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Complutum, 5, 1994: 357-368

ANÁLISIS DEL PROCESO ARTÍSTICO


DEL ARTE RUPESTRE

Matilde Múzquiz Pérez-Seoane *

Rsswvíw¿ Partiendo de obras originales de Arte Rupestre del Paleolítica en la Cornisa Cantá-
-

brica, he analizado las mismas desde el conocimiento teórica y práctico de la realización de obras
plásticas. He basado el citado análisis en la observación de dichas abras, tratando de encontrar los
planteamientos y las soluciones plásticas que las hombres del Paleolítica eligieron para darforma
a su pensamiento y, de esta manera, aproximarme al mismo.

ABS7RACT. An analysis is made of the original works of Palaeolithic Cave Art in Cantabrian
-

Spain, starting from the theoretical and practica? knowledge of the making ofplastic works of art
The analysis is based on the direct observation of the paintings, trying to flnd out the purposes and
the technical solutions that the Palaeolithic men choose to give form ta their ideas, and in this ivay
trying to get closer to the artistic heart of these paintings.

PAMs~s Cuw.: Arte Rupestre Paleolítico. Cornisa Cantábrica. Técnicas de pintura y grabado.
Proceso artístico.

KEywoRns: Palaeolithic Cave Art Cantabrian, Spain. Painting and Engraving Techniques. Artis-
tic Procedures.

1. INTRODUCCIóN das” que encontramos en numerosas cuevas, a fin de


diferenciar los casos en que aparecen manos a las
El análisis del proceso artístico del Arte Ru- que les falta uno o más dedos, cuándo estos han sido
pestre del Paleolítico, desde mi punto de vista en escondidos en la mano que ha servido de plantilla
cuanto pintora, supone partir de una prolongada ob-
servación dc las manifestaciones artísticas del Paleo- sobre la roca>’ cuándo eran dedos cortados; de esta
lítico y de continuos intentos de profundización en manera podemos distinguir entre la representación
cómo han sido generadas, tratando de situanne en el de un código o la manifestación de un acto ritual.
lugar de su autor y analizar su proceso creativo para, El estudio de la Cueva de Altamira lo centré
de esta manera, intentar llegar al “antes de” la reali- en el Gran Techo. El trabajo consistió en un estudio
zación de la obra, es decir, al pensamiento y a las co- desde el punto de vista del pintor, y en él analicé, to-
rrientes sensibles de aquel que la creó. mado como un todo, el planteamiento del autor: la
Las aproximaciones al análisis del proceso iluminación empleada; la elección del soporte; la
artístico del Arte Paleolítico las he llevado a cabo en postura fisica adoptada; los procedimientos emplea-
proThndidad sobre dos obras concretas de sendas cue- dos y el orden de la ejecución; los materiales utiliza-
vas de Cantabria. La primera: El Gran Techo de la dos y un estudio de relación entre las figuras. En
cueva de Altamira, centrándome en los Grandes Poli- definitiva, busqué a través de la obra la mano que la
cromos. La segunda: en un conjunto de dibujos en realizó. Este estudio constituyó el tema de mi Tesis
negro de la Cueva de Las Monedas del Conjunto Pre- Doctoral, que dirigió el Catedrático de Prehistoria de
histórico de El Castillo. También he investigado a la U.C.M., Manuel Fernández Miranda.
propósito de la ejecución de las “manos pulveriza- En la Cueva de las Monedas inicié conjun-

* Facultad de Bellas Artes. Universidad Complutense. C/ Greco, 2. 28040 Madrid.


