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Lumbanga:

Memorias Orales de la Cultura


Afrochilena

Cristian Báez Lazcano


Lumbanga; Memorias Orales de la
Cultura Afrochilena.

Nuestros propios monumentos son las tradiciones orales


que mueren junto con los ancianos,transportados por una
multitud de lenguas que no siempre se comunican”

Nuestras autoridades tradicionales ya no poseen


responsabilidad alguna o medio de expresión alguno,
nuestras institución sufren la irrupción agresiva de la era
moderna.En el mundo somos un pueblo frágil.

Pensamiento Africano. (UNESCO).


Rescatando la memoria oral de la cultura afro en Chile
como apuesta e instrumento de inclusión y
reconocimiento de los afrodescendientes y como un
aporte a la diversidad en Chile.

“A mis padres; Berta, una mujer blanca del sur de tierras sanfelipeñas
y Carlos un agricultor afrodescendiente hijo del valle de Azapa; a mi
abuelita Rosa Ríos, madre de mi padre y mujer negra azapeña que
nunca ha dejado esta tierra ancestral; a mis hermanos: Pepe, Pamela
y Carla que nunca han dejado de apoyarme en esta lucha de
reivindicación y, especialmente a mi esposa Seuyen, una mujer
descendiente de Chinos que ha tenido la paciencia de aguantarme en
las buenas y en las malas estando siempre a mi lado; y por ultimo a mi
hija Laini Siukeng, fruto del amor de dos culturas ancestrales como
son la africana y la China”.
PROLOGO

“Las contribuciones de los africanos y sus descendientes a la vida panamericana


son tan importantes y fundamentales que no hay manera de discutir sobre las
Américas con precisión y honradez sin tenerlas en cuenta. Fueron parte de la
agricultura que permitió sobrevivir a los inmigrantes europeos voluntarios y
africanos involuntarios. Fueron parte de la tecnología que permitió que todos
trabajaran y crearan. Fueron parte de la economía que permitió que las
sociedades se desarrollaran y ampliaran. Fueron parte de la creación de los
idiomas en que todos aprendieron a comunicarse. Fueron parte de la definición
de la naturaleza de lo espiritual y de la forma de acceder a ese mundo y
relacionarse con el mismo. Fueron parte de la creación de la multiplicidad de
sistemas culturales, formas y estilos en que todos los inmigrantes a las Américas
de origen africano y europeo se organizaron y expresaron su respectiva
identidad”

Sheila Walker, African Roots, American Cultures: Africa in the Creation of the Americas (Lanham,
MD:Rowman & Littlefield Publishers, Inc., 2001).-
Aunque a veces ya no sea evidente en sus rasgos, aún se manifiesta
la sangre de los africanos esclavizados en la comunidad de
afrodescendientes en Chile. Una comunidad que ha sobrevivido la
esclavitud, las epidemias, la chilenización, la dictadura militar, y la
modernización. Hoy, profundamente marcados por su intenso pasado,
reclaman el reconocimiento de sus raíces africanas ante el Estado
chileno.

EL reconocimiento cultural se reclama por los demoledores efectos de


los procesos de transformación cultural, como la aculturación y la
nacionalización, que se evidencian en la pérdida de la cultura
afrochilena. Esta pérdida cultural es la razón por la cual; Lumbanga,
ONG Oro Negro, Arica Negro, Colectivo de Mujeres Afrodescendientes
Luanda, Club Adulto Mayor Rinconcito Africano de Lumbanga y la
Comparsa ONG Oro Negro, organizaciones sociales, culturales y
políticas de afrodescendientes, están intentando recuperar la cultura
afrochilena a través del reconocimiento a nivel personal, social, y legal,
por parte de la sociedad chilena. No obstante, este reconocimiento es
sólo el primer paso hacia la meta final del movimiento social
reivindicativo: la reetnificación, Es decir, la recuperación de una
identidad cultural y una cosmovisión ancestral.

Si bien podemos ver algunos documentos y libros que hablan de


nuestra historia afrochilena, debemos manifestar que esta historia fue
escrita por “otros” tanto colonizadores, neocolonizadores y los mismos
académicos e investigadores que con ánimos personales,
profesionales, la misma iglesia y algunos pocos desde una forma de
reivindicar a un grupo social marginado y oculto en este país.

En este contexto, José Chucho García , Antropólogo e investigador


afro venezolano dice; “Hemos visto como en las primeras
construcciones discursivas los europeos nos convirtieron en
AFRICANOS ABSTRACTOS, luego en NEGROS, posteriormente en
RAZAS, inmediatamente en ESCLAVOS, y así montaron un marco
conceptual que al paso de quinientos años continua acompañada de
prácticas reproductoras desde sus iniciales instrumentos ideológicos
hasta la reproducción trágicamente compulsiva introyectada en
nosotros mismos”.
Siguiendo la misma línea de Chucho, es necesario cambiar el
pensamiento que los “otros” escriben de nosotros, que finalmente
escriben lo que quieren saber de nosotros o muchas veces solamente
son tesis de grado que tiene un fin mas profesional que social y
cultural. Por otro lado hemos visto también que muchas personas que
no son afrodescendientes han querido insertarse profundamente en
los accionares de los movimientos afrodescendientes no solamente en
Chile sino que también en el resto de America Latina.

Para saber de nosotros mismos, los afrodescendientes, de donde


venimos, para donde vamos y porque estamos acá, es necesario
poder investigar lo ya escrito, ser crítico y poder re-pensar para luego
lograr reconstruir nuestra propia historia, pero ahora de la mano con
nuestra historia viva. Para saber a donde vamos es necesario
retroceder para atrás y comprender nuestra historia.

La Historia Oral ha sido, y pretende seguir siendo, producto de un


movimiento de cambio progresista centrado en el rescate de la
memoria colectiva, social e individual. En este sentido, apuesta a
contribuir a una formación que incida en la posibilidad de construir una
sociedad más democrática, más plural y más justa.
Para esto, es fundamental la reconstrucción de la memoria oral, por
medio de investigaciones en terreno con adultos mayores de setenta
años de edad, pertenecientes a la cultura afrochilena, que en un
momento de sus vidas, especialmente en su niñez, comprenden que
“negar la raza” sería la mejor opción para ser incluidos en una
sociedad que se declaraba “blanca”, siendo la negritud una
desventaja, y por ende , no era bueno casarse entre negros, ni
tampoco era bueno seguir algunas costumbres y tradiciones que
acercaban o se asimilaban a la cultura africana y a la peruana, pero
que inconcientemente han luchado internamente dentro de sus
familias para poder mantener una identidad que los conserva como
comunidades afro de esta tierra, un ejemplo claro por nombrar, la
misma cruz de mayo que une a las familias cada año.

