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DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN NORMAL

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA

PRODUCCIÓN DE TEXTOS ESCRITOS

EVIDENCIA INTEGRADORA

Y ENTONCES DIJO “NO TE CREO CAPAZ”

LA PRODUCCIÓN DE TEXTOS EN EL AULA ¿UN RETO


ALCANZABLE?

ALUMNO
ARTURO NAYAR IBARRA OCEGUEDA

ARANDAS, JALISCO

ENERO 2018
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Índice

De cómo terminé ahí ____________________________________________________ 3


De cómo era ese lugar___________________________________________________ 5
Y esos niños… son únicos _______________________________________________ 6
Prepararse para preparar ________________________________________________ 7
Claro que soy capaz de diseñarlo _________________________________________ 10
No todo sale como se planea _____________________________________________ 13
Sí se pudo maestra Chayo _______________________________________________ 15
Pero ¿Qué tanto sirvió? ________________________________________________ 17
De lo venidero ________________________________________________________ 18
Todo llega a su fin_____________________________________________________ 20
Referencias __________________________________________________________ 21
Anexos ______________________________________________________________ 21
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De cómo terminé ahí

Aun siento como si hubiese sido ayer… aunque en realidad fue hace 6 meses. Ahí
estaba yo, saliendo de la escuela como cualquier otro día normal cuando de repente llegó
Brenda al salón con un aviso: compañeros para decirles que los trámites para la beca de
movilidad se cierran mañana, fue en ese momento que me dije es ahora o nunca. Ese día
por la tarde revisé la convocatoria y reuní todos los documentos necesarios, fui a la escuela
y terminé inscrito para dicha beca. ¿Qué podría pasar? Lo peor sería que no me la dieran,
cursando así quinto semestre en la Escuela Normal para Educadores de Arandas, mi alma
mater; por un tiempo la posibilidad de conseguirla me parecía imposible pues no suelo
tener suerte en estos asuntos.

Para mi sorpresa, y terror, al revisar los resultados un mes después de haber realizado
el trámite, ahí se encontraba mi folio seguido de la palabra Aprobado. Lo primero que
sentí fue desesperación ¿Qué pensaba el Arturo de hace un mes al realizar el trámite?
¿acaso no tenía amor propio? suficiente… una oportunidad así solo ocurre pocas veces en
la vida. Así que comencé con los preparativos y cuando menos pensé la fecha había
llegado, el lunes 28 de noviembre me encontraba frente a la imponente infraestructura de
la Benemérita y Centenaria Escuela Normal Oficial de Guanajuato [BCENOG], cuya
única mención del nombre me enchinaba la piel.

Así que dejé el miedo atrás y me adentré a la dinámica de la escuela, me asignaron


un grupo, al cual le agradezco muchas gratas experiencias, tuve docentes de todo tipo
como en todos lugares y me adapté, aprendí a sentirme como en casa. Pero bien es sabido
que la felicidad es difícil de conseguir y sobre todo efímera; una vez que logré sentirme
bien dentro de la institución, llegó otro cuestionamiento a mi persona ¿Dónde voy a
practicar? Solamente había visto una primaria en todo Guanajuato, misma en la que
hubiera estado complacido de practicar pues se encontraba a 5 minutos caminando de la
normal a pie de calle, lo que significaba no tener que caminar por callejones y por lo tanto
no perderme.

Como alguien que sigue creyendo en los cuentos de hadas y bondad del mundo, no
cabía en mi mente otra lógica más que: a los que venimos de movilidad nos van a mandar
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a la escuela más cercana y en la que no nos perdamos. Pues NO, mientras que a mi
compañera de Hermosillo la mandaron a una primaria donde tenía cuidarse de ser asaltada;
a mí me tocó una que se encuentra a dos cuadras de la cima del cerro del cuarto, gracias a
la cual adelgacé aproximadamente 10 kilos.

El proceso de elección de escuelas se realizó bajo la novedosa e innovadora estrategia


de colocar los nombres de las primarias en papelitos y pasar a tomar uno, un proceso
totalmente justo… bueno, dejaré el sarcasmo de lado. Así que como todos pasé a tomar
uno de los papeles y al abrirlo decía Ignacio Allende Puquero, el primer instinto que tuve
fue buscar la ubicación en Google maps, pero para mi sorpresa no aparecía dentro de la
aplicación, lo cual no era un referente muy bueno. Así continuaron pasando mis demás
compañeras por sus papelitos, al finalizar pasamos a anotar los equipos de trabajo al
pizarrón donde pude ver que estaría trabajando con Brenda Cadena y Ariana Guerrero.
Pocas veces había trabajado con ellas, pero como todo era nuevo para mí, acepté con
gusto. Recuerdo a mi compañera Montserrat decirme que esa primaria no estaba lejos,
pues ella vive frente a ella. La cuestión es que la definición de lejos suele ser bastante
relativa según quien esté manejando el concepto, y definitivamente Montserrat y yo no
tenemos la misma definición de la palabra lejos.

Mi casa se encontraba a 10 minutos caminando del edificio central de la Universidad


de Guanajuato, junto al edificio había una calle lateral por la que tenía que subir para poder
llegar a la primaria; después de otros 10 minutos subiendo la Calzada de Guadalupe tenía
que bajar hacía el callejón de Puquero, donde luego de 5 minutos de caminata lograba
llegar a la primaria. Todos los días durante dos jornadas de tres semanas tenía que efectuar
ese mismo recorrido de mi casa a la escuela y viceversa; no me quejo, al fin y al cabo, son
experiencias que como docentes vivimos.

