Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Eliminalosvirusmentalesconpnldedonaldlofland 150302163315 Conversion Gate01 PDF
Eliminalosvirusmentalesconpnldedonaldlofland 150302163315 Conversion Gate01 PDF
Agradecimientos .............................................................................. 11
PRIMERA PARTE
LOS VIRUS MENTALES
SEGUNDA PARTE
LOS VIRUS MENTALES Y LA CURACIÓN
TERCERA PARTE .
LOS VIRUS MENTALES Y EL TRABAJO
9
I V-.' í.u tiy iii^ r v i a ./ j v ¿v ju in m t - c j v^ v_ / i n ri\ i_
CUARTA PARTE
LOS VIRUS MENTALES Y EL AMOR
APÉNDICES
El caldo de cultivo:
la coherencia y el sentido
ANTOlNfc DE S a í NT-ÉXUPÉRY
Sobre estos temas versa este libro: reconocer los virus m en
tales como la base común de los modelos amodestructivos, y
aplicar remedios antivíricos de. fácil empleo para mejorar la
salud, las relaciones, la carrera profesional, la cohesión social y
la realización personal.
satisfacción personal fue, a no dudarlo, uno de los prime
ros sentimientos que los astronautas experimentaron al pisar
triunfalmente la superficie lunar y mirar hacia la Tierra, pensan
do en el experimento que estaban a punto de protagonizar. «Ahí
está», observaron los astronautas cuando el destello de luz pro
cedente de la Tierra rebotó en los reflectores angulares que ha
bían montado. El destello recorrió con precisión milimétrica el
camino de vuelta hasta el punto de origen en la Tierra. Aquella
luz, claramente visible para ios astronautas, podía observarse
desde la Luna a niveles tan bajos como 15 vatios, potencia que
correspondería a una lamparilla doméstica. Lo que no podían
ver eran los millones de vatios de las luces de Nueva York en la
noche. ¿Cómo era posible que una luz más débil, de 15 vatios,
fuera claramente visible, mientras que ciudades enteras en la
Tierra no alcanzaran a iluminar el cielo lunar?
La coherencia
Ejercicio 1
La coherencia de vuestro pensamiento
2. El pensamiento coherente.
2. La Programación neurolingüística, que nos proporciona una
comprensión de cómo pensamos y que constituye un instru
mento básico de la terapia de virus mentales.
3. Las fuerzas duales que nonnalmente nos motivan.
4. Nuestra manera de dar un sentido a las cosas basándonos en
el estado emocional que experimentamos.
22 PARTI". I: LOS VIRUS MENTALES
Hace siete años ¿-i Dana, una gran amiga mía, le diagnosticaron
un cáncer de ovario en estado avanzado. De las personas que
sufren este tipo de cáncer sobreviven sólo e) 15 por ciento. El
único tratamiento disponible en ese momento para mí amiga era
la agresiva quimioterapia y la introducción de tubos en sus pul
mones y otros órganos con el fin de extraer el exceso de Huidos
acumulados. De vez en cuando, Dana me contaba cosas espan
tosas sobre eí sufrimiento adicional de tener que someterse a tra
tamientos médicos mal concebidos, a la burocracia, a la falta de
apoyo económico y al hecho de que se estaba muriendo con sólo
cuarenta y dos años. Sin embargo, lo que yo encontraba real
mente notable en ella era que, a pesar del dolor y el sufrimiento,
casi siempre lograba dar un toque humorístico a estas situacio
nes, o al menos contarlas con humor.
Dana era una mujer que se entregaba totalmente a su singu
laridad, de una manera casi Indica, encantadora e infantil. En
una ocasión, me como que había vendido su casa para comprar
una barcaza y vivir en ella, porque pensó que aquello sería una
aventura. Las personas se sentían magnetizadas de forma natural
por su capacidad para estar aquí y ahora, y para ver el lado posi
tivo y divertido de las cosas que le sucedían. Sospecho que esta
ba más viva durante su agonía que muchas personas que gozan
de perfecta salud. Como podéis imaginar, las visitas entraban y
salían del hospital para embeberse de su presencia y aprender su
secreto vita) antes de que falleciera.
Todas las tradiciones religiosas y espirituales nos dicen que
así deberíamos vivir, viendo el lado bueno de las cosas, recono
El c a ld o d e cultivo: 'a cohcrcncía y el sentido
ciendo lo que hay de valioso en todo lo que nos sucede. Por des
gracia, en la mayoría de los casos no nos dicen cómo vivir de
esta manera. ¿Cómo puede una persona como Dana seguir ade
lante, emocional y espiritualmente, y mantener su encanto inte
rior en las peores condiciones? ¿Cómo puede un Thomas Edison
fracasar miles de veces en la fabricación de una bombilla y seguir
adelante, sin tener la certeza siquiera de que a la larga funciona
rá? ¿Cómo pueden algunas personas mantener una concentra
ción que les permite aprender una lengua extranjera en uno o
dos meses? Creo que se trata de ejemplos del poder de un pen
samiento genuinamente coherente.
Fijaos de cuando en cuando en aquellos días especiales,
cuando iodo parece que funciona tal com o deseáis. Macéis lo
correcto en el momento correcto. El partido de tenis ha sido
espectacular, o habéis dado con las respuestas apropiadas en una
reunión importante. A veces parece que aquel día no podría
haber sido mejor m aunque lo hubieseis planeado. ¿Acaso días
como éstos suceden al azar, o hay alguna otra explicación?
Ejercicio 2
Aquellos días tan especiales
• Me siento relajado.
• Todo encaja.
• Me siento espontáneo.
• Estoy contento y lleno de energía.
