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Hace ya mucho tiempo que esperaba un momento como este, fue como un día de
eclipse, en el que la luna tenue y brillante se interpone al sol opacándolo, así llegaste a
mi vida opacando toda mi semblanza de frialdad para convertirla en amor, aquella
palabra tan triada por poetas, y tocada por muchos indiferentes, pero hoy entiendo
más que nadie aquella palabra, tan solo pude divisar una apresurada mirada tuya, y
basto para cautivarme, tus suave cabello, aunque no los haya deslizado entre mis
dedos, imagino utópicamente que deben ser así, aquellos ojos que parecen ser
extendidos por una afinidad a los costados y tu ceño medio fruncido me dicen que si
no los miro y descubro cual es su color, podría enloquecer de tan solo imaginarme que
tanta magia habría al tenerlos frente, la noche taciturna en la que te escribo quiere
caerse y dar paso a la alborada, te siento en cada palabra que nace desde la raíz del
fragor de mi alma, te siento cuando estoy pensando, porque pienso que tu mejilla esta
junto a la mía, que tus labios están a punto de abatirme en cada suspiro y entrelazarse
con el mío, te siento cuando cojo tus manos en mis sueños desvelados y muchas
veces interrumpidos, cuando esa mirada acelera cada vez mas mis pulsaciones y
latidos al punto que me tomo el pecho aludiendo que este corazón se irá contigo, día y
noche trato de desvelarme y pensar en ti, porque el masoquismo de pensar en tu
infinita e imposible deidad malversan mis sentidos, los afinan, los destrozan quedando
como un acorralado de mis propios sentimientos que hoy yacen contigo, quiero
quererte, quiero confiarte la eternidad de mis palabras, quiero poseerte, porque quiero
ser yo también el que este siempre en tus pensamientos, con el que sueñes despierta,
con el que te mira en tus sueños y te acaricia con la ternura de una mariposa en
primavera, desdichados aquellos que tienen que conformarse en vivir una falacia tan
grande llamada amor por muchos, pero que en realidad es querer por otros, el amor es
más grande, es infinito, inexplicable, milagroso, ni mil páginas bastarían para definirlo
porque puede variar en intensidad, hoy te confieso ante estas palabras que sin tu
existencia todo seria llano, la vida seria nula, mis palabras antes puestas de intermedio
serian mentiras sino estuvieras para tan solo regalarme esa sonrisa que aunque a
veces no me pertenece, me da el elipsir eterno para escribirte estas frases que quizás
nunca lleguen a tus manos.
Estuve leyendo poesía de pablo Neruda, “me gustas cuando callas porque estas
como ausente…
Me gustas, así no calles, así alardees tu belleza en cada paso, así volteen a verte
cuando derrochas frescura e hidalguía, porque en noches de delirio tengo la seguridad
que tu alma busca lo mismo, y que viene a posar en mi cama, me abraza, me colma
de caricias, y la magia nuevamente se apodera de nuestros delirios, indudablemente
un paraje tuyo está conmigo, ¡ahora en este momento! Cuando te escribo siento que
tus manos me acarician el rostro áspero por la barba, quisiera que sepas que es
conmigo con quien sueñas, que soy yo el que te rapta cada noche para traerte a mi
lecho, el que suspira con cada respiración tuya, el que adormece el dolor de no tenerte
físicamente, sin embargo, estoy aquí enalteciendo tu personalidad, abrumándote de
existencia.
“Me oyes desde lejos………… que bella frase, me identifico tanto con esta parte… sé
que me oyes desde lejos, ahí donde juegas como niña con tu cabello, cuando volteas
pensando que alguien te observa, y asientes la cabeza una vez más resignándote a no
imaginarme, estoy ahí! Contemplándote como un centinela rebalsando de cafeína, con
los ojos prendidos en tu belleza, ahora sé que estos pensamientos llegaran algún día
en forma de cartas a tus manos, cuando todas se han de juntar, y en un unísono
reflejen la demencia de este escritor que está sometido a tus deseos convirtiéndome
en tu escribiente.
Sábado 11 de octubre del 2008
Hoy no quise girar el rostro para verte, pues tu desgano y la manera como evadiste mi
intento de acercarme terminaron por fulminar la poca decisión que tenía, intentos
fallidos de querer dar respuesta… ¿que tiene tus rostro? Que me domina, me seduce,
me aprehende como la primavera al otoño como el suave manto del sereno a las
noches frías de invierno.
