas ceremonias se hacian, segun se
dira adelante, en esta fiesta.
CAPITULO XIII.
TEPEtLHUÏTL.
t02
K. L. Hacian a honra de !os montes unas
culebras de palo o de raices de àrbo-
g go
les, y !abrâban!es la cabeza como cule- octobcr
bra; hacian también unos trozos de habct dies
como la muneca, XXXI.
palo gruesos largos,
2 a. ttamâbantos ccatotonti; asi a estos co- a ï
b. mo a las culebras los investian con b 2
c. aquella masa que Ilaman ~oo/ a esto~ c 3
g d. trozos los investian a manera de mon- d 4
6 e. tes, arriba les ponian su cabeza, como e 5
f. cabeza de persona; hacian también es- f 6
8 tas imâgenes en memoria de aquellos g 7
9 a. que se habian ahogado en el agua, o a 8
t0 b. habian muerto de tal muerte que no los b 9
11i c. quemaban sino que los enterraban. c ï0
!2 d. Despues que con muchas ceremonias d iz
t~ e. habian puesto en sus altares a las !mà- e 12
!03
mer, en el ro/«/. Otras muchas ceremonias se ha-
cotgàban!os
cian en esta fiesta, que estàn a la lirga puestas en su historia.
(APIT'JLO XIV.
QUECHOLLI.
!04
cian otras muchas ceremonias por los difuntcs en esta nusma
f!esta.
A los diez dias de este mes, iban todos los mexicanos y tla-
teltilcanos a aquellos montes que itaman Zoca/c~c, y dicen que
es su madre aquel monte. El dia que Ilegaban hacian .voco~
o cabanas de heno, y hacian fuegos, y ninguna otra cosa hacian
aquel dia.
Otro dia, en amaneciendo luego almorzaban todos y sa!!an
al campo y hacian una ala grande, donde cercaban muchos ani
mates, ciervos, conejos y otros animales, y poco a poco se iban
juntando hasta acorralarlos todos, entonces arremetian y caza-
ban cada cual !o que podia.
Acabada la caza, mataban cautivos y esclavos en un cu que
Haman T'/otMa/~Mco; atabanlos de pies y manos y !!evâban!os
por las gradas dot cu arriba –como quien ileva un ciervo por
los y por las manos
pies a matar–. Matàbantos con
gran ce-
remonia. AI hombre y a la mujer que eran imagenes del dios
-t.vc<!o~ y de su mujer, matâbanlos en otro fM que se Hamaba
.<tC<?a~M~OM.
CAPÏTUI.O XV.
PANQUET2ALIZTLÏ.
ïos
a. tos cantares a la tarde y acababan cer- a' ta
5 h. ca de las
diez; dmaban estos bai tes y b ï~
6 c. cantos veinte dias. c ï44
7 d. A los nueve dias de este mes apa- d !S
R e rcjaban, con grandes ceremonias, a los e 16
gunos en la escaramuza.
Despues de muchas ceremonias finalmente mataban cauti-
vos en el cu de Huitzilopochtli, y también muchos esclavos; y
en matando a uno, tocaban los instrumentos musicales, y en
cesando tomaban otro para matarle, y en matàndo!e tocaban otra
vez, y asi hacian a cada uno hasta acabarlos; acabando de ma-
tar estos tristes, comenzaban a bailar y cantar, a corner y a be-
ber, y asi se acababa la fiesta.
106
CAPITULO XVI.
ATEMOZTLÎ.
!07
Después de haberlos vetado y tanido y cantado, ahriantos
por tos pèches con un ~o~o~<M~<, que es instrumento con que
tejen las mujeres, casi a manera de machete, y sacabanles el
corazôn y cortabantes las cabezas, y después repartian todo el
cuerpo entre si y comianselo; otros omamentos con que los
tcn!an aparejados, quemàbantos en los patios dc sus casas.'
Hecho esto ttevaban ttxtas estas ccnizas y los aparejos con
que los habian servido a los oratorios ttue ttaman oyoM/<co/co, y
luego comenzaban a corner y a beber, y a regoci jarse, y asi con-
cluisn la fiesta. Otras muchas ceremonias se quedan por decir,
que estân a la larga en la historia de esta fiesta.
CAPITULO XVII.
TITITL.
io8
TO e. de morir. Pasando el medio dia ccm- e 28
( f. {)on!anse!ossa<rapascun!ns3rnatnen- f 29
t2 tos de ttxtos los dioscs. y iban delante ~c
t~ a. deetta,ysub!an!aat<«dundeha!)tade :t r
CAPtm.O XVIII.
IZCALLI.
i<K)
esta misma fiesta mataban esclavos y cautivos a honra de es-
te dios, y agujeraban las orejas a todos los ninos (lue hab(an
nacido en aquellos anos, y dât'antos padrinoi: y madrinas.
110
(!os losprincipales y seiiores y per-~onas ilustres, y el mismo
CAP1TULC XiX.
DIAS NEMONTEMt.
A los cinco dias restantes del ano, que son los cuatro u!ti-
mos de enero y el primero de febrero, Hamaban M~tOH<~M<t, que
quiere decir dias baldios, y tenianlos por aciagos y de mala for-
tuna hay conjetura que cuando agujeraban las orejas a los
ninos y ninas, que era de cuatro en cuatro anos echaban seis
dias de ncmontcmi, y es !o mismo del bisiesto que nosotros ha-
ccmos de cuatro en cuatro anos.
IÏÏ
dentro del mes, o un dia o d~s ade!ante. Otras fiestas tenian
movibles, que se hacian por 't curso de los veintc sii~nos, tes
cuales hacian un circulo en do'cientos y Jesenta dias; y )K'r tan-
to estas fiestas movibles caian en un mes, un ano, y otro ano c!)
otro, y sicmprc varialoan.
11~
~co~, que es el segundo dios del vino, y no solamente a él, si'te
a todos los dioses del vino, que cran muchos; aderezaban e~
te dia muy bien su imagen n su <-tt, y ofrecianle cosas de comida
y cantaban y tanian delantc de é!. Y en c! patio de su cu pe-
nian un ttnajon de ~M/cr< y henchiante los (lue cran taberneros,
hasta rcverter. c iban a beber todos los que quer!an; teman
unas canas con que bebian. Los taberneros iban cebando ci
tinajon de manera que siempre estaba t!eno; principatmente ha-
cian esto los que de nucvo hab!an cortado el maguey. La pri-
mera agua miel que sacahan la !)cvabnn a la casa de este dios
como primicias.
"3
cra el
~ran dios; decian que este cra su signo. Como todus
c)tos tenian sus oratorios en ms casas, donde tenian las ima-
~enes <!e este dios y de mnchos otros, en este dia compoman c.s-
ta ima~en y ofrecianta pcrfunes y flores y comida, y sacrifi-
caban codornices delante de ella, ar'ancandotas las cabezas. Es-
to no solamente to hacian los senorcs y principales, pero tnda
la ~ente a cuya noticia venia esta fiesta; y to mismo se hada en
los co/M/< y en todos los cMe.f. Todos oraban y demandaban
a este dios que les hiciese mercedcs, pues que el era todopodc-
ros<
En e! stjE~io que
se Hamaha ff r/~«ï/tMt~, en la primera casa
hacian fiesta diosas
a tas que Hamahan Ct7<M~~t/'t//tu. Kstas
decian que eran las mujeres que mortan del primer parte de-
cian que se hacian diosas y morahan en !a casa de! sot. y que
cuando reinaha este si~o descendfan a la tierra y herian con
dh'ersas enfermedades a los que tt'paban fuera de sus casas, y
por esto en estos dtas no osaban salir de su< casas. Ten<an edi-
ficados oratorios a honra de estas diosas en todos los harrios
donde habia dos calles; los cuales Uamahan C<7n~/<ra//<. por
otro nombre C<7n<o~t<~ox.' en estos oratorios tenian las imà~enes
de estas diosas y en estos dias las adornahan con papeles, f)ue
ttamahan oM<o/<<'<«' En esta fiesta de estas diosas matahan
a su honra les condenados a muerte por al. J<n delito, que cs-
tahan en las cârcetes.
"4
dus, y dcspués a la nochc cotntan y bebian. Tomaban flores
y aquettas canas de perfumes, y sentàbanse en sus asientos. y
comenzaba cada uno a jactarsc de to que habia ganado y de tas
partes remotas donde habia tte~ado, y batdonaba a los otros de
que eran para poco, ni tenian tanto co'no él, ni habian ido a
partes remotas como él. En esto tenian Rran chacutu lus unos
con los otros. por gran rato de la nochc.
"5 ,5
diosas Hamadas C<AMa~~<<<, a la tierra, y danaban a los ninos
y ninas, hiriéndolos con p?rtes)a; y si alguno en este tiempo
enfermaba decian que ettas to habian hecho, que se habia en-
contrado con ellas, y los pajres y las madres en estos dias no
dejaban salir a sus hijos fm'ra de casa, porque no se enccntra-
sen con estas diosas de las (uaks tenian gran temor.
n6
mar a los astr6logos judiciarios, y a preguntar por !a fortuna
huena o mala de la criatura que nacia; y si el signo en que nacia
cra prospère, luego le hacian bautizar, y si era adverso buscaban
la mas prospéra casa de aquel signo para le bautizar.
Cuando le bautizaban convidaban a los
paricntes y amigos
para que sehallasen presentes al bautismo, y entonces daban
comida y bebida a todos los presentes, y tambtéa a los ninos de
to<to el barrio. Bautizàbante a la saiida del sol en casa de su
padre; bautizabate la partera, diciendo muchas oraciones y ha-
ciendo muchas ceremonias sobre la criatura. Esta fiesta tam-
bién la usan ahora en los bautismos de sus hijos, en cuanto a!
convidar y comer y beber.
Cuando los padres ve!an que su hijo era de edad para casar-
se, hablâbanle en que le querian buscar su mujer, y é! respondia
haciëndotes gracias por aquel cuidado que tomaban de casarle;
tuego hablaban al principal que tenia cargo de todos los mance-
t)os, que ellos llamaban <<ocA/o, y decianle como querian
casar su hijo, que !o tuviese por bueno. Y para esto hacianle
un convite a él, y a todos los mancebos que tenia a su cargo;
y para esto le hacian una ptâtica, después de haberle dado de
comer y de beber a él y a todos los que tenia a su cargo, y en
principio de la ptâtica ponianle delante una hacha de cortar
madera o tena; esta hacha era seiial
que aquel mancebo se des-
pedia ya de ta compania de los otros mancebos, porque le que-
rian casar, y asi e! /w/<~o/~ iba contento.
Después de esto determinaban entre si los parientes, la mu-
"7
de esto buscaban .tn dia bien afortunado de atgun
Despucs
signo bien acondicionado. cua es eran dcatl, o~o~to~t, ft'~oc~t,
ft<aM/t; habiendo escogido at?uno de estos signes, los padres
del mozo hacian saber a los pa'tres de la moza el dia en clue ha-
bia de hacerse el matrimonio, y luego comenzaban a aparejar
las cosas necesarias para las bodas, asi de corner como de beber,
como de mantas y canas de humo y otras cosas; hecho esto
convidaban a todos los principales, y toda la otra gente que
ellos querian para las bodas. Después del convite y de mu-
chas ptàticas y ceremonias, venian los de la parte del mozo
a llevar a la moza, de parte de noche !tevâban!a con gran so-
lemnidad a cuestas de una matrona y con muchas hachas de teas
encendidas, en dos rencles, delante de ella; iba rodeada de ella
mucha gente detràs y delante, hasta que la llegaban a la casa
de los
padres del mozo. Llegada a la casa del mozo, ponian-
los ambos junto al hogar, que siempre le tenian en medio de
una sala, lleno de fuego, y la mujer estaba a la mano izquierda
det \arôn; luego la madre del mancebo vestia un /<M<~ muy
galano a su nuera y ponianle junto a sus pies unas naguas muy
labradas; y ta madre de la moza cubria con una manta muy ga-
lana a su yerno, y atabasela sobre el hombro y poniale un Mta.t
tli muy labrado a los pies. Hecho esto, unas viejas que se tta-
man 7't/tft ataban la esquina de la manta del mozo con la fal-
da del hui pil de la moza asi se concluia el matrimonio, con otras
muchas ceremonias y comeres y heberes y bailes, que después
se hacian, como se contiene m la historia del matrimonio.
Otras dos fiestas tenian que en parte eran fijas, y en parte
cran mo\ thtes eran mo\ ibtes porque se hacian por anos m-
terpoladcs. La una se hacia de cuatro en cuatro anos, y la
otra de ocho en ocho anos; eran fijas porque tenian ano, mes
y dia senatados. En la que se hada de cuatro en cuatro anos
hnradaban las orejas a los ninos y ninas, haciéndolos las cere-
monias de crezca
para t)ien, y tustràbantos por et fuego. Un
la que hacian de ocho en ocho anos ayunaban antes de ella ocho
(Has. a pan y agua. y hacian un areito en que tomaban figuras
n8
o pcrsonajes de diversas aves y animales, y decian que husca-
han ventura, como esta escrito en et apéndice del segundo libro.
Estas fiestas movibles en at~nos anos echan de su lugar
a las fiestas del catendario, como también acontece en nuestro
catendario.
CAPITULO XX.
"9
taban unos palos como \'arate<, en las ~tntas de los cuales po-
nian unos papeles Uenos de gotas de M<M, a los cuales papcles
Ilamaban OMto~/CMt~; e'to hacian a honra de los dioses det
agua. Los lugares donde macaban los ninos son los siguien-
tes el primero se Hama (?tMMA.~c/ es una sierra eminente que
esta cerra de T!ate!o!co. A los
ninos, o ninas que alli mata-
han ponianlos e! nombre del mismo monte, que es (3t«)'K/<<
a los que alli mataban compon!an!os con los papeles tenidos de
color encarnado. Al segundo monte sobre que mataban n~nos
uamaban /oo/~c< es una sierra eminente que esta cahe Gua-
dalupe ponian el mismo nombre del monte a los ninos que
alli morian, que es loaltécatl, (y) componfantos con unos papeles
tenidos de negro con unas rayas de tinta colorada. El ter-
cer monte sobre que mataban ninos se llama 7\A=ftc~; es aquel
montecillo que esta dentro la laguna frontero del Tlateloko;
alli' mataban una ninay llamâbanla pt«'~<M.ro('A porque asi
se
Ilamaba también el monte por otro nombre; componiania con
unos papeles tenidos de tinta azut. El cuarto monte sobre que
mataban ninos se Uama PovcM/a (y) es un monte que esta en los
términos de Ttaxcala, y alli, cabe 7~'ArtMfo, a la parte de orien-
te tenian edificada una casa que Hamaban o~'oM/<<'o//<, en esta
casa mataban ninos a honra de aquel monte Ilamabanlos P~-
~'OMA~o, como a1 mismo monte, que esta aculla en los términos cle
Tlaxcala; componianlos con unos papeles rayados con aceitc
<!e ulli. El quinto lugar en que mataban ninos era el remo-
tino o sumidero de la laguna de Mexico, ai cuat Ilamaban Pon-
/au; a los que alli morian !!amaban f~o/ el atavio con
que los aderezaban eran unos atavios que ttamahan <n<o<nMA-
</«! El sexto !ujt;ar o monte donde mataban estes ninos sc
Hama C\!co/ es un monte que esta cahe Chatco Atenco; a los
ninos que alli mataban Hamabantos C'<!ro/ como a) mismo mon-
te, y adcrezâhantos con unos papeles tn mitad cotora<tos y la mi-
tad leonados. E! séptimo luRar donde mataban ios ninos cra
un monte que Maman FtOM/~MfMtc, que esta cabe .OtMtA«ovo.
poman!os el nomhre det mismo monte ataviahanlo. con uno<
papeles (!e co!r)r teonado.
120
Estos tristes ninos antes que los ttevasen a matar aderezà-
ban!os con piedras preciosas, con
plumas ricas y con mantas y
M<M'~<'jr muy curiosas y labradas, y con cotaras muy labradas
n]uy curiosas, y poniantos unas alas de papel como àngetes y
tenianlos tas caras con aceite de <!?, y en medio de tas meji-
ttas les pon!an unas rodajitas de blanco; y p<~n!antos en unas
andas muy aderezadas con plumas ricas y con otras joyas ri-
cas, y !!evândo!os en tas andas, !ban!es tanendo con flautas y
trompetas que ellos usaban. Y por donde los Ilevaban toda la
gente Uoraba, cuando ttegaban con ellos a un oratorio que es-
taba junto a Tepetsinco, de la parte del occidente, a! cuat tta-
maban Tos6can; alli los tenian toda una noche velando y can-
tàbantes cantares los sacerdotes de los idolos, porque no dur-
miesen. Y cuando ya Hevaban los ninos a los lugares a dondc
los habian de matar, si iban itorando y echaban muchas tà-
grimas, alegrabanse los que los vc!an llorar porque decian que
t'ra senal que ttoveria muy presto. Y si topaban en el caminf)
atgûn hidropico, tenianlo por mat agüero y decian que eUo~
impedian la ttuvia.
Si alguno de
ministros los del templo, y otros que ttam:.
t)an çMa~MacM~/tM, y los viejos, se volvian a sus casas y no !!c-
j~aban a donde habian de matar los ninos, tenianlos por infâme-*
e indignos de ningun oficio pùbtico de alli adelante, llamando-
tos tMocaM/tÇMf, que quiere decir dejados.
Tomaban pronôstico de la ttuvia y de la hctada del ano de
la venida de atgunas aves y de sus cantos; hacian otra crueidad
en esta misma fiesta, que todos los cautivos los Hevaban a un
templo que Ilamaban /<~to. del dios 7\ff, y en este lugar.
después de muchas ceremonias ataban a cada uno de ellos sobre
una piedra como muela de molino, y atàbantos de manera que
pudiesen andar por toda la circunferencia de la piedra, y da
t'antos una espada de palo sin navajas, y una rodela, y ponian-
les pedazos de madero de pino para que tirasen; y los mis-
mos que tos habian cautivado ihan a pelear con ettos. con espa-
das y roddas, y en derrocandotos ttevàbantos tuego al iugar de)
t2t
sacrificio, donde echados de espaldas sobre uns piedra de al-
tura de tres o cuatro patm)s, y de anchura de pa!mo y medio
en cuadro, que ellos ttamatan téchcatl, tomàbanlos dos por los
pies y otros dos por las manos, y otro por la catjeza, y otro con
un navajôn de pedernal con un gotpe se !o sumia por los pe-
chos, y por aquella abertura metia la mano y le arrancaba el
corazôn, el cuat luego le ofrecia al sol y a los otros dioses, se-
natando con el hacia las cuatro partes del mundo; hecho esto
echaban el cuerpo por las gradas abajo, y iba rodando y dan-
do golpes hasta ttegar abajo; en ttegando abajo tomâbate el
que le habia cautivado, y hecho pedazos le repartia para comer-
le cocido.
No creo que haya corazôn tan duro que oyendo una cruel-
dad tan inhtimana, y mas que bestial y endiablada, como la que
arriba queda puesta, no se enternezca y mueva a lagrimas y
horror y espanto; y ciertamente es cosa lamentable y horrible
ver que nuestra humana naturaleza haya venido a tanta tmjc-
za y oprobio que los padres, por sugest!ôn del demonio, maten
y coman a sus hijos, sin pensar que en ello hacian ofensa nin-
~ina, mas antes con pensar que en ello hacian gran servicio a
sus dioses. La culpa de esta tan cruel ceguedad, que en es-
tos desdichados ninos se ejecutaba, no se debe tanto imputar
a la crueidad delos paclres, los cuales derramando muchas !a-
grimas y con gran dolor de sus corazones la ejercitaban, cu.tn-
to al crudetisis!mo odio de nuestro enemigo ant!qmshno Sata-
nas, el cual con matign!sima astucia los persuadto a tan infer-
nal haxana. ;()h senor Dios, haced justicia de este cruel cne-
n)igo, que tanto mal nos hace y nos clesea hacer tQuitadtc,
senor, todo el poder de empecer!
tM
CAPITULO XXI.
t23
cados los corazones los !!an<aban quauhteca. Despues de de-
sottados, los viejos que se llamaban gMa~M<M'M<u< llevaban los
cuerpos a! <<t/~t< adonde el dueno del cautivo habia hecho
su veto o prometintiento; ati< le dnidtan y enviaban a ~/o/<'<
r«~f"n<~ un nmsto para que c<'micse, y to dénias )o repartian por
tos otros principales o parientes; ibanto a corner a ta casa del
!24
Cuando iban
a acuchillar a los va dichos hacian una proce-
siôn muy sotemne, de esta manera: sat'an de to alto del fM que
se Hamaba /<< muchos sacerdotes, aderexados con ornamen-
tos que cada uno representaba a uno de los dioses; eran en ~ran
numéro, iban ordenados como procesion (y) dctras de to<!os iba~
tes cuatro, dos titres y dos a~uitas, que cran hombres fucr-
tes; iban haciendo adonanes de pe!ea con la espada y con la
rodcta, como quien escrime, y en lIeg-ando abajo iban hacia
donde estaba la piedra como muela donde acuchillaban los rau-
tivos, y rodeàbanta todos y sentâbanae en torno de ella. a)~f'
redrados, ( ï ) en sus t'c/'o/<v que lIaman quechol icpalli estahan
todos ordenados. E! principal sacerdote de aquella ficsta. (lue
se ttamaba loallaoa. (2) se asentaba en el mas honrado )n~ar,
porque é! tenia car~o de sacar los corazones a aquellos que alli
morian y en estando sentados comenzaban luego a tocar f tau-
tas, trompetas, caracoles, y a dar sHbos y a cantar E'-tos que
cantaban y tan!an llevaban todos banderas de pluma blanca s<
hre tos hombros, en sus astas tardas, y sentàbanse todos ~'rde-
nadamente en tomo de la piedra, algo mas lejos que los sa-
cerdotes. Estando todos sentados venta uno de los que tenian
cautivos para matar, y tra{a a su cautivo de los cabellos, has-
ta la piedra donde le habian de acuchillar alli le daban a hc-
her vino de la tierra o /'K/fr< y como et cautivo recihia la ii-
rara del ~M~crc alzahala contra el f'ricntc y contra el septen:D"n.
tt).)){<' a)Mtrta'to<).
(2).–Rérni Sitocon ttattscrihi" ~'t«ï//(t!M' "hcttcttor <)e la n'~hc". V
Histoire ('encrât (tes Choses de la \<')nc))e Ks)MtRnc. paR &)
125
piedra redonda, a manera 'te muela, y estando sobre la pie-
dra el cautivo venta uno de los sacerdotes o ministros del tem-
pto, vestido con un cuero d< oso, e! cual era como padrino de
!os que alli morian. y tomabt una soga, la cual salia por el ojo
de la muela, y atabale por la cinta con ella. Lue~o le daba
su espada de palo, la cual fn !u~ar de navajas, tenia plumas
(le aves pegadas por el corte, y dàbate cuatro garrotes de pi-
no con que se defendiese y con que tirase a sus contrarios. Kt
dueno del cautivo, dejàndote de ésta manera ya dicha sobre ta
piedra, ibase en su lugar y desde alli miraba !o que pasaba co~
su cautivo, estando bailando. Luego los que estaban apareja-
dos para la pelea comenzaban a petear con el cautivo de uno en
uno. At~nos cautivos que eran valientes cansaball a los cua-
tro peleando, y no le podian rendir. Luego venta otro quin-
<u. que era izquierdo, el cuat usaba de la mano izquierda pcr
(lerecha: éste le rendia y quitaba las artnas, y daba con él en
tierra; luego venfa el que se ttamaba looallna, y le abria los
pechos, y le sacaba el corazôn.
Algunos de los cautivos, viéndose sobre la piedra atados,
luego desmayaban y perdian et àn!mo. y como desmayados y
desanimados tomaban las armas, mas tuego se dejaban vencer
y tos sacaban !os corazones sot)rc la piedra. Algunos cautivos
habia que luego se anMrteoan. como se veian sobre la piedra
atados cchàhanse rn el sueto. sin tomar arma nin~ma. descan-
(!o que tue~o les matasen, y asi les tomatta ecttàndotos de cs-
paidas sobre la orilla de la piedra a()ue! ttamado /fM//o<mo«.
abrfante los t~ecitos y sacand" c) roraxon ofrectatc at sol y ccha-
hate en la jicara de mariera. !uc~u "tru sacerdotc tomatta
un canuto de cana ttueca. en el a~ujero le
y metiato por donde
habian sacado el corazon, y tinendota en la sandre, tomàt)a)a
a sacar y ofrecia aquetta sangre al sot; luego vema el dueno
de! cautivo y recibia la sangre del cautivo en una jicara borda-
<ta de plumas toda la orilla; en la misma jicara iba un canmu
tambien aforrado con plumas; it)a luego a andar las estaciones,
visitando todas las estât uas de los dioses por los templos y por
)z6
los a cada una de ellas el canuto tenido con la
co~M~.t: ponia
sangre, como dàndok a gustar la sandre de su cautivo, (y) ha-
ciendo esto iba compuesto con sus plumajes y con todas sus
joyas. Habiendo visitado todas las estatuas det pueblo, y ha-
h!cndo!es dado a ~star la sandre de su cautivo, iba lueg-o al
palacio real a descomponerse, y el cuerpo de su cautivo tieva-
hanle a la casa que llamahan co~«/co, donde habia tenido ta
127
parte de los pucrtos de Huexotzinco, de T!axcata, (le Nonoalco,
(le Cempoala y otra: partes muchas, y los mexicanos disimula-
ban con ellos por que dijesen en sus tierras to que pasaba
tcrca de los cautivo~. Hechas todas aquestas cosas se acababa
la fiesta de los acuchiHados sobre la piedra.
Cuando se hacia esta fiesta. comian todos unas tortillas,
como que hacian de maiz sin cocer, a fas cua-
empanadillas
les !!amaban Mt/~c/'o//f. T<xtos los que ihan a ver este espectâcu-
to hacian mochila de estas tortillas, y connantas alla donde se
hac!a la farsa. E! dia si~uiente todos se aparejaban para un
solemne areito, el cual comenzaban en las casas reales; adere-
xàbanse con todos los adcrezos o divisas, o plumajes ricos que
habia en las casas reales, y Hevaban en tas manos en tu~r <!c
flores todo género de tamales y tortillas; iban aderezados con
ma{z tostado que ttaman Mt~wocA~t, en lugar de sartales y j?mr-
natdas. Llevaban también btedos colorados hechos de pluma
colorada y canas de maiz con sus mazorcas; y pasado el me-
d!od(a. cesaban los ministros de! templo del areito, y venian to-
dos los principales senores y nobles, y ponianse en orden de-
tante las casas reales, todos de très en tres; salia también Mo-
/<*<'cMro!<to en la delantera y ttevaba a la mano derecha al se-
nor de Tezcuco, y a la izquierda al senor de Tlacuba; hac!asc
«n areito so!enin!sinM; duraba rt arcito hasta la tarde a la pucs-
t:t clel so!. Acabando et areito cumenzaban otra manfra dr rlan-
zar enque todos iban trabados de las manos, ihan danxandn
como cutebrcando. En estas danzas entrahan los soldados vic-
jns y tes bisonos y los tirones ( t ) de la .~ucrra. Tambien en
estas danzas en<rat)an las niujercs mat ronas, que querian, y
tas mnjcrcs pubticas; duraba esta manera de danzas, en este
lugar donde habian muerto los cautivos, hasta cerca de la ntc-
dia nochc; dilataban estas fiestas por espacio de veintc dias, has-
ta He~ar en las catendas del otro mes, que se Hamaba /or<
~<.
()).ovieios pn la Ruerra.
t28
CAPITULO XXII.
~*h*<An).~
!f)
tiarma o con masa dey de alli it)an a bariarse
tna)x, en e! a~ua
c")nun; y nn se <avat)an etto~, sino )a\àbantos otros, no frc-
':a))d'))os et cuerpo con las m:) nus sino dandotes patmadas con
)a-' manos n~~adas en et cuerpo; decian que asi salia la ~ro-
sura de! pellejo que hab!an traido vestido. También los duenos
de los cautivos, los de su casa –becbo todo esto– se lavaban
y jabonaban las cabexas, de to cual se bab!an abstcnido veinte
dias, haciendo penitcncia por su cautivo difunto.
Despues de todo to dicho el dueno del esclavo que hatna
muerto poma en el patio de su casa un ~!obo redondo, hecho
de petate, con tres pies, y encima del ~!obo ponia todos los pa-
peles con que se habia aderezado el cautivo cuando murio, y
después huscaba un mancebo valiente y componiale con todos
:K)ue)!os papeles; estando compuesto con los papeles dàbate una
rodcla en la una mano, en la otra le ponian un bast6n, y satia
torriendo por esas caltes, como que querfa maltratar a los que
topase, y todos huian de él y todos se alborotaban, y en vién-
clole decian ya viene et /<on/'o< y si alcanzaba alguno to-
matxdc las mantas, y todas cuantas tomaba las Hevaba y las
nrrojaha en
el patio de aquel que le Iiab!a compuesto con los
papeles. Despues de esto el dueno del cautivo que habia muer-
to pon!a en el medio del patio de su casa un madero corno co-
lumna, en el cual todos conooan que hahia cautivado en la Rue-
rra aquello era en blason de su vatent!a, Despues de esto to-
maba el hueso del musto del carne ya habia
cautivo, cuva
co-
)nido, y componianle con papeles y con una so~a le cot~aba de
aquel madero que bab!a hincado en el patio; y para el dia que
le co)~aba convidaha a sus parientcs y ami~os, y a los de su
barrio, y en presencia de ellos le cot~at)a y les daba de corner
bcbcr aquct dia. Hacia ciertas ceremonias con el ~!</cr<' que
daba a t~cbcr, y todos este dia cantaban los cantares de su casa;
todas estas cosas pasaban dentro de veinte d)as ~~asta tte~ar
«cy /fr//t.
J3o
CAPITULO XXIII.
'3'
</N(;ut7nnW de harina de t/<f'f que ettos Itaman ~ntoW; otro f/n-
f/;<)'A: con m tix tostado, revue))' con fri{otes; cortaban un ca-
nuts d- maix verdc y bencbiante de todas a<)uet)as viandas. to-
)n:mdo de cada cosa un po<n)ito. y ponian aquet canuto sobre las
~2
a rodar por ese polvo; alli estâ una piedra àspera, daos con ella
en la cara y en tas narices para que os satga sangre, y si mas
quisiéredes, agujeraos la garganta con un tizon para que escu-
pâis por alli Ruegoos que caHéis y os pongâis en vuestra paz".
Aunque de esta mancra respondian a la mujer que !o rcprcndia,
era por mostrar ânimo, que bien quedaban lastimados los man-
cebos de las palabras de la mujer que habia reprendido, y des-
pués dec!an entre s! "ofrézcoh al diablo, la bellacona, y cômo
nos ha reprendido tan de agudo, que nos ha lastimado el corazon
con sus palabras! Amigos, menester es que vayamos a hacer al-
guna cosa con que nos tengan en algo".
Después que habian !!evado al cu las mazorcas de maiz vol-
vianlas a sus casas, echâbanlas en el hondôn de la troje, decian
que cra el corazôn de la troje, y en el tiempo de! sembrar, sacà-
han las para sembrar; el maiz de ct!as servia de semilla. Esta
fiesta hacian a honra de la diosa llamada C/ttCOM!rf<!o/ la cual
imaginaban como mujer y decian que ella era la que daba los
mantenimientos del cuerpo, para conservar la vida humana, por-
que cualquiera que le faltan los mantenimientos se desmaya y
muere. Decian que ella hacia todos los géneros de maiz, y todos
los gineros de frijoles y cualesquiera otras tegumbrcs para co-
mer y también todas las maneras de chia, y por esto la hacian
fiesta con ofrendas de comida y con cantares y con bailes, y con
sandre de codomices; todos los omamentos con que la adcrexa-
ban cran t~ermcjos y curiosos y labrados; en las manos la ponian
canas de ma!z. De esta manera acabahan ta fiesta de esta diosa.
y cnmenxaban con danzas la fiesta que se si~ue.
tjj
CAPÏTULO XXIV
134
Luego que este mancebo era diputado para morir en la {tes-
ta de este dios, comenzaba a andar tanendo su flauta pur las
calles, con sus flores y su cana de humo tenia libertad de noche
y de dia de andar por todo el pueblo, y andaban con él, acom-
paiiandole siempre, ocho pajes ataviados a manera del palacio.
En siendo pub!!cado este mancebo para ser sacrificado en la
pascua, tue~o el senor le ataviaba, con atavios curiosos y preciosos
porque ya le tenia como en tugar de dios, y entintàbante todo e!
cuerpo y la cara; emptumâbante ta cabeza con plumas hlancas
de ~ttina, pegadas con resina; crLba los cabellos hasta la cinta;
después de haberle ataviado de ricos atavios, ponianle una guir-
nalda de flores que llaman t~!n.rf!c/!t~, y un sartal !arKo de las
mismas colgado desde el nombre al sobaco, de ambas partes;
ponfantc en las orejas un ornamento como zarcillos de oro; (y)
ponianle al cuello un sartal de piedras preciosas: colgàban!e un
joyct de una piedra preciosa btanca, que cot~aba hasta el pecho;
ponianle un barbote largo hecho de caracol marisco; llevaba a
las espaldas un omamento como botsa de un palmo en cuadro,
de ticnzo blanco, con sus borlas y flocadura, ponianle tambicn
en los brazos, encima de los codos. en tos morcillos de los brazos
unas ajorcas. de oro, en ambos braxos pomantc tambien en las
munecas unos sartales de piedras preciosas que ellos ttaman
nt0ft<f.r~ que te cubrian casi todas las munecas basta el c<xto:
cubnante con una manta rica, hecha a manera de rett. con una
ftocadura muy curiosa por las orittas; poniante también cenida
una pieza de ticnxo muy curiosa que ellos usaban para cubrir las
partes bajas, que ttamaban !na.r~/a// y las extremidades de este
!na.r//o~ eran muy lahradas en tanta anchura como un patmo. de
~<xto el ancho det tienxo; cot~ahan estas extremidades por h par-
te dctantera casi hasta la roditta. Pomanle también unos ca'ca-
bc!es de oro en tas piernas, que it)a sonando por dondequiera <)ue
iba; pt~niante unas cotaras muy pintadas. muy curittsns. que h<
)tamat)an <)f<Muo«!<r. De e~ta manera ata\ia!)an (a~ este man-
cetx) que habian de matar en esta fiesta.
Estos eran los atav'os dct prindpio (tel ano: vcmtc 'h:~ âmes
'35
de ttegar a esta fiesta mudahante las vestiduras con que hasta
alli habia hecho pcnitcncia y ta/àbante la tintura que hasta aslli
sotta traer este niancebo; y caKtban!e con cuatro doncellas, con
tas ouates tcnia conversacion aquettos veinte d!as que rcstaban
<ic su vida, y cortàbantc los catxttos a ta mancra que los usaban
tus capitancs; atabante los cat~ett'~s como una borla sobre la coro-
na de la cabcxa, con una franja curiosa atabanle (de) aquella ata-
<!ura de los cabeUos dos bortas con
sus botones, hcchas de pluma
y nro y /of/t<t< muy curiosas, que ellos Ilamaban azta.relli.
Las cuatro doncellas que le daban por sus mujeres también
eran criadas en mucho regalo. Para aquel efecto, pon!an!as !os
nombres de cuatro diosas: a la una llamaban ~ocA~M~/r< a la
otra, Yt~M~M; y la tercera, ~</o~KOM; y a la cuarta !7<.r~oc~-
A!<a/ Cinco dias antes de Hegar a la fiesta donde habian de
sacrificir a este mancebo, honràban!e como a dios. El senor se
quedaha solo en y todos
su casa los de la corte le se!?u!an, y se
hacian solemnes banquetes y areitos con muy ricos atavios. El
primer d!a le hac!an fiesta en et barrio que ttaman 7'<'c<ÏMMan;
el segttndo, en et barrio donde se guardaba la estatua de 7~<'o-
//<oc< et tercero, en et montecillo que se llama Tc~c<rtMco, que
esta en la ~a~una, ilquioa, ornlalpin, o?!~a~t<YO, «ne oM~o~to, ito-
/t (i~ el narto, en otro montecillo que esta también en la taguna,
(jue se !tama Tf/u~c~. Acabada esta cuarta fiesta, ponianlo en
una canoa en que el senor sotia andar, cubierta con su totdo. y
con él a sus mujeres que le iban consolando; y partiendo de Tc-
pepulco navegaban hacia una parte que se llama 77o~t<~ooayoM,
')ue es cerca del camino de Iztapatapan, que va hacia Chalco, don-
(le esta un montecillo que se llama .~f<M~«7/'a«, o Caoaltepec; en
este lugar le dejaban sus mujeres y toda la otra gente, y se vol-
!an para la ciudad solamente le acompanat~an a<tuet!os ocho pa-
jfs ()ue habian andado con et todo el ano. Ltcvabanto tuego a
un rt< pequeno y mat alinado que estaba a orilla det camino y fue-
~6
ra en despoblado, distante de la ciudad una tcgua o casi; ttegado
a las gradas del cu, él mismo se sub!a por las gradas arriba, y en
la primera grada hacia pedazos una de las flautas con que tania
en el tiempo de su prosperidad, y en la scanda grada hacia pe-
daxos otray en la tercera otra, y asi las acahaba todas, subiendo
por las gradas; Itegando arriba, a !o mas alto det CM. estaban apa-
rejados los sàtrapas que le habian de matar, y tomabanle y echa-
banle sobre el tajon de piedra, y teniéndole por los pies y por las
manos y por la cabeza, echado de espaldas sobre el tajôn, el que
tenia el cuchillo de piedra, metiaselo por tos pechos con un gran
golpe, y tomândote a sacar, metia la mano por la cortadura que
habia hecho el cuchillo y arrancâbate el corazôn y ofrecfate lue-
go al sol. De esta manera mataban a todos los que sacrifica-
ban a éste no le echaban por las gradas abajo, como a los otros,
sino tomabante cuatro y bajâbante luego al patio, y alli le cor-
taban la cabeza y la espetaban en un palo que Ilamaban ~OM-
pantli. De esta manera acababa su vida este que habia sido re-
galado y honrado por espacio de un ano. Decian que esto signi-
ficaba que los que tienen rlquexas y deleites en su vida, al cabo
de etta han de venir en pobreza y dolor.
En esta misma fiesta hacian de masa que se ttama ~oo~/t la
imagen de ~Mt~o~oc/t~t, tan alta como un hombre hasta la
cinta; en el c« que Ilamaban ~/t<no/tt«tc hacian para ponerla
un tabtado (y) los maderos de él eran labrados como culebras y
tenian las cabcxas a todas cuatro partes del tablado, contrapues-
tas las unas a las otras, de manera que a todas cuatro partes
habia colas y cabezas. A la imagen que hacian ponianta por
t)ezos unos palos que MN~M< y luego la henctuan toda de aquella
masa, hasta hacer un bulto de un hombre; hacian esto en la
casa donde siempre se guardaba la imagen de ~7<«/~7<~oc/<~<.
Acabada de hacer, componianla luego con tottos los atavios de
~Mt~o~oc/t~t: ponianle una jaqueta de tela labrada de bczos
de hombres cubriante con una manta de ~f~M~n ( t ) de tela muy
<<) \<'crca (le f'.ta palahra tomamos <)c richardo (Oh. cit., paff. t48)
la re(crencia ..il{uil'l1le: "O"il'clo <lice que lo~ Inclio~ de la provincia de Cue-
'37
rala ponianlc en !a cabcza ma corona a mancra de cscritio que
venin justa a la cabeza y en !o alto ibase ensancbando, labrada
de phuna; sobre papel, (te! mcdio de ella satia un màstit también
)abrado de pluma, y en tu alto del masti! cstaba in~crtdo un cn-
rhillo de pedernal, a manera de hierro de tanzon, cnsan~rentado
basta el medio; cubr!an)e otra manta, ricamente labrada de ptu-
ma rica; tenia esta manta en et medio una plancha de oro redon-
da, hecha de martillo; abajo ponian unos bezos hechos de ~o<
cerca de los pies de la imagen, y cubriatos la misma manta
que tenia cubierta en la cual estaban labrados los bezos y miem-
bros de una persona clespedazacla; a esta manta, labrada de esta
manera, Ilamaban //aft<oc«o//o. Otro ornamento hacian para
honra de este dios, que era un pape!6n que tenta veinte brazas
de largo y una de ancho, y un dedo de ~rueso; este papetôn
!n ttevaban muchos mancebos recios delante de la imagen, asi-
dos de una y de otra del papeton,
parte todos delante la imagen;
y porque el
pape!6n no se quebrase llevabanle entablado con
unas saetas que e!tos llamaban /ft<w< )as cuales tenian plumas
en tres partes, cabe el casqu)!to y en el medio y at cabo, e ihan
estas saetas una debajo y otra encima de! papel; nevàbanlas dos.
uno de una parte y otro de otra, !tcvando!as asidas ambas jun-
tas con las manos, y ellas apretaban e! pape!6n, una por encima
y otra por debajo.
Acabada de componer esta iinalyen de la manera ya dicha
a!canxaban c! tahtado sobre que puesta muchos capitanes
v hombres de ~terra, y, unos de una parte y otros de otra, iban-
la t!e\ando como en andas, y delante de ella iba el papeton, y
todos los que le Hevahan iban todos eti proces~on; !bait cantando
sus cantares de! nusmo dios. y baitando delante de c) con grande
'38
arcito; at cu (tonde la habian de subir, ttevaban con
y ttcgando
unas cuerdas atado el tabtado por las cuatro esquinas y asian
de las cuerdas para subirle, de manera que fuese muy Itano, que
a ninguna parte se acostase la imagen; y los <)ue llevaban et
'39
ceremonias del servicio
aquel de
dios. Los satrapas, ttc~ando
a cierto punto, tomaban todos brasas en sus incensarios y echa-
ban alli c! copal o incienso e inc<'nsahan ttacia la imagen de ~<«<-
~o<<<. que poco antes habian pucsto en el <'«; no solamen-
te en este !u}?ar se hac!a fiesta o cercmonia, pero también en
todas las casas (!e los duenos de ellas incensaban a todas las
estatuas (le los dioses que en sus casas tenian; acaba(to de in-
censar, echaban las brasas
en un hogar redondo, dos palmos o
casi alto, de tierra, que estaba en medio del patio, al cual tta-
maban tlexictli.
