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 DIARIO DE UN
HEMORROIDICO

Una historia “Pa cagarse”

Willy berasaluze

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 1ª Parte PREPARATORIO

Es una operación muy sencilla, pero ya se sabe;

somos unos cagaos. ¿Y si no sale bién?¿Y si me
duermen y no me despierto? Miedos...
O vergüenza. Eso de enseñar el culo a un montón
de desconocidos, pues da un poco de corte. ¡Y además
sabiendo que te van a enredar por esa zona! ¿te imaginas
que en plena operación te sale un arrastro de los de
Tarragona? O incluso podía salir con tropiezo. ¿Y si al
pizarrín le da por levantar la cabeza?¿ Y si en medio de
la operación. Todo despatarrado y medio dormido,
aparece un sarasa con intenciones obscenas?¡Uf!, mejor
no pensar...
Yo me creía naturista o algo así, pero ahora
que es cuando hay que enseñar el culo , ¡ostras! Delante
de personas mayores, me refiero a médicos, enfermeras,
auxiliares, no me da corte, pero si es que todos son de mi
edad, incluso algún conocido. Y alguna está de muy
buen ver...
Bueno, ahí voy. Primer cirujano. Alto,
vestido de blanco, no usa gafas (esto me da confianza,
no sea que corte lo que no debe...) Manos largas y dedos
finos (esto de los dedos va a ser muy, muy importante)
-A ver chaval, qué tienes por ahí. Hazme la
posición del mahometano...
-Y eso ¿que es?

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 -Túmbate boca abajo, apoya las rodillas y esconde
la cabeza entre los codos.
¡La madre del cordero! Y encima aparece ahora
una tía vestida de rosa, con un bote de “veteasaberqué”,
que me da una palmadita en el culo y dice: “levanta un
poco más, te va a meter el dedo”
De puta madre...
Me corren unas gotas de sudor por la frente. Otras
parece que han salido disparadas y no les ha dado tiempo
ni a deslizarse por ella. ¡Aquí viene....!
OOOOOhhh!!!¡San Dios, ¿Cómo puede haber
homosexuales en el mundo...?
-Tienes un buen rosario. Siento cuatro de buen
tamaño. Vístete.
¡Jóder, si no voy a tener ni fuerzas! Me tiemblan
las piernas. Dos pasos y me siento delante del cirujano.
-Ya te llamaremos para hacer las pruebas. Estarás
con el anestesista y ya te dirán lo que tienes que hacer.
A casa a toda hostia.¡Vaya viaje de vuelta! Me
estoy muriendo - no pilles baches- ¡Quién me mandaría
sobrarme con el Armagnac de aquella manera!¿ Para qué
le haría caso a Itzi?
Bueno, menos mal que le hice caso. Todo esto
empezó porque Itzi se asustó al ver que perdía sangre
cada vez que plantaba un pino, y como a Navas le
tuvieron que meter sangre por la anemia que había
pillado por lo mismo, y cada vez me veía más blanco,
me obligó a ir al médico. Pero yo no pensaba que iba a

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ser así. Fuí un viernes. Mi médico, Igino, no le dio
mucha importancia, pero por si acaso, me mandó a
visitar al cirujano. Pasé la semana un poco mosca. No
tenía ganas de evacuar el puerto, pero tampoco me
molestaban demasiado. El lunes, después del día del
gallego, se me pusieron las almorranas como un
paraguayo, la fruta, y encima todos los transatlánticos se
pusieron de acuerdo para salir de viaje. Otra vez fui
donde Igino, y me mandó de urgencias a Mendaro, al
hospital. Allí tuve otra de esas experiencias.
Me llevaron a una sala donde me esperaban dos
médicos; médica y médico. Ala, otra vez a enseñar el
culo. Esa vez la sensación es diferente. Si la anterior vez
me saltaban las gotas de sudor, esta lo que me saltan son
las lágrimas.
-Espera que voy a llamar al cirujano de guardia...
Me tuvieron con el culo al aire cinco minutos que
me parecieron horas.
-¡Qué tenemos aquí!
Era una tía gorda, vestida de rosa. Me recordó a
Peggy la de los Muppets, pero no estaba yo entonces
como para reír. Aquella exclamación, que no me sonó
como la que podía haber sido al verle el culo a Harrison
Ford, me puso los pelos de punta.
¡Qué daño, tu puta madre tía gorda!
Me había intentado meter las almorranas a hostias,
pero no lo consiguió del todo.
Me han dado la baja laboral.¡Menos mal!

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 2ª UNA LARGA ESPERA

Ya estaba todo decidido. Sólo quedaba

esperar; y esperé, ¡jóder que si esperé...!
Hemos movido todos los hilos que se podían. Han
pasado dos semanas, y hasta la que viene no me hacen
los análisis. Supongo que después irá rapidito...¡y una
mierda!
Me están sacando sangre; cinco tubitos.
-Como me saques un poco más, me dejas seco.
-Tranquilo, que tienes mucha...
No conocía a esta enfermera, y eso que ya soy
como de casa. Este año estoy pasando más por aquí que
en toda mi vida.
-Pasa por aquí, que te vamos a hacer un electro.
Quítate la camisa.
¿Camisa yo? En las bodas y algún que otro
domingo que Itzi se empeña...Antes, cuando me quitaba
la camisa, solía meter la tripa. No me gustaba esa tripa
redonda de txikitero, en la que se me había ido una
cantidad de dinero y salud impresionante, pero ahora
suelo sacar un poco, y es que estoy harto de que me
digan que estoy flaco.
-¡Qué flaco estás!
No he debido hacerlo muy bien...
-¡Qué va! Si estoy dentro de los límites; por abajo,
pero dentro de los límites.
-Te voy a poner unas tetillas...

