El agua en la

La calidad del
agua utilizada en
las explotaciones
ganaderas es,
cada vez más,
alimentación bovina
motivo de atención Antonio Jiménez, Veterinario
por tres razones
fundamentales. El Los factores que determinan la necesidad e ingestión diaria de agua inclu-
yen el estado fisiológico (las hembras preñadas consumen más agua que las
agua debe ser de vacías y las lactantes más que las secas), la aptitud (mientras una vaca lechera
calidad en todos puede beber hasta 160 litros de agua por día, un bovino de carne ingiere unos
55 litros al día), la producción de leche, la ingesta de materia seca, el peso vivo
los puntos de la del animal, el grado de actividad, la composición de la dieta (en general, todos
cadena alimentaria, los forrajes secos y concentrados demandan un mayor consumo de agua por
parte del animal que los forrajes verdes), la temperatura ambiental (a medida
incluyendo el agua que se incrementa la temperatura ambiente aumentan los requerimientos
destinada a la bebida de agua en los animales entre un 30 y un 60%) y otros factores ambientales
(humedad y velocidad del viento). Otros elementos que afectan de una manera
de los animales particular al agua consumida incluyen la salinidad de la misma y su contenido
de producción y de sulfatos y cloruros, el contenido de sodio de la dieta, la temperatura del
agua, la accesibilidad al agua, factores sociales y otros parámetros de calidad
la empleada para como el pH y tóxicos disueltos.
higienizar los equipos
e instalaciones. A CRITERIOS DE CALIDAD
esto hay que sumar
A la hora de analizar y determinar la calidad del agua en una explotación
la incidencia que animal podemos utilizar tres criterios: los parámetros microbiológicos y los
tiene sobre la salud parámetros químicos, que inciden directamente sobre la salud, y los parámetros
indicadores.
y el bienestar de
los animales, y por
lo tanto sobre la
productividad. Y, por
último, no podemos
olvidar la importancia
de proteger los
recursos hídricos de
la contaminación que
puedan generar las
actividades ganaderas.
 nº 7
Nutrición

El agua puede contener bacterias

(Salmonella spp, Vibrio cholerae, Leptospira
spp, Clostridium y Escherichia coli), virus, pro-
tozoos y huevos de parásitos. Como recomen-
dación general, 100 ml de agua deben contener
<10.000 bacterias totales, <1 coliformes tota-
les y 3-30 streptococos fecales. Un recuento de
bacterias coliformes por encima de 1/100 ml
puede causar diarrea en terneros, mientras que
recuentos superiores a 15-20/100 ml pueden
ocasionar diarrea y disminución de la ingesta
en animales adultos. Resultados positivos para
coliformes fecales indican, siempre, un proble-
ma de contaminación que deberemos investi-
gar y corregir.

Los parámetros químicos fundamental-

mente valoran el conjunto de minerales disuel-
tos en el agua, éstos forman el denominado “total de sólidos disueltos” (TDS). Un
agua de excelente calidad es aquella que tiene un TDS inferior a 1000 ppm.

Los parámetros indicadores (entre los que encontramos el olor, el color, el

sabor y la turbidez del agua) delatan, rápidamente, la existencia de fluctuacio-
nes en la calidad del agua; estas variaciones pueden indicar que llega contami-
nada, que el tratamiento que recibe es insuficiente, o que algunas sustancias se
incorporan al agua a su paso por las conducciones.

