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Pragmatismo Williams James PDF
Pragmatismo Williams James PDF
Filosofía
A lia n za E d itorial
Humanidades
Pragmatismo
Un nuevo nombre
para viejas formas de pensar
William James
Pragmatismo
Un nuevo nombre
para viejas formas de pensar
El libro d e b o lsillo
F ilosofía
A lianza E ditorial
T í t u l o O R IG IN A L : Pragmatism: A New Ñame for Some Oíd Ways o f
Thinking (1907)
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la preceptiva autorización.
© Del prólogo, traducción y notas: Ramón José del Castillo Santos, 2000
© Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2000
Calle Juan Ignacio Lúea de Tena, 15;
28027 Madrid; teléfono 91 393 88 88
ISBN: 84-206-3558-8
D epósito legal: M. 20.301-2000
Impreso en Closas-Orcoyen, S. L.
Polígono Igarsa. Paracuellos de Jarama (Madrid)
Printed in Spain
ADVERTENCIA
ESTA ES UNA COPIA PRIVADA PARA FINES
EXCLUSIVAMENTE EDUCACIONALES
QUEDA PROHIBIDA
LA VENTA, DISTRIBUCIÓN Y COMERCI
CI ALIZACIÓl
Creo que fue Russell quien dijo que leer Pragmatismo es co
mo meterse en una bañera que se va calentando de una for
ma tan imperceptible que uno no sabe cuando empezar a gri
tar. Algunos filósofos han luchado por la precisión lógica o
han sido más fríos y consistentes, pero en ocasiones han re
sultado demasiado técnicos y aburridos. No, James no con
fiaba en la minucia teórica, ni tenía una cabeza de acero ino
xidable1. Pragmatismo es un libro elaborado pero muy
coloquial, vehemente y cargado de hipérboles; sin definicio
nes claras, pero con esprit definesse. Con todo, los «equívo
cos» de James son muy iluminadores y sus ambigüedades
enormemente productivas. «No soy amante del desorden -d e
cía-, pero temo perder la verdad por tratar de poseerla por
entero.» Como afirma Richard Rorty, el principal represen
tante contemporáneo del pragmatismo, James fue un filóso
fo edificante, un intelectual incitante y lúcido, pero mordaz
con respecto a las aspiraciones de la propia filosofía, e inten
cionadamente periférico respecto a los grandes sistemas de
pensamiento. Cuando los filósofos edificantes, dice Rorty,
hablan y escriben, no necesariamente están aportando una
conclusión sobre un tema. Puede que simplemente traten de
7
8 RAMON DEL CASTILLO
R a m ó n d e l C a s t il l o
Notas al prólogo
dan lugar a conflictos: una teoría puede ser preferible por su capa
cidad predictiva, pero esta capacidad puede conducirla a aproxi
maciones demasiado atrevidas. Una teoría puede parecer atracti
va en virtud de su coherencia interna, pero esa armonía puede hacer
imposible su aplicación a otros dominios. La elección de teorías
nunca es una rutina racional y objetiva. Véase el enfoque pragmá
tico de Feyerabend con respecto al dogma de la superioridad de la
ciencia en virtud de sus resultados. Ibíd., págs. 117 y ss. No deseo,
con todas estas alusiones, sugerir mayores semejanzas entre el anar
quismo del viejo pragmatista y Feyerabend. Sólo utilizo algunas
ideas de este último como buenos ejemplos de actitudes que con
genian con el espíritu de un pragmatismo que se pone del lado de
la ciencia, pero que no es devoto del método científico.
20. Bertrand Russell, «Pragmatismo», Ensayosfilosóficos, Madrid, Alian
za Editorial, 1991, pág. 153.