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 Esto empieza a gustarme...Me está poniendo un
montón de peras de goma que no hacen más que
chupones. Yo pensaba que iba a hacerme otra
cosa...Ahora conecta miles de cables a las peras, y pone
en marcha una máquina que parece salida del taller del
doctor Frankestein. ¿Y esto funciona?¡Vaya trasto...!
-Venga, para casa. Ahora a esperar a que te llame
el anestesista de Mendaro.
¡Coño, esperar! Ya me estoy acostumbrando. Lo
raro es que no eche raíces el paraguayo, aunque hay días
que creo que las está echando.
Ya estoy cansado de estar en casa, viendo
programas de viejas contando cómo su marido se la pegó
con otra y después de tres años quiso volver a casA y
traerse a la amante...¡Qué país...! Me voy a la calle.
-Txaro; ¡Hombre güilli! ( como suena,
güilli...)¿Qué tal estás?
-Aquí, esperando a que me llamen de Mendaro...
-Presen; ¡Hola guapo! (usa gafas pero no las
lleva...)¿Qué tal estás?
-Aquí, esperando a que me llamen de Mendaro...
-Maite; Kaixo, zer moduz?
-Aquí, esperando a que me llamen de Mendaro...
-Cristian; Que, ¿Qué tal?
Con este tengo más confianza, aunque no hace
mucho que le conozco. Además me he tomado un pote,
y me ha ido directamente a la cabeza. Y entra en los

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límites de edad que yo suelo tratar con más normalidad,
no como las jubiladas de mi clase de pintura.
-Hasta el culo, y nunca mejor dicho.
Me voy a casa.
Voy a visitar al anestesista, por fin. Dos tías, una
de rosa, una de azul.
-¿Alguna enfermedad?
-No.
-¿Alergias?
Al trabajo, a los malos tratos, a la gente en la
playa, a la música bacalao, al ruido, a las interrupciones,
al pintar de encargo...
-No
-Pasa con mi compañera.
Esto me gusta...
-Quítate la camisa.
¡Jóder con la camisa! Me está auscultando con un
friísimo fonendoscopio. Se ha perdido todo encanto. Yo
que pensaba que me iba a hacer otra cosa...
-Pues nada majo, ya te llamaremos. Ahora a
esperar...
Me encuentro con Koro. Está moviéndose por el
hospital como si lo mío fuera a vida o muerte. Menos
mal.
-Ya he estado con el cirujano, y para la semana
que viene entras. El lunes te confirmo.
Lunes – Koro- Nada, no han metido culos, pero
para la semana que viene, fijo. El martes te confirmo.

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 Otra semana viendo programas de viejas, y
pensando cada vez más en lo inútil que me siento. Tanto
física como moralmente. ¡Cómo me duele el culo, joder!
Martes – El jueves día 3 ingresas a las nueve de la
mañana, en ayunas.
Me vendrá bien, estoy echando barriga de
jubilado...¡Qué bien, ya tenía ganas! Estaba tan harto que
hasta me estaban entrando ganas de empezar a trabajar.
-¡Ici! Me ingresan el jueves.
-Pues el miércoles tendrás que llevar el coche a
cambiar los manguitos de los frenos. Me hace falta toda
la semana siguiente.
Me encanta que te alegres tanto...
No sé que mueve a la gente a hacer ciertas locuras.
Según llega el día de la operación, no paro de pintar
flores, he cortado un montón de zarzas que me
estorbaban la vista del jardín, y justo la víspera,
miércoles, (mientras le cambian los manguitos a mi
mujer...) me voy a Andutz con la cámara de fotos.
Estando sólo en el monte, no hago más que pensar en los
míos. Creo que es miedo; miedo a no poder volver a
verles, y en cambio, no quiero verles.
Visito la “tumba” de Bittor. Más por ver cómo
siguen los bonsáis que plantaron en ella que por él. Están
tremendos. Han dejado de ser bonsáis. Han recuperado
la libertad de crecer, de ser como a ellos les hubiera
gustado ser. Igual que Bittor...
Es tarde. Me voy a la cama.

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 -Pondré a las siete el despertador.
-¿¡Tan pronto!?
-...

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 3ª INGRESO

¡Jojonian! Vengo cagao al Hospital!...(¡Qué más

quisiera...!)
Bueno, el ingreso ya está hecho. Ya no me puedo rajar.
Lo que si pueden es rajarme...No sé por qué será, pero
ahora me acuerdo de lo que suele decir mi padre: -Los
médicos dicen que la operación va a ser coser y
cantar...coser en el quirófano, y cantar en el funeral...-
¡Qué gracia!
-A ver, los que ingresan hoy, por aquí.
Hay que ver qué guías nos gastamos en Mendaro. Más
que a operarme, parece que voy a visitar un museo; esta
tía parece un Picasso, o si no, es que se ha escapado de
un circo...¡Vaya colores!
Ahí vamos, cuatro tíos, como corderos en plenas
navidades, de la mano del hijo menor de una familia
numerosa de las de antes, de las de los tiempos de
Franco. Bueno, tres corderos y una txala, porque hay
uno que pesará unos trescientos kilos, contando sus
acompañantes....dos, mujer e hija. Nos meten a un
ascensor grande, potente, que a pesar de todo no da
mucha confianza, viendo el tamaño de los componentes
de aquella familia...
-Esperar aquí, que enseguida os llamarán...
Los tres potolos ocupan cuatro de los diez asientos que
hay en la sala. Ici y yo, uno y medio...

