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TENDINITIS POPLÍTEA

(V. también Tendinitis y tenosinovitis)

El músculo poplíteo se origina en la cara lateral del cóndilo femoral lateral y se inserta en el
área triangular de la cara dorsal de la tibia. Limita el desplazamiento anterior del fémur junto
con el ligamento cruzado anterior. La carrera en descenso de pendientes y la pronación
excesiva tienden a aumentar el desplazamiento femoral anterior y la tensión sobre el tendón
poplíteo.

Síntomas, signos y diagnóstico

La sensibilidad del tendón poplíteo se acentúa por el descenso de pendientes. El diagnóstico


requiere que el Paciente se siente con la cara lateral del talón de la extremidad afectada
descansando sobre la rodilla de la otra pierna: se palpa una zona sensible inmediatamente
anterior al ligamento colateral peroneo.

Tratamiento

El Paciente debe usar una cuña varizante en el calzado (cuña de forma triangular que se
coloca en la mitad medial del espacio entre el talón y el cuerpo del calzado) o una ortosis para
limitar la pronación. Se debe evitar el ejercicio en carrera hasta que se pueda realizar sin dolor,
evitando el descenso de pendientes durante algunas semanas más.

ESGUINCE LUMBAR

(Dorsalgia del levantador de pesas)

Cualquier fuerza de intensidad suficiente puede producir un desgarro en los músculos y


tendones de la zona lumbar. Esto se produce con frecuencia en los deportes que requieren
empujar o traccionar contra resistencia elevada (p. ej., levantamiento de pesas, fútbol
americano) o un giro brusco de la espalda (p. ej., baloncesto, béisbol, golf).

ESGUINCES DE TOBILLO

El tobillo está estabilizado lateralmente por el ligamento peroneoastragalino anterior (LPAA), el


ligamento peroneocalcáneo (LPC) y el ligamento peroneoastragalino posterior (LPAP). En el
esguince de tobillo el primero en romperse por lo general es el LPAA y después el LPC. Si el
LPAA está roto, se debe explorar la posible rotura concomitante del LPC: en el 64% de los
casos se lesiona sólo el LPAA, mientras que en el 17% también lo hace el LPC. El LPAP se
rompe en raras ocasiones.

Las personas con laxitud ligamentosa que tienen una inversión subastragalina exagerada
suelen ser propensas a las lesiones por inversión. La debilidad de los tendones peroneos es un
factor predisponente, presente en ocasiones, que puede deberse a patología del disco
intervertebral lumbar. El antepié valgo, en el que el antepié tiende a la eversión durante el ciclo
de la marcha provocando que la articulación subastragalina lo compense mediante inversión,
puede predisponer al esguince de tobillo. Algunas personas presentan una tendencia heredada
a desarrollar articulaciones subastragalinas con inversión (varo subastragalino).

Síntomas, signos y diagnóstico

Se examinan la estructura y función del pie para detectar factores predisponentes. La simple
palpación de la cara lateral del tobillo determina la localización de la lesión ligamentosa. El
esguince de tobillo se puede clasificar clínicamente dependiendo de los síntomas de afectación
del tejido blando (v. tabla 9). El signo del cajón es útil para detectar la rotura del LPAA. Cuando
el LPAA está roto es posible el desplazamiento anterior del astrágalo. El paciente se sienta en
el lateral de una mesa con las piernas colgando. Con la mano izquierda del explorador
colocada frente a la pierna del paciente, la mano derecha del explorador sujeta el talón del
paciente y trata de desplazar el astrágalo en dirección anterior.
Las radiografías de esfuerzo del tobillo pueden contribuir a determinar la extensión de la lesión
ligamentosa. Se deben hacer radiografías anteroposteriores (con 15º de rotación medial) de la
mortaja. Si la diferencia en la inclinación del astrágalo supera los 5º, se puede considerar que
existe un deterioro funcional. Si la diferencia es mayor de 10º, los síntomas aumentan mucho
y se produce un tobillo inestable con frecuencia.

La RM puede mostrar la integridad de los ligamentos colaterales del tobillo, especialmente en


pacientes alérgicos al contraste empleado en la artrografía.

