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Escuela de Psicología
Profesora:
María José Reyes
Ayudante:
María José Juárez
Investigadores:
José Ignacio Celedón
Daniella Olivares
Héctor Ramírez
Karina Ventura
23/11/06
Universidad Diego Portales Profesora María José Reyes
Escuela de Psicología José Ignacio Celedón, Daniella Olivares,
Institución, Sociedad y Cultura Héctor Ramírez y Karina Ventura
Introducción:
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Análisis:
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época tan oscura como la dictadura,” (Los primeros años del movimiento lésbico en Chile,
2006).
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estar concientes de su orientación sexual, sino que tiene todo el apoyo histórico y
evolutivo de su grupo. Saben que no están solas y esto les ha permitido crear una
identidad colectiva potente y una fuerza interna, porque saben que no son un grupo
naciente y solitario, sino con historia, con un pasado firme y constante. El sufrimiento
arrastrado por el tiempo evidencia que su paso y desarrollo en Chile no ha sido fácil.
La experiencia de los años y la reiteración de sus prácticas, han incidido más que los
mismos contactos interculturales que trae consigo la globalización, la revolución
informática y el impacto mediático masivo, que han permitido que éstos sean los
años de mayor auge, y que se transformen en un grupo social en boga.
Las pioneras del grupo lésbico fueron un grupo que no sólo sentía la
necesidad de destaparse, sino también de informar a la sociedad y a las mismas
lesbianas que aún estaban temerosas. Esto aún se mantiene. Se puede ver que lo
primordial para el grupo lésbico es dar a conocer a la sociedad cómo son las
lesbianas, libres de mitos, prejuicios y estereotipos mostrando cómo piensan y viven
y que todos sepan que son personas con necesidades y derechos comunes al resto
de la sociedad, y que su diferencia radica sólo en su orientación sexual que rompe
con los cánones convencionales. La psicología social latinoamericana podría aportar
a la comprensión desde las oprimidas, rescatando sus propios valores, su propia
forma de vivir su realidad y ayudar a su liberación a través de la concientización de
que la construcción de su historia, y por ende su futuro, esta en sus manos. Al mirar
las prácticas de las lesbianas también se puede vislumbrar como viven su propia
realidad con la ventaja de poder contrarrestarla con prácticas que las neutralice.
La memoria se ha mantenido durante el tiempo porque viven en constante
conflicto con la sociedad, por lo que deben estar ávidamente mirando su propio
pasado, manteniendo sus propias prácticas y símbolos. En la reconfiguración de su
pasado se encuentran tanto sus fuerzas como sus debilidades y en el momento en
que se pierda esta identidad colectiva, el movimiento lésbico se podría degenerar y
morir. La identidad actual del grupo lésbico; su fuerza, motivación, liberalidad mental,
intelectualidad, y apogeo se debe en gran parte a estas tres mujeres, porque su
carácter definió y se mantuvo en el movimiento lésbico.
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“Puesto que debemos enunciarnos para existir, cuando existimos, cuando somos
concretas emergen las problemáticas, las demandas, lo que a su vez nos exige generar
espacios de acción que nos permitan alcanzar la libertad sin restricciones y
fundamentalmente sin la carga de la heterosexualidad que todo lo significa entramando una
heterorealidad que genera todos los mecanismos posibles para no ser deconstruida,"
(Enunciado algunos desafíos. Lesbianas y 8 de Marzo, 2006).
Para luchar por su causa, las lesbianas parten desde su diferencia con los
movimientos de mujeres heterosexualizados que las ven como anormales y
fortaleciendo los vínculos con aquellas que no tienen que ver con el constructo
patriarcal de esa identidad. Que las lesbianas cuestionen la construcción de genero
es una práctica social que lleva a transformaciones en la realidad imperante.
Los desafíos y horizontes del movimiento lésbico son varios. Uno de ellos es
no quedarse en lo intelectual sino ocupar sus capacidades para debatir y reflexionar
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“Necesitamos muchas cosas antes de una Unión Civil, pues sin aquel piso mínimo
será sólo una bonita ley que servirá para mostrar un país abierto y tolerante, es decir sólo
publicidad, y no es lo que necesitamos ni lo que buscamos las orgánicas que pretendemos
terminar con la discriminación arbitraria,” (No es un ejercicio democrático de igualdad es una
apuesta de publicidad, 2006).
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Conclusión:
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Bibliografía:
Beauvoir, S. (1958). El Segundo Sexo. La Experiencia Vivida. Buenos Aires:
Leviatán.
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ANEXO
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Octubre 2006
No es un ejercicio democrático de igualdad, es una apuesta de publicidad
"Necesitamos muchas cosas antes de una Unión Civil, pues sin aquel piso mínimo será sólo una
bonita ley que servirá para mostrar un país abierto y tolerante, es decir, sólo publicidad, y no es lo que
necesitamos ni lo que buscamos las orgánicas que pretendemos terminar con la discriminación
arbitraria".