24 PAKIT. I: TOS VIRUS MEN'LAI.ES
E jercicio 3
L a m otivación en nuestros o b jetiv os
Ejercicio 4
Estados emocionales de temor
La fisiología
Ejercicio 5
El marco «como si»
Los virus
M íg u e i. de C ervantes
39
PARTE 1: LOS VIRUS MENTALES
Tipos de virus
Fn algunos casos, puede incluso que los virus tengan sus pro
pias creencias y valores, que serían del todo diferentes de
aquellos a los que la persona norm alm ente se adhiere. Sin
embargo, a diferencia de los virus inform áticos, indepen
dientemente de lo autodestructivo o restrictivo que es el virus
mental, siempre encierra una intención positiva para el indivi
duo, La intención positiva es incongruente con el com porta
miento que el virus realmente produce, de modo que esto crea
incongruencia, conflictos internos e incoherencia en el pensa
miento de la víctima.
He aquí un ejemplo. Lucy, una amiga mía, tenía un precicso
conjunto de muebles de caoba en el comedor. Cada vez que yo
la visitaba y su familia estaba comiendo, observaba que nadie lo
Las virus 51
r Intención
posiuva
uención positiva
c - creencias
v = valores
A gujero o p u m o ciego; «N o se me da
m ucho esto *. <-jarnás podría hacer eso»
* ____________ i_____________*
----------------------------------- \
¡m orbidad de experiencias .
emocionales importantes
A
Aiuínpies personalidades
Fobias
Compulsiones
Aspectos gemelos del virus Géminis
Dcsencade n a n tes negat ivos
Creencias o decisiones restrictivas
N ociones Ideas
PLcM TU D
V
Los virus
C a r a c t e r ís t ic a s c o m u n e s de lo s v ir u s m e n t a le s
ANÓNIMO
61
62 PARTE I: LOS VIRUS MENTALES
dedujeron que tenía que haber sido enorme. Sin embargo, jamás
se ha encontrado rastro alguno de la materia de la que están
hechos los meteoritos. ¿Qué desató esta explosión? Si fue un
meteorito, ¿por qué produjo un efecto contrario al esperado, y
no dejó huella de su paso? Al igual que el meteorito de Tungus-
ka, los acontecimientos pueden producir efectos opuestos a lo
que esperamos. La verdadera causa de la explosión sigue siendo
un misterio hasta el día de hoy, a pesar de que los científicos han
propuesto teorías muy aventuradas para explicarlo.
Durante aquella excursión a la montaña pensaba en la explo
sión de Tunguska y en mi primera lectura del supervenías de Dee-
pak Chopra, La curación cuántica " En este libro, Chopra cuenta la
historia de un paciente adicto a la heroína. El doctor Chopra trató
a este paciente y, en cuestión más o menos de un año, logró que se
liberara de su antigua adicción y se integrara en un trabajo estable.
Hasta que un día este paciente tomó un tren, en un contexto que
le era familiar desde antaño, y de pronto algo misterioso desenca
denó en él una necesidad incontrolable de consumir heroína. Aun
que parezca irracional, el hombre volvió a su antigua adicción.
El enfoque bolista del doctor Chopra en relación a la cura
ción de la mente y el cuerpo, que él denomina curación cuántica,
promueve la salud física, mental y espiritual mediante los instru
mentos de la medicina convencional occidental, las prescripcio
nes ayurvédicas y la meditación. Sin embargo, algo falta en el
rompecabezas de la curación de (a mente y el cuerpo.
Leyendo al doctor Chopra me preguntaba por qué cuando nos
planteamos objetivos y visiones claras a veces basta el mero recuer
do de ciertas experiencias para que no lo consigamos.
Los desencadenantes
Cuando conocí a Amy com encé a entender qué era lo que fal
taba. Amy era la brillante y atractiva hija de un amigo mío, y
• Llueve sin parar desde hace doce días, asi que comenzáis el
día deprimidos. .
• Vuestro cónyuge o amante os hace masajes en los hombros y
os sentís relajados.
• Escucháis las noticias por la radio de buena mañana y os
irritáis.
• Veis que hay que limpiar el garaje y empezáis a sentiros can
sados.
• Escucháis vuestra música preferida en la radio y os sentís reju
venecidos.
• Encontráis a una persona que no tiene casa pidiendo ayuda y
os sentís incómodos.
• Cometéis un error trabajando en un proyecto importante, y os
lo reprocháis.
• Al mirar las fotos de la familia os embarga un sentimiento de
orgullo.
O
de. los estados que nos gustaría vivir. Tony Robbins dice que la
clave única y fundamenta] de su fenomenal éxito ha sido la capa
cidad de controlar sus estados. A la mayoría nos sucede que los
estados se apoderan de nosotros sin más.
Ejercicio 6
¿Qué se interpone entre vosotros y vuestros proyectos?
Ejercicio 7
Las submodalidades visuales
Pensad en. una persona por la que sentís un gran aprecio. Contes
tad rápidamente las siguientes preguntas acerca de cómo os imagi
náis a esta persona. Si no lográis visualizarla, imaginad cómo con
testaríais a las preguntas si pudieseis visualizar a esa persona
Ejercicio 8
El descubrimiento de las submodalidades m otñces
• Rápida o lenta
• Con inflexiones o monótona
• .De tono aho, bajo o medio
• El timbre
• La propia voz o la de otra persona
• Situada aparentemente en un lugar específico de tu cuerpo.
• Cálido o frío
• R u g o s o o su a v e
• Intermitente o permanente
PARTH 1: ! OS VIRUS MRSTALUS
• Afilado o lomo
• Duro o blando
• Situado en un lugar específico del cuerpo.
Superar la aracnofobia
- lu postura;
- tu respiración;
- los músculos de tu cara y la expresión de tu rostro, y
- lo más importante, tus gestos y movimientos.
4. Escoge un a n d a cinestésica que te sirva para alcanzar este
estado de forma sistemática.
Te puedes locar o apretar:
- el lóbulo de la oreja;
- la muñeca;
- los puños. •
Puedes realizar un solo gesto:
- los pulgares hacia arriba;
- aplaudir;
- poner un puño en la otra mano.
También puedes incluir una p alab ra de poder (componente
auditivo):
- « ¡ S í !»
- «jBuum!»
- Una palabra de poder que sea importante para ti.
(Los mejores gestos, toques o sonidos son aquellos que ocu
rren de forma natural cuando te encuentras en el estado
deseado.)