En esta fiesta todas las doncellas se afeitaban tas caras y
componian con pluma colorada los brazos y tas piernas, y t!e-
vaban todas unos papeles puestos en unas canas ttendidas, que
llamaban ~~M~, el papel era pintado con tinta; otras, que
cran hijas de senores o de personas ricas, no Hcvaban papel sinn
unas mantas detgadas que ttamaban fOM~~tf; tambien tas ntan-
tas iban pintadas de ne~ro a manera de trottas, de alto a hajo.
Llevando en las manos estas canas. con sus papetes o mantas at-
tas, andaban la proces!ôn con la otra gente, a honra de este
dios, y también bailaban estas doncellas con sus canas y pape-
les asidos con ambas manos, en derredor det fo~on, sobre el
cual estaban dos escuderos, tenidas las caras con tinta, que tra-
ian a cuestas unas como jaulas hechas de tea, en las orillas de tas
cuales iban hincadas unas t)anderitas
pape): dey ttevaban-
las a cuestas, no asidas de la frentc como las carias de los hom-
bres, sino atadas de tos pechos como soeien iievar ias carias
las mujeres; éstos, atrededor del fogôn, en to alto, ~uiahan la
danza de las mujeres, bailando al modo que ellas t)ai!an.
También los sàtrapas del templo bailahan con las mujeres; ettos
y ellas bailando sattaban, y !)amahan a este hailc /)«!</««7<f-
~00, que quicre decir sattar o baitar de la fiesta de /f:.t<a/
Llevaban los sàtrapas unas rodajas de papel en tas froues.
fruncidas a manera de rosas de papel. Todos los sàtrapas tte\a-
ban emplumadas las cabezas con pluma blanca de gallina, y tte-
vaban los labios y parte de los rostros enmetados, de mancra
1~0
que relucia la miel sobre la tintura de la cara, la cuat aiempre
traian tenida de negro. los sâtrapas Hevaban unos panos meno-
res que ellos usaban. de papet, que ttamaban o~~t~o.r~t, y lleva-
ban en las manos unos cetros de palma, en la punta de It)s cua!e'<
!ba una flor de pluma negra y en to bajo una txjrta. tambien de
pluma ne~ra. por remate del cetro. A este cetro ttamaban ftN-
//<K'MC/<<, por raxon de la ttoria que Hevaba abajo en el remate
i<a parte por dondc Hcvaban as!dos estos cetros iba envuetta con
un papel pintado de listas o rayas negras, y cuando éstos ihan
ttanzando Hc~tKm al sue!o con el cetro, comf sustcntândnsc e~~
c!, se~ûn los pasos que iban dando y los que hacian el son para
bailar estaban dentro de una casa que namaban <o/~«/t~. de ma-
nera que no se veian los unos a los otros. ni tes que ha!tahan a
los que tan!an ni los que tan!an a los que hailaban. Es!os que
taman estahan todos sentados; en medio de ellos cstaba el ataha!.
t<x!os tan!an sonajas y otros instrumentos que ellos usan en !os
arcitos. Toda la gente del palacio y la Rente de j~uerra, viejos
y mozos, danzaban en otras partes del pat~n, trahados de las ma-
nns v cutebrcando. a manera de las danzas que los poputare~
hombres y mujeres hacen en Castilla la Vieja. Entre éstos tam-
hién danzaban las mujeres doncellas, afeitadas y emptumada-
'te pluma colorada todos los brazos y todas las piernas, y Heva-
han en !a cahexa puestos unos capillejos compuestos en hi~ar de
flores con ma!z tostado, que ellos !)aman tn~Mt~f/t. que rad:'
~rano es conift una flor hlanquisima. Estos cap!!tcjns cran a );t
manera que )~s capillejos de flores que usan las moxas en Can)
p<is. por mayo: Hevahan tambtén unos sarta!es de ox'.nx' co!
~a<)'~s dcsftc et itombro basta el sn!)aco. de ambns partes. A esta
tuancra de danxar ))aman//<tttOM< que quierc dccir ahraxad".
</t/ntOM<7 in //<<7~<t, abrazan a ~/f<tY?<<t. Todo cst<~
se hacia con gran recato y honestidad; y si at~uno bahtaha o mi-
raba desboncstamentc )uett" le castt~aban. pnrfjue habia persn-
nas puestas r)t)c ~ctattan sobre csto. listes battes v ttanyas (!ura-
ban hasta la nncbc.
Cuando pur espacio de un anu rc~ataban al manccbt) que al
'4ï
principio se dijo era imagtn de 7<~c<iMOM, y le mataban en
el principio de esta fiesta, juntamente criaban otro que Hama-
ban /.< /t'o<-o~ y por otro nomore r/<!ca«~<!n, y por otro V'ctcdx/t-
/.?:'«. y andaban ambos juntos, aunque a éste no le adoraban como
a! otro ni le tenian en tanto. Acabadas todas las fiestas va di-
chas, y regocijos y cercmoniaSt al cabo mataban a este 77<K'aM~-
ya~, e! cual eraimagen de ~/«t~t7o~oc/t~t: para haberle de ma-
tar componianle con unes papeles todos pintados con unas rueda'.
negras, y ponianle una mitra en la cabeza, hecha de plumas de
a~n!a, con muchos penachos en la punta, y en medio de los pc-
nachos Uevaba un cuchillo
de pedernal enhiesto y tenido la n~tad
con sandre. Iba adomadoeste pedernai con plumas coloradas
)te\aba en las espaldas un omamento de un pa!mo en cuadru
hecho de tela rala, el cual ttamaban yc«cc/t<M, atado con unas
cuerdas de at~odon a !os pechos, y encima del YCM~cAtM ttevaha
una tate~utta (a la cuat) namâbante t<~a/o.t't~<; !!evaba tambicn
en uno de !os brazos otro ornamento de pellejo de bestia fiera, a
manera de inanipulo, que se usa en la misa; a éste Uamaban
Wta/aco.t'. Hevaba tamhicn unos cascabetes de oro atados a tas
piernas, como los llevan los que bai tan. Este, asi adornado, dan-
xaba con los otros en esta fiesta (y) en tas danzas plebeyas iba
delante, ~uiando; éste, él mismo y de su voluntad y à la hora
que quer!a, se ponia en las manos de los fjuc le habian de matar;
.u)ue!)os satrapas que te tenian para cuando !c mataban, los lla-
unban //<7//cc<t o<to//u< en las manos de éstos le cortaban lus pc-
( tx~s y le sacaban et coraxon. y después !c cortaban la caheza, y
la espctaban en el palo <)ue !)an)ahan /~f~on//< cabc la det otro
mamcbu de ()uc di)imf)s ai principio. Este mismo (lia lus satra-
pas de! <cn)p!o daban unas cuctuHadiHas con navaja de piedra a
tos ninos en el pecbo,
y ninas, y en e) cstoma~o, y en !os mor-
dnf~s <!e los brazos y en las munecas; estas senales parece que
cran como bierro del demonio, con que herraba a sus ovejas, y
los que ahora toda\)a ~~acen estas sena!es no carecen de màcuta
de ido)atr!a, si despues (tel bautismo la recibieron. Cada ano en
esta fiesta senataban a tus ninos y ninas con estas scna)es.
142
CAPITULO XXV
i43
los sàtrapas y ministros de los idolos se recogian dentro de la
casa que !!amaban Co/M~'fOf, en sus retraimientos; recog!anse en
este lugar los que ttamaban /'ow<!<*d~~< «Ma<;M< que quiere decir
sàtrapas que ya habfan hecho hazanas en la guerra, que habian
cautivado tres o cuatro. Estes, aunque no resiclian continua-
mente en el ft<, en algunos tiempos senatados acudian a sus ofi-
cios al cu recogianse también otros que ttamaban //on<of<c<t-
yo~M~, que quiere decir sàtrapas que ya han cautivado uno en la
jE~uerra; tampoco estos resid!an siempre en tos oficios de los
<t!fy, mas acudian los tiempos senalados a sus oficios; recogian-
se también otros que ttamaban ~owafO~MC ct«<'<nnM«', que quie-
re decir los sàtrapas cantores. Estos siempre residian en los CMM
pcrque aun ninguna hazana habian hecho en la guerra. Dcs-
pués de éstos se recogian todos tos otros ministros de los !dotos.
que eran menores, que ttamabe ~oMtOfo~~ctcd/tMOM, que quiere
decir ministros menorcs. También se recogian otros muchaetw?,
ronio sacristanejos, a los cuales Ilamaban </atM<!cu-~<OM, que
quiere <!ecir ministros pequenuetos. Después de esto tendian al-
rededo. de los t~gares aquellas mantas de juncias que habian
hecho, a las cuales !)amabano~/o~!7~a/que quiere decir pcta-
tes jaspeados de juncias blancas y verdes.
Después de haber tendido estos petates o esteras, tuef;o se
nderexahan los sàtrapas de los idolos para hacer sus oficios.
Vcstiansc una jaqueta 'juc ellos ttamahan .ttr~W. de tela pintada,
y poniansc en la tnano. en et braxn ixquicrdo, un maniputo a la
manera de los que usan tos saccrdotcs de la I~tesia, que ett~s
Haman tno/o<'o.r//t. luego tnmahan en la mano ixfjuicrda una ta-
K'~n eut) v i«to<<!««) ot !.t t!taii« <!crcc!.a c! :nccnsa::o
cup. q::c
'44
tado o poco menos y tan
~ruesos que dos hombres apenas los po-
dian abra7ar. El sàtrapa que habia ofrecido el incienso, acahado
su oficio entrâbase en et Co/wcfOf, que era como sacristia, y alli
ponia sus ornamentos. Luct{o comen~aban tos Mttrapas a ofrecer
Jetante del hogar una~ bf)!it!as de mssa, rada M ofrecia cuatro;
poniantas todas sobre los ))ctate<! de tut~'a*~ y ponianlas con
~ran tiento paraque no se rodasen ni meneat-en, y si se rodaba
at~una de aquellas hohs los otros acusàbante de ~ue!!a cu!
porque habia de ser castigado por ella, y asi estaban con ~ra'tdc
atencion mirando a cada uno como ponia su ofrenda, para acu-
sarte; a estas bolitas llamaban M<'M<~o~o//<; y otros ofrecian cua-
tro tomates o cuatro chiles verdes. Miraban también mucht~ x
los que ofrecian, si traian atguna cosa de suciedad en sus n~
tas, como atgûn hilo o paja, o cabello o pluma, o pelos, y al tad
luego le acusaban y habia de ser castigado por ello; mirabase
también mucho si at}!uno tropezaha o caia, porque luego acusa-
)<an at tal, porque habia por ello de ser castigado. En estos
cnatro dias de su ayuno, juntamente con cuatro noches, todos
andaban con mucho tiento por no caer en la pena del castigo..
Acabado de ofrecer cada dia, venian unos viejos que !tama-
!)an gfo~«<M'M<7~M, los cuales traian las caras tenidas de negro,
'45
tantas puntas de ma~tey a cua ~tas atcanxaha su devocion unes
cinco. otros mas y otros menot: hccho t's!o, tuego todos los sà-
t râpas y ministros de los idotos iban a hanarse, por mucho frio
(lue hiciese, y yendo iban tanendo caracoles marinos y unos chi-
flos hechos de barre cocido. Todos ttcvaban a cuestas unas ta-
tef~uittas atadas con uno~ cordelejos de M~t, con unas borlas
al cabo, y de otras colgahan unas tiras de papel pintadas, cosidas
con las mismas talegas que ttamaban y«'~MO<<~<; y en aqueHM
talegas Ilevaban una manera de harina. hecha a ta manera de
estiércol de ratones que ellos llaman ~to~MoMt. que era confec-
cionada con tinta y con polvos de una yerba que ellos Haman
y«' que es como bctenos de CastiUa. Iba delante de todos éstos
un sàtrapa con su incensario Heno de brasas y con su talega de
copal todos e!!os llevaban una penca de maguey corta, en que
iban hincadas las espinas que cada uno habia de gastar; delante
de todos éstos iba uno de aquellos que uamaban ~«a~Hat-Mi~iH, y
llevaba en e! hombro una tabla tan !ar~a como dos brazas y tan
ancha como un palmo o poco mas; iban dentro de esta tabla
unas sonajas y el que la Hevaba iba sonando con eUas. Llama-
ban a esta tahla oyafOf/NfOMa/<r//< o no<'o/~MaM< Todos los sa-
t râpas iban en esta procesion. so!os cuatro dejaban en Ca/Mf<*fo<,
que era su monasterio, los cuales guardaban entretanto que ellos
ihan a cumplir sus devociones. Estos cuatro se ocupaban en can-
tar y taner en un atabal y menear unas sot'ajas. estando senta-
dos, esto era un servicio que hacian a sus dioses, y aun ahora
!o usan algunos. Llegados los sàt râpas al agua donde se habian
de banar, estaban cuatro casas cerca de aquella a~ua, a las cuates
llamaban oyoM/tfo//<, que quiere decir casa de niebla. Estaban es-
tas casas ordenadas hacia tas cuatro partes clel mundo, una hacia
oriente, otra hacia el septentriôn, otra !:a''ia el poniente, otra
hacia el mediodta. El primer dia se metian todos en una de és-
tas el segundo, en
la otra; ci tercero, en la 'rrcera; el cuarto,
en la cuarta, y como iban desnudos iban temhtando y otros ha-
ticndo los dientes de frio; estando asi, comenzaban de hablar
uno de los sàtrapas que se llarnaba f/ta~/n'M/t~MafMt~t y dccia
ï46
coati tCOMfoyott !ttoyo/~ tcoMocoyOM, atapalcatl yMfcAtcoMaco-
von, <tT<o~t~CM<' CMC~ocovoM, que quiere decir este es lugar de cu-
lehras, lugar de mosquitos, y lugar de patos y lugar de juncia'
En acabando de dccir esto el sàtrapa, todos los otros se arroja-
han en e! agua; contenzaban luego a chapotear en el agua con los
pics y con las manos, haciendo grande estruendo, comenzaban a
vocear y a gritar, y a contrahacer las aves del agua; unos a los
anades, otros a unas aves zancudas del agua que ttaman ~t~t~hf.
otros a los cuervos marinos, otros a las garzotas blancas, otro"
a tas garxas. Aquellas palabras que dccia el sàtrapa parece que
eran invocadon del demonio, para hablar aquellos lenguajes de
aves en
el agua; donde éstos se banaban estaban unos varates
hincados; cuatro d!as arreo hacian de esta mancra. En acabàn-
dose de t~anar salianse del a~ua y tomaban sus alhajas que habian
traido y volvian a su monasterio, dcsnudos y tanendo con sus
pitos y caracoles, y en llegando a su monasterio echàbanse todos
sobre aquellos petates de juncias verdes y cubrianse con sus
tnantas para dormir: unos estaban muertos de frio, otros dor-
)n{an, otros velaban,
algunos dormian profundamente, otros con
sueno tiviano; algunos sonaban, otros hablaban entre suenos.
otros se tevantaban durmiendo, otros roncaban, otros resopla-
t)an, otros daban gemidos durmiendo; todos estaban revueltos,
mal echados; hasta mediodia no se levantaban.
Habiéndose tevantado los ministros y sat râpas, tueRo se ade-
rezaba et sàtrapa de los idolos con sus ornamentos acostumbra-
dos, y tomaba su incensario c incensaba por todas las capitta~
y altares, a todas las estatuas de los tdotos: iban delante de é)
acompanàndotc satrapas viejos ttamados ~Mo~Mat'tn~u!. En aca-
ttando de incensar en t<xtas las partes acostumhradas. tue~u c
ittan todos a corner: sentàt)anse en corrillos en el suelo, para
corner, puestos en cuclillas como siempre sueten corner, y tuego
daban a cada uno su comida, como se la cnviat)an de su misma
casa; y si alguno tomaba la comida ajena o la trocaba, castigà-
hanle por ello. Eran muy recatados y curiosos que no derrama-
sen gota ni pizca de la comida que comian, alli donde co-
'47
nnan y si atguno derramabc alguna gota de la mazamorra que
sorbh. o de! f/wW en que mojaban, tucgo le notaban la cutpa
para casti~arte, si no redimiese su culpa con atguna paga. En
habiendo acabado de cotner, luego iban a cortar ramos, que tta-
maban ac.royo/ y donde no habia estos ramos cortaban canas
verdcs en tugar de <ï<r~w~, y traiantos todos al templo, hechos
hacecillos, y sentabanse todos juntos y esperaban a la hora que
les habian de hacer senal para que fuesen a enramar las capillas,
que tenian por tareas senaladas. nn haciéndoles (ta) senal que
esperaban arrancahan todos juntos con sus ramos y canas, con
prisa muy diligente, y cado une iba derecho al lugar donde habia
de poner sus ramos, y si alguno erraba el puesto donde habia de
poner las canas, o quedaba atrâs de sus companeros y no ttegaba
juntamente con los otros al poner de las canas, penâbanle, habia
de pagar una gallina, o un w~.r~t o una manta, y lospobres
pagaban una bola de masa en una jicara puesta; estas penas
cran para el acusador, estas penas se pa~aban en los cuatro dias,
porque en el quinto dia nin~tno se podfa redimir, sino que ha-
bia de ser castigado.
LIe~ada la fiesta, to<tos hacian la
comida que se llama elsalli.
no quedaba nadie que no la hiciese en su casa; este ~~o~t era
hecho de maiz cocido, a manera de arroz, y era muy amar!o;
después de hecho, todos comian de ello, y daban a otros. Des-
pués de comido, ios que querian bailaban y re~octjàbanse, mu-
chos se hacian zaharrones (i), disfrazados de diversas mancras,
y traian en las manos unas ollas de asa, que llamaban .rocMt~Mt;
andaban de casa en casa demandando f~a~ o arro?: (2), canta-
ban y bailaban a las puertas y decian sus cantarejos, y a la pos-
tre decian si no me das el arroz, agujerarte he la casa; el dueno
de la casa luego les daba una escudilla de arroz.
Andaban éstos de dos en dos, de tres en tres, de cuatro en cua-
tro y de cinco en cinco. Comenzaban este regocijo a la media-
noche y cesaba en amaneciendo: en saliendo et sol, aparejàbanse
<4S
los satrapas con sus ornamentos acostumbrados, una jaqueta de-
bajo y encima de ella una manta delgada, transparente, que se
llama oyoM~~M~ttM~, pintada de plumas de papagayo aspadas o
cruzadas. Después de esto, ponianle a cuestas una flor de papel
grande fruncida, redonda a manera de rodela, y después le ata-
ban al colodrillo unas flores de papel también fruncidas, que
sobraban a ambas partes de la cabeza a manera de orejas de
papel, como medios circulos; tentante la delantera de la cabeza
con color azul, y sobre el color echaban margagita: Ilevaba
este sàtrapa colgando de la mano derecha una talega o zurron
hecho de cuero de tigre, bordado con unos caracolitos blancos a
manera de campanitas que iban sonando los unos con los otros
a la una esquina del zurron iba colgando la cola del tigre, y a la
otra los dos pies, y a la otra tas dos manos en este zurron
ttevaba incienso para ofrecer y este incienso
era una yerba que
se Hama yiauhtli, seca y molida; delante de este sàtrapa, iba un
ministro que Ilaman quacualli, y Uevaba snbre e! !tombro un.).
tabla de anchura de un pahno y de largura de dos brazas; a
trechos iban unas sonajas en esta tabla, unos pedazuelos rolli-
zos y atados a la misma tabla y dentro de ella, que iban
sonando los unos con los otros; esta tabla se llamaba aYaco-
cAtcoMa~~t. Otros ministros iban delante de este sàtrapa; !!eva
ban en brazos unas imàgenes de dioses, hechas de aquella goma
que salta y es negra y ta Uaman M~t; llamaban estas imàgenes
M~c~o que quiere decir dioses de ulli. Otros ministros Hevaban
en brazos unos pedazos de copal, hechos a manera de panes de
azùcar, en forma piramida! cada uno de estos pedazos de copal
ttevaba en la parte aguda una pluma rica que se llamaba <~«<<
puesta a manera de penacho, Uamàbanta esta pluma ~:<r~a/)?tt-
yooatM/ Estando ordcnados de esta manera, tocaban las cor-
nctas y caracoles, y tuego comenxaban a ir por su camino adc-
lante; esta procesi6n se hacia para Hcvar a los que habian hecht)
a!gun defecto de los que se dijeron atrâs, a! lugar donde los ha-
bian de castigar, y asi los ttevaban presos en esta procesi6n
ttevàbant~s asidf's por los cabc!tos dct coyote, para que no se
Y 49
huyesen; a at~.nos de ellos Ilevaban asidos por las MM~~ que
ttevaban que también ha-
cenidos, y los much~hos sacristanejos
bian hecho atgûn defecto, tte/àbantos puestos sobre los hombros,
sentados en un sentaderuelo hecho de espadanas verdes, y a !os
utros muchachos que eran mayorcillos Hevaban asidos de la ma-
no, y Uevandotos at agua donde los habian de castigar, arrojâ-
ban)os en el agua dondequiera que hallaban a!guna laguna en el
camino, y ma!tratàban!os de punadas y coces y empellones, y los
arrojaban y los revolcaban en el lodo de cualquier laguna que
estaba en el camino; de esta manera los Ilevaban hasta la orilla
del agua, donde los habian de zabullir, la cual Ilamaban /o<<f~.
AHega<tos a la orilla del agua, el sàtrapa, y los otros ministros,
quemaban papel en sacrificio, y las formas de copal que Ilevaban
y las imagenes de ulli, y echaban incienso en el fuego, y otro de-
rramaban alrededor, sobre las esteras de juncia con que estaba
adornado aquel lugar. Juntamente con esto los que Hevaban los
culpados arrojabanlos en el agua, cuyos golpes hacian gran es-
truendo en el agua y alzaban el agua echandota en alto, por
razôn de los que caian en ella, y los que salian arriba tornaban-
los a zabullir; y algunos que sabian nadar iban por debajo del
agua a su morguio (ï) y salian lejos, y asi se escapaban; pero
los que no sabian nadar de tal manera los fatigaban que los
dejaban por muertos a la orilla del agua. Alli los tomaban sus
parientes y los colgaban de los pies, para que echasen fuera el
agua que habian bebido, por las narices y por la boca.
Esto acabado volvianse todos por el mismo camino que ha-
h!an venido, en procesion, e ihan tanendo sus caracoles hacia ci
rn o monasterio de donde habian venido; y a los castigados tte-
vabantos sus parientes a sus casas, iban todos lastimados y tem-
btando de frio y batiendo los dientes; asi los Ilevaban a sus
casas para que convaleciesen. En volviendo los sàtrapas a su
monasterio, echaban otra vez esteras de juncias, como jaspea-
das, y también espadanas, y luego comenzaban otro ayuno de
i5o
cuatro dias al cual ttamaban M~oco~OMa~s~t. En este ayuno
no se acusaban los unos a los otros, ni tampoco comian a me-
dio dia. En estos cuatro dias los sacristanejos aparejaban to-
dos los omamentos de papel que eran menester para todos los
ministros y también para si el uno de estos ornamentos se tta-
maba /~M~cA~M< que quiere decir ornamento que va <o-
hre el pescuezo, el otro se ttamaba amacuexpalli (y) era orna-
mento que se ponian tras el colodrillo, como una f lor hecha de
papel; el otro se Hamaba y<a!fo~t, que era un zurron para lle-
var incienso. Este zurron de papel comprâbase en el ~MtM~MM;
también compraban unos sartales de palo, los cuales se ven
dian también en el ~tOtt~MC~. Acabados los cuatro dias del
ayuno luego se adomaban los sâtrapas con aquellos atavios, y
también todos los ministros. El dia de la fiesta luego a la ma-
nana se ponian en la cabeza color azul; ponianse en la cara
y en los rostros miel mezclada con tinta, y todos llevaban col-
gados sus zurrones con incienso, y bordados con caracolillos
blancos. Los zurrones de los sâtrapas mayores eran de cuero
de tigre, y los de los otros menores eran de papel pintado a ma-
nera de tigre; algunos de estos zurroncillos los figuraban a ma-
nera de ave que se ttama o/~t~-MCM~o~, y otros a manera de pa-
tos todos Ilevaban sus inciensos (en) los dichos zurrones. Des-
pués de todos ataviados comenzaban luego su fiesta; iban en
procesion al cu, iba delante de todos et sâtrapa de 7'M/oc, este
Ilevaba en la cabeza una corona hecha a manera de escrino, jus-
ta a la caheza y ancha arriba, y del medio de ella satian muchos
ptumajes; Hevaba la cara untada con ulli derretido, que es ne-
gro como tinta; ttevaba una jaqueta de tela que se Ilamaba
<iy< ttevaba una carantona fea con grande nariz y llevaba una
('ahellera larga hasta la cinta, esta cabellera estaba ingerida con
la caràtuta. Seguiante to<tos los otros ministros y sâtrapas.
tt)an hablando como
quicn rcxa. hasta Ilegar at cu de no/oc; en
ttegando, et sâtrapa de aquet dios paràbase y tuego tendian es-
teras de juncos, y también hojas de juncias, empotvorizadas con
incienso; tuego sobre tas esteras ponian cnatro cAo/f/n/nn~ re-
'5'
dondos, a manera de bolillas y luego daban al sàtrapa un ga-
rabatitto tenido con azut; con *ste garabato tocaba a cada una
de las bolillas, y en tocando hacia un ademan como retrayen-
do la ntano, y daba una vuelta, y tuego iba a tocar la otra y
hacia to mismo, asi tocaba a todas cuatro, con sus voltezue-
las hecho esto senibratia incienso sobre las esteras, de aquello
que ttaman \<oM/t//<; scmbrado el incienso, dàbante luego la
tabla de las y comf~nzaba
sonajas a hacer sonido con ella, me-
néandola para que sonasen los palillos que en medio cstaban
incorporados o atados. Hecho esto luego se comenzaban todos
a ir a sus casas y monasterios, y a los castigados ttevaban a sus
casas; tuego se descompon!an de los omamentos que iban com-
puestos y se sentaban, y luego a la noche comenzaban la fiesta,
tocaban sus f<OM<M~M y sus caracoles, y los otros instrumen-
tos musicales, sobre el cu de 7~<Mo< y cantaban en los monaste-
rios y tocaban tas sonajas que suelen traer en los areitos; de
todos estos instrumentos se hacia una mitsica muy festiva y
hacian velar toda
aquella noche a los cautivos que habian de
matar el dia
siguiente, que los ttamaban imàgencs de los Tlalo-
que; Ilegados a la medianoche, que ellos Ilamaban YooW~««,
comenzaban luego a matar a los cautivos. Aquellos que pri-
mero mataban decian que eran el fundamento de los que eran
imagen de los T'/o/Mf, que iban aderezados con tos ornamen-
tos de los mismos Tlaloquc, que decian eran sus imagenes, y asi
ellos morian a la postre. ibanse a sentar sobre los que primero
habian muerto. Acabado de matar a éstos, tue~o tomaban to-
das las ofrendas de
papel, y plumajes y piedras preciosas y
f/t<<N<t/c.t, y tos ttevahan a un lugar de la ta~tna que ttaman
Pantitlan, que es frontero de las atarazanas. También tteva-
ban los corazones de todos que hahian los muerto, metidos en
una olla pintada de azu! y tenida con ulli en cuatro partes; tam-
hién los papeles ihan todos manchados de «//<. Todos los que
estaban presentes a esta ofrenda y sacrificio tenian en las ma-
nos aquella yerba que Haman <<!«Aya~. que es casi como ajen-
jos de Castitta. y con cttos estaban ojeando, como quien ojea
tnosca;; sobre sus caras y de sus
tujos, y decian que con este
ojeaban los gusanos, para que no cntrascn en los ojos, para
clue no se causase aquella enferrnedad de los ojos que ellos ttaman
t.tocMt~ooo/t-c~t; otros tnctian esta yerba en las orejas Tam-
bién por \!a de supcrsticion otros traian esta yertMt empunada,
o apretada en et puno.
Uegados cou louas sus ofrendas y con tos corazoncs de to~
muertos metianse en una canoa
grande, que era de) senor, y lue-
);o comenzaban a remar con gran prisa; los remos de los que
remaban, todo~ iban tenidos de azul; también !(~ rcmos it~an
tnanchados con «?. Llegados al lugar donde se habta de hacer
la ofrenda, el cuat se Ilamaba ~'on~au, metian la madera (la
canoa) entre muchos maderos que a!!f estaban hincados, en
cerco de un sumidero que aili ha!j).i, que Hamaban o~oc, en-
trando entre los maderos tueRo lossàtrapas comenzaban a to-
car sus cornetas y caracoles, puestos de pie en la proa de la
canoa; luego dat~an al principal de ellos la olla con los corazo-
nes y !ue~o los echaba en me(Ho de aquel espacio, que estat~a en-
tre los maderos, que era aquel espacio que tomaba aquella
cueva donde el a~ua se sum!a. Dicen que echados los cora-
zones se atborotaha et agua y haoa olas y cspumas; echados
los corazoncs en el a~ta. echaban tamhién tas piedras precin-
sas y los papeles de la ofrenda, a los cuates llamaban /t'/f/<M!
atàbantos en to alto de los madères. ()ue alli estahan h:ncados:
tambien cot~aban algunos de los tAa/f/u/n~~ y piedras pre-
ciosas en los mismos papetes. Acat)ado todo este satian-~
de entre los tnaderus. !uc~o un s:'ur:q~ tumaba un incens:tri<.
a mancra de caxo y pon!a en él cuatro de aquettos papeles que
ttamaban <<c/<M< y encendtatos, y estando ardiendo ttaoa ur
ademàn de ofrecer donde estaba el sutnidero, y luego arron-
zaba el incettsario con el pape) ardiendo hacia el sumidero. He-
cho aquett« votvia la canoa hacia tierra, y comenzat)an a re-
niar y a~uijar hacia tierra donde ttamau 7t'/aMM!()~o. que era
el puesto de las canoas; tue~o todos se banaban en el mismo
tu~ar de alli ttevaban la canoa a donde la sotian guardar.
'53
Todo !o sobre dicho se tncia desde média
arriba, noche
has-
ta que amanecia. romp<rAl la de
manana, y todas las cosas
acabadas, todos los sàtrapas se ihan a lavar a los lugares don-
de ellos se sotian lavar; alli se lavaban todos con agua, para qui-
tar la cotor azut, solamente la delantera de la cabeza, y asi algu-
no de los sàtrapas o ministros (te los idolos que estaban acu-
sados y habian de ser castigados, entonces cuando se tavaban,
con et agna azul, le traian y le castigaban como los arriba <
chos. Hecho esto luego se iban a su monasterio y sacaban to-
das las esteras de juncos verdes que habian puesto, y las echa-
ban fuera del monasterio, detràs de la casa. Estas son las ce-
remonias que se hacian en la fiesta que se ttamaba etzalqua-
liztli.
CAPITULO XXVI.
ï54
K~ntas de los pies atados cascabeles de oro, o caracolitos btan-
(f)s, estaban engeridos en una tira de cuero de tigre; cuando an-
daha hac!an gran sonido. Los cacles o cotaras que ttevaba
cran tejidos con atgodon y los botones de los cacles o cotaras
tambiën eran de atgodon~ y las cuerdas con que se ataban tam-
hién eran de atgodon ftojo. Tenia una rodela pintada con unas
hojas anchas de la yerba que se ttama a<~«MOMO. Tenia la
rodela colgando unos rapacejos de plumas de papagayos, con
flores en los cabos, hechos de pluma de àguila; tenia una flo-
cadura hecha de pluma pegada de çM~-ro~, también plumas del
ave que se ttama ~o~M<ïM, y otras plumas de ave que se iiaman
tcox6lotl. Cuando bailaba con estos aderezos iba campeando
la rode!a; ttevaba en la mano un baston rollizo y en !o alto co-
mo un palmo o dos ancho, como paleta, adornado con papeles
goteados de ulli, tres flores hechas de papet. una en cada ter-
cio; tas flores de papel iban Menas de incienso, junto a tas ft<
res iban unas plumas de çM~a~t cruzadas, o aspadas; cuan-
(to bailaba en el areito ibase arrimando at haston y a!zàndo!e
at compas del baile.
Diez dias continuados bailaba en el areito, con mujeres qu<-
también bailaban y cantaban por alegrarla; eran todas las que
hacian sal, viejas, mozas y muchachas. Iban todas estas mu-
jeres trabadas tas unas de tas otras con unas pequenas cuer-
das, la una asia del un cabo de la cuerda, la otra del otro.
155
rir con las otras; pasados los dh'z dias toda una nochc entera hai-
!aba y cantaba aquella que habia de morir, sin dormir, ni repo-
sar, y traianla de los brazos wa viejas, y todas bailaban en es-
ta nochc También bailaban y velaban los esclavos que habian
de morir delante de ella, sobre los cuales habia de ir a la ma-
nana.
Cuando era la fiesta aderexàbanse los
sàtrapas, que habian
de matar a esta mujer, que ta llamaban como a la diosa Uir-
/o<t/«M~, y a los cautivos a los cuales ttantaban uixtotin. Tam-
bién iban compuestos con los omamentos conformes a la fies-
ta, con sus papeles al pescuezo, y en la cabeza Hevaban unos
plumajes a cuestas, hechos a manera de pie de àguita, con to-
da su pierna y plumas, hechô todo de pluma, puesto en un ca-
caxtli aj~ujereado en diversas partes, y en estos agujeros iban hin-
cados ptumajes: ttevàbante cenido con unas vendas de manta,
coloradas, de la anchura de dos manos. El pie de la âguila He-
vaba tas unas hacia arriba, el muslo hacia abajo entre tas unas.
En medio delpie estaba agujerado, y en aquel agujero iba me-
tido un muy hermoso plumaje.
Toda la gente que miraba el areito tenia en las manos flo-
res amarillas que llaman
cf~oo/cA! otros tenian la yerba
que Haman M~OMAy< en las manos; tue~o sub!an a la mujer que
)tab!an de matar, que decian ser imagen de la diosa Uir-
tncihuatl, a to alto del fK de 7~/d/~f, y ras cHa subian a los cau-
tivos que también habian de morir antes de ella. Estando todos
arriba comenzaban a matar a los cautivos, los cuales muertos, ma-
taban también a la mujer a la postre, a la cual echada de espal-
das sobre el tajôn, cinco mancebos la tomaban por los pies y
por las manos y por la cabeza, y tenianla muy tirada; ponianta
sobre la garganta un palo rollizo al cual tenian dos apretàndu-
le, para que no pudiese dar voces al tiempo que la abriesen los
pechos. Otros dicen que era un hocico de espadarte, que es un
pez marino que tiene una arma como espada en el hocico, que
tiene colmillos de ambas partes; con este la apretaban la gar-
ganta. Segùn otros el que la habia de matar estaba a punto;
156
en estando como habia de estar, luego con dos manos la daban
con el pedernal por los pechos, y en rompiendo el pecho, luego
la sangre salia con gran !mpetu, porque la ten!an muy extendida
y el pecho muy tieso; y tuego metia la mano el mismo que la
dcgotto y ~acaba el corazon, y luego le of recia al sol y le echa-
ban en una jicara, que cstaba para esto aparejada, que ttama-
han cAoMtM/t.ncoW. Cuando estas cosas se hacian de la mucr-
te de esta mujer, tocaban muchas cometas y caracoles. Lue-
go descend!an el cuerpo de aquella mujer, y el corazon cn-
biert!) con una manta. Acabado de hacer esto, que era de ma-
nana, toda la gente que estaba a ver este sacrificio se iban {~ara
sus casas, y todos comian y hot~aban, y convidaban los unos a
ios otros: esto es, toda la gente que trataba en sal bebian lar-
tpun'nte ~M/f~c, aunque no se emborrachaban; pasado este dia
y ver ida la noche, algunos que se emborrachaban renian los unos
con os otros, o apunàbanse o daban voces, baldonandose los
unos con los otros. Después de cansados echàbanse a dormir r
por ';sos suelos, a dondc se acertaban. Después otro dia he-
b!an <:t ~M/crc que tes habia sobrado; Itamabante foc/nof~t.
aquellos que estando borrachos la noche antes habian renidc.
o apunado a otros, de que !o decian estando va en buen sest. 1
y después de haber dormido, convidaban a beber a los que ha-
bian maltratado de obra o de palabra, porque los perdonasen
to que mat habian dicho o hecho, y los agraviados con !)et)pr
'57
CAPITULO XXVII.
DR LA HESTA Y SACRIFICIOS
QCE SE HAcfAX EN LAS CALENDAS
DEL OCTAVO MES, QUE SE UECfA UEY TECU!LHU!TL
'58
tamales, y daban a cada uno todos los tamales que podian tomar
con una mano; daban tamales de muchas maneras: unos Ilama-
han tenextamalli, otro .Toco<ow~<, otros miauatantaili, otros ya-
raco~oMM~t, otros M~ct~ottM~t, otros 3pacacollaoyo, otros exoco-
fo/of&Myo. Los que servian tenian cuidado de los ninos y ninas
en especial y algunos de los servidores a sus amigos y parientes
daban mas tamales; nadie tomaba dos veces, y si alguno se atre-
v)a a tomar dos veces, dâban!e de azotes con una espadana tor-
cida. y tomàbante !o que habia tomado y !o que !e hab!an dado.
A alguno de los que estaban a la postre no les alcanzaba nada,
por tanto porfiaban de ponerse en buen lugar para que luego
tes diesen; los que se quedaban sin nada Uoraban, y acuitabanse
por no haber podido tomar nada, diciendo "de balde !:<:mos ve-
nido acâ, que no nos han dado nada" ibanse hacia los corrillos
<!onde estaban comiendo, por ver si los darian algo y no se que-
rian apartar de alli, aunque los daban <!c vcrdascazos; entreme-
tianse entre los otros escolàndose ( i ).
Ocho dias duraba este convite que hacia el senor a los po-
bres, porque cada ano en este tiempo hay fa!ta de mantenimien-
tos y hay fatiga de hambre; en este tiempo solian morir muchos
de hambre. Acabando este convite, comenzaban luego la fiesta;
comenzaban luego a cantar y bailar, luego en poniéndose el so!,
en el patio de los CM< donde habia gran copia de braseros, altos
cerca de un estado y gruesos que apenas tos podian dos abrazar,
estaban en el renctc muchos de ellos, y en anocheciendo encen-
dian fuego sobre ellos y a la lumbre de aquel fucgo y ttama can-
tahan y bailaban. Para comenzar el areito salian los cantores de
las casas que cran sus saHan ordcnados
aposentos, y cantando y
baitando de dos en dos hombres, y en medio de cada dos hombres
una mujer. Estos que hacian este areito cra toda gente escogida,
capitanes y otrp! valientes hombres ejercitados en las cosas de
la guerra; éstos que IIevaban las mujeres entre st, (las) Ilevaban
asidas de las manos. La otra gente noble, que no eran ejerci-
i59
tados en la guerra, no ertraban en este areito. Iban las mujeres
t6o
sobre los pechos unas bortas a manera de flores grandes, de las
cuales colgaban unos caracolillos blancos en cantidad otros lie
vaban unas conchas de mariscos colgadas del cuello, a éstos tta-
maban çtM~M<M'A<f<tM; y otros, o/onttn; éstos ttevaban tambiën
unes barbotes o bezotes hechos a manera de aguila, de la rnisma
concha y otros que se tenian por mas valientes compraban unas
cuentas blancas de unos mariscos que se ttaman teochipoli. La
otra gente baja se adornaba con unas cuentas amarillas, también
hechas de conchas de marisccs, que son baratas y de poco valor;
los de éstos, que habian tomado en la guerra cautivos, Ilevabail
sobre la cabeza un plumaje para ser conocidos que habian preso
en ta guerra atgùn cautivo. Los capitanes llevaban unos pluma-
jes atados en tas espaldas, en que se conocian ser valientes, los
ruâtes plumajes ttamaban gMOM~~oM~ porque eran como unos
ârbo!es de que salian unas ramas labradas de hilo y pluma, con
unas flores en los remates que salian de unos vasitos de cueru
de tigre. Otros ttevaban otros ptumajes de otras maneras, uno-
que ttamaban .n~o.ro~M<gK<o//t ( i ), otros que ttamaban a~o.rf-
Ili, otros que tteva!)an unos plumajes que ttamaban çM<!<<~o/
otros ttevaban unos plumajes hechos de su mano de diversos
colores. En los pies, algunos ttevaban atados al pie izquierdo
pesunos de ciervos, atados con unas correas de ciervo delgadas.
Iban todos embijadas las caras de diversas maneras: unos con
tinta ne~a hacian en los carrillos unas ruedas negras, y en la
frente una raya también de tinta negra que tomaba de sien a
sien (y) sobre la tinta cchattan màr~~ta: otros ponian una rava
de tinta nc~ra desde la una oreja hasta ta otra, por la frente (y
también echaban mar~a~ta; otros cchahan una raya de tinta
<tesde la punta de la oreja hasta la b<'ca. con sn mar~a~ita. T<"
dos ellos llevaban cortados los cabettos de un~ manera, hacia ta-·
sienes, rapados a navaja en la frente, un poco largos los cabettos
y todo to delantero de la cabeza escarapusados hacia arriba. Por
todo el cogote ttevaban colgados cabellos largos, que colgaban
hasta tas espaldas; en las sicnes ttcvahan pue~to cotor amarilln.
