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INTRODUCCIÓN
3.1. HIPÓTESIS
3.2. VARIABLES
4.2 DISEÑO
PRESUPUESTO
CRONOGRAMA
BIBLIOGRAFÍA
APÉNDICES
INTRODUCCIÓN
Se tiene como propósito la detección oportuna de aquellos alumnos que estén en riesgo
o padezcan actualmente el Síndrome de Burnout que están actualmente en el centro
pre universitario que están sometidos a grandes cargas de estrés que afectan
directamente al aprovechamiento del estudiante la perdida de interés por sus estudios
originada a causa de la frustración y agotamiento que se da principalmente por la
incapacidad de poder afrontar sus problemas dentro del centro de estudios por lo cual
es importante reconocerlos a nivel clínico para detectar las causas de estrés y que no
abandone sus estudios o en su defecto, aumente el interés y desarrolle sus capacidades
académicas que lo ayuden a su ingreso universitario.
CAPÍTULO I
PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN
1- Problema principal:
¿Detección del síndrome de burnout en alumnos preuniversitarios del centro de
estudios instituto peruano tecnológico empresarial ipt?
2- Problemas específicos:
¿En qué medida el inventario de MBI ayuda a la detección del síndrome de burnout
en los alumnos preuniversitarios del centro de estudios instituto peruano
tecnológico empresarial ipt?
Objetivo general:
Objetivos específicos:
La aplicación del Maslach Burnout Inventory (MBI – SS) demuestra que al igual que los
trabajadores, los estudiantes universitarios pueden reflejar agotamiento por las
demandas del estudio (agotamiento emocional), además de actitudes de desinterés,
auto sabotaje frente a las actividades académicas y dudas acerca del valor del estudio
(cinismo) y sentimiento de incompetencia como estudiantes (autoeficacia negativa /
rendimiento académico), la detección oportuna ayuda a que los estudiantes mejoren su
calidad de vida y tenga los recursos necesarios para que puedan afrontar las dificultades
que se generan dentro de su aprendizaje lo que ayudará al centro a tener una base de
datos fiable con la que pueden realizar futuras intervenciones en bien de los estudiantes,
dando herramientas de acompañamiento a los docentes para contribuir a una dinámica
saludable en la recepción del aprendizaje y la desenvoltura de los estudiantes a futuro.
De forma paralela, Maslach (1976), psicóloga social, estudiaba la manera en que las
personas se enfrentaban con el arousal emocional en el medio laboral centrándose en
las estrategias cognitivas de “indiferencia” y “deshumanización” como autodefensa;
constatando su implicación en la identidad y conducta profesional. Al comentar con un
amigo abogado sus conclusiones, éste refirió que en el argot jurista se utilizaba el
término “Burnout” para referirse a los abogados de los pobres.
Pese a que el término se dio a conocer fundamentalmente con estos dos autores,
Schwartz y Will (1953) ya habían presentado la primera conceptualización del síndrome
de “Burnout” como proceso, al describir un sentimiento de baja moral y distanciamiento
con respecto a los pacientes en enfermeras que trabajaban en un hospital psiquiátrico.
Tal y como recogen Alarcón, Vaz y Guisado (2001) pese a que el estudio careció de
rigor científico tuvo un gran valor heurístico.
Greene (1960) utilizó una definición de síntomas psicológicos para aludir a una persona
que padecía una enfermedad física incurable y que él definía como “quemada”, en un
estado de “vaciamiento existencial”. Posteriormente en 1961, escribiría la novela “A
Burn-out case” donde relata la vida de un arquitecto que atormentado y desilusionado
abandona su trabajo para irse a vivir a la selva africana (Maslach, Schaufeli y Leiter,
2001).
El presente estudio tiene como objetivo establecer la relación que existe entre el estrés
académico y los hábitos de estudio en universitarios de la carrera de psicología del I al
IV ciclo de un centro de formación superior de Lima-Sur. La muestra estuvo conformada
por 337 estudiantes universitarios de la carrera de Psicología pertenecientes a los cuatro
primeros ciclos, de ambos sexos y cuyas edades fluctúan entre los 16 y 31 años. El
diseño de investigación es correlacional y el tipo no experimental transversal. Los
instrumentos administrados para la recolección de datos fueron el Inventario Sisco de
Estrés Académico y el Inventario de Hábitos de Estudio CASM-85. Los resultados
obtenidos demuestran que el 80,50 % presenta un nivel promedio del estrés académico
y el 78,99 % un nivel promedio de hábitos de estudio. Así mismo se encontró una
correlación estadísticamente significativa y positiva entre el estrés académico y los
hábitos de estudio. Analizando si las variables sociodemográficas establecen
diferencias a nivel de ambas variables se encontró que el sexo establece diferencias en
las áreas estrés físico, psicológico y estrés académico total (es mayor en las mujeres).