¿Porque tuvo que ser así? ¿Porque tuve que llegar tarde? ¿Donde estuve? ¿Porque
busque tan lejos si te tenía cerca? Y la pregunta más enigmática de nuestra doctrina
de amor, porque no me esperaste, si te revele en sueños mi presencia, describí en tus
fantasías como seria cuando llegue, te tomaría de las manos y te llevaría desde el
mismo infierno hasta el cielo, para que conozcas la extrema sensación de mi poesía,
que puede robarte una lagrima, como un deseo desesperado de amar.
Sé que prometí que jamás dejaría de escribirte, que siempre estarías reflejándote en
cada anotación de las yemas de mis dedos, que serias mi guía divina y tu sendero no
tendría inicio ni fin, aunque otras crucen por mi lecho tu serás el alma de las sabanas,
la titiritera de mis pensares, motivaciones y movimientos, y también te dije, se que tu
cuerpo puede no pertenecerme, tus delirios de grandeza puedan más que tu concepto
de amor, pero nunca olvides, nunca! Que el amor de tu alma me juro amor perenne, y
ahora esta transformada en musa de inspiración, cada noche de desvelo, se que
dijimos todas esas cosas en sueños colectivos, pero hoy rompo mi promesa, prometo
jurarme no confundirte, dejarte ser libre, y amarte sin límites...
Domingo 12 de octubre
Sé que rompí mi promesa, en palabras entrecortadas me jure no escribirte, te lo
susurre al oído, y parece… que mis cartas no te estimulaban en lo mínimo, fue como si
todo mi mundo creado por mi fantasiosa cabeza se hubiera amilanado, te vi seguir, te
vi caminar, pero cuando intente correr y seguirte, llego de manera inesperada, con su
porte de grandeza al tenerte entre sus brazos, contemple la escena, el seguía
abrazándote, te sujetaba cada vez más fuerte, y presuroso te dio un beso, regrese por
donde vine, camine y camine, cada vez más lento como imaginando que vendrías tras
de mí al darte cuenta que te había visto, pero no! seguías con él, no quise saber nada
mas de ti en ese momento maldije tu belleza, tu divinidad, y esos ojos que tanto me
habían inspirado en noches de enajenación, porque solo de esa manera puedo
llamarle, como pude idear y tejer toda una historia falsa de amor, donde el único que
amaba, sentía y se expresaba era yo.
Cogí una vez más los cuadernos viejos, increíblemente están intactos, como si el
tiempo no hubiese pasado por ellos, tenia poemas de amor de alguna niña que me
habría inspirado en aquellos momentos, en el que pensaba que el amor siempre seria
correspondido, y leí uno de ellos:
Noche inmortal
Caíste entre mis brazos, te tuve como nunca, musite muchas veces
Como yo, que solo viven para amar, y te aman para vivir.
Volví a girar las páginas, y en ella me encontré con un poema, pero el titulo me llamo
mucho la atención, “mariposa de la noche”, este poema lo habría escrito cuando
desperté con la realidad que aquella niña no habría de ser la misma que yo asumía en
mis pensamientos, y continué leyendo:
Mariposa de la noche
-son cosas muy lindas las que escribes, ¿desde cuándo lo haces? Pregunto
nuevamente,
-bueno que te parece si nos tomamos un café, dijo nuevamente señalando una
cafetería cercana,
- no hay problema,
Que estaba pasando por mi cabeza en ese momento, ella sabía lo que yo sentía, lo
había leído, no habría que ser lo suficientemente inteligente como para no darse
cuenta que la describía en cada párrafo, la del fruncido entrecejo, la de los ojos
extendidos por una afinidad a los costados.
ahora que mi gran secreto se vino abajo, que iba hacer con mis sentimientos?, esa
noche empecé a leer nuevamente poesía, en cada verso que leía la tenía entre mis
brazos, la soñaba, era indescriptible aquel sentimiento, todo tenía que cambiar, tenía
que dejar de ser el niño cauteloso y miedoso, para convertirme en el hombre galante
que conquiste a una chica, no sabía si mandarle alguno de mis poemas, puesto que
esta manera de conquistar era muy antigua, muchas personas copian poemas, y esto
ha perdido su valor, una carta sería lo más sensato, pero como enviarla? Primero tenía
que observarla, y saber más de ella, porque mi carta tenía que ser perfecta, no debía
ser tan densa y tampoco tan simple, esa misma noche en la madrugada, la llame por
teléfono, eran casi las 11 y me respondió una voz medio grave, no era su papa, yo
conocía muy bien la voz de su padre, cuando venía a la universidad a recogerla, era
él, sin duda alguna, ¿que hacía en su casa a esa hora? Colgué el teléfono sin decirle
siquiera mi nombre, pero esa voz hirió mi corazón como una daga cargada de veneno,
empecé nuevamente con la poesía pesimista, estaba una vez mas de luto, y sentía
que mi muñeca de cristal, aquella que no debía ser tocada por nadie, estaba yéndose
de mis manos, y partiendo a otro sendero, seguí escribiendo, y culmine las últimas
líneas:
22 de octubre de 2008
¿El te ama? Fue una de las preguntas que estuve tratando de responderme, ¿él en
verdad te ama? Como quisiera que no fuese cierto, pero el amor se les veía en los
ojos, yo sentía que te amaba, yo vivía su amor por ti, y me resignaba, como quisiera
que no fuese cierto, es verdad aunque te viera sufrir quería que no se amaran, y yo
darte consuelo.