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 No han pasado ni cinco minutos...
-¡Yas toy ta lo güevo ¡ Egto e la hoftia. Son maj
lentoz ke zu puta madre...-decía el padre
-Noay deresho- la madre
-...- la hija.
¡Qué miedo!¡ Más que a la operación!
Bueno, ya se los llevan...Paz Christi...
-¡Menuda leche!
-Seguro que le van a operar una úlcera...Vasha
karaster...
Me parecía que no tenía razón el potolo, pero
llevamos media hora esperando, y aquí no viene nadie, y
estamos más solos que la una. Voy a preguntar, y me
encuentro con Iñigo. Sabía que era médico, pero no que
estuviera en Mendaro.
-¿Qué andas?¿Algo mal?
-Si, el culo...
-¿Hemorroides?
-¡Joder qué buen médico eres! Con mirarme has
adivinado todos mis males...
-No, es que nos acaban de avisar de maternidad,
que estaban esperando un ingreso, y que seguramente
estaría aquí.
-¿A maternidad? Si ya te digo, que va a ser como
un parto...
-Entonces hemorroides...¡Putas almorranas! Yo
también tengo...
-¡Qué putada eh!

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 Maternidad; lloros nocturnos y otros eventos
varios...(no sabía lo que me esperaba más tarde...y yo
quejándome)
Me llevan a la habitación como si fuera un regalo
de Navidad.- Aquí te traigo compañía- al hombre que se
lo dice, no parece que le han gustado las vacaciones en
el hospital. Lleva un mes entre ir y venir. Le han quitado
el bazo, pero ya parece que está bien y le mandan para
casa.
Me hacen poner un camisón de esos que enseñan
el culo por la parte de atrás, azul perdido de tantas y
tantas lavadas. ¡Mierda! Me he olvidado las zapatillas.
Con las de deporte parezco Milikito. ¿Le den por culo!
Si vengo a operarme y no a ligar, aunque ya yo...ni
vestido de Giorgio Arman...
Voy a visitar a Amaia, que acaba de ser madre. Ici
está allí.
-¡Qué pinta traes! Pareces un payaso...
-Me he olvidado las zapatillas...
-Iñigo tiene unas – dice Amaia -¿Por qué no te las
pones? A él ya no le hacen falta...
-¡Qué más da! Si no se va a fijar nadie...
-Venga, ponte.
-...
Total, diez minutos. Ponérmelas y llamarme, todo
uno.
-Bueno Amaia, ya veré a tu hija en Deba...(me
encantan los niños, sobre todo los recién nacidos)

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 ¡Ja! Me van a afeitar el culo.
-A ver majo, posición del mahometano, que te voy
a afeitar. Los cirujanos no quieren ni un pelo.
Me vino a la cabeza la imagen de la operación,
enfermeros y cirujanos, todos completamente calvos.
¡Qué bonito!
Espero que sea un buen barbero, que estas
cuchillas las afila el diablo...
-Dúchate, y te frotas con esta esponja que es para
desinfectar, luego te metes en la cama. En diez minutos
te suben. Ya están terminando con el anterior.
Ahora imaginaba un cirujano asomando su pelada
cabeza
Por la puerta del quirófano, llenas de sangre las
manos y la bata blanca, diciendo “siguiente”, mientras
por la puerta entre-abierta, se puede ver a las enfermeras,
recogiendo las sobras de la operación anterior en bolsas
azules de basura...¡Qué bonito...!
Ya vienen a llevarme. ¡Joño! Si es el barbero...se
habrá olvidado algún pelo...
-Vamos de viaje...
Ya me veo, abandonando mi cuerpo, y dejando a
enfermeras y cirujanos, emprendiendo ese viaje sin
retorno, mientras las enfermeras recogen las sobras, y el
cirujano va en busca de otra victima. Eso si, ¡cómo les
brillan las calvas!¡Qué bonito...!
Ya voy para el quirófano. Parece que conduce
bien el barbero este...¡qué cantidad de cosas se ven

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tumbado boca arriba! No sé ni a dónde mirar...¿Por qué
se me mueve tanto la pierna?¡Ostrás!¡Si estoy
temblando!¡ Claro, con el culo “afeitao”, normal, frío...
Frío, leches. Estoy cagao de miedo...
¡Jóder! Estoy en la sala donde vuelven a la vida
los “cadáveres” que salen del quirófano.¡Ahí viene uno!¡
Y, anda coño qué gritos! Menos mal que está
anestesiado...y esta rubia ¿qué querrá...?
-Te voy a abrir una vía para inyectarte un sedante.
Es para prepararte para la operación...
¡Tu padre, qué daño! Y yo aguantando mecha sin
decir ni ¡mu!
Estoy al lado de una ventana. Veo pájaros.¿Serán
de verdad? Porque miro al techo y sigo viéndolos. Tengo
ganas de cantar.¡Qué ciego! Estoy como Rambo – no
siento las piernas - ¡A que me meo encima...!
-¿Qué?¿Qué tal va?
-De cine. Me tendrás que dar la receta de eso que
me has metido. ¡Qué gozada!
-Venga, para adentro...
-Ya lo has jodido. Con lo bien que estaba...
¡Mecagüenros!¡Qué es esto!¡Menudo potro de
tortura! Es como el asiento de los astronautas, pero con
las piernas abiertas. Otra de las diferencias es que no voy
vestido de astronauta, sino de verde perdido, por arriba.
Pos abajo voy vestido de carne de pollo...
Me están atando las piernas con unas correas de
cuero. Que lo hagan rápido, que si no, me escapo...

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 Entre las piernas veo a tres tipos eligiendo
herramientas. Espero que no se pongan a afilarlas
delante mío... “Tráeme uno nuevo” le dice uno a otro,
“este está desafilado”
Santa Maria madre de Dios, ruega por nosotros los
hemorroidicos, y permítenos cagar como cuando no lo
éramos...
-¿Quieres anestesia total?
-Si por favor...

