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TESIS
TESIS
Por:
ABOGADO Y NOTARIO
a. artículo
c. canon
c.c. cánones
CE Conferencia Episcopal
Gen. Génesis
Resumen ejecutivo
Introducción …………………………………………………………..………………….. i
Capítulo 1.
La institución del matrimonio…………………………………………………..……… 01
1.1. El matrimonio civil…..…………………………………………………..……… 01
1.1.1. Etimología……………………………………………………………….. 01
1.1.2. Concepto……..…………………………………………………..…...… 02
1.1.3. La institución sociológica del matrimonio civil…..…………………... 04
1.1.4. Sistemas matrimoniales.………………………………………..…...… 06
1.2. El matrimonio canónico………………………………………………………... 08
1.2.1. Concepto……………………………………………………………….... 08
1.2.2. Naturaleza..…………………………………………………..………..… 10
1.2.3. Fines……...…………………………………………………..………..… 11
1.2.4. Antecedentes. Breve historia de su origen como Sacramento
de la Iglesia..…………………………………………………………….... 11
1.2.5. Breve reseña del derecho canónico ………………………………....…. 12
a. Concepto, origen y evolución ………………………………………. 12
b. Características ……………………………………………………….. 14
c. Sistemática jurídica canónica ……………………………………….. 15
1.2.6. Legislación canónica referente al matrimonio………………………….. 15
1.2.7. Integración del Código de Derecho Canónico y ubicación
del matrimonio canónico ……………………………………………… 16
Capítulo 3.
La nulidad del matrimonio canónico…………………………………….……………. 34
3.1. El consentimiento matrimonial……………………………………….…………... 35
3.1.1. Consentimiento como causa eficiente ...………………….……….…. 35
3.1.2. Consentimiento condicionado ……………..……………………........ 37
3.2. El contrato matrimonial………………………………………………………….... 38
3.3. La nulidad matrimonial y sus causas……………………………….…………… 39
3.3.1. Nulidad por vicios del consentimiento………………………………… 40
a. Incapacidad consensual……………………………………………… 41
i. Carencia de suficiente uso de razón ..…………………………… 42
ii. Discreción de juicio y defecto grave…………………………….… 43
iii. Incapacidad de asumir las obligaciones esenciales del
matrimonio por causa de naturaleza psíquica
(incapacitas assumendi)……………………………………………... 44
b. Ignorancia……………………………………………………………… 45
c. Error…………………………………………………………………….. 46
d. Dolo…………………………………………………………………..…. 47
e. Simulación total o exclusión parcial…………………………………. 48
f. Violencia o miedo grave………………………………………………. 48
3.3.2. Nulidad por impedimentos……………………………………………….... 50
a. En atención a circunstancias biológicas de la persona…………………. 51
i. Edad………………………………………………………...………...… 51
ii. Impotencia antecedente y perpetua…………………………………. 51
Capítulo 4.
Proceso de nulidad de matrimonio en el derecho canónico……………………….. 60
4.1. Consideraciones generales..……………………………………………….. 60
4.2. Los tribunales eclesiásticos……………………………………………….... 63
4.2.1 Juez y tribunal diocesano……………………………………………… 64
4.2.2 Tribunal interdiocesano o tribunal único de primera instancia…….. 64
4.2.3 Tribunal metropolitano o tribunal de segunda instancia………...… 64
4.2.4 Tribunal interdiocesano de apelación de segunda instancia………. 65
4.2.5 Tribunal de la Rota Romana…………………………………………… 65
4.2.6 Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica……………………….. 66
del matrimonio…………………………………………………........................ 66
4.4. Proceso contencioso ordinario de declaración de nulidad matrimonio
canónico………………………………………………………………………… 68
Capítulo 5.
Presentación, discusión y análisis de resultados…………………………………… 74
5.1. Sobre el capítulo primero.........……………………………………………… 74
5.2. Sobre el capítulo segundo…………………………………………………... 75
5.3. Sobre el capítulo tercero…………………………………………………….. 76
5.4. Sobre el capítulo cuarto….………………………………………………….. 78
Conclusiones………………………………………………………………………….… 84
Recomendaciones……………………………………………………………………… 85
Referencias……………………………………………………………………………… 86
Anexos…………………………………………………………………………………… 92
Anexo 1 “Entrevista dirigida a uno de los miembros del Tribunal Eclesiástico
de la Arquidiócesis de Guatemala”…………………………….……… 92
Anexo 2 “Entrevista dirigida Abogados canonistas, sacerdotes y/o laicos
especialistas que han llevado o llevan actualmente casos ante
el Tribunal Eclesiástico”…………………………….………………...… 93
Anexo 3 Tabulación de Resultados “Encuesta dirigida a estudiantes de la
Facultad de Teología de la Universidad Rafael Landívar, que han
cursado la cátedra de Derecho Canónico”……….………………...… 94
Anexo 4 “Esquema del Proceso Contencioso Ordinario de Declaración de
Nulidad del Matrimonio Canónico (Conforme el CIC y DC)”…………..… 95
Anexo 5 Esquema del Proceso Contencioso Ordinario Documental de
Declaración de Nulidad del Matrimonio Canónico (Proceso Documental) 96
Anexo 6 Esquema de las Acciones de Impugnación de la Sentencia…...……… 97
RESUMEN EJECUTIVO
INTRODUCCIÓN
i
de justicia, y que siguen acarreando un matrimonio religioso (el cual, quisiesen
revivir con la persona con que finalmente conviven) que muy posiblemente el
código de derecho canónico, y los tribunales eclesiásticos lo considere como un
acto anulable. La intención del presente trabajo además de lo establecido
anteriormente, es transmitir y concientizar la importancia del matrimonio canónico
y que la misma se celebre válidamente; y en caso específico fuere viciado el
consentimiento de alguna persona, esta encuentre una herramienta idónea a ser
utilizada para comprobar que el matrimonio por esa situación, no es catalogable
válido y por tanto su inexistencia debe ser declarada.
ii
Capítulo 1
1.1.1 Etimología.
El vocablo matrimonio tiene su origen, según Puig Peña 1 , en las voces latinas
matris o mater y munium (madre y carga), expresando el autor que no debe
admitirse para la institución la idea de que la carga o cuidado que se ha de
tener sobre sus hijos corresponda únicamente a la madre, pues bien, cierto
que sobresalta su cuidado y protección, “su apreciación no es absoluta, ya
que el padre sufre también, en otro orden de relaciones, los cuidados de la
casa” 2 , para lo cual, si bien es cierto que debe de existir y respetarse la
igualdad en los derechos, obligaciones y responsabilidades de ambos
cónyuges, la explicación al origen de esta concepción la vemos reflejada en
la época del matriarcado, pues es en ella la madre es la jefa de la casa
conyugal, aparte de esto, hoy en día, se podría dar una nueva interpretación,
pues a raíz de hogares desintegrados, es la madre quien vela por que no les
falte lo necesario a sus hijos, ante la negativa del cumplimiento en la
asistencia de alimentos por parte del padre.
1
Puig Peña, Federico. Compendio de Derecho Civil Español. Tomo V. Familia y Sucesiones. España. Ediciones Pirámide, SA. 3ª.
Edición. 1976. Pág. 32.
2
Loc. cit.
1
1.1.2 Concepto.
El matrimonio es una figura jurídica, esencial, actual, siendo una etapa o fase
más en la vida del ser humano, la cual ha sido estudiada y enfocada por
tratadistas y legalistas en distintas maneras. Es así, como para algunos,
como Rojina Villegas 3 , Puig Peña 4 , Bonnecase 5 , el matrimonio es
considerado como una institución, para otros como Rugiero 6 , Heinrich
Lehmann 7 y algunos tratadistas de Derecho natural, un negocio jurídico, o
simplemente “contractus civilis”, para otros, como Kant 8 y Hegel 9 , una
relación o unión entre hombre y mujer reconocida por la ley, y desde el punto
de vista religioso, subrayado por la Iglesia Católica como una “cuestión
sobrenatural, institución divina, un sacramento” 10 .
