Está en la página 1de 18

UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA

HISTORIA DE LA SALDU PÚBLICA

Presentado por:

Diana Andrea Aguilar Benavides


Mercy Díaz Jiménez
Andrea Melissa Hidalgo Pinzón
María Fernanda López Avendaño
Lizeth Katerine Velásquez Martínez
Jennifer Nathaly Romero Sánchez

Componente Temático

SALUD PÚBLICA

Docente

Cecilia Saad Acosta

Bogotá D.C
Febrero 3 de 2011
HISTORIA DE LA SALUD PÚBLICA

La salud pública es la disciplina que sea encargado de cuidar la salud de una población, y
para ello desarrolla toda clase de actividades que le permitan conocer cuales eventos en
salud son relevantes, valiéndose así de la investigación, programas de promoción y
prevención, inmunización, entre otros.

Como toda disciplina ha sufrido una modificaciones que van acorde con los cambios
histórico, es decir, la salud pública cuenta también con su propio proceso evolutivo el cual
muestra la adaptación que ha debido tener de acuerdo con la necesidades de cada
época.

Como todo evento que sea estudiado sobre el contexto histórico, se dividirá a continuación
en las cuatro etapas en que se ha dividido la historia, edad antigua, edad media, edad
moderna y edad contemporánea, resaltando en cada una lo ocurrido en América Latina y
Colombia.

EDAD ANTIGUA

Durante la pre historia, la medicina primitiva era de carácter mágico religioso. Se creía que
la enfermedad era causada por fuerzas de la naturaleza o poderes espirituales. Donde, la
Medicina Preventiva estuvo ligada a prácticas mágicas religiosas tales como: ceremonias,
amuletos, baños, circuncisiones, prohibiciones en materia alimenticia o sexual entre otras.

PALEOLÍTICO

La estructura de la sociedad paleolítica, basada en la actividad de


grupos de cazadores y recolectores con una movilidad estacional,
da lugar a un perfil epidemiológico caracterizado por la ausencia
de epidemias, una esperanza de vida relativamente alta y la
existencia de enfermedades derivadas de la exposición a las
inclemencias atmosféricas y del desarrollo de una actividad física
extensa.

NEOLITICO

El desarrollo de la sociedad neolítica con la configuración de una


estructura social dependiente del cultivo y de la propiedad
privada de la tierra, produce un cambio profundo en el perfil
epidemiológico. Factores como el contacto con el agua, el
ganado, el aumento de la densidad poblacional, una
alimentación monótona y deficiente en los estratos sociales
inferiores, el desarrollo del comercio y la adopción de hábitos
higiénicos dictados por el sedentarismo, dan lugar a la aparición de nuevas enfermedades.
Este nuevo perfil se caracteriza por la recurrencia de epidemias y plagas.
LOS MAYAS

Aparecieron antes del año mil a. de C. Y su período prehistórico se ha fijado desde esa
fecha hasta el año 160 de la era cristiana. (Barquín, M. 1994)

Los mayas creían que las enfermedades bajaban del cielo como
castigo de los dioses, por lo que en muchas ocasiones no les
preocupaba el aislamiento ni la profilaxis. Las epidemias las llamaban
“cilich- kohaanil” o santa enfermedad. El pensamiento holístico de la
medicina maya conceptualiza la enfermedad como un desequilibrio,
el cual puede ser causado, principalmente, por elementos con
propiedades frías y calientes. (Barquín, M. 1994)

La salud es, entonces, el resultado de vivir de acuerdo a las leyes de la naturaleza y la


sociedad, y la enfermedad es el resultado de la trasgresión a esas leyes.

El sentido de la medicina preventiva maya, no era propiamente biológico, aunque utilizaron


plantas con propiedades medicinales; más bien, la prevención era a través de rezos o
ceremonias para prevenir enfermedades, y para obtener buenas cosechas.

CALDEOS ASIRIOS

Civilización que se desarrolló en el valle de Mesopotamia, es considerada la cuna de la


cultura occidental. Las primeras ideas relativas a la transmisión de algunos padecimientos de
tipo epidémico surgieron en esta cultura, tras concebir al dios “Nergal” representado por
una mosca como agente productor de peste. (Álvarez, R. 1998)

La concepción astronómica y matemática del Universo influyó sobre la Medicina caldeo


Asiria, de tal manera que admitían que el organismo se regía por leyes de la naturaleza que
debían interpretarse a través de los movimientos de los astros y otras reglas
ligadas a los números.

Hamurabí, rey de Babilonia (1728-1686 a. de C.) estableció un código


de leyes que regulaban la práctica de curar. Se incluían normas
sobre los honorarios y penas que se tenían que sufrir en caso de mala
praxis. (Cabezas, A. 1996)

En cuanto a las actuaciones preventivas, tenían un aislamiento riguroso


de los enfermos para evitar que el “espíritu maligno” se transmitiera a otras
personas.

LOS EGIPCIOS

Tenían un sentido muy pronunciado de la limpieza personal y colectiva, de manera que


había prescripciones legales muy severas en relación con la forma de mantener limpias las
habitaciones, la forma de preparar y manipular los alimentos y también sobre las relaciones
sexuales.
Poseían numerosos preparados farmacéuticos. Se dice que los médicos egipcios iniciaban
sus escritos dibujando en sus papiros un ojo (el ojo de Horus, divinidad egipcia) para implorar
el favor divino. (Cabezas, A. 1996)

Los médicos se formaban en los templos, y había un sistema


jerarquizado de rangos. De menor a mayor eran: el Médico, el
Médico Jefe, el Médico Inspector y el Médico Superintendente.
Los médicos de palacio tenían un Sénior. Por encima de todos
estaba el Médico Mayor del Alto y Bajo Egipto, una especie de
ministro de salud. (Chuaqui, B. 1999)