Total de sólidos disueltos: Resulta difícil fijar los límites en cuanto

al contenido en sales para los bóvidos, porque dependerá del tipo de pro-
 Nutrición
ducción. El total de sólidos disueltos es la suma de las
concentraciones de todo lo disuelto en el agua.
En general, la salinidad del agua es uno de los fac-
tores que determinan si una fuente de agua es apropiada
para el ganado. La mayoría de las sales disueltas en el
agua son compuestos inorgánicos, como sulfatos, cloru-
ros, carbonatos y bicarbonatos de Ca, Mg y Na. Dentro
de las sales contenidas en el agua, los sulfatos son más
perjudiciales que los cloruros y las sales inorgánicas más
perjudiciales que las orgánicas. La alta salinidad limita el
consumo de agua y, como consecuencia, el de materia
seca de alimentos de alta calidad, aumenta la velocidad
de tránsito gastrointestinal haciendo menos eficiente la
utilización de los nutrientes, y aporta exceso de sales,
como los sulfatos, que pueden alterar la absorción de
minerales (Cu, Zn), retardar el crecimiento y la disponibi-
lidad de energía de la dieta.
Comúnmente, un TDS inferior a 1000 ppm refleja
un agua de buena calidad. Valores intermedios, cer-
canos a 4000 ppm, pueden originar problemas, como
diarreas y disminución de la producción, en animales
poco acostumbrados. Valores entre 5000 y 7000 deben
evitarse en animales gestantes y en lactación. Por
encima de 7000 ppm se hace desaconsejable su uso.
En general, los animales adultos son más resistentes al
exceso de sal que los jóvenes, y las razas de carne más
que las de leche.
Conductividad: Medir la conductividad del agua
puede servir como indicador del total de sólidos
disueltos que ésta contiene. Es un procedimiento
rápido y económico, que dependerá de la temperatura
del agua. Multiplicando la conductividad por un factor
corrector podremos calcular los TDS.
Dureza: Básicamente, la dureza permite evaluar la
capacidad de un agua para reaccionar ante un jabón.
Este parámetro hace referencia, principalmente, a las
concentraciones de sales de calcio y magnesio (agua
con más de 120 mg/l de CaCO3 es considerada dura y
si supera los 500 mg/l puede tener un efecto laxante).
Otros elementos como hierro, zinc, aluminio y manga-
neso pueden contribuir a la dureza del agua y originar
problemas de palatabilidad e, incluso, de toxicidad
cuando aparecen en grandes cantidades. La dureza del
agua de bebida varía entre 10 mg/l y 500 mg/l.
Su control es importante porque la precipitación
de estas sales puede producir obstrucciones del sis-
tema de distribución de agua y porque altos niveles
de calcio, magnesio o hierro pueden inactivar ciertos
medicamentos.
pH: Es el grado de acidez o alcalinidad del agua y
depende de la estructura geológica de los suelos que
atraviesa, normalmente el pH de las aguas naturales se
sitúa entre 6 y 9. El pH es un parámetro instantáneo, que
se puede medir sobre el terreno por comparación de tiras
colorimétricas con una escala de referencia.
El pH del agua de bebida debe oscilar entre 6,5 y 8,5.
Un pH inferior a 5.5 puede producir acidosis y reducción
de la ingesta de alimentos. Valores elevados debilitan el
C A L I D A D D E
Cuando la composición y características del agua se consi-
deran bajo el punto de vista de una utilización o aplicación
determinada nace el concepto de “calidad”. Mientras la
composición en un instante y lugar determinados es única,
la calidad puede ser múltiple y no queda perfectamente
definida hasta que el uso concreto a que se destine el agua
no quede especificado.
CALIDAD DE LAS AGUAS SUPERFICIALES
El Sistema Automático de Información de Calidad de las
Aguas (SAICA) es un sistema integrado de tratamiento de
la información sobre la calidad de las aguas continentales
sustentado en una base de datos con un soporte geográ-
fico que se alimenta no sólo de los datos analíticos que
suministran las redes de alerta y de calidad, sino también
de toda la información relevante referente a normativa,
organismos implicados, información cartográfica de cau-
ces, vertidos, captaciones, estaciones de control, etc.
En nuestro país, existen dos tipos diferenciados de Redes
de control de la calidad de las aguas, las que obtienen los
datos analíticos mediante muestreos periódicos en las
estaciones de muestreo manual (Red ICA) y las que obtie-
nen los datos en continuo a través de estaciones automá-
ticas (Red de Alerta), mediante analizadores y tomadores
de muestras automáticos, que permiten disponer de los
resultados analíticos en tiempo real.
Además en el año 1992 se creó la Red de Control de
Sustancias Peligrosas (RCSP), que monitoriza la contamina-
ción causada por sustancias tóxicas, persistentes y bioacu-
mulables, aguas abajo de sus puntos de emisión.
La Red Integrada de Calidad de las Aguas (Red ICA) se
diseñó en el año 1993. Esta Red aúna todas las redes
de control de calidad de las aguas existentes- la Red de
Control Oficial de la Calidad del Agua (COCA), la Red de
Control de agua destinada a Abastecimientos (COAS) y la
Red de Control de calidad del agua para la vida Piscícola
(COPI)-y está compuesta por más de 1.000 puntos repar-
tidos entre las nueve Confederaciones Hidrográficas.
La Red COCA, creada en el año 1962, es explotada por
cada una de las Comisarías de Aguas de las diferentes
Confederaciones Hidrográficas y en la actualidad consta
de más de 400 estaciones de muestreo. Estas estaciones
se ubican en tramos de ríos de fácil accesibilidad y suelen
seleccionarse zonas aguas abajo de los núcleos de población
importantes, por ser representativas de concentraciones
significativas de contaminantes.
En la actualidad las estaciones de la Red COCA controlan
un total de 40 parámetros, y a partir de los datos recogidos
en esta red, se elabora el Índice de Calidad General (ICG)
que clasifica el agua como Excelente (ICG 85-100), Buena
(ICG 75-85), Regular (ICG 65-75), Deficiente (ICG 50-65) y
Mala (ICG < 50).
La Red COAS controla las aguas de ríos, lagos, embalses,
etc., donde existen captaciones de aguas destinadas
 nº 7
Nutrición