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tamente con los profesores Victoria Cabrera Valdés, realización del dibujo del corte estratigráfico de la
Federico Bernaldo de Quirós y Pedro Saura Ramos, Cueva de El Castillo en el equipo de dibujantes diri-
un estudio de sus manifestaciones artísticas. De entre gidos por el profesor Saura durante la excavación de
ellas me atrajo especialmente un conjunto de dibujos la misma que dirigía la profesora Victoria Cabrera,
en negro que cuentan con unos rasgos comunes que me permitió permanecer durante tiempo prolongado
evidencian su resolución por un mismo autor, así co- en la zona, y visitar con relativa frecuencia sus repre-
mo un posible bisonte grabado en la piedra en la Sala sentaciones artísticas. A este respecto me ha supuesto
de la entrada, descubierto por el profesor Saura en la una inestimable ayuda D. José Ma Ceballos, quien
investigación arriba mencionada. me ha acompañado, como responsable del Conjunto
Me interesan este tipo de conjuntos artísti- Prehistórico de Monte Castillo, durante el tiempo ne-
cos entre otras razones por el hecho de poder ob- cesario en el estudio de sus representaciones artísti-
servar varias figuras atribuibles a un solo autor, lo cas, no teniendo la necesidad de poner a prueba su
que nos ofrece más datos sobre su pensamiento que si paciencia porque posee verdadero interés y entu-
contamos únicamente con una. siasmo.
El tercer estudio sobre las manos pulveriza- Para plantear el proceso artistico del Arte
das lo hice con el fin de colaborar con aquellas per- Rupestre voy a exponer mis reflexiones sobre dicho
sonas que, interesadas en el estudio teórico del tema, Arte, procurando seguir el orden en que se han pro-
no están familiarizadas con el resultado visual de los ducido a partir de mi encuentro con sus pinturas.
materiales de pintura según su utilización y, por tan- Considero necesario repetir que me he intro-
to, tienen más dificultad en deducir una intencionali- ducido en el mundo del Arte Rupestre del Paleolítico
dad por parte del autor de los mismos. desde el estudio del ane de todos los tiempos y la
Para el análisis del proceso artistico del arte práctica de la pintura en la obra personal que he de-
rupestre he estudiado algunas de las más significati- sarrollado en el momento que me ha tocado vivir,
vas muestras de la cornisa cantábrica, cuyos origina- pues mi Licenciatura y Doctorado corresponden a la
les he podido observar directa y muy repetidamente. Facultad de Bellas Artes.
No creo necesario resaltar que el estudio de represen- La primera muestra de Arte Paleolítico que
taciones artísticas de cualquier época, las del Paleolí- conocí y que suscitó mi interés fue el arte existente
tico incluidas, hecho a través de fotografias o dibujos en la Cueva de Altamira a lo largo de todo su reco-
reproducidos en publicaciones, suponen para mi un rrido.
complemento interesante, pero carecen de rasgos La observación de este hecho anístico creó
creativos que me son imprescindibles para un análi- en mi la necesidad de conocer, en lo posible, el arte
sis profundo conducente a conocer la intención del rupestre existente en otras cuevas.
autor; faltan, por ejemplo, los resultados visuales a En el estudio del Arte Rupestre es impor-
los que antes me referia. tante -diría que imprescindible- la observación de las
En la reflexión sobre el arte rupestre del Pa- obras originales, ya que nos proporcionan datos fun-
leolítico en general, me ha ayudado el hecho de ana- damentales en cnanto al planteamiento estético del
lizar, desde un punto de vista teórico y práctico, el autor y la ejecución en sí de la obra, como ‘de su pu-
arte Neolítico (Conjunto Prehistórico de la Valítorta, ño y letra’, permítaseme la extrapolación funcional.
Castellón). Tratándose de personas con actividades Como ya se ha indicado antes el estudio a través de
comunes en su forma de supervivencia como la caza publicaciones supone un complemento importante
y la pesca, y en contacto directo con la naturaleza, pero incompleto. El hecho de poder ver las obras on-
las representaciones plásticas del Paleolítico y del ginales en el mismo recinto en el que sus autores las
Neolítico son muy distintas en su intención>’ realiza- pensaron y crearon es una gran fortuna. Es una for-
ción. Esto me hace ver cada uno de los dos aspectos ma de acercarnos a las circunstancias del autor en el
citados con diferencias en sus representaciones res- momento de su realización>’ situarnos en su momen-
pectivas pero a su vez con caracteres de unidad que to histórico. La cueva actúa como un eficaz marco
los distinguen ampliamente, comparable a los aspec- que aísla la obra que contiene del mundo exterior,
tos diferentes que observamos entre miembros de una tan diferente en la actualidad a la del hombre paleo-
misma familia y los que les dan unidad respecto a lítico.
otra familia diferente. Tras conocer una amplia muestra de ane ni-
Dentro del arte rupestre, el Conjunto Pre- pestre, complementado con estudios de otras mues-
histórico de Monte Castillo, en Cantabria, ha consti- tras a través de publicaciones, advertimos una serie
mido para mi un centro de estudio valiosisimo, de caracteres comunes: tiene una temática común;
además del de Altamira. El hecho de colaborar en la una elección del soporte a tratar que, en muchos ca-
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sos, no corresponde a nuestro sentido de la contem- 2.1. Iluminación


