La Sopa Teóloga: Fortalecimiento de la identidad en el Pueblo de Moche -
LA SOPA TEÓLOGA: ejemplo, para los mexicanos el maíz, aparte de
FORTALECIMIENTO DE LA
IDENTIDAD EN EL PUEBLO DE MOCHE
(César A. Sánchez Narváez)
Hablar de comida, es sin lugar, a dudas
remontarnos a el origen de nuestra especie, ya
Engels lo señala en su libro la trasformación del
mono en hombre, “Utilizar en la alimentación
un número cada vez mayor de nuevas plantas y
cada vez más partes comestibles de éstas, en
una palabra, debía llevar a que la
alimentación, cada vez más variada aportase al
organismo nuevas sustancias, las cuales
creaban las condiciones químicas para la
transformación de estos monos en seres
humanos (…)” (Engels 1970: 67 – 68). Si bien
es cierto que en este documento se aborda con
mucha profundidad y detalle la importancia que
ha tenido el trabajo en esa transformación
histórica que sufrió el ser humano para ser lo que
es hoy en día, también es cierto que se hace
mención en una sucesión de párrafos la
importancia que ha tenido la alimentación en la
obtención de la gran transformación del hombre
y de su permanencia en la tierra como una
especie fuerte y realmente desarrollada en
comparación de las demás especies animales.
Es así que la alimentación ha formado parte de
la existencia del hombre desde sus inicios y lo
seguirá siendo hasta su extinción o evolución en
este planeta. Lévi Strauss, en sus Mitológicas,
Lo crudo y lo Cocido, dispone que el fuego y la
transformación de los alimentos en la cocina
sellan el inicio de la humanidad.
La comida es el principal elemento para
satisfacer las necesidades de la humanidad,
como lo señala la UNESCO, “La satisfacción de
las necesidades alimenticias es una condición
indispensable de la supervivencia de los seres
vivos. El hombre parece a la que puede
observarse en otros animales. El hecho de
poder subsistir tanto a la proximidad del polo
como en las selvas ecuatoriales, se debe a su
fisiología generosa de omnívoros” (UNESCO,
1984: 04).
Comer y beber son cosas de tan enorme
importancia para la humanidad que a menudo se
hallan asociadas con aspectos que muchas veces
nada tienen que ver con la nutrición. Por
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Profesional de Antropología, enero – 2017.
César Sánchez N.
ser el alimento fundamental de su dieta, es
también el centro de veneración, de sus
costumbres, ritos y mitos, logrando no solo
cumplir el papel en la alimentación, sino como
componente vital en la identidad Cultural de sus
pueblos.
En el Distrito de Moche, Provincia de Trujillo,
Departamento de La Libertad, en la costa norte
del Perú, pueblo milenario que ha evolucionado
mucho a través de los años, y cuyo origen se
remonta a la época prehispánica, es el lugar
donde se prepara un original y delicioso platillo
con un valor simbólico excepcional, “La Sopa
Teóloga”, preparado a base de pan, pava, azafrán
y otros ingredientes. Pero remontémonos a un
aproximado de “el origen” de este platillo.
El principal ingrediente de la Sopa Teóloga, es
el pan, el cual tiene sus inicios en la época
colonial; con la llegada de los españoles e
instaurada la ciudad de los Reyes, en 1535, llega
también el trigo a Perú, como señalan las fuentes
históricas, traído por la señora Inés Melchor,
esposa del medio hermano de Francisco Pizarro,
Martin de Alcántara, Inés Melchor, reconocida
por ser quien trajo el trigo a nuestras tierras y
cultivarlo, es también considerada la primera
persona que preparó el primer pan, para aquellos
que no querían consumir los productos
autóctonos de nuestras tierras. Con esto el trigo
se extiende por el territorio llegando a los valles
de Mansiche y Chicama. Otro ingrediente que es
traído por los españoles es el azafrán, aquel
ingrediente con origen en el mediterráneo, es
sembrado en los valles de Moche.
La receta probablemente traída por mujeres
españolas, pues presenta muchas similitudes a la
“Sopa De Ajo” de España, un tipo de sopa
típicamente castellana y leonesa que contiene
fundamentalmente agua o caldo y pan, que en
ciertos lugares de España es uno de los platos
típicos de la cuaresma y consumido durante los
días de Semana Santa, por no contener carne
diferente a la nuestra que si la lleva y que es
consumida sólo en el Domingo de Ramos.
Velázquez Benites, señala que tras la
colonización la cocina peruana no sufre, más
bien se nutre y enriquece de nuevos ingredientes
y da origen a nuevos sabores. La Sopa teóloga
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como la conocemos hoy en día es el producto de
diferentes ingredientes nativos como foráneos, y
cuya periodicidad será producto de otra
investigación sobre los aspectos socioculturales
de este plato.