La artrografía del tobillo ayuda a determinar la localización y extensión exactas de la lesión


ligamentosa y está indicada sólo cuando se valora la corrección quirúrgica de un ligamento
roto. Sin embargo, la técnica se debe practicar en los primeros días tras el traumatismo, porque
el retraso produce resultados poco fiables.

Calambres

a) Definición y sintomatología :

Es una contracción muscular involuntaria, intensa y, dolorosa que afecta a varios grupos de
fibras musculares. Su duración no suele ser muy prolongada, siendo muy frecuente la afección
en la zona de la pantorrilla, conocida popularmente como “Subirse la bola”.

b) Causas:

Este tipo de molestia, suele aparecer al comienzo de la actividad por causas de un


calentamiento inadecuado o deficiente, o al final por efecto de la fatiga y la deshidratación. Esta
dolencia siempre esta asociada a un sobreesfuerzo, acompañado de un desequilibrio
electrolítico en el músculo.

c) ¿Como evitar su aparición?

Una hidratación adecuada y, la ingesta de bebidas isotónicas, reducen la aparición de los


calambres. Si se es propenso a padecer esta molestia, tomar baños calientes de manera
asidua añadiendo sal gorda o, sales de baño calmantes (Castaño de Indias, Hammamelis o
Lavanda) junto con ligeros masajes antes y después de la actividad, son también una buena
medida, así como, al igual que se ha comentado en el apartado anterior, la realización de un
calentamiento adecuado.

Una dieta con un buen aporte vitamínico y mineral (plátanos, naranjas),agua abundante y sales
(verdura),.reduce igualmente la posibilidad de aparición de calambres

d) Tratamiento

Es primordial cesar en la actividad de inmediato y, realizar estiramientos pasivos en la zona


lesionada. Posteriormente, se debe mantener el músculo en posición de elongación (en el caso
antes citado del gemelo, por ejemplo, se debe flexionar la punta del pie hacia arriba) hasta que
la vuelta a la situación normal del mismo no desencadene nuevos calambres.

En la mayor parte de los casos, el reposo posterior de la zona consigue recuperarla totalmente
no obstante, es conveniente la aplicación de un ligero masaje, aplicando alguna pomada
antiinflamatoria.

Contracturas

a) Definición y sintomatología :

Es la contracción mantenida de un grupo de fibras musculares. Aparece de forma súbita y


afecta al paciente durante varios días, durante los cuales siente una especie de “bola o nudo”
en la zona y, al tacto tiene la sensación de que se le “monta o salta” en el músculo afectado
b) Causas:

Aparece por fatiga mecánica o, reiteración de gestos o posturas, lo cuál provoca la limitación
funcional del músculo

c) ¿Como evitar su aparición?

Las mismas sugerencias realizadas en los apartados anteriores, suelen ser útiles para evitar
esta patología.

d) Tratamiento

Principalmente reposo. La aplicación de calor seco, en las condiciones explicadas en artículos


anteriores y, el uso de pomadas que contengan metil-salicilato ( reflex gel o radio salil), suelen
ser muy efectivas.

Calambres: Fundamentalmente se deben a trastornos circulatorios o hidrosalinos por


depresión de sodio, potasio y magnesio. Es muy difícil que se manifiesten al comienzo de la
actividad. Generalmente surgen al final, debido a la pérdida de minerales durante el esfuerzo, o
en competencias, por causas de factores emocionales combinados con los motivos anteriores.
Aparecen en gemelos o antebrazos.

El mejor tratamiento para prevenir los calambres es una dieta balanceada en la que no falten
azúcares ni sales. También es preciso beber agua en cantidad durante la competencia (no
mucha cantidad de golpe cuando se la necesita, sino a sorbos a cada rato aunque no se tenga
sed).

Si los calambres aparecen en el momento de la actividad, la mejor forma de aflojarse es


llevando el músculo al máximo acortamiento y luego al máximo alargamiento, basándonos en la
regla fisiológica de que el músculo a máxima contracción logra máxima relajación.

Después de la competición, conviene efectuar baños de inmersión, y en caso de que sean


calambres en las piernas, lo más conveniente es acostarse teniendo aquellas en alto. También
es oportuno reforzar la dieta con algunos comprimidos, a base de magnesio, etc.