Por Jennifer Mella, abogada
En esa época, las lesbianas feministas ya planteamos la preocupante preponderancia que se daba a
los temas patrimoniales en desmedro del reconocimiento de las relaciones filiales, fuimos criticadas
por nuestra falta de accionar práctico, ya que teorizábamos con una realidad que afectaba y
discriminaba a muchas mujeres lesbianas que convivían con desigualdades a diario, digamos dentro
del marco de parejas, ya que a eso nos referimos. La previsión en el sistema público de salud, la
invisibilidad sucesoria, la imposibilidad de acceso a subsidios, y a ello sumado, toda la parte de
familia que negaba el acceso a beneficios y consideraciones de pareja a mujeres que convivían
juntas. Ahora vemos que algunos de esos cuestionamientos se resuelven mediante un pacto civil, un
contrato que sólo- y resalto al igual que las autoridades-, sólo regula aspectos patrimoniales, por lo
que desde allí van ya las críticas, pues sólo abre una sección restringida y delimitada a una pequeña
esfera.
No es cierto que no hayamos trabajado este tema y que hoy sólo tengamos la posibilidad de
presentar una voz disidente. Planteamos nuestra opinión antes y lo hacemos hoy y en ella, van más
que críticas, van propuestas que no se restringen a una Unión Civil, planteamos antes la necesidad
de una Unión de Hecho; aquella que no admite registro, que no es ante un notario; que no nos
autodiscrimina; que nos entregue el reconocimiento que tenemos como familias; no aquella
construida y aprendida desde el heteropatriarcado, sino una nueva que no tenga jerarquías, que no
normalice la violencia, que no controle y norme nuestros cuerpos, una en donde primero como
condición deben estar reconocidos y resguardados nuestros derechos a no ser discriminadas por
nuestra opción o preferencia sexua. Donde nosotras como mujeres tengamos el derecho a decidir
sobre nuestro cuerpo sin la intromisión abusiva de dogmas fácticos; donde la violencia hacia la mujer
sea realmente reconocida y sancionada como un delito de género; donde el femicidio sea castigado,
denunciado y jamás justificado; donde sepamos que quien discrimine tendrá un castigo penal y civil y
por sobre todo, que se propenderá a una educación no discriminatoria, donde primero como sujetas
de derecho, rescatando nuestra individualidad, seamos respetadas como humanas, sin la necesidad
de recurrir a organismos internacionales para que nuestros derechos sean efectivamente
reconocidos, donde no tengamos que mentir ante un tribunal supuestamente encargado de velar por
nuestros derechos para no perder la tuición de nuestros hijos.
Necesitamos muchas cosas antes de una Unión Civil, pues sin aquel piso mínimo será sólo una
bonita ley que servirá para mostrar un país abierto y tolerante, es decir sólo publicidad, y no es lo que
necesitamos ni lo que buscamos las orgánicas que pretendemos terminar con la discriminación
arbitraria.
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No nos basta una Unión Civil que por lo demás consideramos errónea, que se consigue teniendo
opción de registrarse si no se va a utilizar, porque como individua(o), te siguen discriminando.
• Existirá un registro en donde el Estado civil podrá ser investigado por el empleador y podrá ser
despedida la persona. Será esta ley una letra muerta, ya que no se usará mientras se discrimine por
el sólo hecho de ser lesbiana.
• ¿Cómo puede una ley que sólo regula aspectos patrimoniales hablar del hogar común y del cuidado
de los hijos, si vemos como la ley y los tribunales hoy indican que puede usarse como causa de
perdida del cuidado personal de los hijos la homosexualidad de uno de los padres?.
• Las parejas pobres o a lo menos de clase media baja, entre las cuales de mujeres lesbianas existen
muchas, no ganan nada con este PUC, ya que no tienen acceso a puntaje en el subsidio habitacional
ni a créditos en donde se consideren como familia y sus rentas se sumen, sólo ganan con la muerte
de una de sus partes, ya que le suceden como cónyuge o ante una muerte que sea responsabilidad
de un tercero teniendo la legitimación activa para demandar daños patrimoniales y morales.
• Se han establecido los tribunales de familia hace un año que han concentrado y modernizado la
justicia en el campo de las disputas y procesos familiares, y los contrayentes del PUC deberán asistir
a un juez de letras, sin tener acceso a esta justicia renovada que tiene nuevos conceptos y
herramientas para solucionar los conflictos ocurridos en un hogar.