LOS JUDÍOS

Introdujeron ordenamientos estrictos influenciados por conceptos religiosos, sobre higiene


personal, alimentación, comportamiento sexual y profilaxis de enfermedades transmisibles.
En el Levítico se reseñan los severos mandatos de higiene y limpieza, los sacerdotes médicos
se ocupan de hacer cumplir los códigos sanitarios de higiene ritual, la abominación de las
perversiones sexuales, la higiene sexual como norma arte y ciencia, la desinfección por el
fuego y el escaldamiento. (Barquín, M. 1994)

Ellos admitían una causa sobrenatural para las enfermedades y su cura, tal como lo relatan
sus Escritos Sagrados:

“Yo Soy tu sanador” (Deuteronomio), “El que sana todas tus dolencias” (Salmos).
Así mismo relacionaban la enfermedad con el pecado:

“El hijo de David y Betsabé enfermó gravemente y murió a causa del pecado de adulterio
de sus padres”

A lo largo de los textos, se relatan y describen enfermedades y sus medidas de control, tales
como: lepra, epilepsia, osteomielitis, leucorreas, etc.

PUEBLO HEBREO

El pueblo hebreo, a través de la ley mosaica, ha consignado en el libro El levítico del Antiguo
Testamento (1.500 a.C.), el primer código sanitario de la humanidad, el cual llama al
ordenamiento personal, una dieta adecuada y un sano comportamiento sexual como pilar
para la prevención de las enfermedades. Nace también el concepto de aislamiento para
evitar la propagación de las enfermedades infecciosas (lepra) y se insiste en la desinfección
de vestidos, vivienda y objetos.

INDIA

El saneamiento y el cuidado de la vivienda ya se encuentran cuatro mil años antes en la


antigua India, atestiguado por las excavaciones del Valle de Harappa en el Pujab, en las
que se encontraron evidencias de cómo estas antiguas ciudades fueron planeadas de
acuerdo a legislaciones sobre urbanismo, con diseño rectangular y contaban con baños y
drenajes para la disposición de excretas.
GRECIA

En Grecia hace ya 2.400 años en la Escuela de Cos, Hipocrates uso los conceptos de
epidemia y endemia derivados de epidemeion y endemeion, como medio de aplicar la
perspectiva comunitaria a la comprensión de las enfermedades.

La medicina griega no fue solo curativa; desde muy temprano


hizo gran énfasis en la preservación de la salud. En concepto
de los médicos griegos, la salud se debía en gran parte, al
balance entre varias fuerzas o elementos.

Los grandes médicos griegos fueron, además, filósofos, y su


interés no solamente fue el de entender la salud y la
enfermedad, sino también otros fenómenos de la naturaleza y
entender las interrelaciones entre el hombre y la misma.
Basados en el razonamiento filosófico y en observaciones de
naturaleza practica, desarrollaron el concepto y la explicación
de enfermedad, proponiendo el fenómeno salud-enfermedad
como un proceso natural.

Pero fue Hipócrates quien marca el verdadero comienzo de la Medicina Clásica. Él


consideró que la salud no reside en el malhumor de los dioses ofendidos, sino en el
desequilibrio del organismo de cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra.

A través de su obra “Hábeas Hipocraticum” se pone de manifiesto los cuatro principios


fundamentales de la práctica médica: “Observarlo todo, estudiar al paciente (para salud
pública debería ser a los pacientes) más que a la enfermedad, hacer una evaluación
imparcial y ayudar a la naturaleza”. (Barquín, M. 1994

ROMA

Cuando Roma conquisto el Mediterráneo, acepto el legado de la cultura griega, su


medicina y sus conceptos de salud, pero no dejo de estampar su propio carácter. Como
clínicos fueron grandes imitadores, pero como ingenieros y administradores, hicieron grandes
aportes, como sistemas de alcantarillados y proveyeron las ciudades de abastecimientos de
agua y otras facilidades para la salud, marcando así una época con grandes avances es
este campo.

A pesar de la calidad del medio ambiente, en Roma se presentaron grandes epidemias.


Durante el reinado de Marco Aurelio, una epidemia que apareció en el año 164 y duro
hasta el 180, fue llamada la peste de Antonio y se extendió por todo el Imperio desde Siria.
Otras enfermedades presentes en esa época fueron la malaria, la fiebre tifoidea, la
disentería, y quizá la influenza, que fue asociada con los vientos. También se menciono la
tuberculosis.
Otra contribución de Roma a la organización de la atención medica fue la creación de
hospitales públicos para civiles, paralelo con la creación de hospitales militares en puntos
estratégicos.
CHINA

En el año 220 a. C. En China, se inicio la prevención temprana ampliamente aplicada,


desde las dinastías Qin y Han, en que fue propuesta como base de las políticas feudales;
Zhang Zhong Jin escribió: “Los mejores médicos son los que previenen la enfermedad”, se
enseño más que a curar la enfermedad a prevenirla, y a aprender a evitar los elementos
patógenos externos en forma regular. La prevención fue la mejor intervención de las
enfermedades infecciosas.
Se utilizaron muchas medidas efectivas, basadas en principios generales y específicos:

• Higiene ambiental
• Higiene personal
• Higiene de los alimentos y las bebidas
• Aislamiento De pacientes
• Prevención de vectores
• Fumigación y prevención de enfermedades febriles
• Disminución del estrés y aumento de la capacidad de resistencia.

EDAD MEDIA

FASE DE LA EDAD MEDIA

La Edad Media representó un retroceso en cuanto a la Salud Pública. La influencia de la


Iglesia dominante de la época produjo un desprecio exorbitante por las cosas “mundanas y
físicas”, siendo tan intensa la reacción que llegó a provocar un cambio de actitud en
relación con los progresos alcanzados con la higiene personal y el saneamiento colectivo.
(Pièdrola,G. 1992)

Fue la época de las grandes pandemias. La lepra, viruela, peste bubónica y el cólera,
arrasaron las poblaciones de Europa, Oriente Medio, China y la India durante los siglos XI –
XIII.