La edad establece diferencias significativas en hábitos de estudio y estrés académico.
El ciclo establece diferencias en el estrés académico, encontrándose que los alumnos
del 3 er ciclo tienen mayor estrés académico en el área estresores, asimismo a nivel de
los Hábitos de Estudio se encontró que los estudiantes de 1 er y 3 er ciclo tienen mejores
Hábitos de Estudio Palabras clave: Estudiantes de Psicología, estrés académico y
hábitos de estudio.
En Latinoamérica esta realidad es más grave aún. Las investigaciones revelan que
existe una elevada incidencia de estrés en los estudiantes universitarios, alcanzando
valores superiores al 67% de la población estudiada, siendo estas de mayor incidencia
durante el periodo de exámenes. La preocupación por el trabajo escolar (77%) y las
calificaciones (74%) se encuentran en la parte superior de la lista de los elementos
estresantes (Román, Ortiz y Hernández, 2008). La explicación a este hecho se
encuentra en la investigación realizada por De Garay (2006) quien analizó los hábitos
de estudio de estudiantes de 54 universidades tecnológicas de Colombia y encontró que
los hábitos asociados al trabajo académico en lugar de fortalecerse durante el tránsito
de la universidad, se van debilitando. En nuestro medio, los estudios realizados revelan
que el 96.6% de los alumnos reconocieron haber tenido estrés académico en algún
momento de su vida considerando que en el tercer año de estudio es donde se ve el
mayor incremento de estrés. Por otro lado, se observó que los varones se suelen
estresar más que las mujeres siendo los factores más comunes el tiempo para cumplir
con las actividades, los trabajos de cursos y las responsabilidades para cumplir las
obligaciones académicas (Bedoya, Perea y Ormeño, 2006). Torres (2008) nos da una
explicación a estos datos al encontrar que solo el 20% de los estudiantes universitarios
poseen buenos hábitos de estudio y que el puntaje promedio de hábitos de estudio
resulta ser un puntaje bajo en comparación a muestras universitarias similares de otros
países, ello podría estar relacionado con la falta de adquisición del hábito en etapas
académicas previas. Por otro lado, cabe destacar la importancia de los alumnos que
ingresan por primera vez a la universidad ya que es ahí en donde se comienza a generar
el estrés académico en mayor medida debido a los cambios y exigencias que se
presentan en esta nueva etapa de su vida para los cuales tendrán que buscar
estrategias para afrontar estas situaciones.
EL SÍNDROME DE BURNOUT:
Freudenberger (1974) observó que muchos de los voluntarios con los que trabajaba,
experimentaban en un momento determinado, un bajón emocional y una pérdida de
motivación e implicación, observando que este proceso tenía una duración aproximada
de un año y que se acompañaba de síntomas físicos y mentales. Para aludir a este
particular estado de agotamiento emocional, el autor empleó una palabra que
coloquialmente se utilizaba para describir los efectos de los abusos crónicos de drogas,
“Burnout”. De forma paralela, Maslach (1976), psicóloga social, estudiaba la manera en
que las personas se enfrentaban con el arousal emocional en el medio laboral
centrándose en las estrategias cognitivas de “indiferencia” y “deshumanización” como
autodefensa; constatando su implicación en la identidad y conducta profesional. Al
comentar con un amigo abogado sus conclusiones, éste refirió que en el argot jurista se
utilizaba el término “Burnout” para referirse a los abogados de los pobres.
Otros autores como Savicki (1979) apoyarían este calificativo argumentando que a
efectos epidémicos “el Burnout es similar al sarampión”. Olabarría (1997), Seidman y
Zager (1986, 1991), Smith, Bybee y Raish (1988) son otros de los autores que hacen
hincapié en la idea del efecto propagador del “Burnout” dentro de las organizaciones,
especialmente si la causa reside en la dirección organizativa, o cuando la situación se
agrava como consecuencia de la ausencia de comprensión y escasa disposición para
tratar los problemas. Burke y Greenglass (2001) apuntan también las evidencias que
tienen los efectos negativos del “Burnout” sobre la vida doméstica.