Por último, quiero señalar que este contrato viene a regular efectos patrimoniales de quienes de
alguna manera ya los tienen resueltos o a lo menos tienen esa posibilidad, ya que sociedades para
regular los bienes en común existen y se usan. Se ha levantado y promocionado como “todas las
parejas todos los derechos” cuando son sólo aquellos con un valor pecuniario, y cuando aún en Chile
el eslogan “todas las personas todos los derechos”, no existe y esto viene a retrasar aún más esa
posibilidad.
“Aún persiste en Chile una realidad que discrimina arbitrariamente la existencia, el desarrollo, la
vecindad de personas con una distinta opción sexual inferiorizando esta realidad otorgándole el rango
de “minoría” ya no sólo cuantitativamente, sino categorizando cualitativamente y con ello justificando,
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validando y defendiendo la negativa de que otros(as) sean familia al igual que ellos. Lo que
demuestra que la LESBOFOBIA EXISTE”
* La autora es abogada de la Universidad de Chile e integrante del Bloque Lésbico. Esta ponencia fue
presentada en el seminario "Matrimonio y personas del mismo sexo", actividad organizada por MUMS
y Amnistia Internacional. El presente artículo es una gentileza de Radio Número Critico.cl
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Muchas lesbianas creen que todo empezó con internet. Sin embargo, en la década de los 80, cuando
varias pronunciaban sus primeras sílabas o ingresaban al colegio, un grupo de mujeres ya
conformaban la primera agrupación lésbica: Ayuquelén, que en lengua mapudungún, significa
"sentirse bien". Rompiendo el Silencio habló con sus fundadoras y nos contaron cómo fueron esos
primeros años.
Por Erika Montecinos RS / Fotos: archivo RS
Susana estuvo de visita en Chile procedente de Dinamarca, donde reside hace siete años. Lily, se
dedica a sus labores personales y a debatir sobre el futuro político del feminismo chileno. Cecilia
Riquelme, es directora y editora de la revista mexicana Las Amantes de la Luna, y reside en esa
ciudad, hace 16 años. Estas tres mujeres no dejan de recordar aquellos años tan añorados pero
también difíciles, cuando tímidamente varias lesbianas se contactaban a través del correo...por buzón
y sin internet. Y arduo fue el trabajo para ellas, ya que ni siquiera el teléfono se masificaba en esa
época, y más aún, los correos con direcciones extrañas eran presa fácil de sospechas para el
régimen de turno.
Así y todo, entre 1983 y 1984, nació Ayuquelén. La leyenda dice que se conformaron después de la
muerte de la escultora Mónica Briones Puccio, asesinada en las calles santiaguinas en un acto vil de
lesbofobia en julio de 1984. Este penoso hecho, les hizo ver que era necesario organizarse y
protegerse en una época tan oscura como la dictadura.
Sin embargo, sus fundadoras aclaran, que si bien ese hecho las ayudó a consolidarse, ya habían
realizado un trabajo previo, definiendo los lineamientos que las mantendría ligadas al feminismo.
"La Su (Susana) era la encargada de leer las cartas y responderlas, teníamos una casilla, mientras yo
me ocupaba de los proyectos internacionales. Era todo una red informal", cuenta Lily.
Cecilia cuenta que hubo distintas motivaciones. Ella personalmente, inició un proceso de asumirse
públicamente cuando la separaron del trabajo de la recordada Casa de la Mujer. Ahí conoció a
Susana y Lily, quienes le manifestaron que también tenían la inquietud de organizarse. "Pero lo de
Mónica, fue fuerte. Después del funeral nos juntamos en el restaurant "Quita Pena", que está frente al
Cementerio General. Ahí decidimos que queríamos tener un trabajo más constante y dijimos que era
el momento de formar el sindicato", recuerda riendo Cecilia.
Señala que ese momento fue de mucha reflexión, y llegaron a la conclusión, que iniciaban una
segunda etapa de las Ayuque, ya que la primera representó para ellas la autoconciencia de su ser
lésbico feminista. "Y coincidimos en que el nombre del grupo debía ser autoctono, acercándolo al
término gay que quiere decir "alegre", indica.
También rememora cuando lesbianas y gays de esa época se juntaban en un local llamado "Atlantis",
que estaba ubicado en los alrededores de calle Compañía. En ese lugar, se reunían con Mónica y
otras mujeres que se enteraban de boca en boca de la existencia de la agrupación, o por medio de
papeles que indicaban la casilla.
Lily dice que llevaban un largo tiempo reuniéndose y que las motivó aún más el Segundo Encuentro
Feminista Latinoaméricano y del Caribe, realizado en Perú, en 1983. "Queríamos acercar el
feminismo a las mujeres lesbianas", relata.
Buscando casa
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según cuenta Cecilia Riquelme, ese fue el talón de Aquiles para dicha organización, puesto que no
querían que ligaran su trabajo al de las mujeres lesbianas. "Y hasta nos descalificaron", comenta
Susana.
