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PASEOS POR

MASUECO
DE LA RIBERA

Admiración y respeto son


sensaciones que experimenta-
mos, cuando nos acercamos a las
tierras y las gentes de Masueco.

La naturaleza ha forjado a
hombres y tierras, que sienten
cómo el tiempo los ha unido
inexorablemente.
PASEOS
POR
MASUECO
DE LA
RIBERA
Compilador:

FRANCISCO RODRÍGUEZ
© Los autores.
2.ª edición: abril, 2010
Depósito legal: S. xxxx-2010
Diseño: Francisco Rodríguez
Maquetación: TRAFOTEX Fotocomposición, S. L.
Imprime: Imprenta KADMOS. Salamanca.

Impreso en España-Printed in Spain

Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro


puede reproducirse ni transmitirse sin permiso escrito de los autores.
Índice

PRESENTACIÓN ............................................................................................. 7
D. Carlos Rodríguez Gordo
NOTA DEL EDITOR .................................................................................. 11
MASUECO EN EL Diccionario geográfico-
estadístico-histórico de España
(Madrid, 1845-1850)..................................................................... 13
D. Pascual Madoz
MASUECO DE LA RIBERA ............................................................... 15
D.ª Consuelo Hernández Estévez
DETALLE DE MAPA TOPOGRÁFICO NACIONAL
422-IV (Aldeadávila de la Ribera)............................ 16
Ministerio de Fomento
FRAGMENTO DE LOS ARRIBES DEL DUERO (1898)
Miguel de Unamuno.................................................................... 29
RUTAS ........................................................................................................................ 35
FAUNA ...................................................................................................................... 41
FLORA ....................................................................................................................... 45
PROPUESTAS PARA SER BUEN EXCURSIONISTA ... 46
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES.......................................................... 47
Presentación

Ansiaba el genial don Miguel de


Unamuno y Jugo pasear por la zona
de Los Arribes (o Las Arribes,
como se desee) allá por el 1898. La
impaciencia por visitar aquel negri-
llo que presumía de ser uno de los
más grandes del país, le llevó a visi-
tar en primer lugar el pueblo de
Masueco. Desafortunadamente ese
portento natural desapareció hace ya
bastantes años y sin embargo, la
admiración y el respeto continúan
siendo sensaciones que experimen-
tamos cuando nos acercamos a las
tierras y gentes de este pueblo.
Muchos son los haberes turísti-
cos de este lugar, sito a unos 97
kilómetros de la capital salmantina.
Cercano a los confines de la meseta
castellana, no resulta difícil contem-
plar desde sus calles el vecino país
tan sólo separado por ese tajo de
abruptas escotaduras que paciente-
mente ha construido el río Duero.
8 Presentación

Si arribamos a este lugar desde la carretera de


Vitigudino, Masueco nos recibe con la ermita
del Humilladero, tenaz superviviente de las cua-
tro que antaño poseía el pueblo, desde donde se
accede al pequeño camposanto que alberga la
imagen del Santísimo Cristo en el momento de
su expiración. No pasa mucho tiempo en nues-
tro transitar cuando encontramos a nuestra
derecha, según caminamos hacia el interior del
pueblo, una construcción de corte modernista
algo ajada ya por el paso del tiempo, construida
a principios del siglo pasado.
Alzando la vista levemente, descubriremos el
horizonte quebrado por el campanario de la
iglesia de San Nicolás de Bari. Este monumen-
to, obra de don Pedro de Lanestosa, «el viejo»,
es el más prominente del paisaje urbano de
Masueco y data del periodo isabelino. En la
torre de base rectangular, de unos dieciocho
metros de altura, podemos contemplar adornos
de bolas y adivinar la posterior remodelación
del siglo XVI dedicada al campanario. Escoltada
por dos naves acanaladas, se abren tres porta-
das. La del norte, más recalcada, se encuentra
asistida por columnas acanaladas, poseyendo a
su vez de un segundo espacio en el que se man-
tiene una hornacina vacante como queriendo no
eclipsar la maravillosa talla del santo principal,
de José Javier de Churriguera (s. XVIII).
Apenas unos metros frente a este monumen-
to, junto a las antiguas escuelas (ahora centro
cultural) encontramos una plaza donde uno de
los pilones, concebidos como abrevadero de ani-
males, se ha convertido en fuente meramente
ornamental y sin ningún uso práctico; una
Paseos por Masueco de la Ribera 9

