0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
77 vistas5 páginas
Este documento analiza la poesía en las letras de canciones de rock argentino. Discute si las letras pueden considerarse poesía y explora los estilos de diferentes artistas como Spinetta, Charly García y Fito Páez. También describe la evolución de las letras desde los primeros días del rock argentino hasta la transición después de la dictadura militar, cuando los cantautores comenzaron a adoptar un estilo más fragmentado.
Este documento analiza la poesía en las letras de canciones de rock argentino. Discute si las letras pueden considerarse poesía y explora los estilos de diferentes artistas como Spinetta, Charly García y Fito Páez. También describe la evolución de las letras desde los primeros días del rock argentino hasta la transición después de la dictadura militar, cuando los cantautores comenzaron a adoptar un estilo más fragmentado.
Este documento analiza la poesía en las letras de canciones de rock argentino. Discute si las letras pueden considerarse poesía y explora los estilos de diferentes artistas como Spinetta, Charly García y Fito Páez. También describe la evolución de las letras desde los primeros días del rock argentino hasta la transición después de la dictadura militar, cuando los cantautores comenzaron a adoptar un estilo más fragmentado.
Por Eduardo Berti Para LA NACION - Buenos Aires, 2007
Las letras de rock son poesa? Hay muchas respuestas posibles que no son ni un simple "s" ni un vulgar "no". Un libro de inminente aparicin se ocupa del tema, y escritores argentinos se ponen los auriculares para explorar las obras de Spinetta, Charly o Nebbia, buscando los rastros del "efecto potico" en sus canciones
Son poemas las letras de canciones? Una de las mejores respuestas la dio Luis Alberto Spinetta hace ya tiempo: "Me siento potico, ms que poeta". La diferencia no es menor. Podra decirse que la poesa posterior al modernismo, aunque siempre atenta a la eufona, pudo librarse de mtricas estrictas. En cambio, las letras de canciones se han visto ms prisioneras de mtricas y cadencias musicales. La poesa del ltimo siglo ha tendido ms bien a la pgina escrita que a lo oral, dejndole este otro campo a la cancin popular. Si los poemas son como los dilogos en las novelas; las letras de canciones son como los dilogos en el teatro o en el cine. Los primeros resuenan en la cabeza del lector; los segundos se hacen voz. Grandes poetas fracasaron al intentar escribir letras. Otros, por lo comn ms coloquiales, lo lograron: Prvert, Vinicius, Benedetti Cuando el novelista Graham Greene le encarg al compositor John Barry la adaptacin musical de su novela Brighton Rock, se cit con l para ensearle esbozos de letras escritas tras semanas de trabajo. Para Barry, ganador de dos Oscar, la reunin no fue sencilla. "Eran letras demasiado literarias y complejas. Tuve que decirle que escribir canciones no era su punto fuerte", cont despus.
Para algunos, las mejores letras son las que se valen por s mismas en un papel, como un poema. Esto no es verdad en todos los casos y el rock se ha ocupado de poner esta nocin en tela de juicio: letras de Bob Dylan, Leonard Cohen o Randy Newman, por ejemplo, pueden leerse con placer al margen de la msica, pero una letra efectiva como "Tutti Frutti" (Little Richard) no pasara dicha prueba. Ocurre que en buena parte del rock lo sensorial impera sobre lo racional. Se trata, segn el socilogo Paul Yonnet, de una cultura "no verbal", y sus cultores son conscientes de ello: "A veces murmuro a propsito las palabras que no me parecen buenas. No creo que las palabras tengan tanta importancia" (Mick Jagger). Ms acertado es lo que deca Spinetta hace unos treinta aos: "Hemos hecho de las palabras algo para entender, cuando en realidad son aquello que simplemente est ah y suena".
SPINETTA, EL MEJOR
Suele decirse que el primer gran letrista del rock argentino fue Spinetta. En rigor, antes de l, otros haban plasmado buenas letras, sobre todo Javier Martnez con Manal. A diferencia de otros movimientos de rock, el argentino debi medirse con un antepasado de alto nivel potico: el tango. Los padres de Litto Nebbia y Spinetta haban cantado tango semiprofesionalmente. En temas de Moris ("El mendigo del Dock Sud") o de Manal ("Avellaneda Blues"), la ciudad y el suburbio eran pintados de modo realista y con aciertos metafricos: "La gra, su lgrima de carga inclina sobre el dock". Una de las novedades de Spinetta fue su corte con el realismo (o con cierto paisajismo), aunque no del todo con el tango: la "voz de gorrin" de "Muchacha (ojos de papel)" es pariente de la "voz de alondra" en "Malena" (Manzi); en "A estos hombres tristes" hay ecos de "Mara de Buenos Aires" (Piazzolla-Ferrer). Si en Spinetta se detecta un ancestro tanguero, este es Homero Expsito, como lleg a afirmar Charly Garca. Ambos fueron influidos por el surrealismo; ambos se atrevieron con imgenes inusuales: " Los caballos del da sudan de pronto frente a m" (Spinetta), " trenzas de color de mate amargo" (Expsito). Solo las primeras letras de Miguel Abuelo ("Mariposas de madera") pueden compararse por su osada o por la manera en que fueron marcadas por la psicodelia.