Ante esto, Puig Peña 11 hace una reseña de las apreciaciones que se
han visto en la historia, destacando la importancia para ciertos sectores,
como lo son los juristas, con el enfoque de la legalidad; psicólogos, con el
carácter fundamental de la permanencia; filósofos, con el ideal de la plenitud;
y religiosos que han introducido en base a la Sagrada Escritura, real
fundición de la unión por medio de una unidad superior.
2
es el origen de la familia reconocida por la estructura político-jurídica”. Este
autor agrega que siendo una institución jurídica tiende a tener una
clasificación conforme a las formas de conducta propias de los individuos,
pudiendo ser monogámico, poligámico o poliándrico.
Para Calogero Gangi 16 , el matrimonio es “la unión legal del hombre con
la mujer para constituir una familia legítima y establecer una íntima e
indisoluble comunidad de vida para su recíproca asistencia física y espiritual,
para la satisfacción de sus necesidades sexuales y para la procreación,
crianza y educación de la prole…”.
3
1.1.3 La institución sociológica del matrimonio civil.
4
Por lo mismo, ante el constante avance de crear nuevas formas de vida
cada vez mas sencilla y rápida, es necesario frenar y pensar, sobre la razón
del existir y dignidad de la persona, y de las instituciones asistenciales como
lo son el matrimonio y la familia, y por consiguiente todo lo que encierra los
mismos, es decir, sus fines, derechos y obligaciones. Es así, como el
matrimonio llega a ser una etapa más en la vida de la persona, en la cual, se
experimentan una carga llena de cambios, retos y metas; resaltando que
entre las alegrías y tristezas, la carga en pareja es más liviana y llevadera si
se coopera mutuamente, como se expresaría en este sentido, el autor Hans
Hattenhauer 17 , “Los cónyuges entrados en años se cuidan mutuamente <<en
la prosperidad y en la pobreza>>, socorro recíproco que se afianza con el
paso del tiempo. Asistencia que reciben también de los hijos ya mayores.”.
5
sexual, no contemplándose los otros fines que forman parte de su definición
nata. Asimismo, continúa este autor estableciendo que de igual forma es
reprobable el basar al matrimonio sólo en el amor, toda vez que éste es
sensibilidad, y que sería más ajustado definirlo como amor jurídicamente
moral, en cuya virtud desaparece lo efímero, lo caprichoso y lo puramente
subjetivo; y las consecuencias que se deducen consisten en el
reconocimiento como institución. Ante esto, concluye que el Estado solo
regula su actividad jurídica exterior, más no los sentimientos interiores del
individuo, por lo que, se convierte el matrimonio en un derecho elemental,
libre y autónomo que se ubica en relación con la libertad personal.
6
y declaraciones sobre cuestiones relativas al matrimonio, de forma que se
llegó gradualmente a formar la convicción de que sólo al Estado tocaba el
poder de regular el matrimonio, y que, por tanto, las normas canónicas
sólo podían tener vigor en tanto en cuanto eran recibidas, o sea
promulgadas por una ordenanza real. Y precisamente por esto algunas
importantes prescripciones del Concilio de Trento no llegaron a ser
aplicables sino sólo después que fueron aceptadas por la Ordenanza de
Blois de 1579”. Este sistema rigió hasta la entrada de la Revolución
Francesa, la cual sustrajo de la Iglesia la regulación del matrimonio,
considerando el mismo como un acto puramente civil.
7
1.2 El matrimonio canónico.
1.2.1 Concepto.
23
Gangi, Calogero. Derecho Matrimonial. Op. cit. Pág. 7.
24
Herenio Modestino. (Se puede afirmar que vivió entre fines del s. II y la primera mitad del siglo III). Fue discípulo de Ulpiano,
el último de los juristas clásicos, y el único entre ellos que escribió en griego. http://www.bibliojuridica.org/libros/3/1062/1.pdf
http://www.bibliojuridica.org/libros/3/1062/2.pdf Fecha de consulta: 17‐10‐2011.
25
Espín Cánovas, Diego. Op. cit. Pág. 35.
26
Espín Cánovas, Diego. Op. cit. Pág. 14.
8
Según Cavigioli, citado por Espín Cánovas 27 es “la sociedad, física y
espiritual, exclusiva e indisoluble, determinada por el consentimiento del varón
y de la mujer en orden a la procreación y educación de la prole, y elevado por
Cristo a la naturaleza del sacramento”.
9
Fecundidad. Una pareja, por lo tanto, que va al matrimonio con otras ideas,
aunque se case en una Iglesia, no se casó "en Cristo", no se casó "por la
Iglesia"”. Como se observa el fondo de la institución va más allá que la
celebración del matrimonio, es decir, la ceremonia, siendo el matrimonio de
real importancia y complejidad.
De los conceptos anteriores hay que resaltar que los términos contrato,
alianza y consorcio, van encaminados a una misma línea, la cual no tiende a
contradecirse. Cuando se establece alianza, hay que tener en cuenta que
esta palabra es de orden teológico y bíblico, que hace alusión a una unión o
pacto, por decir, la alianza de Dios con su pueblo; en cuanto a contrato, se
trata más bien de un contrato sui generis, distinto de todo contrato, toda vez
que no es objeto de modificación la voluntad de los contrayentes, por lo tanto,
es un contrato en el cual no es posible su modificación, por la naturaleza
divina que encierra la institución según el Magisterio de la Iglesia; y por último,
consorcio, noción que según la Real Academia Española, se define como
unión o compañía de quienes viven juntos, principalmente los cónyuges
(consortium totius vitae).
1.2.2 Naturaleza.
31
Iuscanonicum.org. Agencia Zenit. La naturaleza del matrimonio según la razón natural. España. 2006.
http://www.iuscanonicum.org/index.php/derecho‐matrimonial/37‐naturaleza‐del‐matrimonio‐canonico‐en‐general/291‐la‐
naturaleza‐del‐matrimonio‐segun‐la‐razon‐natural.html. Fecha de consulta: 21‐05‐2011.
10
inmersa y tiene su origen desde la creación del hombre y la mujer, como
proyecto de Dios nuestro Creador. Asimismo, hay que agregar que el
matrimonio se funda en tres puntos importantes, siendo estas la fidelidad
mutua, la unión perpetua y la fecundidad.
1.2.3 Fines.
11
menciona el legado que ha dejado Cristo en el misterio sacramental del
matrimonio.
32
Lehmann, Heinrich. Op .cit., Pág. 144.
33
Piñero Carrion, José Maria. La ley de la Iglesia. Instituciones Canónicas. Editorial Atenas. España, Madrid. 1985. Pág. 34.
34
Aguinaga Zumárraga, Betty. Derecho de la Iglesia. Centro de publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Ecuador, Quito. 2006. Pág. 45.
12
Se constituye entonces que el derecho canónico es aquel conjunto de
normas jurídicas, principios y doctrinas que regulan las relaciones de la
Iglesia y sus miembros, las cuales, son creadas por el poder eclesial, para
la salvaguarda de derechos y obligaciones existentes entre los mismos.
35
Hervada, Javier. Introducción al estudio del derecho canónico. España: EUNSA, 2009. p 45.
http://site.ebrary.com/lib/elibrorafaellandivarsp/Doc?id=10272173&ppg=45 Fecha de consulta: 20‐10‐2011.
