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es
Kcreatinn
EDITORIAL
Creación y más
E
l segundo paso en este escabroso relato, ensayo, y artículo: Otoño en mi ventana o el
mundo literario. Hay tres tipos de discípulo de narciso. Carlos Cerda nos hace ver lo
héroes para el común de la gente: necesaria que es la literatura como “una posibilidad
los bomberos, los mismos héroes de cambio”. En Poesía van textos de Teresa Soto
patrios y los escritores. De los tres González y Fernando del Val. Y por último Jack
el menos cuerdo es el escritor, y Farfán nos acerca al Enigma de escribir y nos reseña
dentro de este heroísmo, el más la última edición de los inmortales Diálogos entre los
descabellado es el de fundar una revista. No sólo la dos máximos representantes de la literatura
hemos fundado. Y que no se crea poco cuerdo el argentina: Borges y Sábato; así, develamos ante
diseminar conocimiento. Deben ver para creer en ustedes el segundo número de la Revista Kcreatinn.
nuestro segundo paso, que persiste, como los cactus Una provechosa lectura.
en los cerros. Nuestro curso en el camino ya puede
vislumbrar un feliz ocaso. Todo lo que se hace bien,
con disciplina, con esperanzas, con ciegas
esperanzas, las que se tiene en el Perú en torno a la
literatura, se concreta de manera eficaz a través de la
persistencia y el trabajo. Así lo demuestran: Una
falda azul mojada bajo la lluvia, relato de Javier
Farfán. En Místico Valente, Fernando del Val
consagra de manera magistral al poeta español José
Ángel Valente. El mito de Narciso, no ausente en los
artistas, se ve alegorizado en este segundo número
por el texto de María José García, una suerte de
M
la calle.
ientras las gotas de la lluvia besan los vidrios
de la ventana me pregunto si algún día
volveré a verte en tu falda azul, mirándome
con la boca fruncida desde la otra acera antes de cruzar
cae, pareces calcular que es junto a tus pies. Sacas las
piernas fuera de la mesa, cruzas la derecha sobre la
izquierda. Giras el cuerpo hacia mí, tus piernas se
quedan estiradas, perpendiculares a tu silla. Me miras.
Te digo en voz baja que todo ya salió bien y estará bien
Lo que veo por la ventana es lo que veo por la ventana. hasta el final.
Nada más. Veo media casa del costado, medio árbol, Desde mi silla puedo ver la placita de enfrente y, detrás
medio rayo de sol, media cola de gato. de los árboles, los cerros que rodean aquel pueblito
Estoy aquí sentado frente a la ventana desde la última balneario. Desde aquí se ven las faldas de los cerros
vez que entraste al azules y púrpuras, y encima
pequeño café, después de de ellas se han extendido
verte cruzar la calle los toldos grises de las
angosta. Veo ahora como nubes. Veo a la gente que
vi entonces, que al caminar empieza a correr cuando
tus manos apretaban tu los truenos empiezan.
mochila de cuero contra tu “He estado equivocada,”
pecho. No te quitaste las dices tú. “Tú no estás donde
gafas oscuras hasta deberías estar. Dónde has
después de sentarte en la estado esta tarde?
gruesa silla de eucalipto No te contesto.
del café de mesitas con Miras al mozo que trae tu
manteles rojos. No pusiste té. Observas su delantal
tu mochila en la silla de al blanco sin parpadear.
lado como lo hacías Luego miras el té y la miel
siempre en un café. sobre la mesa.
Cogiste la carta del café y tus ojos con sombras oscuras Te pregunto si mejor no quieres un té de tilo. No
debajo de ellos se pegaron a ella y pediste un té negro contestas. Hechas dos cucharaditas de miel al té y te
con miel, sin mirar al mozo. Ahora pienso en ese café y pones a mirar al piso. Tus mejillas hundidas se han
en esa tarde, pero más pienso en tu falda azul mojada puesto amarillas. Hay rastros de lápiz labial en una de
por la lluvia, pegada como una película delgada pegada las comisuras de tu boca y en el lado derecho del labio
a tu cintura y a tus piernas. superior. Tienes el cabello despeinado sujetado con un
Aquella tarde el mozo me sirve un café y tú miras el gancho a un costado.
mantel de la mesa que bien pudo haber sido una capa de “El enfermero y la doctora preguntaron por el padre,”
torero. dices tú.