Reconstruir la memoria para una comunidad africana es la clave del


desarrollo actual y su futuro donde, de acuerdo a su historia, las
comunidades pueden mirar el porvenir con mayor esperanza. A su
vez, es posible argumentar la gran discriminación racial en la
estructura social en este país desde que es República, lo que se
evidencia en el ocultamiento e invisibilización del pueblo afrochileno.

Investigar, rescatar y difundir una historia oculta en un país que hoy en


día se visualiza como uno de los más desarrollado en América Latina y
que su discurso y propuesta es poder llegar a la celebración de la
independencia, que significa la libertad del reino español; el
Bicentenario, como un país diverso y pluri-étnico, es uno de los
grandes desafíos que el movimiento afrochileno se ha propuesto,
demostrando que la construcción de esta república no solamente fue
con las dos madres ancestrales: la Española y la Indígena; sino que
también el aporte de la madre Africana fue fundamental en lo que hoy
es Chile.

Cristian Báez LazcanoInvestigador Vivencial de la Cultura Afro en


Chile.
LUMBANGA; MEMORIAS ORALES DE LA CULTURA
AFROCHILENA.

INTRODUCCION

A través de este libro quiero hacer un homenaje a todos nuestros


ancestros, hombres y mujeres, que llegaron a estas tierras como
africanos esclavizados y sufrieron tantas injusticias, pero que poco a
poco fueron adquiriendo su libertad, llegando a ser los protagonistas
claves de la historia cultural, social y del desarrollo económico
Ariqueño entre los años 1600 a 1950 aproximadamente, pero que por
distintas causas, en especial lo geopolítico y social, fueron perdiendo
su cultura, costumbres y tradiciones.

Esta investigación fue basada en libros y documentos históricos de la


ciudad de Arica, pero especialmente en las vivencias de nuestros
abuelos y abuelas de esta diáspora africana, porque ellos y ellas son
nuestras “bibliotecas andantes” con las que afortunadamente aún
contamos, lo que nos permite ir rescatando nuestra valiosa cultura, ya
que son ellos los únicos que nos pueden ayudar a resolver el gran
puzzle de la cosmovisión afroariqueña y por consecuencia, la
afrochilena.

Nosotros, los Afrodescendientes, tenemos una historia muy hermosa


que contar, llena de alegrías, penas, triunfos y derrotas, con una vida
sencilla, viviendo siempre en contacto con la naturaleza, de manera
humilde y sin grandes ambiciones; siendo esta una de las virtudes que
el negro o afro tenía, el vivir con lo justo sin tener la necesidad de
buscar otras oportunidades que le dieran un mejor vivir. Pero estas
características, que para los ojos del occidental, significan o se
traducen en que el negro es flojo, no se supera, le gusta vivir en la
pobreza, no sale de su tierra, etc, yo me pregunto; ¿a nuestros
ancestros lo trajeron a trabajar y a producir un a un desarrollo
económico que se visualizaba como exitoso?, ¿Y por que dicen eso?.
Actualmente no todos los hijos y nietos siguen esta forma de vida,
debido a la influencia accidental o más bien a La Globalización, pero sí
nos podemos dar cuenta como nuestros abuelos tratan de continuar
con esta idiosincrasia. Si recordamos o miramos la vida de un abuelo
o abuela en las zonas rurales donde muchos de ellos nacieron y se
criaron, como son los valles de Azapa, Lluta y Camarones, nos
fijaremos como ellos se sienten; rodeado de la naturaleza, con sus
casas quinchas de caña con barro, criando chivatos, gallos de pelea,
chanchos, plantando y cosechando camote, caña de azúcar, plátano,
pacay, guayaba, aceituna o algodón, preparando aceituna, etc. Es ahí
donde debemos reflexionar, reparar y lograr entender a nuestros
abuelos y abuelas, ya que su forma de vivir no se explica solamente
porque así se criaron o por que no les gustan las cosas modernas,
pues la única respuesta que ellos tienen es:
“mis abuelos fueron así “, “mis padres fueron así”, “¿por qué no puedo
ser yo así?”. Estas palabras nos invitan a reflexionar y tratar de
investigar más a fondo sus vivencias.

Este libro quiere enseñar que nosotros, los Afrodescendientes,


tenemos una identidad propia que nos distingue de los otros, pero que
no es simplemente por nuestros rasgos físicos, sino que va mas allá
de lo que podemos ver; es una herencia más profunda, una historia
que viene desde afuera de este continente, cruzando el Atlántico hasta
llegar aquí, donde el sonar de los tambores y el danzar durante largas
horas, no es porque están de fiesta o porque están drogados o
borrachos, o porque les gusta tocar y bailar nada más; sino que es un
agradecimiento, una petición, un ofrecimiento, una despedida o
expresiones de amor a la naturaleza, al sol , al aire y a la tierra que los
acompañan en el pasar por este mundo, es la “herencia desde nuestro
sub-consciente” que muchas veces nos cuestacomprender. Esta es el
África añorada por muchos seres humanos traídos hasta América en
condiciones miserables: azotados y encadenados como animales;
pero que dentro de todos estos abusos, amarguras y penas que
sufrieron, pudieron sobrevivir gracias a la fe a un todo poderoso, sus
dioses ancestrales, y a la esperanza en que algún día podrían
regresar encuerpo o en espíritu, a su amada tierra ancestral. Así es el
África olvidada y añorada por muchas personas descendientes de esta
diáspora. Si bienno pretendo que nosotros los descendientes
volvamos al África ancestral, sí podemos reivindicar y poner en valor a
nuestros mayores que están y lo que ya se han ido.

Quiero dedicar en forma especial este libro a los que han hecho que
nuestra etnia, acá en Chile, renazca mediante sus recuerdos que
realizamos en la organización Lumbanga; ellos son nuestros abuelos
que participan en “La Mesa Redonda”, instancia en que se reúnen
cada cierto tiempo, para recodar y revivir épocas hermosas, y algunas
penosas de su niñez, adolescencia, juventud y adultez. Ellos son los
que han hecho de esta organización, una institución seria, responsable
con muchos logros y éxitos en tan corto tiempo de vida, donde lo mas
importante no es el organismo jurídico al cual nos acogemos, sino es
poder volver a ser una “Comunidad” en donde niños, jóvenes, adultos
y abuelos interactúen bajo un solo objetivo, poder reivindicar a nuestro
pueblo afrodescendiente en un país que sigue negando nuestra
presencia.
Muchas gracias por todo el valor histórico que nos han dado a:
Inocencia Baluarte Meléndez, Miguel Quintana Ugarte, Marcos
Carrasco (Pisoro), Pedro Cornejo Albarracín (Chañal) y Bernardo
Quintana Ugarte, todos ellos nos han dejado de este mundo y se
encuentran con nuestros ancestros y el Dios Todopoderoso. También
quiero agradecer a los que están con nosotros; Rosa Guisa Lanchipa,
Rosa Ríos Sánchez, Rosa Corvacho Amestica, Zarela Zavala Ríos,
Claudina Maldonado Sánchez, Guillermina Flores Corbacho, Esther
Cornejo Cornejo, Eulogia Baluarte, Lucía Huanca Estoraica, Segundo
Quintana Ugarte, Gregorio Bravo, Segundo Llerena, Carmelo Baluarte
Meléndez, Agusto Barrios, Octavio Butron Corvacho, Benancia
Quintana Ugarte, Marina Jiménez Chamorro y Susana Quintana,
donde todos ellos y ellas conforman la suma de mas de
1.500 años de historia.