En 1977 Maslach, dio a conocer este término de forma pública en el Congreso Anual de
la Asociación Americana de Psicólogos (APA), utilizando el término para referirse a una
situación cada vez más frecuente entre los trabajadores de los servicios humanos,
consistente en el hecho de que después un cierto tiempo de trabajo y dedicación,
acababan quemados o agotados.
Cherniss (1980) defendió una perspectiva organizacional en la que estudia cómo las
organizaciones y sus características socioculturales afectan a la persona en su trabajo.
Desde este encuadre, apoda al “Burnout” como la “enfermedad del sobrecompromiso”
y lo considera como una forma de afrontar el estrés, en concreto, una forma de
adaptación defensiva ante la sobrecarga que puede generar la interacción de las
características del medio laboral y las variables personales del trabajador, definiéndolo
como los “cambios personales negativos que se dan a lo largo del tiempo en
trabajadores con empleos frustrantes o con excesivas demandas”, y analizándolo como
un proceso de tres estados, o tres mecanismos usados en reacción al estrés, frustración
y trabajo monótono: el primer estado se refiere a una balanza negativa entre los recursos
y las demandas (estrés); el segundo estado está mediatizado por tensión emocional,
fatiga y extenuamiento (strain); por último, el tercer estado consiste en un número de
cambios en las actitudes y conductas, como una tendencia a tratar a los clientes de una
forma desinteresada y mecánica o con una preocupación cínica (coping defensivo).
Aunque Cherniss (1980) lo refiere en un primer momento a un proceso en el que los
profesionales están desengañados de su trabajo en respuesta a experiencias de estrés
y tensión en el mismo, posteriormente, enfatiza la indefensión percibida y la pérdida de
control como aspectos críticos del problema (Cherniss, 1985).
Edelwich y Brodsky (1980) lo consideran un proceso caracterizado por una pérdida
progresiva del idealismo, la energía y los motivos vividos por los profesionales de los
campos asistenciales o de ayuda, como consecuencia de las condiciones laborales.
Gillespie (1980) diferencia dos tipos de “Burnout”: el “Burnout” activo, caracterizado por
el mantenimiento de una conducta asertiva y relacionada con factores organizacionales
o elementos externos a la profesión; y el “Burnout” pasivo, con prevalencia de
sentimientos de retirada y apatía y relacionado con factores internos psicosociales.
Farber (1991) lo define como un síndrome relacionado con el trabajo que surge de la
percepción de una discrepancia significativa entre el esfuerzo (entrada) y la recompensa
(salida), estando influida esta percepción por factores individuales, sociales y
organizativos. Se daría en aquellos trabajadores con funciones cara a cara con clientes
problemáticos o necesitados y que se caracterizarían típicamente por el abandono y el
cinismo hacia los clientes, agotamiento físico y emocional y diversos síntomas
psicológicos, como irritabilidad, ansiedad, tristeza y baja autoestima.
Jenkins y Calhoun (1991) precisan el “Burnout” como una “consecuencia del estrés
prolongado”, reflejando la acumulación de reacciones de estrés y su connotación de
fenómeno contagioso ya que cuando hay un profesional insatisfecho y deprimido sus
compañeros pueden llegar a estarlo con mayor probabilidad (Calvete y Villa, 1997).
Chan y Hui (1995) lo toman como una negativa experiencia afectiva resultado del
crónico estrés laboral. García (1995) observa que el síndrome se caracteriza
fundamentalmente por la dimensión Agotamiento Emocional, premisa de la cual parte
para elaborar la Escala de Efectos Psíquicos del Burnout (EPB, García y Velandrino,
1992).
Harrison (1999) lo define como ‘‘un estado de agotamiento físico, emocional y mental
causado por la implicación a lo largo del tiempo en situaciones que son emocionalmente
demandantes” (pp.25).
Schaufeli y Enzmann (1998) sostienen que es un proceso, resultado del desajuste entre
las intenciones personales en el medio laboral y la realidad. Es un estado mental
persistente y negativo respecto al trabajo, que se da en personas normales,
caracterizado por un agotamiento y fatiga, sentimiento de falta de efectividad,
disminución en la motivación y desarrollo de conductas y actitudes laborales
disfuncionales, desarrollado de forma gradual como resultado del desajuste entre las
intenciones laborales del trabajador y la realidad. Para estos autores el uso de
estrategias de afrontamiento no apropiadas puede autoperpetuar el síndrome.