"No hay nada más reaccionario que una lesbiana de clóset", añade Cecilia, dejando entrever que en
La Morada hubo muchas lesbianas no asumidas. "Pero hay un gran mérito: era primera vez que en
un medio de comunicación se hablaba de lesbianas en Chile, y eso fue un ¡gol!".
Buscando un nuevo espacio después de ser "exiliadas" de La Morada, las Ayuquelén decidieron
juntarse en la casa de Lily, donde en cada habitación realizaban talleres tendientes a orientación,
activismo y nuevos proyectos para mujeres. Desde ahí, se contactaban con organizaciones
internacionales tan importantes como ILGA (movimiento internacional de lesbianas y gays)...y con
pocos recursos, apenas a través del correo y con mucho temor de ser descubiertas por grupos de
ultraderecha y conservadores.
Pese a ello, lograron contactarse con ILSIS, una especie de agencia de noticias que prestaba servicio
de información lésbica, y acogían a diversos grupos latinos de lesbianas. Así lograron financiamiento
para distintos proyectos y para asistir a diferentes encuentros internacionales de lesbianas. "Pero no
dejamos de pagar la cuota mensual en la Ayuque", agrega Lily.
Cecilia señala que se siente orgullosa de haber sido parte de ese movimiento. "Es como decir qué
buena onda que nos atrevimos, en tiempos que eran realmente difíciles", añade.
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Es una estrategia sistémica el generar una plataforma que permita la integración de la a - normalidad
a los cauces de la normalidad proveídas por la cultura hegemónica, expresada en el régimen
heterosexual que modela y referencia a todas y todos. A MUmS, del cual soy parte, le parece
importante generar reflexión en torno a la falacia cultural de la hétero y homo sexualidad, dando
cuenta de que estas construcciones culturales en definitiva delimitan la normalidad/anormalidad
respectivamente, sustancia y cuerpo de los mecanismos de exclusión que se aplican a las personas
por sus diferencias.
Por Equipo de Comunicaciones MUmS
Que demos cuenta de esta construcción cultural, nos permite señalar el poder que origina este
entramado: el patriarcado y las distintas valoraciones de raza, clase, género que sustenta. Por otro
lado expone el carácter artificial no sólo del género o del sexo, si no de todo. Es esta artificialidad
manipulada la que ha permitido que la heterorealidad delineada por el patriarcado, se haya
convertido en una ortodoxia inteligente que nos normaliza desde antes de nacer y que oprime o se
amabiliza para seguir fortaleciéndose y preservándose.
Desde este marco creemos que la cultura artificial, me centro en el ámbito de la sexualidad,
puede ser deconstruida, destruida, construida por artificios que surjan fundamentalmente desde la
intencionalidad de nuestra anormalidad, torcedura le llamaré más adelante, para construir otra
cultura que sea resultado del desaprendizaje de los modelos y de los prejuicios que construye,
vuelvo a insistir: heterosexuales, que nos han referenciado y tendamos a socavar la clasificación de
la que se vale el ojo supervisor de la heteronormatividad para organizarnos, encasillarnos y
mantenernos en el redil destinado a las mal llamadas minorías
¿Cómo construir esta cultura vaciada de normalidad y anormalidad artificial? ¿Cómo construir
esta cultura torcida en relación a la rectílinea cultural indicada por la heteronormatividad?
Y aquí nos cuadramos con la invitación, puesto que el arte y el cine como una de sus
expresiones es una de las herramientas que podemos utilizar para ello. Será el arte entonces una
herramienta de construcción cultural y si nosotros(as) queremos de transformación de esta cultura y
no de reproducción. La producción artística será fundamental en este camino, siempre y cuando
aporte a la generación de nuevas narrativas, de nuevas páginas a completar, que deconstruyan, que
resignifiquen, que reconceptualicen y creen nuevos caminos para fortalecer el debate, la toma de
posición, la reflexión y la construcción de verdad de un nuevo mundo, que aunque suene cursi, es lo
que de verdad muchas muchachos y muchos muchachas queremos. Y es aquí en donde delineamos
ya un tema que debe importarnos en tanto existe desde el arte, en el arte y en nosotros y nosotras
mismas: una tensión interna referida a si es y se es y somos una herramienta de transformación
cultural o es y se es y somos una herramienta de legitimación de la heterorealidad cultural.
La transformación de esta cultura y la legitimación de la misma hacen emerger otros dos
conceptos: la resistencia y la integración respectivamente, fundamentales en el camino de la
igualdad, pero desarrollada y promovida, por cierto, en un modelo que lo permita y que no promueva
por el contrario la necesidad de integrarse a lo que el sistema de lo normal instituye como verdad
absoluta. Sobrevolaré este punto haciendo algunas relaciones con el arte que es lo que nos convoca
el día de hoy, desde la integración, la resistencia y algunas conclusiones personales y muy
generales en torno a cómo transitar hacia el mundo que se sueña.
