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BIBUOTI CADL'l PI NSAMIf-NIO SOCIALISTA

Miseria de la filosofía (184 /) constituyo un toxto do tuiutumonHil Importancia


en la evolución de Marx,
Para la historia de su pensamiento representa lo primero exposición concreta
y global de la concepción materialista do la historia, que hasta entonces había
sido expuesta de manera esporádica. Pero es también la primera obra
económica que Marx juzgó siempre que formaba parte integrante de su obra
científica de madurez. El enfrentamiento con Proudhon le permite mostraren
un lenguaje sarcástico y muchas veces injusto, una visión de conjunto de los
orígenes, del desarrollo, de las contradicciones y de la caída futura del
régimen capitalista.

Diseño de portada: María Luisa Martínez Passarge

O)
5
siglo
veintiuno
editores
MÉXICO
ESPAÑA
ARGENTINA CO
COLOMBIA
«BLIOTECA DEL PENSAMENTO SOCIALISTA

Rèspuesfc^re
FILOSOFIA DE LA MISERIA
de P.-J. Proudhon

KARL MARX
nueva edición corregida y aumentada

m
siglo veintiuno editores
y
biblioteca
del
pensamiento socialista

SERIE
LOS CLÁ SIC O S
edición a cargo
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MISERIA
KARL DE LA „
MARX FILOSOFIA

respuesta
a la filosofia
de la miseria
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siglo veintiuno editores, sa de cv
CERRO DEL AGUA 248. DELEGACIÓN COYOACÁN, 0*310 MÉXICO. D.F.

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C/PLAZA 5, MADRID 33. ESPAÑA

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siglo veintiuno de, Colombia, ltda
AV. 3 ». 17-73 PRIMER PISO. BOG OTÁ , f tE . COLOMBIA

primera edición, 1970


décima edición, corregida y aumentada, 1987
© siglo xxi editores, s.a.
isbn 968-23-1419-4

título original: misère de la philosophie

derechos reservados conforme a la ley


impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico
ÍNDICE GENERAL

A dvertencia a la edición en español ix


A dvertencia a la edición fran cesa [por m a x im il ie n r u b e l ] x

PR O LO G O 1
CAPITULO PR IM E R O : UN D E S C U B R IM IE N T O C IE N T IF IC O 3
1. O posición e n tre el valor de uso y el valor
de cam bio 3
2 . V alor co n stitu id o o valor sin tético 13
3. A plicación de la ley de p ro p o rcio n alid ad
de los valores 41
a ] L a m o n e d a , 41; b] E l e x c e d e n te d e l tra b a jo , 50

CAPITULO SE G U N D O : LA M ETA FISIC A D E LA ECO N O M IA POLITICA 63


1. El m étodo 63
P r im e r a o b se rv a c ió n , 64; S e g u n d a o b se rv a c ió n , 68;
T e rc e ra o b se rv a c ió n , 68; C u a rta o b se rv a c ió n , 69;
Q u in ta o b se rv a c ió n , 71; S e x ta o b se rv a c ió n , 73;
S é p tim a y ú ltim a o b se rv a c ió n , 77
2 . La división del tra b a jo y las m áq u in as 82
3. La co m petencia y el m onopolio 96
4. La p ro p ied ad o la re n ta 104
5. Las huelgas y las coaliciones de los o b re ro s 114

a p é n d ic e s 123
1. C arta de M arx a P.-J. P ro u d h o n 125
2. C arta de P ro u d h o n a K arl M arx 128
3. C arta de M arx a P.V. Annenkov 132
4. D iscurso sobre el lib ro in tercam b io 144
5. C arta de M arx a J.B. von Schw eitzer 159
6. Prefacio de Engels a la p rim e ra edición alem ana 167
7. P refacio a la segunda edición alem ana 182

N O TA S Y ACLARACIO N ES 183
M iseria de la filosofía 185
C arta de M arx a P ro u d h o n 203
C arta de P ro u d h o n 204
C arta de M arx a P.V. Annenkov 204
D iscurso so b re el lib re intercam bio
C arta de M arx a J.B. von Schw eitzer
Prefacio a la segunda edición alem ana

IN D IC E ONOM A STICO Y B IB LIO G R A FIC O


205 ADVERTENCIA A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL
208
209

211

El p resen te volum en ha sido p rep arad o sobre la base de la ver­


sión españ o la realizad a p o r el In stitu to M arx-Engels-Lenin de
M oscú e im p resa en d istin ta s o p o rtu n id ad es p o r Ediciones en
L enguas E x tran jeras. Se ha revisado y corregido p o r com ple­
to d icha versión u tilizan d o p a ra ello como fu en te original la
n u eva edición de Misère de la philosophie incluida en las Oeu­
vres de K arl Marx, Économ ie, I, B ibliothèque de la Pléiade, Pa­
ris, 1963.
H em os enriquecido el volum en incorporando las notas y va­
ria n te s con que M axim ilien Rubel a co m p añ ara la citada edi­
ción de la Pléiade, n o tas que, en tre otros, tienen el m érito de
in c lu ir g ran p a rte de las observaciones m arginales que escri­
b iera P.-J. Proudhon en su ejem plar personal del libro de Marx.
A dem ás de los prólogos de Engels y de las conocidas ca rta s
a P.V. Annenkov y J.B. von Schw eitzer, con que h ab itu alm en ­
te se aco m p añ an las ediciones de Miseria de la filosofía (crite­
rio iniciado p o r B em stein y K autsky en la p rim era edición ale­
m ana), agregam os u n a c a rta de M arx, Engels y Ph. Gigot a
P roudhon y la resp u esta de éste. Es esta últim a ca rta, sin duda,
el p u n to inicial de la r u p tu r a e n tre am bos pen sad o res que cul­
m in a rá con la o b ra que aquí p resentam os.
P or o tra p a rte , el Discurso sobre el libre intercam bio, a p a r­
tir de la edición alem an a de 1885, es un anexo obligado.

[IX]
A D V E R T E N C IA A LA E D IC IÓ N F R A N C E S A

En 1847, M arx tiene veintinueve aftos. Actúa en la vida p ú b li­


ca desde cinco años an tes y se ve m arcad o p o r d iv ersas expe­
rien cias políticas decisivas. Tres fracasos han sido seguidos
p o r tre s p eríodos de estudio:
a] La Rheinische Zeitung (1842-1843) fue prohibida po r el go­
b iern o pru sian o . M arx hizo en ella sus p rim e ra s a rm as de po­
lem ista liberal. D espechado, decide p a sa r a F ran cia p a ra se­
g u ir su com bate desde ahí.
b] En P arís funda (con A. Ruge) los Annales Franco-
A llem andes (1844). Es en e sta revista donde p u blica un p rin ci­
pio de c rític a de la filosofía del d erecho de Hegel; en esta épo­
ca tam b ién fo rm u la la idea de em ancipación filosófica y revo­
lu cio n aria del p ro letariad o . Una d iferen cia de fondo con Ruge
in te rru m p e e sta experiencia.
c] A continuación el fracaso del Vorwärts de París. E xpul­
sado en 1845 p o r órdenes de Guizot, se instala en B ruselas, don­
de la ce n su ra lo vigila. Tuvo que d e c la ra r y firm a r que no se
m ezclaría con la “actu a lid ad p o lítica”.
El balance de su actividad es negativo, m as no el de sus m e­
ditaciones. C ondenado tre s veces a la inacción, e stu d ia la re ­
volución fran cesa y c ritic a la filosofía política dé Hegel; ab o r­
da la econom ía política y esboza su p rim e ra crítica de esta
ciencia; tom a sus d istan cias respecto de an tig u as am istades
o relaciones intelectuales al e sc rib ir La sagrada fam ilia.
Pero tam b ién em prende, con su nuevo am igo Engels, un
com bate p a ra el cual renuevan su idea de com unism o. H an es­
tablecido u n a especie de club in ternacional de co rresp o n d en ­
cia com unista, cuya red está destinada a facilitar los intercam ­
bios intelectu ales y la propaganda.
E stas actividades no dejan de d e sv iar a M arx de la com po­
sición de u n a Crítica de la econom ía y de la política, p ro m e ti­
da a un editor, y en la que deb erían re e n c o n trarse las p reo c u ­
paciones que h ab ía expresado a P roudhon du ran te su estancia
en P arís. No p arece que tuv iera una idea m uy c la ra de lo que
p o d ría ser e sta obra, pero estu d ia su tem a, en la prolongación
de sus tra b a jo s todavía inéditos de 1844. P or dos veces el edi-

[X]
ADVERTENCIA A LA EDICIÓN FRANCESA XI

to r rescinde el c o n tra to (1846 y 1847). M arx p re fie re la polé­


m ica y red acta, con Engels, La ideología alem ana.
P ro u d h o n d u d a en d a r su adhesión a los com ités de c o rre s­
pondencia: "N o debem os ya p la n te a r la acción revolucionaria
com o m edio de refo rm a social [. ..] P ara mí el p roblem a es así:
hacer entrar en la sociedad, por una com binación económica,
las riquezas que han salido de là sociedad p o r otra com bina­
ción económ ica. . . H acer que la p ro p ied ad se consum a, m ás
que d arle una nueva fu erza haciendo un San B artolom é de los
propietarios. Mi próxim a obra, que en este m om ento está a m e­
d ias en su im presión, h a b la rá m ás sobre ello. He aquí, mi qiie-
rido filósofo, dónde estoy p o r el m om ento; salvo que me equi­
voque y, habiendo m otivo p a ra ello, reciba la fé ru la de vuestra
m an o ” (17 de m ayo de 1846).
La féru la caerá. La sim p a tía de Proudhon p o r K arl Griin,
a quien M arx no tiene en m ucha estim a, su negativa a colabo­
ra r, y finalm ente la publicación de su o b ra anunciada: el Systè­
m e des contradictions économ iques, ou Philosophie de la m i­
sère, que se d ifu n d irá am pliam ente en A lem ania, todo ello
decepciona y hu m illa a M arx, quien h ab ía alabado, en La sa­
grada fam ilia, las ideas de Q u ’est-ce que la propriété? El anti-
P rou d h o n fue red actad o d u ra n te el invierno de ese año y p u ­
blicado en el mes de ju n io de 1847.

El tex to de e sta o b ra h a sido estab lecid o sob re la base de la


edición original: Misère de la philosophie. R éponse à “la Philo­
sophie de la m isère” de M. Proudhon. Par K arl Marx. Paris. A.
Franck, 69, rue Richelieu. Bruxelles, C.G. Vogler, 2, petite rue
de la Madeleine. 1847. (Im prim erie de Delevigne et Callewaert.)
[In-8°, 8 + 1 7 8 pp. + 1 p. de fe de erratas.]
H em os ten id o en c u e n ta las e rra ta s con todo cuidado, d e­
ja n d o de lado algunos casos, no ob stan te, donde la corrección
ya no se ju stificab a. En cam bio, hem os co rreg id o algunas ex­
presiones lingüísticam ente dudosas o im propias; no olvidemos,
al leer este texto, que fue pensado en alem án y que el estilo
de la o b ra lo resiente fuertem en te.
C orrecciones y adiciones han sido en co n trad as en un ejem ­
p la r o frecid o en 1876 p o r el p ro p io M arx a N atalia Utina, así
com o en u n a lista p re p a ra d a p o r Engels p a ra u n a nueva edi­
ción francesa. Estos cam bios se hicieron en la p rim e ra edición
alem an a (1885), revisada p o r Engels, y aquí y allá en la prim e­
XII ADVERTENCIA A LA EDICIÓN FRANCESA

ra edición fran cesa (1896). Los m encionam os en la p arte rela ­


tiva a las notas, al final del volum en. En cu an to a estas refe­
rencias, nos rem itim os a la edición Marx-Engels Gesamtausgabe
(sigla: MEGA), sección I, volum en vi, Berlín, 1932, pp. 119-228.
Al v e rific a r las citas que M arx hace de Proudhon, hem os
co m p ro b ad o alg u n as inexactitudes. La m ism a verificación se
hizo en cu a n to a R icardo y Francis B ray, copiosam ente c ita ­
dos p o r Marx. P ara lo que corresponde a Proudhon, rem itim os
a la nueva edición de las C ontradictions économ iques p u blica­
da p o r M arcel Rivière, P arís, 1923. E sta s indicaciones a p a re ­
cen e n tre llaves, después de las de M arx,
M arx no cita siem pre en el orden y p ala b ra p o r palab ra. Es
cosa suya su b ra y a r c ie rta s palab ras. Sólo señalarem os los ca­
sos en que la in ex actitu d se vuelve deform ación.
Reim presiones: La prim era edición apareció en 1896, en casa
de G iard et B rière, París; la segunda, en la m ism a casa, 1908;
la te rc e ra , en casa de M arcel G iard, 1922 y 1935. Señalem os
ad em ás la reim p resió n aparecid a en É ditions Sociales, 1947.
Todas contienen num erosos errores. El texto publicado en 1961
en las É ditions Sociales, y establecido según la MEGA, es exacto
con excepción de pequeños detalles.

nota : Las indicaciones bibliográficas, incom pletas en el c u e r­


po del texto, se dan ín tegram ente en el índice onom ástico y bi­
bliográfico al final de este volum en.
PRÓLOGO

P ro u d h o n tiene la d esg racia de ser sin g u larm ente incom pren-


dido en E uropa. En F rancia se le reconoce el derecho de ser un
m al econom ista, porque tiene fam a de se r un b uen filósofo ale­
m án. En A lem ania se le reconoce el derecho de se r un m al filó­
sofo p orque tiene fam a de se r un econom ista fran cés de los
m ás fu ertes. En n u e stra calid ad de alem án y de econom ista a
la vez, hem os q u erid o p ro te s ta r c o n tra este doble e rro r. [1]
El lecto r c o m p ren d erá que, en e sta la b o r in g rata, hem os te­
nido que ab a n d o n a r frecu en tem en te la c rític a de Proudhon
p a ra d e d ic a m o s a la c rític a de la filosofía alem ana, y h acer
al m ism o tiem po algunas observaciones sob re la econom ía po­
lítica.

KARL M ARX

B ru s e la s , 15 d e ju n io d e 1847

ti]
2

El lib ro de P roudhon no es sim plem ente un tra ta d o de eco­


nom ía política ni un lib ro ordinario, es u n a B iblia. N ada falta
en él: “M isterios”, "S ecretos arran cad o s al seno de Dios”, “Re­
velaciones''. P ero com o en n u estro tiem po los profetas son dis­
cutidos con m ayor rigor que los au to res profanos, el lector ten­
d rá que resig n arse a p a sa r con nosotros p o r la erudición árida
y ten eb ro sa del “Génesis” p a ra elevarse m ás ta rd e con P roud­
hon a las regiones etéreas y fecundas del suprasocialismo. (Véa­
se P roudhon, Philosophie de la m isére, prólogo, p. ill, línea 20
{ed, 1923, t. i, p.
CAPITULO PR IM E R O

U N D E S C U B R IM IE N T O C IE N T ÍF IC O

1. O PO SIC IÓ N E N T R E E L VALOR D E USO Y EL VALOR D E CAMBIO

La c a p a c id a d de to d o s los p ro d u c to s , n a tu r a le s e in d u s tria le s , de s e r ­
v ir a la s u b s is te n c ia del h o m b re re c ib e la d e n o m in a c ió n p a r tic u la r de
v a lo r de uso; la c a p a c id a d q u e tie n e n de tr o c a r s e u n o s p o r o tr o s se
liorna v a lo r d e c a m b io . . . ¿C ó m o se c o n v ie rte el v a lo r d e u so e n v a lo r
de c a m b io ? . . . La g e n e ra c ió n de la id ea del v a lo r [de c am b io ] n o ha
sid o e sc la re c id o p o r los e c o n o m is ta s c o n el d e b id o e sm e ro ; p o r eso
es n e c e s a rio q u e n o s d e te n g a m o s e n e ste p u n to . C om o m u c h o s de los
o b je to s q u e n e c e s ito se e n c u e n tr a n en la n a tu r a le z a e n c a n tid a d lim i­
ta d a o ni s iq u ie ra e x iste n , m e veo fo rz a d o a c o n tr ib u ir á la p ro d u c ­
c ió n d e lo q u e m e fa lta , y co m o yo n o p u e d o p r o d u c ir ta n ta s cosas,
p ro p o n d r é a o tr o s h o m b re s , c o la b o ra d o re s m ío s en fu n c io n e s d iv e r­
sas, q u e m e c ed a n u n a p a r te de su s p ro d u c to s a c a m b io del m ío (P roud­
h o n , S y s té m e d e s c o n tra d ic tio n s, o u P hilosophie de la m isére [1846),
t. i, cap . II ¡ed. 1923, t. I, pp. 91 y 92}) [2].

P roudhon se propone explicarnos an te todo la doble n a tu ­


raleza del valor, "la distinción dentro del valor”, el proceso que
convierte el v alo r de uso en valo r de cam bio. Tenem os que de­
ten ern o s con P ro udhon en e s te acto de tran su stan ciació n . He
aquí cóm o se realiza este acto, según n u e stro au to r,
H ay u n g ran n ú m ero de p ro d u cto s que no se en cu e n tra n en
la n a tu ra le z a , son o b ra de la in d u stria. P uesto que las necesi­
d ades reb asan la pro d u cció n espontánea de la n atu raleza, el
h om b re se ve p recisad o a re c u rrir a la producción industrial.
¿Qué es esta industria, según la suposición de Proudhon? ¿Cuál
es su origen? U n h o m b re solo que necesite gran n úm ero de ob­
jeto s "no puede p ro d u c ir ta n ta s c o sa s”. M uchas necesidades
que satisfacer suponen m uchas cosas que producir: sin produc­
ción no hay productos; y m u ch as cosas que p ro d u c ir suponen
la p a rtic ip a c ió n de m ás de u n hom bre en su p roducción. Aho­
ra bien, en cu an to se adm ite que en la p roducción p articipa
m ás de u n hom bre, se adm ite ya toda u n a pro d u cción basada
en la división del trabajo. De este modo, la necesidad, tal como

[31
UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

la concibe Proudhon, supone a su vez toda la división del tr a ­


bajo. Al a d m itir la división del trab ajo , se adm ite tam bién el
intercam bio y, en consecuencia, el valor de cam bio. Con el m is­
m o derecho se h a b ría podido suponer desde u n principio el va­
lo r de cam bio,
Mas P ro u d h o n ha p referid o darle la vuelta. Sigám osle en
todos sus rodeos, que siem pre nos habrán de conducir a su pun­
to de p artid a.
P a ra sa lir del estad o de cosas en que cada uno produce ais­
lado de los dem ás, y p a ra llegar al intercam bio, "re c u rro
—dice Proudhon— a mis colaboradores en funciones diversas”.
Así, pues, tengo colaboradores, encargados de funciones diver­
sas, sin que p o r eso yo y todos los dem ás, siem pre según la su ­
posición del señ o r P roudhon, dejem os de ser R obinsones ais­
lados y desligados de la sociedad. Los co lab o rad o res y las
funciones diversas, la división del trabajo, y el intercam bio que
im plica, su rg en com o caídos del cielo.
R esum am os: tengo necesidades fu n d ad as en la división del
tra b a jo y en el in tercam bio. Al su p o n er e stas necesidades,
P ro u d h o n se e n c u e n tra con que supone el intercam b io y el va­
lor de cam bio, del cual se propone precisam en te "escla re ce r
la g en eració n con m ás esm ero que los dem ás eco n o m istas”.
P ro u d h o n h a b ría podido con el m ism o derecho in v e rtir el
o rd e n de las cosas, sin tra s to c a r con ello la ex actitu d de sus
conclusiones. P ara ex p licar el valor de cam bio, hace falta el
in tercam bio. P ara ex plicar el in tercam b io hace falta la divi­
sión dél trabajo. Para explicar la división del trabajo hacen falta
necesidades que re q u ie ran la división del trab ajo . P ara expli­
c a r estas necesidades, es m enester “suponerlas”, lo que no sig­
nifica negarlas, c o n tra ria m en te al p rim e r axiom a del prólogo
de Proudhon: "S u p o n er a Dios es n eg arlo ” (Proudhon, loe. cit.,
prólogo, p. 1 (ed. 1923, t. I, pp. 33-34)) [3].
¿Cóm o P roudhon, que supone conocida la división del tr a ­
bajo, explica con ella el valor de cam bio, que p a ra él es siem ­
p re u n a incógnita?
"U n h o m b re ” se decide a “proponer a. otros hom bres, cola­
boradores suyos en funciones diversas”, establecer el intercam ­
bio y h acer u n a distinción en tre el valor de uso y el valor de
cam bio. Al a c e p ta r e sta distinción pro p u esta, los colab o rad o ­
res sólo h a n dejado a P roudhon el "cu id a d o ” de consignar el
hecho, señalar, " a n o ta r” en su tra ta d o de econom ía política
"la generació n de la ideá del v alor”. Pero lo que debe ex p licar­
OPOSICIÓN ENTRE VALOR DE USO Y VALOR DE CAMBIO 5

nos es "la g en eració n ” de e sta p ro p u esta, decirnos, en sum a,


cóm o este ho m b re solo, este R obinsón, tuvo de p ro n to la idea
de h a c e r "a sus co la b o ra d o res” u n a pro p o sición de género co­
nocido y cóm o estos co lab o rad o res la a c e p ta ro n sin p ro testa
alguna.
P ro udhon no e n tra en estos d etalles genealógicos. Sim ple­
m ente estam p a en el hecho del in tercam b io u n a especie de se­
llo histórico al presen tarlo como una propuesta, form ulada por
u n a te rc e ra persona, que busca esta b le c e r el intercam bio.
He aquí u n a m u e stra del “m étodo histórico y descriptivo"
de P roudhon, que p ro fesa u n desprecio so b erbio por el "m é to ­
do h istó rico y d esc rip tiv o ” de los Adam S m ith y los R icardo.
El in tercam b io tiene su h isto ria. H a a trav esad o diferentes
fases.
H ubo u n tiem po, com o p o r ejem plo en la E dad Media, en
que no se in tercam b iab a m ás que lo superfluo, el excedente
de la prod u cció n sobre el consum o.
H ubo luego un tiem po en que no solam ente lo superfluo sino
todos los p ro d u cto s, to d a la vida in d u stria l p a sa ro n a la esfe­
ra del com ercio, u n tiem po en que la producción en tera depen­
día del intercam bio. ¿Cóm o ex p licar e sta segunda fase del in­
tercam bio: el valor d in e ra rio elevado a su segunda potencia?
Proudhon ten d ría u n a resp u esta prep arad a: suponed que un
h o m b re h u b ie ra “propuesto a o tro s h om bres, co laboradores
suyos en funciones d iv e rsa s” , elev ar el valo r d in e ra rio a su se­
g u n d a potencia.
P or últim o llegó u n m om ento en que todo lo que los hom ­
b res h ab ía n venido co n sid eran d o com o inalienable se hizo ob­
je to de in tercam bio, de tráfico y podía en ajen arse. Es el m o­
m en to en que incluso las cosas que h a sta entonces se
tra n sm itía n p ero n u n ca se in tercam b iab an , se donaban pero
n u n ca se vendían, se a d q u iría n p ero n u n ca se com praban, ta ­
les com o v irtu d , am or, opinión, ciencia, conciencia, etc., todo,
en sum a, p asó a la e sfera del com ercio. Es el tiem po de la co­
rru p c ió n general, de la venalidad universal, o, p a ra ex p resar­
nos en térm in os de econom ía política, el tiem po en que cada
cosa, m oral o física, co n v ertid a en valo r d in erario , es llevada
al m ercad o p a ra ser a p reciad a en su m ás ju s to valor. [4]
¿Cóm o ex p licar e sta nueva y ú ltim a fase del intercam bio,
es d ecir el valor d in e ra rio elevado a su te rc e ra potencia?
P roudhon ten d ría u n a re sp u e sta p re p a ra d a tam b ién p a ra
eso: suponed que u n a p e rso n a h u b ie ra “propuesto a o tras, co­
6 UN DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO

la b o ra d o ra s suyas en funciones d iv e rsas”, h acer de la virtud,


del am or, etc., un valor dinerario, elevar el valor de cambio a su
te rc e ra y ú ltim a potencia.
Como se ve, “el m étodo h istórico y descrip tiv o ” de P ro u d ­
hon es bueno p a ra todo, responde a todo y lo explica todo. En
p a rtic u la r, cuando se tr a ta de explicar h istó ricam en te "la ge­
n eración de u n a idea económ ica”, Proudhon supone a un hom ­
b re que propone a o tro s hom bres, colaboradores suyos en fun­
ciones diversas, llevar a térm ino e ste acto de generación, y
a su n to concluido.
A p a rtir de aquí aceptam os "la generación” del valor de cam ­
bio com o un hecho consum ado; ah o ra no nos re sta sino expo­
n e r la relación en tre el valor de cam bio y el valor de uso. Oiga­
m os a Proudhon;
Los e c o n o m is ta s h a n p u e s to de re liev e c o n g ra n c la r id a d el d o b le c a ­
r á c t e r d e l v a lo r; p e ro lo q u e no h a n e s c la re c id o c o n la m is m a n itid e z
es s u n a tu ra leza contradictoria·, a q u í es d o n d e c o m ie n za n u e s tr a c r íti­
c a [. . .] N o b a s ta h a b e r s e ñ a la d o e ste a s o m b ro s o c o n tra s te e n tre el v a ­
lo r de u so y el v a lo r d e c a m b io , c o n tra s te e n el q u e los e c o n o m ista s
e s tá n a c o s tu m b ra d o s a n o v e r s in o 'u n a c o sa m u y sim p le : es p re c iso
m o s tr a r q u e e s ta p re te n d id a s im p lic id a d o c u lta u n m is te rio p ro fu n ­
d o q u e te n e m o s el. d e b e r d e d e s e n tr a ñ a r [. . .] E n té rm in o s téc n ico s,
el v a lo r de u so y el v a lo r de c a m b io e s tá n en ra z ó n in v e rs a el u n o del
o tro . (P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. i, pp. 93 y 95J.

Si hem os captado bien el pensam iento de Proudhon, he aquí


los c u a tro p u n to s que se propone establecer:
1 ° El valor de uso y el valor de cam bio form an “un c o n tra s­
te aso m b ro so ”, está n en m u tu a oposición;
2o El valor de u so y el valor de cam bio están en razón in­
v ersa el uno del otro, se contradicen en tre sí;
3o Los econom istas no han visto ni conocido la oposición
ni la contradicción;
4 o La c rític a de P ro u dhon com ienza p o r el final.
N osotros tam b ién com enzarem os p o r el final, y p a ra lib rar
a los econom istas de las acusaciones de Proudhon, dejarem os
que h ablen dos econom istas b a sta n te im portantes.

S ism o n d i: El c o m e rc io h a re d u c id o to d a s la s c o sa s a la o p o sic ió n e n ­
tr e el v a lo r de u so y el v a lo r de cam bio, etc. (Sism ondi, É tu d e s su r l ’éco-
n o m ie p o litiq u e , 1836, t. II, p. 162).
L auderdale: E n g e n e ra l, la riq u e z a n a c io n a l [el v a lo r d e uso] d is m in u ­
ye a m ed id a q u e las fo rtu n a s individuales se a c re c ie n ta n p o r el a u m e n to
OPOSICIÓN ENTRE VALOR DE USO Y VALOR DE CAMBIO 7

del v a lo r d in e ra rio ; y a m e d id a q u e e sta s ú ltim a s se re d u c e n p o r la d is­


m in u c ió n de e se v alor, la riq u e z a n a cio n al a u m e n ta g e n e ra lm e n te (Lau-
d e rd a le , R e c h e rc h e s s u r la n a tu re et l ’origine de la richesse p u b liq u e ,
tra d . de L ag e n tie de L av a isse , 1808, p. 33).

Sism ondi h a fundado so b re la oposición e n tre el valor de


uso y el valor de cam bio su principal d o ctrin a, según la cual
la dism inución del ingreso es proporciona] al crecim iento de
la producción.
L au d erd ale ha fundado un sistem a sobre la razón inversa
de las dos clases de valor, y su d o ctrin a e ra tan p o p u lar en los
tiem pos de R icardo, que éste podía h a b la r de ella como de una
cosa g eneralm ente conocida. “C onfundiendo las ideas del va­
lo r d in erario y de las riq u ezas [valor de uso] se ha pretendido
asev erar que es posible au m en tar las riquezas dism inuyendo la
can tid ad de cosas n ecesarias, útiles o agradables p ara la vida”
(R icardo, Des principes de l'économ ie politique et de l ’im pôt,
tra d . de F.S. C onstancio. A notado p o r J.-B. Say, Paris, 2 a éd.,
1835, t. il, p. 65).
A cabam os de ver que los econom istas, antes de Proudhon,
h an "s e ñ a la d o ” el m isterio p rofundo de la oposición y de la
co n trad icció n . V eam os a h o ra cómo P roudhon explica a su vez
este m isterio después de los econom istas.
Si la dem an d a perm an ece invariable, el valor de cam bio de
u n p ro d u cto b a ja a m ed id a que la o fe rta crece; en otros térm i­
nos: cu an to m ás ab u n d a n te es un p ro d u cto en relación con la
dem anda, m ás bajo es su valor de cam bio o su precio.
Viceversa: cuanto m ás débil es la o fe rta en relación con la
dem anda, m ás sube el valor de cam bio o el p recio del p ro d u c­
to ofrecido; en o tro s térm in o s, cu an to m ás escasean los p ro ­
d u cto s ofrecidos, con resp ecto a la dem anda, m ás caros son.
El valo r de cam bio de un p ro d u cto depende de su abundancia
o de su escasez, pero siem p re con relación a la dem anda. Su­
pongam os un producto, m ás que raro, único en su género: este
p ro d u c to ún ico se rá m ás que ab u n d an te, se rá superfluo, si no
e n c u e n tra dem anda. P or el co n trario , supongam os un p ro d u c ­
to m u ltip licad o por m illones, que se rá siem p re ra ro si no b a s­
ta p a ra sa tisfa c e r la dem anda, es decir, si es dem asiado soli­
citado.
É stas son verdades, d iríam o s casi banales, p ero que hem os
ten id o que re p ro d u c ir aquí p a ra h a c e r c o m p ren d er los m iste­
rios de Proudhon.
8 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

Así, p u e s, sig u ie n d o el p rin c ip io h a s ta su s ú ltim a s c o n se c u e n c ia s, se


lle g a ría a la c o n c lu sió n m á s ló g ica del m u n d o : la s c o s a s cuyo u so es
n e c e s a rio y c u y a c a n tid a d es in fin ita , no d e b e n v a le r n a d a ; en cam b io ,
la s c o s a s c u y a u tilid a d e s n u la y c u y a e sc ase z es e x tre m a d e b e n te n e r
u n p re c io in e s tim a b le . P a r a c o lm o de m ale s, la p rá c tic a no a d m ite e s­
to s e x tre m o s: p o r u n lado, n in g ú n p ro d u c to h u m a n o p u e d e a u m e n ta r
ja m á s en c a n tid a d h a s ta el in fin ito ; p o r el o tro , las c o sa s m á s ra ra s
d e b e n s e r ú tile s en u n c ie rto g ra d o , sin lo c u al no te n d ría n n in g ú n v a ­
lo r. El v a lo r d e u so y el v a lo r d e c a m b io e stá n , p u e s, fa ta lm e n te e n c a ­
d e n a d o s el u n o al o tro , si b ie n p o r su n a tu ra le z a tie n d e n de c o n tin u o
a e x c lu irs e (P ro u d h o n , loe. cit., t. I, p. 39 (ed. 1923, t. i, p. 96j).

¿Cuál es el colm o de los m ales de P roudhon? Q ue ha olvida­


do sim p lem en te la dem anda, y que una cosa no puede ser es­
ca sa o ab u n d a n te sino en ta n to sea solicitada. D ejando de lado
la dem anda, id en tifica el valor de cam bio con la escasez y el
valor de uso con la abundancia. En efecto, diciendo que las co­
sas “ cuya utilid a d es nula y cuya escasez es extrem a", tienen
‘‘u n precio in estim a b le”, afirm a sim plem ente que el valor de
cam bio no es sino la escasez. ’’Escasez extrem a y utilidad nu la”,
es escasez p u ra. "P recio in estim ab le”, es el m áxim o del valor
de cam bio, es el valor de cam bio en estado puro. E ntre estos
dos térm in o s coloca el signo de igualdad. Así, valor de cam bio
y escasez son dos térm inos.equivalentes. Llegando a estas pre­
te n d id a s.’’consecuencias e x trem as” , P roudhon lleva h a sta el
ex trem o no las cosas, sino los térm inos que las expresan, dan­
do así p ruebas de tener m ás capacidad para la retórica que para
la lógica. Vuelve a e n c o n tra r sus hipótesis p rim e ras en toda
su desnudez, cuando cree h ab er encontrado nuevas consecuen­
cias. G racias a este m ism o procedim iento, consigue identifi­
c a r el valor de uso con la ab u n d an cia pura.
D espués de h a b e r p u esto en los dos térm in o s de una ecua­
ción el valor de cam bio y la escasez, el valor de uso y la ab u n ­
dancia, P ro udhon se a so m b ra de no e n c o n tra r ni el valor de
u so en la escasez y en el valor de cam bio, ni el valor de cam bio
en la ab u n d an cia y en el valor de uso; y viendo que la p rá ctica
no ad m ite esto s extrem os, lo único que le queda es cree r en
el m isterio. P a ra él existe precio inestim able porque no hay
co m p rad o res, y no los e n c o n tra rá jam ás m ien tra s haga a b s­
tracció n de la dem anda.
P or o tra p a rte , la ab u n d an cia de P roudhon p arece ser una
cosa esp o n tán ea. O lvida p o r com pleto que hay gentes que la
p ro d u cen y que están in teresad as en no p erd er n u n ca de vista
OPOSICIÓN ENTRE VALOR DE USO Y VALOR DE CAMBIO 9

la dem anda. Si no ¿cóm o h a b ría podido decir P roudhon que


las cosas que son m uy ú tiles deben ten er un p recio m uy bajo
o incluso no co star n ad a? Por el c o n trario , d eb ería haber lle­
gado a la conclusión de que hace falta re strin g ir la ab u n d an ­
cia, la pro d u cció n de cosas m uy útiles, si se q u iere elevar su
precio, su valor de cam bio.
Los antig u o s viñadores de F ran cia que so licitaban u n a ley
que p ro h ib ie ra la p lan tació n de nuevas viñas; los holande­
ses que q u em aban las especias de Asia y a rra n c a b a n los clave­
ros de las islas M olucas, q u erían sim plem ente re d u c ir la ab u n ­
d an cia p a ra elevar el valor de cam bio. En el cu rso de toda la
E d ad M edia se p rocedía de acu erd o con este m ism o principio,
al lim ita r p o r m edio de leyes el n ú m ero de com pañeros que
podía te n e r un m aestro y el núm ero de in stru m e n to s que po­
d ía e m p lear (véase A nderson: Histoire du comm ercé). [5]
D espués de h a b e r p resen tad o la ab u n d an cia com o el valor
de uso y la escasez com o el valor de cam bio —n ad a m ás fácil
que d e m o stra r que la ab u n d an cia y la escasez está n en razón
in v ersa—, P roudhon id en tifica el valor de uso con la oferta y
el valor de cam bio con la dem anda. P ara h acer la antítesis aún
m ás tajante, sustituye los térm inos poniendo “valor de opinión”
en lugar de valor de cam bio. De e sta m anera, la lucha cam bia
de terren o , y tenem os de u n lado la utilidad (el valor de uso,
la oferta) y de otro la opinión (el valor de cam bio, la demanda).
¿Q uién co n cillará e sta s dos potencias o p u estas? ¿Cómo po­
nerlas de acuerdo? ¿Se puede establecer entre ellas aunque sólo
sea un p u n to de co m paración? N atu ralm en te, exclam a P ro u d ­
hon, existe ese p u n to de com paración: es el libre arbitrio. El
p recio re su lta n te de esta luch a e n tre la o ferta y la dem anda,
e n tre la u tilid a d y la opinión, no se rá la expresión de la ju s ti­
cia etern a.
P roudhon sigue d esarro llan d o e sta an títesis:

E n m i c a lid a d de c o m p ra d o r libre, soy el ju ez de m i n e c e sid a d , el ju ez


de la c o n v e n ie n c ia d el o b je to , d e l p re c io que q u iero p a g a r p o r él. P o r
o tr a p a rte , en su c a lid a d d e p r o d u c to r libre, u s te d es d u e ñ o d e los m e ­
d io s de e je cu c ió n , y, p o r c o n sig u ie n te , tie n e la fa c u lta d d e re d u c ir su s
g a sto s (P ro u d h o n , loe. cit., t. i, p. 41 [ed. 1923, t. i, p . 9 7 j).

Y com o la dem anda o el valor de cam bio es lo m ism o que


la opinión, P ro udhon se ve p recisad o a decir:
10 UN DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO

E s tá d e m o s tra d o q u e es el libre a rb itrio del h o m b re e l q u e d a lu g a r


a la o p o sic ió n e n tr e el v a lo r de u s o y el v a lo r de c a m b io . ¿C óm o re so l­
v e r e s ta o p o sic ió n e n ta n to q u e s u b s is ta el lib re a r b itr io ? ¿Y c ó m o s a ­
c r ific a r é ste , a m e n o s de s a c rif ic a r al h o m b re ? (Ibid.).

De este m odo, no se puede llegar a ningún resultado. Hay


u n a luch a en tre dos p otencias, p o r decirlo así, in co n m en su ra­
bles, en tre lo ú til y la opinión, entre el c o m p rad o r libre y el
p ro d u c to r libre.
V eam os las cosas u n poco m ás de cerca.
La o fe rta no re p re se n ta exclusivam ente la u tilidad, la de­
m an d a no re p re se n ta exclusivam ente la opinión. ¿Acaso el que
d em an d a no ofrece tam b ién un pro d u cto cu a lq u iera o el signo
rep resen tativ o de todos los p roductos, el dinero? Y al o frecer­
lo, ¿no re p re se n ta , según Proudhon, la u tilid a d o el valor de
uso?
P o r o tra p a rte , ¿el que ofrece no dem anda tam bién un p ro ­
ducto cu alq u iera o el signo representativo de todos los produc­
tos, el dinero? ¿Y acaso no se tra n sfo rm a así en el re p re sen ­
tante de la opinión, del valor de opinión o del valor de cam bio?
La d em an d a es al m ism o tiem po u n a oferta, la o fe rta es al
m ism o tiem po u n a dem anda. Así, la antítesis de Proudhon, iden­
tificando sim plem ente la o fe rta y la dem anda, la u n a con la
u tilid a d y la o tra con la opinión, sólo descansa sobre una abs­
tracció n hueca.
Lo que P roudhon den o m ina valor de uso, o tro s econom is­
tas lo llam an, con el m ism o derecho, valor de opinión. Sólo ci­
tarem o s a S to rch (H. S torch, Cours d ’économ ie politique,
[París], 1823, pp. 88 y 99).
Según éste, se denom inan necesidades las cosas de que sen­
tim os necesidad, y valores las cosas a las que atrib u im o s va­
lor. La m ay o ría de las cosas tienen valor únicam ente porque
satisfacen las necesidades engendradas p o r la opinión. La opi­
nión sobre n u e stra s n ecesidades puede cam biar, p o r lo que la
u tilid a d de las cosas, que no ex presa m ás que u n a relación en­
tre estas cosas y n uestras necesidades, tam bién puede cam biar.
Las pro p ias necesidades n aturales cam bian continuam ente. En
efecto, ¡qué g ran v aried ad no h a b rá en los prin cip ales a rtíc u ­
los alim enticios de los d iferentes pueblos!
La lucha no se e n ta b la entre la u tilid a d y la opinión: se en­
ta b la en tre el valor d in e rario que d em anda el que ofrece y el
v alo r d in erario que ofrece el que dem anda. El valor de cam bio
OPOSICIÓN ENTRE VALOR DE USO Y VALOR DE CAMBIO 11

del p ro d u cto es en todo m om ento la re su lta n te de estas a p re ­


ciaciones co n trad icto rias.
E n ú ltim a instancia, la o ferta y la d em an da colocan frente
a fren te la p ro d u cció n y el consum o, p ero la pro d u cció n y el
consum o basad o s en in tercam b io s individuales.
El p ro d u c to que se ofrece no es lo ú til en sí m ism o. Su u tili­
dad la p ru eb a el consum idor. Y aun cuando le reconozca la cua­
lidad de ser útil, no re p re se n ta exclusivam ente lo útil. En el
c u rso de la producción, h a sido cam biado p o r todos los gastos
de p roducción, com o las m aterias p rim as, los salarios de los
o b rero s, etc., cosas to d as ellas que son v alores d in erarios. Por
consiguiente, el p ro d u cto rep resen ta, a los ojos del pro d u cto r,
u n a su m a de valores d in erario s. Lo que el p ro d u cto ofrece no
es solam ente un objeto útil, sino adem ás y sobre todo un valor
dinerario.
E n cu an to a la d em anda, sólo se rá efectiva a condición de
te n e r a su disposición m edios de cam bio. E stos m edios, a su
vez, son p ro d u cto s, v alo res din erario s.
P or lo tan to, en la o fe rta y la d em an d a encontram os, p o r
u n a p arte, u n p ro d u cto que h a costad o valores din erario s y la
n ecesidad de vender; y p o r o tra p a rte , m edios que han co sta­
do valores d in e ra rio s y el deseo de com prar.
P ro u d h o n opone el c o m p m d o r libre al p roductor libre. A tri­
buye al uno y al o tro cu alid ad es p u ra m e n te m etafísicas. E sto
le hace decir: "E s tá d em o strad o que el libre arbitrio del hom ­
bre es el que d a lu g ar a la oposición en tre el v alor de uso y
el v a lo r de cam bio.”
El p ro d u cto r, desde el m om ento que h a p ro ducido en u n a
sociedad b a sa d a en la división del tra b a jo y en el intercam bio
—y ta l es la h ip ó tesis de P ro u d h o n —, e stá obligado a vender.
P ro u d h o n hace al p ro d u c to r dueño de los m edios de p ro d u c ­
ción; p ero co nvendrá con noso tro s en que sus m edios de p ro ­
ducción no dependen del libre arbitrio. Más aún: estos m edios
de p ro d u cció n son en g ran p a rte p ro d u cto s que le vienen de
afu era, y en la pro d u cció n m o d ern a no posee ni siq u iera la li­
b e rta d de p ro d u c ir la can tid a d que desee. El g rado actu al de
d e sa rro llo de las fu erzas productivas le obliga a p ro d u c ir en
tal o cual escala.
El consum idor no es m ás libre que el p ro d u cto r. Su opinión
se b a sa en sus m edios y su s necesidades. Los unos y las o tras
e stá n d eterm in ad o s p o r su situación social, la cual depende
a su vez de la organización social en su conjunto. Desde luego,
12 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

el o b re ro que com pra p ap as y la concubina que com pra enca­


jes, se atien en a su opinión respectiva. Pero la diversidad de
sus opiniones se explica p o r la diferencia de la posición que
o cu p an en el m undo, y e sta diferencia de posición es producto
de la organización social [6],
¿E n qué se funda el sistem a de necesidades? ¿En la opinión
o en toda la organización de la producción? Lo m ás frecuente
es que las n ecesidades nazcan directam en te de la producción
o de u n estad o de cosas b asad o en la producción. El com ercio
u n iv ersal g ira casi p o r e n tero en torno a las necesidades, no
del consum o individual, sino de la producción. Así, eligiendo
o tro ejem plo, la necesid ad que hay de notarios, ¿no supone un
derecho civil dado, que no es sino u n a expresión de un cierto
d e sa rro llo de la p ro p ied ad , es decir, de la producción? [7],
A P ro u d h o n no le b a sta h a b e r elim inado de la relación en­
tre la o ferta y la dem anda los elem entos que acabam os de m en­
cionar. Lleva la ab stracció n a los últim os lím ites, fundiendo
a todos los p ro d u cto res en un solo p ro d u c to r y a todos los con­
su m id o res en un solo consum idor, y haciendo que la lucha se
entable en tre estos dos p ersonajes quim éricos. Pero en el m un­
do real las cosas o cu rren de o tro modo. La com petencia entre
los re p re se n ta n tes de la o fe rta y la com petencia en tre los re­
p re se n ta n te s de la d em anda form an un elem ento necesario de
lucha entre los com pradores y los vendedores, de donde resulta
el v alo r d in erario .
D espués de h a b e r elim inado los gastos de producción y la
com petencia, Proudhon puede a su gusto re d u c ir al ab su rd o
la fó rm u la de la o fe rta y de la dem anda.

La o fe rta y la d e m a n d a —d ic e — n o son o t r a c o sa q u e d o s fo rm a s cere­


m o n ia le s q u e sirv e n p a r a p o n e r fr e n te a fre n te el v a lo r d e u so y el v a ­
lo r d e c a m b io y p a r a p ro v o c a r su c o n c ilia c ió n . S on los d o s po lo s e lé c ­
tric o s c u y a u n ió n d e b e p r o d u c ir el fe n ó m e n o d e a fin id a d d e n o m in a d o
in te rc a m b io (P ro u d h o n , loe. cit., t. i, pp. 49-50 (ed. 1923, t. i, p. 103¡).

Con el m ism o derecho p odría decirse que el intercam bio no


es sino u n a "fo rm a c erem o n ial”, n ecesaria p a ra p o ner frente
a fren te al co n su m id o r y al objeto de consum o. Y tam bién se
p o d ría d ecir que todas las relaciones económ icas son "form as
cerem o n iales”, p o r cuyo interm edio se efectúa el consum o in­
m ediato. La o ferta y la dem anda son relaciones de una produc­
ción dada, ni m ás ni m enos que los in tercam bios individuales.
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 13

Así, pues, ¿en qué consiste toda la d ialéctica de Proudhon?


En s u s titu ir el valor de u so y el v alo r de cam bio, la o ferta y
la dem anda, p o r nociones a b stra c ta s y co n trad icto rias, tales
com o la escasez y la ab u n d an cia, la u tilid ad y la opinión, un
p ro d u c to r y un consum idor, am bos caballeros del libre arbitrio.
¿A dónde q u ería lleg ar p o r ese cam ino?
A p ro c u ra rse el m edio de in tro d u c ir m ás ta rd e uno de los
elem entos que había elim inado, los costos de producción, como
la síntesis entre el valor de uso y el valor de cambio. Así es como
los costos de p ro d u cció n con stitu y en a sus ojos el valor sinté­
tico o el valor co n stitu id o [8],

2. VALOR C O N STIT U ID O O VALOR SIN T É T IC O

"El valor [dinerarío] es la piedra angular del edificio económico”


¡Proudhon, loe. cit., ed. 1923,1.1, p. 90J. El valor “constituido"
es la pied ra angular del sistem a de contradicciones económicas.
A hora bien, ¿qué es este “valor co nstituido" que rep resen ­
ta todo el d escu b rim ien to de Proudhon en econom ía política?
Una vez ad m itid a la u tilid ad , el tra b a jo es la fuente del va­
lor. La m edida del tra b a jo es el tiem po. El v alor relativo de
los p ro d u c to s es d eterm in ad o p o r el tiem po de trab ajo nece­
sario p a ra p roducirlos. El precio es la expresión m onetaria del
v alo r relativo de un p ro d u cto . Por últim o, el valor constituido
de un p ro d u c to es sim plem ente el valor que se form a por el
tiem po de tra b a jo fijado en él.
Así com o Adam S m ith d escu b rió la división del trabajo, así
tam b ién P roudhon p re te n d e h ab er descu b ierto el “valor cons­
tituido". E sto no es p recisam en te "algo in au d ito ", pero con­
vengam os tam b ién en que no hay n ad a de in audito en ningún
d escu b rim ien to de la ciencia económ ica. P roudhon, que sabe
de la im p o rtan cia de su invención, tra ta , sin em bargo, de ate­
n u a r el m érito " p a ra tra n q u iliz a r al lector a pro p ó sito de sus
p reten sio n es de originalidad y b u sc a r la reconciliación con los
e sp íritu s que p o r tipiidez son poco inclinados a las ideas nue­
vas". Pero conform e va exponiendo lo que cada uno de sus p re ­
decesores ha hecho p a ra d eterm in ar el valor, se ve forzosam en­
te im p u lsad o a p ro c la m a r a los c u a tro vientos que a él le
p erten ece la m ayor p a rte , la p a rte del león.
14 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

L a id e a s in té tic a d el v a lo r h a b ía sid o v a g a m e n te p e r c ib id a p o r A dam


S m ith [. . .] P e ro e n A dam S m ith e s ta id e a de v a lo r e r a c o m p le ta m e n te
in tu itiv a [. ..]; a h o ra b ien , la so c ie d a d n o c a m b ia su s h á b ito s e n v irtu d
de la fe en in tu ic io n e s: lo q u e la hace d e c id irs e es la a u to r id a d de los
h ech o s. E ra p re c is o q u e la a n tin o m ia se e x p re s a s e de u n a m a n e ra m á s
p a lp a b le y m á s n ítid a : J.-B. Say fue su p rin c ip a l in té rp r e te (P ro u d h o n ,
loe. cit., ed. 1923, t. i, pp. 116-117J.

He aquí la h isto ria acabada del descu b rim ien to del valor
sintético: A. S m ith posee ]a intuición vaga, J.-B. Say la an tin o ­
mia y Proudhon la verdad constituyente y "constituida”. Y nada
de ofuscaciones al respecto: todos los dem ás econom istas, de
Say a P roudhon, no han hecho m ás que a fan arse en el cam ino
trilla d o de la antinom ia.

Es increíble que ta n to s h o m b re s in telig en tes se dev an en los sesos desde


h a c e c u a r e n ta a ñ o s en to r n o a u n a id ea ta n sim p le . P e ro no, la c o m p a ­
ración de los valores se e fe c tú a sin que h a ya e n tre e llo s n in g ú n p u n to
de c o m p a ra c ió n y sin u n id a d de m edida. E sto es lo q u e d e c id ie ro n so s­
te n e r los e c o n o m is ta s d el siglo x ix c o n tr a to d o s, en lu g a r de a b r a z a r
la te o ría re v o lu c io n a ria de la igualdad. ¿Qué dirá la p osteridad? (P ro u d ­
hon, loe. cit., t. i, p. 68 [ed. 1923, t. i, p. .118]).

La posterid ad tan bruscam ente apostrofada, com enzará por


se n tirse p erp leja en lo que atañe a la cronología. N ecesaria­
m ente tendrá que preguntarse: ¿acaso R icardo y su escuela no
son econom istas del siglo xix? El sistem a de R icardo, fu n d a­
do en el prin cip io de que "el valor relativo de las m ercancías
depende exclusivam ente de la can tid ad de tra b a jo req u e rid a
p a ra su p ro d u cció n ” d ata de 1817. R icardo es el jefe de toda
u na escuela, que reina en In g laterra desdé la R estauración. La
doctrina ricardiana resum e rigurosa, despiadadam ente, el pun­
to de vista de toda la b u rg u esía inglesa que, a su vez, re p re ­
senta el tipo de la b u rg u esía m oderna. "¿Q ué d irá la p o ste ri­
d ad ?” No dirá que Proudhon desconocía en absoluto a R icardo
p o rq u e habla de él, y habla no poco, lo invoca co n stan tem en te
y te rm in a p o r d ecir que es un "cúm ulo de frases incoheren­
te s ” . Si la p o ste rid a d interviene en este asu n to algún día, d irá
tal vez que P roudhon, tem iendo h e rir la anglofobia de sus lec­
tores, p refirió h acerse el ed ito r responsable de las ideas de Ri­
cardo. De cualquier modo, considerará m uy ingenuo que Proud­
hon p resen te com o "teo ría revolucionaria del po rv en ir” lo que
R icardo ha expuesto científicam ente com o la te o ría de la so­
VALOR. CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 15

ciedad actual, de la sociedad burguesa, y que, por lo tanto, acep­


te com o solución de la an tin o m ia e n tre la u tilid ad y el valor
de cam bio lo que R icardo y su escuela h an p resen tad o m ucho
an tes que él com o la fó rm u la científica de ún solo aspecto de
la antinom ia, del valor de cam bio. Pero dejem os de lado de una
vez y p a ra siem pre la p o ste rid a d y confrontem os a Proudhon
con su p red eceso r R icardo. He aquí algunos p asajes de este
a u to r, que resu m en su d o c trin a sobre el valor:

La u tilid a d n o e s la m e d id a del v a lo r de ca m b io , a u n q u e es a b s o lu ta ­
m e n te n e c e s a ria p a r a e s te ú ltim o .
L as c o sas, u n a vez re c o n o c id a s c o m o ú tile s p o r sí m is m a s, e x tra e n
su v a lo r de c a m b io d e d o s fu e n te s: de su e sc a se z y d e lá c a n tid a d de
tr a b a jo n e c e s a rio p a r a a d q u ir ir la s . H ay c o sa s c u y o v a lo r sólo d e p e n ­
d e d e la esc ase z . C om o n in g ú n tra b a jo p u e d e a u m e n ta r su c a n tid a d ,
el v a lo r n o p u e d e b a ja r p o r su m a y o r a b u n d a n c ia . Tal es el c a s o de
la s e s ta tu a s o los c u a d ro s d e g ra n v a lo r, e tc. E ste v a lo r d e p e n d e ú n i­
c a m e n te de la riq u ez a, d e lo s g u sto s o del c a p ric h o d e q u ie n e s d e se a n
a d q u ir ir se m e ja n te s o b je to s [. . .] P e ro e n el c o n ju n to d e m e rc a n c ía s
q u e se c a m b ia n a d ia rio , el n ú m e r o d e e so s o b je to s es m u y re d u c id o .
C om o la in m e n sa m a y o ría de la s c o sa s q u e se d e se a p o s e e r so n fru to
d el tra b a jo , se las p u e d e m u ltip lic a r, n o so la m e n te en u n p a ís, sin o
en m u ch o s, h a s ta u n g ra d o q u e es casi im p o s ib le lim ita r , sie m p re q u e
se q u ie ra e m p le a r el tra b a jo n e c e sa rio p a ra c re a rla s [. ..]. P or eso, c u a n ­
d o h a b la m o s d e m e rc a n c ía s , d e su v a lo r de c a m b io y de los p rin c ip io s
qu e re g u la n s u p re c io re la tiv o , sólo te n e m o s e n c u e n ta a q u e lla s m e r­
c a n c ía s cuya c a n tid a d p u e d e a c re c e n ta rse p o r el tr a b a jo h u m an o y cuya
p r o d u c c ió n es e s tim u la d a p o r la c o m p e te n c ia y n o tro p ie z a c o n tr a b a
a lg u n a (R ica rd o , loe. cit., t. i, pp. 3, 4 y 5).

R icardo cita a A. Sm ith que, según él, “definió con gran pre­
cisión la fuen te p rim itiv a de todo valor de cam b io ” (Smith, t.
i, cap. V), y agrega:

L a d o c trin a se g ú n la c u a l e s to [es d e c ir, el tie m p o de tra b a jo ] es en


re a lid a d la b a se d el v a lo r d e c a m b io de to d a s las c o sa s, e x c e p to las
q u e el tr a b a jo h u m a n o n o p u e d e m u ltip lic a r a su v o lu n ta d , re v is te la
m á s a lt a im p o rta n c ia en e c o n o m ía p o lític a , p o rq u e n a d a h a d a d o o r i­
gen a ta n to s e rro re s y d iv erg e n cia s en e sta c ie n cia co m o el se n tid o vago
y p o c o p re c is o q u e se a sig n a a la p a la b r a valor.
Si el v a lo r de c a m b io de u n a c o sa es d e te rm in a d o p o r la c a n tid a d
de tr a b a jo c o n te n id o e n e lla , d e a q u í se d e d u c e q u e to d o a u m e n to d e
la c a n tid a d d e tr a b a jo d e b e n e c e s a ria m e n te a u m e n ta r el v a lo r del o b ­
je to e n c u y a p ro d u c c ió n h a y a sid o e m p le a d o el tra b a jo , y to d a d ism i­
n u c ió n de tr a b a jo d eb e d is m in u ir d ic h o v a lo r (R ica rd o , loe. cit., p. 8).
16 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

R icardo re p ro ch a después a S m ith que:

I o “ Da al v a lo r o tr a m e d id a , a d e m á s del tra b a jo : un as v eces el v a ­


lo r d el trig o , o tr a s la c a n tid a d d e tra b a jo q u e se p u e d e com prar p o r
e s ta c o sa , e tc .”
2o “ A dm ite sin re se rv a el p rin cip io y, sin e m b a rg o , re strin g e su a p li­
c a c ió n al e s ta d o p rim itiv o y b á r b a r o d e la so c ie d a d , q u e p re c e d e a la
a c u m u la c ió n d e c a p ita le s y a la p ro p ie d a d d e la t i e r r a ” (I b i d p p. 9-10
y 21).

R icardo p re te n d e d e m o stra r que la propiedad de la tie rra,


es d ecir la ren ta, no puede a lte ra r el valor relativo [9] de los
productos agrícolas y que la acum ulación de capitales sólo ejer­
ce u n a acción p a sa je ra y o scilato ria sobre los valores re la ti­
vos d eterm in ad o s p o r la cantidad co m parativa de trab a jo em ­
pleado en su producción. P ara ap oyar esta tesis, form ula su
fam osa teo ría de la re n ta de la tie rra , descom pone el cap ital
y, al final, no e n c u e n tra en él sino tra b a jo acum ulado. Luego
d e sa rro lla to d a u n a te o ría del sa lario y de la ganancia y d e­
m u e stra que uno y o tra tienen sus m ovim ientos de alza y baja,
en razón in v ersa el un o de la otra, sin in fluir so bre el v alo r re ­
lativo del pro d u cto. No ignora la influencia que la acum ula­
ción de cap itales y su d istin ta n atu ra lez a (capitales fijos y ca­
p itales circulantes), así com o la ta sa de los salarios, pueden
e je rc e r s o b ra el valor proporcional de los p roductos. Incluso
son los p rin cip ales p roblem as de los que se o cupa R icardo.

T o d a e c o n o m ía e n el tr a b a jo —d ic e — n o d e ja d e d is m in u ir n u n c a el
v a lo r re la tiv o d e u n a m e rc a n c ía , ya se a p o rq u e e s ta e c o n o m ía a fe c te
al tr a b a jo n e c e s a rio p a r a la fa b ric a c ió n d e l o b je to m ism o , o b ie n al
tr a b a jo n e c e s a rio p a r a la fo rm a c ió n d el c a p ita l e m p le a d o en e s ta p r o ­
d u c c ió n [. . .] [10]. P o r c o n sig u ie n te , m ie n tra s el tra b a jo d e u n a jo r n a ­
d a c o n tin ú e p r o p o rc io n a n d o a u n o la m is m a c a n tid a d d e p e sc a d o y
a o tro la m is m a c a n tid a d d e caza, la ta s a n a tu r a l d e los p re c io s re s ­
p e c tiv o s d e c a m b io s e g u ir á sie n d o s ie m p re el m ism o , p o r m u c h o q u e
v a ríe n los s a la rio s y la g a n a n c ia y p e se a to d o s los e fe c to s d e la a c u ­
m u la c ió n d el c a p ita l [. . .] H e m o s c o n c e p tu a d o el tra b a jo co m o la b a se
d e l v a lo r d e la s co sa s, y la c a n tid a d d e tr a b a jo n e c e s a ria p a ra su p ro ­
d u c c ió n co m o la re g la q u e d e te rm in a la s c a n tid a d e s re sp e c tiv a s d e las
m e rc a n c ía s q u e d e b e n d a r s e a c a m b io p o r o tra s : p e ro no h e m o s p re ­
te n d id o n e g a r q u e h a y a e n el p re c io c o r rie n te d e la s m e rc a n c ía s c ie r­
ta d e sv ia c ió n a c c id e n ta l y p a s a je r a d e e se p re c io p rim itiv o y n a tu r a l
[. . .]. Los p re c io s d e la s c o s a s se re g u la n , e n d e fin itiv a , p o r los g a sto s
d e p ro d u c ció n y no p o r la p ro p o rc ió n e n tre la o fe rta y la d e m a n d a com o
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 17

se h a a fir m a d o c o n fre c u e n c ia (R ica rd o , loe. cit., t. i, pp. 28, 32, 105


y 253).

L ord L auderdale h a b ía explicado las variaciones del valor


de cam bio según la ley de la o fe rta y la dem anda, o de la esca­
sez y la ab u n d an cia con relación a la dem anda. Según él, el va­
lor de una cosa puede a u m e n ta r cuando dism inuye la ca n ti­
dad de e sta cosa o cu ando au m en ta la dem anda; el valor puede
d ism in u ir al a u m e n ta r la c a n tid a d de esta cosa o al dism in u ir
la dem anda. P o r lo tanto, el valor de u n a cosa puede cam b iar
b ajo la acción de ocho cau sas diferentes: de c u a tro causas re ­
lativas a esta cosa m ism a y de c u a tro cau sas relativas al dine­
ro o a c u a lq u ie r o tra m ercan cía que sirva de m ed id a de su va­
lor. He aquí la refu tació n de R icardo:

El v a lo r d e los p ro d u c to s q u e so n m o n o p o lio d e u n p a r tic u la r o d e una


c o m p a ñ ía v a r ía d e a c u e rd o c o n la ley q u e L o rd L a u d e rd a le h a f o rm u ­
lad o: b a ja a m e d id a q u e a u m e n ta la o fe rta d e e sto s p r o d u c to s y se e le ­
va c u a n to m a y o r es el d e se o d e los c o m p ra d o re s d e a d q u irirlo s ; su p r e ­
cio no g u a r d a n in g u n a re la c ió n n e c e s a ria c o n su v a lo r n a tu r a l. P e ro
e n c u a n to a la s c o sa s q u e e s tá n s u je ta s a la c o m p e te n c ia e n tr e los v e n ­
d e d o re s y c u y a c a n tid a d p u e d e a u m e n ta r d e n tro d e lím ite s m o d e r a ­
do s, su p re c io d e p e n d e , en d e fin itiv a , n o d el e s ta d o e n tr e la d e m a n d a
y la o fe rta , sin o del a u m e n to o d e la d ism in u c ió n d e los g a sto s d e p r o ­
d u c c ió n (Ib id ., t. ti, p. 259).

Dejem os al lecto r que establezca la co m p aración en tre el


lenguaje tan preciso, claro y sim ple de R icardo y los esfuerzos
re tó ric o s que hace P ro u d h o n p a ra llegar a la determ inación
del v alo r relativ o p o r el tiem po de tra b a jo [11].
R icardo nos m u e stra el m ovim iento real de la producción
burguesa, que constituye el valor. Proudhon, haciendo ab stra c­
ción de este m ovim iento real, "se devana los seso s” tra ta n d o
de in v en tar nuevos p ro ced im ien to s a fin de re g u la r el m undo
según u n a fó rm u la p re ten d id am en te nueva, que no es sino la
expresión teó rica del m ovim iento real existente, tan bien ex­
p u esto p o r R icardo. R icardo tom a com o p u n to de p a rtid a la
socied ad actu al, p a ra d e m o stra rn o s de qué m a n e ra é sta cons­
titu y e el valor; P roudhon tom a como p u n to de p a rtid a el valor
con stitu id o , p a ra c o n stitu ir un nuevo m undo social p o r m edio
de este valor. Según P roudhon, el valor co n stitu id o debe des­
c rib ir un círcu lo y volver a se r co n stitu y en te p a ra un m undo
ya to talm en te co n stitu id o según este m odo de evaluación. La
18 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

d eterm in ació n del v alor p o r el tiem po de tra b a jo es, p a ra Ri­


card o la ley del valor de cam bio: p a ra Proudhon es la síntesis
del v alo r de uso y del v alor de cam bio. La teo ría del valor de
R icardo es la in terpretación científica de la vida económ ica ac­
tual; la teo ría del v alo r de Proudhon es la in terp re tació n u tó ­
pica de la te o ría de R icardo. R icardo consigna la v erd ad de su
fó rm u la hacién d o la d e riv a r de todas las relaciones, económi-
cas y explicando p o r este m edio todos los fenóm enos, inclu si­
ve los que a p rim e ra v ista parecen co n tra d e cirla, com o la ren ­
ta, la acum u lació n de capitales y la relación en tre los salarios
y las ganancias; esto es, en definitiva, lo que hace de su d o c tri­
n a un sistem a científico. Proudhon, que h a vuelto a d escu b rir
e s ta fó rm u la de R icardo por m edio de hipótesis en verdad a r­
b itra ria s, se ve obligado luego a b u scar hechos económ icos ais­
lados que violenta y falsea con el fin de hacerlos p asar por ejem ­
plos, aplicaciones ya existentes, com ienzos de realización de
su idea reg en erad ora. (Véase m ás adelante, § 3.)
Veamos a h o ra las condiciones que Proudhon deduce del va­
lor co n stitu id o (por el tiem po de trabajo).
□ Una c ie rta can tid a d de trab ajo equivale al p ro d u cto c re a ­
do p o r e sta m ism a can tid ad de trab ajo .
□ Toda jo rn a d a de tra b a jo vale ta n to como o tra jo rn ad a de
trabajo; es decir, siendo igual la cantidad, el trab a jo de un hom ­
b re vale ta n to com o el tra b ajo de o tro, no hay diferencia cu ali­
tativa. Siendo igual la can tid ad de trabajo, el producto del uno
se cam bia p o r el del otro. Todos los hom bres son tra b a ja d o re s
a salariad o s, re trib u id o s en igual m edida por un tiem po igual
de trab ajo . La ig ualdad perfecta presid e los intercam bios.
¿Son estas conclusiones las consecuencias n a tu ra les, rig u ­
rosas, del v alo r “ c o n stitu id o ” o d eterm in ad o por el tiem po de
tra b a jo ?
Si el valor relativo de una m ercan cía es d eterm in ad o por
la can tid ad de tra b a jo req u erid o p a ra p ro d u cirla, de aquí se
deduce n a tu ra lm e n te que el valor relativo del trab ajo , el sala­
rio, es igualm ente determ inado por la can tid ad de tra b a jo n e­
cesario p a ra p ro d u c ir el salario. El salario, es decir el valor
relativ o o p recio del trabajo, se d e te rm in a pues por el tiem po
de tra b a jo que hace fa lta a fin de p ro d u c ir todo lo necesario
p a ra el m an ten im ien to del obrero. " D ism inuyanse los gastos
de fabricación de los som breros y su precio te rm in a rá p o r des­
cender h a sta su nuevo precio n atural, aunque la dem anda pue­
da doblarse, trip lic a rse y/o c u ad ru p licarse. D ism inúyanse los
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 19

gastos de m anten im ien to de los hom bres, dism inuyendo el pre­


cio n a tu ra l de la alim entación y el vestido que sirven p a ra el
sosten im ien to de su vida, y se v erá que los salario s term inan
p o r b a ja r, a p esar de que la d em an d a de brazos haya podido
cre c e r c o n sid erab lem en te” (R icardo, loe. cit., t. ii, p. 253).
D esde luego, el lenguaje de R icardo no puede ser m ás cíni­
co. P o n er en el m ism o nivel los gastos de fab ricación de som ­
b re ro s y los gastos de sostenim iento del hom bre, es tra n sfo r­
m a r al ho m b re en som brero. Pero no alborotem os m ucho
h ab lan d o de cinism o. El cinism o e stá en las cosas y no en las
p a la b ra s que ex presan tales cosas. E scrito res franceses tales
com o Droz, B lanqui, Rossi y o tro s se dan la inocente satisfac­
ción de d e m o stra r su su p e rio rid a d sobre los econom istas in­
gleses tra ta n d o de g u a rd a r la etiq u e ta de un lenguaje "h u m a­
n ita rio ”; si rep ro ch an a R icardo y a su escuela su lenguaje
cínico, es p orque les re su lta desagradable ver expuestas las re­
laciones económ icas en to d a su crudeza, ver d escu b ierto s los
m iste rio s de la b urguesía.
Resum am os; el trabajo, siendo él m ism o m ercancía, se mide
com o tal p o r el tiem po de tra b a jo n ecesario p a ra pro d u cir
el trabajo -m ercan cía. ¿Y qué es necesario p a ra p ro d u c ir el
trabajo-m ercancía? Ju sta m e n te el tiem po de tra b a jo que se in­
v ierte en la prod u cció n de los objetos in d ispensables p a ra el
m an ten im ien to in cesante del trab ajo , es decir, p a ra d a r al tra ­
b ajad o r la posibilidad de vivir y de p ro p ag ar su especie. El p re­
cio n a tu ra l del trab ajo no es m ás que el m ínim o de salario[12].
Si el precio co rrien te del salario se eleva po r encim a de su p re­
cio n a tu ra l, es p recisam en te p orque la ley del valor, p lan te a­
da en prin cip io por P roudhon, en c u e n tra su co n trap eso en las
consecuencias de las variaciones q u e ex p erim en ta la relación
e n tre la o fe rta y la dem anda. Pero el m ínim o de sala rio sigue
siendo, no ob stan te, el c en tro en to m o al cual gravitan los p re­
cios c o rrie n te s del salario.
Por lo tan to , el valor relativ o m edido p o r el tiem po de tra ­
bajo es fatalm en te la fó rm u la de la esclavitud m o derna del
o brero , en lu g ar de ser, com o q u iere Proudhon, la "te o ría re­
v o lu cio n aria” de la em ancipación del p ro letariad o .
V eam os a h o ra en qué casos [13] la aplicación del tiem po de
trab a jo , com o m edida del valor, es incom patible con el an ta­
gonism o de clase ex isten te y con la desigual d istrib u ció n del
p ro d u cto e n tre el tra b a ja d o r directo y el poseed or de trab a jo
acum ulado.
20 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

S upongam os un p ro d u cto cualquiera: el lienzo, p o r ejem ­


plo. E ste pro d u cto, com o tal, contiene una c a n tid ad de tra b a ­
jo d eterm inado. Esa can tid a d de tra b a jo será siem pre la m is­
ma, c u a lq u ie ra que sea la situación recíp ro ca de los que han
p artic ip a d o en la creación de este producto.
Tom em os o tro producto: el paño, que h a b rá req u erid o la
m ism a can tid a d de tra b a jo que el lienzo.
Si hay in tercam bio de estos dos p roductos, lo hay de ca n ti­
dades iguales de trabajo. Al intercam biar estas cantidades igua­
les de tiem po de trabajo, no m odificam os la situación re cíp ro ­
ca de los p ro d u cto res, com o tam poco alteram o s en nada la
situ ació n e n tre o b rero s y fabricantes. A firm ar que este in te r­
cam bio de p ro d u cto s m edidos p o r el tiem po de tra b a jo tiene
com o consecuencia la re trib u c ió n ig u a litaria de todos los p ro ­
ductores, es su p o n er que con an te rio rid ad al intercam bio exis­
tía igualdad de particip ació n en el p ro d u c to [14]. C uando se
realice el in tercam b io de paño p o r lienzo, los p ro d u cto res del
p año p a rtic ip a rá n del lienzo en la m ism a pro p o rció n en que
an tes h ab ían p a rticip a d o del paño.
La ilusión de P roudhon proviene de que tom a com o conse­
cuencia lo que, en el m ejo r de los casos, no p o d ría se r m ás que
u n a suposición g ratu ita.
Sigam os.
El tiem po de tra b a jo com o m edida del valor ¿ supone, al m e­
nos, q u e las jo m a d a s son equivalentes y que la jo rn a d a de uno
vale ta n to com o la jo rn a d a de o tro? No.
S upongam os p o r un in stan te que la jo rn a d a de un joyero
equivale a tre s jo rn ad as de un tejedor: tam bién en este caso
todo cam bio del valor de las alhajas con relación a los tejidos,
a m enos que sea el resu lta d o pasajero de las oscilaciones de
la d em anda y la oferta, debe ten er p o r cau sa una dism inución
o un aum ento del tiem po de trab ajo em pleado en un lado u o tro
de la producción. Que tre s jo m a d a s de trab ajo de diferentes
tra b a ja d o re s sean en tre sí com o 1, 2, 3 y todo cam bio en el va­
lo r relativo de sus pro d u cto s será u n cam bio en esta p ro p o r­
ción de 1, 2, 3. P or lo tanto, se pueden m ed ir los valores p o r
el tiem po de trab ajo , a p e sa r de la desigualdad del v alo r de las
d iferen tes jo rn a d a s de trabajo; pero, p a ra a p lic a r sem ejante
m edida, n ecesitam os te n e r una escala co m p arativ a de las di­
ferentes jo m ad as de trabajo: escala que se establece con la com­
petencia.
¿V ale su h o ra de trab ajo tan to com o la m ía? É sta es una
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 21

cuestió n que se resuelve p o r m edio de la com petencia. ·


La com petencia, según u n econom ista am ericano, d e term i­
na cü án tas jo m a d a s de tra b a jo sim ple se contienen en una jo r­
n ad a ele tra b a jo com plejo. E sta reducción de jo rn a d a s de tr a ­
b ajo com plejo a jo m a d a s de tra b a jo sim ple ¿no indica acaso
que se tom a p recisam en te com o m edida del v a lo r el trab ajo
sim ple? El hecho de que sólo sirva de m edida del valor la can­
tid ad de tra b a jo in d ep en d ien tem en te de la calid ad, im plica a
su vez que el tra b a jo sim ple es el eje de la in d u stria. Supone
q ue los d iferen tes tra b a jo s h a n sid o nivelados p o r la su b o rd i­
n ación del h o m b re a la m áq u in a o p o r la división extrem a del
trabajo ; que los h om bres d esap arecen an te el trabajo; que el
péndulo del reloj ha p a sa d o a ser la m edida ex a c ta de la acti­
vidad relativ a de dos o b rero s como lo es de la velocidad de dos
locom otoras. P or eso, no hay que d e c ir que u n a h o ra de tra b a ­
jo de un hom bre vale tan to com o u n a horajde o tro hom bre, sino
m ás bien que un hom bre en una hora Vale tan to como otro hom ­
b re en u n a hora. El tiem po lo es todo, el hom bre ya no es nada;
es, a lo sum o, la osam en ta del tiem po. Ya no se tra ta de la cali­
dad. La can tid a d lo decide todo: h o ra p o r ho ra, jo m a d a p o r
jo rn a d a ; p ero e sta nivelación del tra b a jo no es o b ra de la ju s ti­
cia e te rn a de P roudhon, sino sim plem ente u n hecho de la in­
d u stria m oderna.
En el ta lle r autom ático, el tra b a jo de u n o b re ro se diferen­
cia m uy poco del tra b a jo de otro: los o b re ro s sólo pueden dis­
tin g u irse e n tre sí p o r la can tid a d de tiem po q u e em plean en
el trabajo. Sin em bargo, esta diferencia cu an titativ a se convier­
te, desde cierto p u n to de vista, en cualitativ a, p o r cu an to el
tiem po invertido en el tra b a jo depende, en p arte, de causas pu­
ra m e n te m ateriales, com o la co n stitu ció n física, la edad, el
sexo; en p a rte de cau sas m o rales p u ra m e n te negativas, tales
com o la paciencia, la im p asibilidad, la asid u id ad . P or últim o,
si m ed ia u n a d iferencia c u a lita tiv a en el tra b a jo de los o b re­
ros, es, cu an to m ás, u n a calid ad de la p eo r calidad, que está
lejos de s e r una esp ecialid ad distintiva. Tal es, en últim a ins­
tancia, el estado de cosas en la ind u stria m oderna. Y sobre esta
iguald ad ya realizad a del tra b a jo au tom ático, P roudhon pasa
la garlo p a de la “nivelación” que se propone re a liz a r univer­
salm en te en el “p o rv e n ir” [15].
Todas las consecuencias “ig u alitarias” que Proudhon deduce
de la d o c trin a de R icard o se b asan en u n e r r o r fundam ental.
C onfunde el v a lo r de las m ercan cías m edido p o r la can tid ad
22 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

del tra b a jo m aterializad o en ellas con el valor de las m ercan­


cías m edido p o r “el valor del trabajo”. Si estas dos m aneras
de m ed ir el valo r de las m ercancías se confundiesen en una
sola, se p o d ría d ecir indistintam ente: el valor relativo de una
m ercan cía cu a lq u ie ra se m ide por la can tid ad de tra b ajo fija­
do en ella; o bien, se m ide por la ca n tid ad de tra b ajo que se
pued e c o m p ra r con ella, o tam bién: se m ide p o r la can tid ad
de tra b a jo p o r la que se puede a d q u irir dicha m ercancía. Pero
las cosas no o c u rren así ni m ucho m enos. El valor del trab a jo
no puede serv ir m ás de m edida de valor que el valor de ningu­
n a o tra m ercancía. Unos cuantos ejem plos, serán suficientes
p a ra ex p licar m ejor aún lo que acabam os de decir.
Si el tonel de trig o c o sta ra dos jo rn a d a s de trab ajo en lu gar
de una, se d u p lic a ría su valor prim itivo, p ero no p o n d ría en
m ovim iento doble can tid ad de tra b a jo porque no contendría
m ás m a te ria n u tritiv a que antes. Por lo tanto, el valor del tr i­
go m edido p o r la can tid ad de trab ajo em pleado p a ra p ro d u ­
cirlo se h a b ría duplicado; pei;o m edido, ya sea p o r la can tid ad
de tra b a jo que se puede co m p rar con él, o p o r la can tid ad de
tra b a jo p o r la que puede se r com prado, e sta ría lejos de h a b e r­
se duplicado. Por o tra p arte, si el m ism o trab a jo p ro d u je ra el
doble de vestidos que antes, el v alo r relativo de los vestidos
b a ja ría a la m itad; pero, sin em bargo, esta doble can tid ad de
vestidos no p o r ello se vería red u cid a a o rd e n a r sólo la m itad
de la can tid ad de tra b a jo o, en o tro s térm inos, el m ism o tra b a ­
jo no p o d ría o b te n e r a su disposición doble can tid ad de vesti­
dos, p o rq u e la m itad de los vestidos fabricados seguiría sierh-
p re rind ien d o al o b re ro el m ism o servicio que antes.
P or lo tan to , d e te rm in a r el valor relativo de las m ercancías
p o r el valor del tra b a jo significa co n tra d e c ir los hechos eco­
nóm icos. S ignifica m overse en un círcu lo vicioso, d eterm in ar
el valo r relativo p o r un valor relativo que, a su vez, necesita
se r d eterm inado.
Es ind u d ab le que P roudhon confunde las dos m edidas: la
m ed id a p o r el tiem po de tra b ajo necesario p a ra la producción
de una m e rc a n c íay la m edida p o r el valor del trabajo. "E l tr a ­
b ajo de todo h o m bre —dice— puede co m p ra r el valor que en
sí e n c ie rra .” Así, según él, una c ie rta can tid ad de trab a jo fija­
do en un p ro d u c to equivale a la re trib u ció n del trab a jad o r, es
decir, al valor del tra b ajo . Ese m ism o razonam iento lo a u to ri­
za a co n fu n d ir los gastos de p roducción con los salarios.
"¿Q ué es el salario ? Es el precio de costo del trigo, etc., es
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 23

el p recio ínteg ro de to d as las cosas.” V ayam os aú n m ás lejos:


"E l sa la rio es la p ro p o rcio n alid ad de los elem entos que com ­
ponen la riq u ezá.” ¿Qué es el salafio ? Es el valo r del trabajo.
Adam Sm ith tom a com o m edida del valor, ya el tiem po de
tra b a jo n ecesario p a ra la p roducción de u n a m ercancía, ya el
valo r d el trab ajo . R icardo observó este e rro r haciendo ver cla­
ram en te la d isp a rid a d de e sta s dos m an eras de m edir. Proud-
hon ahonda el e r r o r de Adam Sm ith iden tifican do las dos co­
sas, que en este últim o sólo están yuxtap u estas.
P roudhon b u sca u n a m ed id a del valor relativ o de las m e r­
cancías con el fin de e n c o n tra r la ju s ta p ro p o rció n en la que
«los o b rero s deben p a rtic ip a r de los produ cto s, o, en o tro s té r­
m inos, con el fin de d e te rm in a r el valor relativ o del trabajo.
P a ra d e te rm in a r la m edida del valor relativo de las m ercan ­
cías, no concibe n ad a m ejo r que p re s e n ta r com o equivalente
de una c ie rta can tid a d de tra b a jo la sum a de p ro d u cto s c re a­
dos p o r ella, lo cual es lo m ism o que su p o n er q ue toda la so­
ciedad se com pone únicam en te de tra b a ja d o re s directos, que
recib en com o sa la rio su p ro p io p roducto. En segundo lugar,
da com o un hecho la equivalencia de las jo rn a d a s de los diver­
sos tra b a ja d o res. En u n a p alab ra, b u sca la m ed id a del valor
relativ o de las m ercan cías p a ra e n c o n tra r la re trib u c ió n igual
de los tra b a ja d o re s y ad m ite com o un d ato pleno la igualdad
de los salario s p a ra de ahí d eriv ar el valor relativo de las m er­
cancías. ¡Qué ad m irab le diálectica!
S ay y los e c o n o m ista s q u e le sig u ie ro n h a n se ñ a la d o q u e , to m a n d o el
tr a b a jo com o p rin c ip io y c a u s a e fic ie n te del v a lo r, c a e m o s e n u n c ír ­
c u lo vicioso, y a q u e el tr a b a jo m is m o e s tá s u je to a e v a lu a c ió n y fin a l­
m e n te es u n a m e rc a n c ía c o m o o tr a c u a lq u ie ra . [. . .] D iré con p e rm iso
d e e sto s e c o n o m ista s que, al h a b la r así, h a n d a d o p r u e b a de u n a p r o ­
d ig io s a fa lta d e a te n c ió n . Al tra b a jo se le a sig n a valor, n o en ta n to q u e
m e rc a n c ía sin o te n ie n d o en c u e n ta los v a lo re s d e los q u e se su p o n e
q u e e s tá n c o n te n id o s p o te n c ia lm e n te e n él. E l v a lo r d e l trabajo e s u n a
e x p re s ió n fig u ra d a , u n a a n tic ip a c ió n d e Ja c a u s a s o b re el e fec to . E s
u n a ficción, lo m ism o q u e la p r o d u c tiv id a d d e l capital. E l tr a b a jo p r o ­
d u c e, el c a p ita l vale. . . P o r u n a e sp e cie de e lip sis se h a b la d e l v a lo r
del tra b a jo . . . El tra b a jo , c o m o la lib e rta d . . ., es c o sa v a g a e in d e te r ­
m in a d a p o r n a tu ra le z a , p e ro q u e se d e fin e c u a lita tiv a m e n te p o r su o b ­
je to , e s d e c ir, q u e se h a c e re a lid a d p o r el p ro d u c to . P e ro ¿ p a r a q u é
in sistir? P u e sto que el e c o n o m ista [léase P ro u d h o n ] [16] c am b ia el n o m ­
b re de la s cosas, vera re ru m vocabula, reco n o c e im p líc ita m e n te su im ­
p o te n c ia y e lu d e la c u e s tió n (P ro u d h o n , loe. cit., t. I, pp. 61 y 188 ¡ed.
1923, t. i, pp. 112, 113 y 211-2121).
24 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

Ya vim os que P roudhon convierte el valor del trab ajo en "la


c a u sa e fic ie n te ” del v a lo r de los p roductos, h a sta el p u n to de
que el salario, n o m b ré oficial del "v alo r del tra b a jo ”, form a,
según él, el precio íntegro de toda cosa. He aquí p o r qué lo deja
p erp lejo la objeción de Say. En el trabajo-m ercancía, que es
u n a re a lid a d esp an to sa, sólo ve una elipsis g ram atical. Así,
pues, to d a la sociedad actual, b asad a en el trabajo-m ercancía,
desde a h o ra se b asa en una licencia poética, en u n a expresión
fig u rad a. Y si la sociedad quiere "e lim in a r todos los inconve­
n ie n te s" que su fre, ¡pues bien!, que elim ine los térm in o s m al­
so n an tes, que cam bie de lenguaje, p a ra lo cual debe dirigirse
a la A cadem ia y so lic ita r u n a nueva edición de su diccionario.
D espués de todo lo que acabam os de ver, no es difícil com pren­
d e r p o r qué Proudhon, en una o b ra de econom ía»política, ha
co n sid erad o n ecesario extenderse en largas d isertaciones so­
b re la etim ología y o tra s p artes de la gram ática. Igualm ente,
au n polem iza con aire de sab id u ría c o n tra la opinión a n tic u a ­
d a de q u e servus p rocede de servare [17]. E stas disertaciones
filológicas tien en un sentido profundo, un sen tid o esotérico,
son u n a p a rte esencial de la argu m en tació n de Proudhon.
El tra b a jo [18], en ta n to que se vende y se com pra, es una
m erc a n c ía com o o tra cualquiera, y p o r consiguiente tiene un
v a lo r de cam bio. Pero el v alor del trab a jo , o el trab a jo , com o
m ercancía, es ta n poco productivo, com o poco n u tritiv o es el
v a lo r del trigo, o el trig o en calidad de m ercancía.
El tra b a jo "v ale” m ás o m enos, según sea la c a re stía de los
p ro d u c to s alim enticios, según sea el grado de la o fe rta y la de­
m an d a de brazos, e tcétera, etcétera.
El tra b a jo no es u n a "co sa vaga” , es siem pre un trab ajo de­
term in ad o , el tra b ajo que se vende y se com pra nu nca es el tr a ­
b ajo en general. No es sólo el tra b ajo el que se define c u a lita ti­
vam ente por el objeto, sino que el objeto, a su vez, se determ ina
p o r la calid ad específica del trabajo.
• El trab ajo , en ta n to que se vende y se com pra, es él m ism o
u n a m ercan cía. ¿P o r qué se le co m p ra? "T eniendo en cu enta
los valores de los que se supone que están contenidos p o ten ­
cialm en te en él.” Pero cuando se dice que tal cosa es u n a m e r­
cancía, no se tr a ta ya del fin con el que se la com pra, es decir,
de la u tilid a d que se q u iere sa c a r de ella, de la aplicación que
de ella se q u iere hacer. Es una m ercan cía como objeto de tr á ­
fico. Todos los razonam ientos de P roudhon se reducen a lo si­
guiente: el tra b a jo no se com pra com o objeto inm ediato de con­
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 25

sum o. N a tu ra lm e n te que no, se lo co m p ra com o in stru m en to


de producción, com o se c o m p ra ría una m áquina. En tan to que
m ercan cía, el. trab ajo tiene valor, p ero no pro d u ce. P roudhon
p o d ría d ecir con el m ism o derecho que no existe nin g u n a m er­
cancía, p u esto que toda m ercan cía se co m p ra ú n icam en te p o r
su u tilid a d y n u nca com o tal m ercan cía [19].
M idiendo el valo r de las m ercan cías p o r el trab ajo , P roud­
hon entrevé vagam ente la im posibilidad de su s tra e r a e sta m is­
m a m ed id a el tra b a jo p o r cu an to e n c ie rra valor, el trabajo-
m ercan cía. P resien te q u e esto significa reco n o cer el m ínim o
del sa la rio com o el p recio n a tu ra l y no rm al del trab ajo d irec­
to, a c e p ta r el estad o ac tu a l de la sociedad. P a ra e lu d ir e s ta de­
ducción fatal, g ira en red o n d o y a firm a que el tra b a jo no es
una m ercancía, que el tra b a jo no puede te n e r valor. Olvida que
él m ism o ha to m ad o com o m edida el valo r del tra b ajo , olvida
que todo su sistem a se b a sa en el trab ajo -m ercancía, en el tr a ­
b ajo que se tru eca, se vende y se com pra, se cam b ia p o r p ro ­
ductos, etc.; en u n a p a la b ra , en el tra b a jo que es una fuente
in m ed iata de ingresos p a ra el tra b a ja d o r. Lo olvida todo.
P a ra salv ar su sistem a consiente en s a c rific a r su base,

Et propter vitam vivendi perdere causas.


["Y perder en aras de la vida toda la raíz vital.” Juvenal.]

Llegam os ah o ra a u n a nueva definición del “valor cons­


titu id o ”.
“ El valor es la relación de proporcionalidad de los p ro d u c­
tos que com ponen la riq u e z a .”
Señalem os an te todo q u e el sim ple térm in o de “valor re la ­
tivo o de c am b io ” im plica la idea de u n a u o tra relación en la
que los p roductos se intercam bian recíprocam ente. Aunque de­
m os a e sta relación el n o m b re de "relació n de p ro p o rcio n a li­
d a d ” , n ad a cam b ia en el v alo r relativo, a no se r la p u ra expre­
sión. Ni la d epreciación ni el alza del v alo r de un pro d u cto
d estru y en la p ro p ied ad que tiene de e n co n trarse en una u o tra
"re la c ió n de p ro p o rc io n a lid a d ” con los dem ás p ro d u cto s que
fo rm an la riqueza. -
¿P o r qué, pues, este nuevo térm ino, que no a p o rta una nue­
va idea?
La "relación de prop o rcio n alid ad ” hace p en sar en o tras m u­
chas relacio n es económ icas, tales com o la p ro p o rcio n alid ad
de la producción, la ju s ta p ro p o rció n e n tre la o fe rta y la de­
26 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

m anda, etc., y P roudhon ha pensado en todo esto al fo rm u lar


e sta p a rá fra sis d id áctica del valor d inerario.
En p rim er lugar, como el valor relativo de los productos está
d e term in ad o p o r la ca n tid ad co m parativa del tra b a jo em plea­
do en la p ro d u cció n de cada uno de ellos, la relación de p ro ­
porcio n alid ad , aplicada a este caso especial, significa la ca n ti­
d ad resp ectiv a de p ro d u cto s que pueden ser fab ricados en un
tiem po dado y que, p o r lo tanto, se dan a cam bio.
V eam os qué p artido saca P roudhon de esta relación d e pro­
p orcionalidad.
Todo el m undo sabe que, cuando la oferta y la dem anda se
e q u ilib ran , el valo r relativo de un p ro d u c to cu alq u ie ra se de­
term in a ex actam en te p o r la can tid ad de tra b a jo fijado en él,
es d ecir que e ste valor relativo ex presa la relación de p ro p o r­
cio n alid ad p recisam en te en el sentido que acabam os de darle.
P roudhon invierte el ord en de las cosas. Com iéncese, dice, por
m ed ir el v alo r relativo de un p ro d u cto p o r la can tid ad de tr a ­
bajo fijado en él, y entonces la o ferta y la dem anda se equili­
b ra rá n infaliblem ente. La producción co rre sp o n d erá al con­
sum o y el p ro d u c to se in terc am b ia rá siem pre. Su precio
c o rrie n te e x p re sa rá con exactitud su ju sto valor. En lu gar de
d e c ir com o todo el m undo: cuando hace buen tiem po se ve pá-
se a r a m ucha gente, P roudhon saca de paseo a su gente p ara
p o d e r ase g u ra rle s buen tiem po.
Lo q u e P ro u d h o n p re se n ta com o la consecuencia del valor
d in erario d eterm in ado a priori por el tiem po de trabajo, no po­
d ría ju stific a rse sino p o r una ley fo rm u lad a m ás o m enos en
esto s térm inos: D esde ah o ra, los p ro d u cto s deben cam biarse
de co n fo rm id ad exacta con el tiem po de trab ajo em pleado en
ellos. C u alq u iera que sea la pro p o rció n e n tre la o fe rta y la de­
m anda, el in tercam b io de m ercancías deb erá h acerse siem pre
com o si h u b iesen sido p roducidas p ro p o rcio n alm en te a la de­
m anda. Si P ro u d h on fo rm u la y p re s e n ta sem ejante ley, no le
exigirem os p ru eb as. P ero si, p o r el c o n tra rio , desea ju stific a r
su te o ría com o econom ista, y no com o legislador, deb erá de­
m o s tra r que el tiem po necesario p a ra la producción de una
m ercan cía indica exactam ente su grad o de utilidad y expresa
su relación de prop orcionalidad respecto de la dem anda, y por
consig u ien te del co njunto de las riquezas. En este caso, si un
p ro d u c to se vende p o r u n precio igual a sus g asto s de p ro d u c­
ción, la o fe rta y la d em anda se e q u ilib ra rá n siem pre, porque
se sup o n e que los g asto s de producción expresan la v erdadera
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 27

relació n e n tre la o fe rta y la dem anda.


P roudhon tra ta efectivam ente de d e m o stra r que el tiem po
de tra b a jo n ecesario p a ra c re a r u n p ro d u c to e x p résa su ju sta
pro p o rció n resp ecto de las necesidades, de m a n e ra que las co­
sas cuya producción req u iere la m enor cantid ad de tiem po son
las que tienen u n a u tilid a d m ás inm ediata, y así sucesivam en­
te. El solo hecho de la pro d u cció n de un objeto de lujo p rueba,
según esta·doctrina, que la sociedad dispone de tiem po sobran­
te q u e le p erm ite sa tisfa c e r u n a n ecesidad de lujo.
En cu a n to a la d em o stració n m ism a de su tesis, Proudhon
. la e n c u e n tra en la observación de q u e las cosas m ás útiles re ­
q u ieren la m en o r c a n tid a d de tiem po p a ra su producción, en
qu e la sociedad com ienza siem pre p o r la s in d u stria s m ás fáci­
les y luego, en form a g rad u al, “p asa a la p ro d u cción de los ob­
jeto s que cu estan m ás tiem po de tra b a jo y que co rresponden
a necesidades de u n o rd en m ás elevado” .
P roudhon tom a de D unoyer el ejem plo de la in d u stria ex­
tra c tiv a —recolección de fru to s, p asto reo , caza, pesca, etc.—,
que es la in d u s tria m ás sim ple, la m enos costo sa y con la que
el hom b re com enzó "el p rim e r día de su segunda crea ció n ”
(Proudhon, loe. cit., ed. 1923, t. I, p. 126). El p rim e r día de su
p rim e ra creación e stá d e sc rito en el Génesis, q ue nos p resen ­
ta a Dios com o el p rim e r in d u stria l del m undo. ,
En realidad, las cosas o cu rren de m odo m uy distinto a com o
piensa Proudhon. D esde el prin cip io m ism o de la civilización,
la producción com ienza a b asarse en el antagonism o de los ran ­
gos, de los estam en to s, de las clases, y p o r ú ltim o, en el a n ta ­
gonism o e n tre el tra b a jo acum ulado y el tra b a jo directo. Sin
antagonism o no hay progreso. Tal es la ley que ha seguido hasta
n u e stro s días la civilización. Las fu erzas p ro d u ctiv a s se han
d e sa rro lla d o h a sta el p re se n te g racias a este régim en de an ta­
gonism o e n tre las clases. A firm ar a h o ra que los hom bres p u ­
d ie ro n d ed icarse a lá creació n de p ro d u cto s de un orden supe­
rio r y a in d u stria s m ás co m plicadas p o rq u e todas las
necesidades de todos los tra b a ja d o res estab an satisfechas, sig­
n ificaría h a c e r ab stracció n del antagonism o de clases y sub­
v e rtir todo el d esarro llo histórico. Es com o si se q u isie ra de­
c ir que, p o rq u e en tiem p o s de los em p e ra d o res rom anos se
alim en tab a a las m u re n a s en estan q u es artificiales, h abía ví­
veres a b u n d a n te s p a ra to d a la población ro m ana. P or el con­
tra rio , el pueblo rom ano se veía priv ad o de lo necesario p a ra
c o m p ra r pan, m ie n tra s que los a ristó c ra ta s rom anos no c a re ­
28 UN DESCUBRIMIENTOCUNTtFICO

cían de esclavos p a ra a rro ja rlo s com o p asto de las m u re n a s.


El p recio de los víveres ha ido subiendo casi constítBtcnien-
te, m ien tras que el p recio de los objetos m anufacturad*» y de
lujo ha ido b ajan d o en la m ism a form a. Tóm ese la in d u stria
agrícola m ism a: los productos m ás indispensables, como el tri­
go, la carne, etc., suben de precio, en ta n to que el algodón, el
azúcar, el café, etc., bajan sin cesar en una proporción sorpren­
dente. Y h a sta e n tre los com estibles pro p iam en te dichos, los
a rtícu lo s de lujo tales como las alcachofas, los espárragos, etc.,
son hoy relativ am ente m ás b a ra to s que los com estibles de p ri­
m era necesidad. E n n u e stra época, lo su p erflu o es m ás fácil
de p ro d u c ir que lo necesario. Por últim o, en d iferentes épocas
h istó ricas, las relacio n es recíp ro cas de los precio s no sólo son
d iferen tes sino o p u e stas. En toda la E dad M edia, los p ro d u c­
tos agríco las e ra n relativ am en te m ás b a ra to s que los a rtíc u ­
los m anu factu rad o s, en los tiem pos m odernos o cu rre al revés.
¿Se deduce de ello que la u tilid a d de los p ro d u cto s agrícolas
ha dism in u id o después de la E dad M edia?
El u sd de los p ro d u cto s se d ete rm in a p o r las condiciones
sociales en que se e n cu en tra n los consum idores, y esta s m is­
m as condiciones se b asa n en el antagonism o de clases [20].
El algodón, las p a ta ta s y el ag u a rd ie n te son a rtíc u lo s del
u so m ás com ún. Las p a ta ta s han en g en d rad o las paperas; el
algodón ha desplazado en g ran p a rte al lino y a la lana, a pe­
s a r de que el lino y la lana son, en m uchos casos, m ás útiles,
aunque sólo sea desde el punto de vista de la higiene; finalm ente
el ag u ard ien te se ha im puesto a la cerveza y al vino, pese a que
el ag u ard ien te, em pleado en calidad de p ro d u c to alim enticio,
esté consid erad o g eneralm ente com o un veneno. D urante todo
u n siglo, los gobiernos lu charon en vano contra este opio eu ro ­
peo; la econom ía prevaleció y dictó sus órdenes al consum o.
¿P or qué, pues, el algodón, las p a ta ta s y el ag u ard ien te son
el eje de la sociedad b u rg u e sa ? P orque su p ro ducción requie­
re la m en o r can tid a d de tra b a jo y, p o r consiguiente, tienen el
m ás b ajo precio. ¿P or qué el m ínim o de p recio determ in a el
m áxim o de consum o? ¿S erá tal vez a causa de la u tilid ad ab ­
so lu ta de estos artícu lo s, de su u tilid ad intrín seca, de su u tili­
d ad en cu an to co rresp o n d en de la m an era m ás ú til a las nece­
sidades del o b re ro com o hom bre, y no del h o m b re com o
o b re ro ? No, se debe a que en una sociedad b a sa d a en la m ise­
ria, los p ro d u c to s m ás miserables tienen la p re rro g a tiv a fatal
de se rv ir p a ra el u so del n ú m ero m ayor.
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 29

D ecir que, p u esto que las cosas que m enos cu estan son las
de m ay o r consum o, deben ser las de m ayor u tilid ad , equivale
a d ec ir que el uso ta n exten d id o del agu ard ien te, determ inado
p o r su b ajo costo de p roducción, es la· p ru e b a m ás concluyen-
te de su utilidad; equivale a d ecir al p ro le ta rio que las p ata ta s
son p a ra él m ás salu d ab les que la carne; equivale a a c ep tar el
estad o de cosas vigente; equivale, en fin, a h a c e r con P roud­
hon la apología de u n a sociedad sin com p ren d erla.
E n u n a sociedad fu tu ra , donde h a b rá cesado el antagonis­
m o de clases y donde ya no h a b rá m ás clases, el consum o no
se rá ya d eterm in ad o p o r el m ín im o del tiem po de producción;
p ero el tiem p o de p ro d u cció n que ha de co n sa g rarse a los di- ■
feren te s objetos será d ete rm in a d a p o r el g ra d o de u tilid ad so­
cial de cada u n o de ellos [21],
Pero volvam os a la tesis de P roudhon. P uesto q ue el tiem po
de tra b a jo n ecesario p a ra la p roducción de u n ob jeto no ex­
p re sa ni m ucho m enos su g rad o de u tilid ad , el v alor de cam ­
bio de ese m ism o objeto, determ inado de antem ano por el tiem ­
po de tra b a jo fijado en él, no puede en ningún caso reg u lar la
ju s ta relació n e n tre la o fe rta y la dem anda, es decir, la rela­
ción de p ro p o rcio n alid ad en el sen tid o q u e le da de m om ento
P roudhon.
Ya no se tra ta de que la venta de u n p ro d u c to cualquiera
al precio de sus gasto s de p ro d u cció n co n stitu y a la "relación
de p ro p o rc io n a lid a d ” e n tre la o fe rta y la dem anda, o la p a rte
prop o rcio n al de ese p ro d u c to en relación con el conjunto de
la producción: son las variaciones de la dem anda y de la oferta
las que in d ican al p ro d u c to r la can tid a d en la q ue es preciso
p ro d u c ir u n a m ercancía d ad a p a ra recib ir a cam bio por lo me­
nos los gastos de producción. Y como estas variaciones son con­
tin u a s, existe tam b ién u n m ovim iento continuo d e re tiro y de
aplicación de cap itales en las d iferentes ram as de la industria.

