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El rol del investigador social; entre la neutralidad y compromiso político.

Wilson Baquero

“Como el extranjero no se encuentra unido radicalmente


con las partes del grupo o con sus tendencias particulares,
tiene frente a todas sus manifestaciones la actitud peculiar de lo 'objetivo',
que no es meramente desvío o falta de interés,
sino que constituye una mezcla sui generis de lejanía y proximidad,
de indiferencia e interés”
G. Simmel 1

Más que la exposición de una tesis y su afirmación a partir de una sustentación argumentativa, este
ensayo se constituye como un ejercicio de reflexión acerca del papel de investigador social con
respecto a su “objeto” de estudio. Se trata de presentar algunas disertaciones en cuanto a la pregunta
de si el investigador social en general, y el Sociólogo en particular, debe tomar una posición
distante de su “objeto” de estudio o por el contrario acercarse a él hasta el punto de comprometerse
en los cambios que, en el caso de una comunidad determinada, son necesarios luego de identificar
sus problemáticas más visibles.

Entre la neutralidad y el compromiso


En un primer momento podríamos referirnos a postulados de algunos de los pioneros de la
Sociología como Durkheim o Max Weber quienes nos dan a entender que los hechos sociales deben
ser abordados de manera objetiva y con métodos rigurosos que nos permitan entenderlos y
explicarlos de manera acertada y sin ningún sesgo ideológico.
Durkheim nos plantea en sus Reglas del Método Sociológico que debemos tratar los hechos sociales
como cosas y que en consecuencia debemos desprendernos de las pre-nociones o ideas
preconcebidas acerca de tales hechos. Lo anterior se precisa como criterio básico para lograr una
idea clara de los hechos o cosas que estudiamos a partir de elaboraciones científicas sustentadas con
datos aportados por la manifestación directa de las cosas en si y no como construcciones a través de
ideas preconcebidas y contaminadas por estructuras ideológicas del pensamiento.
Por su parte, Max Weber nos habla de la “neutralidad valorativa”, que no es lo mismo que hablar de
una neutralidad o validez absoluta del conocimiento científico sino que solo pretende ser un
enfoque epistemológico y metodológico que logre apartar las valoraciones del investigador de los
1
Altamirano, Carlos (2006), Intelectuales, notas de Investigación, Bogotá, Grupo Editorial Norma, Pág. 43.
datos de lo empíricamente dado. Weber reconoce el carácter condicional, abierto y parcial del
conocimiento científico, sin embargo propone una exposición constante del proceso explicativo de
los fenómenos sociales con el fin de tener presente los juicios de valor y para no legitimarlos
haciendo uso de criterios científicos. Lo anterior, según el miso Weber, consistiría en uno de los
mayores errores que pudiera cometer un científico social.

Con las anteriores líneas solo quería exponer algunos de los postulados básicos de la disciplina
Sociológica y que se consideran válidos a pesar de los avances de nuevos enfoques de las Ciencias
Sociales contemporáneas. Ahora, debido la extensión y dificultad de la discusión en torno a estos
criterios, me limitare a reflexionar en torno al tema que me interesa; el enfoque metodológico y
epistemológico de la Investigación Acción Participativa. Este enfoque argumenta la necesidad de un
científico social comprometido con las causas sociales populares, un científico politizado que
abogue por el cambio social y el mejoramiento de las condiciones de vida de las llamadas clases
populares.