1.- Acerca del arte, la integración y otras yerbas de una misma rama
Relevaré dos aspectos:
El arte es respuesta a modelos políticos, económicos, sociales y culturales. Esta respuesta, sin
embargo, ha establecido reacciones superficiales que no han sido capaces de subvertir la plataforma
madre: el patriarcado. Desde esta perspectiva el arte seguirá entonces, actuando como reproductor
cultural, en muchas ocasiones disfrazado de alternativa revolución. Si el patriarcado acuna al arte
claro está que será éste y la heterosexualidad el alero intelectual de las propuestas artísticas y la
reflexión que se puede generar a partir de estas se encapsularán en los dispositivos de
normalización.
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Por ejemplo la película El secreto en la montaña, expresa la discriminación hacia los gays, desde
un ámbito marcadamente masculino: ser vaquero, sin embargo, no profundiza en el por qué de la
discriminación, ¿será a los gays o a la femineidad que estos representan?¿será entonces misoginia,
odio a las mujeres?¿será la forma en que construimos las relaciones de pareja? ¿será que es un
cuento de la parejil pareja, citando a Margarita Pisano, en donde la mujer se banca el aparente
engaño de la construcción fiel de la heterosexualidad? ¿Y qué es el engaño?¿ Creer que el amor
dura para siempre o que la homosexualidad y la heterosexualidad de verdad existen?
Entonces, vuelvo a que el arte no está libre del patriarcado y es así como se transforma en
herramienta de reproducción en donde el mundo homosexual será más aceptado en la medida en
que más deseos tenga de integrarse .
Y es allí entonces y desde la inexistencia de una actuancia con perspectiva de género, desde
donde se promoverán soterrada y a vox populis, demandas integracionistas de los movimientos de
diversidad como el matrimonio homosexual o el servicio militar indicando desde la más profunda
conservaduría y reproducción que será este un nuevo camino hacia la igualdad ¿ igualdad en
dónde? En un sistema que no es , ni brinda igualdad de oportunidades1. Todo esto no hace si no
fortalecer las hegemonías que nos han construido como anormales, porque claro los más normales
querrán casarse y tendrán leyes que rijan su posibilidad, su ración de heterosexualidad, que se
fortalece a través de esta acción y mientras tanto a las trans y a todos y todas que sean más
anormales que los que desean las leyes de la normalidad, les siguen sacando la cresta los pacos y
los neonazis.
En este punto imposible no hablar de la mercadotecnia que en sus análisis ha distinguido
distintos opuestos culturales que le han permitido vender todo aquello que está cargado con atractivo
subcultural, por eso es súper ¡TOP! haber leído los libros de Pedro Lemebel, aunque se sea alguien
que discrimine a las locas y en Santiago, no sé si aquí en Valdivia será lo mismo ir a ver cine gay es
una experiencia transportadora, pues por ser cine gay ya es cine arte. Los vaqueros gays lo
masificaron ahora, lo que indica del proceso de integración en el que estamos inmersos. Poco a
poco, de hecho, las sociedades van acercándose a los ghettos homosexuales que permitió el
sistema y que transformados en subcultura comienzan a situarse en los grandes escaparates del
gran consumismo de masas, TATU, que eran , pero que no eran, refuerza esta teoría.(15 lucas
cuesta la entrada para ver el aparataje tecnológico que las hace cantar). Ellas fueron algo importante
de la base de lo que el periodismo y la Psicología chilena hoy por hoy se descretan en investigar: la
moda lesbiana.
Entonces, sintetizo: La cultura de masas ha ido incorporando dispositivos estéticos que permiten
que la cultura hegemónica se funda con la subcultura y así hace que la rebeldía , la disidencia se
venda en las mejores tiendas , siendo este hecho explicación, para que por ejemplo un chico blanco,
de clase media, medio facistoide, racista por cierto entre otras cosas use ropa hip -hop o se
transforme siendo súper machista en chico Bi-Sual, una tendencia andrógina adolescente
desprendida del manga animé japonés mezclado con música gótica, que lleva a que jóvenes se
vistan con accesorios femeninos en Santiago, lo que da cuenta de cómo anticipadamente se vacía
de contenido cualquier atisbo de movimiento contracultural.