muestra del cambio que se está produciendo en


la mentalidad de sus habitantes.
Si continuamos con nuestro camino por la
carretera, encontramos la prueba de un pasado
de esplendor: el antiguo seminario del catedráti-
co de Humanidades don Martín Díez Cubilano,
natural de Masueco, donde se mantienen casi en
su integridad el arco de entrada, la lápida y algu-
nos restos del patio interior mantenido por
columnas pétreas.
Mas el encanto de Masueco no se reduce a
sus edificaciones opulentas sino que también
reside en sus encantadores rincones, en alguna
de sus más modestas calles donde aún es posi-
ble contemplar construcciones empedradas, eri-
gidas sin un ápice de moderno cemento, en su
ambarina noche coronada de estrellas o en las
resueltas miradas de sus habitantes ávidos de
nueva información.
CARLOS RODRÍGUEZ GORDO
Nota del Editor

Hemos querido editar una pequeña guía de


Masueco para poder visitar de forma más ilus-
trada algunos de los paseos más curiosos de la
zona.
Reproducimos del Diccionario geográfico-
estadístico-histórico de España de 1845, por ser
el punto de referencia histórica y documentada
más extensa.
Agradecemos a doña Consuelo Hernández
Estévez, los estudios realizados y editados de
Masueco y el río Uces.
Y agradecemos al Ministerio de Fomento e
Instituto Geográfico Nacional su amable cesión
del mapa local, para la realización de las rutas
más interesantes.
Hemos seleccionado un fragmento del libro
de Miguel de Unamuno LOS ARRIBES DEL
DUERO (editado por Iberdrola), donde describe
la belleza del Pozo de los Humos.
Masueco en el Diccionario
geográfico-estadístico-histórico
de España (Madrid, 1845-1850)

El político y escritor español don Pascual


Madoz escribió su notable Diccionario geográfico-
estadístico-histórico de España, obra que consta
de quince volúmenes. Él nos aclara detalles de
la vida de Masueco en 1845.

MASUECO

Se encuentra SIT. en límite NO. de la prov.,


próximo a la raya de Portugal y a la izq. del r.
Masueco, en terreno llano y bien ventilado; su
CLIMA es sano. Se compone de 130 CASAS de
pequeña elevación y mala distribución interior,
distribuidas en calles tortuosas y mal empedra-
das, formando una plaza cuadrilonga en la que
están la casa de ayunt. con cárcel, la igl. parr., y
la huerta llamada del Colegio, cuyo edificio yace
arruinado desde la guerra de la Independencia,
y en el cual se educaban varios jóvenes tanto en
14 Masueco en el Diccionario geográfico y estadístico

las primeras letras como en la latinidad; tiene 3


fuentes de buenas aguas. Confina el TÉRM. por
el N. con Aldeadávila, Corporario y Pereña; E.
Fuentes de Masueco, La Peña y la Vidola; S.
Zarza de Pumareda, y O. la frontera de Portu-
gal teniendo por límite al Duero; corre por él el
precitado r. Masueco, llevando su curso de E. a
N., cuyas aguas dan movimiento a varios moli-
nos harineros; se le atraviesa por un puente de
un solo arco bastante bien construido, aunque
muy descuidado. El TERRENO participa de
monte y llano formando una cord. muy esca-
brosa entre los r. Duero y Masueco; el llano es
fértil y sus prod. muy variadas. Los CAMINOS
son vecinales encontrándose en mal estado...;
vino, trigo, centeno, patatas, aceite y frutas; hay
ganado lanar en número de 700 cab., 120 de
cabrío y 2 yuntas de labor. JND.: la agrícola,
algunos molinos harineros y diferentes telares
de lino. POBL.: 159 vec., 622 alm.
Masueco de la Ribera1