21. Ibíd., págs. 152-153.
22. Carta a Ward de 1869, Letters ofWilliam James, I, pág. 152-153. No
se debe olvidar que James dedicó Pragmatismo a la memoria de
John Stuart Mili, pero no simplemente por ser precursor del em
pirismo pragmatista, sino también por el modo en que afrontó el
problema del determinismo. Mili también vivió como una carga
personal la explicación determinista del carácter humano y afirmó
(System of Logic, cap. 2, § III) que el sentimiento de que, si lo desea
mos, somos capaces de modificar nuestro propio carácter consti
tuye, por sí mismo, nuestra conciencia de libertad. James se pare
ció a Mili, no sólo en su solución del dilema del fatalismo, sino en
la idea de un Dios cordial que, suponiendo que exista, no es omni
potente. Para entender estas afinidades léase de Mili La utilidad de
la religión, Madrid, Alianza, 1980.
23. Véase el final de las conferencias IV y V de Las variedades de la ex
periencia religiosa. Allí explica que la ciencia y la religión son dos
modos separados de vérselas con el mundo y que satisfacen nece
sidades diferentes.
24. Simplifico, claro, los detalles de esta intrincada historia, y me re
mito al extraordinario estudio psicohistorico de H. Feinstein. Ja
mes describió su colapso de 1872, treinta años después, en las con
ferencias sobre «El alma enferma» en Las variedades de la experiencia
religiosa (1902), aunque atribuyendo la crisis a un supuesto co
rresponsal francés.
25. Para James la adquisición de hábitos, según la exponía Bain, no
era una fría cuestión científica, sino una guerra ascética contra la
depresión, la apatía y la inacción que le tuvo atrapado durante su
36 RAMÓN DEL CASTILLO
juventud. La vida activa y moral, que para Baín empezaba por ser
capaz de levantarse de la cama por la mañana, dependía de la acu
mulación de actos que se van sosteniendo unos a otros, (James
también leyó a otros psiquiatras moralistas que recetaban la fuer
za de voluntad, la disciplina y la formación de hábitos como re
medios contra los trastornos mentales y la apatía. Las doctrinas
de estos psiquiatras, téngase en cuenta, eran científicas pero se ase
mejaban al sermón calvinista: sustituían el pecado original por la
corrupción orgánica hereditaria, pero, como el calvinismo, ofre
cían el sacramento salvífico del trabajo.) Además de Bain, la otra
fuente salvífica, para James, fueron las ideas del filósofo francés
Charles Renouvier. ¿Cómo se revela la libertad? En la capacidad
para adoptar una creencia porque decidimos hacerlo, aunque en
realidad podríamos adoptar otras. O sea, en la resistencia activa
del ego al mundo. Esto también significaba que la salvación no de
pendía de máximas, o de unas Anschauungen, sino de acciones acu
muladas. Resulta muy expresivo que el pragmatismo, la filosofía
que exalta la acción, empezara así, como una terapia de James con
tra su propia debilidad e indecisión, y como una exhortación a su
propia voluntad. James nunca resolvió sus contradicciones, pero
aprendió a vivir con ellas. Véanse en la bibliografía, los estudios
de Perry y Feinstein, especialmente lo que cuenta este último so
bre la economíá de la enfermedad en la familia JameáTCotkin tam
bién explora muy bien las raíces sociales y culturales de los tras
tornos y ansiedades de James y las clases burguesas de Estados
Unidos. Sobre el trasfondo histórico de estos asuntos véanse, tam
bién: Owen King, J.: The Iron ofMelancholy: Structures ofSpiritual
Conversión in America from the Puritan Conscience to Victorian
Neurosis, Middletown, Wesleyan University Press, 1983; y Gilbert,
B.: Work without Salvation: America’s Intellectuals and Industrial
Alienation, 1880-1910, Baltimore, John Hopkins University Press,
1977.
