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Xl siglo veintiuno editore: Siglo xxi editores argent DALE 849160115 faslak BUBION ARES ARGENTIIA & Difusién gratuita. Sp ‘hb fotocopia no mate = dim D>, elmercada st & C7 x %M ya primers ediciGn en expaiél, 1980 ecimotereers edicin en espatal, 2001 (© siglo wd editores, sa. de cx say 90898-15425 Uitulo original: the structs end functions of dicourae ‘on interdiscptinary ntrouction to teslinguidies and discourse studies derechos reservados confarme x a ley Impreso y hecho en méxico/prined and made in mexico INDICE PREFACIO Conferencia 1. DESARKOLLO Y PROMLEMATICA DE LA GRAMATICA DEL TEXTO 1. Antecedentes hisbricos 9; 2. Motivationes para una sramitica del texto, 17; 3. La gramdtier del texto fstudion del discuno, 19; 4, Algunos temas de la. gr ‘matic. del texto: extructaras de superficie, 21: 5. Se- ‘nines textual: coherencla lineal, 35: 6. La semint cegnoveitiva. La coberencia y how marcor de cino: Conferencia 2. s1ackoestRUCTURAS SEMANTICAS 1 Temas y sentidos globales de textox 49; 2 Maco reglt, 47) §, Macoestructuras y superestctaras, 4 Genta tna, 50 Conferencia 8. 14 rracuAnica pet. oiicuRo EI uo del discunso: actos de habla, 58; 2. Secuer- cing de onaciones ¥ secomcias de acton de lable, 6) 8. Macroacios de tabla, 72 Conferencia 4. piscunso, cocniciOx ¥ COMUNICA: ‘cab 1. EI proceamicnto cognoscitive del discuss, 77: 2 Cémo se comprenden los actos de habla, 9.3, Lox lect del discuro: algunos problemas dc le price: fla oclal, 97; Hl eliscurso etm context social, 106 5. Comentarios finales, 115 Conferencia 5. esraucTUMAS ¥ FUNCIONES DEL. 1 Tipor de discurn, 115: 2 La teorla del discurna i 43 . ‘emer ferario. 177; & Extructuray de discerns literati. 1 4: Posties, reérice y caillaies, 12%) 5. Comtenion 4s comunicacion literaia, 182 CONCLUSION 143 ‘NUEVOS DESARROLLOS EN EL ANALISIS Det. DISCUR: $0 (1978-1988) M7 e una nueva dixipling, 147; Proce: discuno cognowitivo: etratoian y mode. lon, 154 La cogmicidn social yc) leat, 10 EL dino de lor medios de ditsiéa, 178; Peder, dacur- oe ldeslogis, 181 EL surgimie Noras 186 IMLioGRARIA 194 PREFACIO Las conferencias aqu{ recogidas {ueron pronunciadas acl Departamento de Lingulsten, tei Facaa ae Humanidades, de Ia Universidad de Puerto Rico, en Rlo Piedras, en abril de 1978. Se pemsaron como una Primera introduccién al campo de la lingtiiticn del texto y al estudio mas amplio del discurso, especial. ‘mente para estudiantes de lengua y literatura, pero también para otros estudiantes de humanidades y slencias sociales. Nos tuvimos que limitar una. pre- sentacién elemental de algunos temas, nociones y prox blemas basicas de las dreas principales de este nuevo ‘studio interdisciplinario. No se requiere ninguna pre paracion especitica para comprendr lay conterencias, Sunque algin conocimiento elemental dle lingiisi- & pudiera ser dtl. La presentacion de las varias no- ones y problemas es informal. Al estuiliante que quiera profundizar mais cn la materia, se le invita 4 que consulte Ii bibliogratie basica mencionada en las nous. El objetivo principal de las conferenclas © aumentar el interés en el estudio. interd tio del diseurso, area de investigacién que ha ered do rapidamente durante los iiltimos diez aos. ungue Kemos intentalo hacer que la versién ex rita de estas conferencias fuera lo més colierente y sisiemitica posible, una introduccién elemental no puede ser complet en ningin sentido. En vee ile Youmir el trabajo hecho por otros, hemos preferidla entrar la discusion, sobre fos elementos principale, del anilisis de diversas estructura: y funciones del discurso. Ademis, por limites de espacio fue impo- sible analizar extensamente fragmentos. mas largot tH de discurso; las conferencias son de naturaleza te6- Fica, y se espera que el lector aplique los principios iscutidos a discursos concretos. Finalmente, deseo agradzcer a Jas personas de la Universidad de Puerto Rico que me invitaron a dar las conferenciss: primero, al profesor Eladio Rivera Quitiones, decano de Ia Faculiad d= Humanidades, y también a los profesores Humberto Lépez Mora- les y Eduardo Foraitieri. Asimismo, agradesco a to dos los que asistieron a las conferencias, cuyos co- mentarios criticos ayndaron a que é&tas tomaran su forma definitiva, Ademds de ser colegas y estudian- tes, han Megado a set mis amigos, y su amistad de- ‘muestra caracteristicas tinicamente posibles en una cultura latinosmericana como Ia de Puerto Rico. Universided de Amsterdam, junio de 1978, CONFERENCIA 1 DESARROLLO Y PROBLEMATICA DE LA GRAMATICA DEL TEXTO Hace aproximadamente dier afos ocurrieron varios acontecimientos independientes en Ja lingtistica que cuestionaron el paradigma generativo-transformacio- nal (‘chomskiano”) que prevalecia en la teoria del lenguaje. El primero de ellos fue en la pragmética Y eM Ia sociolingdéstica: aportaron el principio basi- co de que una gramitica no debe construirse sobre la base de intuiciones linguisticas problematicas, sino sobre observaciones del verdadero wo de la lengua (inclayendo Ia yariacién social y dialectal), y que la Jengua en uso debe estudiarse también en términos de actos de habla, FE) segundo acontecimiento ocurrié en la filosofia y en a ldgica: al mismo tiempo que In semAntica comenzaba a tener ms importancia en la gramitica, se propusieron modelos més adecuados y formales para explicar el sentido y Ia referencia de las expresiones, Fuera de Ja semintica Idgica, sur- gié una nueva orientacién en el campo de la inves- tigacién tedrica, principalmente en la gramdtica categorial y en la relacionada légica intensional ela- borada por Richard Montague. El tercer acontecimiento principal ha sido el tento de construir In lamada gramética del texto, El principal motivo de este intento fue la presupo- sicion de que la gramética de una lengua debe dar cuenta, no sélo de las oraciones realizadas mediante 8 10 endures wna. roeTO} HeaaRAmLtO Y MRORLEMATICA tas emisiones de Nablantes natives, sino también dle las relaciones entre oraciones, 0 sea de los lextos enteros subyacentes a estas emisiones. Esta afirma- cién se basaba en parte en argumentos gramaticales ¥ en parte en el posible papel de Ia gramatica en Hlominios tales como Ia psico y sociolingiistica, In pottica, la antropologia y las dems ciencias sociales. EI desarrollo de Ia gramdtica del texto no ha sido un movimiento unificado. Al contrario, se han lle vatlo a cabo investigaciones en varios pafses desde muchos puntos le vista, sin mucha inspiracién mu- tua, Intentaré dar una Tista de algunas de estas pri- metas direcciones en la investigacién, que podrian comsiderarse ya como dentro del campo de Ia “lin. silstica del texto".* a] La gramatica estructural americana. Ya se nota. ba en el trabajo de Zellig Harris (1963) y sus se- guidores una conciencia de In importantia que el andlisis del discurso tiene para la. gr . Sin em- bargo, su “andlisis del discurso” resulté ser més bien un aniliss sistematico de esiiemae gramaticales asig nados a las oraciones de um iiscurio, que por Io tanto Hews a le nocién de “trunsformaciéna” en ver He a un estudio adecuado de las estructuras expect. ficas det discumo, 1b] La tegmémica, Desile que se funds por Kenneth Pike (cf. Pike, 1967), Ia tagmémica ha sido la exue- 4a lingiatics que més atencién ha prestado al and isis del discurso, Destle una etapa muy temprana, Ja tagmémica ha considerado que el evento comuni. cativo entero —no slo tas oraciones, las emisiones © el discurso— deben ser el objeto dle una tcor'a lingiistica, Dentro de esta tradicién se ha hecho mu- cho trabajo descriptivo ttil sobre fendmenos discur- sivos de muchas lenguas (ef, por ejemplo, Longa- ere, 1976). Un poco al margen de Ia corriente prin- cipal de In tagmémica pero inspirados en les mismos anteceilentes, otros enfoquiss teéricos y dlescriptivos, avricepenns usromcon n también interesantes, se han desarroliado; pensamox, or ejemplo, en el estud iscurso en lenguas aborigenes (cf. Grimes, 1975). | La lingitistica funcional. La escuela britinica de lingiistica funcional, originalmente inspirada en Firth y en el trabajo de antropélogos linguistas, tam- bign ha venido investigando el uso de la lengua y aus contextos. Michael Halliday, por ejemplo, tine de los representantes mis distinguidos de esta co- riente, dedica una parte de su “gramdtica sist mica" a la discusién de estructuras discursivas, En Ja opinién de Hallycay, lor textor no constituyen un ivel sistémico propio en Ia descripcién gramatical, ino una forma del uso de la lengua. Recientemen: te, junto con su exposa, tia emprenilido in andlisis de estructuras gramaticales que manifiesti. Ia cohe. Fencia, 0, como dicen ellos, la “‘cohesién” del dis- curso (Halliday y Hasan, 1977) Destle un punto de vista un poco diferente, tam ién deberfamos mencionar el trabajo de Geofirey Leech, que no silo ha liecho aportaciones » a se mantica, sino también ha analizado estructuras lin gilisticas en la poesia, asi como Ia estructura de anuncios comerciales (Leech, 1966, 1969). Mis re cientemente, algunos lingiistas inglees que. inves. tigan sistemitica y emp/ricameme la naturaleza de la conversacidn, especialmente la de maestros con alumnos en el salén de clase, han propuesto i modelo prictico del andlisis del discurso (Sinclair y Coulthard, 1975) 4d) Ef estructuralisino checo. Principalmente una tradicién curopea en cuanto linguifstica, el dlesaro- Ho de Ja lingdistica del texto hia sido. parcialmen. te ssociado con los descubrimientos or estructuralismo, Algunos miembros de I la de Praga’ ismo. lingiisico, ex. pecialmente Palek y Danes, han. analizailo varios aspectos del discurso, como, por ejemplo, In co- " AMATI oe TexTD: nesAmotLo ¥ reomescher herencia entre oraciones. Ademis, se han examina- do el desarrolio del “ema” discursive y la “pers pectiva funcional de la oracién” (el. anilisis de. las funciones “tema” y “rena” en orsciona) (ct. Sgal, Hajigovd, Benetovi, 1973). Para studios 3 {ativos sobre el discurso, véawe Palck (1968, 1977) y Danes (1970), ¢] BI estructuralismo francés, La manera de abor tiar el discurto dentro del marco de la tan influyente Tama “francesa” del estructuralismo no fue, en sus inicios, principalmente lingiistica, sino més bien ins pirada en el trabajo. antropoldgico/etnolégico de Claude LéviStraus, quicn se interess, entre otras cosas, en el anlisis estructural del mito, Inspirados tanto, en LéviStrauss como, en los interesanies re sultados del formalista ruso Vladimir Propp (1928) G72 obra fue mas o menos redescubierta, por Lévic Strauss, investigadores tales como Todorov, Greimas y Bremond se interesaron especificamente en el dese trollo de una teorfa estructural de Ia narrative? Pronto este andlisis de Iz narrativa se hacia en un marco semidtico* mis amplio dentro del cual simul. tineamente cobré importancia el andlisis del cine y s¢ hizo patente la creciente influencia de Ia line gilisica, Astmismo, Greimas (1966) y otros pronto intentaron hacer un andlisis seméntico de lat cate, Gorias narrativas descubiertas en el estudio estruc. tural del cuento. f] La lingiistica alemana. Los que més sistems- ticamente se han ocupada del estudio lingGtetico del discarso han sido sin duda tos investigadores ale mates, tanto los de Alemania Oriental como los dé Ia Occidental, cualesquiers que sean sus diferencias te6ricas. Ningiin pais ha producido tantos libros en el terreno de la linguistica del texto y esudios del iscurso como ta Repiblica Federal de Alemania. En 1964, Peter Hartmann ya habia dicho que tuna de las tareas de Ia lingilistica deberia ser ta des, avreceneeres sustémens 1s ripcién estructural del discuro, Algunos afios mis tarde aparecié Ia primera monografia en este terre. 0, excrita, por Roland Harweg (1968), quien discn: te principalmente ta pronominalizaciéa ‘en cuanto relaciones entre craciones de discurios. Otro impul. 40 a este tipo de anilisis de textos provino de tas cos de la literatura (por ejemplo, Siegfried Schini que pedian una gramética del texo para poder ai lar las estructuras especificas de discursos literarios (véase thwe, 1972, para una vista general de este conexién entre la poética y ta lingistica del texto) Fl ‘conocido lingiista alemin Manfred Bierwisey (1965) habia dado ya alguns pists para 1a posible aplicacién de ideas generativo-transtormacionsles. al estudio explicito de la fiteratura, sefialindo asimis- imo la importancia de describir tar estructuras put ticulares (espectficas) del discurso literario comé Is frama y otras “macroesiructuras". Después de 1970 este movimiento hacia la elaboracién de una gra mitica del texto fue aumentando en popularidadt El primer proyecto de lingiistica del texto se or- ganizé en Constanza; en él participaron Hannes Risser, Janos Pewoti y Jens 1hwe. El trabajo inicial de este grupo fue principalmente preparatorio; el tr bajo mis sustancial sobre el discino vino clesputs cuando templazaron el estudio de modelos liagiis. ticos, Légicos y formales, con Jn observactin sistema, fica de estructuras discursivas, Otror lingiistas, por ejemplo, Werner Kummer, también participaron en €l primer Simposio sobre ta Lingiiistica del Texto elebrado en Constanza (cf. Petiti y Rieser, eds, 1973), Kummer, cuyo trabajo en Ia gramatica del texto puede colocarse entre las investigaciones mnds interesanies de Ja Linguistica del texto alemana, pric mero examind Ia colierencia en el discurso; Inego pa 86 a extucliar aspecios pragmiticos de In. ler lel discurso, orientindose cada vee més hacia ung teoria general de In accién (Kummer, 1975). Una " ‘cmnschives rexte: pananotses ¥ ucion de este enfoque pragmatica com un and {isis mas formal (como el de Montague) se encuentra en el trabajo de Thomas Ballmer. Balimer demostrd bastante temprano la importancia de la nocién de ‘mundo posible”, tomada de ta semintica formal, para la explicicién de la coherencis semimica en el discurso (Ballmer, 1972), Después ile su tesis doc toral bastante formal (Ballmer, 1975), combing ideas nuevas de la gramitica formal para hacer un and lisis sistemdtico de textos y contextos en su-monu. mental Habilitationsschrit. (Ballmer, 1977) Mientras tanto, Siegtried Schmidt (1973) habi Sscrito una introduccién a Ia “teoria del discurso” en la que daba cuenta de Ia lingiifstica del texto, asf como ce otras i 6 wabajando en su sistema ted- rico para la descripcién del discuno que, despues de incorporar un componente mis 0 menos lbgico para las relaciones de coherencia, agregs un compo- Rente de mundo posible al incluir un formato léxi- oy uma teoria dle marcos (tal como se desarrollé en lu Inveligencia Artificial) y la teoria de la prag- mitiea, Como Schmidt, habia asistido a la nueva de Bielefeld donde esiaban Weinrich, ible, Kallmeyer, Wirrer, Kummer y, mis ieser. A pesar dle las diferencias teéricas im- ies entte estos investigadores, Bielefeld pudo converting en la Meca de la linghistica del texto alemana, la It produccién de introducciones, panora- Inias generales y antologias en el campo: Kallmeyer et al., Giilich y Raible (1972, 1977) y la serie sobre linghfstica del texto de Buske Verlag (Hamburgo), seguida imix tarde (1977) por la de De Gruyter en Berlin. Una bibliogralia sobre la lingiistica del tex- 0, preparada por el linguista austriaco Wolfgang Drenler en colboracion ton Schmit, yu desta Giemos de titulos en el terreno de: los estutios del ANTIEEDENTHS. MiTOnICOR 1% iscurso_ (Textwissenschaft) (Dressler y_ Selimist, 1978). Tanto en Ia lingulatica como en’ In podtica habia Iegado la hora para ta publicacién. de. varios libros cle texto introductorios (cf, por ejemplo, la Bramética del texto cle Wehrlich de 1975, y los li bros de Titamann, 1976, y Plett, 1975). El panorama de Rieser del desarrollo de 1a lin- Billtica del texto en Alemania, y el de Guindin de su desarrollo en la Unidn Sovidtica, publicados tos dos en la mejor (hasta ta fecha) antologia de extue dios del discurso (Dressler, ed, 1977), inclican que mucho del trabajo Hevado a cabo en eios paises ha sido interdisciplinario, Ademds de enudiar los. pro- blemas de teoria literaria, lingiistas en Alemani en la Unién Soviética han estudiado los dltimos acontecimientos en la légica, de Ia ac Psicologia y en Jas ciencias sociales, para ir mis alla en el andlisis de las propiedacles del lis. ame y 30 uso, 8] La gramdtica generativo-transformacional, Aun. que In gramitiea transformacional se cencraba pi Cipalmente en las estructuras sinticticas y_ (n de) seménticas de oraciones, algunos de estos lingais. tas también estudiaban fendmenos contados entre los femas principales cle la primera investigaciin de Ia gramitica del texco, tales como Ia pronominalizacién ¥ la presuposicién« En paricular, Lauri Karttunen, de Austin, Texas, prest) atencién bastante temprano a las propiedacles de los asi lamados “referentes tel dis utso", es clccit los referentes que denotan expresiones de tas oraciones subsiguientes tle un discurso (Kartu. nen, 1968). Sin embargo, aparte «le estos estuilios inte. Fesantes, no ha habido un intento sistems tenuler el alcance de la gramatica generat tno del discurso: Ia mayorfa dle los lingti fa creido que fuera factible “generar” un, texto. Claro esti que las distintas “escuelas", “direcciones". 