Y así fue, como ante mis ojos apareció la escuela más extraña que había visto en mi
vida. Ahí estaba yo, parado frente a la puerta viendo como decenas de niños bajaban desde
los recovecos más pequeños que se hacían llamar callejones por tener un nombre, pues no
pasaban de los 80 o 90 centímetros de ancho. Ahí estaba, con un nudo en la garganta sin
saber que depararía mi destino dentro de esa institución; como si hubiera entrado a un
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universo alternativo donde para todos los entornos parecía lo más normal del mundo y
para mi fuera algo imposible de comprender.

De cómo era ese lugar

Entonces ahí estaba yo, frente a la puerta de metal de la escuela viendo como entraban
los alumnos, cuando pude ver que Ariana y Brenda se dirigían hacia mí por el callejón
principal; las esperé y entramos los tres juntos a la primaria. De lo primero que me percaté
fue su infraestructura escalonada, había un salón aquí otro allá en un tercer piso, otro más
a lo lejos en el quinto, algo que parecía una cancha, pero era extraño porque estaba entre
el cuarto y quinto piso; así como todo Guanajuato, la escuela era un laberinto.

Logramos encontrar la dirección porque se encontraba cerca de la entrada principal,


llegué saludando con un afable buenos días a los docentes tratando de identificar su
personalidad por como lucían. Después pasamos a la oficina de la directora donde nos
mencionó que estaban disponibles el grupo de 6to, 4to y 1ro; sin titubear pedí sexto grado
pues siempre me ha agradado trabajar con los más grandes. No hubo problema con la
elección porque todos estuvimos de acuerdo en los grupos que nos tocaron; pero la
cuestión del grupo la retomaré más adelante, por lo pronto continuaré con la escuela.

La institución cuenta con 12 aulas distribuidas en 5 pisos, al inicio creí que eran
únicamente 11 salones, pero logré descubrir uno al final de un pasillo por el que nunca
pasaba. La escuela tiene 381 alumnos distribuidos dentro de esos salones; así mismo tiene
una cancha donde el profesor de educación física desempeña sus labores de lunes a
viernes. Como un apoyo extra al aprendizaje de los niños está la maestra de USAER que
se encuentra ahí para quienes más la necesitan; me sorprendió que los niños la veían como
la supermaestra que los ayudaba a aprender y no como aquella que atiende a los burros
como llegan a tomarlo en muchas primarias.

Una de las cosas que mas me llamó la atención en cuanto a la organización escolar es
que cuentan con dos maestras de inglés, algo que como bien sabemos no es común en
Arandas; raro es cuando se les imparte esta materia y más raro es cuando se contrata a
alguien para enseñarla. Pero en Guanajuato no, es algo normal dentro de todas las
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primarias; pues las necesidades del contexto exigen un buen manejo del idioma debido a
los miles de turistas que visitan la ciudad año con año.

Y esos niños… son únicos

Como mencioné, tuve la oportunidad de trabajar con el grupo de 6to grado; recuerdo
la primera vez que los vi: iba siguiendo a la directora entre los pasillos de la primaria
subiendo un sinfín de escaleras, así pues, llegué al 5to piso donde se encontraba mi aula.
Lo primero que pensé fue Wow… que hermosa vista ante el barandal se extendía la
imponente ciudad de Guanajuato donde destacaban como faroles el impresionante teatro
Juárez con sus musas en el techo, a lo lejos se encontraba el pípila con su mano levanta
listo para quemar la puerta principal de la Alhóndiga de Granaditas; pero el panorama que
me interesaba no estaba en esa dirección, así que di media vuelta y vi el que sería mi salón
durante estos 4 meses.

Dentro de mis preocupaciones estaban dos cosas: el tamaño del aula y la cantidad de
alumnos. Los dos terminaron siendo perfectos, el salón tenia espacio suficiente como para
meter a 50 personas en él con todo y mesas; lo cual era bastante pues únicamente había
28 alumnos en el grupo. La directora me presentó ante la docente Isabel Marmolejo, muy
parecida a mi madre, por cierto, la cual me brindó una sonrisa alegre dándome así un poco
más de confianza. La saludé de igual manera brindándole mi nombre, para después
presentarme frente al grupo como un integrante más del aula durante este tiempo.

Durante la jornada de observación que duró una semana, logré conocer a los niños a
profundidad; unos alumnos alegres, motivadores, pero a la vez retadores e impulsivos en
los cuales se notaba con claridad cuando algo les agradaba y cuando no, sería toda una
experiencia trabajar con ellos. De repente Johan se paraba comenzando a tararear la
Cumbia del Marcianito mientras la bailaba, la docente en lugar de molestarse se reía y
pedía que se sentara, en la otra esquina del salón Ángel comenzaba a cantar a todo pulmón
El Rey de José Alfredo Jiménez, de repente Ximena cantaba y bailaba al ritmo del
reguetón… en pocas palabras era un sinfín de gustos e ideologías, así como de modos de
trabajo.
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En las mismas jornadas me dediqué a la aplicación de diferentes instrumentos de


diagnóstico, pues una cosa es la que se logra observar y otra lo que de verdad piensan,
sienten y saben los niños. Ese instrumento me sirvió para aprender más sobre el aula,
gracias a él logré identificar puntos de trabajo desde los cuales partir. El elemento que más
me llamó la atención fue donde se les preguntaba ¿Qué opinas sobre leer y escribir? Donde
la mayoría seleccionó que lo consideran aburrido, tedioso y prefieren hacer otras
actividades como ver televisión o estar en redes sociales.