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 4ª VUELTA A LA VIDA

Tengo la cara ardiendo. Me han debido dar

un par de tortas para despertarme. Ahí están los pájaros
otra vez...
¿Ya me han hecho algo? A ver...¡Ostrás!¡Si me
han puesto un Dodotis!¿Y estos? Siguen en su sitio,
¡Pero no los siento!¡Ay madre!
Y esta ¿de qué se ríe?
-¿Qué tal cantarín?
¿Qué habré andado? Todos me miran y se ríen.
Aquí viene otra...
-Vas a estar aquí una hora, hasta despertarte del
todo.
-Pero si ya estoy despierto...
-No te hagas el valiente, que has estado un buen
rato dormido...
¡Joño! El barbero...
-Vamos a la habitación.
-¡Si me han dicho ahora mismo que iba a estar
aquí una hora!
-Ya han pasado hora...y cuarto desde entonces.
-Pues no me ha dado tiempo ni a soñar...
Aquí está el del bazo. Ya vestido y “repeinao”
-Aquí te dejo el conejo; intenta orinar...
Pero ¿qué dice este barbero?¿Qué tendrá que ver
un conejo con la meada?¡Anda coño!¡Si es un orinal
portátil de esos que parece una botella que se ha caído al

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suelo cuando todavía estaba caliente el vidrio! Voy a
probar....¡¡Mmphf!! Nada, ni gota...
-Ze? Ba zoaz?
-Bai, azkenik ba noa! Hamen lagako diat gatz
pizkat. Hamengo bazkaria batere ez daka ta...
Simpático el anciano; ¡se trae la sal de casa!
Supongo que la poca sal de las comidas del hospital,
tendrá su razón de ser. Este, cualquier día mata a algún
compañero de habitación...
Agua, quiero agua
Aquí viene alguien. ¿Hombre Ici!¿Y esta de
verde? Jóder, otra cirujana. Ya conozco seis o siete...
-¿Qué tal estás?
-Tengo sed...
-Pues hasta mañana no puedes beber, por lo
menos. Y descansa, que todavía es muy pronto.
-¡Hola Ici!
-¿Qué tal?
-Tengo sed!
-Ya has oído, hasta mañana nada...
Pues tengo sed, jodé.
-¡Hombre Koro!
-¿Qué tal?¿Ya he estado con el cirujano, la
operación muy bien; te han quitado dos perlitas de un
buen tamaño, ahora te costará recuperar, porque las
heridas serán grandes, tienes que hacerte baños de
asiento, o sea, refrescar el culo, con un poco de betadine,
tienes que tener eso muy limpio, porque te puede venir

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cualquier infección, y descansa, que hasta expulsar la
anestesia no sabemos cómo estás, ¿has meado? Tienes
que mear, que así se expulsa, y cuanto más mees, menos
absorbe el cuerpo la anestesia, y mucho mejor; no creo
que te traigan la cena hoy, pero si meas bastante, puede
que si te traigan desayuno, pronto pasará el cirujano a
verte, él te lo explicará mejor todo.
Espero que me lo explique un poco más despacio.
Ahora si que tengo sed. Falta oxigeno en la habitación...
-Tengo sed
-Pues no puedes beber.¡Espera! Te voy a mojar
los labios con una gasa...
¡Esta es la mía! A ver si le saco un poco de jugo...
-¡Mira, como los niños!¡Que no puedes beber!
Nada, ni gota...
¡¡¡PUES TENGO SED ¡!!
Y ahora que menciono lo de la gota...
-¡Ici! Tráeme el conejo...
-¿Willy!¡No seas cerdo!
¿Qué habrá imaginado? A, ya... Pues estoy como
para eso...Ahora, ¡Ni grúas Ibisate!
Resuelto ya el mal entendido, lo intento.
¡¡Mmmphh!! Nada, ni gota...
Me traen un compañero. Le van a operar de de la
nariz. Ya le hace falta...¡Menuda porra!
Iban se llama el pollo. Con “B”. Esto de
euskaldunizar todos los nombres, me parece un poco

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exagerado. Pronto diremos que López es también
apellido euskériko. –Arraina lo...-
-Y a ti, ¿de qué te han operado?
¿Otra vez? Voy a tener que escribir un artículo en
el periódico...
-Pues no se te nota nada...quiero decir...
Si, si, ya se que quieres decir. Este se piensa que
al quitarte las almorranas, se te meten los ojos para
dentro. ¡Paspán!
El Baskonia, perder. ¡Vaya cagada!
¡Jóder qué ruido! ¿Qué es esto?¡Truenos!¡Menuda
tormenta!...y nada, estos dos más “sobaos” que las
magdalenas...y encima, roncan...¡vaya nochecita!...Va a
ser como dormir con el león de la “Metro”
¡Ganas de mear!¡El conejo!¿Dónde tengo el
conejo? Aquí está. ¡Humph! Esta vez si...y
¡cómo!...¡Ostrás!¡Que lo lleno!¡No puedo para! Ya,
ya...¡Por un pelo!...¿Qué hago ahora con esto?
-¡Ici!¡Ici!
-hfdbj, vm, fkjlnvm, djkjgj ¿Qué?
-Lávame el conejo...
-¡Vete a la mierda!
-...
¡La leche lo que me cuesta moverme!¡Ostras! He
despertado a Ici...
-¿Qué te pasa?
-Nada, nada...¡Vaya tormenta!

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 -No he oído nada...Me duele todo, esta silla es
más incómoda que la leche...
-¿Te hago un sitio?
(Ahora se reirá y me dirá que estoy loco...)
-¡Vale!
(¡No jodas!, Lo que me faltaba...Ahora ¿cómo le
digo que era broma? Pues nada, a joderse...)
¡Qué incómodo estoy!¡No me puedo ni mover! Si
es que tengo 30 cm de cama. Flaco si, pero, ¡joder! Algo
más de sitio no me vendría mal...
Alguien viene...
-Tomate esto.
-¿Qué es?
-Para hacer de vientre...
No si te diré. Yo con el culo hecho un cuatro, y
encima quieren que cague...
¡Que noche más larga! Quiero irme a casa...
¡Ya! Por fin de día...
Hoy pasarán a hacerme la revisión. Espero que no
sea Peggy...