L A S A G U A S
al abastecimiento. Esta red vigila los puntos de toma de
abastecimientos superficiales que sirven a poblaciones
superiores a 1000 habitantes.
La Red COPI (Ictiofauna) controla los tramos designados como
piscícolas (ciprinícolas o salmonícolas) en función de las espe-
cies de peces que viven o podrían vivir en dichas aguas.
La Red de Alerta consta de 200 estaciones automáticas de
alerta distribuidas en las nueve cuencas hidrográficas, en
aquellos puntos en los que la existencia de usos especial-
mente críticos determine la necesidad de adoptar acciones
inmediatas de prevención y en aquellos otros en los que
convenga detectar episodios de contaminación.
E N E S P A Ñ A
control piezométrico, hidrométrico y de calidad general de
las aguas subterráneas. Debido a la dispersión que existe
en el control de estas aguas, se está llevando a cabo la
redefinición de la Red Oficial de Aguas Subterráneas inte-
grando las redes de control preexistentes, gestionadas por
diversos organismos, y determinando nuevos puntos de
control. Esta nueva red de aguas subterráneas será gestio-
nada por cada una de las Confederaciones Hidrográficas.
Los problemas de calidad más habituales en las aguas sub-
terráneas son la presencia de elevadas concentraciones de
compuestos nitrogenados en áreas de desarrollo agrícolas
y de cloruros y sodio, asociados a la intrusión marina en
los acuíferos costeros.

Esta red analiza parámetros de nivel y/o caudal, turbidez,
pH, conductividad, oxígeno disuelto, temperatura, carbono
orgánico disuelto o carbono orgánico total, amonio, fosfa-
tos, nitratos y algunos metales pesados.
CALIDAD DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS
La incorporación de las aguas subterráneas al Dominio
Público Hidráulico, contemplada en la Ley de Aguas
(29/1985) ha impulsado a los Organismos de Cuenca a
incluirlas en sus planes y objetivos generales.
Siguiendo las directrices europeas y para el desarrollo de lo
dispuesto en la Ley de Aguas existen redes nacionales de
La contaminación por nitratos, supone en nuestro país
una gran preocupación debido a los problemas de eutrofi-
zación que conlleva en las aguas superficiales y de conta-
minación en las aguas subterráneas. Esta contaminación
es debida principalmente a la agricultura (aplicación de
fertilizantes y plaguicidas), a la ganadería y también a los
vertidos líquidos urbanos, aunque estos últimos en menor
medida.
Se consideran aguas afectadas las aguas dulces superfi-
ciales, en particular las que se utilicen o vayan a utilizarse
para la extracción de agua potable y todas las aguas sub-
terráneas que presenten o pueden llegar a presentar una
concentración de nitratos superior a 50 mg/l.