Guerrero (1999) considera desde una perspectiva psicosocial, que el síndrome no debe
identificarse con estrés psicológico, sino que ha de entenderse como una respuesta a
las fuentes de estrés crónico que surgen de las relaciones entre usuarios de los servicios
asistenciales (pacientes, alumnos, clientes, etc.) y profesionales que les atienden
(médicos, profesores, policías, abogados, etc.), es decir; un proceso de interacción entre
contexto laboral y características del trabajador.
Recientemente, Farber (2000) añade una cuarta dimensión a las tres ya descritas
previamente por Maslach (1982), Maslach y Jackson (1981), Maslach y Pines (1977)
denominada “inconsequentiality”, consistente en la apreciación por parte de los
profesionales de los servicios humanos de la ineficacia de sus esfuerzos para ayudar a
las personas, que la tarea es interminable, y que los momentos personales para su
trabajo no han sido próximos. Para este autor, el tipo de “Burnout” que hoy en día
prevalece se caracteriza por trabajos con múltiples obligaciones, incremento de
presiones externas, recompensas económicas inadecuadas e insuficientes
oportunidades de desarrollo personal.
Gil-Monte y Peiró (1999); Salanova, Schaufeli, Llorens, Peiró y Grau (2000); Schaufeli
y Enzmann, (1998); Schaufeli y Salanova (2002) consideran el “Burnout” como una
consecuencia negativa en los trabajadores derivado de la existencia de exceso de
demandas laborales y falta de recursos para afrontarlas. Posteriormente, Gil-Monte,
Carretero, Roldán y Nuñez-Román (2005) definen el síndrome de quemarse por el
trabajo como una respuesta al estrés laboral crónico que conlleva una experiencia
subjetiva de carácter negativo compuesta por cogniciones, emociones y actitudes
negativas hacia el trabajo, las personas con las que se relaciona el individuo en su
trabajo, en especial con los clientes, y hacia el propio rol profesional.
Cooper, Dewe y O’Driscoll (2001) afianzan que el síndrome está causado por un estrés
laboral crónico. Iacovides, Fountoulakis, Kaprinis y Kaprinis (2003) consideran que el
“Burnout” no sería sinónimo de estrés laboral, fatiga, alienación o depresión, sino que
estaría causado por desproporcionados esfuerzos (tiempo, implicación emocional,
apatía) y baja satisfacción en adicción a situaciones laborales estresantes (altas
demandas).
Para Marqués, Lima y Lopes (2005) es “la reacción al estrés profesional docente más
amplia y consistente y ampliamente estudiada”, el cual “agrupa alteraciones o
consecuencias relativas a la salud física y psicológica de los profesores, y alteraciones
de tipo motivacional o comportamental que dan lugar a bajos niveles de satisfacción
profesional e intenciones de abandonar la profesión” (p.127).
Best, Stapleton y Downey (2005) lo definien como “el resultado de una relación
disfuncional entre la persona y el medio laboral” (p.441).
Gil-Monte (2005) expone que el SQT (Síndrome de Quemarse por el Trabajo) es una
respuesta al estrés laboral crónico. Para el autor se trata de una experiencia subjetiva
de carácter negativo compuesta por cogniciones, emociones y actitudes negativas hacia
el trabajo, las personas con las que se relaciona el individuo en su medio laboral y en
especial hacia los clientes incluso el propio rol profesional. Como consecuencia de esta
respuesta aparecen una serie de disfunciones conductuales, psicológicas y fisiológicas
que tienen repercusiones nocivas para las personas y la organización. (p.44)
En caso de realizar una traducción del término, Gil-Monte (2003) recomienda utilizar la
expresión “Síndrome de quemarse por el trabajo” en base a los siguientes argumentos:
- Síndrome: alude a la comprensión del fenómeno. Informa sobre su naturaleza
indicando que está integrado por un conjunto de síntomas; y de cara al diagnóstico
informa sobre la necesidad de identificar y evaluar los mismos.
RENDIMIENTO ACADEMICO:
Desde el planteamiento de Entin y Feather (1982), los objetivos que se pretenden lograr
influirán sobre el comportamiento de aprendizaje a través de la atención, la promoción
de estrategias de desarrollo, el estímulo del esfuerzo y el aumento de la constancia en
la elaboración del trabajo realizado. Basándose en el origen del término rendimiento
muchos lo han entendido como utilidad o producto. Para Marcos (1966), el rendimiento
escolar es la utilidad o producto de todas las actividades, tanto educativas como
informativas.
