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INFORME LAS VERDADES y MENTIRAS DEL TRÁFICO EN ESPAÑA , A. DEA. 1!

) MPIB

La correcta utilización del automóvil y su regulación en la sociedad moderna


se ha convertido en uno de los grandes problemas de la vida cotidiana. Por
eso el Tráfico, la Seguridad Vial y todo lo que de ellos deriva, están de plena
actualidad. Pero no es verdad todo lo que nos cuentan ni legítimas todas
las líneas de actuación que se implantan, escondiendo bajo su aparente
justificación oscuros intereses políticos y económicos.

NTRE LOS ACONTECIMIENTOS CRUCJALEs PARA EL DEsENVO~VIMIENTO DIARIO DE LA HUMANIDAD, POCOS


-tienen la importancia de todo lo que se refiera a comunicación: el alfabeto {palabra hablada], la imprenta (palabra
escrita), la radio Ipalabraa distancia).. el cine y la TV{imagen, diferida o en directo)y. finalmente. Internet (acceso
instahtáneo apalabra e imagem. Y por otra parte, la comuñicación física o locomoción: el desplazamiento de per-
-sonas y mercancías. Que hasta hace siglo y medio, tenía limitada su velocidad: la impuesta por lC! tracción animal
-o porel viento. navegando a vela. La aparición de la máquina de vapor, y luego del motor de explosión, vinieron a
revolucionarlo todo, sustituyendo el esfuerzo ffsico por fuentes externas de energía (aunq¡ue el viento ya lo era).

El hombresíempre ha buscado víajar más suficiente para hacerlo ni la prepa~ción


y más rápido; la velocidad síempre ha sido adecuapa para afrontarlo con éxito.
deseada y envidiada, a efectos económicos
o símplemente lúdícos.. El tren fue un gran Una bulena base de p-artida es esta cita
avance, aunque condicionado poritinera- de Káre Rumar, del Instituto Sueco de
rios, estaciones y horarios fijos. El paso de Investigación de la Carretera y el Tráfico:
la diligencia alautobús, mucho más capilar «En ul principio, la automoción meca-
que el tren en cuanto a trayectos, supuso nizada ro se desarrolló para que fuese,
otra revolución. Pero la gran revolución de prioritariamente, segura ni ecológica, sino
.[a historia contemporánea es el automóvil, para o¡)timizar, en volumen y en tiempo,
puesto que se dirige al núcleo familíar, de la mov~lidad de personas y mercancías.
Llenar las carreteras de radares es dos a nueve plazas [del deportivo al gran Luego, idado su auge, aparecen los otros
una manera muy fácil de aparentar monovolumen]. Además, y esto es crucial, dos cor'¡ceptos». Como toda actividad con
que se persigue a los causantes de ofrecemáxíma independencia yelastícidad gran impacto social, hay que regularla, y
los accidentes del tráfico. Pero lo que de itinerario, horarío. régimen de marcha. esto debe hacerlo la Administración. Yasí
realmente se persigue es recaudar. paradas y posibilidad de modificarlo todo Uegamps al núcleo de nuestro trabajo:
minutos antes de salir, o incluso sobre ¿cómoihasido en estos _30 años, yen
la marcha. nuestro país, la gestión de los poderes
públicos de cara al Tráfico? Anticipamos
Pero dicha libertad de movimientos con- que nuestro análisis va a ser crítico; para
lleva un enorme peligro: el control de su echar incienso, ya están otros.
desplazamiento es muy delicado. Cualquier
medio de locomoción de mayor tamaño Se echa en falta un organismo intermi-
está manejado por profesionales cualifi- nisterial, dependiente de Presidencia del
cados; el automóvil está al alcance de casi Gobierno, que regule con máxima autoridad
,
todo el mundo. Ademas, un barco o un todo lo relativo a una actividad tan multi-
avión (fuera Qe,las maniobras de atraque, disciplinar como es el T ráfico. Porque, tal
despegue y aterrizaje) tienen un campo de y como están las cosas, cada uno tira por
movimiento donde errores de centenares su lado: a Hacienda le conviene que haya
de metros no ofrecen mayores riesgos; en mucho tráfico y que se consuma mucho,
cuanto al tren, va guiado sobre vías y con para llenar sus arcas con impuestos; y si el
sistemas de señalización que, al menos en crudo sube, mejor, porque los impuestos
teoría, hacen casi imposible el accidente. los marca proporcionalmente. en vez de
Pero el automóvil debe ser conducido mantenerlos fijos. Pero Medio Ambiente
por cualquier usuario y metro a metro. y lo anularía, para rebajar la contaminación.
exige maniobrar en décimas de segundo; A su vez Interior [DGT] prefiere una velo-
incluso en plena recta acecha el peligro, cidad de carreta propia de bueyes, para
y no todos los usuarios tienen la pericia Que los accidentes sean casi incruentos,