Confederación
Nº de estaciones con valor máximo en el año 2003 de nitratos (NO3) en mg/l
Hidrográfica

0-25 25-50 >50

Norte 20 308 0 1 0 0
Duero 93 97 13 0 5 0
Tajo 158 4 0
Guadiana 29 119 51 3 41 0
Guadalquivir 79 93 19 4 21 1
Sur 92 26 6 1 18 0
Segura 73 62 15 3 13 0
Jucar 11 89 11 12 18 3
Ebro 280 193 82 4 90 1
Total 677 1145 197 32 206 5

*Se ha dividido en tres intervalos, tomando como límites 50 mg/l (valor a partir del cual se consideran aguas
afectadas) y 25 mg/l (valor que determina la obligación de muestrear cada cuatro años o cada ocho años).
*datos sobre aguas subterráneas.

INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA http://aguas.igme.es/

MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE http://www.mma.es/

TOMA DE
MUESTRAS
Considerando la importancia
del agua en las explotacio-
nes ganaderas, debe reali-
zarse un análisis de su agua
de abastecimiento al menos
una vez al año.
Para la recogida de muestras
debemos disponer de frascos
de vidrio o botellas de plás-
tico, que deben ser estériles
para el análisis microbioló-
gico. Es importante lavarse
bien las manos y los ante-
brazos antes de la toma de
la muestra.
Si el agua que llega a la
explotación proviene de un
río, embalse o cisterna se
tirará la botella a una cierta
distancia del fondo (50cm)
y de la superficie, suficien-
temente lejos de las orillas
o los bordes y de cualquier
obstáculo natural o artificial,
evitando remover sedimen-
tos. Si se trata de un lago se
pueden escoger varios pun-
tos para la toma de mues-
tras y en cada uno de ellos
recoger varias muestras a
diferentes profundidades.
Si se trata de un grifo, debe-
mos obtener la muestra
dentro de la explotación en
el punto más alejado de la
entrada de agua. Después
de flamear el grifo, debemos
dejar correr los 15 ó 20 pri-
meros litros de agua (hasta
conseguir que su tempera-
tura sea constante), llenar
el frasco sin tocar el grifo y
taparlo inmediatamente.
Debemos remitir la muestra
al laboratorio en el plazo
de seis horas y refrigera-
da, especialmente cuando se
vaya a realizar un estudio
bacteriológico.
Nutrición
efecto de la cloración del agua, mientras que niveles de pH bajos pueden ser la
causa de la precipitación de ciertos medicamentos administrados en el agua.
Por otra parte, niveles de pH menores de 6,5 o superiores a 8,5 pueden causar
corrosión del sistema de distribución del agua, favoreciendo la contaminación
del agua de bebida con metales tales como el hierro, el cobre, el plomo o el
cadmio.
Sodio: El sodio se presenta en el agua principalmente en forma de cloruro
sódico y sulfato de sodio. Mientras el primero no presenta efectos negativos
sobre la salud, a no ser que se encuentre en muy altas concentraciones, el
segundo tiene efecto laxante.
Un agua con más de 800 mg de Na/l puede causar diarrea y caída en la
producción de las vacas lecheras. Altos niveles de sodio en el agua de bebida
pueden obligar a ajustar la ración, siempre con cuidado de no provocar una
deficiencia de Cloro.
Cloruros: La forma más abundante es el NaCl, que aporta al agua un sabor
salado. También se puede encontrar como cloruro de potasio, de calcio y de
magnesio. Un exceso de estas dos últimas sales le dan al agua sabor amargo y
pueden provocar diarrea. Es poco frecuente encontrar concentraciones de Cloro
por encima de 3000 ó 4000 mg/l.
Sulfatos: Es la sal que posee el efecto más adverso sobre la salud debido
a las combinaciones posibles con el Mg y el Na. El límite máximo de tolerancia
para el ganado se considera de 1000 mg/l. Valores de 1500 a 2500 mg/l pro-
ducen diarrea de forma puntual. Si la concentración supera estos valores es
probable que los animales rechacen el agua y, si se ven obligados a consumir-
la, posiblemente se vea afectada su condición corporal -como consecuencia
de una reducción en el consumo de alimentos y en la tasa de ganancia de
peso-, aunque pueden acabar acostumbrándose. Además de estos problemas
de salinidad, cuando los sulfatos del agua están en exceso, reducen la dispo-
nibilidad del cobre a nivel ruminal, originando una hipocuprosis secundaria
o condicionada.
Hierro: El límite debería estar en 300 μg/l, pero concentraciones muy
inferiores incrementan la coloración de la carne en los terneros de cebo. Otros
problemas ocasionados por la presencia de hierro en exceso son alteraciones
en el sabor de la leche, reducción en la ingesta de agua y disminución de la
producción en vacas lecheras, desactivación de ciertos medicamentos (oxite-
traciclina). Además, puede propiciar el crecimiento de ciertas bacterias en las
conducciones de agua lo que provoca la aparición de olores fétidos y el tapo-
namiento de estos sistemas.
Nitratos y Nitritos: Estos compuestos nitrogenados indican la presencia
de contaminación bacteriana o de fertilizantes nitrogenados en el agua. Los
nitratos (NO3-) en el agua subterránea se hallan frecuentemente asociados a
procesos de intensificación de los sistemas agropecuarios.
Los niveles máximos aceptados son para nitratos + nitritos 100 mg/l y
para nitritos solos 10 mg/l, puesto que éstos son diez veces más tóxicos. Las
vacas pueden usar los nitratos como fuente de nitrógeno en el rumen para la
síntesis de proteína microbiana, y pueden transformarlos en nitritos que reac-
cionan con la hemoglobina formando metahemoglobina, perdiendo la sangre
su capacidad para transportar oxígeno. Si el aporte de estas sustancias en el
agua es elevado, deberemos tener en cuenta que forrajes con altos niveles de
nitratos pueden contribuir a la toxicidad.
TRATAMIENTO DEL AGUA
Una vez que hemos determinado que el agua de nuestra explotación
contiene ciertas sustancias en exceso y/u otras que consideramos indesea-
bles para la salud de nuestros animales, debemos intentar solucionar este
problema.
 nº 7
Nutrición

