La literatura modernista anglosajona se conoce en líneas
generales la literatura vanguardista en lengua inglesa, la cual vio su apogeo entre 1900 y 1940. El modernismo se desarrolló principalmente en Europa, por lo que muchos escritores estadounidenses se trasladaron a Londres o París que eran en ese momento las cunas de la cultura artística.
El nuevo siglo trajo consigo muchos cambios e innovaciones que
provocaron un cambio radical en la vida diaria. La teoría freudiana del inconsciente cambió también la percepción que el individuo tiene sobre su propia mente y de su identidad y pensadores como Karl Marx o Nietzsche cambiaron para siempre las nociones tradicionales de verdad, certeza y moralidad. Este cambio en la realidad habitual provocó que muchos escritores sintieran la necesidad de un cambio también en la realidad literaria, lo que trajo consigo esa oleada de renovación experimental que colectivamente conocemos como modernismo o vanguardias que, por otro lado, rescataban también algunas de las ideas del Romanticismo. Los movimientos artísticos como el Impresionismo, Post-impresionismo y luego el Cubismo fueron también fuentes de inspiración para los escritores modernistas.
A pesar de ser un grupo heterogéneo, se puede decir que los
escritores modernistas tienen en común el rechazo de su herencia inmediata y de la representación realista. Se caracterizan por la voluntad de jugar con las expectativas del lector, el psicoanalizar a sus personajes empleando técnicas como el monólogo interior, o mezclar argot callejero con cultismos y latinismos.
En el terreno de la narrativa, encontramos un grupo de
escritores que se conocen como "Edwardians". El sentimiento renovador en el Reino Unido surgió principalmente de la desilusión con las ideas conservadoras victorianas de certeza y verdad objetiva, y en ocasiones se manifiesta como una crítica al imperialismo de la época anterior.
LITERATURA IRLANDESA MODERNISTA
A pesar de su pequeño tamaño, Irlanda ha contribuido a la
literatura mundial de manera excepcional y en todos sus campos. Las obras más conocidas fuera del país están escritas en inglés, pero también hay muchos trabajos en irlandés gaélico antiguo y moderno, en lengua celta. Existen obras tanto en teatro, poesía o ficción. Nosotros vamos a basar nuestro estudio en la ficción. Ficción
George Moore estuvo mucho tiempo en París y fue uno de los
primeros novelistas que plasmó en sus obras escritas en inglés, las técnicas del realismo francés. Es uno de los precursores del novelista irlandés más famoso del siglo XX, James Joyce. Se considera que este autor es el padre del género literario "stream of consciousness" (plasmar pensamientos sin orden cronológico) que se ve claramente reflejado en su obra Ulises. Joyce también escribió Finnegans Wake, Dubliners, y la obra semibiográfica A Portrait of the Artist as a Young Man. El estilo modernista de Joyce influenció fuertemente a los autores de generaciones siguientes, especialmente a Samuel Beckett.
JAMES JOYCE- DUBLINESES (DUBLINERS)
Dublineses es una colección de 15 historias cortas que tratan
sobre la vida en Dublin. Todas las historias están unidas por un único tema: el desmoronamiento de la vida en la ciudad. Parálisis y vuelo son las dos palabras que mejor describen la actitud de las historias. La parálisis es una parálisis moral, causada por la política y la moral de la época. El vuelo es la consecuencia de la parálisis, un momento en el que el protagonista se da cuenta de su condición.
El estilo de Dublineses es realista. Presta especial atención al
detalle y Joyce tiene la habilidad de crear ambiente y describir momentos de manera remarcable, llamados epifanías (refiriéndose al término cristiano de los Reyes Magos que visitaron al niño) que narran esos momentos especiales de revelación.
La sintaxis es confusa y a veces carece de puntuación (propio
del modernismo). Joyce también usa una técnica narrativa llamada Stream of consciusness y monólogos interiores. Lo que diferencia uno de otro es que el monólogo interior relata la manera de pensar del personaje sin alterar el ritmo sintáctico de las oraciones; sin embargo, el fluido de conciencia altera el ritmo sintáctico de las oraciones, ya que el escritor refleja los pensamientos del personaje sin seguir un orden lógico. Describe los pensamientos, las impresiones y los impulsos de la mente independientemente de la voluntad del personaje.
El léxico es rico. Usa onomatopeyas, símbolos, metáforas, juegos
de palabras, ironías, sátiras, analogías, vocablos innovadores. Todas las palabras sugieren fascinación y sensualidad. Las historias crean suspense. Las palabras para Joyce parecen tener el poder de transubstanciar la realidad como si de un chamán o sacerdote se tratarse. Las palabras en Joyce conducen a un universo verbal que no sigue las normas generales de la escritura puesto que él considera el lenguaje como un sistema cerrado. Lo suyo es un meta-lenguaje. Leer Joyce es sumergirse en el océano profundo de las palabras, hallar un significado nuevo en cada uno de sus significantes, perder la noción del tiempo y encontrar un segundo nuevo, una nota, una escala en cada nuevo capítulo.
Personajes: en Dublineses Joyce compagina el experimento sobre
la escritura y los esquemas narrativos con los ensayos de formaciones lingüísticas. En Dublineses se ve al ser humano como una realidad en la que se han proyectado todos los niveles, planos y márgenes que la componen. Esta obra es importante porque con ella se están atacando las raíces culturales y vivenciales de una cultura que se piensa en la derrota histórica como es la irlandesa. Este ataque viene de la descripción de los personajes en tres niveles:
1. El nivel físico
2. El espiritual o psíquico que estudia el compromiso ético y
moral de la persona en un contexto difícil.
3. El social, con la plasmación de un entorno acechante,
perverso, duro y, para unos, gratificante y, para otros, desesperante.
Los personajes de Joyce se van a mover en estos niveles. Pero,
además, forman la Historia, la contienen en sus manos y, en ella, la contada en su narrativa, se produce la red de relaciones en donde los personajes son casi siempre shakesperianos, es decir, aquellos que sin desearlo llevan un peso mortal en su tragedia.
En Joyce no hay principio ni fin narrativo porque las historias
a veces comienzan a medio camino y los finales los deja abiertos, a interpretación del lector. A veces resulta desconcertante, pero así da la perspectiva de que esa es solo una historia más de las que se desarrollan en Irlanda e incluso en el mundo.
Temas: el alcoholismo, al invención de la máquinas, las
represiones sexuales… El autor plasma en los cuentos la visión que él tenía de la Irlanda de la época. Por ejemplo la importancia que estaban tomando las máquinas, temas relacionados con la sexualidad y el alcoholismo*, u otros temas de la vida realmente importantes pasan a un segundo plano y cosas de menor importancia como el ajetreo diario, las presiones acerca del trabajo, etc, obtienen mayor importancia. La sexualidad, que se trataba de un tema tabú se representa a manera de represiones sexuales o libertinaje. *En la época en la que Joyce vivía con sus amigos y todavía estaba sujeto a los grilletes familiares, conoce a Nora Barnacle. Fue una relación difícil. Joyce frecuentaba burdeles y se emborrachaba constantemente, convocaban celosos fantasmas. Pero Nora Barnacle pasará a la historia de la literatura como la inspiradora de muchas de sus historias, en especial de Ulises.