Masueco, es un pueblo con características


muy marcadas de la Ribera, pues queda en el
centro de ella, tanto en sus costumbres como en
sus cultivos en el carácter fuerte y apasionado
de los naturales de él. Pueblo del señorío o
Condado de Ledesma siglos atrás, aún conserva
escudos nobiliarios en piedra que pertenecían al
señor de aquellas tierras.
El documento más antiguo del archivo muni-
cipal, es la copia de la escritura en castellano
antiguo que otorgada por don Alonso Ortiz en
representación de Felipe II, formaliza la venta a
perpetuidad de las tierras baldías, públicas, con-
cejiles y realengas a los que las poseían ya por
cada año (de posesión cadañeras).
El monumento más importante y antiguo es
su iglesia parroquial dedicada a San Nicolás de
Bari, y es toda ella de sillar de piedra granítica
y buena construcción, con dos estilos o etapas
en su obra. La torre, de diociocho metros de

1. Consuelo HERNÁNDEZ ESTÉVEZ, Masueco de la Ribera.


Salamanca: Caja Duero. Col. Temas Locales. 2001.
18 Masueco de la Ribera

altura, es cuadrada con líneas de bolas en sus


esquinas y bordes de puertas que acusan clara-
mente estilo gótico de la época de los Reyes
Católicos, es una de las más antiguas de esta
comarca. Por dentro la iglesia es de una sola
nave con brazos laterales: tres grandes y atrevi-
dos arcos sostienen el edificio de buena altura y
amplitud. Hubo en Masueco varias ermitas: San
Roque, Santa Catalina, San Amado y la de las
Ánimas. Hoy sólo se conserva la del Cristo del
Humilladero al que los naturales profesan espe-
cial devoción.
En el pueblo hubo una fundación piadosa
que fue extraordinaria en aquel tiempo y lugar:
la hizo don Martín Cubilano, catedrático de
Humanidades de la Universidad de Salamanca y
natural de Masueco. Fundó aquí un Seminario
y una escuela de Gramática para instruir a los
naturales de la localidad y comarca el año 1692.
Fue esta fundación un centro de extraordinaria
importancia y el único en la comarca en aque-
llos tiempos, dato para la historia de la Pedago-
gía y creación de centros de enseñanza de la
provincia para la cual se investiga hoy. El Semi-
nario fue arruinado durante la guerra de la Inde-
pendencia y más tarde dividido y vendido para
viviendas en su interior; pero el exterior queda
casi en su integridad, con lápida, arco de entra-
da y restos de un bello patio interior sostenido
por columnas de piedra.
Masueco tiene una torre que es única en la
comarca por su forma y antigüedad, el semina-
rio igualmente único en la comarca y el Pozo de
los Humos, con su cascada, queda más cerca de
Masueco que de ningún otro pueblo.
20 Masueco de la Ribera

En el siglo pasado Masueco tuvo por indus-


tria varios molinos harineros junto al río ya
mencionados, y varios telares de lino, la más
antigua de las fibras textiles, que había de
«enriarse», es decir sumergirse en el río varios
días para prepararla. Hoy conserva un antiguo
telar de mantas de tiras. Pero a más de esto hoy
cuenta con una industria superior a un pueblo
de su categoría gracias al trabajo y la constancia
de sus habitantes que no sólo la producen sino
que la extienden por la comarca y la provincia
de formas y ocupaciones diversas.
Masueco, típico pueblo de la Ribera, cultiva
vid y olivo en la inclinada y extensa orilla del río
Uces, y a pesar del duro trabajo que ello supone
habiendo de cultivar todo a brazo, los ribereños
tenían estas orillas como los más cuidados jardi-
nes; y la cosecha de uva alcanzó a seiscientos mil
kilos y la de aceituna a doscientos cincuenta mil
en la década de los años sesenta.
Los cultivos principales de esta comarca son
el olivo, la vid y el almendro, pues sus laderas
gozan de un clima templado casi mediterráneo;
donde crecen también aunque en menor exten-
sión el naranjo, limonero y chumbera.
La vegetación silvestre es abundantísima en
especies de plantas y flores, arbustos, plantas
medicinales, etc.
En las orillas del Duero y del Uces se crían
gran variedad de ellas, algunas de gran belleza,
que hermosean el paisaje en primavera; citemos
entre los árboles y arbustos: el aliso, hojaran-
zo, espino, roble, endrino, mimbrero, enjum-
bre, madroñera, guindal mentesino, bayón,
escoba rubia y otros. Entre las plantas y flores
Paseos por Masueco de la Ribera 21