Sólo en razón de semejantes variaciones los capitales se consagran pre­


cisamente en la proporción requerida, y no en otra superior, para la
producción de las diferentes mercancías para las que existe deman­
da. Con el alza o la baja de los precios, las ganancias se elevan por en­
cima o caen por debajo de su nivel general, y como consecuencia los
capitales son atraídos o retirados del empleo particular que acaba de
experimentar una u otra de esas variaciones [. ..]. Si miramos a los
mercados de las grandes ciudades veremos con qué regularidad son
provistos de todo género de mercancías, nacionales y extranjeras, en
la cantidad requerida y por mucho que varíe la demanda a causa del
30 UN DESCUBRMUMVTO CIENTIFICO

c a p ric h o , d el g u s to o de lo s c am b io s e n la p o b la c ió n : lin que se a fre ­


c u e n te u n a b a rro ta m ie n to ,d e los m e rc a d o s p o r u n a s u p e r a b u n d a n c ia
e n el a p ro v is io n a m ie n to , n i u n a e x ce siv a c a r e s tía p o r la d e b ilid a d del
a p ro v is io n a m ie n to e n c o m p a ra c ió n c o n la d e m a n d a : d e b e m o f fecono-
c e r q u e el p rin c ip io q u e d is trib u y e el c a p ita l en c a d a ra m a d e la in ­
d u s tr ia , en las p ro p o rc io n e s e x a c ta m e n te c o n v e n ie n te s , es m á s p o d e ­
ro s o d e lo q u e se su p o n e en g e n e ra l (R ic a rd o , loe. cit., t. 1,'pp. 105 y
108).

Si P ro u d h o n reconoce que el v alo r de los pro d u cto s es de­


term inado p o r el tiem po de trabajo, debe reconocer igualm ente
el m ovim iento oscilatorio que hace del trab ajo la m edida del
valor [22]. No existe u n a “ relación de p ro p o rcio n alid a d ” ple­
n am en te co n stitu id a, existe ta n sólo un m ovim iento co n sti­
tuyente.
A cabam os de v er en qué sentido sería ju sto h a b la r de " p ro ­
p o rc io n a lid a d ” com o de una consecuencia del v alor d e term i­
nado p o r el tiem po de trabajo. Ahora verem os cóm o e sta m e­
d ida del valor p o r el tiem po, denom inada p o r P roudhon “ley
de p ro p o rc io n a lid ad ” , se tran sfo rm a en ley de desproporcio­
nalidad.
Todo nuevo in v e n ta que p erm ite p ro d u c ir en una h o ra lo
q ue an tes e ra p ro ducido en dos, desvaloriza todos los pro d u c­
tos sim ilares [23] que se en cu en tran en el m ercado. La com pe­
ten cia obliga al p ro d u c to r a vender el p ro d u cto de dos horas
no m ás caro que el p ro d u cto de una hora. La com petencia re a­
liza la ley según la cual el valor relativo de un p ro d u c to es de­
term in ad o p o r el tiem po de trab a jo necesario p a ra p ro d u c ir­
lo. El hecho de que el tiem po de trabajo sirva de m edida al valor
d in e ra rio se con v ierte así en la ley de una depreciación conti­
n u a del trab ajo . M ás aún, la depreciación se extiende no sola­
m ente a las m ercancías llevadas al m ercado, sino tam b ién a
los in stru m en to s de producción y a to d a la em presa. E ste he­
cho lo señala ya Ricardo al decir: “Aum entando constantem ente
la facilidad de producción, dism inuim os constantem ente el va­
lor de algunas de las cosas producidas a n te s” (Ricardo, loe. cit.,
t. II, p. 59). Sism ondi va m ás allá. E n este “valor co n stitu id o ”
p o r el tiem po de tra b a jo ve la fu ente de todas las c o n tra d ic­
ciones de la in d u stria y del com ercio m odernos.

E l v a lo r m e rc a n til —d ice — es fija d o sie m p re , e n d e fin itiv a , p o r la c a n ­


tid a d de tr a b a jo n e c e s a rio p a ra p r o c u r a r s e la c o sa e v a lu a d a ; n o es el
q u e c o stó , s in o el q u e c o s ta r ía d e sd e a h o ra c o n m e d io s d e p ro d u c c ió n
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 31

ta l vez p e rfe c c io n a d o s ; y e s ta c a n tid a d , a u n q u e s e a d ifíc il a p re c ia rla ,


sie m p re e s e sta b le c id a c o n fid e lid a d p o r la c o m p e te n c ia . . . S o b re e sta
b a se se c a lc u la la d e m a n d a del v e n d e d p r, lo m ism o q u e la o f e rta del
c o m p ra d o r. E l p rim e ro a f ir m a r á ta l vez q u e la c o sa le h a c o s ta d o diez
jo r n a d a s de tra b a jo ; p e r o si el o tr o sa b e q u e en a d e la n te p u e d e p r o d u ­
c irs e e n o c h o jo rn a d a s d e tr a b a jo , y si la c o m p e te n c ia a p o rta la d e­
m o s tra c ió n a a m b a s p a rte s , el v a lo r se re d u c ir á só lo a o c h o jo rn a d a s
y el p r e c io e n el m e rc a d o se e s ta b le c e r á a ese nivel. U n a y o tr a p a rte
sa b e n , n a tu ra lm e n te , q u e la c o sa es ú til, q u e es d e s e a d a y q u e sin este
d e se o n o h a b r ía v e n ta ; p e ro la fija c ió n d e l p re c io n o g u a r d a n in g u n a
re la c ió n c o n la u tilid a d (S ism o n d i, loe. cit., t. 11, p. 267).

Es im p o rta n te in sistir ac e rc a de este p u n to en que lo que


d e te rm in a el valor no es el tiem po en que una cosa h a sido pro­
ducida, sino el m ín im o de tiem po en que puede se r producida,
y este m ínim o es establecido p o r la com petencia. Supongam os
p o r un m om ento que h ay a d esaparecido la com petencia y que,
p o r consiguiente, no ex ista m edio de e sta b le c e r el m ín im o de
tra b a jo n ecesario p a ra la p ro d u cció n de u n a m ercancía. ¿Qué
o c u rrirá ? B a sta rá in v e rtir en la p roducción de un objeto seis
h o ras de tra b a jo p a ra te n e r derecho, según Proudhon, a exigir
a cam bio seis veces m ás que quien h a b rá g astad o una h o ra en
la p ro d u cció n del m ism o objeto [24].
En lug ar de una “relación de proporcionalidad” tenem os una
relación de d esp ro p o rcio n alid ad , si querem os p e rm a n ec er en
la e sfera de las relaciones, b u en as o m alas.
La depreciación continua del trab ajo sólo es un aspecto, una
de las consecuencias de la evaluación de las m ercan cías por
el tiem po de tra b a jo . E ste m ism o m odo de evaluación explica
el alza excesiva de precios, la sobreproducción y o tro s m uchos
fenóm enos de a n a rq u ía in d u strial.
Pero ¿el tiem p o de tra b a jo que sirve de m ed id a al valor da
origen al m enos a la d iv ersid ad p ro p o rcio n al de los productos
qué ta n to g u sta a P ro udhon?
Todo lo c o n trario , esa m ed id a conduce en la esfera de los
productos al m onopolio con toda su monotonía, m onopolio que,
com o lo ve y sabe todo el m undo, invade la e sfe ra de los ins­
tru m e n to s de producción. Sólo algunas ram as, com o por ejem ­
plo la in d u stria algodonera, p ueden h a c e r p ro g reso s m uy rá ­
pidos. La consecuencia n a tu ra l de estos p ro g reso s es que los
precio s de los p ro d u cto s de la in d u stria algodonera, p o r ejem ­
plo, b a ja n ráp id am en te, pero, a m edida que se a b a ra ta el algo­
dón, el precio del lino debe su b ir com p arativ am ente. ¿Y qué
32 UN DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO

re su lta ? El lino es rem plazado p o r el algodón. D e e ita m an era


h a sid o d e ste rra d o el lino de casi to d a la América del norte.
Y en lu g a r de la d iv ersid ad p ro p o rcional de los productos, he­
m os obten id o el reinado del algodón [25].
¿Q ué q u ed a de esa "relación de p ro p o rc io n alid a d "? N ada
m ás q u e los buen os deseos de un h o m bre honrado, que quiere
que las m ercan cías se produzcan en pro p o rcio n es que perm i­
tan vend erlas a un p recio honrado. É sos han sido, en todos los
tiem pos, los deseos inocentes de los buenos burgueses y de los
econom istas filántropos.
C oncedam os la p a la b ra al viejo B oisguillebert:

El precio de las mercancías —dice— debe ser siempre proporcionado,


pues sólo este acuerdo mutuo les permite vivir juntas, para cambiar­
se entre si a cada momento [he aquí la intercambiabilidad continua
de que habla Proudhon] y reproducirse recíprocamente... Como la ri­
queza no es más que esta mezcla continua de hombre a hombre, de
oficio a oficio, etc., sería de una ceguera tremenda buscar la causa de la
miseria en otra cosa que no fuese la cesación de este comercio por efec­
to de la alteración de las proporciones en los precios (Boisguillebert,
Dissertation sur la nature des richesses..., ed. Daire, 1843, [pp. 405 y
408)).

Oigam os ah o ra a un econom ista m oderno:

Una gran ley que se debe aplicar a la producción es la ley de la propor­


cionalidad [the law of proportion], la única que puede preservar la con­
tinuidad del valor. . . El equivalente debe ser garantizado... Todas las
naciones han intentado en diversas épocas, por medio de numerosos
reglamentos y restricciones comerciales, llevar a la práctica hasta cier­
to punto esta ley de la proporcionalidad, pero el egoísmo, inherente
a la naturaleza humana, ha tirado por tierra todo este régimen de re­
glamentación. Una producción proporcionada [proportionate produc-
tiori] es la realización de la verdad entera de la ciencia de la economía
social (W. Atkinson, Principies ofpolitical economy..., Londres, 1840,
pp. 170-195).

Fuit Troja!: ¡Aquí fue Troya! E sta ju s ta p roporción en tre


la o fe rta y la dem anda, que vuelve a se r objeto de tan to s b u e ­
nos deseos, ha dejado de ex istir hace tiem po. Es u n a a n tig u a ­
lla. Sólo fue posible en las épocas en que los m edios de p ro ­
ducción e ra n lim itados y el intercam b io se efectuaba den tro
de lím ites ex trem adam ente restringidos. Con el nacim iento de
la g ran in d u stria , e sta ju sta p ro porción debía cesar, y la p ro ­
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 33

ducción tenía que p a sa r fatalm ente, en una sucesión perpetua,


p o r las vicisitudes de p ro sp erid ad , de d epresión, de crisis, de
estan cam ien to , de nueva p ro sp erid ad , y así sucesivam ente.
Los que, com o Sism ondi, q u ieren re to m a r a la .justa p ro ­
po rcio n alid ad de la prod u cció n , conservando al m ism o tiem ­
po las b ases actu ales de la sociedad, son reaccio narios, pues­
to que, p a ra ser co n secu en tes, deben tam b ién a s p ira r a
restablecer todas las dem ás condiciones de la in d u stria de tiem­
pos pasados.
¿Qué es lo que m antenía la producción en p roporciones ju s­
tas, o casi ju sta s? La d em anda, que regía a la o fe rta y la prece­
día. La p ro d u cció n seguía paso a paso al consum o. La g ran in­
d u stria , forzada p o r los in stru m e n to s m ism os de que dispone,
p a ra p ro d u c ir en u n a escala cada vez m ás am plia, no puede
e sp e ra r a la dem anda. La pro d u cció n p recede al consum o, la
o fe rta se im pone sob re la dem anda.
En la sociedad actu al, en la in d u stria b asad a en los in te r­
cam bios individuales, la a n a rq u ía de la p roducción, fuente de
ta n ta m iseria, es al p ro p io tiem po la fuente de todo progreso
[26],
P or eso, una de dos:
O q u eréis las ju sta s p ro p o rcio n es de siglos pasados con los
m edios de pro d u cció n de n u e stra época, lo cual significa ser
a la vez reaccio n ario y utopista;
O queréis el progreso sin la anarquía: en este caso, p a ra con­
se rv a r las fu erzas pro d u ctiv as, es p reciso que ren unciéis a los
in tercam b io s individuales.
Los intercam b io s in dividuales son com p atib les únicam en­
te con la p eq ueña in d u stria de siglos pasados y su co rolario
de "ju s ta p ro p o rc ió n ”, o bien con la gran in d u stria y todo su
cortejo de m iseria y de an arq u ía.
En definitiva, la d eterm in ació n del v alo r p o r el tiem po de
trab ajo , es d e c ir la fó rm u la que P roudhon nos b rin d a com o la
fó rm u la reg en erad o ra del p orvenir, sólo es la expresión cien­
tífica de las relaciones económ icas de la sociedad actual, como
lo h a d em o strad o R icardo c la ra y n etam en te m ucho antes que
P roudhon.
P ero ¿no p e rte n e c erá al m enos a P roudhon la aplicación
“igualitaria” de esta fó rm u la? ¿E s éj el p rim e ro que ha p ensa­
do re fo rm a r la sociedad con v irtien d o a todos los hom bres en
tra b a ja d o re s d irecto s que in tercam b ian can tid a d es iguales de
trab a jo ? ¿E s él quien debe re p ro c h a r a los co m u n istas —esas
34 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

gentes d esp ro v istas de todo conocim iento en econom ía políti­


ca, esos "ob stin ados b ru to s ”, esos "so ñadores parad isiaco s”—
el no h a b e r en co n trad o antes que él e sta "solución del p ro b le ­
m a del p ro le ta ria d o ” ?
C ualquiera que conozca, aunque sea m uy poco, el d e sa rro ­
lló d e la econom ía política en In g laterra, no puede m enos que
sa b e r que casi todos los socialistas de este país han p ro p u es­
to, en d iferen tes épocas, la aplicación ig u alita ria de la teo ría
ricardiana. Podríam os recordarle a Proudhon: la Econom ía po­
lítica de H odgskin [27], 1827; W illiam Thom pson: An inquiry
in tó the principies o f the distribution o f wealth, m ost cónduci-
ve to h u m a n happiness, 1824; T.R. Edm onds: Practical m oral
a nd political econom y, 1828, etc., etc., y c u a tro páginas m ás
de etc. Nos con tentarem os con dejar h a b la r a un com unista in­
glés, a Bray. C itárem os los prin cip ales pasajes de su notable
o b ra L a b o u r’s wrongs and lábour’s remedy, Leeds, 1839, y nos
deten d rem o s b a sta n te en él, en p rim e r lu gar po rq u e B ray es
todavía poco conocido en Francia, y adem ás po rq u e creem os
h a b e r en co n trad o en él la clave de las o b ras pasadas, p re sen ­
tes y fu tu ra s de P roudhon.

E l ú n ic o m e d io de a lc a n z a r la v e rd a d e s e n f re n ta r los p r in c ip io s f u n ­
d a m e n ta le s [. . .]. R e m o n té m o n o s de g o lp e a la fu e n te d e d o n d e p ro c e ­
d e n los g o b ie rn o s m is m o s [. . .]. L le g an d o así al o rig e n d e la c o sa , e n ­
c o n tra r e m o s q u e to d a fo rm a de g o b iern o , q u e to d a in ju s tic ia so cial
y g u b e r n a m e n ta l p ro v ie n e d el s is te m a so c ia l a c tu a lm e n te e n vigor: de
la in stitu c ió n de la p ro p ie d a d tal co m o hoy existe [the in s titu tio n o f pro-
p e rty as it a t preserit e x ists] y que, p o r lo ta n to , a fin d é a c a b a r p a r a
s ie m p re con la s iü ju s tic ia s y la s m is e ria s e x is te n te s , e s p re c is o s u b ­
v e r tir to ta lm e n te e l esta d o a c tu a l de la so cied a d . . . A ta ca n d o a los e co ­
n o m is ta s en su p ro p io te r r e n o y c o n su s p ro p ia s a rm a s , e v ita re m o s
la a b s u r d a c h a r la ta n e r ía so b re los v is io n a r io s y los teóricos, e n la q u e
e s tá n sie m p re d is p u e s to s a c a e r [.. .]. Los e c o n o m ista s no p o d rá n en
m o d o a lg u n o re c h a z a r la s c o n c lu sio n e s a q u e lle g a m o s con e s te m é to ­
do, a n o s e r q u e n ie g u e n o d e s a p ru e b e n la s v e rd a d e s y los p rin c ip io s
re c o n o c id o s, en los q u e fu n d a n su s p ro p io s a rg u m e n to s . . . (B ray, L a ­
b o u r ’s w ro n g s a n d la b o u r's rem edy. . ., 1839, pp. 17 y 41).
S ó lo el trabajo crea v a lo r [It is la b o u r a lone w h ic h b e sto w s valué], . .
C ad a h o m b re tie n e d e re c h o in d u d a b le a to d o lo que p u e d e p r o c u ra r s e
c o n su tra b a jo h o n ra d o . A p ro p iá n d o se a sí d e los fru to s de su tra b a jo ,
n o c o m e te n in g u n a in ju s tic ia c o n tra o tro s h o m b re s , p o r q u e n o u s u r ­
p a a n a d ie el d e re c h o a p r o c e d e r d e l m is m o m odo. . . T odos los c o n ­
c e p to s de s u p e r io r id a d 'y de in fe rio rid a d , de d u e ñ o y de a s a la ria d o ,
n a c e n a n te el d e s p re c io de los p r in c ip io s f u n d a m e n ta le s y p o r consi-
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 35

g u íe n te la d e sig u a ld a d se in tr o d u c e e n la p o se sió n [a n d to the conse-


q u e n t r i s e o f in e q u a lity o f p o sse ssio n s]. M ie n tra s se m a n te n g a e s ta d e ­
s ig u a ld a d , s e rá im p o sib le d e s a rr a ig a r ta le s id e a s o d e r r i b a r las
in s titu c io n e s b a s a d a s e n e lla s. H a s ta a h o r a m u c h o s a b rig a n la v a n a
e s p e ra n z a de r e m e d ia r el a n tin a tu r a l e s ta d o d e c o sa s h o y d o m in a n te
d e s tr u y e n d o la desig u a ld a d e xisten te , sin to c a r la causa d e la d e sig u a l­
d a d ; p e ro d e m o s tra re m o s al p u n to que e l g o b ie rn o n o e s u n a c a u s a
sin o u n e fec to , q u e él n o c r e a sin o q u e e s .c re a d o ; qu e, e n u n a p a la b ra ,
e s el re su lta d o de la d e sig u a ld a d de p o se sió n [the o ffs p rin g o f in e q u a ­
lity o f p ossessions], y q u e la d e s ig u a ld a d de p o se sió n e s tá in s e p a ra b le ­
m e n te lig ad a al siste m a so c ial hoy vigente (Bray, loe. cit., pp. 33 y 36-37).
E l s is te m a de la ig u a ld a d n o só lo tie n e a su fa v o r la s m a y o re s ven­
ta ja s , sin o ta m b ié n la e s t r ic t a ju s tic ia . . . C ada h o m b re es u n e slab ó n ,
y u n e sla b ó n in d is p e n s a b le e n la c a d e n a de los e fe c to s, q u e p a r te de
u n a id ea p a r a c u lm in a r, ta l vez, en la p ro d u c c ió n de u n a p ieza de paño.
P o r eso, d el h e c h o de q u e n u e s tr o s g u s to s no se a n lo s m ism o s p a ra
las d is tin ta s p ro fe sio n e s n o h a y que d e d u c ir que el tra b a jo de u n o d e b a
s e r r e tr ib u id o m e jo r que el d e o tro . E l in v e n to r r e c ib irá sie m p re , a d e ­
m á s de sú j u s ta re c o m p e n s a en d in e ro , el trib u to de n u e s tr a a d m ira ­
c ió n , q u e só lo el gen io p u e d e o b te n e r de n o so tro s. . . [Ib id ., p. 45].
P o r la n a tu ra le z a m is m a d el tra b a jo y del in te rc a m b io , la e s tric ta
ju s tic ia exige que to d o s los que in te rc a m b ia n o b te n g a n b e n eficio s, no
só lo m u tu o s, sin o ig u a le s [all exc h a n g ers s h o u ld be n o t o n ly m u tu a lly
b u t th e y s h o u ld lik e w ise be e q u a lly benefitted], hlo h a y m á s q u e dos
c o s a s q u e los h o m b re s p u e d e n in te r c a m b ia r e n tre sí: el tra b a jo y los
p ro d u c to s d el tra b a jo . Si lo s in te rc a m b io s se e fe c tu a s e n seg ú n u n sis­
te m a e q u ita tiv o , el v a lo r d e to d o s los á r tíc u lo s se d e te r m in a r ía p o r su
costo de p ro d u c c ió n c o m p le to , y valores iguales se c a m b ia ría n sie m ­
p re p o r va lo res iguales [If a ju s t sy ste m o f e xch a n g es w ere a c te d upon,
th e v a lu é o f a l l a rticles w o u ld be d e te rm in e d by the e n tire cost o f pro-
d u c tio n , a n d e q u a l v a lú e s s h o u ld a lw a ys e xc h a n g e fo r e q u a l valúes].
Si, p o r e je m p lo , u n s o m b re re r o q u e in v ie rte u n a jo r n a d a de tra b a jo
e n h a c e r u n s o m b re ro y u n z a p a te ro q u e e m p le a el m ism o tie m p o en
h a c e r u n p a r d e z a p a to s (su p o n ie n d o q u e la m a te ria q u e e m p le e n te n ­
ga id é n tic o v a lo r) in te r c a m b ia n e sto s a r tíc u lo s e n tr é sí, el b en eficio
o b te n id o es al m is m o tie m p o m u tu o e ig u al. La v e n ta ja d e u n a de las
p a r te s n o p u e d e s e r u n a d e s v e n ta ja p a r a la o tra , p u e s to que a m b a s
h a n s u m in is tra d o la m is m a c a n tid a d de tra b a jo y h a n e m p le a d o m a te ­
ria le s d e ig u al v a lo r. P e ro si el s o m b r e re r o re c ib ie se d o s p a r e s de c a l­
z ad o p o r u n so m b re ro , s ig u ie n d o sie m p re n u e s tr a s u p o s ic ió n p rim e ­
ra , e s e v id e n te que el in te rc a m b io s e r ía in ju s to . E l so m b re re ro
u s u r p a r ía al z a p a te ro u n a j o r n a d a de tra b a jo ; y p ro c e d ie n d o a sí e n to ­
d o s su s in te rc a m b io s , re c ib iría p o r el tra b a jo de m e d io a ñ o el p ro d u c ­
to de todo u n a ñ o de o tr a p e rs o n a [. . .] H a s ta a q u í h e m o s seg u id o siem ­
p re e ste s is te m a de in te r c a m b io e m in e n te m e n te in ju s to : los obreros
h a n d a d o al c a p ita lis ta el tr a b a jo de to d o u n a ñ o a c a m b io d e l v a lo r
36 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

[the workmen have given the capitalist the labour of a


d e m ed io a ñ o
whole year, in exchange for the value of only half a year]. De a h í, y n o
d e u n a s u p u e s ta d e sig u a ld a d d e las f u e rz a s físic a s e in te le c tu a le s d e
los in d iv id u o s, es d e d o n d e p ro v ien e la d e s ig u a ld a d d e riq u e z a s y d e
p o d e r. La d e sig u a ld a d d e los in te rc a m b io s , la d ife re n c ia d e p re c io s e n
la s c o m p ra s y la s v e n ta s, n o p u e d e e x is tir s in o a c o n d ic ió n d e q u e los
c a p ita lis ta s sig a n sie n d o c a p ita lis ta s , y los o b re ro s , o b re ro só lo s u n o s,
u n a c la se d e tir a n o s , y los o tro s , u n a c la s e d e e sc la v o s. . . E s ta t r a n ­
s a c c ió n 'p r u e b a p u es, c la r a m e n te , q u e los c a p ita lis ta s y los p ro p ie ta ­
rio s n o h a c e n m á s q u e d a r a l o b re ro , p o r su tr a b a jo d e u n a se m a n a ,
u n a p a rte d e la riq u e z a q u e h a n o b te n id o d e él la s e m a n a a n te r io r , es
d e c ir q u e p o r algo n o d a n nada [nothing for something]. . . La tr a n s a c ­
c ió n e n tr e el t r a b a ja d o r y el c a p ita lis ta es u n a v e rd a d e ra fa rsa : en r e a ­
lid a d n o es, e n m iles d e c a so s, o tr a c o sa q u e u n robo d e s c a ra d o , a u n ­
q u e legal [The whole transaction between the producer and the capitalist
is a mere farce: it is, in fact, in thousands of instances, no other than
a barefaced though leg al ro b b e ry ] (B ray, loc. cit., pp. 45, 48 y 50).
La g a n an c ia del e m p re sa rio s e rá sie m p re u n a p é rd id a p a ra el o b re ro ,
h a s ta q u e los in te rc a m b io s e n tr e las p a r te s s e á n ig u ale s; y los in te r ­
c a m b io s n o p u e d e n s e r ig u a le s m ie n tra s la so c ie d a d e s té d iv id id a e n ­
tre c a p ita lis ta s y p ro d u c to re s , d a d o q u e los ú ltim o s v iv e n de s u t r a b a ­
jo , e n ta n to q u e los p rim e ro s e n g o rd a n a c u e n ta d e b e n e fic ia rs e d el
tr a b a jo a je n o .
E s c la ro —c o n tin ú a B ra y — q ue, c u a lq u ie ra q u e sea la fo rm a d e g o ­
b ie rn o q u e e s ta b le z c á is. . ., p o r m u c h o q u e p re d iq u é is , en n o m b re d e
la m o ra l y del a m o r fra te r n o . . ., la re c ip ro c id a d es in c o m p a tib le c o n
la d e s ig u a ld a d d e los in te rc a m b io s . La d e s ig u a ld a d d e los in te rc a m ­
b io s, fu e n te d e la d e s ig u a ld a d en la p o se sió n , e s el e n em ig o s e c re to
q u e n o s d e v o ra [No reciprocity can exist where there are unequal ex­
changes. Inequality of exchanges, as being the cause of inequality of
possessions, is the secret enemy that devours us] (Ibid., pp. 51-52).
La c o n s id e ra c ió n d e l o b jetiv o y d el fin d e la so c ie d a d m e a u to riz a a
s a c a r la c ó n c lu sió n d e q u e n o sólo d e b e n t r a b a ja r to d o s los h o m b re s ■
y o b te n e r d e e s te m o d o la p o sib ilid a d d e in te rc a m b ia r, sin o q u e v a lo ­
re s ig u a le s d e b e n c a m b ia rs e p o r v a lo re s ig u a le s. A dem ás, c o m o el b e ­
n e fic io d e u n o n o d e b e s e r u n a p é rd id a p a r a o tro , el v a lo r se d e b e d e ­
te r m in a r p o r los g a sto s de p ro d u c c ió n . S in e m b a rg o , h e m o s v isto q ue,
b a jo el ré g im e n so c ial v ig en te , [. . .] el b e n e fic io d e l c a p ita lis ta y d el
ric o e s s ie m p re u n a p é rd id a p a ra el o b re ro , q u e e s te re s u lta d o e s in e ­
v ita b le , q u e b a jo to d a s las fo rm a s d e g o b ie rn o el p o b r e q u e d a sie m ­
p r e a b a n d o n a d o e n te ra m e n te a m e rc e d d e l ric o , m ie n tra s s u b s is ta la
d e s ig u a ld a d d e los in te rc a m b io s , y q u e la ig u a ld a d d e los in te rc a m ­
b io s só lo p u e d e s e r a s e g u ra d a p o r u n ré g im e n so c ial q u e re c o n o z c a
la u n iv e rs a lid a d d el tra b a jo . . . La ig u a ld a d d e los in te rc a m b io s h a r á
g ra d u a lm e n te q u e la riq u e z a p a se d e m a n o s d e los c a p ita lis ta s a c tu a ­
les a m a n o s d e la c la se o b r e ra (Ibid., pp. 53 y 55).
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 37

M ie n tra s p e rm a n e z c a e n v ig o r e ste s is te m a d e d e s ig u a ld a d d e los


in te rc a m b io s , lo s p ro d u c to re s se g u irá n sie n d o sie m p re ta n p o b re s, ta n
ig n o ra n te s , e s ta r á n ta n a g o b ia d o s p o r el tr a b a jo c o m o lo e s tá n a c tu a l­
m en te , a u n c u a n d o s e a n abolidos todos los gravámenes, todos los im­
puestos gubernamentales. . . S ó lo u n c a m b io to ta l d el s iste m a , la in­
tr o d u c c ió n de la ig u a ld a d d el tr a b a jo y d e los in te rc a m b io s , p u e d e
m e jo ra r e s te e s ta d o d e c o sa s y a s e g u ra r a los h o m b re s la v e rd a d e ra
ig u ald a d d e d e r e c h o s .. . A los p ro d u c to re s les b a s ta rá h a c e r u n esfuerzo
—so n e llo s p re c isa m e n te q u ie n e s d e b e n h a c e r to d o s lo s e sfu e rz o s p a ra
su p ro p ia sa lv a c ió n — y su s c a d e n a s s e rá n ro ta s p a ra sie m p re . . . C om o
fin, la ig u a ld a d p o lític a es u n e r r o r , y c o m o m ed io [28] ta m b ié n es u n
e r r o r [As an end, the political equality is there a failure, [. . ,]as a means,
also, it is there a failure] (Ibid., pp. 67, 88-89 y 94).
C on la ig u a ld a d d e los in te rc a m b io s , el b e n e fic io d e u n o no p u e d e
s e r p é rd id a p a r a el o tro : p o rq u e to d o in te r c a m b io n o e s m ás q u e u n a
s im p le transferencia d e t r a b a jo y d e riq u e z a , n o exige n in g ú n s a c rifi­
cio. P o r lo ta n to , b a jo u n s is te m a so c ial b a s a d o e n la ig u a ld a d d e los
in te rc a m b io s , el p r o d u c to r p o d rá lle g a r a e n riq u e c e rs e p o r m ed io de
su s a h o r ro s [29]; p e ro su riq u e z a n o s e r á sin o el p ro d u c to a c u m u la d o
de su p ro p io tra b a jo . P o d rá c a m b ia r su riq u e z a o d o n a rla a o tro s; pero,
si d e ja de tr a b a ja r , n o p o d rá se g u ir sie n d o r ic o d u r a f iíe im tie m p o m ás
o m en o s p ro lo n g a d o . C on la ig u a ld a d d e los in te rc a m b io s , la riq u e z a
p ie rd e el p o d e r a c tu a l d e re n o v a r s e y de re p ro d u c ir s e , p o r d e c irlo a sí,
p o r sí m ism a: n o p o d rá lle n a r el v acío c re a d o p o r el c o n su m o ; p o rq u e ,
u n a vez c o n su m id a , la riq u e z a se p ie rd e p a r a s ie m p re si no la r e p ro ­
d u c e el tr a b a jo . B a jo el ré g im e n d e in te rc a m b io s ig u a le s no p o d rá ya
e x is tir lo q u e a h o r a lla m a m o s beneficios e intereses. T a n to el p ro d u c ­
to r co m o el d is tr ib u id o r r e c ib irá n igual re trib u c ió n , y el v a lo r d e c a d a
a r tíc u lo c r e a d o y p u e sto a d isp o sic ió n d e l c o n s u m id o r s e rá d e te r m i­
n a d o p o r la s u m a to ta l d el tr a b a jo in v e rtid o p o r e l l o s . . .
E l p rin c ip io d e la ig u a ld a d e n los in te rc a m b io s d e b e, p u es, c o n d u ­
c ir p o r su p r o p ia n a tu r a le z a a l trabajo universal (B ray, loe. cit., pp.
109-110).

D espués de h a b e r re fu ta d o las objeciones de los econom is­


tas c o n tra el co m u n ism o , B ray co n tin ú a diciendo:

Si, p o r u n a p a rte , p a r a c o n s e g u ir u n s is te m a so c ial b a s a d o e n la c o ­


m u n id a d d e b ie n e s, en su fo rm a p e rfe c ta , es in d is p e n s a b le u n c a m b io
del c a r á c te r h u m a n o ; si, p o r o t r a p a rte , e l ré g im e n a c tu a l n o o fre c e
ni la s c o n d ic io n e s ni las fa c ilid a d e s p ro p ia s p a r a lle g a r a e se c a m b io
d e c a r á c t e r y p r e p a r a r a los h o m b re s p a r a u n e s ta d o m e jo r q u e to d o s
n o s o tro s d e se a m o s, e s e v id e n te q u e el e s ta d o d e c o sa s d e b e n e c e s a ria ­
m e n te s e g u ir sie n d o el q u e es, a m en o s q u e n o se d e s c u b ra y n o se lle­
ve a c a b o u n a e ta p a so c ial p re p a r a to r ia : u n p ro c e so q u e p a rtic ip e del
sis te m a a c tu a l y del s is te m a f u tu r o (del s is te m a d e la co m u n id a d ), u n a
38 UN DESCUBRIMIENTO CIENTÍFICO

e sp e c ie de e s ta d o in te rm e d io , al que la s o c ie d a d p u e d a a r r i b a r c o n to ­
d o s su s e x c e so s y to d a s s u s lo c u ra s, p a r a lu eg o s a lir de él e n riq u e c id a
c o n las c u a lid a d e s y los a tr ib u to s q u e so n las c o n d ic io n e s v ita le s del
s is te m a de c o m u n id a d (Ibid., p. 134).
P a ra to d o e ste p ro c e so s e ría n e c e s a rio só lo la c o o p e ra c ió n e n su
fo rm a m ás sim p le . . . Los g a s to s de p ro d u c c ió n d e te r m in a r ía n en to ­
d a s las c irc u n s ta n c ia s el v a lo r del p r o d u c to y v a lo re s ig u a le s se in te r ­
c a m b ia ría n s ie m p re p o r v a lo re s ig u ale s. Si de d o s p e rs o n a s u n a h u ­
b iese tra b a ja d o u n a se m a n a e n te ra y la o tra sólo la m ita d de la sem an a,
la p rim e ra re c ib iría do b lé re m u n e ra c ió n que la segunda; pero e sta paga
a d ic io n a l n o s e ría p e rc ib id a p o r u n o a e x p e n s a s del o tro ; la p é rd id a
e x p e rim e n ta d a p o r el ú ltim o n o r e d u n d a ría de n in g ú n m o d o e n b e n e ­
ficio d el p rim e ro . C ad a p e rso n a tro c a r ía el s a la rio re c ib id o in d iv id u a l­
m e n te p o r a r tíc u lo s del m is m o v a lo r que su sa la rio , y la g a n a n c ia o b ­
te n id a p o r ú n h o m b re o p o r u n a in d u s tria no im p lic a ría en n in g ú n c aso
u n a p é rd id a p a r a o tro h o m b re o p a ra o tr a r a m a in d u s tr ia l. E l tra b a jo
de c a d a u n o s e ría la ú n ic a m e d id a de su s g a n a n c ia s o de su s p é rd id a s
(Ibid., pp. 158 y 160).
L a c a n tid a d d e d ife re n te s p ro d u c to s n e c e s a rio s p a r a el c o n su m o ,
el v a lo r re la tiv o de c a d a a r tíc u lo e n c o m p a ra c ió n con los o tro s (el n ú ­
m e ro de o b r e ro s a e m p le a r e n las d if e r e n te s ra m a s de tra b a jo ), e n u n a
p a la b ra , to d o lo re fe re n te a la p r o d u c c ió n y a la d is tr ib ú c ió n social,
se d e te r m in a r ía p o r m e d io d e o fic in a s (boards o f trade) g e n e ra le s y lo­
c ales. E s to s c á lc u lo s se e fe c tu a ría n p a ra el c o n ju n to d e la n a c ió n en
ta n p o e o tie m p o y c o n la m is m a fa c ilid a d c o n que, b a jo el ré g im e n a c ­
tu al, se e fe c tú a n p a ra u n a so cied ad p a r ti c u l a r .. . Los in dividuos se a g ru ­
p a r ía n e n fa m ilia s, las fa m ilia s en c o m u n a s, co m o b a jo el ré g im e n a c ­
tu a l. . . ni s iq u ie ra s e ría a b o lid a d ire c ta m e n te la d is trib u c ió n de la
p o b la c ió n e n la c iu d a d y e n el c am p o , p o r m a la que sea e s ta d is tr ib u ­
ción. . . E n e s ta a so c ia c ió n , c a d a in d iv id u o c o n tin u a ría g o z an d o de la
lib e r ta d q u e a h o r a p o se e de a c u m u la r c u a n to le p laz ca , y de h a c e r de
e s ta s a c u m u la c io n e s el u so q u e e stim a se c o n v e n ie n te . . . N u e s tra so ­
c ie d a d se ría , p o r d e c irlo a sí, u n a g r a n so c ie d a d a n ó n im a , c o m p u e s ta
d e u n n ú m e ro in fin ito d e so c ie d a d e s a n ó n im a s m á s p e q u e ñ a s, to d a s
las c u a le s tr a b a ja r ía n , p ro d u c iría n e in te r c a m b ia ría n su s p ro d u c to s
s o b re la b a se de la m á s p e rfe c ta ig u a ld a d . . . N u e s tro n uevo s iste m a
de so c ie d a d e s a n ó n im a s, q u e n o es m á s q u e u n a c o n c e sió n h e ch a a la
so c ie d a d a c tu a l, p a r a lle g a r al c o m u n ism o [30], e s ta b le c id o de m o d o
q u e c o e x ista n la p ro p ie d a d in d iv id u a l d e lo s p r o d u c to s y la p ro p ie d a d
en c o m ú n de la s f u e rz a s p ro d u c tiv a s , h a c e d e p e n d e r la s u e rte de c a d a
in d iv id u o de su p ro p ia a c tiv id a d y le a sig n a u n a p a r te igual e n to d a s
la s v e n ta ja s fa c ilita d a s p o r la n a tu ra le z a y el p ro g re s o de las a rte s .
P o r eso, e ste s is te m a p u e d e a p lic a rs e a la so c ie d a d e n su e s ta d o a c ­
tu a l y p r e p a r a r la p a r a los c a m b io s u lte r io r e s (B ray, loe. cit., pp. 162,
163, 168, 170, 194).
VALOR CONSTITUIDO O VALOR SINTÉTICO 39

Sólo nos re sta re sp o n d e r en pocas p alab ras a Bray, que, a


pesar nuestro y en con tra de n u estra voluntad, ha pasado a ocu­
p a r el p u esto de P roudhon, con la diferencia, no obstante, de
que Bray, lejos de p re te n d e r poseer la últim a p a la b ra de la hu­
m anidad, propone solam ente las m edidas que él cree buenas
p a ra u n a épbca de tra n sic ió n e n tre la sociedad actu al y el ré­
gim en de com unidad de bienes [31].
Una h o ra de tra b a jo de P edro se in tercam b ia p o r u n a h o ra
de tra b a jo de Pablo. É ste es el axiom a fu n d am en tal de Bray.
Supongam os que Pedro ha trab ajad o doce horas y Pablo sólo
seis: en e ste caso, P edro no p o d rá c am b iar con Pablo m ás que
seis h o ras p o r o tra s seis. A Pedro le qu ed arán , p ues, de re se r­
va seis h o ras. ¿Qué h a rá con estas seis h o ras de trab ajo ?
O no h a rá nada, es decir, h a b rá tra b a ja d o en vano seis
ho ras, o b ien d ejará de tra b a ja r o tra s seis p a ra resta b le c er el
equilibrio, o bien —y ésta se rá su ú ltim a salid a— d ará a Pablo,
p o r añ a d id u ra , estas seis h o ra s con las que él no puede h acer
nada.
Así, pues, ¿qué h a b rá ganado en definitiva P edro en com pa­
ración con Pablo? ¿H o ras de trab ajo ? No. Sólo h a b rá ganado
h o ra s de ocio; te n d rá que h o lg ar d u ra n te seis h o ras. Y piara
que e ste nuevo derecho a la holganza no sólo sea reconocido
sino tam bién apreciado en la nueva sociedad, es necesario que
e sta ú ltim a en cu en tre su m ás alta felicidad en la pereza y que
el tra b a jo le pese com o u n a cadena de la que d eb e rá lib rarse
a todo tran ce. Y volviendo a n u e stro ejem plo, ¡si al m enos es­
tas h o ra s de ocio que Pedro h a sacado de v en taja a Pablo fue­
sen p a ra Pedro u n a g anancia reaH Pero no. Pablo, que com en­
zó tra b a ja n d o sólo seis h o ras,/alcan za m ed ian te un tra b a jo
re g u la r y m oderado el m ism o resu ltad o que Pedro, el cual co­
m enzó tra b a ja n d o con u n esfuerzo excesivo. C ada uno q u e rrá
ser Pablo, y su rg irá la com petencia, u n a co m petencia de p ere ­
za, p a ra lo g rar la situ ació n de Pablo.
P or Jo tan to , ¿qué nos h a re p o rta d o el in tercam b io de can­
tidades iguales de trab ajo ? Sobreproducción, depreciación, ex­
ceso de tra b a jo seguido p o r inactividad, en u n a pala b ra , todas
las relaciones económ icas existentes en la sociedad actual, me­
nos la com petencia de trab ajo .
Pero no, nos equivocam os. E xiste o tro m edio p a ra salv ar la
nueva sociedad, la sociedad de los Pedros y de los Pablos. Pe­
d ro c o n su m irá él m ism o el p ro d u cto de las seis horas de tr a ­
40 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

b ajo que le so b ran . M as desde el m om ento que no tiene nece­


sid ad de c a m b ia r p o r h a b e r producido, tam poco necesita
p ro d u c ir p a ra cam b iar, y esto ech a p o r tie rra to d a n u e stra su ­
posición de u n a sociedad fun d ad a en la división del tra b a jo y
el intercam bio. La igualdad de in tercam b io s se salv aría sólo
p o r h a b e r cesad o todo intercam bio: P ablo y P edro se co n v erti­
ría n en R obinsones.
Si se supone, pues, que todos los m iem bros d e la sociedad
son tra b a ja d o re s d irecto s, el in tercam b io de c an tid ad es igua­
les de h o ras de tra b a jo sólo es posible a condición de que se
convenga p o r an ticipado el núm ero de h o ras que será p reciso
e m p le a r en la p ro ducción m aterial. Pero sem ejante acu erd o
equivale a la negación del in tercam b io individual [32],
Llegam os a la m ism a conclusión si tom am os com o p u n to
de p a rtid a , no la d istrib u c ió n d e los pro d u cto s creados, sino
el acto de la p roducción. E n la g ran in d u stria, P edro no puede
fija r lib rem en te p o r sí m ism o el tiem po de su tra b a jo porque
el tra b a jo de P ed ro no es nada sin el co n cu rso de todos los Pe­
dro s y de todos los Pablos que in teg ran el perso n al de la em ­
presa. Esto explica m ejor que nada la porfiada resistencia que los
fab rican tes ingleses opusieron al bilí [decreto] de la jom ada de
diez horas. Sabían m uy bien que una dism inución de dos horas
en la jo m a d a d e las m ujeres y de los niños debía a c a rre a r igual­
m ente u n a d ism inución del tiem po de trab ajo de los adultos.
La p ro p ia n atu raleza de la gran in d u stria requiere que el tiem ­
po de tra b a jo sea igual p a ra todos. Lo que hoy es resu ltad o de
la acción del cap ital y de la com petencia en tre los obreros, m a­
ñana, al ab o lir la relación en tre el trab a jo y el cap ital, será lo­
grado p o r efecto de un acu erdo basado en la relación en tre la
sum a de las fu erzas p ro d uctivas y la su m a de las necesidades
e x isten tes [33],
M as sem ejante acu erdo es la condenación del intercam bio
individual, o sea que llegam os de nuevo a n u estro p rim e r re ­
sultado.
En el p rincipio, no hay in tercam bio de pro d u cto s sino in­
tercam bio de trabajos que concurren a la producción. Del modo
de intercam bio de las fuerzas productivas depende el modo de
in tercam b io de los p roductos. En general, la form a del in te r­
cam bio de los p ro d u cto s co rresponde a la form a de la p ro d u c­
ción. M odifiqúese e sta últim a, y com o consecuencia se m odi­
fic a rá la p rim e ra . P o r eso, en la h isto ria de la sociedad vemos
que el m odo de in te rc a m b ia r los p ro d u cto s es regulado p o r el
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 41

m odo de p ro d u cirlo s. El in tercam b io individual corresponde


tam bién a un m odo de p ro d u cció n d eterm in ad o que, a su vez,
resp o n d e al antag o n ism o de clases. No puede existir, pues, in­
tercam b io individual sin antagonism o de clases.
P ero las conciencias h o n rad as se niegan a reconocer este
hecho evidente. Como b u rg u és, no se puede m enos que ver en
esta s relaciones antag ó n icas u n as relaciones b asad as en la a r­
m onía y en la ju stic ia e tern a, que no p erm ite a nadie hacerse
valer a co sta del prójim o. A juicio del burg u és, el intercam bio
individual puede s u b sistir sin antagonism o de clases: p a ra él
esto s dos fenóm enos no g u ard an la m en o r relación en tre sí.
El intercam b io individual, tal como se lo fig u ra el burgués, tie­
ne m uy poca afinidad con el intercam b io individual tal como
se p ractica.
B ray co nvierte la ilusión del h o n rad o b u rg u és en el ideal
que él q u isie ra ver realizado. D epurando el in tercam bio indi­
vidual, elim inando tod o s los elem entos an tagónicos que en él
se encierran, cree en co n trar una relación “igualitaria”, que qui­
sie ra in s ta u ra r en la sociedad.
B ray no ve que e sta relación ig u alitaria, este ideal correcti­
vo que él q u isie ra a p lic a r en el m undo, sólo es el reflejo del
m undo actu al, y que, p o r lo tanto, es to talm en te im posible re­
c o n s titu ir la sociedad sobre u n a base que sólo es su so m b ra
embellecida. A m edida que la som bra tom a cuerpo, se com prue­
b a que este cuerpo, lejos de ser la tra n sfig u ra c ió n soñada, es
el c u erp o actu al de la sociedad.*

3. APLICACIÓN D E LA LEY D E PRO PO R CIO N ALID A D D E L O S VA LO RES

a] La m oneda

"E l oro y la p la ta son las p rim e ra s m ercancías cuyo valor lle­


gó a ser c o n stitu id o ” (Proudhon, loe. cit., ed. 192 3,1.1, p. 119].
P or lo tan to , el oro y la p la ta son las p rim e ra s aplicaciones

* C om o c u a lq u ie r a o tr a te o ría , la d e B ra y tie n e su s p a r tid a r io s q u e se han


d e ja d o e n g a ñ a r p o r las a p a rie n c ia s . E n L o n d res, S h effield , L e e d s y m u c h a s o tra s
c iu d a d e s d e I n g la te rr a , se h a n fu n d a d o eq u ita h le -la h o u r-e xc h a n g e 'h a za a rs. E s ­
to s b a z a re s , d e s p u é s de h a b e r a b s o r b id o c u a n tio s o s c a p ita le s , te rm in a ro n to ­
d o s p o r q u e b r a r d e m a n e ra e s c a n d a lo s a . Y e s to ha d e s ilu s io n a d o p a ra s ie m p re
a su s p a rtid a r io s : ¡aviso al s e ñ o r P ro u d h o n ! [34].
42 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

del “valor co n stitu id o ” . . . por P roudhon. Y com o Proudhon


co n stitu y e los valores de los p ro ductos determ inándolos por
la can tid ad co m p arativa del trab ajo fijado en ellos, lo único
que le q u ed ab a era d e m o stra r que las variaciones experim en­
ta d a s por el valo r del oro y de la p lata se explican siem pre por
las variaciones del tiem po de trabajo necesario p a ra p ro d u c ir­
los. Pero a P roudhon ni siquiera se le o c u rre esto. H abla del
o ro y de la plata com o dinero y no como m ercancía.
Toda su lógica, si de lógica puede hablarse, consiste en es­
c am o tear la cualidad que tienen el oro y la p lata de servir de
m oneda, en provecho de todas las m ercancías que poseen la
c u alid ad de se r evaluadas m ediante el tiem po de trabajo. N a­
turalm ente, en este escam oteo hay m ás ingenuidad que malicia.
Como el valor de un producto útil se m ide por el tiem po de
tra b a jo n ecesario p a ra producirlo, siem pre puede ser a cep ta­
do a cam bio. T estim onio de ello, exclam a Proudhon, son el oro
y la plata que reúnen las condiciones requeridas de "intercam -
b ia b ilid a d ”. P or lo tanto, el oro y la p lata son el valor que ha
alcanzado estad o de constitución, son la asim ilación de la idea
de P roudhon. No puede ser m ás a fo rtu n a d o en la elección de
su ejem plo. El oro y la plata, adem ás de su cualidad de ser una
m ercancía cuyo valor se determ ina, como el de cu alquier otra,
p o r el tiem po de trabajo, tiene la cu alidad de ser m edio u n i­
versal de cam bio, es decir, de ser dinero. Por eso al to m a r el
o ro y la plata como una aplicación del “valor co n stitu id o ” por
el tiem po de tra b a jo , n ad a m ás fácil que d e m o stra r que toda
m ercan cía cuyo valor sea constituido por el tiem po de trab ajo
se rá siem pre su sceptible de cam bio, será dinero.
En el e sp íritu de P roudhon surge una cuestión m uy sim ple.
¿P or qué tienen el oro y la plata el privilegio de ser el tipo del
"v alo r co n stitu id o ” ?

L a fu n c ió n p a r tic u la r q u e el u so h a a s ig n a d o a los m e ta le s p re c io so s
de se rv ir de m ed io p a ra el c o m e rcio es p u ra m e n te convencional, y c u a l­
q u ie r o tra m e rc a n c ía p o d ría c u m p lir e s te c o m e tid o , c o n m en o s c o m o ­
d id a d ta l vez, p e ro de u n a m a n e ra ig u a lm e n te a u té n tic a : a sí lo re c o ­
n o c en los e co n o m istas, q u e c ita n m ás de u n e je m p lo de e s ta n a tu ra le z a .
¿ C u ál es, p u e s, la ra z ó n de e s ta p re fe re n c ia g e n e ra lm e n te a c o rd a d a
a lo s m e ta le s, y c ó m o se e x p lic a e s ta e s p e c ia lid a d d e fu n c io n e s de la
m o n e d a , sin p a r e n la e c o n o m ía p o lític a ? . . . ¿ E s p o sib le restablecer
la serie de la q u e el d in e ro p a re c e h a b e r sid o s e p a ra d o y, p o r consi-
LEY DE» PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 43

guíente, reducir éste a su v e rd a d e ro p rin c ip io ? (P ro u d h o n , loe. cit., ed.


1923, t. I, p. 119).

Al p la n te a r la cu estió n en estos térm inos, P roudhon p resu ­


pone ya el dinero. La p rim e ra cuestión que d eb iera haberse
plan tead o P roudhon es sa b e r por qué en los intercam bios, tal
com o están constituidos actualm ente, ha habido que individua­
lizar, p o r decirlo así, el v alo r in tercam b iab le creando un m e­
dio especial de in tercam bio. El dinero no es un objeto, es una
relación social [35]. ¿P or qué la relación e x p resad a por el di­
nero es u n a relación de la producción, al igual que cu alquier
o tra relación económ ica, tal com o la división del trabajo, etc.?
Si Proudhon hubiese ten id o idea c la ra de esta relación, no le
h a b ría p arecid o el d in ero u n a excepción, un m iem bro se p a ra ­
do de u n a serie desconocida o por enco n trar.
H ab ría reconocido, p o r el contrario, que esta relación es un
eslabón y que, como tal, está íntim am en te ligado a toda la ca­
dena de las dem ás relaciones económ icas, así com o que e sta
relación co rresp o n d e a un m odo de producción determ inado,
ni m ás ni m enos que el in tercam b io individual. P ero ¿qué hace
él? Com ienza por se p a ra r el dinero del conjunto del m odo de
producción actu al, p a ra luego hacer de él el p rim er m iem bro
de una serie im aginaria, de u n a serie p o r en co n trar.
Una vez ad m itid a la n ecesidad de un m edio p a rtic u la r de
intercam bio, es decir, la necesidad del dinero, no queda sino
explicar por qué esta función p a rtic u la r ha sido reservada al
o ro y la plata, y no a o tra m ercan cía cualq u iera. É sta es una
cuestió n secun d aría, cuya.explicación no hay que b u sc a r en
el en cad en am ien to de las relaciones de prod u cción sino en las
cualid ad es específicas in h eren tes al oro y a la p lata como m a­
teria. Si los econom istas en este caso "se han lanzado fuera
del dom inio de la ciencia, si h an hecho física, m ecánica, h isto ­
ria, e tc .” , com o les re p ro c h a P roudhon, no han hecho sino lo
que d ebían hacer. La cu estió n no pertenece al dom inio de la
econom ía política. "Lo que no ha visto ni co m prendido ningu­
no de los econom istas —dice P ro u d h o n — es la razón económ i­
ca que ha d eterm inado, en favor de los m etales preciosos, el
privilegio que d is fru ta n ” (Proudhon, loe. cit., ed. 1923, t. L, p.
119],
P roudhon ha visto, co m prendido y legado a la posteridad
la razón económ ica que nadie —no sin fundam ento— había vis­
to ni com prendido.
44 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

A h o ra b ien , lo q u e n a d ie h a o b s e rv a d o e s q u e , de to d a s la s m e r c a n ­
c ía s, el o ro y la p la ta so n las p rim e ra s c u y o v a lo r llegó a s e r c o n s titu i­
do. E n el p e río d o p a tr ia r c a l, el o ro y la p la ta so n to d a v ía o b je to d e c o ­
m e rc io y se c a m b ia n e n lin g o te s, p e r o ya c o n u n a te n d e n c ia v isib le a
la d o m in a c ió n y c o n u n a m a r c a d a p re fe re n c ia . Poco a p o c o los so b e ­
ra n o s se a p o d e ra n de e llo s y les e s ta m p a n su cu ñ o ; y de e s ta c o n s a g ra ­
c ió n s o b e r a n a n a ce el d in e ro , e s d e c ir, la m e rc a n c ía p o r e x c e le n c ia ,
la m e rc a n c ía q u e , e n m e d io d e to d a s la s p e r tu r b a c io n e s del c o m e rcio ,
c o n s e rv a u n v a lo r p ro p o rc io n a l d e te rm in a d o y e s a c e p ta d o e n to d o s
los p a g o s. . . E l ra s g o d is tin tiv o d el o ro y d e la p la ta c o n siste , lo r e p i­
to , e n q u e g ra c ia s a s u s p ro p ie d a d e s m e tá lic a s , a la s d if ic u lta d e s de
su p ro d u c c ió n y, s o b re to d o , a la in te rv e n c ió n de la a u to r id a d p ú b li­
ca, a d q u irie ro n m uy p ro n to , c o m o m e rc a n c ía s , firm e z a y a u te n tic id a d
[P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. I, pp. 119-120J.

A firm ar que, de todas las m ercancías, el oro y la p lata son


las p rim eras cuyo valor llegó a ser constituido, es afirm ar,
com o se d esp rende de lo ya dicho, que el oro y la p lata fueron
los p rim ero s en co n v e rtirse en dinero. H e aquí la gran revela­
ción de P roudhon, he aquí la v erdad que nadie había descu­
b ie rto antes que él.
Si con esto ha q u erid o decir P roudhon que el tiem po nece­
sa rio p ara la obtención del oro y la p lata ha sido conocido a n ­
tes que el tiem p o de producción de todas las dem ás m e rc an ­
cías, ésta sería o tra de las suposiciones con las que tan to le
gusta ag a sa ja r a sus lectores. Si q u isiéram os aten ern o s a esta
eru d ició n p a tria rc a l, diríam os a P roudhon que en p rim e r lu­
g ar fue conocido el tiem po necesario para p ro d u c ir los obje­
tos de p rim e ra necesidad, tales com o el h ierro, etc. No hab le­
m os ya del arco clásico de Adam S m ith [36].
Pero, desp u és de todo esto, ¿cóm o puede h a b la r todavía
P roudhon de la co n stitu ció n de un valor, p u esto que ningún
v alo r se ha c o n stitu id o jam ás solo? El valor se constituye, no
p o r el tiem po n ecesario p a ra c re a r un solo producto, sino en
proporción a la cantidad de todos los dem ás productos que pue­
den ser creados d u ran te el m ism o tiem po. Por lo tanto, la cons­
titu ció n del v alo r del oro y de la p lata supone la constitución
ya d ad a del v alor de m u ltitu d de otro s productos.
P or consiguiente, no es la m ercancía la que, en form a de oro
y plata, ha alcanzado el estado de "valor co n stitu id o ”, sino que
el “v alo r co n stitu id o ” de P roudhon ha alcanzado, en form a de
o ro y plata, el estad o de dinero.
E xam inem os ah o ra m ás de c e rc a las razones económ icas
1.EY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 45

que, según Proudhon, h a n dado al o ro y la p lata, antes que a


todos los dem ás p ro d u cto s, la ventaja de ser erigidos en dine­
ro, p asan d o p o r el estad o c o n stitu tiv o del valor.
Estas razones económ icas son: la "tendencia visible a la do­
m inación”, la “m arcad a p referencia” ya en "el periodo p a tria r­
cal” y o tra s circu n lo cu cio n es de este m ism o hecho que no h a­
cen sino a u m e n ta r la dificu ltad , ya que m u ltip licán el hecho
m u ltip lican d o los in cidentes que Proudhon aduce para expli­
carlo. Pero P roudhon no h a agotado aú n todas las pretendidas
razones económ icas. He aquí una de fuerza soberana, irre sis­
tible: “ De la con sag ració n so berana nace el dinero: los sobera­
nos se ap o d eran del o ro y la plata y les esta m p a n su cuño.”
¡Así, pues, la a rb itra rie d a d de los soberanos es, para Proud­
hon, la razón su p rem a en econom ía política!
V erd ad eram en te, hay que ig n o rar en ab so lu to la h isto ria
p a ra no sa b e r que, en todos los tiem pos, los soberanos se han
tenido que so m eter a las condiciones económ icas, sin poder
dicta rle s nunca su ley. T an to la legislación política com o la ci­
vil no hacen m ás que e x p re sa r y p ro to co lizar las exigencias de
las relaciones económ icas [37].
¿Fue el soberano el que se apoderó del oro y de la plata para
h ac e r de ellos los m edios universales de in tercam bio estam ­
pándoles su cuño, o p o r el c o n tra rio fueron estos m edios u n i­
v ersales de in tercam b io los que se ap o d eraro n m ás bien del
soberano obligándole a im prim irles su sello y a darles una con­
sagració n política?
El sello que se estam p ó y se estam p a en la p la ta no expresa
su v alo r sino su peso. La firm eza y la a u te n tic id a d de que h a ­
b la Proudhon no se refieren sino a la ley de la m oneda, y esta
ley indica cu án to m etal p u ro contiene un trozo de plata am o­
nedada. “El único valo r in trín seco de un m a rco de plata
—dice V o ltaire con el b u e n sentido que le c a ra c te riz a — es un
m arco de p lata, m edia lib ra de p lata de ocho onzas de peso.
Sólo el peso y la ley crean este valor intrínseco” (Voltaire, Systè­
m e de Law) [38]. Pero sigue sin resolver esta cuestión: ¿C uán­
to vale una onza de o ro y de plata? Si u n casim ir de los almace-
l;nes Grand Colbert o sten ta la m arca de fábrica: “ pura lan a” ,
resta m arca de fáb rica no nos dice nada acerca del valor del
Icasim ir. Q ued ará p o r av erig u ar cu án to vale la lana.
46 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

F elip e I, rey d e F ra n c ia —d ice P ro u d h o n — a g re g ó a la lib ra to rn e s a


[39] de C a rlo m a g n o u n te rc io de a le ac ió n , im a g in á n d o s e qü e, te n ie n d o
el m o n o p o lio d e a c u ñ a r m o n ed a , p o d ía h a c e r lo q u e h a c e to d o c o m e r­
c ia n te q u e p o se e el m o n o p o lio de u n p ro d u c to . ¿Q u é r e p re s e n ta b a en
re a lid a d e sta a lte ra c ió n de las m o n e d a s t a n re p ro c h a d a a F e lip e y a
su s su c e so re s ? Un ra z o n a m ie n to m u y ju s to d e sd e el p u n to de v ista de
la ru tin a c o m e rc ia l, p e ro m u y fa ls o d e sd e el p u n to de v is ta de la c ie n ­
c ia e co n ó m ica : p u e s to q u e el v a lo r se re g u la p o r la o f e rta y la d e m a n ­
da, se p u e d e e le v a r la e s tim a c ió n y, p o r lo ta n to , el v a lo r de la s c o sa s,
b ie n c re a n d o u n a e sc a se z fic tic ia , b ien a c a p a ra n d o la fa b ric a c ió n , y
e s to es ta n v e rd a d del o ro y la p la ta c o m o d el trig o , el vino, el a ce ite ,
el ta b a c o . Sin e m b a rg o , en c u a n to se s o s p e c h ó el f ra u d e de F elip e, su
m o n e d a q u e d ó re d u c id a a s u ju s to v a lo r y él p e rd ió to d o lo q u e e sp e ­
ra b a g a n a r a c o sta de su s sú b d ito s. Id é n tic a s u e rte c o r rie ro n to d a s las
d e m á s te n ta tiv a s a n á lo g a s ¡P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. i, p. 120).

En p rim e r lugar, se h a dem ostrado ya m uchas veces que,


si el soberano se decide a a lte ra r la m oneda, es él quien sale
perdiendo. Lo que gana u n a vez con la p rim era emisión, lo pier­
de luego cad a vez que las m onedas falsas re to rn a n a él en fo r­
m a de im puestos, etc. Pero Felipe y sus sucesores supieron res­
g u a rd a rse m ás o m enos de e sta p é rd id a porque, después de
pon er en circulación la m oneda a ltera d a, o rd en a ro n inm edia­
tam en te u n a refundición general de m onedas de cuño antiguo.
Por lo dem ás, si Felipe I hubiese razonado efectivam ente
com o P roudhon, no h a b ría razonado "desde el p u nto de vista
co m ercial”. Ni Felipe I ni Proudhon dan pru eb as de genio m er­
can til im aginándose que el valor del oro, igual que el valor de
cu alq u ier o tra m ercancía, puede ser a lte rad o p o r la sola ra ­
zón de que su valor se determ in a por la relación e n tre la o fer­
ta y la dem anda.
Si el rey Felipe h u b ie ra ordenado que un tonel de trigo se
lla m a ra en ad elan te dos toneles de trigo, el rey h a b ría sido un
estafador. H ab ría engañado a todos los ren tistas, a todos cuan­
tos tu v ieran que recib ir cien toneles de trigo; h a b ría sido la
c a u sa de que todas estas gentes, en lugar de recib ir cien to n e­
les de trigo, h u b ie ra n recibido sólo cincuenta. S upóngase que
el rey d eb iera a alguien cien toneles de trigo; no h a b ría tenido
que p ag ar m ás que cincuenta. Pero en el com ercio los cien to­
neles de trigo de ninguna m an era h a b ría n valido más de cin­
cuenta. C am biando el n om bre no se cam b ia la cosa. La ca n ti­
dad de trigo, com o objeto de oferta o com o objeto de dem anda,
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 47

no d ism in u irá ni a u m e n ta rá p o r el m ero cam bio de nom bre.


P or lo tanto, p uesto que la relación e n tre la o fe rta y la dem an­
da no cam b ia a p e sa r de e sta alteració n de n om bres, el precio
del trigo no su frirá ninguna alteración real. Al h ab lar de la ofer­
ta y la dem an d a de las cosas, no se h ab la de la o fe rta y la de­
m an d a del no m b re de las cosas. Felipe I no c re a b a el oro o la
plata, com o dice P roudhon; sólo c re a b a el n o m b re de las m o­
nedas. H áganse p a sa r los casim ires fran ceses p o r casim ires
asiáticos y es posible que se engañe a un co m prador o dos; pero
en cu an to sea conocido el fraude, el precio de los supuestos
casim ires asiático s d escen d erá h a s ta el precio de los casim i­
res franceses. Dando u n a falsa etiq u eta al oro y a la plata, el
rey Felipe I sólo podía eng añ ar m ientras el frau d e no fuera des­
cu b ierto . Como cu alq u ier o tro tendero, en g añ ab a a sus clien­
tes dando u n a falsa calificación a la m ercancía, pero esto sólo
pod ía d u ra r cierto tiem po. T arde o tem p ran o deb ía su frir el
rig o r de las leyes com erciales. ¿Es esto lo q u e P roudhon que­
ría d e m o stra r? No. Según él es el soberano, y no él com ercio,
el que d a al d in ero su valor. ¿Y qué h a d em o strad o en reali­
dad? Que el com ercio es m ás soberano que el p ropio so b era­
no. Si el soberano o rd e n a que un m arco se co nvierta en dos
m arcos, el com ercio d irá siem pre que estos dos m arcos nue­
vos no valen m ás que uno de los antiguos.
Pero esto n o hace av an zar ni u n paso la cu estió n del valor
d eterm inado, p o r la c a n tid a d de trab ajo . Q ueda por resolver
si el valor de estos dos m arcos, convertidos de nuevo en un m ar­
co de los antiguos, es d eterm in ad o por los gastos de p ro d u c­
ción o p o r la ley de la o fe rta y la dem anda.
P roudhon continúa: “ Hay que señ alar que si, en lu gar de
a lte ra r las m onedas, hubiese podido el rey d u p lica r su m asa,
el valor de cam bio del oro y de la p la ta h a b ría b ajad o inm edia­
ta m e n te a la m itad, p o r e sta m ism a razón de la pro p o rcio n ali­
dad y del e q u ilib rio ” [Proudhon, loe. cit., ed. 19 23,1.1, p. 121).
Si es ju s ta esta opinión, que P roudhon co m p arte con los de­
m ás econom istas, co n stitu y e u n a p ru e b a en favor de su doc­
trin a de la o fe rta y la dem anda, p ero de n in g ú n m odo en favor
de la p ro p o rcio n alid ad de P roudhon. Porque, c u alq u ie ra que
sea la cantid ad de tra b a jo fijado en la m asa d u p licad a de oro
y de p lata, su valor b a ja ría a la m itad p o r la sim ple razón de
que la dem an d a se ría la m ism a m ien tras que la o fe rta se h a ­
b ría doblado. ¿O bien es que, e sta vez, “la ley de proporciona­
lidad’’ co in cid iría p o r casu alid ad con la ley ta n d esdeñada de
48 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

la o ferta y la dem anda? E sta ju sta p roporcionalidad de Proud-


hon es en efecto tan elástica, se p re sta a tan ta s variaciones,
com binaciones y cam bios, que bien puede coincidir alguna vez
con la relación e n tre la o fe rta y la dem anda.
A signar "a toda m ercancía la capacidad de ser aceptable en
el intercam bio si no de hecho, al m enos de derecho” , fundándo­
se p ara ello en el papel que desem peñan el oro y la plata, signifi­
ca no co m p ren d er este papel. El oro y la p lata no son ac e p ta ­
bles de derecho sino porque lo son de hecho, y lo son de hecho
porque la organización actual de la producción necesita un m e­
dio u n iv ersal de intercam bio. El derecho no es m ás que el re­
conocim iento oficial del hecho [40].
H em os visto que el ejem plo del dinero como aplicación del
valo r que ha alcanzado el estado de co n stitu ció n sólo h a sido
elegido p o r P roudhon p a ra h acer p a sa r de con trab an d o toda
su d o ctrin a de la intercam biabilidad, es decir, p a ra d em o stra r
que toda m ercan cía evaluada según su costo de producción
debe co n v ertirse en dinero. Todo esto e sta ría m uy bien, a no
se r p o r el inconveniente de que, de todas las m ercancías, p re ­
cisam en te el oro y la p la ta son, com o dinero, las únicas que
no se determ inan por su costo de producción; y esto es tan cier­
to, que en la circulación pueden ser rem plazadas p o r el papel.
M ientras se observe u n a cierta proporción en tre las necesida­
des de la circulación y la can tid ad de m oneda em itida, ya sea
en papel, en oro, en platino, o en cobre, no puede plan tearse
la cuestión de o b serv ar una p ro porción e n tre el valor in trín ­
seco (el costo de producción) y el valor nom inal del dinero. Sin
duda, en el com ercio internacional, el dinero, como toda o tra
m ercancía, es determ inado por el tiem po de trabajo. Pero esto
o c u rre porque, en el com ercio internacional, h a sta el oro y la
p la ta son m edios de intercam bio com o producto y no com o di­
nero, es decir, el o ro y la plata pierden los rasgos de "firm eza
y a u te n tic id a d ”, de “consagración so b era n a ” que constituyen,
según la opinión de P roudhon, su c a rá c te r específico. R icardo
ha co m prendido tan bien esta verdad, que después de h a b er
b asado todo su sistem a en el valor d eterm in ad o p o r el tiem po
de trab ajo y después de h ab er dicho que "el oro y la plata, como
to d as las dem ás m ercancías, no tienen v alor sino en p ro p o r­
ción a la can tid ad de tra b ajo necesario p a ra pro d u cirlo s y h a­
cerlo s lleg ar al m erca d o ” , agrega, sin em bargo, que el valor
del dinero no se d eterm in a p o r el tiem po de trab ajo fijado en
su m ateria, sino solam ente por la ley de la oferta y la dem anda.
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 49

A u n q u e e l p a p e l m o n e d a n o tie n e n in g ú n v a lo r in trín s e c o , sin e m b a r­


go, si se lim ita la c an tid ad , su v a lo r in te rc a m b ia b le p u e d e s e r ta n g ra n d e
c o m o el v a lo r d e l d in e ro m e tá lic o d e la m is m a d e n o m in a c ió n o c o m o
el d e l m e ta l c o n te n id o e n e s te d in e ro . C on a rre g lo a e s te m ism o p rin ­
cip io , e s d e c ir, lim ita n d o la c a n tid a d de d in e ro , la s m o n e d a s d e s g a s ta ­
d a s p u e d e n c ir c u la r p o r e l m is m o v a lo r q u e te n d r ía n si su p e so y su
ley fu e se n los leg ítim o s, y n o se g ú n e l v a lo r in trín s e c o d e l m e ta l p u ro
q u e c o n te n g a n . H e a q u í p o r q u é e n la h is to r ia d e la s m o n e d a s in g le sa s
n o s e n c o n tra m o s c o n q u e n u e s tr o n u m e ra rio n u n c a se h a d e p re c ia d o
e n la m is m a p ro p o rc ió n e n q u e se h a a lte ra d o s u c a lid a d . L a ra z ó n c o n ­
s is te e n q u e ja m á s s e h a m u ltip lic a d o e n p ro p o rc ió n a s u d e p re c ia c ió n
(R ic a rd o , loe. c it., Jt. II, p p . 2 0 6 -2 0 7 ¡).

He aq u í lo que o b serv a J.-B. Say a p ropósito de este pasaje


de R icardo: "E ste ejem plo d e b e ría b a sta r, creo yo, p ara con­
vencer a l a u to r de que la base de todo valo r no es la can tidad
de tra b a jo n ecesario p a ra p ro d u c ir u n a m ercancía, si no la ne­
cesidad que se tiene de ella, co nfrontada con su escasez” [Ibid.,
p. 2061.
Así pues, el d inero, que en opinión de R icardo no es ya un
v a lo r d eterm in ad o p o r el tiem po de trab ajo , y que a cau sa de
esto J.-B. Say tom a com o ejem plo a fin de convencer a R icar­
do de que tam poco los d em ás valores pueden s e r d ete rm in a ­
dos p o r el tiem po de trab ajo , el dinero, repito, que J.-B. Say
tom a com o ejem plo de un v alo r d eterm in ad o exclusivam ente
p o r la o fe rta y la dem anda, es según P roudhon el ejem plo por
excelencia de la aplicación del valor constituido. . . por el tiem ­
po de trab ajo .
P a ra te rm in a r, si el d in ero no es un "v alo r co n stitu id o ” por
el tiem po de trab ajo , m enos aún puede te n e r algo de com ún
con la ju s ta "p ro p o rc io n a lid a d ” de Proudhon. El oro y la pla­
ta son siem p re in tercam b iab les, porque tienen la función p a r­
tic u la r de se rv ir como m edio universal de in tercam bio, y de
ningún m odo porque ex istan en u n a can tid ad p ro p o rcional al
conjunto de riquezas; o m ejor dicho, son siem p re proporcio­
nales p o r se r las ú nicas m ercan cías que sirven de dinero, de
m edio u n iv ersal de in tercam b io , c u a lq u ie ra que sea su ca n ti­
d a d con relación al conjunto de riquezas. "E l d inero en circu ­
lación nun ca puede se r lo b a sta n te ab u n d a n te com o p a ra re­
su lta r superfluo: pues si se le b aja el valor, a u m e n ta rá en la
m ism a pro p o rció n la can tid ad , y au m en tan d o su valor dism i­
n u irá la c a n tid a d ” (R icardo, [loe. cit., t. II, p. 205!).
50 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

"¡Q ué em brollo el de la econom ía p o lítica!”, p ro rru m p e


P roudhon.
‘‘¡M aldito oro!, exclam a graciosam ente un com unista [por
b o ca de Proudhon]. Con la m ism a razón po d ría decirse: ¡Mal­
dito trigo, m ald itas viñas, m alditas ovejas!, pues, al igual que
el o ro y la p lata, todo valor com ercial debe llegar a su exacta
y rig u ro sa d ete rm in a ció n ” [Proudhon, loe. cit., ed. 1923, t. i,
pp. 121 y 122],
La idea de a trib u ir a las ovejas y a las viñas las p ro p ied a­
des del d inero no es nueva. En F rancia, p ertenece al siglo de
Luis XIV. En e sta época; cuando el din ero com enzó a alcanzar
su om nipotencia, alzábanse quejas a p ro p ó sito de la d ep recia­
ción de todas las dem ás m ercancías y las gentes an siab an con
vehem encia que llegara el m om ento en que ‘‘todo valor com er­
c ia l” pudiese llegar a su exacta y rig u ro sa determ inación, con­
v irtién d o se a su vez en dinero. He aquí lo que encontram os ya
en B oisguillebert, uno de los m ás antiguos econom istas de
F rancia: "E n to n ces el dinero, g racias a esta irru p ció n de in­
n u m e ra b le s com p etidores rep resen tad o s p o r las p ropias m er­
cancías restab lecid as en sus justos valores, será situado en sus
lím ites n a tu ra le s ” (B oisguillebert, [D issertation.. . , en): Écono­
m istes financiers du x v iiie siècle, ed. D aîre, p. 422).
Como se ve, las p rim eras ilusiones de la b u rg u e sía son tam ­
b ién las ú ltim as [41].

b] E l excedente del trabajo

E n la s o b r a s de e c o n o m ía p o lític a se p u e d e le e r e s ta h ip ó te s is a b s u r ­
da: S i el p re c io de to d a s las cosas se d u p lic a ra . . . ¡C om o si el p re c io
de to d a s las c o s a s n o fu e se la p ro p o rc ió n de la s co sa s, y co m o si se
p u d ie s e d u p lic a r u n a p ro p o rc ió n , u n a re la c ió n , u n a ley! (P ro u d h o n ,
loe. cit., t. i, p. 81 (ed. 1923, t. i, p. 128)).

Los econom istas han in cu rrid o en este e rro r a cau sa de no


h a b e r sabido a p lic a r la "ley de p ro p o rc io n alid ad ” y el "valor
co n stitu id o ” .
D esgraciadam ente, en el tom o i, p. 110, de la pro p ia o b ra
de P roudhon, nos encontram os con e sta hipótesis a b su rd a de
que "si el salario experim entase un alza general, se elevaría
el precio de to d as las co sas” . Además, si se e n c u en tra en las
o b ras de econom ía política la frase en cuestión, tam bién se en­
c u e n tra en ellas su explicación. "Si se d fte que sube o b aja el
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 51

precio de todas las m ercan cías, siem pre se excluye una u o tra
m ercancía: la m ercan cía excluida es p o r lo general el dinero
o el tra b a jo ” (Encyclopaedia m etropolitana or universal dictio-
nary o f know ledge, vol. IV , artícu lo Political econom y, de Sé­
nior, 1836. Véase tam bién sob re e sta expresión: J. St. Mili, Es-
says on som e u nsettled questions o f political econom y, 1844,
y Tooke, A history o f prices, etc., 1838).
Pasem os ah o ra a la segunda aplicación del ’'v alo r constitui­
d o ” y de o tra s p ro p o rcio n alid ad es cuyo único defecto estrib a
en ser poco proporcionadas, y veam os si Proudhon es m ás afor­
tu n ad o en este caso que en el in ten to de m onetización de las
ovejas.

Un a x io m a g e n era lm e n te a d m itid o p o r los e co n o m istas es que todo tr a ­


b a jo debe d e ja r u n ex ced en te. E sta p ro p o sic ió n c o n stitu y e p a ra m í u n a
v e r d a d u n iv e rs a l y a b s o lu ta : es el c o ro la rio de la ley de la p ro p o rc io ­
n a lid a d , q u e se p u e d e c o n s id e r a r com o el c o m p e n d io de to d a la c ie n ­
c ia e c o n ó m ic a . P ero , q u e m e p e rd o n e n los e c o n o m ista s , el p rin c ip io
de q u e to d o trabajo d ebe d e ja r u n e xc ed e n te no tien e se n tid o en su teo ­
ría y n o e s su s c e p tib le de d e m o stra c ió n a lg u n a (P ro u d h o n , loe, cit. [ed.
1923, t. i, p. 122]).

P ara p ro b a r que todo tra b a jo debe d ejar un excedente,


P ro u d h o n p erso n ifica la sociedad; hace de ella u n a sociedad
persona, sociedad que no es lo m ism o que la sociedad de las
p erso n as, p uesto que posee sus leyes p a rtic u la res, las cuales
no tienen n ad a en com ún con las p erso n as de que se com pone
la sociedad, y su "in telig en cia p ro p ia ”, que no es la inteligen­
cia del com ún de las gentes, sino u n a inteligencia sin sentido
com ún. Proudhon rep ro ch a a los econom istas el no h ab er com ­
p ren d id o la p erso n alid ad de este ser colectivo. E stim am os que
no e s ta rá de m ás o p o n er a sus p alab ras el siguiente pasaje de
u n econom ista am erican o que echa en c a ra a los dem ás econo­
m istas todo lo co n trario : "La entidad m oral [ihe m oral entity],
el ser g ram atical [the gram m atical being] denom inado socie­
dad h a sido revestido de atrib u cio n es que sólo tienen existen­
cia real en la im aginación de los que con u n a p a la b ra hacen
u n a c o s a .. . He aquí lo que ha dado lu g ar a ta n ta s dificultades
y a deplorables equivocaciones en econom ía p o lítica” (Th. Coo-
per, Lectures on the elem ents o f political econom y, 1826) [42],

E n re la c ió n c o n los in d iv id u o s —p ro sig u e P ro u d h o n — e ste p rin c ip io


del e x c e d e n te del tra b a jo e s v e rd a d e ro só lo p o rq u e e m a n a de la socie-
52 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

d^d , q u e les c o n fie re así el b e n eficio de su s p ro p ia s leyes ¡P ro u d h o n ,


loe. cit., ed. 1923, t. i, p. 124].

¿P ro u d h o n q u iere d ecir con esto sim plem ente que el indi­


viduo social produce m ás que el individuo aislado? [43] ¿Se re­
fiere P roudhon a este excedente de la p roducción de los indi­
viduos asociados en com paración con la de los individuos no
asociados? Si es así, podem os citarle un centenar de econom is­
tas que han exp resado e sta sim ple verdad sin todo ese m isti­
cism o de que se rodea Proudhon. He aquí lo que dice, por ejem ­
plo, Sadler:

El tr a b a jo c o m b in a d o d a re s u lta d o s q u e no p o d ría p ro p o r c io n a r n u n ­
c a el tr a b a jo in d iv id u a l. A m ed id a , p u es, q u e la h u m a n id a d a u m e n te
en n ú m ero , los p ro d u c to s d e la in d u s tria m a n c o m u n a d a re b a s a rá n con
m u c h o la s u m a d e u n a sim p le a d ic ió n c a lc u la d a s o b re la b a se d e e ste
a u m e n to . . . A ctualm ente, ta n to en las a r te s m e c á n ic a s c o m o e n los tr a ­
b a jo s c ie n tífic o s , u n h o m b re p u e d e h a c e r en u n d ía m á s q u e u n in d iv i­
d u o a is la d o e n to d a su v id a. A plicado a l p u n to q u e nos o c u p a, no re ­
s u lta c ie r to el a x io m a d e los m a te m á tic o s d e q u e el todo e s ig u al a las
p a rte s . E n c u a n to al tra b a jo , e s te g ra n p ila r d e la e x is te n c ia h u m a n a
Ithe great p illa r o f h u m a n existence], se p u e d e d e c ir q u e el p r o d u c to
d e los e s fu e rz o s a c u m u la d o s s u p e r a c o n m u c h o a to d o lo q u e p u e d a n
ja m á s c r e a r los e sfu e rz o s in d iv id u a le s y s e p a ra d o s (T. S a d le r, T he law
o f p o p u la tio n .. ., 1830).

Volvamos a Proudhon. El excedente de trab ajo , dice, se ex­


plica p o r la sociedad persona. La vida de esta p erso n a se su­
b o rd in a a leyes o p uestas a las que d ete rm in a n la actividad del
hom bre com o individuo, cosa que P roudhon quiere d em o strar
con “hechos".
E l d e s c u b rim ie n to de u n n u e v o p ro c e d im ie n to e n la e s fe r a e c o n ó m ic a
no p u e d e n u n c a r e p o r t a r a l in v e n to r u n a g a n a n c ia ig u al a la q u e p r o ­
p o rc io n a a la s o c i e d a d .. . Se h a o b se rv a d o q u e las e m p re s a s fe rro v ia ­
ria s son p a r a los e m p r e s a rio s u n a fu e n te d e riq u e z a e n m u c h o m e n o r
g ra d o q u e p a r a el E sta d o . . . La ta rifa m e d ia d el tr a n s p o r te d e m e r­
c a n c ía s p o r c a r r e te r a e s d e d iec io c h o c é n tim o s p o r to n e la d a y p o r ki­
ló m e tro , c o m p re n d id o s los g a sto s d e c a rg a y d e s c a rg a e n el a lm a c é n .
Se h a c a lc u la d o q u e u n a e m p r e s a o r d in a r ia de f e rr o c a r rile s no o b te n ­
d r ía a e se p re c io n i s iq u ie ra u n diez p o r c ie n to d e g a n a n c ia n e ta , q u e
e s a p ro x im a d a m e n te lo q u e viene a r e c ib ir u n a e m p re s a d e a c a rre o .
P e ro a d m ita m o s q u e la v e lo c id a d del tr a n s p o r te p o r f e rr o c a r ril sea
a la d el tr a n s p o r te p o r t ie r r a co m o c u a tr o e s a uno: c o m o en la so cie­
d a d el tie m p o e s el v a lo r m ism o , a igual ta r if a el f e rr o c a r r il b rin d a r á
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 53

en c o m p a ra c ió n c o n el tr a n s p o r te p o r t ie r r a u n a v e n ta ja d e 400% . S in
e m b arg o , e sta e n o rm e v entaja, m uy real p a r a la sociedad, e stá bien lejos
d e r e a liz a rs e e n la m is m a p r o p o rc ió n p a ra el d u e ñ o d e la e m p re s a de
tra n s p o rte : m ie n tra s p r o p o rc io n a a 4 a so c ie d a d u n b e n e fic io d e 400% ,
él n i s iq u ie ra c o n sig u e u n 10%. S u p o n g a m o s, e n e fe c to , p a r a m a y o r
c la rid a d , q u e el f e rr o c a r ril h a e le v a d o la ta r if a a 25 c é n tim o s , e n ta n ­
to q u e la d e l tr a n s p o r te p o r t ie r r a sig u e sie n d o d e 18: e n e se c a s o el
f e r r o c a r r il p e r d e r ía al in s ta n te to d a s su s c o n sig n a c io n e s. E x p e d id o ­
re s, d e s tin a ta r io s , to d o el m u n d o r e to m a r í a al m a lb r o u k e y, si fu e se
p re ciso , al p a ta c h e . La lo c o m o to ra s e ría d e se c h a d a : u n a v e n ta ja social
d e 400% s e ría s a c rific a d a a u n a p é rd id a p riv a d a de 35% . Y se c o m ­
p re n d e la ra zó n : la v e n ta ja q u e re s u lta de la v e lo c id a d d el tr a n s p o r te
p o r fe rro c a r ril es u n a v e n ta ja e n te ra m e n te social, y c a d a in d iv id u o no
p a r tic ip a d e e lla sin o e n u n a p ro p o rc ió n m ín im a (no o lv id e m o s que
en e s te m o m e n to se t r a t a sólo del tr a n s p o r te d e m e rc a n c ía s), m ie n tra s
qu e la p é r d id a a fe c ta d ir e c ta y p e rs o n a lm e n te al c o n s u m id o r. Un b e ­
ne fic io so c ial ig u al a 400 r e p r e s e n ta p a r a el in d iv id u o , si la so c ie d a d
se c o m p o n e s o la m e n te de u n m illó n d e se re s , c u a tr o d ie z m ilé sim a s,
m ie n tra s q u e u n a p é rd id a d e 33% p a r a el c o n s u m id o r s u p o n d ría u n
d é fic it so c ial d e 33 m illo n e s (P ro u d h o n , loe. cit. [ed. 1923, 1 . 1, p. 124j).

Que P roudhon exprese u n a velocidad c u á d ru p le com o un


400% de la velocidad prim itiv a, pued e pasar; p e ro relacio n ar
los po rcen tajes de velocidad con los p o rcen tajes de ganancia
y fo rm a r un a proporción en tre dos relaciones que, si bien cada
u na p o r se p a ra d o se m ide p o r tantos p o r cientos, sin em b ar­
go, son in co n m en su rab les e n tre sí, equivale a e sta b le ce r una
proporción en tre los p o rcen tajes dejando a un lado las propias
cosas.
Los p o rcen tajes son siem p re p orcentajes, 10% y 400% son
conm ensurables; son el u n o al o tro com o 10 es a 400. Por con­
siguiente, concluye P roudhon, un beneficio de 10% vale 40 ve­
ces m enos que u n a velocidad cuadruplicada. Con el fin de g u ar­
d a r las apariencias dice que, p a ra la sociedad, el tiem po es valor
(tim e is money). E ste e r r o r proviene de que él re c u e rd a confu­
sam en te que existe u n a relación e n tre el valor y el tiem po de
trab ajo y se a p re s u ra a e q u ip a ra r el tiem po de tra b a jo con el
tiem po de tra n sp o rte , es decir, identifica con la sociedad ente­
ra unos cu an to s fogoneros, co n d u cto res y m ozos de tren, cuyo
tiem po de tra b a jo equivale efectivam ente al tiem po de tra n s­
porte. Convirtiendo, pues, la velocidad en capital, dice con toda
razón: "Un beneficio de 400% se rá sacrificad o a u n a pérd id a
de 35% .” D espués de h a b e r fo rm u lad o como m atem ático esta
ex trañ a proposición, nos la explica com o econom ista.
54 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

"Un beneficio social igual a 400 re p re se n ta p a ra el indivi­


duo, si la sociedad se com pone solam ente de un m illón de se­
res, c u a tro diezm ilésim as.” De acuerdo, pero no se tra ta de 400
sino de 400% y u n beneficio de 400% rep re se n ta p a ra el indi­
v iduo 400%, ni m ás ni m enos. C ualquiera que sea el capital,
los dividendos siem pre constituirán en este caso un 400%. ¿Qué
hace P ro udhon? Tom a los p o rcen tajes p o r el cap ital y, como
tem iendo que su em brollo no sea lo b a stan te m anifiesto, o bas­
ta n te "c la ro ” , continúa:
"U na p é rd id a de 33% p a ra el co nsum idor su p o n d ría un dé­
ficit social de 33 m illones.” 33% de p érd id a p a ra cada uno de
los consu m id o res son 33% de p érd id a p a ra un m illón de con­
sum idores. Además, ¿cóm o puede Proudhon a firm ar al respec­
to que el déficit sociál, en el caso de una p é rd id a de 33%, se
eleva a 33 m illones, cuando no conoce ni el cap ital social ni
siq u ie ra el cap ital de uno solo de los interesad o s? Por lo ta n ­
to, a P roudhon no le b a sta h ab e r confundido el capital y los
porcentajes, sino que va m ás allá, identificando el capital colo­
cado en u n a em p resa con el núm ero de los interesados.
"S upongam os en efecto, p a ra m ay o r c la rid a d ” , un capital
d eterm inado. Una ganancia social de 400%, d istrib u id a entre
un m illón de p a rticip an tes, cada uno de los cuales haya ap o r­
tad o un franco, da c u a tro francos de beneficio p o r cabeza y
no 0.0004, com o afirm a Proudhon. De igual modo, una p é rd i­
da de 33% p a ra cada uno de los p a rtic ip a n te s re p re se n ta un
déficit social de 330 000 francos, y no de 33 m illones
(100:33 = 1 000 0 0 0 :3 3 0 000).
P roudhon, ab so rb id o p o r su teo ría de la sociedad persona,
se olvida de h a c e r la división por 100. Así, obtiene 330 000 fra n ­
cos de p érdida; pero c u a tro francos de ganancia por cabeza
constituyen p a ra la sociedad cu atro m illones de francos de be­
neficio. P or lo tanto, queda p ara la sociedad una ganancia neta
de 3 670 000 francos. Este cálculo exacto dem u estra p recisa­
m ente todo lo co n trario de lo que ha querido d em o strar Proud-
hon: que las ganancias y las pérd id as de la sociedad no están
de ningún m odo en razón inversa de las ganancias y las p érd i­
das de los individuos.
D espués de h a b e r rectificado estos sim ples e rro re s de puro
cálculo, veam os un poco las consecuencias a que llegaríam os
si, h aciendo ab stracció n de los e rro re s de cálculo, resolviéra­
m os a d m itir p a ra los ferro ca rriles la relación establecida por
P ro u d h o n e n tre la velocidad y el capital. Supongam os que un
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 55

tra n s p o rte c u a tro veces m ás ráp id o cueste c u a tro veces más;


en tal caso, este tra n sp o rte no re n d iría m enos ganancia que
el tra n sp o rte p o r c a rre te ra , c u a tro veces m ás lento y cu atro
veces m ás b a ra to . O sea, si éste c u esta dieciocho céntim os, el
fe rro c a rril c o sta ría se te n ta y dos. É sta sería la consecuencia
"rigu ro sam en te m atem ática” de las suposiciones de Proudhon,
haciendo u n a vez m ás ab stracció n de los e rro re s de cálculo.
P ero he aquí que se nos dice in opinadam ente que si, en lu gar
de 72 céntim os, el fe rro c a rril cob rase sólo 25, p e rd e ría al pu n ­
to todas sus consignaciones de m ercad erías. D ecididam ente,
en tal caso h ab ría que re to m a r al m albrouke e inclusive al pata­
che. Lo único que aconsejam os a Proudhon es que en su “Progra­
ma de la asociación progresiva” no se olvide de h acer la divi­
sión p o r 100. P ero ésa es la desgracia: no ab rig am os la m enor
esperanza de que sea escuchado nuestro consejo, porque Proud­
hon está tan encantado de su cálculo “p rogresivo” , correspon­
diente a la “asociación p ro g resiv a”, que clam a con gran énfa­
sis: “Con la solución de la antinom ia del valor, ya he m ostrado
en el cap ítu lo II que la v en taja de todo d e scu b rim ien to ú til es
incom parablem ente m enor p a ra el inventor, haga lo que haga,
que p a ra la sociedad; ¡la dem o stració n de este p u n to la he rea­
lizado con todo rigor m atem áticol” [Proudhon, loe. cit., ed. 1923,
t. I, p p . 252-253],
Volvam os a la ficción de la sociedad p erso n a, ficción cuya
ún ica finalidad e ra p ro b a r la sim ple verdad de que cada nue­
vo invento dism inuye el valo r d in erario del p ro d u cto al d a r la
posibilidad de p ro d u c ir con la m ism a can tid ad de tra b a jo un
m ay o r n ú m ero de m ercancías. La sociedad sale, pues, benefi­
ciada, no porque obtenga m ás valores intercam biables sino por­
que obtiene m ás m ercan cías p o r el m ism o valor. E n cuanto al
inventor, la com petencia haee que su g anancia d escienda g ra­
d u alm en te h a s ta el nivel general de las ganancias. ¿ Ha dem os­
trad o P roudhon este enunciado com o quería h acerlo? No. Esto
no le im pide re p ro c h a r a los econom istas el no h a b er hecho
esta d em ostración. P a ra p e rsu a d irle de lo c o n trario , no cita­
rem os m ás que a R icard o y Lauderdale; R icardo, jefe de la es­
cuela que d eterm in a el valo r p o r el tiem po de trab ajo , y Lau­
d erd ale, u n o de los d efensores m ás fu rib u n d o s de la
determ inación del valor p o r la oferta y la dem anda. Ambos han
d e sa rro lla d o la m ism a tesis.
56 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

A u m e n ta n d o c o n s ta n te m e n te la fa c ilid a d de p ro d u c c ió n , dism inuim os


c o n s ta n te m e n te el v a lo r de a lg u n a s de las c o sa s p ro d u c id a s antes, au n ­
q u e p o r ese m ism o m edio a u m e n ta m o s no sólo la riq u ez a nacional sino
ta m b ié n la c a p a c id a d de p ro d u c ir e n el fu tu ro . . . T an p ron to com o con
la a y u d a de las m á q u in a s, o p o r n u e s tro s c o n o c im ie n to s en física, obli­
g a m o s a los a g e n te s n a tu r a le s a re a liz a r el tra b a jo q u e a n tes e ra h e ­
c h o p o r el h o m b re , el v a lo r in te rc a m b ia b le d e e ste tr a b a jo baja conse­
c u tiv a m e n te . Si h a c ía n f a lta d iez h o m b re s p a r a m o v e r u n m olino de
trig o y d e s p u é s se d e s c u b rió q u e p o r m e d io d e l v ien to o del agua po­
d ía a h o r r a r s e el tr a b a jo de e sto s diez h o m b re s , el v a lo r de la h a r in a
p ro d u c id a p o r la acción d el m olino d e sc e n d e rá en p ro p o rc ió n a la su m a
d e tr a b a jo a h o rra d o , y la so c ie d a d se v e rá e n riq u e c id a c o n to d o el va­
l o r d e la s c o sa s q u e p o d rá p r o d u c ir el tr a b a jo d e e sto s d iez h o m b re s,
y a q u e los fo n d o s d e s tin a d o s al s o s te n im ie n to de los tr a b a ja d o r e s no
e x p e rim e n ta r á n la m e n o r d ism in u c ió n (R ica rd o , loe. cit., (t. II, pp. 59
y 981).