La Investigación Acción Participativa difícilmente se abre paso dentro de las Ciencias Sociales que
han pretendido, a lo largo de décadas, equiparar sus maneras de producir conocimiento con las
utilizadas para el mismo fin por las Ciencias Naturales. Este afán de hacer similares sus
metodologías se entiende por la urgencia de legitimar la Ciencia Social ante la comunidad científica
mundial, la cual tiende a aceptar solamente postulados científicos que efectivamente compartan
criterios epistemológicos y metodológicos con la Ciencia Natural.
Desde sus inicios, la metodología de la Investigación Acción Participativa -que en adelante llamare
IAP- y las técnicas de investigación similares han sido criticadas y acusadas de carentes de
objetividad y por lo tanto de no cumplir con estándares científicos que las puedan legitimar en el
campo de las ciencias.
Ahora, causa aun más polémica científica el hecho de que en la IAP quien tiene el papel principal
en el proceso investigativo no es el investigador formado en las aulas universitarias sino la propia
comunidad "objeto" de estudio. Es más, esta metodología no busca el conocimiento únicamente
sino la transformación de las realidades conocidas;
...la investigación participativa (IAP) está surgiendo como una manera intelectual de
otorgar poder a la gente para que pueda asumir acciones eficaces hacia el mejoramiento
de sus condiciones de vida. Lo novedoso no es que la gente se cuestione sobre sus
condiciones y busque mejores medios de actuar para su bienestar y el de su comunidad,
sino el hecho de llamar a este proceso investigación y de conducirlo como una actividad
intelectual.2
Estos objetivos, que son pilares fundamentales en la IAP, generan un poco de desconfianza en
cuanto ésta quiere que las herramientas o técnicas de investigación no sean utilizadas solo por
quienes han sido preparados académicamente para tal fin, sino que también sean apropiadas y
utilizadas por la comunidad que es considerada simplemente como un “objeto” de estudio por las
Ciencias Sociales tradicionales.

Ahora, la razón para que un grupo de intelectuales colombianos y latinoamericanos le den forma y
traten de legitimar estas metodologías de investigación radica en que, en algún momento de sus
carreras profesionales y de sus vidas dedicadas a la academia, encontraron inaplicables los
conocimientos que habían adquirido en las universidades y que estaban determinados por
paradigmas científicos europeos y norteamericanos. A este respecto, Orlando Fals Borda afirma que
en el momento de aplicar sus conocimientos en realidades concretas experimentaron dificultades
teóricas y metodológicas y los paradigmas investigativos aprendidos resultaron "en buena parte
inaplicables a la realidad existente, viciados ideológicamente por defender los intereses de la
burguesía dominante, y demasiado especializados o parcelados para entender la globalidad de los
fenómenos que se encontraban a diario."3
Esta hegemonía de paradigmas científicos es lo que se ha dado a conocer en el contexto
latinoamericano como la colonización del conocimiento o colanialidad del saber, que no es otra
cosa que elevar el conocimiento y la ciencia del continente europeo como el único marco científico
y académico válido para toda la ciencia, una especie de globalización de unas forma de conocer y
ver el mundo; "el posicionamiento del eurocentrismo como la perspectiva única del conocimiento,
la que descarta la existencia y viabilidad de otras racionalidades epistémicas y otros conocimientos
que no sean los de los hombres blancos europeos o europeizados."4
La necesidad de reivindicación de esos otros saberes, de los saberes populares y ancestrales, y la
inviabilidad de aplicar paradigmas investigativos importados a realidades en gran medida distintas
y con características especificas, son cuestiones fundamentales para que intelectuales locales se den
a la tarea de reflexionar al respectos y plantear nuevas formas de producir conocimientos utilizando
en parte lo aprendido en escuelas extranjeras pero dando cuenta al mismo tiempo de los saberes