!6t
Uevaban hachas de teas encendidas delante de si, cuando
iban danzando; Uevaban estas hachas unes soldados mancebob.
cjercitados en la guerra, que s<: Hamaban /t'ocAf~MttM~M< eran
pesados estos hachones, hacian doblegar a los que los Uevaban,
iba goteando la resina y cayendo brasas de los hachones, y al-
gunas veces algunas teas ardiendo se ca!an por los lados. De
una parte y de otra iban alumbrando con candeleros de teas que
ttaman <~MMi~. Estos llevaban unos mancebos que por su voto
hacian penitencia veinte dias en et cu; tos de ta una parte eran
~MO<-Ac<M, y de ta otra parte eran tlatelolcas; éstos no bailaban,
solamente iban alumbrando, y miraban con diligencia si alguno
hac!a deshonestidad, mirando o tocando a alguna mujer; y si
atguno era visto hacer atgo de esto, el dia siguiente o después
de dos dias le castigaban reciamente, atizonandote, dândote de
t62
la llevase, (pues) no osaban llamartas pùblicamente; la matrona la
ttevaba a casa de aqué! o a donde él rr'ndaba, de noche la Ilevaba
y de noche salia; si alguno de éstos hacia esto pùbticamente éra-
sete tenido a mal y castigabanle por ello pùbticamente, quitâban-
le los cabellos que traia por sénat de valiente, que ellos Ilamaban
~o~ocoMt, y tomabanle las armas y los atavios que usaba. El
j6~
guas en la parte de
arriba, y ninguna abajo. A este ~OHj~/t
llamaban /<'<'oMM~<?o; ttevàbate uno debajo del sobaco, tanén-
dole, por ser de esta manera hecho. Los gentiles hombres que
iban bailando iban dclante y no Ilevaban aquel compas de los
areitos, sino el compas de las danzas de Castilla la Vieja, que
van unos trabados
de otros y culebreando. También los minis-
tros de los idolos
iban bailando y danzando al son del mismo
~~OM<t~~<, iban tanendo sus cometas y sus caracotes; y cuando
los satrapas hacian vuelta delante de la diosa ~t~M~M, sembra-
ban incienso por donde iba a pasar, y el sâtrapa que habia de
matar (a) aquella mu jer iba con sus aparejos y a cuestas ttevaba
un ptumaje que salia de entre las unas de un âguita, el cual plu-
maje estaha ingerido en una pierna de aguila hechiza (simula-
da) y uno de los satrapas ttevaba delante la tabla de !as sona-
i6s
esta fiesta todos comian unos tamales, que ttaman .TOfO/dMM~t.
y hacian ofrendas a sus dioses en sus casas; y los viejos y viejas
bebian vino, pero los mozos y mozas no y si aigunos de los que no
tenian licencia !!o bebian echàbï~nles presos y castigàbantos. Los
de la audiencia, los sentenciaban, que llamaban pctlacako; algu-
nos sentenciaban con pena de muerte por beber el pulcre, y tos
asi sentenciados ningùn remedio tenian !natàbantos delante to-
do el pueblo, porque en ellos escarmentasen los otros; y para
poner espanto a todosttevàbantos los jueces tas manos atadas, al
/!dM~M~ y alli hablaban a todo el pueblo, que nadie bebiese el
pulcre sino los viejos y viejas. Después que se acababa la pli-
tica luego daban a los que habian de morir con un bastôn tra~
el cogote y te achocaban; los verdugos de este oficio se llamaban
~MMAMOC/t~t, exoaudcatl, ~t.MCOM<tca~, ~~COCOMdfa~, masatécatl,
o~~t~oM~co~. Estos no eran de los senadores, sino de la gentc
baja que llamaban achcacauhtin; no venian por etecciôn a aquel
oficio sino mandados, solamente pretendian para este oficio que
fuesen valientes, esforzados y de buena plàtica. Los que veLn
hacer esta justicia tomaban temor y escarmiento si eran avisa-
dos, pero los que eran tochos y son alocados reianse de éste ne-
~ocio y burlaban de to que se decia; no temian en nada el cas-
tigo, ni la ptàtica, todo !o echaban
por alto, no temian la muerte.
En acabando de hacer esta justicia
todos los que estaban juntos
mirandola comenzaban a derramarse, y irse a sus casas, levan-
tando mucho polvo con tos pies y sacudiendo sus mantas; no
quedaba nadie en aquel lugar. Aqui se acaba la retaci6n de la
fiesta t!amada «~' /<*<'Mt//tM<
t66
CAPITULO XXVIII.
.67
en todas las casas de chicos, grandes y médianes; ttegando a la ho-
ra del medio dia, luego comenzaban un areito muy pomposo en
et patio del mismô~Mt~/o~oc~~t, en el cual los mâs valientes
hombres de la guerra, que se ttaman unos o~owut, otros ~MO~M<:
</<tc/n<, guiaban la danza, y tm'go tras ellos iban otros que se
ttaman /cçM!«c~M< y iras ellos otros que se ttaman
chiaquc, y tras ellos, otros que se !!aman ~MfAc<MMM, y
luego los mancebos que se llaman ~o~o<'A~«t. También
en esta danza entraban mujeres, mozas pùbHcas; e iban asidos
de las manos, una mujer entre dos hombres, y un hombre entre
dos mujeres, a manera de las danzas que hacen en Castilla la
Vieja la gente popular; y danzaban culebreando y cantando, y
los que hacian et son para la danza, y los que regian el canto
estaban juntos. arrimados a un altar redondo que llamaban wu-
~Mo~~t En esta danza no hacian ademanes ningunos con los
pies ni con las manos, ni con las cabezas, ni hacian vueltas nin-
gunas, m&s de ir con pasos llanos al compas det son y del can-
to, muy despacio; nadie osaba hacer ningùn bullicio, ni atra-
vesar por el espacio donde danzaban todos los danzantes iban
con gran tiento, que no hiciesen atguna disonancia. Los que
iban en la delantera, que cra la gentc mas ejercitada en la gue-
rra, ttevaban echado el brazo por la cintura de la mujer, como
abrazândota; los otros que no eran tales no tenian licencia de
hacer este. A la puesta del sol cesaba este areito y se iban to-
dos para sus casas, y !o mismo hacian en cada casa, cada une
delante de sus dioscs; habia gran ruido en todo el pueblo por
razôn de los cantares y del taner de cada casa. Los viejos y
viejas bebian vino y emborrachàbanse, y reman unos con otros
a voces y otros se jactahan de sus vatentias, que habian he<)o
cuando mozos. Aqu! se acaha la retaciun de la fiesta que se tta-
maha //a.rof/{<tMaco.
ï68
CAPITULO XXIX.
.6q
y recogian las ramas del guion dentro del concave del otro ma-
(tero y atabanle con una soga, cinéndote desde donde comen-
zaban las ramas hasta la punta del guion.
Acabado esto, los sàtrapas, aderezados con sus omamen-
tos, componian el àrbot con papeles; ayudàbantes los que lla-
man çMo~tMc~t~tM, y tos que llamaban ~~<OM<&t3'gM< que eran
tres muy altos de cuerpo; al uno de ellos llamaban coyo«o, y al
otro ~oconco~ ( ï ) y al tercero ~M~coMt~o~ ponian estos pape-
tes con gran solicitud y bullicio. También componian de pa-
peles a una estatua, como de hombre, hecha de masa de semi-
llas de bledos. Este papel con que le componian era todo btan-
co, sin
ninguna pintura ni tintura; ponianle en la cabeza unos
papeles cortados como cabellos, y unas estolas de papel de am-
bas partes, desde el hombro derecho al sobaco izquierdo y des-
de el hombro izquierdo al sobaco derecho, y en los brazos po-
nianlos papeles como alas donde estaban pintadas imagenes
de gavilanes, y también un ~MM'</<' de papel. Ponian arriba unos
papeles a manera de huipil, uno de la una parte y otro a la otra
a los lados de la imagen, y en el arbot, desde los pies de la
imagen, colgaban unos papeles largos, que Ilegaban hasta el
medio del ârbot, que andaban revolando; eran estos papeles an-
chos como media braza, y largos como diez brazas. Poman tam-
bién tres tamales grandes hechos de semilla de bledos sobre
la cabeza de la imagen, hincados en tres palos. Compuesto el
Arbot con todas estas cosas, atabanle diez maromas por la mi-
tad de él (y) atadas tas maromas tiraban de ellas con gran gri-
ta, exhortandose a tirar de tas maromas, y como le iban levan-
tando pontante unos maderos atados de dos en dos y unos pun-
tales sobre que descansase; cuando ya le enhiestaban daban gran
grita y hacian grande estruendo con los pies, iuego le echaban
al pie grandes piedras para que estuviese cnhiesto y no se acos-
tase, luego encima le echaban tierra; hecho esto ibanse todos a sus
casas, nadie quedaba alli. Luego venian aquellos que tenian cau-
tivos presos, que los habian de quemar vivos, y traianlos alli,
ï7o
donde se habia de hacer este sacrificio; venian aderezados para
hacer areito. Tra!an todo el cuerpo tenido con color amari-
!!o y la cara con color bermejo; traian un plumaje, como ma-
!7t
cortado los cabellos de la cor~nitta a los cautivos, sus duenos
dormian un poco y los cautivos estaban a mucho recaudo por
que no huyesen. En amaneciendo ~ego ordenaban todos los
cautivos delante del lugar que se ttamaba ~oMt~on~<, que era
donde espetaban las cabezas de los que sacrificaban; estando asi
ordenados luego comenzaba uno de los satrapas a quitartos unas
banderillas de papel que llevaban
en las manos, las cuales eran
sénat de que iban sentenciados
a mucrte; quitàbanles también
los otros papeles con que iban aderezados y alguna manta, si
Ilevaban cubierta, y todo esto ponianlo en el fuego para que se
quemase, en un piton hecho de piedra que llamaban ~tMM/t.nfo-
?. Todos iban por esta orden desnudàndotes y echando en el
fuego sus atavios, porque no tenian mas necesidad de vestidu-
ras, ni otra cosa, como que luego habian de morir; estando asi
todos desnudos esperando la muerte, venia un sàtrapa adere-
zado con sus omamentos y traia en tos brazos la estatua del
dios que llamaban /~<M< también adornada con sus atavios;
Ilegado aquél sàtrapa con su estatua
que tenia en los brazos,
subia luego al cu donde habian de morir los cautivos y ttegaba
at lugar donde los habian de matar que se !!amaba 7'/oc<M?o«AcoM.
Llegado alli luego tomaba a descender y pasaba delante de to-
dos los cautivos, y tornaba otra vez a subir como primero; los
senores de los cautivos estaban también ordenados en rcncte,
cada uno cabe su cautivo, y cuando la segunda vez el /~d<M<t/ su-
bia al cu, cada uno de ellos tomaba por los cabellos a su cauti-
tivo y llevàbalo a un lugar que se llama Apellac, y alli los deja-
ban todos; luego descendian los que los habian de echar en el
t7~
hoyo en el fuego, porque todo era brasa y rescoldo, y alli en
el fuego comenzaba a dar vuelcos y a hacer bascas el triste del
cautivo; comenzaba a rechinar el cuerpo como cuando asan at~ûn
animal, y tevantàbanse vejigas por todas partes del cuerpo; y
estando en esta agonia sacàban!e con unos ~arabatos, arrastran-
do, los sàtrapas que llamaban ~MO~KacMtY/tM, y ponianle enci-
ma del tajon que se llamaba ~f/tco~. y luego le abrian tos pe-
cttos de tetilla a tetilla, o un poco mas abajo, y luego le sacaban
c! corazôn y le arrojaban a los pies de la estatua de .Ytn~~f«//<,
dios del fuc~n.
De esta manera mataban todos los caut!os que tenian para
sacrificar en aquella fiesta, y acabàdotos de matar todos {base
toda la gente para su casa, y a la estatua del dios fffuto~ nevà-
bata el mismo satrapa que la hatxa tra!do, al lugar donde Mua
cstar: ibanle acompanando todos los viejos que estaban aplica-
clos al servido de aquel dios; en acabàndote de poner en su ht-
car. descendianse del CM e ibanse a sus casas a corner. En aca-
hando de corner juntabansc todos los mancebos y mozuelos y
tnuchachos; todos aqucHos que tenian vedijas de cabellos en
et coyote, que t'ama!)an r~<r/'o/f<yK< y toda ta otra ~ente se
iuntaban en el patio de .Yn(/<~ft<~t. a cuva honra se hacia es-
ta fiesta; tue~o al medio dia comenzaban a bailar y a cantar:
ittan mujeres ordenadas entre los hombres; hench!ase todo et pa-
tio de ~ente que no habia por donde satir, estando todos muy
npretados. En cansàndose de cantar y ()c hailar, tue~o dahan
«na gran grita y sat!anse dei patio c !banse donde estaba el àr-
bo! tevantado. iban cuajados los caminos y muy t!cnos de gente.
tanto que los unos se atropet!at)an con i's otros: v los capi-
tanes de los mancebos, estaban en derredor del arhol, para que
nadie suhiese hasta que fuese tiempo y defendfan la subida a ~a-
rrotaxos; y los mancebos que iban detcnmn. d'is para subir al
arho! apartaban a empettones a los que dc'?n<!Ln la subida. y
luego se asian de las maromas y comenzaban a subir por ellas
arriba por cada maroma subian muchos a p)rfn: cotgaba de
cada maroma un pina de mancebos, que todos su~ a porfia
'73
por ella, y aunque muchos ac ometîan a subir pocos ttegaban arri-
ha y el que primero Hegaba tomaba la estatua del idolo que es-
taba arriba, hecha de masa de bledos, tomabale la rodela y las sa-
cta$, y los dardos con que e~taba armado, y el instrumento con
que se arrojan los dardos que se llama dtlatl; tomaba también
los tamales que tenia a los lados, desmenuzabatos ) arrojàbatos
sobre la gente que estaba abajo. Toda !a gente estaba miran-
(!o arriba, y cuando caian los pcdazos de !os tamales todos ex-
tcndian los brazos para tomarlos, y algunos renian y se apuna-
ban por el tomar de los pedazos; habia gran voceria sobre c)
tomar los pedazos que caian de arriba; y otros tomaban los pe-
nachos que tenia sobre la cabeza la imagen o estatua, que echa-
ha de arriba el que habia subido. Hecho esto el que habia su-
bido descendiase con las armas que habia tomado de arriba; en
Hcgando abajo tomâbante con mucho aplauso, y llevabanle y
subiante a !o alto del cu que se lIama 7'/oc<MOM/«'aM; subtante a
aque! lugar muchos viejos. Alli le daban joyas o empresas por
la valentia que habia hecho, y luego todos tiraban de las ma-
romas con gran fuerza y echaban en ticrra el ârbot y daba
gran golpe en el sueto y haciase pedazos; hecho esto todos se
iban a sus casas, nadie quedaba alli, y luego llevaban a su casa
a aquél que habia ganado en subir primero al ârbo!; ponianlc
una manta leonada atada al 'hombro, y por debajo del brazo
contrario como se pone la estola al diàcono; Hevaba esta manta
una franja en la orilla de ~cA~M«// y pluma. Esta manera de
manta era licito traer a los que hacian esta vatentia, a !os otros
no les era Hcito traer esta manta. Pod)an!as traer en su ca-
sa y vender h~dos los que querian, pcro no traertas. Aque! que
hab!a llevado la victoria, Hevàban!e trahado por los brazos dos
satrapa~ viejos que Hamaban ~Ma~MOfMtV/ut, y muchos de los
ministros de los idolos iban tras ellos, tocando cornetas y cara-
coles !!evaba a cuestas la rodela que habia tomado en e! àr-
bot, (y) en dejândole en su casa volvianse al cu donde habian
salido. Esta es la relaciôn de la fiesta Hamada .y<!co~ /<Mc<~<.
'74
CAPITULO XXX.
~75
tecqui (i) a la otra .Yo~oM/t~t; la pelea era, que se apedreaban
con pellas hechas de aquellas hilachas que nacen en los àrbotes,
o con pellas hechas de hojas de espadanas y con hojas de tu-
nas, y con flores amarillas que llaman c<*Mt~o<<'<!cAt~. Todas
iban cenidas, y en la cintura Ilevaban unas calabazuelas colgadas
con potvos de aquella yerba que itaman iban apedreàndosc
el un escuadrôn tras el otro, et otro volvia tras ci
y después
otro; de esta manera escaramuzaban ciertas vueltas, con todas
las cuales acabadas cesaba la escaramuza y luego Ilevaban a la
mujer que habia de morir a la casa donde la guardahan. Esta mu-
jer llamaban roc<, que quiere decir nuestra abuela; ttamaban
asi a la madre de los dioses, a cuya honra ella habia de m ~rir.
Esta escaramuza hacian por espacio de cuatro dias conti-
nuos, los cuales pasados, sacaban aquella mujer a pasearse por el
/!<h!~M<'j; iban con c!!a todas las médicas acompanandota por
e! /!<fM~M<?; a este paso !!amaban acoceamiento del ~~«M,
;xjrque nunca mas habia de vohcr a é!; saliendo del ~M~MC~
recibianla lue~o los sàtrapa je la diosa llamada C7ttc<wt~'(!o/
y rodeàbanse de ella, y ella aembraba harina de maiz por dondc
iba, como despidténdose del ~<ÏM~M~r, y luego aquellos satrapas
)!evâban!a a la casa donde la ~uardaban, que era acerca del cri
donde la habian de matar. A!!t la consolaban las médicas y par-
teras, y la decian Hi ja no os entr!stexcâis, que esta noche ha de
dormir con vos e! rcy, alegraos. No la dahan a cntender que la
habian de matar porque su muertc hatxa de ser subi ta. sin <juc
ella )o supiese. Y tue~u la ata\ iabnn con los ornamentos de
aqucUa diosa que Ilaman Toci, y !!ej~ada la média noche ite\à-
han!a al cu dondc habia de morir, y nadie hablaba ni tosia cuan-
do la llevaban, todos iban en ~ran silencio aunquc iba con ella
)f)do et pueblo; y de que habfa tte~ado a! lugar donde la habian
(te matar, tomâbata uno sobre las espa!das y cortàban!e de
presto la cabeza, y luego catiente la desollaban y desollada uno
de )os satrapas se vest!a sn pellejo. a! cuat Ilamaban tecciaqua-
~.h~I'al1 I.
'77
despacio; iban a! CM de la madré Toci, donde habia muerto aque-
tta mujer. Poniase
en e! 't< aquel (que) representaba a la diosa
Toci, el cuat Ilevaba el pt ttejo de la otra; todo to dicho pasaba
de noche, y en amaneciendo poniase aquel que representaba a la
diosa Toci en el canto del cu, en to alto, y todos los principales
que estaban abajo esperando aquella demostracion comenzaban
a subir con gran prisa por gradaslas del CM arriba, y Ilevaban
sus ofrendas y ofrecianset~s; unos de ellos emplumabanle con
pluma de aguita–aquettas blandas que estàn a raiz del cuerpo--
la cabeza y también !os pies; otros la afeitaban el rostro con co-
lor colorado; otros le vestian un huipil no muy largo, que tenia
delante de los pechos una aguila labrada, o tejida en el mismo
/tttt~ otros le ponian unas naguas pintadas; otros descabezaban
eodornices delante de ella; otros la ofrecian copal; esto se hacia
ï78
iban cantando; los que se llamaban
satrapas quaquacuiltin iban
cantando y rigiendo el canto
de las mujeres, y tanendo ~OM<M-
de una lengua que tiene abajo un /cc<!wa~ llegando al lugar
donde espetaban tas cabezas en el cu de su hijo Cintéoil, estaba
alli un atabal, y aquel que Ilevaba el pellejo vestido y era imagen
de la diosa Toci ponia un pie sobre et atabal, como coceandote;
estaban alli esperando al hijo de esta diosa, CtM/~o~, que era un
mancebo recio y fuerte, muchos soldados viejos, y tomâbante
en medio y iban todos corriendo, porque habian de ttevar el pe-
llejo del muslo de la que muriô–et cual, aquel que llamaban
su hijo traia metido en la cabeza y sobre la cara como carâtuta–
a un cerro que se llamaba Popotltemi, que era la raya de sus
enemigos. Iban en companb de estos muchos soldados y hom-
t)res de guerra, con gran pri"" corriendo; ttegando al lugar don-
de habia de dejar el pellejo, que se ttamaba tM<rov<~o~, muchas
veces acontecia que salian sus enemigos contra ellos, y alli pe-
leaban los unos con los otros y se mataban el pellejo ponianlo
colgado en una garita, que estaba hecha en la misma raya de la
pelea, y de alli se volvian y los enemigos también se iban para
su tierra.
Acabados todos estos juegos y ceremonias a aquel que era
imagen de la diosa Toci ttev&bante a la casa que se llamaba
Atempan.
El senor poniase en su trono en las casas reales; tenia por
estrado un cuero de aguila con sus plumas, y por espaldar de la
sitta un cuero de tigre; estaba ordenada toda la gente de guerra,
detante los capitanes y valientes hombres, en medio los soldados
viejos y al cabo los bisonos; iban todos delante del senor asi
ordenados, y pasahan como hacicndo alarde por delante de él,
haciéndole gran revercncia o acatamiento, y él ténia cerca de si
muchas rodelas y espadas y plumajes, que son aderezos de ta
guerra, y mantas y tMO~M y como iban pasando a cada uno le
mandaba dar de
aquellas armas y plumajes. A los mas princi-
pales y 5*Ralados to mejor y mas rico, y asimismo de las mantas
y MM~~< T, y cada uno en tomando !o que te habian dado ibase
!79
aparté y aderezàbase con ello. A tos de en medio daban to
menos rico y a los detras daban to que quedaba, v rnmo todos
se bubiesen aderezado con tas armas (lue habian toh ordenâ-
t~anse otra vez y pasaban por dttante el senor armados y adere-
zados, y bac!ante gran acatamiento cada uno como iba pasando.
Acabado esto, ya estaban haciendo areito en el patio de la diosa
Toci, y tue~o t<xtos los que habian tomado las armas ibanse al
areito; estos a quien se daban estas armas tenian entendido
que ttat'!an de morir con ellas en la ~uerra. En este haile o
areito, no cantaban, ni hacian menées de batte, sino iban andando
y tevantando y !)ajando to~ brazos, al compas del atambor y lle-
vaban en cada mano flores. Todos los que baitaban parec!an
unas flores, y todos los que miraban se maravit!aban de sus ata-
v!os; andaban alrededor del c« de aquella diosa Toci. Las mu-
jeres que estaban a la mira de este areito, itoraban y decian Estos
nuestros hijos, que van ahora tan ataviados, si de aqui
a poco
pregonan ~uerra. ya quedan obt!gados a ir a etta; pensais que
votverân mas? {Quixa nunca mas los veremos! De esta manera
se acuitaban las unas y las otras, y se an~ustiahan por los hijos.
Aquel hombre que era imagen de la diosa Toct. y sus devotos
y las médicas, iban bailando aparte, detras de los que hacian
el areito, y cantaban en tiple muy alto en este areito, comenzando
al mediodia. Otro dia hacian el mismo areito, y satfan todos
a él, porque el dia antes muchos no tiat)!an satido. Por el alarde
que se hacia este dia, salian todos tos principales y los ~</< y
aderezàbansc muy ricamentc, y el senor iba delante con ricos
atavios ataviado; cra tanto cl oro que rcsptandeoa con el sol
en gran manera, en todo c! patio. Y a la tarde, acabando el
areito, salian tos sàtrapas de ta diosa C/n«~n'<'<!o/ vestidos con
los pellejos de los cautivos que habian mucrto el dia antcs; a
estes ttamahan /o~o~<'ttn. Estos se subian encima de un c« pc-
qucno que se llamaba la mcsa de /~M<Y?<7o/~f/ (y) desdc alli
arrojaban o sembraban maiz de todas mancras, hlanco y ama-
rillo, y colorado y prieto, sobre la gente que estaba abaio, y
también pepitas de calabaza, y todos co~fan aquel maiz y pepi-
180
tas, y sobre et!o se apunaban las doncellas que servian a la diosa
CA«'OMt<'c<!o~ a tas cuales Ilamaban ct/tMo~a~o~o~~Mf, todas tte-
vaban a cuestas cada (una) siete mazorcas de maiz, raya-
das con ulli derretido y envueltas con pape! blanco, en una
manta rica; iban aderezadas con sus plumas en las piernas y en
los brazos, pegadas a manera de bilma, y afeitadas con marga-
t8t
Mon. Alli le colgaba en una g mta que alti estaba; tendiale muy
bien para que estuviesen tendicos los brazos y la cabeza hacia la
calle o camino. Hecho esto se acababa la fiesta y ceremonias de
oc/t~oMt~t. Este es el fin de la retaciôn de esta fiesta.
CAPITULO XXXI
i8~
bia Ilegado de camino; en el cuarto d!a, quitaban los ramos que
habian puesto de los altares, al dia era la fiesta de
y quinto
teotleco, la ttegada de los dioses, que era el ûttimo de este mes.
A la média noche de este dia, molian un poco de harina de ma-
iz y hacian un montoncillo de ella, bien tupida; hacian este mon-
toncillo de harina redondo como un queso, sobre un petate. En
este montoncitto de harina veian cuando habian todos
llegado
los dioses, porque aparecia una de un pie pequeno so-
pisada
bre la harina (y) entonces entendian eran los dio-
que llegados
ses. Un sâtrapa llamado ~o/tMO estaba esperando toda la no-
che cuando parecia esta seiial de la llegada de los dioses; iba
y venia cada hora, muchas veces, a mirar el montoncillo de la
harina, y en viendo la pisada sobre la harina luego aquel sà-
trapa decia: Venido ha su majcstad. En oyendo los demàs
'83
to alto de la frente, y otra que descendia desde el lagrimal del
ojo hacia la mejilla, haciendo medio circulo. Traia a cuestas
un plumaje, que se llamaba huacalli; (y) un conejo seco en él;
cuando echaban un cautivo en el fuego, silbaba metiendo el
dedo en la boca, como to acostumbraban también otro mance-
bo se aderezaba como murciélago, con sus alas y con todo to
demàs para parecer murciétago: traia unas sonajas, en cada
mano la suya, que son hechas como cabezas de adormideras
grandes, con estas hacian el son; habiendo echado en el fuego a
los cautivos luego los sàtrapas se ponian en proces!6n, compues-
tos con unas estolas de papel desde el hombro izquierdo al so-
baco derecho, y desde el hombro derecho al sobaco izquierdo,
y subian trabados de las manos a la hoguera y daban una vuel-
ta alrededor de ella, muy despacio, y descendian corriendo aba-
jo desasianse de las manos los unos de los otros casi por fuer-
za; algunos de ellos caian, unos de bruces y otros de lado. Es-
te juego se llamaba Mtowa~oMt/coo. Otro dia juntàbanse por
los barrios y por las calles, y hacian danzas trabados de las ma-
nos pintabanse los brazos y el cuerpo con plumas de diversos
colores, pegàndola.- a b curnc con resina. Esto hacian chicos
y grandes, y aun a los que estaban en la cuna pintaban con es-
tas plumas, solamente a tos machos. Esta manera de danza
comenzaban desde et medio dia, y cantaban por attt algunos can-
tares como querian, y danzaban de esta manera hasta la noc))o
y los que querian tamtxen de noche. Estos dos dias postren's
cran de! mes que se signe. Esta es la retaciun de la fiesta tta-
mada /co.
184
CAPITULO XXXII.
'8s
neciendo ponian esta imàgenes oratorios, :n sus
sobre unos le-
chos de espadanas o de juncias
c juncos; habiéndolos alli
puesto
luego les ofrecian comida, tamales y mazamorra, o cazuela he-
cha de gallina o de carne de perro, y luego los incensaban echan-
do incienso en una mano de barro cocido, como cuchara gran-
de llena de brasas, y a esta ceremonia llamaban ca/OMooc.
Y los ricos cantaban y bebian pulcre a honra de estos dio-
ses y de sus difuntos: los pobres no hacian mas que ofrecer-
les comida, como se dijo. En esta fiesta mataban algunas mu-
jeres a honra de los montes o de los dioses de los montes. A
la de una de ellas llamaban Tepéxocla a la segunda J~of/o~fM~ y
a la tercera Xochitécatl, y a la cuarta Mo~M~ que era imagen
de los magueyes. El quinto era hombre, y ttamàbante Milnâ-
uatl; este hombre era imagen de las culebras. Iban aderezados
con coronas de papel, y todos los papeles con que iban adereza-
dos iban manchados con ulli derretido; el mismo atavio tteva-
ba el hombre que llamaban ~<7M<ÏMo~, que era imagen de las
cuiebras. A estas mujeres y a este hombre ttevàbanios en ii-
teras ttamabase paseo de literas. Tra!antos como en proces!6n
(y) l1evabanlos en los hombros; hombres y mujeres iban cantando
con ellos; los que Ilevaban las literas o andas iban muy bien
aderezados; las mujeres con sus naguas y huipiles labrados y
afeitadas tas caras. Venida la hora del sacrificio, ponian en
las literas a las mujeres y al hombre que habian de morir y su-
bianlos a !o alto del cu, y desque estaban arriba sacabanlos de
las literas y uno a uno echabanlos
sobre el tajôn de piedra;
abnantes los pechos con el pedernal, sacabanles el corazôn y
ofrecianlos al dios 77<Moc. Luego descendian los cuerpos, tra-
yéndolos rodando por las gradas abajo poco a poco, tenién-
dolos con las manos, y llegando abajo Hevàbantos al lugar
donde espetaban las
cabezas, alli les cortaban las cabezas y las
espetaban por las sienes en unos varales que estaban echados
como en lancera; los cuerpos Hevàbantos a los barrios de don-
de habian salido, y otro dia, que se llamaba /<tiMt7o, hacianlos
i86
genes de los montes en todas las casas en que los habian hecho
y los pedazos subianlos a los tlapancos para que se secasen al
sol y ibanlos comiendo cada dia, poco a poco. Y con los pa-
peles con que estaban aderezadas aquellas imâgenes de los mon-
tes cubrian aquellos rodeos de zacate, sobre que los habian pues-
to, y colgabanlos de las vigas, cada uno en su oratorio que tenia
en su casa; un ano entero estaba colgado alli hasta que llegase
otra vez la fiesta; entonces tomaban los pedazos juntamente con
el rodeo y ttevabantos a los oratorios que se llamaban oyo«Aco~t,
y e! pape! dej&banto alli y el rodelo votv!anto a su casa para
hacer ofrenda a las imâgenes. Aqui se acaba la retacion del
mes y fiesta que se llama tepeilhuitl.
CAPITULO XXXIII.
'87
al n< <!e //</<7û/'</<7<~t/ alli los hacian taner con los caracoles y
cornetas, y les hacian cortar las orejas y sa,:aban sangre y un-
tabanlos pur las sienes y po! los rostros. L!amâbase este sa-
crificio Mto~Ma~o~o, porque !o hacian en memoria de los ciervos
que habian de ir a cazar. D':sque se juntaban todos juntos en
el patio de /7t«/oc/t~<, los ~Moc/tcoj y los tlatilulcas; en una
parte se ponian !os lenochcas y en otra los ~o~/M~ay, y comen-
zaban a hacer saetas; a este dia llamaban tlacatli n< tlacochtli. ( t
En este dia todos hacian penitencia, todos sacaban sangre de las
orejas cortândose, y si atguno no se sangraba de las orejas, to-
màbanïe la manta los que tenian cuidado de recoger la gente,
que llamaban lepan mani; nunca mas se la daban. Y los dias
que entendian en hacer estas saetas nadie dormia con mujer y
nadie bebta pulcre. Todas las saetas eran hechas a una medida,
y los casquillos, que eran unas puntas tan largas como un geme,
hechas de roble, eran también todas iguales; todos cortaban las
canas a una medida, cortadas dâban!as a los que les ponian las
puntas y aquellos atâban!as muy bien con M'</t, con hilos de M~-
~Mfx muy bien torcidos, porquc no se hendiesen al meter de las
ï88
resina en las puntas, y en el cabo el casquillo era de un palo; de
por aqui ataban cuatro saeticas cuatro teas con hilode at~odon
flojo, y ponianlas sobre las seputturas de los difuntos; también
pon!an juntamente un par de tamates dulces; todo el dia estaba
esto en las seputturas y a !a puesta del sol encendian las teas, y
alli se quemaban las teas y las saetas. El carbon y ceniza que
de ellas se hac!a enterrabanto sobre la sepultura del muerto. :t
honra de los que hattian muerto en la ~uerra. Tomaban una ca-
ria de maiz, que tenia nueve nudos, y ponian en la punta de ella
un papel como bandera, y otro largo que colgaba hasta abajo (y)
at pie de la cana ponian la rodela de aquel muerto. arrimada con
una saeta; también ataban a la cana la manta y el Mo~c, eu
la bandera senataban con hilo colorado un aspa de ambas par-
tes, y también labraban et papel largo con hilo colorado y btan-
co, torcido desde arriba hasta abaio, y del hilo blanco colgaban
et pajarito que se ttama /<Mt~~</ut. muerto. liacian también
unos manojitos de plumas btancas del ave que Uaman <M<o~,
atadas de dos en dos, y todos los hilos se juntahan y los ata-
han a la cana; estaban forrados tos hilos con pluma blanca de
gallina con resina; todo esto to Uevaban a quemar a
pegado
un pil6n de piedra que se Ilamaba çtMtM/t.nco/co. AI sexto dia
de esta manera en
llamaban ~ofa~on~Mt.too. y Itam&bante porque
el patio del ft< del dios que Itaman ~f<vf<!<ï~ tendian mucho he-
no, que le traian u~ las montaiias. y sobre el heno se sentaban
las mujeres ancianas que servian en el CM, que se llamaban ci-
t89
sierra que estaba encima de ~o<'MtA<«tyoM, y esta era fiesta por
sf, de manera que en este me! habia dos fiestas, la que esta di-
cha y la que comienza. Esta montana o ladera donde iban a
cazar Ilamaban Zacatépec, y llamabanle también /~t~aM~<!MO<t.
Et dia que llegaban a esta ladera dcscansaban alli aquella noche
en sus cabanas de heno; hac!an hogueras para dormir aquella no-
che. A diez dias del mes arriba dicho hacian fiesta al dios de tos
otomies llamado ~t~'c<!o~, en el modo que se sigue. Otro dia
de manana ahnorzaban todos; habiendo atmorzado aderezàbanse
todos para la caza, cenian sus mantas a los lomos y ponianse
todos en ala. No solamente los mexicanos iban a esta caza, pero
también los de 0M<ïMA/t~oM, y de C«o«AM<t/<Mo< y Coyooco~
y otros pueblos comarcanos. Todos Ilevaban arcos y saetas, e
ibanse juntando poco a poco, acorralando la caza, que eran cier-
vos y conejos, y liebres, y coyotes; cuando ya estaba junta la
caza arremetian todos y tomaba cada uno !o que podia; pocos
animales de aquellos se escapaban, o casi ninguno. Habiendo
tomado los animales, ibase cada uno para su pueblo, y los que
tomaron alguna caza, matabanta, y !!evaban la cabeza consi~o: y
los que cazaban algunos animales d&banlos mantas por ligeros
y osados; también los daban comida. En acabando la caza lue-
~o se iban a sus casas. Todas las cabezas de los antmalcs que
habian tomado las cualesllevaban, coleabanlas en sus casas.
En el sexto dia, que se llamaba ~oco~oM quixoa, dabantes
aderezos de papel a los esclavos que habian de matar a honra
del dios T'/o~M~nco/ y a honra del otro dios que se Ilamaba
/~çMt~<'o~; estos esclavos (los) compraban los que hacen
cre, y los que hacian pulcrc para Mo/cccn~~tMO. Estos monan a
honra de aquellos dioses ya dichos. Otros dos esclavos que mata-
ban a honra del dios ~t~coo~ y de su mujer que se Hamaba Coa-
tlicuc, compraban tos los ca/MM. Allende de estos hombres
que matahan a honra de 7'/oMM~fH<'a< mataban muchas mujeres
a tas cuales Ilamaban Coo/~cMf, y eran sus mujeres de TïoMMf-
~Mco~, y de 7~çM<~co~/ también a estas mujeres tas componian
con sus papeles. Llegada la fiesta que era et itltimo dia de este
190
mes, daban una vue!ta a todos los que habian de morir, trayén-
dolos en proces!6n por alrededor del cu. Pasado el mediodia
ttevàbantos al cu donde los habian de matar, y traianlos en pro-
cesion alrededor del tajôn donde los habian de matar, y tontà-
bàntos a descender abajo y llevabanlos a la casa del capulco; alli
los hacian velar toda la noche. Y a la medianoche, delante del
fuego cortâbantes los cabellos de la coronilla; luego los esclavos
quemaban sus hatos, que eran una banderilla de papel y su man-
ta, y su tM<M* y algunos quemaban las sobras de las canas de
humo y sus vasos que tenian para beber; todo !o quemaban alli
en et calpulco; y las mujeres también quemaban todos sus hatos
y sus alhajas, su petaquilla y sus husos y la greda con que hila-
ban, y los vasitos sobre que corre el huso, y el ordidero y tas
canas. y el tupiderc con que tejian, y los lizos y el ataarre, y los
cordeles con que atan la tela para que esté alta, y la cana para
tupir y las espinas o puntas de maguey, y la medida para tejer,
con todas tas otras baratijas, todo to quemaban tas mismas cuyo
eran. Decian que todas estas alhajas que quemaban se las habian
de dar en el otro mundo donde iban después de la muerte. Esto
se Ttacîa la vigilia de la fiesta; et dia en amaneciendo, compo-
mantos luego con sus papeles con que habian de morir, y tuego
los llevaban al lugar de la muerte; subianlos por tas gradas del
cu a cada uno dos mancebos, uno de un brazo y otro de otro
porque no desmayasen ni cayesen, y otros dos los bajaban des-
pués de muertos por tas gradas abajo; a cada uno de ellos te
ttevaba uno, una bandera de papel delante, cada uno de estos es-
clavos iba con esta compama; cuando subian por tas gradas del
cu ttevaban delante de todos cuatro cautivos atados de pics y ma-
nos, los cuales habian atado en el recibimiento del CM, que se tta-
maba ~c~oc, que es donde comienzan tas gradas. A cada uno
llevaban cuatro, dos por los pies y dos por los brazos, ttevâbantos
boca arriba; llegados arriba echàbantos sobre el tajon y abrian-
tes los pechos, y sacabantes los corazones. Subianlos a éstos de
esta manera en significacion que eran como ciervos, que iban
atados a la muerte. Los demâs esclavos iban por su pie. Ha-
ï9ï
hiendo muerto a todos éstos a la postre mataban a la imagen
de! dios 3/<.fc<!o~ porque :odos los mataban en su c«; y a !os
CAPITULO XXXIV
!9~
res y oratorios, y humittadcros de los montes, aunque estuvicsen
lejos: iban a hacer esta devociôn de noche y desnudos, todos los
dias y todas las noches, hasta Ilegar a este mes de panquetsal-
<~K. Por ramos Ilevaban canas verdes y espinas de maguey;
iban tanendo con su caracol o corneta, y con su pito; un rato
tanian con la cometa y otro rato con el pito, y asi iban remu-
dando la musica.
Acabado el mes de quecholli, que es este pasado, luego co-
menzaban a bailar y a cantar, y cantaban un cantar que se llama
tlaxotecdyoti, que es cantar a loor de ~/Mt/~o~oc/t~t; comenza-
ban este cantar al principio de la noche, y acababan a la media-
noche, cuando tanian a maitines. En este cantar cantaban y
bailaban también las mujeres, mezcladas con los hombres. Nue-
ve dias antes que matasen los que hab!an de morir banaban los
que habian de morir con el agua de una fuente que llaman
//M~.s'Mo~, que esta cabe el pueblo de ~Mt~o~ocAco. Por esta
agua iban los viejos de
los barrios; traianla en cantaros nuevos
y tapados con hojas de cedro que ttaman o/tM~/tM~ en Ilegando
adonde estaban los esclavos, que estaban delante del cu de HtM~-
~tfo~ocA~t, a cada uno e~aban un cantaro de agua sobre la ca-
beza y sobre todos los vestidos que tenian, asi hombres como
ï94
del mes. Entonces iban los esclavos
que habian de morir a las
casas de sus amos a despedirse, y les llevaban delante una escu-
dilla de tinta, o de almagre, o de color azul; iban asi cantando
con muy alta voz el pecho;
que parecia que rompia y en tte~
gando a la casa de sus amos, metian las manos ambas en la
escuditta de color o de tinta, y ponianlas en los umbrales de las
puertas y en los postes de las casas de sus amos, y dejâbantas
alli impresas con los colores. Lo mismo hacian en casa de sus
parientes y poniantos comida en casa de sus amos y en casa de
sus parientes, y algunos que tenian buen corazon com!an y otros
no podian corner, con la memoria de la muerte que luego 1 ian
de padecer. Hecho esto tenian aparejados los duenos de los es-
clavos muchas mantas y muchos maxtles que habian de distri-
buir en la fiesta, cogidos con sus cargas, y cargàbansetas sobre
los hombros a los que las habian de llevar y los que habian de
morir componianse con sus papeles y tomaban a cuestas sus
banderillas, y las mujeres ttevaban a cuestas las petaquillas de
sus alhajuelas; luego se ponian todos en procesion delante de la
puerta, y los esclavos entraban en los silleros de la casa y cerca-
ban los hogares, andando alrededor de ellos algunas vuettas y
luego comenzaban a ir hacia la casa que se llamaba calpulco, y
los esclavos iban detràs de todos; y en ttegando al co~K~o los
esclavos danzaban por et patio, y los que ttevaban tas cargas
met!an!as en el calpulco, y luego ponian cada cosa por s!, las
mantas todas juntas y los MM.v~M todos juntos, y tos huipiles
todos juntos las naguas todas juntas. Luego entraban los
convidados, los que hacian la fiesta dàbantos ~Mo~M y
mantas o to que q~enan, y tas mujeres entraban ordenadas por
otra parte y dabantcs /<Mt~<t o naguas o to que querian.
Estas fiestas s6to tas hacian los mercaderes que compraban
los esctavos. Habiendo dado tas mantas y to demàs a los con-
vidados. tuego Ilevaban los esclavos at cu y después que ha-
bian dado vuelta al cu, en proccsiôn, luego los subian sobre et
cu; llegando arriba andaban en procesi6n alrededor del tajon,
y tomaban a descender abajo y desquc Hegaban abaio iban co-
~95
rriendo al co~t~co, otros ne corrian sino iban
despacio, y Uc-
gando al calpulco descomponhntos (de) los papeles y sentàbantos
sobre unes pétales; traiante:. alli de comer y también ~M~<rc,
porque comiesen y bebiesen los que quisiesen. Toda la noche
los hncian velar a! y !!e{:ad~ la média noche ponianlos en ren-
de delante del fuego y cortâbantes los cabellos de la coronilla,
y ~uardâbantos por reliquias, como esta dicho. Hecho esto co-
menzaban a corner masa de htedos que tenian aparejados; nin-
~uno dejaba de comerla, y estos tamales rollizos no los partian
con las manos, sino con un hilo de <v//<; en acahando de co-
rner estos tamales cog!an los petates y enro!!àt)an!os, y pon!an-
los todos juntos en un lugar. Esto se hacia en todas las casas
del pueblo. Echàbanse en el suelo, o sobre unas mantillas ro-
tas que tendian debajo, y en amaneciendo, antes que fuese bien
de dia descendian
al dios P<!<no~ de to alto del fn de T/Mt/~o-
pochtli, y luego iba derecho at juego de pelota que estaba en
medio del patio, que thmaban teotlachco; alli matab~ cuatro
caut~vos. dos a honra del dios ~t<f~<!M y otros dos a honra
del dios Oo~~oM, cuyas estatuas estaban junto al ~cAco; en
habiéndo!os muerto arrastràbantos por et <foc/<fo. –ensangren-
tàbase todo el suelo con la sandre, que de ellos salia yéndo!os
arrastrando–; hecho esto iba el dios ~n«~ luego corriendo
hacia etTlatelolco, e iban acompan&ndote cuatro ni~romanti-
cos y otra mucha gente, y desde alli iba por el camino que Ila-
man Nonoalco, donde ahora esta una iglesia de San Miguel.