26. «La Filosofía de William James», op. cit., pág. 475. Como también
recordó Dewey en la conferencia sobre James en Pekín, la mayoría
de los críticos de James preguntaron qué derecho tenemos a creer
cuando sólo tenemos voluntad de creer, pero no pruebas a favor de
esa confianza. Pero James devolvía la pelota: ¿podríamos hacer al
go si siempre esperáramos hasta tener pruebas? No tenemos prue
bas de que el mundo sea esencialmente bueno ni tampoco de que
sea intrínsecamente malo, pero, ¿qué pasa si no adoptamos ningu
na de las alternativas? ¿Deberíamos apartarnos de la gente cuando
no estamos seguros de cómo son? ¿Sería posible la amistad y lazos
PROLOGO 37
Ediciones
39
40 PRAGMATISMO
Traducciones
Bibliografías
Estudios
Sobre Jam es
53
54 PRAGMATISMO
55
56 PRAGMATISMO
78
II. LO QUE SIGNIFICA EL PRAGMATISMO 79
nimo trastorno para ésta; o sea, alguna idea que medie en
tre la reserva y la nueva experiencia y que consiga hacer que
se encuentren del modo más afortunado y conveniente.
Entonces, esa nueva idea se adopta como la que es verda
dera. Mantiene la antigua reserva de verdades con un m íni
mo de modificación, ampliándolas sólo lo suficiente para
conseguir que admitan la novedad, pero concibiendo esa no
vedad de maneras tan familiares como el caso lo permita.
Una explicación outrée, una explicación que viole todas nues
tras preconcepciones, nunca se aceptará como una explica
ción verdadera de una novedad. Deberemos escarbar labo
riosamente por otro lado, hasta que encontremos algo menos
excéntrico. Las revoluciones más violentas en las creencias
de un individuo dejan en pie la mayor parte de su antiguo
orden. Tiempo y espacio, causa y efecto, naturaleza e histo
ria y la propia biografía individual son cosas que permane
cen intactas. Una nueva verdad siempre es algo que sirve de
mediación, una acomodación de las transiciones. Casala vie
ja opinión con el nuevo hecho de modo que siempre se mues
tre un mínimo de conmoción y un máximo de continuidad.
Consideramos verdadera una teoría en proporción al éxito
con que soluciona este «problema de máximos y mínimos».
Pero, claro, el éxito en solventar este problema es eminente
mente una cuestión de aproximación. Decimos que tal o cual
teoría lo soluciona en conjunto más satisfactoriamente que
aquella otra, pero eso significa más satisfactoriamente se
gún cada uno de nosotros, y cada individuo medirá de for
ma diferente su grado de satisfacción. Así que, hasta cierto
punto, aquí todo tiene cierta plasticidad.
El punto sobre el que quiero que fijen su atención más par
ticularmente es la función que desempeñan las verdades más
antiguas. El no percatarse de esto es el origen de muchas de
las injustas críticas lanzadas contra el pragmatismo. La in
fluencia de estas verdades es absolutamente decisiva. La
lealtad a ellas es el prim er principio, y en la mayoría de los
90 PRAGMATISMO
102
III. ALGUNOS PROBLEMAS METAFÍSICOS CONSIDERADOS... 103
127
128 PRAGMATISMO
149
150 PRAGMATISMO
ción; que tiene seso, por decirlo así. En filosofía significa al
go completamente diferente; significa el uso de ciertas for
mas o categorías de pensamiento. Si fuéramos langostas o
abejas, quizás nuestra constitución nos habría llevado a em
plear modos completamente diferentes de captar nuestras
experiencias. Pudiera ser también (no podemos negarlo dog
máticamente) que esas categorías, inimaginables ahora pa
ra nosotros, hubiesen demostrado ser en conjunto tan ser
viciales para manejar mentalmente nuestras experiencias
como las que de hecho usamos.
Si esto suena paradójico a alguien, que piense por un
momento en la geometría analítica. Las mismas figuras que
Euclides definió por relaciones intrínsecas fueron defini
das por Descartes según las relaciones de sus puntos con
unas coordenadas externas, lo que dio por resultado una
m anera completamente diferente y muchísimo más poten
te de manejar las curvas. Todas nuestras concepciones son
lo que los alemanes llaman Denkmittel; medios por los cua
les manejamos los hechos a través de nuestro pensamien
to. La experiencia, simplemente como tal, no nos llega m ar
cada y etiquetada. Primero tenemos que descubrir lo que
es. Kant dice que, en su prim era intención, es un Gewühl
der Erscheinungen, una Rhapsodie der Wahrnehmungen l,
un mero revoltijo que tenemos que unificar con nuestro in
genio. Lo que normalmente empezamos por hacer es m on
tar algún sistema de conceptos, mentalmente clasificados,
ordenados o conectados de alguna forma intelectual, y, des
pués, lo empleamos como un registro por medio del cual
«llevamos el control» de las impresiones que se presentan.
