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Mis padres se conocieron hace 28 años cuando aun eran muy jóvenes, ambos
vivían en una vereda rural. Con lindos paisajes, rodeados de la naturaleza junto
a mis abuelos. Álvaro cortes Mi papa había pasado por una infancia llena de
trabajos y perseverancia ya que mi abuelo abandono a mi abuela con 9 hijos.
Tanto mi papa como sus hermanos trabajaron muy duro para poder vivir
cómodamente. Mi mama aminta Ospina, fue una niña muy consentida por mi
abuelo, por ser la más pequeña de la casa, “de cuatro hermanos”. Mi papa no
pudo terminar su colegiatura, pero nunca dejo de ser el mejor en cuanto labor
emprendía. Mi mama fue enviada a estudiar a Ibagué junto con sus hermanas
a un internado, “la presentación” terminando sus estudios; ella siempre muy
estudiosa.
En esos años lo único que recuerdo era los días de jugo y diversión. Mi mama
por su trabajo, viajaba constantemente a talleres, especializaciones, a veces la
extrañaba, mi papa dejo de trabajar para cuidarme el siempre estuvo ahí;
cocinábamos juntos cumpliaños filiz “tortas caseras”, salíamos a visitar a los
abuelitos o nos acostábamos en la cama a ver películas y yo a tomar tetero.
Cuando tenía 6 años, mis padres me relataron, que mi nombre era porque en
ese entonces había salió un perfume finísimo que se llamaba leidy y el
yohanna solo les pareció que sonaban bien juntos. Cuando mi mama llegaba
de viaje recuerdo que llegaba con regalos y dulces, ese día era para los tres.
Ambos me castigaban cuando era necesario, los límites eran acordados entre
ellos dos, mi mama siempre comenta que el control de esfínteres fue lo más
fácil, yo misma decidí que quería ir al baño como los grandes. Cuando tenía
preguntas mi papa y mi mama eran muy claros y seguros en sus respuestas.
Aun hoy les sigo preguntando muchas cosas. Siempre he imite a ambos, a mi
mama en la responsabilidad y la dedicación por el trabajo, a mi papa en el
amor y la comprensión y su buena mano para la cocina.
Nunca escuche maltrato en las palabras de mis padres, aun cuando estuviesen
enojados entre ellos, cuando discutían hablaban de cómo lo arreglarían y su
descontento por la situación pero jamás una palabra ofensiva, creo que en ellos
siempre el respeto ha sido lo más importante. Me gustaba jugar a ser una
heroína, inteligente y extraordinaria, siempre en busca de la justicia. El primer
día de clases estaba tan feliz quería ser muy inteligente saberlo todo ser la
mejor. Mi escolaridad fue muy bonita el olor a los cuadernos nuevos y el
borrador impecable me trae gratos recuerdo, mis profesores y la admiración
que tenia por su conocimiento era lo mejor, mis compañeros eran muy
agradables y no la pasábamos jugando, tanto que llegaba a la casa muy sucia,
pobre mi mama, aunque ella nunca me dijo nada malo por llegar así. Me
encantaba sociales, ciencias y el castellano cuando la profesora nos narraba
cuentos, siempre me gusto todo el conocimiento y el deseo de asombrarme por
lo que desconocía siempre ha sido mi mayor sueño.