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INTRODUCCIÓN
En sus comienzos el dibujo surge de la actividad motora del niño, como una prolongación
de ella, y los primeros dibujos se limitan a reproducir movimientos de la mano que dejan
una huella: movimientos de zigzag, movimientos circulares, u ondulaciones, que reflejan
los movimientos de la mano. Con ello, el niño imita movimientos y luego imitará también
los objetos o personas que le rodean, tratando de recoger las características que le resultan
más llamativas.
Una de las formas a través de la cual los niños representan la realidad es el dibujo, mediante
éste pueden plasmar en una hoja de papel, sus representaciones. El dibujo constituye
también para el niño una actividad muy placentera, con la cual goza expresándose y
experimentando con sus producciones. El dibujo tiene además, un indudable componente
cognitivo que hace que refleje muy bien la comprensión que el niño tiene de la realidad, su
representación espacial y cómo concibe las cosas. Igualmente, el aspecto afectivo es muy
destacado, ya que el niño representa en el dibujo aquello que le interesa, que le preocupa o
que desea.
Por lo anterior, el Test del Dibujo de la Familia es una de las técnicas de exploración de la
afectividad infantil que goza de mayor popularidad; es un test proyectivo fecundo y rico por
la valiosa información que aporta sobre la vivencia de las relaciones familiares del niño y
su práctica está ampliamente difundida entre psicólogos, lo cual ha puesto de manifiesto su
importancia como instrumento de psicodiagnóstico.
Antecedentes
En 1961 Louis Corman publica en París, junto con sus colaboradores, el “Test del Dibujo
de la Familia”, cuyo objetivo era explorar la adaptación del niño al medio familiar.
Considera al dibujo como un medio libre de expresión, dónde el niño crea y expresa su
visión del mundo que lo rodea, informándonos acerca de su personalidad.
Permite proyectar al exterior tendencias reprimidas en el inconsciente y de ese modo
revelarnos sus verdaderos sentimientos. La interpretación del test la realiza basándose en
las leyes de la proyección.
Apuntes de clases
Ps. Myrtha Gajardo
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS DIBUJOS
1.- El tamaño
Los dibujos grandes corresponden a personas que reaccionan habitualmente a las presiones
ambientales con actitud agresiva y expansiva. Si son demasiado grandes, tendiendo a
presionar los bordes de la página, denotan “sentimientos de constricción ambiental,
acompañados de acciones o fantasías sobrecompensatorias”. El orgullo o vanidad, el deseo
de superar los sentimientos de inferioridad, la necesidad de demostrar algo, etc., podrían ser
otras tantas características a este tipo de representaciones gráficas.
2.- El emplazamiento
El emplazamiento de los dibujos en el papel no se debe al puro azar, sino que es una de las
múltiples variables que revelan algunas características psicológicas de los sujetos que la
realizan.
Cuanto más hacia arriba se sitúen los dibujos, mayor probabilidad habrá de que los sujetos
huyan de la realidad, buscando satisfacciones en la fantasía. Por el contrario, los dibujos
situados en la zona inferior del eje vertical parecen revelar una mayor contacto con la
realidad y corresponden a sujetos más firmemente arraigados. Según esto, el
emplazamiento en la zona inferior del papel correspondería a sujetos más maduros. Si los
dibujos llegan al borde final de la página, parece que reflejan tendencias depresivas,
inseguridad, necesidad de apoyo y dependencia exagerada.
3.- El sombreado
En los tests proyectivos gráficos el sombreado está considerado como uno de los
indicadores más importantes de conflictos emocionales.
Las hipótesis que parecen mejor establecidas presuponen que el sombreado en cualquier
cantidad es un índice de ansiedad, y que, si es intenso (en tal caso va acompañado de un
trazo vigoroso y fuerte), refleja una descarga de la agresividad.