Cuando cada una de ellas es referida a algún posible lugar
del sistema conceptual, entonces, es «comprendida». Esta
noción de «multiplicidades» paralelas con sus elementos
m anteniendo recíprocamente «relaciones uno-a-uno», hoy
día se está dem ostrando tan conveniente en matemáticas y
lógica, que ha llegado a reemplazar cada vez más a las vie
154 PRAGMATISMO
cosa;
lo mismo o lo diferente;
géneros;
mentes;
cuerpos;
un tiempo;
un espacio;
sujetos y atributos;
influencias causales;
lo imaginario;
lo real.
168
VI. LA CONCEPCIÓN PRAGMATISTA DE LA VERDAD 169
194
VII. PRAGMATISMO Y HUMANISMO 195
* El Sr. Taylor usa esta excelente definición pragmática en sus Elem ents
o f M etaphysics.
198 PRAGMATISMO
214
VIII. PRAGMATISMO Y RELIGIÓN 215
Prefacio
233
234 NOTAS
Conferencia I
El dilema actual en la filosofía
Conferencia II
Lo que significa el pragmatismo
1. Prágma, pragmateía: en un sentido general, todo lo que puede ro
dear a una cosa, todo lo que puede llegar a implicar o suscitar; o si
se quiere: cualquier cosa como objeto de la atención y del interés de
238 NOTAS
los seres humanos, algo que nos importa o concierne, un asunto que
tenemos de por medio, un objeto o materia de discusión. También
puede significar un hecho realizado, un modo de obrar, una cosa
que hay que llevar a cabo, unos menesteres, una ocupación, una ta
rea, una labor, un trabajo, una empresa, un negocio, un propósito,
un plan, un proyecto. También una circunstancia, una situación o
coyuntura en la que estamos envueltos, algo de la realidad de lo que
debemos hacernos cargo, y por tanto, cierta incertidumbre, even
tualidad, incluso dificultad, aprieto, apuro, embrollo. También es
aquello sobre lo que se litiga, lo referente a los asuntos públicos y
políticos (pragmatikós). Estos términos están conectados con prá-
xis (acción) praktikós (práctico, eficaz) y prátein : acabar, ejecutar,
obrar, realizar, acometer, estar atareado.
James reprochó a sus críticos el no haber considerado la variedad de
usos y la holgura de la palabra «práctico». Por ejemplo -decía James-
cuando se dice que alguien está prácticamente repuesto de una en
fermedad, o que una empresa prácticamente ha quebrado, se quiere
decir que «aunque no es estrictamente cierto en la práctica, es ver
dadero en teoría, es virtualmente verdadera, susceptible de ser ver
dad». También, por lo práctico se entiende a menudo lo caracterís
ticamente concreto, lo individual, lo particular y lo operante, como
algo opuesto a lo abstracto, lo general y lo inerte. «Por lo que a mí se
refiere, siempre que hago hincapié en la naturaleza práctica de la ver
dad, básicamente es esto lo que tengo en mente. “Pragmata” son co
sas en su pluralidad» (The Meaning ofTruth, págs. 278-279).
2. «How to Make Our Ideas Clear» (The Popular Science Monthly, 12,
1878, págs. 286-302). También en CollectedPapers, 5.248-5.271 (Cam
bridge, Mass., Harvard University Press, 1934. Hay trad. cast., «Có
mo esclarecer nuestras ideas» en la antología preparada por José Ve-
ricat: Peirce, Ch.: El hombre, un signo. El pragmatismo de Peirce,
Barcelona, Crítica, 1988, págs. 200-223). En este ensayo, Peirce no
usó la palabra «pragmatismo», pero el término ya estaba en circu
lación desde las discusiones del Club Filosófico de Boston (donde
seis años antes, Peirce leyó otro ensayo que dio lugar a éste).