Así y a través del alero intelectual patriarcal, de los aportes de la mercadotecnia, el arte se
transforma en un mecanismo de integración, más que en una herramienta de transformación cultural
que libere las posibilidades de emancipación individual. Y digo individual porque a lo que nos
enfrentamos es a una clasificación masiva de los afectos que se establecen entre las personas, que
a través del escenario esbozado, fortalecido por el arte, subsume expresiones que no le sirven al
sistema, así es que veamos cómo integramos a los maricones y mariconas para no desestabilizarlo.
Esto también ayuda a explicar que los gays y las lesbianas cada vez más se sientan y quieran ser
parte de la heterosexualidad y generen conductas discriminatorias hacia todos esas diversos sujetas
y diversas sujetos que de una u otra forma sienten que se lo impiden, como la loca, el maricón, el
hueco, la trans, la torta, la camiona, la marciana y es que dime con quién andas y te diré quién
eres...Sin duda esta necesidad de integrarse a las bondades sistémicas fortalece un mundo
homosexual que discrimina y un universo discriminador e intervenido, sin duda, por conflictos de
raza, clase, género.
En este recorrido surgen otras preguntas ¿cómo el arte facilitará que no nos aturdamos frente a
los designios heteronormativos que hacen pensar a la mayoría también artificial que somos
inferiores, enfermos, degeneradas?¿Cómo haremos emerger una nueva cultura, más nuestra, más
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humana, más justa que se desprenda del desarrollo de nuevos modelos, discursos y prácticas que
permitan forjar una intelectualidad y actuancia colectiva que erradique la discriminación y los
mecanismos de exclusión que la sostienen?
Resistencia cultural, de ella, diversidad y otras yerbas de la misma rama anterior
Los postulados de los teóricos de la resistencia describen el rol que las personas tienen de
criticar la opresión y las formas en que se participa a través de las conductas de oposición en una
lógica que muy frecuentemente nos asigna una posición de subordinación de clase ( las colitas y las
camionetas, más aún las camionas son inferiores) y de derrota , por cierto , política(no somos sujetxs
de derechos, sólo basta constatar la existencia del artículo 373 del código penal)
La crítica y la participación resistente, no se pueden olvidar, más aún en un escenario
normalizador marcado por contradicciones estructurales e ideológicas que fortalecen y permiten la
existencia de relaciones de poder asimétricas que favorecen a las clases dominantes y a las
ideologías que sustentan.
En este contexto siempre habrán personas que se opondrán y se cuestionarán aquello que nadie
se cuestiona , por considerarlo normal, por lo que agrego que efectivamente existe resistencia ante
el patriarcado y la heterosexualidad como ortodoxias, este Ciclo de Cine es una muestra que me
permite añadir que el arte , por cierto, inflama la resistencia cuando da cuenta de las relaciones
asimétricas de poder y de sus impactos, que permiten y promueven la anulación de las personas a
través de la subordinación, que será más tarde el deseo de integración a la mayoría que construye
las minorías.
En este punto recuerdo algunos títulos de películas como Criaturas Celestiales, que plantea
claramente la magra intervención médica en el proceso de normalización heterosexual y la
enajenación que esto provoca, Los muchachos no lloran, que dejando de lado la “heterosexualidad”
de Brandon enuncia un sujeta político profundamente invisibilizada, El camino de Moisés, de la
chilena Cecilia Barriga que aporta a la deconstrucción de la heterosexualidad trans masculina a
través de la serena desacralización del pene que hace Moisés en su última decisión o Pink Flamingo
que desde la irreverencia trans femenina narra la existencia de multitudes sexuales y no de minorías.
De esta manera es que se enuncian claramente temáticas invisibilizadas haciendo emerger la
discusión necesaria para avanzar en transformaciones culturales, sin embargo, debo reforzar, que si
no hay práctica, conciencia del proceso de normalización al que sin preguntarnos se nos incorpora,
veremos estas cintas y otras, desde la perspectiva de la heteronorma y no desde la torcedura que
poseemos y que es punto de fuga para generar espacios nuevos de construcción cultural, por cierto,
posterior a veces, paralelamente las más, al proceso de resistencia que somos capaces de
desarrollar de acuerdo a nuestra capacidad crítica, a nuestro estado de alerta.
Entonces, primer paso: Tomar distancia de nuestra propia normalización, para reconocer en
nuestra torcedura, o de otro modo dicho en nuestra patita atrás, en nuestro arroz quemado, en
nuestras tortillas frescas, en el truco, en la virutilla, el punto de fuga que nos permita acercarnos a la
construcción de una nueva cultura que se note en nuestra forma de relacionarnos, en nuestra
manera de ver y vivir una sexualidad sin culpas, en nuestra manera de ver cine, de ver la vida, de
hacer de la homosexualidad inventada por la heterosexualidad, el inicio de un constructo de
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resistencia y no una máscara que contenga y fortalezca la exclusión .