El origen de una calidad inadecuada del agua puede estar relacionado con
la ubicación de la granja o con un sistema de distribución de agua mal diseñado
y/o mantenido.

Si las características del agua de abastecimiento nos acarrean problemas

podemos intentar subsanarlos incorporando cambios en la ración de los ani-
males, con el objeto de contrarrestar una elevada concentración de ciertos
minerales en el agua, o bien realizar diferentes tratamientos destinados, gene-
ralmente, a eliminar los microorganismos presentes. Otra posibilidad consiste
en encontrar una fuente alternativa de agua.

Los problemas relativos al sistema de distribución engloban la obstrucción

Si las características
de tuberías y bebederos en zonas de aguas muy duras, la proliferación de algas del agua de
y microorganismos en depósitos de agua, y la creación de biofilm. Las conduc-
ciones de agua esconden en su superficie una población bacteriana que puede abastecimiento
llegar a ser importante. Este biofilm, menos sensible a los biocidas que los gér-
menes en suspensión, se multiplica fácilmente cuando existen desequilibrios nos acarrean
provocados por un tratamiento antibiótico o al añadir un producto nutritivo.
Para controlarlo se deben eliminar las incrustaciones de las conducciones y
problemas
desinfectarlas con regularidad. podemos intentar
El tratamiento del agua se basa, fundamentalmente, en dos procesos: subsanarlos
eliminación física de partículas sólidas, principalmente minerales y materia
orgánica, y desinfección química para inactivar los microorganismos existentes incorporando
en el agua. cambios en la
La gran mayoría de los microorganismos patógenos se pueden eliminar ración de los
mediante la aplicación de técnicas de limpieza del agua, como son la flocula-
ción-coagulación, sedimentación y filtración. Para garantizar la seguridad del animales
 Nutrición

agua potable los sistemas de desinfección se aplican, generalmente, en una

etapa final del tratamiento del agua.

Las partículas en suspensión o disueltas deben eliminarse del agua porque

pueden reaccionar produciendo subproductos indeseables, servir de substrato
para el desarrollo de microorganismos y, además, dificultar la eliminación de los
mismos. Por lo tanto, la concentración de partículas en el agua no debe superar
1mg/l para conseguir una desinfección eficiente.

De la misma manera, las sustancias químicas presentes en el agua pue-

den influir en el proceso de desinfección generando subproductos indeseados
y condicionando la concentración de agente desinfectante necesaria para su
efectividad (la dosis aumenta y es más difícil mantener la concentración resi-
dual del producto usado).