Entonces había una necesidad en el grupo, el adquirir el aprecio por la lectura y


escritura, sobre todo por la segunda pues se practicaba día con día la lectura dentro de las
clases, pero era mínimo lo que utilizaban la escritura como un medio para la expresión de
ideas propias. Dicho aspecto pude trabajarlo, pero muy poco, dentro de las primeras
jornadas quedando en mi el pensamiento punzante de: ¿de verdad estoy haciendo que se
interesen de manera significativa en la producción de textos? O únicamente lo seguían
viendo como algo sin sentido.

Prepararse para preparar

Considero que la primera aplicación que realicé donde los alumnos elaboraron un
guion de radio fue poco funcional en cuanto a lograr que los alumnos tuvieran la
producción como algo significativo; de esta manera recurrí a la siguiente pregunta ¿de
verdad conozco como deben producir los textos los alumnos? Era un proceso que yo creía
conocer a profundidad, pues lo había manejado en grupos más pequeños como segundo o
primero pero jamás en sexto con el enfoque de hacer de ello algo funcional. Desde esta
perspectiva, me di a la tarea de investigar, indagar y averiguar sobre como llevar ese
proceso en la primaria.

Aunque parezca un poco repetitivo o tedioso, regresé hasta la raíz de todo: ¿Qué es la
escritura? Para tratar de contestar esta pregunta recurrí a Daniel Cassany, un autor
manejado durante mis primeros acercamientos al español en la normal; recuerdo que
cuando lo conocí en tercer semestre en la materia de prácticas sociales del lenguaje quedé
fascinado con su trabajo por lo que convirtió en mi medico de base cuando se tratara del
estudio de la lengua. Cassany (1989) me ayudó a comprender y sobre todo a borrar de mí
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la idea de que lo escrito es solamente un transcrito de lo oral; desde su perspectiva pude


saber que esa afirmación es un NO rotundo, con mayúsculas y todo. En cambio, el código
escrito no significa solamente aprender la correspondencia entre el sonido y la grafía, sino
es aprender un código totalmente nuevo, distinto del oral.

Y, de hecho, me di cuenta que había vivido ese proceso antes cuando realizaba mis
trabajos, donde la mayoría del tiempo tenía la idea en mi cabeza clara como el agua potable
sin embargo al momento de querer escribir dicha idea todo se iba por el desagüe. ¿Qué tal
si eso les pasaba a los alumnos? Entonces para planear las actividades este sería un punto
de importancia a tomar en cuenta, la importancia de llevar a los niños a plasmar sus ideas
y no dejar que se fueran sin quedar escritas; quitando ese miedo tan arraigado que se tiene
por la lengua escrita.

Al indagar me sentía como en el supermercado, había tanto de donde escoger, pero


yo solo quería comer lo mejor; ya había echado a Cassany al carrito de compras y estaba
seguro de no regresarlo a los estantes. Pero no pensaba dar la vuelta hasta el supermercado
y únicamente salir con un autor bajo el brazo, así que esto aun no había terminado porque
quería saber más, pero sobre todo porque no me sentía totalmente preparado para llevar a
los niños a producir un texto de calidad bajo los criterios de relevancia, intencionalidad,
funcionalidad, entre otros.

Además tuve la oportunidad de conocer a Green, del cual me agradaron bastante sus
ideas; para darles una muestra gratis: Green (2001) establece que la escritura ofrece un
potencial para los aprendices de como funciona el lenguaje, cómo es que se utiliza, los
fines que tiene y las razones que se esconden detrás de su uso. Entonces, la escritura no
está por estar dentro de los programas, sino que tiene una intención más profunda: la de
conocer a profundidad el uso del lenguaje. Me sentía ahora como si hubiera pasado el
nivel 1 de algún videojuego, realizado, pero esperando a ver que me deparaban los otros
99 mundos que había que transcurrir.

El siguiente nivel de este videojuego fue establecido desde el siguiente


cuestionamiento ¿cómo enseñar a producir textos escritos? Porque estaba claro que no
seguiría el mismo proceso que sigo para enseñar a sumar o para enseñar ciencias naturales;
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para esto regrese a mi buen amigo Daniel Cassany pues resulta que ¡tiene un taller para la
producción de textos en el aula! Ni el vestido mejor confeccionado embonaba tan bien
para algo como este taller para la investigación que estaba realizando. Así pues, me di a
la tarea de analizar el texto a profundidad, tratando de sacar el mayor provecho de él.

Gracias al autor pude aprender que el enfoque de producción de textos en la primaria


es tomado desde un proceso de tres simples pasos: en primerísimo lugar se encuentra la
planificación, donde el docente expone el caso que se va a retomar mientras que los niños
vislumbran las características del texto e incluso pueden comenzar a planificar como un
torbellino de ideas o esquemas del mismo. Terminado este paso, es debido continuar con
la textualización que no es otra cosa más que escribir el texto aprovechando los momentos
y ambientes que se dan en el aula; consultando al docente sobre las dudas para al finalizar
con esta fase entregar la versión final de su trabajo (Cassany, 2002).