la madreselva, esparraguera silvestre, tomillo de


tres clases, ardivieja, arzolla, ruda, anadeja, jara,
lentisco, zumaque, torvisco viloria, grama, lirios,
rosa maldita, quitameriendas, etc.
Entre la fauna de esta comarca son de desta-
car algunas aves que aquí encuentran donde
esconder sus nidos de la mano humana entre
riscos y peñascales, como el buitre leonado,
águila, búho real, cigüeña negra, cernícalo y ali-
moche que deben ser protegidos por estar en
período de extinción. Otras muchas anidan
por aquí y son más corrientes y comunes en
el país; citemos entre ellas el milano negro y el
milano real, el búho chico y el mochuelo, pato
salvaje, fúlica negra; urraca, alcotán, cuervo;
ruiseñor, abejaruco, oropéndola, y la multitud
de pequeños pajarillos como jilguero, herrerillo,
22 Masueco de la Ribera

carbonero, totovía, picapinos, petirrojo, agatea-


dor, chochín, etc.
Habitantes de las arribes y orillas del Duero
son también el zorro común, nutria, gato mon-
tés, tejón, turón, comadreja, ardilla y erizo entre
otros. Y no es extraño encontrar hoy entre ellos
al jabalí, que quizá pasando de los cercanos
montes portugueses ha encontrado por aquí
pasto y maleza donde guarecerse al ir quedando
las tierras sin cultivar.
El paisaje de esta comarca es bravío y de
incomparable y sorprendente belleza pues la
hondonada del Duero ofrece escarpadas orillas
con fayas cortadas como a cuchillo y vistas
impresionantes desde ellas. Son muchos los pun-
tos que ofrecen hermosa y sin igual vista.
COSTUMBRES TÍPICAS

La costumbre de más tipismo de la localidad


es el baile de rosca que se baila en los días de
boda. Una danza que baila una pareja ataviados
con traje charro, en la plaza alrededor de una
mesa en la que se deposita una rosca o bollo
dulce. La danza es movida y diversa, consta de
cuatro partes de baile en las que los bailadores
al son de la gaita y el tamboril lucen su arte y
agilidad. Su origen debe de ser muy antiguo.
Paseos por Masueco de la Ribera 25

FIESTAS

La del Patrón de la localidad, San Nicolás de


Bari, el día 6 de diciembre.
La de la Santa Cruz, el día 3 de mayo, en
honor del Santo Cristo del Humilladero con
ceremonia religiosa por la mañana y otros feste-
jos profanos por la tarde.
La llamada «del toro», el 20 de agosto, en la
que se celebra por la mañana misa a San Bernar-
do y por la tarde antes se lidiaba un gran toro
al que se le daba muerte y la fiesta dependía de
lo abundante o no que hubiese sido la cosecha
de uva del año.
Es costumbre a mediados del mes de noviem-
bre, relizar una castañada de hermanamiento
entre España y Portugal.

EL TRAJE TÍPICO

El traje típico de Masueco es el de la comar-


ca de la ribera que según el catedrático de la
Universidad de Salamanca, García Boiza, es el
traje de luto consistente en falda, blusa, medias
y zapatos negros de géneros antiguos, algunos
brochados de raso y veintioseno a la cabeza.
Esta pieza es la más extraña del traje, es un
medio manto de fino paño negro que se pone
sobre la cabeza y cae hasta la cintura; va bordea-
do de un tachón de raso negro.
En la comarca de La Ribera hubo desde muy
antiguo especial recuerdo a los difuntos que se
manifestaba en lutos muy rigurosos y muchos
sufragios y en casi todos los pueblos había esta-
blecida una cofradía de Ánimas para atender
estas obligaciones religiosas. Esto nos explica un
traje de esta clase. Las mujeres de Masueco
guardan además en sus arcas de nogal muchas
sayas de las llamadas estampadas rojas con
ancha cenefa estampada en negro en la parte de
abajo. También conservan antiguos y muy vis-
tosos pañuelos de merino para la cabeza y man-
tones negros de los llamados de ramo porque
llevan bordado en las esquinas un gran ramo de
vistosos y muy alegres colores sobre el negro
merino. Conservan también aunque muy conta-
dos algún manteo y trajes de charro de hombre.
HORNAZO DULCE TÍPICO DE MASUECO
Ingredientes: huevos, aceite, un poquito
de aguardiente, anises, jamón, lomo,
chorizo y harina.
Se necesita un buen horno de panadería.