L auderdale, a su vez, dice:

La g a n a n c ia d e los c a p ita le s p ro v ien e sie m p re de efue é s to s su p le n u n a


p a r te d e l tr a b a jo q u e el h o m b re te n d r ía q u e r e a liz a r c o n su s m an o s,
o b ien d e q u e e fe c tú a n u n a p a r te del tr a b a jo s u p e rio r a la s fu e rz a s p e r ­
so n a le s del h o m b re y q u e el h o m b re no p o d ría e je c u ta r p o r sí solo.
L a e x ig u a g a n a n c ia q u e de o rd in a r io o b tie n e n los p ro p ie ta r io s d e las
m á q u in a s , en c o m p a ra c ió n c o n el p re c io d e l tr a b a jo q u e las m á q u in a s
su p le n , e s p o sib le q u e d é lu g a r a d u d a s s o b re la ju s te z a de e s ta o p i­
n ió n . P o r e je m p lo , u n a b o m b a d e v a p o r e x tr a e en u n d ía d e u n a m in a
d e c a rb ó n m á s a g u a de la q u e p o d ría n s a c a r s o b re su s e s p a ld a s tr e s ­
c ie n to s h o m b res, a u n v alién d o se de b a ld e s, y es in d u d ab le que la bo m b a
su s titu y e el tra b a jo de e sto s h o m b re s con m u ch o m enos gasto s. Lo m is­
m o se p u e d e d e c ir de to d a s la s m á q u in a s re s ta n te s . R e aliza n a m ás
b a jo p re c io el tr a b a jo q u e h a c ía la m a n o d el h o m b re , s u s titu id a a h o ra
p o r e lla s. . . S u p o n g a m o s q u e el in v e n to r d e u n a m á q u in a q u e re m p la ­
z a el tr a b a jo de c u a tr o h o m b re s h a re c ib id o u n a p a te n te : co m o el p r i ­
v ileg io e x clu siv o im p id e to d a c o m p e te n c ia , e x c e p to la q u e re s u lta d el
tr a b a jo de los o b re ro s re m p la z a d o s p o r su m áq u in a , es c la ro que, m ie n ­
tr a s d u r e el p riv ile g io , el s a la rio de e s to s o b re ro s s e rá la m e d id a d el
p re c io q u e el in v e n to r d a r á a su s p r o d u c to s ; p o r c o n sig u ie n te , p a r a
a s e g u ra r su u so , te n d rá q u e e x ig ir u n p o co m en o s de lo que su p o n e
el sa la rio del tra b a jo q u e su m áq u in a suple. P ero c u an d o expire el plazo
del p riv ile g io , a p a r e c e r á n o t r a s m á q u in a s d e la m is m a e sp e cie, q u e
riv a liz a rá n c o n la su y a. E n to n c e s re g u la rá su p re c io s o b re la b a se d el
p rin c ip io g e n e ra l, h a c ié n d o lo d e p e n d e r d e la a b u n d a n c ia d e m á q u i­
n as. L a g a n a n c ia d e l c a p ita l in v e rtid o . . ., a u n q u e e s e l re s u lta d o de
u n tr a b a jo su p lid o , se re g u la e n d e fin itiv a , no p o r el v a lo r de e s te t r a ­
b a jo , sin o c o m o e n to d o s los d e m á s c a so s, p o r la c o m p e te n c ia e n tr e
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 57

lo s p o s e e d o re s d e c a p ita le s , y el g ra d o de e s ta c o m p e te n c ia q u e d a fi­
ja d o sie m p re p o r la p ro p o rc ió n e n tre la c a n tid a d d e c a p ita le s o fre ­
c id o s p a r a e ste fin y la d e m a n d a q u e d e e llo s se h a g a (L a u d e rd a le , loe.
c/f., pp. 119, 123, 124, 125, 134).

En ú ltim o lugar, pues, si en la nueva in d u stria la ganancia


es m ayor que en las restan tes, siem pre h ab rá capitales que ten-
, d erá n a colocarse en e sta in d u stria , h a sta que la tasa de ga­
nan cia d escienda al nivel com ún [44],
A cabam os de v er que el ejem plo del fe rro c a rril es poco vá­
lido p a ra a rro ja r luz sobre la ficción de la sociedad persona.
Sin em bargo, P roudhon p rosigue audaz su d iscurso: "E sc la­
recid o este punto, n ad a m ás fácil que explicar p o r qué el tra ­
bajo debe dejar a cada p ro d u cto r un excedente” [Proudhon, loe.
cit., ed. 1923, t. I, p. 125],
Lo que sigue a continuación p ertenece a la an tigüedad clási­
ca. Es un cu en to poético e sc rito con la finalidad de h acer des­
c a n s a r al lecto r de las fatig as que ha debido ca u sarle el rigor
de las d em o stracion es m atem áticas que lo preceden. P roud­
hon da a su sociedad p e rso n a el nom bre de Prometeo, cuyas
proezas glorifica en esto s térm inos:

P r im e ra m e n te , a l s a lir d e l se n o d e la n a tu ra le z a , P ro m e te o d e s p ie r ta
a la v id a e n u n a in e rc ia p le n a d e e n c a n to s , etc. P ro m e te o p o n e m a n o s
a la o b ra , y d e sd e el p r im e r d ía, p rim e r a jo r n a d a d e la s e g u n d a c r e a ­
c ió n , el p ro d u c to de P ro m e te o , e s d e c ir, su riq u e z a , su b ie n e s ta r, es
ig u a l a diez. E l se g u n d o d ía , P ro m e te o d iv id e su tr a b a jo , y su p r o d u c ­
to c re c e h a s ta c ie n . E l t e r c e r d ía y c a d a u n o d e lo s s ig u ie n te s, P ro m e ­
te o in v e n ta m á q u in a s, d e s c u b re n u e v as p ro p ie d a d e s ú tile s d e los c u e r­
p o s, n u e v a s fu e rz a s de la n a tu ra le z a . . . C ad a p a so d e su a c tiv id a d
p ro d u c tiv a elev a la c ifr a d e su p ro d u c c ió n , a n u n c iá n d o le u n a c re c e n ­
ta m ie n to d e su fe lic id a d . Y p o r ú ltim o , c o m o p a r a él c o n s u m ir sig n ifi­
c a p ro d u c ir , e s c la ro q u e c a d a d ía de c o n su m o , n o lle v á n d o se m á s q u e
el p ro d u c to d el d ía a n te r io r , le d e ja u n e x c e d e n te d e p ro d u c to p a ra
el d ía sig u ie n te (¡bid.).

E ste P rom eteo de P ro u d h o n es un perso n aje peregrino, tan


poco fu erte en lógica com o en econom ía política. M ientras Pro­
m eteo se lim ita a aleccio n arn o s diciendo que la división del
trab ajo , el em pleo de m áq u in as y la explotación de las fuerzas
n atu ra le s y del p oder de la ciencia m ultiplican las fuerzas p ro ­
d uctiv as de los h om bres y d an un excedente en com paración
con lo que produce el trabajo aislado, la desgracia de este nuevo
P rom eteo consiste ú n icam en te en h a b e r ap arecid o dem asiado
58 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

tard e. P ero en cu an to Prom eteo se pone a h a b la r de p ro d u c ­


ción y consum o, es realm en te grotesco. P a ra él, co n su m ir es
p ro d u c ir, co nsum e al día siguiente lo que ha producido la vís­
p era, y así c u e n ta siem pre con un d ía de reserva; esta jo rn a d a
so b ra n te es su "excedente de tra b a jo ” . Pero, consum iendo hoy
lo q u e p ro d u jo ayer, Prom eteo, el p rim e r día, que no tuvo vís­
p era, h u b o de tra b a ja r jo rn a d a doble a fin de disp o n er luego
de un día de reserva. ¿Cómo pudo P rom eteo conseguir el p ri­
m er día este rem an en te si no h ab ía ni división de trab a jo ni
m áq u in as ni conocim iento de m ás fuerzas de la natu raleza que
la del fuego? P or ello, retro tray en d o la cuestión “al p rim e r día
de la segunda c re a c ió n ” , no se avanza ni un paso. E sta m ane­
ra de ex p licar las cosas, m edio griega, m edio hebrea, a la vez
m ística y alegórica, da a Proudhon pleno derecho p a ra decir:
"H e d em o strad o p o r m edio de la teo ría y de los hechos el p rin ­
cipio de que todo tra b a jo debe d e jar un excedente.”
Los hechos son el fam oso cálculo progresivo; la teo ría es
el m ito de Prom eteo.

P e ro —c o n tin ú a P ro u d h o n — e s te p rin c ip io , ta n c ie r to c o m o u n a p ro ­
p o sic ió n de a ritm é tic a , e s tá to d av ía lejo s de re a liz a rs e p a ra to d o s. Al
m is m o tie m p o q u e el p ro g r e s o de la a c tiv id a d p r o d u c to r a c o le c tiv a
a u m e n ta c o n s ta n te m e n te el p ro d u c to de c a d a jo r n a d a d e tr a b a jo in d i­
v id u a l, y ese a u m e n to d e b e ría t r a e r c o m o c o n se c u e n c ia n e c e s a ria q u e
el tr a b a ja d o r , c o n el m is m o sa la rio , fu e s e c a d a d ía m á s rico , v em o s
q u e u n a s c a p a s de la so c ie d a d se b e n e fic ia n m ie n tr a s o tr a s d e ca en
¡P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. i, p. 127].

En 1770, la población del Reino Unido de la G ran B retañ a


ascen d ía a 15 m illones, y la población activa era d e tres m illo­
nes. La fu erza p ro d u ctiv a de los perfeccionam ientos técnicos
equivalía aproxim adam ente a 12 m illones m ás de personas; por
lo tan to , la su m a to tal de fuerzas p ro d u ctiv as e ra igual a 15
m illones. La c a p acid ad productiva era, pues, a la población
com o uno es a uno, y la pro d u ctiv id ad de los adelantos técni­
cos e ra al ren d im ien to del trab ajo m anual com o 4 es a 1.
En 1840, la población no p asab a de 30 m illones: la p o b la­
ción p ro d u c tiv a era de seis m illones, m ien tras que la potencia
cien tífica ascen d ía a 650 m illones, es decir, e ra al conjunto de
la población com o 21 es a 1, y al rendim iento del tra b a jo m a­
n ual com o 108 es a 1 [45],
En la sociedad inglesa, la pro d u ctiv id ad de la jo rn a d a de
trab ajo h a aum entado, por lo tanto, en setenta años en 2 700%,
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 59

es decir, en el año 1840 se p ro d u cía en un d ía veintisiete veces


m ás que en 1770. Según Proudhon, h ab ría que p lan tear la cues­
tión siguiente: ¿Por qué el o b re ro inglés de 1840 no es veinti­
siete veces m ás rico que el de 1770? P la n te a r sem ejante cues­
tión significaría, n a tu ra lm e n te , su p o n er que los ingleses
h a b ría n podido p ro d u c ir estas riquezas sin que existiesen las
condiciones h istó ricas en que h ab ían sido p ro d u cidas, o sea:
la acu m u lació n p riv ad a de capitales, la división m o derna del
trab ajo , la fáb rica au to m ática, la com petencia an árq u ica, tra ­
b ajo asalariad o , en u n a p ala b ra , todo lo que está basado en el
antagonism o de clases. Pero p recisam en te estas condiciones
eran n ecesarias p a ra el d e sa rro llo de las fuerzas productivas
y del excedente de trab ajo . P or lo tan to , p a ra o b te n e r este de­
sa rro llo de las fuerzas p ro d u ctiv as y este excedente de tra b a ­
jo, era n ecesaria la existencia de unas clases que se benefician
y de o tra s que decaen.
¿Qué es, pues, en resu m id as cuentas, este Prom eteo resuci­
tad o p o r P roudhon? Es la sociedad, son las relaciones socia­
les b a sad as en el antag o n ism o de clases. E stas relaciones no
son relaciones en tre u n individuo y otro, sino e n tre el o b rero
y el cap italista, en tre el a rre n d a ta rio y el p ro p ie ta rio de la tie­
rra, etc. S uprím anse esas relaciones y se h a b rá d estru id o toda
la sociedad y v u estro P rom eteo q u e d a rá convertido en un fan­
tasm a sin b razos y sin p iern as, es decir, sin ta lle r autom ático
y sin división del trab ajo ; en u n a p alab ra, sin todo lo que des­
de el p rim e r m om ento se le p roporcionó p a ra h acerle ob ten er
ese excedente de trab ajo .
P or lo tanto, si en teo ría b a sta b a , como lo hace Proudhon,
con in te rp re ta r la fó rm u la del excedente de tra b a jo a p a rtir
del sentido de igualdad, sin to m ar en cu en ta las condiciones
a ctu a le s de la producción, en la p rá c tic a d e b e ría ser suficien­
te con h a c e r e n tre los o b rero s un re p a rto ig u alitario de todas
las riquezas ad q u irid a s actu alm en te, sin c a m b ia r p a ra nada
las condiciones actuales de la producción. E ste re p a rto no ase­
g u ra ría , claro está, u n alto g rado de b ie n e sta r a cada uno de
los p articip an tes.
Pero P ro udhon es m enos p esim ista de lo que po d ría p a re ­
cer. Como p a ra él la p ro p o rcio n alid ad lo es todo, en el Prom e­
teo tal cual realm en te existe, es decir, en la sociedad presente,
no puede m enos que v er un com ienzo de realización de su id ea
favorita. "P ero, a la vez, el p ro g reso de la riqueza, es decir, la
proporcionalidad de los valores, es la ley dom inante; y cuando
60 UN DESCUBRIMIENTO CIENTIFICO

los econom istas oponen a las quejas del p artid o social el c re ­


cim ien to progresivo de la fo rtu n a pública y la m ejoría de la
situ ació n inclusive de las clases m ás desv en tu rad as de la so­
ciedad, pro clam an, sin ellos sospecharlo, una v erd ad que es
la condenación de sus te o ría s” [Proudhon, loe. cit., ed. 1923,
t. 1, p. 127).
¿Qué es, en realidad, la riqueza colectiva, la fo rtu n a p ú bli­
ca? Es la riq u eza de la bu rg u esía, y no la de cad a b u rg u és en
p a rtic u la r. Pues bien, los econom istas no han hecho o tra cosa
que d e m o stra r cómo, en las relaciones de producción existen­
tes, h a crecid o y debe c re c e r aún m ás la riqueza de la b u rg u e ­
sía. En cu an to a la clase o b rera, e stá todavía p o r verse si su
situ ació n ha m ejorado a consecuencia del aum ento de la p re ­
ten d id a riqueza pública. C uando los econom istas nos citan, en
apoyo de su optim ism o, el ejem plo de los obreros ingleses ocu­
pados en la in d u stria algodonera, no ven su situación sino en
los ra ro s m om entos de la p ro sp erid ad del com ercio. Con re s­
pecto a los periodos de crisis y de estancam iento, esos m om en­
tos de p ro sp e rid ad g u a rd a n la "ju sta p ro p o rc ió n " de 3 a 10.
¿O tal vez, h ab lan d o de m ejoría, los econom istas q u erían refe­
rirse a esos m illones de obreros que tuvieron que p e re cer en
las In d ias o rien tales p a ra p ro c u ra r al m illón y m edio de obre­
ros ocupados en In g la te rra en esa m ism a ram a de la in d u stria
tre s años de p ro sp e rid ad de cad a diez?
E n cu an to a la particip ació n tem poral en el crecim iento de
la riqueza pública, eso ya es o tra cuestión. El hecho de e sta
particip ació n tem poral se explica p o r la teo ría de los econo­
m istas. Es la confirm ación de esta teoría, y en m odo alguno
su "co n d en ació n ”, com o asegura P roudhon. Si algo hay que
c o n d e n a re s, n a tu ralm en te, el sistem a de P roudhon que, como
hem os dem ostrado, red u ciría a los obrero s a un m ínim o de sa­
lario, pese al increm ento de las riquezas. Sólo som etiéndolos
a un m ínim o de sa la rio podría a p lic a r aquí el p rincipio de la
ju s ta p ro p o rcio n alid ad de los valores, del "v alo r co n stitu id o ”
p o r el tiem po de trabajo. Precisam ente porque el salario, a cau­
sa de la com petencia, oscila p o r encim a o p o r debajo del p re ­
cio de los víveres necesario s p ara el su sten to del obrero, éste
puede p a rtic ip a r, aun q u e sea en el grado m ás insignificante,
en el crecim ien to de la riqueza colectiva; pero p recisam ente
p o r eso puede tam bién p erecer com o consecuencia de la m ise­
ria. En esto co n siste toda la teoría de los econom istas, que no
se hacen ilusiones al respecto.
LEY DE PROPORCIONALIDAD DE LOS VALORES 61

D espués de sus larg as divagaciones a p ro p ó sito de los fe­


rro c a rrile s , de P rom eteo y de la nueva sociedad a re co n stitu ir
sobre la b ase del “v alo r co n stitu id o ” , Proudhon se recoge en
sí m ism o; la em oción le dom ina, y exclam a con un tono pa­
ternal:

Y o c o n ju r o a los e c o n o m is ta s a q u e se in te rro g u e n u n m o m e n to , en
el fo n d o de su c o ra z ó n , a b a n d o n a n d o los p re ju ic io s q u e les tu r b a n y
la p re o c u p a c ió n p o r los c a rg o s q u e o c u p a n o q u e e s p e ra n , p o r los in ­
te re s e s a c u y o se rv ic io e s tá n , p o r los v o to s q u e a m b ic io n a n , p o r las
d istin c io n es q u e h alag an su vanidad; que se in te rro g u e n y digan si h a sta
a h o r a el p rin c ip io de q u e to d o tr a b a jo d e b e d e ja r u n e x c e d e n te se lo
h a b ía n im a g in a d o con e s ta c a d e n a de p re m is a s y c o n s e c u e n c ia s que
h e m o s p u e s to de relieve ¡P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. i, pp. 127-128j
[46].
CAPITULO SEGUNDO

LA M E T A F ÍS IC A D E LA E C O N O M ÍA P O L ÍT IC A

1. EL M ÉTO D O

¡Henos aquí en p lena Alem ania! Vamos a h a b la r de m etafísi­


ca, a la vez que d isc u rrim o s sobre econom ía política. Y tam ­
bién en este caso no hacem os sino seguir las “contradicciones”
de P roudhon. H a sta hace u n m om ento me obligaba a h ab lar
en inglés, a co n v ertirm e h a sta cierto p u n to en inglés. Ahora
la escena cam bia. P roudhon nos tra sla d a a n u e stra querida pa­
tria y nos fuerza a re c o b ra r n u e stra condición de alem án a pe­
s a r n u e stro [47].
Si el inglés tra n sfo rm a los h om bres en som breros, el ale­
m án tra n sfo rm a los so m b rero s en ideas. El inglés es R icardo,
a cau d alad o b an q u ero y distin g u id o econom ista; el alem án es
Hegel, sim ple profesor de filosofía en la U niversidad de Berlín.
Luis XV, últim o rey absoluto y rep resentante de la decaden­
cia de la realeza fran cesa, ten ía a su servicio perso n al un m é­
dico que era a la vez el p rim e r econom ista de F rancia. E ste m é­
dico, este econom ista, p erso n ificab a el triu n fo inm inente y
seguro de la b u rg u e sía fran cesa. El d o cto r Q uesnay hizo de la
econom ía política u n a ciencia; la resum ió en su fam oso Tablean
économ ique. A dem ás de los m il y un co m en tario s aparecidos
so b re este cu ad ro , poseem os uno debido al p ro p io doctor. Es
el "a n á lisis del cu ad ro económ ico” , seguido de "siete observa­
ciones im p o rta n tes”.
P roudhon es u n segundo d o cto r Q uesnay. Es el Q uesnay de
la m etafísica de la econom ía política.
A hora bien, la m etafísica, com o en general to d a la filosofía,
se resu m e según Hegel en el m étodo. T endrem os pues que tr a ­
ta r de e sc la re ce r el m étodo de Proudhon, que es p o r lo m enos
ta n o scu ro com o el Tableau économ ique. Con este fin harem os
siete observaciones m ás o m enos im p o rtantes. Si el doctor
P ro u d h o n no e stá conform e con n u e stra s observaciones, qué
le harem os, p u ed e h a c e r de ab ate B audeau y d a r él m ism o "la
explicación del m étodo ecónom ico-m etafísico” [48],

[63]
64 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

Prim era observación

N o h a c e m o s u n a historia según el orden de los tiempos, s in o según la


sucesión de las ideas. L as fases o categorías e c o n ó m ic a s son, e n su ma­
nifestación, o r a c o n te m p o rá n e a s , o r a in v e rtid a s . . . L as te o ría s e c o n ó ­
m ic a s n o d e ja n d e te n e r p o r e so su sucesión lógica y su serie en el en­
tendimiento: es e se o rd e n e l q u e n o s ja c ta m o s d e h a b e r d e s c u b ie rto
(P ro u d h o n , loe. cit., t. I, p. 146 ¡ed. 1923, t. i, p. 179J).

D ecididam ente, P roudhon h a q u erid o a su sta r a los fra n ce ­


ses tirándoles a la cabeza frases casi hegelianas. Tenemos, pues,
que habérnoslas con dos hom bres, p rim ero con Proudhon y des­
pués con Hegel. ¿Cómo se distingue P roudhon de los dem ás
eco nom istas? ¿Y qué papel desem peña Hegel en la econom ía
p o lítica de Proudhon?
Los eco n om istas expresan las relaciones de la producción
b urguesa, la división del trabajo, el crédito, la m oneda, etc.,
com o categ o rías fijas, inm utables, etern as. P roudhon, que tie­
ne an te sí e sta s categorías com pletam ente form adas, quiere ex­
p licarn o s el acto de form ación, la generación de e stas catego­
rías, principios, leyes, ideas, pensam ientos.
Los eco n om istas nos explican cóm o se produce en esas re ­
laciones d ad as, p e ro lo q u e no nos explican es cóm o se p ro d u ­
cen esas relaciones, es decir, el m ovim iento h istó ric o que las
engendra. P roudhon, habiendo tom ado esas relaciones com o
principios, categ o rías, pensam ientos ab strac to s, no tiene m ás
q ue p o n er orden en esos pen sam ien to s que ya están o rd e n a­
dos alfab éticam en te al final de todo tra ta d o de econom ía polí­
tica. Los m a te ria le s de los econom istas son la vida activ a y di­
n ám ica de los hom bres; los m ate ria le s de P roudhon son los
dogm as de los econom istas. P ero desde el m om ento en que no
se p ersig u e el m ovim iento histó rico de las relaciones de p ro ­
ducción, del que las categ o rías no son sino la expresión te ó ri­
ca, desde el m om ento en que no se q u ie re ver en esas catego­
rías m ás que ideas y pensam ientos espontáneos, independientes
de las relaciones reales, se está forzado a asig n a r com o origen
de e sto s p en sam ientos el m ovim iento de la razón p u ra [49].
¿Cómo hace nacer esos pensam ientos la razón p u ra, eterna, im ­
p erso n al? ¿Cóm o procede p a ra p ro d u cirlo s?
Si tu v iéram o s la intrepidez de P ro u d h o n en m a te ria de h e­
gelianism o, diríam o s que la razón p u ra se distingue en sí m is­
m a de ella m ism a. ¿Q ué significa esto? Como la razón im p er­
EL MÉTODO 65

sonal no tiene fu e ra de ella ni te rre n o sob re el que pueda


a sen ta rse , ni objeto al cual p u ed a oponerse, ni sujeto con el
que p u ed a com binarse, se ve fo rzada a d a r v o lteretas situ án ­
dose, oponiéndose y com binándose —posición, oposición, com ­
binación. H ablando en griego, tenem os la tesis, la antítesis y
la síntesis. En cu an to a los q u e no conocen el lenguaje hegelia-
no, les direm os la fó rm u la sacram en tal: afirm ació n , negación
y negación de la negación. He aquí lo que significa m an ejar
las palab ras. In d u d ab lem en te esto no es hebreo, sin ánim o de
h e rir a Proudhon [50]; p ero es el lenguaje de esa razón tan pura,
se p a ra d a del individuo. En lu g a r del individuo o rd in ario , con
su m a n e ra c o rrie n te de h a b la r y de p en sar, no tenem os o tra
cosa qu e esa m a n e ra c o rrie n te en to d a su pu reza, sin el in­
dividuo.
¿ Hay que e x tra ñ a rse de q u e cu alq u ier cosa, en últim o g ra­
do de abstracción —puesto que hay abstracción y no análisis—,
se p re se n te en estad o de c ateg o ría lógica? ¿H ay que e x tra ñ a r­
se de qu e elim inando poco a poco todo lo que co n stitu y e la in­
dividualid ad de u n a casa, de que haciendo ab stracció n de los
m a te ria le s de que se com pone, de la form a que la distingue,
se llegue a o b te n e r sólo un cu erp o en general; que haciendo
a b stra cc ió n de los lím ites de ese cuerpo, no se tenga ya m ás
que un espacio; que haciendo p o r últim o ab stracció n de las di­
m ensiones de ese espacio, se term in e p o r no te n e r m ás que la
can tid a d ab so lu tam en te p u ra , la categ o ría lógica? A fu erza de
a b s tra e r así de todo su jeto los p reten d id o s accidentes, anim a­
dos o inanim ados, h o m b res o cosas, tenem os razón en decir
que, en últim o g rado de ab stracció n , se llega a o b te n er como
su stan cia las categ o rías lógicas. Así, los m etafísicos, que al h a­
cer esta s ab straccio n es se im aginan h acer an álisis y que, a m e­
dida qu e se se p a ra n m ás y m ás de los objetos, im aginan ap ro ­
xim arse a ellos h a sta el p u n to de pen etrarlo s, esos m etafísicos
tienen razón a su vez al decir que las cosas de n u e stro m undo
son b o rd ad o s cuya tra m a son las categ o rías lógicas. He aquí
lo que d istingue al filósofo del cristian o . El c ristia n o no cono­
ce m ás que u n a sola en carn ació n del Logos, en c o n tra de la ló­
gica; el filósofo no acab a en las encarnaciones. ¿Q ué tiene de
extraño, después de esto, que todo lo existente, q u e todo c u an ­
to vive sobre la tie rra y b ajo el agua, pueda, a fu erza de ab s­
tracción, ser reducido a u n a categoría lógica, y que de esta m a­
n era el m undo real e n te ro p u ed a h u n d irse en el m undo de las
abstraccio n es, en el m u n d o de las categ o rías lógicas? [51].
66 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

Todo lo que existe, todo lo que vive sobre la tie rra y bajo
el agua no existe, no vive más que p o r un m ovim iento cualquie­
ra. Así, el m ovim iento de la h isto ria produce las relaciones so­
ciales, el m ovim iento in d u strial nos p ro p o rcio n a los p ro d u c­
tos in d u striales, etcétera.
Así com o a fuerza de ab stracció n hem os tran sfo rm ad o toda
cosa en categ o ría lógica, de la m ism a m an era b a sta con h acer
abstracción de todo rasgo distintivo de los diferentes movimien­
tos p a ra llegar al m ovim iento en estado abstracto, al movimien­
to p u ram en te form al, a la fórm ula p u ram en te lógica del m ovi­
m iento. Y si en las categorías lógicas se en c u en tra la sustancia
de todas las cosas, en la fórm ula lógica del m ovim iento se cree
h a b e r en co n trad o el m étodo absoluto, que no sólo explica cada
cosa, sino que im plica adem ás el m ovim iento de la cosa.
De este m étodo ab soluto h abla Hegel en los térm inos si­
guientes: “El m étodo es la fuerza absoluta, única, suprem a, in­
finita, a la q u e ningún objeto puede oponer resistencia; es la
ten d en cia a la razón a reen co n trarse, a reconocerse a sí m is­
m a en toda co sa" (Hegel, Lógica [1816], t. ni) [52]. Si cada cosa
es red u cid a a una categ o ría lógica, y cad a m ovim iento, cada
acto de pro d u cció n al m étodo, de aquí se infiere n atu ralm e n te
que cada con ju n to de productos y de producción, de objetos
y de m ovim iento, se reduce a una m etafísica aplicada. Lo que
Hegel ha hecho p a ra la religión, el derecho, etc., Proudhon p re­
tende h a c e rlo p a ra la econom ía política [53].
¿Qué es, pues, este m étodo absoluto? La abstracción del mo­
vimiento. ¿Qué es la abstracción del m ovimiento? El movimien­
to en estad o a b strac to . ¿Qué es el m ovim iento en estado ab s­
tra c to ? La fó rm u la p u ram en te lógica del m ovim iento o el
m ovim iento de la razón p u ra. ¿En qué consiste el m ovim iento
de la razón p u ra ? En situ arse, oponerse, com binarse, form u­
larse com o tesis, an títesis y síntesis, o bien en afirm arse, en
negarse, y en n eg ar su negación.
¿Cómo hace la razón p ara afirm arse, p a ra situarse com o ca­
teg o ría d eterm in ad a? E sto es asu n to de la m ism a razón y de
sus apologistas.
Pero u n a vez que la razón ha llegado a situ a rse como tesis,
e sta tesis, este pensam iento, opuesto a sí m ism o, se desdobla
en dos p ensam ientos con trad icto rio s, el positivo y el negativo,
el sí y el no. La lucha de estos dos elem entos antagónicos, en­
c e rra d o s en la an títesis, constituye el m ovim iento dialéctico.
El sí se convierte en no, el no se convierte en sí, el sí pasa a
EL MÉTODO 67

ser a la vez sí y no, el no es a la vez no y sí, los co n tra rio s se


eq u ilib ran , se n eu tralizan , se paralizan. La fusión de estos dos
pensam ientos co n trad icto rio s constituye un p ensam iento nue­
vo que es la síntesis. E ste pen sam ien to nuevo se desdobla aún
en dos p ensam ientos c o n tra d ic to rio s que se funden a su vez
en u n a nueva síntesis. De este trab ajo de gestación nace un gru­
po de pensam ientos. E ste grupo de pensam ien to s sigue el m is­
mo m ovim iento dialéctico que una categoría sim ple y tiene por
a n títe sis un g ru p o co n trad icto rio . De estos dos grupos de pen­
sam ientos nace un nuevo grupo de pensam ientos, que es su
síntesis.
Así com o del m ovim iento dialéctico de las categorías sim ­
ples nace el grupo, así tam bién del m ovim iento dialéctico de
los g ru p o s nace la serie, y del m ovim iento dialéctico de las se­
ries nace todo el sistem a.
A plicad este m étodo a las categ o rías de la econom ía políti­
ca y obten d réis la lógica y la m etafísica de la econom ía política,
o, en o tro s térm inos, ten d réis las categorías económ icas co­
nocid as p o r todo el m undo, trad u cid as a un lenguaje poco
conocido, que les da el aspecto de h ab er florecido recientem en­
te en u n a cabeza que es razón pura: hasta tal p u n to estas c ate­
gorías p arecen e n g en d rarse las unas a las o tras, encadenarse
y en tre la z arse unas con o tra s p o r la acción exclusiva del m o­
vim iento diálectico. Que el lecto r no se asu ste de esta m etafí­
sica con toda su arm azón de categorías, de grupos, de series
y de sistem as. Proudhon, pese a todo su celo p o r escalar la cima
del sistem a de las contradicciones, no ha podido jam ás p asa r
de los dos p rim ero s escalones, de la tesis y de la an títesis sim ­
ples, y adem ás sólo dos veces los ha b rin cad o y, de estas dos
veces, u n a h a caído de espaldas.
H a sta aquí sólo hem os expuesto la d iálectica de Hegel. Ve­
rem os m ás adelante cóm o Proudhon ha logrado red u cirla a las
pro p o rcio n es m ás m ezquinas. Así, p a ra Hegel, todo lo que ha
acaecid o y que sigue acaeciendo co rresp o n d e ju stam en te a lo
que acaece en su propio razonam iento. Así la filosofía de la his­
to ria no es m ás que la h isto ria de la filosofía, de su propia filo­
sofía. N o existe ya la “h isto ria según el orden de los tiem pos”;
lo ú n ico que existe es la “ sucesión de las ideas en el en tendi­
m iento. Cree c o n stru ir el m undo p o r el m ovim iento del p ensa­
m iento, cu an d o no hace sino re c o n stru ir sistem áticam ente y
o rd e n a r bajo el m étodo abso lu to los p ensam ientos que están
en la cabeza de todo el m undo [54],
68 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLÍTICA

Segunda observación

Las categ o rías económ icas no son m ás que expresiones te ó ri­


cas, las abstracciones de las relaciones sociales de producción.
Proudhon, tom ando las cosas al revés com o buen filósofo, no
ve en las relaciones reales m ás que las en carn acio n es de estos
principios, de estas categorías, que dorm itaban, como nos dice
tam bién P roudhon el filósofo, en el seno de la “ razón im perso­
nal de la h u m a n id a d ”.
Proudhon el econom ista ha sabido ver m uy bien que los hom ­
b re s hacen el paño, el lienzo, la seda, en el m arco de relacio­
nes d e term in ad as de producción. Pero lo que no h a sabido ver
es que estas relaciones sociales determ in ad as son pro d u cid as
p o r los h o m b res lo m ism o que el lienzo, el lino, etc. [55] Las
relaciones sociales están íntim am ente vinculadas a las fu e r­
zas pro d u ctiv as. Al a d q u irir nuevas fuerzas productivas, los
hom bres cam bian de modo de producción, y al cam biar el modo
de p roducción, la m an e ra de g anarse la vida, cam bian todas
sus relaciones sociales. El molino m ovido a brazo nos da la so­
ciedad del señ o r feudal; el m olino de vapor, la sociedad del ca­
p ita lista in d u strial.
Los hom b res, al estab lecer las relaciones sociales con a rre ­
glo a su p ro d u ctiv id ad m aterial, p ro ducen tam bién los p rin c i­
pios, las ideas y las categorías conform e a sus ‘relaciones so­
ciales.
P or lo tanto, estas ideas, estas categorías, son tan poco ete r­
n as com o las relaciones que expresan. Son productos históri­
cos y transitorios.
Existe un m ovim iento continuo de crecim iento de las fu e r­
zas p roductivas, de destru cció n de las relaciones sociales, de
form ación de las ideas; lo único inm utable es la ab stracció n
del m ovim iento: m ors im m ortalis [56].

Tercera observación

En cada sociedad las relaciones de producción form an un todo.


P roudhon concibe las relaciones económ icas com o o tra s tan ­
tas fases sociales, que se engendran una a otra, derivan una
de o tra, lo m ism o que la an títesis de la tesis, y realizan en su
sucesión lógica la razón im personal de la hum anidad.
El único inconveniente de este m étodo es que, al a b o rd a r
el exam en de u n a sola de esas fases, P roudhon ñ o puede expli-
EL MÉTODO 69

c a ria sin r e c u rrir a todas las dem ás relaciones sociales, rela­


ciones que, sin em bargo, no h a podido todavía e n g en d rar por
m edio de su m ovim iento diálectico. Y cuando Proudhon pasa
después, con la ayuda de la razón p u ra, a e n g e n d ra r las o tra s
fases, hace com o si acab asen de n acer, olvidando que son tan
viejas como la p rim e ra [57],
Así, p a ra llegar a la constitución del valor, que, aju ic io suyo,
es la base de todas las evoluciones económ icas, no podía p re s­
c in d ir de la división del trabajo, de la com petencia, etc. Sin
em bargo, esta s relaciones todavía no existían en la serie, en
el e n ten d im ien to de P roudhon, en la sucesión lógica.
C onstruyendo con las categ o rías de la econom ía política el
edificio de un sistem a ideológico, se disloca a los m iem bros
del sistem a social. Se tra n sfo rm a n los d iferentes m iem bros de
la sociedad en o tra s ta n ta s sociedades sep arad as, que se suce­
den u n a tra s o tra. En efecto, ¿cóm o la fó rm u la lógica del m o­
vim iento, de la sucesión, del tiem po, p o d ría explicarnos por
sí sola el cuerp o de la sociedad, en el que todas las relaciones
coexisten sim ultáneam ente y se sostienen las u n as a las o tras?
[58],

Cuarta observación

Veam os ah o ra qué m odificaciones hace s u frir P roudhon a la


d iálectica de Hegel aplicán d o la a la econom ía política.
P ara él, p a ra Proudhon, cada categoría económ ica tiene dos
lados, u no bueno y o tro m alo. C onsidera las categ o rías com o
el p eq u eñ o b u rg u és co n sid era a las g ran d es fig u ras históricas:
Napoleón es un g ran hom bre; ha hecho m ucho bien, pero tam ­
bién ha hecho m ucho m al.
E l lado bueno y el lado m alo, la ventaja y el inconveniente,
tom ados en conjunto, form an según Proudhon la contradicción
in h eren te a cad a categ o ría económ ica.
P roblem a a resolver: C onservar el lado bueno, elim inando
el m alo.
La esclavitud es u n a c ateg o ría económ ica com o o tra cual­
quiera. P or consiguiente, tam bién tiene sus dos lados. Dejemos
el lado m alo de la esclav itu d y hablem os de su lado bueno: de
suyo se com prende que sólo se tra ta de la esclavitud directa,
de la esclav itu d de los negros en el S urinam , en el B rasil, en
los esta d o s sureñ o s de A m érica del N orte.
Lo m ism o que las m áq u in as, el créd ito , etc., la esclavitud
70 LA METAFÌSICA DE LA ECONOMÌA POLÌTICA

d irecta es el eje de la in d u stria burguesa. Sin esclavitud no ha­


b ría algodón; sin algodón no h ab ría in d u stria m oderna. La es­
clav itu d ha d ado su v alo r a las colonias, las colonias han cre a ­
do el com ercio universal, el com ercio universal es la condición
de la g ran in d u stria. Por lo tanto, la esclavitud es una catego­
ría económ ica de elevada im portancia.
Sin esclavitud, América del N orte, el país de m ás rápido p ro ­
greso, se tra n s fo rm a ría en un país p a tria rc al. B o rrad N o rte­
am é ric a del m apa del m undo y ten d réis la an arquía, la deca­
dencia com pleta del com ercio y de la civilización m odernas.
S u p rim id la esclavitud y h a b ré is b o rra d o a N o rteam érica del
m ap a de los pueblos [59].
Como la esclavitud es una categoría económ ica, siem pre ha
figurado en tre las instituciones de los pueblos. Los pueblos m o­
dernos no han hecho m ás que en c u b rir la esclavitud en sus p ro ­
pios p aíses y la han im puesto sin tap u jo s en el Nuevo Mundo.
¿Cómo se las a rreg lará Proudhon p a ra salvar la esclavitud?
P la n te a rá este problem a: conservar el lado bueno de e sta cate­
goría económ ica y elim in ar el m alo.
H egel no tiene pro b lem as que p la n tea r. Sólo tiene la dia­
léctica. P ro u d h on no tiene de la dialéctica de Hegel m ás que
el lenguaje. A su juicio, el m ovim iento dialéctico es la d istin ­
ción dogm ática de lo bueno y de lo malo.
Tom em os p o r un in sta n te al p ro p io P roudhon como cate­
goría. E xam inem os su lado bueno y su lado m alo, sus virtudes
y sus defectos.
Si en com paración con Hegel tiene la virtud de plan tear p ro ­
blem as, reserv ándose el derecho de solucionarlos p a ra el m a ­
yor bien de la hum anidad, en cam bio tiene el defecto de adole­
cer de e ste rilid ad cuando se tra ta de en g en d rar p o r la acción
de la dialéctica una nueva categoría. La coexistencia de dos
lados c o n trad icto rio s, su lucha y su fusión en u n a nueva cate­
g o ría constituyen el m ovim iento dialéctico. El que se p lan te a
el p ro b lem a de elim in ar el lado m alo, con ello m ism o pone fin
de golpe al m ovim iento dialéctico. Ya no es la categoría la que
se sitú a en sí m ism a y se opone a sí m ism a en v irtu d de su n a­
tu ra le z a co n trad icto ria, sino que es P roudhon el que se m u e­
ve, fo rcejea y se ag ita e n tre los dos lados de la categoría.
P u esto así en un atolladero, del que es difícil salir p o r los
m edios legales, Proudhon hace un esfuerzo desesperado y de
un salto se ve tra slad ad o a una nueva categoría. Entonces a p a ­
rece an te sus ojos aso m b rad o s la serie en el entendim iento.
EL MfiTODO 71

Tom a la p rim era categ o ría que se le viene a m ano y le a tri­


buye arb itrariam en te la propiedad de sup rim ir los inconvenien­
tes de; la categ o ría que se tr a ta de d ep u rar. Así, de c re e r a
P roudhon, los im puestos su p rim en los inconvenientes del mo­
nopolio; la balanza comercial, los inconvenientes de los im pues­
tos; la p ro p ied ad te rrito ria l, los inconvenientes del crédito.
Tom ando así sucesivam ente las categ o rías económ icas una
p o r una, y concibiendo u n a de las categorías com o antídoto de
la otra, P ro u d h o n llega a com poner, con e sta m ezcla de con­
tradiccio n es, dos volúm enes de contradicciones, que denom i­
na con ju sta razón: Sistem a de las contradicciones económ icas
[60],

Quinta observación

E n la ra z ó n a b s o lu ta to d a s e s ta s i d e a s . . . son ig u a lm e n te sim p le s y ge­


n e ra le s . . . De h e c h o n o lleg am o s a la c ie n c ia sin o le v a n ta n d o con n u e s­
tr a s id e a s u n a especie de a n d a m ia je . P e ro la v e rd a d en sí n o d e p e n d e
de e s ta s fig u ra s d ia lé c tic a s y e s tá lib re d e las c o m b in a c io n e s de n u e s ­
t r o e s p íritu . (P ro u d h o n , loe. cit., t. n, p. 97 (ed. 1923, t. II, pp. 78-79].)

¡He aquí que, sú b itam en te, m ed ian te un b ru sc o viraje cuyo


secreto conocem os ah o ra, la m etafísica de la econom ía políti­
ca se ha convertido en u n a ilusión! Jam ás P ro u d h o n hab ía di­
cho n a d a m ás justo. N atu ralm en te, desde el m om ento en que
el proceso del m ovim iento dialéctico se red u ce al sim ple p ro ­
cedim iento de o p o n er el bien al m al, de p la n te a r problem as
cuya fin alid ad consiste en elim in ar el m al y de em p lear una
catego ría com o an tído to de o tra , las categorías p ierd en su es­
pontaneidad; la idea "deja de funcionar"·, en ella ya no hay vida.
Ya no puede ni situ arse ni d escom ponerse en categorías. La
sucesión de las categ o rías se convierte en u n a especie de an­
dam iaje. La dialéctica no es ya el m ovim iento de la razón ab ­
soluta. De la dialéctica no q u eda nada, y en su lu g a r vemos a
lo sum o la m oral pura.
C uando h ab lab a P ro u d h o n de la serie en el entendim iento,
de la sucesión lógica de las categorías, d eclarab a positivam en­
te que no q u e ría exponer la historia según el orden cronólogi-
co, es decir, según P roudhon, la sucesión h istó ric a en la que
las categ o rías se han m anifestado. Todo o c u rría p a ra él en el
éter puro de la razón. Todo debía despren d erse de este é te r por
m edio de la dialéctica. A hora que se tra ta de p o n er en p rá c ti­
72 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

ca e sta dialéctica, la razón lo traiciona. La dialéctica de Proud-


hon a b ju ra de la d ialéctica de Hegel, y he aquí que P roudhon
se ve p recisad o a reconocer que el o rd en en que expone las ca­
teg o rías económ icas no es el o rden en que se en gendran unas
a o tra s. Las evoluciones económ icas no son ya las evoluciones
de la razón m ism a.
¿Q ué es, pues, lo q u e nos p re se n ta P roudhon? ¿La h isto ria
real, es decir, según lo entiende P roudhon, la sucesión en que
las c a teg o rías se h a n m anifestado siguiendo el o rd en cronoló­
gico? No. ¿La h isto ria tal com o se d esa rro lla en la idea m is­
m a? Aún m enos. Así, pues, ¡no nos p re se n ta ni la h isto ria p ro ­
fana de las categ orías ni su h isto ria sagrada! ¿Qué h isto ria nos
ofrece, en fin de cu en tas? La h isto ria de sus p ro p ias c o n tra ­
dicciones. V eam os cóm o se m ueven estas co n tradicciones y
cóm o a rra s tra n en su m arch a a Proudhon.
A ntes de e m p re n d e r este exam en, que d a rá lu g ar a la sexta
observación im p o rtan te, debem os h ac er o tra observación m e­
nos im p o rtan te.
S upongam os con P roudhon que la h isto ria real, la h isto ria
según el o rd en cronológico, es la sucesión h istó ric a en la que
se h an m an ifestad o las ideas, las categorías, los principios.
C ada p rincipio ha tenido su siglo p a ra m anifestarse: el p rin ­
cipio de au to rid a d , p o r ejem plo, corresp o n d e al siglo xi; el
p rincipio del individualism o, al siglo xvm . De consecuencia en
consecuencia, ten d ríam o s que decir que el siglo pertenece al
principio, y no el p rincipio al siglo. En o tro s térm inos, sería
el p rin cip io el que ha cread o la histo ria, y no la h isto ria la que
h a cread o el principio. Pero si, p a ra salv ar los principios y la
h isto ria , nos p reg u n tam o s por qué ta l p rincipio se h a m ani­
festad o en el siglo xi o en el siglo xvm , y no en o tro cu alquie­
ra, d eberem os p o r fuerza ex am in ar m inuciosam ente cuáles
e ra n los h o m b res del siglo xi, cuáles los del siglo xvm , cuáles
e ra n sus respectivas necesidades, sus fuerzas productivas, su
m odo de producción, las m aterias p rim a s em pleadas en su p ro ­
ducción y, p o r últim o, las relaciones en tre los hom bres que de­
rivan de to d as e sta s condiciones de existencia. ¿Es que e stu ­
d ia r todas estas cuestiones no significa exponer la historia real,
la h isto ria p ro fa n a de los hom bres de cad a siglo, p re se n ta r a
estos h o m b res a la vez com o los a u to re s y los acto res de su
p ro p io d ra m a ? Pero, desde el m om ento en que se p resen ta a
los h o m b res com o los ac to re s y los a u to re s de su p ro p ia h isto ­
ria, se llega, d an do un rodeo, al v erd ad ero punto de p a rtid a ,
EL MÉTODO 73

p o rq u e se ab an d o n an los principios etern o s de los que se h a­


bía p a rtid o al comienzo.
En cu an to a Proudhon, ni siq u iera p o r esos atajo s que tom a
el ideólogo ha avanzado lo suficiente p a ra sa lir al anchuroso
cam ino de la h isto ria [61].
Sexta observación
Sigam os a P ro u d h o n p o r esos atajos.
Adm itam os que las relaciones económ icas, concebidas como
leyes inm utables, como principios eternos, com o categorías idea­
les, hayan preced id o a la vida activa y dinám ica de los hom ­
b res [62]; adm itam os, adem ás, que estas leyes, estos principios,
e sta s categ o rías hayan esta d o dorm itando, desde los orígenes
de los tiem pos, "en la razón im perso n al de la h u m an id ad ” . Ya
hem os visto que to d as e sta s etern id ad es in m u tab les e inm óvi­
les no dejan m argen p a ra la h isto ria; todo lo m ás que queda
es la h isto ria en la idea, es decir, la h isto ria que se refleja en
el m ovim iento dialéctico de la razón pu ra. D iciendo que en el
m ovim iento dialéctico las ideas ya no se “diferencian", P roud­
hon an u la toda som bra de m ovim iento y el m o vim ien to de las
som bras con las que h a b ría podido, al m enos, c re a r un sim u­
lacro de historia. En lug ar de ello, atrib u y e a la h isto ria su pro­
pia im potencia y se queja de todo, h a sta de la lengua francesa.
"N o es exacto a firm a r —dice P ro u d h o n el filósofo— que una
cosa adviene, que una cosa se produce: en la civilización, al igual
que en el universo, todo existe, todo actú a desde siem pre. [. . .]
Lo m ism o acontece con toda la econom ía social" (Proudhon,
loe. cit., t. II, p. 102 ¡ed. 1923, t. n, p. 82]).
La fuerza p ro d u c to ra de las contrad iccio n es q u e funcionan
y que hacen fu ncionar a P roudhon es tan grande, que, querien­
do ex p licar la h isto ria, se ve obligado a negarla; q ueriendo ex­
p lica r la ap arició n consecutiva de las relaciones sociales, nie­
ga q u e una coSa cualquiera p u eda advenir; q u erien d o explicar
la prod u cció n y todas sus fases, niega que una cosa cualquiera
pueda producirse.
P o r tanto, p a ra P ro u d h o n no hay ni h isto ria ni sucesión de
ideas, y sin em b arg o c o n tin ú a existiendo su libro; y ese libro
es p recisam en te, de ac u e rd o con su p ro p ia expresión, la “his­
toria según la sucesión de las ideas". ¿Cómo e n c o n tra r una fór­
m ula —pues P roudhon es el hom b re de las fó rm u las— con la
que p o d er s a lta r de un brinco p o r encim a de to d as estas con­
tradiccio n es?
74 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

P a r a e s to h a in v e n ta d o u n a ra z ó n n u e v a , q u e n o e s n i la r a :
z ó n a b s o l u t a , p u r a y v i r g e n , n i l a r a z ó n c o m ú n d e lo s h o m b r e s
a c t i v o s y d i n á m i c o s e n lo s d i f e r e n t e s s i g l o s , s i n o u n a r a z ó n d e
u n g é n e r o c o m p l e t a m e n t e p a r t i c u l a r , la r a z ó n d e la s o c i e d a d
p e r s o n a , d e l s u j e t o h u m a n i d a d , r a z ó n q u e la p l u m a d e P r o u d ­
h o n p r e s e n t a t a m b i é n a v e c e s c o m o “g e n i o s o c i a l" , c o m o “ ra ­
z ó n g e n e r a l ’1o , p o r ú l t i m o , c o m o “ r a z ó n h u m a n a " . S i n e m b a r ­
g o , a e s t a r a z ó n , e n c u b i e r t a c o n t a n t o s n o m b r e s , s e la r e c o n o c e
a c a d a i n s t a n t e c o m o la r a z ó n i n d i v i d u a l d e P r o u d h o n , c o n s u
la d o b u e n o y s u la d o m a lo , s u s a n tíd o to s y s u s p r o b le m a s .
" L a r a z ó n h u m a n a n o c r e a la v e r d a d ” , o c u lta e n la s p r o f u n ­
d id a d e s d e la r a z ó n a b s o lu ta , e te r n a ; s ó lo p u e d e d e s c u b r ir la .
P e ro la s v e rd a d e s q u e h a d e s c u b ie rto h a s ta el p r e s e n te so n in ­
c o m p l e t a s , i n s u f i c i e n t e s y , p o r lo m i s m o , c o n t r a d i c t o r i a s . E n
c o n s e c u e n c ia , la s c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s , sie n d o a s u vez v e r­
d a d e s d e s c u b ie r ta s y r e v e la d a s p o r la ra z ó n h u m a n a , p o r el
g e n io s o c i a l , s o n t a m b i é n i n c o m p l e t a s y c o n t i e n e n e l g e r m e n
d e la c o n t r a d i c c i ó n . A n t e s d e P r o u d h o n , e l g e n io s o c i a l n o h a ­
b í a v i s t o m á s q u e l o s e l e m e n t o s a n t a g ó n ic o s , y n o l a f ó r m u l a
s i n t é t i c a , o c u l t o s a m b o s s i m u l t á n e a m n e t e e n la r a z ó n a b s o l u ­
ta . P o r e s o , l a s r e l a c i o n e s e c o n ó m i c a s , n o s i e n d o s i n o l a r e a l i ­
z a c ió n t e r r e n a l d e e s ta s v e r d a d e s in s u f ic ie n te s , d e e s ta s c a t e ­
g o r ía s in c o m p le ta s , d e e s ta s n o c io n e s c o n tr a d ic to r ia s ,
c o n t i e n e n e n s í m i s m a s l a c o n t r a d i c c i ó n y p r e s e n t a n lo s d o s
l a d o s , u n o b u e n o y o t r o m a lo .
E n c o n t r a r la v e r d a d c o m p le ta , la n o c ió n e n to d a s u p le n i­
t u d , la f ó r m u l a s i n t é t i c a q u e d e s t r u y e l a a n t i n o m i a : h e a q u í
el p r o b le m a q u e d e b e r e s o lv e r el g e n io s o c ia l. Y h e a q u í t a m ­
b ié n p o r q u é , e n la im a g in a c ió n d e P r o u d h o n , e s e m is m o g e ­
n io s o c ia l h a te n id o q u e p a s a r d e u n a c a te g o r ía a o tr a , s in h a ­
b e r c o n s e g u id o a ú n , p e s e a to d a la b a te r ía d e s u s c a te g o r ía s ,
a r r a n c a r a D io s , a l a r a z ó n a b s o l u t a , u n a f ó r m u l a s i n t é t i c a .

La so c ie d a d (el g e n io social) c o m ie n za p o r s u p o n e r u n p r im e r hecho,


p o r s e n ta r u n a h ip ó te s is .. ., v e rd a d e ra a n tin o m ia cu y o s re s u lta d o s a n ­
ta g ó n ic o s se d e s a r r o lla n e n la e c o n o m ía so c ia l e n el m is m o o rd e n e n
q u e h a b ría n p o d id o s e r d e d u c id o s e n la m e n te c o m o c o n se c u e n c ia s;
de m a n e ra q u e el m o v im ie n to in d u s tria l, sig u ie n d o en to d o la d e d u c ­
c ió n de las id e a s, se d iv id e e n dos c o rrie n te s : la u n a de e le c to s ú tile s
y la o tr a de re s u lta d o s su b v e rsiv o s. . . P a ra c o n s titu ir a rm ó n ic a m e n te
ese p rin c ip io d o b le y re s o lv e r e sa a n tin o m ia , la so c ie d a d h a ce s u rg ir
u n a se g u n d a a n tin o m ia , a la q u e n o ta r d a r á en s e g u ir u n a te rc e ra , y
tal s e rá la m a rc h a d e l g en io social h a s ta q u e a g o ta d a s to d a s su s c o n ­
EL MÉTODO 75

tra d ic c io n e s —su p o n g o , a u n q u e e llo n o e s tá d e m o s tra d o , q u e la s c o n ­


tra d ic c io n e s e n la h u m a n id a d tie n e n u n té r m in o —, r e to m e d e u n sal­
to a to d a s su s p o sic io n e s a n te rio r e s y re su e lv a en u n a sola fó rm u la
to d o s s u s p ro b le m a s (P ro u d h o n , loe. cit., t. i, p. 133 (ed. 1923, t. i, p.
169)).

A sí c o m o a n t e s la a n t í t e s i s s e t r a n s f o r m ó e n a n t í d o t o , a h o ­
r a la t e s i s p a s a a s e r h i p ó t e s i s . P e r o e s t e c a m b i o d e t é r m i n o s
de P ro u d h o n n o p u ed e ya c a u s a rn o s so rp re sa . L a ra z ó n h u m a ­
n a , q u e n o tie n e n a d a d e p u r a p o r n o p o s e e r m á s q u e o p in io ­
n e s in c o m p le ta s , tr o p ie z a a c a d a p a s o c o n n u e v o s p ro b le m a s
a r e s o l v e r . C a d a n u e v a t e s i s d e s c u b i e r t a p o r e l l a e n la r a z ó n
a b s o l u t a y q u e e s l a n e g a c i ó n d e la p r i m e r a t e s i s , s e c o n v i e r t e
p a r a e lla e n u n a s ín te s is , q u e a c e p ta c o n b a s ta n te in g e n u id a d
c o m o l a s o l u c i ó n d e l p r o b l e m a e n c u e s t i ó n . A sí e s c o m o e s t a
ra z ó n se a g ita e n c o n tra d ic c io n e s s ie m p re n u e v a s , h a s ta q u e,
a l lle g a r a l p u n to fin a l d e la s c o n tr a d ic c io n e s , a d v ie r te q u e to ­
d a s s u s te s is y s ín te s is n o s o n o t r a c o s a q u e h ip ó te s is c o n tr a ­
d i c t o r i a s . E ti s u p e r p l e j i d a d , " l a r a z ó n h u m a n a , e l g e n io s o c ia l,
r e t o r n a d e u n s a lto a to d a s s u s p o s ic io n e s a n te r io r e s y r e s u e l­
v e e n u n a s o l a f ó r m u l a t o d o s s u s p r o b l e m a s ” . D ig a m o s d e p a s o
q u e e s ta f ó r m u la ú n ic a c o n s titu y e el v e r d a d e r o d e s c u b rim ie n to
d e P r o u d h o n . E s el v a lo r c o n s titu id o .
L a s h ip ó te s is n o se a s i e n t a n s in o c o n u n fin d e te r m in a d o .
E l f i n q u e s e p r o p o n e e n p r i m e r l u g a r e l g e n io s o c i a l q u e h a ­
b l a p o r b o c a d e P r o u d h o n , e s e l i m i n a r lo q u e h a y a d e m a l o e n
c a d a c a t e g o r í a e c o n ó m i c a , p a r a q u e n o q u e d e m á s q u e lo b u e ­
n o . E l b ie n , e l b ie n s u p r e m o , e l v e r d a d e r o fin p r á c tic o , es p a r a
é l l a i g u a ld a d . Y ¿ p o r q u é e l g e n io s o c i a l s e p r o p o n e la i g u a l ­
d a d m á s q u e la d e s i g u a l d a d , la f r a t e r n i d a d , e l c a t o l i c i s m o o
c u a lq u ie r o tro p rin c ip io ? P o rq u e " la h u m a n id a d n o h a re a li­
z a d o s u c e s iv a m e n te t a n ta s h ip ó te s is p a r ti c u l a r e s m á s q u e e n
v is ta d e u n a h ip ó te s is s u p e r i o r ” , q u e e s c a b a lm e n te la ig u a l­
d a d . E n o t r a s p a l a b r a s , p o r q u e la i g u a l d a d e s e l i d e a l d e P r o u d ­
h o n . É l s e i m a g i n a q u e l a d i v i s i ó n d e l t r a b a j o , e l c r é d i t o , la f á ­
b r ic a , e n s u m a , to d a s la s r e la c io n e s e c o n ó m ic a s h a n s id o
in v e n ta d a s ú n ic a m e n te e n b e n e f ic io d e la ig u a ld a d , y s in e m ­
b a r g o h a n t e r m i n a d o s i e m p r e p o r v o l v e r s e c o n t r a e lla . D e l h e ­
c h o d e q u e l a h i s t o r i a y l a f i c c ió n d e P r o u d h o n s e c o n t r a d i g a n
a c a d a p a s o , d e d u c e él q u e a llí h a y u n a c o n tr a d ic c ió n . S i h a y
c o n t r a d i c c i ó n , s ó lo e x i s t e e n t r e s u i d e a f i j a y , e l m o v i m i e n t o
re a l.
76 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

En lo sucesivo, el lado bueno de cad a relación económ ica


es el que afirm a la igualdad, y el lado m alo el que la niega y
afirm a la d esigualdad. Toda nueva categ o ría es u n a hipótesis
del genio social p a ra elim in ar la desigualdad eng en d rad a por
la h ip ó tesis precedente. En resum en, la igualdad es la inten­
ción prim itiva , la tendencia m ística, el fin providencial que el
genio social no p ierde n u nca de vista, girando en el círculo de
las co n trad iccio n es económ icas. P o r eso, la Providencia es la
lo com otora que hace m a rc h a r todo el bagaje económ ico de
P ro udhon m ucho m ejor que su razón p u ra y etérea. N u estro
a u to r h a consagrado a la Providencia todo un capítulo, que si­
gue al de los im puestos.
P rovidencia, fin providencial: he aquí la p a la b ra altisonan­
te que hoy se em plea p a ra explicar la m arch a de la historia.
En realidad, e sta p a lab ra no explica nada. Es, cuanto más, una
fo rm a retó rica, u na m an era como c u a lq u ier o tra de p a ra fra ­
s e a r los hechos [63].
Es sabido que en Escocia au m en tó el v alor de la propiedad
de la tie rra gracias al desarro llo de la in d u stria inglesa. E sta
in d u stria ab rió a la lan a nuevos m ercados de venta. P ara p ro ­
d u c ir la lana en gran escala, era preciso tra n sfo rm a r los cam ­
pos de laboreo en pastizales. P a ra efe c tu a r esta tra n sfo rm a ­
ción, e ra n ecesario co n c e n tra r la propiedad. P ara co n cen trar
la pro p ied ad , h ab ía que a c a b a r con la pequeña propiedad, ex­
p u ls a r a m iles de p ro p ie tario s de su país n atal y colocar en su
lu g a r a unos cuantos p a sto re s encargados de c u id ar m illones
de ovejas. Así, pues, la propiedad te rrito ria l condujo en Esco­
cia, m ediante tran sfo rm acio n es sucesivas, a que los hom bres
se viesen desplazados p o r las ovejas. Decid ahora que el fin pro­
videncial de la in stitu ció n de la p ro p ied ad te rrito ria l en E sco­
cia e ra h a c e r que los hom bres fuesen desplazados por las ove­
jas, y te n d ré is la h isto ria providencial.
N atu ralm en te, la tendencia a la igualdad es propia de nues­
tro siglo. P ero a firm a r que todos los siglos a n terio res —con
sus necesidades, m edios de producción, etc., com pletam ente
d istin to s— se esforzaron providencialm ente p o r realizar la
igualdad, es, a n te todo, confundir los m edios y los hom bres de
n u e s tro siglo con los hom bres y los m edios de siglos a n te rio ­
res y desconocer el m ovim iento h istó ric o p o r el que las gene­
raciones sucesivas han ido tra n sfo rm an d o los resu ltad o s a d ­
q u irid o s p o r las generaciones precedentes. Los econom istas
saben m uy bien que la m ism a cosa que p a ra uno e ra un p ro ­
EL MÉTODO 77

ducto elab o rad o , no e ra p a ra o tro m ás que la m a te ria prim a


d estin a d a a u n a nueva producción.
Suponed, com o lo hace Proudhon, que el genio social p ro ­
dujo, o, m ejor dicho, im provisó a los señores feudales con el
fin p rovidencial de tra n s fo rm a r a los colonos en trabajadores
responsables e iguales entre sí, y h ab réis hecho u n a sustitución
de fines y de p erso n as m uy digna de esa P rovidencia que en
Escocia in stitu ía la propiedad te rrito rial p ara perm itirse el m a­
ligno p lacer de v er a los h o m b res desplazados p o r las ovejas.
Pero p u esto que P ro u d h o n d em u estra un in te rés tan tiern o
p o r la P rovidencia, le rem itim o s a la Historia de la econom ía
política del señ o r De V illeneuve-B argem ont, que tam bién p er­
sigue u n fin providencial. E ste fin no es ya la ig ualdad sino el
cato licism o [64],

S ép tim a y ú ltim a observación

Los econom istas p ro ced en de sin g u lar m anera. P ara ellos no


hay m ás que dos clases de instituciones: unas artificiales y otras
n a tu ra le s. Las in stitu cio n es del feudalism o son artificiales y
las de la b u rg u e sía son n a tu ra le s. Aquí los econom istas se pa­
recen a los teólogos, que a su vez establecen dos clases de reli­
giones. Toda religión extraña es p u ra invención hum ana, m ien­
tra s q u e su p ro p ia religión es u n a em anación de Dios. Al decir
que las actu ales relaciones —las de la p roducción b u rg u esa—
son n atu rales, los econom istas dan a en tender que se tra ta pre­
cisam en te de unas relaciones bajo las cuales se c rea la rique­
za y se d e sa rro lla n las fu erzas productivas de acu erd o con las
leyes de la n atu raleza. P or consiguiente, estas relaciones son
en sí leyes n a tu ra le s, indepen d ien tes de la influ encia del tiem ­
po. Son leyes e te rn a s que deben reg ir siem pre la sociedad. De
m odo q u e h a s ta a h o ra h a h ab id o h isto ria, p ero a h o ra ya no la
hay. H a h ab id o h isto ria p o rq u e ha habido in stitu ciones feuda­
les y p o rq u e en estas in stitu cio n es feudales nos encontram os
con u n as relaciones de p roducción com pletam ente diferentes
de las relaciones de p ro d u cció n de la sociedad b u rguesa, que
los econom istas q u ieren h a c e r p a sa r p o r n a tu ra le s y, p o r ta n ­
to, etern as.
El feudalism o tam bién te n ía su pro letariado: los siervos, es­
ta m e n to que e n c e rrab a todos los gérm enes de la burguesía. La
pro d u cció n feudal tam b ién ten ía dos elem entos antagónicos,
78 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

qu e se designan igualm ente con el nom bre de lado bueno y lado


m alo del feudalism o, sin te n e r en c u e n ta que, en definitiva, el
lado m alo prevalece siem pre sobre el lado bueno. Es cabalm en­
te el lado m alo el que, dando origen a la lucha, produce el m o­
vim iento que crea la h isto ria [65], Si, en la época de la dom ina­
ción del feudalism o, los econom istas, en tu siasm ad o s p o r las
v irtu d es cab allerescas, por la b u en a arm o n ía e n tre los d ere­
chos y los deberes, p o r la vida p a tria rc a l de las ciudades, por
el estad o de p ro sp e rid a d de la in d u stria dom éstica en el cam ­
po, p o r el de sa rro llo de la in d u stria org an izad a en corp o racio ­
nes, cofradías y grem ios, en un a palab ra, p o r todo lo qüe cons­
titu y e el lado b u eno del feudalism o, se hubiesen p ro p u esto la
ta re a de elim inar todo lo que ensom brecía este cu adro —la ser­
vidum bre, los privilegios y la a n a rq u ía — ¿cuál h a b ría sido el
re su lta d o ? Se h a b ría n d e stru id o todos los elem entos que de­
sen cadenan la lu cha y m atado en germ en el d e sarro llo de la
b u rg u esía. Los econom istas se h a b ría n p ro p u esto la em p resa
a b s u rd a de b o rra r la h istoria.
C uando la b u rg u esía se im puso, la cuestión ya no resid ía
en el lado b u en o ni en el lado m alo del feudalism o. La b u rg u e­
sía e n tró en posesión de las fuerzas productivas que habían
sido d esarro llad as p o r ella bajo el feudalism o. Fueron d e stru i­
das todas las viejas form as económ icas, las relaciones civiles
con g ru en tes con ellas y el régim en político que e ra la expre­
sión oficial de la an tig u a sociedad civil.
Así, pues, p a ra fo rm arse un juicio exacto de la producción
feudal, es m en ester en focarla com o u n m odo de producción
b asad o en el antagonism o. Es m enester investigar cóm o se pro­
d u cía la riqueza en el seno de este antagonism o, cóm o se iban
d e sa rro lla n d o las fuerzas p ro d u ctiv as al m ism o tiem po que el
antag o n ism o de clases, cóm o u n a de estas clases, el lado m alo
y negativo de la sociedad, fue creciendo incesan tem en te ha sta
q ue llegaron a su m adurez las condiciones m ateriales p a ra su
em ancipación. ¿Acaso esto no significa que el m odo de produc­
ción, las relaciones en las que las fuerzas p ro d uctivas se desa­
rro llan , no son en m odo alguno leyes ete rn as, sino que c o rre s­
ponden a u n nivel d eterm in ad o de d e sa rro llo de los hom bres
y de sus fu erzas productivas, y que todo cam bio operad o en
las fuerzas productivas de los hom bres im plica necesariam ente
u n cam bio en sus relaciones de p roducción? Como lo que im ­
p o rta an te todo es no verse privado de los fru to s de la civiliza­
ción, de las fu erzas productivas ad q u irid as, hace falta ro m p er
EL MÉTODO 79

las form as trad icio n ales en las que dichas fu erzas se han p ro ­
ducido. Desde ese instante, la clase antes revolucionaria se vuel­
ve c o n serv ad o ra [66].
La b u rg u e sía com ienza con un p ro le ta ria d o que es, á su vez,
un re sto del p ro le ta ria d o de los tiem pos feudales. En el cu rso
de su desenvolvim iento h istó rico , la b u rg u e sía d e sa rro lla ne­
ce sariam en te su c a rá c te r antagónico, que al p rin cip io se en­
c u e n tra m ás o m enos en cu b ierto , que no existe sino en estado
laten te. A m ed id a que se d e sa rro lla la b u rg u esía, va d e sa rro ­
llándose en su seno u n nuevo proletariado, u n p ro letariad o m o­
derno: se d e sa rro lla u n a lu ch a en tre la clase p ro le ta ria y la cla­
se b u rg u esa, lucha que, an te s de que am bas p a rte s la sientan,
la perciban, la aprecien, la com prendan, la reconozcan y la pro­
clam en p o r lo alto, no se m an ifiesta en los p rim ero s m om entos
sino en conflictos parciales y fugaces, en hechos subversivos. Por
o tra p arte, si todos los m iem bros de la bu rg u esía m oderna tie­
nen u n m ism o in terés p o r cu an to fo rm an u n a sola clase fren te
a o tra clase, tienen intereses opuestos y antagónicos por cuanto
se c o n trap o n en los unos a los otros. E sta oposición de in tere ­
ses surg e de las condiciones económ icas de su vida burguesa.
P or lo tan to , cada d ía es m ás evidente que las relaciones de
p ro d u cció n en que la b u rg u e sía se desenvuelve no tienen un
c a rá c te r único y sim ple sino u n doble c a rá c ter; que d en tro de
las m ism as relaciones en que se p ro d u ce la riqueza, se p ro d u ­
ce igualm ente la m iseria; que d e n tro de las m ism as relaciones
en que se o p e ra el d e sa rro llo de las fu erzas pro ductivas, exis­
te asim ism o u n a fuerza que p roduce represió n ; que estas rela ­
ciones sólo c re a n la riqueza burguesa, es decir, la riqueza de
la clase b u rg u esa, d estru y en d o co n tin u am en te la riqueza de
los m iem bros in teg ran tes de e sta clase y fo rm an d o un p role­
ta ria d o que crece sin cesar.
C uanto m ás se pone de m an ifiesto este c a rá c te r antagóni­
co, ta n to m ás e n tra n en d esacu erd o con su p ro p ia teo ría los
econom istas, los re p re se n ta n tes científicos de la producción
b u rg u esa, y se form an diferen tes escuelas.
E xisten los econom istas fatalistas, que en su teo ría son tan
indiferentes a lo que ellos denom inan inconvenientes de la pro ­
ducción b urguesa como los burgueses m ism os lo son en la prác­
tica, a n te los sufrim ien to s de los p ro le ta rio s que les ayudan
a a d q u irir riquezas. E sta escuela fa ta lista tiene sus clásicos
y sus rom ánticos. Los clásicos, com o Adam S m ith y R icardo,
son re p re se n ta n tes de u n a b u rg u e sía que, luchando todavía
80 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

c o n tra los resto s de la sociedad feudal, sólo p rete n d e d e p u ra r


de m an ch as feudales las relaciones económ icas, a u m e n ta r las
fu erzas p ro d u ctiv as y d a r un nuevo im pulso a la in d u stria y
al com ercio. A su juicio, los sufrim ien to s del p ro le ta ria d o que
p a rtic ip a en esa lucha, absorbido por esa actividad febril, sólo
son p asajero s, accid entales, y el p ro le ta ria d o m ism o los con­
sid e ra com o tales. Los econom istas com o Adam S m ith y Ri­
card o , que son los h isto ria d o re s de e sa época, no tienen o tra
m isió n que m o s tra r cóm o se ad q u iere la riqueza en el m arco
de las relaciones de la p ro ducción burg u esa, fo rm u la r estas
relaciones en categ o rías y leyes y d e m o stra r que estas leyes
y categ o rías son, p a ra la producción de riquezas, su p erio res
a las leyes y a las categ o rías de la sociedad feudal. A sus ojos,
la m ise ria no es m ás que el dolor que acom paña a todo a lu m ­
b ram ien to , lo m ism o en la n atu ra leza que en la in d u stria [67].
Los rom ánticos p ertenecen a n u e stra época, en la que la b u r­
gu esía está en oposición d irecta con el p ro le ta ria d o , en la que
la m ise ria se en g en d ra en tan gran ab u n d an cia com o la riq u e­
za. Los econom istas ad o p ta n entonces la pose de fa talistas sa­
ciados que, desd e lo alto d e su posición, lanzan u n a m irad a so­
b e rb ia de desp recio so b re los ho m b res locom óviles que
fab rican la riqueza. C opian todos los razonam ientos de sus p re­
d ecesores, p ero la indiferencia, que en estos últim os e ra inge­
n uidad, en ellos es coquetería.
Luego sigue la escuela humanitaria, que tom a a pecho el lado
m alo de las relaciones de producción actuales. P a ra su tra n ­
q u ilid ad de conciencia, se esfuerza en p a lia r todo lo posible
los co n trastes reales; deplora sinceram ente las penalidades del
p ro le ta ria d o y la d esen fren ad a com petencia e n tre los m ism os
burg u eses; aco n seja a los obreros que sean sobrios, tra b aje n
bien y tengan pocos hijos; recom ienda a los burgueses que m o­
d eren su a rd o r en la producción. Toda la te o ría de esta escue­
la se b asa en distinciones interm inables en tre la teoría y la prác­
tica, e n tre los p rin cip io s y sus resu ltad o s, e n tre la idea y su
aplicación, e n tre el contenido y la form a, e n tre la esencia y la
realid ad , e n tre el derecho y el hecho, e n tre el lado bueno y el
m alo.
La escuela filantrópica es la escuela h u m a n ita ria perfeccio­
nada. N iega la n ecesidad del antagonism o; qu iere co n v ertir a
tod o s los h o m b res en burgueses; q u iere re aliz ar la teo ría en
ta n to que se d istin g a de la p ráctic a y no contenga an tagonis­
mo. Ni qué d ecir tiene q u e en la te o ría es fácil h a ce r abstrae-
EL MÉTODO 81

ción de las co n trad iccio n es que se en c u e n tra n a cada paso en


la realidad. E sta teo ría equ iv ald ría entonces a la realidad idea­
lizada. P or consiguiente, los filán tro p o s q u ieren co n serv ar las
ca teg o rías q u e ex p resan las relaciones b u rg u esas, pero sin el
an tag o n ism o que es su esen cia y que les es in separable. Creen
q u e co m b aten firm em en te la p rá c tic a b u rg u esa, p e ro son m ás
b u rg u e se s q u e nadie [68].
Así com o los econom istas son los rep resen tan tes científicos
de la clase b u rg u esa, así los socialistas y los co m unistas son
los teórico s de la clase p ro le ta ria [69]. M ientras el p ro le ta ria ­
do no esté aú n lo suficientem ente desarro llad o p a ra co n stitu ir­
se com o clase; m ie n tra s, p o r consiguiente, la lu cha m ism a del
p ro le ta ria d o c o n tra la b u rg u e sía no revista todavía c a rá c te r
político, y m ie n tra s las fu erzas p ro d u ctiv as no se hayan desa­
rro lla d o en e l seno de la p ro p ia b u rg u e sía h a s ta el g rado de
d e ja r e n tre v e r las condiciones m ate ria le s n ecesarias p a ra la
em ancipación del p ro le ta ria d o y p a ra la edificación de u n a so­
cied ad nueva, estos teó rico s son sólo u to p ista s que, p a ra m iti­
g a r las p e n u ria s de las clases op rim id as, im p rovisan sistem as
y se en treg an a la b ú sq u ed a de u n a ciencia regeneradora. Pero
a m ed id a q u e la h isto ria avanza, y con ella em pieza a d e sta­
ca rse con trazo s cad a vez m ás claro s la lucha del p ro le ta ria ­
do, aquéllos no tienen ya necesidad de b u sc a r la ciencia en sus
cabezas: les b a sta con d a rse cuenta de lo que se desarro lla ante
su s ojos y co n v ertirse en portav o ces de esa realidad. M ientras
se lim itan a b u s c a r la cien cia y a c o n s tru ir sistem as, m ien tras
se en c u e n tra n en los u m b ra le s de la lucha, no ven en la m ise­
ria m ás que la m iseria, sin a d v e rtir su asp ecto revolucionario,
subversivo, que term in ará p o r derro car a la vieja sociedad. Una
vez ad v ertid o este aspecto, la ciencia, p ro d u c to del m ovim ien­
to h istó rico en el que p a rtic ip a ya con pleno conocim iento de
cau sa, deja de s e r d o c trin a ria p a ra c o n v e rtirse en revolu­
cio n aria.
Volvam os a P ro u d h o n [70].
Toda relación económ ica tiene su lado bueno y su lado malo:
é ste es el único p u n to en que P ro udhon no se desm iente. En
su opinión, el lado bueno lo exponen los econom istas y el lado
m alo lo d en u n cian los socialistas. De los eco n om istas tom a la
n ecesid ad de u n as relaciones ete rn a s, y de los socialistas esa
ilusión que no les p e rm ite v er en la m ise ria n ada m ás que la
m iseria. E stá de acuerdo con unos y con otros, tra tan d o de apo­
y a rse en la a u to rid a d de la ciencia. E n él la ciencia se reduce
82 LA METAFÍSICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA

a las m agras proporciones de una fórm ula científica; es un hom ­


b re a la caza de fórm ulas. De este m odo, P ro u d h o n se ja c ta de
o fre c e m o s a la vez u n a c rític a de la econom ía política y del
com unism o, cu an d o en realidad se qued a m uy p o r debajo de
u n a y de o tro . De los econom istas, porque considerándose,
com o filósofo, en posesión de u n a fó rm u la m ágica, se cree re ­
levado de la obligación de e n tra r en detalles p u ra m e n te eco­
nóm icos; de los socialistas, porque carece de la persp icacia y
del v alo r necesarios p a ra alzarse, aunque sólo sea en el te rre ­
no de la especulación, p o r encim a de los horizontes de la b u r­
guesía.
Pretende se r la síntesis y no es m ás que un e rro r com puesto.
P reten d e flo ta r sobre b u rg u eses y p ro letario ', a la m an era
de u n ho m b re de ciencia, y no es m ás que un pequeñoburgués
que o scila co n stan tem en te en tre el ca p ital y el trab ajo , en tre
la econom ía p o lítica y el com unism o [71].

2. LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MAQUINAS '

La serie de las evoluciones económicas comienza, según Proud­


hon, con la división del trabajo.

Lado bueno "C o n sid e ra d a e n su ese n cia, la d iv isió n del t r a ­


de la d iv isió n b a jo e s e l m o d o se g ú n el c u a l se re a liz a la ig u a l­
d e l trabajo d a d de c o n d ic io n e s y d e in te lig e n c ia s .”

"L a d iv is ió n d e l tr a b a jo s e h a c o n v e rtid o p a r a
n o s o tro s e n u n a fu e n te de m is e r ia .”

L a d o m a lo de VARIANTE
la d iv isió n " E l tra b a jo , al d iv id irse se g ú n la ley q u e le es
d e l trabajo p r o p ia y q u e c o n s titu y e la p r im e r a c o n d ic ió n de
su fe c u n d id a d , c o n d u c e a la n e g a c ió n de su s fin e s
y se d e s tru y e a sí m is m o .”

E n c o n tr a r " la n u e v a c o m b in a c ió n q u e s u p r i­
P ro b lem a m a los in c o n v e n ie n te s d e la d iv isió n , c o n s e rv a n ­
a reso lver d o a la p a r su s e fe c to s ú tile s " (P ro u d h o n , loe. cit.,
t. i, pp. 93, 94 y 97 ¡ed. 1923, t. i, pp. 138 y 140]).

La división del tra b a jo es, en opinión de Proudhon, u n a ley


e tern a, u n a categ o ría sim ple y a b stra c ta . P or consiguiente, la
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MAQUINAS 83

abstracció n , la idea, la p a la b ra le b a sta n p a ra ex plicar la divi­


sión del tra b a jo en las d iferen tes épocas. Las castas, las co r­
poraciones, el régim en m an u fa c tu rero , la g ran in d u stria de­
ben ser explicados con u n a sola palabra: dividir. Comenzad por
e s tu d ia r bien el sen tid o de la p a la b ra "d iv id ir” y no tendréis
necesid ad de e stu d ia r las n u m ero sas influencias que dan a la
división del tra b a jo u n c a rá c te r d eterm in ad o en cada época.
N atu ralm en te, re d u c ir las cosas a las categ o rías de Proud-
hon se ría sim p lificarlas dem asiado. La h isto ria no procede de
u n m odo tan categó rico [72], E n A lem ania h icieron falta tres
siglos en tero s p a ra estab lecer la p rim e ra gran división del tra ­
bajo, es decir, la sep aració n de la ciudad y del cam po. A m edi­
da que se m odificaba e s ta relació n en tre la ciudad y el cam po,
se ib a m odificando to d a la sociedad. Incluso tom ando este úni­
co asp ecto de la división del trab ajo , tenem os las repúblicas
de la an tig ü ed ad o el feudalism o cristian o ; la an tig u a Inglate­
rr a con sus b aro n es o la In g la te rra m od ern a con sus señores
del algodón (cotton-lords). E n los siglos xiv y xv, cuando aún
n o h ab ía colonias, cu an d o A m érica todavía n o existía p ara
E u ro p a, cu an d o Asia existía sólo a trav és de C onstantinopla,
cu an d o el M ed iterrán eo e ra el c e n tro de la actividad com er­
cial, la división del tra b a jo ten ía u n a form a y u n c a rá c ter com ­
p letam en te d istin to s que en el siglo xvn, cuando los españo­
les, los po rtu g u eses, los ingleses y los fran ceses poseían
colonias estab lecid as en to d as las p a rte s del m undo. La exten­
sión del m ercad o y su fisonom ía dan a la división del tra b ajo
en las d iferen tes épocas u n a fisonom ía y u n c a rá c te r que sería
difícil d ed u cir de la sola p a la b ra “d ivid ir”, de la idea, de la ca­
tegoría.

T o d o s los e c o n o m is ta s —d ice P ro u d h o n — , a p a r ti r d e A. S m ith , h a n


s e ñ a la d o la s v e n ta ja s y los in c o n v e n ie n te s d e la ley de d iv isió n , p e ro
a trib u y e n d o u n a im p o r ta n c ia m u c h o m a y o r a las p r im e r a s q u e a los
se g u n d o s, p o rq u e e sto c o rre s p o n d ía m ás a su o p tim ism o , y sin q u e n in ­
g u n o de e llo s se h a y a p r e g u n ta d o n u n c a e n q u é p o d ía n c o n s is tir los
in c o n v e n ie n te s de u n a ley. . . ¿De q u é m o d o u n m is m o p rin c ip io , a p li­
c a d o c o n rig o r e n to d a s su s c o n se c u e n c ia s, s u r te e fe c to s d ia m e tr a l­
m e n te o p u e s to s ? N in g ú n e c o n o m is ta , n i a n te s n i d e s p u é s de A. S m ith ,
se h a p e r c a ta d o s iq u ie r a de q u e e n e s te p u n to h a b ía u n p ro b le m a a
d ilu c id a r. S ay lleg a a re c o n o c e r q u e e n la d iv isió n d e l tr a b a jo la m is­
m a c a u s a q u e p ro d u c e el b ie n e n g e n d ra e l m al [P ro u d h o n , loe. cit., ed.
1923, t. i, pp. 139 y 140).
84 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

A. S m ith fue m ás perspicaz de lo que piensa Proudhon. Vio


m uy bien q u e “en re alid a d la diferencia de ta len to s n a tu ra le s
e n tre los individuos es m ucho m enor de lo que creem os. E stas
disposiciones ta n diferentes, que p a recen d istin g u ir a las p e r­
sonas de d iversas profesiones, cuando llegan a la edad m ad u ­
ra, no son ta n to la causa com o el efecto de la división del tr a ­
b a jo ” (A. Sm ith, Recherches... Trad. G a m ier, t. I, p. 20].
La d iferen cia inicial e n tre un mozo de cu erd a y un filósofo
es m en o r que la que existe e n tre un m astín y u n galgo [73], El
ab ism o en tre uno y o tro lo h a ab ierto la división del trab ajo .
E sto no le im pide a P roudhon decir, en o tro lugar, que Adam
S m ith no sospechaba siq u iera los inconvenientes que provoca
la división del tra b a jo [74]. Es esto tam b ién lo que le hace de­
c ir que J. B. Say fue el prim ero en reconocer “que en la divi­
sión del tra b a jo la m ism a cau sa que pro d u ce el bien engendra
el m al”.
Pero escuchem os a Lemontey: S u u m cuique, a cad a cual lo
suyo.

J. B. Say me ha hecho el honor de adoptar en su excelente tratado de


economía política el principio que yo he formulado en este fragmento
sobre la influencia moral de la división del trabajo. Sin duda, el título
un poco frívolo de mi libro [75] no le ha permitido citarme. Sólo a este
motivo puedo atribuir el silencio de un escritor demasiado rico en pen­
samientos propios para negar esta apropiación tan insignificante (P.
E. Lemontey, Œuvres completes, París ¡1829,1 . 1, p. 194. "Influencia
de la división del trabajo.. . ”]).

H agam os ju stic ia a Lemontey: h a expuesto con g ra n inge­


n io las consecuencias perniciosas de la división del tra b a jo tal
com o h a llegado a se r en n u estro s días, y P ro u d h o n no h a ten i­
do n ad a que agreg ar. P ero ya que p o r culpa de P roudhon nos
h em os em peñado en esta d isp u ta so bre la p rio rid a d , direm os
de paso que m ucho an te s de Lem ontey y diecisiete años antes
q u e Adam Sm ith, discípulo de A. F erguson, este ú ltim o expu­
so con nitid ez el p u n to en cuestión en un cap ítu lo que tra ta
especialm en te de la división del trab ajo :

Podría hasta dudarse de si la capacidad general de una nación crece


en proporción al progreso de las artes. En muchas artes mecánicas...
la finalidad se logra perfectamente sin el menor concurso de la razón
y del sentimiento, y la ignorancia es la madre de la industria tanto como
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MAQUINAS 85

lo e s d e la s u p e rs tic ió n . L a re fle x ió n y la im a g in a c ió n e s tá n s u je ta s
a e r r o r , p e r o la c o s tu m b re d é m o v e r el p ie o la m a n o n o d e p é n d e n i
d e la u n a ni d e la o tra . P o r lo ta n to , se p o d r ia d e c ir q u e , e n re la c ió n
a la m a n u f a c tu ra , la p e rfe c c ió n c o n s is te e n p o d e r p r e s c in d ir d e la c a ­
p a c id a d in te le c tu a l, d e m a n e r a q u e sin n in g ú n e s fu e rz o m e n ta l el ta ­
lle r p u e d a se r c o n s id e ra d o c o m o u n a m á q u in a c u y a s p a r te s so n se re s
h u m a n o s .. . El general puede se r m uy h á b il e n el a rte de la g u e rra , m ien­
t r a s q u e to d o lo q u e se r e q u ie re d e l so ld a d o s e 'r e d u c e a la e je c u c ió n
d e u n o s c u a n to s m o v im ie n to s d e los p ie s o d e la s m a n o s . E l p rim e ro
p u e d e h a b e r g a n a d o lo q u e el se g u n d o h a b ía p e r d id o .. . E n u n p e rio d o
e n el q u e to d a s la s fu n c io n e s e s tá n s e p a ra d a s , e l a r te m is m o d e p e n ­
s a r, p u e d e f o r m a r u n o fic io a p a r te (A. F e rg u so n , E ssa i s u r l'h isto ire
d e la so c ieté civile, 1783 [t. n, p p . 108, 109, 110]).

P ara te rm in a r este resum en literario, negam os form alm ente


que “todos los econom istas hayan a trib u id o u n a im p o rtan cia
m ucho m ayor a las v entajas que a los inconvenientes de la di­
visión del tra b a jo ”. B asta re c o rd a r a Sism ondi.
Así, pues, en lo que co ncierne a las ventajas de la división
del tra b a jo , a P ro udhon no le q u ed ab a o tra cosa que p a ra fra ­
se ar m ás o m enos pom posam ente las frases generales que todo
el m undo conocía.
Veam os a h o ra de qué m odo deriv a P ro u d h o n de la división
del tra b a jo to m ad a com o ley general, com o categoría, como
idea, los inconvenientes que le son propios. ¿De qué m anera
e sta categoría, e sta ley im p lica u n re p a rto d esigual del tra b a ­
jo en d etrim en to del sistem a ig u alitario de P ro udhon?

E n e s ta h o r a so le m n e d e la d iv is ió n d e l tr a b a jo , el v ie n to d e la s te m ­
p e s ta d e s c o m ie n za a s o p la r s o b re la h u m a n id a d . E l p ro g re s o n o se efec­
tú a d e u n a m a n e ra ig u al y u n ifo rm e p a r a t o d o s ; . . .co m ie n z a p o r c om ­
p r e n d e r a u n p e q u e ñ o n ú m e ro d e p riv ile g ia d o s. . . E s ta p a rc ia lid a d d e l
p ro g re s o con re sp e c to a d e te rm in a d a s p e rso n a s es la q u e h a hech o c re e r
d u r a n te la rg o tie m p o e n la d e s ig u a ld a d n a tu r a l y p ro v id e n c ia l d e las
c o n d ic io n e s, e s la q u e h a o rig in a d o la s c a s ta s y c o n s titu id o je r á r q u i ­
c a m e n te to d a s la s s o c ie d a d e s (P ro u d h o n , loe. cit., 1 . 1, p. 97 [ed. 1923,
t. i, p. 138]).

La división del tra b a jo h a cread o las castas. A hora bien, las


c asta s constitu y en los inconvenientes de la división del tra b a ­
jo; p o r lo tan to , es la división del tra b a jo quien engendró los
inconvenientes. Quod erat dem onstrandum . Si querem os ir más
allá y p reguntam os qué h a hecho a la división del trab ajo c re a r
86 LA METAFÍSICA DE LA ECONOMÍA'POLÍTICA

castas, el régim en je rárq u ic o y los privilegios, P roudhon nos


dirá: el progreso, ¿Y qué h a dado origen al pro g reso ? La lim i­
tación. L im itación llam a P roudhon a la parcialid ad del p ro g re­
so con resp ecto a d ete rm in a d as personas.
D espués de la filosofía viene la h isto ria . No é s yá ni h isto ­
ria descrip tiva ni h isto ria dialéctica, sino h isto ria com parada.
P ro u d h o n estab lece un p aralelo e n tre el a c tu a l o b re ro im pre­
s o r y el de la E dad Média; e n tre el o b re ro de las fáb ricas Creu-
sot y el h e rre ro de aldea; e n tre el h o m bre dé letras de n u es­
tro s días y el hom bre de letras m edieval y hace in clin ar la
balanza del lado de los que re p rese n tan en m ayor o m enor m e­
d ida la división del tra b a jo estab lecid a o, tra n sm itid a p o r la
E d a d Media. O pone la división del tra b a jo de una época histó­
rica a la división del tra b a jo de o tra época h istó rica. ¿ E ra esto
lo que P roudhon te n ía que d em o strar? No. Tenía que m o stra r­
nos los inconvenientes de la división del tra b a jo en general,
de la división d el tra b a jo com o categoría. Mas, ¿ p ara qué de­
ten ern o s en e sta p a rte de la o b ra de Proudhon, si un poco m ás
ad elan te le vecem os R etractarse fo rm alm en te.d e todos estos
p re te n d id o s argum entos? [76]

E l p r im e r e fe c to del tr a b a jo p a rc e la rio —p ro sig u e P ro u d h o n — , d e s­


p u é s de la d e p ra v a ció n d e l alm a , e s la p ro lo n g a c ió n de la jo m a d a , q u e
c re c e en ra z ó n in v e rs a de la su m a de fu e rz a s in te le c tu a le s g a sta d a s. . .
P e ro c o m o la d u r a c ió n d e la jo r n a d a n o p u e d e e x c e d e r d e d ie c isé is a
d iec io c h o h o ra s, c u a n d o sea im p o s ib le c o m p e n s a r con tie m p o , la c o m ­
p e n s a c ió n se h a r á a c u e n ta del p re c io d e tr a b a jo , y el s a la r io d ism i­
n u irá . . . Lo c ie rto , y lo ú n ic o q u e n e c e s ita m o s a n o ta r, e s q u e la c o n ­
c ie n cia u n iv e r s a l n o m id e d e ig u a l m a n e r a el tr a b a jo de u n
c o n tr a m a é s tr e y la m a n io b ra d e u n p e ó n . P or c o n sig u ie n te, e s n e c e sa ­
r io r e d u c ir e l p r e c io d e la jo r n a d a , d e m a n e ra q u e el tr a b a ja d o r , a d e ­
m á s d e la a flic c ió n e s p iritu a l d e l c u m p lim ie n to d e u n a fu n c ió n d e g ra ­
d a n te , te n g a q u e s u f r ir p riv a c io n e s fís ic a s a c a u s a de la m o d ic id a d de
la re c o m p e n s a [P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. I, p. 141],

No vam os a detenernos en el v alo r lógico de estos silogis­


m os, que K ant llam a ría p aralogism os fallidos [77],
He aquí su sustancia:
La división del tra b a jo reduce al o b re ro a u n a función de­
g rad an te; a esta función d eg rad an te co rresp o n d e un alm a de
pravada; a la depravación del alm a corresponde una reducciói
crecien te del salario. Y p a ra d e m o stra r que esta reducción d
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MÁQUINAS 87

salarios corresponde a un alm a depravada, P roudhon dipe, para


d escargo de conciencia, que tal es la v o lu n tad de la conciencia
universal. ¿ E sta rá incluida el alm a de P roudhon en la concien­
cia u n iv ersal? [78].
Las m áquinas son, p a ra P roudhon, "la a n títe sis lógica de
la división del tra b a jo ” , y, en apoyo dé su d ialéctica, com ienza
p o r tra n sfo rm a r las m áq u in as en fábrica.
D espués de h ab er su p u e sto la fá b ric a m o d e rn a p a ra ded u ­
c ir de la división del tra b a jo la m iseria, P ro u d h o n supone la
m iseria en g en d rad a p o r la división del tra b a jo p a ra llegar a
la fáb rica y p a ra p o d er p re se n ta rla com o la negación d ialécti­
ca de e sta m iseria. D espués de h a b e r castigado a l tra b a ja d o r
en el sentido m o ral con u n a función degradante y en el senti­
do físico con la p arq u e d a d del salario; desp u és de h ab er colo­
cado al o b rero en dependencia del contram aestre y rebajado
su tra b a jo h a sta el nivel de m aniobra de un peón, P roudhon
vuelve a la fáb rica y a las m áq u in as p a ra degradar al tra b a ja ­
d o r "dándole u n a m o ”, y, p a ra c o ro n a r el envilecim iento del
tra b a ja d o r, le hace "d escen d er del rango de a rte sa n o al de
peón". H erm o sa dialéctica. Y si al m enos se d etu v iera aquí. . .
Pero no, él n ecesita u n a nueva h isto ria de la división del tr a ­
bajo, no ya p a ra in fe rir de ella las co ntradicciones, sino p a ra
re c o n stru ir la fáb rica a su m an era. P a ra lleg ar a este fin tiene
q ue o lv id ar todo cu an to h ab ía dicho poco an te s sob re la divi­
sión del trab ajo . -
El tra b a jo se organiza y se divide de d iferen tes m odos se­
gún sean los in stru m e n to s de que disponga. El m olino m ovido
a brazo supone u n a división del tra b a jo d istin ta que el m olino
de vapor [79]. Q uerer co m enzar p o r la división del tra b a jo en
g eneral p a ra luego lleg ar a u no de los in stru m e n to s específi­
cos de la producción, a las m áqu in as, significa, pues, lanzarse
de fre n te c o n tra la h isto ria.
Las m áq u in as no co n stitu y en u n a categ o ría económ ica,
com o tam poco el buey que tira del arado. Las m áquinas no son
m ás que u n a fuerza produ ctiv a. La fáb rica m oderna, b asada
en la aplicación de las m áquinas, es u n a relación social de p ro ­
ducción, una categoría económ ica [80].
V eam os a h o ra cóm o o c u rre n las cosas en la b rilla n te im a­
ginación de P roudhon.

E n la so c ie d a d , la a p a r ic ió n in c e s a n te de m á q u in a s es la a n títe s is , la
fó r m u la in v e rs a d el tra b a jo : es la p ro te sta d el g e n io in d u s tr ia l c o n tra
88 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

trabajo parcelario y homicida. ¿ Q ué es, e n efecto , u n a m á q u in a ? Una


el
manera de reunir diversas partículas de trabajo, q u e la d iv isió n h a b ía
s e p a ra d o . T o d a m á q u in a p u e d e s e r d e fin id a c o m o u n c o n ju n to d e m ú l­
tip le s o p e r a c io n e s .. . P o r ta n to , m e d ia n te la m á q u in a s e e f e c tu a r á la
restauración del trabajador.. . L as m á q u in a s, p o r s e r e n e c o n o m ía p o lí­
tic a lo c o n tr a r io d e la d iv is ió n d e l tra b a jo , r e p re s e n ta n l a sín te s is q u e
e n la m e n te h u m a n a se o p o n e a l a n á l i s i s . . . L a d iv is ió n n o h a c ía m á s
q u e s e p a r a r la s d iv e rs a s p a r te s d e l tra b a jo , p e r m itie n d o a c a d a u n o
o c u p a r s e d e la e s p e c ia lid a d m á s a c o rd e c o n s u s in c lin a c io n e s: la fá ­
b r i c a a g r u p a a los tr á b a ja d o r e s se g ú n la re la c ió n e n tr e c a d a p a r te y
el t o d o ..., in tro d u c e el p rin c ip io d e a u to rid a d e n el t r a b a j o . . . P e ro esto
n o e s to d o ; la máquina o la fábrica, d e s p u é s d e h a b e r d e g ra d a d o al t r a ­
b a ja d o r d á n d o le u n am o, c o ro n a su e n v ile c im ie n to h a c ié n d o le d e sc e n ­
d e r d e l ra n g o d e a r te s a n o al d e p e ó n . . . E l p e rio d o q u e a h o r a e sta m o s
a tra v e s a n d o , e l d e la s m á q u in a s , se d is tin g u e p o r u n ra s g o p a rtic u la r:
el salariado. E l s a la ria d o e s posterior a la d iv is ió n d el tra b a jo y a l in ­
te rc a m b io (P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. I, pp. 170-171, 191, 194).

