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Intervención estadounidense en Tabasco

La Intervención estadounidense en Tabasco fueron las campañas


militares que como resultado de la invación por parte del ejército
estadounidense, se desarrollaron en el estado mexicano de Tabasco entre
junio de 1846 y julio de 1847, derivadas de la Primera intervención
estadounidense en México que fue el primer conflicto internacional
sostenido entre México y Estados Unidos de América

Antecedentes
Como es sabido, la invasión de (1846-1847) tuvo su origen, con el propósito de
anexarse la porción de territorio nacional que correspondía a la parte del Norte del país,
zona limítrofe, con los Estados Unidos. Si descontamos Texas que ya había sido perdida
en 1836 en la «batalla» de San Jacinto contamos además, el territorio de Nuevo México
y el de la Alta California. En total el territorio era de 1.528,241 km².

De este territorio se formaron los estados de Texas, Nuevo México, Arizona, California,
Nevada, Utah y parte de Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming, de los Estados
Unidos. La situación era previsible: por un lado aquellas regiones se hallaban habitadas
en buena medida por colonos norteamericanos, quienes habían cruzado al lado
mexicano para vivir y trabajar las tierras, y que mostraban descontento de pertenecer a
México. Por otra parte, en los Estados Unidos se perfilaba ya de manera bastante clara,
la teoría expansionista en la que ese estado habría de basar su política durante las épocas
siguientes. Comenzaba a ser ya una república imperial.

La guerra se inició cuando el Presidente James Knox Polk quiso preservar el nuevo
territorio adquirido (La República de Texas convertida en el Estado de Texas) enviando
al ejército estadounidense, el cual debía apostarse en la supuesta frontera con México.
El Presidente estadounidense dio órdenes a sus tropas de traspasar el río de las Nueces
hasta llegar al río Bravo. Texas, cuando aún era República, había intentado extender su
frontera original (el río Nueces) hasta el río Bravo (que eran territorios del Estado
Mexicano de Tamaulipas) mediante el Tratado de Velasco que había firmado el
prisionero General Antonio López de Santa Anna y que no fue reconocido por México.

Al internarse las tropas estadounidenses en el territorio en disputa entre México y


Texas, fueron atacadas y así dio inicio la guerra. La invasión se llevó al cabo
posteriormente en varios frentes: en el Estado de la Alta California operaba, aún antes
de la declaración de guerra, un grupo de filibusteros estadounidenses y la marina de
Estados Unidos en el Océano Pacífico, una fracción del ejército de los Estados Unidos
se lanzó hacia el Estado de Nuevo México, otra, con refuerzos del norte avanzó hacia el
sur por Tamaulipas y Nuevo León hasta que fue detenida; posteriormente el contingente
más importante y mejor reforzado desembarcó en el Puerto de Veracruz y avanzó hasta
la capital de México, otro contingente, se desplazó desde Veracruz hascia Tabasco, con
la intención de tomar ese estado y bloquear los puertos del golfo.
Castas
Una casta es el conjunto de individuos diferenciados por la religión, la comunidad o
territorio, el matrimonio, el nacimiento o la ocupación. Referido a la India, el término
alude a las clases hereditarias o cerradas en que se dividían allí la sociedad.
Teóricamente las castas originales indias eran la de los Brahmanes o sacerdotes, la de
los Kahatrias o guerreros, la de los labradores y la de los trabajadores

El sistema de castas pretendía imponer en las colonias un orden basado en la


desigualdad étnica de las personas, en la práctica, se formó una sociedad caracterizada
por una gran separación de la nobleza blanca de europeos (sometidos a los Estatutos de
limpieza de sangre) y de criollos, que conformaban una minoría de potentados cada vez
más exclusiva, derivando, a partir de un sistema de castas para concluir en una
aristocracia colonial.

