Desde el inicio de este siglo la lectura ha sido definida, aprendida, enseñada
y evaluada de formas diversas. Esto se ve claramente inferido en las concepciones de Huey y Thorndike, en lo que respecta al proceso de lectura. Para ellos la misma es un proceso psicológico y que podría ser desmenuzada en sus elementos, componentes y estos ordenados según su grado aparente de dificultad.
Sus ideas, las cuales precedían nociones presentes, reflejaban la creencia de
que la lectura requiere tanto la información visual como la información no-visual. Se observa que los pensamientos presentes sobre este asunto no varían mucho en comparación a sus definiciones y conceptos. En la actualidad, estas ideas enfatizan los procesos: afectivo, cognitivo y psicomotor en su intento de entender mensajes escritos.
Huey, un teórico e investigador anticipó pensamientos constructivistas del
desarrollo de la lectura (muy poca información empírica se ha añadido a lo que Huey conocía) para él, el lector crea el significado a partir de los trazos que deja el autor en el contenido textual consideraba la comprensión como un proceso a través del cual el lector elabora un significado en su interacción con el texto. La comprensión a que el lector llega durante la lectura se deriva de sus experiencias acumuladas, la interacción entre el lector y el texto es el fundamento principal. En este proceso de comprender, el lector relaciona la información que el autor le presenta con la que él ya tiene, con sus conocimientos. Estaba interesado en los procesos mentales utilizados por los lectores para interpretar la información textual y decía que incluso si un niño substituía palabras escritas por palabras suyas, ambas proveyendo el mismo significado, es un signo alentador de que el proceso de entendimiento de la lectura ha sido real y el reconocimiento de detalles vendrá en el momento que llegue. Thorndike, de la misma manera, fue uno de los primeros psicólogos de la educación en querer indagar sobre los complejos procesos de pensamiento (razonamiento) asociados con la lectura, esto en el sentido de que hay muchos factores que lo comprometen: elementos en una frase, la organización, sintaxis, selección de algunas connotaciones y no otras. Por supuesto, Thorndike asumió que existen lecturas ‘correctas’, argumentó que para el acto de la lectura la mente debe organizar y analizar las ideas reflejadas en el texto, que se comete un error cuando un lector se dice las palabras así mismo sin hacerse cuestionamientos sobre el punto al cual quiere llegar el escritor.
Propuso ideas sobre lo que debería ocurrir durante el proceso de corrección
de la lectura aclamando que una gran cantidad de equivocaciones o preguntas son producidas por muy poca o sobre potencia de las palabras individuales, violando uno de sus principios: “entender un párrafo es como resolver un problema de matemáticas. Consiste en seleccionar los elementos correctos en la situación y colocarlos juntos en el lugar adecuado, con la cantidad de fuerza e influencia de cada una” (Thorndike, 1917, p. 329).