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ya que su objetivo es aproximarse a cero tímida utilización del asfalto antideslizante muchos para cubrir un parque de casi 30
muertos, y ponerse medallas; lo demás y :su renovación periódica. millones de vehículos- de la Agrupac.ión
[la fluidez o la calidad sin ir más lejost de Tráfico que controlen los coches que
parece nb importarle mucho. y cuando V pasemos a la señalización; siempre se ha circulan sin seguro, cotejando matrículas,
las infraestructuras no funcionan [véanse dicho que, ensiend,9buena, es la inversión ante la avalancha [una vez más denunciada
los trenes en Cataluña], queda el recurso por supuesto más barata y hasta cierto por los medios de comunicación) de los que
de pasarse la patata caliente de la respon- punto más eficaz, en Seguridad Vial. Pero circulan sin él. En cuanto a las revisiones
sabilidad entre las actualmente múltiples es arbitraria (sobre todo indicando direccio- en ITV, estamos en las mismas. Bastaría
administraciones: estatal, autonómicas, nes], agobiante en ocasiones y escasa en ¿on apostarse en algunas ga~olineras
otras, hecha para conocedores de la zona y de zonas más o menos marginales para
provinciales y municipales.
no para los defuera, y con el agravante de hacer una buena cosecha de coches en
Hemos dicho infraesthJcturas; evidente- que hdycarreteras con hasta tresdenomi- estado dudoso, conducidos por gente con
mente, han evolucionado a mejor -qué naciones [E, Ny A]. En cuanto a la pintura, documentación aún más dudosa. Pero esto
menos-, aunque unas veces ganan terreno mucha está borrada.. excepto [y esto sí que es más trabajoso, y quizás más peligroso,
yotras.. las más, lo pierden [por capacidad es casi milagroso} la de obras, que perdura que explotar económicamente el radar del
de lareq y calidad del pavimento) frente al meses y meses dibujando falsos carriles; túnel de Costa Rica, en Madrid, yalguno
incremento de parque y densidad del tráfico. lo que, sobre todo de noche, constituye una equivalente en las Rondas de Barcelona,
Asombra que sigan existiendo «puntos ne- t.rdmpa mortal. Ven su mayor parte sigue u otros por el estilo.
gros» o como se les llame ahora; resultaría siendo pintura resbaladiza en mojado. En
comprensible que existiesen hasta hace 30 cuanto a señalización vertical, hay muchas Dicho todo lo anterior, y antes de centramos
años, antes del período analizado. Pero, señales tapadasporvegetación que nadie en la gestión del tráfico, queremos resaltar
¿cómo es posible que no se hayan eliminado se molesta en podar; ¿a quién corresponde una característica común a la práctica
