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LA VIRTUD DE SÓCRATES

LUIS ALEJANDRO CAMARGO LLANES

COLEGIO FRANCISCANO DE SAN LUIS BELTRAN

AREA DE FILOSOFíA

SANTA MARTA

2019
LA VIRTUD DE SOCRATES

LUIS ALEJANDRO CAMARGO LLANES

Ensayo para hacer énfasis en la virtud socrática.

Profesor

José Angelino Leal Torres

Licenciado en Filosofía

COLEGIO FRANCISCANO DE SAN LUIS BELTRAN

AREA DE FILOSOFIA

SANTA MARTA

2019
LA VIRTUD DE SOCRATES

Para iniciar este ensayo es importante precisar con objetividad que antes de Sócrates en

la Antigua Grecia se conocía un termino asociado con la felicidad, dicho término es Areté, se

usaba al referirse a los animales, las pantas, cualquier tema del diario vivir en esos tiempos. En

griego lo que nosotros podemos llamar virtud se denomina areté y significa según Gajate

(2013). “aquello que convierte a una cosa buena y perfecta en aquello que es o, major aún,

significa aquella actividad y modo de ser que perfecciona a cada cosa, haciendola ser aquello

que debe ser” (p.14).

Entendiéndose de esta manera, que la virtud del perro es ser un buen guardian, la virtud

del caballo es correr con rapidez, la virtud de un chef es cocinar delicioso, entre otros

ejemplos; de ahí que, si el hombre es su alma, la virtud del hombre será lo que hace que el

alma sea como debe ser, de acuerdo a su naturaleza. Sócrates (como se citó en Gajate, 2013)

dice:

No es el cuerpo de lo que debéis preocuparos ni de las riquezas ni de ninguna otra cosa,

antes y más que del alma, para que ésta se convierta en óptima y virtuosísima; y que la

virtud no nace de la riqueza sino que la riqueza nace de la virtud. (p.14)

Sócrates centró su interés en la problemática del hombre, tratando de responder a la

pregunta ¿Cuál es la esencia del hombre? de esa constante nace el intelectualismo moral

socrático y asi tambien Sócrates rompe con la tabla tradicional de los valores griegos, antes de
Sócrates los griegos tenían muchas virtudes como la justicia, la prudencia, la templanza, etc,

pero no podían establecer una relación en común entre todas las virtudes.

Para ello Sócrates somete la vida humana y sus valores al dominio de la razón, es decir

que para él la naturaleza misma del hombre es su alma y aquello que perfecciona y

actualize plenamente la naturaleza del hombre son las virtudes, de ahi deduce Sócrates

aquella relación que no encontraban los griegos (Gajate, 2013).

De acuerdo con Echano, Martí, Martínez, Montarelo, Navlet (2016) “Aquella teoría

filosófica moral según la cual el saber y la virtud coinciden” (p.24). Es la definición que se

encuentra más exacta sobre el Intelectualismo Moral Socrático en donde nadie peca

voluntariamente, sino que quien hace el mal, lo hace por ignorancia del bien. Al identificar la

virtud con el saber, combate el relativismo sofista, Postulará los fundamentos tradicionales de

la democracia ateniense, la virtud moral, la igualdaad ante la ley e igualdad para expresar las

opiniones. En última instancia, sitúa la virtud como un fin en sí misma, y no como medio para

conseguir un premio exterior.

La virtud puede y debe ser enseñada, es más según las ideas Socráticas sobre esto, la

virtud era el objetivo de la educación moral del hombre, puesto se debería tener un

conocimiento basto sobre la conducta que debe adoptar el hombre, ya que conociendo lo que

está mal nadie se comportaría erradamente (Echano, et al., 2016).


Respecto a la felicidad, Sócrates piensa que no puede venir de las cosas externas, sino

solo del alma, y ésta es feliz cuando posee un orden espiritual y una armonía interior; es decir,

cuando es virtuosa, el saber del que habla Sócrates no es un saber teórico sino un saber

práctico acerca de lo mejor y más útil en cada caso. Si alguien, por ejemplo un tirano, no

respeta personas ni propiedades, desconoce que esos bienes del cuerpo proporcionan un

bienestar indefinidamente inferior que aquellos que dan la felicidad al alma, es porque quien

obra mal comete un error de cálculo buscando la felicidad no hace más que pasos hacia la

infelicidad.

Las acciones del hombre deben venir del alma, para que se sienta que llegan desde el

corazón, se sienta una felicidad inmensa, con ello Sócrates da a entender que se debe pensar,

traer de el conocimiento humano unas actitudes las cuales sean indispensables para el ser

humano y su existencia, es decir, que los seres humanos después de el conocimiento adquirido

por la práctica sea considerado totalmente como una felicidad absoluta por interpretar una idea

nueva que le convenga al ser humano. En otras palabras que coincidan Saber y virtud, puesto

Sócrates observa lo que ocurre con ese saber artisanal adquirido por la práctica, no puede un

medico tratar a los enfermos sino conoce bien su oficio, un buen médico es aquel que domina

los conocimientos necesarios sobre aquello a lo que se dedica, por consiguiente pasandose al

ámbito moral del que hace plena constancia Sócrates con sus teorías morales, el oficio que

debe conocer y dominar el ciudadano moral y cívico es la virtud; conociéndola, la practicará,

será un buen ciudadano y así la sociedad estará bien gobernada (Echano, et al., 2016).
Por ello el plantea que la virtud sea el comienzo de la felicidad, para profundizar en su

tema, es decir, con esto el concientiza al ser humano de cómo debe actuar, sin miedo, pero

como el ser humano es como es, olvida esto y se apega a lo mal, lo que Sócrates llama maldad,

creado por la ignorancia, esto creado por la enseñanza de la virtud, es decir, que ya no sea

innata.

Finalmente Sócrates con sus ideas y teorías sobre la moral griega buscó que la gente

fuera feliz, que encontrará la virtud que hay en ellos, por eso, el dice que debemos saber para

ser feliz, porque adquiriendo conocimiento encontraremos la felicidad, es decir, por cada cosa

nueva que vea el ser humano, verá como buena aquellas acciones que le ayuden a encontrar la

felicidad, por ello aquel que tenía un bien máximo llega a ser feliz.
Referencias

Gajate, J. (2013). Los Sofistas, Sócrates y los Socráticos menores. Bogotá, Colombia:
Editorial El Búho LTDA.
Echano, J., Martí, X., Martínez, E., Montarelo, P., Navlet, I. (2016). PARADIGMA 2: Historia
de la Filosofía. Barcelona, España: Editorial Vicens Vives.

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