5. Intensifica las sensaciones asociadas con este estado.
6. Cuando las sensaciones lleguen a su punto máximo, activa el
ancla que habías escogido El punto crítico del proceso es
que el estímulo coincida con el momento culminante de la
experiencia, o justo antes de dicho momento.
7. Modifica tu estado y ponte de pie, bebe algo o pasea durante
un momento.
8. Pon a. prueba el ancla activándola, es decir, experimenta el
tacto, el sonido, o ambos. Si no vuelves al estado deseado,
repite los puntos 2 a 8, o utiliza un estímulo diferente para tu
ancla.
9. Cada vez que, de manera natural, te encuentres en el estado
deseado o en otros estados capacitadores, puedes dcumuKir
tu desencadenante volviendo a anclar estos estados en el
momento culminante de tu experiencia.
Los v;;ns (IcsL-naklcnanícs 8^
Ejercicio 9
Desencadenantes y desencadenantes de inversión
Ejercicio 10
Cam biar e] sentido
93
94 PARTE I: LOS VIRUS MENTALES
• Una persona obesa que sigue una dieta para luego dejarla.
• Un adicto al trabajo.
• Alguien incapaz de acabar una carrera.
• Una persona que mantiene una relación de dependencia.
Tipos de creencias
• La vida no es justa.
• Los hombres sirven para solucionar problemas, y por eso
carecen de la sensibilidad para apreciar los sentimientos de
una mujer.
• El dinero es el germen de todo mal.
• Aunque la mona se vista de seda...
Ejercicio 11
Las creencias nucleares restrictivas
1.
2.
3.
4.
5.
Las CREENCIAS DL: UMBRAL. Son las norm as que nos permiten
saber que estamos incorporando un determinado valor. Supon
gamos que el bienestar económico es un valor importante para
vosotros, el hilo de oro de vuestro collar. La pregunta para indu
cir las perlas (vuestras creencias de umbral) es: «¿Ccwo sabéis
que gozáis de bienestar económico (o de cualquier otro valor)?».
Podríais responder.
Tipos de valores
Los VALORriS COMO FIN. Cuando alguien me dice que tener dine
ro es un valor importante, estoy de acuerdo con que el bienestar
material es positivo y vale la pena. Sin embargo, preguntaría.
«¿De verdad quieres un montón de papeles verdes con retratos
de notables presidentes fallecidos?». Desde luego, no es eso lo
que desea la mayoría de las personas.
Si preguntamos: «¿Qué es importante p ara ti en el hecho de
tener dinero (o cualquier otro valor como medio)?», escuchare
mos respuestas como «seguridad», «libertad» o «poder». Éstos
son valores como fin, es decu, motivaciones ocultas o implícitas
en el deseo de poseer dinero.
Ln realidad, las personas no desean las relaciones. Una rela
ción no es sino un medio para obtener un sentimiento de perte
nencia a un grupo o a una sociedad, para sentir pasión, no sen
tirse solo o estar enamorado, y aquí hablamos, una vez más, de
valores como fin. Una carrera profesional gratifícame es un
medio hacia un estado o una sensación de creatividad, de no
sentirse económicamente atrapado, o sentirse capaz frente a los
desafíos que representa el trabajo. Los valores conio tin generan
la motivación, la materia emocional oculta en cualquiera de
nuestros objetivos.
Los virus restrictivos 101
• Me fascina la aventura.
• Quiero emoción y pasión en mi relación amorosa.
• Me fascina trabajar con la gente y aprender cosas nuevas en mi
carrera.
»
tro tiempo. Además, los valores nos permiten evaluar la gestión
de nuestro propio tiempo. Cuando no estamos contentos con la
manera en que organizamos el tiempo, hay un conflicto de valo
res. Una parte de nosotros piensa que deberíamos estar hacien
do esto, y otra parte piensa que deberíamos hacer lo otro.
Los valores proporcionan el impulso cinestésico implícito en
la motivación. Cuando nos motivamos para ha,cer algo, lo hace
mos porque esperamos tener la experiencia de un estado positi
vo (valor) o porque intentamos evitar un estado negativo (valor).
Bob, un participante en uno de mis seminarios, tenía
muchos problemas para encontrar una motivación en el trabajo.
Le pedí que recordara una época en que se había se?nido muy
motivado en el trabajo.
-E n una ocasión trabajé para eí departamento de asistencia
i.écnica de una gran empresa de ordenadores, y me sentía bas
tante motivado.
-D e acuerdo, vuelve a ese momento como si estuviera suce
diendo ahora -su gerí-. Cuando empezaste a sentirte motivado,
¿qué emoción o estado experimentabas7
-M e sentía muy emocionado con rodas las cosas nuevas que
aprendía -respondió. La emoción ante el nuevo aprendizaje era un
valor que proporcionaba a Bob el resorte cinestésico, al menos cuan
do se sentía motivado. Le pedí que recordara otras ocasiones en que
se había sentido especialmente motivado en el trabajo, y pregunté
qué valores se ocultaban tras esa motivación. Descubrimos que algu
nos de estos valores no existían en su empleo actual. A veces, cono
cer los valores que nos motivan en nuestra profesión nos permite
realizar cambios logísticos sencillos en nuestro empleo a fin de
lograr una mayor motivación. F.n otros casos, puede que un cambio
de empleo sea la única alternativa para obtener la satisfacción que
sólo puede proporcionamos la realización de estos valores.
Ejercicio 12
Inducción de los valores
Las creencias son útiles porque nos brindan una com pren
sión, un sentido y un orden de las cosas que, de otra manera,
nos parecerían experiencias vitales aleatorias y caóticas. El hecho
de dar un sentido a las cosas (aunque éste sea erróneo) parece
ser una característica fundamental del ser humano.
Las creencias de umbral nos permiten saber cuándo satisfa
cemos un determinado valor al plantearnos la pregunta: «¿Cómo
sabré que estoy experimentando-------(el valor)?».
Ejercicio 13
Inducción de las perlas
Ante cada uno de los primeros cuatro valores del Ejercicio 12,
pregúntate: «¿Cómo sabré que he conseguido------ - (el valor)?».