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 5ª ME VOY A CASA

-¡Ici! Quiero irme a casa...

-Hoy me imagino que te mandarán.
-Ya, pero me quiero ir...
Viene el cirujano que me operó. Supongo que este
no pondrá pegas a su trabajo. ¿Nadie hace mal su
trabajo!
-A ver ese culete...
Cada uno tiene una forma de llamar al final de la
espalda.
-Lo tienes perfecto
Ya, como el del anuncio de Danone...
-Para casa majo. Ya sabes, comida limpia, baños
de asiento y limpieza.
Koro me lo explico mejor. O sea, nada de farras,
refrescar el ojete y no ser guarro...¡fácil!
-Ici, maleta y para casa.
Me ducho, con la puerta abierta, que me conozco
y tengo una tremenda facilidad para caerme redondo con
un bajón de tensión.
Si no me moviera, nadie diría que me han
operado, pero tengo unos andares, que parezco Donald.
Ahora entiendo lo de fina y segura...¡vaya paquete que
me han puesto! Y a Mirentxu le quedan unos meses de
llevarlos, “cagaos” y “meaos”...
¡La leche!¡Lo que me ha costado meterme en el
coche!...

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 -¡Cuidadito con los baches!
(se ríe)
Ya en casa. ¡Que gozada! Sofá, tele, cenicero y
cigarrito...
-Me voy a la cama, que estoy muy cansada...
-“Pos mu bien”
¡Qué ganas tenía de fumar !Me está entrando de
cine.
Me duermo

¡Qué leches me pasa! Giro la cabeza, y las

imágenes se quedan fijas. ¡Ay Dios!¡Que estoy todo
pedo!
-¡Ici! Vaya pedal, tu...¡Que estoy castaña...!
-¡Ostras willy! Tienes fiebre. Ponte el
termómetro...
¡Pit, pit, pit...!
-39,5º
-¡uuuuuju!
-Nos vamos al hospital
-¡No jodas, ¿estás enferma, o qué?
Vienen mis padres a llevarnos.¡Menudo viaje!
Siento que la cabeza ha dejado de pensar. ¡Estoy
levitando! Veo el coche como si fuera un pájaro.
(muchos ya dicen que lo soy...)
¡Es un pájaro, es un avión, ¡no!, es superalmorrón!

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 No me puedo aguantar la risa. Otra vez en el
hospital.(Cómo lo echaba de menos. Tanto como un cojo
un concurso de patadas en el culo)
-¿Nombre?
-Si soy el de hace un rato...
-Ja,ja...
-Guillermo Berasaluze, pero los amigos y
cirujanos me llaman willy...
-Ja, ja...Espera un poco en la sala willy.
(Esta, o es cirujana, o mi amiga...)
Ahí está el de la máquina de café. Es la foto de un
tío rodeado de cafés y bollos, vestido como el camarero
de un putetxe, con chaleco granate y cuellos de raso
negros. ¡Menudo careto que tiene!
Anda que el que tienen mis padres...¡Si ya me han
visto otras veces todo castaña!¡Cómo estaré! Desde
luego, siento las orejas granates, como el chaleco del
camarero de los bollos...
-¡Guillermo!
-Yo misma...
-Pasa majo.
¡Ostras, esto debe de ser grave! Hay unas diez
personas esperando, y me llaman a mi el primero...
-Pasa por aquí y quítate la camisa.
-¿Me quito la CAMISETA?
-Si, quítate la camisa.
¡Iros al peo!
-Mira Ici. (saco pecho)

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 -¡Déjate de chorradas!
Aquí vienen los de verde. Y una de rosa (y no es
Peggy; menos mal)
Termómetro, tensión, fonendoscopio...
-Bájate los pantalones
¡Bien!
Esta vez no me da vergüenza. A la que le da es a
la de rosa. ¡Será porque me he quedado en pelotas! No
sabe dónde mirar. Quiere taparme con una sabana color
verde perdido. Parece que quiere atrapar un cochinillo
con un saco. ¡Anda qué roja se ha puesto! Me vuelvo a
acordar del de los bollos...
-Entubar y a planta. Sacar sangre para cultivos.
Ñ+poígtiñe (o algo así)
O sea; ¿Me van a meter un tubo, me van a sacar la
sangre para regar los tomates y los puerros del jardín y
teñirme con no se qué...?¡Ni pentzar!
Solo, estoy solo otra vez. Tengo ganas de cantar,
pero me corto. Esta vez estoy asustado. Aquí viene el
camillero.
-Vamos a planta.
(Que sea un geranio...)
-¿Qué me llevas, a maternidad?
-No, esta vez vas a cirugía.
-¡Mierda!
¿Solo en la habitación? De cine.
Me han inyectado no se que, pero me estoy
quedando sobao. ¿Qué leches será? NO-LO-WILL

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(willy, lorik ez egin?) A ver...NOLOTIL ¡Anda coño! A
sobar...
-¡Ay!¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!(Buen despertador) Me
Acaban de traer a un prostático recién operado.
¡Jodé!¡Este hombre se me muere!
-¡Ay!¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Aaaaaay!(Buen irrintxi)
-30minutos-
-¡Ay!¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
-2 horas-
-¡Ay!¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Aaaaay!
Ahora el que se quiere morir soy yo. Si ya era
malo el dolor del culo, con los gritos del vecino con
posibilidad de palmarla, es mucho peor...¡Y todavía no
he cagado!
Vaya dos. A uno le rajan el culo, y al otro el
chiflo...Menudo panorama.
Llega la noche...la de hoy va a ser muy larga...
¡Joder!¡Que le den algo a este hombre, que ni con
sobredosis de nolotil se duerme...!
¡Aquí viene alguien!
-Te vamos a meter dos chuletillas
¡¿Qué dice que le van a meter?! A ver si le van a
dar dos hostias para dormirlo! Igual le traen la cena..¿A
las tres de la madrugada? No creo.
¡Coño, sangre! A esto se referían. Dos bolsas de
sangre. ¿Qué paz! Se ha dormido antes de la mitad de la
bolsa. Ya estoy tranquilo. Me duermo
-¡Guillermo!¡Guillermo!