Alli le satia a recibir el satrapa de aquel ru, con la imagen det
dios OMOMt/Hcac, que es su compaiiero del dios Pdittal; ambos
tenian unos ornamentos o
atavios; tue~o ~mbos juntos it~an
hacia T~ocM~o, at lugar que se ttama T~o.v<OM, de alli iban
hacia el barrio que se llama P~J//on, a donde esta la iglesia
de San Esteban, y delante de un f« que atti estat~a mataban otros
cauth'o- y tue~f' cr.rripndc' se part!an hacia Chopultepcc y pa-
saban por delante del ccrro de un rio
C/to~M/~cc. y pasa!)an que
corre por alti que ttaman 7r~MM<!t<, delante det fM, que alli
estaba, mataban otros cautivos a los cuatcs ttamaban ~Mt/~co.
~96
Desde alli iban derechos hacia Coyoacan y Ilegaban alli a un
lugar que se Ilama Tepet6can, junto a las casas de Coyoacan;
y desde alli iban derechos a Mo~~M, que es cerca de la igle-
sia de San Matias /~<<Mo/co, y de alli votvian a un lugar que
se llamaba ~cocAnM~co, que es cerca de las casas de Alvara-
do.
Entre tanto que se hacia esta procesion hacian una escaramu-
za los esclavos que habian de morir, un bando eran de ~Mt~-
nahua y de otro bando, otros esclavos, y de la parte de Huits-
nahua ayudaban los soldados de ~Mt~MoAMo. A éstos daba et
senor jubones amarillos y rodelas pintadas de unas esférulas
blancas y negras, entrepuestas tas unas a tas otras. Estos sot-
dados Ilevaban por espadas unos garrotes de pino y unos dardos
con que peteaban y tiraban, y los esclavos tirahan saetas de
'97
bian al ct< de ~«t~o~oc/t~t y ttegando arriba ponian las ma-
xas sobre la estatua de
Huitzilopochtli, que era hecha
de masa
de bledos; alli ca!an cansados, alli estaban carleando de cansa-
dos; tuego iba un satrapa y cortaba tas orejas con un pedernal
a estos dos que habian Ilegado cansados y, toritando en s!, baja-
ban el cu trayendo consigo la estatua de HM!~o~ocA//t cautiva,
que era de masa, y Itevàbanta para sus casas y hacian convite
con ella a sus parientes y a todos los de su barrio. Hecho es-
to tomaban luego a los cautivos y a los otros esclavos que ha-
bian de morir y traianlos en procesi6n atrededor del cu, sola
una vcx; iban delante todos los cautivos y luego los ponian en
orden; luego descendia un satrapa de !o alto del fM y traia en
las manos un volumen grande de papeles blancos, que !!anMn
fc~~oc~M, o por otro nombre letéuitl; en llegando abajo alza-
ba los papeles, como ofreciéndolos hacia tas cuatro partes del
mundo, luego los ponia en un piton que se llama ~tM~/t.nfo/co.
Después descendia otro satrapa que tra!a un hach6n de teas
muy largo, que ttaman .<tMAc<!o~, tenia la cabeza y la cola co-
mo culebra, y (le) ponian en la boca unas plumas coloradas que
parecia que le salia fuego por la boca traia la cola hecha de pa-
pet, dos o tres brazas de largo; cuando descendia no parecia si-
t:o gran culebra, descendia culebreando y moviendo la lengua y
ttegando abajo ibase derecho al piton donde estaba el papel, y
ofrecialo hacia tas cuatro partes del mundo, y luego tornaba
a ponerto junto y arrojaha sobre ello la culebra
ardiendo; alli
se quemaba todo junto y el satrapa tornàbase a subir a! CM y
llegando arriba comenzaban luego a tocar las cometas y cara-
coles. Luego descendia un satrapa con gran prisa trayendo en
los brazos la estatua de /~<~<î/. vicano de ~fMt~.?<7o~oc/<<K; y
ttegando con ella abajo pasaba por delante del pi!6n, y por de-
tante <!e los cautivos y esclavos que habian de morir, como guian-
dotos luego tornaba a subir al c« (y) en Hegando arriba mata-
ban primero a los cautivos, para que fuescn delante de los es-
ctavos. y luego mataban a los esclavos; en matando a uno luego
tocaban las cornetas y caracoles, descendian el cuerpo por las
'98
gradas rodando, derramando por ellas la sangre; asi hacian a to-
dos los esclavos que mataban a honra de Huitzndhuatl; so-
los ellos morian, ningun cautivo moria con ellos, matàbantos en
su cu de J~Mt~M<MtM<t~.
Acabados de matar los esclavos v cautivos todos se iban
a sus casas, y el dia siguiente beb!an pulcre los viejos y viejas,
y !os casados y los principales; este ~M/rrc que aqui bebian se
tiamaba matlaloctli, que quiere decir pulcre azul, porque to te-
Man con color azul; los demas de estos que bebian el octli, be-
blanlo secretamente porque si se sab!a los castigaban, dàbanlos
de porrazos y trasquitàbantos, arrastraban y acocéaban!os y
arrojabantos por alli muy maltratados. En tas casas de los due-
nos de los esclavos cantaban y tanian y tocaban tas sonajas,
no bailaban sino estaban sentados; daban mantas a los servi-
dores de la fiesta,
que tenian cargo de dar la comida y bebida,
y canas de humo y flores, etc. y también daban naguas y hui-
piles a tas mujeres que tenian cargo de hacer pan y comida y
bebida, y también a todos los vecinos del barrio daban mantas.
Y al tercero dia, al cual ttaman <?cAoMcA<tyococ<~<Mo, que quie-
re decir escaramuza de zaharrones, componian uno de zaharr6n,
con unos bahndranes y caratutas espantables, y hacianse lue-
go dos bandos, de una parte se ponian los ministros de los ido-
los y con ellos el zaharrôn, y por otra parte se ponian los mo-
zos del ~~ocAcoMt, y al medio dia comenzaban a pelear los
unos con los otros. Peleaban con unos ramos de oyametl o
'99
tes, t~o~.t y /<oMO~/K, /<M<tt«/M, etc. Y si tos mozos dei
CAPITULO XXXV.
<00
tuego a incensar todas las estatuas de los c< y de los ~<o.n-
/<M'<~M; con estos servicios demandaban y esperaban la ttuvia.
La otra gente, por amor del agua, hacian votos de hacer las
imagenes de los montes. Cinco dias antes de ttegar a esta
fiesta compraban papel y M~t, y nequen y navajas, y con mu-
cha de~ociôn aparej&banse con ~yunos y penitencia para hacer
tas imagenes de tns montes y para cubrirlas con papel En
estos tieinpos aunque se banaban, no (se) lavaban la cabeza si-
no s6!o el pescuezo; abstenianse los hombres de tas mujeres, y
tas mujeres de los hombres. La noche de la vigitia de la fiesta
para amanecer a la fiesta de atemoztli, que era a los veinte dias de
este mes, toda la noche gastaban en cortar papeles de diversas
maneras (y) a estos papeles asi cortados llamaban ~~«< corta-
dos estos papeles, pegabantos a unos varales grandes, desde abajo
hasta arriba a manera de bandera -todos estos papeles es-
taban manchados de t<~t–, y después hincaban este varal en
el patio de sn casa, cada uno, y alli estaba todo el dia de la fies-
ta y éstos que hacian el voto de hacer las im&genes convida-
ban a los ministros de los idolos, para que viniesen a sus casas
a hacer los papeles con que habian de componer a tas imàgenes
de los montes, y hacianlas en su monasterio que se llama Cal-
mecoc. Después de haberlas hecho ttevàbantos a las casas de
los que habian votado y Ilevaban también su ~~OM<M~t y sus
sonajas, y la concha de ta tortuga para faner en Ilegando; tuego
componian las nnâgenes que estaban hechas de masa de bledos,
algunos tenian hechas cinco, algunos diez y otros quince eran
las imagenes de los montes, sobre que las nubes se arman, co-
mo es el Volcan, la Sierra Nevada ( i ) y la Sierra de Tlaxca-
!a, etc. y otras de esta manera. Después de haber compuesto
estas imagenes ponianlas en orden en el oratorio de la casa, y
luego ponian comida a cada una por si, y delante de ellas sen-
tabanse, y los tamales que tas ponian eran muy chiquitos, con-
forme a tas imagene*; que eran muy pequefiitas, ponianlos en
unos platillos pequenuetos y unos cajetillos con un poquito de
201
mazamorra, y también urôs tecom:.tes pequenttos (en) que ça
b!a (un) poquito de cacaoatl; en una noche les presentaban
comida de esta
manera, cuatro
vc''es; también les
ponian dos
tecomates de calabaza verde que se Hama /j't7a<'oyo~ henchian-
los de pulcre y toda la noche estabf n cantando delante de eues.
Tnnian sus flautas, y no tanian los fianteros sino unos mance-
billos que buscaban para esto, y dàbanios de'corner; hecho to-
do esto, en amaneciendo los ministros de los îdokf, demanda-
ban a los duenos de la casa aquel instrumento para tejef que
!taman /jo~o~o~t, y met!ansc!o por los pechos a las imagenes
de los montes, como matàndo!as, y cortaban!es el cuello y sa-
caban!es el corazôn, y luego !o daban a! dueno de la casa pues-
to en una jicara verde. Habiendo ya muerto como esta dicho
a. todas aquellas imagenes o estatuas, quitàbanles los papeles
con que estaban aderezadas. y todos juntos los quemaban en el
patio de !a casa, y con ellos quemaban también los caje~iUos de
la comida y todos los petates de juncias verdes con que estaban
adomadas aqueHas imagenes, y todas tas afhajas en que habian
puesto comida y bebida a las imâgenes o estatuas; todo !o Ile-
vaban a los oratorios que !!aman o)'oM/!f<t/co, que estaban cdi-
ficados a la orilla del a~ua.
Hecho csto luego se juntaban !os convidados y comian y be-
bian a honra de las estatuas
muertas, que se Ilamaban tepeme.
Lue~o pon!an delante comida a cada uno por si; habiendo co-
mido dâbantes a beber /~M/cr< Y las mujeres que entraban
en este convite todas llevaban maiz o mazorcas de maiz, en los
aimantes, (i) ninguna iba sin lIevar algo, o maxorc?:s de maiz
hastà quince o veinte; entrando estâbanse aparte, y dahantàs alli
comida a cada una por si, y tamhién a he!)er /'M/cr< tenian es-
te ~M/rrr en unos can~itones prietos (y) hebian tomando el ~M/cr<*
de los cangilones con unas tazas negras. Acabando el convi-
202
te cogtan los
papeles de los varates, que estaban puestos en
los patios, que Ilamaban tetéuitl, y !!evàban!os a ciertos luga-
res del agua que estaban sena!ados con unos maderos hinca-
dos, o a tas atturas de los montes. Este es et remate de esta
fiesta y la conclusion de la retaciôn de atemoztli.
CAPITULO XXXVI.
203
tes que matasen a esta
mujer ha(ianla danzar y bailar, y ha-
cianle e! son los viejos y cantàbank los cantores; y andando bai-
lando Uoraba y suspiraba y an~usttàbase, viendo que tenia cer-
ca la muerte. Esto pasaba hasta cl medio dia o poco mas; ya
que et sol declinaba hacia la tarde. subianla at cu de Huitzilo-
~c/t~t e ibania siguiendo todos los sàtrapas, vestidos de los or-
namentos de todos los dioses y enmascarados, y también uno
de ellos Hevaba los ornamentos y mascara de la diosa /MatMO<<
fM/M. Habiéndola arriba matàbania
llegado !uego y sacàban-
le et corazôn tuego la cortaban la cabeza y dâbania al que !!e-
vaba los ornamentos de aquella diosa, con que ibft vestido, el
cua! iba delante de todos, y totnàba!a por tes cabellos con la
mano derecha y nev~ba<a colgando e iba bailando con los de-
mas, y levantaba )~ bajaba la cabeza de !a muerta a proposito
del baile,y guiaba a todos los demàs dioses o personajes de los
dioses. Asi bailando, andaban alrededor por !o alto del cu;
habiendo dado
algunas vueltas tornâbanse a descender, por su
orden, como en procesiôn y tie~ando abajo !uc~o todos se espar-
cian y se iban a sus casas, que eran los co~«fM donde se guar-
daban aqueUos ornamenios.
Cuando baitaba aquét que iba aderezado con los atavios de la
diosa /a<M<cM~t, hacia continencias volviendo hacia atràs, co-
mo haciendo represa, y a!zaba los pies hacia atràs; llevaba en la
mano por bordôn una cana maciza, sobre que estribaba; esta
cana tenia tres raices y su cepa, y aqueHo iba hacia arriba y la
punta hacia abajo: a esta manera de haile decian recula
(i).
La diosa 7/~<MMo/<'ftf//< ttevaba tamhién una mascara de dos caras,
una atràs y otra deiante, las bocas muy grandes y !os ojos sali-
dos llevaba una corona de papcl almenada. En yéndose los
dioses para los calpules, descendia luego un satrapa de !o alto
20~
del cu y venia ataviado como mancebo: traia una manta cubier-
ta como red, que ttamaban CMfcAut~). ï.tevaba en la cabeza unos
penachos btancos, atados a los pics como cascabeles, como pesu-
nos de ciervos; y llevaba una penca de ma~uey en !a mano, y en
!o alto de ella una banderilla de t~apct, y tte~ando abajo ibase
derecho el p!16n que ttaman
para ~M<n<ttfo/co. Alli estaba una
casitta, como jauta, hecha de teas, y !o alto tcn!a empapeiadf
como ~o~onco; a esto llamaban la troje de la diosa /<nn~ccM//<.
205
alguna mujer, descuidad~.mentc d:ban!a detalegazos, y como
le daban un golpe decian: ~Atc/t~Mo~tM <ottOM< que quiere
decir: Madre nuestra, es la talega (!e este juego; y luego daban
a huir. To<!os estos dias que duraba este juego las mujeres
andaban muy rccahtdas cuando iban a a!j?una parte. Esta es la
c!aci')n de la fiesta de ~t~.
CAPITULO XXXVII.
DE LA FtHSTA Y CEREMO~IAS
QUE SE HAC~AX EN LAS CALENDAS
DEL DÉCIMO OCTAVO MES QUE SE LLAMABA ÏZCALH.
206
y baja una cabellera de cabellos rubios que colgaba sobre
las espaldas; eran estos cabellos cercenados por la parte de aba-
jo, muy.iguales, (y) parecia que estos cabellos salian de debajo
la corona y que eran naturales. Poman a esta estatua un orna-
mento de plumas ricas, plegado al cuet!o, tan ancho como
muy
todos lospechos, que descendia hasta los pies, del mismo an-
chor y aunque sobraba sobre los pies mas de dos palmos, que
se tendian delante los pies, era hecho de tat manera este oma-
mento que cualquiera aire que corriese por poco que fuese le
meneaba y levantaba, y todas las plumas resplandecian y pare-
cian de diversos cotores. Estaba sentada esta estatua en un
trono de un cuero de tigre que tenia pies y manos y cabeza na-
tural, estaba seco, (y) esta estatua asi adomada no
aunque
lejos de un hogar que estaba delante de ella; a la media noche
sacaban fuego nuevo, para que ardiese en aquel hogar, y sacâ-
banto con unes palos, uno puesto abajo y sobre él barrenahan
con otro palo como torciéndole entre las manos con gran prisa, y
con aquel movimiento y cator se encendia et fuego: y alli to
tomaban con yesca y encendianlo en el hogar.
A la manana, en amaneciendo, venian todos los muchachos
y mancebillos trayendo todos la caxa que habian tomado el dia
antes, y ordenàbanse todos en rende e iban detante los vie'os.
que estaban alli junto a la casa de calpulli, donde fstaba la
estatua, y ofrecian las aves que traian cazadas. de todc génpro.
y también peces y cutehras y otras sabandijas det agtta; y reci-
bicndo estas ofrcndas los vicjos, echàbanhs en el fuego. que era
grande y ard!a detante de la estatua. Las mujeres, toda la
gente se ocupaba en hacer unps tamales que llaman /n«iM/t</)«7-
lamalli, y también en amaneciendo los iban a ofrecer delantc la
estatua, y asi estaba gran cantidad de ellos delante
la estatua y
como los muchachos ofrecian la caxa que traian,
entraban asi
como iban ordenados y daban una vuelta en rededor
del fuego y
cuando pasaban cabe et fuego, estaban otros viejos que da!<m
a cada uno de los muchachos un tamal, y as! se tornaban a sa~tir
los muchachos por su ordcn. A estos tamales los lianiatali
aû7
también c/<a/c/t<M/</owo//<. Toda la
gente, y en todas bs cosas
~e hacian estos tamales, y convidâb~nse unos a otros con ellos; a
298
p!es, aun arrastraba; era igualmente ancha desde arriba hasta
at~ajo. Estando adornada esta cstatua
que Hamaban ~ft~n~c, y
sentada en su trono, ofreciaale harina de maiz; esta harina re-
volvian con agua caliente (y) de esta masa hacian unos pane-
cittos pequcnos; echabanles en et medio frijoles como empana-
clos, no molidos, y luego iban a ofrecer delante la estatua; cada
uno ttevaba cinco de aquettos panecillos, que ponianlos a los pies
de !a. estatua. También los y mancebillos
muchachos puestos
por orden traian su caza, y dabanla a los vicjos, y los viejos
echâbanta en el fuego que ardia delante !a est ua esta caza era
de aves y culebras y otras sabandijas. y las p'-quenas culebras y
las pequenas aves quemàbansc del todo en el fuego, y las gran-
des cu!ebras y las grandes aves desque estahan asadas sacàban-
las y echâban!as alli a ta orilla del fuego; y después que se
temnhban comianlas los viejos que se Hamaban ca~M~~Mf. Y
los muchachos como iban ofreciendo daban vuetta alrededor del
fuego y a la pasada daban. cada uno, uno de los panecillos
que habian ofrecido to!! cu~!cs Hamaban wa<'<«'a~'fo~ Aca-
bando de corner estos panecillos, y la demâs comida, luego los
viejos behian ~«'ff< esta bebida Hamaban /<rfo/<'fM!/o (y !a)
bebian alli, en el mismo oratorio, donde estaba ta estatua de!
A/t/tM/oc, que llaman
co/~M~o, y los que hacian vino de maptey
~tUt llamaban ~ac/tt<y<f<' o ~cn/~c/n'çMf, tenian cargo de traer
el ~tt~rf para heher de su vohmtad iban, tra!an!o en sus jarrns o
jtcaras. y echâban!o en un lebrillo que estaba a!tt. de!ante la
estatua. Los que bebian este pulcrc no se emborrachaban. Es-
:tas dos ccremonias dichas no se hacian en todas partes sino por
aqu), por Tlatclolco.
Acabado este mes, los cinco dias que se si~uen son sobrados
de los trescientos y sesenta ya dichos, los cuales t&dos de veinte
en veinte est&n dedicados a atpun dios; estos cinco dias a nin-
~un dios cstan dedicados, y por eso los Haman H<*wnM~w<, que
quiere decir que estàn por d" mas y tenianlos por aciagos; nin-
guna cosa hac!an en ellos. Los que nac!an en estos dias tenian-
los por mal afortunadc~: ningùn signo lo, aplicaban.
~*ht«tB t. t4
20<)
Tres anos arreo !iac!an
!o que arriba esta dicho, en este mes
que era un ~tobo que tenia tres pies sobre que estaba (y) ser!a
medio estado de alto esta tr!poda; sobre el globo ihan com-
puestos estos papeles y cot~ado* y uno Hevaba esta tripoda de-
lante del mismo esclavo a quien se los habian de vestir y, lle-
Kando al cu donde habian de morir, compon!an!os con sus pape-
les. en !a forma del d!os /.tfo~oMA~Mt. asi a los hombres como a
tas mujeres, y por su orden subianlos al CM. Ue~ados arriba
daban vnelta por delante del tajôn donde los habian de matar, y
tomâhantos a descender por su orden y !!evaban!os al calpulco
y descomponianlos de los papeles y méfiantes en una casa; y
~uardâban!os con gran diligencia, y a los hombres ataban unas
sogas por medio del cuerpn, y cuando sa!fan a orinar, los que
los ~uar(!aban tenianlos por la soga porquc no se huyesen. Y !te-
~ada !a media noche cortahan!es los cabeHos de !a coronilla de
la cabeza, delantc dcl fue<?c. para .puardar por reliquias; ha-
biéndo!es cortado los cat)ellos echàbantes una b~tma en toda la
rabeza, con resina y plumas de gallina blanca, asi a los hombres
como a las muier~s. En aqueUa noche nadie dormia: luego que-
mahan sus hatillos y alhajas alli en el r~M/r~ y, habiéndolos
quemado, tornaban otra vez a encerrar(los). At~mos de et!os
no quemaban sus hatos sino los daban de gracia (a) sus pa-
r!entes. Y luego en amaneciendo componian a los que habian
de morir con sus papeles, los Ilevaban en procesion al
y lue~o
!u~ar donde habian de mor'r; iban bailando y cantando hasta
2!0
el cu y daban muy grandes voces; este canto
y este bai! duraba
hasta después de mcdiodia,
y pasando el mediodia luego bajaba
del cu un satrapa vcstido con tos ornamentos del dios Pdipial, y
pasaba por delante de los que hab!an de morir y !ueRO tornaha
a subir al c« y luego los cautivos iban tras él subiendo por el cu
arriba. porque ellos hab!nn de morir primcro. Habiendo muerto
a tos cautivos !uc~o mataban a los e'-ctavos que eran imâ~encs
dei dios/.rcoroM/tn, que era el dios de! fue~o, y despucs que
todos habian muerto estahan aparejados los setiores principales
para comenzar su areito, muy solcmne, y luego le comenzaban y
el que guiaha era el senor: Ilevaban todos en la cabeza unas
coronas de papel como medias mitras, solamente Ilevaban la
punta detante, sin !a de atrâs: Ilevaban en las narices un oma-
mento de papel azut. hecho como media mitra pequemta que
embestta la nariz y colgaba hasta la hoca, era como corona de la
hoca; l1evaban orejeras hechas de turquesas. de obra de mosai-
co otros que no alcanzaban estas oreieras nevàbantas de pato,
tabradas con ftores: Hevaban una jaqueta pintada de color azul,
de unas flores curiosas; Mevaban por jovel co!<~ado al cuello
una fi~u-a de perro, hecha de papel y pintada de flores, y !!e-
vahan unos ~o.v/~ con unas bandas negras en los cabos, que
cot~ahan; y Hevahan en las manos unos palos a manera de
machetes, la mitad de ellos tenido con colorado y !a mitad b!an-
co, desde el medio arriba de colorado v desde el medio abajo de
b!anco: de la mano izquierda Hevaban cotcada una taleguilla
de papel con copal. Et principio de este baile era en to alto del
cu, adonde cstaba el taion. y hahiendo baitado un poco descen-
fHan abajo. al patio del <«. y daban vuehas baitando a! patio,
las cuales acabadas tueRo se desbnc!a et areito v entràbansc en
c! patacio real acompanando a! scnor Este bailc se lIamaha
'!<~<'<'Mï'<~t7n porquc en et nadic bab!a de hailar sino et scnor v
tes principales haciase de cuatro en cuatro anos tan solamente.
En este
mismo dia ap~ujeraban tas orejas a iodes tes ninos y
ninas que habian nacido en los tres anos pasados: a~ujeraban-
se!as con un pun~on de hueso y despucs se tas cnsatmaban con
2tl
plumas de papagayo, con ta~ muy blandas que parecen algodôn,
que se Hama ~ocAcoto~, y con u poco de oc6tzotl, y cuando
esto se hac!a los padres y madré:, de los muchachos y mucha-
chas buscaban padrinos y madrinas, que ellos en su lengua !!a-
man tios y tias, tetla, teaui, para que los tuviesen cuando agu-
jeraban las orejas; y ofrecian entonces harina de una semilla
que lIaman chfan, y a los padrinos y madrinas dâbanles al hom-
bre una manta leonada o bermeja, y a la madrina daban su
212
CAPITULO XXXVIII.
213
Esta fiesta se dec!a t~f(!~<, porque en ella hacian aquella cerc-
monia a los ninos y ninas, para que creciesen, dicho; como esta
no solamente hacian esto, pero también.en esta fiesta o en los
términos de ella chapodaban los magueyes y los tunales para
que creciesen.
Lo demàs que en esta fiesta se hacia, que se contiene en
esta letra de la lengua mexicana, que es del agujerar de las
nrejas de los ninos y ninas. etc., ya queda dicho atràs. Llama-
ban a esta fiesta pillauano, que quiere decir borrachera de los
ni nos. En esta borrachera todos bebian ~M/cff, hombres y mu-
jeres, ninos y ninas, viejos y mozos todos se emborrachaban
pûbticamente y todos Ilevaban su ~M/cfc consigo, y !os unos
daban de beber a los otros, y los otros a los otros; andaba el
pulcre como agua en abundancia, y todos llevaban unos vasos
que tenian tres pies y cuatro esquinas, que los Ilamaban ~c«t/-
~c<!wo~, con éstos bebian y daban a beber; todos andaban muy
con los otros, y apunàbanse y caianse por ese suelo de borrachos
nnos sobre otros, y otros iban abrazados los unos con los otros ha-
cia sus casas; y <.sto tenianlo por bueno porque la fiesta !o deman-
daba asi. Después de esta fiesta, como esta dicho, seguianse
luego los cinco dias que Itamaban KfwoM/tt, a los cuales te-
nian por aciagos y ninguna cosa osaban hacer en ellos, ni aun
barrer la casa, ni habia actos judiciarios. A tos que en ellos
nacian, si era varôn poniante nombre M~w~M. o MCM/~ofa/ o
~CMÇMt~Mt, que quiere decir ni valc nada, ni sera para nada, ni
habrà provecho de él: y si era mujer Hamâbanta ~MCt~MO~, que
quiere decir mujer para nada. Guardâbanse en estos dias de
dormir entre dia, ni de nnir los unos con tos otros, ni de trope-
zar. ni caer, porque decian que si atguna cosa de éstas tes acon-
tecian estos diae, decian que siempre tes habia de acontecer ade-
lante. Y si atguno enfermaba en estos dias decian que no habia
de san&r; nadie tenia esperanza que habia de vivir o escapar, ni
hacian cuenta del tal, ni le aplicaban medicina; y si atguno
sanaba, decian que dios habia habido misericordia de él, y que
é! solo habia entendido en sanarle o curarte.
214
APENDICE DEL SEGUNDO LIBRO.
.'i5
cesion: iban derechos al T'/a/c~co (donde) sa!tan!e a recibir
mucha gente y satrapas, y incensàbanies, y descabezaban muchas
codornices delantc de é!; de alli ibai derechos a un lugar que
se Hama r~(!an. que esta cerca de la iglesia de Tlacuba, donde
:stà ahora la i~iesia de San Esteban, y hacianle otro recibimien-
to como el de arriba dicho. Hevaban todo este camino delan-
te de si en esta procesiôn una bandera hecha de papel, como
muscadero, y toda agujerada y en los agujeros unas pellas de
2t6
aves, otros de animales y asi unes se transfiguraban con'o <M-
~CMM, otros como mariposas, otros como abejones, otros co-
mo moscas, otros como escarabajos; otros traian a cuestas un
hombre durmiendo. que decian era el sueno; otros traian unos
sartales de tamales que Haman .roco<atMa~t; otros de otros ta-
males que itaman tMco~waKt. Otros tenian comida de tama-
les y otras cosas, y dâbanlas a los pobres, y también tomaban
personajes de pobres, como son los que traen a cuestas leiia
a vender, y otros que traen verdura a vender; y también toma-
ban personajes de enfermos, como son los leprosos y bubosos;
otros tomaban personajes de aves como de buhos, y de lechu-
zas y otras aves. Estaba la imagen de T'&Moc en medio del arei-
to, a cuya honra bailaban y delante de ella estaba una balsa
de agua donde habia culebras y ranas, y unos hombres que lla-
maban tM<Mo~co estaban a la orilla de la batsa y tragabanse las
culebras y las ranas \-ivas; tomâbantas con tas bocas, y no con
tas manos y cuando las habian tomado en !a boca ibanse a bai-
lar; ïbantas tragando y bailando, y e! que primero acababa de
2!7
/?~ac«!« de los edificios $fOM templo de /nfo
2t8
este fM mataban a tas espias de los contrarios que prendian,
cuando estaban en la guerra o contra los de Huexotzinco, o
contra los de
Tlaxcala, etc.
Y a los que venian a espiar la
ciudad de México, en conociéndolos luego tos prendian y los
Jlevaban a este CM y alli los desmembraban, cortandoles mi<;mhro
por miembro.
El cuarto edificio se llamaba T'<'<'ct~foMt. En esta casa es-
taban muchas estatuas de los dioses. En esta casa se recogia el
senor del pueblo o ciudad (en) las fiestas grandes, y alli ayuna-
ba y hacia penitencia cuatro dias, e incensaba a todas las esta-
tuas que alli estaban, y también alli mataban cautivos a honra
de aqueUas estatuas.
El quinto edificio se llamaba PoyoM/t~o. Att! ayunaban los
mayores sàtrapas. que eran dos: el uno se Ilamaban T6tec tla-
M<of<M~tM, el otro se llamaba T~oMcoM tlenam4dcac; ayunaban y
hacian penitencia cuatro dias e incensaban a tas estatuas que
ait! estaban. Esto hacian cada ano cuatro dias en la fiesta de
de aque-
etzalquali.rtli; y también alli mataban cautivos a~onra
llas estatuas.
El sexto edificio se llamaba A/t.vco<ot: /~oMt~oMM<. Este
era un edificio en que espetaban tas cabezas de los que mata-
ban a honra del dios A/<;rcJa~; eran unos maderos que estaban
hincados, de altura de dos estados, y estaban agujerados a tre-
chos y por aquellos agujeros estaban pasadas unas astas o va-
rates, det grosor de astas dé lanza o poco mas, y eran siete u
ocho. En estas espetaban las cabezas de los que mataban a hon-
ra de aquel dios, estaban las caras vueltas hacia el medio dia.
El séptimo edificio o cu se llamaba T'rtCfo. En este cu
mataban cada ano un cautivo a honra det dios det infiemo; ma-
tabante en el me<- que se llamaba ~<M. Después que le habia
muerto el sâtrapa que Ilamaban T'/Wa~t
ponia ~Mo~tJrof
fue~o
t: incensaba delante la estatua, y esto se hac!a de noche.
Et octavo edificio se llamaba CMaMA~tco~co. Era un oratorio
donde el senor se recogia a hacer penitencia y ayunar, cuando
se ttacia un ayuno que se llamaba M<~oMa~MA.c<!M<~o, ayunaban
2t~
cuatro dias por honra del sol, este ayuno se hacia de doscientos
en doscientos y tres dias; y aqui mat: ban cuatro cautivos que se
ttamaban cAoc/tOM~Mf, y otros dos cautivos que Uamaban la ima-
gen del Sol y de la Luna, con otros muchos cautivos a la postre
de todos.
Et noveno edificio
se ttamaha 7*~</««<'<?. Era un CM bajo, el
cual era cuadrado, que tenia gradas por todas cuatro partes. En
éste mataban cada ano la imagen de Onrrtochtli, cuando reina-
ba este signo, era esta imagen un cautivo compuesto con los
omamentos del dios del vino que se Hamaba Ometochtli.
E! décime edificio se Hamaha T'fM/M~oM, que quiere decir
tierra fragosa. Era un bosquedHo cercado de cuatro paredes,
como un corral, en el cual estaban riscos hechos a mano, y en
ellos plantados arbustos que se hacen en tierra fragosa, como
son magueyes pequenuetos y otros que se !!aman tzioactli,' en
este bosquecito hacian procesiôn cada ano en el mes !!amado
quecholli, y hecha la procesiôn luego se partian para la ladera
de la sierra que se !!ama Zacatepec, y alli cazaban y hacian tas
otras cosas como esta dicho en la historia de este mes.
El undécimo edificio se lIamaba 7'Wd~ott, que quiere decir
agua negra: era una fuente como alberca, y por estar el agua
profunda parecia negra. En esta fuente se banaban
los satrapas,
de noche, los dias que ayunaban en aparejo de las fiestas que
eran cuatro dias en cada mes: estos eran como vigilia de la
fiesta. En habiéndose banado incensaban en el f<t de ~ft.t'c<!o~,
y acabando de inccnsar alli iban a su monasterio.
E! duodécimo edificio se llamaba 7'~aMfo~n<<cof; era un
oratorio hecho a honra de la diosa CtAMOc~o~. En este edificio
habitaban tres que servian
satrapas a esta diosa, la cual visibte-
mentc les aparecia y residia en aquet lugar, y de alli visiblemente
':at{a para ir a donde quena. Cierto es que era el demonio en
forma de aquella mujer.
Et décimotercero edificio se ttamaba ~nco Co~M<'foc/ este
era monastetio donde moraban los satrapas y ministros que ser-
vian al f« de T/<Moc, cada dia.
220
El décimocuarto edificio se llamaba Coacalco. Era una sala
aai
El vigésimo primero edificio se !!amaba T'~oforAca~co acatl-
222
mataban a los leprosos cautivos, y no comian su came; matâ-
banlos en et ayuno del sol, que arriba se dijo.
Elvigésimo noveno se ttamaba 7'etldnman. Este era un cu
dedicado a una diosa que se ttamaba OM<t.f<o~ C/tan~cc aqui
mataban esclavos por devocion, reinante el signo que se ttamaba
ce x6chitl.
El trigésimo edificio se ttamaba Chicomécatl <~<~cM. Este
era un cu dedicado al dios Chicomécatl, en éste mataban algunos
cautivos, de noche, cuando comenzaba a reinar el signo ttamado
fc .r<!cAt~.
El tri~ésimo primero edificio se Uamaba r~MoJ~OM; era una
fuente como alberca en que se banaban los que hacian peniten-
cia por voto: acostumbraban muchos a hacer voto de hacer
penitencia ciertos meses, o un ano, sirviendo a los c< o dioses
a quien tenian devocton, éstos se lavaban de noche en esta
fuente~
El tngésimo segundo edificio se !!amaba 7~'co~ocA~o, éste
era un juego de pelota que estaba entre los CMM; en él mataban
quemaban los papeles que ofrecian por atgun voto que habian
~3
hecho; y tambift alli se quemaba la culebra de que arriba se
<!i6 relaciôn en la fiesta de ~OM~M~M~K.
El trigésimo septimo edificio s< ttamaba Mt.vfoo~/MM; éste
cra un CM dedicado a Af~c<!a~, dcndc se hacian aquellas cere-
monias de que se d!ô retaciôn en la fiesta itamada quecholti
//OM<t.
E! tri~ésimo octavo edificio se Hamaba .V<a/<aM. Era
un cu al pie del cual estaba una cueva donde escondian los pe-
llejos de los desollados, como ésta en la re!ac!6n de ~aca.n'
AMaKs~t.
E! trigésimo noveno edificio se ttamaba 7'co~o('/tfo; este
era un juego de pelota que estaba en el mismo templo; aqui
mataban unos caut!vos que !tamaban owo~oxw~, en la fiesta
de ~aM<y!«'oH~~t, alli se diô relaciôn de estos owa~oMMtf.
El cuadragésimo edificio se llamaba /~<«co/f~<ïM. Este era
una co!umna gruesa y alta. donde estaba pintada la estrella o
lucero de la manana, y sobre el capitel de esta co!umna estaba
un chapitel hechc de paja: delante de esta co!umna y de esta
estrella, mataban cautivos cada ano, al tiempo que parecia nae~-
vamente esta estrella.
El cuadra~ésimo primero edificio se ttamaba /yM~.fotK~aH-
tli; era e! edificio que estaba delante del ftt de J~Mt~c~ofA~t,
donde espetaban las cabezas de los cautivos que a! mataban,
a reverencia de este edificio, cada ano en la fiesta de ~aM~Mf/-
~a/t'?//t.
E! cuadragésimo segundo (edific!o) se llamaha .~cc<f<~<!M;
esta era una casa en la cual se ensenaban a ~ancr las trompetas
los ministros de !os idolos
El cuadragcsimo tcrcero (edificio) se lIamaba CtH~o~OM;
éste era un ctt dedicado a la diosa C/t<c~M«'f<!a~; en éste mata-
ban una mujcr que decïan que era ima~en de esta dicha diosa, y
la desollaban, de esto se dio re!aci6n en la fiesta de Oc/t~OM~t,
E! cuadragésimo cuarto edificio se Uamaba Cc<oM~ot<!cA-
~M <M~<<M, éste era un cu dedicado a los dioses det vino;
aqui mataban tres cautivos a honra de estos dioses del vino.
2?4
A uno llamaban y a! otro Toltécatl
T~o~co~ y al otro Pa-
~<fj'foc. Los que aqui mataban, de dia morian, no de noche;
este hacian cada ano en la fiesta de tepeilhuitl.
El cuadragésimo quinto edificio se !)amaba Cinte6pan. Era
un cu donde estaba la estatua del dios de los mai7.ales, v alli
mataban cada ano a su imagen y con otros cautivos, como se
dijo en su fiesta.
E! cuadragésimo sexto edificio se !!amaba A~o/t/oyaM. Era
un lugar o parte del patio donde bailaban los cautivos y esclavos,
un poco antes que los matasen, y con ellos también bailaba la
imagen del signo cAtcoMoAMt ehécatl, y matàbanlos a la media
noche en !a fiesta de ~t/oM«!M!t, o en la fiesta de o~roAMa/o,
esto se hacia cada ano.
E! cuadragésimo séptimo edificio se ttamaba Chililico. Era
un cu donde mataban los esclavos en el signo de c/ncotM/tMt ehé-
catl; matàbanlos a !a media noche; s6!o los senores daban los
esclavos que aqui morian. Esto se hacia en la fiesta de atlca-
hual o.
El cuadragésimo octavo edificio se Uamaba Coo~~aM, esta
era una fuente donde se banaba e! sàtrapa que ministraba en el
c«, que Hamaban Cod//aM, y ningùn otro alli se banaba sino
s6!o é!.
EJ cuadragésimo nono edificio se Uamaba /<'A~'OM; era un
monasterio donde estaban los ministros y satrapas que minis-
traban en el CM donde estaba la estatua de r«ïfa~fM~t, et dio<:
de los mercaderes; ministraban alli de dia y de noche.
E! quincuagésimo edificio se ttamaba .OM/tfo; éste era un
monasterio donde moraban los satrapas y ministros que minis-
traban en el CM de //M!/?t7<M~M<f<una diosa-de dia y de
noche. (ï).
E! quincuagésimo primero edificio se Hamaha )'(~<-<\ éste
( t 1 -I:l orden Je cac y let igtiiesite l'di i icio. caâ cambiado en las
dos ediciones fas<ct):*n.s y en la francesa; sc~uimos et tcxto de la copia de)
sefior Troncoto.
8th*)t<* t. tes
~s
pra un <-f<donde cada ano mataban muchos esclavos y cautivos;
matàbanlos de dia, en la fiesta <te ~o<vt~<<t<o~~t.
Elquincuagésimo segundo edificio se ttamaba VtOca~'cM~t
!/<'<o~. Era el cu det dios de los mercaderes; alli mataban la
226
cerca de este oratorio; esto hacian cada ano, en la fiesta de
OCA~OMM~t.
El sexagésimo primero edificio se ttamaba Tzonmolco Co~-
;M~coc éste era un monasterio donde moraban sàtrapas del dios
Xiuhtecutli, y aqui sacaban fuego nuevo cada ano, en la fiesta
A«OMAçMt~otM<~çMO/tf~t, y de aqui sacaban el fuego nuevo cuan-
(!o quiera que el senor habia de incensar delante de los dioses.
El sexagésimo segundo edificio se !!amaba 7'<tcM<'o/
Era una piedra como muela de molino, grande, y estaba a~u-
jerada en el medio como muela de molino sobre esta piedra
ponian los esclavos, y acuchi!!âbanse con ellos; estaban atados
por el medio del cuerpo de tal manera que podrian !!e~ar hasta
la circunfcrencia de la piedra, y dâban!os armas con que pelea-
sen. Era éste un espectâcu!o muy frecuente y donde concurria
gente de todas las comarcas a verle. Un
sàtrapa vestido de un
ptltejo de oso, o cuetlachtli, era alli el padrino de los cautn'os
que an! mataban, que los Hevaba a la piedra y los ataba alli, y
los daba las armas y los !!oraba entretanto que peleaban y cuan-
do caia (el cautivo) !o entregaba al que le habia de sacar el
corazon, que era otro sàtrapa vestido con otro pellejo, que se
!t&maba iooallauan. Esta retac!6n queda escrita.a la larga en la
fiesta de <~oco.n~<'AMO~
AI sexagésimo terccro edificio ttamaban Ao~o~ft~/t !~o-
pan éste era un CM dedicado al dios A'o~~o~cM~t, en el cual
mataban la imagen de este dios, que era un cautivo vestido con
los ornamentos de este dirts: mataban!c a la media noche, cada
ano, en la fiesta
de ~<'<7/!MtW.
AI sexagésimo ruarto < dificio ttamaban 7'~OMWO/fc, éste era
nn CM dedicado a) dios de) 'ucgo Ilatilado .Vm/t/rcH~t. éste es un
tM en que mataban cuatro isctavos. como ima~enes de este dios,
~dornados con los ornan~ ttos det mismo, aunquc de diverses
colores. AI primero Ham~ban
.Vo.r~K/~M< .Vn</<~fM//</ al se-
Sundo llamaban Co~aM/~m. A'n</t~ft<~<; al tercero lIan1aban 7~-
tac .Yt'M/t/rcM~ al cuarto ttamaban 77a~/<ïMAçM< .YtM/t/<'<t<<
Tnmbién mataban otros muchos cautivos en este )u~r y en
227
este dia, a los cuales Hamaban t7tMt~<!M~co /c~<ttM~o~to. Abajo
de las gradas de este f« estaba una placeta a la cual subian tam-
bién pfr gradas; en esta placeta mata))an dos mujeres, y Ilama-
ban a la una ~VoMco~c<'<~</M<; de la otra no se pone nombre.