plación de la obra de arte y, por tanto, a su situación
de privilegio en el espacio visual de un recinto; per- En primer lugar observo el recorrido desde
cibimos la seguridad en la mano y en el trazo de sus la entrada original de la cueva al lugar de la figura
autores>’, en la base de todo, su conocimiento de lo representada. Esto me ha llevado a buscar soluciones
representado. Son diestros en el manejo de los útiles sobre la iluminación empleada. A este respecto, bus-
de los que se han servido. Interpretan la vida>’ esta- caba una explicación relacionada con la ejecución de
mos seguros de que se dieron cuenta que la interpre- las pinturas para los restos de huesos y patelas halla-
tación era otra forma de vida. dos en Altamira y que Breuil describe : “... sin em-
El arte rupestre se muestra de un modo par- bargo, en la Sala de los Frescos se observa que en el
ticular porque convergen en él varias circunstancias. suelo y particularmente a lo largo de las paredes, ha-
Al igual que las grandes obras de todos los tiempos, bía numerosos restos óseos y patelas.” (Breuil y
contiene esa extraña mezcla de materia y pensamien- Obermaier 1935). Por otra parte Arlette Leroi-
to que podría simbolizar el conjunto de lo que somos Gourhan (1985) manifiesta que los pintores debían
nosotros mismos, pero además, a esto se une el hecho comer mientras pintaban en Lascaux, por los restos
de permanecer en el mismo lugar en donde fue crea- de huesos hallados en el suelo bajo el panel de pintu-
do por personas que vivieron hace miles de años. ras del Callejón Axial de esta cueva y en una ancha
La técnica es una solución a un pensamien- visera de piedra de la Nave. Como decía trataba de
to. El artista, antes de intervenir con una técnica con- buscar una utilización diferente de estos huesos pues,
creta, tiene una voluntad de hacer. desde mi punto de vista, un pintor centra su preo- cu-
En este punto reflexionamos sobre la volun- pación en disponer de aquello que necesita para rea-
tad de hacer de la generalidad de nuestros artistas lizarla, teniendo en cuenta además, que comer dentro
paleolíticos. Nos encontramos que interpretan funda- de la cueva implica prolongar su estancia en el inter-
mentalmente animales, en concreto ciervos, renos, ior, con la incomodidad añadida de la hmnedad que
bisontes, caballos, cabras. Con menos frecuencia pe- existe y el consumo de una luz posiblemente comple-
ro en una cantidad considerable encontramos signos, ja de obtener. Por tanto debía encontrar un motivo
con rasgos comunes en diferentes cuevas. Esta um- para utilizar los huesos que repercutiera en la reali-
dad temática nos hace ver que el motivo a interpretar zación de las pinturas mismas. Intentando resolver
no corresponde a una voluntad individual sino a una este punto, me interesé por las posibles lámparas uti-
voluntad social. La solución impecable de las figuras lizadas en el Paleolítico. Entre las sugerencias que
nos hace pensar en la selección de la persona que las recibí se encontraba la grasa de tuétano. Esta grasa
realiza y la importancia de ello para los demás animal fue la que seleccioné para hacer pruebas ex-
miembros de la tribu. La técnica empleada sí parece perimentales de iluminación, porque consideré que la
de elección individual, marcada por el conocimiento utilización del tuétano como combustible en las lám-
de lo existente anteriormente, el soporte a tratar y la paras primitivas podía ser la causa de la existencia
preferencia del individuo. A medida que nos adentra- de los huesos hallados en el suelo en la Sala de los
mos en el interior de las cuevas, el proceso técnico y Frescos de Altamira y asimismo bajo los paneles de
los materiales empleados se simplifican. pintura en Lascaux, pues sí creo que un pintor se
provea de la iluminación necesaria para realizar su
obra, y qué mejor recipiente que el propio hueso para
2. ANALISIS DEL PROCESO transportar el tuétano. Probé por tanto una lámpara
de barro con tuétano como combustible y una mecha
El planteamiento que he seguido para anali- vegetal en una cueva del Conjunto prehistórico de
zar el arte rupestre ha consistido en intentar ponerme Monte Castillo. Esta lámpara proporcionaba una luz
en el lugar del autor paleolítico y recorrer su proceso cálida, de duración prolongada con poca cantidad de
creativo. Contamos con la ventaja de que las figuras tuétano, y con una amplitud de iluminación que per-
se encuentran en el mismo recinto en el que las reali- mite observar gran espacio de la cueva, y elegir el so-
zó su autor primitivo. Para llevar a cabo este plantea- porte a utilizar en una visión de conjunto, muy
miento trato de imaginar que la superficie rocosa está diferente a la luz puntual de las linternas que acos-
sin pintar y que yo soy el pintor y voy a realizar la tumbramos a llevar. Otra caracteristica es que no
obra correspondiente. De esta manera analizo el pro- producía humo ni olor.
ceso desde la práctica de lo que supone trasladar una Un factor que me interesa respecto a la ilu-
imagen pensada a un soporte con unos materiales de- minación es la situación de la luz para el trazado de
terminados, elegidos para tal fin. cada figura. En este sentido he tenido la ocasión de