Te pregunto si quieres algo más. Me observas. Me estudias.
“No,” dices tú. No contesto. Desde la ventana del café puedo ver los
Te digo que vas a tener más hambre más tarde. cerros azules y pequeños. Y pienso que algún día me
“Ya no”, dices tú. gustaría caminar hasta allá.
No hay nadie en el café. Dos mozos de camisas blancas “El enfermero se puso los guantes,” dices tú. “El
y pantalón negro están jugando cartas sobre el enfermero de manos gruesas como ladrillos de cemento
mostrador del fondo, sus manteles de servir, también contaba chistes mientras colocaba los cuchillos,
blancos, sobre sus hombros. Hay un viejo ventilador serruchos, jeringas, alicates de acero, sobre una mesa al
colgado a la pared que da vueltas lentamente y suena costado de mi cama. Después de cada chiste su risa
como llanta de bicicleta oxidada. Mi café tiene un sabor empezaba con un ronquido. Y con su risa sentía que la
Misterio
Por medio de sus libros alcanzamos el paraíso de la
lectura completa, aquella que nos transporta a Otoño en mi
territorios siempre vírgenes, donde apenas se dispone
de una antorcha para caminar. A cambio siempre hay
luna llena. La unificación cuerpo-espíritu explica, de
ventana o el
igual modo, la poesía. Valente eleva tal unión a
categoría erótica para decir sin miramientos que el
discípulo de Narciso
místico “arrastra toda la potencialidad unitiva del
Eros”. Vamos, que la poesía es sensual y erótica hasta María José García Hernández [España]
cuando describe un campo de maíz en Pensilvania. La
experiencia del lector pasando la vista por las páginas
del libro es semejante a la que expresa el autor cuando
transcribe lo que las musas le dictan entre susurros al
oído. Místico rompedor, Valente, se permite citar,
E s casi la una y media de la mañana... El olor a
tierra mojada trepa por los aires y se enzarza en
las cortinas, anunciándome con su frío aliento
que hoy por fin el otoño se ha instalado en la ciudad. No
esperaba un día así, lo reconozco. Hubiera preferido
después de a Teresa de Jesús, a Freud –cierto, ¿acaso no
es el inconsciente sino revelación de lo que somos que hoy el sol me recibiera a la salida, ciegamente,
cuando no somos?-. Tiene su análisis algo de goce y inextinguible… Pero la lluvia, en un ejercicio táctico
delectación, de erotización excedentaria y envolvente. impecable, ya ha invadido las aceras y unas nubes grises
La poesía surge del misterio, tiene su nudo en el tejen sus proyectiles con auténtico fervor místico… He
misterio y muere en el misterio procreador de nuevos vuelto a casa y me ha recibido el silencio. De nuevo la
misterios. No pocos autores recomiendan no tratar de noche se rinde a mis pies.
explicarla ya que, fundamentalmente, no es posible Escribir es una enfermedad mortal, eso creían los
hacerlo de manera completa. Y para dejar las cosas a románticos y así lo sentenció Goethe: el romántico es el
medias, mejor no empezar. Esta renuncia no implica enfermo. La teoría subjetivista del arte creía en el poeta-
ausencia de esfuerzo por comprender su raíz. Sino profeta capaz de percibir en la realidad el aleteo de lo
rendirse a la evidencia de su etérea fundamentación. sublime… El poeta sentía la veneración de las musas y
En este punto cabe invocar la poesía desde procesos no definía la creación como un acto divino ejercido a través
comunicativos. Es decir, la poesía fuera del lenguaje del uso de la palabra.