Para concluir, y desde mi punto de vista la más impactante dentro del proceso, está la
revisión. Donde previamente el docente ha corregido todos los escritos, destacando las
fortalezas y debilidades para continuar con una revisión general dentro del aula
retroalimentando a los niños, pero sobre todo formando próximas rutas de acción para la
posible corrección del texto comentando públicamente hacia donde seguiremos para
seguir con nuestra producción. De esta manera se crea un proceso auto reflexivo en el aula
donde sean participes de su propia evaluación.

El pasar este nivel me dio lo que necesitaba, ya tenía mis concepciones básicas, ya
tenía bien definido el enfoque para la producción de textos en el aula… pudiera decirse
que tenía todo. Pero sabemos que no es así, aquí te hago una pregunta querido lector ¿Qué
haces cuando crees que ya compraste todo lo que necesitabas en el supermercado? La
respuesta, si eres parecido a mí, es deambular por todo el establecimiento buscando
aquello que se te antoje, lo que no te hace tanta falta, pero sabes que en algún momento
necesitaras. Pues en ese momento me encontraba yo, creía estar satisfecho con mis
compras, pero aun sentía que necesitaba algo más.

Por azares del destino me encontré a Kaufman en el camino con su libro La escuela
y sus los textos (1993) donde describe detalladamente, y créanme bastante detallada, las
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características de los textos que se ven día con día en la primaria; considero este un texto
que todo docente debe leer pues permite tener un buen referente sobre lo que estamos
enseñando. Como ya había tenido la oportunidad de ir a la primaria a observar por segunda
vez sabía que tema iba a ver con los niños: el manual de juego de patios, donde el tipo de
textos era el instructivo y esta vez no tenía pensado que me pasara lo mismo que con el
guion de radio.

Así que Kaufman me ayudó en esta parte pues me ayudó a comprender el enfoque
desde el cual deben ser manejado los instructivos dentro de las aulas, pues es muy
diferente el manejarlos desde otro enfoque. La autora menciona que este tipo de escritos
tiene dos partes explícitamente distinguidas: la lista de elementos a utilizar y la otra, donde
se desarrollan las instrucciones. La misma Kaufman utiliza la misma analogía del
supermercado, donde esta lista de elementos no es otra cosa más que la realizada
habitualmente para hacer las compras donde presentamos sustantivos concretos
acompañados por adjetivos numerales algo como 10 huevos, 2 litros de leche, 3 rebanadas
de jamón… mientras que las instrucciones son configuradas desde oraciones con verbos
en modo imperativo e infinitivo, dando así ordenes para seguir una secuencia que permita
realizar el elemento para el cual fue diseñado el instructivo.

Gracias Kaufman, ahora si tenía todo lo que necesitaba, por lo que fue momento de
dejar de lado el supermercado e ir a casa a planear que es lo que realizaré con todo lo que
he comprado. Si bien no fueron bastantes cosas, lograron ser suficientemente sustanciales
para poder decir Me siento listo para planear y esa no es una afirmación que se toma a la
ligera. Fue como llegar comprar un paquete de chocolates o una botella de agua y salir
con una pantalla de plasma con teatro en casa incluido… bueno así lo sentí yo.

Claro que soy capaz de diseñarlo

Detrás de todo este proceso ya había algo previo, al iniciar el semestre tuve la
oportunidad de establecer una ruta de acción que siempre seguiría al momento de realizar
mi práctica: la famosa propuesta de innovación. En esta propuesta me establecí con tal
complejidad que, hasta mi maestra de prácticas de la BCENOG, la maestra Chayo, me
dijo No te creo capaz de hacerlo; cuestión que claramente me llevó a hacerlo con mayor
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convicción para demostrarle que al final quien decide si es capaz o no es uno mismo. El
reto se decía simple ¿Cómo utilizar estrategias didácticas para la creación de
intervenciones transversales funcionales que permitieran en logro de los aprendizajes?
Bueno… no se decía tan simple y mucho menos se llevaba a cabo de esa manera.

Así pues, surgieron una gran cantidad de aspectos a tener en cuenta: la


transversalidad, el uso de estrategias didácticas, la planificación, la textualización, la
revisión, la funcionalidad, entre otros muchos que tejían esta telaraña aun más. Pero no
iba a dejar que la maestra Chayo tuviera razón al dudar de mi capacidad, iba hacerlo,
aunque me costara bastantes noches sin dormir, dolores de cabeza e inclusive dejar de
salir para estar en mi casa estableciendo relación entre todos esos términos que tan
distintos parecían entre sí.

Entonces comencé, imprimí los aprendizajes esperados de todas las materias que me
había asignado la maestra Isabel, los pegué en mi libreta y detalladamente empecé a
relacionarlos unos con otros sin llegar a forzarlos. Así fue como, con una sonrisa en mi
rostro, vi como encajaban perfectamente tres materias para realizar un proyecto: español,
educación física y educación cívica. Los contenidos estaban perfectamente desarrollados
para estar unos con otros, mientras que español manejaba el proyecto del manual de
juegos, educación física establecía las normas básicas de convivencia, así como el respeto
a las reglas como una esencia del juego; y educación cívica contaba con la aplicación justa
de reglas.

