Ricardo Antonio Guzmán

Síntesis de Edipo Rey

En un comienzo Edipo – considerado ya como líder- aparece frente a una

multitud de tebanos que es azotada por la peste por designio de los dioses.
Creonte propone la solución tras haber consultado el oráculo de Delfos: buscar
al asesino de Layo y expulsarlo. Edipo lo acepta .

A continuación, Sófocles describe por medio de los lamentos del coro el

sufrimiento por el cual esta pasando el pueblo tebano, describe la peste y hace
un llamado a los dioses para que acudan en su ayuda. Por lo cual Edipo,
encolerizado, maldice al desconocido asesino de Layo sin saber todavía que es
él mismo. Después manda a Creonte para que traiga al adivino Tiresias y augure
la verdad, pero una vez traído se rehúsa a hablar, por lo cual Edipo lo amenaza
y ya amedrentado Tiresias, éste lo acusa de ser el asesino del antiguo rey que
están buscando, lo cual escuchado por Edipo es negado rotundamente y replica
que el adivino ha sido sobornado por Creonte.

En otro momento de la obra el Coro vaticina que el asesino de Layo está

ya condenado a la muerte. Asimismo se niega a aceptar la acusación que de su
rey se ha hecho en boca del adivino Tiresias. Después, Creonte presenta su
defensa ante la grave acusación de traición por parte de Edipo, por lo cual
discuten ardientemente por la necedad de Edipo y Yocasta se ve en la necesidad
de intervenir. Edipo le cuenta a la reina- esposa y madre suya, aunque esto
ultimo lo desconoce aún- sobre la acusación que le han hecho. Yocasta lo
intenta apaciguar contándole que según los vaticinios Layo debía haber sido
asesinado por su propio hijo, pero que éste tiempo atrás murió y que al fin Layo
fue asesinado por algún ladrón de caminos en un cruce de camino. La mención
de la reina sobre el lugar despierta en Edipo ciertos recelos por los cuales el rey
sigue preguntando ávidamente a Yocasta sobre los augurios de antes sobre el
destino de Layo.

Todo parece confirmar, después de un tiempo, que el asesino del antiguo

rey es el propio Edipo. Éste se ve en la necesidad de narrar su propia historia
hasta llegar al punto del cruce de caminos. Sólo espera que el servidor de Layo
que rehuyó de la muerte y que hablo de varios bandidos confirme o niegue
Ricardo Antonio Guzmán

porque cuando Edipo acometió el asesinato iba solo. Así, pues, manda a llamar
al lacayo para interrogarle.

En las siguientes estrofas el Coro expresa su desprecio por la soberbia que

mostró Edipo cuando acusó a Creonte y a Yocasta por la impiedad mostrada al
no creer en la palabra de los adivinos.

En un episodio aparte, llega desde Corinto un mensajero que anuncia la

muerte de Polibo y que, por consiguiente, Edipo será proclamado rey de esa
ciudad. Los reyes sienten jubilo al escuchar las buena nuevas que parecen
confirmar la inefectividad de los oráculos. En voz alta Edipo expresa su temor
por la predicción del oráculo, en la cual se vaticinaba la unión incestuosa con su
madre. El mensajero intenta tranquilizarle contándole que Merope no es su
madre y que él mismo lo recibió de un pastor cuando pequeño con los tobillos
atravesados. Yocasta, muy inquieta, pide que deje de contar esa historia y sale
desesperada de la escena. Después el Coro vaticino el origen regio del Edipo y
su probable origen tebano.

El pastor tebano termina diciendo toda la verdad, por lo cual Edipo

angustiado se precipita fuera de escena. A continuación un mensajero anuncia
el suicidio de Yocasta y la ceguera autoinfrigida de Edipo al ver tal espectáculo.
Al final Edipo suplica al coro que lo destierren del país y Edipo se despide de sus
hijas.