O: «¿Qué debería ocurrir para que experimentara ------- ?».
Incluye en la lista todas las normas (creencias) que encuentres.
V ai nr; d i s t a x c i a m i f n t o n o s a n a d o s . La motivación de
ores
Dorothy se basaba en el temor al dolor asociado con una ex
Los \ irus restrictivos 109
Ejercicio 14
L as c r een c ia s restrictivas
por ejemplo, que el sol sale todas las mañanas, o que le llamas
Loni, o que dos más dos son cuatro. Escoge algo en cuya verdad
creas a pie ju n tiñ as —sugerí. Ella escogió algo y yo contin u é-:
¿Cómo sabes que es verdad? ¿Te lo imaginas de una cierta mane
ra? ¿Hablas de ello contigo misma de alguna manera particular?
¿O despierta en ti algún sentimiento concreto?
-H ablo conmigo misma de cierta manera -d ijo. Yo buscaba,
la modalidad más importante que utilizaba Loni para saber que
algo era una verdad absoluta. Por lo general, es nías fácil trabajar
con una representación visual. Sin embargo, para Loni, su diálo
go interior consigo misma era lo que le daba verosimilitud.
Pensé que esto era especialmente interesante, porque yo sabia
que ella casi siempre prefería un pensam iento visual y a n e s
tésico.
-A hora piensa en algo que antes creías verdadero y que
ahora ya no lo es -dije.
Ella pensó en algo, y entonces verificamos las submodalida
des auditivas para esa creencia. Las contrastamos con las sub
modalidades auditivas que ella reconocía como verdaderas para
encontrar la/las submodalidades motrices. El mayor contraste
para ella era la posición que ocupaba la voz y a quién pertene
cía. La voz que le decía la creencia que ella consideraba verdad
era su propia voz, estaba situada en su garganta. La voz que le
decía lo que ya no creta cierto era muy aguda y chillona, y se
alojaba a un lado de su mente.
-¿H ay algún aspecto de ti que se oponga a cambiar tu anti
gua creencia sobre tu abuelo por la que te gustaría tener? -M i
intención era practicar una comprobación ecológica para cerciorar
me de que no hubiese otras partes que obstaculizaran el cambio.
Los músculos faciales se le torcieron de forma asimétrica
cuando respondió:
-N o estoy segura de que sea correcto hacer ei cambio - r e s
pondió.
-¿ Q u é es lo importante para ti en no cambiar la creencia?
-pregunté. Ahora buscaba el valor o intención positivo en la
parte objetora. Cuando el inconsciente reconoce cómo se pro
duce el cambio, afloran las objeciones (si las hay).
120 PARTE 1: LOS VIRUS MENTALES
Karen H or ne y
i7¿ Jq
sostenía que las ondas de luz pueden conportarse como si fue
ran panículas. Más tarde, otros lisíeos han descubierto situacio
nes en las que las partículas, corno los electrones y los protones,
pueden comportarse como ondas. Las partes gemelas de la crea
ción son, al parecer, intercambiables.
Esto es realmente notable porque las ondas, que no tienen
posición, se comportan como si la tuvieran. Y jas partículas con
posición pero sin frecu en cia se comportan como si no tuvie
ran posición pero sí frecuencia. ¿Cómo es posible que algo tenga
posición y a la vez no la tenga? Este dilema filosófico jundamen-
tal surge de los fundamentos de. aquella rama de la física moder
na denominada mecánica cuántica. Sin embargo, a pesar de estas
aparentes paradojas cor. partes gemelas opuestas, la mecánica
cuántica ha logrado explicar con singular éxito la tísica de los
átomos y las moléculas.
La primera vez que oí hablar de las ideas de Planck fue en
boca del doctor Simms, uno de mis profesores de tísica. El doc
tor Simms era una persona fascinante, y cultivaba una diversi
dad de intereses. Terminado el bachillerato, ingresó en el Ejérci
to y se convirtió en piloto de helicópteros, Recuerdo que en una.
ocasión me preguntó si sabía por qué los helicópteros tienen dos
rotores. En realidad, sólo necesiian uno para volar, pero siempre
tienen dos. En cierto sentido ambos trabajan juntos y, sin embaí-'
go, uno contra el otro, corno dos partes en conflicto.
Esto era una característica del propio doctor Simms. Su gran
pasión, en la vida era tocar jazz con el ¿axo. Le hubiera gustado
vivir una vida bohem ia, artística, v ser músico profesional de
jazz. Pero sus padres insistieron en que optara por el lado prácti
co y estudiase una carrera con la que pudiera ganarse 1.a vida.
Después de abandonar el Ejército, decidió seguir un doctorado
i
en física. Simms era un hombre bastante dotado pava las mate
máticas y las ciencias y, sin embargo, descubrió que a veces hacía
cosas que saboteaban sus estudios, como, por ejemplo, no asistir
a las clases, dejar de estudiar o, de vez en cuando, suspender los
exámenes Una parte de é] quería ser músico profesional de iazz
y otra quería complacer a sus padres y actuar como una persona
práctica. Hsto le creaba una contradicción interna.
¿Habéis vivido alguna vez una situación como ésta7 Una parte
de vosotros quiere hacer una cosa, por ejem plo trabajar en la
declaración de la renta, y otra parte quiere descansar para estar
en forma al día siguiente. Incluso a veces habrá otra parte c¡ue
quiera salir de copas. Cada una de estas panes tiene una inten
ción positiva y. a la vez. todas entran en conflicto con las demás.
Quizás en alguna ocasión no habéis actuado como si fuerais
vosotros mismos, o. habéis experimentado un estado emocional
como la na, o los celos, del cual más tarde os avergonzasteis.
Después, os preguntáis cómo habéis podido actuar de esa mane
ra. En realidad, puede que os haya parecido que na erais real
mente vosotros quien actuaba de esa manera.
Las partes en conflicto son virus mentales en el sentido de
que producen conflictos internos y conductas incongruentes.