“Es la historia del tumbaque mi abuela me hablo.Estas son mis costumbresy así
las cuento yo

Es el baile de mi ancestroes el África olvidadaEs mi


orgullo que demuestroa mi cultura rescatada”
Cristian Báez Lazcano
ANTECEDENTES HISTORICOS GENERALES

Al igual que en el resto de América, el hombre y la mujer africano(a)


estuvieron presentes en la historia y en el territorio de lo que ahora
llamamos Chile, traídos en calidad de esclavos. En la época colonial,
fueron traídos desde las regiones de Angola, Congo y Mozambique,
destinados a la comercialización de personas, a través de las rutas del
Caribe, Panamá, Colombia y Perú, hasta que se abrió el puerto de
Buenos Aires; sin embargo, muchas piezas (como llamaban a los
africanos esclavizados) fueron traídas como contrabando por rutas no
autorizadas por la corona, incrementándose aún más la cantidad,
sumado también a la llegada de negros esclavos fugitivos y negros
libres de los países vecinos.

Los negros traídos a América y a Chile, son de diversas etnias (grupos


lingüísticos) africanas, siendo la cultura Bantú de la región del Congo y
Angola la con más influencia cultural tuvo en América y Chile. Era esta
una cultura dominante frente a otras por su imperialismo militar, por su
trabajo disciplinario e innumerables cualidades, como son la fundición
de metales, la agricultura, la ganadería y la pesca, además de tener
complejas estructuras sociales de trabajo y fuerte corriente religiosa y
filosófica.

http: //ensayo.rom.uga.edu/antologia/XIXE/Castelar/esclavitud/fotos/esclavo33.htm
Los negros africanos arribaron a América, poco después de la llegada
de Cristóbal Colón, siendo llamados negros ladinos: aquellos que
nacieron y vivieron en España y Portugal como esclavos, quienes
tenían los conocimientos de la cultura hispana y la religión de sus
amos como era el catolicismo, vinieron acompañando a sus señores
como cargadores, exploradores y también como combatientes.
Así, de una forma general, los africanos traídos a América vinieron en
cantidades hasta ahora incalculables, pero se estima una cifra de
aproximado entre trece a dieciocho millones de personas, sin contar
las que murieron en las penosas travesías en barcos de negreros o
clíperes, cruzando el atlántico a este continente, ni tampoco la
cantidad de africanos muertos en las cacerías que realizaban los
imperios dominantes africanos y los comerciantes europeos en tierras
africanas.
El tráfico esclavista no fue una casualidad de la vida, los europeos ya
habían estudiado previo a este genocidio a los reinos africanos siglos
antes de iniciar esta trata comercial. Fue así que como los europeos
eran conscientes que traer personas hacia las Américas, de tribus y
reinos de este continente, les resultaría un gran negocio económico.
Las costas africanas y el África subsahariana eran ricas en
producciones de café, caña de azúcar, arroz y minerales como el
diamante y el oro, por lo tanto; debemos ser conscientes que el tráfico
esclavista fue un estudio “científica y maquiavélicamente estudiado”,
puesto que la razón de traer personas esclavizadas a las América
tenía un objetivo netamente económico. Si por ejemplo en la zona de
minas Yarais en Brasil existía el oro, se comercializaba a personas de
tribus que eran expertos en ese tipo de mineral, si en Colombia se
producía café, de la misma forma traían africanos y africanas a
trabajar que practicaban dicha función. Es por esto que el tráfico de
africanos esclavizados no solo fue traer seres humanos, sino que
también fue la comercialización de pensadores, filósofos, agrónomos,
médicos, mineros expertos en buscar los diversos minerales, etc. Todo
esta comercialización era avalada y garantizada por tres leyes
fundamentales de aquellos tiempos como fueron; la ley de la corona
española y portuguesa, la ley de comercio del reino Británico y por
ultimo la ley de la Iglesia Católica que declaró que los africanos y
africanas eran hijos(as) del diablo y del mono, y que por lo tanto, era
necesario convertirlos a la fe católica para luego poder
comercializarlos y así pudieran ser hijos de Dios.
http: //ensayo.rom.uga.edu/antologia/XIXE/Castelar/esclavitud/fotos/esclavo36.htm

ANTECEDENTES HISTORICOS LOCALES.

No podemos avanzar sin antes introducirnos a los archivos históricos


que hablan de nuestros ancestros, de la presencia africana y sus
descendientes, tanto a nivel local como en el resto de Chile, aunque si
bien este libro pretende conocer la historia oral de los
afrodescendientes, es necesario conocer esta historia escrita por
personas que no son afrodescendientes, para luego comprender y
analizar la historia oculta en lo más profundo de su memoria y
corazones.

Según Rolando Mellafe en su libro “La introducción de la esclavitud


negra en Chile” comenta que para el descubrimiento de Chile, más de
cien negros acompañaron a Diego de Almagro. Y en 1540, Pedro de
Valdivia ingresó también con una cantidad parecida sacada del
Virreinato del Perú para emprender la conquista de Chile. El mismo
Mellafe afirma que la primera mujer negra que ingresó a este país fue
la esclava llamada Margarida de Almagro, que con extraordinaria
fidelidad lo acompañó y lo sirvió hasta su muerte. O sea, si analizamos
esta situación desde el pensamiento colonialista occidental, podemos
concluir que la descubridora de Chile fue una mujer negra.
En este mismo libro encontramos que en 1778, el presidente Jáuregui
(1711-1784) ordenó hacer un censo donde se pudo constatar que
desde Atacama al río Maule, había 21.538 negros. Luego con la
abolición de la esclavitud (“Ley de Libertad de Vientres”) en Chile,
decretada el 11 de octubre de 1811 por Manuel de Salas, pero abolida
completamente en 1823 por Ramón Freire, no fueron mas de 4.000 los
negros que se registraban en este ultimo año. Las adversas
condiciones climáticas los hacían desaparecer rápidamente, lo que
eso es completamente falso y que fácilmente fue una estrategia de
invisibilización de negar al otro. Hoy en día las nuevas generaciones
de historiadores confirman que esta situaciónse ha transformado en un
mito. África es un continente diverso en climas al igual que América,
también existe el frío en invierno, como el calor en verano.