Turista o visitante: si al acercarte a los Humos


tuvieras la oportunidad de parar en Masueco,
pregunta por unos cangrejos al ajillo y al vino
blanco (si los encuentras) y por el mejor pan que
allí se fabrica; y no dejes de despedirte con una
copita (si la encuentras) de «licor de hojas» que
como no lo has de encontrar y para que no pre-
guntes más, te explicaré que es una maceración
de hojas de frutal con vino puro, parte de aguar-
diente y azúcar. ¡Excepcional y exquisita bebida!
El Pozo de los Humos

Comenta don Miguel de Unamuno


en Los Arribes del Duero:

Al día siguiente de mi llegada fuimos a ver la


cascada de los Humos, en los arribes de uno de
los afluentes al Duero. Era para hacer boca y
abrir apetito de la expedición a Laverde. Se sale
de Masueco por una deliciosa quebrada, festo-
neada de frutales, y muy pronto se da vista a un
paisaje agreste de severo ceño. Bajamos una
escarpada pendiente en dirección a una ceña y
muy pronto nos encontramos en el fondo de un
tajo, entre abruptas escotaduras. A un lado se
alzaba dominando la barranca, un inmenso
cuchillo de roca y tras él se perdía la garganta
del río. Vadeamos éste y por un senderito de un
empinado arribe llegamos a dar plena vista a la
cascada.
30 El Pozo de los Humos

Es singular el atractivo del agua. Estaríase


uno las horas muertas contemplándola fluir,
dejándose ganar el espíritu por la sensación
purísima que su constante curso nos produce.
El agua es acaso la que mejor imagen nos ofre-
ce de la quietud en el movimiento, del solemne
reposo supremo que del concierto de las carre-
ras de los seres todos surge. En el estanque
duerme el agua reflejando al cielo, pero con no
menos pureza lo refleja en el cristal de un sose-
gado río, cuyas aguas siempre distintas, ofrecen
la misma superficie siempre. Y en la cascada
misma, por donde se despeña bramando, pre-
séntanos una vena compacta, una columna que
acaba por parecer sólida. ¡Enorme fuerza la que
sin aparato alguno, con la sencillez del coloso,
despliega!
Paseos por Masueco de la Ribera 31

Hubiéramos estado las horas muertas con-


templando aquel inmenso chorro que salva un
desnivel profundo del lecho de las aguas. Es una
de las más hermosas caídas de agua que puede
verse entre estos tajos adustos. Divídese la cas-
cada mayor en dos cuerpos debido a un saliente
de la roca, y va a perderse en un remanso de
donde surge el vapor que ha valido al paraje el
nombre de los Humos.
Junto a la inmensa vena líquida, a su abrigo, en
las quebraduras y resquicios de la roca, anidan
palomas que revolotean en torno del coloso. Ésta
irá desgastando poco a poco el desnivel que la pro-
duce, y es seguro que cada año se achica la casca-
da, aunque sólo sea un milímetro o en fracción de
él. ¡Los siglos que habría necesitado el agua para
excavar tales y reducir análogas cascadas!
Rutas

Sugerimos realizar las diferentes rutas o paseos


con un único destino, teniendo en cuenta los dife-
rentes paisajes.

1. MASUECO-ALDEADÁVILA:
En una de las salidas de Masueco, disponemos
de un camino paralelo a la carretera que nos lle-
vará a los dos pueblos más próximos: Corporario
y Aldeadávila.

2. MASUECO-POZO DE LOS HUMOS:


La ruta más bella, utilizada por Miguel de
Unamuno, parte de la plaza del pueblo. De ella
surge un camino, a la izquierda, donde se puede
disfrutar de un paseo guiado por castaños y oli-
vares. Es posible realizarla con coches, pero acon-
sejamos disfrutarla a pie.
36 Rutas