Algunos factores que colaboraron a la diseminación de la peste y que afectaron


obviamente a la salud pública fueron: (Martìnez Navarro, 1998)

1. La mayor concentración urbana


2. El desarrollo de rutas marítimas y terrestres
3. La enorme influencia eclesiástica sobre la asistencia médica
4. La producción de importantes movimientos de masas poblacionales por motivos bélicos
(expansión de los árabes) o religiosos (peregrinaciones y cruzadas)
5. Bajas condiciones socioeconómicas
6. Carencia de alimentos

La segregación de leprosos, las medidas de cuarentena marítima y el establecimiento en


tierra de cordones sanitarios fueron las primeras medidas gubernativas que pueden ser
consideradas como verdaderas acciones de Salud Pública dirigidas expresamente a la
protección de la salud mediante actividades realizadas de forma organizada y sistemática.
(Pièdrola,G. 1992)
FASE DEL RENACIMIENTO (siglos XVII-XVIII)

Esta fase representa un “despertar” de la humanidad que había vivido y aceptado una
interpretación religiosa del Universo, que caracterizaba la vida con un misticismo exagerado,
y que a partir de ese despertar se revela contra el dogma y se propone revisar ideas
aceptadas anteriormente. (Pièdrola,G. 1992)

Algunos hechos importantes de la época:


1. Ampliación de los conocimientos geográficos por los viajes de Colón, Magallanes, Vasco
de Gama y otros.
2. Los avances científicos en el campo de la Física (Galileo, Leewenhoeck)
3. Invención de la imprenta (Guttemberg)
4. La difusión de nuevos sistemas filosóficos (Descartes, Spinoza, Bacon)
5. El florecimiento del arte
6. Expansión del comercio

EL APARECIMIENTO DE LA INDUSTRIA

Llega la medicina de manera experimental, donde se incluye de forma importante la


anatomía y la fisiología y se crean las primeras investigaciones científicas, donde se
destacaron importantes hechos en cuanto a la prevención y control de enfermedades.

Dentro de los importantes científicos encontramos a Edward Jenner que descubrió la


vacuna contra la viruela, Fracastoro identifica y describe la sífilis; Paracelso, médico,
astrólogo y alquimista, sentó las bases de la terapéutica química, por lo que es considerado
como el “padre de la farmacología”; Ambrosio Paré considerado el cirujano más famoso
del Renacimiento, propuso cambios en la curación de heridas y en la cirugía de “vasos
sangrantes”.

Los árabes hicieron sus propias contribuciones a la salud pública y a la medicina. Sus aportes
se consignan en El Canon de Avicena, donde se habla de la prevención de enfermedades
y el carácter contagioso de la tuberculosis. Enfatizan la Importancia de la dieta para la
prevención de enfermedades.

El oscurantismo en el periodo 500 y 1000 las enfermedades tenían un origen mágico


religioso, Cristianos y paganos contribuían estas enfermedades a sucesos Sobre naturales. En
siglo X se crea la escuela de Salerno la cual presenta un recuento en las medidas de salud
de la época, la población tiene problemas de contaminación lo que causaba la mayoría
de las enfermedades ya que no había agua potable, ni limpieza en las calles como de
alimentos.

En esta época Europa recibió un azote de diferentes plagas y las únicas medidas de salud
que se podían tomar era el aislamiento de personas.

CULTURAS ISLÁMICA, JUDÍA Y CRISTIANA

A la cultura islámica el Corán les daba una serie de normas higiénicas y dietéticas de
importancia para conservar la salud. En esta época hubo importantes médicos que se
dedicaron a los pacientes y copiaron la idea de los cristianos de crear hospitales donde
habían escuelas y además fueron los primero en dividirlos según patologías.
La religión judía creía que la salud y la enfermedad venían de Dios. Fueron los primeros en
creer que había enfermedades infecciosas que se contagiaban de persona a persona.

Los cristianos practicaban medicina combinada con superstición, además crearon en


España y Espora hospitales para atender y dar cobijo a los peregrinos; había personal de
enfermería y la mayoría eran religiosos pero también laicos. En esta época era muy
importante la alimentación para el cuidado de las enfermedades.

En el siglo XIII se crean las primeras universidades. Esto permitió que la enseñanza se desligara
un poco de la Iglesia, y el pensamiento empezara a dar un tímido giro hacia la
independencia y el rigor científico.

Las grandes epidemias de peste fueron producidas por los malos hábitos higiénicos, tanto a
nivel personal como urbano, y provocaron un descenso muy importante de la población.

EDAD MODERNA

La época moderna se ubica entre los años 1491 – 1789 y tiene como fondo histórico el
renacimiento entre el siglo XIV y XV. Para estos días, el famoso italiano, médico, científico y
poeta Giroldano Fracastoro escribió un poema didáctico sobre la sífilis, el cual fue publicado
en 1530 en Verona. En dicho poema, el italiano describió esta terrible enfermedad y le
permitió comentar sobre los aspectos positivos y negativos de la época.

Fracastoro, en medio del horizonte real y figurado aun con presencia de guerras, destrozos y
enfermedades nombra la época que se avecina; el surgimiento de la nueva edad “la edad
del descubrimiento del mundo y del hombre, la llamada edad del renacimiento”. El proceso
en la primera parte del renacimiento, fue lento y se extendió por más de dos siglos. Sus raíces
se encuentran entre los siglos XIV y XV y están relacionados con los cambios vitales que se
dieron en Europa, en especial con Italia; durante ese periodo se inauguraban de un lugar a
otro el nuevo orden científico y las políticas sociales.