los antiguos y, peor aún, que en autovías, dichd labor? Antes el contribuyente podía totalidad de los organismos oficiales rela-
autopistas o carreteras diseñadas en es- decir que, para él, la Administración era cionados con el fenómeno que nos ocupa:
tos 30 años, sigan apareciendo «puntos únicd y no le importaba qué Ministerio se trata de la búsqueda de resultados apa-
negros»?; ¿quién las diseña yconvalida? era el responsable; ahora, ya ni eso. Yotro ratosos a corto plazo ya cualquier precio;
Otra faceta: las inversiones son erráticas. aspecto: la señalización de obras; sin que lo que se haga tiene que rendir frutos en
Hay carreteras de segundo o tercer orden, quizás tengacarnetde conduciry, menos menos de cuatro años. No vaya a darse
perfectamente adecuadas para el poquí- aún, el suficiente sentido común y del tráfico el caso de que alguna medida u acción
simo tráfico que soportan, en las que se como para ordenarlo, se le da una señal de myy eficaz, pero más lenta, fructifique a
invierte mucho dinero para replantear «Stop» o una flecha (de medidas y diseño más largo plazo y que en las siguientes
una curva que sigue siendo curva o para antirreglamentariosen la mayoría de los elecciones gane el rival político de turno y
reasfaltar un pavimento que daba perfecto casos} al menos apto para otras labores de se lleve los laureles.
servicio, sobre todo para sus velocidades la obra, y se le encarga -coordinado por
operativas; en cambio; otras de muchísimo wa./kie-ta[1'<ie, a viStd o con el palito, que y vamos ya con la gestión del tráfico, tal
más tráfico, que requieren una seria puesta sigue siendo lo más seguro-que dirija el y como la lleva a cabo, o al menos lo pre-
al día, siguen abandonadas años y años. tráfico alternativo. Eso sí, semanas, por tende, la DGT: la primera falacia radica
¿Problema de presupuestos dependientes no decir meses después de terminarse en pretender ignorar que el tráfico es
de distintos organismos o algo peor, que los t:dbajos, la señal de «Obras» sigue congénitamente peligroso, soñando con
todos sabemos qué es? En cuanto al tema en pie. la utopía de que si todos los conductores
de los postes de fijación de los guardarail fuesen lo que dicha DGT entiende como
de cara a losmotoristas, al menos el tema En cuanto al control de vehículos, hemos muy prudentes -lo que no significa, y
está sobre el tapete, lo cual no quiere decir tenido que llegar a enero de 2008 para que menos aún para la DGT, competentes- no
que se esté solucionando con la adecuada inicien sus pruebas doce unidades -anun- existirían accidentes. Lo cual se encadena
celeridad. y otro tanto ocurre con la todavía ciados a bombo y platillo, como si fueran con la siguiente falacia: un enfoque de la