36
Piñero Carrion, José Maria. La ley de la Iglesia. Op. Cit. Págs. 45 – 54.
13
los Decretos de Graciano, las recopilaciones gregorianas y bonifaciana,
constituciones clementinas, el Corpus Iuris Canonici, Regesta Romanorum
Pontificum, Regulae Cancellariae Apostolicae, decretos del Concilio de
Trento, y los Códigos de Derecho Canónico de 1917 y 1983.
b) Características.
ii) La unidad, porque la Iglesia es solo una, que guarda una jerarquía
de potestad desde el Sumo Pontífice, hacia toda la Iglesia Católica;
37
Piñero Carrion, José Maria. La ley de la Iglesia. Op. Cit. Pág. 42.
38
Calvo‐Alvarez, Joaquin. Manual de Derecho Canónico. Ediciones Universidad de Navarra, S.A. España, Pamplona. 1991. 2ª
Edición. Págs. 40, 41 y 42
14
y variedad, término que da noción a que sus miembros se
encuentran dispersos por el mundo;
15
(1298); las Clementinas, una colección ordenada por el Papa Clemente V y
promulgada en 1317 por su sucesor, Juan XXII; las Extravagantes Comunes y
las Extravagantes de Juan XXII, colecciones menores elaboradas en el siglo
XVI por el jurista parisino Jean Chapius”.
El nuevo Código cuenta con siete libros, a saber, el primero “de las normas
generales”, el segundo “del Pueblo de Dios”, el tercero “de la función de
enseñar de la Iglesia”, el cuarto “de la función de santificar de la Iglesia”, el
quinto “de los bienes temporales de la Iglesia”, el sexto “de las sanciones en la
Iglesia” y el séptimo “de los procesos”.
16
corresponde al Sacramento del Matrimonio, el título VII; y en cuanto a los
procesos matrimoniales, las causas para declarar la nulidad de la sagrada
ordenación y de los modos de evitar los juicios, se encuentran distribuidos en
tres títulos de la Parte III, del libro VII. El título VII, cuenta con diez capítulos,
constituyendo un total de ciento once cánones relativos al matrimonio, que van
de los cánones 1055 al 1165, mientras que la parte III, cuenta con treinta y
siete cánones, que van del 1671 al 1707.
17
descubran por sí mismos, y que con la ayuda de la familia y laicos
comprometidos, puedan enriquecer y fortalecer su formación espiritual; luego
a una preparación próxima, que consiste la participación activa del individuo
en el apostolado, grupos y comunidades que busquen el bienestar familiar;
seguidamente una preparación inmediata, es decir aquel curso y examen
prematrimonial obligatorio, con el fin de que conozcan e interioricen a
profundidad el sacramento del Matrimonio y de la Iglesia, el rito, la Gracia
concedida y las responsabilidades cristianas contraídas. Por último, con la
solemnidad en la celebración de la liturgia.
18
CAPÍTULO 2.
a) Fundamento teológico.
19
Para Pedro Garín 42 , la indisolubilidad es “aquella propiedad por la cual
el vínculo conyugal, nacido de la válida celebración del matrimonio, no puede
disolverse ni extinguirse, salvo por la muerte de uno de los cónyuges”.
20
conyugal, el consentimiento matrimonial, la consumación del matrimonio, el
bienestar de los hijos, los esposos y la Sociedad, y en el orden sobrenatural,
la Fe. De estos argumentos hay que resaltar la importancia que tiene el amor
conyugal y la consumación del matrimonio, toda vez que ambos buscan y
exigen como fin, la garantía de convivir y respetarse para toda la vida.
21
recuerda la enseñanza de Jesucristo, al exponer que lo que Dios unió, el
hombre no lo separe (Mt. 19,6).
b) Fundamento jurídico.
En cuanto al fundamento jurídico de la indisolubilidad matrimonial se
encuentra regulado en el c. 1059, al establecer que el matrimonio además de
regirse por el derecho divino, también se rige por el derecho canónico, aun
cuando se trate de un solo católico entre los contrayentes. Esta competencia
de regirse por ambos derechos, se extiende también a los aspectos del
derecho material y formal, es decir, a la determinación de la capacidad de las
personas o de la forma para la validez del contrato matrimonial 46 .
22
2.2. Excepciones. La disolubilidad del matrimonio canónico.
En base a lo regulado por el Código de Derecho Canónico, en el c.c. 1061,
primer párrafo, se le denomina matrimonio rato, aquel que siendo válido entre
bautizados, no ha sido consumado, es decir, de aquel que siendo válido
todavía no existe ningún elemento biológico o carnal de unión; y matrimonio
rato y consumado, aquel en el cual, es necesario que en los cónyuges se haya
realizado de modo humano el acto conyugal apto de por sí para engendrar la
prole, al que el matrimonio se ordena por su misma naturaleza y mediante el
cual los cónyuges se hacen una sola carne. Asimismo, se establece en el
mismo canon el matrimonio inválido o putativo, es decir el matrimonio no rato.
47
Bianchi, Paolo. ¿Cuándo es nulo el matrimonio? Guía práctica de causas de nulidad para el asesoramiento jurídico de
matrimonios en crisis. España: EUNSA, 2008. Pág. 249. http://site.ebrary.com/lib/elibrorafaellandivarsp/Doc?id=
10268688&ppg=249 Consulta: 28‐05‐2011.
23
del vínculo constituido. En otras palabras, no pueden deshacerlo, rompiendo
el vínculo que les une. La permanencia de éste —desde un punto de vista
sustancial y, por tanto, también jurídico— es totalmente independiente de su
voluntad”, es decir, el matrimonio idóneo, infalible, que no puede ser disuelto
por voluntad de los contrayentes, y el segundo “se refiere al poder sobre el
vínculo que puede ejercer una autoridad distinta de la de los cónyuges que le
han dado vida”, es decir, que no puede ser disuelto el matrimonio, por ninguna
autoridad ajena al mismo.
48
Sarmiento, Augusto. El matrimonio cristiano. España. EUNSA. 3ª. Edición. 2008. Pág. 326 http://site.ebrary.com/lib/
elibrorafaellandivarsp/Doc?id=10268707&ppg=326 Consulta: 11‐06‐2011.
24
una realidad determinada, sino que pueden realizarse sólo a través de la
cópula conyugal”.
a) Fundamento teológico.
“A los demás les digo, como cosa mía y no del Señor: si algún hermano
tiene una esposa que no es creyente, pero acepta vivir con él, no la
despida. Del mismo modo, si alguna mujer tiene un esposo que sin
compartir su fe está conforme con vivir con ella, no se divorcie. Pues el
esposo no creyente es santificado por su esposa, y la esposa no
creyente es santificada por el marido que tiene fe… Pero si el esposo o
la esposa que no cree se quiere apartar, que se aparte. En tales casos
no hay obligación para el esposo o la esposa creyente. El Señor nos ha
llamado a la paz” (1-Cor 7, 12-16).
49
Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española. 22ª Edición. http://buscon.rae.es/draeI/
25
Es así como se establece que el privilegio paulino es la excepción
que el Apóstol deja entredicho, cuando no existe una posibilidad de
convivencia en plena armonía. Siguiendo este orden de ideas es importante
hacer notar que San Pablo, no viene a modificar lo establecido por Cristo,
simplemente viene a confirmar la no disolución, aun cuando uno de ellos no
sea creyente (que no comparta su fe), refiriéndose, el Código de Derecho
Canónico a aquellas personas que no han recibido el sacramento del
bautismo. Por lo tanto, el Apóstol respeta lo ordenado y reafirma la
necesidad de que el hombre y la mujer se respeten y vivan mutuamente en
paz, en primer término, estableciendo también, la decisión voluntaria y
única para el no creyente de apartarse.
b) Fundamento jurídico.