¡Perfecto! Dije pensando que la parte más difícil había pasado, pero no era así, esto
apenas estaba comenzando. Empecé a garabatear y a hacer esquemas en mi cuaderno
viendo poco a poco como cobraba sentido todo el proceso para el diseño; de esta manera
logré obtener 5 sesiones a desarrollar a lo largo de una semana. A continuación, te hablo
un poco de cada una de ellas, claro está que pudiera describirlas detalladamente y escribir
todo lo que hay en su estructura, pero para esto no sería necesario un relato sino imprimirte
mis planeaciones y que las leyeras; es por eso que considero más significativo el hecho de
platicarte un poco destacando lo más importante
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Cassany ya había establecido la estructura general de este proyecto: planificación,


textualización y revisión; por lo que ya sabía por dónde empezar. Dentro de la primera
sesión, dentro de la fase de planificación, los alumnos iban a participar activamente
dialogando y conversando sobre los juegos que conoce, para después analizar videos y
textos de instructivos identificando las características de los mismos, destacando
elementos en común y qué cambia según en el formato que se presenta. Continuando con
esta primera fase, dentro de la sesión numero dos los alumnos iban a colocarse en parejas
para seleccionar un juego sobre el cual estarían trabajando para de esta manera establecer
el diagrama de flujo sobre las instrucciones que necesitaba su juego identificando también
cuales materiales eran necesarios para el cumplimiento de dichas instrucciones.

En esta segunda sesión entra la primera actividad transversal del proyecto, a través de
la estrategia de Los Jurados Razonables, donde los niños se vendarían los ojos y mientras
yo les presentaba diferentes dilemas donde se cumplían o no las normas cotidianas, ellos
iban a levantar un papel verde o rojo según consideraran la naturaleza de la acción,
tratando de concientizarlos de la importancia de las reglas. Hasta aquí llegaría la parte de
la planificación del texto, así que lo siguiente sería comenzar a escribir.

Dentro de la tercera sesión planeé el primer momento de textualización, donde los


niños escribirían el borrador de su instructivo tomando en cuenta los aspectos de
seguimiento de reglas, el titulo del juego, los materiales, las instrucciones y un apoyo
gráfico. Para este momento ya tendrían la mayoría de las ideas para realizarlo, elaborando
así su primer texto escrito formal dentro del proyecto. En la sesión cuatro planteé el primer
momento de revisión, pero de una forma diferente a la establecida por Cassany donde a
través de la transversalidad con educación física los alumnos pondrían a prueba sus textos
con la aplicación de los mismos viendo así la funcionalidad real de los mismos. Además,
dentro de esta sesión mi objetivo era que los niños elaboraran el índice y la portada del
manual.

Durante la sesión cuatro también planeé que se realizara la corrección del texto a
partir de los resultados obtenidos en su aplicación permitiendo a los niños regresar a la
fase de textualización. Pidiéndoles de tarea que trajeran dos copias de su trabajo para
realizar la evaluación final. En la quinta y última sesión establecí que se llevaría un
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proceso de evaluación triangulada mediante la autoevaluación, coevaluación y


heteroevaluación a través de la lectura de los trabajos tomando en cuenta las características
establecidas al inicio dentro de una escala valorativa. Terminando así con la recopilación
y el engargolado del manual de juegos final; para agregarlo a los libros de consulta de la
biblioteca del rincón.

No todo sale como se planea

Vaya que esto ha durado bastante, espero no entretenerte por mucho más. Como bien
es sabido, lo planeado jamás sale como se estructura y este proyecto no fue la excepción.
A continuación, te voy a contar sobre cómo fue la aplicación del proyecto, pero para no
repetir todas las sesiones que ya mencioné lo manejaré desde la perspectiva de las
actividades, así como de las tres fases genéricas llevadas: planeación, textualización y
revisión. En este momento, más que ser un análisis es mostrar las cosas tal y como
sucedieron, sin cubrir lo malo con lo bueno.

Considero que la fase uno fue la que necesitó más adecuaciones en cuanto a los
tiempos a trabajar, pues como ya sabía a los niños no les agradaba escribir y mucho menos
cuando implicara un proceso de pensamiento mayor. Todo inició normalmente con la
planificación, los niños propusieron posibles juegos a llevar a cabo, realizaron la tabla de
análisis de los videos, pero cuando llegamos a hacer esa tabla, pero de textos escritos la
motivación bajó, ya que tenían que leer y escribir; se pudo realizar esta actividad gracias
a que la resolvimos entre todo el grupo haciendo un trabajo colegiado para lograrlo. La
tarea de ese día les agradó más de lo esperado porque en primer lugar ¿Quién en su sano
juicio se alegra por hacer tarea?, pero como lo que tenían que hacer era ver instructivos
en YouTube estaban complacidos con ello.

Las actividades de la segunda sesión de planeación fueron… pues buenas por decir
un adjetivo calificativo. La actividad fuerte en cuanto al proceso de producción de textos
dentro de esta sesión fue la estructuración del diagrama de flujo donde los niños
establecieron las instrucciones a seguir, así como los materiales a utilizar. La primera
dificultad encontrada fue para explicarles como elaborar un diagrama de flujo pues era un
concepto totalmente nuevo, después de media hora de explicación, con ejemplos y repetir
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aproximadamente 5 veces lograron comprender como realizarlo. La problemática


principal fue el realizarlo porque no se sentían capaces de hacerlo sin la ayuda del docente,
tanto la maestra Isabel y yo estuvimos atendiendo equipo por equipo para resolver dudas
ayudando con ejemplos específicos. Una vez que cada grupo tuvo su ejemplo pudieron
continuar de manera autónoma con la actividad. Lo que fue un éxito rotundo es la
actividad de Los Jurados Razonables, donde lograron realizarla tal como fue planeada y
en las conclusiones la mayoría de los niños mencionó que les había encantado pues pocas
veces realizan ejercicios de ese tipo.