Es necesario señalar que la Sopa teóloga, que
conocemos hoy, es la unión de dos comidas, “La
Sopa teóloga” (Una sopa de pan, con caldo de
pava y azafrán) y “El Pepián de Arroz con
Cabrito” (arroz atamalado como es conocido en
el norte de Perú, azafrán y seco de cabrito), la
unión de estas comidas conforma lo que es
conocida como “Boda Mochera” o simplemente
“Sopa Teóloga”. La cual ha pasado por tres
momentos que son los siguientes y que han sido
proporcionados por informantes en las
constantes salidas de campo, que la ciencia
antropológica requiere: 1) La Sopa del Cura o
Teólogo, exclusiva para el clero (de allí su
nombre) con surgimiento aproximadamente en
el S. XVI, 2) La fusión de la Sopa Teóloga con
el Pepián de Arroz y cabrito (Creatividad de la
mujer mochera) llamada Boda Mochera en
donde simbólicamente la Sopa Teóloga
representa a la Mujer y el Pepián al Hombre,
ambos unidos en matrimonio y 3) La
reivindicación de su nombre como Sopa
Teóloga, a pesar de tener el pepián de arroz con
cabrito como acompañamiento. Podemos
observar aquí, que desde sus inicios este platillo
ha tenido un valor simbólico que hasta hoy se
mantiene entre los y las cocineras que lo
preparan.
Luego de haber repasado en pocas líneas, la
historia de este platillo, la cual tiene diferentes
versiones orales dentro del pueblo, es necesario
remontarnos a la actualidad, este se ha
popularizado y un aspecto cultural importante
es, el no haber dejado de ser parte de la
religiosidad, los rituales y las tradiciones de un
pueblo sumamente religioso como Moche, sin
dejar de señalar que esta comida es originaria de
Moche, y ningún otro pueblo de nuestro país la
prepara.
Desde el simple hecho de preparar la sopa
teóloga, que es de por si un ritual, ya que desde
un día antes se preparan los ingredientes con
suma primorosidad y abnegación, o si nos
trasladamos meses antes con la compra de
animales de corral que conlleva el plato, ya que
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la idea de compartir con sus seres queridos (en
matrimonios, cumpleaños o cualquier otra fiesta
familiar); con la hermandad y devotos de los
diferentes santos (para las fiestas religiosas) o
simplemente compartir con el prójimo, son
muestras claras que “La comensalidad, el hecho
de comer juntos, es una forma de iniciar y
mantener las relaciones entre personas. (…) Y
a través de la comida en familia pasan de
generación en generación toda una serie de
valores culturales” (UNESCO 1984:05). O
también “En el mundo de las relaciones
humanas o sociales, la buena comida significa
amistad. Hacer una reunión importante,
compromete para amenizarla con un buen
plato, el mismo que está de acuerdo con el tipo
de personas comprometidas para esa reunión”
(VELÁSQUEZ, 2001: 83). Es así que las
relaciones entre los pobladores se ven reflejados
en el compartir comunitario, generando un
sentido de pertenencia que logra unir los lazos
de reciprocidad en el pueblo, y la tradición de
una receta tan ancestral como su propio pueblo,
pueda mantenerse. Según Herkovits, un
sinónimo de cultura es tradición, abarca todos
los elementos que hay en la madurez del hombre,
dotación que él ha adquirido en su grupo por
aprendizaje consciente o en un nivel poco
diferente, por un proceso de acondicionamiento.
Con lo anteriormente señalado, se quiere
puntualizar, lo que ya diferentes antropólogos
han estudiado e investigado y que no se puede
desplayar en pocas líneas, que las comidas a
parte de su valor nutricional, transmiten
mensajes, y que la humanidad le da diversos
significados a la alimentación, así como sentir
devoción o apego a los alimentos locales, sin
dejar de hacer énfasis que desde de la
Antropología e Historia, se puede analizar los
cambios y explicar los mecanismos que llevan a
la gastronomía no solo a ser relevante
comercialmente, sino también como símbolo de
la identidad de un pueblo, pues las personas se
sienten ligadas a los alimentos de su infancia o
de su sociedad, marcadas por su cultura y
etnocentrismo.
BIBLIOGRAFIA:
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CULTURA: PERSPECTIVAS
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- ENGELS, Federico (1970) “EL PAPEL DEL TRABAJO
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- HERSKOVITS, Jean Herskovits (1987) EL HOMBRE Y
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- PESCHIERA, Emilio (2004) “SECRETOS DE LA
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- VELÁSQUEZ BENITES, Orlando (2001) “LA MAGIA
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D.F. – México
- WESTON OLIVAS, Rosario (1996) “LA COCINA EN
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Universidad de San Martín de Porres, Lima – Perú

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