FILTROS DE CARBÓN ACTIVO

Al filtrar el agua a través de estos filtros de carbón se retienen cier-

tos contaminantes: cloruros (asociados con el color, olor y sabor del agua),
mercurio, algunos pesticidas, gas radón, y compuestos orgánicos volátiles.
Dependiendo del volumen de agua tratada los filtros han de reemplazarse
con periodicidad para que los contaminantes no los atasquen. Un manteni-
miento inadecuado de los mismos puede provocar un crecimiento bacteriano
y hacerlos inefectivos.

AIREACIÓN

Se hace pasar el agua en una dirección mientras el aire es forzado en senti-

do contrario a través del tubo, de este modo los contaminantes son transferidos
del agua al aire. Este método es efectivo para eliminar el sulfuro de hidróge-
no, algunos olores y sabores, gas radón y compuestos orgánicos volátiles. Los
inconvenientes son su alto precio y el ruido que produce.

RADIACIÓN ULTRAVIOLETA

Con este tratamiento se eliminan bacterias del agua. No tiene un efecto

residual sobre el agua y el medio ambiente, sin embargo es difícil evaluar su
efectividad y es posible que no funcione si el agua está demasiado turbia o el
tratamiento se realiza muy rápidamente.

OZONIZACIÓN

Su uso se ha ido generalizando con el paso del tiempo en la desinfección

de aguas. Sus principales ventajas son que no deja residuos químicos y no
confiere aromas u olores particulares al producto final, como ocurre con otros
desinfectantes como el hipoclorito. Su eficacia depende de la concentración,
del tiempo de contacto, de la presencia de materia orgánica (que actúa como
un factor limitante), y de la cepa microbiana y su resistencia a las condiciones
oxidantes (los microorganismos esporulados, los mohos y las levaduras son los
que manifiestan una mayor tolerancia). Este tratamiento se utiliza para eliminar
microorganismos, pero también desaparecen colores, olores y sabores extraños,
En general, la sulfuro de hidrógeno, hierro y manganeso si el agua se hace pasar a través de
un filtro de carbón activo. El coste de los equipos es el mayor inconveniente.
salinidad del
DESTILACIÓN
agua es uno de
Puede usarse para purificar agua de bebida con un alto contenido en
los factores que sólidos disueltos. Es una manera muy efectiva de obtener agua con muy bajas
determinan si una concentraciones de compuestos inorgánicos, nitratos, pesticidas, etc. El proceso
es lento, caro y consume grandes cantidades de agua.
fuente de agua es
INTERCAMBIO IÓNICO
apropiada para el
Son sistemas que se usan para reemplazar uno o más iones químicos por
ganado otros. Es el método más usado para tratar la dureza del agua. Los iones de calcio
 Nut rición Nutrición

La Ozonización y magnesio se intercambian con iones de sodio que aumenta su concentración

en el agua. Así pues, deberemos tener esto en cuenta si la dieta que reciben
no deja residuos nuestros animales es muy rica en sodio.
químicos y no Algunos de estos procedimientos pueden ser utilizados con éxito
confiere aromas u para eliminar ciertos olores, sabores y colores, bario, radio, hierro soluble
y manganeso. Los sistemas de intercambio aniónico son efectivos para
olores particulares los nitratos, pero no ocurre los mismo con los sistemas de intercambio
catiónico.
al producto
FILTROS MECÁNICOS
final, como
ocurre con otros Podemos emplearlos para eliminar hierro soluble y manganeso, arena,
cieno y arcilla (turbidez). Todos estos sólidos pueden acarrear problemas en los
desinfectantes circuitos de agua.

como el hipoclorito ÓSMOSIS INVERSA

Mediante el uso de un sistema de membranas filtramos las impurezas del

agua. La ósmosis inversa tiene un alto coste inicial, a lo que hay que añadir el
coste que supone el recambio de las membranas; además es un proceso rela-
tivamente lento. Los sólidos que pueden eliminar incluyen muchas sustancias
inorgánicas, nitratos, algunos pesticidas, radio, sales y compuestos orgánicos
volátiles, además de olores y sabores.
FILTROS QUÍMICOS

Funcionan por la combinación de un filtrado y

reacciones químicas. Se elimina sulfuro de hidróge-
no, hierro soluble e insoluble, y manganeso.