Una sim ple o b servación a Proudhon. La separación de las


d iv ersas p a rte s del trab ajo , que p erm ite a cada u n o dedicarse
a la esp ecialid ad que m ás le agrade, sep aració n que, según
P ro u d h o n puede rem o n tarse al com ienzo del m undo, existe so­
lam en te en la in d u stria m oderna, b ajo el régim en de la com ­
petencia.
P ro u d h o n nos ofrece luego una “ genealogía” ex trao rd in a ­
ria m e n te "in te re sa n te ”, p ara dem o strar cóm o la fábrica ha na­
cido de la división del trab ajo , y el sala riad o de la fábrica.
1] Supone u n h om bre que "observó que, dividiendo la p ro ­
ducción en sus d iversas p a rte s y haciendo e je c u ta r cada una
de ellas a un o b rero ”; se m ultiplicarían las fuerzas productivas.
2] E ste hom bre, "siguiendo ei hilo de esta idea, se dice a sí
m ism o que, fo rm an d o u n grupo perm an en te de tra b a ja d o res
escogidos p a ra el fin especial que se propone, obtendrá una pro­
ducción m ás reg u lar, e tc é te ra ”.
3] E ste h o m b re hace una proposición a o tro s hom bres con
el fin de inducirles a ac e p ta r su idea y seguir el hilo de su idea.
4] E ste hom bre, en los prim eros tiem pos de la industria, tra ­
ta de igual a igual a sus com pañeros que m ás ta rd e serán sus
obreros.
5] "Se com prende, desde luego, que e sta igu ald ad p rim iti­
va tenía que desaparecer rápidam ente debido a la situación ven­
ta jo sa del m a e stro y a la dependencia del a sa la ria d o " [Ibidem,
pp. 192 y 194].
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MAQUINAS 89

He aquí u n a nueva m u e stra del m éto d o histórico y descrip­


tivo de P roudhon.
V eam os ah o ra, desde el p u n to de v ista h istó ric o y económ i­
co, si el p rincipio de autoridad fue in tro d u cid o realm ente en
la sociedad p o r la fá b ric a o la m áq u in a con p o ste rio rid a d a la
división del trab ajo ; si e sto tra jo com o consecuencia, p o r u n a
parte, u n a rehabilitación del obrero, aunque som etiéndolo, ade­
m ás, a la au to rid ad ; si la m áq u in a es la recom posición del tr a ­
b a jo dividido, la síntesis del tra b a jo o p u esto a su análisis.
Lo que la sociedad tiene de com ún con la e s tru c tu ra in te r­
n a de u n a fáb rica es que tam b ién ella tiene su división del tr a ­
bajo. Si tom am os com o m odelo la división del tra b a jo en u n a
fáb ric a m oderna, p a ra a p lic a rla después al co n ju n to de la so­
ciedad, verem os que la sociedad m ejor organizada p a ra la p ro ­
ducción de riq u ezas se ría in co n testab lem en te la que tuviese
u n solo e m p re sa rio en jefe, que d istrib u y e ra el tra b a jo e n tre
los diversos m iem bros de la com u n id ad según reglas esta b le­
cidas de antem ano. Pero, en realid ad , las cosas o cu rren de un
m odo com p letam en te d istin to . M ientras q u e en el in te rio r de
la fá b ric a m o d ern a la división del tra b a jo está m inuciosam en­
te reg lam en tad a p o r la a u to rid a d del em p resario , la sociedad
m o d e rn a no posee, p a ra d istrib u ir el trab ajo , m ás regla, m ás
a u to rid a d q u e la lib re com petencia.
B ajo el régim en p a tria rc a l, b ajo el régim en de castas, b ajo
el régim en feudal y corporativo, existía división de l tra b ajo en
la sociedad e n te ra según reg las fijas. ¿E stab lecía esas reglas
un legislador? No. N acidas p rim itiv am en te de las condiciones
de la p ro d u cció n m aterial, sólo m u ch o m ás ta rd e fueron erig i­
d as en leyes. Así, estas d iv ersas form as de división del trab ajo
p a sa ro n a se r o tra s ta n ta s bases de organización social. En
lo que re sp e c ta a la división del tra b a jo d e n tro del taller, es­
ta b a m uy poco d e sa rro lla d a en to d as esas fo rm as de la so­
ciedad.
Se puede incluso fo rm u la r com o regla gen eral que, cu an to
m enos regida p o r la a u to rid a d e sté la división del tra b a jo den­
tro de la sociedad, tan to m ás se d esarro llará la división del tra ­
bajo d en tro del ta lle r y ta n to m ás e sta rá som etida allí a la au to ­
rid a d de uno solo. De m a n e ra que la a u to rid a d en el ta lle r y
la que existe en la sociedad, en lo to can te a la división del tr a ­
bajo, está n en razón inversa [81].
V eam os a h o ra qué es la fábrica, en la que las funciones es­
tá n m uy sep arad as, donde la ta re a de cad a o b re ro se reduce
90 LA METAFÍSICA DE LA ECONOMIA POLITICA

a u n a Operación m uy sim ple y donde la a u to rid a d , el capital,


a g ru p a y d irige los trabajos. ¿Cómo ha nacido la fábrica? Para
re sp o n d e r a e s ta p re g u n ta ten d ríam o s que ex am inar cóm o se
fue d esarro llan d o la in d u stria m an u fac tu rera propiam ente di»
cha. Me refiero a esa in d u stria que no es aún la in d u stria mor
d ern a, co n su s m áquinas, p ero que tam poco es ya ni la indus-
tria de los artesanos de la E dad Media ni la in d ustria doméstica.*
No en trarem o s en grandes detalles: expondrem os algunos puií-,
tos sum arios, p a ra d e m o stra r que con fórm ulas no se puede
e sc rib ir la h isto ria.
Una condición de las m ás indispensables p a ra la form ación
de la in d u stria m a n u fa c tu re ra fue la acum ulación de c ap ita­
les, fa c ilita d a p o r el descu b rim ien to de A m érica y la in tro d u c­
ción de sus m etales preciosos.
E stá suficientem ente dem ostrado que el aum ento de los me­
dios de cam bio tra jo com o consecuencia, p o r un lado, la d e­
p reciació n de los salario s y, p o r o tro, el crecim ien to de las ga­
n an cias in d u striales. En o tro s térm inos, a m edida que decaían
la clase de los p ro p ie ta rio s y la clase de los tra b aja d o res, los
señ o res feudales y el pueblo, se elevaba la clase de los c a p ita ­
listas, la burg u esía.
H ubo adem ás o tra s circunstancias que contribuyeron sim ul­
tán eam en te al d e sa rro llo de la in d u stria m a n u fa c tu rera ; el
a u m en to de las m ercancías p u estas en circu lació n desde que
el com ercio p en etró en las Indias o rien tale s a través del cabo
de B uena E speranza, el régim en colonial y el d esarro llo del co­
m ercio m arítim o . ■
O tro p u n to que no h a sido aún d eb idam ente ap reciad o en
la h isto ria de la in d u stria m a n u fa c tu re ra es el licénciam iento
de los num erosos séquitos de los señores feudales, a consecuen­
cia de lo cual los elem entos sub altern o s de estos séquitos se
co n v irtiero n en vagabundos antes de e n tr a r e n los talleres. La
creació n del ta lle r m an u fa ctu rero fue preced id a de un vaga­
b u n d eo casi u n iv ersal en los siglos xv y xvi. El ta lle r encon­
tró ad em ás u n p o deroso apoyo e n el gran n ú m e ro de cam pesi­
nos que aflu y ero n a las ciudades d u ra n te siglos enteros, al se r
expulsádos co n tin u ad am en te del cam po debido a la tra n sfo r­
m ación de las tie rra s de cultivo en pastizales y a los progresos
de la a g ric u ltu ra , que hacían necesario un m en o r n ú m ero de
b razo s p a ra el cultivo de la tie rra [82], '
La am pliación del m ercado, la acum ulación de capitales, los
cam bios o p erad o s en la posición social de las clases, la a p a ri­
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MAQUINAS 91

ción de num ero sas gentes priv ad as de sus fuentes de ingresos:


tales son las condiciones h istó ricas p a ra la form ación de la m a­
n u factu ra. La congregación de los trab ajad o rés en el taller m a­
n u fa c tu re ro n o fue, com o afirm a P roudhon, o b ra de pactos
am istosos e n tre iguales. -La m a n u fa c tu ra no nació en el seno
de los an tig u o s grem ios; es el co m ercian te quien se tra n sfo r­
m ó en el jefe del ta lle r m oderno y no el. an tig u o m aestro de
los grem ios. Casi en to d as p a rte s se lib ró u n a lu ch a en carniza­
da e n tre la m a n u fa c tu ra y los oficios a rte sa n o s.
La acu m u lación y la con cen tració n de in stru m e n to s y tr a ­
b a ja d o re s p reced ió al d e sa rro llo de la división del tra b a jo en
el seno del taller. El rasgo distintivo de la m a n u factu ra e ra m ás
b ien la reun ió n de m uchos tra b a ja d o re s y de m uchos, oficios
en u n solo lugar, en u n m ism o local, b ajo el m ando de u n capi­
tal, y no la frag m en tació n del tra b a jo y la ad ap tació n de un
o b re ro especial a u n a ta re a m uy sim ple.
La u tilid a d de un ta lle r co n sistía no ta n to en la división del
tra b a jo p ro p iam en te dicha, com o en la c irc u n stan c ia de que
se tra b a ja b a en m ay o r escala, se re d u c ía n m uchos gastos ac­
cesorios, etc. A fines del siglo xvi y com ienzos del xvn, la m a­
n u fa c tu ra h o lan desa ap en as conocía la división.
El d e sa rro llo de la división del tra b a jo supone la reunión
de los tra b a ja d o re s en un taller. Ni en el siglo XVI ni en el si­
glo x v n enco n tram o s u n solo ejem plo de u n d esarro llo tal de
las div ersas ra m a s de un m ism o oficio, que b a s ta ra reu n irías
en u n solo lu g a r pa ra o b te n e r un ta lle r com pleto. Pero u n a vez
reu n id o s en u n solo lu g ar los h o m b res y los in stru m en to s, la
división del tra b a jo ex isten te en el régim en g rem ial se re p ro ­
d u cía y se reflejab a n e c esariam en te en el. in te rio r del taller.
P a ra P roudhon, que ve las co sas a l revés, cu ando las ve, la
división del tra b a jo tal com o la entien d e A dam S m ith precede
al taller, siendo que el ta lle r es u n a condición de su existencia.
Las m áquinas p ro p iam en te d ich as d a tá n de fines del siglo
X V III. N ada m ás ab su rd o que ver en las m áq u in as la antítesis
de la división del trab ajo , la síntesis que restab lece la u n idad
en el tra b a jo fragm entado.
La m áq u in a es un co n ju n to de in stru m e n to s de trabajó;, y
no u n a com binación de tra b a jo s p a ra el p ro p io obrero. “Cuan­
do, p o r la división del tra b a jo , cad a o p eració n p a rtic u la r ha
sido re d u c id a al em pleo de u n in stru m e n to sim ple, la reunión
d e todos estos ins trum entos, puestos en acción p o r un solo mo­
to r, constitu y e u n a m á q u in a ” (Babbage, Traité su r Véconomie
92 LA METAFISICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA

des m a c h in e s.. París, 1833). H erram ien tas sim ples, acum ula­
ción de h erram ientas, herram ientas com puestas, puesta en mo­
vim iento de u n a h erra m ien ta com puesta p o r un soló m otor m a­
n u al, el hom bre; p u e sta en m ovim iento de estos in stru m en to s
p o r las fu erzas n a tu rales; m áquina; sistem a de m áq u in as con
u n solo m otor; sistem a de m á q u in as con un a u tó m ata p o r m o­
tor: he aquí la evolución de las m áq u in as [83].
La concentración de los in stru m en to s de producción y la di­
visión del tra b a jo son ta n in se p arab le s la u n a de la o tra como,
en la esfera política, la concentración de los poderes públicos
y la división de los in tere se s privados. En Ing laterra, con la
co n cen tració n de las tie rra s, in stru m en to s del tra b a jo agríco­
la, se da tam b ién la división del tra b a jo agrícola y la aplica­
ción de la m a q u in aria a la explotación de la tie rra . En F ra n ­
cia, con su división de in stru m e n to s y su régim en parcelario ,
n o tenem os en general ni división del tra b a jo agrícola ni apli­
cación de las m áquinas al cultivo de la tie rra .
A ju icio de P roudhon, la concentración de los in stru m en to s
de tra b a jo es la negación de la división del trab ajo . En reali­
dad, u n a vez m ás vem os todo lo co n trario . A m edida que se de­
sa rro lla la co n cen tració n de los in stru m en to s, se d e sa rro lla
tam b ién la división del tra b a jo y viceversa. Por lo tanto, todo
g ra n invento en la m ecánica es seguido de u n a m ayor división
del trab ajo , y to d o d e sa rro llo de la división del tra b a jo con­
duce, a su vez, a nuevos inventos en el dom inio de la m ecá­
n ica [84].
No es n ecesario re c o rd a r qüe los grandes progresos de la
división del tra b a jo com enzaron en In g la te rra después de la
invención de las m áquinas. Así, los tejed o res y los hiladores
e ra n en su m ay o ría cam pesinos com o los que aún en co n tra­
m os en los p aíses atrasados. La invención de las m áquinas aca­
bó de s e p a ra r la in d u stria m a n u fa c tu rera de la in d u stria agrí­
cola. El tejedor y el hilador, reunidos antes en una sola fam ilia,
fu ero n sep arad o s p o r la m áquina. G racias a la m áquina, el hi­
la d o r pued e h a b ita r en In g la te rra m ien tras que el tejed o r se
en c u e n tra en las Indias orientales. Antes de la invención de las
m áquinas, la in d u stria de un país se desenvolvía principalm en­
te a base de las m a te ria s p rim as que e ra n p ro d u c to de su p ro ­
p io suelo: así, In g la te rra elab o rab a la lana. A lem ania el lino,
F ran cia la sed a y el lino, las Indias o rien tales y Levante el al­
godón, etc. G racias a la aplicación de las m áquinas y del va­
po r, la división del tra b a jo alcanzó ta le s proporciones que la
LA DIVISION DEL TRABAJO Y LAS MÁQUINAS 93

g ran in d u stria , desligada del suelo nacional, depende ún ica­


m ente del m ercad o m undial, del in tercam b io in tern acio n al y
de la división in tern acio n al del trab ajo . P or últim o, la m áqui­
n a ejerce u n a influencia tal sob re la división del tra b a jo que,
desde el m om ento que en la fab ricació n de un artíc u lo cual­
q u ie ra se h a en co n trad o el m edio de in tro d u c ir p arcialm ente
la m ecánica, la fab ricació n se divide inm ed iatam ente en dos
explotaciones indepen d ien tes la u n a de la o tra .
¿E s n ecesario h a b la r del fin providencial y filantrópico des­
c u b ie rto p ó r P roudhon en la invención y la aplicación inicial
de las m áq u in as?
C uando el m ercado a d q u irió en In g la te rra un d esarro llo tal
que e l tra b a jo m an u al no p o d ía satisfacer la dem anda, se sin­
tió la n ecesid ad de las m áq u in as. E ntonces se com enzó a pen­
sa r en la aplicación de la ciencia m ecánica, que en el siglo xvin
ya e sta b a plen am en te form ada.
La ap arició n del ta lle r au to m ático fue aco m p añada de ac­
tos que e ra n to d o m enos filantrópicos. Los n iños eran reten i­
dos en el tra b a jo a golpes de látigo; se les h acía o b jeto de trá fi­
co, y se realizaban contratos con los orfanatos. Fueron abolidas
to d as las leyes relativ as al apren d izaje de los o b re ro s porque,
p a ra d ecirlo con u n a expresión de Proudhon, ya no h abía ne­
cesidad de o b rero s sintéticos. Por últim o, a p a r tir de 1825, casi
to d a s las nuevas invenciones fuero n el re su lta d o de colisiones
e n tre o b rero s y p atro n o s, que tra ta b a n a to d a c o sta de d ep re­
ciar la especialidad de los obreros. Después de cada nueva huel­
ga, au n q u e fú e ra de p o ca im p o rtan cia, Surgía u n a nueva m á­
quina. El o b re ro no veía en el em pleo de las m áquinas una
especie de reh ab ilitació n , de restauración, com o dice P roud­
hon, h a sta el p u n to que en el siglo XVIII opu so re siste n cia du­
ran te largo tiem po al im perio naciente de los m ecanism os auto­
m ático s [85].

W y a tt —d ic e el d o c to r U re — h a b ía d e s c u b ie r to lo s d e d o s d e h ila r [la
s e rie d e c ilin d ro s a c a n a la d o s] m u c h o a n te s q u e A r k w r ig h t .. . P e ro la
d if ic u lta d p rin c ip a l n o c o n s is tía ta n to e n la in v en c ió n d e u n m e c a n is­
m o a u to m á ti c o .. . L a d if ic u lta d e s tr ib a b a s o b re to d o e n la d isc ip lin a
n e c e s a r ia p a r a h a c e r q u e lo s h o m b re s re n u n c ia s e n a s u s h á b ito s ir r e ­
g u la re s e n el t r a b a jo y p a r a q u e se id e n tific a r a n c o n la re g u la rid a d
in v a ria b le del g r a n a u tó m a ta . I n v e n ta r y p o n e r e n v ig e n c ia u n código
d e d is c ip lin a f a b ril a ju s ta d o a la s n e c e sid a d e s y a la c e le rid a d d e l sis­
te m a m ec án ic o : h e a q u í u n a e m p re s a d ig n a d e H é rc u le s, h e a q u í la n o ­
94 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

b le o b r a d e A rk w rig h t [A. U re, P h ilo so p h ie d e s m a n u fa c tu re s, 1836, t.


i, p p . 21, 22, 23).

En sum a, la introducción de las m áq u in as acen tu ó la divi­


sión del tra b a jo en el seno de la sociedad, sim plificó la ta re a
del o b rero en el in te rio r del taller, reu n ió ál cap ital y d e sa rti­
culó aú n m ás al hom bre.
C uando P ro u d hon q u iere ser econom ista y a b a n d o n a r p ó r
u n in sta n te “ la evolución en la serie del en tendim iento", tom a
su eru d ició n de A. Sm ith, de la época en que el ta lle r au to m á ­
tico recién nacía. En efecto, ¡qué diferen cia e n tre la división
del tra b a jo ex isten te en tiem pos de Adarn S m ith y la 'que ve­
m os en el ta lle r autom ático! P a ra co m p ren d erla bien,1b a sta rá
c ita r algunos pasajes de la Filosofía d e ia m anufactura del doc­
to r U re [86], ' ·’

C u a n d o A. S m ith e sc rib ió su o b r a in m o rta l s o b re los e le m e n to s d e e c o ­


n o m ía p o lític a , a p e n a s e ra c o n o cid o el s is te m a a u to m á tic o d e la in ­
d u s tr ia . E n la d iv isió n d e l tr a b a jo v e ía c o n ra z ó n el g r a n p rin c ip io d el
p e rfe c c io n a m ie n to d e la m a n u fa c tu ra ; con el e je m p lo d e la fa b ric a c ió n
d e a lfile re s d e m o s tr ó q u e u n o b re ro , p e rfe c c io n á n d o s e m e d ia n te la
p r á c t ic a e n u n a m is m a o p e ra c ió n , se to r n a m á s e x p e d itiv o y m e n o s
c o sto so . E n c a d a r a m a d e m a n u fa c tu r a vio q u e , se g ú n e s te p rin c ip io ,
c ie r ta s o p e ra c io n e s , c o m o la d e c o r ta r a la m b re d e la tó n e n se g m e n to s
ig u a le s, r e s u lta b a n m u c h o m á s fá c ile s, y q u e o tra s , c o m o la d e m ol·
d e a r ¡y fija r la cab e za d e y n a lfile r, e ra n re la tiv a m e n te m á s d ifíciles; de
a q u í d e d u jo q u e lo n a tu r a l s e ría a d a p ta r a u n o b r e ro a c a d a u n a d e
e s ta s o p e ra c io n e s y q u e su s a la rio c o rre s p o n d ie s e a su h a b ilid a d . E s ta
a d a p ta c ió n e s la e se n c ia d e lá d iv isió n d e l tra b a jo . P e r o lo q u e p o d ía
s e r v ir d e e je m p lo ú til e n los tie m p o s d eí d o c to r S m ith , hoy n o h a r ía
sin o in d u ¿ ir al p ú b lic o a e r r o r e n c u a n to a l p rin c ip io r e a l de la in d u s ­
tr ia m a n u f a c tu r e r a . E n e fec to , la d is tr ib u c ió n o, m e jo r d ich o , la a d a p ­
ta c ió n d e los tr a b a jo s a la s d ife re n te s c a p a c id a d e s in d iv id u a le s n o en*
t r a e n el p la n d e a c c ió n d e la s m a n u f a c tu r a s a u to m á tic a s : p o r el
c o n tr a rio , e n to d o s a q u e llo s c a so s e n q u e u n a o p e ra c ió n ex ig e g ra n
h a b ilid a d y u n a m a n o se g u ra , el b ra z o d e l o b re ro , d e m a sia d o h á b il y
p ro p e n s o c o n fre c u e n c ia a ir re g u la r id a d é s d e to d a c la se , e s r e m p la z a ­
do p o r u n m ec an ism o esp ecial, cuya o p e ra c ió n a u to m á tic a e s tá ta n p e r­
fe c ta m e n te r e g u la d a q u e b a s ta u n n iñ o p a r a v ig ila rla .
E l p rin c ip io d e l s is te m a a u to m á tic o c o n siste , p u e s, e n s u s ti t u ir la
m a n o d e o b ra p o r el a r te m e c á n ic o y e n re m p la z a r lá d iv isió n del t r a ­
b a jo é n tr e los a rte s a n o s p o r la d e sc o m p o sic ió n d e l p ro c e s ó e n su s p a r ­
te s in te g ra n te s [87]. E n el s is te m a d e o p é ra c ió ri m a n u a l, la m a n o de
o b ra e ra o rd in a ria m e n te el elem en to m ás d isp e n d io so d e c u a lq u ie r p ro ­
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO Y LAS MAQUINAS 95

d u c to ; e n el s is te m a a u to m á tic o , la p e ric ia d e l a r te s a n o se ve s u p la n ­
ta d a c a d a d ía m á s p o r sim p le s v ig ila n te s de la s m á q u in a s.
L a d e b ilid a d d e la n a tu r a le z a h u m a n a es tal que, c u a n to m á s h á b il
se a el o b re ro , se v uelve m á s in d e p e n d ie n te e in tr a ta b le y, p o r lo m is­
m o, m e n o s id ó n e o re s u lta p a r a u n s is te m a m ec án ic o , a c u y o c o n ju n to
p u e d e n in f e r ir c o n s id e ra b le d a ñ o su s s a lid a s c a p ric h o s a s . P o r c o n si­
g u ie n te , e l g ra n o b jetiv o d e l f a b ric a n te a c tu a l c o n siste , c o m b in a n d o
la c ie n c ia con su s c a p ita le s , e n r e d u c ir la s fu n c io n e s de su s o b re ro s
a l e je rc ic io de su v ig ila n c ia y su d e s tre z a , f a c u lta d e s q u e se p e rfe c c io ­
n a n b ie n e n la ju v e n tu d , siempre, que sean concentradas en un solo
objeto.
E n el siste m a de g ra d a c io n e s del tra b a jo se re q u ie re n m u c h o s añ o s
d e a p re n d iz a je a n te s d e q u e el o jo y la m a n o s e a n lo b a s ta n te e x p e rto s
p a r a e f e c tu a r c ie r ta s o p e ra c io n e s m e c á n ic a s d ifíc ile s; p e r o e n el sis­
te m a q u e desco m p o n e los p ro c e so s red u cién d o lo s a su s p rin cip io s cons­
titu tiv o s y q u e h a c e q u e to d a s la s p a r te s sean, s o m e tid a s a la o p e ra ­
c ió n d e u n a m á q u in a a u to m á tic a , se p u e d e c o n fia r e s ta s p a r te s
e le m e n ta le s a u n o p e ra rio d o ta d o de u n a c a p a c id a d o rd in a ria , d e sp u é s
d e h a b e r lo so m e tid o a u n a c o r ta p ru e b a ; en c a so d e n e c e s id a d se le
p u e d e h a c e r p a s a r de u n a m á q u in a a o tra , a v o lu n ta d d e l q u e d irig e
lo s tr a b a jo s . T a le s c a m b io s e s tá n en o p o sic ió n a b ie r ta c o n la v ie ja r u ­
tin a q u e d iv id e el tr a b a jo y q u e a sig n a a u n o b r e ro la t a r e a de m o ld e a r
la c a b e z a d e u n a lf ile r y a o tr o la de a g u z a rle la p u n ta , tr a b a jo c u y a
fa s tid io s a u n ifo rm id a d les e n e r v a .. . [88] P e ro b a jo el d o m in io d e l p rin ­
c ip io d e la igualación, es d e c ir, e n el s is te m a a u to m á tic o , la s f a c u lta ­
d e s d el o b re ro so n so m e tid a s so la m e n te a u n e je rcic io a g ra d a b le , etc. . .
C o m o s u s o b lig a c io n e s se c irc u n s c rib e n a v ig ila r el t r a b a jo d e u n m e ­
c a n is m o b ie n re g u la d o , p u e d e a p r e n d e rlo e n p o co tie m p o ; y c u a n d o
t r a n s f ie r e su s se rv icio s d e u n a m á q u in a a o tra , in tro d u c e v a r ie d a d eñ
s u t a r e a y d e s a rr o lla su s id e a s a l re fle x io n a r e n la s c o m b in a c io n e s ge­
n e r a le s q u e re s u lta n d e su tr a b a jo y del d e su s c o m p a ñ e ro s . P o r eso,
e n el ré g im e n d é distribución-igual de trabajos n ó sé p u e d e d a r, e n c ir­
c u n s ta n c ia s o r d in a r ia s , e s a c o e rc ió n de lá s fa c u lta d e s , e s a re d u c c ió n
d e la s id éa s y é s a inco fn cíd id ad corporal· q u e n o sin r a z ó n son a tr i b u i ­
d o s a la d iv isió n d el tra b a jo .
L a fin a lid a d c o n s ta n te y la te n d e n c ia d e to d o p e rfe c c io n a m ie n to
d e l m e c a n ism o es, e n e fe c to , p re s c in d ir p o r c o m p le to d e l tr a b a jo del
h o m b re o d is m in u ir su p re cio , s u s titu y e n d o el tra b a jo de o b re ro s a d u l­
to s con e l d e m u je re s y n iñ o s, o el de h á b ile s a r te s a n o s c o n el d e o b r e ­
ro s b a s to s . . . E s ta te n d e n c ia a n o e m p le a r m á s q u e n iñ o s de o jo s viva­
ces y d ed o s ágiles e n lu g a r d e jo rn a le ro s d e larg a e x p erien c ia d e m u e stra
q u e n u e s tr o s f a b ric a n te s in s tr u id o s h a n d e se c h a d o , a l fin, el d o g m a
e s c o lá s tic o de la d iv isió n d e l tr a b a jo se g ú n los d ife r e n te s g ra d o s d e
h a b ilid a d (A. U re, toe. c¡'?., t i, c ap . I (p p . '34-35)).;
96 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

Lo que c a ra c te riz a la división del tra b a jo en el seno de la


sociedad m o d ern a es que engendra las especialidades, las es­
pecies y con ellas el idiotism o del oficio.

N o s c a u s a a d m ira c ió n —d ic e L e m o n tey — v e r q u e e n tr e los a n tig u o s


u n m is m o p e rs o n a je e r a a la vez, e n g r a d o e m in e n te , filó so fo , p o e ta ,
o r a d o r, h is to ria d o r, s a c e rd o te , g o b e rn a n te y c a u d illo m ilita r . E l e s p í­
r i t u se so b re c o g e a n te u n c a m p o d e a c c ió n ta n v a sto . C a d a u n o p la n ta
sú c e rc a d o y s e e n c ie r r a e n él. Ig n o ro si p o r e fe c to d e é ste fr a c c io n a ­
m ie n to se a g r a n d a el c a m p o d e a cc ió n , p e r o sé m uy b ie n q u e el h o m ­
b re se a c h ic a (P. E . L em o n tey , loe. cit., t. I, p. 213).

Lo que c a ra c teriz a la división del tra b a jo en el ta lle r au to ­


m ático es que el tra b a jo p ierd e d e n tro de él todo c a rá c te r de
especialidad. Pero, en cu an to cesa todo d esarro llo especial, co­
m ienza a d e ja rse se n tir el afán de universalidad, la tendencia
a un-desarrollo in tegral del individuo. El ta lle r autom ático su ­
p rim e las especies y el idiotism o del oficio.
P roudhon, p o r no h a b e r com p ren d id o ni ta n siq u iera este
solo aspecto revolucionario del ta lle r autom ático, da un paso
a trá s y prop o n e al o b re ro que no se lim ite a h a c e r la doceava
p a rte de un alfiler, sino que p re p a re sucesivam ente las doce
p a rte s [89]. El o b re ro alcanzaría así un conocim iento pleno y
p ro fu n d o del alfiler. E n esto consiste el tra b a jo sintético dé
P roudhon. N adie neg ará que d a r un p a só adelante y o tro a trá s
es ig ualm ente h a c e r un m ovim iento sintético.
E n resum en, P roudhon no h a ido m ás allá del ideal del pe-
queño b u rg u és. Y p a ra re alizar este ideal, no concibe n ad a m e­
jo r q u e devolvem os al grem io o, cu an to m ás, a los m aestro s
a rte sa n o s de la E dad M edia. B asta, dice en u n lu g a r de su li­
b ro , h a b e r cread o una sola vez en la vida una o b ra m aestra,
h a b e rse sen tid o u n a sola vez h om bre. ¿No es esto, ta n to p o r
la fo rm a com o p o r el fondo, la o b ra m a e stra exigida p o r los
grem ios a rte sa n a les de la E dad M edia? [90]

3. LA COMPETENCIA Y EL MONOPOLIO

L a d o b u e n o de "L a c o m p e te n c ia e s ta n e se n c ia l p a r a el t r a ­
la c o m p e te n c ia b a jo c o m o la div isió n de éste... E s n e c e s a ria p a ra
el a d v e n im ie n to d e la ig u a ld a d ."
ék COMPETENCIA Y EL MONOPOLIO 97

'•IHado malo de “ S u p rin c ip io es la n e g a c ió n d e sí m ism o. Su


la competencia e fe c to m ás s e g u ro es h u n d ir a lo s q u e se d e je n
a r r a s t r a r p o r e lla .” .

Reflexión "L os inconvenientes que a c a rr e a la co m p eten ­


general c ia, lo m is m o q u e e l b ie n q u e p ro p o rc io n a . .
e m a n a n ló g ic a m e n te u n o s y o tro s d el p rin c ip io ."

" E n c o n tra r el p rin c ip io conciliador q u e debe


d e riv a r d e u n a ley s u p e rio r a la lib e rta d m ism a."

Problema a VARIANTE:
resolver " N o se tr a ta , p u e s, a q u í de d e s t r u ir la co m ­
p e te n c ia , c o sa ta n im p o sib le co m o d e s t r u ir la li­
b e rta d ; se t r a t a d e e n c o n tr a r p a r a e lla el e q u ili­
b rio , y yo d ir ía d e b u e n a g a n a: la policía"
(P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. I, pp. 209-212,
passim; p. 238).

P ro u d h o n com ienza defendiendo la n ecesidad etern a de la


com petencia c o n tra los que q u ieren rem p lazaría p o r la em u ­
lación [91].
No hay "em ulación sin u n fin ’’, y así com o "el objeto de toda
p asió n es n ecesariam en te análogo a la pasión m ism a: una m u­
je r p a ra el am ante, el p o d e r p a ra el am bicioso, el o ro p a ra el
avaro, u n a corona p a ra el poeta, el objeto de la em ulación in­
d u stria l es necesariam ente la ganancia [ ...] La em ulación no es
o tra cosa q u e la co m petencia m ism a" (Ib id ., p. 211).
La com petencia e s la em ulación con fines de ganancia. La
em ulación industrial, ¿es necesariam ente la em ulación con m i­
ra s a la ganancia, es decir, la com petencia? P ro udhon lo de­
m u e stra con u n a sim ple afirm ación. Ya hem os visto que, p a ra
él, a firm a r es d em o strar, así com o su p o n e r es negar.
Si el objeta inm ediato del am ante e s la m u jer, el objeto in­
m ed iato de la em ulación in d u stria l es el p ro d u c to y no la ga­
nancia.
La co m petencia no es la em ulación in d u strial, es la em ula­
ción com ercial [92]. En n u e stro tiem po, la em ulación industrial
no existe sino con fines com erciales. Hay inclusive fases en la
vida económ ica de los p ueblos m odernos en la s que todo el
m und o está poseído de una especie de fiebre p o r o b ten e r ga­
nancias sin p ro d u cir. E sta fiebre de la especulación, que so­
breviene periódicam ente, pone al desnudo el v erd ad ero carác­
98 LA METAFÌSICA DE LA ECONOMIA POLITICA

te r de la com petencia, que tiende a e v ita r la necesidad de la


em ulación in d u strial.
Si h u b ierais dicho a u n a rtesa n o del siglo xvi que serían
abolidos los privilegios y toda la organización feudal de la in­
d u s tria p a ra su stitu irlo s p o r la em ulación in d u stria l; denom i­
n ad a com petencia, os h a b ría respondido que los privilegios de
la s d iversas co rporaciones, co frad ías y grem ios son la com pe­
ten cia organizada. E so m ism o dice P roudhon al a firm a r que
"la em ulación no es o tra cosa que la p ro p ia com petencia".
"O rd en ad que a p a rtir del 1 de en e ro de 1847 sean g a ra n ti­
zados a todo el m undo el trab ajo y el salario; inm ediatam ente,
a la ten sió n im p etu o sa de la in d u stria su cederá u n inm enso
rela ja m ie n to " [Proudhon, loe. cit., ed. 1923, t. I, p. 212].
En lu g ar de u n a suposición, de u n a afirm ación y de u n a ne-
gaciófí, tenem os a h o ra u n a ordenanza que P roudhon d icta ex­
p resam en te p a ra d e m o stra r la n ecesidad de la com petencia,
su e te rn id a d com o categoría, etcétera.
Si nos im aginam os que p a ra sa lir de la com petencia no h a ­
cen falta m ás que ordenanzas, jam ás se sa ld rá de ella. Y llevar
las cosas h a s ta p ro p o n e r la abolición de;la com petencia m an­
ten ien d o el salario, equivale a p ro p o n er u n d esp ropósito por
d e c re to real. P ero los pueblos no proceden en v irtu d de d ecre­
tos reales. Antes de re c u rrir a tales o rdenanzas, los pueblos
tien en que h a b e r cam biado al m enos de a rrib a abajo sus con­
diciones de existencia in d u stria l y política, y p o r consiguiente
to d a su m an era de ser.
P roudhon resp o n d erá, con su aplom o im p e rtu rb ab le , que
é sta es la h ip ó tesis "de u n a tran sfo rm ac ió n de n u e stra n a tu ­
ra le z a sin p reced en tes en la h isto ria " y que él ten d ría derecho
a “d eja m o s al m argen de la d iscu sió n ”, no se sabe en v irtu d
de qué ordenanza.
P ro u d h o n ignora que toda la h isto ria no es o tra cosa que
u n a tra n sfo rm a c ió n co n tin u a de la n atu ra lez a h u m an a [93].

A te n g ám o n o s a los h e c h o s [. ..] La re v o lu c ió n fra n c e s a fu e h ech a tarító


en n o m b re de la lib e rta d in d u s tr ia l com o d e la lib e rta d p o lític a , y a u n ­
q u e la F ra n c ia de 1789 —d ig á m o slo e n voz a lt a — n o c o m p re n d ía to ­
d a s la s c o n s e c u e n c ia s d el p rin c ip io c u y a a p lic a c ió n re c la m a b a , n o sé
e n g a ñ ó n i en s u s d e se o s ni e n su s e sp e ra n z a s . Q u ien t r a t e d e n e g a rlo
p e r d e r á p a ra m i to d o d e re c h o a la. c rític a : yo n o d is p u ta ré ja m á s con
u n a d v e rs a r io q u e a d m ita en p rin c ip io el e r r o r e sp o n tá n e o de veinti*
c in c o m illo n e s d e p e rso n a s . . . Si la c o m p e te n c ia n o e ra u n p rin c ip io (Jé
LA COMPETENCIA Y EL MONOPOLIO 99

la e c o n o m ía so c ia l, u n d e c r e to d e l d e stin o , u n a n e c e sid a d d el a lm a h u ­
m a n a , ¿ p o r q u é e n lu g a r de a b o lir la s c o rp o ra c io n e s , c o fra d ía s y g re ­
m io s, n o se p re fir ió c o rre g irla s? [P ro u d h o n , loe. cit., ed. 1 9 2 3 ,1 . 1, pp.
214-215).

Por lo tanto, com o los franceses del siglo xvm abolieron las
co rp o racio n es, co frad ías y grem ios en lug ar de m odificarlos,
los fran ceses del siglo x ix d eben m odificar la com petencia en
vez de su p rim irla . Como la com petencia fue estab lecid a en la
F ran cia del siglo xviil a consecuencia de n ecesidades h istó ri­
cas, esta com petencia no debe ser d e stru id a eri el siglo XIX a
causa de o tra s necesidades histó ricas. No Com prendiendo que
el estab lecim ien to de la com petencia estab a vinculado con el
d e sa rro llo real de los h o m b res del siglo xvm , P roudhon con­
v ierte la com petencia en u n a necesid ad del alm a hum ana, in
partib u s in fidelium . T ra ta n d o del siglo Xvii, ¿en qué h ab ría
co nv ertid o al g ran C olbert?
D espués de la revolución viene el estad o de cosas actual.
P ro u d h o n deduce igualm ente de los hechos la e te rn id a d de la
com petencia, d em o stran d o que todas las ram as de la pro d u c­
ción en las que e sta c ateg o ría n o se h alla aú n b a sta n te desa­
rro lla d a , com o, p o r ejem plo, la ag ricu ltu ra, se en cu e n tra n en
estad o de a tra s o y decadencia.
D ecir que algunas ra m a s de la p roducción no se han desa­
rro lla d o aú n h a sta llegar a la com petencia, y que o tra s no han
alcan zad o todavía el nivel de la p roducción b u rg u esa, es p u ra
p a la b re ría que no p ru e b a en lo m ás m ínim o la e te rn id a d de
la com petencia.
Toda la lógica de P ro u d h o n se resu m e en esto: la com peten­
cia es u n a relación social en la que d esarro llam o s actualm en­
te n u e s tra s fuerzas p roductivas. A e sta verdad no la acom pa­
ña de u n razo n am ien to · lógico, sino de form ulaciones
frecuentem ente m uy desenvueltas, diciendo de paso que la com­
p eten cia es la em ulación in d u strial, el m odo a c tu al de ser li­
bre, la re sp o n sab ilid ad en el trab ajo , la constitución del valor,
u n a condición p a ra el advenim iento de la igualdad, u n prin c i­
pio de la econom ía social, un d ecreto del destino, u n a necesi­
dad del alm a hum aná, u n a in sp iració n de lá ju stic ia etèrn a, la
lib e rta d en la división, la división en la libertad , u n a categoría
económ ica.

La c o m p e te n c ia y la a so c ia ció n se a p o y a n la u n a e n la o tr a . L ejos de
e x c lu irs e , n o so n ni s iq u ie ra divergentes. Q u ien dice c o m p e te n c ia su ­
100 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

p o n e u n fin c o m ú n . P o r c o n sig u ie n te , la competencia no e l el égois·


m o , y el e r r o r m á s d e p lo ra b le d e l so c ia lism o consiste en haberla con­
c e b id o c o m o u n tr a s to r n o d e la so c ie d a d [ibid., p. 238).

Quien dice com petencia dice fin com ún, y esto pru eb a, p o r
u n a p a rte , q u e la com petencia es la asociación y, adem ás, que
la com petencia no es el egoísmo. ¿Y quien dice egoísm o no dice
fin com ún ? Todo egoísm o o b ra en la sociedad y p o r m edio de
la sociedad. Presupone, p o r lo tan to , la sociedad, es decir, fi­
nes com unes, necesidades com unes, m edios de producción co­
m unes, etc. ¿E s, pues, casual que la com petencia y la asocia­
ción de que hablan los socialistas no sean ni siq u iera
divergentes?
Los socialistas saben m uy bien que la sociedad actual se basa
en la com petencia. ¿Cómo podían ellos re p ro c h a r a la com pe­
tencia el tra sto c a r la sociedad a ctu al que ellos m ism os quie­
ren abolir? ¿ Y cómo podían rep ro ch ar a la com petencia el tra s ­
to c a r la sociedad del porvenir, en la que ellos ven, por el
co n tra rio , la su p resió n de la com petencia? *
P roudhon d ice m ás adelante que la com petencia es lo con­
trario del m onopolio y que, por consiguiente, no puede ser lo
contrario de la asociación.
El feudalism o era, desde sus orígenes, opuesto a la m o n a r­
quía p a tria rc a l; p o r lo tan to , no e ra o p u esto a la com petencia,
que aú n no existía. ¿Se deduce de aq u í que la com petencia no
se opone al feudalism o?
En realidad, los vocablos sociedad y asociación son deno­
m inaciones q u e se pueden d a r a todas las sociedades, ío m is­
m o a la sociedad feudal que a la b u rg u esa, que es la asocia­
ción fundada en la competencia. ¿Cómo puede hab er socialistas
que crean posible im p u g n ar la com petencia con la sola p a la ­
b ra asociación? ¿Y cóm o puede P ro u d h o n q u e re r d efender la
com petencia c o n tra el socialism o, designándola con el (olo
n o m b re de asociación ?
Todo lo que acabam os de d ec ir se refiere al lado bueno de
la com petencia, tal com o la entiende Proudhon. Pasernot aho­
ra al lado m alo, es decir, al lado negativo de la competencia,
a sus inconvenientes, a lo que tiene de destructivo, de subver­
sivo, de pernicioso.
El c u a d ro que nos p rese n ta P rou d h o n es algo lúgubre.
La co m petencia engendra la m iseria, fom enta la guerra ci­
vil, “cam b ia las zonas n a tu ra le s”, m ezcla las nacionafidadeN,
LA COMPETENCIA Y EL MONOPOLIO 101

p e rtu r b a las fam ilias, co rro m p e la conciencia pública, “tra s ­


toca las nociones de equidad, de ju stic ia ", de m oral, y, lo que
es peo r, d e stru y e el co m ercio h o n ra d o y lib re y n o da en com ­
pensació n ni siq u iera el valor sintético, el p recio fijo y h o n ra ­
do. La com p eten cia decepciona a todo el m undo, incluso a los
econom istas. Lleva las co sas h a sta a d e stru irse a sí m ism a.
D espués de todo lo que Proudhon dice de m alo, ¿puede h a ­
b e r p a ra las relaciones de la sociedad burguesa, p a ra sus p rin ­
cipios y sus ilusiones, un elem ento m ás disolv en te y m ás des­
tru ctiv o que la com p eten cia?
O bservem os que la co m petencia es ca d a vez m ás d e stru c ti­
va p a ra las relaciones burguesas, a m edida que suscita una crea­
ción febril de nuevas fu erzas p roductivas, es decir, las condi­
ciones m ateriales de u n a nueva sociedad. En e ste sentido, al
m enos, el lado m alo de la com p eten cia p o d ría c o n ten er en sí
algo bueno. “C onsiderada desde el p u n to de vista de su origen,
la com petencia, com o esta d o o fase económ ica, es el resu ltad o
n e c e s a rio ... de la te o ría de la reducción del co sto general de
pro d u cció n " [Proudhon, loe. cit., ed. 1923, t. I, p. 247).
P ara Proudhon, la circulación de la sangre debe ser u n a con­
secuencia de la te o ría de H arvey. “ El m onopolio es el re su lta ­
do fa ta l de la com petencia, q u e lo en g en d ra p o r u n a negación
in cesan te de sí m ism a. E ste origen del m onopolio im plica ya
su ju s tific a c ió n .. . El m onopolio es la oposición n a tu ra l de la
competencia. .., pero, como la com petencia es necesaria, implica
la idea del m onopolio, ya que el m onopolio es com o el asiento
de ca d a individualidad co m p etid o ra" [Ibid., pp. 249 y 250).
Nos alegram os con P roudhon de q u e haya podido, al m enos
u n a vez, a p lic a r bien su fó rm u la de la tesis y la an títesis. Todo
el m undo sabe que el m onopolio m o d ern o es en g en d rad o por
la co m petencia m ism a.
En cu an to al contenido, Proudhon se atien e a im ágenes poé­
ticas. La co m petencia h a c ia “de ca d a subdivisión del trab ajo
com o u n a so b eran ía en la q u e cad a individuo m an ifestab a su
fuerza y su independencia”. El m onopolio es “el asiento de cada
individualidad co m p etid o ra”. “S o b eran ía” suena al m enos tan
bien com o “ asien to ” .
Proudhon no hab la m ás q u e del m onopolio m oderno engen­
d ra d o p o r la com petencia. P ero to d o s sabem os q u e la com pe­
ten cia h a sido en g en d rad a p o r el m onopolio feudal. Así pues,
prim itiv am en te la co m p eten cia ha sido lo c o n tra rio del m ono­
polio, y no el m onopolio lo c o n tra rio de la com petencia. Por
102 LA METAFISICA DE LA ECONOMÍA POLITICA

lo tanto, el m onopolio m oderno no es una simple antítesis, sino


que, p o r el c o n trario , es la v erdadera síntesis. .■»,·
Tesis: El m onopolio feudal a n te rio r a la com petencia.
Antítesis: La com petencia.
Síntesis: El m onopolio m oderno, que es la negación del m o­
nopolio feudal pues presupone el régim en de lá com petencia,
y la negación de la com petencia pues es m onopolio.
Así, pues, el m onopolio m oderno, el m onopolio burgués, es
el m onopolio sintético, la negación de la negación, la un id ad
de los co n trario s. Es el m onopolio en estado p uro, norm al, ra ­
cional. P ro u d h o n e n tra en co n tradicción con su p ro p ia filoso­
fía al co ncebir el m onopolio burgués com o el m onopolio en es­
tad o rústico, sim plista, co n tra d icto rio , espasm ódicó. Rossi, al
que P roudhon cita reite rad am en te a p ro p ó sito del m onopolio,
p o r lo visto ha com prendido m ejor el c ará cter sintético del mo­
nopolio b u rg u és. E n su Curso de econom ía política establece
la distin ció n e n tre m onopolios artific iales y m onopolios n a tu ­
rales. Los m onopolios feudales, dice, son artificiales, es decir,
a rb itra rio s; los m onopolios b u rg u eses son n a tu ra les, es decir,
racionales.
El m onopolio es.una buen a cosa, razona P roudhon, porque
es u n a categ o ría económ ica, una em anación “de la razón im ­
p e rso n a l de la h u m an id ad ” . La com petencia es tam b ién una
b u en a cosa, p o rq u e a su vez es u n a categ o ría económ ica. Pero
lo que no es bueno es la realid ad del m onopolio y la realid ad
de la com petencia. Y lo p e o r es que la com petencia y el m ono­
polio se d evoran m u tuam ente. ¿Qué h acer? B u scar la síntesis
de esta s dos ideas etern as, a rra n c a rla del seno de Dios, donde
e stá d ep o sitad a desde tiem pos inm em oriales.
E n la vida p rá c tic a encontram os no solam ente la com peten­
cia, el m onopolio y el antagonism o e n tre la una y el o tro , sino
tam bién su síntesis,, que no es una fórm ula, sino u n movimiento.
El m onopolio en gendra la com petencia, la com petencia engen­
dra el monopolio. Los m onopolistas com piten entre sí, los com ­
p etid o res p asan a se r m onopolistas. Si los m onopolistas re s­
trin g e n la co m petencia e n tre ellos p o r m edio de asociaciones
parciales, se acentúa la com petencia en tre los obreros? y cuanto
m ás crece la m asa de p ro letario s fre n te a los m onopolistas de
un a nación, ta n to m ás desen fren ad a se hace la com petencia
e n tre los m o n o p olistas de las diferen tes naciones. La slntesis
consiste en que el m onopolio no puede m an ten erse sinoiMbran-
do co n tin u am en te la lucha de la com petencia [94]. *
LA COMPETENCIA Y EL MONOPOLIO 103

P ara d e d u c ir d ialécticam en te los im puestos que siguen al


m onopolio, P ro u d h o n nos h ab la del genio social que, después
de h a b e r seguido intrépidam ente su ruta en zigzag, "después
de h a b e r m arch ad o a paso seguro, sin arrepentirse y sin dete­
nerse, cuando llega a la esquina del m onopolio lanza una m e­
lancólica m ira d a hacia a trá s y, luego de u n a p ro fu n d a refle­
xión, grava con im puestos todos los artícu lo s de la producción
y c rea to d a u n a organ izació n ad m in istra tiv a a fin de que to­
dos los em pleos sean concedidos al proletariado y pagados por
los m o nopolistas” [Proudhon, loe. cit., ed. 1923, t. i, pp.
285-286],
¿Qué d ecir de este genio que, en ayunas, se p asea en zigzag?
¿Y qué d e c ir de este paseo, que no tiene o tro fin que agobiar
a los b u rg u eses a fuerza de im puestos, siendo así que los im ­
pu esto s sirven p recisam en te p a ra p ro p o rc io n a r a los b u rg u e­
ses el m edio de m an ten erse com o clase d om inante?
P a ra d a r al lecto r u n a idea de la m a n e ra com o Proudhon
expone los detalles económ icos, b a s ta rá d ecir que, según él,
el im puesto sobre el consum o fue establecido con fines de igual­
dad y p a ra a y u d a r al p ro letariad o .
El im p u esto sobre el consum o h a alcanzado su verdadero
d esarro llo sólo desde el advenim iento de la b u rg u esía. E n m a­
nos del cap ital in d u stria l, es decir, de la riqueza sobria y eco­
nóm ica que se m antiene, se re p ro d u c e y se ag ra n d a p o r la ex­
plotación d irecta del trabajo, el im puesto sobre el consüm o era
u n m edio de ex p lo ta r la riqueza frívola, alegre y pródiga de
los gran d es señores que no h acían m ás que co n su m ir. Jacques
S te u a rt h a expuesto m uy bien esta fin alid ad p rim itiv a del im ­
p u esto so b re el consum o en sus Investigaciones sobré los prin­
cipios de la econom ía política, o b ra p u b licad a diez años antes
de a p a re c e r el lib ro de A. Sm ith.

E n la m o n a rq u ía p u r a —d ic e — , lo s p r ín c ip e s ven, p o r d e c irlo a sí, c o n


c ie r ta e n v id ia el c re c im ie n to de la s riq u e z a s y p o r e so c a rg a n de im ­
p u e sto s a los q u e se e n riq u e c e n : [im p u e sto s so b re la p ro d u c c ió n .] B ajo
u n g o b ie rn o c o n s titu c io n a l, re c a e n p rin c ip a lm e n te s o b r e los p o b re s
[im p u e sto s so b re el consum o]. Ig u a lm en te , los m o n a rc a s e sta b le c e n u n
g ra v a m e n s o b re la i n d u s t r i a . . . p o r e je m p lo , la c a p ita c ió n y la ta lla
son p ro p o rc io n a le s a la riq u e z a s u p u e s ta de los c o n trib u y e n te s. A cad a
u n o se le im p o n e n las trib u ta c io n e s en p ro p o rc ió n a l b e n e fic io q u e se
su p o n e v a a o b te n e r. B a jo la s fo rm a s c o n stitu c io n a le s de g o b iern o , los
im p u e sto s g ra v a n o r d in a r ia m e n te el c o n su m o . [A c a d a u n o se le a sig ­
na n las c a rg a s fin a le s c o n a rre g lo a la m a g n itu d d e su s g asto s.] |J.
104 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

S te u a r t, R e c h e r c h e s d e s p rin c ip e s de l ’é c o n o m ie p o litiq u e , T ra d . de G.
G a rn ie r, 1789, t. 11, pp. 190-191j [95].

E n c u a n to a la sucesión lógica d e lo s im p u e s to s , d e la b a ­
la n z a c o m e rc ia l y d el c ré d ito — e n la m e n te d e P ro u d h o n — , se ­
ñ a la r e m o s ú n ic a m e n te q u e la b u r g u e s ía in g le s a , q u e e s ta b le ­
c ió b a jo G u ille r m o d e O ra n g e s u c o n s titu c ió n p o lític a , c r e ó d e
g o lp e u n n u e v o s is te m a tr ib u ta r io , el c r é d ito p ú b lic o y e l s is ­
te m a d e a r a n c e le s p r o te c to r e s , e n c u a n to tu v o la p o s ib ilid a d
d e d e s a r r o l l a r lib r e m e n te s u s c o n d ic io n e s d e e x is te n c ia .
E s ta s b r e v e s o b s e rv a c io n e s b a s ta r á n p a r a d a r a l le c to r u n a
ju s t a id e a d e la s e lu c u b ra c io n e s d e P ro u d h o n s o b r e la p o lic ía
o lo s im p u e s to s , la b a la n z a c o m e r c ia l, e l c r é d ito , e l c o m u n is ­
m o y la p o b la c ió n . D e s a fia m o s a la c r ític a m á s in d u lg e n te a
q u e a b o r d e s e r i a m e n t e t a l e s c a p í t u l o s [9 6 ].

4. LA PROPIEDAD O LA RENTA

E n c a d a é p o c a h is tó r ic a la p r o p ie d a d se h a d e s a rr o lla d o d e
m o d o d is tin to y b a jo u n a s e rie d e re la c io n e s s o c ia le s to ta lm e n te
d if e r e n te s . P o r lo ta n to , d e f in ir la p r o p ie d a d b u r g u e s a n o es
o tr a c o s a q u e e x p o n e r to d a s la s re la c io n e s s o c ia le s d e la p r o ­
d u c c ió n b u rg u e s a .
Q u e r e r d e f in ir a la p ro p ie d a d c o m o u n a re la c ió n in d e p e n ­
d ie n te , u n a c a te g o ría a p a r te y u n a id e a a b s tr a c ta y e te rn a , n o
e s m á s q u e u n a ilu s ió n m e ta f ís ic a o ju r íd ic a .
A u n q u e P ro u d h o n h a c e c o m o q u e h a b la d e la p r o p ie d a d e n
g e n e ra l, n o t r a t a m á s q u e d e la propiedad del suelo, d e la renta
de la tierra. " E l o r ig e n d e la r e n ta , c o m o e l d e la p r o p ie d a d , es,
p o r d e c ir lo a s í, e x tra e c o n ó m ic o : d e s c a n s a e n c o n s id e ra c io n e s
p s ic o ló g ic a s y m o r a le s , s ó lo r e m o ta m e n te r e la c io n a d a s c o n la
p r o d u c c ió n d e la r iq u e z a " (P ro u d h o n , loe. c it, t . II, p . 2 6 5 ( e d .
1 9 2 3 , t . II, p . 2 0 8 ) ). P o r lo t a n t o , P r o u d h o n r e c o n o c e s u i n c a p a ­
c id a d d e c o m p r e n d e r e l o r ig e n e c o n ó m ic o d e la r e n ta y d e la
p r o p i e d a d . C o n f ie s a q u e e s t a i n c a p a c i d a d le o b l i g a a r e c u r r i r '
a c o n s i d e r a c i o n e s p s i c o l ó g i c a s y m o r a l e s q u e , e s t a n d o e n e f e c to ]
r e m o t a m e n t e r e l a c i o n a d a s c o n l a p r o d u c c i ó n d e l a r i q u e z a ,^
g u a r d a n , e n c a m b io , u n a c o n e x ió n m u y e s tr e c h a c o n la e x ig ü i­
d a d d e s u s h o riz o n te s h is tó ric o s . P ro u d h o n a f ir m a q u e el o r i­
g e n d e la p r o p ie d a d tie n e a lg o d e m ístico y de m isterioso. A ho­
LA PROPIEDAD O LA RENTA 105

r a b ie n , v e r m is te r io e n e l o r ig e n d e la p r o p ie d a d , e s d e c ir,
tr a n s f o r m a r e n m is te r io la re la c ió n e n tr e la p r o d u c c ió n m is ­
m a y la d is tr ib u c ió n d e lo s i n s tr u m e n to s d e p r o d u c c ió n , ¿ n o
e q u iv a le a c a s o , h a b la n d o c o n e l le n g u a je d e P ro u d h o n , a r e ­
n u n c i a r a t o d a p r e t e n s i ó n d e c i e n c i a e c o n ó m i c a ? [9 7 ]
P ro u d h o n " s e lim ita a r e c o r d a r q u e e n la s é p tim a é p o c a d e
la e v o lu c ió n e c o n ó m ic a — e l crédito — , c u a n d o la r e a lid a d fu e
d e s v a n e c id a p o r la f ic c ió n y la a c tiv id a d h u m a n a s e v io e n p e ­
l i g r o d e p e r d e r s e e n e l v a c í o , s e h i z o n e c e s a r i o vincular al ho m ­
bre con lazos m ás fuertes a la naturaleza: l a r e n t a f u e e l p r e c i o
d e e s t e n u e v o c o n t r a t o ” ( P r o u d h o n , loe. cit., t . II, p . 2 6 5 [e d ,
1 9 2 3 , t. II, p . 2 0 6 ]).
E l hom bre de los cuarenta escudos p r e s in tió la a p a ric ió n d e
u n P ro u d h o n . “ S e a h e c h a v u e s tra v o lu n ta d , s e ñ o r C re a d o r: c a d a
u n o es d u e ñ o en su m u n d o , p e ro ja m á s m e h a ré is c re e r q u e
e l m u n d o e n q u e h a b i t a m o s s e a d e c r i s t a l ” [ V o l t a i r e , l'H om m e
aux quarante écus, A m s t e r d a m , 1 7 6 8 . R om ans et contes, e d .
d e l a P lé ia d e , 1 9 5 8 , p . 3 2 9 ],
E n v u e s tro m u n d o , d o n d e el c r é d ito e r a u n m e d io p a r a per­
derse en el vacío, e s m u y p o s i b l e q u e l a p r o p i e d a d f u e s e nece­
s a r i a p a r a vincular el hom bre a la naturaleza. P e r o e n e l m un­
d o d e la p r o d u c c ió n r e a l, e n e l q u e la p r o p ie d a d d e l s u e lo
p r e c e d ió s ie m p re a l c ré d ito , n o p o d ía e x is tir e l horror vacui
d e P ro u d h o n .
U n a v e z a d m itid a la e x is te n c ia d e la r e n ta , c u a lq u ie r a q u e
s e a s u o rig e n , é s ta se d e b a te c o n tr a d ic to ria m e n te e n tr e e l a r r e n ­
d a ta r io y e l p r o p ie ta r io d e la tie r r a . ¿ C u á l e s el r e s u lta d o fin a l
d e l d e b a te ? E n o tr o s té r m in o s , ¿ c u á l e s la t a s a m e d ia d e la
r e n ta ? H e a q u í lo q u e d ic e P ro u d h o n :

L a te o r ía d e R ic a rd o re sp o n d e a e s ta c u e s tió n . E n lo s c o m ie n zo s de
la so c ie d a d , c u a n d o el h o m b re , n u e v o so b re la tie r r a , n o te n ía a n te
sí m á s q u e la in m e n s id a d d e los b o sq u e s, c u a n d o la t i e r r a e r a m u c h a
y la in d u s tria sólo se h a lla b a en g erm en, la re n ta d e b ía e q u iv a le r a cero.
La tie r r a , no c u ltiv a d a a ú n p o r el h o m b re , e ra u n o b je to de u tilid a d ;
no e ra u n v a lo r de c am b io ; e ra c o m ú n , p e r o n o so cial. P oco a poco,
a c o n s e c u e n c ia de la m u ltip lic a c ió n de la s fa m ilia s y d e l p ro g re s o de
la a g r ic u ltu r a , la t ie r r a c o m e rftó a a d q u ir i r p re c io . E l tra b a jo d io al
su e lo su v a lo r, y de a h í n a c ió la re n ta . C u a n to m á s f r u to p o d ía p r o p o r ­
c io n a r u n c a m p o c o n la m is m a c a n tid a d d e tra b a jo , ta n to m á s e s tim a ­
d o e ra ; p o r e so los p ro p ie ta rio s te n d ía n sie m p re a a tr ib u ir s e la to ta li­
d a d d e lo s f r u to s d el suelo, d e sc o n ta n d o el s a la rio d el a rre n d a ta r io ,
es d e c ir, d e s c o n ta n d o el c o s to de p ro d u c c ió n . P o r lo ta n to , la p ro p ie ­
106 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLÌTICA

d a d a r r e b a ta e n se g u id a al tr a b a jo to d o s los f r u to s q u e q u e d a n d e s ­
p u é s de los g a s to s re a le s d e p ro d u c c ió n . M ie n tra s q u e e l p ro p ie ta rio
c u m p le u n d e b e r m ís tic o y r e p re s e n ta f re n te a l co lo n o la c o m u n id a d ,
el a r r e n d a ta r io n o es, en los d e sig n io s d e la P ro v id e n c ia , m á s q u e u n
t r a b a ja d o r re s p o n s a b le , q u e d e b e d a r c u e n ta a la so c ie d a d d e to d o lo
q u e o b tie n e p o r e n c im a de su s a la rio leg ítim o . . . P o r su e s e n c ia y su
d e s tin o la r e n ta es, p o r c o n sig u ie n te , u n in s tru m e n to d e ju s tic ia d is ­
trib u tiv a , u n o de los m il m ed io s d e que se vale el genio eco n ó m ico p a ra
lle g a r a la ig u a ld a d . E s u n in m e n so c a ta s tr o fo rm a d o d e sd e p u n to s dé
v ista o p u e sto s p o r los p ro p ie ta rio s y los a r re n d a ta rio s , sin c o lisió n p o ­
sib le , e n a ra s de u n fin s u p e rio r, y cuyo re s u lta d o d e fin itiv o d e b e c o n 2
s is tir e n ig u a la r la posesió n d e la tie r r a e n tr e los e x p lo ta d o re s del su e lo
y los in d u stria les. . . E ra p re cisa e sta fu e rz a m ágica de la p ro p ie d a d p a ra
a r r a n c a r a l c o lo n o el e x c e d e n te del p r o d u c to q u e él n o p u e d e m e n o s i
q u e c o n s id e r a r su y o , c re y e n d o s e r su a u to r e x clu siv o . L a r e n ta o, m e ­
j o r d ich o , la p ro p ie d a d , h a d e s tru id o el e g o ísm o a g ríc o la y c re a d o u n a
s o lid a rid a d q u e n o h a b r ía p o d id o s e r e n g e n d ra d a p o r fu e rz a a lg u n a ,
p o r n in g ú n r e p a r to de t i e r r a s . . . E n el p re se n te , o b ten id o el e fec to m o­
ra l d e la p r o p ie d a d , q u e d a p o r h a c e r la d is trib u c ió n de la re n ta
ÍP ro u d h o n , loe. cit., ed. 1923, t. n, pp. 209, 210, 211}.

T o d o e s te e s t r u e n d o v e r b a l s e r e d u c e a n t e t o d o a lo s ig u ie n ­
te : R i c a r d o d ic e q u e la m e d i d a d e la r e n t a s e d e t e r m i n a p o r
e l r e m a n e n t e q u e q u e d a d e s p u é s d e d e d u c i r d e l p r e c i o d e lo s
p r o d u c to s a g r íc o la s e l c o s to d e s u p r o d u c c ió n , in c lu y e n d o la s
g a n a n c ia s e in te re s e s u s u a le s d e l c a p ita l. P ro u d h o n p ro c e d e
m e jo r: h a c e in te r v e n ir al p r o p ie ta rio , c o m o u n deus ex m achi­
na, q u e a rra n c a al colono to d o e l r e m a n e n te q u e q u e d a d e s p u é s
d e d e d u c i r d e s u p r o d u c t o e l c o s to d e p r o d u c c ió n . S e s i r v e d e la
in te r v e n c ió n d e l p r o p i e t a r i o p a r a e x p lic a r la p r o p ie d a d y d e
la in te r v e n c ió n d e l a r r e n d a d o r p a r a e x p lic a r la r e n t a . R e s p o n ­
d e a l p r o b le m a p la n te a n d o el m is m o p r o b le m a y a u m e n tá n d o ­
le u n a s í l a b a m á s .
O b s e r v e m o s a d e m á s q u e , d e te r m in a n d o la r e n t a p o r la d i­
f e r e n c i a d e f e c u n d i d a d d e la t i e r r a , P r o u d h o n le a s i g n a u n n u e ­
v o o r ig e n , p u e s t o q u e la t i e r r a , a n t e s d e s e r e v a l u a d a p o r lo s
d i f e r e n t e s g r a d o s d e f e r t i l i d a d , " n o e r a ” , s e g ú n é l, “ u n v a l o r
d e c a m b io : e r a c o m ú n ” . ¿A d ó n d e h a id o a p a r a r p u e s la f ic ­
c ió n p r o u d h o n ia n a d e la r e n ta , e n g e n d r a d a p o r la necesidad
a la tierra
de re in te g ra r al h o m b re q u e iba a perderse en lo iw*
fin ito del vacío? a
L ib r e m o s a h o r a a la d o c t r i n a d e R i c a r d o d e l a s f r a s e s p rd *
v id e n c ia le s , a le g ó r ic a s y m ís tic a s e n la s q u e P r o u d h o n la -h a
e n v u e lto c o n t a n t o c e lo .
LA PROPIEDAD O LA RENTA 107

L a r e n ta , e n el s e n tid o d e R ic a rd o , es la p r o p ie d a d d e l s u e ­
lo e n s u m o d a lid a d b u r g u e s a : e s d e c ir , la p r o p ie d a d fe u d a l s o ­
m e tid a a la s c o n d ic io n e s d e la p r o d u c c ió n b u r g u e s a .
H e m o s v is to q u e , s e g ú n la d o c tr in a d e R ic a rd o , el p re c io d e
to d o s lo s o b je to s es d e te r m in a d o e n ú ltim a in s ta n c ia p o r e l c o s ­
to d e p ro d u c c ió n , in c lu id a la g a n a n c ia in d u s tr ia l; e n o tr o s té r ­
m in o s , p o r el tie m p o d e t r a b a jo e m p le a d o . E n la in d u s tr ia m a ­
n u f a c tu r e r a , e l p r e c io d e l p r o d u c to o b te n id o p o r e l m ín im o d e
tr a b a jo d e te r m in a el p r e c io d e to d a s la s d e m á s m e r c a n c ía s d e
la m is m a e s p e c ie , y a q u e lo s in s tr u m e n to s d e p r o d u c c ió n m e ­
n o s c o s to s o s y m á s p r o d u c tiv o s se p u e d e n m u ltip lic a r h a s ta
el in f in ito y la lib re c o m p e te n c ia c r e a n e c e s a r ia m e n te u n p r e ­
c io d e m e r c a d o , e s d e c ir , u n p r e c io c o m ú n p a r a to d o s lo s p r o ­
d u c to s d e la m is m a e s p e c ie .
E n la i n d u s t r i a a g r íc o la , p o r e l c o n tr a r io , e s e l p r e c io d e l
p r o d u c to o b te n id o m e d ia n te el e m p le o d e la m a y o r c a n tid a d
d e t r a b a j o el q u e d e te r m in a e l p r e c io d e to d o s lo s p r o d u c to s
d e la m is m a e s p e c ie . E n p r i m e r lu g a r , n o se p u e d e m u ltip lic a r
a v o lu n ta d , c o m o e n la in d u s tr ia m a n u f a c tu re ra , lo s in s tr u m e n ­
to s d e p ro d u c c ió n d el m is m o g ra d o d e p ro d u c tiv id a d , e s d e ­
c ir , lo s t e r r e n o s d e l m i s m o g r a d o d e f e c u n d i d a d . A d e m á s , a m e ­
d id a q u e la p o b la c ió n a u m e n ta , se c o m ie n z a n a e x p lo ta r tie r r a s
d e c a lid a d in f e rio r o se p ro c e d e a n u e v a s in v e rs io n e s d e c a p i­
ta l e n lo s m is m o s t e r r e n o s , p r o p o r c i o n a l m e n t e m e n o s p r o ­
d u c t i v a s q u e l a s p r i m e r a s [98], E n u n o y o t r o c a s o s e h a c e u s o d e
u n a m a y o r c a n tid a d d e tra b a jo p a r a o b te n e r u n p ro d u c to p ro ­
p o r c io n a lm e n te m e n o r. C o m o la s n e c e s id a d e s d e la p o b la c ió n
h a n h e c h o p r e c is o e s te a u m e n to d e tr a b a jo , el p r o d u c to d e u n
t e r r e n o d e e x p lo ta c ió n m á s c o s to s a e n c u e n tr a in d e fe c tib le m e n ­
te m e r c a d o ta n to c o m o e l p r o d u c to d e u n te r r e n o d e e x p lo ­
t a c i ó n m á s b a r a t a . Y c o m o la c o m p e t e n c i a n iv e la lo s p r e c io s
d e m e r c a d o , lo s p r o d u c to s d e l m e jo r t e r r e n o s e r á n v e n d id o s
ta n c a r o s c o m o lo s d e l t e r r e n o d e c a lid a d in f e r io r . E s te r e m a ­
n e n t e q u e q u e d a d e s p u é s d e d e d u c i r d e l p r e c i o d e Iq s p r o d u c ­
to s d e l m e jo r t e r r e n o e l c o s to d e s u p r o d u c c ió n es e l q u e c o n s ­
titu y e la r e n ta . S i s e p u d ie s e d is p o n e r s ie m p r e d e te r r e n o s d e l
m is m o g r a d o d e fe rtilid a d ; si e n la a g r ic u ltu r a se p u d ie s e , c o m o
e n la i n d u s t r i a m a n u f a c tu r e r a , r e c u r r i r c o n s ta n te m e n te a m á ­
q u in a s m e n o s c o s to s a s y d e r iía y o r r e n d im ie n to , o si la s c o n s e ­
c u tiv a s in v e rs io n e s d e c a p ita l en la tie r r a p r o d u je s e n ta n to
c o m o la s p r im e r a s , e n to n c e s e l p r e c io d e lo s p r o d u c to s a g r í­
c o la s s e r ía d e te r m in a d o p o r e l p r e c io d e la s m e r c a n c ía s p r o ­
108 LA METAFISICA Ì>E LA ECONOMIA POLITICA

d u c i d a s p o r l o s m e j o r e s i n s t r u m e n t o s d e p r o d u c c i ó n , c o m o lo
h e m o s v is to e n lo q u e a t a ñ e a lo s p r e c i o s d e lo s p r o d u c t o s m a ­
n u f a c tu r a d o s . P e ro e n to n c e s d e s a p a r e c e r ía la r e n ta .
P a r a q u e la d o c tr in a d e R ic a rd o s e a e n g e n e r a l e x a c ta , es
p r e c is o q u e lo s c a p ita le s p u e d a n s e r in v e r tid o s lib r e m e n te e n
l a s d i f e r e n t e s r a m a s d e l a i n d u s t r i a [9 9 ]; q u e u n a c o m p e t e n c i a
f u e r t e m e n t e d e s a r r o l l a d a e n t r e lo s c a p i t a l i s t a s r e d u z c a la s g a ­
n a n c ia s a u n m is m o n iv e l; q u e e l a r r e n d a t a r i o n o s e a o t r a c o s a
q u e u n c a p ita lis ta in d u s tr ia l q u e d e m a n d e p a r a s u c a p ita l in ­
v e r tid o e n te r r e n o s d e c a lid a d in f e r io r u n a s g a n a n c ia s ig u a le s
a la s q u e o b t e n d r í a d e s u c a p ita l a p lic a d o , p o r e je m p lo , a la
in d u s tr ia a lg o d o n e ra ; q u e la e x p lo ta c ió n d e la t i e r r a s e a s o m e ­
tid a a l r é g im e n d e la g r a n in d u s tr ia y q u e , p o r ú ltim o , e l p r o ­
p ie ta r io d e tie r r a s a s p ire a o b te n e r e x c lu s iv a m e n te in g re s o s
m o n e ta rio s .
E n I r la n d a n o e x is te a ú n la r e n ta , a u n q u e e l a r r e n d a m ie n to
s e h a y a d e s a r r o lla d o e n e x tr e m o . C o m o la r e n t a e s u n e x c e d e n te
n o s ó lo d e l s a la r io s in o ta m b ié n d e la g a n a n c ia in d u s tr ia l, n o
p u e d e e x i s ti r d o n d e lo s in g r e s o s d e l p r o p i e t a r i o n o s o n m á s
q u e u n a d e l a n t o a c u e n t a d e l s a l a r i o [1 0 0 ].
A s í, p u e s , l a r e n t a , l e j o s d e c o n v e r t i r a l u s u f r u c t u a r i o d e l a
tie rra , al a rre n d a ta rio , e n u n sim ple trabajador y “de a rra n ­
c a r a l c o lo n o e l e x c e d e n te d e l p r o d u c to , q u e é l n o p u e d e m e ­
n o s q u e c o n s id e r a r s u y o ” , p o n e a n te e l p r o p ie ta r io d e l s u e lo
—en lu g a r del e s c la v o , del s ie rv o , del c e n s a ta r io y del
a s a la ria d o — a l c a p ita lis ta in d u s tria l.
U n a v e z q u e la p r o p ie d a d d e l s u e lo se c o n s titu y e e n r e n ta ,
e l p r o p ie ta r io re c ib e s ó lo el re m a n e n te q u e q u e d a d e s p u é s d e
d e d u c i r lo s c o s to s d e p r o d u c c ió n , d e t e r m i n a d o s n o s ó lo p o r
e l s a la rio , s in o ta m b ié n p o r la g a n a n c ia in d u s tr ia l. E s p u e s ,
a l p r o p ie ta r io d e la t ie r r a a q u ie n la r e n ta a r r a n c a u n a p a r te
d e s u s in g re s o s .
P a s ó m u c h o tie m p o a n te s d e q u e el a r r e n d a ta r io fe u d a l fu e se
r e m p la z a d o p o r e l c a p ita lis ta in d u s tr ia l. E n A le m a n ia , p o r
e je m p lo , e s ta tr a n s f o r m a c ió n c o m e n z ó a p e n a s e n e l ú ltim o te r ­
c i o d e l s i g l o XVIII. S ó l o e n I n g l a t e r r a h a n a l c a n z a d o p l e n o d e ­
s a rr o llo e s ta s re la c io n e s e n tr e el c a p ita lis ta in d u s tr ia l y el p ro ­
p ie ta r io d e la tie r r a .
M ie n tr a s e x is tía ta n s ó lo el colono d e P ro u d h o n , n o h a b ía
r e n ta . P e r o d e s d e q u e e x is te la r e n ta , e l c o lo n o n o e s y a e l a r r e n ­
d a ta r io s in o e l o b r e r o , e l c o lo n o d e l a r r e n d a ta r io . E l m e n o s c a ­
b o d e l tr a b a ja d o r , r e d u c id o a l p a p e l d e s im p le o b r e ro , j o r n a ­
LA PROPIEDAD O LA RENTA 109

le ro , a s a la r ia d o , q u e tr a b a j a p a r a el c a p ita lis ta in d u s tr ia l; la
in te r v e n c ió n d e l c a p ita lis ta in d u s tr ia l, q u e e x p lo ta la t ie r r a
c o m o u n a f á b ric a c u a lq u ie r a ; la tr a n s f o rm a c ió n d e l p r o p ie ta ­
r io d e la tie r r a d e p e q u e ñ o s o b e ra n o e n u s u r e r o v u lg a r: h e a q u í
la s d if e re n te s r e la c io n e s e x p r e s a d a s p o r la r e n ta .
L a r e n ta , e n e l s e n tid o d e R ic a rd o , e s la a g r ic u ltu r a p a t r i a r ­
c a l tr a n s f o r m a d a e n in d u s tr ia c o m e rc ia l, e l c a p ita l in d u s tr ia l
a p lic a d o a la tie r r a , la b u r g u e s ía d e la s c iu d a d e s tr a s p la n ta d a
a l c a m p o . L a re n ta , en lu g a r d e atar al hom bre a la naturaleza,
n o h a h e c h o m á s q u e a t a r la e x p lo ta c ió n d e la t i e r r a a la c o m ­
p e te n c ia . U n a v ez c o n s titu id a e n r e n ta , la p r o p ie d a d m is m a d e
la tie r r a e s y a el resultado de la com petencia p u e s to q u e d e sd e
e n to n c e s d e p e n d e d e l v a lo r m e r c a n til d e lo s p r o d u c to s a g r íc o ­
la s . C o m o r e n ta , la p r o p ie d a d d e la t i e r r a p ie r d e s u in m o v ili­
d a d y p a s a a s e r o b je to d e c o m e rc io . L a r e n ta s ó lo e s p o s ib le
d e s d e q u e el d e s a rr o llo d e la in d u s tr ia d e la s c iu d a d e s y la o r ­
g a n iz a c ió n s o c ia l q u e r e s u lta d e e s te d e s a rr o llo o b lig a n a l p r o ­
p ie ta r io d e la t ie r r a a a s p ir a r e x c lu s iv a m e n te a la g a n a n c ia co ­
m e r c ia l, a o b te n e r in g r e s o s m o n e ta r io s d e la v e n ta d e su s
p r o d u c to s a g ríc o la s , a n o v e r e n s u p r o p ie d a d te r r ito r ia l m á s
q u e u n a m á q u in a d e a c u ñ a r m o n e d a s. L a re n ta h a a p a rta d o
h a s t a ta l p u n to a l p r o p ie ta r io te r r i t o r i a l d e l s u e lo , d e la n a t u ­
r a le z a , q u e n i s iq u ie r a tie n e n e c e s id a d d e c o n o c e r s u s fin c a s ,
c o m o p o d e m o s v e rlo e n In g la te rra . E n c u a n to al a r re n d a ta rio ,
a l c a p ita lis ta in d u s tr ia l y a l o b r e r o a g ríc o la , n o e s tá n m á s v in ­
c u la d o s a la t i e r r a q u e e x p lo ta n q u e e l e m p r e s a r io y el o b r e ro
d e u n a m a n u f a c tu r a a l a lg o d ó n y a la la n a q u e e la b o r a n ; s e v e n
a ta d o s ú n ic a m e n te p o r el p re c io d e su e x p lo ta c ió n , p o r el p ro ­
d u c to m o n e ta r io . D e a h í, la s je r e m ia d a s d e lo s p a r tid o s r e a c ­
c io n a r io s , q u e a n s ia n la v u e lta a l f e u d a lis m o , a la b u e n a v id a
p a t r i a r c a l, a la s c o s tu m b r e s s e n c illa s y a la s g r a n d e s v ir tu d e s
d e n u e s tr o s a b u e lo s . E l s o m e tim ie n to d e l s u e lo a la s m is m a s
le y e s q u e r e g u la n to d a s la s o tr a s in d u s tr ia s e s y s e r á s ie m p re
o b je to d e la m e n to s in te r e s a d o s . S e p u e d e d e c ir , p u e s , q u e la
r e n t a r e p r e s e n t ó la f u e r z a m o tr iz q u e la n z ó e l id ilio a l m o v i­
m ie n to d e la h is to ria .
R ic a rd o , d e s p u é s d e h a b e r s u p u e s to la p ro d u c c ió n b u r g u e ­
s a c o m o n e c e s a r ia p a r a d e t e r m i n a r la r e n ta , a p lic a s in e m b a r ­
g o s u c o n c e p to d e la r e n ta a la p r o p ie d a d t e r r ito r ia l d e to d a s
la s é p o c a s y d e t o d o s lo s p a í s e s . É s t e e s e l e r r o r d e t o d o s lo s
e c o n o m is ta s , q u e r e p r e s e n ta n la s r e la c io n e s d e la p ro d u c c ió n
b u r g u e s a c o m o c a t e g o r í a s e t e r n a s [1 0 1 ].
110 LA METAFÌSICA DE LA ECONOMÌA POLÌTICA

D el fin p ro v id e n c ia l d e la r e n ta , q u e e s p a r a P ro u d h o n la tr a n s ­
fo rm a c ió n d el colono en trabajador responsable, p a s a a la r e ­
t r i b u c i ó n i g u a l i t a r i a d e la r e n t a .
A c a b a m o s d e v e r q u e la r e n t a s e f o r m a c o m o r e s u l t a d o d e l
precio igual d e lo s p r o d u c t o s d e t e r r e n o s d e desigual fertilidad,
d e m a n e r a q u e u n h e c to litr o d e tr ig o q u e h a c o s ta d o d ie z f r a n ­
c o s s e v e n d e a v e in te f r a n c o s si lo s c o s to s d e p r o d u c c ió n se
e le v a n , p a r a u n te r r e n o d e c a lid a d in f e r io r , a v e in te f ra n c o s .
M i e n tr a s la n e c e s i d a d o b lig a a c o m p r a r t o d o s lo s p r o d u c ­
to s a g r íc o la s lle v a d o s a l m e r c a d o , e l p r e c io d e m e r c a d o se d e ­
te r m in a p o r lo s g a s to s d e l p r o d u c to m á s c o s to s o . E s ta n iv e la ­
c ió n d e p re c io s , r e s u lta n te d e la c o m p e te n c ia y no d e la
d if e r e n te f e r tilid a d d e lo s te r r e n o s , e s la q u e p r o p o r c io n a a l
p r o p ie ta r io d e l m e jo r t e r r e n o u n a r e n ta d e d ie z f ra n c o s p o r
c a d a h e c to litro q u e v e n d e su a rre n d a ta rio .
S u p o n g a m o s p o r u n in s ta n te q u e e l p r e c io d e l tr ig o se a d e ­
te r m in a d o p o r el tie m p o d e tr a b a jo n e c e s a r io p a r a p r o d u c ir ­
lo ; e n t o n c e s e l h e c t o l i t r o d e t r i g o o b t e n i d o e n e l m e j o r t e r r e n o
se v e n d e r á a d ie z f ra n c o s , e n ta n to q u e e l h e c to litr o d e tr ig o
o b te n id o e n e l te r re n o d e c a lid a d in f e r io r c o s ta rá v e in te f r a n ­
c o s . A d m itid o e s to , e l p r e c io m e d io d e m e r c a d o s e r á d e q u in c e
f r a n c o s , m i e n t r a s q u e , s e g ú n la le y d e la c o m p e t e n c i a , e s d e
v e in te f ra n c o s . S i e l p r e c io m e d io fu e s e d e q u in c e fra n c o s , n o
p o d r ía h a b e r d is tr ib u c ió n a lg u n a , n i ig u a lita r ia n i d e n in g u n a
o t r a e s p e c ie , p o r q u e n o h a b r í a r e n t a . L a r e n t a n o e x is te s in o
p o r q u e e l h e c to litr o d e tr ig o q u e c u e s ta a l p r o d u c to r d ie z f r a n ­
c o s se v e n d e a v e in te f ra n c o s . P ro u d h o n s u p o n e la ig u a ld a d d e
p r e c io s d e m e r c a d o s ie n d o d e s ig u a le s lo s c o s to s d e p r o d u c c ió n ,
p a r a lle g a r a la r e p a r tic ió n i g u a lita r ia d e l p r o d u c to d e la d e s i­
g u a ld a d .
C o m p r e n d e m o s q u e e c o n o m i s t a s t a l e s c o m o M i li , C h e r b u -
lie z , H i l d i t c h y o t r o s h a y a n p e d i d o q u e e l e s t a d o s e a p r o p i e d e
la r e n t a a fin d e s u s t i t u i r c o n e lla lo s if tip u e s to s . E r a la e x p r e ­
s ió n f r a n c a d e l o d io q u e e l c a p ita lis ta in d u s tr ia l s ie n te h a c ia
e l p r o p ie ta r io d e la t ie r r a , e l c u a l e s a s u s o jo s in ú til y r e d u n ­
d a n t e e n e l c o n j u n t o d e l a p r o d u c c i ó n b u r g u e s a [ 1 0 2 ].
P e ro h a c e r p a g a r p r im e r o el h e c to litro d e tr ig o a v e in te f r a n ­
c o s p a r a lu e g o v e r if ic a r u n a d i s tr ib u c ió n g e n e r a l d e lo s d ie z
f r a n c o s q u e se h a n s a c a d o d e m á s a lo s c o n s u m id o r e s , e s m á s
q u e s u fic ie n te p a r a q u e e l genio social p r o s i g a m elancólicam en­
te su cam ino en zigzag y esquina.
d é c o n la c a b e z a e n la p r i m e r a
L a r e n ta s e c o n v ie r te , b a jo la p lu m a d e P ro u d h o n , " e n u n
LA PROPIEDAD O LA RENTA 111

i n m e n s o catastro f o r m a d o d e s d e p u n t o s d e v i s t a o p u e s t o s p o r
lo s p r o p i e t a r i o s y lo s a r r e n d a t a r i o s . . . e n a r a s d e u n f in s u p e ­
r io r , y c u y o r e s u l t a d o d e f in itiv o d e b e c o n s i s t i r e n ig u a la r la
p o s e s ió n d e la t i e r r a e n t r e lo s e x p lo ta d o r e s d e l s u e lo y lo s in ­
d u s tria le s ” [P ro u d h o n , loe. cit., e d . 1 9 2 3 , t . II, p . 210}.
S ó lo a p o y á n d o lo e n la s c o n d ic io n e s d e la s o c ie d a d a c tu a l
p u e d e te n e r v a lo r p rá c tic o u n c a ta s tro c u a lq u ie ra fo rm a d o p o r
la r e n ta .
A h o ra b ie n , h e m o s d e m o s tr a d o q u e e l c a n o n p a g a d o p o r e l
a r re n d a ta rio al p ro p ie ta rio e x p re sa co n m a y o r o m e n o r e x a c ­
t i t u d l a r e n t a ú n i c a m e n t e e n lo s p a í s e s m á s a v a n z a d o s e n e l
s e n tid o in d u s tr ia l y c o m e rc ia l. Y a u n e n to n c e s e n e l p r e c io d e l
a r r ie n d o se in c lu y e f re c u e n te m e n te e l in te r é s a b o n a d o a l p r o ­
p i e t a r i o p o r e l c a p i t a l i n c o r p o r a d o a la t i e r r a . E l e m p la z a m ie n ­
to d e lo s t e r r e n o s , la p r o x i m i d a d d e la s c i u d a d e s y o t r a s m u ­
c h a s c ir c u n s ta n c ia s in f lu y e n s o b re e l a r r i e n d o d e u n a h e r e d a d
y m o d if ic a n la r e n t a . E s t a s r a z o n e s in c o n t r o v e r t i b l e s b a s t a r í a n
p a r a d e m o s t r a r l a i n e x a c t i t u d d e u n c a t a s t r o b a s a d o e n la r e n t a .
P o r o tr a p a r te , la r e n ta n o p u e d e s e r v ir d e ín d ic e c o n s ta n te
d e l g r a d o d e f e r t i l i d a d d e u n t e r r e n o , p u e s la a p l i c a c i ó n m o ­
d e r n a d e la q u í m i c a c a m b i a c o n s t a n t e m e n t e la n a t u r a l e z a d e l
te r r e n o , y lo s c o n o c im ie n to s g e o ló g ic o s c o m ie n z a n p r e c is a m e n ­
te e n n u e s t r o s d ía s a t r a s t o c a r to d a la v ie ja v a lo r a c ió n d e la
f e r t i l i d a d r e la tiv a : h a c e s ó lo u n o s v e in te a ñ o s q u e s e c o m e n z ó
a r o t u r a r v a s to s t e r r e n o s e n lo s c o n d a d o s o r ie n ta le s d e I n g la ­
te r r a , te r r e n o s q u e h a s ta e n to n c e s h a b ía n p e r m a n e c id o s in c u l­
tiv a r p o r q u e n o s e c o n o c ía n b ie n la s r e la c io n e s e n t r é e l h u m u s
y la c o m p o s ic ió n d e la c a p a in f e r io r .
A s í, p u e s , l a h i s t o r i a , l e j o s d e d a r e n l a r e n t a u n c a t a s t r o
f o r m a d o , n o h a c e s in o c a m b i a r y t r a s t o c a r to ta lm e n te lo s c a ­
ta s tro s ya fo rm a d o s.
P o r ú ltim o , la f e r tilid a d n o e s u n a c u a lid a d ta n n a tu r a l c o m o
p o d r ía c r e e r s e : e s tá ín tim a m e n te v in c u la d a a la s r e la c io n e s s o ­
c ia le s a c tu a le s . U n a ti e r r a p u e d e s e r m u y f é rtil d e d ic a d a a l c u l­
t i v o d e l t r i g o y , s i n e m b a r g o , lo s p r e c i o s d e l m e r c a d o p u e d e n
im p u ls a r a l a g ric u lto r a tra n s fo rm a rla e n p r a d e r a a rtific ia l y
a h a c e r l a , p o r lo t a n t o , i n f é r t i l [1 0 3 ].
P ro u d h o n h a in v e n ta d o s u c a ta s tr o , q u e n o tie n e n i s iq u ie ­
r a e l v a lo r d e l c a ta s tr o o rd in a rio , ú n ic a m e n te p á r a d a r c u e r ­
po al fin p ro videncialm ente igualitario d e la r e n ta . " L a r e n ta
— c o n tin ú a P ro u d h o n — e s e l in te ré s p a g a d o p o r u n c a p ita l q u e
j a m á s p e r e c e : la t i e r r a . Y c o m o e s t e c a p i t a l n o p u e d e e x p e r i ­
112 LA METAFÍSICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA

m e n t a r a u m e n to a lg u n o e n c u a n to a la m a te r ia , y s í s ó lo u n
m e jo r a m ie n to in d e f in id o e n c u a n to a l u so , d e a q u í se d e d u c e
q u e , m ie n tr a s el in te r é s o el b e n e fic io d e l p r é s ta m o (m utuum )
tie n d e a d is m in u ir s in c e s a r p o r e fe c to d e la a b u n d a n c ia d e c a ­
p ita le s , la r e n ta tie n d e a a u m e n ta r c o n s ta n te m e n te g ra c ia s a l
p e r f e c c io n a m ie n to d e la in d u s tr ia , e l c u a l lle v a a m e jo r a r e l
u s o d e l a t i e r r a . . . T a l e s , e n e s e n c i a , l a r e n t a ” ( P r o u d h o n , /o c .
cit., t . II, p . 2 6 5 ( e d . 1 9 2 3 , t . II, p p . 2 0 5 y 2 0 6 ]).
E s t a v ez, P r o u d h o n v e e n la r e n t a to d o s lo s s ín to m a s d e l in ­
te r é s , c o n la s o la d if e r e n c ia d e q u e la r e n ta p r o v ie n e d e u n c a ­
p ita l d e n a tu r a le z a e s p e c ífic a . E s te c a p ita l e s la tie r r a , c a p ita l
e te r n o , “ q u e n o p u e d e e x p e r im e n ta r a u m e n to a lg u n o e n c u a n ­
to a la m a te r ia , y sí s ó lo u n m e jo r a m ie n to in d e f in id o e n c u a n ­
to a l u s o ” .
E n la m a r c h a p r o g r e s iv a d e la c iv iliz a c ió n , e l in te r é s tie n e
u n a te n d e n c ia c o n tin u a a la b a ja , m ie n tr a s q u e la r e n ta tie n d e
c o n tin u a m e n te a l a lz a . E l in te r é s b a j a a c a u s a d e la a b u n d a n ­
c ia d e c a p ita le s ; la r e n t a s u b e a c a u s a d e lo s p e r fe c c io n a m ie n ­
to s i n tr o d u c id o s e n la in d u s t r i a , c u y a c o n s e c u e n c ia s o n lo s m é ­
to d o s c a d a v e z m e jo r e s d e u s o d e l s u e lo .
T a l e s, e n e s e n c ia , la o p in ió n d e P ro u d h o n .
E x a m in e m o s , a n te to d o , h a s ta q u é p u n to e s j u s t o d e c ir q u e
la r e n ta c o n s titu y e e l in te r é s d e u n c a p ita l.
P a r a e l p r o p ie ta r io d e la t ie r r a , la r e n t a r e p r e s e n ta e l in te ­
r é s d e l c a p i t a l q u e le h a c o s t a d o l a t i e r r a o q u e p o d r í a o b t e n e r
si la v e n d ie s e . P e ro , c o m p r a n d o o v e n d ie n d o la tie r r a , n o c o m ­
p r a o v e n d e m á s q u e la r e n ta . E l p r e c io q u e p a g a p a r a h a c e r s e
a c r e e d o r d e la r e n ta s e r e g u la s e g ú n la ta s a d e l in te r é s e n g e ­
n e r a l y n o tie n e n a d a d e c o m ú n c o n la n a tu r a le z a m is m a d e
la r e n ta . E l i n te r é s d e lo s c a p ita le s in v e r tid o s e n la t i e r r a e s ,
e n g e n e r a l, i n f e r io r a l i n te r é s d e lo s c a p ita le s c o lo c a d o s e n la
i n d u s t r i a o e l c o m e r c io . P o r lo t a n to , s i n o s e h a c e u n a d i s t i n ­
c ió n e n tr e la r e n t a m is m a y el in te r é s q u e la t i e r r a r e p o r ta a l
p r o p i e t a r i o , r e s u l t a r á q u e e l i n t e r é s de. la t i e r r a c a p i t a l d i s m i ­
n u y e a ú n m á s q u e e l i n t e r é s d e lo s o t r o s c a p i t a l e s . P e r o d e lo
q u e s e t r a t a n o e s d e l p r e c io d e c o m p r a o d e v e n ta d e la r e n ta ,
d e l v a lo r m e r c a n til d e la r e n ta , d e la r e n ta c a p ita liz a d a , s in o
d e la r e n ta m is m a .
E l p r e c io d e l a r r ie n d o p u e d e im p lic a r, a d e m á s d e la r e n ta
p r o p ia m e n te d ic h a , el in te r é s d e l c a p ita l in c o r p o ra d o a la tie ­
r r a . E n ta l c a s o , el p r o p ie ta rio re c ib e e s ta p a r te d e l a r r e n d a ­
m ie n to n o c o m o p r o p ie ta r io , s in o c o m o c a p ita lis ta ; p e r o é s ta
LA PROPIEDAD O LA RENTA 113

n o e s la r e n ta p r o p ia m e n te d ic h a d e la q u e v a m o s a h a b la r .
L a tie r r a , m ie n tr a s n o e s e x p lo ta d a c o m o m e d io d e p r o d u c ­
c ió n , n o r e p r e s e n ta u n c a p ita l. L a s ti e r r a s c a p ita le s p u e d e n
a u m e n t a r c o m o lo s d e m á s i n s tr u m e n to s d e p r o d u c c ió n . N o se
a ñ a d e n a d a a la m a te r ia , h a b la n d o c o n e l le n g u a je d e P ro u d ­
h o n , p e r o se m u ltip lic a n la s t i e r r a s q u e s ir v e n d e in s tr u m e n to
d e p r o d u c c ió n . C o n só lo in v e r tir n u e v o s c a p ita le s e n tie r r a s
y a tr a n s f o r m a d a s e n m e d io s d e p r o d u c c ió n , s e a u m e n ta la tie ­
r r a c a p ita l s in a ñ a d ir n a d a a la tie r r a m a te r ia , e s d e c ir a la s u ­
p e r f i c i e d e t i e r r a [ 1 0 4 ]. P o r t i e r r a m a t e r i a P r o u d h o n e n t i e n d e
la t i e r r a c o m o lím ite . E n c u a n to a la e t e r n i d a d q u e a tr ib u y e
a la t i e r r a , n o n o s o p o n e m o s a q u e s e le a s ig n e e s t a v i r tu d c o m o
m a te ria . L a tie r r a c a p ita l n o es m á s e te rn a q u e c u a lq u ie r o tro
c a p ita l.
E l o r o y la p la ta , q u e r e p o r ta n in te ré s , so n ta n d u r a d e r o s
y e te r n o s c o m o la tie r r a . S i e l p r e c io d e l o r o y d e la p la ta b a ja ,
e n ta n to q u e e l d e la t i e r r a s u b e , e s to n o s e d e b e d e n in g ú n m o d o
a q u e la t i e r r a s e a d e n a tu r a le z a m á s o m e n o s e te rn a .
L a t i e r r a c a p i t a l e s u n c a p i t a l f i j o , p e r o e l c a p i t a l f i jo s e d e s ­
g a s t a lo m is m o q u e lo s c a p ita le s c ir c u la n te s . L a s m e jo r a s a p o r ­
t a d a s a la t i e r r a n e c e s ita n r e p r o d u c c ió n y m a n te n im ie n to ; s ó lo
d u r a n c i e r t o t i e m p o , y e s t o e s lo q u e t i e n e n d e c o m ú n c o n t o ­
d a s la s d e m á s m e jo r a s h e c h a s p a r a t r a n s f o r m a r la m a te r ia e n
m e d io d e p ro d u c c ió n . S i la ti e r r a c a p ita l fu e s e e te r n a , c ie rto s
te r re n o s p r e s e n ta r ía n u n a s p e c to m u y d is tin to a l q u e o fre c e n
e n n u e s tr o s d ía s y v e ría m o s la c a m p iñ a d e R o m a , S ic ilia y P a ­
le s tin a e n to d o e l e s p le n d o r d e s u a n tig u a p r o s p e r id a d .
H a y in c lu s o c a s o s e n q u e la t ie r r a c a p ita l p o d r ía d e s a p a r e ­
c e r a ú n m a n te n ié n d o s e la s m e jo r a s h e c h a s e n e lla . E n p r im e r
lu g a r , e s to o c u r r e c a d a v e z q u e la r e n t a p r o p ia m e n te d ic h a d e ­
s a p a r e c e p o r la c o m p e te n c ia d e n u e v o s te r r e n o s m á s fé rtile s ;
e n s e g u n d o lu g a r, la s m e jo r a s q u e p o d ía n te n e r v a lo r e n c ie r ­
t a é p o c a , lo p i e r d e n e n e l m o m e n to e n q u e p a s a n a s e r u n i v e r ­
s a le s p o r e l d e s a r r o llo d e la a g ro n o m ía .
E l r e p r e s e n ta n te d e la ti e r r a c a p ita l n o e s el p r o p ie ta r io d e
la t i e r r a s in o e l a r r e n d a ta r io . L o s in g r e s o s p r o v e n ie n te s d e la
t i e r r a c o m o c a p ita l so n e l in te r é s y la g a n a n c ia in d u s tr ia l, y
n o la r e n ta . H a y tie r r a s q u e r e p o r ta n e s te in te r é s y e s ta g a n a n ­
c ia y q u e n o r e p o r ta n re n ta .
E n r e s u m e n , la tie r r a , e n ta n to q u e p r o p o rc io n a in te ré s , es
t i e r r a c a p ita l, y c o m o t i e r r a c a p ita l n o d a r e n ta , n o c o n s titu y e
la p r o p ie d a d ra íz . L a r e n t a e s u n r e s u lta d o d e la s r e la c io n e s
114 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

s o c ia le s e n la s q u e s e lle v a a c a b o la e x p lo ta c ió n d e la t ie r r a .
N o p u e d e s e r r e s u lta d o d e la n a tu r a le z a m á s o m e n o s s ó lid a ,
m á s o m e n o s d u r a d e r a d e la tie r r a . L a r e n ta d e b e s u o rig e n
a la s o c ie d a d y n o a l s u e lo .
S e g ú n P ro u d h o n , " la m e jo r a d e l u s o d e la t i e r r a ” — c o n s e ­
c u e n c ia " d e l p e r fe c c io n a m ie n to d e la in d u s tr ia ” — e s c a u s a d e l
a lz a c o n tin u a d e la r e n ta . P e ro , p o r e l c o n tr a rio , e s ta m e jo ra
la h a c e d e s c e n d e r p e rió d ic a m e n te .
¿ E n q u é c o n s is te , e n g e n e ra l, to d a m e jo r a , y a s e a e n la a g r i­
c u ltu r a o e n la m a n u f a c tu r a ? E n p r o d u c ir m á s c o n el m is m o
tr a b a jo , e n p r o d u c ir ta n to e in c lu s o m á s c o n m e n o s tr a b a jo .
G r a c ia s a e s ta s m e jo r a s , el a r r e n d a ta r io n o tie n e n e c e s id a d d e
e m p le a r u n a m a y o r c a n tid a d d e tra b a jo p a ra o b te n e r u n p ro ­
d u c to p r o p o r c io n a lm e n te m e n o r. E n to n c e s n o n e c e s ita r e c u ­
r r i r a ti e r r a s in f e r io r e s y la s s u c e s iv a s in v e rs io n e s d e c a p ita l
e n u n m is m o te r r e n o s ig u e n s ie n d o ig u a lm e n te p r o d u c tiv a s .
P o r lo t a n t o , e s t a s m e j o r a s , le jo s d e e le v a r c o n t i n u a m e n t e la
r e n ta , c o m o d ic e P ro u d h o n , s o n , p o r e l c o n tr a r io , o tr o s ta n to s
o b s tá c u lo s te m p o r a le s q u e se o p o n e n a s u a lz a .
L o s p r o p ie ta r io s in g le s e s d e l s ig lo x v ii c o m p re n d ía n ta n
b ie n e s ta v e r d a d q u e se o p u s ie r o n a ló s p r o g r e s o s d e la a g r i­
c u l t u r a p o r t e m o r a v e r d i s m i n u i d o s s u s i n g r e s o s [1 0 5 ], ( V é a s e
P e t t y , e c o n o m i s t a i n g l é s d e l o s t i e m p o s d e C a r l o s I I [1 0 6 ].)