Son virus gemelos, al igual que el signo astrológico de Géminis,
y buscan un equilibrio a través de la armonización de partes
opuestas (gemelas), y de allí su nombre de «virus Géminis»
Cualquier parte mental que se vea envuelta en un conflicto inter
no debe tener una parte a la que oponerse. Y, aunque parezca
curioso, las dos partes en conflicto de un virus Géminis suelen
tener la misma intención positiva para quien las vive, de modo
que constituyen una im a g e n especular de gemelos invertidos.
En el capítulo 2 explicaba que un virus mental se produce
cuando ursa parte del sistema nervioso se aísla funcionalmente
debido a experiencias emocionales relevantes. Esta parte es un
virus porque la conducta que genera es incongruente con su
128 HARTh 1: LOS VIRU S MHNTALIfS
Ejercicio 15
La identificación de las partes gemelas
10 'iac: b m c i . cp ;.i:
¡.os virus Géminis 133
147
PARTE 1 l O - VIRUS MEK TA1A-.S
vino a verme hacía tres años que había vuelto a fumar y llevaba
uno intentando dejarlo. Ni a ella ni a sus hijos les agradaba que
•fumara, y ella sabía por qué debia dejarlo. Pero algo se lo impe
día. Sabía que uno de los problemas era que le fascinaba jugar a
los dardos y que era bastante buena en las competiciones. Por
desgracia, eso sí, la mayoría de las competiciones se celebran en
bares donde se bebe y se fuma.
En el caso de. Barbara, ella estaba demasiado ocupada con su
trabajo, sus hijos y sus actividades sociales para sentirse depri
mida. Sentía que tenía mucha energía y, tal como me dijo, no
tenía tiempo para deprimirse. Puesto que Barbara había dejado
de fumar hacía nueve años, supuse que de manera inconsciente
ya sabía cómo renunciar a la nicotina.
-¿Cóm o lo conseguiste cuando lo dejaste por primera ve.z?
-pregunté. Quería descubrir su estrategia (la secuencia de expe
riencias externas e internas que la habían motivado nueve años
antes para dejar de fumar y conseguirlo).
-Sencillamente decidí parar y eso fue lo que hice - m e res
pondió. .
-¿Puedes volver a esa época en que decidiste dejarlo? Vuelve
a esa experiencia como si estuviera ocurriendo ahora. Viendo lo
que veías, oyendo lo que oías y sintiendo lo que sentías. ¿Qué
fue lo primero que desencadenó tu motivación? -pregunté.
—Verás, recuerdo que estaba embarazada de mi último hijo, y
pensé que sería perjudicial para él que fumara -explicó Barbara.
-La primera vez que pensaste que fumar le afectaría, ¿cómo
lo imaginaste, cómo hablaste contigo misma acerca de ello?
-in quirí-. Intenta situarte en aquella ocasión como si estuviera
sucediendo ahora.
-M e imaginé que la nicotina podía envenenar al feto, y que
sufriría con el humo -dijo Barbara.
- D e acuerdo, cuando te imaginaste el feto y los efectos del
humo, ¿qué fue lo primero que te sucedió para que te sintieras
motivada a dejarlo? ¿Te dijiste algo a ti misma, te imaginaste
alguna otra cosa, viste algo en el exterior, hablaste con alguien, o
tuviste inmediatamente estas sensaciones? .
- E n aquel entonces, empecé a toser mucho. Como estaba
Los virus asesinos 139
167
168 PARTI: II: LOS VIRUS MENTALES Y LA CURACIÓN
• más energía
• más creatividad
• más vigor físico
• más entusiasmo y pasión por lo que hacéis todos los días.
E jercicio 16
La fisiología de los estados
E jercicio 17
Preguntas discapacitadoras
la. lbíd.
La terapia de virus mentales 181
E jercicio 18
El reen cu a d re de los e r r o r e s del p a s a d o
U n o d e l o s m é t o d o s m á s e i i c a c e s p a r a p o t e n c i a r la c l a r i d a d de
p e n s a m i e n t o y s i t u a r s e e n u n e s t a d o m e n t a l m á s c o h e r e n t e es
16. Ibíd. Las preguntas se basan en las preguntas matutinas que sugiere
Tony Robbins.
17. D. Loíland, PcnverJearning*', Long-meadow Press, Stanford (Conn.),
1992, capítulo 12.
fc, de virus menfaíeü
La terapia 183
La depresión
Me he sentado
para evaluar mi estado
v
✓ he decidido
seguir echado.
PETER MCWILLIAMS
189
190 PARTE II: LO S VIRUS MENTALES Y LA CURACIÓN
¿Qué es la depresión?
• cansancio jv debilidad
• incapacidad de concentrarse y tomar decisiones
• movimientos corporales más lentos
• estado de ánimo triste y apático
• cambios en los patrones de sueño
• cambios en las rutinas de comidas
• ánimo inestable e irritabilidad
• sensación de fracaso y desvalorización
• pérdida o aumento de peso
• pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
El virus de la depresión
Ejercicio 19
Las submodalidades del virus de la depresión
O O
Movimiento* «íliemmjvoj,
Las alergias
WOODY ALLEN’
209
210 PARTE \\: LOS VIRUS MENTALES Y LA CURACIÓN
El cáncer
35. Mate Barnsch. «The Mmd Be>d>* í.'onneoior. •>. f Tiu'ry. ¡uh:>-
jgoy.o ile I993
"56 Roben Sensor*. Le? jvítí.uri.jr.. O; HalHo Mondado vi. fbredona
220 PARTi- II: LOS VIRU S MENTALHS Y IA CURACIÓ N
La recuperación instantánea
La curación m ente-cuerpo
Ejercicio 20
¿Es saludable tu pensamiento?
La investigación de apoyow
El más importante de
R e s o l v e r l o s y írl's G ém inis t ó x i c o s .
estos virus es no saber manejar las emociones negativas. Una
parte de n o sotros siente claram ente la em oción negativa,
mientras que otra parte intenta ahogar el sentimiento, o negar
la expresión del sentimiento, o incluso negar que albergamos
ese sentim iento. Podem os resolver los con flictos internos
reencuadrando el significado de la emoción, formulando pre
guntas poteneiadoras acerca de la em oción o resolviendo las
reticencias que nos impiden expresar la em oción. Oculto en
los sentimientos de la emoción hay un mensaje, un beneficio.