Presuroso tome un taxi, persigue aquel auto le dije, y así fue como empezó…
Jamás pensé que mis sospechas fueran ciertas, el no le era fiel, estaba feliz, basto
de alegría, al verlo en brazos de otras, pero también entre en ira, no era justo, ella es
un ángel, y si alguien se atreviese a cortarle las alas para que no conozca el
verdadera amor, ahí encajaba yo, para dárselas.
Pero algo me hacía sentir ruin, algo me impedía decírselo, en otras conclusiones,
cuan verdadero seria el desenmascaro, si ella me tiene como a un admirador más
que haría lo imposible por separarlos, hubiera querido que nunca se entere de mi
secreto, pero es tarde, ahora solo tengo que quitarle las vendas, y enseñarle el
verdadero amor, pero ya mañana decidiré eso, ahora solo me queda esperar que
caiga la noche, y si dios me bendice soñar contigo.
Al día siguiente…
Entonces tome una decisión, debería ser yo el que desenmascare a ese patán, le
dije;
al verla a los ojos note que una lagrima recorría su rostro y desembocaba en sus
labios, me conmovió, en ese momento no pude resistir mis impulsos, tenía ganas
locas de abrazarla, no pude contener ese sentimiento que estuvo reprimido por
mucho tiempo, le seque las lagrimas con la yema de mis dedos, le acaricie el rostro
mirándole a los ojos, mientras que ella me miraba, rápidamente giro el rostro y salió
casi corriendo, pretendía no entrar a la clase, sabe dios que pasaba por su cabeza
en ese momento…
Sin mediar palabra alguna con mis compañeros, Salí del salón casi a zancadas, tenía
que acompañarla, contrastando mi pensamiento anterior, debía buscarla y decirle
que en mi tenía un apoyo, que nunca la apartaría de mi corazón, que una vez sobre
mi alma se poso su ternura y nunca se iría.
Reconozco esta noche, imprecisa para escribir, puesto que hoy vi recorrer lagrimas
sobre tu rostro, quizás imagine el motivo, quizás me pierda en tu compleja cabeza,
pero hoy no encontraron día más ligero mis dedos, para empezar a escribir y
componer tu silueta de fantasía en cada estrofa, en cada palabra que obedece a mi
imaginación de poeta.
Hoy pude tocar tu rostro, suave como el sereno cuando arremete contra el rostro y
hace sentir su frío y terso cuerpo, divise tus ojos como nunca, brillaban al mirarme,
como brillan las estrellas en las noches despejadas, como cuando un anciano astro
está a punto de desaparecer, y fue lo más inolvidable, porque te pude sentir más
cerca que nunca, sobre todo sentí tu energía queriendo decirme que me quiere…
Decidí terminar esa carta en aquella frase, no quería escribir una oda entera, solo
quería que se enterara que la amo, que la siento por sobre todos mis sentidos,
entonces vi caer otra vez la noche por mi ventana, mientras que ideaba como se la
entregaría.
Pero no debería de esperar más, aquella niña tenía que ser mía, lo vi en sus ojos, en
aquellos ojos noche que siendo oscuros me iluminaban el camino hacia el amor,
Entonces presuroso la visite, me presente con respeto ante sus padres, y le explique
que tenía que entregarle algo muy importante, ellos la llamaron, se demoro un poco,
pero llego, estuvimos en la sala de su casa, platicando por horas, claro yo empecé a
tocar el tema, del porque de sus lagrimas, y solo hablábamos en términos generales,
pero sin una idea exacta de lo que en verdad le sucedía, palabras como “la vida a
veces nos enseña a dejar fluir esos sentimientos encontrados, que nos oprimen y
que pueden liberarnos”
Esa fue la idea que se me ocurrió, sospechando que podría ayudarla a esclarecer un
poco sus pensamientos confundidos, y al final llego la hora de mostrarnos
transparentes ambos, quise hablar pero ella interrumpió, y dijo: sabes agradezco
mucho que te preocuparas por mí, pero mis lágrimas fueron porque estoy muy
confundida, bien sabes que tengo un enamorado,
- desde aquel día que empecé a leer aquel cuaderno tuyo, me sentí muy reflejada en
lo que escribías, hasta llegue a pensar que era yo, y solo de imaginarme que fuera
yo la que describes, me hizo sentir diferente, como muy especial.