El interés por las riquezas como antes lo fue por las guerras y el reconocimiento de la utilidad
de la tecnología para logar el poder, fueron los motivos que animaron al hombre de esta
época, con la búsqueda de conocimientos técnicos. El conocimiento generado en la edad
media hizo posible el logro de esos propósitos en el siglo XV; el trabajo en las minas de sal, en
el cristal y otras empresas industriales fueron de gran importancia para el avance hacia un
nuevo clima intelectual y científico.

Para entender la historia de la Salud Publica en el periodo de trasformación que comienza


con el renacimiento, se debe considerar que mientras se daba el rápido crecimiento de la
ciencia, la práctica de la salud pública recibía poco o ningún beneficio de estos avances.
Sin embargo, los conocimientos básicos que se adquirieron fueron los fundamentos básicos
de la Salud Publica moderna.

Aquellos avances se dieron de forma desigual a lo largo del tiempo y variaron de acuerdo
con las áreas específicas de conocimiento, en algunos casos fueron definiciones
elementales y en otros sólidos e importantes descubrimientos y conocimientos como es el
caso de:
Las observaciones de Andreas Vesalius, demostrando el conocimiento sobre la estructura
del cuerpo humano.

William Harvey descubrió la circulación de la sangre dando las bases para entender el
cuerpo humano como una unidad funcional.

Otro hecho importante los constituyo la primera teoría científica creada por Giroldano
Fracastoro, para explicar las enfermedades contagiosas. En su tratado sobre el contagio
describió de forma clara y concisa el tifus, ya que esta enfermedad siempre había sido
asociada con la guerra, el hambre y la pobreza siendo una verdadera amenaza cuando se
presentaba en zonas de hacinamiento acompañado de falta de medidas higiénicas.

Una característica de ese periodo, fue el incremento de la caracterización de las


enfermedades, basada en la observación clínica y epidemiológica.

Giovanni Fillipo Ingrassia en 1553, quien estaba a cargo de la Salud


Publica y Medicina legal describe la fiebre escarlatina no solo sus
síntomas sino que hace su diagnostico diferencial con el sarampión.

En 1560, aparece un libro llamado Paracelso que trata sobre la


prolongación de vida del hombre, y se destaca por el estudio de
intoxicaciones crónicas por arsénico, antimonio, cobre y mercurio.

Durante la historia de grandes descubrimientos geográficos en el siglo XV y XVI se le da un


giro a la literatura y se habla sobre temas de salud, En 1598 aparece el primer libro de
Medicina Naval, escrito por George Whetstone este libro habla sobre el escorbuto,
quemaduras del sol, fiebre amarilla, y golpe de calor, asociando algunas de ellas con haber
sido contraídas por los marinos en el trópico.
El escorbuto fue uno de los mayores problemas de salud a que las tripulaciones se vieron
sometidas. Los portugueses fueron los primeros afectados. Después Afecto los canadienses,
ingleses y finalmente los alemanes quienes le encontraron causas y curación

Sir Meter Richard Wawins hizo una gran aportación y descubrimiento que fue el de
comprobar que el escorbuto es causado por la usencia de vitamina c que encontramos en
los cítricos como naranjas y limones.

Otro aspecto importante fue el estudio de las enfermedades de los mineros dado que estas
aumentaban a medida que se incrementaba el interés por el comercio y la industria. El
tratado que escribió George Agrícola dividía los problemas en cuatro grupos, aquellos que
atacaban las articulaciones, los pulmones, los ojos y por ultimo los problemas fatales o
crónicos.

Durante el renacimiento hubo mucha actividad sexual por tanto al mismo tiempo la sífilis se
presentaba en forma mucho más aguda, y fue tratada como otra enfermedad epidémica.
En 1530 se reconoce y afirma el contagio de la sífilis por contacto sexual, en ese momento
de tomaron vigorosas medidas para el control de la infección, las primeras medidas se
dirigieron a las prostitutas ya que la prostitución era libre así mismo era foco alarmante de
contagio.
Y por ultimo el gran aporte del pensamiento critico, de los filósofos Franceses como Diderot,
Voltaire y Rosseau dirigió su atención hacia las reformas de las instituciones sociales,
contribuyendo con la creación de Numerosos Hospitales e Instituciones con todo el
conocimiento medico e ideas constructivas de la salud pública a través de la consolidación
de una filosofía y una ciencia matemática, estadística, y científica.

EDAD CONTEMPORANEA

Se comprende la edad contemporánea desde el transcurso de la revolución Industrial hasta


el tiempo actual.

Toda la etapa ha mostrado un constante desarrollo de las civilizaciones. Inglaterra fue


pionero en la preocupación por la salud, debido a su desarrollo a nivel industrial; muchos
empleados empezaron a enfermar y eso afectaba el rendimiento de las fábricas. Edwin
Chadwick en 1834 aproximadamente impulso la política de Salud para los empleados y los
pobres, promulgando, en cada país, diferentes leyes de Salud Pública, basadas en esfuerzos
de saneamiento ambiental, y por ende se puede decir que gracias a él es que tenemos lo
que hoy conocemos como el Sistema de Seguridad Social. A partir de entonces se redujo la
tasa de mortandad por enfermedades infecciosas que por entonces abundaban debido a
las pésimas condiciones de salubridad de la época.

Posteriormente William Farr, médico de profesión, involucro la estadística en la medicina


cuando empezó a observar, cuantificar y cualificar las enfermedades que padecían los
empleados, y concluyó lo siguiente frente a las epidemias:

“Al principio aumenta rápidamente su intensidad; luego sube con lentitud


hasta alcanzar una cifra máxima de casos fatales y, a partir de ahí, decae
con más rapidez aún que al ascender.”

http://www.periodicoexpress.com.mx/nota.php?id=203686

Tal afirmación se comprobó cuando se dio la epidemia


de viruela y la epidemia bovina. También hizo las
primeras compilaciones de casos clínicos, donde los
abordaba desde el punto de vista del pronóstico y
diagnóstico.