6 AMATICN OL TEXTO: DEsAMoLLO ¥ rRORECnIn ido algin entrenamiento en lingiisti fa y poética estructurales, y s¢ fabian familiarlado con Ia gramética generativa, Asi {ue que las ideas, las nociones y los problemas pr atravesar Jas fronteras de los distintos pafses y sus “excuelas" especificas; también, los congresos reunie- ron a investigadores con formaciones completamente diferentes, que trabajaban en proyectos _parecidos. Actualmente, especialmente desde que ha disminuido el interés en 1a gramdtica transformacional (en su sentido estricto), no hay ninguna “direccién princi pal!" expecitica en Ia lingiistica del texto: Ia mayo- Ha de los investigadores se dedican a trabajos. mis e”pecializados después de las afirmaciones mis pro- gamiticas de los primeros affos. Ahora exploran’ los aspectos interdisciplinarios del discurso en campos tales como In sociologia cognoscitiva _(etnometodolo- fa) en el anilisis de la conversacién—, 1a. psicalo- gia cognoscitiva, la pottica y. las ciencias sociales (cf. van Dijk y Pewfi, eds,, 197) Mi propio trabajo en el terreno de la. gramitica diel texto y extudios del discuro ha buscado sobre to- do integrar varios métotlos.y resultados, con una otientacion interdiseiplinaria, Comencé con el estur dio de propiedades seminticas de la poesla, pasé a la lingoistica y a Jn lingilstica del texto (primero den: tro del marco del estructuralismo francés y luego dentro de la rama de la “semintica generative” * del paradigma de la gramética transformacional), y lue- go a Ia semintica formal (légica)* y a la pragmd Uc? Mi propdsito fue hacer mas explicito el est. dio semintico de las relaciones de coherencia y re- lacionar el discurso con Ja. estructura de tos actos de habla y la interaccién por medio de, por ejemplo, 1 estudio de las condiciones de conexién, los conec- tivos, las relaciones entre secuencias de oraciones.y mortvacons ” secuencias de actos de habla, ete Mas particular a mi trabajo fue Ia elaboracién de macroestructuras (emdnticas), a la que regresaremos con mids detalle en la segunda conferencia. Parecia imposible, den. tro del marco original de 1a gramitica transformacio- nal, formulae las reglas para derivar macroestructu- ra de un texto, Por este mismo motivo, regresé al estudio emptrico de la comprensién del discurso en | pricologia cognoscitiva experimental? con la. in- tencién de aplicar Jos reaullados de exe trabajo a |a psicologla social. Mis abajo prestaremos atencién specifica a estos aspectos de Ia lingistica del texto y del estudio del discurso. La tendencia general en Ia lingifstica del texto, ‘que se ve tanto en el trabajo de los demés como en mi propio trabajo, ha sido la de ir dee una etapa ms o menos estrecha y programética (nspirada en la gramdtica transformaciona}), a un enfoque mis sustandal ¢ intenlisciplinario, que en algunos re- pectos ya ciractetizaba el trabajo de Ja generacién “mis vieja” (Pike y otros), 2 MOTIVAGIONES PARA UNA GRAMATICA DEL TEXTO Antes de pasar aun breve andlisis de algunos de los fenémenos tipicamente estudiados en las gramaticas del texto, debemos mencionar algunas de lat mot vaciones generales mis. importantes que han resul- fado en Ia elaboracién de tales gramdticas. Para po- der comprender estos motivos, sin embargo, hay que insistir en que una “gramatica del texto” no es ua ipo especifico de gramitica, en el sentido de una gyamética estructural, generativo-transformacional 0 funcional. Las gramaticas del texto en principio pue- den ser formuladas en términos de cualquicra de ex tos modelos. Una gramitica del texto, entonces, es tuna. gramatiea definida en términos de la clase de " ‘easehees oes Texto: wesantoLL0 \ exonizshrica objetos y problemas pertinentes a este tipo de oe tudio, Esto significa que, por lo general, no. tien sentido decir # gramiticn del texto este “equ Yecada’: las dos nacen de la decisién de llevalt Gabo un estuutio lingtistico (gramatical) del dicussa Esa decisién necesita ser legitimada, pero no se la puede “refutar”. El estudio del discurso no excluye it Sramitica “incorrecta" o Ia lingifstica “errdnea", dele un punto de vista teéricoformal ni desde cl punto de vista emp:ricodeseriptivo. ‘También debs fubrayarse que en: cuanto Jos lingdistas y Ia lingtle fica reconozean que entre sus tareay estd la de toe dar tas estructuras det discunio, ya no tendia se tido hablar de gramética del texto y lingitistics del fexto: sélo existiran la gramética y ta lingilstica a secas. Peto, como este punto de vista two he stile todav'a adoptado como norma general, Presentar los argumentos principales ex sr a tc a oe eae Aharon pean a pa fl] wn estudio del discunso permite getereliznioner so __, dades de secuencias de oraciones; fs tee gees Sir Tetecrcar pen mee rac an yon aes Pes er sn amen supone une deripcidn gramatical de seuencias a eraciones y propidhdes del. disamo cose a todo pra, por ejemplo dar cuca de ty ela tes ettte ato de hablsy maronces de habla vi] tna gramalics del texio Cr wou bse mis adertn, da para una relacidm shtemdten con ote tones de audio el alicars, como la ella, se Vien fu poten el endo de lx nnena ee vi] na games del texto nos da una er bane lin asta pata elatorer modes copnorifoos del dssnole, It profucion y In compremia de a lengua (} por lo tanto del dscunhs ua pramaten de texto propoteona tase para el eto del teu y Ico Y para el estudio de tpn de thug y del de TeFenpon en ina cates Claro ext que estos argumentos no son independis {es. Abajo intentaremos demostrar como pueden ser _ sostenidos 3..1A GRAMATICA DEL TEXTO Vs, ESTUDIOS DEL DIscUKSO. Para entencler tanto las tareas especiticas como tas Himitaciones neceserias de las gramiticas del texto, Primero hay que recorar que una gramitica «lel texto debe ser también una gramdtica y no, por ejem- plo, una teoria del uso de la lengua, Esto significa ue una gramatica del texto slo puede dar cuenta de cierias propiedades lingiisticas (“grimaticales") del discurso y no de aquellas estructuras, como tas reiGricas y las narrativis, que requieren una descrip. cién en términos dle regias y categorias de otras teo- His. Emplearcmos el término “estudios discursivos" para relerirnos al campo entero de la investigacién sobre cl discurso, que incluye la Linguistica del texto, = uric om TeRTO: vesAMOLLO Y rRoRLEMATICA Ia estilstica, Ia ret6rica, etc. “Estudios del discurso" equivale a términos como el alemén Textwissenschaft oe! inglés discourse studies, En cite inciso también debemos distinguir, o por Jo menos aclarar la confusién, entre los térmios tex- fo y discurso, Una de las causas de Ia confusion es el hecho de que en alemin, en holandés y en otras Jenguas, de las dos palabras, sdlo existe “texto”, So- bre ese término se construyeron los de “gramitica del texio” y “lingiistica del texto", a pesar de que con é1 muchas veces s6lo se significa discurso escrito, La ambigtiedad en inglés, (y en Ias lenguas romances) entre “texto” y “discurso” se ha explotado para esta. Dlecer dos término: téenicos. Asl, un discurso es tina unidad obseroacional, es decir, Ia unidad que inter- pretamos al ver o escuchar una emisién, Es decir, una gramdtica solo puede describir textos, y por lo tanto sélo da una aproximaciin de Ins yerdaderas es, tructuras empiricas de discursos emitidos, Notese que en esta ditima clusula esti implicito que hay to- davia ‘una diferencia entre un discurso como tipo y luna emisién discursiva como ecurrencia, Sélo esta ul tima es un “evento” emplrico inmediato en un con. texto particular y inico. Un tipo de discirso es una abstraccién y sélo puede ser descrito como tal; una Bramitica (del texto) o cualquier otra explicaciin de la teoria del discurso 3610 puede dar cuenta de cier- (as estructuras regulares y sistematicas del tipo de discurso (y no, por ejemplo, de Ia manera especifi- a en que Pedro pronuncia ciertas palabras o de su manera extrafa de formar conexiones oracionales), Empiricamente, se determina el! tipo de discurso se: gin varios criterios, tales como la continuidad de emisidn o de hablante (0 de los hablantes, en una conversacién), y la coherencia interpretada semintica ¥ pragmiticamente, segiin se asigne por los usuarios de la lengua (ver mis abajo). Por consiguiente, en un discurso normalmente ocurren errores gramatica. les, iniciativas falsas, incohereneia parcial, ete. Un texto, por otra parte, es més abstracto, un construc- to teérico de los varios componentes analizades en la gramitica y en otros estadios discursivos. No 16lo tiene estructura “gramatical”, sino también estlisti (a, retérice, esquematica (narrativa, por ejemplo) y otras clases de estructura que la lingiistica actual no puede explicar. Noétese, finalmente, que nuestro concepto de “gra- mitia” es ms amplio que os canceptos tradicio- rales (pensamos, por ejemplo, en el del piradigma generativo-transformaconal); incluye Ia semintica re- ferencial, la macroseméntica y la pragmética, como vveremos abajo con mds detalle. AL ALGUNOS TEMAS DE LA GRAMATICA DEL TEXTO: ESTRUCTURAS DE SUPERFICLE Como las graméticas del texto tienen que explicar Jas estructuras lingiisticas abstractas que subyacen en el discurso, y como las oraciones también pertene- en a esas estructuras, una gramitica del texto, claro std, incluye una gramética de la oracién, Pero para poder marcar sus tareas eypecificas, una gramitica del texto se concentrark en aquellas propiedades del diseuno que wna gramética de la oracién no puede explicar adecuadamente. La mayoria de esas propic- dades pertenecen a relacioner entre las oraciones de na secuencia, En otras palabras, la primera apro- ximacién gramatical al discurso seri una represen- facién de ete discurso en términos de una secuencia de oraciones. La clara ventaja de ese enfoque es que Ia investigacién puede valerie de los resultados de la descripcién estructural de oraciones dada en las gra- maticas actuales, para luego partir de alli, Ademis, sin dvda Ja oracién tiene una funcién importante en un texto, tanto fonolégica como sintdctica, se- = AAT wer rere: rsgnnn Loy PaoneeatAmin mintica y pragmiticamente. La secencia, entonces, © primero una ordenacién lineal de oraciones en el empo 0 en el espacio. Luego veremos que esta or- denacién también se cefine en. términos de relacio. hes seminticas y pragmdticas, Pero primero debemos hablar brevemente de alguaas propiedades de. las “estructuras de superficie” de tales secuencias de ora. ones, esto es, de Tas propiedades de tas que la fo. nologia, la morfologia y la sintaxis sf dan cuenta. EI problema con el estudio fonoldgico de textas & que aquellos fenémenos que exhiben las propie. ades mis interesantes en la secuencia —el acento, ¢l timbre, la entonacién— son los menos comprendi. dos en lay gramdticas de Ia oracién, Una primera propiedad Upiea de secuencias es la distribucién del acento, El acento se asigna a morfemas 0 constituyen- cs mas grandes y puede tener varias funciones, Nor. malmente se acentéan los constituyentes finales en eliusulas que tienen la funcin “rema” (ver mis abajo). En un texto 0 en una conversacién es posible acentuar constitnyentes con la funcién “rema” aun sino aparecen en el orden canénico: (1) A gEncontrane i este anillo de oro? B: No, Pédre lo encomtro. En Jit seguntla oracién se siente un acento particular en “Pedro”, Parecilo es el uso del acento contras tivo, tanto en oraciones compuestas camo en secuien: ©) Piro fue a} cine con nosotros, oro Juin ve que Aqui un contaste marca Ia diferencia semintica en- tre los predlicados, asi como entre sus sujctos fagen tes de Ins acciones respectivas), En otras palabras. la utera en que se asigna el acento en tina onicion STRUCTURAS ne sureaTictE 8 puede depender de ta estructura de las oraciones 0 las cléusulas anteriores. También veremos este tipo de dependencia textual de eiertos fendmenos grama. ticales en otros niveles de deseripcién, Mas sutil es el anilisis de la entonacidn. Asl, las oraciones que aparecen en la posicién final de un texto general- mente tienen una entonacién especitica de termi- nacién que no tienen si aparecen dentro del texto: () Tal ver Pedro eité enlermo. No To he visto desis hace una semans, () No he visto 9 Pedro desde hace une ver esté enfermo. oa. Tal Es dificil descrivir estas diferencias explicitamente, Pero intuitivamente ssbemos que una entonacién de ferminacion es, por lo general, “descendent”, mien: tras que la entonacidn de la misma oracién puede ser “ascendente” si ocurre en un lugar intermedio en el discurso, En la deseripcidn sinudetica de secuencias textu: Jes se toman en cuenta varias propiedades tipicas de estructuras sintdcticas de oraciones “en comtexto”. Es ecir, en una gramatica del texto es posible asignar oracién ‘una estructura sintéctice normal que seria agramatical si In oracién fuera a analizarse ais. ladamente. Habri casos, por ejemplo, de incomple- tividad sintdctica: (8) Juan pens6 que ton un euchille (6) No, a mi (0) En el tago, Tales oraciones incompletay son aceptables después de oraciones anteriores tales como {Con qué mata- om al cartero?”, “eT le pegaste a él!" y “Done encontraron el texoro?”, respectivamente, Para inter- Detar semsinticamente esas oraciones, tendremos que * SIAMATIEA ORE TExTO: sexARAOLZO ¥ reomnehrica suahvnica vexruae a peroyectar® la estructura sintéctica de tas oraciones iquellas estructuras sinticticas que exhiben di- previas sobre la estructura de las oraciones subyacentes de distribucién de informacién pletas". Vemos que la gramaticalidad es tna on en Ja secuencia y la pertinencia de los temas (que explicaremos en téminos de macroestructuras ev ta viente conferencin): (9) Pero entonces Juan tumbs a Pedro. (10) ero entonees