26
adscrita a una Iglesia o comunidad eclesial que no se halle en comunión
plena con la Iglesia Católica.
a) Fundamento bíblico.
50
Ghirlanda, Gianfranco. El derecho en la Iglesia ministerio de comunión. Compendio de derecho eclesial. Ediciones San Pablo.
España, Madrid. 1992. Pág. 445 y 446.
27
concede al discípulo de las llaves del Reino de los Cielos y la potestad que
se le concede para atar y desatar en la tierra, mismo resultado que tendrá
en el cielo. Aun cuando se observa que esta disposición nace a un
mandato de autoridad y certeza concedida por Jesús a las Sagradas
Escrituras, en lo que se refiere a este privilegio, no es utilizado hasta el
siglo XVI, toda vez que solo se reconoce el privilegio pauliano.
c) Fundamento jurídico.
51
Lopez Alarcon, Mariano. El privilegio Petrino. Universidad de Murcia. España. Pág. D‐20.
http://revistas.um.es/analesumderecho/article/viewFile/103691/98641 Fecha de consulta: 03‐10‐2011
28
El c. 1148 establece el caso de la poligamia entre no bautizados
(poliginia en el caso del hombre que tiene varias mujeres, y poliandria, la
mujer que tiene varios esposos), dirigido aquella persona que
encontrándose en tal situación, decide ser bautizada en la Iglesia, para lo
cual, deberá de modificar su condición, quedándose con la primera mujer o
con una del resto (salvo le resulte duro permanecer con la primera), y
apartándose de la convivencia con las demás.
29
2.3. Separación, nulidad, anulabilidad y convalidación del vínculo conyugal en el
Derecho Canónico.
La convivencia conyugal es necesaria dentro del matrimonio para su correcto
funcionamiento. Cuando media una razón legítima que justifique la no
convivencia, el derecho contempla una justa solución para dicha problemática
que atenderá conforme al grado de divergencia entre los cónyuges, siempre
en búsqueda del bien común, siendo estas medidas, la separación
permaneciendo el vínculo, la nulidad y convalidación del vínculo conyugal.
30
primer párrafo las causales siguientes: a) que uno de los cónyuges ponga en
peligro espiritual o corporal al otro a los hijos (prole); b) hace dura la vida en
común; y c) propone un motivo legítimo para separarse.
53
Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Argentina. Editorial Heliasta, S.R.L., Argentina. 1981.
Pág. 376.
31
civil, pues de conformidad con la causa así se establecerá si procede su
nulidad o anulabilidad, y en base a sus causas, se determinarán sus efectos.
32
situación de invalidez del matrimonio a otra de validez del mismo 54 ”, se le
denomina Convalidación del Matrimonio Nulo, y esta puede ser, convalidada
de forma simple o por sanación de raíz.
54
Bianchi, Paolo. Op Cit. Pag. 226. Consulta: 11‐06‐2011.
33
Capítulo 3.
55
Bonet Alcón, José. Op. Cit. Pag. 38.
34
investigación, en la cual, encaja en búsqueda de la verdad, los hechos y las
causales invocadas y que se encuentran reguladas por la CIC.
35
consecuencia del sentimiento y del proyecto de una sola vida que se desea
poner a trabajar como familia. Por ser el consentimiento un elemento que
emana de la propia voluntad del ser humano, no debe adolecer de defecto o
vicio alguno. Es por ello, que el consentimiento en el matrimonio, por lo
relevante de la institución y los efectos que produce, sea ejercido plenamente,
sin objeciones internas, ni sujeto a condición alguna, emitida pues, de una
declaración unilateral a través de un juicio sano.
36
Ante esto Bosch y Bañares 59 manifiestan que: “tanto la sensibilidad
humana como la voluntad están orientadas a lo bueno, pero lo hacen de dos
maneras distintas. Los sentimientos se despiertan ante lo que aparece como
bueno. La voluntad sólo se mueve ante aquello que se considera
verdaderamente bueno.”
Según Paolo Bianchi 60 , por condición se debe entender “la subordinación del
consentimiento a un hecho futuro e incierto del que se hace depender la
eficacia del consentimiento, ya sea suspendiendo su eficacia jurídica hasta
que se cumpla la condición, o intentando que cese su eficacia desde su
verificación”. La condición dentro del consentimiento matrimonial, es regulada
por el CIC, el cual, hace una clasificación en cuanto al tiempo en que se da la
condición (pasado, presente o futuro), de ahí parte si es válido o no un
matrimonio bajo condición.
59
Bañares, Juan Ignacio, Bosch, Jordi. Consentimiento matrimonial e inmadurez afectiva: actas del VI simposio
internacional del Instituto Martín de Azpilcueta (Pamplona 3‐5 de noviembre de 2004). España. 2009. Pág. 39.
http://site.ebrary.com/lib/elibrorafaellandivarsp/Doc?id=10306849&ppg=39 Consulta: 11‐06‐2011
60
Bianchi, Paolo. Op Cit. Pag. 201. Consulta: 11‐06‐2011.
37
matrimonio condicionado a hechos del pasado o presente, y que para ello
debe contarse con licencia escrita del Ordinario del lugar (obispo).
61
Constitución Sacrosanctum Concilium Sobre La Sagrada Liturgia. http://www.vatican.va/archive/hist_
councils/ii_vatican_council/documents/vat‐ii_const_19631204_ sacrosanctum‐concilium_sp.html Fecha: 17‐10‐2011
38
a) La declaración de consentimiento por cada una de las partes de contraer
matrimonio y la ratificación del sacerdote;
b) La bendición del anillo que el novio recibe de manos del sacerdote para
que lo coloque en la mano izquierda de la novia;
39
La nulidad es tratada como una violación a los requisitos esenciales que
constituyen el matrimonio, sufriendo el contrato sacramental de un grado de
invalidez, que dependerá del caso en específico sujeto a la declaración de
nulidad per se o a la convalidación matrimonial.
62
García Gárate, Alfredo. El matrimonio canónico en su dimensión sustantiva y procesal. España. 2008. Pág. 133.
http://site.ebrary.com/lib/elibrorafaellandivarsp/Doc?id=10224074&ppg=133 Consulta: 18‐06‐2011.
40
Debemos recordar en todo momento que el matrimonio canónico es
pues, un contrato entre un varón y una mujer, el cual perfeccionado, adquiere
su naturaleza de sacramento.
41
i. Carencia de suficiente uso de razón. (c.c.1095 § 1º)
63
Lombardia, Pedro y Juan Ignacio Arrieta. Op. cit., Pág. 655.
42
o equiparación a un infante (menor de 7 años) a quien carece
habitualmente de uso de razón.
64
Lombardia, Pedro y Juan Ignacio Arrieta. Op. cit., Pág. 656
43
iii. Incapacidad de asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por
causa de naturaleza psíquica. (incapacitas assumendi). (c.c.1095 § 3º)
65
Lombardia, Pedro y Juan Ignacio Arrieta. Op. cit., Pág. 657
44
causa de naturaleza psíquica. Uno de los casos que más presta atención
es la homosexualidad (cuando con el matrimonio, se trata de encubrir la
realidad sexual por conservar su estatus familiar o social), la psicosis,
fobias (sexuales, al embarazo o al cuidado de los hijos).
b. Ignorancia. (c.1096.)
45
c. Error. (c.c. 1097 y 1099).
66
García Gárate, Alfredo. Op. Cit. Pág. 136
46
d. Dolo. (c.1098.)