Sus publicaciones sirvieron de soporte a las teorías de


Joseph Lister, quién se considera el Padre de la Asepsia
quien hayo la relación entre la septicemia que
producía la gangrena en los hospitales, y propuso una antisepsia que empezó con procesos
de esterilización de material quirúrgico, y limpieza del área de cirugía hasta llegar a los
métodos de hoy en día.

Con el surgimiento del Sistema de salud, y de la nueva mentalidad donde todo tenía un por
qué científico a diferencia de la edad media donde el origen de todo era de tipo religioso,
se da origen a instituciones especializadas como por ejemplo fue la creación de asilos para
mujeres con enfermedad mental.
Por este periodo, en España se creaban normas para restringir la práctica médica en lugares
que no estaban en condiciones para ello, y para la práctica de la medicina de aquellos
que no tenían un título médico.

En Alemania Rudolf Virchow, patólogo, al estudiar la epidemia del Tifus Exantemático


sumado calor de las revoluciones de 1848 estableció la fuerte relación que existe entre los
factores sociológicos y biológicos y señalaba que "la política es medicina en gran escala",
mostrando con ello que las transformaciones socio políticas podían generar mejores
condiciones para los trabajadores y con ello se lograría mejorar la situación de salud.

En el año 1851 se dio lugar a la primera conferencia internacional, que culminaría, un siglo
más tarde, en la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual
permanece vigente y es el ente regulador de la salud a nivel mundial.

A mediados del siglo XIX casi todos los médicos sostenían que las enfermedades se
producían por suciedades de las cuales emanaban miasmas que llevaban la enfermedad a
las personas. Otro grupo de médicos, los contagiacionistas sostenían que la enfermedad
pasaba de unas personas enfermas a otras sanas por contagio de posibles microorganismos.

Los trabajos de Koch y con la aparición del microscopio, la microbiología


empieza a tomar ventaja y presencia en el campo medico, 20 años
después se reconoce que las enfermedades son producidas por
gérmenes y microorganismos, teoría que Pasteur apoya con su proceso
de Fermentación. Dando la razón a las teorías del contagio se abrió una
época de "cazadores de microbios". Temporalmente la atención se
centró en microorganismos específicos y la salud Pública dirigida a
combatir las suciedades (agua potable, drenajes, reglamentación de
entierros y rastros, etc.) pasó a segundo plano, para resurgir más
adelante, teniendo en consideración los microorganismos en el siglo XX.

Los trabajos de Koch y con la aparición del microscopio, la microbiología empieza a tomar
ventaja y presencia en el campo medico, 20 años después se reconoce que las
enfermedades son producidas por gérmenes y microorganismos, teoría que Pasteur apoya
con su proceso de Fermentación. Dando la razón a las teorías del contagio se abrió una
época de "cazadores de microbios". Temporalmente la atención se centró en
microorganismos específicos y la salud Pública dirigida a combatir las suciedades (agua
potable, drenajes, reglamentación de entierros y rastros, etc.) pasó a segundo plano, para
resurgir más adelante, teniendo en consideración los microorganismos en el siglo XX.

Se ve marcada por descubrimientos como los de Alexander Fleming con la penicilina (1928)
lo cual colinda con la etapa conocida como la ERA MÉDICA así que se inicia la
implementación de programas de inmunización puesto que se comprende que la
enfermedad es algo que se puede prevenir, reduciendo la mortalidad, y aumentando la
esperanza de vida.

Durante el siglo XX, se definió con claridad y se unificó la idea de que la salud es un estado
multifactorial. Los factores a consideración son:

a. Psicodinámicos. (Sigmund Freud: 1856-1934)


b. Sociales. (A. Grotjahn: 1869-1931)
c. Ecológico. (Escuela de Chicago: Park 1864-1944)

Para los años setenta se inició lo que se conoció lo que se llama como la ERA
EPIDEMIOLÓGICA.

Esta era se caracteriza por la Investigación sobre los factores determinantes de la salud y su
distribución sobre la población, la epidemiología como método de conocimiento para el
área de la salud, la creación de las primeras escuelas de salud pública, con aporte de
Winslow quien aborda a profundidad la promoción y prevención y se identifica la
prevalencia de patologías crónicas y sus factores de riesgo.

De esta manera so logra que los programas de intervención estén también dirigidos al
medio físico y social y se utiliza como herramienta las campañas de educación para la
salud destacando los hábitos saludables.

Para el Siglo XXI se destaca la acción de la OMS la cual establece objetivos claros para
abordar la integridad de las personas:

1. Solidaridad.
2. Equidad en la salud.
3. Vida de forma saludable.
4. Salud de los Jóvenes.
5. Salud de los Mayores.
6. Salud mental.
7. Reducir las enfermedades contagiosas.
8. Menor cantidad de lesiones por violencia y accidentes.
9. Reducir los daños producidos por el alcohol, tabaco y otras drogas.
10. Gestión para la calidad de la atención.
11. Desarrollo de recursos humanos para la salud.
12. Investigación y conocimiento de la salud.
13. Políticas y estrategias de la salud para todos.