Para Plata (1969), la escuela persigue una finalidad que moviliza energías físicas y
psíquicas conscientemente dirigidas y con cuyo consumo se pretende obtener un
resultado, un rendimiento, que se define como el producto útil del trabajo escolar. Para
Pacheco (1970) el aprovechamiento escolar constituye el aspecto cuantitativo del
rendimiento que el trabajo escolar produce.
En este sentido, si bien las calificaciones son el indicador del rendimiento, el valor
añadido consiste en que ha potenciado la investigación sobre factores que facilitan el
rendimiento, así como la evaluación de programas de mejora y estudios etnográficos
sobre la escuela. Para Navarro (2003) el rendimiento académico es “un constructo
susceptible de adoptar valores cuantitativos y cualitativos, a través de los cuales existe
una aproximación a la evidencia y dimensión del perfil de habilidades, conocimientos,
actitudes y valores desarrollados por el alumno en el proceso de enseñanza
aprendizaje”.
Admitimos los aspectos que lo diferencian del aprendizaje y somos conscientes de que
aprendizaje y rendimiento no son términos sinónimos, que ambos están íntimamente
relacionados, que forman parte de un mismo proceso y que están influenciados por
factores similares.
CUESTIONARIO DE MBI:
En los años setenta, Freuderberger (1974) se refirió al burnout como condición de los
profesionales de la salud, definida como una combinación de cansancio emocional
crónico, fatiga física, pérdida de interés por la actividad laboral, baja realización personal
y deshumanización en el cuidado y atención a los pacientes. Maslach (1976) definió el
síndrome como un estado de estrés crónico producido por el contacto de los
profesionales de la salud con los pacientes, que lleva a la extenuación del profesional y
a un distanciamiento emocional con sus pacientes, junto con dudas acerca la capacidad
para realizar efectivamente su labor.
Para 1978 se extendió el estudio del burnout hacia otras profesiones. Aunque no existe
una definición unánimemente aceptada sobre esta versión del síndrome (Garden, 1987),
a lo largo de los años se ha establecido un consenso en el sentido de que se trata de
una respuesta al estrés laboral caracterizada por actitudes y sentimientos negativos
hacia el trabajo y hacia el propio rol profesional, así como por una vivencia de
encontrarse emocionalmente agotado (Maslach & Jackson, 1981). Más recientemente,
Schaufeli y Enzmann (1998) lo han definido como un estado mental persistente y
negativo, relacionado con el trabajo en individuos normales, que se caracteriza
principalmente por agotamiento emocional, acompañado de distrés, un sentimiento de
reducida competencia, poca motivación y el desarrollo de actitudes disfuncionales en el
trabajo.
La aplicación del MBI-SS demostró que, al igual que los trabajadores, los
estudiantes pueden reflejar agotamiento por las demandas del estudio
(agotamiento), además de actitudes de desinterés, autosabotaje frente a las
actividades académicas y dudas acerca del valor del estudio (cinismo) y sentimiento
de incompetencia como estudiantes (autoeficacia negativa) (Bresó, Llorens, &
Salanova, 2005; Bresó & Salanova, 2005Salanova, Grau, Martínez & Llorens, 2004;
Salanova, Martínez, Bresó, Llorens, & Grau, 2005).
3.1. HIPÓTESIS
1. Hipótesis General
o Variable Independiente:
Agotamiento
Hipótesis Específicas
o Variable Independiente
En qué medida se puede detectar el síndrome de Burnout.
o Variable independiente
Inventario de MBI.
3.2. VARIABLES
o Agotamiento.
o Despersonalización.
o Realización personal.
Cuestionario de
MBI Agotamiento Cansancio excesivo. Cuestionario de MBI.
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
MÉTODO DE LA INVESTIGACIÓN:
- Se trabajará con 120 estudiantes entre varones y mujeres del Preuniversitarios del
Centro de Estudios Instituto Peruano Tecnológico Empresarial ITP.
4.2 DISEÑO
- Fichas de anotación.
Este cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI) está constituido por 22 ítems
en forma de afirmaciones, sobre los sentimientos y actitudes del profesional en su
trabajo y hacia los alumnos y su función es medir el desgaste profesional. Este test
pretende medir la frecuencia y la intensidad con la que se sufre el Burnout.