5. LAS HUELGAS Y LAS COALICIONES DE LOS OBREROS

T o d o m o v im ie n to de a lz a de lo s s a la rio s no p u e d e te n e r o tro e fec to


q u e u n a lz a d e l trig o , d e l vino, e tc ., e s d e c ir, u n a u m e n to d e la c a r e s ­
tía . P o rq u e , ¿ q u é e s el s a la rio ? E s el p re c io d e c o sto d e l trig o , etc.; e s
e l p re c io ín te g ro d e to d a s la s c o sas. V a m o s m á s lejo s a ú n : el sa la rio
e s la p r o p o rc io n a lid a d de los e le m e n to s q u e c o m p o n e n la riq u e z a y
q u e so n c o n su m id o s c a d a d ía p o r la m a s a de los tr a b a ja d o r e s con el
fin de lle v a r a cab o la re p ro d u c c ió n . A hora bien, d u p lic a r los salario s. . .
e q u iv a ld ría a e n tr e g a r a c a d a u n o de lo s p ro d u c to re s u n a p a r te m a ­
y o r q u e su p ro d u c to , lo c u a l re p re s e n ta u n a c o n tra d ic c ió n ; y si el alza
no a fe c ta s e m á s q u e a u n p e q u e ñ o n ú m e ro d e in d u s tr ia s , e q u iv a ld ría
a p ro v o c a r u n a p e r tu r b a c ió n g e n e ra l en lo s c a m b io s, e n u n a p a la b r a ,
u n a u m e n to de la carestía. . . Yo a firm o q u e e s im p o s ib le q u e la s h u e l­
g a s se g u id a s d e u n a u m e n to de los s a la rio s no s u s c ite n u n a e le va c ió n
g en era l de precios: e sto e s ta n c ie rto com o d o s y d o s son c u a tro (P ro u d ­
h o n , loe. cit., t. i, pp. 110 y 111 (ed^ 1923, t. i, p p . 151 y 152])-
LAS HUELGAS Y LAS COALICIONES OBRERAS 115

N e g a m o s to d a s e s ta s a s e rc io n e s , e x c e p to la d e q u e d o s y d o s
so n c u a tro .
E n p r im e r lu g a r, n o p u e d e h a b e r elevación general de pre­
cios. Si e l p r e c io d e to d a s la s c o s a s se d u p lic a a l m is m o tie m ­
p o q u e e l s a l a r i o ) n o h a b r á c a m b i o a l g u n o e n lo s p r e c i o s ; lo
ú n ic o q u e c a m b ia s o n lo s té r m in o s . E n s e g u n d o lu g a r , u n a lz a
g e n e ra l d e s a la rio s n o p u e d e ja m á s p r o d u c ir u n e n c a re c im ie n to
m á s o m e n o s g e n e r a l d e la s m e r c a n c ía s . E n e f e c to , si to d a s la s
in d u s tr ia s e m p le a s e n el m is m o n ú m e r o d e o b r e r o s e n re la c ió n
c o n e l c a p i t a l f ijo o c o n lo s i n s t r u m e n t o s d e q u e s e s ir v e n , u n
a lz a g e n e r a l d e s a l a r i o s p r o d u c i r í a u n d e s c e n s o g e n e r a l d e la s
g a n a n c ia s y el p re c io c o r rie n te d e la s m e rc a n c ía s n o s u f r ir ía
a l t e r a c i ó n a l g u n a [ 1 0 7 ],
P e ro c o m o la r e la c ió n e n tr e el tr a b a jo m a n u a l y el c a p ita l
f ijo n o e s la m is m a e n la s d if e r e n te s in d u s tr ia s , to d a s la s in ­
d u s tr ia s q u e e m p le a n u n a m a s a re la tiv a m e n te m a y o r d e c a p i­
ta l f ijo y m e n o r d e o b r e r o s se v e r á n f o r z a d a s t a r d e o te m p r a ­
n o a b a j a r el p r e c io d e s u s m e r c a n c ía s . E n c a s o c o n tr a r io , si
el p re c io d e s u s m e r c a n c ía s n o b a ja s e , s u g a n a n c ia se e le v a ría
p o r e n c im a d e la t a s a c o m ú n d e la s g a n a n c ia s . L a s m á q u in a s
n o s o n a s a la r ia d a s . P o r lo ta n to , el a lz a g e n e r a l d e s a la r io s a f e c ­
t a r í a e n m e n o r m e d id a a la s in d u s tr ia s q u e e m p le a n c o m p a r a ­
tiv a m e n te m á s m á q u in a s y m e n o s o b r e r o s . P e r o la e le v a c ió n
d e ta le s o c u a le s g a n a n c ia s p o r e n c im a d e la ta s a o r d in a r ia se ­
r ía s ó lo p a s a je r a , y a q u e la c o m p e te n c ia tie n d e s ie m p r e a n i­
v e l a r l a s g a n a n c i a s . A s í, p u e s , a p a r t e d e a l g u n a s o s c i l a c i o n e s ,
u n a lz a g e n e r a l d e lo s s a la r io s t r a e r í a a p a r e ja d o n o u n a e le v a ­
c ió n g e n e r a l d e lo s p r e c io s , c o m o d ic e P ro u d h o n , s in o u n d e s ­
c e n s o p a r c ia l, e s d e c ir, u n a d is m in u c ió n d e l p re c io c o r rie n te
d e la s m e r c a n c ía s q u e s e f a b r ic a n p r in c ip a lm e n te c o n la a y u ­
d a d e m á q u in a s .
E l a lz a y la b a j a d e la g a n a n c ia y d e lo s s a l a r i o s n o e x p r e ­
s a n s in o la p r o p o r c i ó n e n q u e lo s c a p i t a l i s t a s y lo s t r a b a j a d o ­
r e s p a r t i c i p a n e n el p r o d u c t o d e u n a j o r n a d a d e t r a b a j o , s in
i n f l u i r e n la m a y o r í a d e lo s c a s o s e n e l p r e c io d e l p r o d u c to .
P e r o id e a s c o m o la d e ,q u e “ la s h u e lg a s s e g u id a s d e u n a u m e n ­
to d e s a la r io s s u s c ita n u n a e le v a c ió n g e n e r a l d e lo s p r e c io s ,
u n a u m e n to d e la c a r e s tí a ” , s ó lo p u e d e n n a c e r e n e l c e r e b r o
d e u n p o e ta in c o m p re n d id o .
E n I n g la te r r a la s h u e lg a s h a n s e rv id o c o n s ta n te m e n te d e m o ­
tiv o p a r a in v e n ta r y a p lic a r n u e v a s m á q u in a s . L a s m á q u in a s
e r a n , p o r d e c i r l o a s í, e l a r m a q u e e m p l e a b a n lo s c a p i t a l i s t a s
116 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

p a r a s o f o c a r l a r e b e l d í a d e lo s o b r e r o s c a l if ic a d o s . L a in v e n ­
c ió n m á s g r a n d e d e la in d u s tr ia m o d e r n a — el seíf-acting m ulé—
p u s o f u e r a d e c o m b a t e a l o s h i l a n d e r o s s u b l e v a d o s [ 1 0 8 ].
A u n c u a n d o la s c o a lic io n e s y la s h u e lg a s tu v ie s e n c o m o ú n i­
c o r e s u lta d o h a c e r r e a c c io n a r c o n tr a e lla s lo s e s f u e r z o s d e l g e ­
n io m e c á n ic o , a u n e n e s e c a s o e je r c e r ía n u n a in f lu e n c ia in m e n ­
s a s o b r e el d e s a rr o llo d e la in d u s tr ia .

E n u n a r tíc u lo p u b lic a d o p o r L eón F a u c h e r. . . e n s e p tie m b r e d e 1845


—c o n tin ú a P ro u d h o n — leo q u e desd e h a c e a lg ú n tie m p o los o b re ro s in ­
g leses h a n p e r d id o el h á b ito d e la s co a licio n es, lo q u e c o n s titu y e c ie r­
t a m e n te u n p ro g re s o d e l q u e n o se p u e d e m e n o s q u e fe lic ita rlo s , p e ro
q u e e s ta m e jo ra d e la m o ra l d e los o b r e ro s e s s o b re to d o u n a c o n se ­
c u e n c ia de su in s tr u c c ió n e c o n ó m ic a [109]. L os s a la rio s n o d e p e n d e n
d e los fa b ric a n te s —e x c la m ó en u n m itin d e B o lto n u n o b re ro
h ila n d e ro . E n los p e río d o s d e d e p re sió n , los p a tro n o s n o son, p o r d e ­
c ir lo a sí, m á s q u e el látig o e n m a n o s d e la n e c e s id a d y, q u ié ra n lo o
no, d e b e n a s e s t a r golp es. E l p rin c ip io re g u la d o r es la re la c ió n e n tre
la o f e rta y la d e m a n d a , y los p a tr o n o s c a re c e n d e p o d e r a e s te re s p e c ­
to. . . E n h o r a b u e n a —e x c la m a P ro u d h o n — , h e a q u í u n o s o b re ro s b ie n
e n tre n a d o s , u n o s o b r e ro s m o d elo , e tc ., e tc . S ó lo le fa lta b a a In g la te ­
r r a e s ta d e sd ic h a ; p e ro n o p a s a rá el e s tr e c h o (P ro u d h o n , loe. cit., 1 . 1,
pp. 261 y 262 (ed. 1923, t. i, p. 268]).

D e to d a s la s c iu d a d e s in g le s a s , e n B o lto n e s d o n d e m á s d e ­
s a r r o lla d o e s tá el r a d ic a lis m o . L o s o b r e r o s d e B o lto n s o n c o ­
n o c id o s c o m o lo s r e v o lu c io n a rio s m á s e x tr e m a d o s . D u r a n te la
g r a n a g ita c ió n q u e tu v o lu g a r e n I n g la te r r a e n p r o d e la a b o li­
c ió n d e la s le y e s c e r e a l e r a s , lo s f a b r i c a n t e s in g le s e s n o c r e y e ­
r o n p o d e r h a c e r f r e n t e a lo s p r o p i e t a r i o s d e t i e r r a s s in o p o ­
n i e n d o p o r d e l a n t e a l o s o b r e r o s [1 1 0 ]. P e r o c o m o l o s i n t e r e s e s
d e lo s o b r e r o s n o e r a n m e n o s o p u e s t o s a lo s d e lo s f a b r i c a n te s
q u e lo s i n t e r e s e s d e lo s f a b r i c a n t e s lo e r a n a lo s d e lo s p r o p i e ­
ta r io s d e tie r r a s , e r a n a tu r a l q u e lo s f a b r ic a n te s s a lie s e n m a l­
p a r a d o s e n lo s m ítin e s o b r e r o s . ¿ Q u é h i c i e r o n lo s f a b r i c a n te s ?
P a r a c u b r i r la s a p a r ie n c ia s o r g a n iz a r o n m ítin e s e n lo s q u e to ­
m a b a n p a rte p rin c ip a lm e n te c o n tra m a e s tre s , u n p e q u e ñ o n ú ­
m e r o d e o b r e r o s q u e le s e r a n a f e c to s y am igos del com ercio
p r o p ia m e n te d ic h o s . L u e g o , c u a n d o lo s v e r d a d e r o s o b r e r o s in ­
te n ta r o n , c o m o o c u r r ió e n B o lto n y M a n c h e s te r , p a r tic ip a r e n
lo s m ítin e s p a r a p r o t e s t a r c o n tr a e s to s a c to s p ú b lic o s a r t i f i ­
c ia le s , se le s p r o h ib ió la e n t r a d a s o p r e te x to d e q u e e r a u n
ticket-m eeting. E s t e n o m b r e s e d a a lo s m í t i n e s e n lo s q u e s ó lo
LAS HUELGAS Y LAS COALICIONES OBRERAS 117

se a d m ite a q u ie n e s v a n p r o v is to s d e p e rm is o s d e e n tr a d a . P e ro
e n lo s c a r te le s f ija d o s e n la s p a r e d e s s e h a b ía a n u n c ia d o q u e
lo s m í t i n e s e r a n p ú b lic o s . C a d a v e z q u e s e c e l e b r a b a n e s to s m í­
tin e s , lo s p e r ió d ic o s d e lo s f a b r i c a n te s p u b l i c a b a n r e s e ñ a s p o m ­
p o s a s y d e ta lla d a s d e lo s d is c u r s o s p r o n u n c ia d o s e n e llo s . N i
q u é d e c ir q u e e r a n lo s c o n t r a m a e s t r e s q u ie n e s p r o n u n c ia b a n
e s o s d is c u r s o s . L o s p e r ió d ic o s lo n d in e n s e s lo s r e p r o d u c ía n a l
p ie d e la le tr a . P r o u d h o n c o m e tió la e q u iv o c a c ió n d e to m a r a
lo s c o n t r a m a e s t r e s p o r o b r e r o s c o r r i e n t e s y le s p r o h ib ió t e r ­
m in a n te m e n te p a s a r el e s tre c h o .
S i e n 1844 y e n 1845 se o y ó h a b la r m e n o s d e h u e lg a s q u e
e n a ñ o s a n te r io r e s , s e d e b ió a q u e 1 8 4 4 y 1845 f u e r o n lo s d o s
p r im e r o s a ñ o s d e p r o s p e r id a d q u e c o n o c ió la i n d u s t r i a in g le ­
s a d e s p u é s d e 1837. S in e m b a r g o , n in g u n a d e la s trade-unions
fu e d is u e lta .
O ig a m o s a h o i;a a lo s c o n t r a m a e s t r e s d e B o lto n . S e g ú n e llo s ,
lo s f a b r ic a n te s n o e je r c e n p o d e r s o b r e e l s a la r io , p o r q u e n o
d e p e n d e d e e llo s el p r e c io d e l p r o d u c to , y n o d e p e n d e d e e llo s
el p re c io d e l p r o d u c to p o r q u e n o e je rc e n p o d e re s s o b r e el m e r ­
c a d o m u n d ia l. P o r e s ta ra z ó n d a b a n a e n te n d e r q u e n o e r a p r e ­
c i s o o r g a n i z a r c o a l i c i o n e s p a r a a r r a n c a r a lo s p a t r o n e s a u m e n ­
to s de s a la rio s . P ro u d h o n , por el c o n tra rio , p ro h íb e la s
c o a l i c i o n e s p o r t e m o r a q u e s u s c i t e n u n a l z a d e s a l a r i o s , lo c u a l
lle v a r ía a u n a e le v a c ió n g e n e r a l d e la c a r e s tía . N o h a c § f a lta
d e c ir q u e s o b r e u n p u n to e x is te u n e n te n d im ie n to c o r d ia l en-
t r e lo s c o n tr a m a e s tr e s y P r o u d h o n : e n q u e u n a lz a d e s a la r io s
e q u iv a le a u n a lz a e n lo s p r e c io s d e lo s p r o d u c to s ,
n. P e r o , ¿ e s e n r e a l i d a d e l t e m o r d e u n a u m e n t o d e l a c a r e s t í a
l o q u e s u s c i t a l a i n q u i n a d e P r o u d h o n ? N o . S e e n o j a c o n lo s
c o n tr a m a e s tr e s d e B o lto n s im p le m e n te p o r q u e é s to s d e te r m i­
n a n el v a lo r p o r la oferta y la dem anda y l e s t i e n e n s i n c u i d a d o
el valor constituido, e l v a l o r q u e h a l l e g a d o a l e s t a d o d e c o n s t i ­
t u c i ó n , l a c o n s t i t u c i ó n d e l v a l o r , c o m p r e n d i d a s l a p erm utabi­
lidad p erm anente y t o d a s l a s o t r a s proporcionalidades de
relaciones y relaciones de proporcionalidad, f l a n q u e a d a s p o r
la P ro v id e n c ia .

L a h u e lg a de los o b r e ro s es ilegal, y e sto lo d ice n o s o la m e n te el c ó d i­


go p e n a l, sin o el s is te m a e co n ó m ico , la n e c e s id a d d el o r d e n e s ta b le c i­
do. ..[1 1 1 ] Que c a d a o b re ro in d iv id u alm en te ten g a lib e rta d de d isp o n e r
de su p e rs o n a y d e su s b ra z o s, se p u e d e to le ra r; p e ro q u e los o b re ro s
r e c u r r a n m e d ia n te las c o a lic io n e s a la v io le n c ia c o n tr a el m o n o p o lio ,
118 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

es c o s a q u e la s o c ie d a d n o p u e d e p e r m itir (P ro u d h o n , loe. cit., 1 . 1, pp.


334 y 335 (ed. 1923, 1.1, p. 323)) [112].

P r o u d h o n p r e t e n d e h a c e r p a s a r u n a r t i c u l o d e l C ó d ig o P e ­
n a l p o r u n r e s u lta d o n e c e s a r io y g e n e r a l d e la s r e la c io n e s d e
p ro d u c c ió n b u rg u e s a s .
E n I n g la te rr a , la s c o a lic io n e s so n a u to r iz a d a s p o r u n a c ta
d e l P a r la m e n to , y e s e l s is te m a e c o n ó m ic o e l q u e h a o b lig a d o
a l P a r la m e n to a d a r e s t a s a n c ió n le g a l. E n 1 8 2 5 , c u a n d o s ie n ­
d o m i n is tr o H u s k is s o n e l P a r la m e n to m o d if ic ó la le g is la c ió n
p a r a p o n e r la m á s a to n o c o n u n e s ta d o d e c o s a s r e s u lta n te d e
la l i b r e c o m p e te n c ia , tu v o q u e a b o l i r n e c e s a r i a m e n t e to d a s la s
le y e s q u e p r o h ib ía n l a s c o a lic io n e s d e lo s o b r e r o s . C u a n to m á s
se d e s a r r o l l a n la i n d u s t r i a m o d e r n a y la c o m p e te n c ia , m a y o r
e s e l n ú m e r o d e e le m e n to s q u e s u s c ita n la a p a r ic ió n d e la s c o a ­
lic io n e s y f a v o re c e n s u a c tiv id a d , y e n la m e d id a e n q u e la s c o a ­
lic io n e s p a s a n a s e r u n h e c h o e c o n ó m ic o , m á s f ir m e c a d a d ía ,
n o p u e d e n t a r d a r e n c o n v e r tir s e e n u n h e c h o le g a l.
A s í, p u e s , e l a r t í c u l o d e l C ó d i g o P e n a l d e m u e s t r a e n q u é m e ­
d id a la i n d u s t r i a m o d e r n a y la c o m p e te n c ia n o e s ta b a n a ú n s u ­
f ic ie n te m e n te d e s a r r o lla d a s e n tie m p o s d e la A s a m b le a C o n s ­
titu y e n te y b a jo el Im p e rio .
L o s e c o n o m is ta s y lo s s o c ia lis ta s e s t á n d e a c u e r d o e n u n s o lo
p u n to : e n c o n d e n a r la s coaliciones [1 1 3 ], a u n q u e m o t i v a n d e
d ife re n te m o d o su c o n d e n a .
L o s e c o n o m is ta s d ic e n a lo s o b r e r o s : N o o s u n á is e n c o a li­
c io n e s . U n ié n d o o s , e n to r p e c é is la m a r c h a r e g u la r d e la in d u s ­
t r ia , im p e d ís q u e lo s f a b r ic a n te s c u m p la n lo s p e d id o s , p e r t u r ­
b á i s e l c o m e r c io y p r e c i p i t á i s la in tr o d u c c ió n d e la s m á q u in a s
q u e , h a c ie n d o in ú til e n p a r te v u e s tro tr a b a jo , o s o b lig a n a a c e p ­
t a r u n s a l a r i o t o d a v í a m á s b a j o . P o r lo d e m á s , v u e s t r o s e s f u e r ­
z o s so n e s té rile s . V u e s tro s a la rio s e rá d e te rm in a d o s ie m p re p o r
la r e la c ió n e n tr e la d e m a n d a d e m a n o d e o b r a y s u o fe rta ; a l­
z a r s e c o n tr a la s le y e s e te r n a s d e la e c o n o m ía p o lític a e s ta n
r id íc u lo c o m o p e lig ro s o .
L o s s o c ia lis ta s d ió e n a lo s o b r e r o s : N o o s u n á is e n c o a lic io ­
n e s p o rq u e , a l fin d e c u e n ta s , ¿ q u é s a ld ría is g a n a n d o ? ¿U n
a u m e n to d e s a la rio s ? L o s e c o n o m is ta s o s d e m o s tr a r á n h a s ta
la e v id e n c ia q u e lo s p o c o s c é n tim o s q u e p o d r ía is g a n a r p o r
u n o s m o m e n to s e n c a s o d e é x ito , s e r í a n s e g u id o s d e u n d e s ­
c e n s o d e l s a la rio p a r a s ie m p re . E x p e rto s c a lc u la d o r e s o s d e ­
m o s tr a r á n q u e s e ría n n e c e s a rio s m u c h o s á ñ o s p a r a q u e el
LAS HUELGAS Y LAS COALICIONES OBRERAS 119

a u m e n to d e lo s s a la r io s p u d ie s e c o m p e n s a r a u n q u e s ó lo f u e ­
r a lo s g a s to s n e c e s a r io s p a r a o r g a n iz a r y m a n te n e r la s c o a lic io ­
n e s . Y n o s o tr o s , c o m o s o c ia lis ta s , o s d ir e m o s q u e , in d e p e n d ie n ­
te m e n te d e e s ta c u e s tió n d e d in e ro , c o n la s c o a lic io n e s n o
d e ja r é is d e s e r o b r e r o s , y lo s p a tr o n o s s e r á n s ie m p r e p a t r o ­
n o s , c o m o l o e r a n a n t e s . P o r lo t a n t o n a d a d e c o a l i c i o n e s , n a d a
d e p o lític a , p u e s o r g a n iz a r c o a lic io n e s ¿ n o s ig n ific a a c a s o h a ­
c e r p o lític a ?
L o s e c o n o m is ta s q u ie r e n q u e lo s o b r e r o s p e r m a n e z c a n e n
la s o c ie d a d ta l c o m o e s tá c o n s titu id a y ta l c o m o e llo s la d e s ­
c r ib e n y la r e f r e n d a n e n s u s m a n u a le s . L o s s o c ia lis ta s q u ia r e n
q u e lp s o b r e r o s d e je n e n p a z a la v ie ja s o c ie d a d p a r a p o d e r e n ­
t r a r m e jo r e n la s o c ie d a d n u e v a q u e e llo s le s tie n e n p r e p a r a d a
c o n ta n ta p re v is ió n .
P e s e a u n o s y a o tr o s , p e s e a lo s m a n u a le s y a la s u to p ía s ,
la s c o a lic io n e s n o h a n c e s a d o d e p r o g r e s a r y c r e c e r c o n el d e ­
s a r r o l l o y e l in c r e m e n to d e la i n d u s t r i a m o d e r n a . E n la a c t u a ­
lid a d se p u e d e d e c ir q u e e l g r a d o a q u e h a n lle g a d o la s c o a li­
c io n e s e n u n p a ís in d ic a e x a c ta m e n te el lu g a r q u e o c u p a e n la
je r a r q u ía d e l m e r c a d o m u n d ia l. E n I n g la te rr a , d o n d e la in d u s ­
t r i a h a a lc a n z a d o el m á s a lto g r a d o d e d e s a r r o llo , e x is te n la s
c o a lic io n e s m á s v a s ta s y m e jo r o rg a n iz a d a s .
E n I n g l a t e r r a lo s o b r e r o s n o se h a n lim ita d o a c o a lic io n e s
p a r c ia le s s in o tr o fin q u e u n a h u e lg a p a s a je r a y q u e d e s a p a r e ­
c e n a l c e s a r é s ta . S e h a n f o rm a d o c o a lic io n e s p e r m a n e n te s ,
trade-unions q u e s ir v e n a lo s o b r e r o s d e b a lu a r t e e n s u lu c h a
trade-unions
c o n tr a lo s e m p r e s a r io s . A c tu a lm e n te to d a s e s ta s
lo c a le s e s tá n a g r u p a d a s e n la N ational A ssociation o f United
Trades, c u y o c o m ité c e n tr a l r e s id e en L o n d re s y q u e c u e n ta y a
c o n o c h e n ta m il m ie m b ro s . L a o r g a n iz a c ió n d e e s ta s h u e lg a s ,
c o a lic io n e s y trade-unions se d e s e n v u e lv e s im u ltá n e a m e n te c o n
la s lu c h a s p o lític a s d e lo s o b r e r o s , q u e c o n s titu y e n h o y u n g r a n
p a r tid o p o lític o , b a jo el n o m b r e d e cariistas [1 1 4 ],
L o s p r i m e r o s in te n to s d e lo s tr a b a j a d o r e s p a r a asociarse han
a d o p ta d o s ie m p r e la f o rm a d e c o a lic io n e s .
L a g r a n in d u s tr ia c o n c e n tr a e n u n m is m o s itio a u n a m a s a
d e p e r s o n a s q u e n o s e c o n o c e n e n t r e s í. L a c o m p e t e n c i a d i v i ­
d e s u s in te r e s e s . P e ro la d e fe n s a d e l s a la rio , e s te in te r é s c o ­
m ú n a to d o s e llo s f r e n te a s u p a tr o n o , lo s u n e e n u n a id e a c o ­
m ú n d e re s is te n c ia : la coalición. P o r lo t a n to , la c o a lic ió n
p e r s ig u e s ie m p r e u n a d o b le fin a lid a d : a c a b a r c o n la c o m p e te n ­
c ia e n t r e lo s o b r e r o s p a r a p o d e r h a c e r u n a c o m p e t e n c i a g e n e ­
120 LA METAFISICA DE LA ECONOMIA POLITICA

r a l a lo s c a p ita lis ta s . S i e l p r im e r fin d e la r e s is te n c ia s e r e d u ­


c ía a la d e fe n sa del s a la rio , d esp u és, a m e d id a que lo s
c a p ita lis ta s se a s o c ia n a s u v e z m o v id o s p o r la id e a d e la r e ­
p r e s ió n , y la s c o a lic io n e s , e n u n p r in c ip io a is la d a s , fo rm a n g r u ­
p o s , la d e f e n s a p o r lo s o b r e r o s d e s u s a s o c ia c io n e s f r e n te a l
c a p ita l, s ie m p r e u n id o , a c a b a sie n d o p a r a e llo s m á s n e c e s a r io
q u e la d e f e n s a d e l s a la r io . H a s ta ta l p u n to e s to e s c ie r to q u e
lo s e c o n o m is ta s in g le s e s n o s a lía n d e s u a s o m b r o a l v e r q u e
lo s o b r e r o s s a c r if ic a b a n u n a b u e n a p a r t e d e l s a la r io e n fa v o r
d e a s o c ia c io n e s q u e , a ju ic io d e e s to s e c o n o m is ta s , se h a b ía n
f u n d a d o e x c lu s iv a m e n te p a r a lu c h a r e n p r o d e l s a la rio . E n e s ta
lu c h a — v e r d a d e r a g u e r r a c iv il— s e v a n u n ie n d o y d e s a r r o lla n ­
d o to d o s lo s e le m e n to s p a r a la b a ta lla f u tu r a . A l lle g a r a e s te
p u n to , la c o a lic ió n to m a c a r á c te r p o lític o .
L a s c o n d ic io n e s e c o n ó m ic a s t r a n s f o r m a r o n p r im e r o a la
m a s a d e la p o b la c ió n d e l p a ís e n tr a b a ja d o r e s . L a d o m in a c ió n
d e l c a p ita l h a c re a d o a e s ta m a s a u n a s itu a c ió n c o m ú n , in te r e ­
s e s c o m u n e s . A s í, p u e s , e s t a m a s a e s y a u n a c l a s e c o n r e s p e c t o
a l c a p i t a l , p e r o a ú n n o e s u n a c la s e p a r a s í. L o s i n t e r e s e s q u e
d e f ie n d e s e c o n v ie r te n e n in te r e s e s d e c la s e . P e r o la lu c h a d e
c l a s e c o n t r a c l a s e e s u n a l u c h a p o l í t i c a [ 1 1 5 ],
E n la b u r g u e s ía d e b e m o s d if e r e n c ia r d o s fa s e s : e n la p r i­
m e r a se c o n s titu y e c o m o c la s e b a jo e l r é g im e n d e l f e u d a lis m o
y d e la m o n a r q u ía a b s o lu ta ; e n la s e g u n d a , la b u r g u e s ía c o n s ­
titu id a y a c o m o c la s e d e r ro c a al fe u d a lis m o y la m o n a r q u ía
p a r a t r a n s f o r m a r la v ie ja s o c ie d a d e n u n a s o c ie d a d b u r g u e s a .
L a p r im e r a d e e s ta s fa s e s fu e m á s p ro lo n g a d a y r e q u irió m a ­
y o r e s e s fu e r z o s . T a m b ié n la b u r g u e s ía c o m e n z ó c o n c o a lic io ­
n e s p a r c ia le s c o n tr a lo s s e ñ o re s fe u d a le s .
S e h a n h e c h o n o p o c o s e s tu d io s p a r a p r e s e n ta r la s d if e r e n ­
te s fa s e s h is tó r ic a s r e c o r r id a s p o r la b u r g u e s ía , d e s d e la c o ­
m u n id a d u r b a n a a u tó n o m a h a s ta s u c o n s titu c ió n c o m o c la s e .
P e ro c u a n d o se tr a ta d e to m a r c o n c ie n c ia d e la s h u e lg a s , d e
la s c o a lic io n e s y d e o tr a s fo rm a s e n la s q u e lo s p r o le ta r io s e fe c ­
tú a n a n te n u e s t r o s o jo s s u o r g a n iz a c ió n c o m o c la s e , lo s u n o s
s o n p r e s a d e v e r d a d e r o e s p a n to y lo s o t r o s h a c e n a la r d e d e u n
desdén trascendental.
L a e x is te n c ia d e u n a c la s e o p r im id a e s la c o n d ic ió n v ita l d e
to d a s o c ie d a d f u n d a d a e n el a n ta g o n is m o d e c la s e s . L a e m a n ­
c ip a c ió n d e la c la s e o p r im id a im p lic a p u e s , n e c e s a r ia m e n te , la
c r e a c ió n d e u n a s o c ie d a d n u e v a . P a r a q u e la c la s e o p r im id a
p u e d a lib e r a rs e , e s p re c is o q u e la s f u e rz a s p ro d u c tiv a s y a a d ­
LAS HUELGAS Y LAS COALICIONES OBRERAS 121

q u ir id a s y la s r e la c io n e s s o c ia le s v ig e n te s n o p u e d a n s e g u ir
e x is tie n d o u n a s a l la d o d e o t r a s . D e to d o s lo s i n s tr u m e n to s d e
p r o d u c c ió n , la f u e r z a p r o d u c tiv a m á s g r a n d e e s la p r o p ia c la ­
s e r e v o l u c i o n a r i a [1 1 6 ]. L a o r g a n i z a c i ó n d e l o s e l e m e n t o s r e ­
v o lu c io n a r io s c o m o c la s e s u p o n e la e x is te n c ia d e to d a s la s f u e r ­
z a s p r o d u c tiv a s q u e p o d ía n e n g e n d r a r s e e n e l s e n o d e la v ie ja
s o c ie d a d .
¿ E s to q u ie r e d e c ir q u e d e s p u é s d e l d e r r o c a m ie n to d e la v ie ja
s o c ie d a d s o b r e v e n d r á u n a n u e v a d o m in a c ió n d e c la s e , t r a d u ­
c id a e n u n n u e v o p o d e r p o lític o ? N o .
L a c o n d ic ió n d e e m a n c ip a c ió n d e la c la s e o b r e r a e s la a b o ­
lic ió n d e to d a s la s c la s e s , d e l m is m o m o d o q u e la c o n d ic ió n
d e e m a n c ip a c ió n d e l te r c e r e s ta d o , d e l o r d e n b u r g u é s , f u e la
a b o l i c i ó n d e t o d o s l o s e s t a d o s y d e t o d o s l o s ó r d e n e s [ 1 1 7 ].
E n e l tr a n s c u r s o d e s u d e s a rr o llo , la c la s e o b r e r a s u s titu i­
r á la a n tig u a s o c ie d a d c iv il p o r u n a a s o c ia c ió n q u e e x c lu y a a
la s c la s e s y s u a n ta g o n is m o , y n o e x is tir á y a u n p o d e r p o lític o
p r o p ia m e n te d ic h o , p u e s e l p o d e r p o lític o e s p r e c is a m e n te la
e x p r e s i ó n o f ic ia l d e l a n t a g o n i s m o d e n t r o d e la s o c ie d a d c iv il
[1 1 8 ].
M ie n tra s ta n to , e l a n ta g o n is m o e n tr e el p r o le ta ria d o y la b u r ­
g u e s ía e s u n a lu c h a d e c la s e c o n tr a c la s e , lu c h a q u e , lle v a d a
a s u m á s a lta e x p re s ió n , im p lic a u n a re v o lu c ió n to ta l. A d e m á s,
¿ p u e d e c a u s a r e x tr a ñ e z a q u e u n a s o c ie d a d b a s a d a e n la oposi­
ción d e la s c la s e s lle g u e , c o m o ú ltim o d e s e n la c e , a la contra­
dicción b ru ta l, a u n ch o q u e c u e rp o a c u e rp o ?
N o d ig á is q u e e l m o v im ie n to s o c ia l e x c lu y e e l m o v im ie n to
p o lític o . N o h a y ja m á s m o v im ie n to p o lític o q u e , a l m is m o tie m ­
p o , n o s e a s o c ia l.
S ó lo e n u n o r d e n d e c o s a s e n e l q u e y a n o e x is ta n c la s e s y
a n ta g o n is m o d e c la s e s , la s evoluciones sociales d e ja rá n d e se r
revoluciones políticas. H a s t a q u e e s e m o m e n to lle g u e , e n v ís ­
p e r a s d e to d a r e o r g a n iz a c ió n g e n e r a l d e la s o c ie d a d , la ú ltim a
p a la b r a d e la c ie n c ia s o c ia l s e r á s ie m p re :

“ E l c o m b a te o la m u e r te , la lu c h a s a n g r ie n ta o la n a d a . A sí
e s t á p l a n t e a d o i n e x o r a b l e m e n t e e l d i l e m a ” ( G e o r g e S a n d ) [1 1 9 ].
A P É N D IC E S
1. C A R T A D E M A R X A P .- J . P R O U D H O N

B ru se la s , 5 d e m ay o d e 1846

M i q u e rid o P ro u d h o n :
D e s d e q u e sa lí d e P a r ís , v a r ia s v e c e s m e h ic e el p ro p ó s ito
d e e s c r i b i r l e ; h a s t a h o y m e lo h a n i m p e d id o c i r c u n s t a n c i a s in ­
d e p e n d ie n te s d e m i v o lu n ta d . L e r u e g o c r e a u s t e d q u e lo s ú n i­
c o s m o tiv o s d e m i s ile n c io s o n u n a u m e n to d e tr a b a jo , la s m o ­
le s tia s d e u n c a m b io d e d o m ic ilio , e tc é te r a .
Y a h o r a , s o b r e to d o , s a lte m o s in m edias res. C o n ju n ta m e n ­
te c o n d o s d e m is a m ig o s , F r ie d r ic h E n g e ls y P h ilip p e G ig o t
(lo s d o s e n B r u s e l a s ) , h e o r g a n i z a d o c o n lo s c o m u n i s t a s y s o ­
c ia lis ta s a le m a n e s u n a c o rre s p o n d e n c ia re g u la r, q u e d e b e rá
o c u p a r s e d e la d is c u c ió n d e c u e s tio n e s c ie n tíf ic a s , d e la v ig i­
la n c ia d e lo s e s c r ito s p o p u la r e s y d e la p r o p a g a n d a s o c ia lis ta
q u e s e p u e d e h a c e r e n A le m a n ia p o r e s e m e d io . E l p r o p ó s ito
p r in c ip a l d e n u e s tr a c o r re s p o n d e n c ia s e rá , s in e m b a rg o , e l d e
p o n e r a lo s s o c ia lis ta s a le m a n e s e n r e la c ió n c o n lo s s o c ia lis ­
ta s f r a n c e s e s e in g le s e s , d e i n f o r m a r a lo s e x tr a n je r o s s o b r e
lo s m o v im ie n to s s o c i a l is t a s d e A le m a n ia y d e i n f o r m a r a lo s
a le m a n e s e n A le m a n ia s o b r e lo s p r o g r e s o s d e l s o c ia lis m o e n
F ra n c ia y e n I n g la te r r a . D e e s ta m a n e r a , la s d if e re n c ia s d e o p i­
n ió n s e p o d r á n m a n if e s ta r ; s e lle g a rá a u n c a m b io d e id e a s y
a u n a c r ític a im p a rc ia l. H e a q u í u n p a s o q u e h a b ía d a d o el m o ­
v im ie n to s o c ia l e n s u e x p r e s ió n “ lite r a r ia " , a fin d e lib e r a r s e
d e lo s lím ite s d e la “ n a c io n a lid a d " . Y , e n e l m o m e n to d e la a c ­
c ió n , e s c ie r ta m e n te d e u n g r a n in te r é s p a r a c a d a u n o e s ta r
in fo rm a d o d e l e s ta d o d e c o s a s e n el e x tra n je ro c o m o e n s u c asa.
A d e m á s d e lo s c o m u n i s t a s e n A le m a n ia , n u e s t r a c o r r e s p o n ­
d e n c i a c o m p r e n d e r á t a m b i é n a lo s s o c i a l i s t a s a l e m a n e s e n P a ­
rís y L o n d re s . E s tá n y a e s ta b le c id a s n u e s tr a s re la c io n e s co n
I n g l a t e r r a ; e n lo q u e s e r e f i e r e a F r a n c i a , to d o s p e n s a m o s q u e
n o p o d e m o s e n c o n tr a r m e jo r c o r re s p o n s a l q u e u s te d ; u s te d
s a b e q u e lo s in g le s e s y lo s a le m a n e s h a s t a h o y le h a n a p r e c ia ­
d o m e jo r q u e s u s p r o p io s c o m p a tr io ta s .
P u e s y a v e u s te d q u e se tr a ta ú n ic a m e n te d e c r e a r u n a c o ­

[125]
126 APÉNDICES

r r e s p o n d e n c i a r e g u l a r y d e a s e g u r a r l e lo s m e d io s d e p r o s e g u i r
e l m o v im ie n to s o c ia l e n lo s d i f e r e n t e s p a í s e s , d e l l e g a r a u n
in te r é s ric o y v a r ia d o c o m o n u n c a p o d r ía r e a liz a r lo e l tr a b a jo
d e u n o s o lo .
S i q u ie r e a c e p ta r n u e s t r a p r o p u e s ta , lo s g a s to s d e im p o rte
d e la s c a r t a s q u e le s e r á n e n v ia d a s , a s í c o m o d e la s q u e n o s
m a n d a r á , s e r á n s u f r a g a d o s a q u í; la s c o le c ta s q u e se h a c e n e n
A le m a n ia s e r á n d e s tin a d a s a c u b r i r lo s g a s to s d e c o r r e s p o n
d e n c ia .
L a d ire c c ió n a la c u a l e s c r ib ir á a q u í e s la d e l s e ñ o r P h ilip
p e G ig o t, 8 r u é B o d e n b r o o k . E s é l q u i e n t e n d r á t a m b i é n la f i r ­
m a d e la s c a r ta s d e B ru s e la s .
N o te n g o n e c e s id a d d e a ñ a d ir q u e to d a e s a c o r r e s p o n d e n ­
c i a e x ig e d e s u p a r t e e l s e c r e to m á s a b s o lu to ; e n A le m a n ia n u e s ­
tr o s a m ig o s d e b e n tr a b a j a r c o n la m a y o r c ir c u n s p e c c ió n p a r a
n o c o m p ro m e te rs e .
C o n te s te m u y p r o n to y c r e a e n la a m is ta d b ie n s in c e ra d e
s u a f e c tís im o

KARL MARX

P.S.: L e d e n u n c i o a l s e ñ o r G r ü n , e n P a r í s . E s t e h o m b r e e s u n
p e ta r d is ta lite ra rio , u n a e s p e c ie d e c h a r la tá n q u e q u is ie r a h a ­
c e r e l c o m e rc io d e id e a s m o d e rn a s . T r a ta d e e n c u b r ir s u ig n o ­
r a n c ia c o n f ra s e s p o m p o s a s y a r ro g a n te s , p e r o se h a v u e lto r i ­
d íc u lo c o n s u g a lim a tía s . A d e m á s e s te h o m b r e e s p e lig ro s o .
A b u s a d e la s re la c io n e s q u e h a e s ta b le c id o c o n a u to r e s c o n o ­
c id o s , g r a c ia s a s u im p e r tin e n c ia , p a r a h a c e r s e c o n e llo s u n
p e d e s ta l y c o m p r o m e te rle s a n te e l p ú b lic o a le m á n .
E n s u lib ro s o b r e lo s s o c ia lis ta s f r a n c e s e s tie n e la a u d a c ia
d e lla m a rs e el p ro fe s o r d e P ro u d h o n , p re te n d e h a b e rle re v e la ­
d o lo s a x io m a s i m p o r ta n te s d e la c ie n c ia a le m a n a y se b u r l a
d e s u s e s c r i t o s . Q u i z á s le h a b l a r é m á s t a r d e d e e s e i n d i v i d u o [1].

A p ro v e c h o c o n p la c e r la o c a s ió n q u e te n g o c o n e s ta c a r t a p a r a
d e c irle c u á n a g r a d a b le e s p a r a m í e n t r a r e n re la c ió n c o n u n
h o m b r e ta n d is tin g u id o c o m o u s te d . E n tr e ta n to p e r m íta m e
lla m a r m e s ú a fe c tís im o .

PHILIPPE GIGOT
CARTA DE MARX A PROUDHON 127

E n c u a n to a m í, s ó lo m e q u e d a e s p e r a r q u e u s te d , s e ñ o r P r o u d ­
h o n , a p r o b a r á el p ro y e c to q u e a c a b a m o s d e p r e s e n ta r le y q u e
te n d r á la c o m p la c e n c ia d e n o n e g a m o s su c o la b o ra c ió n .
L e e x p re s o e l p r o fu n d o r e s p e to q u e s u s e s c r ito s m e h a n in s ­
p ir a d o p o r u s te d y so y s u m u y a fe c tís im o

FRIEDRICH ENGELS
2. C A R T A D E P R O U D H O N A K A R L M A R X

L yon, 17 d e m a y o d e 1846

M i q u e r id o M a rx :
A c e p to d e b u e n g r a d o h a c e r m e u n o d e lo s c o l a b o r a d o r e s d e
s u c o rre s p o n d e n c ia , c u y o p r o p ó s ito y o rg a n iz a c ió n p a r e c e n s e r
m u y ú tile s . N o le p r o m e to , s in e m b a r g o , e s c r i b i r l e m u c h o o c o n
f re c u e n c ia ; m is o c u p a c io n e s d e to d a n a tu r a le z a , ju n to a m i p e ­
r e z a n a tu r a l, n o m e p e r m ite n e s to s e s fu e rz o s e p is to la r e s . M e
to m a r é ta m b ié n la l i b e r ta d d e h a c e r a lg u n a s r e s e r v a s , in s p i­
r a d a s p o r a lg u n o s p á r r a f o s d e su c a r ta .
A n te to d o , a p e s a r d e q u e m is id e a s s o b r e o r g a n iz a c ió n y
re a liz a c ió n e s té n e n e s te m o m e n to c o m p le ta m e n te p r e c is a d a s ,
p o r lo m e n o s e n lo q u e s e r e f i e r e a lo s p r i n c i p io s , p ie n s o q u e
e s m i d e b e r, q u e e s e l d e b e r d e to d o s o c ia lis ta , c o n s e r v a r a ú n
p o r a lg ú n tie m p o la f o r m a a n tig u a o d u b ita tiv a , e n u n a p a la ­
b r a , p r o fe s o c o n e l p ú b lic o u n a n tid o g m a tis m o e c o n ó m ic o c a s i
a b s o lu to .
B u s q u e m o s ju n to s , si u s te d q u ie re , la s le y e s d e la s o c ie d a d ;
la s f o r m a s e n q u e e s a s le y e s s e r e a liz a n ; e l p r o c e s o s e g ú n el
c u a l lle g a m o s a d e s c u b r i r l a s ; p e r o ¡ p o r D io s !, d e s p u é s d e h a ­
b e r d e r r i b a d o t o d o s lo s d o g m a tis m o s , n o p e n s e m o s a priori e n
a d o c tr in a r a l p u e b lo a n u e s tr a vez, n o c a ig a m o s e n la c o n tr a ­
d ic c ió n d e s u c o m p a tr io ta M a rtín L u te ro , q u ie n d e s p u é s d e h a ­
b e r d e r r ib a d o la te o lo g ía c a tó lic a , s e c o n s a g ró d e in m e d ia to ,
c o n la a y u d a d e e x c o m u n io n e s y a n a te m a s , a f u n d a r u n a te o ­
lo g ía p r o t e s t a n t e . D e s d e h a c e t r e s s ig lo s , A le m a n ia n o e s t á o c u ­
p a d a m á s q u e e n d e s t r u i r la revocadura d e L u te ro ; n o p r e p a ­
re m o s p a ra e l g é n e ro h u m a n o u n a n u e v a ta re a c o n n u e v o s
a to lla d e r o s . A p la u d o d e to d o c o ra z ó n s u id e a d e p u b lic a r u n
d ía to d a s la s o p in io n e s ; h a g á m o n o s u n a b u e n a y le a l p o lé m i­
c a ; d e m o s a l m u n d o e l e je m p lo d e u n a to le r a n c ia s a b ia y p r e ­
v is o ra ; p e ro , p o r e s t a r a la c a b e z a d e l m o v im ie n to , n o n o s h a ­
g a m o s lo s je f e s d e u n a n u e v a in to le r a n c ia ; n o n o s p r e s e n te m o s
c o m o lo s a p ó s t o le s d e u n a n u e v a r e lig ió n , a u n q u e e lla f u e r a
la r e lig ió n d e la ló g ic a , la r e lig ió n d e la r a z ó n . R e c ib a m o s , a n i­
m e m o s to d a s la s p r o te s ta s , c o n d e n e m o s to d a s la s e x c lu s io n e s ,

[128]
CARTA DE PROUDHON A MARX 129

to d o s lo s m is tic is m o s ; n o c o n s id e r e m o s ja m á s u n a c u e s tió n
c o m o a g o ta d a y c u a n d o h a y a m o s u tiliz a d o h a s ta n u e s tro ú lti­
m o a r g u m e n to , e m p e c e m o s d e n u e v o , s i e s n e c e s a rio , c o n la
e lo c u e n c ia y la ir o n ía . C o n e s ta c o n d ic ió n e n t r a r é c o n p la c e r
e n s u a s o c ia c ió n ; si n o , n o .
T e n g o ta m b ié n q u e h a c e r le a lg u n a s o b s e rv a c io n e s s o b r e e s ­
ta s p a la b r a s d e s u c a r ta : " E n el m o m e n to d e la a c c ió n .” Q u i­
z á s c o n s e r v a a ú n la o p in ió n d e q u e a c t u a l m e n t e n in g u n a r e ­
f o r m a e s p o s ib le s in u n g o lp e d e f u e r z a , s i n lo q u e a n t a ñ o s e
lla m a b a u n a re v o lu c ió n , y q u e n o e s m á s q u e u n b a m b o le o . D e
e s a o p in ió n q u e c o n c ib o , q u e e x c u s o , q u e d is c u tir ía d e b u e n a
g a n a p o r h a b e r l a t e n i d o m u c h o t i e m p o y o m is m o , le c o n f ie s o
q u e m is ú ltim o s e s tu d io s m e h a n h e c h o r e c tif ic a r c o m p le ­
ta m e n te .
C re o q u e n o n e c e s ita m o s d e e llo p a r a t r i u n f a r y q u e , p o r
c o n s ig u ie n te , n o d e b e m o s f i j a r la a c c ió n r e v o lu c io n a r ia c o m o
m e d io d e r e f o r m a s o c ia l, p o r q u e e s e p r e te n d id o m e d io s e r ía
s i m p l e m e n t e u n l la m a d o a la f u e r z a , a lo a r b i t r a r i o , c o n c r e t a ­
m e n te u n a c o n tr a d ic c ió n . P a r a m í e l p r o b le m a e s a s í: h a c e r e n ­
t r a r e n la s o c ie d a d , p o r u n a c o m b in a c ió n e c o n ó m ic a , la s r iq u e ­
zas que han s a lid o de la s o c ie d a d p o r o tr a c o m b in a c ió n
e c o n ó m ic a . E n o tr o s té r m in o s , tr a n s f o r m a r e n e c o n o m ía p o lí­
tic a la te o r ía d e la p r o p i e d a d c o n t r a la p r o p ie d a d , c o n e l f in
d e e n g e n d r a r lo q u e v o s o t r o s , s o c i a l is t a s a l e m a n e s , l l a m á i s c o ­
m u n id a d y q u e m e lim ita r é p o r el m o m e n to a lla m a r lib e r ta d ,
ig u a ld a d . P ie n s o c o n o c e r e l m e d io d e re s o lv e r , e n b r e v e p la z o ,
e s e p ro b le m a : p re fie ro , p u e s , h a c e r q u e la p r o p ie d a d se c o n ­
s u m a , m á s q u e d a rle u n a n u e v a fu e rz a h a c ie n d o u n S a n B a r­
to lo m é d e lo s p r o p ie ta r io s .
M i p ró x im a o b ra , q u e e n e s te m o m e n to e s tá a m e d ia s e n s u
i m p r e s ió n , h a b l a r á m á s s o b r e e llo .
H e a q u í, m i q u e r id o f iló s o f o , d ó n d e e s to y p o r e l m o m e n to :
s a lv o q u e m e e q u iv o q u e , y , h a b i e n d o m o tiv o p a r a e llo , r e c i b a
la f é r u la d e v u e s tr a m a n o , a q u e m e s o m e to d e b u e n g r a d o , e s ­
p e r a n d o m i d e s q u ite . T e n g o q u e d e c ir le d e p a s o q u e ta le s m e
p a r e c e n s e r ta m b ié n la s d is p o s ic io n e s d e la c la s e o b r e r a d e
F ra n c ia . N u e s tro s p r o le ta r io s tie n e n u n a s e d ta n g r a n d e d e
c ie n c ia , q u e r e c ib ir ía n m u y m a l a q u ie n le s p r e s e n ta r a n a d a
m á s q u e s a n g re p a r a b e b e r. E n re su m e n , se ría , a m i p a re c e r,
u n a m a la p o lític a p a r a n o s o tr o s h a b la r c o m o e x te rm in a d o re s ;
lo s m e d io s d e r ig o r e s ta r ía n p re s to s ; e l p u e b lo n o n e c e s ita p a r a
e llo n in g u n a e x h o rta c ió n .
130 APÉNDICES

D e p lo ro s in c e r a m e n te la s p e q u e ñ a s d iv is io n e s q u e , se g ú n
p a r e c e , e x is te n y a e n e l s o c ia lis m o a le m á n y d e la s c u a le s s u s
q u e ja s c o n tra e l señor G . m e o f re c e n la p r u e b a . T e m o q u e te n ­
g a d e e s e e s c r ito r u n a id e a fa ls a . In v o c o , m i q u e r id o M a rx , s u
s e n tid o r a z o n a b le . G. se e n c u e n tr a e x ilia d o , s in f o r tu n a , c o n
u n a m u je r y d o s n iñ o s , te n ie n d o p a r a v iv ir n a d a m á s q u e su
p lu m a . ¿ Q u é q u ie r e q u e e x p lo te p a r a v iv ir sin o la s id e a s m o ­
d e r n a s ? C o m p r e n d o s u i r a filo s ó fic a , y r e c o n o z c o q u e la s a n ta
p a l a b r a d e la h u m a n id a d n u n c a d e b e r ía s e r m a te r ia p a r a u n
tr á fic o , p e r o n o q u ie r o v e r a q u í m á s q u e la d e s g ra c ia , la g r a n
n e c e s i d a d , y d i s c u l p o a l h o m b r e . ¡A h ! S i t o d o s f u é r a m o s m i ­
llo n a r io s la s c o s a s a n d a r ía n m e jo r; s e r ía m o s s a n to s y á n g e le s .
P e r o h a y q u e v iv ir, y u s te d sa b e q u e e s a p a la b r a n o e x p r e s a
a ú n , n i m u c h o m e n o s , la id e a q u e d a la te o r ía p u r a d e la a s o ­
c ia c ió n . H a y q u e v iv ir, e s d e c ir, c o m p r a r p a n , le ñ a , c a rn e , p a ­
g a r a u n d u e ñ o d e c a s a ; y a fe m ía , e l q u e v e n d e id e a s s o c ia le s
n o e s m á s in d ig n o q u e e l q u e v e n d e s e rm ó n . I g n o ro c o m p le ta ­
m e n te si G . se h a p r e s e n ta d o a sí m is m o c o m o m i p r e c e p to r .
¿ P r e c e p to r d e q u é ? S ó lo m e o c u p o d e e c o n o m ía p o lític a , c o s a
s o b r e la c u a l é l n o c o n o c e c a s i n a d a ; c o n s id e r o la l i t e r a tu r a
c o m o u n ju e g o d e n iñ o s , y e n lo q u e se r e f ie r e a la f ilo s o f ía ,
sé b a s ta n te p a r a te n e r el d e re c h o d e b u r la r m e d e e lla c u a n d o
lle g a e l c a s o , G . n o m e h a re v e la d o n a d a ; si lo h a d ic h o , h a d i­
c h o u n a im p e r tin e n c ia d e la c u a l e s to y s e g u ro q u e s e a r re p ie n te .
L o q u e sí sé , y q u e e s tim o m á s q u e c o n d e n o t - u n p e q u e ñ o
a c c e s o d e v a n id a d — , e s q u e d e b o a l s e ñ o r G . a s í c o m o a s u a m i­
g o E w e rb e c k , e l c o n o c e r la s o b r a s d e u s te d , m i q u e r id o M a rx ,
y la s d e E n g e ls , y d e l lib r o ta n im p o r ta n te d e F e u e r b a c h . E s ­
to s s e ñ o re s , a ru e g o m ío , h a n h e c h o a lg u n o s a n á lis is p a r a m í
e n f r a n c é s (y a q u e te n g o la d e s g r a c ia d e n o le e r, e l a le m á n ) d e
la s p u b lic a c io n e s s o c ia le s m á s im p o rta n te s . Y e s p o r s o lic itu d
s u y a p o r l o q u e d e b o i n s e r t a r (lo q u e h u b i e s e h e c h o p o r m í m i s ­
m o , a d e m á s ) e n m i p r ó x im a o b r a u n a m e n c ió n d e la s o b r a s d e
lo s s e ñ o re s M a rx , E n g e ls , F e u e r b a c h , e tc . E n fin , G . y E w e r ­
b e c k tr a b a ja n e n c o n s e rv a r el fu e g o s a g ra d o e n lo s a le m a n e s
r e s id e n te s e n P a rís , y e l r e s p e to q u e tie n e n p o r e s to s s e ñ o re s
lo s o b r e r o s q u e lo s c o n s u lta n m e p a r e c e u n a g a r a n tía s e g u ra
d e la r e c titu d d e s u s in te n c io n e s .
T e n d ría p la c e r , m i q u e r id o M a rx , e n v e rle r e c tif ic a r u n a o p i­
n ió n p ro v o c a d a p o r u n m o m e n to d e ir rita c ió n , p o r q u e e s ta b a
e n fa d a d o a l e s c rib irm e . G. m e h a m a n ife s ta d o e l d e s e o d e tr a ­
d u c ir m i o b r a a c tu a l; h e c o m p re n d id o q u e e s a tra d u c c ió n , p a ­
CARTA DE PROUDHON A MARX 131

s a n d o a n t e s d e o t r a s , le p r o c u r a r í a a lg ú n s o c o r r o . P o r e llo le
e s t a r í a m u y a g r a d e c i d o a u s t e d c o m o a s u s a m ig o s , n o p o r m í,
s i n o p o r é l, q u e le p r e s t a r a s u a p o y o e n e s a o c a s i ó n , c o n t r i b u ­
y e n d o a la v e n ta d e u n e s c r ito q u e p o d r ía s in d u d a , c o n la a y u ­
d a d e u s te d , p r o c u r a r l e m á s p ro v e c h o q u e a m í.
S i m e q u is ie r a d a r la p r o m e s a d e s u c o la b o ra c ió n , m i q u e ­
r id o M a rx , y o m a n d a r ía in m e d ia ta m e n te m is p r u e b a s a l s e ñ o r
G . y p ie n s o , n o o b s ta n te s u s a g r a v io s p e r s o n a le s , d e lo s c u a le s
n o q u ie r o s e r ju e z , q u e e s a c o n d u c ta n o s h o n r a r í a a to d o s .
M il a m i s t a d e s a s u s a m ig o s E n g e ls y G ig o t.
S u a fe c tís im o

P.-J. PROUDHON
3. CARTA DE MARX A P. V. ANNENKOV

B ru s e la s , 28 d e d ic ie m b r e d e 1846

M i q u e rid o A n n en k o v :
H a c e y a m u c h o q u e h u b ie r a re c ib id o u s te d la r e s p u e s ta a
la s u y a d e l 1 ° d e n o v ie m b r e s i m i li b r e r o m e h u b ie s e e n v ia d o
a n te s d e la s e m a n a p a s a d a la o b r a d e P ro u d h o n : Filosofía de
la m iseria. L a h e le íd o e n d o s d ía s , a fin d e c o m u n ic a r le a u s ­
te d , s in p é r d id a d e tie m p o , m i o p in ió n . P o r h a b e r lo h e c h o m u y
a p r e s u r a d a m e n te n o p u e d o e n t r a r e n d e ta lle , y m e lim ito a h a ­
b la r le d e la im p r e s ió n g e n e r a l q u e m e h a p r o d u c id o . S i u s te d
lo d e s e a , p o d r é e x te n d e r m e s o b r e e l p a r t i c u l a r e n o t r a c a r ta .
L e c o n fie s o f ra n c a m e n te q u e , e n g e n e ra l, e l lib r o m e h a p a ­
r e c id o m a lo , m u y m a lo . U s te d m is m o ir o n iz a e n s u c a r t a r e f i­
r ié n d o s e a l " jir ó n d e la filo s o fía a le m a n a ” d e q u e a la r d e a
P ro u d h o n e n e s ta o b ra in fo rm e y p re s u n tu o s a , p e ro u s te d s u ­
p o n e q u e e l v e n e n o d e la filo s o fía n o h a a f e c ta d o a s u a r g u ­
m e n ta c ió n e c o n ó m ic a . Y o ta m b ié n e s to y m u y le jo s d e im p u ­
t a r a la f ilo s o f ía d e P r o u d h o n lo s e r r o r e s d e s u a r g u m e n t a c i ó n
e c o n ó m ic a . P ro u d h o n n o n o s o fre c e u n a c r ític a f a ls a d e la e c o ­
n o m ía p o lític a p o r q u e s e a la s u y a u n a f ilo s o f ía r id ic u la ; n o s
o fre c e u n a filo s o fía r id ic u la p o r q u e n o h a c o m p r e n d id o la s i­
t u a c i ó n s o c i a l d e n u e s t r o s d í a s e n s u e n g r a n a j e ( engrenem ent ),
s i u s a m o s e s ta p a la b r a q u e , a l ig u a l q u e m u c h a s o tr a s c o s a s,
P ro u d h o n h a to m a d o d e F o u rie r.
¿ P o r q u é P r o u d h o n h a b l a d e D io s, d e la r a z ó n u n iv e r s a l, d e
la ra z ó n im p e rs o n a l d e la h u m a n id a d , ra z ó n q u e n u n c a se e q u i­
v o c a , q u e s ie m p r e e s ig u a l a sí m is m a y d e la q u e b a s ta te n e r
c la r a c o n c ie n c ia p a r a s e r d u e ñ o d e la v e r d a d ? ¿ P o r q u é P ro u d ­
h o n r e c u r r e a u n h e g e lia n is m o s u p e rf ic ia l p a r a d a r s e to n o d e
p e n s a d o r p ro fu n d o ?
E l m is m o P ro u d h o n n o s d a la c la v e d e l e n ig m a . P a r a P r o u d ­
h o n la h i s to r ia e s u n a d e te r m in a d a s e r ie d e d e s a r r o llo s s o c ia ­
le s ; v e e n l a h i s t o r i a l a r e a l i z a c i ó n d e l p r o g r e s o ; e s t i m a , f i n a l ­
m e n t e , q u e l o s h o m b r e s , e n t a n t o q u e i n d i v i d u o s , n o s a b í a n lo
q u e h a c ía n , q u e se im a g in a b a n d e m o d o e r ró n e o s u p ro p io m o ­

[132]
CARTA. DE MARX A ANNENKOV 133

v im ie n to , e s d e c ir , q u e s u d e s a r r o llo s o c ia l p a r e c e , a p r im e r a
v is ta , u n a c o s a d is tin ta , s e p a ra d a , in d e p e n d ie n te d e s u d e s a ­
r r o llo in d iv id u a l. P ro u d h o n n o p u e d e e x p lic a r e s to s h e c h o s y
r e c u r r e e n to n c e s a s u h ip ó te s is — v e r d a d e r o h a lla z g o — d e la
r a z ó n u n iv e r s a l q u e s e m a n if ie s ta . N a d a m á s f á c il q u e in v e n ­
t a r c a u s a s m ís tic a s , e s d e c ir, fra s e s , c u a n d o s e c a r e c e d e s e n ­
t i d o c o m ú n [1],
P e ro c u a n d o P ro u d h o n reco n o ce q u e n o c o m p re n d e en a b ­
s o l u t o e l d e s a r r o l l o h i s t ó r i c o d e la h u m a n i d a d — c o m o lo h a c e
a l e m p l e a r l a s p a l a b r a s r i m b o m b a n t e s d e r a z ó n u n i v e r s a l , D io s ,
e tc .— , ¿ n o re c o n o c e ta m b ié n im p líc ita y n e c e s a r ia m e n te q u e
e s in c a p a z d e c o m p re n d e r e l desarrollo eco n ó m ico ?
¿ Q u é e s la s o c ie d a d , c u a lq u ie r a q u e s e a s u f o rm a , s in o el
p r o d u c t o d e l a a c c i ó n r e c í p r o c a d e l o s h o m b r e s ? ¿ P u e d e n lo s
h o m b r e s e le g ir lib re m e n te e s ta o a q u e lla fo rm a s o c ia l? N a d a
d e e so . A u n d e te r m in a d o n iv e l d e d e s a r r o llo d e la s fu e rz a s p r o ­
d u c tiv a s d e lo s h o m b re s , c o rre s p o n d e u n a d e te r m in a d a fo rm a
d e c o m e rc io y d e c o n s u m o . A d e te r m in a d a s f a s e s d e d e s a r r o ­
llo d e la p r o d u c c ió n , d e l c o m e rc io y d e l c o n s u m o , c o r re s p o n ­
d e n d e te r m in a d a s f o r m a s d e c o n s titu c ió n s o c ia l, u n a d e te r m i­
n a d a o r g a n iz a c ió n d e la f a m ilia , d e lo s e s ta m e n to s o d e la s
c la s e s ; e n u n a p a l a b r a , u n a d e t e r m i n a d a s o c i e d a d c iv il. A u n a
d e te r m in a d a s o c ie d a d c iv il c o r r e s p o n d e u n d e te r m in a d o r é g i­
m e n p o lític o , q u e n o e s m á s q u e la e x p r e s ió n o fic ia l d e la s o ­
c ie d a d c iv il. E s t o e s lo q ú e P r o u d h o n ja m á s lle g a r á a c o m p r e n ­
d e r, p u e s c re e q u e h a h e c h o u n a g ra n c o s a a p e la n d o d e l e s ta d o
a la s o c ie d a d c iv il, e s d e c ir , d e l r e s u m e n o f ic ia l d e la s o c ie d a d
a la s o c ie d a d o fic ia l.
E s in n e c e s a r io a ñ a d i r q u e lo s h o m b r e s n o s o n lib r e s d e e s ­
coger su s fuerzas productivas — b a s e d e to d a s u h is to ria — , p u e s
to d a fu e rz a p ro d u c tiv a es u n a fu e rz a a d q u irid a , p ro d u c to d e
u n a a c tiv id a d a n te r io r . P o r lo ta n to , la s f u e r z a s p r o d u c tiv a s
s o n e l r e s u l t a d o d e la e n e r g í a p r á c t i c a d e lo s h o m b r e s , p e r o
e s ta m is m a e n e r g ía se h a lla d e te r m in a d a p o r la s c o n d ic io n e s
e n q u e lo s h o m b r e s s e e n c u e n t r a n c o lo c a d o s , p o r la s f u e r z a s
p r o d u c tiv a s y a a d q u ir id a s , p o r la f o r m a s o c ia l a n t e r i o r a e llo s ,
q u e e llo s n o h a n c r e a d o y q u e e s p r o d u c to d e la s g e n e ra c io n e s
a n te r io r e s . E l s im p le h e c h o d e q u e c a d a g e n e ra c ió n p o s te r io r
s e e n c u e n tre c o n fu e rz a s p ro d u c tiv a s a d q u irid a s p o r la s g e n e ­
r a c io n e s p r e c e d e n te s , q u e le s ir v e n d e m a t e r i a p r i m a p a r a la
n u e v a p r o d u c c ió n , c r e a e n la h i s to r ia d e lo s h o m b r e s u n a c o ­
n e x ió n , c r e a u n a h is to r ia d e la h u m a n id a d , q u e e s ta n to m á s
134 APÉNDICES

la h is to r ia d e la h u m a n id a d p o r c u a n to la s f u e rz a s p r o d u c ti­
v a s d e lo s h o m b r e s y , p o r c o n s ig u ie n te s u s r e la c io n e s s o c ia ­
le s , h a n a d q u ir id o m a y o r d e s a r r o llo . L a c o n s e c u e n c ia o b lig a ­
d a d e lo a n t e r i o r e s q u e la h is to r ia s o c ia l d e lo s h o m b r e s e s
n a d a m á s q u e la h is to r ia d e s u d e s a r r o llo in d iv id u a l, te n g a n
o n o e llo s m is m o s la c o n c ie n c ia d e e s to . S u s r e la c io n e s m a te ­
r ia le s f o rm a n la b a s e d e to d a s s u s r e la c io n e s . E s ta s r e la c io ­
n e s m a te r ia le s n o s o n m á s q u e la s f o r m a s n e c e s a r ia s b a jo la s
c u a le s se r e a liz a s u a c tiv id a d m a te r ia l e in d iv id u a l.
P ro u d h o n c o n f u n d e la s id e a s y la s c o s a s . L o s h o m b r e s j a ­
m á s r e n u n c ia n a lo q u e h a n c o n q u is ta d o , p e r o e s to n o q u ie r e
d e c ir q u é n o r e n u n c ie n n u n c a a la f o rm a s o c ia l b a jo la c u a l
h a n a d q u irid o d e te rm in a d a s fu e rz a s p ro d u c tiv a s , p o r e l c o n ­
tr a r io . P a r a n o v e r s e p r iv a d o s d e l r e s u lta d o o b te n id o , p a r a n o
p e r d e r lo s f r u to s d e la c iv iliz a c ió n , lo s h o m b r e s s e v e n c o n s ­
tr e ñ id o s , d e s d e el m o m e n to e n q u e e l tip o d e s u c o m e rc io n o
c o rre s p o n d e y a a la s fu e rz a s p r o d u c tiv a s a d q u irid a s , a c a m ­
b i a r to d a s s u s f o r m a s s o c ia le s tr a d ic io n a le s . U tiliz o a q u í la p a ­
la b ra com ercio e n s u s e n tid o m á s a m p lio , d e l m is m o m o d o q u e
e m p le a m o s e n a le m á n e l v o c a b lo Vérkehr. P o r e je m p lo , lo s p r i ­
v ile g io s , la in s titu c ió n d e g re m io s y c o r p o r a c io n e s , e l r é g im e n
r e g la m e n ta d o d e la E d a d M e d ia , e r a n r e la c io n e s s o c ia le s q u e
s ó lo c o r r e s p o n d ía n a la s f u e rz a s p r o d u c tiv a s a d q u ir id a s y a l
e s ta d o s o c ia l a n te r io r, d e d o n d e h a b ía n s u r g id o a q u e lla s in s ­
titu c io n e s . B a jo la t u t e l a d e l r é g im e n d e la s c o r p o r a c io n e s y
la s o r d e n a n z a s , se a c u m u la r o n c a p ita le s , se d e s a r r o lló e l t r á ­
fic o m a r ítim o , s e f u n d a r o n c o lo n ia s ; lo s h o m b r e s h a b ía n p e r ­
d id o e s to s f r u to s d e s u a c tiv id á d s i se h u b ie s e n e m p e ñ a d o e n
c o n s e rv a r la s fo rm a s a la s o m b ra d e la s c u a le s h a b ía n m a d u ­
r a d o a q u e llo s f ru to s . P o r e s o e s ta lla ro n d o s tru e n o s : la re v o ­
lu c ió n d e 1 6 4 0 y la d e 16 8 8 . E n I n g la te r r a f u e r o n d e s tr u id a s
to d a s la s v ie ja s fo rm a s e c o n ó m ic a s , la s r e la c io n e s s o c ia le s c o n ­
g r u e n te s c o n e lla y e l r é g im e n p o lític o q u e p r a la e x p r e s ió n o fi­
c ia l d e la v ie ja s o c ie d a d c iv il. P o r lo t a n t o , la s f o r m a s d e la e c o ­
n o m ía b a jo la s que lo s h o m b res p ro d u cen , consum en e
in te rc a m b ia n , so n transitorias e históricas. Al a d q u irir n u ev as
fu e rz a s p ro d u c tiv a s , lo s h o m b r e s c a m b ia n s u m o d o d e p r o d u c ­
c ió n , y c o n e l m o d o d e p r o d u c c ió n c a m b ia n la s r e la c io n e s e c o ­
n ó m ic a s , q u e n o e r a n m á s q u e la s r e la c io n e s n e c e s a r ia s d e
a q u e l m o d o c o n c r e t o d e p r o d u c c i ó n [2].
E s to e s lo q u e P r o u d h o n n o h a s a b id o c o m p r e n d e r y m e n o s
a ú n d e m o s tr a r . I n c a p a z d e s e g u ir e l m o v im ie n to r e a l d e la h is ­
CARTA DE MARX A ANNENKOV 135

to r ia , P ro u d h o n n o s o fre c e u n a f a n ta s m a g o r ía c o n p r e te n s io ­
n e s d e d ia lé c tic a . N o s ie n te la n e c e s id a d d e h a b l a r d e lo s s i­
g lo s x v ii, x v ill y x ix , p o r q u e s u h is to r ia d is c u r r e e n e l r e in o
n e b u lo s o d e la im a g in a c ió n y se re m o n ta m u y p o r e n c im a d e l
tie m p o y d e l e s p a c io . E n u n a p a la b r a , e s o n o e s h is to r ia , s in o
a n t i g u a l l a h e g e lia n a , n o e s h i s t o r i a p r o f a n a — la h i s t o r i a d e lo s
h o m b r e s — , s in o h is to r ia s a g ra d a : la h is to r ia d e la s id e a s . S e ­
g ú n s u p a re c e r, el h o m b re n o e s m á s q u e u n in s tru m e n to d el
q u e se v a le la id e a o la r a z ó n e te r n a p a r a d e s a r r o lla r s e . L a s
evoluciones d e q u e h a b la P ro u d h o n so n c o n c e b id a s co m o ev o ­
lu c io n e s q u e se o p e r a n d e n tr o d e la m ís tic a e n tr a ñ a d e lá id e a
a b s o lu ta . S i r a s g a m o s e l v e lo q u e e n v u e lv e e s te le n g u a je m ís ­
tic o , r e s u l t a q u e P r o u d h o n n o s o f re c e e l o r d e n e n q u e la s c a te ­
g o r ía s e c o n ó m ic a s se h a lla n a lin e a d a s e n s u c a b e z a . N o s e rá
n e c e s a rio q u e m e e s fu e rc e m u c h o p a r a p r o b a rle q u e é s te es
e l o rd e n d e u n a m e n te m u y d e s o rd e n a d a .
P ro u d h o n in ic ia s u lib ro c o n u n a d is e rta c ió n a c e r c a d e l va­
lor, q u e e s s u te m a p re d ile c to . E n e s ta c a r ta n o e n tr a r é e n el
a n á lis is d e d ic h a d is e rta c ió n .
L a s e rie d e e v o lu c io n e s e c o n ó m ic a s d e la ra z ó n e te r n a c o ­
m ie n z a c o n la división del trabajo. P a r a P r o u d h o n , la d iv is ió n
d e l tr a b a jo e s u n a c o s a m u y sim p le . P e ro ¿ n o f u e e l ré g im e n
d e c a s ta s u n a d e te r m in a d a d iv is ió n d e l tr a b a jo ? ¿ N o fu e e l ré ­
g im e n d e la s c o r p o r a c io n e s o t r a d iv is ió n d e l tr a b a jo ? Y la d i­
v is ió n d e l tr a b a jo d e l ré g im e n d e la m a n u f a c tu ra , q u e c o m e n ­
zó a m e d ia d o s d e l s ig lo x v ii y te r m in ó a fin e s d e l x v m en
I n g la te r r a , ¿ n o d ifie re , a c a s o , to ta lm e n te d e la d iv is ió n d e l t r a ­
b a jo d e la g r a n in d u s tr ia , d e la in d u s tr ia m o d e r n a ?
P r o u d h o n s e h a l l a t a n le jo s d e la v e r d a d , q u e o m ite lo q u e
n i s iq u i e r a lo s e c o n o m is ta s p r o f a n o s d e ja n d e c o n s id e r a r . C u a n ­
d o h a b la d e la d iv is ió n d e l tr a b a jo n o s ie n te la n e c e s id a d d e
h a b la r d el m ercado m u n d ia l. P u e s b ie n , ¿ a c a s o la d iv is ió n d e l
tr a b a jo e n lo s s ig lo s x iv y x v , c u a n d o a ú n n o h a b ía c o lo n ia s ,
c u a n d o A m é r ic a t o d a v ía n o e x i s tí a p a r a E u r o p a y a l A s ia O r ie n ­
ta l s ó lo s e p o d ía lle g a r a tr a v é s d e C o n s ta n tin o p la , a c a s o la d i­
v i s i ó n d e l t r a b a j o n o d e b í a d i s t i n g u i r s e e s e n c i a l m e n t e d e lo q u e
e r a e n e l s ig lo x v ii, c u a n d o la s c o lo n ia s se h a lla b a n y a d e s a ­
rro lla d a s ?
P e r o e s t o n o e s to d o . T o d a la o r g a n i z a c i ó n i n t e r i o r d e lo s
p u e b lo s , to d a s s u s r e la c io n e s in te r n a c io n a le s , ¿ n o so n a c a s o
la e x p r e s ió n d e c ie r ta d iv is ió n d e l tr a b a jo ? , ¿ n o d e b e n c a m b ia r
c o n lo s c a m b io s d e la d iv is ió n d e l t r a b a jo ?
136 APÉNDICES

P ro u d h o n h a c o m p r e n d id o ta n p o c o e l p r o b le m a d e la d iv i­
s ió n d e l tr a b a jo q u e n i s iq u ie r a h a b la d e la s e p a ra c ió n d e la
c iu d a d y d e l c a m p o , q u e e n A le m a n ia , p o r e je m p lo , s e o p e r ó
d e l s i g l o i x a l x n . A s í, p u e s , e s t a s e p a r a c i ó n d e b e s e r l e y e t e r ­
n a p a r a P ro u d h o n , y a q u e n o c o n o c e n i s u o rig e n n i s u d e s a ­
rro llo . E n to d o s u lib ro h a b la c o m o si e s ta c re a c ió n d e u n m o d o
d e p r o d u c c ió n d e te r m in a d o d e b ie r a e x is tir h a s ta la c o n s u m a ­
c ió n d e lo s s ig lo s . T o d o lo q u e P r o u d h o n d ic e r e s p e c to d e la
d iv is ió n d e l tr a b a j o e s ta n s ó lo u n r e s u m e n , p o r c ie r to m u y s u ­
p e r f i c i a l , m u y in c o m p le to , d e lo a f i r m a d o a n t e s p o r A d a m
S m ith y o tr o s m il a u to r e s .
L a s e g u n d a e v o lu c ió n d e la ra z ó n e te r n a s o n la s máquinas.
P a r a P ro u d h o n , la c o n e x ió n e n t r e la d iv is ió n d e l tr a b a jo y la s
m á q u in a s e s e n te r a m e n te m ís tic a . C a d a u n a d e la s f o rm a s d e
d iv is ió n d e l tr a b a jo tie n e s u s in s tr u m e n to s d e p r o d u c c ió n e s ­
p e c ífic o s . D e m e d ia d o s d e l s ig lo x v ii a m e d ia d o s d e l s ig lo x v n i,
p o r e je m p lo , lo s h o m b r e s n o lo h a c ía n to d o a m a n o . P o s e ía n
in s tr u m e n to s e in s tr u m e n to s m u y c o m p lic a d o s , c o m o te la r e s ,
b u q u e s , p a la n c a s , e tc é te r a , e tc é te ra .
A s í, p u e s , n a d a m á s r i d í c u l o q u e d e r i v a r l a s m á q u i n a s d e
la d iv is ió n d e l tr a b a jo e n g e n e ra l.
S e ñ a la r é ta m b ié n , d e p a s o , q u e si P ro u d h o n n o h a a lc a n z a ­
d o a c o m p r e n d e r el o rig e n h is tó r ic o d e la s m á q u in a s , h a c o m ­
p re n d id o p e o r s u d e s a rro llo . P u e d e d e c irs e q u e h a s ta 1825 —
p e r ío d o d e la p r im e r a c r is is u n iv e r s a l— la s n e c e s id a d e s d e l c o n ­
s u m o , e n g e n e ra l, c re c ie ro n m á s r á p id a m e n te q u e la p r o d u c ­
c ió n , y e l d e s a r r o llo d e la s m á q u in a s f u e u n a c o n s e c u e n c ia f o r ­
z a d a d e la s n e c e s id a d e s d e l m e r c a d o . A p a r t i r d e 1825, la
in v e n c ió n y la a p lic a c ió n d e la s m á q u in a s n o h a sid o m á s q u e
u n re s u lta c fó d e la g u e r r a e n tr e p a tr o n o s y o b r e r o s . P e ro e s to
s ó lo p u e d e d e c ir s e d e I n g la te r r a . E n c u a n to a la s n a c io n e s e u r o ­
p e a s , s e v ie ro n o b lig a d a s a e m p le a r la s m á q u in a s p o r la c o m ­
p e te n c ia q u e le s h a c ía n lo s in g le s e s ta n to e n s u s p r o p io s m e r ­
cados com o en el m ercad o m u n d ia l. Por ú ltim o , en
N o r te a m é r ic a la in tro d u c c ió n d e la m a q u in a r ia s e d e b ió ta n to
a la c o m p e te n c ia c o n o tr o s p a ís e s c o m o a la e s c a s e z d e m em o
d e o b ra , e s d e c ir, a la d e s p ro p o rc ió n e n tr e la p o b la c ió n d e l p a ís
y s u s n e c e s id a d e s in d u s tria le s . P o r e s to s h e c h o s p u e d e u s te d
v e r q u é s a g a c id a d p o n e d e m a n if ie s to P ro u d h o n c u a n d o c o n ­
j u r a e l f a n t a s m a d e la c o m p e te n c ia c o m o t e r c e r a e v o lu c ió n ,
¡ c o m o a n t í t e s i s d e l a s m á q u i n a s ! [3 ]. i
F in a lm e n te , e s en g e n e ra l u n a b s u r d o h a c e r d e la s máqui-
CARTA DE MARX A ANNENKOV 137

ñas u n a c a te g o r ía e c o n ó m ic a a l la d o d e la d iv is ió n d e l tr a b a jo ,
d e la c o m p e te n c ia , d e l c ré d ito , e tc é te r a .
L a m á q u in a tie n e ta n to d e c a te g o ría e c o n ó m ic a c o m o el b u e y
q u e tira d el a ra d o . L a aplicación a c tu a l d e la s m á q u in a s e s u n a
d e la s r e la c io n e s d e n u e s tr o ré g im e n e c o n ó m ic o p r e s e n te , p e r o
e l m o d o d e e x p lo ta r la s m á q u in a s e s u n a c o s a to ta lm e n te d is ­
t in ta d e la s p r o p ia s m á q u in a s . L a p ó lv o ra c o n tin ú a s ie n d o p ó l­
v o ra , y a s e e m p le e p a r a c a u s a r h e r id a s o b ie n p a r a r e s ta ñ a r la s .
P ro u d h o n s e s u p e ra a sí m is m o c u a n d o p e r m ite q u e la c o m ­
p e te n c ia , e l m o n o p o lio , lo s i m p u e s t o s o la p o lic ía , la b a la n z a
c o m e rc ia l, e l c r é d ito y l a p r o p ie d a d se d e s a r r o lle n e n e l in te ­
r io r d e s u c a b e z a p re c is a m e n te e n el o r d e n d e m i e n u m e ra c ió n .
C a si to d a s la s in s titu c io n e s d e c r é d ito se h a b ía n d e s a rr o lla d o
y a e n I n g l a t e r r a a c o m ie n z o s d e l s ig lo x v m , a n te s d e la in v e n ­
c ió n d e la s m á q u in a s . E l c r é d ito p ú b lic o n o e r a m á s q u e u n a
n u e v a m a n e r a d e e le v a r lo s im p u e s to s y d e s a tis f a c e r la s n u e ­
v a s d e m a n d a s o r ig in a d a s p o r la lle g a d a d e la b u r g u e s ía a l p o ­
d er. F inalm ente, \& propiedad c o n s titu y e la ú ltim a c a te g o r ía
e n el s is te m a d e P ro u d h o n . E n e l m u n d o re a l, p o r e l c o n tr a rio ,
la d iv is ió n d e l tr a b a jo y to d a s la s d e m á s c a te g o r ía s d e P r o u d ­
h o n s o n l a s r e l a c i o n e s s o c i a l e s q u e e n s u c o n j u n t o f o r m a n lo
q u e a c tu a lm e n te se lla m a propiedad; f u e ra d e e s a s re la c io n e s ,
la p r o p ie d a d b u r g u e s a n o e s s in o u n a ilu s ió n m e ta f ís ic a o j u ­
r íd ic a . L a p r o p ie d a d d e o t r a é p o c a , la p r o p ie d a d fe u d a l, s e d e ­
s a r r o lla e n u n a s e rie d e r e la c io n e s s o c ia le s c o m p le ta m e n te d is ­
tin ta s . C u a n d o e s ta b le c e la p r o p ie d a d com o u n a re la c ió n
in d e p e n d ie n te , P r o u d h o n c o m e te a lg o m á s q u e u n e r r o r d e m é ­
to d o : p r u e b a c la r a m e n te q u e ñ o h a a p r e h e n d id o e l v ín c u lo q u e
lig a to d a s la s f o r m a s d e la p r o d u c c ió n burguesa, q u e no h a com ­
p re n d id o el c a rá c te r histórico y transitorio d e l a s fo rm a s d e
la p r o d u c c ió n e n u n a é p o c a d e te r m in a d a . P ro u d h o n s ó lo p u e ­
d e h a c e r u n a c r ític a d o g m á tic a , p u e s n o c o n c ib e n u e s tr a s in s ­
titu c io n e s ' s o c ia le s c o m o p r o d u c to s h is tó r ic o s y n o c o m p r e n ­
d e n i s u o r i g e n n i s u d e s a r r o l l o [4 ].
A s í, P r o u d h o n s e v e o b l i g a d o a r e c u r r i r a u n a ficción p a ra
e x p lic a r e l d e s a r r o llo . S e im a g in a q u e la d iv is ió n d e l tr a b a jo ,
e l c r é d ito , la s m á q u in a s , e tc ., h a n s id o in v e n ta d a s p a r a s e r v ir
a s u i d e a f ija , a la i d e a d e l a ig u a ld a d . S u e x p lic a c ió n e s d e u n a
in g e n u id a d in c re íb le . E s a s c o s a s h a n s id o in v e n ta d a s p a r a la
ig u a ld a d , p e r o , d e s g r a c ia d a m e n te , s e h a n v u e lto c o n t r a e lla .
É s te e s to d o s u a rg u m e n to . C o n o tr a s p a la b ra s , h a c e u n a s u ­
p o s ic ió n g r a tu ita , y c o m o e l d e s a r r o llo r e a l y s u fic c ió n s e c o n ­
138 APÉNDICES

tr a d ic e n a c a d a p a s o , c o n c lu y e q u e h a y u n a c o n tr a d ic c ió n . O c u l­
ta q u e la c o n tr a d ic c ió n ú n ic a m e n te e x is te e n tr e s u s id e a s fija s
y e l m o v im ie n to re a l.
D e b id o p r in c ip a lm e n te a s u f a lta d e c o n o c im ie n to s h is tó r i­
c o s , P r o u d h o n n o h a v is to q u e lo s h o m b r e s , a l d e s a r r o l l a r s u s
f u e r z a s p r o d u c tiv a s , e s d e c ir , a l v iv ir, d e s a r r o lla n c ie r ta s r e ­
la c io n e s e n t r e s í, y q u e e l c a r á c t e r d e e s t a s r e l a c i o n e s c a m b i a
n e c e s a r ia m e n te c o n la m o d ific a c ió n y e l d e s a r r o llo d e e s ta s
f u e rz a s p r o d u c tiv a s . N o h a v is to q u e la s categorías económ i­
cas no so n m ás q u e abstracciones d e e s ta s re la c io n e s re a le s y
q u e ú n ic a m e n te s o n v e rd a d e s m ie n tra s e s a s r e la c io n e s s u b s is ­
te n . P o r c o n s ig u ie n te , i n c u r r e e n e l e r r o r d e lo s e c o n o m is ta s
b u r g u e s e s , q u e v e n e n e s a s c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s le y e s e t e r ­
n a s y n o le y e s h i s t ó r i c a s , q u e lo s o n ú n i c a m e n t e p a r a c i e r t o
d e s a r r o llo h is tó r ic o , p a r a u n d e s a r r o llo d e te r m in a d o d e la s
f u e r z a s p r o d u c t i v a s . A s í, p u e s , e n v e z d e c o n s i d e r a r l a s c a t e ­
g o r ía s p o lític o -e c o n ó m ic a s c o m o a b s tr a c c io n e s d e r e la c io n e s
so c ia le s re a le s , tr a n s ito r ia s , h is tó ric a s , P ro u d h o n , d e b id o a u n a
in v e r s ió n m ís tic a , s ó lo v e e n la s r e la c io n e s r e a le s e n c a r n a c io ­
n e s d e e s a s a b s tra c c io n e s . E s a s a b s tra c c io n e s s o n e lla s m is ­
m a s f ó r m u l a s q u e h a n e s t a d o d o r m i t a n d o e n e l s e n o d e D io s
P a d r e d e s d e e l p r in c ip io d e l m u n d o .
P e ro , a l lle g a r a e s te p u n to , n u e s tr o b u e n P ro u d h o n s e s ie n ­
t e a c o m e tid o d e g r a v e s c o n v u ls io n e s in te le c tu a le s . S i to d a s e s a s
c a t e g o r í a s e c o n ó m i c a s s o n e m a n a c i o n e s d e l c o r a z ó n d e D io s ,
si c o n s titu y e n la o c u lta y e te r n a e x is te n c ia d e lo s h o m b r e s ,
¿ c ó m o p u e d e h a b e r o c u rrid o ; p rim e ro , q u e se h a y a n d e s a rr o ­
lla d o , y s e g u n d o , q u e P ro u d h o n n o s e a c o n s e rv a d o r? P r o u d ­
h o n e x p lic a e s ta s c o n tr a d ic c io n e s e v id e n te s v a lié n d o s e d e to d o
u n s is te m a d e a n ta g o n is m o s .
P a r a e s ta b le c e r e s te s is te m a d e a n ta g o n is m o s , to m e m o s u n
e je m p lo .·
El m onopolio e s b u e n o , p o r q u e e s u n a c a te g o ría ' e c o n ó m i­
c a . P e r o lo q u e n o e s b u e n o e s la r e a l i d a d d e l m o n o p o lio y la
r e a lid a d d e la c o m p e te n c ia . Y a ú n e s p e o r q u e e l m o n o p o lio
y la c o m p e te n c ia se d e v o re n m u tu a m e n te . ¿ Q u é d e b e h a c e r ­
s e ? C o m o e s to s d o s p e n s a m ie n to s e te r n o s d e D io s s e c o n t r a d i ­
c e n , a P r o u d h o n le p a r e c e e v id e n te q u e ta m b ié n e n e l s e n o d e
D io s h a y u n a s ín te s is d e a m b o s p e n s a m ie n to s , e n la q u e lo s m a ­
le s d e l m o n o p o lio s e v e n e q u i l i b r a d o s p o r la c o m p e t e n c i a y v i­
c e v e r s a . C o m o r e s u l t a d o d e la l u c h a e n t r e la s d o s id e a s , s ó lo
p u e d e e x t e r i o r i z a r s e s u la d o b u e n o . H a y q u e a r r a n c a r a D io s
CARTA DE MARX A ANNENKOV 139

e s ta id e a s e c r e ta , lu e g o a p lic a r la y to d o m a r c h a r á a p e d ir d e
b o c a ; h a y q u e r e v e la r la f ó rm u la s in té tic a o c u lta e n la n o c h e
d e la ra z ó n im p e r s o n a l d e la h u m a n id a d . P ro u d h o n se o fre c e
c o m o r e v e la d o r s in titu b e o a lg u n o .
P e ro m ire u s te d p o r u n s e g u n d o la v id a re a l. E n la v id a ecor
n ó m ic a d e n u e s tr o s d ia s n o s ó lo v e r á la c o m p e te n c ia y e l m o ­
n o p o lio , s in o ta m b ié n s u s ín te s is , q u e n o e s u n a fórm ula s in o
un m ovim iento. E l m o n o p o lio e n g e n d r a la c o m p e te n c ia , la c o m ­
p e t e n c i a e n g e n d r a e l m o n o p o l i o . P o r lo t a n t o , e s t a e c u a c i ó n ,
le jo s d e e lim in a r la s d if ic u lta d e s d e la s itu a c ió n p r e s e n te c o m o
s e lo i m a g in a n lo s e c o n o m i s ta s b u r g u e s e s , tie n e p o r r e s u l t a d o
u n a s i t u a c i ó n a ú n m á s d i f í c i l y m á s e m b r o l l a d a . A s í, a l c a m ­
b i a r l a b a s e s o b r e la q u e d e s c a n s a n la s re la c io n e s e c o n ó m ic a s
a c tu a le s , a l a n iq u ila r el m odo a c tu a l d e p ro d u c c ió n se a n iq u i­
la n o s ó lo la c o m p e te n c ia , e l m o n o p o lio y s u a n ta g o n is m o , s in o
ta m b ié n s u u n id a d , s u s ín te s is , el m o v im ie n to q u e e s el e q u ili­
b r i o r e a l d e l a c o m p e t e n c i a y d e l m o n o p o l i o [5 ],
A h o r a le d a r é u n e je m p lo d e la d ia lé c tic a d e P r o u d h o n .
La libertad y la esclavitud fo rm a n u n a n ta g o n is m o . N o h a y
n e c e s id a d d e r e f e r ir s e a lo s la d o s b u e n o s y m a lo s d e la lib e r ­
ta d . E n c u a n to a la e s c la v itu d , d e m á s e s tá h a b la r d e s u s la d o s
m a lo s . L o ú n ic o q u e d e b e s e r e x p lic a d o e s e l la d o b u e n o d e la
e s c la v itu d . N o s e t r a t a d e la e s c la v itu d in d ir e c ta , d e la e s c la v i­
tu d d e l p r o le ta rio , se t r a t a d e la e s c la v itu d d ir e c ta , d e la e s ­
c la v itu d d e lo s n e g r o s e n S u r in a m , e n e l B r a s il y e n lo s e s ta ­
d o s m e rid io n a le s d e N o rte a m é ric a .
L a e s c la v itu d d ir e c ta e s u n p iv o te d e n u e s tr o in d u s tr ia lis ­
m o a c t u a l lo m is m o q u e la s m á q u i n a s , e l c r é d i t o , e tc . S in la
e s c la v itu d n o h a b r ía a lg o d ó n , y s in a lg o d ó n n o h a b r ía in d u s ­
t r i a m o d e r n a . L a e s c la v itu d e s l o q u e h a d a d o v a lo r a la s c o lo ­
n ia s , la s c o lo n ia s s o n la s q u e h a n c r e a d o e l c o m e r c io m u n d ia l,
y e l c o m e r c io m u n d ia l e s la c o n d ic ió n n e c e s a r ia d e la g r a n in ­
d u s t r i a m e c a n iz a d a . C o n a n te r io r id a d a la t r a t a d e n e g r o s , la s
c o lo n ia s s ó lo d a b a n a l m u n d o a n tig u o u n o s p o c o s p r o d u c to s
y n o c a m b ia r o n v is ib le m e n te la f a z d e la tie r r a . L a e s c la v itu d
e s, p o r lo ta n to , u n a c a te g o r ía e c o n ó m ic a d e g r a n im p o r ta n ­
c ia . S in la e s p la v itu d , N o r te a m é r ic a , e l p a ís m á s d e s a r r o lla d o ,
se tr a n s f o rm a r ía en u n p a ís p a tria rc a l. S i se b o r r a a N o rte a ­
m é r ic a d e l m a p a d e la s n a c io n e s , s o b r e v e n d r ía la a n a r q u ía , la
d e c a d e n c ia a b s o lu ta d e l c o m e rc io y d e la c iv iliz a c ió n m o d e r ­
n a . P e ro h a c e r d e s a p a r e c e r la e s c la v itu d e q u iv a ld r ía a b o r r a r
a N o r te a m é r ic a d e l m a p a d e la s n a c io n e s . L a e s c la v itu d e s u n a
140 APÉNDICES

c a te g o r ía e c o n ó m ic a y p o r e s o s e o b s e r v a e n to d o s lo s p u e b lo s
d e s d e q u e e l m u n d o e s m u n d o . L o s p u e b lo s m o d e r n o s s ó lo h a n
s a b id o e n c u b r ir la e s c la v itu d e n s u s p ro p io s p a ís e s e im p o r ­
ta r la s in n in g ú n d is im u lo a l n u e v o m u n d o . ¿ Q u é h a r á n u e s tr o
b u e n P ro u d h o n d e s p u é s d e e s ta s c o n s id e ra c io n e s a c e r c a d e la
e s c la v itu d ? B u s c a r á la s ín te s is d e la lib e r ta d y d e la e s c la v i­
tu d , el v e r d a d e r o té r m in o m e d io o e q u ilib rio e n tr e la e s c la v i­
t u d y l a l i b e r t a d [6 ].
P ro u d h o n s u p o v e r m u y b ie n q u e lo s h o m b r e s h a c e n el p a ñ o ,
e l lie n z o , l a s e d a ; y e n é l, e s u n g r a n m é r i t o h a b e r s a b i d o v e r
e s ta s c o s a s ta n s e n c illa s . L o q u e P r o u d h o n n o s u p o v e r e s q u e
lo s h o m b r e s p r o d u c e n ta m b ié n , c o n a r r e g lo a s u s f u e r z a s p r o ­
d u c tiv a s , la s relaciones sociales en q u e p ro d u c e n el p añ o y el
lie n z o . Y m e n o s a ú n h a s a b id o v e r q u e lo s h o m b r e s q u e p r o ­
d u c e n la s re la c io n e s s o c ia le s c o n a r r e g lo a s u p ro d u c c ió n m a ­
te ria l, c re a n ta m b ié n la s ideas, la s categorías, e s d e c ir, la s e x ­
p re s io n e s id e a le s a b s tra c ta s de esas m is m a s re la c io n e s
s o c ia le s . P o r lo ta n to , e s ta s c a te g o r ía s s o n ta n p o c o e te r n a s
c o m o la s r e la c io n e s a la s q u e s irv e n d e e x p re s ió n . S o n p r o d u c ­
to s h is tó r ic o s y tr a n s ito r io s . P a r a P ro u d h o n , e n c a m b io , la s a b s ­
tr a c c io n e s , la s c a te g o r ía s s o n la c a u s a p r im a r ia . A s u ju ic io ,
s o n e lla s y n o lo s h o m b r e s q u ie n e s h a c e n la h is to r ia . La abs­
tracción, la categoría considerada co m o tal, e s d e c ir, s e p a ra d a
d e lo s h o m b r e s y d e s u a c c ió n m a te r ia l, e s n a t u r a l m e n t e in ­
m o r ta l, in a lte r a b le , im p a s ib le ; n o e s m á s q u e u n a m o d a lid a d
d e la ra z ó n p u r a , lo c u a l q u ie r e d e c ir s im p le m e n te q u e la a b s ­
tr a c c ió n , c o n s id e r a d a c o m o ta l, e s a b s tr a c ta ; ¡a d m ira b le tau­
tología !
P o r e s o , la s re la c io n e s e c o n ó m ic a s , v is ta s e n f o r m a d e c a te ­
g o ría s , so n p a r a P ro u d h o n f ó rm u la s e te r n a s q u e n o c o n o c e n
p r in c ip io n i p r o g re s o .
E n o tr o s té r m in o s , P ro u d h o n n o a f ir m a d ir e c ta m e n te q u e
la vida burguesa se a p a ra él u n a verdad eterna; e s ó lo d ic e in ­
d ir e c ta m e n te a l d iv in iz a r la s c a te g o r ía s q u e e x p r e s a n e n f o r ­
m a d e id e a s la s r e la c io n e s b u r g u e s a s . T o m a lo s p r o d u c to s d e
la s o c ie d a d b u r g u e s a p o r s e re s e te r n o s s u r g id o s e s p o n tá n e a ­
m e n te y d o ta d o s d e v id a p r o p ia , t a n p r o n to c o m o s e lo s p r e ­
s e n ta e n f o rín a d e c a te g o r ía s , e n f o r m a d e id e a s . N o v e, p o r
lo ta n to , m á s a llá d e l h o r iz o n te b u r g u é s . C ó m o o p e r a c o n id e a s
b u r g u e s a s , s u p o n ié n d o la s e te r n a m e n te v e r d a d e r a s , p u g n a p o r
e n c o n t r a r la s ín te s iís d e e s ta s id e a s , s u e q u ilib r io , y n o v e q u e
s u m o d o a c tu a l d e e q u ilib r a r s e e s e l ú n ic o p o s ib le .
CARTA DE MARX A ANNENKOV 141