Al igual que el sombreado, las borraduras parecen ser indicadores importantes de conflictos
emocionales. Se ha aceptado la hipótesis inicial de que las borraduras y el sombreado
reflejan probablemente un tipo de ansiedad diferente.
a) Dibujos en estratos
En el dibujo de la propia familia, la representación de los personajes en planos
diferentes refleja en algún grado falta de comunicación, a no ser que los distintos
planos se justifiquen por la presencia de un elevado número de personajes, que no
pueden ser yuxtapuestos por razones de espacio, como en el caso de las familias
muy numerosas.
Apuntes de clases
Ps. Myrtha Gajardo
La distancia emocional entre los distintos personajes de la propia familia se
proyecta en numerosas ocasiones por la distancia física existente entre los mismos
en los dibujos.
b) Incomunicación
Se acepta como hipótesis básica que la distancia física entre los personajes
dibujados por el sujeto refleja la distancia emocional existente entre los mismos. A
esta vivencia de distancia emocional se le denomina incomunicación, porque los
personajes dibujados aparecen distanciados no sólo en el dibujo, sino también
aislados.
VALORIZACION Y DESVALORIZACION
Uno de los indicios mas claros de valorización de un personaje cualquiera consiste en que
aparezca dibujado en primer lugar, generalmente a la izquierda de la pagina, el niño dibuja
primero el personaje que considera mas importante, al que admira, envidia o teme. El hecho
de pensar antes en el indica algún tipo de identificación conciente o inconsciente. En
algunos dibujos el personaje dibujado en primer lugar aparece en el centro de la pagina,
quedando situado los demás elementos de la familia a ambos lados alrededor, pudiéndose
acentuar dicha valorización con otros indicios, como la convergencia de la mirada de los
demás, el tamaño mas grande , una mayor profusión de detalles, etc.
El análisis de los datos que hemos cuantificado a este respecto pone de manifiesto los
siguientes puntos:
3-
Aunque nuestro objetivo básico se limita a describir y constatar unos hechos, nos
permitimos apostar como hipótesis la posibilidad de que las diferencias que acabamos
de describir se deban a la existencia de unas estructuras más autoritarias y rígidas en las
clases sociales menos favorecidas. En tal caso, la mayor frecuencia de aparición del
Apuntes de clases
Ps. Myrtha Gajardo
padre en primer lugar no indicaría una mayor identificación positiva con el, sino la
existencia de un mayor numero de identificaciones por temor.
6-
Por lo que se refiere a las borraduras, podemos observar unos porcentajes parecidos,
aunque algo menos distante: entre los sujetos que dibujan primero al padre, borran el
26,38%, mientras que, entre aquellos que dibujan primero a un hermano, dicho
porcentaje asciende al 56,20%.De nuevo dicha diferencia es altamente significativa.
Los datos que acabamos de comentar ponen de manifiesto que la ansiedad proyectada a
través del sombreado y de las borraduras, aun admitiendo que corresponden a
alteraciones emocionales no totalmente idénticas, tiene su origen principalmente en
problema de rivalidad fraternal.
4- Los niños que presentan esta característica, tienden a mostrar una mayor ansiedad a
través del sombreado y las borraduras que aquellos que empiezan sus dibujos
representando al padre; sin embargo el porcentaje de niños que además de dibujar a la
madre en lugar preferente, sombrean o borran, es significativamente inferior a aquellos
que comienzan dibujando a un hermano.
5- Los niños que dibujan en primer lugar a la madre separan la pareja, intercalando algún
otro porcentaje entre los padres, en proporción mayor que en los que empiezan los
dibujos representando al padre: 23,98%, frente a un 11,05%, siendo esta diferencia
significativa a un nivel de confianza de 0,99.Sin embargo, los niños que representan la
característica que nos ocupa, desmembran la pareja significativamente menos que
aquellos que empiezan sus dibujos representando un hermano.