En acabando de matar los que habian de morir, hadan tuego
un areito muy so!emne, segûn se dijo a !r larga en la fiesta de
.Y<K/~<'C«~t.
Elsexagéshno quinto edificio se Hamaba Co~~M; éste era
un cu donde mataban cautivos a honra de aquettos dioscs que
llamaban C<'M/oM/tM<a/n<o, y también todas las veces que
sacaban fuego nue\o, y también coando la fiesta de <yM~cAo~<.
El sexagéstmo sexto se llamaba Xochicalco; éste era un cu
edificado a honra det
dios C<H~o</ y también a honra del dios
~o~a!<gt« C<M/<fo/ y tam')iën de !a diosa ~f~c~noM, y cuando
mataban una mujer que era imagen de esta diosa, desollâbanla y
uno de los sàtrapas vestia su cuero. Esto se hacia de noche. (y)
tncgo de manana andaba bailando con el cuero vestido, de aque-
lla que habia muerto esto se hacfa cada ano, en la fiesta de
OC/t~OMt~t.
E! sexagésinto séptimo edificio se Hamaba Topicalco, y tam-
bien J?oofa/ro; ésta era una casa donde se aposentaban los se-
nores y principales que venian de lejos a visitar este templo,
especialmente los de la provincia de ~M<t/t«oc.
El sexagésimo octavo edificio se itamaha 7~o/o~; esta
cra una fuente 'nuy preciada, que manaba en el mismo lu~ar;
de aqui tomaban agua los sàtrapas de tes idolos, y cuando se
hac!a la fiesta de /<t/~t7o/'oc/<< y otras fiestas, la ~ente popu-
lar bebia en esta fuente con gran devociôn
E! sexagésimo nono se llamaha ~ccof/«'<M <~<aM/t<yMt'y<M<<ïc;
ésta era una casa (y) en esta casa estaba una cstatua del dios
.~acMt'cf; aqu! a honra de este dios nmtahan cautivos en la
fiesta de ~aM~«c~o/f.?/
Et septuagésimo edificio se Hamaba 7o/Ud</nr. este era una
casa donde mataban cautivos cuando comenzaba a reinar el
signo que se lIamaba cc ;/«<yM<:s//<, a honra de 7 <?ta//<t0.
~8
El
septuagés!mo primero edificio era Xilocan. Era una casa
donde cocian la masa para hacer imagen a /7M<?</o~nc/<< cuan-
do se hacia la fiesta.
E! septuagésimo segundo edificio se ttamaba /yof, es-
ta era una casa donde hacian de masa la imagen de Huitzilo-
~ocAfK los sàtrapas.
El septuagesimo tercero edificio se !!amaba 7/Mt/~MoAMOf cal-
~MM/ era la casa donde hacian la imagen de otro dios companero
de Huitzilopochtli, que se ttamaba Tlacauepan Cuexr6tzin.
El septuagésimo cuarto edificio se !!amaba Atémpan; era
una casa donde juntaban los ninos que habian de matar, y tam-
bién los leprosos, que Ilamaban .rixioti, que también los mata-
ban después de haberlos juntado en este lugar los traian en
procesi6n en unas andas (y) hecho esto !!evàban!os a los !u-
gares donde los habian de matar.
E! septuagésinM) quinto edificio se Ilamaba r~cacoof f~oco-
chcako. Era una casa donde se estaban muchos dardos y mu-
chas saetas depositadas, para el tiempo de !a guerra; aqui ma-
taban esclavos por su devociôn algunos anos.
E! septuagésimo sexto se !!amaba Acatla yiacapan At«~co/-
~«~t, esta era una casa donde juntaban los esclavos que habtan
de matar a honra de los 77a/oç«< y después de muertos, lue-
go los hacian pedazos y los cocian en esta misma casa: echa-
ban en las ollas flores de calabaza; después de cocidos comian-
los !os senores y principales; la gente popular no comia de elios.
E! septuagésimo séptimo edificio se llamaba Techiclli; era
un f« pequeno, en este ofrecian canas que Hamaban <Tc~-oyo/
Elseptuagésimo octavo edificio se Hamaba Ca/~M~ estas
eran unas casas pequenas de que estaba cercado todo el patio
de la parte de adentro; a estas casillas Hamaban rd'~t/~r a es-
tas casas se rccogian a ayunar y hacer penitoncia cuatro dias
todos los principales y oficiales
de la reptiblica, las vigilias de
tas fiestas que caian de veinte en veinte dias, de mancra que ha-
cian de vigilia cuatro dias. En este ayuno unos comian a la me-
dia noche, y otros al mediodia.
22Ç
/~<<~M Je los xx'.rtcaMOj, de las cosas
que ~r o/rff<(tn ft< < ~CMt~/o.
230
tierra. De este incienso o copal usaban los s&trapM en el tem
plo y toda la otra gente en sus casas, como se dijo arriba; y
también !o usaban los jueces cuando habian de ejercitar atgùn
acto de su oficio: antes que le comcnzasen echaban copal en
el fuego, en reverencia de sus dioses y demandândoles ayuda.
También hacian esto mismo los cantores de los areitos, que cuan-
do haMan de comenzar a cantar primero echaban copal en e!
fuego a honra de sus dioses, y demandàndotes ayuda Usaban
una ceremonia generatmente en toda esta tierra, hombres y
mujeres, ninos y ninas, que cuando entraban en a!gûn lugar
donde habia imagenes de los idolos, una o muchas, luego to-
caban en la tierra con el dedo y luego le Hegaban a la boca, o
a la tengua; a esto Ilamaban corner tierra, hacianlo en reve-
rencia de sus dioses; y todos los que salian de sus casas, aun-
que no saties&n det pueblo, volviendo a su casa hacian !o mis-
mo, y por los caminos, cuando pasaban delante atgùn cu u ora-
torio, hacian !o mismo; y en lugar de juramento usaban esto
mismo, que para afirmar que decian verdad hacian esta ce-
remonia, y los que se querian satisfacer del que habtaba si de-
c!a verdad, demand&bante que hiciese esta ceremonia y luego le
creian como juramento. Hacian otra ceremonia comunmente
que llamaban tlatlazalistli, que quiere decir arrojamiento, y era
que nadie comiese sin que primeramente arrojase al fuego un
bocadillo de to que habia de corner. Tenian otra ceremonia
también comûn, que nadie habia de beber pulcre sin que prime-
ro derramase un poco a la orilla det hogar; y cuando quiera
que encetaban alguna tinaja de puicre, prnncto
echaban c~ un
a3r
~?~Of!<!M de la MM~ff ~Mf (~?n'OW< a honra
</< ~MtOMtO, f!t et <<'W~~O y /M<TO.
2~2
~o~ocMt, y en sus fiestas compraban "odomices vivas y (les)
arrancaban tas cabezas delante del diablo y la sangre derra-
mabase alli y el cuerpo arroj&banto en tierra, y alli andaba re-
volando hasta que se moria; unos descabezaban una, otros dos,
otros tres, segun su devoci6n. Cuando mataban atgun escla-
vo o cautivo el dueno de et cogia la sangre en una jfcara, y
echaba un papel blanco dcntro y después iba por todas tas es-
tatuas de los diablos y untâbanles (la) boca con el papel en-
sangrentado. Otros mojaban un palo en la sangre, y tocaban
la boca de la estatua con la misma sandre
~33
de ellas en los monasterios de los s&trapas y de att!
tomaban
para gastarla, que se quemaba mucha entre noche
y dia en los
patios ie los <'<ÏM, en unos fogones altos que para esto esta-
ban hechos en los mismos patios; y en los otros tiempos los
ministros de los ftÏM y los que moraban en el Co/w<'f<K' tenian
cargo de traer esta
lena; a esto Itamattan ~o~MOM/t~M<M//t.
También a honra de los dioses que tenian en sus casas, te-
nian gran cuidado de barrer la casa y el patio y la portada, ca-
da dia, luego de manana; y e! senor o la senora de la casa te-
nian cargo de compeler a todos los de su casa para que hicie-
sen esto cada dia, y después de hecho esto incensaban y ofre-
cian a las imâgenes que tenian en sus casas, y esto cada dia;
a esto Uamaban tlachpanaliztli.
Tenian gran vigilancia de noche los sâtrapas y ministros de
los ctï~.r de velar, para que no faltase de arder fuego en los
fogones del patio, y para despertar a los que habian de taner
a las horas que habian de incensar y ofrecer delante de los
idolos, y a esto Hamaban ~~oo~M.
Tenian los populares por costumbres de hacer penitencia mu-
chos dias entre ano, y esta penitencia era que se abstenian de
~34
nmban avecillas y atabMttas en unos ramos con hilos, y anda-
ban con ellas en la procesi6n de esta fiesta y las aves andaban
revolando alrededor del ramo.
Usaban también hacer procesiôn en muchas de sus fies-
tas, y traian en andas tas imàgenes de los idolos, algunas ve-
ces alrededor de los f<ï~ y otras veces por lugares mas tejos,
y acudia todo el pueblo a estas procesiones. También u~ban
bailar tas mujeres juntamente con los nombres, en las grandes
fiestas.
Hacian un
juego tos mancebos a honra de la diosa ttama-
da Toci, cuando mataban su imagen; ponian un lebrillo con
pluma y con greda, y arremetian todos los mancebos y tomaban
cada uno un puiiado de ello, y echaban a huir unos tras otros;
y como habian tomado los mancebos la greda y pluma, aquel
mancebo que tra!a vestido el pellejo de la diosa Toci, con otros
mancebos que estaban con él, echaban a correr tras los que ha-
b!an tomado greda e ibanlos apedreando, y la gente que mira-
ba apedreaba a los unos o a los otros, y algunos de ellos ca-
ian apedreados. Hacian una ceremonia a los ninos y ninas,
tomandolos con las manos por cabe tas orejas y levantàndotes
en alto; esto hacian para que creciesen, en la fiesta que se Ua-
maba iscalli, que se hacia a honra de! fucgo.
235
Usaban otra supcrstic!6n, que se <mp!umaban el pecho y las
espatdas en la parte contraria de! p<cho, con pluma de diver-
ses colores, y en tas munecas ponia~ unas plumas como ajor-
cas, unablanca, otra amaritta y otra colorada, y en tas gar-
gantas de los pies hacian !o mismo. Esta pluma pegaban con
resina de pino que ttaman oc<s'o~ (y) esto hacian en la fiesta
de teoileco, porque no tes hiciese mal c! dios ~cofMtt~~t. Esta
ceremonia o supersticion que aqui se dice se hacia de cuatro en
cuatro anos, en la fiesta de t~co~t.
Esta ceremonia hacian a reverencia del sol y a reverencia
det fuego, cuando alguno acababa su casa nueva, o cuando rei-
naba el signo det sol que sacaban sangre de tas orejas, y la re-
cibian en ta una det dedo que esta cabe et pulgar, o en et de
enmedio, la arrojaban hacia et fuego como quien da papirote,
y también hacia et sol de la misma manera; esto llamaban tla:-
caltilistli. Esto va queda dicho atrâs que es to mismo de acxo-
ya~tM~t.
Esta ceremonia hacian cuando
pasaban delante de atgùn
idolo arrancaban una manada henode y esparcianla delante
de ta imagen det idolo, haciendo reverencia o acatamiento. Es-
ta misma ceremonia hac!an otras veces por via de voto o ce-
remonia.
Todas las noches, un poco antes de la média noche, tos mi-
nistros de los idolos que tenian cargo de esto, tocahan los ca-
racoles y cornetas y trompetas, y luego se levantaban todos a
ofrecer sangre e incienso a tos tdo!os, en los fMM y en todas
las casas partictilares.
En Ilegando a la media noche, los ministros Hamaban
que
ÇMC~MO~Mt~tH tanian con atahales para que despertasen, y los
que no despertahan a aquella hora ca<.tigàban!os echando so-
bre cttos agua, o rescoldo det
fuego. A~ujeràbanse las ore-
jas para poner orejeras, y tamhién los bczos para poner los
bezotes; esto hacian a honra det demonio y Hamabanto MCMO-
co.f.ro/'o~a~~t y M<'ff!)~'o~o~a/M<
2~6
A'<~oc«~n de las difereiicias de ~ttMt'o.t f/«c
.tcr~on a /<t.t </<~<t.
Habia un ministro
que se decia mexicatl ~<'u/N<a/r<« y este
era como patriarca etegido por tos dos sûmes pontifices, el cual
ten!a cargo de otros sacerdotcs menorcs que eran como obis-
pos, y tenia cargo de que todas las cosas concernientes al cul-
to divino en todos los pueblos y provincias se hiciesen con to-
da ditigencia y perfecc!6n, se~un las leycs y costumbres de los
anti)?uos pontifices y sacerdotes, mayormenle en la crianza de
los mancebos que se criaban en los monasterios que se Hama-
ban Calmicac. Este disposa de todas las cosas que hab!an
de hacer en todas
las provincias sujetas a Mexico, tocantes a
la cultura de los dioses. Ten!a también cargo de c&sH~ar a
todos los sacerdotes de quien tcnia carRn. si en a!~o pecaban.
Los ornamentos de este sàtrapa eran: Una ja<tueta de tela y
un incensario de los que ellos usaban, y una taler;a en f)ue t!c-
vaba copat para incensar. Habta otro roadjutor (le este, <juc
se llamaba /~t/~MCMOf /<'o/u/o~m, que entend<a en el n~smo
negodo.
Habia otro
coadjutor de los que se llamaba
arriba
dichos
7'c~oM ~o/tMO~MM, el cual en
particular tenia cargo de la bue-
na crianza y del buen re~miento de los que se criaban en los
monasterios, que se Hamaban f o~n~cot por todas ta~ prf'vin-
rias sujetas a Mexico.
Este O~tf t'oc/t~tM, era como maestro de todos los cantores
que tenian cargo de cantar en los fM~; tenia cucnta que tn-
dos viniesen a hacer sus oficios a los fMf~. Hacian cicrta
ceremonia con el vino
que uamaban ~ooc~, al tiempo que ha-
bian de hacer sus oficios; de esta ceremonia era el principal
~oc/t~co~: éste tcnia cuidado de los vasos en que bcbian tos
cantores, de traertos y darlos y recogerlos, y de henchirtos de
~7
màs esto se hacia después del oficio de haber c~ntado.
Este jE/'coo~M<K'M<7~M tenia cargj de las fiestas del calen-
dario y de todas las ceremonias que e habian de hacer en ellas,
pura que en nada hubiese falta. Era como maestro de cere-
monias.
Este ~/o~tco /<*o/tMo tenia cargo de aprestar todas las co-
sas necesarias, como son papel y copal, etc., para cuando ha-
hian de sacrificar u ofrecer delante de los dioses, en la fiesta
de Chicunauecatl.
Este CtM~o~nt, tenia el mismo cargo de aprestar todas las
cosas necesarias para cuando se hac!a la fiesta de ~t/oM~x.
Este /4~Mt~oft ffo/tMO~M tenia cargo de proveer de plumas
blandas como algodôn, que crian las aves junto a la came, y
otras cosas que cran necesarias, para cuando se hac!a la fiesta
(le la madre de los dioses; y tenia cargo de juntar los mance-
tx)s que se Ilamaban c<«'f«<v<<'<'o para que ayunasenaquel en
harrio de .~f~K~aM.
Este T'/a~t'o~tM, era como chantre, que tenia cuidado de
ensenar y regir enmendar et canto que se habia de cantar a
honra de sus dioses, en todas las fiestas.
Este T~o~o~a~o/tKa~stM ténia cargo de aprestar todas las
cosas necesarias para la fiesta de la diosa 7'?a~o//<ï/<'MO, co-
mo son papel, y copalli y t<Mt, y una ycrha otorosa con que inccn-
srtban a los !do!os.
Este 7<*coMtMta/<'o/t«o, ténia cargo de aprestar las teas para
hacer hachones, y también atmagre y tinta, y cotaras y unas
jaquetas y caracolitos mariscos, to cual todo era necesario para
osta fiesta de la tiosa det fuego.
Este 7'f~ca~o~fa~ tenia cargo de aprestar todo to de arriba
clicho, para cuando se hacia la fiesta det dios det vino, en et
mes que se Hama ~~<'<7/tMt~.
Este OMt<oc/t tenia cargo de aprestar todo to arriba dicho,
para cuando se hacia la fiesta det dios det vino que se ttamaba
OtM~uc/t~t, en el mes de ~<'<7/tK<
Este OMt<ocA~t <otMtyoM/t, tenia también cargo de aprestar
238
todo to arriba dicho para ruando se hacia la fiesta del dios del
vino, que se Hamaba Ow<ocA//< ~~nn'aMA, en el mes arriba
dicho.
Este .~co/oo ome tochtli tenia cargo de aprestar todo !o arri-
ba dicho, que era menester para la fiesta de! dios Acalhoa ome
tochtli.
Este OM<a~OM~Mt ome tochtli tenia car~o de aprestar todo
!o arriba dicho para la fiesta del dios de! vino ttamado Onn/~o-
~OM~Mt.
Este Tlilhoa ow~ torhili tenia car~o de aprestar t<x!'j to
arriba dicho para cuando se hacia la fiesta de! dios del \ino
que se !!amaba Tlilhoa omc tochtli, en el mes de ~fMM~.
Este OMt~~ocA~t ~OM~co~ tenia cargo de procurar el vino
que se Hamaba macuiloctli, o /foor//t. !o cual se j~astaba en la
fiesta de ~CH~M~o/t~t.
Este O~t~~ocA~t A~o~o~CM~t tenia car~o de aprestar to ne-
cesario para la fiesta de tepeilhuill.
Este Owc~ocA~t ~o~a~~ac tenia car~o de aprestar e! vino
que se Hamaba ~ooc~t, que se habia de ~astar en la casa del
senor, y en la fiesta de <<M'o~t, donde bebian vino hombres y
mujeres, ninos y ninas.
Este Omelochtli tenia cargo de hacer to mismo que arrit'a
se dijo, en la fiesta de a~coMa/<?.
Esta mujer que ~c ttamaba Ct7<MO~M<!ft<tW 'enta carp" de
prover de todo to que se habia de nfrccer en la fiesta <tc la
dir~a 7<'ct, como son flores y canas de humo. y )odo !o demàs
que ofrecian las mujeres en la fiesta de esta diosa 7~'ft.
Esta mujer ttamada C</tM<t<~MofM!W ~/a~rt/nfa~ tenia rarK"
en el ft< ttamadc .~fuf/n'ca/fOM de los que harrian y de tos clue
ponian fucKo: y también tns <tuc hacian
\uto de hacer atj~un
servicio en este (t< a ella acudian.
Este /.ffo~aM/~Kt t~Mt~~o ~f~/tMu tcnia cargo de hacer
traer la tena que se habia de gastar en ci monasicrio. que se
Ilamaba 7~0MMto/~ Co~M~fOf. traian esta tena los mancc'~os y
ponianla en el monasterio ya dicho.
239
Este 7~<M'o/qMOCMtMt guardaba el cu, que se ttamaba A~co-
tlan; andaba vestido con las vestidu as de los sacerdotes, como
arriba se dijo, que era un .vtcoKt o aqueta y un catabazo tteno
de ~<c<c~. Tenia gran cuidado en ~ue ninguno entrase, ni se
Itegase a este CM, sino con gran reverencia, y que en él no hubie-
se ninguna suciedad; y si atguno ccrca de este cu se orinaba,
luego le prendian y le castigaban.
Este T'cr~cM~tMfo ~o/ttMt tenia cargo de guardar en el cu,
2~0
Este 7~M~OM ~o/«M/H tenia car~o de proveer de jaquetas
que ttamaban xicolli, que es un ornamento de los sâtrapas, y
caracolitos mariscos y cotaras, para ornamentos, y también re-
cogia la miel de los ma~ueycs, lue cra la primera que se co~ia
de! maguey para hacer vino p.! ~a los sàtrapas.
Este T'~o~oM /M/tMo~t'M <en!a cargo de proveer de pa;M:t
de e incensarios, y de odo !o dcmas
y copal que era menester
para los que morian o mataban .'n la fiesta de ~t«t~.
Este CAo/f/nM/t/~ct«' tenia de pro-
ofo/outï~MOCKt~ cargo
veer de las ohendas que cran necesarias los que mataban
para
en la fiesta de CAa/c/«K/t//t<-t«', como era copal, ulli, etc.
Este ~co~MOM<!fa~ oco/wt~~t tenia car~o de pro\'eer de todo
!o que era necesario para cuando el senor o rcy habia de ayunar
en la fiesta de 77<Moc, y en el ayuno det sol y en et ayuno de
quecholli, que son ayunos muy solemnes proveia de los ves-
tuanos y cotaras, etc., que el sencr habia de usar en estos
ayunos.
Este 7'«MoM /~o/;Mo tenia c~rKo de proveer de papel y copal
y «Mt, para cuando hahfan de matar a la imagen de 7'M/~fo~.
al cual mataban en el fin det mes que se Hamaba <~<cc/t~/<, o
en el principio det me" que se )!amaba /<f!7/!Kt~.
24Ï
incienso cuatro veces cada dia cinco veces de noche: una vez
a !a salida <td -<'). otra vez a la hota de tercia, otra vez a la
hora de mediodia
(y) la cuarta vez a la pucsta del sol. De
noche le ofrecian incienso la primera vez cuando ya era de noche;
la se~nnda. cuando ya todos se quer!an echar a dormir; la terce-
)'a, cuando comenzaban a taner para levantarse a maitines; la
cuarta, un poco despucs de média noche la quinta, un poco antes
que rompiese el a!ha: y cuando a la prima noctte ofrecian in-
cicn~u. s~tudaban a la noche diciendo: !et scnor de la noche ya
lia satido, <tue se ttama y<!<ï//ft«/~<; no sat)emos como ttarà su
oficio o su curso! La fiesta de este Foo/ycf'f~t caia y se cele-
hraba en
et signe que se ttamaba Mo/fMt oWM, a dos o tres dias
de la cucnta det ~Mo/OMM~. Cuatro dias ayunaban antes de esta
fiesta, y al mediodia de esta fiesta tocaban los caracnles y pitos
y trompetas, etc., y pasaban mimbres por las lenguas, ofrecién-
dote aquetta sangre; y hasta tos ninos que cst;'han en las cunas
les sacaban sangre de las orejas para ofrecer, y todos chicos y
grandes ofreoan sangre de las orejas (en) aquetta hora. Esto
hacian sin decir nada, y hacianlo delante la imagen det sol, que
estaba en un f!< que se ttamaba ~MOtf/t.vtco~co, pintada o escul-
pida como ahora se pinta el sol, como una cara humana y con
rayos que saten de ella, como una rueda; y en la fiesta det sol
sicmprc, cada ano, mataban nutchos esclavos y rautivos a su
honra en sus CMM, y decian, que todos los que monan en la
gucrra iban a la casa det sol a reposar.
242
Ciertos mancebos que por su voto y devoci6n hacian peni-
'encia en el templo, tenian cargo de velar de noche para que
ninguna cosa mala se hiciese en el templo. Los muchachos me-
dianos que se criaban en el monasterio que se ttamaba Calmécac,
ténian cuidado de ir al monte por la tena
que se gastaba en el
templo. Los muchachos novicios, en et monasterio !cman cargo
de traer puntas de maguey, tas que eran ntenesttjf en templo;
tenian cargo de traer ramos de laurel, !u~ que eran .tecesarios
en el templo. Los mancebos que se ttamaban ~oMtorajçMf, que
vivian en el templo, tenian
cargo de taner los caracoles y pitos
y trompetas los muchachos y mancebos que se criaban en el Cal-
Mt~coc, que era monasterio, tenian cargo (de) los mozuelos pe-
quenos que se criaban en el Co~M~coc, que eran como sacrista-
nejos, de hacer la tinta con que se tenian los sacerdotes del tem-
plo cada dia, en amaneciendo, todo el c'terpo de negro; hacianla
en una canoa que para esto tenian, (y) hacian de noche esta
tinta y a la manana se tenian con ella todos los sacerdotes o
satrapas.
Usaban hacer voto a los idolos de servi r!os con algunos sa-
crificios y ofrendas, cuando alguno de su< hijos casa o de su
caia en enfermedad. o caia de su estado y se lisiaba; esto ha-
cian no a uno solo, pero a dos o tres de sus idolos, para que
le ayudasen en aquella necesidad. Tenian también costumbre de
hacer juramento de cumplir atgttna cosa a que se obligaban, y
aque! a uicn sc obligaban les demandaba que hiciesen juramen-
to para estar seguro de su palabra, y el juramento que hacia
era en esta forma Por vida del sot, y de nuestra senora la
tierra, que no hare fatta en to que tengo dicho. y para mayor
seguridad cumo esta t terra!, y tuego tocaba con los dedos en la
tierra y ttegàbatos a la boca y tamiatos, y asi comia tierra ha-
ciendo juramento. Cuando por atguna necesidad algtmo deman-
daba a su dios ayuda. hacia voto y juramento de hacer tal cosa
por su servicio y cumplirlo.
~43
/?f/Ut .< </<' ~r cantares que se J~~n a honra de los dioses
<'n ~.t ~w~f< Y /Mf~ J~ ~/o.t
VtTXtLOHUCHTLÏ ICUIC.
244
Aitlaxotla tenamitt ihuitli ma cocmo popoxotiuh, iautlatoa ia
TLALLOC ÏCt'tC.
245
Ahuia tlallocana xivacalco aiaqu zqui aqua motla, acatonalaia.
Ahuia tlallocana xivacatcoaiaqu zqui aqua motta, acatonalaia.
Ahuia xicanovia, nahuia xiia motecaia ay poiauthla, aiauh-
chicavaztica, aia vicalo, tlalloca naia.
Aoanacha tozcuecuexi niiaiaMzqni, aia ychocaia.
Ahuia queia mica xinechivaia te moquetl aitlatol aniquiia
ilhuiquetl, tetzauhpilla niiaializqui aia ychocaia.
Ahuia nauhxiuhticaia itopane caviloc aioc inomatia, ay mo-
tla poa!!i, aia ximovaia ie quetzatcatta nepan avia ai y ascana
teizcalli quetl.
Ahuia xiiano viia ahuiia xiiamo tecaia ai puohtla, aiauhchi-
cavaztica, aia vicallo tlalloca.
246
CHÏMALPANECATL !CUtC YOAX TLALTECAOANAK01L
ÏSCUZAUHQUÏ ICUÏC
MtMISCOA tXCt'IC.
Chicomoztoc qui ne hoa qui cani aue poni, zani, xani. teiomi.
Tzivactitlan quinevaqui cania aueponi, zani, zani, teiomi.
Oianitemoc, oianitemoc, oiaicanitemoc notzivaquimiuh. ai-
aicanitemoc notzivaquimiuh.
Oianitemoc, oianitemoc, oia, ica. nitemoc, n<~matta\acat.
247
SucHipïLU rcurc.
S''CH!QUETZAL ICUIC.
AM!M!TL ICUIC.
248
OTONTECUTLï ICUIC.
Onoalico, onoalico, pomaia, yiaia, ayio, ayio, aia, aia, aia, ay!o.
Chima!ocutittana motlaquevia avctzini, nonovalco, quanochi-
tla, cacavatta, motlaquevia, avetzini.
Nitepanecatl aiacuecuexi niquetzalco at!y. aia cuecuexi.
Cane, ca ia itziueponi, zane, caia itziveponi.
Otomico, noiofo, navaco, mexica meiaiavilili noioco navaco,
mexicameia.
Achimalicaia xo xavino quiia. vilili, noioco, navaco mexica-
meia.
AIOPECHTLI. ICUIC.
CIHOACOATL ÎC!'ÏC.
249
Ahuiia tctonaquet! iauttatocai~ ma ncvilano ttaca ccmpoa-
lihuiz aia in maca cotihoacan ihuit'a ipotocaia.
Ahuiia quavivitl amoxaia valli onaviia iecoiametl, amoxaia
iv alli.
ayiaue.
Tlalpan timoquet~ca tianquiz navaqui anitlacatla niquetzat
coatla aiantala, aiantanta, ay!ao, ayiave, tilili iao ayiaue, o ayiaue.
Maia aviialo suchinquavitt atlani ne papanquechotti maya in-
250
Cochina, cochina, cocochi, ienicma o!o!onicani, ie cihoat! ni-
cochina yieo, oaieo, yho, yia, yia.
CHÏCOMECttATL ICt'tC.
lia, yia, via, yia, ayia, ayio; o\iia ayia, ayia, ayia, yia. yio
viia, ayia. yia, ayia, viia, yio viia.
Cotivacan, mavizpan atlacatli ehana, yio, ayio, yia, yio
Tezcatzoncal tepan teutl, macoc ie chocaia, aviia, macaivite-
titl, macoc yicchocaia.
Huia axa!acatccpanteutt. macoc yit'chocaia macaivi teut!. tna-
coc yiechocaia.
ÂTLAHOA ïCt'tC.
~5'
Veia, veia, tnacxoiauh quitaztcutt Htamant macxoiauh.
Nimitzacatecunotzaia chimatticp.LC ntonezoia nimitzacatecuno-
tzaia.
Aiac nomiuh timalli ai tollaca acatt nontiuh acaxcth) timalli.
Tctomac :unoio!cana tlamacazquin tctomet! azan axcan ie-
quetzattotot! niciaizcalti quett.
Iiobuchi noteouh, atlavaquetl nie iaizcalti quetla.
MACUÏLSUCHÏTL ICUIC,
lACATECt~LI ICUIC.
252
se criaban alli, y era la causa porque por su devocion sus ma-
drea, siendo muy chiquillas, las promelian al servicio del tem-
plo y siendo de vcinte o cuarenta dias las prcscntaban al que
tenia cargo de esto, que !e ttamaban quacuilli, que era como
cura y Hevaban escobas para barrer y un incensano de barro,
e incienso que se ttama copalli blanco; todo este presentaban
al quacuilli o cura. Hecho esto el quacuilli encar~aba mucho
a la madre que tuviese mucho cuidado de criar a su hija. y
iambien de que en veinte en veinte dias tuviese cuidado de Ile-
var al c~co o parroquia de su barrio aqucUa misma ofren-
da de escobas y copal, y lena, para quemar en los fogones de
la iglesia. Aquella nina desque llegaba a edad de discreciôn,
inforntada de sn madré cerca del voto que habia hecho, ella
misma se iba al templo donde estaban las otras doncellas, y !!e-
vaba su ofrenda consigo, que era un incensario de barro y copa!
Desde este tiempo hasta que era casadera, siempre estaba en
el temp!~ debajo del regimiento de las matronas que criaban
a las doncellas; y cuando ya siendo de edad la demandaba al-
~uno para se casar con ella, en estando concertado:< !os parien-
tes y los principales del barrio para que se hiciese el casamien-
to, aprestaban !a ofrenda que habian de Hevar, que era codor-
nices c incienso y flores, y canas de humo, y un incen~ario de
barro, y también aparcjaban comida; luego tomaban a la mo-
za y la ttevaban delante de los sâtrapas. al mismo tcmpto. v
tendian una manta grande de atgodôn btanco y sobre c)!a se
pon!a toda la ofrenda que Itevaban, y también una manta que
se namaba </<ï<'o~«oc/<t, en la cual estaban tejidas muchas ca-
t)ezas de personas; y hechos sus razonamientos de la una parte
a la otra los padres de la moza ttevaban a su hija.
253
UBRO TERCERO
~57
)'(? y çMt'M~o.V< tampoco /ta&ra o~<'r/M<n~oJ para que sus saté-
~/< t*ffjr t'H~on~n a /<M /<f/< a los predicadores, fOM do-
rdr «U! ~f~<ro.t v (/t'Mn</<ïf«)«M ;OJ rOM<~<!</M y &o~o~ ~«f
~naM cerca de la /<' de sus dioses, y su cultura, porque pare-
<t'r< las i7'r</a</M ~Mro~ y limpias. que ~~oro~ ~Mt~M~ <'roM
sus <~n.t~ ~«~ ~rt'tCtO~ </<*W<ÏM~J&<tM, ~~MH contiene CM
/<t libros arriba dichos.
CAPITULO I.
250
Y después de haber sabido la dicha Coatlicue (el negocio)
pesote nutcho y atemorizose. y st criatura habtàt)ata y consola-
hala, diciendo: no tengas miedo, porque yo se to que tengo de
hacer. Y después de haber oido estas palabras la dictta Coo-
~tCMf aquietôsete su coraxon y quitosete la pcsadumbre que te-
nia; y como los dichos indios Cot~OMAMtt.s'MO/tMtt habian hecho
y acabado el consejo de matar a la madré, por aquetta infa-
mia y deshonra que les habia hecho, estaban enojados mucho.
tuntamente con la hermana que se decia Coyo/.«!M/t~«t, la cuat
les importunaba que matasen a su madre Coallicue; y los di-
chos indios C<'M~oM/n«~Mo/!«o habian tomado las armas v se
armaban para pelear, torcicudo y atando sus cabellos asi cbmo
nombres valientes.
Y uno de ellos que se lIamaba ()Mot«~tfOf. el cna! cra co-
mo traidor, to que decian los indios C~~OM/tM~MO/tMO luego
se to iba a decir a ~M<~o/'of/f/~ que aun estaba en el vien-
tre de su madré, dandole noticia de ello; y le respondia dicien-
do el ~/Mt/~7o~f/<~<: t0h mi tio mira to que hacen y escu-
cha muy bien to que dicen, porque yo sé to que tengo de hacer.
Y después de haher acabado et consejo de matar a la dicha Coo-
/~fMf. los dichos indios C~t~n/tMt~MO/tMO fueron a donde es-
taba su madre Coo/~fMf, delante iba la hermana suya Co~-
-rott/t~Mt y ettos iban armados con todas armas y papcles y cas-
cabeles, y dardos en su orden; y el dicho (?MaMt~<f<ïf subi6 a
ta sierra a decir a ~M<A?</<~c/~t, como ya venian los dichos
indios C~oMAt<t~:MO/tMO contra et, a matarle; y dijote el Huit-
~t/o~oc/t~t respondiendotc mirad bien a donde Ilegan. Y dijo-
le el dicho OMOtn~tfoc que ya ttegaban a un lugar que se dicc
T'~oMt~M~t~oM, y mas preguntô el dicho ~Mt~t/o~of/~t al dicttc
QMa«</F<coc. diciendote: ~a donde ttegan los indios C<'M~o«<-
/<<to/n'o~ y le dijo el OMOMt/~oc que ya ttegaban a otro lu-
~ar que se dice Coo-ro/~o; y mas otra vez pregunto et dicho
/7t«~H~oc/!<K al dicho ~MOMt~tcac, diciéndole, donde ttegaban
y respondio diciéndole que ya ttegaban a otro lugar que se di-
cc Apctlac; y mas le pregunto el dicho /7<M/~o~oc/<~t at dicho
260
()<MtMt~tfOf diciéndole a donde llegaban, y le respondi6 dicién-
dole que ya Hegahan al medio de la sierra; y mas dijo el Huitzilo-
~ocA~t preguntando al dicho Quauitlicac ~a d6nde Ilegan y le
dijo que ya ttegaban y estaban ya muy cerca, y .c!ante de ellos
ven!a la dicha Coyolxauhqui. Y en Ilegando los dichos indios
CcM~<'M/tMt~MoAMo naciô luego el dicho /7tM<~o~ocMt, trayen-
do consigo una rodela que se dice /fMf«fMt, con un dardo y va-
ra de color azul, y su rostro como pintado y en la catjeza tra!a
un pelmazo de pluma pegado, y la piema siniestra delgada y
emplumada y los dos muslos pintados de color azul, y también
los brazos. Y el dicho ~«t~o~ocMt dijo a uno que se t!a-
llamaba T'oc~onco~Mt que encendiese una culebra hecha de teas
26t
en la pelea y et orden y costumbre que tenian los mexicanos
para servir y honrar at dicho ~Mt~o~ocA~t tomaron el que se
so!!a usar y hacer en aquella dicha :;ierra que se nombra Coo-
tepec.
Asimismo dicen
que el dia cuando amasaba y hacia el cuer-
202
tros de los idolos que se ttamaban calpules, los cuales comian
el cuerpo de ~Mt~o~ocA~t cada ano, segùn su orden costum-
y
bre que ellos habian tenido. Cada uno comia un pedacito del
cuerpo de ~fw~o~ocMt, y los que comian eran mancebos, y
decian que era cuerpo de dios que se ttamaba V~o~M~o, y los
que recihian y comian el cuerpo de ~Mt~o~ofMt se Ilamaban
ministros de dios.
263
principales de los mancebos, que se ttaman <t<!cAco«A<~o~oçM< y
hombres valientes y otra gente, todo:. juntos detras, con cande-
las de teas, hasta et tugar donde se lavaba el dicho //M<~o-
porhtli que se ttamaba~yoM/<f<o; y le tanian ftautas y luego
le asentaban al dicho ~Mt~c~ocA~t, y el privado det dicho
//Mt~o~oc/~Hque se llamaba TccAt~ tomaba el agua con una
j!cara de calabaza pintada de color azut. cuatro veces, y le
ponia delante con cuatro canas verdes y le lavaba la cara al
dicho J~M~o~cA~t y todo el cuerpo, y después de lavado
el que se vestia del vestido del dicho 7/MtYn/o~ofMt tomaba
otra vez la estatua del dicho ~f<M~o~ocA<~ tanendo tas flau-
tas, y la Hevaba hasta la poner y asentar en el cu y as!, después
de haber puesto la estatua del dicho Huitzilopochtli, luego se
salian todos y se iban a sus casas, y de esta manera se acababa
el servicio y penitencia de los que comian el cuerpo del dicho
T~Mt~o~ocMt, que se Ilaman tcoquaque de aquel ano.
26~
tada o vendian las tierras de
regadio, o del monte que eran
adjudicadas a los idolosa quien servian; y quien no podia
pagar el tributo luego dejaba las tierras; y al tiempo que sabian,
que ya cumplian y acababan la penitencia y servicio a que esta-
ban obtigados, a servir al dicho ~Mt~o~ocA~, se lavaban y
limpiaban y hacian comida de fiesta, tamales y unas ollas bien
guisadas, o mataban un perrito que comian, y se emborrachaban
por raz6n que habian cumplido el servicio y penitencia a que
estaban obligados, porque tes parecia el tributo asaz muy pesa-
do, como una carga que apenas se podia !!evar, y asi después
se holgaban mucho porque ya estaban libres del gran trabajo y
agraviOf y dormian quieta y pacificamente, y libremente busca-
ban la vida; y trab~jaban de pescar o beneficiaban magueya-
les, o entendian en algunos trabajos de mercaderia.
CAPITULO II.
E! dios
que se Hamaba 7'oc<ÏMOM decian que era criador
del cielo y de la tierra y era todo poderoso, el cual daba a los
vivos todo cuanto era menester de corner y beber y riqnexas, y
el dicho 7'<~oc<ÏMOt< era invisible y como obscuridad y aire, y
cuando aparecia y hablaba a a!gùn hombre, era como sombra
sabta los secretos de los hombres, que tenian en los coraxones,
y le aclamaban, y rogaban diciéndo!e i Oh dios todo poderoso,
que dais vida a los hombres, que os Harnais r<<!cjM< haccd
me merced de darme todo !o necesario para corner yy beber,
gozar de
vuestra suavidad y de!cctaci6n porque padezco gran
trabajo y necesidad en este mundo! habed misericordia de mi
porque estoy tan pobre y desnudo, y trabajo por os servir, y
por vuestro servicio barro y limpio, y pongo lumbre en esta
~5
pobre casa donde estoy aguardandc to que me quisiéredes man-
dar, o haced que luego me muera y acabe esta vida tan traba-
josa y miserable, para que descanse y huelgue mi cuerpo! 1 Y
mas decian, que el dicho dios que se !tamaba Titlacduan daba
a los vivos pobreza y miseria, y enfermedades incurables y con-
tagiosas de lepra y bubas, y gota y sarna e hidropesia, las cua-
les enfermedades daba cuando estaba enojado con los que no
cumplian y quebrantaban c! voto y penitencia a que se obli-
gaban de ayunar, o si dormian con sus mujeres, o las mujeres
con sus maridos o amigos en el tiempo del ayuno. Y los di-
chos enfermos estando muy penados y a~raviados. ctamaban
rogando y diciéndote: {Oh dios, que os Harnais Titlacduan ha-
cedme merced de me relevar y quitar esta enfermedad que me
mata, que yo no haré otra cosa sino enmendarme; si yo fuese
sano de esta enfermcdad, hagoos un voto de os servir y bus-
car la vida, y si yo ganarc algo por mi trabajo yo no !o come-
ré ni gastaré en otra cosa, sino que por os honrar haré una
f iesta y banqueté para bailar en esta pobre casa! Y el enfer-
mo desesperado que no podia sanar renia enojado y decia Oh
266
CAPITULO ÏIÏ.
267
colores de atgodôn eran naturales, que asi nacian y mas dicen
que en el dicho pueblo de 7'«//<t s~ criaban muchos y diversos
géneros de aves de pluma rica y cclores diversos, que se ttaman
.nM/)~o~ y ~Mf~o~~to~ y ~ocMOM y f~M/t~cAo~, y otras aves
que cantaban du!ce y suavemente. Y mas tenia ci dicho Quet-
~/fJ< todas las riquezas del mundo, de oro y plata y piedras
verdes, que se Itaman c/«tM<A«t/< y otras cosas preciosas, y
mucha abundancia de àrbotes de cacao de diversos colores, que
se !!atnan ;roc/«c<K'ooo~, y los dichos vasallos del dicho Quet-
~<'<!o~ estaban muy ricos y no les faltaba cosa ninguna, ni
habia hambre ni fatta de maiz, ni comian las mazorcas de maix
pequenas sino con ellas calentaban los banos, como con tena; y
también dicen que el dicho ~M~M~<!o~ hacta penitencia pun-
zando sus piernas y sacando la sangre con que manchaba y en-
sangrentaba tas puntas de maguey, y se lavaba a la media noche
en una fuente que se llama Xipacoya, y esta costumbre y orden
tomaron los sacerdotes y ministros de los idolos mexicanos, co-
mo dicho C«~M~<~ to usaba y hacia en el dicho pueblo
de /*M~a.