En cambio en Arica, cuando pertenecía al Virreinato del Perú, la


población negra siempre fue numerosa, según el escritor Worlmad
Cruz en su libro “El mestizo en el departamento de Arica”, en el año
1555 ingresaron por el puerto de Arica 500 africanos en condición de
esclavos denominados negros bozales, término que se le nombraba a
las personas que venían directamente de aquel continente con su
idioma de origen. Su clima sub. Tropical semejante al África, fue un
factor muy importante en la subsistencia del negro en este territorio
pero no determinante.

Según cuenta el historiador Peruano Luis Cavagnaro, en su libro “El


Corregimiento de Arica”; “entre los negros libres que existían allá por
el siglo XVII se destacaron dos hombres negros en la ciudad de Arica,
uno de apellido Anzurez y su compañero cuyo apellido no se
especifica.
Estos fueron elegidos alcaldes ordinarios por un periodo corto en
1620. Duraron alrededor de seis meses y luego fueron depuestos ante
el Virrey don Francisco de Borja y Aragón, donde decreta y anula la
elección y prohíbe bajo pena de 1000 pesos de oro como multa repetir
tales nombramientos. Pero igual en ese corto periodo, alcanzaría
buena posición económica y formaría cuerpos militares como, “las
compañías de mulatos libres (Capitán Lerga) y de morenos libres
(Capitán Núñez), de los cuales algunos morirían en la defensa de
Arica contra (el pirata) Sharp, en 1681.
En el caso de estos alcaldes podemos deducir que aquellos hombres
afro, debieron haber tenido un cierto poder económico en la ciudad,
para que la clase aristocrática, en esos tiempos, los hubieran elegido.
Al analizar esta situación sobre los poderes económicos, que en algún
momento tuvieron nuestros ancestros, podemos dar un ejemplo de
nuestros abuelos, donde nos cuentan que muchos de ellos son
herederos de tierras en el valle de Azapa, en la cual nos dicen; “que
sus abuelos ya eran dueños de esas tierras”, o sea, podemos ver que
hace cinco generaciones atrás, los afro en Azapa tenían algún cierto
poder económico, por medio de las tierras.
Por otro lado, algunos abuelos nos cuentan que ya, en esos tiempos,
sus abuelos o bisabuelos eran dueños de cuadras en la ciudad de
Arica, pero que lamentablemente, en el periodo de la chilenización,
aquellas familias vieron como se desligaban injustamente de aquellas
propiedades.

De igual forma, don Luis Cavagnaro en su libro; “El Corregimiento de


Arica y Tacna” menciona que; a comienzos del siglo XIX, destacaría el
cuerpo de "Pardos" que comandó don Martín de Oviedo, un Ariqueño
afro que pasó a la historia al dejarse matar protestando su fidelidad al
rey de España y, medio siglo después (1880), en la cumbre del Morro,
un niño negro de 14 años, Alfredo Maldonado, soldado voluntario del
"Fuerte del Este", participó bajo las órdenes de Inclán en la defensa de
Arica. Cuando la improvisada fortificación, cayó en manos de las
tropas chilenas, Maldonado hizo explotar el polvorín.

Durante el siglo XVIII la población blanca en Arica se redujo


considerablemente, casi hasta desaparecer, debido a las diversas
enfermedades que azotaban la zona, especialmente la llamada
paludismo, que con intensidad azotaba la costa Ariqueña. En cambio,
los africanos y sus descendientes, nunca disminuyó, más bien fue
aumentando, siglo y medio después al año 1871, los negros puros
formaban la población mayoritaria en estas tierras.

Algunas notas que Hernán Lagos Zuñiga destaca en su libro “Arica,


Símbolo de Gloria…” se puede manifestar claramente el aporte que
los afrodescendientes dieron en momentos difíciles que la ciudad de
Arica tuvo que pasar. A continuación presento una estrofa que
menciona y demuestra el protagonismo que nuestros antepasados
tuvieron en esta zona;
“De esta manera se desataba la segunda gran tragedia del siglo en la tierra de San
Marcos de Arica, después de los 800 muertos y desaparecidos calculados en el terremoto
del 13 de agosto de 1868 se suman las muertes por la epidemia de principios de 1869 que
se calculan en unas 700 personas fallecidas aproximadamente, entre el 31 de enero de
1869 al 28 de febrero de 1869 hubo 541 sepultaciones en los cementerios de Arica, se tuvo
que hacer una zanja en la parte mas alejada del Panteón cercano al río San José para que
sirviera de sepultura a los fallecidos, se abrió otra zanja algo menor en las cercanías del
Lazareto que estaba ubicado a unos 3 kilómetros al este de la ciudad, esta lúgubre labor
fue realizada en forma forzada por negros y mulatos que por idiosincrasia tenían mucha
propensión a la superstición, factor que los hacia cumplir la humanitaria labor con
muchos sacrificios, a estos forzados panteoneros se les pagaban 2 soles diarios por su
trabajo, las autoridades se vieron obligadas a imponer este trabajo a los habitantes
afroariqueños debido a la desastrosa falta de mano de obra, la escasez o total ausencia de
personal especializado como médicos, enfermeras, farmacéuticos, constituía un cuadro
muy desalentador sobre el futuro del puerto, las familias más pudientes ofrecían hasta diez
soles diarios para que alguna mujer afro pudiese asistir a los enfermos de su núcleo
familiar, no logrando conseguirlas, la situación era tan grave que en una información del
diario “El Comercio” de Lima del 24 de febrero de 1869 se decía: “Si esta situación no
mejora, desaparecerá bien pronto Arica, pues los muertos no bajan de 40 diarios en esta
reducida población”.”

Otro antecedente importante que hay que señalar, es la existencia de un comercio


dedicado a la crianza y compraventa de negros en Arica entre los años 1690 y
1740, situado principalmente en el valle de Lluta, destacándose algunos
personajes como; Francisco Yánez, Ambrosio Sánchez, Pedro Sabarburu y Luis
Carrasco, quienes eran propietarios de terrenos en este valle, teniendo en
aquellas tierras los llamados “criaderos de esclavos”, en donde se ocupaba para
tener en cuarentena a los esclavos que llegaban directamente del África llamados
“negros bozales”. También servia de reproducción de esclavos, esto consistía en
elegir a la mujer esclava mas saludable y al esclavo mas fuerte, en la cual los
encerraban en un lugar para que tuvieran relaciones sexuales y así puedan
procrear, teniendo como resultado un hijo (esclavizado) fuerte para la venta, el
cual, al crecer, era despojado de los brazos de su madre. Cada cierto tiempo, en
estas haciendas, se hacían bautizar en la Iglesia de Pocon Chile, una cierta
cantidad de niños negros, todos hijos de esclavos, recibiendo el apellido de los
propietarios a titulo de dominio.