Pedro fue tumbado por Juan Aqui, 1a decisién de escoger ta estructura pasiva o la actividad depende de ta topicalidad de los temas Tespectivos de la secuencis: si cl cuento trata. (prin, (A: Enconted Harry exe anilor Gipalmente) de Juan, se escogerd (3), y si trath de B: No, fue Juin quien lo encontrs Pedro, se escogers (10), bajo ciertas condiciones adh ionales que no se discutirin aqui, 5, SEMANTICA TEXTUAL: COMERENGIA LINEAL Aun en nuestro breve panorama de algunas de las Propicsladce de secuencias textuales se ha visto que las telaciones importantes entre oraciones deben Lan, aan en el nivel semdntico, De hecho, Iz. mayors tel trabajo llevado 2 cabo en el campo de la gra, mitica del texto ha estudiado. fendmenos semanieos como la. pronominalizacién, la consecucién de tiem. Pos verbales, tema y rema, conectivos, cuantifieado, Tes cic! La propiedad semdntica global de textos focada en cada uno de esos estudios ha side freuen, jails generalmente, observamos que cierias expre femente Ilamada coherencia 0 cohesién. Asi, pacs, aa arte conectivos (como pero, uma secuencia de oraciones se considera coherente af » estas oraciones satislacen ciertas relaciones semanti. {25 En esta seccién nos ocuparemos de un aspecto de ts coberencia semdntica que llamaremos. coherencia lineal 0 local. Este tipo de coherencia se define en términos ce las rclaciones semdnticas entre oraco. fies individuales de la secuencia, En 1a préxima con. ferencia también hablaremos de Ia llamada coheren, cance del oyente, = SAAMATICA on Tato: seannnc.s ¥ mecaLEaAriCA ia global que caracteriea un texto como un. todo. Vereimos, sin embargo, que la caliereneia lect te slobal son interlependientes. En la tercer conte Fencia veremos cémo tanto la collerenca, local co ia global se relacionan con la cokerenca pragma, definida esta Sltima no segin las oraciones sino 1c. sin los actos de habla logrados con la emision de fn texto en un contexto adecuado, Finalmente, ver femos que estas tres clases de aproximaciones a Iq nocién de colierencia deberian ser complements por una explicaciin cognoxcitiva: a fin ‘de cueaenn 4a coherencia textual depende de la interpreccien edna y pragmatics aignada po ‘un. letor] nei decsipdon semdniea de la coberencia al de textos, hay que distinguir entre varies de semiotics, La semdnticn lingasttes clase eee que ver prineipalmente con lo que se suele lamas el significado ue expresones verbales.® Los tigaife cadas, también lamados intensiones, son estratong conceptuales atribuldas 1 palabras. (morlemay, gree pos de palabras, cliusuas y oraciones, Una senda intensional de textos, entonces, relaciones de signi cia. Sin embargo, li coberencia de textos no & det camente incensional, sino también depende de las reliciones entre los referent de as eaprosionts tt Jas oraciones respecsivas; a éstos también se les lame denvtata 0 extensiones. De alli Ia necesidad de una semifntica referencial o extensional, tal camo ve dat : Hosotia yen la ldgica."” La pocidn tia teferencial no atribuye i 4 las ofaciones de tina lengua (a al 0 formal). Claro esté que las intensiones_ (ig miicadlos) y las extensiones {por ejemplo, la vex ll dle ta expresién) son. relacionadas; intaitivamente dlecimos que na oracién sdlo puede tener un valor de verdad (veradera 0 fala) si tiene un significades srelsmca Textual a En otras palabras, Ja intensidn es 1a propiedad de las expresiones que les permite tener una extensiGn, EI principio bisico de las dos clases de semantiea €3 que el significado y Ia referencia de expresiones compuestas deben definirse en términos del signi catlo y la referencia de sus partes coustitutivas por medio de regia: de interpretacién expecificas; por ejemplo, las oraciones deben interpretarse en. térmi- nos dle los grupos de palabras que las forman, y, inte Fesante para nosotros, las secuencias en términos de las oraciones individuales. Los objetos eipecificos de una semdntica_inen: sional ya no son oraciones, que son objetos sinticti- on, sino proposiciones. Asi, las proposiciones tienen la propiedad especifica de ser verdaderas 0 falsas, 0 de permitir que las oraciones que lat expresan’ se Mamen verdaderas o falsas. A. grandes rasgos, una wropasicién es el significado que subyace en una {una w oracién simple, Cuando queremos hablar de relaciones seménticas entre orsciones de un texto, hablamos, de hecho, de relaciones entre proposicio- nes tal como se expresan en las oraciones subsiguien tes de un texto. Lo mismo es cierio, por supuesto, de relaciones entre: proposiciones de oraciones compues- tas (coordinadas © complejas). Como vimos, Ia semantica referencial (extensio- nal) especifica cusles referentes pueden ser denota dos por las expresiones de una lengua. Esta denota cid se Hama interpretacién extensional, mientras que I asignacién de significades, por ejemplo, de pro- posiciones, se llama interpreiacién intensional. Se- fin Ia categoria de lay expresiones de una oracién, las entidades referencisles que denotamos con las ex: presiones pueden ser individuos (“objetos"), propie- dades (de e505 individuos) 0 relaciones (entre eos individuos). En vex de asignar un valor de yerdad dlasico, asignaremos a oraciones enteras la entidadl referencial que Hamamos un hecho. Asi tuna oracién = sexusthrica rt rexvo: rsamotio y rnomzthnca que expreia tina proposicién puede denotar (referis sea) un hecho. En términos mds 0 menos intuitivos podemos decir también que una propo “idea de un hecho" 0 de un “hecho posible”: re- presenta lo que puddiera ser el caso. Cuando es expre- sada por una oracién particular, ¢ decir, usada en tun contexto particular, est claro que la proposi- clon puede representar ‘un hecho particular Un con junto de hechos particulares es un mundo posible 2 decir, un mundo posible es todo lo que es el caso. Asi, el mundo en que vivimos es un tal mundo, Pero, por supuesto, podemos imaginar otros mundos po: sibles en los que otros heches existen, 0 aun mun- dos (algo remotos del nuestro) en donde otros tipor de hechos existen (por ejemplo, caballos voladores, animales parlantes, etc). Por lo general, si decimo de una oracién que es verdadera, con esto queremos decir que denota un hecho en nuestro propio mun. lo posible. Algunas oraciones también pueden ser verdaderas con respecto a otros mundos posibles, por ejemplo, los de nuestros suefios o de un cuento, Ast mismo, es posible especificar en qué punto o inter valo del tiempo una oracién es verdadera, hacien do asf referencia a un hecho que existe en un mundo n un momento particular; tal fragmento del mundo tiempo se llama frecuentemente una situacién. Con estas cuantas nociones basicas de Ia yeman: tica nos es posible profundizar un poco sobre la co- herencia de textos. Gomo dijimos antes, esta cohe. encia es a Ja vez intensional y extensional: hay rela- iones entre los significados de oraciones, ast como entre los referentes Primero, habrd que itentificar qué tipos de rela- q). También, (21) podria ser plemente una asercién; tal seria el caso, por ejemplo, si siguiera la pregunta “Por qué me pretias el dine. ro?” Finalmente, (22) es un ejemplo de la Hamada promesa condicional. Es decir, se realiza una pro- mesa, pero la accién prometida se limita a situacio- nes en las que alguna condicién es satisfecha. La pre- gunta tedrica, sin embargo, es si Gnicamente en ere caso In segunda elfusula es Ia promesa, 0 si In constituye Ia oracién como un todo, basada en proposicién compuesta conectada condiciomilmente. Otro problema que tenemos que tratar es el de In adecuacién relativa, En Ins conlerencias anteriores pudimos observar que una de las caracteristicas tipi- as de una gramitica del texto es la suposicién de que la gramaticalidad en varios niveles.¢s relativa: la propiedad de ser bien formada, ef signifiendojla verdad /la referencia, tienen que determinarse en re- lacién a Ja forma, el significado, a verdad y Ia re- ferencia de otras oraciones del texto, Podemos.alir- mar, incluso, que esta relatividad es igualmeate cier- ta con respecto al contexto comunicativo, Y efecti- vamente, Ix interpreticién seméntica en particular depende lel conecimiento del mundo y del contexto conereto que tenga el utusrio de la lengua. Se evidencia €l mismo principio también en el nivel pragmatico: puede que cieitos actos de habla no sean aikcttados por separado, sino inicamente en relacién a In adecuacién de otros actos de habla de SROUINCIAS UE ORACIONES OE ACTOS OH HABLA n a secuencia 0 del “microncto de habla (ver el si- guiente incio). Ast que algunos de os actos de ha- bla preparatorios en los ejemplos de arriba, por ejempio (5), (6) y (8), pueden no ser adecuaclos ‘como aserciones independientes. Si las aserciones apa recieran solas en el mismo contexto, la condicién se- fin la cual el oyente tiene que estar en principio Interesado en recibir la informacién, no siempre se cién para una peticién de informaciém acerca dle la hora, o una explicacién de por qué tuvimos que ha- cer la pregunta. Hace falta mds investigacién empf- si queremos comprender esta clae de adecua- iva, asi como los problemas mencionatlos arriba en cuanto fronteras entre oraciones y entre ac- tos de hubla. Aqui no intentaremos resolver estos Froblemas respecto a relaciones entre secuencias de actos de hibla y secuencias de oraciones, sino silo indicar el tipo de temas que podria discutinse. Que tales temas son gramaticalmente pertinentes es obvio: si la suposicidn de que las oraciones se relacionan uno 1 uno con los actos tle habla fuera a sostenerse, ten. Ulriamos un criterio muy necesario-dle demarcaciéin en- tre las oraciones, 0 mis bien, un motive pragmaticn subyscente en Ja division de secuencias en oraciones purticulares Nétese unalmente que en este contexto también se encuentran casos de secuencias cle actos de habla que «leben ser expresatlas por secuencias le oraciones, Y ,2€ no pueden ser expresadas por oraciones com- puéstas. Es casi imposible expresar correctamente la imayorla de los ejemplos de arriba (1)-(10) ent una solu oracién, especialmente los que implican un cum: bio de acto de habla. Esto significa que el argumento tan comdn en contra dle la necesidad de las gram ticas del texto —que es igualmente posible dar cuen ta de todas las propiedades de las secuencias de ora m La emacs we oiscRs0 ciones en términos de eraciones Compuesiar— no st sostiene, Ademis, fuera de las razones pragmiticas que requieren que se cambie de oricién, hay razones Yeminticas para los cambios, como tas que discuti- ‘mos en Ia Conferencia 1: cambio de nivel de genera> lidad, de tiempo/lugar, de participantes, de mods- lidad, de perspectiva (es decir, el punto de vista del fublance, del oyente o.de las personas de quienes s¢ habla), etc ‘Condluimes este inciso con decir que cl anitisis sistemitico de accuencias de actos de habla acaba de empezst; esto es un mis cierto, para ef andlisis de has relaciones entre los diversos niveles gramaticales (extuales) de descripetin. 3. MACROAGTOS DE HAMLA Al final de la dima conferencia argifamos que 10- das las clases de procesamiento de informacién Seméniica compleja requieren del uso de macrocs- ructuras, Esto es también cierto para acciones com- plelas, ys por tanto, para secuencias de actos de ba bia. Asf,“de ta misma manera en que parecia ser necesario asignar estructuras seminticas globales. a tim texto, ej necesario asignar estructuras de actos plobales a una secuencin de actos de habla. En este faso hablaremos de macroestructuvas pragmiticas, y las unidades en este nivel se Hamarin macroactos de habla® Un macroacto de habla e un acto de habla que resulta de la realizacién de una secuencia de aetos de habla linealmente conectatlos, Los acios de habla se dicen linealmente conectados si j] el dis: ‘curso que 10s realiza es linealmente coherente y fi] satisfacen las condiciones para las secuencias, discus terior. Puesto que un macroacto in un acto de habla, debe respe- jones normales de alecuacién, Hay mu- de habla e tam tar las condi sekcnoacron um Anta s ‘hos ejemplos de tales macroactos de habla en la comunicacién convencional. Si escribimos una carta pidiendo algo, Ia carta bien puede contener aserci ines ¥ otros actos de habla, pero como un todo fw cionaré como una peticidn. Igualmente, un cuento completo, un articulo de periédico o una conferencia pueden funcionar como una asercién. Lo mismo es Gerto para otros actos de habla: los poemos: reali ‘ar de manera mis 0 menos compleja, pero, como fun (odo, Luncionan come un solo acto de habla, La importancia de Ia nociém de macroacto de hi- Bla para una gramatica del texto y para tina teoria ids general del discurso viene del hecho de que hace posible hablar de las funciones globales de un discur- fo o de una conversacién, Ademds de la propiedad interna’ de la colierencia. global como la-define un tema o una macroestructura semantica, ahora tene- ‘mos también _una manera funcional, “externa”, de definir la unidad de un discurso. Paralelo a la no- én del “tema” 0 “asunto” semintico, ahora tenemos también un medio para hace: explicito algo asi como el propdsito pragmitico de un discurso, Los usua- ion die una lengua deben tener conocimiento de ito para poder evaluar las funciones. prag- y estratégicas de los actos de habla indivi- duales de una secuencia. Quieren entender el objetivo del hablante, lo que éte quiere lograr con su. emi- sin. Al mismo tiempo, un macroacto de habla tiene fas funciones, cognoscitivas usuales de reducir y ot formaciin: un oyente no tiene necesaria- fos actos de habia in Yidluales, sino pucde scncillamente construir unos tiantos macroactos de habla porque éstos serin per~ es para mas (inter Jaceién, almente, los macroactos de habla proporcionan fa necesaria contrapartida pragmatica de lay macro- cstruciuras prigmiticas, porque cata acto dle hubla reqitiere una base (proposicionsl) semintica, que ” Ua eau EL macURD constituye el “contenido” del acto de habla. Vemos {que todo €1 marco de Ia gramatica y de la teoria del discurso se vuelve mitidamente sistemitica de esta manera; encontramos los mimos principios basicos es de descripeidn, y las unidades 0 c2- vel 4¢ relacionan sistematicamente con unidad wres en otros niveles Podemos ilustrar Ia existencia de macroactos de hvbla en el nivel de la orncién y de secuencias de actos de habla, como se analizaron arriba. En los ejemplos (1), (6) y_ (7), parecla que uno de los ac tos de habla proporcionaba una preparacion, una condicién, una motivacién © wna explicacién del otro acto de habla. Esto significa qe tales actos de habla tienen la funcién de ser acciones ausiliares: hacen posible otro acto de habla, o tal ver hagan que sea mis efectivo, La intuicién es que el otro acto de habla es nids importante y, de hecho, el acto de hi bla principal de la secuencia. En otras palabras, en tales secuencias tenemos una distincién entre actos le habla superortinados y subordinados, es decir, tuna estructura jerdrquica, Si aplicamos una macro- rregla como Ix CoNsTRUCCION a este tipo de infor- mucidn compleja, se nos permite sustituir un acto mis global por una secueneia de actos que denoten © funcionen come coniciones, componentes 0 con- secwencias normales. En otras palabras, (5) como wn todo puede funcionar como una peticién, (6) como tuna siplica y (7) como una promesa. En estos casos a macroacto dle habla es realizado en ta secuenci como ef acto de habla prindpal (en el micronivel pero esto no es siempre el ciso. “Tanto en