Los sentimientos dolorosos son la manera inconsciente de lla
mar nuestra atención.
Ejercicio 21
Reencuctdrar las emociones negativas.
1. Haz una lista con las emociones negativas que experimentas con
mayor regularidad (rabia, dolor, ansiedad, soledad, etcétera).
2. Imagínate que para cada una de estas emociones, tu incons
ciente intenta com unicar un significado, te pide que hagas
algo para experimentar esa emoción. En ese caso, ¿qué signi
ficado tendría para ti? Haz lo mismo pensando en cada emo
ción negativa.
40. Tony Robbins, Awakcn ihe S lcepm g Giant Wíthuu Simón & Schuster.
Nueva York, 1991. pp. 267 -2 7 5 . Una excelente exposición sobre el valor de las
emociones negativas.
C .I Í Á l t i L t r
Emoción S ignificado
d o n m a r q u is
245
/no ÍARTE 111- LOS VIRUS MENTALES Y EL TRABAJO
El virus de la procrastinación
parte autoritaria que dice que tienes que hacerlo y la parte rebel
de (|ue no quiere hacerlo.
Pon a prueba esta estrategia en el siguiente ejercicio:
Ejercicio 22
Un desencadenante de la procrastinación
1. Piensa en algo que realmente debas hacer, pero que por algu
na razón lo has estado retrasando.
2. Imagínate una voz interna severa y autoritaria que te dice:
«Tienes que hacerlo. Tienes que terminar».
3. A continuación, imagínate lodos los pequeños y tediosos
detalles de los que tienes que ocuparte para llevarlo a cabo.
Imagínate cómo se verán las cosas si no lo acabas.
4. Fíjate en cómo te sientes.
B evcrly SlLl-S
253
234 PARTE III: LOS V IR U S M ENTALES Y EL TRABAJO
1. Saber qué querem os, es decir, tener una visión clara de nues
tros objetivos. '
2. Tener la capacidad de actuar y avanzar hacia el logro de nues
tro objetivo.
3. Tener la flexibilidad para cam biar nuestra acción si lo que hace
mos no nos lleva por donde queremos.
4. Tener un indicador, una prueba específica y concreta que nos
permita saber con certeza cuándo hemos alcanzado el objeti
vo deseado.
F.n inglés, estas cuatro palabras forman la sigla PEAR («temor»); false
íívidence that Appe.irs Real. (S. dei T.>
260 PARTI! 111: LOS VIRUS M ENTALES Y EL TRABAJO
Ejercicio 23
Tus regías internas p ara el éxito
Panteón de las Estrellas del béisbol por haber fallado tres veces
por cada dos que acertaba. También comprendí, cuando afiné la
guitarra de Bob, que el fracaso era la clave del éxito. La mayoría
de músicos saben que cuando se quiere afinar un instrum en
to de cuerda, deliberadamente «desafinamos» al comienzo, para
luego acercar paulatinamente el sonido de la cuerda que quere
mos afinar al tono exacto. Cuando desafinamos, resulta un soni
do desajustado, que produce una vibración extraña. Cuanto más
lenta es esta vibración, más cerca estamos de conseguir la afina
ción perfecta.
CUARTA PARTE
Kahül G íbran
277
278 PARTE IV: LO S VIRUS MENTALES Y EL AMOR
44. Robert A. Johnson, We, Harper &r Row, Nueva York, 1983, pp. Xl-XIV
45. C ath erin e J o h n s o n , L u c k y in Lo v e , Viking, N ueva York, 1 9 9 3 .
Los viru s íntim os ¿ t i *
D e s e n c a d e n a n t e s a g o t a d o s y e s t r a t e g i a s r u t i n a r i a s . .Si
hem os estado un tiem po lo bastante largo co n otra persona, es
hum ano acostum brarse a esa persona y com enzar a dar por sen
tada su presencia ju n t o a nosotros. Los desencadenantes inicia-
Ejercicio 24
Para inducir Ia estrategia de atracción
Ejercicio 25
Para inducir ¡a estrategia de am or profundo
El espejo esquivo
i B U M !
Los virus íntimos 293
Ejercicio 26
Preguntas acerca de la química
A N N E M O R R O W LlNDBERGH
297
doctor Jo h n Gray, experto en estilos de comunicación de hom
bres y mujeres.
Recordé un seminario de fin de semana al que había asistido
con John. Él sabía que yo era físico y me preguntó qué pensaba
yo, como científico, de las relaciones amorosas. Le respondí que
pensaba que eran como rayos cósmicos.
-¿¡QUÉ!? -preguntó, desconcertado.
' Tal vez pensó que yo había perdido los estribos con mi cien
cia del hemisferio izquierdo y que ya no guardaba contacto con
el hemisferio de mis sentimientos, aquella parte tan importante
en las relaciones. Le expliqué que los rayos cósmicos son unas
partículas subatómicas cargadas de alta energía que bombardean
la Tierra desde el espacio exterior.
-A h, ya lo entiendo. Piensas que las relaciones pueden tener
mucha energía, pero también mucha carga emocional, de modo
que se necesita espacio -concluyó mi amigo.
-Pues... supongo que sí, pero no es precisamente eso. Estas
partículas tienen mucha energía y se mueven casi a la velocidad
de la luz, y entonces suceden cosas curiosas -dije. Pensaba con
cretamente en una partícula llamada muón. El muón es un rayo
cósmico secundario producido por colisiones subatómicas a unos
10.000 metros de altitud.50 Estas partículas sólo tienen una vida
de unas dos millonésimas de segundo antes de convertirse en
electrones, de modo que uno de los grandes misterios consiste
en saber cómo los muones pueden llegar hasta el suelo en lo que
dura su «lapso vital». A pesar de la velocidad que alcanzan, sólo
deberían ser capaces de viajar unos 600 metros, es decir, una die
ciseisava parte de los 10.000 metros que llegan a recorrer.