La creación de estos criaderos de esclavos tiene mucha relación con la razón del
descubrimiento del cerro rico de Potosí en el Alto Perú, ya que este
descubrimiento se transformó en una fuente de desarrollo económico para el
corregimiento de Arica. Reproducir y crear esclavos era una oportunidad para
comercializarlas en sus primeros años hacia el Potosí. Es importante analizar esta
situación, puesto que en gran parte, es la razón de que africanos y africanas
lleguen a estas costas. Sabemos que Azapa, Lluta y las costas ariqueñas, no eran
lugares que comercialmente con una gran explotación económica, en comparación
con las zonas del Caribe, Brasil, Colombia o el mismo Potosí. Es necesario
comprender que gran parte de la razón de nuestra presencia en esta zona, se
debe por el descubrimiento del cerro rico de Potosí, ya que el puerto de Arica era
la costa más cercana que el Potosí tenia para el abastecimiento, traslado y envío
de mercancías desde y hacia el Potosí.

Los negros crecieron y se multiplicaron en Arica, favorecidos en parte por el clima


y por su propia inmunidad contra el paludismo, enfermedad que azotaba al
territorio y ante la cual, blancos e indígenas, no eran muy resistentes. Muchos
negros irían comprando su libertad. Se da el caso, como se menciono
anteriormente, de que en el siglo XVIII varios integraron unidades de ejército.
Igualmente mas adelante podemos darnos cuenta como las familias afro del valle
de Azapa, son dueñas de sus tierras desde hace ya más de 3 generaciones atrás.

PROCEDENCIA DE NUESTROS ANCESTROS.

Si bien no podemos definir exactamente la procedencia de nuestros ancestros


directos, podemos analizar los archivos históricos y algunos referentes que nos
puedan acercar al lugar de origen de las y los africanos que llegaron a estas
costas. Una de estas puede ser por medio de ciertas palabras y terminologías con
raíces africanas como son; bemba, tumba, comba, macumba y Lumbanga, que
según estos términos con las consonantes “mb”, en su mayoría son palabras del
idioma Limbundu oa veces nombrado kimbundu, provenientes de la región de
Angola, El Congo y Mozambique, que fueron parte de la civilización Bantú. Otra
muestra para conocer la procedencia de nuestros ancestros puede ser la palabra
Lumbanga, nombre de una zona en Luanda que es la capital de Angola. También
esta palabra es un apellido común de familias de la población Angoleña. De igual
forma podemos agregar que Lumbanga es el nombre de familias de Somalia,
según cuenta el Musicólogo y Antropólogo chileno Roberto Fierro Bosso.

Ya habíamos mencionado anteriormente que el tráfico esclavista fue con un fin


netamente económico y por lo tanto, al darnos cuenta que a estas costas y el alto
del Virreinato del Perú se explotaba la minería, la agricultura y la pesca, nos
podemos fijar que las diversas tribus que existían en aquellas regiones del Congo,
Angola y Mozambique, eran expertos en ese tipo de disciplinas laborales.

Pero uno de los fundamentos mas visibles para definir estas teorías, es la de un
documento histórico que data del siglo XVI en un artículo denominado;
“Compraventa de una hacienda en el valle de Azapa por Gaspar de Oviedo,
1661. Documento inédito del Archivo General de la Nación. Lima Perú” de los
Autores: Jorge Hidalgo, María Marsilli, Calogero Santero y Rebeca Correa,
publicada en la revista DIALOGO ANDINO, Nº 9, Universidad de Tarapacá, Arica,
1990 y ofrecida para nuestra investigación por la historiadora Patricia Arevalo, el
cual dice lo siguiente textual:

“Un segundo aspecto que nos parece interesante destacar del documento que ofrecemos lo
constituye la descripción del inventario de la hacienda, donde junto a los bienes muebles e
inmuebles se listan “Veynte piessas de Esclavos” del servicio de la propiedad. De ellos catorce
eran jóvenes activos, dos mujeres y cuatro viejos impedidos. Esta mano de obra seguramente era
la encargada de hacer producir los olivares, viñas y de manejar los lagares, molinos, trapiches y
bodegas que son mencionados. No tenemos mas datos al respecto que la breve alusión a cada uno
de los esclavos, donde se indica su nombre y su casta (Angola, Biafara, Congo, Mandinga,
Matamba, Balanza y Criollo).

Textual del documento (pp 12r -14v):

“Y con Veynte piessas de Esclavos del servicio, de Ello catorce de Ellos mossos algunos Y otros
debuena Edad que todos pueden trabajar dos negras y quatro negros muy biejos empedidos Y
Enfermosque por ser de la dicha chacacra [chacra] Y estar inbentariados se ponen aquí con los
demas aunqueno se apresiaren por no tener balor por las caussas dichas que los dichos Esclavos
son de los nombresY castas siguientes Primeramente [para efectos de la lectura los he puesto en
un listado]

Juan Garsia angola.Miguel Angola.Juan biafara.Sevastián Angola [zapatero]Sebastián Criollo


YEnrique Criollo.Pedro angola Regador.Juan cauecitas [tal vez cabecitas] angola.Cristóbal
angola.Domingo sordo biafara.Phelipe nandinga [Mandinga].Simon congo.Luis balanta.Juan
matamba. Este es difunto y murió por quenta del dicho Gaspar de Oviedo porque le tenia
Resuido[¿?] con los demas esclavos Referidos antes del otorgamiento de esta escriptura.Antón
YumboCathallina angolaMaria Angola.Estas dies Y seis piessas de esclavos son las buenas Y las
que no pueden trabajar por estar Ympedidoscomo va dicho son Gonzalo angola.Marcos
folugo.Lucas criollo. Este es difunto y murio por quenta del dicho Gaspar de obiedo.Pablo
Angola.”

“Los dichos esclavos se los doy por tales asi mismo Libres de Enpeño obligacion e hipoteca Y
sindeclarar las edades que tienen por no saberlas Sin Los asegurar de ningun vicio tacha defecto
niEnfermedades Publicas ni secretas que puedan tener o tengan porque con todas aquellas que
encualquier manera pudieran tener y conforme a derecho me los pudiera bolver o [a] cualquiera
de elloscon essas(…)”.En Diálogo Andino 9: pp 94-96.

Este documento hasta hoy es el que nos puede acercar más a la


definición de nuestra procedencia geográfica del continente africano.
TERRITORIOS ANCESTRALES (VIDA DE LOS AFRODESCENDIENTES)

BARRIO LUMBANGA

A consecuencia del paludismo (malaria) que azotaba la costa de este


sector, se fue disminuyendo la presencia del blanco en la ciudad de
Arica y por lo contrario fue aumentando la presencia del afro. Es así
como la historiadora ariqueña; Vivian Briones en su documento:“Arica
colonial: libertos y esclavos negros entre el Lumbanga y Las Maytas”,
menciona que para el año 1871 los negros puros y sus mestizajes
alcanzaban el 58% de la población, mientras que los blancos
representaban solo el 23.9%. Antiguamente el corregimiento de Arica
estaba dividido en tres distritos; Azapa, Lumbanga y Arica.