el micronivel como en e} macronivel pue- den existir los Hamados actos de habla indivectos* decir, actos de habla que se hacen mediante la realizacion de otro acto de habia; este seguinilo acto © es usado para denotar algo, 0 funciona como una ondicidn 0 componente normal del acto de habla tegorias en por ejemplo, una peticién de salir, de que me tlejen én paz, etc. Igualmente, en ver de hacer una peticién le ayuda, puedo decir, “No lo puedo hacer solo”. Estas son condiciones normales para el acto de ha- bia de una peticién, que se realim indirectomente. Una de las funciones estratégicas importantes de ta Hes actos de habla indizectos es que al oyente se le ds Ia aparente opcién de interpretar el acto de ha- bia literalmente, sin que tenga que reaccionar a la peticién. También poclemos demostrar que esta po- sible dualidad de funcién ocurre en el macronivel. ‘Medliante una secuencia de actos de habla poclemos contarle a alguien nuestros problemas financieros, lo ‘al constituir/a una asercién global que podrin fun: Gionar indirectamente como una peticién global: (2) Hola, Juan. He tenido algunes problemas con ls reparacién de mi casa y me wige un coche nuevo: Pero no quieren darme un préstame personal ¢: cl banco. Ail que, no sé si pudieras ayudarme. Este discurso construidlo (que debe representarse en forma de una conversacion) ejemplifica la manera fn que una secuencia de oraciones, las cuales {uncic- man cai una como uta asercién, puede implicar globalmeme el macroacto de habla de una peticisn. ‘Los actos de habla funcionan por separado como una introduccién & la conversacién y como aserciones acerca de Ia situaciin y sus causas, y resultan en una preparacién conereta de una peticién de ayuta, _Nétese que el macroacto dle habla tiene varias tiones canversacionales, interaccionales y cognosci- tiyas. Primero, organiza y reduce los tespectivos acon ile habla incividuales del texto. Segundo, hace po- sible que el hablante haga un plan global pragma tico para su discurso que determinars el tipo de acto 6 1A rmewnes oe piscine de habla global que decida realizar, independiemte- mente de los detalles locales de la conversacién. Cla- ro esti que puede cambiar su plan si el oyente de- muestra que las condiciones para la peticién (global) no se han satisfecho, Y tercero, el oyente comprende pronto, a través de Jas actitudes preparatorias del ha blante, cual acto de habla global se est realizando; en- tonces, 1 puede, 6 ayudar al oyente por medio de ta anticipacign, o evitar una situacién penosa por medio de impedie tina peticién directa cuando sabe que no puede o que no quiere cumplir con ta peticién, En otras palabras, ademdt de tener funciones pragmi: ticas especificas en la organizacion de actos de ha- bla y en la asignacién de funciones pragmaticas glo- bales a emisiones, los macroactos de tabla. tienen varias importantes funciones cognoscitivas € interac: cionales, Esta conclusién es certa también para tas maco- estructuras seménticas El modelo para el amilisis gramatical y pragmatic del discurso parece tener la Yentaja de no sblo captar sistemdticamente las. res ppectivas propiedades de las estracturas y funciones dlel dliscurso, sino también de proporcionar Ia base de un modelo serio para el estudio del discurso en fa cognicién, en Ia comunicacién y en la interaccién social conrreecia 4 DISCURSO, COGNICION Y COMUNICACION 1. EL PROCESAMIENTO COGNOSCITIVO DEL ISCLIESO En las confcrencias anteriores se estudiaron las es- tructuras del discurso y las funciones pragmiticas de manera mis 0 menos abstracta. Es un hecho bien conocido que una gramitiea es slo una aprox in tedrica a lay estructuras reales de emisiones tal como se usan en la interaccion comunicativa. Por lo tanto, la seméntica s6lo especifica las reglas abstractas le la interpretacién de oraciones y textos, y no da.cuen- ta de los frocesos cognoscitivas utilizados en. Ia. pro- duccién y la comprensién del discurso real. Sin em- argo, una teoria empirica de Ia lengua tambien ne- fesita modelos que expliquen ‘cémo se comprende y cémo se usa el esta conferencia trataremos brevemente- algunos dle os problemas principales del estudio del disctrse en ta cognicién y en ta comunicacidn. Puesto que los pposibles efectos y funciones sociales del discurso en Ja comunicacién dependen de los distintos procesos empleados en 12 comprensién del discurso, primero daremos cuenta de la dimensién cognoscitiva del uso del discurso. Durante fos iltiios afios, Ia psicologia cognoscl- tiva y el estudio de In inteligencia artificial han pres- tado atencién cada vez mis a los procesos involucra- dos en In produceién del discurso y particularmente en la comprensiin del discurso.' Esta atencién sigue a los estudios anteriores del procesamiento de pala- m1 7% ceo, eoemedy + cosuncacibe bras y de las estructuras sinticticas y seménticas de oraciones. Ahora se esti investigando cimo nos es puede tener muchas aplicaciones importan. tes en la psicologia de Ix educacidn, Ia psicologia so cial yen Iu teoria de la comunicacién. Repasemos primero las diferentes fases y factores ‘que caracterizan los respectivos proceso: involucra- los en Ia comprensién del discurso. Para entender for principios bisicos de un tal modelo det procesa ‘miento cognoscitivo del discurso, hay que introducir algunas nociones nuevas. Una central, necesaria para exe modelo cognosctivo, es la de memoria. En la me moria almacenamos Ia informacién que sale de muee ties diversos sentidos. Por varios motives not con- viene hacer una distincidn tedrica entre dos tipos de memaria, fa memoria a corto plazo (scr) y la me- moria a largo plazo (sue). A grandes raxgos, cP fe necesaria para la manipulacién de informacién que requiere de poco tiempo para ser procesada, por gjemplo, cuando queremos comprender sonidos, pa- Tabras, frases y oraciones. La informacién que re quiere de mis tiempo se almacenard a la larga en Mur después de que haya pasido por mcr, Una de las caracteristicas de McP es que su capacidad es limi tada: cuando esta “lena”, es necesario que se vacie, por lo menos parcialmente, antes de que pueda re. cibir nueva informacién, Podemos “medix” intuiti- vamente los limites de mcr al leer, por ejemplo, a lista de miimeros o de palabras y observar qué n larga puede llegar 2 ser la lista antes de que comencemos a “olvidar” sus elementos o su orden conecto, cuando intentamos reproducir Ia lisia i amente después de Ieerla, Podemos hacer lo mismo si leemos oraciones con el fin de ver qué fan Targa y compleja puele ser una oracién ames de (que sea imposible veprocucirla palabra por palabra. Cuando hacemos esta. prueba in itiva, observamos ROCHSAMIENTY COENOSETIVO Bek UISCURID ” principios importantes. Primero, sila lista de tunidades informacionales (nimeros, letras, etc.) €s arbitraria, nos es dificil almacenar mis de dades en scr. Pero, si la lista tiene ciertas regula: ridades o alguna estructura, es mucho més facil repro- docirla, y nos es posible recordar una lista mucho mas larga. Esto ocurre cuando los nfimeros siguen un orden particular o cuando son idénticos, o cuando as letras {© miimeros tienen un patrén visible. Esto es inmedia tamente aparente cuando el ejemplo. es una oracién fen ver (le una lista arbitraria de palabras. Es facil repetir verbatim una oracién de, digamos, veinte pa labras, Otra ver, esto se debe a la “estructura” que asignamos a Ia oracién durante “entrada: primero, formamos palabras de sonidos y letras, Iuego orga nnizamos las palabras en grupos sintictico-semanticas, y finalmente hacemos cliusulas y oraciones de los grupos de palabras. Al mismo tiempo, asignamos un significado a la oracién, y con esto es ain mis facil eproducinla. Asi, la asignacién de estructura parece ‘organizer y reducir informacién en Ix memoria. (a corto plazo); simuléneamente, la asignacion de un significado, es decir, In comprensiin, hace que sea amis fil procesar informacién.t Estos principios bisicos también eperan en ta com prensidn del discurso. Un lector/oyente se enfren- fard primero con sefiales percibidas visual 0 awiti vamente, Estas serin comparadas con el conocimiento fonol6gico sistemitico que el oyente tenga de la len gua, ¢ interpretadas como fonemas y secuencias de fonemas. Lo mismo past con palabras y grupos de palabras que se cotejan con el Iéxico y con las re glas sinticticas de a lengua. Es importante notar que fen un modelo cognoscitive esta asignacién de estruc- furas a palabras y frases no sigue las regias tal como se explican en (cualquier) gramatica. Los usuaries de una lengua aplicarin estrategias facilmente acce fibles en el proceso de durante el 80 scum, cxomiads ¥ exaunicacib canal las sefales “se uaduecn" a la representacién cognoscitiva de oracianes. (Por ejemplo, es proba ble que 1a primera frase nominal sca el sujeto,) Una estrategia sintctica es una hipdtesis acerca dela. estructura de In oracién; por supuesto, esta hipotesi puede ser rechazada y luego corregida cuando se hit procesado informacion. mis tanlla, Un usuario de una lengua no ey ni una gramética ni una maquina: comiena a “trabajar”, es decir, 4 comprender’, en cuanto entra 1a informacion. No fspera hasta el final de In oracién, ni mucho menos hasta el fin del texto, La capacidad de scr x, como vvimos, limitada, Por lo tanto, un uswario de la lens aducird la informaeién de superficie en infor- i semintica en cuanto pueda, porque es in- formacién semintica que puede almacenarse_ prin: Gipalmente en tr. Esta es la informacién semintica que seguramente seri necesaria en. procesos postsrio~ res de comprensién y de produccién, Esto también significa que el usturio de Ja lengua no va a. pro- Cesar Ia informacién sintactica primero, sino que fal mismo tiempo ustrd toda la informacién semin- tica disponible (Ge In oracién, del mundo y del texto real) para asignar la estructure sintictica co- recta que, aa ver determina una, interpretacién semintica posible. No es necesatio exponer los deta: Hes de este proceso sumamente complejo Aqui silo queremos retener el resultado bisico de que Ia en- trada lingitistica "se traduce” en informaciin. semdn- fica tan pronto como se puede, Esta. informacién semintica es conceplual. Es decir, el usuario. de una engua construird una estructura conceptual, median- te el uso dle elementos tomados cle Ia memoria (cono- cimiento de la lengua y del mundo, al ML, que por Jo tanto se Hama también moria semdntica 0 conceptual) para cada significado y referencia. En cunnto a oraciones, vamos & spo nner, ademas, que lz informacién conceptual de las PeocRAMIENTO COGNOSITIVO BHL ISCURSO a ‘oraciones se construye primero en Ja forma de pro- posiciones, Es decir, a cada oracién se le asigna una Secuencia de proposiciones bdsieas que proporcionan Ja informacién mas elemental sobre “lo que es el aso Durante la comprension det discurso opera esen- ialmente el mismo proceso, pero como ya tenemos (que tratar secuencias de oraciones, las limitaciones de la capacidad de mcr comieman a desempefiar in papel importante, Es simplemente imposible re- scordar una secuencia larga de oraciones, al menos no swerbatim. Asi que una de las primeras tareas de un modelo de In comprensién del discurso es la de forganizar y redueir grandes cantidades de informa eign muy compleja. Después de la interpretacién de frases, cliusulas y oraciones, esta informacién es pro- ‘posicional. Asi, la secuencia de proposiciones que se hia asignado a secuencias de oraciones necesita mas structura. Aqui supondremos que el primer tipo de structura pertinente es 1a organizacién de propo- siciones en Hecnos cognoscitives* Escribimos este con maytisctilas para poder distinguirlo del 10 de la palabra “hecho”, que denota algo que acaece en el mundo (real). Un izcuo es una repreentacién cognoscitiva de lo que interpretamor como, en algiin contexto, 1un hecho, por ejemplo, una ‘accidn particular, un evento o un estado. Ast, “Pe- dro viajé a Nueva York” es un hecho que en un nivel algo “distante” de interpretacién (de ver, de pensar, etc) podemos representar como un solo He: ‘xo cognoxcitive. Lo mismo es cierto, sin embargo, el hecho de que “el entro en el avidn” y “el 4avién estaba Meno”, Ast que, hablando en términos enerales, podemos decir que si queremos describir Fhechos, vamos a necesitar por 1o menos una cléust a, La definicién de un urcno se da en términos de ton esquema o una estructura de mectios expect fies. Tal eaquema incluye el predieado bésico, at! we tmscumaa, cocwciON y COMUNIEACION como los vatios participantes en su respectivot pape: les (deagente, de agente pasivo, de abjeto, de instru- mento, de fuente, de meta, etc), y la situacién (el tiempo, el lugar, las circunstancias) en que ocurre o se da el evento, Ia actidn, o el estado. Ast, es de experarse que una oracién’ como la que sigue seré representada por una coleccién de proposiciones (até- rieas) organizadas en un esquema de axcHos como el @): (1) Elmuchecho besiba 9a muchacha rubia en sus me- jillae rosida en el asiento. posterior de su coche, ® weexdn: beso (Ry. 4) ‘Agente: muchache (x) eaio- “Agente pasivo: muchacha (x;) Titodiieado: rable) cia: mejillas (wy) . Modifiendor: roradas (x) y tiene (em) TUACION ‘Tiempo: PAtkDo Lugar: asienta posterior (x,) Ltaditieador: de (sy) ¥ coche Ge) y tiene (Ks %:) Glaro esti. que tal representacién es sdlo un mode lo tedrico y hasta aproximativo de la verdadera re presentacidn que tenemos de ese hecho en la memo- Tia, La intuicién importante que sacumos de esto ex que la accién que se representa mediante una ore én como (1) parece, efectivamente, constituir un tolo hecho: lo “vemos” como un evento homogéneo, continuo y distinguible, mientras que subirse al. co- che y besar a una mujer ser‘an por 10 menos dos hechos. Para nuestra discusién es importante que la tunidad cognoscitiva as{ construida, un aecHo, jun- ‘aa un gran nimero de proposiciones atémicas.y por lo tanto organiza la interpretacién de oraciones bastante largas de manera muy seria, reduciéndola a tun solo “trozo” complejo de informacién, El trozo puede ser hasta més complejo, como cuando en algu- fa categoria del mrco se incrusta otro MECH. ‘La siguiente tarea de un modelo de lz comprensién ddel discurso es la de relacionar Ia informacién (pro: posiciones, urcto:) obtenida de las oraciones subsi- guientes de un discurso, Es decir, un lector/oyente sélo podré entender un discurso cuando Ie asigna Ta necesaria coherencia, Para poder hacer eso, prime- xo tendré que conectar las oraciones semanticamente, le manera muy parecida a la que describimos en. ¢ ‘minos abstractos en la primera conferencia. Es decir, fendra que establecer las relaciones condicionales en: tre proposiciones 0 HecHos, identificar los referen- tes idénticos o los que se relacionan de otra manera, ¥ decidir si los predicados que definen las propie- idades y las relaciones corresponden a. los. participan: tes de las. proporiciones o uschios subsiguientes, Para poder relacionar las propesiciones 0 HEcHos expreiados en las oraciones subsiguientes, el que i tenta comprender el discurso tendré que “viajar constantemente a la memoria a largo plazo para ob- tener la informacion conceptual sobre posibles he- chos y vinculos entre hechos, Pussto que el. texto ‘muchas yeces no express proposiciones 0 HecHOS que sean conociclos generalmente 0 que se conozcan en el ontexto del discurso (como vimos en la primera ‘conferencia), el interpretante tendré. que proporcio smar estos “enlaces omitides” de Ia memoria, Ya vi ‘mos que los marcos de conocimiento® desempefian tuna funcién importante en este proceso. Tal marco 5 una representacién de un episodio mis © menos conventional que organiza los distintos eventos, ac- “ scone, commit y coxcuricacidny ciones 1 otros hechos que encontrames frecientemen: te en In interaccidn social, como tomar un avidn, comer en un restaurante, ir de compras, ete. Ademss de proporcionar los necesarios enlaces omitidos, tales marcos también indicarin qué secnos deben agri. parse juntos, proporcionando asi la informacién ne- cesaria para Ia asignacién de macrocstructuras en la comprension del discurso. Ya hemos argiiido varias Veces que las: macroestructuras’juegan un papel im- Portante en el procesamiento cognosctivo, ¥, cierta mente, si suponemos que durante el procesamiento In informacién compleja debe ser organizada y redu. cida, entonces las macrorreglas y las macroestruct ris serin muy itiles. Por lo tanio, en cuamo un in- terpretante haya construide uno 0 vatios mecHos en su memoria semintica funcional (sce), tard una de cisién hipotética sobre Ia macroproposicién 0 macro- HECHO que mds probablemente organice Ia ser intencional. Frecuentemente, prin- Gipalmente en lz poesfa moderm y en algunas for- mas de Ia prosa moderna, encontramos secuencias de oraciones que estin apenas conectadas seméntica- mente o de otra manera en el nivel local. Sin em- bargo, puede haber coherencia en el nivel global: el texto puede tener una macroestructura, aunque sea s6lo en la forma de una proposicion basics llamada tema (“odio", "amor", “agresividad”, etc.) El tipo inveno de incoherenca puede ocurrir también: un iscurso puede ser Iocalmente coherente pero care- cer de macroestructura global, Esto es el caso 2 me- nudo en Ia conversaciér informal de todos los dias. Las estructuras seminticas pueden pasar por ope- 125 a1 como Lmao raciones de permutacién, como cuando el onlen normal de eventos, causal o temporal, tal como lo representan as proposiciones, esti cambiado (mon ajes hacia atris 0 adelante, etc). También hay una “ordenacién normal" en las descripciones: se puede escribir algo de a. parte al todo, de lo general a lo particular, etc.; y éstos pueden ser cambiados de Ia misma manera.