CAPITULO IV
y bajo, el cuat fué a casa del dicho ~MC~otf<!o~ diciendo a los pa-
268
r.6atl. Y le dijeron: anda vete, viejo, que no puedes ver, porque
esta enfermo y le daras enojo y pesadumbre. Y entonces dijo
el viejo' Yo le tengo de ver. Y le dijeron sus pajes del dicho
(?M~;M/c<!o~: A~uardâos, decirselo hemos Y asi fueron a de-
c!r a dicho0<«'~so~'<!o~ de como venia un viejo a hablarle, di-
ciendo Scnor, un viejo ha venido aqu! y quiéreos hablar y
ver, y echàmoste fuera para que se fuese, y no quiere, diciendo
que os ha de ver por fuerza. Y dijo el dicho ()Mf~o/f~a/ en-
trese ara y venga, clue te estoy a~tardando muchos dias ha.
Y luego llamaron al viejo, y entre el dicho viejo adonde
estaba el dicho 0M<so/f<!o~ y cntrando el dicho vicio di)o
Senor hijo, como estais, aqni traigo una medicina para <)ue la
t)ebàis. Y dijo el dicho 0M<a/c<!o~, respondiendo at viejo en
hora buena vendais vos, viejo, que va ha muchos dias que os
269
jQué es esto? Perece ser cosa nuy buena y sabrosa; ya me
sanô y quitô la enfermcdad, ya estoy sano. Y mas otra vez le
dijo e! viejo: Senor, bebedla otra. vez porque es muy buena
la medicina y estaréis mas sano. Y el dicho ~<o~<~ be-
biô!a otra vez, de que se emborrachô y cumenzo a lIorar triste-
mente, y se te moviô y ab!and6 el corazôn para irse, y no se le
quito del pensamiento to que tenia por el engafio y burla, que
le hizo et dicho nigromàntico viejo; y la medicina que bcbio
el dicho CM~~aMo~ era vino blanco de !a tierra, hecho de
magueyes que se Uaman teometl.
CAPITULO V.
270
chado todo el cuerpo ? Y le respondieron las mujeres diciendo
Senor, de esta enfermedad fué la causa y ocasion el indio to-
&<*yo, que andaba desnudo y vuestra hija vi6 y miro el miembrf~
genital de aquel tobeyo, y esta mata de amores. Y el dicho té-
nor ~MCtMOt, oidas estas palabras, mande diciendo: Ah tol-
tecas buscadmc al tobeyo que anda por aqu! vendiendo aji
verde; por fuerza ha de parecer. Y asi to buscaron en tf~tas
partes, y no pareciendo, subi6 un pre~onero a la sierra que se
llama Tsattitépec, y pre~ono diciendo: Ah, tottecas! si ha-
Hâiêun tobeyo que por aqui andaba vendiendo aji verde. traed-
to ante el senor ~fM~~Mc; y as! buscaron en todas partes v no le
hallaron y vinieron a decir al seiior Huenrac, que no parec!a
el dicho ~o&cyo/ y después pareciô el dicho tobeyo asentado en
el ttdM~MM donde antes hab!a estado vendiendo el dicho aji
verde. Y como le hallaron luego fueron a decir al senor //MC-
mac c6mo haMa parecido cl dicho tobeyo; y di jo el senor:
Traédmeto ac& presto y los dichos tottecas fueron por é!, a
ttnmaric, y traer al dicho tobeyo, y traido ante el senor T/Mf-
Mtof. dijo el senor 7~M~<Ma< preguntando al dicho /~&<'yo ~de
donde sois? Y respondio el dicho tobeyo diciendo: Senor. yo
soy forastero, ven~o por aqui a vender aji verde. Y mas Je
d!)o e! senor al
tobeyo: donde os tardastes? ;por qué no os
ponéis el tMO~t y no os cubris con la manta? Y le respondio
el dicho /o&<'y</ diciendo Senor, tenemos tal costumbre en nu"s-
tra ticrra; y el senor le di jo al dicho ~&< vos antojastcs a
mi hija, vos la habcis de sanar; y respondio el dicho /<~fyo <li
ciendo Senor mto, en nin~una manera puede ser esto. mas
matadmc, yo (j'tiero morir porquc yo no soy di);no le oir es-
tas palabras, viniendo por aqui a buscar la vida vendiendo aji
verde. Dtjote el senor: por fuerza habéis de sanar a ni hija:
no tendais micdo. Y tueRO tomaronle para lavarle trasclui-
larle, y le tineron todo el cuerpo con tinta y le pu i<. i et
M«M'<. y le cubricron con una manta al dicho ~o~fvo. v dijtif
el senor ~/M<'wo< anda y entra a ver a mi hija. atià ~pntr'
donde la guardan; y el dicho tobeyo asi to hizo, y durmi') c n
271
ta dicha hija def senor //t<fwof, de que luego fué sana y buena; y
de esta nianera el dicho tobeyo fué ytmo del dicho senor ~fM~Moc.
CAPITULO VI
2~2
samente los dichos tuttccas dejaron al dirho tobeyo solo, ente-
rrado con los dichos pajes, huyendose de tos enemigos; y ha-
t)!an pensado que los dichos enemigos matarian al dicho tobeyo
'-on los pajes, porque estaba solo con los dichos pajes. Y se vinie-
ron a decir y dar noticia al senor ~/Mftac diciendo: Senor, ya
hemos dejado a vuestro yerno ~o&<*yo soto en la ~uerra, con !o~
pa)es, en poder de los enemi~s; y como el senor //M~~M!f habia
oido la traiciôn que habian hccho los dichos tottecas con el
(licho yemo /o&~o, hot~ôsc mucho, pensando que va era muer-
to el dicho yerno tobeyo, porque ten!a gran ver~ûenza de tener
tal yerno forastero, tobeyo.
Y el dicho tobeyo, estando enterrado, miraba a los enemigos
y dec{a a los dichos pajes: no tendais miedo; ya se !!e~an con-
tra nosotros los enemigos. yo sé que los tengo de matar a to-
dos y asi se levante y saHo contra los enemigos de Coo~~c y
Zttco~~c, pers!eru!éndotes y matândotes sin numéro Y como
esto vino a noticia det senor /VM~Mt<!f espantose y pes6!e mucho.
y ltam6 a los dichos toltecas diciéndotes: Vamos a recibir a
nnestro verno. Y asi fueron a recibirle con et senor Huemac.
ttevando consigo una? armas o divisas que :<e ttaman <~M<M~t-
~OMfcovo~. y rodelas que se ttaman xiuhchimali, y las dieron
al dicho tobevo, y asi !o recibieron bailando y cantando y ta-
nendote las flautas con los dichos pajes, con mucha victoria y
alegria, y todos los dichos toltecas, en tte~ando al patacio de
dicho senor 7V«<'MMf cmptumârontc la cabeza y tmérontc todf'
pt ctterpo con color amarillo, y la cara con color colorado, y a
los paies. Este es el regalo que solian hacer a los que ven!an
con victoria de la guerra. Y después le dijo et senor //«~<t~
a! dicho yerno ahora ya estoy contento de !o que !tabé!s hecho,
y los toltecas estan ya contentes: muy bien to habéis hecho con
los enemigos; de<can<!ad y reposad.
S~tt~tn t. )S
273
CAPITULO VII.
~74
CAPITULO VIII.
CAPITULO IX.
275
dicho nigromàntico a los dichos toltecas Ah tottecas!
qué
es esto? ~que embuste es este cono no to sentis? Un
embuste
que hace danzar al muchachueto. {Matadtos y apedreadtos 1 Y
asi mataron a pedradas al dicho nigromàntico y at muchachue-
!o; y después de haberlo muerto comenzo a heder el cuerpo del
dicho nigromàntico. y el hedor corromp!a el aire, que de donde
venia el viento Ilevaba muy mal hedor a los dichos tottecas, de
que muy muchos se morian. Y el dicho nigromàntico dijo a los
dichos toltecas Echâdlo por alli a este muerto, porque ya se
mueren muy muchos de los toltecas del hedor del dicho ni-
gromàntico.
Y asi !o hicieron los dichos toltecas, y ataron al muerto con
unas sogas, para Ilevar y echar al muerto que hedia y pesaba
tanto que los dichos toltecas no podian llevarlo. De antes pen-
saban <que presto le echarian fuera de rM//o, y un pregonero prc-
gono diciendo: {Ah tottecas! ventes todos y traed vuestras so-
gas para atar al muerto y echarle fuera. Y en juntândose to-
dos los dichos toltecas tuego ataron al muerto con las sogas, y
comenzaron a llev arte arrastrando al dicho muerto diciendo en-
tre si Oh toltecas, ea pues arrastrad a este muerto con
vuestras sogas!. Y el dicho muerto tanto pesaba que no le po-
dian mover, y quebràbanse las cogas, y quebràndose una soga los
276
CAPITULO X.
277
CAPITUÏ.O XI.
CAPITULO XII.
278
esto mand6 a todos los génères de aves de pluma rica, que se
Ilaman ~«c~o~o~, y xiuhtétotl y <~oK/tgM~cAo/, que se fuesen
delante, y fuéronse hasta ~H<iA«oc, que dista mas de cien le-
guas. Y el dicho OM~o~c<!o~ comenzô a tomar el camino y
partirse de 7*M~o; y asi se fue, y ttego a un lugar que se !!a-
ma Q<«M<~K~<Kt, donde estaha un àrb ol grande y grueso y lar-
go, y e! dicho Q«c/7C~c~~ arrimose a él, y pid!6 a los pajes un
espejo, y se !o dieron, y mirôse la cara en el dicho espejo y di-
jo: ya estoy viejo! 1 Y entonces nombre el dicho lugar Huehuc-
quauhtillait y luego tomo piedras con que apedreo al dicho âr-
bol, y todas tas piedras que tiraba el dicho QM<o/<'<!a~ tas me-
tia dentro del dicho àrbot, y por muchos tiempos asi estaban
y parecian y todos tas veian, desde el suelo hasta arriba. Asi
iba caminando el dicho 0M<o~c<!o~. c iban delante tanéndotc
flautas, y ttego a otro lugar en el camino donde descansô y se
asent6 en una piedra, y puso tas manos en la piedra y dejô las
seiiales de tas manos en la dicha piedra. Y estando mirando
hacia 7'MMo comenzô a Ilorar tristemente, y las tâgrimas que de-
rram6 cavaron y horadaron la dicha piedra donde estaba 110-
rando y descansando el dicho OM~~o/fJo~.
CAPITULO XIII.
El
dicho Quetsalcdatl puso las manos tocando a la piedra
grande donde se asent6, y dejô senates de las palmas de sus
manos en la dicha piedra. asi como si las dichas manos p'~ic-
ra en lodo, que ligeramente dejasc las palmas de las manos se-
natadas; y también dejô seiiales de las nalgas en la dicha pie-
dra donde se habia sentado, y las dichas senales parecen y se
ven claramente, y entonces nombrô el dicho lugar 7\'Mtaf/fo
279
Y se levante, yéndose de camino, y ttegô a otro tugar que se
Hama r~OMOoyaM, y alli' pasa un t io grande y ancho, y el di-
cho CM<M~o// mandô hacer y po~er una puente de piedra en
aquel dicho rio y asi por aquella dicha puente paso el dicho 0M~
~o~do/ y se Hamô el dicho lugar T'~OMooyoM. Yéndose de ca-
mino e! dicho C'o~<!a// !!eg6 a otro lugar que se Hama Coo/n<c-
pan, en donde los dichos nigromànticos vinieron a toparse con
él, por impedirle que no se fuese mas adelante, diciendo al di-
cho ()M~.M/f<!o~: ~A dônde os vais? Por que dejâsteis vues-
tro pueblo ? ~A quién to encomendasteis? ~Quién harâ peni-
tencia ? –Y dijo el dicho Quétsalc6atl, respondiendo a los di-
chos nigromànticos: En ninguna manera podéis impedir mi
ida; por fuerza tengo de irme-. Y los dichos nigromànticos
dijeron, preguntando al dicho 0M<o/f<!a~: ~A d6nde os vais?
--Y les re~pondiô diciendo. Yo me voy hasta Tlapallan-.
Y le preguntaron los nigromànticos: ~a qué os vais at!à? –Y
respondio Quetzalc6atl: Vinieron a llamarrne, y !!âmame el so!.
Y le dijeron los nigromànticos al dicho (~M~~o~Jo~: Idos
en hora buena, y dejad todas las artes mecânicas de fundir pla-
ta y labrar piedras, y madera, y pintar y hacer ptumajes y otros
oficios. –Todo se !o quitaron los dichos nigromànticos al di-
cho (~Mf~a/cdo~, y el dicho ()«fA7<f(!o// comenzô a echar en
una fuente todas las joyas ricas que Hevaba consigo, y asi fue
!!amada la dicha fuente Co~faa~aM, y ahora esta fuente se !)a-
ma C~o/<a~an. Y el dicho ~t«'~a/cda// yendo de camino Hego
a otro lugar que se llama Coc/~co~. y vino otro nigromantico y
topose con el diciendo: <:A dônde os vais?; y le dijo ~M~
fda~: yo me voy a 7'/o/'o//oM; y et dicho nigromantico dijo at
dicho CMf/~o/cdo~ En hora buena os vais; bebcd ese vino que
os traigo. –Y dijo el dicho ~Mf~a/cuo~: no !o puedo beher,
ni aun gustar un tantito. –Y le dijo el ni~romàntico: Por
fuerza !o habéis de beber, o gustar un
porque a ningttno
tantito,
de los vivos debo de dar y hacer
beber ese vino; a todos em-
borracho jea, pues bebedlo! –Y el dicho CM~a/cJo~ tomo e!
vino y !o bebiô con una cana, y en hebiéndolo se emborrach6 y
280
durmiose en el camino y comcnzô a roncar, y cuando desperto,
mirando a una parte y a otra, sacudia los cabellos con la ma-
no, y entonces fue ttamado el dicho lugar Coc/t/ocan.
CAPITULO XIV.
a8t
jo de la tierra, que se ttaman t/M~Mca~-o; y mas hizo poner
una piedra grande que se mueve con el dedo menor, y dicen que
cuando hay muchos hombres que quicren mover y menear la
piedra, que no se mueve aunque sean muy muchos. Y mas, hay
otras cosas notables que hizo et Quctsalc6atl en muchos pue-
blos, y dio todos los nombres a las sierras y montes y lugares,
y asi en Hegando a la ribera
de la mar, mandé hacer una balsa
hecha de culebras que se llama coatlapechtli, y en ella entre y
asentose como en una canoa, y asi se fue por la mar navegando,
y no se sabe cômo y de qué manera uego al dicho T/a~d~ott.
z8z
COMIENZA EL APENDICE DEL TERCERO LIBRO
CAPITULO I.
a83
de corner y beber, y (a)qu!etMe vuestro corazon. ~Qué pode-
mos decir nosotros a to que dios hace?
~Por ventura esta
muerte aconteci6 porque alguno ncs
quiere mal, o hace burla de
nosotros? Es por cierto porque asi !o quiso nuestro senor, que
este fuese su fin. Qu'en puede hacer que una hora o un dia
sea alargado a nuestra vida presente, en este mundo? Pues
que esto es asi, tened paciencia para sufrir los trabajos de esta
vida presente y (que) la casa donde este vivia esperando la
votuntad de dios, yerma y obscura deaqui adelante, y no ten-
gàis mas esperanza de ver a vuestro difunto. No conviene que os
fatiguéis mucho por la orfanidad y pobreza que os queda; es-
forzaos, hijo, no os mate la tristeza Nosotros hemos venido
aqu! a os visitar y a consolar con estas pocas palabras, como
nos conviene hacer a nosotros, que somos padres viejos, porque
ya nuestro senor !!ev6 a los otros, que eran mas viejos y an-
tiguos, los cuales sab!an mejor decir palabras consolatorias a
los tristes. Y con esto ponemos fin a nuestra p!àtica, los que
somos v uestros y madres
padres quedaos a dios".
Y luego los viejos ancianos y oficiales de tajar papeles cor-
taban y aderezaban y ataban los papeles de su oficio, para el
difunto y después de haber hecho y aparejado los papeles to-
maban al difunto y encogianle las piernas y vestiante con tos
papeles y !o ataban; y tomaban un poco de agua y derramàban-
la sobre su cabeza, diciendo al di funto Esta es la de que
gozasteis viviendo en el mundo; y tomaban un jarrillo lleno
de agua, y dànseto diciendo: Veis queaqui con de ca- habéis
minar y poniansele entre tas mortajas, y asi amortajaban el
difunto con sus mantas y papeles, y atâbante reciamente; y mas
daban al difunto todos tos papeles que estaban aparejados, po-
niéndolos ordenadamente ante él, diciendo: Veis aqui con que
habéis de pasar en medio de dos sierras que estàn encontrân-
dose una con otra; y mas le daban al difunto otros papeles, di-
ciéndole Veis aqui con que habéis de pasar el camino donde
esta una culebra guardando el camino. Y mas daban otros pa-
peles diciendo: Veis aqui con que habéis de pasar a donde
284
esta talagartija verde, que se dice .t~c/u~M~; y mas decian
al difunto: Veis aqui con que habéis de pasar ocho parâmes
y mas daban otros papeles diciendo Veis aqui con que habéis
de pasar ocho collados; y mas decian al di funto Veis aqui con
que habéis de pasar el viento de navajas, que se ttama t<;M~
royott, porque el viento era tan recio que ttevaba las piedras y
pedazos de navajas.
Por raz6n de estos y frialdad
vientos quemaban todas las
pctacas y armas y todos los despojos de los cautivos, que ha-
bfan tomado en la guerra, y todos sus vestidos que usaban; de-
c!an que estas cosas iban con aquel difunto y en aque! paso
le abriptban para que no recibiese ~ran pena. Lo mismo ha-
c!an con las muieres nue morfan. que quemaban todas tas alha-
jas con que te)!an e hilaban, y toda la ropa que usaban para
que en aquel paso las abrigasen de frio v viento grande que alli
1t:\hÍa,
hahta. ai
a! cual Uamahan
cua! ttamalMn itzehera*an.
el viento v este
et que nin(!t"tn hato ténia
que ninpnn tenia
al difunto trabajo cnn un perrito este paso. Y mas. hac!an
at difunto nevar consipo un perrito de peto bermeio. y at pes-
cuezo le ponian h!to ftoio de at~od6n; derfan que los difuntos
nadaban encima del nerrillo cnando pasahan un rio del {n fief-
no que se nombra CTtt'coMoAM~OM; y en Ilegando los difuntos
ante el diablo que se dice Mtf~M/frM~K ofrecianle y presenta-
banle los papeles flue llevaban,
manojos y de teas y canas de
perfumes, e hito
flojo de a!)~)d6n
y otro hito colcrado. y una
manta v un M<a.r/M v las napuas y camisas y todo hato de mu-
ier difunta que dejaba en el mundo todo !o tenian cnvuetto
desde que se moria. A tos ochenta dias to quemaban. y to mis-
mo hacian al cabo del ano, y a los dos anos. y a los trcs anos
y a lOf cuatro anos; entonces se acababan y cumpttan tas obe-
quias. seRun tenfan costumbre, porque decian que todas las
ofrendas que hacian por los difuntes en este mundo, iban de-
tante et diablo
qu se decia MtffïoM~CM~t, y después de pasa-
dos cuatro anos el difunto se sale y se va a los nueve infiemos.
donde esta y pasa un rio muy ancho y alli viven y andan pe-
rros en ta ribera del rio por donde pasan los difuntos nadan-
~s
do, encima de los perritos. Dic':n que el difunto que Ilega a
la ribera del rio arriba dicho, luego mira el perro (y) si co-
noce a su amo luego se echa nadmdo a! rio, hacia la otra par-
te donde esta su amo, y le pasa i cuestas. Por esta causa los
naturales solian tener y criar tos perritos, para este efecto; y
mas decian, que los perros de pelo blanco y negro no podian
nadar y pasar el rio, porque dizque decia el perro de pelo blan-
co yo me lavé y e! perro de pelo negro decia: yo me he man-
chado de color prieto, y por eso no puedo pasaros. Solamente
el perro de pelo bermejo, podia bien pasar a cuestas a los di-
funtos, y asi en este lugar del infieriio que se Ilama Chicona-
wtc~oM, se acababan y fenec!an los difutos Y mas dicen que
después de haber amortajado al difunto con los dichos anare-
jos de papeles y otras cosas, luego mataban al perro del difun-
to, v entrambos los ttevaban a un lugar donde habia de ser que-
mado con el perro juntamente.
Y dos de los viejos tenfan especial cuidado y carero de
quemar al difunto, y otros viejos cantahan; y estandose queman-
do et difunto los dichos dos viejos, con palos estaban alan-
ceando al difunto; y después de haber quemado al difunto co-
p!an la ceniza y carbon y huesos del difunto y tomaban a)?ua
diciendo: Lâvesc el difunto; v derramaban el a<r<a encima det
cart)6n y huesos det difunto. y hacian un hoyo redondo y to en-
terraban, y esto hacian asi en el enterramiento de los nobles
como de la gente baja; y ponian los huesos dentro de un ja-
rro u olla con una piedra verde que se ttama c/:oMt/tt(t~, y to
enterraban en una càmara de su casa, y cada dia daban y po-
nian ofrendas en el tugar donde estaban enterrados los hue-
sos del difunto. Y mas dicen
que al tiempo que se morian los
senores y nobles les mcHan en ta tx)ca una piedra verde que se
dice c/tc/f7!t/n«~, y en la !)oca de la gente baja, metian una
piedra que no era tan preciosa, y de poco valor, que se dice te-
.vo~oc/H o
piedra de navaja, porque dicen que la ponian por
corazon del difunto. Y para los senores que se morian ha-
c!an muchas y diversas cosas de aparejos de papeles, que era un
286
pend6n de cuatro brazas de largura, hecho de papeles y com-
puesto con diversos plumajes; y asi también mataban veinte
esclavos y otras veinte esclavas, porque decian que como en es-
te mundo habian servido a su amo, as! mismo han de servir
en et infiemo; y el dia que quemaban al senor luego mataban
a los esclavos y esclavas con saetas, metiéndosetas por !a olla
de la garganta, y no los quemaban juntamente con et senor s!no
en otra parte los enterraban.
CAPITULO II.
287
CAPITULO 111.
CAPÏTULO IV.
288
que fuese ministre de los idolos, viniendo a edad perfecta. Y
si ofrecian la criatura a la casa del
telpochcalli, era su inten-
ci6n que alli se criase
con los otros mancebos para servicio del
pueblo y para las cosas de la guerra. Y antes que le !!evasen a
h casa del ~~ocA~oM. !o< padres hacian muy buena
y guisaban
comida, y convidaban a los maestros de los mancebos que te-
ntan cargo de criartos 'y mostrarles tas costumhres que en aque-
Ua casa usaban. Y hecho e! convite en casa de los padres del
muchacho, hacian una ptàtica a los maestros que los criaban, y
decianles "Aquf os ha traido nuestro senor, creador del cielo y
de !a tierra; os hacemos saber que nuestro senor fué servido de
hacemos merced de damos una criatura, como una joya o
pluma rica, que nos fué nacida; por ventura se criarâ y vivirâ;
y es var6n, no conviene que le mostremos oficio de mujer, te-
niéndole en casa. Por tanto os le damos por vuestro hijo, y os
le encargamos porque tenéis cargo de criar a los muchachos y
mancebos, mostrandotes tas costumbres, para que sean hombres
valientes, y para que sirvan a los dioses ~o/~cM~ y 7'OMO~«A,
que son la tierra y el sot; (y para que sirva) en la pelea, y por
esto ofrecémosle al senor dios todo poderoso Ydotl o por otro
nombre T't~&M~MOM, o 7'fa'co~t~oco. Por ventura se criara y
\ivira, a dios, entrara a la casa de penitencia y del
placiendo
lloro que se ttama ~ocAca~t (y) desde ahora os le entrega-
mos para que more en aquella casa donde se crian y salen hom-
hres valientcs, en este se merecen los tesoros de
porque lugar
dios, orando y haciendo penitencia y pidiendo los tesoros de
misericordia y merced de darles victorias, para que sean prin-
cipales, teniendo habilidad para gobernar y regir la gente baja.
Y nosotros, padres indignes, por ventura merecerà nuestro tto-
ro y nuestra penitencia que este muchacho se cne y viva? No
por cierto, porque somos indignos viejos y viejas caducos! Por
tanto. humildemente os rogamos que le recibàis y toméis por
hijo, para entrar y vivir con los otros hijos de principales y
otra gente que se crian en casa de telpochcelli".
Y los maestros de los muchachos y mancebos respondian
Stth~tBt. tO
289
de esta manera diciendo a bs padres del muchacho: "Tenemos
en mucha merced haber oido vuestra ptàtica o razonamiento.
No somos nosotros a quien hacéisesta ptàtica o petici6n, mas
(la) hacéis a! senor dios F<ïo/~ en cuya persona la o!mo<; él es
a quien habtàis y a él dais y ofrecéis vuestro hijo, o vuestra
piedra preciosa y pluma rica, y nosotros en su nombre le recibi-
mos é! sabe !o que tiene por bien <!e hacer de él. Nosotros
indignos siervos caducos, con dudosa esperanza, esperamos to
que sera y to que tendra por bien hacer a vuestro hijo, segùn que
él tiene ya ordenado de hacerle mercedes, conforme a su dispo-
sici6n y determinaciôn, que antes del principio del mundo de-
termine de hacer. Cierto. ignorâmes los dones que le fueron
dados y la propiedad y condiciôn que entonces le fué dada:
ignoramos también qué fueron los dones que le fueron dados a
este nino cuando se bautiz6; también ignoramos el signo bueno
o malo en que naciô y se bautiz6; no podemos nosotros, siervos
bajos, adivinar estas cosas. Nadie de los que nacen recibe su
fortuna acâ en el mundo: cierta cosa es que nuestra fortuna
con nosotros la traemos cuando nacemos, y nos fué dada antes
del principio del mundo. En conc!usi6n, recibimos vuestro nino
para que sirvu en barrer y en los otros trabajos bajos, en la
casa de nuestro senor. Deseamos y rogamos que le sean dadas
las riquezas de nuestro senor dios; deseamos que en esta casa
se manifiesten y salgan a luz los dones y mercedes con que
nuestro senor le adorn6y hermoseô antes del principio del mun-
do; o. por ventura, nuestro senor le t!cvarà para s{ y le quitarà
la vida en su ninez; por ventura no mereceremos que viva largo
tiempo en este mundo; no sabemos cosa cierta que os decir,
para que os podamos consolar; no os podemos decir con certi-
dumbre esto sera, o esto hara, o esto acontecerâ, o sera estima-
do, sera ensalzado, vivira sobre la tierra. Por ventura por nues-
tros deméritos sera vi! y pobre, y despreciado sobre la tierra;
por ventura sera !adrôn o aduttero, o vivira vida trabajosa o
fatigosa. Nosotros haremos !o que es nuestro (deber) que es
criarle y doctrinarle como padres y madres; no podremos por
2~0
cierto entrar en é!, dentro de él,
y ponerte nuestro corazôn;
tampoco vosotros podréis hacer esto, aunque sois padres. Lo
que resta es, que no os descuidéis en encomendarle a dios con
oraciones y lagrimas, para que nos declare su voluntad".
CAPITULO V.
29ï
eran muy muchos los que se cr!ab:m en las casas del <~wAfoW,
porque cada
parroquia tenia qui nce o diez casas de telpoch-
coMt. Y la vida que tenia no era muy aspera, y dormian todos
juntos cada uno apartado del otro, en cada casa de ~~orAco~
2<)2
en cada barrio, y asi !o hacian cada noche; y los que eran
amancebadcs ibanse a dormir con sus arnicas.
CAPITULO VI.
~93
CAPITULO VII.
DE COMO LOS
SENORES Y PRINCIPALES Y GENTE DE TOXO
OFREcfAN SUS HIJOS A LA CASA QUE SE LLAMABA
CALMECAC Y DE LAS COSTUMBRES QUE ALLf
LOS MOSTRABAN.
~94
dia y merced de darles sus riquezas. Dcsde ahora le ofrecemos,
para que en Ilegando a edad convenible entre y viva en casa
de nuestro senor, donde se crian y doctrinan los seiiores nobles,
y para que este nuestro muchacho tenga cargo de barrer y lim-
piar la casa de nuestro senor. Por tanto humildemente rogamos
que le recibàis y toméis por hijo, para entrar y vivir con los
otros ministros de nuestros dioses en aquella casa donde hacen
todos los ejercicios de penitencia, de dia y noche, andando de
rodillas y de codos, orando, rogando y Ilorando y suspirando
antc nuMtro sefior".
Y los sacerdotes y ministros de los idolos respond!an a los
padres del muchacho, de esta manera: "Aqui o!mos vuestra
p!atica, aunque somos indignos de o!r!a, sobre que deseiis que
vuestro amado hijo, y vuestra piedra preciosa o pluma rica,
entre y viva en la casa de Calmécac. No somos nosotros a quien
se hace esta platica, mas hacesc al senor Quet.-alc6atl, o otro
nombre T~t~o~oMÇMt, en cuya persona la oimos; et es a quien
habtais, et sabe !o que tiene por bien de hacer de vuestra piedra
preciosa y pluma rica, y de vosotros sus padres. Nosotros, in-
dignos siervos, con dudosa esperanxa cspefamos !o que sera; no
sabemos por cierto cosa cierta que os decir, esto sera o esto sera
de vuestro hijo; esperemos en nuestro senor todo poderoso !o
que tendra por bien de hacer a vuestro hijo".
Y luego tomaban al muchacho y Heyàbante a la casa de
Calmécac, y los padres del muchacho ttevaban consigo papeles
e incienso, y maxtles y mantas, y unos sartales de oro y pluma
rica, y piedra:~ preciosas ante la estatua de (?M<*f.M~'<!o~, en la
casa de Co~<~<'<tc, y en llegando luego todos tenian y untaban
al muchacho con tinta todo el cuerpo y la cara, y le ponian unas
cuentas de palo que se ttama ~eco~o~t; y si era hijo de pobres
le ponian hilo de atgodon flojo, y le cortaban tas orejas, y saca-
ban la sangre y la ofrecian ante la estatua de C'«'~<~<'< y
si aun era pequeno tomaban a ttevarte consigo los padres a su
casa. Y si el muchacho era hijo del senor o principal, luego
le quitaban tas cuentas hechas de /fo~o//< y tas dejaban en la
~95
casa de Co~~cof, porque decian que !o hacian as! por raz6n
que el espiritu del muchachuelo estaba asido a tas cuentas de
CAPITULO VIII.
296
latent en
que iba el incienso, y teas y puntas de maguey, y Mt
cada uno iba desnudo a poner al lugar de su devoci6n las pun-
tas de maguey, y los que querian hacer gran penitencia, !tega-
ban asi a los. montes y sierras y rios, y los grandecillos Ilegaban
hasta media legua y en Ilegando al lugar determinado, luego
ponian las puntas de maguey, metiéndo!as en una pelota hecha
de heno, y as! se v6!v!a cada uno, a solas, tanendo el caracol.
La sexta era, que los ministros de los idolos no dormian dos
juntos, cubiertos con una manta, sino dormian cada uno apar-
tado del otro. La séptima era que la comida que comian (la)
hacian y guisaban en la casa de Co~Mt~coc, porque tenian rfnta
de comunidad que gastaban para la comida, y si traian a a!ffu-
nos comida de sus casas, todos la comian. La octava era que
cada media noche todos se levantaban a hacer orac!6n, y quien
no se levantaba y despertaba, castigâbanle, pnnzàndote las ore-
jas y el pecho y muslos y piernas, metiéndole las puntas de
297
cimatcrcera era que tes ~nostraban a los muchachos (a) hablar
bien y saludar, y hacer révérend a, y el que no hablaba bien o
no saludaba a los que encontrab:t, o estaban ausentados, luego
le punzaban con las puntas de maguey. La décimacuarta era,
que les ensenaban todos los versos de canto, para cantar, que
se llamaban divinos cantos, los cuales versos estaban escritos en
sus libros por caractères; y mas les ensenaban la astrologia in-
diana, y tas interpretaciones de los suenos y la cuenta de los
anos. La dëcimaquinta era que los ministros de los idolos te-
nian voto de vivir castamente, sin conocer a mujer camatmente,
y corner templadamente ni decir mentiras y vivir devotamente y
temer a dios, y con esto acabamos de decir tas costumbres or-
y
den que usaban los ministros de los Motos, y dejamos otras
que en otra parte se diran.
CAPITULO IX.
298
tos tales por sumos pontifices, era porque fielmente
cumptian
y hacian todas tas costumbres y ejercicios y doctrinas, que usa-
ban los ministros de !os idolos en el monasterio de Co/tMAoc.
Y por esta causa, por la e!ecci6n que hacian a uno se Ilamaba
Quetzalc6atl, o otro nombre 7<~<*f ~MMc<M'~Mt, y el otro se tta-
maba FM/oc. ~MMf<M'çMt; y en la e!ccci6n no se hac!a caso del
linaje sino de tas costumbres y ejercicios, y doctrinas y buena
vida, si las tenian los sumos saccfdotes, si vivian castamen-
te y si guardaban todas tas costumbres que usaban los minis-
tros de los Motos: (se elegia a) el que era virtuoso, humilde
y pacifico, y considerado y cuerdo, y no liviano, y grave, y ri-
guroso, y celoso en tas costumbres, y amoroso, y misericordioso,
y compasivo y amigo de todos y devoto, y temeroso de dios.
Los grados por donde §ub!a este tal son estos el primero, le
!!an!aban ~wo<'<M'<oit (que) es como acôtito; el segundo, le
Jlamaban ~Maco~~M~, que es como diâcono; el tercero, le lla-
maban ~MatMJc~, que es como sacerdote. De estos sacer-
dotes los mejores elegian por sumos pontifices, que se tta-
maban ~M~M~o/coo, que quiere decir sucesores de CM~~c~<
o~, y la vida que tenian y usaban los ministros de los idolos
era âspera, pero la crianza de los muchachos estaba partida y
distinta en dos partes, la una era en la casa de Calmécac y la
otra en la casa de telpochcaui.
299
LIBRO CUARTO
303
tos ~M~!<o dtas, los cuales acobados ~o~~a~t
al principio. Este
AL SINCERO LECTOR.
3°4
CAPITULO I.
305
Estos trece dias decian que eran bien afortunados,que cual-
quiera que nacia en cualquiera de los trece si era hijo
dias, que
de principal seria senor o senador, y rico; y si era hijo de ba-
ja suerte y de padres pobres, seria valiente y honrado y acata-
do de todos, y tendria que corner; y si era hija la que nacia
en cualquiera de los trece dias, seria rica y tendria todo cuanto
es menester para su casa, para gastar en comida y bebida, para
hacer convite, para bailar y danzar en su casa, y dar comida y
bebida a los
pobres viejos y huérfanos que no tienen que co-
rner y beber, y seria todo prospère !o que hiciere por su tra-
bajo para ganar la vida, y no se le perderia cosa ningunadel
trabajo, y seria hàbi! para vender todas las mercaderias y ga-
nar todo cuanto pudiere. Y mas, decian que aunque en na-
ciendo una criatura tuviese carâcter bien afortunado, si no hacia
penitencia, y si no se castigaba, y si no sufria los castigos que
se le hacian y las palabras celosas y àsperas que se le daban, y
si era de mala crianza, ni andaba en camino derecho, perdia
todo cuanto habia merecido por el buen signo en que nacio.
E! mismo se menospreciaba y se cegaba; aun si era amanceba-
do perderia la buena fortuna que tenia, y as! se empobreceria
y no tendria que corner, y beber, y tendria gran trabajo en
toda su vida, porque el mismo busco la mala ventura por su
3o6
nombre del
signo ttamândote cipac, o le daban otro nombre de
toa abuctos, etc. y si les parecia pasaban el bautismo a otro dia
que fuese de mejor fortuna, dentro del mismo signo. Y si la
criatn' çue nacia era varôn, cuando le bautizahan hacianle una
rodela pequena con cuatro saetittas, y ataban a ellas el ombligo,
y dabanlo todo junto a los hombres soldados para que ïo l!e-
vasen al lugar de la pelea y alli !o enterraban: y si !a criatura
que nacia era mujer, cuando la bautizaban le ponian en el le-
brttto todas las alhajas de mujer, con que hilan y tejen. porque
la vida de la mujer es criarse en cas; y estar y vivir en et!a;
el ombligo enterrâbante junto al hogar. Y esta astrologia o ni-
CAPITULO II.
307
que quiere decir àgui!a; la tercera tenia cozcaquautli que quiere
decir otro pajarote, que asi se !!ama: la cuarta tenia oM~t, que
decir novimiento; !a quinta tenia técpatl, que quiere decir
quiere
la sexta tenia quiauitl, que quiere decir Uuvia la sép-
pedemal;
tima tenia ~f/tt~, que quiere decir flor; la octava tenfa cipac-
tli, que quiere decir espadarte; la novena tenia chécatl, que
quiere decir viento; la décima tenia cc~t, que quiere decir casa;
la undécima ten!a cM~~Mttt, que quiere decir lagartija; la duo-
décima tenia cdo~, decir culebra; la décima tercera
que quiere
tenfa miquistli, que quiere decir muerte.
Cua!quiera que nacia, ora fuese noble, ora fuese plebeyo, en
308
que se llama CM~o~OHo~yo~, y al medio dia mataban cauti-
vos y el que nacia en este dia era indiferente su ventura, o bue-
na o mala; si era varon seria hombre valiente, y cautivaria los
enemigos o moriria en la guerra, porque decian que en tal sig-
no naci6. Y todos hacian penitencia, chicos, hombres y muje-
res, y cortaban las orejas y sacaban la sangre a honra del sol;
decian que con esto se recreaba el sol. La séptima casa de es-
te signo se !!amaba :f<!c/tt~; decian que era indiferente, bien
afortunado y mal afortunado, y especialmente los pintores hon-
raban este signo, que se ttama x6chitl y le hacian una esta-
tua labranderas hon-
y le daban ofrendas, y también las mujeres
raban este signo, y ayunaban ochenta o cuarenta o veinte dias
antes que ttegasen a la fiesta de este signo x6chitl, por razon
que le pedian que tes diese y favoreciese en sus labores de bien
pintar, y a las mujeres de bien labrar y bien tejer; y ponian lum-
bre e incienso, y mataban codornices delante de la estatua. Y
en pasando el ayuno todos se banaban para celebrar la fiesta
del dicho signo cAtcoMt~ .fJfAt~; y decian que este signo era
también mal
afortunado, que cualquiera mujer labrandera que
quebrantaba el ayuno le acaecia y merecia que fuese mata mu-
309
ca sale con
nada, aunque sea hombre valiente o soldado no hay
quien se acuerde de él, todos le menosprecian, y ninguna cosa que
intenta tiene buen suceso, con ninguna cosa sale.
CAPITULO III.
3io
Iloviese, ni fuesenublado, o cuando se banaba ahogàbase, y le
quitaban los ojos y unas algunos animales del agua, porque
decian que naci6 en tal signo c<? Mt<~o~, porque es su natural
del ciervo ser temeroso. Y el que nacia en este signo era te-
meroso demasiadamente, y los padres, como sabian el signo don-
de habia nacido, no tenian cuidado (de él) por tener por ave-
riguado que habia de parar en mal. Y en este dicho signo decian
que las diosas que se Ilamaban Ct/tMa/c~o descendian a la tie-
rra, y les hacian fiesta y las daban ofrendas, y vestian con pape-
tes a sus estatuas.
CAPITULO IV.
3"
cuando habta no sabe !o que se dice habla como borracho, y
dice palabras afrentosas e injurtosas, reprehendiendo y disfa-
mando a otros y dando-aullidos y voces, y diciendo que es hom-
bre valiente; y anda bailando y cantando a voces y a todos me-
nosprecia y no teme cosa ninguna, y arroja piedras y palos y
todo lo que se le viene a las manos, y anda alborotando a to-
dos, y en las calles impide y estorba a los que pasan; y hace
ser pobres a sus hijos y los espanta y ahuyenta; y no se echa
a dormir quietamente, sino anda inquieto hasta que se ha can-
sado. Y no se acuerda de to que sera necesario en su casa, pa-
ra hacer lumbre y para las otras cosas que son menester, mas
solamente procura de emborracharse, y asi esta su casa muy
sucia, Hena de estiércol y polvo o salitre, y no hay quien la
barra y haga lumbre; su casa esta obscura, con pobreza, y no
duerme en su casa sino en casas agenas, y no se acuerda de otra
cosa sino de la taberna; y cuando no halla el vino y no lo be-
be, siente gran pesadumbre y tristeza y anda de acâ, y de alla,
buscando el vino; y si en algunas casas entrando, estân atgu-
nos borrachos bebiendo vino, huélgase mucho y reposa su co-
razon, y asiéntase reposando y holgàndose con los borrachos, y
no se acuerda de salir de aquella casa y si le convidan a
beber el vino en alguna casa, luego se levanta y de buena gana
va corriendo, porque ya ha perdido la vergüenza y es desver-
gonzado, no terne a nadie. Por esta causa todos le menospre-
cian, por ser hombre infamado pùblicamente, y todos le tie-
nen hastio y aborrecimiento; nadie quicre su conversaciôn por-
que confunde todos los
amigos y ahuyenta los que estaban jun-
tos, y déjanle solo porque es enemigo de los amigos. Y dectan
que nacio en tal signo, que no se podia remediar; y todos deses-
peraban de é!, diciendo que se habia de ahogar en algùn arro-
yo o laguna, o se habia de despenar en alguna barranca, o le
habian de robar algunos salteadores todo cuanto tenia, y esta-
ria desnudo; y demâs de esto hace el borracho muchas desver-
güenzas, de echarse con mujeres casadas, o hurtar cosas aje-
nas, o saltar por las paredes, o hacer fuerza a algunas mujc-
3Ï2
res, o retozar con ellas, y hace todo esto porque es borracho
y esta tuera de su juicio; y en amaneciendo cuando se levanta
el borracho, tiene la cara hinchada y disforme y no parece per-
sona, anda siempre voceando. Y el que no es muy dado al
vino hâcete mal cuando se emborracha, y hace!e mal a los ojos
y a la cabeza, y no se levanta, mas duerme todo el dia; y no
tiene gana de corner, mas tiene hastio de ver la comida, y con
dificultad vuelve en s!.
CAPITULO V.