Albert Einstein dio una explicación del fenómeno en su teo
ría de la relatividad. Desde nuestro punto de vista, el tiempo se
ralentiza para los muones de alta velocidad y éstos «viven»
16 veces más de lo que se supone es su lapso vital. Por lo tanto,
pueden viajar dieciséis veces más lejos de lo que deberían. Ésta
es la razón por la que llegan a la Tierra. Por otro lado, si lo mira
50. Arthur Beiser, P/iys¡C5 (3 .a ed.), Benjamín Cum m ings, Menlo Park
(California), L982, p. 648.
mos desde el punto de vista del muón (si lo tuviera), éste sólo
vive dos millonésimas de segundo, y sólo puede recorrer unos
600 metros. Lo fascinante es que, según Einstein, los dos puntos
de vista, el nuestro y el del muón, son igualmente correctos. De
todos modos, la pregunta sigue vigente: ¿cómo pueden llegar los
muones hasta el suelo desde casi diez mil metros de distancia?
Yo decía que esto se parecía a las relaciones porque cada miem
bro de la pareja tiene un punto de vista igualmente válido y, sin
embargo, estos puntos de vista diferentes pueden provocar con
flictos, e incluso paradojas, como la de los virus receptores del
amor.
El doctor Harville Hendrix, investigador y terapeuta de pare
jas, realizó un notable descubrimiento hace algunos años. Cuan
do las cosas no van bien en una relación amorosa, la mayoría de
las personas se quejan de que no se sienten amadas, porque su
pareja no es tan amante como era al comienzo de la relación. El
doctor Hendrix desarrolló un conjunto de ejercicios para per
mitir que las parejas revivieran las maneras de expresarse mutuo
amor. Al cabo de un tiempo, las personas que practicaron los
ejercicios reconocieron que su pareja realmente las quería más, y
muchas relaciones mejoraron de forma espectacular. Sin embar
go, unas cuantas relaciones en realidad empeoraron."5 Para algu
nas personas, lo que más desean de una relación, aquello que se
quejan que no reciben, sentirse profundamente amadas, puede
empeorar las cosas si finalmente lo consiguen. He denominado
este fenómeno virus receptores del amor. Un investigador incluso
ha llegado a afirmar que cuando expresamos amor a nuestra
pareja puede que sea perjudicial para nuestra vida amorosa. No
entendí su comentario en aquel momento, pero sabiendo lo tor
tuosos que pueden ser los virus mentales, imaginé que cualquier
cosa era posible.
Cuando comencé mis investigaciones sobre los virus menta
les y su papel en las relaciones amorosas, pensaba que la habili
dad fundamental para bacer que el amor perdurara era la comu
nicación eficaz. No tardé en reconocer que esta habilidad en sí
La mayoría de las personas con las que hablo y que tienen pro-
biemas en sus relaciones sentimentales reconocen que los culpa
bles pueden ser los virus mentales. Sin embargo, siguen pensan
do de ellas que son grandes comunicadoras. El problema es el
pensamiento distorsionado de su pareja.
En PNL existe un principio según el cual se puede medir la
eficacia de la comunicación según los resultados obtenidos.
Se trata de un punto de vista muy aventurado, porque atribu
ye la responsabilidad de los resultados directamente al comunica-
dor. Si habéis tenido experiencias que dejan mucho que desear en
vuestra vida adulta, existe una buena posibilidad de que no sólo
ia relación sufra de un pensamiento falaz, sino también de que
vuestro único instrumento para reparar la relación (ía comunica
ción) también esté contaminado con virus mentales.
Muchos hombres y mujeres están convencidos de que saben
expresar el amor a su compañero/a, y que comunican ese amor y,
sin embargo, suelen sentirse frustrados porque su pareja no apre
cia el amor que ellos le expresan. Como hemos señalado en el
último capítulo, a menudo no nos sentimos amados porque nues
tra estrategia amorosa profunda y, posiblemente, nuestra estrate
gia de atracción no han sido activadas. El punto esencial en este
caso no estriba únicamente en comunicar el amor, sino en comu
nicarlo de una manera que el otro comprenda, es decir, utilizando
su estrategia amorosa. Creo que esto es lo que pensaba aquel
investigador cuando sostenía que comunicar el amor a la pareja
podía ser perjudicial. Los gestos de amor no valorados tal vez sean
un caldo de cultivo para el resentimiento.
El primer paso para comunicar el amor eficazmente consis
te en descubrir las estrategias de amor profundo y de atracción,
La comunicación sin virus 303
Ejercicio 21
Lista de «regalos de amor»'3*
52. Harville Hendrix, op. cil. Esto forma parle de un proceso que el autor
llama «recuperar el rom anticism o c o n tu pareja».
304 PARTE IV: LOS VIRUS MENTALES Y EL. AMOR
Las discusiones
C asi c u a l q u i e r c o s a q u e d ig a s
p a r e c e r á d iv e r tid a
si lo h a c e s a g a ta s .
P. J . O ’ROURKH
Ejercicio 28
L a sintonía y el r e flejo auditivo
1. Prepara el escenario:
- Obteniendo permiso para compartir los sentimientos, para evi
tar sencillamente lanzarlos sobre tu pareja («tengo un senti
miento y quiero preguntarte si podemos hablar de ello ahora
o en los próximos diez minutos o, a más tardar, en las próxi
mas veinticuatro horas»),
- Recordándoos el uno al otro que el objetivo de hablar es
resolver los sentimientos y el tema en cuestión, y no airear
o reprocharle al otro cosas del pasado.
2. Establece una sintonía mediante un reflejo de la respiración
durante uno a dos minutos.
314 PARTE IV; LO S V IR U S M EN TA LES Y E L AM O R
Hacia la plenitud
15
ROBERT FROST
321
luz, y de pronto me di cuenta de que era una tormenta en la dis
tancia, lo bastante lejos para que no se escucharan los truenos.
La tormenta era tan intensa que descargaba un relámpago tras
otro de forma continua.
Steve me preguntó qué provocaba la aurora boreal, y yo le
expliqué que eran partículas subatómicas del espacio exterior
que electrificaban el aire en la atmósfera superior, lo cual provo
caba destellos.