* Las operaciones de adicidn semdn- tica son dificiles de apreciar porque “decir mAs” generalmente no se percibe como una estructura es pecifica. Sin embargo, asi como a veces tenemos tuna coherencia minima, también hay coherencia mdxima, Primero, segiin reglas generales pragmiticas y cog- noscitivas, no debemos decir lo que suponemos que cl lector ya sabe. Esto se aplica a toda clase de co jentos generales e implicaciones triviales de pre- suposiciones previas en un discurso. La misma res- tricciin gurantiza que mo. tengamos repeticiones innecesarias de Ia misma oracién 0 proposicién. Ob- viamente, estas reglas no se siguen en muchas clases de discurso, y estas “desviaciones” —o mis bien es tructuras repetitivas “extras"— pueden tener funcio- nes distinas (lamar la ateneidn, crear un ritmo es pecifico, etc). Nos interes més, sin embargo; la pposibilidad de afiadir estructura a las estrneturas nor- males de estados o eventos, Como vimos en las con- ferencias anteriores, generalmente contamos una historia en un cierto nivel de especificidad 0 de ge- neralidad: o damos una descripcién detallada 0 ha- ‘blamos sélo de los eventos principales. Sin embargo, fen algunos casos, podemos cambiar el nivel de des- cripcién, como cuando Iegamos a eventos que son mis importantes que los ya narrados. Las operaciones retéricas también pueden valerse de estas reglas, por ejemplo, se puede ser demasiado especifico (dema- siado completo) en alguna descripcién. Tay muchas instancias en las novelas modernas en que, por ejem- plo, los detalles minuciosor de scciones cotidianas 0 otra, neous ¥ aster 127 de objetos se describen de manera demasiado, com. pleta, Las operaciones de sustitucién semintica incluyen ‘cambios de entegorias 0 tipos semdnticas, mis frecen- temente en la metdfora y en la metonimias Nétese que una descripcién sustitucional de esas estructuras no significa que un eutor haya sustituido una pala- bbra 0 frase por otra, Nétese también que, como para todas las operaciones mencionadas arriba, In meté- fora debe ser estudiada dentro del contexto. semin: tico del discurso entero, Es decir, para poder identi- ficar una expresién metafsrica, tenemos que haber establecido el tema o macroestructura con respecto al cual cierto tipo o categoria seméntica serfa, segin tuna primera interpreiaciGn, incoherente. Estas clases de operaciones son tan. bien conocidas, a pesar de sus misterios tebricos, que no las vamos a discutir aqui. Hemos visto que tiene sentido describir estructuras retéricas en varios niveles y con la ayuda de varias operaciones espectficas. Las diferencias entre estruc- furas retdricas estén definidas, entonces, por i] tipo de operacidn, ii] nivel, iii] unidad 0 alcance de la ‘opericidn, iv] posicién (en la palabra, la oraciéa 0 el discurso) y v] modalidad (parcial, completa, etc). Glaro que hay muchas restricciones: no podemos su- primir el discuro entero o hacerlo indefinidamente largo, hacer permutaciones arbitrarias, etc. Algunas operaciones retéricas ocurren tan frecuen- temente que han legado a ser mas o menos conven- cionales, y por lo tanto interpretables y utiles como tales. Hemos mencionado 1os ejemplos de Ia alitera- ién y Ia rima, el paralelismo sintictico, la inver~ sign y la metifora. En otras palabras, las descrip- clones estructurales automdticamente dan cuenta del njunto clisico de figurae, “las figuras del lengua- (€sta es 1a razdn practica por la que, siguiendo 128 re mcm UTERO a tradici6n, hemos liamado retdricas a estas estruc- tras he estructuras han legado a ser tan conyen- cionales que han comenzado a funcionar como et quemas independientes, Los ejemplos caracteristicos en el nivel fonografematico son las estructuras mé- tricat y prosédicas. Las restricciones en exe nivel se han convertido en categorfas convencionales, tales como los elementos métricos y prosédicos “pie”, ‘ryerso", “estrofa'", ete, observandlo las reglas correc: tas de formacién y de transformacién. Ya encontra- mos algunas estructuras esquemiticas convencionales en los niveles semAnticos, tales como las superestruc- turas de una narracién o una anzumentacién, ‘Nétese que las estracturas retéricas y esquemiticas, aunque son operaciones especificas sobre estructu- as gramaticales, pueden requerit categorias y reglas que no formen parte de una gramatica. Asi, Ia repe- ticién, como una clate especifica de Ia operacton de afiadit, no es una operaciSn normal para una gra ‘miltica, Tampoco incluye Ia gramética eitructuras reflexivas de Ia forma Anc cna. En otras palabras, debemos describir el “sistema” retécico aparte de tuna gramitica, pero, como se hizo con la pragméti- ca, en relacidn estrecha con ella, ‘Ahora hemos repasado brevemente algunas de las operaciones que pueden marcar textos literarios y otros tipo: de discurso, Uno pusde observar que las riciones que conducen a oraciones y discursos se- migramaticales se prefieren a yeces en’ la. comunica- Gién literaria por su efecto especifico de marcar. Esto ¢ tipico en la poesia moderna, Una ruz6n contextual que lo explique podria ser el hecho de que Ia extre- ima ambigiedad, la falta de exzctitud, fa incoheren- cia local y/o global, 0 aun semisignificados o “conte: ras" en el nivel de Ia oracién no son aceptables en aquellas situaciones comunicativas en las que se necesita una interpretacién més 0 menos correcta, rofnes, xerieick y xamulerca 129 Esto no significa que tales operaciones seménticas no ocurran también, por ejemplo, en el habla cotidiana ‘© en ponencias de investigacién. Al contrario, fre- cuentemente desempefian funciones importantes en esos discursos (puede que queramos mantener la va- guedad de muestras ideas o actos de habla), Sin em- Dargo, en estos casos las restriccfones de interpreta- ién mfnima son més esirictas que en algunos tipos de discurso literario, Finalmente, pasemos a discutir un poco una clase de estructura mucho mis elusiva y difeil: ef aatito.* Debe subrayarse que el estilo es una propiedad de cualquier discurso retérico, que marca inherentemen- te todos sus niveles. Hablaremos del estilo en esta conferencia final por las relaciones cls pottica, la retérica y In esilis Hamado a veces la variante moderna de Ja retérica, principalmente por la atencién especifica que Ia estiistica presta a los usos estratégicos de la lengus como el de persuadir. E] término tradicional de "fi- guras del estilo” se explicd arriba en términos de “operaciones retSricas” de varias clases, E] estilo, como las estructuras retéricas, no defi gia, en la en el Iéxico, en Ia semdntica, y un en la pragmatica, aunque’ tradicionalmente se reliere a aspectos especificos de las estructuras de superficie y de léxico. El estilo se caracteriza por lo general breve ¢ intuitivamente como la manera en ue algo se dice o se hace. Esto sugeriria variaciones en Ia estructura de superficie (0 en los haceres) que fuvieran estructuras subyacentes seminticas y prag- miticas idénticas 0 al menos similares. El estilo, en esa perspectiva, es el resultado de opciones ex cada estructuma se construye de varias posibili alternativas. Se escogerla entre diferentes palabras con significados semejantes, estructuras sinticticas al- ternativas (cliusulas a oraciones coordinadas, por ejemplo, en vee de que sean incrustadas) y maneras diferentes de escribir y hablar (pronunciar). Estas viriaciones gramaticales, que te rellejarin en tin tex- to particular como el resultado de una serie de de- cisiones, pueden tener diferentes funciones contex- wales. Estas funciones pueden ser emotivar (para expresar ira o agresién), cognoscitivas (para impre- sonar, atraer la atencién, aclarar, etc.) 0 sociales (para ser cortés, agresivo, formal, institucional, ritual, etc). Se puede dividit el estilo en dos clases diferentes: 1 probabilistico y el estructurat-juncional. El estilo probabilistico no es intencional sino mis bien el resultado de la distribucién de estructuras gramati- ales: oraciones de tamafios especificos, preferencia en In seleccién de ciertas palabras y frases, preferen- cia en el uso de regia: y extegorias gramaticales et- pecificas, ete. Tales raigos estilisticos pueden ser tipicos, sin embargo, de cada usuario de una lengua y definir su individualidad en la comunicactén; es tos rasgos pueden ser apreciados en términos de me- didas estadisticas? Notese que esta clase de estilo no s¢ limita a la oracién, sino que puede caracteri- mar vatiaciones en la estructura de Ins. secuencias {ast como en el timaflo y en Ia complejidad, en el grado de claridad y acabadlo descriptives, en la cohe- rencia lineal, etc.) El estilo estructural es el resultado de Ins estructuras gramaticales que fe escogen para ser usadas tanto como expresidn 0 indicacién de los estados emotivos y cognoscitivos como una treta en el proceso de 1a comunicacién para tal ver aumentar 1 atractivo de los efectos de Ia emisién deseados s0- bre el lector. Las relaciones entre In variaciéa estilis tica y el estilo funcional han recibido poca atencién sistemitica hasta ahora El estudio del estilo en el discurso literario es Ssencisimente tn caso especitico del estudio mis ge- often, ueninica.»esriferica 131 neral del estilo, Claro, podemos analizar los espect- ficos “perfiles extlisticos” de ciertos: autores al eva- Iuar la frecuencia y ta distribucion del wo que hacen de varios elementos gramaticales, Con una gra mitica del texto explicita, tales andlisis pueden tener tuna base cualitativs precisa: Jas deseripeiones tradi- elonales vagas, tales como estilo “conciso” 0 “pro- lifico", por ejemplo, deben hacesse explicitas en tér- minos de la semintica textual, como “nivel de deseripcién” 0 “acabado”, como se discutieron en Ta primera conferencia. £1 anilisis funcional del estilo Mependerd del tipo particular de discurso literario, del iscurso especifico y del contexto, La seleccién dle una serie particular de opciones estilisticas puede por tanto funcionar para expresar estados emotivos o Sognoscitivos que se asocian con ciertos eventos 0 ac siones, como Ia tensién en una representacién del peligro. Claramente, tales indicaciones pueden scr sagas, ambiguas, imperceptibles, y s6lo funcionarin abuse de una repreentacién seminties dada. La misma estructura estilistica puede tener diferentes funciones en diferentes contextos seménticos. Dadas fas expecificas funciones socioculturales del discurso rario, podemos esperar que ciertos rasgos eiti- Aisticos especifices, raros en otros tipor de discurso, aparexcan en discursos literarios: es un hecho bien conocido que ciertas palabras y estructuras sintécti- fas figuran s6lo en ciertas clases de literatura. Finalmente, hay que concluir, de tos pocos co: mentarios hechos arriba en cuanto al estilo, que el anilisis estilistico no se Hmita a la estruaura de superficie. También hay opciones funcionales en los aiiveles semdntico y pragmético. Para distinguir el fstilo, no podemos hablar propiamente de una “ex- presién’” diferente de un “imismo” significado, sino de otras extructuras. subyacentes seminticas 0 prage smiticas que pueden mantenerse constantes para que fs vatiacion “estilistica” sea posible. Asi que se puc- 12. ‘4 micunso “rreRAKO de variar el microcontenido estilisticamente, al mit- mo tiempo que se mantiene la continuidad de tema 6 de macrosstructura. Asimismo, se puede estudiar Ja seleccién de ciertos temas u operaciones semanti- cas retoricas: una variacién en la seleccidn semAntica Lo mismo et cierto del nivel pragmético: es posible, para llevir a cabo un acto parecido con un propt- sito parecido, variar el acto de habla en cuestién. Podemos dar una orden en ver de hacer una peticién, ar un consejo en ver de una orden, etc, En otras palabras, ef estilo es una propiedad compleja de cada Giscurso y es el resultado de opciones probabilis- ticas 0 estructurales. Es “expresado” mediante posl- bles variaciones de estructura en cada nivel, mientras ‘que se mantenga constante algdn nivel “subyacente", (© mientras que alguna norma, costumbre 0 conver- sién extratextual (de un hablante, un grupo, una ‘comunidad lingilstica, un perfodo) se tome como base con respecto a In cual se pueda definir la ya- riacién. 