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Argentina, Chile, Venezuela, México, y Perú.
La mayoría de ellos se vieron obligados a abandonar su país por
escapar de una guerra o de algún régimen político.
Uno de los principales sentimientos que se expresa en esta
muestra, es la nostalgia por aquel sitio que se dejó atrás, sin
embargo se muestra a la vez el país que los recibió como un
mundo diferente, “un paraíso que se abre”, lleno de esperanzas y
posibilidades.
A partir de aquí deseo hacer este reporte en comparación a la realidad
vivida y sufrida por los inmigrantes nicaragüenses.
La principal dificultad para los inmigrantes de este documental fue el idioma, no
fueron sus costumbres, o el color de su piel; tampoco su nivel académico ni su
luchando, construyendo su espacio en ese nuevo país al que habían
llegado sin mucha alternativa.
Para los nicaragüenses esto es bastante diferente, pues no es el idioma
una dificultad, sino más bien lo son su apariencia, los estereotipos, la
pobreza que los limita a vivir en nuestro país en zonas marginadas,
a los que despreciativamente llamamos “barrio de nicas”.
Asimismo, muchos nicaragüenses llegan a Costa Rica con el deseo de
trabajar formar un hogar y realizar metas que en su país se les dificultaría
muchísimo más. Pero nosotros no les brindamos ese espacio, les cerramos
ladrones y los discriminamos sin reserva. No les damos la oportunidad de
inaceptable.
En el documental también se expone el punto de vista de los hijos de
estos inmigrantes, quienes dicen no extrañar el país de sus antecesores
pues ellos ya se consideran ajenos a él, más bien se sienten totalmente
provenientes del país en el que nacieron, hasta disfrutan de la
cultura y costumbres de su país, más que del país de sus padres.
Con los hijos de nicaragüenses en Costa Rica, la situación es
bastante distinta, pues se les continua viendo y señalando con los
ciudadanos costarricenses, y tampoco se les invita a participar en
nuestras costumbres y celebraciones. Seguimos haciendo distinción en
ellos, sin darnos cuenta de que todos tenemos en nuestras venas
la sangre de antepasados que no nacieron precisamente en Costa
Rica.
Por último el documental muestra como estos inmigrantes, después
de haber formado nuevamente sus vidas en este nuevo país,
regresan a la tierra de la que partieron años atrás y el choque de
grandes emociones que sintieron en ese momento, pues a pesar de
haber vivido con nostalgia de haber abandonado su patria, ahora se
sentían extranjeros en la tierra que los vio nacer.
La nostalgia por su patria es algo que si viven los nicaragüenses
en nuestro país, ya que con tanta discriminación y rechazo de nuestra
parte, es muy difícil que ellos puedan sentirse como en casa. Les
vivimos recordando que aquí no los queremos, no los valoramos, que
estorban y que deben irse.
La migración es una realidad en todas partes del mundo y la
costarricenses podemos ser inmigrantes discriminados en cualquier otro
país, pero cuando señalamos al otro por ser distinto a nosotros, no
nos detenemos a pensar que sería horrible vivir en un país tan
prejuicioso como Costa Rica.