Contracturas: Son manifestaciones que se observan en los músculos que han actuado con
cierta sobrecarga y durante un tiempo prolongado. Sus fibras están sanas, pero palpando se
encuentra una mayor dureza (nódulos). Otra causa de la contractura es el stress; el
nerviosismo repercute sobre los exteroceptores del cuello, provocando la pesadez de hombros,
el cansancio general.

En nuestros representantes juveniles encontramos nódulos cervicodorsales debido al intenso


ritmo de competencia sin descanso. Estas contracturas se deben al exceso de trabajo
(contracturas reflejas de protección), o a la tensión tolerada durante la actividad.

Las contracturas se producen por la acumulación de ácido láctico debido a la falta de


metabolización adecuada. A medida que la competencia se desarrolla, el dolor cede por la
entrada en calor del músculo, pero reaparece al terminar el juego. Esto se previene con una
buena entrada en calor y en el momento justo.

En lo que hace al tratamiento, se deben efectuar baños de inmersión, actividades suaves,


masajes relajantes, termoterapia para eliminar el ácido láctico.

Desgarros: Consisten en la ruptura parcial o total de la masa de un músculo. Considerando


la construcción anatómica de un músculo sabemos que están formados por fibrillas. Estas se
agrupan en fascículos y éstos, a su vez, forman el vientre o el cuerpo muscular. De acuerdo a
esta clasificación vemos que podemos tener 3 tipos de lesiones:
a) Fibrilares

b) Fasciculares

c) Totales

Las causas del desgarro pueden ser una inadecuada entrada en calor, final del esfuerzo en
músculos contracturados, (éstos pierden la propiedad de elongarse en forma normal),
desbalance muscular entre agonistas y antagonistas.

a) Durante la prueba, el deportista acusa un dolor agudo, aunque éste le permite continuar la
actividad. Cuando se lo examina palpando la región denota dolor, ligera equimosis y al
elongar duele; tarda en reponerse de 7 a 15 días.

El tratamiento inmediato es la aplicación de hielo, ya que éste es analgésico por su


propiedad de vasoconstricción. A partir de las 72hs. se debe aplicar láser, magnetoterapia,
bloqueo, etc. Pese al reposo deportivo se puede seguir en actividad moderada. No hay que
utilizar el vendaje, pues comprime y acostumbra al músculo a una suplencia externa.
Transcurrida una semana, realizar elongaciones suaves para estirar el tejido cicatrizal,
masoterapia general y continuar con fisioterapia.

b) Es el desgarro más común. Durante la actividad el deportista siente como un piedrazo. El


dolor es muy intenso, lo paraliza, hay equimosis y hematomas. Requiere como tratamiento
reposo deportivo absoluto por 3 semanas. Durante los primeros 15 días se sigue el mismo
plan de tratamiento fisioterápico que para el desgarro fibrilar, luego se empieza con
fortalecimiento general y elongaciones casi máximas.

c) Es cuando el cuerpo muscular se ha desgarrado en su totalidad. El tratamiento inmediato


es quirúrgico. Insistimos en los tratamientos para desgarros con ultrasonido y láser para
evitar la cicatriz que posteriormente impedirá el correcto funcionamiento muscular.

Contusión

Es una lesión producida por un traumatismo externo a diferencla del anterior.


Sobreviene a menudo en pleno esfuerzo por un rodillazo o patada y es muy frecuente en el
deportista (lesión tipo paralítica).
El dolor se localiza en la zona, produce impotencla funciónal.
El hematoma a veces es muy importante y se palpa a tensión por debajo la aponeurosis y por
declive en ocasiones se observa tumefacta la región pararrotuliana.
Por sus características se puede clasificar en:
a) Leves: cuando el FX del muslo es de 90 grados o más, dolor local y es posible deambular. b)
Moderadas: la FX del muslo es menor a los 90 grados, impotencla funciónal al agacharse, subir
y bajar escaleras, etc.
c) Graves: responsable de un enorme muslo con fluctuaciónes e impotencla funciónal marcada,
no permitiendo la FX de la rodilla mas de 45 grados.