LA SALUD PÚBLICA EN COLOMBIA EN LA EDAD CONTEMPORÁNEA

La interacción entre la Oficina Sanitaria Internacional (OSI), primer antecedente de la


Organización Panamericana de la Salud (OPS), y el Estado colombiano comenzó un poco
tarde, si se compara con otros países latinoamericanos. Puede decirse que la cooperación
directa y propiamente dicha entre la OPS y el Estado colombiano se inició en el decenio de
1950, si se tiene en cuenta la presencia de funcionarios permanentes en el país, y la
cantidad y la calidad de los proyectos de cooperación en higiene y salud, en el marco de
las transformaciones que las dos instancias vivieron después de la Segunda Guerra Mundial,
como se verá más adelante. Con anterioridad a esta fecha, en particular durante los dos
primeros decenios del siglo XX, las relaciones entre ambas instituciones se limitaron a la
expedición de leyes sobre policía sanitaria e infraestructura de sanidad portuaria por parte
del aparato estatal colombiano de higiene pública, tomando como base los acuerdos
emanados de las sucesivas reuniones sanitarias de los países americanos e, incluso, de las
Conferencias Internacionales de los Estados Americanos.

Aunque durante la segunda mitad del siglo XIX no existía consenso entre médicos e
higienistas acerca de las causas de enfermedades como el cólera, la peste o la fiebre
amarilla, ni sobre sus modos de transmisión y tratamiento, la necesidad de establecer
mecanismos para proteger las fronteras nacionales contra las epidemias condujo a la
celebración de Conferencias Sanitarias Internacionales promovidas principalmente por los
países europeos, como las de París en 1851 y 1859, de Constantinopla en 1866, Viena en
1874, Roma en 1885, Venecia en 1892 y Dresde en 1893. La quinta de estas conferencias se
celebró en Washington en 1881, a raíz de una epidemia de fiebre amarilla iniciada en Brasil
en los años 70 y que arribó a los Estados Unidos en 1878. Pero no sería sino hasta comienzos
del siglo XX, cuando una serie de circunstancias económicas, políticas, sociales y culturales
hicieron posible la creación de organizaciones internacionales con cierta estabilidad,
inicialmente para prevenir el contagio y la expansión de las enfermedades infecciosas y,
después, para regular e impulsar la higiene y la sanidad en el ámbito internacional.

La I Convención Sanitaria Internacional se efectuó en Washington entre el 2 y el 5 de


diciembre de 1902 a petición de la Segunda Conferencia Internacional de Estados
Americanos, como ya se señaló, con asistencia de 11 países, dentro de los cuales no estuvo
Colombia.

A esta primera convención le siguieron la II Convención Sanitaria Internacional realizada en


Washington en 1905, y la III, en México en 1907, la cual estableció relaciones entre la OSI y la
Organización Internacional de Higiene Pública (OIHP), con sede en París. Vino luego la
reunión en donde se abandonó el término “convención”, la IV Conferencia Sanitaria
Internacional de San José de Costa Rica, a finales de diciembre de 1909 y comienzos de
enero de 1910, en la cual la discusión de medidas internacionales contra las enfermedades
cuarentenales –cólera, peste, fiebre amarilla y fiebre tifoidea— dejó de ser la principal
preocupación, y se dio mayor espacio a problemas nacionales básicos como vacunación
obligatoria contra la viruela, campañas contra la malaria y la tuberculosis, centralización de
la legislación sanitaria nacional y promoción de estudios científicos de las enfermedades
tropicales. En este último campo se hizo énfasis en parasitología, anatomía patológica,
establecimiento de laboratorios en los puertos marítimos para diagnosticar los enfermos y
realizar investigaciones en medicina tropical y patología general, de acuerdo con las
recomendaciones de las autoridades de salud.

Si bien desde 1888 los médicos higienistas colombianos, como el doctor Nicolás Osorio,
promotor y miembro de la primera Junta Central de Higiene (JCH), propugnaban por la
adecuación de la legislación nacional a las convenciones sanitarias internacionales, esto no
se concretó sino hasta el final de la primera década del siglo XX. A pesar de que la ley se
expidió en 1908, la construcción de las estaciones sanitarias sólo comenzó a realizarse en el
período presidencial de Carlos E. Restrepo (1910-1914). En ese año se inició la construcción
de la primera estación sanitaria, no en Cartagena o Buenaventura como ordenaba la ley,
sino en Puerto Colombia, en la isla de Puerto Vellito, pues se consideró que era la más
urgente.

Los trabajos culminaron en 1913, dándose al servicio el 15 de abril de ese año. La estación
quedó constituida así: edificios para pasajeros sanos en observación (lazareto
cuarentenario) y para aquellos sospechosos de enfermedades comunes y de enfermedades
contagiosas; un local para laboratorio y un aparato clayton para desinfección de la carga y
de las bodegas de los barcos. El personal estaba constituido por un médico de sanidad, un
vacunador, un farmacéutico, guardas de sanidad, un ingeniero mecánico con un
electricista, un piloto y sus marineros. La organización de esta estación quedó incorporada al
Decreto ejecutivo 254 de 1913 sobre policía sanitaria de los puertos de la República.
Las actividades de sanidad no se restringieron a los puertos marítimos. Frente a epidemias
que amenazaran con invadir el interior del país desde la Costa Atlántica, se establecían
cuerpos de policía sanitaria y médicos de sanidad en diferentes puertos del río Magdalena,
que era, también por estos años, la columna vertebral del comercio y de las
comunicaciones. Como se ve, la entronización de los acuerdos de las “convenciones”
sanitarias de nivel continental dio pie para responder, por lo menos desde el punto de vista
de la legislación, a necesidades de salud pública en el país.

Hacia el año de 1918 y dentro del proceso de modernización que se cumplía con altibajos y
sobresaltos desde el gobierno de Reyes, Pablo García Medina, había impulsado la creación
de la Dirección Nacional de Higiene (DNH), instancia que permitió a los higienistas “incidir en
la política de salud del país”.

Por primera vez, Colombia enviaba a un funcionario de higiene a una de las conferencias
sanitarias del continente, pues en el pasado había sido representada por diplomáticos o por
médicos que no vivían en Colombia, como fue el caso de la IV y V Conferencias Sanitarias,
las de San José de Costa Rica (1909-1910) y Santiago de Chile (1911).