5. CONTENTOS DE LA COMUNICACION LITERARIA En iitima instancia In literatura se define en su contexto sociocultural. Las instituciones como las escuelas, Ins universidades, Ia critica literaria, los Te bros de texto, las antologias, la historiografia i teraria y lag Convenciones culuumles de cicrias lax {es sociales 0 grupos estableceran, para cada periolo y cilia, lo que cventa como ditcurso. literatio: Glaro, cada cultura mostraré cierta continuidad en fentas asignaciones. Esto significa que ciertas estric: js texttales pueden asocinrse estereotipicamente tales procesos en el contexto sociocultural; asi & que las estructuras métrico-prosédicas, Ia semigra: maticaidad de diferentes tipos, la seleccién dle tema, a coherencia y Ia complejidad de estructuras, tanto en él nivel gramatical como en el superestructural, pueden ser indicaciones de Io que es por lo menos un posible discurso literario en cierta cultura. La ad- misién de tal texto al conjunio candnico de “La Ii teratura" dependeri de factores y convenciones cam- biantes, tanto histéricos como socioculturales, En una cultura, periodo o contexto especifico ciertas estructu rai pueilen dejar de ser aceptadas como “marcas” Titerarias, 0 muevas clases de “marcas” pueden ser eliboradas, y entonces dominarin las decisiones a nénicas. Asi, el conjunto de discursos literarios real- fuente aceptados es un subconjunto de aquellos dis ‘cursos que son posiblemente literarios debido a sus fesiruicturas textuales. Este proceso de aceptacién puc de operar incluso para aquellos discursos que no se proilujeron intencionalmente dentro de un com texto de comunies Esto significa que fo que cuente como lit se determina en lt sma instancia por procesos de recepcidin Pero presentemos altora un panorama mas sistemitico de los tiverses aspectos contextuales y comunicativos del discurso literario, sigaiendo el procedimiento que ‘esablecimos en las conferencias anteriores, Primero, debemos especificar Ia posible naturale pragmti- fa det disctrso Merario%® ¢La literatura comstituye tun acto de habla en sf 0 los so litersrio son actos de habla independientes? En el segundo caso, tendrfamos que especificar las pos bles condiciones de adecuacién para cala clase de iscurso literario. Es obvio que si tiles preguntas tu vieran algin sentido, sdlo podrian comtestarse en el nivel de las estructuras globales de discursos comple- la mayoria de los discursos literarios exhiben una ariedad de actos de habla en el micronivel, como aserciones, preguntas, ete. Asi que el disctirso litera- io, a lo mis representa marrodctos de habla especk ficos. En este nivel, un cucnio, literario 0 no, sex a fe acim LITMAN primero un aserciin global, Pdkia haber una, dite encia con no fiterario, ca el que Tas condiciones pragmiticas bajo las cuales el hablan- te/autor quiere que el oyente/lecroy eres se dice es cierto, pueden no ser satisfechi Un discurso literario, entonees, debe ser descrito como una cuasiasercidn. Sin embargo, esta propic: ddad también caracteriza toda clase de cuientos y chis- tes de la conversacidn cotidiana, Entonces, pragmiti- camente, el discurso literario pertenece a una clase de discutsos que tienen en comtin el rasgo de ser de- finidos frecuentemente en términos de Ia exaluacidn de loy lectores/oyentes: el hablanc/autor quiere que al oyente/lector le guste ol discurso, A estos actos de hala fos vamos a Hamar rituales. No hay nna intenciin de eambiar el conocimiento, los inte reses, las actitudes o los planes del lector mis alli del contexio actual de Ia comunicacién ritual La consecuencia.psicoldgicosocial de Lu maturaleen pragmnitica de Ta literatura es que, efectivamente, lo» Fectores no leerin un discurso liverario con el. obje- tivo principal de obtener informacién especitica, de aprender algo, o de ser persuiadidos de actuar de ciet 1a El procesamiento det discur:o literario “se 7 decitlo asi, después de la comprensidn y in. Esta clase de procesumie cial en los contextos rittiales es uno de los ragos die tintivos de lo que generalmente se Hama la comuni eacidn estética Sin embargo, la situacion es mis compleja. Aunque en general, y hasta algo normativamente, podemos decir que los tipos de divcurso rituales mo. tienen como intencién funcianes prictias como ta de am Jos conocimientos © provocar cambios de opi de necesidades y de objelives, puede que a discurso literario Hevea cabo tales resultados dle mae nnera indirecte, Virwos en bh tercera conferencia a menudo realizmos iin acco le hitbla con el. prope eORTEETOS OLA coMEMencibn ia 135, sito de asi lograr otro acto de habla (como cuando luna aerdén funciona como amenaia), Esto puede ocurir también en Ia comunicacién literaria, si In funeién del dliscurso lierario ey * ritual, un coniexto especifico puede tener propie- Uke siféientes como per merece na inlespess cién pragmaitica indirecia, Entonces, la representacién (aunque sea localmente ficticia) de la miseria social puede funcionar indirectamente como una protesta, tina acusicidn 0 una incitacién a actuar de cierta ‘manera. Esto 5 posible porque el discurse. literatio como cuasiasereién puede establecer condiciones su ficieates para tales actos de tos humanos y sociales, el lector puede “ en el sentido de obtener conocimiento o aigin pun- to de vista que no tenia antes, 0 del que no te conciencia, con el resultado de que altere sus creen: cias conforme a las del disctrso (0 del autor), y, por consiguiente, de que altere sus intenciones para ac: iones futuras, Lo contrario puede ocurrir tambie otros tipos de discurso pueden ser pri asercién, una amenazs, una peticién, etc., pero pue- le que funcionen ritualmente de manera indlirecta (digamos, debido a raygos textuales especiticos), y por lo tanto sean leidos, comprendiddos y evaluados in dependlientemente «le sus funciones sociales practicas De ests man hos tipos de discurso ile otros periods y culturas, ara los euales el contexto pra tico va no existe o se ha vuelto Tes puede asignar una fu Jos como un acto de habla ritual. Hasta ahora xe sabe poco del contesta. pricoligico specitico de tn comunicacidn litersria.!! Qué pro- e405, por ejemplo, intervienen en ta produccién, la comprensién y la, evaluaciin de 1a titeratura? Cog. noscitivamente, es importante recordar primero que muchas clasex de discurso literario se leen y se com- 138 1 oncuRO LITELARIO prenden dé manera idéntica 0 muy parecida a aque- Mix por li que comprendemos otros discursos. La lectura de una novela, por ejemplo, requiere los mis- ‘mos procesos descritos én ta conferencia anterior: 1a comprension Tineal de palabtas, de frases y de ora- Giones; el establecimiento de una conexién, 1a cons- tructién de Ia coherencia global, y In construcci6n de exquemas convencionales reidricos y. superestruc- turales. Sin embargo, cuando leemos prosa o poesia Titerarias, descubrimos que hay una diferencia impor- tante, Dada Ia suposicién de que las funciones prag- miticas y sociales de fa literatura no son principal- mente pricticas, al lector en um contexto ritual se Ie permite, o incluso se le pide, que preste atencién fica a rasgos de superficie, estructurales y listicos, del discurso, Mientras que en Ia comunica- ién “hormal” el lector procesara informacion para Hegar al significado, a la referencia y a la funcién pragmiitica tan pronio como le sea posible, asi pres: tando atencién sélo a aquellas pistes de superficie que puedan tener una funeién comunicativa especk fica mds alla de las que expresan significado, puede ser que Ins operaciones especifieas deseritas en las secciones anteriores requieran de un procesamiento particular. Por lo tanto, sdemés de informacion se ica, habra también. informacién superficial-es- I que se guarde en el almucén temporal de la memoria a corto plazo o en la memoria a lrgo plaza. Como la memoria de esta cla for estructural esti limitada, la percepeiin y la evalua cidn de cada operacion de superficie especitica (por ejemplo, un paralelismo, una metifora, una oracién semigramatical) serd principalmente local. Ningin lector podri almacenar toa esta informacién en Ia memoria de lo recuperable. Sin embargo, es posible almacenar- mas afirmaciones generalizadas sobre cs tructitas de superficie y estilo, como el tamafio cle fcommextas ne LA coMUNCACIOw LTFAARA Tas oraciones, ¢1 mimero de metiforasy espe! temas Tocales. En el procetamiento local de ciertas clases de die ‘ano literario (Ia poesia moderna, por ejemplo) pue- de haber operaciones cognoscitivas especificas nece- sarias para Ia comprensién de estructuras. semi maticales, La construccién de secuencias de propo- siciones en ese caso puede ser defectuosa porque cier- {as proposiciones son incompleias, cicrtas conexiones proposicionales no estin especificadas, etc. Claro, las artes anteriores del discurso, asl como el tema ge- feral, el conocimiento de marcot y lis atociaciones conceptuiales de varias clases pueden ser suficientes para establecer una posible representacion (“inter- "), Estas representaciones pueden variar mis ie lector a lector que Ia de un articulo claro del pe- riddico, porque s¢ permite que las asociaciones per- sonales tengan una funciin ints importante en Ia omunicaci6n literaria. También, los articulos del pe- Fiddico presupondrin un conocimiento mis "estan- Marieado” del mundo. Tgunlmente, tos lectores trata- fin de restablecer tos esquemas candnicos cle super- fstructura, es decir, querrin reordenar los fragmen- tos globales de Ia trama de tun cuento para que ten- ga'su “onlen natural" (“fébuli”). ) principio b ‘comunicacién en general: el significado, cualquiera que sea Ja semigramaticalidad (que incluye Ia incoherencia) del discurso, Exto puede implicar una “profundidad de procesimiento” bastante grande: la biuqueda de posibles vineulos, de conceptos y de temas, todos “le pudieran ser necesarios para establecer luna representacién. También puede ser involterada fa intencidn de establecer wvios significades posibles, La "viquera” 0 ambigiiedat" se ‘aciones de términos cognoscitivos tipicos veces han sido algo superticiales. Por ejemplo, a pesar de las muchas referencias que se hiacen a esquemas de gru- po, tales esquemas rara ver se especifican detalla damente. Es considerable 1a importancia que tienen las teo- Has de Ia cognicién social para el andlisis del discar- so. Al igual que ¢l propio discurso, Ja cognicién social tiene dimensiones tanto cognoscitivas como so- ciales. Sin embargo, estas dltimas tienden a ser de- jadas de lado en buena parte de la investigaciin sobre cognicién social, y ello se debe también a que la mayor parte de los trabajos en este campo ia realizan los. psicdlogos. Debiera recalearse, em- eto, que las cogniciones sociales no, son simplemen- 18 env te ‘sociales’ porde se refieran a grupos 0 acomteci- mientos sociales, sino también porque las forman, las usan y las cambian las personas como miembros de grupos sociales, y en. situaciones sociales. El dis- curso desempefia un papel bisico en estos. procesos de la reproduccidn de las cogniciones sociales. Aun cuando estas tiltimas se pueden obtener a partir de Ja observacién de otrat personas y de sus actos, lo mig frecuente es que sus contenidos, reglas generales, principios 0 estrategias se transmitan a través del texto y de la conversacién. Y, en forma inversa, el propio discurso se ve vigilado por las condiciones sociales subyacentes, tales como las opiniones, a des, representaciones o ideologtas sociales El andli detallado de esta interdependencia entre el discuno social y Ia cognicién es una de las tareas importantes, tanto de la psicologia social como del andlisis del dix curso, Es lamentable que todavia no sepamos qué aspec- to presentan las cogniciones sociales. Podemos supo- ner que. en forma no muy distinta a lo que ocurre con les conocimientos, que se han estudiado exten- samente en el compo de la psicologia cognoscitiva, asi como en el de la Inteligencia Artificial (pero que, por supuesto, en s{ mismos son una forma de lo que ocurre en buena parte del discurso interno de grupo Blanco en Europa occidental, respect de los trabajadores migratorios procedentes de_pafses me- -diterrancos tales como Turquia, 0 los del Africa del Norte, o bien acerca de las personas que vinieron de Tas antiguas colonias de tas Antillas, Africa o Asia. Ad, y especialmente a partir de aquellas estructuras ‘del’ discurso que estin menos bajo el control del hhablante, tales como las sefiales no verbales, el esti- lo y las caracteristicas conversacionales tales como U4 eaemciby soctaL ¥ AL ie ws i pausas, vacilaciones 0 correeciones, podemos tratar de inferir cules son. las cogniciones sociales sub) eentes de un grupo dominante. I hecho de que dichas representaciones no son te cognoscitivas, sino también sociales y poli- ticas, ve puede determinar 2 partir de Tax funeiones sociales. pro: cogniciones en el m: iento, la legitimacidn o la explicacién del statu quo socio-politica. Ex decir, 1 fin de cuentas, estas cogniciones sociales, asf como el discurso. que Ins expresa, Ins estatuye y las reproduce, estan inheren femente vinculadas con In dominancia y el poder de grupo. Exo no solamente es obvio en las conversa- siones cotidianas, entre cualquier subgrupo 0 clase del grupo blanco dominante, sino tambien, do # menuido en forma mis indirecta y 5 bbros de texto y en los medios de difusién. En estos cx 95, a los grupos minoritatios se los define primordial mente como a “Ellos” (en oposicién a "Nosotros", af hablar de que tienen u originan problemas, mar que presentan desviaciones (Je ahi el enfoque especial en 1a criminalidad o en cl abuso de las droga entre Ios grupos tatios) y al postular, wlo menos, que son esencialmente distintos (j, fen consecuiencia, se hace hincapié especialmente ent las caracteristicas —en au mayor parte estereotipa- las sociales 0 culturales) De eta manera, el discunio (lilanco, Oc ‘acerca de los grupos externos en general y de las norias o de los pueblor del Tercer Mundo en par- ticular, se puede analizar dentro de una doble pers- pectiva cognoscitiva y social, En el nivel estructural, mas abstracto, tales cogniciones sociales se desarro. Ian, legitiman y reproducen, con objeto de mante- nner el poder o de proteger los intereses y metas del grupo interno. En el nivel mas local de ta interac. iin del habla diaria, son muchas y muy diversas las estrategias que intervienen en Ia realizacién de es. 2 [MoEveR eLARoLLon tax metas € intereses globales del grupo. Los, chistes negatives acerca de Ios extranjeros “estiipidos”, “cha- puceros" o “sucios", por ejemplo, pueden contribuir Ta representacién global de “esas personas” como individuos socialmente inferiores 0 que entre nosotros cestin fuera de lugar. Esta una ver mas, 3 puede utilizar para legitimar la discriminacion ia las minorias en cuanto a empleo, vivienda, ser ios de salud o edueacién, con objeto de defender Figuross restricciones en materia de inmigracién, 0 incluso para envisrlos de regreso a sus pales de origen. é Sin embargo, existen al mismo tiempo normas y valores de tolerancia. En consecuencia, los miembros Gel grupo dominante por lo comin combinan sus chistes negatives o generalizaciones racistas con 1 veraciones de repudio estratégico, tales como: “Yo fo soy racista, pero..." “No tengo nada contra ellos, pero...", “Entre clios hay también buenas personas, pe ‘As, adoptan la conocida estrategin de guardar Ia fachada y Ia autopresentaciin positiva, intentando evitar que el oyente pueda obtener In impresiin nociva de que el hablante es un racista, que tiene prejuicios o que es intolerante y, por ende, que no es un “buen ciudadano. De aqui que el habla prejuiciada, en forma global, se pueda carac- terizar por una doble estrategin de formacién de im- presién, a saber, la presentacién negativa del Ouro y la autopresentacién positiva, en Ia que el Yo no & iinicamente 1a persona o sujeto indivi no tambiéa el yo social, el miembro del grupo domi- mante (“Nosotros”). Asi, pues, desde lor tépicos glo- bales de los chistes, hasta las propiedades mis sutiles del manejo del estilo y de la conversacién, presen- ‘Gamos la expresién y Ia promulgacién de Ia distin- cién global, cognoscitiva y social, entre Nosotros y los. Gon este ejemplo social y politicamente importan- 1. pueUMO OF 104 MaDIOE Be ENON us te del discurso tergiversado, vemos que existe una fntima relacién entre la prictica y el anilisis de la cogniciin social, el discurso, la interaccién {a estructura social, En cada