Peirce usó «pragmatismo» más en el sentido de Kant (Crítica de la
razón pura, A 800-828/B 828-856) y por eso nunca usó «práctico»
como sinónimo de «pragmático»: «Para uno que como yo, ha apren
dido filosofía de Kant...-d ijo- pragmatisch y praktisch constituyen
dos polos opuestos» (Collected Papers, 5.413). A saber: lo pragmá
tico tiene que ver con el uso hipotético de la razón, mientras que lo
práctico atañe a los principios categóricos. También hay que recor
dar que Peirce no congenió con el talante nominalista del pragma
CONFERENCIA II 239
Conferencia III
Algunos problemas metafísicos considerados
pragmáticamente
1. En 1903, Peirce dijo a James por carta que Berkeley tenía más dere
cho que ningún otro a ser considerado el introductor del pragma
tismo (de hecho una de las primeras presentaciones del pragmatis
mo fue la reseña que hizo Peirce en 1871 de la edición de Fraser de
las obras de Berkeley en la North American Review, 113, págs. 449-
472; o Collected Papers, 8.7-38).
2. Thomas Henry Huxley (1825-1895), ensayista y biólogo inglés. Ja
mes conocía su «Bishop Berkeley on the Metaphysics of Sensation»
(1871), luego incluido en Hume With Helps to the Study of Berkeley
(Nueva York, D. Appleton, 1894); y su Hume (Nueva York, Harper
and Brothers, 1879).
3. James manejaba una copia de la segunda edición de 1871-1873, muy
revisada, de The Principies ofPsychology (Nueva York, D. Appleton)
de Spencer. El tema al que alude James se encuentra en el vol. I, págs.
616-627, secciones, 269-272. Entre 1876 y 1877, cuando empezó a
enseñar psicología, James usó The Principies ofPsychology como
texto.
242 NOTAS
Conferencia IV
Lo uno y lo múltiple
1. Swami Vivekananda (1863-1902), líder religioso de la India que tra
tó de conciliar el esplritualismo oriental con el progreso material
occidental. Durante su gira por Estados Unidos, visitó Chicago en
1893, representando al hinduismo en un congreso mundial de reli
giones, y en marzo de 1896 dio unas conferencia para la Sociedad
Filosófica de Harvard que luego se publicaron como The Vedanta
Philosophy (1896).
2. Swami Vivekananda, «God in Everything», Speeches and Writings
of Swami Vivekananda (publicado en Madras, s.f.), págs. 336-337.
Una versión modificada de la misma conferencia aparece en su Jná-
na Yoga (Sociedad Vedánta de Nueva York, 1902).
3. Swani Vivekananda, On «The Atman» (s. 1., circa 1896), p. 13.
Conferencia V
El pragmatismo y el sentido común
1. O sea, «un caos de fenómenos, una rapsodia de percepciones». Véase:
Crítica de la razón pura, B159/A156.
2. El fragmento es de The Life of Reason or the Phases of Human Pro-
gress (5 vols., Nueva York, Charles Scribner’s Sons, 1905-1906); vol
I., Reason and Common Sense, 1905, págs. 59-60. En The Life of Rea-
son Santayana sostuvo que la razón es un impulso de orden supe
rior cuyo objeto es la armonización de otros impulsos particulares.
La vida de la razón es un ideal, el arte de la unión entre los impul
sos y las ideas. Santayana sigue el progreso de la razón desde los grie
gos, pasando por la decadencia del cristianismo y la renovación del
244 NOTAS
Conferencia VI
La concepción pragmatista de la verdad
1. James Clerk Maxwell (1831-1879), físico escocés. James parafrasea
pasajes de la pág. 12 del libro de Richard Tetley Glazebrook, James
Clerk Maxwell and Modern Physics (Londres y Nueva York, Cassell,
1896), que leyó en 1905.