Los africanos y sus descendientes se ubicaron en diversos sectores


de la ciudad, siendo unos de los más representativos en los siglos XVII
hasta el XIX, era el Barrio LUMBANGA, que según el historiador Peter
Neumann, es de origen Congoles y significa “Caserío”. La calle
principal era Atahualpa (actual Maipú) perimetrando las calles;
Bidaubique (P. Lynch), Zapata (Gral. Lagos) y La Pampa (Ohiggins).
El significado de Lumbanga para este historiador, fue por la situación
geográfica en la cual estaba ubicado este barrio, ya que si vemos hoy
en día este sector céntrico y nos imaginamos hasta donde llegaba la
ciudad de Arica, nos daremos cuenta que en realidad era un caserío,
puesto que Arica, en esos tiempos, llegaba solamente hasta los que
hoy en día es “el Casco Antiguo” (7 de junio. General Lagos,
Chacabuco y Pedro Montt); entonces, con el pasar del tiempo, la
misma sociedad fue asociando caserío a Lumbanga, debido a lo
alejado que este barrio estaba ubicado, producto de la discriminación
social que en esos tiempos existía hacia los negros esclavizados y
otros que obtenían su libertad, como lo fue en toda America donde
existía población africana esclavizada. Estos sectores forzados y no
forzados de asentamientos eran parecidos a los “Palenque”, refugio en
donde los africanos esclavos se escondían cuando lograban escapar
de las haciendas, formando un pequeño imperio africano dentro de
este continente. También se les llama “Quilombos” como es el caso de
Brasil.

En estos sectores se pudieron mantener y algunas ocasiones, rescatar


diversas costumbres ancestrales y a su vez nacieron otras formas y
prácticas que en esta tierra se creaban en el pasar del tiempo.
Pero en realidad Lumbanga, es el nombre a lo que anteriormente
mencionamos, de una zona ancestral que hasta hoy existe en
Angola,África. Entonces, podemos tener como teoría; que uno de los
muchos esclavos africanos que llegaron a estas costas de Arica,
provenía de aquella zona, y en honor y poder recordar la tierra de sus
orígenes, le nombró a este barrio de esa manera…Lumbanga.

En este barrio los hombres eran dueños de pequeños negocios. Las


mujeres por lo general trabajaban de empleadas domésticas,
lavanderas y costureras. Era un lugar de alegría en donde la gran
mayoría de los afrodescendientes de Arica y de los valles de Azapa y
Lluta, se reunían en los Billares y en las típicas casa de remoliendas.
Lamentablemente, producto de este racismo estructural que se daba,
no solamente en estas zonas, sino en toda la colonia y luego
republica, el barrio Lumbanga fue tomando poco a poco un carácter
negativo, donde la prostitución , el consumo de alcohol, los lugares de
entretención, apuestas y la misma pobreza que ahí existía, fueron
estigmatizando este barrio.

El estigma que se le dió al barrio Lumbanga fue visto de varias formas,


una por ejemplo fue el negativo que la sociedad misma le impuso
como nombramos anteriormente, pero también existió un estigma
positivo como cuentan los abuelos de la mesa redonda de Lumbanga,
en Azapa que cuando hacían fiestas o alguna reunión familiar, en el
momento cuando se realizaban fiestas familiares y se armaba el
desorden, la alegría o se empezaba a bailar se le decía; ¡se armó la
Lumbanga!

BARRIO DE LA CHIMBA

Los afrodescendientes de la zona urbana, no todos vivían en el barrio


Lumbanga, también hubieron sectores como es hoy en día “El
Campus Velásquez y el Hotel El Paso” en la ciudad de Arica,
denominado; “La Chimba”, que según cuentan los abuelos, era un
lugar donde residían los negros libres. No es casualidad que en
Santiago, Valparaíso y Antofagasta también existía y siguen existiendo
sectores antiguos llamados “La Chimba”. Muchos documentos
históricos de Chile, mencionan a la Chimba como; “lugar donde
residían los esclavos libres y sus descendientes”. Estos sectores se
ubicaban frecuentemente a las afueras de la ciudad.

La Chimba fue una zona rural pequeña dentro de la ciudad de Arica.


Este lugar era muy rico en aguas subterráneas o vertientes, favoreció
mucho para el cultivo de la papa, el camote y pequeñas hortalizas. No
era casualidad que los habitantes del valle de Azapa les nombraban
“Chimberos” a las personas que plantaban en pequeñas huertas.

También este lugar, como era rico en aguas dulce, solían distribuir el
agua para el resto de la ciudad, destacándose en esos tiempos el
“Negro Aguador”, que andaba en su mula o burro entregando el agua
en vasijas de madera.

Las familias que vivían en la Chimba nunca regularizaron esos


pequeños predios agrícolas, luego una sola persona, que se
desconoce el nombre, se adueñó de casi toda la Chimba. Es así como
en el tiempo de la chilenización, este sector fue vendido y las familias
tuvieron que poco a poco buscar otros lugares para poder vivir. Fue
así como nace el Barrio Esmeralda y La Población Pacifico y todos sus
alrededores. Hoy sus descendientes viven en todo el perímetro de
aquellos barrios. También hubieron algunas familias que se ubicaron
en lo que hoy en día es la población Chinchorro, dado a la cercanía
que tenían de sus fuentes laborales como eran los llamados
Chinchorreros.

La chimba era un valle pequeño dentro de la misma ciudad


específicamente en la costa. En este lugar se ejercieron muchas
actividades productivas para la ciudad como por ejemplo:
La Pesca; en la cual, los pescadores que vivían en la Chimba,
practicaban la pesca con mayas o redes llamadas chinchorros y por
ende a ellos se les denominaban chinchorreros. Cuenta Rosa Guisa
que los Chinchorreros solían pescar con explosivos para luego entrar
con las mayas o redes para poder sacar los peces.

Lavandería; en la Chimba nacía un ojo de agua clara y dulce que se la


llamaba “aguaita”, en la cual, todas las mujeres que por lo general
eran afrodescendientes, lavaban la ropa de su familia, de las estirpes
aristocráticas y hoteles que existían a fines del siglo XIX y principios
del
XX. Las mujeres llegaban a este manantial por la mañana y estaban
casi todo el día lavando y a su vez esperando que se secara la ropa,
produciéndose en ese lugar un espacio social de conversaciones y
encuentros de mujeres afro del barrio, siendo un momento de alegría
debido a las risas y travesuras que hasta hoy forman parte de la
cosmovisión afro.

