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Escribo como Presidente de la Asociación Profesional de Conservadores-Restauradores de Bienes Culturales de
España, que utiliza la denominación abreviada de ACRE. La finalidad de esta asociación, sin ánimo de lucro, es
mantener altos estándares de calidad en las intervenciones de Conservación Restauración sobre los Bienes
Culturales regulados en España por la Ley 16/1985 y las leyes autonómicas que derivan de esta. Y obviamente,
defender los derechos de los profesionales titulados en Conservación Restauración. Todo esto, en coordinación
con la European Confederation of Conservator-Restorer’s Organizations (ECCO).
Es nuestro interés asesorar e informar a las administraciones, empresas y sociedad en general, promocionando
las buenas prácticas y denunciando las malas en relación a la intervención sobre Patrimonio Cultural. Dichas
actividades están reguladas por legislación tanto estatal como autonómica y deben ser ejecutadas por personal
especializado y sometidas a permiso administrativo. Las competencias para actuar en dicho ámbito están
limitadas a ciertas profesiones tituladas, de nivel superior.
Nos dirigimos a Vd. porque hemos tenido conocimiento de una intervención en el relieve del milagro de
Mirandaola de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Legazpi. Como sabe, es una de las piezas más
antiguas del templo y resulta de singular valor por ser el único relieve de Legazpi que representa el milagro de la
aparición de la Cruz. Efectivamente, a través de la edición digital del Diario Vasco supimos que la obra precisaba
una restauración y que ésta fue confiada a dos pintores conocidos de la parroquia que realizaron el trabajo de
forma voluntaria y desinteresada, pero lamentablemente sin la formación necesaria que garantizase una
intervención apropiada al relieve.
Es nuestro deber expresar nuestra preocupación y malestar porque un bien cultural tan preciado para los
legazpiarras no hubiese recibido atención profesional. Sin los conocimientos necesarios tanto en cuanto a los
materiales que conforman las obras de distintas épocas, sus técnicas de fabricación, pero también de los
materiales, métodos y criterios de restauración y conservación modernos, más allá de la buena voluntad de los
ejecutores, la intervención sólo consigue que la pieza brille de nuevo pero ocultando o eliminando los elementos
originales realizados por su autor y con ello, las condiciones que aportaban valor a la obra.
Por todas estas razones rogamos que dispongan las medidas oportunas para que se valore por técnicos
cualificados el alcance de la intervención realizada y se revierta en la medida en que aún es posible.
A la espera de que este escrito sea tenido en cuenta y se tomen las medidas oportunas, reciba un cordial saludo.
Fernando Carrera Ramírez
Presidente ACRE