Tratamiento

En todos los casos el tratamiento inicial será siempre el mismo. Reposo absoluto 48 a 72 horas
vendaje compresivo la zona y crioterapia. Para producir una mejor vasoconstricción, es
preferible mantener el miembro elevado sobre el plano de la cadera. En casos de no ser
lesiones graves se puede comenzar a deambular luego del período de reposo y de ser graves
la marcha la podemos acompañar con elementos de apoyo (bastones, muletas). Desde el
punto de vista Kinésico podemos realizar Fisioterapia: Ultrasonido evitando los masajes y las
movilizaciónes intempestivas. Las ondas cortas, los infrarrojos o el resto de la fisio la incluimos
de acuerdo al estado de cada paciente.
Luego de las primeras 24-48 horas se debe iniciar las contracciónes isométricas, se continua
una vez que la lesión se ha estabilizado con la recuperación de la ganancla de la amplitud
articular con un trabajo ligero, activo de flexión-extensión sin brusquedades. Es muy importante
guardar el mínimo reposo y comenzar cuanto antes con la actividad física para de esta manera
mejorar la circulación y favorecer el retorno venoso. Luego se prosigue caso se deberá ordenar
la detención, volviendo al día anterior y si es necesario reposar nuevamente.
El parámetro a tener en cuenta es la movilidad articular y el dolor. Desde que la movilidad
alcanza 100-120 grados la recuperación de la fuerza se hará comenzado con ejercicios
progresivos para tener una flexión total. La ausencla del dolor, la ganancla de amplitud, la
elasticidad muscular y la fuerza idéntica a la del miembro opuesto nos indica que hemos vuelto
a un estado muscular normal. En caso de continuar con el muslo inflamado, dolorido,
empastado y no aumenta la movilidad articular se puede estar en presencla de una miositis
osificante o al comienzo de ella. Las contusiones leves llevan de 5 a 7 días de evolución, las
moderadas de 10 a 21 días y las graves de 25 días en adelante llegando incluso a la
intervención quirúrgica.

Desgarros musculares

El desgarro muscular es una lesión producida por un traumatismo intrínseco que se manifiesta
por un estado patológico muscular responsable de rupturas de fibras y/o fascículos musculares.
También lo podemos definir como el máximo estiramiento de un músculo con rupturas de fibras
y/o fascículos.

Tipos de Desgarros

Fibrilar: esta lesión se caracteriza por producir la separación de algunas fibras o miofibrillas de
las que componen un fascículo muscular, si es muy pequeño el jugador siente un ligero dolor
punzante pero puede continuar el evento predisponiendo el agravamiento de la lesión.
En el examen refiere dolor localizado, que a la palpación se vuelve exquisito en un punto y no
es raro que produzca ciertos grados de impotencla funciónal.
Fascicular: aquí la lesión es mucho más grave pues la herida muscular es en todo un grupo de
fibras (las que componen el fascículo) o varios fascículos musculares. Este se representa con
un dolor vivo y muy intenso que provoca la impotencla inmediata, quedando el jugador en una
actitud característica de renuncla a la competencia.
La equimosis que puede aparecer en general después de las 2 o 3 horas de la lesión, no es
directamente proporciónal al grade de la lesión y se puede desplazar con el plano de clivaje.
Otro factor que se agrega es la contractura, la que a veces es muy importante y es en este
case donde cumple un rol importante el diagnóstico diferencial.
Actualmente la ecografía es uno de los exámenes complementarios importantes para realizar
diagnóstico diferencial, no olvidando que la clínica con el interrogatorio y demás métodos son
soberanos para La confirmación del mismo. Dependiendo la ecografía de factores como ser el
operador y el instrumento utilizado para ser confiable el estudio. Total o complete: el dolor es
muy intense, el hematoma de gran volumen, el diagnóstico es fácil por el gran hiato que se ve y
se puede palpar, al producir la contracción la separación de ambos extremos es notable con
formación de dos masas voluminosas a nivel de los mismos. La rehabilitación la ubicaremos
como un desgarro de tipo fascicular con la ventaja de no contar con un tejido cicatrizal, retráctil
y fibroso, pues el único tratamiento médico aconsejable es el quirúrgico.
Su gravedad va a depender de acuerdo a:
1. La extensión y tipo de La lesión.
2. Localización de la misma.
3. Ubicación.
Intermuscular: es una lesión profunda y el derrame se
limita al interior del músculo con una reabsorción
prolongada al igual que la reanudación de las
actividades. Es difícil de pronosticar y de diagnosticar
inicialmente. Intermuscular: se sitúa superficialmente en
el músculo y aunque los signos iniciales son los mismos,
existe una rápida regresión de los síntomas, la sangre se
ha extravasado siendo visible su hematoma