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probar de forma práctica la posible iluminación em- ocupa un lugar cercano a la entrada de la cueva, la
pleada en la Gran Sala de Altamira, con ocasión de técnica empleada en la ejecución de sus figuras ha si-
la recreación que llevé a cabo de la misma para los do más compleja>’ por tanto ha requerido una estan-
documentales de carácter científico que realizó TVE cia prolongada en la misma, el necesario aporte de
sobre la cueva de Altamira, emitidos en 1990. En es- luz y materiales de pintura justifica su cercama con
ta ocasión utilicé como lámparas piedras ahuecadas y la entrada.
algo cóncavas con tuétano como combustible. La ilu- El planteamiento de utilizar la sugerencia
minación pudo consistir en lámparas distribuidas en de los relieves naturales de la cueva lo encontramos
el suelo, delante del pintor. No obstante, hay que te- también en otras figuras como las máscaras de la Co-
ner en cuenta que en el caso de la Gran Sala de Alta- la de Caballo de Altamira y en la máscara similar de
mira es posible que al pintor le llegara luz del exte- la cueva de El Castillo, así como en un bisonte de es-
rior por detrás de él, en el momento de la ejecución ta cueva prácticamente conformado por la misma
de las pinturas, antes del hundimiento de la cornisa piedra y completado por el hombre prehistórico con
de la primitiva entrada. En otros casos que he estu- algunos grabados. También hay otro bisonte más cer-
diado, la luz en general pudo situarse en el suelo, ba- cano a la entrada, grabado, dibujado en negro y en el
jo las pinturas o en salientes de piedra de las paredes, que se han aprovechado relieves y grietas en su eje-
cercanas al lugar de ejecución. cución.
Otra característica de los soportes emplea-
2.2. Elección del soporte dos es la utilización de recovecos de las cuevas para
crear pequeños recintos dentro de las mismas. En Al-
Resuelto el posible sistema de iluminación, tamira encontramos un divertículo en la llamada Sa-
paso a estudiar el lugar de la roca elegido por el la III por Breuil (1935) con tectiformes rojos en sa-
hombre paleolítico en relación con sus zonas circun- lientes del techo que parece planteado como un todo
dantes y buscar un por qué a ese lugar>’ no a otro. La en el que la forma del divertículo y del saliente mis-
respuesta es compleja pues requiere estudiar cada ca- mo forma parte en la composición de la pintura. Po-
so en particular y relacionarlo con lo que aparente- demos citar también recintos como los tectiformes de
mente es similar. Hay una combinación de motivos: la Pasiega, los de Castillo>’ el camarin de los ciervos
intereses técnicos para una buena respuesta de los de la cueva de Las Chimeneas. Por el contrario, nos
materiales, fines expresivos, la situación de la figura encontramos también figuras aisladas a lo largo de
en la cueva, la creación de recintos como conjuntos las cuevas, unas veces en lugares accesibles y visi-
dentro a su vez de una cueva, y otros que llevan al bles, otras en lugares aparentemente inaccesibles o
autor a representar en lugares recónditos, aparente- escondidos como si su intención These no la de ser
mente escondidos. contempladas sino la de que existan y habiten su in-
Altamira es un ejemplo claro en el que volú- terior.
menes y grietas naturales de la roca de un tamaño
determinado de la Gran Sala han sido aprovechados 2.3. Postura física
por el autor para construir los Grandes Policromos;
de esta manera incorpora una concepción escultórica Una vez seleccionado el soporte a tratar, el
al dibujo, grabado y pintura, técnicas con las que re- hombre paleolítico tuvo que adoptar una postura con-
suelve cada una de las figuras. Los volúmenes y grie- creta para realizar su obra, En numerosas cuevas se
tas están cuidadosamente seleccionados, no sola- han preparado pasillos que posibiliten las visitas por
mente en aquellos bisontes en los que se evidencia, los lugares en donde se encuentra el ane rupestre.
sino en aquellos otros en que aparentemente no ha Ello ha motivado que se modiflque el suelo original
sido así. Hay bisontes en los que las grietas están tan rebajando éste en gran parte de los casos>’ en otros
bien aprovechadas en la construcción de las figuras, incluso rellenándolo.
que es necesario un estudio minucioso para percatar- En los casos en que las figuras están resuel-
se de ello. Está claro que el hombre que tenia inten- tas en la pared la actitud corporal difiere según éstas
ción de pintar veía a los bisontes y a la vez los bus- sean de pequeño o de gran tamaño, así como según
caba en aquellos relieves naturales. Después nos los sea su situación respecto al suelo de la cueva, modifi-
hizo visibles a los demás completando los mismos cado en muchos casos, para las visitas. Podemos ana-
primero con grabado, con lo cual acababa de escul- lizar el acercamiento o alejamiento del hombre res-
pirlos, después incorporaba el dibujo en negro y fi- pecto de la obra. Estos datos son importantes pues in-
nalmente la pititura. Con cada técnica completaba lo fluyen en el ritmo de trazado de cada figura que es
expresado con la aplicada anteriormente. La Sala un factor a tener en cuenta en el estudio de la autoría