2
Park, Peter. “Que es la investigación acción participativa. Perspectivas teóricas y metodológicas” en La
Investigación Acción Participativa. Inicios y Desarrollos. Salazar., MC., (edit.), Editorial Magisterio, 2005, Pág.
137.
3
Fals, Orlando., El problema de cómo investigar la realidad para transformarla por la praxis, TM Editores, 1997,
Bogotá, Pág. 15.
4
Walsh., Catherine., “Interculturalidad, plurinacionalidad y decolonialidad: las insurgencias político-epistémicas de
refundar el Estado” en Tabula Rasa., Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca., Bogotá, julio-diciembre de
2008. Pág. 131-152.
populares, el “sentido común” y las realidades propias de cada comunidad implicada en el proceso
investigativo.
La colonizaciónón de los saberes y del conocimiento también se expresa en
...la idea de que el único saber riguroso es el científico, y por lo tanto, otros conocimientos
no tienen la validez ni el rigor del conocimiento científico. Esta monocultura 5 reduce de
inmediato, contrae el presente, porque elimina mucha realidad que queda afuera de las
concepciones científicas de la sociedad, porque hay prácticas sociales que están basados
en conocimientos populares, conocimientos indígenas, conocimientos campesinos,
conocimientos urbanos, pero que no son evaluados como importantes o rigurosos. Y como
tal, todas las prácticas sociales se organizan según este tipo de conocimientos no son
creíbles, no existen, no son visibles. Esta monocultura del rigor se basa, desde la
expansión europea, en una realidad: la de la ciencia occidental.6

En este sentido, se hace necesaria una ciencia social que dé cuenta de las problemáticas específicas
de cada contexto donde se ubica el "objeto" de estudio. Se trata de que los miembros de las mismas
comunidades estudiadas sean quienes produzcan el conocimiento y de que el investigador sea solo
una guía para este proceso. Para esto es necesario eliminar la distinción entre “objeto” de estudio e
investigador. No se podría considerar como un objeto a un grupo de personas con intereses y con un
desempeño activo dentro de una comunidad, tampoco se puede pensar que el investigador es
totalmente ajeno a estos intereses y que puede dar miradas totalmente objetivas a las situaciones
que estudia. Si se quiere ir más allá, se trata de que el investigador comparta esos intereses con la
comunidad y encamine la producción del conocimiento como una herramienta de comprensión,
reflexión crítica y transformación de las problemáticas encontradas por la misma comunidad en el
proceso de investigación. Se trata entonces de un dialogo de saberes entre el conocimiento
apropiado en la academia por el investigador y los conocimientos populares y ancestrales de la
comunidad, un dialogo que tiene como fin último la transformación de las realidades para mejorar
las condiciones de vida de cada agente y de la comunidad en general.
Esto es, en cierto sentido, lo que indicaba Gramsci cuando se refería a buscar el buen sentido
dentro del "sentido común".
El intelectual comprometido
Queda claro, según lo anterior, que en el caso de la IAP es necesario un científico social
5
La palabra monocultura es utilizada aquí como un concepto que indica una única manera de producir o de hacer, en
este caso hace referencia al conocimiento o la ciencia occidental.
6
De Sousa Santos., Boaventura., La Sociología de las ausencias y la Sociología de las emergencias: para una ecología
de los saberes” en renovar la Teoría crítica y reinventar la emancipación social., CLACSO; Buenos Aires, 2006, Pág.
23.
comprometido con las causas sociales de los sectores populares, un investigador que sea capaz de
tener en cuenta los saberes populares, los conocimientos ancestrales y el “sentido común” en el
proceso de producción de nuevos conocimientos.
Sin embargo, aún queda la pregunta de cómo debe ser elaborado y tratado el conocimiento surgido
de esta metodología para poder ser tenido en cuenta como un conocimiento serio y con criterios
teóricos y metodológicos que lo hagan susceptible de una utilización efectiva en la transformación
de las condiciones de vida de los miembros de la comunidad estudiada.
La misión del investigador consiste en aportar, por medio de la IAP, un marco conceptual y
metodológico con el cual los individuos puedan entender las fuerzas sociales concretas que los
mantienen en situación de opresión y subordinación y direccionar el conocimiento obtenido y las
fuerzas colectivas al cambio de tales condiciones. La participación consiste precisamente en que son
las personas que sufren estas situaciones de opresión las que se involucran en la producción del
conocimiento y en la utilización del mismo para lograr el cambio necesario en sus condiciones de
vida. Este tipo de conocimiento se acerca, según Fals Borda, a una síntesis de los tres tipos de
conocimiento expuestos por Habermas en su Teoría Crítica: el conocimiento instrumental, el
conocimiento interactivo y el conocimiento crítico;
El conocimiento instrumental es útil para controlar el medio físico y social tanto en el
sentido de adaptación pasiva como de manipulación activa para lograr los cambios que
se busquen...A medida que convivimos con otros seres humanos llegamos a conocerlos en
un sentido interactivo. Este conocimiento no se deriva del análisis de datos sobre otros
seres humanos sino de compartir juntos unas vida y un mundo...La investigación critica
ayuda a las gentes a plantear problemas acerca de la realidad que los rodea a la luz de lo
que quieren alcanzar como seres sociales dotados de confianza en sí mismos y
autodeterminación...Los problemas sociales de mayor urgencia requieren que se develen
las causas estructurales de las condiciones sociales que afectan a sectores de la
población... 7
El conocimiento producto del proceso de la IAP establece una relación directa entre la producción
del conocimiento y la utilización del mismo para la transformación social. Es, en palabras de de
Peter Park, una reestructuración de la relación entre conocer y hacer. Se trata entonces de que el
investigador o científico social tome una postura o posición respecto de las realidades sociales con
las que se encuentras durante el proceso, o que ha previsto con anterioridad a él, y se comprometa
en la transformación de las mismas. Es necesaria en este sentido la convergencia, en un nivel
común, de los problemas observados y las teorías, conceptos y categorías sociológicas aplicables al
7
Park., Peter., Op. Cit, Págs. 143-147
estudio de tales problemáticas y a la solución de las mismas. Aquí, el investigador tiene que darse a
la tarea de integrar el conocimiento concreto al general, de saber entender otras formas de
conocimiento, de comprender otros contextos de tiempo y espacio diferentes del suyo, de ponerse a
la par de la comunidad rompiendo la jerarquías existentes entre investigador e “investigados” y, en
la medida de lo posible, incorporar a los miembros de la comunidad, a los grupos base, en el
proceso de investigación y transformación de la realidad social concreta. En otras palabras el
compromiso consistiría en “la acción o la actitud del intelectual que, al tomar conciencia de su
pertenencia a la sociedad y al mundo de su tiempo, renuncia a una posición de simple espectador y
coloca su pensamiento o su arte al servicio de una causa”8

