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Historia de Sídney

La historia de Sydney se puede decir que empezó hace miles de años, cuando
la zona era habitada por tribus indígenas, pero su historia actual no empezaría
hasta el descubrimiento europeo del continente australiano en 1770, de la
mano de James Cook.

En 1788, cuando llegó la primera flota de convictos y colonos traídos desde el


Reino Unido que estableció un puerto comercial. Se sabe que menos de 8.000
aborígenes habitaban las regiones aledañas a la actual ciudad. Arthur Phillip
fue quien fundó la colonia penitenciaria en Port Jackson, nos estamos
refiriendo a Sídney. Hacia el mes de abril del año 1789, un brote de viruela
acabó con la vida de la mayoría de los aborígenes. Tambien tuvieron
consecuencia en la muerte de los aborígenes una serie de enfrentamientos
violentos entre los colonos y la población original, acabó con más aborígenes,
quedando pocos solo cientos de ellos para 1820. Por tanto en vista de esto,
Lachlan Macquarie, o sea, el gobernador en ese momento de Australia decidió
“civilizarlos, cristianizarlos y educarlos”, y los separó de sus clanes. La era de
Macquarie fue de gran desarrollo, y los convictos construyeron caminos,
puentes y edificios públicos. En 1830 y 1850, llegaron inmigrantes a las islas
británicas, esto hizo que aparecieran casas en las afueras y que la ciudad se
expandiera.

En el año 1852 cuando Charles H.Chambers era el primer alcalde, declararon a


Sydney como una ciudad.La Fiebre del oro de 1851 atrajo a muchos más
inmigrantes a Australia, siendo Sídney para la mayoría su primer punto de
llegada.

Con la Revolución industrial la ciudad se industrializó y aproximadamente a


principios del siglo XX ya había mas de un millón de habitantes. A pesar de que
Sídney se viese afectada por la Gran Depresión, se pudo terminar de construir
el puente del puerto. Sídney desde las últimas décadas se puede considerar
una ciudad cosmopolita ya que han llegado a ella muchos árabes y asiáticos.

Desde la restauración de las tierras de 1976, numerosos aborígenes


regresaron a vivir en las tierras de sus antepasados, es decir, su patria de las
que habían sido expulsados de distancia.

Con el paso de los años, esta ciudad se ha convertido en un referente a nivel


mundial, con monumentos tan conocidos como el Puente de Sidney y sede de
eventos tan transcendentales como unas Olimpiadas. Posee playas de arena
dorada y una gastronomía de influencias mundiales.

Durante la guerra del Pacífico, la ciudad sirve como base para el aliado fuerzas
aéreas y navales. En 2000 Sidney dio la bienvenida a los Juegos Olímpicos.

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