Cuando se define Arte se indica que es una virtud , una disposición, habilidad para hacer alguna
cosa, que es una aplicación del entendimiento a la realización de una concepción, entonces el arte
es de las lesbianas, de los gays, de las trans femeninas , de los trans masculinos, de los Inter, de los
raras, de las camionas, de los colas, de las fletos, de la maría tres cocos y la maría trailer, del nunca
bien ponderado hueco y su amiga loca, de la marciana y la bicicleta, pero es desde la
responsabilidad que se tiene en el camino de construir debate, reflexión y acción en los entornos que
desde su pura presencia y enunciación se intervienen.
Estas sujetos existen en una relación contradictoria con la sociedad dominante, por tanto desde
este reducto que por derecho propio se transforma en resistencia, debemos restaurar a lo menos
muchos grados de agenciamiento, sin reproducción de las mismas estructuras e innovación a lo
menos por el momento, de la cultura que nos consume y que consumimos.
Entonces para ir finalizando, seamos capaces de generar un proceso interno que como les
decía, nos lleve a evaluar nuestros propios procesos de normalización y desde allí descubrir, en
primera instancia, las prácticas discriminatorias que siendo discriminados y discriminadas los gays,
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las lesbianas y lxs trans , hemos sido capaces de desarrollar, pues sólo en ese reconocimiento
podremos proyectar el generar, desde nuestros distintos ámbitos de acción en lo público y /o en lo
privado verdaderas estrategias o mecanismos Deconstructivos que comiencen por socavar los
mecanismos de exclusión de los que somos objeto y también aplicamos: invisibilización, no existimos
y lo que no existe no tiene derechos, naturalización que es de otra forma dicho normalizar que
somos anormales y otorgar un lugar fijo a las personas (las mujeres deben encargarse de la prole),
inferiorización, la categoría de enfermedad mental atribuida a la homosexualidad, hasta los 80 es un
ejemplo concreto de este mecanismo.
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Disfruten la película , para volver al arte del cual me distancie en algún párrafo y véanla, así
como todas las expresiones artísticas incluso las más cotidianas, con un solo sentido percibir la
norma, percibir que la discriminación aún existe, percibir que soy parte de la heterorealidad, pero que
soy capaz de reconstruirla desde los puntos de fuga que coexisten con mi normalización, por eso
mismo abran bien su ojo menos heterosexual, ese que a veces tiene contracturadas hasta las
pestañas , para que mañana, definitivamente, el futuro, nuestro futuro no sea la continuidad del
pasado.
Dedicado al maravilloso y querido mundo trans, que espero en otros Ciclos sea contemplado.
1.- Se explicita que lo que se indica con respecto a demandas integracionista es pensamiento de la
autora.
2.- La existencia de la homosexualidad refuerza la existencia de la heterosexualidad, al ser esta
última una expresión mayoritaria, contiene a la homosexualidad, la que al ser contenida agrega su
fuerza a la heterosexualidad.
3.-Esta lectura se realizo en el ciclo de cine de valdivia , por lo que la invitación a ver cine se extiende
a Santiago y al país no sólo desde la perspectiva de un cine GLBTI sino desde la mirada que
tenemos para ver cualquier tipo de manifestación cinematográfica.
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2006-03-07
Enunciando algunos desafíos
Lesbianas y 8 de Marzo
Las lesbianas no pueden olvidar que deben ser capaces de generar un movimiento coherente con su
especifidad lésbica, sin olvidar a la mujer como el constructo que la designa al momento de nacer. Sin
embargo esto, merece algunos alcances.
Por Equipo de Comunicaciones MUmS
¿Las lesbianas no son mujeres?
Para Monique Wittig, teórica lésbica existe un regímen biopolítico sobre nosotrxs, lo que quiere
decir, que existen fuertes mecanismos de disciplinamiento que organizan nuestros cuerpos, los que
deben aprender a sentir, amar, gozar , usar , etc de una determinada forma: la forma heterosexual,
que de esta manera se convierte en un regímen sexual.
Para Wittig, el término “mujer” sólo tiene sentido en el régimen hétero y desde allí releva que
las lesbianas no son mujeres, así como no lo sería cualquier mujer que no esté en relación de
dependencia personal con un hombre, en este sentido hablaremos de mujeres no heterosexuales,
para entrar en correspondencia con un movimiento de mujeres pensantes y deconstructor. Lo mismo
hablaremos de lesbianas que no desean integrarse para designar a aquellas lesbianas que exigen
un cambio del sistema, del modelo y sus enfoques para construir de verdad, un mundo más justo y
humano el día de mañana.