3. LOS PUENTES DE MASUECO:


De la misma plaza parte un camino a la derecha
que nos llevará, en primer lugar, a la popularmen-
te llamada Casa del Abogado, que nos confirma
que por ese camino llegaremos al puente de
Pereña. Si seguimos el cauce arribaremos al anti-
guo puente de Masueco. Subiendo paralelamente a
la carretera alcanzaremos el Puente de los tres ojos.
4. LA UNIÓN DEL UCES CON EL DUERO:
Recorrer este paseo precisa tiempo y energía.
Se puede comenzar el paseo, como ya hizo don
Miguel, partiendo del pilón de abrevar los anima-
les, y a la izquierda, tomaremos una salida que
nos llevará a la unión de ambos ríos.
38 Rutas

5. RIBERA DEL UCES:


Desde los aledaños de la Plaza de Toros, pode-
mos disfrutar de los prados circundantes al pue-
blo de la Zarza. En el camino toparemos con
refugios de pastores (chozos).

6. MASUECO-PLAYA DEL ROSTRO:


En contraposición a la ruta del Pozo de los
Humos, esta opción aconsejamos realizarla en
coche, por la carretera de Aldeadávila. Al llegar al
pueblo de Corporario encontraremos una indica-
ción para la Playa del Rostro. Antes de iniciar el
descenso hacia la playa sugerimos detenerse para
disfrutar los paisajes.
7. RUTA DE LOS MOLINOS:
Iniciaremos el camino por la ermita del Hu-
milladero, camino a Pereña. Encontraremos el
puente y marcharemos aguas arriba y veremos
varios molinos en desuso pero con la arquitectu-
ra tradicional de la zona.

8. RUTA ORNITOLÓGICA:
Parte del final de la plaza y hacemos el mismo
camino que la ruta utilizada por D. Miguel de
Unamuno.
Esta ruta la recomendamos al principio de la
primavera y de madrugada.
Escucharemos muchos y diferentes trinos.
Con un poquito de suerte veremos el vuelo del
águila perdicera, roquero solitario, águila cule-
brera, avión roquero, alcaudón común, el alimo-
che, buitre leonado y para poder ver la cigüeña
negra tendremos que hacer la ruta de la unión del
Uces con el Duero.
Fauna

Musarañita Totovías
Topillo de Cabrera Gallipatos
Curruca cabecinegra Sapo común
Conejo Sapo de espuelas y portero
Turón Ranita de San Antonio
Gato montés Galápago europeo
Garduña Alondra de Dupont
Jabalí Alcaraván
Lobo ibérico Bisbita campestre
Lince Curruca tomilleres
Águila calzada Curruca rabilarga
Águila culebrera Salamanquesa común
Buitre leonado Lagarto ocelado
Cernícalo Culebra de cogulla y de he-
Milano real rradura
Vencejo real Víbora hocicuda
Bastardo o culebra bastarda Escorpión
Culebra de escalera Eslizón ibérico
Lagartija coligarga Tridáctico
Lagarto Tejón
Chotacabras Águila real
Murciélago de borde claro Búho real
Mochuelo común Vencejo real
Paseos por Masueco de la Ribera 43

Ánade real Bermejuela


Halcón peregrino Barbo común
Paloma bravía Carpín
Chova piquirroja Pez rojo
Grajilla Boga de río
Cuervo Carpa
Alimoche Gobio cabezón
Cigüeña negra Bordallo Gallego
Roquero solitario Escallo
Avión roquero Sarda bermejuela
Gineta Sarda pardilla
Murciélago de herradura Tenca
Murciélago ratonero Trucha común
Cormorán Gambusia
Martín pescador Cangrejo rojo americano y
Culebra de agua autóctono
Nutria
Flora

Olivos Jazmín silvestre


Naranjos Jara blanca
Limoneros Marujas
Higueras Oriégano
Cerezales Rusco
Guindales Ombligos de Venus
Robledales de melojo Dedaleras
Encinares Lodonares o Almezales
Aulagas Espuelas de caballero
Perales silvestres Escrofalaria
Escobas blancas y negras Chopos
Jaras y Jaguarzos Alisos
Cantuesares Álamos
Tomillares Saúcos
Gamones Olmos
Enebros de la miera Espadañas
Jimbros Plataneras
Cambrionales Salicarias
Piornos Lirios
Cambriones o Erizones Ranúnculos
Alcornocales Persicarias o Flores rosas
Quejigares Lentejas de agua
Madroños Almendros
Lentiscos Viñedos
Cornicabras Manzanales
Labiérnago Perales
46 Propuestas para ser un buen excursionista