Trabajo en TOTORA; en este barrio se trabajaba mucho la totora que


traían del valle de Lluta y que también nacía en la Chimba, en la cual
diseñaban diversas artesanías de usos funcionales tales como; las
esteras, los canastos, las anchacas, etc. Una de las familias más
conocidas y que hasta hoy siguen heredando esta técnica artesanal de
la totora, es la familia Guisa con Rosa Guisa a la cabeza que aprendió
de su padre esta técnica ancestral.

Agricultura; en este pequeño valle se producía las verduras y


hortalizas que se vendían en el mercado central y por las calles de la
ciudad. Los camotes, el zapallo, la papa, la acelga y la misma caña de
azúcar eran parte de la producción de este enclave agrícola apegado
a la costa.

Ganadería; También la Chimba fue un lugar de crianzas de burros y


mulas para la venta tanto en la ciudad, como en los valles de aquellos
animales y a su vez, la venta de leche de burra. Es importante
mencionar que desde los tiempos coloniales, la crianza de burros y
mulas en la ciudad de Arica, fue muy alta y constante ya que se
comercializaba hacia el Potosí para el traslado de los distintos
cargamentos que se realizaban desde y hacia Arica.
VALLE DE AZAPA

Este es el valle que tuvo y tiene más relación con los


afrodescendientesque llegaron desde el África. Desde principio del
siglo XVII, el valle de Azapa fue una fuente importante de los ingresos
para la ciudad de Arica, ya que aquí se cultivaban en grandes
cantidades el algodón y la caña de azúcar (actividad principal que el
africano esclavizado realizaba en toda América), productos que en
esos tiempos tenia gran valor de producción para el dueño de una
hacienda. Estas plantaciones se dividían en dos sectores grandes del
valle; del inicio hasta el Km. 11 se plantaban en su mayoría algodones
y mas arriba hasta el Km. 17 se cosechaba la caña de azúcar.

Otro producto que fue traído por los españoles y que el afro lo trabajó
y por ende, aprendió su proceso, fue el Olivo(aceituna), que en su
principio era específicamente la producción del aceite de oliva o
también llamado Olivo Aceitero. Luego, a medida que pasaban los
años y este valle era azotado por sequías, fue apareciendo la aceituna
comestible en reemplazo de la variedad aceitera. En este valle
existieron tres grandes Molineras de aceite de Oliva.

Antiguamente, también Azapa era conocido por su producción de


vinos, aunque no en gran cantidad, según se cuenta Worlmad Cruz en
su libro “El mestizo en el departamento de Arica”, en los siglos XVII y
XVIII aproximadamente las autoridades que gobernaban estos
sectores, solicitaban frecuentemente el rico vino que se preparaba en
el Valle de Azapa. Una de las huellas que hasta hoy queda como
afirmación de esta, son los bailes religiosos de Morenos que
actualmente bailan el “Pisa-Pisa” que consiste en danzar y cantar en
honor a la producción del vino. De igual forma, el cultivo y producción
de Ají fue un producto importante para esta zona a principios del siglo
XVII, debido a la gran demanda que existía desde las zonas
altiplánicas del Alto Perú en esos tiempos, puesto que el clima costero
de este valle era propicio para la buena producción de ajíes.

En los documentos que se pueden hallar sobre la historia del valle de


Azapa podemos encontrarnos con distintas épocas de sequías que
han afectado la constante producción de algunos frutos, lo que ha
provocado, la búsqueda de otros productos agrícolas que se puedan
cultivar en este valle, dejando de lado algunos frutos en el tiempo.
Pero lo importante es que debemos de destacar el gran aporte de
nuestros ancestros hicieron en la producción del valle de Azapa de
aquellas épocas hasta hoy y por ende, al desarrollo económico de la
provincia de Arica.

El valle de Azapa se dividía en dos sectores, uno era Valle arriba y el


otro Valle abajo, como dice don Timo Bravo. En valle abajo era hasta
el Km. 9 (actual corvachada) y valle arriba era desde Km. 9 hasta el
Km.17. Dentro de estos dos sectores existían sub sectores ubicados
de mar a cordillera denominados;

1 Pago de Gómez donde residían las familias Ríos, Albarracín,


Fernández, Corvacho Zavala, Henríquez, Salas, Salinas, Cuenta,
Bravo, Chambe y Quintana.
2 Pago de Albarracin; lo que es hoy el sector de “la Corvachada”;
en ese sector residían la familia Alabarracín, Flores, Llerena, Santa
María y Sánchez todos ellos del tronco familiar más grande de la
cultura afro como son los Corvacho.
3 Las Maitas; familia Cadena, Barrios, Palza, Oviedo y Corvacho.
4 Azapa Grande; familias Baluarte, Ríos y Bravo.
5 La Rivera; familia Baluarte Estoraica, Huanca y Bravo
6 Sobraya; Corvacho, Baluarte, Beyzaga, Llerena, Santa María.

Existe una incógnita de cómo el africano o su descendiente va


obteniendo su libertad, según los historiadores, fundamentan lo mas
fácil, como es que a consecuencia de las enfermedades, los blancos
fueron huyendo de este valle y así los afrodescendientes empezaron a
tomarse los terrenos, esta hipótesis fácilmente se puede demostrar
que no es del todo cierto, ya que las capacidades intelectuales, mas
allá de las físicas, han sido la respuesta de que gran parte del valle de
Azapa en los siglos XIX casi el 90% de las propiedades eran de
familias afro. Debemos comprender que los productores directos y
encargados de la buena cosecha, tanto de la caña de azúcar, el
algodón, el camote, el olivo, la misma vid y otras pequeñas hortalizas,
eran los africanos esclavizados en sus orígenes y sus descendientes,
entonces, ahí podemos darnos cuenta que la capacidad intelectual y
comercial fue clave para las producciones y posterior independencia.

Las familias afrodescendientes que residían en el valle eran personas


dueñas de grandes propiedades, que en su conjunto abarcaban casi
todo el valle, pero que lamentablemente fueron poco a poco perdiendo
sus tierras, producto del racismo estructural que en esos tiempos
existían, sobre todo desde que Chile toma la ciudad de Arica.

Finalmente podemos concluir que el valle de Azapa sigue siendo el


territorio ancestral que hasta hoy se sigue manteniendo a pesar de
que muchas familias han ido vendiendo sus propiedades o han
inmigrado a la ciudad o el resto de Chile. El valle de Azapa es uno de
los territorios que los afrodescendientes siguen manteniendo sus
costumbres, tradiciones y sus raíces ancestrales, puesto que de una
forma u otra mantienen familias en aquel territorio. El valle de Azapa y
todos los otros territorios mencionados anteriormente, “han sido
nuestros espacios de resistencias después de haber logrado la
libertad”.
EL OLIVO

El olivo ha estado desde la venida de los primeros españoles que


llegaron a conquistar esta zona, siendo su aparición más notoria a
fines del siglo
XVII.

