Está en la página 1de 9

c 


    

El efecto natural de las obligaciones son las consecuencias del carácter jurídico
originadas por el vínculo entre un acreedor y un deudor, en la cual el deudor ha de
cumplir la prestación, lo cual constituye el efecto necesario de toda obligación, de
lo contrario, el acreedor tiene el derecho de exigir el pago. Además puede obligar
al deudor a pagar daños e intereses si hubo incumplimiento o retraso en el pago.

El principio general de las obligaciones determina que el deudor verá agravada su


responsabilidad si el incumplimiento se produce por una causa imputable a su
persona, esta puede ser dolo o culpa. Entonces el acreedor puede ejecutar la
obligación, cual es la venta pública del patrimonio del deudor.1

Entonces podemos deducir que el acreedor tenía más garantías para con su pago
de lo que había prestado. En cambio en el caso del deudor era muy arbitraria ya
que por todas partes él tenía que cumplir con el pago. Osino el acreedor se
quedaba con su patrimonio.

c  c 


    

Desde el primer momento en que nace una obligación el deudor debe mostrar una
conducta que adecue el cumplimiento de la obligación contraída.

El cumplimiento de la obligación podía asegurarse afectando la cosa de propiedad


del deudor a la acción del acreedor o haciendo que el mismo deudor u otra
persona por él respondiera con su propio crédito.

La consecuencia fundamental de la obligación es el cumplimiento de la misma.

En principio los efectos de las obligaciones alcanzan exclusivamente al acreedor


y al deudor. Referente al acreedor, el vínculo, que es coercitivo.

ÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊ
ÊÊ 
 Ê  Ê ÊÊÊÊ
ÊÊÊ
Referente a los efectos de la obligación, sobre el lugar del cumplimiento se
instituyó:

£ El acreedor no tenía derecho a exigir la prestación en un lugar que no


haya sido el fijado.
£ En el caso de haberse omitido el lugar del cumplimiento este no
queda al arbitrio del deudor sino que se establecieron normas
supletorias.
Ej:
En el caso de bienes inmuebles, debían entregarse en el lugar que
se encontraban.

Con relación a los efectos de las obligaciones y al tiempo en que deben


cumplirse, se estableció:

£ Si no se estableció, la prestación podía exigirse desde el primer


momento del nacimiento de la obligación.
£ El acreedor podía exigir el pago al término de un tiempo estipulado2.

c   
    

Las consecuencias de la inejecución de las obligaciones varían inicialmente según


el objeto. Si consiste en una cantidad de dinero, el deudor queda obligado, sea
cual fuere el acontecimiento que le haya impedido pagar lo que debe.
Presumiendo que las monedas o las cosas que se destinaban al pago hayan
perecido, debe entregarse otra cosa que sea de su misma especie, ya que si las
cosas son de un mismo género pueden servir al pago de la deuda. Pero cuando
la obligación tiene por objeto un cuerpo cierto o un hecho, en estos casos la
solución es más difícil, si la cosa debida se ha extinguido o si la realización del
hecho se ha tornado imposible, para nosotros poder darle solución a esta
propuesta nos planteamos una incógnita ¿debe el acreedor soportar el perjuicio o,

ÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊ

ÊÊ 
 Ê  Ê ÊÊÊÊ
ÊÊÊÊÊ
al contrario el deudor está obligado a indemnizarlo?, para responder a esta
interpelación, es menester investigar cual es la causa del incumplimiento de la
obligación. Las causas de la inejecución de las obligaciones se someten a tres
casos, cuales ahora los veremos:

c   c 

Éste solo asiste cuando el incumplimiento de la obligación proviene de una


omisión atribuible al deudor. Dolo es toda acción fraudulenta cometida con la
de hacer daño por codicia, maldad y en general con una intención
culpable. 

Puede también ser entendido como vicio de consentimiento en el acto jurídico, o


como elemento integrante del delito que tiende a producir un daño, o como factor
perturbador del cumplimiento de las obligaciones contractuales. Además se
concibe por dolo toda conducta antijurídica consciente y deseada. Aplicándolo al
concepto de relaciones obligaciones, el dolo era la conducta voluntaria y maliciosa
del deudor tendiente a impedir el cumplimiento de las obligaciones o hacer
totalmente imposible la prestación que constituía su objeto.

El dolo emana solo de una persona que comprende el alcance de sus actos, y no
de un loco, de un niño o de un impúbero. En este límite el deudor responde a las
consecuencias de su dolo, pues la mala fe no podría ser para nadie una causa de
liberación. Esto es aquí un principio de orden público; las partes no podrían
derogarle por un convenio contrario. Pero el acreedor puede perfectamente
renunciar a exigir la reparación del dolo, cuando se haya cometido.