VALORACIÓN
DE
PUNTUACIONES
Altas puntuaciones en las dos primeras subescalas y bajas en la tercera definen
el síndrome de Burnout. Hay que analizar de manera detallada los distintos
aspectos para determinar el Grado del Síndrome de Burnout, que puede ser más o
menos severo dependiendo de si los indicios aparecen en uno, dos o tres ámbitos;
y de la mayor o menor diferencia de los resultados con respecto a los valores de
referencia que marcan los indicios del síndrome. Este análisis de aspectos e
ítems puede orientar sobre los puntos fuertes y débiles de cada uno en su labor
docente.
VALO
RES
DE
REFER
ENCIA
5 Creo que estoy tratando a algunos alumnos/as como si fueran objetos impersonales.
6 Siento que trabajar todo el día con alumnos/as supone un gran esfuerzo y me cansa.
7 Creo que trato con mucha eficacia los problemas de mis alumnos/as.
9 Creo que con mi trabajo estoy influyendo positivamente en la vida de mis alumnos/as.
10 Me he vuelto más insensible con la gente desde que ejerzo la profesión docente.
17 Siento que puedo crear con facilidad un clima agradable con mis alumnos/as.
18 Me siento motivado después de trabajar en contacto con alumnos/as.
CRONOGRAMA
ACTIVIDADES BIMESTRE
1 2 3 4 5 6
Elaboración y presentación del *
Proyecto
2. FICHA TÉCNICA
b. AUTOR:
c. PROCEDENCIA:
Universidad de Londres. Inglaterra
d. APARICIÓN:
1954
e. OBJETIVO:
h. METAS:
j. ADMINISTRACIÓN:
l. UTILIDAD:
m. DATOS NORMATIVOS:
n. VALORACIÓN:
De cada una de las respuestas posibles SI o NO califique solo una, cada item
califica solo una dimension. La clave le damos poniendo el numero del item,
la respuesta que da un punto y la diemnsion que mide:
1. Si E 22. Si E 43. Si N
2. Si N 23. Si N 44. Si E
3. Si E 24. Si L 45. Si N
4. Si N 25. Si E 46. Si E
5. No E 26. Si N 47. Si N
6. Si L 27. Si E 48. No L
7. Si N 28. Si N 49. Si E
8. Si E 29. No E 50. Si N
9. Si N 30. No L 51. No E
10. Si E 31. Si N 52. Si N
11. Si N 32. No E 53. Si E
12. No L 33. Si N 54. No L
13. Si E 34. No E 55. Si N
14. Si N 35. Si N 56. Si E
15. No E 36. Si L 57. Si N
16. Si N 37. No E
17. Si E 38. Si N
18. No L
19. Si N
39. Si E
40. Si N
20. No E 41. No E
21. Si N 42. No L
INVENTARIO DE PERSONALIDAD EYSENCK
FORMATO B
CUESTIONARIO
INSTRUCCIONES
Aquí tienes algunas preguntas sobre el modo como usted se comporta, siente y actúa.
Después de cada pregunta, conteste en la hoja de respuestas con un “SI” o con una “NO”
según sea su caso.
Trate de decir “SI” o “NO” representa su modo usual de actuar o sentir, entonces, ponga un
aspa o cruz en el circulo debajo de la columna “SI” o “NO” de su hoja de respuestas. Trabaje
rápidamente y no emplee mucho tiempo en cada pregunta; queremos su primera reacción,
en un proceso de pensamiento prolongado.
El cuestionario total no debe de tomar más que unos pocos minutos. Asegúrese de omitir
alguna pregunta.
Ahora comience. Trabaje rápidamente y recuerde de contestar todas las preguntas. No hay
contestaciones “correctas” ni “incorrectas” y esto no es un test de inteligencia o habilidad,
sino simplemente una medida de la forma como usted se comporta.
1. ¿le gusta abundancia de excitación y bullicio a su alrededor?
2. ¿tiene a menudo un sentimiento de intranquilidad, como si quisiera algo, pero
sin saber que?
3. ¿tiene casi siempre una contestación lista ala mano cuando se le habla?
4. ¿se siente algunas veces feliz, algunas veces triste, sin una razón real?
5. ¿permanece usualmente retraído (a) en fiestas y reuniones?
6. cuando era niño(a) ¿hacia siempre inmediatamente lo que le decían, sin
refunfuñar?