Causa de los desgarros

Las causas de estas lesiones musculares son inducidas


en condiciónes particulares:
Insuficiente calentamiento precompetencia; Trastornos metabólicos; Falta de entrenamiento;
Sobre entrenamiento.
Cada profesional tiene una orientación o ideas diferentes sobre el tema. Pero también son
debidas estas lesiones, para algunos a una disfunciónabilidad de agonistas y antagonistas, por
una mala Kinefilaxia, alteraciónes psicosomáticas y enfermedades interrecurrentes (gripe,
caries, pie de atleta o cualquier loco séptico). Este tipo de lesiones es más frecuente en
músculos biarticulares que en aquellos uniarticulares, por ser músculos de velocidad y
coordinación. La causa principal es la permanente tensión que mantienen, porque se produce
la acción antagonista en las dos articulaciónes, flexión en una y extensión en la una (ej. recto
anterior).
Si se contrae recto anterior
provocando la flexión de cadera y al
mismo tiempo se contraen los
tendones de los isquiotibiales
flexionando la rodilla generalmente la
lesión se produce en tercio superior o
medio de dicho músculo en este
ejemplo.

Tratamiento

Desgarro Fibrilar
Tiene un período de evolución que va
de 7 a 15 días aproximadamente.

Tratamiento inmediato

Repose y crioterapia durante las primeras 24-48 horas de acuerdo al dolor y al tipo de lesión.
La aplicación de crioterapia, se podrá efectuar sobre la lesión directamente y zonas
perimusculares con hielo directo, tipo masaje, packs, etc. Fisioterapia: Ultrasonido pulsante con
intensidades medias, con hielo y abundante elemento de acople. La frecuencia del tratamiento
puede ser de hasta 2 veces por día. La crioterapia la aplicamos en períodos curios buscando
La reducción del edema, desintegración del hematoma, sedan el dolor combinando como
manifestamos el ultrasonido con el hielo.

Tratamiento mediato

Luego del reposo y La crioterapia inicial vamos a ver que a disminuido o desaparecido el dolor,
comenzando mas intensamente con la fisioterapia. Onda curia, infrarrojo, microonda,
ultrasonido continuo y/o barras de inmersión.
Es importante en esta etapa la intensidad, frecuencia y duración del tratamiento.
Es de real importancia también lo realizado en las 48-72 horas iniciales, comenzando luego con
contracciónes isométricas.
Al cuarto o quinto de juego bajo el control del kinesiólogo. Al ser esta una lesión más leve que
otra no entorpece el trabajo muscular pudiendo realizarse gradual y dosificante,
acompañándolo por elongaciónes de la zona lesionada y el dolor es el parámetro a tener en
cuenta, incrementando paulatinamente la actividad muscular del deportista hasta lograr
integrarlo al resto del plantel en un plazo de 10 a 15 días.

Desgarro fascicular

El período de evolución varía de 3 a 5 semanas calculando como término medio 28 días que el
tiempo estimativo de formación del tejido cicatrizal, dependiendo de la intensidad y grado de
lesión.

Tratamiento inmediato

Como primera medida reposo absoluto por espacio de 24-72 horas, con el miembro lesionado,
elevado y enfriado para evitar al aumentar la extensión del hematoma y disminuir la anchura de
la brecha, asociado a relajantes musculares y antiinflamatorios indicados por el médico. Se
puede sugerir la utilización de vendajes compresivos para permitir la deambulación del
paciente, para la realización de sus actividades mínimas indispensables. El use de la
crioterapia debe ser en tiempos prolongados (40-60 minutos) y repetidas 3 o 4 veces por día,
de esta manes provocamos una vasoconstricción profunda y de efecto prolongado.
Realizamos crioterapia también en zonas de paquetes vásculo-nerviosos (ej. en pierna sobre
hueco poplíteo y en muslo sobre ingle) al fin de inhibir aún más la inflamación. Como
fisioterapia lo único aconsejado es Magneto y ultrasonido pulsante.