En el Derecho romano se requirieron tres requisitos para que se configure el dolo


en una relación obligacional. Estos son:

‰ Que el deudor realice una omisión.


‰ La  deliberada del deudor para revisar tal hecho.
‰ Que la conducta del deudor se oriente así a provocar un perjuicio
económico al acreedor.

Debido a la gravedad del hecho, el dolo no debe presumirse, ha de ser


plenamente probado.

c     

Este tipo de incumplimiento de la obligación consiste en un hecho o en una


omisión imputable al deudor, pero sin que haya habido por su parte intención de
perjudicar o dañar al acreedor. El deudor no es culpable más que de imprudencia,
de negligencia o de torpeza. No puede ser cometida más que por una persona
razonable; pero no por un loco, o un impúbero.

Los romanos distinguen tres grados de culpa, estos son:

· La culpa grave (culpa lata o magna).- es definida por Ulpiano como


³demasiada negligencia, esto es, no entender lo que todos entienden´.
Entonces podemos concluir que es aquella que no comete un hombre
dotado de la inteligencia más vulgar; por ejemplo es una falta grave
abandonar la casa dejando la puerta abierta, cuando hay en ella objetos
preciosos.
· La culpa leve (culpa levis).- es en principio la que no comete un buen
administrador. Pero no es siempre apreciada con la misma severidad. Era
aquella que motivo el incumplimiento de la obligación y porque el deudor
no puso la diligencia exigible a todo hombre normal y ordenado.
· La culpa levissima.- esta ha surgido aparentemente como producto de
una interpolación en base a un texto de ulpiano. Para no incurrir en este
grado de culpa, era necesario el cuidado más extremo más extremo, el
que solamente podía tener una persona superdotada de inteligencia.

En principio, todo deudor responde de la culpa grave. Es asemejada al dolo, y


ninguna convención puede descargar de esta responsabilidad. En cuanto a la
culpa leve, es justo que todos los deudores no estén obligados en el mismo grado
de diligencia y que, por consiguiente, unos sufrsn las consecuencias de su culpa,
mientras otros se libran de ellas.

La custodia.- en el tema de la culpa, se plantea el del deber de custodiar, ya que


cuando la prestación a que está obligado el deudor consiste en conservar durante
cierto tiempo una cosa y luego devolverla, la conducta que debe observar puede
decirse que se reduce a custodiar. Esta supone, así un deber de diligencia del
deudor. Se trata de una de las múltiples formas de diligencias, cuyas faltas
acarrean responsabilidad por culpa.

c     

Las obligaciones también pueden incumplirse por causas no atribuida al deudor,


tales como el caso fortuito y la fuerza mayor. Ante la ausencia de una definición
precisa de las fuentes, puede decirse que esta causa de imposibilidad no inicial de
incumplimiento de la prestación, no imputable al deudor, donde lo interesante es
que la conducta del deudor no tiene nada que ver con el casus.

Producido el casus, este es entendido como acontecimiento perjudicial, el que


causa un daño en el normal efecto de las obligaciones, y donde en principio nadie
está obligado a reparar tal desgracia, salvo el convenio aludido o por disposición
expresa de la ley. Planteando así el problema los riesgos, surge la cuestión de
averiguar a quien compete soportar las perdidas y deterioros de la cosa afectada y
en la hipótesis posible del aumento del valor del objeto, a quien le corresponde.

En el derecho romano se establecieron las siguientes normas:

‰ Las cosas se pierden o deterioran para el acreedor, liberándose de toda


responsabilidad al deudor.
‰ El acreedor se aprovecha del aumento de valor del objeto de la prestación
que puede prevenir de los frutos o de cualquier accesión que no preceda de
un hecho alguno del deudor.

c    
    

Llegado el momento de cumplirse la obligación y ello no se cumple, la obligación


no se extingue, subsiste convertida en una indemnización pecuniaria traducida en
el pago de daños y perjuicios.

La imposibilidad de cumplir debida al caso fortuito, salvo que estuviese en mora,


libera al deudor. Pero ello no ocurre cuando la imposibilidad se debe a su dolo o
culpa, en términos y condiciones señalados.

Las reglas relativas al modo y medida de la determinación de dicha suma de


dinero no son las mismas para todos los casos, en algunos la determinación era
hecha por el actor con el control del juez; en otros, por este mismo. En los juicios
de derecho estricto la estimación se hacía al tiempo de la litis contestatio y en los
de buena fe, al tiempo de la sentencia.

