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Para ello, el aspecto en el que se centrar la atención, tanto del protagonista como
del lector, desde un primer momento es en el concepto de Sosha Man. Tal
concepto se presenta envuelto en un aura de misterio, preguntándose múltiples
veces al principio de la narrativa acerca de la certeza que se tiene del Sosha Man.
Lo cual puede decirse que tiene la intención de hacernos ver que no es lo que se
cree, puesto que, a pesar de que literalmente es empresario nipón, esto encierra
mucho más de lo que está a simple vista.
El camino para descubrir lo que significa ser un Sosha Man inicia con un abordaje
teórico, que en la novela es aclarado que se trata de la información que se puede
conseguir en distintas fuentes como libros o internet, donde se aclara que son “los
operadores de las oficinas centrales y filiales… los encargados de hacer el trabajo
de campo (viajes de negocios).” (Laborde, A., 2015, p. 45). Pero para ello
requieren de una multiplicidad de habilidades que van desde el dominio de varios
idiomas, hasta un conocimiento profundo de todos los aspectos del mercado con
el que están tratando y una gran capacidad para establecer relaciones públicas.
Ahora, algo bastante significativo de esta aventura literaria por el mundo de los
negocios de las empresas japonesas es que el autor también nos presenta
cuestionamientos acerca de la vida del hombre de negocios. Puesto que expone
cómo esa completa dedicación a ser el hombre de negocios perfecto puede ser un
camino desolador. Ello lo demuestra con el ejemplo de que aunque se pueda
alcanzar el éxito en los negocios, que es al concretar jugosos acuerdos
multimillonarios, esto nunca será suficiente. El recorrido por la senda de tratar de
ser un Sosha Man completo es simplemente una búsqueda incesante que puede
que no terminé en la felicidad.
Sun Tzu tiene ideas que son convertidas en conceptos de negocios las cuales se
ponen en práctica para así obtener el éxito. La idea es tomar todos los ejemplos y
pensamientos para aplicarlos en estrategias para los negocios.
Ganar todo sin combatir es un principio estratégico donde someter al enemigo sin
combatir es el colmo de la habilidad. En el contexto de los negocios tomar intacto
todo lo que hay bajo el cielo para que la victoria sea total, significa que sus
batallas por el dominio del mercado no debe destruir la rentabilidad de la industria.
Es mucho más productivo atacar los puntos débiles de su competidor que atacar
sus fortalezas; atacar la debilidad acorta el proyecto que conduce a la victoria,
atacar la fortaleza no alarga.
Hay que tener mucha concentración para evitar las dificultades o tirar la victoria
por la borda. Hay cinco puntos esenciales para la victoria ganara aquel que sepa
cuando luchar y cuando no hacerlo, ganara aquel que sepa cómo manejar tanto a
las fuerzas superiores como a las inferiores, ganar aquel cuyo ejército este
animado por el mismo espíritu a través de todos sus rangos, ganara aquel que
estando esperando y preparado aguarde un poco más para tomar al enemigo
desprevenido, ganara aquel que tenga capacidad y no sufra interferencia alguna
de parte de su soberano. La mejor victoria es vencer sin combatir y esa es la única
importante distinción entre el hombre prudente y el ignorante. Con esta obra
comprendemos los orígenes de los conflictos y así mismo poder buscar las
soluciones.