Consideraciones finales
Para hacer una consideración final, podemos decir que la acción del intelectual comprometido se
hace necesaria especialmente en los países llamados subdesarrollados, considerados así en términos
de lo que es entendido como “desarrollo” y “civilización” por parte de la cultura “occidental”. El
investigador social o intelectual comprometido no puede ser indiferente a las condiciones de
desigualdad, opresión y subordinación que encuentra en su proceso investigativo y a las que están
sujetas las clases populares debido a las lógicas de dominación económica, socio-cultural y
biológica.
No se trata de un investigador apasionado que amañe los resultados de sus investigaciones a
intereses personales y sin ningún criterio científico. Se trata más bien de que luego del estudio
riguroso y exhaustivo de esas condiciones de vida encontradas dentro de la comunidad estudiada
-estudio elaborado por el investigador y la misma comunidad-, el investigador tome partido por los
cambios requeridos para transformas esas condiciones y junto a la comunidad direccionen ese
conocimiento hacia la inversión de las realidades encontradas. No se trata simplemente de la
elaboración y acumulación sistemática del conocimiento sino de la utilización de ese conocimiento
para lograr cambios sociales necesarios para las clases populares en particular y la sociedad en
general. Se podría utilizar aquí, extrapolándola al caso de la ciencia social, la última de las tesis
sobre Feuerbach expresada por Marx; “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos
modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”9.

8
Fals., Orlando., “Primera parte. Crisis y compromiso” en Ciencia propia y colonialismo intelectual. Los nuevos
rumbos, Carlos Valencia Eds., Bogotá, 1987. Pág. 53.
9
Engels, Friedrich., Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, Editorial Progreso, 1978, Moscú,
Pág. 57.

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