Según Alfredo Gárate 67 el dolo es: “todo engaño o maquinación que, por su
naturaleza, determine la voluntad matrimonial. Lo característico del dolo es
que da lugar a una voluntad artificial: quien inicialmente no quiere casarse,
decide finalmente hacerlo. Su voluntad no es real, no responde en su
formación a un verdadero proceso personal sino que es ficticia”.
Para que encaje la figura del dolo como causal de nulidad matrimonial
es necesario que se relacionen ciertos elementos, para lo cual, se extrae a
continuación las ideas sustanciales que Lombardia y Arrieta 68 proporcionan,
siendo que:
67
García Gárate, Alfredo. Op. Cit. Pág. 139
68
Lombardia, Pedro y Juan Ignacio Arrieta. Op. cit., Pág. 661
47
Por último, la doctrina canónica establece que la causal de dolo en la
cualidad de la persona, afecta de manera directa el intelecto del contrayente
e indirectamente su voluntad, y que a su vez, se resalta la falta de libertad a
plenitud que se ocasiona a quien lo sufre.
69
Bianchi, Paolo. Op Cit. Pag. 31. Consulta: 16‐06‐2011.
48
contrayente, sino del asistente, testigos y demás personas presentes en la
boda, o en su caso la existencia de complicidad de todos los presentes de la
violencia que recae en el consentimiento del contrayente.
Por otra parte, es necesario mencionar que el miedo también puede ser
producto interno del contrayente, sin que exista presión externa, el cual
puede devenir por un sentimiento de culpa y en busca de un matrimonio
reparador como es llamado en la doctrina. Y concluyendo este apartado, no
49
olvidar que el miedo debe de catalogarse como grave, es decir, que exista la
posibilidad de que se produzcan las amenazas y que el temor se tal, que se
vea obligado el sujeto a emitir su consentimiento para contraer matrimonio.
50
impedimento dirimente es “una ley de derecho divino o humano, por el que
una persona, sobre la base de una circunstancia objetiva, resulta inhábil para
contraer válidamente matrimonio en general o un matrimonio en particular”
51
ii. Impedimento de impotencia antecedente y perpetua. (c. 1084)
52
b) Que surgen por relaciones jurídicas existentes con prohibición
Esta clase de impedimento es uno de los más conocidos por la lógica que
encierra el mismo, el cual consiste en que mientras exista un matrimonio
válidamente celebrado uno de los contrayentes no puede contraer otro
matrimonio con otra persona, siendo no permitido sería celebrado
inválidamente. Agrega el c.c. 1085 que no sería válido el segundo presunto
matrimonio aun cuando no hubiere sido el primero consumado; o cuando
todavía no ha sido legítimamente declarada como nulo o disuelto el
matrimonio.
iii. Impedimento por orden sagrado o por voto público perpetuo de castidad.
(c.c. 1087 y 1088.)
54
sacrifico y amor a Dios consagran su vida voluntariamente para la
construcción de su Reino.
Es por ello sin entrar más a detalle que son impedimentos latentes
para contraer matrimonio, el haber sido ordenado diácono o presbítero o
haber hecho voto público perpetuo de castidad en un instituto religioso. De
la misma manera, existen impedimentos para recibir el sacramento del
Orden, el no estar casado (c.c. 1037, 1041 4º, y 1042).
c) Impedimento posterior que surge por la comisión de un delito. (c.c. 1089 y 1090)
55
caso de colaboración de los que pretenden contraer matrimonio, y que
confabulan en la planeación de la muerte del cónyuge de uno de ellos.
56
La línea puede ser recta, es decir la relación directa que asciende o
desciende de un pariente a otro y que comparten un tronco en común, y/o
colateral (llamada también transversal), aquella relación indirecta por no
descender un pariente de otro, pero que siempre proviene de un ascendiente
común. Por ejemplo, de la línea recta o directa ascendiente, el tatarabuelo,
bisabuelo, abuelo, padre, y en la línea recta o directa descendiente, el hijo,
nieto, bisnieto, tataranieto; y en la línea colateral, primos y tíos.
57
3.3.3. Nulidad por defecto en la forma
58
manera, si el asistente no se percatar o no le consta el estado libre de los
contrayentes.
59
CAPÍTULO 4
60
Antonio Benlloch 71 establece que el derecho procesal canónico es
“aquella parte del ordenamiento de la Iglesia, destinada a resolver las
controversias que, inevitablemente, pueden surgir en su seno”; sigue exponiendo
que los derechos y deberes del cristiano necesitan de la tutela y garantía, y
cuando existe conflicto y se considera privado del disfrute de los bienes que la
ley le otorga, sale a su encuentro el proceso.
Hay que aclarar que no todos los abogados posee los conocimientos
necesarios para promover el inicio de dicho proceso, además de contar con
licencia para poder auxiliar en el trámite de declaración de nulidad matrimonial,
por lo que, es necesario que sea un abogado canonista, es decir, que cuente con
un Doctorado o Licenciatura en Derecho Canónico, o en su defecto que cuente
con autorización (del Obispo) para llevar la causa ante los tribunales
Eclesiásticos.
71
Benlloch Poveda, Antonio. Op. cit. Pág. 619.
72
Lombardia, Pedro y Juan Ignacio Arrieta. Op. cit., Pág. 837
61
Según Guillermo Cabanellas 73 el Abogado Canónico, es “aquel que, con la
autorización episcopal correspondiente, actúa ante el fuero eclesiástico.
Requiérese para tal ejercicio ser católico, no excomulgado, mayoría de edad,
buena fama y ser doctor o perito en Derecho Canónico. Existen habilitaciones
generales y otras para algunas causas, sobre todo las matrimoniales”.
73
Diccionario Enciclopedico de Derecho Usual. Volumen I. Argentina, Buenos Aires. Editorial Heliesta S.R.L.. 1986. 20ª. Edición.
Pág. 36.
62
activa, lo cual no es obligatorio, ya que la nulidad podrá ser comprobada aun
estando en desacuerdo una de las partes, o bien a pesar de que nunca se
presentare a declarar a pesar de haber sido citado.
63
4.1.1 Juez y tribunal diocesano
64
tribunal de apelación en segunda instancia de los procesos que proceden de
los tribunales de las diócesis que dependen de esta Arquidiócesis. En el § 2
que si la causa se conoció en un tribunal metropolitano como primera
instancia, esta deberá contar con un tribunal establecido y con aprobación de
la Sede Apostólica.
65
hacer en calidad de tribunal de primera instancia en aquellas causas que han
sido previstas en el c. 1405 § 3; y en por último, puede dictar sentencia
denominándose como tercer o ulterior instancia, por causas juzgadas el
mismo órgano u otro tribunal, a acepción de aquellas que sean cosa juzgada.
74
Constitución Apostólica Pastor Bonus. De S.S. Juan Pablo II sobre la curia romana. Vaticano. Libreria Editrice Vaticana.
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_constitutions/documents/hf_jp‐ii_apc_19886028_pastor‐
bonus_sp.html Consulta: 14‐07‐2011
66
En Guatemala figuran dos tribunales eclesiásticos que conocen la
materia de nulidad matrimonial. El primero de ellos se encuentra ubicado en
la ciudad de Guatemala, el cual conoce en primera instancia el proceso de
declaración de nulidad matrimonial; el segundo tribunal tiene su sede en el
departamento de Quetzaltenango, el cual conoce en segunda instancia el
proceso el recurso de la Apelación, en cuanto a la confirmación del decreto
dictado por el primer tribunal.
