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DESBORDE POPULAR Y CRISIS DE ESTADO, INICIO DEL ABISMO

SOCIAL
José Enrique Benito Saavedra

Desde la época de los ochentas cuando Carlos Matos Mar se atrevió a escribir un ensayo
sobre una teoría que transitaba en la sociedad como algo anormal tratado
despectivamente y atribuyéndoles nombres peyorativos ajenos a su nombre: migración.
Se veía que esto acarreaba más que un ensayo, era una teoría bastante acertada de lo que
ocurría en el Perú, cuyas proyecciones se ven reflejadas en el actual orden social y
económico del país.

Desde sus primeras páginas donde habla del legado andino y la patria criolla ya
encuentro un titulo de acuerdo al tema que marca mi principal interés sobre este libro
que es donde y como empezó el abismo social en nuestro país, aquel abismo del que se
atrevió a hablar Jorge Basadre, principal historiador de la guerra del pacifico, y es que
Basadre decía que el motivo por el cual perdimos la guerra fue porque nuestro estado
carecía de una nación, lo que producía grandes diferencias económicas y sociales, “en
el Perú el rico es muy rico, y el pobre es muy pobre”.1

Lo que vengo ahora a decirles no es algo nuevo pero que muchos olvidan y es la razón
de que se culpe al provinciano pobre o al más adinerado de los problemas que acaecen
en nuestro país; En el Perú nuestro desorden social viene desde épocas antiquísimas, ya
que somos herederos de un imperio, aquel que se caracteriza por el dominio de un
estado sobre otro. “Quien crea que el proceso nacional actual es distinto al de su historia
está equivocado, pues somos y cargamos con muchos temas no resueltos de nuestro pasado
y que una y otra vez nos confrontan con viejos problemas como si fueran nuevos y con
viejas soluciones vestidas de modernidad”.2

Lo que dice Margarita es muy cierto no estamos acostumbrados a confrontar viejos


problemas como lo es la inclusión y el abismo social, pero revestimos nuestras soluciones
con caretas pintadas con un barniz muy barato y desastroso. Acaso se ventilan
democráticamente a los librepensadores que se inmutaron hacia la verdadera realidad
nacional.
La historia dominante del imperio incaico no cambio mucho con la llegada de los españoles,
el encuentro entre estas dos cosmovisiones que aparentemente eran tan diferentes tenían
algo en común que fue prioridad en la conquista; y esta era el poder. Aquel poder que
motivo al imperio a imponerse sobre otras verdaderas naciones, y ahora con la llegada de los
españoles mueve las riendas de los caballos, prevaleciendo la subordinación y la dominación.

Con la llegada del Perú republicano no se hizo más que cambiar mocos por babas, ya que
ahora la clase dominante eran justamente los precursores de liberarnos del yugo español
para imponernos el de la aristocracia, entregando el nuevo monopolio a los criollos, los
únicos beneficiados solo por ser descendientes de españoles, dejando en lugar a parte a los
indígenas, es aquí donde se muestra claramente en un país libre la diferencia racial
imponiéndose sobre la económica.

Con la llegada de Velasco al poder muchos creyeron que las reformas que se pretendía
implantar serian la solución para los problemas como nación que tenía el Perú. Pero Velasco
no hizo más que llenarse de un patrioterismo desmedido implantando reformas que no
tenían pies ni cabeza, como lo es la reforma agraria, aquella reforma que se encargo de
quitarles todas las propiedades a los grandes hacendados o terratenientes que anquilosaban
1
Jorge Basadre
2
Margarita Giesecke, Caretas Nº 1625, Lima 30/06/2000
grandes cantidades de dinero y no lo compartían equitativamente con sus trabajadores; pero
la medicina fue peor que la enfermedad, se les dividió las grandes haciendas entre los
trabajadores y se les dejo con la fortuna sin una materia prima para trabajarla, sin una
jerarquía que imponga un orden; y el resultado fue perder todo lo ganado implementando así
las primeras migraciones a la capital, debido al empobrecimiento y fracaso de las haciendas,
viniendo con ello si se puede decir el primer chorro del desborde que se produciría mas
adelante.