CLORACIÓN

El cloro es uno de los elementos más comunes

para la desinfección del agua, se puede aplicar para
inactivar la gran mayoría de los microorganismos,
es barato y fácil de manejar. Este método puede,
asimismo, servir para eliminar colores, olores y
sabores indeseables del agua, oxidar el hierro y el
manganeso, y destruir algas.

Los factores que determinan la eficacia de

la desinfección con cloro son su concentración,
el tiempo de contacto, la temperatura, el pH (5.5
a 7.5), la cantidad y tipos de microorganismos
y la concentración de materia orgánica en el
agua.

Presenta una serie de inconvenientes tales

como el aumento del pH del agua (favorece las
precipitaciones de ciertos minerales), una alta vola-
tilidad (riesgo de intoxicación en depósitos abiertos
y con temperaturas altas) y posibles alteraciones en
el sabor y olor.

PERÓXIDO DE HIDRÓGENO–NITRATO
DE PLATA

El mecanismo de acción del peróxido de hidró-

geno es la destrucción de microorganismos alteran-
do sus sistemas enzimáticos mediante la produc-
ción del radical libre hidroxilo. La principal función
del nitrato de plata es la activación del peróxido al
contacto con el agua. Es un producto eficaz frente
a un amplio espectro de microorganismos, activo
en presencia de materia orgánica, no altera las
características organolépticas del agua y es efectivo
frente al biofilm que se desarrolla en los sistemas
de conducción.

TRATAMIENTOS A TRAVÉS
DEL AGUA DE BEBIDA

En ganadería intensiva el éxito de las medidas

terapéuticas está ligado a la rapidez, a la intensidad
y a la continuidad de su aplicación. Los resultados
son mucho mejores si se trata a los animales al
inicio de la infección, antes del empeoramiento de
los síntomas y la aparición de lesiones irreversibles.
De este modo se combatirá la multiplicación y la
excreción de los agentes infecciosos, y el contagio
de los animales aún sanos.

En comparación con los alimentos medicados,

el tratamiento en el agua de bebida es más eficaz.
Aunque normalmente el animal enfermo disminuye
su ingesta, no ocurre lo mismo con el consumo de
agua.
 Nutrición

Es imprescindible
controlar los La flexibilidad del tratamiento permite modular la posología, pudién-
dose así iniciar una cura con una dosis de ataque (posología fuerte) y los
consumos de agua días siguientes continuar con una posología de mantenimiento o bien
para asegurar concentrar el tratamiento en una parte del día. De la misma forma, si es
necesario, el medicamento puede ser inmediatamente reemplazado por
que se cumplan otro. Este sistema permite, también, tratar únicamente a los animales
enfermos y garantizar, así, el cumplimiento de los periodos de supresión
las posologías en aquellos animales que estén próximos al sacrificio y que, por ello, no
deban ser tratados.
y debe evitarse
que los animales Entre los inconvenientes cabe citar que la medicación a través del agua de
bebida puede precisar de instalaciones específicas. Es imprescindible controlar
derrochen agua los consumos de agua para asegurar que se cumplan las posologías y debe
evitarse que los animales derrochen agua.

Algunos productos presentan límites de solubilidad que pueden influir

negativamente en su utilización, siendo a veces necesario recurrir a productos
solubilizantes. Los pH por debajo de 6 ó por encima de 8,5 pueden dar proble-
mas, y en general, los productos serán menos solubles a medida que aumenta
la dureza del agua.
Consejos para mejorar la solubilidad:

• Añadir progresivamente el medicamento en

polvo, a diluir, al agua y no a la inversa.

• Utilizar un agua tibia, la temperatura ideal está

alrededor de los 25°C.

• La agitación acelera la disolución y aumenta la

superficie de contacto entre el polvo y el agua.

• La utilización de solubilizantes mejora osten-

siblemente los umbrales de solubilidad; es
importante asegurarse de que no mermen la
estabilidad de los principios activos de la solu-
ción. Éstos deben incorporarse al agua antes
que el fármaco.

• Evitar pasar un solubilizante básico inmediata-

mente después de una solución ácida y vice-
versa, para eludir el riesgo de que precipiten.

• Preparar la solución para una duración máxi-

ma de 24 horas.

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