3º El tribunal del lugar en que tiene su domicilio la parte actora, con tal de
que ambas partes residan en el territorio de una misma Conferencia
Episcopal y dé su consentimiento el Vicario judicial del domicilio de la
parte demandada, habiendo oído a ésta;
67
Pueden existir dentro del ordenamiento canónico tribunales con igual
competencia para juzgar un mismo asunto, pero se da la primicia a aquel que
primero citó al demandado, esto a manera de duda de un alegato futuro por
razón de competencia. El c. 1415 establece que por razón de la prevención,
cuando dos o más tribunales son igualmente competentes, tienen derecho a
juzgar la causa el que primero citó legítimamente al demandado.
75
Lombardia, Pedro y Juan Ignacio Arrieta. Op. cit., Pág. 903
68
Para determinar en qué clase de proceso se deberá llevar la causa de
nulidad matrimonial manifestada, dependerá de si se acompaña o no un
documento que acredite y pruebe la causal invocada. Es por ello, que se ha
contemplado un “proceso de declaración de nulidad del matrimonio” (Véase
ANEXOS 4 Y 6) para los casos en los que se impugna el matrimonio (no existe
documento justificativo de causal), y otro, denominado “proceso documental”
(Véase ANEXO 5). Este último, se asemeja para dar una idea, al proceso
ejecutivo en la vía de apremio, pues en este debe existir un documento eficaz en
el que se verifique a toda luz el impedimento que justifica el derecho de entablar
la demanda de nulidad matrimonial, y por lo consiguiente, el proceso es rápido y
no sujeto a una segunda sentencia (apelación), mientras que como se verá más
adelante en el proceso de declaración de nulidad del matrimonio común, deben
de recabarse pruebas, realizarse la apelación ante la Sala de Apelaciones del
Tribunal Eclesiástico.
Siguiendo las palabras de Benedicto XVI 78 , “el proceso canónico de nulidad del
matrimonio constituye esencialmente un instrumento para certificar la verdad
76
Depósito Académico Digital. Universidad de Navarra. González Ayesta, Juan. La Instrucción Dignitas Connubii y las categorías
normativas del derecho vigente. Pág. 759 http://dspace.unav.es/dspace/handle/10171/2937 Fecha de consulta: 22‐10‐2011
77
Refiriéndose el Papa Benedicto XVI a la Instrucción Dignitas Connubii: “La mayor contribución de esa Instrucción, que espero
sea aplicada íntegramente por los agentes de los tribunales eclesiásticos, consiste en indicar en qué medida y de qué modo
deben aplicarse en las causas de nulidad matrimonial las normas contenidas en los cánones relativos al juicio contencioso
ordinario, cumpliendo las normas especiales dictadas para las causas sobre el estado de las personas y para las de bien público”.
Depósito Académico Digital. Universidad de Navarra. Discurso de Benedicto XVI a los Prelados Auditores, Defensores del
Vínculo y Abogados de la Rota Romana, 28.I.2006. Pág. 293. http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/17223/1
/22385421.pdf Fecha de consulta: 22‐10‐2011.
78
Depósito Académico Digital. Universidad de Navarra. Discurso de Benedicto XVI a los Prelados Auditores, Defensores del
Vínculo y Abogados de la Rota Romana, 28.I.2006. Op. cit. Pág. 294.
69
sobre el vínculo conyugal. Por consiguiente, su finalidad constitutiva no es
complicar inútilmente la vida a los fieles, ni mucho menos fomentar su espíritu
contencioso, sino sólo prestar un servicio a la verdad. Por lo demás, la institución
del proceso en general no es, de por sí, un medio para satisfacer un interés
cualquiera, sino un instrumento cualificado para cumplir el deber de justicia de
dar a cada uno lo suyo… Así pues, todo sistema procesal debe tender a
garantizar la objetividad, la tempestividad y la eficacia de las decisiones de los
jueces”.
70
fondo. En este punto, es importante señalar que siguiendo en línea con el
espíritu del matrimonio la Iglesia antes de aceptar la causa de nulidad, el Juez
instruyendo hará uso de medios pastorales para rescatar el matrimonio, a través
de la convalidación del matrimonio y el restablecimiento de la convivencia
conyugal.
71
de pruebas, se cierra este periodo teniéndose por precluido, es decir ya no
conocerá mas sobre las pruebas, salvo que se soliciten pruebas que no se
hubieren pedido con anterioridad y se presenten nuevas a solicitud del Juez, en
los casos que establece el c. 1600 85 . Dentro de esta fase se destacan la prueba
documental, ya sean documentos eclesiásticos o privados, y la prueba pericial
(test psicológico, prueba caligráfica, etc.), por el valor de autenticidad que de por
sí aportan los medios de prueba.
Es importante resaltar que serán las partes las que habiendo verificado la
veracidad de las pruebas presenten ese escrito de defensa 87 a través del
abogado rotal. Cuando se culmina todo lo referente a las pruebas, y las partes ya
no tienen más que presentar o alegar, el juez instructor procede hacer sus
conclusiones de la causa, mediante un decreto. Se establece además que el
defensor del vínculo presentará un escrito de observaciones (dictamen).
72
que el Tribunal de Primera Instancia analice y decida si existe o no nulidad
matrimonial.
91
Ver c.c. 1611 y 1682 C.I.C. y a. 250 al 262 D.C.
92
Ver c.c. 1682, 1683, 1684 y 1685 C.I.C. y a. 263 al 268 D.C.
73
CAPÍTULO QUINTO
Como punto de partida, hay que mencionar que las personas hoy en día
comprenden un singular comportamiento en cuanto a todo lo que encierra la
figura del matrimonio canónico, refiriéndose a su dual naturaleza como contrato y
sacramento; ya sea por qué se desentiende su función, falta de información,
interés, voluntad, o simplemente se pasa por desapercibido de su verdadera
importancia, y se toma como un espectáculo familiar, placentero, a la ligera e
inconsciente. Es común escuchar a las personas decir que no procede de
ninguna manera la disolución del matrimonio otorgado por la Iglesia Católica, lo
cual es acertada, aun cuando la misma contempla la disolución para
determinadas situaciones. A esto se añade, la inclusión errónea de aquellos
casos que encierran actos nulos desde sus orígenes sean o no conocidos, y que
conllevan por tanto, a un matrimonio religioso susceptible de ser declarado nulo.
74
contempla diferencias muy significativas pero de real trascendencia; como lo es
la naturaleza jurídica del matrimonio en ambas ramas del derecho, siendo en el
derecho civil el reconocimiento de la ley como una institución social (artículo 78
del Código Civil, Decreto Ley 106), y por el derecho canónico en su dual
naturaleza de contrato y sacramento. Aunque no viene al caso el tema por no
ser una investigación teológica, es conveniente destacar que la naturaleza
sacramental del matrimonio canónico es indiscutible y por tanto no susceptible
de nulidad o impugnación, por ser Fe y Doctrina de la Iglesia, y específicamente
por estar fundamentada en las Sagradas Escrituras.
75
contrario. Por cuanto a la figura de la disolución se establece que se emplea en el
derecho canónico cuando el matrimonio no ha sido consumado y a favor de la fe.
La noción de nulo nos conlleva a pensar que el acto jurídico en sí aun cuando se
exteriorice aparentemente el mismo, no produce ninguna consecuencia jurídica
por carecer de validez. Es así como se estableció en el tercer capítulo, que la
nulidad es un acto jurídico ineficaz toda vez que carece de las condiciones y
requisitos necesarios y exigibles, ya sean de fondo o forma.
76
Su validez requiere por tanto que las partes (los contrayentes) conozcan a
plenitud lo que van a celebrar, y para ello se necesita la colaboración de ellos y
de la comunidad, para que el matrimonio al celebrarse inicie de la mejor forma
posible y no se dé pauta para que en el futuro puedan existir algún elemento que
llegue a ser enmarcado como causal de nulidad. Una de los comentarios
surgidos a raíz de una de las entrevistas efectuadas, fue la aportación de la
psicóloga entrevistada la cual determinó la verdadera importancia en la
participación activa de la comunidad pastoral en cuanto a las pláticas
prematrimoniales, llegándose a percibir que en la mayoría de los casos no
cumplen con su objetivo principal.
