1 MUJER OH!
DIANA SURIEL NÚÑEZ
diana.suriel@listindiario.com
Tango
La música para mí siempre ha tenido
categoría de esencial, sin ella no
me surgen las ideas; con ella me
siento habitar un mundo diferente.
La necesito como motor para arrancar,
mantenerme y volver a empezar.
Nuestra hermosa relación comenzó hace
mucho tiempo, el romance dio inicio justo
en el momento en que, con ella, podía
olvidar penas y modificar realidades.
Desde ese entonces nos hemos hecho
inseparables. Es una amistad que no me
satura, que siempre tiene mucho para
ofrecer y por hacerme descubrir. Yo
conozco más gracias a ella y ella a su vez
me hace conocer nuevas cosas en mí.
No toco ningún instrumento
-lamentablemente- pero si pudiera
convertirme en uno, sería sin dudas el
violín. Cada género en el que interviene
adquire nuevas dimensiones, nuevos
matices, de repente se hace inolvidable.
Mi colección le da la vuelta al mundo, en
idiomas nada conocidos por mí escucho
magistrales composiciones que se quedan
grabadas por siempre y para siempre
En el tango los
sentimientos se
expresan de forma
magistral. Ves a una
pareja bailar y, de
repente, quieres ser el
centro de la escena.
Oh! magazine 15 de agosto de 2009
en mi disco duro. Si comienzo a hablar
de géneros, no terminaría hoy, puedo
decir que cada uno tiene su magia, su
destello personal e imperecedero. Uno
de mis grandes favoritos es el que ubica
sus orígenes en la Latitud Sur del globo
terráqueo. Argentina le vio nacer hace
mucho más de un siglo. En el Puerto
de Buenos Aires se origina atrayendo el
interés de la clase humilde, los inmigrantes
europeos se sintieron embrujados por el
ritmo y comenzaron a integrar elementos
que terminaron por definirlo. El bandoneón
le da el toque distintivo y los violines
proporcionan “eso” que yo defino como
inolvidable.
EN LOS ARRABALES ARGENTINOS
hombres y mujeres bailaban el tango con
sus cuerpos abrazados, los movimientos
eran en aquel tiempo la máxima expresión
de lo sensual, escandalizaron a la iglesia
y a la alta sociedad de la época. Términos
como lujuría e indecencia terminaron por
relegarlo a una condición de música para la
clase baja. El escándalo producido fue tal,
que la policía terminó por prohibirlo, de
esta forma el tango y la noche se hicieron
cómplices. En los prostíbulos se fomentaba
el baile como una manera de aproximar
los cuerpos de hombres y mujeres que, al
final, se dejaban llevar hasta un lugar, que
definitivamente, hoy no es el tema de esta
clase. El tango fue marginado socialmente,
sin embargo, los inmigrantes europeos
terminaron por pulirlo, dándole matices
que lo conviertieron en lo que es hoy. En
1910 se baila por vez primera el tango en
París y de repente deja de ser marginado
para convertirse en glamoroso, así su
historia ha caminado hasta llevarlo a la
actualidad.
TANTO COMO LA MÚSICA, ES
interesante ver el mensaje que transmiten
los cuerpos. Las figuras hacen que te
preguntes si eres capaz de hacerlo. Este
baile es un canto claro a la sensualidad,
al erotismo, al deseo, a la conquista. Se
abrazan, caminan lentamente, los pies se
arrastran con elegancia felina, el tango debe
ser bailado como un lenguaje corporal a
traves del cual se transmiten emociones
personales a la pareja.
EL HOMBRE DECIDE AQUÍ, suavemente
estimula a la mujer para que continúe y ella
comienza a danzar. Se mueve lenta, tímida
y reservada al principio, se deja llevar; él la
provoca a seguir, la domina y la controla…
Ella, para desdicha de las feministas se
deja y espera por más. Las piernas de ella,
las piernas de él, comienzan a cruzarse
expresando sinnúmero de formas, ella se
desliza, el pide más, la atrae y se funden en
un abrazo lento, sin movimiento alguno
más que el de la respiración sofocada. Miles
de figuras se expresan y ellos jamás soltarán
el abrazo. Da gusto ver a una pareja de esas,
los sentimientos que afloran convierten
la experiencia en algo inolvidable y te
hacen desear ser el centro de la escena.
Hace unos años comencé a bailar tango
con unos amigos, mil compromisos nos
desviaron del camino. Hay que entender
que el tango es un estilo de vida, si quieres
bailarlo y sentirlo debes entregarte a él, no
hay de otra. Debes analizar que quedarás
hechizado por siempre y tu camino estará
marcado por la melodía que sacará cosas
de ti que nunca imaginaste. Quiero volver a
las andanzas otra vez. Estoy ya dispuesta a
dejarme marcar.