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siniestralidad demagógicamente lastimem; detrás suyo, incluso llegando a pararse, peor con cuanta más edad-, siempre
frases como «mientras haya un solo muerto hasta que ha rematado la maniobra; sin ser empezará haciendo eses en línea recta,
en accidente» no estaremos contentos. Ya capaces, aunque haya perfecta visibilidad pese a que manejar el volante no requiere
se darían con un canto en los dientes no y no venga nadie de cara, de pisar durante gran esfuerzo físico.
con un muerto, sino con una disminución unos pocos metros bien sea el,arcén o la
acumulativa anual de un 20%. Yeso sabien- raya central, para resolver con rapidez Volvamos a los expertos extranjems: en un
do que, por lamentable que sea, muertos y seguridad la situación. Y esto lo hacen estudio psicológico dirigido porotm francés,
habrá siempre. ¿O acaso se olvidan de que incluso aunque llegue detrás suyo un tercer el Dr: Germain, se afirma que «para reducir
los hay incluso en el ferrocarril, sistema coche que al no ver por la interposición a un tercio del actual el número de acci-
teóricamente aprueba de fallos? del segundo la maniobra del primero, no dentes..., bastaría con negar el permiso de
comprenden tan injustificada frenada, que conducción a un 25% de los conductores».
Llega el momento de plantear la base de les coge por sorpresa, y se echan encima, Es decir que una cuarta parte de la pobla-
partida de nuestro concepto del tráfico: con grave riesgo de alcance. Pero el terror ción no reúne las condiciones psicofísicas
Conducir un automóvil es, al margen de inculcado respecto al cumplimiento ciego adecuadas para ser un mediano conductor,
profesiones específicas y muy minorita- de la norma, y no dirigido a su inteligente por mucha formación que se le diese.
rias, la actividad cotidiana al alcance del interpretación, da lugar a casos tan peli- Recordamos a un catedrático universitario
ciudadano medio en cuyo desempeño grosos como éste. de geometría que tardaba minutos para
tiene más posibilidades de matar o ma- aparcar, y siempre mal, sobrándole mucho
tarse; es una actividad potencialmente Es muy probable que la base de partida de sitio. A nivel cultural existen los llamados
letal. Yesto nose resuelve con plañideras toda esta confusión provenga de dos errores analfabetos funcionales: saben leer, mal
y nebulosas referencias a la prudencia, que concatenados: dar por hecho que todo el escribir y las cuatro reglas (o peor, sólo
acaban siempre limitándose a equipararta mundo sirve para conduciry despreciar la dosl de la aritmética. Pues en coche ocurre
engañosamente con la lentitud, sino con formación en técnica de conducción. Como igual, pem aquí parece que buscado. ¿Qué
un aprendizaje técnicamente sólido, con base de partida, buena es una cita del gran es mejor, que conduzca todo el mundo,
formación cualificada. maestro de la psicología de la conducción, aunque sea mal, o ser algo más exigentes?
el francés Roger Piret: «conducír es una En primer lugar, elevemos la calidad de la
Viene luego otra verdad básica, que nos actívídad absolutamente antínatura[para enseñanza y si luego se queda fuera esa
lleva a la siguiente falacia oficial, consistente el hombre, lo cual requíere un aprendízaje cuarta parte de la ciudadanía que no tiene
en pretender ignorar que el tráfico es una muyespecífico». Pero también en casa cualidades, mejorque les conduzca otm o
actividad eminentemente empírica; se tenemos a quien citar: Ya en 19.70, Teo- que utilicen medios colectivos. y no se trata
puede teorizar sobre él, pero todo lo que no doro Rodríguez Prieto, experto teórico de de un enfoque elitista de la conducción,
sea derivado de la experiencia sobre lo que la entonces Jefatura Central de Tráfico, sino que es la seguridad de la comunidad
ocurre en carretera, de poco o nada sirve. decía que «el creciente auge del fenÓme- lo que está en juego.
Surgen situaciones que deben resolverse no de la motorizacíón y la consiguiente
en décimas de segundo y, en caso crítico, popularízación del aútbmóvíl,..., pueden El segundo error antes apuntado es un
más bien por sentido común que por el inducirnos a pensar que la capacídad para concepto a la vez erróneo y parcial de la
Reglamento. ¿Quién no pisaría una zona laconduccíón es algo innato, connatural formación. Causa auténtico asombro que, al
de pavimento balizado si delante se le cruza al hombre. Evídentemente, se trata de una tratar de la Seguridad Vial, y dentro de ella
un peatón o si un coche frena bruscamente, ídea equívocada. Cierto que conducír no de la que se denomina «formación», en la
atravesándose súbitamente? Pues, aunque resulta, en príncipio, excesivamentedífícíl mayoría de los casos se de por supuesto que
parezca mentira, hay quien es incapaz de y que, en consecuencía, existe un gran nos referimos al conocimiento teórico del
ello. Continuamente observamos que, porcentaje de índívíduos con las aptítudes Reglamento ya un comportamiento cívico,
cuando un coche gira auno u otro lado en necesarias para hacerlo. Pero conducir un correcto y educado, pero casi nunca se hace
la carretera [tanto da si lo ha señalado antes automóvíl no es ínstíntívo, como andar o referencia -o peor aún, cuando se hace
como si no], hay conductores que frenan correr». El novato, por ejemplo -y tanto es con desconfianza- ala -cualificación.
LIMITACIÓN y SUBJETIVIDAD