-Pero estaba muy triste porque no sabía cómo decirle que ya no lo quería, bien
sabes que tengo años con él, pensaba que era alguien muy especial pero estos
últimos meses se ha notado algo frio y lejano, y desconfiado sobre todo, ahora
entiendo el porqué de su cambio dijo ella.
-entonces me apresure para no perder ese momento mágico en el que los dos nos
desvestimos de todo prejuicio y dejamos que el corazón triunfe sobre la razón.
En realidad yo vine hasta acá para entregarte esto le dije, y saque el sobre, cogí una
mano y puse el sobre entre las dos, y cubrí ambas manos con las mías, es algo
especial para ti, quisiera que desde este día todo sea diferente, yo quiero vivir algo
especial, en el que nuestro mundo parezca fantasioso, utópico agregue, pero
perfecto, y hagámoslo realidad no me importa si hoy los amores duran un santiamén
o si los corazones están cegados y solo viven del exterior, yo siento que eres un
fragmento que un día lejano se separo de mi y hoy regresa para devolverme la vida y
las esperanzas.
Corrieron otra vez lagrimas sobre su rostro, y ella me miraba con los ojitos brillantes,
esa noche fue como si los dos estuviéramos apartados de este mundo, ella con su
cuerpo sobre mi regazo mirándome fijamente a los ojos y yo acariciándole el rostro
los labios, y el cabello como lo había soñado antes, fue en ese momento que
descubrí que ella era en realidad la musa tan esperada.
Al día siguiente teníamos clases de literatura, ella siempre se sentaba adelante, era
muy aplicada, sobre todo para este curso que sentía, la apasionaba, pero hoy note
que giraba siempre el rostro para mirarme, y yo le devolvía la mirada, como
diciéndole que mi interés por verla era reciproco, al finalizar la clase la invite a tomar
un café, ambos conversábamos nos reíamos y yo asumía la pasábamos muy bien,
todo parecía como hechizado hasta que levante la mirada y estaba él, como un león
cauteloso esperando la gacela para ir a su caza, ella detuvo el paso y me dijo
-por favor, hablamos luego, tengo que conversar con él
Sólo me quedo recoger mis palabras y abrirme paso, camine firme sin voltear la
mirada, yo confiaba en ella, y sabia que haría lo correcto, pero por otra parte tenía
que saber que estaba sucediendo, seguí el paso, decidí amilanar mi curiosidad y
confiar en ella.
Tuvieron que pasar quince largas horas para enterarme algo de ella, si bien es cierto
los celos corrompían la idea de dulzura que tenia de ella, mas debía ser paciente,
fue cuando recibí una llamada algo extraña, con la voz melódica diciéndome;
-te quiero mucho, ahora nada me detiene, y solo te pertenezco a ti, como deploras
en tus poemas, esa frase estremeció mis huesos, por primera vez en mi vida estuve
tan seguro que algo me pertenecía, que era mío, y que nadie me alejaría de aquello.
Entre esa mirada absorta estaban todas las ideas revolcándose con las ansias locas
de tomarla, abrazarla tan fuerte, quizás este sentimiento de abrazarla tan fuerte
como pueda, se explique porque aduces que la puedes perder, y eso! El sentimiento
de perderla es lo que estuvo rondando por mi cabeza, como podía pensar en
perderla?, cuando la sentía más cerca que nunca, empezó con sus juegos de niña, y
la seguía con la misma inocencia mientras que la contemplaba y en cada pasaje su
rostro permanecía perpetuo, como si hubiera sido creado a partir de ella. El juego de
miradas las rompió ella, claro, yo no pude ser capaz de perderla por algún segundo
aunque fuera con la mirada, y esos ojitos tantas veces aludidos a estrellas y noches
oscuras, empezaron a brillar de nuevo, que es lo que te aflige; le pregunte.
- siento que cada vez me enamoro más de ti, pero esa mirada tuya tan perdida, tan
extraña, a veces me frenan, me inmovilizan y me confunden también.
-olvídalo, solo quiero que me prometas que me entenderás siempre, pase lo que
pase, respondió ella.
-prometo entenderte pase lo que pase, pero quiero que me prometas que me harás
recordar esta promesa, y si la olvido me des otra oportunidad, sonrió y sus ojitos otra
vez se hacían finos mientras apresurábamos el paso.
José Enrique Benito Saavedra