En esencia nuestro Estado está ligado a la fragilidad de nuestra economía, todavía


fundamentalmente primario exportadora, la que sigue planteando un escenario y actores
políticos sumamente vulnerables. En otras palabras, frágiles democracias para las que las
oleadas neoliberales muchas veces no pasan de ser barnices relucientes sobre viejas
maderas.

"el Estado inauténtico, frágil, corroído por impurezas y por anomalías... el Estado con un
Presidente inestable, con elecciones a veces amañadas, con un Congreso de origen discutible
y poco eficaz en su acción, con democracia falsa... Un Estado en el que no abundan las
personas capaces y bien preparadas para la función que les corresponde" (JB, tomo VIII de
la Historia de la República)Tomando en cuenta este pequeño párrafo nos damos cuenta que
los actores políticos y la escena en si no ha cambiado mucho, la conciencia colectiva decae
hacia una barranca lodosa y no pensamos en nuestra prioridad como ciudadano, hacer un
análisis interno si en realidad estamos capacitados para desenvolvernos en un cargo publico.

Este Estado empírico reposaba, por añadidura, sobre un abismo social, pues se evidenció
una total despreocupación en la época republicana por el problema indígena, lo que originó la
ausencia de una mística nacional en este grupo humano. En conclusión de Basadre: "el
peruano del siglo XIX no había tecnificado el aparato estatal ni había abordado el problema
humano del Perú".

En 1978, en las anotaciones a su obra Perú: Problema y Posibilidad, escrita en 1931, nos
recordó la relación estrecha entre el tema del desarrollo económico y la todavía urgente
superación del Estado empírico y del abismo social sobre el cual éste reposaba. Para
Basadre, "el desarrollo económico auténtico no sólo implica la ampliación de bienes y
servicios, sino que queda definido mejor en términos que eleven los niveles de subsistencia,
dignidad y libertad humanas y combatan la pobreza, el desempleo y la desigualdad". Más
aún planteó la lucha contra el subdesarrollo como: "una planificación auténtica de tipo
democrático, gradualista y experimental en el avance hacia el futuro con soluciones de corto,
mediano y largo plazo que tiendan al aumento de la productividad y al alza del nivel de vida,
defiendan al mismo tiempo derechos humanos esenciales y busquen, sin mengua de ellos, la
justicia social." Al parecer unos ideales utópicos pero que más que entenderse como
pensamientos surrealistas al permutarse realidades físicas en planes realmente elaborados y
concisos la idea de que una nación prevalezca sobre el estado era la senda correcta para
crear una real identidad en nuestro país.

En el año 2000 resulta complejo afirmar que el Estado peruano ha logrado superar su
empirismo, el abismo social, la debilidad democrática y el subdesarrollo.
Por cierto, el abismo social ya no se presenta solamente como la marginación del indígena en
los Andes, sino también como pobreza extendida de un alto porcentaje de peruanos, su real
marginación del sistema educativo y su creciente dependencia cultural y cívica de los medios
de comunicación. El "problema humano del Perú hacia la construcción de una mística
nacional" sigue siendo una tarea pendiente en la construcción de nuestra historia.
El estudio de la historia social, en cambio, arroja un saldo positivo.

En realidad el puente entre la historia social y la historia de la sociedad estaba dado ya en la


concepción histórica de Basadre y, aún cuando tuvo que privilegiar la historia política, lo
social estuvo siempre presente en su obra. No sólo lo está en las páginas que dedica a las
nuevas clases sociales y a las jornadas reivindicativas de obreros y campesinos, sino en toda
su obra, y ello es fruto de su calidad de persona profundamente preocupada por la marcha
de la sociedad en su conjunto.

Simplemente la pendiente que equilibra los segmentos sociales (no los llamo grupos
sociales porque muchos de ellos crean abismos sociales y marginación dentro de ellos
mismos) solo se reivindicaría con un aporte de cada ciudadano en priorizar su desarrollo
humano social al del material y el visual, y que los medios de comunicación hagan
repercusión en las yagas sociales con responsabilidad y no con morbo, enseñarle al
pueblo a pensar y ser crítico.

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