Está en la página 1de 5

La diversidad redefine el estereotipo del sociólogo

Josué Rafael Hipólito Heredia

Maestría en Ciencias Sociales, El Colegió de Sonora

00766: Taller de principios básicos para la redacción

Dra. Patricia del Carmen Guerrero de la Llata

05 de enero del 2024


Introducción
El presente reporte de lectura presenta las ideas que Blois retoma de algunos sociólogos
importantes del siglo XX. A través de una breve mirada al fuerte debate que existió entre la
comunidad académica y profesional que, buscaba defender el estereotipo ideal del sociólogo y su
relevancia en la comunidad científica. De ahí que usar el concepto diversidad como base,
ayudará a entender la importancia de la profesión y definirla.
A su vez, se analizarán factores que influyeron en el rechazo de la sociología como
ciencia valiosa. De tal manera, que exista la necesidad de tomar parte en la discusión de lo que es
y debe ser el sociólogo, romper el aparente equilibrio que se mantiene entre las posturas y dejar
de ser sólo un espectador del debate. Ya que se rechaza que la neutralidad en la discusión de
definir a la profesión sea benéfica.
La diversidad redefine el estereotipo del sociólogo

Blois es un sociólogo e investigador argentino que ha colaborado con varias instituciones


de su país y el extranjero. De acuerdo con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET) (s.f.) sus líneas de investigación son la “Sociología del conocimiento -
Sociología de la profesión” y su principal interés son las Ciencias Sociales y sus públicos. A
través de una mirada sociohistórica el investigador plantea nuevos y diversos escenarios para la
práctica.
En el artículo “¿Para qué sirven los sociólogos? […]” (Del Zulia etal., 2014) , se aborda la
problemática que existe al definir qué es la sociología. Esta búsqueda de la definición generó un
fuerte debate, ya que, entre el trabajo de la profesión y las diversas formas de aplicación existe
una gran diferencia. Es importante destacar que la diversidad permite redefinir la labor del
sociólogo, donde producir conocimiento especializado se consideró por años el canon.
Se sabe que el sociólogo tiene interés en estudiar los roles de cada individuo, pero pocas
veces se apela a la libertad que tiene para ejercer. Una crítica al libro Ciencia, política y
cientificismo de Oscar Varsavsky (Cátedra Libre Ciencia, 2021) señala que “El progreso
científico […] sólo estaría garantizado por la ‘libertad de investigación’”. Por lo que, es poco
congruente definir las labores del sociólogo en base a la percepción de lo que se espera que haga
el profesional.
Cuando se define la práctica a la luz de la diversidad, el sociólogo abre un nuevo
panorama a campos de impacto. La lectura del artículo de Blois invita a reflexionar sobre la vida
académica del sociólogo y si debe ser el espacio central de la ciencia, además de valorar la
práctica como un elemento importante para definir la profesión. Por ello, se retoman 4 ideas para
determinar que es la práctica y cómo influye en la profesión.
En primer lugar, la práctica es la respuesta a una sociedad que presenta necesidades
diversas. El sociólogo define que es más importante en su profesión, por ejemplo, para el
académico es importante elaborar conocimiento y para el profesional es educar a quienes no son
especialistas, destacando la práctica del académico. Si bien esto es cierto, esta manera de ver la
profesión provoca rechazo por el conocimiento empírico y clasifica los problemas sociales en
primarias y secundarias en un sentido de relevancia social.
En segundo lugar, la práctica busca refinar el intelecto como un artesano serio y creativo.
La práctica del sociólogo tiene el poder de construir compromisos con uno mismo; además, logra
esclarecer y liberar la conciencia, lo que provoca que la práctica beneficie al ser (individual y
colectivo) contemporáneo, sus necesidades y no solo a la disciplina. Esta forma de entender la
sociología permite que se resuelvan conflictos con el apoyo de los estándares de la práctica
académica sin limitar la imaginación del sociólogo.
En tercer lugar, la práctica como la voz crítica, primaria y autónoma que defiende a través
de la lucha. La práctica del sociólogo es el conjunto de intervenciones iniciales que buscan
anticiparse a diversos futuros problemáticos posibles, desde una posición de analista que no debe
tomar parte de la lucha, ya que, en principio el sociólogo solo debe influir con ideas y/o
estrategias que generen el cambio. Este punto de vista apela a que se buscar cambios a través de
la neutralidad y el equilibrio entre los grupos en conflicto.
En cuarto lugar, la práctica como un elemento que permite generar ciencia válida y
confiable. La sociología tiene como fin producir conocimiento que sea capaz de desafiar a la
opinología (opinión sin criterio), donde rol del profesional no esté a la venta de los intereses de
aquellos caprichosos sociales que comercializan con la ciencia y el conocimiento. Entonces la
práctica funge como educar al investigador desde la academia y a su vez valora su capacidad de
producir verdades incómodas.
Existe una fuerte tendencia por desacreditar aquellas profesiones que no utilizan el
método científico. Por años se creyó que, solo las ciencias naturales producían conocimiento
denominado verdadero y que la experiencia solo se conseguía a través del estudio de lo
académico, dejando de lado aquellos problemas que enfrentaba la dinámica social. Por lo que,
intervenir se volvió una necesidad de la práctica social.
Sin embargo, en el afán de legitimar la práctica relevante, el sociólogo quedó opacado.
Los sociólogos analizados por Blois creen que existe un interés colectivo por investigar a la
sociedad con el objetivo de instruirla, pero que la intervención en los conflictos puede o no tener
la misma prioridad. De ahí que, el sociólogo sepa de que trata su profesión, pero tiene la duda
sobre que tanto puede participar, ya que, la práctica parece ser limitada y exclusiva.
En este sentido, la burocracia es culpable de encapsular el trabajo práctico de la
sociología. La competencia entre las profesiones generó rechazo de las nuevas maneras de
intervenir en un mundo que cada vez es más diverso y, definir la práctica se resumió en vender la
profesión para demostrar que es relevante (!). Sin embargo, el sociólogo debe transformar
constantemente la visión de lo que es y hace, a través de la capacidad que tiene la práctica de ser
interdisciplinaria.
Por lo tanto, ser neutral no es la mejor solución ante la diversidad de perspectivas sobre la
sociología y área de trabajo. Llegar a una comprensión total del trabajo del sociólogo, el
esforzarnos por definir su labor y darle relevancia ante un mundo que tiene politizada la ciencia,
es atravesar un sendero difícil. Lo que pone en evidencia: la diversidad de sus prácticas deben ser
la manera de confrontar el estereotipo de lo que el sociólogo debe ser y hacer.

Bibliografía
Cátedra Libre Ciencia, P. y S. U. (2021). Ciencia, política y cientificismo Oscar Varsavsky.
https://repositorio.esocite.la/id/eprint/339
Consejo Nacional de Investigaciones. (s.f.). INVESTIGADORES. Obtenido de BLOIS JUAN
PEDRO, datos académicos: https://www.conicet.gov.ar/new_scp/detalle.php?
id=23761&datos_academicos=yes
Del Zulia, U., Blois, V., & Pedro, J. (2014). Espacio Abierto. Espacio Abierto, 23(1), 71–105.
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12230102004

También podría gustarte