-¡Ah! ¿Y cómo es posible que haya rayos cósmicos en el polo
Norte y aqui no? -preguntó.
Le dije que creía que aquí también teníamos rayos cósmicos.
-¿ Y por qué aquí no brilla el aire? ¿Por qué no tenemos la
aurora boreal del medio oeste7 -insistió Steve.
- E s una buena pregunta -r e s p o n d í-. Cuando estaba en la
universidad, en una ocasión le pregunté al profesor Hibbs algo
por el estilo. Él me dijo que es un poco como la vida. Si nos
movemos en la dirección que hemos trazado, avanzar no exige
mayor esfuerzo. Pero si nos movemos en contra de la dirección
trazada, avanzar es casi imposible y empiezas a dar vueltas en
círculos - le expliqué a Steve, si bien aquel seminario le daba a
aquellas palabras un significado más profundo.
Steve era profesor de ciencias políticas en una universidad
de Mississippz y su principal interés era la conciencia de los indi
viduos y la política. Me recordó que los tres valores fundaciona
les de Estados Unidos eran la vida, la libertad y la búsqueda de
la felicidad. Desgraciadamente, los padres de la nación no nos
habían dicho cómo conseguir la felicidad.
Incluso hoy en día los psicólogos están divididos a propósito
de este tema. ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo contribuyen las nor
mas internas a estados como la felicidad, la realización y la
obtención de los resultados que perseguimos? ¿Cómo definimos
lo que es necesario para tener éxito en la vida? ¿Y cómo liberar
nos de los virus mentales que producen los conflictos internos,
de modo que podamos avanzar hacia un destino del que nos sin
tamos orgullosos?
Conseguir ios resultados que cicscumu¿ en tu imuu
La búsqueda de la felicidad
Ejercicio 29
Sentimientos de congruencia
Ejercicio 30
Sentimientos de incongruencia
L ga gan p e a r sa l i. S mith
331
332 PARTE V: HACIA US PLENITUD
54. Paul Hewitt, C on cep tú a! Physics, Scott Foresman, Boston, 6.* ed.,
1989, p. 344.
M ás a lia de los virus m en tales 333
alrededor de nosotros. Pienso que una de las razones por las que
las personas se sentían tan atraídas por Dana es que reconocían
el encanto que hubiesen querido experimentar en si mismas. Es
como querer recuperar las cualidades mágicas de la infancia.
Cuando Dana cayó enferma, recibió tratamiento para el cán
cer de ovario durante más de un año y medio y, al igual que la
mayoría de las personas en esas circunstancias, había agotado
sus economías. Había acabado con sus ahorros, con su cabaña
en el bosque y con el Porsche del que tanto se enorgullecía. Un
día, cuando estaba en el hospital, su hermano apareció con un
Cadillac nuevo de regalo. Había conseguido un segundo empleo
por la noche, y había trabajado en un garaje durante un año para
ahorrar dinero y comprarle el coche nuevo. Yo había observado
que se repellan este y otro tipo de gestos de ayuda desinteresada
hacia Dana.
-D an a, no es nada fortuito que te expresen tanto cariño.
Debido a la manera en que piensas, el universo responde con
gestos de amor de este tipo -dije. Mi observación me condujo a
la novena clave de su manera de pensar.
La resonancia
d6. The Insunue of Science, Technology and Public Policy, Fairfield (iowa).
Jjo PARTE V: HACIA LA PLENITUD
w w >
'W \ A >
'W/\y\/V
'K/\J\S\S^
La definición de tu proyecto
Ejercicio 31
Los valores actuales en la vida
339
3 ;O ELIMINA LOS VIRUS MENTALES CON FNL
Estos valores son las cosas que más te motivan, las cosas por
las que te sientes más atraído y a través de las cuales esperas sen
timientos placenteros. También son las que más temes como
potencialmente dolorosas. El siguiente ejercicio proporciona más
claves acerca de tu unicidad.
Ejercicio 32
L a unicidad p e r s o n a l
Ejercicio .33
Los objetivos de la vida
Ejercicio 34
Los objetivos quinquenales
Ejercicio 35
Los objetivos en un p lazo de seis m eses
E jercicio 3 6
P rio rid a d es en ¡a vida
Ejercicio 37
Para descubrir tu línea tem poral
i
Ejercicio 38
En el com ien zo...
Ejercicio 39
Al f i n a l ...
En este punto, revisa todo lo que has escrito desde los ejercicios
31 al 39, y continúa.
Ejercicio 40
El descubrimiento de tu misión
Basándote en todos los datos que has reunido, es decir, las dife
rentes perspectivas de cu vida, escribe uno o dos párrafos, o una
lista, o un poema, para expresar lo que consideras es tu misión
en la vida. A estas alturas, debería estar bastante claro, pero si no
es ése el caso, escribe lo que te parezca más adecuado. Tu misión
en la vida puede cambiar con el tiempo a medida que reúnas
más conocimientos acerca de la vida.
Recursos
• Seminarios profesionales.
• Formación acreditada.
• Consultas individuales.
• Libros, vídeos, seminarios y recursos de aprendizaje ace
lerado.
351
35 2 ELIMINA LOS VIRUS MENTALES CON PNL
Pat Wyman
PO. Box 1019
Windsor, CA, 9 5 4 9 2
Tel. 7 0 7 -8 3 7 -8 1 8 0
Apéndice III
Virus básicos
Virus desencadenantes
353
354 ELIMINA LOS VIRUS MENTALES CON PNL
Virus restrictivos
Virus especializados
El virus de la adicción
El virus de la alergia
El virus de la depresión
Virus asesinos
Los virus d e la f o b i a
El virus de la procrastinación
Ejercicios
361
360 ELIMINA LOS VIRUS MENTALES CO N PNL
Apéndice IV
Ejercicios
361
362 ELIMINA LOS VIRUS MENTALES CON PNL
Claves de conducta
363
Apéndice VI
Soluciones antivíricas
365
366 ELIMINA LOS VIRUS MENTALES CO N PNL