El primer estrato de esta sociedad discriminatoria por la piel está ocupado, como ha quedado
expuesto, por el sector blanco de la población. Lo constituye una minoría de españoles
peninsulares ricos y muy influyentes (los llamados "gachupines" en Nueva España y
"chapetones" en Perú) y una minoría de criollos que les siguen por prestigio socioeconómico. Es
un hecho manifiesto que a medida que la sociedad colonial se había ido estructurando durante la
anterior centuria, se fue dando mayor importancia a la pureza de sangre, derivando en la
adopción de un sentido jerárquico y aristocrático, perfectamente conformado a principios del
siglo XVIII. Tal fue la importancia atribuida a la limpieza de sangre (que en muchos casos no
era limpieza absoluta de sangre blanca) que con frecuencia los individuos de este sector
recurrieron en este período a la Audencia para certificarla.1

Sin embargo, indiscutiblemente, el sistema de castas jamás fue impermeable, existiendo


un permanente entrecruzamiento y una masiva mezcla en la sociedad colonial. Y así, ya
en el año 1753 se afirmaba de las castas que "no habrá quién se atreva a distinguirlas",
o su distinción "nunca tendría fin", de tal manera las castas resultaban en términos
comunes pero con un significado propio para cada lugar, y distinto para la ciudad o el
medio rural, inclusive que cambia para un mismo sujeto, y referida a aspectos sobre
privilegios, fundamentalmente en pugnas de la aristocracia colonial.

La discriminación y el prejuicio socio-racial en la sociedad colonial, impulsó a las


uniones de españoles, indígenas y esclavos originarios del África negra -en donde
fueron secuestrados y llevados cautivos a América-, y sus descendientes, principalmente
mediante relaciones matrimoniales cuando se trataba de indígenas y esclavos y sus
descendientes, o de relaciones sexuales ilegítimas, cuando involucraba a españoles:

Con frecuencia, estos matrimonios mixtos vincularon miembros de castas próximas castizos,
mestizos-mulatos, etc. La unión matrimonial entre el español peninsular o americano con las
castas inferiores continuó siendo infrecuente, no así la unión ilegítima".2

Rasgos propios del siglo XVIII fueron: el aumento del prejuicio socio-racial de la élite blanca y
la frecuencia creciente de matrimonios mixtos... La situación marginal del individuo de color,
provocada por el rechazo de una sociedad ideológicamente blanca, pero minoritaria
numéricamente, impulsó hacia una mayor unión entre los grupos discriminados o mayoría
cuantitativa.3

Sin embargo, los descendientes de matrimonios mixtos, en muchos casos no fueron


registrados en la casta que le había atribuido la legislación indiana porque ella pretendía
"limitar las aspiraciones de poder de los estratos inferiores".3 La movilidad social
alcanzada mediante los matrimonios mixtos y las uniones ilegítimas, no impidió un
modo de vida propio, peor valorado que los roles atribuidos a los de sangre limpia
(blancos o indios dependiendo de la mayoría racial), y a su vez, de parte de los
mestizos, donde ellos eran mayoría, del rechazo de las regulaciones del sistema de
castas. De este modo la sociedad colonial se caracterizó por una fuerte discriminación
de la mayoría de la población, categorizada como castas -entre ellas los mestizos-,
dominada por la minoría española (peninsulares y americanos), que se definía como
blanca:

Desde luego el desdén de los blancos, españoles o criollos, hacia los mestizos y a las castas, fue
un fenómeno generalizado... A mitad de la centuria (1750) el mestizo había logrado, pese a las
trabas, un modo de vida propio y una actitud sólida frente a una sociedad cuyos rasgos
fundamentales eran el acrecentamiento del prejuicio racial y el reforzamiento de la
jerarquización social fundada en la pureza de sangre, con el consiguiente rechazo de los grupos
inferiores.3

Finalmente, el desmoronamiento del sistema de Las castas se produjo por la gran


movilidad social, producto de la misma miscegenación que había contribuido a
crearlas.4

De este modo se produjo un proceso de amalgamación de Las castas, integrada por


tipos humanos relativamente uniformes en costumbres, ideas y estatus social, que se
aceleraría más durante las Guerras de Independencia Hispanoamericana, hasta concluir
con el colapso del sistema de castas colonial por efecto de la guerra sobre la aristocracia
blanca, y terminarse más tarde con la esclavitud del negro africano, abolida en los
primeros años de existencia de los nuevos países hispanoamericanos. Por último contra
el indio americano, último "sangre limpia", se arrojarían las nuevas ideas del racismo
biológico seudocientífico traído por la nueva ola de migración europea del siglo XIX en
los países independizados, dando lugar a la marginación, cuando no un deliberado
exterminio racial, denominado limpieza étnica.

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