En resumen: Dibujar a la madre en primer lugar en el caso de niños de 9 años parece ser un
indicio de conflictos emocionales; si bien esta afirmación no puede aplicarse , no es natural,
a la totalidad de los casos individuales. Por otra parte parece claro que dibujar a la madre en
primer lugar aun no correspondiendo al orden ideal de aparición de los personajes, es, en
general, menos conflictivo que comenzar los dibujos por la representación de un hermano.
Por otra parte, empezar la representación de la propia familia dibujando un hermano puede
proyectar también una cierta desvinculación afectiva de los padres, que en muchos casos
aparecen desvalorizados y separados entre si, quedando desmembrado y roto el bloque
parental.
No necesariamente deben ser interpretados así todos los dibujos en los que aparezca esa
característica, pero ciertamente los datos que hemos cuantificado dan pie a considerar que
existe en tales casos problemas de rivalidad fraternal de alguna importancia, y que no es
raro que esos problemas se desarrollen paralelamente a un sentimiento de falta de
vinculación a los padres.
Apuntes de clases
Ps. Myrtha Gajardo
En el análisis de los datos que hemos cuantificado al respecto, puede observarse:
Los datos que acabamos de comentar reafirman sin ningún genero de dudas la
conflictividad de la característica que hemos cuantificado en este apartado,
permitiéndonos concluir que la rivalidad fraterna constituye el contenido básico de la
ansiedad y agresividad de los niños de nueve años.
5- También las borraduras son mucho mas frecuente en los dibujos en los que
el primer personaje dibujado es un hermano que en el resto de la muestra.
Efectivamente, observamos borraduras en el 56,20% de los sujetos que presentan la
característica que nos ocupa, mientras que en el resto de las muestras el porcentaje de
los que borran queda reducido al 28,67%.La diferencia es también altamente
significativa. Si expresamos esta tendencia de los datos en términos de correlación, esta
es de 0,58, y puede considerarse igualmente elevada.
El niño que piensa antes en si mismo que en los demás elementos de su familia proyecta.
Ciertamente, algún tipo de egocentrismo, y suele haber otros indicios que lo confirman,
tanto en las estructuras formales de los dibujos como en los comentarios que surgen de la
entrevista.
1- Los dibujos empezados por la representación de si mismo son poco frecuente a los
nueve años, y los encontramos solo en el 8,47% de la muestra estudiada. Ello confirma
que, en esta etapa, en general el niño ha superado la fase del egocentrismo y disfruta de
cierta tranquilidad afectiva que le permite orientar se interés hacia el mundo,
favoreciendo estas circunstancias los procesos de aprendizaje.
De los dos puntos anteriores se desprende que la parte de la muestra que arroja mayor
numero de casos que se dibujan a si mismos en primer lugar, esta constituida por las
familias pequeñas de clase elevada. En efecto, en el análisis parcial de los datos,
observamos que en las familias de clase social elevada con menos de tres hijos el
porcentaje de niños que se dibuja en primer lugar asciende al 20%, y se diferencia
significativamente del resto de la muestra.
4- Si tenemos en cuenta el orden relativo entre los hermanos, nos damos cuenta de que los
segundones se dibujan en primer lugar en proporción menor que sus hermanos, siendo
la diferencia de porcentajes significativa aun nivel de confianza de 0,95. Este hecho
parece estar relacionado con la mayor adaptabilidad social que suele observarse en estos
niños.
5- En contra de lo que cabria esperar, en los niños que se dibujan en primer lugar se
observan porcentajes relativamente bajos en los que se refiere a borraduras y
sombreados, no diferenciándose en estos aspectos de aquellos casos que comienzan sus
dibujos por la representación de uno de los progenitores. Recordemos que estas
características aparecen con mucha mayor frecuencia en los niños que empiezan sus
dibujos representando a un hermano. Según estos datos, los niños egocéntricos no
serian por ello más ansiosos.