Por ser un tema de las ciencias sociales, hay que indicar que el
matrimonio impulsa a la familia, la cual a su vez es necesaria como impulsadora
de valores y principios en sus integrantes. El matrimonio y la familia son
considerados por fe como proyectos divinos no creados por el hombre, como se
ha argumentado en su momento, pues tienen una razón de ser y existir en este
mundo.
77
Para poder solicitar la nulidad matrimonial es necesario que se lleve a cabo
el proceso respectivo que en la práctica es llevado, con responsabilidad, seriedad,
delicadez y de forma minuciosa (por ser el matrimonio un sacramento), por un
tribunal eclesiástico colegiado y el tiempo a durar dependiendo de la complejidad
del caso en específico en la práctica puede variar entre un año y medio a dos
años y medio, tal y como se mencionó en el capítulo anterior.
78
ellos defiende la causa, propone y expone aquellos argumentos que vaya en
contra o se opongan a la nulidad matrimonial pedida, procurando que no existan
cambios latentes que difieran del consentimiento de voluntad emitido en el
momento de la celebración del matrimonio, con lo que establecen en las
entrevistas, lo cual puede darse a fraude por haber llegado a un arreglo entre los
cónyuges, a su conveniencia, por lo tanto, no puede actuar a favor de la nulidad,
equilibrando así el trámite del proceso; y el segundo, encargado de impugnar la
nulidad de los autos o excepciones, es decir, específicamente defiende lo
normado en los cánones procesales y que estos sean adecuados a los hechos,
promoviendo y tutelando así el bien público.
Seguidamente los exámenes y estudios del caso concreto que debe realizar
el psicólogo, en cuanto a la pericia psicológica o psiquiátrica a realizarse a fin de
explorar la personalidad de los cónyuges. Para ello el psicólogo se auxilia de
pruebas psicométricas y psicológicas así como de los demás documentos que
obren en el expediente que les proporcione el Tribunal para que realice su
dictamen, el cual tendrá quince días para efectuarlo.
El perfil del abogado canónico o rotal (Véase ANEXO 1) debe ser estudiado
por el Tribunal eclesiástico, previamente para la evaluación y posterior
autorización para trabajar en casos de nulidad matrimonial. Es prudente
considerar que el abogado debe ser católico, practicar y vivir en sintonía con la
Doctrina de la Iglesia en relación a todo lo que conlleva el sacramento del
matrimonio.
79
levantar el acta acerca de los asuntos que se han discutidos y sus conclusiones,
en otro casos, ratificación del perito, autenticación de documentos. A este punto,
sería conveniente que el notario o actuario (a. 62 del DC) posea el título de Notario
Público, toda vez, que es requisito indispensable para ejercer la profesión,
además, la exigencia de que sea nombrado por el Obispo (c.c. 470), de fama
íntegra y por encima de toda sospecha (a. 63 del DC). Hay que aclarar que por
ser el derecho canónico un conjunto de normas jurídicas especiales, que poseen
su propia independencia, que no están sujetas al control de otro ordenamiento
jurídico, y que la fe para actuar en el proceso, en este caso es delegada por parte
de la Iglesia y no el Estado, pueden disponer los requisitos para que una persona
que se le denomine notario, pueda dar fe de los actos y hacer otras disposiciones,
asimilando la función y labor en el ejercicio del Notario Público que hace uso de
dar fe, potestad conferida por el Estado.
80
De la investigación de campo realizada, se puede verificar que la mayoría
de los encuestados que existe una necesidad de que el cristiano católico
profundice en el tema de la nulidad del matrimonio canónico. Este punto requiere
de un mayor interés no solo de la Iglesia, sino también del individuo. Más de
pensar del temor que se pueda arrojar por el conocimiento mal intencionado que
pudiera acontecer por la distorsión o confusión en el tema de nulidad y divorcio, es
prudente, que la comunicación entre Iglesia y sus súbitos sea más abierta y
certera, haciéndose hincapié, con responsabilidad y compromiso sobre el llamado
del hombre y mujer a formar un solo cuerpo dentro del matrimonio.
81
Ahora bien, que consecuencias traería el no conocer esta herramienta que
norma la Iglesia. Si se pondría en una balanza, por un lado el desconocimiento
del tema, y por el otro lado, su conocimiento, sería interesante saber cuál es
inclinaría más. Ambas poseen sus ventajas y desventajas, pero lo que si es cierto,
es que existen muchas familias distorsionadas y enfermizas que se van perdiendo
cada día, y en su conjunto, en vez de ser una fuente de colaboración para la
Sociedad, hacen que los problemas sociales incrementen y se aceleren, desde
muy temprana edad los niños y jóvenes vayan optando a estilos de vida sin
compromiso e irresponsablemente.
Una idea sobre algún caso real que se despertó desde los comienzos de la
investigación y que se quiso indagar fue, el abandono por parte algunas personas
que habían recibido el sacramento del Matrimonio en la Iglesia Católica y que por
un motivo determinado, se habían divorciado, estaban conviviendo ya con otra
persona, formado familia e inclusive con hijos legítimos, habiendo contraído
matrimonio civil-religioso dentro de una institución protestante. Para ello, se
preguntó si uno de los motivos del abandono de la Iglesia era por la falta de
información de la declaración de nulidad matrimonial, a lo cual, la mayoría
considera que no es un motivo. La percepción a estas respuestas son de ayuda,
pues implícitamente colaboran a ratificar que no necesariamente el abandono se
refiere al desconocimiento de la nulidad, y que existen otros factores que
colaboran a la separación de la Iglesia. A esta pregunta hay que relacionarla con
las preguntas de integración y desintegración de la familia, pues lo que se trata de
medir es el compromiso de la Iglesia en cuanto al seguimiento que debe de darse
a la familia, el matrimonio y su nulidad.
Por último, los resultados arrojan que la Iglesia debe ser más activa en
cuanto a la divulgación y el conocimiento de la nulidad y su trámite hacia los
feligreses, asimismo, la información de la existencia de un Tribunal Eclesiástico y
la labor que ellos realizan. Conocimiento que debe de asegurar que sea
comprendido a su cabalidad, por quienes, lo transmiten como quien lo recibe.
82
Otro resultado favorable en cuanto a las entrevistas realizadas (Véase
ANEXO 2), fue el costo del proceso de declaración de nulidad. Es importante
resaltar que el mismo es un tanto elevado, por la participación de varios
profesionales, quienes reclaman sus honorarios y el trabajo minucioso que cada
caso amerita, aproximadamente puede oscilar unos veinte mil quetzales, por lo
que, atendiendo a la situación social que vive muchas familias, el costo si resulta
ser elevado y por tanto un motivo para que la gente se abstenga de iniciar el
proceso de declaración de nulidad matrimonial.
A esto, hay que mencionar que en algunos casos el Tribunal Eclesiástico
puede ordenar la gratuidad de algunas partes del proceso. Por lo que, es
conveniente facilitar el acceso al mismo, promover el conocimiento de la materia a
la población, y a los agentes de pastoral encargados de dar los cursos
prematrimoniales, exigirles el estudio a profundidad sobre el tema del matrimonio,
para que siendo válido el matrimonio, no sea susceptible en un futuro de nulidad.
Por otra parte, debiera de existir una divulgación más intensa por parte la
Iglesia, acerca del sacramento del matrimonio, específicamente el derecho de
contraer matrimonio libremente sin coacción y que la misma sea consentida sin
vicio alguno, y un seguimiento más cercano a las familias, y en base a esa línea,
dar a conocer entre la población sutilmente el tema de la nulidad matrimonial.
