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El airampo, una semilla de cactus

excelente para calmar la fiebre


• El airampo no sólo se utilizaba para preparar refrescos y
helados, sino también en tintes para pintar panes y
especialmente para hilados

El Airampo, semilla de cactus que es buena para bajar la fiebre


El airampo, se utiliza en los países andinos para calmar la fiebre y preparar
helados, pero muy poco se conoce a nivel mundial sobre las bondades de ese
producto que es una semilla de la familia de los cactus, que crecen en los
lugares pedregosos, especialmente en los cerros rocosos aledaños a la ciudad
de Oruro.

Entre los cactus, existe uno más pequeño, más delgado y a veces crece hasta
los 50 centímetros únicamente. Su tallo es espinoso. La flor es amarilla o roja y
su fruto verde, parecido a la tuna, pero más pequeña y más frágil. Es un regalo
de la naturaleza, porque no necesita de la mano del hombre para su
reproducción. Las semillas se esparcen y se asientan entre las rocas, para su
reproducción.

La flor y el fruto sirven para teñir de color carmín, agradable a simple vista, pero
cuando se prepara una infusión utilizando las semillas es esencialmente
refrescante y sirve para bajar la fiebre.

Las abuelas de las zonas andinas, especialmente de Oruro, saben cuáles son
las bondades del airampo. Cuando no había airampo en los mercados, solían
caminar un poco por los cerros aledaños y encontrar esos frutos, que están
esparcidos en todas partes, especialmente en el cerro San Pedro, San Felipe o
aquellos aledaños a la mina San José, donde no hay contaminación.
"Este fruto que no es muy conocido, y sin embargo su uso se viene dando
desde el imperio incaico, incluso mucho mas antes, y por ser un fruto muy
especial lo he elegido como trabajo de investigación para la universidad a la
que pertenezco, me sería de gran ayuda tener mayor referencia acerca de este
fruto", afirmó la universitaria de medicina, Roxana Mendoza García.

El airampo se utiliza especialmente para la preparación de los helados que, en


combinación con canela, tiene un agradable sabor. En los puestos antiguos de
la zona de La Ranchería, Oruro, había señoras que en vez de preparar refresco
de durazno seco, vendían preparados de airampo, mucho más agradable y su
venta era permanente, hasta que las señoras acabaron sus días.

El airampo consiste en semillas rojas. Algunos investigadores, especialmente


los médicos kallawayas o los médicos naturistas, recomiendan el consumo de
refresco de airampo para combatir las úlceras de estómago o para aquellos
momentos donde la fiebre es intensa, cuando aparece la varicela y el
sarampión.

El airampo también es utilizado para teñir los telares. Por lo tanto, su


crecimiento no es exclusivo de la zona de Oruro, sino en la coordillera de Los
Andes.

Según las investigaciones, el airampo crece en los terrenos pedregosos y


agrestes de las laderas del río Colca y terrenos eriazos de Cabanaconde, Perú.
Se encontraron plantas similares en los cerros de La Paz, Cochabamba y
Potosí. De la misma forma, existen en Cuzco, Puno y otras regiones altas.

Los expertos recomiendan un mate de airampo especialmente en la época de


calor o servirse un vaso de helado con una rodaja de lima, combinado con
licores, en una especie de cóctel, para sentir un sabor diferente.

Los dulces y los panes también se preparan con airampo.

El médico Jorge R. Alonso, al hacer una investigación sobre las plantas


medicinales que servían a las poblaciones originarias, mencionó al airampo
como un refrescante, que se utilizaba en las poblaciones existentes por encima
de los 3.800 metros sobre el nivel del mar.

Dijo que existen indicios que los primeros hombres que se instalaron en la puna
argentina, datan de unos 30.000 años, ubicándose cerca de aguadas u hoyas
protegidas, y que provenían de grupos migratorios desde el norte (Perú y
Bolivia). Ello explica de alguna manera la influencia de nuestros primitivos
grupos nativos con los incas y kallaguayas.

Los habitantes del norte de Tucumán utilizaban para la fiebre y el paludismo


plantas como la cascarilla y la virreina del monte, por lo menos cien años antes
que en Quito se descubriera el poder de la quina. Ante la falta de coca
empleaban la efedra, poposa o tramontana contra el mal de puna.

Opuntia soherensii es el nombre científico del airampo. El médico recomienda


el tratamiento de la fiebre con hojas, flores, raíces y semillas de malva, corteza
de quina, sumidas en infusión de airampo y hojas hervidas de verbena.

En el Cuzco, existe una tradición para la preparación de panes, todos,


horneados con leña de eucalipto, y cuya combustión le da un sabor y aroma
únicos. La localidad de mayor renombre por su panadería es el distrito de
Oropesa, enclavado en la provincia de Quispicanchi.

Los oropesanos han instituido la celebración del "Tanta Raymi" o fiesta del pan.
Cada septiembre, sus pobladores evocan, curiosamente, el pasado
prehispánico del pan, pues un vecino, que representa al inca, se viste con
"uncu" y "mascaipacha" y ofrece, al pueblo, a manera de comunión, unos bollos
de harina de maíz mezclada con sangre de llama.

Una hogaza sabrosa y de buen tamaño es el pan de Jurka, amasado con


manteca de cerdo, mantequilla y huevos, y adornado con anís. Aquellos que se
deleiten descubriendo formas, sabrán apreciar los churros con corazón, de
leche, levadura y huevo, que una vez horneados son similares a un corazón
estilizado.

Los maizillos, que se venden en unidades pequeñas en el mercado de la


capital cusqueña, son panecillos de harina de maíz, manteca, mandioca, leche,
azúcar. Ya cocinados, son pintados con el pigmento, procedente de las
semillas del airampo, planta cactácea que crece sobre las rocas en la región
andina.

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