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de las representaciones rupestres. tico. Debemos estudiar sus puntos de partida, sus in-
Las pinturas trazadas en el techo de las cue- terrupciones>’ el orden de sus correspondientes reco-
vas implican mayor dificultad a la hora de detenm- rridos. Así podemos ver cómo los ideaba y volvemos
nar la postura. El Gran Techo de Altamira es un a observar una unidad de trazado en el sentido de
buen ejemplo de ello. que sus recorridos corresponden a la dirección en que
Al analizar la postura fisica del autor de los se acaricia a un animal y no a contrapelo. Asimismo
Grandes Policromos de Altamira nos encontramos existe una unidad en cuanto a los lugares del animal
con la dificultad de determinaría debido a que el en que interrumpe los trazos y aquellos en que los re-
cuerpo pudo girar sobre si mismo 3600 y adoptar toma, lo cual marca el ritmo de trazado de todos
cualquier postura comprendida en este giro. Para de- ellos, signo personal del autor que difiere de figuras
terminar la posición exacta es necesario recurrir al de bisontes de otras cuevas, los cuales poseen a su
estudio de la dirección del trazado de cada figura, lo vez sus propios ritmos.
que trataré más adelante. Una vez determinadas las El minucioso estudio de la dirección del tra-
direcciones de las líneas de carbón que conforman la zado nos proporciona también datos sobre la técnica
figura, podemos deducir la orientación del cuerpo del empleada. Ya sea grabado, carbón o pintura, obser-
“hombre” que las realizó. En una primera observa- vamos el grosor de la línea, la uniformidad en la an-
ción parece que esta orientación pudo ser muy varia- chura de la misma o su desigualdad, su empaste en el
da. Sin embargo, al estudiar cada una de ellas nos caso de pintura>’ su profundidad en el de grabado.
damos cuenta de que el autor las trazó únicamente en
dos orientaciones. Unas figuras concretadas en los 2,5. Técnicas
llamados “bisontes con relieve” y el “bisonte con la
cabeza vuelta” dejando a su espalda la entrada actual Como exponia al principio, la técnica em-
de la cueva. Las demás figuras, dejando a su espalda pleada es una solución a un pensamiento. La aplica-
la antigua comunicación de la sala con la entrada ción de la técnica comienza con la elección del so-
primitiva de la cueva, a través de la cual pudo llegar- porte ya sea ésta posterior a la concepción de la obra,
le luz del exterior, que no obstante debió apoyar con como consecuencia de un soporte buscado, a fin de
luz artificial. Esta unidad en la orientación del cuer- que responda a planteamientos técnicos y/o para que
po del autor es un dato objetivo que apoya la tesis se adecúe a otras finalidades de las obras, ya sea por
que defiendo del planteamiento de los Grandes Poli- la sugerencia del propio soporte sobre el pensamiento
cromos como un conjunto realizado por una única del hombre.
persona. El techo está tratado para ser visto al entrar Las técnicas empleadas y que han llegado
desde el exterior según su entrada primitiva. hasta nuestros días han consistido en grabar con ele-
Según Brenil (1935) la distancia entre el mentos de piedra sobre la piedra de la cueva, dibujar
suelo y el techo de la Sala, antes de ser rebajado con carbon y dibujar y pintar con óxidos de hierro,
aquel para facilitar el paso de las visitas, descendía ocres, manganeso y, como aglutinante, agua.
de 200 a 110 mm. Esto supone que el autor primitivo La piedra caliza del interior de las cuevas
debió pintar los Bisontes más cercanos a la entrada tiene un alto grado de hmnedad. Ello facilita la ac-
de pié y después se iria agachando llegando a ejecu- ción de grabar y que la pintura de óxido de hierro u
tar algunos de rodillas e incluso sentado. Esto último ocres pigmenten de color la piedra y ésta las embeba,
menos probable ya que los Bisontes no se encuentran formando parte de la misma.
en la zona mas baja de la Sala, zona que ocupa la
cierva. 2.5,1. Grabado
El grabado modifica la piedra misma, ase-
24. Dirección del trazado gurando la presencia de la figura a lo largo del tiem-
po. Hay que tener en cuenta que en el momento de
Considero el estudio de la dirección del tra- la ejecución de un grabado éste pudo ser bien visible,
zado un aspecto muy importante del proceso y de una pues la piedra incisa apareceria más clara. Por ello,
gran exigencia en cuanto al tiempo de observación los grabados que en la actualidad nos cuesta ver por
del análisis general. la pátina del tiempo>’ que localizamos con dificultad
Para llevar a cabo este estudio en los Gran- a base de dirigir la luz de forma estratégica, en el Pa-
des Policromos me basé en los saltos del carbón so- leolítico sería manifiesta su presencia con una ilumi-
bre las rugosidades de la piedra. La observación de la nación más general.
dirección de los trazos, nos proporciona información Como grabado podemos incluir las figuras
sobre la concepción de la figura por el artista paleolí- trazadas aplicando los dedos directamente sobre la
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ardua que cubre la piedra como los que encontramos la forma de resolver los ciervos del Camarín de la
en el techo de la Galeria II (Breuil y Obcrniaier cueva de Las Chimeneas, de una síntesis y pureza de
