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RABINAL ACHI resumen

-La obra, también conocida como Danza del Tun, es un relato prehispánico sobre la captura y
ejecución de un guerrero invasor de la Casa K’iche’ Kaweq en tierras de los rabinaleb.
-Se considera q data del siglo XIII y era representada x el grupo quiché de los de rabinaleb, para
conmemorar su triunfo sobre los kaweq.
-Dado q el ritual de sacrificio no era aceptado x la concepción cristiana, en 1652 el oidor Juan
Maldonado de Paz prohibió su presentación; sin embargo, ésta continuó siendo escenificada en
la clandestinidad.
-Volvió a la vida oficial en la década de 1860, cuando Bartolo Sis, depositario del tun, se la dictó
en idioma achi’ al párroco de San Pablo Rabinal, Charles Brasseur de Bourbourg.
-El cura la transcribió al k’iche’ y al francés. Luis Cardoza y Aragón la tradujo al español a
principios del siglo pasado.

EL MANUSCRITO DE CHICHICASTENANGO
En la època de la colonizaciòn española, los encargados de la "domesticaciòn a
travès de la religiòn" ò "misiòn evangelizadora" como diò en llamàrsela, por lo
general, terminaron arrasando con el conjunto de creencias, tradiciones orales y
escritas, mitos, leyendas, historia de migraciones de las diferentes tribus que
poblaron Amèrica etc.
Es asi, que hubo algunos cronistas indìgenas que en lengua castellana y en
quichè, lengua hablada por los pueblos pertenecientes al reino Quichè, hoy
Repùblica de Guatemala, volcaron los temas mencionados en diferentes textos
que fueron conocidos por sus nombres y que han pasado a la posteridad para
ser estudiados por generaciones de estudiosos que han dado mùltiples
interpretaciones a los pasajes màs oscuros de dichos textos.
Los libros originales estaban escritos en una lengua desconocida (no la quichè
que los religiosos entendìan y hablaban), siendo posible que fueran jeroglìficos
maya y que fueran los mismos signos contenidos en los Còdices Mayas que
fueron enviados al viejo mundo.
Estos cronistas desarrollaron su tarea en Guatemala y Mèxico principalmente, en
la zona donde habìa florecido el Imperio de los Mayas.

Recopilación

Las creencias religiosas son ideas consideradas como verdaderas por quienes profesan una
determinada religión.

Las creencias religiosas son el fundamento de las religiones y del culto religioso. Una
religión comprende no sólo las creencias religiosas sino también la puesta en práctica de las
mismas, a través de ciertos actos especiales (ritos o rituales religiosos, a los que en sentido
restringido a veces también se los denomina culto). Por medio de estos actos, el practicante
cree que puede comunicarse o congraciarse con alguna divinidad. Las religiones reconocen
en general un fundador, quien establece las doctrinas religiosas, que incluyen las creencias
religiosas y todo tipo de orientaciones morales y vitales, incluyendo cuestiones políticas,
sociales e ideológicas. Todas ellas son de muy variada interpretación (exégesis) posterior

La Espiritualidad Maya nos aproxima al misterio de nuestro origen. Se trata


de una espiritualidad íntima, no dogmática y que se desarrolla desde tu propia
relación con lo divino. Una relación en donde las Fuerzas Creadoras (Tz'aqol
B'itol) se hacen presentes en tu propio interior buscando expresar, a través de ti,
una obra bella, única y beneficiosa para todos.

La Espiritualidad Maya tradicional muestra un camino de retorno a la


naturaleza (Kajulew), esto es, a la vivencia de su sacralidad inherente. Nos
revela que todo el potencial humano solo podrá ser reconocido y debidamente
cultivado en base a la restauración del vínculo profundo y sutil que nos une a la
tierra y sus criaturas, al cielo y sus eventos astrológicos.

La Espiritualidad Maya nos insta a respetar la cultura de nuestros ancestros, a


honrar el legado de aquellos que nos precedieron, recibirlo, purificarlo y
desarrollarlo a través del proyecto de vida para el que nacimos, el cual ha de
descubrirse en el propio corazón, para así, ponerse al servicio colectivo y en
especial, a favor de las futuras generaciones.
Teotihuacán o Teotihuacan (en náhuatl: Teōtihuācan, ‘‘lugar donde los hombres se convierten en
dioses ’;1 ‘lugar donde se hicieron los dioses ’; ‘ciudad de los dioses’’)?2, o también Teo uacan (en
náhuatl: 'Ciudad del sol')3 es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades
prehispánicas de Mesoamérica. El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas para
identificar a esta ciudad construida por una civilización anterior a ellos y que ya se encontraba en ruinas
cuando los mexicas la vieron por primera vez. A la fecha se desconoce el nombre que le daban sus
habitantes originales. Los restos de la ciudad se encuentran al noreste del valle de México, en los
municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides (estado de México), aproximadamente a 78
kilómetros de distancia del centro de la Ciudad de México. La zona de monumentos arqueológicos fue
declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
Los orígenes de Teotihuacán son todavía objeto de investigación entre los especialistas. Alrededor del
inicio de la era cristiana, Teotihuacán era una aldea que cobraba importancia como centro de culto en
la cuenca del Anáhuac. Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como
muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna. El apogeo de la ciudad tuvo lugar durante
el Periodo Clásico (ss. III-VII d. C.). En esa etapa, la ciudad fue un importante nodo comercial y político
que llegó a tener una superficie de casi 21 km2, con una población de 100 000 a 200 000 habitantes. La
influencia de Teotihuacán se dejó sentir por todos los rumbos de Mesoamérica, como muestran los
descubrimientos en ciudades como Tikaly Monte Albán, entre otros sitios que tuvieron una importante
relación con los teotihuacanos. El declive de la ciudad ocurrió en el siglo VII, en un contexto marcado por
inestabilidad política, rebeliones internas y cambios climatológicos que causaron un colapso en el Norte
de Mesoamérica. La mayor parte de la población de la ciudad se dispersó por diversas localidades en la
cuenca de México.

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