1 MUJER OH!

DIANA SURIEL NÚÑEZ

FOTOMONTAJE:
Laura Olivo
FOTOGRAFIA BASE:
Jimy Turrell
de New York Times

diana.suriel@listindiario.com

Conexiones
Siempre he pensado que todo aquel que
llega a tu vida tiene alguna razón para
hacerlo. Lecciones por aprender, obstáculos
por superar, ayuda por brindar, una luz en
el camino, cosas que necesitamos saber y solo
podemos aprender de nuestra interacción con los
demás.
LIBROS COMO EL SECRETO, PELÍCULAS
COMO Avatar lo exponen, lo explican de una
forma que puede resultar fantástica para muchos,
pero, sin dudas, es algo que tenemos que entender
como real, como bueno y válido. Estamos
conectados, dependemos los unos de los otros. Es
una cadena invisible la que une nuestras almas y
se manifiesta cada vez que dos extraños se cruzan
en el camino, cada vez que surge una amistad que
traspasa el tiempo y las fronteras, cada vez que dos
se enamoran.
Mis ideas siempre han resultado ser muy
fantasiosas, pero yo no desisto de ellas. Pienso
que antes de llegar a la Tierra todos eramos almas
limpias, llenas de luz, un reflejo de Dios puro y
perfecto. Una vez tomada la decisión de enviarnos
aquí nos dan una misión, un objetivo de vida que
busca el bien común, de lograrse nos reserva la
grandeza y nuestro nombre terrenal recordado por
siempre. Nueve meses transcurren en el vientre
de una mujer especial, destinada a ser nuestra
madre. La primera conexión se establece. Durante
36 semanas, canales de comunicación se expanden
de la manera más extraña e inexplicable, la
transmisión de mensajes y emociones entre madre
y bebé es uno de los más alabados milagros del
creador. Al momento de salir, el llanto, el aire que
por primera vez entra y sale de nuestros pulmones
son nuestra carta de presentación. Y así, “como por
arte de magia”, llegamos al mundo.
vidas en forma de padres, hermanos, amigos,
rivales… La nana que te cuidó en tus primeros
años, tus pequeños cómplices en el preescolar, la
amiga inolvidable compañera de travesuras, el
primer chico o chica que te hizo sentir mariposas en
el estómago, el primero o la primera que te rompió
el corazón, el niño que te limpia cristales en la calle,
un simple extraño que cruza una mirada contigo.
Todos tienen una razón de ser en tu vida, de una
u otra forma te acercan a tu misión. De ellos
aprendes lo bueno y lo malo, de ellos recibes las
ilusiones y decepciones que forman tu carácter,
ellos sacarán lo mejor de ti o te harán caminar
por sendas realmente oscuras, te llevarán a tomar
decisiones claves que ta acercarán o te alejarán
de tu objetivo terrenal. Estamos conectados,
dependemos los unos de los otros por muy lejos
que nos encontremos, aunque no tengamos nada
en común, y esa condescendencia que entre
todos debe habitar pero no habita, ese amor
incondicional que entre todos debe existir pero no
existe, es lo único capaz de llevarnos a la perfección
para la que fuimos creados. He reflexionado
durante días sobre esto, porque justamente este
año por “coincidencias” de la vida, tres de mis
mejores amigos han hecho maletas y se marchan
del país. Se van a puntos diferentes del mundo,
inconscientemente persiguiendo su misión. Irán a
encontrarse con extraños que les acercarán más a
ella. Se marchan y me dejan pensando en todo lo
que he aprendido gracias a ellos, todo lo que he
mejorado gracias a ellos, las veces que he caído
junto a ellos, las veces que, con un buen consejo,
me ayudaron a levantarme. Extrañamente se
marchan algunos de los que más me hacen reír,
se marchan los que no le tienen miedo al mundo,
los que me enseñaron de la manera más extraña el
verdadero significado de la palabra autenticidad.
Se marchan los más divertidos, los que llevan su
cabello de forma alocada sin importar lo que la
gente piense, aquellos con los que hablo por horas
sin cansarme, se van extrañamente los que daban
dimensión de grandeza a mis locuras.
QUIZÁS LA EXPERIENCIA ME LLEVE A
descubrir nuevas cosas en mí, a tomar por las
manos el valor que como al león del mundo de
Oz me hace falta. Las lecciones están aprendidas
y es hora de seguir enfrentando obstáculos con
la única compañía de las experiencias vividas.
Talvez es momento de nuevas conexiones, es
momento de que nuevos extraños lleguen a mi
vida a enseñarme nuevas cosas, nuevas lecciones.
Es momento de seguir caminando y dar gracias
por la luz aportada. Es tu momento de agradecer
por las maravillosas conexiones que esta vida te
presenta. Ve la luz y ayuda a los demás a sacar
lo mejor de ellos mismos. Estamos hechos de la
misma materia, somos los unos para los otros por
más diferencias que insistamos en tener.

NUESTRA MEMORIA HA SIDO BORRADA,

HA sido olvidado nuestro objetivo, nuestra misión
no es recordada. Y así todo los sentimientos,
actitudes positivas y negativas del mundo terrenal
se apoderan de nosotros. Por extraño que parezca,
los únicos que nos acercan de nuevo a nuestra
misión son los demás. Esos que llegan a nuestras

Oh! magazine 27 de marzo de 2010