Poemas de Federico Acosta

Nace en Jaén el 23 de Septiembre de 1.908. Nombrado Juez Municipal de Zamora

en 1952, por causas de agregaduría es juez también de Bermillo de Sayago,
Villafáfila, Toro, Villalpando y Tábara. Aquí, en Tábara, está siete años de juez.
Cuando se marcha lo hacen Hijo Adoptivo de la villa.

Tábara Las mariposas

de la Folguera
La cresta de tu torre ennegrecida
que se yergue a los vientos altanera
Las mariposas
pregona de tus años la solera
de La Folguera
y acredita la nobleza de tu vida.
todas son blancas
con pintas negras;
Seca tu tierra que el arado araña
levan sus alas
te sabes ofrendar trabajadora,
llenas de letras
católica y feliz, por labradora,
con las que escriben
tu trabajo es amor que das a España.
cuando aletean:
Porque todos en Tábara sembraron
-Soy Mariposa
amor en la pobreza de tu suelo
de La Folguera.
de virtudes su tierra fue feraz
Sombras de robles
mis alas llevan,
y como premio a su virtud hallaron
rayos de luz
bajo el toldo brillante de amplio cielo
que centellean,
el mejor de los frutos, que es la paz.
azul de un cielo
que se refleja.

Las mariposas
revolotean
siempre entre helechos
a ras de tierra
acariciando
las finas yerbas,
siempre escribiendo
la misma endecha:

-Soy Mariposa
de La Folguera
de blancas alas
con pintas negras.
Soy flor de un día,
de vida llena,
que sólo vive
e Primavera,
de luz y flores
de La Folguera.
Las cigüeñas La Folguera
de Tábara
Bello parque de Dios, sin jardineros,
que la naturaleza solo cuida,
Cuando el sol salía musical armonía de la vida
vino una mañana en el dulce trinar de los jilgueros.
con sus plumas negras,
con sus plumas blancas, Una tórtola azul cruza en su vuelo
con su largo pico, un cielo azul que se cubrió de encaje,
con sus largas patas. por los robles teñido en su ramaje,
-¿De dónde cigüeña que adornan el tapiz de un verde suelo.
vienes tan temprana?
Monótono susurro de la fuente
-Yo vengo, poeta, a sestear en la tarde te acompaña,
de tierras de Africa y el tiempo que desfila lentamente
de allá junto al Nilo
de las verdes aguas, impregnado de eterna Primavera,
cruzando el desierto te hace pensar que lo mejor de España
de arenas doradas, sin la duda menor, es La Folguera.
y vengo tan pronto,
tan anticipada,
porque mi casa es A Piscino
la torre de Tábara.

Aquí, en esta torre El asno que donó Tábara para subastarse en la

de piedras quebradas, campaña de ayuda a Valencia con motivo de
siendo cigoñino sus inundaciones.
estiré mis alas,
y en mi primer vuelo Tú no tienes envidia de Platero,
crucé yo esa plaza, ni al Nobel llevarás mi torpe pluma,
y oí de esa fuente porque es tu afán pujarte en suma,
su chorro de agua que a Valencia reporte un buen dinero.
musicar al caer
un son de balada. Tábara te donó, con gran salero,
llamándote Piscino, flor y espuma
Yo corrí los campos de esa subasta, que al vender consuma
y pisé las charcas, hacer de un comprador un caballero.
y allá junto al bosque Si hoy la progenie asnal te reverencia
buscaba las ranas, ante incierto jugar con tu destino,
junto al arroyuelo tendrás de caridad siempre tu sino
de las mansas aguas.
y en tu dueño y señor la complacencia,
Aquí yo he nacido, de que al grito que dieron ¡Por Valencia!
la torre de Tábara Él supo contestar: ¡Yo, por Piscino!
ha sido mi nido,
mi vida y mi casa;
yo soy española,
no soy africana,
por eso tan pronto
los días se alargan
yo vengo volando
en busca de Tábara.