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 -¡wé!
-Tómate esto.
Ha sido como una aparición. Es una cara redonda,
joven, envuelta en rizos; la luz los atraviesa
desdibujándole el rostro. Su voz transmite serenidad.
Podría ser un ángel si no fuera por el acento
navarro...Aunque puede que también haya ángeles
navarros...-“Vente con mi pal cielo, cas sido mucho
bueno, cacho cabrón...”

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 6ª OTRO DIA MAS

Oigo un sonido muy familiar. Ronquidos. ¡Hay

que ver cómo le han sentado las chuletillas a este
hombre!
Me aburro.
¡El desayuno!
Para mi café con leche (o algo así) y dos galletas,
blancas con agujeritos. Para Pedro, (el prostático) caldo.
-Egun on Pedro! Ze moduz! Aurpegi ona dakak!
Bai, obeto nao. Gosia ta dana dakat!
Ale ba jan. (Ta ixo!)
-media hora-
7,8,9,10,11...
-una hora-
41,42,43,44,45...
-hora y media-
74,75,76,77...
-hora y tres cuartos-
90,91 (este último vale doble)...98,99,100. ¡Cien
pedos en menos de dos horas!
-barkatu Guillermo, baina ez dakit ze ba ditudan
hain beste aize barruan.
¿Chuletillas? A este lo que le han metido es una
alubiada...
-Lasai Pedro. Bota behar dezun danak, ondo ingo
izu ta...

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 Es como estar en “San Sebastianes” ¡Menuda
tamborrada!
Mira, ahora parece un “RAP” ¡Y yo sin cagar!
Me quiero ir a casa. Supongo que hoy me darán
puerta. Quiero irme a casa. Otro pedo. Ya viene Ici.
¡Otro pedo más!
-¿Vamos a pasear?
-Te he traído el pijama.
Es la primera vez que me pongo el pijama, desde
que me fui de casa.
Paseando por los pasillos del hospital, hay
cantidad de gente con “maletín”. Son gente con sonda.
Por el color del líquido que llevan, se sabe el tiempo que
les queda de estancia. Los de color rojo, un par de
semanas, los de amarillo, días.
No ha venido nadie a visitarme. Bueno, mi padre,
que me ha traído un sextante de su abuelo que ha
restaurado para entretenerse.
Llevo un buen rato paseando.¡Ostrás!
-¡Ici!¡Que me cago!¡Qué leches!¡Que me he
cagao!
Se me acaba de escapar una txurrustada de un
líquido extraño entre rojo, negro y marrón, que me
recorre la pata del pijama. Y,¡qué frío está!¡Un water,
mis almorranas por un water!¡Que me cago!
Aquí.
¡¡Frasta!!

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 ¡Qué daño! Y eso que es todo agua. ¡Qué daño, y
qué alivio! Me he quedado como nuevo.
-Vamos a buscar al médico, que estoy de cine.
Aquí está el pollo...
-¿Me voy a casa?
-Vamos a ver, ¿tienes fiebre?
-Noooo
-¿El culo?
-De cine...
-¿Los cultivos?
-...(patatas y tomates, bien, pimientos, pocos)
-¿Te han dado los resultados de los cultivos?
-No
-Tenemos que esperar a los resultados y veremos
como estás. Tenemos que saber de qué ha sido esa fiebre
tan alta.
¡¡¡Mierda!!!
-¿Has hecho de vientre?
-Si
-¿Qué tal?
-...
Otra noche a ritmo de RAP.
-Gaur pilota partidua dakagu.
-A, bai?(tres pelotas inportatzen neri)
-Ikusiko al degu?
-Bueno (ein nahi dekena)

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 No se ni quienes jugaban, ni quién ganó, pero a
Pedro no había quién le callara. Disfrutó como un enano.
Al menos había alguien contento en la habitación.
Me encuentro solo. Me gusta estar solo, pero no la
soledad...
Me despiertan a no se que hora
-Tienes que tomar esto
Es el ángel navarro
-¿Para qué es?
-Para hacer...para ir...para...
-¿Cagar?
-Eso.
-Vale
¡Vaya ángel de los buebos!¡Con lo fácil que es, ya
le ha costado decirlo!¡coño!¡Con el sueño que tengo!
Curarme no se si me curarán, pero pienso ir descansado.
He dormido bien, estoy bien. Espero que me
manden a casa. No tengo fiebre, ya cago como un
adulto, un adulto con almorranas, pero adulto. Quiero
irme a casa...
-Hola willy
-Hola Ici
-¿Ha pasado el médico?
-No
-Vamos a pasear?
-Vamos.