E n r e a l i d a d , h a c e lo q u e h a c e n t o d o s lo s b u e n o s b u r g u e s e s .
T o d o s e llo s n o s d i c e n q u e la c o m p e t e n c i a , e l m o n o p o lio , e tc .,
e n p r in c ip io , e s d e c ir, c o n s id e ra d o s c o m o id e a s a b s tr a c ta s , so n
lo s ú n ic o s f u n d a m e n to s d e la v id a , a u n q u e e n la p r á c tic a d e ­
je n m u c h o q u e d e s e a r . T o d o s e llo s q u ie r e n la c o m p e te n c ia , s in
s u s f u n e s t o s e f e c t o s . T o d o s e llo s q u i e r e n lo im p o s i b l e : l a s c o n ­
d ic io n e s b u r g u e s a s d e v id a , s in la s c o n s e c u e n c ia s n e c e s a r ia s
d e e s ta s c o n d ic io n e s . N in g u n o d e e llo s c o m p r e n d e q u e la f o r­
m a b u r g u e s a d e p ro d u c c ió n e s u n a fo rm a h is tó r ic a y tr a n s ito ­
r ia , c o m o lo e r a la f o r m a fe u d a l. E s te e r r o r p ro v ie n e d e q u e ,
p a r a e llo s , e l h o m b r e b u r g u é s e s la ú n ic a b a s e p o s ib le d e to d a
s o c ie d a d , d e q u e n o p u e d e n im a g in a r s e u n e s ta d o so c ia l e n q u e
e l h o m b r e h a y a d e ja d o d e s e r b u rg u é s .
P ro u d h o n es, p u e s , n e c e s a ria m e n te , u n doctrinario. El m o­
v im ie n to h is tó r ic o q u e e s tá r e v o lu c io n a n d o e l m u n d o a c tu a l
s e r e d u c e , p a r a é l, a l p r o b l e m a d e e n c o n t r a r e l v e r d a d e r o e q u i­
l i b r i o , l a s í n t e s i s d e d o s i d e a s b u r g u e s a s . A s í, e l h á b i l m o z o d e s ­
c u b r e , a f u e r z a d e s u t i l e z a , e l r e c ó n d i t o p e n s a m i e n t o d e D io s ,
la u n id a d d e d o s id e a s a is la d a s , q u e s ó lo lo e s tá n p o r q u e P ro u d ­
h o n la s h a a is la d o d e la v id a p rá c tic a , d e la p ro d u c c ió n a c tu a l,
q u e e s la c o m b in a c ió n d e la s re a lid a d e s q u e a q u e lla s id e a s ex ­
p r e s a n . E n lu g a r d e l g r a n m o v im ie n to h is tó r ic o q u e b r o ta d e l
c o n f lic to e n t r e la s f u e r z a s p r o d u c t i v a s y a a l c a n z a d a s p o r lo s
h o m b r e s y s u s re la c io n e s s o c ia le s , q u e y a n o c o r re s p o n d e n a
e s ta s fu e rz a s p r o d u c tiv a s ; e n lu g a r d e la s te r r ib le s g u e r r a s q u e
s e p r e p a r a n e n t r e la s d i s tin ta s c la s e s d e u n a n a c ió n y e n tr e la s
d if e r e n te s n a c io n e s ; e n lu g a r d e la a c c ió n p r á c tic a y v io le n ta
d e la s m a s a s , la ú n ic a q u e p u e d e r e s o lv e r e s to s c o n flic to s ; e n
lu g a r d e e s te v a s to , p r o lo n g a d o y c o m p lic a d o m o v im ie n to ,
P ro u d h o n p o n e e l f a n tá s tic o m o v im ie n to d e s u c a b e z a . D e e s te
m o d o , s o n l o s s a b i o s , l o s h o m b r e s c a p a c e s d e a r r a n c a r a D io s
s u s r e c ó n d ito s p e n s a m ie n to s , lo s q u e h a c e n la h is to r ia . A la
p le b e s o la le q u e d a la t a r e a d e p o n e r e n p r á c tic a la s r e v e la c io ­
n e s d e lo s h o m b r e s d e c ie n c ia . A h o ra c o m p r e n d e r á u s te d p o r
q u é P ro u d h o n e s e n e m ig o d e c la r a d o d e to d o m o v im ie n to po-
líitic o . P a r a é l, la s o lu c ió n d e lo s p r o b le m a s a c tu a le s n b c o n ­
s is te e n la a c c ió n p ú b lic a s in o e n la s ro ta c io n e s d ia lé c tic a s d e
s u c a b e z a . C o m o la s c a te g o r ía s s o n p a r a é l la s f u e rz a s m o tr i­
c e s , p a r a c a m b ia r la s c a te g o r ía s n o h a c e f a lta c a m b ia r la v id a
p rá c tic a . M u y p o r el c o n tr a rio , h a y q u e c a m b ia r la s c a te g o ría s ,
y e n c o n s e c u e n c ia c a m b ia r á la s o c ie d a d e x is te n te .
E n s u d e s e o d e c o n c ilia r la s c o n tr a d ic c io n e s , P ro u d h o n e lu d e
142 APÉNDICES

la p r e g u n ta d e si n o d e b e r á s e r d e r r o c a d a la b a s e m is m a d e
e s ta s c o n tra d ic c io n e s . S e p a re c e e n to d o a l p o lític o d o c tr in a ­
r io , p a r a q u ie n e l r e y y la C á m a r a d e lo s d ip u ta d o s y e l S e n a d o
so n c o m o p a r te s in te g r a n te s d e la v id a s o c ia l, c o m o c a te g o r ía s
e te r n a s . S ó lo q u e é l b u s c a u n a n u e v a f ó r m u la p a r a e q u ilib r a r
e s to s p o d e re s c u y o e q u ilib rio c o n s is te p re c is a m e n te e n e l m o ­
v im ie n to a c tu a l, e n el q u e u n o d e e s to s p o d e re s ta n p r o n to e s
v e n c e d o r 1c o m o e s c l a v o d e l o t r o . A s í é n e l s i g l o x v i n , u n a m u l ­
titu d d e c a b e z a s m e d io c re s se d e d ic a ro n a b u s c a r la v e r d a d e ­
r a f ó r m u la p a r a e q u ilib r a r lo s e s ta m e n to s s o c ia le s , la n o b le ­
z a , e l r e y , lo s p a r l a m e n t o s , e tc ., y u n b u e n d í a s e e n c o n t r a r o n
c o n q u e y a n o h a b ía n i r e y n i p a r la m e n to n i n o b le z a . E l v e r d a ­
d e ro e q u ilib rio e n e s te a n ta g o n is m o e r a el d e r ro c a m ie n to d e
to d a s la s r e la c io n e s s o c ia le s q u e s e rv ía n d e b a s e a e s a s in s ti­
tu c io n e s fe u d a le s y a l a n ta g o n is m o e x is te n te e n tr e e lla s .
C o m o P ro u d h o n p o n e d e u n la d o la s id e a s e te r n a s , la s c a te ­
g o r ía s d e la ra z ó n p u r a , y d e l o tr o la d o a lo s h o m b r e s y s u v id a
p r á c t i c a q u e e s , s e g ú n d ic e , la a p lic a c ió n d e e s t a s c a te g o r ía s ,
se e n c u e n tr a e n él d e s d e e l p r im e r m o m e n to u n dualism o en­
t r e la v id a y la s id e a s , e n tr e e l a lm a y e l c u e r p o , d u a lis m o q u e
se re p ite b a jo m u c h a s fo rm a s . A h o ra se d a r á c u e n ta u s te d d e
q u e e s te a n ta g o n is m o n o e s m á s q u e la in c a p a c id a d d e P ro u d ­
h o n p a r a c o m p r e n d e r el o rig e n p r o fa n o y la h is to r ia p r o fa n a
d e la s c a te g o r ía s q u e é l d iv in iz a .
M e h e e x te n d id o y a d e m a s ia d o y n o p u e d o d e te r m e e n la s
a b s u r d a s a c u s a c io n e s q u e P ro u d h o n la n z a c o n tr a el c o m u n is ­
m o . P o r e l m o m e n to , c o n v e n d r á u s te d c o n m ig o e n q u e u n h o m ­
b r e q u e n o h a c o m p r e n d id o el a c tu a l e s ta d o d e la s o c ie d a d , m e ­
n o s a ú n c o m p r e n d e r á e l m o v im ie n to q u e tie n d e a d e r ro c a rle
y la s e x p re s io n e s lite r a r ia s d e e s e m o v im ie n to re v o lu c io n a rio .
El único p u n to e n e l q u e e s to y c o m p le ta m e n te d e a c u e r ­
d o c o n P ro u d h o n e s s u re p u ls ió n h a c ia la s e n s ib le r ía s o c ia ­
lis ta . A n te s q u e é l m e h e g a n a d o y a m u c h o s e n e m ig o s p o r
m is a ta q u e s c o n tr a e l s o c ia lis m o b o r r e g u il, s e n tim e n ta l, u to ­
p is ta [7]. P e ro ¿no se hace P ro u d h o n ilu s io n e s e x tra ñ a s
c u a n d o o p o n e s u s e n tim e n ta lis m o d e p e q u e flo b u rg u é s — m e
re fie ro a s u s fra s e s d e c la m a to ria s s o b re el h o g a r, el a m o r
c o n y u g a l y to d a s e s a s tr iv ia lid a d e s — a l s e n tim e n ta lis m o so ­
c ia lis ta , q u e e n F o u rie r, p o r e je m p lo e s m u c h o m á s p r o fu n d o
q u e la s p r e s u n tu o s a s v u lg a rid a d e s d e n u e s tr o b u e n P ro u d h o n ?
É l m is m o c o m p r e n d e t a n b ie n la v a c u id a d d e s u s r a z o n a m ie n ­
to s , s u c o m p le ta i n c a p a c i d a d d e h a b l a r d e e s t a s c o s a s q u e p r o ­
CARTA DE MARX A ANNENKOV 143

r r u m p e e n e x p lo s io n e s d e r a b ia , e n v o c if e ra c io n e s y e n v ir tu o ­
so s ju r a m e n to s , e c h a e s p u m a p o r la b o c a , m a ld ic e , d e n u n c ia ,
s e d a g o l p e s d e p e c h o ¡y s e j a c t a a n t e D i o s y a n t e l o s h o m b r e s
d e e s t a r lim p io d e la s in f a m ia s s o c ia lis ta s ! N o h a c e u n a c r íti­
c a d e l s e n t im e n t a l i s m o s o c ia lis ta , o lo q u e é l t o m a p o r s e n t i ­
m e n ta lis m o . C o m o u n s a n to , c o m o e l P a p a , e x c o m u lg a a lo s
p o b r e s p e c a d o r e s y c a n ta la s g lo r ia s d e la p e q u e ñ a b u r g u e s ía
y la s m is e r a b le s ilu s io n e s a m o ro s a s y p a tr ia r c a le s d e l h o g a r.
E s o n o e s c a s u a l. P r ó u d h o n e s f iló s o f o y u n e c o n o m is ta d e la
p e q u e ñ a b u r g u e s ía d e la c a b e z a a lo s p ié s . E n u n a s o c ie d a d
av an zad a, el pequeñoburgués, e n v ir tu d d e la p o s ic ió n q u e eri
e lla o c u p a , se h a c e s o c ia lis ta p o r u n a p a r te y e c o n o m is ta p o r
la o tr a , e s d e c ir, se s ie n te d e s lu m b r a d o p o r la m a g n ific e n c ia
d e l a g r a n b u r g u e s í a y e x p e r i m e n t a a l a v e z s i m p a t í a p o r lo s
s u f r im ie n to s d e l p u e b lo . E s a l m is m o tie m p o b u r g u é s y p u e ­
b lo . E n s u f u e r o in te r n o s e u f a n a d e s e r im p a r c ía l, d e h a b e r
e n c o n tr a d o el ju s to e q u ilib rio , q u e tie n e la p r e te n s ió n d e d is ­
tin g u ir s e d e l té r m in o m e d io .
E s e p e q u e ñ o b u r g u é s d iv in iz a l a contradicción, p o r q u e la
c o n tr a d ic c ió n c o n s titu y e el fo n d o d e su s e r. É l n o e s o tr a c o s a
q u e la c o n tr a d ic c ió n s o c ia l e n a c c ió n : D e b e j u s t i f i c a r te ó r ic a ­
m e n t e lo q u e é l m i s m o e s e n l á p r á c t i c a , y a P r o u d h o n c o r r e s ­
p o n d e e l m é r ito d e s e r e l in té r p r e te c ie n tíf ic o d e la p e q u e ñ a
b u r g u e s í a f r a n c e s a , lo q u e r e p r e s e n t a u n v e r d a d e r o m é r ito , p u e s
la p e q u e ñ a b u r g u e s ía s e r á p a r t e in te g r a n te d e to d a s la s re v o ­
lu c io n e s s o c ia le s q u e h a n d e s u c e d e r.
H u b ie r a q u e rid o e n v ia rle c o n e s ta c a r ta m i lib ro d e e c o n o ­
m ía p o lític a , p e r o h a s ta a h o r a n o h e c o n s e g u id o im p r im ir e s ta
o b r a n i m i c r í t ic a d e lo s f iló s o f o s y s o c ia lis ta s a le m a n e s d e q u e
l e h a b l é e n B r u s e l a s [8 ]. N o p u e d e u s t e d i m a g i n a r s e l a s d i f i ­
c u lta d e s q u e u n a p u b lic a c ió n d e e s te tip o e n c u e n t r a e n A le m a ­
n ia , ta n t o p o r p a r t e d e la p o lic ía c o m o p o r p a r t e d e lo s e d ito ­
re s, q u e s o n r e p re s e n ta n te s in te r e s a d o s d e to d a s la s te h d e n c ia s
q u e y o a ta c o . E n c u a n to a n u e s tr o p r o p io P a rtid o , a d e m á s d e
s e r p o b r e , u n a g r a n p a r t e d e l P a r tid o C o m u n is ta A le m á n se
m u e s tr a ir rita d o c o n tra m í p o rq u e m e o p o n g o a s u s u to p ía s
y a s u s d e c la m a c io n e s .
A fe c tu o s a m e n te su y o

KARL MARX
4. D IS C U R S O S O B R E E L L IB R E IN T E R C A M B IO

S eñ o res:
L a a b o lic ió n d e la s le y e s c e r e a le r a s e n I n g la te r r a e s e l m a ­
y o r tr iu n f o q u e e l lib r e in te r c a m b io h a y a a p o r ta d o a l sig lo x ix
[1 ]. E n t o d o s l o s p a í s e s e n l o s q u e l o s f a b r i c a n t e s h a b l a n d e l i ­
b r e in te r c a m b io tie n e n e n c u e n ta , e n p r im e r lu g a r, el lib re in ­
te r c a m b io d e lo s g r a n o s y d e la s m a te r ia s p r im a s e n g e n e ra l.
G ra v a r c o n d e r e c h o s p r o te c to r e s a lo s g ra n o s e x tr a n je ro s es
in f a m e , e s e s p e c u la r c o n e l h a m b r e d e lo s p u e b lo s .
P a n b a r a to , s a la r io s e le v a d o s , cheap food, high wages, h e
a q u í e l ú n ic o f i n p o r e l q u e lo s free-traders, e n I n g l a t e r r a , h a n
g a s ta d o m illo n e s y y a s u e n tu s ia s m o s e h a e x te n d id o a s u s h e r ­
m a n o s d e l c o n tin e n te . E n g e n e ra l, s i s e q u ie r e e l lib r e in te r ­
c a m b io e s p a r a a liv ia r la c o n d ic ió n d e la c la s e tr a b a ja d o ra .
P e r o ¡o h s o r p r e s a ! , e l p u e b lo , a l q u e s e q u ie r e a to d a c o s ta
p r o c u r a r p a n b a ra to , e s m u y in g ra to . E l p a n b a r a to tie n e ta n
m a la fa m a e n I n g la te r r a c o m o el g o b ie rn o b a r a to la tie n e e n
F r a n c ia . E l p u e b lo v e e n lo s h o m b r e s a b n e g a d o s , e n u n B o w -
r in g , e n u n B r ig h t y c o m p a ñ ía s u s m a y o r e s e n e m ig o s y lo s h i­
p ó c rita s m á s d e s c a ra d o s.
T o d o e l m u n d o s a b e q u e la lu c h a e n t r e lo s l i b e r a l e s y lo s
d e m ó c r a ta s s e lla m a , e n I n g la te r r a , la lu c h a e n tr e free-traders
y c a r t i s t a s [2].
V e a m o s a h o r a c ó m o lo s free-traders in g le s e s le h a n d e m o s ­
tr a d o a l p u e b lo e s o s b u e n o s s e n tim ie n to s q u e lo s h a c ía n a c tu a r .
H e a q u í q u e d ije r o n a lo s o b r e r o s d e la s f á b r ic a s : E l d e r e ­
c h o e s ta b le c id o s o b re lo s c e re a le s e s u n im p u e s to a l s a la rio ,
im p u e s to q u e v o s o tr o s p a g á is a lo s s e ñ o r e s d e la tie r r a , a e s o s
a r i s t ó c r a t a s d e la E d a d M e d ia ; s i v u e s t r a p o s i c ió n e s m i s e r a ­
b le , e s to s e d e b e a la c a r e s tía d e lo s v ív e re s d e p r im e r a n e ­
c e s id a d .
L o s o b r e ro s p r e g u n ta r o n a s u v ez a lo s fa b ric a n te s : ¿C ó m o
e s q u e t r a s lo s t r e i n ta ú ltim o s a ñ o s e n lo s q u e n u e s t r a in d u s ­
t r i a h a to m a d o e l m a y o r v u e lo , n u e s t r o s a la r io h a b a ja d o e n
u n a p r o p o r c i ó n m u c h o m a y o r d e lo q u e s e h a n e le v a d o lo s p r e ­
c io s d e lo s g r a n o s ?

[144]
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 145

E l im p u e s to q u e p a g a m o s a lo s t e r r a t e n i e n t e s , s e g ú n p r e ­
te n d é is , e s p a r a e l o b r e r o m á s o m e n o s d e tr e s p e n iq u e s a la
s e m a n a . N o o b s ta n te , e l s a la rio d e l te je d o r m a n u a l h a d e s c e n ­
d id o d e 2 8 c h e lin e s s e m a n a le s a 5 c h e lin e s d e 1815 a 1843, y
el s a la rio d e l te je d o r, e n el ta lle r a u to m á tic o , s e h a v is to r e d u ­
c id o d e 20 c h e lin e s la s e m a n a a 8 c h e lin e s d e 1823 a 1843.
Y d u r a n te to d o e s te tie m p o la p a r t e d e l im p u e s to q u e h e ­
m o s p a g a d o n u n c a h a b a ja d o d e tr e s p e n iq u e s . M á s a ú n , e n
1834, c u a n d o e l p a n e r a m u y b a r a to y e l c o m e rc io e s ta b a b o ­
y a n te , ¿ q u é n o s d e c ía is ? ¡S i s o is d e s d ic h a d o s e s p o r q u e te n é is
d e m a s ia d o s h ijo s y v u e s tro m a tr im o n io e s m á s fe c u n d o q u e
v u e s tra in d u s tria !
H e a q u í la s p a la b r a s q u e n o s d e c ía is e n to n c e s , y fu is te is e
h ic is te is n u e v a s le y e s p a r a lo s p o b r e s y c o n s tr u is te is la s w ork­
houses, e s a s b a s t i l l a s d e l o s p r o l e t a r i o s [3].
A lo c u a l r e s p o n d e n lo s f a b r i c a n te s :
T e n é is ra z ó n , s e ñ o r e s o b r e r o s ; n o e s s ó lo e l p r e c io d e l t r i ­
g o , s i n o t a m b i é n l a c o m p e t e n c i a e n t r e l a o f e r t a d e b r a z o s lo
q u e d e te r m in a lo s s a la r io s .
P e ro p e n s a d b ie n e n u n a c o s a : y e s q u e n u e s tr o s u e lo se c o m ­
p o n e d e p ie d ra s y d e b a n c o s d e a re n a . ¿A ca so c re é is q u e p o d e ­
m o s c u ltiv a r tr ig o e n f lo re r o s ? S i e n lu g a r d e p r o d ig a r n u e s ­
tro tr a b a jo y n u e s tr o c a p ita l e n u n s u e lo d e l to d o e s té ril,
a b a n d o n á r a m o s la a g r ic u ltu r a p a r a d e d ic a rn o s e x c lu s iv a m e n te
a la in d u s tr ia , to d a E u r o p a a b a n d o n a r ía la s m a n u f a c tu r a s e
I n g la te r r a f o rm a r ía u n a s o la g ra n c iu d a d m a n u f a c tu r e r a , q u e
te n d ría p o r c a m p o a l re s to d e E u ro p a .
A l h a b la r d e ta l s u e r te a s u s p r o p io s o b r e ro s , e l f a b ric a n te
e s i n t e r p e l á d o p o r e l p e q u e ñ o c o m e r c i a n t e , q u i e n le d ic e :
P e ro si a b o lim o s la s le y e s c e r e a le r a s , c ie r ta m e n te , a r r u in a ­
r e m o s a la a g r ic u ltu r a , p e r o n o p o r e llo o b lig a r e m o s a lo s o tr o s
p a ís e s a p ro v e e rs e e n n u e s tr a s fá b ric a s y a a b a n d o n a r la s su y a s.
¿ C u á l s e rá e l r e s u lta d o ? P e r d e ré la s re la c io n e s c o m e rc ia ­
le s q u e a h o r a te n g o e n e l c a m p o y e l c o m e r c io in te r n o p e r d e r á
su s m ercad o s.
E l f a b r ic a n te , v o lv ié n d o le la e s p a ld a a l o b r e r o , r e s p o n d e a l
te n d e ro : E n c u a n to a e s to , d é ja n o s h a c e r . U n a v e z a b o lid o e l
im p u e s to a l tr ig o , te n d r e m o s tr ig o m á s b a r a t o d e l e x tr a n je ro .
D e s p u é s b a ja r e m o s e l s a la rio , q u e a l m is m o tie m p o se e le v a r á
e n lo s o tr o s p a ís e s d e lo s q u e s a c a m o s lo s g r a n o s .
A s í, a p a r t e d e l a s v e n t a j a s q u e y a t e n e m o s , t e n d r e m o s a d e ­
m á s la d e l s a la r io m e n o r, y c o n to d a s e s ta s v e n ta ja s o b lig a r e ­
146 APÉNDICES

m o s a l c o n tin e n te a p ro v e e rs e c o n n o s o tro s .
P e ro h e a q u í q u e el a g ric u lto r y el o b re ro d e l c a m p o e n tra n
e n la d is c u s ió n .
¿Y n o s o tr o s , q u é s e r á d e n o s o tr o s ? , e x c la m a n . ¿ H a b re m o s
d e s e n te n c ia r a m u e r te a la a g r ic u ltu r a d e la q u e v iv im o s ? ¿ H a ­
b re m o s d e a g u a n ta r q u e s e n o s a r r e b a te el s u e lo d e d e b a jo d e
n u e s tr o s p ie s ?
P o r to d a re s p u e s ta , la Anti-Com Law League se c o n te n ta co n
a s ig n a r p r e m io s a lo s t r e s m e jo r e s e s c r ito s q u e tr a t a r a n d e la
in f lu e n c ia s a lu d a b le d e l a a b o lic ió n d e la s le y e s c e r e a le r a s so ­
b r e la in d u s tr ia in g le s a .
E s to s p re m io s fu e ro n g a n a d o s p o r H o p e , M o rs e y G re g , c u ­
y o s lib ro s fu e ro n e s p a rc id o s p o r el c a m p o p o r m ile s d e e je m ­
p l a r e s [4],
U n o s d e lo s la u r e a d o s s e c o n s a g r a a d e m o s tr a r q u e n o e s
n i el c a m p e s in o n i el tr a b a ja d o r a s a la ria d o q u ie n h a b r á d e te ­
n e r p é r d id a s p o r la lib r e im p o r ta c ió n d e l g r a n o e x tr a n je r o , s in o
s ó lo e l te r r a t e n i e n t e . E l c a m p e s in o in g lé s , e s c la m a , n o tie n e
p o r q u é te m e r a la a b o lic ió n d e la s le y e s c e r e a le r a s , p o r q u e
n in g ú n p a ís p o d r ía p r o d u c ir tr ig o d e ta n b u e n a c a lid a d y ta n
b a ra to c o m o In g la te rra .
A s í, c u a n d o e l p r e c i o d e l t r i g o c a i g a , e s t o n o p o d r á h a c e r
d a ñ o , p o r q u e e s ta b a ja r e c a e s o la m e n te s o b r e la r e n ta , q u e h a ­
b r á d is m in u id o , y n o s o b r e la g a n a n c ia in d u s tr ia l y e l s a la rio ,
q u e s e g u ir á n s ie n d o lo s m is m o s .
E l s e g u n d o la u r e a d o , M o rs e , so s tie n e , p o r el c o n tr a rio , q u e
el p re c io d e l tr ig o a u m e n ta r á a c o n tin u a c ió n d e la a b o lic ió n
d e la s le y e s c e r a le r a s . S e to m a m u c h a s m o le s tia s p a r a d e m o s ­
t r a r q u e lo s d e r e c h o s p r o te c to r e s n u n c a p u d ie r o n a s e g u r a r a l
trig o u n p re c io re m u n e ra d o r.
P a r a a p o y a r s u a s e rc ió n c ita el h e c h o d e q u e to d a s la s v e­
c e s q u e se h a im p o r ta d o tr ig o e x tr a n je r o , el p r e c io d e l tr ig o
s u b ió c o n s id e ra b le m e n te e n I n g la te r r a , y c u a n d o se im p o rtó
p o c o b a jó d e m a n e r a e x tre m a d a .
Y , b ie n a l c o n tr a r io q u e s u c o p r e m ia d o , a f ir m a q u e to d a a lz a
e n el p r e c io d e lo s g r a n o s c a m b ia la g a n a n c ia d e l c a m p e s in o
y d e l o b r e ro , y n o la g a n a n c ia d e l p r o p ie ta rio .
E l te r c e r la u re a d o , G re g , q u e e s u n g ra n f a b r ic a n te y c u y o
li b r o s e d ir ig e a la c la s e d e lo s g r a n d e s a r r e n d a t a r i o s , n o p o ­
d ía a te n e r s e a s e m e ja n te s n a d e r ía s . S u le n g u a je e s m á s c ie n ­
tífic o .
C o n v ie n e e n q u e la s le y e s c e r e a le r a s n o h a c e n q u e a u m e n ­
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 147

te la r e n t a m á s q u e a l h a c e r q u e a u m e n te e l p r e c io d e l tr ig o ,
y q u e n o h a c e n q u e a u m e n te el p re c io d e l tr ig o m á s q u e p o r
im p o n e r a l c a p ita l la n e c e s id a d d e a p lic a r s e a t ie r r a s d e c a li­
d a d in fe rio r, y e s to se e x p lic a d e u n a m a n e r a p e rfe c ta m e n te
n a tu ra l.
A m e d id a q u e la p o b la c ió n c r e c e , im p e d id o e l g r a n o e x tr a n ­
j e r o d e e n t r a r a l p a ís , se lle g a a la o b lig a to rie d a d d e d a r v a lo r
a t i e r r a s m e n o s f é r t i l e s , p o r lo q u e e l c u ltiv o e x ig e c o s to s m á s
a lto s y e l p r o d u c to e s p o r c o n s ig u ie n te m á s c a ro .
S ie n d o o b lig a d a la v e n ta d e l g ra n o , s u p re c io se r e g u la rá
n e c e s a r ia m e n te p o r lo s p r e c io s d e lo s p r o d u c to s d e la s t i e r r a s
m á s c o s to s a s . L a d if e r e n c ia e n tr e e s te p r e c io y lo s g a s to s d e
p r o d u c c ió n d e la s t i e r r a s m e jo re s c o n s titu y e la r e n ta .
A s í, s i a c o n t i n u a c i ó n d e l a a b o l i c i ó n d e l a s l e y e s c e r e a l e r a s
c a e n el p r e c io d e l tr ig o y p o r c o n s ig u ie n te la r e n ta , e s to s u c e ­
d e p o r q u e l o s t e r r e n o s i n g r a t o s d e j a r á n d e s e r c u l t i v a d o s . A s í,,
p u e s , la r e d u c c ió n d e la r e n ta e n tr a ñ a r á in d e fe c tib le m e n te la
r u in a d e u n a p a r te d e lo s a r r e n d a ta r io s .
E s ta s o b s e rv a c io n e s e r a n n e c e s a r ia s a la c o m p r e n s ió n d e l
le n g u a je d e G re g .
L os p e q u e ñ o s a rre n d a ta rio s q u e n o p o d rá n m a n te n e rs e co n
la a g r ic u ltu r a , d ic e , e n c o n tr a r á n r e c u r s o s e n la in d u s tr ia . E n
c u a n t o a lo s g r a n d e s a r r e n d a t a r i o s , g a n a r á n c o n e llo . O lo s p r o ­
p ie ta r io s se v e r á n o b lig a d o s a v e n d e rle s s u s tie r r a s a m u y b u e n
p r e c io o lo s c o n t r a t o s d e a r r e n d a m ie n to q u e c e l e b r á r á n c o n
e llo s s e r á n a té r m in o s m á s p ro lo n g a d o s . E s to le s p e r m itir á
c o m p ro m e te r g ra n d e s c a p ita le s e n la tie r ra , a p lic a r a e lla m á ­
q u in a s e n u n a e s c a la m a y o r y e c o n o m iz a r a s im is m o e n el tr a ­
b a jo m a n u a l, e l c u a l, p o r lo d e m á s , s e r á m á s b a r a t o d e b id o a
l a b a j a g e n e r a l d e lo s s a l a r i o s , c o n s e c u e n c ia i n m e d i a t a d e la s
le y e s c e r e a le r a s .
E l d o c to r B o w rin g d io a to d o s e s to s a rg u m e n to s u n a c o n ­
s a g r a c ió n re lig io s a , e x c la m a n d o e n u n m itin p ú b lic o : ¡ J e s u c r is ­
to e s e l free-trade; el free-trade es J e s u c ris to !
S e c o m p re n d e q u e to d a e s ta h ip o c re s ía n o f u e ra a d e c u a d a
p a r a h a c e r p a la d e a r a lo s o b r e ro s u n p a n b a r a to .
P o r lo d e m á s , c ó m o h a b r í a n p o d id o c o m p r e n d e r lo s o b r e ­
r o s la s ú b ita f ila n tr o p ía d e lo s f a b r ic a n te s , d e e s a g e n te q u e
e s t a b a o c u p a d a to d a v ía e n e l c o m b a te d e l p r o y e c to d e le y d e
la s d ie z h o r a s m e d ia n te e l c u a l s e b u s c a b a r e d u c i r la jo r n a d a
d e l o b r e r o d e la f á b r ic a d e d o c e a d ie z h o r a s .
P a r a d a r o s u n a id e a d e la f ila n tr o p ía d e e s to s f a b ric a n te s ,
148 APÉNDICES

le s r e c o r d a r é , s e ñ o r e s , lo s r e g la m e n to s e s ta b le c id o s e n to d a s
la s fá b ric a s .
C a d a f a b ric a n te tie n e p a r a s u u s o p a r tic u la r u n v e rd a d e ro
c ó d ig o , d o n d e h a y m u lta s f ija d a s p a r a to d a s la s f a lta s v o lu n ­
t a r ia s o in v o lu n ta ria s . P o r e je m p lo , e l o b r e r o p a g a r á ta n to si
tie n e la d e s g ra c ia d e s e n ta r s e e n u n a silla , si c u c h ic h e a , c h a r ­
la , r íe , s i lle g a u n o s m in u to s ta r d e , s i s e r o m p e u n a p ie z a d e
la m á q u in a , s i n o e n tr e g a lo s o b je to s d e u n a c a lid a d d e te r m i­
n a d a , e tc . L a s m u lta s s ie m p r e s o n m á s f u e r te s q u e e l d a ñ o v e r­
d a d e r a m e n te o c a s io n a d o p o r el o b r e ro . Y p a r a d a r le a l o b r e ro
to d a s la s fa c ilid a d e s d e e x p o n e rs e a e s ta s p e n a s , s e h a c e a d e ­
la n ta r e l re lo j d e la f á b ric a , s e p r o p o r c io n a n m a la s m a te r ia s
p r im a s p a r a q u e e l o b r e r o f a b riq u e c o n e lla s b u e n a s p ie z a s .
S e d e s t it u y e a l c o n t r a m a e s t r e q u e n o e s lo b a s t a n t e h á b i l p a r a
m u l t i p l i c a r l o s c a s o s d e c o n t r a v e n c i ó n [5].
C o m o v e n , s e ñ o re s , e s t a le g is la c ió n d o m é s tic a e s t á h e c h a
p a r a e n g e n d r a r c o n tra v e n c io n e s y s e b u s c a q u e h a y a c o n tr a ­
v e n c i o n e s p a r a h a c e r d i n e r o . A s í, e l f a b r i c a n t e e m p l e a t o d o s
lo s m e d io s d e r e d u c ir e l s a la r io n o m in a l y p a r a e x p lo ta r in ­
c lu s o lo s a c c id e n te s s o b r e lo s q u e e l o b r e r o n o tie n e c o n tr o l.
E s to s f a b r ic a n te s s o n lo s m is m o s f ilá n tr o p o s q u e h a n q u e ­
r id o h a c e r c r e e r a lo s o b r e r o s q u e e llo s e r a n c a p a c e s d e h a c e r
g a s to s e n o r m e s s ó lo p a r a m e jo r a r s u s u e rte .
A s í, p o r u n l a d o , r o e n e l s a l a r i o d e l o b r e r o m e d i a n t e l o s r e ­
g la m e n to s d e f á b r ic a d e la m a n e r a m á s m e z q u in a y, p o r e l o tro ,
s e im p o n e n lo s m a y o r e s s a c rif ic io s p a r a h a c e r q u e s e e le v e n
p o r la A nti-C om Law League.
C o n s tr u y e n a g r a n c o s to p a la c io s e n lo s q u e e n c ie r to m o d o
la League e s ta b le c e s u d o m ic ilio o fic ia l; h a c e n q u e u n e jé r c ito
d e m is io n e r o s v a y a a to d o s lo s p u n to s d e I n g la te r r a , p a r a q u e
p r e d iq u e n la r e lig ió n d e l lib r e in te r c a m b io ; m a n d a n im p r im ir
y d is tr ib u ir g r a tu ita m e n te m ile s d e fo lle to s p a r a ilu m in a r a l
o b r e ro a c e r c a d e s u s p ro p io s in te re s e s , g a s ta n s u m a s e n o rm e s
p a r a in c lin a r e n su fa v o r a la p re n s a , o rg a n iz a n u n a v a s ta a d ­
m in is tr a c ió n p a r a d i r ig i r lo s m o v im ie n to s lib r e c a m b is ta s y d e s ­
p lie g a n to d a s la s riq u e z a s d e s u e lo c u e n c ia e n m ítin e s p ú b li­
c o s . E n u n o d e e s to s m ítin e s fu e d o n d e u n o b r e r o e x c la m ó :
S i lo s t e r r a te n ie n te s v e n d ie r a n n u e s tr o s h u e s o s , v o s o tr o s
lo s f a b ric a n te s s e ría is lo s p r im e r o s e n c o m p r a rlo s , p a r a e c h a r ­
lo s e n u n m o lin o d e v a p o r y h a c e r lo s h a r in a .
L o s o b r e r o s in g le s e s h a n c o m p r e n d id o e n v e r d a d e l s ig n ifi­
c a d o d e la lu c h a e n tr e lo s t e r r a te n ie n te s y lo s c a p ita lis ta s in ­
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 149

d u s tr ia le s . S a b e n m u y b ie n q u e se b u s c a b a r e b a ja r el p re c io
d e l p a n p a r a r e b a ja r e l s a la rio y q u e la g a n a n c ia in d u s tr ia l
a u m e n ta r ía ta n to c o m o d is m in u y e r a la r e n ta
R ic a rd o , é l a p ó s to l d e lo s free-traders in g le s e s , e l e c o n o m is ­
t a m á s d is tin g u id o d e n u e s t r o s ig lo , e n e s te p u n t o e s tá to t a l ­
m e n te d e a c u e r d o c o n lo s o b r e ro s .
E n s u c é le b r e o b r a s o b r e e c o n o m ía p o lític a d ic e :
" S i, e n lu g a r d e c o s e c h a r tr ig o e n n u e s t r a s t i e r r a s , [ . . . ] d e s ­
c u b rim o s u n n u e v o m e rc a d o e n el q u e p o d e m o s p ro c u ra rn o s
o b je to s m á s b a r a to s , e n e s te c a s o lo s s a la r io s d e b e n b a j a r y
la s g a n a n c ia s a u m e n ta r . [ . . . ] L a b a ja d e p r e c io s d e lo s p r o d u c ­
to s a g r íc o la s [ . . . ] r e d u c e lo s s a la r io s n o s ó lo d e lo s o b r e r o s
e m p le a d o s e n e l c u ltiv o d e la tie r r a , s in o ta m b ié n d e to d o s a q u e ­
llo s q u e tr a b a j a n e n la m a n u f a c tu r a o q u e s o n e m p le a d o s d e
c o m e r c i o " [6].
Y n o c r e á is , s e ñ o re s , q u e s e a a lg o d e l to d o in d if e r e n te p a r a
u n o b r e r o n o r e c ib ir m á s q u e 4 fra n c o s , c o n u n tr ig o m á s b a ­
ra to , c u a n d o a n te s re c ib ía 5 fra n c o s.
¿ N o h a b a ja d o s u s a la r io e n r e la c ió n c o n la g a n a n c ia ? ¿Y
n o e s tá c la r o q u e s u p o s ic ió n s o c ia l h a e m p e o r a d o f r e n te a l c a ­
p ita lis ta ? A d e m á s d e to d o e llo , p ie r d e ta m b ié n e n la r e a lid a d
d i a r i a [7].
A u n q u e e l p r e c io d e l tr ig o f u e r a a ú n m á s e le v a d o , s ié n d o lo
ig u a lm e n te el s a la rio , u n p e q u e ñ o a h o r ro h e c h o e n e l c o n s u ­
m o d e l p a n e r a s u fic ie n te p a r a p r o c u r a r le o tr o s g o ces. P e ro
d e s d e el m o m e n to e n q u e e l p a n y e n c o n s e c u e n c ia el s a la rio
so n m u y b a r a to s , y a n o p o d r á e c o n o m iz a r c a s i n a d a e n la c o m ­
p r a d e l p a n p a r a la c o n ip r a d e o tr o s o b je to s .
L o s o b r e r o s in g le s e s h a n m o s tr a d o a lo s free-traders q u e no
le s e n g a ñ a n s u s i lu s io n e s n i s u s m e n t i r a s , y s i, a p e s a r d e e s to ,
se h a n a s o c ia d o c o n e llo s y c o n tr a lo s te r r a te n ie n te s e s p a r a
d e s t r u i r lo s ú ltim o s r e s to s d e l f e u d a lis m o y n o e n f r e n ta r s e m á s
q u e a u n s o lo e n e m ig o . L o s o b r e r o s n o s e h a n e q u iv o c a d o e n
s u s c já lc u lo s , y a q u e lo s p r o p i e t a r i o s d e l a t i e r r a , p a r a v e n g a r ­
s e d e lo s f a b r ic a n te s , h a n h e c h o c a u s a c o m ú n c o n lo s o b r e r o s
c o n e l f in d e q u e p a s a r a e l p r o y e c to d e le y d e la s d ie z h o r a s ,
q u e e s to s ú ltim o s h a b ía n p e d id o e n v a n o d e s d e h a c ía tr e in ta
a ñ o s , y q u e p a s ó d e in m e d ia to d e s p u é s d e la a b o lic ió n d e lo s
d e r e c h o s s o b r e l o s c e r e a l e s [8 ].
S í, e n e l c o n g r e s o d e lo s e c o n o m i s ta s , e l d o c t o r B o w r in g
e x tr a jo d e l b o ls illo u n a la r g a lis ta p a r a m o s tr a r to d a s la s p ie ­
z a s d e r e s , d e ja m ó n , d e m a n te c a , d e p o llo , e tc . e tc ., q u e f u e ­
150 APÉNDICES

r o n im p o r ta d a s a I n g l a t e r r a p a r a s e r c o n s u m id a s , c o m o d ic e ,
p o r lo s o b r e r o s , p o r d e s g r a c ia o lv id ó d e c ir le s q u e e n e s e m i s ­
m o m o m e n to lo s o b r e r o s d e M a n c h e s te r y d e la s o t r a s c iu d a ­
d e s m a n u f a c tu r e r a s h a b ía n s id o e c h a d o s a la c a lle p o r la c r i­
s is q u e c o m e n z a b a .
E n p r in c ip io , d e n tr o d e la e c o n o m ía p o lític a , n u n c a h a y q u e
a g r u p a r la s c if r a s d e u n s o lo a ñ o p a r a e x tr a e r le y e s g e n e ra le s .
S ie m p re e s p r e c is o t o m a r el té r m in o m e d io d e s e is a s ie te a ñ o s ,
la p s o d u r a n te e l c u a l la in d u s tr ia m o d e r n a p a s a p o r la s d ife ­
r e n te s fa s e s d e p r o s p e r id a d , s o b re p ro d u c c ió n , e s ta n c a m ie n to ,
c r is is y té r m in o d e s u c ic lo fa ta l.
S in d u d a , s i e l p r e c i o d e t o d a s l a s m e r c a n c í a s cae* y a h í r a ­
d ic a la c o n s e c u e n c ia n e c e s a r ia d e l lib r e in te r c a m b io , p o d r ía
p ro c u ra rm e p o r u n fra n c o m u c h a s m á s c o sas q u e hoy . Y el fra n ­
c o d e u n o b r e r o v a l e t a n t o c o m o c u a l q u i e r o t r o . A s í, p u e s , e l
lib re in te r c a m b io s e r á m u y v e n ta jo s o p a r a el o b r e ro , p e r o e n ­
c o n tr a m o s p a r a e llo u n p e q u e ñ o in c o n v e n ie n te , y e s q u e e l o b r e ­
ro , a n te s d e c a m b ia r s u fra n c o p o r o tr a s m e rc a n c ía s , h a h e ­
c h o y a el in te r c a m b io d e s u tr a b a jo c o n tr a el c a p ita l. S i e n e s te
in te r c a m b io r e c ib ie r a s ie m p re p o r e l m is m o tr a b a jo el f ra n c o
e n c u e s t i ó n , y c a y e r a e l p r e c i o d e l a s d e m á s m e r c a n c í a s , S ie m ­
p r e g a n a r ía e n ta l m e r c a d o . E l p u n t o d if íc il n o e s d e m o s tr a r
q u e , si b a ja e l p r e c io d e to d a s la s m e r c a n c ía s , te n d r é m á s m e r ­
c a n c ía s p o r e l m is m o d in e ro .
L o s e c o n o m is ta s to m a n s ie m p r e e l p r e c io d e l tr a b a jo e n e l
m o m e n to e n q u e se c a m b ia p o r o tr a s m e rc a c ía s , p e ro d e ja n
d e la d o to ta lm e n te e l m o m e n to e n q u e a c tú a el tr a b a jo s u in ­
te rc a m b io c o n tr a el c a p ita l.
G u a n d o s e r e q u ie r a n m e n o s c o s to s p a r a p o n e r e n m o v im ie n ­
to la m á q u in a q u e p r o d u c e la s m e r c a n c ía s , la s c o s a s n e c e s a ­
r ia s p a r a m a n te n e r a e s a m á q u in a q u e se lla m a tr a b a ja d o r c o s­
t a r á n ta m b ié n m e n o s c a r a s . S i to d a s la s m e r c a n c ía s s o n m á s
b a r a ta s , el tra b a jo , q u e ta m b ié n e s u n a m e rc a n c ía , b a ja r á
ig u a l m e n t e d e p r e c i o y , c o m o lo v e r e m o s m á s t a r d e , e s e t r a b a ­
jo m e rc a n c ía b a ja r á p r o p o rc io n a lm e n te m u c h o m á s q u e la s d e ­
m á s m e rc a c ía s . E l tr a b a ja d o r q u e c u e n te s ie m p re c o n el a rg u ­
m e n to d e lo s e c o n o m is ta s e n c o n tr a r á q u e e l f r a n c o se fu n d ió
e n s u b o ls illo y q u e n o le q u e d a n m á s q u e c in c o c e n ta v o s .
S o b r e e llo le s d i r á n lo s e c o n o m is ta s : B ie n , c o n v e n im o s e n
q u e la c o m p e te n c ia e n t r e lo s o b r e r o s , la c u a l d e s d e lu e g o n o
h a b r á d is m in u id o b a jo e l ré g im e n d e l lib re in te rc a m b io , n o t a r ­
d a r á e n p o n e r lo s s a la r io s a l n iv e l d e lo s b a jo s p r e c io s d e la s
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 151

m e rc a n c ía s . P e ro , p o r o t r a p a r te , el b a jo p r e c io d e la s m e r c a n ­
c ía s a u m e n ta r á el c o n su m o ; el m a y o r c o n s u m o e x ig irá u n a m a ­
y o r p ro d u c c ió n , la c u a l s e r á s e g u id a p o r u n a m a y o r d e m a n d a
d e b r a z o s y a e s ta m a y o r d e m a n d a d e b r a z o s s e g u ir á u n a lz a
d e s a la rio s .
T o d o e s te a r g u m e n to s e r e d u c e a lo s ig u ie n te : E l lib r e in ­
te r c a m b io a u m e n ta la s f u e r z a s p r o d u c tiv a s . S i la i n d u s t r i a s i­
g u e c r e c i e n d o , s i l a r i q u e z a , s i e l p o d e r p r o d u c t i v o , s i, e n u n a
p a la b r a , e l c a p ita l p r o d u c tiv o a u m e n ta la d e m a n d a d e t r a b a ­
jo , e l p r e c io d è i tr a b a jo y e n c o n s e c u e n c ia el s a la r io a u m e n ta ­
r á n ig u a lm e n te . L a m e jo r c o n d ic ió n p a r a e l o b r e r o es e l a c r e ­
c e n ta m ie n to d e l c a p ita L Y e s p r e c is o c o n v e n ir e n e llo . S i e l
c a p ita l p e r m a n e c e e s ta c io n a r io , la i n d u s t r i a n o s ó lo q u e d a r á
e s ta c io n a ría s in o q u e d e c lin a r á , y e n e s te c a s o , el o b r e ro s e rá
la p r im e r a v íc tim a . M o r ir á a n te s q u e el c a p ita lis ta . Y e n el c a s o
e n q u e e l c a p ita l v a c re c ie n d o , e n e s e e s ta d o d e c o s a s al q u e
h e m o s d e c la ra d o el m e jo r p a r a el o b re ro , ¿ c u á l s e rá su s u e r­
te ? M o rirá ig u a lm e n te . E l a c r e c e n ta m ie n to d e l c a p ita l p r o d u c ­
tiv o im p lic a la a c u m u la c ió n y la c o n c e n tr a c ió n d e c a p ita le s .
L a c o n c e n tr a c ió n d e c a p ita le s lle v a a u n a m a y o r d iv is ió n d e l
tr a b a jo y a u n a a p lic a c ió n m a y o r d e la s m á q u in a s . U n a m a y o r
d iv is ió n d e l tr a b a jo d e s tru y e la e s p e c ia lid a d d e l tr a b a jo , d e s ­
tr u y e la e s p e c ia lid a d d e l tr a b a ja d o r y, a l p o n e r e n o b r a e n lu ­
g a r d e. e s t a e s p e c i a l i d a d u n t r a b a j o q u e t o d o e l m u n d o p u e d e
h a c e r , a u m e n t a l a c o m p e t e n c i a e n t r e l o s o b r e r o s [9].
E s ta c o m p e te n c ia s e v u e lv e ta n to m á s f u e r te c u a n d o m á s
la d iv is ió n d e l t r a b a j o d a a l o b r e r o e l m e d io d e h a c e r p o r sí
s o lo la o b r a d e tr e s . L a s m á q u in a s p r o d u c e n e l m is m o r e s u l t a ­
d o e n u n a e s c a la m u c h o m a y o r. E l a c re c e n ta m ie n to d e l c a p i­
ta l p r o d u c tiv o , a l o b lig a r a lo s c a p ita lis ta s in d u s tr ia le s a t r a ­
b a j a r c o n m e d io s s i e m p r e c r e c i e n t e s , a r r u i n a a lo s p e q u e ­
ñ o s in d u s t r i a l e s y lo s la n z a a l p r o le ta r ia d o . A d e m á s , si la s
t a s a s d e in te r é s d is m in u y e n a m e d id a q u e lo s c a p ita le s se a c u ­
m u la n , lo s p e q u e ñ o s r e n tis ta s , q u e y a n o p u e d e n v iv ir d e
s u s r e n ta s , s e r á n o b lig a d o s a la n z a rs e a la in d u s tr ia p a r a
a c a b a r a u m e n ta n d o a c o n tin u a c ió n el n ú m e ro d e lo s p r o ­
le ta rio s .
F in a lm e n te , c u a n to m á s a u m e n ta e l c a p ita l p ro d u c tiv o , m á s
o b lig a d o se v e a p r o d u c ir p a r a u n m e r c a d o d e l q u é n o c o n o c é
la s n e c e s id a d e s , m á s p r e c e d e la p r o d u c c ió n a l c o n s u m o , m á s
la o f e r ta b u s c a o b lig a r a la d e m a n d a y, e n c o n s e c u e n c ia , la s
c r is is a u m e n ta n d e in te n s id a d y d e ra p id e z . P e ro , a s u v ez, to d a
152 APÉNDICES

c r i s i s a c e l e r a l a c e n t r a l i z a c i ó n d e lo s c a p i t a l e s y a g r a n d a e l p r o ­
le ta ria d o .
A s í, a m e d i d a q u e c r e c e e l c a p i t a l p r o d u c t i v o , l á c o m p e t e n ­
c ia e n tr e lo s o b r e r o s c r e c e e n u n a p r o p o r c ió n m u c h o m a y o r.
L a r e tr ib u c ió n d e l tr a b a jo d is m in u y e p a r a to d o s y la c a r g a d e
tr a b a jo a u m e n ta p a r a a lg u n o s .
E n 1829 h a b ía , e n M a n c h e s te r, 1 0 8 8 h ila d o r e s o c u p a d o s e n
36 fá b ric a s . E n 1841, n o h a b ía m á s q u e 448, y é s to s o c u p a b a n
53 3 5 3 h u s o s m á s q u e lo s 1 0 8 8 o b r e r o s d e 1829. S i la r e la c ió n
d e l tra b a jo m a n u a l h u b ie ra a u m e n ta d o p ro p o rc io n a lm e n te al
p o d e r p ro d u c tiv o , el n ú m e r o d e o b r e r o s h a b r ía d e b id o a lc a n ­
z a r la c if r a d e 1 84 8 , d e m o d o q u e la s m e jo r a s a p o r ta d a s e n
l a m e c á n i c a le h a n q u i t a d o e l t r a b a j o a 1 4 0 0 o b r e r o s .
S a b e m o s d e a n te m a n o la r e s p u e s t a d e lo s e c o n o m is ta s . E s ­
to s h o m b r e s p r iv a d o s d e la b o r , d ic e n , e n c o n tr a r á n o tr o e m p le o
a s u s b ra z o s . E l d o c to r B o w rin g n o d e jó d e r e p r o d u c ir e s te a r ­
g u m e n to e n e l c o n g r e s o d e e c o n o m is ta s , p e r o ta m p o c o d e jó d e
r e f u ta r s e a s í m is m o .
E n 1835, el d o c to r B o w rin g p ro n u n c ió u n d is c u rs o e n la C á­
m a r a d e lo s C o m u n e s a c e r c a d e lo s 5 0 0 0 0 t e j e d o r e s d e L o n ­
d r e s , q u e d e s d e h a c e m u c h o se m u e r e n d e in a n ic ió n , s in p o d e r
e n c o n t r a r e s a n u e v a o c u p a c ió n q u e lo s free-traders le s h a c e n
e n tr e v e r e n lo n ta n a n z a .
D a r e m o s lo s p a s a je s m á s s a lie n te s d e e s e d is c u r s o d e l d o c ­
t o r B o w rin g :

L a m is e ria d e lo s te je d o re s a m a n o —d ic e — es la s u e rte in e v ita b le


d e to d a e sp e c ie d e tr a b a jo q u e se a p re n d e fá c ilm e n te y q u e e s s u s c e p ­
tib le de s e r re m p la z a d o a c a d a in s ta n te p o r m ed io s m e n o s c o sto so s.
C om o en e ste c a so la c o m p e ten c ia e n tre los o b re ro s e s e x tre m a d a m e n te
g ra n d e , el m e n o r re la ja m ie n to en lá d e m a n d a im p lic a u n a c ris is . Los
te je d o re s a m a n o se e n c u e n tr a n en c ie rto m o d o c o lo c a d o s en los lím i­
te s d e la e x is te n c ia h u m a n a . Un p a s o m á s y s u e x is te n c ia se h a c e im ­
p o sib le. E l m á s p e q u e ñ o c h o q u e es su fic ie n te p a r a la n z a rlo s a la c a ­
r r e r a d e l d e te r io ro . L os p ro g re s o s d e la m e c á n ic a , al s u p r im ir c a d a
vez m á s el tr a b a jo m a n u a l, c o m p o rta n in fa lib le m e n te d u r a n te la é p o ­
c a d e tra n s ic ió n m u c h o s s u frim ie n to s te m p o ra le s . E l b ie n e s ta r n a c io ­
n a l n o p o d ría c o m p ra r s e m á s q u e al p re c io d e c ie rto s m a le s in d iv id u a ­
les. E n la i n d u s tr ia n o se a v a n z a si n o e s a e x p e n s a s d e los re za g ad o s,
y , d e to d o s lo s d e s c u b rim ie n to s , el te la r d e v a p o r es el q u e c a rg a u n
m a y o r p e so s o b re los te je d o re s a m an o . E l te je d o r h a s id o p u e s to fu e ­
r a d e c o m b a te e n m u c h o s a rtíc u lo s q u e se h a c ía n a m an o , p e r o ta m ­
b ié n s e rá d e rro ta d o en ta n ta s o tra s c o sa s q u e to d a v ía se h a c e n a m ano.
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 153

T engo e n tr e m is m a n o s '—d ice m ás a d e la n te — c ie rta c o r re s p o n d e n ­


c ia d e l g o b e r n a d o r g e n e ra l c o n la C o m p a ñ ía d e la s I n d ia s o rie n ta le s .
E s ta c o rre s p o n d e n c ia c o n c ie rn e a lo s te je d o re s d e l d is t r it o d e D acca.
E l g o b e rn a d o r d ic e en su s c a rta s : h a c e u n o s a ñ o s la C o m p a ñ ía d e las
In d ia s o rie n ta le s re c ib ía d e se is a o c h o m illo n e s d e p ie z a s d e a lg o d ó n ,
fa b ric a d a s en lo s te la re s d e l p a ís . L a d e m a n d a c ay ó g ra d u a lm e n te y
se r e d u jo a u n m illó n d e p ie z a s a p ro x im a d a m e n te .
E n e s te m o m e n to , h a c e s a d o c a s i p o r c o m p le to . A d em ás, en 1800,
A m é ric a d e l N o rte s a c a b a d e la s In d ia s 800 000 p ie z a s d e a lg o d ó n . E n
1830, n o lle g a n a 4 000. F in a lm e n te , e n 1800 se e m b a rc a ro n , p a r a se r
tr a n s p o r ta d a s a P o rtu g a l, u n m illó n de p iez as d e a lg o d ó n . E n 1830, P o r­
tu g a l n o re c ib ía m á s d e 20 000.
L os in fo rm e s s o b re la m is e r ia d e lo s te je d o re s in d io s so n te rrib le s ,
p e r o ¿ c u á l fu e el o rig e n d e e s ta m is e ria ?
L a p r e s e n c ia e n el m e rc a d o d e los p ro d u c to s in g le se s, la p ro d u c ­
c ió n d e l a r tíc u lo p o r m e d io d e l t e l a r d e v a p o r. G ra n n ú m e r o d e te je ­
d o re s h a n m u e rto d e in a n ic ió n ; e l re s to p a s ó á o t r a s o c u p a c io n e s y so ­
b r e to d o a lo s tr a b a jo s r u r a le s . N o s a b e r c a m b ia r d e o c u p a c ió n fue
u n a s e n te n c ia d e m u e rte . Y en e s te m o m e n to , el d is tr ito d e D acca r e ­
b o s a d e h ila d o s y d e te jid o s in g le se s. L a m u s e lin a d e D acca, re n o m ­
b r a d a en el m u n d o e n te r o p o r su b e lle za y la firm e z a d e s u te jid o , fue
ig u a lm e n te e c lip sa d a p o r la c o m p e te n c ia d e la s m á q u in a s in g le sa s. E n
to d a la h is to r ia d e l c o m e rc io s e ría d ifíc il e n c o n tr a r s u f rim ie n to s se­
m e ja n te s a lo s q u e tu v ie ro n q u e s o p o r ta r d e e s ta m a n e ra c la se s e n te ­
r a s d e la s In d ia s o r ie n ta le s [10].

E l d is c u r s o d e l d o c to r B o w rin g e s ta n to m á s n o ta b le c u a n ­
t o q u e lo s h e c h o s q u e c i t a s o n e x a c t o s , m i e n t r a s q u e l a s f r a s e s
c o n la s q u e b u s c a p a li a r l o s lle v a n c o n s ig o e l c a r á c t e r h ip ó c r i­
t a c o m ú n a t o d o s lo s s e r m o n e s l i b r e c a m b i s t a s . R e p r e s e n t a a
lo s o b r e r o s c o m o m e d i o s d e p r o d u c c i ó n a l o s q u e h a y q u e r e m ­
p l a z a r p o r m e d io s d e p r o d u c c ió n m e n o s c o s to s o s . F in g e v e r
e n e l t r a b a jo d e l q u e h a b la u n a la b o r d e to d o p u n to e x c e p c io ­
n a l y e n l a m á q u i n a q u e h a a p l a s t a d o a lo s t e j e d o r e s u n a m á ­
q u in a ig u a lm e n te e x c e p c io n a l. O lv id a q u e n o h a y t r a b a jo m a ­
n u a l q u e n o s e a s u s c e p tib le d e s u f r i r d e u n d ía a o t r o la s u e r t e
d e l te jid o .

L a m e ta c o n s ta n te y la te n d e n c ia d e to d o p e rfe c c io n a m ie n to e n el
m e c a n ism o , e n e fec to , e s d e ja r d e la d o p o r e n te ro el t r a b a jo d é l h o m ­
b re o d is m in u ir su costo, su stitu y erid o la in d u s tria d e los h o m b re s a d u l­
to s p o r la d e la s m u je re s y los n iñ o s o el tr a b a jo d e l a r te s a n o p o r el
d e l o b r e ro b u rd o . E n la m a y o r p a r t e d e la s h ila tu r a s p o r te la re s c o n ti­
n u o s, e n in g lé s thro stle-m ills, la h ila tu r a e s e je c u ta d a e n te ra m e n te p o r
154 APÉNDICES

m u c h a c h a s d e d ie c isé is a ñ o s y m en o s. La s u s titu c ió n d e la m u le -fe n n y


c o m ú n p o r la m u le -je n n y a u to m á tic a tu v o p o r e fe c tb d e s p e d ir a la m a ­
y o r p a r te d e lo s h ila d o re s y d e c o n s e rv a r a los n iñ o s y a lo s a d o le sc e n ­
te s [11].

E s ta s p a la b r a s d e l lib re c a m b is ta m á s a p a s io n a d o , el d o c ­
t o r U re , s ir v e n p a r a c o m p le ta r la s c o n f e s io n e s d e B o w rin g . É s te
h a b la d e a lg u n o s m a le s in d iv id u a le s y, a l m is m o tie m p o , d ic e
q u e e s to s m a le s in d iv id u a le s h a c e n q u e p e re z c a n c la s e s e n te ­
r a s ; h a b la d e s u f r im ie n to s p a s a je r o s e n la é p o c a d e tr a n s ic ió n
y, a l h a b l a r d e e llo , n o d is im u la q u e e s to s s u f r im ie n to s p a s a je ­
r o s h a n s id o p a r a la m a y o r ía e l p a s o d e la v id a a la m u e r t e y',
p a r a el r e s to , e l m o v im ie n to d e tr a n s ic ió n h a c ia u n a c o n d ic ió n
in f e r io r a a q u e lla e n la q u e e s ta b a n c o lo c a d o s h a s ta e n to n c e s .
S i m á s le jo s h a b l a d e q u e la s d e s g r a c ia s d e e s to s o b r e r o s s o n
in s e p a r a b le s d e l p r o g r e s o d e la in d u s tr ia y n e c e s a r ia s p a r a e l
b ie n e s ta r n a c io n a l, e s to s ig n ific a s im p le m e n te q u e el b ie n e s ­
t a r d e la c la s e b u r g u e s a tie n e c o m o c o n d ic ió n n e c e s a r ia la d e ­
g r a d a c ió n d e la c la s e tr a b a ja d o r a .
T o d o e l c o n s u e lo q u e B o w rin g p r o d ig a a lo s o b r e r o s q u e
m u e r e n y, e n g e n e ra l, to d a la d o c tr in a d e c o m p e n s a c ió n q u e
lo s free-traders e s ta b le c e n s e r e d u c e a e s to ;
V o s o tro s , e s o s m ile s d e o b r e r o s q u e p e r e c e n , n o o s d e s c o n ­
s o lé is . P o d é is m o r i r tr a n q u ila m e n te . V u e s t r a c la s e n o p e r e c e ­
r á . S ie m p re s e r á m á s n u m e r o s a p a r a q u e e l c a p ita l p u e d a d ie z ­
m a r la , s in t e m e r a c a b a r c o n e lla . P o r lo d e m á s , ¿ c ó m o q u e r é is
q u e el c a p ita l e n c u e n tr e u n e m p le o ú til, s i n o tu v ie r a la nece­
s id a d d e a g e n c ia r s e s ie m p r e la m a te r ia e x p lo ta b le , lo s o b r e ­
ro s, p a r a e x p lo ta rlo s d e n u e v o ?
P e ro ig u a lm e n te , ¿ p o r q u é p la n te a r c o m o p ro b le m a a re s o l­
v e r la in f lu e n c ia q u e la re a liz a c ió n d e l lib re in te r c a m b io e je r ­
c e r á s o b r e la c la s e o b r e r a ? T o d a s la s le y e s q u e h a n e x p u e s to
lo s e c o n o m is ta s , d e s d e Q u e s n a y h a s t a R ic a rd o , s e b a s a n e n la
s u p o s ic ió n d e q u e la s tr a b a s q u e e n c a d e n a n to d a v ía a la lib e r ­
ta d c o m e r c ia l y a n o e x is te n . E s ta s le y e s s e c o n f ir m a n e n la m e ­
d id a e n q u e s e re a liz a el lib re in te rc a m b io . L a p r im e r a d e e s ­
ta s le y e s e s q u e la c o m p e te n c ia r e d u c e e l p r e c io d e to d a
m e r c a n c ía a l m ín im o d e s u s c o s to s d e p ro d u c c ió n . A sí el m ín i­
m o d e l s a la rio e s e l p re c io n a tu r a l d e l tra b a jo . ¿Y q u é e s el m í­
n im o d e l s a la r io ? E s p r e c is a m e n te lo n e c e s a r io p a r a p r o d u c ir
lo s o b je to s in d is p e n s a b le s a l s u s te n tó d e l o b r e r o , p a r a p o n e r ­
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 155

lo e n s i t u a c ió n d e a l i m e n t a r s e b ie n o m a l y d e p r o p a g a r s u r a z a
p o r p o c o q u e sea.
No cream o s con ésto que el o b re ro no te n d rá m ás que este
m ínim o d e salario ; tam p o co hem os de c re e r q u e te n d rá este
m ínim o de sa la rio p a ra siem pre.
N o , s e g ú n e s ta le y la c la s e o b r e r a lle g a r á a s e r a lg ú n d ía m á s
fe liz . A v e c e s s u p e r a r á e l m ín im o , p e r o e s t e e x c e d e n te n o s e r á
m á s q u e e l c o m p l e m e n t ó d e lo q u e t e n d r á p o r d e b a j o d e l m ín i­
m o e n tie m p o s d e e s ta n c a m ie n to in d u s tr ia l. E s to q u ie r e d e c ir
q u e , e n u n a c ie r ta é p o c a q u e e s s ie m p re p e rió d ic a , e n e se c ír ­
c u l o q u e s i g u e l a i n d u s t r i a , a l p a s a r p o r la s . v i c i s i t u d e s d e p r o s ­
p e rid a d , d e s o b re p ro d u c c ió n , d e e s ta n c a m ie n to , d e c ris is , si
c o n ta m o s to d o lo q u e la c la s e o b r e r a te n d r á d e m á s o m e n o s
d e lo n e c e s a r io , v e r e m o s q u e e n s u m a n o h a b r á lo g r a d o n i m á s
n i m e n o s q u e e l m ín im o ; e s to q u ie r e d e c ir q u e la c la s e o b r e r a
n o se h a b r á c o n s e rv a d o c o m o c la s e m á s q u e d e s p u é s d e g ra n ­
d e s d e s g ra c ia s y m is e r ia s y d e c a d á v e re s a b a n d o n a d o s e n el
c a m p o d e b a ta lla in d u s tr ia l. P e ro ¿ q u é im p o rta ? L a c la s e s u b ­
s i s t e s i e m p r e y , m á s a ú n , i n c l u s o s e h a b r á a c r e c e n t a d o [1 2 ].
E s to n o e s to d o , E l p r o g r e s o d e la in d u s tr ia p r o d u c e m e d io s
d e e x is te n c ia m e n o s c o s to s o s . A sí e s c o m o e l a lc o h o l r e m p la z a
a l a c e r v e z a , e l a lg o d ó n a la l a n a y e l lin o , y c ó m o la p a p a r e m ­
p la z ó a l p a n .
A sí c o m o e n c o n tr a m o s s ie m p r e m e d io d e a lim e n ta r e l t r a ­
b a j o c o n c o s a s m e n o s c a r a s y m á s m í s e r a s , e l m í n i m o d e l S a la ­
rio . s i e m p r e v a d i s m i n u y e n d o - S i e s t e s a l a r i o e m p e z ó p o r , h a ­
c e r t r a b a j a r a l h o m b r e p a r a v iv ir, a c a b a p o r h a c e r v iv ir a l
h o m b r e u n a v id a d e m á q u in a . S u e x is te n c ia n o tie n e m á s v a ­
l o r q u e la d e u n a s im p le f u e r z a p r o d u c tiv a , y e l c a p i t a l i s t a la
tr a ta e n c o n s e c u e n c ia .
E s ta le y d e l tr a b a jo m e r c a n c ía , d e l m ín im o d e l s a la rio , se
v e r if ic a r á a m e d id a q u e la s u p o s ic ió n d e lo s e c o n o m is ta s , e l
l i b r e i n t e r c a m b i o , s e v u e l v a u n a v e r d a d , u n a r e a l i d a d [1 3 ). A s í,
u n a d e d o s: o e s n e c e s a rio r e n e g a r d e to d a la e c o n o m ía p o líti­
c a b a s a d a e n el s u p u e s to d e l lib re in te rc a m b io , o b ie n e s p r e ­
c is o c o n v e n ir q u e lo s o b r e r o s s e r á n g o lp e a d o s c o n to d o , r ig o r
p o r la s le y e s e c o n ó m ic a s d e e s te lib r e in te r c a m b io . · ^
P a r a re s u m ir : e n e l e s ta d o a c tu a l d e la s o c ie d a d , ¿ q u é e s p u e s
el lib re in te r c a m b io ? E s la lib e r ta d d e l c a p ita l. C u a n d o h a y á is
h e c h o c a e r la s p o c a s tr a b a s n a c io n a le s q u e e n c a d e n a n to d a ­
v ía la m a r c h a d e l c a p ita l, n o h a b r é is m á s q u e lib e r a r s u a c ­
c ió n p o r e n te r o . M ie n tr a s d e jé is s u b s is tir la r e la c ió n d e l t r a ­
156 A P É N D IC E S

b a jo a s a la ria d o c o n el c a p ita l, el in te rc a m b io d e la s m e ro a n c ía s
e n tr e s í d á n d o s e a ú n e n la s c o n d ic io n e s m á s f a v o ra b le ·, s ie m ­
p r e h a b r á u n a c la s e q u e e x p lo ta r á y u n a c la s e q u e s e r á e x p lo ta -
d a . C u e s t a t r a b a j ó c o m p r e n d e r l a p r e t e n s i ó n d e l o s l i b r e e a rri­
b is ta s , q u e se im a g in a n q u e e l u s o m á s v e n ta jo s o d e l c a p ita l
h a r á d e s a p a r e c e r e l a n ta g o n is m o e n t r e lo s c a p ita lis ta s in d u s ­
tr ia le s y lo s t r a b a j a d o r e s a s a la r ia d o s . A l c o n t r a r i o , d e a h í r e ­
s u l t a r á q u e la o p o s ic ió n d e e s ta s d o s c la s e s s e d ib u j a r á c o n m a ­
y o r c la rid a d a ú n .
A d m íta s e p o r u n i n s ta n te q u e y a n o h a y le y e s c e r e a le r a s n i
a d u a n a s n i i m p u e s t o s d e c o n s u m o , e n f i n , 'q u e t o d a s l a s c i r ­
c u n s ta n c ia s a c c id e n ta le s a la s q u e el o b r e r o p u e d e to d a v ía a s ir ­
s e c o m o la s c a u s a s d e s u s itu a c ió n m is e r a b le h a y a n d e s a p a r e ­
c id o e n te r a m e n te y h a b r á n s id o r a s g a d o s lo s v e lo s q u e o c u lta n
d e s u m ir a d a a s u v e r d a d e r o e n e m ig o .
V e r á q u e el c a p ita l v u e lto lib r e n o lo h a c e m e n o s e s c la v o
q u e e l c a p ita l v e ja d o p o r la s a d u a n a s .
S e ñ o re s , n o d e jé is q u e o s im p re s io n e la p a la b r a a b s tr a c ta
libertad. ¿ L ib e rta d d e q u ié n ? N o se t r a t a d e la lib e r ta d d e
u n in d iv id u o e n p r e s e n c ia d e o tr o in d iv id u o . E s la lib e r ta d q u e
tie n e él c a p ita l d e a p la s ta r a l tr a b a ja d o r .
¿ C ó m o e s p o s ib le q u e q u e r á is s a n c io n a r la lib r e c o m p e te n ­
c ia c o n e s t a id e a d e lib e r ta d , c u a n d o ta l lib e r ta d e s s ó lo e l p r o ­
d u c to d e u n e s ta d o d e c o s a s b a s a d o e n la lib re c o m p e te n c ia ?
H e m o s h e c h o v e r q u é e s la f r a te r n id a d q u e e l lib re in te r ­
c a m b io h a c e s u r g ir e n tr e la s d if e re n te s c la s e s d e u n a m is m a
n a c ió n . L a f r a te r n id a d q u e e l lib re in te r c a m b io e s ta b le c e r á e n ­
t r e la s d if e re n te s n a c io n e s d e la ti e r r a n o s e rá m á s f r a te r n a .
L la m a r p o r e l n o m b r e d e f r a te r n id a d u n iv e rs a l la e x p lo ta c ió n
e n s u e s ta d o c o s m o p o lita e s u n a id e a q u e n o p o d ía o r ig in a rs e
m á s q u e e n e l s e n o d e la b u r g u e s í a . T o d o s lo s f e n ó m e n o s d e s ­
t r u c to r e s a q u e la lib r e c o m p e te n c ia d a o r ig e n e n e l in te r io r d e
u n p a ís se r e p ro d u c e n e n p ro p o rc io n e s g ig a n te s c a s e n e l m e r ­
c a d o d e l u n iv e rs o . N o te n e m o s n e c e s id a d d e d e te n e r n o s m á s
la r g a m e n te e n lo s s o f is m a s q u e lo s l ib r e c a m b is ta s d e d ic a n a
e s t e t e m a y q u e e q u iv a le n a lo s a r g u m e n t o s d e n u e s t r o s t r e s
la u r e a d o s : H o p e , M o rs e y G reg .
P o r e je m p lo , s e n o s d ic e q u e e l lib r e in te r c a m b io d a r ía o r i­
g e n a u n a d iv is ió n in te r n a c io n a l d e l tr a b a jo q u e a s ig n a r ía a
c a d a p a ís u n a p ro d u c c ió n e n a r m o n ía c o n s u s v e n ta ja s n a ­
tu r a le s .
Q u iz á p e n s á is , s e ñ o re s , q u e la p r o d u c c ió n d e c a fé y d e a z ú ­
DISCURSO SOBRE EL INTERCAMBIO 157

c a r e s el d e s tin o n a tu r a l d e la s I n d ia s o c c id e n ta le s . H a c e d o s
s ig lo s , la n a tu r a le z a , q u e n o s e ju n t a c o n e l c o m e r c io , n o h a b ía
p u e s to a h í n i c a fe to s n i c a ñ a d e a z ú c a r.
Y n o p a s a r á q u iz á m e d io s ig lo s in q u e n o e n c o n tr é is a h í n i
c a f é n i a z ú c a r, p u e s la s I n d ia s o r ie n ta le s , p o r la b a r a t u r a d e
la p ro d u c c ió n , h a n c o m b a tid o y a v ic to r io s a m e n te ta l p r e te n ­
d id o d e s tin o n a tu r a l d e la s I n d ia s o c c id e n ta le s . Y é s ta s , c o n
s u s d o n e s n a tu r a le s , s o n y a p a r a lo s in g le s e s u n f a r d o t a n p e ­
s a d o c o m o lo s te je d o r e s d e D a c c a , e s o s q u e e s t a b a n d e s tin a ­
d o s , e llo s ta m b ié n , a t e j e r a m a n o d e s d e e l p r in c ip io d e lo s
tie m p o s .
A lg o m á s q u e n o h a y q u e p e r d e r d e v i s t a e s q u e , p o r lo m i s ­
m o q u e to d o s e v u e lv e m o n o p o lio , h a y ta m b ié n e n n u e s tr o s d ía s
a lg u n o s r a m o s i n d u s t r i a l e s q u e d o m in a n a lo s d e m á s y q u e a s e ­
g u r a n a lo s p u e b lo s q u e lo s e x p lo ta n m a y o r m e n te e l im p e r io
s o b r e e l m e r c a d o d e l u n iv e r s o . A sí e s c ó m o e n e l c o m e rc io in ­
te r n a c io n a l e l a lg o d ó n p o r s í s o lo tie n e u n m a y o r v a lo r c o m e r ­
c ia l q u e to d a s la s d e m á s m a te r ia s p rim a s e m p le a d a s e n la fa ­
b r ic a c ió n d e r o p a to m a d a s e n c o n ju n to . Y e s v e r d a d e r a m e n te
d e r is a v e r a lo s lib r e c a m b is ta s h a c e r r e s a l t a r la s p o c a s e s p e ­
c ia l i d a d e s d e c a d a r a m o i n d u s t r i a l p a r a c o m p a r a r l a s c o n lo s
p r o d u c t o s d e u s o c o m ú n , q u e s e p r o d u c e n m u y b a r a t o s e n lo s
p a ís e s d o n d e la in d u s tr ia e s tá m u y d e s a rr o lla d a .
S i lo s l i b r e c a m b is ta s n o p u e d e n c o m p r e n d e r c ó m o u n p a ís
p u e d e e n r iq u e c e r s e a e x p e n s a s d e l o tro , n o d e b e m o s a s o m b ra r ­
n o s p o r e llo , y a q u e e s to s m is m o s s e ñ o r e s ta m p o c o q u ie r e n
c o m p r e n d e r c ó m o , e n e l in te r io r d e u n p a ís , u n a c la s e p u e d e
e n riq u e c e rs e a c o s ta d e o tra .
N o c r e á is , s e ñ o re s , q u e a l h a c e r la c r ític a d e la lib e r ta d c o ­
m e rc ia l h a y a m o s te n id o la in te n c ió n d e d e fe n d e r e l s is te m a p ro ­
te c c io n is ta .
A u n q u e n o s d ig a m o s e n e m ig o s d e l r é g im e n c o n s titu c io n a l,
n o p o r e llo n o s p r o c la m a m o s a m ig o s d e l a n tig u o ré g im e n .
P o r lo d e m á s , e l s i s t e m a p r o t e c c i o n i s t a n o e s m á s q u e u n
m e d io d e e s ta b le c e r e n u n p u e b lo la g ra n in d u s tr ia , e s d e c ir
h a c e r le d e p e n d e r d e l m e r c a d o d e l u n iv e rs o y , d e s d e e l m o m e n to
e n q u e se d e p e n d e d e e s te m e r c a d o d e l u n iv e rs o , s e d e p e n d e
y a m á s o m e n o s d e l lib re in te rc a m b io .
A d e m á s, e l s is te m a p r o te c to r c o n tr ib u y e a d e s a r r o lla r la li­
b r e c o m p e te n c ia e n e l in t e r io r d e u n p a ís . P o r e llo v e m o s q u e ,
e n lo s p a ís e s d o n d e la b u r g u e s ía e m p ie z a a d a r s e a c o n o c e r
c o m o c la s e , e n A le m a n ia p o r e je m p lo , H a c e g r a n d e s e s fu e r z o s
158 <« .A P É N D IC E S

p a r a t e n e r d e r e c h o s p r o t e c t o r e s [1 4 ]. P a r a e lia> s o n a r m a s c o n ­
t r a e l f e u d a l i s m o y c o n t r a e l g o b ie r n o a b s o l u to , y p o r lo t a n t o
u n m e d io d e c o n c e n tr a r s u s f u e rz a s y d e r e a liz a r e l lib r e in te r ­
c a m b io e n e l in te r io r d e l p r o p io p a ís .
P e ro e n g e íie ra l, e n n u e s tr o s d ía s , e l s is te m a p r o te c to r e s
c o n s e rv a d o r, m ie n tra s q u e e l s is te m a d e l lib re in te rc a m b io e s
d e s tr u c to r . D is u e lv e la s a n tig u a s n a c io n a lid a d e s y lle v a a l e x ­
tr e m o e l a n ta g o n is m o e n tr e la b u r g u e s ía y e l p r o le ta ria d o . E n
u n a p a la b r a , el s is te m a d e la lib e r ta d c o m e rc ia l a c e le r a la r e ­
v o lu c ió n s o c ia l. S ó lo e n e s te s e n tid o r e v o lu c io n a r io , s e ñ o r e s ,
v o t o y o e n f a v o r d e l l i b r e i n t e r c a m b i o [1 5 ].
5. C A R TA D E M A R X A J. B . V O N S C H W E IT Z E R

Londres, 24 de enero de 1865

■M u y s e ñ o r m í o :
A y er re c ib í s u c a r ta e n la q u e m e in v ita a d a r u n ju ic io d e ­
ta lla d o s o b r e P ro u d h o n . L a f a lta d e tie m p o n o m e p e r m ite a te n ­
d e r a s u d e s e o . A d e m á s , n o te n g o a m a n o ni u n solo tra b a jo
d e P ro u d h o n . S in e m b a r g o , y e n p r u e b a d e m i b u e n a v o lu n ta d ,
h e tr a z a d o a to d a p r is a u n b re v e e sb o z o . P u e d e u s te d c o m p le ­
ta rlo , a la r g a r lo o re d u c irlo : e n u n a p a la b r a , p u e d e u s te d h a ­
c e r c o n é l l o q u e m e j o r l e p a r e z c a [1].
N o re c u e rd o y a c u á le s fu e ro n lo s p r im e r o s e n s a y o s d e
P ro u d h o n . S u tra b a jo d e e s c o la r s o b re La lengua universal d e ­
m u e s tr a la f a lta d e e s c rú p u lo c o n q u e tr a ta b a p r o b le m a s p a r a
c u y a s o lu c ió n le f a l t a b a n lo s c o n o c im ie n to s m á s e le m e n ta le s .
S u p rim e ra o b ra ¿Qué es la propiedad? e s in d u d a b le m e n te
la m e jo r d e to d a s . D ic h a o b r a m a r c a u n a é p o c a , si b ie n n o p o r
la n o v e d a d d e s u c o n te n id o , p o r la f o r m a n u e v a y a u d a z d e d e ­
c i r l o v i e j o [2 ]. E n l a s o b r a s d e l o s s o c i a l i s t a s y c o m u n i s t a s f r a n ­
c e s e s c o n o c id a s p o r é l, l a '‘propiedad" n o s ó lo h a b í a s id o , c o m o
e s n a tu r a l, c r itic a d a d e s d e v a r io s p u n to s d e v is ta , s in o ta m b ié n
u tó p ic a m e n te "abolida”. C o n e s te lib r o , P r o u d h o n s e c o lo c ó c o n
r e s p e c to a S a in t- S im o n y F o u r ie r e n e l m is m o p la n o e n q u e
F e u e r b a c h s e e n c u e n t r a c o n r e s p e c to a H e g e l. C o m p a r a d o c o n
H e g e l, F e u e r b a c h e s e x tr e m a d a m e n te p o b r e . S in e m b a r g o , des­
p u és ■d e H e g e l se ñ a ló u n a é p o c a y a q u e re a lz ó a lg u n o s p u n to s
d e s a g r a d a b le s p a r a la c o n c ie n c ia c r is tia n a e im p o r ta n te s p a r a
e l p r o g re s o d e la c r ític a y q u e H e g e l h a b ía d e ja d o e n u n a m íti­
ca p en u m b ra.
E n e s ta o b r a d e P ro u d h o n p r e d o m in a a ú n , p e r m íta s e m e la
e x p r e s ió n , u n e s t il o d e f u e r t e m u s c u l a t u r a , lo c u a l c o n s titu y e ,
a m i ju ic io , s u p r in c ip a l m é r ito . E s e v id e n te q u e , a ú n d o n d e
P r o u d h o n s e l i m i ta a r e p r o d u c i r lo v ie jo , d i c h a r e p r o d u c c i ó n
c o n s titu y e p a r a é l u n d e s c u b rim ie n to p ro p io ; c u a n to d ic e e s
p a r a é l a lg o n u e v o y c o m o t a l lo p r e s e n t a . L a a u d a c i a p r o v o c a ­
tiv a c o n q u e a ta c a e l sancta sanctorum d e la e c o n o m ía p o líti­

[159]
160 APÉNDICES

c a , la s in g e n io s a s p a r a d o ja s c o n q u e s e b u r la d e l s e n tid o c o ­
m ú n b u r g u é s , la c r ític a d e m o le d o ra , la ir o n ía m o rd a z , e s e
p r o fu n d o y s in c e ro s e n tim ie n to d e in d ig n a c ió n q u e m a n if ie s ­
t a d e c u a n d o e n c u a n d o c o n tr a la s in f a m ia s d e l o r d e n e x is te n ­
te , s u c o n v ic c ió n re v o lu c io n a ria , to d a s e s ta s c u a lid a d e s c o n ­
tr ib u y e ro n a q u e e l lib ro ¿Qué es la propiedad? e l e c t r i z a s e a
lo s le c to r e s y p r o d u je s e u n a g r a n im p r e s ió n d e s d e e l p r im e r
m o m e n to d e s u a p a r ic ió n . E n u n a h is to r ia r ig u ro s a m e n te c ie n ­
tífic a d e la e c o n o m ía p o lític a , d ic h o lib ro a p e n a s h u b ie s e s id o
m e n c io n a d o . P e ro , lo m is m o q u e e n la lite r a tu r a , la s o b r a s s e n ­
s a c io n a le s d e e s te g é n e r o d e s e m p e ñ a n s u p a p e l e n la c ie n c ia .
T ó m e s e , p o r e je m p lo , e l lib r o d e M a lth u s sobre la población.
E n s u p r im e r a e d ic ió n s ó lo c o n s titu y ó u n "panfleto sensacio­
nal", y, a d e m á s, u n plagio d e s d e la p r im e r a h a s ta la ú ltim a lí­
n e a : Y a p e s a r d e to d o , ¡c ó m o im p r e s io n ó e s te libelo al género
hum ano!
S i tu v ie r a a m a n o el lib ro d e P ro u d h o n m e s e r ía fá c il d e ­
m o s tr a r c o n a lg u n o s e je m p lo s s u m odalidad inicial. E n lo s p á ­
r r a f o s c o n s id e r a d o s p o r é l m is m o c o m o lo s m á s im p o r ta n te s ,
im ita a K a n t — e l ú n ic o f iló s o f o a le m á n q u e c o n o c ía e n a q u e ­
lla é p o c a a tr a v é s d e tr a d u c c io n e s — e n la f o r m a d e t r a t a r la s
a ntinom ias, d e j á n d o n o s la f i r m e i m p r e s i ó n d e q u e p a r a é l, lo
m is m o q u e p a r a K a n t, la s o lu c ió n d e la s a n tin o m ia s e s a lg o
s itu a d o "m ás allá" de la r a z ó n h u m a n a , e s d e c ir, a lg o q u e p a r a
s u p r o p io e n te n d im ie n o p e r m a n e c e e n la o s c u r id a d .
A p e s a r d e s u c a r á c te r a p a re n te m e n te a r c h irre v o lu c io n a iio ,
en ¿Qué es la p ro p ied a d ? n o s e n c o n tr a m o s y a c o n la c o n tr a ­
d ic c ió n d e q u e P ro u d h o n p o r u n a p a r t e c r itic a la s o c ie d a d a
tr a v é s d e l p r is m a y c o n lo s o jo s d e l c a m p e s in o p a r c e la r io f r a n ­
cé s (m ás ta r d e d e l pequeñoburgués) y , p o r o t r a , le a p lic a la e s ­
c a la q u e to m ó p r e s t a d a a lo s s o c ia lis ta s .
É l m is m o títu lo in d ic a y a la s d e fic ie n c ia s d e l lib io . E l p r o ­
b le m a h a b ía s id o p la n te a d o d e u n m o d o ta n e r ró n e o , q u e la
s o lu c ió n n o p o d ía s e r c o r r e c ta . Las relaciones de propiedad de
los tiem pos antiguos f u e r o n d e s t r u i d a s p o r l a s feudales, y é s ­
t a s p o r l a s burguesas. A s í, p u e s , l á p r o p i a H i s t o r i a s e e n c a r g ó
d e s o m e t e r a c r í t i c a l a s relaciones de propiedad d e l p a s a d o . D e
l o q u e t r a t a e n e l f o n d o P r o u d h o n e s d e l a m oderna propiedad
burguesa, t a l c o m o e x i s t e h o y d í a . A l a p r e g u n t a d e ¿ q u é e s e s a
p ro p ie d a d ? , s ó lo se p o d ía c o n te s ta r c o n u n a n á lis is c r ític o d e
laeconom ía política, q u e a b a r c a s e e l c o n j u n t o d e e s a s relacio­
nes de propiedad, n o e n s u expresión jurídica, c o m o relaciones
CARTA DE MARX A SCHWEITZER 161

de voluntad, s i n o e n s u f o r m a r e a l , e s d e c i r , com o relaciones de


producción. M a s c o m o P r o u d h o n v i n c u l a b a to d o e l c o n ju n to d e
e s ta s ^ e la c io n e s e c o n ó m ic a s a l c o n c e p to ju r íd ic o g e n e r a l d e
" p ro p ie d a d " , "la pro p riété”, n o p o d ía i r m á s a llá d e la c o n te s ­
t a c i ó n q u é y a B r i s s o t h a b í a d a d o eix u n a o b r a s i m i l a r , a n t e s
d e 1 7 8 9 , r e p i t i é n d o l a c o n l a s m i s m a s p a l a b r a s : ''L a p r o p i e d a d
es u n ro b o ” .
E n e l m e jo r d e lo s c a s o s , d e a q u í s e p u e d e d e d u c ir ú n ic a ­
m e n te q u e el c o n c e p to ju r íd ic o b u r g u é s d e l “robo” e s a p lic a ­
b le ta m b ié n a la s g a n a n c ia s "bien habidas" d e l p ro p io b u rg u é s.
P o r o tr o la d o , e n v is ta d e q u e e l ro b o , c o m o v io la c ió n d e la p r o ­
p ie d a d , presupone la propiedad, P ro u d h o n se e n re d ó e n to d a
c la s e d e s u tile s r a z o n a m ie n to s , o s c u ro s h a s ta p a r a é l m is m o ,
s o b r e la verdadera propiedad burguesa.
E n 1844, d u r a n te m i e s ta n c ia e n P a rís , tr a b é c o n o c im ie n to
p e r s o n a l c o n P ro u d h o n . M e n c io n o a q u í e s te h e c h o p o r q u e , e n
c ie rto m o d o , so y re s p o n s a b le d e su “soñsterí&” (sophistication,
c o m o lla m a n l o s jn g le s e s a la a d u lte r a c ió n d e la s m e s c a n c ia s } .
E n n u e s tr a s la r g a s d is c u s io n e s , q u e c o n f re c u e n c ia d u r a b a n
to d a la n o c h e , le c o n ta g ié , p a r a g r a n d e s g r a c ia s u y a , e l h e g e ­
l i a n i s m o q u e p o r s u d e s c o n o c i m i e n t o d e l a l e m á n n o p u d o es*
tu d i a r a fo n d o . D e s p u é s d e m i e x p u ls ió n d e P a r ís , e l s e ñ o r Karl
G rün c o n tin u ó lo q u e y o h a b ía in ic ia d o . C o m o p r o f e s o r d e fi­
lo s o fía a le m a n a m e lle v a b a la v e n ta ja d e n o e n te n d e r u n a p a ­
l a b r a e n l a m a t e r i a [3].
P o c o a n te s d e q u e a p a re c ie s e s u s e g u n d a o b r a im p o rta n te ,
Filosofía de la miseria, e tc ., e l p r o p io P r o u d h o n m e a n u n c ió
s u p ró x im a p u b lic a c ió n e n u n a c a r ta m u y d e ta lla d a d o n d e , e n ­
t r e o t r a s c o s a s , m e d e c í a l o s i g u i e n t e : " E spero la férula de su
crítica”. E n e f e c t o , m i c r í t i c a c a y ó m u y p r o n to s o b r e é l (e n m i
l i b r o Misère de la philosophie, e t c ., P a r í s 1847) e n ta l f o rm a q u e
p u s o f i n p a r a s i e m p r e a n u e s t r a a m i s t a d [4 ],
P o r l o q u e a c a b o d e d e c i r v e r á u s t e d q u e , e n s u l i b r o Filoso­
fía de la m iseria o sistem a de las contradicciones económ icas,
P ro u d h o n re s p o n d e r e a lm e n te p o r v ez p r im e r a a la p re g u n ta :
"¿Qué es la propiedad?” D e h e c h o , ta n só lo d e s p u é s d e la p u ­
b lic a c ió n d e s u p r im e r lib r o fu e c u a n d o P ro u d h o n in ic ió s u s
e s tu d io s e c o n ó m ic o s . Y d e s c u b r ió q u e a la p r e g u n ta q u e h a ­
invectivas, s i n o ú n i ­
b ía fo rm u la d o n o se p o d ía c o n te s ta r c o n
c a m e n te c o n u n análisis de la econom ía p olítica m o d e r n a . A l
m is m o tie m p o , h iz o u n in te n to d e e x p o n e r d ia lé c tic a m e n te el
s is te m a d e la s c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s . E n lu g a r d e la s in s o lú -
162 APÉNDICES

b l e s “ a n tin o m ia s"
de K ant, a h o r a t e n í a q u e a p a r e c e r la “con­
tradicción” hegeliana c o m o m e d i o d e d e s a r r o l l o .
E n e l lib r o q u e e s c r ib í c o m o r é p lic a h a l l a r á u s t e d la c r ític a
d e lo s d o s g r u e s o s v o lú m e n e s d e s u o b r a . A llí d e m u e s t r o e n tr e
o t r a s c o s a s lo p o c o q u e p e n e tr ó P r o u d h o n e n lo s s e c r e to s d e
la d ia lé c tic a c ie n tíf ic a y, a d e m á s , h a s ta q u é p u n to c o m p a r te
la s ilu s io n e s d e la filo s o f ía e s p e c u la tiv a , c u a n d o , e n lu g a r d e
las categorías económ icas com o expresiones teóri­
c o n s id e ra r
cas de relaciones depro d u cció n form adas históricam ente y co­
rrespondientes a una determ inada fase de desarrollo de la pro< ■
ducción m aterial, l a s c o n v i e r t e d e u n m o d o a b s u r d o e n ide¡as
eternas, e x i s t e n t e s d e s d e s i e m p r e , y c ó m o , d e s p u é s d e d a r e s t e
r o d e o , r e t o m a a l p u n to d e v is ta d e la e c o n o m ía b u r g u e s a .*
M a s a d e la n te d e m u e s tro ta m b ié n J o in s u fic ie n te q u e e s su
c o n o c im ie n to — a v e c e s d ig n o d e u n e s c o la r — d e la econom ía
política, a c u y a c r í t ic a se d e d ic a , y c ó m o , a l ig u a l q u e lo s u t o ­
p is ta s , c o rre e n p o s d e u n a p re te n d id a “ciencia”, con ayuda
d e la c u a L s e p u e d e e x c o g ita r a príori u n a f ó rm u la p a r a la “ so ­
l u c i ó n creí p r o b l e m a s o c i a l ” , e n l u g a r d e b u s c a r l a f u e n t e d e
la c ie n c ia e n el c o n o c im ie n to c r ític o d e l m o v im ie n to h is tó r i­
co , d e e s e m o v im ie n to q u e c r e a p o r s í m is m o las condiciones
m ateriales de la em ancipación. A l lí d e m u e s t r o , s o b r e t o d o , lo
c o n fu s a s , e r r ó n e a s e in c o m p le ta s q u e sig u e n sie n d o la s c o n ­
c e p c io n e s d e P ro u d h q n s o b r e e l valor de cam bio, l? a s e d e t o ­
d a s la s c o s a s , y c ó m o , in c lu s o , v e e n la in te r p r e ta c ió n u tó p ic a
d e la te o r ía d e l v a lo r d e Ricardo la b a s e d e u n a n u e v a c ie n c ia .
M i ju ic io s o b r e s u p u n to d e v is ta g e n e r a l lo r e s u m o e n la s
s ig u ie n te s p a la b r a s : “ T o d a r e la c ió n e c o n ó m ic a tie n e s u la d o
b u e n o y s u la d o m a lo : é s t e e s e l ú n ic o p u n to e n q u e P ro u d h o n
n o s e d e s m ie n te . E n s u o p in ió n , e l l a d o b u e n o lo . e x p o n e n lo s
e c o n o m is ta s y e l la d o m a lo lo d e n u n c i a n lo s s o c i a l is t a s . D e lo s
e c o n o m is ta s to m a la n e c e s id a d d e u n a s r e la c io n e s e te r n a s , y
d e lo s s o c i a l is t a s e s a il u s i ó n q u e n o le s p e r m i t a y $ r e n la m is e ­