Tratamiento mediato

A partir del tercer o cuarto día intensificamos la terapia física, inicialmente sugerimos la
utilización de Magneto para favorecer la cicatrización con sesiones de no menos de 30-40
minutos alternando de ser posible el tipo continuo y pulsante para cubrir el potencial eléctrico
de la zona lesionada, agregamos Ultrasonido como complemento antiinflamatorio, relajante. A
medida que evolucióna el paciente y el tejido cicatrizal se va consolidando podemos incluir en
la terapia Onda Corta, infrarrojo o cualquier tipo de termoterapia para aumentar La
vasodilatación y el aprovechamiento del oxígeno en el tejido en formación. En una segunda
etapa incluimos la electroterapia, Diadinámicas con el propósito de ir aumentando cada vez
mas el umbral doloroso o cualquier otro tipo de electro estimulación. La utilización de la
hidroterapia es otro de los recursos terapéuticos disponibles para el tratamiento de las lesiones
musculares. El agua es un medio ideal para aplicar frío o calor; lo que repercute sobre el
aparato circulatorio, a través de procesos neurofisiológicos, produciendo una activación de la
circulación. En las contracturas moderadas asociadas o no a un desgarro podemos sugerir a
baños de inmersión de 10-20 minutes a una temperatura de 36 a 39 grades centígrados que
por su acción vagotónica y relajante muscular. Si contamos con pileta de Hidroterapia, el
paciente puede comenzar los trabajos de movilidad, sobrecarga y elongación de la zona
lesionada aprovechando los efectos mecánicos, físicos, químicos y psicológicos del agua.
Fuera del agua el jugador comienza con elongaciónes musculares de la zona lesionada con
contracciónes de antagonistas teniendo como límite la aparición del dolor, esto lo realizamos
con la finalidad de elastizar el tejido cicatrizal en formación y evitar la retracción del mismo, de
esta manes iremos logrando una mayor elongación del músculo lesionado. Al concluir esa
segunda etapa o semana el deportista no debe tener dolor a la elongación, salvo que estas
sean máximas.
Al comenzar la tercera etapa o semana (15-16 días) continuamos con la fisioterapia de base,
iniciando la etapa fundamental desde el punto de vista psicológico al cambiarse e ingresar al
campo de juego con el control del kinesiólogo, pare realizar no solo la parte de elongación sino
los gestos propios del deporte, que puede realizar, siempre en forma progresiva, controlada y
dosificada convenientemente. Este factor es importante porque reintegra al individuo a su
medio especifico, lo que motive aún más para su recuperación.
En esta etapa es importante también despertar y estimular la propioceptividad del miembro
afectado y del individuo en su conjunto, con ejercicios específicos pare buscar armoniosidad y
sincronización de los movimientos y la repetición de gestos deportivos a fin de evitar
movimientos incoordinados o torpes, además realizar un trabajo por cadenas musculares en
sinergia y crear un conjunto neuromuscular, precisando, el movimiento y automatizándolos.
Al finalizar esta tercera etapa el jugador se reintegra al recto del plantel en las mejores
condiciónes posibles pare volver a competir al concluir la cuarta semana o principios de la
quinta.

Total o Quirúrgico

Para plantear el mismo hay que tener en cuenta, la edad, actividad y la existencia o no de
grupos supletorios. Si el mismo es quirúrgico el Kinesiólogo deberá encarar la rehabilitación
como un desgarro fascicular, con la ventaja de no contar con un tejido retráctil..

¿Qué tipo de lesiones existen?

Tenemos las relacionadas con la musculatura, los tendones, las articulaciones y los huesos.

1. Musculares: Contracturas, desgarros, calambres, contusiones y hematomas, entre


otras.
2. Tendones: Tendinopatías y tendinosis, por ejemplo.
3. Articulaciones: Lesiones ligamentosas, de cartílagos, luxaciones y subluxaciones,
meniscopatías, bursitis, etc.
4. Huesos: fracturas, fisuras, periostitis, entre otras.