Las variedades que antiguamente existían de olivo eran; el aceitero y


el comestible, siendo el aceitero el que se han ido extinguiendo debido
a su poca rentabilidad. Antiguamente la producción del aceite de olivo
era el principal derivado que se podría extraer de este fruto,
llegándose a instalar tres grandes Molineras de Aceite en el valle, una
en el Km. 9 (parcela de Aguilera), otra en el sector de cerro sombrero
(ex parcela de Atoca) y la ultima a la altura del Km. 12 lo que es hoy el
museo de San Miguel donde antiguamente estaba la hacienda San
Juan de Dios.

Otro uso al que se le daba al olivo; era para la leña o algunos objetos
utilitarios del hogar como eran los derivados de la madera, usados
para bancas o asientos de los mismos troncos. También cuentan que
se usaba para reparar embarcaciones en el puerto de Arica.

El olivo comestible fue apareciendo producto de las sequías que


azotaban a principios del siglo XX, ya que su principal producto como
eran; la caña de azúcar y el algodón, demandaba más agua en
comparación con el mismo olivo.

LA CAÑA DE AZUCAR Y EL CORTADOR.

La cosecha de la caña de azúcar sin duda es una de las razones


económicas fundamentales de la razón del porque estamos acá en
este continente, puesto que la caña de azúcar, en tiempos coloniales
hasta hoy, ha sido uno de los productos que mas divisas ha traído
para los europeos. Debemos de tener claro que la planta de caña de
azúcar fue traída junto con nuestros ancestros esclavizados desde el
mismo África.

En Azapa, existieron grandes cañaverales, en la cual muchos hombres


africanos y sus descendientes, trabajaban en las diversas labores de
esta cosecha, destacándose diversos personajes tales como; el
cortador de caña, que con su machete en mano cortaba la caña en los
cañaverales; luego estaba el cargador que con una carreta pasaba
recogiendo las cañas que los cortadores dejaban en el suelo y las
trasladaba hacia las moliendas; luego estaba el trapichero que se
encargaba de exprimir el jugo de la caña al pasarlo por el trapiche,
maquina que se molía la caña y que exprimía todo el jugo.
Generalmente esta maquina era impulsada por mulas, pero también
se utilizaban a hombres afro para su prensa.
http://www.kalipedia.com/kalipediamedia/historia/media/200807/31/hisvenezuela/20080731klphishve_33_Ies_SCO.jpg

Luego estaba el candelero y catador que era el encargado de hacer el


fuego para cocer el jugo y catear su dulzor del cocimiento a punto,
para luego transformarse en néctar, que finalmente era traspasado a
moldes pequeños transformándose en melcocha.

Cuentan los abuelos que el jugo de la caña era cocido en grandes


pailas de cobre, luego al vaciarla a los moldes, lavaban las pailas
echándoles agua quedando un jugo dulce con todos los residuos del
néctar que quedaban depositados en esas grandes pailas. Este jugo lo
traspasaban a una barrica pequeña de madera, para luego dejarlo
fermentar 5 a 8 días alcanzando un grado de alcohol, mezclado con el
dulzor agradable de la caña, este trago era llamado “Guarapo”, trago
que era utilizado para las fiestas familiares en el valle de Azapa. En
otros países de América, donde existen comunidades
afrodescendientes, también se halla el trago de alcohol llamado de
igual forma, lo que cambia es el tipo de fruto que se ocupa o también
se produce del mismo jugo de la caña de azúcar.
La caña de azúcar fue poco a poco desapareciendo debido a la
escasez de agua que amenazaba constantemente al valle de Azapa,
pero dejó en los afrodescendientes, un componente familiar cultural
que hasta hoy las familias afrodescendientes en Azapa siguen
manteniendo esta planta para su consumo local o simplemente como
objeto decorativo, dentro de sus pequeñas parcelas o terrenos.
http://www.beyondbooks.org/slavery/images/fieldhands.jpg

EL ALGODÓN Y LA ALGODONERA.

La cosecha del algodón en el valle de Azapa tuvo gran importancia en


términos económicos y sociales al igual que la caña de azúcar. Esta
planta también fue traída desde el África. junto a las personas
esclavizadas hasta América. En este tipo de cosecha, por lo general
trabajaba la mujer afro, por ser una labor un poco mas liviana, si bien
hombres afro también trabajaban, gran parte de la producción se
ligaba a la responsabilidad de la mujer dentro de los algodonales.
Cuentan los y las abuelas afrodescendientes que antiguamente
existían varios algodonales, el cual eran cosechados y echados a
sacos o canastos para luego ser transportado hacia la ciudad de Arica,
donde se enfardaban y prensaban para finalmente ser enviados en
barco hacia puerto de Valparaíso.

En los algodonales la alegría, a pesar de la situación en que se


encontraban nuestros ancestros, era parte del día a día laboral, los
cantos responsoriales, las bromas y, en otras oportunidades, los
coqueteos entre hombres y mujeres afro solía nacer el verdadero amor
que muchas veces fue prohibido por los amos.

A la cosecha de algodón, las mujeres solían ir con sus hijos mas


pequeños, en la cual, ellos jugaban a las afueras del algodonal,
cuidando a los bebes mas pequeños y en otras veces también
cosechando junto a sus madres. A los bebes, hasta aproximadamente
2 años, algunas veces los dejaban dentro de unos hoyos, que solían
hacerse en forma de cuna o corralera, para que así, no se escape el
bebé. Cuentan los abuelos de Azapa, una trágica historia que ocurrió
en la década del cincuenta del siglo XX en un algodonal, donde una
madre dejó a su bebe en uno de esos pequeños socavones y apareció
una tortuga grande, en la cual, encontró al bebe y empezó a comerle
la piel de su cara, cuando la madre salió a ver a su hijo, ya era
demasiado tarde, la tortuga se había comido gran parte de su cara
llegando a fallecer en el mismo lugar. Esta tortuga fue capturada por la
policía y sacrificada. Esta historia real y trágica demuestra el sacrificio
de la mujer afro, al tener que ser madre y trabajadora a la vez en
condiciones desfavorables.

La mujer algodonera usaba una comba o en algunas veces, un


canasto grande, esta comba era hecha de un saco harinero, donde se
le colocaba un aro de alguna varilla de granado o membrillo, para así
abrir el agujero y poder echar el algodón a la comba. Esta comba se
colocaba cruzada por el cuerpo, desde el hombro hasta las cadera o
en otras veces, se colocaba amarrados a la altura de su vientre o
también atrás, a la misma altura. Su vestimenta por lo general era de
color ocre, según el tipo de ropa que los amos, en tiempos coloniales,
designaban por razones sociales y económicas.
 

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