* “Al decir que las actualés relaciones —las de' fW producción


burguesa— son naturales, los economistas dan a enteniiei* tjue se tra­
ta precisamente de unas relaciones bajo las cuales se cftia'la riqueza
y se desarrollan las fuerzas productivas de acuerdo corrtowleyes de
la naturaleza. Por consiguiente, estas relaciones son en $í'¿tyes natu­
rales, independientes de la influencia del tiempo. Son leyes&prnas que
deben regir siempre la sociedad. De modo que hasta ahqral^J^ifibido
historia, pero ahora ya no la hay” (p. 113 (p. 77J de mi
CARTA DE MARX A SCHWEITZER 163

r i a n a d a m á s q u e la m is e r ia (e n lu g a r d e v e r e n e lla e l la d o r e ­
v o lu c io n a r io d e s tr u c tiv o q u e h a d e a c a b a r c o n la v ie ja s o c ie ­
d a d ) [5 ]. P r o u d h o n e s t á d e a c u e r d o c o n u n o s y c o n o t r o s ,
t r a ta n d o d e a p o y a r s e e n la a u to r id a d d e la c ie n c ia . E n é l la c ie n ­
c ia s e r e d u c e a la s m a g r a s p r o p o r c io n e s d e u n a f ó r m u la c ie n ­
tífic a ; e s m i h o m b r e a la c a z a d e f ó r m u la s . D e e s t e m o d o , P r o u d ­
h o n se j a c t a d e o f r e c e m o s a la v ez u n a c r ític a d e la e c o n o m ía
p o lític a y d e l c o m u n is m o , c u a n d o e n r e a lid a d se q u e d a m u y
p o r d e b a jo d e u n a y d e o tr o . D e lo s e c o n o m is ta s , p o r q u e c o n s i­
d e r á n d o s e , c o m o filó s o f o , e n ¡ » s e s i ó n d e u n a f ó r m u la m á g i­
c a , se c r e e re le v a d o d e la o b lig a c ió n d e e n t r a r e n d e ta lle s p u ­
r a m e n t e e c o n ó m ic o s ; d e lo s s o c i a l is t a s , p o r q u e c a r e c e d e la
p e r s p i c a c i a y d e l v a l o r n e c e s a r i o s p a r a a lz a r s e , a u n q u e s ó lo
s e a e n e l t e r r e n o d e la e s p e c u la c ió n , p o r , e n c im a d e lo s h o r i­
z o n te s d e la b u r g u e s í a .. . P re te n d e f lo ta r s o b r e b u r g u e s e s y
p r o le ta r io s a la m a n e r a d e u n h o m b r e d e c ie n c ia , y no es más
que u n pequeñoburgués q u e o s c ila c o n s ta n te m e n te e n tr e e l c a ­
p ita l y e l tr a b a jo , e n tr e la e c o n o m ía p o lític a y e l c o m u n is m o .”
P o r s e v e ro q u e p u e d a p a r e c e r e s te ju ic io , s u s c r ib o a c tu a l­
m e n te c a d a u n a d e s u s p a la b r a s . A la vez, e s p r e c is o te n e r p r e ­
s e n te q u e e n la é p o c a e n q u e y o a firm é q u e el lib ro d e P ro u d ­
h o n e r a e l c ó d i g o d e l s o c i a l i s m o p e q u e ñ o b u r g u é s y lo d e m o s t r é
t e ó r i c a m e n t e , lo s e c o n o m i s ta s y lo s s o c i a l is t a s e x c o m u lg a b a n
a P r o u d h o n p o r u l t r a r r e v o lu c io n a r io . É s ta e s la r a z ó n d e q u e
d e s p u é s ja m á s h a y a u n id o m i v o z a la d e lo s q u ^ g r ita b a n s u
“traición" a la r e v o lu c ió n . Y n o e s c u l p a s u y a s i, m a l c o m p r e n ­
d id o e n u n p r in c ip io ta n to p o r lo s d e m á s c o m o p o r é l m is m o ,
n o ju s tif ic ó la s in ju s tif ic a d a s e s p e ra n z a s .
E n c o m p a ra c ió n c o n ¿Qué es la propiedad?, en Filosofía de
la m iseria t o d o s lo s d e f e c to s d e l m o d o d e e x p o s ic ió n p r o u d h o -
n ia n o r e s a lta n c o n p a r tic u la r d e s v e n ta ja . E l e s tilo e s a c a d a
p a s o , c o m o d ic e n lo s f r a n c e s e s , am poulé [a m p u lo s o ]. S ie m p re
q u e le f a lla la a g u d e z a g a la a p a r e c e u n a p o m p o s a je r g a e s p e ­
c u la tiv a q u e p r e te n d e a s e m e ja r s e a l e s tilo filo s ó fic o a le m á n .
C a u s a n v e r d a d e r o d is g u s to s u s a la b a n z a s a sí m is m o , s u to n o
c h illó n d e p r e g o n e r o y , s o b r e to d o , lo s a la r d e s q u e h a c e d e u n a
su p u e s ta “ciencia” y to d a s u c h á c h a r a e n to r n o a e lla . E l s in ­
c e r o c a lo r q u e a n im a s u p r im e r a o b r a , a q u í, e n d e te r m in a d o s
p a s a je s , e s s u s titu id o d e u n m o d o s is te m á tic o p o r e l a r d o r fe­
b r il d e la d e c la m a c ió n . A to d o e s to v ie n e a s u m a r s e e s e a f á n
im p o te n te y re p u ls iv o p o r h a c e r g a la d e e ru d ic ió n , a fá n p ro ­
p i a d e u n a u t o d i d a c t a , c u y o o r g u l l o n a t o p o r sU p e n s a m i e n t o
164 APÉNDICES

o r ig in a l e in d e p e n d ie n te y a e s tá q u e b r a n ta d o , y q u e e n s u c a li­
d a d d e a d v e n e d iz o d e la c ie n c ia s e c o n s id e r a o b lig a d o a p r e s u ­
m i r d e lo q u e n o e s y d e lo q u e n o t i e n e . Y p o r a ñ a d i d u r a , e s a
m e n ta lid a d d e p e q u e ñ o b u r g u é s q u e le im p u ls a a a ta c a r d e u n
m o d o in d ig n o , g r o s e r o , to r p e , s u p e r f ic ia l y h a s t a in ju s to a u n
h o m b re co m o Cabet — m e re c e d o r d e re s p e to p o r s u a c tiv id a d
p r á c tic a e n e l m o v im ie n to d e l p r o le ta r ia d o f ra n c é s — , m ie n tr a s
e x tr e m a s u a m a b ilid a d , p o r e je m p lo , c o n D tínoyer ( c o n s e j e r o
d e e s ta d o , p o r c ie rto ), a p e s a r d e q u e to d a la s ig n ific a c ió n d e
e s te D u n o y e r se re d u c e a la c ó m ic a s e rie d a d c o n q u e e n tr e s
g r u e s o s v o lú m e n e s , in s o p o r ta b le m e n te te d io s o s , p r e d ic a e l r i­
g o ris m o , c a r a c te r iz a d o p o r H e lv e c io e n lo s s ig u ie n te s té r m i­
n o s: “On veut q u e les m alheureux soient parfaits" [se p re te n d e
q u e lo s d e s g r a c ia d o s s e a n p e r fe c to s ] .
L a re v o lu c ió n d e f e b re ro fu e r e a lm e n te m u y in o p o r tu n a p a r a
P ro u d h o n , p u e s ta n s ó lo u n a s s e m a n a s a n te s h a b ía d e m o s tr a ­
d o d e u n m o d o ir r e f u ta b le q u e la "era de las revoluciones" ha­
b í a p a s a d o p a r a s ie m p re . S u in te r v e n c ió n e n la A s a m b le a N a ­
c io n a l m e r e c e to d o s lo s e lo g io s , a p e s a r d e h a b e r p u e s to e n
e v i d e n c i a l o p o c o q u e c o m p r e n d í a t o d o lo q u e e s t a b a o c u r r i e n ­
d o . D e s p u é s d e la in s u r r e c c ió n d e ju n io c o n s titu y ó u n a c to d e
g r a n v a lo r . S u in te r v e n c ió n tu v o , a d e m á s , r e s u l t a d o s p o s itiv o s :
e n e l d is c u rs o q u e p r o n u n c ió p a r á o p o n e r s e a la s p ro p o s ic io ­
n e s d e P r o u d h o n , y q u e f u e e d ita d o m á s t a r d e e n f o lle to a p a r ­
te , Thiers d e m o s tr ó a to d a E u ro p a c u á n m ís e ro e in f a n til e r a
e l c a te c is m o q u e S e rv ía d e p e d e s ta l a e s e p i l a r e s p i r i t u a l d e
la b u r g u e s ía f ra n c e s a . C o m p a r a d o c o n T h ie rs , P ro u d h o n a d q u i­
r í a c i e r t a m e n t e l a s d i m e n s i o n e s d e u n c o l o s o a n t e d i l u v i a n o [6].
E l d e s c u b rim ie n to d el “crédito gratuito" y el “banco del p u e­
blo" b a s a d o e n é l s o n l a s ú l t i m a s ' ‘h a z a ñ a s ’’ e c o n ó m i c a s d e
P ro u d h o n . E n m i Zur K ritik der politischen Ö konomie, I. H e ft,
B e r lín , 1 8 5 9 (p p . 5 9 -6 4 ) s e d e m u e s t r a q u e l a b a s e t e ó r i c a d e s u s
id e a s tie n e s u o r ig e n e n e l d e s c o n o c im ie n to d e lo s p r in c ip io s
e le m e n ta le s d e la e c o n o m ía p o lític a b u r g u e s a , o se a , la r e la ­
c ió n e n t r e la m ercancía y el dinero, m ie n tr a s q u e la s u p e re s ­
t r u c t u r a p r á c t i c a e s s ó lo u n a s im p le r e p r o d u c c ió n d e e s q u e ­
m a s v ie jo s y m u c h o m e jo r d e s a r r o lla d o s . N o c a b e d u d a y e s
p o r s í e v id e n te q u e e l c ré d ito , c o m o o c u r r ió e n I n g la te r r a a p r in ­
c i p i o s d e l s i g l o x v i i i , y c o m o v o l v ió a o c u r r i r e n e s e m i s m o p a í s
a c o m ie n z o s d e l x ix , c o n tr ib u y ó a q u e la s r iq u e z a s p a s a s e n d e
m a n o s d e u n a c la s e a la s d e o tr a , y q u e e n d e te r m in a d a s c o n ­
d ic io n e s e c o n ó m ic a s y p o lític a s p u e d e s e r u n f a c to r q u e a c e le ­
CARTA DE MARX A SCHWEITZER 165

re la e m a n c ip a c ió n d e l p r o le ta r ia d o . P e ro e s u n a f a n ta s ía ge-
pequeñoburguesa c o n s i d e r a r q u e el capital que
n u in a m e n te
produce intereses es la form a principal del capital y t r a t a r d e
c o n v e r tir u n a a p lic a c ió n p a r tic u la r d e l c r é d ito — u n a s u p u e s ­
ta a b o lic ió n d e l in te r é s — e n la b a s e d e la tr a n s f o rm a c ió n d e
la s o c ie d a d . E n e fe c to , e s a f a n ta s ía y a h a b ía s id o m in u c io s a ­
los portavoces económ icos de la pequen
m e n te d e s a rro lla d a p o r
ña burguesía inglesa del siglo x v m . L a p o l é m i c a d e P r o u d h o n
c o n B a s t i a t (1 8 5 0 ) s o b r e e l c a p i t a l q u e p r o d u c e i n t e r e s e s e s t á
m u y p o r d e b a jo d e Filosofía de la m iseria. P r o u d h o n lle g a a l
e x tre m o d e s e r d e r ro ta d o h a s ta p o r B a s tia t, y e n tr a e n u n có ­
m i c o f u r o r c a d a v e z q u e e l a d v e r s a r i o l e . a s e s t a a l g ú n g o l p e [7].
H a c e u n o s c u a n to s a ñ o s , P ro u d h o n e s c rib ió p a r a u n c o n c u r­
so o r g a n iz a d o , si m a l n o r e c u e r d o , p o r e l g o b ie r n o d e L a u sa -
n a , u n tra b a jo s o b re Los im puestos. A quí d esap arecen p o r com ­
p le to lo s ú ltim o s v e s tig io s d e l g e n io y n o q u e d a m á s q u e el
pequeñoburgués p u ro y sim ple.
P o r lo q u e r e s p e c t a a la s o b r a s p o l í t i c a s y f ilo s ó f ic a s d e
P ro u d h o n , to d a s e lla s d e m u e s tr a n e l m is m o c a r á c te r d o b le y
c o n tr a d ic to r io q u e s u s tr a b a jo s s o b r e e c o n o m ía . A d e m á s , s u
v a l o r e s p u r a m e n t e lo c a l; s e r e f ie r e n ú n ic a m e n te a F r a n c ia . S in
e m b a r g o , s u s a ta q u e s c o n t r a la r e lig ió n , la ig le s ia , e tc ., tie n e n
u n g r a n m é r ito p o r h a b e r sid o e s c r ito s e n F r a n c ia e n u n a é p o ­
c a e n q u e lo s s o c ia lis ta s fra n c e s e s c r e ía n o p o r tu n o h a c e r c o n s ­
t a r q u e s u s s e n tim ie n to s re lig io s o s le s s itu a b a n p o r e n c im a d e l
v o lte r ia n is irf o b u r g u é s d e l s ig lo x v i n y d e l a te ís m o a le m á n d e l
s ig lo x i x . S i P e d r o e l G r a n d e h a b ía d e r r o ta d o la b a r b a r ie r u s a
c o n la b a r b a r i e , P r o u d h o n h iz o t o d o lo q u e p u d o p a r a d e r r o ­
ta r c o n fra s e s la fra s e o lo g ía fra n c e s a .
S u lib ro s o b re E l golpe de estado n o d e b e s e r c o n s id e ra d o
s im p le m e n te c o m o u n á o b r a m a la , s in o c o m o u n a v e r d a d e r a
v illa n ía q u e , p o r o tr a p a r te , c o r re s p o n d e p le n a m e n te a s u p u n to
d e v i s t a p e q u e ñ o b u r g u é s . E n e s t e l i b r o c o q u e t e a c o n L u is B o -
n a p a r t e y t r a t a d e h a c e r le a c e p ta b le p a r a lo s o b r e r o s f r a n c e ­
se s. O tro ta n to o c u r r e c o n s u ú ltim a o b r a c o n tr a Polonia, en
la q u e , p a r a m a y o r g lo r ia d e l z a r, d e m u e s tr a e l c in is m o p r o ­
p i o d e u n c r e t i n o [8 ].
Proudhon h a s id o c o m p a r a d o fre c u e n te m e n te c o n R o u s s e a u .
P e ro e s ta c o m p a ra c ió n e s e rró n e a . M á s b ie n se p a r e c e a Nico­
lás Linguet, c u y o lib ro . La teoría de las leyes civiles e s , d ic h o
s e a d e p a s o , u n a o b r a g e n i a l [9 ], P r o u d h o n t e n í a u n a i n c l i n a ­
c ió n n a t u r a l p o r la d ia lé c tic a , p e r o c o m o n u n c a c o m p r e n d ió
166 APÉNDICES

la v e r d a d e r a d i a l é c t i c a c i e n tíf ic a , n o p u d o i r m á s a l l á d e la s o ­
f is te r ía . E n r e a lid a d , e s to e s ta b a lig a d o a s u p u n to d e v is ta pe-
queñoburgués. A l ig u a l q u e el h is to r ia d o r R aum er, el peque-
ñ o b u rg u é s c o n s ta d e “p o r u n a p a r te ” y d e “p o r o tr a p a r te ” .
C o m o ta l se n o s a p a r e c e e n s u s in te r e s e s e c o n ó m ic o s y, por con­
siguiente, ta m b ié n e n s u p o lític a y e n s ú s c o n c e p c io n e s re li-
g ió s a s j c ie n tíf ic a s y a r tís tic a s . A sí s e n o s a p a r e c e e n s u m o r a l
y e n to d o . E s la c o n tr a d ic c ió n p e r s o n if ic a d a . Y s i p o r a ñ a d i­
d u r a e s , c o m o P r o u d h o n , u n a p e r s o n a d e in g e n io , p r o n t o a p r e n ­
d e r á a h a c e r ju e g o s d e m a n o s c o n s u s p r o p ia s c o n tr a d ic c io ­
n e s y a c o n v e r tir la s , s e g ú n la s c ir c u n s ta n c ia s , e n p a r a d o ja s
in e s p e ra d a s , e s p e c ta c u la r e s , o r a e s c a n d a lo s a s , o r a b r illa n te s .
E l c h a r la ta n is m o e n la c ie n c ia y la c o n te m p o r iz a c ió n e n lá p o ­
lític a s o n c o m p a ñ e r o s in s e p a r a b le s d e s e m e ja n te p u n to d e v is ta .
A ta le s in d iv id u o s n o le s q u e d a m á s q u e u n a c ic a te : la vani­
dad·, c o m o a to d o s lo s v a n id o s o s , s ó lo le s p r e o c u p a e l é x ito m o ­
m e n tá n e o , la s e n s a c ió n . Y a q u í e s d o n d e s e p ie r d e in d e fe c ti­
b le m e n te e s e ta c to m o r a l q u e s ie m p re p re s e r v ó a u n R o u s s e a u ,
p o r e je m p lo , d e to d o c o m p r o m is o , s iq u ie r a f u e s e a p a r e n te , c o n
l o s p o d e r e s e x i s t e n t e s [1 0 ].
T a l v ez la p o s te r id a d d is tin g a e s te r e c ie n te p e rio d o d e la h is ­
t o r i a d e F r a n c i a d ic ie n d o q u e L u is B o n a p a r t e f u e s u N a p o le ó n
y P r o u d h o n s u R o u s s e a u -V o lta ire .
A h o ra h a g o r e c a e r s o b r e u s te d to d a la r e s p o n s a b ilid a d p o r
h a b e r m e im p u e s to ta n p r o n to d e s p u é s d e la m u e r te d e e s te
h o m b re e l p a p e l d e ju e z p o s tu m o . '
S in c e ra m e n te su y o ,

KARL MARX
6. PREFACIO DE ENGELS A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA

L a p r e s e n t e o b r a f u e e s c r i t a e n e l in v ie r n o d e 1 8 4 6 -1 8 4 7 , c u a n ­
d o M a rx e la b o r ó d e f in itiv a m e n te lo s p r in c ip io s f u n d a m e n ta :
le s d e s u s n u e v a s c o n c e p c io n e s h i s t ó r i c a s y e c o n ó m ic a s . E l li­
S ystèm e des contradictions économ iques ou
b ro d e P ro u d h o n ,
Philosophie de la m isère, p u b l i c a d o p o c o a n t e s , l e d i o p i e p a r a
d e s a r r o l l a r e s t o s p r i n c i p io s f u n d a m e n t a l e s y o p o n e r l o s a lo s
p u n to s d e v is ta d e u n h o m b r e q u e , a p a r tir d e e n to n c e s , h a b ía
d e o c u p a r e l lu g a r m á s p r o m in e n te e n tr e lo s s o c ia lis ta s f r a n ­
c e s e s d e a q u e lla é p o c a . D e s d e q u e , e s ta n d o e n P a r ís , a m b o s se
p a s a b a n fre c u e n te m e n te la s n o c h e s d is c u tie n d o s o b r e c u e s tio ­
n e s e c o n ó m ic a s , s u s c a m in o s e r a n c a d a v e z m á s d iv e rg e n te s ;
la o b r a d e P r o u d h o n p u s o d e m a n if ie s to q u e e n t r e e llo s m e ­
d ia b a y a u n a b is m o in f ra n q u e a b le q u e n o e r a p o s ib le ig n o ra r,
y e n s u r e s p u e s ta M a rx h iz o c o n s ta r la r u p t u r a d e fin itiv a .
E l j u i c i o g e n e r a l d e M a r x s o b r e P r o u d h o n lo e n c o n t r a r á e l
le c to r e n el a r tíc u lo q u e s ig u e a e s te p ró lo g o (a), i n s e r t a d o e n
1 8 6 5 e n lo s n ú m e r o s 16, 17 y 18 d e l Social-D em okrat d e B e r ­
lín . F u e e l ú n i c o a r t í c u l o q u e M a r x e s c r i b i ó p a r a e s t e p e r i ó d i ­
co ; lo s in te n to s d e v o n S c h w e itz e r, d e s c u b ie r to s p o c o d e s p u é s ,
d e lle v a r el p e rió d ic o p o r c a u c e s p o c o g ra to s a l p a r tid o fe u d a l
y a l g o b ie rn o , n o s o b lig a ro n a lg u n a s s e m a n a s m á s ta r d e a d e ­
s i s t i r p ú b l i c a m e n t e d e c o l a b o r a r c o n é l.
P a r a A le m a n ia , la p r e s e n te o b r a tie n e c a b a lm e n te e n e s to s
m o m e n to s u n a s ig n ific a c ió n q u e el p r o p io M a rx n u n c a s o s p e ­
c h ó . ¿ H a b ría p o d id o a d iv in a r q u e , a p u n ta n d o c o n tr a P ro u d ­
h o n , ib a a h a c e r im p a c to e n e l s a n tó n d e lo s a d v e n e d iz o s m o ­
d e rn o s , e n R o d b e rtu s , a q u ie n M a rx n o c o n o c ía p o r e s e e n to n c e s
ni ta n s iq u ie ra d e n o m b re ?
É s te n o e s lu g a r p a r a d e te n e r m e a e x a m in a r e n d e ta lle la s
re la c io n e s e n tr e M a rx y R o d b e rtu s ; e s p r o b a b le q u e p r o n to te n ­
g a la o p o r tu n id a d d e h a c e r lo . S ó lo in d ic a r é a q u í q u e c u a n d o
R o d b e rtu s a c u s a a M a rx d e h a b e r " s a q u e a d o ” e n s u s e s c rito s
y d e h a b e r " u tiliz a d o c o n p ro fu s ió n e n E l capital, s in c ita r le ,
su lib ro Z u r E rk e h n tn is”, lle g a e n s u a c a lo r a m ie n to h a s t a la
c a lu m n ia , e x p lic a b le ú n ic a m e n te p o r la i r r i t a c i ó n d e u n g e n io
in c o m p r e n d id o y p o r s u a s o m b r o s a ig n o r a n c ia d e lo q u e o c u ­

[167]
168 APÉNDICES

r r í a m á s a llá d e la s f r o n te r a s d e P ru s ia , s o b r e to d o , e n la lite ­
r a t u r a s o c ia lis ta y e c o n ó m ic a . N i e s ta s a c u s a c io n e s n i la m e n ­
c io n a d a o b r a d e R o d b e rtu s fu e ro n ja m á s d e l c o n o c im ie n to d e
M a rx ; d e la s o b r a s d e R o d b e r tu s , s ó lo le y ó s u s t r e s Sociale Brie-
fe, y n o a n te s d e 1858 o 1859.
C o n m a y o r fu n d a m e n to a s e g u ra R o d b e rtu s e n e s ta s c a r ta s
h a b e r d e s c u b ie rto e l " v a lo r c o n s titu id o p r o u d h o n ia n o ” antes
q u e P ro u d h o n ; p e r o ta m b ié n e n e s ta o c a s ió n , n a tu r a lm e n te ,
v u e lv e a a r r u l l a r s e c o n la f a ls a id e a d e h a b e r s id o e l prim ero
e n h a c e r e s te d e s c u b rim ie n to . P o r c o n s ig u ie n te , é l ta m b ié n , e n
to d o c a s o , f u e s o m e tid o a la f é r u la d e la c r ític a e n n u e s tr o li­
b ro , y e s to m e o b lig a a d e te n e r m e b r e v e m e n te e n e l a n á lis is
d e s u o p ú s c u l o “ f u n d a m e n t a l ’’ Z ur E rken n tn is unserer staats-
firtschaftlichen Zustande, d a d o q u e , a d e m á s d e l c o m u n is m o d e
W e itlin g c o n te n id o e n e lla (a u n in c o n s c ie n te m e n te ), e s a o b r a
se a n tic ip a a s im is m o a P ro u d h o n .
E l s o c ia lis m o m o d e rn o , c u a lq u ie r a s e a s u te n d e n c ia , e n la
m e d id a e n q u e to m a c o m o p u n to d e p a r tid a la e c o n o m ía p o lí­
tic a b u r g u e s a , s u s c r ib e c a s i s in e x c e p c io n e s la te o r ía d e l v a ­
l o r d e R ic a rd o .- D e lo s d o s p o s tu la d o s q u e R ic a r d o p r o c la m a ­
r a e n 1817 e n la s p r im e ra s p á g in a s d e s u s Principios: l]q u e
e l v a lo r d e to d a m e r c a n c ía s e d e te r m in a ú n ic a y e x c lu s iv a m e n te
p o r la c a n tid a d d e tr a b a jo n e c e s a r ia p a r a p r o d u c ir la , y 2] q u e
e l p r o d u c to d e to d o t r a b a j o s o c ia l s e d iv id e e n t r e s c la s e s : lo s
p r o p ie ta r io s d e la t i e r r a (re n ta ), lo s c a p ita lis ta s (g a n a n c ia s ) y
lo s o b r e r o s ( s a la r io s ) ,d e e s to s d o s p o s tu la d o s s e h ic ie r o n e n I n ­
g la te r r a , y a a p a r t i r d e 1821, d e d u c c io n e s s o c ia lis ta s , y a v e ­
c e s c o n ta l v ig o r y d e c is ió n q u e e s a lite r a tu r a , h o y c a s i c o m ­
p le ta m e n te o lv id a d a y e n g r a n p a r t e r e d e s c u b ie r ta p o r M a rx ,
n o fu e s u p e r a d a h a s ta la a p a r ic ió n d e E l capital. P e ro d e e s to
h a b la r e m o s e n o t r a o c a s ió n . P u e s b ie n , c u a n d o e n 1842 R o d ­
b e r tu s e x tra jo , a s u v ez, c o n c lu s io n e s s o c ia lis ta s d e la s te s is
c ita d a s , e s to e r a e n to n c e s p a r a u n a le m á n u n p a s o a d e la n te m u y
c o n s id e ra b le , p e r o s ó lo ta l v e z e n A le m a n ia p o d ía p a s a r p o r
n u e v o s e m e ja n te d e s c u b rim ie n to . E n s u c r ític a d e P ro u d h o n ,
q u e ta m b ié n a d o le c ía d e e s a p r e s u n c ió n , M a rx h iz o v e r lo p o c o
n u e v o q u e h a b ía e n u n a t a l a p lic a c ió n d e la te o r ía d e R ic a rd o .
" C u a lq u ie ra q u e c o n o z c a , a u n q u e s e a m u y p o c o , e l d e s a r r o ­
llo d e l a e c o n o m ía p o l í t i c a e n I n g l a t e r r a — d ic e M a r x — , n o p u e ­
d e m e n o s q u e s a b e r q u e c a s i to d o s lo s s o c ia lis ta s d e e s te p a ís
h a n p r o p u e s to , e n d if e re n te s é p o c a s , la a p lic a c ió n igualitaria
(e s d e c ir , s o c ia lis ta ) d e la te o r ía r ic a r d ia n a . P o d r ía m o s r e c o r ­
PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA 169

d a r le a P ro u d h o n : la E conom ía política d e H o d g s k i n , 1 8 2 7 ; W i-
llia m T h o m p s o n , A n in q u iry into the principies o f t h e distribu-
tion o f w éalth, m o st c o n d u d v e to h u m a n happiness, 1 8 2 4 ; T .
R . E d m o n d s , Practical m oral a nd political econom y, 1 8 2 8 , e t c . ,
e t c . , y c u a t r o p á g i n a s m á s d e etc. N o s c o n t e n t a r e m o s c o n d e ­
j a r h a b l a r a u n c o m u n is ta in g lé s , a B r a y . C ita r e m o s lo s p r i n c i ­
p a le s p a s a je s d e s u n o ta b le o b r a L a b o u r’s w rongs an d labour’s
remedy, L e e d s , 1 8 3 9 .” L a s c i t a s d e B r a y r e p r o d u c i d a s p o r M a r x
b a s ta n p a r a a n u la r b u e n a p a r te d e la s p re te n s io n e s d e R od-
b e r tu s a la p rio rid a d .
P o r a q u e l e n to n c e s , M a rx n o h a b ía p is a d o a ú n la s a la d e le c ­
t u r a d e l B r itis h M u s e u m . S a lv o la s b ib lio te c a s d e P a r ís y B r u ­
s e la s y o tr o s m u c h o s lib r o s y e x tr a c to s , s ó lo h a b í a c o n s u lta d o
la s o b r a s q u e p u d ie ro n lle g a r a s u s m a n o s e n M a n c h e s te r d u ­
r a n t e e l v ia je d e s e is s e m a n a s p o r I n g l a t e r r a q u e h ic im o s j u n ­
to s e n e l v e r a n o d e 184 5. A sí p u e s la l i t e r a tu r a d e q u e h a b la ­
m o s n o e r a t a n i n a c c e s i b l e e n a q u e l m o m e n t o c o m o lo e s h o y
d ía . S i a p e s a r d e e llo f u e s ie m p r e d e s c o n o c id a p a r a R o d b e r-
tu s , e llo s e d e b e e x c lu s iv a m e n te a s u e s tr e c h e z p r o v in c ia n a d e
c o r te p r u s ia n o . E s e l a u té n tic o f u n d a d o r d e l s o c ia lis m o e s p e ­
c íf ic a m e n te p r u s ia n o y c o m o ta l s e lo c o n o c e e n d e fin itiv a .
S in e m b a rg o , n i e n s u q u e r id a P r u s ia p u d o R o d b e r tu s q u e ­
d a r tr a n q u ilo . E n 1859 a p a r e c ió e n B e rlín e l lib ro d e M a rx Con­
tribución a la crítica de la econom ía política. E n d ic h a o b ra ,
e n t r e o t r a s o b je c io n e s h e c h a s a R ic a r d o p o r lo s e c o n o m is ta s ,
M a rx c ita la s ig u ie n te , e n la p á g in a 4 0 (M é x ic o , S ig lo x x i,
1980, p . 4 7 ).
" S i e l v a lo r d e c a m b io d e u ri p r o d u c to e s ig u a l a l tie m p o
d e t r a b a j o c o n te n id o e n é l, e l v a l o r d e c a m b io d e u n a j o r n a d a
d e tr a b a jo e s ig u a l a s u p r o d u c to . O b ie n e l s a la r io d e b e s e r
i g u a l a l p r o d u c t o d e l t r a b a j o . P e r o s u c e d e to d o lo c o n t r a r i o . "
M a rx e s c rib ió a e s te r e s p e c to la s ig u ie n te n o ta : “ E s ta o b je c ió n
f o r m u la d a a R ic a r d o p o r p a r t e d e lo s e c o n o m is ta s b u r g u e s e s
f u e r e c o g id a lu e g o p o r p a r t e d e lo s s o c ia lis ta s . D a n d o p o r s e n ­
ta d a la c o r re c c ió n te ó r ic a d e la f ó rm u la , se a c u s ó a la p r á c tic a
d e c o n tr a d ic c ió n r e s p e c to d e la te o r ía , e x ig ié n d o s e a la s o c ie ­
d a d b u r g u e s a q u e e x tr a je r a e n la p r á c tic a la p r e s u n ta c o n ­
s e c u e n c ia d e s u p r in c ip io te ó r ic o . D e e s ta f o r m a , lo s s o c ia lis ­
t a s in g le s e s v o lv ie ro n la f ó r m u la r ic a r d ia n a d e l v a lo r d e c a m b io
c o n tr a la e c o n o m ía p o lític a .” E n e s ta m is m a n o ta M a rx re m i­
te a s u lib ro Miseria de la filosofía, q u e p o r e n to n c e s se h a lla ­
b a e n to d a s p a r te s a la v e n ta .
170 APÉNDICES

R o d b e rtu s te n ía , p u e s , la p le n a p o s ib ilid a d d e p e r s u a d ir s e
d e s i e r a n r e a lm é n te n u e v o s lo s d e s c u b r im ie n to s h e c h o s p o r
é l e n 1842. E n lu g a r d e es to c o n tin ú a p r o c la m á n d o lo s a c a d a
p a s o y lo s c o n s id e r a ta n in s u p e r a b le s q ú e n i s iq u ie r a se le o c u ­
r r e p e n s a r q u e M a rx p o d ía h a b e r h e c h o p o r su c u e n ta d e d u c ­
c i o n e s d e la t e o r í a d e R i c a r d o ¡ ta n b i e n c o m o lo h i c i e r a e l p r o ­
p io R o d b e r t u s ! ¡ N a d a d e e s o ! ¡L o q u e h iz o M a r x f u e s a q u e a r
s u s o b r a s , la s o b r a s d e u n a u to r al q u e el p r o p io M a rx b r in d a ­
r a to d a s la s p o s ib ilid a d e s p a r a c o n v e n c e rs e d e q u e , m u c h o a n ­
te s q u e lo s d o s , e s ta s d e d u c c io n e s h a b ía n s id o y a h e c h a s e n
I n g la te r r a , p o r lo m e n o s , e n la f o r m a to s c a q u e a ú n c o n s e rv a n
e n el lib ro d e R o d b e rtu s !
L o a n te r io rm e n te e x p u e s to r e p r e s e n ta p r e c is a m n e te la m á s
s im p le a p lic a c ió n s o c ia lis ta d e la te o r ía d e R ic a rd o . E s ta a p li­
c a c ió n h a c o n d u c id o e n m u c h o s c a s o s a R o d b e rtu s , e n tr e o tro s ,
a p u n t o s d e v is ta q u e v a n m u c h o m á s le jo s q u e lo s d e R ic a r d o
e n lo c o n c e r n ie n te a l o r ig e n y la n a t u r a l e z a d e l p lu s v a lo r . P e ro ,
s in h a b l a r y a d e q u e to d o lo d e s c u b i e r t o p o r é l e n e s te o r d e n
d e c o s a s h a b í a s id o y a e x p u e s to p o r lo m e n o s t a n b ie n c o m o
é l, R o d b e r t u s , a l ig u a l q u e s u s p r e d e c e s o r e s , p e c a p o r e l h e ­
c h o d e a d o p ta r la s c a te g o r ía s e c o n ó m ic a s — tr a b a jo , c a p ita l,
v a lo r, e tc .— s in s o m e te r la s a c r ític a , e n la f o r m a b u r d a e n q u e
f u e r o n tr a s m itid a s e n h e r e n c ia p o r lo s e c o n o m is ta s , e n u n a f o r ­
m a q u e r e s b a l a p o r la s u p e r f i c i e d e lo s f e n ó m e n o s s in i n v e s ti ­
g a r e l c o n te n id o d e e s a s c a te g o r ía s . D e e s te m o d o , n o só lo se
c ie r r a to d a p o s ib ilid a d d e d e s a rr o llo — c o n tr a r ia m e n te a M a rx ,
q ú e fu e el p r im e r o e n e x tr a e r la s c o n s e c u e n c ia s d e e s to s p o s ­
tu la d o s , d e lo s q u e se v ie n e h a b la n d o d e s d e h a c e y a s e s e n ta
y c u a tr o a ñ o s — , s in o q u e , c o m o v e re m o s m á s a d e la n te , s e a b r e
el c a m in o d ir e c to a la u to p ía .
L a p r e c e d e n te a p lic a c ió n d e la te o r ía d e R ic a rd o , q u e m u e s ­
t r a a lo s t r a b a j a d o r e s c ó m o la t o t a l i d a d d e la p r o d u c c i ó n s o ­
c ia l, q u e e s s u p r o d u c to , le s p e r te n e c e p o r q u e s o n lo s ú n ic o s
p r o d u c to r e s re a le s , c o n d u c e d ir e c ta m e n te a l c o m u n is m o . P e ro ,
c o m o in d ic a M a rx e n la s lín e a s c ita d a s , e s ta c o n c lu s ió n e s f o r ­
m a lm e n te f a ls a e n el s e n tid o e c o n ó m ic o , y a q u e r e p r e s e n ta u n a
s im p le a p lic a c ió n d e la m o r a l a la e c o n o m ía p o lític a . S e g ú n la s
le y e s d e la e c o n o m ía b u r g u e s a , la m a y o r p a r te d e l p r o d u c to
no p e r t e n e c e a lo s o b r e r o s q u e lo h a n c r e a d o . C u a n d o d e c im o s
q u e es in ju s to , q u e n o d e b e o c u r r ir , e s ta a f irm a c ió n n a d a tie ­
n e d e c o m ú n c o n la e c o n o m ía p o lític a . N o d e c im o s s in o q u e
e s te h e c h o e c o n ó m ic o se h a lla e n c o n tr a d ic c ió n c o n n u e s tr o
PREFACIO A LA PRIMERA EDICION ALEMANA 171

s e n t i d ® jr a o ir a l. P o r e s o M a r x n o b a s ó j a m á s s u s r e i v i n d i c a c i o ­
n e s c o m u n is ta s e n a r g u m e n to s d é e s a e s p e c ie , s in o e n el d e s ­
m o r o n a m ie n to in e v ita b le d e l m o d o c a p ita lis ta d e p ro d u c c ió n ,
d e s m o r o n a m ie n to q u e a d q u ie r e c a d a d ía a n u e s tr o s o jo s p r o ­
p o r c io n e s m á s v a s ta s . M a r x h a b l a s ó lo d e l s im p le h e c h o d e q u e
e l p l u s v a lo r s e c o m p o n e d e t r a b a j o n o r e t r i b u i d o , P e r o lo q u e
n o e s e x a c to e n el s e n tid o e c o n ó m ic o f o rm a l, p u e d e s e rlo en
el s e n tid o d e la h is to r ia u n iv e r s a l. S i l a c o n c ie n c ia m o r a l d e
la s m a s a s d e c la r a in j u s t o u n h e c h o e c o n ó m ic o c u a lq u ie r a , c o m o
e n o tr o s tie m p o s la e s c la v itu d o la p r e s ta c ió n p e r s o n a l c a m ­
p e s in a , e s to c o n s titu y e la p r u e b a d e q u e e l h e c h o e n c u e s tió n
e s a lg o q u e h a c a d u c a d o y d e q u e h a n s u rg id o o tr o s h e c h o s e c o ­
n ó m ic o s , e n v ir tu d d e lo s c u a le s el p r im e r o e s y a in to le ra b le
y n o p u e d e m a n te n e r s e e n p ie . P o r c o n s ig u ie n te , e n la in e x a c ­
titu d e c o n ó m ic a fo rm a l p u e d e o c u lta r s e u n c o n te n id o re a lm e n ­
te e c o n ó m ic o . É s te n o e s el lu g a r p a r a e x te n d e r n o s c o n m á s
d e ta lle a c e r c a d e l s ig n ific a d o y la h is to r ia d e la te o r ía d e l
p lu s v a lo r.
P e ro d e la te o r ía d e l v a lo r d e R ic a rd o p u e d e n d e d u c irs e y
se h a n d e d u c id o o tr a s c o n c lu s io n e s . E l v a lo r d e la s m e r c a n ­
c ía s s e d e te r m in a p o r el tr a b a jo n e c e s a rio p a r a p r o d u c irla s .
S in e m b a rg o , e n n u e s tr o m u n d o p e c a d o r la s m e r c a n c ía s s e v e n ­
d e n y a p o r e n c im a , y a p o r d e b a jo d e s u v a lo r, y e s te h e c h o n o
se d e b e s o la m e n te a la s o s c ila c io n e s o r ig in a d a s p o r la c o m p e ­
te n c ia . L a ta s a d e g a n a n c ia tie n e la te n d é n c ia a r e d u c ir s e a u n
m is m o n iv e l p a r a to d o s .lo s c a p ita lis ta s , d e la m is m a m a n e r a
q u e lo s p r e c io s d e la s m e r c a n c ía s tie n d e n a id e n tif ic a r s e , m e ­
d ia n te la o f e r ta y la d e m a n d a , c o n el v a lo r d e l tr a b a jo c r i s ta li­
z a d o e n e lla s . P e ro la ta s a d e g a n a n c ia se c a lc u la e n p r o p o r ­
c ió n con to d o el c a p ita l d e s e m b o ls a d o en una e m p resa
in d u s tr ia l. Y c o m o e n d o s r a m a s d is tin ta s d e la in d u s tr ia el
p ro d u c to a n u a l p u e d e p la s m a r c a n tid a d e s id é n tic a s d e tr a b a ­
j o y r e p r e s e n t a r p o r lo t a n t o v a lo r e s ig u a le s d fid o u n m is m o
n iv e l d e s a l a r i o s — a u n q u e lo s c a p i t a l e s e m p le a d o s e n u n a r a m a
p u e d e n s e r , y a m e n u d o lo s o n , d o s o tr e s v e c e s m a y o r e s q u e
e n l a o t r a — , l a le y d e l v a l o r d e R i c a r d o , c o m o é l m i s m o lo h a
d e s c u b ie r to , s e h a lla e n c o n tr a d ic c ió n c o n la le y d e la ig u a l­
d a d d e la t a s a d e g a n a n c ia . S i lo s p r o d u c t o s d e a m b a s r a m a s
d e la in d u s tr ia se v e n d e n p o r su s v a lo re s , la s ta s a s d e g a n a n ­
c ia n o p u e d e n s e r ig u a le s ; p e r o si é s ta s s o n ig u a le s , lo s p r o ­
d u c to s d e la s d o s r a m a s d e la in d u s tr ia n o s ie m p r e s o n v e n d i­
d o s p o r s u s v a lo re s . A q u í te n e m o s , p u e s , u n a c o n tr a d ic c ió n ,
172 APÉNDICES

u n a a n tin o m ia d e d o s le y e s e c o n ó m ic a s , r e s u e lta h a b itu a lm e n te


e n l a p r á c t i c a , s e g ú n R i c a r d o ( c a p . I, s e c c i o n e s 4 y 5), a f a v o r
d e la ta s a d e g a n a n c ia y e n p e r ju ic io d e l v a lo r.
P e r o la d e f in ic ió n r ic a r d i a n a d e l v a lo r , a p e s a r d e s u s f a tíd i­
c a s p r o p ie d a d e s , p r e s e n ta u n a s p e c to q u e la h a c e g r a ta p a r a
n u e s tr o s b u e n o s b u r g u e s e s . E s a d e fin ic ió n a p e la c o n e m p u je
ir r e s is tib le a s u s e n tim ie n to d e ju s tic ia . L a ju s tic ia y la ig u a l­
d a d d e d e r e c h o s s o n lo s p ila r e s b á s ic o s s o b r e lo s q u e e l b u r ­
g u é s d e lo s s ig lo s x v m y x i x h u b i e r a q u e r id o e r i g i r s u e d if i­
c io s o c ia l después de la d e s tru c c ió n de la s in ju s tic ia s ,
d e s ig u a ld a d e s y p r iv ile g io s fe u d a le s . L a d e te r m in a c ió n d e l v a ­
lo r d e la s m e r c a n c ía s p o r e l tr a b a jo y e l lib r e in te r c a m b io d e
p r o d u c to s d e l tr a b a jo q u e se p r o d u c e s o b r e la b a s e d e e s ta m e ­
d id a d e l v a lo r e n t r e lo s p o s e e d o r e s c o n ig u a le s d e r e c h o s s o n ,
c o m o y a lo d e m o s t r ó M a rx , lo s c i m i e n t o s r e a l e s s o b r e lo s q u e
s e h a e d if ic a d o to d a la id e o lo g ía p o lític a , ju r íd ic a y f ilo s ó fic a
d e la b u r g u e s ía m o d e rn a . U n a v e z e s ta b le c id o q u e el tr a b a jo
e s la m e d ia d e l v a lo r d e la m e rc a n c ía , el b u e n b u r g u é s d e b e
s e n tir s e p r o f u n d a m e n te h e r id o e n s u s m e jo r e s s e n tim ie n to s p o r
la p e r v e r s id a d d e u n m u n d o in m o ra l q u e re c o n o c e d e p a la b r a
e s te p r in c ip io f u n d a m e n ta l d e ju s tic ia , p e r o q u e d e h e c h o e s
in frin g id o a c a d a in s ta n te d e l m o d o m á s d e s v e rg o n z a d o . P re ­
c is a m e n te el p e q u e ñ o b u rg u é s , c u y o h o n r a d o tr a b a jo — a u n e n
e l c a s o d e q u e s ó lo s e a t r a b a j o d e s u s o fic ia le s y a p r e n d ic e s —
se v e c a d a d ía m á s d e s v a lo riz a d o p o r la c o m p e te n c ia d e la g ra n
in d u s tr ia y d e la s m á q u in a s ; p r e c is a m e n te e s te p e q u e ñ o p r o ­
d u c to r , d e b e a s p i r a r a l r e in a d o d e u n a s o c ie d a d e n la q u e e l
in te r c a m b io d e p r o d u c to s s e a , a l fin , u n a v e r d a d p le n a y a b s o ­
lu ta . E n o tr o s té r m in o s , d e b e a ñ o r a r u n a s o c ie d a d e n la q u e
a c t ú e e x c lu s iv a m e n te y s i n r e s t r i c c i o n e s la le y d e la p r o d u c ­
c ió n m e r c a n til, p e r o s u p r im id a s la s c o n d ic io n e s e n la s q u e e s a
le y p u e d e m a n te n e r s e e n v ig o r, e s d e c ir , la s le y e s r e s t a n t e s d e
la p r o d u c c ió n m e r c a n til y , m e jo r a ú n , d e la p r o d u c c ió n c a p i­
ta lis ta ..
E s ta u to p ía h a e c h a d o r a íc e s m u y p r o fu n d a s e n la m e n ta li­
d a d d e l p e q u e ñ o b u r g u é s m o d e rn o , r e a l o id e a l. L o p r u e b a e l
h e c h o d e q u e y a e n 1831 f u e d e s a r r o lla d a s is te m á tic a m e n te p o r
J o h n G ra y ; e n la d é c a d a d e l 3 0 s e h ic ie r o n e n I n g la te r r a e x p e ­
r im e n to s p a r a lle v a rla a la p r á c tic a y fu e a m p lia m e n te p r o p a ­
g a d a e n el te r r e n o d e la te o r ía . E n 1842 fu e p re c o n iz a d a c o m o
la v e r d a d m á s n u e v a p o r R o d b e r tu s e n A le m a n ia , y e n 1846 p o r
P ro u d h o n e n F ra n c ia ; e n 1871 f u e n u e v a m e n te p r o c la m a d a p o r
PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA 173

R o d b e r tu s c o m o s o lu c ió n d e l p r o b le m a s o c ia l y, a l m is m o tie m ­
p o , c o m o s u te s ta m e n to s o c ia l, y e n 188 4 v u e lv e a e n c o n tr a r
p a r tid a r io s e n tr e la p a n d illa d e a d v e n e d iz o s q u e p r e te n d e n u ti­
liz a r e l s o c ia lis m o p r u s ia n o d e e s ta d o , p a r a p e tá n d o s e t r a s e l
n o m b re d e R o d b e rtu s .
L a c r itic a d e e s ta u to p ía d ir ig id a p o r M a rx ta n to c o n tr a
P ro U d h o n c o m o c o n t r a G r a y (v é a s e e l a p é n d ic e d e e s te lib ro ),
e s ta n e x h a u s tiv a , q u a p u e d o lim ita rm e a h a c e r a q u í a lg u n a s
o b s e rv a c io n e s s o b r e la f o r m a e s p e c ífic a e n q u e R o d b e rtu s fu n ­
d a m e n tó y e x p u s o la u to p ía .
C o m o y a se h a d ic h o , R o d b e rtu s re c o g e la s d e fin ic io n e s e n
b o g a d e lo s c o n c e p t o s e c o n ó m ic o s t a l c o m o lo s h e r e d ó d e lo s
e c o n o m is ta s . N o r e a liz a e l m e n o r in te n to d e in v e s tig a rlo s . E l
v a lo r e s p a r a é l " la e v a lu a c ió n d e l o b je to e n s u re la c ió n c u a n ­
tita tiv a c o n lo s d e m á s o b je to s , c u a n d o e s ta e v a lu a c ió n se a d o p ta
c o m o m e d id a ” . E s ta d e fin ic ió n q u e , e x p re s á n d o n o s c o n s u a v i­
d a d , e s s u m a m e n te v a c u a , n o s d a e n e l m e jo r d e lo s c a s o s u n a
id e a a p r o x im a d a d e l v a lo r, p e r o n o n o s d ic e e n a b s o lu to q u é
e s e l v a lo r. Y c o m o e s to e s to d o lo q u e R o d b e rtu s p u e d e d e c ir ­
n o s a c e r c a d e l v a lo r, s e c o m p re n d e q u e b u s q u e la m e d id a d e l
v a lo r f u e r a d e l v a lo r. D e s p u é s d e c o n f u n d ir e n e l m a y o r d e ­
s o r d e n a lo l a r g o d e t r e i n t a p á g i n a s e l v a l o r d e u s o c o n e l v a ­
lo r d e c a m b io , d a n d o p r u e b a s d e u n a c a p a c id a d d e ra z o n a m ie n ­
to a b s t r a c t o q u e c a u s a i n f in ito a s o m b r o a A d o lp h W a g n e r , lle g a
a la c o n c lu s ió n d e q u e n o e x is te u n a m e d id a r e a l d e l v a lo r, r a ­
z ó n p o r la c u a l e s p r e c is o c o n fo rm a rs e c o n u n s u s titu to d e m e ­
d id a . C o m o ta l p o d r ía s e r v ir e l tr a b a jo , p e r o s ó lo e n el c a s o
d e q u e p r o d u c to s d e ig u a l c a n tid a d d e tr a b a jo se c a m b ia s e n
s ie m p r e p o r p r o d u c to s d e ig u a l c a n tid a d d e tr a b a jo , in d e p e n ­
d ie n te m e n te d e si “ e s to tie n e lu g a r d e m o d o e s p o n tá n e o o se
a p lic a n m e d id a s ” p a r a e llo . P o r c o n s ig u ie n te , e l v a lo r y e l t r a ­
b a jo s ig u e n c a r e c ie n d o d e to d o v ín c u lo re a l, a u n q u e e l p r im e r
c a p ítu lo e s té c o n s a g ra d o to ta lm e n te a e x p lic a r q u e la s m e r c a n ­
c ía s “c u e s ta n tr a b a jo " , y s ó lo tr a b a jo , y el p o rq u é .
R o d b e rtu s to m a ta m b ié n el c o n c e p to d e tr a b a jo s in d is c e r ­
n im ie n to , ta l c o m o f ig u r a e n lo s e c o n o m is ta s . E s m á s , s i b ie n
h a c e u n a b r e v e a lu s ió n a la s d if e re n c ia s e n la in te n s id a d d e l
tr a b a jo , c o n c ib e é s te e n s u a s p e c to m á s g e n e ra l c o m o a lg o q u e
“ p o s e e v a lo r " y , p o r c o n s ig u ie n te , m id e v a lo r, in d is tin ta m e n ­
te d e q u e e l tr a b a jo se e m p le e o n o e n c o n d ic io n e s s o c ia le s m e ­
d ia s y n o r m a le s . N o s e t r a t a e n e s a o b r a d e s i lo s p r o d u c to r e s
in v ie r te n d ie z d ía s o u n o s o lo e n la f a b ric a c ió n d e u n a r tíc u lo
174 APÉNDICES

q u e p u e d e s e r p r e p a r a d o e n u n d ía , d e s i e m p le a n m e jo r e s o
p e o re s in s tr u m e n to s , d e si a p ro v e c h a n s u tie m p o d e tr a b a jo
c o n e} f i n d e p r o d u c i r a r t í c u l o s s o c i a l m e n t e i n d i s p e n s a b l e s y
e n ia c a n tid a d n e c e s a r ia p a r a la s o c ie d a d o f a b r ic a n a r tíc u lo s
d e lo s q u e n o h a y d e m a n d a a lg u n a o a r t í c u l o s d e lo s q u e h a y
d e m a n d a , p e r o e n c a n tid a d m a y o r o m e n o r d e la r e q u e r id a ; d e
n a d a d e e s to s e t r a ta . E l tr a b a jo e s tr a b a jo y p r o d u c to s d e ig u a l
c a n tid a d d e tra b a jo d eb f i c a m b ia rs e u n o s p o r o tro s . R o d b e r-
tu s , s ie m p re d is p u e s to t n o tr a s c u e s tio n e s — v e n g a n o n o a
c u e n to — a c o lo c a rs e d e s d e el p u n to d e v is ta d e la n a c ió n e n
su , c o n ju n to y a e x a m in a r la s r e la c io n e s e n tr e lo s p r o d u c to r e s
d e s d e la s a l t u r a s d e l o b s e rv a to r io d e la s o c ie d a d g e n e ra l, e n
e s te c a s o lo e v ita te m e r o s a m e n te . Y e v ita h a c e r lo s e n c illa m e n te
p o r q u e d e s d e la p r im e r a lín e a d e s u lib r o c a e d e lle n o e n la
u to p ía d e lo s b o n o s d e tr a b a jo , y to d o a n á lis is d e la p r o p ie d a d
q u e e l t r a b a j o t i e n e d e c r e a r v a l o r s e m b r a r í a s u c a m i n o d e es*
e o lio s in f ra n q u e a b le s . E n e s te c a s o , s u in s tin to e r a b a s ta n te
m á s f u e r te q u e s u p o d e r d e a b s tra c c ió n , p o d e r q u e , d ic h o se a
d e p a s o , s ó lo s e p u e d e d e s c u b r ir e n R o d b e r tu s a c o n d ic ió n d e
p o s e e r u n a in d ig e n c ia m e n ta l m u y c o n c re ta .
E l tr á n s ito a la u to p ía e s o b r a d e u n in s ta n te . L a s “ m e d i­
d a s ” q u e g a r a n tiz a n el c a m b io d e la s m e r c a n c ía s p o r el v a lo r
d e l tr a b a jo c r is ta liz a d o e n e lla s , c o m o re g la a b s o lu ta , n o o f r e ­
c e n d if ic u lta d a lg u n a . O tro s u to p is ta s d e la m is m a te n d e n c ia ,
d e s d e G r a y h a s t a P r o u d h o n , s e e s t r u j a r o n lo s s e s o s p a r a lle ­
g a r e n s u s e lu c u b ra c io n e s a id e a r in s titu c io n e s p ú b lic a s e n ­
c a r g a d a s d e c u m p lir e s te c o m e tid o . A l m e n o s in te n ta r o n r e ­
s o lv e r la s c u e s tio n e s e c o n ó m ia s p o r v ía e c o n ó m ic a , f u n d á n d o s e
e n lo s a c to s d e lo s p r o p i o s d u e ñ o s d e m e r c a n c í a s q u e lle v a n
a e fe c to el c a m b io . R o d b e r tu s re s u e lv e el p r o b le m a d e u n m o d o
m u c h o m á s s im p le . C o m o v e r d a d e r o p r u s ia n o , a p e la a l e s ta ­
d o , s ie n d o lo s p o d e r e s p ú b lic o s lo s q u e d e c r e ta n la r e f o r m a .
A fo rtu n a d a m e n te , e l v a lo r q u e d a a s í “ e s ta b le c id o ” , p e r o n o
la p r i o r i d a d d e e llo , c o m o r e c la m a b a R o d b e r tu s . P o r e l c o n ­
tra rio , G ra y y B ra y — co m o g ra n c a n tid a d d e o tro s eco n o ­
m is ta s — re ite ra ro n m ucho a n te s q u e R o d b e rtu s e s a m is ­
m a id e a : e l d e s e o d e q u e s e a d o p ta r a n m e d id a s te n d ie n te s a
q u e lo s p r o d u c t o s s e c a m b i a s e n e x c lu s iv a m e n te , s i e m p r e y e n
to d a c irc u n s ta n c ia , p o r e l v a lo r d e l tr a b a jo m a te ria liz a d o en
e llo s .
U n a v e z q u e e l e s ta d o h a c o n s titu id o d e e s te m o d o e l v a lo r,
a l m e n o s d e u n a p o r c i ó n d e lo s p r o d u c t o s — R o d b e r t u s e s , p o r
PREFACIO A LA PRIMERA EDICION ALEMANA 175

o t r a p a r te , m o d e s to — , e m ite s u s b o n o s d e t r a b a j o y lo s p r e s t a
a lo s c a p ita lis ta s in d u s tr ia le s q u e p a g a n c o n e llo s a lo s o b r e ­
r o s , y e s to s ú l t i m o s c o m p r a n lo s p r o d u c t o s c o n lo s b o n o s d e
t r a b a jo o b te n id o s , r e in te g r a n d o d e ta l m a n e r a e l p a p e l m o n e ­
d a a s u p u n t o rd e p a r t i d a . D e b e m o s e s c u c h a r a l p r o p i o R o d b e r -
tu s p a r a v e r c u á n a d m ir a b le m e n te se v e r ific a to d o e s to :
“ P o r lo q u e a t a ñ e a la s e g u n d a c o n d ic ió n , la s m e d i d a s n e c e ­
s a r i a s p a r a q u e e n la c ir c u la c ió n - s e a n r e a lm e n te c o n s ig n a d o s
lo s v a lo r e s e n lo s b o n o s , c o n s is te n e n q u e só lo la s p e r s o n a s q u e
h a y a n p ro p o rc io n a d o re a lm e n te p ro d u c to s re c ib a n b o n o s c o n
la in d ic a c ió n e x a c ta d e la c a n tid a d d e tr a b a jo e m p le a d o e n la
f a b ric a c ió n d e e s to s p r o d u c to s . Q u ie n e n tr e g u e u n p r o d u c to
d e d o s d ía s d e tr a b a jo , d e b e r á r e c ib ir u n b o n o e n e l q u e fig u ­
r e n ‘d o s d í a s ’. O b s e r v a n d o r i g u r o s a m e n t e e s t a r e g l a a l e f e c ­
t u a r la s e m is io n e s , s e d e b e r á c u m p lir in d e f e c tib le m e n te e s ta
s e g u n d a c o n d ic ió n . C o m o , s e g ú n n u e s tr a p r e m is a , el v a lo r d e
lo s p r o d u c to s c o in c id e s ie m p r e c o n la c a n tid a d d e tr a b a jo e m ­
p le a d o e n s u fa b ric a c ió n , y e s ta c a n tid a d d e t r a b a jo s e m id e
p o r la s fra c c io n e s n a tu r a le s d e tie m p o in v e r tid o , la p e r s o n a
q u e e n tre g u e u n p r o d u c to e n e l q u e se h a y a n e m p le a d o d o s d ía s
d e tr a b a jo , si re c ib e u n b o n o d e d o s d ía s , se h a c e c o n u n c e r ti­
fic a d o o u n a a s ig n a c ió n d e u n v a lo r q u e n o e s n i m a y o r n i m e ­
n o r q u e e l r e a l m e n t e p r o d u c i d o . Y c o m o , a d e m á s , s ó lo r e c ib e
e s e c e rtific a d o q u ie n e fe c tiv a m e n te h a c re a d o u n p ro d u c to p a r a
la c irc u la c ió n , e s in d u d a b le ta m b ié n q u e e l v a lo r c o n s ig n a d o
e n el b o n o e x is te e n r e a lid a d p a r a la s a tis f a c c ió n d e la s n e c e s i­
d a d e s d e la so c ie d a d . S i se o b s e rv a e s tr ic ta m e n te e s ta re g la ,
la su m a de valor
p o r a m p lia q u e s e a la d iv is ió n d e l tr a b a jo ,
existente debe ser exactam ente igual a la su m a de valor regis­
trada en los bonos. Y c o m o l a s u m a d e l v a l o r c e r t i f i c a d o e s ,
a la v ez, la s u m a e x a c ta d e lo s b o n o s d is tr ib u id o s , la ú ltim a
su m a deberá coincidir necesariam ente con la cantidad de va­
lor existente, y todas las pretensiones serán satisfechas y liqui­
dadas de un m odo ju sto ” ( p p . 1 6 6 -1 6 7 ).
S i h a s ta a q u í R o d b e r tu s h a te n id o la d e s v e n tu r a d e lle g a r
s ie m p re ta r d e c o n su s d e s c u b rim ie n to s , e s ta vez, a l m e n o s , se
le p u e d e a t r i b u ir e l m é r ito d e una c ie r ta o r ig in a lid a d : n in g u ­
n o d e s u s c o m p e tid o re s se h a b ía a tre v id o a e x p r e s a r e n u n a
f o r m a ta n in f a n tilm e n te in g e n u a , ta n n ítid a y, p o r a s í d e c irlo ,
t a n v e r d a d e r a m e n te p o m e r a n ia n a to d a la e s to lid e z d e la u to ­
p ía d e lo s b o n o s d e tr a b a jo . C o m o c a d a b o n o c o r r e s p o n d e a
u n o b je to r e p re s e n ta tiv o d e v a lo r y , a s u v ez, c a d a o b je to d e
176 APÉNDICES

v a lo r e s e n tr e g a d o p r e v ia p r e s e n ta c ió n d e l r e s p e c tiv o b o n o , la
s u m a d e b o n o s d e b e s e r c u b ie r ta c o n s ta n te m e n te p o r la s u m a
d e o b je to s d e v a lo r; la s c u e n ta s se a ju s ta n s in q u e h a y a lu g a r
a l m e n o r r e m a n e n te , la c o in c id e n c ia e s h a s ta d e s e g u n d o s d e
t r a b a j o y n i u n s o lo c o n t a d o r d e la c a ja c e n t r a l d e la h a c ie n d a
p ú b lic a q u e h a y a e n c a n e c id o tr a s la r g o s a ñ o s d e s e rv ic io p o ­
d r á d e s c u b rir el m e n o r e r r o r d e c á lc u lo . ¿ Q u é m á s se p u e d e
p e d ir?
E n la m o d e r n a s o c ie d a d b u r g u e s a c a d a c a p ita lis ta in d u s ­
t r ia l p r o d u c e p o r s u c u e n ta y r ie s g o lo q u e q u ie r e , c o m o q u ie ­
r e y c u a n d o q u ie re . P e r o ig n o r a c o m p le ta m e n te la s n e c e s id a ­
d e s s o c ia le s , t a n t o c o n r e s p e c to a la c a l i d a d y e l g é n e r o d e lo s
a r tíc u lo s q u e se n e c e s ita n , c o m o e n c u a n to a s u c a n tid a d . L o
q u e h o y n o p u e d e s e r p r o d u c id o c o n la c e le r id a d d e b id a , m a ­
ñ a n a p u e d e s e r o f r e c id o e n c a n tid a d e s m u y s u p e r io r e s a la s
n e c e s a r ia s . S in e m b a r g o , d e u n o y o t r o m o d o , b ie n o m a l, la s
n e c e s id a d e s s o n s a tis f e c h a s e n d e f in itiv a y la p r o d u c c ió n se
e n c a r r i la e n g e n e r a l h a c i a lo s a r t í c u l o s q u e s e p r e c is a n . ¿ C ó m o
se re s u e lv e e s ta c o n tr a d ic c ió n ? P o r m e d io d e la c o m p e te n c ia .
¿Y c ó m o c o n s ig u e r e s o lv e r la la c o m p e te n c ia ? O b lig a n d o s im ­
p le y lla n a m e n te a q u e lo s p r e c io s d e la s m e r c a n c ía s n o a d e ­
c u a d a s e n u n m o m e n to d a d o p o r s u c la s e o p o r s u c a n tid a d
a la s n e c e s id a d e s d e la so c ie d a d d e s c ie n d a n p o r d e b a jo d e l v a ­
lo r d e l tr a b a jo m a te r ia liz a d o e n e lla s ; la c o m p e te n c ia h a c e s e n ­
t i r a lo s p r o d u c t o r e s , p o r e s t a v ía i n d i r e c t a , q u e s u s a r t í c u l o s
n o s o n n e c e s a rio s o q u e lo so n p e r o q u e h a n s id o p r o d u c id o s
e n u n a c a n tid a d s u p e r i o r a la r e q u e r id a , e n d e m a s ía . D e a q u í
se d e r iv a n d o s d e d u c c io n e s :
P rim e r o : q u e la s c o n tin u a s d e s v ia c io n e s d e lo s p r e c io s d e
la s m e r c a n c ía s c o n r e s p e c to a s u s v a lo r e s c o n s titu y e n la c o n ­
d ic ió n n e c e s a r ia e n v i r tu d d e la c u a l, y s ó lo p o r e lla , p u e d e m a ­
n if e s ta r s e e l p r o p io v a lo r d e la m e r c a n c ía . S ó lo g ra c ia s a la s
o s c ila c io n e s d e la c o m p e t e n c i a , y p o r e llo d e lo s p r e c i o s d e la s
m e r c a n c ía s , s e a b r e p a s o la le y d e l v a l o r d e la p r o d u c c ió n m e r -
c a n til y s e t r a n s f o r m a e n u n a r e a lid a d la d e te r m in a c ió n d e l
v a lo r d e la m e r c a n c ía p o r e l tie m p o d e tr a b a jo s o c ia lm e n te in ­
d is p e n s a b le . Y a u n c u a n d o la f o rm a d e m a n if e s ta c ió n d e l v a ­
lo r — e l p r e c io — s e a p o r lo c o m ú n a lg o d is tin ta d e l v a lo r q u e
e lla m a n if ie s ta , e n ta l c a s o e l v a lo r s ig u e la s u e r t e d e la m a y o ­
r í a d e la s r e la c io n e s s o c ia le s . T a m b ié n e l m o n a r c a e s la m a y o r
p a r t e d e la s v e c e s c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t o d e la m o n a r q u í a q u e
él r e p re s e n ta . P o r e so , e n u n a so c ie d a d d e p r o d u c to r e s q u e in ­
PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA 177

te r c a m b ia n s u s m e r c a n c ía s , q u e r e r e s ta b le c e r la d e te r m in a ­
c ió n d e l v a lo r p o r e l tie m p o d e tra b a jo , p ro h ib ie n d o q u e la c o m ­
p e te n c ia re a lic e e s ta d e te rm in a c ió n d e l v a lo r m e d ia n te la
p r e s ió n s o b r e lo s p r e c io s , e s d e c ir , p o r e l ú n ic o c a m in o p o r e l
q u e p u e d e s e r lo g ra d o , s ó lo s ig n if ic a d e m o s tr a r q u e , a l m e n o s
e n e s te te r r e n o , se a d o le c e d e l h a b i t u a l m e n o s p r e c io d e lo s u t o ­
p i s ta s p o r la s le y e s e c o n ó m ic a s .
S e g u n d o : e n u n a s o c ie d a d d e p r o d u c to re s q u e in te rc a m b ia n
s u s m e r c a n c í a s , l a c o m p e t e n c i a p o n e e n a c c i ó n la le y d e l v a ­
lo r in h e r e n te a la p r o d u c c ió n m e rc a n til, in s ta u r a n d o a s í u n a
o r g a n iz a c ió n y u n o r d e n d e la p r o d u c c ió n s o c ia l q u e s o n lo s
ú n ic o s p o s ib le s e n la s c ir c u n s ta n c ia s d a d a s . S ó lo la d e s v á lo ri-
z a c ió n y e l e n c a r e c im ie n to e x c e s iv o d e lo s p r o d u c t o s m u e s tr a n
d e m o d o ta n g ib le a lo s d if e r e n te s p r o d u c t o r e s q u é y c u á n to se
n e c e s ita p a r a la s o c ie d a d y q u é n o s e n e c e s ita . P u e s b ie n , e s te
r e g u la d o r ú n ic o e s p r e c is a m e n te e l q u e la u to p ía r e p r e s e n ta ­
d a ta m b ié n p o r R o d b e rtu s q u ie re s u p r im ir. Y si p re g u n ta m o s
a h o ra q u é g a ra n tía s h a y d e q u e c a d a a rtíc u lo s e r á p ro d u c id o
e n la c a n tid a d n e c e s a r ia y n o e n u n a c a n tid a d m a y o r , q u é g a ­
r a n tía s h a y d e q u e n o h a b re m o s d e s e n tir n e c e s id a d d e p a n y
d e c a r n e m ie n tra s n o s v e m o s a p la s ta d o s p o r m o n to n e s d e a z ú ­
c a r d e re m o la c h a y n a d a n d o e n to r r e n te s d e a g u a r d ie n te d e
p a ta ta , o d e q u e n o s u frire m o s e s c a se z d e p a n ta lo n e s p a r a c u ­
b r i r n u e s t r a s d e s n u d e c e s , m i e n t r a s a b u n d a n a m illo n e s lo s b o ­
to n e s p a r a ta le s p r e n d a s , R o d b e r tu s n o s r e m itir á s o le m n e a
s u fa m o s o a ju s te d e c u e n ta s , e l c u a l in d ic a q u e p o r c a d a lib ra
s o b r a n te d e a z ú c a r, p o r c a d a b a r r il d e a g u a r d ie n te n o v e n d i­
d o , p o r c a d a b o t ó n n o c o s id o a lo s p a n t a l o n e s , s e h a e n t r e g a d o
u n b o n o e x a c to , a ju s te d e c u e n ta s e n e l q u e to d o c o in c id e a la
p e r fe c c ió n y m e r c e d a l c u a l “ to d a s la s p r e te n s io n e s s e r á n s a ­
tis f e c h a s y liq u id a d a s - d e u n m o d o j u s t o ” . Y q u ie n n o lo c r e a
p u e d e d ir ig ir s e a l c o n ta b le x d e la c a ja c e n tr a l d e la h a c ie n d a
p ú b lic a d e P o m e ra n ia , q u e h a c o m p r o b a d o la s c u e n ta s , la s h a
e n c o n tr a d o e n re g la y m e r e c e p le n a c o n fia n z a c o m o h o m b re
q u e n i u n a s o la v e z in c u r r ió e n u n e r r o r d e c a ja .
F ije m o s a h o r a la a te n c ió n e n la in g e n u id a d c o n q u e R o d b e r ­
t u s p ie n s a s u p r im ir c o n s u u to p ía la s c r is is c o m e r c ia le s e in ­
d u s tr ia le s . C u a n d o la p r o d u c c ió n m e r c a n til a lc a n z a la s d im e n ­
sio n e s d e l m e r c a d o u n iv e r s a l, la c o r r e s p o n d e n c ia e n tr e la
p r o d u c c ió n d e lo s d i f e r e n t e s p r o d u c t o r e s , g u ia d o s p o r s u s c á l ­
c u lo s p a r tic u la r e s , y e l m e rc a d o , p a r a e l c u a l p ro d u c e n , m á s
o m e n o s d e s c o n o c id o p a r a e llo s e n lo q u e r e s p e c ta a la c a n ti­
178 APENDICES

d a d y a la c a lid a d d e la s n e c e s id a d e s d e l m is m o , se e s ta b le c e
p o r m e d io d e u n a te m p e s ta d e n el m e r c a d o m u n d ia l, p o r m e ­
d io d é la c r i s i s c o m e r c ia l. Im p e d ir, q u e la c o m p e te n c ia h a g a
s a b e r a lo s d if e r e n te s p r o d u c to r e s el e s ta d o d e l m e r c a d o m u n ­
d ia l m e d ia n te e l a lz a y e l d e s c e n s o d e lo s p r e c io s , e q u iv a le a
c e r r a r l e lo s o jo s . O r g a n iz a r la p r o d u c c ió n d e m e r c a n c ía s d e
m o d o q u e lo s p r o d u c to r e s n o p u e d a n c o n o c e r e n a b s o lu to la
s itu a c ió n d e l m e r c a d o p a r a e l q u e p r o d u c e n , e s , d e s d e lu e g o ,
u n a p a n a c e a p a r a la e n f e r m e d a d d e la s c r is is q u e p o d r ía e n v i­
d ia r a R o d b e rtu s e l p ro p io d o c to r E is e n b a rt.
A h o ra se c o m p re n d e p o r q u é R o d b e rtu s d e te r m in a el v a lo r
d e la m e r c a n c ía s im p le m e n te p o r e l " tr a b a jo ” , a d m itie n d o
c u a n t o m á s d i s t i n t o s g r a d o s d e in te n s id a c } d e l m i s m o . S i h u ­
b ie s e in v e s tig a d o p o r m e d io d e q u é y c ó m o e l tr a b a jo c r e a y,
p o r lo ta n to , d e te r m in a y m id e e l v a lo r , h a b r ía lle g a d o a l t r a ­
b a jo s o c ia lm e n te in d is p e n s a b le : in d is p e n s a b le p a r a c a d a p r o ­
d u c to ta n to e n r e la c ió n c o n o tr o s p r o d u c to s d e la m is m a c la s e
c o m o r e s p e c t o a l a d e m a n d a d e t o d a l a s o c ie d a d . E s t o le h a ­
b r ía c o n d u c id o a e x a m in a r c ó m o se a d a p ta la p r o d u c c ió n d e
lo s d if e r e n te s p r o d u c to r e s d e m e r c a n c ía s a to d a la d e m a n d a
s o c ia l y, a la v ez, h a b r ía h e c h o im p o s ib le s u u to p ía . E s ta v ez
h a p re fe rid o re a lm e n te “ a b s tra e r s e ” , y " a b s tr a e r s e ” n i m á s n i
m e n o s q u e a p a r tá n d o s e d e la e s e n c ia m is m a d e l p ro b le m a .
P a se m o s p o r ú ltim o a l p u n to e n q u e R o d b e rtu s n o s o fre c e
a lg o e f e c tiv a m e n te n u e v o , a lg o q u e le d is tin g u e d e to d o s s u s
n u m e r o s o s c o r re lig io n a r io s , p a r tid a r io s d e o r g a n iz a r la e c o ­
n o m ía m e r c a n til c o n a y u d a d e lo s b o n o s d e tr a b a j o . T o d o s e llo s
p r e c o n iz a n e s ta o rg a n iz a c ió n d e l in te r c a m b io c o n e l fin d e a b o ­
lir la e x p lo ta c ió n d e l tr a b a jo a s a la r ia d o p o r e l c a p ita l. C a d a
p ro d u c to r d e b e re c ib ir ín te g ra m e n te el v a lo r d e l tra b a jo m a ­
te ria liz a d o e n s u p r o d u c to . E n e s to e s tá n d e a c u e r d o to d o s, d e s ­
d e G ra y h a s ta P ro u d h o n . P e ro R o d b e rtu s re p lic a : e l tr a b a jo a s a ­
la r ia d o y la e x p lo ta c ió n d e l m is m o d e b e n s e g u ir s u b s is tie n d o .
E n p r im e r té r m in o , c u a lq u ie r a q u e s e a la s o c ie d a d q u e c o n ­
c ib a m o s , el o b r e r o n o p u e d e r e c ib ir p a r a el c o n s u m o el v a lo r
ín te g r o d e s u p ro d u c to ; e l fo n d o p r o d u c id o d e b e r á s u b v e n ir
s ie m p r e a lo s g a s to s d e d iv e r s a s f u n c io n e s im p r o d u c tiv a s e n
e l s e n tid o e c o n ó m ic o p e r o n e c e s a r ia s , y , p o r c o n s ig u ie n te , a
lo s g a s to s d e m a n t e n i m i e n t o d e la s p e r s o n a s e n c a r g a d a s d e d i­
c h a s f u n c io n e s . E s to e s c ie r to ú n ic a m e n te m i e n t r a s e x is ta la
a c tu a l d iv is ió n d e l tr a b a jo . E n u n a s o c ie d a d e n la q u e se e n ­
tr o n ic e e l t r a b a jo p r o d u c tiv o o b lig a to rio p a r a to d o s — y u n a
PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA 179

s o c ie d a d a s í e s ta m b ié n " c o n c e b ib le ” — , e s o y a n o c u e n ta . P e ro
c o n tin u a r á n s ie n d o n e c e s a r io s u n fo n d o s p c ia l d e r e s e r v a y u n
f o n d o d e a c u m u la c ió n , p o r lo q u e e n to n c e s lo s tr a b a ja d o r e s ,
e s d e c ir , t o d o s lo s m i e m b r o s d e l a s o c ie d a d , p o s e e r á n y d i s ­
f r u t a r á n c ie r ta m e n te to d o s u p r o d u c to , p e r o c a d a u n o p o r s e ­
p a r a d o n o d is f r u t a r á e l " p r o d u c to ín te g r o d e l tr a b a j o ” . O tro s
u to p is ta s d e lo s b o n o s d e tr a b a jo ta m p o c o h a n p e r d id o d e v is ­
t a lo s g a s to s a d e s c o n ta r d e l p r o d u c to d e l tr a b a j o p a r a la s f u n ­
c io n e s e c o n ó m ic a m e n te im p ro d u c tiv a s . P e ro d e ja n a l a r b itr io
d e lo s m is m o s o b r e r o s la a u to im p o s ic ió n d e la s c a r g a s f is c a ­
le s p a r a e s te f in s ig u ie n d o lo s p r o c e d im ie n to s d e m o c rá tic o s ·
h a b itu a le s , e n ta n to q u e R o d b e rtu s , q u e id e ó s u r e f o r m a so ­
c ia l e n 1842 a ju s tá n d o s e e s tr ic ta m e n te a l e s ta d o p r u s ia n o d e
e n to n c e s , c o n fía e s ta ta r e a a la b u r o c ra c ia , q u e d e s d e la s a ltu ­
r a s d e t e r m i n a y c o n c e d e b e n e v o l e n t e a l o b r e r o l a p a r t e q u e le
c o rre s p o n d e d e su p ro p io p ro d u c to .
E n s e g u n d o té r m in o , la r e n ta d e la tie r r a y la g a n a n c ia d e ­
b e n q u e d a r ig u a l m e n t e i n t a c t a s . P u e s , c o m o d ic e n , lo s t e r r a ­
te n ie n te s y lo s c a p ita lis ta s in d u s tr ia le s ta m b ié n c u m p le n d e ­
te r m in a d a s f u n c io n e s s o c ia lm e n te ú tile s y h a s ta n e c e s a r ia s ,
a u n q u e d e s d e e l p u n to d e v is ta e c o n ó m ic o s e a n im p ro d u c ti­
v a s , y b a jo la f o r m a d e r e n t a d e la t i e r r a y d e g a n a n c ia re c ib e n
p o r e llo u n a e s p e c ie d e r e tr ib u c ió n . C o m o se s a b e , e s te c r ite ­
rio n o e r a n u e v o n i s iq u ie r a e n 1842. P ro p ia m e n te h a b la n d o ,
lo s t e r r a te n ie n te s y lo s c a p ita lis ta s in d u s tr ia le s r e c ib e n h o y
d e m a s ia d o p o r lo p o c o q u e h a c e n , q u e a d e m á s h a c e n b a s ta n te
m a l, p e r o R o d b e r tu s n e c e s ita u n a c la s e p r iv ile g ia d a p o r lo m e ­
n o s p a r a lo s p r ó x im o s q u in ie n to s a ñ o s , r a z ó n p o r la c u a l la p r e ­
s e n te ta s a d e p lu s v a lo r , h a b la n d o c o n e x a c titu d , d e b e s u b s is ­
t i r p e r o n o a u m e n ta r . R o d b e rtu s f ija e s ta ta s a m o d e r n a d e
p lu s v a lo r e n e l 2 0 0 % , e s d e c ir, p o r u n tr a b a jo d ia r io d e d o c e
h o r a s s e le s e n t r e g a r á a lo s o b r e r o s y a n o b o n o s d e d o c e h o r a s
s in o ta n s o lo d e c u a tr o , y e l v a lo r p r o d u c id o e n la s o c h o h o ­
ra s re s ta n te s d e b e rá r e p a r tir s e e n tre e l p ro p ie ta rio te rrito ria l
y e l c a p ita lis ta . P o r c o n s ig u ie n te , lo s b o n o s d e t r a b a j o d e R o d ­
b e r tu s s o n u n e n g a ñ o . E s p r e c is o s e r d u e ñ o d e f in c a s s e ñ o ria ­
le s e n P o m e r a n ia p a r a p e n s a r q u e la c la s e o b r e r a p u e d a c o n ­
fo rm a rs e c o n tr a b a ja r d o c e h o ra s y re c ib ir b o n o s p o r c u a tro
h o ra s . T ra d u c ie n d o el tr u c o d e la p ro d u c c ió n c a p ita lis ta a e s te
le n g u a je in g e n u o , a p a r e c e c o m o u n r o b o d e s c a r a d o y s e h a c e
im p o s ib le . C a d a b o n o e n tr e g a d o a l o b r e r o s e r ía u n lla m a m ie n to
d ir e c to a la in s u r r e c c ió n y q u e d a r ía in c u r s o e n e l a r tíc u lo 110
180 APÉNDICES

d e l c ó d ig o p e n a l d e l im p e r io g e rm a n o . H a c e f a lta s e r u n h o m ­
b r e q u e n o h a y a v is to ja m á s o t r o p r o le ta r ia d o q u e lo s jo r n a le ­
r o s s e m is ie r v o s d e la s p o s e s io n e s s e ñ o r ia le s d e P o m e r a n ia , d o n ­
d e r e in a n e l lá tig o y e l p a lo y d o n d e to d a s la s m u je r e s h e rm o s a s
d e la a ld e a fo rm a n p a r te d e l h a ré n d e l s e ñ o r, p a r a p e n s a r q u e
s e p u e d e h a c e r a lo s o b r e r o s e s ta s c ín ic a s p r o p u e s ta s . N u e s ­
tr o s c o n s e rv a d o re s so n c a b a lm e n te n u e s tr o s m a y o re s re v o lu ­
c io n a rio s .
M a s s i n u e s t r o s o b r e r o s s o n lo s u f i c i e n t e m e n t e d ó c i l e s c o m o
p a r a d e ja rs e c o n v e n c e r d e q u e e n d o c e h o ra s d e ru d a la b o r no
h a n tra b a ja d o e n re a lid a d m á s q u e c u a tr o h o ra s, e n re c o m p e n ­
s a s e le s g a r a n tiz a p o r lo s s ig lo s d e lo s s ig lo s q u e s u p a r tic ip a ­
c ió n e n s u p r o p io p r o d u c to n u n c a s e r á in f e r io r a u n te rc io . E s to
n o es o tr a c o s a q u e m ú s ic a d e l fu tu ro , in te r p re ta d a c o n u n a
t r o m p e t a d e j u g u e t e y d e l a q u e n o v a l e l a p e n a o c u p a r s e . A s í,
p u e s , to d o lo n u e v o q u e R o d b e r t u s h a a p o r t a d o a l a u t o p í a d e l
c a m b io m e d ia n te lo s b o n o s d e t r a b a jo , e s in f a n tilis m o p u r o y
p o r s u s ig n if ic a c ió n q u e d a m u y p o r d e b a j o d e to d o lo q u e h a n
e s c r i t o s u s n u m e r o s o s c o l e g a s a n t e s y d e s p u é s d e é l.
E n e l m o m e n t o e n q u e v io l a lu z e l t r a b a j o d e R o d b e r t u s Zur
E rken n tn is, e tc ., f u e s in d u d a u n l i b r o n o t a b l e . S u d e s a r r o l l o
d e la te o r ía r ic a r d ia n a d e l v a lo r c o n s titu ía , e n u n s e n tid o , u n
c o m ie n z o m u y p r o m e te d o r . A u n q u e e s e d e s a r r o llo s ó lo e r a n u e ­
v o p a r a é l y p a r a A le m a n ia , e n g e n e r a l e s tá a la m is m a a l t u r a
q u e la s o b r a s d e s u s m e jo r e s p r e d e c e s o r e s in g le s e s . P e r o e s to
n o e r a s in o e l c o m ie n z o , a p a r t i r d e l c u a l s e p o d ía c o n tr ib u ir
c o n u n a p o r te e fe c tiv o a la te o r ía ú n ic a m e n te a b a s e d e u n u l­
te r i o r tr a b a jo f u n d a m e n ta l y c r ític o . E s ta v ía p o s te r io r s e la
c e r r ó é l m is m o , c u a n d o d e s d e e l p r im e r m o m e n to s e d e d ic ó
a d e s a r r o lla r la te o r ía d e R ic a rd o e n o tr o s e n tid o , e n e l d e la
a u s e n c ia d e u n c r ite r io p r e c o n c e b id o . A n te s h a b ía tr a b a ja d o
s in a t a d u r a s q u e le lig a s e n a u n o b je tiv o tr a z a d o p r e v ia m e n te ,
p e r o lu e g o s e c o n v ir tió e n u n é c o n o m is ta te n d e n c io s o . U n a v ez
p ris io n e ro d e s u u to p ía , se p riv ó d e to d a p o s ib ilid a d d e p r o ­
g r e s o c ie n tífic o . D e s d e 1842 h a s ta e l f in d e s u s d ía s , R o d b e r ­
tu s n o h a c e o tr a c o s a q u e d a r v u e lta s y m á s v u e lta s e n to m o
a lo m is m o , r e p ite s in c e s a r la s m is m a s id e a s e x p r e s a d a s o
a p u n ta d a s y a e n s u p r im e r a o b r a , se s ie n te in c o m p r e n d id o , se
v e s a q u e a d o d o n d e n a d a h a b ía q u e s a q u e a r y , p o r ú ltim o , n o
s in in te n c ió n , s e n ie g a a c o m p r e n d e r q u e h a v u e lto a d e s c u ­
b r i r lo q u e e n r e a l i d a d e s t a b a y a d e s c u b i e r t o h a c í a m u c h o
tie m p o .
PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN ALEMANA 181

E n a lg u n o s lu g a re s , la tr a d u c c ió n a le m a n a s e d if e re n c ia d e l
o rig in a l f ra n c é s im p re s o . E s to o b e d e c e a la s e n m ie n d a s h e c h a s
p o r M a rx d e s u p u ñ o y le tr a , e n m ie n d a s q u e ta m b ié n s e r á n in ­
tr o d u c id a s e n la n u e v a e d ic ió n f ra n c e s a .
N o e s p r e c is o lla m a r la a te n c ió n d e lo s le c to r e s s o b r e e l h e ­
c h o d e q u e lo s té r m in o s e m p le a d o s e n e s ta o b r a n o c o in c id e n
d e l to d o c o n la te r m in o lo g ía d e
E l capital. P o r e j e m p l o , e n v e z
de fuerza d é t r a b a j o (A rbeitskraft ), e n e s t e l i b r o s e h a b l a t o d a ­
v í a d e trabajó {Arbeit) c o m o m e r c a n c í a , d e l a c p m p r a y v e n t a
d e tra b a jo .
C o m o c o m p le m e n to d e la p r e s e n te e d ic ió n [a le m a n a ] fig u ­
r a n : 1] u n f r a g m e n t o d e l a o b r a d e . M a r x C ontribución a la crí­
tica de la econom ía política, B e rlín , 1859, s o b r e laprim era u t o ­
p ía d e l in te rc a m b io m e d ia n te b o n o s d e tra b a jo , id e a d a p o r J o h n
G r a y , y 2] la t r a d u c c i ó n d e l d i s c u r s o d e M a r x s o b r e e l l i b r e in ­
t e r c a m b i o , p r o n u n c i a d o e n B r u s e l a s (1 8 4 8 ), q u e s e r e m o n t a a l
m is m o p e r io d o d e l d e s a r r o llo d e M a rx a l q u e p e r te n e c e la
Miseria.

Londres, 23 de octubre de 1884.

FRIEDRICH ENGELS
7. PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN ALEMANA

C o n m o tiv o d e la s e g u n d a e d ic ió n , d e b o lim ita r m e a d e c ir q u e


e l n o m b r e d e H o p k i n s [1 ], d a d o e q u i v o c a d a m e n t e e n e l t e x t o
f ra n c é s , h a s id o s u s titu id o p o r e l n o m b r e v e r d a d e r o d e H o d g s-
k in ; ta m b ié n h a s id o c o r r e g id o e l a ñ o d e la e d ic ió n d e l lib r o
d e W illia m T h o m p s o n , q u e fu e e l d e 1824. A h o ra c o n fia m o s e n
q u e la c o n c ie n c ia b ib lio g r á f ic a d e l p r o f e s o r A n tó n M e n g e r q u e ­
d a r á tra n q u ila . v

L ondres, 29 de m arzo de 1892. ; y i.

,.
FR IE D R iéÜ ¿N O E L S
5

[1821
N O T A S Y A C L A R A C IO N E S
MISERIA DE LA FILOSOFÍA

N.B.: Las referen cias a la o b ra que critic a M arx se basan en la sig u ien te edición:
Œ u vres com plètes de P.·]. P roudhon. N ouvelle édition. Systèm e des contradic­
tions économ iques ou Philosophie de la m isère, Intro d u cció n y n o ta s de R. Pi­
card , 2 vols« P arís, M. R ivière, 1923. T ítulo abreviado: ed. 1923.
A cerca d e la P rem ier m ém o ire so b re la pro p ied ad (1840), hem os tom ado la
m ism a edición: Q u’est-ce que la propriété? ou Recherches su r le principe du droit
et d u gouvern em ent, P aris, 1926, pp. 119-347. (El texto va preced id o en este vo­
lum en p o r De la célébration du dim anche, pp. 31 ss.)

[1] M arx se dice aquí alem án y econom ista, p e ro m ás ad elan te e sc rib irá que
P roudhon "n o s fuçrza a re c o b ra r n u e s tra condición de alem án a p esar n u e s tro ”
y que "lo s econom istas son los re p re sen tan tes científicos de la clase b u rg u e sa ” .
V éase pp. 63 y 81.

[2] E sta cita se com pone de tres p asajes p rocedentes de tre s p á rra fo s distintos.
Es M arx q uien subraya.

[3] De hecho, P roudhon escribió: "S uponer a Dios —se d irá — es negarlo.” Y, m ás
ad elan te, él m ism o se explica: "D iré p u es cóm o, al e stu d ia r en el silencio de mi
corazón y lejos de toda consideración hum ana, el m isterio de las revoluciones
sociales, Dios, el g ran D esconocido, se volvió p a r a m í en u n a hipótesis, q uiero
d ecir en un in stru m e n to dialéctico.” E n el tra n sc u rso del prólogo P roudhon ob­
se rv a rá todavía "cóm o, en u n lib ro de econom ía p olítica", tuvo que p a r tir de
"la h ip ó tesis fu nd am en tal de toda filosofía" y a lu d irá a sus M ém oires sobre la
pro p ied ad . E n efecto, desde la P rem ier m ém oire (1840) ya h a b ía a b o rd a d o este
problem a a la m anera de Ludwig Feuerbach: "La hum anidad cree que Dios existe;
p ero ¿en qué cree a l c re e r en D ios? E n u n a p alab ra, ¿qué es D ios?” (ed. 1926,
p. 141). M arx olvida, y volverá a olvidarlo, la adm iración e n tu s ia sta de que h a ­
bía d ad o m u estras, trçs años antes, an te el a u to r y su P rem ier m ém oire sobre
la p ro p ied ad , "m an ifiesto científico del p ro le ta ria d o fran c és" (cf. La sagrada fa­
m ilia, en W erke, vol. ti, p. 43). El 30 de octu b re de 1846, P ro u d h o n a n o ta rá en
un cu ad ern o de apuntes: "La ciencia económ ica abroga la religión" (Carnets, ed.
R ivière, vol. I, 1960, p. 366). E ste aforism o ex p resa p erfe ctam en te el sen tid o de
la ''h ip ó te s is" p ro u d h o n ian a.

[4] E sta req u isito ria co n tra el d in ero se en cu en tra ya en La cuestión judía y en
los m anuscritos,parisienses (1844); volveremos a encontrarla incorporada al aná­
lisis teó rico de E l capital.

[5] P roudhon n o ha olvidado este asp ecto del problem a, ya que da varios ejem ­
plos p a ra ilu s tr a r los efectos n efasto s de la abundancia sobre los m ercados (cf.
P roudhon, op. cit.. ed. 1923, t. I, pp. 97 ss).
Al fenóm eno señalado por M arx —escasez artificial de p ro d u cto s con el fin

[185]
186 NOTAS Y ACLARACIONES

de m an ten er los precios en el nivel deseado de ren tab ilid a d — se le conoce con
el n o m b re de "m altu sian ism o económ ico", p a rtic u la rm e n te en el dom inio de la
producción agrícola. Puede c ita rse com o ejem plo a E stados Unidos. Se dice, en
estu d io s,co n sid erad o s auto rizad o s, que 120 m illones de h ectáreas de tie rra a r a ­
ble y de pastos h an sido d e stru id a s (o no se ha hecho n ada po r salvarlas de la
erosión): es decir, diez veces la superficie productiva del R eino Unido.
El títu lo dado p o r M arx ("H istoria del com ercio” ) p arece a p u n ta r a Adam
A nderson, a u to r de <4« histórica! a n d chronological déduction o f the origin ó f
com m erce from the eartiesl accóunts to the present ti m e ..., vols. I II, Londres,
1801. Pair lo m enos ta l e s la indicación de M EGA, vol. vt, p. 691 (reg istro de títu ­
los). P ero ¿e s es to exacto? O tro A nderson ap a re c e en los cuadernos de estudio
de M arx: Jam es A nderson, a u to r de A calm investigation o f the circum stances
th a t have le d to the pre sen t scarcity o f grain in B r ita in .. L ondres, 1801. M arx
copió pasajes de e s ta o b ra d u ra n te su breve viaje a M anchester, en julio de 1845
(cf. M EGA, vol. v i, p. 601). Se cita y com enta a ja m e * A nderson en las Teorías
sobre el plusvalor (ed. Dietz, Vol. II, ffp. 110-114). M arx pudo co n fu n d ir a los dos
A nderson, Jam es y Adam. De este últim o no en co n tram o s ningún ra s tro en los
c u ad ern o s de lectu ra, p ero se le c ita rá e n E l capital, libro III, p. 426, con el m is­
m o título, im preciso, que en las Teorías: History o f com m erce (1764). Cita de nuevo
a Jam es A nderson en la p. 797.

[6] E ste juicio fue sistem atizad o p o r el Sociólogo norteam erica n o T horstein Ve-
blen en su céleb re o b ra La teoría de la clase ociosa (1899).

[7] E sta tesis se rá retom ada y am pliada en las Teorías sobre el plusvalor en rela­
ción con la cuestión del trab ajo productivo e im productivo. M arx esboza ahí una
sociología de las profesiones bajo el régim en capitalista (cf. T heorien..., ed. Dietz,
t. I, 1956, pp. 115-376).

[8] M arx olvida todo el p rim e r cap ítu lo del S ystèm e des contradictions, in ti­
tulado: "D e la science économ ique” . E ncontram os ahí, sin em bargo, ideas que
rea p a re c e rá n en s u obra, o que form uló e n esc rito s an terio res; en este caso,
P ro u d h o n p o d ría h ab erlas oído en boca de M arx, en el tra n sc u rso del otoño d e
1844. P or lo que resp ec ta a la econom ía política, ese "código de la ru tin a inmé-
m o rial de la p ro p ie d a d ” (i, p. 66); a "la fisiología de la riqueza. . . la p ráctica o r­
ganizada del ro b o y de la m ise ria ” (I, p. 67); al socialism o, que "opone al princi­
pio de p ro p ied ad el de asociación” (i, p. 68), y los socialistas, que 'apelan
exclusivam ente a la ciencia” (i, p. 69); a la posibilidad de una ciencia social,*"Co­
nocim iento razonado y sistem ático, no de lo q u e fue la sociedad, ni de k> qu e
se rá, sino de lo que es en toda sú vida, es d ecir en el co njunto de sus m an ifesta­
ciones su cesiv as" (i, p. 73). P roudhon p re sta su plu m a al pro p io pensam iento
del M arx de 1844; “El socialism o no es nada sin una c rític a p ro fu n d a y un desa­
rro llo incesante de la econom ía política” (I, p. 76), y a su m étodo: “ El gobierno
de la sociedad debe ap ren d erse, ya no en un a ideología hueca, a la m an era de
E l contrato social, sino, com o lo vislum bró M ontesquieu, en la relación de las
cosas" (I, p. 86); no ignora la fuente del plusvalor (pp. 77, 123). Antes de que Marx
haya pensado e n ello, a b o rd a su objeto m ed ian te el tem a que s e rá igualm ente
el p rim e r tem a de E l capital: el valor, que "in d ica Una relación esencialm ente
social" (I, p. 91), y esta relación se m ide según u n a "le y ” y un ’'p rin cip io ” (I, p.
106). In siste todavía en "la an tin o m ia” del v alo r de cam bio y del v alo r de uso
(pp. 106 ss), en el excedente de trabajo (I, p. 122), en ”el derecho constitucional,
MISERIA DE LA FILOSOFIA 187

que todos adquiridnos p o r la revolución, de ro b a r al p ró jim o ” (i, p. 123), en la


existencia en la sociedad "de estad o s que se aprovechan y o tro s que languide­
cen " (i, p. 127). Finalm ente: "E l e r ro r del socialism o ha sido h a s ta ah o ra perpe­
tu a r la fan tasía religiosa lanzándose a un p o rv en ir fan tástico en lu g ar de c a p ta r
Ja re a lid a d que lo o p rim e " (i, p. 134). Vemos así que M arx, desde el principio,
estab a de acu erd o con P roudhon en un cierto nú m ero de puntos fundam entales.

[9] En la lista d e “ N otas y cam b io s” qu e d estin a b a a una nueva edición fran c esa
de la M iseria ..., Engels añ ad ió en este lugar la frase siguiente: "E n Ricardo,
el v alo r relativ o es el v alo r exp resad o en n u m erario ." No fig u ra en la edición
de 1896.

[10] En ta ediqión alem an a de 1885, E ngels in se rta aquí la nota siguiente: "S abe­
m os que p a ra R icard o el valo r de una m ercancía está d eterm in ad o po r la ‘c a n ti­
dad de trab ajo necesario p a ra a d q u irirla ’. A hora bien, el m odo de intercam bio
que pred o m in a en toda form a de producción fu n d ad a en la m ercancía —po r lo
que sucede lo m ism o ^n el sistem a cap italista— tiene p o r consecuencia de todos
m odos que este v alo r no se ex prese d irectam en te en can tid ad es de trabajo, sino
en can tid ad es de o tra m ercancía. E n R icardo, el valor de un a m ercan cía expre­
sado en u n q u án tu m de o tra m ercan cía (sea o no dinero) se llam a su valor relati­
vo” (ct. MEGA, vol. vi, p. 133).

[11] Antes de e s tu d ia r a R icardo, M arx aprendió de P roudhon (ya iniciado en las


d o ctrin as de la econom ía clásica) que el valor de un productó es función del tiem ­
po de tra b a jo y que p odía fu n d arse en esta teo ría la reivindicación de la igual­
dad de las tareas sociales y dé los salario s (cf. Prem ier m ém oire, ed. 1926, cap.
ni, § 6).
[12] N ota de E ngels a la edición alem ana de 1885: "L a tesis de que el precio 'n a ­
tu ra l', es d ecir norm al, de la fu erza de trab ajo coincide con el m ínim o del sala­
rio, es d ecir con el valor de cam bio de las subsistencias ab so lu tam en te necesa­
rias p ara la-vida y la reproducción del o b r e r o ... esta tesis la establecí por
p rim e ra vez en el ‘Esbozo de una crítica de la econom ía política' (Armales franco·
alie m andes, P arís, 1844) y en La situación de la clase obrera en Inglaterra (Leip­
zig, 1845), Vem os que entonces fue adoptada p o r M arx y L assalle nos la tomó.
No p o r ello es m enos erró n ea, au n q u e en la realid ad el sa lario tie n d a co n stan te­
m en te a ac e rc a rse a su m ínim o. C iertam ente, a la fuerza de trab ajo , com o regla
g en eral y com o prom edio, se la paga p o r debajo de su valor, p ero este hecho
no p o d ría c a m b ia r su valor. E n El capital M arx rectificó la tesis antedicha, al
an alizar las condiciones que perm iten a la producción cap italista b ajar cada vez
m ás el p recio de la fu erza de tra b a jo p o r debajo de su v alor (cap. xxm , La ley
general de la acum ulación c a p ita lista ’)." La "to m a " de L assalle de la q u e habla
E ngels no es o tra que la "ley de bronce del s a la rio ”, la cual, fo rm u lad a en 1863,
pasó al p ro g ram a del p artid o o b re ro alem án, ad o p tad a en el congreso de unifi­
cación de G otha (1875). M arx la critic ó vigorosam ente en sus Glosas marginales
q u e rem itió el 5 de m ayo de 1875 a W ilhelm Bracke, p ero estas n o tas no se hicie·
ron p ú b licas h asta 1891.

[13] E n la fe de e rra ta s , M arx su p rim e "caso s", pensando sin d u d a tra sla d a r
así en fran cés la p a la b ra alem ana inw iefern (en qué m edida). E n la edición ale·
m an a se lee: in w ie vielen Fällen (cf. K. M arx, Das E lend der P h ilo so p h ie..., B er­
lin, 1957, p. 71).
188 NOTAS Y ACLARACIONES

[14] E sta hip ó tesis c o rre sp o n d e a lo qu e M arx llam ará m ás ta rd e la "p rim e ra
fa se ’’ de la sociedad co m u n ista (cf. Crítica del program a del p a rtid o o b rero ale­
m án 11875)).

[15] M arx acab a de p la n te a r el delicado p roblem a de la reducción del trab ajo


com plejo al trab ajo sim ple. T odavía no se se p ara de Ricardo. Sólo diez años m ás
ta rd e , al em pezar su o b ra m a e stra , concebirá el trab ajo a b s tra c to y h a rá de él
la p ied ra a n g u la r d e su teoría del valor. E sto no fu e sin exponerse a ciertas im ­
pugnaciones.
En La sagrada fam ilia, M arx tom ó la defensa de Proudhon c o n tra la "crítica
c rític a ” p a ra m o stra r que el a u to r de la P rem ier m ém oire h ab ía plan tead o co­
rre c ta m e n te —desde el p unto de vista de la econom ía política— el problem a del
tiem po de tra b a jo com o m edida del costo de producción: "Al volver al tiem po
de trab ajo , que es la existencia inmediatá*'de la actividad h u m an a com o’ tal, la
m edida del sa lario y del valor del producto, P roudhon da una im p o rtan cia deci­
siva al fa c to r hum ano, m ien tra s que en la econom ía política an tig u a es la fuerza
m aterial del cap ital y de la p ro p ied ad te rrito ria l la q u e dom ina; dicho de otro
m odo, Proudhon restab lece al h o m b re en su s derechos, pero su p aso es c o n tra ­
dictorio, pues se queda en eí m arco de la econom ía política" (W erke, vol. il, p. 51).