,
ARTURODE ANDRÉS
aandre5ramp..,bes

aptitud o competencia técnica en el manejo


y control del coche. A efectos prácticos, se
da DOr bueno el examen.

Esto se deriva de otra falacia: presuponer


que la práctica perfecciona, cuando esto
sólo es así parcialmente. Otra larga y jugosa
cita de Rodríguez Prieto: «La experiencia no
basta por sí sola para corregir los defectos
de una formación deficiente; se conduce
como se aprendió a conducir, y podemos
afirmar que sólo es buen conductor aquél
que aprendió a conducir bien. La conducción
es una actividad individual y solitaria, pese
a su carácter multitudinario. El artesano
pueden alcanzar un perfeccionamiento
mediante la comparación con otros, o apro-
vechandosus consejos. Pero la conducción
no se presta a dicha comparación. Sin
negar el inestimable valor de la experiencia,
único medio de perfeccionar y consolidar
un aprendizaje correcto, es frecuente que
una larga cuenta de kilómetros recorridos
contribuya también a arraigar importan-
t~s defectos. Es fácil encontrar personas
convencidas de su falta de capacidad para
una determinada actividad, pero todas las
encuestas realizadas ponen de manifiesto
que una mayoría de conductores se consi-
deran excepcionalmente expertos».

Esta confianza en la simple experiencia


como método de perfeccionamiento (que,
como ya hemos visto, suele llevar a conduc-
tores mediocres plagados de defectos] trae
como consecuencia una faLacia más: igno-
rar, desaconsejar y desconfiar de la pericia,
aptitud o capacitación técnica. Prefieren al
conductor lento, asustado y malo [aunque
ellos no lo consideran o al menos no lo
admiten asO y lo etiquetan como prudente,
mediante el engañoso sofisma de confundir
prudencia con lentitud, al contrario de lo
habitual en cualquier otra actividad que
exiia cierta habilidad. donde el mejor es

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~-'J.