punto del anil tal discurso encontramgs manifestaciones, sefiales o promulgaciones de estas otras dimensiones de la vida social. Sin embargo, el anilisis del discurso no es simplemente un método poderoso de anilisis social. Puesto que tal discurso, en si mismo, forma parie inherente de los procesos coguoncitivo y social que in- tervienen en él, también debe ser objeto de anilisis cognoscitivos, sociocognoscitivos, sociales y politicos. FL, DISCURSO DE LOS MEDIOS DE DIFUSION Lo mismo es valido por lo que respecta a los medios de difusién. Hemos visto que el prejuicio étnico, y tas representaciones sociales en general, sistematica- mente se trasmiten tanto a través de la conversi- cion cotidiana, como por medio de las diversas for- mas de discurso piblico, y especialmente de los que se dan en los medios masivor de difusién. En las sociedades contemporsineas de informacién, este pa- pel que desempefian los medios y sus discursos ha pasado a ser decisivo. A pesar de la enorme cantidad de trabajo que se ha realizado en el campo de la comunicacién de masas y del creciente interés que existe en los medios hacia otras disciplinas, estricta- mente hiablando ¢s muy poco lo que sabemos acerca de Ja parte medular de la comunicacién en masa, esto c2, de sus discursos. Ya he sugeride que, ha blando desde el punto de vista académico, sabemos mds acerca de poesia, teatro, novela, narrativa y_con- yersacién cotidiana, que respecto de las miltiples ‘modalidades del discurso de los medios, que tan tre- ‘menda influencia ejercen en nuestra vida cotidiana, Ya sea a través del periddico o de la televisidn, in teva metARMotLos itluye en el contenido y mentales de nuestros conocimien- los principios fun ‘ ierto es que tos y_ (otra) represeniaciones sociales : tal yer no creamos todo Io que leemos en el perid- influides. por dico, mpoco nes sinkamos int Ps Ja trasmisio diseurso de nuestro presidente, pero, pese a todo, is noticias influir en To que n ctiticumente), en lo que creemos importante o irrelevante, en qué perso: nas son consideradas prominentes 0 margittales, qué acontecimientos son ¢ no interesantes. En suuna, el irs0 de los medios ejerce un impacto en los co- nnocimientos, actitudles € ideologias sociales, « pesar de las diferenciss sociales © politicay de Ios lectores. mpre influye directamente en nucstras op n puede ser que determine, en parte, los princpios y estrategias de nuestro procesamiento so- ial de 1x informacién, es decir.los marcos interpre tatives que apl ‘comprensién de los acontecimientos soc cos. Implicitamente y de manera muy compleja, fas normas y valores se trasmiten, por ejemplo, mediante tas formas en que se describe a los individuos, los grupos, 10s aconte- ‘cimientos y las acciones. De manera similar, en 1 veles mas profundos, lus idcologias se comstruyen & legitiman 1 través del discurso en los medios, tanto mediante las noticias como gracias a las peliculas ‘otros programas de television. La pregunta es, pues, Vemos que Ii investigacion sobre Ia comunicacién de masas y el anilisis del discurso tienen preocupa- iones que se traslapan, asi como intereses comunes en el campo de Ia investigacién. En mi trabajo re- iente he tratado de contribuir a este programa de investigacién interdisciplinaria. Uno de los primeros problemas que se lun abordado en este programa es mis bien de caricter directo y recuerda las pri sas preocupaciones de lov extructuralistas: :Cud HL BACUMGO DE Lot EDIE mF HEFLSIO 7 Jes son las caracteristicas estructurales del diseurso as expectficis de género se pueden distinguir, y cimo las producen los trabajadores de los medios, 0 las perciben los lecto res de li prensa? Me he dado cuenta de que, en for- ia alo que ocurre en In narrati lémicos (véase Ia conferencia 2), también los noticieros tienen una superestructurs e quemitica, que consiste en un cierto nimero de Gategorias convencionales, tales como Sumario (Ca- bers y Resumen), Acontecimientos, Circunstancias (Contexto Real, Acontecimientos Previos), Anteceden- tes (Historia, Comtexto Extructural), Consecuen Reacciones Verbales y, finalmente, Comentarios (Eva- luacién, Prondsticos). Algunas de estas eategorias son ‘obligatorias en cualquier reportaje noticioso, en tan {0 que otras son opcionitles. Exas categorias, que definen el formato de las no- ficias, son las que organizan 1a_macroestructura te- midtica del reportaje noticioso. Forman parte de la competencia profesional de los periodistas, y tos, explicita 0 implicitamente, organizan sus actividades de recoleccién de noticias de tal forma que obtengan © puedan fabricar informacion que se ajuste a estas ategorias. Por ejemplo, los reporteros entrevistan a Actores importantes en las noticias, con objeto de po- dder Nlenar la categoria de Reacciones Verbiles, o bien consultan documentos histéricos 0 enciclopedias, pa poder insertar Ia categoria de Antecedentes histéricos. Los sumarios, esto es, tanto las cabezas como el. res ‘men, resultan cruciales para el procesamiento di formacién compleja, para manejar informacién pro- Yeniente de muy diversas fuentes, para proporcionar en primer lugar la informacién principal de la noti- para guiar las estrategias de lectura del lector (quien puede ser que tinicamente lea los encaberatios). Adenvis de estas categoriss convencionales de es. v6 nuLvos pesmenontst juemas noticioso», que al parecer se han adoptado de seer geen aie ea ges de la mayorfa de las culturas y paises, debemos distin guir, por su oficacia, las diferentes estrategias que 3© Empiean en el reportaje noticioso propiamente di- cho. Asi, ni las macroestructuras temticas ni las su- perestructuras esquemiticas se realizan linealmente fn forma continua, Al contrario, la estructura de es tos reporiajes es disconiinua y opera g ieee densa Ste ry ee De cada categoria, pues, primero Ieemos la informa- Gin mis importante (nivel superior), luego, en una segunda ‘ronda’, la informacién menos prominente y, finalmente, Jos detalles. En otras palabras, la estrate gia global de Ia extructuracién del reportaje not so se basa en la importancia; cualquiera que sea Ia organizacién macroestructural o muperestructural, la informacién mis importante 0 mis interesante ten derd a aparecer en primer lugar. a ‘Obviamente, ésta es una estrategia altamente subje- tiva, ya que lo que pueda ser importante para un pe- riodista © para su periédico, quizis no lo sea para ‘otros, para no hablar ya de (todos) los lectores. Ast pues, también Ia estructura del reportaje de las no Eas, y no inicamente st contenido, puede influir en fas formas en que a lor lectores se les presente una estructura de los acontecimientos mundiales. Por ende, las estructuras de la prensa, por orden de importan- da, seialan estructura: de importancis, social y, al ‘mismo tiempo, pueden legitimar y con ello reproducir tales estructaras. Esto nos lleva de regreso a 1a im: portante interaccign entre las estructuras y estrategias del discurso y las de as representaciones sociales. Si los lectores no cuentan con otra informacién, ni con otras representaciones sociales que les puedan. pro- porcionar ts informacién necesaria para la contraar- Fumentacién, ol rechazo o la resistencia, las estructu- tas de los reportajes noticiosos pueden cjercer un ourunin 7 efecto complejo en sus cogniciones sociales, aunque ‘ho sea, por ejemplo, mas que en la construccién de sus modelos de los acontecimientos de las notic Sin embargo, las propias estructuras de las noticias no son totalmente auténomas. Simplemente, no son xéneros del discurso piblico que se acepten de ma- era general, convencional o incluso. por consenso, independientemente de cudles sean las fucrzas socin les, politicas © ideolégicas. Por el contrario, lo que hacen es sefialar la postura social del periodista, 0 las condiciones institticionales y econémicas de los Periddicos 0 de los otros medios de difusién, Los quemas de las noticias, sus temas, sus actores y 3 ‘stil de representacién o de cita, estin todos, por nde, intimamente relacionados con los medios y las ‘strategias de produccidn. Las rutinas de recoleccién dc noticias dependen muy esirechamente de las {uen- tes disponibles y de los dispositivos institucionales como las agencias de prensa, los boletines de prensa y Jas conferencias de prensa. La seleccién de los actores importantes en las noticias depends de su poder poll- i ilidad 9 de muchas otras i, cada paso de la pro- uccién del discurso de ln noticia es una manifesta cién de las practicas ideoldgicas en tas que los_pe- riodistas y Tis instituciones de 1a prensa se hallan insertos en multiples formas. Obséyese igualmente que la propia produccién dde noticias e también, en gran medida, una forma de procesamiento del texto. Los reporteros, por lo. co- ‘min, no “salen” al mundo a ver que “ocurran’” cosas, ‘Aun cuando ocasionalmente é&te pueda ser el caso ‘con algunos acontecimientos locales tales como un in- cendio o una manifestacién, lo mis frecuente es que cl reportero se entere de los acontecimientos 2 través ide otros tipos de discurso, a los que podriamos llamar “textos dle fuente", tales como los informes en otros medios, los cables provenientes de las agencias de re ORYOR aEsAHRELLO8 rena, lot mensajes por telefax, los boletines de pren: fa, las conferencias de prensa, los documentos, publi- ‘aciones, conversaciones telefGnicas, entrevistas, etc. De heclio, los propios acontecimientos de las noticias con frecuencia son de naturalera textual, tales. como fas declaraciones del presidente o del primer minis- to, las noticias sobre nuevas leyes, los debates en el parlamento 0 en el congreso, las conversaciones en In ‘cumbre, las carias u otras formas de discurso piblico por parte de personas, organiziciones 0 palses im- portantes. Esta naturalera discursiva de los acontecimientos de las noticias y de los textos de fuente acerca de ta- tes acontecimientos, implica que la prictica de hacer noticias e primordialmente de catdcter discursivo, tuna forma de manejo del texto. En cada fase de esta cadena textual, los acontecimientos se codifican y recodifican, con lo cual incorporan las eogniciones so- Giales de cada excritor, locator 9 ins \ Las trans formaciones a los textos de entratia muestran algunas de estas restricciones sociales y cognoscitivas en Ia elaboracién de las noticias. Asi, el hacer restimenes no slo tiene 1a importante funcién de condensar grandes cantidades de informacién proveniente de textos de fuente diversos 0 muy largos, sino que tam- bién implica la selecci6n, la supresion y, especialmen- te, la jerarquizaciém: en esencia, los sumarios nos dicen qué es lo relevante, importante o interesante acerca de algdn acontecimiento. ‘Lo mismo es valide por lo que toca a los complejos procesos de la cita. Grandes partes de los reportaj noticioros son acerca de personas que hacen deciara- Cones, acasaciones 0 actos de habla similares. En ese caso, [a cuestién no estriba tinicamente en a quién se esté citando, ni en lo que se cita y lo que no, sino también en Ia manera en que se informa sobre tales actos de habla, en qué formas de discurso indirecto se emplean y én la actitud que muestra el periodista 0 HE mmcuisO Be Los stEMOS aE sUFUSION v9 columnists fneia tal diteurso. Ast, cuando 10s ind viduos u organizaciones minoritarias acusan de Tach ino a Ta policia, a un patrén o a una institucién del Estado, la nocién de ‘racismo’, si es que se llega a ‘war en el reportaje, casi siempre iri colocada entre comillas, o bien iri precedida de marcadores de dis- tancia como “se dice” 0 "el supuesto”. Las acusacio. hes provenientes de las autoridades, de la policia 0 de otras instituciones del Estado o del orden domi- ante tienden a figurar en las noticias con mayor frecuencia que las declaraciones acerca de ‘hecho. ‘También obticnen mayor atencién y mls espacio, s¢ las coloca en un lugar mis prominente, o bien se las marca textualmente como ms importantes; mis dig. tas de crédito y con mayor valor como noticia. Vemos, pues, la forma en que las estructuras de la sociedad, Ia postura de las instituciones noticiosas que ‘euin dentro de! orden dominante y las pricticas pe- Fiodisticas de elaboracién de noticias, estin todas en- teetejidas intrincadamente, y observamos que estas complejas condiciones de produccién de tas noticias también se manifiestan en las estructuras textuales de lor reportajes noticioves. Asi, los encabezados, fos re simenes, estructuras temiticas, organizacién esquemté- ee ae descripciém de los actores, evaluaciones y muchas otras Garacteriticas de los reportajes nations, contribu. yen —a veces sutilmente— a la reproduccién del cen Ia sociedad. e ca __Obviamente, este proceso de reproduccién no se limita a las instituciones de la prensa, a los periodistas alos reportajes noticiosos, sino que a la postre afec- ta también a los lectores 0 a los televidentes, Nuestros ‘conacimientos sobre los proceios de Ia comprensién 'y fepresentaciin de textos nos permiten ahora hacer mis explicita la forma en que el piblico entiende las noticias, Actualmente sabemos algo mis acerca de Ios inculos que existen entre la estructura del texto y su comprensién, por un Indo, y la construccién de mo- delos de a ‘ituacién y Ia aplicacién de los conoci- mientos y otras cogniciones sociales, por el otro. Mis arriba se sugeria que esia influencia rara vez es redta; las opiniones que se expresin 0 se implican en los reportajes noticiosos o gracias a las caracteris- ticas del trasfondo, no son necesariamente adoptadas [por todos los lectores. De hecho, algunos lectores qui- 14 utilicen 12 misma informacion para dar apoyo al desarrollo de sus propias contraopinione. 