El 9 de septiembre de 1920, apenas unos meses antes de su participación en la Conferencia


de Montevideo, García Medina expidió la Resolución No. 90 en la que, por primera vez en
Colombia y por orden de la autoridad sanitaria central del Estado, se obligaba a las
personas que ejercían la medicina a suministrar a las autoridades administrativas o sanitarias
los datos sobre las enfermedades contagiosas que tuviere su clientela, según cuadros que
les enviaría la DNH y en los que se debía omitir el nombre de los enfermos y las circunstancias
que pudieran violar el secreto profesional. Esta información debía ser solicitada por alcaldes
y corregidores, quienes a su vez la entregarían a los Directores Departamentales de Higiene,
bajo sanción para quien incumpliese la norma.

Después de su exitosa actuación en la VI Conferencia Sanitaria, García Medina centró sus


esfuerzos en dar cumplimiento a lo estipulado en las resoluciones emanadas de ésta y las
anteriores conferencias. De acuerdo con ello, continuaron y se ampliaron las acciones de
sanidad portuaria pero también, en la
medida en que se incluyeron nuevos temas
en esas reuniones panamericanas, los
higienistas trataron de incorporarlos dentro
de la agenda de higiene nacional. En este
sentido, además de las normas en relación
con la sanidad de puertos y declaración
obligatoria de enfermedades infecciosas, se
impulsaron las estadísticas médicas,
acciones contra otras enfermedades
infectocontagiosas, las campañas de
vacunación contra la viruela, la lucha
contra las plagas y la dotación de servicios
públicos básicos (agua potable,
alcantarillado, manejo de basuras).

Así mismo, en 1922 se emitió la ley 99 que, según García Medina, contenía la mayor parte de
las disposiciones de la VI Conferencia Sanitaria Panamericana de Montevideo: disposiciones
sobre estadística médica, provisión y vigilancia de las aguas potables en las poblaciones y
vacunación antivariolosa obligatoria, así como declaración obligatoria de las siguientes
enfermedades: cólera asiático, cólera nostras, fiebre amarilla, peste bubónica, tifo
exantemático, fiebres tifoidea y paratifoidea, viruela, difteria, escarlatina, disentería bacilar y
amibiana, tuberculosis pulmonar y laríngea, neumonía infecciosa, meningitis cerebroespinal
y epidémica. Con respecto a la lepra quedaban vigentes las medidas entonces existentes.
Se dejaba un grupo de enfermedades de declaración potestativa, que serían definidas por
la Dirección Nacional de Higiene y la Academia Nacional de Medicina. Sin embargo,
García Medina señalaba, en 1931, que por el descuido y la inacción de las autoridades y la
todavía invencible renuencia de los médicos a denunciar las enfermedades
infectocontagiosas como lo ordenaba la ley, poco se había hecho en este campo de la
estadística.

En la reunión sanitaria continental de La Habana, llevada a cabo entre el 5 y el 15 de


noviembre de 1924, se aprobó el llamado Código Sanitario Internacional. El Código Sanitario
fue firmado a reserva de la correspondiente ratificación por las delegaciones de los
diferentes países. Consistía este código, según Howard-Jones, en “un conjunto de normas
para la cuarentena marítima” propuestas como una revisión y actualización de la
Convención de Washington de 1905, con algunos elementos extraídos de la Convención
Sanitaria Internacional de París de 1912.

Entre los objetivos del Código estaban adoptar medidas cooperativas encaminadas a
prevenir la propagación internacional de infecciones o enfermedades susceptibles de
transmitirse a seres humanos, normalizar la recolección de datos estadísticos relativos a la
morbilidad en diferentes países, estimular el intercambio de informes que pudieran ser
valiosos para mejorar la sanidad pública y uniformizar las medidas empleadas en los lugares
de entrada para impedir la introducción de enfermedades transmisibles propias del hombre,
a fin de obtener una mayor protección contra ellas.

No obstante la aceptación del Código Sanitario de 1924 por el delegado colombiano y la


aceptación formal por los gobiernos anteriores a 1930, su aprobación por parte del
Congreso debió esperar hasta la presidencia del liberal Enrique Olaya Herrera (1930-1934).
En 1930, Eduardo Santos, entonces Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Olaya,
presentó un proyecto de ley para la aprobación del Código de 1924.

A lo largo de los años treinta del siglo XX, el vínculo entre la OSP y el Estado colombiano
siguió centrado a pesar de los nuevos temas que se incluían en las sucesivas conferencias
sanitarias internacionales en el control de las epidemias y en la sanidad portuaria, en ese
momento más claramente reglada después de aprobado y ratificado el Código Sanitario
Panamericano de 1924. Sin embargo, los llamados de la OSP para enfrentar las
enfermedades venéreas, para vigilar los alimentos y disminuir la mortalidad infantil fueron
cada vez más incisivos. La necesidad de propiciar el diagnóstico temprano y el tratamiento
precoz de los enfermos contagiosos fue propiciando una mayor intervención de la higiene
en el campo de la atención curativa, de allí que en la década del treinta comience a
hablarse de la integración de medidas preventivas y curativas, mediante nuevas formas de
organización de la asistencia hospitalaria.

La Ley 96 del 6 de agosto de 1938 creó el Ministerio de Trabajo Higiene y Previsión Social, El
Decreto 2392 de ese mismo año, por el cual se organizaba este ministerio, estableció en su
interior los siguientes departamentos: Negocios Generales, Administrativo, Nacional del
Trabajo, Cooperativas y Previsión Social, Servicios Coordinados de Higiene, Lucha
Antileprosa, Protección Infantil y Materna, Asistencia Social e Ingeniería Sanitaria.