6- Se puede también observar cierta interdependencia entre el tamaño global de los dibujos
y el egocentrismo reflejado al representarse a si mismo en lugar preferente. Cuando el
tamaño de los dibujos es normal, el porcentaje de niños que se dibuja en primer lugar es
inferior al que aparece tanto en los dibujos clasificados como grandes como en los
pequeños, siendo la diferencia significativa a un nivel de confianza de 0,95.
2- Que en nuestra muestra pueden observarse con mayor frecuencia en el padre que en
la madre, lo cual parece indicar una identificación, conciente o inconsciente,
positiva o por temor, con el progenitor del mismo sexo. Aparece, por consiguiente,
un paralelismo entre estos datos y los observados al analizar la aparición de los
padres en primer lugar; vimos en su momento que el padre era dibujado en lugar
preferente con mucha más frecuencia que la madre.
4- Que en hijos únicos los signos de valoración de uno de los progenitores son mas
frecuentes que en el resto de la muestra, siendo significativa la diferencia de
porcentajes a un nivel de confianza de 0.99.
El dibujarse a si mismo en ultimo lugar, no siendo hijo único o benjamín, debe interpretarse
como un signo de desvalorización propia, y es, sin duda de entre todas las características de
desvalorización, una de las que pueden cuantificarse de una forma mas objetiva.
La frecuencia de aparición de esta variable guarda una alta relación con los niveles
socioculturales de procedencia de los sujetos, de modo que, en la clase social mas elevada,
esta característica es mucho menos frecuente que en las clases media y baja, siendo ambas
diferencias significativas a un nivel de confianza de 0,99.Esta observación enlaza con los
resultados que obtuvimos al cuantificar los dibujos en que aparece el sujeto representado en
primer lugar, y también con las conclusiones a las que llegamos al analizar el tamaño global
de los dibujos. a convergencia de estos datos tiende a demostrar que en la clase social mas
elevadas sujetos presentan en general un Yo mas fuerte y mas agresivo, mientras que en las
clases bajas abundan mas los sujetos pusilánimes, retraídos, y con Yo más débil.
En niños, l padre es suprimido con mayor frecuencia que la madre. De cada tres
supresiones de esta índole, dos corresponden al padre. Algunas de las supresiones se deben,
ciertamente, a una problemática de celos edípicos; entonces el sujeto elimina al padre, que
percibe como rival. En otros casos , la eliminación del padre obedece a otro tipo de
problemas relaciónales.
Cuando la existencia de algún hermano o hermana causa, por motivos de celos, una
sensación de angustia en el niño, este intenta protegerse negando la existencia del rival y,
en consecuencia, eliminándolo de sus dibujos. Esta supresión de algunos de los hermanos
es algo mas frecuente que la de los padres, y la encontramos en el 5,47% de los casos. Esta
característica puede observarse con alguna mayor frecuencia en los sujetos pertenecientes
ala clase social mas baja, siendo la diferencia con el resto de la muestra, significativa a un
nivel de confianza de 0,95.
La mayor propensión de los niños de las clases bajas a manifestar sus problemas a través de
reacciones depresivas, parece obedecer a la realidad de un Yo mas débil, lo cual coincide
con muchas de las observaciones que hemos hecho a lo largo de este estudio.
Teniendo en cuenta el numero de hermanos que integran la familia, se observa un
porcentaje menor de casos que se auto suprimen en las familias numerosas, si bien las
diferencias no llegan a ser significativas a los niveles de confianza con los que trabajamos.
Hasta este momento hemos intentado cuantificar la posible desvalorización de los distintos
personajes, analizando las representaciones en último lugar y las supresiones, por ser estas
dos características las que con mayor objetividad pueden observarse. Pero en ciertas
ocasiones la desvalorización se proyecta.
COMPONENTES JERÁRQUICOS
Resumen
VENTAJAS
Campo de aplicación variada como en:
Es de rápida Administración
DESVENTAJAS
Conclusión