normativo, reglado, ordinario que pretende Kant les dio la pista, Lessing la teorizó y con la escritura
mensajearse con el lector, como si los libros fueran descubrieron que la música era la más sensorial de todas
teléfonos móviles. Para lo cual, indiscutiblemente, hay las artes, la única que podría elevar y fusionar el alma
otros géneros más propicios. Según Valente, “lo poético del poeta con la armonía perfecta de las esferas
exige, como requisito primero, el descondicionamiento planetarias. “La musique avant toute chose”, la música
del lenguaje como instrumentalidad”. ante todo, promulgaba Verlaine en su Art Poétique… El
Pero la capacidad de la poesía es tal, que puede problema del lenguaje: la imposibilidad de esquivar el
C ada mañana el escritor se levanta y empieza a preceptos en sus historias, o magnánimos ejemplos de
teclear las letras que formarán historias, largas, moral. Las buenas historias no son morales o inmorales,
medianas, o cortas historias. ¿Pero por qué hay son sólo buenas o malas historias –anotó Oscar Wilde–;
textos que nos gustan y textos que no nos gustan, si, son ejemplos que toman de alguna manera experiencias
digamos, todos ellos fueron escritos con las mismas vividas, que amalgaman con la imaginación, con la
palabras del idioma en que fueron tramados? ¿Cuál es el destreza del acto de escribir, en mayor o en menor
ángel que dicta a los elegidos, buena literatura. Por qué grado, dependiendo de la naturaleza de la historia que
los eligió a ellos y no a los otros, a los que por más que se queramos contar, del genio literario con que nos
rompen el lomo escribiendo, jamás dicen nada, jamás desenvolvamos, ese enigma que poco a poco se va
conmueven a nadie, jamás hacen razonar a nadie?. Es el descubriendo en sucesivas historias contadas, y que da
enigma de escribir. Son las aguas mansas que en el acto cuenta del acto de escribir y del enigma que ello
de escribir se vuelven tempestuosas y azotan bosques encierra.
ennegrecidos por la noche, y no hay cuándo termine la La única razón de escribir, el único motivo secreto de
tempestad de escribir, hasta que, agotado, por fin el escribir, la acción amada de escribir, tal vez sea el placer
escritor ya vomitó todo, y está satisfecho con esto. de pensar en silencio sin más sonido que la pluma
El escritor se enfrenta a los destinos, el escritor tiene surcando el papel, o las teclas de la máquina de escribir,
que contar la historia de cada uno de los hombres, y a o el ordenador apilando, como en una casa, cada ladrillo
través de ella, convencer, conmover, traer a la mente que en su conjunto vendrían a formar la arquitectura de
recuerdos. El escritor es o no reconocido, alabado, la historia. Escribimos para ser felices, para no morir de
idolatrado; en suma, recordado, según convenza o no inanición ante el mundo que sucede allá afuera, y
con su historia, según sumerja o no a su propia realidad nosotros no podamos hacer nada porque no sabemos
a su lector, sin más remedio que dejarse arrastrar por la hacer otra cosa que escribir y escribir. Escribimos para
historia. pensar en secreto, para exorcizarnos poco a poco; para
El acto de escribir desenvuelve el ovillo del enigma al final llegar puros, resplandeciendo de luz, sabiendo
desde el que fue concebido el genio, que es un proyecto que hemos dejado lo mejor que pudimos dejar, sabiendo
que ya tenía Dios en mente, aun antes de haberlo que hemos dejado lo que mejor supimos hacer, y lo
pensado. Escribir es un mecanismo de traer recuerdos o hemos dejado siendo felices en cada uno de nuestros
hechos ya vividos; es avizorar el porvenir, o hacer fugaces días en que no dejamos de escribir.
presente el pasado, como en un cuadro, que algún día Cada mañana el escritor no se pregunta por qué escribe,
fue presente, pero que cuando se lo aprecia es siempre no cuestiona la moral de sus personajes, ni la moral de
pasado, pero también presente. Un cuadro de palabras. las ideas o concepciones del mundo que urden sus
Para Vargas Llosa el acto de escribir es una manera de personajes, que finalmente son las concepciones de él
hacernos menos desgraciada la vida; de hecho escribir mismo, sus ideas, sus sueños o desesperanzas, como si
nos hace felices. Imagino a los escritores levantándose, ante ello dejáramos la piel que ya se tiene que mudar, y
o aún antes de levantarse, pensando, tramando el poema nos renováramos y sintiéramos el aire más puro, el agua
o la historia que escribirán mañana, que será quizá un más pura, la realidad más real y por ese hecho de ser más
ejemplo de cómo no sucumbir ante la rutina que los real, más mágica. Después de haber culminado nuestra
agobia. Hemigway en El viejo y el mar relata el episodio propia historia, real o irreal, mística o terrorífica, sucia o
de la persistencia, de la terquedad, de vencer los pura, clara o hermética, nos sentimos como en un sueño
obstáculos, aunque haya que perderlo todo, aunque relajante y detenido. Hemos descifrado el enigma.