y sin ningún peligro, a costa del conductor Lo que no es una falacia, sino una triste es la represión, básicamente centrada en
fácilmente identificable, con nómina y realidad, es que la DGT ha conseguido el el control genérico de velocidad. De este
domicilio fijo. Lo más plausible de todo apoyo de muchos corifeos de los medios modo, ya llegamos al séptimo y último:
lo último que se está haciendo es el cada qe comunicadión que, víctimas simultánea- crearle mala conciencia al usuario cuando
vez más estricto control del alcohol y, muy Tente del s4bjetivismo del que se habla va algo más rápido, y hacerle sentirse un
importante, desarrollar todavía mucho más tjn recuadro! aparte, de la moda de ser ciudadano ejemplar si va despacio.
el de todo el resto de productos [drogas o <~políticamente correctos», y de la tendencia
fármacos) que están en el origen de una cl pontificar típica de todo «tertuliano» sin De este modo, los rectores de nuestro
gran cantidad de accidentes, sobre todo de tener ni la menor idea de lo que se habla Tráfico ya pueden cargarse de razón y le-
gente muy joven en las dramáticas noches (en este caso el Tráfico),jalean esas cam- gitimarse para poder hacer casi todo lo que
de viernes y sábado. ~añas no se sabe si por convencimiento o quieran en cuanto a represión, puesto que
por quedar bien. cuentan con el apoyo tácito del núcleo duro
Y otra falacia más, también denunciada y amplio de conductores de bajo nivel y de
periódicamente en los medios, es el re- Ulegados a e$te punto casi final, creemos algunos profesionales de la comunicación.
curso a campañas de terror plagadas de que se puede hacer un resumen muy con- y piensan que con ello podrán conseguir a
accidentes y sangre, cuyo efecto, año tras catenado de las ideas-fuerza que mueven a corto plazo su anhelado objetivo -salvo si
año, se va diluyendo a los pocos meses [por los gestores de nuestro Tráfico. En primer un par de autobuses tienen la desgraciada
no decir semanas) de lanzarse. Además lugar, reducir el número de muertos en ocurrencia de caerse por sendos barranco,
con el agravante de que éstos se hacen accidente de tráfico, a corto plazo y «como lo que les estropearía las cifras- de bajar
con el dinero público que la DGT debería sea»; loable propósito, a no ser porque la cifra de víctimas.
dedicar a la divulgación de la formación en debajo subyace el objetivo político de po-
vez .de a la «casquería» audiovisual. Pero nerse medallas, asegurarse en la poltrona Un político dijo aquello de que «la guerra
el objetivo es siempre el mismo: llenar las '1¡,eventualmente, incluso ascender en el es algo demasiado serio para ser dejado
carreteras de conductores atemorizados, ~scalafón. El segundo escalón, habida en manos de militares»; en el caso que
que viajen lo más lento posible. Así, puesto quenta de la urgencia, es luchar a brazo nos ocupa, se le podría devolver la pelota
que ya se sabe que accidentes seguirá partido contra esa cualidad básica del y parafrasearle diciendo que «la segu-
habiendo, al menos las consecuencias automóvil que es la velocidad; el corolario ridad vial es algo demasiado serio para
serán tal vez menos dramáticas. Pero de es denigrar y considerar sospechoso al ser dejado en manos de políticos». y la
mejorar el nivel de conducción, ni palabra. conductor rápido, por el mero hecho de razón para esto no es dudar de su buena
A cambio nos ametrallan, desde los ca- serlo. Lo cual nos hace saltar al tercer o mala fe ni de que representen, de forma
rísimos marcos de señalización pagados ~scalón: de~confiar, despreciar y darle muy global y etérea, la voluntad popular,
con nuestro dinero, con slogans tan idiotas rf1ala imagen a la pericia en la conducción. sino el hecho archidemostrado (no sólo en
como el de «¿ Tienes prisa?» o el inefable ~ues autom~ticamente lleva a rodar algo este campo sino en multitud de otros] de
«No podemos conducirport¡». En el primer rrás rápido que el lamentable término que sólo buscan resultados a corto plazo.
caso, lo único que consiguen es recordár- f1"iedio. El cuarto escalón es consecuencia Cualquier solución que pudiera ser mucho
sela todavía más al que, efectivamente, sí lDgica de lo qnterior: no exigir una buena más válida, pero a diez o quince años vista,
tiene prisa; en el segundo, que muchos f rmaciÓn téqnica, ya que lo buscado es un no interesa. Mientras se siga ignorando
respondamos para nuestros adentros «A lantel de conductores lo más asustados que en el tráfico hay tres factores básicos
Dios gracias», sobre todo si el que nos inseguros iposible. Para darles cierta [seguridad, fluidez y cualificación], que el
iba a conducir fuera el propio Director atisfacción, $e les compensa con el quinto de seguridad no es, ni puede ni debe ser
General de Tráfico, que presume de no escalón: con~undir lentitud con prudencia, sinónimo de lentitud, y no se ataquen de
hacerlo -pues según se ha comprobado haciéndoles sentirse como los «buenos» raíz las causas de la siniestralidad [aptitud
en algunos medios, mejor que no lo haga en la carretera, frente a los «malos». que del conductor, infraestructuras adecuadas
[para eso está su chófer; saltándose, eso son los que corren más. Por si acaso, y coches bien revisados!, no resolveremos
sí, los límites de velocidad]-. siempre está a mano el sexto escalón, que el problema. ~

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