Para clasificar los diferentes tipos de lesiones, es necesario, además, clasificarla de acuerdo
con el tipo de estructura lesionada:
• Tejidos blandos: Músculos, piel, tendones, cartílagos y ligamentos. Ejemplos:
Distensiones, esguinces, contusiones, etc.
• Tejidos duros: Huesos. Ejemplos: Fracturas, fracturas por estrés, etcétera.
Para conocer el detalle de las diferentes lesiones, las dividiremos en tres áreas.

• Lesiones de extremidad superior: Cabeza, hombro, codo, mano


• Lesiones de extremidad inferior: Cadera, rodilla y tobillo
• Lesiones Musculares: Desgarros, calambres, contracturas, entre otras

Lumbago
El lumbago es una de las dolencias más frecuentes que se
presentan en la población adulta, y si bien las causas
pueden ser variadas, un factor importante de su causa tiene
relación con las malas posturas que se adoptan en las
actividades diarias.

Al hablar de lumbago, nos estamos refiriendo al "dolor


lumbar" y que también se le conoce como lumbalgia o
síndrome de dolor lumbar, existiendo múltiples causas que lo
producen y que la tienen entre las causas de mayor ausentismo laboral.

La columna lumbar está formada por cinco vértebras que se articulan a través del disco
intervertebral, que está formado por un anillo fibroso que en su centro contiene el núcleo
pulposo.

La posición normal de la columna es de lordosis suave, lo que aumenta por laxitud de los
músculos abdominales o se rectifica por dolor.

Escoliosis

La escoliosis se define como aquella curvatura lateral (alejada de la línea media) o hacia los
lados de la columna vertebral y entre las causas se pueden distinguir por los siguientes
motivos:

1. Congénito: Suele estar relacionada con un problema en la formación de las vértebras o


costillas fusionadas durante el desarrollo prenatal
2. Neuromuscular: Cuando hay un control muscular deficiente, debilidad muscular o parálisis
debido a enfermedades como parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida y aunque es
historia la secuela de una polio)
3. Condición idiopática: Esta es de causa desconocida y que aparece en una columna
previamente derecha
El trastorno idiopático en adolescentes es la manifestación más común y puede tener una
predisposición genética. La mayoría de los casos de escoliosis se presenta en niñas y el
encorvamiento generalmente empeora durante el período de crecimiento..

Se puede sospechar de una escoliosis cuando uno de los hombros parece estar más alto que
el otro o la pelvis parece estar inclinada. De las escoliosis el 70% son idiopáticas y solo un 10%
son congénitas.

Síndrome
Facetario
La lesión del Síndrome Facetario no es de gravedad, sin embargo,
mal cuidada puede generar una serie de molestias.

El síndrome facetario es un dolor que tiene su origen en las facetas.


Las facetas son las articulaciones posteriores de la columna que
articulan una vértebra con otra, y tienen cartílagos, líquido sinovial y
una cápsula que las envuelve, llamada membrana sinovial. Cuando
ésta es sometida a estrés o a una exigencia muy grande, se inflama y
se genera la sinovitis.

Según el médico traumatólogo, Dr. Fernando González de Clínica MEDS, "en el caso de los
tenistas tienen que hacer muchos giros y rotaciones en la columna, motivos que podrían
explicar la inflamación de esa articulación. Lo más probable es que sea por una sobrecarga o
sobreuso. Es muy raro que se produzca por un movimiento puntual".

Esguince

El esguince de tobillo es una lesión de los


ligamentos del tobillo, que afecta con mayor
frecuencia los de la cara externa y que
puede corresponder desde una simple
distensión hasta una ruptura completa del
ligamento. Se clasifican en grados 1, 2, o 3 según su gravedad.

Esta lesión ocurre habitualmente por una torcedura del tobillo en


superficies irregulares o inducido por un trauma directo sobre el
tobillo.

Síntomas y signos

* Dolor al intentar mover o apoyar el pie.

* Inflamación.

* Equimosis (morado), si la lesión es grado 2 o 3.

* Inestabilidad, si hubo ruptura completa (grado 3).


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