1935). lineas dignas de ser destacadas. También encontra-
Los grabados realizados con buril tienen mos el dibujo a carbón utilizado como línea y como
facturas diferentes, tanto de concepción como de eje- masa y compartiendo la ejecución de las figuras con
cución. En la mayoria de los grabados se ha utilizado otros procedimientos como los Policromos de Alta-
este procedimiento como único medio de expresión, mira.
sin embargo también encontramos obras en las que el La línea de carbón es el procedimiento que
grabado fonna pane de un proceso más complejo en nos permite con mayor facilidad observar el recorri-
el que grabado, dibujo y pintura se combinan para do que el hombre Paleolítico siguió en su ejecución,
una misma figura, como es el caso de los Grandes como indiqué anteriormente.
Policromos de Altamira. Se ha expuesto en alguna publicación la po-
Encontramos grabados poco profundos y de sibilidad de utilizar huesos carbonizados para dibujar
línea ligeramente ancha, también de líneas finas y en negro. He experimentado este posible procedi-
profundas, a veces trazados con un buril de varias miento pero no he obtenido resultados satisfactorios
puntas que produce incisiones de finas líneas parale- ya que los huesos quemados no pigmentaban la pie-
las. Otras veces son surcos profundos y anchos como dra.
los grabados existentes en el exterior de la cueva de En la actualidad utilizamos carbón prensado
Chufin, o produciendo un grabado ancho a base de para dibujar, por ello encontramos natural que dicho
yuxtaposiciones de líneas de grabado como sucede en material no se desmorone al dibujar y únicamente se
los bisontes de Altamira. Generalmente representan desgaste. Si quemamos unas ramas y tomamos cual-
la silueta del animal dejando constancia del conoci- quiera de sus restos quemados para dibujar, veremos
miento que de su estructura ósea poseen, pero tam- que éstos se rompen en el proceso de ejecución. Sin
bién encontramos figuras esgrafiadas en su interior embargo, en la pintura rupestre las figuras son de lí-
como las cabezas de ciervas del Gran Techo de Alta- neas limpias, constantes en su tamaño y largas, lo
mira y los grandes bisontes del mismo techo. Hay que hace suponer que el carbón para dibujar estaba
una relación entre el tamaño de lo representado, sus muy bien seleccionado. Por otra parte, el carbón sue-
proporciones, el surco producido por el buril y sus le tener un aspecto untuoso, como si se tratara de un
ritmos de trazado que caracterizan a las figuras y material graso. A este respecto, he podido comprobar
permiten la comparación de unas con otras dentro de que cuando utilizamos un carbón humedecido sobre
una misma cueva y, a su vez con otras cuevas, que el soporte húmedo del interior de las cuevas, adquie-
nos ofrece datos sobre la autoria de los mismos para re el aspecto citado, además de ser menos quebradi-
poder estudiarlos en su conjunto. zo. Una característica de la generalidad de los dibu-
Los grabados tienen en común, al igual que jos a carbón es que una vez que han sido trazados no
los demás procedimientos paleolíticos, la firmeza y se han repasado con la mano. En general, tanto en la
destreza en su ejecución. Al practicar un grabado so- ejecución de tectiformes, como en la interpretación
bre una piedra caliza con un sílex, nos damos cuenta de figuras, el carbón se ha utilizado como línea, sien-
de que los accidentes de la piedra y su textura nos do pocas las ocasiones en las que nos encontramos el
desvían la mano de la dirección deseada si no hace- carbón empleado como masa, como sucede en los
mos un trazado con mucha decisión y con una idea grandes policromos de Altamira.
preconcebida de lo que queremos hacer.
2.5.3. Pintura
2.5.2. Dibujo En el apartado de pintura consideramos to-
Como dibujo entenderemos aquellas figuras do aquello que esté interpretado con color, ya sea
resueltas con carbón, e incluiremos en el apartado de empleado como línea o como masa. En este caso nos
pintura las ejecutadas con color aunque su plantea- encontramos con distintas texturas a consecuencia de
miento consista en un trazado de línea. la distinta manera de aplicar el color, ya que la res-
Las figuras que se han conservado realiza- puesta del soporte es similar en las distintas cuevas.
das en carbón, al igual que en los demás procedi- Básicamente las pinturas están realizadas a base de
mientos, poseen distintos planteamientos en su con- óxidos de hierro y ocres, mezclados con agua, ofre-
cepción, así encontramos un conjunto de figuras en ciendo una mejor respuesta si ésta es del interior de
negro de la cueva de Las Monedas en las que se re- la cueva, como consta también en pruebas minucio-
suelve su contorno exterior así como unos datos en el sas llevadas a cabo por investigadores franceses (Le-
interior de los animales, que nada tiene que ver con roi-Gourhan y Allain 1979; Couraud 1979).
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Según las pruebas que he realizado advierto rian un inicio y un rastro corto. Este procedimiento
que en general la aplicación del color se resuelve pudo emplearse sin embargo para la pintura a base
bien cuando tanto éste como el soporte están hume- de puntos. El empleo de un pincel tampoco me pare-