83
CONCLUSIONES
84
RECOMENDACIONES
1. Poner en mayor conocimiento la existencia de la nulidad del matrimonio,
mediante talleres y seminarios por especialistas del tema, de forma
constante, que emane de la Conferencia Episcopal, hacia las parroquias e
iglesias que forman parte de la Iglesia Católica.
2. Que se concientice a los miembros de la Iglesia, tanto los pastores como a
los agentes pastorales sobre la importancia de transmitir constantemente a
los fieles, el verdadero significado del matrimonio canónico, y la información
necesaria que ayude al conocimiento de la declaración de nulidad y su
proceso, guardando celosamente a que este último sea claramente
diferenciado de la disolubilidad matrimonial.
3. Que se extiendan cursos, seminarios y/o talleres sobre la nulidad del
matrimonio canónico, y su proceso de declaración, con el fin de que la gente
tenga conocimientos sobre la existencia y del cómo proceder si en
determinado caso, se encajare a una causal de nulidad.
4. Para las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales, incluir en el pensum de
estudios, como curso optativo la cátedra derecho matrimonial canónico, para
ampliar el conocimiento sobre esta materia a los estudiantes del Derecho.
5. La gratuidad o bajo costo del proceso debe ser un punto esencial, el cual,
debería de darse con mayor constancia, siendo principal para aquellos casos
en los que previa investigación (trabajo social) y carta del párroco del lugar
del solicitante, basten para que el mismo sea proporcionado.
6. La colaboración gratuita o bajo cobro de honorarios para los profesionales
que participan durante el proceso, con el fin de que el costo no sea una
limitante al solicitante para no iniciar el proceso de nulidad matrimonial.
7. La creación de tribunales eclesiásticos en cada diócesis que constituyen las
Provincias Eclesiástica de Guatemala y de Los Altos, con el fin de tutelar el
derecho del cónyuge a un mejor acceso para la solicitud de declaración de
nulidad, y este pueda ser llevado dentro de la jurisdicción más cercana a su
domicilio.
85
REFERENCIAS
a. Referencias bibliográficas:
Libros.
1. Aguinaga Zumárraga, Betty. Derecho de la Iglesia. Centro de publicaciones
de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Ecuador, Quito. 2006.
86
11. Hattenhauer, Hans. Conceptos Fundamentales del Derecho Civil. España,
Barcelona. Editorial Ariel, S.A., 1987.
16. Loring, Jorge, S.I. Para Salvarte. Enciclopedia del Católico del Siglo XXI.
Conforme al Catecismo Oficial de la Iglesia Católica. Edibesa. España,
Madrid. 58ª Edición. 2008
Enciclopedias.
1. Enciclopedia Temática Mega Siglo XXI. Colombia. Editorial Norma, S.A.
2004.
87
Diccionarios.
1. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Volumen I. Argentina, Buenos
Aires. Editorial Heliesta, S.R.L. 1986.
b. Referencias normativas:
1. Código Civil guatemalteco, Decreto Ley 106 de la República de Guatemala.
88
6. Ley de Adopciones, Decreto número 77-2007 del Congreso de la República
de Guatemala.
c. Referencias electrónicas:
1. Actas del VI simposio internacional del Instituto Martín de Azpilcueta
(Pamplona 3-5 de noviembre de 2004). Bañares, Juan Ignacio, Bosch,
Jordi. Consentimiento matrimonial e inmadurez afectiva: España. 2009.
http://site.ebrary.com/lib/elibrorafaellandivarsp/Doc?id= 10306849&ppg=39
Fecha de consulta: 11-06-2011
89
6. Depósito Académico Digital. Universidad de Navarra. González Ayesta,
Juan. La Instrucción Dignitas Connubii y las categorías normativas del
derecho vigente. http://dspace.unav.es/dspace/handle/10171/2937 Fecha
de consulta: 22-10-2011
11. La Verdad Católica. R.P. Pedro Herrasti, S.M. ¡Solteros otra vez! Folleto
EVC No.175. México. http://laverdadcatolica.org/SolterosOtraVez.htm.
Fecha de consulta: 04-04-2011.
90
13. Lopez Alarcon, Mariano. El privilegio Petrino. Universidad de Murcia.
España.http://revistas.um.es/analesumderecho/article/viewFile/103691/9864
1 Fecha de consulta: 03-10-2011.
d. Otras Referencias:
i. Revistas.
- Lehmann, Heinrich. Derecho de Familia. Volumen IV. España, Madrid.
Editorial Revista de Derecho Privado. 1953.
ii. Artículos.
- Martin Lutero. La agradecida estimación del estado matrimonial.
Transformado a formato digital por: Andres San Martin Arrizaga, 13 de
febrero de 2007.
91
“ANEXOS”
ANEXO 1
Entrevista dirigida a uno de los miembros del Tribunal Eclesiástico de la
Arquidiócesis de Guatemala.
1. ¿Cuántas solicitudes de casos de nulidad de matrimonio ha conocido el Tribunal
Eclesiástico?
2. ¿De dichas solicitudes, cuantas se ha concedido y declarado la nulidad del
matrimonio?
3. ¿Qué clases sociales tienen mayor acceso a este tipo de proceso?
4. ¿Cuáles son los requisitos que se requieren para ejercer en Guatemala como
Abogado Rotal?
5. ¿Cuántos académicos existen en Guatemala, trabajando como Abogados
Rotales?
6. ¿Cuáles que son los motivos y causas que han motivado a los guatemaltecos a
solicitar la demanda de nulidad de su matrimonio ante el Tribunal Eclesiástico
de la Arquidiócesis de Guatemala?
7. ¿Por qué, cree usted, que existe un desconocimiento en la temática del proceso
de nulidad del matrimonio, en la comunidad guatemalteca católica?
8. ¿Cree usted, que es importante la divulgación o no divulgación del
procedimiento de nulidad del matrimonio canónico, y porque?
9. ¿Qué papel juega la Santa Sede en el desarrollo de los casos específicos
llevados ante los Tribunales Eclesiásticos de la Arquidiócesis de Guatemala?
10. ¿Se ha llevado algún caso guatemalteco ante tribunales eclesiásticos en la
Ciudad del Vaticano?
11. ¿Qué herramientas o criterios utiliza el Tribunal Eclesiástico para conceder la
nulidad del matrimonio?
92
ANEXO 2
Entrevista dirigida Abogados canonistas, sacerdotes y/o laicos especialistas que
han llevado o llevan actualmente casos ante el Tribunal Eclesiástico
3. ¿Qué casos cree usted, que se dan con más frecuencia en Guatemala en la
celebración de los matrimonios religiosos y que eventualmente podrían ser
causales de nulidad del matrimonio?
7. ¿Cree usted, que el costo de este proceso o la falta de Abogados Rotales, son
razones por la cual las personas con inquietudes de la posible Nulidad del
Matrimonio Canónico, no acudan a solicitar su Nulidad?
93
ANEXO 3
Tabulación de Resultados
Encuesta dirigida a estudiantes de la Facultad de Teología de la Universidad
Rafael Landívar, que han cursado la cátedra de Derecho Canónico.
Pregunta No. 1
Pregunta No. 2
Pregunta No. 3
Pregunta No. 4
Si / Bastante
Pregunta No. 5
No / Regular
Pregunta No. 6 Poca
Pregunta No. 7 Nula
Pregunta No. 8
Pregunta No. 9
Pregunta No. 10
0 5 10 15 20 25
94
ANEXO 4
95
ANEXO 5
96
ANEXO 6
97