3'3
mal, hàcense sospechosos y mal acondicionados y entienden las
cosas al revés y levantan falsos testimonios a sus mujeres, di-
ciendo que son malas mujeres, y luego comienzan a enojarse
con cualquiera que habla a su mujer, etc.; y si alguno habla,
piensa que murmura de él; y' si alguno r!e, piensa que se r!e de
él, y asi rine con todos sin razôn y sin porqué. Esto hacen
por estar trastornados del vino. Y si es mujer la que se em-
borracha, luego se cae asentada en el suelo, encogidas las pier-
nas, y algunas veces extiende las piernas en ese suelo; y si es-
ta muy borracha desgrénase los cabellos, y asi esta toda desca-
bellada y duérmesc, revueltos todos les cabellos, etc. Todas
estas maneras de borrachos ya dichas decian que aquel borra-
cho era su conejo, o la condicion de su borrachez, o el demonio
que en él entraba. Si algùn borracho se despeno, o se matô, de-
cian "aconejôse"; yporque el vino es de diversas maneras y
hace borrachos de diversas maneras le llaman <-<s'oM~oc/t/M!,
que son "oo conejos", como si dijesen que hacen infinitas ma-
neras de borrachos: y mas decian, que cuando entraba el sig-
no OMf ~oc/ti'~ hacian fiesta al dios principal de los dioses del
vino, que se Hamaba 7.?~Mt~ca~. También hacian fiesta a to-
dos los dioses del vino, y ponianles una estatua en e! cu y dâ-
banles ofrendas, y bailaban y tanianles flautas, y delante de
la estatua unatinaja hecha de piedra que se Ilamaba ometoch-
~c~Mta~, llena de vino, con unas cafias con que bebian el vino
los que venian a la fiesta, y aquellos eran viejos y viejas, y hom-
bres valientes y soldados y hombres de guerra, bebian vino de
aquella tinaja, por razon que algùn (lia serian cautivos de los
enemigos, o ellos, estando en lugar de la pelea, tomarian cau-
tivos de los enemigos: y asi andaban holgàndose, bebiendo vi-
no, y et vino que bebian nunca se acababa, porque los taber-
neros cada rato echaban vino en la tinaja. Los que Hegaban
al <<~MCM~ donde estaba la estatua del dios /~Mt/J<'a// y tam-
bién los que nuevamente horadaban los magueyes y hacian vi-
no nuevo, que se Ilamaba «t~<, traian vino con càntaros y
echàbanto en la tinaja de piedra, y no solamente hacian esto
3'4
los tabemetos en la fiesta sino cada dia !o hacian asi, porque
era tal costumbre de los tabemeros.
CAPITULO VI.
La tercera casa de este signo se llama yei atl; decian que era
indiferente, o bien o mal afortunada, porque cualquiera que na-
cia en este dia, que seria rico y prospère y tendria mucha ha-
cienda, que ganana por su trabajo y que la perderia presto, y
se desharfa como agua o como cosas que Ileva el rio; y nun-
ca saldria con nada, ni tendria reposo, ni contento, todo se le
desharia entre las manos y todo su trabajo saldria en vano.
La cuarta casa de este signo se llama Mo/tMt itzcuintli; decian
que cualquiera que nacia en esta casa, seria rico y venturoso
y tendria que comer y beber, aunque no trabajase un solo dia,
no sabria (de) donde le venia !o que comia; en cualquiera ca-
sa se hallaria contento en todo el dia, y aùn ganaria algo pa-
ra sustentacion de sus hijos; y asi estando descuidado se le
vendria !o que habia de comer, y no sabria de donde y de que
manera se haria esto; aunque trabajase poco; ganaria algo pa-
ra sustentarse; y mas decian, que si el que nacia en este signo
se daba a criar perritos, todos cuantos qnisiese criar se le mul-
tiplicarian y los gozaria, y seria rico con ellos, porque era gran-
geria que se usaba, y decian que eran de un mismo signo él y
ellos, y unos vende y otros se le nacen, y con ellos ganaba ro-
pas, que se Harnan çMac/t~t, y se hacia rico del precio de los
perros, porque era costumbre antiguamente comer los perros
y venderlos en el mercado y los que los criaban traian al mer-
cado muchos perros, y los compradores a su placer y contento
buscaban el que era mejor, o de pelo chico, o de pelo largo.
315
Cuando vendian estos perros en el ~t?MM unos ladraban y
otros carteaban, y los ataban los hucicos porque no mordiesen; y
cuando los mataban hacian un hoyo en la tierra, y met!an en
él las cabezas de los perros y los ahogaban; y el dueno del pe-
rro, que le vendia, poniale un hilo de algodôn, flojo, en el pes-
cuezo, y halagabale trayéndole la mano por el cuerpo, diciéndo-
le aguàrdame alla porque me tias de pasar los nueve rios del
infierno. Y algunos ladrones mataban estos perros armàndolos
con lazos.
La quinta casa de este signo se ttama mactiilli o.?<w<o~/ de
3ï6
CAPITULO VII.
3'7
con que se amortajar, y esto le acontece por ser indevoto, y
mal agradecido a su signo, y por ir tras sus malas inct!naciones,
desgarrândose y despenândose por sus v icios. Y decian que es-
to le acontecia por haber perdido la ventura de su signo. Y
si alguna mujer nacia en este signo que se llama ce .for~t~,
decian que seria buena labrandera, pero era menester para go-
zar de esta habilidad que fuese muy devota a su signo e hicie-
se penitencia todos los dias que reinaba; y si esto no hacia,
su signo era contrario y v iviria en pobreza y en desecho de to-
dos, y también seria viciosa de su cuerpo y venderiase pûbti-
camente y decian que aquello haria por razôn del signo en
que habia nacido, porque era ocasionado a bien y a mal.
También decian que los senores bailaban en este signo por
su devociôn, los dias que les parecia; y cuando habian de co-
menxar esta solemnidad ponian dos varales con flores a la
puerta del palacio, y aquello era senal que habian de bailar a
honra de este signo, algunos dias, y el cantar que habian de de-
cir mandaba el senor que dijesen el que se Hama CMC.<c<fy<
o ~ot<aM<'o cK~.r~c~o~, o M~.vo~tMc<ïyo~, o el que se Ilama ana-
AMac~'o~, o alguno de los otros que estân aqui senatados. Y
también los que tenian cargo de guardar los plumajes con que
bailaban, sacaban todos los plumajes que tenian para que toma-
se cual quisiese el senor, y conforme a aquel daban sus divi-
sas o plumajes a los principales y hombres valientes y solda-
dos, y toda la otra gente de guerra, y también daban mantas y
wo~r~ a los cantores y a los que tanian /<?~OM<M'~< y atamhor,
y a los que silbaban, y a todos los otros bailadores y cantores; y
dâban!es de comer a todos estos diversas maneras de tamales
y diversas maneras de mo!cs, como aqui se declara; y cuando
ya estaban enfadados de estebaile, quitaban los varales que ha-
bian puesto, en sena! que el ha!!c ya se habia acabado. y quemâ-
banlos y luego todos cesaban de bailar en el patacio; pero los
principales en sus casas podian bailar.
3~8
CAPITULO VIII.
3ï9
La octava casa de este signe se Hama chicuei x6chitl; declan
que era bien acondicionada, (y) los que nacian en ella luego
se bautizaban el mismo dia. La que era novena casa que se
Ilamaba chiconahui cipactli, la ten{an por mal afortunada: los
que en esta casa nacian decian que cran mal acondicionados y
revoltosos y amigos de rinas, y sembradores de discordias y men-
tirosos y que ningûn secreto guardaban, y eran pobres y mal
aventurados todos los dias de su vida, etc. La décima casa
de este signo se llama matlactli ehécatl; decian que era de bue-
na fortuna, con las otras tres que se siguen, que son matlactlion-
ce calli, matlactliomome cuetzpalin y neatlactliomei c<!o~ todas
estas eran de una misma condiciôn; decian que los que nacian
en estas casas serian honrados y ricos y reverenciados de todos,
ora fuesen mujeres, ora fuesen hombres.
CAPITULO IX.
320
series hecha alguna misericordia, no solamente los sonores, mas
los hombres de guerra y los mercaderes y hombres ricos, y to-
dos los que sabian que entonces reinaba el signo de 7'Mco~t~o-
ca. Y dec!àn que era malo, porque aquellos a quien Tezcatli-
poca habia dado riquezas, también entonces se las quitaba por
algùn desagradecimiento o soberbia que por ellas habian toma-
do, y dâbalas a los que le rogaban humildemente y suspiraban
y lloraban por ellas, y por eso en todo lugar le rogaban, porque
decian que sus dones no permanecian sino que los mudaba de
uno en otro; y decian que los que nacian en este signo era
bien afortunados, eran honrados si eran devotos a su signo y
si hacian penitencia por él, y si esto no hacian perdian su ven-
tura y por esto el mismo dia que nacian los bautizaban y les
ponian nombre y convidaban a los ninos, y les daban de comer
3ai
hasme burlado y enganado". Y de la misma manera hacian
cuando se les ausentaba un esclave, o cautivo; y si acontecia que
cl esclavo se libertaba y ven!a a prosperidad, y el que era senor
de esclavos venia a ser esclave, todo !o echaban a r~co~oco,
porque dec!an que el habia hecho misericordia al esclave, por-
que se !o hab{a rogado, y habia castigado al senor porque era
duro con sus esclavos; y el que de la servidumbre venia a pros-
peridad hac!a banquetes y daba mantas a sus convidados, y de-
c!an que esto le venia por haber nacido en este signo.
CAPITULO X.
3M
que nadan en estas casas no los bautizaban
ellas, en
mas
diferfanlos para la séptima casa, que se llamaba chicome tM<~t-
nalli, (porque) decian que la séptima casa de todos los signos
era bien afortunada, por causa del numéro séptimo. En esta
casa los bautizaban, y les ponian los nombres. La octava ca-
sa se ttamaba chicuei dcatl, y la novena casa chiconahui océ-
lotl; decian que estas casas eran mal afortunadas, y los que en
ellas nacian eran desventurados, y no los bautizaban hasta la
otra casa siguiente que se llamaba matlactli quauhtli. Esta ca-
sa dizque remediaba la desventura de las pasadas, pero habian
de hacer mucha penitencia para remediarse. Decian que la
décima casa era bien afortunada y los que en ella nacian eran
venturosos en cosas de guerra y valentia, eran osados y ani-
mosos. La undécima casa se ttamaba matlactlionce cozcaquauh-
tli; decian que era bien afortunada y los que nacian en ella te-
nian larga vida y morian viejos; la duodécima casa se llamaba
matlactliomome ollin, y la décimotercera se ttamaba niatlactli-
omei ~c~o~. Todas estas decian que eran buena fortuna en
todos los signos, y los que en ellas nacian decian que eran tam-
bién afortunados. Desde la décima casa arriba decian que to-
das eran bien afortunadas, y los que en ellas nacian decian que
eran dichosos.
3~3
CAPITULO XI.
DEL SÉPTIMO SIGNO LLAMADO CE QUIAHUITL, Y DE SU DESAS-
TRADA FORTUNA; DECfAN QUE LOS QUE EN ESTE SIGNO NA-
cfAN ERAN
NIGROMÂNTICOS, BRUJOS, HECHICEROS, EM-
BAIDORES. Es DE NOTAR QUE ESTE VOCABLO TLACATE-
COLÔTL PROPIAMENTE QUIERE DECIR NIGROMANTI-
CO 0 BRUJO; IMPROPIAMENTE SE USA POR DIABLO.
CASI TODAS LAS CASAS DE ESTE SIGNO ERAN DE
MALA DIGESTION, PERO LA DÉCIMA Y LA DÉ-
CIMOTERCERA CASAS UNIVERSALMENTE EN
TODOS LOS SIGNOS ERAN FELICES.
324
querian hacer mal a sus enemigos y les deseaban la muerte. Ha-
clan sus encantamientos de noche, cuatro noches; en
escog!an!as
signo mal afortunado, iban a las casas de aquellos a quien que-
rian empecer, de noche, y a las veces alla los prendïan, porque
aquellos a quien iban a maleficiar, si eran animosos, acechâban-
los y cogianlos y arrancabanles los cabellos de la coronilla de la
cabeza y con esto llegando a su casa morian. Y algunos decian
que se remediaban si tomasen prestado algo de aquella casa,
agua o fuego o atgûn vaso, y aquél que habia arrancado los
cabellos, si era avisado, velaba todo aquel dia para que nadie
sacase cosa ninguna de su casa, ni prestada ni de otra manera,
y asi moria aquel nigromantico. Estos tales nunca tenian pla-
cer ni contento, siempre andaban mal vestidos y de mal gesto,
ningûn amigo tenian, ni entraban en casa de nadie, ni nadie les
quena bien;y si era mujer la que nacia en este signo, aunque
fuese principal nunca se casaba, ni medraba, siempre andaba de
casa en casa y todos decian que el signo en que habia nacido
te haMa dado aquella condicion.
CAPITULO XII.
3~5
aquello se huian los hechiceros; y los mercaderes ricos que se
Haman acxoteca, honraban este signo, y por su honra sacaban
todas las cosas preciosas que tenian en sus casas, piedras pre-
ciosas y joyas, y todos los plumajes ricos de todos colores y los
cueros de animales labrados, y mercaderias de cacao, y atapa-
dores de ga!âpago para tecomates, y todas las alhajas que te-
nian todo !o cual ponian ordenadamente en el patio de su igle-
sia, que se llama calpulco, sobre una manta rica, y quemaban
incienso y ofrecian sangre de codornices; decian que !o hacian
a honra de este signo, como si calentasen todo lo susodicho al
sol. Y después de haber hecho sus devociones, comenzaban a
comer y beber todos los mercaderes y convidados, y dabanles
a cada uno las canashumode y f lores, y parecia como nie-
bla el humo que habia. Y a la noche juntâbanse los mercade-
res, viejos y viejas, y emborrachâbanse; y alli cada uno se jac-
taba de to que habia ganado y de las tierras que habia andado,
y de las partes remotas a que habia lIegado y por donde habian
discurrido, y de los peligros en que se habian visto en las tie-
rras de !os enemigos. Con estos cuentos afrentahan a otros
que no habian ido a lejas tierras, y decianles que siempre ha-
bian estado tras el fuego y que no sabian otros mercados sino
el ~tOM~M~ que esta cabe su casa. En esto gastaban toda la
noche, parlando y voceando los unos con los otros, los unos des-
preciaban a los otros, y cada uno se loaba a sï mismo.
326
CAPITULO XIII.
Mas decian, que esta cuarta casa de este signo nahui f~~ca~,
era de mal agüero; todos se guardaban de renir y tropezar, te-
nian temor si atguno tropezaba o se lastimaba, o renia; decian
que siempre le habia de acontecer, porque aquel signo asi lo
demandaba. Mas decian, que los que nacian en este signo se-
rfan prospères y venturosos y animosos, y no se bautizaban lue-
go, mas diferianlos hasta la séptima casa de otro signo Ilamado
chicome c<!o~. Decian los maestros de esta arte que mejora-
ba la ventura del que hab!a nacido por ser mas prospéra, por-
que este chicome cdo~, era signo de todos los mantenimientos
y bien afortunado, y era séptimo, el cual numéro era bien afor-
tunado. La quinta casa
de este signo se Hama macuilli calli, y
la sexta chiqttace CM~a~tM, decian que eran mal afortunadas
porque estas dos eran casas del dios Macuilx6chitl, y (de) ~/tc-
~OM~CMfH, cualquiera que nacia en estas dos casas de estos sig-
nos, ora fuese varôn, ora hembra, era mal afortunado y mal
acondicionado, y desventurado y revoltoso, y pleitista, y alhoro-
tador, al cual cuando reprehendian decian de él: 'es bellaco y
de mala condicion porque naciô en tal signo". Y los maestros
de esta arte decian que se mejoraba la mala ventura del que ha-
l'!a nacido, si no se bautizaba luego en este signo en que nacio.
mas diferiaiilo hasta la séptima casa de este signo, que se Ha-
maba chicome cua~, porque se remédiant si hiciese penitencia,
pues decian que el séptimo numéro de todus los signos era bien
afortunado y prôspero, porque siempre lo atribuian a chicome
cJa~ la octava casa de este signe se llamaba chicuci M!!gM<
3~
decian que era de mala fortuna, y tambicn !a novena que era chi-
f<?M<Mt )M<!so~, porque decian que todas las nonas casas eran
mal afortunadas. Y los que nacian en atgunas de estas casas
eran malvistos y ma!afortunados, y aborrecidos de todos, y te-
nian todas las malas inclinaciones y vicios que hay. Y para re-
mediar esta su desventura decian los maestros de esta arte, que
se bautizase en la casa siguiente, que se ttama matlactli tochtli,
porque de alli se le pegase alguna buena ventura, porque todas las
décimas casas tienen algim bien.
CAPITULO XIV.
La décima casa
de este signo se Hama niatlactli tochtli. De-
cian que era muy bien afortunada y dichosa; los que nacian
en este signo, ora fuesen varones, ora hembras, serian pros-
peros y ricos, porque decian que el numéro décimo de todos
los signos era bien afortunado, como ya esta dicho arriba, y no
se bautizaban tuego mas diferianlos hasta la postrera casa de es-
te signo que se Hama Mta~oc~towct o~owo~t, porque mejora-
ba la ventura del que habia nacido; decian que todas las pos-
treras casas de todos los signos eran bien afortunadas. La un-
décima casa de este signo se Hamaba matlactlionce atl, y la
duodécima matlactliomome <~c«tM~t, y !a décimo tercera, que
es postrera matlactliomei ozomatli. Todas estas cuatro casas
son bien afortunadas y dichosas; los que nacian en algunas de
estas casas serian muy prôsp' fos y honrados, y acatados de to-
dos, y ricos y liberales, y valientes y habiles y entendidos, y po-
derosos para persuadir y provocar a lâgrimas; y si era hem-
bra la que nacia en alguna de estas casas, también decian seria
328
prospéra y rica, etc. Y si alguno de los que nacian en este sig-
no era mal afortunado, decian que era por su culpa, porque no
tenia devociôn a su signo ni hacia penitencia a honra de él.
La razôn porque dedan que las cuatro casas postreras de cada
signo eran bien afortunadas, es porque decian que aquellas
cuatro casas postreras de todos los signes se atribuian a cuatro
dioses postreros, el primero de los cuales se ttamaba 7'~a/tMt~c<
~OM~CM~H, y el segundo Citlallicue, y el tercero T'OMO~M~, y el
cuarto 7'OMOca~cM~t. Por esto decian los astrotogos que los
que nacian en estas casas serian prospères y tendrian larga
vida si se bautizasen en la postrera.
CAPITULO XV.
329
gen de y~ca/~oco, y algut'os por su devociôn llevaban a sus
casas la imagen de O~tdco~ y tentanta attà doscientos dlas y !!e-
vabanla a su casa en la misma casa (signo) de ome <fro~. La
cuarta casa se llamaba nahui quauhtli, y la quinta macuilli co~-
caquauhtli, y la sexta cAtCMo«' ollin; decian que todas estas ca-
sas eran infelices, y que los que en ellas nacian ser!an desdi-
chados y mal acondicionados, y revoltosos. y ma!quistos; y
decian los astrôiogos que los que nacian en estas casas con-
venia que los bautizasen en la casa siguiente, que se Hamaba
chicome técpatl, para que alli tomasen alguna buenaventura, por-
que decian que todas las casas del séptimo numéro eran bue-
nas porque eran de la diosa C/Mfowc <'<!o~, que es diosa de
los mantenimientos. La octava casa de este signo se Hama
chicuei quiahuitl, y la novena que es chiconahui x6chitl, ya se
dijo arriba que estas casas octava v novena siempre son infe-
lices los que en ellas nacen son ladrones y salteadores, y adu!-
(eros, etc. la décima casa que es matlactli cipactli decian que
era bien afortunada, que tos que en ella nacian vivian prospères
y alegres en este mundo, ora fuesen hombres, ora fuesen muje-
res to mismo decian de las casas siguientes, que son matlactlion-
cc ehécatl, y wa//ac~tûtMO)M~ cc~t y ~to~oc/t'owct fM~oKtM; de-
cian que las llevaba tras sf en bondad la décima casa, porque
en todos los signos la décima casa nace buenas a las otras tres
que se siguen.
3.~
CAPITULO XVI.
33i
CAPITULO XVII.
332
decer hambre y sed. Miràd hijo, que no os desmayéis con es-
tas cosas, ni volvàis atrâs del trabajo comenzando, porque no
nos afrentéis a nosotros vuestros padres. Por este camino fue-
ron los viejos antepasados, y pusieron sus vidas muchas veces
a riesgo, y por ser animosos vinieron a ser valerosos, honra-
dos, y ricos. f inalmente, pobrecito mancebo, si alguna buena-
ventura os ha de dar nuestro senor, si nuestro senor os tiene
en algo, primero conviene que experimentéis trabajos y pobre-
zas, y sufrâis fatigas intolerables, como se ofrecen a los que
andan de pueblo en pueblo, que son grandes cansancios y gran-
des sudores, y grandes fnos y grandes calores; andaréis lIeno
de polvo, fatigaros ha el mecapal en la frente; iréis limpiando
el sudor de la cara con las manos; aumentarse ha vuestro tra-
bajo, en que serëis compelido a dormir al rincôn y detrâs de
la puerta de casas ajenas, y alli estaréis cabizbajo y avergonza-
do. v tendréis la barriga pegada a las costillas de hambre, y
andaréis de pueblo en pueblo discurriendo; y demis de esto,
os aftigirâ la duda de la venta de vuestras mercaderias, que
por ventura no
se venderàn, y de esto tendréis tristeza y t)o-
ro. An tes
que atcancéis atgùn caudal o bucnaventura, habéis de
ser afligido y trabajado hasta !o ûttimo de potencia; y aHende
de esto muchas veces os sera necesario dormir en alguna ba-
rranca, en alguna eue va, o debajo (de) alguna lapa, o cabe algu-
na piedra grande. Si por ventura nuestro senor os matare en
alguno de estos tu~arcs no sabemos, y quiza no votvercis mas
a vuestra tierra. ,;Y quién sabe e&nj? ror csos canines conv'e-
ne que devotamcnte \'ayais itamando a dios y hacicndo peni-
tencia, y sirviendo humildemente a los mayores en cosas humil-
des, como es dar agua a manos y barrer, etc. Mirad que nu
desmayéis, mirad que no votvais atràs de to comcnzado, y mirad
que no os acordéis de las cosas que acà dejàis; continuad y
perseverad en vuestro camino, en sufrir los trabajos. Por ven-
tura nuestro senor os hara merecedor que votvàis con prosperi
<!ad, que os vcamos vuestros padres y vuestros parientes; mirad
que tengàis en tugar de mantenimientos estos avisos, que aqui
333
os damos nosotros, que somos vuestros padres y vuestras ma-
dres, para que con ellos os esforcéis y animéis. Hijo muy
amado, esforzâos y andad con dios aqui os enviamos vuestros
padres para que hagâis vuestro negocio, apartandoos de vues-
tros parientes, etc." De esta manera los mercaderes viejos a los
mancebos que nuevamente iban con otros mercaderes a tierras
extranas, a mercadear, los hablaban y esforzaban, y ponian de-
lante los trabajos y dificultades en que se habian de ver, asi en
!os poblados como en los desiertos, en la prosecuci6n de su
oficio de mercadear.
CAPITULO XVIII.
334
dado de losque van con vos, no los dejéis ni desamparéis, ni
apartéis de su compama; tenedlos y tratadlos como a hermanos
menores, avisadlos en lo que han de hacer cuando ttegâredes a
los descansaderos para que cojan heno, y hagan asentaderos
para que se asienten los mas viejos. Ya hemos avisado a esos
vuestros companeros, que no han ido otra vez
a mercadear, y
andar esos caminos a que ahora vais, etc., y por eso no es me-
nester alargarnos en palabras. Esto, hijo m!o, os hemos dicho
con brevedad, idos en paz, haced vuestro oficio y esforzaos".
En habiendo acabado de hablar los viejos, el mancebo res-
pond!a brevemente diciendo: "En merced tengo, sonores, la con-
sotaciôn que se me ha dado sin ser yo digno de ella; habéis
hecho como padres y madres, como si fuera salido de vuestras
entranas; os habéis desentranado conmigo, habéisme dicho pa-
labras sacadas del tesoro que tenéis guardado en vuestro cora-
z6n, que son preciosas como oro y piedras preciosas y plumas
ricas, y por tales lasrecibo estimo;
y no me olvidaré de estas
palabras tan preciosas, en mi corazôn y en mis entranas yo las
ttevaré atesoradas. Lo que os ruego es que en mi ausencia no
haga falta en mi casa de quien barra y haga fuego, en ella que-
da mi nadre o madre, o mi hermana o mi tia; ruegocs
que tengâis cargo de favorecerlos para que nadie tes haga al-
gun agravio, y si nuestro seiior tuviese por bien de acabar mi
vida en este camino, to dicho, y con esto voy consolado, cual-
quiera cosa que acontezca".
Acabadas estas palabras todos los que estaban presentes co-
menzaban a ttorar asi hombres como mujeres, despidiéndose el
que partia, y después comian y bebian todos.
335
CAPITULO XIX.
336
También decian que era este signo prospère para partirse
para la guerra los soldados. Decian que los que nacian en este
signo tendrian buena fortuna, y serian ricos si hiciesen peni-
tencia por reverencia de su signo; y si fuesen descuidados en
hacer penitencia perderian la ventura que habian de haber; y el
que nacia en este signo no le bautizaban
luego, sino al tercero
dia que era la casa de ei w<i?o~, y entonces le ponian el nom-
bre, porque como esta dicho (que) todas las terceras casas de los
signos son bien afortunadas. La segunda casa de este signo
se llama ome wt~MM~t; decian que era casa mal afortunada;
la tercera casase llama ei w~o~ (y) era casa bien afortunada,
por la causa arriba dicha; la cuarta casa de este signo se llamaba
nahui ~oc/t~t, era casa mal afortunada porque decian que todas
las cuartas casas de todos los signos eran mal afortunadas; la
quinta casa de este signo se llamaba macuilli atl, y era mal afor-
tunada porque decfan que todas las quintas casas de todos los
signos eran mal afortunadas, y asi que los que nacian en la
cuarta y en la quinta eran mal acondicionados; pero decian que
los que nadan en la quinta casa si tenian cuidado de criarlos
bien, venian a ser bien acondicionados y prospères; decian que
esto les venia por haberse llegado a los consejos de los viejos.
CAPITULO XX.
337
nacian bautizâbanlos el dia siguiente, que se llama chicome c~o-
)Mo//t; decian que por esto se enmendarfan
algo. De la mata
fortuna de su signo decian ([ue si hiciese penitencia por amor
de este signe chiconte ozomatli, que la mala ventura se le vot
veria en buena. A la séptima casa llamaban chicome osomatli,
decian que era de buena fortuna porque todas las séptimas ca-
sas de todos los signes son de buena condiciôn como esta di-
cho decian que los que
en esta casa nacian serian placenteros,
decidores, chocarreros, truhanes, amigos de todos y que con
todos caben; decian que si fuese mujer la que nacia en esta
casa seria rica, y vividora, y tratante, y nunca perderia su cau-
dal. A la octava casa llamaban chicuei malinalli (y) decian
que era de mala condiciôn, porque todas las octavas casas eran
mal afortunadas. La novena casa llamaban chiconahui dcatl;
esta casa decian que era mal afortunada porque en ella reinaba
la diosa Venus, que le llamaban Tlazoltéotl; los que nacian en
esta casa siempre eran desdichados, y de mala vida y todas las
casas novenas eran mal acondicionadas. A la décima casa lIa-
maban 7/M~ac</t océlotl, esta casa era bien afortunada, como to-
das las casas décimas de todos los signes son bien acondiciona-
das, porque en ellas dicen reinaba T'~co~oco, que es el mayor
dios; y los que en esta casa nacian decian, que si viviesen se-
rian prospères, y luego los bautizaban en este dia, algunos los
dejaban para bautizarlos en la décimatercera casa porque los
mejoraban la fortuna bautizàndolos en ella. A la undécima ca-
sa Hamaban M~o~oc~to~c~ çMaMA~t, y a la duodécima llamaban
)Ma//o<'<to~tO)M<? co~cagMa!<A~; estas dos casas decian que en
parte eran buenas y en parte cran malas; a los que en ellas
nacian bautizândolos en la décimo tercera casa que llamaban
~o~ac~owct ~t; decian que bautizandolos en esta casa se les
rcmediaba su mala fortuna, porque todas las casas postreras de
todos los signes son bien acondicionadas, como esta dicho arriba
338
CAPITULO XXI.
3~9
~o~ocA~t, flores que llaman yollox6chitl y otras que llaman
r~o.<'<~c/!t~ y otras cacaoax6chitl; finalmente ofrecianle f!or ss
de todo género, compuestas de diversas maneras, y con diversas
labores, unas llaman chimalx6chitl y otras o~o/tM/~Mt y otras
~MOMtoyao, todas flores de muy suave olor, y de los olores y
suavidades de flores estaba llena aquella iglesia. También ofre-
c!an canas de humo, en manojos de veinte en veinte (que) alli
se estaban humeando y quemando delante la estatua, y el humo
que salia estaba como niebla. Los sonores de losmagueyes, o
taberneros, que vendian el ~M~rc, cortaban y agujeraban los
magueyes, para que manasen miel en este signo; tenian que
por agujerarlos en este signo no manaria mucho, y ofrecian et
primer /'<Jer~ delante de Huitzilopochtli, como por primicias,
y a este primer pulcre llamaban Mt~t; echâbanto en unos yasos
340
CAPITULO XXII.
34i
décima, matlactli .t'JcAt~; la undécima, tMo~ac~tOMCf cipactli; la
duodécima, Mta~cM'~tOMOMtp/~co~, la tercia décima, matlactli-
omei calli. Todas las otras casas de este signo tienen las condi-
ciones de los numéros en que caen, como ya esta dicho arriba:
Que las terceras casas son buenas; las cuartas y quintas y sex-
tas, malas; y las séptimas, buenas; y las octavas y nonas, malas;
y las décimas y undécimas y tercia décimas, buenas.
CAPITULO XXIII.
342
CAPITULO XXIV.
CAPITULO XXV.
343
pùblico al CM, y delante de ella ofrecian codornices y otras co-
sas, y componianla con sus omMnentos de papeles, que le cor-
taban los maestros que eran oiiciales de cortar papeles para
este negocio y ponian plumas ricas en los papeles y también
c/«!j<t</<Mt~~ y le ofrecfan muchas maneras de comidas, y las
echaban en el fuego, y toda la gente rica y mercaderes en sus
casas hacian estas ofrendas al fuego y daban de comer y beber
a sus convidados y vecinos. Y cerca de la manana quemaban
las ofrendas de pape! y copal, (pues) decian que con estas co-
sas daban de comer a! fuego, y descabezaban codornices cabe
el fuego y derramaban la sangre, y las codornices andaban re-
volando cerca del hogar; y también derramaban el ~«~cf~ en
derredor del hogar y después a las cuatro esquinas del hogar
derramaban el pulcre. Los pobres ofrecian un incienso que
llaman copalxalli, en su mismo hogar, y los muy ofre-
pobres
cian una yerba molida que se Hama yatlhtli, en sus mismos ho-
gares. Decian también que los sonores que acontecia ser electos
en este signo, que serian felices en su oficio; y luego hacian
gran convite a los senores de la comarca, y el convite comenzaba
en la cuarta casa de este signo, nahui dcatl. Todos los convi-
dados venian este dia a dar la enhorabucna al senor, y !e tra!an
algùn presente, y le hacian un razonamiento muy elegante y
muy honroso; y él estaba sentado en su trono y todos sus prin-
cipales estaban sentados por su orden. Çn acabando la oraciôn
que le hacia el orador, luego se levantaba otro orador por parte
del mismo senor y hacia otra oraciôn responsiva, al propôsito
de !o que habia dicho aquel orador primero; y cuando hacia la
fiesta este senor electo daba muchas mantas y maxtles ricos a
los mismos sonores que habian venido, de manera que mas car-
gados iban de !o que recibian de et que no hab!an venido de !o
que !e habian traido. Las mantas que daba et senor eran todas
preciosas hechas en su casa, y tejidas o labradas de diversas
maneras conforme a tas personas a quien se habian de dar.
También les daba mucha abundancia de comidas, e iban carga-
dos de las sobras para sus casas.
344
CAPITULO XXVI.
DE CÔMO EN
ESTE SIGNO LOS SENORES SE APAREJABAN PARA
DAR GUERRA A SUS ENEMIGOS, Y EN EL MISMO SENTENCIA-
BAN A MUERTE A LOS QUE POR ALGUN GRAN CRIMEN
ESTABAN PRESOS.
345
Estas casas todas siguen la bondad o ma!dad de sus numéros,
comoestâarnhadicho.
CAPITULO XXVII.
que nacian en este signo decian que habian de morir mala muer-
te, y todos esperaban su mal fin; decian que o morian en la
guerra, o serian en ella cautivos o moririan acuchillados en la
piedra del desafio, o les quemarian vives, o les estrujarian con
la red, o les acliocarian, o les sacarian las tripas por el ombli-
go, o les matarian en el agua a lanzadas, o en el bano asados;
y si no morian alguna de estas muertes, caerian en algùn adul-
terio y asi les matarian juntamcnte conla adultéra, machucan-
doles las cabezas a ambos juntes; y si esto no, dec!an que se-
rian esclavos, que ellos mismos se vendenan y corrrerian y be-
berian su precio, y ya que nin~una de estas cosas les aconteciese
siempre vivirian triâtes y descontentos; y serian ladrones o sal-
teadores, o robadores, o arrebatadores, o grandes jugadores y
serian enganadores en el juego, o perderian todo cuanto tenian
en el juego, y aun hurtarian a su padre y madrc todo cuanto
34~
tenia para jugar; y no tendrian con que se cubrir, ni alhaja
ninguna en su casa, y aunque tomasen en la guerra algunos
cautivos, y por esto les hiciesen ~~Mtf<a, todo les saldria mal; y
por mucho que hagan penitencia desde pequenos, no se podrân
escapar de mala ventura.
CAPITULO XXVIII.
Y si era
mujer la que nacia en este signo, también era mal
afortunada, no era para nada, ni para hilar, ni para tejer. y
boba y tocha, risuena y soberbia, vocingtera; anda comiendo
<c<c~t y sera parlera, chismera, infamadora, salenle de la boca
las malas palabras como agua, y escarnecedora; es holgazana,
pcrezosa, dormilona y con estas obras viene siempre a acabar
mat y a venderse por esctava; como no sabe hacer nada, ni mo-
ler maiz, ni hacer pan. ni otra cosa ninguna, su amo la vende-
ria a los que trataban en esclavos para corner y asi vendria a
morir en el tajôn de los idolos. Remediaban la maldad de este
signo, en que !os que nacian en él los bautizaban en la tercera
casa que se Hamaba ci <'<!o/ o en la séptima casa, que llamaban
chicome atl. porque todas las terceras y séptimas casas eran
buenas; y por no repetir muchas veces una cosa brevemente de-
cimos que todas las casas que se siguen tienen la calidad de sus
numéros, como ya arriba esta dicho en muchos lugares. La se-
gunda casa de este signe, se Hama owc Ct«'o~M: la tercera <'t
c6atl; la cuarta Ma/<«t «tt~Mt~~t; la quinta macuilli tM<f~o~; la
sexta cAtCMOtf tochtli; la séptima c/n'fOM«' atl; la octava f/ncuct
t~CMUt~t, la novena c/n'co~to/tMt o~~Mto~t; la décima MM~oc~
Mo~'noMt; la undécima ««!</<!<«!««* <!fa/ la duodécima MtO~of-
//«?Mfont<' o< !a (tcctmntercera M«!~o<«<'t <'t<o«/<t.
347
CAPITULO XXtX
348
CAPITULO XXX.
349
CAPITULO XXXI.
DEL SIGNO
DECIMOOCTAVO LLAMADO CE EHÉCATL Y DE SUS
DESGRACIAS Y MALA FORTUNA DE LOS QUE EN EL NACÏAN.
350
a hurto el brazo izquierdo, y estos tadrones llevaban un brazo
de estos delante de si, para hacer su hecho uno de los que iban
guiando to !!evaba en el hombro. Y en Ilegando a la casa don-
de habian de robar, antes que entrasen dentro de ta casa, estan-
do en et patio de la misma casa daban dos golpes en el suelo
con el brazo de la muerta; y en ttegando a la puerta de ta casa
daban otros golpes en el umbral de ta misma casa, con el
mismo brazo, y hecho esto dicen que todos los de casa, se ador-
mectan o se amortecian, que nadie podia hablar, ni moverse;
estaban todos como muertos aunque entendian y ve!an to que
se hacia otros estaban dormidos roncando, y los ladrones en-
cendian candelas y buscaban por la casa to que habia que corner
y comian todos, muy de repose; nadie de los de casa los impe-
dia ni hal)laba, todos estaban atônitos y fuera de si. En ha-
biendo muy bien comido y consoladose, entraban en los sitte-
ros y bodegas y arrebanaban cuanto hallaban, mantas y otras
cosas, y to sacaban todo fuera, oro y plata, y piedras y plumas
ricas, y !ucgo hacian de todo cargas, y se las echaban a cuestas
y se iban con citas y antes de esto dicen que hacian muchas su-
ciedades y deshonestidades en tas mujeres de aquella casa; y
cuando va se iban, luego se iban corriendo para sus casas, con
to que ttevaban hurtado y dicen, que si atguno de ellos se asen-
taba en el camino para descansar, no se podia mas levantar y
quedàbase alli hasta la manana, y tomàbante con el hurto y el
descubria a los demâs.
CAPITULO XXXII.
35'
las petacas y cajas y cofres, y no hallaban nada de cuanto te-
nian; y hallan robado todo cuanto tentan, oro y plata, y pie-
dras y plumas ricas, mantas y naguas y huipiles, y todo cuan-
to tenian, y comienzan luego todos a Horar, y a dar gritos y
a dar palmadas de angustia, y tas mujeres comienzan a decir
a voces: quecan H~ oc nen g!<~MM<~ oc rien, que quiere decir,
"oh desventuradas de nosotras", y daban consigo tendidas en et
puelo, y dabanse de punadas y bofetadas en la cara diciendo:
ca onitquioac, otlacemichic tfa, que quiere decir: "todo cuanto
teniamos nos han Uevado"; y dectan otras muchas lastimas, co-
mo esta en la letra de esta manera lloraban aquellos que estaban
robados.
A estos robadores también llamaban
~~o~oww~w</ por
que en tomàndotos luego los apedreaban y tes tomaban todo
cuanto tenian en sus casas. De tas demas casas de este signo
no hay que decir mas de !o que esta dicho atrâs: la segunda
casa de este signo se llama ome calli !a tercera ei c~~o~Mt;
la cuarta MO/tMt coa~; la quinta macuilli tMtOMM~t; !a sexta cAt-
cMoc<? ~«~o~/ la séptima chicome /oc/t~t/ la octava chicuei atl;
la novena cAtco~MAMt t~cM<M~t; la décima matlactli osomatli; la
undécima matlactlionce malinalli; la duodëcima wo/~oc~t~to~tf
d<-o~/ la décimo tercera matlactliomei océlotl
35~
CAPITULO XXXIII.
)MMX~nt.M
353
guerra. Y si era
mujer la que nacia en este signo, seria des-
lenguada y maldiciente; su pensamiento seria decir mal y aver-
gonzar a todos y también seria atrevida para apunear y aranar
las caras a otras mujeres, y para remesar a todos y para rasgar
los /!Mt~t~M de las otras mujeres.
CAPITULO XXXIV.
354
CAPITULO XXXV.
355
sadas matan a sus
hijos durmiendo, o cuando maman; si no les
qu!tan !a teta con tiento, suétense agujerar el patadar y mttercn
mirad que pues que nos le ha dado nuestro seiior no le perda-
mos por vuestra cutpa, y no es menester fatigaros con mas pa-
labras".
CAPITULO XXXVI.
356
bien bebido y comido estâbanse en sus asientos un ratiUo, re-
posando y algunos a quien no les contentaba la comida y be-
bida, tevantàbanse luego enojados e ibanse murmurando del
convite y del que los convido, y entrâbanse en su casa enojados;
y si alguno de parte del que convid6 veia aquello, deeiato al
senor del convite, el cual los hacia Ilamar para el dia siguiente y
tes daba de comer y consolaba; a este dia llamaban o~MO~,
porque en éî se acababa todo el convite.
A tas mujeres, que comian en otra parte, no tas daban cacao
a beber sino ciertas maneras de mazamorra, sembrado con di-
versas maneras de chilmolli por encima; y a la noche los viejos
y viejas juntâbanse y bebian pulcre y emborrach&banse. Para
hacer esta borracheria ponian delante de ellos un cântaro de
pukre, y el que servia echaba en una jicara y daba a cada uno a
beber, por su orden, hasta el cabo. A las veces daban ~M~rc
que !taman iztac oclli, que quiere decir ~«fcf~ blanco, que es lo
que mana de los magueyes, y otras veces daban pulcre hechizo
de agua y miel, cocido con la raiz, al cual Haman ayoctli, que
quiere decir ~M~cr~ de agua, lo cual tenia guardado y aparejado
el senor del convite de algunos dias antes. Y el servidor, cuando
ve!a que no se emborrachaban, tomaba a dar a beber por la
parte contraria a la mano izquierda, comenzando de los de mas
abajo. En estando borrachos, comenzaban a cantar; unos can-
taban y lloraban, y otros cantaban y habian placer; cada uno
cantaba !o que queria, y por el tono que se le antojaba; ninguno
concertaba con otro. Unos de ellos cantaban a voces, y otros
cantaban bajito, como dentro de sf. Otros no cantaban, sino
parlaban y reian y decian gracias, y daban grandes risadas cuan-
do otan a los que decfan gracias. De esta manera se hacian los
convites, cuando alguno convidaba por alguna causa.
<
3S7
CAPITULO XXXVII.