decidos o mojados. La piedra caliza embebe el color ce adecuado pues, para producir lineas anchas y pro-
y su humedad lo mantiene con brillantez. Los óxidos longadas, seria necesario cargarlo de pintura y pro-
de hierro, silos aplicamos mezclados con agua sobre duciria una desigualdad de anchura y empaste del co-
una superficie de piedra humedecida previamente, mienzo del trazo respecto a la continuación de la lí-
son similares a las pinturas paleolíticas pero si deja- nea de la que carecen la generalidad de las pinturas
mos que se sequen pintura y soporte observamos que paleolíticas que son bastante uniformes. Un procedi-
su color se vuelve más opaco y menos rojizo, ten- miento que me ha proporcionado resultados satisfac-
diendo al “marrón”. Si lo humedecemos mediante torios ha consistido en cubrir uno o varios dedos de
agua pulverizada, pues un exceso de la misma los la- la mano con una piel de gamuza impregnada en pin-
va, vuelve a retomar su brillantez. El alto grado de tura a base de óxido de hierro>’ agua. Ello permite la
hmnedad habitual en el interior de las cuevas hace movilidad de la mano pero con la capacidad de car-
posible su coloración rojiza y la variación de dicha gar pintura. Proporciona una buena respuesta tanto
humedad, según las distintas épocas del año, hace para el trazado de líneas como para cubrir masas de
que se observen variaciones en el color de las pintu- color como en el caso de los bisontes de Altamira.
ras originales. La observación de un caballo de la cueva de
Se ha manifestado en algunas publicaciones La Pasiega, trazado en línea roja, que cubría bien la
la posibilidad de utilizar grasa animal, huevo, sangre piedra>’ se mantenia con una anchura constante, me
o resinas como aglutinantes de las pinturas. En mi hizo desarrollar un instrumento que me proporcionó
opinión y según mi experiencia la grasa constituye el mismo resultado. Consistió en una caña apuntada
un mal elemento para aplicar sobre superficies moja- en un extremo, rellena de piel de gamuza empapada
das o húmedas. Las resinas requieren disolventes que de pintura de óxido de hierro>’ agua y cubierta la ca-
a su vez se mezclen bien con el agua. La utilización ña a su vez, en su parte apuntada, por otra piel tam-
de compuestos orgánicos no se puede detectar en un bién de gamuza atada a la misma. Iba introduciendo
análisis en la actualidad debido al tiempo transcurri- en un recipiente con óxido de hierro y agua el utensi-
do pero, en cualquier caso, su respuesta plástica es lio descrito>’ me proporcionaba una línea de las ca-
peor>’ más compleja que la utilización de agua. Ex- racterísticas descritas.
perimentos al respecto han quedado recogidos en la Para la realización de las manos pulveriza-
publicación de Leroi-Gourhany Allain (1979). das he probado distintos utensilios. Uno de ellos de-
Las pinturas rupestres presentan distintos sarrollado por Ludovico Rodríguez, guía de las cue-
aspectos que suponen diferentes modos de aplicación vas de El Castillo, consistía en un ingenioso artilugio
de la pintura. Así vemos pintura pulverizada, pintura formado por dos cañas cruzadas de diámetros dife-
tratada como línea empastada o como línea que colo- rentes que permitía pulverizar sobre la piedra el pig-
tea la piedra, también pintura extendida como masa mento seco. Este procedimiento puede ser bueno y
o aplicada en forma de puntos. Se ha apuntado en di- posible de utilizar sobre una pared o techo, en el ca-
ferentes publicaciones la posibilidad de aplicar la so de que la superficie rocosa esté muy húmeda, pues
pintura con los dedos o con un pincel. Según las de lo contrario sólo una pequeña parte del pigmento
pruebas que he realizado buscando la misma respues- se adhiere a la misma. Un efecto similar, con bastan-
ta de las pinturas rupestres del Paleolítico expongo a te buen resultado lo obtendríamos extendiendo pig-
continuación las observaciones correspondientes. mento seco sobre una plaqueta de piedra colocada
Algunos ocres>’ óxidos de hierro pigmentan horizontalmente y soplando pero tendríamos serios
bien la piedra cuando mojados se frotan directamente problemas para conseguir una mano pulverizada en
sobre la piedra húmeda. Ello podría producir un as- un techo como encontramos en Altamira y Castillo.
pecto de piedra con apariencia de haber sido pre- via- Por otra parte, los puntos rojos pulverizados de la úl-
mente preparada o frotada como en los bisontes tima galería de la cueva de El Castillo evidencian la
encogidos de Altamira. También con este procedi- salida de la pintura a través de un instrumento circu-
miento he obtenido un aspecto en cuanto a empaste lar.
de la pintura y de color anaranjado como en algunos Otro sistema consiste en pulverizar pigmen-
tectiformes de la cueva de El Castillo. to mezclado con agua. Esto produce gotas que se ad-
Para el trazado de líneas relativamente an- hieren a la vez que se absorben por la piedra. El efec-
chas y prolongadas, no es posible la aplicación me- to más parecido a las pinturas pulverizadas origina-
diante los dedos, pues éstos no cargan pintura y deja- les lo he obtenido disponiendo dos cañas finas en án-
364 MATILDE MUZQUIZ PÉREZ-SEOANE