[16] ¡E xtraña form a de m a ltra ta r a la víctim a! M arx em pieza p o r c o rta r peda­


zos de u n a página de P roudhon, pero om ite dos veces los p u n to s suspensivos.
Pongám oslo com o olvido, p ero el ú ltim o p á rra fo está sacado del capítulo sobre
la com petencia, im p reso cien páginas m ás ad elan te y d e todos m odos extraño
a la cuestión debatida. Y no es todo: en ese m ism o párrafo, Proudhon la em prende
c o n tra "el com unista ‘q u e ’ cam bia el nom bre de las co sas”, etc.; M arx cam bia
"co m u n ista " p o r "eco n o m ista" y, el colm o de la confusión, añade el paréntesis:
¡“ léase P roudhon” !
Sin em bargo, una lectu ra ate n ta del cap ítu lo q u e es objeto de la crític a de
M arx sugiere q u e tal fó rm u la pro u d h o n ian a aq u í h allad a tuvo que d ejar su im ­
p ro n ta en el e sp íritu del f u tu ro a u to r de E l capital, inclinado sobre el secreto
d e la "fo rm a v alor". H e aquí un ejem plo de cien: "L a idea que n o s hem os hecho
h a s ta ah o ra de la m edida del valor es [ ...] inexacta; lo q u e buscam os no e s e l
p atró n del valor { ...], sino la ley siguiendo la cual los p ro d u cto s se p roporcio­
nan en la riqueza social; p u e s del conocim iento de esta ley dependen, en lo que
tienen de no rm al y de legítim o, el alza y la b aja de las m ercancías. En u n a pala­
b ra, com o po r la m edición de los cuerpos celestes se com prende la relación re ­
su lta n te de la com p aració n d e esto s cuerpos e n tre sí, por lo m ism o, p o r la m edi­
ción de los valores, hay q u e en ten d er la relación que re su lta de su com paración;
a h o ra bien, y o digo q u e esta relación tiene su ley, y esta com paración su p rin ci­
p io ’’ (cf. P roudhon, loe. cit., ed. 1923, t. I, p. 106).

[17] Cf. P roudhon, loe. cit., ed. 1923, t. I, p. 200.

[18] En la p rim e ra reedición de M isère... (París, G iard et B riíre , 1896) se lee:


"E l trab ajo , la fuerza de tr a b a jo .. Pero esta precisión an ticip a una etap a pos*
te rio r del p ensam iento económ ico de M arx. V éase Trabajo asalariado y capital.

[19] En la secuela de su idea de que "el in terés del ca p ita l” se expresa así: todo
trabajo debe dejar un excedente y de que "todo v alo r nace del tra b a jo y se cora-;
pone esencialm ente de salario s" (p. 77), P roudhon observa contra Say que el ti^fh
MISERIA DE LA FILOSOFIA 189

bajo, si bien es una m ercancía, n o vale en tan to que m ercancía sin m ás, "sino
en vista de loS v alo res que suponem os e n cerrad o s en él potencialm epte. <E1 va­
lor del trabajo es una expresión figurada, u n a anticipación de la causa sobre
el efecto ” (p. 113). Proudhon adivinó el plu sv alo r y tam bién aq u í M arx le queda
en d eu d a, al ex p licar (por ejem plo en el cap. vi d e E l capital) que el tra b a jo (me­
jo r dirá: la fuerza de trabajo) es una m ercancía vendida, cuyo valor aparece des­
p u és de s e r utilizad a.
M arx d irá que, en la expresión "im ag in aria” "valor del trab ajo ", el concep­
to de v alo r se h a tran sfo rm ad o en su co n trario ; subraya todavía la irracio n ali­
d ad d e e s ta expresión p a ra d esig n ar el valor de la fuerza de trabajo. (Véase E l
capital, t. l, pp. 653-654.)

[20] E ste esbogo de una sociología d e la civilización y del p ro g reso resum e las
ideas d esa rro lla d a s en la p rim e ra p a rte de L a ideología alem ana, obra que es
el p rim e r fru to d e la colaboración de Marx y Engels, después de su en cuentro
en B ru se las (1845-1846). Al nó e n c o n tra r editor, aban d o n aro n el m an u scrito a
la “ crític a d ev o rad o ra de los rato n es", pero la teoría llam ada "m a te ria lista ” de
la h is to ria fue en ese m om ento definitivam em e captada.
Si se hace ab stracc ió n de la diferencia de vocabulario, p ercibirem os.que la
concepción m arx ian a de progreso, resu ltad o del antagonism o e n tre capital y tr a ­
bajo, no carece de afinidad con la filosofía del progreso esbozada aquí po r Proud­
hon. Desde luego se puede o p o n e r la concisión de M arx a la verbosidad eruptiva
de P roudhon, p ero no p o d rá d ejarse de p en sar que la s “con trad iccio n es” p erci­
b id as p o r el p rim e ro y las ' ’an tin o m ias" caras al segundo rem iten, se diga lo
q u e se diga, a la m ism a fuente de inspiración: Hegel. Una m ism a certid u m b re
acerca al d o cto r titu lad o y al au to d id acta, Véase, de este ú ltim o , el capítulo so­
b re "la b alan za com ercial", en el q u e M arx no encontró m ucho que criticar.

[21] En el ejem p lar Útina, el adjetivo "social” fue tachado después de ’’pro d u c­
ció n ” (cf. MEGA, vol. vi, p. 145). S obre la doble cara del tiem po de tra b a jo en
u n a ’’asociación de h o m bres lib re s”, véase E l capital, t. I, p. 96.

[22] La lista de E ngels da después de “q u e” esta precisión: “en las sociedades


fu n d ad as en los in tercam b io s individuales" (cf. M EGA, vol. vi, p. 146).

[23] En el original: "hom ogéneos". Corregido en la traducción alem ana p o r glei-


chartige.

[24],T enem os aq u í, im plícitam ente, el concepto fundam ental de tra b a jo social­


m en te necesario, que será d e sa rro lla d o en E l capital (pp. 48 y 674).

[25] M arx esc rib irá en 1850: “La edad de oro y la edad de h ie rro han desap areci­
do p ara siem pre; se le reservó al siglo xix, con su inteligencia, su m ercado m un­
dial, su s fu erzas p ro d u ctivas colosales, d a r nacim iento a la edad del algodón"
(,Nene R einische Zeitung - R evue, fase. 5-6, reim p reso en Werice, vol. vil, p. 432).

[26] E ste afo rism o expresa perfectam ente el optim ism o irracio n al con que Marx
con tem p lab a la función histó ric a de la m iseria social, cuyo significado está dado
p o r su "n ece sid ad " m ism a. P ara M arx, esta irracio n alid ad sólo era aparente:
la lucha de clases in tro d u cía u n a negación revolucionaria, una voluntad de ac­
ción q u e tran sfo rm a ese proceso y lo inclina hacia la abolición del capital.
190 NOTAS Y ACLARACIONES

[27] En la edición original podía leerse " H o p k in s ’. El e r r o r fue Señalado po r An­


tón M e n g er(Das R echl a u f den vollen Arbettsertrag, 1886) y rectificado por E n­
gels en la 2a. edición alem ana.
No ob sta n te , es n ecesario se ñ alar la existencia de un T hom as Hopkins, co­
nocido po r su s E conom ical inquines relative to the laws w hich regúlate rent, pro-
fit, wages, a n d the valué o f m oney, Londres, 1822. (Cf Werke, voi. IV, pp. 98 y
622.) Marx com entará la obra de H opkins en las Teorías sobre el ptusvdlor (Theo-
r ie n .. t. II, pp. 127 ss).

[28] M arx, que hace de F rancis Bray el p re c u rso r de P roudhon, no desdeñó la


lección del socialista inglés, discípulo de R obert Owen. Con todo, no conservará
de él el desdén p o r la igualdad política, pues verá p o r el c o n tra rio en ella el m e­
dio p a ra la em ancipación económ ica de los trab ajad o re s. É ste s e rá el principal
p u n to de discordia, en la P rim era Internacional, en tre los discípulos de Proiíd-
hon y de B akunin y el " p a rtid o M arx”.

[29] A p a r tir de este pasaje, y h a sta el capitulo Sobre la com petencia y el m ono­
polio, en co n tram o s en el ejem p lar personal de P roudhon anotaciones m arg in a­
les; N o aceptó de "buena g an a" la "fé ru la ” de su crítico, com o hab íale p ro m eti­
do a éste (véase la A dvertencia, p . XI). Proudhon no p arece h a b e r sido u n lector
m uy a te n tó y p o r lo visto em pezó su lectu ra p o r las citas de F ra n c is B ray, que
debió e n c o n tra r dem asiado fu ertes p ara su g usto a ju z g a r p o r el ”si” anotado
al m argen (ed. 1923, t. II, p. 415).
Las pocas m enciones rencorosas del no m b re de M arx que se han encontra-
, do en los Carnets de P roudhon Confirman esta hipótesis. É stas dan valor al tono
desdeñoso y escandalizado de s u observación a G uillaum in: "H e recibido el li­
belo de un d o cto r M arx, las M iserias de la filosofía. E s u n a s a rta de g ro serías,
de calum nias, de falsificaciones, de plagios” (cf. Correspondance, t. II, p. 267).

[30] "C om unism o’’ trad u ce aquí el inglés co m m u n ity ó f possessions.

[31] Marx se reconoce aquí indirectam ente com o discípulo de Robert Owen, m aes­
tro de F rancis B ray y p io n ero del m ovim iento cooperativo ¡obrero. El silencio
que observa hacia Owen en su resp u esta a P roudhon es ta n to m enos co m p ren si­
ble cu a n to que, en un cu ad ern o de estudio que d a ta de 184 6 , c o p i ó c a s i 3 0 0 p asa­
jes de diversos escrito s del refo rm ad o r b ritá n ic o (Cf. MEGA, v ó l. VI, p . 599).

[32] E sto es exactam ente lo que pro p o n d rá M arx en 1875 cuando redacte el plan
de la sociedad com unista en su p rim e ra fase (cf. Crítica del program a del parti­
do obrero a le m á n ...).

[33] Marx rep ite aquí lo que Engels escribió en su E sbozo de una crítica de la
econom ía política, 1844 (cf. Werke, vol. I, p. 516);

[34] N ota añ ad id a po r Engels p ara la edición alem ana de 1885: "S abem os que
P roudhon no se tom ó en se rio esta ad vertencia. En 1849, él m i s m o in ten tó la
experiencia de un nuevo banco de in tercam b io en P arís; fra c a só aun an tes de
em pezar a funcionar. Los procedim ientos judiciales em prendidos contra Proud-
MISERIA DE LA FILOSOFIA 191

hon llegaron a tiem po p a ra o c u lta r es ta qu ieb ra." S obre el "B anco del Pueblo” ,
fu n d ad o en Saint-D enis en en ero de 1849, véase E. D olléans, P roudhon, P arís,
1948, pp. 175 ss. Los artícu lo s de P roudhon publicados en el m ism o m es c o n tra
el P rín c ip e P resid en te en Le Peuple e n trañ aro n la condena del a u to r a tres años
d e p risió n . El p rim e r banco de in tercam b io fue fundado en L ondres en 1830 si­
guien d o los prin cip io s expuestos p ó r fto b e r t Owen en su R e p o n lo the County
o f N ew L anark, publicado en 1820.

. [35] E s lo que P roudhon dice del valor (cf. ed. 1923, t. I, p. 91).

[36] Alusión a u n pasaje de la o b ra principal de Adam S m ith: "E n uná trib u de


c aza d o res o de p asto res, un individuo, pongam os p o r caso, hace las flechas y los
arco s con m a y o r presteza y h ab ilid ad qué o tros. Con frecuencia los cam bia p o r
ganado o p o r caza, con sus com pañeros, y en cu en tra, al fin, que p o r este procedi­
m ien to consigue u n a m ayor can tid a d de las dos cosas que si él m ism o h u b iera
sa lid o al cam po p ara su c a p tu ra . E s así corno, siguiendo su p ro p io interés, se
d ed ica Casi ex clusivam ente a ha c e r arco s y flechas, C onvirtiéndose en una espe­
cie de a rm e ro " (La riqueza dé las naciones, México, 1958, p. 17).

[37] Q uizá sea én este punto, que p ertenece al dom inio de la sociología del d ere­
cho, d o n d e la oposición e n tre M arx y P roudhon es irred u ctib le. " . . la móiial,
el derecho, la ju stic ia de ninguna m an era son p ara [Proudhon] pro d u cto s rela­
cionados con c ie rta s condiciones sociales d eterm in ad as, sino, en el fondo, abso­
lu to s", o bserva A. C uvillier én su ensayo sobre "M arx e t P ro ü d h o n " (H om m es
et idéologies de 1840, P arís, 1956, p. 186).

[38] El p asaje se en cu en tra en la Histoire d u Parlam ent de Paris, cap. LX: "F i­
nances et systèm e de Law p e n d a n t la Régence".

[39] L ib ra to rnesa: "Se dice. . . de las libras que valen'veinte sueldos, a d iferen ­
c ia de las lib ra s p arisienses, que valen v e in tic in c o ..." (Littré).

[40] V éase nota 37.

[41] Las pocas p áginas que acabam os de leer se cu en tan e n tre las m ás débiles
del libro. S obre la m oneda, los conocim iento de M arx aún no era n m uy sólidos.
E m p ezará su estu d io se riam en te en 1850, cóm o nos lo m u estran los num erosos
cu ad e rn o s de le c tu ra de su p rim e r periódo londinense. En uno de estos cu a d e r­
nos mezcló, ju n to con los ex tracto s de lecturas, "reflex io n es” c rític a s sobre los
con cep to s proud h o n ianos de la m oneda (cf. M. R ubel, "L es ca h ie rs d 'étu d e de
K arl M arx" en Intern a tional R eview o f Social History, vol. II, 1957, núm . 3, pp.
406 ss).

[42] V eam os lo que dice P roudhon al respecto, en un lenguaje del que se d iría
qué es casi durkheim iano: "La m ayor p arte de los filósofos, así conio de los filó­
logos, sólo ven en la sociedad un se r de razón, o, p o r decirlo m ejor, un nom bre
ab s tra c to que sirve p a ra desig n ar a u n co njunto de hom bres. [. ..] p a ra el verda­
d e ro econom ista, la sociedad es un se r vivo, do tad o con u n a inteligencia y u n a
activ id ad p ro p ias, regulado p o r leyes espéciales que la sola observación descu­
192 NOTAS Y ACLARACIONES

bre, y cu y a existencia se m anifiesta n o bajo una fom a física, sin o p o r el co ncier­


to y la íntim a so lid arid ad de todos su s m iem b ro s" (loe. cil.. 1. 1, p, 123). H abría
qu e c ita r toda e s ta página. V éase G. Davy, E m ite D urkheim , P arís, 1927, p. 14.

[43] E x actam ente esto escrib ió ya P roudhon en su P rem ier m ém oire, y lo que
M arx retom ó p o r su cu en ta en La sagrada fam ilia, antes de b u sc a r o tra s fuentes
de esta "sim ple v erd ad ” y de en co n trarle un a ire m etafísico a la idea de la "so­
ciedad p erso n a". No o b stan te, an tes incluso de e sc rib ir estas páginas, ta n elo­
giosas, sobre P roudhon, M arx anotó en sus m an u scrito s económ ico-filosóficos
es ta norm a sociológica: “ E s necesario ev itar a n te s que n ad a d e te rm in a r a la 'so­
ciedad' com o abstracción frente al individuo. El individuo es el ser social" (MEGA,
vol. III, p. 117). La com paración Proudhon-D urkheim -M arx n o s p arece b astan te
legítim a. Cf., p o r ejem plo, C. Bouglé, La sociología de Proudhon, P arís, A. Colin,
1911, pp. 146 ss y A. C uvillier, loe. cil., pp. 189 ss.

[44] L um inosam ente expuesto por R icardo en el cap ítu lo VI de sus Principios,
el problem a de la "tasa de ganancia m edia”, que aflora aquí, será laboriosam ente
tra ta d o po r M arx en la segunda sección del lib ro III de E l capital.

[45] E ra el arg u m en to p re fe rid o de R obert Owen, y M arx lo reto m a casi tex tu al­
m ente, sin n o m b ra r su fuente.

[46] C item os p o r lo dem ás la s líneas que preced en a este p a rá g ra fo y que vienen


an tes de la cita hecha m ás a rrib a , pp. 59-60: "M ientras que,, m ediante el progreso
de la in d u stria colectiva, cada jo rn a d a de tra b a jo individual o b tien e un pro d u c­
to m ayor y, com o necesaria consecuencia, que el tra b a ja d o r, con el m ism o sala­
rio, d eb ería volverse cada d ía m ás rico, existen en la sociedad estados que se
aprovechan y o tro s que se deterioran; trab ajad o re s con doble, trip le y céntuple
jo rn al, y o tro s en déficit; p o r todas p artes, finalm ente, gente q u e d isfru ta y o tra
que sufre, y, p o r una división m onstruosa de las facultades in d u striales, indivi­
duos que consum en y que no p ro d u cen ’’ (loe.. cit., t. I, p. 127).

[47] Véase la n o ta [1]. M arx renunció a la ciu d ad an ía p ru sia n a a fines de 1845.


M ás ta rd e in te n ta rá , sin éxito, re c u p e ra r la n acio n alid ad alem ana o n a tu ra li­
z arse inglés.

[48] Alusión a la E xplicatton du Tahleau économ ique del ab ate N icolas B audeau
(1770), que M arx h ab ía leído en la edición D aire, y e n la que se in sp ira rá veinte
años m ás ta rd e p a ra esta b le c e r sus esquem as de la rep ro d u cció n , tem a cen tral
del libro II de E l capital. Desde luego, P roudhon no ignoraba e s ta Explication,
pues escrib ía en su Systém e des contradictions (t. I, p. 227): "E l cu ad ro econó­
m ico de Q uesnay, p o r ininteligible que parezca, da fe de un sentim iento p ro fu n ­
d o de la sín tesis general."

[49] A notación m arginal de Proudhon: “ Es muy forzado, ya que en la sociedad


todo es, com o se dice, contemporáneo·, como, en la n atu raleza, todos los átom os
son-eternos" (ed. 1923, t. II, p. 416). O bservación b a sta n te o scu ra. ¿Q uiere d ecir
que el m ovim iento de la razón p u ra es p aralelo a las relaciones de producción?
¿Se tr a ta de un a alusión a la "diálectica se ria l" que Proudhon expuso tre s años
antes en De la création de l'ordre dans l'H um anité? E s bien difícil d escifrar, en
esta o b ra frondosa, o sc u ra y pretenciosa (el a u to r m ism o h a b la rá de ella m ás
MISERIA DE LA FILOSOFIA 193

ta rd e com o de u n a o b ra fallida) una resp u esta a estas p reg u n tas. No es im posi­


ble que e s ta anotación tenga cierta relación con las reflexiones epistem ológicas
so b re el ato m ism o que podem os leer en el prólogo del Systèm e des contradic-
tions (çd. 1923, t. 1, pp. 43 y 48, notas).

[50] A lusión iró n ica a las explicaciones (etimológicas del h eb rajzan te P roudhon,
en m uchos lu g ares de su lib ro (ed . 1 9 2 3 , t. 1, p. 35; t. II, p. 2 4 0 , etc.). En 1836,
P ro u d h o n fue reg en te en una im p re n ta de B esançon que le confió la corrección
de las pru eb as d e una Vulgata, con traducciones interlineales del hebreo. Apren­
dió así esta lengua y com puso en seguida un Essai de gram m aire générale, "p ara
d e m o s tra r la u n id ad del gén ero hum ano m ediante la un id ad de origen de las
len g u as” (cf. c a r ta del 19 de enero de 1845 a B ergm ann, citad a porC.-A. Sainte-
Beuve, P.-J. Proudhon, sa vie e t sa correspondance, ¡838-1848, P arís, A. Costes,
1 9 4 7 , pp. 15 ss).

[51] M arx reto m a aquí, en una form a m ás co n centrada, el arg u m en to d e sa rro ­


llad o en La sagrada fam ilia, cap. V, § 2, bajo este título: "E l se c re to de la cons­
tru cció n esp ecu lativ a” (W erke, vol. II, pp. 59-63).

[52] Se tr a t a de hecho de un resu m en del siguiente pasaje de la W issenschaft der


L o g ik: "Die M ethode ist [ ...] als die ohne E inschränkung allgem eine, innerliche
u n d äusserliche Weise, u n d als die schlechthin unendliche K raft anzuerkennen,
w elcher kein O bjekt — insofern es sich als éin Äusserliches, d er V ernunft fernes
u n d von ih r unabhängiges präsentiert — W iderstand leisten, gegen sie von einer
besonderen N a tu r seyn, u n d von ihr durchdrungen Werden kö n n te [ ...] Sie ist
d a ru m die höchste K raft oder vielm eh r die einzige u n d absolute K raft der Ver­
n u n ft, nicht nur, sondern auch ih r höchster u n d einziger Trieb, d u rc h sich selbst
in Allem sich selb st zu finden un d zu erk en n en ” (G.W.F. H egel, W issenschaft der
Logik, vol. III, sección IIL, cap. III: "Die ab so lu te Idee").

[53] N ota m arg in al de Proudhon: "M uy bien; ¿es esto ta n to n to ?" (ed. 1923, t.
II, p. 416). De hecho, la am bición declarad a de P roudhon es triu n fa r allí dónde
K an t fracasó: " p o p u la riz a r la m etafísica” (carta a A ckerm ann, 4 de o ctu b re de
1844). Y d elan te de K arl Griin, que le enseña qu e 1k antro p o lo g ía feuerbachiana
"es la m etafísica en acción”, P roudhon exclam a: “Y yo voy a d e m o s tra r que la
econom ía p olítica es la m etafísica en acción” (cf. C.-A. Sainte-Beuve, op. cit., pp.
188, 200). Por lo dem ás, tal es lo que nos dice e n su o b ra (t. I, p. 66). Poco antes
h ab ía expuesto en dos cap ítu lo s de La création de l'ordre. .., ta n largos com o
o scu ro s, su concepción de la m etafísica y de la econom ía política, sin recelar
a ú n que su p en sam ien to iba a conocer de inm ediato un nuevo av atar. M arx p ri­
m ero y G rü n e n seg u id a, en efecto, lo ad octrinafái) con la d ialéctica hegeliana:
¿ h a b rá visto el p rim e ro su tra b a jo d e p ro fe so r chapuceado p o r el segundo, p ara
re ín ic ia r aq u í el gesto de la iniciación?
’ ·' ' & :·

[54] N ota m arg in al de P roudhon: "N o p retendo h acer o tra cósa; y creo que ya
es algo. V u estra p rim era observación no observa nada” (cf. ed. 1923, t. II, p. 416).
P roudhon ac e p ta pües de b u en a gana lá lección que M arx le propone sobre la
d ialéctica de Hegel; p a re c e incluso re e n c o n tra r en ella su m anera, de " a d a p ta r"
el filósdfó alem án a las necesidades d e sus p ropias teofías. H ay qde reconóéér
que la explicación de M arx ray a en la ca ric a tu ra . R etom ará la le ctu ra de la Ló-
194 NOTAS Y ACLARACIONES

gica diez años m ás tard e, y se rá p ara “co q u etear", en £ / capital, con el estilo
del m aestro.

[55] N ota m arginal d e P roudhon: "M entira: p recisam en te ésto es io que yo digo.
La sociedad produce leyes y los materiales de su experiencia" (ed. 1923, t. II, p.
416). D ada la p ro lijid ad dél d isc u rso proudhoniano, no debem os aso m b rarn o s
de ë n c o n tra r en esta volum inosa o b ra ideas qu e giran en el sefttido de u n a so­
ciología de lás “ su p e re s tru c tu ra s” tal como M arx lo esboza en é s ta observación.
A m edida q u e avanza en la lectu ra, P ro u d h o n se cree m ás y m ás robado y p la­
giado por su crítico. Hay un a especie de q u id pro quo, que p o d ría explicarse si
recordam os que el Systèm e 'des contradictions fue esc rito b ajo la im presión de
las en trev istas q u e el a u to r tuvo con “ un gran n ú m ero de al ém anes", e n tre ellos
M arx, que lo “in fectaro n ” de hegelianism o (cf. la c a rta de P roudhon a Bergm ann
del 19 de enero de 1845 y el a rtícu lo necrológico que M arx escrib ió en 1865 p ara
el Social-D em okrat y que incluim os aquí com o apéndice 5). Aun reconociendo
que n unca leyó aH eg ei, P roudhon escribía a B ergm ann q u e h ab ía sido “p e rsu a ­
d ido" de u tiliz a rla lógica hegeliana en su siguiente obra, es d ecir en el Systèm e
des contradictions. A este respecto puede co n fro n tarse con utilidad las in terp re­
taciones o p u estas d e A. C uviliier (op. cit., pp. 168 ss) y d e G. G urvitch (Dialectl·
que et sociologie» P arís, 1962, pp. 69 ss).

[56] L ucrecio, De naturp rerum , IH, 882: m ortalem vitam cui im m ortalis adem it.
.. P roudhon a n o ta ep este lugar. “Sí, etern as com o la hum anidad, ni m ás ni
m enos, y todas con tem p o rán eas. V uestra segunda observación no llega a n a d a ”
(loe. cit., t. II, p. 416).

[57] N ota m arginal de P roudhon: “P recisam ente es lo que digo. ¿Decidm e, pues,
cóm o os las a rre g la ría is p a ra h a b la r alte rn a d a m e n te de los o b jeto s de la econo*
m ía política?" (loe. cit., t. II, p. 216).

[58] N ota m arginal de P roudhon: “¿Quién os ha dicho todo esto? V uestra o b se r­


vación no es m ás^que u n a calu m n ia" (loe. cit., t, II, p. 216). En e s ta observaçiôn
—com o en la p reced en te— M arx p arece a p u n ta r tan to al a u to r de La créatión
.de l ’ordre c o m o a l d e l Systèm e des contradictions. La indignación de Proudhon»
que parece h a b e r tom ado d ista n c ia respecto de su lib ro precedente, np carece
pues del todo d e justificación.

[59] N ota de Engfels a la edición alem ana de 1885: “ E ra to talm en te ju s to p a ra


1847. El com ercio m undial de E stados Unidos se lim itaba entonces p rin cip al­
m en te a la im portación de inm ig ran tes y de p ro d u cto s industriales; así com o a
la exportación de algodón y de tabaco, ó sea de los p ro d u cto s del tra b a jo de ios
esclavos del su r. El n o rte p ro d u cía sobre todo trigo y ca m e partí los éstados
esclavistas. La abolición de la esclavitud sólo fue posible cuando el n o rte pro­
dujo trigo y carne p a ra la exportación y adem ás se convirtió en un país indus­
tria l, y cu an d o el m onopolio del algodón estad u n id en se se vio am enazado por
u n a fu e rte com petencia en las Indias, en Egipto, en B rasil, etc. La consecuencia
no fu e o tra que la ru in a del sur, que no h ab ía logrado s u s titu ir la esclavitud
a b ie rta de los negros p o r la esclavitud en cu b ierta de los cuites hindúes y ch i­
n o s" (MEGA, vol. vi, p. 181).
MISERIA DE LA FILÓSOFlA 195

[60] En las seis ob serv aciones q u e ha anotado al m argen de esta "c u a rta obser­
vació n ”, P ro u d h o n tra ta de “a b s u rd a ” la in terp retació n que da M arx de su d ia ­
léctica, niega to d a intención <je elim in ar “el lado m alo” y d e c la ra que esta ob­
servación n o es m ás que “m e n tira ” y “calum nia" (loe. cit., t. u, p. 417)· Sin duda,
M arx forzó el p en sam iento de P roudhon, p ero no podríam os n eg ar que en los
escrito s de éste an terio res a De la justice dans la révolution et d a n s iégli^e (1858)
la p ro p en sió n hacia la sín tesis conciliadora de las “a n tin o m ia s” ,es lo b asian te
p ro n u n ciad a com o p ara a u to riz a r e s ta in te rp re ta c ió n . Acerca de este p u n to es
d on d e los co m en tad o res de P roudhon están profundam ente divididos. Así, G.
G u rv itch es de La opinión que “ lo que inquieta a M arx, con ju s ta razón, es la
ten d en cia d e P roudhon a in m o viliza r las contradicciones, las reales tan to com o
las irreales, en la b ú sq u ed a de sus eq u ilib rio s” {loe. cit., p. 110). Acerca de la
observación de M arx sobre la “categoría económ ica” de la esclavitud y su “buen
lad o ”, P roudhon se defiende an o tan d o prim ero: “ É ste es un p u n to p érfido pero
razo n ab le” ; y d esp u és se explica: “ La esclavitud extrem a del pro letariad o , es
d e c ir su in ferio rid ad relativa, tiene su razón de ser, que h a rá q u e siem pre exis­
ta, no com o esclavitud sino com o aprendizaje, o algo sem ejante. E s siem pre algo
así com o la a d u a n a ” (ed. 1923, t. II, p. 417). La ú ltim a fra s e es u n a alusión a las
reflexiones que co n sag ra P ro u d h o n a los problem as de la “b alan za com ercial”
(loe. cit., t. II, pp. 5-83). E s difícil d e sc u b rir en estas páginas d eso rd en a d as un
co n cep to p reciso, a p esar del esfuerzo de síntesis del a u to r, que propope una
“fó rm u la d e organización de la sociedad m ediante el tra b a jo ” , fórm ula “ su p re­
m a ” que "d eb e [ ...] c o n c ilia r la com petencia y la solidaridad, el tra b a jo y el mo­
nopolio, e n u n a p alab ra, todas la s contradicciones económ icas” {ibid., p. 82).

[61] N uevas pro testas de Proudhon, que acusa a Marx de d eform ar su pensam ien­
to y lo tach a d e celos: “¿H e p reten d id o nunca que los principios sean o tra cosa
que la rep re sen tació n intelectual y no la causa g en erad o ra de los h e c h o s ? .. . El
v erd ad ero se n tid o de la. o b ra de M arx es q ue,lam enta que yo haya pensado en
todo com o él y q u e lo h aya dicho an te s que él. ¡Sólo le cabe al lecto r c reer que
es M arx quien, d esp u és de h ab erm e leído, lam enta p e n sa r com o yo,! ¡Qué hom ­
b r e ! '’ {loe. cit., 1 .11, p. 418). S ea cual fu e re la p a rte de verdad en estos accesos
de indignación, no podem os d e ja r de com probar que Proudhon coincide con Marx
en el rechazo de toda filosofía fa ta lista de la h isto ria y en su b ra y a r la n a tu ra le ­
za p ro m eteica del hom bre. En cu an to a la querella acerca de p rio rid a d y p a te r­
n id ad , es en P rou d h o n , en la P rem ier m ém oire, d o n d eM arx p u d o leer que todo
lo que el h o m b re sab e y puede le viene de las generaciones p asa d a s y de la socie­
d ad en que vive.

[62] N ota m arg in al de P roudhon: “ No tengo ninguna necesidad d e vu estra supo·


sició n ” {loe. cit., t. II, p. 418).

[63] M arx co n cen tra sus ataq u es sobre el flanco m ás vulnerable de la c o n s t r u í


ción p ro u d h o n ian a, la cual desem boca, hacia el fin a ld e la “ sexta época”, eja una
c u rio sa m ezcla d e m isticism o y de platonism o, que tiende a d e m o stra r “el ca­
rá c te r m etafÍM co d e la b alanza co m ercial”. En esta crític a P roudhon no ve m ás
que sutilezas de p ala b ra s y se co n ten ta, en sus notas m arginales, a oponer a su
c ritic a vagas fó rm u las tales como: “parecer y existir son dos cosas d istin tas, en
la que la p rim e ra sólo es cierta p a ra n o so tro s”, y: “ sí, producción es ap arició n ”,
o: "c h a rla ta n e ría ” (!). N o o b stan te, su indignación parece a veces justificada: por
ejem plo, cu an d o M arx le rep ro c h a el que explique la m arch a de la h isto ria con
196 NOTAS Y ACLARACIONES

ayuda de la "g ran p a la b ra ” Providencia. En verdad, el títu lo del cap itu lo VIH
("De la resp o n sab ilid ad del hom bre y de Dios, bajo ia ley de contradicción, o
solución del problem a de la P rovidencia") p o d ría d a rle la razón a M arx, pero
el contenido —a p e s a r de su estilo híbrido— no deja ninguna duda acerca de
la intención del au to r: rechaza en efecto ta idea d e una providencia divina y nie­
ga “ la jurisdicción del S er Suprem o sobre el h o m b re” , siendo los a trib u to s de
la Providencia tan sólo u n a "c a ric a tu ra de la h u m anidad, inconciliable con la
au to n o m ía d e la civilización y desm entida p o r lo dem ás p o r la h isto ria de sus
ab erracio n es y c a tá s tro fe s " (ed. 1923,1 . 1, p. 384). M arx no pirestó una atención
excesiva al razonam iento algo to rtu o so de P roudhon. S e com prende entonces
qu e é s te se queje: "¡H e aqüí qué soy culpable de a d o ra r á la P rovidencia!”
S obre el "m isticism o sem iplatónico y sem ihegeliano" de Próudhon, véase Pie-
rre H au b tm án n , M arx et P roudhon, P arís, 1947, p. 79.

[64] La expulsión d e ios a rre n d a ta rio s escoceses (clearing ó fe sia te s) se rá objeto


de un a rticu lo d e M arx en el New Y ork Triburie (9 de feb re ro de 1853) y se rá
reto m ad a y d e sa rro lla d a e n E l capital en el tom o I, c a p ítu lo XXIV, 2 ("E xpropia­
ción de la población r u ra l”, p. 896). Su escrito tiene parecido con el d e Sism on-
di, É tudes su r l'économ ie politique, París, 1837, pp. 210-238. Al m argen de este
p árra fo , Proudhon sólo escribió: “ ¡B ufonada!” P ero, m ás lejos, al ver qu e M arx
in te rp re ta b a con un e sp íritu teleológico su filosofía d e la igualdad, P roudhon
h a rá u n a réplica m enos Subjetiva: “¿Qué es e s ta p a la b re ría ? —¡Las generacio­
nes transform an! —Y odigo que el m ism o p rin cip ió une, gobierna, todas las m a­
nifestaciones; no sé qué significa transform ación. La F ran cia del 89 tran sfo rm ó
a su m onarca ab so lu to en m onarca constitucional. Bien. H e aq u í vu estro estilo.
P or mi lado, yo digo que el estado, en 1789, reg u larizó la división de los poderes
políticos que existía an te s d e esa fecha. Que el le c to r ju íg ú e . L a sexta o bserva­
ción cae sobre Hegel, y no hace referencia a n a d a .” Y hacia el final, cuando Marx
le atrib u y e sentim ientos d e te rn u ra hacia la Providencia, P roudhon se irrita de
nuevo: “ ¡Qué to n íería después de lo que he escrito! E n verdad, M arx está celo­
so" (ed. 1923, t. II, p. 419). C ierto es que P roudhon se m u e stra form al: "E l dog­
m a d e la providencia en Dios se ha com probado que es falso, de hecho y de d e re ­
cho" (ed. 1923, t. I, p. 393).

[65] ¿R em iniscencia de H egél? M arx expresa aquí, en un lenguaje m enos espe­


culativo, lo que d irá en E l capital sobre el p ap el de la "n eg ativ id ad ”: basta leer
la p a rte 7 del cap ítu lo final, "T endencia h istó ric a de la acum ulación cap italis­
ta", pp. 951 ss.

[66] E xcepto la clase ob rera, desde luego. M arx lo d irá m ás tard e a propósito
de la Com una en La guerra civil en Francia (1871). D esde el p u n to de vista socio­
lógico, éste es un h ech o d e observación com ún a todas las revoluciones del pasa­
do. P ero el p orvenir escapa al análisis'sociológico, y lo condena: la revolución
ya no será, com o én el pasado, e lh e c h ó d e u n a m inoría en lucha co n tra o tra s
m inorías, Sino el acto d e la inm ensa m ayoría que; al térm in o d e la evolución
ya gastada, se confunde con [a p ro p ia h u m anidad. La revolución p ro le ta ria es
el com ienzo de la h isto ria de toda la hum anidad.

[67] M arx re to rn a en estas páginas á lá concepción llam ada “m a te ria lista " de
ía historia; d ich o d e o tro modo, a! e sb o io de u n a sociologfá-del p ro g reso <ín la
MISERIA DE LA FILOSOFIA 197

q u e la deducción em p írica e s tá a) servicio de una h ip ó tesis cen tral: la lucha de


clases. Un co n cep to hegeliano subyace en estas consideraciones: la negatividad,
la cual, sin ser en u n ciad a, se am p a ra tras el "lad o malo'* preten d id am en te infa­
m ado p o r Proudhon. Incansablem ente, la víctim a pide reparación: "¿E s que Marx
tiene la p reten sió n d e d a r todo esto com o suyo, en oposición a algo q u e yo h a ­
b ría d ich o en c o n tra rio ? " D espués: "¡T o d o e sto es mío!*' Y todavía: “Todo esto
lo d ije y o " (ed. 1923, t. II, p. 419).

[68] N ota m arg in al de Proudhon: “M arx hace com o V idal" (ed. 1923, t. II, p. 420).
En su s Carnets, P roudhon acu sa a Vidal de los m ism os crím en es que a Marx:
Vidal no lo com prende, Vidal le ro b a (cf. Carnets de P.-J. P roudhon, 1. 1, p. 399;
t. II, p. 213).

[69] V éase la n o ta 1.

[70] P ara todo lo que M arx escrib ió acerca de los u to p istas, P roudhon afirm a
categóricam ente: “Plagiado de m i capítulo lo ." (ed. 1923, t. II, p. 420). De hecho,
P roudhon condena a todos los socialistas, sin excepción, pues su crítica social
converge hacia la u to p ía y la im potencia. Y cu an d o Marx escrib e un poco des­
pués: "V olvam os a P roudhon", el in teresad o exclam a: "¡Cómo, volvam os! Si las
p áginas que preceden son u n a copia de lo m ío."

[71] El veredicto es dem asiado severo. Contiene, p ara hab lar com o el propio Marx,
algo bu en o y algo m alo. En la o b ra que difam a, M arx olvida las consideraciones
p ro p iam en te m etodológicas, sobre todo el § 2 del cap itu lo XI ("O ctava épocá:
La p ro p ied ad ", loe. cit., t. n, pp. 175-185). P roudhon expone ahí, y esta vez en
u n a form a concisa, su crític a del silogism o y de la inducción; se p ronuncia por
u n a d eterm in ad a form a de dialéctica, un "nuevo in stru m e n to que, al re u n ir las
p ro p ied ad es del silogism o y de la inducción, al h a b la r a la vez de lo p a rtic u la r
y de lo g e n e r a l.. . c o n d u c e .. . a una verd ad positiva". E ste in stru m en to P roud­
hon lo llam a "a n tin o m ia ”; se tra ta de un nuevo órgano "rev elad a po r Kant, y
p u esto en función con tan to poder y esplendor por el m ás p erfe cta de su s suce­
sores, H egel" (II, p. 177). P ara su am bicioso pro m o to r, este in stru m e n to dialéc­
tico será "u n a ley d e progresión, de clasificación y de serie: u n a ley que ab arca
en su g en eralid ad el silogism o, la inducción, la antinom ia m ism a, y que sea a
ésta com o en la m úsica el canto es al a c o rd e .. (II, p- 178). Los n a tu ra lista s mo­
dernos, los m atem áticos, los a rtista s lo han proclam ado, péro es P roudhon quien'
"d io la teo ría n ecesaria" en De la création de l ’ordre. ..; obra, añ ad e no ob stan ­
te, "en la que se e n c o n tra rá sin duda que doy m u e stra s m ás de buena voluntad
q u e de a p titu d " (11, p. 179). P roudhon d eclara a p licar este m éto d o a la propie­
dad , y le vem os re to m a r su s arg u m en to s de 1840.
M arx pasó en silencio el "m arav illo so in stru m en to ", y estas páginas, que si­
guen la m ism a vena que la P rem ier m ém oire, poco an tes a d m ir a d a .. . En efecto,
tuvo la o p o rtu n id a d d e e x p resa rse sobre el tem a del m étodo proudhoniano, y
lo hizo en fo rm a b a stan te elogiosa, y en todo casa con objetividad, y le recono­
ció la p a te rn id a d de este m étodo ju n to con Hegel. M ientras tanto, y antes de co­
no cer el S ystèm e des contradictions, Marx no pudo convencer a P roudhon de que
c o o p erara en la p ro p ag anda com unista.

[72] N ota m arg in al d e Proudhon: "¿Q ué d em u estra todo ésto? Qué la h u m an i­


d a d p ro g resa len tam en te” (ed. 1923, t. II, p. 420).
198 NOTAS Y ACLARACIONES

[73] E sta frase se en cu en tra e n S m ith bajo la fo rm a siguiente: "P o r naturaleza,


un filósofo no es ni la m itad d istin to que un m ozo de cordel, en talen to y en inte­
ligencia, com o u n m astín lo es de un galgo.” M a rx lo había a n o ta d o ya en 1844
en un cu ad ern o de estu d io y en el m an u scrito p arisien se (cf. MEGA, vol. ui, pp.
459 y 140).

[74] N ota m arginal de P roudhon: "Bien. P ero ¿S m ith aclaró el p roblem a? No"
(ed. 1923, t. », p. 420).

[75] Alusión a Lem ontey, Raison, folie, chacun sa n u i t .. París, 180L

[76] En E l capital (p. 955), M arx rem ite a estas paginas de la M iseria .. .
N ota m arginal de P roudhon: "E l problem a no queda a clarad o " (ed. 1923, t.
il, p. 420).

[77] "D onnant de côté": sin d u d a po r donnant à côté, es d ecir falso o m al dirigido.
P aralogism o: cf. K ant, Crítica de la razón pura, "D ialéctica trascen d e n ta l”
(2o. libro).

[78] N ota m arg in al de P roudhon: "V am os, q u erid o M arx, ac tú a de m ala fe, y al
m ism o tiem po no sabe u ste d n ad a" (ed. 1923, t. U, p. 420).

[79] M arx rem ite a! ejem plo ya em pleado m ás a rrib a , p. 68.

[80] N ota m arginal de P roudhon: "E s un filósofo quien dice e sto " (ed. 1923, t.
u, p. 420).

[81] E stos pasajes se rán citad o s en E l capital (t. 1, p. 434).

[82] M arx d e s a rro lla rá este tem a en E l capital, bajo el título: "E xpropiación de
la población r u ra l" (t. I, pp. 896 ss).

[83] N otas m arg in ales de P roudhon: "N o la división en el sentido de A. Sm ith,


sino la g ran división n a tu ra l de los oficios"; después: "Lo m antengo" y todavía:
"P u es la m áq u in a viene después de división"; finalm ente: "P u es el ta lle r que
ag ru p a las p a rte s del tra b a jo viene después de la división" (ed. 1923, t. II, p. 421).
M arx reto m ará este tem a en E l capital (pp. 427 ss).

f84] P ara ios dos últim os p arág rafo s, estas n o tas m arginales: "S in duda, no se
tr a ta m ás que de un a sucesión lógica." "Sí". "S í tam bién, todo esto es cierto
al m ism o tiem po.” "M uy bien, esto se explica en su teo ría perfectam ente, com o
el d esarro llo p aralelo de la riqueza y de la m ise ria ” (loe. cit., 1923, t. u, p. 421).

[85] N ota m arginal de P roudhon: "A bsurdo, com o la opinión que cre e d e sh o n ra r
la balanza com ercial con las vejaciones de la a d u a n a " (loe. cit., t. II, p- 421). Alu­
sión al cap ítu lo 9 consagrado a la "sexta época", 1825, fecha de la p rim e ra c r i­
sis de sobreproducción que ab raza a la en tera econom ía de un p aís y se extiende
en seguida a todos los países industriales.

[86] N ota m arginal de P roudhon: "La división, p a ra m í, se rem o n ta m ás a trá s


que a Sm ith; tam bién se la tom a en un sentido m ás am plio" (loe. cit., t. II, p. 422).
MISERIA DE LA FILOSOFIA 199

[87] N ota m arginal de P roudhon: “El uno no es m ás que )a consecuencia del otro,
y to d o lo que se dice del p rim e ro conviene a) segundo” (loe. cit., t. II, p. 422).

[88] N ota m arg in al de P roudhon: "M uy bien: he m arcado esta oposición; la de­
g rad ació n del o b re ro es m ás avanzada en lo q u e llam a u ste d sistem a autom ático
q u e en lo que A. S m ith llam a división: p o r lo qu e a m i resp ec ta , he m arcad o es­
to s dos g rad o s con la división y las m á q u in a s.. . Dije: la división del tra b a jo di­
vide, m utila, d isp e rsa al hom bre; la s m áquinas lo esclavizan: es exactam ente lo
m ism o q u e el d o cto r U re" (loe. cit., t. II, p. 422). P roudhon se re fie re aquf a) ca­
p itu lo 2, so b re la división del tra b a jo (ibid., 1.1, pp. 141 ss).

[89] N otas m arg in ales de P roudhon: “ ¡Bien! ¿Y cóm o en tien d e usted este desa­
rro llo in teg ral?” Después: "Sí, en ta n to no se tr a te má_s q u e d e resolver la a n ti­
n o m ia de la división, p ero yo no he dicho que todo ra d ic a ra en e l lo .. . E s necesa­
rio q u e e! o b rero , resu m iendo sie m p re la hab ilid ad a n tig u a y la m oderna, sepa
tr a b a ja r a la vez con su s dedos y con las m á q u in a s .. . Pues es a b su rd o que no
p u ed a p a sá rse la s sin la m áquina, él q u e se ha hecho re m p la z a r po r la m áqui­
na. . . ¿E l sin tetism o , logrado en el m ás alto grado, exige al o b r e ro a la vez una
m ayor cap acid ad y u n m en o r d esarro llo de (sagacidad)?” (loe. cit., t. u, p. 422).
P ro u d h o n n o e s tá m u y lejos de lo que M arx, en E l capital, llam a el hom bre "om-
n iv alen te” o "to ta l” . P ero es m enos o p tim ista q u e M arx en c u a n to a los efectos
m ed iato s del m aquinisino: "S ean cu ales fu ere n pues los p ro g re so s de la m ecá­
n ica, cu an d o se inventen m áq u in as cien veces m ás m aravillosas que la múle-
jenny, el te la r de brazo , la p re n sa d e cilindro; c u a n d o se d e sc u b ra n fu erzas cien
veces m ás poderosas que el vapor; bien lejos de lib erta r a la hum anidad, de cre a r­
le ocios y de h a c e r g ra tu ita la producción d e todo, no se h a rá m ás que m u ltip li­
c a r el trab ajo , p ro v o car el pob lam ien to , a g ra v a r la serv id u m b re, h acer la vida
ca d a vez m ás c a r a y p ro fu n d izar el ab ism o q u e se p ara a la c la s e que m anda y
goza de la clase que obedece y su fre ” (loe. cit., t. I, p. 19S).

[90] La ocasión es buena, p ero el a ta q u e es un poco p recip itad o . Proudhon no


h a p ro p o rcio n ad o aú n una solución positiva. E n cam bio, h ab la co n toda clari­
d ad d e o tra que sí m erecía el reproche: "S ism ondi, com o to d o s los hom bres de
id eas p a tria rc a le s, q u e rría que la división del tra b a jo , con la s m áquinas y m a­
n u fa c tu ra s, fu e ra ab an d onada, y q u e cada fam ilia reg re sa ra al sistem a de indi­
visión p rim itiv a, es d ecir a cada quien en su casa, cada quien p a ra si, en la acep­
ción m ás lite ra l de la expresión. —E s retró g rad o , es im p o sib le” (loe. cit., t. I,
p. 196).
E n una no ta de E l capital, M arx re c o rd a rá esta s páginas, e n ta s q u e dem os­
tró "p o r p rim e ra vez, la división m a n u fa c tu re ra del trabaje» com o form a especí­
fica del m odo de pro d u cción c a p ita lista ” (p. 441). A hora bien, puede verse q u e
en su s d escrip cio n es de los efectos inhum anos del m aqum ism o, e t a u to r de E l
capital n o añ ad ió g ran cosa al c u ad ro esbozado po r P roudhon so b re los efectos
del " tra b a jo p a rc e la rio ” en el cap itu lo sobre la división del trab ajo , ta n caballe­
ro sam en te tra ta d o p o r M arx (cf. ed. 1923, 1 . 1, pp. 141 ss.). No h a b rá olvidado
cie rta m e n te p asajes com o el siguiente: “[ ...] los nueve décim os de los tra b a ja ­
d o res sirv en com o b estia s de carga del o tro décim o: tal t;s el efecto inevitable
del p ro g reso in d u strial y la condición indispensable de toda riqueza. E s p reciso
d a rs e bien cu en ta de e s ta v erd ad elem enta), an tes de h a b la r al pueblo de igual­
dad, de lib erta d , de in stituciones dem ocráticas y de o tra s utopías, cuya realiza­
200 NOTAS Y ACLARACIONES

ción supone p reviam ente u n a revolución com pleta en las relaciones de los tra ­
b a jad o res" {loe. cit., p. 145).

[91] Engels añ ad e aq u í u n a n o ta a la edición alem ana: "Los fo u rie rista s."

[92] Al m argen d e los últim os tre s p árra fo s anotó Proudhon: "S inónim os” y "m ás
sinónim os". Son su s ú ltim as observaciones: p a re c e ría haberse a b u rrid o de una
le c tu ra q u e sin d u d a estim ab a inoperante, in clu so irrita n te . S u ú ltim o juicio so­
b re M arx e s tá en sus Carnets: “ Marx es la tenia del socialism o” (Carnets, 27 de
sep tiem b re de 1847, loe. cit., t. H, p. 200). P. H aubtm ann, e d ito r de los Carnets,
o bserva; “ H e a q u í su resp u esta: ¡seis p alab rejas so b re las que no se ha cesado
de e lu c u b ra r!" Y dos m eses m ás ta rd e (20 de noviem bre de 1847), n o m b ra rá a
M arx ju n to a M olinari, Vidal y Cabet, aquellos <)ue hablaron d e su lib ro "con
u n a su p re m a m ala fe, envidia o necedad" (ibid., p. 290).
P roudhon se propone e n seg u id a (24 de d iciem b re de 1847) h a c e r un artícu lo
so b re los Judíos, "e sa ra z a q u e todo lo envenena". Anuncia su in tención de pedir
la expulsión de los ju d ío s de F rancia, pues "el judío es el enem igo del género
h u m an o ”. C onclusión p eren to ria: '‘E s necesario devolver esta ra z a at Asia, o ex­
term in a rla.” E sta vez, nom bra a M arx al lado de Heine, A. Weil, R othschild, Cré-
m ieu x y Fould, "se re s perversos, biliosos, envidiosos, ásperos, etc., etc., que nos
aborrecen*1. P roudhon les ap lica la ley del talión: "E l odio del judío, com o del
inglés,, d eb e s e r un artícu lo de n u e s tra fe p o lítica” (ibid., pp. 337*338). E x trañ o
desvario: Proudhon la to m a c o n tra el h om bre que, después de desem peñar el
papel de econom ista y de alem án a p esar suyo, se expone a h o ra a desem peñar
el de ju d ío a p e s a r suyo, a despecho d e la m anifestación de an tiju d aism o a la
qúe se en treg o tre s añ o s a n te s e n La cuestión judía.

[93] E sta convicción e s tá en el c e n tro de la antro p o lo g ía m arxiana, tal com o la


en co n tram o s exp resad a en lo s m an u scrito s parisien ses de 1844, donde es defi­
n id a com o “n a tu ra lism o " {MEGA, vol. ni, p. 114).

[94] En el c a p ítu lo so b re la co m p eten cia an o tad o p o r M arx hay m uchas páginas


(ed. 1923,1.1, pp. 259-248.) « i la s qu e P roudhon critic a las ideas de Louis Blanc.
M arx tuvo aquí la o p o r tu m d a d de a p lau d ir a su rival, p ero se guard ó bien de
hacerlo. S in e m b a rg o , e<nel p lan de su fu tu ra "E conom ía", quiso reservar, des­
pués de "el c a p ita l en g en eral", una sección especial a la "com petencia de los
cap itales". A hora bien, sa b em o s que no pudo e m p re n d e r este trabajo.

[953 M arx c ita la traducción fran c esa de la o b ra de J. S teu art, P arís, 1789. Las
p a la b ra s e n tre c o rc h e te s fueron añ ad id as p o r él.

[96] D esafiando d e antem ano todo reproche so b re su falta de indulgencia, M arx


se desem b ara za con un so lo g esto de todo el segundo volum en. No o bstante, ob­
servam os q u e » o « n u m era, e n tre las "elu cu b racio n es", el cap ítu lo sobre la pro­
piedad: ¿hom eaaje tá c ito al P roudhon de la P rem ier m ém o ire? Sea com o fuere,
el cap ítu lo s o b re la com unidad h a b ría req u erid o algo m ás que la "indulgencia"
d e M arx: (Proudhon va casi tan lejos com o él en la crític a del utopism o! Y la
conclusión d e e s te capítulo, ¿no e ra p a ra q u e M arx la su scrib iera?: "Quien p ara
o rg an izar el tra b a jo ac u d e al poder y al cap ital m iente, porq u e !a organización
del trab ajo debe s e r la decadencia del capital y del p o d er" (ed. 1923, t. II, p. 310).
MISERIA DE LA FILOSOFÍA 201

[97] La p rim e ra m em oria, Qu ’ést-ce que la propriété?, en co n trab a igualm ente mo­
tivos muy recó n d ito s al nacim iento de la propiedad, y M arx lo leyó sin c ritic a r­
lo. C ierto que Proudhon se las ingenió p ara m o stra r el a su n to en su m ovim iento
(incluso decía: "m ed ian te u n a fó rm u la h egeliana”) haciendo q u e la propiedad
su ced iera a la com unidad, en esp e ra de la síntesis final, "el v e rd a d e ro m odo de
asociación h u m a n ita rio ”; es cierto igualm ente que se p re se n ta b a ahí a la pro­
p ied ad com o "n acid a de la facu ltad de razo n ar" que posee el hom bre y de la
que son incapaces los insectos com unitarios: “ La autonom ía del pensam iento,
y la te rrib le facu ltad d e raz o n a r acerca de lo p eo r y lo m ejor, en señ an al hom ­
b re que si la igu ald ad es la condición necesaria de la sociedad, la com unidad
es la p rim e ra especie de se rv id u m b re" (ed. 19 26, pp. 32 4-325). En el System e,
Proudhon p arece d a r un paso m ás: la ininteligencia de la p ro p ied ad es la que
ca u sa las ru in as. "L a ren ta com o la h eren cia se funda en la razón y el derecho:
no se tra ta de un privilegio al q u e es p reciso d e s tru ir, se tra ta de u n a función
q u e hay q u e un lv ersalizar. Los ab u so s [ ...] vienen del libre a rb itrio del hom bre
y caen bajo la cen su ra del m o ra lista [.. .] El desorden acusa aq u í al hom bre: la
in stitu ció n es irrep ro ch ab le." E ste p asaje precede in m ed iatam en te a aquel que
M arx acab a d e p re n d e r con alfile res a l principio de su capítulo. Ambos son se­
guidos p o r e s ta afirm ación: el abuso, "co ntradicción inherente a la propiedad",
es "el an uncio de u n a próxim a conciliación" (ed. 1923, t. II, pp. 2 0 8 -2 0 9 ).

[98] En su m an u scrito del libro IV de E l capital, M arx cita m uchos de estos pa­
sajes al an o tar: "Y a expliqué con toda corrección la p ro p ied ad de la tie rra mo­
d ern a". . . He dado luz p erfectam en te a la diferencia e n tre la m an u factu ra y
la a g ric u ltu ra " (T h e o rien .. t. ii, 1959, p. 149).

[99] En el ejem p lar Útina, después de "R icard o ", una adición: " u n a vez arm o n i­
zadas las prem isas", y después de "es preciso": "todavía” (MEGA, vol. vi, p. 215).

[1 0 0 ] Señalem os los retoques siguientes a este parágrafo: en el ejem plar Ütina


y en la edición fran c esa de 1 8 9 6 : "en terren o s de calidad in fe rio r" q ueda rem ­
p lazado p o r "en la tie r ra ”. Después, en lugar de "p o r ejem plo, a la in d u stria al­
godonera", léase "en u n a m a n u fa c tu ra cu alq u iera". En Ütina: "Q uizá la renta
no ex ista todavía en un país donde el arre n d a m ie n to se d e sa rro lló en extrem o."
En la edición fran c esa de 1 896 se lee: "Quizá la renta no ex ista aún, com o en
Irlan d a, a u n q u e , . (cf. MEGA, vol. vil, p. 214). En la edición alem ana de 1 885,
en co n tram o s: "Quizá, com o en Irlan d a, la ren ta no ex ista aún, au n q u e el a rre n ­
d am ien to se haya ahí d e sa rro lla d o en extrem o."

[101] En el m an u scrito del lib ro IV de E l ca.pital,-‘se cita y d eclara "ju s to ” este


p á rra fo (Theorien. . . , t. II, p. 149).

[102] En su c a rta a F.-A. S or ge, el 30 de junio de 1881, M arx c ita todo este pasaje
a p ro p ó sito de la o b ra de H enry George, Progreso y pobreza. Se trata, p u n tu a li­
za, de Jam es Mili y no de su hijo John S tu a rt (que repite lo m ism o, con cierta
diferencia).

[103] C o n tra M althus y o tro s econom istas, M arx sostiene co n stan tem en te que
el suelo p uede ten er un rendim iento variable. Al final de su vida, reto m ará esta
cuestión y leerá, plu m a en m ano, toda clase de o b ras sobre quím ica, geología
y ag ricu ltu ra. Sus cu ad ernos de ap u n tes de 1865, 1868-1869, 1875, 1878-1880 nos
202 NOTAS Y ACLARACIONES

han conservado num erosos extractos. E sta s le c tu ra s se relacionan con el lib ro


III de E l capital.

[104] C itado en la s Teorías sobre el plusvalor, con la observación “ju sto ” (Theo-
r ie n ..., t. II, p. 149).

[105] T odo este cap ítu lo sobre la ren ta no expone de ningún m odo el pensam ien­
to definitivo de M arx acerca de este tem a. V éanse sus c a rta s a Engels del 25 de
diciem b re de 1859 y del 26 de noviem bre de 1869. Cf. igualm ente su ca rta del
7 de enero de 1851 donde critic a la noción d e 'r e n ta diferencial en R icardo.

[106] Véase el re tra to m agistral de William Petty en Contribución. .., cit. (pp. 37 s).

[107] Esbozo de la tesis q u e M arx d e sa rro lla rá en 1865 en sus ch a rla s sobre S a­
lario, ganancia y plusvalor.

[108] R ecordem os algunas fechas im portantes de la historia de los inventos p ara


m ecanizai el tejido en esta época: 1735, tejedora de Jo h n W yatt; 1764, m ule-jenny
de Jam es H argreaves, perfeccionada por A rkw right en 1769-1771; 1779, m ulé
de S am uel C rom pton; 1825, self-acting-m ule d e R ichard R obert.

[109] S e trata del artícu lo aparecido en el Journal des Économistes, vol. II, agosto-
noviem bre de 1845, pp. 113-120, bajo el título: "L es co alitio n s condam nés p a r
les o u v riers anglais.”

[110] La Anli-Corn L aw League fue fundada en 1838 en M anchester po r R ichard


C obden y John B right.

[111] R establecem os aquí la fra se que Marx rem plazó por puntos suspensivos,
y que debió e n c o n tra r de su agrado: "P u esto q u e el tra b a jo no es soberano, debe
se r esclavo, y la sociedad sólo subsiste a este precio .”

[112] H acia 1800, las Com binations Acts declaran ilegales todas las coaliciones.
E stas leyes fueron abolidas en 1824 gracias a los esfuerzos de Joseph H um e y
F rancis Place. Menos liberal, una ley de 1825 qu e a p o rtó restriccio n es a esta
refo rm a seguirá en vigor h asta 1871. Las trade-unions tom aron u n gran im pul­
so después de 1825.

[113]D espués de "so cialistas", E ngels a n a d e e n la edición alem ana de 1885: “es
d e c ir los socialistas de la época, los fo u rie rista s en F rancia, los ow enistas en
In g la te rra ” .

[114] La N ational A ssociation o f United Trades fue fundada en 1845 y se ent


a un a g ran actividad en pro de las reform as. M arx y E ngels e n tra ro n desde 1846
en relación con los líd eres c a rtis ta s H am ey y O ’Connor.

[115] Una de las m ás significativas de las ideas políticas de M arx. Se anuncia


con cierto nú m ero de juicios en La ideología alem ana y to m a rá una form a m e­
nos filosófica y m ás b ru ta l en un a c a rta escrita a p a r tir de los com prom isos po­
líticos de Lassalle: "La clase o b re ra es revolucionaria o no es n ad a." (A J.-B.
S chw eítzer, 13 de feb re ro de 1865; citad a p o r M arx en su c a rta a Engels del 18
de feb re ro de 1865.)
CARTA DE MARX A PROUDHON 203

[116] A p rim e ra vista, una sem ejante am p litu d del concepto de "p o d er p ro d u cti­
vo” puede p arecer singular. S in em bargo, ac la ra con nueva luz el “m a terialis­
m o" de M arx y debe vin cularse a lo que podría llam arse su h u m anism o revolu­
cionario.

[117] N ota de Engels a la edición alem ana de 1885: “ E stad o tiene aquí el sentido
histó rico de tas ó rdenes del estad o feudal, órdenes q u e gozaban de privilegios
bien delim itad o s. La revolución burguesa abolió las Órdenes al m ism o tiem po
que su s privilegios. La sociedad b u rg u esa no conoce m ás que clases. Así, pues,
es en co n trad icció n to tal con la h isto ria que se ha llam ado al p ro le ta ria d o el
c u a rto estad o ."

[118] Con esta observación M arx se autonom bra tan an arq u ista com o Proudhon;
cuyo tem p eram en to de lib e rta rio se revela en frases com o ésta: “ El estado, sea
cual fu ere la form a que tom e, a risto c rá tic o o teocrático, m onárquico o republi­
cano, m ien tra s no se convierta en el órgano obediente y sum iso de una sociedad
de iguales, será p ara el pueblo un verd ad ero infierno, casi digo u n a condena­
ción leg ítim a" (ed. 1 923,1 .1, p. 295). En cam bio, en su s Carnets de 1848, P roud­
hon acu erd a al estad o poderes m ás discrecionales que el M anifiesto com unista
en esa m ism a época, sim plem ente com o m edida de tran sició n hacia una socie­
d ad sin estad o (cf. Carnets de P.-J. Proudhon, cit., t. II, pp. 344 ss).

[119] G. S and, Jean Ziska. É pisode de la guerre des Hussites. E sta novela ap are­
ció p rim e ro en la R evu e ¡ndépendante, 1843. El pasaje citad o se en cu en tra en
el tom o vil, p. 484. Las páginas consagradas por Marx a las luchas o breras m ues­
tra n el abism o político que lo sep ara de Proudhon y revelan p o r ello m ism o la
razón profunda de esta confrontación teórica.

CARTA DE MARX A PROUDHON

B ru selas 5 de m ayo d e 1846. P ublicada com o apéndice a P.-J. P roudhon, Confes·


sions d 'u n révolutionnaire, P arís, R ivière, 1929, p. 432.
E sc rita en francés, la ca rta tiene dos p o sd atas de F. E ngels y de Ph. Gigot,
m iem b ro s del co m ité de correspondencia co n stitu id o por los com unistas ale­
m an es en B ru selas, a iniciativa de M arx. E sta c a rta y la resp u esta de P roudhon
fu ero n incluidas en el lib ro de A m aro del Rosal, Los congresos obreros interna­
cionales en el siglo x tx , G rijalbo, México, 1958, pp. 34-37, de donde la hem os
tom ado.

[1] D aniel Halévy {loe. cit., p. 41) y H aubtm ann (loe. cit., p. 61) atrib u y en a Gigot
el post-scriptum de la carta de M arx referido a G rün. E sta interpretación es e rró ­
nea y proviene de u n m alentendido. La carta de Marx, de la que H aubtm ann ofre­
ce u n facsím il, no fue tra n sc rita p o r él. Como es conocido, M arx tenía una escri­
tu ra casi in d escifrab le y tem ía sin duda que Proudhon no p u d iera leer su carta.
Por ello fue Gigot el en cargado de tra n sc rib irla . Como se hace habitualm ente,
la firm a de M arx está u bicada al final de la c a rta y a rrib a del post-scriptum .
Gigot aprovecha la ocasión p ara ag reg ar a esa ca rta unas líneas de saludo a
P roudhon. Las le tra s P. S. indican claram ente que se tra ta de un post-scriptum
204 NOTAS Y ACLARACIONES

a la c a rta de M arx. E s d u d o so que Proudhon to m ara en consideración un p ed i­


do de este tipo hecho p o r un desconocido c o n tra su tra d u c to r y am igo.

CARTA DE PROUDHON

Lyon, 17 de m ayo de 1846. V éase nota an te rio r.

CARTA DE MARX A P.V. ANNENKOV

B ruselas, 28 de d iciem bre de 1846. E scrita en francés. Im p resa en: M. M. Stas-


siulévitch i evo sobrem eniki, t. Ill, ed. M. K. Lemke, San P etersb u rg o , 1912.
P. V. Annenkov p erten eció a un grupo de in telectu ales rusos que M arx cono­
ció en P arís en 1843-44 y con los que siguió en co n tacto luego de su expulsión
de P arís y su residencia en B ruselas.

[1] Alusión a la "h ip ó tesis" que Proudhon expone y com enta ab u n d an tem en te
en el prólogo a su Systèm e des contradictions économ iques y que él denom ina
un “ in stru m e n to dialéctico necesario" (ed. 1923, t. I, p. 34).

[2] Puede observarse que el m aterialism o denom inado “histórico" encuentra aquí
su prim era exposición term inológica. Marx ya h abía escrito sobre ello en La ideo­
logía alem ana, pero esta o bra, concluida en 1846, perm aneció inédita en vida
del autor.

[3] Al igual que en la M iseria de la filosofía, M arx critic a esta concepción sin n in­
gún reparo; y sin em bargo, a despecho de su v erb o rrag ia, P roudhon no deja de
tener ricas intuiciones sobre esos problem as: allí tam bién fue el m aestro de Marx,
cuando éste no era sino un prin cip ian te en la c rític a del capitalism o.
»

[4] He aquí algunas líneas que nos revelan el m étodo dialéctico de M arx, tal cual
se ex presa en La ideología alem ana, que expo n d rá veinte años m ás ta rd e en E l
capital (véase de éste los ú ltim o s capítulos y so b re todo el posfacio a la segunda
edición alem ana).

[5] Al invocar la “vida real" y rech azar las “categ o rías" a las que P roudhon re­
duce el m ovim iento histórico, M arx p lantea aquí su p ropia síntesis, que es la
revolución. Acerca de ese punto, el desacuerdo se irá agrandando.

[6] Los m ism os acentos están en E l capital: “ El tra b a jo cuya piel es blanca no
puede em anciparse allí donde se estigm atiza el trab ajo de piel negra” (t. I p. 363).

[1] E stam os en diciem b re d e 1846 y M arx ya es co m u n ista desde 1844. En el in­


tervalo, ha escrito una c ircu lar litografiada so b re Der Volkstribun, redigiert von
H erm ann Kriege (B ruselas, 11 de m ayo de 1846), b u rlán d o se del socialism o sen­
tim ental. K riege era un discípulo de Weitling, influido por F euerbach y L am en­
nais, M arx lo tr a ta de “c u ra de cam paña", y se m ofa ostensiblem ente de su ‘‘p a ­
raíso del am o r". El texto está firm ado tam bién po r ios m iem b ro s del “p artid o "
de M arx, u n a m edia docena de am igos.
DISCURSO SOBRE EL LIBRE INTERCAMBIO 205

[8] ¿Q ué lib ro s? ¿Q ué crític a s? En m a te ria de econom ía política sólo se conoce


de M arx, en ese m es de d iciem bre de 1846, su s notas d e le c tu ra s tom adas en
P arís, B ru selas y M anchester. ¿E sta b a p ensando quizás en su s m anuscritos
económ ico-filosóficos de 1844? Es poco probable. S im plem ente, M arx exagera;
p ero ah o ra sabem os tam bién que no le re su lta b a fácil e n c o n tra r un e d ito r en
A lem ania p a ra la o b ra en proyecto: u n a crítica de la política y de la econom ía
p olítica en dos volúm enes que pensaba te rm in a r en el c u rso de! a ñ o 1846 (véase
su c a r ta del 1° de agosto de 1846 a K. W. Leske, e d ito r dem ocrático de Darm*
sta d t, en Cartas sobre E l capital, B arcelona, E dim a, 1968, pp· 17-18). Es p recisa­
m en te el tra b a jo '-crítico" aquí m encionado, el que im pidió a M arx e s c rib ir su
o b ra económ ica: an te él ap arecía com o una necesidad m ás u rg en te polem izar
c o n tra los ideólogos del socialism o alem án.

DISCURSO SOBRE EL LIBRE INTERCAMBIO

M arx fo rm ab a p a rte d e la Liga de los C om unistas, que realizó su p rim e r congre­


so en L ondres en m ayo de 1847 y p a ra el cual u n a sección b ru selian a, u n a "co­
m u n a", le confió su p resid en cia en agosto. En septiem bre, M arx p articip ó en
un congreso de econom istas so b re el libre intercam bio; se le negó la p alab ra,
pero su intervención estaba lista y envió una versión, p ro b ab lem en te reducida,
a cierto núm ero de periódicos. S obre este texto perdido tenem os una versión
de Engels {MEGA, vol. vi, pp. 42&431). E n septiem bre se crea en B ruselas la Aso­
ciación D em ocrática, de la que se da la presidencia a M arx. E s el m om ento en
q u e defiende, c o n tra K arl Heinzen, el sistem a dem ocrático, in sta u ra d o p o r la
burg u esía, com o el terren o indispensable p a ra lu ch ar contra ella.
Un m es m ás tard e, el 2o. congreso de la L iga de los C om unistas encarga a
M arx y a E ngels re d a c ta r el M anifiesto com unista. En seguida M arx se pondrá
a tra b a ja r en su s exposiciones d estin a d as al C lub de los o b re ro s alem anes de
B ruselas, so b re el tem a: Trabajo asalariado y capital. S erá el 9 de enero de 1848
cu an d o p ro n u n c ia rá an te los m ie m b ro s de la Asociación D em ocrática su DtS‘
curso sobre el libre intercam bio.
E n todo ello en co n tram os u n a doble actividad, una doble reflexión, que co­
rresp o n d e a un doble com prom iso. La su p rem acía económ ica de la b urguesía
es tan "n ece saria" com o su dom inio político p a ra p re p a ra r la victoria del prole­
tariado; la libre com petencia ap re su ra la unión de los trabajadores y, po r lo tanto,
su em ancipación política y económ ica.

El texto de este d iscu rso sigue el p ublicado en MEGA, vol. VI, pp. 435-447: DiS'
cours su r la question du libre échange. Prononcé à l ’A ssociation Dém ocratique
de Bruxelles, dans la séance p ublique du 9 janvier 1848par Charles Marx. (Impri·
m é aux frais de ^A ssociation D ém ocratique.) [In-8°, 15 pp.]
Algunos e rro re s tipo gráficos (ortografía y puntuación) y dos e rro re s de ci­
fra s que fig u ran en la edición o rig in al han sido corregidos sin d a r m ención de
ello.
A pedido de Engels, el discuso de M arx fue anexado a la trad u cció n alem ana
de Miseria de la filosofía pu b licad a en 1885. D esde entonces co n stitu y e un ap én ­
dice de todas las ediciones de esta o b ra p u b licad as en F rancia.

[1] In tro d u cid a en 1815 p a ra p ro teg er el m ercado in tern o del trigo, la ley fue
ab o lid a en 1846 p o r R obert Peel. V éase M iseria de la filosofía, aquí, p. 116.
206 NOTAS Y ACLARACIONES

[2] El ú ltim o episodio que m a rc a el m ovim iento ca rtista , em pezado en 1838, fue
la huelga general de agosto de 1842. Term inó lam entabiém ente con el hundim ien­
to m oral de F eargus O’C onnor, quien declaró, de p ro n to que la huelga e ra un
com plot de la Anti-Corn L aw League. E n todos los m ítines p o sterio res, los car-
tistas se enfrentaron a la Liga, y en 1847 O’Connor fue elegido p a ra el P a rla m e n ta

[3] La in stitu ció n de las w orkhouses se rem o n ta a prin cip io s del siglo XVII (Poor
relief A ct, 1601). El sistem a m oderno fue in tro d u c id o en 1834 bajo la influencia
de la s teo rías de B entham . A continuación de los trágicos acontecim ientos de
Andover, en 1847, la com isión, que h ab ía d ecretad o que la pobreza e ra un c ri­
m en, fue rem plazada p o r un com ité resp o n sab le ante el P arlam ento. Sólo con
la prom ulgación del m in isterio de seguridad nacional de 1944 y la pro m u lg a­
ción de la ley de asisten cia nacional se consum ó la ru p tu ra con la Ley de los
pobres que ya h a b ía su frid o num erosas m odificaciones.

[4] Los tres escrito s p rem iad o s fueron reunidos en-volumen en 1842 b ajo el títu ­
lo The free prize essa ysin agriculture an d the Corn-Law. La p rim e ra edición del
d iscu rso de M arx dice G regg en lu g ar de Greg.

[5] S obre las penalizaciones a los obreros, véase E l capital, 1.1, cap. XIII, 4 (pp.
517 ss).

[6} Se tr a ta de hecho de dos citas, de las q u e la p rim e ra se en cu en tra en el lib ro


I de los Principios de econom ía p o lític a .. . y la segunda en el lib ro II. En la edi­
ción de 1819 (trad. de F.-S. Constancio), las dos frases ap arecen respectivam en­
te en las pp. 201 y 340. En las dos citas M arx su p rim ió n u m ero sas p alab ras.

[7] H abiendo e s c rito L assalle a M arx p a ra ped irle cifra s so b re la c risis agrícola
en In g laterra, M arx le co n testa acerca de este p u n to y en contram os en esa c a rta
consideraciones sobre el sa la rio q u e rem iten al Discurso sobre e l libre intercam ­
bio: qu e el sa la rio no au m en ta g racias al lib re com ercio, sino a cau sa de la p ro s­
p eridad del m om ento; que el efecto del régim en de lib re intercam bio, entre 1849
y 1852, no fue el aum ento del salario, sino la posibilidad de c o m p rar m ás a rtíc u ­
los con el m ism o salario. " L o q u e h a aum entado relativam ente es la ganancia;
el s a la rio relativo, el sa la rlo en relación con la ganancia; ha caído —resu ltad o
que había dem ostrado yo com o necesario desde 1847, en un folleto francés” (carta
a L assalle, 23 de enero de 1855).

[8] V éase sobre este tem a El capital, t. I, cap. IV, 3.

[9] M arx retom a aquí las ideas de Jam es Mili, E lem ents o f politicai econom y
(1821), de los que hab ía leído la tradución fran c esa de J. T. P ariso t (1823) d u ra n ­
te su estan cia en P arís (cf. MEGA, vol. III, p p . 520 ss).

[10] El d iscu rso de Bow ring, p ro n u n ciad o el 28 de ju lio de 1835, se cita en W.


A tkinsón, Principies o f politicai econom y, 1840, pp. 35-38, de donde M arx e x tra ­
jo esto s p asajes (cf. MEGA, vol. VI, p. 679).

[11] Cf. Andrew Ure, P hilosophie des m a n u fa c tu r e s..., 1836. E ste lib ro es una
de las prin cip ales fuentes p a ra la descripción del an álisis del m aquinism o y de
sus efectos que enco n tram o s en E l capital.
DISCURSO SOBRE EL LIBRE INTERCAMBIO 2Ö7

[12] El tem a será larg am ente d e sa rro lla d o en E l capital, I, cap. xxill, 3, a p ro p ó ­
sito de la ap arició n del "e jé rc ito in d u strial de reserv a" (pp. 782 ss).

[13] F erd in an d L assalle la b a u tiz a rá com o la "ley del bronce del sa la rio '’. Véase
la n o ta 12 de la M iseria ...

[14] El p rin cip al teó rico del sistem a p ro teccio n ista en A lem ania fue F riedrich
List, cuya o b ra, Das nationale S ystem der politischen Ö konom ie, 1841, figura
e n tre las le c tu ra s an o tad as de M arx, en la época de su esta d ía en P arís en 1844
(cf. MEGA, vol. III, p. 414).

[15] H e aquí, con fines de com paración, el final del d isc u rso p re p a ra d o (aunque
no pronunciado) p o r Marx p a ra el Congreso internacional de econom istas de sep­
tiem b re de 1847, según el texto q u e nos dejó Engels: "Así, hay q u e escoger: o
bien condenáis a la econom ía p o lítica en su co n ju n to tal com o es en este m o­
m ento, o bien d ebéis e s ta r de acuerdo en que, bajo la lib erta d del com ercio, las
leyes de la econom ía p olítica se aplican a las clases tra b a ja d o ra s con toda seve­
ridad. ¿Q uiere es to d ecir que estam o s co n tra el lib re in tercam b io ? No: estam os
p o r el lib re in tercam b io p o rq u e p erm ite a todas las leyes económ icas, con sus
co n trad iccio n es m ás pasm osas, ejercerse en un a m ayor escala, so b re u n a exten­
sión m ás v asta de territo rio , so b re la tie rra en tera, y q u e todas e s ta s co n trad ic­
ciones, reu n id as en un solo y m ism o conjunto, en un gran ca ra a cara, volverán
a la lucha y de ah í sa ld rá la em ancipación del p ro le ta ria d o " (The N orthern Star,
9 de o ctu b re de 1847; MEGA, vol. vi, p. 431).
E n 1888, Engels re d a c ta un largo prólogo a la edición n o rteam erica n a del
D iscu rso .. . de M arx. En él h ace la h isto ria del proteccionism o y del librecam -
bism o, los cu ales, p racticad o s altern ativ am en te y con toda d e stre z a por In g late­
rra desde el p rim e r tercio del siglo xviu, aseguraron a este país, a p a rtir de 1815,
el m onopolio efectivo del com ercio m undial en los sectores in d u striales m ás im ­
p o rtan tes. H acia el final de su prólogo, Engels p lan tea la cu estió n de sa b er en
qué m edida el p roblem d del lib re in tercam b io y del proteccio n ism o in teresa a
los so cialistas: * \ . .deben desear un d esa rro llo ta n lib re com o sea posible y una
am pliación tan ráp id a com o sea posible del ac tu a l sistem a de producción; este
sistem a d e s a rro lla rá así sus consecuencias económ icas inevitables: m iseria de
las g ran d es m asas p o pulares a continuación de u n a sobreproducción que engen*
d ra rá o c risis p erió d icas o el estan cam ien to crónico del com ercio; división de
ia sociedad en u n a p eq u eñ a clase de ca p ita lista s y u n a gran clase de esclavos
asalariad o s realm en te h ered itario s, de p ro le ta rio s cuyo n ú m ero n o cesa de cre ­
cer. . . Desde este p u n to de vista es que M arx, hace c u a re n ta años, se d eclaró
en p rin cip io p o r el libre in te rc a m b io c o m o e l cam ino m ás directo, aquel que con­
d u cirá con m ayor celeridad la sociedad capitalista a un callejón sin salida." Vol­
viéndose h acia los in d u striales, Engels escribió: "N o podéis h a c e r m ás qu e de­
sa rro lla r el sistem a cap italista , a c e le ra r la acum ulación y la centralización del
ca p ita l y al m ism o tiem p o la pro d u cció n de u n a clase o b re ra q u e se en cu en tra
fu era de la sociedad oficial. Y sea cual fuere el· cam ino que escojáis, el p ro te c ­
cionism o o el lib re intercam bio, el re su lta d o no h ab rá cam biado; lo único que
p o d réis ca m b ia r será la longitud de la espera q u e os queda, h asta el resu ltad o
final. Pues, con el tiem po, el p ro teccio n ism o se co n v ertirá en un obstáculo inso­
p o rtab le p a ra todo país que asp ire, con cie rta s p o sib ilid ad es de éxito, a u n a po­
sición independiente sobre e? m ercado m undial" (cf. Werke, vol. XXI, pp. 3 7 4 ss).
208 NOTAS Y ACLARACIONES

CARTA DE MARX A J.B. VON SCHWEITZER

L oñdres, 24 de e n e ro de 1865. P ublicada en el Social-D em okrat (Berlín), los días


1, 3 y 5 de fe b re ro de 1865, el texto de esta ca rta fue reproducido en 1885 com o
apén d ice de la edición alem ana de M iseria de la filosofía, p re p a ra d a p o r E d u ard
B ernstein y K arl K autsky.
El Social-D em okrat h a b ía sid o fundado en d iciem bre de 1864 p o r J. B von
S chw eitzer y G. von H ofstetten com o órgano de la A sociación G eneral de Obre·
ros de A lem ania (A.V.D.A.), cuyo presidente, F erd in an d L assalle, había m u erto
.poco tiem p o an te s (31 de agosto de 1864) a consecuencia de las h e rid a s recibí-
das en un duelo. M arx escrib e esta c a rta necrológica sobre P roudhon, m u erto
el 16 de enero de 1865, a pedido del m ism o Schw eitzer.

[1] La redacción del Social-D em okrat agregó u n a n o ta al pie de página: "H em os


pensado que e r a p refe rib le p u b licar esta c a rta sin ninguna m odificación,> (cf.
W erke, voL xvi, p. 25).

[2] ¿Se adivina aq u í u n a no ta de nostalgia? V einte añ o s después de la crític a im ­


placable al Systém e des contradictions économ iques, Marx vuelve a e n c o n tra r
en esta ocasión al p en sad o r que guió su s p rim e ro s pasos en el cam ino del socia­
lism o y el tono parece ab lan d arse .

[3] En P arís, a p a r tir de ju lio de 1844 h asta su expulsión, M arx se vio periódica­
m ente con P roudhon. De las conversaciones, m antenidas, M arx no hizo m ención
en Miseria de la filosofía ni habló m ás salvo en esta ca rta . P ero podem os hacer­
nos cie rta idea al respecto a través de la co rre sp o n d en cia de P roudhon, o de al­
gunos fragm entos que se han c o n s e ja d o . V eam os dos extractos: “P ara sa lir de
un obstáculo inextricable, quiero [ . .. ] in ten tar lo que K ant ha d eclarado fo rm al­
m ente im posible: estoy trab ajan d o en la popularización de la m etafísica ponién­
dola en acción. P ara esto em pleo la dialéctica m ás profunda: la de Hegel, pues
es tal m i m alhadada su e rte que, p a ra triu n fa r de m is indom ables repugnancias,
debo servirm e de los procedim ientos m ás an tip á tic o s al sentido com ún" (carta
del 4 de o ctu b re de 1844 a Ackermann). "E stoy tra b a ja n d o denonadam ente para
llegar a las conclusiones tan rápido com o e sp e ro [ ...] Se tra ta de u n a crítica
g eneral de la econom ía política desde el p u n to de vista de la s an tin o m ias socia*
les. E sp e ro poder e n señ ar a! fin al público fran cés lo que es la dialéctica: e?to
no es deplorable, pues m ien tra s que en A lem ania todo e sc rito r se atiene a u n a
form a m etódica conocida, e indica siem pre el pro ced im ien to lógico del que se
sirve, en F rancia se ergotiza etern am en te a d iestro y siniestro, sin poder en ten ­
d e rse jam ás. E s e s ta n ecesidad de disciplina la razón p o r la qu e soy el p rim e ro
en in au g u rarla con el n o m b re de teoría o d ialéctica serial y d e la cual H egel ya
había dado u n a constitución p a rtic u la r. Según las nuevas relaciones que hice
este invierno, u n a g ran can tid ad de alem anes m e h an com prendido m uy bien
y ad m iran el tra b a jo que hice para llegar p o r m í m ism o a lo q u e afirm an que
existe en ellos. No puedo ju z g a r todavía qué paren tesc o existe en tre mi m etafí­
sica y la lógica de Hegel, p o r ejem plo, puesto q u e jam ás he leído a Hegel; pero
estoy convencido de que es su lógica la que yo em p learé en m i próxim a obra.
A hora bien, esta lógica no es sino un caso p a rtic u la r o si tú q u ieres, el caso m ás
sim ple de la m ía" (carta del 19 de enero de 1845 a B ergm ann; cf. C.-A. Sainte-
Beuve, P.-J. P roudhon, sa vie el sa correspondance, J838-J848, P arís, Costes, 1947,
pp. 200 y 181).
PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN ALEMANA 209

Se creería e s ta r escu chando a M arx, quien, en sus m an u scrito s de 1844, se


dio com o ta re a c ritic a r la econom ía política y que, com o ya vim os, el I o de fe­
b re ro de 1845 firm ó un co n trato de edición p o r un a o b ra consagrada a este tema.
El tex to de P roudhon no nos dice cuál de los dos influyó en el otro. Según P.
H au b tm an n , Marx et Proudhon, P arís, 1947, p. 30: “la acción de M arx sobre
P roudhon p arece h a b e r sido de lo m ás débil”; un desconocido de veintiséis años
fren te a un hom bre de tre in ta y cinco, ya célebre. Pero esto sería h acer caso omiso
de la eru d ició n dem asiad o precoz de M arx, p a ra quien Hegel no tenía secretos.
En cu an to al papel de K arl G rün, véase su p ra , n. 53 a la M iseria ..., y, p a ra
m ás d etalles so b re sus relaciones con P roudhon, véase la o b ra de Grün: Die so*
ziale Bewegung in Frankreich u n d Belgien (1845). Véase igualm ente, C.-A. Sainte-
Beuve, P.-J. P ro u d h o n .. pp. 180 ss.

[4] V éase la c a rta de P roudhon, su p ra, pp. 128-131.

[5] Las p a la b ra s e n tre p a ré n te sis no figuran en Miseria de la filosofía.

[6] E ngels p u b licó en la Neue R heinische Zeitung del 5 de agosto de 1848 un a rtí­
cu lo in titu la d o "E l d iscu rso de P roudhon c o n tra T hiers.” En él retom a algunas
de las c rític a s fo rm u lad as p o r M arx c o n tra la “ciencia u tó p ic a ” del socialism o
fran cés (cf. W erke, vol. v, pp. 305-308).

[7] Cf. G ratuité d u crédit. D iscussion entre M. Fr. Bastiat et M. Proudhon, P aris,
1850.

[8] Las dos "v illan ías" fu eron pu b licad as a diez años de distancia. Se trata: 1] de
La révolution sociale dém ontrée par le coup d ’éta t du 2 décem bre (1853); 2] de
S i les traités de 1815 ont cessé d ’exister? Actes du fu tu r Congrès (1863). P or ese
entonces Ma r x se o p u so a las m u e s tra s de sim patía que los d em ó cratas ingle­
ses, m iem b ro s del Congreso C entral de la Internacional, b rin d a b a n a N apoleón
III, en m om entos en que la a c titu d de éste m o strab a "la traició n p erm anente
de ios fran ceses fren te a los polacos, desde L uis XV a B o n a p arte II" (carta a
Engels del 10 de d iciem bre de 1864).

[9] El elogio no es g ratu ito . R ecuérdese el lugar que ocupa Linguet en E l capital.

[10] E stas ú ltim as líneas ap u n tan , a través de P roudhon, co n tra F erdinand Las-
salle: es lo que M arx señala a E ngels (el 25 de enero de 1865). N o debe olvidarse
que esta c a rta in m em oriam e s tá destinada al órgano del p a rtid o lassalliano.

PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN ALEMANA

U] V éase supra, n o ta 27 de la M iseria ...


ÍNDICE ONOMASTICO Y BIBLIOGRÁFICO

Anderson, Adam (1692-1765):


A historical and chronological deduction of the origin of commerce,
from the earliest accounts to the present tim e..., 2 vols., Londres
1764: 9
Arkwright, Sir Richard (1732-1792): 93-94
Annenkov, Pavel V. (1812-1887): 132-143
Atkinson, William:
Principles of political economy: or, the laws of the formation of na­
tional wealth, Londres, 1840: 32

Babbage, Charles (1792-1871):


Traité sur l’économie des machines et des manufactures, trad. Ed.
Biot, Paris, 1833 [On the economy of machinery and manufactures,
Londres, 1832]: 91-92
Bastiat, Frédéric (1801-1850):
Grauité du crédit. Discussion entre M. Fr. Bastiat et M. Proudhon,
Paris, 1850: 165
Baudeau, Nicolas (1730-1792):
Explication du tableau économique, à madame de ***, Paris, 1776:63
Blanqui, Jérôme-Adolphe (1798-1854): 19
Boisguillebert, Pierre Le Pesant (1646-1714):
Dissertation sur la nature des richesses, de l'argent, et des tributs
où l’on découvre la fausse idée qui règne dans le monde à l'egard
de ces trois articles, en Eugène Daire, Économistes du xvüie siècle,
Parts, 1843: 32,50
Bowring, Sir John (1792-1872): 144, 147, 149, 152-154
Bray, John Francis (1809-1895):
Labour’s wrongs and labour's remedy. ■., Leeds, 1839: 34-39, 41, 169,
174
Bright, John (1811-1889): 144
Brissot de Warville (1745-1793): 161

Cabet, Étienne (1788-1856): 164


Carlomagno (742-814): 46
Carlos II de Inglaterra (1630-1685): 114
Colbert, Jean-Baptiste (1619-1683): 99
Cooper, Thomas (1759-1840):
Lectures on the elements of political economy, Londres, 1831: 51

[ 211]
212 In d i c e o n o m a s t i c o y b i b l i o g r a f i c o

Cherbuliez, Antoine (1797-1869):


Richesse ou pauvreté. Exposition des causes et des effets de la dis­
tribution actuelle des richesses sociales, Paris, 1841: 110

Droz, François-Xavier-Joseph (1773-1850): 19


Dunoyer, Barthélemy-Charles-Pierre-Joseph: 27, 164

Edmonds, Thomas R. (1803-1889):


Practical moral and political economy.... Londres, 1828: 34, 169
Eisenbart, médico: 178
Engels, Friedrich (1820-1895): 125, 127, 130-131
Prefacio a la primera edición alemana de la Miseria de la filosofía:
167-181
Prefacio a la segunda edición alemana de la Miseria.. ..182
Ewerbeck: 130

Faucher, Léon (1803-1854): 116


Felipe I (1052-1108): 46-47
Ferguson, Adam (1723-1816):
Essai sur l’histoire de la société civile, trad. M. Bergier, 2 vols., Pa­
ris, 1783 [An essay on the history of civil society, Edimburgo, 1767]:
84-85
Fourier, Charles (1772-1837): 159
Feuerbach, Ludwig (1804-1872): 130, 159

Gigot, Philippe: 125-126, 131


Gray, John (1798-1850):
The social system. A treatise on the principle of exchange, Edimbur­
go, 1831: 172-174, 178, 181
Greg, William Rathborne (1809-1881): 146-147, 156
Grün, Karl (1817-1887): 126, 130-131, 161
Guillermo de Orange (III de Inglaterra) (1650-1702): 104

Harvey, William (1578-1657): 101


Hegel, G.W.F. (1770-1831):
Encyclopädie der philosophischen Wissenschaften im Grundrisse.
1. Th. Die Logik. Hrsg. von Leopold von Henning, en Werke/Vollst.
Ausg. durch, einen Verein von Freunden des Verewigten, Bd. 8, Ber­
lin, 1840: 63-64, 66-67, 69-70, 72, 159
Helvecio, Claudio Adriano (1715-1771): 164
Hilditch, Richard: 110
Hodgskin, Thomas (1787-1869):
Popular political economy..., Londres, 1827: 34, 169, 182
Hope, Georges (1811-1876): 146, 156
Huskisson, William (1770-1830): 118
In d i c e o n o m a s t i c o y b i b l i o g r a f i c o 213

Juvenal (c. 65-128): 25

Kant, Emmanuel (1724-1804): 86, 160, 162

Lauderdale, James Maitland de (1759-1839):


Recherches sur la nature et ¡'origine de la richesse publique et sur
les moyens et les causes qui concourent à son accroissement, trad.
E. Lagentie de Lavaisse, Paris, 1808: 7, 17, 55-57.
Law, Jean (1671-1729): 45
Lemontey, Pierre-Édouard (1762-1826):
CE uvres. Édition revue et préparée par l ’auteur, 1.1, Paris, 1829:84-96
Linguet, Simon-Nicolas-Henri (1736-1794):
Théorie des los civiles, ou principes fondamentaux de la société, 2
vols., Londres, 1767: 165
Luis XIV (1638-1715): 50
Luis XV (1710-1774): 63
Luis Bonaparte (Napoleón III) (1808-Í873): 165-166
Lutero, Martin (1483-1546): 128

Malthus, Thomas Robert (1766-1834):


An essay on the principle of population, as it affects the future im­
provement of society with remarks on the speculations of Mr. God­
win, M. Condorcet, and other writers, Londres, 1798: 161
Marx, Karl (1818-1883):
Zur Kritik der politischen Ökonomie, 1. Heft, Berlin, 1859r 164,169,
181
Das Kapital, 1. Buch, 1867: 168, 181
Menger, Anton (1841-1906): 182
Mill, James (1773-1836): 110
Mill, John Stuart (1806-1873):
Essays on some unsettled questions of political economy, Londres,
1844: 51
Morse, Arthur (s. xix): 146, 156

Napoleón 1 Bonaparte (1769-1821): 69, 166

Pedro el Grande (1672-1725): 165


Petty, William (1623-1687): 114
Proudhon, Pierre-Joseph (1809-1865): 125-131, 159-166
Système des contradictions économiques, ou Philosophie de la mi­
sère, 2 t., Paris, Guillaumin, 1846: 1-121, 132-143, 161-165, 167-182
Qu’est-ce que la propriété? ou Recherches sur le principe du droit
et du gouvernement, Paris, 1840: 159' 161, 163
Quesnay, François (1694-1774):
Tableau économique. Remarques sur les variations de la distribu­
tion des revenus annuels d ’une nation, Versalles, 1758: 63, 154
214 INDICE ONOMASTICO Y BIBLIOGRAFICO

Raumer, Friedrich von (1781-1873): 166


Ricardo, David (1772-1823):
Des principes de l'économie politique et de l’impôt, trad. E.S. Cons­
tancio, con notas explicativas y críticas de J.B. Say, 2a. ed., 2 t., Pa­
ris, 1835 [On the principles of political economy, and taxation, 3a.
ed., Londres, 1821]: 7, 14-19, 21, 23, 29-30, 48-49, 55-56, 63, 79-80,
105-109,149,154,169-172,180
Rodbertus-Jagetzow, Johann Karl (1805-1875):
Zur Erkenntnis unserer staatsfirtschaftlichen Zustände, 167-170,
172-180
Sociale Briefe an von Kirchmann. Dritter Brief: Widerlengung der
■Ricardo’schen Lehre von der Grundente und Begründung einer
neuen Rententheorie, Berlin, 1851: 168
Rossi, Pellegrino (1787-1848):
Cours d ’économie politique, année ¡836-1837, 2 1., Paris, 1840:19, 102.
Rousseau, Jean-Jacques (1712-1778): 166
Sadler, Michael Thomas (1780-1835):
The law of population: a treatise, in six books in disproof of the su­
perfecundity of human beings, and developing the real principle of
their increase, 3 vols., Londres, 1830: 52
Saint-Simon, Claude Henri, conde de (1760-1825): 159
Sand, George (1804-1876):
Jean Ziska. Épisode de la guerre des hussites, Bruselas, 1843: 121
Say, Jean-Baptiste (1767-1832): 14, 24, 49, 84
Schweitzer, Johann Baptist von (1833-1875): 159-166, 167
Senior, Nassau William (1790-1864):
Political economy, en Encyclopedia metropolitana, or universal. Dic­
tionary of knowledge, vol. 4, Londres, 1836: 51
Sismondi, Jean-Charles-Léonard, Simonde de (1773-1842):
Études sur l ’économie politique, 2 vols., Bruselas, 1837: 6 ,3Q-31, 33,
85
Smith, Adam (1723-1790):
Recherches sur la nature et les causes de la richesse des nations, trad,
con notas y observaciones de Germain Gamier, 5 vols., Paris, 1802
(vol. 5) [An inquiry into the nature and causes of the wealth of na­
tions, 6 vols., Londres, 1835-1839]: 5, 13-16, 23, 44, 79-80, 83-84, 91,
94, 103, 136
Steuart, James (1712-1780):
Recherches des principes de l'économie politique, ou essai sur la
science de la police intérieure des nations libres, t. 1, Paris, 1789 [An
inquiry into the principles of political economy..., 3 vols., Dublin,
1770]: 103-104
Storch, Henri (1766-1835):
Cours d'économie politique, oy exposition des principes qui déter­
minent la prospérité des nations, con notas explicativas y críticas
por J.-B. Say, t. 1, Paris, 1823: 10
I n d ic e o n o m a s t ic o y b ib l io g r a f ic o 215

Thiers, Adolphe (1797-1877): 164


Thompson, William (c. 1785-1833):
An inquiry into the principles of the distribution of wealth..., Lon­
dres, 1824: 34, 169, 182
Tooke, Thomas (1774-1858):
A history of prices, and of the state of the circulation, from 1793 to
1837; preceded by a brief sketch of the state of the corn trade in the
last two centuries, 2 vols. Londres, 1838: 51

Ure, Andrew (1778-1857):


Philosophie des manufactures, ou économie industrielle de la fabri­
cation du coton, de la laine, du lin et de la soie, avec la description
des diverses machines employées dans les ateliers anglais, 2 t., Bru-
selas, 1836 [The philosophy of manufactures: or, an exposition of
the scientific, moral and commercial economy of the factory system
of Great Britain, Londres, 1835]: 93-95, 154

Villeneuve-Bergemont, Alban (1784-1850):


Histoire de l ’economie politique, Bruselas, 1839: 77
Voltaire, François-Marie Arouet de (1694-1778):
Histoire du parlement de Paris, en Œuvres complètes, Gotha 1784-
1790, t. 26: 45
L'homme aux quarante écus, t. 45: 105

Wagner, Adolph (1835-1917): 173


Weitling, Wilhelm (1808-1871): 168
Wyatt, John (1700-1766): 93
im p re sió n : e d ito ria l ro m o n t, s.a.
p re s id e n te s 142 - col. p o rta le s
deleg. b e n ito ju á re z - 03300 m éxico, d.f.
tr e s m il e je m p la re s m á s s o b ra n te s p a r a re p o sic ió n
5 de n o v ie m b re d e 1987
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*

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