Para profundizar en esta temática, recomendamos que se lea el texto “La mente hétero“ de
Monique Wittig, puesto que la idea de plantear estos temas , sobre todo sobrevolando el 08 de
marzo tienen como fin aportar a la discusión y el debate lésbico, a modo de que cada vez surja con
mayor claridad cuáles son aquellas problemáticas que nos atañen sólo a nosotras y de una u otra
forma definen nuestras especificidades demandantes, reflexivas , actuantes y de no integración.
Lesbianas y mujeres: una relación bilateral
Es importante indicar dos aspectos de suma importancia en esta discusión. Por un lado que las
lesbianas no pueden negar que han vivido gran parte de su vida y han sido modeladas por la sujeta
política que surge desde el constructo mujer, que valga la alegría, muchas veces se deslinda de la
estructuración del regímen héterosexual, en otras palabras, la mujer es su cuna, es su historia, pues
una lesbiana nace como mujer, vive y sabe de discriminación, hasta que se asume como lesbiana y
las restricciones se amplían. Por el otro lado se hace hincapié en que los problemas de los cuales
son objeto las lesbianas de estar dilucidados, se transforman en un objetivo político, entendiéndose
bajo el marco de las formas que seamos capaces de construir para hacer política y a su vez se
extienden a necesidades globales como la modificación del modelo político y económico que impera.
Así por un lado nos enfrentamos a definir claramente cuáles son nuestros desafíos específicos
como comunidad lésbica (tortas , pegaso, camionetas, otras, que son pobres , locas, trabajadoras,
madres...) y a no olvidar una historia , pues la desigualdad de condiciones entre hombres y mujeres
es la plataforma que recrudece la desigualdad para las lesbianas.
Importante en este punto , redundar en lo planteado ya en otros artículos y que tiene que ver
con esta necesidad de clasificación que desarrollamos, pese a que hablamos de personas, sin
embargo, desde este mismo cuestionamiento volvemos a sentar las bases de por qué también es
necesario una definición política identitaria, que someramente sintetizaremos en que somos
lesbianas políticas, puesto que debemos enunciarnos para existir, cuando existimos, cuando somos
concretas emergen las problemáticas, las demandas, lo que a su vez nos exige generar espacios de
acción que nos permitan alcanzar la libertad sin restricciones y fundamentalmente sin la carga de la
heterosexualidad que todo lo significa entramando una heterorealidad que genera todos los
mecanismos posibles para no ser deconstruida.
Cabe decir que en el contexto que se indica serán las mujeres no heterosexuales y las
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En este mismo sentido la relación bilateral que debe surgir entre mujeres no heterosexuales y
lesbianas que no desean integrarse al sistema, debe estar centrada en la premisa ya indicada, para
no seguir viviendo los impactos de un movimiento de mujeres heterosexualizado, que continúa
construyendo a las lesbianas que desean integrarse y a las que bajo ningún punto de vista lo harán,
como anormales.
En esta senda no podemos negar que la discriminación a las mujeres es discriminación a las
lesbianas, pero debemos relevar, que existe equivalencia de mujeres a lesbianas en torno a
discriminación, pero no existe de igual forma desde las lesbianas a mujeres, ya que la discriminación
a lesbianas agrega además a su historia mujer, su especificidad como lesbiana, construida como
anormal por el sistema cultural heterosexual.
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¿Cómo elevar el debate y la reflexión teórica y pasar así de la disco a una comprensión amplia
del modelo, de nuestras normalizaciones, de los caminos que transitamos hacia la
desheterosexualización?,¿cómo fortalecemos nuestra intencionalidad de ser lesbiana?, ¿Cómo nos
transformamos en una comunidad que genera conocimiento y valida sus teorías, que serán la
historia a interpretar en el futuro?¿Cómo de esta forma, manejamos el futuro a nuestro favor?
Los temas planteados son generales, no son todos los que son, pero siempre serán un paso a
la convocatoria del pensamiento lésbico, a la definición de qué queremos y de lo que debemos
comprender para avanzar, a abandonar las suspicacias , a abandonar la soberbia, a abandonar
nuestra heterosexualidad, que va más , muchísimo más allá de la ropa que usamos o dejamos de
usar, a fortalecer el surgimiento de la contracultura y no de sub-culturas que se instalan en los
escaparates comerciales (¿o es casual que se hable de una moda lésbica, que T.A.T.U haya
vendido muchos discos, o que se vistan como hip-hoperos lolitxs burgueses y racistas?)
Hay muchos otros temas a los cuales darles vuelta, pero como es 08 de marzo vamos a hacer
algunos alcances concretos para promocionar su discusión, planteadas como preguntas para que las
respuestas que nos lleguen sean el inicio de su concreción:
Hasta aquí dejamos estas preguntas con las ganas de que el listado se siga completando a
modo de rellenar las ganas y nuestras voluntades para cambiar al mundo, fundamentalmente desde
el cuestionamiento y socavamiento del modelo que nos construyó.
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