Algo que permitió que la fase de textualización fuera un éxito es que la de planeación
logró buenos resultados a pesar de los problemas presentados. Durante el primer momento
de textualización, que consistió en la realización del borrador de su instructivo, los niños
se sintieron confiados al escribir pues era algo que ya habían tenido la oportunidad de
plantear con buenos cimientos. Los niños cuidaron aspectos como la ortografía, el uso del
modo imperativo e infinitivo, e inclusive le dieron forma a su trabajo; pude notar un
sentimiento de orgullo ante su trabajo realizado pues varios mencionaban que no creían
que fuera tan fácil realizarlo y más con el diagrama realizado en la clase anterior.

De esta misma manera la primera fase de revisión (Anexo 2) fue bastante productiva
para los alumnos, aunque no alcanzamos a aplicar todos los juegos como estaba planeado
sino solo algunos cuantos; muchos lograron distinguir elementos faltantes en sus
producciones. Quisiera mencionar que esta actividad de la aplicación de juegos no hubiera
sido posible sin el apoyo del docente de educación física, el cual hizo que la reflexión de
los niños sobre las instrucciones, materiales y reglas fueran más profundas, esto me llevó
a preguntarme ¿por qué no incluí al profesor en mi planeación desde un primer momento?
Para continuar con la aplicación no daré respuesta a la pregunta en este momento, sino en
un próximo apartado. Con la aplicación de los juegos los alumnos se hicieron autónomos,
cada equipo revisó sus puntos débiles volviendo por su cuenta a la parte de textualización
para corregir lo identificado.

Era jueves y me sentía bastante cansado, pero a la vez satisfecho, los niños habían
tomado las riendas del proyecto al ver que escribir era una actividad sencilla cuando se
hacía de manera consciente; pero como no era el único proyecto que estábamos llevando
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a cabo me sentía un poco saturado en el trabajo; así que pedí apoyo a Dariana y Montserrat
para ayudarme a evaluar las producciones de los niños. Comenzaron a revisar y yo
comencé a extender mi plumaje como un pavo real, con comentarios como ¿de verdad
hicieron esto tus niños? O esto parece de niños de secundaria, o hasta de prepa hicieron
que todo el cansancio saliera de mi ser para pasar a un sentimiento de orgullo sin igual.
Aclaro que no lo hice con la intención de recibir halagos y tampoco tomé todo el crédito
de los niños; me sentía como un padre orgulloso de sus hijos.

La última sesión de revisión tardó un poco más de lo previsto pues los alumnos no
estaban acostumbrados a la autoevaluación y a la coevaluación; además se toparon con su
archienemigo: la lectura y la escritura. Pues tenían que leer el trabajo de sus compañeros
para darles un comentario por escrito del mismo, así como la evaluación con una escala
valorativa. Puedo decir que no les desagradó pues estuvieron trabajando conforme a las
indicaciones, pero si les costó bastante trabajo ya que no sabían cómo calificar a sus
compañeros. Con ayuda de la maestra Isabel les fuimos explicando detalladamente el
proceso permitiendo crear una evaluación autentica de los textos rescatando los elementos
claves llevados durante el proyecto.

Sí se pudo maestra Chayo

¿La aplicación de proyectos transversales para la producción de textos desde la


perspectiva de Cassany es pertinente? Sí. Bueno no es tan simple, siempre de haber un por
qué detrás que sustente esa afirmación. Lo que me lleva a dar un sí con tanta seguridad es
el contraste entre lo que compré en el supermercado, la forma en que lo preparé y lo bueno
que supo cuando fue servido… creo que ya empieza a ser suficiente de esta analogía.
Trataré de detallarlo un poco más.

En una primera instancia consideraba el proceso de Cassany un poco simple ¿cómo


es posible que con únicamente tres sencillos pasos los niños logren escribir? Por eso traté
de recurrir a Kaufman como segundo apoyo y a Green como un referente más. Pero ahora
creo que le debo una disculpa a Cassany pues la propuesta sugerida es totalmente
funcional, claro está que con sus adecuaciones correspondientes para ser aplicada en
diferentes contextos. El proceso que tanto a los niños como a los dos docentes que
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estábamos en el aula nos causó más problema fue la planificación y considero que ahí está
el secreto de esta propuesta.

Muchas veces queremos, como personas y docentes, escribir a la primera sin pensar
antes y mucho menos sin sintetizar la información; elementos indispensables de la
planificación. Lo que no logramos comprender es que ahí está el tesoro, alguien debería
ponerle una X gigante encima para no pasarlo por alto. Con la excusa de que hay poco
tiempo, las prácticas que se dan en el aula llevan a los niños a escribir sin previa
preparación sistemática y con una enseñanza totalmente conceptual.