0 contra ideologiss. Sin embargo, también sabemos que tales reacciones son excepcionales, y que la mayoria de los ectores, al carccer de alternativas en cuanto a in- formaciin, como por ejemplo Ia procedente de otras fuentes, no estin en condiciones de desarrollar ou opciones en cuanto a marcos interpretativos. Es posi ble que surjan diferencias de opinidn y cierta disen- sign, dentro de las fronteras de un consenso general, y algunos medios de difusién, especialmente los de 1a oposicién (si la hay), tal ver organicen cierta parte de esta disensidn dentro del conserso, Sin embargo, Jos retos fundamentales son raros y, en consecuencia, el discurso de la noticia marca de muchas maneras cauiles son en forma precisa las fronteras de este con- senso dentro del marco interpretativo y evaluativo de Jos acontecimientos mundiales, En otras palabras, po- demos decir que Ia influencia del discurso noticioso es de naturaleza ‘estructural’: aparte de influir ene! importante contenido de nuestros conocimientos. y actitudes, lo hace especialmente en las estructuras glo- bales, en las jerarquias de importancia y en los pro- cedimientos de evaluacién de la cogniciéa social, asi como en las expresiones que se utilizan para Ia argu- mentacién y el debate pablicos basados en estas cog- niciones. ropia, niscunso iproLoc!A Este resumen de algunas de Tas evoluciones recientes, de la ultima década, en ¢l anilisis del discurso pone de manifiesto que 1a nueva disciplina esta progresan- do paulatinamente y Hegard a ser una prictica aca- démica totalmente interdisciplinaria y socialmente orientada. El nicleo clisico del andlisis del discurso, a saber, los anilisis etruicturales de las propiedades Hingtlsticas, etilsticas, retdricas © pragmaticas de los textos y del habla, se desarrolla mas atin merced a Jos diversos métodos del andlisis formal 0 empitico, Los géneros tales como Ia conversicién diaria, lor disilogos institucionales, ast como Iat narraciones, han sido objeto de atencidn, extensa y detallada, durante {os diltimos diez afios. Estos conocimientos siguen sien- do de gran valor para proseguir el andlisis de otros sgéneros del discurso, tales como los reportajes de las noticias en la prensa, o los dislogos en los tribunales © en el parlamento, En conseciencia, este trabajo descriptivo seguird siendo una de las tabores centra- les en el anilisis del discurso en su sentido estrecho. Por otro lado, el anilisis del discurso se ha visto or pecialmente ampliado en su dominio hacia dreas que tradicionalmente estudiaban otras disciplinas, tales ‘como el derecho, la historia, 1a comunicacién de ma- sas y principalmente Ia sociologia, la psicologia y la ‘etnografia. Hemos visto Ia forma en que la psicologia ‘eognoscitiva del texto ha hecho aportaciones muy sig- nificativas a nuestros conocimientos sobre los proce- sos empiricos de la comprensin y la interpretacién, Ahora ya sabemos, mis © menos, In forma en que los discursos y sus estructuras se estin relacionando con los procesos estratégicos del andlisis, las representa- ciones textuales, los modelos de situacién y los guio- nes. La investigacién sobre la cognicién social esta ya comenzando a poner de manifiexto el modo en que tanto el discurso como las representaciones cognoici- ve eryon.texsnnon tivas estin vinculados con la perienencia de los usua ios de I lengua a un grupo, asi como con otras aracteristicas mis estructurales de In sociedad. Don: de mis claramente puede verse esto es en los proce: sos de produccién, en. las estructuras y en la recep- Gién de los mensajes de los medios masivos. ‘Los desurrolles tedricos en el anilisis del discurso han Hegado finalmente al punto en que también a los analisis criticos de la lengua y del discurso se les pueden dar fundamentos sdlidos:? Los estuilios 20- Giopoliticos del lenguaje no son nuevos, pero rara vex han sido capaces de influir en Ja parte medular domi- ante de la lingilstica y del andlisis del discarso, Hay razones politicas obvias para esta carencia de impacto de los estudios criticos en el campo: la mayorla de los eruditos, y entre ellos los que se dedican a los es- tudios de la lengua y de la com mnicacién, forman par te de la élite en el poder. También forman parte de los grupos (Occidental, Blanéo, Hombre) que dom nan estas disciplinas En consecuencia, los desafios politicos e ideolégicos fundamentales son raros y han provenido especialmente de algunos de los grupos do- minados mis conspicaos, como cs el caso, por ejem plo, de las aportaciones feminisias a la lingiistica y al anilisis del discurso. Lo mismo se puede decir, en especial por lo que toca a las cien to de los grupos étnicos minoritarios y de las Giones de los e:tudicsos del Tercer Mundo, quicnes la reproduccién del racismo en las sociedades occi- deniales pretende ser una aportacién a esta forma de préctica académica, ia como una modalidad de activismo sociopolitico. He sugerido que, al extendere hacia la cognicion social y hacia 1ss eiencias politicas y sociales en gene ral, el anilisis del discurso finalmente ha Heyado tun punto en su desarrollo, en el que puede empezar ‘ones, pscuao x ineetocte as a hacer aportaciones serias al andlisis de estructura, conflicios y problemas sociales complejos, como por ejemplo los del poder, ta dominacién, Ia desigualdad, Ja explotacién y la opresién en i Obsérvese- que ef andli © de Ias conversaciones no proporciona, en. si mismo, los vinculos necesarios entre las estructuras textuales Y estas relaciones y procesos (macro-)sociales. Por lo fanto, necesitamos teorias intermedias, tales como las de Ia cognicién social'y de la interaccién social, para mostrar 1a forma en que las estructuras de poder se pueden relacionar con las representaciones sociales de las personas y grupos que intervienen en tales re- laciones, asf como la manera en que tales representa iones, x su ver, pueden set expresadas, sefialadas, promuilgadas 0 manifestadas de algiin otro modo en 1 discurso y en (otras formas de) la interaccién. Asi, Jos intereses y metas de grupo se pueden traducir en lis jerarquias de relevancia en las representaciones sociales acerca del propio grupo (interno) y de los grupos (externos) ‘amenazantes’, al igual que en el ‘manejo de los sistemas de normas y valores que sub- yacen a las nociones fundamentales de las representa ciones sociales. Y estas estructuras socio-cognoscitivas jamente saldrén a relucir en el texto y en la conversicién, simplemente porque es a través del discuryo que precisan ser compartidas y legitimadss or todo el grupo. _ La nocién capital que vineula estas practicas discur- sivas y s0cio-cognoscitivas como practicas sociales den- tuo de una configuracién de sociedad es la ideologia. Tras los muchos estudios sobre ideologia que se han efectuado en las ciencias sociales, una teoria de esta indole, mis explicita, de los vineulos entre el discur- 80, la cognicién social y Ias estructuras sociales, fi- malmente nos permite hacer mis explicita o mis trans arente la nocidn algo vaga o ambigua de la ideologia. Ad, en mi trabajo reciente sobre los vinculos que 184 urvo8 mrsinnottos jten entre el discurso y el porter, he tratado de mor trar Ia forma en que Ia ideologia se puede conceptur- wr como el marco de trabajo bisico que subyace las cogniciones sociales de un grupo social. Una ideo- logia con tales caracteristicas, no sélo controla el con- tenido preferencial del conocimiento y de las actirudes, sino que también establece la coherencia (cognosciti- vay social) entre las diferentes actitudes y metas. De manera similar, 12s ideologias controlan las estrate- gias fundamentales para la defensa, legitimacién y proimulgacién de las actitudes sociales en el habla, el texto y las acciones. Proporcionan los marcos geners- les para Ia interpretacién de los acontecimientos s0- Giales y politicos que cotidianamente vive Ia gente, y en esta forma definen el consenso en el que se basan la comunicacién y ta interaccién de los miem- bros del grupo (interno). De esta forma, y por asi decitlo, constituyen 1a traduccién socio-cognoscitiva de las metas ¢ intereses del grupo. En estos momentos, 1 anilisis del discurso esta ya en condiciones de lle var a cabo extudios sistemdticos y relativamente expll- stodiads en van Die (1072, 1973. 19784) Paes on eee de Iecuras mais generales sobre preniponcionen ven Se Pessliy Franck, eds, (1973), y la inroducion de Franck OES, Pace un cataraiemio tals reciente, ease tambien aes (175), % Fars anilsis presuposicionales de palabrae coma aun, ee Freer (1971) y Feldman (1979), & Vese Minsky (1973) pars a introduccin de ta no Se & “co, y Bobrow 7 Colling ede. (1915) pare Spe profundicacén. La relacin entre le camprenion del texto, véase y Ricser, eds "1 ors el discurso y los marco: se fa diseutido en Schank y Abelson (1977), van Dijk (197%, d). Véate Tas notas co- rrespondientes = Ia Conferencia 4, COMPERENCIA 2. Macroestructures seminticas {Pare mis lecturay sobre macroestructuras semint as y au papel en ef discirso, vase van Dijk (1977s, 6, 978d y 1980), 2 Se dixcuten las superstructuras textuales en van Dijk (g78b). 3 Para un anilisis cexiual-grematical de la narrativa, vyéase van Dijk (19722) y las notas; para la base de este tratamiento, tomada de Is teoria de in accién, vésse van Dijk (1976). Para relaciones entre exquemas narrativos 7 macroestructuras, véise van Dijk (1973). Para una critica de este y de otros trabajos, véase Gillich y Raible (1977). ‘Las categortas narrativas utilizadas aqul son de Laboy | Waleaky: (1967). conremncin §. La pragmdtice del dixurso Para una introduccién a ta teorla de Jos actos de hx bia, véase primero cl trabajo de Austin (1962) y Searle (1960). Para relaciones en:re la teoria de los acton de ha bia y la gramitica, véase Cole y Morgan, eds. (1975), 7 Katz (1977), Una introduccién alemana és la de Schlie- ben-Lange (1978). Para una colecciOn de trabajos (en alemdn), véaie Wunderlich, Hrog. (1972), Wunderlich (1976); y em inglés, Schimidt, Hrsg. (1976). 2 Van Dijk (19773) da una introducci6n a la teorla de la acciéa. Alli también puede encontrarse bibliogralia. so- bre el tema. hha sido discutido en van Dijk (197%, 19783). En van Dijk (1978) se encuentra una introduccidn desde un panto de vitts interdisciplinacio. 4 Pare la nocién de pares de adyace vvéase Sacks ors a 5 Para conectivos pragmiticon, vase van Di si Pregmiticon, ve van Dije (9c, Fara ta nocién de “macroacto de habla Dijk (19772, 1978). F La actor de habla indicec Searle (1975) y Franck (1975) vase van ‘han sido analizados por emermencin 4. Dicuro, copiciin y comuniacén 1 Para audio geneales sce Ia pisogia del pro gamete del dic, wesc van bye ae Meyer (1975, Kinuch’(1ot)y Cetpetcs yg ea {iS y Ie evina Diese procenes edi one ees ©. Frrelle (Norwod, NTs fee} 2 Paes on princios del precesento de informacion Gignocitiva, wate Lindny 9 Nera Se "Pan iow imodueén 31 esuda'plcliogtics de Ja compresiia de oracioncy del igus ete sep M inrtuccion reciente de Gare eka "La tocién de en tscio cons tea art J % saa en van Di oT) Toe ern dun “hecio™ como et teenie de era san Dijk (19772) ee se FL papel de lo maror de conoinienty en ta come Fremién del dicuno se caudla en Schax 7 foe, {197 ¥ van Dix Corres by 1a tocién de “endo copnoscta" se invodice en vm DIK Come. 1a nocin de pertineaca en ete sentido pial discshe en van Dijk (19781, 1980) ae 4.14 satura (e)consructo dl recverdo ene pro ranieno del dicurm yu ha sao obsrate oar tee R80, en replete oe eae mo Pars un) modelo weclente nese san Dit (19% nae # Para mds experinenin vate van Dijk (18), Kinch ¥ van Di (970, y la bibliog de do a7, Ri % rathon! y Franks (97) lan dementia eee np fe reronoce a curucus dele craton oe ass 2 te ac 190 toms 10 Lestedbijan de vam Dijtyy Rint wtb DIRS moe ionadoy ancy demvesan que el dicts se fecseréa Princpaiments en terminode wu idea general a m= TE Van Dijk (1975), van Dif y Kisich (1975), Ruma: nar (1979) Matiier'y Jotnaon (972) han exudes Ie memoria de exguemas narativos. 23 tur civret anconesy soe telacioney e| audio 2 Dik (97. Para lax propidades de Is prodaccién de orcione, véase Kempen (1577), Pts funein de los planes en In produceisn de ten tne 7 de dacures o dicutd primers en Mile, Calan tery bsibam GoW), y mle rcentemente en Sank 9 Ableon (97 Pare andl eognoncitvo. de low acon de habla y la comprenién de ello vease van Dif (10778, 19789, "is estdian en Franck (1900) 18 Para uns inttduclbn general a In pscologls soca enizo de wea peqecina coprercitra, vous Stattend 7 Chon (i972, Fart un panorama genera det enuio de Te comanicacon de masta véme Sols Pool, Schramm et fi, ede (1999) ‘a Para el anita clio de Ia propoganda, yése Las wel, Latest (194, Lay rimores tan ado extaindor en el libro disko de Allpct Posi. (187) 2!" plrs leurs sobre cambios de ereendis y de adh wes, vente Himmeliarb y Eaply, (1974). cider (1958) ha dearalindo la teorla dl equ brio eogoscivo: de ln nonancis cogoxctva © en tuentasen Festinger (1557), Pars un tatamento de a formacion el cambio de conocimientn 7 crensian vere Fikbein y Ajen (97 3 Una invoduccidn a ia naturales de’ln opaidn p> bli se da en Childs (1965). 1 Innko. (1967), Fihbein y Ajoen (1975) dan un px rorame de Ins diverts ‘colar sobre cambior de acttes Iigunm lecturer sobre el tema se encuentran en Hime tat y Expy, ed (196) te Hr chodlo cisco de ln persnién como ona fam Noras 19) cin de propiedates divcursivas tales como ty endenacién de argumenton es el de Hovland et.al. (1957) La vatlacién discuniva en el contesto sodolectal y social se eaudia en Laboy (1972), 38 Para studios vobre a. conver ed. (107%), Turner, ed. (1074), expecialente: los avtewt los de Sacks y Schegioll; y Schenkein, ed. (1577). % Lox turnos en la conversacign ae estadian en Sacks, Scheglot y Jeffenion (1974). % Los vinculos entre la conversacién, el eailo y el uso de particulay pragmiticas 20 eaudian on Franck (1980). 31 Estas nociones y las que siguen se dcuten mds am- Bliamente en Sudsow, ed. (1972), Britian (1078), McHugh (1968), Douglas, ed. (1870). Para un andlsis de'Tos “mar dos" wociales, véase Golfman (1974), % Franck (1980) cscudia cauratepias eatilinieas y ver: bales en Ia interacién comuticativa 3 Para lecturas sobre el eaudio transciltural del lene ase. véawe Hymcs, ed. (1964), 3 La “etnografia del hablar” se estudia en Gumpert y Hames ed (1977), Bauman y Scherzer, eds. (1/4), y Sancies y Blount, eds. (1975) % Casi no se ha extuliado el papel del disco en lot problemas socales % Aiguncs trabajos contenidos en McQuail, ed. (1972) ‘cadian los problemas de la comunkacion de mass, como a mnipulscion. Las relaciones entre la historia y el discuro se die seaten en Gray (197) nm, véase Sudnow, eomrmencia 5. Estructurar y funciones del diseurso lite EL tipologta de dicurios se ha esudiado principale teenie dente de is (conde lon Spinco” aes tae ies Vicrais. Véae Hemplner (197), y, mds en gence, Gath yale, Hog (1077). Las conepciones de ls teri de Ia Herat presr- fades agul we basin co parie en Is trediién formalloa, eeructuralia, pero cl fats en la comunicacln lier fay 1 func del contexio socal es mi recente ise nora Nuevos desarrolios en el andlsis del discurso eee soe aegis phe ere ik nih i) eat eee ee in at pn Remuera als (1088) Stable, (IS)? van Dik (18S). ee pee a eee Hel ay create im eer eee ey ‘Véanse Leech (1988) y Levinson (1983), ee et te a oe ete es al a sl regen ea 1 i yn pine coherence nacre eae regal rece ce cre ie ore ao YA tan Om PC pads ext oh "eh id eYéanse Gumperz (1982, 1982) Saville-Troike cams ane ee coe es etter cin oe aga le te secon |e hfe —— sors ‘i 4 Véae Haslett (1087) y algunas de las aporiaciones 2 Berger y Chaffee (1987). ™ Veanse Atkinson y Drew (1979) y el triple ndimero de Text compilado por Danet (1984). 4 Para mayores detalles sobre las teorias que s¢ resu men en esta seccidn, véase van Dijk y Kintch (1989) y las referencias adicionales que aqui se dan, Para extudior smi recientes se puede conultar el Journal for Memory and Language. 8 Véaie también el libro de Johmon-Laird (1988); ‘este autor fue el primero en exponer el concepto de los modelos en Ia psicolingistica Para una excelente introduccion esta nueva rea de Is cognicién social, véase Fiske y Taylor (1985). Véan se también las aporiaciones de Wyer y Srull (1988), Vewe van Dijk (1984, 1987). Se encuentra en elabo: racién un extenso estudio (en inglés) sobre el racismo y prensa (en 1968 se publicé un modesto libro en ho- fandé), Véase también Smitherm (1988). M Sobre mis estudios recientes referentes al discuno em los medios de difusién, véase van Dijk (1985b, 1988a, is), ® Se atin llevando a cabo, con diversas orientaciones de Is investigaciin, estudios del discurso critios, poltieos © Mcolégicos. Véarwe, por ejemplo, Chilton (1985); Fow: er, Hodge, Kress y Trew (1979); Kramarae, Schule y O'Bare (1981); Kress y Hodge (1979); Mey (1985): Sei- del (1988). Véaie también el importante trabajo del Cen- te for Contemporary Cultural Studies (cocs) de Bi ido por Stuart Hall. La labor de este centro ‘conjunta los aniliss lingilsicos, femininas y, en gencral, bre toe medion de dif , can el estudio critico y sistemstico de las ideologias. ‘Véase, por ejemplo, Hall et a. (1980). 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