7. ¿se enfada o molesta a menudo?
8. cuando lo(a) meten a una pelea ¿prefiere sacar los trapitos al aire de una vez
por todas, en vez de quedar callado(a) esperando que las cosas se calmen
solas?
9. ¿es usted triste, melancólico (a)?
10. ¿le gusta mezclarse con la gente?
11. ¿a perdido a menudo el sueño por sus preocupaciones?
12. ¿se pone a veces malhumorado (a)?
13. ¿se catalogaría a si mismo(a) como despreocupado (a) o confiado a su buena
suerte?
14. ¿se decide a menudo demasiado tarde?
15. ¿le gusta trabajar solo (a)?
16. ¿se ha sentido a menudo apático (a) y cansado(a) sin razón?
17. ¿es por lo contrario animado(a) y jovial?
18. ¿se ríe a menudo de chistes groseros?
19. ¿se siente a menudo hastiado(a), harto, fastidiado?
20. ¿se siente incomodo(a) con vestidos que no son del diario?
21. ¿se distrae (vaga su mente) a menudo cuando trata de prestar atención a algo?
22. ¿puede expresar en palabras fácilmente lo que piensa?
23. ¿se abstrae (se pierde en sus pensamientos) a menudo?
24. ¿esta completamente libre de prejuicios de cualquier tipo?
25. ¿le gusta las bromas?
26. ¿piensa a menudo en su pasado?
27. ¿le gusta mucho la buena comida?
28. cuándo se fastidia ¿necesita algún(a) amigo(a) para hablar sobre ello?
29. ¿le molesta vender cosas o pedir dinero a la gente para alguna buena causa?
30. ¿alardea (se jacta) un poco a veces?
31. ¿es usted muy susceptible (sensible) por algunas cosas?
32. ¿le gusta mas quedarse en casa, que ir a una fiesta aburrida?
33. ¿se pone a menudo tan inquieto(a) que no puede permanecer sentado(a)
durante mucho rato en una silla?
34. ¿le gusta planear las cosas, con mucha anticipación?
35. ¿tiene a menudo mareos (vértigos)?
36. ¿contesta siempre una carta personal, tan pronto como puede, después de
haberla leído?
37. ¿hace usted usualmente las cosas mejor resolviéndolas solo(a) que hablando a
otra persona sobre ello?
38. ¿le falta frecuentemente aire, sin haber hecho un trabajo pesado?
39. ¿es usted generalmente una persona tolerante, que no se molesta si las cosas
no están perfectas?
40. ¿sufre de los nervios?
41. ¿le gustaría mas planear cosas, que hacer cosas?
42. ¿deja algunas veces para mañana. Lo que debería hacer hoy día?
43. ¿se pone nervioso(a) en lugares tales como ascensores, trenes o túneles?
44. cuando hace nuevos amigos(as) ¿es usted usualmente quien inicia la relación o
invita a que se produzca?
45. ¿sufre fuertes dolores de cabeza?
46. ¿siente generalmente que las cosas se arreglaran por si solas y que terminaran
bien de algún modo?
47. ¿le cuesta trabajo coger el sueño al acostarse en las noches?
48. ¿ha dicho alguna vez mentiras en su vida?
49. ¿dice algunas veces lo primero que se le viene a la cabeza?
50. ¿se preocupa durante un tiempo demasiado largo, después de una experiencia
embarazosa?
51. ¿se mantiene usualmente hérnico(a) o encerrado (a) en si mismo(a), excepto
con amigos muy íntimos?
52. ¿se crea a menudo problemas, por hacer cosas sin pensar?
53. ¿le gusta contar chistes y referir historias graciosas a sus amigos?
54. ¿se le hace más fácil ganar que perder un juego?
55. ¿se siente a menudo demasiado consciente de si mismo(a) o poco natural
cuando esta con sus superiores?
56. cuando todas las posibilidades están contra usted, ¿piensa aun usualmente que
vale la pena intentar?
57. ¿siente “sensaciones” en el abdomen, antes de un hecho importante?
MELANCOLICO COLERICO
24
23
22
ALTAMENTE 21 ALTAMENTE
20
19
18
17
16
15
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24
14
INTROVERSION 13 EXTROVERSIO
11
10
9
8
7
6
5
4
ALTAMENTE 3 ALTAMENTE
2
1
FLEMATICO 0 SANGUINEO
ESTABLE