haya que tirarlo todo al mar, aunque se llegue calato, El escritor no piensa en ser famoso o en ganar tal o cual
1. ° Pensamiento crítico
“La mayoría de las cosas que nos enseñan son
seguramente verdaderas, pero se pueden ver desde otro
individual y colectivo. punto de vista que el de los profesores y generalmente
Presentaré, con un poco de ingenio, algunas luces que se entienden entonces mucho mejor”.
han alumbrado mi camino y que encontré en las
siguientes obras: “Sobre los Deberes” (Cicerón) y 2. ° Temor
“Demian” (Hermann Hesse). “Si se teme a alguien, es porque ese alguien tiene poder
4. ° Sueños y proyectos No pude evitar relacionar el cambio, del que hablo, con
“Si un animal o un ser humano concentra toda su la necesidad de construir un mundo más coherente con
atención y su voluntad en una cosa determinada, la los valores humanos, los que hemos puesto, a lo largo
consigue”. del tiempo, en tablas y leyes.
La literatura desde la perspectiva del arte que emplea la
5. ° Otra lectura del malhechor que dijo a Jesús: palabra hablada o escrita como forma de expresión es
“Acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino” un medio relacionado con el espíritu de reforma, de
“Si hoy tuvieras que escoger de entre los dos ladrones a cambio. En cada producción intelectual, de cualquier
uno como amigo, o tuvieras que decidirte por uno para tempo u época, el lector encontrará un mensaje
darle tu confianza, seguro que no elegirías a ese provocador para cambiar su realidad, como individuo y
converso llorón”. como parte de una sociedad. Acércate, en soledad, a un
libro y compruébalo.
6. ° Valor de la soledad
“Hay muchos caminos por los que Dios puede llevarnos Managua, diciembre de 2007.
a la soledad y a nosotros mismos”. “De nuevo podía *Abogado nicaragüense que trabaja en el fortalecimiento del Estado de derecho y
estar solo. Recobré el gusto por la lectura, por los largos modernización del servicio justicia en Centroamérica. Candidato a realizar estudios
especializados en la Universidad de Paris II en el área de ciencias políticas a través
paseos”. “Mi meta no era el placer, sino la pureza; no la del Programa de Beca EIFFEL.
felicidad, sino la belleza y el espíritu”.
Imitación de Wisława
Y por las ventanillas
Mis hermanas no escriben poesía, a las mujeres se les caían los rezos
mis hermanas no leen los periódicos de las bocas.
ni se ponen sombreros
ni saben a las cinco de la tarde En los asientos había regazos
que son las cinco de la tarde. y en los regazos, niños.
Yo no soy Wisława Szymborska, De las sillas colgaban pies
no soy Marina Tsvietáieva y de las manos colgaban pequeños
y no soy Hölderlin. Coranes de bolsillo.
No soy ninguno de los tres
y no quisiera ser los tres a la vez. Alrededor del libro,
Mis vecinos no saben que escribo, la cremallera parecía una boca
les agradezco que no lo sepan. que guardaba dentro las palabras
No lo saben y no me leen de Dios.
y a mí me gusta que no me lean. Una boca metálica.
Gracias a que no me leen
no pienso nunca en qué pensarán La boca se tragaba las palabras
mis vecinos de mis versos. sagradas.
La ciudad donde vivo no es silenciosa *Premio Adonais de Poesía; España, 2007
El metro
Si digo “¡metro!”
no hace falta que diga:
ruedas, raíles, vagones, andenes,
asientos, ventanillas.
apagón universal
cristalino