Daños e intereses convencionales


El contenido de los daños y perjuicios, podía variar de acuerdo con la
modalidad de la formula.
£ Si era de derecho estricto y contenía una condemnatio certa, el
juez limitaba a condenar por el monto de la suma allí indicada.
£ Si era de derecho estricto, pero con comdennatio incierta,
entonces la suma era fijada por el juez.
£ En las actio bonae fidei el juez se encuentra más libre respecto de
la suma a condenar, ya que las juzgaba como un elemento de
juicio.

El deudor respondía solo por los daños que eran consecuencia necesaria de la
ejecución, fuesen directo o indirectos, siempre que él hubiese previsto o hubiese
podido prever tales consecuencias al momento del nacimiento de la obligación.




c   

Es el retardo injustificado en el incumplimiento de la obligación por parte del


deudor o la negativa injustificada del acreedor a recibir la prestación ofrecida por el
deudor en tiempo oportuno.

La mora no encontró cabida en el derecho clásico por el formalismo de los


negocios jurídicos, pues no se pudo concebir en el derecho quiritario a la mora.

Se estimaron a los siguientes requisitos para que se configurara la mora del


deudor:

‰ La obligación debía ser valida


‰ Debía tratarse de una obligación civil
‰ La obligación debía ser exigible
‰ El retardo en la satisfacción de la obligación debería producirse por culpa
o dolo del deudor.
‰ Un requerimiento o interpellatio que debía formular el acreedor al deudor

 
  .- Consiste en el retardo del cumplimiento injustificado de
la obligación por causas, motivos o factores imputables al deudor.

Se señalaros las siguientes consecuencias de la mora debitoris:


Eliminaba laa responsabilidad del deudor
Suspendía el curso de los intereses
El acreedor asimia los riesgos cuando la cosa se perdiera por caso
fortuito.
Pudo el deudor abandonar el objeto debido librándose así de la
obligación.

 
  la demora del acreedor exige, exige como la del
deudor, dos condiciones esenciales:
- Es preciso que el acreedor retarde por dolo o culpa suya injustamente
la ejecución de la obligación.
- Es preciso que se hayan hechos ofrecimientos verdaderos3.

c ! 
       "

En principio, siendo la obligación un vinculo jurídico entre el acreedor y deudor,


sus efectos necesariamente han de recaer sobre dichos sujetos de la relación
obligacional ± a favor o en contra ± pero no sobre terceros. Por esta razón, el
derecho romano considero nulas las estipulaciones que se hicieron a favor y en
contra de los terceros, toda vez que no habiendo tenido participación en el negocio
no podía ser constreñido al pago de la prestación o facultado para recibir la
misma.

En cuanto a las estipulaciones a favor de un tercero, se admitió la siguiente


evolución:

a) En el derecho clásico, solo se permitió que el acreedor podía exigir al


deudor que realice la prestación a favor de un extraño.
b) En el derecho Justinianeo si se admitió en forma expresa la facultad de
accionar directamente contra el deudor.

c #  $  


    "

Estas podían ser de dos clases: personales y reales, las primeras fueron garantías
otorgadas por un tercero, como la fianza o el refuerzo de las obligaciones que hizo
el propio deudor, como las arras, la clausula penal, el juramento promisorio, las
segundas, tales como la fiducia, la prende y la hipoteca.

c %&
    "

Cuando una obligación se extingue se disuelve el vinculo existente entre el


acreedor y el deudor. Los modos extintivos de las obligaciones son los hechos a
los que el derecho objetivo otorga esa función.
ÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊ

Ê   !"
 Ê#  $Ê Ê$Ê ÊÊÊÊ
Ê%&&Ê% 'ÊÊ
El modo normal de extinguirse una obligación es el pago o cumplimiento del
deudor; esto es la ejecución de la prestación debida. Sin embargo existen otros
hechos que sin implicar la ejecución efectiva de la obligación tiene el efecto de
liberar al deudor.

c % c
'   se exigió que para extinguir una deuda, el
deudor realizara un acto solemne para dar por cancelada la relación. Dichas
formas fueron:

V La solutio per aes et libram.- modalidad de extinguir a la obligación


mediante el sistema del cobre y la balanza. Era muy parecido a la
mancipatio.
V El actus contrarius.- era por la cual el acreedor reconocia haver sido
pagado.

c %  
' el pago, novación, perdida de la cosa debida, mutuo
disentimiento, muerte, capitis diminutio.

c % &  compensación, remisión de la deuda, prescripción de la


deuda.4

ÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊÊ
(
ÊÊ 
 Ê  Ê ÊÊÊÊ
Ê)Ê(Ê

También podría gustarte