Los resultados obtenidos en la aplicación de este proyecto no hubieran sido capaces


omitiendo el apartado de planificación, sin desestimar a las otras dos fases. Pero en el caso
específico de mi grupo fue lo que permitió que los niños sintieran confianza en sí mismos
para llegar a escribir dejando de lado el miedo a no saber cómo hacerlo. Además de que
la transversalidad favoreció a desarrollar estrategias más flexibles logrando atender a los
modos de trabajo y necesidades de los niños.

Pensaba cerrar con el párrafo anterior, pero olvidaba hacer una mención honorifica
dentro de esta pertinencia de las metodologías: los materiales de trabajo. Así como yo,
muchos docentes toman por obvio los materiales dejándolos en un plano de poca
significación durante la planeación. Lo bueno que yo los olvidé ahora que recupero la
experiencia y no al momento de diseñar y aplicar el proyecto. Para seleccionar los
materiales con los que trabajaría consideré aspectos como las TIC, lo fácil de conseguir,
pero sobre todo lo innovadores que pudieran ser; así como el interés que generarían en los
alumnos.

De esta forma logré establecer la lista de materiales dentro del proyecto, por ejemplo,
los videos analizados durante la primera sesión donde utilicé tutoriales de Yuya o recetas
de Tasty para que los niños vieran su impacto real (Anexo 1); la utilización de paliacates
como un medio para el logro de actividades de conciencia; la aplicación de juegos bajo
las herramientas establecidas por ellos mismos. Es importante mencionar que los
materiales también abarcan las tablas que permiten el análisis, el diagrama de flujo de la
planificación e inclusive las escalas valorativas utilizadas en la evaluación.
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La funcionalidad de esos videos fue bastante, pues los alumnos se sintieron motivados
al trabajar con ellos siendo así una herramienta de apoyo visual sobre lo que debíamos
realizar pues se encontraban un poco dispersos en la definición de los elementos,
permitiéndoles así crear un referente más para la comprensión de los textos dentro de un
contexto cotidiano cercano a lo que ven todos los días siendo parte de los gustos que
tienen.

Los docentes llegamos a un punto donde dejamos de ver a los videos u otros
elementos como medios para el aprendizaje y los tenemos como medios para cubrir
tiempos; espero jamás llegar a eso y si algún día lo hago tengan por seguro que será mi
último día como docente. De esa misma forma, lo importante no es lo caro del material;
una simple hoja de papel es más que suficiente si se le da la intención correcta. Así pues,
cierro este apartado con la siguiente afirmación: el éxito de este proyecto también se debe
a la pertinencia de dichos materiales. Y sí maestra Chayo, sí pude realizar aquello que
usted tenía como imposible.

Pero ¿Qué tanto sirvió?

Querido lector, sí has llegado a esta parte junto conmigo te lo agradezco bastante se
que no es fácil seguir una lectura tan extensa, pero espero que este siendo amena y no te
preocupes estamos a punto de terminar este pequeño viaje. Ha llegado el momento de
responder a la cuestión donde si bien el resultado del proyecto fue favorable, siendo todo
de color de rosa con algunos destellos negros, ¿en realidad les sirvió a los alumnos para
propiciar la producción de textos? Antes de empezar a explayarme en el tema dejo en claro
lo siguiente: esto no es el resultado de la aplicación de un protocolo de investigación y
mucho menos; es el sentir de un docente que vivió el proceso en carne propia logrando
ver el desempeño de los niños.

No saben la alegría que me invadió al momento de ver la producción concluida, ese


engargolado no contenía únicamente 14 trabajos compilados en él (Anexo 3), sino que era
el resultado de un esfuerzo conjunto de los docentes y los alumnos, el resultado de un
verdadero trabajo colegiado y de todo un arduo proceso. Recuerdo sacarlo de mi mochila
ese viernes, volteando hacia los alumnos los cuales tenían una cara de asombro y orgullo:
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ellos habían logrado eso. Se que para nosotros como adultos una producción de ese tipo
puede costarnos un esfuerzo mínimo, pero ese día para ellos era su mayor logro y no podía
estar más de acuerdo.

Fue en ese momento que caí en cuenta lo que se había logrado: que los niños
aprendieran a apreciar sus producciones y que vieran que son capaces de escribir si se lo
proponen. Además de que esa producción no se quedó guardada para empolvarse dentro
de la biblioteca, por lo menos no en las próximas semanas a su realización pues los niños
consultaban el engargolado para proponer juegos en educación física e inclusive para jugar
en las tardes con sus amigos. Ahí es donde se encuentra el verdadero enfoque de la
educación: crear cosas para usarse y no para memorizarse. Aunque suene poético, así debe
ser; con los pocos meses que llevó como maestro frente a grupo en las diferentes jornadas
de prácticas es algo que he logrado aprender, de nada sirve dejar de lado a la vida real
cuando es ahí donde nos desempeñamos en realidad y no dentro de las cuatro paredes del
aula.

También supe que había impactado dentro de su perspectiva hacia producir textos
gracias al segundo proyecto que estábamos llevando a cabo. Pues de un momento a otro
pidieron dejar de contestar las preguntas de la manera convencional pasando a realizar
textos donde intentaran responderlas de una manera coherente; confieso que tuve mis
dudas cuando me lo plantearon, pero no me arrepiento de haberlos dejado pues al fin y al
cabo los niños definen su proceso de aprendizaje así que mientras ayudara a lograr los
objetivos yo iba a dejar que tomaran control de su educación. Pudiera parecer mentira,
pero no tendría caso realizar este relato repleto de palabrería sin sentido e irreal; como
mencioné esos niños eran únicos y día con día no hago otra cosa más que extrañarlos pues
se ganaron un gran lugar dentro de mi formación y mi persona.