A pesar de estos grandes avances en la constitución de la Salud Pública, como una


necesidad en nuestro país, en la década de los 90 y el inicio del nuevo milenio, se han
evidenciado unos deterioros progresivos de la Salud Pública del país. Entre los cuales se
evidencian ciertas situaciones, que declinan el gran avance de la salud pública al interior
del país, entres esas situaciones se encuentran: Altas tasas de “prevalencia e incidencia” de
patologías controlables o erradicables, como malaria, dengue clásico y hemorrágico, fiebre
amarilla, tuberculosis, cólera, leishmaniasis. De las inmunoprevenibles y enfermedades
crónicas entre las que se destacan: diabetes, accidentes cerebro y cardiovasculares,
enfermedades renales, cáncer de diferentes tipos, además de enfermedades de transmisión
sexual donde el VIH-sida representa el principal problema.

También se aprecia la aparición de


enfermedades “emergentes y reemergentes”:
VIH-sida, cólera, sarampión, hepatitis, encefalitis
equina y dengue hemorrágico, flagelo del
continente asiático que ha permanecido en
Colombia desde 1989. El caso del cólera, que
apareció en 1999, patología en las costas
peruanas y que se extendió a América y a nuestro
país, originó la séptima pandemia de esta
enfermedad en Latinoamérica. El sarampión
estaba controlado, pero han aparecido picos
epidémicos en años recientes.

Así mismo el grave brote epidémico de “fiebre amarilla”, que en forma inusitada sorprende a
Colombia. Según Salud Colombia, el número de casos en el año 2003 alcanzó la histórica
cifra de 113. La letalidad, aunque el dato no está confirmado, pudo estar alrededor del 40%.
Y el descenso progresivo de los “niveles de vacunación” a partir de 1998, que obviamente
explica las tendencias ascendentes de estas patologías al comienzo del milenio.
Afortunadamente hubo respuesta del Gobierno nacional para incrementar esos niveles a
cifras que, aunque no son ideales epidemiológicamente, son significativas en el control
parcial, principalmente en menores de 5 años.

No obstante, la falta de “vigilancia epidemiológica” o vigilancia de la salud pública, como


fundamento de la historia natural de la enfermedad, su situación actual y prospectiva, para
arbitrar medidas de protección y recuperación de la salud y la ausencia de un adecuado
“sistema de información” en materia de salud pública ha evidenciado el debilitamiento de
la Superintendencia Nacional de Salud, entidad de gran relevancia en la inspección,
vigilancia y control del sector. Su capacidad operativa y financiera es insuficiente para la
responsabilidad de vigilar un gran número de instituciones en el país. Esto se ve agravado
por el exceso de normas jurídicas y por la intermediación rentable, legalizada por la misma
Ley 100 de 1993.

Pese a estas problemáticas de salud publica enunciadas anteriormente; también se han


evidenciado avances en los últimos años frente a esta, es el caso del año 2005, en el cual,
en Antioquia se plantea un pacto de Salud Publica en donde se propone esta como una
corresponsabilidad de la salud Colombiana; de allí se publica la Revista de Salud Publica de
la Alcaldia de Medellín.

En 2009 se propone que el Plan Colombia incluya aspectos tales como la Salud pública,
programas de prevención y de tratamiento de enfermedades. Y ahora en 2011 se da un
aumento en el presupuesto nacional para gasto en Salud Publica debido a la ola invernal.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Historia de la salud pública.


http://www.sespas.gov.do/download/docs/historia_salud_publica.pdf

 Evolución Histórica de la salud pública. http://personal.us.es/cruzrojo/EVOLUCION-


SALUD-PUBLICA.pdf

 http://www.biographybase.com/biography/Farr_William.html

 http://www.epidemiolog.net/es/endesarrollo/EpidemiologiaYsaludPublica.pdf

 Fundamentos de salud pública. Toledo Curbelo. Editorial Ciencias Médicas. Disponible


en:
http://www.elamchile.cl/documentos/libros/Fundamentos%20de%20Salud%20Publica
%201.pdf

 Salud Pública: Objeto de Conocimiento, Prácticas y Formación. Edgar C. Jarillo Soto y


Oliva López Arellano. Revista de salud pública. N° 9 (1):140-154, 2007.

 Cuadernos de historia de la salud pública. Dr. Gregorio Delgado García. Ciudad de la


Habana, Cuba. 2001.
Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_90/CuadHist90.pdf

 Evaluación histórica de la Salud Publica, Edad Moderna


Disponible en: http://www.sespas.gov.do/download/docs/historia_salud_publica.pdf

 http://www.books.google.com.co/books?id=rMUJLIsPNiIC&printsec=frontcover&dq=S
ALUD+PUBLICA

 http://guajiros.udea.edu.co/fnsp/cvsp/La%20nocion%20de%20salud%20publica.pdf

 http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobtable=MungoBlobs&blobcol=urldata&blobke
y=id&blobheadervalue1=filename%3Dcap2.pdf&blobwhere=1119147199186&blobhea
dername1=ContentDisposition&ssbinary=true&blobheader=application%2Fpdf

 La Organización Panamericana de la Salud y el Estado Colombiano. Hernández


Alvarez Mario y Obregón Torres Diana. Bogota, Colombia. 2002. Disponible en:
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/lms/moodle/mod/resource/view.php?id=20761

 “FUNDAMENTOS DE SALUD PUBLICA” Jorge Humberto Blanco Restrepo y José María


Maya Mejía “Corporación para investigaciones Biologicas”

 http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:gnekCHn9kLAJ:www.mo
nografias.com/trabajos82/marco-historico-salud-publica/marco-historico-salud-

 http://nuriaholt.eresmas.com/edadmedia.htm

 http://escuela.med.puc.cl/recursos/recepidem/parEpidem1.htm

También podría gustarte