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 Vueltas por el hospital entre carteras de colores
colgadas de cuerpos magullados, envueltos en batas de
colores diversos y zapatillas de andar por casa.
Nos viene a buscar la mujer de Pedro, mi vecino
prostatico-pedorrero. Es “andareño” como decía mi
abuelo. Habla bajísimo y como si le pesaran las palabras.
-Zuen.....bila,,,,dago.......medikua.........
-Eskerrik asko, (muermo tía)
-¡Hola!
-A ver, túmbate y enséñame eso.
“Eso” es mi culo; con más agujeros que antes,
vale, pero mi culo. (“esgraciau”)
-Lo tienes muy bien...
(¡marica!)
-Y los análisis están también bien. Te puedes ir a
casa.
-¡Gracias! (¡sarasín!)
-Ten cuidado de tener muy limpio todo eso.
Esto me han visto cara de guarro, ¿o qué?¿ A ver
si se piensan que no me limpio el culo? Yo que soy de al
menos una ducha... a la semana. ¡Coño!

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 7ª YA EN CASA.
¿DEFINITIVAMENTE?

Ya estoy en casa. Tele, mimos, cuidados

intensivos,
mimos, tele, series americanas desde las siete de la
mañana, mimos...¡Una vidorra! Eso si, ¡me duele el
culo!
Ahora me acuerdo del “barbero de Mendaro” Me
están creciendo los pelos del culo, y esto es la
órdiga.¡Cagonlaleche! Así que entre los pelos, las
heridas, y los tordos, que parece que salen doblados,
¡REDIOS!
Yo no me veo el ojete, así que le he enseñado a Ici
el percal. ¿Cómo estará todo eso?¡Menudo careto ha
puesto! No sé por qué. Si solo es un culo ensangrentado
con unos pellejos colgando...
Una semana. Estoy harto de ver viejas hablando
de que si su marido se la ha pegado con otra, pero que le
perdona y luego él se presenta con la otra en casa y no
les aguanta y se va y que ahora el marido le denuncia por
abandono del hogar....¡jodér qué país!
Ya los mimos van disminuyendo, y es que se me
ve mejor. Ya no llevo paquete. DODOTIS me refiero...
Tengo revisión del seguro de la empresa. A estos
no les engañas ni llevando el ojo en la mano. No se
cómo me habrá visto, que no me dejaría trabajar,- ni
queriendo- (que no quiero...)

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 Más tele, más viejas, más americanadas...
Estoy aburrido. Imagínate cómo, que he empezado
a escribir mis memorias de todo esto. Suerte que tengo
internet, y “hablo” con mis amigos. Tienen que estar de
mis almorranas como yo: ¡HASTA EL CULO!
Otra revisión del seguro. Ya la tía es como de
casa.
-¿Qué tal va eso?
-¡Hasta el culo!...Perdona
-¡Ja, ja....!Tranquilo, que lo entiendo.
Ya te prestaba yo la mitad....
-Pero, ¿qué tal estás?
-Pues bien...Sólo que me duele cuando me siento,
cuando me río, cuando voy al servicio, un poco al andar,
cuando estoy mucho tiempo de pie y supongo que
cuando corra, salte, monte a caballo o ande en bici...
-Te voy a dar el alta para probar.
-Vale (¡japuta!)

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 8ª VUELTA AL TRABAJO

Es jueves. Ya no me acuerdo ni de lo que hacía en

el taller. Seguro que hay cachondeo cuando llegue...
-¡Culo bonito!
(¡cabroncete!)
-¡Cuánto tiempo sin verte!
(y más que me hubiera gustado)
-¿Qué tal?
-Bien, bien. Ya parece que se están cerrando las
heridas...
Aunque lo que parece es que se han cerrado del
todo. Hace tiempo que no cago.¿No me habrán cosido el
ojete?
-Ya sabes que a mi también me operaron. Menuda
putada.
-Y ¿qué tal quedaste?
-Después de la segunda operación, bien. Pero
estuve jodido...
-¿Cuántas tenías pues?
-Tres
¡Joder! Si yo tengo cuatro “conocidas” y me han
quitado dos...Cuatro menos dos, dos...¡Hotia, hotia!
-¡Ostrás!
-¿Tu cuántas?
-No se cuántas me habrán dejado...
-Que no te pase nada...

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 (Y tu que lo veas con los ojos clavados en dos
astillas)
-Si ya te digo Valentín, esto es de todo lo que nos
dan por culo en el taller...
-Eso digo yo...
-Hola Gorriti
Es mi encargado. Le tengo un cariño...
-¿Qué tal estás?
-Bien.
-Tienes que hacerme estas telescópicas.
-¿HONSBERG? No jodas...
-Tienen prisa
¡Joputa! Me acaba de mandar uno de los trabajos
más duros que hay en el taller. Unas telescópicas (chapas
de 3 milímetros, con unos pliegues, que encajan unas
con otras, de unos treinta kilos cada una)
complicadísimas, que requieren bastante esfuerzo físico,
porque siempre está ocupada la única grúa. ¡Y eso que le
avisé que no debía hacer esfuerzos!¡Qué cabrón!¡Cada
vez le tengo más cariño!
¡Hostia! Nada, tres telescópicas. No me han
aguantado dentro del cuerpo más que tres telescópicas.
¡Me cago en Gorriti, en las telescópicas, en las
almorranas y en Gorriti otra vez!