De lo venidero
Suele ser complicado que aceptemos nuestros propios errores, pero me es grato decir
que el proyecto no fue perfecto y decirlo sin temor a ser linchado. Ya no estamos en el
momento de ocultar las cosas, es mejor mencionarlas como fueron para que sirvan como
aprendizaje más que como vergüenza. Tampoco es suficiente con aceptar nuestros errores,
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sino que debemos proponer, analizar, rediseñar, etc. Con el fin de ser mejores en lo que
hacemos; entonces ¿qué propongo?

Gracias a los resultados identificados dentro de la aplicación y análisis del proyecto


transversal con enfoque en la producción de textos pude establecer los logros de apartado
anterior, pero al mismo momento se crearon pautas para mí como futuro docente en
preparación. El principal aspecto a considerar dentro de intervenciones futuras es tener en
cuenta a los demás docentes que intervienen en la práctica educativa día con día, así como
surgió el apoyo del profesor de educación física por su iniciativa, pude haber tomado en
cuenta a la maestra de inglés como un sujeto más que permitiera un mayor impacto.

Además ¿Qué pasa con los padres de familia? En ningún momento de mi planeación
los consideré y como es bien sabido la producción de textos, así como la asignatura del
español en general se toma desde el enfoque de las prácticas sociales de lenguaje, mismas
en las cuales participan todos los sujetos de la comunidad escolar para hacer del
aprendizaje algo más palpable. Considero este un punto que puedo mejorar bastante dentro
de mi planeación y práctica ya que jamás lo he considerado como algo a disposición;
espero poder intentar dentro de próximas oportunidades.

Otro de los aspectos que pude haber realizado es la aplicación de todos los juegos,
pues sentí una desvalorización hacia los que no pudieron ser implementados durante la
primera sesión de revisión. De esta manera pude haber permitido un desarrollo más integro
de todos los alumnos, dando la oportunidad de revisar dichos juegos. Aunque fuera
después de ya haberlo concluido para hacer una evaluación sobre si lo escrito ahí tenía
una aplicación real o qué hacía falta para que lo tuviera.

Además, considero pertinente no casarme con las ideas de Cassany pues existen un
sinfín de autores con propuestas que pudieran ser más pertinentes para el trabajo de
producción de textos. Si bien, Cassany es propuesto dentro del plan de estudios vigentes,
sabemos que es poca la vigencia que tiene ya que el modelo educativo 2018 Aprendizajes
clave para la educación integral se encuentra a la vuelta de la esquina, y que no nos tome
por sorpresa si el día de mañana nos indican que ya debe ser aplicado en las aulas. Así que
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me propongo seguir buscando y buscando hasta encontrar los métodos más viables
partiendo de las necesidades del grupo al que esté atendiendo.

Todo llega a su fin

Algo que no establezco al inicio de este relato es el motivo por el cual he decidido
hablar sobre esta experiencia en particular, pero creo que a este momento ya te has dado
cuenta del impacto que tuvo en mí como docente y persona. La serie de actividades
llevadas a cabo no se quedan únicamente en el aula sino en todos los sujetos que fuimos
participes de esta práctica y ahora espero que algo de ella se haya quedado en ti, retoma
lo malo o lo bueno como lo veas más pertinente, pero hazlo, pierde el miedo; yo acepté
un reto que me dijeron imposible y no terminé tan mal, al menos así lo considero. Date
cuenta de lo que yo aprendí con ese proceso: el que se propone retos no aprende ni crece;
pero hazlo por ti mismo y no por una lectura que te lo está diciendo.

Se está haciendo de madrugada y el seguir hablando sobre cómo fue esta práctica me
está poniendo nostálgico. El aprendizaje que obtuve tanto de los niños como de la docente
durante esta experiencia fue más del que esperaba cuanto estuve por primera vez ante la
puerta de la escuela, no creí encontrarme con 29 personas que me enseñaran a amar tanto
lo que estoy haciendo. A veces la vida te sorprende de maneras que jamás esperas; esta
sorpresa me la dio hace exactamente 6 meses, donde al revisar los resultados de una beca
que creía imposible, vi que fui aceptado y terminé tomando una de las mejores decisiones
de mi vida profesional y personal: salir de mi zona de confort. El aprendizaje va más allá
de conocer el proceso de la producción de textos, sino que llega hasta el centro de mi
profesión permitiéndome decir: por esto quiero ser docente.
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Referencias
Cassany, D. (1989). Describir el escribir: cómo se aprende a escribir. Barcelona: Paidos.

Cassany, D. (2002). Taller de textos: leer, escribir y comentar en el aula. Barcelona:


Paidós.

Green, P. (2001). Critical Literacy: A Collection of Articles from the Australian Literacy
Educators' Association. Australia: International Reading Association.

Kaufman, M. (1993). Lla escuela y los textos. Buenos Aires: Santillana.

Anexos
Anexo 1

Análisis de video tutoriales como una nueva forma de instructivo

Anexo 2

Aplicación de la primera fase de Revisión: aplicación de juegos


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Anexo 3

Engargolado con las producciones y evaluaciones de los niños

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