Spinetta tambin aport la novedad de nutrirse de lecturas heterogneas: Carlos Castaneda, Carl G. Jung, Michel Foucault. Su uso nunca fue didctico sino poticamente libre. Un ejemplo es la "Cantata de puentes amarillos", parcialmente basada en cartas de Vincent Van Gogh. All recoge imgenes suscitadas por dicha lectura: " sombras del camino azul", "cipreses que vi s0lo en sueos".
Calificadas alguna vez de hermticas, las letras de Spinetta llegaron a extremos apasionantes. El disco que traa la "Cantata..." ( Artaud ) incluye "Por", una de las letras ms originales de la historia del rock argentino: una serie de vocablos, todos sustantivos salvo el ltimo ("rbol, hoja, salto, luz" hasta llegar a "por"), unidos por asociacin libre. Y en el mismo lbum "La sed verdadera" muestra otro de sus recursos ms usuales: el de dirigirse al oyente, apelndolo en segunda persona: "S muy bien que has odo hablar de m ". En el caso de Spinetta (y de otros letristas del rock) se suele, en efecto, apelar al oyente, como un "hermano mayor" que da consejos: " abre un poco tu mente/ no te dejes desanimar" (Garca), " abre tu mente al mundo" (Spinetta).
LA IRRUPCIN DE GARCA
Para la poca en que Spinetta alcanzaba sus cumbres surrealistas, haca su irrupcin Charly Garca con el do Sui Generis. Las letras del entonces "Charlie" se limitaban al universo de la escuela ("Dime quin me lo rob") o del primer amor ("Estacin"), pero en muy escaso tiempo, en consonancia con una generacin que madur a toda prisa, desembocaron en la stira social ("Mr. Jones") o en la poltica ("Instituciones"). Las letras de la primera etapa de Garca (1972-1983) son, en esencia, narrativas: cuentan historias, desarrollan personajes. La tradicin (tambin presente en Miguel Cantilo) haba sido fundada a travs de canciones-fbula como "El oso" (Moris) o "El rey llor" (Los Gatos) y lleg, en tiempos de la dictadura, a la estrategia de la alegora, til para eludir censores: "Como la cigarra" (M. E. Walsh), "Tema de los mosquitos" (Len Gieco) y ante todo la "Cancin de Alicia en el pas" (Garca con Ser Girn).
Pocos autores del rock argentino concibieron tantas historias y tantos personajes. Con Sui Generis cont la historia de la moral pacata de un edificio ("Mariel y el capitn") o de la censura en tiempos de Paulino Tato ("El seor Tijeras"), pero asimismo la fbula de amorde "Un hada, un cisne" o la alegora poltica del "tonto rey" (imaginario o no). Con La Mquina de Hacer Pjaros ofreci su versin de la historia de Marilyn Monroe. Con Ser Girn redonde una de sus historias ms interesantes, "Cinma vrit", donde un narrador en primera persona, oculto tras anteojos negros, presencia cmo un millonario seduce a "una chica tonta". Igual estrategia se advierte aos ms tarde en "No soy un extrao", donde un narrador que acaba de llegar a una ciudad ve cmo "dos tipos en un bar se toman las manos".
As y todo, el ltimo lbum en estudio de Ser Girn seala un corte. El Garca que todo lo observa se codea con el de "Llorando en el espejo", anticipo de lo que vendr: la mirada ms y ms autobiogrfica, la temtica de la droga y del encierro. De la idea colectivista de "Bienvenidos al tren" se pasa a "no voy en tren/ no necesito a nadie alrededor". La primera persona ( " yo que nac con Videla") reemplaza al nosotros de Ser Girn.
Simplificando, podra afirmarse que a principios de los aos 80 Spinetta era el poeta de lo intangible, que Nebbia era el intrprete de las "razones del corazn" ("No importa la razn", "Celoso", "Siempre hay alguien que se olvida de avisar") y que Garca era el gran observador de la realidad. Desde luego, Spinetta supo hablar de cuestiones ms concretas ("Me gusta ese tajo", "Resumen porteo"), as como Garca incursion en lo existencial ("Desarma y sangra"), pero no se equivoc Pedro Aznar al tildar al primero de introspectivo y al segundo de cronista. En otras palabras: mientras que Spinetta est atento a buscar, Garca est atento a encontrar.
CAMBIO
El final de la dictadura (ms la guerra de Malvinas) marc un corte que el rock no pudo ni quiso rehuir. Entre los nuevos cantautores se destac de inmediato Fito Pez, al principio como miembro de banda de Juan Carlos Baglietto y enseguida como solista. Extraordinariamente precoz, Pez fue recibido como el gran heredero de las mejores tradiciones del rock local: Nebbia ("La vida es una moneda"), Spinetta ("Alguna vez voy a ser libre"), Garca ("Cuervos en Casa Rosada"). Con el tiempo, claro est, estas y otras influencias ("Lo del tango es una idea que me ronda aunque no quiera") se cristalizaron en un estilo musical propio. Lo mismo en cuanto a las letras: de intensas historias dramticas o de claro cuo autobiogrfico, fue pasando a otras no menos densas pero s menos lineales, en sintona con un rasgo central en la dcada del ochenta: la fragmentacin.
