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FENOMENOLOGÍA Y METAFÍSICA DEL VERBO "CHINGAR"

CHINGAR es el verbo mas delicioso del léxico mexicano. Es una palabra tornasolada y protéica, con los mas
diversos sentidos segun el tono conque se pronuncia, la hora en que sale retozona en medio de la charla, o
las circunstancias que rodean su aparición, como chispa traviesa, entre el grupo de amigos. La palabra
CHINGAR salta de repente en la discusión que sostienen graves señorones de las finanzas y
automáticamente el ambiente se torna cordial y se humaniza. Entre el murmullo de la cantina suena de
pronto como un cañonazo. Adquiere tiernas y picarezcas modulaciones en los dulces labios femeninos y
hasta sugiere broncas promisiones viriles en la boca inocente del niño.

CHINGAR es un verbo que sirve para todo y que nos sirve a todos. Con el matizamos sabrosamente nuestro
lenguaje. Tan pronto es viva expresión de gozo, como estallido de ira y desesperación. A ratos es término
juguetón y a ratos anuncio de tragedia. CHINGAR es el verbo que todos conjugamos en tiempos, modos,
formas y personas. Es nuestra grámatica parda que nos enseña a emplear el verbo en forma activa, pasiva,
impersonal, recíproca y reflexiva. Es el verbo CHINGAR nuestro verbo por excelencia. Sin el verbo CHINGAR
no podría hablar el mexicano; es entraña de nuestra peculiar psicología. El verbo CHINGAR es al mexicano lo
que el calor a la llama, lo que la frescura a la brisa y lo que el perfume a la flor. Sin el no podríamos expresar
nuestros sentimientos en su genuina hondura. Con el verbo CHINGAR el mexicano rie, llora, trabaja, vive,
muere, se enfurece, se desahoga, se calma y se exalta. En México el que no CHINGA, lo CHINGAN, porque
en esta vida, ¿quién no lo sabe? hay que CHINGARSE.

¿Qué decía en medio del combate el revolucionario a quien le habia dado en la chapa del alma una bala
enemiga?: “Ya me chingaron.” Aqui el verbo significa MATAR y MORIR. Pero de pronto tiene otros matices y
quiere decir SUFRIR, TOLERAR, SOPORTAR.

Llega una abnegada madre de familia, esposa de un individuo habituado a los copetines, y se queja
amargamente con el señor cura de que ya no soporta la vida que le da su adorado maridito, porque además
de gastarse la raya de los sábados, le pega porque no le tiene la comida caliente. El senor cura consuela a la
mujer y le dice:
- Calma, hijita, ten paciencia. Dios habla por el que calla.
- Ay, padrecito - replica la mujer- pero mientras Dios habla por el que calla ¿quién es la que se CHINGA?

El universitario que enseña a sus compañeros su boleta de reprobado dice tristemente: “Me CHINGARON
en Derecho Administrativo.” Lo cual prueba que el verbo CHINGAR, tambien significa REPROBAR.

Llega el mocoso a su casa con un ojo morado. Se escurre para que no lo vean sus padres.
- ¿Qué te paso?- le pregunta su hermanito.
- Me dieron un CHINGADAZO. (En el norte del pais dicen un CHINGAZO). Así pues, el verbo CHINGAR
también tiene la acepción de golpear de fea manera.

- ¿Te acuerdas, compadre, de que en la misma vecindad donde yo vivía el año pasado había una muchacha
muy bonita, de ojos verdes, buenísima, que se llamaba Rosita? Pues ya se la CHINGARON.
Y el compadre, mientras comenta lo sucedido, sabe que lo que le pasó a la pobre de Rosita, no fue que la
reprobaran ni que le pegaran, sino simplemente que le hicieron trizas la doncellez.
También el verbo CHINGAR sirve para contar las cosas buenas. Está platicando por teléfono la senorita
secretaria con una de sus amigas: “No dejes, mana, de ver la película que dan en el Ariel. Está
CHINGONSÍSIMA.” Lo cual quiere decir que es una película extraordinaria, magnífica, morrocotuda. Del
mismo modo cuando alguien es un genio y sobresale por sus cualidades, no es cualquier cosa, es un
CHINGÓN. En cambio, cuando algo es insignificante, sin importancia de ninguna especia ¿cómo se califica?
- Esto es una CHINGADERA...
En otras palabras, no sirve, para maldita la cosa.