Propuestas para ser buen excursionista


Explorar, es una alternativa para huir del estrés cotidiano.
El contacto con la naturaleza, desplazarse a pie, hacer
excursionismo, atreverse uno en ir más allá, puede resultar
fascinante. El horizonte de aventura, ir a lo nuevo, a lo dife-
rente, puede resultar revitalizante. Además de ser un buen
ejercicio físico muy útil para mantenerse uno en forma.
Encontrar escenarios poco contaminados, humildes, creati-
vos, diferentes es una de las mayores satisfacciones que puede
encontrar el caminante «explorador». Para no dejar huellas
inoportunas en la naturaleza, el buen excursionista tiene siem-
pre respeto por el medioambiente y evita causar daños en las
rocas, plantas y animales. Respetando siempre la tranquili-
dad, evitando ruidos inútiles o desagradables.

Sugerencias y precauciones
Tener un buen calzado, caminar en posición vertical, con
cabeza y pecho bien erectos.
Mirar de conocer las propias limitaciones y respetarlas.
Cuando el paseo sea de subida es oportuno hacer pasos
cortos y se pueden recorrer casi 600 metros, mientras de baja-
da se pueden recorrer 3 km. y es conveniente controlar la
marcha y el paso.
Durante los paseos, hay que beber un litro de agua. En
estaciones intermedias, tratar de consumir bebidas templadas,
para no malgastar el calor interno.
No perder de vista el cielo y evitar los cambios de tiem-
po, no es conveniente seguir el camino con lluvia, niebla,
oscuridad y sol intenso.
Cuando caminemos los días de mucho calor, debemos
cubrirnos la cabeza y permanecer (si es posible) en lugares
sombríos, bebiendo agua en pequeñas cantidades y si es posi-
ble evitar comer, gasta todavía más las reservas de agua en el
organismo.
Hay que estar siempre preparados para situaciones com-
plicadas, la madre naturaleza no tiene ningún respeto por los
ignorantes. Prestar atención a los animales y mantenerse lejos
de los mismos. Debemos limitarnos a admirarlos, sin tratar
de acariciarlos.
Existe una regla fundamental para quien se dispone a
efectuar una excursión y esta es: no viajar nunca de noche.
Índice de Ilustraciones

Págs.
1. JUAN BLAEU. Atlas Mayor, 1672.......................................................... 2
2. Localización de Masueco de la Ribera................................................ 4
3. THOMAS LÓPEZ. Atlas Geográfico del Reyno de España, 1752........ 6
4. Cruzero, Ermita del Humilladero ....................................................... 7
5. Masueco. Rincón.................................................................................... 9
6. THOMAS LÓPEZ. Mapa General de España, 1788 .............................. 10
7. JOSÉ PÉREZ TEJADA. Mapa tipog. del Partido de Ledesma, 1826 .... 12
8. Masueco. Olivos..................................................................................... 14
9. Mapa Topográfico Nacional de España (422-IV). Minist. Fomento. 16-17
10. Masueco. Iglesia Parroquial .................................................................. 19
11. Masueco. Rincón.................................................................................... 21
12. Capilla. Ermita del Humilladero.......................................................... 22
13. San Bernardo. Iglesia Parroquial.......................................................... 23
14. Masueco. Día Festivo ............................................................................ 24
15. Bodegón ribereño................................................................................... 26
16. Hornazo dulce........................................................................................ 27
17. Pozo de los Humos ............................................................................... 28
18. Masueco. Calle típica............................................................................. 30
19. Chozo...................................................................................................... 31
20. Ampliación. Mapa topográfico............................................................. 32-33
21. Paisaje típico. Puente de Pereña........................................................... 34
22. Camino de acceso al Pozo de los Humos .......................................... 35
23. Puente de Masueco ................................................................................ 36
24. Unión del Duero con el Uces .............................................................. 37
25. Chozo típico........................................................................................... 38
26. Río Uces. Vista desde el Puente de Pereña ........................................ 39
27. Peces habituales de la comarca............................................................. 40
28. Aves habituales ....................................................................................... 42
29. Jabalí ........................................................................................................ 43
30. Jara y Madroños..................................................................................... 44
31. Cristo del Humilladero ......................................................................... 48

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