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Los espasmos musculares, definición y tratamiento

Los llamados calambres o espasmos musculares son contracciones involuntarias de los


músculos que pueden hacer que estos se endurezcan o se abulten, produciendo un dolor
que en ocasiones puede ser intenso y debilitante. Generalmente ocurren por la noche
después del ejercicio y duran desde algunos segundos a varios minutos. Este tipo de
espasmos musculares se pueden interrumpir estirando el músculo afectado o tomando
algún tipo de relajante muscular o antiinflamatorio.

Las causas a este problema muscular pueden ser diversas. Una de estas puede ser el mal
funcionamiento de los músculos debido a una lesión de médula espinal o al pinzamiento de
un nervio en el cuello o en la espalda. Otras de las causas son las distensiones musculares,
la deshidratación, la falta o desgaste de minerales en el cuerpo, así como una llegada
insuficiente de sangre a los músculos.

En el caso de las personas que realizan mucho ejercicio o un ejercicio continuado, es


recomendable tomar bebidas isotónicas que contengan los iones que necesitan los
músculos para disminuir la fatiga o para recuperarse antes.

Otras técnicas de prevención son realizar estiramientos para mejorar la sensibilidad,


modificar las sesiones de entrenamiento para realizarlas dentro las capacidades, beber
mucho líquido durante la realización de ejercicio e incrementar la ingesta de potasio que se
puede encontrar en alimentos como el jugo de naranja, los plátanos o el tomate.

Finalmente, hay que tener en cuenta que en caso de presentarse un espasmo muscular
intenso con un dolor incontrolable, se debe buscar asistencia médica, e incluso si los
espasmos no son intensos, el médico puede ayudar a modificar el programa de
entrenamiento para reducir el riesgo de que ocurran espasmos musculares en el futuro.

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