358
metian los pcrfumes en las canas. Las mujeres, viejas y mozas,
entendian en hacer tamales de diversas maneras; unos tamales
se hacian con harina de f ri joles, otros coi. came; unas de ellas
lavaban el maiz cocido, otras quitaban la coronilla del maiz, que
es aspera, porque el pan fuese mas delicado; otras traian agua,
otras quebrantaban cacao, otras le molian, otras mezclaban el
maiz cocido con el cacao, otras hacian potajes. Y en amane-
ciendo pon!an pétâtes por todas partes, y asentaderos, y echa-
ban heno entretejiendo la orilla, que parecian mantas de heno;
todas las cosas se pon!an en orden como era menester, sin que
et senor entendiese en nada. Todas estas cosas hacian los ser-
vidores y oficiales, aquellos que dan tas canas de humo y las
flores, y la comida; y aquéttos hacen et cacao y !o levantan al
aire, y dan a los que han de beber; y también hay personas
diputadas para el servicio particular de los convidados. Esto
acontece entre los senores y principales, y mercaderes, y hom-
bres ricos; pero la gente baja y pobre hace sus convites como
359
CAPITULO XXXVIII.
CAPITULO XXXIX.
360
nos hacen y cuentan cada dia, los cuales se andan mudando de
unos lugares a otros de sua numéros, y son todos los mismos;
que cada uno de aquéllos tiene principio cada vez, Ilevando Iras
si a los otros, alguna vez es bien afortunado, y alguna vez es
mal aventurado y alguna vez es indiferente, conforme a sus
numéros ya esto esta dicho. Que los que nacian en buenos
signos luego se bautizaban, y los que nacian en infelices signos,
no se bautizaban tuego mas diferianlos para mejorar y reme-
diar su fortuna. Por esto los viejos caducos y necios, que eran
practicos en esta arte, buscaban el signo que era mejor.
Por tanto, aqui decimos sumariamente !o que resta de decir
y hacer menciôn de todo lo susodicho, por no dar hastio a los
lectores con palabras demasiadas y superfluas, y mas, porque
en esto no estamos estimados por importunos, de tornar a decir
to que esta ya dicho, porque poniendo comparaciôn que asi co-
mo si fuese comida muy sabrosa, no mas ni menos la ptatica o
razonamiento pierde su sabor cuando se repite muchas veces
una cosa, y en esto ya se dijo todo, muy delicada y suavemente
asi !o que era blando y caliente, y sabroso, y suave, y gracioso,
y donoso. También esta ya dicho que asi como si fuese el pan
duro, y frio y àspero, o asi como el pan hecho de maiz cocido
no bien molido ni bien lavado que hiede a la cal, asi es la pli-
tica que es molesta a los oyentes; o as! como si fuese tamal
el cual cuando se come el paladar, y echa
muy caliente, quema
de si humo, porque es demasiado caliente. Otro si: esta ya
dicho que asi como si fuese el tamal frio y mohoso y podrido,
asi la ptatica desabrida ofende al otdo. Por to cual brevemente
concluimos con pocas palabras !o que se dijo ya arriba, porque
no es razôn tornar a decir y replicar to que esta ya platicado.
Es como una pared que se hace y edifica con los materiates muy
bastantes, poco a poco. As! la platica se hizo y a poco a poco.
Unas ptàticas estan muy bien cumplidas y juntadas y puestas
hasta el cabo, asi como si fuese la pared cuando se labra bien
dentro de la pared, y dentro de tas piedras grandes que se po-
nen afuera se le meten con mucha diligencia piedras chicas y
3~!
menudas, con piedras mâs pequ<*nas, y con barro bastante; asi
esta plâtica, y otras plàticas estàn abreviadas y tajadas o corta-
das, como parece en !o susodicho.
CAPITULO XL.
36a
APENDICE DEL CUARTO LIBRO, EN ROMANCE, Y
ES UNA APOLOGIA EN DEFENSION DE LA VERDAD
QUE EN EL SE CONTIENE.
363
la parte del septentrion, en respecto del circulo. El tercer ca-
ràcter era una casa pintada que ellos ttaman ce co~t; est& pues-
ta hacia la puerta del occidente en respecto del circulo. El cuar-
to carâcter es la semejanza de un conejo que ellos Haman ce
~ocA~t, esta puesto hacia
la parte del mediodia en respecto del
circulo. Contaban por estos caracteres cincuenta y dos anos,
<tando a cada uno de los caracteres trece anos, y contaban de
esta manera ce dratl, OMt~ técpati, M calli, «o/<M< ~ocA~ y asi
dando vuelta por estos caractères hasta que en cada uno se eum-
pliesen trece anos, los cuales todos juntos son cuatro veces tre-
ce, que hacen cincuenta y dos anos. E! fin o intencion de esta
cuenta es renovar cada cincuenta y dos anos el pacto o con-
cierto, o juramento de servir a los {do!os, porque <:n e! fin de
los cincuenta y dos anos hacian una muy solemne fiesta, y sa-
caban fuego nuevo, y apagaban todo to viejo, y tomaban todas
tas provincias de esta Nueva Espana fuego nuevo. Entonces
renovaban todas tas estatuas de los idolos y todas sus alhajas, y
p! proposito de servir los otros cincuenta y dos anos, y también
tenian profecia u oraculo del demonio que en uno de estos pe-
riodos se habia de acabar el mundo. i
La tercera cuenta que estos naturales usaban era el arie para
adivinar la fortuna o ventura que tendrian los que nacian, hom-
bres y mujeres; era de esta manera: que tenian veinte caracte-
res al primero Haman ct~oc~t/ el segundo, chécati; el tercero,
calli; el cuarto, cMC~tM; el quinto, c<}o~, etc., hasta veinte,
como esta pintado en la figura que esta al fin de este apéndice.
Decian que cada uno de estos caracteres reinaba
trece dias, que
todos juntos son doscientos sesenta dias algunos dicen que es-
tos trece dias, son semanas del mes, y no es asi sino numéro
de dias en que reina el signo o carâcter. Las semanas de los
meses son cinco dias, y asi hay en cada mes cuatro semanas; y
los ~~M~ o mercados, por este numéro se seiialaban, que de
cinco en cinco dias echaban las mercados o ferias, y asi no te-
nian semana sino quintana y ahora en muchas partes echan los
mercados y ferias por nuestra semana, de aiete en siete dias.
364
En esta
cuenta adivinatoria y no licita entreponenM los carac-
tères de h cuenta de los anos, conviene a saber, aquellos cuatro
caracteres de que arriba se hizo menci6n, que es cana, pedernal,
casa, conejo, por donde contaban la hebdômada de sus anos, que
son cincuenta y dos. Esta cuenta, muy perjudicial y muy su-
persticiosa y muy Hena de ido!atr!a, como parece en este libro
cuarto, algunos la alaban mucho diciendo, que era muy inge-
niosa y que ninguna macuta tenia esto dijeron por no entender
a que fin se endereza esta cuenta, el cual es muy malo. ido!a-
trico. De poco entendieron la muchedumbre de supersticiones y
fiestas, y sacrificios idotatricos que en et!a se contienen, y lia-
maron a esta cuenta el calendario de los indios, no entendiendo
que esta cuenta no alcanza a todo el ano porque no tiene mas
de doscientos sesenta dias de circulo, y luego toma a su prin-
cipio y asi no puede ser calendario y nunca !o fué, porqtte et
calendario, como esta dicho y esta pintado en el principe clel
segundo libro, contiene todos los dt~s del ano y las fiestas del
ano, y esto ignoraron los que dicen que esta arte adivinatoria es
calendario; y cierto fué grande inadvertencia y culpable igno-
rancia loar por palabra y por escrito una cosa tan mala y tan
lIena de idolatria. El celo de la verdad y de la fe cat6Uca me
Espana.
Por sus ruedas aqui antepuestas, cuentan los indios sus
dias, semanas,meses, anos, olimpiadas, tustros, indicciones Y
hebdômadas, comenzando su ano con el nuestro desde el rrin-
cipio de enero, en la cual se hablan tas maneras de contar los
tiempos que tuvieron todas las nacione' y sepun parece tos in-
365
dips que la compusieron y sabfan bien ciertamente se mostraron
fil6sofos naturales. Solamente fa!taron en el bisiesto, pero tam-
bien pas6 al gran fil6sofo Aristotetes y (a) su maestro Plat6n,
y otros muchos sabios que no lo alcanzaron y es de saber que
en este calendario no hay cosa de idolatria, y esto se puede ala-
bar por muchas razones; pero bastarâ decir una, y es: Que en
esta tierra no ha muchos anos que comenzaron las idolatrias, y
este calendario es antiquisimo; y si los nombres de los dias, se-
manas y anos, y sus figuras son de animales y de bestias y de
otras criaturas, no se deben maravillar, pues si miramos los
nuestros también son de planetas y de dioses que los gentiles
tuvieron, y pues que aqui se escriben muchos ritos, ficciones y
antiguos sacrificios. Una cosa tan buena, y de tanto primor
y verdadera, que estos naturales tuvieron, no es raxon de re-
probarla, pues sabemos que todc bien y verdad, quienquiera que
to diga, es del Espiritu Santo".
En !o primero que dice, que por esta cuenta los indios con-
taban sus semanas, meses y anos, es falsisimo, porque esta cuen-
ta no contiene mas de doscientos sesenta dias, v fa!tàban!e cien-
to cinco dtas para ser cuenta de un ano entero; ni tampoco
contaban sus meses por esta cuenta, porque sus meses son diez'y
ocho en un ano, y cada uno ticne veinte dias, que son tres-
cientos sesenta dias, al cual numéro no !!ega esta cuenta, ni
tampoco cuentan por esta cuenta sus semanas, porque aquello
que dicen que tenian trece dias por semana es fa!so, porque de
esta manera seria una semana de trece dias, v otra semana en-
traria con tres dias en el mes siguiente, y asi cada es no ten.
drfa dos semanas enteras, mayormentc que sus semanas cran de
cinco dias, las cuales mejor se Hamaran quintanas que no sema-
nas, y hay en cada mes cuatro de estas quintanas. Lo que dice
de olimpiadas y lustros y indiciones, por la misma raz6n es falso
366
mo el nuestro es falsisimo
porque !o que llàman un ano po
esta cuenta no son mas que doscientos sesenta dias, y de nece
sidad se habia de acabar ciento cinco dias antes de nuestro àno,
y asi no podia comenzar con nuestro ano, sino alguna vez y muy
rara. En !o que dice que los indios (que) compusieron esta
cuenta se mostraron fil6sofos naturales es falsisimo, porque esta
cuenta no la ttevaban por ninguna orden natural porue fué
invenc!6n del demonio y arte de adivinacion. En lo que dice que
faltaron en el bisiesto es falso, porque en la cuenta que se Uama
calendario verdadero cuentan trescientos sesenta cinco dias,
y y
cada cuatro anos contaban trescientos sesenta seis dias,
y en
fiesta que para esto hacian de cuatro en cuatro anos. En !o que
dice que en este calendario no hay cosa de idolatria es falsisima
mentira, porque no es calendario sino arte adivinatoria, donde
se contienen muchas cosas de idolatria, y muchas supersticiones
y muchas invocaciones de los demonios, tacita y expresamentc,
como parece en todo este cuarto libro precedente, de manera
que ninguna verdad contiene aquel tratado arriba puesto, que
aquel religioso escribiô, mas antes contiene falsedad y mentira
muy pemiciosa.
367
Confutaci6n de fû arriba dicho.
AL LECTOR.
368
369 Stb.'intXt
ponen veinte caracteres, y junto a ellos, sus nombres, y después
de ellos se ponen los dias en que reman por ci fras del guarismo,
y comienza ï, 2, 3, etc. El caràcter que esta junto al uno, o
frontero de ë!, es el que reina aquellos trece dias, y comiénzase
a contar desde arriba hacia abajo. y llegando a trece luego vuel-
ve a uno, y el caràcter en irente de quien esta aquel uno, es e! que
reinaba trece dias que se siguen, y asi de todos los demas nu-
meros y caracteres. De manera que cada un caràcter viene a
reinar trece dias, y el numéro de todos estos dias son doscientos
sesenta, y de alli vuelve otra vez al principio. También en el
principio de esta cuenta se pone la manera de contar de los
anos, porque estas dos cuentas andan vinculadas o pareadas.
370
~difieado para aquella ceremonia; ttegados alli miraban a las
Cabrittas, si estaban en medid, y si no estaban esperaban hasta
que ttegasen; y cuando veian que ya pasaban del medio, enten-
dian que el movimiento del cielo no cesaba y que no era alli el
fin del mundo, sino que habian de tener otros cincuenta y dos
anos seguros que no se acabaria el mundo. En esta hora esta-
ban en los cerros circunstantes que cercaban a toda esta pro-
vincia de México, Tezcoco, Xochimilco y Quauhtitlan gran can-
tidad de gente esperando a ver et fuego nuevo, que era sénat
que el mundo iba adelante; y como sacaban el fuego los satra-
pas, con gran ceremonia, en el cu de aquel cerro, luego se pa-
recta en todo lo circunstante de los cerros, y los que estaban alli
a la mira levantaban luego un alarido que le ponian en el cielo.
de alegria, que et mundo no se acababa y que tenian otros cin-
cuenta y dos anos por ciertos.
La ûtt!ma solemnidad que hicieron de este fuego nuevo fué
el ano de 1507; hiciéronle con toda solemnidad porque no ha-
bian venido los espanoles a esta tierra; el ano de 1559 se acabo
la otra gavilla de anos, que ellos ttaman ~.rtMAMto~Ma. En esta
no hicieron solemnidad pùbtica porque ya los espanoles y reli-
giosos estaban en esta tierra, de manera que este ano de 1576
'anda en quince anos de la gavi lla de anos que corre.
Cuando sacaban fuego nuevo y hacian esta solemnidad re-
novaban el pacto que tenian con et demonio, de serv:r!e, y re-
novaban todas las estatuas del demonio que en su casa tenian,
y todas tas alhajas de su servicio y tas de suscasas, y hacian
grandes alegrias por saber que ya tenian el mundo seguro, que
no se acabaria por cincuenta y dos anos. Claramente consta que
este artificio de contar tué invenciôn del demonio, para hacer-
les renovar el pacto que con él tenian, de cincuenta y dos en cin-
cuenta y dos anos, amedrentandotos con el fin det mundo y
haciéndotos cntender que él atargaba el tiempo y les hacia mer-
céd de él, pasando et mundo adelante.
Dem&s de esta cuenta tenian que de ocho en ocho anos ha-
c!an un ayuno de pan y agua por espacio de ocho dias, y hacian
37'
al cabo una fiesta donde hacian ~otemne areito de diversos
per-
sonajes, donde decian
que descubrian
ventura, o que la mere-
cian, y ttamabanta o~tMO~ÇMO~~t. Otra fiesta hacian de cuatro
en cuatro anos a honra del fuego, donde agujeraban las orejas
a todos los ninos y ninas, y la Ilamaban ~/o«oHa~/t, y en esta
fiesta es verosimit y hay conjeturas que hacian su bisiesto, con-
tando seis de M~!MOtt~M«.
La otra cuenta del
tiempo es de un ano, el cual repartian en
diez y ocho meses, y cada mes le daban veinte dias, y cada uno
de estos meses era dedicado a uno o a dos dioses y hadan en él
sus fiestas; cada uno de estos meses !o repartian de cinco en
cinco dias, y hacian las ferias el iiltimo dia de estos cinco en un
pueblo, y de alli a cinco dias en otro, y de ai!! a otros cinco dias
en otro. De manera que el cuarto quintanario era la fiesta del
dios que se celebraba en el mes que se seguia. Los cinco dias
que son mas de los trescientos sesenta de todo el ano, tentantes
37~
s!gueM o fûndase en unos caracteres
y numéros en que ningun
fundamento natural hay, sino solamente artificios fabricados
por el mismo diablo, ni es posible que ningun hombre fabricase,
ni inventase esta arte, no tiene fundamento en ninguna
porque
ciencia, ni en ninguna razon natural, mas parece cosa de embus-
te y embaimiento, que no cosa racional ni artificiosa. Digo que
tué embuste y embaimiento para encandilar y desatinar a gente
de poca capacidad y de poco entendimiento; no obstante esto,
era tenida en mucho esta arte adivinatoria, o mas propiamente
habtando embuste o embaimiento diab6lico. Y también los que
la sabian y usaban eran muy honrados y tenidos, porque decian
tas cosas por venir, y del vulgo eran tenidos por verdaderos aun-
que ninguna verdad decian, sino acaso y por yerro. Esta arte
ni sigue anos, ni meses, ni semanas, ni lustres, ni olimpiadas,
como algunos sonando dijeron y afirmaron falsamente.
Por (si) la tabla precedente de la arte adivinatoria esta
dificultosa de entender y de contar puse esta tabla que se sigue,
porque esta muy mas clara, y la cuenta mas fâcit y conforme a
como ellos contaban. Y no piense nadie que esta tabla es ca-
lendario, porque como es dicho no es sino arte adivinatoria. El
calendario de estos naturales se puso en el principio de! segundo
libro; esta muy claro de entender por las letras del a, b, c,
que tiene: de una
parte se cuentan los meses suyos, que son
de veinte en veinte
dias, y de la otra parte se cuentan nuestros
meses, que son de a treinta dias, uno mas o menos; y por estar
esta cuenta de esta manera, facil cosa es sahcr sus fiestas en
que mes de los nuestros caian, y a cuântos dias de cada mea.
La otra cuenta, que es de los anos, se pone en el séptimo libro
de esta historia, (y) alli se podrà ver si ptuguiere a nuestro
Senor que salga a luz.
373
LAMINA S
Lamina No. 1.
376
.~fyttett;~ .)~t'«'tMt(tM~m<M<tJ*pa<<t ~tttX t~f tt"Knf~ttt, <<«<
iN n.I~ yn "fA.iI4--III,
t*«M(ttt<MM)t~ <<Mt)t~<{~* bM< 1~xtn~fxMt*n«~~ "<t
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*j~f M«mt«mM~. <~<fn:<t.m<)t~tv<r
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X
'~n~t( thtnttt*~ xe tn)tt*tM.en.<)b*~ yM~T~
~H)~y~ tBtm
tWtbttt t<))tOt«M<tt Ot~
lHaâwM
'JCC8ftfM"\ 0"
378
Lamina No. 3
Nùm. 29:
Las diosas representadas ahi son -de izquierda a derecha- Ut.)*<of<-
Mo~ (de la sal), CAo/f~nM~/tfM~ (det agua) y CA<fotM~f<!a<< (del ma!z)
Esta ùttima tiene bajo sus pies siete serpientes, que son et simbolo de su
nombre.
Nùm. 30:
Representa la ccremonia de la confesion entre los mexicanos, como !a
refiere Sahagùn en et Lib. Cap. XII.
Nùm. 3<:
Esta representado ahi et esclavo que personificaba at dios ~o~<t<<
cuhili, el cual, el dia en que habia de ser sacrificado, rociaba a tas lentes
con una rama de sauce que introduda en una vasi)a de color verde, lie-
na de agua. Véase Lib. ï. Cap. XX.
Nùm. 32:
Representa la comida de tamatcs con que agasajaba el duefio de la ca-
sa a tes sacerdotes que le hxbtan hecho las imagenes de los dioses de tos
montes, formados de <~<'o//t, como se relata en e) Lib. I. Cap. XXI.
Nùm. 33:
Est& figurado ahi e) "sumidero" de /*<tM<<</<!M. en la laguna de Mexico,
a donde ttevaban )o< papeles y adere~os con que habian adornado tas tma-
genes de los dioses de los monte!' en la fiesta que se describe en el Lib.
J Cap. XXI
Nùm. 34:
Esta pintura ituxtra un parrafo de) Apéniliz (tatino-nahuatt) de) primer
lihro, en que se déclara el Cap. Xttt del Libre de la Sabidurta. Se tra-
ta alli de los id6latras que van al monte, eortan on arbot y tuego to la-
bran, formando una imaKcn antropomorfa. que dcspu~ adoran.
Nùm.s:
Formada ya la 'maften de que se habla en la cxpticacion anteriar, se le
rinde cutto y se le presentan ofrendas.
38o
Lamina No. 4.
Ilustra esta Mmint las faenas ~rico~s a que se dedicaban las per-
MnM MCtdM en el tt~no l X<!c<M«, tezûn se detallan en el Lib. IV. Cap.
XXXVIII.
38a
INDICE
INDICE DE MATERIAS DEL TOMO I.
Advertencia.VII
Fr. Bernardino de Sahagun v su obra.XIII
Introducci6n.XIV
1. Sucinto esbozo biogrifico de Sahagim.XVI
H.BiM:OtrafiaSahaKuntina.XIX
EKritOtconocidos.XX
Escritos desconocidos.XXXII
III. La "Hittoria General de las Cosas de Nueva Espana" XXXVI
NotM.LV
Apendice t las Nota!LXXXÏI
LIBRO PRIMERO. En que M trata de los dioses que adoraban to* na-
turales de esta tierra que es la Nueva EspaRa. 1.1
Cap!tn!o I. Que habla del principal dios que adoraban y a quitn sa-
crificaban los mexicanos Ham~do Huittttopochtti. 1~I
Capitulo II. Que trata del dios lIamado Piinal. el cual siendo hom-
breerttdoradopordio! 16
Capitulo III. Trata del dios tttmado Tetcattipoct. el cual generalmen-
te era tenido por dios entre C!to< naturales de esta Nncvt Eit-
pana; es otro Jupiter. )6
C~p!tut'j IV. Que trata det dios que te Ilamaba T)a)oc Tlamacarqui.. 17
C'apituln V. Trata dcl dio* que se Hama Quetxatc~at), dios de los
vientot. ty
Capitulo VI. Que trata de las diosas principales que se auoraban en
et!aNuevaE*pana. '8
Capitulo VII. Trata de la dtosa que sa Hamaba Chicomecôatt. Es
387
otftdiotaCere* Ig
Capitulo VIII. Trata de una diott que se ttamaba la Madre de !o<
Dioses, coraz6n de la tierra y nuestra abuela. 30
Capitulo IX. Trata de una diosa ttamada Tzapotlatena. at
Capitulo X. Trata de unas diosas que ttamaban Cihuapipiltin. M
Cap!tuto XI. Que trata de la diosa del agua, que la Hamaban Chal-
chiuhtt!cue; es otrajuno. 23
Cap!tuto XII. Que trata de la diosa de tas cosas carnales la cual
Hamaban TtaM!teott, otra Venus. 24
Capitulo XIII. Que trata de los diose' que son menores en dignidad
que los arriba dichos, y el primero de estos es (et) que Haman
Xiuhtecutli; es otro Vulcan. 29
Cap!tuto XIV. Que habla cerca de un dios
que se Xamaba Macuitxo-
chitl que quiere decir cinco flores, y también se ttamaba XochiptMi,
que quiere decir el principal que da flores o que tiene cargo
de dar flores 32
Capitule XV. Que habla del dios llamado Omacatt, que quiere de-
cir dos canas; es el dios de los convites. 35
0:pituto XVI. Que trata del dios ttamado Ixtlilton, que quiere decir
el negrilto, y también se HamaTtattetecuin. 37
Capituto XVII. Que habla del dios ttamado Opochtti, el cual era te-
nido y adorado en esta Nueva Espana. 39
Capitulo XVIII. Que habla del dios ttamado Xipe T6tec, que quiere
decirdesottado. 40
Capituto XIX. Que habla del dios que se ttama Yiacateeutti, dios
de los mercaderes 42
Capitulo XX. Que habla del dios ttamado Nappatecutli. 46
Capitulo XXI. Que habla de muchos dioses imaginarios a los cua-
les todos Ilamaban Tlaloques 48
Capttuto XXII. Que habla del dios ttamado Tezcatïôncatt, que es uno
de los dioses det vino.
A)ttndice det Primer Libro, en que se confuta la idolatria arriba
puesta pot et texto de la tacrada escritura, y (leclara et autor
suticientemente el dicho texto en tcngua vulgar. s.!
Confut~ciAn. 63
Allector. 74
E'xctamacione< det autor. 74
388
Pr6!ogo. 79
Att!ncero!ector. 83
Capitulo I. Del Catendario de las fiestasfijas, la primera de las cua-
tetet~quetigue: AttcahuatooQuauideAa. 84
Capitulo II. thctxipehuaHttH. 85
Capttuto III. ToMztontti. 87
Capltulo IV. Uey tozostli. 89
CtpttutoV.T6xcatt. 90
Capitulo VI. EtMtqua!ittti. 92
Capltulo VII. Tecuithuitontti. 03
CapttuïoVIII. Uey tecuithuit). M
CapttutoIX.Ttaxochimaco.
Capitulo X. X6cotthuetx: 97
CtpttutoXI.OchpMMtti. 09
Capltulo XII. Teotteco. tôt
Ctpttulo XIII. Tepetthuit! ~t
CtpttutoXIV.Quechotti. !04
C)tp!tutoXV.PMquetMtitt)i. 105
Capttu!o XVI. Atemoztli. toy
Capitulo XVII. Tititl. to8
Capitulo XVIII. IicaHi. t09
Cap!tuto XIX. D!Mnemontemi. m
De tMfiettMmovibie! m
Capltulo XX. De la fiesta y sacrificios que hacian en tas calendas
del prhnero me'<, que M Ilamaba Attothuato. o Quauit)e6a. no
Exclamaci6n de! autor !M
Capitulo XXI. De las ceremonias y sacrificios que hacian en el M~tn-
do nus que se Uamaba T)acaxipehu)ttiit)i. 12J
Ctpttuto XXII. De las fiettax y sacrificios que hacian en el postrc-
ro dia de! K~undo mes, que xe dedt TtacaxipchuaUltti. t~Q
Capitulo XXIII. De la fiesta y ceremonias que hacian en las calen-
da. del cuarto mes que se ttamabt Uey toittxtti. t.;t i
Ctp!tuto XXIV. De la fittta que M hacfa en las c~)cnda!< df) quinto
mes que M Ua)n)tbaT<'t'<cMt). ).n
Cap!tu)o XXV. De la fiesta y sacri()cio!< que hacian en ):« catcndax
det MXtoniCt que'!eHa)nnbaEt)!a)quatittti. )~.<
Capttuio XXVI. De la fiesta y ceremonias que s<' hacian eu )a<
cateudf del ~pt'tuf mes, que se ttamaha Tt'cuithuitontti. t~
Capttuto XXVII. De)afic!«ayMcrificit)!'que!<.ehac!ancu)as
catenda* dct octavo me! que se deeta Uey teeui)hui<t. ts8
Capitulo XXVIII. De la firstn y sacrificios que ttacian en las
calendas del noveno 'nc< q~c '<e nan~aha Ttaxochimaco. t6y
389
Capitulo XXIX. De la fiesta y sacrificios que se hacian en tas calen-
das del décimo mes, que se llamaba Xocott huetzi. 169
Capitulo XXX. De la fiesta y ceremonias que se hacian en tas ca-
lendas del undécimo mes que se Ihmaba Ochpaniztli. 175
Capitulo XXXI. De la fiesta y ceremonias que se hacian en tas ca-
lendas de! duodccimo mes que se ttamaba Tcotleco. )?J
Capituto XXXII. De !a fiesta y sacrificios que se hac)an en tas ca-
tendas del decimotercero mes. que se decia Tepeilhuitl. t8s
Capitulo XXXIII. De la fiesta y sacrificios que se hacian en las
catendas de! deeimocuarto mes, que se ttamaba Quecholli. tSy
Capitulo XXXIV. De ta fiesta y sacrificios que se hacfan en tas ca-
lendas del décimoquinto mes, que se decia Panqwtïat!zt)i. 192
Capituto XXXV. De la fiesta y ceremonias que se hacian en las ca-
lendas del décimosexto mes que se ttamaba Atemoztti. 200
Capituto XXXVI. De ta fiesta y saerificiot que se hacian en tas ca-
lendas del décimoseptimo mes que se ttamaba Tititl. 203
Capituto XXXVII. De la fiesta y ceremonias que se haeian en las
calendas del décimoctavo mes que se ttamaba Izcalli. ao6
Capitulo XXXVIII. De la fiesta ttamada Huauhquiltamalquatiztti,
que hacian a los diez dias del mes arriba dicho, que se hacia
a honra del dios ttamado lxcozauhqui. at3
Apendice del Segundo Libro. Retaciôn de tos mexicanos acerca de
las fiestas de Huitzilopochtli. atg
Retaci&n de la fiesta que se hacia de ocho en ocho afios. 216
Relacidn de tos edificios del gran templo de Mexico. 2t8
Retaci6n de los mexicanos, de las cosas que se ofrecian en el templo.. 230
Relacibn de la tangre que se derramaba a honra det demonio, en el
templo y fuera. 232
Retaci6n de otros servicios que se hacfan a los demonios en et tem-
plo y fuera. <:33
Retaci6n de ciertas cérémonies que se hacian a honra dct demonio.. ~4
Retaci6n de las ceremonias que tamb'~n se hacian a honra det de-
monio. 935
Relaci6n de tas diferencias de ministros que scrvian a tos dioses.t37
Retaci6n d<'t taner y cuantas vecc!' tanian en el tempto entre noche
y dia, que era como tafier a tas ttoras. s~tr
Retaci6n de )o<t ejercicios o trahajos que habla en e) t~mpto. 249
Retaci6n d<- tos votes y juramentos. 243
Retaci6n d< tos cantares que se decian a honra de los dioses en tns
temptos y fuera de ettos. 244
Rttaci6n que habla de las mujeres que servian en el tempto. a<;2
39°
LIBRO TERCERO. Del principio que tuvieron los DioMs. 255
Prôtoto. 257
Capttuto I. Det principio que tuvieron los dioaes. 259
t.–Det nacimiento de Huitzitopochtti. 2.o
2.-De como honraban a Huitzilopochtli, como a Dio~ 262
3.–De la penitencia a que se obligan los que recibian el cuerpo
de Huitzilopochtli 263
4.–D& otro atributo a*at pewto que pagaban los que comian el
cuerpo de Huitïitopochtti. 264
Capltulo IL De la estimation en que era tenido el dios namado Ti-
tlaciuan o Tescatlipoca. 265
Capitulo III. Dé la retMi6n de quien era Quetïttc6&tt, otro Hercu-
les gran nigromintico, donde rein6 y de to que hizo cuando se
fue. 267
Ctpttuio IV. De como se ac&bô la fortune de Queti~coatt. y vinicron
CMttra <t otros tre: ni~romAntico*. y de las cotas que hicieron. 268
Câpttuto V. De otro embuste que hizo aquel nia;rom~ntico !t!umdo
Titttc&um. 270
Capitulo VI. De c6mo los de Tu!ta M enojaron por el casamiento
y de otro etnbutte que hixo Titttt'&uan. 272
Capitulo VII. De otro embuste del mismo nigromtntico, con que msno
muchos de tos tullanos danzando y bailando. ~t
Capitulo VIII. De otro cmbutte del mismo ni((romtntico. con que
m)tt6otro!'mu<:hot de to<< de Tulla. 275
Ctpttuto IX. De otro embuste del mismo ni~rom~ntico. con que mat6
muchos mas de tos tottecas. 275
Capltulo X. De otros etnbu<t< (tel mismo ni~ron~ntico. 277
Capitulo XI. De otro embuste del mismo niRromintico. con que mato
otrotmuchottuttMOt. 2~
Capituto XII. De la hu!da de Quct!!atc<'tatt para Tlapallan y de tas
cosas que por et CtminotxM. 278
Ctp!tuto X!II. De las Mfia)c< que dcjo en las picdra~. hecha<! con
las pattDM y con tas nattM!' donde "c aMntaba. ~70
Capitulo XIV. De como de frfo te le nitirieron todos suit pajc: a
Quet):atc6.ttt en la p~Mda de entre las <'ot tictras, et Volcan
y la Sierra Nc\a<)n. y <<<- otras haMna< "oyaa. 2X)
Ap~ndicc de) Terccrol.ihro. ~8.<
Capitula I. Deto)tquc)bana))nfiernoy()e<'u!'o)tw)uin<83
Capttuto H. ne los que ihan al paraixo tcrrenat. ~«7
Capttuto ttl. De los que ihan atcicto.?)?
Capitulo IV. !)c cAmo la Kcnte baja uf recta fu< tujos a la ca~a (juc
M ttama Tetpoct'catti. y <)t' ta'' coxtumhrfs que alli les mo!:traban.. jM
3~'
Capitulo V. De la manera de vivtr y ejercicios que tenian los que se
criaban en el Telpochcalli. 99!
Capitulo VI. D<i los castigos que hacian a los que se emborrachaban. 993
Capitulo VII. De como los sonores y prim.ipates y gente de tono ofre-
cian sus hijos a la casa que se ttanu ba Calmécac y de las cos-
tumbres que alli los mostraban. 294
Capitulo VIII. De tas costumbres que se guardaban en la casa que
se ttamaba Calmécac, donde se criaban los sacerdotes y ministros
de<deninos. 296
Capitulo IX. De la eteccion de los sumos sacerdotes que siempre eran
dos, el uno se ttamaba T6tec tlamacazqui, el otro Ttatoc tlama-
cazqui; que siempre detttan los mas perfectos de todos los que
moraban en e! templo 298
3<~
Cap!tuto VI II. Det quinto signo Ham~do ce icat!, mal atertumtdo,
decian que los que naclan en et etpedttmente M naeton en la
noM casa que ttanum chiconahui cipactli, er<m grandes tnurmur*-
dores, noveterot, mttunet, tettunonero*. etc. Decian ser este ci
signo de QuetMtco~tt, donde la Sente noble hacia mucho* Mcri-
ftCXM y ofrendas a honra de este dios. 3)9
Ctpttuto IX. Del sexto signo thun~do ce mtquiztti. y de su pro~perz
fortuna. Decian que* este tigno era de Tescatlipoca por cuyt re-
verencia hacian en particular muchas o(rend<n y tMTtficiot, y
htchn fiesta y re~tot a los eKtavot, cada uno a los <uyo<. en
sus CtMt. 3~0
Ctpttuto X. De las demis c&MH de este ti~no, de las cuales ttgunas
non mal tfortunadM y otras bien. 3~
Ctpttuto XI. Del segundo signo Htnmdo ce quiahuitl, y de M deMt-
tr<K~t fortuna; decian que )ot que en este tigno nacian entn ni-
tromtnticot, brujot, htchicerot, en~btudorea. El de notar que este
vocablo tttcatecotott propiamente quiere decir n~romintico o bru-
jo impropiamente se usa por diablo. Casi todas !M casas de
este tigno eran de m&t& dite*ti6n. pero la decim* y la décimoter-
cera casas universalmente en todos los signos er<m felices. ~24
Capitulo XII. De las demis casas de este signo, ttgunt* de tM cua-
lei emn indiferentet, otras del todo tn~M. 3~5
Capttulo XIII. Del mal ztuero que tomaban Ii ttguno en este dia
tropuaba o <c !<ntimtb& en tôt pie<, o cala, y de las mttM con-
dictone* de to< que nacian en la octava casa que se Uama ducuei
miquistli, donde hay mucho )en<(uaje de los mal Mondic!on)Mio*
hombres y mujeret. 337
Capttuto XIV. De las pr&tpertt cuatro casas de este signo, !M cua-
les tenian por dichosat, y de la. buenas cond!cione* del que en
eUtt nacla 3.!)!
Capltulo XV. Del octavo ti~no Htmtdo ce malinalli y de su tdverM
fortuna. La tCttundt c~M de este signo tentante por buena, y
unilversalmente todas lai casas de nueve arriba, convienef Mber.
d'cima, undécima, ('uodécinm y decimotercera, las tenian por
buentt.o
Ctpttuto XVI. Det noveno signo nam~do ce cOttt y de su buena for
tuna, si to* que nactan en et no la perdieaen por tu f!ojedtd. Lot
mercaderes tenian a este siano por muy propicio para su oficio. 3Jt
Capttuto XVII. De la p)&tict o ruonamiento que uno de lot mer-
etdere!' vtfjOt hacta tt que e<t*bt de partida para ir a mercn-
dear a provincial tonK'ncuM o extrtuttt, cuando era la primera
vel (que salia). 33~
393
Capttuto XVHI. De otro razonamiento que los mismor hacian a los
que ya otras ve'~s hahian ido a mer-'adear tejos. 334
Capitulo XIX. De las ceremonias que haclan los que quedaban por el
que iba, si vivia y otras cuando oian que ya era muerto. 336
Capitulo XX. De tas demas casas de 'te signe. 337
Capitulo XXI. del décimo signo ttamadc ce técpatt, y de su feticidad;
decian que los timbres que nac!an en este signo eran valientes.
esforzados para la guerra y venturosos y las mujeres que en et
nacian eran varoniles, habiles para todo y muy dichosas en adqui-
rir riquetas; decian que este era el signo de Huitzilopochtli. dios
de la Guerra y Camaxtti. Fn el dia que comenzaba este signo
hacian gran fiesta a Huitxitopochtti, y por todos los trece dias,
a los cuales decian todos ser pr6speros 339
Capituto XXII. Det undecimo sigro ttamado ce ozomatli y de su for-
tuna. Declan que tôt que en et nacian eran de buena condici~n,
amigubles, amables, regocijadot, placenteros, inclinados a mùsica
y a oficios mecinicos. Decian que cuando reinaba este signo des-
ccndian unas ciertas diosas a la tierra, y a todos los que topaban,
pnr caminos o calles, los empecian en et cuerpo. dandotes alguna
enfermedad. Y por este reinando este signe no osaban salir de
casa; y los que en este signo enfermaban luego cran desahuciados
de tos médicos. 34!
Capituto XXIII. Del duodécimo sip[*to ttamado ce cuetzapattin y de
su ventura; decian que los que nacian en este x!)tno eran nervo-
itos, cnjutos, sanos de hnena camadura, diligentes, vividores. Las
casas sujetas: la cuarta, y quinta, y sexta, y nona, universalmen-
te las tentan. por mat afortunadas, en todos los signos; la se~un-
da y oetava, por indiferentes. 343
Capitulo XXIV. Det tercio decfmo sit:no ttamado ce oltin. Decian
que este signo era indiferente a bien y a mal y que los que eu
et nacian si eran pénitentes y bien doctrinados tfs iba bien. y a
a tos otros mat. 343
Capituto XXV. Del décimocuarto signe ttamado ce itzcuintli y de "o
prospéra ventura. E~te decian ser el si~n" del dios det fucgo ))a-
mado Xiuhtecutli a 1'laxictentica. En este s'j~no tn< sefiorcs v
principales hacian gran fiesta a este dios y en este signe los se-
fiores y principales que eran elegidos par regir la repubhra tia-
cian la fiesta de su etecciAn. 3.).!
Capituto XXVI. De como en este signo los sonores se aparcjaban pa-
ra dar guerra a sus y en et misme
enetnigos, sentenciaban a muer-
te a tos que por atgun gran crimen estaban presos. 345
Capitulo XXVII. Dcl decimoquinto si~mo ttamado ce eatti y de su
3<)4
muy adversa fortuna. Decian que los hombres que en et nacian
eran grande* ladrones, tujurioMt, tahures, desperdiciadores y que
siempre paraban en mal; y !a< mujeres que en el nactan eran
pereMMU, dormilonas, inùtUet para todo bien.
Capitulo XXVIII. De lai ma!a< condiciones de ht mujeres que na-
ctan en este signo. 347
Capituto XXIX. De! signo decimoMxto ttamado ce coxcaquauhtti, y
de su buena fortuna. Decian que to* que en este signo nacian
vivhm mucho, tenum !ttrza vida y eran dichosos, aunque muchos
de los que en et nacian morian tuego. 348
Capitulo XXX. Det signo décimoseptimo thmtdo ce atl, y de su
detMtrtdtt fortuna. Decian que los que nMian en et si en la
media vida tenian alguna buena dicha, en la otra media habian
de ser desdichados, y que por la mayor parte morhn muerte desas-
trtdt; decian que este signo era de la diosa del agua Htm~d~ Chat-
chiuhtHcue; hMftnte gran fiesta los que trataban por el agua en
CMOM. 349
C~phuto XXXI. Del signo deeimoet&vo thm~do ce ehécatl y de sus
desgracias y mala fortuna de los que tn el nMMm.TW
Capitulo XXXII. De los ttoro* y t&ttimM que hadan v decian ~quettos
a quien robaron los nigrom&ntico!, y de las dcm&t caM: de e't*
signo. js' 1
Capitulo XXXIII. Det signo decimo noveno que se llama ce quauh-
tli, y f!e su adversa fortuna. Decian que tes hombres que n*c!tn
en este signo ertn valientes o etforttdot, atrevidos, desvergonra-
dos, deKomcdidot. fanfarrones, etc.; y las mujeres eran t~mhten
atrevidas, dftver~onMdM. deslenguadas, deshonestas, etc. De-
cian que en esta signo descendian a la tierra las diosas menores
y empecian a los ninox y ntnM, y por esta causa sus madres y
padres no tes dejaban salir de MM. ni btnarte el ttonpo que este
tiMno reinabt. 3'
Cap!tu!o XXXIV. De la !tuper!.t)ciAn que usaban los que tbtn a visi-
tar (a) h ïeciën parida, y de otros ritos que se guardaban en la
casa de la rccien parida. 3<;4
Ctpttub XXXV. De las ceremonias que hMMm cuando btuttMbtx
la criatura, y del convite que hacian a los ninos cuando te< po-
nfan et nombre; y de la plitica que los viejoit hMttn a la cria-
tura y a la madre 3S5
Capituto XXXVI. Del convitc que <e hac!a por rat6n de tos bateoft.
y de )a orden <)c tervicio y de la borrachera que alli pa<aba.6
Capttuto XXXVM. De )o <)t)p ahora se hace en los bateot que es ca<i
)o mismo ()uc an<'n"atm'ntc hacian y del modo de los banquetes
395
que haclan los seftores, principales y mercaderes, y ahora hacen
y de las demis casas de este signe. 358
Capitulo XXXVIII. Del signo vigesimo y ùttimo ttamado ce toch-
tli. Dec!an que los que nac!an en este signo eran granjeros, tra-
bajadores, vividores, ricos y guardoso!360
Capituto XXXIX. Que habla generalmente de los signos. 360
Capitulo XL. De tas restantes casas de este signo y de ia tabla y
numéros de todos los signos. 36.!
Apéndice del Cuarto Libro, en romance, y es una apotogia en defen-
si6n de la verdad que en el se contiene. 363
"Introducci6n y declaraci6n ahora nuevamente sacada, que es el Calen-
dario de tos Indios de Anihuac, esto es, de la Nueva Espana. 365
Confutacion de to arriba dicho. 366
Siguese adelante en el tratado de aquel religioso. 367
Confutac!6n de !o arriba dicho 368
Siguese la Tabla y manera de contar que tenlan los adivinos en esta
arte. 368
AI lector 368
La cuenta de todos los tiempos que tenian estos naturales, es la que
se sigue. 370
LAMINAS
39<~
G)< <<c<~o de imprimir este
J<~ « roo.