"Instantneas" (grabado a do con Spinetta, en La la la ) ilustra bien esto de la fragmentacin: imgenes que desfilan (como una serie de fotos) sin conexin absoluta ni intencin narrativa. El precursor del estilo fragmentario en el rock argentino, o por lo menos el primero en usarlo con xito alrededor de 1984, fue Miguel Mateos con el grupo Zas: algunas de sus letras parecan el guin de un videoclip.
Pasado el auge de la fragmentacin, dos grupos marcaron el final de la dcada del ochenta y el inicio de la del noventa: Soda Stereo y los Redonditos de Ricota. Sus diferencias musicales pueden compararse con las que, a principios de los aos setenta, oponan a Almendra y Manal. En ambos casos, llamativamente, los dos grupos demostraron un especial cuidado por las letras.
El Indio Solari, cantante de los Redonditos, dijo alguna vez que el pop suele emplear palabras de sonoridad llamativa: "rigor", "temblor". Esto se detecta en no pocas letras que Gustavo Cerati escribi para Soda, donde tampoco es raro, en canciones de fondo ertico, el empleo de un lenguaje ms elevado que lo usual dentro del rock ("con mis dientes rasgar tus medias", "duermes envuelta en redes"). Mientras que las muy buenas letras de Solari parecen ms cercanas al graffito callejero o al manifiesto de vanguardia, las de Cerati en un principio, y no sin cierta irona, orillaron el lenguaje publicitario: " Somos un conjunto diettico/ consume que no hay peligro". Pero de cierta liviandad inicial ("Mi novia tiene bceps"), Cerati pas pronto a cosas ms profundas ("carreteras sin sentido/ religiones sin motivo/ cmo podremos sobrevivir?"), e hizo de la autorreferencia uno de sus procedimientos usuales: lejos de sus primeros discos, cant que " de aquel amor de msica ligera, ya nada queda", y en "Hombre al agua" poetiz la expresin popular de arrojarse al agua como gesto de audacia o forma de marcar un corte con lo precedente.
"En el momento de la composicin, meto cualquier palabra que parezca sugerente", ha dicho Cerati, spinettiano en eso de trabajar la sonoridad de las palabras en ntima alianza con la msica. El periodista Pablo Schanton (tambin autor de letras cantadas por Cerati) ha afirmado con acierto que el "tesoro expresivo" del pop se halla ah donde las palabras y la msica se "trenzan" en una dialctica alejada de la nocin de "discurso" o de los valores de la poesa escrita.
PRESENTE ACTIVO
Entre los letristas actuales ms interesantes se destacan Palo Pandolfo, Rosario Blfari, Adrin Drgelos o Adrin Paoletti. Pero acaso el ms influyente sea Andrs Calamaro. Ms efectivo que potico, ms "oral" que "literario", Calamaro fue criticado por cierto abuso de rimas consonantes o por juegos de palabras algo ramplones o, al menos, sin el fino ingenio de Roberto Jacoby en sus contribuciones para Virus. Esto no impidi indudables aciertos (por ejemplo, "Para no olvidar", "Mi enfermedad", "Especies que desaparecen" o "Un amor en Avellaneda") ni versos certeros ( " djame atravesar el viento sin documentos"), ni ideas contundentes: que el sida fue "nuestro Vietnam, hecho de saliva y sangre".
Melmano empedernido, muchas letras suyas rebosan de referencias al rock ("La mirada del adis" se llama igual que un tema de Donald Fagen) y la sombra de "La balsa" (mtica cancin de Los Gatos) reaparece en "Por mirarte" o en "La parte de adelante". En Calamaro, pero an ms en toda una lnea del rock argentino surgido a partir de los aos noventa ("rock chabn", dicen algunos), los recursos metafricos parecen haber menguado para dar paso a una mayor explicitud, tal la conclusin de un agudo trabajo, por ahora indito, de la periodista Flor Codagnone. Los riesgos de la explicitud no son menores. En la antologa Poetas rock , de Gustavo lvarez Nez, se recogen declaraciones del Indio Solari: "Con algunas letras de canciones pasa lo mismo que con los chistes de Pepe Marrone: los escuchs por tercera vez y parecen malos, previsibles". Algunas letras, cree Solari, "no tienen una lectura enigmtica" y no resisten las relecturas. Mientras que otras "pueden releerse durante aos". Eso las mantiene vivas, inagotables. .
Por Eduardo Berti Para LA NACION - Buenos Aires, 2007
HACER VISIBLE LO INVISIBLE. TEORÍA FEMINISTA DEL CINE Y DOCUMENTALES MEXICANOS REALIZADOS POR MUJERES EN EL SIGLO XXI - Calderón Sandoval, Orianna Aketzalli