2. De nuevo: cash-value. Recientemente, Richard Rorty no se ha podi
do expresar de una forma más parecida: «oraciones como “encon
tró la casa correcta porque su creencia sobre su situación era ver
dadera” [...] no son una explicación, sino un pagaré (promissory
note) por otras explicaciones. Para cobrarlas en efectivo ( toget them
cashed), para obtener explicaciones reales, necesitamos decir cosas
como: “Encontró la casa correcta porque creía que estaba situada
e n . ] L a explicación del éxito o del fracaso la dan los detalles
sobre lo que resultó verdadero o lo que resultó falso, y no la verdad
(o la falsedad) en sí misma, igual que la explicación de la loabilidad
de una acción no es que “era lo correcto”, sino los detalles de las cir
cunstancias en las que se realizó». Rorty, R.: «Pragmatism, David-
son and Truth», Objectivity, Relativism and Truth, Cambridge, Cam
bridge University Press, 1991, pág. 140. La última frase de Rorty
calca otra de James que aparece en este mismo capítulo.
3. En The Meaning of Truth lo aclara: «.. .si se sigue el método prag
mático y se pregunta: ¿Con relación a qué se conoce la verdad?, - What
VI. LA CONCEPCIÓN PRAGMATISTA DE LA VERDAD 245
Conferencia VII
Pragmatismo y Humanismo
1. Se refiere a Glendower Evans (1859-1886), licenciado en Harvard
en 1879. James siempre siguió en contacto con su viuda, la activis
ta social Elizabeth Glendower Evans.
2. Dewey lo parafrasea muy de cerca: «La verdad es una colección de
verdades, y estas verdades integrantes están al cuidado de los mejo
res métodos disponibles de investigación y comprobación de cuan
to atañe a cuestiones de hecho; métodos que son ciencia cuando se
reúnen bajo un nombre singular». «Existence, Valué and Criticism»,
ExperienceandNature, Thelater Works, 1925-1953, vol. l.,pág.307.
3. Estas alusiones al common law, evocan la figura dé su amigo el juez
Oliver Wendell Holmes, Jr. (1841-1935) que, participó en el club fi
losófico de Boston. Holmes reunió y publicó en forma de libro sus
conferencias sobre derecho consuetudinario, The Common Law
(1881), un texto que se convertiría en el manifiesto del realismo le
gal. En «The Path of the Law» (Harvard Law Review, 10,1896), otra
pieza del evangelio del realismo legal, afirmó que las leyes no son
un sistema de razón, ni un conjunto de deducciones a partir de prin
cipios éticos o de axiomas admitidos que pueden coincidir o no con
las decisiones, sino pronósticos de lo que los tribunales harán de he
cho. La ley natural era un ejemplo más de la tentación vana de creer
250 NOTAS
Conferencia VIII
Pragmatismo y religión
1. «To You» es de Birds of Passage. James omite enteras las estrofas pri
mera, quinta y novena; también las dos primeras líneas de la cuar
ta, la última de la sexta, y parte de la última línea de la décima.
2. Face valué: ‘Valor facial’. O sea: ¿por qué no aceptar literalmente esas
cosas, tal como las sentimos?
3. Este epigrama es de Teodoro de Siracusa (del III a.C.).
4. Se refiere, claro, a Las Variedades de la Experiencia Religiosa, 1902.
índice
P ró lo g o .................................................... 7
Notas al prólogo ................................................................ 32
Bibliografía ........................................................................... 39
Pr a g m a t is m o
Prefacio............................................................................... 53
Conferencia I
El dilema actual de la filosofía
255
256 PRAGMATISMO
Conferencia II
Lo que significa el pragmatismo
Conferencia III
Algunos problemas metafísicos considerados prag
máticamente
Conferencia IV
Lo uno y lo múltiple
Conferencia V
El pragmatismo y el sentido común
Conferencia VI
La concepción pragmatista de la verdad
Conferencia VII
Pragmatismo y humanismo
Conferencia VIII
Pragmatismo y religión
Notas 233
NOTA FINAL
Jr — Miguel de Unamuno
y
dense.
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ISBN 84-206-3558-8
Humanidades
9 "788420 635583' Filosofía