gulo recto, introduciendo una de ellas en un reci- miento. Estimo necesaria una coordinación entre
piente de pintura de óxido de hierro con agua y so- nuestra mente>’ nuestro cuerpo que ha de realizar fi-
plando por la otra, de forma similar a los utensilios sicamente el grabado, dibujo o pintura de que se trate
que se fabrican en la actualidad con otros materiales, para obtener resultados de la firmeza que apuntamos.
para pulverizar pintura con la boca. Es necesario para conseguirlo un conocimiento de
En general, el autor paleolítico elige una de nuestras propias posibilidades, que a su vez se des-
las técnicas expuestas: grabado, dibujo o pintura para arrollan con la práctica o el entrenamiento. El hecho
sus interpretaciones. Algunas veces encontramos la de conocer nuestra propia capacidad en cuanto a la
combinación de grabado y pintura o grabado y dibu- respuesta de la mano en coordinación con nuestro
jo. La complejidad técnica mayor la he observado en pensamiento, influye de forma decisiva en la seguri-
los Grandes Policromos de la cueva de Altamira, en dad del trazado en el momento de la ejecución. Mc
donde se han conjugado la concepción escultórica he referido a “la mano” para simplificar una acción
por el aprovechamiento de relieves y grietas, el gra- en la que interviene la actitud de todo nuestro cuer-
bado de la cabeza, partes del contorno del animal, po. Otro factor que influye en la obtención de un tra-
fundamentalmente en cambios de dirección de éste y zo certero y seguro es el conocimiento de lo inter-
de las articulaciones, dibujo en negro, que completa pretado.
datos expresados con el grabado, y finalmente y por En el arte rupestre del Paleolítico encon-
el orden indicado, pintura como línea en algunas zo- tramos representaciones de animales en mayor nú-
nas de las patas y cola y como masa en el interior del mero que otras composiciones denominadas “sig-
animal. Es una obra maestra que muestra el aprove- nos” a las que los prehistoriadores han atribuido di-
chamiento de las posibilidades plásticas utilizadas en versos significados, permaneciendo sin descifrar aún
el Paleolítico. Parece estar planificada, pues el pro- hoy. La forma de ejecución es diversa, siendo en
cedimiento se repite en cada figura, cada técnica unos casos escueta en la narración de detalles para
completa el carácter expresivo de la aplicada ante- atender a una idea general y otras, sin embargo, más
riormente. En su ejecución se aprecia verdadero do- explicitas en los pequeños detalles. En ambos plan-
minio y entrega. No se destruyen pinturas anteriores teamientos, los hombres paleoliticos fueron austeros
para producir otras nuevas, sino que las que ya están en la realización de sus composiciones, en el sentido
existen para siempre y las nuevas se añaden y super- del que es austero porque conoce lo esencial.
ponen, como sucede en la mayor parte de las pinturas A pesar de las diferencias de planteamiento
rupestres. en la interpretación de los animales, a las que he
Los paneles de pintura con un procedimien- aludido en el párrafo anterior, las figuras tienen en
to técnico más complejo solemos encontrarlos próxi- común una coherencia en sus proporciones y una sa-
mos a la entrada de las cuevas como en el caso de la bia interpretación de las articulaciones, con lo que
Gran Sala de Altamira>’ el Panel de Tito Bustillo. A quedan bien definidas las posturas de los animales,
medida que se proflmdiza en el interior de las cuevas aún en aquellas inacabadas, así como su movimiento,
la técnica se suele simplificar, debido probablemente y se pone de manifiesto el profundo conocimiento de
a las dificultades para moverse dentro de las cuevas la estructura ósea del animal que poseían los creado-
transportando materiales para pintura, luz, etc. y a res paleolíticos. Las cabezas de los animales están
las prolongadas estancias en el interior a que obli- muy bien estructuradas, lo que nos permite reconocer
garia. la especie animal representada aún con las variacio-
nes que haya podido sufrir hasta nuestros días. Con-
2.6. Seguridad en la ejecución. Conocimiento sidero que reflejan bien los animales de su tiempo y
de lo interpretado que las variaciones respecto a los mismos animales
en la actualidad corresponden más a una variación
En la mayoría de las representaciones paleo- de los mismos que a una tosquedad en la ejecución
líticas percibimos la seguridad en el trazado de sus del Paleolítico. Todo esto me hace pensar que el au-
autores y la ausencia de rectificaciones. Parece que tor paleolítico tiene capacidad para reflejar en sus
esta labor la han llevado a cabo aquellos hombres co- pinturas aquellos datos que quiere dar, igualmente
nocedores de la misma. El motivo de este plantea- las inflexiones de las líneas>’ los detalles en la ejecu-
miento es la seguridad en el trazado, la firmeza en ción de los tectiformes no serán accidentales sino da-
las manos que poseen la generalidad de las obras. tos intencionados.
Considero que la seguridad es fruto del conoci-
ANALISIS DEL PROCESO ARTÍSTICO DEL ARTE RUPESTRE 365

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