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 9ª OTRA VEZ IGUAL

Otra vez tengo fuera dos hemorroides grado 3

Esta vez van a probar otro método. Voy a la
Policlínica a Donosti a ESCLEROSAR (creo) las
almorranas.
Es una consulta particular. El doctor parece que ha
salido de un incendio. Tiene barba y melena, pero no
enteros. Le faltan mechones aquí y allí. Habla suavecito,
como se les suele hablar a los conejos antes de colgarlos
en el gancho para desangrarlos.
El de los pelos de loca me explica:
-La intervención es sencilla...
(Me suena...)
-Te introducimos este cono...
Un momento que explique lo del cono. ¿Has
decorado alguna vez una tarta con una manga pastelera?
Bien, pues este cono tan gracioso, es como el final de
una manga, la parte metálica, pero de una manga
preparada para decorar la tarta de boda más grande del
mundo...
-Succionamos suavemente las hemorroides con
este aparatito...
¿Suavemente?¡Si parece que me vas a volver del
revés!
-E inyectamos este líquido esclerosante. Un
pinchacito de nada que no se nota,

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 ¿Cómo voy a notar nada, si tengo el ojete como la
boca del Gargantua?
¡Y encima lo saca a rosca!
Me estoy mareando
-Si te duele, te tomas una o dos de estas.
¡¡Nolotil!!
-¿Si me sigue doliendo?
-Tres.
¡Coño!
Menuda nochecita. Dos Nolotiles y despierto.
Son las siete de la mañana. No he pegado ojo y me
duelen las tripas como si me hubiera tragado un kilo de
chinchetas. Me da un miedo tremendo sentarme a hacer
mis necesidades fisiológicas mayores.
Las 9. Aguanta willy aguanta...
Las 10. ¡Uy!
Las 10:00:30 ¡Corre willy, corre!
Las 10:00:45 ¡¡Frasta!!¡Menudo puré! Voy a
intentar describirlo. Vamos a ver: Puré de lentejas, con
tropezones de pan frito y ketchup. Bueno, podría pasar,
si no fuera por el olor a mierda, que como dice mi
madre, se caen las moscas...¡Y las “perlitas siguen
ahí!¡Vaya una mierda de tratamiento!
Tengo que volver. Esta vez me van a estrangular;
las almorranas. El sistema es el mismo, solo que en vez
de inyectar la mierda liquido ese, me ponen una gomita
que corta el flujo sanguíneo a la hemorroide, y se
desprende...

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 -Vamos a ver Guillermo. Posición del
Mahometano.¿Te importa que vea la intervención un
compañero?
Esta respuesta, te lo juro, que fue por los nervios.
Espero que no lo dude nadie...
-Total, es el culo más visto de Guipúzcoa...
¡Pero qué digo! Quería referirme a que se lo había
enseñado a un montón de médicos y enfermeras y que
por uno más que lo viera, pues no me importaba tanto.
¿Qué pensará este de los pelos revueltos y su amigo
regordete con cara de viciosillo?
-¿A si?- se lo pregunta al gordito- será..será...
(maicón)
¿Ahora quién se fía de lo que hacen a mis
espaldas?¿A quién se le ocurre decir que es el culo más
visto? Si es que pareces tonto. ¿Quién te asegura que lo
que introducen es la manga pastelera esa? ¡Las cagao!
¡Paspán!
Para casa; sudando, más por la incertidumbre que
por el dolor...
-Ici, me cago
-¡Corre!
-¡Zrrufst!
-¡¡Qué daño!!¡Cagon diez!
-¡Ostras! ¡Mira eso!
Ha caído una pequeña bolsita y mucha sangre...
-¡Soy padre!
-¡No digas chorradas!

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 ¡No tengo almorranas!¡Bien!
Llevo un tiempo limpiándome el culo sin estorbos.
Soy feliz.
Es la última revisión, espero...Aquí viene el doctor
placer...
-Bueno, ¿Qué tal?
-Pues llevo una temporada sin estorbos al pasar el
papel...
-Eso está bien. Vamos a hacer un último tacto.
-(¡jode!)
-Solamente por asegurarnos
Tu y cuántos más...
-Posición del Mahometano
¡Cagon to!
-Ya está
-¿Ya? Ni lo he sentido...
-La verdad es que no me extraña. ¡Menuda paliza
que se ha llevado!
-Y que los digas (con to los dientes en la mano...)
-Pues nada, para casa...Y suerte. La chica te dirá
cuánto.
-...
-Agur!
Al salir hay un atril de orador donde nos espera
una enfermera con gafas de los años 60; las gafas, la
enfermera será de los 40, como poco...
-¿Nos dice qué le debemos?
-Vamos a ver....Guillermo....54000.

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 Me acaban de salir unas treinta almorranas, Ya sé
cómo te curan aquí. ¿Qué estás estreñido? Son treinta
mil, y vas y te cagas del susto. ¿Qué tienes almorranas?
Te metemos un exprimidor de limones en el culo, le
damos vueltas, y como el limón es malo para el
estreñimiento , pues 54000 y vas, y te cagas...
-¡Jode Ici! Las próximas me las quitas con el
cuchillo de la cocina...
-¡La leche que si!
Pues nada, para casa, con la cartera y lo culo
destrozados y a esperar que tarden en reproducirse.
Porque según el médico, -Esto es como un racimo de
uvas, que va desprendiendo granos...-
Los días de gloria al limpiarme el culo, pasaron
muy rápido. Al primer esfuerzo, ¡fuera! De momento las
controlo con “intervenciones manuales”. Es decir:
¡eeeeup! ¡P´a dentro! Y ahora sufro las almorranas, pero
no como el anuncio de la tele –En silencio- Yo las canto
a los cuatro vientos y esto da pie a muchas
conversaciones: -Pues yo tengo una, pero pequeña- dice
él, - A mi me salieron cuando el parto, -dice ella-, y una
cosa lleva a la otra y ya se comenta, -¡y cuando te pegas
una juerga a Gin-tonic!- dice él - ¿y cuando estreñido,
por fin sale, lo que duele?- dice ella. Luego llegan los
remedios:- Lo mejor unas hierbas de valeriana en el
bolsillo- dice él, - yo leí que con un exprimidor de
limones..- dice ella...

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 El caso, es que el tema da para largo.¡ A algunos,
hasta para escribir un relato! Y muchos sabiendo que la
has pasado, te piden consejo.-¿Tu qué harías?- A lo que
suelo contestar:
-¡Yo ya hice!, y si quieres te lo cuento:

Es una operación muy sencilla, pero ya sabemos...

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