En ocasiones el verbo CHINGAR significa trabajar en forma intensa y eficaz:


- Ahora si muchachos - dice el jefe de taller- hay que CHINGARLE muy duro.
Y los "muchachos", a los que les gusta que les hablen "derecho" pues le CHINGAN con fe y terminan pronto
el trabajo.

El tono con que se pronuncia el verbo CHINGAR en sus diferentes compuestos y formas, tiene capital
importancia.

¿Cómo le dice un amigo a otro que viene a importunar cuando esta mas ocupado?
- No me estes CHINGANDO.

Pero a veces el verbo CHINGAR tiene otro significado distinto: es defraudar, madrugarle a uno, abusar de su
confianza:
- Iba muy bien mi empresa; pero mi socio me CHINGÓ. Se fue con el producto de nuestro mejor pedido.
Con lo cual, y en son de queja, agrega:
- ¿No te parece, hermano, que esas son CHINGADERAS?

En otras ocasiones CHINGAR es hurtar: “CHINGATE esa botella de coñac, le dice el chofer al mozo, al cabo
que el patrón no se da cuenta...”

Ahora que cuando un mexicano quiere injuriar a otro en la peor de las maneras - y este es el antecedente
de muchos homicidios – simplemente le dice: “Anda y CHINGA a tu madre.” A continuación se escuchan los
balazos o el zumbar de los machetes.

Cuando una maquina se descompone ¿qué es lo primero que uno dice con enfado?: “Esto ya se CHINGO...”

Si una cosa es bonita, pero inservible se le designa cariñósamente con el nombre de CHINGADERITA. Si una
cosa sale mal todos dicen: “Estuvo de la CHINGADA.”

Cuando, como es ya costumbre, el Guadalajara derrota al América, se dice: “¿No te lo dije? El Guadalajara
se CHINGÓ al América.”

También significa gran cantidad de algo. Se dice que uno tiene un CHINGO de trabajo. Cuando uno se
desespera porque algo no le sale a satisfacción o en el tiempo requerido, o se lleva una desilusión, exclama
con un ademán de coraje: “Me lleva la CHINGADA...”

Y para finalizar, el verbo CHINGAR tambien significa concluir, terminar, acabar. A la hora en que se cierra el
periódico, cuando ya todos estan cansados y con ganas de irse a dormir, nada hay mas grato que escuchar al
Subdirector cuando dice: “Ahora si, como dijo mi general Madrigal, esto ya CHINGÓ a su madre.”
Por último, se utiliza tambien como artículo de fe: “No te lo creo - dice un amigo a otro, al dudar de
determinado asunto. ¡CHINGO a mi madre si no es cierto! – afirma para convencerlo.
Debido al auge en uso que ha tomado este hermoso vocablo, la Real Academia Española de la Lengua ha
decidido aceptarlo formalmente. Veamos algunos otros usos:

1. ADMIRACIÓN: “Es una chingonería”.


2. ADVERTENCIA: Síguele y te va a cargar la chingada
3. CALIFICATIVO: Chingaquedito
4. CERTEZA: Ya nos chingaron
5. DENOTANDO FRAUDE: Me chingaron
6. DENOTANDO UN ERROR: Está de la chingada
7. DESPRECIO: Vales para pura chingada
8. DISTANCIA : Está hasta la chingada.
9. FASE FINAL: Esto ya se chingó
10. HOSTILIDAD: ¿Y tú quién chingados eres?
11. IGNORANCIA: Sepa la chingada
12. INCERTIDUMBRE: ¿Y no nos irán a chingar?
13. INCOMPETENCIA: No sé que chingados hacer.
14. INCONFORMIDAD: “Hazme el chingado favor”
15. INCONFORMIDAD: Ya ni la chingan...
16. INCREDULIDAD: “No chingues”
17. IRRITACION: Ah que bien chingas.
18. REFLEXIÓN: Pos ah, que la chingada
19. SOLICITUD: Vete a la chingada
20. VANIDAD: Soy el más chingón

LA HISTORIA DE MEXICO
Hace un chingo de años, los indios éramos bien chingones, Cuauhtémoc era el gran chingón, pero llegaron
un chingo de españoles y los muy hijos de la chingada, hicieron mil chingaderas, chingaron a los indios y nos
llevó a todos la chingada.

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